Lacey corrió lo más rápido que pudo tomando a su amiga de la mano entre el mar de personas. Para su desgracia no había espacio alguno entre el gentío por el cual pasar.
Debo llegar, no importa como pensó. Lacey comenzó a empujar con furia a todos los que tenía por delante y se debatía contra las manos que la rechazaban. Lacey escucho exclamaciones de irritación a medida que avanzaba, sin embargo no había tiempo para disculparse. La muchedumbre la empujaba bruscamente por todos lados, haciendo que esos movimientos le recordasen a las tazas de te gigantes que giraban y giraban en la feria...
-¡Lacey, por favor!-grito Makenna.
-Solo corre, después tendremos tiempo de comprar ese bolso-grito Lacey mientras se apresuraba.
-¿Es otro
de tus amigos?
-Si, supongo. Lacey ya estaba acostumbrada a todo eso de su don, el cual consistía en ver y hablar con fantasmas. Nunca antes se había interesado tanto en un fantasma, hasta que había visto este fantasma, por el cual corría en medio centro comercial. Era un joven alto, esbelto, de cabellera negra, tez pálida y llevaba puesta una capa negra de terciopelo. En realidad su atuendo no lo hacía diferente a los otros fantasmas, pero sus grandes alas de ángel negras sí.
Lacey se detuvo, ahí estaba él a unos escasos metros de distancia de ella.
-Si quieres puedo quedarme aquí-dijo Makenna.
El joven estaba de espaldas mirando hacía una tienda. Lacey lo tomo del hombro y él se volteo. Sus facciones eran angelicales, sus labios eran color carmesí y sus ojos eran color azul y eran tan profundos como el océano. Autoclave de vapor Blog
-¿Qué haces aquí?-pregunto Lacey.
-Vengo por lo que me pertenece-dijo él acariciando la mejilla de Lacey con su mano.
Fue entonces cuando todo calzó. Él no era un fantasma, él era el ángel de la muerte y ella ahora le pertenecía a él
-¿Por qué?- pregunto Lacey mientras las lágrimas producto de su desesperación se deslizaban por sus mejillas- No puedes arrebatarme mi vida así como así, no es justo.
-¿Quién dijo que la vida fuese justa?-susurró él.
-Solo dame una oportunidad de solucionar mis problemas.
-No tendrás más problemas si vienes conmigo.
-No puedo no ahora, justo cuando Makenna me espera para ir a comprar el bolso de sus sueños, no puedo morir sin pedirle disculpas a mi hermana, no puedo irme sin despedirme de mis padres y de el pequeño de Timmy.
-Lo siento, lo siento mucho.
-¡No, no lo sientes eres un monstruo detestable!-dijo Lacey mientras intentaba liberarse de las garras de aquél monstruo.
Entonces, el ángel acerco sus labios a los de Lacey y la besó. En vez de sentir dolor o tristeza, en vez de eso, Lacey sintió por primera vez en su vida unas tremendas ganas de morir, de que todo se acabara en ese maldito instante , y para su desgracia así fue.
el beso maldito - Fanfics de Harry Potter
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2024-11-15
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