DUEÑO DE ALMAS
Debería comenzar esta historia a plena luz del sol, no sin antes advertiros de las muchas horas de sueño que vais a perder con este relato. No, no exagero, todo esto es cierto. A mi me ocurrió hace ya muchos años y
mírame ahora
estoy muerto. Por cierto, mi nombre es David y tengo, bueno tenía 17 años.
··· TRANSFORMACIÓN ···
Era una fría noche de Halloween, nos disponíamos a ponernos nuestros disfraces. Yo iría de momia, siempre había sido mi favorito. Les dije a mis compañeros de cuarto que se diesen prisa y me ayudasen con las vendas del disfraz. Rápidamente Sirius cogió las vendas y junto con James se pusieron a enrollarme y darme vueltas como si de una peonza se tratase. Aquí comenzó todo. Algo tan sencillo y divertido se convirtió en algo terrorífico.
Apenas quedaba ya el disfraz casi preparado, cuando de pronto, Sirius empezó a ponerse pálido, con sudor frío y los ojos fijos en las vendas del disfraz. Cuando me giré para decírselo a James, él estaba en la misma situación que Sirius. Comencé a moverlos y agitarlos tratando de sacarles que les ocurría. No entendía nada, se suponía que esa noche iba a ser genial, pero no se parecía nada en absoluto.
Al rato pensé, seguro que esto es una broma que me están gastando este par de dos, además Sirius iba disfrazado de esqueleto y James de Frankenstein, pero todavía no se habían maquillado y por eso pensé que sería una broma. Pero claro, lo habían dejado todo por ayudarme a ponerme mi disfraz, no les había dado tiempo para maquillarse, y Remus y Peter ya habían bajado al Gran Comedor, así que allí ya no quedaba nadie más.
¿Qué estaba sucediendo? Todo era muy extraño. De repente, el reloj que había colgado en la pared marcó las doce y empezó a sonar una suave melodía. Lo peor de todo es que jamás había escuchado esa melodía y llevaba siete años viviendo allí con mis amigos. Todos estos sucesos me estaban poniendo muy nervioso. Sirius y James seguían igual, pero me di cuenta de que no dejaban de mirarme de arriba a abajo. Llegó un momento en que les dije que por favor dejaran la broma ya, pero todo esto no parecía una broma, ya empezaba a ser una pesadilla.
Empecé a quitarme las vendas del disfraz, pero estas no querían separarse de mi cuerpo, no entendía el por qué de toda esta situación hasta que llamó a la puerta ella, Lily, la chica más bonita de todo el castillo y a la que, por supuesto, había invitado a pasar la noche de Halloween con nosotros. Ella también era compañera de clase, y también pertenecía a Gryffindor. Su disfraz era de vampiresa, estaba tan guapa. Esa misma noche tenía pensado decirle lo mucho que me gustaba, pero antes que nada teníamos muchas cosas que hacer.
Abrí la puerta y allí estaba, no me había equivocado. Lily me saludó con una sonrisa, pero casi al instante, su sonrisa se congeló de inmediato. Sólo la escuchaba decir entre susurros: No ¡Dios mío!
El rostro de Lily estaba aterrorizado, veía a una momia horrible frente a ella. El chico le decía que qué ocurría, pero ella casi no podía ni hablar.
David, la momia, estaba desesperado, no le había reconocido ¿qué estaba pasando?
··· UNAS HORAS ANTES ···
Venga David comentó Sirius. Vente con nosotros.
Pero si no tengo disfraz, da igual, no os preocupéis por mí contestó David un poco triste.
Venga tío, eso lo arreglamos en un momento. Ya está, vamos a comprar unas vendas y te disfrazas de momia, eso es, venga. ¡Vamos que ya es tarde!
Claro repitió James. Muy buena idea. Vamos.
Tienen razón. No creas que te vamos a dejar aquí tu solo mientras nosotros nos divertimos le dijo Remus mientras le pasaba un brazo por el hombro. Innovacion y creatividad
Está bien, si insistís tanto iré con vosotros contestó David un poco más animado.
¡Bien! Conozco una tienda muy buena
había comenzado a decir Peter, pero sus amigos ya salían de la habitación.
Las tiendas de Hogsmeade ya habían cerrado, una pena. Pero qué casualidad
¡había un hombre vendiendo disfraces en un callejón y eran geniales! Se dirigieron a él y le preguntaron al hombre, que realmente tenía una pinta horrible y andrajosa, si tenía un disfraz de momia. Les dijo que disfraz no, sólo muchas vendas para poder ponérselas y que así quedaría más real. Siguieron su consejo y las compraron. La verdad es que así era mucho más barato, estaba casi regalado. Se preguntaron si al año que siguiente ese hombre iría por allí, ya que los disfraces eran muy reales.
Sin perder ni un segundo más volvieron al castillo por los pasillos secretos, y bueno, ya sabéis lo que ocurrió.
··· EL MOMENTO FINAL ···
Lily decidió entrar en la habitación de los chicos, aunque aquella momia era realmente escalofriante. Entre sollozos llamaba a David y este quería contestarle, pero su voz había cambiado. Hablaba en un lenguaje que ni él podía entender, tampoco era pársel. Poco a poco se hacía más claro en su mente lo que le estaba ocurriendo. ¿Se estaba transformando? No sabía nada, pero lo que si tenía claro David es que su vida ya había terminado y que su cuerpo era el de una horrible momia, con la carne en estado de putrefacción y las vendas del color de la sangre seca.
La chica, algo más calmada, intentó acercarse a James y Sirius, y estos al escucharla volvieron en si y se lo contaron todo. Se quedaron en estado de shock cuando vieron que las vendas del disfraz se fundían con el cuerpo de David formando un solo cuerpo, el de una momia. La cara de David también había cambiado, volviéndose monstruosa y morada.
Al principio David parecía tranquilo pero con los minutos se estaba volviendo cada vez más agresivo. Lily y los chicos huyeron del cuarto, pues ya corrían peligro sus vidas y fueron en busca de aquel hombre que les vendió las vendas.
Allí está dijo James ¡Vamos!
¿Qué nos ha dado? ¿Qué son esas vendas? preguntó Sirius gritando al hombre.
Muy bien, vosotros queréis saber que es lo que le está ocurriendo a vuestro querido amigo y yo os lo voy a decir en pocas palabras contestó el señor en un tono burlón. Está muerto rió maliciosamente y su alma ahora es mía. Su cuerpo es lo que menos me importa, por eso os di esas vendas y así el cuerpo de mi querida momia vuelve a la vida.
¿Qué está diciendo? le contestó Lily asustada.
Él ya no existe, y la momia vendrá conmigo junto con el resto de monstruos terroríficos que he podido reunir y juntos sucumbiremos el mundo en el caos. Ahora si me disculpáis tengo que irme.
Sin ni siquiera darse cuenta ya había desaparecido, pero quedo una tarjeta en el suelo que decía:
Señor Lucifer
Dueño de almas
Los tres chicos se desvanecieron en medio del callejón y ninguno recordaba nada de lo sucedido. Tan sólo, al despertar, se encontraron allí con esa tarjeta, pero pensaron que era de algún disfraz y la dejaron allí.
Madre mía
dijo Jamesllegamos tarde. Tenemos que maquillarnos y ponernos las pelucas o no llegaremos a tiempo a la fiesta que hemos organizado, y eso que somos nosotros los anfitriones.
Tienes razón, corre contestó Sirius. Lily los siguió.
··· DAVID ···
Esto fue lo que ocurrió, es como si jamás hubiese existido. Ahora estoy muerto, pero
no se está tan mal aquí
en el infierno.
Dueño de almas - Fanfics de Harry Potter
Debería comenzar esta historia a plena luz del sol, no sin antes advertiros de las muchas horas de sueño que vais a perder con este relato. No, no exagero, t
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2024-10-28

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