Severus estaba sentado en el sofá, como acostumbraba. Leía los avances en la medicina y el uso de pociones curativas. Nada nuevo, ninguna novedad aparecía en los tabloides. No llamaban su atención y a simple vista, parecía que sería un domingo cualquiera.
Ladeó la cabeza y notó que Sirius Black, estaba dormido nuevamente. Negó con la cabeza y enrolló el periódico que tenía en sus manos y lo golpeó en la cabeza con él. Sirius entre abrió los ojos y lo miró con disgusto.
Quisiera saber, por qué siempre que me dispongo a dormir una buena siesta, tú me golpeas con lo que se te venga en la mano. ¿Es que no tienes ningún respeto, Snape? Trato de dormir. Desde hace doce horas que no duermo.
Pues no deberías dormirte, no precisamente en un momento como este. No seas flojo y levántate, sarnoso.
Sarnoso es tu trasero que ya he visto muchas veces y te hace falta tomar un poco de sol y si me disculpas, yo seguiré con lo mío y tú seguirás con lo tuyo.
Sirius lanzó sus pesadas botas a una esquina y se dispuso a continuar durmiendo. Severus negó con la cabeza y caminó hacia la ventana. No era precisamente porque tuviera ansiedades, pero necesitaba terminar con eso.
Que se terminara pronto.
Levántate ya, maldita sea le dijo y Sirius alzó una mano para negar con ella y continuar durmiendo muy relajado.
Pasaban las horas y pasaban, nada nuevo acontecía. ¿Cuánto tenía que esperar? ¿Cuánto más tenían que estar allí sentados?
Demonios, Snape. Si no te sientas y te tranquilizas, me levantaré para golpearte. Me tienes enfermo. Tómalo con calma. Como si hacerlo, se considerara algo malo.
No me preocupa eso, idiota. Me preocupa que no termine, que ella no lo consiga.Te recomendamos Aparatos de masajes
¡Entonces tienes interés por la criatura! ¡Qué bueno! Comenzaba a creer que era yo el único que se preocupaba por eso. Ya comenzaba a creer que tú no tenías ni una pizca de alma.
Era el día del niño y no estaba ocurriendo aún. Severus daba vueltas y vueltas, mientras Sirius lo miraba con una sonrisa divertida.
Anda, siéntate y tómate algo. Ya va a llegar.
Se quedó sentado en el sofá, apenas pensando en algo. Lanzó el periódico en lo primero que encontró y Sirius se levantó para tomar una taza de té. Se la colocó en las manos y palmeó uno de sus hombros, con una sonrisa suave.
Antes de dar el primer sorbo, alguien llamó a la puerta y Severus soltó la taza de té, como si tuviera veneno. Sirius le pidió con las manos que se calmara y él se levantó a abrir con mucha calma. Allí, había un hombre y sonreía suavemente. Sostenía un bulto envuelto en sábanas blancas. Sirius sonrió, como si viera a Harry con sus propios ojos en ese preciso instante de su vida.
Era idéntico.
Lo siento papá, no pudimos llegar antes dijo aquel muchacho. Tenía el cabello negro azabache como Severus, y la gallardía de Sirius Black en persona.
Tranquilo, Beliath... ninguno estaba alarmado. Excepto tu padre que parecía una vieja asustada...
Cállate Black...
Creo que es una criatura hermosa y que ambos la cuidarán muy bien. Necesitaba de un buen hogar y ambos son buenos padres, que lo digo yo. Entonces, en este día del niño les traigo a mi hermanita.
Cristhine Snape Black.
Feliz día del niño para ella... dijo Sirius con una sonrisa suave.
Feliz día del niño - Fanfics de Harry Potter
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2024-11-25
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