El lado sexy de Ginny Weasley - Potterfics, tu versión de la historia

 

 

 

Harrysusurró una palabrota cuando se golpeó el dedo pequeño del pie con la pata dela cama de Ron. El pelirrojo soltó un ronquido profundo y siguió como si nada.Caminó, dormido y medio a ciegas, por la habitación que conocía de memoriasorteando cosas desparramadas por el piso. Sentía la presión en su vegija ysalió escaleras abajo.

Elbaño estaba en el piso de abajo perocuando llegó a la puerta se encontró con algo que le hizo olvidar todas lasnecesidades corporales, salvo una y bastante vergonzosa.

Ginnyestaba frente al espejo, pero no era ese el problema. Su pijama no eraespecialmente provocativo, solo unos pantaloncillos y una camiseta de losChudley Cannons, seguramente alguna antigua camiseta de Ron porque era demasiadopequeña como para que su amigo la hubiese usado en los últimos cuatroaños, pero la posición, reclinada sobreel lavamanos para mirar con más detenimiento el espejo, hacía que se marcaraperfectamente la curva de su baja espalda y el precioso trasero que, en lo queiba del verano, había estado luchando por no mirar.

 

Laobservo pasarse una crema translucida sobre su naricita pecosa y el resto de surostro, cuello y bajando solo un poco, para su mala o buena suerte, al escote.

Di algo, di que estas aquí.

Estabaal borde de delatarse, de que notara su presencia y cerrara la puerta, justocuando tomó otro pote distinto y comenzó a pasarlo en sus piernas, muslos...Maldita sea, un poco más y se le cae la baba.

Latranquilidad y la suavidad con la que Ginny se acariciaba la piel loestremeció, el pensamiento poco fraternal de las cosas que podrían hacer esasmanos pequeñas y blancas le perforó el cerebro.

Siguióobservando, espiando, embelesado sin siquiera darse cuenta que Ginny había guardadotodo y caminaba acercándose a él por el pasillo.

-Oh,Harry- comentó sobresaltada al chocárselo, el sobresalto dio paso a una mirada perspicaz- ¿me estabas espiando?

-No,yo...Hum... Casualmente...Eso- tartamudeó como un idiota, Ginny sonrió confingida inocencia.

-Megusta tener la piel suave ¿sabes? y mis hermanos se pondrían a jugar con miscremas y no me apetece porque es difícil para mamá comprarme un par de ellas,¿será nuestro secreto verdad? ¿Me delataras?- Harry suspiró aliviado, Ginnyhabía dado, intencionalmente, vuelta la situación.

-Nuncate delataría.

-Lapróxima avisa, hay algunas partes a las que no alcanzo y podrías ayudarme tú. Buenas noches.

Laobservó ir a su cuarto y cerrar la puerta. Genial, tendría que bajarse loscalzoncillos y no precisamente para orinar.

**

Eraimposible.

Era científicamente imposible que un uniforme de colegio se viera tan sensual sinser alterado. Pero ella no le había hecho alteración alguna, no estabaespecialmente abierto en la camisa, no se traslucía la ropa interior, no habíauna falda excesivamente corta...nada. Nada salvo un cuerpo demasiado tentador.

Yno era el único que lo notaba.

Cualquieralma masculina y heterosexual estaba prendado de aquella falda que secontoneaba naturalmente.

.¿Puedosentarme?- Ginny lo observó esperando su aprobación.

-¿Note sientas con Dean?- preguntó con amargura poco disimulada.

-Laúltima persona que me apetece ver ahora es a Dean, en realidad es la últimapersona que quiero ver en mi vida- se sentó juntó a él, agradeció que por ungrupo de inquietas niñas de segundo Ginny se sentó tan cerca que sus rodillasse tocaban.

 

-¿Noestas feliz con él?- Esa noticia lo alegraba y lo entristecía, egoístamente loalegraba que Ginny y Dean no estuviesen bien pero cualquier cosa que pudieselastimar a Ginny lo entristecía y sería capaz de ayudarla en su relación conDean solo para verla feliz.

-No,quiero decir si, o no... ¿puedo contarte algo?- Harry asintió- Pero no se lodigas a nadie, especialmente a Ron. Harry, ¿tu crees que soy linda? Atractiva-intentó esperar un número decente de minutos antes de asentir- ¿deseable?

-¿Condeseable te refieres a...?

-Harry,se que todos los chicos de sexto y séptimo me quieren como trofeo de cama-carraspeó incómodo, sintiéndose por un momento incluido en ese grupo- y Dean noes la excepción. Él quiere.

-Espera,¿él te esta obligando? Si es así yo podría...- partirle la cara- hablar con él, no eres ninguna...quiero decir,debe respetarte.

-Harryyo nunca tuve sexo con Dean, ni con él ni con nadie- ¿como había llegado a estepunto de conversación? estaba demasiado alterado y gratamente sorprendido porese dato.

-Esoes muy bueno- estúpido- me refiero aque no dejes que te presionen para...bueno, tu sabes.

-Deanes un gran chico, es caballero y buena persona, un gran amigo- Había perdido elapetito- pero ese es el problema, es un gran amigo. Un par de besos va bien,pero cuando quiere algo más lo detengo. No siento deseo, ni por él ni porninguno de los chicos que se me han acercado. Tengo miedo.

-¿Miedode...?- Ginny suspiró y se recargó levemente en él, acelerándole el corazón.

-Deno tener nunca esos sentimientos, tengo quince y soy la más absolutamentevirgen de mis compañeras. ¿Y si muero virgen?- Harry soltó una risita ronca.

-Nohas encontrado al hombre adecuado- Yoquiero. Yo podría. Era suficientemente Potter para tener la arrogancia depensar eso. Harry rozó sus rodillas,haciéndola dar un respingo . -Ves, no eres de hielo, de hecho te veo bastantesonrojada- Oh,oh. Sangre merodeadoraa la vista.

-Túsiempre me has generado esas reacciones, ¿niña fan del elegido, lo olvidas?Quizás debería meterme en tu cama y ya- Harry la miró fijamente, laconversación se estaba yendo a terreno demasiado peligroso. -Es una broma,nunca te acostarías con la hermana de tu mejor amigo ¿verdad? No sientes esas cosas por mi- la voz de Ginny sehabía vuelto extrañamente sedosa, seductora- Hablando claro, no te subo latemperatura ¿o sí?- la mano de Ginny, sin querer esperaba, tocó su brazo. ¿Eraposible que ese simple y estúpido roce le erizara todo el cuerpo?

-¿Puedencreer que el torpe de Cormac irá con Hermione a...?- Ron llegó y los miró concuriosidad- ¿Qué hacían?

-Charlábamos-comentó Ginny distraídamente.

-¿Dequé? Parece que salieron de un horno.

-Oh,no importa, sabes como somos de pasionalescon el Quidditch, especialmente porque tenemos que patearle el trasero a esas viboritascreídas de Slytherin ¿No es así Harry? - asintió, incapaz de hablar- En fin, silos demás no pueden hacer la jugada, tendré que arreglármelas solita.

Yla mirada, con esos ojos chocolate, le dejo muy en claro que no hablaba de nadarelacionado con el Quidditch. ¿Cómo esque de repente hacían cuarenta grados?

 

***

-Esnuestra primera cita- murmuró Ginny con una sonrisa. -Una gran primera cita.

-Gin,ni siquiera fuimos a Hogsmade solo te traje a mi cuarto, en el buen sentido-aclaró, Ginny sonrió divertida. Harry había estado bastante tenso con arruinarla primera cita y, para el enojo de Ron, habían decidido no ir, solo quedarsejuntos en el castillo. No había nadie mayor de tercero y tenían el cuarto paraellos solos.

-¿Paraqué querríamos una torpe e incómoda cita? Vamos a quedarnos aquí, voy abesarte, me dirás que estas prendado de mi, porque lo estás ¿no?- le delineó elpuente de la nariz, mientras Harry asentía sonriendo embelesado- charlaremos yme acariciarás mucho. ¿Te agrada el plan?

-Elmejor plan de mi vida- la pelirroja soltó una risotada cuando él la abrazo parabesarla. Calefactor electrico

-Creíque tú eras el tímido de la relación, pero estas aprovechándote de una niñainocente en tus aposcentos del colegio- el ojiverde acarició el cabello rojo yla besó en la frente, ninguna otra mujer le generaba ese magnetismo queríatener contacto con ella, sea cual sea.

-¿ytú eres la inocente niña?- asintió con su carita de no haber roto nunca unplato. -No te creo.

-Hacesbien- Al demonio con la charla. Quería besarla por cada segundo de su vida,Ginny funcionaba en efecto domino, unpequeño beso desencadenaba más y más necesidad de ella. Sintió su pequeña lenguajuguetear, sus manos entrelazarse entre el pelo encrespado de la nuca y suscurvitas pegadas al él, era enloquecedor. Tropezaron con la cama y cayeronsobre ella. Soltaron una risita tonta. -¿Qué estas mirando?- preguntódivertida, su sweater se había desacomodado con el ajetreo y Harry estabamirándo su escote.

-Tuspecas, son preciosas.

-¿Pecas?Cariño, creo que solo acertaste las vocales.

-Enrealidad, estaba mirando las pecas que casualemente estan en tu escote. -suspiróy le dio un beso casto.

-Tengomuchas pecas, es una suerte que te gusten, hay por todas partes- murmurósonriendo- ¿quieres ver un poco más?- ofreció. Harry sonrió embobado, mientrasella se quitaba el sweater quedando ante sus ojos con una simple camisetainterior blanca. Los breteles finos dejaban a la vista las pecas que sedesperramaban por su pecho y sus hombros -Podrás besarlas con unacondición...quítate la camiseta- se recargó en sus codos para mirarlo. Elcabello pelirrojo enmarcaba su cuerpo, acompañado con la manta roja de la cama,era una pequeña y seductora llama. Ginny era fuego puro. Fuego que ansiaba loconsumiera.

Sequitó la camiseta sin pensarlo, ignorando la leve vergüenza, quería besar cada una de esas pecas aunque lellevara un siglo.

-Esoes, no veía la hora de verte sin algo de ropa- Harry alzó las cejas gratamentesorprendido. - Tengo vistazos tuyos pero quería tenerte así para mí- deslizó sus dedos por su pecho,dándole un escalofrío en la espina dorsal. Sintió su sangre dirigirse a unpunto en particular cuando se percató algo, sin la protección del sweater ysolo con su fina camiseta algo de Ginny...La pelirroja notó como los ojosverdes se oscurecian, siguió la mirada hasta sus pezones marcados en la tela-Vaya,parece que mi boca no es la única que clama por un poquitín de tu atención.

Maldita sea. Le había quedado chico elpantalón.

 

***

Harrydejó que lo arrastrara hasta un rincón alejado del quinto piso, entrando alarmario detrás de una estatua fea. Loacercó a ella sin decir una palabra y lo besó con profundidad, con pasión,rodeándolo con sus brazos y sus piernas. La apoyo contra la pared para ahondarel beso. No entendía que estaba sucediendo pero la manera en que la pelirrojase envolvía a su alrededor le hacía olvidar cualquier pregunta que quisiesehacer.

-Escapéde Hermione y sus libros, los exámenes son un asco, quiero estar contigo, tenecesito.

Sesepararon un segundo para recobrar el aire antes de que ella le mordiera ellabio inferior, jalándolo suavemente. Leoncita.Solo necesitaba un par de besos enloquecedores de Ginny para que su ereccióndespertara, había tenido más erecciones en las semanas de relación con Ginnyque en toda su vida.

-Hazmetuya- ronroneó. La mejor satisfacción y logro que tenía era haber hecho mujer aesta niña juguetona. -Aquí y ahora.

Noeran súplicas, Ginny no pedía, no rogaba ni suplicaba, ella ordenaba. Y si lohacía era porque sabía que solo necesitaba mirarlo para que a él le temblaranlas rodillas.

Erademasiado arriesgado, demasiado irresponsable, demasiado obsceno, pero no podíanegarse, no cuando su mujercita se rozaba de esa manera contra él y su zona másnecesitada.

-Harry-un gemido y todo el mundo se fue al infierno. Haría cualquier cosa en el mundocon tal de seguir escuchando el sonido glorioso de su nombre envuelto por elorgasmo de la persona que más amaba y deseaba en el mundo.

****

Harryse relajó bajo el agua caliente. Las duchas del vestuario eran un asco,pequeñas, incómodas y normalmente atestadas de jugadores sudorosos, pero siendoel capitán podía quedarse hasta después de hora y ducharse a lo último,tranquilo y aprovechando la presión del agua sin el resto de las duchasabiertas.

Maldijocuando se escucharon unos ruidos, ¿es qué no podían dejarlo en paz?

-Peakesya te dije que no voy a ayudarte con las jugadas hoy- gritó enfadado.

-Nosoy Peakes, pero si quieres me voy y lo llamo- dio un respingo cuando la voz deGinny se oyó detrás de la puerta.

-¿Quedem...?- la pelirroja se metió sin pedir permiso, y delante de él se quito eluniforme que se empapaba. -Gin, ¿qué haces?- la detuvo cuando iba adesprenderse el sostén.

-Quieroducharme después del juego...¿esta mal ahorrar agua?- el ojiverde soltó unarisotada sin poder evitarlo.

-Déjamehacer eso- llevó sus manos a la espalda para desabrochar esa pieza de ropa quecayó entre ellos.

-¿Sabes?Mi compañera de cuarto se unta una cosa rara que le hace los senos más grandes-se miró a si misma- son algo pequeños, pero me gustan así- Harry los cubrió consus manos.

-Ami también, me encantan- la pelirrojaarrugó la nariz al sonreír, no era vergonzosa ni desconfiada, con él y solo conél se entregaba sin reparos y era la mujer más atrevida que él hubieseconocido.

-Esuna suerte porque eres el único que va a disfrutar con ellos- la besó, jugandocon ese labio rosado y carnoso que tanto le gustaba. -Ya que hablamos de tamaños...notengo ni una sola queja.

***

Enese momento supo con toda certeza que quería amanecer así cada día de su vida.Habían cumplido un mesversario, los chicos se habían burlado hasta el cansanciode él, pero él y Ginny habían decisidido hacer algo especial. Sabían que laguerra se aproximaban y la pelirroja, leyendo su mente, le había dicho quetenían que aprovechar cada segundo.

Yahí estaban, Domingo por la mañana en las tres escobas. Harry no solía usar elmapa del merodeador para nada que pudiese considerarse egoísta, pero huír deHogwarts para pasar con la única persona que lo amaba una noche especial, valíala pena. Además, no se habían salteado ninguna clase, podría considerarse comouna salida adelantada a Hogsmade.

Ginnyestaba comiendo sus tostadas con total comodidad, desnuda y sin ningún pudorsobre la cama.

-¿Ocurrealgo? Me miras como si fuese la última porción de tarta- Harry se acerco a besarlela espalda, si ella durante un segundo pudiese verse con la devoción y lafascinación que él sentía al verla no volvería a dudar jamás de si misma.

-Ereshermosa.

-Losé- rió- quiero decir, se que me ves hermosa.

-Soyun idiota con demasiada suerte.

-Bueno,podrías hacer algo para merecer tu suerte, creo que merezco un regalito porhaber sido tan buena novia ¿no crees? Siempre malcriandote- corrió la bandejadel desayuno, el chocolate y el esmeralda se conectaron- ¿lo harías?

-¿Quétipo de regalo?- por donde sea que fuera, le encantaba lo que iba a pasar.

-Pues,¿no te haces una idea?- deslizó sus dedos por su vientre- Te falta una partedel desayuno- Y la pequeña ninfafrente a él le guiñó el ojo con todo el descaro y picardía que era capaz.


Son un conjunto de drabbles sexys de Harry & Ginny, si les interesa, también tengo "El lado sexy de Lily Evans" disponible en mis historias publicadas<3

El lado sexy de Ginny Weasley - Potterfics, tu versión de la historia

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Harrysusurró una palabrota cuando se golpeó el dedo pequeño del pie con la pata dela cama de Ron. El pelirrojo soltó un ronquido profundo y siguió como si

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2024-09-23

 

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