El noveno piso
En un famoso hospital mágico en Londres, llamado San Mungo, la sanadora Emilwenn Dilys, atendía a sus pacientes en la novena planta, como todos los días. Se dedicaba mucho a su trabajo, para ella era más importante la vida de sus pacientes, que la suya misma.
-Si alguno de mis pacientes fallece, yo también fallezco en mi interior-decía la sanadora.
Algunos de sus compañeros de trabajo pensaban que estaba loca, y que tantos años de dedicación le habían hecho mal al cerebro. Es más, le pedían su jubilación, ya que había llegado a la edad necesaria para aquello.
Pero ella se negaba. Rechazaba la idea, y la seguiría rechazando cien años después, aunque estuviera muerta. ¿Por qué? Simplemente, porque sus pacientes eran su vida. Si no tenía pacientes en un día, se moría de pena. Era su necesidad, era lo que completaba su vida cada día que iba a trabajar al hospital.
Pero ella también tenía otra vida, paralela a la vida de sanadora. Y era madre de familia, con dos hijos sin padre. Al principio le había costado horrores recuperarse del abandono de su marido. Pero con tres años de psicomagia y mucho esfuerzo, logró salir de su trance, y volver a tener una vida normal.
Pero un día, 30 de Octubre de 1986 precisamente, todo cambió. Sus hijos habían muerto en un accidente de tráfico. La mayor tenía 30, con permiso de conducir; iba al volante. El menor tenía 20, iba en el asiento de atrás.
Y luego de eso, todo cambió. Su vida tomó otro rumbo. Se derrumbó en el instante en el que le dieron la noticia. Su alma se esfumó, y sintió como si caía en un extenso pozo, en un vacío, en la nada absoluta.
Y los veló, y lloró toda la noche.
Sus pensamientos sólo llevaban a sus pacientes. Y en el momento en que cesó de llorar y se preguntó, "¿por qué pienso sólo en eso?", lo entendió. Podcast ingles diario
Sus pacientes eran los culpables de la muerte de sus amados hijos. Si hubiera dejado de cuidar un solo segundo a sus pobres enfermos, tal vez hubiera podido acompañar a sus hijos y, en todo caso, fallecer con ellos. Pero lo hecho, hecho estaba.
Y sólo había una cosa que hacer.
Tomaría venganza. Sus hijos serían vengados. Cada paciente que pasara por su despacho, sería aniquilado, sobre medicado, ahogado, descuartizado, y todos los "ados" siniestros que pudiera encontrar. Pero así sería.
Y así fue, que el día 31 de Octubre del año 1986, Emilwenn Dilys no tuvo compasión con sus pacientes. Los pobres pacientes que nada habían hecho. Alcanzó a matar cerca de quince personas aquel día, y planeaba más muertes.
Pero esa noche, cuando hacía su guardia, un colega suyo la descubrió dando medicaciones apresuradas y en gran cantidad a un enfermo. Y ella escapó.
No fue muy lejos, simplemente se escondió en el armario de limpieza
y se ahorcó, con una soga que colgaba del techo, como si hubiera estado planeada para ello.
Desde ese 31 de Octubre, todos recuerdan a Emilwenn Dilys, y recuerdan la tragedia por la que tuvo que pasar antes de que sucediera todo aquello. Y la entendían.
Pero nada volvió a ser como antes. Cada paciente que iba al noveno piso, fallecía por causa misteriosa. Todos los médicos insistían en que no sabían qué sucedía. Pero los enfermos declaraban que en las noches, en aquél noveno piso del hospital San Mungo, aparecía el fantasma de una señora de unos 60 años, vestida de enfermera.
Desde entonces, el noveno piso está clausurado. Y se cuenta que fue removido del ascensor, y que en el acceso mediante las escaleras, está todo sellado.
El noveno piso - Fanfics de Harry Potter
En un famoso hospital mágico en Londres, llamado San Mungo, la sanadora Emilwenn Dilys, atendía a sus pacientes en la novena planta, como todos los días. Se
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2024-10-27
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