Las últimas horas.
El viento soplaba violentamente en mi cara y mi negro cabello ondeaba detrás de mi espalda. Mire hacia abajo, un escalofrió recorrió mi medula espinal, mis ojos lloraban, no sabia bien si por el viento o por lo que estaba a punto de hacer. Realmente ya no me importaba nada, lo único que sentía en ese momento era miedo, frustración. Yodo aquel martirio acabaría cuando tuviera la valentía de hacer lo que había planeado desde hace tanto tiempo. Por mi mente rondaba una palabra, Cobardía, era lo único que era en ese momento. Mi valentía y mi moral probablemente me habían abandonado, huido de mí, tal como yo trataba de huir de la vida y de todos mis problemas sin solución. Volví a mirar hacia abajo, otra vez el escalofrió pero esta vez acompañado por el vértigo que me ocasionaban las alturas. Cerré los ojos y trate de proyectarle una imagen feliz a mi cabeza, pero era algo de lo que había carecido toda mi vida. La gente comenzaba a pararse bajo el edifico, me señalaban como si fuera un animal de zoológico, pobres idiotas, desde tan alto podía ver sus vacías miradas llenas de hipocresía que tanto me herían por dentro. Cerré mis ojos de nuevo, me acerque al borde del edificio y extendí mis brazos como si en cualquier momento fuera a emprender vuelo, un vuelo diferente, un vuelo que me libraría del mundo al que nunca pertenecí y al que estoy atada. El viento pegaba con fuerza contra mi cuerpo, parecía que no quería que diera un paso en el aire, no quería que llorara mis últimas lágrimas, no quería que estas fueran mis últimas horas, lo podía sentir.
¿un aviso tal vez?... no lo creo, es tan iluso pensar que creí toda mi vida en un Dios que nunca se digno a darme fuerzas, un poco de moral tal vez, me dejo sola, abandonada a la suerte y voluntad de este cruel mundo en el que vivimos, sin madre, sin padre, sin alguien que me hiciera sentir querida. Pero ya no me importaba, era algo que estaba en el pasado, junto con mis otros recuerdos que no me gustaría recordar, pero lastimosamente era algo que estaba fuera de alcance para mí. Si seguí haciendo telarañas mentales sobre mi vida probablemente no terminarían nunca de abandonar este mundo, pero era algo que ya no me apetecía.
Tal como un niño que se cansa de tomar jugo de naranja y decide probar con el de uva, tantas lagrimas, tantas reflexiones, tanta tristeza, me engañe a mi misma diciendo que iba a hacer algo que no podré hacer nunca. Podía ser cobarde o valiente, depende de que punto de vista lo vieran. Aunque algunos me calificarían de loca, yo soy así ¿Qué le puedo hacer?... ya estaba decidido, iba a bajar de ese edificio e iba a dejar a un lado mis ridiculeces. Baje por la trampilla y entre en ascensor para ir a mi apartamento y planear de nuevo mis últimas horas.
Las últimas horas. - Fanfics de Harry Potter
Las últimas horas.El viento soplaba violentamente en mi cara y mi negro cabello ondeaba detrás de mi espalda. Mire hacia abajo, un escalofrió recorrió mi m
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2024-09-30
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