Amistad Incondicional - Fanfics de Harry Potter

 

 

 

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Ya hacía casi dos años que la comunidad de HA, insignificante a los ojos de algunos pero imprescindible a los de otros, existía. Germán se había preocupado por ella desde el primer día y Diana siempre lo había ayudado incondicionalmente. Faltaban dos escasos meses para que llegara su segundo cumpleaños, y la exaltación se notaba en todos y cada uno de sus integrantes. Algunos ya habían empezado a preparar algo para la fecha y otros andaban escasos de ideas, pero todos tenían claro que ese día no iba a ser uno cualquiera y que el mes de febrero iba a ser un mes de alegrías y celebraciones.
Sin embargo había unas personas que querían destruir HA, los mortífagos obedientes a Voldemort: Lucius y Draco Malfoy, Bellatrix Lestrange, Goyle, Crabbe, Nott, McNair, Colagusano y algunas personas más sin sentido de la personalidad. Ellos también preparaban una sorpresa para HA, aunque no se trataba de una de agradable. Eran malvados pero no estúpidos, y sabían que la única forma de destruir HA, que eran sus propósitos, era destruir la amistad que había en HA o matarlos a todos, así que habían ideado un plan de asaltar el castillo de HA.
Sólo que algo en su maligno plan les falló. Una de esas personas que formaban parte del castillo que iban a atacar se enteró de sus planes, una tarde en la cual los alumnos de la escuela de magia HA paseaban por las largas calles de Hogsmeade. Che Potter, de Hufflepuff, y Chechu, de Ravenclaw, entraron en un bar, el más popular de la zona, donde solicitaron un par de cervezas de mantequilla a la camarera. Mientras esperaban la llegada de las bebidas, Chechu examinaba con curiosidad un objeto que alguien había olvidado sobre la mesa. Nunca antes había visto algo así. Che, que la miraba exasperadamente, tomó el objeto ante las amonestaciones de su amiga, y comenzó a jugar con él, haciéndolo diferentes tonterías.
- Deja eso, Che, no es tuyo. - Dijo Chechu, antes de que su amiga le sacara juguetonamente la lengua para molestarla.
- Su dueño lo olvidó, así que no es de nadie. Puedo jugar con él, ¿verdad? - Sonrió la Hufflepuff, mientras sacaba la varita y cambiaba los colores del objeto.
- Puede ser peligroso. - Advirtió Chechu, mirándola desaprobadamente.
- Nah. Eres tú que todo el tiempo ve amenazas por todas partes. ¿Qué puede hacer este vulgar objeto?
- No sé, ni quiero saberlo. Deberíamos

Pero antes de que llegara a terminar su frase, el objeto brilló intensamente, sin previo aviso, y Che, sorprendida, le dejó caer (estaba levitándolo con la varita), haciendo que éste se estrellara contra el suelo, al lado de las jóvenes, con un ruido aturdidor. Una nube de humo las rodeó extrañadamente, a lo cual empezaron a toser, sin poder observar su alrededor correctamente. Cuando finalmente cesó, se hallaron en un lugar completamente desconocido.
Un lugar que para su mala o buena suerte, estaba repleto de mortífagos, los cuales todavía no se habían percatado de sus dos invitadas. Ellas reaccionaron casi al instante, ocultándose con mucha cautela detrás de unas cajas cercanas a los brujos, asegurándose que no pudieran verlas. Era un bar, pero no se parecía para nada al que anteriormente habían estado. No había sonrisas ni risas, sino miradas llenas de odio y ambición. Miradas que las estremecieron.
- Y cuando hayamos terminado de atacar HA, ¿qué haremos? - Preguntó alguien raramente conocido...
- Mira que llegas a ser corto, Colagusano, te he dicho mil veces que harás lo que el Señor Oscuro te ordene. - respondió bruscamente Lucius Malfoy.
- Ya pero... - empezó a decir él.
- Pero nada. Sin el Señor Oscuro no eres nadie. Recuerda que te perdonó la vida a cambio de que fueras su siervo. Creo que no le gustaría enterarse de que no cumples con la palabra que le diste, así que vete y déjame en paz.
Colagusano se giró a tiempo de ver que algo se movía detrás de unas cajas. Se acercó y para su sorpresa se topó con dos chicas que llevaban túnicas de HA. Abrió la boca para gritar que estaban ahí, pero antes de que lo hiciera las chicas se habían escapado corriendo. Habían salido por la puerta principal travesando el bar para toparse con... ¿la Torre de Londres? Pero eso daba igual, lo único que les importaba a ellas era correr y correr lejos de ahí.
- ¡Serás necio! ¡Inútil! ¡¿Cómo dejas que se te escapen?! - Gritó Lucius a Colagusano.
- Yo...
- No hay tiempo que perder, Lucius. Ya le darás su merecido en otra ocasión. Debemos atacar HA ahora - dijo una voz femenina.
- Bellatrix, con todos mis respetos, ahora no estamos todos, a penas somos diez...
- Si, pero esas chicas no tardarán en encontrar el camino de regreso a Hogwarts y contar a sus amigos lo que han visto.
Así que los mortífagos del bar agarraron sus varitas y sus túnicas negras y se encaminaron hacia el castillo de HA.

~*~*~

En el Gran Comedor del castillo reinaba la tranquilidad. Los alumnos mantenían alegres conversaciones con sus compañeros de casa sobre su salida a Hogsmeade mientras que los profesores conversaban en su mesa, consultándose algunas cosas. Nadie se dio cuenta que faltaban dos alumnas y nadie sabía que en ese momento, mortífagos analizaban como dar el primer golpe desde la entrada del castillo.
Especialmente en la mesa de Ravenclaw, donde parecía que una alumna estaba debatiendo con su mascota.
- Laura-san, ¿qué haces con ese pequeño animalito? - Preguntó Hikari, mientras le sonreía cálidamente, sentada muy cerca de ella. El animal, un conejo, respondió poniéndose en pie sobre la mesa y enseñando los puños.
- Es que no es un animal... Es Parvati en forma de animago, y se ofende si la llamamos animal... - Contestó Arsh, al mismo tiempo que intentaba controlar al conejo-Parvati.
- ¿Y qué se supone que hace contigo en forma animaga? - Cuestionó D-Xan, a la vez acercaba su cara al conejo.
- Eso no es asunto tuyo - contestó Parvati con voz de conejo justo antes de pegarle un puñetazo en la nariz a D-Xan
- ¡Ouch!
- Es que... Se comporta así porque está en época de celo y aquí no hay más conejo que ella. - Dijo Arsh, conteniendo la risa.
- Muy graciosa. - Volvió a contestar Parvati, pegándole a Arsh también.
- ¿Ves? - contestó la chica llevándose la mano a donde le había pegado.
- Me gusta esto
Les puedo pegar sin que luego tenga que ir al despacho del director. ^o^
- ¿Quién ha dicho que no, Conejo-chan? - Preguntó Hikaru mostrando su insignia de Prefecta.
- No es justo. ¬¬ - Gruñó Parv. - ¡La defiendes a ella y no sabes todas las maldades que me ha hecho! T.T. - Hikaru miró a Arsh:
- Laura-san, ¿hay algo que debería saber? ^^U
- Er... Bueno, nosotras nos vamos a dar una vuelta - dijo Arsh poniendo al conejo en su bolsillo
- ¡Pero yo quiero comer! - gruñó éste, mientras la chica no le hacía caso.
Así que se dirigieron a los terrenos, el sitio más tranquilo que había a esas horas, y estuvieron paseando y charlando por ahí. Al cabo de un rato se encontraron a Che y a Chechu.
- ¡Hola, chicas!
- Unos mortífagos vienen a atacar HA - empezó a decir Chechu - y son muchos y vienen ahora y quieren destruirlo todo y están dirigidos por Lucius y Bellatrix y también está Colagusano y hay unos cuantos más y...
- ¡Eh, eh, eh! - Dijo Parvati cortándola para que cogiera aire y se calmara.
- ¡AAHH! - Gritó ella. - ¡Un conejo que habla!
Parvati optó por transformarse en humana de nuevo.
- A ver, chicas - dijo calmadamente - contadnos que ha pasado.
- Pues estábamos en un bar de Hogsmeade - dijo Che más calmadamente - y fuimos transportadas a un bar extraño de Londres mediante un objeto... Y ese bar estaba lleno de mortífagos, que estaban hablando de atacar HA. Entonces nos descubrieron y nos fuimos corriendo. Tuvimos que ir a Diagon Alley y viajar en polvos Flu hasta Hogsmeade, que es de dónde venimos...
- Entonces será mejor que vayamos a hablar con el Director y Madam - dijo Par.
Pero la ocasión para hablar con ellos tendría que esperar, porque al llegar a la entrada del castillo vieron a un grupo de mortífagos que entraba...
- Escuchad chicas - dijo Arsh - ellos se creen que todos estamos en el comedor... ¡Deberíamos sorprenderlos!
- ¡Arshy! - Gritó Par - ¡¿Qué tenemos nosotras a hacer contra esos mortífagos?!
- No sé, tú eres profesora - dijo ella. - Podemos agarrar las escobas de Quidditch y aprovecharnos de que nosotras podremos volar y ellos no...
- ¿Y si nos lanzan un Avada Kedavra, qué? - Preguntó Chechu.
- Tendríamos que evitarlos, ¿no? - Dijo Arsh tranquilamente.
- ¡Estás loca! - Gritó Che.
- Sí - contestó ella caminando hacia el cuarto de las escobas - pero si no tienes una idea mejor, sígueme. ¡No! - Gritó deteniéndose. - Tengo una idea aún mejor...Entramos escondiéndonos, y atacamos a un mortífago por parejas. ¡Además, Par y yo podemos movernos con nuestra forma de animagas!
- Está bien, ¡entremos! - Concluyó Che.
- Tengo una mejor idea. - Sonrió Parv mientras miraba a su alrededor para saber exactamente donde se encontraban.
- ¿Aún mejor que la mía? Lo dudo. - Sonrió Arsh. Parv elevó una ceja, escéptica. (N/Arsh --> ¬¬)
- Hay una puerta secreta que usamos los profesores, que lleva hacia donde se están dirigiendo los mortífagos. Podríamos usarla, aprovechando que sólo nosotros conocemos el pasadizo.
Parvati las guió hasta alejarse unos cuantos metros más de la entrada principal y se paró enfrente de un muro, donde sobresalían ligeramente un par de ladrillos. La joven profesora les sonrió a sus alumnas misteriosamente a la vez que sacaba del bolsillo de su túnica su varita. Hizo algunos simples pero elegantes movimientos con ésta al mismo tiempo que murmuraba unas palabras que fueron inaudibles para las demás. Luego bajó su varita y les señaló de nuevo el muro, que permanecía igual que antes.
- Adelante. - Dijo Parvati. Las chicas se miraron entre ellas.
- Err
No sé si te has dado cuenta, Parv, pero
El muro sigue allí. - Advirtió Arsh.
- ¿Y sino que gracia tendría que no estuviera? Alguno vería el pasadizo, y esa no es la idea.
- Pero

- Camina. - Parv empujó suavemente a la Ravenclaw hacia el muro, pasando a través de él sin problemas.
Las demás le siguieron rápidamente. Para la sorpresa de las muchachas, parecía un pasillo normal al castillo, con armaduras decorando, antorchas iluminando y con puertas a los lados.
- ¿Qué hay detrás de las puertas? - Cuestionó Che, interesada. Parv, que iba adelante del grupo, se volteó a verla un segundo antes de retornar a fijarse en el frente.
- Secreto. Que hayan conocido el pasillo ya es demasiada información. - Dijo la profesora, riéndose levemente.
- Bah, seguro que son sus habitaciones, pero no querrá decirlo porque no se habrá hecho la cama... ¬¬ - Se burló Arsh. Parv le ignoró, pero con una sonrisa en los labios les indicó que lo dicho por la muchacha era cierto, aunque no sabían si todo o en parte.
Finalmente, llegaron al final del pasillo, donde dos estatuas con forma de hipogrifos parecían no querer dejarlas pasar, por la cara de pocos amigos que aparentaban tener.
- Son alumnas. - Siseó uno de ellos con desdén, como si ser eso fuera una deshonra.
- Aquí ya no hay sentido por las normas
- Le acompañó el otro, reprendiendo a Parv con una fugaz mirada.
- Una emergencia, Amary, Exigy. - La animaga interrumpió lo que prometía ser un largo discurso sobre normas y el deber de cumplirlas. - Sangre de dragón. - Dijo imperativamente. Los hipogrifos hicieron una exasperación, pero a pesar de eso, la puerta detrás de ellos se abrió. Parv se volteó hacia las chicas. - ¿Cómo nos dividiremos?
- Pueden ir ustedes dos por un lado - Sugirió Che, refiriéndose a Arsh y a la profesora. - Y nosotras por otro. - Le sonrió a Chechu confidencialmente.
- No, no, no. Serían grupos muy desiguales
Mejor Arsh con Chechu, y Che conmigo. ¿Les parece?
- ¿Cuál es el plan? - Preguntó Che, ligeramente temblorosa.
- ¡Atacar a los mortífagos, defendiendo el castillo! - Exclamó Arsh.
- Alguna de nosotras debería ir y avisar al Director
- Propuso Chechu. Parv miró pensativamente a Arsh.
- ¿Eres más pequeña que yo? - Cuestionó, refiriéndose al tamaño de la forma animaga. La joven negó con la cabeza. - Igualmente
Mientras nosotras tres distraemos a los mortífagos, tú puedes deslizarte hacia el Gran Comedor.
- ¿Y por qué yo y no tú? - Dijo Arsh, elevando una ceja. - ¿Y perderme de la acción?
- No te perderás de la acción porque no podremos ahuyentarlos sólo nosotras.
- Y además
¿Quién aquí tiene más experiencia, una alumna o una profesora? ¬¬ - Arsh iba a protestar cuando Chechu, que había ido hasta la puerta para chequear donde estaban los mortífagos, anunció:
- ¡Están aquí! ¡Es ahora o nunca!
Las chicas corrieron detrás de Chechu hacia la puerta con varitas en mano, salieron del pasadizo de las habitaciones de los profesores (el cual inmediatamente después se cerró) para ponerse de barrera en el corredor, interrumpiendo el futuro paso de los magos oscuros hacia el Gran Comedor.
Y en un instante, todo se convirtió en caos cuando ellos hicieron su aparición en la esquina, no habiéndose esperado dos pares de hechizos de desarme.

~*~*~

La tranquilidad del Gran Comedor también fue interrumpida a su vez. Los gritos y exclamaciones, provenientes de pasillos paralelos, al principio no fueron percibidos por el ruido de las conversaciones de las mesas. Pero, en un silencio dudoso, se escuchó un grito de dolor que paralizó a la mayoría de los alumnos, que voltearon sus figuras hacia la puerta.
El Director se puso de pie, dispuesto a ir a investigar qué sucedía, cuando las puertas se abrieron de par en par y tras ellas apareció una ardilla, que corría velozmente en dirección a la mesa de profesores. Notaron que estaba algo desesperada. Murmullos acompañaron el camino del animal hacia el director. Alumnos de la mesa de Ravenclaw y algunas de Durmstrang identificaron en un instante quién era.
Lo comprobaron cuando la ardilla de colores umbrosos se transformó en Arshy, quien lo primero que hizo fue respirar hondo antes de soltar las noticias de una vez.
- Mortífagos nos atacan - dijo sin aliento. - Están en los pasillos cercanos al Comedor. Che y Chechu de alguna manera llegaron a un bar de Londres que se encontraba repleto de mortífagos. Estos estaban tramando atacarnos, y como ellas los habían oído decidieron adelantar su plan y venir ahora. Parvati y ellas dos están combatiendo contra ellos, ¡yo vine a avisar!
El Comedor quedó en completo silencio durante unos segundos, pero seguidamente la sala se convirtió en un río de murmullos.
- Bien - dijo Ger haciendo que el silencio volviera. - Vamos a organizarnos. Los más pequeños y a los que no se les de bien encantamientos y DCLAO van a ir a escondidas con las prefectas de Slytherin y Hufflepuff a Hogsmeade. Allí van a viajar en Polvos Flu hasta el Ministerio de Magia e informarán de la situación. Los demás tendrán que ayudar a defender el castillo. Los que tengan mucho miedo o crean que no podrán ser de utilidad pueden ir también al Ministerio de Magia.
Lucy, Amanda, AthOr y Susaku se levantaron seguidas por algunos alumnos asustados y se fueron. Los demás, a petición de Ger, hicieron grupos. En cada uno debía haber por lo mínimo un Profesor o Prefecto y unos cuantos alumnos. Luego se embarcaron todos hacia la lucha contra los mortífagos.

El grupo de Herm Weasley, Ayelén, D-Xan, Alex Zeus, Naoki y Lavender007 fue el primero en encontrarse con algún mortífago. Más concretamente, con dos. Aunque los alumnos eran mayores en número, los mortífagos eran más fuertes y expertos. En verlos de seguida lanzaron un Crucio, que para desgracia fue a parar a Ayelén. Naoki y D-Xan se abalanzaron encima del mortífago que había hecho la maldición y a base de patadas y golpes consiguieron quitarle la varita. Los demás, siguiendo su ejemplo, se abalanzaron sobre el otro mortífago.
- ¿Estás bien? - Preguntó Herm a Aye.
- Sí... Creo que sí... - Alex la ayudó a levantarse.
Lavender007, al tener las dos varitas en su mano y mientras Herm y D-Xan apuntaban a los mortífagos con las suyas, exclamó:
- ¡Yupi! Esta será nuestra misión: quitarles las varitas a los mortífagos, ¡a todos!


Mientras tanto, Isis, Sakura Malfoy, Macabro Snape, Diane Luna y Belegaer se habían topado en otro corredor con tres mortífagos, los cuales se apresuraron a aturdir a la mayoría del grupo con Cruciatus. Sin embargo, Macabro, Isis y Belegear desarmaron a dos de ellos cuando se distrajeron por el grito agudo que emitió Sakura al ser hechizada con un furnunculus.
- ¡Esto sí que no lo permitiré! - Chilló segundos después, levantando amenazadoramente su varita ante el rostro arrogante del mago oscuro. - ¡Stupefy! - Fue tal la potencia del encantamiento, que el mortífago fue lanzado unos cuantos metros, chocando precipitadamente contra una pared, desmayándose.
- Buen golpe. - Aprobó Diane mientras se incorporaba, ya que había sido la que más afectada había quedado por el Cruciatus. - Finite Incantatem. - Los efectos del furnunculus desaparecieron instantáneamente.
- Gracias. ¡Continuemos! - Exclamó Sakura, emocionada, con deseos de descargar su furia en los otros mortífagos también.


En otra parte del castillo un grupo de alumnos encabezado por una rana ya había hecho un plan antes de toparse con los mortífagos. Marco Frogg, en su forma de rana, y Ginny 83, con su escoba de buscadora, corrían por los pasillos atrayendo a los mortífagos hacia una trampa que Kris, Amy, Maverick, Vane, Sofi, Vicky y Pitonisa habían hecho. Claro que estos, gracias a Pitonisa, jugaban con algo de ventaja, sabiendo más de los mortífagos que estos de ellos.


Coralia, Damian, Susan, Darkmon, Taiser, Rai y Beleg se encontraban en un pasadizo de las mazmorras creando trampas de fuego, a sugerencia de Beleg. De todas formas no quemaron a ningún mortífago, sólo les asustaron... Un poco.


Por otra parte en el comedor habían quedado un grupo numeroso de Jefes y Prefectos. Estos eran concientes de que los alumnos no podían hacer tanto como ellos, y se habían quedado atrayendo a la mayoría de mortífagos. Ger, Diana, Guru, Hikaru, Belegaer, Mafita, Miss Snape, Artemisa y Jade.

Las cosas no le estaban yendo bien a los mortífagos en esa zona, se notaba cierta desventaja que era consecuencia de la fuerte unión de los profesores y Prefectos. Cuando uno tenía problemas, siempre había alguien cerca para ayudarle. Si bien capaz los mortífagos eran mayores en número, poco a poco fueron decreciendo.
Miss Snape y Artemisa se encargaron del primer grupo que entró al Gran Comedor. Mafita, experta en encantamientos, se encomendó de colocar algunos encantamientos que pudieran distraerles. Y realizó el que era perfecto para la ocasión: morratxa. Éste consistía en que el afectado viese doble. Si había una persona, en realidad veía dos, y encima no sabía cual era la auténtica. Otro, el nebula, hacía que el oponente tuviese la visión terriblemente nublada, sin poder distinguir bien las figuras de su alrededor. Ambos encantamientos duraban largo tiempo, aunque no eterno. Miss Snape transformó unas estatuas de la entrada en seres vivientes, a los cuales ordenó atacar a los mortífagos duramente. Artemisa concluyó el trabajo lanzándoles unos encantamientos de sueño, para que cayeran en la inconciencia, los ató con unas cuerdas mágicas y los elevó, ayudada por las dos profesoras, hasta un sector del Gran Comedor donde no interfirieran en la siguiente batalla.

Hikari, Belegaer y Jade estaban listos para recibir al segundo grupo. Jade encantó un escudo para que ningún hechizo de ellos los tocara mientras su magia aguantara para proteger a Belegear mientras ésta hacía un complicado hechizo para invocar a unos pares de furiosos leones, que podía controlar perfectamente (bueno... a veces se le escapaban, como por ejemplo cuando el león mordió la pierna de uno de los magos oscuros
)
- No era necesario ser tan sangriento con ellos, Belegear. - Dijo Jade, pero ya era demasiado tarde.
- Uhm
No fue mi culpa. - Sonrió inocentemente la Gryffindor. Jade hizo una exasperación con los ojos, pero esa distracción hizo que uno de los cruciatus de los mortífagos le rozase por centímetros.
- Atención, Jade-san. - Exclamó Hikari, mientras desarmaba a uno de los mortífagos con un estupendo expelliarmus.
Belegear decidió que era hora de enfrentarlos cara a cara e hizo desaparecer a los leones. Algún que otro mortífago yacía en el suelo, con algunas heridas que a simple vista ya parecían graves. Hermione O. se acercó su escoba con un Accio ultra potente y volando en esta atacó a los mortífagos desde un tercer plano.
El cuarteto, combinando sus habilidades con los hechizos, con ágiles reflejos ayudando más o menos, hizo que prontamente ese grupo estuviera fuera de juego.


Era el turno del último grupo de mortífagos que estaba en manos de Ger, Diana y Guru. Ambos ponían en práctica todos sus conocimientos, pero los mortífagos sabían que Ger era el director, así que atacaban más y más duramente. Bajo clara minoría el trío quedó arrinconado en una esquina de la sala, rodeada de mortífagos y sin sitio por el que escapar. Y entre los mortífagos se encontraba lord Voldemort.
[No... HA es más que esto... ¡Esto no puede ser el fin! Hemos aguantado muchas, muchísimas cosas, y algunas de ellas han sido peores, mas no nos hemos rendido. Hemos seguido adelante, y ahora seguiremos adelante. No puedo permitir que un grupo de personas sin sueños ni ilusiones, sólo avaricia y egoísmo en su interior lo termine todo aquí y ahora. Nosotros hemos construido HA, y el poder de decidir, de marcar o recorrer su destino reside en nuestras acciones y decisiones, no en las de ellos. Hoy no es el día del fin de HA. ¡Luchar! Eso debemos hacer. Es lo que hemos estado haciendo siempre. HA continuará, siempre que haya alguien que crea en él. Y tengo la esperanza de que siempre haya alguien que lo haga. Porque cada uno de nosotros ha manifestado su amor hacia HA. ¡Nuestro HA! Un buen hogar, ¡por el que vale la pena luchar!] - Pensó Ger.
Así que el director con ganas de seguir adelante y de no permitir que destruyeran su comunidad, nuestra comunidad, decidió luchar. Sin miedo. Él estaba haciendo lo correcto, defendía sus ideales. Así pues empezó a lanzarle encantamientos aturdidores a Voldemort, sabiendo que a penas tenía posibilidades contra tal mago.
Pero Ger no estaba solo. De pronto empezaron a aparecer alumnos y profesores alrededor de Voldemort y, apoyando a Ger, le lanzaron encantamientos ellos también. Sí, quizás Ger no hubiera tenido posibilidades contra el mago oscuro, pero la Comunidad si las tenía. Una Comunidad bien unida puede llegar a ser invencible.
Cuando se hubieron juntado todos y cada uno de los alumnos lanzándole el mismo hechizo al Jefe de los mortífagos, una luz dorada empezó a brillar desde el centro de la sala. Era una luz extraña; de en medio de sangre, pérdidas y temor salía para traer calidez, fe y esperanza a los corazones de los Harry Argentinos. No se sabía de dónde procedería, pero con las fuerzas que dio HA pudo derrotar al mago oscuro, y con él a sus mortífagos; Lucius y Draco Malfoy, Bellatrix Lestrange...
Esa luz, creada por una fuerza especial, no tardó en cubrir los terrenos de HA. No se podía definir ciertamente el color, cada uno la veía diferente, desde un punto de vista alejado del otro. Para algunos era blanca, para otros amarillenta o verde
Pero lo que valía realmente fue que esa energía alejó a los mortífagos, a esos seres llenos de avaricia, de maldad, de odio y todos aquellos sentimientos negativos que nunca podrían llegar a opacar el sentimiento del amor.
Así fue como en escasos segundos y con una señal del Dark Lord, la Orden Tenebrosa desapareció del castillo, sólo dejando tras de sí una derrota.

~*~*~

El ambiente del Gran Comedor estaba lleno de energía, a pesar de ser las tres de la mañana. Los elfos domésticos se habían esforzado de sobre manera para armar ese banquete. Cualquier cosa que desearas estaba ahí: verduras, carnes, pescados, frutas, tortas, dulces y Gran Etcétera. Aunque las bandejas que primero se vaciaron fueron, obviamente, los dulces y tortas.
Todos estaban especialmente emocionados. Cada uno tenía una anécdota distinta que comentar. Muchos estaban visiblemente alterados y, con voces chillonas, empezaban a inventar situaciones que serían prácticamente imposibles. Pero nada era Imposible en HA, así que nadie se detenía a acusarlo de mentiroso.
En ciertos sectores (N/Parv -> en las que lamentablemente no estaba incluida la mesa de profesores
), algunas botellas de cerveza de mantequilla, hidromiel y otros alcoholes aún más fuertes empezaron a deslizarse entre los alumnos. Y nadie podía regañarlos: la ocasión valía para festejar y todas las formas estaban abiertamente permitidas.

En la mesa de Beauxbatons, Sofi Wood y Nataly Malfoy escuchaban el relato animado de Susan, sobre la trampa que le habían hecho a los mortífagos en un pasillo del segundo piso.
- El fuego es un peligroso elemento. - Dijo, sonriéndole a sus compañeras. - Pero todos juntos pudimos dominarlo, claro que con la ayuda de nuestro profesor Beleg.
- ¿Y por qué no quemaste a ningún mortífago? - Preguntó Nataly, curiosa.
- ¿Quién dijo que no lo he hecho? - Sonrió cruelmente Susan, ocasionando risas. - Sólo queríamos asustarlos, para que así desistieran de atacarnos.
- Oh. Me arrepiento de no haberme quedado a luchar. - Comentó Sofi. - Mira de lo que me he perdido

- Siempre tendrás una segunda oportunidad. - Le alentó Susan.


En la mesa paralela, Durmstrang estaba sumergido en un mar de relatos. Amy, Arte e Isis se contaban sus experiencias.
- La trampa que creamos consistía en raíces mágicas que los inmovilizaban al tomar contacto con ellos. Y a los que protestaban o se resistían a quedarse quietos, le poníamos raíces con espinas... Nos contuvimos al veneno. - Dijo Amy, con un tono divertido.
- Lo nuestro fue diferente. - Señaló Isis. - Nos concentramos en defendernos y contraatacar. No importaba si con varita o sin ella.
- Más de uno soñará contigo, Isis, anhelando venganza. - Se burló Arte, sonriente. - Los mortífagos llegaron de a grupos al Gran Comedor, donde anteriormente los atrajimos para que no les causan problemas a ustedes. Los dos primeros no fueron verdadero problema, en cuestión de tiempo estaban todos inconscientes o en camino a estarlo. - Se detuvo, con una sonrisa triunfal en su rostro. - Pero, como ya saben, en el tercero estaban los mejores mortífagos y el Señor Oscuro, además que tenían una ventaja numérica.
- Pero como siempre, HA salió adelante. - Terminó Amy por ella. - Porque la unión hace la fuerza. - Intercambiaron miradas cómplices.


Gryffindor, a unos metros más allá, estaba radiante del entusiasmo. Diane, Kris, Vane, Aye y Lidia estaban lejos de mantener la calma con sus experiencias.
- Entonces
Vane va y
- Kris se destornilla de la risa antes de terminar de hablar. Aye elevó una ceja, escéptica. - Lo siento es que
Es demasiado gracioso para resistirse. - Dijo mientras agarraba una rana de chocolate, admirándola antes de comerla.
- ¿Y cuando te tropezaste con Marco? - Se burló Vane de Kris, riéndose levemente.
- Es que
debería avisar antes de convertirse en renacuajo. - Murmuró Kris entre dientes, frotándose inconscientemente el codo izquierdo en señal de dolor.
- Parece que ustedes en vez de luchar contra mortífagos, se entretuvieron con los accidentes. - Opinó Lidia, sonriendo cálidamente.
- Accidentes suena muy inocente. ¡Frogg lo hizo a propósito! - Exclamó Kris, levantándose de su asiento.
- ¿Qué evidencias tienes de ello? - Preguntó Aye, quien ya había aprendido a no tomar demasiado en cuenta todas las acusaciones de Kris. (N/Parv -> >.> Pero yendo a lo que les quiero decir. Una época termina y otra empieza. Podríamos ponernos tristes, pero no tenemos motivos para hacerlo. Ahora tan solo nos queda mirar lo que, poco a poco, juntos hemos logrado, lo que ha surgido al fin de tanto esfuerzo, lagrimas, alegrías, discusiones y reconciliaciones. Porque todos ustedes han hecho posible que ahora, en este momento, nos encontremos celebrando este cambio, esta derrota del lado oscuro. HA ha demostrado una vez más que puede con todo. Así que al mirar hacia atrás siéntanse orgullosos, porque ustedes han ayudado a lograrlo. Desde el que se ha dejado la piel en el combate hasta el que se fue por miedo. Tomen aire, respiren, reflexionen. Lloren o rían si quieren, pero expresen sus emociones. Abran su corazón para que esta época que ahora empezaremos a vivir sea más cálida. Solo me resta decir, como ha dicho Ger, gracias, y como diría Diana, por todo el cariño que nos brindan, que se brindan cada día. Sean muy felices ahora que la paz ha llegado a su casa. ¡Gracias, gracias por creer en HA!

Al terminar Arsh se levantó de su silla y empezó a dar unos aplausos con entusiasmo, que fueron seguidos de muchos más procedentes de personas de todas las casas. Y así fue como HA empezó una época de tranquilidad y amor, una época para disfrutar de los muchos amigos que tenían. Vendrán más épocas malas, sí, pero aún no.

_________________________________________________________
Hola a todos!

Antes que nada, queremos decir algunas cosas. Este Fict está dedicado y hecho gracias a ustedes, a todos los que lo han leído y a todos los que forman HA.

Se ha tratado de que todos aparecieran, pero los que no han salido, discúlpennos, son muchos nombres y no queríamos olvidar a nadie.

Arien, aunque ha participado en el regalo, no ha escrito este FF. No aparece a penas en él, solo al final y dando un discurso, y está hecho a propósito. Se ha reservado un carácter especial para una de las personas que más ha ayudado a HA a seguir adelante, sino pueden leer muchos temas de Arien quien hicieron reflexionar a muchos de nosotros en la vieja y nueva comunidad de foros.

Esperamos que en esta fecha tan especial valoren a toda la gente de HA como se merece, que disfruten, que disfruten todos con todos.

¡Gracias y felicidades!

~ Amistad incondicional ~

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2024-10-22

 

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