El sabor de lo dulce - Fanfics de Harry Potter

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EL SABOR DE LO DULCE

- ¡¡Evans!! ¡Mira lo que has hecho!

- ¡¡Evans!! ¡Mira por dónde vas!

- ¡¡Evans!! ¡Muy mal: un dos! No me lo esperaba de tí...

- ¡Evans! ¡Evans! ¡Evans! ¡Evans! ¡Evans! ¡Evans! ¡Evans! ¡Evans! ¡Evans!

¡Evans! ¡Evans! ¡Evans! ¡¡EVANS!!

- ¡Ya no aguanto más!- estalló Lily- ¿Por qué todo me tiene que pasar a mí?

Y encima no va repartido por días, nooooo...Todo en el mismo. ¡Ala, vamos a

amargarle la vida a Lily Evans!

- No te quejes tanto- la dijo con voz tranquila el chico de pelo negro y

algo

grasiento que se encontraba a su lado- Pero si tú eres la mejor de tu

clase...Porque un día te vaya mal...

Lily suspiró. Se agarró y se dio impulso para poder sentarse en el poyete,

al lado de su compañero. Después lo agarró del brazo y le miró a la cara.

- No fumes esta porquería- le dijo, quitándole el cigarrillo de la boca.

- ¿Me estás diciendo que, en cambio de eso, puedo fumar otras cosas? No

sé...- alzó la mirada para, después, mirar de reojo el bello rostro de Lily.

Aquellos preciosos ojos verdes...- Porros, por ejemplo- concluyó finalmente

sin saber muy bien lo que estaba diciendo. Una vez más esa chica de

procedencia muggle lo tenía hechizado.

Lily le dio un leve empujón, sacándole de sus pensamientos.

- Si sigues así, acabarás muriéndote muy joven- le dijo.

- Sí, bueno, es un reto contra el cáncer...

- Ni se te ocurra fumar porros ¿eh?

- Sí, mamá- puso cara de niño que no ha roto un plato- ...¿Pero me devuelves

el cigarro?

- ¡Severus!- le dirigió una mirada reprívoca.

- Todavía queda la mitad. ¿No te da pena desperdiciar así el dinero? ¿Con la

gente muriéndose de hambre?

Lily miró al cigarrillo que tenía en la mano. Salía humo...Lo cogió y lo

aplastó contra el poyete. Se lo devolvió, una vez ya apagado.

- Toma- le dijo con una sonrisa de oreja a oreja, mostrándoselo. Él lo miró

fijamente durante un breve momento y lo agarró con desgana.

- Eeeee...No te enfadeeees- le dijo Lily, agarrándole los mofletes y

estirándoselos- Sonríe a la vida.

Severus hizo un ademán de apartarse. Con esas cosas resultaba bastante

borde. No le gustaban esas "chorradas".

- La vida es un asco- soltó bruscamente.

- Claro, por eso te matas ¿no?- le dijo Lily.

- Lo que yo haga o deje de hacer tan solo me concierne a mí.

- Pues hayá tú, borde- miró hacia otro lado- Pero que sepas que eso es de

cobardes.

- ¿El qué es de cobardes?

- Huir...- bajó la vista- Tú huyes de la vida, porque no te gusta...Eso es

de cobardes...

Severus puso su vista en ella. Olía bien...

- Pues yo no quiero ser un cobarde- la dijo.

- Qué bien lo demuestras...

- No me gusta la vida, eso es cierto...Entre otras cosas porque te ofrece

cosas como esta que te ayudan a huir...- volvió su vista al cigarrillo en su

mano, apagado- Te tientan. Te tientan a dejarla. Me gusta pensar que no soy

un cobarde, sino un tentado...Una víctima...

Lily se encogió de hombros y, después de un rato en silencio, ambos sin

decir nada, le besó en la mejilla.

- Pues yo...- le dijo seguidamente al oído- Si te sirve de consuelo, no

quiero que mueras...

Severus se sonrojó y la miró. Estaban tan cerca el uno del otro...

- Claro- la dijo, recuperando la compostura- Sino no me darías la plasta.

- ¡Encima, te quejarás!

Severus sonrió abiertamente y escuchó el sonido del timbre a lo lejos.

Tenían que separarse. Ésa era la parte que menos le gustaba...A pesar de

todo, siguió sonriendo. Se bajó del poyete de un salto y miró a Lily desde

abajo, sin dejar de sonreir.

- Pues aplícate el cuento y alegra esa cara, mujer. Que luego lo dulce no

sería tan dulce sino existiera lo amargo- la dijo. Después de esto se dio la

media vuelta y se fue. Ya no la veía. Pero sonreía. Sonreía por ella...