Del escritorio de Sarah Copler
Sucia.
Oscurecida en el odio y la venganza. Muerta de deseo y viva de compasión.
¿Será esta vez la última?
No
Porque esta vida me ha hecho tan ignorante como para no tener más valor.
Impotencia. Lo primera fase de la desolación.
Desanimo. La segunda.
Y muerte. La tercera y ultima. Pero todavía no he llegado ahí, pues sigo en la primera fase.
Y la impotencia es algo contra lo que no puedes luchar
jamás.
La vida no sirve si no eres feliz, y yo nunca he sido feliz. El mundo en mi contra me dice que me rinda, que deje de ocupar un espacio y gastar aire
no puedo, porque tengo miedo.
Vivo solo por mi misma, para demostrarles a los demás, que se burlaron y me trataron como basura, que sigo sin rendirme. Pero no sé cuanto más pueda soportar.
Sigo un sendero marcado, pero la vida me engaña, no es el camino, me he equivocado y moriré en el intento de volver atrás
no se puede.
En mi sendero tropiezo con piedras, alguna más grandes que otros, y me levanto, pero escapo y me voy por otra tangente, que me manda a otro sendero con más piedras todavía.
No se si podré superarlas todas, y creo
que la próxima vez que me caiga no me levantaré.
Y moriré siendo una sucia persona, que no pudo hacer nada más en su vida.
La gente no me llorará y me terminará olvidad, en el vasto espacio de la mente donde las cosas que no les importan son archivadas allí; y al final, terminaré por ser el aire en el espacio, sin ver ni oler. Ni sentir ni tocar. Recetas de cocina tradicionales y comodas
La vida se me ha vuelto monótona, una rutina horrible que hay que pasar día a día. Y seguiré así hasta el fin de mi existencia.
Mi propia mente se ha puesto en mi contra, destruyendo mi autoestima, empujándome al abismo.
Y sé que un día logrará tirarme por completo.
Me recordarán como la triste chica que no pudo consigo misma.
Moriré, estoy segura.
Sarah terminó de escribir con su desgastada pluma y volvió a meterla en el cajón, tan descuidadamente que no se preocupó de que ésta manchara los otros papeles importantes.
Releyó su propia carta dos veces, fijándose en el último detalle.
Al final, rompió en llanto, dejando que sus lágrimas cayeran sobre el papel, mojándolo.
Ella comprendía que ya no soportaba más la desolación, y aunque fuera cobarde, sería la única manera de no sentir más.
Sin moverse de su escritorio, de otro cajón sacó un sobre y otra pluma, garabateó una dirección y metió su carta doblada dentro del sobre.
Sollozando, sacó su auto y condujo unos minutos hasta en correo. Puso un par de estampillas y lo envió. Ya no había vuelta a atrás.
Volvió a su casa y se sentó en su sillón favorito, no sin antes tomar su copa de vino y llenarla hasta el tope.
Ella había sido una niña con sueños y esperanzas. Y la vida había matado todo para ella.
Así se durmió, sosteniendo su copa a medio tomar, derramando lo que quedaba sobre la alfombra color caqui, pensando en la vida
y como la había defraudado.
Del escritorio de Sarah Copler - Fanfics de Harry Potter
Oscurecida en el odio y la venganza. Muerta de deseo y viva de compasión. Sucia. Sucia. Del escritorio de Sarah Copler Del escritorio de Sarah Copler
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2024-11-09
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