La miraba con odio, delirando entre sus ojos. Un brillo siniestro, creció con cada golpe que su fibrosa mano, ejercía sobre el níveo rostro de su esposa. Ella no decía nada, no diría nada. Ladeaba la cabeza, para ofrecerle su mejor ángulo. Sonreía, aunque la sangre recorría sus mejillas. Aunque sus labios estaban partidos.
Sonreía, aunque sus lágrimas enjuagaban aquel dolor. Aunque le demostraban que todo estaba perdido y que no habría esperanza, de una convivencia pacífica. La miraba, con el odio corriendo en sus venas. la vena de su sien, palpitaba ante el placer de solo verla allí. Indefensa, llorosa, simplemente suya. Para golpearla, para lastimar su endeble cuerpo, hasta que se cansara.
El resto, solo quedaba deshacerse de ella y de ese endemoniado niño. De resto, no quedaba otra cosa que rehacer a su familia, así como la deseaba. Así como aspiraba que fuera. Sonrió suavemente, al mirarla cubrirse la cara.
Ya no soportaba más. Perfecto. Ya dejaría de sonreír, como una imbécil, mientras él la golpeaba. Todo lo que aspiraba, estaba ocurriendo.
- ¡No le pegues más!- escuchó una vocecilla, mientras alzaba su mano. Alguien estaba parado entre él y su esposa. ¡Ese condenado niño!
- ¡Apártate, engendro!
- ¡No le pegas más a mi mami!- le gritó, con fuerza y por alguna razón, voló de su soporte y resbaló hasta golpear con una silla de la cocina.- Mami tiene quién la defienda de ti- le gritó a todo pulmón y el hombre, trató de levantarse del suelo.
Lo miró, desenfadado. Lo mataría de un solo golpe, no importaba con qué tuviera que intentarlo. Lo conseguiría. Lo miró desafiante, pero el pequeño no cedía. Con los brazos estirados hacia su madre, protegiéndola de sus ataques.
- ¡Vamos, golpéame! ¡Vamos!
Iracundo, apretando los dientes, cerró sus manos en puños y se acercó a ellos. Por inercia, Eileen se encogió de miedo, pero Severus jamás retrocedió.
- ¡Vamos, imbécil!- dijo y su padre, se detuvo- ¡Pégale a mamá, para demostrar qué tan hombre eres!
Y guardó silencio. Bajó los puños y se apartó con un movimiento violento. Lo miró partir, refunfuñando una gran cantidad de insultos, que ni necesitó comprender. Eileen se dejó caer al suelo, exhausta. Corrió a ella. A socorrerla.
- ¡Mamita!
- Gracias, Severus. Gracias. Aunque ha sido peligroso, has arriesgado tu vida prácticamente.
- Mamá, por ti haría cualquier cosa- le dijo, hincado, a su lado. Acarició su rostro con sus manos heridas y sintió el peso de sus lágrimas amargas. Sabor a sangre.
"No le pegues más"Pues, este fan fic es por la semana de la sexualidad y en contra del abuso hacia las mujeres. Espero que les guste.
¡Papi no le pegues! - Fanfics de Harry Potter
La miraba con odio, delirando entre sus ojos. Un brillo siniestro, creció con cada golpe que su fibrosa mano, ejercía sobre el níveo rostro de su esposa. El
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2023-02-27
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