Aunque se nosacabe el mundo
Caminaban, despacio esta vez. Dejabana la guerra y a los campos de batalla atrás. Caminaban, queriendo olvidarlotodo y sin mirar ni una sola vez en otra dirección. Ante ellos sólo se extendíala nieve y el frío. Pero no había explosiones, ni había disparos. Tampoco habíagritos. Todo estaba en silencio, y lo único que podían oír eran sus propiasrespiraciones agitadas y sus pasos sobre la nieve.
Atrás sequedaba la desesperación y atrás quedaban todos los gritos. Ya no había nadamás. Las voces se habían ido evaporando con la distancia, y los gritos ya nosonaban más que en los maltrechos corazones de ambos. Ni siquiera habíaanimales que pudieses aullar, o hacer un poco de ruido. Sólo los pasos y lasrespiraciones maltrechas, cansadas.
Caminabancargado en peso de los recuerdos, de las sonrisas pasadas y de las últimasalegrías. Pero dentro de ellos también había disparos y una guerra que acababacon el propio mundo. Había muertes inocentes y cadáveres regados. Personas sinrostro que no deberían haber muerto; y personas crueles, que deberían morir.Gente corriendo por las calles, gritando de miedo y alertando a los demás.
De todosmodos, las alertas llegaban demasiado tarde.
A nadie ledaba tiempo de refugiarse en alguna parte; de todos modos, los refugios noservían la mayoría de las veces, porque las bombas lo destrozaban todo. Y losdisparos, una vez terminadas las bombas, acababan con el trabajo. La gentedesaparecía un día y nunca jamás se la volvía a ver. Ni siquiera regresaba uncadáver al cual enterrar.
Eso llevabanellos dentro de su corazón. Recuerdos que querían olvidar, que querían dejar de recordar. Recetas faciles y rápidas
Pero nopodían, porque entonces, nada más les hubiese quedado. Por eso debían acordarsede todo, guardar en lo más profundo de su corazón cosas que nadie más seatrevería a guardar. Atrás quedaban la guerra, los campos de batalla y lasexplosiones que auguraban la muerte; delante sólo había soldad y hielo, nieve.Pero querían vivir. Con desesperación se aferraban a la vida; aquel deseo loshabía llevado hasta allí, hasta ese paisaje inhóspito, repleto de nieve, con algunospocos árboles que aún se atrevían a enseñar sus hojas.
Cuando secansaron de caminar, se sentaron en una roca, cubierta de hielo. Allí no habíanada más.
Ella suspiróimperceptiblemente. Él, como la conocía también, fue capaz de notarlo. Ellaestaba triste, pero a la vez decidida a no volver la cabeza atrás, por miedoque la nostalgia y el recuerdo pudieran más que la determinación y quisieravolver.
¿Qué nosqueda? susurró ella.
Él tomo sumano. La acarició, intentando darle un poco de calor. Ella lo aferro confuerza.
Nos tenemos anosotros.
Con cuidado,soltó su mano y la rodeo por los hombros, atrayéndola hacia sí. Porque el amorpodía más que las balas y las explosiones, que las muertes y las guerras. Elamor podía con todo aquello. Aunque senos acabe el mundo.
Es un relato futurista, lleno de drama, pero que también asegura que el amor puede con todo. Como una gota de esperanza. Espero de verdad ue te haya gustado, Sandy, porque no quería hacer cosas convencionales.
Aunque se nos acabe el mundo - Fanfics de Harry Potter
Caminaban, despacio esta vez. Dejabana la guerra y a los campos de batalla atrás. Caminaban, queriendo olvidarlotodo y sin mirar ni una sola vez en otra direc
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2024-11-15
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