CAPÍTULO 1
¿DÓNDE ESTAS HERMIONE?
Unos viejos pergaminos se caían de una pesada mesa abarrotada de libros de tapas gruesas que fueron dejadas con evidente desorden provocando luego que varios de ellos cayeran produciendo un estridente ruido que sacudió el piso de madera. Se acercan unos pasos arrastrados que golpean con fuerza una puerta de madera pero nadie en la habitación responde. Quien golpeaba perdió la paciencia y directamente abrió entrando en la pieza con manifiesto enojo mirando hacia todos lados pero se quedó mirando fijamente un espejo que estaba sobre un armario que sostenía una jaula vacía.
El espejo fiel a su objetivo reflejó a alguien que estaba con un rostro apagado y que se arreglaba constantemente el pelo pero ni eso conseguía arreglar su malhumorado rostro. Al final esa rabia se diluyó con un profundo suspiro porque algo en esa habitación no estaba, es decir, en esa habitación vivía alguien que esa persona aparentemente extrañaba mucho.
Gira su cabeza hacia la puerta entre abierta porque siente pasos mas arrastrados que los que traía. Harry Potter apareció en la entrada de la habitación mirando fijamente a la mujer que lo miraba con la cabeza gacha, era tía Petunia que se levantó y fue donde Harry que no decía nada:
--- Que te dije sobre que mantuvieras limpia tu pieza o quieres volver a la alacena. --- dijo tía Petunia con voz queda.
--- Disculpa pero no he tenido tiempo de arreglar todo........todavía me falta desempacar las cosas de mi baúl. --- contesto con respeto Harry.
--- Quiero ver este cuarto limpio antes de cenar..........te traeré la cena aquí. --- dijo tía Petunia saliendo de la habitación a grandes zancadas.
Harry se quedó mirándola desde la puerta y apoyó la cabeza en ella cerrando un segundo sus ojos pensando:
-- Nunca se preocupó por esto.....nunca. ---
El chico entró cerrando la puerta y de inmediato se puso a ordenar pero en realidad las cosas fuera de lugar terminó por echarlas de nuevo al baúl excepto dos pergaminos que estaban escritos y que tomó llevándoselos a la cama en donde se acostó para leerlos pero la cabeza de Harry parecía estar rebosante de pensamientos y uno tras otro iban saliendo:
--- No importa que me prohíban mandarlas.........tengo que saber como está........Hermione.
Hermione se repetía cada tanto en su cabeza y esto no demoró en provocarle un fuerte dolor en ella pero había intención de seguir meditando:
--- Ojalá yo tuviera que sufrir todos los sentimientos de Voldemort, no ella. ---
Harry aparentemente tenía la costumbre de cerrar los ojos cada vez que su cabeza iba a estallar y no precisamente por preocupaciones del colegio sino que por Hermione, no evitaba pensar en ella y esos pensamientos no eran los mas buenos.
--- Tuviste que haber salido de la plataforma.......estoy seguro si pudiste sobrevivir a la primera. ---
Cerrar los ojos terminó siendo un natural modo de quedarse dormido sobre la cama con los pergaminos sostenidos fuertemente por sus brazos mientras la abierta ventana dejaba pasar a Hedwig que traía unos ratones en su boca. Ululó al ver a Harry dormido.
La tía Petunia cumplió su promesa y al ver la ordenada pieza de Harry y al chico durmiendo cerró la ventana y miró con desconfianza a Hedwig ante su prolongado ulular que hizo enfadar a Petunia. Trataba de despertar a Harry pegándole en la cabeza con los pergaminos que le quitó de los brazos.
Harry estaba bastante lejos de despertar debido a un intenso sueño que lo hacía murmurar cosas ininteligibles que tía Petunia entendió como peligrosas.
--- ¡Harry! --- exclamó tía Petunia con la paciencia perdida.
--- ¡Hermione! --- exclamó Harry al caerse de la cama.
Tía Petunia retrocedió al escuchar el nombre de la amiga de Harry porque se le hacía conocido y pescó de un brazo a Harry diciéndole:
--- No creas que me di cuenta de que solo guardaste todo en el baúl y no desempacaste........eres un desordenado Potter. ---
--- ¡Suéltame! No entiendo porque tanto te importa que tenga la pieza limpia si nunca tú estás aquí.....no debiste haberme despertado. --- se quejó Harry.
--- Estabas soñando con una bruja.......no quiero que menciones a nadie de tu maldito colegio......entendiste. --- dijo alterada tía Petunia.
--- ¡Hermione no es bruja! ¡Aprendiz! --- dijo enojado Harry.
--- No quiero verla aquí porque se que ella conoce el camino a esta casa. --- dijo Petunia con la voz mas relajada.
--- Yo no debo porque soportarte........entiendo que sea una pena que tío Vernon se haya ido pero yo no tengo nada que deber. Voldemort mandó a que lo mataran. --- dijo Harry.
Tía Petunia al escuchar el nombre del poderoso mago emitió un llanto ahogado y le dio una cachetada a Harry que lo hizo sentarse en la cama con la mano en la cara quejándose del dolor.
--- Ya no me importa que pienses cualquier cosa de mí, además que en poco tiempo me volverás a tener lejos...........no puedo irme de aquí.........podría hacerlo para que no sigas descargándote conmigo.......también que garantizo que Hermione no va a venir, nadie entre los que conozco puede arriesgarse demasiado ahora.......lamento la muerte de tío Vernon pero no fue mi culpa.......yo no soy Voldemort......se que tú estas pensando eso.....yo también lo odio mató a mis padres...ya sabes toda la historia. --- dijo pausado Harry.
--- Estaré vigilándote Harry.....--- dijo tía Petunia saliendo de la pieza.
Harry se levantó y cerró la puerta de un portazo y empezó a caminar por toda la habitación volviendo a tener los pergaminos contra su pecho y cuando se acercó a la ventana la luz de la luna hizo ver todo el contenido porque los pergaminos estaban hechizados y Harry pareció no darse cuenta de ello.
Hermione, Hermione, reconozco que no tengo idea de cómo pasar los días aquí y se que puedo salir por ahí pero tengo el miedo de encontrarme con Lord Voldemort que para mal ya puede andar por donde quiera
....................................
Espero que ustedes los padres de Hermione entiendan que yo no puedo verla ahora por si tienen dudas de mí, nunca quise hacerle daño y solo quiero saber si todavía está bien...
Durante las noches Harry aprovechaba de hacer los múltiples deberes que le habían dejado para las vacaciones y se quedaba hasta altas horas practicando con su varita solo movimientos porque hechizos en Privet Drive estaban prohibidos aunque tía Petunia no conservó la costumbre de su esposo de espiar a Harry ante cualquier ruido extraño y basta decir que eran bastantes.
No eran las típicas vacaciones en Londres porque ni su tía ni Dudley molestaban mucho a Harry y todo seguramente por la partida de tío Vernon cosa que cada cierto tanto mantenía al muchacho a la deriva pues le tocó presenciar ese momento y estuvo obligado a dejar su cuerpo allí y además en ese tormentoso recuerdo había estado presente Hermione. Harry trataba de evadirse porque soñaba que Hermione en ese sitio era producto de sus visiones pero la firme convicción de que su novia estuvo allí y habló con Harry lo volvían todo a la realidad.
No cabía en la cabeza el hecho de que Hermione estuviese en ello porque solo Harry era capaz de visualizar las andanzas de Voldemort y ahora de sus mortifagos. Seguro su novia solo era un desliz de su loca cabeza repleta de recuerdos, sensaciones y lo mismo pero de Voldemort. Él era consiente de que muchos de los sentimientos de ambos estaban de lo mas ligados pero hace tiempo que el Innombrable no molestaba a Harry sino que terminó por ensañarse con Hermione.
Hermione lo molestaba en sus sueños y con frecuencia Harry se despertaba con su rostro al frente como si realmente ella estuviera allí pero eso al final no lo conmovía porque estaba acostumbrado a vivir de sueños e ilusiones mientras estuviera en Privet Drive.
Privet Drive era un sitio seguro para Harry y esto lo aceptó sin mayor resistencia porque el propio Dumbledore se aseguró de eso ligando eternamente a la hermana de Lily con Harry.
Guía Maestra de Hechizos Oscuros de Thomas Johanssen se transformó en el libro mas solicitado por Harry cuando estudiaba en las noches defensa contra las artes oscuras porque ese ejemplar a vista de su tía era volverla loca porque su hermana también lo leyó y Petunia lo consideraba una fuente de maldad y de muerte segura. Cada hechizo de defensa era descrito hasta el último detalle y esto agradaba a Harry porque sentía mayor seguridad, él era bueno en esa asignatura en el colegio al margen de los profesores que desfilaron ante esa asignatura sin pena ni gloria.
Harry pensaba en practicar algunos hechizos de defensa pero necesitaba un compañero y en Privet el era el único aprendiz de mago y además eso despertaría sospechas en los seguidores tanto de Voldemort como de Dumbledore porque un hechizo hecho por Harry claramente no eran ignorados.
Mientras añoraba las clases de defensa apareció el recuerdo vivo de cuando Hermione le pidió que por favor fuera el profesor clandestino de la asignatura para los interesados en la agrupación el Ejercito de Dumbledore que además trajo a su memoria a Cho. Cho era para Harry un fracaso porque se sentía culpable de que la relación nunca comenzara y también estuvo el último intento de Hermione para que esta vez solo Harry, Ron y ella se prepararan contra Voldemort y algo lograron practicar.
Harry se quedaba con estos recuerdos en donde estaba Hermione, lejos de sentirme abrumado por ella se sentía feliz de tener que pensar en alguien sin sentir odio o rabia aunque a veces se fundía con el recuerdo de Voldemort.
--- Jamás se me apareció en todo el curso.--- pensaba Harry.
Nunca lo vio pero sí Hermione que relataba lo compuesto que estaba el tenebroso mago pero seguía siendo la viva representación de una serpiente por su deforme rostro.
--- ¿Por qué Hermione? ---
Se quedaba dormido pensando en donde estaría su novia porque estaba la posibilidad de que ella ya fuera del completo control de Voldemort o estuviera junto a sus padres. Harry tampoco se animaba a mandarle una carta porque quería evitar cualquier intento de los mortifagos por saber su verdadero paradero.
--- ¡Tiene la marca! --- exclamó Harry saliendo de sus sueños.
Harry se encontró acostado en su cama con el libro de Johanssen cerrado frente a él y con la luz del pasillo encendida y acelerados pasos que iban hacia su habitación.
--- ¡Qué diablos te pasa! --- dijo engrifada tía Petunia al entrar en la habitación.
--- Fue sólo una pesadilla. --- dijo Harry con suavidad.
--- No me atrevo a imaginar con que cosas sueñas. --- dijo tía Petunia.
--- Mientras no te metas vas a estar a salvo..... --- dijo Harry amenazadoramente pero se tapó la boca con las manos.
--- ¿A salvo? --- preguntó inquieta Petunia.
--- Sabes que estoy loco...........en verdad........Hogwarts te hace eso. --- dijo Harry tratando de salvar la situación.
--- Ese colegio de satánicos le arrebató la vida a mi hermana. --- dijo afligida la tía.
--- ...........Eso es mentira........--- dijo con voz quebrada Harry.
--- No quiero escucharte mas. --- dijo tía Petunia cerrando de un portazo la puerta de la pieza de Harry.
El muchacho se quedó despierto un rato mas molesto por despertar a su tía y sacó a patadas los libros que tenía en la cama, se puso la ropa de dormir y finalmente se acostó mirando el techo pensando como siempre.
--- Nada te va a matar Hermione...........pude no haberte dejado en King´s Cross y estaría contigo pero.....tú te hubieses negado.........ojalá estés con tus papás porque Voldemort nunca lo va a ser........cuídate............le lees la mente a él.........no es justo......nada lo es......es mi culpa..........la serpiente.............la puerta..............Hermione.............los colmillos.........los mortifagos.............la serpiente...........camina.......sigue..........quiero matarte...........ya no me sirves para nada............nada.......¡Crucio!............se desploma..........estoy feliz..........un traidor menos........nunca fue efectivo...........no atrapaste a Potter.................¡a mí!........ no quiero hacerlo mas.............no Voldemort.....no vas a dominarme nunca yo Hermione no seré parte de tus mortifagos nunca.............la serpiente camina relajada........¡Voldemort!............¡NO! ¡NO!............
CAPÍTULO 2
ALDGATE STREET
--- ¡Harry! ¡Harry! --- gritaba tía Petunia a este mientras lo zarandeaba porque encontró al chico en el suelo.
Harry no respondía y aparentaba estar durmiendo pero cuando ya tía Petunia se le estaba pasando la mano abrió los ojos y de inmediato su tía dejó de moverlo.
--- ¿Qué pasa? --- preguntó desorientado Harry.
--- Estuviste toda la noche con tus patéticas pesadillas...........no nos dejaste dormir. --- reclamó Petunia.
--- ¡Qué quieres que haga! No soy dueño de mi mente............no hay magia para eso. --- dijo molesto Harry.
--- Vuelvo a oír tus visiones y te echo. --- amenazó tía Petunia.
--- Mi madre no te lo perdonaría. --- atajó Harry.
--- ...........Te mantengo para no ver a tus amigos en mi casa............es molesto cuando te dicen que debo cuidarte porque corres riesgo de morir..........--- dijo tía Petunia cerrando la puerta fuertemente.
Harry se levantó y comenzó a dar vueltas por toda la pieza inquieto porque lo ardía la cicatriz como nunca y eso era una señal clara de que Voldemort estaba actuando y mientras se apoyó en el marco de la ventana para relajarse vino de repente todo lo que había soñado y pudo ver a Voldemort asesinando a uno de sus mortifagos porque la Marca Tenebrosa brillaba en la persona y luego Voldemort le asestó una potente maldición Cruciatus y el mortifago cayó muerto.
El chico se preguntaba quien era esa persona de estatura baja y rostro demacrado que fue asesinado, por mas que buscó en su memoria nunca lo había visto no tampoco se oyó su nombre en la escena pero Harry lejos de preocuparse pensó que era un hábito normal de Voldemort deshacerse de partidarios que deseaban darle la espalda. Cuando pensaba en los partidarios Hermione volvió a la mente porque ella estaba marcada y Voldemort podría necesitarla pero eso no atribulaba a Harry en ese momento sino fue la idea de que Hermione opusiera resistencia al Innombrable y él terminara asesinándola porque Harry era de la idea de que ningún mortifago era mas poderoso que el propio amo.
Muerto de sueño Harry se volvió a acostar pero ya no durmió mas porque tenía miedo de que ahora Hermione fuera parte de sus sueños y él pudiera ver su propia muerte o cualquier cosa mala que le pasara a su novia.
Hedwig miraba profundamente y ululaba a la vez buscando ver porque su amo estaba tan triste y este le devolvió la mirada con un profundo suspiro. Deseaba tanto que amaneciera y así desviar su mente a otras cosas pero ya era difícil ignorar a Voldemort y ahora a Hermione. En realidad Harry se quedó dormido pero solo unos minutos porque su tía ya empezaba con el madrugador trajín pero no iba a trabajar, desde la muerte de Vernon ella heredó lo que juntaron ambos en sus años de matrimonio y además desistió de encargarse ella de la compañía de taladros de Vernon.
Dudley despertaba tarde y de inmediato se iba a la calle con sus amigos, se supone porque el obeso primo de Harry estaba tan misterioso como él.
Harry no esperó mas y se levantó deseoso de seguir leyendo su libro de Artes Oscuras pero algo golpeaba la ventana de su habitación, no podía ver quien era porque lo tapaban las cortinas y cuando las corrió vio a una lechuza de color café que traía un grueso pergamino. Harry le abrió la ventana y entró rápidamente y se sentó en la cama, estiró su pata mostrando al diario El Profeta pero Harry ya no lo pedía pero igualmente debió darle un knut al ave que esperaba impaciente. Apenas recibió la moneda salió sin antes mirar curiosamente a Hedwig que estaba dormitando.
Lleno curiosidad Harry desenrolló el periódico y en plena portada salían los rostros alegres de cinco personas que Harry empezó a leer en voz baja:
--- Martín Hirsch, Violeta Newey, Justin Noor..........asesinados anoche personalmente por el Innombrable........¡Noor! --- exclamó Harry.
Justin Noor era la persona que Harry vio morir esa noche de la mano de Voldemort, lo reconoció tras largo rato de mirar las fotos y halló al rostro demacrado que visualizó en la noche.
Siguió leyendo pero básicamente el articulo era sobre como fueron asesinados y traía ninguna pista porque el Ministerio de Magia solo empezó a investigar pasadas las ocho de la mañana.
--- Cada una de estas personas eran magos comunes que nunca estuvieron vinculados al Ministerio como a la orden de los Quien-Tu-Sabes.............todos estudiaron en Hogwarts.......y el único oficio conocido era el de amo de llaves de Noor.........amo de propiedades muggle y esto inquieta a las autoridades porque el gusto del Innombrable por los muggles estaba creciendo. --- leía Harry.
El resto del diario no traía gran cosa y Harry terminó por dejarlo sobre el escritorio pero mostrando la contraportada que daba a conocer los adelantos del próximo numero referentes a normas básicas de protección hogareña contra el Innombrable.
Harry sintió subir a tía Petunia y escondió el diario debajo de su cama y esta entró bruscamente en la pieza ordenando:
--- Arréglate un poco...........tenemos que salir. ---
Harry no tuvo tiempo de responder porque Petunia cerró fuertemente la puerta y el chico todavía con rostro de sorprendido pero no quiso llevarle a la contra a la tía. Bajó de su habitación lentamente porque mientras ruido hiciera menos difícil sería la salida de la casa. Llevaba su varita en el bolsillo trasero de sus pantalones en caso de cualquier cosa porque habían muchos peligros afuera.
Tía Petunia salió y ordenó que se subiera al auto cosa que pilló de sorpresa a Harry que se sentó en el asiento del copiloto. Aparentemente tía Petunia aprendió a conducir porque no le costó sacar el auto de la casa y se marcharon de Privet Drive en rumbo desconocido para Harry.
--- ¿a dónde vamos? --- preguntó con voz quebrada Harry.
--- No tengo porque cargar con esto.............vamos a la casa de tus padres. --- dijo cortante Petunia.
Apenas Harry escuchó eso se le aceleró el corazón de pura emoción y comenzó a mirar el paisaje que se volvía mas campestre conforme avanzaban por los suburbios de Londres.
--- Ellos vivieron cuanto tiempo allí. --- preguntó nervioso Harry.
--- Tú naciste ahí. --- dijo sin cuidado tía Petunia.
Harry no pudo creerlo y disimuló el efecto que tuvo eso en él porque no quería su tía lo viera emocionarse pero a la vez sentía cierto temor porque Voldemort también intentó matarlo en ese sitio.
Petunia conducía raudamente por la autopista que se insertaba en fértiles campos cultivados y marcaban el comienzo de un bosque del cual salían múltiples desvíos y Petunia tomó uno a la derecha que los condujo por un barrio de casas de dos pisos que se hallaban con sus moradores afuera y mirando un tumulto de carros de la policía que estaban parados frente a Aldgate Street 1300. La tía de Harry se detuvo allí y bajaron los dos, Harry estaba intrigado por la presencia de la policía.
--- ¿Quién es usted? --- preguntó un oficial.
--- Soy Petunia Dursley dueña del inmueble. --- dijo amablemente.
--- ¿Y el joven? --- preguntó parco el oficial.
--- Soy Harry Potter...........viví aquí. --- dijo el muchacho pero ese nombre no representaba mucho para el oficial.
Harry simplemente se limitó a seguir a su tía mientras entraban en la casa que no tenía muebles pero sí muchas cajas de madera abiertas, la curiosidad lo embargaba pero lo mejor era quedarse sin tocar nada.
--- Señor Smith. --- saludó tía Petunia a un hombre canoso que traía unas cajas del segundo piso.
--- Señora Dursley.....como esta. --- saludó cortésmente el caballero.
--- Supe de la muerte del cuidador y arrendatario. --- dijo Petunia.
--- Fue una lástima, la policía piensa que fue un asesinato a sueldo por claramente la propiedad fue violada aunque el señor no presentaba herida alguna de bala u otra arma......que bueno ya está aquí su casa ha vuelto a quedar desocupada y como dueño de las tierras del sector me preocupa ver un propiedad vacía.........va a arrendarla nuevamente, no. --- dijo el señor Smith.
--- No lo sé pero mientras voy a tomar el control de ella cuando se vayan los policías. --- dijo impaciente tía Petunia.
--- No se preocupe el cadáver del anterior arrendatario ya no está aquí y los oficiales esperaban una orden mía pero decidí llamarla. --- dijo el señor.
--- Pues que se vayan. --- dijo tía Petunia.
Smith asintió con la cabeza y fue donde los oficiales que al instante abandonaron la propiedad así el señor Smith también procedió a despedirse de la señora Dursley.
--- Que tenga buen día. --- dijo el señor marchándose rápido.
Tía Petunia miró profundamente el rostro curioso de Harry que no dejaba de mirar cada detalle de la casa con unos ojos brillantes que la hicieron temblar un poco.
--- Harry..........esta casa era de mi......hermana y..........cuando ella .....se fue decidimos con..........con......bueno arrendarla y quien la ocupaba desde entonces murió........era el señor Justin Noor que conocía a tus padres........era alguien bastante extraño. --- dijo tía Petunia.
Harry tenía un grueso nudo en la garganta que solo le permitió asentir con la cabeza porque conocía quien era el señor Noor, era una de las nuevas victimas de Voldemort y él pudo verlo anoche.
--- ¿Qué hacemos? --- preguntó Harry tembloroso.
--- Voy a ver los terrenos de atrás.....tú quédate dentro. --- dijo Petunia saliendo por un puerta contigua.
Sencillamente Harry no sabía por donde empezar a hurgar porque tenía esa intención apenas vio las cajas y se sentó sobre una de ellas.
--- Voldemort estuvo aquí cuando mató a mis padres................pero también estuvo........anoche. ---- dijo en voz baja Harry.
Pensar que Voldemort había estado escasas horas atrás en ese mismo sitio puso en extrema guardia a Harry que sacó su varita sin alzarla demasiado empezó a mirar por todos lados buscando que Voldemort no estuviera. En esa tarea fue cuando Harry vio una caja abierta completamente y con varias cosas, finalmente ganó la curiosidad y empezó a registrar.
Eran solo cosas de cocina pero al fondo hubo algo que puso pálido a Harry, era un retrato de sus padres que lo miraban alegremente y estaban en un bosque justamente en la entrada de Aldgate Street.
Harry se quedó largo rato mirándolos y ellos a su vez le devolvían la mirada pero el chico sentían que solo miraban porque el cuadro estaba hechizado y aun así decidió detenerlo:
--- Petrifae . --- conjuró en voz baja.
Los padres de Harry dejaron de moverse y la fotografía era una muggle normal y esto hizo que Harry dejara el cuadro en la caja pero el chico se sentía extraño no lograba encontrar algo que definiera la existencia de sus padres en aquella casa.
Seguía con su varita en alto en caso de que volviera Voldemort pero él nunca apareció, sin embargo fue su tía la que vino desde el patio a vigilar a Harry pero lo encontró con la cabeza gacha sentado en una de las cajas.
--- La pasas bien..............comienza a ver que hay en todas las cajas y llévate solo lo que sirve............no tengo planes para esta casa..........muévete. --- dijo en tono pesado tía Petunia.
Harry no chistó porque era la oportunidad de revisar todo y eso hizo abriendo las cajas con leves movimientos de su varita que eran imperceptibles para su tía. Dejó varias cajas sin la tapa pero su tensión era mas fuerte que la curiosidad porque temía encontrarse con algo malo. Cerró sus ojos un segundo y comenzó a hurgar dentro de una caja con ropa que seguramente era de.........
--- ¡El uniforme de papá! --- exclamó Harry.
Había encontrado la túnica de James con el escudo de armas de Gryffindor que era su casa y estaba en perfectas condiciones y se la puso y empezó a buscar mas y encontró unas escobas para barrer y no de volar como quería. Esa caja ya no valía la pena pensó Harry.
Otra era de color verde y empezó a vaciarla en el piso y varias cosas se rompieron que resultaron ser pequeños espejos. Tomó una escoba y empezó a barrer los restos a un rincón en donde su tía no pudiera verlos.
Con la túnica puesta desvió su atención de las cajas y decidió subir al segundo piso con bastante emoción, cada escalón recorrido era un poco más hacia el pasado y los últimos escalones los subió saltando y se encontró con un pasillo y tres puertas. Abrió la primera que estaba mas próxima y encontró una pequeña habitación con una cuna cerca de la ventana. Harry no podía creerlo, era su cuna en donde tuvo su primer enfrentamiento con Lord Voldemort, se acercó a ella con sigilo y la encontró vacía y en la parte inferior estaba una marca verde difusa que intrigó mucho a Harry.
--- La tenebrosa. --- pensó.
Tocó cada esquina de la cuna en donde el estuvo hace diecisiete años e intentaba recordar como fue pero no encontró recuerdos.
--- Era sólo un bebé. --- pensó.
Con desanimo resultó ser solo una cuna vacía y miró el resto de la pieza y no había nada mas. Se fue dando un portazo y entró a la habitación contigua y halló una sola gran cama que se suponía era la de sus padres pero sólo eso. La otra puerta era la entrada del baño.
Bajó corriendo tras no hallar nada y siguió registrando las cosas pero eran demasiado muggles como para que fueran de James y Lily, parece que solo el retrato y la túnica de Gryffindor era lo que quedaba de sus padres.
Harry buscaba algo de ellos y le faltaba la última caja de color marrón como el resto, la abrió manualmente y descubrió muchos libros de enseñanza, eran de sus padres y muchos de ellos Harry los estaba leyendo en Privet Drive. Al final encontró un morral artesanal con las iniciales J.P. y no había duda era de su padre y se lo colgó en el echó cada libro y al final parecía el morral de Hermione por lo pesado pero bastó conjurar Atomiae Nulo para que desapareciera esa carga pero seguiría llevando los libros.
Realmente Harry estaba muy entusiasmado y cuando tía Petunia volvió a entrar vio a Harry con la túnica y el morral de James puestos y pegó un grito ahogado y avanzó a grandes zancadas contra él e hizo el intento de quitárselos pero Harry arrancaba cada vez que su tía trataba de pillarlo.
--- ¡No vas a entrar a mi casa con eso puesto! --- gritaba tía Petunia.
--- Esto no te va hacer nada.............mira solo es una mochila vacía y una capa.........--- decía Harry con angustia.
--- No te las llevas. --- dijo cortante la tía.
--- Claro que sí..........por último si son peligrosas me terminaran haciendo daño a mí. --- dijo Harry.
Tía Petunia lo miró unos instantes y luego salió de la sala de estar rumbo al primer piso.
--- Está mi cuna allá.................Voldemort no está..........pero él estuvo aquí anoche. --- previno Harry.
--- ¿Cómo dices? --- preguntó asombrada la tía.
--- Justin Noor era un mago..............le arrendaste la casa a un mago..........él murió asesinado junto con otros anoche por Voldemort...........se esa noticia porque el periódico que tenemos nosotros traía eso en la portada........lo recibo a veces. --- dijo Harry.
--- ¡Vamonos! ¡Vamonos! --- gritaba Tía Petunia saliendo afuera.
Harry la siguió con las cosas puestas y ella estaba apunto de hacer partir el auto cuando la reja de cierra de un golpe que sacó chispas verdes, Harry levantó su varita en al ver eso y tía Petunia se agachó desde el asiento delantero. Algo invisible caminaba rumbo a la casa y abría la puerta y Harry corrió adentro a ver y este ser etéreo subía los escalones y abrió la puerta de la antigua habitación de Harry. Cuando el muchacho estaba en el dintel de la puerta se escuchaba una leve melodía:
--- Duérmete ya.........duérmete ya...........tu madre esta a punto de venir..........no llores mas hijo.............Harry.---
--- ¡Papá! --- exclamó Harry.
--- La ventana se abrió violentamente y sonaba como si alguien escapara por ella y Harry corrió hasta el marco de ella y vio como una sombra parda se elevaba en el cielo.
--- ¡Papá! ¡Papá! ---- exclama Harry.
La sombra de perdió de vista y Harry muy resignado bajó hasta el auto de tía Petunia subiéndose y ella aún estaba aterrada.
--- No era nada...........nada. --- se limitó a decir muy triste Harry.
Petunia no esperó mas e hizo andar el auto dejando la casa de Aldgate Street tan desordenada como siempre al parecer ha estado.
CAPÍTULO 3
LA APRENDIZ VIGILADA
A los días de transcurrida la visita al antiguo hogar de Harry tía Petunia se portaba muy mal con él debido al recuerdo vivo de la hermana de ella y sobre todo el hecho de oír el nombre de Voldemort con el mismo temor que en el mundo de los magos. Harry no salía de su habitación y se quedaba siempre contemplando la túnica y el morral de su padre y miraba el álbum de fotos en que ellos se movía. Lo tenía en el cajón del velador pero decidió ponerlo arriba del con un aire renovado.
Aprovecho de leer los libros de sus padres y algunos resultaron que ya no se dictaban y otros eran lo mismo. Otros le hacían surgir dudas sobre si en el último curso de Hogwarts iba a aprender algo de eso.
Con cada nueva hojeada esperaba encontrar algo nuevo y eso le hacía sentir una gran emoción y cada tanto miraba el cuadro de sus padres pero olvidó en que su tía si podía entrar al cuarto y apenas vio a su hermana y a James soltó un grito que molestó tanto que al final decidió poner el cuadro por las noches. Tía Petunia estaba harta de ese nuevo animo de Harry de recordar a sus padres tan explícitamente.
Había un día soleado pero fresco y Harry estaba tumbado en su cama aburrido pero no había panorama afuera que lo hiciera salir y en eso empezó a recordar la promesa de la señora Weasley de que iban a buscarlo y ahora tener eso presente envolvía el momento de una nostalgia por sus amigos que tan bien se portaban con él en el verano y sintió el deseo de ir donde ellos pero siempre entendía que habían demasiados riesgos en salir. Estaba en eso cuando cerró los ojos pensando en dormir un rato y así pasar las horas como siempre lo había hecho y cuando se concentraba en aquello sintió el timbre.
Saltó de la cama al borde de la puerta y escuchó a tía Petunia caminando hacia la puerta principal y se le aceleró el corazón.
La puerta se abría y tía Petunia miraba con recelo el rostro de la visitante.
--- ¡Harry Potter te recordé que no trajeras a tus amigas a la casa! --- gritó Petunia.
Harry corrió por la escalera y encontró a Hermione forcejeando con la tía Petunia y las separó.
--- Ella no te va hacer nada. --- dijo Harry.
--- Tú no eres bienvenida aquí............eres de aquellos que mataron a mi marido.......vete......vete. --- seguía gritando Petunia.
--- ¡Esta bien! ¡No vamos a conversar aquí! Quédate tranquila.............ah y no destruyas las cosas de James. --- dijo Harry llevándose a Hermione a la calle.
--- Estoy segura de que si soy muggle no me recibiría así. --- dijo Hermione alegremente.
--- Estas visitas son anuales. --- dijo Harry.
--- No sé...............te echaba de menos........mira yo sigo estando bien............---- dijo Hermione acongojada.
Harry le dio un abrazó y vio a Nymphadora Tonks viéndolos desde el frente.
--- ¿Estas con la orden? --- preguntó Harry.
--- Tonks estaba allí pero despareció............los tengo a todos en vilo porque tener entre sus fila a alguien de...........de..........tu sabes. --- volvió a estar acongojada la chica.
--- Esta bien..........entiendo todo..........pero como están todos. --- siguió preguntando Harry.
--- Andan en misiones secretas y entenderás que es peligroso que me cuenten todo.........así que mas vale que tengas cuidado con lo que me digas. --- dijo Hermione.
--- Pero puedo decirte que te quiero...........--- dijo Harry viendo a su atribulada novia.
--- .........Supongo que sí..........--- decía temblando Hermione.
--- Voldemort no puede atacar aquí............tranquila. --- dijo Harry abrazando a su novia.
--- Ya está bien............estoy mejorando......no debiera porque tener miedo.....tengo a una orden de magos protegiéndome. --- dijo Hermione.
--- ¿Siempre andas con uno? --- preguntó Harry al ver nuevamente a Tonks al frente.
--- Sí. --- respondió Hermione.
--- ¿Por qué no viene? --- preguntó Harry al ver desaparecer a Tonks.
--- Tuve que suplicarle que me acompañara aquí........ella iba a una misión en Bristol por asuntos del Ministerio y Privet Drive quedaba en el camino. --- dijo Hermione.
--- Dile que le mando saludos............¿Y Ron? --- preguntó con interés Harry.
--- Sigue en La Madriguera........de vez en cuando me manda correos.....eso sí correo con la Orden...las lechuzas solas ahora se pierden. --- dijo seria Hermione.
--- Mira no he hecho grandes cosas este verano..así que como de costumbre no hay mucho que contarte. --- dijo Harry.
--- No importa Harry.......¿te llegó El Profeta? --- preguntó suspicaz la chica.
--- ¡Sí! Los asesinatos de Lord Voldemort............yo..........yo.......pude ver uno. --- dijo Harry con voz queda.
--- ¿Cómo el atentado al señor Weasley? --- preguntó Hermione.
--- Tal cual...........de nuevo era yo la serpiente.......me siento extraño porque hace tiempo que yo no veía eso.......Voldemort ahora actúa por su cuenta aunque yo no se.........vi como mataba a uno de los suyos.........no se si te suena Justin Noor........¿te suena? --- dijo Harry.
--- No soy mortifaga Harry.........apenas conozco esos nombres. --- dijo apesadumbrada Hermione.
--- ¡Perdona! ........Pasa que estado pensando mucho en ti y tenía miedo de que ya fueras del bando contrario. --- confesó Harry.
--- Yo soy fuerte Harry, esta Marca no va a dominarme........ya verás cuando volvamos a Hogwarts nada podrá hacerme daño por que Dumbledore va a estar mucho mas alerta. --- dijo misteriosa Hermione.
--- Justin Noor arrendaba la casa de Aldgate Street..........bueno esa casa era de los Dursley y la ocuparon mis padres........tuvimos que ir hace unos días allá porque mi tía quería devuelta la casa y.........el dueño de los terrenos la entregó.........no se que hacía Noor allí pero esa casa estaba como la dejaron mis padres antes de morir........pero sus cosas estaban empaquetadas.......encontré un retrato de ellos en que se reían pero lo petrifique porque era raro verlos vivos cuando están muertos........no pude con eso. También encontré las escobas con las que barría mi mamá...........pero lo mejor fue cuando encontré la túnica de Gryffindor de papá y su morral como una vez lo ví husmeando en la mente de Snape..........subí al segundo piso y allí estaba la cuna en donde casi Lord Voldemort me mata........era todo tan extraño......lo peor era que Voldemort estuvo la noche anterior torturando a Justin......esa casa le trae muy malos recuerdos.......sí estaba enfadado tal como me sentía esa noche lleno de rabia y comencé a gritar hasta que llegó mi tía...........---relataba con emoción Harry.
--- ¿Seguro que no pasó nada mas? --- preguntó Hermione viendo la ansiedad de Harry.
--- .....No.... --- dijo inseguro el muchacho.
--- No te creo.........algo pasó..........¿Voldemort? --- preguntó segura Hermione.
--- Mi padre........era su fantasma........pero huía de mí......cantaba una canción de cuna a un bebé imaginario......¡era él! ¡era él! --- dijo Harry con emoción.
Hermione abrazó a su novio que estaba conmovido en ese momento y así ninguno de los dos se soltó hasta que cuando Hermione vio el rostro todo impaciente de Tonks.
--- Debo.....irme.........Tonks me está apurando. --- dijo Hermione arrastrando las palabras.
--- Sí mejor.......cuídate mucho. --- dijo Harry rápidamente.
--- Si no te recogen los papás de Ron.......nos vemos en Hogwarts.......cuídate. --- dijo Hermione dándole un último beso a Harry.
Harry vio como Hermione iba cruzando la calle y Tonks sacaba un aparato parecido a un libro que tomaron ambas y desparecieron. Ese libro era un traslador.
Harry se quedó unos minutos afuera de la casa contemplando la calle hasta que tía Petunia lo entró a empujones.
--- ¡Qué te pasa! --- protestó Harry.
--- Mala suerte la de ustedes dos........esto se parece a .....--- dijo tía Petunia.
--- Se parece a James y Lily.........ellos dieron la vida y yo y Hermione no tenemos problemas en dar la nuestra si Lord Voldemort regresa y nos intenta matar.........--- dijo Harry deteniéndose frente al rostro de espanto de su tía al oír ese nombre.
--- No lo menciones. --- rogó Petunia.
--- ¿Te da miedo? --- preguntó desafiante Harry.
--- No quiero que se meta en la casa. --- dijo temerosa Petunia.
--- Voldemort no entrará aquí............agradécele a mi madre porque ella te sentía como una hermana hasta cuando la mataron, hay un hechizo que impide que él se acerque y va a estar mientras yo siga sintiendo que este sea mi hogar.........o si no el lazo de sangre se rompe. --- dijo Harry.
--- ¡Sube a tu habitación. --- ordenó tía Petunia.
Harry obedeció quizás para no seguir llevándole la contra a su tía y cuando llegó a la habitación se recostó en la cama pensando todavía en el fugaz encuentro de Hermione que no lo dejaba satisfecho. Se reprochó cuando casi dice que su novia era de los mortifagos.
--- Está vez seré yo quien ofrezca su vida por ella.--- dijo Harry hundiendo la cabeza en la almohada.
CAPÍTULO 4
VISTE A VOLDEMORT......NO....... ES HERMIONE.
Como si nada el clima veraniego dio paso a una pasajera tormenta durante una tarde de julio que regó los jardines por sus dueños que refrescó el caluroso ambiente y que hizo que todos volvieran a casa mas temprano. Ni siquiera ese paisaje distinto sacaba a Harry Potter del aburrimiento por mas libro de Defensa contra las Artes Oscuras leyese y por mas que se pusiera la túnica de papá.
Tía Petunia dejó caer la cena de Harry por la rendija al parecer estaba lejos de que acabara el enojo entre ellos dos y esto complicaba a Harry porque no podía salir de la habitación y cuando las cosas eran mas normales por lo menos bajaba al jardín a esconderse entre la hierba y así espiar el ambiente. Tal como su tía.
Luego de la lánguida cena Harry ordenó sus libros para disponerlos en el estante en donde estaba apoyada Hedwig que ululaba y ya no salía de cacería tan a menudo. Harry le hizo cariños y ella respondía con unos suaves picotazos y volvía a dormitar.
Intentó separar los libros del y los de sus padres pero la diferencia estaba a la vista porque los libros de James y Lily estaban mucho mas gastados y les faltaban hojas. Esto hacía fantasear a Harry.
Era temprano cuando el muchacho se acostó en la cama relajado y cerrando sus ojos largo rato no intentando dormir sino relajar la mente.
--- No dejes pasar a Voldemort........que no te lea tus pensamientos. ---
Estuvo visualizando de todo y eso no sirvió en absoluto para relajarse y despertó tenso pensando en lo incomodo de no pensar en nada, parecía que aunque Snape no estuviera viendo su cabeza relajarla por él mismo era imposible.
--- Espero que Hermione lo haga mejor que yo..........Ya verás Snape....no podrás con la mente de ella. ---
La noche pasaba tan rápido como la primera vez que entró la lechuza de Ron hace tres años pero los ojos de Harry seguían tan abiertos buscando en el oscuro techo algo con que dormirse, ya iban varias noches de desvelos antes de entrar en vigilia y cuando lo lograba ya no despertaba mas. La casa estaba en completo silencio pero en la mente de Harry resonaba la voz de su tía tratando de echar a Hermione.
--- Absurdo.......Hermione no puede hacerle daño. ---
No ayudaba pensar en ella para quedarse tranquilo, sino que provocaba que su corazón se acelerara cada vez mas pero el que ella no esté lo volvía a la oscura realidad de la noche pero todo era mas luminoso dentro de él.
Hedwig ululaba suavemente en su jaula estando dormida y Harry empezó a mirarla a ella envidiando su relajado sueño y estaban sus ratones muertos en un rincón con algunos picotazos. Cada rincón de la pieza lo hacía mirar fijamente cada lugar pero eso no servía para dormirse.
--- Voldemort no entrará............no vas a entrar. ---
La ventana se agitaba por el viento de afuera que llenó el nulo ambiente sonoro impidiendo dormir a Harry una vez más que se revolcaba en su cama de un lado a otro inquieto y terminó por caminar por la habitación lentamente. A lo lejos se oía la tranquila respiración de tía Petunia.
--- Los ronquidos de mi tío...........pensar que podía dormir con ellos. ---
Se sentó en una esquina de su cama y pensó en revisar los libros de sus padres pero veía algo lejano el ropero en donde guardaba de todo, se movió por la marquesa y sus pies chocaron con el baúl que tenía a los pies de la cama y apoyó sus pies en el. Pensó en abrirlo para matar el rato pero le daba flojera, su flojera aumentaba mas y mas señal de que el sueño estaba por fin venciéndolo.
--- No quiero nada mas.............sólo dormir. ---
Harry cayó dormido hacia atrás con los pies colgando de la cama y los anteojos puestos, era cosa de imaginar el destino de ellos en la mañana.
Contrario a lo que podía pensarse por dormir tarde Harry se despertó muy temprano sobre la otra esquina de la cama delatando que se movió mucho en ella y cuando se sentó se le cayeron sus anteojos partidos por la mitad. Los recogió rápidamente y sacó de su mesita de noche una cinta adhesiva que tenía por si acaso y con ella pegó sus lentes.
Cuando Harry se miró al espejo notó que la cinta adhesiva no hacía verse tan mal pero tenía todo el pelo despeinado por mas que se pasara su peineta no conseguiría que se aplastara. Atinó a desordenarse mas su cabello como lo hacía su padre que lo miraba alegremente desde la foto que estaba puesta en la mesita. Harry desvió la mirada de su padre sintiendo que de verdad lo estaba mirando pero aun siendo una fotografía sentía cierta pena al verlo moviendo la cabeza estando muerto. Harry meneó la cabeza varias veces tratando de sacarse el recuerdo y se concentró en leer los libros que le quedaban, para su sorpresa encontró unas notas de Hermione en ellos en donde le indicaba que partes de los párrafos servían mas.
--- Estos hechizos en realidad no funcionan mientras tengas la varita gacha sino mas bien cuando la elevas y el nombre de lo que deseas transportar esté bien definido.--- leyó Harry una nota de Hermione.
Se sentía movimiento y se escuchaban los intensos bostezos de Dudley que bajaba la escalera y poco después su madre.
--- Necesito que mires bien tu varita porque como ya lleva seis años de seguro necesita mantenimiento............mírala.--- leía Harry.
Como si realmente Hermione estuviese allí Harry pescó su varita mirándola atentamente y se percató que tenía a la altura de la mitad un raspón que amenazaba que los hechizos poderosos se devolvieran a su dueño.
--- ¿Cómo se hizo esto? --- se preguntó Harry.
Miraba a todos lados buscando una explicación pero nunca la varita salió de sus bolsillos y seguro la culpa del deterioro era de él.
--- No hay ningún Ollivanders cerca de aquí. --- pensaba graciosamente el muchacho.
Hizo algunos conjuros sencillos de transformación logrando hacer desaparecer objetos.
--- ¡Se fue! --- exclamó Harry.
Volvió a mirar la varita y la agitó nuevamente: en vez de transformar hacía desaparecer las cosas y hasta ese momento hizo desparecer algunos pergaminos viejos.
--- No te puedo usar..........se me puede ir cualquier cosa. --- se quejó Harry.
Tía Petunia abrió la puerta de la habitación de un portazo y Harry la miró con el entrecejo fruncido.
--- Todo lo que recogiste vamos a venderlo.........estoy llevando las cajas que vinieron a dejarme..........trae lo tuyo. --- dijo tía Petunia.
--- ¿Cuándo vinieron? --- preguntó Harry.
--- Al alba de hoy.......ya sabes que quiero que desaparezca. --- advirtió tía Petunia.
--- Eso no........puede ser todo lo otro, pero yo sólo agarré la túnica, los libros.....y......nada más. --- dijo Harry recordando.
--- Pues venderé los libros. --- atacó la tía.
--- Son libros de magia, nadie te los va a comprar........además enseñan cosas muy peligrosas. --- dijo Harry aparentando mas peligro.
--- ¡Dudley carga las cajas en el auto! --- gritó tía Petunia hacía abajo.
--- No tengo que darte. --- dijo serio Harry.
--- Tienes que venir conmigo porque mi hijito no puede con todas esas cajas él solo, así que baja y ayuda. --- ordenó tía Petunia.
--- Basta tu voz para que vendas.........no me necesitas. --- dijo Harry.
--- No voy a dejar la casa sola contigo dentro, escuchaste. --- dijo la tía
--- ..........¡Ya está bien! Te acompaño. --- dijo Harry de muy mala gana.
Tía Petunia cerró con fuerza la puerta y Harry quedó muy molesto, no quería salir a un lugar desconocido pero no tenía el valor de hablar de Voldemort frente a su tía.
--- Tienes que hacerlo bien......por si acaso. --- le hablaba Harry a su varita.
Al poco rato Harry debió bajar para cargar las últimas cajas en el portaequipajes del auto en donde no había lugar para sentarse. Tía Petunia en el puesto del conductor, Dudley como copiloto y Harry apretujado entre las cajas en el asiento trasero.
Cuando ya iban sobre una concurrida autopista al parecer al centro de Londres tía Petunia piteó rabiosamente a un grupo de personas que cruzaban la calle y que iban encapuchados con túnicas negras. Harry los miró con expectación porque esas vestimentas eran de sobra comunes para él.
Eran demasiados y todos los conductores perdían la paciencia porque ninguna de esas extrañas personas comprendió que la luz roja del semáforo se había prendido y seguían pasando hasta que el último era bajo y caminaba con dificultad. Apenas cruzó a la acerca desvió su mirada justamente al carro de tía Petunia y Harry pudo ver su rostro.
--- Mundungus. --- dijo en voz baja Harry.
Tía Petunia suspiró aliviada cuando ya circulaban por la autopista y aquella acotación de Harry no pasó desapercibida para Dudley que lo delató con su madre.
--- Potter............¿reconociste a uno de esos extraños? --- preguntó la tía con desdén.
--- Sí. --- se limitó a responder Harry.
--- No se suponía que todos estaban tan asustados por ese Lord. ---- dijo pesada la tía.
--- Mundungus está lejos de espantarse por .........Lord Voldemort. --- dijo Harry marcando la voz en Voldemort.
--- No te preocupes tesoro, sólo son amigos de tu drogado amigo. --- dijo Petunia a Dudley.
--- Te estás pasando tía.........esa excusa era sólo para las visitas, no. Soy un drogo en San Bruto............Dudley sabe donde estudio. --- atajó Harry.
--- ¡Mamá! --- pidió auxilio Dudley a mamá.
--- Mejor no le hables tesoro, tu primo está igual de loco que los encapuchados. --- dijo tía Petunia.
Harry no respondió sino que se apoyó mas en las cajas viendo con impaciencia como entraban en el centro de Londres y al pasar por la estación de King´s Cross que Harry reconoció al instante había un grueso tumulto de gente que gritaba desesperada y otros que salían sangrando de la estación.
--- ¡Señora! ¡Señora! --- un policía golpeaba la ventana de tía Petunia.
--- ¿Qué pasa? --- preguntó la tía muy alterada.
--- El tránsito está cortado por esta calle debe seguir el desvío. --- advirtió el oficial.
Tía Petunia obedeció de inmediato al igual que muchos conductores que trataban de ver el dantesco panorama pero la policía se encargaba de acelerar los desvíos.
--- Todavía Scotland Yard vigila las calles.........algo malo pasa hijo......¿por qué huyen todos? --- se preguntaba tía Petunia al ver gente en el centro arrancando.
Harry miraba por la ventana trasera buscando alguna explicación pero seguramente era imposible que Lord Voldemort estuviera implicado junto a tantos muggles.
Tía Petunia estacionó el auto frente a un enorme centro comercial de sólo antigüedades contiguo a un enorme parque y un paradero de buses.
Al bajarse todos Harry debió comenzar a cargar las cajas adentro mientras Dudley se llevaba las mas livianas si pudiera hacer hechizo de mayor nivel Harry habría usado su varita pero hacer eso ante tantos muggles dejaría sin aliento a su tía.
La tienda estaba constituida por miles de puestos de gente que vendía cosas usadas, antiguas y muchas mas recorrían el mercado buscando precios baratos. Tía Petunia indicó un lugar vacío en donde Dudley y Harry dejaron las cajas, apenas lo hicieron Petunia comenzó a mirar hacia todos lados murmurando cosas ininteligibles.
Entonces comenzaron a sacar las cosas de las cajas dejándolas en una alfombra que ya estaba puesta desde antes y tía Petunia vio como algunas personas se acercaban al puesto a ver los objetos.
Un mujer joven miraba con especial atención un retrato en donde salían los padres de Harry pero ella estaba interesada sólo por el bonito marco. Harry no se fijó en que habían mas retratos de sus padres así que cuando eran vendidos los marcos Harry se quedaba con las fotos.
La mañana pasaba lentamente y tía Petunia vendía cosas pequeñas como mas marcos, teteras, escobas de colección y sacó de la caja mas alargada una escoba grande y larga que cuando la vio Harry no podía creerlo.
--- No la vendas. --- dijo en voz baja Harry a su tía.
--- ¿Qué intenciones tienes con esta simple escoba? --- preguntó suspicaz tía Petunia.
--- No sirve para barrer, es para volar..........mira ves que dice Saeta de Fuego.......si los muggles la toman podrían llevarse una horrible sorpresa. --- afirmó Harry aparentando preocupación.
Tía Petunia tomó un rostro de miedo y acabó por darle la escoba a Harry que la colocó a su lado bien protegida y la gente seguía pasando interesada por ciertas cosas que hicieron sospechar a Harry pero entendió que en ese lugar empezar a hablar de magia era arriesgado por su tía. Pero logró proteger la escoba.
Cerca de las once de la mañana se oyó un violento estampido en las puertas del mercado y entraron unos policías armados asustando a la gente que se tapaba los rostros.
--- ¡Tranquilos! Estamos sólo inspeccionando el lugar..........hay peligros a la seguridad en el centro de Londres.............cálmense encontramos para nada sospechoso este lugar. --- dijo un oficial.
Comenzó a temblar el piso y se oyó una fuerte explosión desde afuera, los policías corrían hacia el exterior y la gente trataba de asirse a lo que pudiera ante la onda expansiva. Tía Petunia gritaba despavorida y abrazaba a su hijo, Harry no entendía nada pero dentro de su cabeza se mezclaban Voldemort y algún incidente muggle.
Al cabo de unos minutos la gente comenzó a salir de la tienda y vieron como estaba uno de esos buses de dos pisos completamente destruido y los policías desviaban a la gente por la estrecha acera. Tía Petunia miraba horrorizada el bus destruido en la parte superior con los asientos completamente doblados, Harry miraba igual preocupado e impactado por ver tantos policías y bomberos que intentaban abrir el bus buscando gente.
Mientras caminaban todos vigilados Tía Petunia se acordó de su auto y corrió hasta donde estaba pero la zona estaba acordonada por la policía y estos simplemente le respondieron que las grúas moverían los vehículos estacionados cerca del bus. Harry llevaba la escoba en la mano tratando de no golpear a nadie en la caminata que duró varias cuadras de aceras demarcadas y calles sin tránsito
Una calle estaba llena de policías enfundados en sus chaquetas amarillas hablando ruidosamente y con las armas en alto asustando a la gente. Lo difícil era no perderse entre el mar de gente que ocupaba una calle completa cuando todos caminaron unas cuantas cuadras. Harry miraba hacia todos los edificios y veía francotiradores que disimulaban sus armas y al mover la cabeza hacia la otra acera vio como la gente cruzaba la calle mirando con temor a los francotiradores, reparando en la gente que caminaba asustada Harry perdió el rastro de su tía y su primo y desesperado trató de hallarlos pero era imposible ver sus rostros conocidos. Pero halló un rostro muy conocido.
Lord Voldemort estaba parado frente a una confitería mirando fijamente a Harry con una expresión indiferente pero este se le aceleró el corazón y miraba con temor inmóvil. La gente corría de un lado a otro sin suponer que entre ellos estaba el mago mas temido por todo el mundo mágico y ese temor era comparable con las explosiones que se sucedieron en Londres.
Harry echó a correr como el resto pero huyendo de cosas distintas y a lo lejos veía la tiesa figura de Voldemort sin que lo persiguiera y cuando estaba por doblar en una esquina vio como Voldemort sacaba su varita y de ella salían chispas verdes y una sola luz de ese color encegueció la calle y a los policías que corrían pensando que era otra explosión. Harry levantó su varita sin conjurar nada y cuando desparece la luz verde todo sigue tal cual con la gente corriendo pero el hechizo de Voldemort no produjo mayor efecto, es mas no hizo nada. Harry miraba hacia todos lados tratando de ver a muggles tendidos en el suelo pero sólo se veía la lejana figura de Lord Voldemort mirando fijamente a Harry sin hacer nada. Yendo contra la multitud Harry fue donde estaba Voldemort con actitud desafiante y al llegar al frente de la confitería sus miradas se cruzaron y Harry fue el primero en levantar la varita en posición de ataque mientras Voldemort seguía allí estático y de repente su figura comienza hacerse mas difusa y Harry fue donde la figura del mago pudiendo tocarla pero no era nada físico, sólo estaba allí como un espectro pero de muerto no tenía nada.
--- ¡Qué diablos te pasa! --- gritó Harry.
Lord Voldemort no se movió y solo quedaba su rostro con facciones de serpiente visible y Harry seguía llamándolo con la intención de saber sus intenciones en aquel lugar.
--- ¡Mátame de una vez! ¡Voldemort! --- gritaba el chico.
La figura de Voldemort despareció y Harry se sintió llevado desde atrás por unos fuertes policías que lo apartaron de la acera hasta llevarlo a un furgón policial ya dentro del área restringida por letreros amarillos y desde donde se apreciaba el bus destruido.
--- ¿Con quién hablabas? --- preguntó un policía a Harry.
--- Con........nadie......--- dijo Harry confundido por ahora estar con policías y segundos antes con Voldemort.
--- Obvio que con nadie joven, explíqueme porque tenía este palo levantado en dirección al local comercial de enfrente. --- dijo el mismo policía con la voz un poco mas alta.
Harry no sabía que decir porque contarles a los oficiales sobre el peligro que representaba Voldemort era algo bastante extraño porque ellos no sabrían quien era y además Harry pasaría por loco al estar hablando cosas de magia y mas aún cuando cientos de muggles huían despavoridos por el centro londinense.
--- No se que decir. --- dijo Harry.
--- Oficial McHoney cree usted que el joven se encuentra en estado de shock por el atentado. --- dijo el policía otro que se acercaba.
--- Probablemente. --- dijo escuetamente el oficial nuevo.
--- ¿Viste el atentado? --- preguntó el primer oficial.
--- No, pero sentí la explosión...........estaba dentro de un local de antigüedades cuando se escuchó...........habían policías dentro buscando algo y cuando ocurrió la explosión todos salimos y encontramos el bus destruido y nos ordenaron salir por la acerca y fue cuando perdí el rastro de mi tía y.......creí que me iban a atacar desde la confitería. --- relató Harry haciendo pasar a Voldemort por terrorista.
--- ¿Quién es Voldemort? --- preguntó bastante serio el primer oficial con la atenta mirada del otro.
--- No tengo idea...........no sabía que estaba diciendo. --- dijo Harry aparentando confusión.
Los dos oficiales se miraron perplejos y el mayor le pidió la varita (palo) a Harry pero ante sorpresa de ellos dos el joven la sostenía fuertemente asida como un objeto de valor.
--- Hijo es solo un trozo de madera y .........pasa a ser sospechoso. --- dijo serio el mayor oficial.
--- ¿Sospechoso? --- dijo Harry ahora metido en otro lío.
--- Danosla. --- dijo el primer oficial comprensivamente.
--- Si arranco --- pensó Harry.
Justamente esa fue la idea que maquinó el cerebro de Harry y mirando unos segundos a los oficiales se echó a correr en la calle cerrada con los dos policías persiguiéndolo y gritando a los demás: --- Refuerzos..........posible terrorista.---
Harry seguía corriendo y ahora tuvo la idea de enviarles un maleficio o un sortilegio menor y elevó su varita corriendo mas lento y murmuró: --- Draco Caput Transforme. ---
Los policías lejos de convertirse en dragones alcanzaron a Harry y entre varios lo llevaron ante los gritos del joven que al rato se rindió estando ya en un furgón policial con otras personas que no se miraban fijamente.
El furgón comenzó a andar por varias calles porque los doblajes eran bastante bruscos estando uno dentro del furgón. Harry miraba el suelo con mucha rabia de entrar en un problema del que cualquier mago sabría salir pero extrañamente tenía un temor de conjurar algo contra los muggles teniendo ya un nutrido expediente de sortilegios hechos fuera de Hogwarts archivado en el Ministerio de Magia y otro mas y a vista de miles de muggles suponía una segura expulsión.
--- No van a expulsarme. --- dijo Harry en voz alta. Sus pensamientos sólo querían salir.
De tanto mirar el frío piso del furgón apenas Harry levantó la cabeza se sorprendió de ver a otras personas que tapaban bien su rostro con capuchones y estaban bastante doblados mirando fijamente el piso tal como lo hacía Harry.
--- De seguro ellos tienen razones para estar aquí...........yo. --- decía la atribulada mente de Harry.
El vehículo policial seguía su rápido andar hasta que se detuvo y todos dentro miraron por las cerradas ventanas. Harry pudo ver el rostro de los otros y la mayoría eran ancianos barbudos y con sombrero y para sorpresa del joven llevaban túnica de mago.
--- No pueden serlo --- pensaba Harry.
Se abrieron las puertas dejando ver a los policías ordenando que todos salieran y uno por uno lo hicieron y Harry fue el último. Todos iban en fila india rumbo a un imponente edificio de grandes ventanales con un cuadrado que giraba con la leyenda SCOTLAND YARD.
--- ¿Scotland Yard? --- se preguntó Harry en voz alta.
--- Será mejor que nos aclares a todos que hacías en esa calle profiriendo gritos contra el supuesto Voldemort. --- le habló el primer oficial cuando cruzaban el sendero rumbo al edificio.
Harry entró a un interior con bastantes cubículos con su respectiva secretaria...........no secretarias no eran sino mujeres policías uniformadas que atendían cada cierto tanto los teléfonos. Los presos fueron conducidos a una puerta cerca de una escalera mecánica y al entrar en ella estaban varios policías mas y ordenaron que se sentaran en pequeñas sillas pegados a una pared con un mural metálico que contenía un mapa de Londres.
--- Deberán responder con su nombre completo. --- dijo un policía que los miraba desde el mural opuesto con la foto del primer ministro inglés.
--- Comencemos desde usted señor. --- dijo un policía joven indicando al primer anciano en la esquina de dos murallas.
--- Frederick Taylor Hans. ---
--- Los demás sigan. --- ordenó el policía novel.
--- Mark Longbottom. ---
--- Dije nombre completo. --- dijo el policía mas serio.
--- Mark Cedric Longbottom Quigley.---
--- Everest Francis Sorelli Sorelli.
--- Colin Brighton Abbott Bret. ---
--- Harry James Potter Evans. ---
--- Edad de cada uno. --- ordenó el mismo policía joven.
--- Ochenta. ---
--- Setenta y dos.
--- Ochenta y tres.
--- Ochenta y nueve.
--- Diecisiete. ---
--- Muy bien..........nosotros estamos bastante confundidos porque según los reportes de policías en los lugares en donde fueron arrestados hoy ustedes estaban en actitudes sospechosas sosteniendo cayados de forma peligrosa contra murales vidriados. --- dijo el policía de la mesa.
--- ¡Son varitas! --- exclamó Mark Longbottom.
--- ¿Varitas?--- dijo incrédulo el policía.
--- Tú Potter también traes una --- dijo el otro policía.
--- Sí..........pero Scotland Yard me la quitó. --- dijo Harry.
--- Las examinamos y son simples palos de madera. --- dijo el oficial sentado.
--- Por las barbas de Merlín...........son nuestras varitas y las necesitamos para vencer a Thomas de Pequeño Hangleton. --- dijo Mark.
--- No les des esa información.........viejo Mark........no entienden. --- dijo Everest.
Harry estaba absolutamente sorprendido sobre lo que hablaban esos ahora magos, Harry era el único que sabían de lo que decían los ancianos que cuchicheaban ante los molestos policías. Se abrió la puerta de la sala con una mujer policia y una carpeta roja entregándosela al policia de la mesa. La mujer apenas vio hecho su trabajo se retiró.
--- Bien................bien.............bien.... --- decía el policia de la mesa leyendo el contenido de la carpeta.
--- ¿Qué ocurre? --- preguntó Harry azorado.
--- Al parecer tú estás tan loco como estos señores...........estaba leyendo los antecedentes y no existe motivo alguno para que ustedes estén involucrados en los incidentes..........pero no hallo explicación para que tú chiquillo andes hablando las mismas tonterías de estos señores.
--- No son tonterías................es Voldemort. --- gruñó Mark.
--- Quedese tranquilo oficial.......yo me hago cargo de estos. --- dijo Colin tranquilamente.
--- ¿Y ahora? --- preguntó Harry.
--- Pueden irse...........fuera. --- ordenó el policia de la mesa.
Harry siguió sentado al ver salir a los ancianos que ni siquiera le hicieron una ojeada y cuando vio el rostro de impaciencia del policia los siguió también pero estos ya no estaban, era imposible que hubiesen salido tan rápido de los departamentos de Scotland Yard.
--- Harry. --- saludó una voz conocida detrás del joven.
---Profesor Lupin. --- dijo Harry contento al ver a Remus.
--- Vine a rescatarte de estos hombres...........no debió ser acogedor. --- dijo Lupin.
--- No entiendo nada..........yo no metí bombas en el metro ni en el bus. ---- dijo Harry.
--- Todos están asustados afuera, los muggles ahora enfrentan un grave problema. --- dijo Lupin.
--- ¿Cómo supiste que estaba aquí? --- preguntó Harry.
--- Mejor salgamos. --- dijo Lupin llevándose a Harry a la plaza detrás del departamento.
--- ¿Estamos seguros? --- preguntó Harry.
--- Veo que estás igual de confuso que todos Harry, mejor vamos a otra calle aún se oye el alboroto aunque ya estamos lejos............créeme. --- dijo Lupin tranquilamente.
Se metieron por unas calles al norte hasta llegar a la Plaza de Trafalgar y se sentaron en una banca frente a las estatuas de la fuente, allí algo parecía mas normal pero la gente comentaba todo sobre el atentado.
--- Me detuvieron con unos viejos que hablaban de Voldemort. --- dijo Harry.
--- Los ví pero son personas que no están bien Harry, ellos son seniles. --- dijo Lupin.
--- ¿Están locos? --- preguntó Harry.
--- Me temo que sí. --- dijo Lupin con rostro de preocupación.
--- ¿Cómo supiste que estaba aquí? --- volvió a preguntar Harry.
--- Ya veo porque Dumbledore tiene problemas cuando quiere decirte algo, presiente que será demasiado para ti. --- dijo Lupin mirando a la fuente.
--- Él ya explicó todo..........hace dos años.......sólo te pregunto por hoy. --- dijo Harry con una voz de incipiente impaciencia.
--- Supimos que estabas arrestado por Hermione. --- dijo Lupin sin ánimo de seguir.
--- ¡Hermione! ¡¿Qué tiene que ver mi novia con..esto?! --- exclamó incrédulo Harry.
Lupin sonrió un momento.
--- Imagino que si el propio Voldemort se apareciera ante ustedes tú ya te habrías ofrecido antes que Voldemort la mate a ella. --- dijo Lupin desviando la mirada de Harry.
--- ¡DIME! --- gritó Harry.
Lupin miró a todos lados.
--- Hermione te vio en la calle cuando los policias los conducían a un lugar seguro, ella estaba viendote frente a frente..........quiero decir que ella estaba mirando como Voldemort. --- explicó Lupin afligido.
--- ¿Hermione? --- dijo Harry confundido.
--- Ella estaba en su casa y mientras estaba haciendo sus cosas pudo ver el centro de Londres no estando en el y siguió mirando hasta que vio toda la gente corriendo y tuvo el deseo de estar ahí también........en realidad no era la voluntad de ella sino la de Voldemort que se apareció unos momentos allí y a la vez aprovechó de usar los ojos de Hermione........Voldemort si estuvo ahí pero no se atrevió a hacerte daño porque Hermione a momentos reaccionaba, en especial cuando levantaste la varita y ella se dio cuenta de que corrías peligro, Cuando ya no visualizaba el centro de Londres mandó una lechuza urgente a una dirección secreta de la orden que nunca usamos pero me tocó custodiarla hoy........apenas la leí fui a casa de Hermione que me hizo pasar como un profesor amigo de la primaria y me contó todo y me pidió que por favor te fuera a buscar a la calle. Cuando llegué al sitio estaba lleno de policías y pregunté por ti, pero me dijeron que te llevaron a un departamento cercano y pude llegar hasta ti. --- relató Lupin.
--- ¿Qué le dijo Hermione a Voldemort? --- preguntó Harry.
--- Simplemente fue su deseo de que estuvieras bien. --- respondió Lupin.
--- ¿Qué va hacer ahora que Voldemort la domina? --- preguntó Harry.
--- Tenemos las mismas dudas y creemos que la cura es que ella retorne a Hogwarts pero eso será el 1 de septiembre..........falta.......practica oculumancia a diario y logra alejar cualquier mal pensamiento pero lo malo Harry es que piensa demasiado en ti y Voldemort puede percibir eso........nada se le pasa cuando trata de ti Harry, nada.......hay que reconocer que Voldemort debe andar pendiente cada segundo en la mente de otros sobre sí llegas a ser mencionado y Hermione es perfecta en eso.........Voldemort ve fuertes pensamientos de ella sobre ti y los aprovecha convirtiéndolos en visiones o pesadillas, lo logra porque Hermione piensa en ti con gran emoción. --- dijo Lupin.
Harry no habló y se quedó muy pensativo en la banca cerrando los ojos concentrándose en algo y levantó la cabeza mirando muy emocionado a Lupin diciéndole:
--- ¿Hermione está en Londres? ---
--- Sí. --- dijo Lupin fríamente.
--- Puedes llevarme donde ella. --- propuso seguro Harry.
Lupin veía el rostro emocionado de Harry ante la reciente idea del joven y calló unos momentos dudando pero aceptó.
--- ¿Vive muy lejos? --- preguntaba Harry mientras caminaban por Trafalgar Square.
--- Está en un departamento muy céntrico que sus padres usan en el verano por unos dias, como debes saber ellos tienden a viajar mucho durante esta época.
--- Espera............¡Puedo atraer a Voldemort! --- exclamó Harry.
CAPÍTULO 5
LA HABITACIÓN DE MI NOVIA
Lupin tranquilizó a Harry sobre si Lord Voldemort se atrevería a aparecerse por el departamento de Hermione mientras ellos fueran a verla. Aún así el joven se fue expectante mirando cada esquina pensando si el siguiente lote de edificios sería el lugar de la familia Granger. Lupin se detuvo en una caseta telefónica y sacó una libreta de su vieja túnica leyendo una dirección que Harry logró leer:
Hermione Granger, Williams Street 1950 The Oval Building.
--- ¿Es esta la calle? --- preguntó Harry.
Lupin negó con la cabeza repasando una vez mas la dirección y mirando los distintos edificios impacientemente.
--- Una vez estuve al frente de su casa Harry, es imposible que se me haya olvidado .--- se quejó Remus.
--- Basta con que le preguntemos a un muggle. --- propuso Harry.
Harry fue hasta un señor que leía su periódico en la esquina de Williams y Best según decía en el mohoso letrero.
--- Disculpe señor, usted sabe donde queda la calle Williams y los edificios The Oval .--- dijo Harry.
--- Esta es Williams y siguiendo recto encontrará esos edificios.
Harry agradeció y fue hasta Lupin que se acordó que Williams estaba caminando hacia la esquina y no era la calle en donde estaba la caseta telefónica. Ambos caminaron por Williams hasta encontrar un edificio de cuatro pisos antiguo con un letrero colgante que decía en letras rojas: The Oval Building.
Cruzaron Williams pues el edificio estaba en la acera opuesta y al llegar vieron que estaba cerrado pero Lupin sacó su varita murmurando: Alohomora. Se abrieron las verjas lentamente pero metiendo ruido y entraron rápidamente para no ser vistos ya estando en el lobby desierto.
Lupin guió a Harry por la escalera principal de roble que conducía al primer piso con varias puertas pero siguieron subiendo pues el departamento de los padres de Hermione estaba en el segundo piso al lado del ventanal que permitía ver el patio trasero del complejo.
Harry sentía una emoción cada vez mas grande a cada paso dado en el pasillo segundo conforme se veía la luz del ventanal, estaba alucinado con ver la casa de Hermione y con verla a ella por supuesto.
--- Este es el departamento Harry, el número 20. --- señaló Lupin la puerta café.
El profesor tocó tres veces sin que nadie respondiera en cuestión de minutos, Harry a su vez golpeó pero sin éxito y se apoyó resignado en la pared mirando el departamento opuesto.
--- Es inútil......los Granger no están. --- dijo Lupin en voz baja.
La puerta del 19 se abrió dejando ver a una joven de ojos café y pelo negro largo que miraba curiosa a quienes querían entrar al departamento vecino.
--- No hay nadie allí. --- dijo la chica al señor (Lupin) viéndolo con.......la varita.
Lupin guardó la varita en seguida mirando de soslayo a Harry que le sonrió timidamente y luego miró detenidamente a la chica que miraba suspicaz a Lupin.
--- No tienes de que preocuparte, ya estabamos por irnos........¿segura que los Granger no están? --- preguntó Lupin amablemente.
--- La verdad es que la hija de ellos no debe estar porque los padres llegan en la noche........yo conozco a la hija soy amiga de ella. --- dijo la chica.
--- ¿Conoces a Hermione?.......y ¿cómo te llamas? --- preguntó ansioso Harry.
--- ¡Sí!.........a Hermione, me llamó Cristina Lestrange. --- dijo la chica.
--- Gracias por su ayuda Cristina...........tendremos que irnos Harry. --- dijo Lupin.
--- Mira Cristina..........no sabes cuando va a volver Hermione, pasa que necesito hablar con ella urgente sabes y........quizás no pueda volver otra vez aquí. --- dijo Harry a la chica.
--- Puede que Hermione haya ido por aquí cerca de comprar......total estamos aún en pleno centro así que no debe demorarse....eso creo.....¿Harry? --- dijo Cristina.
--- Harry Potter, a tus ordenes. --- dijo el joven azorado.
--- Dame el recado, yo después hablo con Hermione. --- dijo Cristina.
--- No importa, puedo decirle todo otro día.....bueno, en realidad ya en septiembre. --- dijo Harry apesadumbrado.
--- Parece que su hijo está muy preocupado por Hermione...........¿le pasa algo a ella? --- preguntó Cristina mirando a Lupin y luego a Harry.
--- Todo está bien con Hermione.......sólo necesitaba verla y él no.......es.....mi padre. --- dijo Harry nervioso.
--- Discúlpame Harry........perdón señor..........mira viéndote tan urgido puedes esperarla en mi casa...yo no estaba por salir, es más también quería ver si Hermione estaba porque tenía que invitarla a un compromiso para más tarde. --- dijo Cristina.
--- ¿Qué compromiso? --- preguntó Harry serio.
--- Pareces un novio celoso........¡eres un novio celoso!.........ya veo en que anda metida mi amiga, ah.........tú eres el que la hace suspirar cada segundo. --- dijo Cristina sorprendida.
--- ¡Suspirar! --- exclamó Harry.
--- Hermione anda hablando de su lejano novio que tanto la hace pensar y que se preocupa tanto de él y porque no va a verlo........me preguntó yo y el resto. --- dijo Cristina.
--- ¿El resto? --- dudó Harry.
--- Me refiero a los otros amigos.........a ellos les llama la atención que Hermione tenga un amor a la distancia, ya sabes amor de lejos amor de tontos. --- dijo Cristina.
--- No nos importa estar lejos.........es lo mejor. --- dijo crípticamente Harry.
--- ¿Lo mejor?.........a Hermione le faltan ganas de estar contigo .--- dijo Cristina.
--- No.........pasa que no debemos estar juntos ahora.......--- dijo Harry.
Lupin permanecía en silencio con rostro amable pero cuando Harry hablaba sobre la lejanía entre él y Hermione se puso más serio, tal vez temía que Harry dijese algo relacionado con Lord Voldemort. Cristina y Harry seguían hablando y Lupin volvió a desentenderse de la conversación mirando hacia la escalera con una sombra ascendiendo y metiendo ruido cada vez mas fuerte.
Hermione apareció con su morral puesto y se quedó con rostro de profunda sorpresa al ver a Lupin y a Harry. Cristina le dirigió una mirada alegre a su amiga y corrió hasta ella.
--- Ellos están hace rato aquí........hablaba con Potter........él era tu amor. --- dijo en voz baja Cristina a Hermione.
--- No los esperaba aquí...........no sé que decirle. --- dijo Hermione riéndose.
--- ¿No lo sabes? Harry se estaba resignando a septiembre para verte y comentaba sobre que lo mejor que ustedes no estuvieran juntos ahora. --- comentó Cristina a Hermione sin que el resto escuchara.
Hermione le dirigió una mirada muy seria a Cristina soltando un suspiro cuando vio el rostro ansioso de Harry que la esperaba al final del pasillo.
--- Gracias por atenderlos Cristina.........yo me encargo......al parecer Harry se adelantó. --- dijo Hermione con los ojos húmedos.
Hermione avanzó hacia Lupin y Harry dejando a Cristina en la entrada a la escalera con expresión muy queda por la repentina emoción de Hermione. No siguió a su amiga sino que bajó unos escalones muy pensativa pues su cabeza era un manojo de preguntas.
--- Gracias por venir...........a usted igual profesor. --- dijo Hermione con una reverencia.
--- Tú amiga nos entretuvo. --- apuntó Lupin.
--- Ahora............bueno ella de seguro tuvo algo que hacer. --- dijo Hermione al voltear la cabeza hacia el otro lado pero sin ver a Cristina.
--- ¿Nos haces pasar? --- preguntó Harry.
Hermione asintió y les abrió la puerta muy seria, apenas la cerró los invitó a tomar asiento en la sala de estar que tenía unos ventanales que dejaban ver el atardecer entre los distintos edificios. Lupin se sentó junto a Harry frente al teléfono.
--- Bonita la casa. --- dijo Harry.
--- Aproveché de traer a Harry porque tu casa estaba cerca de Scotland Yard. --- dijo Lupin.
--- ¿Cerca? Me hiciste caminar medio centro hasta que estuvimos a punto de no encontrar la casa de ella. --- dijo Harry alegremente mirando a Hermione.
--- Ya sabes llegar. --- dijo Hermione escuetamente.
--- ¿No te incomodamos? --- preguntó Lupin.
--- Claro que no. --- dijo Hermione.
Hermione se sentó en una butaca al lado de la puerta mirando los ventanales distraídamente buscando algo que decir.
--- ¿Qué te pasa? --- preguntó Harry estando ya al lado de ella.
--- Nada. --- respondió Hermione muy seria.
--- Me viste en la calle, cierto. Disculpa por confundirte con Voldemort. --- dijo Harry.
Hermione no dijo nada y Harry percibió eso como algo negativo y bajó su cabeza apoyándose en los bordes de la butaca y luego volvió a mirar a Hermione.
--- Te echo de menos. --- dijo el chico.
--- Lo sé. --- dijo Hermione con voz baja.
--- Sólo quería verte. --- dijo Harry.
--- Yo igual. --- dijo Hermione llorosa.
Harry se acercó mas todavía y su cabeza rozaba a la de Hermione y le dio un beso contenido unos segundo hasta que Harry se separó sonrojado.
--- ¿Lupin? --- murmuró.
Hermione levantó la cabeza mirando al profesor con Harry apoyando la cabeza en el borde de la butaca.
--- Está con la cara tapada. --- dijo Hermione mas contenta.
--- ¿Todo bien profesor? --- dijo Harry volteándose.
Lupin soltó una carcajada y dio a entender que el no estaba incomodo con la situación pero se ofreció para esperar a Harry en otro lugar de la casa hasta que lograran verse.
--- Me llevo a Harry a la habitación profesor........tiene toda la sala para usted. --- dijo Hermione llevando a Harry por el pasillo hasta una puerta pegada a la puerta del baño.
Entraron a una habitación no mas grande que la de Harry en Privet Drive pero estaba muy ordenada y se distinguía el baúl escolar de Hermione con el escudo de Hogwarts afuera y una cama con plumones frondosos y suaves.
Harry se quedó mirando la pieza unos instantes hasta fijarse en el baul escolar de Hermione con el escudo de Hogwarts que estaba medio abierto dejando ver un montón de pergaminos y unos libros apretándolos.
--- Haces los deberes. --- dijo Harry mirando el baúl.
--- Sí, espero que tú lo estés haciendo porque van a revisarlos apenas tengamos las primeras clases. --- dijo Hermione sentada en la cama.
--- He hecho algunos pero no sé cuales. --- dijo Harry mirando el baúl.
--- Puedo ayudarte con eso pero tienes que hacerlos porque ya sabes como es estar lleno de deberes atrasados en Hogwarts.........por lo menos uno avanza mas en las vacaciones. --- dijo Hermione.
--- ¿Y tu gato? --- preguntó Harry volteándose hacia Hermione.
--- Está con el veterinario porque tiene una plaga de pulgas el pobre no podía dormir bien y se rascaba demasiado..........en realidad mis padres me mandaron a deshacerme de él. --- dijo Hermione.
--- Llegan en la noche........eso me dijo Cristina. --- dijo Harry.
--- A las diez..........por estas fechas hay muchos pacientes y no quieren dejarlos. Además algunas veces tienen urgencias en la noche. --- dijo Hermione.
--- Tú pieza no es más grande que la mía. --- comentó Harry.
--- Siéntate. --- dijo Hermione dando palmadas en la cama.
Harry asintió y fue hasta Hermione sentándose en la cómoda cama e hizo el ademán de acostarse sobre ella pero apenas logró tirarse hacia atrás.
--- ¿Puedo? --- preguntó Harry con vergüenza.
--- Claro. --- contestó la chica tirandose hacia atrás.
Estando los dos acostados y con las cabezas apoyadas en unos pequeños cojines que Hermione sacó después miraban el techo de la pieza que estaba decorada con estrellas que la propia Hermione compró y embrujó para que brillaran en la noche.
---........Las cinco de la esquina con las Pleyades.........abajo está Tauro.....luego Boyero y...... --- contaba Hermione pero Harry la interrumpió.
--- Botaste astrología en Hogwarts. --- dijo Harry contrariado.
--- Igual la estudio porque encontré cierta lógica analizando las estrellas y detestataba la clase en Hogwarts por la profesora Trelawney. --- dijo Hermione.
--- Ahora me acuerdo. --- dijo Harry pensativo.
--- A propósito, ¿ cómo fue tu experiencia con Voldemort? --- preguntó mas seria la chica.
--- ¿Cuál de todas? --- preguntó Harry.
--- ¡La de hoy! --- exclamó Hermione tras dirigirle un rostro de molestía a Harry.
--- Tranquila.........apenas lo ví saqué la varita, me agarraron los policias..........pero si tu lo viste todo igual. --- dijo Harry con ganas de no contar la historia.
Hermione no dijo nada y los dos permanecieron callados unos minutos evitando mirarse pero ambos tenían los ojos hacia el techo que estaba cubierto de pequeñas estrellas blancas y luego Harry empezó a observar la pequeña mesa escritorio de Hermione que soportaba varios libros gruesos y estaba la pluma y el tintero. Pasaba su mirada por la pieza buscando algo con ansiedad.
--- ¿Tu varita? --- preguntó Harry sobresaltado.
--- En el velador. --- respondió la chica.
Harry se levantó y de los bolsillos de sus jeans sacó la varita de él y se le mostró a Hermione que ahora empezó a prestar mas atención..
--- ¿Qué le ocurre? --- preguntó Hermione.
--- Cuando leia tu nota en el libro sobre la varita la probé y en vez de transformar obejtps los despareció. --- contó Harry.
--- ¿Nombraste bien el hechizo? --- preguntó la chica.
--- Claro era Rata Tranforme con un objeto. --- dijo Harry.
Hermione tomó la varita de Harry y la batió en el aire y murmuró: Cálix Transforum y un cojin de la cama se tranformó en un caliz de madera pequeño.
--- Es Transforum.............no lo otro. --- dijo Hermione satisfecha.
Harry estaba algo incrédulo pues era extraño que el se equivocara en el nombre del hechizo y se guardó la varita acostándose de nuevo en la cama.
--- ¿Adonde fuiste? --- preguntó Harry con un resoplido.
--- Fui a comprar algunas cosas como tinta, plumas, hojas. --- dijo Hermione.
--- Imagina que le pida a mi tía un encargo como ese. --- dijo Harry riendo.
--- ¿Cómo está? --- preguntó Hermione.
--- Más rabiosa y menos cariñosa con Dudley.........anda muy triste por la casa y le dio la costumbre de que la acompañe en todo. --- dijo Harry.
--- ¿Qué hacías en Tavistock hoy? ¿Tu tía? --- preguntó Hermione volteándose mirando a Harry.
--- Debiamos vender cosas de la casa de mis padres en una tienda de antigüedades, traté de rescatar lo que pude aunque discutiera con ella.........conservo los libros, el morral, la tunica, la Saeta......ya sabes, eso te lo conté. --- dijo Harry.
--- ¿No has vuelto a soñar? --- preguntó Hermione.
--- Desde el crimen de Noor no..........no puedo creer que mi tía le haya arrendado la casa de Aldgate a un mortifago. --- dijo Harry.
--- Noor no era mortifago, sólo fue asesinado por estar en esa casa......Voldemort es tan rencoroso.........Noor era muggle así que por estos tiempos nuestro Lord anda con hambre de matar a los muggles.......hizo lo mismo la primera vez que apareció hace diecisiete años. --- dijo Hermione.
--- Olvidé eso.......Tanto recuerdo será que recibes el Profeta.--- dijo Harry.
---Todavía mientras mi madre no le de por agarrar a cuchillos a la lechuza podré seguir recibiéndolo. --- contó Hermione.
--- Veo que tus papás se parecen a mis tíos.......odian todo lo mágico.........por lo tanto yo y le temen, creen que un encapuchado es un mago aunque las veces que me he topado con gente vestida así terminan siendo mágicos......tengo la suerte de que siempre cuando estoy con los Dursley hayan magos cerca y lo peor es que los otros se asustan y me echan la culpa y me arruinan en momento, el día.........no persigo pasarla bien con ellos, no me importa pero si me afecta que siempre estén metiendo a mis padres en eso......ellos están muertos y es su culpa que hayan magos por la calle vigilando........es culpa de Lord Voldemort que además es el Innombrable de la casa, deberías escuchar a mi tía arranca apenas lo oye, en eso es igual a todos los magos. --- dijo Harry muy animado.
--- Entiendo que ese nombre de temor Harry, en especial a la gente que sufrió por alguna acción del como tú tía.........mató a su hermana, tiene motivos y lo mejor es no molestarla y además sus secuaces mataron a su esposo............entiéndela. --- dijo Hermione muy calmada.
--- Eso se me olvida. --- dijo Harry.
Ya no siguieron hablando pues ninguno de los dos tenia algo de que hablar o buscaban algo con que seguir la conversación. Ya el atardecer moría y el cielo estrellado de Hermione comenzaba a iluminarse y asemejaba al cielo raso del Gran Salón de Hogwarts durante las noches claro que el de Hermione no mostraba ninguna tormenta por ahí.
Harry salió de la habitación para ver que estaba haciendo Lupin y lo encontró muy interesado viendo la televisión de la sala de estar en donde mostraban las noticias de las siete. Tan ensimismado estaba el profesor que no se percató que Harry estaba al lado de él, apenas lo vio se sobresaltó.
--- Me asustaste Harry............¿todo bien? --- preguntó el profesor.
--- Sí, sólo quería ver que estabas haciendo......conocías la tele. --- dijo Harry.
--- La había visto cuando tenía cuatro años en la casa de un amigo mestizo que estudiaba en Hogwarts y recuerdo que arranqué porque pensaba que los magos de allí dentro iban aplicarme algún conjuro y me meterían en esa caja. --- recordaba Lupin.
--- Te entiendo, muchas veces pensaba lo mismo cada vez que veía algo mágico, es más aún las cosas me parecen raras.....--- dijo Harry pensativo.
--- Veo que son las siete Harry y hemos estado mucho tiempo fuera de Privet Drive, espero que hayas aclarado todo con Hermione porque estaba algo preocupada. --- dijo Lupin.
--- No te preocupes.......ya todo está bien. --- dijo Harry inseguro.
--- Cada vez que hablas de ella dudas mucho Harry, se te nota. --- dijo Lupin minándolo con los ojos.
--- No es nada. --- dijo Harry evasivamente.
--- Para mí no es molesto que no seas sincero conmigo Harry porque necesitas tener tus secretos pero te recomiendo que siempre tengas a alguien para contarle tus cosas, siempre te lo guardas todo. --- dijo Lupin con tono recriminatorio.
--- Hermione es mi libro de secretos......quiero decir que ella me regaló uno pero siento que ella es uno igual.......--- dijo Harry nervioso.
--- Creo que lo mejor es que nos vayamos porque si te quedas la despedida va a ser mas difícil. --- dijo Lupin.
--- ¡Hermione! --- exclamó Harry hacia el dormitorio.
Hermione apareció de prisa en la sala de estar al tiempo que Lupin se levantaba de la butaca arreglándose la túnica.
--- ¿Se van? --- preguntó Hermione.
--- Es lo mejor.........Harry debe estar luego donde su tía. --- dijo Lupin.
--- Pero si todavía es temprano y no hace poco que llegaron. --- se quejó Hermione.
Harry no dijo nada sino que esperaba a que Lupin dijese algo pues se estaba complicando frente a la potente mirada de su novia que bajó la cabeza.
--- Debo irme.......mira si puedo vengo a verte. --- dijo Harry acercando su cara a la de Hermione.
--- En unos días me voy de vacaciones al extranjero con mis padres. --- dijo Hermione muy bajo.
--- Pues encontrémonos en septiembre. --- dijo Harry abrazando a su novia.
--- Como digas, tú puedes mas que yo en este momento. --- dijo la chica conteniéndose.
--- No es así, él debe enfrentarse conmigo............no voy a romper la promesa de que ambos vamos a estar el día en que Voldemort nos pesque y debamos luchar con él.........tú vas a estar detrás de mí. --- dijo Harry.
--- Yo lo estaré........no tendremos salida si te mata Harry........debes cuidarte. --- dijo Hermione suplicando.
--- Veré si puedo mandarte una lechuza de vez en cuando. --- dijo Harry cambiando de tema.
--- Está bien. --- dijo Hermione.
--- Nos veremos en otra ocasión Hermione..........cuidate. --- dijo Lupin estrechándole la mano a la joven.
Hermione les abrió la puerta al pasillo y estuvo apoyada en ella hasta que vio desaparecer a Harry y Lupin bajando la escalera y cerró con gran estruendo la puerta.
Cuando llegaron a la calle esta estaba abarrotada de autos que encendían sus cegantes luces en la noche londinense, cuando iban caminando por la acerca rumbo a la esquina opuesta de la caseta telefónica se encontraron con Cristina Lestrange que iba con dos bolsas en cada mano y se quedó mirándolos.
--- ¿Se van? - preguntó por casualidad.
--- Sí. --- contestó Harry.
--- ¿Todo bien con Hermione? --- preguntó Cristina adivinando algo.
--- Sí. --- dijo Harry.
--- Bueno, que estés bien Potter y buenas noches a usted señor Lupin. --- dijo Cristina cortésmente.
--- Encantado de conocerla señorita. --- dijo Lupin.
Cristina caminó en rumbo opuesto a Harry y Lupin pero el joven se dio vuelta y corrio hasta donde Cristina que ya estaba cruzando el lobby.
--- Cristina..........--- dijo Harry jadeando.
--- Harry......---- dijo la chica sorprendida.
--- Puedes vigilar a Hermione...........no........es decir puedes decirme que pasa con ella porque no creo que pueda verla sino hasta septiembre como ya sabes........por favor. --- pidió Harry.
--- No hay problema pero como voy a ubicarte.
--- Vivo en Privet Drive. --- dijo Harry.
--- ¿Londres? --- preguntó Cristina.
Cristina sacó de un bolsillo un trozo de papel y un lapiz y se los pasó a Harry para que anotara su dirección. Cuando ya lo hizo al leerla suspiró levemente.
--- Nos vives tan lejos, es como ir a Chelsea nada mas.............he estado varias veecs por allá..podría ir a verte y así te cuento como va todo aquí. --- dijo Cristina.
--- Mejor imposible. --- dijo Harry contento.
--- Supongo que no prefieres que Hermione se entere de esto porque si........bueno voy a actuar de chaperona por unos dias porque ella se va a Francia y ya se pierde el rastro, mira no dudo de tus buenas intenciones de novio preocupado pero igual pienso que es extraño que tú no puedas venir a verla o al revés........por lo visto ambos tienen sus secretos que hacen ser tan especiales.......aunque no ocurra nada malo puedes que me veas por Privet Drive Harry. --- dijo Cristina.
--- Está bien.......mi.......el señor ya está muy impaciente, ha tenido que soportar que lo deje solo mientras hablaba con Hermione así que mejor me voy.........igual fue un gusto verte. --- dijo Harry sin apartar la mirada de Cristina.
--- ¿Hablaron? En un rato se puede hacer algo mas que hablar.......ya vete.....dejame todo a mí. --- dijo Cristina riéndose y entrando al edificio.
Harry caminó lentamente a la esquina en donde Lupin lo esperaba observando el tránsito de la otra calle.
--- Estamos justo en un paradero de bus.......tendremos que tomar uno hasta los suburbios. --- dijo Lupin.
--- No temes que explote. --- dijo Harry.
Lupin no contestó e hizo detener a uno que marcaba con letras amarillas fuertes su recorrido:
BUS 403
Chelsea
Plaza Trafalgar
Little Whinging
The Oval
Tavistock Square.
CAPÍTULO 6
LA AMIGA MUGGLE
Un ejemplar de Sortilegios Mortales y como burlar a los dementores estaba abierto sobre la cama de Harry Potter cuando este miraba por la ventana de su habitación esperando la visita de alguien que al parecer nunca llegaba. No era Hedwig porque estaba comiéndose ratones en su jaula claro que no los mostraba hacia la pieza porque tía Petunia hizo su rutinaria inspección a la pieza de Harry y horrorizada vio a la lechuza con un ratón en la boca y amenazó con botarla si volvía a encontrarla con un animal así. Harry no le quitó la rata sino que resignado ante la actitud de su tía le dijo a Hedwig que no le mostrara su comida a nadie.
El cielo denotaba el anochecer devolviendo las estrellas mas brillantes hacia el norte pero las luces del barrio eran bastante potentes como para mirar el resto. Harry seguía apoyado en el marco de la ventana mirando Privet Drive pero nadie pasaba por allí. El aburrimiento lo venció al rato después y cerrando la ventana recogió el libro y lo echó en el morral de su padre que tenía colgado en la silla del escritorio. Se acostó en la cama mirando el desteñido techo con cascarillas de pintura cayéndose de vez en cuando y levantando su varita moviéndola sin tener alguien al frente.
La habitación de Harry estaba a oscuras pero el joven no hizo intento de encender luz que lograba entrar por debajo de la puerta dejando ver que había actividad en la casa. Todo el día hubo un extraño silencio en ella a pesar de que Dudley desde muy temprano se fuera con su pandilla a fastidiar a cualquiera que se interpusiera en su camino en los alrededores del barrio. Tía Petunia ni se sintió aunque no salió en todo el día de la casa.
Mientras Harry cerraba los ojos un momento escuchó la chillona voz de tía Petunia desde abajo: --- Harry ven a cenar. ---
Harry se levantó y salió de la habitación rumbo a la cocina pues allí estaba su tía esperando, cuando entró en ella saludó con un frío gesto a su tía que no tenía la intención de saludarlo. Ese silencio incomodaba a Harry que miraba a su tía que leía una revista de farándula inglesa con el rostro semiperdido en ella.
--- Te pareces a Hermione. --- dijo Harry de repente.
Tía Petunia apenas oyó ese nombre dejó la revista en la mesa y se levantó hasta el microondas y dejó delante de Harry un plato de fideos con atún recién calentado, luego volvió a sentarse con el cejo fruncido.
--- No era algo malo.........a ella no se le ve el rostro mientras lee el diario, sólo era eso. --- dijo Harry nervioso.
La tía no contesto sino que revolvió cosas en las alacenas frenéticamente sin mirar a Harry que estaba muy concentrado en comerse la cena que estaba bastante deliciosa. Apenas la terminó no sabía si pararse o quedarse en la mesa pero claramente era mucho pedir que su tía lo invitara a quedarse para conversar.
--- Estaba buena.........gracias. --- dijo Harry parándose rápido y saliendo de la cocina llegando a la escalera con una rara sensación negando con la cabeza. Subió a su habitación en oscuras y se dejó caer en la cama mirando el techo pero nada en la pieza lo alumbraba. Sacó su varita de los bolsillos y la encendió iluminando toda su cama y se sentó en ella ansioso e hizo el ademán de pararse y mirar por la ventana.
--- Es inútil, ella no va a venir por estas horas. --- dijo en voz alta.
No sabía que hacer y cuando ni siquiera eran las diez se puso el pijama y se acostó acurrucándose hacia el escritorio con la luz de los postes entrando por las grises cortinas de la ventana que seguía mirando y no lo dejaba conciliar el sueño. Cerró los ojos fuertemente y ya no veía su pieza sino que estaba frente a una escalera de piedra que iba sin fin hasta arriba. Harry sin demora subió por ella con ansiedad pues era muy conciente de la experiencia y pensaba que todo era un sueño o una pesadilla y cuando abriera los ojos iba a estar en la cama, pero ya tenía los ojos muy abiertos mientras subía. No había nada en las paredes laterales sino solo la escalera que no terminaba hasta que se encontró con una armadura medieval que movió su casco de metal hasta mirar directamente a Harry que trataba de no apartar la suya pues el resplandor del casco era cegador.
Decidió subir la escalera corriendo y halló nada mas ni miró la armadura que emitía un especial resplandor que era visible desde arriba.
Harry encontró el final de la escalera que daba con una puerta de madera que se agitaba con el aire que salía por debajo de ella y sin duda abrió la puerta y encontró un salón con mesas como las de Hogwarts y que en el centro había una caja de piedra que guardaba algo pero estaba cerrada con candados que Harry tocó y al parecer eran candados muy oxidados pero sin una llave era imposible abrirlos.
La caja tenía unos dibujos que eran de escudos que Harry no conocía y dio vueltas alrededor de la caja pero no había manera de sacar alguna información de ella.
--- La varita. --- pensó Harry y la sacó de los bolsillos y la apuntó contra la caja murmurando: --- Alohomora. ---
No pasó nada con la caja, ese hechizo era demasiado débil para abrirla y cuando iba a tocar la caja con sus manos una vez mas Harry sintió que el suelo se movía y vio un fuerte resplandor verde que iba a gran velocidad por el empedrado piso y Harry logró ver al mago que sostenía la varita contra el piso pero la mirada era directa hacia Harry.
--- ¡Cristina! --- exclamó Harry al ver a la amiga de Hermione.
El resplandor cegó toda la sala y Harry se vio ahora dentro de una nube verde que se disipaba y algo tomó su cuerpo y lo hizo estrellarse contra la cama con la misma posición antes de cerrar los ojos. Apenas se vio en la pieza se levantó y fue hasta la ventana sin abrirla pero miró la desierta calle Privet Drive con el corazón golpeándole el pecho y la imagen de Cristina tan nítida como el reflejo de una serpiente en su ventana........
Otro abrir de ojos y ahora Harry se vio en el piso de la habitación con la cicatriz ardiendo pero no fue conciente del dolor hasta segundos después corriendo a la cama y tapándose la cara con la almohada ahogando un grito de dolor mientras nuevamente aparecía la ventana de la pieza con el reflejo de una serpiente claro que ahora se transformó en un recuerdo muy fresco. Se acostó en la cama con una mano en la cabeza cerrando los ojos intentando de que el dolor pasara y eso ocurrió unos minutos mas tarde.
Cuando ya Harry estaba mas calmado intento dormirse pero ya no eran pesadillas lo que le quitaba el sueño sino que Hedwig estaba ululando de forma insistente y el joven tuvo que ir a verla a la jaula y la encontró con el ratón en la boca pero se quejaba de algo que Harry no lograba descifrar en ese momento. Le imploró a su lechuza de que por favor lo dejara dormir pues no tenía animo de atenderla en ese momento. La lechuza captó el mensaje y se calló sin antes dirigirle una mirada de desprecio a su amo.
Ya en la fría cama Harry empezaba a quedarse dormido con la imagen fresca de la amiga de Hermione en la visión, cosa que ya empezaba a atormentarlo pero el agotamiento fue mas fuerte y Cristina se disipó de la vista de Harry por esa noche.
A la mañana siguiente Harry se despertó por el madrugador trajín de su tía que desde el segundo piso parecía arrastrar cajas hasta abajo una por una con gran esfuerzo. Harry se vistió y encontró a Hedwig durmiendo con el ratón muerto sin siquiera habérselo comido. Bajó al primer piso sólo por curiosidad y encontró a su tía revisando unas cajas en la sala de estar y se acercó sigilosamente hasta que Petunia no intentó mas hacerse la desentendida de que Harry estaba también en la sala.
--- Anda a prepararte tu desayuno sólo. --- gruñó tía Petunia.
--- Está bien.........¿qué haces? --- preguntó Harry.
La sola mirada de desprecio hizo que Harry se fuera de la sala hasta la cocina y allí pudo encontrar algo de paz y empezó a prepararse el desayuno cuidando de no desordenar la cocina pues el genio de tía Petunia distaba de ser malo sino muy malo.
Harry estaba sentado frente a la mesa devorándose un plato de leche con cereal cuando entró la tía con un sobre café grande que abrió con un cuchillo cartonero que había en la cocina, Harry miraba atentamente cada paso de su tía en busca de alguna respuesta que en ese momento no llegaba pero ni siquiera sabía lo que intentaba averiguar sino era una simple curiosidad pero sobresaltado vio como su corazón latía mas deprisa y cuando acabó el desayuno se fue a su dormitorio a recostarse en rato y volvió a aparecer el rostro de Cristina sosteniendo esa varita que generaba esa luz verde que iba donde Harry, pero cuando recordó la silueta de la serpiente en la ventana y el fuerte dolor que le causó volvió a dolerle haciendo que se retorciera en la cama varios minutos tapándose la boca para ahogar los gritos de dolor que le provocaba la cicatriz brillante que Harry logró ver cuando ya el dolor cesaba y estaba parado mirando al espejo.
Fue una mañana difícil de tragar sobre todo por la amarga sensación que sentía Harry por la frente tan caliente y dolorosa que iba bajando con el paso de las horas, así mismo esas dos visiones lo seguían atormentándolo pues intentaba hallar alguna explicación pero a cada vez que llegaba a una posible respuesta le daba un poco de miedo. La serpiente en la ventana, él sabía que la serpiente era sinómino de Lord Voldemort pero dentro de la pieza no había nada.
--- Estaba como esa vez en la calle....tal cual. --- pensaba Harry.
Ya daba el mediodía con un sol en su punto mal alto que acaloraba el ambiente en Privet Drive hasta el punto que todas las casas tenían las ventanas abiertas de par en par. Harry abrió la suya tras estar todo caliente por el calor y algo mareado por la cicatriz que aún dolía pero mucho menos que antes.
Cerró sus ojos estando apoyado en el marco de la ventana recibiendo una brisa fresca de aire que entró en la pieza agitando los pergaminos desordenados que estaban sobre el escritorio. Hedwig ululaba intensamente y Harry fue hasta la jaula abriéndola, la lechuza salió inmediatamente hacia el cielo mientras Harry volvía a la ventana viendo como su lechuza se perdía a lo lejos.
Los vecinos mas cercanos a la casa 4 de Privet Drive regaban sus jardines y limpiaban sus autos, Harry miró al jardín de la casa viendo el auto de la familia todo sucio y el jardín áspero y seco. Tío Vernon se encargaba cuidadosamente del auto y su señora del jardín pero ella no estaba con el animo de hacer esas cosas pues tampoco durante los últimos días hizo amago de salir de la casa. El único que salía era Dudley que estaba distante y se iba el día entero con su pandilla seguramente a fastidiar.
Harry debía recibir todos los ataques de ira de su tía cuando la alcanzaban y eso él lo entendía pero estaba mas harto que nunca.
Aburrido de estar en la ventana por un largo rato Harry se sentó en la cama mirando el escritorio buscando algo que hacer y miraba los libros que sobresalían del morral de su padre colgado en la silla del escritorio. Tomó un libro de tapas verdes que ya antes había visto y lo hojeó denotando la sensación de que ya lo había visto pues trataba de Defensa contra las Artes Oscuras con los mismos temas del libro de Harry.
Llegó hasta el marcador de libros que se encontraba en la página 100 y de allí continuó viendo a veces apuntes hechos por su padre de los hechizos que estaban allí, al llegar al apéndice final se encontró con un trozo de papel muy delgado pero duro a la vez que contenía una breve escritura.
Se que nunca lees estas páginas porque las encuentras tan latosas como yo, ayer luego de que me gritaste frente a todo el mundo a orillas del lago que no ibas a dejar tranquilo a Quejicus mientras no te invitara a salir no me sentí mal sino al contrario, estaba ansiosa por decirte que sí pero siempre choco con la misma piedra cada vez que me encuentro con contigo es tu mirada fulminante que opaca todo lo demás y el hecho de que me cuesta demasiado decirte todo lo que siento...........apenas leas esto piénsalo un poco.
Lily Evans.
A Harry le dio un vuelco en el corazón pues leía una carta de su madre que dejó en el libro bastante tiempo atrás mientras eran estudiantes de Hogwarts. Dobló la carta y la dejó en la misma página y cerró el libro dejándolo en el morral. La mente de Harry dio un giro inesperado y ahora las imágenes de sus padres aparecían pero cuando estaban en el colegio, es más Harry le veían tan vivido que no se explicaba como podía estar en Hogwarts en un tiempo pasado. Abrió los ojos diciendo:
--- Estuve allí..............sí...........el pensadero de Quejicus.........de Snape. ---
Luego de eso no tomó mas libros del morral y el álbum de fotos que siempre tenía en el velador y guardó en el cajón del mismo con la mirada perdida en la pared que estaba detrás del álbum suspirando profundamente.
Se acostó en la cama apesadumbrado por el recuerdo de sus padres y trató de dormir un momento y ahora la figura de Cristina Lestrange aparecía ya no como una maga sino cuando la conoció al visitar a Hermione y volvió a sentir la extraña sensación de cuando le pidió ese favor a ella al vigilar a Hermione. Se levantó rápido de la cama y como un autómata bajó al primer piso ignorando los gritos de su tía y cogió la guía telefónica y buscó el apellido Lestrange y encontró demasiados pero sólo uno estaba en una dirección dentro de un departamento:
--- Lestrange, Robert Depto. 19 Williams Street. 12-452-776-33 ---
Harry se llevó la guía telefónica y sin pedirle permiso a su tía fue al telefono de la sala de estar y con gran emoción empezó a marcar el numero. Sonaba ocupado al principio pero alguien contestó.
--- Hola. --- dijo una voz masculina ronca.
--- Buenas tardes........se..........encuentra Cristina. --- dijo Harry.
--- ¿De parte de quién? --- preguntó el hombre al otro lado.
--- Harry Potter. --- dijo Harry con claridad.
--- ¡Cristina! --- llamó el hombre.
Se escuchó un intercambio de telefonos al fondo y ahora saludó una voz familiar.
--- ¡Potter! El trato no era que yo iba a informarte de tu novia. --- dijo Cristina.
--- No me resistí....--- dijo Harry nervioso.
--- Mira Harry Hermione se va mañana a Francia con sus padres que ya cerraron la consulta para irse de vacaciones, te digo esto porque yo he ido varias veces a allá a tratarme.......Hermione se despidió hace poco de mí porque yo voy a la casa de un familiar en Chelsea.......pregunté por allí y queda cerca de Privet Drive, ¿qué tal? --- dijo Cristina.
--- ¡Qué bueno! Yo quería saber eso no más. --- dijo Harry.
--- Hermione fue conmigo el día que la fuiste a ver más tarde a una fiesta en el centro cerca de Williams y volvimos muy tarde.........al día siguiente ninguna de las dos se podía levantar del tremendo dolor de cabeza. --- contaba Cristina.
--- Mira que la pasan bien........pudieron haberme invitado. --- dijo Harry quejándose
--- Eso le comenté a tu novia pero ella se puso algo nerviosa y lo mejor era que tú te quedarás en la casa..........le pregunté varias veces porque dijo eso porque parece como que tú estás en peligro........no me soltó nada y dejé de molestarla.....--- dijo Cristina con la voz mas seria.
--- No me pasa nada Cristina, de seguro ella exageró........sí eso es. --- dijo Harry mintiendo.
--- No soy buena explicando todo por teléfono así paso a verte hoy en la tarde mejor. --- dijo Cristina.
--- ¡Está bien! Ven no más. --- dijo Harry contento.
--- Nos vemos a las cuatro afuera de tu casa. --- dijo Cristina.
--- Como digas, adiós. --- se despidió Harry.
Cuando descolgó el teléfono Harry miró el reloj de la sala y vio que marcaba las dos en punto y sólo faltaban dos horas para que Cristina viniera a verlo y en ese instante entraba Tía Petunia con una revista en las manos. Cuando vio que Harry estaba con la guía telefónica en la mano el rostro de la tía se enrojeció.
--- ¿¡A quién llamaste!? --- preguntó exaltada Petunia.
--- A una amiga que me va a venir a ver. --- dijo Harry.
--- La bruja que viene a veces. --- gruñó tía Petunia.
--- Hermione, mi novia..........no es ella........es otra amiga que tengo.......totalmente muggle como tú. --- dijo Harry serio.
--- No te creo......debe ser otra mas de tu especie.......recíbela afuera. --- dijo tía Petunia yéndose de la sala.
Harry se quedó mirando a su tía con un dejo de rabia pues tenía la intención de hacer pasar a su nueva amiga a la casa pero decidió que lo mas conveniente fuera no enojar mas a su tía.
Luego subió a su habitación a ordenarla aunque se empezó a mirar en el espejo y hacia todos los intentos para que el tupido pelo le tapara la cicatriz y después se arregló la arrugada ropa y esperó sentado en su cama y de vez en cuando iba a mirar por la ventana pero Cristina aún no aparecía.
Dieron las tres y media y Harry estaba aburrido de tanto esperar en su habitación que bajó al jardín sin hacer mucho ruido y esperó junto al auto de los Dursley. Desde la esquina sur apareció Cristina cargando una mochila en la espalda y tenía un trozo de papel en la mano y lo miraba mientras miraba las casas hasta que llegó a Privet Drive 4 y se encontró a Harry mirándola fijamente.
--- Hola Harry. --- saludó Cristina con aire de cansada.
--- Hola..........¿qué te pasa? --- preguntó Harry viendo como la joven se apoyaba en la reja.
--- Creía que esta calle estaba cerca pero está en pleno centro del barrio.........yo la floja esperaba encontrar la calle en la entrada. --- dijo Cristina alegre.
--- Te esperaba hace rato............no.....no tanto. --- dijo Harry azorado.
--- Bonita la casa.........vive contigo el señor Lupin. --- preguntó Cristina.
--- No, vivo con..........con unos tíos. --- dijo Harry complicado.
--- Será............¿vamos a pasar? --- preguntó impaciente Cristina.
--- Mejor que no porque mi tía no anda de buen humor hoy........disculpa pero preferí no pelearme con ella y no le insistí sobre hacerte pasar. --- explicó Harry.
--- No hay problema, ¿pasa algo Harry? --- dijo Cristina advirtiendo algo malo.
--- No. --- contestó Harry cortante.
--- Vas a dejarme aquí parada. --- dijo Cristina sonriéndole a Harry.
--- ¡No! ¡Disculpa!...........demos una vuelta por el barrio. --- dijo Harry con otro aire.
Harry salió del jardín a la calle y Cristina lo siguió por la acera hasta que doblaron por un pasaje con casas que tenían frondosos jardines, Cristina iba arreglándose la mochila porque un arcial estaba apunto de romperse. Harry le acomodó la mochila y trato de asegurarle el arcial con............la varita.
--- ¿Crees que ese palo va a arreglar el problema? --- preguntó Cristina.
--- ¡Mierda! ........no sé que estaba pensando.....obvio que no. --- dijo Harry muy rojo.
Harry le sacó la mochila a Cristina y prefirió llevarla él mismo y se la cargó en un hombro con el arcial bueno.
--- Como no pensé en cambiarla de posición........--- dijo Cristina riéndose.
--- Como pensé que ese palo iba a ......servirme. ---- dijo Harry tenso.
--- Como varita mágica. --- dijo Cristina.
--- ¿Qué dices? --- preguntó Harry haciéndose el desentendido.
Llegaron a una plaza pequeño y se sentaron en una de las bancas de madera que había, el calor estaba pasando a una brisa helada que movía las copas de los árboles mas grandes que había cerca.
--- Luego que te fuiste ese día Hermione salió conmigo a una fiesta en la casa de un amigo cerca del centro.....la gente que conozco vive en el centro, estuvimos toda la noche pasándola bien pero ella me hablaba de ti como echándote de menos......le dije que era natural si a tu novio no lo vez cada cierto tiempo como ella me contó......no me explico como ustedes no se juntan o algo. --- dijo Cristina mirando fijamente a Harry.
--- No me hagas que te cuente el problema..........ahora no......--- dijo Harry deprimido.
--- Está bien..........no sigo con eso. --- dijo Cristina.
--- ¿Hermione está bien? --- preguntó con interés Harry.
--- Sí......ella esperaba irse a Francia hace varios días pero sus padres tenían algunas urgencias en la consulta con una frecuencia rara como gente que perdía sus dientes, las encías sangrando........y eso. --- contó Cristina.
--- ¿No te dejó nada para mí? --- preguntó Harry.
--- No. --- contestó la amiga.
Harry miraba el centro de la plaza con interés pues vio a un hombre pequeño con capucha que llevaba unos calderos y buscaba algo en ellos, el chico lo reconoció y miró a Cristina y se encontró con la fulminante mirada de ella.
--- ¿Qué piensas? --- preguntó ella.
--- Miraba al viejo que está allá con los calderos..........siempre veo gente de ese estilo .--- dijo Harry.
--- Te saluda. --- dijo Cristina porque el hombre levantaba una mano saludando a Harry.
--- No lo conozco...........en serio. --- dijo Harry nervioso.
--- Siempre eres así........tenso, parco, enamorado. --- dijo Cristina.
--- Disculpa si te estoy dando una mala impresión Cristina pero no tengo nada,.........verdad.... y cuando pienso en ciertas cosas me ponen mal. --- dijo Harry cabizbajo.
--- Y yo acosándote a preguntas..........prometo no ser mas metida. --- dijo Cristina.
--- No hay problema. --- dijo Harry.
--- Mejor me voy..........tengo que ir a Chelsea y prefiero tomar las otras calles.......cuídate Harry. --- dijo Cristina.
--- Igual cuídate. --- dijo Harry dándole la mochila a Cristina.
Cristina siguió por la plaza hasta que cruzó una calle y dobló hacia el norte, Harry se dejó caer en la banca molesto y acomodó en ella y unos dedos lo tocaban en el hombro. El joven se dio vuelta rapido y vio la figura de Mundungus Fletcher.
--- ¡Mundungus! --- exclamó Harry.
--- Harry Potter...........es común que veas a alguien de la orden en plena labor de vigilancia pero este caldero tiene un enorme problema
hay un boggart dentro de él y este es el lugar menos apropiado para pelear con él. --- dijo Mundungus.
--- ¡HAZ EL FAVOR DE NO APARECERTE CUANDO ESTOY CON ALGUIEN! ¡ Y LLEVA EL MISMO RECADO A CUALQUIERA QUE ME QUIERA VIGILAR! - gritó Harry.
--- Señor Harry......---dijo Mundungus espantado.
--- ¡VOLDEMORT NO ME INTERRUMPE! ¡NO ME SIGAS! ¡LLEVATE ESE BOGGART DONDE MAS TE QUEPA! --- gritó Harry saliendo de la plaza.
CAPÍTULO 7
LA MANSIÓN RYDDLE.
Harry vio que Mundungus lo vigilaba todas las noches a partir del arrebato de ira que tuvo contra él la tarde que lo había visitado Cristina. Era extraño verlo cumplir esa función que la Orden del Fénix le encargó a simple vista porque los transeúntes de Privet Drive 4 reparaban en su presencia pues el mago llevaba un montón de calderos en una bolsa negra y a su vez él miraba a la gente con inusitada atención.
Algo debe estar pasando para que Harry pudiera ver a sus vigilantes que siempre se habían mantenido en secreto aparentando ser muggles odiosos como la señora Figg. que hace tiempo no daba señales de vida. Harry sabía la dirección de la casa de la anciana pero nunca hizo el intento por ir.
Estando una noche apoyado en el marco de la ventana mirando la desierta calle pues todos los vecinos estaban en sus casas señal de que todos los coches estaban estacionados en los jardines Harry miraba a todos lados esperando encontrar a alguien de la Orden pues ellos tenían la costumbre de aparecerse de noche, pero en esa en especial Mundungus no apareció ni nadie más. Cansado de tanto mirar y muerto de sueño Harry se acostó con la mente sin muchos pensamientos pues trataba de despejarse unos minutos antes de dormir con la intención de que nadie pudiera estar en ellos.
Cuando estaba cerrando sus ojos alcanzó a notar que Hedwig aún no regresaba y esto lo hizo despertarse un poco más pero vio como su lechuza cazaba en un bosque lejano y se tranquilizó. Lograba recordar las cosas que su lechuza hacía cuando viajaba largos periodos fuera de Privet Drive 4.
Harry de repente se vio dentro de un lugar cercado por alambres filosos y caminó por el terreno que era de tierra. Estaba oscuro y conforme iba caminando encontraba bancas de madera y empezaban a aparecer lápidas con inscripciones de gente que ya había muerto. Siguió caminando cada vez mas rápido sorprendido de encontrarse en un lugar así y doblando por el nuevo sendero que se formaba se avistaba una enorme casa de varios pisos a lo lejos que tenía todas sus ventanas apagadas. Mirando la casa Harry se encontró violentamente con una gran lápida mohosa que tenía inscrito el nombre: RYDDLE
--- ¡Ryddle! --- exclamó Harry mirando a todos lados.
Era la misma tumba donde Harry había visto el regreso de Lord Voldemort el día de que terminaba el torneo de los tres magos y después el propio Voldemort mató a Cedric Diggory.
--- Tom Ryddle 1925-1987 --- leyó Harry.
Se sentó algo desorientado en el piso de piedra viendo el mismo lugar en que una vez mas logró zafarse de Lord Voldemort gracias a los espíritus de sus padres muertos, pero ahora no había nadie y cuando recordó todos los hechos Harry sacó su varita y la mantuvo en alto esperando que viniese el Innombrable.
La mano de Harry temblaba cada vez que notaba que una sombra de las copas de los árboles tenía la forma de Lord Voldemort y caminó por las lápidas cercanas y se encontró con el enorme caldero en donde Colagusano deposito la sangre de Harry para revivir a su amo. Un fuerte dolor en la cicatriz hizo que Harry se tirara al piso sin dejar de sostener la varita y la movía con desesperación en el cielo. Sumado al dolor en la frente notó como su brazo de calentaba en el mismo sitio que Colagusano cortó para sacar sangre de Harry.
Harry caminaba a paso torpe por el cementerio sosteniendo la varita esperando enfrentarse con alguien y conforme avanzaba la mansión del fondo se hacía mas grande y llegó hasta una puerta de madera que la abrió lentamente y entró en una cocina abandonada. Sólo se escuchaba la tensa respiración de Harry que entrando en la casa sin mayor vacilación se encontró con una larga escalera que subió paso a paso empuñando la varita fuertemente. Llegó a un pasillo en el segundo piso y habían puertas trancadas pero Harry pudo abrir la última que lo llevó a una pequeña sala de estar con una chimenea al fondo que tenía unas débiles cenizas.
--- ¿Quién está aquí? --- murmuró Harry.
Harry se sobresaltó al ver una mullida butaca oscura que contenía un ropaje negro que el joven encontró familiar. Dentro de su mente volvió otra imagen, la imagen de Colagusano sosteniendo un ser pequeño y blanco que abría su boca a duras penas y luego entraba una serpiente que hablaba un extraño idioma que Harry comprendió.
--- Un muggle los está escuchando.---
--- Lord.........Vo-Voldemort. --- dijo Harry recordando el momento.
Perdió el hecho de su cabeza volviendo a la misma sala pero desierta y con la chimenea con las moribundas cenizas. Harry desesperadamente trataba de salir de la mansión pues se sentías prisionero en ella y cuando bajaba la escalera corriendo se encontró cara a cara con la figura de Colagusano que sostenía una varita que clavó en el pecho de Harry.
Harry instintivamente hizo lo mismo y ninguno de los dos atacaba, Colagusano empezó a perder el equilibrio de su varita y se le cayó al suelo y cuando iba a recogerla se sobresaltó pues una figura aparecía por la puerta más próxima. Era un encapuchado que cuando levantó la cabeza resultó ser el rostro con facciones de serpiente de Lord Voldemort.
--- ¡Voldemort! --- exclamó Harry.
--- Querido Colagusano quiero que me digas si estoy viendo una figura fantasmal o realmente es el mi querido Harry Potter. --- dijo Voldemort con voz fría.
--- Es Harry Potter......amo.......¿qué debo hacer? --- preguntó tembloroso Colagusano.
--- Como siempre no tienes cabeza para actuar........por ese defecto hemos perdido tiempo muchas veces.........no puedo creer que Potter esté mirándome cara a cara y además no haga nada..........¡vamos Potter! ¡Prometiste lucha! --- dijo Voldemort subiendo el tono de voz.
--- Señor......--- murmuró Colagusano.
--- Te falta Hermione, verdad...........esa estúpida promesa........soy un mago que previene todo y tú estás sin tu aliada que es ahora mi súbdita mas directa........vamos ese rostro de venganza me trae felices recuerdos........solo estoy esperando que ejecutes tu hechizo pues estoy listo para matarte........he vuelto a ser el mismo de antes Potter y tú sigues siendo el mismo estudiante.....no puedes compararte con tus padres.........ellos valientemente lucharon contra mí, pero no pudieron. --- dijo Voldemort.
--- ¡Mi madre te venció! ¡Por ella estoy vivo! --- gritó Harry.
--- Ya no está y tampoco podrá apoyarte desde el mas allá...............nunca he dejado de ser un estudiante Potter...........he vuelto a aprender todo lo posible para que algo parecido jamás ocurra y en eso tú estás perdido porque deseas que ocurra un milagro que te salve........siempre te ha pasado y reconozco eso.....pero ahora solo estamos tú y yo........nadie más. --- dijo Voldemort.
--- ¡Expelliarmus! --- conjuró Harry.
Voldemort contuvo el hechizo sin problemas y sostenía su varita con gran seguridad, Harry se desesperó y busco a todos lados una posible salida, esperaba volver a su pieza en Privet Drive pero eso no parecía ser un sueño sino que realmente estaba frente a Voldemort.
--- ¡Avada Kedavra! --- conjuró Voldemort.
Un rayo de luz verde salió de la varita de Voldemort directo a Harry que tiritaba de pies a cabeza y cuando vio que el rayo estaba a punto de impactar su pecho comenzó a gritar fuertemente y cuando cerró los ojos esperando lo peor se vio en el piso de su habitación retorciéndose de miedo y gritando: --- ¡No! ¡No! ¡No!---
Seguía creyendo que estaba en la mansión de los Ryddle y entró Tía Petunia asustada y al ver a Harry empezó a sujetarlo fuertemente pues parecía convulsionarse en el piso. Harry empezó a calmarse de a poco y tía Petunia miraba con horror que Dudley también había presenciado el hecho.
--- ¡Vete de aquí! --- ordenó tía Petunia a Dudley.
Harry no siguió moviéndose y mientras abría mas los ojos se encontró con su tía mirándolo atentamente y se levantó pero se tambaleó cayendo sobre el piso nuevamente. Tía Petunia lo levantó un poco y Harry logró conservar la conciencia un rato más.
--- Dis......Discúlpame. --- dijo Harry.
--- ¿Qué te pasó? --- preguntó asustada Petunia.
--- Nada.........nada........--- decía Harry temblando.
--- Vamos, levántate........vamos........eso............ves ya estas en la cama..........tápate......bien......tranquilo. --- dijo tía Petunia.
--- No era nada..........en serio............déjame.............no dura mucho. --- dijo Harry tapándose mas.
--- ¿Por qué dijiste Voldemort? --- preguntó Petunia.
--- ¡AHHHHHHHHH! --- se quejaba Harry de un dolor en la cicatriz.
Tía Petunia lo acomodaba y vio que estaba hirviendo en fiebre y trajo unas compresas de agua fría que calmaron a Harry mucho más.
Harry empezó a dormirse roncando suavemente con tía Petunia no sabiendo si quedarse o irse de la pieza del joven.
Hedwig estaba golpeando la ventana de la pieza de Harry con una carta en el pico y estos ruidos despertaron a Harry que se sujetaba la cabeza y se levantó abriendo la ventana dejando entrar a la lechuza que se puso en la cama de Harry mostrando orgullosa la carta.
Harry no había reparado en el envío y cuando lo observó recuperó el interés. La abrió leyendo:
Disculpa mi ingratitud Harry pero he estado bastante ocupado con mis hermanos domando a unos colacuernos húngaros bebés que trajeron de mascotas, como ves siguen el mismo camino de Hagrid.
He sabido algunas cosas de ti por los miembros de la Orden que a veces se dan una vuelta en La Madriguera para visitar a mamá. Ella siempre se pregunta por como estás, si los muggles te están tratando bien o si estas en algún peligro.
Lo ultimo no lo creo pues supimos que estabas muy bien acompañado por una amiga tuya según lo dicho por Mundungus que está vigilándote por estos días. También mencionó la forma de cómo lo trataste.
Espero que me cuentes como conociste esa chica porque se te vio muy interesado en ella.
Disculpa que no te escriba tanto pero debo ayudar a mamá porque estos dragones están quemando la cocina, todos te mandamos cariños. Cuídate Harry, por favor.
Ron Weasley.
CAPÍTULO 8
LOVE PARADE
.......no te asustes con esto de Lord Voldemort porque ya estoy mas que acostumbrado a verlo en mis sueños. Lo único que cambia es que ahora tengo esas visiones que hace meses no me atacaban, esto es señal de que él está actuando fuerte y claro anda buscándome.
Todavía estoy pegado a ese momento en donde creí que realmente él me mataría, algo justo a tiempo me permitió zafarme de él.......estoy convencido de que yo estaba en aquella casa y era un sueño, no veía los actos de Voldemort sino que por el contrario yo lo miraba cara a cara y el percibía mi presencia, No sé que hubiera pasado si no me sacaban de allí, si porque no hice nada que me sacara de la mansión de los Ryddle. Puede que jamás haya llegado esta carta a ti.
Ya basta del maldito Voldemort, tenía la intención de escribirte para responderte tu breve carta de hace una semana. Justo llegó la mañana siguiente a mi encuentro con el Innombrable. Estoy muerto de hambre no porque mi tía no me alimente sino porque todos estos días no he tenido el apetito, acordándome de tu mamá me arrepiento de darle todo a Hedwig. Ella está feliz junto a sus ratones, se ha convertido en una estupenda cazadora.
Dile a tu mamá que me mande sus engaños tan dulces que disfruto cada vez que voy a tu casa o cuando me los mandaba antes. Se me acaban las palabras Ron y ahora tengo en mente a Hermione que debe estar viajando con sus padres, por lo menos ella ahora tiene una gran protección y Voldemort no podrá tocarla, eso espero.
Si sabes algo de ella por favor dímelo, necesito saberlo porque mi espía ya no me ha venido a ver. Les mando saludos a todos, si puedes mándame la carta con otra lechuza porque Hedwig debe tener ganas de quedarse allá.
Cuidate mucho.
Harry Potter.
--- Juro que no me acordé que Harry deseaba tanto que le mandara mis dulces, debe de estar afligido. --- dijo la señora Weasley revolviendo la cacerola.
--- No dice nada más..........--- dijo Ron mirando completo de pergamino.
--- Mándale una respuesta con tu lechuza. --- dijo amable la señora Weasley.
--- Y si lo llamó por teléfono. --- dijo Ron.
--- Está muy lejos...........camina hasta el pueblo cercano. --- dijo la señora Weasley.
--- Londres, madre. --- dijo Ron molesto.
--- Una carta y unos favores bastarán Ron...........Harry sólo nos está pidiendo eso. --- dijo la señora Weasley con un resoplido.
--- De acuerdo pero Hermione. --- dijo Ron.
--- Ella está en Francia con los padres...............como siempre. --- dijo resignada la mamá.
--- Harry ya sabe eso........él cree que nosotros sabemos más y se trata de su novia........él se pone muy sentimental con eso. --- dijo Ron suspirando.
--- Como todo novio Ron..........--- dijo la señora Weasley mirando con cariño a su hijo.
--- Él espera que le demos noticias de ella y ..........Voldemort. --- dijo Ron muy serio.
--- .............No podemos evitar que él convoque a los suyos Ronald.........tu amiga tiene la marca del Innombrable y está sujeta a las intenciones de ese señor. --- dijo la señora Weasley revolviendo la cacerola con violencia.
--- Mejor hechiza la cuchara.........vas a romper la cacerola con tu fuerza. --- dijo Ron.
--- Dile eso a Harry y cuéntale las cosas que hacemos aquí..........también se trata de ánimo. --- la señora Weasley.
--- Está bien..........¿a qué hora llega papá? --- preguntó Ron.
--- A las cinco.........temprano porque tenemos reunión con algunos de la Orden. --- dijo la señora Weasley.
Apenas Ron oyó esto último subió a su habitación decorada con héroes de Quidditch y acarició a Hedwig que gorgoteaba en su cama junto a Pig. La lechuza de Ron tenía una pequeño ratón en la boca que se lo quitó Ron pues estaba bastante maloliente.
--- ¡Hola Ron! --- dijo Fred al aparecerse en medio de una voluta de humo.
--- ¿Qué tal?..............y George. --- dijo Ron.
--- Cuidando la tienda............¿en qué andas? --- preguntó Fred al ver el pergamino y a la lechuza de Harry.
--- Estaba leyendo una carta de Harry que llegó en la mañana.........mira.....Hedwig, me pidió que se la cuidara unos días.....--- dijo Ron señalando la lechuza y entregándole la carta a su hermano.
Fred leyó la misiva de Harry atentamente y se la devolvió a Ron con un rostro preocupado.
--- Así.........que el señor de las tinieblas lo molestó. --- dijo Fred.
--- Voldemort querrás decir. --- corrigió Ron.
--- Como sea hermano.......tú sabes que cualquier aparición de Voldemort ya no sólo incumbe directamente a Harry.......es más puede que Hermione también pudo ver la situación. --- dijo serio Fred.
--- ¿Qué te pasa?.......Estás serio y.........y ¿en qué andas? --- preguntó Ron intrigado.
--- No le dije a nadie que me aparecería aquí..........mamá está distraída abajo con la comida, te vine a ver porque Mundungus todos los días me informa en que pasos anda Harry, es mas yo mismo lo vigilé un día. La mala suerte que ese día Harry no salió de la casa de su tía.......no pudo verme. --- contó Fred.
--- ¿Por qué tienes que vigilarlo? --- preguntó Ron.
--- Mundungus siempre apoya nuestro negocio con nada mercancía rara y además se transforman en las preferidas de la tienda de chascos.........algunas veces él mismo se encarga del negocio y uno de nosotros debe ir a vigilar a Harry......es como una devolución de favores. --- explicó Ron.
--- Por primera vez te veo mentir tan mal Fred......--- dijo Ron negando con la cabeza.
--- Tengo noticias de que nuestro amigo Harry trabó amistad con una muggle.......Mundungus fue victima de la irá de Harry....ese episodio nos mató de la risa a George y a mí. --- dijo Fred.
--- Parece que es amiga de Hermione. --- dijo Ron.
--- Tal parece que él está tomando la iniciativa. --- dijo Fred risueño.
--- No es lo que piensas, Harry tiene una novia y es la misma Hermione.........no creo que tenga algo en mente. --- dijo Ron serio.
--- Quien sabe...........Harry nunca da muchas pistas.....necesita demasiada vigilancia para saber si anda arriesgándose. --- dijo Fred.
--- Igual no puede hacer mucho en las vacaciones. --- dijo Ron.
--- Es cierto............no le digas a nadie de mi venida, sólo quise actualizarme.........cuídate. --- dijo Fred desapareciendo en medio de volutas de humo gris.
Ronald se quedó impávido mirando a Hedwig que revoloteaba encima suyo y ululando esperando que el muchacho le enviase un encargo pero el propio Ron le negó con la cabeza y la lechuza fue a pararse arriba de un estante de madera cerca de la puerta de la habitación.
Poco rato después Ron bajó a la cocina encontrando a su madre sirviendo unos platos de sopa y le indicó a Ron el suyo. Mientras empezaba a comer en silencio, la señora Weasley hizo lo propio sentándose frente a su hijo.
--- ¿Mandaste la carta? --- preguntó la mamá.
--- Todavía no. --- respondió Ron.
--- Le tengo lista a Harry una cesta con dulces que hice ayer..........de todas formas no esperaba usar una lechuza así que mejor usaremos el correo muggle. --- dijo Molly.
--- Viajas a Londres. --- dijo Ron.
--- Pienso mandársela a tú padre por red flu un rato más........será mejor que le escribas algo antes de usar la chimenea. --- dijo la señora Weasley enfriando la sopa.
--- Insisto que prefiero llamarlo por teléfono. --- dijo Ron.
--- Eso es difícil ahora porque no tengo programado ir a Londres.......mejor escríbele. --- volvió a decir la señora Weasley.
La chimenea de la oficina del Ministerio de Magia de Arthur Weasley se encendió de rojo mostrando un gran paquete por encima de las cenizas ardientes y tiritando dando a entender que era mejor sacarlo enseguida. El señor Weasley estaba absorto en unos pergaminos mientras la tostadora que hipaba lo hacía con mas fuerza al percatarse del paquete.
--- ¡Qué diablos! --- maldijo el señor Weasley al escuchar un ruidoso hipar de la tostadora.
Se vio vuelta y encontró el paquete flotando en la chimenea y apenas lo sacó esta se apagó dejando una que otra ceniza ardiendo débilmente. Inspeccionó el paquete reconociendo la letra de su esposa con la siguiente dirección:
HARRY POTTER
PRIVET DRIVE 4
LITTLE WHINGWING
SURREY
Arthur miró serio el paquete y sacando su larga varita de Madera la agitó levemente dejando ver todo el contenido y cuando lo vio con mas detalle con una mirada satisfecha cerró con magia el paquete y lo deposito en una ranura en la pared de su oficina que decía: CORREO NO TRADICIONAL.
El paquete se perdió sin antes el señor Weasley le hubiera dejado una nota dentro escrita apresuradamente. La encomienda siguió un intrincado pasadizo de túneles hasta llegar a una inmensa bodega que contenía otros paquetes similares. Un hombre desgarbado los echaba en un camión que estaba repleto de otros encargos. El paquete dirigido a Harry fue el último en ser embarcado y el camión salió del estacionamiento cerrado rumbo a unos grandes portales que daban a una céntrica calle de Londres.
El camión recorrió la compleja geografía de Londres entregando todos sus paquetes con carteros a bordo. La última parte del recorrido era Privet Drive y allí llegó a las cinco de la tarde en punto justo en el momento en que tía Petunia salía de la casa muy arreglada rumbo al paseo Glicinia.
Un cartero entró abriendo la verja del jardín y golpeando acompasadamente la puerta y sintió ruidos dentro diciendo: ¡Ya va! ¡Ya va!
Harry Potter abrió la puerta mirando sorprendido al cartero que le tendía con ambos brazos el enorme paquete con la dirección de Privet Drive.
--- ¿El señor Harry Potter? --- preguntó el cartero.
--- Soy yo........¿qué necesita? --- preguntó Harry.
--- Un paquete para usted, necesito su firma aquí. --- dijo el cartero dándole el paquete a Harry y extendiéndole una planilla con miles de nombres.
Harry hizo unas marcas en la casilla al lado de su nombre en imprenta y el cartero se retiró satisfecho, el joven cerró la puerta y se quedó mirando el paquete mientras subía la escalera rumbo a su habitación.
Al llegar a ella empezó a abrir el paquete que se encontraba escasamente protegido por huinchas negras. Cuando logró sacar la caja pudo ver todo el contenido. Había una caja marrón que tenía dulces, unos pergaminos y al final una pluma blanca.
Harry dejó la caja marrón en el escritorio y se llevó los pergaminos a la cama para leerlos, tomó el primero que tenía en la mano leyéndolo en voz alta:
--- Hola Harry, quiero que sepas que recibí tu carta esta mañana y el encargo de que te cuide a Hedwig no hay problema. Difícil fue no decirle a mi madre sobre tu encuentro con Voldemort pero es mejor que ella sepa en que realmente andas porque así ella previene a la Orden del Fénix sobre ti. Mira acá en La Madriguera no ha pasado gran cosa y justo tu carta llegó en el día mas aburrido de todos porque mis hermanos mayores volvieron a trabajar por unos días y solo me visitó Fred de incógnito.
¿Qué pienso de tu visión? Yo quiero decirte que te cuides mucho, esto parece cosa de siempre pero es que en verdad no se que haría si me encontrara cara a cara con Voldemort, la persona indicada para decirte algo es Dumbledore pero ni idea de donde está en las vacaciones. De Hermione se que anda en Francia como siempre, ves todo es rutina. Espero que mis padres encuentren los días mas seguros para que puedas venirte aquí, bueno cuando te vayamos a buscar.
Sólo tengo una cosa que reclamarte que no dijeras nada de tu amiga muggle que tanto se comenta por acá, no por algo malo aunque esa intención esté en la Orden........Fred piensa que tienes planes con ella. Si te acuerdas de tu amigo solteron dile que cerca de Londres hay un muchacho libre y sin compromiso. Tú estás con Hermione y no sientes nada por la muggle, ¿verdad?
Sin mas que contarte se despide de ti
Ronald Weasley. ---
Harry se echó a reír sobre la cama cuando leyó sobre la amiga muggle, cuando ya dominó la risa fue con el otro pergamino con la cuidadosa pero nerviosa caligrafía de la señora Weasley.
Espero que todo lo que te mandamos te sirva, lamento tu encuentro con Quien-Tu-Sabes porque cuando Ron leyó tu carta no pude evitar después hablar esto con algunos de la Orden. Ellos están incrédulos pero si viste al Señor de las Tinieblas tan nítidamente es porque es cierto. No debes dejar que él interfiera con tu vida, lo digo en serio. Por lo pronto es difícil que estés con nosotros porque todos andan muy ocupados desarrollando trabajos por la Orden y además no depende de nosotros el irte a buscar sino de Dumbledore.
Harry dio vuelta el pergamino esperando que la carta continuase pero sólo eran esas las palabras de la señora Weasley que terminaban con la sensación de inconclusas.
Luego tomó el trozo de papel que escribió el señor Weasley que leyó con mas atención que las otras:
Espero Harry que sepas calmarte porque Mundungus te ha visto bastante alterado y lo menos que necesitamos es tenerte así............tú sabes.
--- ¡Acaso no puedo enfadarme! --- gruñó Harry.
Tiró la caja al piso y se recostó sobre la cama con una expresión de rabia e inconscientemente se tocaba la cicatriz sin que le doliera pero sólo se limitó a taparse la cara con ambas manos decepcionado de las últimas dos cartas pues la de Ron volvió a releerla pero botó las demás.
Ruidos abajo eran señal de la llegada de Tía Petunia que subía por la escalera, Harry se apresuró a ocultar todo el correo pues a su tía le daba por registrar la pieza. Sintió los pasos de ella en el vestíbulo del segundo piso y se detenían frente a la puerta por la sombras de los pies. Tocó tres veces la puerta y Harry fue a abrirle resignado.
--- ¿Qué pasa? --- preguntó Harry con aire deprimido.
--- Vi el cartero.....no tuve la molestia de recibirlo......¿qué trajo? --- preguntó Tía Petunia.
--- Sólo un paquete para mí, de un amigo. --- respondió Harry.
--- Muéstramelo. --- pidió tía Petunia.
--- Imposible pues lo hice desaparecer.........es demasiado mágico, no podrás con él. --- dijo Harry.
--- ¡Haciendo magia en mi propia casa! --- gritó Petunia.
--- ¡Qué quieres que haga! ¡No soy muggle! --- respondió Harry.
--- Tienes razón...........tantas restricciones que te pone esa gente es porque en algo malo andas........--- dijo con tono insidioso Petunia.
--- Todo tiene que ver con Voldemort...........--- dijo Harry arrastrando las palabras.
--- Vas a acabar como mi hermana. --- dijo Tía Petunia.
--- Puede que sí.......Voldemort anda buscándome.......al menos podré hacer algo........--- dijo Harry amenazante.
--- Pobre de ti que lo traigas hasta aquí Harry porque no sólo vives tú.......te quedarás sin familia. --- dijo tía Petunia.
Harry no dijo nada pues se apoyó en la puerta con la intención de cerrarla pero su tía ya estaba bajando las escaleras y apenas llegó al primer piso escuchó el estruendo de un portazo arriba.
Tía Petunia cenó sola pues nunca llamó a Harry y este no tuvo intención de bajar en todo el día, estaba en eso la señora cuando llegó Dudley exigiendo cena.
--- Solo siéntate cariño.......te encantará. --- decía Petunia calentando un plato de verduras.
--- ¿Y Potter? --- preguntó Dudley.
--- Arriba. --- respondió dura la mamá.
Dudley miró con espanto el plato lleno de verduras que su madre le tendió en la mesa y lo rechazó botándolo al piso. La madre recogió los pedazos mientras su hijo protestaba por una comida mas deliciosa. Tuvo que esperar media hora hasta que su madre le sirvió algo decente para él.
Ya en la noche naciente el ambiente en Privet Drive 4 era de silencio pues todos estaban encerrados en las piezas haciendo algo, pero ruidos afuera alertaron a Dudley que salió al antejardín a ver lo que pasaba. Se encontró con la amiga de Harry tocando la reja con una piedra estando montada en una bicicleta, cuando vio al primo de su amigo cambió su cara de impaciencia por otra de amabilidad.
--- ¿Está Harry Potter? --- preguntó Cristina.
--- Sí. --- respondió Dudley.
--- ¡Cristina! --- llamó Harry desde la ventana abierta del segundo piso en su habitación.
--- ¡Vine a buscarte para que hagamos algo! --- dijo Cristina con voz potente.
--- ¡Ahora bajo! --- gritó Harry desapareciendo de la ventana.
Apenas Dudley se volteó vio a Harry llegar al antejardín apresuradamente, miró a su primo con cierto desdén y se dirigió donde estaba Cristina.
--- Hola. --- saludó azorado.
--- Hola..........¿Planes para la noche? --- preguntó Cristina.
--- No......no.......nada. --- dijo Harry nervioso.
--- Te quiero invitar a una fiesta, veo que estas sólo. --- dijo Cristina.
--- No sé si mi tía me deje................ves ya fue su hijo a decirle..........si arma un escándalo delante de ti no te preocupes.......estoy acostumbrado a su carácter tan especial.......no te ofendas........por favor. --- dijo Harry tiritando.
--- ¡Cálmate! Ya he visto madres o suegras odiosas. --- dijo Cristina.
--- ¡ Harry Potter! --- gruñó tía Petunia que estaba saliendo de la casa.
Cristina miró atentamente a la tía de Harry con cierto nerviosismo pero cuando vio a darle a vista a Harry le sonrió con nervios.
--- ¡No molestes por favor! ¡Es sólo una amiga! --- gritó Harry.
--- ¡Voldemort! --- dijo tía Petunia.
--- ¡No es él! ¡Estás loca! ¡Vamonos! --- dijo Harry saliendo a la calle y Cristina siguiéndolo.
Harry no dejaba de caminar y de mirar atrás pues sólo quería estar fuera de las miradas de su tía y cuando se ocultó en un callejón se sentó en el piso jadeando y Cristina apoyó la bicicleta en la pared.
--- Te lo dije. --- dijo Harry.
--- La señora, no. --- dijo Cristina con un resoplido.
Miró a Harry que intentaba serenarse cerrando los ojos y esquivaba la mirada de su amiga que se sentó al lado de él.
--- Estás tan........tenso........es por Hermione, verdad. --- dijo Cristina.
--- Odio verla lejos......temo que le pase algo. --- dijo Harry sin mucho convencimiento.
--- No he sabido nada de ella......pero igual siento que estás mal por otras cosas. ---- dijo Cristina.
--- No me hagas contar nada......es difícil......no puedo decirte mas.--- dijo Harry sincero.
--- No hay problema Harry......ni te conozco y quiero saber tus secretos, porque eso son.......conociéndote acabo de entender a Hermione........estoy de nuevo sacando conclusiones que ni me atrevo a decirte porque...--- dijo Cristina negando con la cabeza.
--- Tampoco la entiendo a veces............¿a dónde querías invitarme? --- preguntó Harry cambiando el tema.
--- A una fiesta en el centro de Londres.........la verdad es que salí sin arreglarme con la intención de invitarte y luego esperaba fijar una hora contigo porque comienza tarde..andas todos locos con la nueva ley. --- dijo Cristina.
--- ¿Nueva ley? --- preguntó Harry con tono ignorante.
---Tienes dieciocho, verdad. --- dijo Cristina tensa.
--- Uno menos. --- dijo Harry encogiendo los hombros.
--- Temía eso pero me vas a hacer volver a viejos tiempos Harry en donde tenía tu misma edad y lograba meterme en fiestas de universitarios y otras.........fui quien convenció la resto de mis amiga a obtener un carné de mayoría de edad falso........lo hacían en pocos minutos, ideal para desesperados.......como tú. --- dijo Cristina.
Harry no dejaba de mirar sorprendido a su amiga que se levantaba para tomar su bicicleta mirando molesta a Harry ordenándole que sólo lo siguiera. Siguieron por calles bastante iluminadas hasta llegar a una casa de rejas altas y con luces bajas.
Cristina tocó cuatro veces la reja con una piedra bastante fuerte y salió un joven que reconoció a Cristina de inmediato pero la trató con elevada cortesía.
--- ¿Contraseña señorita? --- preguntó.
--- ¡ Incorporeum! --- dijo Cristina.
El joven abrió la reja dejando pasar a Cristina y a Harry que siguieron un sendero de piedras hasta entrar por una ancha puerta a una sala de estar en donde habían numerosos candelabros que oscilaban al compás de una brisa que entraba por una ventana abierta.
--- Ahora ya no hay peligro..........¿qué dio por traer principiantes? --- preguntó el joven a Cristina.
--- Primero que todo él es Harry Potter..........Harry él es Marcus Blair un amigo y experimentado mago digital. --- dijo Cristina.
--- ¿Mago? --- dijo Harry expectante.
--- Puedo crear de todo en segundos...........necesitas un carné por casualidad. --- dijo Marcus.
--- Sí para Harry..él tiene diecisiete años y me encontré con este problema cuando ya lo había ido a buscar......para que no desconfíes él es novio de Hermione Granger la chica que tanto se interesó en los libros de tu casa. --- dijo Cristina.
--- ¿Qué libros? --- preguntó Harry curioso.
--- Unos viejos que por ese entonces me mandaron a limpiar. --- dijo Marcus.
--- Necesito una ID falsa de Potter ahora. --- apuró Cristina.
--- Síganme..............no tropiecen con los cables.......tengo la manía de conectar todo cruzado.........bien aquí tienen la mágica computadora y la cámara...bien Harry siéntate en ese taburete. --- decía Marcus.
Harry se sentó sintiendo extrañamente familiar y justo iba a comentarlo pero se arrepintió a tiempo para que Marcus le preguntara.
--- ¿Qué nombre deseas ponerte? ---
--- Algo con su apellido. --- dijo Cristina.
--- Potter.............Está Lily Potter ocupado por tu amiga Hermione y está James, Arturo, Logan.......--- decía Marcus que interrumpido por Harry.
--- ¡Quiero llamarme James Potter! --- dijo Harry efusivo.
--- Bien señor Potter.........te deseo suerte si encuentras en la fiesta a la señorita Hermione o Lily. --- dijo Marcus sacándole una foto con una cámara digital.
Marcus llamó a Harry para mostrarle como estaba quedando el carné que imprimió en un papel especial que luego tomó y lo llevó a una máquina plastificadora y se lo entregó a Harry.
--- ¿De acuerdo con renunciar al nombre Harry durante el periodo en que uses esta credencial alterna a la entregada por el Real Registro Civil de Gran Bretaña? Bien.....¿Prometes olvidarte de la existencia de mi persona si decides deshacerte de la credencial? Bien.........¿Está conciente de que pueden existir represalias si me delatas o a cualquier miembro de la organización? Bien....pero noto dudas........así debes mantenerlo vigilado Cristina..........toma Harry..úsala responsablemente y cualquier duda no tendrá respuesta porque debemos tomar la mayor distancia posible........a menos que te conviertas en cliente frecuente como la señorita aquí. Son cinco libras Potter o Lestrange. --- dijo Marcus tendiendo la mano.
--- Voy a debértelas Marcus..........esto es distinto......Hermione te pagó pero mejor yo te pago después porque vamos contra el tiempo. --- dijo Cristina.
--- Como digas amiga.............ahora síganme.............no te preocupes por la puerta Harry....bueno nos estamos viendo Cristina o no. --- dijo Marcus en el dintel de la puerta.
--- No lo sé...........gracias por esto. --- dijo Cristina yendo a la calle.
Harry siguió a su amiga hasta una esquina que era paradero de autobús y se sentaron con la intención de esperar uno.
--- ¿Qué te pareció todo? --- preguntó Cristina a Harry.
--- Raro........no me esperaba eso de ti. --- atinó a decir Harry.
--- Nunca había mi amigo sacado una credencial tan rápido como hoy........cuando vine con Hermione él tonto se quedó todo el rato charlando con ella y tu novia intentaba sacárselo de encima......recuerdo que Hermione no me dejaba que la defendiera.......decía sentirse tan......tan no recuerdo eso exactamente pero quería dejar de ser la chica que fue......luego nos fuimos a una fiesta en donde estaban mis mejores amigos y allí Hermione hizo una que otra amistad.....nos fuimos juntas al departamento y al día siguiente llegaste tu Harry Potter. --- dijo Cristina.
--- ¿Por qué Hermione ocupó el nombre de mí madre? --- preguntó el joven apesadumbrado a su amiga.
--- ¡Tú madre! --- exclamó Cristina.
--- No........quiero decir que.......no es madre en realidad sino.........--- dijo Harry atropelladamente ante la interrupción de Cristina.
--- Estas divagando como siempre.........es tu madre.......¡ es verdad! --- dijo Cristina muy seria.
--- Sí. --- dijo Harry molesto.
Se quedaron en silencio hasta que apareció un autobús de dos pisos de color púrpura que se detuvo en frente de los dos jóvenes que se levantaron y dentro salía un rostro familiar para Harry.
--- ¡Harry Potter.....de nuevo en apuros! --- dijo Stan.
--- ¡No es lo que piensas! ¡Estoy bien! --- exclamó Harry desesperado.
--- Qué modales..........y usted señorita.....¡adonde se dirige! --- dijo Stan azorado.
--- A Trafalgar.......pero no parece usted alguien del transporte publico......¿Harry? --- dijo Cristina mirando a su amigo.
--- Eso es bastante cerca para el Autobús Noctámbulo........será mejor que suban porque hay magos en apuros cerca......y su destino señorita queda justo en la pasada. --- dijo Stan.
Cristina miraba a Harry con sorpresa pero el joven le dijo que no habría problema en subir al autobús pues en realidad llegaba bastante rápido a su destino. Al subir Harry le murmuró unas palabras a Stan:
--- Que no sea rápido...tu sabes........ella es muggle. ---
--- Los muggles son demasiado ciegos para ver esto Harry......veo que tienes intenciones de quedarte sólo tú con la chica.........está de lo mas buena.......ya vamos sube. --- dijo Stan mirando a la descolocada Cristina.
Harry se sentó al lado de su amiga sin perderle la mirada pues ella no dejaba de ver los tres pisos del autobús y los raros asientos traseros que mas bien parecían camas. Luego ella se levantó y fue a echar un vistazo a la parte de atrás y el autobús comenzó a tomar velocidad y Harry llamó a su amiga para que volviera a sentarse.
--- ¿Qué te pareció? --- preguntó nervioso Harry.
--- Está de lo mas bizarro.........es insólito Harry.......¿porqué veo que todo va tan rápido? --- dijo Cristina tras percatarse que las calles pasaban demasiado rápido.
--- No te preocupes siempre este autobús va a exceso de velocidad......ya llegaremos a Trafalgar....sólo sostente. --- dijo Harry mirando con intención a Stan que no dejaba de señalarle a la chica.
--- Tú ya tienes experiencia así que es mejor que te asegures en tu asiento Potter porque no querrás salir volando contra la pared. --- dijo Stan.
--- ¿Volando? --- dijo Cristina.
--- Hazle caso. --- dijo Harry.
El autobús noctámbulo conservaba la misma velocidad pero ahora tomaba de forma mas desafiante las esquina haciendo mover las camas metálicas de un extremo a otro y la gente que estaba acostada en ellas ni se movía. Cristina Lestrange miraba muy preocupada a Harry que sólo la sostenía de un brazo en caso de una brusca frenada y no podía evitar tampoco mirar a los otros pasajeros que dormían como si nada. Stan empezó a sacar un pequeño papel de su caja registradora y le entregó dos boletos a Cristina que eran los del servicio del viaje.
--- Plaza Trafalgar........sólo son ustedes dos........abajo. --- dijo Stan con el autobús detenido.
--- Gracias. --- dijo Cristina mas relajada.
Harry bajó detrás de su amiga y vieron como el autobús se iba como cualquier otro sin agarrar la espectacular velocidad y el chico aprovechó de desviar la mirada de su amiga caminando hasta la fontana de la plaza que era repletaba por bastante gente que seguía por toda la calle hasta el centro de Londres. Cristina comprendió que ya habían llegado pues aun comentaba sobre el particular autobús, Harry simulaba que también le parecía extraño pero no pudo evitar decirle a su amiga que ya lo había tomado una vez en la noche para explicarle a Cristina por como ya conocía a Stan.
--- ¿Adonde me llevas? --- preguntó Harry concentrándose en la gran cantidad de personas por la calle.
--- Te llevo a una fiesta llamada Love Parade que se hace todos los años aquí.......con Hermione fuimos a una mas pequeña y como ella no estaba quise venir contigo. --- dijo la joven.
--- ¿Qué hago con la credencial? --- preguntó Harry confundido.
--- Simplemente di que eres James Potter y no pasará nada......me acuerdo cuando vine con Hermione y cuando también yo usé una de esas....me llamaba Bellatrix Lestrange......era un raro nombre y llevaba mi apellido mejor todavía. Como ves hay de todo aquí en la calle pero mejor te llevo a una fiesta particular en donde realmente vas a usar tu ID........actúa como mayor de edad.......toma, baila, haz lo que quieras.........tranquilo no te dejaré......de seguro vamos a encontrarnos con algunos amigos míos. --- dijo Cristina.
--- ¿Cómo volvemos? --- preguntó Harry más confundido.
--- Respecto a eso.......ya veremos porque con esto hay mas locomoción......ya sabes por toda la gente que viene. --- dijo Cristina despreocupada.
La noche estaba estrellada y ventosa cosa que molestaba a la gente que debía andar abrigada aunque el día hubiera sido bastante caluroso, los dos muchachos siguieron caminando por la avenida hasta llegar a un local llamado del mismo nombre de la fiesta masiva: Love Parade. Había una gruesa fila esperando por entrar y al final dos guardias pedían identificaciones a todos.
--- Simplemente dasela. --- dijo Cristina en un murmullo.
Harry iba delante de su amiga y cuando llegó a la puerta el guardia le pidió la identificación y entregó la falsa que el encargado revisó minuciosamente pero no halló problemas dejando entrar a Harry a un sitio de tres pisos y de luces de todos los colores y mucha gente bailando. Cristina entró después y le señalaba los mejores lugares para estar.
--- Funcionó tu truco. --- comentó Harry.
--- Ahora diviértete......o van a sospechar que no estás acostumbrado a venir aquí. --- dijo Cristina.
--- ¿Por dónde empiezo? --- preguntó Harry.
--- Muévete........ves.......mira como levantó los brazos.........eso así..........no....no.....no estamos bailando vals Potter.......mientras no le pegues a otros con tu ritmo todo va a estar bien........acércate más.......más.....eso........--- decía Cristina mientras bailaban.
Harry se movía desordenadamente con la música al máximo volumen y Cristina siempre lo acercaba estando bastante juntos, la chica se reía de cómo bailaba su amigo y casi Harry choca a otro joven que bailaba atrás.
--- Me acuerdo de cuando tuve que aprender a bailar vals........justo cinco minutos antes del gran baile......en el colegio......luego de eso no bailé mas porque le daba vergüenza a mi compañera. --- dijo Harry en voz alta para que Cristina lo escuchara.
--- ¿Estás cansado? ..........Ven. --- dijo Cristina llevándose a Harry a un lugar con menos música.
Llegaron a una barra en que la gente ordenaba sus tragos y Cristina esperaba turno detrás de unas mujeres mayores, Harry detrás de ella seguía mirando el lugar y siendo el ritmo de la música.
--- Deme dos cervezas Amstel. --- pidió Cristina.
Harry tomó la cerveza que le entregó Cristina y fueron a sentarse a un lugar en donde había menos personas que miraban al resto.
--- ¿Te gusta? --- preguntó Cristina.
--- Está buena......pensé que era más fuerte. --- dijo Harry.
--- Se van a hacer pocas........mira si seguimos bailando después te aseguro que vamos a tener una enorme sed y como tú eres oficialmente un mayor de edad........sí debes asumirlo aunque sea por esta noche......son sólo.........la una de la madrugada......la noche es larga. --- dijo Cristina tomando rápidamente la cerveza.
Al rato acabaron con las botellas y fueron al centro a bailar un poco mas aunque esta vez Harry estaba muy suelto al punto que él le pedía a Cristina que se acercara un poco más y terminó abrazándola pero ella se devolvió rápidamente al baile.
--- Si fueras Hermione...........disculpa. --- dijo Harry azorado.
--- Si fueras Potter.....me dijo ella.......entiendo Potter......no hay problema. --- dijo Cristina en un tono más comprensivo.
--- ¿Se te acabó la cerveza pues aún tienes la botella en la mano? --- dijo Harry.
--- Sí..........¿voy por más? --- preguntó Cristina.
Potter asintió y su amiga lo dejó sólo en la pista rumbo a la barra perdiéndose entre la multitud y empezó a bailar de nuevo y chocó con una joven que a su vez se agachó buscando algo.
--- ¿Me ayudas? --- preguntó ella.
Harry hizo lo propio hurgando en el piso pero la joven parecía ya no buscar nada, es más miró fijamente a Harry que trataba de desviar la mirada pero la joven se acercó más estando los dos en el suelo. La muchacha se acercó lo suficiente para darle un enorme beso a Harry y otro en la mejilla para luego levantarlo y elevando su brazo hasta que el resto de la gente se quedó mirándolos. Los que estaban en el escenario tocando dejaron de hacerlo y la música bajó de volumen.
--- ¡VEMOS QUE NUESTRAS CONCURSANTE HA LOGRADO SU OBJETIVO! ¡TRAENOS A TU ELEGIDO? --- gritaban desde el escenario.
La chica arrastró a Harry hasta allá con todos aplaudiendo y subieron al escenario y la joven gritaba emocionada mientras los encargados del sitio le daban un fajo de billetes y gritaba emocionada y bajaba a la pista de baile mientras Harry miraba a todos desde arriba sin entender mucho.
--- ¡TIRATE! ¡TIRATE! ¡TIRATE! --- gritaba la gente.
Uno de los encargados del espectáculo le dio un empujón a Harry que lo hizo caer del escenario pero las manos de la gente lo sostuvieron y lo iban moviendo por todo el local mientras la mayoría de las personas aplaudía. Harry estaba emocionado y cerró los ojos escuchando a toda la gente gritar y sentía las manos en su espalda. El tiempo iba muy lento según él mientras sentía que lo iban moviendo.
--- ¡MORSMODRE! --- sonó un grito desde un lugar del recinto.
Harry salió de su emoción pues encontraba familiar aquella palabra y empezó a pedir que lo bajaran pero seguían moviéndolo conforme se alejaba del escenario y luego pudo ver que en el techo del local se formaba una nube en forma de calavera y de la boca salía una serpiente. Cuando más lo pedía Harry rápidamente se halló en el piso pues se acabo la pista de baile y se encontró con los pies de Cristina que sostenía las cervezas. Harry se levantó dirigiéndole una tensa mirada a su amiga.
--- Veo que aprovechaste tu tiempo Potter.........no podía creerlo cuando te vi lanzándote desde el escenario.........suerte de que esa chica se fijara en ti........toma. --- decía Cristina alegre y le tendió una cerveza a Harry.
Harry volvió a mirar el techo pero la señal desapareció y reparó en que la gente comentaba del espectáculo pirotécnico del techo.
--- ¿La viste? --- preguntó muy tenso Harry.
--- Claro........era un bonito efecto. --- dijo Cristina.
Harry no dijo nada y se tomaba la botella a gran velocidad y la extraña de visión de esa marca desapareció de su cabeza en lo inmediato.
De verdad la noche era larga pues habiendo tomado y bailando lo suficiente ya eran mas de las cuatro y Harry no dejaba de comentar todo lo que sintió cuando lo lanzaron y cuando lo sostenían cientos de personas.
--- ¿Estás bien? Lo digo porque ya me siento algo........algo....mareada. --- dijo Cristina sosteniéndose en Harry.
--- Algo.........mírame.......estoy igual. --- dijo Harry eufórico.
--- ¡Morsmodre! --- exclamó Cristina señalando al resto de la gente.
--- ¡Qué dijiste! --- saltó Harry.
--- Mira. --- dijo Cristina mirando al centro del local.
Estaba de nuevo la marca de la calavera con la serpiente pero se escuchaban bastantes personas diciendo la misa palabra y Harry tomó a Cristina de un brazo instintivamente mientras del centro de la pista de baile emergían gente con túnicas negras y con máscaras que con sus varitas destellaban rayos verdes que iban chocando con las personas que caían desmayadas.
--- ¡Avada Kedavra! ¡Avada Kedavra! ¡Avada Kedavra! --- se escuchaba por el local junto con el grito de la gente.
Harry había arrastrado a su amiga hasta la salida presintiendo lo peor de lo ocurrido.
--- ¡Tenemos que irnos! ¡Esa gente está cayendo..........muerta! --- gritaba Harry.
Cristina pareció creerle y siguieron caminando con prisa conforme la gente hacía lo mismo, ahora los rayos de luz verde bajaban por la calle y uno casi impacta a Harry que desvió a Cristina por una calle alterna pero muy oscura. Se escuchaba la respiración tensa de los dos chicos.
--- ¡AHHHH! --- se quejó Harry tocándose la frente.
Cristina lo apoyó pues Harry parecía no resistir ese ataque en su cicatriz claro que la amiga imaginaba otra cosa, Harry comenzó a murmurar cosas que Cristina no entendía pues delante de ellos había una serpiente que se elevaba mostrando los colmillos venenosos a los dos chicos.
Harry se puso entre ella y la serpiente que logró colarse por las piernas de Harry y pinchó el hombro de Cristina apenas se irguió por arte de magia. La amiga de Harry cayó inerte al piso.
--- ¡Avada Kedavra! --- conjuró Harry sacando su varita y apuntando a la serpiente.
--- ¡Harry! ¡Harry! ¡Harry! --- gritaba una voz familiar desde el otro extremo de la calle.
Era el señor Weasley que iba corriendo hasta Harry y al ver el cuerpo inerte de Cristina temió lo peor y también cuando vio la serpiente tiesa.
--- ¡Lo conjuraste! --- gruño el padre de Ron.
--- Que mas podía hacer...........¡Cristina! --- exclamó Harry dándose cuenta de su amiga tirada en el piso.
Harry tocaba el cuerpo de su amiga intentando ver que no estuviera muerta mientras el señor Weasley vigilaba el lado opuesto con la varita en la mano.
--- ¡Debemos irnos! --- exclamó el señor Weasley.
--- ¡Y mi amiga! ¡No me voy sin ella! --- protestaba Harry.
--- ¡Van a verte los mortifagos! ¡Vamos! --- gritaba el señor Weasley.
--- ¡Vayase usted! ¡No se arriesgue! --- dijo Harry.
--- ¡Está bien llevemos a tu amiga! --- dijo el señor Weasley de mala gana.
Harry cargó a Cristina sobre su hombro izquierdo y seguía al señor Weasley que iba con la varita prevenido ante cualquier cosa mientras a lo lejos se escuchaban gritos. Entraron en una especie de pasaje en donde Harry acostó a su amiga en el piso y el señor Weasley aprovechó de examinarle el brazo buscando la herida provocada por la serpiente.
--- Esta es la marca......dos colmillos......¿dijo algo la serpiente? --- preguntó el señor Weasley.
--- Hablaba en pársel pero no sé que significa eso.......se levantó tanto que logró pasarme y llegar al hombro de mi amiga.......pero se encuentra bien, no. --- dijo Harry.
--- No está muerta pero me extraña la actitud de ese animal que concientemente no te atacó y siguió su camino por la calle......tú terminaste matándola. --- dijo el señor Weasley.
--- No iré a Azkaban por matar a una serpiente, verdad. --- dijo Harry.
--- No, porque es imposible que realmente hayas ejecutado el hechizo a la perfección y si eliminaste a la serpiente es porque los animales tienen poca resistencia a hechizos imperdonables aunque sean hechos a media.........no basta con el decir el nombre.....créeme....pero todos esos mortifagos que disparaban a todos lados sabían muy bien su propósito......ellos saben ejecutar el hechizo pero la intención es de otro..........creo que la serpiente estaba embrujada por la altura en donde mordió a tu amiga. --- dijo el señor Weasley mas calmado.
--- ¿Y ahora? --- preguntó Harry.
--- Tú amiga se está moviendo.......mira......¡Harry! --- decía el señor Weasley ordenandole a Harry que sostuviera a su amiga.
--- ¿Estas bien? --- preguntó Harry nervioso.
--- No te preocupes........es la resaca.....¿quién es él? --- preguntó Cristina al ver al padre de Ron.
--- ¡Olvídate! --- conjuró el señor Weasley.
--- Todo bien Potter.........tanto que bebí que caí sobre la calle.......tú si que resistes. --- dijo Cristina mas repuesta.
Harry miró de soslayo al señor Weasley que levantó a Cristina del piso presentándose como un amigo de la familia de Harry que andaba por el sector y justo lo había encontrado en problemas.
--- De verdad señor.......sólo es el efecto de tomar.......taaaaaaaaanto. --- dijo Cristina con un gran bostezo.
--- Tengo mi viejo auto doblando a la esquina y te dejaremos. --- dijo el señor Weasley ayudando a caminar a Cristina por el pasaje.
Llegaron a una esquina con una calle mas grande pero poco iluminada en donde había estacionado un auto azul que el señor Weasley abrió manualmente. Los jóvenes se fueron en el asiento trasero exhaustos por la tensión. Conforme salían del centro de Londres a gran velocidad Cristina hablaba sobre gritos cerca del Love Parade que luego terminó por recordar.
--- No me explico quien pudo fastidiar tanto en la fiesta.......gracias por sacarme de allí........parece que conviene tenerte cuando hay peligro. --- dijo Cristina a Harry.
--- Seguramente todos mañana sabrán lo que pasó. --- dijo Harry bostezando.
Cristina le indicaba al señor Weasley la dirección hacia su casa a la cual llegaron cerca de las seis de la mañana en plena alba. La joven se bajó tambaleando y Harry la fue a dejar hasta la reja.
--- Recuerda bien donde vivo Potter. --- dijo la chica.
--- No creo que pueda........esta cabeza. ---- dijo Harry quejándose.
--- Tú quisiste tomar diez botellas...........ve a descansar.......puedo llegar sola a la puerta. --- dijo Cristina avanzando por el antejardín.
Harry le hizo unas señas de despedida antes de volver al automóvil y sentarse al lado del señor Weasley que dormitaba levemente.
--- Mi cabeza.......--- se quejaba Harry.
--- ¿La cicatriz? --- preguntó preocupado el señor Weasley.
--- No......tomé demasiado......necesito una cabeza nueva...--- decía Harry en tono alegre.
El señor Weasley conducía ya dentro de Surrey mientras Harry dormía sentado, llegaron a Privet Drive a las siete y media pues el señor Weasley tuvo problemas para encontrar la calle. Se bajaron y el padre de Ron debió sostener a Harry que se mareaba.
--- ¿Te sientes bien?.......No será fácil explicarle a tu tía.....--- dijo el señor Weasley nervioso.
Llegaron a la puerta y el papá de Ron la tocó cuatro veces y sintieron que alguien venía y resultó ser tía Petunia que miraba espantada al señor y a Harry que se quejaba por el dolor en la cabeza.
--- ¡Usted! --- exclamó tía Petunia.
--- Tranquila señora Dursley...traje a Harry pues él me pidió que lo fuera a buscar a la fiesta en donde fue....disculpe su estado pues se excedió...--- dijo el señor Weasley mirando a Harry.
--- Esto es inaceptable......que ahora este aprendiz de mago lo sea de la bebida y mas encima llegue a horas en que ya todos se levantan......Potter sube........¡arriba! --- ordenó tía Petunia.
Harry aceptó y entró a la casa apoyándose en todo pues se tambaleaba dejando al señor Weasley con su tía.
--- Es preciso que yo lo acompañe pues debo hablar algunas cosas con él. --- dijo el señor Weasley.
--- Qué puedo hacer yo........está entre pero que usted no vuelva mas por aquí y además digale esto a Harry........si llega nuevamente borracho no va a volver a entrar. --- dijo tía Petunia dirigiéndose a la cocina.
El señor Weasley subió las escaleras encontrando a Harry apoyado en la puerta de su habitación. Lo ayudó a entrar y lo acostó en la cama tapándolo con algunas colchas que estaban sueltas a los pies de la cama.
--- ¿Va.....a retarme? --- preguntó Harry recobrando el ánimo.
--- No......no vas a entenderme nada en este estado.......reconozco que eras a quien menos esperaba encontrar a esas horas.......sabíamos de tu amiga y estuvimos de acuerdo en que no representaba peligro para ti. --- dijo el señor Weasley relajándose.
--- Cristina no es ningun peligro.........aunque.........está muy buena.......--- dijo Harry riéndose.
--- Te entiendo........baja la voz porque ya causamos molestias a tu tía.......Harry.......estaba en el centro de Londres a esa hora porque nosotros logramos avisar al ministerio de magia que los mortifagos harían su excursión.....así la llaman ellos contra los muggles.......trato de pensar sobre esa serpiente pero nada me lo explica.......es imposible que haya sido .........sido......Lord Voldemort pues no creemos que te hubiese ignorado.......dijo Arthur mientras Harry se sentó en la cama.
--- Me habría matado señor.......pensaba que no había salida y que debía contarle la verdad a mi amiga.......no quiero que sepa que no soy muggle.........usted sabe.....si no hubiera llegado de seguro.....Voldemort habría ido y hecho lo que tanto quiere......¿por qué atacó justo allí? --- dijo Harry.
--- Ya todo lo logras comprender.........suponemos que Voldemort sabía que ibas a estar en ese local con tu amiga.......puede ser una explicación. --- dijo el señor Weasley.
--- No está demás que siempre estés alerta adonde vayas porque sabes que...que Voldemort puede encontrarte a menos que permanezcas con tu tía.....Voldemort no puede con eso Harry y puede salvar tu vida.......tu madre te dio este lugar de seguridad cuando estaba en sus últimos momentos de lucha y logró darte un maravilloso pero desconocido don........bueno por tu rostro supongo que ya sabes todo eso. --- dijo el señor Weasley.
--- No se preocupe voy a estar bien.......siempre logró pasar agosto señor Weasley.......ya va a llegar septiembre cuando menos lo note. --- dijo Harry resignado.
--- Bueno..........acuéstate pues te caes del sueño y de toda la jarana de anoche......eso........me voy porque ya Molly debe estar muy preocupada pues ella quería acompañarme para ver el incidente. --- dijo señor Weasley.
--- Ella no........ella no puede faltar señor..........lo digo......por Ron. --- dijo Harry dándose vuelta en la cama.
--- Ronald siempre estará protegido Harry, te doy mi palabra............que descanses........adios. --- dijo el señor Weasley bajando las escaleras.
Harry sintió partir el auto del señor Weasley y permaneció despierto un rato mas sin intentar dormir y pensando en muchas cosas, al cabo de un momento indeterminado se durmió con un libro de su padre entre los brazos cuando ya se acercaban las diez de la mañana.
CAPÍTULO 9
.....TÚ ÚLTIMO CUMPLEAÑOS.
El verano estaba resultando mas caluroso de lo muchos pensaban pues no bastaba que las suaves brisas de viento entraran por las numerosas ventanas abiertas de par en par en todo el barrio y en especial en Privet Drive en donde estaban los vecinos que mas defendían el uso racionado del agua puesto que la municipalidad de Londres tenía una serie de racionamientos para evitar el excesivo consumo y en contra de eso estaban los gastadores vecinos de la calle que deseaban organizarse en contra de esta medida.
Que el viento te de lleno en el rostro resultaba el mejor remedio para aliviar el calor pues durante la mañana este era mas fuerte que en el resto del día, todos con la mirada en el limpio cielo azul sin ninguna nube que amenace o que mas alivie el calor con una ocasional lluvia.
Apoyado en el marco de una ventana abierta como todas estaba un joven que no proyectaba su mirada a las ráfagas de viento sino que embelesado miraba la calle y a los transeúntes en busca de alguna personas pues a eso le mostraba mayor atención. Nadie le devolvía la mirada pues tampoco el empezaba a mirarlos directamente sino que espiaba los grandes setos de la calle y en especial los del antejardín que se encontraban secos pero desde hacía tiempo que ya estaban así.
Ojos medio cerrados y la cabeza gacha eran la postura de este joven con un lápiz de pasta en una mano que dejó en el velador de su pieza. En la muralla lateral a la ventana había un viejo calendario que marcaba a julio pero todos sus días estaban marcados con cruces, por lo menos varios días tenían varias cruces una bajo la otra pero la marca mas reciente era la del lápiz de pasta negro que el joven dejó en el velador.
Sólo dos días estaban sin marcar sin ese lápiz negro aunque tenían otras cruces bastante borrosas, eran el 30 y el 31, pero este último tenía una leyenda escrita con una caligrafía muy cuidada: FELIZ CUMPLEAÑOS.
Se siente un resoplido del muchacho que se aparta del marco y vuelve a la pieza sentándose en la cama mirando justamente el calendario y luego mira una montaña de pergaminos en su mesa de escritorio apoyados con los libros pues podrían salir volando por el viento que entraba.
Un reloj digital marcaba las diez de la mañana y contando con la atenta mirada del muchacho que se desemperezaba bostezando en la cama con la mirada pérdida en el piso de madera con varios tablones sueltos que harían caer a cualquier despistado.
Golpean la puerta de la habitación insistentemente y el joven va encontrando a su tía con cara de molestia y la hace pasar adentro.
--- ¿Qué pasa? --- pregunta Harry Potter.
--- Esta pieza sigue siendo una inmundicia.........mi hermana nunca dejó sus apuntes tan sueltos....de seguro James era de esta forma....--- dijo tía Petunia refunfuñando.
--- No viniste a eso.......siempre sabes que tengo la pieza así......dime entonces. --- dijo Harry calmado.
--- No vale la pena enderezar lo torcido........vengo a decirte que esta noche te quedarás solo porque salgo con Dudley a un servicio religioso en honor......a...a mi marido y luego habrá un homenaje en la empresa de él.......ya sabes como debes comportarte..........no pongas esa cara porque no voy a llevarte y si me preguntan por ti diré que ya te fuiste a San Bruto.......quiero encontrar la casa tal como la dejo.......hablo en serio. --- dijo tía Petunia.
--- Está bien....entiendo que debas ir.....a la casa no le pasará nada. --- dijo Harry advirtiendo lo difícil que era para su tía hablar de eso.
--- Bien.........de eso quería asegurarme muchacho......--- dijo tía Petunia acongojada saliendo de la habitación.
Harry se tiró en la cama con la extraña mezcla de satisfacción por tener la casa para él sólo aunque nunca hacía mucho en ella pero a la vez sentía una nostalgia por su tío cuya falta de presencia la notaba cualquiera. Luego de la tensa visita de su tía Harry juntó todos sus libros y apuntes en un lado del escritorio y sacó otros nuevos sin llenar del baúl del colegio. Entintó la pluma y la mantuvo sostenida unos momentos mirando los libros y al final escogió el último que tenía unos papeles en el índice que Harry sacó para leerlos:
--- GUIA 2: HECHIZOS MORTALES Y SU TEORIA. ---
Abrió el libro en el capítulo destinado a esos hechizos y encontró una larga explicación que estaba en algunos puntos subrayada por el lápiz destacador de Hermione cosa que Harry conoció de inmediato. Empezó a escribir un pequeño resumen de la primera hoja cosa que lo mantuvo bastante ocupado pues elegía entre colocar lo importante para Hermione y lo que él consideraba como lo más importante porque halló que los hechizos mortales tienen como objetivo matar y no dejar medio viva a una persona y que sólo deben ser ejecutados por magos y aprendices de magos en momentos en que la vida del ejecutante esté en enorme peligro si y sólo si este tiene una gran posibilidad de morir a manos de un ser violento por naturaleza o de otro ser con la misma iniciativa de asesinar.
--- ......existen los imperdonables.....de acuerdo........Avada, imperio, crucio........los has hechos varias veces y todavía ningún dementor te besa......siguen los de tipo mas normal.......y de la muerte lenta sin ser imperdonables........Snape no pasó nada de esto.....y dice que son del sexto nivel y nos da estos deberes para que los aprendamos solos......--- hablaba Harry en voz baja pero se oía.
Terminó con el capítulo cuando el reloj del velador marcaba las doce del día y Harry husmeó por la puerta entreabierta de su habitación que estaba haciendo su tía pues sintió trajín en el primer piso, al ver que ella no se percataba de ningún ruido extraño de arriba volvió a cerrar la puerta y dejó los libros a unos lados volviendo a la cama a mirar el hecho con expresión pensativa y al levantarse miraba el calendario con cierta ansiedad.
Algo pareció aclararse en la mente de Harry puesto que tomó un trozo de papel y con la pluma esperaba alguna inspiración para escribir en la cama. Doblando varias veces el papel halló unas palabras en su cabeza que escribió:
Ya ves lo que hace el aburrimiento conmigo.......tú nunca arrugas tanto los pergaminos y no te sientas ofendida pues esto me permitió pensar sobre que escribirte......
Un rostro de resignación anunciaba que todo estaba como al principio pues no daba con otras palabras para el desconocido(a) destinatario(a) mientras miraba el techo que tampoco le daba muchas pistas pero al sentir el crujir del armario y la enorme brisa que entró en ese momento a la pieza pareció iluminar de nuevo su mente.
La paso buscando algo interesante que contarte y ya te das cuenta lo difícil que es porque no puede hacer nada aquí, además en estos tiempos no es bueno molestar mucho a mi tía por todo lo que ya conoces. Todo lo mío lo sabes y contarte como esta siendo mi verano es algo de lo cual ya es una tortura porque es eso mismo vivirlo, tú de seguro tienes mucho que contarme porque siempre estas haciendo algo, si no es en tu casa, es visitando a otros como a mí aunque vienes una vez, no dos y me vuelves a dejar, creo que te estoy pidiendo cariño, si eso es me haces falta porque contigo siento que todo vuelve a moverse, creo que es la primera vez que te digo esto porque tú siempre me dices como te sientes, no tanto la verdad porque también trato de adivinarlo todo en eso me quedo.
Lo último lo sumergió en recuerdos que evocó en ese mismo momento porque sus ojos brillaron un segundo y volvió a escribir.
Me acuerdo de todo lo vivido cuando te escribí lo anterior y no fue algo muy bueno porque de nuevo me viene el temor por lo que te pueda pasar, tú ya tienes suficiente luchando contra ello todos los días porque tienes la Marca Tenebrosa y esperas que él te llame, me da miedo decir o escribir su nombre porque en parte me siento responsable de todo lo que te pueda pasar porque yo tengo la habilidad, supuesta mejor, de ver que hace Lord Voldemort y si un día te veo a ti y él te está haciendo sufrir cuando yo pude ver al señor Weasley hace tiempo y no podré hacer nada para salvarte y eso que prometimos que íbamos a estar juntos el día en que Voldemort nos atrapara.
Ya estaba terminando ese costado del pergamino y lo dio vuelta esperando que otras palabras vinieran a su mente y eso pasó cuando miró el calendario y se le iluminó el rostro de alegría.
Ya sabes que día es mañana o sea que pasa cuando den la medianoche, si no te acuerdas te aviso que es mi cumpleaños que hace tiempo que no celebro sólo y sintiéndote tan lejos como nunca. Ojalá me mandes algo porque siempre he recibido regalos.
En realidad esa era mi intención al escribirte, recordarte que cumplo dieciocho años cosa que debe significar algo especial para los muggles pero para mí sinceramente es como lo mismo, mientras me mandes algo especial o lo mejor si te apareces por aquí porque es tu estilo hacerlo por sorpresa. Mira me conformo con que estés bien y que el señor tenebroso no te pille, te quiero mucho, demasiado, cuídate, besos
Harry.
Con una sensación triunfante Harry terminó la carta doblando el pergamino y atándolo con un elástico que guardaba en la mesita de noche y algo más le faltaba cuando movía la cabeza desesperadamente en busca de su lechuza.
---¡Hedwig! ¡La tiene Ron! ¡Mierda! --- dijo Harry pateando el baúl lastimándose el pie.
Dejó la carta en el velador negando con la cabeza ese olvido de que su lechuza hace días que no estaba con él, todo porque él mismo le pidió a Ron que la cuidara. Harry se paseó por la pieza y fue hasta la ventana esperando ver a alguien a especial que no aparecía, no esperó más y agarró la carta bajando las escaleras y con sigilo salió al antejardín con el calor secándolo todo.
Estando ya en la calle caminó por Privet Drive hacia el norte con paso nervioso y cada tanto volteándose para ver si alguien mas lo seguía. Dobló por un pasaje con casas igual de grandes que las de Privet Drive y llegó al Paseo Glicina que estaba mucho mas concurrido que las calles del barrio. Llegó hasta la casa con el número 167 tocando el timbre de la reja y no se podía ver nada hacia el interior porque habían gigantescas plantas tapando. Se escuchan gatos a lo lejos.
--- Muchacho. --- saludó una anciana que apareció entre las plantas con el rostro lleno de tierra.
--- Se-Señora Figg.........¿cómo está?.........no sabía que usted plantaba tanto. --- dijo Harry sorprendido.
--- No soy tonta y si viniste hasta aquí es porque tienes problemas demasiado serios.......siempre detestaste venir aquí a pesar de no ser una muggle como tú familia......no sé si serán mis gatos.......o la comida que hago. --- dijo la señora Figg.
--- Usted era muy melosa conmigo y no estoy en problemas..........sólo necesito saber si usted tiene una lechuza. --- dijo Harry.
--- ¡Lechuzas! Son mugrientas aunque le hacen un favor a mis gatos pues traen ratones muertos.....de tanto quitarles los ratones dejaron de venir......las criaba pero al final crié sólo cuervos........ya conoces el dicho.....cría cuervos y te sacarán los ojos........sí, sí.......Harry tú tienes a Hedwig el ejemplar blanco. --- dijo la señora Figg acomodándose los lentes.
--- Hedwig está con Ron ahora, eso después que le mandé una carta y no creo recordar porque le pedí a él que me la cuidara......bueno de verdad necesita algo con que mandar una carta que tiene que llegar al destinatario. --- dijo Harry ansioso.
--- ¿A quién va? --- preguntó curiosa la anciana.
--- Va...a.......a.........Hermione. --- dijo Harry azorado.
--- Ahora entiendo tu rostro rojo, tu prisa, y que te hayas acordado de mí muchacho......no hay nada en mi casa capaz de llevarle eso a tu amiga........aunque sepas la dirección. --- dijo la señora Figg en tono desconsolador.
--- Por lo visto usted no sabe donde se encuentra........sé que la Orden lo sabe. --- dijo Harry.
--- ¡Calla! Nunca pronuncies en alto el nombre de esa agrupación porque el Señor Tenebroso tiene medios de espía muy eficaces.......ellos son dueños de mucha información.......e igual espían.......--- dijo la señora Figg mirando sus plantas.
--- ¿Quién me está vigilando ahora? --- preguntó Harry.
--- Nymphadora Tonks. --- respondió la anciana.
--- ¿Dónde está? --- preguntó mas ansioso Harry.
--- Ella nunca se aparece..........se disfraza o se oculta........ahora trato de identificarla porque tiene una expresión en su rostro de alegría cada vez que le encargan tu cuidado......le gusta el riesgo........sí.........creo poder verla ahora mismo.....¡Tonks! --- llamó fuertemente la anciana.
Harry se sobresaltó ante el grito de la señora Figg y desde la acera opuesta venía Tonks vestida con una túnica verde pálida y con la varita en la mano derecha. Al llegar saludó a la señora Figg que se limpiaba la cara con sus huesudas manos.
--- ¡Hola Harry! --- saludó Tonks.
--- Hola.........quería hablar contigo...........ahora supe que estabas cuidándome. --- dijo Harry.
--- Tengo asignado hoy y mañana........veo que no sales desde esa noche en donde los mortifagos salieron a cazar muggles.......tampoco he visto a tu amiga.....¿qué sabes de ella? --- dijo Tonks.
--- Cristina está bien, estaba un poco aturdida pero ya no se acuerda de nada.......ella no avisa cuando viene. --- explicó Harry.
--- ¿Qué quieres decirme? --- preguntó Tonks.
--- Tengo que mandar una carta a Hermione y justo encargué mi lechuza a Ron.......yo sé que ahora Hermione no está en Londres y ella siempre me decía que los miembros de la Orden sabían donde estaba ella......tiene que llegarle esta carta. --- dijo Harry ansioso.
--- Sabemos donde está, por razones obvias no podemos decirle a cualquiera porque irían los mortifagos a molestarla o tú sabes......por ahora nada está pasando alrededor de ella......mira con la carta puedo encargarla a .......a...al señor Weasley que tiene las lechuzas del ministerio....la mandó en breve pues me aparezco y ya.......tienes que quedarte con la señora Figg..............disculpa Arabella, ¿Potter puede esperar en tu casa? --- dijo Tonks con la carta ya en la mano.
--- Adelante muchacho. --- dijo la señora Figg abriendo la reja dejando ver un sendero boscoso a la puerta negra.
Harry entró viendo como Tonks cruzaba la calle y ocultándose detrás de un seto en donde seguramente desapareció. Cuando entró a la casa de la anciana no notó nada distinto de las veces en que los Dursley lo encargaban al cuidado de la señora Figg.
--- Su casa sigue igual. --- comentó Harry sentándose en una butaca frente al televisor.
--- Todo sigue mas viejo........no hay necesidad de quitar nada.......gatos. --- decía confundida la señora Figg.
La señora Figg se perdió en la cocina apareciendo un rato después con el álbum de sus cientos de gatos que había cuidado toda su vida, se sentó al lado de Harry presta a abrir las hojas.
--- Disculpe señora Figg pero eso lo he visto cientos de veces con usted....¿se acuerda? --- dijo Harry.
--- Sí muchacho pero es la única entretención que tengo cuando vienes a mi casa. --- dijo la señora Figg.
--- ¿Por qué Tonks se demora? ¿No necesita de un segundo para aparecer en el Ministerio, dejar la carta y otro segundo para volver aquí? --- preguntó Harry.
--- Deja la ansiedad Harry......deseo cumplido..........ve a abrir. --- dijo la señora Figg cuando tocaban la puerta.
--- ¿Qué tal Harry? Le entregué la carta al señor Weasley que peleaba con su tostadora favorita.......él va a mandarla con una lechuza cuando salga del trabajo, o sea en una hora más. --- dijo Tonks satisfecha.
--- Gracias.........¿dijo algo más el señor Weasley? --- preguntó Harry.
--- Nada......sólo dijo que va a entregar tu correo. --- dijo Tonks.
--- Bueno......ya debo irme...mi tía es insoportable cuando nota que salgo y más si me deja a cargo la casa en la noche.......adiós señora Figg...........adiós Tonks. --- decía Harry saliendo de la casa rápidamente.
--- Te veo a las doce Potter......--- dijo Tonks.
Harry solo asintió con la cabeza cuando ya estaba en la calle y empezó a caminar con la sensación de que Hermione iba a recibir noticias de él y así seguramente ella iba a escribirle después. Al llegar a Privet Drive 4 tía Petunia estaba esperándolo en una silla al costado de la puerta con el ceño fruncido.
--- ¿Adonde fuiste? --- preguntó ella.
--- Donde una.........una amiga a entregar algo. --- dijo Harry.
--- Amiga.......ahora vienes con tus amigas......mi hermana por lo menos nos decía a donde iba..........casi siempre donde sus novios. --- dijo tía Petunia.
--- Ni idea sobre eso.......yo nunca vi a Lily. --- dijo Harry molesto.
Tía Petunia miró a Harry con nostalgia y este subió las escaleras con una sensación extraña de que su madre estaba en su mente mas que nunca y todo porque su hermana tenía un arranque nostálgico.
Al llegar a la pieza se tumbó en la cama pensando sobre lo último y sacó el álbum de fotos de sus padres del cajón del velador y lo empezó a mirar acostado. En las fotos los padres de Harry estaban en un parque y luego en una casa ordenándola, sacando muebles y al final mostrando una cuna de madera sencilla sin ningún efecto mágico como el resto de los objetos.
--- Aldgate. --- murmuró Harry.
Dejó el álbum en el velador en la foto de la primera página en donde sus padres bailaban en el parque y luego sacó los libros que encontró en la casa vieja y los empezó a ver encontrando numerosas notas de su madre pero una de la página 100 le llamó la atención:
James, ya perdí la esperanza de que me devuelvas el libro de Defensa aunque reconozco la original idea de comunicarnos por papeles..aun no logró entender como eres capaz de invitarme a salir frente a medio colegio con Quejicus dando vueltas en el aire.....estamos solos y ni te atreves.
La expresión del rostro de Harry fue de nostalgia y dejó el libro a un lado sintiéndose mas embargado por esa sensación conforme cerraba los ojos intentando visualizar ese momento que él tuvo la oportunidad de ver hurgando en los pensamientos del profesor Snape en quinto año. Recuerda como su profesor lo saca y le pregunta si estaba orgulloso del padre que tuvo, de las dudas que tuvo Harry después de eso y que Sirius con Lupin le despejaron tiempo después cuando todo Hogwarts alucinaba con los fuegos artificiales de los hermanos Weasley.
Al final Harry se quedó dormido en esos recuerdos y en ellos aún estaba cuando se encontraba en una sala de Hogwarts que él conocía y que estaba vacía. La recorrió esperando encontrar algo útil de forma que lograba pensar: ¿Quién está detrás de esto?
La puerta de abre y aparece Cristina Lestrange vestida con una túnica púrpura y la varita en una mano, se sienta en un banco frente al pizarra y en expresión pensativa va y toma una de las tizas de los bordes del pizarra ante el asombro de Harry que sentía como que no podía moverse ni respirar, se sentía prisionero allí parado pero a la vez sentía estar acostado en la sala. Cristina escribe en la pizarra:
MALDITOS SEAN LOS MAGOS QUE MATARON LAS HORDAS DE NESS
Harry pudo leer perfectamente el mensaje de su amiga en aquella sala y al final volvió a sentarse en la misma banca. Vuelve a levantarse y anota en la pizarra:
CIERTO DÍA ELLOS TOMARÁN LA VENGANZA Y NO ESPERARÁN HASTA PASADA LA PRIMERA LUNA DEL SER QUE LOGRÓ TOMAR LA MUERTE FRENTE AL MAGO DESCONOCIDO.
La imagen de Cristina con la tiza en la mano fue lo último que logró ver Harry cuando abrió los ojos por primera vez desde que logró quedarse dormido aquella tarde y se levantó de la cama rumbo al escritorio tomando un pergamino y la pluma. Escribió las mismas palabras que su amiga escribió en los sueños y no tomaban ningún sentido cuando Harry las releía una y otra vez.
Ya era la segunda vez que veía a Cristina actuando como bruja o maga y ya no pensaba que la coincidencia de tener una nueva amiga sino que eso significaba algo mas profundo.
--- No puede ser que me esté enamorando de Cristina Lestrange. --- pensó Harry mirando su reloj a las seis de la tarde.
El atardecer caía sobre todo Londres dejando ver las primeras estrellas de un cielo límpido como nunca, desde el primer piso se escuchaba el trajín de tía Petunia que se alteró aún más cuando llegó Dudley a las ocho sin todavía vestirse para el compromiso que tenían después. Harry esperaba en la cama lo que le dijera tía Petunia al advertir que está sólo se hacía los últimos arreglos y Dudley la esperaba ya subido en el auto. Abrió la puerta de la habitación de Harry vistiendo un traje a dos piezas completamente negro e iba muy arreglada.
--- Quiero encontrar casa cuando llegue. --- dijo la tía con voz queda.
--- Te prometo que no voy a salir........la casa va a estar bien. --- tranquilizó Harry.
--- Entonces haz méritos para cuando nada te até aquí........lo normal es que cuando alguien cumpla dieciocho años emigre de casa.......a lo mejor me quedo en el pasado pero lo tuyo es otra cosa con la que debo cargar injustamente.......ya sabes. --- dijo Tía Petunia cambiando el tono de voz.
--- Lily creyó que podía confiar en ti......sólo haces su voluntad. --- dijo Harry cuando ya su tía bajaba las escaleras pero se detuvo en el primer rellano dejando pensar que logró escuchar lo que dijo Harry.
Al rato que se fue tía Petunia Harry decidió bajar para ver que había de comer en la cocina no se había animado en todo el día a hacerlo. Encontró pan y queso y con ellos empezó a comer en la mesa que siempre estaba allí. Cuando estaba haciéndose otro pan vio como una enorme lechuza gris picoteaba la ventana de la cocina. Harry con los ojos iluminados la abrió y la lechuza se posó en la mesa estirando la pata dejando ver un pergamino bien atado con un elástico azul.
Apenas Harry tomó el pergamino la lechuza emprendió vuelo rápidamente perdiendo entre las copas de árboles de los vecinos.
La ansiedad por recibir una respuesta se tradujo en que a Harry le costaba sacar el elástico hasta que lo hizo desenrollando el pergamino encontró una carta escrita por Hermione que duraba una plana completa y en la otra hoja había otra pero con una caligrafía que Harry no logró reconocer. Tomó la carta de Hermione y empezó a leerla con bastante atención:
Espero que la carta te llegue antes de las doce porque se que tus cumpleaños siempre empiezan bastante temprano y yo me sentiría culpable si no te saludo a tiempo. Yo me encuentro ahora en la casa de mis padres en Francia todavía y en realidad no sé cuando pueda irme donde Ron, todo depende de lo que diga la Orden. Esto lo he pensado tantas veces y no lo sabes: estoy harta de la Orden, sólo por la vigilancia. Creo que sería mas efectivo vigilar a los mortifagos que andan matando muggles en Londres que verme a mí, nunca voy a caer dentro del influjo de Lord Voldemort, esto te lo prometo las veces que sea necesario, pero no puedo evitar sentirme culpable, de nuevo, de atraerte a Voldemort. Tú eres quien mas busca él y eso puede ser un problema cuando estemos juntos aunque se que te da lo mismo, tú estás mucho mas enamorado de mí que al revés. No te decepciones Harry, me cuesta demostrar lo que siento, no tengo esos momentos en que todo mi interior sale como lo haces tú. Disculpas por eso, yo te quiero mucho, quiero que sigamos porque estoy segura que Voldemort no podrá con nosotros, lo comparo con lo hecho por James y Lily. Que pases un buen cumpleaños en tu casa, no molestes a tu tía, de seguro mañana te llegara algo de los Weasley porque ellos nunca han faltado en tu cumpleaños. Simplemente aguanta hasta cuando nos veamos, yo creo que será en King´s Cross el 1 de Septiembre.
Me enternece lo que hiciste para que tú carta llegara hoy, hazlo de nuevo, no miento, no hagas nada que arriesgue tu vida. Sé que harías todo incluso sacar a Lord Voldemort del camino. No dejaré que ese mago interfiera, Harry.
Todo es rutina aquí en Francia, como todos los años al igual que tú en Privet Drive 4.
Cuidate, celebra bien tus dieciocho años y ya nos veremos.
Tu novia
Hermione Elizabeth Granger
Harry estaba con una expresión alegre en su rostro e intento leer de nuevo la carta de Hermione pero ese sentimiento pudo más y se relajó hasta el punto de suspirar profundamente.
Al abandonar la cocina trató de dejarla tal como la encontró pues tía Petunia conocía al revés y al derecho su casa. Muerto de alegría se tumbó en su cama y cerró los ojos recordando lo escrito y se reía por lo bajo.
Aparecía la figura de Hermione frente a él vestida con el uniforme de Hogwarts en la estación del Expreso de Hogwarts antes de partir. Él aún no portaba la tenida oficial del colegio y juntos buscaban un cuarto libre en el abarrotado tren. Encontraron uno y empezaba una fina lluvia cuando el tren comenzaba tu rápido andar hacia Hogsmeade.
Soñando en eso volvía el pergamino de Hermione a su mente y el otro...................
...................los últimos serán los primeros Potter, ya verás como mi maestro volverá por ti, nada de lo hecho por ti servirá para cuando debas enfrentarte a mi Lord.
La alegría desapareció del rostro de Harry que pasó a uno asustadizo que volvía a la primera parte de ese extraño pergamino.
Cada mortifago lleva en lo profundo de su alma el instrumento mas noble con que se rinde fidelidad a su maestro: la lealtad. Aprovecho esta carta para declarar mi absoluta voluntad a Tom Ryddle o sea Lord Voldemort.
Dejó el pergamino a un costado y miraba el de su novia para calmarse y en ese momento parecía que todo terminaba pues Harry se desesperó y sacó su varita mirando ambos lados y buscando alguna explicación a la última carta y en eso se quedó sentado en el piso de madera mirando su reloj del velador que cada vez se acercaba a la medianoche. Cerró sus ojos con la intención de pasar el rato.
Despertó y cuando volvió a ver lo mandado por Hermione halló la carta de ella y la otra, esto decepcionó más a Harry que tenía la esperanza de que todo fuera producto de su mente.
Su reloj marcaba las 11:59:20 y contando, se acercó a la mesita de noche esperando la alarma de las doce apoyando una mano en ella y por fin sonó. Cuando pasaron unos segundos de ello había una enorme voluta de humo y de ella salió Nymphadora Tonks con un gran paquete muy adornado, Harry la fue a recibir con el rostro sudoroso y temblando se llevó a sus manos el sospechoso pergamino y le leyó a Tonks justo las últimas palabras:
Qué celebres tus años, tu último cumpleaños, Harry Potter; afectuosamente
la nueva servidora de Lord Voldemort.
Hermione Granger.
CAPÍTULO 10
ARIADNA VOLDEMORT WILDER
Tía Petunia estaba madrugando aquel pues entró a la cocina ya arreglada cuando el reloj de allí marcaba las seis de la mañana y empezó a ordenar unos platos que estaban limpios pero sin colocar en las alacenas. Parecía disfrutar ese momento y su mirada ensimismada en el lavaplatos y abrió la llave dejando correr un débil hijo de agua que miraba con atención.
Sus ojos se cerraban y al segundo los abrió sobresaltada pues se estaba quedando dormida de pie, luego se sentó frente a la mesa vacía y tamborileaba los dedos ruidosamente, miró la ventana que tanto enojo le dio los días anteriores porque estaba picada y a punto de romperse por quien le haya pegado tantas veces. Tuvo el arrebato de culpar a la magia de Harry por la ventana diciéndole la noche que llegó del homenaje de su esposo que intentaba escapar. El muchacho no dio demasiada batalla y se limitó a darle la razón a su tía.
Desde la ventana Petunia espiaba a sus vecinos, cosa que hacía a esa hora tan temprano, nadie se movía en la casa de al lado y sólo el fuerte viento sacudiendo los árboles rompía el silencio de las casas más inmediatas.
La luz de la luna a medio llenar era fuerte y permitía ver las pequeñas nubes que avanzaban gracias al viento pero que no hacían sombra a la reina de la noche aquel momento. Por ratos el brillo pareció aumentar levemente haciendo que Petunia se sacudiera los ojos varias veces creyendo que le fallaban sus ojos.
Lejos de detenerse ese efecto que se reflejaba en la cocina porque la luz entraba en ella iluminándolo todo, aumentó hasta el punto de no parecer día pero esa luz volvía ciego a cualquiera que la mirase y tía Petunia estaba allí con el rostro tapado y se apartó de la ventana y abrió la puerta de la cocina que daba al patio. Este estaba calmo porque el viento se había detenido.
Petunia miró hacia el cielo que mostraba una formación luminosa justo al lado de la luna y ya dejó de aumentar su brillo pero iluminaba todo el barrio. La mujer logró advertir como sus vecinos prendían las luces y abrían las ventanas dirigiendo sus miradas al cielo.
Con una expresión seria Petunia miraba la formación que resultó ser una calavera gigante de cuya boca salía una serpiente que se prolongaba bastante más allá en el cielo. Ver esto para ella no fue ninguna gracia y corrió al marco de la puerta de la cocina mirando con cierto horror y pena.
A su vez observaba a los embelesados vecinos con esa figura creyendo que era alguna atracción caprichosa a esas horas, pero para tía Petunia significaba algo que la hizo entrar en la cocina cerrando la puerta con un candado. Tuvo el impulso de llegar a la escalera y subirla a trancadas llegando a la puerta de la habitación de Harry, se apoyó en la manija de la cerradura escuchando la voz de su sobrino:
--- ¡Ahhhhhhhhhh! ---
Entró viendo a Harry tendido en el piso de la pieza sudando a mares y retorciéndose de dolor pues se sostenía la frente con tal fuerza que su tía forcejeaba para calmarlo.
--- ¡Detente! ¡Detente! --- llamaba tía Petunia con voz fuerte.
--- ¡Ahhhhh! --- gemía Harry con menor intensidad.
--- ¡Justo ahora tienes que estar con tus pesadillas! --- gritó la tía.
--- .........No eran pesadillas.............bueno...sí. --- dijo Harry mirando con miedo a su tía.
--- ¡Por qué diablos tienes que traer a los mortifagos a mi casa Potter! ¡Por qué! ¡Su líder mató a tu madre y no deben desquitarse conmigo ahora! --- gritaba Petunia con los ojos llorosos.
Harry se levantó mirando a su tía con incredulidad pero igual empuñó la varita que tenía en la mesita de noche y se dio cuenta del resplandor del cielo pero como la ventana de su pieza daba al lado contrario de la aparición de la marca dejó la pieza bajando las escaleras a saltos y salió al patio por la cocina.
Miró la marca que se desvanecía poco a poco a tal punto que ya la serpiente no estaba en el cielo, Harry llevó su varita hacia su espalda jadeando e hipnotizado con aquella calavera que reconoció al momento.
Delante de sus ojos la Marca Tenebrosa despareció volviendo todo a la oscuridad pero quedaba una tenue luz que salía desde detrás de las casas de Privet Drive y era el sol dando a entender que estaba amaneciendo. Harry entró a la casa sin entender mucho todavía, subió a su habitación encontrando a su tía sentada en la cama.
--- Se fue........¿La conoces? --- preguntó Harry.
--- La ví la noche de la muerte de mi hermana........más temprano..........sobre la casa y a la mañana siguiente informaron de esa misma cosa sobre la casa de ellos.......dijeron por el noticiario de la mañana el nombre de los asesinados y obvio....que....los reconocí. --- dijo tía Petunia.
--- No es mi culpa........en serio......lo menos que quiero es que los mortifagos sigan matando gente.........eso hacen ahora.......con magos y muggles.........por diversión o por encargo de Lord Voldemort.......entiendo que te asustes con ese nombre.......ahora no entiendo porque debe matar a tanto para llegar a mí.........él quiere matarme......sólo a mí. --- dijo Harry sentándose al lado de su tía.
--- .........Lo único que justifica que sigas quedándote conmigo es por la voluntad de mi hermana...........todo va a estar bien mientras ninguno de ellos entre en la casa.......te dejaré a su suerte.......te prometo que no me haré cargo de ti cuando a ellos se les ocurra venir a mi casa........me quitaron a mi esposo.........ya sabes. --- dijo furiosa la tía de Harry que salió de la pieza cerrando la puerta de un portazo.
Harry se quedó sentando pero el sueño lo hizo acostarse sobre las tapas aún respirando aceleradamente y no pudiendo calmarse. Cerró los ojos como siempre pero ya no recordaba las palabras de su tía sino lo que vio y lo que producía ese violento dolor en la cicatriz.
Soñando se tocaba la frente muchas veces mientras la luz del sol entraba por la ventana y se movía de un lado a otro de la cama estando a punto de caerse. No se cayó porque su cabeza chocó contra el velador despertándolo con un dolor de cabeza. Cuando se levantó se mantuvo en la pieza sentado en la cama mirando la puerta porque sintió ruidos afuera y presentía que su tía vendría a decirle como debe ser su comportamiento ante visitas imprevistas.
Las personas de abajo subían las escaleras y Harry arreglaba un poco mas su aspecto aplastándose su rebelde pelo y la cicatriz. Tapó su cama desordenadamente y esperó de pie frente a la puerta. Vio como la manija daba la vuelta y la puerta dejaba pasar la sombra del otro lado.
---¡HARRY! --- saludó alegre el señor Weasley que corrió a abrazar a Harry.
El joven no tuvo tiempo de hacer lo mismo porque el papá de Ron lo envolvió fuertemente y lograba ver el rostro espantado de su tía que siguió por el pasillo rumbo a su pieza.
--- ¿Cómo estas? --- preguntó el señor Weasley cerrando la puerta.
--- Bien............no lo esperaba. --- dijo Harry con timidez.
--- Disculpa si te hecho esperar mucho el momento en que te vengas a pasar lo que queda de vacaciones con nosotros........encontramos que este era el momento mas seguro. --- dijo el señor Weasley tomando la silla del escritorio.
--- Quizás usted deba disculparme pero no encuentro que ahora sea muy seguro que me vaya de la casa de mi tía porque...porque los mortifagos andan cerca y además ella teme por la vida de su hijo.........ella vio la marca de anoche. --- dijo Harry deprimido.
--- Eso nos dio problemas en el Ministerio porque nunca dieron una orden clara de detener a los mortifagos o de matarlos directamente.......atacaron cerca de Chelsea anoche.......entiendo el miedo de tu tía pero.......ahora la Orden va a concentrase en Grimmauld Place durante estos días........es muy seguro ese lugar. --- dijo el señor Weasley.
--- Lo sé pero aquí Voldemort no puede tocarme.......no es necesario que deje la casa. --- dijo Harry sintiendo incomodo.
--- Ten confianza Harry......no va a pasarte nada.......crees que te vendría a buscar con todo este riesgo aun cuando el propio Dumbledore haya detectado una mínima posibilidad de que pudieras cambiar de ambiente antes de ir a Hogwarts. --- dijo el señor Weasley tocando a Harry en el hombro.
--- Está bien iré............--- dijo Harry mirando su pieza.
El señor Weasley con unos ligeros movimientos de varita hizo que todas las pertenencias de Harry llegaran al baúl volviendo bastante más pesado. Sólo quedaron unos libros y la Saeta de Fuego de su padre.
--- Los libros los llevó en la mochila y la escoba puedo llevarla yo. --- dijo Harry mientras el señor Weasley tomaba un extremo del baúl.
El papá de Ron asintió y juntos tomaron el baúl y fueron al primer piso con lentitud y cuando llegaron Harry abrió la puerta de calle en donde avistó un automóvil blanco estacionado en la calle.
Ya subidos los dos al auto que traía el señor Weasley Harry miraba como el padre de Ron trataba de encender el auto colocando torpemente las llaves hasta que logró ponerlas en el sitio y se encendió el motor.
Harry estuvo muy callado durante el viaje a Grimmauld Place en un barrio estilo clásico londinense en donde llegaron por calles menores y no por una autopista principal. Estacionaron el auto en la plaza cercana a la casa y entre los dos bajaron el baúl que el señor Weasley hizo desaparecer cuando iban a cruzar la calle.
--- ¿Por qué no lo hizo desaparecer en Privet Drive? --- preguntó Harry.
--- Tu tía se pone odiosa con la magia.......sólo era para no discutirle. --- respondió el señor Weasley.
Aparentemente sólo ellos podían ver la casa numero doce que iba encontrando su sitio arrinconando a las casas vecinas. Harry subió la pequeña escalera y tocó la puerta sintiendo las pisadas de alguien.
--- ¡Harry!.......Ven aquí cariño..--- dijo la señora Weasley recibiendo a Harry con un abrazo.
--- ¿Cómo está? - preguntó Harry.
--- Bien.........pasa...........hola Arthur.. --- saludaba más atrás Molly que cerró la puerta.
Parecía que aparte de los esposos Weasley no había nadie más por el silencio que había tanto en la casa como en los innumerables retratos que colgaban de las paredes. Estaba el retrato de la madre de Sirius que fumaba un habano acompañada de otras damas finamente vestidas.
--- ¿Dónde está Ron? ¿Y Hermione? - preguntó Harry ansioso.
--- Ronald aún está en La Madriguera porque recién hoy temprano vinimos a aquí........--- respondió la señora Weasley.
--- ¿Hermione? ---preguntó Harry.
--- ......Ella no va a venir por lo pronto Harry. --- dijo el señor Weasley intercambiando una rápida mirada con su esposa.
--- No saben cuando ella viene, porque siempre viene.......le gusta mucho. --- dijo Harry mas ansioso.
--- No lo sabemos. --- dijo la señora Weasley cambiando el tono de voz.
Harry miró molesto a la mamá de Ron y siguió caminando hacia el interior de la casa hasta llegar a las escaleras, la que sube a los pisos de arriba y la que baja a la cocina. Harry no sabía cual tomar.
--- Acompáñame a la cocina mientras Arthur lleva tu baúl a la pieza.........vamos. --- dijo la señora Weasley llevando a Harry de un
brazo por la escalera de abajo.
Al entrar notó que había sido barrido el piso porque estaba la escoba con el polvo acumulado en un rincón cerca de una pequeña puerta que estaba entreabierta.
--- Siéntate. --- dijo la señora Weasley yendo por una jarra que estaba arriba de una alacena.
--- ¿Usted vio la Marca Tenebrosa? --- preguntó Harry con nervios.
--- .....Sí.......cualquier persona la habría visto........--- dijo la señora Weasley dándole la espalda a Harry.
---¿De verdad no ha sabido nada de Hermione? --- preguntó Harry.
--- Lamento decirte que no..........ella debe de estar con sus padres. --- dijo la señora Weasley.
--- ¿Aún Voldemort no la llama? --- preguntó Harry con los ojos brillosos.
--- .........No digas su nombre por favor.......eso es imposible...---- dijo la señora Weasley ordenando unos vasos.
--- La carta de ella iba con otra que puede que la misma Hermione la hubiera escrito......decía que ya le juraba lealtad a Voldemort.........estaba firmada con el nombre de ni novia. --- dijo Harry.
--- No sé Harry.....ya hablaremos de eso. --- dijo la señora Weasley.
Harry salió de la cocina enrabiado dejando sola a Molly que no hizo intento de detenerlo. Fue subiendo por las escaleras en donde encontró al señor Weasley bajando y le indicó donde estaba su habitación. El padre de Ron se quedó mirando a Harry mientras subía por lo triste que iba.
Llegó a la misma pieza que compartió con Ron la primera vez que llegó al cuartel de la Orden del Fénix y se tiró en una cama ubicada al lado de un ropero y que arriba en la pared estaba un cuadro vacío que sólo era llenado por unas sucias cortinas grises. Allí vivía un familiar de Sirius ya muerto y que podía moverse de cuadro en cuadro.
La actitud de la señora Weasley confundió mas a Harry mientras este sumergía la cabeza en la almohada suspirando.
Se quedó dormido cuando Ron abrió la puerta de la habitación encontrando a Harry profundamente dormido, el chico no venía sólo estaba con Ginny que empezó a mover a Harry para despertarlo.
--- Harry......Harry.--- llamaba Ginny.
--- Hermione
.no
.disculpa. --- dijo Harry medio dormido.
Se levantó y encontró a los hermanos Weasley frente a él, saludó a Ginny con un abrazo y luego a Ron dándole unas palmadas en la espalda.
--- Ves que ya estas con nosotros......tu lechuza está abajo en la cocina pues recién ahora la traje.........Fred y George vinieron a dejarnos.....ellos pueden ir donde quieras.......quería que me llevaran a la tienda de chascos pero ahí me contaron que ya habías llegado. --- dijo Ron.
--- Apenas llegue me vine a la habitación.......tenia mucho sueño. --- dijo Harry con la cabeza baja.
--- Mamá me lo contó.......ella está preocupada por ti.....--- dijo Ron.
--- Nadie quiere decirnos donde está Hermione y se que pudo mandarte la carta. --- dijo Ginny.
--- Sí, su carta y la en que supuestamente ella ya le juró fidelidad a .....Voldemort. --- dijo Harry.
--- ¿Cómo Harry? --- preguntó extrañado Ron.
--- El último pergamino decía que ya juró lealtad a Voldemort y que ese sería mi último cumpleaños. --- dijo Harry.
Ginny miró asustada a Ron que meneó la cabeza hacia la puerta por donde salió su hermana quedándose sólo los dos chicos. Harry se sentó en la cama mirando el piso inquieto, Ron viendo esto se sentó en la otra cama mirándolo.
--- Mi padre me dijo que sabríamos si Hermione era poseída porque....porque podría estar con el maleficio Imperius o su Marca Tenebrosa se activó. --- dijo Ron.
--- Ella me prometió que iba a resistir.......íbamos a estar juntos cuando Voldemort nos encontrara....no puedo permitir que él le haga daño a Hermione.......ni siquiera acepto esa maldición.......hacer lo que te ordene él.......da lo mismo pues ya eres parte de Voldemort. --- dijo Harry.
--- Se combate el maleficio. --- dijo Ron esperanzado.
--- Te deja loco......y....a veces es necesario eliminar al poseído porque no distingue entre lo bueno y malo..........esto.......esto me lo decía ella misma cuando estudiábamos los imperdonables........puedes hacerle frente.......un Auror puede hacerlo......pero yo......o cualquiera......yo no puedo contra los hechizos que Voldemort sabe hacer....no puedo. --- dijo Harry.
--- No me opongo a que los magos los usen si hay un mortifago cerca.....tú sabes hacerlo porque mantuviste el Cruciatus hasta provocar la muerte...........de Malfoy......y de la serpiente que lastimó a tu amiga. --- dijo Ron en voz baja.
Harry no dijo nada más y se recostó en la cama pensativo mientras Ron avisaba a Harry ya volvía pues tenía que hablar algo abajo. Quedándose sólo en la pieza nuevamente el joven se levantó y caminó por la pieza y fue hasta la puerta apoyándose en ella escuchando cualquier cosa aunque el segundo piso estaba desierto.
El primer almuerzo en el cuartel de la Orden sólo estuvieron la señora Weasley, Ron, Ginny y Harry que comieron con mejor ánimo porque los Weasley le prestaban mucha atención a la actitud que tomaba Harry en la mesa en especial porque Molly temía que empezara a preguntar sobre Hermione de nuevo. Ron se encargó de distraer a su amigo comentándole sus rutinarias vacaciones y Ginny le daba detalles sobre su novio nuevo, esto lejos de producir algo en Harry le dio motivos para sentirse mejor.
--- Si Hermione estuviera aquí........¿qué haríamos? --- dijo Harry.
La señora Weasley miró a Harry con cariño y viendo que Harry se reía por lo bajo con los ojos brillosos. Luego del almuerzo Ginny fue a ayudar a su madre a lavar los platos aunque bien pudo haberlo hecho la varita.
--- ¿Qué quieres decirme Ginny? --- preguntó Molly a su hija cuando estaban solas en la cocina.
--- Harry anda pensando demasiadas cosas mamá, sigue con la idea de que Hermione está poseía por Voldemort, es más piensa que puede tener el maleficio Imperius.....cuando nosotros fuimos a verlo al llegar estaba soñando con algo y cuando lo saludé me confundió con Hermione.....--- dijo Ginny preocupada.
--- Mira Ginny yo creo que lo más adecuado es dejar que Harry diga todo eso porque sí se lo guarda no va a reaccionar muy bien.......hay que dejar que actúe según lo que siente y ahora él extraña a su novia.......reconozco que todavía no me acostumbro a la idea de que es el novio de Hermione y al revés igual.......quizás mañana tenga otro ánimo......le va a servir estar con Ron lo que queda de vacaciones.......debemos seguir creyendo que este es el lugar mas seguro........tranquila.......no te pasará nada.......más tarde vendrá Lupin a cenar y quizás a quedarse porque el departamento muggle que alquilaba fue destruido luego de un ataque mortifago....él no se encontraba así que puede contarnos la historia.....va a estar todo bien hija. --- dijo la señora Weasley abrazando a Ginny.
Ron estaba abriendo su baúl y colocando la ropa en la alacena que daba con la puerta pues Harry se quedó con la cama de la esquina próxima a la pared y estaba revisando su baúl lleno de libros y dentro había una mochila que puso en la cama llamando a Ron.
--- ¿Qué tienes? --- preguntó Ron.
--- Estos libros los saqué de la casa de Aldgate Street cuando con mi tía tuvimos que ir a revisar esa casa porque el arrendatario había muerto......lo mataron los mortifagos.....esa casa era de mis padres.....allí vivieron hasta que Voldemort los mató.....sólo había caja y pude rescatar estos libros que eran de ellos.........uno todavía tiene notas de mi madre a James cuando él quería conquistarla........también rescaté la escoba de él...........mira la Saeta de Fuego........es igual a la mía.......y.........y la túnica de Gryffindor de James.......menos mal que esto fue lo que encontré primero en el baúl. --- dijo Harry con cierto orgullo.
--- Vaya.....son iguales a los libros que tenemos que leer........me gusta la escoba...piensa que con ella tu padre fue el mejor buscador de Quidditch de Hogwarts el tiempo que él estudió allí. --- dijo Ron admirado.
Harry volvió a dejarlos en el baúl y cuando vio que seguía sólo se encontró con su ropa y mas pergaminos usados y nuevos pero los dejó allí. Metió su ropa en el ropero y luego se recostó en la cama mirando el techo.
--- No te duermas.........--- dijo Ron al ver a Harry acostado.
--- No tengo sueño Ron......siempre miro el techo allá en Privet Drive...--- dijo Harry.
--- ¿Extrañas ese lugar? --- dijo Ron.
--- No.......soy feliz en cualquier lugar menos en ese......no sabes que es buscar con que matar el tiempo......leo, escribo, hago rabiar a mi tía.....sueño......recuerdo.....--- decía Harry cuando Ron continuó.
--- ....Sales......tienes una nueva amiga......tus salidas con ella se conocen aquí. --- dijo Ron.
--- Se llama Cristina Lestrange......amiga muggle de Hermione......la conocí cuando Lupin me llevó a verla a su departamento del centro.......ella durante sus vacaciones vive en Chelsea que está al lado de Privet Drive........me invitó a una fiesta en el centro........luego aparecieron los mortifagos....justo tu padre llegó salvándonos. --- contó Harry.
---Parece que estaban haciendo falta las mujeres porque a falta de Hermione...--- dijo Ron.
--- Es demasiado muggle para mí.........aunque he soñado que ella es maga.......en serio.. --- dijo Harry.
---No la verás hasta el otro año.....--- dijo Ron.
--- Ella tiene su vida........yo sólo soy un amigo novio de una amiga de ella. --- dijo Harry levantándose de la cama.
Ron lo siguió con la mirada hasta la ventana, Harry miraba a la calle por la sucia ventana apoyándose en ella. Intentó abrirla pero Ron le dijo que todas las ventanas de la casa están cerradas por hechizo para evitar la entrada del peligro.
--- Me parezco a mi tía......ya es una costumbre ver que hacen todos en la calle.......no pasaba nada en Privet Drive.......no sé si hay algo interesante aquí. --- dijo Harry.
Remus Lupin llegó a las diez de la noche y todos estaban en la cocina esperándolo con la mesa puesta mientras un cucharón caliente hechizado revolvía la comida evitando que esta se enfriara. El profesor saludó a todos animadamente riéndose de la desgracia de perder su departamento que alquilaba algunas calles más debajo del cuartel de la Orden.
--- ...en realidad nunca dormía en esa casa porque temía que fuera demasiado vulnerable, ya ven los mortifagos entraron como cualquier persona.....¿A qué hora llega Arthur? --- preguntó Lupin a la señora Weasley que sacaba pan de la mesa.
--- Llega en cualquier momento porque me dijo que hoy no se iba a quedar mas de las once en el Ministerio........dice que todos están confundidos pues nadie sabe para que jefe están trabajando. --- explicó Molly.
--- Terminé mamá......¿puedo subir? --- preguntó Ginny.
--- Claro que sí......ve. --- dijo su madre.
---¿Todo bien Harry? --- preguntó Lupin.
--- Sí.......disculpe señora Weasley......--- dijo Harry levantándose de la mesa.
--- Quédate Ron. --- ordenó la señora Weasley al ver la intención de su hijo de seguir a Harry.
--- ¿Qué pasa? --- preguntó Ron intrigado.
--- Harry no te ha vuelto a mencionar a Hermione.....¿qué ha hecho todo el día? --- preguntó Molly.
--- Mira, el asunto no es tan serio porque Harry hace lo mismo que en la casa de Petunia.........se acuesta, ve el baúl, mira por las ventanas........le debe hacer falta la amiga que conoció allá......iba a fiestas. --- dijo Ron.
--- Supe que fue a una con los mortifagos como invitados estelares. --- dijo Lupin con sarcasmo.
--- En realidad sólo una.....se trajo la rutina de Privet Drive. --- dijo Ron.
--- Me llamó la atención que se molestara por mi pregunta. --- dijo Lupin.
--- ¿Quién no se la hace? --- dijo Ron levantando las cejas.
--- Puedes irte a la pieza.......--- dijo la señora Weasley.
Cuando Ron llegó a la pieza Harry ya tenía el pijama puesto y sentado en la cama leía un pergamino que Ron trato de verlo pero Harry lo ocultó en el velador.
--- ¿Qué onda? --- dijo Ron.
--- Moléstate si quieres pero eso lo escribió Hermione y me pide que sólo lo lea yo......ya sabes le da vergüenza ser tan sentimental frente a ti. --- dijo Harry.
--- No te preocupes entiendo que quieras tener secretos con ella. --- dijo Ron al ponerse el pijama.
Harry se fue a la ventana a ver que pasaba y encontró a bastante gente paseando a esas horas de la noche y luego Ron se le unió.
--- ¿Qué les da con salir tan tarde? Cerca del cuartel viven viejos nada mas. --- dijo Ron.
--- Mira.....mira en la calle. --- dijo Harry señalando una persona encapuchada que miraba el cielo.
--- Mago, verdad. --- dijo Ron en tono de duda.
--- ¡Una mujer! ..........joven y bella.......¿qué hace ahí? --- preguntaba Harry.
--- Parece veela.......pelo negro, ojos café........tiene una varita en la mano....--- dijo Ron.
--- ¡Avada Kedavra! --- conjuró la chica desde la calle.
Harry y Ron miraron cuando un rayo verde salió de la varita de la mujer y desde el cielo cayó una persona enfundada en una túnica negra que estaba inerte en el piso.
--- ¡Lord Voldemort.........No solo el que desafió a la muerte quiere verte muerto.! ¡Mago Desconocido! --- decía con voz fuerte la chica.
--- No Ron! No vayas a decirle a nadie.......no sabes si ella es un peligro. --- dijo Harry cuando su amigo estaba en la puerta.
--- Claro que es peligrosa........hizo un maleficio imperdonable a alguien.....parece mortifago.......sólo parece. --- dijo Ron asustado.
--- ¡Olvídate! --- conjuró la joven a los muggles que miraban el panorama.
La joven despareció en una voluta de humo en medio de la calle pero el cuerpo de la persona seguía allí y cuando unos muggles se acercaron otro encapuchado llegó desde el aire repeliendo a los muggles a hechizos ininteligibles pero todos los otros cayeron desmayados y de sus bocas salía niebla.
--- ¡La tiniebla general está hecha miniatura aquí! ¡Mi Lord! ¡Nuestro aliado fue muerto por la Orden del Mago Desconocido! --- gritaba la persona que conjuró.
--- Ellos usan el nombre de sus antepasados que nunca fueron reconocido pero en el interior de su alma siguen portando los ideales de la Orden que ellos reinventaron.....no te preocupes mi mortifago porque cuando logremos llegar a la gloria de la piedra la Orden de los Magos del Norte pasará a la historia. --- dijo Lord Voldemort al bajar del aire.
Ron desvió su mirada de la calle encontrando a Harry con los ojos cerrados en la cama y respirando rápidamente. Corrió hasta Harry preguntando si estaba bien pero este lo calmó diciendo:
--- Tengo que estar tranquilo............Voldemort está demasiado cerca.......no debe saber que veo la calle junto a él.......voy bien.........ya no lo veo más.......no te vayas Ron......--- decía Harry con voz entrecortada.
Ron volvió a la ventana a pesar del llamado de Harry pero ya no encontró al mortifago con Voldemort sino que toda la calle ya era la misma de siempre y al volver a la cama en donde estaba Harry lo encontró sentado y con la mirada cansada y la varita en alto que sostenía una hebra metálica que brillaba intensamente y que cayó en el piso desapareciendo.
Harry se desplomó sobre la cama mientras Ron no esperó un momento más y bajó en busca de su madre.
--- ¿Qué es esto? --- se preguntaba Harry al ver todo oscuro.
Caminaba por la oscuridad y sintió la varita en su mano y la encendió dejando ver un sendero de piedras que iba recto y gracias a la luz de la varita se pudo ver una reja que limitaba un terreno y al fondo había una mansión.
--- Ryddle. --- dijo Harry.
Detuvo su andar y apoyándose en los barrotes de la reja pensaba sobre si era bueno continuar porque el portón que daba a los terrenos estaba totalmente abierto y asaltaba la tentación.
--- Colagusano .--- dijo Harry.
Estaba viendo al sirviente de Voldemort husmeando por las lápidas que habían pero rindió reverencia a la lápida de la familia de su amo.
--- Heme aquí.......--- dijo Colagusano con voz fría.
La tierra alrededor de la lápida Ryddle se abrió dejando escapar un intenso brillo que dio paso a un mago encapuchado y con la varita en alto.
--- Ya estás aquí mi sirviente........--- dijo Voldemort.
--- He cumplido con matar a muchos muggles que usted especificó. --- dijo Colagusano encorvado.
--- He aquí a tu amo..........a tu esperanza de seguir un camino mejor........a tu muerte...........porque tienes la estupidez de creer que soy tu amo. --- dijo Voldemort.
Harry miraba casi sin respirar para evitar ser oído y la figura de Lord Voldemort estaba cambiando a otra que era de la misma chica que estaba frente a Grimmauld conjurando un hechizo ilegal.
--- ¿Quién eres? - preguntó asustado Colagusano.
--- Como te gusta tanto la reverencia y los buenos modales.....pues bien.........soy Ariadna Wilder........Voldemort no va darse cuenta de que te vas de su dominio porque vas a desparecer.......junto con morirte no quedará ninguna parte de tu cuerpo......todo lo dinámico de ti morirá.......veo la calavera moviéndose en tu brazo..........empecemos.....¡Morsmodre Nulo!........se fue..........tu alma........la ataré un momento a la mía......¡Sacro Kedavra!........adiós cuerpo .........¡Homen Corporeum ex!...........tu alma flota.......ahora si se muere.......¡Avada Kedavra!--- dijo la chica.
Ariadna Wilder suspiró un momento y avanzaba por el sendero interior rumbo a afuera en donde estaba Harry, este comenzó a correr por el mismo sendero para evitar ser atrapado por la asesina de Colagusano. Tropezó con una piedra pero vio a Ariadna detener la marcha en la entrada de la propiedad, sólo tenía su mirada perdida en la varita que sostenía en las manos.
Cerraba los ojos y Harry sentía como Ariadna gemía por dentro y logró escuchar algo muy profundo de su ser:
--- Voldemort ya dijo las palabras mágicas.........El Norte desparecerá.......somos lo que está entre él y Harry Potter...........vamos........no es bueno pensar en quien desafió a la muerte.......---
La hechicera desapareció y Harry asustado de escapar de aquel lugar, sentía que lo estaban tironeando por todos lados y cuando sintió que abría los ojos de nuevo se vio en la cama con el señor Weasley y Lupin que lo agarraban fuertemente soltándolo cuando despertó.
Harry ocultó la cabeza entre sus manos sollozando levemente mientras la señora Weasley que estaba hacia la puerta le tomó las manos que temblaban.
--- ¿Qué......viste? --- preguntó la señora Weasley con dificultad.
--- Colagusano está muerto.............no sólo Voldemort mata........otros magos hacen lo mismo........estaba en los terrenos de los Ryddle.......allí estaba Colagusano alabando a su amo.......la chica que lo mató dijo que ella está entre mí y........Voldemort......--- decía Harry no aguantando el llanto.
Al pasar el rato Ron pudo entrar a la habitación cuando Harry estaba ya muy dormido, fue a la cama muy despacio y hasta que sus ojos no pudieron con el sueño no perdió de vista las ininteligibles divagaciones de su amigo.
CAPÍTULO 11
LOS SECRETOS DE CRÁTER
Grimmauld Place era un lugar extrañamente muy seguro porque la batalla entre la maga y el mortifago no fue el único evento de riesgo durante agosto. Con frecuencia caían muggles desmayados en la calle producto de rayos de diversos colores que venían de varitas que estaban en el aire, todo esto ocurría en la noche y siempre acababa con los Aurores desmemoriando a las personas o llevándose sus cuerpos porque uno que otro muggle moría repentinamente.
La residencia destacaba por la seguridad a quienes habitaban en ella pero el clima era totalmente opuesto pues ellos sentían miedo cada noche porque se temían ataques mortifagos cada vez mayores y asaltaba la duda de que el cuartel de la Orden podría ser visible para los sirvientes de Lord Voldemort. Esto hizo que siempre hubiera un miembro mayor de la Orden cada noche, eran aquellos que realizaban las mas importantes misiones y nunca se repetían. La noche en que Harry vio a la maga en el terreno de Voldemort Lupin fue el primero que hizo guardia, luego vino Tonks y así otros magos reclutados por la Orden pero que no eran conocidos para los más jóvenes.
Quienes vigilaban lo hacían en el vestíbulo principal porque preferían estar en la puerta en caso de algún asalto y también para escuchar mejor cada palabra aunque los mortifagos siempre hablaban muy bajo y esto requería orejas extensibles donadas a la Orden por Fred y George Weasley que las fabricaban a bajo costo y muy hechizadas en su tienda del Callejón Diagon. La propia Molly Weasley empezó a usarlas para espiar en las noches pero los vigilantes no le permitían quedarse demasiado tiempo con ellos y además le nació la costumbre de usarlas en las puertas de las habitaciones para escuchar a sus hijos y a Harry porque ellos pasaban mas en ellas que la señora Weasley.
Estando ella una tarde con la oreja extensible en una puerta de madera empezó a oír voces que eran bajas al principio pero que las orejas hacían perfectamente entendibles:
--- ¿Era necesario que todos tus pensamientos los eches en ese cántaro de agua? --- preguntó Ron.
--- Todos los magos que conozco lo hacen........pero no puedo ver lo que pienso en el agua....tú tampoco. --- dijo Harry.
--- Quizás no estas sacándote nada de la cabeza.....sólo son hebras. --- dijo Ron.
--- Por algo ahora las saco.......basta con que me concentre lo suficiente en lo último que pensé.......y sale. Me siento mas libre después que ya no están en mi cabeza. --- dijo Harry.
--- Nadie te enseñó.......tú me has dicho que ni siquiera logras calmar tu mente y así Voldemort puede entrar en ella. --- dijo Ron.
--- Puedo ir donde él está........eso no lo hago por mi voluntad........las veces que pasa yo cerraba los ojos y cuando creía que los abría estaba en la mansión o en el cementerio......también en una sala de Hogwarts. --- contó Harry.
--- ¿Qué viste en Hogwarts? --- preguntó Ron con la voz más acelerada.
--- Una alumna......no era maga y escribió algo en la pizarra.......dijo que eran malditos los que mataron a las hordas del norte....y no me acuerdo pero sólo era una frase más....ella se fue de la sala y aparecí en mi pieza. --- dijo Harry.
La señora Weasley se sacó la oreja extensible y tocó la puerta cortando la conversación de Harry y Ron, uno de ellos iba a la puerta a abrir.
--- Ron......Harry. --- saludó la señora Weasley viendo a Ron en la puerta y a Harry sentado en la cama de él al fondo.
--- ¿Qué pasa? --- preguntó Ron a su madre.
--- Sólo quería ver si estaban bien chicos........Harry. --- dijo la señora Weasley mirando fijamente a Potter.
--- Claro que sí......toda va bien. --- dijo Harry con voz nerviosa.
La madre de Ron cerró la puerta dejando a los muchachos solos en la habitación y Harry se acostó en la cama con un fuerte resoplido.
--- ¿Crees que escuchó todo? --- preguntó Harry muy serio.
--- No creo.......ella nunca hace eso.....igual estaba nerviosa. --- dijo Ron yendo donde Harry.
--- Tenía una oreja extensible en la mano derecha que escondió pero desde aquí pude verla.....va a ir con el cuento del pensadero a quien sabe. --- se quejó Harry.
--- ¿Qué problemas tienes con los magos de la Orden? --- preguntó Ron.
--- Que creen que a donde vaya Voldemort va a matarme, que si me ven pensativo es que estoy visitando algún lugar en la mente......o que se preocupen si pregunto demasiado por Hermione........ese tipo de cosas Ron........--- dijo Harry.
--- No es poco que te protejan de Voldemort. --- dijo Ron.
--- Pero ellos no estarán cuando Voldemort me atrape. --- dijo Harry.
--- Quizá debas sacarte ese pensamiento tan......horrible.........tú no puedes caer bajo su mando Harry......no puedes. --- dijo Ron.
Harry tomó su varita del velador y se la llevó a la cabeza al mismo tiempo que cerraba los ojos. La varita arrastraba una hebra larga que Harry extendió hasta la otra cama debiendo pararse, Ron fue por el cántaro de agua y por sí solas las hebras entraron en el agua desapareciendo y no llenando el recipiente como se hubiera esperado.
--- Se fueron Harry, no están. --- dijo Ron asombrado.
--- ¿Qué le voy a decir a la Orden cuando lo sepan por tu madre? --- preguntó Harry inquieto.
Durante la cena de ese día Harry intentó no mirar a los otros magos y comió bastante rápido diciendo que el hambre lo estaba persiguiendo. Llegó a la habitación muy temprano y esperó a Ron que seguía abajo comiendo. Entró Ginny a la pieza encontrando a Harry mirando por la ventana.
--- Quizás no debas mirar Harry, pueden verte. --- dijo Ginny yendo donde Harry.
--- Como digas.........tanto te gusta compartir con la Orden. --- dijo Harry levantando las cejas.
--- Siempre vuelvo rápido porque mamá se pone melosa mientras más tarde se hace.......no me gusta que me mandé a dormir.........en realidad me voy a la pieza a la leer los libros del curso........y.....escribo. --- dijo Ginny.
--- Por lo menos tendrás los deberes hechos porque yo apenas los hice en el verano en la casa de los Dursley......--- dijo Harry.
--- Bueno..mejor me voy a la pieza.......--- dijo Ginny que al momento dejó sólo a Harry en la habitación.
El joven volvió a mirar por la ventana pero había una tenue niebla que no dejaba ver a la gente pasar pero si se avistaban sus sombras al pasar bajo el poste de luz.
Un brillo azul apareció en la ventana haciendo que Harry abriera mas los ojos hacia la ventana pero ese efecto no venía desde afuera sino que era un reflejo de algo que pasaba dentro de la habitación. Harry se volteó y descubrió a su pensadero brillando ,en realidad el agua brillaba de un tono azul pálido.
Fue hasta el pensadero que estaba sobre su cama y vio como las agua formaban pequeñas olas, podía escucharse la potencia con que chocaban contra los extremos del cántaro pero sólo era el agua moviéndose. Harry miraba el agua logrando apreciar otro lugar dentro de las aguas y apareció un rostro femenino.
--- Ariadna.....--- murmuró Harry al ver el rostro de la asesina de Colagusano.
La escena de la muerte de Colagusano se repetía en el pensadero tal como Harry vio el hecho hace varios días pero podía verse a él mismo desde fuera y se percató del tremendo miedo que generaba estar cerca de los territorios de la familia Ryddle. Todo terminó cuando las aguas recuperaron su negrura desvaneciendo la figura de Ariadna Wilder que apoyada en la reja miraba su varita.
Harry se sentó en la cama colocando el pensadero sobre sus piernas intentando no mover mucho el agua, centró su mirada en ellas pero nadie apareció por largo rato. Las aguas se revolvieron cuando Harry desvió la mirada al techo y en este apareció el mismo brillo azul señal de que el pensadero estaba activo.
Apareció el rostro de Cristina Lestrange en la sala de Hogwarts y escribiendo las mismas cosas cuando Harry pudo verla. Todo volvía a repetirse.
Harry no logró esperar a Ron despierto para conversar pues el sueño lo venció temprano y su amigo llegó cuando estaba durmiendo y traía la jaula con Hedwig que hace pocos minutos trajo Lupin desde La Madriguera. Colocó la lechuza sobre una mesa en el rincón del ropero en donde Harry guardó su ropa y la mascota de Harry ululó levemente cerrando sus ojos. Al rato Ron estaba dormido profundamente pero Harry había despertado y miraba a Hedwig con el ceño fruncido. Hizo el ademán de despertar a su amigo pero desistió.
Se tiró sobre las almohadas con los ojos al techo y tenso pues pegaba unas miradas al pensadero que puso en el velador de su cama, desde la vez que vio a Cristina en el salón del colegio el pensador no volvió a brillar.
A la mañana siguiente Harry fue el primero en levantarse y bajó hasta la cocina con Hedwig al hombro y encontró a la mamá de Ron leyendo El Profeta apoyada en una alacena, ni se percató de la llegada de Harry porque se asustó cuando este se puso a su lado.
--- ¿Dormiste bien? --- preguntó Molly.
--- Como siempre.....¿tiene algo para darle a Hedwig? --- dijo Harry.
--- Dale este pan. --- dijo la señora Weasley tendiéndole un trozo de pan a Harry.
--- Por las dudas.....¿quién vigiló la casa anoche? --- preguntó Harry sentado en la mesa junto a Hedwig que picoteaba el pan.
--- Lupin de nuevo.......el resto anda en sus típicas labores...--- dijo la señora Weasley yendo de un lado a otro en la cocina.
--- ¿Ginny se levantó? --- preguntó Harry.
--- No.......aunque está despierta en la cama...pasé a verla hace un rato. --- dijo Molly.
--- Igual entramos el primero, no. --- dijo Harry dudando.
--- Por supuesto Harry......faltan dos semanas.....Arthur me dijo que hoy es el mejor momento para ir a comprar todos materiales al Callejón Diagon. --- dijo la señora Weasley.
--- ¿Ahora en la mañana? --- preguntó Harry entusiasmado.
La señora Weasley respondió afirmativamente y empezó a servirle el desayuno a Harry que llamaba a Hedwig para que se posara en su hombro y apareció Ginny, ya vestida, con rostro de sueño y sentándose al lado de Harry.
--- ¿Qué tal? --- saludó Harry.
--- Bien........¿nos acompañas a comprar? --- preguntó Ginny.
--- Sí. --- dijo Harry.
Avanzada la mañana Lupin estaba frente a la puerta de salida mientras Molly Weasley, Ron, Ginny y Harry aguardaban detrás esperando la señal del mago. El ex profesor de Hogwarts abrió la puerta diciendo que por estas horas no hay peligro en el barrio y todos salieron a la calle y caminaron a la esquina de Grimmauld con Lancaster que era un paradero de autobús y no tardaron en subirse a uno en el segundo piso.
El bus paró dos veces más hasta que avanzaba por la autopista que conducía directamente al centro de Londres, los que subieron recientemente llegaron al segundo piso. Harry reconoció a una persona.
El joven se levantó de su asiento y ante la mirada sorprendida de los Weasley y Lupin avanzó por el pasillo hasta donde estaba sentada esa persona.
--- Cristina. --- dijo Harry parándose al lado del asiento en donde estaba su amiga.
--- ¡Potter! ¡Qué haces aquí! --- dijo Cristina muy alegre.
--- Vengo con la familia de un amigo.......paso con ellos lo que queda de vacaciones. --- dijo Harry.
--- Ya veo.......disculpa por no ir a verte a Privet Drive.....tuve un viaje con unos amigos a Escocia........al lago Ness. --- dijo la amiga.
--- Como siempre andas paseando..........¿nada de Hermione? --- preguntó Harry.
--- Negativo Harry......¿a dónde vas? --- dijo Cristina.
--- Al centro con ellos........¿tú? --- dijo Harry.
--- Al departamento de mis padres pero antes tengo que bajarme en Tavistock, la estación. --- dijo Cristina.
--- No te esperaba. --- dijo Harry.
--- Yo tampoco Potter.......mejor ve a sentarte......estoy bien. --- dijo Cristina.
--- Está bien......cuando te bajes te despides. --- dijo Harry azorado.
--- Obvio.......ve. --- dijo Cristina sonriente.
Harry volvió a su asiento en el medio de los hermanos Weasley mientras Ron lo miraba inquisidoramente.
--- Ella es Cristina Lestrange. --- dijo Harry por lo bajo.
--- ¡Está buenísima! --- exclamó Ron.
--- Se nota mucho........---- dijo Harry esquivando la mirada seria de Ginny.
--- Tiene una delantera increíble. --- dijo Ron sin despegar la mirada de la amiga de Harry.
--- No tiene novio aunque si muchos amigos.......--- dijo Harry.
--- No te conformas con una parece......una maga y una muggle......te falta la mestiza. --- dijo Ron.
--- Me falta la maga......Hermione es mitad y mitad.......Cristina totalmente muggle. --- aclaró Harry.
--- ¡Se va! --- dijo Ron molesto.
Cristina le hizo una seña a Harry de despedida y llegar a la estación Tavistock en la entrada del centro de Londres. Ron se quedó algo decepcionado por la ida de la chica.
No tardaron en llegar a una estrecha calle del centro ya habiéndose bajado del bus unas cuadras cerca de la Plaza Trafalgar y se encontraron con la discreta puerta de un bar de mala muerte. En realidad al cruzar el ambiente se transformaba en una taberna llena de magos con túnica y varita al descubierto que alzaban las cabezas a cada nueva visita al local. En la barra arriba rezaba el letrero: EL CALDERO CHORREANTE.
Todos salieron al patio de atrás del Caldero Chorreante y Lupin tomó su varita y la agitó contra algunos bloques de piedra que tapiaban el reducido espacio. Tal como Hagrid en la primera vez que Harry conoció el Callejón Diagon estás se desplazaron dejando ver el callejón principal abarrotado de gente y de tiendas de todo tipo.
--- Buen, la primera parada será Flourish and Blotts para comprar los libros........por las listas que leí ustedes alumnos de séptimo año van a tener que leer más que nunca.....tienen al final del año las pruebas del Ministerio de Magia y según ellas ustedes podrán elegir una carrera dentro de eso. --- dijo la señora Weasley examinando una extensa lista.
--- ¿Harás las compras de inmediato? --- preguntó Lupin señalando a Harry se adelantó junto a los hermanos Weasley.
--- Lo dices por Gringotts.........sí....Arthur recogió algunos galeones de la cámara de Harry días atrás. --- explicó Molly.
--- Pues hizo bien, nos ahorra bastante tiempo. --- dijo Lupin.
Molly asintió y siguió a los chicos que ya habían llegado a la entrada de Flourish and Blotts y miraban los últimos libros de grandes magos y muchos de ellos debían leer Ron y Harry en el séptimo curso.
--- Vaya panorama, no. --- dijo Ron señalando los libros.
--- A Hermione esto le viene de maravillas.......ya sabes.......dependemos de ella. --- dijo Harry.
--- Eso no será problema para ti, te dará cualquier cosa. --- dijo Ron.
Entraron dentro y había una pequeña fila rumbo a la caja pagadora pero los pasillos entre los estantes estaban expeditos. La señora Weasley llevó a todos al pasillo de Libros Instructores Grado Seis y Siete. Sacó unos ejemplares tanto para sus hijos como para Harry que sigilosamente se acercó a la madre de Ron sosteniéndole unos libros.
--- Señora Weasley.....quería saber como...los va a comprar. --- preguntó Harry nervioso.
--- No te preocupes........tu cámara ya fue abierta........--- dijo amablemente la madre de Ron avanzando a otro pasillo.
Harry se quedó rezagado pues apoyado en el estante notó una figura familiar unos pasos mas adelante. Era una chica con vestimenta muggle y tenía un libro titulado con letras verdes: MISTERIOS DE LOS PATRONUS ESTELARES.
El título llamó la atención de Harry que impulsado por algo interno estiró los brazos y fue donde la chica que no despegaba la vista de la contratapa. Cuando ella levantó la cabeza se encontró con la fija mirada de Harry que tiritó unos segundos.
--- Hola. --- saludó Harry estirando la mano.
--- Hola........¿qué pasa? --- preguntó la chica correspondiendo el saludo.
--- Me gusta tu libro......¿vas a comprarlo? --- dijo Harry azorado.
--- No sé.......lo que trata el libro lo tengo mas o menos resuelto......--- dijo ella.
--- ¿Cómo? --- preguntó Harry mas serio.
--- Es la primera vez que te veo......sé quien eres.......te dije que lo tengo resuelto porque......lee el título.........¿cuándo liberas tu patronus? --- dijo la chica.
--- ¿Cómo te llamas? --- preguntó Harry.
--- Ariadna Wilder..........dime..sobre tu patronus. --- dijo la joven.
--- Cuando aparecen los dementores.......eso los aleja.........han intentado besarme. --- respondió Harry.
--- No cualquiera se enfrenta a un dementor........dan miedo......aunque sólo conozcas una foto de ellos.......también los he visto.....Resulta que mi patronus no aparece si ejecuto otro hechizo previo......lo dice el libro. --- dijo Ariadna.
--- Basta que diga el hechizo y aparece mi cornamenta.......eso es. --- dijo Harry.
--- Mi patronus no es un ser Harry....es una copa plateada que emana una luz hacia todos lados pero necesito decir luego de......Expecto Patronum........Prior Crater Corpora.......es un patronus estelar....--- dijo Ariadna.
--- No entiendo mucho.....me están llamando........un gusto conocerte. --- dijo Harry señalando a Ron.
--- Igualmente Harry. --- dijo Ariadna siguiendo en dirección opuesta a Harry.
Llegó a la fila de la caja pagadora y entregó sus libros a la señora Weasley que tenía el dinero. Ron le dio un codazo a Harry indicando con la mano a la joven que se perdía por el largo pasillo. Harry se rió sólo al ver la expresión negativa de Ginny que miraba a ambos chicos.
--- Ya van dos Harry.......la del bus y esa. --- dijo Ginny.
--- Mira no hay problema con eso........Hermione me gusta. --- dijo Harry enojado.
--- Sólo son amigas o conocidas Ginny. --- dijo Ron.
--- Eso espero Harry......porque le hablas a cualquier chica que aparezca. --- dijo Ginny.
Las palabras de Ginny hicieron sentir incomodo a Harry que veía bien nítida a Hermione en su mente y sintió cierta culpa. Todo se empezó a disipar cuando ya fuera de la librería caminaban por el callejón rumbo a la tienda de materiales mágicos que necesitaban renovar.
--- Pueden ir por allí porque tengo las listas.......acompáñalos Ginny. --- dijo la señora Weasley entrando a la tienda.
Los chicos obedecieron con Lupin también acompañándolos y siguieron por el callejón sin entrar a ninguna tienda sino sólo mirando las vitrinas que ofrecían los nuevos productos mágicos del año.
Llegaron a una plazoleta frente a Gringotts con árboles que ampliaban la sombra por hechizos. Las bancas eran de madera brillante y habían varias libres
Una enorme sequoia protegía a los Weasley y a Harry mientras Lupin daba vueltas por la plaza mirando el frontis del banco mágico. Ginny evadía las miradas de Harry que aún seguía molesto por el comentario de la hermana de Ron. Ron miraba el cielo que adquiría un tono mas blanco conforme pasaban los minutos, el chicos estaba absorto en ese detalle que Harry igual percibió tratando de ver que observaba con tanta atención Ron.
--- ¿Qué onda? --- dijo Harry al ver a un mago que miraba a los dos chicos.
--- Nada Harry.......esas son nubes, verdad. --- dijo Ron indicando con el dedo.
--- Obvio........algo bajas no mas. --- dijo Harry.
--- Que aparezca una muchacha y ese detalle en el cielo lo olvidarán. --- dijo Ginny suspirando.
--- No sigas hermana.........no te enojes por nada. --- dijo Ron.
Harry se levantó de la banca logrando encontrar la mirada de Lupin que fue hasta él pero Harry no quería soltar palabra.
--- ¿Qué pasa? --- preguntó Lupin preocupado.
--- Mira allá arriba.........la Marca Tenebrosa. --- dijo Harry.
Todos miraron con mas atención y se distinguía la figura de una calavera con la serpiente saliendo de la boca. Nadie mas prestaba la mayor atención al hecho.
--- Es la Marca. --- confirmó Lupin.
--- Tranquila Ginny. --- dijo Ron cuando su hermana se abrazó a su hermano.
--- Vamonos.......andan buscándome. --- dijo Harry en voz baja y con la varita en la mano.
--- Está bien.........vamos a buscar a su madre........guarda la varita Harry. --- dijo Lupin llevándose a todos rumbo a la tiendas de materiales por el callejón en donde la gente no había notado las extrañas nubes.
La señora Weasley los esperaba con unas grandes bolsas en la puerta de la tienda con rostro sonriente.
--- Molly.....vimos la señal de tu sabes........ve hacia Gringotts.........la ves......la ves. --- dijo Lupin.
--- Viene hacia acá.......mira a todos en esa plaza. --- dijo Molly.
Podían avistarse desde la tienda cientos de magos aparecidos repentinamente con las varitas empuñadas y conjuraban hechizos sin entender en donde crearon un arco de protección alrededor de la plaza y del banco y la Marca se quedó contenida en ese espacio pero nubes más altas se colocaron sobre el callejón y estando unos segundos suspendidas en el aire se ennegrecieron completamente y bajaron una rapidez que cualquier persona perdió la vista de las otras encontrándose en una gran oscuridad que no dejaba pasar a pesar de sentir el terreno enlozado del callejón.
Harry perdió la pista de sus amigos y avanzó algunos pasos hacia delante y un dementor estaba esperándolo en silencio aunque se oía su respiración.
--- ¡EXPECTO PATRONUM! --- conjuró Harry sin dudar y con varita tocando el etéreo pecho del dementor.
El dementor se sacudió hacia atrás con la luz que emanaba de la varita de Harry y la cornamenta salió del rayo de luz hacia delante e impacta sobre el dementor que desapareció. Luego del dementor eliminado habían otros mas en fila hacia atrás pero el patronus de Harry iba acabando con ellos pero tanto el rayo de luz como la cornamenta tiritaron un momento cuando cuatro dementores intentaron hacer resistencia al hechizo de Harry.
Harry vio como venían mas dementores pero ya no se colocaban torpemente en fila sino que aguardaban a los costados y algunos se desplazaron por el campo hacia atrás de Harry, no sabía si en ese momento debía cambiar el hechizo de curso o mantenerse allí pues no era capaz de ver que hacían los otros dementores atrás. Pensaba que los dementores que atacaban por delante eran los mas peligrosos.
Parte del rayo de luz se desplegó hacia atrás y los cuernos del patronus también y unas manos verrugosas aparecían dentro del campo de visión de Harry que miró al costado viendo como un dementor iba directo al patronus para darle un beso.
Harry hizo que el patronus impactara directamente sobre ese dementor girando la varita un poco pero el resto que aguardaba en fila se dispersó alrededor de Harry provocando el mismo efecto: sacaban pedazos de luz al hechizo que Harry estaba ejecutando.
Nuevamente el rayo y la cornamenta tiritaron pero está vez una vibración hizo temblar las manos de Harry moviendo el rayo de luz desordenadamente y el patronus se desdobló en varios que nunca llegaron a impactar en los dementores sino que no acertaron en el objetivo y chocaron contra algo desconocido pues se oyó un ruido de impacto detrás del grupo de los dementores y luego desaparecieron.
Harry vio un lugar no cubierto por los dementores y corrió a través de él con la varita apuntando hacia atrás mientras está vez los defensores de Azkaban lo perseguían por toda la negrura que no tenía fin. Se volteó hacia los dementores conjurando su patronus de nuevo y volvió a salir pero se perdió en un espacio que dejaron los otros dementores que comenzaron a rodear a Harry que volvía a conjurar pero los patronus no chocaban con los dementores sino que desparecían apenas salían de la varita. Harry al ver que los patronus salían lento se puso nervioso y esto no ayudó mucho pues lo embargaba una sensación de temor frente a los dementores que aguardaban allí estáticos sin atacar y observando como los ataques de Harry se desvanecían a cada rato.
Se cerraban los ojos a cada paso adelante pero ya eran inconscientes porque iban directo a los dementores que aparecieron en la mente de Harry dando mas miedo todavía y cayó en el piso oscuro que era el callejón y se acostó sobre él con dos dementores arriba que movían sus manos hacia Harry y empezaron a absorber parte de la energía que todavía salía de la varita pero ahora captaban los pensamientos de Harry que como hebras metálicas salían directo a la boca de los dementores. A su vez ellos le devolvían a Harry unas hebras negras muy sencillas que mostraban a los dementores absorbiendo los mejores recuerdos de Harry. Hermione se borraba de su mente y era inútil alcanzarla según Harry que la perseguía pero sólo se encontraba con mas dementores que se desvanecían haciéndole la desconocida al muchacho.
Harry escuchaba en su mente los sonidos de las respiración de los dementores que estaban sobre su rostro dispuestos a dar el beso mortal pero ya ningún pensamiento llenaba la cabeza de Harry que dirigía su vista a plena voluntad de los dementores que se agrupaban en circulo y concentrados en Harry que pudo observar con el último dejo de voluntad que la negrura a lo lejos se dispersaba gracias a rayos plateados y una nube de luz que se acercaba y que desde el cielo que se veía bajaban unos puntos luminosos hacia la nube con forma de copa.
--- ¡Prior Crater Corpora! --- se escuchó a lo lejos.
Los dementores que rodeaban a Harry desaparecieron aunque quedaban rastros de ellos como brazos e incluso cabezas que aspiraban el aire puro que retornaba. Harry sintió que abría los ojos y se vio en medio del callejón acostado y reinaba un gran silencio, desde lejos venía alguien corriendo hacia donde estaba Harry y lo levantó sentándolo en su regazo.
--- Harry........Harry......Harry. --- llamaba la voz que Harry escuchaba sin voltearse.
El joven miraba el resto de la calle y habían cuerpos de personas que le inspiraron gran temor y se aferró a los brazos de esa persona que lo sostenía y decidió levantarse pero se le cayó la varita que recogió en breve.
--- Ariadna. --- dijo Harry al ver a la chica.
--- Viste la copa bajando desde el cielo dispuesta por la voluntad del hechizo convocador porque es fiel copia de su reflejo en el cielo.........Cráter es su reflejo en el firmamento. --- dijo Ariadna con esfuerzo.
--- ¿Estás bien? --- preguntó Harry levantando a la joven.
--- De maravillas........Vamonos.......puede haber mas dementores.........vamos. --- dijo Ariadna llevando a Harry hacia atrás por el callejón.
Llegaron hasta un pasaje que terminaba en un muro empedrado que Ariadna abrió levantando su varita y tocando los bloques. Se vieron en el patio trasero del Caldero Chorreante.
--- Gracias por salvarme Ariadna.......justo tú.--- dijo Harry azorado.
--- Igual te hubiese visto Potter. --- dijo Ariadna.
--- Ya no podía con tantos dementores, sentí todo fallaba. --- dijo Harry sentándose en una piedra grande.
--- Cuando cosas como los dementores dominan tu mente ellos pueden manejarla y se tomaron su tiempo para absorberte el alma Harry. --- dijo Ariadna.
--- En realidad ellos no me buscan.........es Voldemort. --- dijo Harry con los ojos brillosos.
--- Suena duro pero es verdad, siempre se ha dicho que el regresa a vengarse de quien lo dejó si nada hace tiempo. --- dijo Ariadna evitando mirar a Harry.
--- Al final todo depende de sí él logra atraparme..........que necesidad tiene de matar a tantos muggles si puede venir donde mí.........yo le hubiera dado batalla hasta la muerte....por último si muero podré por fin ver a mis padres en donde estén....--- dijo Harry con extrema sinceridad.
--- Sólo es un mal momento Potter, ya recuperaras la esperanza en que.........todo será como antes. --- dijo Ariadna encontrando las palabras.
--- ¿Te vas? --- preguntó Harry al ver que Ariadna iba a la puerta trasera del Caldero Chorreante.
--- Vine al callejón a comprar algunas cosas que dejé allá dentro antes de entrar en el callejón...vuelve con tu familia Harry........y además ya te vas a Hogwarts.........es tu último año.....pasa de todo, todo.........si te ves sobrepasado con tantos deberes siempre hay algún secreto para pasar los exámenes y que los corta cabezas del Ministerio te digan que vales la pena.......disfrútalo Harry.....Uno con el tiempo lo echa de menos.......salí hace dos años cuando ibas en quinto, parece. Te recuerdo porque siempre pasaban cosas entre tú y Lord Voldemort......no dejes que él te arruine el año Potter. Cuidate mucho. --- dijo Ariadna entrando dentro del local.
--- Como digas. --- dijo Harry embelesado.
Harry se quedó sentado esperando a que los Weasley y Lupin salieran del Callejón Diagon pues la puerta del Caldero Chorreante era el único lugar de entrada y salida hacia en mundo muggle en el centro de Londres.
CAPÍTULO 12
LA NUTRIA Y LA COPA
Un ambiente festivo reinaba en Grimmauld Place el día 30 de agosto porque a la hora de la cena todos sentían como se acercaban las horas antes de partir a la estación de King´s Cross al día siguiente por la tarde. Había expectación en Harry pues sentía tranquilidad de volver a Hogwarts porque allí se sentiría más seguro, además esperaba encontrarse con Hermione cosa que lo tenía pensando muy distraídamente en la cena.
La señora Weasley mandó a Ginny a dormir cerca de las once porque se caía del sueño en la mesa compartida por los esposos Weasley, Ron, Harry y Tonks que vigilaba aquella noche el cuartel de la Orden del Fénix. Tonks tenía la costumbre de siempre recordar los viajes a Hogwarts y en especial el último porque apenas llegaran a la estación de Hogsmeade generalmente mas de alguno reunía a todos los alumnos de séptimo para planear las actividades del último año que generalmente llevaban las reglas al extremo.
Ron se fue a dormir antes de Harry cuando eran las doce pero Harry no tenía sueño en absoluto y escuchaba atentamente las historias de Tonks sobre las misiones que le encargaban tanto la Orden como el Ministerio de Magia. Molly Weasley le sirvió otra taza de té a Harry al verlo tan despierto.
Arthur luego le comentaba a Harry sobre lo emocionante de la despedida del colegio en junio porque los compañeros pasan meses planificándola y también idean la mejor forma de irse del colegio y quedar bien con los profesores.
--- ¿No tienes sueño? --- preguntó la señora Weasley a Harry cuando pasaba la medianoche.
--- No sé si pueda dormir. --- dijo Harry sonriente.
--- ¿Por qué? --- preguntó Tonks interesada.
--- Son muchas cosas...........está Hermione.....y eso. --- dijo Harry suelto.
--- Mira.....nadie te imaginó tan enamorado.......de seguro esa no es la única razón. --- dijo Arthur.
--- No sé como va a ser este año porque intento pensar que va a tramar Voldemort.......eso me tiene pensando mucho. --- dijo Harry mirando a todos.
--- Vas a estar bien Harry......ese colegio resiste cualquier cosa.......incluso a tu Némesis. --- dijo Tonks.
--- Eso espero. --- dijo Harry mas serio.
--- Molly......--- dijo Arthur al ver a su esposa emocionada y saliendo de la cocina.
--- Disculpe señor. --- dijo Harry.
--- No importa........mejor ve a la pieza porque ya no puedes con el sueño. --- dijo el señor Weasley viendo a Harry restregándose los ojos.
Harry entró a la pieza encontrando a Ron con un sobre que le tendió a su compañero y parecía muy sorprendido. Harry tomó la carta y era Hermione, esto lo hizo abrirla de inmediato y por petición de Ron la leyó en voz alta.
--- Hola Potter, espero que estés bien y listo para tomar el tren mañana. Debo decirte que recién hoy llegué a Londres y muy rápidamente tuve que comprar todos los materiales y libros. No tuve noción del tiempo en Francia cosa de la cual me arrepiento porque siento que te olvidé y sabiendo que estabas deseoso de saber de mí. No me costó trabajo saber como estas porque mi amiga Cristina la encontré en Londres pues ella empieza a trabajar cuando nosotros estemos en el primer día en Hogwarts. Me contó que te vio un par de veces y nada mas.
Tengo mucho sueño y espero que la lechuza haya llegado bien porque creo que era demasiado tarde para que ella haya emprendido vuelo.
Falta poco para que nos veamos, aguanta por favor. Hermione. ---
Ron miró con el ceño fruncido a Harry que miraba la carta con el rostro decepcionado y no pudo evitar que su amigo adivinara el sentimiento.
--- ¿Qué esperabas? --- preguntó Ron.
--- Algo pasa Ron.......--- dijo Harry acostándose rápidamente.
--- Tendrás que esperar hasta mañana Harry......ahí sabremos en que anda Hermione. --- dijo Ron.
--- Tienes razón.......buenas noches. --- dijo Harry dándose vuelta hacia el ropero y cerrando los ojos.
Armar los baúles escolares requirió de toda una mañana y el asunto iba lento por parte de Harry que con un ánimo y semblantes de preocupación estaba con la tentación de simplemente arrojar todas las cosas y cerrar el baúl. Esto último hizo que la señora Weasley le revisara constantemente las cosas y Harry tuviera que volver a rehacer todo porque tenía mezclada la ropa con los libros y además colocó las dos Saetas de Fuego en incomodas posiciones. Cuando Molly vio que el baúl de Harry estaba aceptable le dijo que podía llevarlo al vestíbulo en donde aguardaban los baúles de Ron y Ginny.
Hubo un ligero almuerzo con el objetivo de partir temprano a la estación y también porque el señor Weasley iba llevarlos en el automóvil muggle que adquirió por medios que nunca quiso detallar. Asuntos del Ministerio por toda respuesta.
Tonks estaba haciendo guardia en la puerta y cada tanto miraba de reojo si llegaba el señor Weasley que al rato apareció en el mismo auto con recogió a Harry semanas atrás. Dada la señal de Tonks todos llevaron sus baúles hasta la calle en donde serían puestos en el maletero. De muggle el auto ya no pues el maletero estaba hechizado de manera que cualquier cosa cabía allí y lo mismo adentro en los asientos aunque no eran muchos pero igual se distinguían tres filas de asientos para diez personas. Harry y Ron subieron a la ultima fila, Ginny en la del medio con Tonks y Molly en la primera. El señor Weasley iba sólo adelante y cuando pasó un auto verde encendió el motor y en pocos minutos ya estaban entrando al centro histórico de Londres por la calle Lancaster que en la esquina con una gran avenida marcaba el inicio de la estación de King´s Cross.
Molly echó en falta los carritos que siempre llevaban para el equipaje pero su esposo decidió que lo mas conveniente era arrastrar los baúles por el piso de la estación hasta llegar al medio de las columnas de los andenes nueve y diez. Luego de quince minutos de dar vueltas por la estación llegaron al lugar definido y Tonks se acercó a la pared y estuvo allí unos segundos observándola y con la varita inclinada sigilosamente contra la pared. Cuando volvió traía un rostro de satisfacción y dijo que no había problemas con la entrada y que ya fue utilizada más temprano y que continuaba abierta.
Ginny estaba nerviosa y apurada sólo intercambiando unos besos con sus padres tomo el baúl por detrás y corrió junto a él hacia la pared desapareciendo con Harry mirando hacia todos lados.
Ron y Harry tomaron los baúles y adoptaron la misma posición de Ginny, mientras Tonks los despedía con la mano desde el costado. Los esposos Weasley les dieron unos abrazos y palabras de aliento para el último año. Antes de un último abrazo Harry corrió fuertemente empujando el baúl para luego desaparecer de King´s Cross.
Al llegar al anden nueve y tres cuartos miró hacia todos lados buscando a alguien pero no estaba, saludó a algunos compañeros de curso que prefirieron subirse antes al tren que aguardaba tranquilamente en sus carriles.
Harry se apartó un poco de la pared para que Ron no chocara con él al pasar el portal mágico hacia el anden. Tentado estuvo Harry de sentarse en la berma al lado de los rieles pero Ron lo llevó hasta el tren diciéndole que esta vez sus padres no entrarían a la estación.
--- No me acordé de eso...........sólo quería llegar. --- dijo Harry.
--- Tranquilo, entienden la ansiedad. --- dijo Ron al llegar a la escalerilla de uno de los vagones.
--- Ni idea de donde está tu hermana. --- dijo Harry cuando subían los baúles al vagón.
Escogieron un sitio que aún estaba libre y pusieron los baúles en las repisas superiores, Ron se sentó al lado de la ventana frente a Harry que miraba hacia la puerta viendo a muchos estudiantes ya uniformados y otros no.
Al rato los dos amigos estaban con los uniformes incluso antes de que el tren se llenara.
--- El pito de los diez minutos.........eso falta si Hermione llega a tiempo. --- dijo Harry semiacostado en el asiento.
--- Puede que lo haga. --- dijo Ron.
Otro pito sonó a los minutos siguientes provocando que todos desde la plataforma comenzaran la despedirse y muchos se pusieran en la ventana diciéndose las últimas cosas con sus familiares. Harry estaba pegado al vidrio sin despedirse de nadie sino de encontrar a su novia llegando atrasada.
--- ¡Dónde está! --- explotó Harry.
--- Cálmate......seguro subió a otro vagón. --- dijo Ron cuando varios estudiantes miraron a Harry desde el pasillo.
El tren comenzó a tomar velocidad y en una curva se perdió de vista la estación ingresando en extensos campos cultivados y de sierras bajas verdes. Varias veces pasó la señora del carrito pero Ron entendiendo la situación de su amigo compró él las cosas.
--- Toma. --- dijo Ron tendiéndole unos chocolates a Harry.
--- Gracias...........¿tú crees que subió? --- preguntó Harry.
--- Seguro. --- dijo Ron no sabiendo que decir.
Ya no había el cielo soleado de Londres sino un cielo gris que a ratos lanzaba lloviznas contra las ventanas del tren pero cuando la comenzaba la zona de grandes lagos hubieron algunos claros de sol. Ron estaba en los pasillos tratando de encontrar a Hermione pero tuvo mala suerte y cuando se lo dijo a Harry este se deprimió aún más.
Echado sobre el asiento y viendo como las pequeñas gotas de agua rompiendo la visión de Hermione en la mente como si estuviera al frente, Harry miró hacia el pasillo sin tener la suerte de ver pasar a alguien conocido. Ron estaba al frente mirándolo pero declinó hacer algún comentario conformándose con mirar la ventana cada vez más empañada.
Los lagos se perdían cada vez que el tren pasaba por algún túnel o se desviaba mas al interior detrás de las lomas que iban aumentando en altura dejando ver grandes montañas nubladas en la cumbre a lo lejos que comenzaban a encerrar un pequeño lago que apareció luego de salir de una zona de cuestas, el lago iba creciendo y acompañaba el recorrido del tren que avanzaba a la misma velocidad que en los otros tramos.
A bordo aumentaba la expectación por llegar a Hogwarts puesto que muchos estudiantes ya andaban uniformados y comentaban sobre que el castillo ya era visible a lo lejos y que las luces de Hogsmeade aparecían entre la pequeña niebla, pero lo que mas presagiaba que Hogwarts estaba cerca era que el lago cambió su recorrido hacia el norte yendo directo a las montañas conforme mas el tren se acercaba a la ciudad de Hogsmeade.
Un repentino relámpago alumbró todo el tren generando temor en algunos que veían que el cielo en la zona estaba bastante descubierto y el mal clima previo se avistaba al sur. Los relámpagos de repitieron varias veces antes de dar la última curva antes de entrar en la estación de trenes de Hogsmeade. El tren se detuvo pero ninguna puerta se abrió de inmediato dejando a todos encerrados, mientras un pequeño temblor sacudía el tren y un resplandor envolvía al tren que volvía a la calma pero esta parecía venir desde fuera.
Varios rayos verdes se avistaron desde las ventanas hacia la estación de trenes, estos rayos sólo evidenciaban que habían magos con varita afuera conjurando.
--- ¡Bájala! --- dijo en voz alta Ron a Harry cuando este se levantó con la varita elevada hacia la ventana.
Harry comenzó a golpear la ventana con la varita sin decir hechizo alguno pero empezó a sacar chispas que alborotaron todo adentro del recinto pues los baúles comenzaron a saltar y las ventanas vibraban como si fuera terremoto. Ron tomó la varita de Harry arriesgándose pero su amigo lejos de conjurar algo hizo que Ron la tomara quedando él con dos varitas porque la suya la tenía empuñada sin darse cuenta pero sujeta al bolsillo.
--- ¿Por qué golpeas la ventana? --- preguntó Ron al examinar la varita de su amigo.
--- ¡Sólo quiero saber que mierda pasa afuera! --- explotó Harry.
--- Deben estar peleando con algo.........mira esos rayos. --- dijo Ron señalando la ventana.
Un fuerte resplandor sacudió el tren y la estación de Hogsmeade dejando ver como esa luz contenida en un solo espacio avanzaba desde dentro de la estación hasta impactar con el tren provocando un fuerte temblor y ruidos de explosiones en el techo. Todos en el tren se aferraban a cualquier cosa pero no dejando escapar gritos. Sin embargo desde fuera se escucharon nítidamente dos voces:
--- ERA NECESARIO INVOCAR LA COPA...............MIRA AL MORTIFAGO....---
--- DESPIERTAN LOS AURORS.....FUERA ORDEN REAL DEL NORTE......---
Apenas terminó la segunda voz que claramente todos en el tren notaron que era de hombre volvió la oscuridad a la estación y las puertas del tren se destrabaron, muchos estudiantes simplemente salieron estorbándose al pisar el anden que en la mitad habían tres cuerpos inertes que hicieron retroceder a todos y los demás miraban desde las ventanas.
--- ¿Quiénes son? --- preguntó Ron cuando veía los cuerpos pegado a la ventana del pasillo.
--- ¿Son los mortifagos o los Aurors? --- se preguntó Harry que estaba al lado de Ron.
--- Los mortifagos Potter.........--- dijo una voz detrás de ambos.
--- ¡Hermione! --- exclamaron Harry y Ron al ver a su amiga que les tendía una sonrisa.
--- ¿Dónde estuviste? --- preguntó Harry cambiando el tono de voz.
--- ¡Avanza! --- gritó Hermione cuando el resto de los estudiantes empezó a empujar desesperados desde atrás.
Producto de esa salida tan desordenada uno que otro estudiante chocó con los cuerpos estallando lamentaciones o maldiciones y el único objetivo de todos era llegar a la salida de la estación.
--- ¡No hay nadie cuidando! --- dijo Ron detrás de sus dos amigos.
Al entrar la masa de estudiantes al edificio de la estación se encontraron con dos conocidos de Hogwarts esperando: Hagrid y Minerva McGonagall.
--- ¡Alto!.............Entiendo su desesperación pero deben ordenarse ahora........¡TODOS LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO UBÍQUENSE DONDE HAGRID!..............¡EL QUE ESTÁ A MI LADO! --- decía con voz muy fuerte la profesora McGonagall para que todos la oyeran.
Los alumnos de primer año destacaban del resto por asustarse apenas vieron a Hagrid que les tendió una amable sonrisa y los condujo fuera de la estación en fila y cuando todos ellos estuvieron en orden y marchando a Hogwarts, la profesora McGonagall se acercó al resto que emitía resoplidos o protestas por la demora.
--- ¡No reclamen si ni siquiera saben que ha pasado! ...........¡Está estación fue objeto de un ataque de mortifagos! ...............¡Habían dos personas más que pelearon con los Aurors y además se encargaron de eliminar a los mortifagos! --- dijo McGonagall.
--- ¡DONDE ESTAN LOS AURORS! --- gritó Hermione desde el centro.
--- ¡Persiguiendo a los dos desconocidos! --- exclamó McGonagall.
--- ¡ CUÁL ERA LA COPA! --- gritó Harry.
--- Potter............no lo sé. --- dijo McGonagall afectada por la pregunta.
Harry movió los hombros mirando a McGonagall pero esta sólo negó con la cabeza y se dirigió a los estudiantes que aún estaban detrás pero con los cuerpos a los lados ya muertos.
--- ¡AVANCEN AFUERA! --- ordenó McGonagall ubicándose entre los alumnos y los mortifagos difuntos.
A la salida de la estación esperaban los carruajes tirado por esos especiales caballos que pocos eran capaces de ver, la mayoría tomó posesión de los carros con cierto apuro.
--- ¡Donde estuviste! --- exclamó Harry cuando pudo ver más a Hermione en las afueras.
--- En otro vagón......llegué al filo de la hora.......en realidad casi el tren debió detenerse por mí. --- explicó Hermione nerviosa.
Hermione intentó abrazar a su novio pero él se resistió en un principio enojando a la chica.
--- ¡TANTO QUERÍAS VERME POTTER! ¡SÓLO ESTABA EN OTRO LADO! --- gritó Hermione.
--- ¡En el tren o con él viéndolo desde afuera! --- dijo Harry con voz más baja.
--- ¡Ya!......¡Van a acabar por revelar todo frente a media escuela! --- dijo Ron desaforado a sus dos amigos.
--- ¡Media escuela!............¡Nos quedamos sin carro! --- dijo Hermione.
Era cierto no había un solo carro y los últimos se avistaban a lo lejos por el camino rumbo a Hogwarts, Harry pateó unas cuantas piedras al irse detrás de sus dos amigos.
--- ¿Estas bien? --- preguntó Ron a su amiga.
--- Bien. --- respondió Hermione contenida.
Ron miró a Harry que se sentó en una de las escalinatas que salen de la estación con la cabeza gacha no dejando ver el rostro pero pasó sus manos a la cabeza señal de algo más.
--- Mira.......--- dijo Ron a Hermione señalando con la cabeza a Harry.
--- ¡Profesora McGonagall! --- exclamó Hermione al ver a la profesora salir de la estación y fue a su encuentro evitando a Harry.
--- Usted...........¿qué hacen aquí? --- preguntó la profesora sorprendida.
--- Estábamos hablando y todos los carros se nos fueron.........lo lamento. --- dijo Hermione.
--- Pronto vendrá uno a buscarme..........se van conmigo.....la estación fue ocupada por magos adentro.....se logró el control. --- dijo McGonagall.
--- Levántate....--- murmuró Ron a Harry.
Harry se levantó mirando a Ron y al voltearse se encontró con la mirada de McGonagall que era inexpresiva, el joven hizo una ligera reverencia e intentó esbozar una sonrisa. Hermione caminó hasta el camino al mismo tiempo que llegaba un carro mientras la profesora McGonagall se llevaba a los jóvenes. Todo se mantuvo en silencio a bordo del carro que al doblar pudo verse el iluminado castillo de Hogwarts y con las puertas de roble abiertas. Cuando bajaron repentinamente la profesora McGonagall saca su varita hacia el techo del castillo en donde se avistaba una figura encapuchada que a la vez sostenía la varita contra la profesora pero a gran altura.
--- Baje su varita profesora........los demás igual.......déjenme esto a mí. --- dijo la desconocida, pues la voz resultó ser femenina.
--- Quédese quieta....llamaré a los Aurors. --- dijo McGonagall.
--- Demasiado tarde............¡Crucio! --- conjuró la mujer cuando una serie de sombras de acercaron desde el cielo aterrizando en el aire resultando ser enmascarados con varita en el aire. Hermione empezó a jadear rápidamente apenas vio a los recién llegados.
--- Detrás Hermione. --- dijo Harry empujando a la chica detrás.
Lejos de provocar daño los enmascarados eran controlados por la mujer desde el techo pues los hizo chocar contra la pared para luego estrellarlos contra el piso quedando inertes. De los árboles vecinos se acercó un fiero dementor que iba contra la profesora McGonagall al mismo tiempo que:
--- ¡EXPECTO PATRONUM!.......... ¡EXPECTO PATRONUM!.............¡PRIOR CRÁTER CORPORA! --- Hermione y la desconocida conjuraban.
Una enorme copa levitó unos segundos del techo y desde el cielo bajaban varias estrellas que al rato eran parte del paisaje. Iban directo a la copa y eran muy pequeñas entrando en él y ampliando la luz de la copa que la desconocida con la varita mandó al dementor al mismo tiempo que de la varita de Hermione salía una nutria que nada en su propio resplandor y que con un ligero aullido parecido al de un lobo impacto contra el dementor. El ex guardián de Azkaban se disolvió rápidamente.
McGonagall miró de soslayo a Hermione pero se separó de los jóvenes apuntando la varita contra la desconocida pero está la guardó.
--- No se esfuerce........el peligro se fue profesora.......usted siempre recibe a los alumnos cuando van al Sombrero Seleccionador.........vaya.........todos deben preguntarse donde esta usted.....--- dijo la desconocida con cierta emoción.
--- ¡Vete tú!............¡Nadie aparte de los profesores debe conjurar aquí! ¡Vete! --- gritaba Hermione a la desconocida.
La mujer miró a Hermione y levantó su varita repentinamente movida por algún impulso y empezó a mover los labios mientras Harry no dejaba de mirarla.
--- ¡Avada Kedavra! --- gritó Harry al adivinar el conjuro de la desconocida.
Harry no tenía la varita levantada sino que volvió a decir una vez mas el hechizo dando a entender que eso quería conjurar la desconocida pero nada salió de la varita de ella pues la guardó.
Del interior de Hogwarts afloraban voces denotando que la ceremonia de inauguración estaba en su mejor momento y al parecer esto motivo a la desconocida a moverse por el techo desapareciendo sin antes decir:
--- Entre tranquila profesora..........mañana descubrirán los cadáveres. ---
McGonagall estaba perpleja y condujo a los jóvenes al castillo eludiendo los cuerpos, Harry se atrasó al grupo lo suficiente como para ver caer un papel desde el techo directo a él que agarró. Era pequeño y tenía algunas escrituras.
Como cerraba el paso de los otros lo leyó para sí:
La profesora Vector es la maestra de los pergaminos apurados porque ella me enseñó como escribir en situaciones como esta cosas importantes. No dijiste una palabra aunque me conocías, intentaste defender a tu novia valientemente y eso no se me olvidará pero eso terminará siendo un recuerdo pero lo que me importa es que hay un seguidor o una aprendiz de Voldemort entre todos..........te digo lo de aprendiz porque Voldemort ahora decide concienciar a toda costa........esto no pasa libre Harry.....
Ariadna Voldemort Wilder.
Se que me viste esa noche Harry, adiós.
CAPÍTULO 13
EL FRENTE DE LA UNIÓN
La escalera de mármol de Hogwarts lucía abarrotada de alumnos que iban al Gran Salón para el desayuno en el primer día de clases desde muy temprano pues los distintos profesores jefes de casa repartirían los diversos horarios para el resto del año junto con una comunicación por parte del director.
Ronald Weasley estaba sentando en la mesa de Gryffindor tomando una taza de té mientras Harry avanzaba desde la puerta rumbo a la mesa con un tranco rápido. Se sentó frente a Ron que lo saludó animadamente.
--- ¿Y tu novia? --- preguntó Ron.
---Ya va a llegar. --- respondió Harry.
--- Está enojada por como la recibiste ayer.......tú la retaste por no ir a verte antes y realidad no podía.....te estoy molestando con esto porque no pretenderás estar siempre peleándote con Hermione. --- dijo Ron crítico.
--- Puede que haya sido algo duro pero con tanto peligro cerca y ella estando o no bajo....--- dijo Harry con dificultad.
--- Entiendo eso pero ella no se anda buscando esas cosas......que esté en la mente del otro es algo muy distinto porque tú también puedes hacerlo Harry.......te le repito es imposible que la propia Hermione se busque problemas. --- dijo Ron.
--- Ayer invocó el patronus sin saber que la otra quería matarla. --- dijo Harry en voz baja.
--- Pensé que tú ibas a conjurar el imperdonable. --- dijo Ron mas cerca de Harry.
--- La desconocida estaba por invocarlo pero con los labios........pude leérselos......iba contra Hermione. --- dijo Harry.
--- Pero de que lado está la loca de ayer. --- dijo Ron.
--- Anda matando mortifagos y defendió la estación......no es de Voldemort. --- dijo Harry.
--- Mira. --- dijo Ron señalando con la cabeza.
Hermione se acercaba a ellos dos con el morral sostenido en una mano y en la otra traía un espejo pequeño con el que se miró a último momento antes de sentarse al lado de Harry. Sacó de su morral unos sickles de plata y luego miró hasta el techo tamborileando los dedos como señal de espera mientras daba un vistazo a la mesa.
--- No saludas. --- dijo Ron.
--- Disculpa........estoy ansiosa por recibir el diario. --- dijo Hermione volviendo su mirada al techo.
--- ¿Lo publicarán? --- preguntó Ron.
--- Por supuesto........que hayan venido unos mortifagos con las puertas de Hogwarts abiertas y que además la tipa que embrujó la estación los haya matado y el dementor que vino después.......--- dijo Hermione con satisfacción.
Harry permanecía en un incomodo silencio ensimismado en la mesa sin mirar a sus dos amigos que recordaban los hechos de ayer en la noche y además trataba de contenerse de mirar a su novia que nuevamente se quejaba del retraso de la lechuza. Hermione empezó a aplaudir para sí al ver que se aproximaban unas cuantas lechuzas y una pequeña sostenía un gran trozo de papel que parecía ser el diario. La lechuza tendió su pata con el diario bastante enrollado y la joven le depositó los sickles en una bolsita que llevaba en la pata, emprendió vuelo rápidamente.
Mientras Hermione se perdía detrás del diario Harry se levantó de la mesa con una expresión de molestia pero cuando iba a dar un paso fuera de ella se encontró cara a cara con la profesora McGonagall que llevaba muchos papeles en la mano y le dio uno de ellos a Harry.
--- Los horarios Potter.........siga. --- dijo McGonagall amablemente viendo que Harry deseaba salir.
No leyó el horario hasta llegar a la escalera de mármol en donde se sentó dejando bruscamente la mochila a un costado. Ron venía hacia él con el horario extendido y un rostro de pesadez.
--- Así que tenemos Defensa contra las Artes Oscuras con Snape en quince minutos y luego a las doce hay Transformaciones con McGonagall..........como........Transformaciones III. --- dijo Ron.
--- Siempre nos quejamos antes de entrar.......es lo de todos los años. --- dijo Harry esbozando una sonrisa.
--- Tengo que reconocer que Hermione no vino con buena actitud hoy. --- dijo Ron.
Harry dejó escapar un suspiro tomando la mochila y diciéndole a Ron que lo mejor era ir de inmediato a la sala de Snape.
Severus Snape hizo una primera clase en que todos debieron leer los primeros capítulos del libro del ramo cosa que tomó casi toda la clase. Al final debieron escribir un rápido resumen de lo leído y entregado cuando sonara la campana, el trabajo llevaría una nota extra a las que el profesor piensa poner.
--- ¿Cómo te fue? --- preguntó Ron a Hermione cuando esta se acomodaba el morral al salir de la sala.
--- Bien........ese libro lo leí en las vacaciones. --- contestó ella.
--- Seguro memorizaste el resumen que ya hiciste antes......sólo puse en el mío el capítulo uno que era el más importante. --- dijo Ron acompañándola.
--- Lo era Ron........son hechizos pequeños pero eficaces porque si los haces bien los juntas y te sale un imperdonable. --- dijo Hermione con suficiencia.
--- ¿Adonde vas? --- preguntó Ron.
--- Tengo que ir a la biblioteca a buscar un libro de Pociones Muggles para la mañana.......nos vemos. --- dijo Hermione alejándose rápido por el pasillo. Ron siguió a la derecha que conducía a un patio comunicado con la inmensa explanada por un túnel empedrado.
Cuando Ron estaba por salir del túnel vio una enorme multitud de compañeros que miraban una tabla con varios pergaminos escritos cuidadamente. El joven Weasley no necesitó estar cerca pues su altura le permitió leer bien los pergaminos. Ron apenas leyó unas líneas se echó a correr por donde había venido rumbo a la sala de Snape. Tan rápido iba que al llegar casi choca con el profesor que estaba hablando con Harry.
--- ¡Weasley! --- exclamó Snape dejando a Ron con la boca abierta frente al profesor y a Harry.
--- Como te iba diciendo Potter no voy a aceptar un resumen tan largo como este......no dije que empezaran a redactar antes sólo que leyeran......sabe usted que por escribir tanto puso hechizos inútiles y lo que quería era que definieran los más importantes como son tres y eran tres capítulos.......me entiende ahora......que bueno.......tome. --- regañaba Snape a Harry regresándole su cuaderno escrito y yendo por el pasillo.
--- No entiendo porque no te retó cuando estabas escribiendo......te dejó al final. --- comentó Ron.
--- Da lo mismo.....por lo menos no lo hizo allá porque me habría humillado frente a todos. --- dijo Harry cabizbajo.
--- Frente a Hermione querrás decir.......el resto está acostumbrado a que Snape humille a quien lo le obedece Harry.....serías uno más.--- dijo Ron con tranquilidad.
--- ¿Qué te dijo Hermione? --- preguntó Harry con ansiedad.
--- Se fue a la biblioteca para documentarse en Pociones........ya sabes como es. --- dijo Ron con tono cancino.
--- ¿Voy? --- dijo Harry mostrando una sonrisa nerviosa.
--- Mejor que no porque es una lata estar con ella ahora en la biblioteca.....la vas a encontrar tal como es al desayuno leyendo el diario...oculta........oculta bajo una montaña de libros. --- dijo Ron dándole una palmada en el hombro a Harry.
--- ........A propósito ¿por qué volviste? --- preguntó Harry.
--- Parece que las cosas mejoran este año porque allá a la salida hay un mural diciendo que habrá un nuevo torneo de Quidditch. --- dijo Ron.
--- ¡Quidditch! --- dijo Harry contento.
--- Sí pero lo Nuevo es que no va a estar organizado en las cuatro casa porque cualquier agrupación de cuatro alumnos podrá ser un equipo.......habrán demasiados....--- dijo Ron emocionado.
--- Formar un grupo es difícil y sólo quiero jugar de una vez. --- dijo Harry.
--- Somos dos.......tu y yo......te propongo que escojamos a Ginny porque ella vuela demasiado bien y le encanta pelear con las bludgers......y como a ti ellas siempre te persiguen.........ya ves una buena protección. --- dijo Ron contento.
--- ¡Está bien! ........pero falta uno. --- dijo Harry.
--- Ese lo buscas tú.......tenemos toda la semana porque las inscripciones cierran el domingo antes de las diez de la noche........McGonagall está a cargo del trámite en su oficina. --- dijo Ron.
--- Tienes una hermana que juega bien.....pero no conozco a nadie porque con quienes jugaba ya están fuera del colegio......como éramos siempre los mismos. --- dijo Harry moviendo los hombros.
--- Parte que debe ser alguien con escoba, con eso hay muchos menos. --- dijo Ron.
--- Tengo dos.....la mía y la de mi padre.......no hay problema. --- dijo Harry satisfecho.
--- Que bueno pero no te preocupes tienes la semana entera para encontrar. --- dijo Ron.
Harry siguió a Ron que lo llevó hasta el mural para leerlo completo, la multitud se había disipado seguramente ya divulgando la noticia que sería comentario obligado en los próximos días. Unos alumnos de tercero se acercaron a Harry que no sabía si saludar o irse pero uno de ellos le dijo de forma rápida:
--- ¿Quieres ser parte de nuestro equipo Harry? ......Serás el buscador y estos compañeros son el resto. ---
--- No puedo ya tengo equipo soy con mi amigo Ron, su hermana y una amiga. --- dijo Harry.
Los alumnos se fueron decepcionados y Ron le dio un codazo a Harry preguntándole por la amiga y este le dijo que era por salir de la situación.
Los primeros días en Hogwarts fueron cálidos y frescos hacia la tarde señal de que la parte más fuerte del verano comenzaba a pasar dando paso a un viernes que comenzó nublado y frío.
Un rasgueo apurado de una pluma se oye en la sala común de Gryffindor detrás de un sillón del que cuelga una mochila que es golpeada por una mano. Desde atrás del sillón Hermione recoge la mochila dándosela a su dueño que no reparaba en que se la estaban pasando.
---¡Qué! ..........¡Hermione!. ---- dijo Harry sorprendido tomando la mochila.
--- Date prisa Newey no quiere que nadie llegue atrasado hoy. --- dijo fría Hermione apartándose del lado de Harry.
--- ¡Espérame! --- exclamó Harry guardando todo en la mochila desordenadamente.
Hermione caminaba de prisa pero Harry logró alcanzarla cuando enfilaron hacia la escalera de mármol que estaba desierta.
--- ¡Estás segura que es afuera! --- dijo Harry.
La duda de Harry estaba respondida pues cuando llegaron a la mitad de la explanada verde estaba todo el curso de séptimo año y la profesora Newey delante. Harry y Hermione se ubicaron de los últimos al momento de sentarse cuando la profesora ordenó eso.
--- ¡Saquen las hierbas que les encargaron en la lista de principios de año! --- ordenó la profesora.
--- ¡Maldición! --- dijo Hermione que llamó la atención del resto para luego bajar la cabeza hurgando en su morral.
--- Toma.........¿crees que es suficiente para una persona? --- dijo Harry tendiéndole unas ramas de la hierba a Hermione.
Hermione las aceptó y abrió su cuaderno que tenía la pluma dentro y empezó a dibujar las hierbas de forma dedicada mientras Harry la miraba fijamente.
--- Eso dirá Newey.........mejor no sigas porque Snape me retó el primer día por hacer el resumen antes de tiempo. --- dijo Harry en voz baja.
La chica dejó de dibujar mirando a la profesora que estaba con otro grupo de alumnos resolviendo dudas, cuando ella se desembarazó de ellos Hermione levantó su mano llamándola. Newey fue directo a ella saludando a Harry de pasada.
--- ¿Hay que dibujarlas? --- preguntó Hermione.
--- Claro........lo dije el miércoles, de seguro se te olvidó. --- dijo la profesora dirigiéndose a otros alumnos.
--- Vale Harry. --- dijo Hermione mirando a Harry.
--- ¡A mí se me olvidó! ¡Estabas bien! --- exclamó Harry escuchándolo toda la clase.
--- ¡Potter! ¡Trabaja! --- ordenó molesta la profesora desde delante.
--- Esto parece herbolaria.--- dejó escapar Harry mientras dibujaba.
--- Se dibujan para ver las características de diferenciación entre las plantas malas y buenas......que tengan una espina más determina su eficacia. --- dijo Hermione a Harry.
--- Gracias por dejarme mal.--- dijo Harry gruñendo.
--- ........¡Eso está al principio de la clase del miércoles! --- exclamó Hermione.
--- ¡Aún así me hiciste parecer tonto! --- exclamó mas fuerte Harry.
--- ¡No puedes decir nada sin gritarme! ¡Siempre estas molesto! --- gritó Hermione.
--- ¡Tú te enojas por todo! ¡No dejas que te hable! --- gritó Harry.
--- ¡Tú ocultas todo! --- atacó Hermione.
--- ¡No.........esa eres tú.........ya sabes porque! --- dijo Harry.
--- ¡Eso no es asunto tuyo! ¡Puedes liberarte de eso! ¡Dime lo último que quieras ahora! --- gritó Hermione.
--- ¡Quieres ser parte de mi equipo de Quidditch Hermione Granger! --- gritó Harry.
Hermione se quedó perpleja ante la petición de Harry y sólo atinó a volver a sus pergaminos en el suelo y a retratar las hierbas sabiendo que todo el curso la miraba a ella y a Harry que permanecía de pie mirando a todos sin saber exactamente que hacer. La profesora Newey lo observaba seriamente y tras unos pasos cerca de los alumnos de adelante dijo con voz calmada:
--- Diez puntos menos para la casa Gryffindor por gritos y distracción a cualquiera que haya pasado por aquí. ---
Los alumnos de la casa aludida empezaron a protestar enérgicamente mientras los otros estaban en un silencio cómplice y riéndose por lo bajo. Harry sintió las resignadas miradas de sus compañeros de casa y volvió a sentarse en el pasto sin hacer nada y viendo como Hermione seguía con la pluma en el pergamino pero sin escribir y su mano temblaba.
---Quiero que todos me entreguen sus dibujos identificando cada parte de la hierba....además quiero la descripción exacta de las partes útiles en una preparación y las que si se manejan mal pueden provocar la muerte hasta en la hierba mas noble. Junto a ello incluyan una descripción breve de cualquier planta de la explanada explicando si sirven para pociones, para pociones muggles y para pociones comunes sólo observándolas en su forma y color. --- ordenó la profesora Newey sentando frente al curso con un gran libro abierto.
Un toque de campanas dentro del castillo señalaba que acababan las clases en esa hora, el curso de séptimo año empezó a replegarse por la explanada y otros entraban al castillo. Hermione ordenaba su morral de forma minuciosa como de costumbre mientras Harry la miraba perdidamente. Ron se acercaba desde adelante a ellos dos primero mirando a Harry que estaba ensimismado en su novia y al acercársele Hermione notó la presencia de su amigo marchándose y Harry la seguía.
--- ¡Harry! --- llamaba Ron desde atrás.
Harry se detuvo viendo como Hermione entraba al castillo y se devolvió donde Ron que también miraba a su amiga perderse dentro.
--- ¿Qué.....pasa? --- preguntó Harry dubitativo.
--- Sospechaba que ibas a preguntarle eso a Hermione......mira yo tengo problemas con que ella esté en el equipo........estoy seguro que de demás aprende el juego si le enseñamos los dos y mi hermana.......¿Qué te pasó hoy? --- preguntó Ron.
--- Ella dijo que le dijera lo último Ron, estaba haciéndose la lista conmigo cuando le dije que no debíamos hacer nada con las hierbas......en realidad eso lo dijo la profesora el miércoles y yo me olvidé......ella se molestó y ahí empezó todo. --- dijo Harry.
--- Trata de controlarte Harry porque ella igual está idiota con esta tirantez entre ustedes dos......nos hicieron perder diez puntos porque el campeonato de casa está abierto, yo no lo sabía hasta ahora. --- dijo Ron.
--- Pero si no logro arreglarme con ella. --- dijo Harry en tono pesimista.
--- Tienes razón de que Hermione es complicada por todo lo que sabemos, pero estoy seguro de que si te acercas y le hablas tranquilo y actuando cariñosamente te va a ir bien......ella no va a ir a ti porque tú desde el primer día....antes mejor dicho no la trataste muy bien. --- dijo Ron.
--- Gracias por el consejo Ron sólo necesitaba eso........pero tú llámala cuando el equipo deba juntarse. --- pidió Harry.
--- Hazlo tú aprovecha Harry..Ginny ya está avisada. --- dijo Ron yendo al castillo.
--- ¿Adonde vas? --- preguntó Harry sorprendido.
--- A la Sala Común a buscar el reglamento oficial.........sólo lo dejan allá........Hermione debe estar en la biblioteca, anda. --- dijo Ron a lo lejos.
Harry llegó a la biblioteca entrando sigilosamente observando cada banco o filas de estantes más cercanos pero sin encontrar a Hermione. Entró a una fila mirando los libros y se encontró de espaldas con Hermione que no reparaba en su presencia, Harry pudo ver los libros que su novia estaba sacando: HISTORIA DEL QUIDDITCH" ,REGLAS BÁSICAS 1.
Hermione miraba las tapas y las contratapas buscando algo útil pues con un hondo suspiro los guardó en el morral cargándoselo y saliendo del pasillo. Harry empezó a seguirla sin decirle nada hasta llegar a la fila de alumnos hacia la bibliotecaria para poder sacar los libros.
--- Harry...--- dijo Hermione algo espantada por encontrar a Harry atrás.
--- Preparándote, eh........recién le preguntaba a Ron si....si estaba de acuerdo en que estuvieras en el equipo mal que mal él me reclutó primero y a su hermana. --- dijo Harry arrastrando las palabras.
--- Cualquiera iba a pedirte estar en su equipo Harry. --- dijo Hermione azorada.
--- Unos se tercero me lo pidieron.......estaban tan nerviosos de acercarse a mí como yo a ti. --- confesó Harry.
--- ¿Tuviste a punto de irte con un equipo femenino entonces? --- preguntó Hermione con tono impaciente al ver que la fila no avanzaba.
--- Eran chicos, tranquila........ya sabes que me tratan distinto. --- dijo Harry.
--- Obvio........fuiste el niño que vivió...nadie olvida eso. --- dijo Hermione segura.
--- ¿Tienes escoba? --- preguntó Harry.
--- No pero McGonagall puede transformar una de barrer en un modelo Barredora que vuela rápido en tramos cortos perfecta para una posición de ataque. --- dijo Hermione levantando las cejas.
--- Ron y Ginny tienen ese modelo y además nunca una escoba de barrer será igual que una hecha sólo para volar...........¿Te acomoda la Saeta de Fuego? --- propuso Harry.
--- No me des tu escoba, el cazador debe tener una que vuelve hasta el infinito. --- dijo Hermione avanzando en la fila.
--- Lo más lejos que volé fue hacia arriba cuando los dementores me botaron en tercero y había la tormenta. --- recordó Harry.
--- Después llegó la Saeta de Sirius. --- dijo Hermione.
--- Tengo dos Saetas de Fuego porque una es de mi padre.........eso te lo dije cuando fuiste a verme con la vigilancia de Tonks. --- dijo Harry tomando a Hermione por los hombros al avanzar en la fila.
---No Harry no me la des por favor. --- dijo Hermione ya frente a la bibliotecaria que estaba examinando los libros.
--- Voy a volar en la escoba de mi padre..........está decidido Hermione.......quédate con la Saeta nueva. --- dijo Harry enérgico y recibiéndole los libros a la bibliotecaria antes de que Hermione los tomara.
--- ¿Es como volar con cualquier otra? --- preguntó Hermione interesada y dejando que Harry le cargara los libros.
--- Al principio sí pero para el juego hay que volar y sostenerse en ella mucho tiempo. --- explicó Harry.
--- Cada vez que me veo montada en un partido de esos pienso que voy a perder el equilibrio si tratan de botarme las pelotas. --- decía Hermione adelantándose a Harry al bajar los escalones fuera de la biblioteca.
--- Eso se aprende Hermione, yo no sabía nada y ya en primero me mandaron al equipo. --- dijo Harry.
--- McGonagall te recomendó a Wood y quedó fascinado...........quería ponerte en el centro atacando también. --- recordaba Hermione.
--- Sí me acuerdo......hoy tenemos que hablar con el resto para la primera junta......yo te aviso si estas en otro lado. --- dijo Harry.
--- Hay Aritmancia con Vector a las dos, es la primera clase que vas a tener con ella porque yo estaba en sus clases del ciclo básico y ese ramo es obligatorio ahora..........para mí es perfecto cualquier horario después de esa clase. --- dijo Hermione al llegar al primer piso frente a un pasillo con bastantes ventanas.
--- Está bien pero no te separes luego de esa clase, todo depende si Ginny tiene clases luego de las tres. --- dijo Harry.
--- No tiene porque me hablaba de lo pesado que tiene el horario, ya sabes las pruebas de sexto, está aterrada. --- dijo Hermione.
--- Que bueno que pueda juntarse con nosotros después de la clase con Vector...........¿ahora adonde vas? --- preguntó Harry.
--- A la explanada a leer un buen rato. --- dijo Hermione tensa.
--- Que te vaya bien Hermione.......yo........yo....voy a la Sala Común...........por cualquier cosa........te traigo la Saeta cuando nos toque Aritmancia. --- dijo Harry nervioso alejándose por el pasillo.
--- ¡Harry los libros! --- exclamó Hermione al ver que Harry se llevaba los libros pedidos.
Harry se devolvió caminando torpemente y le dio los libros a Hermione volviendo a irse por el pasillo a toda velocidad sin voltear para ver como Hermione lo miraba embelesada con los libros a punto de caerse.
Minerva McGonagall caminaba por el corredor de bustos de grandes químicos medievales a paso firme con una carpeta en las manos saludando a cuanto estudiante se le cruzara, dobló a la derecha entrando al pasillo en donde habían varias salas y bancos fuera de ellas. Frente al busto solitario de Paracelso estaba sentado Harry Potter con dos escobas en la mano y tamborileaba los dedos en ellas con cierto nerviosismo. McGonagall al verlo se acercó presurosa y el joven no ocultó su rostro de culpabilidad ante la profesora.
--- ¿Problemas con Vector Harry? --- preguntó preocupada McGonagall.
--- No profesora McGonagall, yo le pedí permiso a la profesora Vector para salir unos quince minutos temprano pues tenía que traer las escobas porque voy a entrenar con el equipo y dije que lo mejor salir a buscarlas antes.....si quiere revíseme los cuadernos anoté cada palabra de la profesora Vector y lo que me pierda me lo traerá una amiga mas tarde pero logré entender todo.......para que no se preocupe. --- dijo Harry apurado y tenso.
--- No hay problema Potter...........tranquilo. --- dijo la profesora McGonagall sentándose al lado de Harry.
--- ¿Le han llegado muchos equipos? --- preguntó Harry.
--- Diez de las cuatro casas........pienso que unos pocos mas van a inscribirse porque no cualquiera juega un campeonato así. --- dijo McGonagall.
--- ¿No hay problema en que juegue verdad? --- preguntó Harry mirando fijamente a la profesora.
--- Te garantizo que nadie del partido de Lord Voldemort va a entrar en ese estadio ni en el colegio Potter......si quieres te lo doy firmado.........vas a estar bien. --- dijo McGonagall en tono amable.
--- ¡Ron! --- exclamó Harry al ver a su amigo aparecer desde la esquina.
--- Hola profesora McGonagall..............hola Harry......nos estabas esperando muy lejos.....veo que trajiste las escobas.........Hermione me dijo que va a montar en la suya y tú en la de tu papá cierto. --- dijo Ron dudando.
--- Tal cual..........y las chicas. --- dijo Harry.
--- Van a esperarnos en la cabaña de Hagrid porque Ginny lo convenció de ser ese nuestro cuartel de juntas..........tu novia ni se acercó a Hagrid. --- comentó Ron sonriéndole a la profesora McGonagall que los oía.
--- Me está funcionando tu consejo con Hermione. - dijo Harry con tono alegre.
--- Sólo era tacto Harry..ella igual se muere de ganas de hablar contigo......se le notaba ahora en Aritmancia, no lo veías porque estaba sentada detrás de ti pero no dejaba de mirarte el pelo.........cuchicheaba con Ginny todo el rato. --- dijo Ron.
--- ¿Ginny? --- preguntó Harry.
--- Hermione le pidió permiso a Vector para que la incluya algunas clases porque así tu novia se llevó buena parte del año anterior en Aritmancia. --- dijo Ron.
--- Mira tú......¿vamos ahora donde Hagrid? --- preguntó Harry.
--- Está bien porque las chicas van a ir directo a la cabaña. --- dijo Ron.
--- Bueno muchachos........que les vaya bien. --- dijo McGonagall levantándose y yendo por el pasillo.
Una vez caminando en la explanada cerca de la casa de Hagrid Ron comentó a su amigo que McGonagall se quedó para escuchar toda la conversación que tuvieron antes y al llegar a la puerta de la cabaña Harry tocó tres veces la puerta.
--- ¡Hola! --- saludó efusivo el gigante a sus amigos.
--- ¿Cómo estuviste en las vacaciones? - preguntó Harry sentándose en la cama de Hagrid.
--- Lo normal........hartas misiones para la Orden. --- dijo Hagrid sacando unas cajas de té de la alacena.
--- ¿Ya sabes que vamos a juntarnos aquí por el equipo? --- preguntó Ron.
--- Claro.......debo reconocer que muchos van a echar de menos el campeonato entre las casas........lo bueno del campeonato nuevo es que muchos estudiantes podrán jugar. --- dijo Hagrid.
--- ¿Fue idea de Dumbledore? --- preguntó Harry.
--- Me parece que sí para compensar los tres años anteriores por no haber torneo. --- dijo Hagrid.
Al rato llegaron Ginny y Hermione con las otras escobas, apenas entraron Hagrid les sirvió una taza de té aunque evitó hablar con Hermione que miraba a todos lados en la mesa incomoda por la frialdad de su amigo. Harry sólo tenía ojos para Hermione dándose cuenta de lo mal que se sentía su novia y cuando sus miradas se cruzaron este esbozó una sonrisa bajando la cabeza. Hermione lo miró sorprendida y viendo que Harry sólo iba a levantar la cabeza si dejaba de mirarlo siguió viendo a Harry colocándolo nervioso y a mover sus dedos por la Saeta de Fuego que tenía en la mano mientras en la otra sostenía firme la Saeta de su padre.
Harry se vio atrapado por la mirada de Hermione viendo de reojo como la cabeza de su novia estaba orientada hacia él todavía y decidió volver a mirarla con una expresión tensa que dejaba escapar una sonrisa tierna. Hermione tomó la Saeta que tenía Harry en su mano más próxima a ella y la miró completa y luego dirigió una vista preocupada a Harry y este le asintió con la cabeza y señalando con la cabeza la otra escoba y tocándose en el pecho murmurando la mía.
--- ¿Cómo? --- murmuró Hermione bajando la cabeza.
---Tu eres mía. --- dejó escapar Harry.
Hermione, con los ojos brillosos, salió repentinamente de la cabaña pues según ella para tomar aire, justo cuando cerraba la puerta Harry dejó escapar un sonoro suspiro que todos en la mesa escucharon mirándolo graciosamente.
--- ¿Qué le dijiste? --- preguntó Ginny.
Harry sólo levantó las cejas con un rostro de satisfacción hasta que se encontró con la mirada severa de Hagrid para luego mover los hombros.
--- ¿Empezamos la junta? --- preguntó Harry impaciente.
--- Claro....llámala. --- dijo Ron apuntando a la puerta.
Afuera había una leve brisa que opacaba los últimos días cálidos en Hogwarts y Hermione estaba de pie mirando el bosque prohibido a un costado de la puerta y esta se abre dejando ver a Harry que le dijo que ya iban a empezar con la junta del equipo. Al estar listos los cuatro Hagrid tomó una de las sillas sobrantes y salió afuera a los establos con sus mascotas.
--- ¿Todo bien Hermione? --- dijo Ginny al ver a su amiga afectada por la partida de Hagrid.
--- Todo bien Ginny. --- dijo Hermione no muy convencida.
--- Lee el reglamento Ron. --- dijo Harry.
--- Dice........se podrá constituir un equipo de Quidditch para jugar el campeonato de Hogwarts con cuatro integrantes pudiendo ser de distintas casas o bien de una misma.....Toda consulta y la propia inscripción deben efectuarse en el despacho de la subdirectora del colegio.......ya sabemos.........todo equipo en el formulario debe anotar: nombre del equipo, integrantes, tipo de escobas que se usarán. El resto de las características de un equipo como el uniforme, hinchas, propaganda es de responsabilidad de los integrantes y/o adherentes. --- leyó Ron.
--- Todo resuelto menos el nombre. --- dijo Ginny contenta.
--- Por el uniforme yo puedo pedirle ayuda a mi madre porque ella es maestra haciendo y arreglando ropa.......hay tiempo porque no hay fecha de inicio del torneo. --- dijo Ron.
--- Escribes el formulario Hermione....--- dijo Harry tendiéndole la hoja.
La joven tomó una pluma que le dio Ginny y esperaba a que alguien le dijera algo mirando a Ron impaciente.
--- Pienso en un nombre. --- dijo Ron.
--- No puede ser Gryffindor porque no representamos a la casa.....ningún equipo lo hará con la suya. --- dijo Ginny pensativa.
--- Todos contra Voldemort. --- dijo Harry.
--- Nadie quiere a Voldemort ni menos escuchar el nombre ni verlo escrito. --- dijo Hermione crítica.
--- No tiene nada de malo porque es absurdo que se le tenga miedo por eso........pero es cierto que puede molestar a los profesores. - dijo Harry.
--- Tú lo has dicho. --- dijo Ginny.
--- Entonces nada con Voldemort.........pero puede estar relacionado Harry. - dijo Ron.
--- Si tanto lo sientes así capitán. --- dijo Hermione.
--- ¿Capitán? --- dudó Harry.
--- Es algo dado por hecho Potter...........tu jugaste por la casa y debes recordar todas las instrucciones de Wood y además eres el que mas ha jugado. --- explicó Ron.
--- Está bien............pensé que el equipo podría llamarse el Frente para la Victoria porque eso significa algo para nosotros ya que no podemos mencionar a quien queremos ganarle. --- dijo Harry.
--- Dalo por hecho........lo escribí..........yo completo el resto. --- dijo Hermione.
--- Veo a alguien que sólo usa la escoba para sacar polvo, ah........salgamos a probarlas detrás de la cabaña de Hagrid. --- dijo Ron refiriéndose a Hermione.
Todos salieron de la cabaña doblando hacia atrás en donde estaba la huerta de Hagrid que era un terreno amplio hasta unos setos frondosos al fondo. Hermione estaba pegada a una cerca antigua con una escoba sostenida fuertemente con la mano, Harry se le acercó poniéndola nerviosa.
--- Relaja la mano sobre la escoba porque no es bueno presionarla mucho antes de volar.......eso sólo tenla como yo........ven. --- dijo Harry mientras Hermione lo seguía donde estaba el resto.
--- Móntala como lo hago......patea el piso........ves que se levanta un poco....ahora camina......sígueme.......sigues subiendo..........cuando te das cuenta de que pierdes el equilibrio gira al otro lado no más porque eso basta para recuperar el equilibrio.......toca el árbol........toca el árbol......ahora haz como que te acuestas hacia delante pon las manos frente a ti......y tus pies hacia la cola.........ladéate..........eso............tranquila.......ahora sube la escoba al cielo y extiende las piernas y sientes como vuela hacia arriba........ya para..para.......ya estás sobre el árbol........se puede ver el estadio desde aquí y las montañas.........viste que era fácil........vamos hasta cuando empiezan esos setos........de nuevo toda hacia delante y ¡vuela! .............Ahhhhhhhhhh......detente........bien........ves es rápida la Saeta.........pensé que la escoba de papá iba a botarme.........para parar cuando vas más rápido todavía........bajas un poco tus manos y pateas mucho menos........sola va a detenerse..........tenemos que bajar..........tal como volaste hasta aquí.......proyectas la escoba hacia abajo y para detenerte haces lo mismo......sígueme...................¡para! ¡para!.....bien.........estas de nuevo con los pies tocando el piso.........baja. ---
--- Mira a los Weasley. --- dijo Hermione señalando el cielo.
Los hermanos estaban volando sobre el terreno a gran velocidad en círculos para luego bajar donde sus amigos. Hermione al rato después voló un poco con Harry hasta saber dispararse al cielo mucho mejor que antes. Hagrid los llamaba desde la cabaña junto a una visita inesperada.
Los chicos fueron donde Hagrid a paso rápido.
--- Buenas tardes muchachos........me quedé viendo su interesante práctica de vuelo. --- dijo Albus Dumbledore.
--- Estamos practicando para el torneo director. --- dijo Harry.
--- Pareces ser buen profesor porque la señorita Granger vuela bastante bien. --- dijo Dumbledore.
--- Hermione le hace caso en todo a Potter.........o no. --- dijo Ron tendiéndole una sonrisa a ambos.
--- Hogwarts es el mejor lugar para querer. - dijo Dumbledore con ojos brillosos.
--- ¿Entramos director? --- dijo Hagrid respetuosamente abriendo la puerta.
--- Enseguida amigo mío..........que se cuiden muchachos........nos vemos. --- dijo el director entrando en la cabaña.
--- Así que Dumbledore nos miró todo el rato. --- dijo asombrada Ginny.
--- Tienes clase con Snape ahora......te voy a dejar Ginny. --- dijo Ron tomando la escoba de su hermana y la suya.
--- ¿Por qué la acompañas? --- preguntó Harry cuando Ron se alejaba con su hermana.
--- Ya sabes. --- dijo Ron apuntando a Hermione.
--- ¿Qué te pasa? --- dijo Harry al ver a Hermione sonrojada.
--- Nada ........me voy a la Sala Común......nos vemos. --- dijo Hermione yéndose.
--- Mejor ve donde McGonagall a entregar el formulario. ---- dijo Harry.
--- Está bien. --- dijo Hermione alejándose de Harry.
--- ¡No estás obedeciendo a Dumbledore! --- exclamó Harry sonriendo.
--- ¡¿Cómo?! --- dijo Hermione.
--- ¡Te quiero Hermione! --- dijo Harry en voz alta.
--- .......Tanto nervio Harry. --- dijo Hermione volviendo donde su novio.
--- Algo sientes. --- dijo Harry.
--- Parece........¿qué sientes tú? --- preguntó Hermione.
--- Me gustas tanto.........es eso.........todo el nervio pasó. --- dijo Harry suspirando.
--- ...........¡También me gustas! --- dijo Hermione acercándose mas a Harry.
--- Que espero. --- dijo Harry dándole un beso a Hermione que ella no rechazó.
Cuanto transcurrió en ese momento que cuando Harry abrazó a Hermione pudiendo ver detrás de ella el atardecer sobre las lomas del sur de Hogwarts y entre unos árboles en la explanada cerca de un sendero de piedras estaba parada una joven con túnica y su varita extendida contra la posición de Hermione.
--- Quiero que el Frente para la Victoria realmente peleé contra Lord Voldemort. --- dejó escapar Harry.
La joven desapareció detrás de unas volutas de humo mientras Harry la miraba hasta que Hermione se puso delante de él asintiendo con la cabeza.
--- Mientras que sea contra las Bludgers..... --- dijo Hermione.
CAPÍTULO 14
AQUA MORSMODRE
--- Mira allí viene McGonagall...........le encanta vernos a nosotros dos.......demasiado juntos......se incomoda.........dame ese gusto.........por favor.....--- pedía Harry a Hermione estando abrazados ellos dos en un pasillo próximo a la escalera de mármol.
--- Favor concedido. --- dijo Hermione dándole un beso a Harry cuando la profesora pasaba por el lado aclarándose la voz intentando que los jóvenes la escucharan.
--- Diga profesora. --- dijo Hermione azorada.
--- Falta un minuto para empezar la clase y ustedes todavía no bajan a la sala.......no se si tengan la habilidad de aparecer en un segundo en el aula..........--- dijo la profesora McGonagall desapareciendo dejando un leve humo gris.
--- Eras el atrasado en su clase al año pasado.......se fue el tiempo Harry....tranquilo. --- dijo Hermione no pudiendo aguantar la risa frente a un desencajado Harry.
--- ¿Vamos entonces? --- preguntó Harry.
--- Esa cara de pena no te la creo.........suficiente con que nos haya visto aquí.....Vamonos. --- dijo Hermione tomando de la mano a Harry hacia la escalera de mármol.
Tardaron algunos minutos en llegar todo cansados y se pegaron a la puerta escuchando la voz de la profesora dictando la clase y un rasgueo de plumas como sonido de fondo a las palabras de McGonagall. Hermione giró levemente la manija de la puerta entrando por detrás en el momento en que McGonagall revisaba unos libros de pie pero sin prestar atención a la clase, le hizo unas señas a Harry para que entrara a paso lento y llegaron a un banco al costado de un estante viejo en el fondo de la sala. El chirrido de las sillas cuando ambos se sentaron distrajeron a algunos de la clase mirando sorprendidos a la pareja que casi se desternilla de la risa al momento de sentarse y mirando de reojo a la profesora que se paseó peligrosamente frente a la fila de bancas en las que estaba la de Harry y Hermione sin mirar hacia atrás.
Todos miraban a los chicos que se sentaron tranquilos y suspirando de alivio por no ser detectados por la profesora y no evitaron mirar con vergüenza a la clase que les dirigía miradas de risa y cuchicheos por aquí y allá. Hermione sacó su cuaderno y la pluma mirando lo que hacían los demás que volvían a su trabajo al ver que nada anormal pasó.
--- ¿Trajiste el libro? --- murmuró Hermione a Harry.
--- ¡Mierda! --- maldijo Harry escuchándose en toda la sala.
Hermione le tapó la boca a Harry pero era tarde pues McGonagall se dirigía a ellos con rostro de enfado y negaba con la cabeza.
--- ¡No bastó con la advertencia que les lancé arriba! ¡Debieron haber llegado en silencio y los habría dejado pasar! ¡Potter dígale a todos porque dijo semejante palabra! --- despotricaba McGonagall.
--- Se me olvidó el libro de hoy........ella no lo tiene tampoco..--- dijo Harry señalando a su novia.
--- ¡Tú ibas a traerlo! ¡Si! --- exclamó Hermione.
--- ¡No me acordé Granger! ¡Imposible es acordarse de todo estando contigo! --- dijo Harry mirando a todos.
--- ¡Qué te hago! --- dijo Hermione con una mezcla de risa y tensión.
--- Disculpe profesora..........¡Me tienes dominada la mente........y el..........corazón! --- dijo Harry.
--- ¡Me dices esto aquí! --- dijo Hermione emocionada.
--- Nos vamos profesora.............claro si usted no dice otra cosa. --- dijo Harry riéndose.
--- Esto jamás lo había visto en una clase Potter........Con que derecho llegan ustedes a molestar a todo su curso........Que libertad se dan.......sin el libro no pueden trabajar.........váyanse mejor. --- dijo McGonagall volviendo adelante.
Harry condujo a Hermione afuera de la sala y se sentaron en un banco de piedra frente a uno de los patios interiores sin decirse nada y con la cabeza gacha. Harry miraba a Hermione que observaba su morral perdidamente.
--- Disculpa. --- dijo Harry con voz afectada.
--- Eso es para McGonagall.......nunca pensé que dirías eso. --- dijo Hermione levantando la cabeza.
--- Parece que me tomé a pecho lo que dijo Dumbledore hace unos días......no se Hermione pero sentía eso en el momento y no quise dejarlo pasar......tengo esa sensación contigo Hermione.......nada puede pasar tan rápido. --- dijo Harry.
--- No debes preocuparte por eso Harry......no vale la pena. --- dijo Hermione.
--- ......¿Va todo bien? --- preguntó Harry tomando las manos de Hermione.
--- Él no decide nada todavía.......hace semanas que no oigo nada extraño ni veo algo fuera de lo normal.....---- dijo Hermione viendo a todos lados.
--- Tú escribiste esa carta en que jurabas fidelidad a Voldemort........estaba junto con la de feliz cumpleaños....--- dijo Harry recordando.
--- Me acuerdo de ella porque a la mañana siguiente de una fiesta la vi tirada bajo mi cama en la casa de mi familia en Francia.......tomé como muggle la noche anterior hasta caer en la cama viendo mil cosas.......entre ellas Voldemort.....no sentía nada malo Harry..nada......pensaba lo que me estaba perdiendo cuando me negaba a tomar los tragos de los muggles o de mis padres en el fondo.....escribí esa carta de puro tomada que estaba.......me río porque esa fiesta fue increíble.....primero la de mi familia y la otra mas tarde cuando me invitaron unos primos a la casa de un conocido en las afueras de Vichy......si no fuera por las excursiones de Cristina por el bajo Londres también me habría perdido lo de Francia. --- contaba Hermione.
--- Me acuerdo de ella.......en el edificio. --- dijo Harry con ganas de decir algo mas pero Hermione se levantó mirando el patio con árboles frondosos que se mecían con una fría brisa.
--- Faltan dos horas para que termine la clase de Transformaciones......¿cómo matamos el rato? --- preguntó Harry.
--- Ganas de ir a la biblioteca no tengo, vamos a afuera a dar una vuelta......no sé nos sentamos frente al lago. --- dijo Hermione tomando su morral
Para muchos ese día marco el comienzo del término del verano pues la tarde estuvo muy nublada y una ligera llovizna chocaba contra el castillo mojando el ambiente. El ni se movía en la costa con estudiantes en los alrededores y muchos otros bajaban y subían por la explanada verdosa rumbo al castillo.
Ronald Weasley con Potter esperaban a Hermione a la vuelta del pasillo en donde estaba la oficina de McGonagall impacientes pues su amiga se estaba tardando demasiado.
--- ¿Vas a buscarla? --- preguntó Ron.
--- Ni quiero aparecerme delante de McGonagall ahora....--- dijo Harry.
--- Se desahogo con el curso cuando ustedes se fueron porque nos dio miles de deberes que teníamos que terminar en la misma clase.......varios protestaron pero lo que dijiste lo comentaron mucho Harry, si no te diste cuenta de eso con la clase de Snape fue porque echaba a todo el que hablara y como arrancaste detrás de Hermione cuando te dijo que tenía que venir donde la profesora y no escuchaste nada.......yo y los chicos de la casa te esperábamos para saber si planeaste lo de la mañana o realmente te salió en el momento.....queremos el dato Harry......hay hartas chicas y muchas esperando. --- dijo Ron.
--- ¿Todo bien? --- preguntó Harry cuando Hermione se acercó a sus amigos.
--- Sin problemas chicos......Ginny va a la junta, verdad. --- dijo Hermione avanzando por pasillo junto a los otros miembros del equipo del torneo.
--- Tiene una reunión del curso y algunos profesores para explicarles como serán las nuevas pruebas de sexto porque según me dijo ella todo lo logrado en las Matrículas en quinto será medido de forma distinta en su curso......estaba medio preocupada y le dije que fuera porque practicar no lo haríamos......vieron como está el día....todo nublado y frío. --- dijo Ron.
--- Justo fuimos a dar una vuelta al lago cuando brillaba el sol....--- dijo Harry.
Los chicos se fueron a la Sala Común porque decidieron no salir a los terrenos, se juntaron en una mesa sin ver todavía la hoja que repartieron en la tarde con los equipos de Quidditch establecidos y el método de campeonato.
--- Dice.....en total son dieciséis equipos con alumnos de las cuatro casas registrándose equipos con alumnos de distintas casa y otros de estudiantes de igual casa...........como nosotros.....tenemos el numero siete....miren.........Frente para la Victoria posición siete.......será un sistema eliminatorio en donde la primera ronda se enfrentan los dieciséis quedando eliminados ocho al primer partido.......luego otro sorteo con los ocho que queden y de los enfrentamientos quedan cuatro que también se sortean y de ellos salen los dos finalistas..........las reglas serán las mismas que el Quidditch normal obviando la de los cinco jugadores no aplicable en este caso........cualquier duda a.........bla......bla.....el torneo empieza el 18 de septiembre y se sorteará de todas las parejas la que juegue el primer partido. --- leyó Ron.
--- No es tan difícil eso......como tenemos la fecha podemos programar las prácticas.......pero nos falta Ginny para ver si tiene mucha tarea.......en nuestro caso los profesores nos dieron las fechas de controles y de las tareas así que en eso no tenemos problemas. --- dijo Harry.
--- Seguro encontramos tiempo para prácticas y para hacer una estrategia porque no conocemos a quienes nos vamos a enfrentar y además pueden que no hayan jugado nunca.......--- decía Ron cuando Harry lo interrumpió.
--- ¿Hermione? --- dijo Harry cuando su novia se iba de la mesa hacia la habitación de las chicas.
--- Ya vengo. --- dijo Hermione nerviosa.
--- Mírala Ron......está tensa y lleva una botella en la mano......--- dijo Harry dispuesto a levantarse pero Ron lo detuvo.
--- No la sigas Harry, no porque la escalera no te deje sino porque ella debe tener algo que hacer ahora.....nada más. --- dijo Ron rápidamente.
Nadie hubiese podido desviar la atención de Harry respecto a la inesperada subida de Hermione a la habitación de las chicas ni cuando siguió los consejos de Ron de no acribillar a preguntas a la joven apenas volviese a la mesa de estudio. Una lectura falsa del reglamento del torneo hizo pasar el tiempo hasta la esperada llegada de Hermione donde sus dos amigos. Ron miró de soslayo a Harry cuando Hermione se sentó en la mesa arreglándose el pelo con ambas manos.
Los dos chicos repararon en el detalle de que Hermione no traía su botella con la que subió, algo que de inmediato inquietó a Harry y puso a Ron en una especie de alerta temprana. El amigo de Harry garabateó unas palabras en un roñoso pergamino que tenía a su lado y se lo pasó a Harry quien hizo de todo para disimular la entrega de Ron.
¿Qué crees que hizo allá arriba? Su botella no está
Harry miró con enfado a Ron al tener las mismas dudas que él y ver a Hermione que miraba el dichoso formulario del torneo una vez más con rostro de honda preocupación seguido de un leve suspiro.
--- ¿Qué te pasa? --- preguntó Ron en voz baja.
--- Todo parece tan fácil leyendo esto porque basta con agruparnos bien dentro de la cancha y no dejar que el otro equipo anote ni menos que atrape la snitch, prometeme Harry que vas a atraparlas, por favor......Miren estoy muy nerviosa y mas aun porque yo no tengo idea de cómo jugar Quidditch.......bueno creo que puedo en una práctica y un torneo es otra cosa porque estoy segura que todos en el colegio van a querer participar ya que llevamos siglos sin ver un equipo o casa que levante una copa aquí en Hogwarts. --- dijo Hermione con sinceridad.
--- Y tu que te devoras los libros de Quiddtch como el que sacaste el otro día en la biblioteca. --- dijo Harry levantando las cejas.
--- Una cosa es leer reglas e historia y otra distinta es aprenderlas para jugar, yo lo hago para no parecer ignota en el lugar mientras medio colegio alucinaba con la batalla entre las casas, antiguamente. --- dijo Hermione jugando con el formulario.
--- Vas a tener que cambiar no mas Hermione, pienso que cuando llegue el dia en que nos toque jugar vas a estar bien y lista para golpear, anotar, buscar, defender........no sé. --- dijo Ron mirando a Harry con una sonrisa nerviosa.
--- Ahora tu planeas adivinar el futuro Ron porque nadie de nosotros tiene claro el puesto en que va a jugar porque no hemos hecho ni una practica seria....sólo le enseñamos a Hermione como no caerse mientras está allá arriba. Confío con que tu hermana va a definir un poco mas las cosas. --- dijo Harry mirando a ambos amigos.
Hermione, con el paso de la hora, se apesadumbraba con cada fantastica descripción de las principales maniobras del juego en general y recordaban los amagos del Campeonato Mundial de Quidditch en la emocionante final ocurrida años atrás. Simplemente la novia de Harry se hartó y pescó su morral y emprendió rumbo hacia las afueras de la Sala Común arrastrando los pasos cuando desapareció por la puerta de la Señora Gorda.
Ron miró el formulario con reglas y observó a su embelesado amigo que miraba la puerta de la Sala Común hipnotizado.
--- Entonces siguela. --- dejó escapar Ron tras un resoplido que sacó a Harry de la puerta.
--- ¿Qué? --- preguntó distraído Harry.
--- No aguanto tenerte tan nervioso Harry, mejor preguntale por su botella porque sé que no vas a quedarte tranquilo en todo el día porque piensas en algo malo, verdad. --- dijo Ron acomodándose en la silla.
--- ¿Cuando pienso que las cosas raras de Hermione son buenas o buena suerte?....Tengo un mal pensamiento Ron....si no tuviera tan buena memoria porque cuando vi la botella de Hermione de inmediato vi la botella que tomaba el falso Ojoloco Moody en el año del torneo de los Tres Magos.....esa era una poción multijugos....imposible. --- se reprochó Harry al ver ese recuerdo.
--- Anda a preguntarle Harry. Es lo más practico. --- dijo Ron convencido.
--- Bien........tú te encargas de informar a Ginny sobre el torneo. --- dijo Harry yendo a la puerta mientras Ron sólo asentía con la cabeza.
Apenas Harry se halló frente al banco que provocaba desconfianza a la Señora Gorda cuando lo miraba trataba de preguntarse a donde había ido Hermione pues ella sólo salió minutos antes aparentemente escaleras abajo. Harry siguió idéntico camino y a mitad de una de las multiples escaleras moviles de Hogwarts vio que las hermanas Patil iban hacia el, juntas como siempre.
Harry aceleró el paso rompiendo la conversación de las hermanas que vieron el gesto de Harry de ir hacia ellas con un rostro bastante azorado.
--- ¿Qué tal Harry? --- dijo Parvati.
--- Bien......y ustedes.. --- dijo Harry nervioso.
--- Como siempre Potter, ya suelta. --- dijo Parvati adivinando las intenciones de Harry.
--- Bueno, yo sólo quiero saber si saben donde está Hermione ahora si es que la han visto. --- dijo Harry bastante rápido.
--- Sólo entendí Hermione y del resto nada pero suponemos que andas buscándola, no. --- dijo la otra hermana sonriendo a Harry.
--- Tal cual. --- dijo Harry aliviado.
--- Se fue escaleras abajo rumbo a la biblioteca porque hoy planea estudiar Aritmancia y Pociones para las pruebas que son luego de los primeros partidos del torneo. --- dijo Parvati.
--- Ya sé donde ir ahora.........gracias....--- dijo Harry con una reverencia bajando la escalera.
--- ¡Potter! Esperemos que no te de un ataque de timidez con Granger allá arriba. --- dijo Parvati subiendo.
El joven entendió la indirecta de su compañera de grado y se rió sólo unos instantes en el rellano de la escalera a pocos pasos de un corredor lleno de armaduras que flanquean el paso a la escalera de la torre de la biblioteca. La ansiedad por lo desconocido puede mas que todo pues Harry llegó corriendo al pie de la escalera en donde días atrás le llevó los libros a Hermione cuando esta retiró el libro de Quidditch.
Al llegar al recinto lleno de altos estantes y multiples mesas Harry miró para todos lados tratando de encontrar a Hermione quien no estaba en las mesas de la entrada cerca de la bibliotecaria. Siguió hasta el pasillo del medio caminando lentamente y fijándose en las mesas que hay cada tanto entre los estantes, pero no halló a Hermione en esos lugares.
Harry buscaba sin orden lógico y hallaba sólo estudiantes de grados mas bajos quienes se devoraban los libros y sus pergaminos relucían de tanta tinta fresca. Se acercó a uno de los estantes apenas vio pasar a Severus Snape por el mismo pasillo con un cuaderno en las manos cerrado y con el ceño fruncido, como siempre.
Esperó que Snape doblara por otro pasillo para continuar con su paso presuroso viendo cada persona en el pasillo pero volvió a pegarse al estante tomando un libro de tapas negras y bastante grueso que abrió en una página cualquiera simulando estar leyendo. Era perceptible la respiración del profesor detrás de la nuca de Harry cuando él hojeaba el libro rápidamente, sintió una mano en su hombro y al voltearse se encontró con el frío y pálido rostro del profesor de Defensa contra las Artes Oscuras acribillándolo con sus ojos negros y ojerosos que trae.
--- ¿De qué huye Potter? --- preguntó Snape con una voz fría.
--- Sólo estoy viendo los libros profesor. --- respondió Harry de igual manera.
--- Es la segunda vez que paso cerca suyo y usted sólo atina a irse a los estantes de forma sospechosa, ¿qué hizo esta vez? --- dijo Snape examinando el libro de Harry.
--- Nada profesor. --- dijo Harry de forma dura.
--- Era de esperar que usted no tuviese ningún problema en presumir con esa forma de contestar las preguntas de un profesor Potter. Simplemente no hay manera de arreglar algo si ya viene defectuoso desde antes de su propia existencia...--- dijo Snape separándose un poco de Harry.
--- Usted no se haga el genio con lo que dijo tan cobardemente profesor, si va a atacar a alguien que conozco diga su nombre a menos que eso para usted sea muy doloroso. --- dijo Harry fulminando con la vista.
--- Escúchese Potter, esto la causa de usted se cree el muy importante y piensa que puede interpretar a todo el mundo. --- dijo Snape avanzando un paso hacia delante.
--- No tengo porque contestar todo lo que usted diga profesor. Nunca quise ser importante, usando sus palabras, todos sabemos quien lo hizo profesor y se bien porque usted se guarda tanto rencor contra varios.......lo vi.......acepto que un error ver sus pensamientos profesor pero si se trata de volver o ver algo que hayan hecho mis padres voy a correr el riesgo..........considérese afortunado de tener recuerdos de ellos profesor, acuérdese de que mi madre lo defendía pero usted la insultaba diciéndole sangre sucia tal como tratan a varias amigas que tengo......--- dijo Harry hasta que Snape siguió su paso sin responder por el pasillo al fondo.
Harry dio un hondo suspiro negando con la cabeza frente al estante y aún con el libro en sus manos. Dejó el libro en el estante sin saber de que se trataba.
Caminó hacia el fondo a paso lento hasta hallar un pasillo perpendicular que tomó algo mas relajado al sólo ver estudiantes conversando o estudiando y con esto había mas posibilidad de encontrar a Hermione. Volvió a pegarse a un estante pudiendo ver hacia el otro lado entre los espacios que había entre cada libro
--- Hermione.....--- murmuró Harry al ver a su novia sentada frente a una mesa y un libro abierto en sus manos.
A Harry se le aceleró el corazón como si fuera la primera vez que sintiera algo por ella y sin pensar tomó otro libro que abrió en las páginas centrales al mismo tiempo que su vista se oscureció unos segundos volviendo a ver el libro. Se tocó los ojos muy extrañado por el hecho de quedarse sin vista.
Luego se quejó de un punzante dolor en la cabeza que la sentía bastante pesada y se la tomó como si fuera a sostenerla, se tambaleó unos segundos sintiendo unos ruidos en su cabeza hasta que logró escuchar: .......Imperio........
Harry sobresaltó retornando a ver como siempre pero había una sensación de sueño que lo embargaba a cada hojeada que daba en el libro hasta que al llegar a la página 300 se encontró con un trozo de pergamino al mismo tiempo que esa sensación de sueño se iba.
--- Son muchos los caminos para encontrar la verdad. La verdad sobre la gente, el lugar y en fin sobre todo lo que te rodea........intenta buscarla aunque duela al resto pero saber de antemano te ahorrará sufrimiento al final de todo. --- leyó Harry el pergamino.
--- ........vuelve a leerlo. --- sonaba una voz dentro de la cabeza de Harry.
--- Hecho.....--- murmuró Harry automáticamente.
--- ........no dejes escapar la verdad Harry...........--- volvía a sonar la voz.
Harry asintió a la supuesta orden dada por la voz y otra vez lo dominaba una especial somnolencia que aún le permitía estar alerta a cada paso que daba aunque todos iban a la misma persona: Hermione.
Cada paso a Hermione significaba escuchar mas voces ininteligibles dentro de la cabeza de Harry y hubo un segundo de despertar en donde el joven se detuvo a metros de la mesa en donde Hermione estudiaba.
--- .............sigue........--- decía la voz.
--- ¿Quién eres tú? --- preguntó Harry mentalmente.
--- .........sigue............--- decía la voz con la misma intensidad.
--- ¿Estás hechizándome? --- preguntó Harry al recordar la palabra Imperio.
--- .........tú mismo no habrías llegado a la verdad como yo estoy haciéndolo contigo ahora, por favor sigue..............Imperio. --- dijo la voz que esta vez se escuchó muy nítida y resultó ser femenina.
Hermione no se daba cuenta de que Harry estaba justo detrás suyo con una expresión alerta pero vacía con sus ojos muy blancos que hacían un intento por poder ver mejor aunque Harry miraba bastante bien pero sentía como los ojos le pesaban e intentaba abrirlos pues sentía que se le caían.
--- ...........espera a que se vaya..............toma el morral. --- decía la voz femenina.
Hermione desvió su atención ver a un alumno que convulsionaba en medio del pasillo mientras el resto se limitaba a mirar con terror. La chica se levantó sin advertir en la presencia de Harry y fue corriendo a ver al chico que ahora convulsionaba mas lento. Miró a su alrededor sólo encontrando alumnos de primer año que estaban aterrados y sin moverse del sitio.
--- ¡Vayan a buscar un profesor! --- exclamó Hermione a los alumnos.
Nada de los gritos de los alumnos y de Hermione buscando ayuda ahora sacaron a Harry de su estado de somnolencia aunque ya estaba con el morral de Hermione en sus manos y dispuesto a abrirlo. Encontró las típicas notas de Hermione con su caligrafía estilizada y unos libros cortos antes de ver un estuche rojo que guardaba un peine, un lápiz labial, un espejo y otro espejo roto. Dejó de lado el estuche hurgando mas hacia dentro encontrando la botella que tanto le hizo pensar antes de llegar a la biblioteca.
--- ..........la botella..........--- dijo la voz.
Los ojos de Harry brillaron al ver la botella que contenía una inscripción en el medio escrita con tinta indeleble que Harry leyó: AQUA MORSMODRE.
Viéndose lúcido volteó la cabeza donde estaba Hermione y vio como estaba ella con el profesor Snape viendo al chico que se reponía de su ataque mientras el resto de los aterrados alumnos retrocedieron hasta llegar al pasillo perpendicular. Snape llamó a la conserje del castillo la señora Angelicus, mamá de la profesora Newey de pociones. Ella traía a la profesora McGonagall pues la celadora había visto el incidente del chico.
La subdirectora tomó al chico en sus brazos y lo llevó por el pasillo hacia fuera de la escalera mientras la multitud observaba con espanto al joven de primer año que estaba inconsciente pero vivo.
Hermione apenas se vio fuera de toda atención retornó a la mesa con una expresión de tristeza por el chico que le tocó ayudar. Cuando irguió su cabeza vio como Harry tocaba con ansiedad la botella que ella tenía en el morral y se le humedecieron sus ojos al ver la botella que con tanto cuidado al parecer ocultaba. No cabía en sí cuando el profesor Snape miraba lo mismo que ella al tiempo que se adelantaba a Hermione muy curioso por los movimientos de Harry que eran erráticos y sus ojos estaba completamente blancos pero obsesionados por la botella de Hermione.
--- ¡Potter! --- exclamó Snape al ver los ojos vacíos de Harry.
--- ¡ Profesor! ¡Qué le pasa! --- dijo Hermione al mismo tiempo que le retiraba la botella a Harry para que Snape no la viera.
La chica no supo donde poner la botella pues su morral estaba en las manos de Harry que mencionaba el nombre visto en la etiqueta hasta que Snape reconoció una de las palabras que Harry decía de forma cada vez mas nítida pero con el volumen de un murmullo: Morsmodre.
--- Señorita Granger, la botella. --- pidió Snape reparando en que la chica tenía las manos atrás y que tenía el rostro azorado.
--- ¿Por qué profesor? --- preguntó Hermione sin mucha fuerza pues Snape no esperó mas y le arrebató la botella de un tirón dejando a Hermione con una inmensa encrucijada mental en donde se mezclaba la inscripción de la botella, Harry, Snape y una sensación de pena por su secreto revelado por su propio novio quien aún parecía estar fuera de sí.
--- Aqua Morsmodre...--- dijo Snape mirando a Hermione fríamente.
--- Es......una poción para.............¡Harry! --- gritó Hermione al ver al joven desmayado en la mesa.
Snape levantó a Harry abriendole los ojos aunque estaba inconsciente y se fijó en lo vacíos que seguían estando y volteó su cabeza donde Hermione que miraba aterrada por muchas razones.
--- Su varita.--- pidió Snape con voz dura.
--- ¿Cómo? --- preguntó Hermione extrañada.
--- No hay nada mejor de ver a quien estaba mas cerca de alguien que está siendo controlado por un maleficio tan imperdonable como su complice silencio Granger, ¿quién mas pudo haber conjurado el maleficio Imperius a Potter estando usted tan cerca? --- dijo Snape.
Hermione negaba con la cabeza sin creer la conclusión del profesor Snape sobre el problema de Harry que ahora se despertó y sólo tuvo ojos para la poción que el profesor sostenía en una mano. La chica viéndose atrapada por Snape y un enfermo Harry entregó la varita de madera al profesor quien la miró de medio a medio sin sacarle sus preciados secretos.
--- ¡Revelate! --- conjuró Snape sosteniendo su varita contra la de Hermione que descansaba en la mesa.
Unos debiles rayos verdes salieron de ella pero nada mas y Snape con expresión resignada le devolvió la varita a Hermione quien la guardó en el bolsillo de su túnica. Se apoyó en el estante mirando reflexiva a Harry.
--- Vaya hacia delante y digale a la bibliotecaria que llevamos a un alumno hechizado...esto es para no provocar mayor miedo en el resto. --- ordenó Snape a Hermione-
La chica desapareció por el pasillo hacia la iluminada entrada mientras Snape separaba su atención de Harry que volvió a desmayarse para concentrarse en la botella de Hermione que estaba llena hasta la mitad de una solución acuosa incolora como el agua.
Al llegar Hermione vio que Snape le tendía la botella pidiendo explicaciones de su contenido pero la joven lejos de responderle escondió su cabeza entre las manos provocando rabia en Snape que le entregó la botella bruscamente y fue donde a Harry a levantarlo pues estaba despierto hacia ademanes de caminar hacia delante pero su estado lo hacía tambalearse.
--- ¿Adonde vamos?--- preguntó Hermione al ver a Snape cargando a Harry en un hombro.
--- A la enfermería para tratar a Potter y para que usted de explicaciones de porque posee una poción que se encuentra prohibida desde hace años por el Ministerio.......seguro que Madame Pomfrey sabrá darnos una buena explicación de porque usted necesita tomar algo tan nefasto como una poción que llega a lo mas profundo del alma de una persona. --- dijo Snape llevando a Harry dejando a Hermione atrás.
Hermione no tuvo mas opción que seguir al profesor Snape y que todos que estaban en la biblioteca miraran con terror renovado a Harry que divagaba cosas sin cuento y a Hermione que iba aguantando el llanto.
La llegada a la enfermería se vio acelerada pues desde abajo venía McGonagall que reparó en la escena y corrió donde el profesor sin entender el estado de Potter y ver a Hermione tan atribulada detrás.
Snape murmuró unas cosas a la profesora que la hicieron ir donde Hermione que no supo que decir. Inmediatamente McGonagall tomó a Hermione por el brazo llevándola los últimos escalones hasta la puerta de la enfermería que estaba desocupada salvo por una cama en donde estaba el chico con convulsiones que se hallaba durmiendo.
Harry llegó divagando y separado de Snape al momento en que Madame Pomfrey les cerraba el paso con una pequeña botella gris en la mano derecha y esperó a que Harry estuviera frente a ella para abrirla y vaciar su contenido en la boca logrando que se quedara quieto pero cayó inconsciente al piso de piedra. Hermione se sentó desconsolada en una cama mirando a Harry que con ayuda de los profesores presentes lo tendieron en la cama de enfrente y lateral a la del chico de primer año. Parecía que Harry dormía tan plácido como su inmediato compañero de cuarto pero a los pocos instantes se movía de un lado a otro murmurando cosas que ninguno de la enfermería supo entender.
McGonagall salió unos momentos de la enfermería cosa que aprovechó Snape para pedirle la botella a Hermione que estaba vez estaba mas alerta y muy suspicaz por el interés del profesor.
--- Usted deberá explicar que hace con una preparación tan avanzada en sus manos. --- dijo Snape interrumpido por la llegada de McGonagall junto a Albus Dumbledore que miró primero a Hermione que ocultó su mirada y luego a un delirante Harry que se movía sin parar en su cama.
--- Encontramos a Potter bajo un estado de conciencia externa mientras estaba junto a la señorita Granger al mismo tiempo del ataque del niño de primer año.....Potter halló una botella con una solución bastante peculiar en el morral de su compañera de curso. --- relató Snape.
--- Harry trata de escapar de quien lo hechizó, debe de escucharlo o escucharla e ignorando toda orden que le dicen ahora. --- dijo Dumbledore al acercarse a Harry.
--- ¿Hay evidencias de quien pudo haber hecho esto? --- preguntó Madame Pomfrey desde un botiquín.
--- Ninguna, verdad Severus. --- dijo Dumbledore esperando la confirmación de Snape.
--- No existen evidencias de que alguien cerca de Potter haya hecho el maleficio Imperius. --- dijo Snape repitiendo lo de Dumbledore.
--- ¿No habrá problema en sacar a Potter de ese estado? --- preguntó Madame.
--- Será fácil porque es un maleficio hecho para que cumpla una orden muy especifica y en ningún caso planea dominar el alma de Harry aun cuando pueda hacerlo después. Hay que tener cuidado con lo que Harry dice en sus sueños porque él cree estar sólo peleando contra quien lo hechizó.....de seguro va a cansarse y ahí debemos actuar porque el límite entre cordura y locura es muy sútil ahora. --- dijo Dumbledore volviendo su mirada a Hermione que se hallaba algo mas tranquila.
--- Resulta interesante ver las intenciones de Potter o de quien hizo el maleficio porque estaba obsesionado en hallar esta botella de Granger. --- dijo Snape mostrándole a todos la botella.
--- ¿Albus? --- dijo McGonagall preocupada.
--- Es inútil seguir guardando este secreto cuando hay tantos interesados y uno de ellos no está aquí sino en la mente de Harry ordenandole que recupere la botella.......eso dice Harry ahora. --- dijo Dumbledore observando a Harry.
--- Madame Pomfrey.......mire usted la poción. --- dijo Snape dándole la botella a la encargada del lugar.
--- Aqua Morsmodre......la poción de los marcados sin voluntad y de aquellos desesperados por no caer en las redes de cualquier manipulador. --- dijo la sanadora.
--- Jamás tuve la intención de mostrar la poción director.--- dijo Hermione arrepentida.
--- Tranquila Hermione. --- dijo Dumbledore mirando a Harry.
--- Esta callado. --- dijo Madame Pomfrey al ver a Harry quieto.
Dumbledore tomó su varita de un bolsillo de su larga túnica y la apuntó en la frente de Harry a un costado de la conocida cicatriz que lo une con Voldemort. Tocó con la varita la cabeza de Harry al tiempo que volvía a convulsionarse y gemía de dolor pero Dumbledore seguía presionando la cabeza del joven que estaba cerca de gritar de dolor. Hermione se tapó la cara con ambas manos sin ver a su novio que estaba siendo tratado por el director de Hogwarts.
McGonagall se acercó a Hermione tendiéndole un brazo en su hombro logrando que saliera de su ensimismamiento.
--- Va a pasar Hermione.......Harry estará bien. --- dijo con dificultad la profesora.
--- Aresto Momentum. --- murmuró Dumbledore logrando que Harry se calmara soltando un breve suspiro y respirando con normalidad.
--- ¿Está bien? --- preguntó McGonagall.
--- Sí.......Harry sólo no quería dejarse dominar a pesar de que ya el maleficio le fue retirado por el mago o bruja........estaba peleando en su mente contra quien sabe uno......dejalo estar aquí el resto del día. --- dijo Dumbledore mirando a Madame Pomfrey.
--- Por supuesto. --- dijo la sanadora menos tensa y esbozando una sonrisa.
--- Ahora que Potter está repuesto del maleficio podemos preguntarle a Granger que hace con semejante poción. --- dijo Snape tenso.
--- No hay lugar aquí para rencores ni menos para aparentar ser un ignorante en las Artes Oscuras de Lord Voldemort. --- dijo Dumbledore a Snape.
--- ¡Porta Petrifucus! --- conjuró Madame Pomfrey sellando las puertas de la enfermería.
--- ¿Y el niño? --- preguntó McGonagall.
--- Está muy dormido con la poción de la profesora Sprout para convulsiones, no despertará. --- dijo Madame Pomfrey a todos.
--- Te digo Severus que no sirve de nada ocultar el pasado de uno, Hermione sufre de lo mismo que tú......teme ser convocada por Lord Voldemort porque tiene su marca.......las intenciones no son malas ni tampoco anda buscando poder ni entablar alguna relación con ese mago Severus. Tú hacías lo mismo apenas te salvé del juicio en Azkaban logramos probar que te habías desligado del poder de Lord Voldemort pero nunca estuve convencido de que él murió sino que seguía vivo y en condiciones desconocidas para todos.resultó que quedó menos de media persona luego del ataque a los Potter. Aún así te protegiste tomando la misma poción que Hermione porque estaba el convencimiento de que nunca despareció.
Reconozco que fue mucho ver una poción así en un lugar tan expuesto como la biblioteca, siempre ocultabas tus pociones y mucho mas la Morsmodre, incluso de mí pero nunca tu deposito de pociones estuvo fuera de mi alcance y vigilaba que estabas tomándotela, era falta de confianza pero tu regreso a la cordura tuvo su precio.......te salvé y te dí la mejor protección medieval contra voluntades oscuras pero perdiste la confianza de muchos......ese es el precio a pagar por volver a ser bueno aunque todos son blanco y negro en este mundo. Digo esto con la intención de no hacerte sufrir sino para que Hermione sepa que su secreto está en buenas manos, tú siempre guardaste loas oscuros secretos y te costó trabajo darlos a quienes perseguían a Lord Voldemort y perdiste ese derecho a reservarte cosas de tu vida que muchos dejarían en un baúl de recuerdos. Hermione debe entender que este secreto está a salvo contigo Severus porque uno de tus pocos secretos es la misma poción que tu aplicada alumna......descuida Hermione.......sigue como hasta ahora. --- dijo Dumbledore mirando a Snape y Hermione.
--- Como diga profesor.........¡HARRY! --- exclamó Hermione al ver que Harry despertaba.
Hermionfue hasta su cama esperanzada en poder hablar con Harry ignorando a Madame Pomfrey que no quería dejarle halar con Harry.
--- Mejor será que nos vayamos...--- dijo Dumbledore al resto ver a la contenta Hermione junto a un somnoliento Harry.
Se quedaron solos y Hermione le tomó la mano a Harry tratando de despertarlo y él hacía intentos por levantarse pero su novia le dijo que mejor siguiera recostado.
--- Her.....mio....ne. ---- dijo Harry con dificultad pero contento.
---Sólo quería estar contigo porque el resto ya me estaba llenando. --- dijo Hermione suspirando.
--- Mi cabeza........--- se quejó Harry tocándose la frente.
--- Dumbledore te liberó de...tus pensamientos. --- dijo Hermione encontrando las palabras.
--- Ella no quería dejarme.......quería tu botella........yo también la quiero. --- dijo Harry sollozando y apartando la vista de Hermione.
--- Eso no importa ahora Harry....sólo me preguntó quien mas quería saber todo.--- dijo Hermione cambiando el tono de voz.
--- Una mujer.....sólo me ordenaba cosas. --- dijo Harry levantándose.
--- Nunca iba a revelar la botella, tenía la idea de que eso debía permanecer conmigo porque lo juré ante Dumbledore cuando me la entrego.....nunca traté de decirlo, lo aparté hacia mis secretos de tal forma que no iba a salir nada. --- dijo Hermione.
--- No entiendo. --- dijo Harry sentándose la lado de Hermione.
--- Esa poción Harry es para que Voldemort no atraviese mi alma a través de la marca tenebrosa que tengo en el brazo, eso hace. --- dijo Hermione con dificultad.
--- Así que eres un mortifago que se esté disfrazando de Hermione....---- dijo Harry con una tímida sonrisa.
--- No......sólo por la Marca. --- dijo Hermione escueta.
--- Comprendo Hermione......si quieres no digas mas siento que ya me meto demasiado. --- dijo Harry apoyando su cabeza en el hombro de Hermione.
--- Sientes las campanadas del reloj.... ni idea de la hora. --- dijo Hermione mirando a Harry.
--- Son las tres de la tarde........--- dijo Harry dándole un beso a Hermione en la boca.
--- Debo tomar la poción. --- dijo Hermione con temor.
--- Así que tienes una rutina. --- dijo Harry no queriendo separarse de Hermione.
--- El odioso de Snape me dejó la botella en la mesa..........sólo un pequeño sorbo. --- dijo Hermione tomando un poco de la solución incolora.
--- ¿Qué tal? --- preguntó Harry haciendo una muesca de asco.
--- Arde.........bueno ya la tomé por hoy. --- dijo Hermione volviendo a sentarse al lado de Harry.
--- ¿Te es difícil compartir esto? --- preguntó Harry.
--- Muy difícil..........basta que alguien vea la botella y sepa que tengo esa marca. --- dijo Hermione dándole otro beso a Harry.
--- ¿Y Ron? --- preguntó Harry molesto.
--- No hay problema en decirle a él........lo que vale es la confianza. --- dijo Hermione abrazada a Harry.
Harry no dijo nada mas y volvió a darle un beso a Hermione pero esta vez no se separaron hasta que unos quejidos los distrajeron. Resultó ser el niño de primer año que despertaba y sentía dolores por todo el cuerpo hasta que cayó desmayado al piso y muy pálido.
Hermione no hizo caso de las dudas de Harry y corrió hasta la puerta de la enfermería que estaba petrificada.
--- ¡Alohomora! --- conjuró Hermione pero sólo consiguió despegar algunos bloques de piedra.
--- ¡Aqua Porta! --- conjuró Harry pero el rayo azul acuoso de fue contra la pared de la enfermería mojándola y dejándola inestable.
--- ¡Porta Aqua! --- conjuró Hermione logrando retirar toda la roca y sólo quedando la puerta mojada.
La joven abrió la puerta y se encontró con la sanadora con unas orejas extensibles puestas y se asustó apenas vio a Hermione quien la metió adentro de la enfermería para que viera al chico que yacía inerte en el piso.
Madame Pomfrey le tomó la mano viendo lo frió que estaba mientras Harry le sostenía la cabeza y miró a la sanadora con cara de incredulidad. Ella simplemente asintió y cerró los ojos del chico que estaban abiertos y blancos.
--- ¿Maldición? --- preguntó Harry al ver que Hermione se sentó en la cama resignada.
La encargada de la enfermería no dijo nada y tomó al chico acostándole sobre la cama y luego fue a una alacena encontrando una larga túnica verde que tendió sobre el cuerpo del chico. Por la puerta abierta entró McGonagall encontrando a todos rodeando la cama del chico que estaba muy dormido.
Madame Pomfrey negó con la cabeza a la subdirectora y esta bajó su cabeza contemplando el piso de piedra sin rumbo alguno hasta que miró fijamente a Harry que miraba a Hermione iba hasta la cama en donde estaba Harry acostado antes y sacó su botella y la guardó en el morral encontrándose con la fulminante mirada de McGonagall, cosa que hizo sentirse mal a la joven que se paró frente a la subdirectora que la miraba de forma severa.
--- Salga con Potter. --- dijo mirando a la chica y luego a Harry que estaba pendiente de Hermione.
Ambos jóvenes vieron como las puertas de la enfermería se cerraron quedando en medio del pasillo transitado por muchos estudiantes portando mochilas, libros, pergaminos y uno que otro profesor apurado por llegar a la sala antes que sus alumnos y también se encontraron con Ronald mirándolos contento desde la escalera por donde antes llegaron al piso de la enfermería.
Harry asintió con la cabeza a Ron que lo miraba atentamente pero bajó su cabeza sin decir nada mientras que Hermione fue donde su pecoso amigo y le empezó a hablar cosas que supuestamente nadie debía enterarse pero con tanta gente pasando sin prestar atención a dos alumnos conversando en medio del pasillo el secreto de Hermione pasaba desapercibido a menos que uno de los tres dijese algo.
CAPÍTULO 15
LOS MAGOS DEL NORTE
Cada bandera de Hogwarts dentro del Gran Salón estaba con un crespón negro y de cada cuadro colgaba la inscripción: EN HONOR A JACK HOLLOM.
Muchos estudiantes se quedaban mirando las inscripciones preguntándose si ya el cuerpo del fallecido niño de primer año por unas extrañas convulsiones en la biblioteca aún permanecía en el colegio o ya sus familiares se lo habían llevado. Sin embargo el ambiente en Hogwarts seguía siendo el normal a pesar de las multiples citas de los profesores recordando las travesuras del muchacho cada vez que enfrentaban una cátedra.
Mary Vector tenía a cargo la cátedra de Aritmancia Obligatoria para los alumnos de séptimo año y tres días después del incidente en la biblioteca dio su parecer a la clase que esperaba expectante aunque dos personas sentadas en el último banco poco podían hacer para separarse de ese pésimo recuerdo. Vector recordó las veces que vio al muchacho jugando con otros de igual edad hace unos dias y nada presagiaba que algo malo podría ocurrirle ni menos a cualquier estudiante del colegio. Muchas veces la maestra Vector, en la clase, les preguntaba a los alumnos que sentían cuando uno de sus pares moría porque eso ya no parecía de lo más raro y varios citaban a antiguos recuerdos como Cedric Diggory y Draco Malfoy.
No sólo Jack Hollom volcaba los corazones de Harry y Hermione en el último banco sino que escucharon el nombre de Draco Malfoy saliendo de una alumna de Slytherin unos bancos más adelante cuando Vector hablaba con ella. Ronald miraba fijamente a sus dos amigos que no dejaban de mirarse cada vez que Vector avanzaba un banco.
Harry vio como la maestra se volvió a Ron que estaba sentando en el banco lateral al de él y Hermione. Ron contaba algunas cosas sobre como fue lo de Cedric y algo de Malfoy pero no lo suficiente para zafarse a la maestra pues tenía las punzantes miradas de Harry y Hermione desde el lado atentas a cualquier pregunta insidiosa de la maestra.
Luego Vector fue al banco de los dos novios de Gryffindor y estos saludaron cortésmente y ahora era Ron quien prestaba atención a sus amigos y en especial a Harry que contestaba con monosílabos cada pregunta de Vector. Hermione habló sobre Cedric algo sorprendida de que Harry no se refiriera a él luego de tanto tiempo y también ella habló sobre que sintió en el velorio de Draco Malfoy en medio de Hogwarts la temporada pasada luego que Harry apoderado de ira correteó a Malfoy hasta llegar a unas casas abandonadas en los linderos del colegio y lo asesinara con la maldición Cruciatus un largo rato. Claro está que lo último no lo mencionó a la maestra que se dio por satisfecha y volvió al pizarrón para anotar los nuevos capítulos de lectura intensiva de la clase que estaba recién empezando luego de las largas peroratas de Vector con los alumnos de séptimo.
Hermione intentaba prestar la mayor atención posible a los capítulos del libro pero se distraía mirando como Harry miraba la página veinte unas veinte veces sin siquiera pegar los ojos en alguna oración sino que a veces los cerraba evitando que por ellos resbalara alguna lágrima.
--- Harry.....--- dijo Hermione al oído y apoyando su cabeza en el hombro de Harry.
--- Estoy bien. --- dijo Harry en voz baja y escribiéndolo en un pergamino abierto.
--- Dile a Vector que te sientes mal. --- dijo Hermione mirando a Harry.
--- No te preocupes puedo estar toda la clase. Lo menos que quiero es salir y descubrir que McGonagall está siguiendo mis pasos para ver si vengo a esta clase. --- dijo Harry resignado.
--- Quedate, pero por lo menos haz que lees y si no puedes.......aguantarte.....te vas. --- dijo Hermione haciendo un disimulado cariño en el pelo a Harry.
Al rato después golpeaban la puerta del salón de Aritmancia y Vector fue a abrir a pesar de la cortesía de Seamus Finnigan que estaba cerca de la puerta viendo lo concentrados que estaban Harry y Hermione en su lectura.
Vector hizo pasar a Ginny Weasley, hermana de Ron, quien le dijo unas cosas al oido y pegó una mirada de soslayo a los amigos de su hermano que estaban leyendo del mismo libro en el banco.
--- ¿McGonagall dices? --- dijo Vector levantando un poco la voz.
--- Necesito a alguien de mi equipo de Quidditch y como todos están en su clase, por eso vine. La profesora McGonagall sólo espera a que traiga alguno......es más ella fue a mi salón a avisar que requería miembros del equipo para el sorteo. --- dijo Ginny mirando a su hermano que se hacía el desentendido.
--- Está bien.........Potter.....vaya con Weasley........¡Ginny Weasley!.....lo necesita McGonagall. ---- dijo Vector detrás de Harry y Hermione.
Harry se levantó de la mesa torpemente botando el libro de Aritmancia que Hermione recogió. Además se llevó su mochila con la intención de no volver a la clase a menos que la maestra dijera lo contrario. Siguió a Ginny a fuera que estaba muy ansiosa.
--- Tengo que volver a Pociones con Newey que está muy melosa hoy.......McGonagall está en el Gran Salón para el sorteo de los equipos del torneo......Buena suerte. --- dijo Ginny emprendiendo vuelo por el pasillo rumbo al norte.
Harry hizo un resoplido mientras avanzaba por el pasillo rumbo a las primeras escaleras cercanas al aula de Mary Vector. Enfiló por aquella que se movía hasta conectar con la escalera de mármol que daba directamente al Gran Salón luego de caminar un buen rato.
Llegó a un Gran Salón que estaba con algunos alumnos y la profesora McGonagall sostenía un ánfora verde en el taburete usado por el Sombrero Seleccionador.
--- Podemos empezar ahora que llegó el señor Potter miembro del equipo siete y el asistente que faltaba al sorteo. Harry siéntate en la mesa en donde están todos. --- dijo McGonagall al advertir la presencia de Harry.
Habían quince alumnos mas aparte de Harry sentados sobre la mesa de Hufflepuff y eran de distintos niveles. Esperaban muy ansiosos los partidos del futuro torneo de Quidditch mientras McGonagall sacaba su varita de la raída túnica y apuntaba con ella al ánfora.
--- Dentro de eso están los nombres de cada equipo y cada dos que saque esas serán las parejas de rivales en la primera ronda y al final de las parejas haremos papelillos con ambos nombres y los afortunados serán quienes inauguren el torneo el próximo sábado dieciocho de septiembre a las once de la mañana en nuestro estadio.........entendido....muy bien muchachos......el último de los sentados cerca de las puertas que venga a retirar el primer papel.......¡Potter! ¡Potter!......--- llamaba McGonagall a un distraído Harry.
Harry no esperó otro furioso llamado de McGonagall y fue directo donde ella sacó del ánfora un papel que no tenía nada escrito hasta que McGonagall apuntó con su varita conjurando: Caligrafia y un nombre apareció en el papel: FRENTE PARA LA VICTORIA.
--- Justo su equipo Potter. --- dijo McGonagall prestándole atención al papel.
Luego Harry sacó otro papel que después decía: LOS MERODEADORES.
--- Primera pareja: Frente para la Victoria y Los Merodeadores. --- dijo McGonagall en voz alta.
Harry volvió al final a sentarse sin mirar al resto contemplando los papeles que indicaban la pareja de rivales entre su equipo y Los Merodeadores. El resto del sorteo transcurrió de la misma forma y ocho de los dieciséis portaban las parejas sorteadas.
--- Bien.....está pendiente quienes jugarán este sábado 18 en la mañana y voy a atar en un solo papel el nombre de los dos equipos y quien salga primero es la pareja escogida para inaugurar...........¡Recent Caligrafia Ligato!--- conjuró McGonagall apareciendo ocho papeles que puso en el ánfora y que ya estaban escritos.
McGonagall puso una mano dentro del ánfora y sacó un papel que miró unos segundos antes de mostrarlo a todos que estaban muy nerviosos pues era algo muy personal si partir el torneo era una ventaja o no.
--- Frente para la Victoria y Los Merodeadores. --- dijo McGonagall con voz fuerte.
Harry estaba perplejo y con esa misma sensación fue a retirar el formulario del equipo que era requisito para jugar.
--- El formulario deben traerlo el día que les toque la práctica.........ese día está señalado en letras azules al final del mismo.....pueden retirarse. --- dijo McGonagall llevándose el ánfora por la puerta de los Campeones y desapareciendo el taburete desde la puerta.
Luego del sorteo de las parejas rivales, Harry caminó hasta los primeros escalones de la escalera de mármol para sentarse y ver bien el formulario entregado por la profesora McGonagall minutos antes y en donde Harry no le prestó demasiada atención. Miró primero la hoja blanca en donde debía escribirse el nombre de cada integrante y su posible función dentro del equipo junto con los numeros de cada jugador. Además estaba la pareja rival que en este caso decía en negrilla LOS MERODEADORES.
La otra hoja era sólo la mitad de la primera y de color azul y que tenía una escritura manuscrita con tinta color amarillo que Harry leyó en voz baja:
FRENTE PARA LA VICTORIA, ENTRENAMIENTO EN EL ESTADIO, JUEVES PRÓXIMO DESDE LAS SIETE DE LA TARDE. FAVOR DE ENTREGAR EL FORMULARIO LLENO A ESA HORA AL ENCARGADO(A) DEL ESTADIO CORRESPONDIENTE EN LA OFICINA LATERAL A LOS VESTUARIOS COMUNES.
MINERVA MCGONAGALL, SUBDIRECTORA.
Harry miró hacia atrás sintiendo algunas pisadas pero sólo eran alumnos de primer año que bajaban a las mazmorras de pociones por lo que el joven gryffindor alcanzó a escuchar en ese momento. Dobló el formulario por la mitad y fue escaleras arriba llegando al pasillo que daba con las multiples escaleras que llevan a los pisos superiores pero en ese momento ninguna se detenía en donde estaba Harry que adoptaba una actitud impaciente.
Volvió al corredor del aula de Aritmancia pero no se animó a entrar pues aún estaba en curso la clase al escuchar la voz de Vector dictando deberes. La última palabras no alegró a Harry que se reprochaba no haber entrado y así no perder la clase de la profesora. La voz de Vector se escuchaba de forma más débil cuando el novio de Hermione se sentó en unas bancas que se ubicaban frente a un cuadro de una princesa medieval unos pasos al costado este de la puerta del aula de Vector.
Estuvo un largo rato contemplando pensativo el cuadro de la princesa prisionera por un dragón que lanzaba miles de lenguas de fuego a todo el paisaje mientras la bella mujer buscaba algún sitio seguro. Ella se movía hacia delante en el cuadro en donde no hallaba escapatoria así como el dragón no avanzaba más allá de las puertas del destruido castillo. La princesa miraba tristemente a Harry que en vano le dirigió la mirada sólo encontrando unas manos que pegaban en los bordes del cuadro buscando salir de allí.
Un golpe agudo sacó a Harry de tan trágico cuento volteando su cabeza hacia las puertas de la sala de Aritmancia que estaban abiertas de par en par con los compañeros de curso saliendo hacia el otro lado y sólo algunos repararon en la presencia de Harry hacia el costado opuesto y fueron donde él con cierta ansiedad.
--- ¿Qué tal chicos? --- saludó Harry a la defensiva a los dos amigos que se le acercaron.
--- Si tú quieres que la profesora de Aritmancia no te vea mejor pudiste haber esperado a la vuelta del pasillo, todos vamos al Gran Salón a ver como está organizado el torneo porque Vector nos dio el anunció de que Dumbledore iba a referirse a eso en cuanto todos los cursos terminaran las clases de la tarde, o sea nosotros éramos los últimos. --- dijo Seamus.
--- ¿Dumbledore? --- dijo Harry poco seguro.
--- Como escuchaste Harry, ¿vas a venir? --- preguntó Dean que secundaba a Seamus.
--- Prefiero hablar con el equipo y contarles como nos fue....--- dijo Harry algo culposo.
--- Te fue mal, cierto. Lo digo por tus ganas. --- dijo Seamus mirando hacia donde todos iban.
--- Somos los primeros el sábado frente a un equipo de otro nivel......fue hace rato, pasa que no quería entrar donde Vector. --- dijo Harry.
--- Seguro que Hermione va a decirte que hizo la señora, además se puso a dictar y no se fijó en nadie desde que empezó a preguntarle a todos que tal nos habíamos sentido cuando moría un estudiante. --- dijo Dean que dio unos pasos hacia el lado opuesto.
--- Vayan donde Dumbledore mejor.....--- dijo Harry levantándose de la banca.
--- Adios Potter....--- dijeron ambos amigos dejando sólo a Harry en el corredor.
Esperó que Dean y Seamus se perdieran hacia abajo para ir a la puerta del salón que aún estaba abierta y con gente adentro. Harry estiró la cabeza mirando furtivamente logrando ver a Ron y Hermione hablando con Vector sobre la prueba que había fijado para el día 21 de septiembre.
--- Genial........partido y prueba de Aritmancia. --- dejó escapar Harry volviendo al pasillo.
--- Eso quería preguntarle profesora......el temario de su prueba....--- dijo Hermione desde dentro.
--- Bueno chicos......debo revisar algunos controles de los electivos de quinto así que pueden irse. --- dijo Vector amablemente.
Harry se incorporó viendo que sus amigos ya estaban desocupados luego de la despedida de la profesora. Ron salió primero sorprendido por ver a Harry allí y después Hermione que de inmediato fijó su vista en el papel que portaba Harry.
--- ¿Cómo nos fue? --- preguntó nerviosa Hermione.
--- Hermione..........Ron..........nos toca enfrentarnos con Los Merodeadores el próximo sábado. --- dijo Harry lentamente.
--- ¡Qué pronto! --- exclamó Ron esbozando una sonrisa.
--- ¿Hermione? --- dijo Harry al ver a su novia preocupada.
--- Mientras tanto piensen que sólo tres miembros del equipo saben jugar Quidditch......yo no tenía ningún expectativa por saber el día que nos tocara pero confiaba en que iba a tener el suficiente tiempo para saber como golpear una Bludger o la Quaffle. --- dijo Hermione moviendo los hombros.
--- Creo que todos encontramos que es poco tiempo Hermione, nos toca practicar en la cancha el jueves a las siete..........cada equipo puede probarla y nos asignaron ese día. --- dijo Harry mostrando el papel azul a Ron.
--- Animate Hermy, mañana es el último día en que podrás caerte de la Saeta de Fuego. --- dijo Ron dando unas palmadas en el hombro de su amiga.
--- Que buen compañero. --- dijo Hermione con la tensa risa.
--- En realidad es la única vez en donde podremos simular un partido bastante rato y sabrás que necesitas para dominar la escoba mientras traten de golpearte. --- dijo Harry a Hermione.
--- ¿Será la última vez que practiquemos antes del sábado? --- preguntó Hermione tomando el formulario que le tendió Ron.
--- Con pelotas oficiales y estadio sí........pero tenemos que ver como vamos a ubicarnos en la cancha y además hacer alguna estrategia. --- dijo Ron.
--- Hoy en la tarde........apenas Ginny esté desocupada de alguna cosa o que Dumbledore no se mande un largo discurso. --- dijo Harry quejoso.
--- Todas las clases ya terminaron Harry, Ginny debe estar abajo buscándonos. --- dijo Ron.
--- Voy a buscarla, ustedes mientras planifiquen algo.........piensen en el poco tiempo que tenemos.......vayan a la Sala Común. --- dijo Hermione retirándose por donde se fue el resto de los alumnos.
Harry y Ron aceptaron la idea de Hermione y caminaron rápido a la Sala Común llegando justo en el instante en que una pequeña escalera llegó al rellano en donde estaban y que conectaba con otro corredor colindante con el que se ubicaba el cuadro de la Dama Gorda.
Ya dentro se ubicaron en unos sillones cerca de la chimenea que tenía sus cenizas apagadas y los ventanales del lugar estaban abiertos dejando pasar un fresca brisa y permitiendo apreciar todos terrenos de Hogwarts bajo un cielo despejado.
--- Para que Hermione sepa donde va a volar y como tenemos que simular un juego al estilo Oliver Wood. --- dijo Ron sacando una pluma y un pergamino.
--- Bueno, dibuja la cancha mientras trato de acordarme como nos animaba el capitán. --- dijo Harry acostando en el sillón.
Un congresista inglés de un retrato señalaba el reloj cucu que estaba en la entrada de la escalera de caracol que conducía a la habitación de los hombres de manera muy entusiasta dejando escapar que era la hora del té.
--- Allí vienen. --- dijo Ron con la pluma seca en la boca al ver a su hermana y a Hermione entrando cuando sonaban las campanadas de las seis.
--- ¿Y ese estadio? --- preguntó Ginny al ver el dibujo de Ron.
--- Necesitamos planear el juego y la forma de cómo practicaremos mañana. --- dijo Harry levantándose con cara de sueño.
--- ¿Qué dices? --- preguntó Ginny a una pensativa Hermione.
--- Está bien.......que el capitán diga que debemos hacer. --- dijo Hermione mirando fijamente a Harry.
Ron le entregó la pluma a Harry que colocó el papel en la mesita frente a los dos sillones y empezó a explicar que hacía cada posición a la vez que Ginny iba comentándole a Hermione cada cosa que no entendiera de Harry y Ron explicaba que maniobras podían hacerse dentro de la cancha. Al cabo de un buen rato Hermione debió dibujar cada movimiento básico que le fueron mencionando y dibujando los otros miembros del equipo, pero está vez en otro pergamino vacío.
La chica se acordaba de todo aunque no estaba segura de las maniobras que debían hacerse y dijo que mejor le dijeran que posición en el equipo ocupara.
--- Harry es el buscador. --- dijo Ginny a Hermione.
--- Quiere decir que no va a estar mucho en la cancha con nosotros. --- dijo Hermione mirando a Ginny.
--- Él va a estar buscando la snitch para ganar el partido y depende del curso que tome esa pelota para ver si necesita entrar a la cancha......y, se me olvidaba, depende del buscador del equipo contrario.....eso tiene una estrategia. --- dijo Ginny.
--- Ginny será la delantera. --- dijo Harry mirando a Ron.
--- Yo defensa. --- dijo Ron sonriendo.
--- ¡Me dejan a mí las Bludgers! --- reclamó Hermione.
--- Es lo más débil conmigo y mi hermana.......el buscador sólo va a arrancar de ellas. --- dijo Ron tratando de convencer a Hermione.
--- Tendrás que golpear a los del otro equipo de forma indirecta........sino harás falta y cuando puedas ayudar a distraer las bludgers del equipo contrario cuando quieran golpearnos. --- dijo Harry.
--- Si quieres jugar bien mañana en la práctica y después el sábado comienza por estar mas tranquila porque no vas a estar sola dentro de la cancha, no pienses que tendrás a todo el otro equipo jugando contra ti......uno va a andar buscando y debes bloquearlo si se acerca mucho al campo porque puede que tenga la snitch avistada, distraer al tipo de la Quaffle cada vez que me eluda o Ron esté en una posición difícil y golpear todas las bludgers que quieran hacernos daño mientras tú estés cerca, si no es tarea de cada uno escapar de ellas. --- dijo Ginny tomando los hombros de Hermione.
--- Hacía falta eso. --- dijo Hermione más tranquila.
--- Piensa en todo lo que hemos dicho y dibujado hasta que practiquemos mañana.......en el estadio tendremos que volar y simular todo. --- dijo Harry.
--- Reconozco que este era el mejor momento para juntarnos porque tengo que ir donde McGonagall a la cita de orientación vocacional que se les hace por primera vez a los alumnos de sexto en diez minutos. --- dijo Ginny levantando su mochila del piso.
La hermana de Ron se despidio de todo y se fue por la puerta de la Señora Gorda mientras la sala de Gryffindor estaba con alumnos ocupando las mesas y varios conversando por allí.
--- ¿Adonde vas? --- preguntó Harry al ver que Hermione también se levantaba.
--- A la biblioteca a buscar libros para que estudiemos más tarde.......¿me guardas los dibujos Harry? --- dijo Hermione dándole los pergaminos a su novio.
--- Anda. --- dijo Harry sonriendo.
--- Adios. --- dijo Hermione haciendo señas con la mano.
Al quedarse solos Harry y Ron este último dejó escapar un resoplido y miró fijamente a Harry con la intención de hablar con él.
--- No tiene que haber nadie en kilómetros a la redonda para que tú y Hermione muestren que son novios. --- dijo Ron suspicaz.
--- No entiendo? --- dijo Harry serio.
--- Yo....entiendo.....que les da vergüenza andar demasiado juntos con los otros compañeros o con los profesores pero yo veo que tú siempre estás por decirle algo a ella y no lo haces.....---- dijo Ron.
--- Nunca encuentro el momento. --- dijo Harry.
--- Que importa, si ella está oculta detrás del diario o algún libro simplemente dile que sientes allí mismo y ella va a hablar......Parecen dos enamorados que aún no se declaran como antes, tú no dejabas de mirarla o de hablar con ella y decías todo lo que serías capaz de decirle o hacer. Te lo digo con la mejor intención porque esto mismo yo lo he escuchado de varias chicas que se dan cuenta y acabo de verlo cuando Hermione estaba por irse. --- dijo Ron amablemente.
--- Tienes razón..........nadie la está molestando no siente cosas extrañas como antes.....no hay forma de sacar a......Voldemort cada vez que piense en ella. --- dijo Harry melancólico.
--- Entonces no lo incluyas.....aprovechala Harry. --- dijo Ron.
Harry se quedó muy pensativo con lo dicho por su amigo y este lo dejó sólo pues debía ir donde su hermana a buscar para luego mandar una carta a los señores Weasley al terminar al reunión con McGonagall.
--- ¡Inversa Ventana! --- conjuró un alumno de la sala común cerrando las ventanas cuando la brisa que entraba era fría y el sol se escondía detrás de las montañas nevadas de Hogwarts hacia el lado del bosque prohibido. Harry fue hasta los ventanales avistando todos los terrenos e incluso la casa de su amigo Hagrid por la explanada inferior luego de unos menhires que estaba con todas las luces encendidas y el bosque prohibido estaba sumido en la oscuridad. Cuando el sol despareció y dejaba ver las primeras estrellas en esa noche naciente con cielo despejado y una que otra mota blanca en las montañas empezó un débil resplandor en el bosque que fue tomando forma hasta llegar a las rejas de madera iluminando el lugar.
Harry miraba hacia atrás esperando que alguien mas estuviera viendo lo que pasaba en el bosque prohibido pero sólo estaba él parado frente a los ventanales cerrados mientras la luz del bosque bajaba de intensidad y volvía a caer la oscuridad de siempre. Algo triste por tener tanta ansiedad de saber que pasaba luego de acabar el raro hecho Harry volvió a sentarse en el sillón con la mente dominada por la luz del bosque y se concentró en ver que pudo haberla ocasionado pero no llegó a buen puerto en ello al ver que regresaba Hermione con un tonel de libros de Pociones, Transformaciones y Aritmancia y que ella le hacia señas con los pocos dedos que tenía libres para que fuera donde, aunque cuando Harry llegó ya Hermione había puesto los libros sobre un pedazo de mesa libre y que era ocupada por varios alumnos de primero ensayando hechizos de encantamiento del profesor Flitwick.
Muchas veces Harry miraba a Hermione aprovechando que su rostro era tapado casi completamente por el libro de Pociones Inversas que tenía en sus manos aquel momento.
--- Hermy.......Hermy....--- murmuraba Harry mirando a la chica.
Hermione se escondió detrás de un libro sin inscripciones desatando la melancolía en Harry con el sentimiento a punto de decirlo aunque no fue eso lo que hizo mover su mente pues volteó su rostro hacia el lado izquierdo al sentir una brisa caliente al lado de él y luego sintió como ahora ese viento estaba al otro lado. Miró la superficie de la mesa a la vez que miraba de reojo a los otros alumnos que conversaban animadamente.
--- ¡Draco Transforme! --- conjuró uno de ellos desde el otro extremo de la mesa al convertir su copa de agua en un pequeño dragoncillo que lanzaba diminutas lenguas de fuego.
Todos los alumnos de primero fueron donde aquel compañero para que les explicara como lo hizo y ese fue el momento en que Harry separó su vista de ese hecho, que pareció familiar, y la posó en la superficie de la mesa al sentir nuevamente esa brisa cálida por el otro lado.
Al ver otra vez la mesa en donde Hermione había dejado los libros apareció una mano de la nada justo entre Harry y Hermione sin que nadie pudiera verla. Harry se sobresaltó quedando sin palabras y esperando que la mano sin cuerpo hiciera algo y de nuevo desde la nada sacó un trozo de papel para luego desaparecer y que Harry sintiera de nuevo la brisa que desapareció justo a su lado.
Mirando a Hermione que al parecer no vio nada, Harry tomó el trozo de pergamino decidido a leerlo. Lo hizo mentalmente:
Algún día se pagan las culpas o errores hechos en la vida. Mas si involucraba a una persona, pensarás quien pudo haber dejado esto o lo que es peor viste cuando lo hizo, mejor dicho cuando lo hice. Me arrepiento de haberte hechizado con un sortilegio ilegal pero era la unica forma de hacerte ver la verdad.
Harry soltó un sonoro suspiro que hizo que Hermione dejara su libro y mirase a Harry que estaba mirándola de forma muy preocupada.
--- ¿Qué pasa? --- preguntó Hermione en voz baja.
--- Nada Hermy.......--- dijo Harry deprimido y agachó la cabeza en la mesa.
--- Harry......Harry...--- dijo Hermione tocando el pelo de Harry.
--- Estoy bien......sólo me acordé de algo....nada más. --- dijo Harry al levantarse y de forma apresurada.
El joven subió al dormitorio de los chicos dejando sola a Hermione allí abajo. Entro y no había nadie mas con la habitación en penumbras. Fue directo hasta su baúl a un costado de la cama y sacó un cantaro que estaba lleno de agua y que usó mientras estaba en Grimmauld Place en el momento en que vio a Ariadna Wilder en el agua.
Tomó su varita y con el rostro denotando concentración tocó su cabeza sacando una hebra metálica que dejó en el agua. La hebra se deshizo hasta dejar ver el episodio de la mano y el papel con esas frases que tenían a Harry muy preocupado. Nada ni nadie pudo sacar de su cabeza esa mano que en su divagar intento reconocerla hallando un nombre que lo hizo levantarse de la cama cuando todos ya dormían: Ariadna Wilder.
Dos Saetas de Fuego estaban apoyadas en un mohoso muro al lado de un calendario con numeros romanos que indicaba: XVIII. Una de las escobas tenía un raspón cerca de los pelos de ella que podía leerse desde lejos: J.P.
La otra escoba estaba como nueva y una luz iluminó el muro que apoyaba las Saetas. Resultó ser una puerta que daba a una oficina bien iluminada y que medio abierta dejaba escapar voces.
--- ......Es necesario que haya tanta gente. --- dijo Hermione que se tomaba las manos frente a un escritorio ocupado por la profesora McGonagall.
--- Todos pueden ir a presenciar las practicas Granger. --- dijo la profesora examinando el formulario que le entregaron.
--- ¿Usted tiene los balones? --- preguntó Ginny que sostenía su escoba.
--- Fueron a buscarlos Potter y su hermano. --- dijo McGonagall aclarándose la voz.
--- Cierto......pensaba en otra cosa. --- dijo Ginny riéndose y recibiendo una mirada suspicaz de Hermione.
Desde el fondo del pasillo en donde estaban las Saetas iba Ron cargando la caja de los balones de Quidditch mientras Harry corría a tomar las escobas que estaban apoyadas y entró a la oficina antes de Ron.
--- ¿Todo bien? --- preguntó McGonagall mirando a Ron.
--- Sí profesora. --- dijo Ron.
--- ¿Falta algo? --- preguntó Harry mirando el formulario en manos de la profesora.
--- Pueden ir a practicar......aprovechen lo que queda de luz natural aunque después se encienden las torres.......Cuatro escobas, los balones.....vayan. --- dijo McGonagall mirando al equipo y luego indicándoles la puerta.
El equipo caminaba a los vestuarios comunes comentando el estricto control de McGonagall antes de ir al campo y al llegar al lugar sintieron los ruidos de gente desde fuera que esperaba la salida del equipo a la cancha.
--- Hermione va a practicar primero como golpear conmigo y ustedes hagan pases con la Quaffle. --- dijo Harry estando ya en la puerta de salida con su escoba en la mano.
Ron y Ginny aceptaron contentos mientras Hermione avanzaba vacilante con la Saeta de Fuego hacia la puerta. Harry la abrió dejando ver a un estadio medianamente lleno y la gente gritaba al ver a los jugadores salir al centro de la cancha. Ron llevaba la caja de los balones que dejó en el pasto que estaba húmedo luego de una ligera llovizna horas antes.
--- ¿Vas a contarme Harry? --- dijo Hermione que se acercó a la ubicación de su novio.
--- .....No te preocupes, voy a contarte pero después. --- dijo Harry tomando una mano de Hermione.
--- Nos están mirando mucho. --- dijo Hermione azorada.
--- Que importa.......anda a buscar tus bates. --- dijo Harry al ver la caja abierta por Ron.
Hermione tomó los dos bates a la vez que examinaba las bludgers que se movían ruidosamente en sus sitios. La Quaffle totalmente tranquila y en poder de Ginny y Ron sostenía la snitch que intentaba desplegar sus alas pero estaba aprisionada por la mano derecha de Ron.
--- Que no se te pierda. --- dijo Ron al lado de Harry.
--- Lánzamela después de practicar con Hermione. --- dijo Harry mirando a su novia.
--- Mira como ve los bates......está desconfiada. --- dijo Ron.
--- Va a aprender........haz que Ginny también intente hacerte puntos. --- dijo Harry caminando donde Hermione.
--- Elevate no más. --- dijo Ginny a Hermione.
La chica de pelo castaño montó en su escoba y dio una fuerte patada en el suelo y salió hacia arriba a considerable velocidad logrando detenerse al inclinarse hacia el centro.
--- ¡Esta bien esta altura! --- dijo Hermione hacia abajo luego de avistar las tribunas.
--- ¡Llega hasta la altura de la torre que tienes hacia al lado! --- gritó Harry que iba tomando vuelo.
Ginny fue a dejar la caja de los balones al vestuario mientras Ron tomaba la Quaffle y se elevaba hacia el cielo parcialmente nublado. Harry llegó a la altura de Hermione con las bludgers y los bates guardados en su túnica. Lanzó una bludger y un bate a Hermione y la otra bludger la lanzo al aire en donde empezó a dar vueltas.
--- Ahora no está loca la bludger. --- dijo Harry al ver que Hermione pescó sin problemas el bate y el balón.
--- ¡HARRY! --- gritó Hermione al ver la bludger libre yendo donde Harry por detrás.
El buscador del Frente para la Victoria giró su bate esperando darle a la bludger que estuvo frente a su rostro y la golpeó mandándola abajo siguiendo un vuelo terrestre.
--- ¡Lanzame la bludger con intención! --- dijo Harry.
Hermione tiró el balón que adquirió vuelo propio y fue en dirección al pecho de Harry. El joven bajó su bate unos centímetros hacia el pecho logrando contener el balón para después lanzarlo donde Hermione que alistó su bate golpeando el balón hacia el aire.
La Bludger que estaba en libertad comenzó a molestar a Ginny y Ron quienes iban pasándose la Quaffle. Ambos hermanos empezaron a eludir el balon volando hasta cada extremo de la cancha.
--- ¡Hermione distrae la Bludger! --- gritó Ginny que volaba directo hacia ella con la Quaffle en sus manos.
--- ¡Ve a pegarle! --- gritó Harry desde atrás al ver que Hermione emprendía vuelo donde la acosada Ginny.
Ginny hizo un pequeño rizo hacia abajo pasando debajo de Hermione que tenía la Bludger frente a ella. Se acercó bastante y dio un golpe dejando al balón unos segundos suspendidos hasta que fue hasta abajo. Hermione se volteó para volar donde Harry pero se detuvo al ver como su novio peleaba con la Bludger que había tomado e intentaba apartarla. Lo consiguió pero el balón fue directo donde estaba Ron que protegía los tres aros ante la arremetida de Ginny con la Quaffle por debajo de Harry.
--- ¡Vamos Ginny! ¡Anota! --- gritaba Ron a su hermana tapando con sus brazos parte de los tres aros.
La hermana de Ron lanzó la Quaffle por encima de la Bludger que iba donde Ron y este tenía la vista en el balón loco y cuando fue a atajar la Quaffle esta estaba en el aro del medio atravesándola.
--- ¡Qué te pasa Ron! ¡Es un punto nuestro el sábado o de Los Merodeadores! --- reclamó Ginny.
--- ¡Ginny! --- gritó Ron al ver que la misma Bludger perseguía a la pelirroja.
--- ¡Ve Hermione! --- gritó Harry a su novia que estaba más cerca del vuelo de Ginny.
Ambas chicas se encontraron, una esperaba el pase de la Quaffle de Harry habiéndola recibido de Ron y la otra alzaba el bate dándole a la Bludger que atacaba a Ginny por la espalda. Hermione salió en persecución detrás de esa Bludger intentando pegarle nuevemente. Harry lanzó la Quaffle a mitad de distancia entre él y Ginny.
--- ¡Potter! --- gritaba Ron volando hacia su amigo.
--- ¡¿Vas a lanzarla?! --- preguntó Harry en el aire.
Ron alzó su brazo derecho soltando la alada snitch que fue donde Harry que intentó atraparla cuando estaba frente a su rostro pero luego emprendió vuelo hacia arriba en posición vertical. El buscador del equipo fue directo hacia arriba a gran velocidad.
La gente que estaba en las tribunas estalló en vitores al ver por fin suelta la Snitch dorada y como Hermione debía atender a las dos Bludger que molestaban a Ron y Ginny. Ginny anotó algunos puntos más.
--- ¡A Weasley vamos a coronar! ¡Se le cuelan todas! --- cantaba Ginny cada vez que volaba cerca de su hermano con la Quaffle en las manos aunque Ron logró atajar varios tiros más de Ginny.
Hermione miraba como Harry regresaba al estadio con la snitch al frente y una Bludger iba directo hacia él. La chica fue directo donde su novio con el bate alzado y se preparó para darle al balón loco pero se le coló cuando hizo el movimiento de repulsión. Sintió como Harry la tocó levemente a considerable velocidad cuando volaba hacia abajo buscando atrapar el balón dorado.
Una vez más Ginny estaba frente al arco de Ron y una Bludger estaba viniendo desde atrás pero Harry que estaba mas cerca desvió la Bludger con la cola de la escoba y siguió volando hasta perderse detrás del arco y volviendo a aparecer por la torre que tenía más asistentes a la práctica.
La snitch se quedó quieta en ese sector y todos empezaron a contemplarla y desde el frente venía Harry sin intención de frenar pero al llegar dio un manotazo empujando la snitch hacia abajo directo al pasto en donde se pesó pero Harry lejos de bajarse de la escoba la vio unos segundos hasta que de nuevo comenzó su escape hacia el otro extremo de la cancha saliendo del estadio por el sendero que lo comunica con el castillo.
Harry no desistía en seguirla a pesar de ya estar volando sobre las riberas del lago con todo el viento en contra pegándole en el rostro. La snitch pasó por el medio del lago de Hogwarts mientras Harry hizo un gran rizo hacia el agua adivinando que el balón dorado iba a posarse en el agua. Así lo hizo.
Harry no tocó el agua sino que estiró un brazo sentado desde la escoba y tenía el balón dentro sus dedos y la atrapó cerrando la mano y perdiendo el equilibrio tumbándose hacia el agua pero en vez de impactar desapareció con su escoba y la snitch.
Harry sentía que se elevaba viendo cada vez mas pequeño el lago e intentando agarrar vuelo con su escoba pero lejos de volar seguía fuertemente asido a ella y con la snitch en su mano vio como una fuerza lo tiraba hacia atrás bajando hasta que apreció que entraba dentro de un bosque. Perdió el control de su escoba que inició una caída libre al igual que se buscador que se dio una vuelta en el aire mirando como iba a impactar contra el piso lleno de piedras y malezas rodeando el claro en ese bosque.
Cerró sus ojos y desde lo profundo de los altos árboles escucho:
--- ¡Aresto Momentum!
En vez de caer al piso flotó sobre el unos segundos hasta recobrar el movimiento y ver que su escoba estaba al lado intacta y flotando tal como Harry y luego cayó suavemente en el piso. Sin pensarlo dos veces Harry sacó su varita de la túnica apuntando hacia donde creyó escuchar ese sortilegio instantes atrás.
--- ¡Expelliarmus! --- conjuró Harry mandando un rayo rojo al bosque pero rebotó en un viejo árbol rasgándolo.
Negaba con la cabeza al mirar hacia todos lados sin reconocer donde estaba y empezó a caminar alrededor viendo siempre el mismo paisaje. Retornó donde estaba su escoba y la montó dando una furiosa patada en el piso levantando tierra y se elevó unos centímetros.
--- ¡Accio nulo! --- conjuró la misma voz desde el bosque.
Harry cayó hacia atrás y ahora se levantó empuñando su varita y corrió hacia el bosque identificando el único sendero que pasaba entre los árboles y conjuró:
--- ¡Desmaius! ---
--- ¡Reducto! --- conjuró la voz desde dentro impulsando con fuerza a Harry hacia donde había estado antes.
Harry se quejó de un dolor en la cabeza tras haber chocado con una piedras por el impulso del hechizo. Se incorporó sin ir al bosque sino que empezó a jadear mientras unas sombras que fueron iluminadas por la pálida luz de la naciente luna desde el sur dejó ver dos personas ataviadas con túnicas blancas que iban con la cabeza gacha directo hacia Harry.
El buscador se levantó y empuñó la varita al verlos pero estos hicieron un gesto con las manos de que Harry bajara la varita. Uno de ellos levantó el rostro.
--- ¡Ariadna! --- exclamó Harry al reconocer a la joven.
Ariadna vestía su túnica blanca que resaltaba su rostro con ojos verdes, pelo castaño y una altura similar a la de Harry.
--- Nunca habíamos visto un mago que hiciera cantidad de hechizo sin siquiera pensar. --- dijo el otro(a) acompañante de Ariadna que ahora levantó el rostro.
Era un joven con ojos del mismo color que los de Ariadna pero un poco más alto con pelo castaño desordenado.
--- A James se le pasa la mano cada vez que tiene algo importante que hacer, discúlpalo. --- dijo Ariadna a Harry.
--- ¡Qué haces aquí! --- exclamó Harry acercándose a Ariadna.
--- Espera.....--- dijo Ariadna tomando algo de su cuello.
Harry reconoció el elemento de Ariadna, era un giratiempos similar al de Hermione. Ariadna le dio cuatro vueltas hacia atrás de la posición original sin producir ningún cambió en el entorno.
--- Ya no tendrás problemas. --- dijo Ariadna guardándose el giratiempos.
--- No entiendo. --- dijo Harry con dificultad.
--- Mi hermana está atrasando todo..........es eso o detuviste al resto. --- dijo James mirando a Ariadna.
--- Lo último James........Es mi hermano. --- dijo Ariadna a Harry.
--- Te quedabas viendo esa snitch y nosotros estabamos en plena desesperación por ver que no venías. --- dijo James con voz fría hacia Harry.
--- ¡Tú eras el de los hechizos! ¡Querías matarme! --- gritó Harry a James.
--- Eso sería el trabajo sucio de un mortífago o del propio Mago Voldemort. --- dijo James con cierta suficiencia.
--- ¿Ariadna? --- dijo Harry viéndose sin salida.
--- Ya estarías con él........no tenemos ninguna mala intención, sólo somos parte de un deseo de que detener todo lo que está pasando afuera o aquí mismo. --- dijo Ariadna emotiva.
--- ¿Qué hago aquí? --- preguntó Harry algo mas calmado.
--- Nuestro deseo tiene que ver contigo porque compartimos los mismos sentimientos......amor, terror, venganza......--- decía Ariadna hasta que James la interrumpió.
--- Nadie de nosotros quiere venganza hermana. --- dijo James enojado.
--- No es la hora de que muestres tu rabia. --- dijo Ariadna alterada.
--- ......Nos unimos para tratar de vencer a Lord Voldemort en lo que podamos.......ya debes imaginar porque queríamos verte.........Justo en el momento en que imaginábamos este momento dudamos en contarte todo y lo peor decirte que somos........Harry, no quiero que desconfíes aunque esto parece una junta de mortifagos por lo sectario pero no se trata de eso....sino.sino....de.....--- decía Ariadna interrumpida otra vez por James.
--- ¡Somos la Orden de los Magos del Norte! ¡Fundada hace tres años en tu colegio! --- exclamó James mirando a Harry.
Ariadna miró a su hermano con cierto alivio mientras Harry contemplaba su escoba que estaba tirada en el piso y la snitch que apretaba fuertemente.
--- Debo volver......Hermione......Ariadna Wilder ¿Qué es esto? ---
Harry trataba de razón estando parado ante los hermanos Wilder que se miraban continuamente buscándose apoyo cada vez que uno deseaba decirle algo a Harry. Por su parte Harry se sentó en una piedra mirando a Ariadna que mostraba la misma incertidumbre que él.
Ariadna sacó su giratiempos girándolo cuatro veces en la dirección opuesta a la pasada sin alterar nada, de nuevo.
--- ¡Vete! --- exclamó James mirando la Saeta de Fuego.
--- Si te elevas verás el estadio Harry..........veo tu intento de ver donde está. --- dijo Ariadna al ver que Harry miraba hacia arriba.
--- Adios Ariadna. --- se despidió Harry dando una patada en el suelo hasta elevarse.
El estadio de Quidditch tenía todas sus luces encendidas y el público presente gritaba al ver las maniobras de los hermanos Weasley por esquivar las Bludgers y como esta vez Ron hacía intentos por anotar ahora que Ginny las hacía de defensa.
Harry entró por la torre norte mostrando la snitch a Ron que detuvo su intento por anotar aplaudiendo que Harry haya llegado. Hermione golpeó una última bludger para ver mejor la llegada de Harry que iba directo al centro de la cancha con una expresión seria y con dos frases retumbando en los oídos: Magos del Norte y Ariadna Wilder.
CAPÍTULO 16
¡VUELVE EL QUIDDITCH!
Un caldero a punto de caerse desde unos asientos de madera en un lugar bastante iluminado y lleno de asientos del mismo tipo y casilleros a los costados estaba siendo observado por un atribulado joven que tenía una enorme caja blanca a su lado con una carta puesta en un sobre arriba del paquete. Del joven pendía una varita que la sujetó fuertemente con su mano y se la llevó a la cabeza cerrando los ojos logrando sacar de ella unas hebras metálicas que las suspendía en el aire con la ayuda de su varita. Las contempló unos segundos y caminó hasta del caldero que estaba en frente de él y muy a la orilla.
Dejó las hebras dentro del agua que contenía el caldero que se deshicieron dejando ver miles de cosas como dos chicas, dos escobas, un castillo, una mano sin cuerpo, unas notas furtivas y una snitch dorada que revoloteaba por toda la superficie del agua sin salir de ella.
Todo parecía como ver recuerdos de alguien que sólo deseaba sacarlos de su cabeza pero lejos de dar alivio al joven este volvió a sentarse y vio preocupado su caja blanca y la carta sin abrir. Escuchó el chirrido de una puerta metálica hacia la derecha apareciendo un joven alto y pelirrojo enfundado en una vestimenta de Quidditch y sosteniendo una escoba con una mano y en la otra llamaba por señas al joven de la caja blanca y del caldero.
--- .....Harry.....Harry....Harry...--- llamaba Ronald.
Harry Potter no atendía a su amigo que en cuanto vio el caldero fue hasta él y lo corrió unos centímetros logrando por fín que Harry saliera de su mirada perdida.
--- ¿Ron? --- dijo Harry con voz vaga.
--- ¿Qué pasa Potter? A quien esperaba ver con esa cara de pocos amigos antes del partido era a tu novia pero descubro que otro también tiene problemas justo antes de empezar. ¿Qué viste Harry?.......¿Ya lo depositaste en el caldero? --- dijo Ron sentándose frente a Harry.
--- ....Estoy preocupado porque.....vi a Voldemort. --- dijo Harry poco convencido.
--- ¿Cuándo? --- preguntó Ron interesado.
--- El día de la práctica cuando estaba cazando la snitch....--- dijo Harry.
--- ¡En Hogwarts! --- se alarmó Ron.
--- No Ron. En mi mente. --- dijo Harry viéndose afligido.
--- ¿Qué estaba haciendo? --- preguntó Ron con ansiedad.
--- Sólo estaba parado viéndome. --- dijo Harry quitando la mirada de su amigo.
--- Lo siento.....siento que él tenga la ocurrencia de hacerlo ahora......¿Qué hacemos? --- dijo Ron mirando a Harry que cerraba sus ojos.
--- Ir a jugar nada más. --- dijo Harry levantándose.
--- ¿Con ropa muggle? --- dijo Ron tomando la caja.
--- Disculpa, me olvidé de los trajes que hizo tu mamá y aún no leo la carta que escribió el profesor Lupin....--- dijo Harry azorado.
--- Pues ya sabes donde está tu ropa.......las chicas ya están listas, Ginny refrescándole la memoria a Hermione sobre el juego. Sólo faltas tú. --- dijo Ron sonriendo.
--- Voy al tiro. --- dijo Harry tomando la caja.
Ron salió del vestuario cerrando la puerta. Harry abrió la caja encontrando un uniforme de Quidditch hecho a mano por la madre de Ron y que por detrás tenía bordado: POTTER 7.
Se vistió muy rápido dándose cuenta de lo similar que era el traje con los que usaba al representar a Gryffindor en los campeonatos de las casas. Harry se arreglaba el pelo frente a un largo espejo y tomó su Saeta de Fuego estaba parada al lado del espejo. Volvió a verse ya vestido para la ocasión y sonrió tímidamente sintiendo una sensación extraña al verse con el traje.
Escuchó una risa de mujer al otro lado y salió del vestuario a la otra sala que era de la misma forma que la anterior pero estaba el resto del equipo ya vestido y reunidos en torno a una pizarra que tenía dibujada una cancha de Quidditch. Ginny se fijó en la presencia de Harry y fue donde él muy entusiasmada.
--- Te tardaste. --- dijo la chica.
--- Pero ya estoy aquí. --- dijo Harry tenso.
--- ¿Vas a explicarnos que quieres que hagamos en el partido? --- preguntó Ginny señalando la pizarra.
Harry asintió yendo hacia ella tomando el hombro de Hermione que estaba con el lápiz en la boca mirando molesta a Ron.
--- Tu novia no quiere que intentemos amagos demasiado peligrosos, según ella. En realidad no quiere ir a golpear bludgers cuando estas nos molesten. --- dijo Ron a Harry.
--- Que pena Hermy.......vas a tener que hacerlo. --- dijo Harry moviendo los hombros.
--- Como digas. --- dijo Hermione resignada.
--- Tenías que llegar tu para que Hermione se enfoque en el partido. --- dijo Ginny desde atrás.
Hermione miró seria a Ginny y le entregó la pluma a Harry al verlo señalando el elemento que la chica sostenía con los dientes. Dibujó unas líneas en el medio de la cancha.
--- Hermione tienes que irte hacia atrás cuando nos ordenen despegar.....Ron en la retaguardia......Ginny delante de frente al otro delantero y yo entre la hermana de Ron y Hermione esperando que suelten la snitch. --- decía Harry.
--- El otro equipo va a estar tal cual. --- dijo Ron a Hermione.
--- Primero sueltan la Quaffle desde abajo y luego las bludgers que no vas a tomarla Hermione sino que debes buscarlas en caso de tener la posibilidad de distraer al rival o que veas que cualquiera de nosotros ande muy afligido cuando no dejen anotar o cuando estén demasiado cerca de los arcos y del portero....--- dijo Harry mirando hacia atrás.
--- Partes con el bate en la mano. --- dijo Ginny a Hermione luego que esta le preguntara al oído.
--- No sé si Los Merodeadores han jugado alguna vez un partido de Quidditch porque o empiezan como nosotros o hacen algo inesperado. --- dijo Ron preocupado.
--- Hermione se la primera en controlar la bludger, Ginny roba la Quaffle de inmediato y empieza a trabarte y Hermione debe golpear a cualquiera que se acerque a ti. Ron puede adelantarse un poco si Ginny pasa a la otra mitad pero tienes que quedarte muy alerta si ni tu hermana roba la Quaffle o Hermione no logra distraer o peor si Ginny es golpeada.. --- dijo Harry en voz alta a todos.
--- ¡Esto se pone bueno! --- exclamó Ron asintiendo con la cabeza.
--- ¿Sabes que hacer tú? --- preguntó Ginny entusiasmada.
--- Sólo atrapar y hacer que el otro buscador parezca un tonto......quiero engañarlo pero debo partir apenas vea la primera trayectoria de la Snitch y me ponga entre ella y el buscador......Seguro que el otro tiene algo planeado. --- dijo Harry agarrando más su escoba.
Golpeaban la puerta de salida del recinto a la cancha y Ginny fue a abrir encontrándose con la profesora Newey de pociones.
--- Mantengan la puerta abierta pues en cualquier momento van a llamarlos..........a propósito el partido lo relato yo para que no se extrañen. Como de costumbre Madame Hooch será el arbitro......¿Entendido? --- dijo la profesora.
Todo el equipo hizo gestos aprobatorios y cuando la profesora salió a la mitad de la cancha, todos en el equipo se acercaron a la puerta viendo un estadio repleto de estudiantes y gente que gritaba, coreaba canciones, conversaba y esperando el inicio del torneo.
--- ¿Cómo estás? --- preguntó Hermione a Harry cuando él dio un paso hacia delante.
--- Bien...espero salir del partido con la snitch en la mano o mejor..........salir con la mano, el brazo, la cabeza, en fin. --- dijo Harry tiernamente.
--- Que alentador. --- dijo Hermione agachando la cabeza.
--- Eso mismo dijo Oliver Wood cuando iba a jugar por primera vez.........imaginate. --- dijo Harry tomando la mano de su novia.
¡ESTÁN TODOS LISTOS PARA EL PARTIDO! ¡BIEN! ¡QUIEN PIENSAN QUE GANARA! ¡MERODEADORES! ¡FRENTE PARA LA VICTORIA! ¡CUÁNTO TARDARAN LOS BUSCADORES EN TOMAR SU VICTORIA SI LES ALCANZAN LOS PUNTOS! --- relataba Newey desde el palco de los profesores.
--- Defiende bien...--- dijo Harry a Ron riéndose.
--- El otro equipo está igual que nosotros agolpado tras la puerta esperando. --- dijo Ron señalando a Los Merodeadores que estaban en la puerta del frente con trajes azul oscuro y cada uno con su escoba.
--- Uno de sexto, otro de quinto y el resto de quinto también .--- dijo Ginny señalándolos.
--- ¡COMO NUESTRO DIRECTOR DIJO ESTAR DE ACUERDO, QUE LOS EQUIPOS INGRESEN A LA CANCHA! ¡LOS MERODEADORES! --- relataba Newey.
El equipo rival del Frente para la Victoria ingresó caminando hasta la mitad de la cancha haciendo temblar las escobas y saludando al público.
--- ¡QUE VENGA EL FRENTE PARA LA VICTORIA! ---
Harry entró en la cancha seguido de Hermione que caminaba torpemente y cerraban los hermanos Weasley que saludaban al público. Llegaron a la mitad de la cancha ocupando el lado sur del lugar dominado por la torre de la misma ubicación.
Madame Hooch salió de una puerta pequeña paralela a la mitad del campo con la caja de los balones y su silbato colgado en el cuello. Vestía elegantemente con una túnica purpura y además sostenía su escoba con la mano izquierda.
--- Bien equipos.........hagan méritos para que todos vean que es un digno primer partido de este deporte hace mucho tiempo.......no quiero jugadores que vayan en contra de las reglas por nimias que sean o atrevidos que quieran usar algo mas que la habilidad en la escoba o del juego en general. --- dijo Madame Hooch frente a cada equipo.
--- ¡MIREN ESA CAJA! ¡ESTOS BALONES HAN QUERIDO SALIR HACE MUCHO TIEMPO. ---
--- ¡Elévense! - ordenó Madame Hooch a los equipos.
Los jugadores llegaron a la altura de las torres montados en sus escobas e inclinados hacia delante ligeramente con la intención de no tambalearse mucho. Harry miraba al resto del equipo que adoptó rápidamente las posiciones. Ron ya estaba protegiendo los tres aros, Hermione algo mas adelante y Ginny a las espaldas de Harry. El otro equipo estaba distribuido con uno en el arco, dos entre el arquero y el buscador.
--- ¡POTTER Y KENT LOS BUSCADORES DE LA VICTORIA! ¡UNO TRATANDO DE HACER HONOR AL NOMBRE DE SU EQUIPO Y EL OTRO BUSCANDO CADA RINCÓN POSIBLE EN DONDE ESTE LA SNITCH! ---
Madame Hooch abrió la caja que contenía las dos bludgers, la Quaffle y la Snitch dorada intentando salir pues estaban amarradas por cuerdas café en sus lugares.
La experta en Quidditch movió su varita logrando que los balones volaran al cielo quedando a la altura de los buscadores. La snitch se paseo por los rostros de cada buscador que hizo el intento de pescarla pero era muy rápida, la Quaffle permanecía quieta y las bludger empezaron a volar por arriba de todos los jugadores.
--- ¡Qué empiece! --- gritó Madame Hooch desde abajo montando en su escoba.
La snitch pasó cerca de Harry y dio un manotazo desviándola hacia mas arriba, el otro buscador se le adelantó volando en la misma dirección del balón. Harry seguía a Kent hasta llegar a la cola de su escoba.
---¡GINNY WEASLEY ROBA DE FORMA INCREÍBLE ESA QUAFFLE Y ERA POR LAS BANDAS SIENTO PERSEGUIDA POR AMBOS DEFENSA Y UNO DE ELLOS ES EL ENCARGADO DE LA BLUDGER! ¡GRANGER VA DIRECTO A LA BLUDGER QUE VA POR DEBAJO A RAS DEL SUELO Y LE DA UN GRAN GOLPE MANDANDO EL BALÓN HACIA ARRIBA LOGRANDO TEMBLAR AL ADMIRADOR DE GINNY! ¡ESTA EN EL PUNTO DE TIRO! ¡EL ARQUERO MERODEADOR MUEVE SUS BRAZOS! ¡DISPARA Y ANOTA! ¡MERODEADORES 0 FRENTE PARA LA VICTORIA 10! ---
Ginny voló hacia atrás perseguida por la bludger que andaba libre y que recién comenzó a atacar. Pasó detrás de Hermione y de inmediato salió ella en busca del balón seguida del Merodeador que iba con la Quaffle.
--- ¿Qué hace? --- se preguntaba Hermione al ver que Ginny no iba a pelear la Quaffle.
--- ¡Golpea! --- gritó Ginny desde adelante.
Hermione se devuelve viendo que la bludger viene desde arriba y sube un poco mas en su escoba preparando el bate. Asesta un fuerte golpe al balón mandándolo hacia abajo directo al jugador que tiene la Quaffle.
Desde el aire se apreciaban dos puntos que iban prácticamente juntos persiguiendo un punto dorado. Eran los dos buscadores que llegaron al centro de la cancha volando de forma vertical y continuaron a ras del piso siguiendo a la snitch que los adelantaba a corta distancia. Harry iba esta vez delante de Kent que volaba bastante rápido y casi toca la cola de la Saeta de Fuego.
Volando ambos hacia la torre norte se acerca una bludger en forma perpendicular a los dos buscadores de forma que ninguno lo vio. El balón iba a considerable velocidad e impactó a Kent dejándolo en el piso y a Harry persiguiendo sólo la snitch en el instante en que salía del estadio rumbo al castillo en forma directa.
El bullicio del estadio iba haciendose cada vez menor conforme Harry se acercaba a los límites del castillo como los invernaderos de Herbología. La snitch chocó contra uno de los ventanales quebrándolo.
--- ¡Detente! ¡Detente! --- gritaba Harry cuando el balón entró por el tunel rumbo a un patio interior.
Quienes estaban en el patio miraban asombrados cuando llegó Harry y la snitch se poso en el borde de una fuente de agua guardando sus alas.
--- ¡Atrapala! ¡Atrapala! ¡Atrapala! --- gritaban quienes estaban en el lugar.
Harry se bajó de la escoba estirando la mano y sintiendo la snitch dentro de ella, con una expresión de triunfo apretó la snitch mostrándosela a todos que comenzaron a aplaudir y a felicitar a Harry. El buscador del Frente para la Victoria voló rumbo al estadio con la snitch apretada.
En dirección del estadio venía volando Kent bastante más repuesto luego del choque con la snitch y rodeo a Harry al ver que tenía la snitch en su poder. Harry hizo un rizo buscando zafarse de la presión pero Kent lo seguía y empezó a empujarlo hacia el lado.
Harry hizo lo mismo empujando a Kent hacia el otro costado inestabilizándolo pero la posición era demasiado incomoda portando la snitch y no pudiendo soltar la mano.
Entraron ambos en el estadio y Kent y dio un golpe a Harry aprovechando el impulso que traía la bludger que los interceptó que lo hizo caerse de la escoba chocando con el piso y perdiendo la snitch a la vez que la parte del estadio que contempló la escena comenzó a gritar que Potter ya traía la bola en la mano, pero Madame Hooch solo vio la snitch apenas logró vuelo libre y Kent aprovechó de enfilar hacia el norte con el público enfervorizado de ver ahora al otro buscador en problemas.
---- ¡La tenía! ¡La tenía! --- gritaba Harry desde tierra montando en su escoba.
Cuando llegó a la mitad de la cancha arrebató de las manos de Ginny la Quaffle que había ganado en una maniobra posterior y se dirigió al arco de Los Merodeadores disparando y alcanzando un nuevo punto.
--- ¡Qué haces aquí! --- gritó el arquero de Los Merodeadores.
Harry no contestó y salió volando en la misma dirección de Kent tratando de encontrarlo con la vista pero desistió de seguir volando mas lejos y empezó a rodear el estadio de manera que escuchaba todos los relatos y los dichos de los jugadores pero sin que nadie lo viera desde dentro.
--- ¡MERODEADORES 10 FRENTE 80! ---
--- Los estamos haciendo paliza y ese..........me robó. --- se quejó Harry al volar a poca velocidad y refugiándose en un hueco de madera en la torre norte con la intención de esconderse.
--- Aparece.......aparece.....aparece. --- murmuraba Harry.
---¡MERODEADORES 10 FRENTE 90! ---
Desde una posición frontal a Harry venía volando Kent que portaba de forma visible la snitch y apenas Harry lo vio fue directo a su encuentro golpeándolo con la cola de la escoba y atrapando la snitch que Kent soltó. Harry voló en circulos alrededor de Kent controlaba su escoba.
--- ¡Vete a la mierda! ¡Yo la atrape antes! --- dijo Harry volando hacia el estadio mientras Kent lo seguía a escasa velocidad.
---¡MERODEADORES 10 FRENTE 100! ---
--- ¡MIREN ES HARRY POTTER LLEGANDO CON LA SNITCH EN LA MANO! ¡SON 150 PUNTOS PARA EL FRENTE PARA LA VICTORIA! ¡TENEMOS AL GANADOR! ---
Ginny salió al encuentro de Harry que aterrizó en la tierra mientras Madame Hooch inspeccionó la snitch dándole el visto bueno al equipo de Harry. El resto del Frente lo saludó con abrazos y una emocionada Hermione lucía orgullosa su bate con que tantas veces golpeó en el partido.
--- Yo le di a Kent, Harry. --- dijo Hermione al oído.
--- Yo.....lo rematé. --- dijo Harry en su susurro a su novia.
Hermione lo miró sin entender nada pero Harry lejos de aclarar todo fue con los hermanos Weasley al centro de la cancha que levantaban las manos. Los Merodeadores miraban desde lejos mientras Kent dirigió una mirada resignada a Harry que le quitó la vista.
--- ¿Estas contenta? --- preguntó Harry a Hermione.
La novia de Harry no contestó nada y miró de forma seria a Harry y luego vio hacia el otro equipo apreciando la tensión en la mirada del otro buscador que se dirigía donde Harry.
--- Igual vas a ganar......sólo fui el ladrón del buscador del Frente......Tú golpe no va a pasar colado. --- dijo Kent volviendo con su equipo que entraba en los vestuarios.
Harry siguió a sus compañeros que entraban en el vestuario cerrando la puerta tras ellos. Hermione fue a sentarse en un asiento llamándole la atención el cantaro que había unos metros más allá.
--- Utensilios del vestuario. --- dijo Ron rápidamente dejando el caldero arriba de un estante.
--- ¿Qué tal la atrapada Harry? --- preguntó Ginny.
--- Le quité la snitch a Kent...........el la robó antes cuando volvía desde Hogwarts con ella en la mano y el viene de vuelta luego del mazazo de Hermione........se escapó y Madame Hooch no lo vio.......no me vio......Lo esperé afuera......la recogí de vuelta tirandolo. --- relató Harry.
Todo el equipo miró perplejo a Harry que se dejó caer en el piso y botando su Saeta de Fuego.
CAPÍTULO 17
LA MUERTE DE LOS UNICORNIOS
El Gran Salón estaba abarrotado aquel lunes por la mañana luego de la primera fase del torneo de Quidditch el fin de semana pasado. Ese era el tema obligado en todas las mesas en especial los equipos ganadores y las mejores maniobras. Cada mesa se sentía orgullosa de tener la mayor cantidad de equipos y ese honor lo tenía Ravenclaw en donde todos sus compañeros ganaron los partidos. En Slytherin reinaba la tristeza pues sus dos equipos cayeron a manos de un Gryffindor y un Hufflepuff.
Quizás por eso los alumnos mayores de la casa Slytherin estaban tan hoscos con los Gryffindor y en especial los miembros del equipo perdedor: Los Merodeadores. Dentro de la casa era un secreto a voces el incidente entre los dos buscadores que se robaron la snitch pero nadie hacía protesta alguna porque el buscador del Frente para la Victoria la atrapó primero y nadie contaba con que Harry Potter haría una maniobra tan violenta con el buscador de Los Merodeadores.
En la mesa Gryffindor la mayoría de sus estudiantes cortaban el contacto visual con la casa de la serpiente y eran solidarios con el único equipo que tenían y a la vez uno de los ocho ganadores. Los alumnos de esa casa defendían fervorosamente lo hecho por Harry aunque estuviera fuera de toda norma.
Sonó fuerte la campana a las nueve de la mañana con lo que rápidamente se vació el Gran Salón denotando que los lunes para el día con mas clases a nivel de todos los cursos por la cantidad de alumnos que salieron. En la mesa Gryffindor quedaban algunos alumnos que permanecían conversando animadamente sobre el partido en que su equipo ganó.
--- ¿Qué te preocupa en realidad? --- preguntó Hermione Granger a Harry.
--- No sé......que me...rechacen. --- dijo Harry con vergüenza.
--- Mira los de esa casa tienen sus razones porque nació una rivalidad que acabó el sábado. Tú vas a seguir jugando y tengo la impresión de que el resto de los equipos, mejor dicho los buscadores van a ser mas normales. --- dijo Ron ordenando su mochila.
--- Había una obsesión por la snitch. --- dijo Harry molesto.
--- Compartida claro. Todos los buscadores estaban obsesionados por encontrarla porque su ansiedad es muy grande. No cualquiera jugaba el antiguo torneo y como ahora hasta un inexperto puede jugar y varios sólo vuelan bien pero dan la hora dentro. --- dijo Hermione enérgica.
--- Tiene razón hay buscadores muy ansiosos, no muy distinto de ti. --- dijo Ron.
--- Si eso vuelve a pasar podría repetirlo. --- dijo Harry mirando a ambos amigos.
--- Si te la roban. --- dijo Ron cambiando el tono de voz.
--- Está la tentación Ron...........como Kent.....me preguntó si seré capaz de robar una snitch siempre y cuando Madame Hooch o cualquiera no nos vea. --- dijo Harry serio.
--- Que va a saber uno lo que hace un buscador cuando va a atrapar esa cosa fuera del estadio......sólo seguimos jugando impidiendo que los otros ganen, pero es difícil saber lo que pasa entre dos buscadores y mas si se persiguen a todos lados. --- dijo Hermione colgándose su morral.
--- Hagrid no empieza tan puntual. --- dijo Harry a Hermione.
--- Tiene la casa al lado........nos vemos. --- dijo Hermione alejándose de la mesa.
--- O está ansiosa por llegar de las primeras o veo otra cosa. --- dijo Ron mirando fijamente a Harry.
--- No me ha preguntado nada delicado pero está extraña......como evasiva. --- dijo Harry echándose atrás.
--- Te guardas demasiado. Estabas mal antes del partido porque viste a Voldemort y porque tirar tus pensamientos en ese caldero no debe ser muy agradable. --- dijo Ron.
--- Los ves de nuevo........te reprochas cada cosa que hiciste o que pude dejar. --- dijo Harry suspirando.
--- Por último dime a mí si te cuesta hablar con Hermione........pero trata de decirle no hay nadie mejor. --- dijo Ron levantándose.
--- Hermione tiene sus propios problemas y yo no quiero andar diciéndole que vi otra gente porque Voldemort puede volver a molestarla. --- dijo Harry con la voz cortada.
--- Ya tiraste toda la mierda en el desayuno y ahora........vamonos. --- dijo Ron avanzando hacia la puerta.
Estaba frío y nublado el ambiente en la explanada del colegio y mas si uno se acerca al bosque prohibido que tenía una niebla envolvente hacia dentro y una oscuridad desde las rejas de madera que marcaban su límite. A pocos metros de ellas habían muchos estudiantes con pergaminos escribiendo y dibujando a sus mascotas del lunes pues era la clase de Cuidado y Defensa contra las criaturas mágicas con Hagrid, el guardabosques. El profesor controlaba la clase sentado desde una enorme mesa con los brazos cruzados y con su perro Fang echado abajo y dormitando.
Hagrid se sorprendió al ver dos caras conocidas bajando desde los menhires que marcaban el inicio de la explanada en descenso. Los saludó levantando su enorme mano derecha llamando la atención de toda la clase que volvió a lo suyo cuando el profesor les hecho una mirada de pocos amigos.
Sólo Hermione se volteó a ver los nuevos visitantes que eran Harry y Ron que caminaban rápidamente hasta llegar a sentarse en el suelo al lado de su amiga.
--- ¿Cómo te quedó el ojo Harry? --- preguntó Hermione en tono sarcástico.
--- Me quedé hablando. --- dijo Harry sacando sus apuntes.
--- Nos prestas tu animal. --- dijo Ron a Hermione.
--- Ahí está. Dormido profundamente.......dibújenlo y hagan un ensayo sobre su especie. --- dijo Hermione lacónica escribiendo.
--- ¿Sólo eso? --- preguntó Harry a Hermione.
La joven sólo asintió con el rostro pues estaba redactando su trabajo de forma bastante rápida y miraba otro libro de reojo que tenía bajó su cuaderno de Cuidado de Criaturas Magicas. Ron se la quedó mirando porque le llamaba la atención que mientras ellos examinaban un amorfo animal Hermione estuviera mas atenta en como unos magos del año 500 averiguaban la forma mas facil de adivinar el futuro. El pelirrojo dio un codazo a Harry señalándole lo que hacía Hermione.
Harry miraba como el animal se movía lentamente queriendo escapar de las manos de Hermione pero ella lo agarraba y le untaba en la nariz un poco de líquido adormecedor dado al empezar la clase por Hagrid.
--- Dejalo ir Hermione.......--- dejó escapar Harry.
--- No le puse suficiente en la nariz. --- dijo la chica volviendo a escribir frenética.
--- Pero si le pones bastante leyendo tu libro de Aritmancia. --- dijo Harry subiendo la voz.
--- Te soy honesta Harry, nada que hagamos en esta clase hoy va a entrar en la prueba del mes que haga Hagrid porque de seguro va a traer una cosa mucho mas patética que un miserable escarbato dementado.......cortesía de nuestros vigilantes. Aritmancia es mañana y Vector tiene la costumbre de ser una cortacabezas cuando tiene la oportunidad. --- dijo Hermione.
--- Pudiste haber faltado. --- dijo Ron.
--- Hagrid no los dejaría tranquilos sobre mi paradero y mas si desconfía de mí. --- dijo Hermione seria.
--- Se le va a pasar. --- dijo Ron.
--- No sigas Ronald, por favor. --- dijo Hermione con la voz quebrada.
--- Pues no empieces a dar pistas. --- dijo Ron volviendo a escribir.
En un momento Ron dejó de escribir acordándose de algo e iba a abrir la boca para decirle algo a Harry. Se volteó donde su amigo pero este estaba mirando fijamente los linderos del bosque prohibido detrás de Hagrid quien examinaba unos dragoncillos en unas macetas llenas de humus.
--- ¿Harry? --- llamó Ron al ver a su amigo con el rostro desencajado.
--- ¡¡Hagrid!! --- exclamó fuertemente Harry apuntando al bosque prohibido.
Hagrid miró a Harry y luego se dio vuelta al bosque viendo un extraño resplandor amarillo entre los árboles mas próximos y que era intermitente. El profesor calmó a la clase que hubo visto el fenómeno y sacó su varita del enorme abrigo y caminó hasta las rejas de madera apuntando la varita directo al bosque.
--- ¡Retrocedan! --- gritó Hagrid a la clase.
Todos caminaron hacia atrás llevándose torpemente sus cosas y los animales hasta una loma cerca de los menhires. Hermione se acercó a Harry que revisaba que todos sus pergaminos estuvieran con él.
--- ¿Qué viste? --- preguntó Hermione muy nerviosa.
--- Lo mismo que el profesor. --- respondió Harry muy serio.
--- ¿Qué es eso? --- preguntó Ron al ver algo blanco que se acercaba a los linderos.
Hagrid retrocedió dejando pasar un unicornio blanco que venía del bosque mostrando orgulloso su cabellera y fuerte torso. Se detuvo delante del profesor que empezó a acariciarlo en la cabeza mientras le miraba sus brillantes ojos. Comenzó a tocar su lomo llegando a la mitad pero sólo había eso.
---¡Por las barbas de Merlín! --- exclamó ruidosamente Harry.
El unicornio cerró sus ojos y cayó de lado mostrando que no tenía parte trasera habiendo sido arrancada. La clase estaba horrorizada y muchas chicas salieron corriendo al castillo gritando al ver un animal sin una parte y además sangrando.
--- ¿Estás bien? --- preguntó Harry a Hermione cuando esta lo abrazó.
Ron sólo negaba con la cabeza sin creer lo que estaba viendo y atinó a regresar al castillo a paso cancino y mirando a sus amigos que aun seguían parados en la loma viendo la escena.
Hagrid a su vez examinaba al unicornio que estaba inerte sobre el pasto y del que brotaba un río de sangre que teñía el suelo.
--- ¡Coagulate! --- conjuró Hagrid con su sombrilla-varita al unicornio.
Nada se detuvo logrando que Hagris retrocediera y mirara a quienes quedaban de su clase pero sólo eran Harry y Hermione con Ron que estaba mas atrás con el rostro tapado.
--- ¡Váyanse! ¡Pronto vendrán la examinar1 ¡No quiero estudiantes! --- gritaba Hagrid.
--- Hermy.......vamos.......vamos. --- Harry llevaba abrazada a Hermione hacia atrás y Ron se acercaba a ellos.
--- Mira esa multitud. --- dijo Ron al ver a muchos estudiantes parados en una de las inmensas puertas del castillo que daba a la explanada.
Los tres amigos se mezclaron con la multitud que desde atrás empujaba pero muchos otros no dejaban pasar y era suficiente alerta cada vez que mostraban su desesperado rostro. Eran los de la clase de Hagrid quienes evitaban al resto ver al unicornio mutilado.
--- ¡ABRAN PASO! ¡ABRAN PASO! --- gritaban desde atrás los profesores deseando pasar.
Llegaron luego al limite de la multitud contemplando la incertidumbre que tenían y al instante apareció Albus Dumbledore ya enterado del asunto que ocurría por el sendero mas abajo.
--- ¡¿Eras de la clase?! --- preguntó Binns, el profesor fantasma, a Parvati.
--- S-S-Si. --- tartamudeó la chica.
--- Potter........¿cómo pasó? --- preguntó Snape a Harry.
--- H-Hagrid lo sabe todo. --- dijo Harry mientras Hermione lo tapaba.
--- ¿Qué haces? --- preguntó Ron al ver el gesto de Hermione.
--- Quieres que Snape humille a Harry ahora. --- dijo la chica con voz quebrada.
El grupo de profesores bajaba al sitio en donde llegó el unicornio mientras que el director miró una última vez a todos.
--- Entren estudiantes.......bloquearemos las salidas a la explanada..entren . --- ordenaba calmado Dumbledore.
Los alumnos fueron entrando de a poco encontrándose con mas dentro que debían saltar sobre otros para poder ver que pasaba afuera pero cuando el último estudiante pisó dentro de Hogwarts las puertas de roble de ese sector se cerraron con fuerza.
Algunos intentaron forzarlas pero no se movieron y varios empezaron a protestar por ese hecho.
--- ¡QUE ES ESTO DE DEJAR ENCERRADOS A LOS ALUMNOS! ¡QUE PASO! ¡QUE PASO! --- gritaban desde atrás.
--- ¡MATARON UN UNICORNIO! --- gritó Harry hacia atrás.
Hubieron gritos de chicas y otros se acercaron mas empujando a quienes estaban mas adelante contra las puertas de roble entre ellos Harry y Hermione
--- ¡HERMIONE! ¡HERMIONE! --- gritaba Ron al ver lo complicada que estaba su amiga.
--- ¡HAGAN LO QUE HAGAN NO VAN A TUMBAR LA PUERTA! --- gritó Harry.
--- ¡ALOHOMORA! ¡ALOHOMORA! ¡ALOHOMORA! --- conjuraban varios hacia la puerta con las varitas levantadas.
--- ¡AL UNICORNIO LO PARTIERON POR LA MITAD! --- gritó una chica que estaba aprisionada contra la puerta.
--- ¿Hermy? --- murmuró a Harry al ver que Hermione sacaba con disimulo su varita.
--- Perdona Harry...............¡PROTEGO! --- conjuró la chica logrando que quienes la apretaban salieran despedidos hacia atrás.
--- ¡QUE HICISTE! --- exclamó Ron que fue alcanzado por el hechizo.
Harry se puso delante de Harry sosteniendo su varita y mirándola hacia atrás mientras el resto de la multitud negaba y refunfuñaba levantaba una vez mas las varitas.
--- ¡CONTRA QUIEN LAS VAN A USAR! --- gritó Harry.
--- ¡TU TAMBIEN VAS A ATACAR! --- gritó un joven.
--- ¡SI PRESIONAS! --- amenazó Harry.
Unas inmensas patadas golpeaban las puertas de roble haciendo estallar un gran temor en todos y los de mas atrás empezaron a empujar aprisionando contra la puerta a los últimos que entraron y parecían a punto de abrirlas cuando estas se abrieron de par en par desde afuera. Quienes se apoyaban contra ellas cayeron a la explanada golpeándose a los pies de los profesores que venían con las varitas levantadas y a su vez miraban molestos el desorden que había.
Lentamente los que cayeron se levantaron y el resto se replegó hacia adentro llegando al primer rellano de la escalera de mármol.
--- ¡Jamás que pense que todos esos gritos eran de estudiantes desesperados por salir! --- dijo enojada la profesora McGonagall a todos que estaban ocupando la escalera y el corredor principal al Gran Salón.
--- ¡No debieron haber bloqueado! --- exclamó una joven más atrás.
--- ¡Quería morir señorita! ¡Allá afuera habían varios dispuestos a cazar! --- dijo McGonagall dejando a la multitud muda.
--- Minerva..........Vayan al Gran Salon muchachos. --- dijo Dumbledore desde atrás.
No faltaron ganas para que el recinto estuviera repleto en sus cuatro mesas pero no era suficiente para calmar los animos que todos los profesores y el director dieran la cara al colegio a un costado del podio de discursos. Dumbledore se separó de ellos yendo al podio y aclarándose un poco la voz con la intención de encontrar silencio.
--- Sólo un grupo de ustedes vio el incidente ocurrido durante una cátedra de nuestro guardabosques pero bastaron que algunos dieran la noticia para que medio colegio se volcara a las puertas esperándose una explicación. Reconozco que los profesores salieron sin la debida discreción de las salas provocando caos en cada clase a la hora señalada. Mi intención con esta breve reunión de colegio es decirles que ya no sólo los humanos estamos en riesgo caer frente a otros sino las criaturas que hacen de Hogwarts un inmenso lugar de existencia para toda forma de vida.
Los queridos unicornios dadores de vida y de poder a cambio de sufrimiento y muerte cuando el receptor haga uso de ellos o tenga dolor cuando muera........ellos fueron atacados de forma brutal, saben porque, porque los magos que se adentraron en el bosque no supieron hallar la punteria para dar en el unicornio su punto de bajeza tal que no muera de inmediato pero con el tiempo suficiente para extraer lo mas preciado de ellos: su sangre que da todas las condiciones que dije antes pero esta maldita y dará lo peor a quien la beba o la use. Varios fueron mutilados por manos temblorosas a la hora de la verdad, su verdad. Existe la tentación de capturar un unicornio desde tiempos de la antigua China en donde los magos soñaban con tener uno pero sus historias eran tan adornadas que pasaban por charlatanes. Pero existen en nuestro mundo y nos dan protección a nosotros y al resto de las criaturas que viven.
No era gente perversa los que atacaron a esas criaturas sino gente no mayor que ustedes pero iban de forma muy determinada a buscar el mágico elixir. Uno de ellos se vio con la obligación de escapar siendo abandonado por sus complices y cayó en nuestras manos. Escogió un camino en apariencia fácil pero torturador y mas si mató un unicornio: la muerte.
Fue asesinado porque no había otra salida, conjuró una maldición digna de mortifagos...........eso dije.......sabía hacerla con precisión y como la muerte de quienes hayan sido verdugos de un unicornio es dolorosa, su muerte lo fue porque esa maldición jamás llegó a receptor sino al propio mago que con la misma mano temblorosa mutiló unicornio se dio la sentencia a si mismo al apuntarse la maldición que estaba de lo mas pesada advirtiendo su vil acto anterior en vida.
Les pido disculpas por manejar esto con tanto caos y quienes hayan sido afectados tengan en cuenta que nadie estaba actuando con cordura sino con algo muy natural pero desequilibrante: el miedo.
A pesar de todo nuestro colegio sigue siendo seguro porque ningun mortifago........ustedes esperaban eso...........pero no fue obra de ellos...........confíen en ustedes y nosotros porque va a pasar mucho antes que uno de ellos entre en Hogwarts........uno verdadero.
Les pido que tengan calma y dejen sus enojos de antes porque esa es la forma de dejar la pasada a lo malo, mostrar unión es clave ahora. Háganlo algo importante de su vida. Pueden irse.--- dijo Dumbledore pacientemente mirando como el Gran Salón iba desocupándose.
--- Hermione espera.............espera. --- decía Harry al ver que su novia caminaba demasiado rápido.
Hermione se desvió del corredor entrando en los baños de mujeres dejando a Harry afuera muy preocupado. Se sentó en el piso esperando que saliera cosa que ocurrió luego que muchas chicas hicieran lo mismo.
--- Hermy....--- dijo Harry al ver que Hermione salió del baño.
--- Faltó poco para que yo hubiese sido mencionada....--- dijo Hermione triste y caminando otra vez rápido.
--- Espera.........--- dijo Harry impaciente y tomándole la mano.
--- ¿Te diste cuenta? --- preguntó Hermione llorosa.
--- Sí.......pasaste por la mente de Dumbledore estoy seguro. --- dijo Harry tomando la otra mano.
--- Igual se me puede llamar así........una falsa....--- dijo Hermione.
--- Él no va a poseerte, escuchaste. --- dijo Harry al tiempo que abrazaba a Hermione.
--- ........Lo que importa es que no te mate......con tal de evitarlo estoy dispuesta a todo. --- dijo Hermione llorosa.
--- No lo harás........vas a resistir esto........tienes al mejor mago de todos de tu parte, te ayuda........---- dijo Harry emocionado.
--- Siento que voy a fallar como ahora...--- dijo Hermione abrazando a Harry.
--- Estás mal por eso......el discurso......vas a ganar Hermione. --- dijo Harry afligido.
Hermione avanzó unos pasos hacia el corredor dubitativa pero Harry la llevó tomada de la mano por la escalera de mármol hacia arriba rumbo a la Sala Común.
Cada mirada estuvo puesta en los limites de la explanada de Hogwarts con el Bosque Prohibido desde cualquier ventanal del colegio pero pareció venir una calma pues todo aparentaba normalidad y la zona comprometida estaba libre a cualquiera que deseara caminar por allí.
Los resplandores previos a la aparición del unicornio mutilado fueron comentario pero sólo uno los vio: Harry Potter. Él no se hizo problema con contarle a cualquiera que preguntara en la Sala Común de Gryffindor su versión del asunto. Siempre repetía lo mismo: Lo vi y le dije a Hagrid que el bosque brillaba.
Al hallarse libre ayudaba a Ron con los apuntes que Hermione les tendía de las clases de Aritmancia para complementar los suyos también. Aritmancia fue la razón de que los jóvenes decidieran hacer una maratón de estudio junto a su amiga mestiza que en ocasiones sacaba la cabeza del libro preferido de la maestra Vector.
Ron hablaba continuamente con Harry sobre cualquier cosa pero este no parecía muy animado a recordar el unicornio o el partido del sábado en que el Frente para la Victoria ganó.
Cada capítulo del libro que entraba en la prueba de Aritmancia era un verdadero ladrillo y ni siquiera Hermione podía leérselos todos quejándose varias veces frente a sus amigos.
--- ¿Cómo van? --- preguntó ella.
--- Milagro que dejaras el bendito libro. --- dijo Harry algo molesto.
--- He visto que conversan y conversan. --- contestó Hermione con cierta suficiencia.
--- Te va a ir bien Hermione.......relajate.--- dijo Ron leyendo unos apuntes.
--- ¿Viste otra cosa? --- preguntó Hermione en un susurro.
--- ¿Qué? --- dijo Harry indiferente.
--- Miras por la ventana hacia el Bosque Prohibido, no ha pasado nada, cierto. --- dijo Hermione suspicaz.
--- Hace unas noches vi un resplandor en el bosque. Duró muy pocos segundos venía desde dentro y terminaba en las cercas. --- dijo Harry.
--- Vaya, que curioso que no lo hayas mensionado. --- dijo Ron mirando fijamente a Harry.
--- No creo en todo lo que veo. --- dijo Harry defendiéndose.
--- Ves mas que muchos Harry, no debieras guardarte eso porque es importante. --- dijo Hermione tomando el libro.
--- El resplandor era importante y reconozco que decirlo pudo haber facilitado las cosas pero no puedo decir cada cosa que veo.........mas si tengo prohibido mencionar su nombre. --- dijo Harry muy serio.
--- Ya entendí. --- dijo Ron asintiendo.
--- Yo pienso lo mismo......--- dijo Hermione que se ocultó detrás del libro.
--- ¿Estás bien? --- preguntó Harry impaciente a su novia.
--- Sí Harry.........eso me pegó hoy. --- dijo Hermione con la voz cortada.
Ron distraía a su amigo preguntándole cosas de la prueba cada vez que lanzaba un suspiro tras mirar a Hermione que dejaba ver sus ojos al estar leyendo el libro de Aritmancia. Harry atendía las conversaciones de Ron aunque su mente estuviera en otro lado.
La Sala Común de Gryffindor se desocupaba conforme se hacía mas tarde y quedaban pocos alumnos en mesas aquí y allá estudiando aceleradamente. Hermione estaba desde un rato con la intención de dejar el libro y la mesa.
--- No les molesta si me voy. --- dijo Hermione azorada.
--- No, vamos a seguir aquí. --- dijo Ron despreocupado.
--- Es la poción. --- dejó escapar Harry.
Hermione asintió dejando la mesa a paso lento y mirando a todos lados hasta que corrió escaleras arriba perdiéndose tras una curva hacia la habitación de las chicas. Harry y Ron se miraron extrañados por la incomodidad y tensión de su amiga que volvía mas tranquila a la mesa unos minutos después. No siguió leyendo y miró fijamente a Harry que leía apurado los apuntes que le había pasado Hermione horas antes. Ron se dio cuenta de las miradas de Hermione y le tendió un gesto a la chica señalándole a Harry.
--- Harry.....Harry. --- llamaba Hermione en voz baja.
--- Dime. --- contestó Harry sonriendo.
--- Estoy mejor.......creo que fue la medicina. --- dijo Hermione.
--- Que bueno. --- dijo Harry.
--- ¿Mas tranquilo? --- preguntó Hermione.
--- Obvio. --- contestó el joven volviendo a leer.
--- ¿Tú estás bien? --- preguntó Hermione.
--- ..........S-Si...--- dijo Harry temblando.
--- No parece. --- dijo Hermione tomando la mano de Harry.
---Disculpa Hermy.......no tengo mi cabeza aquí. --- dijo Harry con la cabeza gacha.
--- .......Estoy alegre. --- dijo Hermione mostrando una gran sonrisa.
--- ¿Por qué? --- preguntó Harry.
--- No lo sientes tú también. --- dijo Hermione agachando la cabeza.
--- ¿Sentir que? --- preguntó Harry impaciente.
--- No sé............esta sensación de que todo va bien y que nada te impide estar feliz. --- dijo Hermione con inmensa alegría.
--- Lo siento al igual que tú. --- dijo Harry poco convencido.
--- Bueno, percibo algo de mala onda. Me voy a acostar chicos, sigan leyendo...yo estoy bastante conforme para mañana. Adios. --- dijo Hermione volviendo a la habitación de las chicas.
Harry miraba incrédulo a Hermione moviendo la cabeza de lado a lado hasta que dio con la molesta mirada de su amigo que se levantó de la mesa caminando hasta la base de la escalera que conduce al cuarto de mujeres.
--- Yo creo que tomarse esa poción le hizo sentir bien. --- dijo Ron encontrando las palabras.
--- No te creo Ronald. --- dijo Harry muy serio.
--- Dime tú que pasa. --- dijo Ron.
--- Hermione nunca está así.....no hablaba por ella. --- dijo Harry.
--- ¿Por qué estás diciendo que hay otra persona detrás de eso? ¿Sabes quien es? --- preguntó Ron acercándose a la mesa.
--- Voldemort. --- dijo Harry.
--- ¡No te creo! --- exclamó Ron.
--- No importa.....puede que ni siquiera sea Voldemort ni yo. --- dijo Harry que empezaba a guardar sus cosas en la mochila.
--- Pues preguntale porque está tan feliz.........o puede que mañana amanezca depresiva por soñar o por haber visto a su novio tan triste. --- dijo Ron elevando la voz.
--- Como sea. --- dijo Harry que subió corriendo las escaleras a la habitación dejando sólo a Ron en la Sala Común a la vez que los altos candelabros se apagaban.
Eso parece una estrella pensaba Harry al ver el techo ya acostado en la cama y con el dosel completamente corrido impidiendo ver como el resto dormía pero sintiendo cada ronquido o respiración pues había un imponente silencio.
Los ojos de Harry empezaron a cerrarse conforme miraba el techo lleno de motas oscuras y esa fue la última imagen que vio Harry antes de quedar profundamente dormido con la cabeza hacia el techo.
Ama las estrellas se oía dentro de la mente de Harry cuando él se veía a si mismo en una oscura habitación decorada de estrellas en el techo y él se encontraba acostado en aquella cama mirando hacia arriba y tapado por un par de colchas y a su lado estaba Hermione que contemplaba hipnotizada aquel panorama.
Ves lo mismo que yo decía Hermione a Harry mientras se acomodaba quedando sentado con la cabeza apoyada en la pared y miró a Hermione que despegó su vista de las constelaciones y miraba a Harry embelesada y sonriente.
Estoy contenta murmuró Hermione que apoyaba su cabeza en el hombro de Harry.
Por qué dijo Harry.
Me siento realizada dijo Hermione suspirando.
Cómo te encontré dijo Harry.
Algo nos une dijo Hermione que se acomodaba cerrando los ojos.
Harry empezó a mirar la pared en donde estaban colgados muchos posters que no pudo apreciar por lo oscuro pero vio como unas manchas negras se movían y se juntaban justo a la altura del rostro de Harry y se iba agrandando hasta romper la pared.
Hermione, Hermione, Hermione, Hermione gritaba Harry.
Alguien con una mascara en forma de craneo sostenía una varita en contra de Harry a su lado salía un unicornio con su cuerno brillante y dio unos pasos hacia la cama en donde estaba Harry con su novia.
Hermione no despertaba a pesar que Harry llegaba a zamarrearla y se levantó de la cama buscando su varita pero no la tenía en sus bolsillos y de forma desesperada se tocaba los pantalones pero estos no tenían bolsillos. Estaba con ropa de dormir se dio cuenta.
Lumos habló en un susurro el desconocido.
La habitación se iluminó completa dejando ver el inmenso agujero en la pared que permitía ver la sala de estar con un televisor al fondo que se hallaba encendido.
Quien eres tú se animó a preguntar Harry.
Cortus Coagulate conjuró el desconocido contra el unicornio que bufaba contento.
El unicornio se partió por la mitad sin derramar sangre pero se veía cada fibra de su interior, a Harry se le produjo una sensación de malestar y luego intento taparse el rostro pero el desconocido le separó las manos.
Mira mi último aliento fisgón Dile a ella que voy a estar bien Tendrá la suerte de verme si logro transformarme en fantasma A la otra que esta última horda se fue Vete Potter Despierta Despierta Despierta Despierta.
Tengo que salir pensaba Harry mirando el techo oscuro.
Avada Kedavra escuchó en su mente Harry Potter.
--- ¡Despierta! ¡Despierta! --- bramaba Ron al ver a Harry delirar en el piso.
--- ¡Ronald! --- exclamó Harry despertando.
Harry jadeaba y empezó a sollozar lentamente mientras sus compañeros de grado lo miraban.
--- Tranquilo Harry........Ya estás aquí. --- dijo Neville desde lejos.
--- Es cierto..........Hermione. --- dijo Harry mirando a todos.
--- Debe estar durmiendo Harry.. --- dijo Ron.
--- ¿Qué soñaste? --- preguntó Dean.
--- Que mataban un unicornio. --- dijo Harry mas aliviado.
--- Reconozco que fue la peor clase de Hagrid. --- dijo Dean.
--- Lo cortaron por la mitad.............era el último de la especie.........no hay más. --- dijo Harry mirando a Ron.
--- Piensa que quienes están asesinando unicornios van a sufrir cuando les llegue la hora de morir.......por tomar lo mas preciado que tienen ellos. --- dijo Neville.
--- Este lo vivió al instante. --- dijo Harry levantándose.
--- ¿Cómo? --- preguntó Ron.
--- Mataron a quien asesinó el unicornio. --- dijo Harry acostándose en su cama.
--- Lastima que nadie te vigile el sueño Harry........mejor duérmete. --- dijo alguien de la habitación que Harry no logró identificar pues estaba durmiéndose rápidamente.
PRUEBA DE ARITMANCIA
PROFESORA MARY VECTOR
COMIENZO 9:00 TERMINO 10:45
Así estaba escrito en la pizarra del salón que ocupaba la maestra Vector para la ocasión: una prueba de su asignatura a los alumnos de séptimo año de Hogwarts. Habían dos sentados en la mitad cuando el reloj que Vector llevaba en su mano marcaba las 8:40 y desde el corredor se escuchaba un incipiente murmullo dando a entender que muchas clases estaban por comenzar.
--- ¿Alguno desea empezar? --- preguntó Vector a los dos que esperaban sentados.
Ninguno quiso pues revisaban sus apuntes de Aritmancia de forma acelerada y el otro sacaba el libro de la mochila.
Vector fue hasta la puerta en donde encontró a Hermione Granger leyendo su libro de clases de forma apurada.
--- ¿Estudiaste Hermione? --- preguntó Vector.
--- Sí profesora, siempre hago esto......verifico. --- dijo Hermione sonriéndole a la profesora.
--- Debes esperar a alguien por que no entras...........que no se te pase la hora. --- dijo Vector volviendo adentro.
Desde atrás de Hermione cayó un trozo de pergamino que apareció de la nada pero no desconcentró a la chica en su frenética lectura. Venían Harry y Ron desde atrás conversando animadamente.
--- ¡Hermy! --- saludó Harry.
--- ¿Qué tal chicos? Bien para las nueve. --- preguntó Hermione nerviosa.
--- Deja ese libro Hermione, ya estás bien. --- dijo Harry mirando a la chica.
--- Te haré caso Harry........¿estás bien? --- preguntó la chica.
--- Dormí mal Hermy...........--- dijo Harry esperando una respuesta.
--- .....Miren como bostezo.........menos mal que hay una hora entre esto y Snape......podré dormir. --- dijo Hermione que se restregaba los ojos.
--- ¿Entramos chicos? --- preguntó Ron.
--- Sólo los esperaba, Vector estaba fisgoneando. --- dijo Hermione entrando.
--- ¡Harry! --- exclamó Ron al ver a su amigo agachado mirando su zapato.
--- Ya voy. --- dijo Harry y esperó a que Ron entrara para ver bien su zapato.
Encontró una nota, la misma que cayó pegaba a su pie cuando pasó por allí. Le dio vuelta encontrando una letra desordenada.
¿Te comenté de la forma rápida de escribir que enseñó Vector algún día? Eso hago Harry. No pienses que te estoy molestando sólo quiero saber si puedes verme hoy. Nada de lugares alejados, sólo el busto del dios Cúpido frente a la Fontana de los Patios Viejos al costado de los invernaderos de Sprout. Te espero desde las diez y media
--- Se nota que conoces Hogwarts. --- murmuró Harry guardando el papel y entrando a la sala.
CAPÍTULO 18
MALDICIONES SIN DESCANSO.
Harry Potter caminaba a paso rápido por la escalera de mármol rumbo a las inmensas puertas que conducían a la explanada del colegio que se hallaba relativamente desocupada al ser una hora de clases. Bajo su brazo llevaba su túnica de Gryffindor y arremangada la camisa llegando hasta los menhires que demarcaban la explanada hacia el bosque prohibido. Tomó un respiró doblando por un sendero de piedras por un costado del castillo pasando por varias piletas de agua y al final llegó a unos terrenos con edificios viejos y a lo lejos estaban los invernaderos de la clase de Herbología.
Frente a los invernaderos partía otro camino que se internaba por un sector lleno de setos que terminaban en un pequeño claro decorado por la estatua del dios romano Cupido que mostraba su arco y sus flechas apuntando al aire. Harry llegó donde el dios del amor mirando todo el sector buscando pero no había nada ni nadie aparte de la estatua.
Harry negaba con la cabeza y miraba un trozo de pergamino que sostenía con su mano y cuando volvió a ver a su alrededor se encontró con la profunda mirada de Ariadna Wilder que estaba al lado de Cupido vistiendo una túnica negra y llevaba el pelo tomado en una cola y sus ojos estaban negros. Miró temblorosa a Harry unos segundos y le sonrió, cosa que Harry correspondió aliviado pues ella era quien andaba buscando.
Ariadna se sentó en un banco de piedras rotas a un costado de la estatua e invitó a que Harry se sentara al lado de ella con un gesto en la mano tocando el banco. Harry fue a paso torpe y al sentarse al lado de la joven la miró fijamente esperando que dijese algo pero la chica permanecía callada y con la cabeza gacha.
--- ¿Cómo......estás? --- preguntó Ariadna encontrando las palabras.
--- Bien........disculpa por no llegar antes pero tenía una prueba y era difícil escaparme. --- dijo Harry mirando a Ariadna.
--- Está bien.......¿pero de quién te escapaste? --- preguntó Ariadna sonriendo un poco.
--- De.......mi novia......no le dije que iba a encontrarme con alguien....ni siquiera a mi mejor amigo. --- dijo Harry.
--- Por poco ella me descubre..........mejor dicho descubre el papel que dejé caer detrás suyo. --- dijo Ariadna mirando a Harry.
--- ¿Para que me llamaste Ariadna?........No dejas de intrigarme desde esa noche. --- dijo Harry evadiendo la mirada de la joven.
--- Esa era la mejor forma de no dar sospechas y de hablar contigo, lo de ahora no tiene ningún peligro comparado con eso porque andaba con mi hermano y mas de algún profesor habrá podido advertir la cantidad de hechizos hechos. --- dijo Ariadna acomodándose el pelo.
---.....Todavía no entiendo nada....--- dijo Harry suspirando.
--- Mi hermano fue directo, como siempre. Sólo nos agrupamos para conseguir que....Lord Voldemort no siga capturando gente.......Sabemos de sobra todo lo tuyo con él....era muy evidente. --- dijo Ariadna con dificultad.
--- Son los que están entre él y yo........¿Qué es esto? --- dijo Harry levantando la voz.
--- Como escuchas Harry, no dejaremos que te hagan algo por eso nos juntamos cuando aún éramos estudiantes de aquí. Te creímos cuando afirmaste que Voldemort había vuelto luego de matar a Cedric en el torneo.....nunca te hablamos porque no teníamos pensado protegerte sino saber protegernos nosotros. --- dijo Ariadna.
--- .........¿Te sientes bien? --- preguntó intrigado Harry al ver a Ariadna sollozando.
--- Por no decirte lo que realmente quiero es que no puedo aguantarme........necesitaba conversar con alguien antes de ir a despedir algunos amigos que se fueron, se fueron....--- dijo Ariadna conteniendo el llanto.
--- L-Lo siento...........¿es eso no? --- preguntó nervioso Harry.
--- Exacto. Mi hermano debe venir a buscarme ahora, le dije que iba a hablar contigo antes de ir a los funerales de ellos.......todo por.....error....--- dijo Ariadna sollozando.
--- Espero que te haya servido de algo que haya venido. No quiero ver a tu hermano ahora, discúlpame. --- dijo Harry afectado.
--- No hay problema...........vete.......vete no mas Harry. Él va a llegar. --- dijo Ariadna tendiéndole una tímida sonrisa.
Harry se despidió de Ariadna con la mano avanzando por el sendero rumbo a los invernaderos y al llegar a la Fontana vio como el hermano de Ariadna aparecía detrás de los setos y ella lo abrazaba profundamente. Harry entró al castillo por la puerta que daba directamente a los invernaderos de la profesora Sprout.
El enorme reloj ubicado frente a la Biblioteca daba las once de la mañana y eso fue como un despertador para muchos alumnos que se hallaban en ella y arreglaron sus cosas y abandonaban el recinto para empezar otra clase escaleras abajo, la mayoría. Contrario a todos Harry entró a la biblioteca llegando hasta una mesa común en donde estaba Hermione oculta tras un libro. Harry le sacó el libro de las mano al verla muy dormida en el silla.
--- Hermy..........Hermy...........Hermy. --- intentaba Harry despertar a su novia.
--- Ah,......Harry. --- dijo ella al ver al joven frente a ella al abrir sus ojos.
--- Pensé que te habías ido a la Sala Común a dormir, ¿qué pasó? --- preguntó Harry sentándose al lado de ella.
--- Llegué al primer sitio con algo para apoyarme.....¿cuánto falta para Snape? --- preguntó Hermione desperezándose.
--- Ya estamos tres minutos atrasados. --- dijo Harry conteniendo la risa.
--- No puede ser. --- dijo Hermione guardando sus cosas.
--- ¿Estás bien? --- preguntó Harry ayudándole a su novia.
--- Con sueño, nada mas. --- dijo Hermione muy preocupada.
--- Vamos a tener que tragarnos la humillación de Snape por llegar tarde, ¿alguna idea? --- dijo Harry mientras iban dejando el lugar.
--- Nada mejor para el profesor que justamente nosotros dos lleguemos tarde......va a hincharnos toda la clase así que no te extrañes si nos usa de prueba para algún hechizo. --- dijo Hermione mas despierta.
--- Nos va a ver igual aunque nos sentemos atrás. --- dijo Harry caminando rápido para seguirle el paso a Hermione.
--- Resiste hasta la una y media, por favor. --- dijo Hermione avanzando por el corredor.
Al llegar al salón de Defensa contra las Artes Oscuras los dos jóvenes se pegaron a la puerta logrando oír la fría voz de Severus Snape dictando unos capítulos del libro y subía un poco mas la voz para luego explicar los resúmenes que deberían hacer hasta el resto de la clase.
--- .......Esos hechizos son vitales para quien tenga la intención de conseguir una persuasión mayor a quien esté en posición de amedrentamiento, si alguna vez hallan un mago o bruja con malas intenciones.......
--- Persuasión.....--- murmuró Hermione separándose de la puerta y negando con la cabeza.
--- ¿Vamos a entrar? --- preguntó Harry expectante al ver a su novia caminar hasta el banco opuesto a la puerta.
--- Ganas no tengo ni menos de estar en una clase en que para el profesor persuadir sea lo mismo que atacar a otro mago......mejor no entremos porque con todo lo que oímos tenemos listos los deberes de la clase, tenemos que hacer sus resúmenes.........y seguramente practicar los hechizos.....--- dijo Hermione.
--- Buena idea, vamonos a la Sala Común a hacer la clase. Snape no va ir a fisgonear allá. --- dijo Harry contento y llevando de la mano a Hermione.
Tras doblar a otro pasillo que conduce al área de escaleras Hermione detuvo a Harry muy preocupada y con una mirada triste.
--- No puede vernos McGonagall en el camino........imagínate. --- dijo la chica.
--- La va a agarrar conmigo, tranquila diré que yo no quise entrar a la clase y terminé convenciéndote a ti. --- dijo Harry satisfecho y siguió caminando con Hermione de la mano hasta el final del pasillo.
Hermione estaba haciendo intentos por seguir la lectura de su libro de Defensa mientras Harry repasaba sus apuntes en una mesa de la Sala Común mirando de reojo a su novia cada ciertos momentos. Cada vez que alguien entraba sobresaltaba a los chicos porque pensaban que podría ser el profesor Snape o la profesora McGonagall.
--- Sólo era Colin Creevey, relájate. --- dijo Harry tomando la mano de Hermione.
--- Esta vez pensé que era McGonagall........ella tiene pase libre, jefa de casa. --- dijo Hermione.
--- Que lástima Hermy, si viene tendremos que contarle la verdad........eso no podemos evitarlo. --- dijo Harry riéndose.
--- ¿Harry Potter? --- preguntó Colin Creevey al acercarse a la mesa.
--- Sí, ¿qué pasa? --- preguntó Harry.
--- Si tu novia no se molesta quisiera sacarles una foto a ustedes dos......es el última foto del rollo...no se imaginan cuantas fotos tengo del colegio y todas en movimiento para verlas después. ¿Aceptan? --- preguntó ansioso el muchacho.
--- Debes llevar la cuenta....son seis años, verdad.--- dijo Hermione interesada.
--- Sí Hermione........¿la saco ahora? --- preguntó el muchacho sosteniendo la cámara fotográfica.
Harry miró contento a Hermione que se arregló un poco y separó algunos libros y se acomodaron en las sillas.
--- Mejor que nos veamos completos.........reconozco que siempre voy a recordarte por el tonel de libros de la mesa pero mejor es que te recuerde entera, no. --- dijo Harry azorado.
Hermione avanzó adelante abrazando a Harry quedando ambos con el rostro hacia la cámara y Colin se ubicaba con esmero delante de ellos que sostenían una gran sonrisa.
Luego del flash de la cámara Harry abrazó mas a Hermione dándole un beso que duró unos segundos hasta que Hermione se separó muerta de la risa.
--- Ves lo que hace faltar a una clase de Snape. --- dijo ella a Colin.
--- Tomen, está lista. --- dijo Colin con los ojos brillantes tendiendo la foto.
En la foto estaban Harry y Hermione sonriendo a la vez que se captaba todo el movimiento de la Sala Común con los cuadros al fondo con sus habitantes igualmente posando para la foto.
--- Faltó que nos moviéramos un poco más......¿te gustó el abrazo? --- preguntó Harry mirando la foto.
--- Si nos movemos.....el rostro ves por la sonrisa. --- dijo Hermione.
--- ¿Les gustó? --- preguntó Colin guardando la cámara.
--- Sí. --- contestaron a la vez Harry y Hermione.
--- Que bueno.......debo irme a Transformaciones........adiós. --- dijo Colin avanzando a la puerta.
--- ¡No le digas a McGonagall que estamos capeando clases! --- dijo Hermione cuando Colin atravesaba la puerta.
El chico asintió con la cabeza cerrando la entrada tras si y ella volviendo a sentarse al ver a Harry concentrado en la foto.
--- Tienes un recuerdo........tendrás. --- dijo Hermione.
--- Deja ir a buscar el portarretratos que me regalaste para poner la foto.....ya vengo. --- dijo Harry yendo escaleras arriba.
Harry desparramaba todo lo que tenía su baúl buscando el portarretratos que Hermione le había regalado hace un tiempo. Lo encontró bajo unos pantalones y lo abrió comprobando que estaba vacío. Puso todas las cosas dentro del baúl y se sentó en la cama contemplando a sus pared que danzaban alrededor de una fontana en la foto que siempre ponía en la mesita de noche. Sonrió como si ellos realmente lo estuvieran mirando y embelesado vio a su vez la foto que se sacó con Hermione con los cuadros al fondo intentando figurar y la pareja que sonreía de forma infinita al mismo tiempo que movían ligeramente la cabeza. Resultó inevitable que Harry siguiera mirando las dos fotografías y en su mente volvieron las palabras de Hermione: Tienes un recuerdo Tendrás.
--- No tengo recuerdos de ellos........parecen tan vivos pero no lo están.....--- dijo Harry en voz alta viendo la foto de sus padres.
Te tengo a ti Hermione Me resulta difícil mantenerte cerca porque yo mismo me voy Me da miedo estar cerca de ti porque puedo traerte a Voldemort Tengo miedo de que seas otra mortifaga mas Se fuerte, por favor ¿Cuánto voy a esperar?
El chico avanzó unos pasos hasta la puerta de la habitación de los hombres sintiendo una mezcla de emoción con alegría cada vez que pensaba en Hermione ese día y mas aún con el portarretratos en la mano. Iba a girar el picaporte de la puerta cuando sintió una extraña punzada en la cicatriz de su frente, se la tocó sin dejar escapar ningún ruido y volvió a la cama en donde logró calmarse pero no el dolor no tenía intención de ceder. Miró hacia sus padres y se alivió pero se tiró hacia atrás en la cama tomándose toda la frente con ambas manos y mirando el techo lleno de puntos brillantes. Cerró sus ojos perdiendo de vista el techo de su habitación pero veía un cielo límpido y diáfano con una que otra nube en el horizonte.
Bajó la vista de forma intuitiva avistando una casa vieja en el borde de un camino y de ella salían varias personas con máscaras de cráneos que desfilaban por el camino con báculos en sus manos hasta llegar a un cruce que se avistaba de forma confusa más allá. No salió ningún enmascarado mas de aquella roñosa casa.
Harry sentía las palpitaciones de su cicatriz a la vez que miraba el paisaje desde fuera y con toda la atención en la casa que seguía con la puerta abierta de par en par. La puerta era de madera y parecía a punto de salirse de sus apoyos. Harry sintió como que podía avanzar por el camino y probó llegando hasta la puerta de donde salió Lord Voldemort con la varita en alto y una expresión de retraimiento en el rostro.
Voldemort se detuvo en medio del camino y alzó su varita al cielo exclamando: ¡MORSMODRE!
Una inmensa calavera verde como nube se formó en el cielo y parecía moverse por el como cualquier nube y seguía al resto hacia las altas montañas que habían al fondo de la casa, claro que bastante lejos.
--- Lleva mi mensaje a cualquiera que la vea, mis mortifagos ya son bastante fieles a ella no habrá problema en que acudan al llamado que porta tan digna y tan alta..........--- dijo Lord Voldemort mirando el cielo y la marca tenebrosa que seguía su curso.
--- ¡Dos no serán capaces de verla ni sentirla, Voldemort! --- exclamó alguien desde atrás del mago.
--- ¡Eso crees!....--- dijo Voldemort volteándose y viendo alguien vestido de mortifago.
--- Mis respetos Lord Voldemort. --- dijo el hombre.
--- Lo faltaste antes..........eso no va a enmendarte......te mereces algo.....¡Crucio!--- conjuró Voldemort contra el mortifago.
El mortifago daba vueltas en el aire a la par de cuando Voldemort giraba su varita y terminó por estrellarlo en el piso de forma fuerte.
--- ¡Quiero sentir tu dolor! ¡Desconoces un llamado tan poderoso! --- gritaba Voldemort.
--- Lo siento. --- decía el mortifago gimiendo de dolor.
--- Ahhhhh.......¡Muestras tus desatinos a quien se entromete en mi mente! ¡Harry Potter! ¡Desaparece James Wilder! --- dijo Voldemort que alzó su varita en contra de James.
--- ¡Hasta otra vez! --- exclamó James desapareciendo al tocar su pecho con la varita.
--- ¡Por tu culpa Potter no pude conjurar el bendito sortilegio! ¡Sal de mi cabeza! ¡Podría matarte si pudiera1 ¡Se que tu también quieres salir de esto! --- decía Voldemort acostándose de dolor en el camino pavimentado.
Un camión lleno de mercancías en el container iba directo donde Lord Voldemort que estaba con el ojos cerrados y acostado en el camino y movía su varita hacia atrás con la mano derecha. La apuntó sin ver hacia atrás y gritó: ¡AVADA KEDAVRA!
Harry abrió los ojos viendo y sintiendo el frío piso de piedra de la habitación de los chicos y se levantó con dificultad. Fue hasta la cama y tomó el portarretrato con la foto de él y Hermione y la apoyó contra el pecho con un rostro de cierta satisfacción.
--- La marca avanza sin control de nadie.......Pude hacerlo enfadar...--- dijo Harry cerrando los ojos.
Hermione apareció en la mente de Harry acordándose de ello y salió de la habitación corriendo por dejar a su novia sola abajo. Al llegar a la mesa en donde estudiaban pociones se encontró con Ron conversando animadamente con Parvati Patil que se sentó en donde estaba Hermione. Estaba.
--- ¡Harry! --- saludó animado Ron.
--- ¿Ya terminó Pociones? --- preguntó Harry patidifuso.
--- Recién.........¿Qué estuviste haciendo con Hermione? --- dijo Ron señalando la escalera.
--- ¡Nada! ¡Subí a buscar algo! ¡Ella no está! --- dijo Harry azorado.
--- Dejó sus cosas Potter. --- dijo Parvati señalando la mesa.
--- Está bien..voy a esperarla acá....--- dijo Harry afectado.
--- Traje los apuntes de la clase de hoy, supuse que tu novia estaría urgida por ello. --- dijo Ron algo mas serio.
--- Gracias Ronald. ¿Parvati puedes ver si está arriba? --- preguntó Harry a la chica.
Ron miró cariñoso a Parvati tras el pedido de Harry que subió por la escalera de caracol a la habitación de las chicas rápidamente.
--- Disculpa. --- dijo Harry sintiéndose culpable.
--- Tranquilo..........¿Por qué te sientes tan mal por eso? --- preguntó Ron.
--- Estabas hablando con ella y no quise interrumpir. --- dijo Harry.
--- ¿Algo mas? --- preguntó Ron sonriendo.
--- .......¿Te gusta? --- preguntó Harry.
--- Así que eso tenías en mente, ah. A ella le da con hablarme cada vez que nos topamos......parte siempre diciéndome lo tímido que eres con tu Hermione pero después siempre tiene ganas de hablar conmigo....--- dijo Ron azorado.
--- ......Aprovecha Ron......--- dijo Harry esbozando una sonrisa.
Parvati bajó desde la habitación de las chicas yendo directamente donde Harry que esperaba impaciente al tamborilear sus dedos en la baranda de la escalera.
--- No te preocupes.........Encontré a Hermione en la cama y estaba durmiendo....--- dijo Parvati.
--- ¿Qué no me preocupe? ¡Ella estaba esperándome! --- dijo Harry.
--- Te demoraste mucho, parece. --- dijo Ron desde abajo.
--- ¡Voy a verla! --- exclamó Harry yendo a la escalera de las chicas con prisa.
--- ¡Va a botarte! --- exclamó Parvati.
Harry puso un pie en el primer escalón y siguió subiendo los otros despacio hasta llegar al corredor de la habitación de las chicas. Apenas dio un paso adelante todo el piso de piedra cambió de forma formando un tobogán hacia el primer piso de la Sala Común de forma que Harry perdió el equilibrio cayendo hacia atrás rodando hasta chocar la cabeza con el piso empedrado.
Se levantó con una mano en su frente mientras se tambaleaba avanzando hacia Ron y Parvati que fueron a apoyarlo y lo sentaron en una silla.
--- ¿Estás bien? --- preguntó Ron.
--- Bien........creo que necesito una cabeza y.......una frente nuevas. --- dijo Harry viendo que su mano aún tenía el portarretrato.
--- ¿Por qué no llega nadie? --- preguntó Harry mirando toda la Sala Común.
--- Es la hora del almuerzo chicos.........van a bajar. --- dijo Parvati con un síntoma de duda.
--- Adelántate......Parvati.....--- dijo Ron encontrando las palabras.
La chica salió de la Sala Común tras una mirada cariñosa con Ron que estaba embelesado mirando la puerta de entrada.
--- Tienes suerte Ron. --- dijo Harry viendo a su amigo.
--- ........¿Qué pasó Harry? --- preguntó Ron de forma seria.
--- Esta cicatriz me duele de nuevo..........como si fuera un dolor de cabeza aunque ni siento el otro dolor. --- dijo Harry acostándose en la mesa.
--- Digamos que Hermione sólo se cansó de esperarte......Por cualquier cosa la próxima clase es a las cuatro con McGonagall........no faltes ni tu novia tampoco. --- dijo Ron.
--- Descuida.......vamos a entrar. --- dijo Harry recobrando el aliento.
--- .....¿Vienes a comer? --- preguntó Ron tomando sus cosas del piso.
--- Mejor espero a Hermione para hablar con ella y no faltar más tarde. --- dijo Harry volviendo a agacharse en la mesa.
--- Está bien Harry. --- dijo Ron dejando la Sala Común.
Harry fue a sentarse en el primer escalón de la escalera que conduce a los dormitorios de las chicas a pesar de cierta duda por el caída. El Sol era el amo del día y por cada ventana lograba entrar y mas en la Sala Común de Gryffindor que tenía todas con las cortinas corridas y su luz entró libremente iluminando los cuadros, las mesas y dejando ver las cenizas de la chimenea apagadas y resaltaba el color de la piedra con que estaban hechas las escaleras y el piso del entorno.
Fue una tensa espera pues a cada momento Harry miraba hacia arriba con el deseo de que Hermione bajara y pudieran hablar. Harry tuvo una vez más la tentación de subir pero un molesto dolor en la parte trasera de la cabeza, del cual sólo tuvo conciencia ahora, le recordó la desagradable caída desde prácticamente el ultimo escalón.
Se tocaba la cabeza y su frente sintiendo dos dolores muy distintos, mientras el de la caída se le pasaba poco a poco y de la frente ardía y en ciertos momentos lo hacía cerrar los ojos, cosa que Harry evitaba continuamente pues no quería volver a dormirse y ver algo más.
Trataba de apoyarse la cabeza con ambas manos al ver el dolor de la cicatriz estaba doblegándolo e intentaba no perder la conciencia otra vez. Empezó a pasearse por la Sala Común para calmarse pero nada servía sino que cayó al piso por el punzante dolor que experimentaba y cerró sus ojos al estar acostado y a la lejanía percibía como algunos ruidos venían desde fuera pero ya estaba demasiado lejos de la Sala Común.
Nuevamente Harry se encontraba mirando aquella casa y el camino en donde Voldemort estaba acostado pero no había nadie y comenzó a avanzar hasta la puerta de la casa y la halló abierta y entró adentro encontrando una estufa a parafina en un oscuro rincón y en el centro una mullida butaca de la cual colgaban unos pies y al acercarse apreció una persona envuelta en una oscura túnica con capucha que tenía facciones de serpiente en su rostro y que se encontraba con los ojos cerrados y respirando de forma agitada.
Harry lo miraba frente a frente mientras se tocaba su cicatriz que lo ataba con Lord Voldemort que a su vez sostenía su cabeza con ambas manos y soltaba gemidos de dolor aunque al abrir sus ojos esbozó una enorme sonrisa que la dirigió directamente a Harry que retrocedió unos pasos hasta chocar con las paredes. Voldemort se levantó y tomó su varita que estaba en una mesa al costado de la butaca y la apuntó contra Harry que encontró la suya dentro de su túnica y también la alzó:
--- ¿Qué vas a hacer Harry? --- dijo Voldemort respirando con dificultad.
--- No......vas a matarme. --- atinó a decir Harry sintiendo otra punzada en su cicatriz.
--- Esto es inevitable......tu compañera de la frente no te dejará tranquilo. --- dijo Voldemort apuntando con la varita a la cicatriz de Harry.
--- Tú también sufres.....--- dijo Harry moviéndose pegado a las paredes.
--- Es verdad pero no soy yo quien debe portar la mala suerte de entrometerse en mi mente y soportar todo lo que hago Harry.......Ya tienes suficientes cosas en tu cabeza y otra mas sería fatal... --- dijo Voldemort levantándose del asiento.
--- ¿Vas a matarme? --- preguntó Harry alzando mas la varita.
--- No podría Potter...estás muy lejos. Además tengo cosas mas importantes que razonar con alguien que pienso que puede estar frente a mí...........¡Pasa mi sirviente! --- exclamó Voldemort hacia la puerta.
Entró una persona encapuchada y con mascara de cráneo y se arrodilló frente a Voldemort que sostenía ahora su varita contra el recién llegado.
--- La Marca ya está sobre Hogwarts, señor. --- dijo la persona con una voz femenina.
A Harry le dio un vuelco en su corazón al escuchar esa voz y que aparentemente reconoció sin poder creerlo.
--- Es increíble que con el débil llamado que hice hayas venido, Wilder. --- dijo Voldemort sentándose en la butaca.
--- Sólo quería ver si necesitaba algo. --- dijo la persona.
--- Nada Ariadna........Haz como el resto escabúllete en su mundo y atenta a cualquier llamado........Vete. --- dijo Voldemort cerrando sus ojos.
Poco a poco la casa, Voldemort y Ariadna se iban haciendo mas difusos en la mente de Harry que quedaba en tinieblas y sentía el frío de las lozas de piedra del piso de la Sala Común de Gryffindor. Abrió sus ojos encontrando a algunos estudiantes que respiraron aliviados al ver que Harry despertaba.
Se incorporó mirando al resto de forma vaga hasta un dolor en su cabeza lo despertó más soltando un gemido de dolor.
--- Tranquilo..........Tranquilo.....--- decía un alumno de primer año ofreciéndole un vaso de agua a Harry.
Por la puerta de la Dama Gorda entraba McGonagall a paso rápido. Apenas Harry la vio se levantó e intentó no tocarse la cabeza dando otra imagen.
--- ¿Qué pasó? --- preguntó McGonagall al resto.
--- Encontramos a Harry tirado en el piso delirando. --- dijo Colin Creevey.
--- ¿Y esto? --- preguntó McGonagall al ver un portarretrato en el suelo.
--- ¡Es mío! --- saltó Harry recogiendo su portarretrato muy nervioso.
--- Potter........¿Qué hacías antes de desmayarte? --- preguntó McGonagall.
--- Esperaba a Hermione que duerme arriba......quería irme con ella a almorzar y luego a su clase. --- dijo Harry lentamente.
--- ¿Granger? .......¿Por qué duerme? --- preguntó McGonagall extrañada.
--- Me esperó mucho rato porque yo buscaba mi portarretratos para poner una foto que Colin nos sacó. --- dijo Harry azorado.
Colin asintió desde atrás y McGonagall mandó a llamar a Hermione a unas chicas que subieron.
--- ¿Te duele la cabeza? --- preguntó McGonagall al ver el gesto de Harry.
--- La escalera me botó cuando intenté ir a su habitación. --- dijo Harry.
--- ......¿No te duele nada más? --- preguntó McGonagall mirando fijamente a Harry.
--- N-No. --- tartamudeó Harry.
Hermione bajaba con las chicas y miraba a Harry de forma confusa y al llegar al primer piso fue abordada por McGonagall.
--- ¿Granger? ¿Qué hacías arriba? --- preguntó McGonagall.
--- .....Dormía........Tuve una mala noche. --- dijo Hermione de mala gana.
--- ¿Esperabas a Potter? --- preguntó McGonagall.
--- Sí profesora.......él se tardó mucho y creí que lo mejor.........era......subir. --- dijo Hermione afligida.
--- ¿Te sientes bien? --- preguntó McGonagall tomándole la muñeca derecha a Hermione.
--- Perfectamente...........¿Qué pasa? --- dijo Hermione que cerró sus ojos al sentir la mano de la profesora.
--- Encontramos a Potter desmayado en el piso y quería ver todo lo que pasó antes de que ocurriese eso Hermione......No te molesto más.......Potter trate de reponerse antes de ir a la clase. No lo dejó faltar puesto que usted saltó Defensa con el profesor Snape....--- dijo McGonagall ante las risas de los estudiantes.
La profesora salió del lugar dejando a los estudiantes rodeados en torno a Harry que no dejaba de mirar a Hermione que tenía los ojos húmedos y luego bajó su cabeza. Harry avanzó hasta su novia tomándole ambas manos sin poder decirle nada por el nerviosismo. El resto de los estudiantes se apartó de Harry y Hermione que estaban abrazándose en el medio de la Sala Común y se hablaban cosas al oído.
--- ¿Estás bien? --- preguntó Harry.
--- Sí, bien. --- dijo Hermione muy poco convencida.
--- Se que te pasa......¿Quieres hablar de eso? --- preguntó Harry pegándose a Hermione.
--- Afuera........--- dijo en voz baja Hermione y adelantándose hasta la puerta.
Harry la siguió hallándola sentada en el banco que está al frente de la Dama Gorda que hablaba con alguien del cuadro siguiente. Se sentó al lado de ella mirándola con atención y Hermione estaba con las piernas muy juntas y evadía la mirada de Harry.
--- Sentir que le mientes a un profesor.......no pude decirle a verdad a McGonagall allí dentro Harry, le habría dicho en otro lugar sin problemas.......--- dijo Hermione afligida.
--- ...Me atacó la cicatriz y pude ver a Voldemort con.........algunos mortifagos. --- dijo Harry molesto.
--- ¿Voldemort? ¿Qué te dijo? --- preguntó Hermione muy interesada.
--- Estaba mas ocupado en atender a la mortifaga que llegó después. --- dijo Harry apoyando su cabeza en el hombro de Hermione.
--- Lo siento Harry........Me arde la muñeca. --- dijo Hermione.
--- No....no la muestres ahora........entiendo......--- dijo Harry con la voz quebrada.
--- Harry....Harry........¿todavía te duele? --- dijo Hermione al ver que Harry escondía su cabeza en el pecho de su novia.
--- No......Él conjuró su Marca en donde yo lo vi......La mortifaga dijo que estaba sobre Hogwarts. --- dijo Harry muy triste.
--- Yo reaccioné al instante a eso. - dijo Hermione negando con la cabeza.
--- Yo sé que nunca vas a responderle a él........no como ella..........la-la...mortifaga......tú no eres así. --- dijo Harry acelerado.
--- No.......Basta con que tú confíes en mí.......Voy con lo demás Harry. --- dijo Hermione dándole un beso a su novio.
Varios alumnos corrían por el pasillo de Gryffindor y bajaban las escaleras casi sin esperar que ellas volvieran a su sitio. Harry y Hermione seguían besándose pero una chica se tropezó delante del banco en donde estaban los dos Gryffindor que se interrumpieron por el ruido de la caída. Harry levantó a la chica que tenía un rostro asustadizo y temblaba. Hermione le tendió una mano y la chica la abrazó fuertemente.
--- Mis....padres.....me dijeron...que...nunca.....debía acercarme a nadie que.....fuese de Quien-Tu-Sabes......pero que hago si....está....en.....Hogwarts. --- dijo la chica que temblaba.
Harry asintió con la cabeza mirando a Hermione que le dio unas palmadas en la espalda a la chica que portaba el escudo de Ravenclaw en su túnica.
--- ¿Aún está la Marca? --- preguntó Hermione a la chica.
--- Ajá........Todos van al Gran Salón sin que nadie hubiese llamado. --- dijo la chica mirando el corredor.
--- Vamonos. --- dijo Harry llevando a ambas.
No se podía pasar por la escalera de mármol hacia abajo pues parecía que todo el colegio escogió la misma hora para hacerlo. A empujones Harry y Hermione con la chica llegaron a la zona principal del castillo que tiene cerradas las puertas de roble.
--- ¿Adonde vamos? --- preguntó la chica a Hermione.
--- Va hacer difícil entrar al salón............¿Dónde están los profesores? --- preguntó Hermione con voz alta.
--- ¡Combatiendo la Marca! --- contestaron algunos más adelante.
--- ¿Adonde vas? --- preguntó Harry al ver que la chica iba mas adelante.
--- Ubiqué a mis amigos Harry.........Gracias. --- dijo la chica a ambos.
--- ¡Sonorus! --- conjuró Dumbledore desde las puertas hacia la explanada.
Todos se callaron y con respeto miraba como el director del colegio venía con su varita alzada y se paraba delante de la escalera de mármol y muy cerca de Harry y Hermione. Quienes ya estaban casi entrando en el Gran Salón se quedaron observando al barbudo director que miraba de forma muy severa por sus gafas de medialuna.
--- ¡Cálmense! ¡Esa Marca no va a entrar a Hogwarts! ¡Ustedes lo quisieron......al Gran Salón! --- ordenó Dumbledore.
Sólo media hora después el Gran Salón tenía las cuatro mesas repletas y la mayoría de los profesores estaban al lado del podio en donde hablaba habitualmente Dumbledore que esperaba paciente que hubiera silencio. Conversó con algunos profesores que salieron del recinto por la puerta de los campeones al fondo. McGonagall apareció después con su túnica raída y la varita soltando chispas rojas.
Se acercó a Dumbledore que miró a McGonagall muy severo y empezó a negar con la cabeza.
--- ¡Silencio! --- ordenó el director a todos.
--- Lograron escapar Albus. --- dijo McGonagall de forma que todos la escucharon.
Los alumnos volvieron a conversar ruidosamente y Dumbledore parecía perder la paciencia pero McGonagall volvió a decirle algo al oído sólo generando mas bulla por parte de todos.
--- ¡Silencio! --- volvió a ordenar Dumbledore.
--- ¡Alumnos! ¡Permanezcan callados! --- ordenó a su vez McGonagall.
Snape apareció por la puerta y fue hasta el director murmurándole cosas mientras McGonagall ponía una cara de pocos amigos y negaba con la cabeza.
--- ¡Todos nosotros hemos visto algo que muchos en sus pensamientos creyeron que sería imposible que llegara a nuestro colegio! ¡Jamás creí que eso fuera imposible! ¡Que la Marca de Lord Voldemort vuele sobre nuestro colegio es señal que sus seguidores andan con ansias de recibir ordenes! ¡No es hora que demuestren miedo! ¡Eso sólo los hará más fuertes a ellos! ¡No me obliguen a repetirlo! ¡Eso es evasión y no enfrentar los problemas! --- hablaba colérico el director.
--- ¡Muchachos! ¡El colegio está seguro! ¡Nadie va a entrar! --- dijo McGonagall a todos.
--- ¡Eso es falso! ¡Quien se escapó! --- gritó una alumna que era de las primeras en la mesa de Hufflepuff.
Dumbledore miró con atención a la chica que lo miraba con rabia y que volvió a sentarse negando con la cabeza repetidas veces. El director tomó aliento y miró al grupo de profesores que aguardaba a su lado que miraba a los alumnos con cierta impaciencia.
--- ¡Estudiantes de Hogwarts! ¡Quienes escaparon no eran mortifagos sino magos desconocidos que alentaban la formación de la marca a pesar de llevar máscaras propias de esa orden!.....--- decía Dumbledore pero otro alumno lo interrumpió.
--- ¡Igual son mortifagos! --- gritó Harry Potter desde la mesa de Gryffindor.
--- ¡Lo son! ¡Su maldición está aquí! --- gritó Hermione.
--- Lamento que ninguna palabra sea capaz de calmar su espíritu........esas manifestaciones de desconfianza, miedo, son el mejor llamado que ellos puedan recibir.....no vale la pena discutir si son mortifagos de verdad pero algo es seguro no están de nuestro lado....No dejen que su propios miedos los atormenten y faciliten el camino de ellos a sus corazones......Confíen en que esas férreas puertas de roble impidan el paso de la maldad y el temor.....--- dijo Dumbledore mas calmado.
--- Estudiantes.......no hay nada mas que decir..........retírense. --- dijo McGonagall señalando la puerta.
La escalera de mármol no lucía tan abarrotada de gente como al inicio de los problemas en Hogwarts por la Marca de Lord Voldemort. Nadie quedó indiferente a lo hablado en el Gran Salón ni nadie sabía que hacer en ese momento: si se harían las clases de la tarde o no.
Las puertas que daban a la explanada permanecían abiertas e incólumes a cualquier amenaza aunque pocos pasaban por ellas. El ambiente afuera era frío a pesar de brillar un enorme sol y el cielo apenas traía nubes, blancas en este caso. La Marca Tenebrosa ya no hacía acto de presencia.
--- ¿Adónde vas? --- preguntó Harry a Hermione al subir por la escalera de mármol.
--- A......la Sala Común. --- dijo Hermione
--- Ron quiere que vayamos donde Hagrid a pasar el rato, me dijo eso al salir del Gran Salón. Estoy esperando que deje de hablar con su amiga y que tu aceptes. --- dijo Harry.
--- Mejor que no Harry..--- dijo Hermione en tono pesado.
--- No hay que temer allá fuera......nos tenemos a ambos. --- dijo Harry.
--- ¡Qué seguridad! ¡Estás temblando! --- dijo Hermione.
--- Tiemblo por ti.........nunca me es fácil pedirte algo porque siempre intento adivinar que sientes. --- dijo Harry.
--- .......Acabo de acordarme, tú querido amigo guardabosques ya asume que soy.......tu sabes. --- dijo Hermione.
--- Igual ven con nosotros, vas a distraerte. --- dijo Harry sonriendo.
--- ........Anda tú Harry.......--- dijo Hermione subiendo escaleras arriba.
--- ......Acompáñame, por favor. Ron va con Parvati. --- dijo Harry.
--- ¡No! ¡Quiero estar sola! --- dijo Hermione molesta desde mas arriba.
Harry miró molesto a Hermione y fue escaleras abajo donde estaba Ronald con Parvati que miraban la escena de recién con hondo interés. El novio de Hermione llegó donde ellos y de inmediato se fueron rumbo a la explanada siguiendo recto a las puertas laterales de Hogwarts. Hermione se perdió al doblar por la escalera luego del primer rellano.+
Hagrid estaba sacando unas alfombras de su cabaña cuando vio venir a Parvati, Ron y Harry bajando por la explanada que empezaba en los menhires. Les hizo señas con las manos y ellos aceleraron el paso llegando a la cabaña que tenía su puerta y sus ventanas abiertas de par en par.
--- ¿Qué sorpresa? ¿Quién es tu acompañante Ron? --- preguntó Hagrid muy interesado.
--- Hagrid, ella es Parvati Patil...........--- presentó Ron.
--- Un gusto, señor Hagrid. --- dijo Parvati tendiendo su mano.
--- Igualmente.........Harry.....¿qué pasa? --- preguntó Hagrid al ver a un distraído Harry.
--- Hermione no quiso venir. --- dijo Parvati.
--- Ya veo.........pasen, pasen. --- ofreció Hagrid.
La cabaña de Hagrid estaba vigilada por un dormido Fang en medio de ella al lado de la mesa en que siempre los amigos del guardabosques tomaban té. Se sentaron todos y Hagrid empezó a repartir las tazas que estaban ya en la mesa. Ron hablaba de forma animada con Parvati y Hagrid. Harry los contemplaba y se levantó de la mesa llamando la atención del resto.
--- ¿Puedo ver tus establos? --- preguntó Harry.
--- Está bien.......cuidado con el hipogrifo. --- dijo Hagrid.
Harry salió al patio trasero de la cabaña encontrando miles de cajas que se agitaban ruidosamente, al lado habían cubículos con los animales mas extraños. Al fondo estaba comiendo zorros ahumados el hipogrifo de Hagrid. Harry se acercó al animal haciendo una reverencia que el hipogrifo correspondió.
Apoyó su cabeza en la del hipogrifo mirando hacia los linderos del bosque prohibido que lucían oscuros como siempre. El hipogrifo movía lentamente su cabeza.
El joven siguió caminando hasta las rejas de madera y el hipogrifo lo seguía emitiendo suaves ruidos, Harry se volteó al verlo y fue hasta él dándole palmadas en la cabeza.
Al dirigirse nuevamente a los linderos se asustó al ver la figura de Ariadna Wilder apoyada en los palos de las rejas.
--- Ariadna...--- dijo Harry molesto.
--- .....Hagrid me daba desconfianza cuando estudiaba acá. --- dijo Ariadna.
--- Supongo que hoy sentiste el llamado de Voldemort. --- dijo Harry acercándose a Ariadna.
--- Vi la marca........viajó por toda Inglaterra.
--- Te mueves rápido para decir que ya estaba en el colegio con Voldemort en el otro extremo. --- dijo Harry elevando la voz.
--- ¿Qué? --- reaccionó Ariadna sorprendida.
--- ¡Te vi! ¡No contaste con que......yo puedo sentir lo que hace Voldemort! ¡Estabas allí! --- exclamaba Harry.
--- No te vi. --- dijo Ariadna negando con la cabeza.
--- Estaba en su mente.........cortesía de esta cicatriz. --- dijo Harry levantándose el pelo.
--- ...............--- Ariadna quedó sin palabras.
--- Estás atrapada.......mortifaga. --- dijo Harry apuntando con la varita.
--- No soy una mortifaga Harry......Tenías que ver en el peor momento. --- dijo Ariadna enfadada.
--- ¡Estaba tu hermano! --- gritó Harry.
Ariadna se dio vuelta entrando en el bosque corriendo al ver que todos en la cabaña habían salido a ver quien gritaba tanto. Harry se volteó donde ellos mientras Hagrid iba hacia él con expresión severa.
--- ¿Con quién hablabas? --- preguntó Hagrid.
--- Había un mortifago en tu propio patio....--- dijo Harry en voz baja.
--- Imposible Harry........--- dijo Hagrid en voz baja.
--- Esta cicatriz me dolió antes......vi como ella estaba con Voldemort.....Ariadna Wilder.....así se llama Hagrid. --- dijo Harry.
--- ...........Vete al colegio Harry......--- dijo Hagrid asintiendo con la cabeza.
--- No Hagrid........debo atraparla porque ella es capaz de entrar al castillo......no puede andar suelta........deséame suerte, por favor.........Adiós. --- dijo Harry.
Harry entró al bosque prohibido corriendo y Hagrid dio un grito de frustración. Volvió donde Ron y Parvati que miraban desde las cajas ruidosas perplejos.
--- Vayan al castillo ahora......--- dijo Hagrid con dificultad.
--- ¡Y Harry! --- exclamó Ron.
--- ¡Ese chico! ¡Dile a McGonagall! ¡Iré a buscarlo! ¡Ve! --- exclamó Hagrid.
Ron y Parvati fueron corriendo hacia el castillo llegando a la Sala de Profesores minutos después. Parvati tocó la puerta tres veces siendo abierta por Severus Snape.
--- ¿Puede decirle a la profesora McGonagall que necesitamos verla? --- preguntó Parvati.
--- Esperen. --- dijo Snape con voz fría.
--- Parvati.........tengo que pedirte esto........no le cuentes a nadie lo que Harry hizo, por favor. Seguro Hermione tendrá que saberlo pero a nadie más......en serio. --- dijo Ron de forma seria.
--- ¿Chicos? --- dijo McGonagall desde la puerta.
--- Harry Potter fue tras la caza de un mortifago, profesora. --- dijo Parvati en tomo grave.
--- Hagrid fue a buscarlo al bosque, allí se metió. --- dijo Ron mirando de soslayo a Parvati.
--- ........Llévenme a la cabaña de Hagrid. --- dijo McGonagall que empezó a seguir a los dos jóvenes.
--- ¡Ron!..........Debo irme........¿Qué te vaya bien? --- dijo Parvati azorada.
--- Cuídate.........Recuerda lo que te dije. --- dijo Ron a lo lejos.
--- ¡Weasley! --- exclamó McGonagall deteniendo a Ron y señalando el cielo.
La Marca Tenebrosa aparecía en el cielo saliendo entre unas nubes pequeñas pero la calavera era totalmente visible y todos los que estaban en la explanada la señalaban alarmados.
Al mismo tiempo Harry Potter sentía como su cicatriz dolía pero seguía avanzando entre miles de setos avistando una figura humana muy al fondo. Su varita iba en alto en las penumbras del Bosque Prohibido.
CAPÍTULO 19
OJOLOCO POTTER
Una varita en alto hacia el cielo lleno de niebla se alzaba contra una calavera verde que trascendía toda nubosidad y con tintes fluorescentes bajaba al bosque tocando las copas de los árboles agitándolas a la par del viento frío del Bosque Prohibido. Quien sostenía la varita se tambaleaba ligeramente al mirar al suelo lleno de vegetación y uno que otro dragoncillo que molestaba con sus chispas rojas cuando enterraba sus dientes en los tobillos de Harry Potter que hacía intentos por afectar esa calavera que rato atrás apareció en toda la explanada del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Harry murmuró algo y de la varita salió un haz dorado hacia la calavera logrando disolverla con sus trozos nubosos perdiéndose entre los demás árboles que tenían un manto de niebla gris en sus copas que disolvía mas a la calavera.
Tras petrificar a los dragoncillos Harry siguió por un ligero sendero entre árboles altos y malezas que cortaban el sendero a ratos conforme avanzaba en el bosque con una expresión asesina. Se detuvo frente a un árbol que tenía su tronco con inscripciones:
A.W. soy la que buscas.
Negó con la cabeza y siguió caminando por el sendero que se internaba hacia una porción del Bosque Prohibido que se halla mas alta en las primeras colinas que Harry encontraba en su viaje frenético.
El cielo se hacía cada vez mas oscuro cuando Harry miraba hacia arriba cada vez que se detenía en algún claro del bosque a tomar aliento o cuando una forma rara lo sacaba del camino creyendo que sería Ariadna Wilder pero se encontraba con dragones medianos que sólo lanzaban chispas contra el joven. Le resultaba fácil repelerlos con la varita al igual que las doxys pero desde mayor distancia porque estaban muy tentadas a arrojarle líquido ácido a Harry.
Árboles como edificios flanqueaban el paso del joven por un delicado sendero formado por una parte del terreno en donde nada creció o lo plantado fue arrancado de cuajo alguna vez. El suelo se humedecía con pequeños charcos que se alimentaban de lloviznas provenientes desde las copas de los árboles que estaban tapadas por la niebla sin dejar ver el Sol, Harry se encontraba dentro del Bosque Prohibido en donde el astro rey parecía estarlo por los propios árboles.
Sin temblar la mano de Harry sostuvo la varita largo rato hasta una detención en una enorme roca con dibujos e inscripciones que llamaron la atención de Harry. La tocó viendo ramillones, trozos rotos y un par de letras.
--- ¿Runas? --- dijo Harry retumbando su voz en el entorno al ser el único visitante.
Miró al fondo encontrando una pequeña poza de agua cristalina en donde todo se reflejaba como un espejo. Harry se sentó en la orilla escalonada guardando su varita en la túnica que estaba rajada cerca de la espalda. Se rió al verla dañada al visualizar a la vez un rostro en su convulsionada mente: Hermione.
Aparecía ella y su varita en el Expreso de Hogwarts y a un costado Ron con cara de pocos amigos lleno de envoltorios de dulces y Scabbers paseaba en su hombro tiritando al ver al gato de Hermione en el piso. Harry se sentía nervioso al ver una varita levantada contra él pero Hermione sonrió rápidamente para luego decir: Oculus Reparo.
Harry sintió que sus gafas se endurecían amoldándose a su cabeza y se las sacó viendo como la cinta adhesiva era reemplazada por un trozo del lente original. Impresionado buscó apoyo en Ron que le correspondió una mirada de asombro y desdén a la chica que recién había llegado y preguntando por un sapo de un chico llamada Neville.
Harry, en el bosque, frunció el ceño con sus mejillas rojas al ver en su cabeza a dos Hermione. Una la que lo despreció en la escalera de mármol y la que le reparó las gafas.
--- Cuanto cambiaste........¡Ya! --- dejó escapar Harry pero movió su cabeza saliéndose de ese pensamiento aturdidor.
Dejó la orilla del lago volviendo por donde venía y empuñando otra vez la varita metiendose entre setas espinosas y charcos con agua verde y estancada. Todo el sendero a continuación era un lugar lleno de fango y pozas. Un resoplido no ayudó a que nada de eso desapareciera ni que cada paso fuera mas hondo en el barro. Eso ya no era un sendero sino un pantano.
Vuelve sobre tus pasos. Aquella frase apareció en los recuerdos de Harry y regresó al claro en donde vio a la joven Hermione en el tren. Contempló por donde había venido y a su vez el claro buscando alguna salida.
Alzó la varita lentamente contra el pantano y pensó Petrifucus Totalus. De la varita salió un haz café de luz que pegó en cada charco y terreno fangoso secándolo como si fuera la luz de un Sol en el Sahara. El terreno se convirtió en agreste y pedregoso en torno a los árboles y Harry dio unos pasos saltando logrando cruzar la otrora área mojada. Llegó a una alta sequoia que cerraba el paso pero formando dos brazos pedregosos, ahora, en dirección izquierda-derecha.
Harry miró a ambos y conducían al mismo lugar tenebroso, oscuro y húmedo. Alzó la mirada sólo encontrando un cielo negro mas arriba de las copas de árboles.
Lumos dijo Harry lentamente encendiendo la varita logrando iluminar algunos pedazos de terreno mas allá de Harry pero seguía siendo lo mismo.
Empezó a correr por el sendero de la derecha mirando hacia atrás cada tanto y asegurando la varita al sentir su mano resbaladiza. Pero cayó al suelo pantanoso justo al terminar la parte agreste.
Unas rápidas miradas permitieron encontrar la varita enredada en unos tallos verdes clavados en la tierra húmeda. La desató sintiéndose abochornado por el vapor de agua que acechaba el lugar viniendo desde el otro lado de la poza amarillenta en donde seguía el sendero. Veía la poza con atención y tomó la varita con fuerza convirtiéndola en piedra o arcilla pues se deshacía en las manos al gatear sobre ella.
Harry se hallaba contra el piso con la cabeza presionada por algo atrás y sus manos tocaban el suelo y la varita se hundía. Metió la mano mas adentro recuperando la varita llena de tierra y levantó la cabeza pero la presión no cedió botándolo contra el suelo y cegándole los ojos.
Al incorporar la cabeza unos centímetros pudo ver una pezuña gris de caballo que se hundía lentamente en el piso. Una vez más Harry cayó con la cabeza en el terreno sintiendo esa presión fría sobre sí.
Unos murmullos oyó Harry al tener cerrados los ojos por estar pegado al piso pero a su alrededor habían ruidos y su cabeza se sentía libre o mejor dicho Harry pudo levantarla encontrándose con un centauro frente a frente y otro atrás suyo al voltearse. Todos conservaban un tenso silencio que sólo era roto por los estertores de los dos centauros que cercaron mas a Harry pues él sintió sus pecho contra la espalda y su propio pecho.
--- El pequeño tallo sólo retenía lo ajeno....está acostumbrado a recibir cualquier cosa que pase por encima....ahora fuiste tú Harry Potter......No tiene perdón que hayas hechizado nuestro hogar......no basta con intentar sacarnos sino que un humano se atreva a perturbar cada fibra o alma de este bosque. Seguro no pensaste en ello sólo seguiste tu fin.....estoy contento por librarte de esa carga pero pagarás el convertir en piedra lo verde tal como lo hizo tu amiga escurridiza antes......Tu rostro de miedo lo he visto antes....como cada mirada a cada piedra de tu escuela o tronco del bosque....basta con eso para advertir que no traes malas intenciones para con nosotros pero te está moviendo el miedo para venir aquí.......ya no es esa adictiva mezcla de aventura y miedo sino sólo temor y un corazón que retumba en el bosque.....sólo nosotros somos capaces de hacer algo así como todo el bosque....esa vibración es única aquí y se carga a quien entre pero la desprecias al creer que es fuera de lo normal.....todos la sentimos y somos vida por ella. Imagina que pasaría si esa vibración muriera por manos de otro......Claro está que no viniste por eso......viniste por esa persona.....la invisible capaz de burlar toda criatura con tal de fortalecer su alma.......no es mala........pero tomó ese camino de forma voluntaria buscando sentimientos en otros que ahora inquietan cada esquina de este mundo.........--- dijo el centauro que estaba frente a Harry. Se apartó mirando por lo alto al otro centauro que avanzó a zancadas hasta su amigo. Ambos tendieron una mirada incisiva a Harry que miró a cada lado y a atrás buscando una salida.
Harry miraba con incomodidad a los dos centauros que lo flanqueaban delante y se volteó dispuesto a huir por donde había venido pero ya no había sendero allí sino una poza estancada mas grande que la primera que el joven encontró antes de convertir en barro seco.
--- La naturaleza tiene sus mecanismos para volver a la armonía.....son regresivos al fin. --- dijo el otro centauro a espaldas de Harry. Tenía una voz más ronca que el centauro que dijo la perorata al recobrar el Harry el control de su cabeza.
A pesar del mensaje del centauro Harry dio un paso más sumergiendo el pie en el agua amarillenta y tuvo la intención de alzar su varita pero estaba aterrado por los centauros que lo tenían a relativa cercanía. Los dos centauros no tenían intenciones de moverse viendo como Harry iba pasando la poza con el agua a las rodillas.
--- Los secretos mas hondos están allí......en el lugar más hondo. --- dijo el centauro de voz fina.
Harry miró hacia abajo viendo el agua tan oscura como la niebla que permanecía en las copas de los árboles y dio unas patadas en el agua. Se tranquilizó al sentir el fondo que era fangoso pues el muchacho se tambaleó a causa de que su pie izquierdo se hundió en el fondo.
--- Son secretos no pozas hondas......--- volvió a hablar el centauro.
Tras equilibrarse Harry siguió con su andar cuidándose de cada paso que daba y miró hacia atrás contemplando como los centauros lo miraban pacientemente. Quien habló primero resultó ser un centauro de pelo cobrizo, voz fina y el otro de pelo negro y con arrugas en el rostro y pecho.
--- Cada cosa tiene algo que revelar si intentar violarla.....hasta tu poza. --- dijo el centauro viejo.
Esto último hizo detener a Harry que sacó su varita de forma decidida y la encendió tras murmurar Lumos para sí. Se sentía mas seguro al caminar sobre el agua, además faltaban unos pasos para llegar a la zona húmeda pero sólida.
--- Tu poza tiene su secreto, ya que insistes en verlo.........¡Ahí está! --- dijo el centauro jovial con voz potente.
Antes de pisar tierra emergió un animal de numerosos tentáculos de un pulpo de aspecto mediano que agarró los hombros de Harry tirandolo hacia atrás sumergiéndolo en el agua sucia de la poza. Sin tiempo de defender pues su cuerpo estaba atado al pulpo Harry vio como entraba en el agua e intento estirar una mano para tapar su boca que estaba abarrotada de peces diminutos que danzaban en ella y otros seres que iban pegándose a su cuerpo conforme el pulpo lo paseaba por el agua. Harry sintió como sus pies se arrastraban por el lodo subacuatico con el animal llevándolo en dirección contraria a donde iba antes de que el centauro revelase el secreto de la poza.
Desde tierra los centauros vieron como el pulpo tocaba tierra al lado de ellos y desató a Harry dejándolo tirado en la playita botando agua y peces por la boca. El pulpo volvió al agua en donde dejó ver sus tentáculos sobre el agua. Harry recobró el aplomo y se levantó viendo al animal como danzaba en el agua escasamente profunda y luego empezaron a salir burbujas de él y regresaba a donde dejó a Harry pero de su cuerpo salía humo y se secaba dejando ver unos tentáculos blancos como la ceniza.
El centauro mas joven se movió donde el pulpo pisando con sus cuatro patas los restos calcáreos del animal acuático que se iban con una brisa glacial que duró mientras desaparecían los restos del pulpo.
--- Cuando parte de esta vibración desaparece.....hay una forma de sentirlo.....ese frío gélido que sentiste muchacho es eso.....El pulpo murió porque antes destruiste su hogar..........pulpo de aguas charcadas que se petrificó hasta que todo se restauró pero el daño estaba hecho en su cuerpo.....--- dijo el centauro joven.
--- ¡Por revelar el secreto! ¡Horda! --- gritó el centauro mas viejo con una voz quebrada.
El terreno empezó a temblar alrededor de Harry que miraba caminando en círculos viendo como unos diez centauros aparecían entre los espacios que dejaba cada árbol. La mirada de esos centauros era poco amistosa.
--- ¡Ese traidor tuvo la intención de venir! --- dijo con fuerza el centauro de edad.
--- ¡Aquí estoy! --- respondió el centauro Firenze que hizo despertar a Harry de su resignación.
--- ¡Viniste traidor! ¡Ahora lo defenderás a él! --- exclamó el centauro joven.
--- Ninguno de quienes ha venido al bosque conserva malas intenciones......Mort....ninguno. --- dijo Firenze dando un paso hacia el centauro viejo.
--- ¡Traigan a quien le ha quitado el alma al bosque! --- ordenó Mort.
Del bosque salió caminando Ariadna Wilder con sus muñecas amarradas a unas artesanales monturas que pendían de dos centauros de aspecto mediano.
--- ¡ARIADNA! --- gritó Harry enfurecido al ver a la joven.
Ariadna fue dejada en libertad tras que al caer al piso se soltó de las monturas. Los centauros miraron sorprendidos a Harry que estaba muy molesto apenas apareció la prisionera.
--- ¡Dos intrusos con problemas! ¡Vas a salvarlos Firenze! --- dijo en tono burlesco Mort.
--- No tiene sentido retenerlos señor.........y......y....¿qué haces con él Aosta? --- preguntó Firenze al centauro joven que acompañaba a Mort.
--- ¡No ha alcanzado la sabiduría necesaria! ¡FUERA! ¡FUERA! --- empezaron a gritar los demás centauros.
--- Usas a tu hermano como chivo expiatorio Firenze........no te basta con ser amigo de los humanos....--- dijo Mort dando patadas en el fango.
--- ¡Tienen razón! ¡Aosta es demasiado joven! --- reclamó Firenze.
--- ¡Tu amiga se escapa! --- gritó Mort al ver que Ariadna llenó el lugar de humo al mover su varita y corría hacia los árboles del fondo.
--- ¡ESPERA! ¡ARIADNA! --- gritaba desaforado Harry corriendo tras ella y esquivar algunas zancadillas de centauros enfurecidos.
La siguió por un sendero mas ancho a la vez que varios centauros corrían a la par de ellos en senderos laterales bufando de forma furiosa. Ariadna se detuvo frente a una alta sequoia y levantó su varita conjurando: ¡GLAC..........
--- ¡EXPELLIARMUS! --- conjuró Harry desde atrás logrando interrumpir el hechizo de Ariadna y luego su varita saltó por el aire llegando a los pies de un niño centauro.
--- ¡ACCIO VARITA! --- gritó Ariadna sin dudar.
La varita volvió a manos de la chica que convirtió el árbol en hielo hasta su copa y la onda de congelamiento atacó también a la niebla volviéndola hielo en suspensión gracias al apoyo en las ramas del árbol.
Harry empezó a correr detrás de Ariadna al mismo tiempo que los centauros emprendían una violenta pisada en el suelo señal de que iban a tomar vuelo.
--- ¡DESMAIUS! --- conjuró Ariadna contra la niebla congelada.
Detrás de los pasos de Harry y Ariadna la niebla empezó a partirse en pedazos y filamentos punzantes de hielo que cayeron como lluvia sobre los centauros que huían despavoridos hacia atrás y otros quedaron llenos de plumillas de hielo, pero otros recibieron bloques, filamentos y trozos de ramas congeladas sobre sus cuerpos. Los centauros cayeron al piso dejando ver heridas en su pecho, cortes llenos de sangre y otros simplemente se tumbaron inertes en el piso lleno de hielo.
Ariadna no volteó a mirar como Harry que tuvo la intención de devolverse pero la respiración acelerada de la chica a la distancia lo devolvió a la frenética carrera tras ella por el ancho sendero que moría en un barranco lleno de vegetación hacia abajo.
--- ¡Qué haces! --- exclamó Ariadna al detenerse frente a la caída.
--- ¡MORTIFAGA! ¡ASESINA! --- gritaba Harry.
--- Ellos ya están.......dementes........su alma ya se perdió cuando otras criaturas decidieron entrar o alguien las puso aquí. --- dijo Ariadna alzando la varita.
--- ¡Claro cuando decidiste esconderte! ¡No te dijeron que era Prohibido cuando estudiabas! - dijo Harry en tono irónico.
--- ......¡Tú te metiste en el bosque! ¡No entiendo por que sales persiguiéndome!..--- dijo Ariadna mirando el barranco.
--- Estabas con Lord Voldemort, Ariadna. Con esa máscara y alabando la Marca. --- dijo Harry con voz fría.
--- ...........No soy su sirviente, Harry. --- dijo Ariadna afligida.
--- Eres mortifaga..eso basta. Ellos han intentado matarme y pienso que tú serías capaz de hacerlo o tu hermano que luce mas peligroso. --- dijo Harry.
--- No te mataría.........al hacerlo destruyó la mayor ambición de Voldemort.......de algo me sirve entrar en ese grupo tan selecto......sólo puros.....no hay forma de que un mestizo pase libre. ......Voldemort no tiene nada en mente si primero no te mata, suena duro pero es así.....no lo dice él sino la profecía...........Ese cuarto me deslumbra cada vez que algún Auror necesita que le traigan una de ellas. Tres veces he tenido ese honor.....espero ser Auror algún día.....--- dijo Ariadna acercándose a Harry.
--- Trato de pensar como a ellos se les ¡PASO! que una mortifaga está entre ellos. --- dijo Harry con voz quebrada.
--- Ellos son capaces de detectarlo Harry.......alguien que vendió su vida a un conjunto de hechizos de Voldemort tiene una mirada sin sentimientos, un animo distinto cada vez que levanta su varita, te traiciona si eso interfiere con Voldemort y tiene una marca. --- dijo Ariadna.
--- ........Muéstrame la marca. --- pidió Harry alzando la varita.
Ariadna se arremangó el brazo derecho de su túnica dejando ver una calavera de cuya boca sale una serpiente grabada en su piel. Harry se sintió mal al verla y levantó mas la varita.
--- No pienses en ella ahora........me vas a delatar. --- dijo Ariadna nerviosa.
--- ¡Mi cicatriz! --- exclamó Harry tocándose la frente.
--- .........¡MORSMODRE! --- conjuró Ariadna haciendo aparecer la Marca Tenebrosa en el cielo diáfano al salir del bosque y detenerse en el barranco.
La señal de Voldemort se elevó en el cielo cruzando hacia las montañas nevadas en sus picos hacia el norte y luego avanzó al sur tras un ligero movimiento de la varita de Ariadna. Ella no se atrevía a acercarse a Harry que se iba incorporando y recobrando ánimo luego de un punzante dolor en la cicatriz.
--- Eso fue suficiente para desviar su atención......no debe verme a través de ti relacionándome contigo Harry. Ningún...........mortifago puede escaparse porque están atados a su varita.......ya debes saber como despide a su gente. --- dijo Ariadna guardando la varita.
--- Estas muerta de miedo que te pille, ah. ¡Mira! ¡Soy Harry Potter! ¡Llévame con tu amo! ¡Que esperas! --- exclamaba Harry al acercarse a Ariadna.
--- Voldemort no va a atraparte.........nosotros somos los que estamos entre él y tú......somos sólo dos......el resto se fue.......todavía lloro por ellos.......partimos siendo tres.....yo, mi hermano y su novia.......ella..........ella.......se quedó sin madre por Voldemort.......eso enloqueció a James que la dejó......y le pidió que saliera de la Orden por..La extraño. --- decía Ariadna con los ojos húmedos.
--- Igual no dejas de servirle ni tu hermano lo deja........eres una mortifaga y no puedo dejarte libre......lastima que no hay dementores cerca. --- dijo Harry apuntando con la varita.
--- Conjuras.........yo lo hago.....no estoy dispuesta a morir si tu sigues vivo Harry. Voldemort no sabe lo lejos que estás tú de él...........Un dementor es capaz de llevarte con él a menos que tenga ordenes o serán brutos como siempre y te besarán. --- dijo Ariadna.
--- ¿Entonces conviene que muera? --- dijo Harry dudando.
--- ¡Tú lo atormentas! ¡Es el costo que debió pagar por intentar matarte! ¡Debe pagar cada día por no saber magia antigua, como dice siempre! ¡Tú eres su maldición viva! --- exclamaba Ariadna.
--- .......Lo conoces demasiado Ariadna.......--- dijo Harry afectado.
--- Uno lo escucha divagar en donde nos llame....es duro oírlo......¿Qué hago aquí? Eso me pregunto a veces..........tengo que encontrar una salida..........pero ya estoy atada.......a mi obligación de mantener la orden en secreto y que......no sufras. Voldemort no tiene control sobre mi o James.......sólo puede hacerse cargo de los mortifagos que marcó el mismo. --- dijo Ariadna.
--- ¿No te marcó? --- preguntó Harry.
--- Citándolo..........Magia Antigua.......Sección Prohibida de Hogwarts....Nos marcamos Harry. Resultó y aún lo hacemos pasar por tonto. --- dijo Ariadna nerviosa.
--- .........¡Te vendiste! ¡Fuiste incapaz de resistir y luchar como nosotros! --- dijo Harry llegando al frente de Ariadna tocando su pecho con la varita.
--- No sé como será tu varita pero ten cuidado con cualquier cosa que hagas porque puedes botarme por el barranco. --- dijo Ariadna esbozando una sonrisa.
---¡WILDER! ¡ARIADNA WILDER! --- llamaban a gritos desde el bosque.
--- ¡Mi hermano! --- exclamó Ariadna mirando a Harry.
--- ¡MORSMODRE! --- conjuró una voz masculina desde el bosque.
--- McNair....¿Por qué James viene con él? --- se preguntó Ariadna.
--- ¿El mortifago? --- preguntó Harry temblando.
--- Va a doler Harry........Disculpa........¡Inversa Ascendio! --- conjuró Ariadna con su varita la espalda de Harry.
De la varita salió un rayo proyectado hacia el barranco que empujó a Harry y a la bruja hacia abajo en caída libre por el desfiladero lleno de vegetación. Un golpe seco contra un sendero roto de lozas de piedra sonó cuando Ariadna y Harry cayeron en distintos lugares pegándose el joven en la cabeza contra las ramas de un árbol que delimitaba el sendero. Ariadna cayó parada pues tenía la varita alzada y eso significa que conjuró algún hechizo para no sufrir mayormente.
--- ¡POR QUÉ NO APROVECHASTE DE ENTREGARME! --- gritó Harry desde el árbol al ver a Ariadna en el sendero.
--- ¡Baja la voz Potter! ¡No te muevas! --- exclamó Ariadna al acercarse a Harry.
--- ¡Detente! ¡Sabes que puedo conjurar! --- amenazó Harry.
--- No te quedan bien las amenazas.........guárdatelas para Voldemort. --- dijo Ariadna en tono resignado.
--- ¡Ah! ¡Puedo hacerlo pero tú debes capturarme! --- siguió Harry hablando despectivamente contra Ariadna.
--- ¡Escóndete! --- exclamó Ariadna al mirar hacia arriba y ver a su hermano y a McNair hablando sin voltear la mirada al barranco.
Harry también vio al hermano de la chica y al mortifago y se fue detrás de los arbustos de ramas espinosas. Ariadna caminó unos metros hasta el inicio de la subida pedregosa y por señas distrajo a James y McNair.
--- ¿Fue tuya la Marca? --- preguntó McNair con los ojos brillantes.
--- Sí. No imagine que usted andaba por aquí. --- dijo Ariadna con voz fuerte y respeto.
--- Lord Voldemort me envió a vigilar a ciertas criaturas y marcar territorio pero te adelantaste.......sigue así que vas a tener los méritos suficientes para obtener confianza de Lord Voldemort. --- dijo McNair calmadamente.
--- Claro........¿Dónde se te unió James? --- preguntó Ariadna bastante mas seria.
--- ¡Al costado de la cabaña de Rubeus Hagrid! ¡McNair bromeaba sobre que Hogwarts estaba al acecho! --- dijo James Wilder en voz alta.
--- ¿Supongo que Lord Voldemort no piensa en entrar? --- preguntó Ariadna con voz quebrada.
--- Tú sabes que opina Lord Voldemort de eso Wilder......No mientras esté Dumbledore.....nadie quiere terminar mal antes de tiempo ni cuando nuestro Lord no se sienta preparado...--- dijo McNair resignado.
--- ......Entiendo.......¿Ya hizo su labor? --- preguntó Ariadna a McNair bastante ansiosa.
--- Todo bien......sólo centauros muertos, heridos por un árbol asesino lleno de agujas de hielo ya dentro. --- dijo McNair moviéndose hacia el bosque y saliendo de la vista de Ariadna.
--- ¿Se fue? --- preguntó Ariadna a James que miraba desconcertado.
--- Desapareció hermana..........no pude evitar ese encuentro en el bosque....Tenemos que salir hoy de aquí muy discretamente. --- dijo James muy serio.
--- Vete primero a casa.....tengo que....meditar. --- dijo Ariadna con la cabeza gacha.
---Adiós. --- dijo James desapareciendo al borde del barranco.
--- ¡Qué respeto a Voldemort! --- gritó Harry saliendo del escondite.
--- ......Es patético Harry, alguien como Riddle no se merece nada. --- dijo Ariadna con asco.
--- No te puedo dejar Ariadna porque estás relacionada con los mortifagos y mas encima uno de ellos quiso entrar al castillo.....lo siento........¡EXPELLIARMUS! --- conjuró Harry contra Ariadna que alzó su varita en el aire.
--- ¡Protego! --- conjuró la joven repeliendo el hechizo de desarme y mandando una onda brillante contra Harry.
Harry se fue empujado contra el árbol por el hechizo de Ariadna que corrió donde Harry con la varita en alto y mirándolo fijamente. Harry pegó su varita contra el pecho de Ariadna en actitud amenazante.
--- Lo voy a hacer..........¡AVADA......--- intentó conjurar Harry.
--- ........¡DESMAIUS! --- conjuró Ariadna logrando que Harry chocara con el árbol.
El joven dejó escapar una mueca de dolor y se incorporó mirando de forma asesina a Ariadna que tenía su varita a la altura del pecho y sudorosa. Harry se acercó alzando su varita volviendo a pegársela en el pecho pues Ariadna permaneció quieta.
--- ¡Diffindo! --- conjuró Harry levantando una brisa de lodo y piedras que tiró a Ariadna contra las paredes del barranco.
--- ¡Pudiste haberlo hecho Harry! ¡No quieres matarme! --- exclamaba Ariadna al sentir el dolor en la espalda.
--- ¿Qué espero? --- se preguntó Harry.
--- Si quieres revelo tu varita y el imperdonable sale sólo......claro si lo hiciste. --- dijo Ariadna.
--- ¿Nunca te ha pillado un Auror? --- respondió Harry a la chica con una pregunta.
--- .......Estaría muerta........mas si soy aprendiz de eso en el Ministerio. --- dijo Ariadna emocionada.
--- ......Mi padre no hubiera querido que me transformara en un asesino, pero lo soy. Maté al hijo de tu señor Malfoy por rabia........No te mato porque tengo la duda sobre ti......tienes todo lo que hace a un mortifago pero no me llevaste con Voldemort ni me mataste......tonta no eres porque si haces eso Voldemort acabará contigo por hacer tú el trabajo sucio. Mataste a Colagusano disfrazándote de Voldemort en su mansión, te deshiciste de mortifagos iguales a ti......Dijiste que tenías que protegerme cada vez que te vi.....en el pensadero, en Grimmauld, el callejón y ahora......--- dijo Harry recordando todo eso en su mente.
--- ................--- Ariadna miraba a Harry con tristeza y en su mente apareció Lord Voldemort y cientos de seguidores en torno a la tumba que tiene la mansión Riddle. Ella asentía a cada afirmación del poderoso mago sintiendo pena, asco, traición. Ariadna miró con esas expresiones a Harry que seguía con la varita levantada pero miraba de forma compasiva a la chica que sollozaba apoyándose en la pared del barranco.
--- ¡HARRY POTTER! ¡HARRY POTTER! ¡HARRY POTTER! --- se escuchaban fuertes voces de gente que estaba en el bosque.
Ariadna miró hacia arriba y luego corrió donde Harry agarrandolo de la túnica. Lo llevó sendero abajo por las pesadas piedras que estaban sueltas. Harry observó como Ariadna hacía florituras con su varita mientras corrían La muchacha se detuvo en seco al tiempo que Harry no frenó y se pegó con la espalda de Ariadna tumbándola contra el sendero.
Al voltearse la chica apareció con la capucha de la túnica puesta y la máscara en su cabeza.
--- Eran profesores de Hogwarts que andan buscándote.........no pueden verme......Voy a llevarte al colegio por otro modo Harry........no pueden verme. --- dijo Ariadna con el corazón acelerado.
--- ¡Entonces corre! ¡Te sigo! --- exclamó Harry como último recurso.
Por el sendero llegaron extenuados a las riberas de un lago enorme y negro agitado por el viento frío de las montañas. Harry lo contempló mientras Ariadna rebuscaba en su túnica.
--- ¿Dónde estamos? --- preguntó Harry azorado mirando el lago.
--- Es el lago de Hogwarts que dobla cerca de las montañas.....tú sólo conoces la parte que toma el colegio........Allá al fondo muere justo pegando en esa montaña con una cabaña en la primera loma.........La conozco porque era el lugar preferido de mí y mis amigos cuando formamos la Orden del Norte en Hogwarts y veníamos allí siguiendo la orilla los fines de semana......esto era mejor que Hogsmeade......Lastima que no borré esos recuerdos porque no tuvo otro lugar que sugerir a la hora en que Lord Voldemort me ordenó encontrar un sitio de escape.....tuve que borrar todo rastro de la Orden allá.....Casi no se usa porque las barreras protectoras que puso Dumbledore la alcanzan........Voldemort se las arregla para pasar sin visto por ellas, todo lo que necesita es silencio y su cabeza trama de todo....--- dijo Ariadna viendo la cabaña.
--- ¿Qué es esa melodía? --- preguntó Harry extasiado.
--- Sirenio........Para las sirenas es el mejor lugar para embrujar Ulises. --- dijo Ariadna esbozando una sonrisa.
--- ¿Cómo? --- preguntó Harry a Ariadna que tenía una potente mirada.
--- Son quienes logran eludirlas........como el mito griego....era una maldición escuchar su canción pero en este sector sólo alaban cosas bellas........se inspiran. --- dijo Ariadna alzando los brazos.
---¡POTTER! ¡POTTER! --- gritaban desde el sendero.
--- ¡Mierda Harry! ¡McGonagall con el resto! ¡Corre! --- ordenó Ariadna por el sendero de tierra que empezaba rodeando el lago.
El canto de las criaturas del lago se mezclaba con las respiraciones aceleradas de los dos jóvenes que continuamente miraban hacia atrás buscando perder el rastro de los profesores cuyas voces se escuchan a lo lejos. Ariadna se desvió a un camino que entraba en el bosque. Harry la siguió enterrándose espinas en el cuerpo al caminar por espinos.
Ariadna revolvía en su bolsillo de la túnica encontrando una snitch con expresión triunfante ante un receloso Harry que miraba hacia el lago a la vez que haces de luz roja golpeaban las piedras del sendero y los espinos del escondite.
--- ¡Quieren aturdir!............¡Levanta tu varita Harry y manda una bengala hacia el lago! --- pidió Ariadna que tomó su varita y examinaba la snitch.
--- ¡Desmaius! --- conjuró Harry saliendo de su varita chispas rojas fuertes al lago.
--- ¡Snitch Translate! ¡Translate Corporum! ¡Corpora! --- conjuraba Ariadna provocando temblores en la snitch.
--- ¡Desmaius! --- conjuró Harry de nuevo.
Las chispas rojas chocaron los haces de luz de hechizos aturdidores que disparaban ya desde una posición cercana del sendero respecto al escondite de Harry y Ariadna.
--- Listo........Harry necesito que tomes la snitch.......Es un traslador....sólo piensa en Hogwarts. --- dijo Ariadna con los ojos desorbitados.
--- ¡Cómo! ¡Qué vas a hacer! --- decía Harry impresionado.
--- No te preocupes......si ellos llegan aquí podré desaparecer, tengo licencia del Ministerio.....como aprendiz pero ya se hacerlo. --- dijo Ariadna nerviosa.
Ariadna levantó a Harry dándole a snitch a la vez que desaparecía, la chica salió de los árboles al sendero viendo como algunos profesores de Hogwarts venían disparando con las varitas. Ariadna estaba con el atuendo de un mortifago real.
Lanzó un hechizo de humo y desapareció apenas Snape llegó al lugar con la varita alzada. El resto de los profesores escrutaba con la vista los alrededores no encontrando nada salvo mas volutas de humo desde las colinas cercanas que impedían la visibilidad.
Harry cayó desde el cielo al corral de animales de Hagrid que estaba lleno de armaduras que proyectaban luz desde sus yelmos al piso bajo el oscuro atardecer en Hogwarts. El joven caminó por el terreno viéndose iluminado por las luces que hicieron temblar el piso botando las cercas. Unas chispas rojas salieron despedidas de las armaduras al cielo como fuegos pirotécnicos que alumbraron el entorno que pasos mas allá de la cabaña de Hagrid estaba con una multitud de alumnos que aguardaban en los linderos del Bosque Prohibido ya sabida la noticia de que Harry Potter fue tras un mortifago en el bosque lleno de criaturas.
La superficie en donde estaba Harry se iluminó desde dentro y quedó a la vista de todo el mundo que estaba perpleja. De ellos salió Hagrid con su sombrilla mirando con los ojos saltones a Harry que guardó la snitch dentro de su túnica y caminó unos pasos escuchando gritos y murmullos de todo tipo
Hagrid seguía mirando impresionado a Harry que agachaba la cabeza escuchando las voces y la ronca respiración de su amigo.
--- ¿Mataste a los centauros? --- preguntó Hagrid.
--- No Hagrid......no podría hacer eso......de verdad. Fue el mortifago...--- dijo el chico muy nervioso.
--- ¡Tú ibas persiguiéndolo! --- exclamó Hagrid.
--- El mortifago era McNair y molestó a los centauros. --- dijo Harry acercándose a Hagrid.
--- No me des explicaciones por el desastre del bosque Harry, daselas a ellos. --- dijo Hagrid señalando con la cabeza a unos magos que salían del bosque.
Harry miró a Hagrid negando con la cabeza pero el guardabosques señaló a Harry a los magos que llegaron al frente del muchacho. Uno de ellos resultó familiar.
--- Ojoloco. --- dijo Harry en voz baja.
--- Meterse en la mente de un mago tenebroso era mi labor........no era fraternizar con él......se le mata se mata.......estúpido cazador de mortifagos. --- dijo Ojoloco Moody con voz ronca y golpeteando el suelo con su pata de palo.
--- Lo perseguí......no podía dejarlo. --- dijo Harry mirando el ojo normal de Moody pues el otro miraba atrás.
--- Los centauros dijeron que usted arrancó tras la mortifaga y que luego ella eliminó a varios luego de que usted cruzara la zona. --- dijo un mago encapuchado detrás de Ojoloco.
Ese mago salió a adelante y levantó su capucha, era Lucius Malfoy. La cara de Harry se ensombreció al ver al padre de Draco y volteó a mirar a Hagrid que estaba mas atrás mirando el suelo. Luego buscó apoyarse en Ojoloco pero este respondió de forma severa y empujando a Harry con la pata de palo adelante con el resto de los magos detrás siguiendo los pasos de Potter.
Avanzaron entre la multitud que estaba aún perpleja. Al llegar a las puertas Harry se encontró con Ron que estaba contento.
--- Volviste Harry......¿Estás bien? --- preguntó ansioso Weasley.
--- Vivo....si. --- dijo Harry hasta que lo empujaron hacia dentro. Dumbledore esperaba a los pies de la escalera de Mármol con una expresión muy seria.
--- Actuaste con imprudencia Harry........lo digo por todas las razones que conoces de sobra....Hiciste que un mortifago usara toda la maldad que tiene en intentar huir de ti en el bosque....terminaste ayudándolo mas. --- dijo Dumbledore con voz queda.
--- ........Estaba frente a mí, podía matarme. --- dijo Harry afligido.
--- Te llevarán a mi despacho para que aclares todo........Potter. Quisiste dártelas como mi amigo Ojoloco que arriesgaba todo con tal que una celda se llenara en la cárcel......Tú no pensaste en nadie....--- dijo Dumbledore moviéndose para que el resto de los magos subiera por la escalera.
No puedo revelar la verdad sobre Ariadna. Ese pensamiento retumbaba en la mente de Harry a la vez que llegaba a la entrada del despacho del director Dumbledore.
CAPÍTULO 20
FINAL DE UN DIA MARCADO Y PREDICHO
Resultó ser una enorme decepción que realmente Harry no fuera llevado al aposento de Dumbledore luego de salir del Bosque Prohibido con medio colegio detrás de él. Ese era uno de los pocos lugares que dieron a Harry calma en momentos difíciles, se respiraba paz existiendo gente con problemas fuera y bajo la vigilancia de Lord Voldemort desde sus ojos, su varita, su corazón o sus sueños. Esto último mantenía de forma alerta a Harry que iba bajando por las escaleras que conducen a las mazmorras de la ex cátedra de Pociones de Severus Snape y cada tanto Ojoloco Moody empujaba al joven con su pata de palo.
Existía un corredor debajo de las mazmorras y estaba iluminado por velas puestas en palos pegados a las paredes que sudaban líquido y hacia el fondo había dos celdas. Harry llegó al frente de una, miró hacia la comitiva que lo llevaba sólo encontrando miradas de impaciencia y una asesina tras una capucha negra y un pelo plateado que hizo temblar a Harry y a tocarse de forma instintiva la cicatriz de su frente, era Lucius Malfoy quien en representación del Ministerio cambió los planes a poco de llegar a la gárgola que señalaba la entrada al despacho de Dumbledore por conducir a Harry a las celdas del castillo como en tiempos de los alumnos rebeldes ante las órdenes de los fundadores de Hogwarts allá por el 1200.
Nada de lo anterior se atravesó por la mente de Harry que se hallaba confusa y todo era niebla lo que impedía al joven de hacer cualquier acción lógica y sólo atinaba a mirar a los magos pidiendo con la mirada que hacer. Ojoloco posó sus dos ojos en Harry a la vez que con un movimiento ligero de cabeza indicó la reja de la celda.
Estaba abierta y Harry entró a la celda sintiendo como sus piernas temblaban y se sentó en el asiento de piedra que estaba arrimado a la pared con el frío del enlozado recorriendo su cuerpo al mismo tiempo que los magos lo miraban de forma inexpresiva detrás de los barrotes. Malfoy alzó su varita cerrando la reja tras un ensordecedor ruido provocado por una floritura excesivamente potente contra la celda que ocupaba Harry.
Se oían pasos hacia las celdas y los magos se apartaron del camino excepto Malfoy que se interpuso en el camino de Albus Dumbledore e intercambiaron una mirada tensa que el director sostuvo con paciencia rompiendo la explicita acción del mortifago por intimidar al director, pero esto poco lo importó a ambos.
Con un gesto Dumbledore le ordenó a los magos que se retiraran quedándose mirando a Harry que mantenía su cabeza gacha al piso de la celda. Entró el mago adentro y se sentó a un costado de Harry. Dumbledore posó su vista en Harry que entornaba sus ojos hasta la nuca viendo si el mago lo estaba mirando. Se dio cuenta y con las mejillas rojas se movió hacia la pared separándose unos centímetros del director que conservaba su cálida mirada pero era todo menos eso en la mente de Harry que iba superando toda la negrura inicial al punto de saberse consciente de donde estaba y sintió esa decepción por no estar en el despacho del director protegido por varias almas antiquísimas aparte del extraordinario poder del director de Hogwarts.
Levantó la cabeza y movió su boca diciendo un susurro que no alcanzó a ser oído por un distraído Dumbledore que hurgaba en los bolsillos de su túnica encontrando una caja de chocolates con caricatura a la vez que Harry giró la cabeza quedando con los ojos frente con los del director que también se movió pero no miraba directamente a Harry. Ya le era conocida la sensación de que el director no lo mirase a sus ojos, todo porque Voldemort podría escudriñar la mente del poderoso mago aprovechando un desliz de la mente de Harry.
Comenzó siendo la celda y luego las gafas de medialuna que aumentaban los ojos del director con la vista en la loza los que enfadaron a Harry y se levantó con la intención de sacar a Dumbledore de su ensimismamiento. El caudal de sensaciones halló una salida poco amistosa:
--- No entiendo como usted siga teniéndole miedo a Lord Voldemort y lo peor es que no cree que yo sea capaz de no permitirle la entrada. Él no está siempre conmigo si eso es lo que lo complica, director. Aún si existiera algo así en su mente lo miraría porque yo espero encontrar algo que me ayude. --- dijo Harry en voz alta.
--- Mirar los pensamientos es capacidad por todos hallada en lo mas recóndito de nuestra mente, Harry. Uno atesora los recuerdos mas preciados de la vida pudiendo ser buenos o malos pero hay gente capaz de entrar y usarlos como una poderosa arma porque es atacar al alma que da la vida. Parte de la lucha por mantener los recuerdos es cerrar la mente Harry. Lord Voldemort apuesta que tú serás incapaz de hacerlo y creo que tiene razón y comprendo que quiera escudriñar en todos pero uno que tiene la capacidad de hacerlo debe aprovecharlo.....nunca te esforzaste. --- dijo Dumbledore mirando el piso.
Harry miró perplejo al director que se devoraba una gragea de todos los sabores y examinaba la figurita de turno. Era Harry Potter.
--- Debo confesarte que te traje a la celda con la intención de evitar que el resto sea participe de que reveles tu verdad Harry. Sé que dirás nada si te preguntase por el mortifago que viste detrás de la cabaña de Hagrid y sobre los centauros muertos por un hechizo congelante. Quien no ha querido darte de beber la Veritaserum a tu boca para sacar todos tus secretos y aprovecharlos para sus diversos fines. Lo siento Harry pero debo usarla contigo porque no creo que hayas visto un mortifago, es imposible que se aparezca uno aquí en Hogwarts. Esa persona iba esperándote mientras ibas en tu loca carrera hasta llegar al barranco habiendo sorteado a las criaturas que se concentraban en masa en el centro del bosque por un gigante que era comido por teratos. el hermano de Hagrid.....fue presa de ellos...........Esta botellita que extraje de mi túnica contiene la poción de la verdad y debes tomártela.......así....como...--- decía Dumbledore al momento en que Harry se hallaba con una misma frase retumbando en la cabeza y que le hacía escuchar al director muy a lo lejos:
No debo revelar nada de Ariadna, Voldemort no debe saber que ella está traicionándolo al no matarme
--- Sólo vi a un mortifago con su mascara como cualquiera que seguro usted ha visto demasiadas veces profesor. Invocó la marca de Lord Voldemort cuando iba por su pista hasta que se perdió en un barranco. --- dijo Harry respirando rápidamente.
--- No quieres que tu mente te traicione Harry, eso lo entiendo. Lamento decirte que no tengo tiempo de que ahora protejas a alguien suponiendo que su corazón está siendo sincero contigo. --- dijo Dumbledore muy tranquilo.
--- ......Es la primera vez que usted no me cree. Vi a un mortifago tras la cabaña de Hagrid y tuve la intención de perseguirlo y lo hice. Sólo me extraña que no me matara. parecía que los centauros iban a hacer ese trabajo antes que él. --- explicó Harry apoyándose en el muro opuesto al director.
--- Mala hora en que ellos se cruzaron en tu persecución cazadora Harry, advierto un dejo de maldad en aquella persona al momento de escapar de esas criaturas porque no tuvo remordimiento en herirlos con tal de escapar de ti o mejor dicho que tuvieras la vía libre. alcanzaron a salvarse hordas de centauros y dijeron que la mujer con la máscara espero a que siguieras con tu carrera para que echara el sortilegio. Tuvimos que tener mucho tacto pues ellos aborrecen a los seres humanos no importa quien sea. --- dijo Dumbledore jugando con la botellita de Veritaserum.
---Lo acepto ella quiso apartarlos de su camino....ella........era muy joven y no trató de matarme porque su amo se encargaría de hacerlo cuando se encontrara listo y pude pelear con ella. --- dijo Harry con rostro de terror.
--- Sería una mortifaga con una actitud muy prudente pero no sabemos si Lord Voldemort prefiere matarte por sus medios o los mandará. Si es eso último esa mortifaga no sobrevivirá pasada la próxima reunión de esa Orden.......va a escocerle su Marca. --- dijo Dumbledore levantándose.
Harry sintió algo de alivio al ver que el director no hurgaba mas en sus recuerdos o iba directo a él a darle la poción de la verdad. Por el contrario Dumbledore abrió la reja de la celda y salió de ella observando a Harry desde fuera que volvía al poyo con las manos tapando su rostro congestionado.
--- Admito que mandarte a este lugar fue el medio mas amigable que encontré para no dejar escapar la frustración que me provoca el hecho que hayas actuado con semejante irresponsabilidad importándote poco tu vida.......debes saber lo importante que es ella para nosotros Harry. Quizás pocos sepan la importancia real....Apenas salgas ve a tu Sala Común y no comentes nada con nadie.....por mas ansiosos que estén tus compañeros en pedirte una versión de la historia. --- dijo Dumbledore agitando la varita contra la reja haciéndola desaparecer.
Harry caminó al pasillo empedrado dispuesto a juntarse con el director pero este salió caminando rápido por el y luego subió sin mirar al chico por la escalera que conduce al pasillo de las mazmorras de Pociones. Caminó hasta el primer piso del colegio descubriendo que todas las antorchas y candelabros estaban encendidos denotando que el día dio paso a la noche. Bastó comprobarlo cuando Harry caminaba pegado a los inmensos ventanales de un pasillo que daba en el vestíbulo lleno de estudiantes que iban al Gran Salón a cenar.
Escuchando la ácida voz de Dumbledore en su cabeza subió a toda prisa la escalera de mármol sin ver ni escuchar a nadie pero era evidente que todos lo señalaban de diversas formas por entrar en el Bosque Prohibido detrás de uno de los personajes que mas miedo convoca en la comunidad mágica: un mortifago.
La Dama Gorda dejó pasar a Harry tras una larga perorata del personaje de la pintura y que el joven interrumpió de mala gana. Los gritos del cuadro despertaron de su letargo a dos figuras que se revolvían en unos sofás cerca de la chimenea que emanaba chispas rojas. Harry se extrañó por no ver a nadie curioso en la Sala Común y encontró familiares aquellas dos figuras que estaban aparentemente durmiendo. Se acercó escuchando un sollozo de la figura de la izquierda arropada en su túnica de Gryffindor. La otra se dio vuelta dejando ver un rostro pecoso y un pelo pelirrojo que contemplaba a Harry con alegría.
--- ¡Volviste! ¡Harry! --- exclamó Ron entusiasta y abrazando a Harry.
--- Estoy bien......Perdóname. --- dijo Harry sintiendo culpa.
--- Descuida amigo, eso no importa....--- dijo Ron estrechando su mano.
--- ¿Hermione? --- dijo Harry al escuchar los sollozos de una chica en el otro sofá.
--- Ella está muy mal. No dejó de preguntar por ti cuando supo que te fuiste persiguiendo al mortifago y tuvo que encerrarse en su habitación........sintió como le ardía su marca y temió lo peor. La convencieron de que bajara y eso la tranquilizó mucho....estaba durmiéndome esperando que te aparecieras aquí porque con todos en el Gran Salón no iban a dejarte en paz. No hay nadie de Gryffindor aquí, estamos todos ansiosos. --- dijo Ron ofreciéndole asiento a Harry con la mano.
Pero su amigo estaba con la vista fija en Hermione que lloraba sin control. Se sentó al lado de ella y la abrazó hundiendo la cabeza en su espalda intentando que dejara su llanto pero lejos de calmarla él mismo se vio presa de la pena. Algo como una corriente eléctrica en el estomago lo quebraba al abrazar a Hermione.
Hermione se volteó mirando a Harry con los ojos rojos e hinchados y parecía no creer que tenía a su novio en frente hasta que tocó su rostro y luego su cicatriz sin que Harry lo impidiera. Resultaba un bálsamo de paz que sintiera la mano de ella en su rostro a la vez que esbozaba una sonrisa convenciéndose que Harry estaba bien.
Harry no evitó hacer lo mismo y le tendió una sonrisa más amplia aún pero con los labios tiritando y volvió a hundir su cabeza, esta vez en el pecho de Hermione. La chica lo abrazó murmurándole cosas que hacían que Harry asintiera con el rostro y lo levantara con expresión tranquila y le dio un tierno beso a Hermione que apoyó su cabeza en un cojín del sofá con los ojos cerrados y correspondiendo el gesto de Harry con devoción. Ron los miraba tranquilo pero concentró su vista en la puerta de la Sala Común.
Van a verlos dijo Ron en su mente provocando que negara con la cabeza cuando volvió a mirar a sus dos amigos que seguían besándose en el sofá. Tras una sonrisa tímida mirando al suelo Ron volvió a ver la puerta.
No entró nadie aunque ese era el pensamiento irrefrenable del amigo de Harry que cuando se volteó a ver a los dos tortolitos estos se iban separado y Hermione tenía una expresión mas bien demacrada que dejó perplejo a Ron que no había visto a su amiga así. Ella tomaba dulcemente las manos de Harry mientras él trataba de encontrarle la mirada que se hallaba pérdida con sus ojos grises.
--- Sé porque te duele el brazo Hermione, fue el mortifago que conjuró la Marca Tenebrosa en la tarde. Sólo te duele cuando aparece, verdad.......Si hubiera esperado un poco mas quizás él hubiese entrado al colegio y....y...--- dijo Harry interrumpiéndose al no encontrar más palabras.
--- ...Ves como respondo a la marca de Lord Voldemort. Estoy de veras maldita por él....Estoy segura que todavía no me cambio de bando....nunca me ha dado ordenes de matarte Harry, nunca. Prefiero que me mate a cumplir esa orden...--- decía Hermione muy asustada.
--- Eso no va a pasar nunca porque voy a estar contigo y tu igual. No olvides la promesa que hicimos cuando empezabas a sentirte mal.....Voldemort no va a separarnos y tú no vas a estar bajo él porque antes estaré yo. Descuida. --- dijo Harry acariciando el pelo de Hermione.
--- Es al revés Harry.....tú aguarda porque nada que hagamos tendrá sentido si tu llegas a caer cerca de él. Nada servirá si te mueres, si eso pasa no hay vuelta atrás. --- dijo Hermione llorando profusamente en el hombro de Harry.
Harry se vio afectado por lo dicho por su novia pues olvidaba a menudo que si él muere Lord Voldemort tendrá el camino libre para hacer lo que quiera. No pueden estar vivos los dos, uno debe morir para que el otro sea feliz.
La profecía volvió con fuerza a la mente de Harry como un tropiezo luego de contemplar a su novia de la forma mas cariñosa y a su vez la mirada que le tendió Ron sirvió para ver lo concientes que estaban sus dos amigos de un futuro desenlace, algo que le afectaría a ella también independiente si Harry vive o muera.
--- Pensar que hoy pudo cumplirse la profecía Harry. Hermione tiene razón tú no debes dar la vida tan pronto deja que otros los hagan, suena feo pero quienes están luchando contra.....Vol-Voldemort lo saben muy bien y cada cosan que hacen responden a eso. No hagas eso nunca más. --- dijo Ron muy serio y mirando el suelo.
--- Un mortifago es sólo y nada más. Sentí que era horrible dejarlo suelto por los terrenos del castillo y justamente pensé que iba a matarme pero no lo hizo......dejó que me fuera libre de regreso a Hogwarts, no entiendo. --- dijo Harry frunciendo el ceño.
Daba trabajo pasar por victima cuando todo fue muy voluntario a la hora de seguir a Ariadna hasta que ella le dio el traslador a Harry cuando los profesores cercaban a la pareja en las riberas del norte del lago. Peor era hacer pasar a Ariadna por un tétrico mortifago que deambulaba y mantener en su mente aquella promesa individual que venía recordándose desde que lo entraron al castillo a patadas de palo: No revelar nada sobre Ariadna.
Tarde pero llega: la puerta de la Sala Común se abrió dejando pasar un tropel de alumnos de la casa de Harry que miraban impresionados al chico que los miraba de forma desafiante, quizás como una defensa sicológica. Ninguno de ellos pronunció palabra hasta que empezaron a moverse en torno a Harry y de sus dos amigos que se incorporaban de los sillones mostrando normalidad aunque Hermione seguía estando tan pálida como la encontró Harry al llegar.
Harry escuchó unos susurros provenientes de Parvati que hablaba con Lavender y que lo señalaban. El joven fue donde ellas a paso firme dispuesto a decir algo.
--- ¿Qué? --- preguntó Harry con la voz apagada.
--- Hermione estuvo mal toda la tarde y suponíamos que era porque andabas de cacería por el bosque. Queríamos decirte eso Harry.....pues ya la viste. --- dijo Parvati calmadamente.
--- Gracias. --- dijo Harry agachando la cabeza mas de lo normal.
Ginny Weasley vino desde la puerta tomando el hombro de Harry muy ansiosa de verlo de cerca.
--- ¿Estás bien? ¿Intentó hacerlo? --- preguntó Ginny moviendo sus cejas.
--- No, nada de eso Ginny. --- contestó Harry mirándola triste.
--- ¿Dónde estabas? --- preguntó Ron muy serio a su hermana.
--- Con unos amigos conversando en el pasillo de la derecha, Ronald. ¿Hermione? --- dijo Ginny al fijarse en lo mal que estaba la chica.
--- Me acompañas arriba...--- dijo Hermione caminando con dificultad.
Ginny ayudó a Hermione a subir la escalera hasta la puerta de la habitación de las chicas ante la vista de muchos compañeros de casa que posaron sus miradas en Harry de forma poca amistosa. Ron se dio cuenta de ello y habló a Harry en el oído.
--- Van a echarte la culpa por Hermione. --- dijo Ron preocupado.
--- ¡Suelta Harry! ¡Hablan que por poco los Aurores del Ministerio que están luchando contra los mortifagos de Lord Voldemort pudieron haber perdido pero ganaron y que eso no habría servido de nada si hubieses muerto! ¡Qué pasa si te mueres! --- dijo en voz alta y furiosa Seamus desde la puerta.
De repente todo se volcaba sobre la profecía que ataba a Harry con Lord Voldemort ya que algo habían escuchado sus compañeros luego que todos en Hogwarts estaban pendientes en las cercas del Bosque Prohibido y la mayoría de los profesores bajaba por la explanada con sus varitas en alto como Aurores yendo a la lucha.
Sin buscar apoyo en Ron, Harry avanzó unos pasos donde Seamus que era rodeado por mas estudiantes que lo miraban inquisidoramente.
--- Voldemort no puede dominar el mundo si yo estoy vivo todavía....así como yo no podré ser........no....es...como todos estarán bien mientras siga vivo...--- decía Harry de forma muy confusa.
--- Nos tomas por tontos Potter. --- dijo Dean más atrás.
---¡No! --- se apresuró a decir Harry arrepentido de su rodeo anterior.
--- Entiendo que Voldemort no sea feliz contigo vivo.....--- dijo Seamus en actitud muy concentrada.
--- Yo tampoco seré feliz si el está vivo, Seamus......Ninguno de los dos va a estarlo mientras el otro siga con vida. --- dijo Harry muy concentrado.
--- ¡Ya basta! ¡No es esa verdad es sólo Harry intentando no decir lo difícil! --- bramó Ron desde atrás.
El amigo de Harry fue donde todos y empujó a Harry atrás que lo miraba sorprendido y cuando iba a abrir la boca para decir algo; Ron levantó su mano pidiendo la palabra de su amigo.
--- No pueden estar vivos los dos.......Voldemort o Harry.....uno de ellos debe morir......así piensan los Aurores. --- dijo Ron con la voz quebrada.
--- Ron...--- llamó Harry desde atrás perplejo.
--- Tuve que hacerlo amigo, lo siento. --- dijo Ron con cierto alivio.
Nadie más preguntó sobre la profecía que ahora daba vueltas por cada comentario que se hiciese en el colegio pero en la Sala Gryffindor la palabra muerte retumbó en cada estudiante que a la vez memorizaba cada palabra de Ron como la complicada lección de Historia de la Magia aunque lo dicho por el amigo de Harry creaba infinita mas atención que lo otro.
Harry subió a la habitación de los chicos sin poder librar una escapatoria mas digna de aquella sala de estar. Pensaba que estaba huyendo y sentía tristeza por Ron que lejos de sentirse arrepentido por contar un secreto a voces sin la mínima precisión con que realmente fue contado o quebrado tiempo atrás en la asunción de Lord Voldemort a la máxima lista del terror desde hace dieciséis años en aquel tiempo.
CAPÍTULO 21
NESSIE
Hermione parecía repuesta de su complicado día martes en que secretamente sollozaba a cada dolor de su Marca Tenebrosa y cada trabajo mental por recitar una y mil veces la frase: No caeré bajo tu poder. Su discurso a todos era que se sentía traspasada de tantos deberes y que pensaba en estudiar menos, algo sorprendente para quienes la conocían medianamente pero retornaban a su habitual rutina cuando se la veía entusiasmada por encontrar una intrincada sucesión de hechizos de desarme en un viejo libro de Defensa de la Sección Prohibida de la biblioteca de Hogwarts.
Para los más próximos a ella lo anterior era una coartada poco convincente y en especial Ron se lo decía a menudo pues temía que las chicas se dieran cuenta de lo que su amiga portaba bajo la túnica que tenía unas mangas largas pero la propia Hermione les hacía unas bastas para aparentar que su túnica se hallaba en reparación. Ginny cuidaba de ella de forma secreta porque quedó lo suficientemente atacada cuando la novia de Harry le gritó al final de una clase diciéndole que ella estaba lejos de ser una inválida y podría traer ella misma cada libro que la profesora Vector le pedía en las clases. La hermana de Ron estaba puramente en esa clase por gestión de Hermione con la maestra aunque nunca la pelirroja le reveló a su compañera de grado mayor porque deseaba asistir a una clase electiva para los sexto y obligatoria en séptimo.
Harry miraba al fondo del pasillo como Ginny iba sollozando y pateando armaduras luego de los gritos de Hermione al final de justamente la clase de Vector tres días después de que su Marca le ardiera cada cierto tiempo. Aparte de lidiar con la difícil carácter de Hermione, Harry enfrentaba las asesinas miradas de Ron que le reprochaba su falta de atención por su novia cada que vez ella enfrentaba algo complejo y que siempre ataba a ambos y a la misma persona.
Una vez mas Ron le dio una larga perorata a su amigo en la esquina del pasillo cuando Harry miraba a Hermione con rostro embelesado cuando ella tomaba la dirección opuesta a dos amigos. Harry se volteó dichoso sólo encontrándose con la mirada severa de Ron que no hallaba explicación en la cabeza para la timidez de Harry.
--- Ella va a sentirse mucho mejor si vas a verla, sólo le hace falta eso para que levante la cabeza. No te fijas que anda como un jorobado cada vez que pasa al lado de la gente. Eso despierta sospechas, créeme. --- dijo Ron dando unas palmadas en el hombro a Harry.
--- Tal como tú te pones si Parvati se acerca o cuando tú decides ir a verla. --- dijo Harry mostrando los dientes.
--- Empiezas mal. Partiste tomando lo que te dije como un ataque y no es así, sólo te digo como está Hermione. Te abro los ojos porque no haces intento de ir a verla, estoy seguro que basta que te vea. --- dijo Ron cansinamente.
--- A Parvati se le acelera el corazón cada vez que te ve. --- dijo Harry sonriendo.
--- ¿Qué estoy detectando? Estás resentido porque una vez más añoras como la otra pareja anda entusiasta, no es así. --- dijo Ron muy serio.
--- No necesito fijarme en otros cuando ya tengo novia. Tú y Parvati son la otra pareja entusiasta. --- dijo Harry con sorna.
--- Roger Davies y una don nadie, Cho y Cedric.....admirabas a medio mundo y se te escapó Cho, sólo por mirar al lado se te van........ahora no estarás envidiando a otros, ¿cierto? --- dijo Ron con fingida pena.
--- No había necesidad de que dijeras eso. Parece que cuando van a criticarme me sacan en cara lo de Chang. --- dijo Harry ensombrecido.
--- La pasó mal porque no fuiste muy atento. Eso me dijo ella cuando andábamos enrollados el año pasado. En realidad fui su juguete de despedida de Hogwarts, aunque no estuvo tan mal Harry. Debes creerme, pero no me imaginaba como novio formal de Cho con ella afuera. --- dijo Ron.
--- Terminamos hablando de ti solamente Ronald. Me respondiste un gran problema que tenía que resolver como diablos fuiste novio de Cho Chang....--- dijo Harry con expresión vacía.
--- Mejor Vamonos porque tu querida McGonagall va a retarme furiosa sólo porque Harry Potter llega atrasado a su clase, a menos que decidas retirarte pero yo no soy Hermione y no vayas a ponerte sentimental conmigo, por favor. --- dijo Ron cuando empezaron a caminar por el corredor que daba escaleras abajo.
Llegaron a la puerta de la clase de Minerva McGonagall que recitaba un índice del libro: Transformaciones de orden total. Harry se quedó en la puerta escuchando con su oído pegado a ella mientras Ron giraba la manija y al ver la posición relajada de fisgón de Harry lo empujó hacia dentro abriendo las puertas con el impulso y generando un sonoro ruido de dos estudiantes que dieron contra el piso y las puertas se balanceaban al fondo.
--- ¡Potter! ¡Weasley! ¡Apuesto que quedó escuchando Potter! ¡Tomen asiento! --- dijo McGonagall muy enojada con su libro en las manos.
--- De lo que me sirve, si ella me viera dudar sobre que libro tomar de la mochila paso a mejor vida.......aquí está Transformaciones de Orden Total.........¿Lo quieres? --- preguntó Harry a Ron viendo que él no trajo su texto.
Ronald asintió y Harry puso el libro en la mitad del banco que se ubicaba en el final de la sala. McGonagall terminó su lectura del índice pero otro estaba recién señalando con el dedo: Prologo, Pagina 1.
---¿Qué te pasa? --- murmuró Harry muy molesto cuando Ron empezó a dar vuelta las hojas.
--- Creo que dijo página diez.....te miró feo. --- dijo Ron en igual tono.
Todos debían resumir un numero determinado de hojas hasta la primera hora de clases y luego como dijo las profesora: ¡Tomarán sus varitas y demuestren que ganaron su lugar!
Cada cierto tiempo Harry echaba un ojo a Hermione que estaba en la fila lateral de asientos y algo mas adelante y sentada con Lavender que le cuchicheaba cosas al oído y una de esas tuvo por nombre Harry pues Hermione se volteó a mirarlo y encontró una mirada peculiar del muchacho del otro lado de la cual no pudo despegarse de lo roja que estaba.
Harry estaba guiñándole un ojo a Hermione al mismo tiempo que le tiraba unos besos con la mano de forma muy sonora pero se cuidaba de que McGonagall no oyera. Cada beso era mas espectacular al no existir respuesta de Hermione.
Un codazo por debajo sacó a Harry de su acción volviéndose donde Ron que tenía la intención de decirle algo:
--- Aguántate Harry......mira como la pusiste. --- dijo Ron evitando reírse al ver a Hermione roja como un tomate y sin despegar su vista de Harry.
Bastó que la profesora McGonagall apartase unos centímetros sus ojos del libro para ver el rostro extremadamente risueño de la Señorita Granger que al voltearse a delante se reía de forma sonora y eso contagió a Lavender.
--- ¡Señoritas! --- bramó McGonagall desde el asiento.
--- Disculpe.......profesora.......--- dijo Hermione en pleno ataque de risa con una ligera reverencia.
--- ¡Ya basta! ¡Potter fuera! --- gritó McGonagall al sorprender a Harry lanzando unos fuegos rojos desde su varita.
--- ¡Discúlpeme a mí también! ¡No quise que Hermione dejara su libro! --- dijo Harry con un tono que era mucho menos arrepentimiento.
--- ¡No sólo dejó su libro sino todo el curso! ¡Van dos veces que usted es incapaz de comportarse Potter! ¡La primera fueron palabras dignas de un Don Juan ávido de mujeres y ahora fuegos artificiales! ¡Qué será la próxima vez! --- exclamaba McGonagall de forma ácida.
--- .....¿Qué piensa profesora? No creo que yo llegue a tanto dentro de su salón, nunca lo he hecho pero......--- dijo Harry muy azorado.
--- ¡No des un paso atrás! ¡Completa lo que estabas diciendo! --- gritó McGonagall saliendo del escritorio directo al asiento de Harry.
--- No me va a ver haciendo......nada extremo con ella. --- dijo Harry dando un paso más.
--- Cada palabra lejos de la verdad y quedas como un patán. --- dijo McGonagall a Harry apuntándole con el dedo.
--- Sólo eso profesora, nada.....pasado de revoluciones.....nunca va a verme tumbado en el escritorio. --- dijo Harry visualizando una escena en su cabeza.
--- ¡Fue suficiente! ¡Fuera! ¡FUERA! --- gritó McGonagall de forma suficiente para despeinar a Harry
Harry tomó sus cosas y salió de la sala en medio de murmullos que decían de todo. Una vez afuera se dejó caer en el piso y llevó sus manos al rostro a la vez que lo meneaba. Poco duró así y se levantó rumbo a uno de los patios interiores y se sentó frente a una fontana llena de magos de piedra parecida al atrio del Ministerio de la Magia. Escudriñando mas en su mente quedó perplejo para sí al ver lo que intentaba decirle a McGonagall minutos antes y su rostro adoptó un rictus risueño.
Se quedó con ese pensamiento un buen rato puesto que se acomodó en la banco semiacostado observando el cielo nublado con tintes grises y veía las nubes perderse detrás del imponente edificio que cercaba la plazoleta. Cerró sus ojos tras un leve suspiro y en vez de encontrar su movida visión que iba a decirle a la profesora volvió a aparecer la misteriosa Ariadna vestida de mortifaga con Marca y máscara. Ella sacaba su varita de la túnica oscura y apuntaba a Harry en el pecho.
Harry sacó su varita, en el sueño, y murmuró Avada Kedavra y un rayo verde salió de la varita pero chocó con uno rojo que lanzaba Ariadna. La mente de Harry escuchó el murmullo de la joven: Aureum Protego.
¡Avada Kedavra! Escuchó Harry por detrás y soltó la conexión con Ariadna y vio envuelto en una reja con cordones amarillos muy eléctrica y que el imperdonable del hombre de atrás no pudo pasar. Luego Ariadna corrió hacia atrás a enfrentarse con el mago recién llegado que resultó ser Lord Voldemort.
Harry se despertó temblando y subió sus dos pies a la banca calmándose y se sacó las gafas para limpiarse los ojos de las lágrimas que de ellos brotaba. Se aseguró de que no había nadie en los alrededores pero al ver a la profesora McGonagall corriendo por el corredor sur hizo inútil todo intento por aparentar que nada pasó.
Se levantó tomando su mochila en su sólo hombro y caminó de forma opuesta por donde venía la profesora con una alumna de porte muy pequeño.
--- ¡Detente! --- gritó McGonagall desde atrás.
Harry se paró en el límite de la plaza con actitud resignada y fue hasta la profesora que tenía un rostro muy congestionado. La alumna que acompañaba a McGonagall se escondió detrás de ella.
--- Tranquila Angélica, Harry sólo tenía un pesada sueño y tú fuiste a avisarme.........seguro nunca viste que un estudiante durmiera afuera. Ve donde tu clase con la profesora Sprout....y ella hoy les mostrará la planta mas venenosa del mundo.....no digas que lo supiste por boca mía. --- dijo McGonagall a la niña que iba de regreso al castillo.
--- Profesora....--- dijo Harry muy nervioso.
--- Antes de todo, ella es Angélica una alumna de primer año de Hufflepuff que te vio hablar en sueño en medio de la plazoleta y semitumbado en la banca. Salió corriendo viendo que eras tú y logró hallarme. No fue demasiado discreta al decir que Harry Potter estaba teniendo pesadillas en la plaza, toda la clase quedó en ascuas Harry. Ni tu lo eres y necesitamos que lo seas. --- dijo McGonagall que tomaba el hombro de Harry y lo miraba de forma tierna.
--- Sólo me dormí acá en la plaza..--- reclamó Harry.
--- Tranquilo Potter. Sabes que no puedes dormir durante horas de clases y mas si yo misma te expulsé del salón. ¿Sólo fue un sueño Potter? --- preguntó McGonagall de forma severa.
--- Sí, profesora. --- dijo Harry muy parco.
--- Dime que fue. --- ordenó McGonagall con un fuerte timbre de voz.
--- .......Soñé algo que no admitiría en su clase, profesora. Imagínese. --- dijo Harry en tono desafiante pero luego de pensar que diría.
--- Uno de los dos está yendo demasiado lejos, Potter. Deja todo ese vendaval que sientes que corre por ti lejos de mi clase y de la clase de cualquier profesor. --- dijo McGonagall tomando ambos hombros de Harry.
--- ¿Vendaval? --- preguntó Harry a la profesora que se hallaba incomoda.
--- Como quieras llamarle a ese impulso irrefrenable de amor, Potter. Te quiero dentro del castillo y ojalá sea en la sala de tu casa. Sé que después de mi clase no tienes nada hasta las seis con el profesor Snape. Vete. --- dijo McGonagall algo sonrosada al despedirse fríamente de Harry.
Mientras Harry veía a la profesora regresar por donde volvió y dejó caer en la banca con el ceño fruncido y exprimiendo su mente al máximo para hallar respuesta a lo dicho por la profesora que le quedó dando vueltas alrededor.
Vendaval de amor ¡Qué! No te vengas a hacer el tonto Harry, sabes muy bien que andas tramando Yo, eso por favor Hermione, que opinas. Harry sentía que escuchaba tantas voces como veces que su cicatriz le hacía ver las voces de Lord Voldemort. Uniendo cabos como un difícil enigma llegó hasta una imagen en que estuvo antes: acostado en una cama con Hermione en su pieza del departamento del centro de Londres y ella lo tomaba por los brazos haciendo carantoñas como Crookshanks y él respondía yendo directamente a su cuello llenándolo de besos a la vez que toda la pared de la pieza se rompía dejando pasar a un mortifago que reveló su identidad: James Wilder.
La última horda en paz dijo James hermano de la supuesta mortifaga Ariadna Wilder. Harry se levantó encontrándose en paños menores y no encontraba la varita y de forma desesperada miraba la pieza viendo a Hermione que se sujetaba la muñeca con la calavera brillando.
De repente abrió los ojos y estaba sentado en la banca ligeramente incomodo e intentó levantarse pero en vez de eso se quedó sentado mirando a todos lados. Estaba muy nervioso y resignado de quedarse allí y todo para que se levantara minutos después con la mochila en la mano medio cojeando hasta llegar al corredor norte y enfilara directo a las escaleras próximas a la torre Gryffindor.
A mitad del camino se encontró con Peeves que lo siguió de forma silenciosa pero murmurando groserías al ver a Harry yendo tan rápido y azorado. Llegó frente a la Dama Gorda que una vez mas se tomaba una copa de brandy siempre a la misma hora, según Harry recordó allí.
--- ¿Laaaaaaa Contraseña? --- preguntó tras un largo eructo y otra tomada de la copa.
--- Una mente brillante. --- dijo Harry por inercia.
--- Mal Harry.....--- dijo la señora.
--- ¡Cuándo la cambiaste! --- gruñó Harry.
--- Hace cinco minutos. Una chica simpática con la que estaba conversando me dio una genial idea sobre un cuadro que quería intentar algo conmigo. Cambié la contraseña porque ella me lo dijo. --- dijo la Dama Gorda sosteniendo con escaso peligro la copa de brandy.
--- ¿Qué chica? --- preguntó Harry impaciente.
--- Ariadna Wilder. Estudió hace dos años aquí y no era tu casa muchacho pero siempre la ví correteando el pasillo de Gryffindor en busca de algún chico que saliera por mí. Por casualidad se hallaba paseando y conversó conmigo, cosa que creo que es imposible porque es imposible aparecerse en este castillo con toda la seguridad que puso Dumbledore. Debes preguntarle a ella la contraseña porque dice que te conoces, va a esperarte en las orillas del lago al lado de la banca que tiene las iniciales de tus padres cerca del roquerío preferido del calamar gigante. --- dijo la Dama Gorda hasta caer dormida sobre el sofá y la copa de brandy se hizo añicos en el suelo del cuadro.
Debía ir pues toda la casa Gryffindor se quedaría colgada afuera por la idea de alguien que ni siquiera estudia ya. Pero eso no rondaba la agitada cabeza de Harry sino que veía a Ariadna con su atuendo de mortifaga y quizás alguna desagradable sorpresa. Ya era horrible tener en sus manos la clave de la puerta y seguramente la Dama Gorda no despertaría por mas gritos que hiciesen las chicas de la casa Gryffindor.
Salió a los terrenos revisándolo todo hasta la cabaña de Hagrid con la vista que se hallaba cerrada y el guardabosques a un costado dando clases a un grupo de primer año que exclamaba entusiasmado a cada demostración de animales que nunca habían visto. Llegó a la orilla del lago opuesta a los roqueríos del calamar gigante que ocasionalmente apoyada su cuerpo en el asustando a mas de alguno.
Banco con las iniciales de tus padres. Harry sintió como su corazón se aceleró al pensar que habían vestigios de la permanencia de sus padres en Hogwarts, algo que siempre atesoraba de forma muy profunda en su ser. Miró el banco con denodada devoción tocándolo por cada grieta evidencia de tener mucho tiempo allí. Logró encontrar las iniciales de sus papás dispuestas de forma vertical con las de Lily arriba y James debajo unidas por una flecha que mas parecía una varita rota por los nombres que terminaba en un corazón deforme pero corazón al fin, esto Harry murmuró al escuchar una voz en su mente de que no era un corazón.
Miró atrás tocando el bolsillo de la túnica en donde portaba su varita mágica y examinó cada árbol que flanqueaba el paso a los roqueríos. Desde el árbol de la izquierda apareció Ariadna vestida de forma muggle y con su pelo castaño muy desordenado y sus manos guardadas en los bolsillos de sus jeans. Miraba de forma cariñosa a Harry que retrocedió con la varita en alto sin reparar que Ariadna levantaba sus manos mostrando ninguna varita pero Harry la empuñó en contra de ella.
--- ¡La clave! ¡O te mato! --- gritó Harry mirando a los otros bancos pero no había nadie.
--- Una mente brillante. --- dijo Ariadna muy seria.
--- ¡Avada.....--- alcanzó a decir Harry pero Ariadna lo tenía inmóvil contra el pasto y la varita levitaba sobre la cabeza de la chica. Después la tomó y quitó la parálisis del cuerpo de Harry tras un murmullo.
--- ¿Qué querías hacer? Yo quería no darte la contraseña mientras no bajaras la varita que usas tanto como tu cabeza, Harry. Ya estás libre levántate. --- dijo Ariadna seria aún.
--- ¿Qué haces en Hogwarts? --- preguntó Harry sentándose en la banca.
--- Vine a ver como estaba todo y echó de menos el lugar. --- dijo Ariadna sentándose a su lado.
--- No te creo. Eso pensabas el martes cuando me llevaste al bosque conmigo. --- dijo Harry con sorna.
--- Tú fuiste. Yo no pensé que iban a venir los Aurores del Ministerio mandados por Rufus Scrimgeour, maestro de Pociones avanzadas allí. --- dijo Ariadna con especial devoción.
--- Como digas aprendiz de Auror o mortifaga. --- dijo Harry en tono de duda.
--- Auror. James igual es aprendiz de ellos en el Ministerio y allá anda luchando con el viejo Twy para sacar su licencia de Aparición. --- dijo Ariadna moviendo sus zapatillas blancas.
--- Disculpa por ser tan pesado contigo, pero no creo mucho de lo que dices Ariadna. Te apareciste ese día moviendo a tus maestros a buscarme y de paso se encontraron con el desastre del bosque. No tuviste piedad y les lanzaste el hechizo así nomás, eso es de mortifago. --- dijo Harry mirando el lago.
--- No ando buscando confianzas aunque lograr eso de ti es tan preciado como que alguien te vea charlando conmigo. Entiendo el riesgo de venir aquí pero que otra forma tengo de hablar de contigo, pude mandar a James pero su cabeza anda en otra parte como su cuerpo por estos días. Él iba a venir y él es lejos de ser agradable ahora. --- dijo Ariadna.
--- ¿Conmigo? Puedes elegir a cualquiera porque andan buscando alguien que los salve de Lord Voldemort. --- dijo Harry sin pensar.
--- ....No debiste decir eso porque me hiciste pensar en todo de nuevo......esta inquietud de ver la verdadera misión de la Orden me desquicia, la necesito. Una amiga que no está dijo las palabras precisas antes de irse por problemas de faldas con James........me cuesta decirlas porque mías no son y porque mi hermano sufre cada vez que las oye. Prefiero alterar el mensaje y que sea estúpidamente convencional. Te miento si busco salvar a alguien de Voldemort......--- dijo Ariadna pasándose las manos por el rostro.
--- Primero sálvate tú porque si Voldemort te descubre estás muerta. --- dijo Harry firme.
--- Eso admiro de ti no temerle a él. Tienes razón si abre mi mente verá sólo mentiras y paso a mejor vida con James no me deja sola en momentos difíciles. Aunque sepas todo sobre Legeremancia él podrá descubrirte porque tu cara va a delatarte, soy una mentirosa horrible. Necesito estar al máximo para disimular una mentira aunque puedo defenderme con la mente.
Eso puede ocurrir apenas invoque su marca y todos debamos asistir a su encuentro y admirar lo fuerte que está y todo lo que planea pero sólo a los mayores como tu conoces de sobra. Hemos muchos que dudamos en ganar su confianza o no porque tu premio será llevarte a la tumba secretos horribles, pero ellos lo hacen por miedo. Nosotros porque tenemos otra intención detrás que sólo nos separa nuestras mentes de Voldemort. Han muerto demasiados de la orden porque él propio Voldemort considera que no sirven, le hacen perder tiempo o los Aurores tienen firmemente asidas sus varitas y los hechizos los golpean en medio. No sabes lo nefasto que es una mano tiritando aunque depende de lo vayas a hacer, nunca lo hagas para la defensa.......estás condenado. --- dijo Ariadna suspirando.
--- ......Quizás Voldemort pueda descubrirte pero aquí en Hogwarts no. No le he dicho a nadie de ti y tu hermano porque a veces siento que estás haciendo lo que justamente haría si tuviera a Voldemort cerca de mí.......matarlo, hacerle daño. Tengo porque luchar pero todos me custodian pensando que si muero ya no hay alternativa......Hace tiempo que no sentía esa profecía en mi cabeza y estoy seguro de que sabes muy bien de que se trata.....Voldemort y yo, no pueden estar ambos vivos sobre esta tierra.....hagan lo que hagan deben encontrarse. Yo debiera admirarte porque puedes estar cerca de su gente y seguir firme con tu objetivo, tengo miedo de muchas cosas ahora. Si no es la profecía, Voldemort, tú, es Ron y Hermione.......Pierdo mi tiempo pensando en todo y se me escapa algo que me costó conseguir y que al final fue ella quien me confeso todo.....me refiero a Hermione que es mi novia y de la cual me alejo y acerco cada vez que tengo mi mente llena de recuerdos míos o de Voldemort. Ahora no hago otra cosa que pensar en ti y tu hermano y lo peor es que te mezclas con Hermione, yo la quiero para mí.......me entiendes. --- dijo Harry con la voz quebrada.
--- Tengo que evitar referirme sobre la mortifaga numero treinta en la cadena directa de Lord Voldemort, Hermione Granger. Todos sabemos que ella está marcada pero detrás de las protecciones de Dumbledore nada podrá poseerla, Harry. Desconfío tanto de ella como tu de mí pero comienzo a creer otra cosa porque Voldemort nos dijo de forma muy brusca en su casa de Pequeño Hangleton que ella era el alma más difícil de poseer porque su propio nemesis anda con ella, eres su escudo.......tú logras que ella no cambie como Voldemort cambia a todos........lo dice con sorna.......Harry Potter heredó tantas cosas de mí que creo que soy yo en Hogwarts. Está resentido por ello y maldice las veces que te tocó luego que la estimada Lily, aquí presente dio su vida logrando conjurar la razón por la que él te mataría si llegas a mencionarle.......Magia Antigua. --- dijo Ariadna examinando las marcas de los padres de Harry.
--- ........Al menos ahora sé que tengo un motivo para pelear con Hermione. Ella tiene la intención de hacerlo aunque sé que ahora pelea contra su Marca. Cada día es más evidente, le arde cuando aparece la gigante en el cielo, tiene sueños, anda mal por ahí como hoy pero más repuesta. ¿Ariadna? --- Harry se interrumpió al ver a la chica mirando el lago.
--- ¿Has deseado que ese calamar muera? --- preguntó con una sonrisa en la boca la muchacha.
--- No. --- dijo Harry de forma cortante y yendo donde Ariadna.
--- Una vez uno de sus brazos casi me alcanza cuando iba en segundo año y estábamos con Severus Snape que por primera vez se animaba a dejar sus mazmorras de las que se sentía orgulloso y el calamar se fijo en el curso y sacó cada brazo y por poco nos escapamos de ser su almuerzo ese día. Estaba alterado, recuerdo que Dumbledore vino y lo calmó con la varita, nunca lo ví a ver sino hasta el Torneo de los Tres magos en donde mostró un brazo cuando los cuatro campeones andaban abajo.....Se que le hizo el director......lo traumó diciéndole en idioma ignoto el nombre de su asesino ese día en que se alteró. Nosotros lo gritamos cuando subió a la superficie y bajó sin chistar....--- dijo Ariadna riendo y mirando con sus ojos muy abiertos a Harry.
--- No tengo idea de eso Ariadna, ¿cómo se llama el asesino del calamar gigante? --- preguntó Harry algo mas animado.
--- ¡Nessie! --- exclamó Ariadna al lago.
--- ¿Y eso? --- preguntó Harry.
--- El brachiosaurio que habita el lago en donde empiezan los barrancos de las montañas y que siempre ha vivido allí......los muggles andan como locos buscándolo.......no sé si lo pillen algún día pero Hogwarts y el querido calamar están a salvo son parte de la magia.......por decirlo así. Nessie es de todos.....si el calamar se acerca a esa zona de un mordisco el animal se lo come.....Nessie por el Ness........el nombre muggle del lago de Hogwarts. Obvio que el castillo no está en el mapa, sabrás tú. Hay un castillo arruinado en la orilla por donde anduvimos ese día escapando de tus profesores pero no lo vimos porque queda detrás de la colina que limita el lugar en donde tomaste mi traslador......cortesía de James que se infiltró en los vestuarios y sacó la snitch dorada. --- dijo Ariadna que empezó a caminar por la orilla del lago hacia el norte.
--- Espera.....espera....¿te vas? --- preguntó Harry al ver el tranco apurado de la chica.
--- En diez minutos empieza mi clase de Aritmancia Medieval con un viejo pesado como Quejicus.......Cuidate Harry.....--- dijo Ariadna y desapareció.
--- Quejicus Snape..--- dejó escapar Harry.
Las olas del lago de Hogwarts se agitaron y luego se levantó un enorme brazo blanco que alcanzó una altura típica de los árboles del bosque prohibido. Harry se fue mas a la orilla y recordó la historia que le contó Ariadna y gritó: ¡NESSIE!
El calamar gigante bajó su brazo volviendo al agua y Harry emprendió rumbo al castillo por donde había venido.
---¡La contraseña! --- exclamó Harry al ver la puerta de la Sala Gryffindor.
Se acercó sigiloso al cuadro de la Dama Gorda y la tocó en la cara despertándola.
--- ¡Cómo te atreves! ¡Veo que volviste! ¡Muy bien! ¡Pasa! --- dijo encolerizada la mujer.
--- Como quieres que pase si cambiaste la clave. --- se quejó amargamente Harry.
--- Sigue siendo la misma Potter. La señorita Wilder sólo me dijo eso como broma porque sabías que ibas a seguirla. --- dijo la Dama Gorda.
--- ¡Una mente brillante! --- exclamó Harry.
Dentro de la Sala Común habían alumnos de cursos inferiores ocupando las mesas haciendo sus extendidos deberes hasta en el piso. Harry avanzó a las butacas que estaban cerca de la chimenea encontrándose en Hermione que dormía plácidamente sosteniendo su libro de Defensa Contra Las Artes Oscuras a punto de caer. Harry lo tomó guardándolo en el morral de su novia que dejó a plena vista la botella de Aqua Morsmodre completamente vacía.
--- Hermione.........Hermione. --- llamaba Harry a Hermione tocando sus hombros.
--- Haaaary........Disculpa. --- dijo Hermione al despertarse y sorprender a Harry con un inmenso bostezo.
--- Se te acabó...--- dijo Harry en voz baja.
--- Me tomé la última dosis antes de dormir......es ideal como somnífero......tengo que aguantarme sus efectos secundarios pero me protegen...--- dijo Hermione con mucho sueño.
--- Bastamos tu botella y yo para que estés mejor Hermione......--- decía Harry que se sacó los libros en que ella se apoyaba en la butaca y se sentó en el espacio libre. Hermione extrañó encontrarse con las piernas de Harry pero estaba con demasiado sueño y apoyó su cabeza en ellas.
--- Mamá......mamá......cuéntame una historia....--- dijo Hermione entrecerrando sus ojos pero con su mente lejos de la Sala Común.
--- Sé una. --- dijo Harry viendo al calamar y al dinosaurio frente a él imaginándolos.
--- Pues empieza.......--- dijo Hermione bostezando.
--- El enorme lago que cubre los terrenos de Hogwarts está lleno de criaturas mágicas que viven en armonía y......y.......una de ellas vive muy lejos esperando que algún día se aparezca su presa mas preciada......ja.....el calamar gigante es. Tiene mucho miedo de ir a las montañas porque ahí está el dinosaurio que por tanto tiempo ha vivido allí......si se acerca el dinosaurio se lo come y eso que es animal de los muggles pero alguien que conoce todo el lago dice que es de todos o si no le importaría el calamar de Hogwarts. Ese dinosaurio se llama Nessie por su lago.......El lago Ness........Hermy.........Hermy........así se llama el lago de Hogwarts para los muggles.........--- terminó de contar Harry viendo como Hermione roncaba suavemente en sus piernas.
Parte del lago se veía por la Torre Gryffindor y quizás sin previo aviso Harry apoyó su cabeza en la butaca y vio a muchas personas en él producto de su mente. Eran demasiadas pero eran parte de su cabeza. Una le provocaba paz: Ariadna.
CAPÍTULO 22
EL ESCUDO DE HERMIONE
Esto parecía como la primera vez que Harry le hablase a Hermione como estaba tan nervioso detrás de una fila de estantes en la biblioteca y por las rendijas de cada libro el muchacho contemplaba a su novia con los ojos húmedos pero sólo se quedaba en ello. Soltaba unos suspiros que eran audibles en el pasillo en donde estaba llamando la atención de varios estudiantes que se encontraban leyendo, estudiando o conversando por toda su extensión. Para Madame Pince no pareció el panorama más perfecto el avistar a un chico visiblemente enamorado de la chica que estaba en el corredor siguiente. Fue hasta Harry con su típico tranco apurado y cargando tres libros que sacó del mismo corredor más atrás.
Con su varita picaneó a Harry por la espalda logrando que el chico se volteara con cara de pocos amigos pero aguantó el enfado al ver a la encargada del lugar.
--- Fuiste la mejor alerta para rendijas descuidadas....--- dijo Madame Pince con voz chillona y puso los tres libros en el espacio por donde Harry miraba a Hermione.
--- Es una vergüenza mostrar un lugar con tan pocos libros de texto, no deberías quedarte parado y mirando con rostro de elfo servil a la chica que me deja todo esto sin nada. Camine Potter....obstruye el paso......¡Vamos! --- decía Madame Pince empujando a Harry hasta la intersección de varios corredores quedando frente a frente con la mesa en donde Hermione se ufanaba resumiendo y murmurando cosas. Harry miró a Madame Pince una vez más pero ella iba tomando otros libros de los estantes y colocándolos en espacios libres más adelante.
Harry se volteó viendo a Hermione rasgar el pergamino con la pluma pero sus ojos se despegaron del rostro de la chica hacia el suelo en donde continuaba el pergamino.
--- Son sólo treinta centímetros no el metro completo.--- dijo Harry con voz contenida apoyándose en un estante.
--- ¡Harry! ....Apenas te escuché, esto es de Aritmancia no de Defensa. Allí Snape nos pidió un tercio de metro, Vector siempre pide el metro en redacciones importantes. --- dijo Hermione echando chispas por sus ojos.
--- ¿Tercio de metro?....--- dijo Harry muy distraído.
--- ¡No sigas obstruyendo el paso Potter! ¡Ya va la segunda vez que te pillo apoyándote en estos estantes! ¡Saca un libro por lo menos! --- gruñó Madame Pince perdiéndose en otros pasillos.
--- ¿Y eso Harry? - preguntó Hermione dejando de escribir.
--- Tú tienes la culpa de dejarle sus estantes tan vacíos y que yo mire a través de ellos todo el tiempo....--- dijo Harry soltando una sonrisa.
--- Podrías tener ese honor si tú recogieras los libros por mí y te esperaría aquí o en la Torre Gryffindor.....A propósito a Madame Pince le molesta que usen la biblioteca para otras cosas y seguro andabas con tu mente en otro lado o buscando libros invisibles por las rendijas que yo hago. --- dijo Hermione azorada.
--- Que respiración tan contenida, Hermy. No soy Snape......--- dijo Harry bajando la cabeza al piso.
--- No hagas eso Harry.....levanta el rostro pareces avergonzado. --- dijo Hermione en tono serio.
--- Eso siento. --- dijo Harry levantando el rostro.
--- ¿Qué te tomaste Potter? Ese rostro tan rojo........Cerveza de Hogsmeade. --- dijo Hermione exhibiendo igual color.
--- Me tomé a ti.--- dijo Harry tropezando al acercarse a la mesa.
Hermione levantó su rostro mirando de forma risueña a Harry mientras él se sentaba frente a ella y acomodaba el lugar sacando los libros de forma desordenada. La muchacha parecía embelesada mirando a Harry que la miraba con un dejo de seriedad.
--- Fue encantador que hicieras todo ese rodeo para llegar a esto Harry. Digno de otra clase con McGonagall. Voy asustada a ellas porque me preguntó con que vas a sorprenderme. --- dijo Hermione tomando una mano de Harry.
--- Haz caso omiso de la última porque andaba pensando otras cosas, disculpa. --- dijo Harry más relajado.
--- Eso estaba claro......Aunque no me costó trabajo ver que era. --- dijo Hermione tamborileando sus dedos en la palma de Harry.
--- Te doy mi redacción de Defensa que terminé en la torre antes de venir, contaba con la prisa de Ron para hacerla porque él quería sacársela de encima. --- dijo Harry buscando en su mochila.
--- ¿Ronald? --- preguntó Hermione incrédula.
--- Anda en labores de conquista Hermione. Detrás de Parvati Patil. --- dijo Harry sonriendo.
--- Mira tú...--- dijo Hermione mirando el resto de la biblioteca.
Harry le entregó su composición de Defensa contra las Artes Oscuras que estaba enrollada con un elástico muggle pero Hermione la tocó con su varita convirtiéndola en una cinta plateada que hizo brotar una pequeña luz en la mesa. La guardó en su morral y volvió a examinar su redacción de Aritmancia a la cual le faltaba trabajo.
--- ¿Te queda pergamino de metro? --- preguntó Hermione buscando en el morral.
--- Sí, claro. Está virgen . --- dijo Harry sin pensar.
--- Ah, no sabía que ellos andaban revolcándose dentro de los morrales. --- dijo Hermione aguantando la risa.
--- Disculpa, vacío......--- dijo Harry riéndose.
--- Empieza eso porque cuesta trabajo encontrar inspiración para cubrir un metro de anotaciones y ella las revisa completas......con ayuda de la varita, por supuesto. Toma mi libro de Aritmancia Dos que ya usé hace rato y unas plumas de repuesto. --- dijo Hermione dándole a Harry todo eso en sus manos.
Harry empezó a escribir al rato luego de leerse varios capítulos antes de untar la pluma en el tintero que compartía con Hermione que iba a toda velocidad avanzando en el pergamino hasta llegar a escribir, sin darse cuenta, debajo de la mesa pero eso era de lo más común pues habían estudiantes de similar grado que Harry que luchaban con levantar los pergaminos a la mesa pero sin darse cuenta se hallaban escribiendo en el piso.
Hermione aparentemente terminó su redacción pues se echó en la mesa cubriendo su cara con la tupida melena castaño que tenía suelta en ese momento. Harry la miró de reojo pero siguió escribiendo rápido y consultando los libros dependiendo del caso. A mitad de camino de su pergamino de un metro Harry levantó su cabeza encontrando a Hermione hurgando en su morral y a la vez miraba a todos lados con expresión nerviosa. Pero Harry la miró detenidamente y ella intentaba decirle cosas con su mirada irritante.
--- ¿La tienes de nuevo? --- preguntó Harry en un murmullo.
--- Sí. El director me dio otro recipiente.........Necesito tomarla ahora. --- dijo Hermione desesperada.
--- Tranquila. Si ya la tienes en tu mano, dale un sorbo. --- dijo Harry al ver la mano de Hermione empuñada dentro del morral.
Hermione se acostó sobre su morral metiendo la boca dentro y Harry oyó como la chica hizo unos sorbos muy acelerados evitando que cualquiera pudiera oírla y levantó su cabeza con la pera mojada y cerró el morral.
Harry sacó un pañuelo de su mochila y limpió la cara de Hermione mientras ella se acomodaba en la silla.
--- Gracias....--- dijo Hermione suspirando de alivio.
--- Ándate lejos de todos cuando debas tomarla, lo digo por ti mas que por el resto. Se pones muy nerviosa. --- dijo Harry.
--- Siempre Harry. Y cuando pienso porque debo tomarme eso..--- dijo Hermione que empezó a guardar sus cosas en el morral.
--- ¿Adónde vas? --- preguntó Harry con su ánimo al suelo.
--- A la Sala Común para descansar un poco antes de ir con Snape, su clase de las cuatro y sería todo hasta el lunes. --- dijo Hermione quedándose unos minutos observando a Harry.
--- Puedo dejar esto hasta acá, quiero acompañarte. --- dijo Harry con voz seria.
--- Ven, no tengo problema y de paso me cuentas otra historia......Te escuché ayer mientras me dormía antes de ir con Snape....prefiero esa clase en las mañanas....lo digo por él. --- dijo Hermione que hablaba nerviosa.
--- Yo te llevo los libros y el morral. Pásamelo. --- dijo Harry echándose su mochila en un arcial y los libros en sus brazos.
Hermione colgó su morral en el cuello de Harry y empezó a reírse.
--- Mírate Harry.....tú con ese morral tan....mío, ah. --- dijo la chica.
--- Ve marcándome el paso, tus libros no me dejan ver. --- dijo Harry alegre.
A mitad de camino de la Torre Gryffindor Hermione iba caminando de espaldas advirtiendo a Harry que mas adelante empezaba el corredor principal de las escaleras e iba a decirle sobre el movimiento ajetreado de los estudiantes allí.
--- Detente. --- dijo Hermione al ver un corredor lleno de alumnos de subían y bajaban las escaleras que se movían por toda la zona.
--- Llévame....--- dijo Harry.
Hermione abrazó a Harry por detrás y empezaron a caminar juntos hasta una escalera café que iba hacia arriba sin antes interrumpir el paso de varios estudiantes que contemplaban curiosos aquella escena. Al llegar a la escalera esta empezó a moverse hacia un corredor en las alturas y desde donde podía distinguirse el cuadro de la Dama Gorda que se hallaba mirando a la pareja que venía en la escalera.
Harry avanzó hasta la puerta mirando de forma inquisidora a la Dama Gorda que miraba a Harry y luego a Hermione con cierta intención oculta.
--- Una mente brillante. --- recitó Hermione en tono cansino.
La Dama Gorda no puso problemas y los dejó pasar. Allí Hermione tomó sus libros y los puso en la mesa que estaba al lado de ella, así Harry pudo entregar su morral a su novia y ella llevó el resto a las butacas que están cerca de la chimenea. Hermione se sentó al lado de Harry que veía las cenizas muertas del recipiente.
--- ¿Vas a dormirte? --- preguntó Harry con mucha atención.
--- No sé.......sólo......quiero no pensar en nada.....--- dijo Hermione que se acostaba arriba de las piernas de Harry que se echó para atrás.
--- ¿Qué ves? --- preguntó Hermione al ver los ojos muy abiertos de Harry.
--- El lago de Hogwarts. Estuve allí cuando tuve que irme de la clase de McGonagall un buen rato......Es demasiado frío, eso no me gusta pero excelente. Encontré un banco en donde mis padres habían sido novios, sus iniciales estaban inscritas. --- dijo Harry muy lentamente.
--- Ese ceño fruncido dice algo. ¿Qué pasa? --- preguntó Hermione que hizo un ronroneo como su gato.
--- Hermione, yo quiero saber si uno puede hacerse mortifago......No lo digo por ti sino que tengo esa duda......ya sabes las que siempre me asaltan. --- dijo Harry no tan relajado.
--- Claro que sí. Yéndote con Voldemort y servirle. --- dijo Hermione.
--- Tienes una respuesta para todo, ah. Pero yo quiero saber si uno mismo puede marcarse esa calavera que después elevan en el cielo. --- dijo Harry con alguien muy presente en esa pregunta.
--- No creo porque sólo el amo marca sus ovejas.....--- dijo Hermione en voz baja.
Harry miró a Hermione con interés y ella le acariciaba el rostro y el pelo con sus manos hasta que las bajó y se puso muy seria.
--- Yo no soy parte de ellos ni lo seré. Me siento segura de lograrlo contigo. --- dijo Hermione con los ojos brillantes.
Ella se siente segura al lado mío No será que Ariadna viene por eso. La mente de Harry reflejaba a Ariadna en su vista al lago que estaba convulsionado por el viento. Harry pensaba en ella al saber que tenía la marca tenebrosa al igual que Hermione pero nada encajaba.
Se marco Su hermano también. James Wilder aparecía vestido de mortifago y esto a Harry le dio una punzada en el estomago que interpretó como lástima que esos dos hermanos hayan tomado una opción tan fatal. Verlos a ellos es como ver la muerte.
El muchacho se reprochó ese pensamiento negando con la cabeza mientras observaba al lago desde una ventana de la Torre Gryffindor.
Fuertes campanadas daba el reloj del colegio marcando las cuatro de la tarde y esto despertó a Harry y Hermione que al final se quedaron dormidos en la butaca y apresuradamente se colgaron sus mochilas y salieron por el agujero de la Dama Gorda a las salas de Defensa un piso más arriba que la aula de Aritmancia.
El corredor de la sala de Snape estaba con algunos alumnos que aguardaban fuera de ella señal que seguramente el profesor aún no aparecía por allí. Hermione se apoyó en la pared contigua al corredor esperando muy impaciente.
--- ¿Dónde estará Ron? --- preguntó Harry.
--- Más le vale venir a esta clase. --- dijo Hermione muy ensombrecida.
--- ¡Ahí está! --- exclamó Harry al verlo venir desde donde él apareció con Hermione.
Ron iba con la camisa afuera de la túnica y apoyo una mano en el hombro de Harry a la vez que lo miraba de forma muy risueña.
--- Lo hice Potter......La tengo. --- dijo Ron.
--- ¿Parvati? Te felicito...--- dijo Harry dándole la mano a su amigo.
--- Ojalá dures con ella y no la trates como trofeo Ronald.......así sonó tu voz. --- dijo Hermione con la cabeza gacha.
--- Deseaba que fuera mi novia y lo lamento si les conté que ella estaba haciendo estragos aquí dentro. --- dijo Ron indicando su pecho.
--- Que bien sonó eso, Ron. Aunque no deberías apuntarte con la varita. --- dijo Harry sonriendo y mirando la varita de su amigo.
--- Perdón......--- dijo Ron y señalando a Hermione con la cabeza cuando Harry lo miró.
--- ......Todo bien.......en serio. --- dijo Harry.
--- Ah Dios. --- dijo Hermione detrás de ellos al ver venir a Snape desde el fondo.
El profesor no se fijó en nadie del corredor y entró directo a la sala marchando a su escritorio lleno de pergaminos amarillos y gastados. Miró a la clase que se sentaba en sus sitios y esperó a que el último alumno cerrara la puerta. Pasó sus ojos de un alumno a otro y se posó en Hermione que agarraba fuertemente la mano de Harry debajo del banco produciéndole dolor a este pero se aguantaba. Hermione no parpadeo durante el tenso intercambio con el maestro y él lo rompió mirando a Harry de forma muy severa.
Harry no miró demasiado y soltó la mano de Hermione mirándola a ella con rostro de interrogación a la vez que ella volvía sobre su morral sacando el libro y pergaminos.
--- ¡Quiero que todos entreguen sus redacciones en mi escritorio! --- bramó Snape.
Todos no perdieron tiempo y fueron entregando sus redacciones en la mesa del profesor. Ron venía de vuelta y se acercó a Harry y Hermione sentados en una mesa al lado de la que ocupaba Ron con Parvati.
--- ¿Hermione? --- preguntó Ron a su amiga al verla pálida.
--- Entregó tu redacción con la mía. --- dijo Harry yendo hacia delante.
--- ¿Estás bien? --- preguntó Ron agachándose a nivel de la cabeza de Hermione.
--- No te preocupes......Estoy pensando estupideces. --- dijo Hermione con una afligida voz.
--- Sé que es mal momento para hablar.....por lo menos cuéntaselo a Harry. --- dijo Ron volviendo a su banco con Parvati.
--- ¡No puedo creer que usted haya tenido la capacidad de hacer dos redacciones Potter! ¡Una no debe ser suya! --- exclamó Snape adelante en frente de Harry que le tendía los dos pergaminos cerrados.
--- ¡Podría hacer dos! --- reclamó Harry.
--- ¡Sí, de faltas al reglamento! --- gruñó Snape.
Harry simplemente dejó los pergaminos en el escritorio y volvió a su mesa sentándose de forma ruidosa. Snape lo miraba con una sonrisa de complacencia.
--- ¡Diez puntos menos para Gryffindor! --- exclamó Snape desde delante y sosteniendo la varita contra la pizarra.
Unas anotaciones aparecieron en ella y Snape ordenó escribirlas pero no dio tiempo y las borró para luego escribir otras que llenaban la pizarra. Snape se sentó en sus escritorios examinando las redacciones que estaban mas arriba de todas.
Hermione dio un suspiro que Harry escuchó y empezó a decirle algo al oído pero la chica no decía nada hasta que levantó su varita contra el pecho de Harry.
--- ¿Qué haces? --- preguntó molesto el joven.
--- Lee la pizarra. Snape está mandando a practicar hechizos de desarme. --- dijo Hermione.
Harry sacó su varita apuntando a Hermione que le asintió con el rostro diciendo que estaba lista para empezar.
--- Expelliarmus. --- conjuró Harry.
La varita de Hermione se soltó suavemente cayendo en el piso.
--- Accio varita. --- conjuro Hermione viniendo la varita del piso a su mano.
--- Lumos. --- conjuró Harry con la varita encendida.
La luz era muy disimulada pues aún entraba la claridad del sol dentro de la sala por la ventana detrás de Snape.
--- .......Expelliarmus. --- dijo Hermione.
--- Protego. --- dijo Harry.
Logró que Hermione se tambaleara hacia atrás cayendo con silla y todo.
--- Accio Hermione. --- Harry conjuró muy seguro y la chica vino a sus brazos en el momento en que se levantaba.
Snape miró la escena muy molesto y fue hasta los dos chicos que estaban ya separados con Hermione recogiendo la silla y su morral.
--- ¡Al parecer no le alcanza el tiempo de andar presumiendo Potter! Una actuación como esta y lo lamentará. --- dijo Snape furioso.
El profesor retornó a su escritorio en medio de las risas de la clase.
--- Sé mas lento, por favor.........Desmaius. --- dijo Hermione.
La varita de Harry se soltó de las manos cayendo en el piso pero Harry al moverse sintió todo su cuerpo paralizado.
--- Accio varita. --- dijo Harry con dificultad.
--- Expelliarmus. --- dijo Hermione.
Otra vez la varita fue hasta el piso pero la sensación de parálisis desapareció y Harry se levantó a recoger la varita. Al llegar a su asiento vio que Hermione estaba volteada donde estaban sentados Ron y Parvati.
--- Ronald.......Práctica........--- decía Hermione desesperada al ver a su amigo demasiado pegado a su novia y con la varita muy quieta en la mesa.
--- Aqua. --- susurró Harry.
Una pequeña lluvia de gotas pilló a Hermione estando volteada y tomó la varita con la otra mano no visible para Harry y murmuró para sí: Oculum Nulo
Harry se llevó las manos a los ojos que se nublaron y le crecieron unas enormes cejas que le llegaban a la boca. Hermione pegó un grito al voltearse y levantó sus manos.
Snape fue hasta ellos dos con evidente fastidio y apuntó con la varita contra Harry dejándolo una vez más inmóvil y se movió donde Hermione que lo miraba temerosa.
--- Aproveche que está con letargo y llévelo a la enfermería, ahora. --- dijo Snape con una fría voz.
Hermione levantó a un cejudo Harry que caminaba con dificultad hacia el corredor. Al hallarse fuera los dos, Hermione tomó su varita apuntando a Harry.
--- ......Oculum Reparo. --- dijo la chica casi sin voz.
Las enormes cejas de Harry desaparecieron de su rostro pero continuaba inmóvil por el hechizo del profesor Snape que salió de la sala mostrando su ganchuda nariz y con una sonrisa complaciente arrinconó a los jóvenes contra la pared opuesta.
--- Ya veo, era sólo una ocasión de escapar de la clase. Potter usted la detesta, he sido honesto pero la señorita Granger que siempre tiene la gentileza o mas bien soberbia de levantar su mano dispuesta a dar respuesta a todo aún viendo medio curso en posición de responder tuvo la iniciativa de dejarnos.......extraño ese cambio Granger. Tenga cuidado con las nubes en el cielo y tómese su jarabe. Trato de ser lo más silencioso posible para que nadie sepa la verdad de que hay una servidora del Señor Oscuro en pleno castillo y bajo las narices del director Dumbledore......--- dijo Snape con evidente alegría.
--- Ella no es la servidora de Lord Voldemort, profesor. Es usted.....no recuerda que usted andaba apoyando las correrías de su Señor Oscuro hace tiempo.......todos parecen haberlo olvidado incluso el director. Yo nunca he pensado algo bueno de usted porque sigo creyendo que usted es parte de la orden de Lord Voldemort....--- dijo Harry con firmeza.
--- No se atreva a calumniarme Potter porque usted puede salir muy mal parado de esto, no me refiero al Señor Oscuro sino a Dumbledore porque lo que menos necesitamos es alguien que no tiene la más mínima pizca de confianza en la Orden..........del Fénix. --- dijo Snape colocando una mano en el bolsillo de su túnica.
Harry se separó de Snape tomando a Hermione por su brazo por el corredor pero el profesor no dijo nada. A la vuelta de la esquina del pasillo Hermione detuvo a Harry que la miraba con rostro asustado.
--- Snape no tiene idea de cuanto estoy haciendo para no estar bajo las ordenes de su Señor Oscuro....Ese es un secreto que el propio Dumbledore le confió ese día en la enfermería y anda diciéndolo en el pasillo a mí.....pero pudo haber alguien mas y yo soy quien se va al diablo...--- dijo Hermione muy llorosa.
--- No lo reveles tú.......--- dijo Harry abrazando a Hermione que lloraba profusamente.
--- Necesito de ti, Harry. Voldemort te considera demasiado fuerte y a Dumbledore también, no podría estar más segura pero se que todo esto se trata de cuan fuerte soy yo para no ser una mortifaga porque eso es ir por el camino fácil...--- dijo Hermione desesperadamente.
--- Vas a contar conmigo....no se que piensa Voldemort pero se que no puedo dejarte ir con él, cualquier día de estos. Aún tengo grabada esa promesa porque allí me di cuenta de que podía hacer cualquier cosa por ti y pensé que significaba sentir eso.....no te sacar de aquí dentro. Me hacías estragos en el corazón, como dijo Ronald.....Cuenta con eso y que Dumbledore siempre va a estar cuidándote.....como si lo tuyo pudo pasarle a cualquiera yo se que igual iba a cuidar de esa persona. Hermione no te rindas porque no sabemos que pueda estar tramando Voldemort, es más ni yo lo sé y eso que cada tanto tengo información de su mente pero esa conexión maldita no está activa.....sabes que hablo de la cicatriz....nunca he escuchado a Voldemort pensar o hablar en ti.....nunca......--- dijo Harry con sus manos en la cara de Hermione.
Tengo que evitar referirme sobre la mortifaga numero treinta en la cadena directa de Lord Voldemort, Hermione Granger. Todos sabemos que ella está marcada pero detrás de las protecciones de Dumbledore nada podrá poseerla, Harry. Desconfío tanto de ella como tu de mí pero comienzo a creer otra cosa porque Voldemort nos dijo de forma muy brusca en su casa de Pequeño Hangleton que ella era el alma más difícil de poseer porque su propio nemesis anda con ella, eres su escudo.......tú logras que ella no cambie como Voldemort cambia a todos. Ese recuerdo de Ariadna paralizó a Harry creyendo que le mintió a su novia al decirle que nunca escuchó su nombre cada vez que creyó estar en la mente de Lord Voldemort pero Ariadna lo había mencionado con propósito y todo.
Hermione parecía mucho mas tranquila en los brazos de Harry sin saber la batalla que se libraba en su cabeza al recuperar el recuerdo de Ariadna.
Lo digo o no Ariadna debe seguir en el misterio No puedo decir nada de ella pero sabe mucho de Voldemort y Hermione Sabe de Hermione Ariadna.
Demasiados cabos que conducían a una misma dirección pero estaba en Harry si deseaba decirlos porque ahora sentía como su novia se apoyaba en él pero tuvo una visión horrible de que Ariadna podría estar llevando información a Lord Voldemort en cada encuentro con Harry y quizás con cada venida a Hogwarts de forma clandestina.
--- Hermione........--- dijo Harry separándola de su pecho.
--- Dime. --- dijo ella suspirando.
--- Pensaba que quizás Voldemort te valora de una forma muy distinta de cómo lo hace conmigo.....A lo mejor tiene pensado algo para ti......Quizás tú estás marcada para ser su sirviente directa....--- dijo Harry apropiándose de las palabras de Ariadna.
--- Él valora lo que siempre está al lado mío, Harry. Es decir tú.....yo no debo importarle, valgo poco.........a ojos de muchos siempre he valido poco.......soy la sangre sucia...la mestiza o la mitad y mitad.....--- dijo Hermione echando chispas en los ojos.
--- Tom Ryddle era mestizo y renegó de ello aparentando ser puro....usa a su gente que son puros como él pero igual puede verte como algo de valor. Sólo te eligió a ti y creo que lo pensó muy bien..--- dijo Harry viéndose afectado.
--- Me siento prisionera de él cada vez que mas y mas nos preguntamos que lo mueve....ahora veo que no hay salida posible porque haga lo que haga Voldemort siempre va a estar dispuesto a tenerme y sólo termina si está muerto. Ambos sabemos que no lo puede matar cualquiera.......Sólo puedes hacerlo tú......su otra mitad en la maldición......Odio decirte esto pero dependo de ti por eso....si lo matas seré libre. Yo no podría hacerlo y quizá necesite que tú lo mates...--- dijo Hermione que perdía el hilo del pensamiento.
--- Igual a nuestra promesa, Hermione. Yo estaré entre tú y él.......no va a tocarte y si debo pelear voy a hacerlo, además parece que eso algún día será inevitable. Voy a estar frente a él.......no puedo caer como lo hizo mi padre.....con Lily detrás. Cuando voltees a ver verás al mago tenebroso en el piso y yo estaré esperándote para que.....seamos felices como debieron serlos Lily y James.......como debí serlo yo....--- dijo Harry con los ojos llorosos.
--- Lamento convertirme en tu carga ahora......lo que dijiste no resiste nada........es demasiado y se que vas a quedarte con ello dentro. Basta con que Voldemort ande detrás de ti. Mejor será que dejemos que todo pase y que uno de los dos está en ese momento dará la vida por el otro...--- dijo Hermione luciendo arrepentida.
--- No digas eso, hay otra salida. Luchemos juntos contra él......ese día pero ahora yo estoy dispuesto a llevarte dentro para que Voldemort no entre y te lleve. Si quiere hacerlo va a tener que enfrentarse conmigo y estoy dispuesto a soportar todo en mi cabeza....tienes que estar bien y no te preocupes por Voldemort ya lo he molestado lo suficiente pero puedo hacerlo más. --- dijo Harry con una leve reverencia.
--- Estoy lo suficientemente afligida para aceptar cualquier cosa......--- dijo Hermione abrazando a Harry.
Cuando Ron volvió a la Sala Común de la mano de Parvati se encontró con Harry y Hermione leyendo juntos el libro de Defensa en las butacas. Parvati se despidió de Ron subiendo a los dormitorios de las chicas. Harry viendo a Ron sentarse frente a ellos no perdió oportunidad de hablar de la conquista de Ron.
--- Si Snape terminó a las seis y media y son las diez con diez.........¿Qué hiciste todo este tiempo? --- preguntó Harry con una sonrisa en los labios.
--- Cenamos en el Gran Salón y un largo paseo por los terrenos y le presenté a Hagrid mi novia. --- dijo Ron.
--- Supongo que esa será tu rutina mañana conmigo, ah. Llevas copiándole a Ronald sus frases de conquista desde que nos fuimos de la clase de Snape.....--- dijo Hermione riendo.
--- No. ¿Vas a Hogsmeade? Es la primera visita. --- dijo Harry ensombrecido.
--- Voy con Parvati......¿Hermione? --- dijo Ron mirando fijamente a Harry.
--- Ya no tendré amigo con quien hablar mañana y las otras chicas andan en la misma......Me quedo contigo mañana. --- dijo Hermione dando una palmada en el hombro de Harry.
--- Te hace falta Sirius.......se nota Harry. Pero tendrás una buena compañía. --- dijo Ron.
Harry se alegró al ver que Hermione igual esperaba el día de mañana con una especial expectativa y no lamentaba perderse el paseo a Hogsmeade. Se fue a acostar temprano y tranquila. Eso le dijo a Harry al ver que su novio miraba desconsolada la escalera de las chicas.
Como los permisos a Hogsmeade se aceptaban hasta menos del mediodía la mayoría de la Sala Gryffindor se acostó temprano excepto alumnos de primer y segundo año que jugaban o conversaban en la cálida sala. Ron y Harry se entretenían con el ajedrez mágico a la orilla de una ventana en donde era posible apreciar las luces de la cabaña de Hagrid y el Bosque Prohibido con las copas de los árboles muy brillantes por la luna llena que se levantaba entre los bancos de nubes que venían del sur.
--- Ojalá Lupin no ande en alguna misión por la luna. --- dijo Ron al mover su caballo.
--- ¡Ah! --- se quejó Harry al escuchar un choque en la ventana.
--- Es una lechuza y te está apuntando......veo que trae una carta. --- dijo Ron.
Harry abrió sigilosamente la ventana permitiendo el paso de la lechuza que botó todas las piezas del ajedrez y se paró orgullosa mostrando una carta que Harry retiró de su pata. La lechuza permanecía impenetrable mientras Harry leía la carta con el sobre abierto lleno de timbres rojos: CORREO REVISADO POR EL MINISTERIO. ACEPTADO.
El amigo de Ron leyó la carta varias veces y la lechuza no se movía. Harry mandó una cara de pocos amigos a Ron que le pedía que le pasara la carta para leerla.
--- Me piden respuesta ahora. --- dijo Harry.
--- ¿Quién es? --- preguntó Ron.
Otra vez Harry dejó a su amigo con la duda y tocaba el sobre con ambas manos cuando ya había encontrado la dirección. Ron estaba impaciente pero Harry no podía negarse de forma imprudente y siguió pensando. Buscó un pergamino en su bolso justo en el momento en que Ron leyó el sobre con el remitente:
JAMES WILDER
AVENIDA TRAFALGAR 14979-Q
LONDRES, CENTRO.
CAPÍTULO 23
NOCHE IMPERDONABLE
Una lechuza café emprendía su vuelo desde una ventana abierta de una torre muy alta del colegio Hogwarts hacia los terrenos del castillo sobre la cabaña de Hagrid que se hallaba muy iluminada. Pasados los limites del bosque prohibido dio un rizo hacia la izquierda avistando las murallas que separan los terrenos de la carretera que va hacia Hogsmeade visto como un conjunto de luces más allá del inicio del lago de Hogwarts tras una curva entre las montañas.
Se cruzó en el camino de otra lechuza que volaba en dirección al colegio portando un enorme paquete que relucía a la luz de la luna que luchaba por liberarse del banco de nubes que pasaban por las montañas. El camino a Hogsmeade fue rápido por la considerable velocidad de la lechuza y al aparecer las primeras casas del pueblo bajó hasta el nivel de los techos más altos como la posada Las Tres Escobas y la estación del tren. A este último lugar llegó la lechuza aterrizando sobre un cuadrado marcado con rojo al lado de las escalinatas de entrada.
Habían muchas lechuzas en el reducido espacio marcado y todas tenían colgadas en el cuello una especie de tarjeta escrita con letras rojas que decía: CORREO EN REVISIÓN.
Sola apareció en el cuello de la lechuza café su tarjeta en el cuello y se resistió ululando enfurecida hasta chocar con una lechuza gris que examinaba el suelo terroso. Cada se picoteó el rostro y la café hizo el intento de dar otro golpe pero se paralizó estando de pie tras chocar contra su rostro un fino haz de luz muy oscura y mezclada con la noche. Al fondo había un hombre barbudo vestido con una raída túnica roja que caminaba hacia la tiesa ave.
La tomó por sus patas y la cargó en los brazos hasta entrar por una puerta lateral a un sitio en donde había mucha gente con lechuzas despiertas y otras paralizadas que sacaba todo el correo que traían en sus patas y los abrían leyendo cada frase en caso de una carta o tocando con sensores mágicos los objetos de variadas formas que contenían los paquetes.
El hombre de la túnica roja se sentó en un escritorio cerca de una armario que chillaba pero esto a nadie del lugar le producía mayor problema y parecían ignorarlo. Puso la lechuza sobre la mesa y con un movimiento de su varita la despertó del letargo y empezó a ulular y mover las alas. Al final se ganó un ratón que el hombre sacó de una alacena lateral a su escritorio y luego parecía demasiado dispuesta en aquello para advertir que el hombre le arrancó la carta y estaba abriendo el sobre.
Examinó el sobre apreciando la dirección gracias a una lámpara de aceite que la sostenía en la mano: JAMES WILDER
TRAFALGAR 14979-Q
CENTRO DE LONDRES.
Dejó el sobre a un lado y tomó el pergamino que contenía la carta en un pequeño rincón del papel con una letra muy nerviosa. Acercó mas la lámpara y empezó a leer la carta.
He recibido la carta que tú mandaste. Quiero saber si esto lo sabe tu hermana porque estoy muy desconfiado. Tienes toda la razón mañana todos salen de excursión pero yo decidí quedarme en el castillo sin esperar la carta. Mando esta respuesta con la misma lechuza que mandaste. Mas no puedo decir porque sería ir demasiado lejos. Que tu hermana esté presente y todo será mejor.
Nos vemos a la hora señalada por ustedes
Harry Potter
--- Wilder........Potter. --- murmuró el hombre.
Guardó la misiva en el sobre original y lo selló tras un inaudible conjuro. Ató la carta a la lechuza que bufaba al acabar con los restos del ratón y salió afuera mientras otras personas retiraban lechuzas del cuadrado rojo. Llegó hasta la calle y con un brusco movimiento de su mano soltó la lechuza que empezó a volar aleteando aceleradamente sintiendo cierta libertad e inflaba su pecho repleto del aire nocturno que traían las bajas nubes del sur ya fuera del pueblo de Hogsmeade.
Una especie de serpentina muy brillante se avistaba desde las alturas y cada cierto tiempo unas nubes la tapaban y retornaba su presencia allá mucho más debajo de donde volaba la lechuza café con la carta para James Wilder. Bajó cuando comenzaron a aparecer casas y más calles que eran la división de la serpentina que seguramente era una autopista. Pasado un rato de soportar la humedad fría del aire el panorama cambió a edificios de gran altura y grandes avenidas y parques mezcladas con portentosos palacios iluminados.
A ras de los techos la lechuza aguzaba su vista entre todos los conjuntos de edificios que variaban en estilos y formas. Levantó su pequeña cabeza al ver un edificio de seis pisos y con la mayoría de sus ventanas encendidas y abiertas. Parecía ser el lugar indicado de la carta o el que conocía la lechuza pues aleteaba alegremente realizando rizos en el aire a la par de un par de aplausos de un joven que la miraba con suficiencia apoyado en una ventana y tras de sí un departamento iluminado como el resto.
Alzó su brazo abrigado por un polerón con capucha y la lechuza posó en el mostrándole con impaciencia la carta que fue mandada por Harry Potter y revisada previamente por.........el MINISTERIO DE MAGIA, como rezaba una inscripción en imprenta de color rojo que el joven miró con desdén. Miró atrás y dio con la mirada de una chica que soltó un suspiro al ver a la lechuza.
Cerró la ventana y soltó a la lechuza del brazo del joven que estaba con ella y la dejó volar por una habitación que tenía una cama, armario, velador y muchos libros sueltos por el piso alfombrado. La lechuza llegó a su jaula que estaba colgada detrás de otro armario más pequeño pero invisible antes por tener ropa encima y que la lechuza no se molestó en botar al suelo con el pico. Con aire de soberbia entró a la jaula aún con la carta amarrada a la pata pero se soltó sola tras un movimiento del joven que exhibía una varita mediana de color negra.
--- Sacas la carta Ariadna, por favor. Debiste mandarla con tu nombre así Potter no reaccionaría mal...--- dijo el joven sentándose en la cama.
--- Tiene que conocerte más para que podamos hacer bien las cosas, James. Una carta es buen comienzo.....es más no hubiera podido escribir una mejor. --- dijo Ariadna abriendo el sobre.
James escuchaba la lectura de la carta con hondo aburrimiento pues según él parecía una carta con la frase repetida muchas veces.
--- Que resignado. Espera más oposición de parte de Potter......--- dijo James.
--- A la hora que la mandamos la Torre Gryffindor debió estar llena y como parece que no le ha dicho a nadie sobre nosotros tuvo que hacer la carta a la rápida. Pudiste habérsela mandado luego de tu clase con Scrimgeour allá por la tarde y lechuzas no faltan en ese Ministerio. --- dijo Ariadna dándole la carta y el sobre a James.
--- Mientras menos hagamos cosas de la Orden fuera de las narices del futuro ministro, mejor. --- dijo James.
--- ¿Fudge no soporta mas fracasos, cierto? --- preguntó Ariadna sentándose al lado de James.
--- Andan volando muchos mortifagos por allí y sus Aurores se muestran incapaces porque no saben que hacer y varios piensan que si Scrimgeour llega al poder alguien por fin hará algo por todos y contra Lord Voldemort. --- dijo James con un estremecimiento.
--- ¿Nosotros sabemos que hacemos, hermano? Pienso que somos parte de que los Aurores no logren retener a los mortifagos mas peligrosos e incluso los que menos valora Lord Voldemort como nosotros. --- dijo Ariadna.
--- Sólo hacemos presencia, Ariadna. Nunca hemos eliminado a un Auror o alguien bueno.......por decirlo así porque cualquiera puede servir a Voldemort lo quiera o no. --- dijo James abrazando a su hermana.
--- ¿Tú quisiste servir a Lord Voldemort? --- preguntó Ariadna.
--- No. Acepte ser portador de la Marca con la intención de jugarle una mala pasada a Lord Voldemort después. Pienso que aún falta mucho para eso hermana y basta con que él nos lea la mente y nos mate. Da vértigo pensar en ello pero nosotros decidimos jugar así....aún me acuerdo de lo que dijiste......hay que arruinar todos los planes de Voldemort porque un día a pisar Hogwarts....todavía éramos estudiantes.....decías eso antes de mencionar que lo mejor era eliminarlo......--- dijo James con la cabeza gacha.
--- Yo no dije eso James, fue Cristina. --- dijo Ariadna mirando seria a James.
--- Claro. --- dijo James.
--- Creí que ella estaba enloqueciendo cuando nos dijo eso en la biblioteca cerca de la sección prohibida porque sacó un libro de Artes Oscuras muy avanzado y era una fuente poderosa de maleficios.......allí aprendió a hacer cada imperdonable y lo peor es que los ensayaba en pequeños animales e incluso hizo el Avada con un zorro pequeño.....no le di crédito cuando me lo contó con remordimiento antes de una clase de Snape...--- dijo Ariadna sonriendo ante el recuerdo.
--- Estuve en cada hechizo que ella hizo en Hogwarts.....no se daba cuenta y me juraba que me iba a la tumba con cada acto o cosa que decía......el propio Dumbledore la habría castigado. Pude aprender con ella, me atrajo su fascinación por todo eso y por Harry Potter pero habló con él lo miraba desde lejos y me decía: Harry Potter tiene la clave, sólo él tiene la suficiente venganza para enfrentarse a Voldemort, tiene porque luchar y lo peor es que siento que quiere escaparse de todo eso.....me dan ganas de decirle que no hay vuelta atrás. Muchas veces la alenté a hablar con Potter pero se echaba atrás.....--- dijo James suspirando.
--- Aún te reprocho que literalmente la sacaras de tu vida cuando supimos en los malos pasos de su mamá.....Su gran secreto era con ella.....Estuvo mal que te mintiera diciendo que Bellatrix era una mujer ejemplar pero presentía que ibas a reaccionar mal si sabías que era la mortifaga más cercana a Lord Voldemort.....La echaste y eso que ella creo la Orden De los Magos del Norte....se fue, la heriste demasiado ese día.....--- dijo Ariadna mirando inquisidoramente a su hermano.
--- Mejor que no vuelva porque si supiera todo lo que hemos hecho nos toma por mortifagos a ambos, hermana. --- dijo James levantándose de la cama.
--- Entendería...--- dijo Ariadna moviéndose a la puerta.
--- ¡No lo haría! ¡Cristina no aguantaba esa Marca cerca! ¡No necesito irse, Bellatrix lo hizo y no creas que ella lo lamentó! Mucho mejor vivir sin una madre asesina y desde entonces nadie de su familia sabe donde vive y su madre anda mas preocupada de responderle a Voldemort porque está muerta de miedo de que la despida, tú sabes que significa eso......--- dijo James yendo a la puerta y cerrándola de golpe. Ariadna ya estaba en el pasillo.
Ariadna se fue por el pasillo hasta su habitación, la más cerca de la sala de estar y era muy similar a la de su hermano por los libros desparramados en el piso pero la cama estaba desordenada y no sólo estaba encendida la lámpara de la mesa de noche. Tomó uno del piso y se acostó en la cama y empezó a leerlo desde la mitad, debajo de su almohada habían pergaminos, un tintero y la pluma.
Al llegar a cierta página se encontró con un papel rojo en el medio como una especie de marcador que estaba con una pequeña nota:
Cristina Lestrange, The Oval Building.
No olvides esta dirección pero no la digas a nadie.
Visítame sólo cuando sea necesario.
Se le humedecieron los ojos a la muchacha que dejó sus cosas en el regazo de la cama y tomó el teléfono que estaba en la mesa de noche y marcó un numero rápidamente.
Unos tonos y alguien contestó.
--- ¿Hola? --- dijo una voz femenina al otro lado.
--- ¿Cristina? --- preguntó Ariadna.
--- ¡Ariadna Wilder! --- exclamó efusiva la voz.
--- ¿Cómo estas Cristina? Abrí el libro y encontré esa nota que me dejaste cuando fuimos al Callejón Diagon a comprar los primeros útiles cuando íbamos a estudiar para ser Auror...--- dijo Ariadna emocionada y hablando bajo.
--- Me alegro que te acuerdes de mí Ariadna. Apenas se te oye, se que es por James.......¿cómo está?--- preguntó Cristina.
--- Está bien. Te recuerda a veces...--- dijo Ariadna.
--- Yo todo el tiempo......Acúsame de ser una cobarde y no luchar por sus sentimientos pero siento como que existe una pared invisible que nos separa y lo peor es que también siento que me separa de tú amistad......Sin James te tenía a ti como un gran consuelo y no falta la ocasión que doy eso por perdido...--- dijo Cristina.
--- Somos nosotros mismos.....si estuvieras estudiando lo entenderías mejor. Nos haces mucha falta en la Orden que aún hacemos perdurar aunque hay demasiada oposición. --- dijo Ariadna.
--- Parte de todo es seguir aprendiendo. Estoy segura que cuando salgan de Aurors podrán enfrentar a Lord Voldemort.....--- dijo Cristina cambiando el tono de voz.
--- No podía creer cuando dejaste tu carrera en el Ministerio por James, estabas muy enamorada pero siempre pensé que tu carrera era lo mas importante en tu vida como la Orden. --- dijo Ariadna.
--- Mira los estragos que hizo tu hermano en mí. No deje la Orden de lado porque aún siento que hay una oportunidad de hacer algo contra Voldemort y creo que Harry nos ayudaría más. Si fuera parte de la Orden.....Voldemort no andaría tan confiado ni menos sus mortifagos. Lo peor es que Hogwarts es inaccesible para nosotros una vez egresados y el mejor mago de todos custodiándola. Voldemort le teme pero que Dumbledore sepa la existencia de la Orden sería sacrificarla, vivimos por ser unidos y no creo que el mago nos deje seguir con esto. Sólo te pido te mantengas a la Orden en secreto y a Harry también como lo hice los días que compartí con él. Culpable me sentía pues siendo una muggle común todo era visto muy desde fuera y me contenía las ganas de demostrarle a Harry que era una bruja así como él se preocupaba de ocultar su identidad como mago y era especialmente evidente cuando hablaba de Hermione Granger el día que la fue a visitar. Ella vive frente mío, mejor dicho sus padres pues ella está en Hogwarts y siempre los veo. Me encargo de que estén bien, es decir, le cuido su vida muggle que descubrió gracias a mí. --- dijo Cristina.
---.........No sabía que conocías a Harry tan de cerca y a Hermione. --- dijo Ariadna impresionada.
--- Siempre estoy acordándome de Hermione y de cómo le va en el internado. Esa era su versión que claro sabía que no era cierto, estuve cerca de ser sincera con ella pero lo mejor es seguir en el secreto así como ella y Harry lo hacían. No sé si siguen siendo novios en Hogwarts pero ojalá así sea porque no la pasé mal cuando tuve mis parejas allí......Respecto a Harry siempre me preguntaba cuanto carga de Voldemort con él porque se notaba cuando lo tuve a mí lado. Magos que lo vigilaban......vi a Remus Lupin, el ex catedrático de Defensa, siguiendo sus pasos así como Aurors. Harry los ignoraba y eso lo inhibía aun mas estando conmigo...--- dijo Cristina.
--- No puedo seguir hablándote porque James anda por el pasillo y este libro de Leyes Mágicas me tiene de cabeza........Cuidate Cristina.......te voy a llamar de nuevo, ¿está bien? ¿Cristina? ¿Cristina? --- llamaba Ariadna sin escuchar a su amiga que no cortaba la señal aún.
--- ...........La-La Marca Tenebrosa está sobre Londres ahora......un resplandor verde azotó la ventana y miré..........¡Son ellos! ¡Portan las mascaras malditas! ¡Por favor Ariadna no salgas! ¡Voy a estar bien! --- dijo Cristina muy asustada y cortando la señal.
Ariadna miraba ya por la ventana avistando la calavera con lengua de serpiente a lo lejos, seguramente en donde vive Cristina Lestrange. Miró hacia la puerta de la habitación sintiendo un enorme escozor en su muñeca derecha. Se arremangó el chaleco viendo su Marca temblar y la serpiente enrojecida cerca de la mano.
--- ¡James! ¡James! --- llamaba Ariadna a su hermano que salió de la habitación ya vestido de mortifago.
--- Debemos responderle al Señor Oscuro, hermana. --- dijo James con voz fría.
La hermana de James salió de la pieza al poco rato con atuendo similar a su hermano y se reunió con él en la sala de estar del departamento y tomados de los brazos desaparecieron.
James cayó de espaldas al frío pavimento de una céntrica calle de Londres que estaba atestada de niebla gris.
--- ¡Lumos! --- conjuró Ariadna iluminando unos metros más.
--- La Marca se mueve hacia el norte, hay que seguirla. --- dijo James caminando hacia delante.
Al llegar a un intersección de calle vacías e igualmente llenas de niebla, los dos hermanos levantaron las varitas al aire vislumbrando dos figuras negras que se acercaban a ellos. Eran dementores que se posaron en el piso viendo a los dos mortifagos que enseñaban sus Marcas con hondo orgullo y esbozando una sonrisa malévola.
--- ¿El Señor de las Tinieblas? --- murmuró James.
El dementor de la derecha señaló al fondo de la calle pero sólo era visible la niebla que envolvía Londres hasta el mismo suelo pero los guardianes de Azkaban eran repelidos por la niebla dejando un espacio para verlos bien.
--- Vamos. --- dijo Ariadna alzando su varita y metiendose en la niebla.
Llegaron a la calle Piccadilly señalada por un gran paradero de autobuses que estaba con sus vidrios rotos y había gente dentro esperando el transporte. James señaló a las personas que giraban sobre sí o estaban parados con la vista perdida en el cielo nocturno.
Ariadna se acercó a ellos con un aire malévolo y estaba dispuesta a empuñar y conjurar hechizo con la varita pero estas personas ya estaban embrujadas.
--- ¡Malditos dementores! ¡No les besaron completamente James! ¡Son sombras! --- gritó Ariadna desde el paradero.
--- Ya no tiene alma, hermana. Están perdidos en la sombra por eso se les llama así. Esos dementores debieron haber visto algo mas atractivo para divertirse.......No debemos dejarlos así. Hazlo tú. --- dijo James volviendo al medio de la calle.
--- Una anciana, una niña con su oso y un hombre con una botella de ron.....escarchada.....No se moverán de acá, no tienen a que aferrarse.....Los muggles no merecen ver esto........¡Avada Kedavra! --- conjuró Ariadna hacia las personas que se desplomaron tras un haz de luz verde.
--- Ariadna.........la marca. --- dijo James apuntando al cielo.
--- Debemos seguir por la calle, nada más.......--- dijo Ariadna volviendo al paso rápido.
Londres estaba brumosa en cada esquina y también era común ver muggles medio dementados que ya carecían de su alma y sólo eran cadáveres con una extraña condición de seres vivos. Las sombras caminaban torpemente y algunas lucían manchas de sangre coaguladas o congeladas por el frío y repugnante halo de los dementores que hacían guardia desde el cielo y bajaban la cabeza como reverencia al ver a los dos hermanos mortifagos que portaban las varitas encendidas sólo encontrando el mismo panorama.
James estaba con gran ansiedad por encontrar al Señor Oscuro pues cada tanto detenía a su hermana creyendo haber escuchado la voz de Lord Voldemort pero sólo eran los llantos de las sombras que Ariadna mataba con el imperdonable Avada.
--- ¡ALTO! ¡POR ORDENES DEL MINISTERIO ESTÁN DETENIDOS MORTIFAGOS!gritó una voz femenina desde atrás de James y Ariadna.
--- .....Sonorus Grave.........¡Quién eres! --- exclamó James con voz de anciano.
--- ¡Deja tu varita! ¡Ambos! ............--- ordenaba la voz de la niebla.
Ariadna soltó su varita con gran ruido y James se dio vuelta encontrándose con la punta de otra varita que sostenía una mujer joven ataviada con una túnica verde oscuro y de pelo rojo brillante.
--- ¿Eres Avery? --- preguntó la mujer.
--- No lo creo.......Nymphadora Tonks........--- dijo James con la otra voz.
--- No pensé que los mortifagos de preocupaban de saber nuestros nombres.....son tan brutos...--- dijo Tonks con voz fría.
--- ¡Los Aurors son estúpidos! ¡Estuve unos segundos sin varita, mujer!......¡Expelliarmus! --- conjuró Ariadna arrebatando la varita de Tonks.
--- ¿Misión del ministerio? --- preguntó el anciano James.
--- Eres Ariadna Wilder........tu voz.......la mascara de Voldemort falló..--- dijo Tonks muy atribulada.
--- ........Lo siento......maestra y confidente de aprendices sin autoestima. --- dijo Ariadna apuntando con la varita a Tonks.
--- No puede ser.........James.--- dijo la Auror muy confundida al sacar la máscara de James.
--- Fuiste muy lejos.....James la Orden vive gracias al silencio......¡Petrificus Totalus! --- conjuró Ariadna paralizando a Tonks que cayó al piso.
James se colocó la mascara dejando ver un rostro aterrado.
--- Estás descubierto, James.......Ella no lo entendería.......Hay que hacerlo. --- dijo Ariadna afectada al ver los intentos de Tonks por desatarse del hechizo pero la varita la tomaba James y la dejaba en el bolsillo de su túnica.
--- Ariadna.......estamos en las narices de Voldemort......no hay razón mas justa que esa........Voy a hacerlo........Capturé un Auror del Ministerio que quería al Señor Oscuro........--- decía James con la voz de joven restaurada.
Ariadna se arrodilló ante Tonks que la miraba con los ojos llorosos e intentaba hablar pero estaba atada por el hechizo.
--- Lo......lamento.....Tonks......Voldemort va a caer tarde o temprano, te lo prometo........¡Avada Kedavra! --- dijo Ariadna tocando el pecho de Tonks con la varita.
La luz verde azotó el cuerpo de Tonks convulsionándola y al instante cerró sus ojos con el rostro apagado. Estaba muerta.
--- ¿Ariadna? --- dijo James al ver que su hermana se llevaba la varita a la cabeza.
--- Tonks morta Avada........Retorno nulo......--- dijo Ariadna sacando un rollo metálico de su cabeza que hizo desaparecer tras un murmullo.
--- .....Dejémosla aquí........Vamos. --- dijo James con la voz quebrada y caminando al fondo.
Su corrida los condujo a la Plaza Trafalgar que en medio de la fontana estaba la estatua de Lord Nelson y a su vez la estatua rodeada de dementores besándola pero no lograban sacarle el alma. Hacía la ancha avenida desierta había un grupo de diez mortifagos que se reían viendo a los dementores que inútilmente se esforzaban.
--- ¡Debieron dejar Londres sin alma para que se vayan a besar una estatua de granito! --- dijo una alegre voz de mujer desde el grupo.
--- Pero si llegaron los hermanos Wilder.......¡Qué rápido responden a la llamada del Señor de las Tinieblas!......--- bramó una voz de hombre al lado de la mujer.
--- Nos presentamos a los servicios que el Señor Oscuro tenga y rendimos honor a quienes están más cerca de su alma y cuerpo......Pedimos permiso para colaborar junto a ustedes. --- dijeron los hermanos Wilder.
--- Permiso concedido, pero deben empezar por el trabajo sucio.....Mortifagos de segunda..........ten el honor de ordenar Bellatrix....--- dijo la voz masculina.
--- Ariadna.....elimina a esos dementores de la inmundicia......cada beso es un desperdicio.....--- dijo Bellatrix.
--- ¡Expecto Patronum!........¡Prior Cráter Corpora! --- conjuró Ariadna alzando la varita al aire.
Al mismo tiempo bajaba una copa plateada y unos puntos brillantes se depositaban en ella logrando soltar un haz de luz que cegó a los dementores y los deshizo. Los mortifagos del grupo de reían.
--- ¡Niña! ¡Olvida ese sortilegio digno de Hogwarts! ¡Un Patronus estilo Potter.......demasiado limpio! --- dijo Bellatrix con sorna.
--- Hecho ama.....--- dijo Ariadna inclinándose.
--- Imperio......--- conjuró un hombre de la esquina del grupo en contra de James que empezó a retorcerse en el suelo pero no dejaba escapar los gritos de dolor que le convulsionaban el rostro.
--- ¡Amo! --- exclamó Ariadna al ver que Lord Voldemort se acercaba caminando desde una acerca opuesta a los mortifagos principales.
Cada uno bajó su cabeza, excepto James que seguía en el piso sin posibilidad de sacarse el maleficio por más contrahechizos que lanzaba en su mente.
Lord Voldemort cruzó la calle con una expresión de molestia en sus facciones de serpiente y se reunió con los mortifagos sosteniendo en alto la varita y luego prestando atención a los dos mortifagos que estaban fuera: una que hacía una exagerada reverencia y el otro en el piso más tranquilo.
--- Tu voluntad es mas fuerte que un hechizo Imperius.....Ese tipo de entrega es digna de un mortifago verdadero y viendo tu rostro puedo darme cuenta del terror que sientes al hacer tu trabajo pero deja que todo siga su curso, James. Cada acto que hagas a favor del nuevo orden que quiero establecer será un poco más de ese terror adentrándose en tu alma y podrás cumplir cualquier mandato......Estás libre del sortilegio querido mortifago.....Una cabeza demasiado baja es una invitación a que la tomen desprevenida señorita Wilder......logró salir viva de ese infierno nebuloso con su hermano algo notable considerando que la primera legión de mortifagos segundos falló en asesinar Aurors.....Levántense. --- dijo Voldemort a todos.
--- Amo.......Tenemos a los Aurores capturados allá en el fondo de la calle......cadenas del infierno.....consideramos si voluntad vital para su futuro.....--- dijo Bellatrix.
--- Sigues con la costumbre de decir estupideces.......no necesito Aurors.......veo doce Aurors......uno para cada uno......no quiero varitas tiritantes....mátenlos. --- ordenó Voldemort apuntando al grupo de magos con túnicas verdes que luchaba por desatarse de unas cadenas brillantes.
Todos los mortifagos corrieron hacia los rehenes y tuvieron un mago a su vista, algunos no vacilaron en conjurar el hechizo verdoso y otros lo meditaron disimulando que tomaban una posición más óptima. James esperó a que Ariadna apuntara con la varita y se miraron apreciando los ojos de cada uno a través de las máscaras. La chica asintió.
--- ¡¡Avada Kedavra!! --- conjuraron al unísono los Wilder.
Lord Voldemort los llamó con la mano al centro de la calle y se dispusieron en círculos. Cada uno sabía muy bien su puesto pero los Wilder trataron de ubicarse juntos y en el intento empujaron a Macnair que soltó un bufido que James contestó alzando la varita.
--- No quiero mortifagos que se peleen por tonterías. Han hecho una noble labor hoy, cada paso es importante para llegar a la máxima conclusión....que yo tenga el poder absoluto y existen varios que lo amenazan....dejen sus miedos......un alma temerosa es fácil de leer.....como iba diciendo hay gente que puede oponerse pero durará poco.....hay dos que es asunto de tiempo tenerlos bajo control porque valen mucho mas vivos....Otro aparte debe morir para que alcance mi máximo esplendor, Harry Potter. --- dijo Voldemort deteniéndose al ver levantada la mano de un mortifago.
--- Yo sugiero que ese segundo igualmente muera, señor.........Albus Dumbledore. --- dijo el mortifago.
Voldemort se sacudió sorpresivamente.
--- Dumbledore será quebrado tarde o temprano......podrá con un ataque pero uno múltiple a sus puntos mas preciados.....no su cuerpo, son personas. Cada alma a nuestro lado es menos para el mago, una vale demasiado y está bajo su cuidado y el de Harry Potter que se juró protegerla a muerte....ya saben quien es, Hermione Granger. Ubicar su alma y mente a través de las múltiples ventanas que daba Harry fue el puente necesario para que toda la magia oscura aprendida por mí diera una Marca tan sutil como fuerte.....Imagínense que debe estar haciendo Granger para aliviar su escozor y que cada intento es una parte de su ser que pierde, la desgastará lo suficiente para no tener voluntad propia y vendrá con nosotros, es lo que hay entre yo y Harry Potter, esa es la fórmula que requiere de Dumbledore muy muerto....Hermione Granger es el verdadero escudo de Harry Potter aunque ella afirme lo contrario, no se va a liberar de la Marca aunque invoque magia antigua que esté al mismo nivel de la que yo usé para señalarla como una de ustedes.....guárdenle un sitio en ese círculo tan preciado para ustedes. Háganle un lugar en sus mentes porque ella es una de las claves. Miedo es la forma de atraer almas a nuestras labores.....colaboremos con Hermione y demos terror a su vida más de lo que ya tiene en su muñeca que debe arder como la chimenea de su propio refugio.......la Torre Gryffindor. --- dijo Voldemort mientras los mortifagos daban un chillido reprobatorio al oír la casa de los valientes y osados.
--- Disculpe señor......creo que falta alguien en esa lista de notables. --- dijo un mortifago frente a James.
--- ¡Crabbe! ¡No mencionarás a tu hijo que aguarda nuestro llamado o fuiste tan miedoso de no contar nada! Eso es basura, Crabbe. Que te avergüences de pertenecer a quien dicte el futuro......Crabbe.--- dijo Voldemort con los ojos enrojecidos.
--- Me refiero al Mago Desconocido. --- dijo Crabbe en voz baja.
Tal como escuchar a Dumbledore, Voldemort se estremeció ante todos.
--- La asesina de Colagusano........es una mujer Crabbe. Esa bruja ocupó magia retro para dar con mi apariencia y dejar en el piso al alma de Colagusano que ciegamente creyó que servía a su amo........pobre ratón, muerto de miedo como siempre. Ella no va a escaparse porque todo está estrechándose en el mundo, los mejores estarán pidiendo que les salvemos la vida a cambio de que se conviertan y otros no soportarán esa idea y su futuro es una tumba......La bruja desconocida es eso, desconocida y es parte de sus misiones dar con ella antes de que surja alguna sorpresa desagradable y estoy seguro que ninguno de ustedes quiere cargar con el peso de hallar algo que me afecte, no tienen salida amigos míos....sólo basta mi varita contra sus cabezas y los pensamientos vendrán a mí y podré verlo todo como un gran ojo. La bruja desconocida no tiene escapatoria, debe estar muerta.
Los mortifagos empezaron a hablar entre sí al escuchar que la bruja desconocida debe estar muerta o muerta.
--- Señor.....Me temo que andan de nuevo los Aurores del Ministerio rondando por las calles....sus varitas encendidas los delatan en esta noche de almas navegantes. --- dijo Bellatrix.
--- Sólo puros en la Orden, no quiero Aurores convertidos.....muertos mejor. Dejen que pesquen la carnada de que esa niebla es como una cualquiera pero es muy transparente pues son las desafortunadas almas robadas por los dementores. Un último favor....dejen a los Inferius vivos pues cadáveres son tan efectivos como un mortifago aprendiz. Si desean alcanzar la gloria Wilders....hallen cualquier trozo de esos notables según Crabbe y acábenlos....paso a paso...tómense su tiempo.......¡Morsmodre Nulo! --- conjuró Voldemort logrando desaparecer la Marca. --- Como buenos mortifagos de la casa de la serpiente......sálvense aunque su compañero este herido y un Auror esté en sus espaldas..
Voldemort se desvaneció dejando a sus seguidores solos en la enorme avenida que estaba infectada de dementores que bajaban del cielo y almas que rodeaban cada ser como niebla de la tarde sobre Londres.
Nueve de diez mortifagos partieron en direcciones desconocidas al desaparecer pero Bellatrix permaneció en la calle y caminó hasta James y Ariadna que contemplaban a los dementores que les hacían señas.
--- Tuvieron suerte de asignárseles una importante misión que no pueden traicionar.....si veo cualquier rastro de ocultamiento, mentiras o cualquier cosa extraña le informaré al Señor Tenebroso y será su perdición. Sólo les digo que no actúen precipitadamente y sigan paso a paso, investigando.....Hubiera dado todo por servir de forma mas noble a nuestro Señor pero debo seguir eliminando Aurors de baja calaña. --- dijo Bellatrix desapareciendo.
James y Ariadna en vez de desaparecer se fueron caminando por una calle contigua a la derecha y se internaron en la niebla y uno que otro dementor aparecía pero no les hacía daño. Iban en silencio observando cada detalle e incluso James mató unos ratones que corrían por las aceras saliendo de la alcantarilla que daba a un pasaje iluminado. Ariadna encendió su varita y vieron a dos personas con varitas alzadas y encendidas que bramaban cosas ininteligibles contra los hermanos.
--- ¿Quiénes son? --- preguntó James muy enojado.
--- Expelliarmus. --- conjuró el hombre de la derecha contra Ariadna.
La chica perdió su varita que se fue rodando por la calle.
--- Protego. --- conjuró James ante el hechizo del otro hombre.
--- ¡Digan sus nombres! --- bramó el hombre que conjuró contra Ariadna.
--- ¡Accio Varita! --- dijo Ariadna y su varita volvió a sus manos. --- No esperaba que gente que sabe tanto de magia deje tan libre a un sirviente de Lord Voldemort......no tengo ánimo de seguir perdiendo tiempo......¡Avada Kedavra! --- dijo Ariadna.
Los dos hombres se desplomaron de espaldas, James miró sorprendido a su hermana que asintió con el rostro e internándose en la niebla de la calle.
Llegaron a una calle céntrica de Londres llamada Williams Street por el letrero de parada de autobús que se hallaba vacío. Unos imponentes edificios con muchas ventanas encendidas y unas letras verdes de neón sobre la entrada principal: THE OVAL BUILDING.
Ariadna examinó la zona con desesperación y se agarró la cabeza con ambas manos y miró hacia el edificio contando las ventanas con las manos mientras James intentaba abrazar a su hermana por verla tan afligida.
--- ¡Qué te pasa! --- exclamó James.
--- Nada.....nada......--- dijo Ariadna aterrada.
--- Larguémonos de esta calle, no hay valioso y todos terminaron sus labores de esta misión.....La Marca ya se fue y somos.....somos.......libres. --- dijo James ansioso.
--- No sigas pensando así porque no durarás mucho, ten cuidado. --- dijo Ariadna en tono reprobatorio.
--- La niebla se va.....--- dijo James apuntando al cielo.
La bruma se dispersaba y las estrellas aparecían y la calle Williams volvía a estar con vida, algo estaba ocurriendo y los hermanos empezaron a hallarse fuera de lugar.
--- James....--- dijo Ariadna tomando la mano de su hermano.
--- ¡¡DESMAIUS!! --- gritó una voz de mujer desde una ventana.
--- ¡Protego! ¡Protego! --- conjuraron los hermanos.
El hechizo de desarme salió desde una ventana del edificio The Oval a los Wilder que repelieron el ataque pero ya no había nadie en la ventana y los hechizos de ellos rebotaron en el edificio descascarando la pared.
--- No vale la pena James, ya no debe haber nadie. --- dijo Ariadna apartando a su hermano de seguir viendo el edificio pero ella seguía muy pendiente en todo su ser sobre esa voz.
--- ¡Quién fue! --- exclamó James.
--- Un Auror seguramente.....--- dijo Ariadna que se quedó boquiabierta de ver a un hombre vestido de blanco con un maletín perseguido por unos dementores de tamaño mediano. James se adelantó y dispersó a los dementores del lugar con la voz de la varita y Ariadna atajó al sujeto que jadeaba sin control.
--- Diga su nombre. --- ordenó Ariadna con voz fría.
--- David.......David.......--- trataba de calmarse el sujeto.
--- Lleva túnica del Ministerio, hermana. --- dijo James en reparar en la vestimenta blanca.
--- .......No trabajo allí......no soy del gobierno ni pertenezco a partido político alguno. --- dijo el hombre asustado.
--- Diga su nombre. --- insistió Ariadna.
--- David...Granger. --- dijo el sujeto que tomaba su maletín negro.
--- ¡James! --- gritó Ariadna al ver a los dementores regresar y volando directamente al sujeto.
Los dos hermanos fueron sacudidos del lugar por los velos negros de los dementores que expulsaban niebla y vapor gris caliente. Pocos segundos David Granger era víctima de los besos hasta que quedó exhausto en la acera y los dementores se fueron volando a otro lugar.
Ariadna se acercó a Granger y comprobó que su alma seguía pero los dementores hicieron trizas casi toda por lo que enseñó a James su varita y este bajó su cabeza resignado.
--- ¡Avada Kedavra! --- conjuró Ariadna contra David Granger que cerró sus ojos y su cuerpo se puso tieso y vacío.
El maletín cayó al suelo abriéndose dejando ver un estetoscopio, unas paletas de madera, unas dentaduras postizas, y una foto de una mujer adulta joven y otra foto de una joven vestida con un uniforme negro y exhibía una gran sonrisa y de fondo un tren que humeaba. La foto tenía movimiento por todos lados y la joven saludaba con la mano muy feliz y debajo había un borde dorado con un nombre: HERMIONE GRANGER.
CAPÍTULO 24
LA LECHUZA CAIDA
En el borde de una ventana había un pergamino enrollado y enlistado gracias a un elástico rosa que se movía ligeramente por la brisa que entraba desde una transitada calle desde abajo. La sala de estar en donde se encontraba el pergamino estaba llena de trozos de papel desperdigados por el suelo de lozas y se hallaban escritos de forma desordenada y letra muy legible y además rodeaban una especie de bote de basura lleno de ellos en iguales condiciones.
Una escoba apareció desde un oscuro pasillo al interior y con rapidez empezó a barrer los trozos de pergaminos hasta arrinconarlos cerca del bote pero dejando al resto de la sala sin papel encima, en especial en los finos muebles que habían. La escoba inteligente se detuvo encima del bote y giró hacia una mesa blanca y rectangular con un arreglo floral en el centro y tres fotos encima, dos miraban de forma alegre y saludaban con la mano en un lugar muy frondoso con un árbol al fondo que se mecía fuertemente y con las ramas cayendo al suelo de pasto y arcilla. La tercera foto carecía de todo movimiento y retrataba a una joven vestida de túnica negra que tenía dibujaba una varita blanca y tres estrellas en la esquina superior derecha, a los costados de la joven había una caseta telefónica maltrecha que contenía a dos personas que se hallaban de espaldas en el momento de sacar la fotografía.
Una abierta sonrisa acompañaba a la joven que tenía un pelo negro desordenado y que le caía a los hombros y perdiéndose por la espalda y tenía unos ojos café intensos que daban cierto aire de soberbia y un rostro de finas facciones ligeramente levantado hacia la cámara.
Luego de quedarse parada frente a la mesa la escoba cayó al piso quedando con los pelos levantados en el bote y el palo apoyado en el piso y al instante hizo caer el bote regresando los trozos de pergamino al suelo.
El ruido de la caída estremeció la casa a la vez que la misma joven de la foto aparecía desde el pasillo pero con aspecto desganado, ojerosa, el pelo tomado como tomate con un palillo mugriento y sostenía una varita café como sus ojos directo hacia la escoba. Esta se levantó junto con el bote y quedaron en el mismo sitio de antes pero los papeles siguieron esparcidos.
La joven recorrió la sala hasta sentarse en un sofá blanco y se pasó las manos por la cara emitiendo un leve sollozo, aún sostenía la varita entre sus dedos pero la dejó caer al piso. Seguía sollozando sin dejar ver su rostro y se detuvo con un hondo suspiro seguido de un susurro que caló hondo en su actitud. Dijo James y se acostó en el sofá llorando profusamente mirando al techo y viendo a esa persona en el y más mal se sentía.
Ahogó un grito y se incorporó levantándose con la cabeza gacha, miró a la ventana que contenía el pergamino en el borde y se acercó lentamente. Miró a la calle pero no veía autos ni gente sino oscuridad y niebla y dos personas vestidas de negro. Una de ellas observó arriba mostrando una máscara parecida a una calavera y gritó ¡Quién fue!. La joven se estremeció al esforzar su mente a ver esas dos personas. Se vio con la varita en la mano y salió un luz roja que casi pegó en los encapuchados que de cierta forma lo esquivaron alzando varitas similares a la persona de la ventana. En un gesto inconsciente la muchacha se escondió tras la pared y cerró sus ojos escuchando ¡Avada Kedavra! Y volvió a la ventana pero veía el panorama normal de todas las mañanas con una enorme congestión tan temprano pues el cielo lucía con algunas estrellas hacia el sur pero ahogadas por un brillo rojizo que se levantaba entre los altos edificios.
La joven tomó el pergamino y alzó su cabeza hacia el interior de la casa y habló bien fuerte:
--- ¡Hermy! ¡Hermy! ¡Hermy! ---
Apareció una lechuza marrón mediana que volaba desde el pasillo y se posó en el hombro de la muchacha que se sentó en un borde del sillón.
Miró a la lechuza con cariño y tocaba sus plumas y las besó. La lechuza ululó tranquila y abrió el pico al observar el futuro encargo que la mano de la muchacha movía con ánimo.
--- Dásela a Hermione y ella puede que no te responda porque no va a estar de ánimo....ya debe saber porque. Hermy, quédate en Hogwarts.....trata de ir con las otras lechuzas a la lechucería de la escuela y vas a estar muy acompañada. Necesito que la carta llegue al castillo y no puedes volver, no vuelvas por favor. Toma. --- dijo la muchacha amarrando la carta a la pata izquierda del animal.
La lechuza se estiró en el borde de la ventana tras volar del hombro de su ama y emprendió vuelo hacia el cielo azul intenso y se perdió luego de doblar sobre unos edificios enteros de vidrio.
Volvió a tumbarse en el sofá quedando con la vista en las fotos de la mesa en frente del bote de basura y la escoba. Se levantó y fue hasta las fotos y miró la primera de la joven sonriente y murmuró: Maldito sea el día en que te ordenaste madre...Eres tanto del Señor Oscuro como mía. Al fijarse en el muchacho de igual atuendo que la mujer igualmente dijo unas palabras: Rodolphus fuiste tan......cobarde.
--- ¡Eres otra Cristina Lestrange! ¡Dejaste un trabajo por un hombre que terminó siendo un asesino! ¡Todos los mortifagos lo son! ¡Si tu hermana supiera que hiciste anoche, James Wilder! ¡No te puedo desterrar de mi alma pero tú si lo hiciste al saber que mis padres eran tan viles como tu futuro! ¡Vete James de mí por favor! --- gritaba Cristina que terminó llorando en el piso.
--- ¡Hija! --- exclamó una anciana que entró por la puerta de calle del departamento al ver a Cristina acostada en el piso.
Se acercó a la joven que le tendió un brazo mientras con el otro trataba de secarse los ojos rojos de pena.
--- Estoy bien, mamá. Es él azotándome como siempre y ellos recordándome lo cerca que estoy de.....Lord Voldemort. --- dijo Cristina.
--- No pienses en mi hija Bellatrix y su ruina de esposo, Cristina. --- dijo la anciana.
--- ¡James siempre está en todo! --- exclamó llorosa Cristina.
--- Eso debes resolverlo porque está en el fondo de tu ser......volvías de Hogwarts llena de alegría por haber encontrado novio y que podías verlo durante el verano y así hasta que...te dejó. --- dijo la anciana levantando a Cristina del piso.
--- ...Es igual que siempre, me baja la pena. Va a pasar luego.......¿Cómo te fue? --- preguntó Cristina entornando los ojos.
--- Marietta Koch está alistándose para partir a St. Anne y dar los últimos respetos a David.--- dijo la anciana.
--- Debo vestirme y acompañarla......--- dijo Cristina corriendo por el pasillo al fondo.
La abuela de Cristina estaba sentada en el sofá tomando una taza de café con olor placentero en el momento que su nieta llegaba de la habitación vestida con una túnica negra sin ninguna figura y muy arreglada junto a su pelo recién lavado pero que lucía más oscuro aún.
--- ¿Qué tal? --- preguntó Cristina con voz quebrada.
---...Estás bien hija. --- dijo la anciana escuetamente.
Cristina besó a su abuela y salió del departamento y se golpeó la puerta de enfrente con aspecto arrepentido por tocarla con fuerza. Abrió una mujer de melena larga y castaño portando un traje largo negro y ojos negros por el esfuerzo. Sonrió amablemente.
--- ¿Está lista señora Granger? --- preguntó Cristina.
--- Señora Koch, ante todo. Sí, lo estoy. --- dijo la mujer cerrando la puerta tras sí y llevaba una cartera negra colgada a un brazo.
Llegaron a la calle algo más libre de tránsito pero muy ruidosa, Cristina miró a Marietta Koch con intención pero la señora sólo le pegó una mirada de amargura y empezó a caminar recto por la calle Williams. Cristina la seguía desde atrás.
Todo era silencio hasta llegar a la esquina de Williams y Lancelot, una pequeña calle con varios gatos siameses que miraban desde una ventana abierta dejando ver una tienda de telas. Una señora alta y huesuda sonrió a Marietta tendiéndole una mirada de lástima.
--- ¿Todo bien? --- preguntó Cristina aclarándose la voz.
--- Te miran con cara de que uno está muerta, no sé si algo de mí habrá muerto con David. --- dijo Marietta suspirando.
--- .......Marietta.....Siempre algo de nosotros se va con ellos y nos queda su recuerdo....eso conservo de mis padres muertos.....hay recuerdos que van a estar siempre y son huella de que algo nos falta. --- dijo Cristina tomándose la túnica con ambas manos.
Marietta siguió caminando luego de dar un abrazo a Cristina que aguantaba estremecerse y continuó al lado de la madre de Hermione hasta otra esquina coronada por una lechuza muerta.
--- ¡Hermy! ¡Hermy! --- exclamaba Cristina al ver a la lechuza.
La señora Koch miraba curiosa y con el ceño fruncido a Cristina que se sentó en la acera con la lechuza inerte en su regazo aún con la carta. Cerró fuerte la boca para no dejar salir un llanto y sus ojos brillantes no se levantaban. Se sentía fuera de lugar y una sensación de culpabilidad única la llenó tras decir Hermy delante de Marietta.
Tomó la carta y la desdobló y empezó a murmurarla para sí:
Querida Hermione
Primero que todo los muggles no tienen idea del correo por aves así que si estás sentada mil veces mejor........soy una bruja como tú. Siento que es mejor decírtelo porque lo que debes de sentir sobrepasa todo umbral y siendo ambas de igual comunidad. Cuesta mandarte la carta, por muchas razones pero sólo quiero decirte que lo siento.
Cristina levantó su rostro encontrando una molesta madre de Hermione que no paraba de murmurar ininteligibles cosas hasta que se fijó en el cuerpo de la lechuza con sus alas desordenadas y había una piedra incrustada entre las alas y el hueso. La joven la sacó botándola en la acera.
--- ¿Era tuya? --- preguntó la señora Koch con voz contenida.
--- Sí. Mandaba una carta con ella..........Seguro usted ya ha visto esto, no. --- dijo Cristina resignada.
--- ¡Hermione! Se comunicaba de esa forma en los veranos y siempre me escribía cuando estaba en Hogwarts....¡ah! --- exclamó la señora tapándose la boca.
--- Tranquila, no pensé que usted iba a decir la verdad primero. Iba a hacer eso ahora porque comparto lo que siente Hermione. --- dijo Cristina levantándose con el cuerpo de la lechuza.
--- La verdad, yo no tengo ninguna. --- dijo Marietta.
--- Mandaba la carta para Hogwarts......para su hija. Le revelaba que tengo sangre mágica como ella....--- dijo Cristina rápidamente.
--- ¿Conoces ese lugar? --- preguntó Marietta muy incrédula.
--- Estudié allí siete años como su hija, luego me fui a estudiar al Ministerio de Magia la carrera de Auror pero no la completé. --- dijo Cristina.
--- Auror........ella me los mencionó muchas veces. Los magos mas respetables y poderosos pero eso no le era muy atrayente a Hermione. No quiere ser Auror. --- dijo Marietta.
--- Basta con que eso valga la pena, citando a Hermy. --- dijo Cristina.
--- ¡Sí! Hermione siempre me decía eso. No puedo creerlo. --- dijo la señora acercándose a Cristina.
--- No fui más que una estudiante de ese colegio y manejo una varita y no hay nada que ya me cambie porque voy a seguir con mi vida. Quería revelarlo por Hermione. --- dijo Cristina.
--- Hay algo más Cristina......debes conocer a Lord Voldemort, ¿verdad? --- preguntó Marietta con los ojos secos.
--- Obvio. --- dijo Cristina sonriendo.
--- Entonces sabes el secreto que guarda su hija en su brazo......esa calavera. --- dijo Marietta.
--- ¿En el brazo?........Espere.......¿Hermione tiene la Marca Tenebrosa? --- preguntó Cristina perpleja.
--- Sí, le apareció durante el curso pasado y me contó a mí y su padre en las fiestas de navidad. Contó todo y nos asustamos pero que no había lugar más seguro que ella que su colegio, tuvo la idea de no volver allá porque sentía que Lord Voldemort no seguiría molestando. Estaba aterrada. --- dijo Marietta.
---.....Una mortifaga no puede ser.--- dijo Cristina sujetándose la cabeza con ambas manos.
El cuerpo de la lechuza rodó al piso.
--- Dice que no es de esa vil clase de personas que matan a cualquiera, está resistiendo y el director de ese colegio la está ayudando. Eso decía la última carta. --- dijo Marietta.
--- Debe ser así. No se que decir. --- dijo Cristina recogiendo el cuerpo de la lechuza.
--- Así que te hiciste pasar por una muggle como dicen ellos, ¿por qué no le contaste todo? -- preguntó Marietta.
--- Yo pensé que iba a parecer loca si decía que podía hacer magia y sólo me di cuenta que Hermione no era muggle cuando me dijo que su novio era Harry Potter y que se veían desde el 1 de septiembre. Era Hogwarts y cualquier mago sabe quien es Harry Potter, él detuvo a Lord Voldemort la primera vez que intentó tomarse todos los poderes, seguro que su hija ya le dijo eso. --- dijo Cristina mirando a la lechuza.
--- Claro.......eso lo sé hace tiempo. ¿Qué vas a hacer con ella? --- dijo Marietta al ver el rostro de pena de la muchacha.
--- No sé. No puedo dejarla aquí. ---- dijo Cristina mirando al fondo de la angosta calle.
Marietta apretó los labios y observó hacia la calle oscura y llena de botes de basura desparramados y desde el fondo caminaba un hombre vestido de mecánico apuntando con el rostro al ave de Cristina.
--- Cristina. --- dijo Marietta desviando la atención de Cristina.
--- Ah, que......--- dijo Cristina confusa al ver al hombre que la miraba.
--- Esa lechuza cayó en la puerta del taller que está en el fondo, la dejé en el bote de basura que está al lado suyo señorita. Parece que algo lo derramó y seguro cayó el cuerpo de su ave. --- dijo el hombre.
--- ......No puedo dejarla aquí.....--- dijo Cristina incrédula ante el mecánico.
--- Tranquila, debemos irnos al velatorio Cristina......mi hija no va a tardar en llegar. --- dijo Marietta con gesto impaciente.
--- Puede tenerla usted porque no pienso tirarla a uno de esos botes, por favor. --- dijo Cristina al hombre.
--- Pero......señorita.......está bien. --- dijo el mecánico tomando la lechuza muerta.
Marietta arrastró a Cristina por la calle Williams y tomaron el rumbo original pasando por esquinas llenas de gente abordando los Routemasters y otros más cruzando las calles.
Apenas se fueron las dos mujeres el mecánico miró con asco a la lechuza que tenía unas hormigas en su cabeza y el pico. Poco después la arrojó en un contenedor de basura enorme a mitad de cuadra.
Marietta y la amiga de Hermione se detuvieron en una inmensa iglesia en pleno centro de Londres y las filas de sillas estaban ocupadas por unas cuantas personas que corrieron a saludar a la desdichada esposa mientras Cristina miraba por todas esperando encontrar a alguien conocido pero ni rastro de Hermione o Harry Potter. Encontró con su vista el ataúd y caminó hasta el altar llegando a él que tenía abierta la ventana y miró el cuerpo inerte del señor Granger. Derramó unas lágrimas y miró a Marietta que recibía cada condolencia y negó con la cabeza.
--- ¡Señora Koch! --- llamó Cristina desde el ataúd.
La viuda fue hasta la muchacha que con rostro lloroso cerró la ventana del ataúd con estridencia.
--- ¿Qué hiciste? Déjala abierta Cristina....--- dijo Marietta molesta.
--- ¿Ya vio el cuerpo? --- preguntó Cristina.
--- Sí. --- contestó Marietta.
--- Apenas vi el cuerpo de su esposo recordé como murió. Esa mirada y el rostro tan tiesos pero a la vez serenos.....no fue un ataque señora Koch fueron mortifagos quienes lo mataron afuera del edificio. Los ví y los ataqué pero uno no puede huir de ese maleficio que mata y que no existe defensa alguna. Uno de ellos lo hizo. --- dijo Cristina emitiendo un respiro sonoro.
--- Este fue tu día de arranques de verdad, ah. No debiste decir nada Cristina, sólo añades sufrimiento a mi familia. Hiciste renacer un espantoso sentimiento en mi corazón......que Hermione es la próxima o yo. No merecemos algo así.....o será que tu tienes algún secreto guardado con esos magos. Debes tenerlo porque esa tensión que tienes y lo mal que te pusiste cuando me dijiste lo de tu magia revela que no eres un ejemplo de verdad Cristina. Mejor mantén ese secreto con Hermione porque ella no merece sufrir más que esto.--- dijo Marietta con los ojos desorbitados abriendo la ventana del ataúd y yendo a recibir más condolencias.
No puedo matarte James Wilder murmuró Cristina para sus adentros.
CAPÍTULO 25
LA TUMBA DE LAS MENTIRAS
Cristina no sé molestó en encontrar la mirada de la madre de Hermione que evitaba tener cualquier contacto con la amiga de verano de la chica. Iban en un auto conducido por familiares de Marietta siguiendo el cortejo de tres vehículos por unas calles despejadas y residenciales de Londres. Se detuvieron en una esquina que tenía un semáforo en rojo que al lado mostraba un letrero blanco y de letras mohosas: PRIVET DRIVE.
Más que conocido le resultó a Cristina ese barrio y entornó los ojos hacia las casas con floridos jardines y avistando una con sus rejas abiertas y un auto moderno que tenía las puertas abiertas y salían de ellas una señora de cuello largo y un muchacho corpulento y con patilla. Una breve sonrisa pasó por el rostro de la joven y otro muchacho más delgado pero muy presente en su mente apareció recordándole un autobús pero después a dos mortifagos que uno de ellos conocía muy bien. Vio a Harry Potter en su mente y a James Wilder repetidas veces y se recostó mas en el asiento buscando el techo del auto y halló una enorme mancha aceitosa que se quedó mirando como mancha en pieza de Harry en aquellas tardes bucólicas y calurosas veraniegas. Poco quedaba de ese verano que daba paso a parques llenos de árboles listos para deshacerse de todo el follaje. La comitiva pasaba por inmensas áreas verdes por una carretera de tránsito fluido en las afueras de Londres.
Una somnolencia la tomó y veía todo confuso y pasando dejando sus sentimientos a flote: derramaba unas lágrimas por el camino y arrancaba unos suspiros que hicieron temblar a la madre de Hermione que ya había tomado suficiente distancia de ella en el auto y en el trato personal.
Resultaba evidente que ambas deseaban llegar al lugar del entierro lo más pronto posible y dejar de sentir esa tensión mutua que dejaba de manifiesto la señora Koch. Se acomodó en el asiento intercambiando palabras con los amigos que iban en los puestos de adelante que le preguntaban por la acompañante que permanecía dormida. Marietta comentaba que era una muy estimada amiga de Hermione y de seguro ella deseaba contar con su compañía horas después. Cristina abría los ojos cuando todos hablaban sin voltear sus rostros y volvía a su forzado soponcio en el automóvil.
A Cristina le parecía que el lugar del entierro era muy lejos de Londres pero nadie del automóvil la tomó en cuenta y la madre de su amiga le dirigió una mirada de incomodidad que la hizo volver a reclinarse en el asiento y a mirar el paisaje que dio lugar a praderas y miles de campos sembrados de viñas. Las lomas se hacían más altas alcanzando extensas porciones de campo y evocaban recuerdos especiales en la muchacha cuya mente estaba demasiado alerta y a la vez distante en personas que ni siquiera estaban ahí pero las conocía. Cada una le daba vuelcos en su corazón pero nada comparado con la infinita tristeza que le producía ver a James Wilder frente suyo pero vestido de una túnica oscura y una máscara de calavera que daba miedo. Marietta observaba a la chica que se movía en el asiento atribulada por ver a alguien que le daba miedo pero a la vez se sentía raramente animada y azorada. Demasiadas cosas pasaban por su corazón y ninguna quedaba dentro, salían afuera por sus ojos.
Marietta se volvió al lado opuesto mirando los árboles frondosos que estaban cercados por alambre a lo largo de la carretera hasta dar con unas paredes de piedra blanca que dominaban el paisaje varios minutos. La mujer que manejaba el auto se detuvo al borde de la berma sorprendiendo a Cristina que no esperaba llegar al lugar elegido tan pronto. Todos se bajaron y la mujer que la madre de Hermione conocía muy bien sacó un trozo de papel de su cartera negra y lo desdobló sobre el capó del auto mirándolo de forma muy enfadada.
--- .....Las paredes blancas son la señal de que el lugar de descanso del señor Granger está cerca. Deben seguir por la serpiente de gravilla hasta las rejas negras decoradas por unos lirios puestos en las cerraduras. La otra persona que atesora el alma del señor Granger en lo hondo de su corazón estará en aquel lugar a la hora señalada y dispuesta con su madre a dar los últimos tributos al hombre que siempre tuvo una paciencia infinita con cada paso de su hija en el oscuro pero lleno de vida lugar en donde ha encontrado felicidad y la templanza para con su señora que fue su eterna compañera tanto en vida como en trabajo...--- leyó la mujer casi recitando. --- Algo curiosa la forma en que nos mandan la dirección del entierro y lo más notable es que la viuda decide donde va a descansar su esposo, ¿qué te pasó Marietta que dejaste en las manos el cuerpo del esposo a gente que no conoces? ¿Qué piensas Jack? --- preguntaba la mujer a Marietta y a su acompañante que la secundaba al manejar.
--- La empresa funeraria decidió el lugar de forma conjunta conmigo y Hermione. Ella va a estar en el cementerio pues viene apurada de su internado, lo ves Cate --- dijo Marietta nerviosa.
--- La serpiente de gravilla...no son gente normal, hermana. Créeme.....No quiero que la persona que tanto quisiste descanse en un lugar de mala calaña y pienso que tu hija no se merece ver por última vez a su padre de la forma en que lo encontraron ni menos en el lugar en donde estos locos van a dejar a David. --- dijo Cate muy alterada.
--- No es tarea tuya rebelarte contra el desgraciado destino de mi esposo. Me siento tranquila y Hermione tiene sus propios sentimientos y no será fácil hablar con ella, darle las condolencias. Estoy bien Cate y mi esposo igual. --- dijo Marietta abriendo una puerta trasera del auto y sentándose atrás.
--- Entra......vamos Jack. --- dijo Cate a Cristina.
El tranco rápido sobre la carretera retornó y poco tardaron en llegar al sitio señalado por la enigmática nota que Cate sostenía en su mano cuando manejaba. Podía verse una varita roja en la parte superior del escrito. Cristina levantó su cabeza visualizando mejor la varita y unas estrellas colgaban arriba de ella.
--- Ministerio.......--- dejó escapar Cristina.
Marietta levantó las cejas de forma inquisidora a Cristina que la miraba temerosa.
Al rato después se detenían frente a un portón enorme y negro y habían unos lirios clavados en las cerraduras que repudió Cate y su esposo Jack. Cristina los contempló esperando que Marietta los tomase.
--- ¿Está bien señora Koch? --- preguntó Cristina.
--- ....Que detalle. Tengo una aterradora visión de que volveré a ver estos lirios . --- dijo Marietta.
--- Nada es seguro señora Marietta. --- dijo Cristina.
--- Gracias a ti mi hija sigue corriendo más peligros de los que ella debe soportar. Tú relación con los magos es tan extraña. --- dijo Marietta.
--- Mientras Hermione no lo sepa no tendrá ningún peligro. Yo soy la que debo temer por mi vida, nadie está con los pies en la tierra. Lord Voldemort puede acechar a cualquiera que sea algo en contra de sus planes. --- dijo Cristina.
--- Sigue ocultándote pues. Sólo temo por Hermione, no es mi asunto lo que venga para ti después. --- dijo Marietta.
La señora Koch avanzó hasta la puerta y retiró los lirios de las cerraduras y las rejas negras se abrieron bajo un estridente ruido que inquieto a la hermana de esta y Jack que dejó escapar una maldición. Cristina entró al recinto junto a Marietta seguida de los esposos.
Apenas pisaron pie en el lugar empezaron a aparecer cientos de lápidas blancas brillantes y muchas de ellas tenían una varita esculpida y unas estrellas blancas salían de su punta. Todos seguían un ancho sendero de gravilla hasta una fontana de unos duendes negros que alzaban sus arcos como el dios Cupido pero lanzaban flechas espinosas y emitían gemidos tristes que estremecieron a los esposos Lestrange y a Marietta que se aferró al brazo de Cristina que los miró (los duendes) con relativa calma pero se libraba una batalla en su interior sobre si realmente parecía ser una hechicera o una muggle que iba al entierro de alguien que parecía ser un gran mago.
--- ....Al igual que usted no me explicó porque venimos a enterrar a su esposo aquí. Cada lápida es un misterio. --- dijo Cristina a Marietta.
--- Hablas como el mago que escribió la carta de ruta de este lugar, hagas lo que hagas no puedes negar quien realmente eres pero te necesito que seas alguien completamente normal, lo digo por Hermione. --- dijo Marietta muy molesta.
--- Su hija es hechicera como yo y loca no es. No insulte la clase de personas que somos y entre los que está su hija. --- dijo Cristina en voz baja.
--- ¡Avanza! --- exclamó Marietta alcanzando a su hermana que iba más adelante.
Nadie hablaba cuando llegaron a un sitio en donde había un inmenso agujero demarcado por unos tablones y unas poleas sostenías cuerdas en una máquina al costado. Tanto Marietta como su hermana y esposo se sentaron en una banca negra al costado del agujero.
La amiga de Hermione fue hasta la máquina y encontró un tablón puesto con una escritura blanca en letras grandes: PROGRAMA DE ENTIERRO. ESTILO MUGGLE. MINISTERIO DE MAGIA.
Cristina negó con la cabeza incrédula y se apoyó en la rústica máquina sollozando tras leer el tablón. Ocultó todo rastro de tristeza al volver con los deudos del señor Granger que miraban impacientes el entorno. Marietta hizo un lugar en la banca para que Cristina tomara asiento pero se resistió amablemente y recorrió los jardines contiguos al sitio y halló más lápidas blancas de similar estilo pero sin varitas. Recorrió algunas pero una llamó su atención con todos sus sentidos de forma que se hincó en el pasto algo conmovida.
DAVID MORAN
AMIGO, HIJO, TÍO
MORTÍFAGO.
Era difícil para la muchacha aceptar el epitafio de la tumba de Moran. Otra vez la palabra mortifago sonaba en su cabeza pero le recordaba a la misma persona que yacía en ella. Hogwarts, varitas, luces verdes, Ariadna, James, David. Todos aparecieron en su mente como un flash-back antes de dejar este mundo.
--- David....Nunca pensé que James iba a seguir a Lord Voldemort, pero tú. ¿Qué diablos hiciste? --- hablaba Cristina llorando.
Miró donde seguían sentados los familiares del señor Granger atenta a no despertar sospechas más insidiosas que las de la señora Koch que cambió su trato con ella de forma abrupta.
--- Ariadna no podría ser otra mortifaga.......es imposible. Si eso fuera así toda la Orden estaría con la voluntad de Lord Voldemort al que nunca juramos aceptar y deseosos de recibir una batalla con él y salvar a este mundo o aportar algo a aquellos magos que hacen su trabajo sucio en contra de personas que son débiles de todo. Seguiré resistiendo aunque la Orden sea de una sola persona..........Tengo a Ariadna todavía......James no tardará en estar muerto como todos los demás que han seguido el camino de Lord Voldemort. --- dijo Cristina casi pegada a la tumba de su amigo.
Las setas que rodeaban la tumba de David Moran se agitaron fuertemente dejando pasar haces de luz dorados que iluminaron la lápida blanca aún más. Cristina se pegó contra los árboles logrando ver hacia el otro lado pero sólo observaba un área enteramente brillantes y no había humano alguno en ella. De un momento a otro aparecieron tres personas vestidas de forma muggle pero muy arregladas. Eran Harry, Ron y Hermione.
Cristina al verlas se impresionó y rodeaba los setos con suma delicadeza para no ser vista ni oída. Harry tomaba a Hermione de la mano y Ron miraba inquisidoramente el paisaje preguntando a cada instante donde sería el entierro del padre de Hermione, claro está que lo hizo de una forma sutil para no sensibilizar más a su amiga.
Un apretón en el estómago sacudió a Cristina al ver a Harry y Hermione y sonrió levemente e incluso tuvo la intención de saltar de los setos pero al agarrarse fuertemente a uno la hizo retroceder lo suficiente como para ver a los amigos de Hermione pasar por un sendero de gravilla a escasos pasos de ella pero no la vieron al estar llena de ramas en su ropa. Apenas vio desaparecer a Hermione, Harry y Ron saltó de los árboles y emprendió camino al lugar del entierro que seguía siendo ocupado por la máquina de las poleas y la esposa del señor Granger con los esposos acompañantes. Hermione se detuvo a distancia de Cristina con la vista humedecida al ver el lugar. Harry la abrazó fuertemente mientras Ron saludaba con la mano a los señores que se levantaron de la banca para ver mejor a los recién llegados.
--- Mi madre.....--- susurró Hermione por lo bajo a Ron y Harry.
Harry se quedó unos pasos atrás de sus amigos pero Hermione le animó a seguir hasta que lo presentó de forma muy cortés a la madre de Hermione que respondió con un suave apretón de manos sin dejar ver demasiada emoción aunque detrás de aquellas gafas negras de sol que llevaba puestas se escondían unos ojos muy húmedos.
Hermione se abrazó con su madre que la miraba con las gafas puestas y volvió a darle otro abrazo antes de dejar ver sus ojos negros de lágrimas. Su voz sonó fuerte en el lugar.
--- No entiendo como eligen enterrar a tu padre en un lugar tan extraño y propio de gente loca....Yo no conozco ceremonia fúnebre que sea igual a esta. --- dijo Marietta con aire quejoso.
--- Ni fue voluntad mía. Entiendo que te sea estúpido estar aquí pero créeme que no existe mejor método que este porque hay cosas que nadie de tus familiares podría entender así que no debemos dejar sospechas. Sé muy bien como murió mi padre, tuvo mala suerte de estar en un sitio como ese. Ellos no podrían haber tenido nada con él y al revés tampoco. --- dijo Hermione bajando progresivamente la voz.
--- Odio que hables en clave. Es muy difícil entenderte Hermione.....nada sé de la gente que conoces. --- dijo Marietta.
--- Apuesto que tú también te mueres de miedo si alguien de tu familia llega a saber que soy una bruja. Tú haces lo mismo madre, mantienes el secreto.......hablas en clave. --- dijo Hermione molesta y retornando donde Harry y Ron.
Los tres amigos se miraron tensamente y miraban el terreno buscando su lugar. Hermione fue de nuevo a la banca blanca a saludar a los familiares de su madre que la abrazaron y conversaron con ella un rato. La madre de Hermione observaba la máquina de poleas con hondo desdén hasta que giró su cabeza hacia los setos de lado encontrando a Cristina saliendo de ellos llena de hojas en su pelo. Se miraron y Marietta se volteó donde Hermione exclamando:
--- ¡Nada de lo que nosotras tenemos dentro de nuestros corazones se compara con lo que ella guarda! --- dijo Marietta a Hermione y apuntando a Cristina.
Hermione miró atentamente a Cristina que le devolvió una sonrisa y corrió donde ella y la abrazó. La amiga de Hermione la apretó fuertemente y se separaron.
--- No-No se que dice tú mamá. --- dijo Cristina muy nerviosa.
--- No te preocupes. ¿Cómo estás? --- preguntó Hermione más animada.
--- ¿Eso importa? Gracias por llegar Hermione, ya no soportaba a tu madre. Disculpa. --- dijo Cristina dejando salir un sollozo.
--- Falta poco para salir de esto. Te esperaba porque tú puedes consolarme mucho, gracias. --- dijo Hermione abrazando a su amiga.
Luego Hermione llevó a Cristina donde Harry y Ron que la saludaron. Harry le sonrió un largo rato pues ya la conocía y Ron también la recordó durante las vacaciones.
--- ¿Todo bien Harry? --- preguntó Cristina.
--- Sí. Pensé que ibas a estar aquí. --- dijo Harry agachando la cabeza.
--- Obvio Harry. ¿Ron? --- dijo Cristina al ver al amigo de Harry mirarla con los ojos desorbitados.
--- Ho-Hola....Harry me hablaba de ti y gusto en conocerte. --- dijo Ron ofreciendo su mano.
Cristina le estrechó la mano a Ron que estaba azorado mientras Harry observaba como Hermione estaba con su madre mirando hacia la entrada del recinto. A lo lejos dos personas arrastraban un carro que portaba un ataúd café que llegó a los minutos al lugar del entierro y todos se colocaron detrás de él. Marietta lo tocó y lo besó y Hermione acompañaba a su madre e intentaba contenerse. Los dos hombres dejaron puesto el ataúd sobre la máquina de cuerdas en apariencia frágiles pero lo sostuvieron bien.
Ambas personas permanecían en silencio custodiando el féretro y bajaron sus cabezas cubiertas por una túnica negra con una varita blanca en el centro. Unas estrellas salían de su punta.
Marietta hablaba en voz baja con su hija que asentía con él rostro mientras la mamá miraba de forma incrédula cada palabra que Hermione decía. Hermione no habló mas y se puso delante de todos y sacó un trozo de pergamino de uno de los bolsillos de sus pantalones.
--- ......Si bien no veía a papá demasiados días al año cada encuentro con él era regresar a una especie de mundo del cual nunca me he sentido fuera. Es más me siento tan bien en casa como en una clase de mi internado allá por la fría Escocia y rodeado por el lago que tantos desvelos causa por su milenaria criatura. Quizás estaba tan cómoda allá que mi padre en cada año que pasaba declaraba estar con más sensación de pena por tenerme lejos pero siempre le decía que cada cosa hecha en Escocia tendría su recompensa a final de año.....Podría verme como alguien que haría algo por la vida y se sentiría realizado. Nada de eso será porque está muerto. Te doy las gracias por apoyarme, quererme y siempre dejar que fuese lo que soy aunque eso signifique que te vea en un futuro no muy lejano...Adiós. --- dijo Hermione y se secó las lágrimas con los puños del polerón y dejó el lugar parándose al lado de Cristina.
La madre de Hermione lloraba profusamente y con un gesto en la mano le señalo a las dos personas que levantaron su cabeza de forma instintiva que bajaran el ataúd mientras Hermione miraba molesta a su madre que negaba con la cabeza. Todos atentos a cada bajada del ataúd hasta que se perdió y quienes lo trajeron cubrieron el hoyo con unos tablones grandes ocultando su interior.
Los encapuchados comenzaron a sacar la máquina de poleas dejándola unos metros más allá y regresaban al lugar de los tablones mientras todos se retiraban del lugar pero Cristina permanecía en él con los ojos demasiado abiertos en las túnicas de varita.
--- Disculpen....¿son del Ministerio? --- preguntó Cristina muy nerviosa y mirando hacia atrás.
Uno de los encapuchados dejó ver su rostro al sacar la varita de la túnica y pasarla por el rostro: era una mujer joven.
--- Ariadna....--- murmuró Cristina.
--- El Ministerio mandó a dos estudiantes de Aurors a vigilar el entierro...no hay magos dispuestos a perder su tiempo en esto. Estoy con James. --- dijo Ariadna con voz fría.
--- ¿Sus rostros? --- preguntó Cristina pasándose una mano por su cara.
--- Hechizo evanescente, amiga. --- dijo Ariadna mientras James daba a conocer su rostro.
Cristina quedó perpleja y acercó a al hermano de Ariadna que exhibía un rostro con los labios apretados y entrecerrando los ojos.
--- ¡Quieres decirme que mierda andabas haciendo esa noche James! ¡Confiesa que eres un maldito mortifago! ¡Tú hermano es uno de ellos! --- explotó Cristina.
--- Ya lo sé...--- dijo Ariadna resignada y deprimida.
--- ¡Por qué estás aquí si ayudaste a matar al padre de Hermione! ¡Asesino! --- gritó Cristina.
--- Para Cristina. No soy un mortifago. --- dijo James.
--- ¡Anda a decirle eso al Ministerio! ¡Claro que no vas a llegar! --- dijo Cristina empuñando su varita contra el pecho de James.
--- ¡Cristina! Yo no habría conservado a un hermano que ande sirviendo a Lord Voldemort. No lo crees. --- dijo Ariadna separando a James de Cristina.
--- No lo has matado, cierto. ¿Por qué? --- preguntó Cristina.
--- Eso yo no podría hacerlo y además porque sé que James no va a hacerme daño. --- dijo Ariadna.
--- ¡Así que actúas de bueno cuando andas con tu hermana! ¡Eres igual a todos los mortifagos que siempre mostraban dos caras! --- exclamó Cristina.
--- Claro, ellos son tal como los describiste. Pero no soy uno de ellos. --- dijo James.
--- ¡Claro que lo eres! ¡Debe quedarte poco corazón para matar a cualquiera! ¡Esa nada que va quedándote es lo que salva a tu hermana de morir! --- dijo Cristina.
--- Mi alma no está atada a Lord Voldemort Cristina. Tampoco la de mi hermana que hace todo por sobrevivir. --- dijo James.
--- Ambos tratamos de llevar esto. Lo hacemos por ambos. --- dijo Ariadna confundida.
--- ¡Eres el segundo en seguir los pasos de Lord Voldemort James! ¡David igual fue un mortifago y murió! ¡No me digas que tu lo mataste! --- dijo Cristina.
--- ¡James no mató a David! ¡Fue un auror al tratar de conseguir sangre de unicornio para que James y todo continuáramos la misión de la orden! --- exclamó Ariadna.
--- Ariadna...¿qué orden hablas? --- preguntó Cristina.
--- De tu orden. Siempre seguimos con ella y teníamos vivas tus palabras cuando la fundaste y yo con James fuimos los primeros en estar y aceptamos hacer todo lo posible con tal de derrotar a Lord Voldemort. --- dijo Ariadna.
--- Todo lo posible para que Harry Potter pueda estar tranquilo, esa es la verdadera misión. --- dijo Cristina.
--- Obvio. Él es importante. --- dijo Ariadna.
--- Fundé la Orden por él y para él porque la intención era de incluirlo y dar ánimos a quien debe soportar más peso que cualquiera incluso más que un mortifago. No era para derrotar a Voldemort es por Harry...--- dijo Cristina tensa.
--- ¿Eso era lo que nunca te hacía dudar de cada paso que nos hacías dar? ¿Harry Potter? --- preguntaba Ariadna incrédula.
--- Mi misión secreta por estar en lo profundo de mí. --- dijo Cristina azorada.
---...Nosotros hemos estado viendo a Harry durante un tiempo y no encontramos la forma de que él venga a la Orden de Los Magos del Norte. No se lo hemos dicho y eso que le mostré el lugar de nuestros encuentros allá por el castillo en ruinas del lago Ness. --- dijo Ariadna.
--- ¿Vas con James? --- preguntó Cristina alterada.
--- Sí. No le causa problemas a Harry porque no está en la intención de los dos matar a Harry o entregárselo a Voldemort. --- dijo Ariadna afligida.
--- ¡Qué! ¡Ariadna! --- gritó Cristina.
---...Vas a estar segura con nosotros porque sabemos cada paso que da Lord Voldemort porque somos sus servidores. Decidimos entrar en su Orden y usamos los métodos que tanto usabas para enseñar hechizos...El Libro Carmesí.....¿Te acuerdas del capítulo de las marcas mas famosas capaces de atar almas o cosas simples como una mirada? Pues bien lo usamos pero escogimos la calavera que usó Voldemort...la Morsmodre Morta Labore Mal. Nos marcamos Cristina, era la forma más directa de encerrar a Voldemort, lo hicimos cuando ya te ibas ido de la orden. --- dijo Ariadna llorosa.
--- ¡Por qué! ¡Mataron la oportunidad de hacer algo! ¡Qué pasará si Voldemort los descubre! ¡Se acaba la Orden! ¡Tan débiles fueron de aguantar las ganas por derrotarlo! --- exclamaba Cristina.
--- La idea de eso fue mía Cristina. No había mejor forma de llegar a Voldemort y además eso era algo que siempre anhelaste. Por mí parte no me arrepiento de seguir con ello aunque cometamos errores. --- dijo James.
Cristina le dio una fuerte cachetada a James que lo hizo agachar la cabeza por el dolor y luego zamarreó a Ariadna que no se resistió hasta que logró dejar a la amiga marcada en el suelo de tanta violencia. Luego volvió sobre James que estaba sorprendentemente débil y se inclinó ante Cristina que se apartó pero James siguió arrodillado y mirándola de forma reflexiva.
--- Vuelve a tu lugar Cristina. Olvida todo lo que te dije y regresa a la Orden para darnos un nuevo destino pero hay cosas que ya no tienen retorno por mas que lo quieras...vuelve como la maestra de la Orden. Es decisión tuya lo que haces con nosotros y Harry Potter.
Cristina miró a Ariadna que asintió y a James que se levantó pero le tendió su varita a la amiga de Hermione de forma amable pero mostraba un rostro de profunda pena a la vez que la aludida giró su cabeza hacia el lugar del entierro del padre de Hermione y estaban Harry, Ron y Hermione mirando a los tres magos del Norte.
CAPÍTULO 26
LA APRENDIZ MAESTRA
Un ejemplar de El Profeta sostenía Hermione Granger en sus manos mientras se hallaba sentada en un paradero de autobuses en una concurrida calle de Londres cuando el sol se escondía por altos edificios hacia el sur. Hermione miraba a todos lados y en especial a la gente que abordaba los innumerables transportes que pasaban por la calle y quienes cruzaban hacia el otro lado dominado por unos altos edificios llamados The Oval por un letrero grande y a punto de caerse. Una oscura mirada hacia el letrero inclinado hizo un nudo en la garganta de Hermione a la vez que Ronald la miraba desde la acera opuesta con un gesto negativo en la cabeza y cruzó la calle al paradero en donde estaba Hermione con ambas manos en el bolsillo de la chaqueta gruesa que llevaba.
La chica se levantó frente a Ron que le mostraba una varita café oscura que Hermione tomó en sus manos guardándola en la chaqueta con extremo cuidado. Ron tomó las manos de su amiga y dejó escapar un suspiro que la chica no dejó pasar abrazando a su amigo que estaba evidentemente afectado. Luego ambos cruzaron la calle y entraron al edificio hasta llegar al departamento de Hermione frente al de su amiga. Marietta Koch les abrió la puerta con el rostro cansado y lucía su ropa de luto de forma desordenada.
Los chicos entraron encontrando a Harry viendo la televisión muy distraído pues no se dio cuenta que sus dos amigos llegaron y tomaron asiento al lado de él. Ron se levantó al rato dejándolos solos pero se detuvo en una esquina del pasillo mirando a sus dos amigos que aún no cruzaban palabra hasta que al mirar hacia atrás se encontró con la mirada penetrante de Cristina que tenía su ropa rajada y con un dedo en la boca le pedía a Ron silencio.
Cristina entró en la habitación de Hermione que estaba al lado de ella llevándose a Ron a la fuerza pero este no opuso resistencia y la chica lo tiró en la cama.
--- ¿Cómo está Hermione? ¿Harry? --- preguntó nerviosa Cristina.
---...Están bien... ¿Qué haces aquí? --- preguntó Ron parándose frente a Cristina.
--- Alguno de ustedes recogió mi varita y la necesito. ¿La tienes? --- dijo Cristina alzando la mano.
--- Hermione la tiene y quiere hablar contigo. Todos andan pensando en ti luego que desapareciste del cementerio con los otros dos sujetos. ¿Quién eres? ¿Y ellos? --- preguntaba Ron con evidente interés.
--- Son demasiadas preguntas Ronald. Mira como una simple desaparición provoca tanta duda y misterio. --- dijo Cristina mirando el techo.
--- Ni Harry ni Hermione me dijeron algo de ti y no entiendo porque ellos dos están tan pasmados por verte hablar de Voldemort y de mortifagos como si nada. ¿Por qué? --- dijo Ron.
--- Soy una bruja que fingió ser muggle frente a ellos dos porque no tenía interés en decir eso. Cuando Hermione me habló de Harry supe de inmediato que ella era una bruja, se muy bien quien es tu amigo también lo vi en las vacaciones...--- dijo Cristina calmándose un poco.
--- ¡Te vi en un bus el verano pasado! Te recuerdo. --- dijo Ron perplejo.
--- Sólo dime que anda haciendo Marietta. --- dijo Cristina con la voz fría.
--- La madre de Hermione está en la habitación llorando y Hermione lo mismo. --- dijo Ron.
--- Gracias Ronald. --- dijo Cristina saliendo de la pieza rumbo a la sala de estar.
Llegó viendo a Hermione y Harry besándose de forma lenta y por los ojos de ambos corrían lágrimas pero Harry se contenía lo más posible mientras Hermione parecía descargarse completa. Cristina sentía su boca seca pero era que el miedo que sentía no le permitía decir cosa alguna así que se acercó mas al sillón acechando y Hermione movió su cabeza hacia el cuello de Harry pero logró ver otra figura alta detrás y echó sus ojos contra Cristina que le respondió con una sonrisa nerviosa.
--- Cristina... ¿Dónde estabas? --- preguntó Hermione separándose de Harry.
--- Necesito la varita, por favor. --- pidió Cristina con la voz severa.
Harry observaba a Cristina pasmado y agachó su cabeza.
--- Toma...Por favor no te vayas porque necesito que estés conmigo y me da...alegría saber que puedo compartir muchas mas cosas que debía guardármelas cuando te veía y me siento feliz de que puedo hablar de Lord Voldemort contigo. Estoy segura que no habrá problema en que sigamos siendo amigas. --- dijo Hermione sonriendo.
--- Voldemort pesa al hablar como pesa decirte mi pasado. Miedo tenía de mencionar mi apellido tan a mal traer en nuestro mundo, soy la hija de Bellatrix la servidora enconada de Voldemort. Soy hija de una mortifaga que lamenta decir que su madre está muerta cada vez que me preguntan por mi madre, pero la verdad es que bien muerta está en todos mis recuerdos porque no puedo reconocerla. --- dijo Cristina de forma lenta.
--- Claro que pesa Cristina, te cuesta hablar. No estoy mal por no saber tu verdad porque no te consideraba como alguien que debía prestar demasiada atención, hablando mágicamente.--- dijo Hermione.
--- Disculpas te pido y a ti también Harry ya sabiendo quien eras muy bien. Siempre te veía en Hogwarts pero como dice Hermione no eras alguien mágicamente interesante...Amiga debo irme porque tu madre anda melosa conmigo y pasa a verme cuando te vayas a Hogwarts. --- dijo Cristina abandonando el departamento.
--- ¿Ya estás listo Ron? --- preguntó Harry al ver a su amigo con una mochila y sosteniendo una tetera vieja que empezó a hipar.
--- Tengo la carta de mi madre lista y sólo quiero volver. --- dijo Hermione tomando la tetera que hipaba más fuerte.
--- Cógenla todos. --- dijo Harry.
Al mismo tiempo los tres tomaron la tetera y desaparecieron del lugar mientras la madre de Hermione llegaba al salón muy triste.
Albus Dumbledore miraba a Harry, Ron y Hermione que salían de su despacho rápido y luego examinó la tetera que estaba en su escritorio que lucía un color negro pálido y que el director guardó en una alacena al lado de la jaula de Fawkes que emitía su dulce canto de forma baja que relajaba al profesor pero no a la galería de directores fallecidos que rezongaban sobre como tres estudiantes debían tener tanta libertad de salir del colegio con semejante señor de las tinieblas suelto por allí.
--- Es cierto que Lord Voldemort anda con una libertad que pensó en no recuperar nunca y eso obviamente le ha llenado de jovialidad pero sigue siendo el mismo mago que lucha contra la muerte y no escatima en recursos para lograrlo. Queridos amigos nada de lo que vieron se compara con lo que Lord Voldemort anda haciendo. Son demasiadas las personas que ya están bajo su yugo tanto en vida como en la muerte pues su Señor de las Tinieblas anda en artes muy apócrifas que alguien con pocos escrúpulos se atrevería a desafiar. Ustedes saben muy bien que la principal motivación de los magos era el elixir de una inmortalidad pero el mago de iniciales finales se encargó de hacer todos esos libros una realidad que Lord Voldemort parece imitar. Es más no descartó que ese mago siga con vida aunque no es de tiempos inmemoriales cono varios de ustedes, no. --- dijo Dumbledore a los cuadros de directores.
--- ¡Dumbledore! Tendrás una visita que era retumbar los cimientos de todos nosotros. --- dijo una mujer en un cuadro hacia la puerta con un nombre debajo: AGNES TRELAWNEY.
--- Tienes toda la razón pues alguien necesita ayuda fuera de nuestras puertas de roble. --- dijo Dumbledore avanzando por el corredor y saliendo de la oficina.
Quizás el castillo de Hogwarts era demasiado alto o la impresión por ver un lugar conocido dentro de los recuerdos hacía que una joven de pelo negro y ojos café tocara las puertas de roble con insistencia pero nadie le abría desde dentro y se sentó en los escalones que conducen a ella dejando a un lado una mochila de excursión y una varita café de la cual no le perdía vista.
Distraída como muchos no advirtió que el director de la escuela estaba frente a ella ofreciendo su rosada y arrugada mano que la tomó por sorpresa y ella misma se levantó haciendo una ligera reverencia que el mago rechazó amablemente y le tendió la mano a la joven que la estrechó con cuidado.
--- Señorita Lestrange...--- dijo Dumbledore.
--- Director. Disculpe que me presente así pero necesito hablar con usted. --- dijo Cristina.
--- Necesitarás mucho de ahora en adelante y has venido al mejor lugar en este momento pero no te garantizo que toda la tiniebla general entre. --- dijo Dumbledore.
--- No se preocupe porque igual que mucho estoy lista para luchar y aunque no me haya convertido en la bruja que varios de aquí soñaban sigo lista y dispuesta a aprender. --- dijo Cristina que bajó su cabeza.
--- El miedo a tu apellido ha sido bastante fuerte para llevarte hasta aquí y lo entiendo y por eso acepto que te quedes pero ya no puedes volver a tomar tu uniforme de Ravenclaw como esa vez que Minerva te regañó al salir del Gran Salón por llevar media túnica rajada luego de pelearte con un Peeves a pocos minutos de haberte seleccionado o cuando la profesora Sprout te mandó a limpiar los uniformes de los Gryffindor que estaban con un arsenal de bombas fétidas y de tintas dispuestas a ir al cuerpo de Harry Potter cuando saliese de su prueba contra el colacuerno. Ariadna y James estaban contigo. --- dijo Dumbledore.
--- Aunque no sea una estudiante puedo seguir disfrutando del colegio pero no dejo de pensar en como voy a estar aquí. --- dijo Cristina.
--- La sorpresa será mucha y la curiosidad también. Reconozco que sabes mucho y no tendrías problemas en aceptar que seas parte de nosotros porque ya lo hacías cuando eras una ávida alumna. --- dijo Dumbledore.
--- Iba a enseñar a Harry Potter pero usted me detuvo porque no era lo mejor que lo distrajera de toda la emoción de ese torneo y me permitió seguir enseñando a cualquiera que tuviera dudas. --- dijo Cristina.
--- Exacto. Ahora estás en condiciones de enseñar a muchos e incluso a alumnos de séptimo año porque según me contaron demostraste ser la mejor aprendiz de auror en el Ministerio desde...mí. Habrá que hacer algunos ajustes entre los profesores porque quiero que des la cátedra del ramo más difícil porque eras la mejor como tu amigo Potter del cual tu hablabas mucho. ¿Aceptas dar Defensa contra las Artes Oscuras? --- preguntó Dumbledore.
--- P-Por supuesto. ¿Quién da esa clase? --- preguntó Cristina contenta.
--- Severus Snape. No habrá problemas porque el dará tu clase a los cursos inferiores de séptimo. Debes hacerlo muy bien si quieres que ellos salgan iguales a ti. --- dijo Dumbledore.
--- Como usted diga, director. --- dijo Cristina.
Severus Snape daba una ronda por el pasillo del tercer piso cuando toda estaba en oscuridad y las débiles luces de las antorchas iluminaban los pasos de los que querían pero no respondían al llamado del profesor Snape que decidió bajar a un corredor lleno de puertas cada una con un nombre pero una llamó la atención del profesor que la miró atentamente mirando la placa:
CRISTINA LESTRANGE, CATEDRÁTICA DE DEFENSA
CONTRA LAS ARTES OSCURAS, NIVEL SIETE.
El profesor miró con desdén la puerta y a tranco rápido se cruzó con Cristina que hablaba con McGonagall y que saludaron al profesor apuradamente. Llegaron a la puerta de la placa.
--- Por algunos días esta será tu habitación. Entra y duerme porque tienes una clase con el curso de septimo año mañana a las once de la mañana. Debo recordarte que si echas de menos a una alumna llamada Hermione Granger no te extrañes porque no anda bien de ánimo por razones de que su padre murió. Ha regresado hace poco de Londres y puede ausentarse de ciertas clases. --- dijo McGonagall dándole un libro a Cristina.
--- Entendí profesora. Hasta mañana. --- dijo Cristina entrando en la habitación.
La pieza de Cristina tenía una cama en el medio y dos gavetas a los costados con los cajones vacíos y abiertos. Sobre la cama estaba la mochila de la joven que no estaba abierta. Luego se acostó en la cama mirando el techo y con la vista tensa encontró un pergamino en la mesita de noche. Lo desenrolló.
Hola Cristina. Tú lechuza llegó sin problemas y estamos muy impresionados por lo que hiciste. No quiero adivinar intenciones pero realmente ¿vas a volver a la Orden? ¿Eso te motivó a acercarte a Hogwarts? Nosotros nos aparecemos allá gracias al Libro Carmesí del mago de iniciales finales que conoces bien. Ante todo pienso mandarte otra lechuza mañana. Debes resolver que pasará con nosotros y Harry Potter
La leer el nombre de Harry Cristina se estremeció de la misma forma de cuando veía a James en sus recuerdos como pocos después pasaron ya estando acostada y mirando la luz de la luna entrar por la ventana. Miles de cosas pasaban por sus ojos pero eran poco definidas y antes de quedarse dormida vio a James, Harry y Voldemort en el mismo sitio.
CAPÍTULO 27
LA CABAÑA MALDITA
Una mujer cadavérica y vestida con una túnica negra raída caminaba una especie de sendero delimitado por rocas enormes en las orillas de un barranco del cual se avistaba un inmenso lago negro cuyas aguas estaban revueltas por las borrascas del temporal que azotaba la zona. A lo lejos se veía un castillo con todas sus luces prendidas como pequeños cuadros junto con un sector muy iluminado hacia el sur.
Era demasiado el frió pues la mujer se puso una capucha que iba junto con la túnica y aceleraba el paso hacia un claro entre el sendero y los árboles que caían por el barranco húmedo y neblinoso. En medio del claro había una piedra que tenía una serpiente grabada y unas hojas rojas de pergamino estaban botadas al lado de ella. Las tomó con extrema devoción y las desplegó sentándose en la roca.
Emitía una voz fría murmurando los pergaminos que la sacaban de sí pues miraba con sus ojos desorbitados y tocaba la tierra con cada parte de su cuerpo revolcándose.
Dejó los pergaminos encima de la roca y siguió camino por el sendero hasta llegar a una explanada que caía al lago enfrentándose con otra similar en la otra orilla que daba a un espeso bosque. Las luces del castillo desaparecieron.
Avanzando por la explanada hacia las montañas halló una casa con el techo de heno y muchos maderos puestos a un lado junto con unos martillos. La mujer tocó la puerta tres veces siendo abierta por Lord Voldemort con su expresión de serpiente y los ojos rojos al mirar a la mujer que le sirvió una reverencia exagerada que el mago reprochó con un resoplido burlesco. Ambos entraron cerrando la puerta.
El interior de la casa constaba de un sofá y una silla mecedora en la cual Voldemort se sentó mientras la mujer permanecía de pie y sacó una varita de los bolsillos de la túnica. Apareció una calavera sobre su cara.
--- Bella...Debiste ponértela antes pues es falta de respeto mostrar dos caras a alguien que cree que siempre será una persona de sola línea y ejemplar. --- dijo Voldemort.
--- Lo siento señor. Cogí cada pergamino rojo que hacía guardia a la serpiente que resguarda su propia alma. Allá se quedaron custodiando la reliquia más sagrada que existe...--- dijo Bellatrix.
--- ¿Reliquia? Se llama reliquia algo ya usado, gastado o muerto que se atesora con devoción... ¿De verdad piensas que estoy muerto? --- preguntó Voldemort.
Bellatrix tembló.
--- No señor, claro que no. Usted está cumpliendo con su destinación...final. Ser el mago más poderoso de todos. --- dijo Bellatrix con reverencia.
--- Me tratas con superflua Bellatrix. Sabes que no sólo busco ser el mago mas poderoso de todos sino un mago infinito... no existirá límite entre esta vida que llevo y la que tendré en un presente que veo en la penumbra porque las piezas deben alinearse de forma perfecta y faltan pocas y todas ellas valen como almas sin contención. --- dijo Voldemort.
--- Heme aquí, señor. Que todo lo dicho le sea refrendado. --- dijo Bellatrix.
--- Bella...Deberás vigilar esta cabaña en lo pronto porque quiero que sea el encuentro final de aquellos que me juraron fidelidad. Se acerca el día de la asunción final y ese encuentro será la hora de dar la marca más feroz de todas...una nueva profecía. --- dijo Voldemort.
--- Seré lluvia, sol, piedra, silla, pergamino, nadie verá rastro de mi mientras la cabaña este en mis confines. Protegida estará. --- dijo Bellatrix con voz entusiasta.
--- Más te vale Bella. Sólo te quiero acá, entiendes...Cumple la misión. --- dijo Voldemort desapareciendo.
Bellatrix se quedó sola y ocupó la silla de Lord Voldemort pero el mago volvió a aparecer delante de ella con una mano gris sobre su ojo derecho y con voz quejosa habló.
--- La maldición capital de mi perdición está actuando como un poderoso imán para mentes ávidas...Potter indaga en ella sin esperar que mi mente está protegida por la legeremancia oscura...Lástima que nadie le enseñe que aprovecharé la conexión para incordiarlo de forma infinita está noche... ¡Crucio! --- dijo Voldemort desapareciendo.
Una mirada de infinita satisfacción recorrió el rostro de Bellatrix ante el futuro doloroso de Harry.
El temporal de lluvia y viento parecía como la destinación final de Lord Voldemort pues no daba descanso tumbando árboles, inundando claros y produciendo sonidos de lejanía ante la cabaña que la mortifaga vigilaba desde todo ángulo. El frío no era nada para Bellatrix pues estuvo horas enteras viendo la cabaña desde fuera y aprovechaba de hablar con el silencio que nada respondía. Ella decía hablar con el silencio y nadie estaba dentro de aquella perorata monótona pero al final de todo eso emitió un nombre tan claro de todo el bosque sufrió un estremecimiento aunque fue un inmenso trueno que cayó por los alrededores pero el nombre movió la hebra más intima de Bellatrix: Cristina.
Hablaba de su hija muerta hace tiempo y que seguramente jamás vería. Recitaba una canción desconocida que Cristina recitaba a la misma hora en su cama de Hogwarts sin poder cerrar un ojo. Parecía una extraña conexión aunque Bellatrix seguía hablando con su silencio y la muchacha con otra igual de túnica oscura que estaba sentada en su cama mirando como Cristina recitaba aquella ininteligible canción.
Era Ariadna que en ocasiones se acercaba la lámpara de aceite para ver mejor a su amiga que seguía recitando la canción sobre una casa en medio de cedros y robles cercana a un lago tan misterioso como quienes habitaban la casa. Cristina dejó de cantar tras decir: Casa de los sueños, hogar de perros. La amiga de Cristina se levantó y se despidió tras un apretón de manos y desapareció a la vez que un fuerte resplandor verde entraba por la ventana de la habitación que Cristina abrió logrando ver la Marca Tenebrosa brillando más fuerte que la estrella del Norte.
Cualquier ventana dejaba pasar esa luz verde que lejos de dar recuerdos y esperanza como la de la luna daba miedo y gritos que se oían a lo lejos por donde uno estuviera en un gran sitio lleno de corredores, escaleras, torres, gente que hablaba fuerte, lechuzas que caían como gotas de agua en un inmenso salón de mesas que se hallaba oscuro. Todos sentían lo mismo: temor. Gente aquí y allá calmaba los ánimos de forma desesperada sólo para darse ánimos ellos mismos pero algunos ignoraban toda advertencia sin importar el lugar. La Marca resultaba una ruta más en sus corazones que se hicieron duros ante todo el sentimiento que trae una luz verde como esa. Corazones demasiado complacientes que estaban muy emparentados con esa marca como padre e hijo.
--- ¡Papá! ¡Papá! ¡Papá! ¡Papá! --- gritaba Harry Potter desde su cama adoselada ante la vista resignada de sus compañeros de habitación.
Ron lo sujetó fuertemente contra la cama al ver que se iba a levantar de forma agresiva y varios hicieron lugar hasta que llamaron escaleras abajo a la profesora McGonagall que subió de prisa y al ver a Harry sintió un frío en su interior. Sacó su varita y la apuntó contra Harry que abrió los ojos convulsionándose y de su cuerpo salió un haz café que dio en el pecho de la profesora que se desplomó emitiendo fuertes gritos de dolor mientras Harry recuperaba el aliento y pasaba ser un aterrado espectador de la crisis de la profesora claro que todavía temblaba viendo cosas como un mago cara de serpiente lleno de risa y pena al verse ambos y estar ante un huevo blanco que brillaba y que se quebraba dejando salir una melodía fuerte que los ató a ambos a una frase que los marcó esa noche. Lord Voldemort resistió más y se levantó desapareciendo, Harry se quedaba con la tribulación que salía de él al ver a McGonagall sufriendo un terror similar.
La cabaña de Bellatrix brillaba en su interior gracias a una lámpara de aceite que la hechicera sostenía sentada en la silla mecedora del Señor de las Tinieblas. Cada rato salía a contemplar la Marca Tenebrosa y alzaba los puños victoriosa pero a cada impulso de la Marca por seguir en el aire la cabaña iba perdiendo fuerza hasta que Bellatrix la sostenía por pura fuerza de su varita. La Marca mataba a la cabaña.
Como cual temeroso de verse atrapado por la Marca, Lord Voldemort apareció fuera de la cabaña y alzó su varita de la cual salió un haz brillante que chocó en la cabaña y luego en la Marca Tenebrosa. De la nube verde salió otra serpiente que impactó contra la cabaña dejándola como hace unas horas. Brillo por completo y Voldemort volvió a irse en la penumbra.
La segunda serpiente unió la cabaña con la Marca un largo rato provocando la inquisidora mirada de todas las criaturas del lugar que se acercaron a la cabaña que brillaba como una estrella en medio del bosque pero en vez de contemplarla huyeron despavoridos y chillando incluso quien estaba dentro pero de alegría. Un chillido salía de toda la Marca Tenebrosa y Bellatrix la escuchaba sagradamente y se mecía en la silla. Nombró varias personas en su estado de trance hasta quedar profundamente dormida pero se despertó de un sobresaltó y gritó en medio de la cabaña: ¡EL SEÑOR DE LAS TINIEBLAS NO QUERRÁ QUE SU APRENDIZ NO ESTÉ EN EL RUEDO! ¡SALVE HERMIONE GRANGER!
Miles de encapuchados aparecían por lomas, calles, bosques, costas mirando la Marca con honda devoción y alzaban sus varitas y ellos mismos se torturaban con el maleficio Cruciatus que les daba más ánimo y la esperanza de ver la Marca Tenebrosa como el vehículo que los salvará de esa oscuridad que tenían a espaldas suyas aunque eran seres negros que gustaban de ellas pero de ellos afloraba temor. El mismo sentimiento lo sentía la elegida de Bellatrix: Hermione Granger.
Una chica de pelo castaño miraba la Marca Tenebrosa sin expresión de triunfo sino de pena pero contenía sus emociones de forma que se tapó la cara con las mantas de su cama que estaba al lado de la ventana. Se alivió pero un chillido que llenó de entusiasmo a las calaveras andantes sacudió su cabeza y se hizo un torbellino dentro de la cama. Sólo sentía que le levantaban las tapas y en un dejo de realismo se incorporó de la cama y miró a las chicas que se reunieron en torno a ella preocupadas pero ofreciendo consuelo al abrazarla.
El chillido desaparecía pero no el escozor de su muñeca que la hacía ver extrañas figuras y serpientes invisibles en la pieza. Luego todo era negro y se sentía fuera de lugar.
Las dos serpientes se sostuvieron de la Marca largo tiempo hasta que una varita angulosa con bordes plateados fue apuntada contra ellas. Un haz blanco salió rompiéndolas y dispersando la calavera que se confundía con las nubes volviéndose gris y negra al son de la noche. Todo bajaba desde ellas como agua mojando a quien dispersó el emblema de los magos de la calavera: Albus Dumbledore.
Dentro de la cabaña Bellatrix salía de su somnolencia apenas desaparecieron de las serpientes. La mortifaga salió afuera recibiendo de golpe el temporal de lluvia que pegaba contra la cabaña meciéndola pero alrededor de ella había un resplandor verde que hizo entornar más los ojos de Bellatrix que entonó un canto triste con un solo nombre: Cristina.
La propia Cristina observaba el cielo con la misma incertidumbre que todos en Hogwarts alzaban sus miradas al cielo claro que la Marca se había ido y se respiraba un ambiente más tranquilo. Era difícil conciliar el sueño dentro de un castillo lleno de ruido.
En una de las más altas torres, la de Gryffindor todos los estudiantes estaban reunidos en la sala de estar conversando sobre la aparición de la Marca pero dos sólo se miraban de forma desesperada y enfrente de cada uno.
--- Hermy...--- murmuró Harry a Hermione que se pasaba la mano por la muñeca.
--- No se que anda haciendo Voldemort pero nunca había sentido esto. Era mucho dolor. --- dijo Hermione en voz baja.
--- Tranquila. Eres fuerte. --- dijo Harry tomando las manos de Hermione.
--- Me iba Harry. La oscuridad llenaba los ojos sin que me estuviera durmiendo. --- dijo Hermione afligida.
Los gryffindor se sorprendieron al ver entrar a la profesora McGonagall muy enojada y con gestos de la mano pidió silencio.
--- Debo decirles que el peligro sobre nuestro colegio ha desaparecido de forma que todos retornen a sus habitaciones. En ningún momento Hogwarts estuvo bajo el influjo del Innombrable. --- dijo McGonagall muy sincera.
Algo pareció calmar a la gente que de forma resignada subieron por las respectivas escaleras de caracol a las habitaciones excepto Harry y Hermione que seguían sentados mirándose el uno al otro. McGonagall fue donde ellos que respondieron con una ligera reverencia.
--- ¿Qué pasó? --- dijo McGonagall con un tono preocupado.
--- Usted sabe. --- dijo Harry con la cabeza gacha.
--- ..Bueno. Mejor salgan. --- dijo McGonagall entiendo a Harry.
Los llevó a su despacho tras caminar entre corredores abarrotados de estudiantes que hablaban fuertemente pero en el corredor en donde estaba su despacho sólo andaba Peeves
Hermione y Harry se sentaron frente a McGonagall que sacó una botella blanca de una alacena que tiene detrás de sí.
--- Tómala Hermione. ¿Alivia verdad? --- preguntó McGonagall.
--- Sí, algo hace. --- dijo Hermione bebiendo de la botella.
--- ¿Sigue ardiéndote la cicatriz? --- preguntó McGonagall.
--- Como siempre. --- dijo Harry serio.
Tocaron la puerta del despacho y McGonagall la abrió encontrándose con Cristina que llevaba vestida una túnica oscura y tenía la varita alzada de forma amenazante.
--- ¡Los Inferius están en la explanada! --- exclamó la chica.
--- Bien. Potter, Granger vuelvan a la Sala Común. --- dijo McGonagall.
Los chicos salieron de los despachos confundidos y molestos a la vez que McGonagall bajaba con Cristina hacia el Gran Vestíbulo que estaba con los profesores y el director señalando la puerta de roble de la explanada siendo golpeada desde fuera.
--- Albus. Deben ser repelidos. --- dijo McGonagall.
--- Voldemort usa inferius que hayan tenido un alma difícil. Responderán con todo el odio que tengan. Protegerse bien. --- dijo Dumbledore avanzando a la puerta.
Cristina iba detrás de los profesores y pegada a los relojes que indicaban el campeonato de la casa muy sigilosa. Giró ocultándose entre los relojes de Gryffindor y Slytherin. Estaba Ariadna frente a ella.
--- Necesitamos hacer algo. Tenemos que usar la cabaña pronto porque hay mortifagos rondándola y la boca de la Morsmodre la tocó. Voldemort pudo tomar posesión de ella. --- dijo Ariadna hablando rápido.
--- ¿Estuviste allí? ¿Quién la conjuró? --- preguntó Cristina.
--- Yo. La Morsmodre la hice yo pero la segunda serpiente fue de Lord Voldemort. La roca de la serpiente y los pergaminos rojos fueron su señal. --- dijo Ariadna.
--- Te brillan los ojos, estás cayendo bajo el influjo de él. Retírate.--- dijo Cristina.
--- No puedo. Confía en mi que voy a luchar hasta lo último que me quede y seré conciente de porque estoy peleando. Lástima que deba matar a veces pero es necesario para que Voldemort no despierte sospechas. --- dijo Ariadna abrazando a su amiga.
--- No importa quien esté allí, debemos ir a la cabaña --- dijo Cristina.
--- ¿De qué sirve? --- preguntó Ariadna.
--- Allí están los huevos blancos que tienen las profecías de la Orden. Si son rotos cualquier sabrá en que andamos. --- dijo Cristina.
--- Son falsas las profecías que decían que la Orden iba a pelear contra Voldemort. Nosotros le dimos la razón a la vidente, no sabíamos que iban a quedar registradas. --- dijo Ariadna.
--- Estamos cumpliéndolas aunque no te des cuenta Ariadna. La última profecía que robamos de la sala del Ministerio decía de dos magos que iban a ser géminis, las dos caras de la moneda. Mortifago y Auror. Serás auror y servidora de Voldemort. Él no puede oírla porque va a buscar a quienes lo están traicionando. Sacamos los huevos y los reventamos porque ninguna de esas profecías habla sobre Voldemort y dará la mismo romperlas si no está. --- dijo Cristina.
--- Está bien. Mañana y trae a Harry. --- dijo Ariadna.
--- ¿Harry? Eres estúpida o no. --- dijo Cristina alterada y mirando hacia la puerta de roble en donde los profesores peleaban con los Inferius.
--- Que esté él cuando rompamos los huevos ya traídos a Hogwarts. --- dijo Ariadna.
--- Como digas Ariadna. Vete. --- dijo Cristina dejando el rincón y avanzando a la puerta de roble.
Al llegar se encontró con cientos de cadáveres botados en las escalinatas hacia la explanada mientras los profesores con bastante dificultad conjuraban: ¡Avada Kedavra! El profesor Dumbledore observaba los terrenos de Hogwarts con la varita en alto pero sin participar en las labores del resto. Cristina vio a un cadáver que luchaba por levantarse de las escalinatas y emitía sonidos indescriptibles que desagradaban al resto.
--- Debes eliminarlo Cristina. Ya no volverán a ser muertos sino almas vagantes, dales su despedida. --- dijo McGonagall desde un extremo.
--- ¡Avada Kedavra! --- conjuró Cristina contra el cadáver sin mirar.
Igual que el resto el cadáver quedó tieso y gris pero sin posibilidad de levantarse. Los otros profesores dejaban de atacar al ver que todos los cuerpos estaban sin vida y llegaban hasta la mitad de la explanada.
Dumbledore se volvió al colegio y reunió a todos en un círculo y asintió con el rostro:
--- Usen las Espadas de la Obediencia. --- dijo el director.
Snape hizo florituras con la varita logrando aparecer una silueta de una espada en medio de una niebla dorada y con un gesto desagradable miró a Cristina que movió los hombros mirando embelesada la figura.
--- Señorita Lestrange, tenga el favor de darle el cuerpo a esta espada. --- dijo Snape.
--- No lo sé. --- respondió Cristina.
--- Que extraño. Usted era la más hábil en hechizos apócrifos. --- dijo Snape.
--- Yo lo haré Severus... ¡Obediente espirita! --- conjuró Dumbledore con voz potente.
Apareció una espada ante los profesores que se apartaron del camino al ver que el director la tomaba con una de sus manos y la dejaba sobre las lozas de mármol de las escalas antes de bajar la varita contra la espada y conjurar: ¡Inferius Obediente!
Los cuerpos desaparecieron dejando una niebla multicolor que los profesores esquivaron excepto Cristina que fue retirada de un brazo por McGonagall cerca de los relojes de puntuación. Las puertas de roble abiertas dejaron pasar la niebla que se elevó en el cielo sin estrellas perdiéndose detrás de las copas del bosque prohibido.
--- Porta Obediente. --- conjuró Dumbledore contra las puertas.
Se juntaron las dos puertas cerrándose y en medio una espada de la Obediencia hacía de llave pero al instante desapareció dejando una estela blanca que sacudió las puertas pero las cerró de forma mágica: sonaron diez cerraduras sin que existieran.
Cristina empezó a caminar con el ruido de las cerraduras resonando en su cabeza al llegar al rellano de la escalera de mármol que estaba vacía. Sintió pasos detrás suyo y comprobó que era el profesor Snape que subía a paso rápido y alcanzó a Cristina que lo miró con respeto y Snape le cerró el paso con una mirada inquisidora.
--- ¿No sabía hacer eso Lestrange? --- preguntó Snape.
--- Lo olvidé profesor. --- dijo Cristina.
--- Lo hubiese hecho si su pellejo era el afectado. --- dijo Snape con sorna.
--- Profesor, eso es falso. No tendría problemas en pelear como lo hace el resto pero no es mi culpa que se aparezcan cadáveres dentro del colegio ni tampoco que deba huir de mi vida porque tengo una madre impura. --- dijo Cristina muy molesta.
--- Nadie es impuro si se desea llegar a un objetivo Lestrange. Estoy convencido que si usted ya tiene en su cabeza algo puede ponerlo en marcha...--- dijo Snape marchándose escaleras abajo.
--- Sólo vino a mortificarme. --- murmuró Cristina.
La chica subió sin ver atrás perdiéndose hacia el corredor de las escaleras movedizas.
Muchos estudiantes se agolpaban ante las puertas de roble de la explanada temprano antes del desayuno. Rumores que habían sido protegidas con poderosa magia blanca rondaron todo el castillo y varios las tocaban sintiendo una paz interior que pronto los volvía a la realidad de forma que luego de comer por la mañana muchos no deseaban volver a tocarlas pero si a mirarlas pues esas auras que emanaban levantaban el ánimo a cualquiera que pasara.
Cerca del mediodía Cristina avanzaba hacia las puertas de roble junto con la profesora McGonagall y ambas con las varitas empuñadas a las puertas que se sacudían con el viento de afuera pero seguían impenetrables. La subdirectora miró a Cristina que estaba temblando y miraba las puertas con devoción sintiendo la ola de aura blanca que muchos decían ver.
--- Hazlo Cristina son órdenes del director. --- dijo McGonagall.
--- ¡Alohomora! --- conjuró Cristina abriendo las puertas que dejaron pasar la luz del sol que dominaba el paisaje extrañamente caluroso. Las dos maestras salieron a la explanada mientras algunos alumnos igualmente salían dando pasos lentos antes de comprobar que el área era segura tras una larga perorata de la maestra McGonagall.
Cristina se quedó afuera recorriendo los senderos próximos del castillo antes de seguir por los terrenos cerca de la cabaña de Hagrid que estaba cerrada. La chica se acostó en el pasto viendo las nubes pasar y cerró los ojos quedándose dormida hasta que ruidos cercanos la hicieron levantarse. La explanada era ocupada masivamente.
Volvió a acostarse satisfecha de ver el panorama y sin cerrar los ojos movía su cabeza de un lado a otro contemplando los terrenos de Hogwarts. Al rato se desperezó para caminar unos metros hacia una pequeña fontana sin agua entre la cabaña de Hagrid y el comienzo del sendero al lago de Hogwarts. Detrás de ella sintió como su cuerpo perdía peso y su vista se volvía borrosa o el paisaje era borroso. Ariadna apareció delante de ella con igual aspecto.
--- Disculpa por no presentarme a primera hora. --- dijo Ariadna.
--- Está bien. Era imposible salir. --- dijo Cristina.
--- Un ambiente así ahuyenta a cualquier mortifago Cristina. Es el momento de regresar a la cabaña que tiene las piedras. --- dijo Ariadna.
--- Es verdad. Sólo es cogerlas y listo. --- dijo Cristina retrocediendo.
--- ¿Qué pasa? --- preguntó Ariadna preocupada.
--- Nunca le creí a la pitonisa del cuatro de misterios del Ministerio ni a cada inefable que custodian las piedras. Creo que son sólo dichos de la señora. --- dijo Cristina.
--- Madame Tricke te tomó de un brazo cuando fuimos al Ministerio nuestro primer día de clases. No tenía porque hacerlo y fue cuando nos dijo de las piedras y quienes las custodian. -- dijo Ariadna.
--- Busquémoslas entonces. --- dijo Cristina.
--- No pierdas la confianza porque será fatal si Lord Voldemort llega a estar allí, no hay retorno. Pero si no está tenemos la opción de ocultar nuestra existencia un tiempo más. Voldemort se toma en serio cualquier cosa que esté en el cuarto Inefable. Siempre habla de la maldita profecía que lo marca con Harry y porque no pudo hacerse de ella. --- dijo Ariadna.
Las chicas tomaron sus varitas en medio de la extraña niebla que las envolvía y desaparecieron del lugar.
Unos sauces a punto de caer por una explanada extremadamente inclinada ante la vista altiva de una cabaña rodeada por un aura verde según ojos de un pequeño zorro que miraba aterrado la cabeza de la cual una mujer envejecida gritaba empuñando las manos. Luego sacó su varita contra el zorro que terminó en posición invertida tras un resplandor verde de la mujer. Desde un rincón entre sauces a medio camino de la cabaña y el cadáver del zorro estaban Cristina y Ariadna con las varitas empuñadas.
--- ¿Quién era? --- preguntó Ariadna.
--- La señora de la casa. ¿Una mortifaga? --- dijo Cristina.
--- No lo sé. Las voces de los mortifagos pueden cambiar cuando no están detrás del influjo de Voldemort. --- dijo Ariadna.
--- Vamos. --- dijo Cristina caminando hacia arriba.
Llegaron a la puerta de la cabaña en silencio con Ariadna girando el picaporte de la puerta de madera. Encontraron una mujer durmiendo en una silla mecedora que Cristina desconoció al instante.
--- Cristina...busca rápido. --- dijo Ariadna quedándose en frente de la mujer.
Cristina fue hasta una alacena de dos niveles y extrajo dos huevos brillantes de un cajón elevado y se reunió con Ariadna que tenía la varita contra el rostro de la señora.
--- ¿Sabes quien es? --- preguntó Cristina.
--- Conozco esos estertores al dormir...--- dijo Ariadna interrumpida por su amiga.
--- ¿Una mortifaga? --- preguntó Cristina.
--- Sí...--- dijo Ariadna interrumpida nuevamente.
--- ¿Cuál de todos? --- dijo Cristina.
--- Tu madre Cristina. Bellatrix está en la silla. --- dijo Ariadna suspirando.
La amiga de Ariadna retrocedió unos pasos hasta chocar con la pared opuesta.
--- Ella está muerta Ariadna, muerta. --- dijo Cristina.
--- Viva...--- dijo Ariadna al ver que la mujer se despertaba.
Cristina negaba con la cabeza y sacó su varita con una expresión asesina.
--- ¡CRISTINA! --- gritó Bellatrix.
--- Tú estás muerta Bellatrix...--- dijo Cristina.
--- ¡QUÉ HACES AQUÍ ARIADNA WILDER! ¡TRAIDORA! ¡EL SEÑOR TENEBROSO DEBE SABER QUE LE TRAICIONAN EN LAS NARICES! --- gritaba Bellatrix.
--- ¡Háblale así y verás como te responde! --- gruñó Ariadna.
--- ¡MORSMODRE! --- conjuró Bellatrix contra el techo de la cabaña.
La cabaña se sacudió entera con el hechizo que sacó el techo hacia arriba formando la Marca de Lord Voldemort a la vez que Bellatrix peleaba a hechizos simples con Ariadna que la metía en el bosque.
Ni siquiera reparó en mí Lo que siente por Lord Voldemort es más fuerte La perdí
Cristina corrió al bosque encontrando a Ariadna con su varita conectada con la de Bellatrix que emitía haces verdes. La de Ariadna rojos.
Cruciatus y Kedavra pensó Cristina.
Cristina se ocultó tras un seto y desapareció.
La muchacha apareció detrás de Bellatrix que gritaba cosas fervientes por Voldemort a la vez que avanzaba sobre Ariadna que se sostenía en un solo pie contra los setos en donde estuvo Cristina. Ella tomó su varita contra la espalda de Bellatrix y conjuró con un grito: ¡AVADA KEDAVRA!
La madre de Cristina cayó hacia delante rompiendo la conexión con Ariadna pero el haz de luz verde quedó en el cielo lanzándose contra Ariadna que corrió despavorida hacia la cabaña. Cristina empezó a seguirla viendo como su amiga desaparecía.
La cabaña recibió el impacto de la estela derrumbándose parte de sus paredes y emanando energía de color negro hacia los alrededores que comenzaban a chillar.
--- ¡Dementores! --- exclamó Cristina corriendo al lago.
Se detuvo mirando la cabaña que era vista de cientos de nubes negras que se alzaban entre las copas de los árboles. Se distinguían cabezas sin ojos entre ellas y manos llenas de pústulas sangrientas que al tocar cada parte del bosque lo congelaban con vapor gris caliente que hizo derrumbarse a Cristina que miraba muy a lo lejos como entre el grupo de dementores venía el cuerpo de su madre caminando de forma torpe y su piel lucía gris. Un dementor la agarró succionándole lo último de su alma que quedaba.
--- El destino de un mortifago, ser un Inferius. --- dijo Cristina antes de desaparecer.
Cristina apareció en la explanada de Hogwarts cerca del lago y sosteniendo dos piedras plateadas que tiró al pasto sentándose en el respirando de forma acelerada en el momento en que una snitch dorada pasaba al lado de la chica. La tomó y acarició las alas que se movían.
Quedándose dormida vio la silueta de una persona acercándose a ella tras bajar de una escoba. Cristina sintió apretada su mano y la snitch brillaba.
CAPÍTULO 28
UNA NUEVA PROFECÍA
Calderos burbujeantes alrededor de una mesa de hierro dentro de un oscuro lugar iluminado con velas que se derretían lentamente gracias a un influjo. La mesa se dañaba con los calderos a máxima temperatura puestos durante largo rato sobre ella.
Se escuchaba un siseo desde el piso lleno de tinieblas cerca de la mesa que iba en aumento conforme se acercaba al lugar de los calderos que bajaban sus revoluciones dejando ver u a pasta verdosa que iba secándose hasta quedar sólida. Una cabeza de serpiente apareció sobre los calderos tocándolos con parte de su cuello escamoso siseando de forma chillada y no parecía salir del lugar que tanto ardor le producía en su piel
Velas al fondo morían dejando ver sólo sombras de los calderos y de la serpentina contra las velas de la pared opuesta. Sus figuras estaban aumentadas de tamaño y también los ruidos de la serpiente que se elevaba en la pared como una fiera cobra.
Mas velas se apagaban cayendo todas en sus cuencos elevados en las paredes y dejando el lugar en completa oscuridad, nada era visto sólo nacían los ruidos de la habitación como pisadas mojadas, tintineos y el siseo de la serpiente que debía deslizarse por el piso.
Se escuchó una mesa moviéndose tras un sonoro siseo que avanzaba por el lugar dominando todo el lugar con su sonido y seguían los movimientos de mesas seguidos de la serpiente que producía algo en ellos.
Volvían a escucharse burbujeos que iluminaban la zona con resplandores azules mostrando las mesas y a la serpiente que trepó de nuevo por ellas pero sin tocarlos.
Casi de improviso se abrió una enorme puerta que estuvo en tinieblas todo el rato y dejó pasar la luz del sol desde una especie de campiña llena de bosques y hojas cafés que caían sobre un sendero de guijarro. Enfrente de la nueva abertura rezaba el letrero de madera con letras amarillas: PEQUEÑO HANGLETON 3 KMS
Pisadas muy fuertes levantaban polvo en los bordes de la zona la cual parecía ser una casa muy sucia cuando la puerta abierta dejaba apreciar cada detalle del escondrijo en donde los calderos dejaron de burbujear y la serpiente se elevó como cobra frente al sol. Pero alguien apareció frente al animal que emitió un chillido extraño.
Susurros de lengua desconocida llenaban en ambiente a la par con el hombre que le respondía en idénticas palabras y pronunciación. Entró al lugar seguido de varios encapuchados con máscaras de calavera que entonaban un cántico triste que el hombre de antes les pidió que cantaran al llegar a la casa.
Al rato la sala quedó repleta de enmascarados viendo al hombre con rostro de serpiente y túnica negra que sostenía la varita de forma firme y la alzaba cuando un del montón le hacía una reverencia frente a él.
Elevó su brazo que estaba guardado en el bolsillo de su túnica sacando una piedra brillante que aumentó el ánimo de todos los presentes que sacaban sus varitas gritando consignas de que la profecía anterior estaba muerta gracias a la nueva que su líder tenía en las manos.
Bajó el brazo pidiendo silencio y así se hizo.
--- Les digo a todos ustedes que esta piedra contiene un misterio que encierra a nosotros. Consideren la profecía que tengo como su vida y su alma de aquí en adelante. Es su futuro dentro de esta preciada Orden de Magos que hemos formado con esfuerzo. --- dijo el hombre con voz fría.
--- ¡¡Salve Lord Voldemort!! --- gritaron todos.
--- Muy bien ya aprendieron quien es el dador de dicha y perdición en estos momentos de paz que se verán interrumpidos gracias a la labor efectiva de un miembro de ustedes que viene desde la baja línea de servidores que son igualmente fieles...James Wilder. ¡James Wilder! --- exclamó Voldemort.
De entre la masa de gente salió un mortifago de porte mediano y bajó su cabeza al ver a Voldemort por las rendijas de su mascara a la vez que el poderoso mago colocaba la varita en la muñeca de James apretándola contra la piel.
--- No basta una Marca para atarlos a todos y dominarlos bajo el brazo de la tiniebla que ustedes atesoran dentro de sí y no dan ganas de liberarla para que el mundo se iguale a sus corrompidas almas llenas de odio y sentimientos retorcidos. ¿Verdad James? Siento en tu muñeca una verdadera lucha de aceptar la misión que tus camaradas han dispuestos toda su entrega hace tiempo. Que de la lucha saques el valor para unirte al verdadero futuro. --- dijo Voldemort retirando la varita de la muñeca de James.
El muchacho se miró la piel que le escocía en su interior por más intacta que estuviera afuera. Unos chillidos llenaron su cabeza y ante todas las tiniebla que lo dominaban apareció la imagen de su hermana que lo hizo retorcerse en el piso de piedras frente a Lord Voldemort que se apartó y dirigió un hechizo hacia la serpiente que se escondió detrás de la túnica de Voldemort. La serpiente llena de un aura roja se acercó a James mordiéndolo en la muñeca que empezó a brotar sangre que manchaba el piso mientras los mortifagos se mantenían en silencio mirando como el hermano de Ariadna perdía sangre a borbotones.
--- ¡Hecho! --- exclamó inesperadamente Lord Voldemort.
James se quedó quieto acostado bajo Voldemort que lo levantó gracias a un hechizo de su varita que emanaba haces café. La cabeza de James estaba tranquila y una dosis de satisfacción recorrió su cuerpo a la par cuando Voldemort colocaba la varita en su cabeza.
--- ¡Legeremens! --- conjuró Voldemort.
Voldemort ya no veía a los mortifagos sino a una chica que caminaba dentro de la cabeza del hermano de Ariadna, era Cristina. El mago se interesó de sobremanera en la muchacha que caminaba y cada paso era mueca de dolor en el rostro de James. El hechizo se dio por terminado y el joven volvió a ver a sus iguales e hizo una reverencia frente a Voldemort.
--- Mira tu muñeca. --- ordenó Voldemort.
No estaba la marca sino dos agujeros que eran los orificios nasales de una serpiente de tamaño mayor que llegaba hasta el codo. Estaba la misma lengua de serpiente pero al mirarla dejaba embotada la mente.
--- Esta es la nueva profecía que les prometí...la más feroz de todas las marcas que existen en este mundo. Morsmodre Infinitus...la salvación frente a ustedes. --- dijo Voldemort señalando su propia muñeca cubierta por la túnica.
Todos los mortifagos tenían la nueva marca y llenos de gratitud tendieron reverencia que el líder recibió con evidente fastidio pero nadie tuvo la intención de pedir más favores entendiendo que su lazo con el Señor de las Tinieblas era más fuerte y resistente a cualquier corazón.
Lord Voldemort volvió a alzar su huevo brillante llamando al silencio entre todos que se sentaron en el piso mientras su líder reventaba el huevo en el piso.
Una voz de mujer de años se escuchó en el lugar.
--- Cuando los magos no vean más que los truenos y rayos que están en sus alfa de sueño, será el momento de enmarcarse y sentir dicha o pena. Esa es la cuestión. Tres serán los atribulados esa noche o día que será lo mismo en el futuro pase lo que pase, el Sol se esconderá tras un corazón frío de miedo que tiene un lazo con estos magos que darán rienda suelta a su voluntad final. Dos sentirán dicha pero uno la seguirá. Ellos dos se encuentran atados por sangre y calaveras mientras que el tercero se refugiará en el corazón frío dispuesto a abrirse o quebrarse apenas el tercero encuentre su voluntad final de escasa data. Un cuarto sentirá traición y eliminará a quienes sean dichosos de forma falsa. M.T.E a A.M.W. Los Magos del Norte Real y el Señor Tenebroso (?)
Cristales rotos como si fueran hermanos y escogieran morir al mismo tiempo. El mismo sol que abrazaba a los mortifagos caía como lluvia de luces a un lago que recibía una melodía gruesa que espantaba todo ser vivo.
--- El corazón frío necesita de su mecha para encenderse de forma infinita y derrita la vela negra que sostiene el alma del diez veces partido. Una vez no será suficiente y seis serán prueba de que la vela negra se quedará entre nosotros. El cordón es la marca en el aire que podrá derretir el resto de las velas. La mecha será géminis y probará ser la traidora buena. W.S. a T.M.R. Cristina Lestrange y los dos incordiados.
Del otro huevo ninguna canción salió.
Ya no estaba el sol en la vista altiva de cierta persona sino una pelota dorada con alas que fue atrapada por un joven alto que estaba arrodillado en la tierra sosteniendo con la otra mano la de una joven que murmuraba: Error, error, error.
Era Harry que guardó la snitch dorada en un bolsillo de su túnica negra de colegio y frotó las manos de Cristina Lestrange rogando para que despertase de su trance que la mantenía murmurando la palabra miles de veces. Nada le importó a Harry ver como el Sol se perdía entre las copas de los árboles si seguía reanimando a la chica que recuperaba el color mientras una brisa refrescaba el ambiente.
--- Cristina...Cristina...Cristina. --- llamaba Harry con voz baja teniendo a la chica en su regazo.
--- P-Potter. Pensé que iba a terminar en las narices de Voldemort. --- dijo la chica respirando aceleradamente.
--- ¿Qué hiciste Cristina? Debes estar cansada de tener que luchar contra él. Ni yo puedo. --- dijo Harry.
--- Claro que sí. Corazón frío. --- dijo Cristina tomando con fuerza la mano de Harry.
--- No dejo de pensar que Voldemort está en todo, quebré los huevos que llevabas y se que Voldemort no podrá llevarse esas profecías que traías. --- dijo Harry.
--- La leyó. Escuchaste la que debía escuchar. --- dijo Cristina.
--- No entiendo. --- dijo Harry.
--- Leyó la profecía de la Orden. Sabe de nosotros. --- dijo Cristina sollozando.
--- Disculpa pero mantener ese secreto era imposible con tus amigos junto a Voldemort. --- dijo Harry serio.
--- Leemos lo que tanto incordia a Lord Voldemort, Harry. ¿Podrás creer que el mago más malo sea incapaz de resistir un hechizo oscuro de esos que buscaban su propio objetivo? --- dijo Cristina dejando escapar llantos.
Harry se ocultó el rostro con ambas manos y suspiró profundamente.
--- ¡Es capaz! ¡Mató a mi madre y marcó a Hermione! --- exclamó Harry.
Cristina se levantó llorosa y contemplaba el lago de manera triste.
--- ¡No necesitamos tu pena ahora! ¡Eres la líder de la Orden! ¡Aprende de Voldemort! --- gritó Harry.
El chico montó en su escoba que estaba botada metros más adelante y desapareció detrás del bosquecillo en donde estaba Cristina.
--- ¡MORSMODRE INFINITUS! --- exclamó James Wilder frente a todos los mortifagos en medio del sendero de guijarro.
Todos los mortifagos empezaron a correr por el camino llegando a un gran grupo de casas campesinas llenas de establos.
--- Manda la profecía Wilder. --- ordenó una voz de hombre tras la máscara.
James levantó la varita al mismo tiempo que una calavera negra se levantaba sobre el pueblo.
Junto a ella apareció una inmensa escritura que bajó hacia el pueblo sumiéndolo en una niebla omnipotente que dejó una estela de cielo limpio y sol por la cual los mortifagos siguieron. Llegaron a una plaza llena de ciruelos que estaban siendo movidos por un anciano que fue donde los mortifagos que lo miraban fijamente a través de sus máscaras.
--- ¿Quiénes son ustedes? --- preguntó el anciano.
--- ¡Viejo! --- exclamó Voldemort viniendo desde atrás.
--- Tom Riddle...--- dijo el anciano.
--- Esa persona está muerta señor Levero. --- dijo Voldemort apuntando al anciano con la varita.
--- Recogía las ciruelas que tanto le gustaban a su señor padre. --- dijo Levero.
--- Maldito seas por decir el apellido de la inmundicia frente a tanta gente Levero. Vivo a este tiempo, mago eres. --- dijo Voldemort.
--- Lo soy pero estoy vivo gracias a ser uno bueno. --- dijo Levero.
--- Muere de una vez. --- dijo Voldemort matando al viejo de un hechizo verde.
--- ¡MATEN A TODO PEQUEÑO HANGLETON! ¡GENTE DE AQUÍ SERÍA CAPAZ DE SENTIR ODIO POR MÍ! ¡TODOS SON TRAIDORES! --- gritó Voldemort.
Al rato el pueblo de Pequeño Hangleton estaba dominado por marcas negras que ocultaban todo ser viviente que caminara. Sobre la niebla estaba escrita la profecía leída por Voldemort en la casa con letras negras.
La profecía que desató la ira de Lord Voldemort apareció sobre Hogwarts escrita con letras negras que bajaron al lago que se revolvían desordenadamente y los tentáculos del calamar gigante salían abrazando la niebla caliento que descendía sobre la explanada líquida de Hogwarts. Medio colegio miraba desde las ventanas como el calamar gigante prácticamente salía del lago rompiendo los bosquecillos que lo rodeaban con los tentáculos. Gritos dentro de Hogwarts hicieron cerrar las puertas de roble de la explanada.
Dentro del castillo de forma automática los estudiantes se concentraron en las cuatro mesas del Gran Salón de las que salía una gran bulla.
Afuera el calamar gigante llegaba a la mitad del trayecto entre las puertas de roble y la cabaña de Hagrid que estaba peligrosamente cerca de los tentáculos batallando con los movimientos del calamar gracias a su varita despojada de todo rastro de la sombrilla. Era ayudado por la profesora Sprout que impedía la entrada del animal a los invernaderos que estaban congelándose cuando las letras de la profecía se transformaban en dementores que avanzaban por la explanada.
Desde una pequeña puerta detrás de la mesa de los profesores salió Minerva McGonagall que pidió silencio a gritos.
--- Debo decirles que ningún mortifago podrá tomar este colegio. Sólo son dementores que chocan contra las protecciones puestas por el director. --- dijo McGonagall.
La profecía aparecía escrita en las ventanas con las mismas letras negras.
--- ¡Van a entrar! --- gritaron varios desde las mesas.
--- No lo hagas...--- murmuraba Hermione desde la mesa de Gryffindor a Harry estaba parado frente a los ventanales que eran golpeados por los dementores.
--- Que valga la promesa Hermione. --- dijo Harry alzando más varita.
--- ¡Potter! --- gritaban atrás.
--- ¡EXPECTO PATRONUM! --- conjuró Harry.
El ciervo salió de la varita de Harry golpeando la ventana a la vez que era rota logrando el ciervo salir hacia fuera pero no dio con los dementores que parecían mas lejanos sino que con una bruja que se tambaleó pero igualmente siguió conjurando el mismo hechizo que Harry.
--- ¡EXPECTO PATRONUM! --- conjuró la bruja otra vez.
Harry aprovechó de saltar desde el salón por los agujeros enorme de los ventanales y se puso al lado de la bruja que miraba con susto el grupo de dementores que estaba frente a ellos y dos de los costados empezaron a absorber el alma de aquellos estudiantes que estaban pegados a los extremos de los agujeros.
--- ¡EXPECTO PATRONUM! --- conjuró Harry en medio de dos fuertes luces blancas.
Era Cristina la bruja que defendía las ventanas desde el exterior antes de la salida de Harry, avanzó unos metros contra los dementores a la vez que Harry la seguía pero con mayor cuidado. Al seguir la muchacha se encontró con un dementor que se salió del grupo que le absorbió parte de su alma al rozarle la cabeza.
Cristina sostenía con su varita al grupo de dementores que estaba separada de ellas unos pasos y en medio había una plateada lechuza que contenía el avance de los dementores.
Harry miraba perplejo como la lechuza pequeña impedía el avance de los servidores de Lord Voldemort. Se puso al lado de Cristina que sostenía la débil varita y conjuró el hechizo de su ciervo. Los dementores salieron disparados hacia la explanada.
En medio de ella estaba tieso el cuerpo del calamar gigante y a su costado Hagrid con la profesora Sprout prisioneros de unas cadenas oscuras que un mago hizo con la varita. Estaba al lado de ellos y mirando de frente a Cristina.
--- ¡Harry espera! --- gritó Cristina al ver que el muchacho iba donde el mago.
--- ¡Vete! --- gritó Harry a la muchacha.
--- Es James..--- dijo Cristina muy bajo.
--- ¿Qué? --- dijo Harry sorprendido.
--- No nos hará daño, vete. --- dijo Cristina.
--- Es un mortífago Cristina. --- dijo Harry alzando la varita.
--- ¡Vete Potter! --- gritó Cristina desaforada.
Detrás de sí Harry encontró a la profesora McGonagall que lo llevaba hacia dentro.
--- ¡Crucio! --- conjuró Cristina contra el mortifago.
El mortifago esquivó el hechizo al hacerse a un lado.
Cristina no avanzó donde el mortifago que lo miraba atentamente y este desapareció al instante. La explanada volvía a estar libre pero con dos profesores encadenados. La maestra de Defensa volvió donde los ventanales rotos y la multitud que miraba y metros más allá habían dos cuerpos inertes de estudiantes que eran colocados en camillas por varios profesores. Hermione estaba parada mirándolos muy absorta sin darse cuenta que Cristina le tomó el hombro y la hizo salir del Gran Salón al vestíbulo.
--- Hermy...--- dijo Cristina muy cariñosa.
--- ¿Qué le harán? --- preguntó Hermione triste.
--- Creo que van a castigarlo Hermy. Estuvo mal lo que hizo pero fue heroico. --- dijo Cristina sonriendo.
--- Bueno...--- dijo Hermione resignada.
--- ¿Estás bien? --- preguntó Cristina.
--- Supongo. --- dijo Hermione.
--- Hermione yo se que te pasa. La marca. --- dijo Cristina disimulada.
--- ¡Cómo! --- exclamó Hermione.
--- Tu mamá. D-Debo irme...--- dijo Cristina nerviosa.
--- ¡Si sabes algo de Harry dime! --- exclamó Hermione cuando vio perderse a su amiga en la escalera de mármol.
Más tarde en todas partes del mundo mágico resonaba la profecía de Lord Voldemort como un cántico de guerra de las bocas de cientos de mortifagos con sus varitas alzadas. Dos de ellos estaban aterrados en su departamento y el propio Voldemort sentía que no era el único estaba junto a él pensando la profecía.
CAPÍTULO 29
VERDADERAS INTENCIONES
De una forma extraña entrar al Gran Salón resultaba tanto o más peligroso que salir a la explanada del colegio y encontrarse con algún dementor o mortifago. Fueron días difíciles para muchos que tenían un especial recuerdo de ese día en que un estudiante burló la protección que puso el director, una profesora que peleó contra un centenar de dementores escudada tras una lechuza plateada y que un mortifago estuviera en la explanada mandando a los nuevos servidores de Lord Voldemort a la vez que una infame profecía aparecía escrita como nubes grises tras cada montaña nevada cerca de Hogwarts. Todos se sabían de memoria la profecía que movía con furia a Lord Voldemort cada día en El Profeta con noticias que hablaban de personas específicas que eran raptadas y devueltas con enigmáticas marcas en sus pechos ya muertos y fríos.
El propio Dumbledore aseguró que el colegio requería de todas las protecciones mágicas conocidas porque existía el peligro que un nuevo incidente ocurriera. Las nubes proféticas eran imposibles de combatir por lo que salir afuera del recinto era un riesgo: encontrarse una nube de esas era muerte segura pues se transformaban en duros dementores que chupaban el alma del infortunado.
Tal como profecías en todos lados aparecieron carteles por cada pasillo señalando que los futuros torneos de Quidditch iban a jugarse en el nuevo campo en plena explanada entre el bosque prohibido y el castillo. El habitual estadio se cerró porque estaba rodeado por una inclemente niebla caliente con la profecía escrita por enésima vez.
Aparte de las nuevas condiciones estaban las parejas de rivales que debían eliminarse entre sí y tenían días de práctica antes de cada partido.
Presintiendo que venían días difíciles un grupo de cinco chicos miraba las reglas con absoluta resignación: Era el equipo Frente para la Victoria que se miraban entre sí buscando una respuesta a su nuevo problema: nadie estaba en condiciones para practicar porque chocaba todo.
Ginny dijo que tenía deberes hasta la cabeza y se ganó la antipatía de la profesora Vector en sus clases adelantadas de Aritmancia porque hablaba demasiado y distraía a la señorita Granger. Por su lado Hermione apenas tomaba su escoba antes de sentir su brazo derecho débil apenas tomara la iniciativa en alguna cosa. Ronald andaba con Parvati para todos lados y bastante metido con ella con lo que compartió su problema un par de segundos con el equipo. Harry andaba de horribles ánimos luego de su castigo de ayudar en las cocinas con los elfos domésticos y además tenía una horrible perspectiva de tener clases particulares con la profesora Lestrange. Eso decía al resto.
Se separaron y quedaron Harry con Hermione mirando las paredes del castillo que estaban cada vez más grises y habían extrañas formas en ellas.
--- ¡Son letras Harry! --- exclamó inesperadamente Hermione cuando bajaban por la escalera de mármol.
--- A,S,O,Q,T. --- deletreó Harry mirando las paredes marcadas del Gran Vestíbulo.
--- Que no se salgan de allí. --- dijo Hermione esbozando una sonrisa.
--- ¿Qué pasa? Te alegró que vamos a jugar de primeros de nuevo pasado mañana. --- dijo Harry tomando el hombro de Hermione.
--- Debe ser. Tenemos mala suerte Harry. --- dijo Hermione.
--- ¿Estás lista para jugar? --- preguntó Harry con cierta culpa.
--- Mira si el brazo no sigue poniendose gris como el castillo voy a poder jugar bien. Sólo te pido que me pongas de cazadora. Tengo problemas con la túnica del equipo, no quiero que se vea la marca. --- dijo Hermione tocándose el brazo.
--- ¿Dumbledore no te ha llamado? --- preguntó Harry en la puerta del Gran Salón.
--- Nada y espero que me entregue otra botella de Aqua. Sólo él sabe fabricarla así que debo esperar. --- dijo Hermione.
--- Esto se trata de luchar Hermione. Tienes que ir donde él, buscar la respuesta. Te lo digo porque muchas veces me he sentido ignorado por él y siempre al final anda con la verdad. Anda Hermione y que te ayude porque yo no puedo hacerlo, lo siento. --- dijo Harry afligido.
--- No te preocupes. Perdiste la cabeza ese día por creer que los dementores iban a atacarme desde fuera. Pasaste con los elfos pero no se que hará Cristina. Ella estaba peleando como profesora y no debiste meterte. --- dijo Hermione.
--- Está bien. Confío en que tu amiga siga reconociéndome. --- dijo Harry resignado.
Los dos chicos se sentaron en la mesa deGryffindor a la hora del almuerzo al lado de la pareja Ron-Parvati que se daban comida en sus bocas.
--- ¿Qué pasa? --- preguntó Harry al ver el rostro contenido de Hermione.
--- No tengo hambre. Me siento mal. --- dijo Hermione mirando con expresión cadaverica
Harry tomó a su novia por el brazo hasta la escalera de mármol en donde se sentaron en un escalón en donde aparentaban que estaban hablando por la gente que pasaba.
--- ¿Estás mejor? --- preguntó Harry levantandose.
Hermione no respondió sino que miraba estupefacta la puerta de roble principal como muchos que formaban un círculo cerca de ella.
La verdadera intención de quienes salen de las nubes
Es destruir el amanecer oscuro cuando el Señor de las
Tinieblas se levante sobre el palacio dementado y tenga al nueve
Y al diez frente a el. Dará concluida la labor cuando ellos esten en
Lo alto mirando como estrellas a la tiniebla.
Esto estaba escrito en las puertas de roble con tinta negra caliente. Afectaba a todo aquel que se acercaba de modo que se colocaron cientos de Espadas de la Obediencia cerca de la puerta para bajar el efecto perverso de la escritura que no atacaba pero era imposible borrarla.
Mas que de costumbre Madame Pomfrey debió recibir estudiantes débiles por las marcas de la puerta. Bastaban gotas de pociones rojas para que recobraran el ánimo.
--- Son como dementores puestos en la puerta. --- dijo la sanadora cuando tocó recibir a Hermione el día en que era el partido de Quidditch.
---¿Podrá ocultar la marca? --- preguntó Hermione ya vestida con la túnica de Quidditch.
----Tengo un remedio que permite desvanecer heridas de maldición unas horas pero nunca he escuchado que los mortifagos hagan intentos por ocultarsela. No he sabido de que la Etho Marca haya sido sustraida de San Mungo o Hogwarts. Son los únicos lugares en donde está. --- dijo Madame Pomfrey.
--- ¿Se puede ocultar la Morsmodre? --- preguntó Harry que estaba al lado de Hermione.
--- Probemos. --- dijo la sanadora trayendo una botellita roja.
Hermione se bebió unas gotas de la poción y observaba su brazo tatuado por una inmensa calavera que estaba quieta al no escocerle.
La Morsmodre desapareció pero en cambio empezó a arder de nuevo haciendo que Hermione se acostara en la cama cerrando sus ojos con Harry tomando una mano de ella. Sin decirle nada a nadie Harry sintió como su fuerza se debilitaba cuando tomó la mano con la marca desvanecida de Hermione. Le agarró un estremecimiento al muchacho que disimuló bajando la cabeza.
De repente toda la preocupación por la marca desapareció cuando desde los exteriores del castillo que escuchaba el ruido atronador de gente vitoreando al ver gente con escobas en el cielo. Se veían a través de las ventanas de la enfermería. Sin previo aviso Harry tomó del brazo a Hermione y salieron corriendo del lugar.
Parecía no importarles a los diez jugadores que se disputaban el partido del colegio en plena explanada con unas profecías negras arriba de ellos y entre las montañas. Dumbledore miraba el partido sonriente desde un palco construido cerca de la cabaña de Hagrid. El resto de los estudiantes miraba desde unas tribunas altas que le daban la espalda al castillo. Algunos miraban desde las ventanas más altas de Hogwarts las pelotas que chocaban contra los muros contiguos a las ventanas. Una bludger lanzada por Ginny Weasley rebotó contra la torre de Astronomía cuando un jugador de capa blanca la recibió de lleno en una de sus manos y agarró su bate golpeándola. La bludger salió disparada al centro del campo siendo esquivada por Hermione que iba a toda velocidad con la Quaffle hacia los tres aros que estaban en uno de los vértices del bosque prohibido.
Ronald estaba sólo protegiendo los tres postes e intercambiaba miradas nerviosas con Harry que estaba al lado de él y bastante molesto por no encontrar la snitch. Harry debió remontar vuelo ante los gritos de Ginny diciendo que el otro buscador salió volando rumbo al lago.
El buscador del Frente pensó en que quizás sería una distracción del buscador contrario que lo encontró planeando en su escoba sobre la superficie del lago que estaba calma. Harry rodeó el lago tras los bosquecillos sin ser visto por el otro jugador.
El buscador del equipo Serpientes sagradas se detuvo en el roquerío que está en medio del lago viendo un punto dorado con alas que Harry avistó con terror desde los bosquecillos. Harry voló hasta los roqueríos pero el buscador rival se hizo de la snitch a la vez que volaba rumbo a la explanada con una expresión triunfante.
Harry se pegó a él dándole con todo el peso de su cuerpo desestabilizando al buscador de las Serpientes que cayó al piso que era un claro del Bosque Prohibido muy próximo a la cabaña de Hagrid. El perro Fang empezó a ladrar por reconocer a Harry.
Potter bajó de su escoba dispuesto a ver al otro buscador pero este respondió dándole un escobazo en la cara al buscador del Frente que cayó al piso con la nariz llena de sangre. La snitch seguía en la mano del buscador del equipo de la casa Slytherin y el perro al verla acorraló al buscador.
--- ¡Reducto! --- conjuró el buscador contra el perro.
Fang se retorció en el piso quedando tieso pero respiraba cuando Harry fue a verlo pero sólo alcanzó a acariciarlo pues inició otra loca carrera con el buscador rival que volaba otra vez a la explanada pero traía la snitch de forma más oculta.
Otra vez Harry se cargó sobre el buscador pero este respondió de igual forma desplazándose cada uno hacia su lado de forma violenta. Harry levantaba los puños reiteradas veces pero el otro buscador sólo respondía miradas con sorna.
Sobre los buscadores había una niebla caliente que los hizo descender pero de ella se escapó un dementor que botó al jugador de las Serpientes al piso mientras Harry sacaba su varita pero cayó débil por el efecto del estertor del dementor que iba tras la caza de ambos.
El dementor llegó a la zona boscosa en donde cayeron los buscadores dispuesto a robarles el alma pero ambos se armaron con sus varitas alzadas contra el oscuro ser que estiraba sus manos verrugosas que expedían inmundicia.
Retrocedieron los jugadores llegando contra unos muros que marcaban una zona de casas en ruinas que volcó el corazón de Harry. Recordó que dentro de una de esas casas mató a Draco Malfoy el año anterior con un maleficio Cruciatus al saber que era un mortifago más.
El buscador de las serpientes soltó su patronus que era un ave pequeña parecida a un colibrí que dio en el dementor que de un solo estertor desintegró a la ave. Luego vino el ciervo de Harry rodeado de una estela blanca que acorraló al dementor que hizo un círculo negro que desvió el destello dorado de todo el hechizo de Harry.
La cornamenta de Harry pegó en el pecho del dementor cuando parte de su protección cedió por delante y el ser se volvió un remolino negro que se elevaba formando una serie de palabras que comunicaban la profecía que estaba escrita en la puerta de roble principal de Hogwarts. Harry la miró mientras el otro buscador trataba de incorporarse pues tenía parte del remolino detrás de él y el aire caliente lo debilitaba.
--- ¡Wingardum Leviosa! --- conjuró Harry contra el buscador.
El hechizo hizo levitar al buscador que terminó cayendo en el regazo de Harry que estaba arrodillado en el piso mojado dispuesto a recibir al rival. Cuando lo tuvo frente a sí tomó la mano del otro buscador viendo como la snitch dorada se escapaba pero Harry logró atraparla. Miró al buscador opuesto con cierta culpa pero dentro de su cabeza se veía triunfante con la snitch y no iba a dejarla ir porque el otro buscador estaba exhausto.
--- Levántate. --- dijo Harry al buscador que abría los ojos.
Hizo intentos de recuperar su snitch pero Harry lo apuntó con la varita teniendo sólo en la cabeza que debía llegar con la snitch a la explanada y los gritos de la gente del partido se hicieron lo suficientemente fuertes como para reforzar su intención de no dar la snitch aunque él no la atrapó primero.
Levantó vuelo dejando al buscador montado en la otra escoba pero no hizo intención de volar detrás de Harry. Cuando iba llegando detrás del palco de los profesores miró hacia atrás encontrando al otro buscador que venía volando raudamente y con la mano empuñada contra Harry que giró hacia la izquierda en donde estaba la cabaña de Hagrid y la entrada al bosque tras una abertura de las rejas de madera. Harry bajó de la escoba y entró en el límite con el bosque y el otro buscador hizo lo mismo. Ambos parecían dispuestos a pelear por tener la snitch.
--- ¡Debes darmela Potter! ¡Los 150 puntos son para quien la agarra primero! --- exclamó el buscador.
--- ¡Pensé que ibas a golpearme como el otro buscador en el partido pasado! --- dijo Harry molesto.
--- Hiciste eso mismo antes. Kent les dijo a todos que fuiste el ladrón. --- dijo el buscador.
--- Yo tomé primero la snitch y la recuperé. --- dijo Harry mostrando la snitch.
--- No tienes salida Harry. Igual van a saber que yo la tomé antes que tú. --- dijo el buscador sentandose en un tronco roto.
--- ¡Tan relajado! Será a mí quien vea llegar primero. --- dijo Harry levantando vuelo.
Voló lo más rápido posible en el momento que le hacían un punto a Ron que manoteó de forma exagerada. Hermione se hizo de la quaffle cuando llegó Harry mostrando la snitch, Ginny a su vez escapaba de una bludger que venía siguiendo pero Madame Hooch no la había detenido a pesar que llegó un buscador con la snitch. La bludger dobló donde Harry que celebraba en la escoba con la snitch y detrás de él venía el otro buscador muy resentido y de un movimiento de la cola de la escoba empujó la bludger hacia la espalda de Harry.
La bludger dio contra el cuello de botándolo hacia abajo con escoba y todo.
Cayó al piso violentamente inconsciente y con un profundo corte en el cuello que hizo levantar a todos de sus asientos hacia donde estaba Harry con la cara contra el suelo.
Abrió sus ojos observando el pasto húmedo y sintiendo como agua en el cuello, luego oyó gritos y varias veces su nombre. Antes de cerrar los ojos sintió una punzada en la cicatriz que lo hizo ver oscuridad y ahí quedó en trance.
De una pared empedrada salían unos brazos metálicos que formaban un circulo en el aire sobre una cama con sábanas blancas muy estiradas. Desde la marquesa al final estaba Madame Pomfrey mirando preocupada los brazos y los bullantes pasos que se acercaban desde el vestíbulo más próximo. Se abrieron las puertas dejando ver a muchos alumnos vestidos con uniforme de Quidditch y unos profesores cargando una camilla blanca con el cuerpo de Harry Potter inerte y un profundo corte sanguinolento en el cuello rodeado de una rústica venda. Casi sin pedirlo el profesor Dumbledore ordenó que dejaran a Harry en la cama con el círculo de metal. Al dejarlo su cuello se amoldó al círculo estrechandolo mientras Madame Pomfrey sacaba la benda y tocaba el cuello.
--- Esta blando. Lo tiene roto. --- dijo la sanadora a los ojos de Hermione que estaban llorosos.
--- Deberá quedarse aquí. --- dijo Dumbledore desde atrás.
--- Exacto, no es la primera vez que el señor Potter tenga parte de su cuerpo desparecida, aquella vez no tenía brazo y bastó una poción reponedora pero en esta ocasión tiene su cuello macerado y destruido de forma que una poción no basta para repararlo. Con el cuello así sería un desvalido para los muggles, tendrá arreglo pero serán noches de tratamiento doloroso pero le devolverán su cuello. --- dijo Madame Pomfrey a todos.
Luego de un rato sólo estaba Harry acostado en la cama con el cuello rodeado del marco que lo mantenía rígido. En ocasiones entraban los amigos de Harry sólo para contemplarlo pero se encontraban con una enconada Hermione que les decía que no era un espectáculo y que mejor lo dejarán sólo. Ron se encargó de decirles a todos que Hermione andaba atacada con todo el asunto y que no la tomaran mal con ella después.
Ron permanecía al lado de Hermione comentando sin respuesta cada maniobra del partido ante la vista gorda de su amiga no dejaba de tomar la mano fría de Harry que seguía sin abrir los ojos por muchas horas más.
Cuando anochecía creció el interés por saber sobre la condición de Harry y el rumor de que sería trasladado a San Mungo pero el profesor Dumbledore de forma inesperada en la cena se refirió al partido de Quidditch como una ansiedad descontrolada y que el accidente de Harry fue consecuencia de intenciones que brotaron de una cabeza que amaba mucho el juego. Descartó que Harry fuera trasladado al hospital de los magos por razones de seguridad.
Hermione no fue a cenar sino que se quedó con Harry que no abría los ojos y de improviso le dijo la profesora Lestrange en tono severo que debía abandonar la enfermería porque el director ordenó que todos debieran irse a sus salas comunes con los jefes porque nuevas marcas aparecieron en el Gran Vestíbulo con letras grandes de vapor caliente que cegaban la vista de aquellas que se acercaban demasiado.
--- ¿Y Harry? --- preguntó Hermione cuando avanzaba por el corredor junto a Cristina.
--- Disculpa el tono pero debo parecer profesora delante de todos. Te digo que es sólo por esas marcas que afectan al ánimo de la gente. Vete por favor. --- dijo Cristina que dejó escapar un sollozo que Hermione miró con desconfianza cuando doblaba por un corredor perdiéndose.
Dentro de la enfermería otros ojos miraban a Harry que abrió los suyos con expresión de sorpresa. Estaba frente a frente Ariadna y Harry.
Harry intentó hablar pero una mueca de dolor se dibujó en su cara pero Ariadna le pasó una mano por su pelo calmandolo. Hizo unos gestos con las manos pero sólo los visualizaba en su mente porque era incapaz de moverlos. Ariadna los tocó sintiendolos fríos.
La muchacha se sentó en la cama muy compasiva y empezó a hablar sobre sus anecdotas en la enfermería cuando estudiaba pero eso no parecía importarle mucho a Harry miraba la puerta cerrada de la enfermería dejando escapar unas lágrimas que recorrieron el rostro.
--- No estás muerto Harry. Mirame bien y date cuenta que sigues aquí, sólo tienes tu cuello roto. Madame Pomfrey nunca falla. --- dijo Ariadna tierna.
Al lado de Ariadna apareció Cristina logrando que Harry abriera más los ojos impresionado por ver a las dos amigas con él. La Lestrange se arrodilló frente a Ariadna que sonrió amablemente.
--- ¿Qué te dijo? --- preguntó Cristina a Harry.
Harry negó.
--- Estás llorando. --- dijo Ariadna al ver el rostro mojado del muchacho.
--- Me asombra lo rápido que llegaste Ariadna. --- dijo Cristina.
--- Miré el partido desde el palco de los profesores sin que me vieran. --- dijo Ariadna.
--- Eres buena en aparición. Tu hermano deja que desear, elige aparecerse en medio de la explanada cuando los dementores quisieron meterse aquí. ¿Estuviste con Voldemort ese día? --- preguntó Cristina cambiando el tono de voz.
--- Nunca he estado con Voldemort. Eso significa aceptar todo lo que diga, todavía no llego a eso. James tampoco. --- dijo Ariadna.
--- Respecto a James prefiero no hablar porque es recordar muchas cosas que no debieron haber pasado. Echarme por ser hija de una mortifaga y luego verlo matar gente, no puedo volver a verlo a los ojos sin sentir odio, rabia y algo de lástima. Disculpa pero si tu hermano dice sentir cosas por mí todavía está perdiendo su voluntad, cosa que podría fortalecer porque va a caer más rápido en el influjo de Voldemort que tú. --- dijo Cristina.
--- Sigues con esa idea de que vamos a terminar siendo mortifagos. --- dijo Ariadna.
--- A eso súmale que Lord Voldemort se de cuenta y los maté. Más con la profecía a mano porque sabe de la Orden, del nombre pero no de quienes la forma. Ahora puede empezar a suponerlo gracias a la profecía que tomó del Ministerio. Nada valió matar a mi madre si sacamos el huevo equivocado, hubiera sido el regocijo de Voldemort pero tomó el nuestro que no debía ser visto por nadie nunca más. --- dijo Cristina.
Ariadna giró su cabeza donde Harry que las miraba con perplejidad levantando las cejas.
--- No te molesta que Harry lo sepa. --- dijo Ariadna.
--- Es parte de nosotros. Formamos la Orden por ti Harry, no temas Voldemort nos ve a nosotros y no a ti ahora. Eso a cualquiera que quiera hacerte algo. Siempre ha sido nuestra intención. --- dijo Cristina embelesada.
--- Nunca le hablaste a James de esa forma, lo hacías de una forma distinta como encontrando las palabras y pensaba que quizá era porque te ponías nerviosa. No dudaste en decirle eso a Harry. --- dijo Ariadna encontrando las palabras.
--- Lo haces ahora Ariadna. ¿Qué quieres decirme? --- preguntó Cristina sin mirar a Harry.
--- Creo que no vale la pena pensar eso ahora. Es cosa tuya ver si eso que sientes resulta o vale la pena. Pero de que existe sí. --- dijo Ariadna asintiendo y levantandose de la cama.
Cristina ocupó el lugar de Ariadna en la cama cuando esta desapareció y las puertas de la enfermería se abrieron mostrando a Madame Pomfrey escrutando con sus ojos la presencia de la profesora Lestrange.
--- Estaba viendo el estado de Potter señora Pomfrey. Nada raro ha pasado en la enfermería desde que llegué. --- dijo Cristina.
---- Me alegro profesora, si no le molesta que la llame así. --- dijo Madame Pomfrey.
--- ¿Puedo quedarme con Potter un momento porque la llaman desde abajo? --- dijo Cristina al escuchar el nombre de la sanadora a gritos desde el Gran Vestíbulo.
La sanadora asintió y desapareció escaleras abajo. Cristina cerró las puertas con la varita quedando la habitación iluminada por una débil vela que la muchacha puso sobre la mesita de noche de Harry.
--- Disculpa por ponerte en peligro. Quizás tenías razon al venir a la Orden porque Voldemort anda detrás de ella pero muy lejos. Debiera sentirlo más por la gente que esta muriendo y que seguro traicionar a Voldemort es lo mismo que morir. Espero que seguir protegiendote porque nosotros estamos para eso, a pesar del problema de los Wilder yo sigo teniendo confianza en que ellos van a ayudarnos, no termino de pensar si es util que ellos anden tan cerca de Voldemort. ¿Qué pasa? Te asustaste cuando lo mensioné Harry. Sigo sintiendo miedo porque no debí seguir con mi loca idea de luchar contra él....Quizás Ariadna tiene razón y que mucho de lo que hago sólo es una pérdida de tiempo... Lo veía como lo mejor que podía hacer e incluso me llenaba de ánimo, aquí en Hogwarts. Nunca pensé que podía hablar de esto ni siquiera a James que me tenía loca y mucho más. Loca es decir poco pero igual andaba con mi cabeza en otras cosas como en ti. Te tenía en mi cabeza... --- dijo Cristina
Harry abrió mas los ojos mirando a Cristina que no pudo evadir la mirada del chico que era muy fija y penetrante. La muchacha se acercó más a Harry que hizo una mueca de dolor al tratar de mover su inexistente cuello.
--- No te muevas, no hay caso. ¿Quieres que siga contigo? --- preguntó Cristina de forma triste.
Harry negó.
--- Como digas Harry. No debe resultarte facil entenderme, disculpa. Nunca me tuviste mucha confianza apenas supiste que era bruja y conocía a los hermanos Wilder. Te entiendo. --- dijo Cristina desapareciendo.
Harry quedó sólo en la enfermería soportando una cabeza caliente y una cicatriz que ardía pero igual le ardía el cuello. Miraba el techo lleno de marcas negras y letras.
Cristina volvió a aparecer sin mirar a Harry y con la varita puso una vela grande bajo el techo logrando borrar las letras.
La chica volvió a irse mientras Harry articulaba un pensamiento de levantar el brazo pero nunca llegaría a hacerse.....
CAPÍTULO 30
PASILLOS SILENCIOSOS.
Una varita encendida era sostenida por una estudiante envuelta en una gran túnica negra con varitas en el medio de las cuales salía un par de estrellas blancas. El corredor de los retratos de famosos alquimistas del siglo XIV reclamaba a cada paso de la estudiante del que era visible su falda de colegio y unas piernas desnudas muy tiritantes.
Había bastante frío por el corredor puesto que al llegar a una esquina con el conocido busto de Paracelso estaba una inscripción con letras negras que rezaba:
Mentes negras son dadoras de la mejor magia
Su vista se nubló al leer la inscripción al punto de hacerle caer su varita pero la luz de ella a los pies de la nota disipó la somnolencia que producía. Trató de tener cuidado al recuperar la varita y salió pitando por el nuevo corredor con las paredes vacías y desde frente venía impasible Peeves cantando una canción que estremeció a la chica:
Tanto nueve y diez serán capaces de seguirle hasta la torre
Dementada. Ni el propio Señor Oscuro lo sabe.
Peeves quedó a la fuerte luz del Lumos cuando la estudiante lo apuntó con la varita con ojos asesinos que parpadearon no por la luz sino por el halo que expedía el poltergeist. Asombro sintió la chica al ver a Peeves con expresión embotada y a la vez expedía humo negro de su boca que entonaba las frases de forma triste. Acercó más la luz pero el poltergeist se tapó con ambas manos chillando. La armadura que resguardaba la esquina al final del pasillo movió su yelmo hacia ellos dos y apuntando su lanza de metal soltando un sonoro ruido que ahuyentó a Peeves. La chica siguió su camino con la varita encendida sin vacilar ante la actitud vigilante de la armadura que se pegó a la pared dejando ver a una extraña sombra encapuchada que se acercaba a la luz de la varita. Una mano fue apreciada.
La chica respiraba rápidamente y quien la miraba se acercó a la luz logrando ver su cuerpo pero la asustadiza pegó un hondo suspiro de alivio y se arrodillo en medio del pasillo a la vista de la persona.
Estando en el piso levantó la vista viendo que era la maestra de Defensa, Cristina Lestrange, que apuntaba con la varita apagada pero se dibujo una sonrisa en los labios de forma que la estudiante sonrió pero volvió a agachar la cabeza.
--- Te dije que iba a ser difícil venir por acá. ¿Viste a Peeves? --- dijo Cristina.
--- Obvio. Está poseído, verdad. Me sentí poseída. --- dijo la estudiante.
--- Mala suerte sería que nuestro alborotador fuera un alma oscura buscando botar su pena a cualquiera. Debes alejarte de él, Hermione. --- dijo Cristina.
--- Como digas. --- dijo Hermione con el ceño fruncido.
--- ¿Qué esperabas Hermy? No vas a sentirte mejor con la marca infinita y las paredes exudando maldiciones. --- dijo Cristina compasivamente.
--- ¡Eres la primera en decirme que hacer! --- exclamó Hermione.
Hermione se levantó quedando a la par con Cristina que le tendió una palmada a su hombro mientras la estudiante sollozaba profusamente.
--- Dumbledore es tan difícil como los mensajes que dan las paredes del Señor Oscuro. Siento que nadie me ayuda y que sólo sirvo para mantener a Harry tras las puertas de Hogwarts porque estoy segura que él saldría a pelear con Voldemort apenas tuviese oportunidad. Todos ya suponen esos por más que Harry no haya dicho nada, entonces que descifren mi mente también y me ayuden porque cada paso me resulta más pesado. --- dijo Hermione con expresión vaga.
--- Esos ojos...Ariadna. --- soltó Cristina viendo en su mente a su amiga con los iguales pupilas tras los relojes de las casas la noche de las espadas de obediencia.
--- ¿Te refieres a otra? ¡Yo valgo la pena! --- gritó Hermione.
--- Te queda poco tiempo... dejé el camino libre para que puedas ver a Harry un momento. Vete. --- dijo Cristina con el rostro ensombrecido.
Hermione no pensó más en el nombre que dijo Cristina y emprendió marcha hacia la enfermería a la que llegó sin problemas al ver con terror que el profesor Snape y una gata que sería McGonagall estaban dormidos profundamente en pleno corredor rodeados de una campana de luz que calmaba las sudadas paredes.
Abrió la puerta, que estaba sin cerradura, y encontró la típica enfermería en penumbras y sentada en una cama estaba Madame Pomfrey con pijama muy dormida rodeada de velas bajo el techo gris. La primera cama a la derecha estaba Harry con el cuello rodeado del marco circular de metal que le escocía la nuca pues movía la cabeza muchas veces pero sus manos no respondían por más que las moviera en la cabeza. Hermione se sentó en la cama acariciando el pelo de Harry que estaba desgreñado y grasiento.
Harry soltó un bostezo que hizo elevar los ánimos de Hermione que se acercó al rostro para darle un beso tímido en la boca que Harry respondió.
--- ¿Harry? --- llamó Hermione al oído.
--- Te quiero. --- dijo Harry abriendo los ojos y con especial emoción. --- Sólo quiero salir de aquí, no soporto a tu amiga yendo y viniendo acá. --- dijo Harry tomando el hombro de Hermy, pero sólo lo imaginaba.
--- ¿No querías verme? Se arriesga ella también y se lo pedí varias veces hasta que aceptó. --- dijo Hermione sobando las piernas tapadas de Harry. --- Sólo hasta esta mañana cuando la sala quedó sola hablamos como amigas porque me trata como alumna la mayoría de las veces. No me queda más que encontrar la ocasión. ---
--- ¿Te arrepientes que esté acá? Dile que se vaya. --- dijo Harry ronco.
--- ..Tiene sus problemas, Harry. ¿Qué pasó con tu voz? --- preguntó Hermione incómoda.
--- Madame Pomfrey me trata como un desvalido. Me lo da todo en la boca y además debo soportar los tratamientos que hace. --- dijo Harry con una mueca de asco.
--- ¿Usa pociones? --- preguntó Hermione recobrando el temple.
--- Mi cuello llegó sin ningún hueso y los repara con unos nuevos que saca de un cofre verde que guarda en la alacena detrás de ti. Los inserta muy lentamente...--- dijo Harry con evidente pesar.
--- Tranquilo. Ya --- dijo Hermione acariciando y besando su rostro varias veces.
Estuvieron un rato besándose sin reparar en la sanadora que murmuraba cosas y abría los ojos intermitentemente pero son ver su enfermería. Los dos chicos se separaron sonrosados al contemplar a Madame Pomfrey divagando.
Dos toques en la puerta principal fueron suficientes para que Hermione le diera un tierno buenas noches a Harry que quedó con ganas de seguir el eterno beso que le dio su novia. Como ultima acción Hermione pasó su mano por el rostro del muchacho hasta su cuello rojo por el marco. Harry contuvo el dolor diciendo que fue relajante pero cerró los ojos por la molestia cuando tocaron la puerta tres veces más.
Madame Pomfrey se despertó irguiéndose de donde estaba o sea miró de frente a Harry que tenía los ojos abiertos y el corazón acelerado por las caricias de Hermione que se ocultó en una esquina de una alacena al lado de la cama de Harry.
Tocaron la puerta otra vez y la encargada abrió encontrándose con Cristina que le venía a dar las buenas noches a Madame Pomfrey y también con la consulta su tenía solución de murtlap en la enfermería pues se cortó con un cuchillo cuando desataba el hechizo protector de un pasillo.
La sanadora regañó a Cristina por eliminar un hechizo con un objeto muggle por más embrujado que estuviera y la sentó en la cama frente a Harry mientras Hermione se levantaba del rincón al ver a la sanadora yendo al fondo y perdiéndose en la oscuridad. Cristina quedó perpleja al ver que Hermione aún había estado allí cuando la chica atravesó la puerta.
Desde la escalera de caracol de la Torre de Astronomía bajaba Ariadna en penumbras apenas apareció frente a la escalera de una oficina con la puerta cerrada. Llegó a un rellano custodiado por armaduras que elevaron sus lanzas al ver a la chica pisando la zona sin ningún cuidado. La bruja alzó la varita frente a las armaduras que chirriaron hasta acorralarla en medio del rellano y apenas tenía espacio para mover la varita pero bastó para aparatar las dos armaduras luego de un sonoro ¡Petrifae Movema! Bajó cada escalón de a dos hasta llegar a un pasillo en oscuras pero con una potente luz viniendo desde el fondo a la derecha de Ariadna que movió los labios diciendo ¡Evanesco Noche!.
Ariadna sintió una niebla alrededor suyo que la protegía de la vista de cualquiera y eso pensaba de quien venía por el corredor de forma tan lenta e iluminando sus pasos sagradamente.
La luz era de una varita que sostenía el profesor Severus Snape que miraba directo a Ariadna pero no podía verla claro que conjuró el hechizo opuesto al Evanesco, logrando ver a la perfección a la muchacha que desapareció pero el profesor recordó su rostro. Con la varita recorrió el pasillo siguiendo el halo blanco que dejaban las pisadas invisibles de Ariadna hasta seguirla al corredor de puertas infinitas y se detenían frente a la puerta con la placa: C.L.
--- Lestrange...--- murmuró Snape y movió la varita al frente viendo el polvo del piso formando una zona limpia con forma de zapato frente a la susodicha puerta. Claramente Snape puso contra las cuerdas a Ariadna.
--- ¡Evanesco! --- conjuró Snape contra la figura invisible de Ariadna.
No encontró a nadie pero la puerta estaba medio abierta y se pegó a ella y la varita a la altura del oído iluminado por la luz potente del arma mágica.
--- Snape anda fisgoneando...Me vio. --- dijo Ariadna desde dentro.
Una cama chillando y una chica con bata frente a Snape que se apartó cuando la chica abrió la puerta sin tener consideración por haber intuido a un profesor cerca.
--- ¿Profesor Snape? --- dijo Cristina muy inquisidora.
--- Conocías a Ariadna Wilder. Recuerdo la lucha secreta por ser la mejor en mi clase. Usted ganaba con cada artimaña a su amiga que se esforzaba por descifrar las notables líneas del libro Carmesí que sorprendí en sus movedizas manos en plena clase. Tuvo la desfachatez de llevar un libro ilegal a una clase y la osadía de enseñárselo a cuanto dispuesto existiera de ir contra el Señor de las Tinieblas. --- dijo Snape con la voz arrastrada.
--- ¿Qué debía hacer si nadie nos preparaba para la llegada de su Señor Oscuro? --- dijo Cristina sin inmutarse.
--- Tan soberbia, Lestrange. Su madre nunca apeló a su pureza para escalar en la vida. --- dijo Snape con sorna.
Cristina vaciló y cerró la puerta tras un cortés buenas noches. Ya dentro de la pieza vio que Ariadna se tendió en la cama y se arropaba unas colchas.
--- ¿Vas a quedarte? --- preguntó Cristina con un nudo en la garganta.
--- Sí. Acuéstate. --- dijo Ariadna que estaba con una polera que sobresalía de las colchas.
La amiga de Ariadna se acostó y se quedaron mirando el techo un largo rato hasta que Ariadna se movió hacia su amiga que tenía el rostro bañado de lágrimas.
--- Mate a mi madre. --- dijo Cristina.
--- Fue una dura elección pero no la lamento. --- dijo Ariadna.
---Iba a matarte y tú mereces...o sea...--- dijo Cristina vagamente.
--- Lo entiendo. Descuida. --- dijo Ariadna dándole un beso en la cabeza a su amiga que se arropaba más.
--- Hace dos noches que vi a Harry. --- dijo Cristina.
--- ¿Por qué? --- preguntó Ariadna de mala gana.
--- Hermione necesitaba una excusa para salir de esa enfermería pues había ido a ver a Harry. Entré desatando el hechizo de mentes blancas tocando la puerta con la varita y ella seguía allí así que me extendí más y la señora Pomfrey me trajo murtlap para una herida que tenía. Harry estaba despierto pero se hacía el dormido varias veces hasta que lo fui a ver a su cama con la excusa de ayudar a Madame Pomfrey a ponerle una vértebra del cuello a través del marco que tiene. El hueso se entra sólo pero nada hizo callar a Harry. --- dijo Cristina atentamente.
--- ¿Necesito que mencione a James para que pienses si vale la pena sentir eso? --- dijo Ariadna mirando a Cristina.
--- Tú hermano está muerto como Bellatrix. --- dijo Cristina.
Ariadna se quedó en silencio cerrando los ojos pues miraba en su mente a hermano con atuendo de mortifago.
--- No dejo de soñar con que James sea un mortifago de verdad...--- dijo Ariadna volviéndose hacia el otro lado de la cama.
Cristina estaba dormida.
La Dama Gorda de la torre Gryffindor hablaba ruidosamente con los caballeros medievales del cuadro contiguo cuando los estudiantes de esa casa entraban a la Sala Común en vísperas de las clases de mañana pues anochecía y cada corredor empezaba a ser custodiado por infinitas maneras como armaduras, profesores que actúan como celadores y los fantasmas del colegio que deambulaban libremente.
La última alumna en seguir la ordenada fila de los gryffindor era Hermione que cargando un pesado morral se apartó de todos y fue hasta la banca enfrente de la Dama Gorda que seguía su perorata con los caballeros.
De su morral sacó un pergamino ya escrito que empezó a leer en silencio pero intranquila ya que se revolvía en la banca sintiéndose observada y en realidad alguien la miraba desde la esquina de la puerta de la torre Gryffindor, era Ron que con el ceño fruncido sostenía la puerta con fuerza pues la Dama Gorda empezó a gritar al estar presionada hacia el otro lado del cuadro de los caballeros.
Ron se sentó al lado de Hermione que leía embotada su gastado pergamino hasta que su amigo se lo quitó de un tirón.
--- ¡Ron! --- exclamó Hermione muy molesta.
--- Si es la única forma de saber en que andas o lo que te pasa, lo hago de nuevo. --- dijo Ron.
--- No pasa nada Ronald. Sólo repaso la clase de hoy de McGonagall. --- dijo Hermione recuperando el pergamino.
--- A nadie se le escapó que ella te regañó porque no dejabas de mirar el banco y no prestabas atención a su clase. --- dijo Ron compasivo.
--- Pensaba en Harry. --- dijo Hermione con un nudo en la garganta.
--- Pero está mejorando y sólo falta medio cuello. Fui a verlo hoy y estaba de lo más animado y eso que ya no podrá jugar Quidditch por el resto del año. --- dijo Ron.
--- No le he dicho que hace unos días el profesor Dumbledore nos descalificó por quitar la snitch. --- dijo Hermione bajando la cabeza.
--- ¡Pero Hermione! ¿A qué vas a verlo tanto rato, ah? --- dijo Ron levantándose.
--- Me pierdo en él. --- dijo Hermione embelesada.
--- Sabías que lo primero que debíamos decirle era lo del partido, imagínate que debe estar pensando sobre el próximo partido. Algo me insinuó. --- dijo Ron bajando la voz.
--- Se lo digo hoy cuando vaya a verlo en la noche. --- dijo Hermione sonrojada.
--- ¡Sabrás lo que haces! --- exclamó Ron volviendo a la Sala Común.
Hermione se lo quedó mirando con evidente sorpresa pues esperaba algo peor que saber que ella violaba las normas de seguridad y una maestra le ayudaba.
En el corredor desierto de la enfermería en la noche estaba el profesor Flitwick colgando un tablero de anuncios con letras grandes que anunciaba los próximos partidos de Quidditch y había una llave vacía con un equipo que pasó libre a la ronda de los cuatro. Más abajo estaba una nota con la descalificación del equipo de Harry Potter.
El profesor caminaba por el corredor con la varita en alto hasta perderse por la derecha rumbo a los pasillos de los baños y se encontró con la varita encendida de la profesora McGonagall que andaba vigilando los corredores y había puesto una vela bajo la muralla pues aparecieron nuevas huellas negras que embotaban a cualquiera. Sin que se dieran cuenta pasó una figura espectral encapuchada que bajó las escaleras de mármol hasta dar en el Gran Vestíbulo en donde estaba Hermione muy nerviosa y enfundada en la túnica oscura de la varita con las estrellas blancas.
Del aire salió Harry que traía en sus hombros la capa invisible y se tocó de inmediato el cuello que lo tenía rojo gracias al marco de metal.
--- ¡Harry! --- exclamó Hermione perpleja.
--- Te dije que hoy en la noche me quitaban el marco luego de ponerme el último hueso.dijo Harry molesto por la actitud de Hermione.
--- Que bueno, Harry. ¿Cómo pudiste salir? --- preguntó Hermione aún perpleja.
--- Ya sabes con la ayuda de tu amiga. La convencí de que me dejara salir de la enfermería aunque se portó antipática conmigo. --- dijo Harry autosuficiente.
--- Cristina. No te preocupes por ella, es asunto mío. --- dijo Hermione respirando aliviada.
Harry se acercó a Hermione para estamparle un fuerte beso en la boca a la vez que en su mente surgían varias figuras que dejó de lado al concentrarse en el rostro de Hermione que le producía un estremecimiento especial que era similar a una corriente eléctrica que le recorría todo el cuerpo. Se sentía unido a Hermione.
Duró largos minutos el beso hasta que ambos se separaron mutuamente y se dieron un abrazo suave que les hizo emocionarse como no lo habían sentido hacia tiempo. Hermione sollozaba de una extraña mezcla de sensaciones que Harry intentó descifrar de forma muy tierna.
--- No sabía que yo hacía eso en ti. --- dijo Harry tomando el hombro de su novia.
--- Eres tú y mucho más. --- dijo Hermione misteriosa.
--- ¿En serio? --- dijo Harry abriendo mas los ojos.
--- No sé que imaginas pero si son muchas cosas que me produces. --- dijo Hermione moviendo la cabeza hacia Harry.
--- Bueno como siempre dicen por ahí lo peor es dejarlas sin escape. ¿Qué me dices Hermione? --- dijo Harry con una voz más pausada pero potente en el interior de Hermione.
--- Tengo miedo de escapar porque siento que puedo caer bajo su influjo más rápidamente. Debo estar alerta siempre. --- dijo Hermione cambiando la voz.
--- ¿Voldemort? Sé que el no gozaría de que yo estuviera feliz porque me necesita temeroso, verdad. Yo no puedo sentir lo que hace ya porque de seguro se debe haber asegurado muy bien de mi cabeza pero siempre tengo la sensación de que ambos estamos en el mismo lugar y por eso yo debo recordártelo siempre. Disculpa por traértelo aquí Hermy, pero eso no puedo detenerlo. Es demasiado poderoso con su mente y cada vez que me vacía la cabeza aprovecha de incordiarme, como dice él con tanto regocijo. --- dijo Harry con los ojos desorbitados.
--- ¿Qué siente Voldemort ahora? --- preguntó segura Hermione.
--- No sé pero debe estar incomodo porque yo también lo estoy. Imagina quien o quienes lo hacen sentir así. --- dijo Harry bajando la cabeza hasta el hombro de Hermione.
--- Me olvidaba que te tengo a ti y no debo temer por mi alma o mi cabeza. --- dijo Hermione recobrando el ánimo.
Harry sonrió besando otra vez a Hermione pero con una postura distinta de forma que en vez de ir directamente a los labios de la chica la besó cerca de la nariz y luego bajó por los labios hacia el mentón que tiritaba de emoción pues se dibujo un rostro contento de la chica. Hermione levantó más su cabeza mientras Harry bajaba con su boca indomable hasta el cuello que besó varias veces. Sin darse cuenta ambos estaban apoyados en el reloj de arena de Gryffindor. Hermione tomaba los cabellos de Harry sin control hasta que el muchacho volvió a verle a los ojos que expedían lágrimas de alegría por algo que ambos no daban crédito de haber hecho.
--- ¿Qué estoy sintiendo Hermy? Es como algo dentro en el pecho que sólo me dice que te bese y te...posea. --- dijo Harry sincero.
--- ¿Posea? Me gustaría ser poseída por ti, sería la protección más perfecta. Poséeme Harry. -- dijo Hermione más ansiosa.
--- No sé como empezar pero si tengo algo que decir desde dentro. --- dijo Harry.
El muchacho tomó la cintura de Hermione y empezó a darle besos apasionadamente mientras Hermione bajó sus brazos hasta el pecho de Harry y le daba cariños que bajaban hasta la correa del jeans que vestía el muchacho. Pasó sus manos por la correa sintiendo un bulto cuando bajó más las manos. Harry se detuvo y miró sonrojado a Hermione que exhibía igual expresión.
Ambos se sentaron al lado del mencionado reloj mirando la oscuridad del Gran Vestíbulo con el alto techo lleno de resplandores azules que titilaban como estrellas.
--- ¿Pusieron el cielo de noche aquí? --- preguntó Harry.
--- Son Velas Sagradas de los Magos del Norte. --- dijo Hermione casi recitando.
--- ¿Magos del Norte? --- preguntó Harry con un vuelco en su interior.
--- La legendaria Orden que dio la vida cuando Lord Voldemort atacó por primera vez, nadie los conoció porque murieron todos y sólo se dedicaban a la magia más oscura. Fueron los primeros en enfrentarse al entonces Tom Riddle cuando él salió poco tiempo después de Hogwarts. Eran pitonisos innatos. --- dijo Hermione abstraída.
--- ¿Sabes como se llamaban? --- preguntó Harry nervioso.
--- Eran cuatro y todos compañeros de Hogwarts. Nunca fueron considerados por el Ministerio así que se recluyeron en un viejo palacio de Londres del cuál usaban sólo el sótano pues arriba vivían muggles. Nada más se de ellos porque el libro Historia de Ordenes Secretas y Malvadas corta la historia porque omite los detalles más escabrosos de ellos en relación a la magia de cortes oscuro. --- dijo Hermione mirando la escalera de mármol.
Harry no cabía en su sorpresa de que Hermione terminara sabiendo de aquellos magos que ahora eran parte de la cabeza Harry de la peor forma: eran como tener a Voldemort delante de él por mas que decidieran protegerlo y luchar contra el mago oscuro. Pasaron todos ellos delante de él generándole distintos sentimientos: James, un frío mortifago; Ariadna, ganas de esconderse y Cristina, un tira y afloja con cada presencia de ella que el final la veía junto con Hermione de forma que Harry volvió a sentir esa sensación del pecho pero con ambas.
Cristina Lestrange aparecía en su mente como una hábil bruja que lo salvaría de los peligros que encierra ahora Hogwarts, algo de esos magos antiguos debe tener aún pensaba Harry con una incipiente admiración.
Un rato después Harry se levantó diciendo que Cristina le avisaría que era el mejor momento de volver a la enfermería. Sentía un ardor en el bolsillo de sus vaqueros de donde sacó una moneda que brillaba de forma constante, era un galeón falso.
Hermione entendió que era la señal que tenían Harry y Cristina esa noche para darse la información de que el hechizo durmiente y bloqueador de cada pasillo estaba acabando.
--- Adiós. --- dijo Harry antes de desaparecer bajo su capa de invisibilidad con que empezó a subir la escalera de mármol y luego ambos se separaron al llegar al pasillo desierto de las escaleras locas que los llevaron donde Fluffy en aquel lejano primer año de escuela.
Harry llegó rápido a la enfermería con bastante suerte pues estaba Cristina tocando la puerta con la varita varias veces hasta que se volteó mirando a Harry de frente aunque él estaba oculto con la capa invisible.
--- Puedes salir Harry. --- dijo Cristina pacientemente.
El muchacho se desprendió de la fina tela mirando pasmado a la bruja que abrió la puerta de la enfermería con sumo cuidado pues Madame Pomfrey estaba con su sueño normal así que Harry debió ponerse el pijama y acostarse muy rápido todo con Cristina custodiando la puerta.
--- Estoy listo. --- dijo Harry desde la cama.
--- Bien. Espero que hayas disfrutado tu cita con Hermione...--- dijo Cristina con la voz cortada.
--- Gracias. --- dijo Harry inexpresivo.
Cristina cerró las puertas sin antes de echarle una tierna mirada a Harry que lo hizo retorcerse en la cama hasta caer dormido por lo calmado que estaba.
La maestra de Defensa caminaba por el corredor de bustos con el rostro ensombrecido a cada mirada que daba a las paredes negras con las velas a punto de agotarse. Se agachó sacando la varita de un bolsillo de sus apretados vaqueros que llevaba puestos.
--- Incantatem Lux. --- conjuró la hechicera.
Nuevas velas aparecieron encendiendo el rostro de Cristina que miraba tranquila las paredes con las letras que desaparecían poco a poco en cada pasillo silencioso.
CAPÍTULO 31
LOS HEREDEROS DEL TERROR.
Pedazos de cordero con arroz estaban casi intactos en el plato blanco que tenía James frente a sí en el departamento en donde vivía con su hermana Ariadna que estaba tomando una taza de té contemplando un libro de Encantamientos finales de Aurors con la varita expulsando estrellas en la tapa. James miraba a su hermana con cierta frialdad cuando bajó la cabeza apreciando su plato vacío con un pan comido en el medio.
Ariadna leía de forma tranquila soltando algún suspiro de vez en cuando que sacaba bufidos de su hermano que ella ignoraba aunque su mirada concentrada se sacudía cuando veía a su hermano en los pensamientos que fluían por su mente. Cerró el libro que debajo presionaba unos pergaminos llenos de apuntes que James miraba con especial devoción.
Su hermana lo miró alegremente pero dejó paso a un sentimiento de tristeza que compartió con hermano o viceversa. James apoyó su cabeza en el hombro de Ariadna que acarició sus cabellos mecánicamente sin tener una muestra de compasión en el rostro que su hermano no veía.
--- Si fueras a cada cita de esa marca infinita te darías cuenta de lo adictivo que es hermana, Voldemort ideó una protección tan fuerte que ni la cicatriz de Potter puede hacer algo. --- dijo James.
--- No le des el crédito a Lord Voldemort porque esa marca está en los anales de la hechicería antigua en la que los sortilegios oscuros eran los más aprendidos. Él sólo vuelve al pasado con cada cosa que hace. --- dijo Ariadna tranquila.
James se levantó de la mesa en donde estaba con su hermana y salió a la ventana abierta en donde observaba el centro de Londres congestionado como siempre y al alzar la cabeza y cerrar sus ojos vio ese mismo lugar de calles infinitas pero con los coches rotos, nubes que bajaban a ras del piso y mortifagos que estremecían el alma. Al abrir los ojos creyó haber visto que la luz del sol era como el atardecer aunque era cerca de las dos de la tarde en la ciudad de Londres.
Al rato Ariadna salió del departamento sin despedirse de su hermano que seguía con la vista fija en las calles colindantes sin un rumbo fijo.
La hermana de James llegó al frente de los edificios The Oval de donde entraba y salía gente de forma que Ariadna entró sin mayor problema de despertar alguna sospecha que ella sentía que podía provocar al estar allí. Recordó como había muerto el padre de Hermione a manos de unos dementores y por su varita cuando ya no le quedaba nada de alma. Llegó al departamento que está al frente del de la madre de Hermione, o sea el de Cristina y fue recibida por la abuela de la joven que sostenía una vela blanca encendida.
De inmediato Ariadna sintió frío su cuerpo al ver que las paredes estaban llenas de escrituras negras que dejaron perpleja a la joven:
El recuerdo de ellos no murió. Los herederos de ese libro están vivos y se quienes son
Ariadna le preguntó a la anciana el origen de aquellas letras y ella contestó que anoche aparecieron sin previo aviso pero de todas las marcas una duró un segundo hasta desparecer para siempre:
---...La maldición del rayo fue canal para ver quien anda en pasos traicioneros. --- dijo la anciana.
--- Nada sobre Cristina u otro nombre. --- dijo Ariadna asustada.
--- Mi nieta es la heredera del libro Carmesí. --- dijo la abuela de Cristina con los ojos grises.
No podía creer que Cristina hubiera dicho algo del misterioso libro al que siempre se referían ellos como magos del Norte de forma que sentó a la abuela de Cristina en el sillón pues no se sostenía sola. Con un ligero movimiento de la varita hizo aparecer una vela blanca que puso delante del sillón pero las letras no desaparecieron.
--- ¡La vela sagrada de aquellos que murieron gracias a sus corazones confundidos! ¡Eres de ellos! --- gritó la anciana sacudiéndose.
Los ojos de la señora se desorbitaban y la voz que le salía era ronca y de viejo. Ariadna tomó la vela apuntándola al rostro congestionado de la anciana que decía cosas ininteligibles. Al rato se consumió la vela pero la anciana yacía agotada con los ojos pequeños y se los tapaba por la fuerte luz del sol que entraba por la ventana.
--- ¡Espirita Conversa! --- conjuró Ariadna contra la anciana.
De la cabeza de la abuela de Cristina salió una especie de nube negra que formó un rostro con expresión de serpiente que apuntaba con la cabeza de forma inquisidora a Ariadna que bajó la varita.
--- Wilder... Wilder. --- murmuró la cabeza.
Ariadna agitó la varita logrando deshacer el rostro que mencionó su apellido claramente. Luego acomodó a la anciana en el sillón que recobraba la tez sonrosada de sus mejillas pero la amiga de su nieta se regañó a sí misma por sacar esa cabeza negra del cuerpo de la anciana a la vez que miraba la casa de forma perdida y corrió hasta la puerta con la varita en alto y desapareciendo al girar la manija.
En lo alto de la escalera de mármol estaba el Barón Sanguinario expulsando halos grises calientes que debilitaban a cualquier que pasara por allí pero la escalera estaba cerrada por cientos de cerraduras de metal que el director Dumbledore había puesto allí tanto para el Gran Vestíbulo como para los pisos superiores. Muchos quedaron divididos por la protección: en el vestíbulo y sobre el segundo rellano de la escalera.
Con varios profesores llamando al orden los alumnos miraban cada detalle del fantasma que seguía en ese sector mirando el techo y botando niebla gris que bajaba burlando las cerraduras de metal que empezaron a moverse peligrosamente pues una se rompió al recibir la niebla de golpe. Otras más se rompieron.
Hermione estaba abajo junto con Harry que tenía sacada la varita de forma disimulada detrás de muchos que se arriesgaron a parar unas cerraduras que perdieron el equilibrio pero al tocarlas varios salieron expulsados hacia atrás golpeando a la profesora McGonagall que aseguraba aún más la puerta de roble que brillaba por tres Espadas de la Obediencia que actuaban como llaves protectoras a los temblores que la sacudían desde fuera.
Harry tomó a Hermione por el hombro pues la chica tiritaba de frío y se sobaba el brazo fuertemente mientras varios la miraban por lucir de tan mal talante. El muchacho miraba con la esperanza de encontrar a Dumbledore pero no rastro del director luego de colocar cada cerradura.
--- ¿Qué hacen esas cerraduras? --- preguntó Harry.
--- Absorben el halo negro y cuando se saturan se rompen. --- dijo Hermione con la voz débil.
--- Lo sabes todo como siempre, Hermy. ¿Qué necesitas? --- preguntó Harry colocándose frente de ella.
--- Voy a hablarte en serio Potter. Quiero que me lleves dentro tuyo para no tener que soportar todo esto porque estoy tentada a ir donde las cerraduras y beber toda esa niebla gris que hay. ¿Cómo tengo los ojos? --- preguntó Hermione.
--- Negros. --- respondió Harry al oído.
--- Hazlo por favor. --- pidió Hermione con los ojos llorosos.
Harry se llevó a Hermione hacia el Gran Salón que estaba abarrotado pero el clima era más cálido. Llegaron hasta la mesa de Gryffindor aprovechando que Ron estaba solo frente a un grueso libro que ocultó apenas vio llegar a sus dos amigos.
--- ¿Qué tal? --- preguntó nervioso el pelirrojo.
--- Como todos Ronald. --- dijo Hermione sentándose frente a su amigo.
--- ¿Tu novia? --- preguntó Harry sin ánimo.
Ron para sorpresa de sus amigos dijo que terminó con Parvati esa misma tarde y de mala forma y que prefería decirles a ellos la verdad antes que se enteren por otras personas. Hermione prestó más atención.
---... ¿Qué hiciste? --- preguntó ella.
--- Esperabas que yo tuviese la culpa de romper con mi ex. Fue al revés. --- dijo Ron resentido.
--- Sigue Ron. --- dijo Harry molesto.
--- Parvati tenía los ánimos algo subidos porque quería llegar lejos con la relación, hubieron muchos días en que no podíamos estar separados porque los dos sentíamos una especie de energía dentro que no controlamos. --- dijo Ronald.
Harry asintió con el rostro perplejo.
--- ¿Qué hicieron? --- preguntó Harry sin dejar de ver a Hermione.
---... Todo Harry, llegamos al final. --- dijo Ron.
--- Deja de hablar en clave. --- reclamó Hermione por lo bajo.
--- Tuvimos un encuentro muy íntimo, demasiado. --- dijo Ron rojo.
Harry y Hermione se miraron sin expresión en sus rostros cosa que hizo que el sorprendido fuese Ronald que agachó la cabeza.
Hermione se levantó avanzando hasta la salida del Gran Salón mientras Harry la seguía preocupado y tenso.
--- Hermione. --- dijo Harry detrás.
--- Discúlpame por Ron pero no pude seguir escuchándolo. --- dijo Hermione afligida.
--- Tomaste la poción. --- dijo Harry enojado.
--- No tengo porque Dumbledore no me ha dado nuevas botellas por más que hable con él. Ahora entiendes porque me siento tan mal ahora, estoy cerca de caer. --- dijo Hermione abrazándose a Harry.
--- No debes perder la pelea ahora, menos conmigo aquí. Vas a estar bien Hermione. Si quieres deja de confiar en el resto pero en mi no, por favor. Igual siento que él anda cerca. --- dijo Harry.
--- No sentí nada cuando Ron contó su pena, ¿por qué? --- preguntó Hermione.
Harry negó con la cabeza abrumado.
Desde el Gran Vestíbulo venía un mar de estudiantes que repetían la misma frase. ESTÁ MUERTO EL BARON SANGUINARIO, NO ESTÁ ALZADO. Harry llevó a Hermione hasta la escalera de mármol que estaba libre. Donde estaba el Barón se encontraba Cristina que miraba el piso que estaba lleno de ceniza blanca.
--- El fantasma nos dejó. Tuvieron que soltarlo de las amarras que lo ligan al castillo porque la niebla gris convierte poco a poco a los fantasmas en dementores. Peeves ya es uno de ellos y se fue anoche antes luego de robarle el alma a la profesora Trelawney. --- dijo Cristina lentamente.
Hermione miró a su amiga con pena y su subió la manga de la túnica del brazo derecho mostrando la serpiente que salía de la calavera que tenía tatuada en el brazo. Cristina miró con pena a su amiga pues dentro de sí se libraba una gran batalla sobre su amiga que tuvo una rápida resolución.
--- ¿Te marcaste? --- preguntó Cristina.
Hermione no entendió nada pues miró a Harry con expresión desagradable pero se encontró con que Harry no estaba para nada sorprendido y miraba con ojos asesinos a la amiga de Hermione.
--- No...--- respondió Hermione.
--- Voldemort sólo quiere llamarte a su lado, eso es. --- dijo Cristina.
--- Eso lo comprendo pero que yo querría marcarme. --- dijo Hermione.
--- Uno puede atarse a un alma si está ata a todos con la misma señal. --- dijo Cristina.
Hermione negó rotundamente con la cabeza y se despidió de su amiga muy cabizbaja en compañía de Harry que regresó al rato después esperando encontrarse con Cristina que seguía en el mismo lugar y no se inmuto al ver a Harry llegar.
--- Adivinaste que vendría, eh. --- dijo Harry soberbio.
--- Lo vi en tus ojos. --- dijo Cristina.
--- Siempre lo ves todo o es producto de lo que te dejaron los otros magos del Norte. --- dijo Harry.
--- ¿Cómo lo supiste? --- preguntó Harry.
--- Bastó leer un libro de la biblioteca para que otra orden lleva el mismo nombre que la tuya. ¿Qué querías hacer? Hacer que Hermione hiciera lo mismo que los Wilder. --- dijo Harry en tono severo.
--- Ellos se condenaron pero siguen siendo parte de mí. Sé que Hermione está marcada por Voldemort pero la pregunta salió. --- dijo Cristina.
--- Tus amigos hacen que Voldemort esté mas cerca Cristina. ¿Debes saberlo? No te das cuenta de que Hermione y yo nos estamos protegiendo de eso, abre los ojos Lestrange. Hermione me tiene a mí por si alguien quiere llevársela. --- dijo Harry alzando la varita.
--- Es como si te enfrentaras a Lord Voldemort, Harry. Sabes que usa la cicatriz para verte. --- dijo Cristina.
--- ¡Qué importa! Me conformo con que Hermione esté bien. --- dijo Harry cansado.
--- ¿Piensas que tú vida no vale nada? Cuando dices eso siento que la Orden no sirve para nada, valora lo que tienes. --- dijo Cristina más molesta.
---...No tuviste que hacerlo, intentaste adivinar mis sentimientos y lo sigues haciendo. Mejor sigue con tu misión. No sé...sacrificate entonces por Voldemort o que lo hagan los Wilder. No pidas que yo lo haga. --- dijo Harry.
--- Quiero ser útil, tanto Ariadna como James saben muy bien que haces. Yo tengo dudas con lo que siento. Todo por ti. --- dijo Cristina sollozando.
--- ¿Por mí? Simplifícate la vida...mata a Voldemort y aprovechas de hacerme ese favor a mí. Haz eso. --- dijo Harry subiendo la escalera.
--- Estoy atada a tu corazón, Harry Potter. --- dijo Cristina.
Harry se volteó pasmado y sus ojos lucían húmedos al escuchar a Cristina que no disimuló la aflicción que sentía en ese momento. Luego volteó para seguir subiendo.
A pesar del imponente sol que reinaba sobre la explanada de Hogwarts había un viento helado que dejaba una estela gris cerca de cada árbol, persona o animal que estuviera presente. Parecía el halo de dementores en vez del tibio aire que había horas antes. Sobre las montañas nevadas había cúmulos de niebla negra que formaban una calavera que resultó ser una desagradable sorpresa para quienes entornaban sus ojos al cielo buscando respirar aire puro pero era un bien escaso en todos lados.
En un corredor vacío apareció Ariadna con su ropa desordenada y mirando a todos lados corrió hasta la escalera más cercana para dar con el pasillo en donde se encontraba la habitación de Cristina en donde llegó atravesando la puerta tras un simple embrujo. No encontró a nadie pero se escuchaban sollozos desde un ropero pegado a la pared. Sin mayor sorpresa Ariadna encontró a Cristina encerrada en él con el rostro mojado y estaba sudorosa.
Cristina salió gracias a la ayuda de Ariadna que la sentó en la cama y la miró a los ojos con expresión tranquila pero al soltar un suspiro su seguridad se desmoronó. Cerró los ojos un momento hasta que empezó a hablar pero Cristina no había escuchado pues miraba el techo embelesada y seguían cayendo las lágrimas de sus ojos sin escape. Ariadna se interpuso en la vista de Cristina rompiendo el trance con una mirada asesina que duró poco al volver ambas a intercambiar palabra sobre lo que ocurría en Hogwarts hasta que Ariadna tomó los hombros de su amiga son solemnidad y ella entornó mas ojos viendo a su amiga que intentaba decir algo importante. Por fin Cristina cedió con su ansiedad.
--- Voldemort nos descubrió. No fue por nosotros sino por tu abuela que fue poseída durante un tiempo por él, así llegó a ti pero no tengo idea como pudo saber que yo y James estamos en la Orden. --- dijo Ariadna dejando escapar un alivio.
--- Está poseyéndolos a todos. Pienso que fue Severus Snape quien le dijo la verdad a Voldemort si no porque estaban esas letras negras en el departamento de mi abuela.--- dijo Cristina resignada.
--- ¿Snape? --- se preguntó Ariadna.
--- Fui poco cuidadosa, cuando viniste a dormir conmigo él estaba. ¿Te acuerdas? Bueno me dijo sobre que nosotros siempre estábamos con el libro Carmesí en las clases y de nuestra afición por la magia oscura. Nunca dejé de pensar en que dejó de ser un mortifago si Voldemort no está de veras muerto. Nunca vas a ser libre Ariadna si Voldemort vive. --- dijo Cristina.
--- ¿A qué te refieres con ser libre? --- preguntó Ariadna.
--- Va a llevarte a sus filas si sigue con vida. --- dijo Cristina.
--- No vengas ahora con arranques de ingenuidad, Voldemort va a matarnos a los tres. Seguro que debe estar furioso por tener a dos mortifagos traidores. --- dijo Ariadna.
--- Tan segura estás de lo que va a hacer. Yo todavía no creo que Voldemort haga algo. --- dijo Cristina.
--- Sabe de ti. Los herederos de la antigua orden, nosotros. --- dijo Ariadna paseándose por la pieza.
Las dos amigas permanecieron en silencio hasta que Ariadna se sentó en la cama en el semblante temeroso mientras Cristina miraba el techo buscando un escape que resultaba imposible. Ariadna pareció darse cuenta de la aflicción que embargaba a su amiga.
--- Suelta Cristina. --- dijo Ariadna acostándose al lado de Cristina.
--- Mi corazón está mal... es por Harry. --- dijo Cristina llorando.
--- ¡Potter! --- exclamó Ariadna.
--- Sabes que mi corazón clama el nombre de él hace años. Pensaba que era una admiración por sus proezas en ese torneo maldito pero el sentimiento no lo perdí porque lo asociaba con la lucha que el daba y que tanto se esforzó en ocultar y que sigue esforzándose como si nada pasara. No sé cuanto logré de su corazón conquistar. No quiero que se sienta ligado a otra persona más...tiene suficiente con Voldemort y Hermione...--- dijo Cristina sollozando.
--- Ya está receloso con nosotros luego del entierro del padre de Hermione, pero Cristina porque decides dar salida a algo tan interior que siempre guardaste porque James era hábil desenredando el corazón de cualquier mujer. ¿Harry te dijo algo? --- preguntó Ariadna.
---Nada. --- dijo Cristina.
--- Eso esperabas, ah. Eso salió pero no hubo quien lo recibiera, simplemente no resultó Cristina. --- dijo Ariadna.
--- Lo sintió por dentro, estoy segura. Sus ojos vacilaron un instante. --- dijo Cristina recobrando el ánimo.
--- Ahora eres tú quien pretende que nada pasa afuera con contarle eso a Harry porque es imposible que te sientas realizada, Cristina. Lo menos que necesitamos es dudar de lo que sentimos porque seremos presas fáciles de Voldemort y ayudas a que Harry tenga más peso dentro y también el Señor Oscuro se aproveche de su mente agitada. --- dijo Ariadna levantándose de la cama.
El aula de Defensa contra Las Artes Oscuras estaba repleta de alumno del séptimo nivel que esperaban ansiosos que llegara la profesora Lestrange que se estaba tardando demasiado según las protestas bulliciosas que hacía Harry que tenía a Ron como compañero de banco aunque él tenía sus sentidos puestos en otro lugar al lanzarse hechizos simples con quienes lo mortificaban por su quiebre con Parvati que no estaba en la sala presente según Ron le comentó a Harry cuando este se detuvo con los reclamos que molestaban a más de alguno.
La puerta se abrió con la profesora Lestrange vestida con ropa muggle sorprendiendo a la clase de ver alguien así, pero rápidamente todos centraron la vista en la perorata que le estaba lanzando Harry a Cristina.
--- ...Usted debió llegar a la hora porque nos hacen problemas por circular en los pasillos fuera de hora y eso que usted siempre anda resguardando la seguridad de ellos. --- dijo Harry en voz alta.
Cristina lejos de decirle algo se sentó en el escritorio abriendo un libro de tapas claras que estaba salpicado de inscripciones con tinta y que en cada hoja había un timbre rojo que decía: SECCIÓN PROHIBIDA.
--- ¿Disculpe maestra? ¿Usted nos enseña con el libro Carmesí? --- preguntó Hermione de pie.
--- Her...Sí señorita Granger. --- dijo Cristina con una risa atragantada.
Mandó que los alumnos escribieran una redacción sobre la familia de los maleficios imperdonables y aprovechó de leer el libro Carmesí para ella en la página de Marcas Gloriosas. Se detuvo en la ilustración de una calavera que tomaba medio brazo y que era negra como el carbón con la inscripción: MORSMODRE INFINITA.
Miró a Hermione que escribía a toda velocidad y volvió a leer con evidente resignación comprobando que su amiga tenía esa marca. Bajó sus ojos hasta un cuadro amarillo que decía que toda marca de orden maligna será rota si el hechicero que sea dueño de las almas muera y así el efecto de la maldición cederá con el tiempo hasta convertirse en una pequeña cicatriz que escocerá eternamente según el grado de malignidad que esta haya tenido en vida o mejor dicho durante la vida del brujo mayor.
Con gesto triste recorrió con la vista a Hermione y luego a Harry que no estaba escribiendo nada, lejos de sentirse mal siguió mirándolo con los ojos húmedos tras escuchar el ruidoso rasgueo de la pluma de Hermione a la vez que la movía por dentro cada gesto que hacía Harry como jugar con la pluma, se desordenaba el pelo y se balanceaba en la silla. Dispuesta a captar su mirada se dio cuenta que Harry lejos de estar con la vista decidida estaba con los ojos empañados y mirando un punto en el banco de Hermione que exhibía su tupida melena suelta. Harry sonrió tiernamente y movió los labios murmurando algo que Cristina entendió.
Se atrevió a mirarlo otra pero dio con la pesada mirada de Ron directamente a sus ojos que parpadearon tímidamente pero lo suficiente para hacerla bajar la cabeza roja de vergüenza. Volvían los recuerdos de James en un aula similar y lo comparaba con Harry que se echó en el banco sin pescar su pluma a la vez que Hermione iba al escritorio de Cristina con un pergamino fuertemente enrollado.
--- Redacción lista. --- dijo Hermione dándole la espalda a la clase y mostrando una sonrisa completa.
--- Bien señorita Granger. --- dijo Cristina en voz baja.
Hermione no dijo nada pero miró a su amiga moviendo los hombros para luego volver a su banco que estaba con un pergamino blanco en el que todos hacían referencia con risas y aplausos. Harry mostraba todos sus dientes a Hermione que se sonrojo ante la bulla de la clase que se calló al ver que Cristina los estaba mirando.
--- ¡Maestra! --- gritó Lavender desde su asiento.
El pizarron estaba siendo atravesado por una niebla negra que dibujó unas palabras en el aire que se tornó caliente y los estudiantes se arrinconaron contra las puertas de salida. Cristina no parecía escuchar los ruegos de los estudiantes de que se alejara pues parecía atraída hacia las letras que pudo leer claramente con sus ojos grises. Hermione corrió a buscar a su amiga pero entre Harry y Ron la detuvieron movidos por semejante sentimiento de desconfianza.
LAS MARCAS RESPONDEN AL AMO. INFINITUS GRANGER LO HIZO
CONTIGO. NO TENER LA MORSMODRE NO TE SALVARÁ NI
MENOS A LOS WILDER QUE SUFRIRÁN EL CASTIGO DE TODO
MORTIFAGO TRAIDOR: UNA INFINITUS ETERNA DE CALOR.
--- ¡Incantatem Lux! --- conjuró Cristina colocando una vela bajo las letras.
Se disiparon directo hacia la hechicera.
Desde los cerdos alados que demarcaban la entrada en los terrenos de Hogwarts llegaba una legión de mortifagos liderados por James Wilder que iba sin máscara. Se detuvieron y todos soltaron sus calaveras de los rostros mirando con hondo pesar el colegio que les producía recuerdos en sus mentes. James dio un paso atravesando el arco de los cerdos mirando a todos y exclamó:
--- ¡SITIAR HOGWARTS!---
Corrieron hasta las puertas de roble que se hallaban cerradas en varias espadas mágicas y una que otra vela en las escalinatas.
--- ¡Profetia Oscura! --- conjuró James contra las protecciones.
Palabras negras se pegaron a la puerta estremeciéndola hasta conseguir abrirlas. James miró hacia atrás otra vez asintiendo con el rostro. Dieron unos pasos hasta llegar al Gran Vestíbulo ante la vista aterrada de cientos de personas que empezaron a irse hacia la escalera de mármol.
--- ¡Morsmodre! --- conjuró James hacia el techo del vestíbulo.
El techo salió expulsado hacia arriba por la estela verde que formó una calavera justo encima del enorme orificio del techo. Desde el Gran Salón salieron unos profesores que miraron perplejos a los mortifagos sin calavera.
--- Me sorprende que ustedes se protejan tanto y sin embargo no sean capaces de reaccionar ante unos mortifagos que vienen en busca de su presa. --- dijo James con voz fría.
James avanzó hacia ellos que lo rodearon con haces de luz roja de un hechizo de desarme que los otros mortifagos neutralizaron eficazmente formando un aura de protección para su líder. Tras los profesores surgió la figura de Albus Dumbledore.
--- ¡Avada Kedavra! --- conjuró un mortifago desde atrás.
El rayo verde electrico golpeó al profesor Flitwick que cayó con los ojos abiertos bajo la túnica del director que no daba crédito a sus ojos. Deshizo la protección de James y se paró en frente de él.
--- James....¿Eres conciente de que acabas con tu vida? --- dijo Dumbledore.
--- Usted...¿cómo me reconoció? --- preguntó James perplejo.
--- El mejor en hechizos de desarme de protecciones y quien debe saber que la vida tiene valor. --- dijo el director con voz tranquila.
--- Soy parte del nuevo orden. --- dijo James con voz fría.
--- Veo bondad en cada fibra de tu ser y de tu varita. Serás incapaz de matar a alguien muy querido por mas ordenes de Voldemort, cierto. --- dijo Dumbledore.
Los demás mortifagos caminaron hacia James que sentía varias varitas clavadas en su espalda.
--- Traidor...eres el primero que vemos con vida. Lord Voldemort nos ordenó llevarlos y tenemos la suerte de que el líder de la célula de Hogsmeade sea uno de ellos. --- dijo un mortifago atrás.
--- Te atreves a decirle Lord Voldemort...Ya sabes como trata a quienes lo llaman con ese descaro. --- dijo James que se retorció de dolor.
--- Mago del norte estas a plena vista de nuestra marca ocular. ¡Oculus Voldemort! --- conjuró el mortifago.
De su varita salió despedido un haz café que impactó en la marca verde que estaba encima del agujero y del se devolvió un haz verde que impacto en el pecho del mortifago provocándole la muerte.
--- ¡Avada Kedavra! --- conjuró James hacia la marca.
--- ¡Avada Kedavra! --- conjuró Dumbledore hacia los mortifagos.
Los profesores mantenían a los alumnos detrás del primer rellano de la escalera de mármol que contemplaban aterrados la escena de ver quince cuerpos de túnicas negras sin vida, a un profesor muerto, un castillo violado por la Marca Tenebrosa que adquiría vida. Luego la marca se disolvió.
--- James...logras sacar lo peor de la gente. Cada varita que conjure ese hechizo tendrá una marca de muerte en su historia que la hará superior porque es maleficio imperdonable que pocos tienen la intención de hacerlo pero fuiste seducido por esa destinación final de Lord Voldemort que persigue ganarle a lo inevitable que viene luego de lo imperdonable. --- dijo Dumbledore bajando la varita.
--- ¡Inferix Pax! --- conjuró James logrando que los cadáveres desaparecieran.
--- Ya no puedes conseguir la bondad que pierdes por más vidas que salves James. Tienes un corazón débil que conserva rastro de esos sueños que perseguías y que cambiaste en el tiempo. --- dijo Dumbledore.
--- Cada persona esperó una respuesta de quienes en mas confiaban y no esperamos más y decidimos incordiarle la vida a Lord Voldemort como tiene pensado hacerlo con todos. --- dijo James con la voz quebrada.
--- Lord Voldemort está maldito con Harry Potter de forma que ya es un hombre que lleva una herida en su alma que está incordiándolo a cada momento. Cargaste la misma moneda y entre pares se entienden. --- dijo Dumbledore.
--- Mi hermana y yo la llevamos. --- dijo James con emoción.
--- Ariadna...Se muy bien que todo pensó con la cabeza traviesa de Cristina Lestrange. - dijo Dumbledore.
--- Ella quiere pelear contra Voldemort pero no está con la Marca. --- dijo James con una nota de tranquilidad.
--- ¿Sabes realmente que mueve a Cristina? --- preguntó Dumbledore.
James negó pues en su interior tampoco lo tenía claro.
Grupos de estudiantes se formaron cerca de las escaleras de la torre de Astronomía viendo como Cristina luchaba con un mortifago que salió de la niebla que azotó las ventanas cercanas a la torre cuando daba por terminada la clase de Defensa. En medio del grupo estaban Harry y Ron con las varitas alzadas delante de Hermione que sentía su brazo ardiendo e iba acercandose al mortifago que luchaba con la mascara puesta.
--- ¡Reducto! --- conjuró Cristina empujando al mortifago hacia las murallas contiguas a los ventanales del corredor.
--- ¡Imperio! --- dijo el mortifago.
--- ¡Protego! --- contestó Cristina estableciendo una conexión con el mortifago.
--- ¡ROMPELA! --- gritó Harry desde atrás.
El mortifago miró a Harry a través de las rendijas de la máscara y soltó la conexión con Cristina con los hechizos hechos rebotando contra ellos.
Québrate como el vidrio pensó el mortifago en su mente conforme se acercaba a los estudiantes. Cristina se sentía dominada por el maleficio Imperius que la llevó a chocar con los ventanales que se trizaron con el impacto de los hechizos.
--- ¡Avada Kedavra! --- conjuró Harry contra el mortifago que cayó muerto en medio de los estudiantes.
--- ¡Te serviré amo! --- exclamó Hermione desde atrás con los ojos rojos.
Cristina no se liberaba de la maldición del mortifago hasta que los vidrios no resistieron y cayó con ellos hacia la explanada.
Harry miraba a Hermione que apuntaba la varita directamente contra él.
El suelo húmedo era testigo de la frenética carrera de James desaforado y expulsando a los dementores que azotaban la explanada en la mitad del camino hacia la cabaña de Hagrid. James sentía un inesperado deseo de borrar todas las huellas que iba dejando Lord Voldemort en Hogwarts pero vio el cuerpo de Cristina tirado en el suelo con montón de vidrios rodeandola pero tenía los ojos cerrados. Desde arriba todos miraban como la hechicera exclamó ¡Aresto Momentum! Antes de caer.
James la puso en su regazo con los ojos rojos de lagrimas pero se ganó una fría mirada de Cristina que negó con la cabeza mirando hacia el cielo que estaba dominado por una Marca Infinita negra.
Desde el piso con los ventanales quebrados bajaba Ariadna donde sus dos amigos que la recibieron con temor. Estaban ante los ojos de todo Hogwarts juntos ellos tres como los magos del Norte quienes existieron para eliminar a Voldemort pero uno de ellos tenía a otra persona en su mente.
--- Hermione tiene los ojos de mortifago inicial. Tuve que bloquearla pues iba a matar a Harry. --- dijo Ariadna con dificultad.
Cristina se tapó la cara con ambas manos resignada.
CAPÍTULO 32
SECRETOS DE LA OSCURIDAD
Dentro del Bosque Prohibido estaba Aragog tejiendo una telaraña negra alrededor de un enorme bulto arropado en abrigos de topo que daba vueltas al compás de las patas de la araña que liberaban la tela viscosa que despedía un fuerte olor que espantaba al resto de las criaturas del lugar. Apoyada en un cedro estaba el cuerpo descompuesto de Bellatrix Lestrange que tenía sus ojos salidos y profundas marcas negras en el pecho desnudo y en su mano izquierda sostenía una varita color ceniza que apuntaba a la araña. De la varita salió despedido un rayo rojo que dio en Aragog que se desplomó al piso chillando de dolor.
Bellatrix se acercó al cuerpo inerte de la araña que tenía en sus patas el cadáver de Hagrid cuando la mortifaga lo dio vuelta y descubrir que el rostro aún no era tapado por la tela que estaba reseca como el color de la varita de Bella.
La mujer abrió la boca soltando unos ruidos graves que no eran palabras sino gritos largos dirigidos hacia el bosque de donde salió un hombre encapuchado con máscara de mortifago que llevaba una especie de botella verde musgosa que Bellatrix le arrebató de las manos como abeja a la flor.
Se bebió la poción que estaba dentro para luego vomitar jugo verde pero estaba con un rostro de extasiada y se arrodilló ante el mortifago que alzó la varita y le dio un latigazo mágico con un hechizo. El mortifago soltó un fuerte bufido.
Desató a Hagrid y a plena vista con el rostro picado innumerables veces por bichos alados que rodearon al mortifago que los mató de un varitazo verde minúsculo. Quitó la tela del cuerpo del guardabosque que estaba mojada y rota por varios lugares. Apuntó con la varita a Hagrid murmurando: Inferix Vita. Hagrid se levantó con los ojos abiertos y dio un grito que asustó a Bellatrix que se ocultó tras el cedro de antes. El mortifago clavó la varita en el pecho del nuevo inferius de forma que su piel adquirió una tez gris semejante a un chicle de días. Luego Hagrid seguía cada orden del mortifago cuando avanzaban por un sendero demarcados por altos árboles con ramas cristalizadas y una niebla caliente bajaba donde estaban los therstals que el mortifago veía claramente.
Comían carne que despertó el apetito de Bellatrix que empezó a robar trozos pero los animales alados la reprendieron con sus alas negras que la empujaron contra un árbol mientras Hagrid mostraba sus ojos húmedos cuando tendió una mano a los therstals que lo miraron con benevolencia aunque al acercarse huyeron de la respiración de Hagrid que expulsaba aire caliente. Los animales emprendieron el vuelo dejando el lugar soltando gritos.
El mortifago le pegó a Hagrid con la varita muy molesto pues detecto un dejo de vida en el cuerpo descompuesto del guardabosques que se negaba a salir del bosque prohibido a pesar de ver la explanada de Hogwarts a pocos metros y su cabaña al frente. Bellatrix miró a los ojos a Hagrid que estaban húmedos y empezó a sollozar ruidosamente. Bella soltó sus gritos graves.
El servidor de Voldemort se plantó delante de ellos con su varita apuntando al pecho de Hagrid que se infló como un globo y recuperaba su color sonrosado pero sus ojos seguían pálidos y empezó una loca carrera desde los límites del bosque y avanzando por el medio de la explanada llena de haces de luz verdes de cientos de armaduras de estaban puestas desde los árboles cercanos. Hagrid era quemado con cada toque de los haces de luz hasta desplomarse en medio de la explanada cuando el Sol se ponía hacia el sur rodeado de una estela líquida que encerraba las lomas cercanas a Hogsmeade. Desde el castillo venía caminando apacible Dumbledore con su varita en una mano y bastante empuñada. Hagrid se levantó mirando al director con aflicción.
--- Rubeus... --- dijo Dumbledore contemplando el cuerpo enorme del guardabosques.
Hagrid soltaba unos ruidos agudos que espantaron a las aves que rodeaban su cuerpo.
--- ¿Prefieres irte o quedarte con nosotros? --- preguntó Dumbledore.
--- AAAAAAAAAAA. --- dijo Hagrid con gesto afirmativo.
--- Amigo mío. Piensa que vas a estar en el límite entre la vida y la muerte si escoges seguir con tus ojos abiertos pero dejarás de sentir muchas cosas que alguien con vida es capaz de percibir en el corazón. ¿Estás dispuesto? - dijo Dumbledore.
--- Grrrrrrrrr. --- gruñó Hagrid asintiendo.
Dumbledore iluminó el cuerpo de Hagrid con su varita dándole un aura de protección penetró su pecho y lo hizo levantarse y miraba el castillo con gesto vago.
No entraron por las puertas de roble que estaban cerradas con aurores en las afueras resguardando el sitio sino que Dumbledore cogió una copa sucia de su túnica que servía como traslador y con ella desapareció con Hagrid hasta llegar a su oficina en donde los antiguos directores pegaron un grito al ver a un semigigante en la oficina. Hagrid tocaba el techo en su estatura pero dio un gemido que lo hizo agachar pareciendo un jorobado. Dumbledore sacó a Fawkes de su jaula colocándolo en el escritorio. El ave miró alegremente a su dueño que puso un cantero sostenido con su mano en el pico del fénix que empezó a llorar sin soltar algún gesto de dolor, parecía ser normal para él soltar lágrimas. Luego Dumbledore retiró el cantero y con un toque de su varita lo embotelló con una etiqueta que apareció de la nada con las palabras: AQUA MORSMODRE.
El director la dejó en una alacena mientras Hagrid paseaba por la oficina destruyendo los cuadros de los directores fallecidos que dejaban una cortina gris cuando se iban, claro que lo hicieron quienes veían semejante destino cerca.
Fawkes cantó una melodía serena que apaciguó los ánimos del semigigante que se acostó en medio del despacho con los ojos grises y la lengua seca como un pergamino. El director tomó a su fénix colocandolo en el pecho de Hagrid pero el fénix batió las alas enfervorizado y cayó en el escritorio del director con varias plumas que se tornaron grises en cuanto tocó el pecho de Hagrid. Dumbledore negó con la cabeza y acarició a Fawkes en su cabeza caliente por el halo que expulsaba Hagrid. El director recibió una bocanada de ese aire negro pero lo olió con un extraño interés pero se tambaleó ligeramente sobre su escritorio.
Hagrid se quedó profundamente dormido en el piso soltando ronquidos con mucus que hacían imposible seguir en el despacho pero Dumbledore no se inmutaba sino que empezó a cantar la melodía que emitió el fénix que era estaba en su jaula con expresión retraida. Tomó la varita y se subió una manga de la túnica dejando ver una marca tenebrosa pequeña que tenía una serpiente que abría y cerraba sus ojos negros pequeños como cabezas de alfileres. De la alacena tomó un poco de la Aqua y la Marca desaparecía dejando una cicatriz roja que escocía al contacto de la niebla gris que expulsaba Hagrid.
--- Lord Voldemort tiene los canales bloqueados gracias a mi marca que resulta efectiva para desviar su atención. No tiene idea de que yo me marqué con la intención de acorralarlo. --- dijo Dumbledore a su fénix.
Fawkes soltó un chillido severo al soportar otra respiración de Hagrid y de repente golpean a la puerta de la oficina. El director la abre tras un conjuro débil.
--- ¡Qué es esto! --- gritó un mago vestido con la túnica de la varita estrellada.
--- Estimado Rufus...--- dijo Dumbledore muy amable.
--- ¡Aurors apresen a Dumbledore por tener seres de muerte en el colegio! --- ordenó Rufus con furia.
--- Hagrid no es un inferius como tal, nuevo ministro. Es más pienso que muchos de los que han caído en batalla tienen una nueva oportunidad. --- dijo Dumbledore.
--- Cumplan la orden. --- dijo Rufus a un grupo de aurors que caminaron hasta el escritorio de Dumbledore.
--- No tiene idea de cómo ellos matan a la gente, director. Se conforman con morderlos y dejarlos con media alma y luego empiezan a deambular por las calles llevando el mensaje del Innombrable que está agrupandose con ellos en un lugar desconocido. Aún es increíble que usted mantenga gente vil como los hermanos Wilder que están apresados por el uso de magia de orden demoniaca y la señorita Lestrange también por revelar los secretos del libro del mago más tenebroso de todos.......el mago de las iniciales finales....mentor de su Innombrable que usted pretende derrotar. --- dijo Rufus encolerizado.
--- Voldemort tendrá una larga vida gracias a la serie de maldiciones que lleva en su cuerpo que le dotan de una vitalidad excepcional y tiene el poder de dominar las mentes de cualquiera. --- dijo Dumbledore levantando la mano
--- Por favor arresten a Albus Dumbledore por tener el libro de magia prohibido, por tener bajo su techo a mortifagos de la peor calaña y arriesgar la vida de estudiantes y profesores. --- dijo Rufus a los aurores confundidos.
--- Te aseguro Rufus que a ellos no les importa ser llamados mortifagos porque se sienten con el deber de pelear por la libertad de todos, su libertad está en el resto. Quieren llegar a su destinación fatal que está unida a Voldemort. Ellos escogieron una vida de sacrificios y desearon ser parte de una maldición que atañe a sólo dos personas. --- dijo Dumbledore levantando la varita contra los aurors.
--- Me ocuparé del cadáver de su funcionario. --- dijo Rufus agitando la varita contra Hagrid.
--- ¡ Deberás matarlo Scrimgeour porque ya es un inferius! --- exclamó Dumbledore que paralizó a los aurors con la varita.
--- ¡Dumbledore! ¡Ahhhhhhhh! --- gritó Scrimgeour al verse atrapado por Hagrid que tenía los ojos salidos y la lengua tiesa que se rompió al chocar al mago contra el pecho.
Rufus Scrimgeour vio como su alma se iba por un estertor de Hagrid que miró a Dumbledore con rabia con sus ojos pendiendo de las cuencas de forma peligrosa.
Dumbledore mató a Hagrid con un rayo verde salido de su varita. El cuerpo del guardabosque expedía mal olor que hizo chillar a Fawkes que aleteaba dentro de su jaula desesperado.
--- Lo siento pero ya no hay lugar para ti, Fawkes. Debo admitir que pocos soportaran esta natura tan muerta como un cuadro de los que penden en la oficina. Ya sabes Fawkes basta con que te demores un poco en renacer de tus cenizas.... Volveremos a vernos algún día....Fuiste fiel y ayudaste a muchos que ahora intentan liberarse de amarras de las que yo debo desatar antes de la hora señalada...Cuatro fundadores su sortilegio de protección llega a su fin apenas aparezca la primera estrella....una profecía secreta que comparto contigo amigo mío. Nadie supo que Salazar puso fecha límite a Hogwarts....ese día será visibles a los ojos de todos y a las intenciones de cualquiera. --- concluyó Dumbledore con nostalgia.
Al instante desapareció junto con el fénix.
Bellatrix Lestrange entró en el castillo asustando a cuanta persona se cruzara en su torpe caminata en el Gran Salón a la hora de la cena con el Sol escondiendo detrás de las montañas del sur mientras hacia el norte un cúmulo de nubes se arremolinaba sobre Hogwarts formando un sitio en el cielo donde aún había un celeste pálido diáfano que iba adquiriendo un tinte blanquecino a cada segundo que moría y daba paso al transcurso del otro.
Ahora la escalera de mármol era el lugar de expulsión de Bellatrix que obligó a todos a quedarse en los pisos superiores porque abajo la mortifaga enrareció el aire. Quienes quedaron en el vestíbulo y Gran Salón se tapaban sus narices y buscaban escondite pero no podían subir porque Bellatrix era demasiado rápida en acorralarlos.
Desde el segundo rellano de la escalera blanca estaban Ron y Harry mirando a la mortifaga gritar y proferir consignas relativas a Lord Voldemort.
--- ¡Quién diablos no nos está dejando pasar! --- gritó Harry en la mitad del grupo.
--- ¡Harry Potter! - llamaron desde arriba.
Era McGonagall que bajó muy sudorosa y al alcanzar a Harry se lo llevó escaleras arriba hasta un corredor lleno de pinturas impresionistas.
--- ¿Qué pasa? --- preguntó el muchacho.
--- ¿Tú conoces a los Magos del Norte? --- preguntó McGonagall.
--- Sí. --- respondió Harry sorprendido.
Ron llegó donde ellos.
--- Debes saber Potter que sus intenciones son buenas. Puedo darte fe de ello. --- dijo McGonagall con una voz extraña.
--- ¿Harry? --- llamó Ron confundido.
Harry se puso un dedo en la boca diciéndole a su amigo que se callara.
--- Antes de intentar liberarlos de las mazmorras quiero evitar que tomes partido en contra de ellos porque pueden salvarte la vida en breve. No exagero, Potter. Sólo escúchame por favor. Sabía de ellos cuando estudiaban aquí en Hogwarts y les prohibí verte porque tú no estabas preparado para lidiar con una pelea con Voldemort ni aprender magia ilegal, era la época del torneo de los tres magos. Cristina era la más entusiasta con todo por más castigos con que la amenazaba y pudo ser expulsada junto con los Wilder porque hacían magia oscura de alto calibre a tan corta edad. Bueno ahora no hay quien se los impida, incluso tú. Admito que pude cortar con esto años atrás pero no tuve el coraje de entrometerme en sus vidas porque no eran de mi casa ni tampoco le comenté a Dumbledore, menos probable era ir donde el Ministerio a persuadirlos ya que en ese momento estaban estudiando para ser aurors. Cristina no siguió pero es tan hábil como uno. Necesitamos de ellos. --- dijo McGonagall.
--- Los Wilder han respondido órdenes de Voldemort, maestra. Hablan con él y asesinan gente, James pudo haber eliminado a Dumbledore. --- dijo Harry con sorna.
--- James Wilder trajo a esos mortifagos a su muerte engañando a Voldemort con la excusa de invadir Hogwarts aunque sólo estaba distrayéndolo. --- dijo McGonagall.
--- ¡Es mentira! --- exclamó Harry.
Ron miraba estupefacto.
---Dumbledore adoptó ese plan Potter...él ya no está en Hogwarts porque va a apretar aún más el cerco que los Magos del Norte han hecho sobre Voldemort. Va a luchar contra él porque Voldemort ahora está atado a fuego con el director. --- dijo McGonagall.
--- ¿Qué? --- dijo Harry temblando.
--- Albus se marcó Harry para darle otra distracción a Voldemort, es así. Ha funcionado porque anda empecinado en capturar a los magos del Norte y no a ti. --- dijo McGonagall.
--- ¡Qué hay de Hermione, ah! ¡La está utilizando! --- explotó Harry.
--- Ella sigue bien Potter porque necesita tener la marca en movimiento y hay fuerzas que la están protegiendo como la que Cristina le daba de vez en cuando con las velas sagradas. Tú sólo vas a producirle dolor, Harry. Acéptalo tú eres como Voldemort para ella porque te asocia con él y siempre se quejó de eso. --- dijo McGonagall.
--- ¡Va a caer! --- exclamó Harry con lágrimas en los ojos.
--- Tiene una maldición de la cual nosotros es imposible que hagamos algo Potter. Que se convierta en una mortifaga es lo más probable y ahí tu vida correrá peligro porque debe cumplir la misión que le mande Voldemort. --- dijo McGonagall con un quiebre en la voz.
--- Pero los mortifagos pueden despegarse, verdad. Ella no va a matarme sólo porque tenga la marca. --- dijo Harry.
--- Está maldita Harry. No sólo es una marca, tiene una maldición como la que llevas en la frente. Voldemort posee almas desde hace un tiempo y aprovechó de hacerlo con los mortifagos más antiguos de forma que todo lo que haga resulta nuevo, tiene dominado su karma más fuerte la magia antigua la que atesoraba tanto tu madre y la que te dio la vida. Esa protección que tuviste esa noche cuando eras bebé fue el resultado de un sortilegio de sentimientos que mata a cualquiera que lo hace porque lo deja a uno sin corazón, tienes el corazón de Lily Potter. Tu madre está dentro de ti y Voldemort no pudo con el hechizo y recibió el golpe de su propio imperdonable. Pero nadie sabe como sobrevivió a eso, debe tener algo más que desconocemos. --- dijo McGonagall conmovida.
--- ¿Acaso mi madre hacía la misma magia que hacen los magos del Norte y Voldemort ahora? --- preguntó Harry perplejo.
--- Tú mamá tenía la misma obsesiva inclinación por el libro maestro de la magia oscura, el libro Carmesí que también estuvo en las manos de Cristina y los otros. Era difícil sacarla de la sección prohibida y llamábamos a tu padre que siempre andaba revoloteando al lado de ella y eso era suficiente para que perdiera el interés. Después dejamos todo en manos de Lily quien seguía aprendiendo en secreto hasta un tiempo cuando ingresaron al Ministerio para estudiar la carrera de Auror. --- dijo McGonagall mordiéndose el labio.
--- ¿Qué le pasa profesora? ¿Está despidiendose usted también? --- preguntó Ron desde la pared opuesta en donde escuchó todo.
McGonagall respondió con un gesto afirmativo que erizó los pelos de dos muchachos que imaginaron que iría al encuentro con Lord Voldemort pero la misma McGonagall se encargó de aclarar que debía salir de Hogwarts para prevenir la salida de la Oscuridad que sólo era ocupada cuando el colegio estaba a plena vista de los muggles. Cuando eso ocurra Lord Voldemort vendrá a hacer de todo dijo McGonagall antes de dejar a los muchachos en el corredor perplejos más cuando regreso diciéndoles que la protección mágica del castillo tenía vencimiento ese mismo día al aparecer la primera estrella.
--- ¿Ronald? --- dijo Harry al ver a su amigo afligido.
--- Estoy bien. --- dijo Ron con los ojos húmedos.
--- ¿Qué quieres hacer? --- preguntó Harry con voz perdida.
--- Huir de aquí. Da pena de lo Hermione pero siento que al lado de ella es peor....disculpa Harry pero tengo ganas de irme y estar con mis padres. Me sentiré mucho más seguro ahí que en Hogwarts. --- dijo Ron con dificultad.
--- No te preocupes, entiendo. Sólo que si huyes puedes encontrarte a Voldemort en el camino. --- dijo Harry moviendo los hombros.
--- ¿Entonces no tengo salida de aquí? Puede que no me encuentre con nadie....--- dijo Ron recobrando ánimo.
--- James Wilder se trajo a todos los mortifagos siguiéndole los pasos al colegio, nos condenó. --- dijo Harry molesto.
--- .....Sin los Magos del Norte no habría ningún mortifago molestando por encontrar a quienes lo traicionaron. --- dijo Ron.
Harry asintió y ambos subieron a la enfermería donde estaba Hermione tendida en una cama al final de todas. La chica lucía un color pardo que combinaba con sus ojos rojos como conejo. Abría la boca sólo para recibir agua de un cántaro que traía Madame Pomfrey que trajo unas sillas para que se sentaran Harry y Ron que no podían quedarse quietos estando de pie.
De repente Harry recordó el momento cuando se vio con Hermione esa noche de los pasillos silenciosos por magia y volvió a sentir las ganas de vivirlo de nuevo y ahí estaba embelesado en esa fantasía que se apoyaba en la tierna mirada de Hermione pero cuando Harry bajó su cabeza se encontró con la lúgubre mirada de su novia y sus ánimos se fueron al suelo sin disimularlo.
--- Hermy...te necesito. --- dijo Harry acercándose a la cabeza de Hermione y gimiendo.
Harry sollozaba con la cabeza apoyada en el pecho de Hermione que abrió los ojos una vez y levantó una mano con la que empezó tocar el cabello de Harry y luego tomó sus lentes sin que el muchacho lo impidiera.
--- Hermy...--- decía Harry a cada caricia que se daban.
Sólo Ron estaba junto a ellos pues cerró el dosel de la cama y la sanadora debía recibir alumnos que venían desmayados por respirar aire impuro.
--- ¡LA MORTIFAGA VOLADORA VIENE! --- gritaron en plena puerta de la enfermería.
Ron salió del rincón adoselado con la varita en alto y dejando a Harry con Hermione que se incorporó asustada. Madame Pomfrey cerró con su varita la puerta de la enfermería quedandose varios alumnos dentro por protección y otros tocaban la puerta desesperadamente pero al instante sus gritos fueron acallados por unos aullidos de mujer que golpeaban la puerta que tenía cerraduras muy grandes que daban paso a la niebla caliente que expedía Bellatrix con su respiración.
--- ¡Harry protege a Hermione! --- gritó Ron hacia atrás.
Hermione se levantó bruscamente pero Harry estuvo obligado a tirarla a la cama tras lo cual la chica lo miró con profundo desdén.
--- Que valga la promesa...--- dijo Harry sacando la varita.
Bellatrix atravesó las puertas empujando a Madame Pomfrey que quedó paralizada un instante. Ron se puso enfrente de la mortifaga.
--- ¡Crucio! --- conjuró Ron con voz quebradiza.
--- AAAAAAAAAA. --- gritó Bellatrix expulsando niebla.
--- ¡Crucio! --- volvió a decir Ron.
La mortifaga se sacudió en el aire con el maleficio de Ron y el muchacho aprovechó el sufrimiento de la mujer para volver donde Harry y Hermione que estaban agarrándose a manotazos por ser el primero en salir a atacar.
--- ¡Basta! ¡Quédate en la cama! ¡Harry y yo te defenderemos! --- gritó Ron a Hermione que regresó a la cama.
--- Tranquila.......--- dijo Harry levantando el dosel con la varita en alto.
Ron lo empujó hacia atrás.
--- ¡Hermione y yo vamos a defenderte si Voldemort llega a llegar acá! ¡Vas a quedarte quieto Harry! --- dijo Ron.
Harry asintió con el rostro al ver que Hermione volvía a levantarse y Ron la empujó hacia la cama.
--- Sólo debemos dejar a la mujer sin vida....¿por qué flota? --- preguntó Ron mirando a Harry.
--- Es un fantasma....Mira cayó en el piso. --- dijo Harry.
Bellatrix estaba tirada en el suelo con los ojos cerrados mientras Madame Pomfrey se levantó y apuntó con la varita a la mortifaga a la vez que gritaba al resto de los alumnos que se quedara quieto y agachado debajo de las camas. De la varita salió un rayo verde que dejó tieso el cuerpo de Bellatrix pero igual se levantó de un salto.
--- ¡Maldito Inferius! --- bufó Madame Pomfrey.
Ron se adelantó un par de pasos hasta situarse en el medio de la enfermería con la varita en posición amenazante con Harry a sus espaldas mirando con asco a la mortifaga que ya no tenía ojos. Ron se estremeció cuando al ver debajo de su zapato estaban los ojos reventados de Bellatrix.
--- AAAAAAAAAAAAA--- dijo Bellatrix botando vapor.
Los muchachos se quitaron del medio volviendo a la esquina en donde estaba la cama adolesada de Hermione. Ella estaba de pie junto al dosel cuando Harry miró hacia dentro con expresión tranquila.
Ron aprovechó que Bellatrix no tenía visión para lanzarle otra maldición imperdonable pero la mortifaga seguía impenetrable en el techo y movía la cabeza con fuertes espamos que hacían temblar el techo que hervía vapor negro por cada esquina. Harry entró al dosel pegandose a Hermione.
--- No mires arriba...vienen las letras...--- decía Harry.
--- Nos hacen falta las velas...--- dijo Hermione levantando la cabeza pero Harry la agachó.
--- Descuida, estoy aquí por si vienen a buscarte...--- dijo Harry con voz rota.
--- Eso piensas Harry. Creo que ya lo lograron porque poco a poco la vista se me oscurece y esa voz dentro de mi cabeza aumenta de intensidad...quiere que te mate Harry.--- dijo Hermione temblando.
La niebla empezó a bajar en forma de letras hasta las camas de donde se asomaban algunas cabezas. Madame Pomfrey se vio envuelta en un remolino al cual Bellatrix se subió encima sin caerse pero una mano negra la atrapó tragándola y soltando gritos hasta que quedaron sus huesos como ceniza de chimenea en medio de la sala. El remolino avanzaba por el espacio que formaban las camas y se lanzaba contra la cama en donde estaba Hermione. Ron estaba junto a sus amigos que apuntaban las varitas.
Hermione soltó su varita desprovista de toda voluntad y como hipnotizada avanzó hacia el remolino con el brazo escociéndole pero en vez de sentir dolor sentía éxtasis de tener un reguero de líquido corriendo por su brazo. A cada paso que daba sentía con menor intensidad los gritos de Harry y Ron conjurando hechizos que no tenían respuesta de sus varitas porque tenían una estela negra que las hizo calentarse y los muchachos las soltaron por lastimarse las manos.
La chica tocó con su brazo marcado el remolino que empezó a apaciguarse hasta convertirse en la forma de un encapuchado que levantó su rostro: era Lord Voldemort.
--- Soy el secreto de toda la tiniebla que existe. Has respondido mi llamado de forma ejemplar Hermione......Infinitus Hermione......eres la numero uno.....simplemente únete a mí......--- dijo Voldemort.
Ron empujó a Harry contra la cama y este le entregó su varita pero no lo dejaba salir.
--- Soy quien está entre Voldemort y Harry Potter...--- dijo Ron antes de salir del espacio adoselado con la varita enfrentando a Lord Voldemort que miró al pelirrojo con desdén.
--- Weasley... --- dijo Voldemort con voz lejana.
Ron no la escuchó en sus oídos sino en la cabeza derrumbándole el ánimo.
--- Uno...elimina al futuro de la familia de vasallos de tu amo. --- dijo Voldemort a Hermione.
Hermione apuntó su varita contra Ron pero antes Voldemort tocó su hombro y lo tocó con su varita:
--- Infinitus...--- conjuró Voldemort contra Hermione.
La chica caminó donde Ron que le temblaba la mano mientras Harry miraba aterrado desde una rendija de la tela del dosel como su novia tenía los ojos negros y unas estelas blancas se le dibujaban en el rostro. Antes de tocar el pecho de Ron con la varita el rostro de Hermione se cubrió con una calavera blanca como la ceniza.
--- ¡Morsmodre! --- conjuró Hermione.
Una calavera verde salió de la varita golpeando el pecho de Ron que salió despedido hacia atrás donde había un vitral con la figura de los cuatro fundadores semioculta detrás de una alacena. Ron rompió el vitral cayendo al exterior inconciente.
El cielo estaba con un pequeño claro rodeado de nubes oscuras en espiral. Había una estrella solitaria en ese pedazo de cielo sin cubrir.
Lord Voldemort apareció con su cuerpo concreto sobre el frío piso de la enfermería y mostraba su varita larga y llamaba por señas a Hermione que se arrodilló frente a él.
Voldemort miraba el techo del recinto con expresión de júbilo y señalaba con la varita a cada rincón del lugar.
Harry trataba de no decir nada pero dejó escapar un chillido cuando alguien lo apretaba por detrás. Se volteó encontrándose con el rostro de Ariadna Wilder que lo pegó a su pecho y ambos desaparecieron del lugar.
CAPÍTULO 33
SANGRE Y CALAVERAS
Unos diez alumnos estaban frente a la puerta de roble que conduce a la explanada del colegio con sus varitas en posición de ataque tras huir desde el segundo piso de dos figuras etéreas que marcaban caso paso con vapor caliente. Una chica antes de bajar por la escalera de mármol y que era la última del grupo vio como la niebla rodeaba la cabeza de un fantasma del castillo que emergía del piso enlozado tras el último paso dado por una de las figuras negras que eran disparejas en estatura: una era del porte de la chica que se tropezó en el tercer escalón y el otro caminaba con escasa celeridad pero disparaba rayos negros de su varita. Este grupo de alumnos parecía escapar por sus vidas al no importarles que muchos como ellos cayeran presa de las distintas criaturas que deambulaban por el colegio desprovisto de toda protección con la aparición de la Estrella de la Noche en el claro que formaba esas nubes en espiral que venían desde norte y sur.
Afuera en la explanada habían armaduras que se movían por su propia cuenta estrellándose entre sí cuando disparaban los rayos que detectaban movimiento. La cabaña de Hagrid estaba en llamas que salían de cada madero negro e impactaban en la tierra produciendo temblores. El humo que salía impedía ver todo.
Cerca de una hondonada en los linderos con el Bosque Prohibido había tres figuras que forcejeaban con una cuarta a través del humo. Quien quería escapar gritaba y lloraba dando manotazos y patadas a todos lados, o sea a quienes lo tenían atrapado. De repente uno de ellos empezó a gritar frases y con un chispazo rojo de su varita que traspasaba la penumbra dio en el revoltoso que cayó al suelo suspirando y menos enconado.
De la misma varita salió un rayo azul que disperso parte del humo que había alrededor de la hondonada que albergaba al resto. Dos mujeres de tez blanca aparecieron rodeadas de un chico de pelo negro y engrifado que sostenía su varita con soberbia. Quien fue paralizado abría y cerraba sus ojos mirando desconsoladamente a la chica que llevaba el pelo descontrolado que se mecía con el ritmo del viento frío que llegaba desde el bosque.
Ella pasó una mano por el rostro del dominado que no tardó en dar otro alarido que fue ahogado por la otra chica que miraba al hombre que mostraba un rostro congestionado y rojo.
--- No es hora de mostrar ese tipo de afectos James, estamos por nuestras vidas y la de Harry. No intentes nada, te tengo marcado. --- dijo Ariadna Wilder sin ver que su amiga Cristina Lestrange la observaba con rostro furioso.
--- Nada de eso pasará si sigues hablando Ariadna. Concéntrate en Harry. --- dijo Cristina bajando la cabeza.
Harry las miraba perplejo y temeroso al ver al hermano de la aprendiz de auror revolviendo su varita cuando caminaba alrededor de las chicas que dejaron de apretar a Harry contra el piso que sintió como su pecho se aflojaba.
--- Tanto grito Harry, tranquilo. --- dijo Cristina esbozando una sonrisa.
James hizo un gesto que Cristina no alcanzó a ver pero que hizo sacudir el interior de Ariadna que se allegó a su hermano bruscamente y lo apuntó con la varita en el momento que Cristina se volteaba.
--- ¡Vas a comportarte porque estamos haciendo una misión! --- exclamó Ariadna.
--- ¿Misión? --- se preguntó James con voz grave.
--- Estamos para proteger a Harry, James. ¿Ahora entiendes? --- dijo Cristina molesta.
Las dos chicas dejaron de mirar a James exhaustas cuando volviendo a sentarse en el pasto reseco mientras Harry esforzaba al máximo sus ojos para ver algún rastro del castillo que era imposible ver. Luego se sentó entre las mujeres que estaban cabizbajas y murmurando cosas entre sí pero que Harry no entendía. Cristina lo miró tiernamente pero Harry le respondió con una mirada burlona que no hizo mella en el buen ánimo de la chica. Ariadna por su parte sacaba los trozos de hierba y los mojaba con la varita que soltaba chispas rojas como muchas durante ese extraño día lleno de ataques a Hogwarts.
--- Basta con darles agua a las plantas para que toda esa inmundicia acabe. --- dijo Ariadna.
--- Cálmate o matarás a cualquiera con esa varita loca. Tienes que responder bien, Ariadna. Nos preparamos para un día así. --- dijo Cristina agarrando un trozo de pasto.
James miraba el cielo con eterna compasión y una sonrisa se dibujó en su rostro al ver que el trozo de cielo estrellado estaba salpicado de estrellas fugaces, manchas lechosas como cristales y una sensación de paz que sacudía los corazones de todos en ese lugar pero en los límites empezaba la espiral múltiple de nubes negras que iban tronando entre sí cada vez que ocultaban un trozo del claro que se resistía a dejar dominar por todo. El muchacho por primera vez daba un síntoma de aflicción que lo forzó a dejar la vista del cielo pues sus ojos estaban rojos por mirar también las nubes que producían un efecto de rechazo. Se sentó en la hierba al lado de Harry que buscó la mirada de Cristina evadiendo cualquier intento del hermano de Ariadna por establecer conexión. Nada costó encontrar los ojos marrones de la muchacha que dio un suspiro que lleno de paz a Harry pero no era Cristina quien se dibujaba en su mente sino Hermione que también soltó un suspiro igual al de Cristina pero la sensación era otra. Demasiadas ganas de estar con ella brotaron en su pecho lleno de cosquillas que lo hicieron sentirse mejor, sus ojos se agrandaron con lágrimas saliendo de ellos ante la vista inexpresiva de James que no daba lugar en su mente a sentir algo así por más que mirase a Cristina quien le removía su interior veces antes.
Ya no eran expectativas por ver a la mujer que lo remecía sino otra cosa que ambos deseaban pero que nunca se dijeron: un pasillo silencioso aparecía en dos mentes a la vez que miraban el alrededor que era penumbras pero veían a la mujer que deseaban y nada pudo detener el impulso de darles la protección que tanto deseaban. Como un juego del corazón eran dos distintas que deseaban estar dentro del cuerpo de Harry. Estar dentro de mí pensó Harry que no hallaba respuesta a esa frase que dijeron Hermione y Cristina. Eran dos chicas distintas en dos mentes distintas pero uno se salió de ese deseo que era irrefrenable con miles de mortifagos dando vueltas por ahí. Harry cerró fuertemente sus ojos viviendo otra vez ese encuentro furtivo con su novia que le pedía una y otra vez que entrara en su cuerpo. Por favor protégeme decía Hermione dentro de la mente emocionado del chico que no cabía en palabras de amor hacia ella y de gestos que no tenían reflejo en el mundo exterior que carecía de toda esa pasión. Sin previo aviso esa imagen viva de Hermione iba desapareciendo para dar paso a la imagen de Cristina que estaba frente a Harry y que creía tenerla en su mente pero ya estaba fuera de sus recuerdos porque la chica estaba rodeada del mismo ambiente oscuro que el chico abandonó por un tiempo incalculable. Ella miraba tiernamente y Harry se dejó llevar pero se sacudió la cabeza en un intento por no ser atrapado por ese extraño trance que no deseo. Pero no había nada de eso, era la realidad que lo tenía allí con gente que desconfiaba profundamente y sin su Hermione.
Una corriente eléctrica sintió en su frente que lo hizo pegarse contra el pasto violentamente a la vez que esa misma sensación en colores sentían los diez estudiantes que eran volados por la energía del sortilegio que les lanzaba la serpiente maldita: Lord Voldemort. La otra figura aguardaba detrás con expresión nula pero que dio un halito de esperanza a quienes aún tenían la fuerza de sostener su varita. Hermione Granger les tendió una mirada asesina que los hizo tener deseos de arrancar pero un enorme resplandor verde los paralizó dejándolos tiesos en la salida a la explanada junto a los aurors que horas antes custodiaron el lugar.
La última pupila en cerrarse estaba cargada de odio al Señor Oscuro que correspondió de la peor forma con las palabras que volvieron dementes a ese par de personas que compartían amor pero que nunca fue recibido por el chico que miraba a Voldemort con ganas de asesinarlo pero fue sacudido por un hechizo de un haz sutil como una delgada línea café pero le hacía perder la razón como su padres tiempo atrás.
--- ¡Cru...cio! --- escuchaba el chico de pelo ordenado y que intentaba dejar a un lado esas voces de No, Si y se levantó apuntando con la varita a Lord Voldemort que cortó la conexión y la maldición quedó dando vueltas por el Gran Vestíbulo hasta pegarle al chico por la espalda macerándola pero nunca abandonó el impulso por atacar a Lord Voldemort que cambió su expresión a un terror casi imperceptible cuando el muchacho dijo en la voz más fuerte que pudo: AVADA KEDAVRA.
Es imposible huir de él pensó el muchacho que cayó al piso jadeando y sentía como sus piernas se adormecían. Sus padres aparecieron frente a él y le tendían una mano que feliz alcanzó. Ellos se levantaron como espectros en el Gran Vestíbulo en el torbellino verde del imperdonable que perseguía a Voldemort que miraba con recuerdos las dos figuras de gente muerta que llegaban en ese momento.
Priori Incantatem murmuró Voldemort y su rostro se iluminó y abrió los brazos recibiendo el golpe de esas dos figuras que deshicieron el Avada justo a tiempo pero no ayudó a vencer a Voldemort que triunfante se arrodilló junto al chico que no podía creer que el mago siguiera vivo.
---P-Potter escapó de ello pero tú no. --- dijo con voz quebrada.
--- Agradécele a tus padres que dieron la vida o los mandaron a mejor vida quien sabe cuando vinieron en tu auxilio en este momento. De nada sirvió Longbottom...ellos están muertos, murieron como un buen maleficio Cruciatus manda pero tú fuiste muy resistente y veo que los muertos terminan incordiándolo a uno si esa deudo los invoca. No podré cambiar el destino de tus padres pero sí el tuyo, no existe quien reclame tu presencia en el futuro por lo que no podrás volver...recibe el hechizo que tanto movió neuronas y esfuerzo en tu cuerpo roto por la maldición que tanto te tuvo en vilo, ah. Muere Neville... ¡Avada Kedavra! ---
Lo que no alcanzó a sentir Neville pues ese hechizo mata silenciosamente lo sintió Harry en su cicatriz que en clave Voldemort era absoluto regocijo. Hermione seguía mirando el lote de cuerpos mordiéndose el labio con fuerza que lo lastimó brotando un hilito de sangre que fue alimentó para una criatura que ella nunca había visto en ningún libro: una seta.
Voldemort llamaba setas a unos brazos deformes que salían del suelo buscando sangre y el mismo detuvo a la seta que intento hacerse del rostro de la chica y que despareció bajo el suelo del Gran Vestíbulo. Hermione acompañó a Lord Voldemort con una intención secreta en su mente: Harry Potter. Ella misma era un manojo de contradicciones.
Los ojos de Harry eran un hervidero de lágrimas por el dolor de su cicatriz que de fondo era acompañado por un extraño júbilo que era comparable cuando pensaba en Hermione. Se calmó cuando Ariadna lo sentó en la hierba de forma maternal y cerró sus ojos buscando una salida a ese ataque que le estaba profiriendo Lord Voldemort desde la escalinata a la explanada tras ordenar a Hermione revivir los cuerpos con el Inferix Vita. Repetidas veces exclamaba Crucio en su cabeza que terminaba reflejándose en la de Harry que soltaba gritos de dolor que Ariadna intentaba apaciguar con hechizos paralizantes de reflejos y de memoria pero nada funcionaba. Cristina apuntó con la varita a Harry exclamando ¡Legeremens!
Hebras metálicas salieron de la cabeza de Harry acabando con su dolor pero no del temor que sentían los Magos del Norte que se agruparon en torno Harry mirando las hebras que salían. Un pensamiento pasó por la mente de James que lo hizo juntarse más con su hermana y Cristina: Lord Voldemort nos verá.
Sin tener lugar para depositar los pensamientos estos quedaron suspendidos en el aire y las hebras se doblaban con una estela de niebla que dejaba ver una imagen que tomó por sorpresa a los tres magos: cuerpos inertes que cobraban vida y luego la vista cambiaba a bajar las escalinatas y a un acompasado caminar por la hierba de la explanada. Cristina volvió a conjurar otro hechizo en voz baja: Legeremens Absoluta.
Ya no veían desde los ojos de otra persona sino a la persona que era Lord Voldemort que se tocaba la frente con la varita conjurando Crucio repetidas veces que los magos escuchaban nítidamente. Ariadna miró con terror a su amiga que con gesto afirmativo sostenía otra vez la varita y le habló a su extremo: Lord Voldemort estamos viéndote como el ojo egipcio de la pirámide que todo lo ve y escucha...Danos la bondad de recibir el regalo que mandes. Voldemort tengo a tus traidores que estuvieron escuchándote durante meses y estaban planeando matarte.....los tengo....los tengo.....(Cristina los tomó por los brazos y se los pegó)...vamos mírame....deja de molestar a Potter que ya no tiene hebras de recuerdos porque tú las teñiste del mismo color y yo deseo desatarlas.....vuelve a tu centro...a tus mortifagos falsos que te dan vuelta la espaldas a momentos de que seas el dueño del colegio que te crió....Tom Riddle.....mírame.....mírame....mírame....estoy dispuesta a todo con tal de matarte....soy como esos traidores.....pero nunca anduve en su sucio club....soy la hija de la mortifaga que te sentía como el mago que revolvía su corazón......Bella te seguía por amor....jamás te vio como el mago más poderoso de todos. Vamos...vamos.... Lord Voldemort la miró a los ojos y estiró su mano sin poder salir del recuerdo de Harry. Su rostro furioso se dibujaba y en vez de hablar pensó para si de forma que los tres magos podían escucharlo en sus cabezas: Wilder...Wilder...Lestrange...Dos...Tres...Nueve...la lista se acorta de forma insondable. Burlaron mi vulnerable mente pero la varita se ha mantenido intacta siempre, ustedes decidieron atarse a mi por lo tanto van a probar el sabor de un mortifago traidor...
Cristina rompió la imagen de Voldemort y las hebras se desvanecieron en el aire caliente a la vez que Harry apuntaba con la varita a los tres magos con expresión asesina.
--- Lo trajeron donde estoy yo, esa era tu verdadera intención Cristina. --- dijo Harry.
--- Hay que huir, ustedes no se si podrán escaparse de la Marca. --- dijo Cristina a los Wilder ignorando a Harry.
Ariadna movió los hombros con una sonrisa que hizo sentir mal a Cristina que abrazó a su amiga fuertemente aguantando un sollozo.
--- No debes porque rendirte. Voldemort sólo puede torturarnos, de eso somos capaces de salir. Nos necesita cerca para matarnos a todos. --- dijo Ariadna tranquila.
James empezó a caminar por la explanada sin que nadie lo siguiera. Se volteó perplejo al observar a las amigas.
--- ¿Qué desea maestra? Creí que íbamos a encerrar a Lord Voldemort cuando este anduviera suelto y la vida de Potter fuera frágil como nuestras muñecas. --- dijo James.
Cristina miró a Harry que levantó las cejas.
--- Harry..Nosotros tenemos pensado eliminar a Lord Voldemort ahora...es la oportunidad perfecta porque no anda rodeado de sus seguidores y que anda buscando a los Wilder por su traición. Sólo debes venir con nosotros, ¿qué piensas? --- dijo Cristina ansiosa.
--- Escapar...no podría hacer eso porque tengo de donde sacar fuerzas para pelear contra Voldemort. Ya me ha quitado tanto y muchos se han ofrecido a combatir que yo quedó en sólo promesas sin cumplir. Déjenme luchar por mis padres, mis amigos, por Hermione y por su libertad que tanto desean. El mismo odio que siente Voldemort lo siento yo y una profecía nos ata así que este asunto termina de a dos... Cristina no voy a quedarme mirando... Sé que se siente ser torturado por él y no tengo miedo de padecerlo nuevamente, sólo temo a la muerte y lo que pueda encontrar si muero. --- dijo Harry con voz pausada.
James se tocó la muñeca que ardía.
--- Está bien. Nosotros vivimos en ti y no puedo desconocer que estamos cerca de cumplir nuestra misión. Ante de todo quiero que tengas en la Orden una protección, un consejo o lo que pidas. Tenemos cosas que defender también cuando tengamos a Voldemort delante. --- dijo Cristina con Ariadna a su lado asintiendo.
--- Tengo la marca roja, Cristina. Voldemort anda cerca. --- dijo Ariadna con la mano en la muñeca como su hermano.
Los cuatro empezaron a caminar por la explanada encontrándose con los escombros humeantes de la cabaña de Hagrid. Harry se paró al frente de ellos estupefacto.
--- ¿Harry? --- llamó Ariadna.
Del medio de los escombros salió una seta que pilló desprevenido a Harry que dio un pasó a atrás.
--- ¡Reducto! --- conjuró Harry contra la seta que desapareció.
--- Fue un animal maldito. --- dijo James más adelante.
Ariadna quitó a Harry del lugar y continuaron caminando por un sendero roto que iba a la par con las rejas de madera del Bosque Prohibido. Llegaron donde unas bancas de piedra pegadas a los árboles frondosos que tenían sus ramas húmedas.
--- ¿Qué tan cerca está el lago? --- preguntó Cristina.
--- Detrás de ese vapor. --- contestó James.
Harry se adelantó al grupo con la varita en alto y piso la fangosa orilla del lago que estaba como una gran mancha oscura hacia la inmensidad. Los demás lo siguieron dubitativos hasta que Ariadna comentó que quizás habría que llamar a Voldemort pero no fue necesario pues al escocerles la marca a los hermanos Wilder estos pidieron no seguir de forma que Voldemort los encontraría porque seguía la fuerza de la marca donde estuviera. James se acercó a las dos amigas que se apartaron un poco de Harry que los ignoró.
--- ¿Estará Hermione Granger con Voldemort? --- preguntó James en voz baja.
--- Ahora ella anda de mascota del mal nacido, demás que viene con él. --- dijo Ariadna.
--- Tendremos que matarla también, no sabemos si su presencia va a facilitar las cosas. --- dijo James.
--- Harry es el problema. Va a enfrentarse a Voldemort sin siquiera pensarlo y no debe pasarle nada a él. --- dijo Cristina.
--- Una cosa es que Harry muera y Voldemort gane pero si ganamos a Voldemort y resulta inevitable que Harry muera o su novia también. --- dijo James.
--- Nadie tiene idea de que pasará con Voldemort maté a Harry, tienen una maldición en común así que mejor no juguemos con él...Harry debe estar vivo siempre y respecto a Hermione tengo unas terribles dudas. --- dijo Cristina.
--- No debes olvidar porque estamos aquí. Tenemos fuerza para defender a Harry pero no a Hermione y no sabemos como viene ella. --- dijo Ariadna hablando rápido.
--- ¡Está aquí! --- exclamó Harry más adelante.
Dos figuras de blanco se acercaban desde el medio del lago oscuro con paso campante hasta que apuntaron con las manos a los cuatro magos que estaban en la orilla uno al lado de otro con las varitas en alto a similar altura.
--- Potter atrás. --- dijo Cristina severa.
Harry se puso detrás de los tres Magos del Norte que juntos exclamaron ¡Destinación Final!
--- ¿Qué es eso? --- preguntó James sorprendido.
--- Inferius sobre el lago...dos...tres...cuatro... ¡Qué! --- dijo Ariadna confundida.
--- Mira detrás. --- dijo Cristina a Harry.
--- Seamus Finnigan. --- respondió Harry.
--- Fíjate es un inferius...se acerca...repréndelo suavemente. --- dijo Cristina sin que los Wilder dejaran de mirar adelante.
--- ¡Petrificus...Totalus...--- dijo Harry bajando progresivamente la voz.
El Seamus inferix se revolvió en el piso tieso y quedó paralizado.
--- Petrificus Totalus. --- conjuró Ariadna contra el grupo del frente.
Cuatro de la avanzada de los inferius se desplomaron gruñendo en el agua del lago que hervía.
--- ¿Quién viene? --- preguntó Cristina a Harry.
Harry negó con la cabeza pues no había nadie desde la explanada. Los inferius del lago se reunieron en círculo delante de los Magos del Norte que no dudaron en paralizarlos antes de que ellos pudieran hacer algo.
--- Incantatem Lux. --- dijo Cristina.
Tres velas aparecieron sobre la superficie del lago y estables fueron deshaciendo todo rastro del vapor caliente de los inferius que desaparecían. El lago parecía una poza de leche.
--- Incantatem Lux. --- dijo Cristina donde estaba Harry.
Finnigan tenía una vela frente suyo y desapareció.
Cristina volvió donde Harry con la intención de cuidar ese lado lo que despertó la molestia en Harry que dijo que podía defenderse sólo.
--- Ni idea de donde pueda venir Voldemort o si lo hará acompañado. Sólo para que no nos tome por sorpresa... piensa bien antes de hacer algo, por favor. --- dijo Cristina caminando hacia los árboles más alejados del lago.
Ariadna y James sostenían una conversación en la que el hermano estaba pidiendo algo desesperadamente
---...Déjame morir junto a ella. La necesito. --- dijo James.
--- Anda a la primera ola del lago...cuidado con los inferius. Mátalos si es necesario. --- dijo Ariadna fría caminando donde Harry.
--- ¿Qué pasa con James? --- preguntó Harry inquieto.
--- Está aterrado. Suena raro pero temí que todo lo que dejó dentro de sí viniera a la luz ahora. No le hagas caso, por favor. --- dijo Ariadna quedándose al lado de Harry.
Harry miró extrañado a las dos chicas que le habían repetido la misma frase con igual sentimiento. Miró a cada mago del Norte y encontró terror cosa que lo contagió al explotar.
--- ¡Ustedes temen algo peor! ¡Díganmelo! --- gritó Harry.
--- No te preocupes Potter, es asunto nuestro. Sigue con tu camino. --- dijo James desde la oscuridad.
La vela de Cristina en el lago se apagó.
--- ¡Avada Kedavra! --- conjuró James cuando el primer inferius se levantó del agua mohosa.
Cristina se siguió separando del resto de forma que quedó a mitad de camino del lago y de la extinta cabaña de Hagrid. Desde ese lugar ella mandó con su varita en enorme haz luminoso amarillo que envolvió la zona en donde estaban el resto de los Magos del Norte y Harry.
--- ¡Qué hiciste! --- gritó Ariadna desde el fondo y asustando a Harry.
La chica del hechizo corrió hasta su amiga que veía como una extensa reja dorada que iba insertándose en las oscuras aguas del lago y rodeaba a quienes estuvieran en tierra.
--- Puse el hechizo áureo en caso de que Voldemort aparezca al lado de cualquiera...--- dijo Cristina jadeando.
--- No pensamos esto antes...bueno él debe venir así que esto ayudará un poco...--- dijo Ariadna mirando el cielo.
--- ¿Por qué lo esperas tanto? --- preguntó Harry intrigado.
--- Porque quiere despedirme junto con James...es inevitable. --- dijo Ariadna esbozando una sonrisa.
A Harry se le ensombreció el rostro con lo dicho por Ariadna y miró a James que seguía mirando el lago con profunda atención a la vez que Cristina volvía más atrás al sendero cerca de los árboles. Tuvo la intención de ir donde ella pero Ariadna lo retuvo con su brazo temblando.
--- Ariadna...--- dijo Harry tiernamente.
--- Aparece Voldemort...--- dijo Ariadna que hizo una muesca de dolor.
La chica se acercó a James que igual se frotaba la muñeca que ardía en ambas personas que conservaban el ánimo. Su mente se lleno de figuras oscuras flotando en el aire y una de ella se paró delante de James que no lograba distinguir si era real o imaginaria. Escuchaba a su hermana a lo lejos pero no sabía que era e instintivamente sacó su varita de la túnica...la veía claramente y conjuró: Reducto. Se tiñó de rojo delante de el.
Se sintió empujado hacia atrás por una mano gris que al darse vuelta se percató de la presencia de Hermione cubierta por una túnica negra y llevaba en la otra mano la máscara de mortifago que aparecía en una mano de James. El muchacho se resistió a tomarla y se apartó de la mortifaga que se retiraba entre la niebla hacia donde debían estar los demás magos.
Desde arriba Cristina veía venir a Hermione que a paso lento alzaba la varita contra Ariadna que tenía una máscara en su mano derecha. Contra todo la muchacha le puso la mascara a Hermione. Harry soltó un grito desesperado que ahogó cuando desde los árboles las nubes se abrían en jirones mostrando un claro lleno de estrellas rodeado de las nubes en espiral de antes.
--- Potter...--- sonó una voz fría en la cabeza de Harry.
--- Voldemort...--- dijo mentalmente Harry.
--- Evans...--- dijo Voldemort con la voz grave dentro de la cabeza del muchacho.
Harry levantó una mano al cielo viendo la imagen de su madre en la penumbra. Estaba impresionado por ver a Lily tan nítidamente y deseaba estar con ella.
--- Mama...--- dijo Harry.
--- No te salvarás esta vez Harry. Las dos sangres unidas por calaveras te trajeron a tu perdición. --- dijo Voldemort.
Un empujón desde atrás hizo que Harry volviera a ver la orilla del lago que en su fondo mostraba a James en una conexión de varitas entre Voldemort y el hermano de Ariadna.
--- ¡Crucio! --- conjuró James.
Voldemort estaba con una expresión tranquila que asustaba a Harry que buscó con la mirada a las chicas que estaban en extremos distintos y escondidas. Ariadna estaba detrás de un enorme seto ahogando gritos por su marca.
--- ¡Morsmodre! --- conjuró Hermione apareciendo atrás de Harry.
En el cielo se dibujo la calavera verde. Ariadna apareció en la orilla retorciéndose en el piso con el brazo brillándole. James tenía el brazo agarrotado por la Marca que ardía.
Harry sólo tenía ojos para Hermione que lo miraba con expresión perdida y mostraba la mascara que tanto medio daba.
--- Hermione. --- dijo Harry con aplomo.
--- Eres la maldición del Señor Oscuro. No sigas incordiándolo. --- dijo Hermione.
Cristina venía corriendo desde atrás y se puso entre Hermione y Harry. La joven mortifaga miró con expresión perpleja a su amiga.
--- Algo sientes verdad. --- dijo Cristina soportando los empujones de Harry.
Hermione no dijo nada y dudo al momento de tomar su varita y dirigirla a Cristina que apuntaba con la suya también.
--- Voy a matarte si lo haces. --- murmuró Harry desde atrás.
Una inmensa luz vino desde el lago con James volando hasta caer cerca de Ariadna que seguía oculta en el seto. Cristina se llevó a Harry detrás del seto de Ariadna cuando Voldemort caminaba a la orilla que se reunió con Hermione que hizo una exagerada reverencia.
El Señor Oscuro levantó la mirada hacia los árboles viendo las muecas de dolor que hacía James en el regazo de su hermana que tenía la varita en una mano. Harry y Cristina no se veían.
--- Busca a Potter, Infinitus.--- dijo Voldemort a Hermione.
La chica salió corriendo hacia arriba logrando avistarlos cuando buscaba detrás de los árboles de la orilla. Una vez más la chica se quedaba quieta mirando a los jóvenes.
James logró reponerse cuando Voldemort iba donde los hermanos que se incorporaron con las varitas amenazantes y escuchaban la desesperada conversación de Harry, Hermione y Cristina pasos atrás.
--- Te andan traicionando y eso que hiciste de todo por que ella cayera. --- dijo Ariadna con la varita chispeando.
--- Su varita puede darle una mala pasada Wilder...nunca entendió que detesto las brujas con la mano temblorosa. --- dijo Voldemort sin acercarse a ellos.
Detrás de ellos estaba Harry hablándole cosas a Hermione que miraba con los ojos grises. Cristina empujaba a Harry por el sendero hacia la cabaña de Hagrid.
Los hermanos Wilder lanzaron un hechizo de desarme que lleno de humo el lugar y emprendieron una loca carrera por la explanada al tiempo que Cristina se ocultaba con Harry detrás de la cerca del Bosque Prohibido.
Hermione andaba detrás de Voldemort a paso torpe mientras Harry no podía evitar seguirla pero los continuos empujones de Cristina lo hicieron razonar que salir era batalla segura con Voldemort.
--- Él no tiene ojos para ti ahora, anda detrás de los hermanos Wilder. --- dijo Cristina resignada.
--- ¿No vas a salvarlos? --- preguntó Harry.
--- ¿Qué puedo hacer Harry? Es inútil huir de una maldición que tu mismo te has puesto...no voy a seguirlos porque debo estar contigo. Espero que Hermione no se atreva a aparecerse porque voy a defenderte. --- dijo Cristina.
--- Estás loca. --- dijo Harry que no tuvo ganas de seguir la discusión.
La niebla no permitía ver nada ni menos si el cielo estaba lleno de nubes excepto en el claro que iba moviéndose por la explanada iluminando sitios.
--- Harry...Que el claro no te vea. --- dijo Cristina al ver que la luz exagerada de las estrellas se movía hacia ellos.
--- ¿Cómo? --- preguntó Harry.
Había un hervidero de preguntas en la cabeza de Harry en ese momento, estaba paralizado y no podía moverse. Resultaba difícil pensar en Hermione y Voldemort que no estaba a simple vista. No quiere matarme acaso pensó Harry.
Desde el Bosque Prohibido se agitaban los árboles gracias a un viento que venía desde su interior. Una luz verde sacudía cada árbol detrás de la reja de madera, toda la reja.
Harry y Cristina terminaron de bruces en el pasto tras ese vendaval que los lanzó. Cada uno sacó la varita a figuras que parecían ser caballos.
--- Centauros. --- dijo Harry en medio de la penumbra.
Eran seis y uno de ellos tenía a James atado a una especie de montura y bufaban ruidosamente. Voldemort apareció delante de ellos.
--- Es difícil doblegar almas que sienten que su hábitat es parte de si mismos. Están partidos con su bosque muerto, centauros. Wilder ya no escapas de esta, traidor. Todo será mejor si te largas de aquí. --- dijo Voldemort tocando el pecho de James con la varita.
--- Necesitas que esté Ariadna para completar la lista mi Señor Oscuro. --- dijo James con voz grave.
--- Lástima Wilder, no hay retorno. Estás despedido. --- dijo Voldemort que tomó la varita y exclamó ¡AVADA KEDAVRA!
Pero James no se vio sacudido por el maleficio imperdonable... Voldemort igual dio con un Wilder.
--- ¡ARIADNA!--- exclamó James.
--- La profecía hecha está...pero falta la otra calavera unida con sangre a la otra, si no me equivoco. --- dijo Voldemort.
Harry quiso increpar a Voldemort pero ya no veía nada de la escena, Cristina desapareció junto con él.
Los centauros a la luz de la varita de Voldemort los mostraban como seres con globos oculares negros y expedían vapor que iba congestionando a James. Bajo ellos yacía Ariadna con los ojos abiertos mirando el cielo con el claro pasando arriba de ella. Sus cabellos estaban amontonados arriba. La muchacha estaba inerte. Nadie vio que venía.
--- Tú hermana tuvo la ocurrencia de aparecerse en el momento en que el maleficio salía de la varita Wilder. Debo decirte que ella penetró en mí mas que cualquier persona, sabes porque. Ella tiene un hechizo que la hace ser igual a mí...fue una hechicera genial debo reconocer que usó los métodos más fácil de suplantación de identidad...fue Voldemort unos instantes e incluso mató a mi fiel y cobarde vasallo Colagusano. --- dijo Voldemort.
James estaba inconsciente por el halo de los centauros que tenían al joven atrapado.
--- No sé quien anda en tu mente James...es lo último que verás.....Avada Kedavra. --- conjuró Voldemort contra James.
James cayó al suelo tras el centauro que lo sostenía que estaba igualmente muerto: ambos recibieron el hechizo.
Voldemort mandó otro hechizo al cielo:
--- ¡Piramidea Universalis! ---
Un gran ojo formado por cientos de pequeñas nubecillas apareció sobre el claro del cielo y estás se movían al compás de los movimientos del ojo recién formado.
--- ..............--- Voldemort iba a conjurar pero murmuró para sus adentros el nombre del hechizo.
Del ojo nuboso salió un potente rayo dorado que traspasaba la niebla y apuntaba hacia el medio de la explanada. Voldemort alzó la varita en dirección al ojo que habló en la cabeza del mago pero con su propia voz.
--- Infinitus....Sacrux.....Flame Sacrux. ---
Voldemort dio una reverencia ante el ojo que seguía apuntando con el rayo dorado y esa dirección tomó el Señor Oscuro a paso lento y con la varita en su mano derecha.
CAPÍTULO 34
LA PUERTA DE LOS CUATRO
Lord Voldemort guiaba con la varita al ojo nubloso que mostraba una niebla acuosa que quedaba retenida dentro del espacio ovalado que estaba protegido por las nubes en espiral que seguían un ritmo que el propio mago sentía en su pecho. A cada latido, una vuelta más.
Junto al Señor Oscuro iban los hermanos Wilder vestidos con atuendo de mortifagos pero sus rostros estaban picados de forma espantosa y daban los mismos gritos que la mortifaga Bellatrix o Hagrid cuando ya eran Inferius. Voldemort los miraba despectivamente y los detuvo clavándoles sus varitas en el pecho en medio de la explanada iluminada por el ojo que pestañeaba incesantemente.
--- Nada de lo planeado dice que deban morir dos veces, estoy seguro que en sus corazones siguen albergando esa esperanza secreta de matarme. No tengo tiempo para tomar riesgos que seguramente siguen encapsulados en ese cuarto maldito que me maldijo hace tanto tiempo. Sólo uno ha sobrevivido a la maldición que me incordia tanto como a Harry. Ustedes quisieron llegar a algo similar conmigo. Insensatos pudieron tomar los hechos por sus dedos y nada hubiese pasado pero no fue culpa suya, sino de su amiga Lestrange que como Bellatrix se borra en cosas importantes. Wilders tuvieron el suficiente aplomo para seguirme pero su amiga no y debe ser un enorme peso, la veo sufriendo a través de mi ojo. Sí mi único ojo porque tengo el otro en lo alto para decirme los pasos de cada persona, fui traicionado con mis propios hechizos. Fue doloroso ver que mi alma estaba siendo comidilla de unos magos que quisieron ser iguales a los Reales que cometieron el mismo error de ustedes, que los agarró el miedo cuando aparecí yo. Sigan su camino pues nada quedó de ellos...murieron así que imaginen como será su futuro hermanitos... ¡Alto! ¡Avada Kedavra! --- conjuró Lord Voldemort a los dos hermanos que cayeron en el pasto con la tez gris y tiesos.
Dejó los cuerpos allí y siguió su paso campante hasta una pequeña fontana vacía en cuyo interior estaba una serpiente que iluminó el rostro de Lord Voldemort. La serpiente se levantó como cobra hasta la altura de los ojos del mago que la acarició con la mano derecha y empezó a hablarle con la voz difusa en idioma pársel. El reptil asintió con su cabeza y se hizo hacia atrás para abrir su boca con los colmillos venenosos que clavó en el ojo derecho de Voldemort que libero unos fantasmas de su ser con la niebla negra exudando de su túnica. Cuando la serpiente se retiró tenía el ojo de Voldemort en un colmillo.
--- Ahora el ojo de la pirámide será omnipotente, tiene la maldición que comparto con Harry....esa Evans hizo todo enredado pero ya descubrí su oscuro secreto tras una pila de notas que la pobre dejó en el palacio dementado cuando fue una Infinitus como mi vasalla que tiene el corazón de Potter entre las cuerdas del adiós o la lucha. Escoge la lucha Harry. Ojo que sales ve donde está tu verdadera cuenca, allá en el cielo junto con tus cerraduras dementadas que girarán al son de cada persona que esté bajo el rayo dorado de mi inteligencia. Rayo cura mis heridas excepto la de la maldición de Evans que me ata con Harry, no he podido dominarlo por mas que entre en sus hebras deformes...vamos ojo manda ese elixir dorado donde estaba tu alma antes de elevarte como las almas de los hermanos unidos por calavera, vamos. Eso es...sí...tengo tu protección garantizada...no importa que no cierres mi cicatriz de tu misma forma dentro de tu antigua morada...Gracias visor de toda la tiniebla. --- dijo Voldemort unido al ojo por el rayo dorado que salía de el claro de las nubes.
La conexión con el ojo terminó cuando la serpiente se devoró el globo ocular del mago que se sentó en la fontana con expresión tranquila y se pasó la mano por su rostro sudado que tenía unos remendones cerca de las orejas y un pedazo de metal en las rendijas que tenía por nariz. Aspiró el oscuro aire de la noche con un negro intenso que traspasaba la habitual invisibilidad de la noche.
Se levantó con la serpiente siguiendo hasta un sendero de piedras intacto en donde el reptil habló en lengua pársel a la vez que el mago murmuraba la misma palabra: Nagini, Nagini.
--- Vengan mortifagos. --- dijo Voldemort mirando el cielo.
El ojo mandó su rayo de luz hacia sus propios espirales que se disiparon en una inmensa figura en forma de calavera negra en la cual se veían cientos de dementores que expulsaban su halito siniestro que fue la bienvenida de un grupo de mortifagos que salió de allí bajando al piso por un tobogán de luz que era el rayo del ojo. Cuando llegaron todos a tierra el ojo apagó el rayo y siguió mirando la oscuridad.
Nadie daba crédito al aspecto de Lord Voldemort, sus seguidores cuchicheaban sobre el ojo que le faltaba y el gigante que se levantaba sobre el ellos. Uno comentó lo mal que los trataron los dementores allá arriba.
--- No sé de que te quejas Macnair, tienes casa y guarida a salvo de cualquier mago que desee matarte. Todos tienen semejante protección y sólo se les pide responder mis llamados a sus tareas. --- dijo Voldemort.
--- No merecemos esto, señor. --- dijo Lucius Malfoy sin su máscara.
--- Vivir en la tiniebla donde pueden ver a todos moviéndose, sólo el Gran Ojo tiene esa facultad y se niegan a elevarse, si siempre buscan eso, eh. Lástima que quienes les dieron reputación de traicioneros ya estén muertos por lo que si no quieren seguir ese destino...--- dijo Voldemort enconado.
Nadie habló y debieron volver a los cielos custodiados por los dementores que tendieron de nuevo el puente estelar por donde los mortifagos caminaban asustados hacia las rendijas nebulosas en la espiral que rodeaba el ojo que estaba en completa calma. Voldemort sintió una punzada en la cicatriz que tenía en la cuenca ocular que dejaba al descubierto y con la varita se alivió el dolor a costa de la mente afiebrada de su otra cicatriz hermana que en esos momentos pasaba delante del ojo, es decir, por la mente de Voldemort que visualizaba nítidamente la cicatriz de rayo que tenía Harry en la frente. Apenas dejó de ver a Harry un rayo dorado salió del Ojo apuntando hacia los linderos del Bosque Prohibido.
--- Potter...allí estas. Infinitus sigue. --- dijo Voldemort.
El mago caminó en dirección del rayo seguido por la serpiente a paso rápido por el frío pasto que a esas horas de la noche empezaba a escarcharse por andar una bandada de dementores cerca botando vapor negro y se quitaron del camino al ver pasar a Lord Voldemort. Junto con la serpiente llegó a los restos de la cabaña de Hagrid que eran iluminados como una linterna por el ojo que estaba encima de Voldemort. Sacó su varita de la túnica y apuntó a ella removiendo los escombros quemados sin encontrar señal de Harry Potter. Voldemort miró molesto el ojo del cielo que le devolvió una frase con la misma voz del mago: Sacrux.
--- ¡Harry Potter! --- exclamó Voldemort frente a la cabaña quemada.
Detrás de la casa con la pared que aún se sostenía en pie estaban Harry, Cristina y Hermione que estaba rodeada de cadenas brillantes que salían de la varita de Cristina.
Infinitus Andrómeda dijo el ojo en la mente de Voldemort. El rayo dorado se fue hacia los linderos del bosque prohibido.
Él área donde estaban los jóvenes era iluminada por el rayo que les cegaba la vista y la cicatriz de Harry empezó a arder.
Evans dijo el ojo.
La serpiente de Lord Voldemort fue hasta detrás de la cabaña con sus ojos negros y agrandados. Al dar la vuelta en la esquina recibió un rayo verde de la varita de Harry que se puso entre el cadáver del animal y las dos chicas que forcejeaban
--- Suéltala. --- dijo Harry hacia atrás.
--- ¿Estás seguro de que Hermione aún no nos deja? --- preguntó Cristina.
--- Sí, sólo déjala. --- dijo Harry con la voz quebrada.
Cristina miró fijamente a su amiga que miraba con expresión perdida y cuando le desató las cadenas sin siquiera dudarlo le dio un abrazo a su amiga que ella correspondió. Hermione tenía los ojos húmedos pero era incapaz de decir cualquier cosa.
Voldemort caminó por la huella resinosa de Nagini encontrando el cadáver de su serpiente que botaba líquido blanco con un olor fuerte a parafina.
--- Evanesco...--- dijo Cristina desde atrás.
Tanto Harry como las dos chicas se desvanecieron en el aire.
Evans volvió a decir apuntando el sitio en donde desaparecieron los tres jóvenes.
El Señor Oscuro estaba contrariado pues no veía nada y se le aclaró la mente de forma que con un movimiento de su varita hizo aparecer a los chicos que se agruparon en la esquina opuesta en donde estaba Lord Voldemort que rió sardónicamente y alzó la varita en dirección a Harry.
--- Harry...llegó tu hora. --- dijo Voldemort con voz fría.
Cristina se puso entre Harry y Voldemort y con un movimiento de su varita puso una campana dorada que encegueció a Voldemort unos segundos a la vez que el Gran Ojo se cerró dejando todo en una penumbra imposible. Harry agarró a Hermione que estaba débil y se la llevó cerca de los linderos del bosque mientras que Cristina apagó la campana regresando los ojos de Voldemort a la normalidad.
Voldemort no miró a Cristina al volver la luz del Ojo sino que lo miró a él con expresión perpleja e cuando frunció el ceño cerro su ojo izquierdo que estaba intacto y el Gran Ojo se apagó regresando la tiniebla. Dentro de la mente de Voldemort su propio puzzle estaba cojo. Cristina arrancó donde fueron Harry y Hermione.
La chica llegó a un sector rodeado de cedros con aullidos hacia el espesor del bosque que se levantaba ajeno a todo el terror del colegio que era imposible ver por la niebla.
--- Hay problemas con ese ojo. --- dijo Cristina muy rápido.
--- ¿Hermione? --- dijo Harry al ver que la chica cerraba los ojos sudando.
--- Voldemort no anda llamándola así que por eso está normal...Tiene otras intenciones con ella. --- dijo Cristina mirando hacia la figura de la cabaña.
--- Se acaban los lugares, ¿cuánto mas vamos a seguir escapando? --- preguntó Harry.
--- Ni idea. --- dijo Cristina deprimida.
--- Gracias a ti sigo vivo y Hermione también...siento lo de los Wilder. --- dijo Harry con voz dura.
Cristina sólo movió los hombros y aguzó más oídos creyendo escuchar una voz espectral que venía desde la cabaña de Hagrid cuando el rayo del ojo los iluminó y Harry se tocó la frente caliente.
Sacrus escuchó en su mente Harry que estaba llena de sombras y de ellas venía Lord Voldemort que en realidad estaba enfrente de los tres. Sosteniendo su varita otro resplandor verde salió de los árboles arrancándolos de raíz y las ramas tomaron a los tres jóvenes que se vieron empujados hacia atrás mientras Voldemort lanzaba hechizos a todos lados cortando las ramas que le quitaban sus presas.
Los tres cayeron violentamente a un claro en el bosque lleno de grietas en las piedras y pisos. Al incorporarse se encontraron con la profesora McGonagall que tenía su rostro iluminado.
--- ¡Vengan! ¡Vengan! --- gritaba la profesora desde el fondo.
Perplejos los muchachos se acercaron viendo que la profesora tenía su varita alzada frente a un agujero circular con cuatro nombres que brillaban en la oscuridad y una inscripción más abajo que decía:
Cuando sea abierta esta caja llena de secretos será el fin de Hogwarts,
Lejos de ser la fortaleza que conocías pasara a ser frontera visible de dos
Mundos que intentarán comerse al otro sin piedad. Nosotros cuatro, los
Fundadores de esta sabiduría que inicia la nueva era decimos que este
Lugar será la nada misma en donde mago y muggle serán lo mismo y las
Varitas serán desterradas.
Hogwarts, 1286
Que el portal sea mortal, quien lo abre debe morir y quien lo cierre igual
Sino portal no será y las sombras tendrán su festín.
Salazar Slytherin, 1299. Adiós Hogwarts.
--- La magia de Voldemort no hará nada aquí, esto es el rincón del fin de los tiempos cuando los fundadores hicieron gala de su oscuridad máxima. El fundador traidor añadió esa frontera con la muerte que se cierne sobre el agujero que conduce a la oscuridad máxima pero lejos de toda amenaza que esté sobre Hogwarts. Deben entrar y nunca regresar cosa imposible porque cuando se cierre será eterna la oscuridad del túnel que viene luego...Nada está perdido Cristina Lestrange. Tu Orden cumplió su misión: proteger a Harry Potter. Ariadna abrió el portal al encontrarme aquí por lo que estuvo dispuesto a morir al abrirlo pero la muerte la buscó a ella en el resplandor verde de la varita de Lord Voldemort. La magia de la puerta la hizo aparecer allá seguramente y ahora yo debo cerrarla porque Harry necesita de ustedes dos chicas. Son los únicos que saldrán con vida del colegio. No puedo morir por mi misma así que uno de ustedes cuando estén en el túnel debe matarme. ¡Ahora! --- dijo McGonagall llorando y empujando a los jóvenes para que se metan dentro.
Voldemort llegó al claro cuando los tres estaban en la orilla del agujero excavado en la piedra. Harry protegió a Hermione en la oscuridad y una fuerte ráfaga de viento que traía piedras que les dieron en el rostro, especialmente los ojos que tragaron arena. Cristina estaba dando la mano a la profesora McGonagall con un haz verde que venía desde Voldemort.
--- Que la misión de los Magos del Norte sea hecha... ¡Avada Kedavra! --- conjuró Cristina contra McGonagall.
La profesora murió por los dos hechizos imperdonables que pegaron en su pecho. Voldemort miraba con espanto como el agujero se cerraba con enormes piedras que caían y el Bosque Prohibido caía con fuerza sobre el claro. En medio aparecieron unas letras.
A Portal Puesto, Bosque Muerto
Desde el aire los árboles se agrupaban chocándose y los troncos se partían ruidosamente mientras Voldemort seguía estático en el claro que recibía los árboles que se consumían como vapor cuando el mago levantó la varita llamando una legión de dementores desde el ojo que perdía tu nitidez hasta apagarse y dejar todo oscuro. La mente de Voldemort igual y el mago empezó a sentirse ahogado y cayó al suelo pues sólo sentía al tener una ceguera fulminante. Sólo le dolía la cicatriz de su cuenca que ardía mientras la otra hacía lo mismo rodeada de piedras, ramillones y aire turbio encerrado en un túnel. Ambos marcados se ahogaban y la sensación de irse los dominaba hasta que sólo uno sintió caer hacia atrás pegándose en el cuerpo y recuperando la visión de sus propios pensamientos y conciente del infinito dolor de la cicatriz que era luz en medio de la tiniebla que azotaba la Nada.
Las punzadas cesaron cuando los latidos del ambiente que parecían estertores terminaron para siempre en el lugar donde se ocultaba la luz que parecía aceite en medio del agua. Esa sensación daba pero ya nada se oía.
El alma tantas veces nombrada era libre pero bajaba de nuevo al rincón de los latidos que clamaban vida dentro de la noche.
HARRY POTTER Y LOS MAGOS DEL NORTE - Fanfics de Harry Potter
CAPÍTULO 1 ¿DÓNDE ESTAS HERMIONE? Unos viejos pergaminos se caían de una pesada mesa abarrotada de libros de tapas gruesas que fueron dejadas con evidente
potterfics
es
https://potterfics.es/static/images/potterfics-harry-potter-y-los-magos-del-norte-fanfics-de-harry-potter-2016-0.jpg
2023-02-27
El contenido original se encuentra en https://potterfics.com/historias/18533
Todos los derechos reservados para el autor del contenido original (en el enlace de la linea superior)
Si crees que alguno de los contenidos (texto, imagenes o multimedia) en esta página infringe tus derechos relativos a propiedad intelectual, marcas registradas o cualquier otro de tus derechos, por favor ponte en contacto con nosotros en el mail [email protected] y retiraremos este contenido inmediatamente