Ted Lupin, el hijo de Remus y Tonks, acaba de cumplir catorce años.
Y es alto, fuerte, atractivo, y tiene unos preciosos ojos dorados. Es un Gryffindor, como su padre. Y, además, un excelente metamorfomago. Tiene todo lo que un adolescente podrá querer a su edad, pero no es feliz, porque no lo tiene todo.
Le faltan sus padres, que entregaron su vida intentando salvar el mundo.
Sólo le gustaría tener un poco más de ellos, pues casi todas sus fotografías se perdieron durante la guerra en la que murieron.
Por eso, cuando, su abuela, después de mucho insistir, consigue que su nieto ordene el viejo trastero de la casa, que ocupa todo el ático, se sorprende al descubrir un viejo álbum de fotos.
Y, como es natural lo abre, y no puede evitar un pequeño gritito, entre la sorpresa y la satisfacción.
Enseguida, Teddy sabe que las imágenes en movimiento deben de tener más de cincuenta años, porque su padre está ahí, calvo, con los ojitos cerrados, recién nacido.
Remus, si viviera, cumpliría en tres meses los cincuenta y un años.
Pasa las páginas, polvorientas. Hace mucho que nadie abre el pequeño librito.
Hay muchísimas fotografías.
Las primeras, son de cuando Remus era un niño. Lo ve ahí, sonriéndole, abrazando a sus padres
sus ojos dorados, que Teddy reconoce como los suyos propios, relucen con alegría.
El adolescente sonríe con melancolía y sigue pasando las páginas del álbum.
Hay una que le llama especialmente la atención.
Es la primera que ve de su época en Hogwarts, la primera en la que su padre está con alguien que no sea de su familia.
Remus debía de estar en primero.
Se le ve muy feliz, junto con otros tres chavales de su edad.
Uno, alto y delgado, moreno, con gafas y bonitos ojos castaños, abraza a uno algo más bajo y gordo, rubio, de pequeños ojos negros que recuerdan a una rata.
Y Teddy sabe que el chico con gafas es James Potter, porque es idéntico a su padrino.
También reconoce al chico bajito y siente un odio visceral recorrerlo por completo Sabe que es Peter Pettigrew, el que los traicionó.
Y sabe que, si no lo hubiera hecho, quizá los otros tres niños de la fotografía no estarían bajo tierra hacía ya mucho tiempo.
Sacude la cabeza y trata de borrar esos pensamientos de su mente; sabe que no devolverán a la vida a los que se fueron.
Se concentra en su padre, que sonríe, con un brillo especial en los ojos, que Teddy no había visto en ninguna otra fotografía. MX Motocross
Está ahí, con el cabello castaño, revuelto, y sonriendo ampliamente, mientras el otro muchacho, moreno, de ojos grises e increíblemente atractivo, le abraza como James hace con Peter. Teddy sabe que se trata de Sirius Black, quizá el más afectado por la traición del pequeño niño regordete.
Vuelve a mirar a su padre, y Teddy sabe que, probablemente, ese fue uno de los días más felices de su vida.
Pasa la página.
Más fotos de Hogwarts.
Hay un par tomadas el día de navidad de ese mismo año, en las que los amigos de su padre abren los regalos, desgarrando los delicados envoltorios, mientras Remus niega con aire divertido con la cabeza, y se dedica a hacerlo con calma.
A Teddy le extraña la fugaz mirada que le dirige a Black antes de comenzar a abrir su regalo.
Más imágenes. Los años van pasando y su padre crece.
La última fotografía está tomada en casa de los Potter.
Es verano, principios de agosto, concretamente, y Teddy lo sabe porque en ella, un bebé de pocos días descansa en brazos de James, mientras le sonríe complacido a una bella pelirroja de brillantes ojos verdes.
También están Sirius y Lupin, quienes miran al niño mientras sonríen.
Remus le dice algo a James, que Teddy no puede oír, porque las fotografías no captan el sonido, y ahora es Lupin quien coge al pequeño.
Luego, justo cuando va a cerrar el álbum, descubre que hay otro retrato, puesto al revés, solapado con la última fotografía, probablemente para esconderlo.
Y Teddy, como es natural, lo coge y examina.
No puede evitar abrir la boca al ver de qué se trata.
Están ahí, Black y su padre, abrazados estrechamente, mirándose fijamente a los ojos. Luego, se acercan un poco más hasta casi besarse en los labios.
Los labios no llegan a rozarse, pero el adolescente sabe que no es solo amistad lo que sienten los chicos; hay algo más.
Los ojos de su padre refulgen de alegría.
Y Teddy sabe que lo que brilla en los orbes dorados es amor. El más puro que Teddy haya visto jamás; mayor, incluso, que el que ha observado en los ojos de su madre el día que se casó con Remus.
Y Teddy, comprende, al fin, que probablemente Black significó para su padre mucho más de lo que dijo. Más incluso de lo que él mismo quiso reconocer.
Y sólo hay que fijarse en que... se casó con la sobrina de Black, que, extrañamente, le guardaba cierto parecido.
Un viejo álbum de fotografías - Fanfics de Harry Potter
Y es alto, fuerte, atractivo, y tiene unos preciosos ojos dorados. Es un Gryffindor, como su padre. Y, además, un excelente metamorfomago. Tiene todo lo que u
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2023-02-27
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