Camila
Soncasi la diez y me invade la nostalgia de lo no vivido, desearía no haber soñadolas rosas rojas que tanto detesto, me hubiera agradado más un ramo exuberantede girasoles, que estuvieran acompañados de una nota de amor, y no de alegríaporque me fui, sin pensarlo tanto y para tampoco ir más allá. Tan solo mehubiera gustado vivir la vida que no viví.
Loque un día soñé y lo que por hacer siempre lo correcto no probé, puedo decircon la mas infinita tristeza que soy solo sombra en el umbral de la vida, conun ínfimo resplandor que a cada con cada día que pasa se apaga.
Desdehace varios años me encargue de serlo perdí la oportunidad de ser feliz por noser valiente, como me gustaría hoy ir corriendo a los brazos de Nicolás, aquelamor tan puro que dije ir por lograr mis metas, de grandeza que hoy se ven máslejos que ayer, ya no tengo fuerza para ir tras algo que me causa dolor, perocada mañana me repito a mi misma que lohe dejado todo por esto y que debo lograrlo, no importa cuánto me tarde.
Perosiempre a las diez recuerdo los detalles que Nicolás tenia conmigo, y empiezo asoñar en su figura frente a mi diciendo que estaría para mi toda la vida, quejamás se iría... pero se fue, lógicamente jamás rompió su promesa, porque séque aun desde el mas allá está esperando por mí, y no lo soporto.
Mascuando a mi mente se le cruza la imagen de él la mañana antes de su muerte,pienso en sus brazos cobijándome por última vez luego del dolor que mispalabras le causaban, y yo haciendo de su abrazo una burla, sin siquiera pensarque no lo volvería, a ver, aun guardo con gran dolor la ultima rosa roja que élme dio, que según dijo era el modo perfecto de despedirse de mí, se lorecrimine sin tomar en cuenta su valor, me falto poco para lanzarla al piso y pisotearla,recalcarle una vez más que odiaba las rosas rojas y que se fuera pronto que supresencia me alejaban de mis sueños.
Sueños,cuáles eran mis malditos sueños, que tanimportantes eran para mí que me terminaron por segarme ante lo queverdaderamente tenía valor, pero en fin los he perseguido cada día, y cada díame convenzo mas de que soy solo un ratón de laboratorio, viviendo elexperimento más cruel del mundo.
Conocía Nicolás cuando está en último semestre de facultad, hablaba con muy pocaspersona, y muy pocas veces aceptaba que alguien se acerque a mí, una de las chicas con las que ocasionalmente,hablaba me presento a Nicolás, de una manera irónica, como quien le encarga latarea más fea al más tonto, pero él no lo tomo así, todo lo contrario a lo queyo me imaginaba él lo hizo con agrado, y de plano se centro en logrararrancarme una palabra o una sonrisa, lo segundo lo logro primero cuando porerror dejo caer uno de los pesados libros que lo acompañaban, sin querer dejever mi sonrisilla, que lo alentó a seguir buscando una conversación, pensé quesería lo más estúpido que podría hace, pero le debía eso por haberme burlado desu desgracia, por así decirlo.
Penséque en pocos segundos cuando abriera mi boca y dijera algo me iba a encontrarcon alguien que no tenía nada en la cabeza, y que como la mayoría de los chicosde la facultad iba solo por lograr un titulo mediocre que le ayudara a vivirmás o menos. Pero cuando tuve su primera respuesta me dejo asombrada, tenía unacultura tan amplia que por primera vez en mi vida me deje hipnotizar poralguien pasamos hablando casi una hora hasta que tuve que entrar a clases quedode irme a ver luego de todo, mas yo no le dije que yo desearía hablar otra vezcon él.
Cuandoal finalizar la jornada, estuvo ahí en esperándome me asusto un poco pero mecomplació, así que seguí can la plática que habíamos empezado, y termine pordecir que valía la pena haberlo conocido. Los días siguientes él hizo lo mismo,y me sentí a gusto, cada día parecía logra concentrarse más en lo que decía ylo comprender mas todo, y las conversaciones se tornaban más profundas ysinceras.
Pasaroncasi dos años desde ese día, y él se había convertido en un amigo excepcionalque jamás faltaba para mis buenos y malos momentos, me acompaño en cada uno demis pasos y procuraba siempre cumplir sus promesas, pero un día ese cariñoespecial que sentía por el se desplomo, y cayo, si mas, cuando el me dijo quehabía encontrado a alguien a quien deseaba amar, por toda la eternidad, y queese alguien era yo... Știri de ultimă oră din Spania
Peropese a eso, acepte tener algo con él, al fin y acabo había sido lo mejor que a mi vida le había pasado, y muy a mimanera acepte que era lo que yo había buscado, por mucho tiempo, y las dudas que jamás me dejaron me hacíancada vez mas creer que yo no lo merecía, y que estaría mejor en otros brazos oalguien más capaz de demostrarle su amor...
Peroel me quería a mí y no a alguien más, sutrabajo quedaba muy cerca del mío y casi siempre solíamos ir a almorzar, yluego de ello, el me compraba un narciso, y me llevaba con brevedad al trabajo,pero cuando algo iba mal, hacia lo que más odiaba darme una rosa roja. Pocasfueron las discusiones que tuvimos así que fueron pocas las veces que pase porese disgusto, las ofertas laborales iban y venían, muchas veces las rechazabaporque no era lo que buscaba en el mundo, así que permanecía cerca a él.Pasaron casi 18 meses desde el día en que empezamos a salir, y cada vez susabrazos y minos me ahogaban mas, así que decidí que había llegado la hora deseguir mi rumbo y dejar que el siga el suyo.
Mellego una oferta de irme a trabajar al extranjero, y la noche en la que yo había decididocontárselo, el me pidió matrimonio, pero como impulsada por un resorte respondíque no, que me iría al exterior y que no podía hacerlo, me había alejado muchode mi sueño por vivir un idilio con él. Que mejor guardase su anillo, que no lodeseaba, y tampoco deseaba volverlo a ver...
Pasarontres semanas y mi viaje estuvo listo, pero como lo dije jamás olvidare su rostrolleno de tristeza la mañana antes de su muerte, había llegado a despedirme yllevaba con si la amada pero odiada rosa roja, que conservo, dijo que habíasido lo mejor que le había pasado y que si alguna vez había sentido algo por elno me fuera. Pero mi orgullo fue más grande y solo le supe responder que seretirase de mi camino que tenía que empacar mis cosas y descansar un poco antesde ir al aeropuerto para embarcar mi avión rumbo a Argentina, rumbo a mis másfervientes deseos. Dijo con voz casi imperceptible, entonces deja que te abrasehoy por última vez, no se lo negué y su abrazo fue muerte y vida al mismotiempo. Te deseo suerte, dijo el antes de voltearse y seguir caminando por lacalle.
Porpocos segundos me quede en la nada, pero pronto recupere el rumbo y seguí conlo mío, estuve casi tres años lejos y al llegar lo primero que deseaba eraverlo, y preguntarle si aun me amaba, con saberlo hubiera sido más quesuficiente no hubiera importada que estuviese con alguien más, pero lo que meencontré fue, una carta que decía que no lograría vivir sin sentirme cerca yque tampoco deseaba ser la piedra de mi camino, prefería morir y dejar un buenrecuerdo, y no mas, y si algún día yo me preguntaba si me amaba, la respuestaestaría en la rosa que me dejo, aquella rosa que para él era su vida, entregadaen total silencio, por mi falta de entendimiento de las cosas más sublimes, yde que la ciencia no es la verdad absoluta...
Loperdí y de no ser por azares de la vida también hubiera desechado la rosa comohice con la vida de Nicolás, por eso digo que mi vida no vale nada, que espreferible que todos se olviden de mi, y que mi muerte sea aliciente para sufamilia que jamás me perdono por el dolor que le cause a su corazón.
Señores siento tener que comunicarque Camila ha muerto, las causas no son muy claras pero les puedo decir quehemos hecho lo posible por salvarle la vida, parece que en verdad no deseabavivir un minuto más.
Esasfueron las palabras que el médico dijo a los pocos interesados en mi vida, incluyendoa la madre de Nicolás, que sin entender porque se echó a llorar, pidiendo pormi alma, entregada a la efímera verdad de la ciencia, quizá algún día logremosdescubrir el misterio de la vida, pero jamás dominaremos los del alma, de esoestoy segura, porque hoy aun lejos de todo lo que viví, me encuentro en estemundo, viendo a la madre de Nicolás llorar por su hijo y por una hija que jamásfue de ella.
CAMILA, LA MUJER QUE ODIA LAS ROSAS - Fanfics de Harry Potter
Soncasi la diez y me invade la nostalgia de lo no vivido, desearía no haber soñadolas rosas rojas que tanto detesto, me hubiera agradado más un ramo exubera
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2023-02-27
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