Eran vísperas de la fiesta más importante para Molly Weasley: aquella en la que todos sus hijos con sus esposas e hijos, en algunos casos, se reunían en aquella vieja construcción que tantas alegrías les habían brindado.
Molly sonrió. Recordó que había puesto pequeños ramitos de muérdago en lo alto de lugares estratégicos: el sillón más pequeño y alejado de la sala, para Bill y Fleur; la improvisada biblioteca en la antigua habitación de Percy, para él y Audrey; el armario de escobas, para George y Angelina; la vieja habitación de Ron, para el menor de sus hijos y su nuera favorita; el cobertizo, para Harry y Ginny; y finalmente, en la puerta de la cocina, para Arthur y ella.
Sus nietas la sacaron de sus pensamientos. Victorie y Molly corrían hacia ella desesperadamente, por lo que el temor la envolvió. Ellas eran las primas mayores, con cuatro y tres años, respectivamente.
- Niñas, ¿qué sucedió? ¿Los chicos están bien? ¿Fleur comenzó con el trabajo de parto?- Interrogó Molly. La última pregunta se debía a que la esposa de Bill enfrentaba ya el octavo mes del embarazo de Louis, el primer varón del matrimonio.
- No abuela - dijo Victorie - Mamá está "perrfecta". Ya pasó porr esto dos veces. - La niña estaba comenzando a agregar la letra R a su pronunciación.
- Lo acontece, abuela, es que el tío "Fed" está aconsejando a Dominique, "Fed" y James para que nos molesten- respondió Molly, la primogénita de Percy, que había heredado de su padre la formalidad innecesaria para comunicarse con su familia.
Algunos meses después de la muerte de Fred, Molly y Arthur decidieron mandar a hacer un retrato de su difunto hijo, para que George no se sienta tan solo, aunque el gemelo decidió ponerlo en la sala de La Madriguera para que acompañe desde allí a toda su familia. Pero las consecuencias fueron terribles: desde su pintura, Fred aconsejaba a sus sobrinos de cómo molestar a sus abuelos, tíos y primos.
- Eso no es nuevo chicas. Fred no cambiará jamás. Diviértanse un rato, pronto vamos a comer.- contestó la dueña de casa.
- Está bien, abuela - finalizaron las dos Weasley´s y se marcharon rumbo al jardín.
Luego de un rato sola en la cocina, llegó Arthur y observó el detalle que su esposa había preparado, como lo hacía anualmente, todas las navidades.
- Molly, ya todos tus hijos están casados y nosotros nos seguimos amando, ¿para qué seguir infestando la casa con muérdago?- indicó Arthur, mientras abrazaba a su esposa por la espalda
- Sabes que los niños usan la excusa del muérdago para desaparecer con sus amores un rato.
- Sabes que tus hijos ya no son niños, pero tienes toda la razón. Entonces, ¿pretendes desaparecer conmigo un rato?- dijo el mayor de la casa con voz seductora.
- Arthur, ¡están todos en casa! - añadió una sonrojada Molly - Además tienes que ayudarme a llamar a todos para que podamos comer.
- Ya voy, bombón - Dijo el pelirrojo mayor, abandonando la cocina y provocando un aumento notable en el sonrojo de la cocinera.
La primera en llegar fue Hermione, quien portaba hace tres años una alianza en su dedo anular, que rezaba en su interior "R. B. W." Era ella la única nuera realmente deseada por Molly, la causa de envidia hacia Ron en el Cuartel General de Aurores, la ídola de Victorie y Molly (ya que les había enseñado leer a las dos niñas, las únicas nietas de Molly y Arthur que podían hacerlo hasta ese momento), la compañera de juegos favorita de Dominique, Fred y James, y la mejor amiga de Ginny y Harry. Todos esperaban el primogénito del matrimonio Weasley Granger desde su formación: desde los profesores y compañeros de Hogwarts , hasta su propia familia.
Luego llegaron Fleur y Audrey, embarazada de seis meses. Acompañadas de sus maridos, hablaban de la llegada de el varón de Bill y la niña de Percy, cuando Ginny, Harry y Ron ingresaron a la acogedora cocina.
- Yo también estoy embarazada y nadie habla sobre mí, me discriminan porque yo tengo un bebé en mi panza hace sólo dos meses. - dijo fingiendo enfado - Me voy con Hermione antes que ella también se embarace. - finalizó, partiendo al encuentro de sus mejor amiga causando la risa de los participantes de la conversación y el sonrojo del esposo de la mencionada mujer.
En la cocina de La Madriguera ya se encontraban George, Angelina y la pequeña Roxanne de sólo unos meses de vida. Victorie y Molly se unieron a la comida familiar luego de abandonar a la fuerza la lectura de "La Cenicienta". La cocina se fue llenado hasta que todos se sentaron a la mesa.
- Vieron lo que les preparé - dijo Molly con gran orgullo - Espero que lo hayan usado. - Añadió provocando el sonrojo de sus hijos, nueras y yerno. Luego de esta incómoda situación decidió cambiar de tema.
- Estoy tan feliz de ser abuela. Lástima que Ron y Herm se empeñan en que no complete mi felicidad. - Añadió mirando fijamente a los mencionados y provocando la risas del resto de los comensales.
- ¡Qué pena, mamá que te desilusionemos! - Indicó Ron para sorpresa de todos - Nuestro regalo de navidad para ustedes está ahora en el vientre de Hermione.
Molly se levantó se su asiento con lágrimas en los ojos para abrazar a los padres del Weasley en camino. Lo que en esa casa no sabían es que Rose no sería la última en llegar a la numerosa familia ni al joven matrimonio Weasley-Granger. Pero eso era otra historia
Buenas Nuevas en Navidad - Fanfics de Harry Potter
Eran vísperas de la fiesta más importante para Molly Weasley: aquella en la que todos sus hijos con sus esposas e hijos, en algunos casos, se reunían en aqu
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2024-10-30

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