Roger había llegado a su nueva casa hacía una horas.La casa había estado deshabitada por mucho tiempo,pues oscuras leyendas recorrían esas cuatro paredes.Pero Roger no creía en ellos.Se levantó de su cama.Eran las ocho de la tarde.Su padre había salido a por la cena al pueblo,llevándose con él a Mirella,su hermana pequeña.En casa no había nadie.Bajó las escaleras de mármol que adornaban la casa (recién puestas por su padre,que era un experto en esas cosas) y se dirigió al jardín.Era verano y no todo estaba completamente oscuro,pero aún así daba miedo.Su casa,blanca y,ahora,bien cuidada,se imponía en lo alto de unas rocas,desafiando al mar.Avanzó con mucho cuidado y se dirigió al jardín que tenían.Estaba todavía con los hierbajos que el tiempo había ido dejando.Siguió avanzando cuando,en el centro del jardín,vio una alta figura que se escondía entre las sombras.
-¿Papá? ¿Eres tú?
Pero nadie contestó.Roger siguió avanzando,creyendo que su padre quería gastarle una broma.
-Papá,esto no tiene gracia.¿Está Mirella en casa?-Volvió a preguntar Roger,esta vez,con un cierto temblor en la voz.
De repente,una mano se puso en su hombro.
-¡Ahhhhhhhhhhhhh!-Gritó.Se dio la vuelta y vio a su padre.Llevaba unas bolsas en las manos y miraba a su hjo con una cara de sorpresa.
-¿Qué te ocurre? ¿Estás bien?
-S..sí.Es sólo que me pareció ver a alguien por aquí,pero habrán sido imaginaciones mías.
Roger regresó a casa con su padre,asegurándose de que no había nadie tras los arbustos.
Los días fueron pasando y Roger no volvió a visitar el jardín.Una tarde,mientras leía,miró otra vez el jardín.Hacía días que no podía dormir,siempre a causa de la sombra que vio en el jardín.Decidido a resolver de una vez por todas aquel misterio,depositó el libro en su mesita de noche,bajó las escaleras de mármol y fue hacia el jardín.Ese día era más tarde.Los çultimos rayos del sol ya se habían escondido y Roger avanzaba con cuidado por el jardín.No veía nada.Todo estaba tranquilo.
-¿Buscas a alguien,muchacho?
Roger se sobresaltó al oír la voz.Era una voz aterciopelada,de esas que parecen dulces y que luegon esconden los más oscuros secretos.-¿Quién es usted?-La voz de Roger sonaba decidida.No pensaba tenerle miedo a alguien que estaba en su propia casa.
-Soy una persona que puede concederte tres deseos,tus tres más anhelados deseos.
Roger se quedó de piedra.No podía ser cierto.Nadie era capaz de concederle lo que más deseaba en el mundo.
-Tú no puedes concederme el deseo que yo más quiero.-Dijo Roger fríamente.
-¿Cómo lo sabes? Pruébame.-Le retó.
Roger se lo pensó.No perdía nada intentándolo.
-De...deseo que...deseo reconciliarme con la única persona a la que de verdad he querido y la que he hecho más daño.
Roger derramaba silenciosas lágrimas mientras lo decía.El hombre le miró,sonrió de medio lado y dijo:
-Deseo...concedido.Ahora ve a tu casa y compruébalo. Guia y trucos de Tiktok
Roger,dubitativo,regresó a su casa y allí le esperaba su madre,la persona a la que más daño había hecho.Se acercó a ella y la abrazó y lloró.La rogó porque lo perdonara.Ella sólo le abrazaba.El chico siempre se había culpado de la muerte de su madre,pues él estuvo con ella el día de su fallecimiento.
-Roger,¿a quién abrazas?
La pequeña Mirella salió de su cuarto,alertada por el llanto de su hermano.Roger,al verla,se abrazó a ella y la susurró que se fuera a descansar,que él estaba bien.Cuando se fue,él regresó al jardín.El hombre seguía ahí,impasible,en la misma postura en que lo había dejado.
-Gracias-Susurró,acongojado.rn rn
-Ummm...no hay de que,pero siento decirte que los deseos que concedo no son gratis.
Roger le miró sin entender.
-Yo te he concedido un deseo que vale por tres,por lo tanto,tú me tienes que dar algo a cambio.
-¿Qué quieres? ¿Dinero?
-No.Quiero que quemes el hospital del pueblo.
Roger se quedó sin palabras.No podía hacer eso,no quería.
-No lo voy a hacer.Esa pobre gente no se lo merece.
-Te doy un día.-Dijo,con sus ojos fijos en Roger.
Roger regresó a casa meditando en lo que le había dicho el concededor de deseos.No podía hacer eso pero...¿qué pasaría si no lo hacía? Se quiso acostar en la cama pero no podía.Tenía que quemar ese hospital.Cogió un mechero que tenía su padre en el comedor,una linterna y salió hacia el hospital.Estuvo andando durante unos cinco minutos cuando empezó a ver la fachada blanca del hospital.Inspiró hondo y encendió el mechero.Ya estaba a sólo un metro de su objetivo.El mechero ya iba a tocar la blanca pared.Lo apartó rápidamente.No podía.Salió corriendo hacia las vías del tren para ir a ver a su amigo Derek,pero el cordón de una de sus deportivas se enredó en una de las vías.Intentó quitarlo,pero era imposible.Intentó también quitarse la deportiva pero ésta estaba muy apretada. ¡Pipi! El sonido del tren le hizo sobresaltarse.Se acercaba.Podía verlo.Cada vez se ponía más nervioso.La frente le sudaba,los ojos estaban rojos por el llanto.Ya estaba a tan sólo tres metros,y el tren no frenaba.Lo último que vio antes de perder el conocimiento fue la cara del concededor de deseos,sonriéndolo descaradamente.
-Despertará.Sólo está inconsciente señor Lenlow.
Roger abrió los ojos lentamente.No recordaba nada.Le dolía mucho la cabeza.¿Dónde estaba?
-¡Hijo! Despertaste-Su padre,el señor Lenlow,se echó a los brazos de su hijo llorando.Parecía que había estado días sin dormir.
-Papá,¿qué ha pasado?
-Verá,estaba tirado en las vías del tren.Estaba a punto de ser atropellado por el tren,pero un hombre lo paró a tiempo.Fue él.
Roger giró la cara hacia donde le señalaba la enfermera.Ahí,ahí estaba el concededor de deseos,mirándolo,ahora,con una sonrisa burlona dibujada en la cara.
Tres deseos...a un alto precio - Fanfics de Harry Potter
Roger había llegado a su nueva casa hacía una horas.La casa había estado deshabitada por mucho tiempo,pues oscuras leyendas recorrían esas cuatro paredes.P
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2023-02-27
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