No podíacreer que al final hubiera tenido el coraje de entrar allí, en aquel sitio tansombrío tan lleno de penuria y mugre. El aire olía a putrefacción y elsentimiento de desesperanza volaba por todos los recovecos del lugar. Losgritos de los presos taladraban los oídos de todo el que visitara el lugarprovocando escalofríos. Así era Azkabany allí estaba su amor, encerrado de forma injusta porque ellos nunca quisieroneso, porque todo fue por culpa del estatus social, por la sangre limpia, por un rango que ellos consideraban casi divino yque desde un principio solo les trajo problemas.
Su familia estaba rota, el estatus de los Malfoy había caído en picado, yanadie creía en ellos. Pasaron de ser una de las familias más poderosas a una delas peores consideradas de todos los años. Y todo por seguir a un chiflado, aun medio-hombre que los llevaría a la gloria y lo único que había conseguidoera degradarlos hasta el infierno.
Y su maridoestaba pasando ese infierno solo y Narcisa no podía aguantarlo más, por eso seencontraba allí, andando escoltada por dos asquerosos dementores hasta la celdade su esposo, hasta su querido Lucius. Habían pasado meses y ella no tuvo elcoraje de ir a visitarlo hasta que Draco, su querido hijo, la convenció de quefuera a verlo.
Losdementores señalaron una puerta de rejas desvenjecidas y oxidadas que estaba ala derecha. Narcisa se acercó temerosa pero no vio nada en su interior. Dirigiósu mirada hacia una de las sombras negras de su espalda para decirle que allíno había nada, pero se arrepintió de hacerlo. Aquel ser era abominable. El de su izquierda alzó la roñosa mano y lapuerta desapareció. Narcisa inspiró hondo mareándose un poco por el hediondoolor y entró para encontrarse un bulto en una de las esquinas de la celda.
¿Lucius? preguntó cohibida.
El serencogido inmediatamente levantó su cara y clavó sus ojos en el rostro de sumujer. Se arrastró poco a poco como hipnotizado por su presencia. Narcisacuando lo tuvo cerca de agachó y Lucius le acarició la cara con dulzuramanchándola con la mugre de sus manos. Su mujer lo observó con los ojosllorosos llenos de pena, su marido ya no poseía ese porte de galán que lo caracterizaba,no quedaba en él orgullo ni altanería; su pelo, antes del color del sol, ahoraera estropajoso y del color de la paja; y esa suciedad que lo cubría entero;pero aun así, debajo de todo eso, sus ojos seguían siendo de un azul perfecto.
Lucius abrazó a su mujer con fuerza. SeriesLista.com - Programas de TV, Series, Guía de episodios.
¿Qué hacesen este horrible lugar? preguntó con la voz ida, como si hubiese pasado todosesos meses en Azkaban sin hablar yahora le costase a horrores pronunciar aquellas pocas palabras.
Tenía queverte. Tenía que sentirte. Yo sola no puedo sacar a la familia adelante,Lucius.
Narcisahabía tomado la responsabilidad de sacar a flote a la familia, de volver a suantiguo estatus. Ese fue el último deseo que el rubio le pidió a ella, antes deque los dementores lo llevaran a rastras hasta la cárcel mágica.
Te necesitoa ti.
Malfoy tomóel rostro de su mujer entre sus manos y la besó fervientemente. Hacía meses queno tenía contacto físico con nadie y mucho más que a ella no la tocaba comoahora. Desde que el Señor Tenebroso renació ellos nada más que tuvierondiscusiones. Intensificó sus besos y comenzó a recorrer ese cuello de cisne quetenía su mujer. No les importaba que hubiera dos guardianes repugnantes en lapuerta, no les importaba que los presos aullaran al verlos, solo les importabanellos dos y sus caricias y sus besos.
Narcisarompió con fuerza la mugrienta camisa carcelaria de su marido y comenzó a besary lamer su torso. Ella limpiaría ese sufrimiento, ella lo haría feliz aunquefuera por unos minutos. Lucius, con una fuerza sacada desde el fondo de sucorazón, la cogió por la cintura y la postró encima de él. Narcisa lo notó,notó como la quería más y más y comenzó a moverse frenéticamente. Los besos losdejaban sin respiración pero la necesidad de sentir al otro era superior.Lucius acabó apresándola entre la pared y su cuerpo y Narcisa se encontraba enel éxtasis total.
Allí bajo los ojos de miles de desconocidos consumieron su amor como hacíatiempo que no lo hacían.
***
Narcisasalió del lugar hecha un asco: la ropa la tenía rasgada por la fuerza de sumarido, la mugre la cubría al igual que él, el pelo despeinado por el frenesí yvarios moratones en el cuello y en varias partes de su cuerpo por el ansia decomerse el uno al otro; pero todo enmarcado con una sonrisa en sus labios. Yafaltaba poco para que Lucius saliera de Azkaban y volver a ser una familia,pero ella sabía que una experiencia así no volvería a encontrarla de nuevo.
Deseo entre rejas - Potterfics, tu versión de la historia
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2024-12-23
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