El mejor cumpleaños de Harry - Fanfics de Harry Potter

 

 

 

Otro día como cualquiera de verano en Privet Drive, Harry se encontraba recostado, leyendo sus libros para pasar el rato, se asomó a la ventana para despejarse un poco y divisó en el horizonte una mancha blanca que se acercaba cada vez más, era Hedwing, había pasado dos días fuera cazando, al llegar notó que llevaba una carta para él.
Pero si todavía falta una semana para mi cumpleaños, ¿de quién será? - pensó Harry.
Se acercó al ave y le quitó la carta, no sin antes saludarla, ya la extrañaba.
- Hola Hedwing, ¿qué tal la caza?, ¿de quién es la carta, eh?
El ave ululó feliz de verle. Se dispuso a leer la carta, era de Hermione. Al notarlo su corazón se aceleró, se emocionó.
¿Qué querrá?, ¿le habrá pasado algo?, ¿Por qué me siento tan nervioso?

Querido Harry:
Te escribo esperando que estés bien, ¿Qué tal tu verano con los Dursley, han sido pesados contigo?, espero que no. Bueno de todas formas ojalá te alegres con mi petición, he hablado con mis padres y les conté como te tratan tus tíos, ellos se enojaron un poco y me dijeron que porque no te invitaba con nosotros a pasar el resto del verano. ¿Qué te parece? Espero y digas que si, mándame la respuesta con Hedwing o si te dejan llámame a mi casa para ponernos de acuerdo (por si no lo tienes también te apunté el número 555-07-98).
Ah, casi lo olvidaba todavía nos queda más de un mes de vacaciones y mis padres tendrán que salir de viaje dentro de unos días y no volverán hasta tres días antes de que regresemos a Hogwarts; espero y no te incomode quedarte conmigo en casa, ten eso en cuenta. (Jajaja)
Por favor necesitas despejarte un poco y necesitas hablar y que mejor que con alguien de confianza.
Te mando besos y abrazos,
Hermione.

Harry terminó de leer la carta y se sorprendió de imaginarse con ella sólo en su casa, sin padres. Pero que estoy pensando, yo con Hermione, pero ella es mi amiga.
- Ok, Hermione, gracias, este va a ser un verano interesante y
diferente - dijo para sí mismo ya que estaba solo.
Bajó a la sala; como Vernon estaba en el trabajo y Dudley había salido, seguramente con el fin de golpear a alguien pequeño, como era su costumbre; encontró a Tía Petunia sentada en la sala viendo la tele.
- Hola, Tía Petunia.
- Que quieres - contestó con un tono molesto.
- Podría usar el teléfono.
- Para que, no creo que existan líneas telefónicas en tu mundo, o me equivoco.
- No en el mundo mágico no necesitamos el teléfono, lo que pasa es que una compañera de mi escuela
ehm
sus padres son gente
normal y me han invitado a pasar el resto de las vacaciones con ellos.
- A ti, y ¿saben cómo eres?
- Pues sí, su hija es igual que yo. Por favor, si me dejas usarlo es muy probable que en menos de dos días me vaya de tu casa.
- Esta bien, pero no te tardes.
Se dirigió a tomar el teléfono, marcó el número de Hermione, no sabía porque pero no necesitaba el número que ella le había mandado, él se lo sabía de memoria, y eso que nunca le había hablado.
- Sí, bueno.
- Ehm
Hola, buenas tardes, se encuentra Hermione.
- Si, ¿quién le llama?
- Harry Potter, un compañero del colegio.
- Ah, sí permíteme. - Hermione, tienes llamada, es tu amigo Harry.
- Si ya voy -. Alcanzó a escuchar la voz de ella y se puso un poco nervioso.
- Hola Harry, ¿Cómo estás?
- Muy bien, ¿y tú?
- Bien, ansiosa por la carta que te mandé. Y bien, ¿vendrás?
- Si de hecho por eso te llamo, cómo llego a tu casa, no puedo aparecerme aún no cumplo los diecisiete y si tomo el tren temo que me perderé en medio de la ciudad.
- Jajaja, no seas tan drástico. Tú no puedes aparecerte, por ti mismo, pero junto con alguien mayor si, así que qué te parece si nos vemos mañana por la mañana en el parque cerca de tú casa, ahí te espero yo y nos aparecemos en mi casa.
- Wow, tienes todo perfectamente planeado, que raro, ¿verdad?, Jajaja. Ok. Oye una pregunta, ¿a tus padres no les molesta que estemos en su casa, sin ellos presentes?
- No, claro que no, ellos saben que tú y yo somos muy buenos amigos, además me tienen mucha confianza, saben que soy muy madura para saber qué tipo de decisiones tomo.
- Ok, señorita madura, entonces nos vemos mañana a las 6:00 am.
- Este bien, a las 6:00 am en el parque. Te juro que no voy a poder dormir de la emoción.
- Uy, que me dejas a mí. Estoy ansioso por dejar Privet Drive. Hasta mañana.
- Hasta mañana.
Colgó el teléfono, no recordaba cuando fue la última vez que se sintió tan feliz. Mañana vería a Hermione y pasaría más de una mes sólo con ella. Una voz le sacó de sus pensamientos.
- Entonces, cuando te vas- le dijo Petunia.
- Mañana muy temprano, así que si ya no te veo, adiós. Iré a recoger mis cosas, no tengo hambre no bajaré para la cena.
- Bien, adiós; yo le diré a Vernon y a Dudley que te vas mañana.
- No creo que les importe, pero como gustes.
Se retiro a su cuarto, en sólo dos semanas tenía todo tirado alrededor del cuarto. Se pasó toda la tarde recogiendo sus cosas y pensando.
En dos semanas podré hacer mi examen de aparición, en dos semanas será mi cumpleaños, en dos semanas estaré sólo, con Hermione en su casa. Solos. Ella y yo. Pero, porque pienso en eso, ella es mi amiga, mi amiga, pero y si pudiéramos ser algo mas, ella es muy bonita, guapa, agradable, con ella me llevo tan bien, sin presiones, no le importa que sea El-Niño-Que-Vivió, o el que ha hecho tantas cosas, me conoce tal cual soy. Y si cuando estemos solos intento algo, pero solos, de seguro invitó también a Ron, aunque ella no mencionó que lo hubiera invitado
Con esos pensamientos se fue a dormir, aunque lo intentó no logró conciliar el sueño, mañana sería un gran día.
A las 5:30 am se despertó, ya tenía sus cosas listas así que se fue a bañar, se vistió con lo que le parecía se veía muy bien. Traía el cabello corto así que no batalló en peinarlo. Cargo con sus cosas, dejo salir a Hedwing y le dijo que lo esperara en casa de Hermione, salió de su cuarto sin hacer ruido, bajo las escaleras lo más rápido que pudo para que nadie se diera cuenta que estaba saliendo, abrió la puerta y salió a la calle, aun estaba oscuro, caminó hacia el norte por Privet Drive hasta llegar a Wisteria Walk donde volteó a la izquierda y luego a la derecha al llegar a Magnolia Road hasta la entrada del parque, bajó sus cosas y divisó en los columpios a Hermione que ya había notado su presencia y se dirigía a él.
- Vaya, puntual, que raro- le dijo Hermione al tiempo que lo saludaba con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo que lo hizo estremecerse.
- Si casi no pude dormir y me levante temprano - contestó el respondiendo con la misma efusividad al beso y al abrazo, y tal vez fue imaginación suya pero ella se puso nerviosa.
- Bueno aprovechemos que aun esta oscuro, para irnos.
Pero Harry se había quedado anonadado con Hermione, ella llevaba puestos unos jeans muy ajustados, una blusa que hacía notar que hace tiempo había dejado de ser una niña, resaltaba su figura torneada, el cabello lo llevaba semi-recogido, de hecho llevaba un atuendo muy sencillo pero en ella parecía no existir otro mejor.
- Si lo intentaré- pensó en voz alta.
- Harry, Harry, me escuchas. ¿Qué te pasa?
- Eh, si, nos vamos- dijo Harry tratando de disimular, esperando que no lo hubiera escuchado.
- Abrázame - le dijo ella.
- ¿QUÉÉÉÉ?, ¿Para qué? - contestó el alarmado.
- Harry que te pasa, pues para que podamos aparecernos en mi casa.
- Ah, cierto, aparecernos. Está bien.
La abrazó intentado quedar un poco separado de ella, no quería que notara su nerviosismo, pero ella se apretó mas hacía el, extrañamente ella también se sentía nerviosa.
Hermione, tranquila, es Harry, por Dios es Harry, tu amigo, sólo tu amigo, deja de tener esos pensamientos, se ordenó a sí misma. Por mera coincidencia ella también había estado pensando en un posible futuro con Harry.
Ella parecía muy incómoda ante tal situación, se concentró en aparecerse en su casa y para sorpresa de ambos aparecieron en el cuarto de ella, al pie de su cama. Sin querer se había concentrado en su cuarto.
Harry se sintió mareado, al sentir tocar el suelo se encontró con los ojos de Hermione, estaba con ella, entre sus brazos, ella lo miró a los ojos y no sabía si era su imaginación pero había algo especial en su mirada, algo le decía que ella también sentía lo mismo que él. Algo le decía que esas vacaciones serían las mejores de su vida.
- Llegamos, pero que extraño te juro que me concentré en la sala de mi casa no en mi habitación - dijo ella nerviosa - Como sea debemos bajar, no queremos que mis padres se alarmen cuando recién llegas, ¿verdad?
- Si, por supuesto. Bajemos y después me muestras la casa.
Bajaron a la cocina, Hermione preparó café para los dos, Crookshanks despertó y saltó hacia Harry dándole a entender que estaba feliz de verlo y estuvieron platicando hasta que amaneció. Se oyeron pasos en las escaleras.
- Debe ser mi madre, se levanta siempre primero.
- Buenos días - dijo la señora.
Al parecer de Harry la señora era la elegancia andando, muy sutil, y a pesar de acabar de levantarse, se veía muy guapa. Ya sé de donde lo sacó Hermione, pensó él.
- Ah, tú debes ser Harry, mucho gusto, Hermione nos ha contado mucho sobre ti, disculpa las fachas pero creí que llegando se irían a dormir - dijo al tiempo que lo saludaba con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo.
- El gusto es mío, no se preocupe igual se ve muy guapa señora y si nos íbamos a dormir pero nos hemos quedado platicando - dijo él, mientras la señora saludaba a su hija.
- Bueno será mejor que prepare el desayuno antes de que mi esposo y yo nos vayamos al consultorio, hija por favor muéstrale su habitación a Harry.
- Claro mamá, iré a mostrársela y después bajamos para desayunar - contestó Hermione.
Subieron y Hermione la enseñó a Harry su cuarto, que de casualidad estaba enfrente del de ella. Ella le ayudo a guardar sus cosas. Bajaron a desayunar y terminando los padres de Hermione se fueron, ellos se quedaron levantando la cocina y se fueron a arreglar para después ir a pasear, como la casa de Hermione quedaba cerca de un centro comercial decidieron ir a comprar ropa, dulces y a despejarse un poco.
Ya en el centro comercial fueron a una tienda de ropa donde ambos compraron prendas para el día en que Harry cumpliera años, según Hermione ya tenía todo preparado para ese día.
Después fueron a comer y empezaron a platicar, pero una duda rondaba la mente de Harry y aprovechó para preguntarle.
- Hermione, te puedo preguntar algo.
- Sí, claro ¿qué pasa Harry?
- Ehm
¿porque sólo me invitaste a mí, digo no me molesta ni nada pero, bueno, Ron también es tu amigo, de hecho creo que algo más, no?
- Bien, creí que te ibas a tardar en preguntar, si Ron también es mi amigo, pero él no necesita mi ayuda, tú tenías que salir de Privet Drive o de seguro encerrado te ibas a volver loco, y respecto de que Ron es para mí algo mas, pues la verdad es que así
fue. Lo del año pasado fue un total y rotundo error yo no debí haber andado con él, no porque sea una mala persona ni nada por el estilo es sólo que cuando andábamos teníamos más problemas que cuando solo éramos amigos, el es una persona muy desordenada y desinteresada en las cosas importantes. Estuve pensando mucho y caí en la cuenta que yo necesito alguien más responsable, y si te soy sincera aun cuando sólo éramos amigos siempre sentí que me llevo mejor contigo que con él. Tú eres más
mas
no sé cómo explicarlo en verdad. Ron y yo ya hablamos y aclaramos las cosas, acordamos seguir como amigos y olvidar, si es posible, lo que pasó el año pasado. Así que, ¿aclaradas tus dudas?
Harry seguía con interés cada una de las palabras de Hermione sobre todo en la parte del error con Ron, al parecer si tenía oportunidades y no una sino varias, si algo le hubiera impedido intentar algo con ella sería Ron y como lo había explicado Hermione el rompimiento había sido de mutuo acuerdo.
- Si y disculpa la pregunta pero la duda me estaba matando.
- No, no te disculpes, como mi amigo tienes todo el derecho a preguntar. Además yo también te quiero preguntar algo, ¿qué pasó contigo y Ginny o era Cho? Jajaja con eso de que eres todo un rompecorazones ya no se sabe quien será tu próxima víctima.
- Muy graciosa, primero con Ginny terminé antes del fin de cursos, no te niego que fueron buenos los momentos que pase con ella pero no creo haber estado enamorado en verdad de ella, así que se lo explique y acordamos, al igual que tu y Ron, seguir como amigos. Y segundo lo de Cho ya paso hace tiempo además ella ya salió de la escuela y este último año si dos veces hablamos fueron muchas.
Para sorpresa de Hermione se encontraba más feliz que nunca parecía como si le acabaran de decir que se había sacado la lotería, no solo había aclarado lo de Ginny sino también lo de Cho, y si intentaba algo con el ya no se sentiría tan mal, como si estuviera traicionando a alguien. De pronto estaba esbozando una gran sonrisa. Gesto que hizo que Harry se preguntará que estaba pensando.
- Hermione, estas bien, de pronto de quedaste como ida.
- Eh, no es nada, es sólo, nah, nada no me hagas caso.
- Así que, qué haremos para tu cumpleaños, yo ya tengo todo el día planeado, pero tal vez tu tengas algo en mente.
- No, de hecho no he pensado nada, nunca lo celebro con nadie, pero soy materia dispuesta, creo que este año me toca celebrarlo a tu modo. ¿Qué tienes planeado?
- Pues, no es complicado, pero, bueno, primero ese día te voy a preparar el desayuno, digo no cocino la gran cosa pero un desayuno decente si lo sé hacer, luego vamos a ir a pasear a la playa de Dover, así que hay que ir a comprar unos trajes de baño para los dos. Después regresamos a la casa a comer, pero como ya te dije que no se cocinar, pues pediremos pizza, nos arreglamos y vamos a un bar a bailar.
- ¿A bailar?, sin ofender pero ¡ESTÁS LOCA! BAILAR, no Hermione yo no bailo, yo tengo dos pies izquierdos, a menos que quieras quedar en ridículo, yo no me hago responsable, además a un bar pretendes ponerme ebrio o ¿qué?
- Tranquilo Harry, entre tanta gente no se va a notar que bailas mal, además podemos ir al bar y no necesariamente ir a beber, pero si tu quieres pues sería algo novedoso tomar una bebida, pero si tienes una mejor idea, adelante.
- Mmm, déjame pensar, haber hasta la parte de la pizza en tu casa todo iba bien,
ya se después de la pizza vemos una película en tu casa, después vamos a un restaurant a cenar, regresamos a tu casa a ahí si bailamos todo lo que quieras y como supongo que tu padre ha de tener alguna botella de vino pues nos la tomamos, ¿Qué tal creo que es mejor mi idea?, además lo del bar, sabes que tengo pánico escénico, y si bailamos en tu casa pues sólo me verías tu nadie más. ¿Qué te parece?
- Ok tu ganas, pero de que bailamos, bailamos, ¿eh?, bueno vamos a comprar los trajes de baño, supongo que no tienes, ¿verdad?
- No claro que no, cuando estoy en casa de mis tíos nunca salgo, creo que por eso estas vacaciones las voy a recordar el resto de mi vida. Y créeme no sólo por mi cumpleaños.
- ¿Por qué lo dice de esa manera, te traes algo entre manos o qué?
- Después lo sabrás, vamos por los trajes de baño. - le dijo él con un tono de voz sugestivo.
Fueron a comprar los trajes de baño y regresaron a la casa, para entonces los padres de Hermione ya habían regresado, ella se dispuso a ayudarle a su madre a preparar la cena mientras Harry platicaba con el padre de ella en la sala.
- Y, Hermione nos ha dicho que eres
huérfano. Espero que el tema no te incomode, es sólo que me da curiosidad, ¿cómo pagas todo lo que necesitas para la escuela?
- No, señor no me incomoda hablar sobre ello, mis padres murieron cuando yo tenía apenas un año, pero aun así me dejaron una herencia que hasta mis once años no sabía de su existencia, es muy cuantiosa, lo que me ha permitido llevar los gastos que he tenido y mención aparte calculo todavía tener dinero como para vivir unos años más, claro ya no será necesario ya que saliendo de la escuela me pondré a estudiar la carrera de Auror, con lo cual es muy probable que no tarde en encontrar trabajo.
- Así que tus tíos no comulgan con las ideas de un mundo mágico, ¿verdad?
- No, ellos sólo creen lo que pueden explicar con lógica y la verdad es que la magia les produce pavor, de hecho si no fuera porque el profesor Dumbledore me pide que regrese cada verano, por mi no regresaría. A pesar de que me dieron hospedaje en su casa no los siento como mi verdadera familia, aun así les agradezco ya que si no fuera por ellos yo habría ido a dar a un orfanato. Y ¿ustedes como hicieron para aceptar, pues, bueno, el hecho de que su única hija fuera una bruja?, supongo que fue difícil.
- Si, al principio, veras cuando niña siempre supimos que había algo especial en Hermione, mas creíamos que como era nuestra única hija eso nos cegaba, después en el verano en que cumplió 11 años y recibimos la visita de la profesora McGonagall pensamos que se trataba de una broma, pero ella nos explico y pues no nos quedo más que aceptarlo y como ella así lo decidió acordamos enviarla a Hogwarts y tratar de entenderla y ayudarla en lo posible, claro está que pues nosotros no sabemos nada acerca de su mundo. Pero ha sido muy emocionante, eso te lo aseguro.
- Si me lo imagino y permítame agradecerle el que haya permitido que pase las vacaciones en su casa, con Hermione a pesar de que no van a estar ustedes y la aseguro que yo respeto mucho a si hija como su casa, gracias por confiar en mí como para invitarme.
- Tranquilo muchacho, yo se que tu respetas a mi hija y eres su mejor amigo, la verdad ni a mi esposa ni a mí nos preocupa, tenemos plena confianza en ti y en nuestra hija, consideramos que Hermione es lo suficientemente madura para saber qué es lo que le conviene y lo que ella decida sobre su vida, nosotros lo respetaremos.
El padre de Hermione le habló de una forma a Harry como si el supiera que es lo que pensaban los dos jóvenes. Por lo pronto parecía como si le estuviese dando permiso de hacer lo que ambos deseaban. Las palabras del señor de dieron tranquilidad a Harry para intentar lo que tenía en mente con Hermione.
- Chicos, la cena esta lista - anunció la señora Granger.
Los cuatro cenaron y platicaron animadamente, Harry y Hermione se la pasaron contándoles las aventuras que han hecho desde su llegada a Hogwarts. Los padres de ella en varias ocasiones los regañaron por las travesías que han pasado pero al final todos estaban muy divertidos.
Una semana después, en la mañana, Harry y Hermione se disponían a despedir a los padres de ésta; pues estaban por partir, tenían que salir de viaje a París a un Congreso de Odontología y no regresarían hasta casi un mes después, justo antes de la fecha de regreso a Hogwarts, por lo que por ese tiempo ambos estarían solos, sin supervisión de adulto alguno, lo que les garantizaba total privacidad para hacer lo que les plazca, claro los dos pensaban lo mismo pero aun ninguno se atrevía a sacar sus verdaderos sentimientos, por lo que ese tiempo a solas sería muy benéfico para ellos.
- Hija ya nos vamos, tengan cuidado, te dejamos el dinero suficiente para lo que se les pueda ofrecer y para cuando vayan a Diagon Alley a comprar lo necesario del colegio - así se despedía de ellos la mamá de Hermione - y pórtense bien, no hagan locuras - les dijo al momento en que les daba un beso y un abrazo a cada uno.
- Mi niña, cuídense mucho, nos vemos en unas semanas - se despidió su padre - ah, y no hagan destrozos en la casa.
- Ay, papá nos hablas como si fuéramos unos niños, por dios, somos demasiado grandecitos como para saber comportarnos - les dijo Hermione, un poco molesta por la manera tan curiosa de sus padres de despedirse.
- Váyanse tranquilos, señores, no se preocupen, yo les cuido a su hija - dijo Harry entre risas.
- Bueno ya nos vamos, en cuanto nos instalemos les llamamos para ver como están. Adiós.
Y así se despidieron de ellos, dejándolos ahí, solos, y con tantos pensamientos rondando sus peligrosas mentes.
Una semana después sería el cumpleaños de Harry por lo que se pusieron a buscar un restaurante apto para su cena de ese día, además de buscar una película que a los dos les gustara para ver, así como encontrar la música que ese día tan especial bailarían, por gusto de Hermione tenían preparadas sólo melodías tranquilas y románticas, lo cual a pesar de poner nervioso a Harry por ser necesario bailar demasiado juntos le satisfacía ya que eran piezas tranquilas y no ocupaba saber tantos pasos de baile para quedar como todo un experto bailarín.
El día del cumpleaños de Harry, la primera en levantarse fue Hermione, como aún era temprano bajo a preparar el desayuno, hizo café, pan tostado, unos waffles y jugo de naranja, un típico desayuno muggle. Terminando de hacer esto fue a despertar a Harry, como era costumbre de él dormía sólo con bóxers y no le ponía el seguro a la puerta, de manera que cuando entró a su habitación lo encontró acostado en la cama, semidesnudo, Hermione nunca la había visto así se quedó ahí por unos segundos contemplándolo, lo había confirmado el era todo lo que siempre había soñado, pero no por lo que se supone que representaba, sino por como él era, su forma de ser, su personalidad, su sonrisa, todo le gustaba en él y si tenía la oportunidad, se lo demostraría.
Se sentó a un lado de él y le despertó con un beso en la mejilla, muy cerca de los labios.
- Buenos días, feliz cumpleaños.
Harry se despertó sobresaltado, pero no sabía si por su cumpleaños o por el beso que le acababa de dar Hermione.
- Buenos días, gracias, quisiera despertar siempre así.
Desde hace días lo había decidido, si captaba aunque fuera una sola señal de que no le era indiferente a Hermione intentaría llevar las cosas mas allá, y cualquier indicio que él tuviera, cualquier coqueteo, por simple que fuera lo correspondería con uno aun más evidente, y así lo hizo. Cuando ella se inclinó para darle un abrazo, la atrajo hacia él, haciendo que ambos cayeran recostados, ella encima de él, quedaron tan cerca que él podía percibir el aroma de su cabello. Dos centímetros más y hubieran estado a punto de besarse, se sentía la tensión en ambos, más no la de alguna situación de peligro, era algo más humano, más pasional.
Estuvieron mirándose por unos momentos, Hermione se queda paralizada ante tales condiciones, sentía la respiración de él tan agitada como la de ella, sabía al ver los ojos de él que los mismos pensamientos pasaban por su mente, Harry le acaricio el cabello gesto ante el cual ella volvió en sí y logro articular lo que iba a decirle.
- Ehm
el desayuno
ya está
vístete y baja

- Pero qué necesidad hay de que me vista si así estoy bien, ¿o no?
- No pretenderás bajar semidesnudo, me podría muy nerviosa y no desayunaría.
- Wow, no sabía que te ponía nerviosa, está bien me visto y bajo.
Hermione se incorporó y bajo a preparar la mesa, aunque algo distraída, los momentos anteriores tenían su mente al mil por hora. Despertar siempre así, porque dijo eso, por el desayuno o por el beso; y porque hizo que cayera sobre él, que pretendía, o fue accidental, tal vez el peso le ganó y no pudo sostenerse, porque respiraba de esa manera y que le pasa porque quería bajar a desayunar en bóxers.
- Hermione ya cálmate, tranquila, va a pasar lo que tenga que pasar, no fuerces las cosas - se ordenó de inmediato.
En eso Harry bajaba las escaleras, oyó la voz de ella y supo que estaba hablando con ella misma.
- Ahora hablas sola, te está haciendo daño estar tanto tiempo conmigo. Jajaja.
- No te burles, anda ven a desayunar y si algo no sabe tan bien por favor no me lo digas, no me hagas sentir mal.
- Claro que no, además café, jugo y pan tostado, eso hasta a mi me sale bien, aparte, no dudo de tus dotes culinarias.
- Gracioso, no hilarante, pero gracioso, un par de esos chistes y puedes convertirte en comediante.
- Eh, tranquila, acuérdate que es mi cumpleaños, el día de hoy no puedes ser agresiva conmigo. Y debemos apurarnos o no disfrutaremos lo suficiente la playa, además el día de hoy es muy largo.
- Si, largo, un día muy largo. Bueno, subo, me cambio y nos vamos.
Ambos terminaron su desayuno, fueron a alistarse y bajaron para irse a la playa. Cuando llegaron a la playa, buscaron los vestidores y se pusieron sus trajes de baño. El llevaba sólo un bóxer color negro, lo que dejaba ver su torso completamente, por su parte Hermione usaba un bikini de dos piezas, la parte del brassiere tenía los cordones delgados y se amarraba por detrás, en la parte del cuello, la parte de abajo era un short corto, de hecho el traje era diminuto, por lo que Harry no tenia que esforzarse para imaginarse lo demás, recién la vio no pudo despegar los ojos de ella, era la primera vez que se fijaba, a decir verdad, tenía muy buen cuerpo y a decir de Harry necesitaba tenerla entre sus brazos para sentirse completo. Veía sus caderas, sus glúteos necesitaba perderse en ellos, su espalda, sus senos, su cabello la necesitaba. Y ese día se lo diría.
Por otra parte desde el punto de vista de Hermione, la vista no era tan mala y los pensamientos no eran diferentes, cuando lo vio no pudo evitar recordar lo sucedido en la mañana, pero ahí lo veía en todo su esplendor, su torso, su abdomen, que aunque no demostraba gran musculatura si dejaba ver un cuerpo bien formado, estético, anhelado, deseado. Ella no quería aceptarlo pero lo necesitaba, tenía que sentir su piel, besándola, queriéndola, amándola.
Cuando se volvieron a reunir los dos en la playa, se quedaron mirando unos minutos pensando en todo lo que les esperaba, aunque ninguno lo hubiera dicho aun, era evidente el entendimiento entre los dos.
- Wow, sin ofender, pero te ves muy bien, estás muy guapa, ese bikini te queda muy bien, estás
- intento seguir con sus halagos pero la mente se le había nublado, la tenia frente a él y no sabía que mas decirle, todo de ella le gustaba.
- Ya no sigas, vas hacer que me sonroje - le contesto ella, pero ya se había sonrojado, sintió la mirada de él y aun antes de que le dijese algo, ya lo había notado - tu también te vas muy bien, quien diría que tuvieras ese cuerpazo - este comentario había hecho que él también se sonrojara.
Fueron a meterse al agua, estaba caliente, por lo que el tacto con el agua fue muy placentero, estuvieron jugando un rato con el agua, nadando y divirtiéndose. Hubo un momento, en el que Hermione se tiró en la arena, cerró sus ojos y cuando los abrió se encontró con los de Harry, sin que ella lo notara fue y se puso encima de ella, sin tocarla para que ella no se diera cuenta.
- Hola, ¿qué haces?, bueno, así encima de mi - le dijo Hermione intentando ocultar sus nervios.
- ¿Te molesta? - contestó el sin quitarle los ojos de encima.
- No, pero, bueno es que me pones nerviosa, el día de hoy has actuado algo extraño. Y no sé qué pensar, eso es todo.
- Con que te pongo nerviosa, y si me acerco más - le decía al tiempo que se iba acercando a su cara, a su cuerpo.
- Harry, para, ya no te acerques o no respondo.
- Señorita Granger, ¿me está amenazando? - le dijo él, con un tono sugestivo
- No Señor Potter, pero
- no pudo terminar la frase, el se acerco más y la beso, fue algo tierno, tranquilo, tímido. Y así estuvieron por unos momentos hasta que ella se separo de él.
- ¿Porqué lo haces?
- Hermione, tengo algo que confesarte, me gustas.
Le gusto, si le gusto, lo acaba de decir, ahora voy a ver qué tan cierto es pensó ella intentando no ser tan aparente, lo que él le acababa de decir la había emocionado más de la cuenta pero no quería ser tan evidente.
- Claro, supongo que después de tus antiguas novias, yo soy la siguiente en la mira.
- No. Hermione no es así, no sólo me gustas por tu belleza, para la cual no hay palabras suficientes para describirla. Me gustas por tu manera de ser, no me había dado cuenta pero te quiero más que como amiga - contestó el aun sin dejar de verla, se inclino para besarla otra vez pero en lugar de besarla en la boca, le besó el cuello, sintió que el pulso de ella se aceleraba, cuando su boca quedo a la altura de su oído le dijo - te deseo, te amo.
Se enderezó para darle otro beso, el cual ella correspondió con la misma pasión que él. Le había dicho que la amaba, la miró a los ojos y le dijo que la amaba, no podía estar mintiendo, así que se dejo llevar por todo ese deseo que el desbordaba y que si era sincera ella tenía contenido.
El segundo beso no fue tan tierno como el primero, al compas del beso empezó a moverse, dándole a entender que la deseaba, ya no se sostenía sobre sus brazos, ya no había espacio entre ellos, el había dejado caer su cuerpo sobre el de ella, sentía su respiración, ella había correspondido a su beso, a sus deseos, ahora quería averiguar si ella también lo quería.
Se separó muy lentamente de ella, aunque no lo quería, el beso había sido muy largo, cuando por fin se separó, la miró a los ojos.
- Así es Hermione, te quiero, te deseo, te amo, ya te lo dije pero si tu no me quieres, si no sientes lo mismo que yo, no te sientas comprometida a nada, si no me quieres de la misma manera en que yo a ti, olvidamos lo que acaba de suceder y seguimos tan amigos como siempre - dijo él, ese era el momento, si ella no lo quería no le quedaba más que aceptarlo y olvidarse de sus deseos por ella y tendría solo su amistad.
Ella lo miró fijamente a sus ojos y esbozó una sonrisa, pequeña pero significativa.
- Harry, está bien ¿quieres que te diga lo que siento? Bien lo voy hacer - le dijo ella con un tono serio - pues la verdad es que
si, te quiero, te quiero como amigo
- hizo una pausa en la que Harry se entristeció, se le notaba en la mirada, le había dicho que lo quería como amigo, pero cuando se iba a levantar de encima, le sonrió - si te quiero como amigo, como hombre, te deseo Harry, te amo y me hace sentir tan bien que tu sientas lo mismo que yo.
Por unos momentos Harry pensó que era todo, ella no lo quería, o al menos no como él a ella, pero esas últimas palabras hicieron magia en él, y se inclinó para besarla otra vez, esta ocasión se notaba mas deseo, le había dicho que la quería y ella correspondía a sus sentimientos y no solo lo quería le había dicho que lo deseaba, esto hizo despertar en Harry algo que llevaba por mucho tiempo dormido: el, amándola de la manera más excitante que podía, ahora no solo deseaba besarla, deseaba hacerle el amor.
Y como si eso no fuera poco, al parecer ella deseaba lo mismo pues abrió las piernas para que el pudiese posarse encima, se besaban tan apasionadamente, con tanto deseo, y como si se supieran lo que el otro pensaba recordaron que estaban en la playa, en un lugar público, que aunque romántico, no era el mejor para que sucediera lo que estaba a punto de pasar.
Tuvieron que contenerse hasta que llegaran a casa de Hermione, recogieron sus cosas lo más rápido que pudieron y regresaron, sin embargo entre el camino se besaban cada vez que se podía, no querían dar un espectáculo, a la vista de muchos creerían que sólo eran niños, aunque son más maduros que muchos otros.
Cuando llegaron a la casa, pareciese como su hubieran esperado años para eso, mas aun así le dieron un toque de romanticismo, subieron al cuarto de ella, sin decir palabra alguna, solo entendiéndose con la mirada y justo en la puerta empezaron a besarse, como si ello fuera cuestión de vida a muerte. Era tanta la fuerza con que lo hacían, que pareciese necesidad.
No se separaban, ni para respirar, no lo necesitaban, aun así ella lo hizo, aunque casi a la fuerza y agregándole un toque de misticismo se recostó en la cama sin decir palabra alguna, se desabotonó la blusa, Harry se había quedado recargado en la pared y al verla ahí en la cama, invitándolo, no pudo resistirse.
Se acerco a la cama quedando encima de ella, la besó, ella rodeó con sus manos su cuello y jugó un poco con su cabello, esto hizo que él se estremeciera y la besara con más pasión. Con un movimiento ella quedo encima de él, y empezó a quitarle la cabeza, cuando terminó le acarició el abdomen y él le acariciaba la espalda, le quito el brassiere y empezó a tocarla de la manera más tierna que pudo a pesar que la deseaba con toda su alma trató de hacerlo de una forma muy cuidadosa, ella empezó a quitarle el pantalón mientras el intentaba quitarle el short , para sorpresa de él no llevaba puesto nada más, para sorpresa de ella, él no llevaba nada debajo de su pantalón.
Cuando ambos estaban sin nada que les impidiese el contacto directo con la piel, él se posó encima de ella, al mismo tiempo que ella separaba sus piernas para que él pudiese entrar en ella. Parecía como si nada les importase en el mundo más que amarse el uno al otro, entre el vaivén de sus cuerpos, entre sus gemidos podía escucharse las palabras de amor que se decían, las expresiones de deseo y del cariño que se profesaban.
Así continuaron hasta que terminaron, hasta que la explosión de sus cuerpos se fundió en una sola, donde sus cuerpos eran uno y aun habiendo terminado les quedaba energía, deseo y amor para volver a hacerlo. Dos horas después, los dos estaban tan exhaustos que se quedaron dormidos; Harry despertó primero y no pudo hacer nada más que quedarse viendo a su amada, ahora después de días de preocupación sus dudas se habían despejado ella lo amaba tanto como él. No lo podía creer le había hecho el amor, se habían hecho uno y si ella lo deseaba así sería por el resto de sus vidas. No le importaba lo que dijeran los demás, no importaba que fuera una persona conocida por todos en el mundo mágico, no le importaba nada más que estar así siempre.
Hermione se despertó y lo vio, sus ojos verdes le expresaban tanto amor que no podía creer que fuera verdad, había hecho el amor con Harry, había sido suya y eso nadie se lo quitaría.
- Hola dormilona - le dijo él al notar que despertaba.
- Hola, ¿cómo estás? - le preguntó.
- Mejor que nunca, ¿y tú?
- Muy bien, creo que mejor me visto.
- Pero porque si el panorama, mejor, no podía ser.
- Porque debemos hablar sobre lo que pasó.
- ¿Y, no podemos hablar así, aquí?
- No, así que vístete y espérame en la sala, por favor.
- Sabes que nunca me he podido resistir a tus peticiones, te espero abajo.
Diciendo esto Harry salió de la habitación de ella y la espero abajo, cuando ella bajo él estaba en la sala, tal y como se lo había pedido. Se miraron profundamente, habiendo un gran tiempo de silencio y entendimiento, ella fue la primera en hablar.
- Harry, lo que pasó, no quiero que tengas una impresión equivocada de mi, fue mi primera vez, la verdad no lo tenía planeado, no quería que fuera así, me deje llevar, mi cuerpo y mi corazón le ganaron a mi mente. Yo no quería, bueno si, pero no sé que me pasó - todo lo que decía parecía ser más para ella que para Harry.
- Hermione tranquilízate, respira - al parecer Harry estaba muy divertido con el razonamiento que estaba haciendo Hermione, pero sus palabras no lograron tranquilizarla.
- Si no sientes lo mismo que yo, lo entenderé, aunque te amo no puedo obligarte a estar conmigo sólo por lo que sucedió, comprendo que tal vez te dejaste llevar y bueno quien no, con todo esto, ni yo supe cómo reaccionar más que hacer lo que sentía.
- Hermione por favor déjame hablar.
- Está bien, dime.
- Ok, primero no tengo ninguna impresión mala de ti, no hay nada que pueda cambiar lo que pienso de ti, eres mi mejor amiga, mi compañera, mi confidente y ahora espero que quieras ser mi novia y como dentro de 2 años mi esposa; segundo también fue mi primera vez, por si lo pensaste ni con Ginny ni con Cho pasó nada, tercero, en mi mente yo si lo tenía planeado, pero créeme, esto fue mejor que en mi imaginación, cuarto siento exactamente lo mismo que tu, te amo y ni tu ni nadie tiene que obligarme para estar a tu lado.
Hermione se quedó como ida ante las palabras de Harry, aunque lo deseaba no creía que iba a escuchar todo eso de él. No podría creer que el también sentía lo mismo, ahora el peso de lo que había sucedido no era tanto, las palabras de él lo hacían más ligero.
- ¿Hermione, me escuchas?
- ¿Eh?, si, claro, pero Harry no creí que sintieras lo mismo que yo, ¿Cómo nos pasó esto?
- Pues no sé, creo que nos conocemos tan bien que no hay nadie que pueda entendernos como nosotros lo hacemos, por eso nació esto entre nosotros, aunque debo aclararte que para mí no es algo pasajero, Hermione no contestaste mi pregunta ¿quieres ser mi novia?
- Harry, estás seguro, no me mientas.
- Hermione, si no estuviera seguro no te lo preguntaría y sabes que nunca he podido mentirte.
- Si acepto, acepto ser tu novia. Pero aclárame lo de ser tu esposa.
- Eh, bueno, pues lo que pasa en que mi imaginación ha volado mucho y pues como acabando el séptimo año en Hogwarts voy a estudiar para Auror, lo que me llevará un año más, entonces eso nos da dos años, y pues para cuando acabé de estudiar si tu aun me quieres y eres mi novia, tal vez quieras casarte conmigo.
Las palabras de Harry parecían estar penetrando una por una en la cabeza de Hermione, el ya había pensado hasta en matrimonio. Idea que le divirtió un poco a ella.
- Pero, Señor Potter, su imaginación es muy vívida, pero pues para eso todavía falta mucho tiempo, mejor preocupémonos por el presente - le dijo ella entre risas mientras se iba acercando a él, cuando estuvo muy cerca de él, lo abrazó y lo besó - Feliz Cumpleaños.
Fue un beso corto, tierno, lleno de entendimiento, si nada se los impedía estarían así por el resto de sus vidas.
- Lo dicho, este es el mejor cumpleaños que he pasado en mi vida. Y tú eres mi mejor regalo. Aun tengo algo que decirte, te amo demasiado, pero
tengo hambre podemos ordenar esa pizza. Me estoy muriendo de hambre.
- HARRY, te beso y solo piensas en comida.
- Es que no pensé que hacer el amor diera hambre, pero ya vi que sí. Jajaja.
- Nunca cambiarás.
- ¿Quieres que cambie? Porque por ti hago lo que sea.
- No, no quiero que cambies, así me gustas, y así me gustarás siempre. Te lo prometo.
- Yo también te prometo amarte siempre.
Durante ese mes que pasaron solos vivieron como una pareja, manteniendo los encuentros sexuales casi a diario, hasta que regresaron los padres de ella, al verlos tan cariñosos entre si a ellos no les quedó más que decirles que se habían hecho novios aunque jamás les mencionaron su recién descubierta sexualidad. Un año después se graduaron de Hogwarts, Harry estudió para Auror y Hermione para Sanadora, al año siguiente ambos tenían un trabajo asegurado, él en el Ministerio de Magia y Hermione como sanador en el Hospital de San Mungo. Y tal como lo prometieron ese día del cumpleaños de Harry, dos años más tarde se casaron, Ron fue el padrino de la boda, fueron de luna de miel a Paris, se fueron a vivir a una cómoda y amplia casa en Londres.
Y como Harry lo previó ese fue el mejor cumpleaños de Harry, donde hizo a Hermione su mujer, donde conoció el amor. Donde tuvo entre sus brazos a la primera, única y última mujer de su vida, a su amiga, su compañera, su confidente, su amante. La madre de sus hijos, la persona con la que pasaría el resto de su vida y si se lo permitían hasta la eternidad, ya que ni la muerte los separaría.

 

El mejor cumpleaños de Harry - Fanfics de Harry Potter

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Otro día como cualquiera de verano en Privet Drive, Harry se encontraba recostado, leyendo sus libros para pasar el rato, se asomó a la ventana para despejar

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2024-10-02

 

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