Las calles estaban repletas. Las personas prácticamente corrían de un lado a otro, dándose estrechos abrazos con sus conocidos que pasaban junto a ellos. Se acabo, por fin, se acabo decían los transeúntes que llenos de regocijo inundaban una de las calles muggles mas importantes de la ciudad. Todos estos, miraban con extrañeza a los grandes grupos de hombres vestidos con largas capas de diferentes colores, que olvidando por unos instantes sus restricciones, salieron a celebrar el fin de aquella era de dolor y sufrimiento.
El solo podía sentir repudio en su corazón hacia todos esos magos que celebraban, repudio hacia el mismo. Se odiaba, se detestaba. Odiaba poder sentir los cánticos de los magos por las calles, odiaba sentir aquella fresca brisa acariciando su rostro y aun mas odiaba sentirse así, odiaba querer reemplazar lo que sentía por odio. ¿Por qué había sido tan tonto? Decia una parte de si mismo. Yo no sabia que esto iba a ocurrir cuando le conté le respondía otra parte de el. No te trates de justificar, eso no la traerá de vuelta a la vida, ella murió
Se detuvo en seco en medio de la calle. Miraba atentamente un grupo de magos que en un callejón entre dos edificios estaban celebrando con botellas de cerveza de manteca y alzaban sus varitas de las que salían chispas de todos los colores. Sintió algo caer por su mejilla y con la mano se la palpo. Estaba húmeda, hacia años, muchos años que no había derramado ni una lagrima por nadie por lo que había olvidado como se sentía cuando pasaba. Y curiosamente la ultima vez que lo había echo fue por la misma persona. Se paso la manga de su chaqueta por el rostro y lo seco con fuerza. Siguió caminando. En su pequeño mundo ahora solo estaba el, consumido por una rabia enorme pero no tanto como su tristeza. Llego a un pequeño bosque, oscuro, y se encamino entre sus árboles. Cuando sintió que era seguro, Desapareció provocando una suave brisa y Apareció en los terrenos de Hogsmeade. Camino a paso veloz. Sentía enormes ganas de acercarse a cada mago que celebraba y hacerlo revolcar de dolor con Cruciatus, aquel hechizo que tanto había utilizado antes. Quería que cada uno pagara por estar sintiendo felicidad, quería que cada uno sintiera siquiera el dolor que sentía el. Sabia que aunque les hiciera el mas poderoso hechizo torturador no iban a sentir ni la mas efímera partícula del dolor que sentía el. Se dispuso a entrar al castillo.
Allí estaba, en la puerta vistiendo una de sus mejores túnicas, Albus Dumbledore junto a una mujer con una túnica verde, y ambos se acercaban a la entrada.
-Usted!- grito con ira apuntándolo con la varita en alto- me prometió
-
y dile que se apure, nos veremos allá en 20 minutos, Minerva- respondió Dumbledore ignorando al hombre furibundo que se encontraba ante el.
La profesora dio una mirada suspicaz al hombre que acababa de llegar y se marcho.
-Me alegro que estés aquí, Severus- dijo observándolo con una amplia sonrisa.- te estaba esperando.
-Veo que esta muy contento, ¿no es así?- respondió sin bajar la varita- pero claro, como no va a estarlo.
-Estoy sintiendo emociones muy contradictorias, Severus. Creo sentir gran felicidad por el hecho de que esto se pausado temporalmente, no acabado, pero aun así podremos descansar de todos estos años de sufrimiento durante un tiempo. Sin embargo, la tristeza sobrepasa la felicidad y la hace sentir un sentimiento tan lejano al pensar en la pérdida de dos grandes magos
si, entre ellos Lily.
Snape bajo la varita, aun conservando aquella mirada de profundo odio que ocultaba la tristeza que lo consumía.
Se- continuo Dumbledore- como te debes estar sintiendo
-No, no lo sabe, nadie lo sabe! Porque nadie ha sentido nunca lo que siento yo ahora.
-La perdida de un ser amado es, por decirlo, la tragedia mas grande que le puede pasar a alguien.
Al escuchar eso, Snape relajo un poco el rostro. Dumbledore creyó ver los ojos del hombre humedecerse, pero este se paso bruscamente la mano por la cara.
-Severus, entiende de una vez que llorar no es algo de lo que debes avergonzarte, es mas, demuestra lo mejor de ti, igual que el amor que sientes hacia Lily
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Es algo corto, lo se... pero tenia q hacerlo, ya q Rowling nunca expreso bien esa parte y me hubiera gustado que asi fuese.
31 de Octubre de 1981: La noche en que todo cambio - Fanfics de Harry Potter
Las calles estaban repletas. Las personas prácticamente corrían de un lado a otro, dándose estrechos abrazos con sus conocidos que pasaban junto a ellos. Se
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2024-10-02

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