Tomar su mano, acariciar sus suaves cabellos una y otra vez, y decir que todo está bien. Pero no lo estaba y no lo estaría. No desde ese momento.
En el apartamento, mirar y mirar hacia un lugar sin fondo. No, desde que ella no estaba allí. Su corazón, su bendito corazón la quería lejos de él.
Dándole golpes a las paredes, su odio iba. Estaba desesperado, desesperanzado por tener que dejarla ir sin, poder luchar por ella. No se trataba de ningún hombre o de algún problema financiero. Era, algo mucho mayor a eso.
Mirarla, atreverse a mirar sus ojos era toda una tortura. Con una sonrisa a medias, podía recordarla, parpadear y tratar de mirarlo. Pero no podía, por que él, no la miraba a ella.
Sentir sus manos, era otra tortura. Estaban frías, sobre sus brazos, intentando aferrarse a algo que sabe que se va a acabar muy pronto. Bendito corazón, que desea alejarlos para siempre.
Hermione se iba y él se quedaba, sin poder hacer algo más que sufrirla. Tenía que ayudarla, hacer pasajero su dolor, antes de verla partir. Se iba, se iba para siempre su amor y jamás podría nombrarla más.
Sollozaba, ella sollozaba al saberse perdida. Al saber que su amor no va con ella a ninguna parte y le dirá adiós dentro de poco.
Draco sonreía, tenía que hacerlo por el bien de los dos. Pero el trasfondo de esa sonrisa, no la conocía nadie. Era, la sonrisa del dolor.
- Buenos días, Hermione- decía, a la nada misma. Estaba dormida, sedada por calmantes y "n" cantidad de medicinas. Su corazón herido, pronto dejaría de latir y de sentir el amor que le tenía. Dejaría de sentir, las caricias en sus cabellos, que su mano hubiere dejado.
Suspirando, posaba su otra mano junto a la de su amada Hermione. Se acababa, su mundo se destruía gradualmente, peldaño a peldaño. El dolor de dejar pasar, de perder y jamás encontrar, aún hería a su desfallecido corazón.
Inerte, su voz y su pensamiento. Mirarla y decirle que tenía que morir, que el diagnóstico era cruel e inhumano. Que de su vida dependía ella, que un donante necesitaría para vivir un poco más. Él, sería capaz de morir si por su vida, ella es mucho más feliz.
Sonrisas que llueven, cuando su querer despierta de las ensoñaciones banas. palabras que se dicen, pero que no llegan a ninguna parte. Sólo son sonrisas, sólo son besos y cariñosos gestos de afecto. Ella es su dueña y él, dejó de apreciar al mundo, sólo por que a su lado no está. ¡Cuánto la ama y por ella vive!
- Te he amado toda la vida- sonríe, pero ella no. Ella ya no sonríe, desde que sabe que su corazón se apaga. Sus sentimientos se instalaron allí y viajan si rumbo como un barco sin vela. Dile adiós, dile hola. Es tan complicado.
- ¿Te quedas esta noche?- preguntaba, con su dulce voz. Asentía él, aunque no tenía fuerzas para lograrlo.
- Toda la vida- le susurraba al oído, cuando su cabeza estaba junto a la suya. Nunca la dejaría, así tuviera que seguirle en espíritu.
- ¿A dónde vaya?
- A dónde quieras irte.
Sonrisas cuadradas, percepción perdida del universo. Mundo que es cruel e insensible, mejor vivir en una realidad feliz. Ella tiene el derecho de seguir con vida y él, quiere dárselo. Se lo dará, dentro de poco.
Verla sufrir era el dolor más antinatural, que debía existir en su vida. A cuerpo abierto, su vida se debatía. A cuerpo abierto, sus razones para existir se esfuman. A cuerpo abierto, llora por la más profunda pena.
- No se salva- le habían dicho, desde arriba cuando su operación miraba- Necesitamos un donante, con urgencia...
"Necesitamos". Ambos necesitaban un donante nuevo. Aquellas palabras seguían resonando en su cabeza, conforme las horas en los días, pasan y pasan. El reloj resuena en las paredes y angustiante es la espera. Otra hora ha marcado y su corazón ya ha marchitado. ¡Oh dulce querer, que en la vida no te puedes mantener! ¡Oh dulce amor, que eres presa del dolor!
- Hacerlo, tienes que hacerlo- Mirarse, saltar por una ventana. Su corazón tiene que ser de ella. Su corazón, debe estar con ella. Al final de cuentas, lo llevará a él y a ella al mismo tiempo. Nadie pierde.
- Que mis ojos, vayan a donde tú, vayas- perder la vida, dejarse vencer por el dolor y cederle a ella, la felicidad que tanto se merece- tuyo es el día, tuyo es la noche y tuyo, es el corazón.
- Yo quiero ser el donante- suspiraba el joven con una sonrisa suave. Que fuera lo último que ella viera, antes de despedirse. No tenía el valor, pero aún así deseaba decirle adiós de alguna forma.
- ¿Está seguro?- preguntaba.
- Sí, yo ya no tengo, por lo que vivir. Que ella, viva por mí, lo que me falta a mí.
- ¿Se lo consultará?
- No lo necesito, ya me sé su respuesta.
Ella lo cuidará, ella le dará amor a su corazón. Vivir en su aliento, vivir en su piel, en su cuerpo. Su perfecto espejo, su perfecto sueño, su perfecto esclavo. En eso, se ha convertido y ahora que sólo ella sigue, él podrá ir con ella de alguna forma.
- Tenemos que consultárselo.
- No diga, que es mío. Es de cualquiera...Corazones que sentirán lo mismo en vida. ¿Qué sentido tenía preocuparse, por quién llevará cuál? El muerto, lo podía llevar él en su pecho desnudo. Las sensaciones, desde que sabía que debía perderla, estaban en supresión.
Levantar la vista, obligarse a mirar a sus cerrados ojos que ya no mirarán al mundo. Es cuestión de tiempo, antes de que ambos pierdan sus rumbos en el camino.
Sonrisa vacía, corazón que ya no late. Miles de pruebas de resistencia, su corazón es enorme y rebozante de energía. Será de ella y su paranoia con su muerte, se acabará. En la lejanía, él podrá verla. Desatar sus ataduras, dejarla correr en el mundo, que la necesita. Todo lo que necesita, es a ella.
Sus manos acarician, su presión miden. Está todo determinado, estudiado y concebido. Adiós Hermione Granger, dile adiós a tu amor que a tu corazón, va a dormir. Todo se va a terminar y entonce, podrás ser la niña feliz como él te soñó. Sonrisas, sonríe que el mundo, necesita tu sonrisa.
- Está sano, se lo puede donar cuanto antes.
- Lo quiero hacer ahora. Pero no le diga a dónde me he ido. No le diga, que a dormir a su cuerpo, yo me he marchado. Por que sé, que querrá arrancárselo, con sus manos desnudas y yo, no quiero despertarme de allí y regresar a mi insulsa vida.
A dormir, a tu corazón va. No le guardes rencor, él te ama y su vida dará por ti. Serás feliz, mirando estrellas y mares. Recuérdalo y jamás lo olvide, en el amor, él, te acompaña.
Dedicado a alguien, muy importante en mi vida.
Ser fuerte que tu piel abren sin consulta. Que tu corazón revisan y sustraeran dentro de poco. Pero no llores pequeña, que pronto tendrás sentimientos nuevos. Bonitos, firmes, un amor que irá más allá de tu carne. ¡Oh preciosa diosa que en el infinito te mantendrás! ¡Un nuevo corazón irá en busca de ti y te otorgará una nueva vida! Dichosos aquellos, que corren con tu divina suerte. ¡Oh querida rosa, que van a regarte para que no pierdas tu esplendor, jamás en la vida! ¡Oh, exquisito libro, que una nueva pluma llenará tus páginas de colores!
Suspiros que van al cielo, miradas que en divinidades terrenales se quedan. ¡El corazón también quiere ir al cielo! ¡El corazón está celoso, por que en la tierra lo dejas! Frío y solitario, el corazón se queda.
Y decir adiós. Decirle adiós al romance que se construyó por un tiempo que se consumió. ¡Bendita la arena de aquel reloj, que pasó tan rápido.! ¡Benditas agujas que, en campanadas avisan, que la hora de tu muerte ha llegado! Permítele ser su nuevo corazón, que es su más soñado momento.
A dormir a tu cuerpo va. A sonreír en tus labios, a caminar en tus piernas, a deleitarse con tu paladar. Tuya serán ambas vidas, cuídalas bien por que de ti dependen. El amor, se hace frágil y tú, deberás reconstruírlo. No permitas, que ese corazón, desfallezca. Sé su hogar, sé su creador.
Despiertas, nada más miras. Mi cara buscas, pero ya no está esa mañana. Estás sola, te sientes urgida de respuestas, que nadie te va a comentar. Que nadie te va a explicar. Miras a tu alrededor, una vez más. ¿Dónde estás? ¿Por qué no has de llegar? Por que ya a tu lado, no voy a estar. Guias y Trucos tecnologicos
Inspiras y te miras. En el reflejo, de aquel espejo. Miras la cicatriz que tienes en tu piel y es pronto, cuando sientes el dolor. Cuando sientes que tu corazón, se llevó a tu gran amor.
- ¿¡Dónde está Draco!?- chillas, pero no escuchas nada- ¿¡Dónde está él!?
¿Y para qué, si lo tienes a él? Lo tienes, lo que necesitas, lo que te salvará la vida. Es mi corazón, es mi pasión. Él te dará el amor, que no haya más temor. Ahora estás viva ¡Has tu vida! Sé feliz, la tristeza se va al fin.
Inspiras otra vez y llorando te vez. No es que te dejé, es que tanto te amé. ¿Por qué no lo terminas de entender? Y realmente, tienes el suicidio en mente. Pero no te va a servir, es mejor vivir.
Sigues llorando, gritando. ¡Hasta cuando! ¿Hasta cuando tomar tus decisiones, sin tu nombre? Sin tu presencia, había una carencia. Tenía que pensar en ti, por ti. Por eso te lo di.
Por eso te di mi corazón. Por amor. Es mejor que sea tuyo y yo, te pidó perdón. Pero con más razón, esto es lo mejor.
Por que te amo y ese ramo, esas rosas que ahora rozas...Son para ti y todo lo nuevo que vas a vivir.
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Tomar su mano, acariciar sus suaves cabellos una y otra vez, y decir que todo está bien. Pero no lo estaba y no lo estaría. No desde ese momento.En el aparta
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2024-10-24
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