−Corre, Hermione nosvan a atrapar.
−No puedo mas, Dracome duelen mucho las piernas.
−Haz el últimoesfuerzo, el castillo ya se ve al fondo.
Los dos chicos ibanagarrados de la mano corriendo por el bosque prohibido directos hacía laescuela de Hogwarts.
−Draco, deja a esasangre sucia, el amo está dispuesto a perdonarte todas tus ofensas.
−Nunca. −Grito elchico sin dejar de correr.
−Eres mi hijo, y asíte has convertido en un traidor a la sangre, todo por esa asquerosa sangresucia.
−No eres mi padre,nunca seré el hijo de un asqueroso asesino.
−Ya estamos Draco. −Dijocuando entraron en las ruinas del castillo.
−Sí, empieza con elhechizo, rápido.
−Sí. −La chica empezóa recitar el hechizo, cuando se escucho un sectumsempra que impacto en el pechode Draco.
Hermione lo iba aayudar, cuando le miro a los ojos.
−No, sigue si no todolo que hemos hecho no habrá servido de nada.
Siguió y todo se volvióbrillante a su alrededor.
OOO
En una noche de rayos,truenos y una gran tormenta, todos estaban cenando en el gran comedor, cuandolas puertas se abrieron y apareció una persona encapuchada.
Al verla todos lamiraron y Dumbledore se puso de pie.
El encapuchado, sedirigió al profesor y le dijo unas cosas.
−Está bien. Elprofesor Dumbledore dejo de mirar al encapuchado y miro a los profesores.-Poppy, Severus y Minerva, conmigo. −Y miro a sus alumnos Los demás sigancenando.
Los cuatro siguieronal encapuchado y se fueron.
−¿Qué creéis que abrapasado? −Pregunto Ron mirando a sus amigos.
−Ni idea, pero elprofesor parecía preocupado. -Dijo Hermione.
−Sí. -Dijo Harry.
Al día siguiente, elprofesor Dumbledore estaba en la puerta de la enfermería, cuando llego Snapecon las serpientes, y la profesora McGonagall con los leones.
−¿Profesor estáseguro?
−Sí, ellos tienen quesaber lo que pasa.
−¿Profesor, que pasa?-Pregunto Harry mirando al director.
El profesor los miro. −Loque hay en la enfermería es un secreto, nadie puede saberlo.
−¿Y porque han llamadoa Malfoy y a sus amigos? -Pregunto Hermione.
−Por que ellos tambiénestán implicados.
Dumbledore abrió laspuerta y vieron que la enfermería estaba vacía, menos una cama donde había unhombre durmiendo y mirando por la ventana el encapuchado de ayer.
−¿Quién es? -PreguntoHarry mirando a su director.
El encapuchado sequito la capa y vieron a una chica.
−¿Profesor?
−Hermione, Hermione.−Grito el hombre de la cama, abriendo los ojos y sentándose de golpe.
Al escuchar eso todosmiraron a la leona.
La chica se olvido delos jóvenes, se acerco a la cama donde se sentó, y le aparto el cabello de lacara. −Tranquilo estoy aquí, estamos a salvo.
El chico la miro. −Losmortifagos, mi padre.
−Malfoy no nos haseguido, estamos a salvo, estamos con el profesor Dumbledore, lo hemosconseguido.
Al escuchar eso todosmiraron a la pareja.
−¿Profesor?
−Mejor que seexpliquen ellos.
Hermione le dio unbeso en la frente a su Draco lo acosto de nuevo y lo tapo bien, se levanto ymiro a todos.
−Somos del futuro, yhemos venido a cambiarlo.
−¿Profesor eso esposible? −Pregunto Harry mirándolo.
−Es posible, pero esuna magia muy poderosa que se necesitan muchos años para aprenderla, y muypocas veces se consigue.
−Llevamos 5 añosestudiándola, para poder venir y cambiar todo.
−¿Por qué?
−Por que el señortenebroso no solo se ha hecho con todo el mundo mágico si no con el muggletambién y ya ha matado a más de 400.000 personas en todo el mundo. No soloquiere muertos a todos los mestizos si no también a todos los muggles sinmagia. −Dijo Draco sin mirarlos.
−¿Qué pasa connosotros? −Pregunto Ron.
−No hay un nosotros,solo Hermione y yo. Ni slytherin, ni gryffindor, ni castillo de hogwarts.
−Pero tú eres unMalfoy, porque la tendrías que ayudar. −Dijo Harry.
−Lo soy, pero el señortenebroso mato a la persona más importante en mi vida, así que me uní a laresistencia, para vengarme.
−Mi madre. −Dijo elpequeño Draco.
El mayor, miro a su yopequeño. −Así es, mi madre está muerta, ese desgraciado que se hace llamar mipadre, la vendió para conseguir más poder.
−Draco tranquilo,recuerda que te estás recuperando. −Dijo Hermione mirando al chico.
−¿Cómo estas tu?-Pregunto cogiéndole de la mano y apartándole el pelo de la cara.
−Estoy bien.
−¿Segura?
−Segura.
−¿El bebe?
−Bien, está tranquilo,creó que eso de viajar atrás en el tiempo le ha mareado un poco. -Dijo la chicasonriendo.
Draco al escuchar esopudo respirar tranquilo.
−¿En qué año estamos?
−Estamos en 4, en eltorneo de los tres magos.
−Bien, hay tiempo,dáselo.
−Sí. −Hermione saco unpote y se lo dio a Harry.
−¿Qué es?
−Para que puedasrecuperar a Sirius Black.
−¿No entiendo?
−Harry. −Dijo Dracoque lo miro.
Todos se sorprendieronnunca le había llamado así, siempre había sido el cara rajada, o san Potter.
−¿Qué?
−Delante de tu tumba,jure dos cosas, la primera que protegería a Hermione sobre todas las cosas,incluso si tenía que morir en el intento, la segunda que si me daban laoportunidad de volver al pasado lo cambiaría, y te devolviera todo lo que habíashecho. La primera promesa está cumplida, Herms está viva y a salvo. La segundaahí tienes los recuerdos del traidor de Petegrew, antes de matarlo conseguí queme confesara que él había traicionado a tus padres, con esto el ministroliberara a Sirius Black de Azkaban.
−Tonto, no te hagas elvaliente, que nuestro hijo y yo te necesitamos. −Dijo Hermione sonriendo, sabíaque eso dejaría en shock a muchos.
−No puede ser,nosotros no podemos estar juntos, es un hurón. −Dijo Herms.
−Nunca, es una ratasabelotodo. −Dijo Draco.
Al escuchar eso, losdos adultos se rieron.
−Sabía que reaccionaríanasí.
Hermione le sonrió ycon amor le separo el pelo de la frente. −Es normal, aquí como que no nosllevábamos muy bien que digamos.
−Necesitan descansar,y hay que llevar esto al ministro para que dejen libre a Sirius.
−Sí.
−Esperad. −Dijo Dracocuando se iban a ir.
−¿Qué pasa?
−Profesor Dumbledore,tienes un traidor en la escuela.
−¿Quién?
−El profesor Moody, noes el, es Barty Crouch hijo, usa una poción multijugos para suplantarlo, elverdadero está secuestrado en el baúl que tiene en su despacho.
−¿Por qué?
−Ya lo sabe bien, paraque Harry entrara en el torneo de los tres magos y matarlo.
−Gracias.
−De nada.
−Espera. −Dijo Herms,pequeña.
−¿Qué pasa? −PreguntoDraco.
−Si cambiáis elfuturo. ¿Qué pasara con vosotros?
−Dejaremos de existir.
−¿Pero vosotros,vuestro hijo?
−Eso no es importante,ahora por favor necesitamos descansar. −Dijo Draco.
Hermione se tumbo enla cama junto a su marido y los dos cerraron los ojos, eso quería decir que laconversación había llegado a su fin.
−Tienen razón, debende descansar. −Dijo el profesor Dumbledore.
Al día siguienteHermione se despertó y vio que Draco ya estaba despierto.
−¿Estás bien?
−Sí.
−¿Segura?
−No empieces comoayer, estoy bien, nuestro hijo está bien, los dos estamos perfectos.
Draco sonrió y la besojusto cuando las puertas se abrieron y aparecieron todos los de ayer.
−Solo faltaba eso, vercomo se besan. −Dijo Herms tapándose los ojos con la mano. −Como puedo terminarembarazada del hurón.
−Dejar de hacer eso,da mucha grima. −Dijo Draco.
−Profesor creo que leva a tener que contar que los bebes no los traen la cigüeña. −Dijo Hermioneriéndose.
−Sé de donde vienenlos niños, pero sigo sin creérmelo. −Dijo Herms.
−Pues estamos casados.−Dijo Malfoy riéndose, y enseñándoles su alianza. -Llevamos casados seis años.
Todos se sorprendieronnunca habían escuchado reírse de corazón a Draco, el siempre sonreía consuficiencia pero nunca se reía.
−Se han sorprendido,no es que rías mucho.
−Nunca he tenidomotivos para reír, pero me has enseñado a disfrutar de las pequeñas cosas de lavida.
−Sí.
−¿Qué edad tenéis?
−25 años.
−¿Cuánto llevo muerto?−Pregunto Harry.
Los dos adultos semiraron y luego miraron al chico.
−Es mejor que no losepas.
Harry lo miro. −Loquiero saber.
−Está bien, a partirde ahora te quedan 3 años.
−Cuando tenga 17 años.−Dijo Harry sentándose en la cama.
−Sí.
−Yo también lo quierosaber. -Dijo Fred.
−¿Draco? −PreguntoHermione mirando a su marido.
−Díselo es mejor quelo sepan.
−Está bien.
Hermione los miro. −Elprofesor Dumbledore, dentro de dos años, Snape y Fred la misma noche que Harry,y los demás no mucho después, como ha dicho Draco solo estamos nosotros en laresistencia, y de magos que se opongan al señor tenebroso quedan pocos.
−Por eso hemos venidoa este tiempo a cambiar todo. −Draco miro al profesor. −¿Han encontrado alprofesor Moody?
−Sí, y ya hemosenviado al señor Crouch hijo devuelta a Azkaban.
−¿Entonces porqueseguimos aquí? −Pregunto Hermione a su marido.
−Tranquila, cariño.−Dijo Draco abrazándola. −Sabemos todo lo que va a ocurrir, no nos esperan.
−Lo sé.
Draco miro al directorde la escuela. −Profesor necesitamos un lugar para vivir, no nos podemos quedaraquí, necesitan la enfermería y Hermione puede pasar desapercibida, pero yo nisoñarlo, si me ven le irán con el chisme al viejo de mi padre y no quiero quese sepa que hay un hombre rubio con los ojos grises que se parece a su hijo.
−Si lo entiendo,necesitas terminar de recuperarte, luego buscaremos una solución.
−Llamar a mi tíoSirius, nos iremos a vivir con él, allí nadie nos buscara.
−Está bien, me ocuparede explicarle todo a Sirius.
−Sí. −Draco miro a sumujer. −Tú vas a san mungo necesitas hacerte un chequeo, aun no te has hechoninguno.
−Quiero ir contigo.
−Está bien.
Hermione suspiro,Draco que la conocía muy bien la miro. −¿Qué pasa?
−Quiero bañarme.
−¿Profesor? −Preguntoal director de la escuela.
−La llevare agryffindor. −Dijo la Hermione pequeña.
−¿Puedo ir al baño delos prefectos? −Pregunto Herms mirando al director.
−Claro. −Dijo elprofesor Dumbledore.
Herms sonrió selevanto y después de besar a su marido, donde los pequeños pusieron malas carasse fue con su yo pequeña.
−No hagas eso más. −DijoDraco pequeño.
−Ahora aquí me diráncuando pueda besar o no a mi mujer, pues ya puedes ir olvidándolo. −Dijo Dracomayor que se tumbo de nuevo en la cama y cerró los ojos. -Herrms tardara unashoras en volver, yo necesito descansar.
Unas horas después,Draco estaba intentando comer, pero los chicos no dejaban de mirarlo.−¿Me vais a estarmirando mucho tiempo más?
−Es que sigo sincreérmelo. −Dijo Ron.
Malfoy iba a deciralgo, cuando las puertas se abrieron y aparecieron las dos Hermione.
−Ya estoy. −Dijo lachica que se acerco a su marido, y se sentó en la cama.
Draco dejo la bandejade la comida encima de la mesilla y le quito los zapatos a su mujer.
−Has estado muchorato.
−Sí, siempre me hangustado los grifos del baño de los prefectos, son mágicos. −Dijo sonriendo.
Draco le quito loscalcetines y luego la tapo bien con las mantas, he izo que se apoyara en supecho.
−No quiero dormir.
−Descansa, cuando tedespiertes ya tendrás a Sirius aquí.
−¿Me lo prometes?
−Te lo prometo. −Seacerco y le dio un beso muy largo, donde tuvieron que apartar la vista de lonerviosos que se pusieron.
−Te quiero. −Dijo lachica acomodándose mejor y cerrando los ojos.
−Yo también. -Draco setumbo en la cama y después de acercarla a su cuerpo cerró los ojos.
−Dejarlos descansar,han pasado muchas cosas. −Dijo el profesor Dumbledore.
−Sí.
Al día siguiente, loschicos estaban durmiendo, cuando las puertas se abrieron y aparecieron todos,con Sirius y Remus.
Draco abrió los ojossonrió.
−Cariño. −Dijo elchico.
−Mmm.
−Abre los ojos Siriusesta aquí. −Al escuchar eso, la leona abrió los ojos y cuando vio al hombre alque había querido tanto se le llenaron los ojos de lagrimas, se levanto y loabrazo.
−Me has hecho muchafalta. −Dijo Hermione que estaba abrazando muy fuerte a Sirius.
Todos se conmovieron,la mujer no había llorado por nadie, pero cuando había visto a Black todo eldolor que llevaba dentro salió.
−Herms, ven aquí.−Dijo Draco desde la cama.
La chica le dio unbeso en la mejilla a Sirius y se sentó con su marido.
Malfoy cogió unpañuelo y le limpio las lágrimas. −Ahora tienes que descansar.
−No quiero, quieroestar está con él.
−Lo sé, pero no se iráa ningún lado y tú tienes que descansar, nuestro bebe necesita que tu estéssana.
−Eres un mandónMalfoy, no sé en qué pensaba cuando me case contigo. −Dijo la chica tapándosecon las mantas y apoyándose en el pecho de su marido.
Draco sonrió y leguiño un ojo a su yo pequeño. −En mis ojos, no te acuerdas me dijiste que tegustaban.
−Tus ojos, es verdad,te dije que dejaras de mirarme así, pero no me hiciste caso. −Poco a poco lachica se fue quedando dormida.
Malfoy apoyo lamejilla en la cabeza de su mujer y cerró los ojos.
Sirius miro a susobrino del futuro. −Draco.
−Si tío Sirius.
−¿Cómo te has hechotodas esas heridas? −Pregunto el hombre al ver el torso de su sobrino lleno devendas.
−Mi padre.
Al escuchar eso todosmiraron a Draco.
−¿Por qué?
−Porque soy un traidora la sangre, porque me enamore de mi leona sabelotodo, porque Herms y yoseguimos dando batalla aunque solo quedamos nosotros, porque quien lleve micabeza al señor tenebroso se convertirá en un aliado y dejara de ser un simplepeón.
−¿Qué edad teniascuando mataste por primera vez?
−17 años, hacía pocoque el castillo de Hogwarts había caído, y mi padre que quería más poder, trasla muerte de mi tía Bellatrix, mato a mi madre delante de mí, no quería tenerlastres que le molestaran hasta llegar a su objetivo, convertirse en la manoderecha del viejo decrepito, así que mate a un mortifago para escaparme yllegue a la resistencia, donde Bill Wesleay era el líder.
−¿Ha cuantosmortifagos has matado?
−No se he perdido lacuenta, pueden ser 100, 200, eran ellos o que mataran a mi leona, y nunca lohubiera permitido, ya he perdido a demasiados amigos en batallas, no voy apermitir que maten a mi mujer.
−Descansa. −DijoSirius que los tapo bien con las mantas y pidió a todos que salieran de laenfermería.
Al día siguiente,Black entro en la enfermería pero no vio a nadie allí.
−¿Dónde están?-Pregunto mirando a la señora Pomfrey.
−Fuera en losjardines.
−Gracias. −El aurorsalió y vio a los chicos allí sentados. −Buenos días.
−Hola.
−¿Dónde están?
−Allí. −Dijo Hermsseñalando a dos figuras que iban de la mano mientras reían.
Draco abrazo aHermione. −¿Feliz?
−Mucho, no sabíacuánto echaba de menos el castillo a todos.
−Me pasa lo mismo. −Malfoymiro entonces el campo de quidditch.
La chica sonrió y sacode su bolsa una escoba. −Ves, pero con cuidado, aun te estás recuperando.
Draco la beso y se fuevolando con la escoba.
−Hermione.
La chica miro donde lallamaban y vio a Sirius, que venía con los demás.
−Buenos días.
−Buenos días, ¿esaconsejable que vuele?
−Hace mucho que novuela, se lo mucho que siempre le gusto, y sus heridas ya están casi curadas.
Black le paso el brazopor los hombros y se fueron caminando tranquilamente hacía el campo dequidditch.
−¿Hermione comodecidisteis volver al pasado?
−Hace unos seis años,en Rusia encontramos un libro de magia ancestral, en un principio no le dimosimportancia, estábamos muy ocupados salvando a los muggles que los magosmataban, pero llego un momento que no pudimos salvar a nadie, nos quedamosnosotros dos solos, la resistencia cayo, muchos magos murieron y otros artos dever como todos morían a su alrededor, se entregaron al señor tenebroso y otrosterminaron suicidándose.
−Menos vosotros.
−Menos nosotros, nopodía dejar de luchar, no cuando mi familia, mi gente había muerto, para teneruna vida mejor.
−¿Cómo es que Draco haterminado tan herido?
−Después de estudiardurante cinco años la magia para poder regresar al pasado, supimos quenecesitábamos un lugar lleno de poder, así que nos dirigimos a las ruinas deHogwarts donde tantos años atrás murieron nuestros amigos, como necesitábamostoda la magia posible, no pudimos usar magia durante 24 horas, al entrar albosque tenebroso Malfoy y sus mortifagos nos empezaron a seguir y antes depoder decir el hechizo le lanzaron un sectumsempra que hizo que estuviera apunto de morir, pero él me pidió que continuara con el hechizo cuando estuvimosseguros que nadie nos seguía, le hice las primeras curas y lo traje aquí.
−Has sido muyvaliente.
−Es lo único que mequeda, luchar por un futuro mejor, pero en mi tiempo eso es imposible, el señortenebroso tiene miles de mortifagos que matan a todos, sin importarle si sonmujeres o niños.
−¿Cómo vais a impedirque eso ocurra?
Antes de que Hermionepudiera responder, Draco bajo de su escoba y abrazo a su mujer riendo.
−Ha estado muy bien,lo echaba mucho de menos.
−Lo sé, pero ahoratienes que descansar.
Sirius los miro. −Yapodemos irnos, mi casa ya está preparada, para que os instaláis.
−Gracias, quierollevar a Hermione a la clínica, necesita que un medi-mago la revise.
−Claro.
Los tres iban aaparecerse.
−Esperad. -Dijo Harryagarrando el brazo de su padrino.
−¿Qué?
−Nosotros queremosayudar.
Hermione miro a sumarido.
Draco le dio un besoen la cabeza a Herms y sonrió. −De momento no vamos a hacer nada, necesitorecuperarme completamente, aun estoy débil. −Después de decir eso los tres seaparecieron.
Unos días después, losslytherin estaban sentados, cuando llegaron los gryffindor.
−¿Sabéis algo?
−Ni idea, hace más deuna semana que desaparecieron.
−He enviado un mensajea Sirius, pero él me ha dicho que aun se están recuperando, que cuando tengamosque saber algo, lo sabremos.
−Por ahí vienen. −DijoPansy que se había quedado con la boca abierta.−Por Merlín.
−¿Parkinson que pasa?-Pregunto Ginny.
−Draco.
El chico y Hermioneiban de la mano y riéndose de algo que Sirius les estaba explicando.
Malfoy ya no teníaojeras debajo de los ojos tenia buen color y había ganado algunos kilos en lossitios adecuados, sin contar que iba con ropa muggle y estaba muy guapo,tejanos y una camisa que había dejado algunos botones abiertos.
−Chicos. -Dijo Malfoy.
Pero nadie dijo nada.
Hermione que sabía deque se trataba, se acerco a las niñas. −¿A que es guapo?
Las tres asintieroncon la cabeza.
−Pues olvidarlo, es mimarido, sin contar que sois menores de edad. −Y les cerró la boca, que se leshabía quedado, medio abiertas sin darse cuenta.
Las tres chicas se pusieroncoloradas.
−Tranquilas, me pasa amenudo. −Dijo Draco riéndose.
−Haberrompe-corazones, ¿has venido a ligar o qué? −Pregunto Sirius divertido mirándolo.
−Hemos venido a entraren la cámara secreta, necesitamos los colmillos del basilisco.
−¿Para? -PreguntoBlack.
−Por si la primeraparte del plan no funciona. −Draco miro a su mujer. −Tú esperas aquí, no tequiero allí abajo.
−Sí. -Dijo la chicaque le dio una bolsa.
Draco la beso y seapareció, volvió al cabo de unos minutos con una caja de madera.
−Ya estoy.
−¿Qué rápido?
−Ya estaba muerto,solo teníamos que conseguir los colmillos. −Draco se lo dio a su tío.−Guárdalos.
−¿A dónde vas?
Malfoy sonrió y abrazoa su mujer. −A cenar, a bailar, no se algún lugar donde podamos estartranquilos, poder disfrutar de paz y de intimidad.
Antes de que alguienpudiera decir algo se fueron.
−No me acostumbro averlos tan empalagosos. −Dijo Ginny.−Se aman, se les nota,son como James y Lily siempre estaban así. −Dijo Sirius sonriendo. −Me voytengo cosas que hacer. −Y se apareció.
−Tendríais queaprender algo, al fin y al cabo vosotros podéis terminar así. −Dijo Blaisemirando a su amigo.
−¿Qué? Nosotros, nuncade la sabelotodo Granger. −Dijo Draco.
−Tiene razón, seguroque ella se fijo en el hurón, porque era el único hombre a su alrededor.
El slytherin se rio, yla miro. −Eso no te lo crees ni tú, ¿me has visto? Hasta tú te has quedado conla boca abierta, sabelotodo.
−Que el este así, noquiere decir que tu termines igual, hurón.
−Por lo menos ya no seinsultan tanto como antes. −Dijo Ginny poniendo los ojos en blanco.
−Pues sí.
Una semana despuésSirius y Remus reunieron a los chicos, en los jardines de Hogwarts.
−¿Qué pasa?
−¿Sabéis algo deellos?
−No, ¿no están en tucasa?
−No.
−Dijeron que queríanintimidad así que deben de estar en un hotel. −Al decir eso Blaise recibió unamirada asesina de Draco y Hermione.
−¿Los habéis intentadoenviar un mensaje?
−¿Pero dónde?
De pronto los doschicos se aparecieron riéndose.
−¿Dónde estabais?-Pregunto Sirius mirándolos.
−Por allí.
−¿Dónde es por allí?
−Estaban en un hotel.−Dijo Blaise de nuevo.
Al decir eso volvió arecibir una mala mirada de los jóvenes.
−La mitad del tiemposí, pero también ocupándonos de algunas cosas para impedir que el futuro secumpla.
Draco cogió la bolsade su mujer metió la mano, saco una bola de cristal y se la tiro a Harry, elchico nada mas cogerla se puso a hablar.
−¿Qué es? −Pregunto elgryffindor, cuando termino.
−Es algo que quiere elseñor tenebroso, el año que viene te tendera una trampa para cogerla, y allí esdonde Sirius morirá, así que lo hemos cambiado.
−Pero seguís aquí.
−Claro, eso solo esuna piedra en el camino, pero aun así hay que seguir quitando rocas, para queel camino termine despejado. -Dijo Draco.
Al escuchar eso todoslo miraron.
−¿Qué quiere decireso?
Hermione suspiro y serio. −Le voy a tener que decir al profesor Dumbledore que no os enseñe tantamagia y os enseñe más proverbios muggles. Quiere decir lo de la premonición nosirve para que el futuro cambie, hay que cambiar cosas más importantes.
−¿Cuándo será eso?
−Aun falta tiempo,mientras nosotros nos vamos.
−¿Dónde vais?
−A dormir, estoycansado, nos vemos. −Cogió la mano de su mujer y se aparecieron.
−Por Merlín, sonexasperantes. −Dijo la Hermione pequeña.
−Tú ya lo eres,sabelotodo. −Dijo Draco.
−Nos vemos para lasvacaciones de pascua, ya queda poco. −Después de decir eso Sirius y Remus sefueron.
En las vacaciones deprimavera, tanto leones como serpientes, fueron a la mansión Black, al llegarescucharon música.
−¿Tío Sirius, que esesa música? −Pregunto Draco mirandolo.
−Míralo tú mismo.
Los chicos fueron yvieron a Malfoy y Hermione bailando mientras se reían.
−Me gusta bailarcontigo. −Dijo la chica riéndose.
−Y a mí me gusta vertetan feliz.
−Lo sé. −Herms vio alos chicos y le sonrió. −Buenas.
−¿Os lo pasáis bien?
−Mucho, es muydivertido bailar. −Dijo Herms.
La leona soltó a sumarido y saco a Draco pequeño a bailar.
−No seas vergonzoso,bailas muy bien. −Dijo Herms.
Draco se rio y saco aGinny.
Poco a poco todosfueron contagiándose de la felicidad de los jóvenes y fueron a bailar, cuandollevaban ya un rato se sentaron estaban cansados.
−Herms, ves a bañartemientras yo iré preparando la cena. −Dijo Draco.
−Sí. −La chica lo besoy se fue cantando escaleras arriba.
−¿Sabes cocinar? −PreguntoPansy mirándolo.
El joven le sonrió yle pico la nariz con el dedo. −¿Se atarme los cordones? Harry, Hermione venirconmigo vamos a cocinar juntos.
Los chicos se mirarony se fueron con el joven, los demás extrañados lo siguieron.
Draco se puso undelantal, se lavo las manos, cogió un cuchillo y empezó a cortar ensalada.
−¿No usas magia?
−En mi tiempo, si alguienusa magia los mortifagos te encuentran y te matan, así que aprendí a valerme demis manos para hacer muchas cosas, Herms me enseño a cocinar cuando llegue a laresistencia. Harry pon los espagueti en la olla para que se vayan cociendo,Hermione unta el pan con ajo, luego pon el queso, el jamón y al horno.
Los dos chicos sepusieron a ello, pero antes lanzaron una mirada a Draco.
El joven lo vio ysonrió. −Tranquilos sé lo que me hago.
−Hacerle caso. −DijoSirius entrando en la cocina y mirándolos divertido. −Cocina muy bien.
−¿No tienes un elfo?−Pregunto Blaise, mirando a Black.
−No necesito un elfotengo manos. −Dijo Draco que puso una copa de vino a su tío y se la dio, luegose puso una él. −Vosotros sois menores así que tenéis limonada.
−Yo también quieroayudar. −Dijo Ginny.
Al escuchar eso, Dracole sonrío. −Claro, ves cortando queso.
−¿Te podemos preguntaralgo? -Pregunto Pansy.
−Claro, pero yodecidiré si os la respondo. −Dijo Draco que cogió un tomate y empezó acortarlo.
−Nos has dicho que teuniste a la resistencia y todo eso, ¿pero porque terminaste casado conHermione? No es por ofender a nadie, pero tú y ella nunca os habéis llevadobien.
El joven le sonrió.−No me ofende la pregunta, es verdad siempre nos estábamos peleando, incluso enla resistencia, no dejábamos de pelearnos, Bill siempre nos tenía que enviar acuartos separados para tener un poco de paz, pero poco a poco nos fuimos dandocuenta de que si no trabajamos juntos, terminaríamos muertos, y una cosa llevoa otra, hasta que los dos terminamos solos vagando por un mundo de miedo yterror.
Iban a preguntar algo más,cuando la puerta se abrió y aparecieron Dora y Remus.
−Hola guapo. −Dijo lachica que se acerco a su primo y le dio un beso en la mejilla.
Draco le sonrió. −Hola,Dora.
−Hemos traído unpastel.
−Gracias.
−Has dicho pastel.−Dijo Hermione que había terminado de bañarse y entraba en la cocina.
−Sí, de chocolate.
−Que bueno.
Draco cogió la jarrade limonada, sirvió un gran vaso y se lo dio a Hermione.
−Gracias. -Dijo lachica sentándose en una de las sillas.
−¿Qué te ha dicho elmedi-mago? −Pregunto Dora, sentándose a su lado.
−Que el bebe estaperfecto, estoy de 4 meses, solo tengo que comer bien, para engordar un poco.
−Es normal, estasdelgada, pero estando aquí lo solucionaremos. −Dijo su marido.
−Sí.
−Bueno la cena ya estalista, así que ir poniendo la mesa. −Dijo Draco que saco la pasta de la olla lepaso por agua fría y después de escurrirla le puso tomate, y se pusieron acenar
Al día siguiente, loschicos volvieron a la mansión Black y se encontraron a Sirius y Remus hablando.
−Buenos días.
−Buenos días. ¿Dóndeestán?
−En el jardín, practicandodeporte.
Al escuchar eso, todosse extrañaron y salieron, donde efectivamente Draco y Dora estaban practicandoartes marciales.
−¿Qué es eso?
−Se llaman artesmarciales, los muggles las utilizan para defenderse, y Draco le está enseñandoa Dora a practicarlas. −Dijo Hermione que estaba sentada con Harry y Ginny.
−¿Dónde las haaprendido?
Hermione le sonrió. −Estuvimosun tiempo escondidos en Tailandia allí los monjes budistas nos enseñaron muchascosas, entre las cosas que nos enseñaron estaban las artes marciales, comopueden llegar a ser violentas, las mujeres embarazadas no las podemos utilizar.
−Van muy bien, parafortalecer los músculos de las piernas y los brazos, y descargar toda la rabiaque llevas acumulada. −Dijo Draco que se acerco a los chicos y cogió un vaso dezumo y se lo bebió.
−Están bien. −Dora, seacerco a su primo y cogió su vaso. −Hace que estés en forma, me gustan. −Dijoantes de darle un buen trago a su vaso.
−¿Qué quieres hacerhoy? −Pregunto Draco mirando a su mujer.
Hermione lo miro. −¿Quieresir al parque de atracciones?
−Me parece bien, dame10 minutos que me baño y ya podemos irnos. −Draco miro a todos. −Vosotrosestáis invitados, venir nos lo pasaremos bien.
El joven termino suvaso de zumo y subió a su cuarto a bañarse, cuando termino Dora ya se habíacambiado.
−Vamos. −Dijo Draco,entrando en el salón, donde estaban los adultos. −Tío Sirius nos los llevamos apasar el día fuera, nos vemos a la noche.
−Divertiros.
−Sí.
Cuando llegaron a laentrada del parque, Draco les pidió que se esperaran y fue a comprar lasentradas.
−Veo que se mueve bienentre muggles. -Dijo Dora.
Hermione miro a laprima de su marido. −Normal, los últimos 7 años nos hemos escondido entreellos, nunca creerían que Draco el heredero de los Malfoy, estuviera con ellos,y nos sirvió para seguir con vida.
−Ya estoy aquí. −Eljoven, les dio una entrada a cada uno. −Ahora a disfrutar del día. −Dijo que cogióa su mujer de la mano y se acercaron a las puertas.
Se pasaron todo el díadisfrutando de las atracciones sin pensar que pronto desaparecerían oterminarían muertos.
El tiempo fue pasandoy pronto llego la final de los tres magos.Draco reunió a Sirius,Remus, Herms y sus yo de esta época.
−Hermione te quedascon ellos, no los quiero fuera.
−Lo sé.
−Sabes lo que tienesque hacer, si les pasa algo nosotros desapareceremos y todo esto no hablaservido de nada.
−Sí.
Draco miro a losadultos. −Sirius y Remus, venir conmigo os explicare mi plan.
−Sí.
−Ten cuidado −DijoHermione abrazando a su marido.
−Todo irá bien,mientras tú y los chicos estéis a salvo. −Malfoy cogió el brazo de los mayoresy se fueron.
La adulta los miro. −Nosotrosvamos a sentarnos entre el público, no os quiero lejos.
−¿Crees que alguiennos hará algo? −Pregunto Herms.
−No, pero nunca sesabe, es mejor estar preparados.
Mientras en elcementerio, ya llevaban un rato allí. Draco estaba escondido detrás de unalapida, Sirius, Remus no estaban lejos, con los demás aurores, que habíanlocalizado
De pronto aparecieron Harryy Cedric con el traslador.
−Joder. −Dijo Dracoacercándose a los chicos. −Sirius, Remus, ocuparos me los llevo.
−Sí.
−¿Qué pasa? −PreguntoCedric.
−No hay tiempo. −Sepuso la capucha de su capa, les cogió de los brazos y se los llevo.
En los jardines deHogwarts, al ver a Cedric y Harry con un encapuchado todos se asustaron.
Pero Draco no les dioimportancia, estaba mirando a todos lados, cuando lo encontró.
−Karkaroff, quedasdetenido. −Dijo Draco que lo desarmo y lo apreso.
−¿Qué pasa? −Preguntoel profesor Dumbledore.
Draco lo miro. −Es unmortifago, a las ordenes del señor tenebroso.
−Eso fue hace mucho,ya no lo soy.
−Entonces meexplicaras porque la copa era un traslador y Krum estaba controlado por unimperius y ha atacado a Fleur.
−¿Quién eres tú?
−Es un auror. −Dijo elprofesor Dumbledore, sin dar más explicaciones.
Dos aurores seacercaron y cogieron a Karkaroff de los brazos y se lo llevaron.
Al ver que seguíanallí Draco grito.
−Tranquilo todo sesolucionara. -Dijo el profesor Dumbledore
El chico miro aldirector. −¿Cómo? Se supone que ya está muerto, pero seguimos aquí.
−Es mejor que ahoraesperéis en mi despacho, luego hablaremos.
Hermione se acerco asu marido y los dos se fueron.
Un rato después todosentraron en el despacho de Dumbledore, donde Draco y Hermione estaban mirandounos libros.
−¿Qué ha pasado?
−Se ha escapado.
−Joder. −Dijo Dracoque le pego un puñetazo en la pared.
−Tranquilo por favor.−Dijo Hermione que lo abrazo.
−Todo, lo que estamoshaciendo y aun sigue vivo. Me voy necesito pensar las cosas con calma. −Malfoy cogióa su mujer de la mano, antes de irse miro a Harry. −Protegerlo, el señortenebroso necesita su sangre para recuperar su cuerpo y que la protección quele dio su madre al morir, le pase a él.
−¿Cómo?
−Necesita un vasallo ytambién la sangre de un enemigo. De enemigos tiene muchos, pero de proteccióncomo la que Harry tiene, pocos y la quiere.
Antes de que nadiepudiera decir nada más se fueron.
Draco estabadurmiendo, cuando tocaron a la puerta de su cuarto, al abrirla vio que eraSirius que no venía con buena cara, sabía que algo iba mal.
−¿Qué ha pasado?
−Ha recuperado sucuerpo.
Al escuchar eso elchico lo miro. −¿Cómo, Harry?
−No, el está bien,Dumbledore no lo deja salir del castillo.
−Que siga así, no pasanada no tiene la protección, se los siguientes pasos, ahora ira a por lapremonición, como nosotros tenemos la verdadera en su lugar no me preocupa,cogerá la falsa y entonces lo tendré donde quiero.
−Confió en ti, sidices que todo irá bien, seguro que pasa, ahora os dejo dormir.
−Gracias. −Draco cerróla puerta y volvió a su cama.
−¿Qué ha pasado? −PreguntoHermione.
−Ha recuperado sucuerpo, por suerte Harry está bien.
−¿Qué haremos ahora?
−Seguir con nuestrosplanes, descansa. −Dijo Draco besándola.
−Sí. −Herms se apoyoen el pecho de su marido y pronto estuvo de nuevo dormida.
Las vacaciones deverano, empezaron y Harry estaba muy aburrido sin contar con Herms, a ningunode los dos se le permitía salir de la mansión Black.
−Me aburro. −DijoHermione, sentándose al lado de su marido, que estaba leyendo el profeta.
−¿Te aburres?-Pregunto su marido mirándola.
−Mucho, quierovacaciones.
−Yo también. −DijoHarry que no dejaba de bostezar, le encantaba estar con su padrino, pero eso deno poder salir de casa era un autentico horror.
−¿Hermione? −PreguntoDraco mirando a la chica joven.
−También, ya loslibros no me distraen.
Draco miro a Black. −TíoSirius, los podemos llevar a la playa, algún lugar donde podamos estartranquilos, sin que nos molesten, el señor tenebroso no hará nada de momento,está esperando a que todos bajen la guardia.
−Me parece bien. ¿Quéhas pensado?
−Hawái, playa, sol,muggles y el señor tenebroso nunca esperara veros allí.
−Está bien, peroiremos con un traslador hasta Hawái y luego alquilaremos una casa en algúnlugar tranquilo.
−Sí. −Draco miro a lostres. −¿A qué esperáis? Ir a hacer vuestros equipajes. −Dijo sonriendo.
−Sí. −Dijo Harry y lostres se fueron a hacer sus maletas.
−No nos hace nadabien, esperar a que de su próximo golpe.
−Sí, hace que nosdesesperemos, llamare a Remus y Dora, para que vengan con nosotros.
−Sí, avisare a loschicos donde estaremos, por si quieren venir.
−Me parece bien.
Draco y los slytherinllegaron a la casa que su tío había alquilado en Hawái y después de saludar alos adultos salieron al jardín donde se encontraron a los gryffindor en unamesa y a la Hermione del futuro durmiendo en una hamaca.
−¿Dónde está?
−Allí. −Dijo Harryseñalando una sombra que estaba montado en un caballo.
−¿Qué hace allí?
−Le gusta montar acaballo. −Dijo una voz.
Todos se giraron yvieron que Hermione ya estaba despierta, sonriéndoles.
−Buenas tardes. −Dijoun hombre.
−Ahora lo llamo. −Hermsse levanto y miro a la sombra solitaria. −Draco, vienen a por el caballo.
Al escuchar eso elcaballo y su jinete se acercaron galopando, cuando estuvo cerca freno y se loentrego a su cuidador.
−Un gran animal. −Dijoacariciándole el cuello.
−Gracias. −El hombre cogiólas riendas del caballo y se lo llevo.
−Veo que practicasmuchos deportes. −Dijo Hermione pequeña.
Draco le sonrio. −Muchos,aunque siempre estamos huyendo, acostumbramos a quedarnos meses en lugaresdonde los mortifagos no han llegado, y aprovecho para poner mi cuerpo en forma.
−Ya lo hemos visto.−Dijo Pansy mirándolo, las otras chicas lo miraban descaradamente, sinimportarles que estuviera casado.
Draco solo iba con unbañador y nada más.
−Deja de exhibirte,ves a bañarte, mientras yo llamare una pizzería. −Dijo Hermione.
−Ahora voy, que llevenpiña. −Dijo el slytherin que la beso y subió a su cuarto.
−Creo que os voy atener que vigilar, jovencitas. −Dijo Herms mirando a las niñas.
−No es nuestra culpaque este tan
−¿Bueno? −TerminoHerms riéndose.
−Si eso.
−No os preocupéis, yaestoy acostumbrada desde las niñas con pañales hasta las mujeres de 80 años lomiran igual.
Hermione los miro unaúltima vez, y se fue a llamar.
−Os tendría que darvergüenza, es un hombre casado. −Dijo Draco. −Además nunca se fijaría envosotras, no tenéis ojos en la cara, solo tiene ojos para ella.
−Se llama Hermione.−Dijo Herms pequeña.
−Se como se llama.
−Ya he pedido laspizzas, no tardaran mucho en llegar. −Dijo Hermione que salió a la terraza ynoto el tenso ambiente. −¿Qué pasa?
−No me acostumbro averos casados. −Confesó Draco mirándolo.
Herms se acerco alchico y le puso las manos en los hombros, mirándolo fijamente. −Que nosotrosestemos casados, no quiere decir que vosotros terminéis casados, estamosluchando para que no paséis por todo lo malo que hemos pasado, pero al terminarseréis vosotros quienes decidáis.
−Hermione tiene razón.−Dijo el Draco mayor, que ya había terminado de bañarse, y se había vestido.−Nuestras circunstancias son diferentes a las vuestras, nunca se sabe lo que teespera el futuro, bueno en nuestro caso si, por eso estamos aquí, pero cuandoterminemos y desaparezcamos tendréis un gran futuro por delante. −Malfoy seacerco al menor. −No dejes que tu padre decida por ti, se que estas prometido aAstoria Greengass, pero tienes gente que te apoyara si decides no casarte conella, tu madre, tu tío, busca tu felicidad, que no decidan por ti.
En ese momento tocarona la puerta.
−Que rápidos. −DijoDraco sonriendo y llevándose a su mujer con él.
−Tienen razón. −DijoSirius que había escuchado lo que su sobrino había dicho. −Draco es tu vida, nodejes que Malfoy la estropee, decide lo que quieras hacer, tu madre, Dora y yoestaremos contigo somos Black, y aunque los Malfoy son poderosos, no se puedecomparar a tres Black juntos.
−Lo pensare.
−Piénsalo, que no tequiten tu futuro, como les ha pasado a ellos.
−Ir a buscar platos yservilletas, ya han traído las pizzas. −Dijo Draco que salió con muchas cajas.
Al día siguiente,Draco salió a la terraza y vio que su yo futuro estaba en el mar.−¿Qué hace?
−Se llama surf, tienesque mantener el equilibrio en una tabla de madera y pasar las olas sin caerte. −DijoHerms, que estaba sentada con sus amigos.
−¿No se está quietonunca?
−Nunca. −Dijo Hermioneriéndose y saliendo a la terraza. −Cuando llego a la resistencia, Bill loobligaba a pasarse días entero en nuestro refugio, y allí solo podía entrenar oleer, cuando lo dejaban salir tenía mucha energía acumulada, Bill le enseño acanalizar su energía y ahora aprovecha cualquier momento que esta al airelibre, para hacer lo que le gusta, los deportes hace que descargue toda laenergía que lleva acumulada y por la noche duerme como un bebe. Draco.
−Dime.
−¿Dónde creen queestas?
−Con Blaise en algunade sus casas.
La mujer miro alslytherin.
−Mi madre está enLondres, pero siempre me deja ir donde quiero.
−Bien, no me gustaríaque nos descubrieran.
−No pasara.
−Eso espero.
Draco mayor salió delagua, clavo la tabla en la arena y miro al cielo y cerró los ojos.
−¿Qué hace? −PreguntoPansy.
−Le da las gracias alcielo, por darnos otro día para vivir.
Malfoy se acerco y losmiro a todos. −Hoy iremos a la playa muggle, y comeremos helados, ir a buscarvuestros bañadores, aprovecharemos que hace un día hermoso y comeremos en unaterraza de algún restaurante. Yo voy a sacarme la sal que llevo encima y luegocogeré nuestras cosas. −Beso a su mujer y se fue.
−Iros rápido, sicuando baje no estáis nos iremos sin vosotros. −Dijo Herms sonriendo.
Cuando terminaron deprepararse, todos se fueron al paseo marítimo, estaban a punto de llegar a laplaya, cuando una niña se cayó al suelo y se puso a llorar.
Draco se acerco y leayudo a levantarse. −¿Estás bien?
−Me duele.
−Si no dejas de llorarno podrás divertirte con tus amigos. −Dijo Malfoy.
−Sí. −La niña le dioun beso y se fue corriendo con sus amigos que la estaban esperando.
−Otra que ha caído entus redes. −Dijo Hermione riéndose y acercándose a su marido.
−Es normal, son losgenes Malfoy, soy encantador.
−Huy si, y luego tedespiertas.
Draco se rio y miro alos chicos. −Ya falta poco, nos quedaremos aquí.
Las vacaciones deverano terminaron y todos volvieron a la escuela, un día salían de clase,cuando vieron a Sirius, Remus, Hermione y Draco hablando serios.
Los jóvenes seacercaron.
−Hola. −Dijo Hermionesonriendo.
−Tu panza. −DijoGinny.
Herms se llevo la manoa su vientre que ya estaba bastante abultada, y le sonrió. −Es normal estoy demás de seis meses.
−Hermione sabes dondeesta, así que ven. −Dijo Draco.
−Sí.
−¿Qué buscáis?
−Un horrocrux.
Hermione cogió a sumarido de la mano y subió las escaleras, hasta llegar a una gran pared.
−¿Qué hacemos aquí? Aparatos de masajes
−La sala de losmenesteres.
−¿Por qué?
−Ya lo veréis. −Lapuerta se abrió y todos entraron. -En mi tiempo Harry, Ron y yo después de lamuerte del profesor Dumbledore, nos dedicamos a buscar los horrocrux, pero alfinal no sirvió de nada, en la batalla final, el señor tenebroso mato a Harry,y destruyo el castillo.
Draco cogió su varitay apunto a un armario y lo hizo explotar.
−¿Por qué? −PreguntoHarry.
−En sexto año, metímortifagos en la escuela, Dumbledore está muerto por mi culpa. −Dijo Draco sinmirarlos.
−Es aquí. −Dijo Hermionemirando a todos lados y se acerco a una estantería donde cogió una diadema.
−Ahora que la tenemosla tenemos que cortar, pero no te quiero cerca. −Dijo Malfoy, cogiéndola.
−Sí.
Draco miro a losadultos. −Sirius y Remus, iréis a la cabaña de gaunt, allí está el anillo de sorvoloes un horrocrux lo tenéis que coger, pero sobre todas las cosas, no os lo pongáistiene un gran veneno dentro, en mi tiempo eso es lo que ha matado a Dumbledore.
−¿Pero has dicho..?
−Sé lo que he dicho,pero creéis que un mortifago podría matar al profesor Dumbledore, lo mataronporque se moría. −Draco le dio la diadema a Harry. −Córtala con la espada degryffindor, y luego corta el anillo ya habrán tres horrocrux menos, el diariode Tom Riddle era otro.
Antes de que pudieradecir nada cogió la mano de su mujer y se fueron.
−No lo tengáis en cuenta,esta recordando muchas cosas, que creía que tenía olvidado, sus acciones enparte fueron lo que hicieron que ese futuro llegara. −Dijo Sirius mirandolos.
−No pasa nada, loentendemos.
Black se acerco a susobrino y le puso la mano en el hombro. −No es tu culpa, así que no te sientasresponsable, se que oculta algo, pregúntale, seguro que te responde.
Draco lo miro. −¿Túcrees?
−Lo sé.
−Gracias.
−No hay de que,nosotros nos vamos volveremos en un rato. −Dijo Sirius, que miro a su ahijado.−No te olvides de cortar la diadema.
−No.
Unas horas después, Dracoestaba acostado en su cama, con Hermione a su lado durmiendo, al sentir que sumarido no dormía se despertó.
−¿Qué pasa cariño?
−Creí que lo habíadejado todo atrás, pero ahora vuelven todo, mis remordimientos y mispesadillas.
La leona se apoyo enuna mano y lo miro.
−Eso paso hace mas de7 años, ahora eres diferente, eres un gran hombre, bueno, amoroso, y un granpadre para nuestro hijo.
El hombre la miro. −Peroveo a Draco de esta época y aunque ha cambiado un poco, pienso que va a cometerlos mismos errores que yo.
−Habla con él, háblalecomo nunca lo hizo tu padre contigo.
−¿Tú crees?
−Sí, hazlo si no, nohabrá servido de nada lo que estamos haciendo, puede que salvemos el mundomágico, pero tu yo pequeño, seguirá en la misma prisión en la que tu estuviste.
−Está bien, peromañana, ahora quiero descansar, estoy cansado.
−Claro. Te amo. −DijoHermione que lo beso y se apoyo en el pecho de su marido.
−Yo también. −Dijodándole un beso en la cabeza y cerrando los ojos para dormir.
Draco estaba con susslytherin entrenando, cuando vio a su yo del futuro con gafas de sol, y unagorra.
−Blaise ocúpate delentrenamiento.
−Claro.
El príncipe se acercoa su yo del futuro.
−Tenemos que hablar.
−Claro, ven vamos allago.
−Sí.
Draco se sentó encimade un árbol caído, y el chico se quedo de pie.
−¿Me lo contaras todo?
−Te contare todo. Enla final del torneo de los tres magos, Cedric murió esa noche, y al siguienteaño una mujer llamada Dolores Umbridge por ordenes del ministro entro alcastillo y se hizo la ama del lugar, los gryffindor al darse cuenta de que esamujer no les enseñaría nada de defensa contra las artes oscuras, crearon elejercito de Dumbledore, y como siempre yo y los míos lo estropeamos todo, unanoche poco antes de terminar la escuela, Harry y los demás fueron al ministeriode magia donde robaron la premonición.
−La que vosotrosrobasteis.
El adulto lo miro yasintió. −Así es la que nosotros robamos, pero esa noche tía Bellatrix mató ami tío Sirius, no le importo que fuera su primo, y detuvieron a mi padre y lollevaron a Azkaban, en sexto año me hice mortifago, no sé si era ciego, idiotao un niñato consentido pero creí que podría controlar a todo el mundo. −Dracomiro a su yo pequeño. −El señor tenebroso me pidió que arreglara un armarioevanescente para dejar a los mortifagos entrar en el castillo, era la únicamanera de poder entrar, el profesor Dumbledore levanto una barrera mágica,ningún ser malvado podía entrar mientras él estuviera vivo.
−Y tú lo mataste.
−No fue exactamenteasí, tarde casi un año en arreglarlo, mientras lo arreglaba intente matarlo dedos maneras diferentes, pero solo hubieran heridos que no tenían nada que vercon esta guerra, al final lo arregle y los mortifagos entraron, y los lleve ala torre de astronomía donde no tuve el valor de matarlo, y fue el profesorSnape quien lo mato, había hecho un juramento inquebrantable con mi madre, paraque si yo no podía matarlo, el lo haría. En el último año de vida de Harry, el,Ron y Hermione, se dedicaron a buscar los horrocrux y los encontraron todos, ylos destruyeron en la batalla final, el señor tenebroso lo mato, a sangre fríay pocos fueron los que pudieron escapar, entre ellos Hermione y Bill, ese viejomestizo lo destruyo todo, destruía todo lo que encontraba a su paso y se hizocon el ministerio de magia. Antes de morir Harry, le confesó a Hermione queSnape era un agente doble, que el profesor Dumbledore sabía que se estabamuriendo por eso le pidió que fuera el que lo matara y no yo. −Draco se levantoy se acerco a un árbol. −El tenía fe en mí, en todos los de esta escuela, perono sirvió de nada, cayó en manos del señor tenebroso y el mundo empezó a sufriruna lenta y larga agonía. −El adulto miro al joven. −Sé que aprecias a tu padreque aun aquí es bueno a su manera, pero en mi época es cruel, despiadado que nole importa matar a niños pequeños para conseguir su plan, que es ser el segundoal mando del mestizo.
Draco que lo ha habíaescuchado todo en silencio lo miro. −¿Qué puedo hacer?
−No te preocupes, yoya me estoy ocupando de todo, faltan pocos horrocruxes, cuando el señortenebroso piense que está a punto de morir, vendrá a buscar a Harry paramatarlo, pero nosotros seremos más rápido y lo mataremos, no me importamancharme de sangre de nuevo las manos y lo he hecho muchas veces, y por mifamilia lo volveré a hacerlo.
−Nunca seré tanvaliente como tú.
Draco sonrió y seacerco a su yo pequeño y le puso las manos en los hombros.
−Ser valiente, no esmatar a todo el mundo, es saber lo que quieres y defenderlo. Yo soy valiente,porque tengo a quien proteger a Hermione y mi hijo, tú tienes a tu madre, a tustíos, tu prima, y tus amigos, y algún día encontraras a una buena mujer, amorosaque se quedara a tu lado no porque seas un Malfoy, si no porque eres un granchico con un gran corazón, que solo quiere encontrar su lugar en el mundo.
−Si mi padre mehubiera dicho todo esto, no hubiera cometido tantos errores.
−Lo sé, por eso tedigo yo todo esto, se sincero contigo mismo, si te gusta Pansy búscala noporque sea una sangre limpia y una chica rica, si no porque es buena y dulce, ysi te gusta Hermione o cualquier otra chica mestiza, búscala también, no sigas loque te dicen los demás. Si, tu padre no quiere los mestizos, pero él nunca hahecho nada por conocerlos, yo los conozco muy bien, son buenos y amables contodos, ellos me han enseñado mucho en esta vida, y si ellos no me hubieranaceptado, estaría muerto, como Hermione y no estaría esperando a mi hijo.
−Draco. −Dijo Siriusllegando.
−Dime. −Dijo soltandoa su yo pequeño y mirándolo.
−Ya hemos destruido elanillo.
−Bien. ¿Lo habéistocado?
−No, como nos dijistelo hemos tocado con un pañuelo.
−Bien, de momento novamos a hacer nada mas, no queremos levantar sospechas, tardara días endebilitarse.
−Estoy de acuerdocontigo. ¿De qué hablabais?
−Le he contado mihistoria, el tiene derecho a saberla. Hermione está de acuerdo conmigo, noqueremos que siga mis pasos.
−Me parece perfecto, ahoranos tenemos que ir. Draco tiene que hacer sus deberes y cenar.
Draco mayor se quitoun colgante y se lo puso a su yo pequeño.
−Para ti, esto terecordara que tienes que luchar por ti mismo por tu felicidad, sin importartenada ni nadie. −Y se fue con Sirius.
Cuando Draco se quedósolo, se fue a buscar a alguien con quien hablar, iba a llegar al castillocuando se encontró a los leones.−¿Granger puedo hablarcontigo?
Hermione le sonrió. −Claro,vamos a un lado más tranquilo, donde podemos hablar tranquilos.
Un rato después,Hermione había escuchado atentamente lo que Draco le había contado.
−El tiene razón, es tuvida.
−Lo sé. −Dijomirándola. −¿Crees que podré ser tan valiente como él?
−Ya eres valiente, alhaberme contado todo eso, tus miedos y tus sueños. Ahora tienes que dar un pasomás allá, y seguir tus sueños, tu padre ahora no hará nada, piensa que eres elhijo que siempre has sido, el que desprecia a los muggles, y que los sangrelimpia son los mejores. Solo hay que esperar hasta que esta guerra termine yentonces podrás ser libre.
−Sí. −Draco se levantoy la miró. −No voy a cometer los mismos errores, Draco me ha enseñado que hayque ser valiente, y yo lo voy a ser.
La leona se levanto ylo abrazo. −Ya eres muy valiente.
−Gracias, ahora mejorvolvemos al castillo, ya tengo que cambiarme, hacer los deberes y cenar.
−Sí. −Hermione le dioun beso en la mejilla y se fue.
Draco se toco lamejilla, donde la leona le había besado, y entendía un poco mejor a su yo delfuturo, porque se había enamorado de ella, era buena y sabía escuchar sepreocupaba por él, sinceramente olvidándose de todo lo que le había dicho.
Unos días después, loschicos estaban juntos, cuando llegaron Hermione, Draco y Sirius.
−Buenas.
−Buenas, ¿Cuánto tefalta para tener a tu bebe? −Pregunto Ginny, señalándola.
−Ya dos meses, tengoganas de tenerlo, me siento como si tuviera una sandía dentro de mí. −DijoHermione sonriendo.
−Mi hijo no es unasandía. −Protesto Draco.
Herms lo miro. −Voy air a buscar una de esas barrigas postizas y te la voy a poner haber que dicesentonces.
−¿Ya tiene nombre?−Pregunto Pansy.
−Sí, Orión.
−¿Por qué Orión?
−Porque me gusta. −DijoDraco sonriendo.
−Luna. −Dijo Hermionemirando a una chica que iba sola, al ver que iba con los pies descalzos sonrió.
−¿Conoces a Lunatica? −PreguntoGinny.
−Respétala, es unagran amiga. −Dijo Hermione, que se acerco a la chica y le sonrió. −Hola.
Luna la miro. −Hola,¿te conozco?
−Tú a mi no, pero yo ati sí. Tengo algo para ti. −Dijo sacando de su bolsa mágica un par dezapatillas
Al ver sus zapatillas,la rubia la miro. −¿Cómo es que la tienes tu?
−Es cosa de los nargles.
−Oh, ¿los has visto?
−Los he visto.
−Gracias por laszapatillas. −Dijo Luna sonriéndole y cogiendo las zapatillas para irsesaltando.
Cuando la chica sefue, Draco la abrazo y ella se puso a llorar.
−Se que la echas muchode menos.
−De entre todos, ellaes una de las mas echo de menos, la quiero conmigo.
−Lo sé, prontoestaremos juntos de nuevo.
−Sí.
−¿Conoces mucho aLovegood? −Pregunto Harry mirándolos.
−Sí, ella siempreestuvo allí ayudándonos, fue una gran amiga, ella cuidaba de los niños en laresistencia, cuando uno de los nuestros nos traiciono, Luna murió protegiendo alos niños, por desgracia no pudimos salvar a nadie.
−No llores, ella estábien aquí, y no dejaremos que nadie la mate. −Dijo Draco.
−Lo sé. −Herms miro elcolgante que llevaba Draco pequeño. −Así que se lo has dado.
−Sí, el lo necesitamás que yo.
−¿De quién es?−Pregunto Draco.
El chico lo miro. −Melo regalo Bill, poco después de llegar a la resistencia, es importante para míasí que cuídalo.
−Lo haré.
−Lo sé. −Dijosonriendo.
−Oh. −Dijo Hermioneponiéndose una mano en la panza. −Ha dado una patada.
−Sera un gran jugadorde fútbol.
−¿Puedo? −Pregunto laleona.
−Claro. −Herms le cogióla mano y se la puso en la panza.
−Ohh, esto es muyraro.
−Un poco, pero yaestoy acostumbrada, pronto todo volverá a la normalidad.
−¿Puedo yo también? −PreguntoDraco.
−Claro, ven. −DijoHermione sonriendo cogiéndole la mano y poniéndosela en el vientre. −Entoncesle golpeo otra vez.
−Sabe que eres tú,puedes tener 16, 20 o 50, tu eres tú.
−Es hora de irnos. −DijoSirius, mirando a los chicos.
−Si, Hermione tieneque descansar. −Antes de irse miro a los chicos. −Pronto sabréis de nosotros,seguiremos buscando los horrocruxe, ya quedan menos. −Nada más de decir eso sefueron.
Unas semanas después,estaban desayunando en el gran comedor, cuando las lechuzas con el correollegaron.
Harry cogió el profetay lo leyó en voz alta. −Los aurores han entrado en la cámara de los Lastrengehan encontrado la copa de Huffelpuf.
−¿Creéis que es unhorrocrux? −Pregunto susurrando Ron.
−Creo que lo es, ¿sino entonces porque los aurores han entrado?
−Habrá que esperar ahaber que nos dicen.
−Sí, llevan semanas ensilencio.
−Es normal, ya quedapoco para que nazca el bebe.
−Sí.
Por la tarde despuésde clases, los chicos estaban reunidos en el jardín cuando Sirius y Dracollegaron con una bolsa.
−¿Y Hermione?−Pregunto Harry.
−Está descansando, yaquedan solo días para que tenga a nuestro hijo. −Dijo Malfoy sacando la copa dehufflepuff.
−¿Cómo la destruiréis?
−Con el colmillo debasilisco. −Draco lo cogió y se lo clavo a la copa, de ella salió un almanegra.
−¿Cuántos quedan?−Pregunto Sirius.
−Un guardapelo, Naginniy otro, tres. Ahora esperaremos, tengo el plan perfecto el pensara que nosotrosestamos jugando a su juego, pero es al revés. −Draco miro a Harry. −Quiero quereúnas a Neville, Ron, Luna, Hermione y Ginny, les enseñes el patronnus, todolo que os pueda servir para protegeros y atacar.
−¿Por qué?
−Ya han empezado tussueños ¿verdad?
−¿Cómo sabes de missueños?
−¿Qué sueños?-Pregunto Sirius.
−Harry está conectadodirectamente al viejo, y él le puede enseñar las cosas que quiere, como ataquesy cosas así, quiere la premonición así que hará cualquier cosa paraconseguirla, no sabe que es falsa y que la verdadera la tenemos nosotros. −DijoDraco mirando a su tío.
−Es muy arriesgado.
−Lo sé, pero como tedigo lo tengo controlado. −Dijo mirando de nuevo al chico. −En la sala de losmenesteres encontraras todo lo que buscas para enseñarles todo lo que sabes.Tienes cuatro meses para enseñarles.
−¿Qué pasara dentro decuatro meses?
−El señor tenebroso lemostrara una visión donde tienen capturado tío Sirius en el ministerio, pero noes verdad Krecher le mentira para llevarlo al ministerio y poder conseguir lapremonición.− Draco los miro. −Que la vayan a buscar, los estaremos esperando yluego se la daremos al darse cuenta de que es falsa, dará un paso nuevo.
−¿Qué paso?
−Tendréis que esperara saberlo. Harry no te olvides de enseñarles todo lo que sabes. −Draco sonrió yse fue.
−¿Dónde se ha ido?−Pregunto Malfoy.
−Con Hermione, ¿no lohas escuchado? Está a punto de nacer su hijo, es normal que quiera estar conella. −Dijo Herms.
−Ya lo he escuchadotonta, solo pienso que esto es importante.
−Y lo es, pero su hijotambién lo es, además vamos bastante bien de tiempo. −Dijo Sirius. −Me voy. −Elauror miro a su ahijado. −Si necesitas algo me avisas.
−Sí.
Les sonrió a todos yse fue.
−Se lo toma demasiadoen calma, sin contar que dentro de 4 meses lo van a matar. −Dijo Draco.
−¿Qué quiere decireso? −Pregunto Harry mirándolo.
−¿No te lo hancontado?
−¿El que me tienen quecontar?
−Draco me ha contadoque cuando vosotros entrasteis, en el ministerio, mi tía Bellatrix mato aSirius.
−Sí, pero aquí nopasara, has escuchado a Draco, lo tiene todo controlado, si hasta me da miedode lo tranquilo que esta con todo esto. −Dijo Hermione.
−Porque ya lo hanvivido, es normal que esté tranquilo, y además ya todo se está arreglando.
−Hasta que esedesgraciado no esté muerto, no estaré tranquilo. Dijo Harry.
−Lo sé, pero ahoratenemos que hacer lo que nos han dicho tienes que enseñarnos. −Dijo Herms.
−Sí.
−Nosotros tambiénqueremos ir. −Dijo Fred.
−Sí, los que queráis,nos vemos esta noche en la sala de los menesteres, ahora mejor que nosseparemos que si alguien nos ve, se preguntaran que hacemos gryffindor conslytherin.
Slytherin se fue porun lado, y gryffindor por otro.
Draco estabadurmiendo, cuando Hermione lo despertó.
−¿Qué pasa?
−Ya viene.
−Es imposible, quedandos semanas.
−Lo sé, pero ya vieney me duele mucho.
−Tranquila, ahoravamos a la clínica. Tío Sirius. −Grito Draco.
El auror llegocorriendo y los miro. −¿Qué pasa?
−Ya viene.
−No hay tiempo queperder, vamos a san mungo.
−Sí. −Draco cogió a sumujer en brazos y se aparecieron, al llegar unos medi-magos se la llevaron.
Unas horas después,Hermione había dado a luz a un precioso niño rubio con ojos grises, la leonaestaba mirando a su hijo, cuando entro Draco en la habitación, se les acerco ylos beso.
−Precioso.
−Es como tú. −DijoHerms sonriendo y pasándoselo a su papa.
−Si igual que yo.−Dijo Malfoy cogiéndolo en brazos.
−Quiero verlo. −DijoSirius entrando en la habitación.
Draco sonrió y se loenseño.
−Guapísimo. −Dijo elauror cogiéndolo.
−Gracias.
−Demasiada gente, lanueva mama debe de descansar. −Dijo una enfermera entrando.
−Ya me voy, soloquería ver a mi sobrino. −Dijo Sirius y le entrego el bebe a su madre. −Nosvemos mañana. −Dijo dándole un beso en la frente.
−Draco. −DijoHermione, mirándolo.
−Lo sé. −Dijo Dracomirándola, luego miro a su tío. −Tengo que hablar contigo.
−¿Sobre?
−Ven, te lo explico enel pasillo.
−Sí.
Unos minutos después,Draco volvió a la habitación y se sentó a su lado.
−Ya esta, ahorabuscara el guardapelo en su casa.
−Bien.
−Ahora descansa,mañana nos iremos aquí, es muy arriesgado estar aquí. −Draco se levanto ydespués de dejar a su hijo en la cuna, tapo bien a su mujer con las mantas y sevolvió a sentar.
−Sí, buenas noches.
−Buenas noches.
Al día siguienteSirius llego a buscar a los chicos a la clínica y vio que ya estaban listos.−¿Cómo estáis estamañana?
−Muy bien. ¿Y tú?
−Perfecto, ya hemosdestruido el guardapelo, Krecher está llorando por las paredes.
−Genial, así que nodudara en venderte al señor tenebroso y nuestro plan sigue en marcha.
−Sí, ahora. −DijoSirius cogiendo al bebe en brazos. −Nos vamos a casa, no os quiero aquí.
Los tres adultos seaparecieron en la mansión Black, donde Dora y Remus los esperaban.
−Haber. −Dijo laaurora, acercándose y mirándolo. −Es idéntico a su papa.
−Sí. −Dijo Dracosonriendo. −Me llevo a Hermione a que duerma.
−Nosotros nos quedamosaquí con el pequeño Orión. −Dijo Sirius.
−Nos lo hansecuestrado. −Dijo Herms sonriendo.
−Sí, pero servirá paraque duermas bien, y tranquila.
Las navidades llegaronpronto, y el día en que los chicos regresaban, Hermione estaba con su bebe,cuando Harry y todos entraron en tropel.
−Queremos verlo. −DijoGinny.
−Tranquilos, es un bebeno un juguete. −Dijo Herms.
La leona se levanto ytodos se pusieron a su alrededor.
−Qué guapo que es. −DijoPansy.
−Sera tan ligón comoel padre. −Dijo Blaise.
Al escuchar eso, lasmujeres lo miraron mal.
−Es un bebe, nonecesita ligar con nadie. −Dijo la madre.
−Blaise has tocado untema peliagudo. −Dijo Draco riéndose. −Ahora que ya lo habéis visto, necesitadormir, es muy pequeño.
−Ya mañana lo podréisver. −Dijo Herms acercándose a su marido y subiendo juntos al segundo piso.
−¿Cómo van los entrenamientos?−Pregunto Sirius.
−Van bien. −DijoHarry.
−Ahora Arthur estádescansando, por suerte sus heridas no son graves, mañana celebrara la navidadcon nosotros. −Dijo el auror, entonces miro a los slytherin. −Vosotros debéisir a vuestras casas, vuestros padres os estarán esperando.
−Nos queremos quedaraquí. −Protesto Pansy.
−Lo sé, pero es mejorque os marchéis, podéis usar esta chimenea, nos veremos pronto.
−El tiene razón. −DijoDraco. −Si nos descubren y descubren a quien estamos ocultando todo esto nohabrá servido de nada.
−Si vamos.
Poco a poco el tiempofue pasando y una noche Harry tuvo el sueño que Draco le había dicho, así quelevanto y fue a ver al profesor Dumbledore.
−Ya la he tenido.
−Bien, sigue el plannormal, yo avisare a Sirius.
−Sí. −El gryffindormiro al profesor antes de irse. −¿Ira todo bien?
El director lo miro.−Todo irá bien, confía en la gente que te quiere.
−Sí.
Unas horas después,todos estaban en el ministerio, y Harry llevaba la premonición en la manocuando se encontraron a los mortifagos, escaparon hasta que llegaron a una salanegra, donde todos capturaron a sus amigos.
−Dame la premonición,si quieres que tus amigos vivan. −Dijo Lucius.
−¿Cómo se que no losmataras?
−Te tienes quearriesgar.
Harry miro a susamigos y estos asintieron, el gryffindor se la entrego. −Ahora suelta a misamigos.
−Hay Potter taninocente como siempre. −Lucius le apunto con la varita y en ese momentoaparecieron los aurores, con Draco encapuchado, que se puso entre su padre y elchico.
−Malfoy no eres másque un cobarde al atacar a unos chicos.
−¿Quién eres?
−Nadie que te importe,expelliarmus. −Y la varita de Luciusse fue volando al verse desarmado. −Ya tenemos lo hemos venido a buscar,vámonos.
El mortifago cogiófuerte la premonición y se apareció, los demás lo imitaron.
Cuando se quedaronsolos, Draco se quito la capucha. −No entiendo como los mortifagos puedenllevar todo el tiempo eso, hace demasiada calor.
−¿Quién eres?−Pregunto Neville mirando al joven tan parecido a su compañero slytherin.
Harry sonriendo seacerco a su amigo. −Es Draco Malfoy del futuro, ha venido a cambiarlo.
−¿Entonces sabía loque pasaría esta noche?
−Sip, pero lo mejor detodo es que tío Sirius está vivo. −Dijo el joven Malfoy sonriendo a su tío.
−Hay que sacarlos deaquí. −Dijo Remus.
−Sí.
Los aurores cogieron alos chicos y se los llevaron a la enfermería de la escuela, un rato despuésapareció Dumbledore con los slytherin.
−¿Cómo ha ido todo?
−Perfecto se lo han creído.
−¿Qué pasara ahora?
−Tío Sirius quiero quevayas a detener a Malfoy. −Luego miro a su yo pequeño. −Ahora es tu turno.
−Hare lo que sea.
−Lo sé, ahora que tupadre será enviado a Azkaban, quiero que te conviertas en mortifago.
−Nosotros ayudaremos aDraco. −Dijo Pansy sonriendo a su amigo.
−Mejor. −El joven seacerco a su yo pequeño y le puso las manos en los hombros. −No estás solo yosiempre estaré ahí, para cuidarte.
−Lo sé. −Dijosonriendo.
−En mi tiempo cuandomi padre fue detenido, me uní a los mortifagos y el señor tenebroso, me pidióarreglar el armario evanescente, para meter mortifagos en la escuela.
−Pero está roto. −DijoHarry. −Tú mismo lo rompiste.
−Lo sé, no podíapermitir que alguien más lo arreglara, ahora convertido en astillas nadie lopuede arreglar. Ahora aremos teatro y cambiaremos un poco las cosas. −Dracomiro a su tío. −Quiero que hagas algo por mí.
−Lo que sea.
−Quiero que ladetención de mi padre salga en todos los periódicos de la comunidad mágica.
−Será fácil, Malfoy esalguien muy famoso.
−Sí, también quieroque publiquéis que el ministerio se ha hecho con todo el patrimonio de losMalfoy, y que están en la calle.
−¿Qué pasara con mimadre?
−Tío Sirius tucuidaras de ella.
−Claro es mi prima.−Sirius sonrió a su sobrino. −No dejare que nadie le haga daño.
−Gracias.
Draco miro aldirector. −Y por último, profesor Dumbledore usted echara a Draco de Hogwarts,delante de toda la escuela le dirá que no puede permitir que un alumno suyo seael hijo de un mortifago, que tiene que proteger a los demás alumnos.
−Si será creíble nadiesospechara nada.
−Y ahora viene lo másdifícil, cuando te echen tu iras a ver al señor tenebroso y le dirás quequieres matar al profesor Dumbledore porque te ha echado de la escuela ahoraque no tienes ningún otro lugar al que ir.
−Lo haré.
Draco miro a los demásslytherin. −Quiero que os vean muy indignados por que han echado a Draco, peroque no terminen de echaros, os necesitamos aquí.
−Lo haremos,montaremos un gran espectáculo. −Dijo Pansy, sonriendo.
−A ellos siempre lestoca las cosas más divertidas.− Protesto Ron.
−Sí. −Dijo Harry,estaba totalmente de acuerdo con su amigo.
−De momento este es elplan, si todo sale bien os explicare lo siguiente.
−Bien.
−Ahora me voy, ellostienen que descansar y yo tengo que ir a ver a mi familia y explicarles quetodo está saliendo perfecto. −Draco sonriendo a su yo pequeño y se apareció.
−Es un buen plan megusta. −Dijo Harry sonriendo.
−Sí, nadie sospecharíade él.
Unos días despuéstodos estaban en el jardín cuando se escucharon gritos.
−Es la hora. −DijoHermione.
−Sí.
Los chicos selevantaron y se fueron al patio donde Draco estaba discutiendo, con el directorde la escuela.
−¿Qué pasa? −PreguntoHarry a una chica de ravenclaw.
−El profesorDumbledore ha echado a Malfoy, porque su padre es un mortifago, dice que nopuede tener a hijos de asesinos en la escuela, que tiene que proteger a losdemás alumnos.
−¿Y que pasara con él?−Pregunto Herms.
−Y a ti que teimporta. −Dijo Ron. −Solo es el hijo de un mortifago.
Todos escucharon eso yle dieron la razón.
−Fuera Malfoy. −Gritouno de hufflepuff.
−Fuera no queremoshijos de mortifagos en nuestra escuela. −Dijo otro.
Poco a poco todosempezaron a gritarle de que se fuera.
−Volveré, y no lo haresolo, os arrepentiréis. −Grito Draco y se apareció.
−Todos a vuestrassalas comunes, tenéis cosas que hacer. −Dijo el profesor Dumbledore que semetió de nuevo en la escuela.
Mientras en la mansiónBlack, Sirius estaba explicándole a su prima todo, cuando apareció Draco.
−Todo perfecto, se lohan creído.
−Bien. −Dijo Sirius.−Come algo y luego te tocara ir a buscar al señor tenebroso.
−Aquí estoy. −Dijo eljoven Malfoy. −Odio cuando tengo que ser otra persona.
−¿Tomaras una pociónmultijugos?
−Sí, no voy a dejar ira Draco solo, yo estaré allí con él.
Draco pequeño miro asu madre. −Mama quédate con tío Sirius el cuidara de ti.
−Lo sé hijo. −Narcissase levanto y los abrazo a los dos. −Cuidaros.
−Sí.
De vuelta en elcastillo, los slytherin siguiendo su teatro empezaron a hacer de las suyas.
−Se lo están pasandomuy bien. −Dijo Herms un día, mirando como la profesor McGonagall se losllevaba al despacho del director otra vez.
−Ya me hubiera gustadoyo también poder hacer eso. −Dijo Ron.
−Bueno tú ya tedivertiste en el patio, fue genial, todo el mundo se lo ha creído.
Ron le sonrió. −Mesalió así ni sabía que lo diría hasta que tú dijiste eso.
−De momento todo vaperfecto. ¿Harry sabes algo?
−Solo, que ya estánentre las filas de los mortifagos, Draco mayor usa una poción multijugos parapoder estar cerca de Malfoy.
−Bien.
Unas semanas después,antes de que terminaran las clases, los dos Dracos entraron en la escuela, ylos reunieron a todos en el despacho del director.−Es hora de seguir elplan, el viejo le ha pedido a Draco que mate al profesor Dumbledore, y que yosea su testigo, crearemos un doble del director y le lanzaremos un avada cuandoel señor tenebroso lea sus recuerdos no hablan problemas.
−Perfecto.
−Ahora viene lo másdifícil, el señor tenebroso entrara en el castillo, en mi tiempo tardo un año,pero esta vez lo haremos unos días después de que el profesor Dumbledore muera,en mi tiempo fue Snape quien lo mato convirtiéndose en la mano derecha. −Dracojoven miro a su yo más pequeño. −Ahora como el segundo, le dirás que quieresdestruir el castillo que tanto daño te ha hecho y matar a Harry por ser elfavorito del profesor, el te hará caso y entrareis, donde todos losesperaremos.
−¿Cómo lo haremos?
−Sencillo, ¿no te echodelante de todo el mundo?, pues lo mataremos igual, además ya lo has amenazado,pues nadie se lo tomara por sorpresa.
−Sí.
−Ahora nos tenemos queir, no podemos permitir que nos descubran.
−Sí.
Los dos Dracos sefueron y los demás se quedaron.
−Esto va a ser muydifícil. −Dijo Harry.
Todos estuvieron deacuerdo con él.
−De esa parte nosocuparemos nosotros. −Dijo Sirius.
−Está bien.
Unos días después enel gran comedor, todos estaban cenando cuando las dobles puertas se abrieron yapareció Draco todo mojado con su tía y otro mortifago.
Al ver eso, todos seasustaron mucho, Draco se rio y su tía lo imito.
−Os dije que volvería,pardillos. −Malfoy se acerco al profesor Dumbledore y le apunto con una varita.-Morirás, te lo mereces por haberme echado de la escuela.
−No lo permitiré. −GritoHagrid.
Draco se rio. −Ohh quemiedo, el semi-gigante de pacotilla se ha puesto delante. ¿Tú y cuanto me loimpediréis?
−Yo. −Dijo Harry, quese acerco y lo miro con la varita en la mano.
Draco lo miro. −Potter,metete en tu agujero, no vales para nada.
Los slytherin seacercaron a su príncipe y apuntaron a Harry.
−Ya me he cansado. −DijoDraco que no quería que nadie saliera herido, apunto al profesor y lo miro conodio. −Adiós viejo. Avada kedrabra.
Un rayo verde le dioen el pecho y el director se cayó al suelo muerto.
−Bien hecho sobrino. −DijoBellatrix, luego miro a los leones. −Ahora Potter.
−No, es mío, ahoradejaremos que llore por el inútil de su director. −Dijo Draco riéndose.
−Te matare. −GritoHarry.
−Ohhh que miedo, ven abuscarme si tienes valor. −Dijo Draco que cogió a su tía, para que losapareciera.
Harry se acerco aldirector y lo miro.
−No es tu culpa. −Dijola profesora McGonagall.
−Está muerto, eseslytherin se ha salido con la suya.
−Todos a vuestrassalas comunes, no hay nada que mirar. −Dijo la profesora McGonagall.
Los alumnos miraron asu director y se fueron, algunos lloraban y otros aun estaban en shock.
Ginny cogiendo elbrazo de su amigo se lo llevo a la sala común de gryffindor.
Mientras en la mansiónBlack, Dumbledore estaba con Narcissa, Hermione y su bebe.
−Ya está. −Dijo Siriusentrando por la puerta, los aurores hemos sido avisados, de que Draco ha matadoal profesor Dumbledore.
−No me siento mal.−Dijo Dumbledore.
−Profesor. −Dijo Hermssonriendo.
El profesor le sonrió.
−¿Qué pasara ahora?−Pregunto Narcissa.
−Solo queda la batallafinal, ahora que la barrera mágica ha desaparecido, Draco le dirá al señortenebroso que quiere entrar para matar a los que quedan. −Dijo Sirius.
−¿Qué pasara con mihijo?
Sirius miro a suprima. −Nada, Cece, tranquila, tu hijo es un espía, cuando todo esto termine elserá libre, y podrá hacer su vida normal.
−¿En serio? −Preguntomirando a su primo preocupada.
−Sí, el está siguiendolo que le hemos pedido así que está bien.
−Eso espero, no megustaría que le pasara nada.
−Y no le pasara nada,mi marido está con él. −Dijo Herms sonriendo a su suegra.
−Eso es lo que me hacerespirar tranquila.
−Sí. −Dijo sonriendo.
Unos días por la nocheen el castillo de Hogwarts, todo era caos y miedo, los mortifagos habíanllegado y atacaban a todos.
Draco del futuro habíadejado de tomar la poción multijugos, y se acerco a Harry.
−Tomate esto. −Dijo elhombre.
−¿Qué es?
−Eres un horrocrux,pero no te quiero muerto, así que con esto hará que tu conexión con el serompa, llevamos muchos años preparándola.
−Confió en ti. −DijoHarry que se la tomo, y entonces sintió un fuerte dolor en el corazón, y selleva la mano a su pecho. −Duele.
−Claro, es para que elcorazón te deje de latir lo suficiente, para que la conexión se rompa. −Dracole hizo sentarse y le sonrió. −En menos de un minuto se habrá roto, mientrastío Sirius se ocupa de matar a Nagini que es el último de todos.
−¿Qué pasara entonces?
−Ya habla terminado,sin horrocruxe no puede vivir, no tiene alma, por eso los protegía tanto.
Harry cerró los ojos yse apoyo en Draco, unos minutos después se despertó y lo miro.
−Me duele.
−El dolor tardara unosdías en desaparecer, pero pronto estarás bien, ahora vamos a terminar esto deuna vez por todas.
−Sí. −Dijolevantándose y saliendo donde todos estaban luchando.
Al llegar al patio seencontraron al señor tenebroso allí.
−Potter por finapareces.
−Sí, Tom Riddle, estoyaquí, mestizo.
−No. −Grito el señortenebroso.
−¿No? −Harry sonrió aDraco que también le sonrió. −Tu padre muggle no tuvo la culpa de tener un hijotan desagradecido que no aprecia nada que le haya dado la culpa.
−Ese hombre no es mipadre.
−Ese hombre no es mipadre. −Imito Harry. −¿Te estás escuchando? Te comportas como un niño pequeño,por Merlín madura de una vez, que ya tienes 70 años.
Al escuchar eso, elseñor tenebroso grito.
Draco se rio. −Creoque se ha molestado que le llamaras viejo.
−Creo que se hamolestado más cuando le he llamado mestizo. −Harry miro al señor tenebroso. −Eslo que eres aunque lo niegues y mates a todos como tú, somos mestizos los dos,y al contario que tu yo me siento muy orgulloso de que mi madre fuera una hijade muggles.
−Morirás. −Dijo elseñor tenebroso que le apunto con la varita, Harry no se quedo atrás y tambiénlo apunto, de las varitas salieron dos rayos uno verde y otro rojo.
Pero pronto el rayoverde el del señor tenebroso perdió efectividad y se convirtió en cenizas.
Al ver eso los dos semiraron. −Tío Sirius ha matado a Nagini.
−Eres transparente. −DijoHarry.
Draco se miro la mano ysonrió.
−Ya se ha terminadotodo.
Un rato después todosestaban en el patio central, cuando llego Herms con su bebe ella también eratransparente.
−Es la hora. −DijoDraco sonriendo.
−Sí. −Hermione lesonrió también y cogió la mano de su marido con cuidado de no despertar a subebe.
Cuando se tocaron unagran luz los ilumino, los dos chicos miraron a los de esa época.
−Bienvenidos. −Dijo unchico con gafas y sonriendo.
−Harry. −Dijo la chicasonriendo y llorando a la vez.
Al ver eso todos losmiraron.
−Habéis sido muyvalientes, llevamos todo este tiempo con vosotros, no habéis estado solos nunca,es hora de descansar.
Ron y Ginnyaparecieron sonriendo, poco a poco todos fueron apareciendo en diferentesépocas de crecimiento cuando habían muerto.
Una Luna mas mayortambién apareció y cogió al bebe. −Es hora de irnos a casa.
−Sí. −Hermione sonrióy miro a sus amigos de ese tiempo. −Es vuestra hora, vuestro tiempo, tenéis unfuturo brillante.
−No estáis solos, ynunca lo estaréis, nosotros os protegeremos. −Draco sonrió, y se iba a dar lavuelta para irse, cuando le pararon.
−Esperad. −Grito Dracopequeño. −¿Qué pasara ahora?
La madre del Dracomayor apareció y le cogió la mano hijo.
Este al verla le sonrió.
−Lo que tú quieras. −DijoNarcissa. −Habla con tu madre, ella te quiere más de lo que crees, aunque nuncate lo diga.
Al escuchar eso losdos Dracos sonrieron.
−Gracias a todos. −DijoHarry. −Vivir vuestro futuro, hasta pronto.
Nada mas decir eso,todos desaparecieron y se quedaron solos.
Los que no sabían laverdad, se preocuparon mucho.
−Tranquilos. −Dijo elprofesor Dumbledore llegando.
Al verlo vivo todos lomiraron.
−Profesor está vivo, creíamos
−Dijo un alumno.
−Lo sé, pero estoyaquí, y todos estamos bien, es hora de dejar a un lado nuestras diferencias yempezar a reconstruir nuestras vidas.
Al escuchar alprofesor, todos estuvieron de acuerdo.
Hermione estaba a unlado llorando, cuando Draco se le acerco.
−No es justo, Oriónapenas era un bebe, y no tendrá un futuro.
El slytherin laabrazo. −Algún día puede que lo tengamos con nosotros.
−Algún día.
−Draco, Herms. −DijoHarry llegando. −Los profesores nos están llamando, quieren saber quienesestamos heridos y los que estamos bien, para poner orden.
−Ya vamos.
Harry miro donde susamigos del futuro habían desaparecido y luego los miro de nuevo. −No estéistristes, se han ido con una sonrisa, es lo que ellos siempre quisieron.
−Lo sé, pero igualduele.
−Es normal, peroestamos juntos, y ese futuro ya no existe, es hora de empezar uno nuevo, dondetengamos la oportunidad de escoger nuestro camino.
−Sí.
−Ahora vamos.
−Vamos. −Hermione lescogió de las manos y los tres se fueron al castillo a empezar un nuevo futurosin miedo ni terror
Ha sido cortito, el domingo subiré el epilogo, así que espero que esteis esperándolo, besos
Hermione estabadurmiendo, cuando escucho el llanto de un bebe, con una sonrisa se levanto y sefue al cuarto de sus bebe, donde vio a Draco allí cambiándolo.−¿Qué haces aquí?
−No podía dormir,estaba trabajando cuando lo he escuchado, no quería que te despertara pero veoque no lo he conseguido.
Herms le sonrió y mirocomo su marido cambiaba al bebe.
Mientras veía comoDraco cambiaba a su bebe, recordó todo lo que había pasado, cuando la guerrapor fin hubo terminado, muchos mortifagos fueron sentenciados a muerte a manosdel beso del dementor, Bellatrix fue una de ellos, a Lucius le condenaron a 15años de prisión, Narcissa que había sido obligada a casarse con el por suspadres, le pidió el divorcio.
Malfoy se habíanegado, diciéndole que los Malfoy nunca se divorciaban, por suerte el ministrole había ayudado y le había concedido el divorcio, también dejo la mansión desu marido y volvió a la casa familiar, donde Sirius y su hermana Andrómeda ledieron la bienvenida.
A Draco que en unprincipio le habían querido acusar de ser un mortifago, todos le ayudaron,diciéndole al ministro que él se había infiltrado en las filas del enemigo,bajo las ordenes de Sirius y el profesor Dumbledore y al final lo soltaron sincargos.
Cuando se vio libre,lo primero que hizo, fue pedirle a su madre que rompiera su compromiso conAstoria Greengass, no quería casarse con una mujer a la que no amaba.
Su madre solo le habíasonreído y lo arreglo, y pronto ese compromiso estuvo roto.
En septiembre,volvieron a la escuela y cursaron su ultimo año, donde Hermione y Draco sededicaron a conocerse mejor y nada más salir de la escuela, anunciaron que secasarían, cosa que más de uno creía que era una broma, pero cuando vieron quela boda seguía adelante dejaron de ser tan escépticos, aunque muchos apostaronhaber cuando se divorciarían.
Hermione siguiendo lospasos de sus padres, se hizo medi-maga y trabajaba en san-mungo.
Draco que había sidodesheredado por su padre al casarse con una sangre sucia como él seguía llamándolos,se hizo auror, quería convertirse en el Draco que él había conocido, un buenhombre que ayudaba a los que lo necesitaban, y con la ayuda de su madre quetenia la herencia de sus padres, compraron una casita para vivir todos juntos.
Al cabo de dos años deestar casados, la leona se quedo embarazada, muchos dijeron que se tenía quellamar Orión, pero ellos no estaban de acuerdo, así que le llamaron Scorpius.
Tres años después sevolvió a quedar embarazada, y cuando supieron que sería otro niño, se dieroncuenta de que ese era su Orión el que ellos habían estado esperando tantotiempo.
−Ya estoy. −Dijo Dracotirando el pañal a la basura y cogiendo a su bebe para meterlo en la cuna.
−Pues vamos adescansar. −Dijo Herms sonriéndole.
−Vamos. −El chico cogióa su mujer de la mano y se iban a ir, cuando vieron a dos personas mirándolos.
Al ver a sus yos delfuturo los jóvenes sonrieron.
−Gracias. −DijoHermione.
−Protegerlo, estarámejor con vosotros que con nosotros. −Dijo Draco.
Draco asintió sonriendo.−Él sabrá vuestra historia, que sus padres vinieron para ayudar a que tuvieraun futuro mejor.
Los dos sonrieron ydesaparecieron, Hermione y Draco miraron una última vez a su bebe y se fueron asu cuarto para seguir durmiendo.
−Nunca me olvidare deellos. −Dijo Herms, metiéndose en la cama.
−No, no lo hagasporque gracias a ellos, estamos juntos. −Dijo Draco dándole un beso yacostándose para dormir.
−Te quiero. −Dijosonriéndole.
−Te quiero. −DijoDraco abrazándola fuerte y dándole un beso.
Ellos lucharían por unfuturo, donde no hubieran miedos, y lo harían juntos amándose.
Gracias a todos por haberlo leído, haberlo puesto como favorito y haber dejado un comentario, esto no termina aquí, pronto volveré con una nueva historia, esperarla besos.
Ellos, nosotros - Potterfics, tu versión de la historia
−Haz el últimoesfuerzo, el castillo ya se ve al fondo. −No puedo mas, Dracome duelen mucho las piernas. −No puedo mas, Dracome duelen mucho las piernas.
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2024-09-20
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