Entrevistando a Malfoy - Fanfics de Harry Potter

 

 

 

Y aquí estoy yo, Hermione Granger, me observo en el espejo, la imagen que está delante de mi parece satisfacerme hasta provocarme una sonrisa, estoy vestida con un traje gris y blusa rosa. Matare a Ginny por hacerme esto, hoy mismo se le ocurre enfermarse cuando tengo tantas cosas que hacer.

-Dime que estás lista - grito con voz ronca desde su habitación - se te hará tarde.

-¡Voy con el tiempo necesario! - grite haciéndole notar mi frustración.

-Hay Hermione - mi amiga pelirroja y con la que compartía departamento entro en mi habitación. Venia cubierta con una manta y en pijama, su nariz estaba tan roja de tanto limpiarla por el resfriado que se pesco anoche - no sé cómo voy a pagarte lo que estás haciendo. Esto significa mucho para mí.

 

-Tal vez no volverte a enfermar - le indique con sarcasmo - Ginny, yo no sé nada de él más que lo que recuerdo de la escuela, es tan arrogante, nunca nos llevamos bien.

-Las personas cambian, amiga - Ginny se sentó en mi cama limpiándose la nariz y me sonrió - además eres afortunada. Desde que salimos del colegio y él se convirtió en el empresario más exitoso de Londres, nadie ha tenido la oportunidad de entrevistarlo.

-Sigo sin entender cómo es que acepto que precisamente tú lo entrevistaras - le mencione aun dudosa, la verdad era que todo esto de que él se dejara entrevistar por una ex -enemiga me preocupaba, tal vez ya no había rencores, pero seguían sin cuadrarme algunas cosas - ¿Cuánto tiempo crees que me tarde? - pregunte mordiéndome el labio tan solo de pensar que estaba a solo una hora de encontrarme con él.

-No será mucho - aseguro Ginny tendiéndome una hoja - aquí he escrito todas las preguntas que tendrás que hacerle.

-Quiero matarte - bufe resignada a lo que estaba a punto de hacer - te veré en un par de horas ¿Necesitas algo?- le pregunte mientras observaba como me sonreía con picardía, rodé los ojos hacia arriba y después le sonreí también - juro que si no llego temprano a mi trabajo por tu entrevista, te mato.

-Llegaras a tiempo Hermione - Ginny observo mi reloj de mesa y su cara se transformo en una de histeria - y llegaras a tiempo si no tardas en llegar hasta las oficinas. Le molesta la impuntualidad.

Le di un pequeño golpe en el brazo por ser tan exagera, llevaba el tiempo a la perfección, imposible llegar tarde, las oficinas de los Malfoy estaban a veinte minutos de donde vivíamos. Salí del departamento y me dirigí al ascensor, cuando estuve dentro apreté el botón que me dirigía al estacionamiento de donde tomaría el carro de Ginny.

No le hacia el feo al mío, pero para Ginny era mejor llevar el suyo, que era más actual y elegante. Mi pequeño escarabajo que tenía como auto, un chevy 2007, era muy bueno, llevaba tres años con él y nunca me ha fallado, pero todo sea por dar una buena impresión al empresario más exitoso.

Un empresario tan arrogante, prepotente, que le gustaba mirar a los demás como sus inferiores ¿Quién diablos se cree Draco Malfoy? Para tratar así a las personas, ¿Qué acaso él no tiene defectos? Me pregunte mientras manejaba, ya había salido a la avenida principal pero por estar pensando en el exitoso empresario al que iba a entrevistar en unos cuantos minutos un coche casi me choca.

-¡Animal! - le grite mientras seguía su rumbo, como si no se hubiera percatado del mini copper azul de Ginny.

 

No podía negar que era un buen carro, me gustaba manejarlo y todo pero no era mi estilo. Yo prefiero algo más sencillo, no un auto que pueda presumir por las calles, de todas maneras la intención de tener uno es por la comodidad de poder trasladarse más rápido y seguro que en autobús o en subterráneo.

La avenida principal me condujo directo a la empresa Malfoy, era un edificio grande, cristalizado, muy elegante para mi gusto. Me metí en el estacionamiento donde aparque en un lugar reservado para ¨visitantes¨. Tome mi bolso cuando hube apagado el motor del auto y baje lo más elegante que pude. Un señor alto estaba en la puerta, tenía cara seria y parecía no haber notado mi presencia.

-Buenos días - me anuncie aclarándome la garganta - tengo una entrevista con el señor Malfoy en diez minutos.

Sin contestarme si quiera, el hombre se hizo a un lado y me abrió la puerta. Por supuesto no le di las gracias por ser tan mal educado y me metí con aires de grandeza y con la frente muy en alto. En cuanto entre al vestíbulo me quede impresionado de la elegancia que transmitía el lugar.

Me acerque a la recepcionista, una mujer hermosa, rubia y con una sonrisa de oreja a oreja, en seguida noto mi presencia porque alzo la vista.

-Buenos días señorita ¿Puedo ayudarla en algo? - pregunto de lo más amable y carismática.

-Buenos días - le conteste con la misma cortesía - tengo una entrevista con el señor Malfoy en diez minutos.

-Ah sí - asintió la hermosa rubia sonriente volteando su atención en el computador que tenía en frente - suba al piso veintisiete y ahí la atenderán. El señor Malfoy está en una reunión pero no tarda - me informo entregando una credencial de visitante.

-Gracias - le dije antes de darme media vuelta. Me dirigí al ascensor de la derecha en donde había otro hombre más con traje gris.

-Buenos días - me saludo, sin duda era más educado que el mono de la puerta - ¿Qué piso? - pregunto con voz melosa.

-Veintisiete por favor - le pedí con amabilidad.

El silencio reinaba en el ascensor, el hombre amable de nombre Luke, por lo que pude observar en su gafete, estaba atento a cada piso en el que parábamos, esperando que alguien más subiera. Cuando llegamos al piso quince subió una señorita.

-Hola Luke - saludo con ánimo - parece que el señor Malfoy esta de mal humor, me ha pedido unos informes para la reunión que no estaban contemplados.

-El señor Malfoy siempre esta de mal humor - comento Luke ignorando mi presencia.

Oh si, Draco Malfoy seguía siendo el mismo tipo arrogante y de mal humor que recuerdo. Conforme íbamos subiendo, los nervios comenzaron a invadirme ¿Por qué estaba nerviosa? Me pregunte, como si no pudiera soportar unas cuantas preguntas. ¿Sera porque ese hombre siempre te insulto y nunca pudieron estar cerca más de dos minutos? Me contesto mi subconsciente irritada.

Cuando llegamos al piso veintisiete, Sophie, la chica que subió en el quince y se puso a platicar con Luke, bajo con paso torpe, estuvo a punto de caerse de bruces antes de tocar la puerta de la sala de juntas. Quise reír por su torpeza, pero seguramente yo estaba más nerviosa que ella.

El piso veintisiete sin duda era más lujoso y elegante que el vestíbulo. Se podía admirar Londres desde cualquier lado, ya que donde debería de haber paredes, solo había cristales, era una vista impresionable, para poder contemplarla todo el día.

 

-Buenos días señorita - una chica rubia me saludo sacándome de mi ensoñación ¿Qué aquí trabaja pura rubia? Me pregunte, esta era la tercera que veía desde que entre al edificio y estaba casi segura que había mas - Andrea, de recepción me ha informado que viene a una la entrevista.

-Así es - declare sintiéndome intimidada, tanto la rubia número uno, dos y tres, que era la que tenía en frente de mi, vestían elegantemente y yo solo me había puesto un sencillo traje y me había recogido mi cabello siempre tan alborotado en una coleta - espero que el señor Malfoy no tarde, llego tarde al trabajo.

Note como la rubia numero tres ponía cara de espanto, como advirtiéndome que no mencione si quiera eso en frente de Malfoy. Sintiéndome incomoda, voltee a ver el ascensor donde ya había desaparecido Luke.

-El señor Malfoy la recibirá en un momento - la rubia numero tres me contesto seriamente - si guste tome asiento ¿Le apetece algo de tomar? - me pregunto con hostilidad.

-Un vaso con agua gracias - pedí tratando de sonar lo más tranquila mientras me sentaba para ignorar la incomodidad que ambas sentíamos.

Una rubia, ya la número cuatro, que veía se me acerco y me tendió un vaso de agua con hielo, hay si supieran que detesto tomarla así, pensé, pero no podía ser grosera, así que di un pequeño sorbo, no sin antes agradecerle con una sonrisa tímida.

Pasaron más de cinco minutos en completo silencio, la rubia numero tres seguía trabajando en lo suyo ignorándome por completo, lo prefería así, no soy el tipo de mujer que le gusta ser observada por desconocidos. Después de un momento, varias personas salieron de la sala de juntas. Solo reconocí a Theodore Nott, antiguo compañero de escuela, baje la mirada para que no me reconociera pero creo que el intento fue en vano.

-Vaya, vaya, vaya - hablo de lo más divertido haciéndome sentir incomoda - ¿Qué tenemos aquí? - Nott se paro frente a mi cruzando los brazos y obligándome a verlo directo a los ojos - Hermione Granger.

-Nott - salude con un movimiento de cabeza y tratando de verme hostil con él.

-Pense que sería la pequeña Weasley la de la entrevista.

-Ginny no se encuentra disponible - le explique mientras jugueteaba con mis manos.

-¿Quién lo iba a decir? - se pregunto a sí mismo con una sonrisa hipócrita dibujada en su rostro, hizo que me molestara y lo fulmine con la mirada - bueno Granger, suerte - me deseo y siguió su camino.

¿Pero qué carajos? Pensé, Nott me había deseado suerte como si estuviera entrando a la boca del lobo, no sé porque, pero de pronto sentí que así lo era cuando la rubia numero tres se me acerco, nuevamente con esa sonrisa, quizá ya haya olvidado el incidente de hace un momento.

-Señorita - hablo dulcemente y con voz de niña malcriada - el señor Malfoy está listo para recibirlo.

-Oh gracias - le di el vaso de agua del cual yo solo había bebido la mitad y me puse de pie agarrando con fuerza mi bolso.

Voltee una última vez hacia la rubia y ella me sonrió de lado, me acerque a la puerta doble que debía de ser la oficina y tome el picaporte de la puerta y lo gire cuidadosamente hasta que pude abrir la puerta. La oficina de Malfoy era tal como me la imaginaba en tonos grises pero daban ese toque elegante.

 

Era una oficina enorme, había varios cuadros colgados en las paredes, hasta al fondo seguía siendo el mismo ventanal de todo el edificio que te mostraba Londres. La silla del escritorio me daba la espalda, supongo que Draco, altanero y grosero como siempre estaba detrás del asiento, dándome la espalda ¿Así seria la entrevista? Me pregunte mientras cerraba la puerta y me conducía al escritorio.

-Weasley - saludo con voz fría - tanto tiempo sin vernos.

Me aclare la garganta, oh si don perfecto Malfoy te llevaras una sorpresa al saber quién es la que te va a entrevistar, me felicite mentalmente - Buenas tardes, Malfoy - salude fríamente, igualando su tono de voz. Él no dijo nada, solo giro y cuando me vio abrió los ojos como plato.

Dios santo, este hombre no es el mismo que yo recordaba. Antes era flaco, no digo que flacucho porque si tenía cuerpo de atleta. Pero ahora sus hombros eran anchos, sus ojos, tal como los recordaba, glaciales pero con mirada fría. Desvié mí vista hacia su boca que ya había dibujado una sonrisa burlona. Instintivamente me mordí el labio, sin saber porque lo había hecho, pero parece que eso lo sorprendió. Pude notar cómo se ponía rígido.

-Tenía entendido que Weasley me entrevistaría - hablo después de un rato que para mí fue eterno - pero bueno - esto último lo dijo lamentándose y soltando un bufido aburrido.

-Lamento decepcionarte, Malfoy - su nombre lo recalque con énfasis provocando una reacción fulminante por su parte - pero Ginny se ha puesto enferma y me ha pedido a mí que saque la entrevista.

-No sabía que eras periodista - hablo en tono divertido, para él - pero pasa, siéntate - me pidió señalándome el asiento que estaba frete a él - creo que no es necesario que me presente ¿O sí?

-Oh para nada - moví la mano restándole importancia y me senté, quedando frente a él - ¿Te informo Ginny sobre que era la entrevista?

-Sí, supongo que todos mueren conocer mi vida privada - hablo como si hubiera ensayado tanto la frase.

Bien, le lance una mirada suspicaz. Abrí mi bolso rápidamente para sacar las notas y la grabadora que me dio Ginny. Mis manos traicioneras salieron a la luz en cuanto intente prender la grabadora, se me callo dos veces haciendo que el escritorio sonara fuertemente. Voltee a ver a Draco, quien tenía el pulgar en la comisura de sus labios mientras analizaba detalladamente las maniobras que hacía para encender el aparato.

-¿Te molesta que grave tus respuestas? - le pregunte cuando ya hube terminado con la grabadora.

-Creo que no me molestaría después de ver todo lo que batallaste para encenderla - me contesto seriamente aunque estaba casi segura que había un tono de diversión en su voz.

Rode los ojos sintiendo torpe, y vaya que sí lo había hecho, pero no me iba a dejar intimidar por esa mirada glacial que sentía caer sobre mí. Alce la vista y me tope con una sonrisa de lado por parte de Draco.

-De acuerdo - le puse play a la grabadora mientras extendia las notas arrugadas de Ginny. Un momento, en cada pregunta me tenía que referir a él como usted, claro que no lo iba a hacer. Sonreí divertida hasta que por fin hable. Draco solo me observaba como si quisiera tratar de adivinar que pasaba por mi cabeza, leí la pregunta. Ahora si, a comenzar la tortura, me lamente - Sabemos que eres el empresario más exitoso de todo Londres ¿A qué crees que se deba?

 

-A que se a lo que me dedico, no muevo un dedo al menos de que valga la pena. Compro empresas que están en decadencia, intento subirlas y si no se puede las vuelvo a vender al mejor postor - me contesto su bien ensayada respuesta. Venga Ginny, yo se que puedes con mas.

-Oh tal vez sea suerte - dije en voz baja, Malfoy pareció escuchar mi comentario.

-No Hermione- era la primera vez que escuchaba que me hablaba por mi nombre, abrí muy grande los ojos y sin poder parpadear lo observe atentamente - no es solo suerte, es tener empeño en lo que haces.

-¿Ampliar una riqueza? - Pregunte indignada - ¿De qué sirve si no la disfrutas?

-¿Acaso sabes todo de mi para afirmar que no la disfruto? - me pregunto recargando sus codos en el escritorio y observándome fijamente, me hizo sentir incomoda, me mordí el labio y él sonrió - tengo mi manera de disfrutarla - me garantizo sin siquiera dejarme contestar.

¿Qué haces en tu tiempo libre? - Esa pregunta no estaba en las notas que me había dado Ginny, pero si queríamos saber más acerca de su vida privada, tuve que ayudar a mi amiga - trabajas de lunes a viernes, todo mundo sabe que estás en tu oficina todo el día. Pero, fines de semana ¿Qué haces?

-Me gusta relajarme - contesto como si estuviera impresionado de mi reciente ataque por saber más acerca de él - no me encierro en mi casa todo el día como todo mundo piensa. Salgo con mis amigos, me gusta volar.

-Nunca vas a lugares conocidos - replique.

-¿Es una pregunta?

Que hombre tan desesperante pensé bufando - ¿Nunca vas a lugares conocidos? - remarcando muy bien, pregunte.

-Ya lo he dicho - explico mientras llevaba de nuevo su pulgar a la comisura de sus labios - me gusta invertir. No solamente lo hago en empresas grandes, también en bares. Me dan ganancias - esto último lo dijo burlándose, le causo gracia mi indignación sobre ampliar fortuna.

-Entonces vas a lugares donde no pagas absolutamente nada - comente con sarcasmo.

-No me presento al lugar como el propietario - me informo con un toque de indignación - entro como todo mundo y pago lo que consumo.

-¿Pagas tus propias ganancias? - le pregunte con un poco de burla, que absurdo era ir a un lugar y consumir lo que vas a recibir como ganancia.

A Draco pareció divertirle mi comentario porque sonrió - Así es - me afirmo divertido - asi que lo que quiere saber tu amiga Weasley es como pago mis propias ganancias ¿Eh?

-Oh no - le asegure moviendo la cabeza en forma de negación - esa era una duda mía - me aclare la garganta mientras él asentía - eres huérfano ¿Crees que eso te ha motivado a salir adelante por ti mismo? - otra pregunta fuera de lugar.

-Claro - me respondió como si la cosa fuera la más obvia - no iba a vivir de la fortuna que hizo mi padre, además no es eterna. Por eso invertí hasta llegar a donde estoy.

-Por supuesto - afirme contestando la misma pregunta de Ginny - ¿Cuáles son tus preferencias sexuales? - leí la pregunta sin antes ver si era l adecuada. ¡Matare a Ginny Weasley! ¿Cómo se le ocurre ponerme a mí a hacer esto? Voltee a ver a Draco, quien había abierto los ojos como plato.

-Si piensas que soy gay - dijo con voz fría - no Hermione, no lo soy.

-Lo
- titubee un poco, la verdad es que me faltaba l aliento para seguir hablando, no podía mirarlo a los ojos así como así - lo
lo siento
está escrito aquí - Draco sacudió la cabeza restándole importancia.

 

Mientras checaba la pregunta siguiente que haría escuche como tocaban la puerta, Draco profirió un pequeño adelante cuando la rubia numero tres se asomo.

-Señor Malfoy, tiene una reunión en diez minutos - anuncio sonrojándose.

-Cancélala - determino, parecía que la rubia numero tres iba a alegar, pero Draco le lanzo una mirada fulmínate - es más, cancela todas mis citas hasta mañana - dijo mientras me observaba.

-Si señor - asintió la rubia sonroja y cerrando la puerta tras de si, con cara de no dar crédito a lo que acababa de escuchar.

-No quiero quitarte el tiempo - le dijo sintiéndome apenada con la pobre rubia que solo venia a cumplir su trabajo.

-No me importa - dijo con una media sonrisa de lado - creo que es justo que me toque saber más de ti.

-Mi vida no es muy interesante - le dije mientras jugueteaba con las notas de Ginny - de hecho, tengo que irme a trabajar, voy tarde - le informe dando por terminada la sesión, creo que Ginny ya tenía suficiente material para su columna, junto con lo que había investigado acerca de Draco Malfoy.

-De acuerdo - me dijo mientras se ponía de pie dándome tiempo a guardar mis cosas - ¿Has preguntado todo lo que querías saber? - me pregunto mientras rodeaba el escritorio para acercarse a mi.

-Si - conteste en un susurro al ver cómo me tendía la mano para ayudarme a levantarme. Tome su mano y sentí un escalofrió recorrer toda mi columna vertebral - gracias.

-Paso por ti esta noche para cenar - me dijo. Me separe de golpe de él y lo voltee a ver con los ojos muy abiertos ¿Quién se cree que es? No puede darme una orden así.

-Lo siento pero tengo muchas cosas que hacer - le dije molesta. Él ignoro mi comentario y sonrió.

-A las ocho - afirmo de nuevo. ¿Por qué no me suena a pregunta? Pensé. Pues porque no la hizo.

-Si piensas que puedes darme ordenes como a las miles de rubias que trabajan par ti, estas en un error - casi grite, pensé que eso le enfadaría, pero al contrario. Draco Malfoy me sonreía divertido, aguantándose las ganas de soltar una carcajada.

-¿Miles de rubias? - Pregunto entre risitas - no Hermione, no todas son rubias. Si quieres puedo enseñarte las instalaciones para que lo compruebes por ti misma.

-Gracias, pero llego tarde a trabajar - le informe con fastidio - adiós Draco.

Di media vuelta dispuesta a salir lo más pronto posible de ahí, pero él se me adelanto abriendo la puerta, como buen caballero me dejo pasar primero. La rubia numero tres estaba sentada en su escritorio y al ver como Draco me acompañaba al ascensor se quedo pasmada ¿Qué acaso nunca lo ha hecho? Me pregunte mientras ignoraba sus miradas.

-¿Tienes como regresar a casa? - me pregunto Draco cortésmente.

-Si - le dije mientras tocaba el timbre del ascensor, se escucho una ligera campanita y las puertas se abrieron. Me metí corriendo, queriendo huir de ahí lo más pronto posible.

Luke estaba de pie ahí, saludo a Draco con un simple ¨Buenas tardes, señor¨ pero él solo asintió con la cabeza aun observándome.

-Hasta las ocho Hermione - se despidió.

-Adiós Malfoy - le dije, esperando que no pensara que estaría lista a las ocho de la noche para verlo e ir a cenar con él.

 

Y las puertas del ascensor se cerraron. Luke soltó un respingo y apretó el botón del vestíbulo, bajamos en silencio hasta que llegamos a la planta baje. Salí del ascensor y le entregue mi gafete de visitante a Andrea lo más rápido que pude. Ella me miro confundida y se despidió de mí con un rápido adiós. Blog sobre Ajedrez

Lo único que quería era salir de ahí, olvidarme para siempre de Draco Malfoy y de lo nerviosa que me pone su sola presencia. Pase de largo al mono mal educado y fui directo al mini Cooper. Saque las llaves de mi bolso y apreté el botón de la alarme, en cuanto abrí la puerta arroje el bolso al asiento trasero y me metí, me puse el cinturón de seguridad y encendí el motor. Pise el acelerador y me conduje hasta el departamento donde vivía.

Después de dejarle a Ginny el material de la entrevista y me puse ropa mas comoda, jeans, jersey y converse me fui a trabajar. Trabajaba en la tienda de los Weasley, en lo que me graduaba de la universidad. Por lo mientras era vendedora de la tienda.

Faltaba poco para las seis, mi hora de salida. Hoy no hubo mucho trabajo pero Fred se encargo de dejar hecho un desastre la bodega y me tuve que poner a escombrar antes de que viniera la señora Weasley, que aunque no trabajaba en el local, le gustaba que lo tuvieran ordenado y cada que venía de visita inspeccionaba minuciosamente comprobando que todo estuviera bie.

-Ya es hora Hermione - anuncio Ron, se nos había hecho costumbre salir juntos, él me acompañaba hasta casa para asegurarse que Ginny no hiciera de las suyas con Harry mientras estaban solos - ¿Nos vamos?

-Claro, solo guardo esto y ya salimos - le dije mientras me metía a la bodega y dejaba las facturas del día.

El camino de regreso a casa fue tranquilo, Ron y yo veníamos en mi carro ya que él no manejaba, veníamos escuchando música y platicando acerca de la ceremonia de graduación. Llegamos al departamento entre risas, gracias a Ron que hizo enojar al portero del edificio cuando dejo lleno de lodo el vestíbulo.

Ginny y Harry estaban en el sillón viendo un película, muy abrasados, en cuanto Harry vio que llegamos se aparto un poco de Ginny haciendo que ella rodara los ojos.

Los chicos se quedaron un rato más hasta que Harry dijo que se retiraba porque tenía examen al día siguiente, se ofreció a llevar a Ron y Ginny y yo nos quedamos solas. Desde que llegue a casa volteaba a ver el reloj y me imaginaba que Draco tocaría la puerta, cumpliendo su promesa de pasar por mí para ir a cenar, pero estaba casi segura que no lo haría. Además, no tenía porque estar pensando en él, de ahora en adelante me haría a la idea de que nunca más lo volvería a ver y mientras más tiempo me estuviera aleada de él, mejor.

-¡Tomare una ducha! - le grite a Ginny desde mi habitación cuando faltaban cinco minutos para las ocho.

Me metí en el baño y abrí la llave, el agua comenzó a caer, comencé a girar las perillas hasta que el agua estuvo como a mí me gusta. Estar dentro de la regadera y que el agua me caiga por todo el cuerpo es un alivio, me ayuda a desestrezarme de todo. Estuve metida ahí unos minutos más después de haberme lavado cuando escuche como Ginny me hablaba.

-Hermione - dijo con su voz ronca - te esperan afuera.

¿Sera posible? Me quede callada sin nada que responder, cerré las llaves del baño y me coloque una toalla, Salí corriendo de la regadera sin quitarme las sandalias que chorreaban agua - ¿Quién es? - le pregunte en cuanto abrí la puerta con desesperación.

 

-¿Por qué no me dijiste que Draco Malfoy te invito a cenar? - reclamo Ginny con sonrisa picara ¿Cómo diablos se entero donde vivía?

-Ni si quiera me ha invitado - bufe indignada mientras me metía a mi habitación - dile que no iré - le pedí a Ginny aclarando el NO rotundamente.

-¿Cómo pretendes que le diga eso? - Ginny estaba incrédula por lo que le dije ¿Qué tenia de especial cenar con Draco Malfoy?

-Pues no quiero y punto - declare abriendo mi armario para sacar mi pijama.

-De eso no señorita - Ginny, como pudo me arrebato el pijama y lo aventó al suelo, en unos segundos salió y regreso de su habitación con un vestido de noche color rojo y con un muy pronunciado escote en forma de V - ponte esto, ahora mismo te traigo las zapatillas indicadas.

-Ginny, yo no quiero ir - le dije negando con la cabeza su loca idea.

-Hermione - Ginny me tomo por los hombros - no pierdas esta oportunidad, podrías ayudarme más con mi artículo, está muy claro que Draco Malfoy quiere otras intenciones contigo - esto último lo dijo alzando las cejas juguetonamente. Yo no quería salir a cenar con Draco Malfoy ¿O sí? Ginny pareció percatarse de mis dudas cuando sonrió y volvió a salir de la habitación, después de unos segundos llego con unas zapatillas plateadas y una chalina del mismo color - anda arréglate rápido que yo lo entretengo.

-Es la tercera vez que quiero matarte en un día ¿Sabes? - le pregunte con fastidio tomando las prendas que me ofrecía.

-Se que después querrás agradecérmelo - y salió de la habitación sonriendo de oreja a oreja.

Rápidamente saque mi ropa interior y comencé a vestirme con el vestido de Ginny- Esto está demasiado escotado, trate de acomodarme el escote un poco más arriba pero era casi imposible. Resignada me coloque la chalina plateada para ver si así me podía cubrir el escote, al parecer funcionaba un poco pero no estaba muy segura. Me metí de nuevo al baño, cruzando sigilosamente el pasillo. Pude escuchar como Ginny le hacia la plática a Draco. Encendí la secadora de cabello y trate de darle forma a mi alborotada melena, hasta que lo conseguí, me puse un poco de maquillaje y brillo en los labios para regresar a mi habitación y calarme con las zapatillas que me había dejado Ginny. Me observe en el espejo y para arreglarme en menos de diez minutos, lo había hecho muy bien.

Afuera, en la sala, Draco estaba sentado con una copa de whiskey y Ginny estaba en frente de él, fascinada por lo que platicaban. Él pareció notar mi presencia porque enseguida se puso de pie con una sonrisa en los labios.

-Buenas noches, Hermione - me saludo con una voz completamente seductora. No supe que decir, me sonroje un poco y le sonreí.

-Hola Malfoy - salude tímidamente tratando de ignorar la risita burlona de Ginny.

-¿Impuntual eh? - pregunto burlonamente.

-Hasta mañana Hermione - dijo Ginny para romper la tencion en la habitación. Yo voltee y la fulmine con la mirada - adiós Draco, ha sido un gusto verte.

-Nos vemos Ginny - se despidió Draco, seguido de que mi amiga pelirroja saliera de la sala y se metiera a su habitación, Draco me tendio el brazo, yo lo tome temerosamente - ¿Nos vamos? - asentí con la cabeza y tome mis llaves de la mesita.

 

Afuera del edificio hacia un poco de frio ¿Cómo se le ocurre a Ginny darme una chalina y no un abrigo? Pensé furiosa, genial, ahora yo sería la enferma.

-Tienes frio - eso no me sonó a pregunta, iba a replicar cuando Draco se quito su saco y me lo puso sobre los hombros - mi coche esta haya - señalo un hermoso Audi color plata.

-Oh - fue lo único que dije cuando él me tomo la mano y me condujo hasta haya, caballerosamente me abrió la puerta del copiloto y la cerro ya que estuve adentro. Draco rodeo el coche y se subió, saco de su bolsillo las llaves y arranco el motor.

-¿Qué quieres cenar? - me pregunto cuándo se hecho de reversa para poder salir de entre dos coches.

-Lo que sea está bien, gracias - respondí tímidamente.

Vaya, nunca había estado a bordo de un Audi y descubrí que era sensacional, sus asientos de piel eran muy cómodos. Draco salió hacia la avenida principal, mientras conducía, tenía una sonrisa dibujada en el rostro, no hablo porque iba muy concentrado en el camino. En menos de cinco minutos llegamos a un restaurante de comida Italiana, si, me gustaba la pasta.

-¿Te agrada este lugar? - me pregunto. Para ser sincera nunca espere que él fuera de los que piden opiniones.

-Si - conteste mirándolo a los ojos, el me regalo una sonrisa, muy hermosa por cierto. Detente Hermione, no pienses en eso, me ordene. Draco se bajo del auto y lo rodeo para abrirme la puerta, me ofreció su mano para ayudarme a bajar y yo la acepte, sintiendo los mismo escalofríos recorrerme - creo que deberías ponerte tu saco - le dije quitándomelo de los hombros.

-Tú lo necesitas mas - me respondió volviéndolo a colocar encima de mis hombros.

Entramos en el restaurante, en la recepción se anuncio y enseguida nos asignaron mesa. Estábamos en el balcón del lugar, solo iluminados por unos candelabros, había una música de fondo muy hermosa. Ordene Canelones de espinacas con queso y Draco pidió Risotto de gambas y espárragos junto con una botella de vino, cosecha 1978.

No observo el menú, solo pidió mientras me observaba. De hecho, desde que nos sentaron no deja de observarme, lo peor de todo es que no me siento incomoda.

-Este es un buen restaurante, solía venir con mi madre los viernes en la noche - comento con aires de nostalgia.

-¿Vives solo? - le pregunte con ese deseo de querer saber más acerca de él.

-Si quiero - contesto con esa sonrisa burlona - puedo vivir solo.

-Eso no contesta a mi pregunta - le reclame suavemente y con el ceño fruncido.

-Si Hermione, vivo solo - contesto incrédulo - ¿Sabes algo? - me pregunto cuando me encogí de hombros, yo levante la mirada y lo observe - me gusta cuando te muerdes el labio, como lo estás haciendo ahorita.

¡Pero qué observador! Sentí como mi piel se ponía colorada con ese simple comentario, no era consciente de que me estaba mordiendo el labio.

-¿Puedo preguntarte algo? - me dijo después de un silencio incomodo por ambas partes.

-Como si al decirte que no lo dejaras de hacer - recalque con sarcasmo.

-¿Sales con alguien? - esa pregunta me sorprendió demasiado, abrí los ojos como plato. Eso ya era una pregunta muy personal. Por su puesto no salgo con nadie, pero no estoy segura si decírselo o no ¿Si le digo que si salgo con alguien dejara de buscarme? ¿Quiero que deje de buscarme? No, no creo que lo quiera - no te debatas tanto en pensar si me quieres mentir o no, ya lo averiguare.

 

-No, no salgo con nadie - le confesé justo cuando llegaron nuestros platillos. El mesero nos sirvió vino a cada quien - esto es mucho - dije al ver la gran porción de comida que nos habían servido - ¿Este también es tu restaurante? - le pregunte en son de burla.

-No - me contesto con una sonrisa divertida, seguramente recordaba esta tarde, mi indignación - aun no.

-¿Ese aun, significa que piensas comprarlo? - le pregunte alarmada por la facilidad con la que hablaba de dinero. Claro, a Draco Malfoy no le faltaba nada.

-¿Quieres que lo compre? - me pregunto con el ceño fruncido.

-¡No! - grite alarmada haciendo que todos los presentes me voltearan a ver - digo, es algo que a mí no me importa.

Draco rio moviendo la cabeza de un lado a otro - cena Hermione que casi no has probado bocado - y era cierto, apenas lo había probado. Di un sorbo a mi copa de vino, delicioso, él me observaba con una mirada oscura, pero no de odio, más bien, algo así como la lujuria.

¿Qué pasara por la mente de Draco Malfoy? Me pregunte mientras lo observaba comer, masticaba con delicadeza cada trozo de su comida que de pronto me imagine besando sus labios. No, eso no podía ser posible, no podía tener estos pensamientos de él.

Él me observo y frunció el ceño, estaba seguro que quería adivinar que era lo que pensaba, le sonreí tímidamente. El resto de la cena paso tranquilo, estuvimos hablando acerca de todo. Le conté sobre mi trabajo en la tienda de los Weasley y el motivo por el que estaba ahí. Draco se mostro muy interesado en cada una de mis palabras. Cuando terminamos de cenar, pago la cuenta y salimos del lugar.

-Gracias por la cena - le dije mientras estábamos en el coche.

-No tienes nada que agradecer - me dijo con una sonrisa de lado. Note que no llevábamos el rumbo hacia mi casa, Draco percibió mi preocupación que soltó una risa apenas audible - la velada aun no termina, Hermione.

-¿A dónde vamos? - pregunte con un poco de angustia. Realmente no lo conocía muy bien como para andar por toda la ciudad con él sin saber sus intenciones.

-A uno de mis bares - confeso divertido - para que tú misma compruebes que entro como la gente normal.

No dije nada, rodé los ojos ¿Acaso nunca olvidaría lo que le dije? El camino fue corto. Draco aparco en el lugar que encontró, no en uno especial como yo me había imaginado. Repitió la acción de ayudarme a bajar del auto. Cuando estuvimos en la entraba, había mucha gente y para mi sorpresa esperamos hasta que fue nuestro turno de pasar.

Dentro era un alboroto, había gente por doquier bailando, la música se escuchaba a reventar, chavos y chavas bailaban con su bebida en mano, había más de cinco borrachos que ya no sabían qué hacer. Draco tomo mi cintura y me dirijo a una de las mesas, apartadas de las demás. Pidió una botella, yo estaba fascinada. Tenía demasiado tiempo que no me paraba por un bar y hacerlo ahorita hizo que me emocionara.

-¿Quieres bailar? - me pregunto Draco en un grito, yo lo voltee a ver incrédula pero asentí con la cabeza y con una enorme sonrisa dibujada en mi rostro.

Tomo mi mano y me condujo al centro de la pista donde sonaba una canción movida. Se situó en frente de mi, con una mano tomo mi cintura y con la otra mi mano, comenzamos a movernos, no era tanto al ritmo de la música, más bien lentamente y con tranquilidad. La mirada de Draco me tenía embobada, tenía una mirada preciosa. No podía dejar de verlo a los ojos, podía ver el brillo en su mirada cuando me observaba.

 

No supe en qué momento ni quien tomo la iniciativa pero tenía los labios de Draco pegados a los míos. Sus labios eran suaves y me trataban con una delicadeza inigualable, rápidamente se posesiono de mi boca e introdujo su lengua intensificando el beso. Solo mi mano y mi cintura para tocar mi cabeza y atraerme más hacia él. Sentía como la respiración me faltaba pero no quería detenerme. Cuando nos separamos los dos sonreímos y seguimos bailando. Continuamos así más de cinco piezas entre besos y caricias hasta que salimos del lugar. Tal como lo dijo, pago su cuenta con su tarjeta de crédito y dejo la propina correspondiente.

-Vamos - me dijo mientras abría la puerta del copiloto una vez en el coche y me daba un pequeño beso en la mejilla - te llevare a casa.

-No quiero ir a casa - le dije sin saber porque. Claro que lo sabes, me regaño mi subconsciente y tenía razón, lo sabía, quería estar esta noche con Draco Malfoy.

-Estamos para complacer - me dijo con una sonrisa seductora.

Su departamento era enorme, y elegante, como él y todo lo que lo rodeaba, había cuadros de artistas famosos y ¡Libros! Había libros por doquier, una colección entera en la que me podía pasar el resto de la vida viendo.

Draco llego a donde estaba y me abrazo por detrás, sentía su respiración en mi cuello, haciéndome sentir sensaciones en mi estomago. De un momento para acá comenzó a besar mi cuello, retiro mi cabello hacia un lado y beso mi nuca. Yo gemí al sentir su contacto, arquee la espalda para después comenzar a pegarme a su creciente erección. ¿Estoy segura de lo que hare? Me pregunte una vez que él toco mis pechos y comenzó a masajearlos. Claro que estoy segura, desde que volví a ver a este hombre lo deseo, y él me desea a mí. Con un movimiento rápido me giro y ambos quedamos frente a frente.

-Esto está de más - menciono en un gruñido quitándome la chalina de encima y botándola al suelo para después volver a besarme, ahora con más pasión y desesperadamente. Yo sentía como mi cuerpo desfallecía al sentir sus manos tocándome, al sentir su lengua en mi boca, acariciándola.

Se separo de mi unos cuantos centímetros, ambos sonriendo como adolescentes haciendo una travesura nos volvimos a besar, cuando se volvió a separar me tomo de la mano y me condujo hacia su habitación. Era una habitación modesta, con un estilo casual, había una enorme cama con cobijas grises estilo plateado y grandes almohadones la cubrían. Él duerme aquí, y yo voy a dormir con él esta noche. ¿Quién dijo que dormiría? Me pregunte mientras me sonrojaba.

-Otra vez te muerdes el labio - me dijo Draco haciéndome salir de mi ensoñación. Me sonroje y como respuesta le tome la nuca y lo atraje hacia mí.

Muy hábilmente, comenzó a bajar el cierre de mi vestido, yo le ayude quitándome los zapatos, primero uno, y después el otro, los avente con mi mismo pie. Una vez que quede descalza comencé a desabrocharle la camisa mientras él me acariciaba la espalda desnuda después de haber tirado el vestido de Ginny.

 

-Tienes una piel hermosa - me susurro al oído cuando me quito el sosten. Me sonroje pensando que me estaba viendo desnuda, pero su forma en que mi miraba hizo que lo deseara aun mas - necesito estar dentro de ti - gruño mordiéndome el lóbulo de la oreja.

Cuidadosamente me recostó en la cama, termino de despojarse de la camisa, oí como caían sus zapatos y vi como se agachaba para quitarse los calcetines. Cuando se alzo clavo su mirada en mí y se desabrocho el pantalón, dejándolo caer hacia abajo.

Dios Santo, Draco Malfoy esta desnudándose en frente de mi. Bajo sus bóxers dejando ver su creciente erección. Se acostó encima de mí y comenzó a besarme, se deshizo de mis bragas de un tirón, con una pierna comenzó a abrir las mías y cuando menos me lo espere ya estaba dentro de mí.

Sentí un pequeño dolor, él se detuvo a observar cómo me encontraba, le asentí con la cabeza, en este momento no quería que se detuviera, necesitaba que se moviera, que me hiciera sentir lo que nunca he sentido. Draco me sonrió, besos mis labios mientras que con una de sus manos acariciaba mi muslo y con el otro jugueteaba con mi pecho. Oh sí, todo mi cuerpo se movía esperándolo a él, ansiando sus caricias, sus besos, quería ser suya.

-Ahora voy a moverme - dijo besando mi barbilla. Yo moví la cabeza asintiendo y fue cuando comenzó.

Salió y volvió a entrar en mí lentamente por un tiempo que fue como estar en la gloria, yo movía mis caderas al compas de él y levantaba mi pelvis para que penetrara más. Entre más aceleraba el movimiento de sus embestidas mi estomago se empezó a contraer haciéndome llegar al mejor orgasmo de mi vida. Y después de unos cuantos movimientos se derramo en mí soltando un gruñido.

-Eres hermosa - me dijo en un suspiro cuando salió de mi y se recostó al lado mío, atrayéndome hacia él - duerme, nena.

Me apreté a lado suyo, él me tenia completamente abrazada, podía olerlo, tenía un olor embriagador que podía estar todo el día oliéndolo. Sentí mis ojos pesado y de repente caí en un profundo sueño sintiendo los labios de Draco besar mi cabello.

La luz se colaba por la ventana ¿Cuánto tiempo llevaba dormida? Que más daba, había pasado la mejor de las noches y no la cambiaría por nada del mundo. Recuerdos de la noche anterior hicieron que me estremeciera.

-Te estás mordiendo el labio - gruño Draco llegando a donde estaba. Ya venía bañado, oh su delicioso olor, sonreí tímidamente mientras me sonrojaba - buenos días - me saludo con esa voz seductora - ¿Dormiste bien?

-Si - le conteste tímidamente. Draco dejo caer sus pantuflas y se metió debajo de las cobijas, abrazándome, tan fresco - ¿Y tú? - le pregunte ya que sabía que no veía el color de mis mejillas.

-Mejor que nunca - aparto mi cabello y beso mi cuello - podría despertar así todos los días - me confesó al oído.

Al escuchar esas palabras, sabía que haría lo que sea para poder despertar así junto a él cada día.

¡Hola!

Hoy me entro la locura mientras leía un libro, y como lo había dicho antes, tenía pensado escribir un One-shot sin magia y aquí está. La idea de la entrevista me salió de un muy buen libro que leí y del cual me enamore, no sé si han leído LAS CINCUENTA SOMBRAS DE GREY, es un excelente libro, de ahí saque lo de la entrevista, el labio y el subconsciente, lo demás fue mío y claro con mi pareja favorita. Espero les guste así como a mí me gusto escribirla.

Besos J

Entrevistando a Malfoy - Fanfics de Harry Potter

Entrevistando a Malfoy - Fanfics de Harry Potter

Y aquí estoy yo, Hermione Granger, me observo en el espejo, la imagen que está delante de mi parece satisfacerme hasta provocarme una sonrisa, estoy vestida

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2024-08-22

 

Entrevistando a Malfoy - Fanfics de Harry Potter
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