Blog sobre gatos
Salía de la última clase del día, ¡por fin había terminado! Todas mis clases las había compartido con el fastidioso de Draco Malfoy. No había tenido ni una sóla clase con Harry o Ron. Por suerte, al finalizar la clase de Runas, ya les había prometido a los chicos verlos en su práctica de Quidditch junto a Ginny, quién también estaba en el equipo. Iba camino hacia mi sala común para dejar mis cosas cuando por mi lado, e increíblemente se encontraba sólo, pasó Malfoy. ¿Qué agradable sorpresa, no?
-Vaya, vaya, Granger. ¿Dónde están tus protectos de Potter y Weasley? ¿Se dieron cuenta de la clase de persona que eras y te dejaron sóla?- Dijo cierta arrogancia y sonriendo.-
-No me molestes, Malfoy.
-Tranquila, Granger. No es para tanto.
-Sólo déjame en paz, ¿quieres?- Apresuré mi paso.-
-Pues no, no quiero- Sonrió.-
-¿Quieres dejar de perseguirme por el colegio? Ya bastante tuve que soportarte en todas las benditas clases, ¡déjame en paz, Malfoy!
-¡Maldita sangre sucia!- Sacó su varita apuntandome.- ¿Cómo te atreves a dirigirte hacia mí de esa manera?
-¡Quita esa varita asquerosa de mi vista, hurón!- Levanté mi varita apuntandolo a él también. En ese momento, maldije mis palabras y mi reacción al levantar la varita. La Profesora McGonagall paseaba por ese pasillo, y al escuchar mis gritos se dirigió hacia nosotros.-
-¡¿Pero qué significa esto, señores?! ¡Por favor bajen inmediatamente sus varitas!- Nos ordenó, y en seguida bajamos las varitas volteandonos para ver el rostro total y notablemente enfurecido de McGonagall. Los dos nos quedamos atónitos.- Los dos cumplirán su castigo con Hagrid.
-¡¿Qué?!- Grité.- ¡¿Castigada?! Pero profesora...- Me interrumpió.-
-Nada de "pero". Me sorprende de usted, señorita Granger, pero no me queda otra alternativa. Los dos luego de la merienda irán a cumplir su castigo con Hagrid hasta las campanadas de las ocho- Sin más nada que decir, se marchó.-
-Bien hecho, sangre sucia- Habló Malfoy cuando la profesora ya no estaba. Muy valiente, ¿no? Maldito Malfoy...- Por tu culpa estaré castigado hasta las ocho.
-¿Por mi culpa? ¡Fuiste tú quién empezó a insultarme! Y a mí tampoco me agrada, serpiente inmunda- Vi en los ojos de Malfoy lo enfadado que estaba. Se marchó sin más nada que decir. En la hora de la merienda, llegué al Gran Salón con mala cara. Me senté al lado de Ginny refunfuñando por lo bajo.-
-¿Estás bien, Mione?- Preguntó mi amiga.-
-En realidad no.
-¿Qué pasó? No te vimos en las gradas del campo de Quidditch, te esperamos ansisos- Esta vez, fue Harry quién habló.-
-Lo siento mucho, Harry. Me encaminaba hacia allí cuando me crucé con Malfoy y tuvimos uno de nuestros choques. La profesora McGonagall nos vio y ahora por culpa del rubio oxigenado estoy castigada.
-¡¿CASTIGADA?!- Gritaron Harry, Ginny y Ron.-
-Sí, castigada. Cumpliremos el castigo con Hagrid. Aún no sé que es lo que haremos.
-Maldito Malfoy, ¡algún día nos la pagará todas juntas!- Se quejó Ginny y yo reí.-
-Tranquila, Gin. Sólo será hasta las ocho.
-¿Y te parece poco, Mione?
-Claro que no. Pero no me queda otra, chicos. Tendré que afrontar la situación como buena Gryffindor que soy- Dije riendo.-
Sin duda, tenía los mejores amigos del mundo. Quería mucho a mis tres amigos, y sabía que ellos siempre estarían para mí cuando yo los necesitara, como en este momento. No puedo creer que tuviera que cumplir un castigo con nada más y nada menos que Malfoy. Es decir, ¿qué había hecho yo para merecer algo semejante? En fin, la velada pasó realmente rápida. Al terminar, Filch nos esperaba en la puerta de Hogwarts que daba a los jardines. Hacia allí nos dirigimos con Malfoy. Cuando llegamos, Hagrid ya nos esperaba afuera.
-Son todos tuyos, Hagrid- Éste último asintió y Filch se retiró junto con la Sra. Norris.-
-Muy bien, lo único que deben hacer es juntar hierbas milánicas para las plantas medicinales de Madame Pomfrey.
-¿Es una broma verdad? ¿Y dónde se supone que encontraremos esas tales hierbas?- Preguntó Malfoy con cierto fastidio.-
-Pues dentro del bosque prohibido. ¡Qué ignorancia!- Susurró eso último y reí.- Por cierto, tendré que dejarlos sólos un momento, el profesor Dumbledore ha querido verme. No empiecen sin mí, no tardaré- Dicho eso, se retiró.-
-Oh, no. Ni piense que me quedaré aquí esperando.- Malfoy encaminó a paso firme introduciendose en el bosque.-
-Malfoy, ¡ven aquí! ¿Estás loco? ¿Que no has escuchado a Hagrid? Él nos debe acompañar, tenemos que esperarlo.
-Ni lo sueñes, Granger. Terminaré con esta basura de inmediato, ¿vienes?
-Pues claro que no, esperaré a Hagrid como dijo.
-Cobarde- Murmuró, pero alcancé a oírlo.-
-¿Cómo me has llamado?
-Cobarde- Dijo con más claridad.-
-Claro que no soy cobarde, ¡hurón!- Encaminé rápidamente hacia el bosque prohibido.- ¿Y bien? ¿Qué haces ahí parado?- Malfoy sonrió soberbiamente y nos caminamos a través del bosque, a decir verdad, me había comportado como una tremenda idiota. Me estaba asustando y ya estaba anocheciendo. Habíamos recogido alguas hierbas.- Malfoy, creo que ya debemos irnos. Está anocheciendo.
-De acuerdo- Y los dos comenzamos a caminar hacia lados opuestos.- Es por acá, Granger.
-No, Malfoy. Es hacia aquí, vinimos por el lado izquierdo.
-No, Granger. Hemos atravesado el bosque por el lado derecho, ¿acaso también tienes amnesia?
-No tengo amnesia. E insisto en que vayamos por el lado izquierdo.
-¡Qué no! Es por aquí- Sin preámbulos empezó a caminar a paso firme por el lado derecho dejandome sóla en medio del bosque.-
-¡Espera, Malfoy!- Corrí hacia él. Estuvimos caminando, ¿cuánto? Horas, muchas horas. Y nada. Ya estaba oscuro y nosotros estabamos perdidos. ¡Por Merlín! Mataría a Malfoy con mis propias manos, este hurón engreído y egocéntrico... ¡orgulloso! Esa es la palabra, un maldito Slytherin orgulloso.- ¡Excelente, Malfoy! Ahora estamos perdidos por tu culpa.
-No fue por mi culpa, tú podrías haber encaminado perfectamente hacia el lado opuesto.
-Pero no quería que te fueras sólo- ¡¿DISCULPA?! ¡¿Qué acabas de decir Hermione?! Eres una imbécil.-
-¿Cómo has dicho?
-¿Qué? No he dicho nada- Me apresuré a contestarle.- Será mejor que acampemos aquí, mañana podremos regresar al castillo. Si seguimos caminando, no regresaremos en semanas- Reí y Malfoy también. Saqué mi varita del bolsillo de mi túnica e hice aparecer una tienda, nos metimos allí y guardamos las hierbas que habíamos recogido.-
-¿Por qué lo hicíste?- Me preguntó mirandome. Volteé para mirarlo también.-
-¿Hacer qué?- Pregunté desconcertada.-
-¿Por qué viniste conmigo?
-Estabamos castigados, Malfoy. Si nos separabamos, iba a ser peor.
-Lo sé, soy irresistible- Lo dijo soberbiamente y le pegué en el hombro despacio.- ¡Ey! Calma, Granger. Aún me recupero del golpe de mandíbula que me diste en tercer año.
-No fue para tanto. Te habías comportado de lo peor, Malfoy.
-Puede ser.
-¿Qué has dicho? ¿Estás aceptando que eres un hurón?
-Ey, ey. No tan rápido- Dijo sonriendo.-
-Eres lindo cuando sonríes- ¡¿QUÉ, QUÉ?! ¡Idiotaaaa!- Lo siento- Me disculpé cuando sentí mis mejillas enrojecer.-
-¿Por qué? ¿Por decir la verdad?- Rió y reí con él.- Tu sonrisa también es bonita.
-Gracias- Dije al sentir mis mejillas ruborizarse. ¿Pero qué estabamos haciendo? ¡¿Nos estabamos halagando?!- ¿Por qué peleamos todo el tiempo? ¿Qué te he hecho yo para recibir tus insultos desde los 11 años?- A juzgar la cara de Malfoy, él no se esperaba esa pregunta.-
-Pues... a decir verdad, mi padre siempre me ha inculcado algo así como un concepto sobre los sangre sucia. Para él siempre ha sido importante.
-¿Y ahora?
-Está en Azkaban, supongo que no importa.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Hace un par de días que he dejado de creer en eso de la sangre, Granger.
-¿Y entonces por qué sigues insultandome?- En ese momento, noté que Malfoy se tensó.-
-Buenas noches, Granger- Se acostó. Dio media vuelta dandome la espalda y no volvimos a hablar, al menos no durante esa noche.-
¿Qué había pasado? Había hablado "bien" con aquel hurón, engreído egocéntrico y orgulloso Slytherin, sin ningún tipo de ¿insultos? Sí, no nos habíamos insultado. Pero aún no sé de dónde saqué el ¿valor? De preguntarle todo lo que le pregunté, y él, sorpresivamente me contestó. Excepto la última pregunta, claro. ¿Por qué había sido? No me quería ilusionar tampoco. ¿Ilusionar? ¡Pero de qué demonios hablas, Hermione! Aunque, Malfoy tenía lindos ojos... ¿lindos ojos? Por favor, haber pasado tanto tiempo con Malfoy me había afectado. ¿Por qué nos llamabamos por el apellido? No, él ya no es Malfoy. Él es... Draco.
Me quedó largo, ¿no? ¡Espero que les haya gustado! Por favor comenten, y díganme si les gustó o no. Es la primera vez que escribo un one-shot, y la verdad es que me gustaría saber si les gustó. Para los que leen la historia ojos que no ven, corazones que sienten, también comenten allí, ¡por favor! Un beso grande para todos, muchas gracias a los que comentan y espero que les guste este one-shot Dramione :)
Cumpliendo mi "castigo" con Malfoy. (one-shot) - Fanfics de Harry Potter
Hermione GrangerSalía de la última clase del día, ¡por fin había terminado! Todas mis clases las había compartido con el fastidioso de Draco Malfoy. No h
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2023-02-27
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