Nunca debí haberlo hecho.
Nunca debí haber aceptado el reto de mis amigas.
Nunca debí haber entrado a esta casa.
Iliana se acerco a mi con una navaja entre los dedos
Quizá deba regresar a la mañana de ese día, así será mas fácil para mi y para ustedes.
Mi mejor amiga Daniela daría una pijamada esa noche por Halloween, invitaría a las ya conocidas Soraya y Fabiola. Las cuatro éramos amigas desde nuestros comienzos. Pero la amistad con Daniela era mas fuerte que con las otras dos.
Pase por la calle desierta habitual, un atajo cómodo y solo para llegar al colegio, me detuve frente a la gran mansión que estaba deshabitada hacia años. Muchas historias rondaban sobre ella, pero la verdadera me la había contado Don Poncho, el intendente del colegio y tambien el mas viejo de la ciudad. Su historia era abrumadora, en ese lugar vivía la familia Fryer, una pareja joven con su hija pequeña; Iliana, la niña, de cabellos rizados y cara angelical, su rostro daba ternura y en sus ojos no se veían mas que dos luceros celestes. La princesa de la casa, a sus cinco años sabia que era "demandar" y tambien lo que era el arte del chantaje, su vocabulario era perfecto, era bastante lista y hablaba a la perfección. Nadie le negaba nada.
Un día el mayordomo salio al patio, la niña fue detrás de el
-Gerardo, déjame cortar el arbusto-había pedido la niña al ver que Gerardo estaba dando un par de retoques con su navaja de bolsillo.
-Pero, señorita Iliana, se puede cortar-excuso el guardando la navaja
-¡Que me des esa navaja!-exigió la pequeña y sin dudarlo metió la mano en el bolsillo del Gerardo y saco la navaja, al abrirla se corto un dedo, dejo escapar un grito de dolor.
-Señorita Iliana, ¿se encuentra bien? Venga, déme la navaja-pero ella negó con la cabeza
-Yo puedo-determino y al alzar la mano enterró la navaja en el pecho de Gerardo, quien trato de emitir un grito de dolor pero se sofoco. Cuando la niña observo la navaja llena de sangre y a su mayordomo retorciéndose de dolor, entro en pánico, un pánico que solo una niña pequeña puede vivir, no es la clase de pánico en la que entra una persona con uso de razón cuando se da cuenta que ha matado a alguien. Iliana corrió dando gritos de terror hacia la casa y cuando sus padres aparecieron para ver que pasaba, ella saco la navaja amenazante, estaba totalmente desquiciada. Los padres trataron de acercarse, de hacerla entender pero en cuanto los tuvo a su alcance, Iliana enterró la navaja en ellos. Observándolos morir.
Seguí mi camino sin mas, en el colegio Daniela estableció llegar a su casa a eso de las 9 o 10. Mis amigas por alguna razón decidieron que después de cenar, jugaríamos verdad o reto. La cena paso mas rápido de lo que pensé y la pesadilla estaba a punto de empezar.
-Verdad-había escogido Soraya después de la ya conocida pregunta.
-Haber
¿Crees en los fantasmas?-pregunto Daniela
-Si-contesto ella sin preámbulos, ahora le tocaba preguntar-Mayra-me llamo y yo solo me limite a voltear-¿Verdad o reto? anhqv Aqui no hay quien viva
-Reto-me atreví sin saber que era lo que podría pasar, no me lo imaginaba
-Haber, ¿Qué te pondremos?-Vi como entre ella, Daniela y Fabiola lo decidían en secreto, luego se giraron hacia mi con una expresión malévola
-¿Qué?-pregunte ingenua
-Te reto a entrar a la mansión de los Fryer
-dijo al fin Soraya y yo negué con la cabeza rotundamente, no podía, ahí no.
Sin embargo tenía que hacerlo, no era cosa de decisiones.
Tome una linterna, el reto era entrar y encender o tratar de encender las luces de la casa, si eso no se podía, encendería una vela y saldría.
Mis amigas me siguieron hasta la calle y me desearon suerte fuera del portón. Con esfuerzo me dedique a trepar, por alguna razón fue fácil.
Encontré la puerta abierta, lo cual no era un buen augurio.
Un rechinido me hizo saltar pero solo era una araña que trepaba ágilmente por una de las paredes que estaban cubiertas de polvo.
Toque el primer interruptor, nada.
Pase al vestíbulo que no tenia mas que algunos muebles recubiertos con sabanas blancas que a su vez tenían polvo. Toque el segundo interruptor, nada.
Seguí caminando hasta llegar al comedor. Al girar mi cabeza vi horrorizada como el rostro de una niña me observaba. Quería gritar pero el miedo sofocaba mi voz.
-¿Iliana?-pregunte cuando el nudo en mi garganta desapareció, la niña sonrió macabramente. Me sentí pequeña y eso que ella era menor que yo hablando de edades normales porque su fantasma debía de ser de ya bastante tiempo.
Nunca debí haberlo hecho.
Nunca debí haber aceptado el reto de mis amigas.
Nunca debí haber entrado a esta casa.
Iliana se acerco a mi con una navaja entre los dedos
Corrí y corrí escaleras arriba, tratando de huir de ella, de su espíritu que rondaba desquiciado. Sin embargo me alcanzaba, era mas rápida que cualquier ser vivo. Trate de hablar con ella, tratar de hacerla razonar que no le haría daño ni a ella ni a su casa. Pero no pude, su manita pequeña y suave se alzaba a mi corazón con la navaja entre sus dedos. Deje escapar un grito de dolor de una gran magnitud, nunca hubiera imaginado que yo pudiera gritar de tal modo. Al caer de bruces al suelo vi el charco de mi propia sangre y al espíritu de Iliana dar la vuelta por el corredor. Mis pensamientos rondaban mi cabeza:
Nunca debí haberlo hecho.
Nunca debí haber aceptado el reto de mis amigas.
Nunca debí haber entrado a esta casa.
Iliana se acerco a mi con una navaja entre los dedos
Mis amigas que esperaban afuera sonrieron al ver que una vela en la última habitación se encendía. Hasta dos horas después supieron que yo nunca había logrado llegar tan arriba.
El periódico en la mañana publico con letras grandes: Muerte en noche de Halloween.
Con una vela, corto la navaja - Fanfics de Harry Potter
Nunca debí haber entrado a esta casa. Nunca debí haber aceptado el reto de mis amigas. Nunca debí haber aceptado el reto de mis amigas. Nunca debí haberlo
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2024-10-27

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