CAPITULO 1: DESPUES DE LA LLUVIA.
Las gotas de lluvia se estrellan con violencia en la ventana de su habitación, es un día lluvioso del mes de octubre, esa lluvia hace que recuerde a ese hombre, al hombre que lo hice renacer, es difícil explicar las múltiples sensaciones que sintió con esa derrota, por que ese hombre fue el primero que lo venció, fue como si todo él se cayera a pedazos, todos sus golpes eran regresados con suma facilidad, lo hacia correr de un lado para otro de la pista, y por mas que lo intentaba no lograba meter un solo golpe efectivo, era en verdad frustrante, y mas la expresión del rostro de ese hombre, una expresión, inexpresiva, vaya la contradicción.
La lluvia aumenta en ferocidad como los recuerdos de aquella tarde, aun recuerda esa frase, la frase que fue susurrada cuando el sol se ponía, los bañaba a ambos con luz anaranjada, él de rodillas, derrotado, roto, pero esa frase lo dijo todo. Conviértete en el pilar central del seigaku, eso, fue lo que marco su renacimiento, eso y la gran necesidad de encontrar su propio estilo de tenis. Se oye el repiqueteo de la lluvia en la ventana, el chico que esta recordando se acerca a la ventana, la tiene que limpiar, el vaho hace casi imposible la visibilidad de la calle, su gato a entrado a su habitación y como es su costumbre se sube a la cama con un salto ágil y rápido, el chico mira por un momento al gato blanco que le maúlla para llamar su atención, se aleja de la ventana y se sienta en la cama, y acaricia el pelo esponjoso de Karupin, se deja caer sobre la cama, y sigue pensando en ese hombre, puede ver sus gafas brillar, su cejas juntas en señal de concentración y esa mirada de halcón que esta a punto de capturar a su presa, suelta un bufido, si al menos la lluvia cesara, podría ir a la canchas de tenis callejero que están cerca de su escuela, ¿Por qué el tenis no se lleva con la maldita lluvia?.
Después de casi dos horas de lluvia, el cielo se comienza abrir de nuevo, unos cuantos rayos solares se cuelan por entre los jirones de nubes grises que surcan aun el cielo, no necesita mas, se quita a Karupin que esta encima de su estomago profundamente dormido, el gato maúlla molesto, pero se envuelve enroscar para seguir durmiendo, antes de salir de la habitación toma su chaqueta de titular del equipo, y baja corriendo las escaleras, su mochila y sus tenis están como siempre, en la entrada de su casa, ha pasado casi un año desde que llegara al Japón y aun no se acostumbra a quitarse los zapatos, y dejarlos en la entrada de su casa, aunque sus padres son japoneses, él todo su vida vivió en estados unidos, el país que totalmente diferente a Japón, se calza lo zapatos lo mas rápido que puede, toma su mochila y lanza al aire su clásica frase de despedida.
-Ya me voy-
El único que se da cuenta que el chico ha salido es su padre, que asoma la cabeza por la puerta de la cocina, Nanjiro Echizen sonríe cuando ve que la mochila de su hijo no esta, siempre ha sido así.
Tenia la intención de ir a la canchas de tenis callejero, pero por alguna razón sus pies, lo llevaron hasta esa cancha que estaba justo debajo de un puente, ese el lugar donde ese hombre lo venció, abre la puerta de metal que hace un ruido metálico bastante curioso, la duela esta húmeda todavía por causa de la recién terminada lluvia, parece como si fuera un espectador, por que puede verse a si mismo de rodillas ante ese hombre que lo mira, y le dice que tiene que evolucionar, que tiene que dejar la copia de ese gran tenista del pasado que tenia como padre.
-No sabía que te encontraría aquí- esa voz grave y profunda que aun no ha dejado su tono juvenil, es inconfundible, el recién llegado es nada más y nada menos que Tezuka Kunimistu, el hombre que lo venció. El capitán del equipo de Seigaku, tan alto, tan serio, con esas pequeñas gafas ovaladas que enmarcan sus ojos café oscuro.
El chico solo gira la cabeza, esa sonrisa picara se dibuja en su rostro, se bajo un poco mas la gorra que cubre su cabeza.
-La revancha- sus ojos verdes brillan, quiere enseñarle lo que ha provocado aquella derrota, quiere darle las gracias de la única forma que conoce y que le dejaría satisfecho, con un partido de tenis.
-Muéstrame tu fuerza, Echizen- su apellido siempre lo pronuncia con decisión y reto.
Ambos se quitan la chaquetas, toman su raqueta y hacen un poco de calentamiento, el torneo nacional esta muy cerca y ellos son la clave de la victoria, el primer saque es obra de Tezuka, Ryoma Echizen lo regresa, el peloteo se prolonga mas allá de lo normal, los dos se están analizando, buscando los puntos débiles, pero una volea le da el primer punto a Ryoma, pero el siguiente punto lo gana Tezuka, es una batalla entre dos titanes, es la confrontación de dos truenos, uno tan fuerte y estridente que el otro, el set se ha extendido por casi una hora, y el puntaje es 4-5 favor Tezuka, los dos ya están exhaustos, pero sonríen con disimulo, es la primera vez que a Tezuka le están pisando los talones. Ryoma hace su famoso saque con efecto, pero Tezuka lo regresa, otra vez un peloteo largo, que termina con la victoria de Tezuka Kunimutsu. Al parecer el joven pilar del seigaku, no esta listo para aun para vencer al gran Capitán del Seigaku.
The prince of tennis. - Fanfics de Harry Potter
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2023-02-27
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