Hermione
-Ya te dije que no, Parvati no le diré- Le replico.-¿Qué es la vida sin un poco de emoción? -Además, el tiene novia, y la ama, y ella a él.-¿Y eso quiere decir que no te le puedas declarar? Hay muchas clases de sentimientos, pero hay que convertirlos a palabras para que nos entiendan.-No me vengas con que ahora eres sensible, porque no te creo nada. Justo en ese momento, pasan Harry & Ginny tomados de la mano, riéndose.-¡Hola!- Saludan al unísono.-Qué tal- Dice Parvati-. Qué suerte que están aquí, porque Hermione tiene algo que decir. -No, no es cierto- Me defiendo.-Sí, lo es.-¡Que no!-¡Que si!Empezamos a discutir, yo diciendo que no y ella insistiendo en que sí. -¡Hey! Paren ya, ¿quieren? Están empezando a ponerme nerviosa- Exclama Ginny, tomada del brazo de Harry.-Díganlo de una buena vez- Pide mi amigo. En ese instante, Luna pasa con su sombrero de león.
-¡Luna!- La saludo felizmente-. Ven, te quiero platicar algo.La tomo del brazo y caminamos rápidamente, alejándome de ellos. Suspiro de alivio y la miro.-Gracias- Le digo.-¿Por qué?Le relato todo acerca de mis sentimientos y de lo que Parvati quiere que haga.-Bueno, por primera vez estoy de acuerdo con ella, Herms, debes decírselo.-¡No! Estoy segura de que eso sólo estropearía nuestra amistad, tanto de Harry y yo como de Ginny y mía. -Hay que arriesgarse para ser feliz.-Pero ella es mi mejor amiga- Veo que pone mala cara-, a parte de ti, claro. -Ay, Herms, pero entonces vas a sufrir.-Prefiero sufrir yo, a que sufran otras personas. Y ahí acaba el tema. Confío en Luna, y sé que tanto ella como Parvati tiene razón, pero no quiero arruinar nuestro último año en Hogwarts. -Vayamos a cenar, espero que ahora sí haya puddin- Dice.Reímos y vamos dando saltitos, yo tomada de su brazo, hasta el comedor, donde todos los de Gryffindor ríen, los de Ravenclaw murmuran, los de Hufflepuff sólo hablan y los de Slytherin hacen desastre, lanzando comida o alborotándose el cabello. -Te veré después, Luna.Nos despedimos y me voy a sentar junto a Ron.-¿Dónde estabas? Necesito que me ayudes con un examen- Me pide con un bocado en la boca.Lo miro con una ceja alzada y gesto de asco.-De acuerdo, te ayudaré. La cena pasa entre risas, comentarios con indirectas por parte de Parvati y arrumacos por parte de Ginny y Harry. Suspiro y desvío mi vista de ellos. -¿Qué tienes Herms? Te noto triste- Pregunta Harry.-Lo está- Responde Parvati.-Cierra la boca- Le murmuro-. Estoy bien, Harry.La directora McGonagall se levanta y nos pide silencio. Los últimos en callarse son los de Slytherin. -Quiero hacer una petición; como ya sabrán, nos faltan prefectos este año, y es no puede hacer falta. Los de Slytherin, irán con el profesor Slughorn, los de Hufflepuff con la profesora Sprout, los de Ravenclaw con el profesor Flitwick y los de Gryffindor vendrán conmigo. Hay murmullos por parte de los demás. Lamentablemente, los prefectos de este año de Gryffindor somos Harry y yo, y, para ser sincera, no es una noticia que me agrade del todo. -Pueden retirarse a sus habitaciones- Ordena.De inmediato, empieza el caos. Hoy no tengo ánimos de dar órdenes a los de primer año, así que dejo que lo haga Harry solo. Todos van detrás de él, y yo soy la última de la fila. -Te noto rara- Menciona Ginny.-Sólo tuve un mal día, nada de qué preocuparse.-Tengo que contarte algo, amiga.-Claro, dime- Aunque sé que no quiero que me lo cuente, pues sé que probablemente se trate de Harry y ella. -Bueno, Harry y yo...Dejo de escucharla, y fijo mi vista en algún punto en la nada. Asiento con la cabeza de vez en cuando para darle el avión, -¿Qué opinas?-Que debo irme- Contesto distraídamente-. Lo siento, Ginny, pero debo irme.Con su historia de amor, no pude soportarlo más y ahora me dirijo al baño de chicas, a llorar un poco. Cuando llego, no me sorprende ver a Myrtle paseando al rededor de los lavabos. Me siento en el suelo, recargando mi cabeza en la pared y acuno mis rodillas contra mi pecho.
Harry
Hermione se está comportando de una manera extraña hoy, pero no quiere decirnos porqué. Eso me preocupa, pues siempre está sonriente y dispuesta a ayudarme con los de primer año.-¡Harry! ¿Me estás escuchando?- Dice Ginny.-Claro.-¿Entonces qué opinas del comportamiento de Herms?-Me parece extraño, sí, pero tendrá sus motivos. Hoy, cuando me reúna con ella para ir con McGonagall le preguntaré, ¿de acuerdo?-Si, me preocupa en realidad.Hablado de eso, ya es la hora. Le doy un beso en la mejilla y salgo en dirección a la oficina de nuestra nueva directora. Todavía pienso en Dumbledore, Snape, Lupin, Tonks, Sirius... todos ellos, quienes se sacrificaron por el bien del mundo mágico.Cuando doblo la esquina, choco con Herms.-Lo siento- Se disculpa cabizbaja.-No hay problema, Hermione.Alza la vista y veo que ha estado llorando. Cuando descubre quién soy, baja la vista rápidamente y se abraza a sí misma. Camina encorvada hasta la entrada a la dirección. Susurra la clave y las escaleras aparecen. Se mete y la sigo rápidamente. -Pareces triste.Sigue sin responder.-¿Me contarás porqué?Silencio. Tuerzo la boca y salimos de las escaleras; toco la puerta y McGonagall nos recibe en pijama. Río por lo bajo y señalo su pijama.-Bueno, ya es hora de dormir- Se defiende.Hermione ni siquiera encorvó su boca hacia arriba. -Siéntense, por favor- Nos invita. Hermione lo hace mecánicamente, parece robot-. Bien, les pedí que vinieran para que planeemos...-No- Salta Herms-, no puedo, profesora.-¿Por qué, señorita Granger?-Quiero hacerle una petición, pero no quiero que pregunten porqué, sn cuestiones personales y no quiero contárselo a nadie.-Dígame- Pide.-Quiero ser expulsada de Hogwarts. Harry
Me quedo paralizado cuando dice esa oración. ¿Que quiere ser expulsada? ¿Por qué? No entiendo.-¿Y porqué, señorita Granger?-Son cuestiones personales- Responde firmemente.Desde que estábamos en el Gran Comedor, no me ha dirigido la mirada.-Pues lo siento, pero no puedo expulsarla así como así.-¡Profesora!- Salta de su asiento-. ¿Cree que me gusta esta decisión? ¡No! ¿Cree que quiero alejarme por cuestiones estúpidas de aquí, de toda a magia, de mis amigos? ¿Cree que quiero dejar inacabados mis estudios? ¡Se equivoca!Mira fijamente a la profesora McGonagall, sus ojos hermosos reflejan su furia y su sufrimiento, pero, ¿sufrimiento porqué?-¿Por qué quieres irte, Herms?- Pregunto.Ella me ignora dócilmente y sigue desafiando con la mirada a la directora.-Señorita Granger, no puedo arriesgarme a perder a la mejor estudiante de Gryffindor y, en general, de todo HogwartsElla traga saliva con fuerza y aprieta los puños.-Por favor- Dice entre dientes.-No- Responde.-Bueno, pues le recuerdo que ya tengo la mayoría de edad, así que puedo irme cuando quiera, ya puedo hacer magia y desaparecerme fuera de Hogwarts. Y retira la silla con furia, sale y azota la puerta.-Eso fue raro- Dice la directora.-Sí que lo fue...-¿Usted sabe algo sobre la petición de la señorita Granger, señor Potter?-No, no sé nada, pero me gustaría saberlo. -Lamento decirle, que ella tiene razón; ya es mayor de edad y puede hacer lo que quiera. -Voy ahora mismo a averiguarlo. Buenas noches.Salgo corriendo de la dirección, rumbo a la Torre de Gryffindor. Encuentro a Hermione atravesando el hueco. Hago lo mismo y la alcanzo entrando a la habitación de las chicas. Antes de que pueda cerrar la puerta por completo, pongo mi pie e impido que la cierre. Alza la vista y, cuando me ve, noto que está llorando. Se muerde el labio y se hace a un lado para que pase.-¿Por qué te irás?-Son cuestiones personales.-No recuerdo cuándo traicioné tu confianza para que ya no puedas contarme nada más.-Harry, no entiendes, es por tu bien, es mejor irme, así no estarás mal.-Hermione, creo que la que no entiende eres tú. ¿Acaso no puedes ver que me haces más daño yéndote?Niega con la cabeza apretando los labios. -Confía en mí, será lo mejor para todos. Con un movimiento de varita, su ropa se dobla y se acomoda por pilas.-¿Volveremos a vernos?- Pregunto.-No, es lo mejor. No quiero y no puedo.Coge unos shorts blancos y una blusa naranja y se mete al baño.
Sale después de un rato peinada y cambiada. Se pone unos tenis blancos y se echa una sudadera naranja encima. -Diles a todos que los quiero, y que los voy a extrañar.-Te veré en un año, cuando trabaje en el Ministerio.-Harry, yo voy a seguir mi vida muggle, no trabajaré en el Ministerio.Hace aparecer en Crookshanks una correa negra, atada a su maleta de rueditas.-¿Pero porqué?- Exijo saber.-Espero que, si algún día te enteras, no te arruine la vida. Da un paso hacia mí, dudosa, pero después se retira. Finalmente se decide y se acerca a darme un beso en la comisura de la boca. Se muerde el labio y sale de la habitación, con su maleta, su gato y su varita, y con ella van todas mis ilusiones...
Hermone
Luego de dejar a Harry parado en medio de la habitación de chicas, las lágrimas empiezan a emerger sin control.Camino hasta la salida de Hogwarts, esperando que nadie interrumpa mi marcha. Pero lamentablemente, Ginny está en un pasillo con Malfoy.-Herms- Dice casi con aburrimiento-. ¿Qué te pasa?-Hola, Granger- Saluda cortante Malfoy.-Malfoy- Respondo-. Nada, Ginny, nada grave.-¿A dónde vas?- Pregunta mi amiga.-Me trasladaron a Ravenclaw, no sé porqué.-Ya veo...Silencio. Malfoy observa a Ginny con cariño, eso me sorprende. Alzo las cejas y desvío mi mirada. -¿Y qué hacían aquí?- Pregunto.-Nada- Contestan al unísono.-Como sea- Murmuro-. Ya me voy. Adiós.-Hasta luego- Dice Ginny.Sí, claro, hasta luego...Sigo caminando hasta llegar a la gran puerta. Las abro con demasiada dificultad y el puente me da la bienvenida. Cuando llego al final del puente, giro mi cuerpo hacia Hogwarts, recuerdo todos los bellos momentos vividos aquí, y desaparezco.
Hermione
El viento de invierno sopla en mi cara cuando aparezco frente a mi casa. Sé que mis padres me aceptaran con gusto, pero no puedo evitar sentirme triste después de abandonar a mis amigos, mis estudios, un mundo lleno de magia... Pero sé que algún día lo superaré.Suspiro, cojo mi maleta y a Crookshanks y camino hacia la puerta. Es medianoche, así que saco mi varita y susurro:-Alohomora.La puerta se abre con un chirrido, dando a relucir el vestíbulo oscuro. -Lumos- Pronuncio.Entro de puntillas, con la luz de mi varita alumbrándome, guiándome. No hay ni un solo ruido en la casa, eso quiere decir que mis padres están dormidos. Mi habitación es justo como la dejé; incluso mis pilas de libros de otros años siguen aquí. Exhalo con tristeza, y dejo mi maleta junto a mi cama, me cambio al pijama y me meto debajo de las cobijas, pensando en él...
Harry
Desde que Hermione partió, no tengo ganas de hacer nada. Apenas se fue hace unas dos horas y me siento vacío e incompleto, he dado vueltas en la cama tratando de dormir, pero siempre pienso en ella. Me pongo boca abajo.¿Cómo le estará yendo? Sé que se fue hace poco, pero me preocupa dado que es la persona en quien más confío, además de Ron, claro.-Harry- Susurra alguien.Me siento en la cama rápidamente, buscando a mi alrededor, pero sólo se escuchan ronquidos. -Harry- Dicen de nuevo. Díganme loco, pero suena como a Hermione. Tal vez haya una mínima, casi inexistente posibilidad de que no se haya ido. Me pongo mis tenis, una chaqueta y cojo mi varita.-Lumos- Murmuro.Recorro el dormitorio hasta llegar a la puerta, donde está ella. Está extrañamente vestida; tiene un vestido largo, parece sacado de la edad media, es elegante, largo y hermoso. También está peinada como en el baile de navidad de Cuarto año. De su cuello cuelga un collar con las letras H&H en negro, entrelazadas gracias a la "&" Me guiña un ojo y sube un hombro en signo coqueto. Me indica con el dedo índice que la siga y sale de la habitación de chicos.Llegamos hasta el lago negro y se sienta debajo de un árbol, tan femenina que parece una princesa. Me siento junto a ella, recargando mi espalda en el tronco. -¿Para qué me trajiste aquí, Herms?Ella guarda silencio, posando su mirada en mis ojos. Miel contra verde. Aunque la veo un poco hacia abajo, debido a que es más pequeña que yo. -¿Me contestarás?Hermione sólo se restriega los brazos, demostrando que tiene frío. Rápidamente me quito la chaqueta y se la echo por los hombros. Ella sonríe y me da un beso en la comisura de la boca, pero esta vez no se retira nerviosa, como la última vez, si no que toma mi cara entre sus manos, yo paso las mías por su cintura y acerco mi rostro al suyo. En este momento sólo importamos nosotros, sólo me interesa ella, su hermoso rostro, sus manos delicadas, su inteligencia, su cuerpo esbelto, toda ella. Pasa sus brazos por mi cuello y sus piernas las coloca sobre las mías. El mundo a nuestro alrededor se desvanece y sólo quedamos mi Herms y yo. Nosotros dos contra el mundo.-¡Harry!- Grita alguien.Hermione guiña un ojo y desaparece como si fuera un fantasma.-¡Despierta, no quiero llegar tarde al desayuno!-Ya voy, Ron.Era un sueño.
Hermione
La cafetera anuncia que el café por la mañana de mi padre está listo. Probablemente ni siquiera se hayan dado cuenta de que estoy aquí. Bostezo, estiro mis brazos y salgo de la cama. Hace frío afuera, y sólo uso por pijama un short y una blusa de colores. Saco una sudadera blanca y me la echo por encima de la cabeza, me amarro mi cabello en un moño desordenado y bajo a enfrentarme a mis padres. Igual que en el baile de navidad de cuarto año, antes de pasar a la cocina me asomo y los veo ahí; mi padre tiene puestas sus gafas de leer, tiene un periódico en sus manos, y mi mamá está cocinando de espaldas. Suspiro y entro temerosa en la cocina. Mi papá alza la vista y se queda boquiabierto al verme.-Jane...- Le habla a mi mamá.-¿Qué pasa?- Contesta cuando voltea. Ambos tienen la boca tan abierta que casi se les puede salir de la quijada. Les sonrío de lado abrazándome a mí misma.-Mi niña, ¿qué haces aquí?- Pregunta mi mamá.-Tuve algunos asuntos en Hogwarts y decidí volver. Vienen hacia mí y me abrazan. Les devuelvo el abrazo y respiro su aroma. Aroma a limpio, y a casa. Casa Muggle. -¿Cuándo llegaste?- Dice a mi oído mi papá.-A medianoche, no quise despertarlos, y quería darles una sorpresa.-Es la mejor que hemos recibido- Susurra mi mamá. Se retiran y me sonríen ampliamente, arrugando el rabillo de los ojos. Les devuelvo la sonrisa débilmente y nos sentamos alrededor de la mesa redonda.-¿Qué quieres de desayunar?- Me cuestiona mi madre.-Lo que sea, mamá, no hay porqué ponerte elegante- Bromeo. Una risa brota de su boca, tan natural como antes de la guerra. Me sirve mi desayuno y comienzo a comerlo distraídamente.-¿Nos contarás lo que paso?- Pregunta mi padre.-Tuve algunos... problemillas- Miento aunque no del todo.-No creo que hayan sido problemas de calificaciones, así que ¿de qué fueron?-Prefiero no decirlo ahora, me trae recuerdos... no agradables. -¿Qué quieres hacer ahora? ¿Estudiar? ¿Trabajar?-Me gustaría hacer una carrera en Literatura Británica. Sonríen sin mostrar todos sus dientes y asienten con la cabeza. Mi papá me acaricia el cabello y recargo mi cabeza en mi barbilla.-Nos alegra tenerte en casa- Exclama mi papá.-A mi también- Miento un poco. Mi mamá me abraza de nuevo. No quiero llorar, pero siento esa necesidad. -Debo ir al baño.Me levanto y corro a mi habitación, cierro con llave y me dejo caer en el piso, recargándome en la puerta. Abrazo mis rodillas y recargo mi cabeza en ellas, dejándome llevar.
Harry
-¿Dónde está Hermione?- Pregunta Ginny tomando mi mano.Inconscientemente, retiro mi mano de la suya y me limpio el sudor en el pantalón. Hermione no le ha dicho a nadie más que se fue, y no sé si deba decirles. -No lo sé- Miento.Ginny pasa su brazo por el mío y lo quito de nuevo. ¿Qué me pasa? Ahora me siento incómodo con mi propia novia. Ginny me ve con gesto enojado y se retira del Gran Comedor.-¿Qué pasa entre tu y mi hermana?- Pregunta Ron.-Me sentí incómodo con ella, pero no sé porqué.Debe ser por el sueño que tuve anoche. Después le contaré, en este momento nos toca pociones. -Quiero decirte, Harry, que no me importa si tu y mi hermana dejan de ser novios, siempre serás mi mejor amigo- Me da una palmada en la espalda.-Tú también el mío, hermano- Se la devuelvo.Ron voltea hacia atrás demasiado seguido, se asoma en los pasillos y busca entre la gente.-¿Qué haces?- Le cuestiono.-Buscando a Hermione, no la vi en la Sala Común, ni en el Gran Comedor y ahora...-Se fue- Lo interrumpo sintiendo un nudo en la garganta.-¿Cómo que se fue?-Pues así. Desapareció de Hogwarts.Ron empieza a reírse.-Ya entendí tu chiste- Sigue riendo.-Ron, no es un chiste, se fue a casa.Deja de reír de un momento a otro y me ve con cara seria.-¿Por qué?-Ni siquiera a McGonagall le dijo la razón.Y se acaba el tema cuando entra Slughorn.
Hermione
Ha pasado una semana desde que me fui de Hogwarts, y hoy es mi primer día de escuela, sin magia, sin hechizos... Sin Harry. Estoy frente a mi espejo de cuerpo completo; me vestí demasiado bien para ser el primer día. Me puse una playera de tirantes delgados blanca, un mini saco blanco también, pantalón de mezclilla claro y botines cafés. Me peine con un moño, y algunos rulos salidos. Mi collar es un lindo corazón dorado.-¿Estás lista?- Pregunta mi papá asomándose a mi habitación. Asiento con la cabeza-. Te llevaremos a la parada del autobús. Cojo mi mochila y salimos de mi cuarto. Entro a la escuela a las 9:00 am, y salgo de mi casa a las 8:00 am. Fuera está lloviendo. -Suerte- Dice mi mamá. Ambos me dan un beso en la cabeza y el camión llega.
Harry
Una semana. Una maldita semana desde que mi Herms se fue. Las cosas entre Ginny y yo han empeorado, y ahora Hogwarts me parece triste, vacío y gris. Ron tiene los hombros gachos todo el día, círculos negros marcados bajo los ojos, y está deprimido. Yo estoy peor que él, mi cara palideció y no tengo ganas de hacer nada. El invierno ha llegado, y la nieve cae lentamente por doquier. Las clases no son lo mismo sin la inteligencia de Hermione, alzando siempre la mano y contestando las preguntas. Los sueños han continuado, y cada noche vamos a un lugar diferente, hacemos cosas diferentes y siempre me despierto cuando casi nos besamos. -¡Harry!- Grita Nathaniel, un niño de tercer año-. McGonagall me pidió que te dijera que fueras inmediatamente a la dirección. Solo.-Gracias, Nathan.Corre en la dirección contraria a por la que vino y desaparece entre la gente. -Nos veremos en la cena, Ron.Asiente con la cabeza y sigue caminando con los hombros caídos. Lo miro alejarse y después emprendo mi camino hacia la oficina de McGonagall.
Hermione
Mi escuela es demasiado grande, tiene demasiados edificios y no me dieron mapa. -¡Hola!- Me saluda una chica bajita, de cabello negro rizado-. Soy Anette, mucho gusto.-Hermione- Contesto. Nos estrechamos las manos.-¿En qué edificio te toca?- Pregunta.-En el F.-¿Qué grupo eres? -513, ¿y tú?Sonríe ampliamente.-¡Yo también!Me toma por el brazo y caminamos así hasta el edificio. -Es muy emocionante la Universidad, te divertirás Hermione.-Dime Herms, me gusta más.Sonríe de nuevo y da un gritito de emoción. Alzo una ceja y la miro incrédulamente. Qué cursi es. Cuando llegamos, hayamos una banca libre para dos personas. Nos sentamos juntas y esperamos al profesor. -¡Anette!- Grita un chico.-¡Hola, Leo! Ella es mi nueva amiga Hermione.-Mucho gusto, Hermione- Toma mi mano y la besa. Abro los ojos y me ruborizo-. Me llamo Leonardo, pero me dicen Leo.-Me dicen Herms- Contesto aún ruborizada. -¿Qué querías?- Interrumpe Anette con su sonrisa de siempre.Él sonríe, dando a mostrar unos dientes perfectos y blancos, casi deslumbrantes. Respiro hondo y alejo mi vista de él, con sus ojos azules y cabello alborotado. -Darle la bienvenida a nuestra nueva compañera, Nette. -Así me dicen- Me explica ella-. Bueno, ya se la diste.Leo me mira a los ojos.-Tus ojos son muy lindos, Herms.Me ruborizo aún más.-Gracias- Consigo decir. Sonríe de nuevo y se va con sus amigos. Me muerdo el labio y dejo de verlo.-Qué raro- Comenta Nette.-¿Qué?-Bueno, nunca se comporta así, ni siquiera con su ex novia lo hacía.-¿Ya no tiene novia?-No, cortaron porque ella lo engañó en una de las fiestas.-¿Aquí invitan mucho a fiestas?-Cada viernes y sábado. ¿Quieres venir a una, este viernes próximo? No quiero ir, pero necesito divertirme y despejar mi mente de Hogwarts. -Claro- Contesto con una sonrisa.
Harry
Cuando llego a las puertas de la dirección, toco y la profesora McGonagall me abre. Esta vez está vestida como siempre. -Pasa, Potter. Entro y veo algo parecido al pensadero, (no el verdadero), pero éste es negro con agua plateada encima. -¿Para qué me hizo venir, directora?-Quiero mostrarte algo.Me pone una mano entre mis omóplatos y me empuja hacia lo que parece el pensadero.-Ésto es un artefacto para mostrar personas, ya sea en el mundo mágico o muggle.Sé lo que sigue a continuación:-¿Veremos a Hermione?- Pregunto emocionado.Asiente con la cabeza y mueve su varita encima de la plateada agua. En seguida aparece ella, vestida de blanco y botines, sentada en una mesa de madera entre una bolita de hombres y mujeres, riéndose a todo volumen y divirtiéndose.-¿Dónde está?- Digo.-En una escuela muggle. Un chico de ojos azules y cabello alborotado se acerca y se sienta junto a Herms. Una oleada de celos me viene y aprieto los puños. Él le rodea los hombros con el brazo, pero parece que a ella no le importa. Una chica a su lado de cabello rizado y negro le alza las cejas continuamente al tipo que tiene rodeado a Herms, él como respuesta le sonríe y se pone rojo. -¿No se puede oír lo que dicen?- Pregunto.-No, por ahora no.-¿Por qué?Se encoge de hombros.-Hace poco tiempo lo encontré en las cosas de Dumbledore, no sé bien cómo funciona. Los chicos y chicas se sientan a su lado, poniendo peso desigual en la mesa, que se balancea hasta que finalmente se voltea y todos caen riéndose. Hermione entre ellos. El chico la ayuda a levantarse y se queda con su mano en la de ella. La rabia me come, pero me controlo. Finalmente ella parpadea rápidamente, como alejando un pensamiento o despertando de algún sueño y va junto a la otra chica. Una muchacha de cabello rosa va junto a mi Herms y le entrega un papel morado con rayones rosas fosforescentes. Hermione asiente y sonríe, pero la sonrisa no le llega a los ojos. -Necesito verla- Comento de repente-. Quiero verla.-Por ahora necesitas que se adapte a su vida muggle, no puedes interferir en eso. -¡Pero la necesito!- Grito.-Yo te avisaré el momento adecuado, ¿de acuerdo?Frunzo los labios y asiento con la cabeza.
Hermione
La jardinera donde nos juntamos mis amigos y yo está en medio de la escuela. Nuestra bolita siempre echa desastre. Ahora mismo, estamos vendiendo los boletos para la fiesta de esta noche. El viernes llegó rápidamente. Los más novatos (no es que yo sea una veterana, pero ya me gané un puesto alto) no aceptan boletos y les sacamos la lengua o Leo les dice cosas groseras (No majaderías, pero sí cosas como chillón) Leo trajo una pequeña bocina en forma de cubo y tiene puesta música a todo volumen. Los maestros pasan y sólo menean la cabeza negativamente. Los ignoramos y seguimos con nuestro trabajo. Sigo sacando buenas calificaciones, pero también me divierto. Leo baila con Nette y los chicos se les quedan viendo raro. Anna y yo (mi otra amiga) sólo los vemos y reímos. -¡Iremos a repartir más entradas por allá!- Gritan Daniel, Cassandra, Fabiola y Jonathan. Asentimos con la cabeza al ritmo de Play Hard, por David Guetta. Antes de irse, Cassy le pide a Dan que hagan letreros en hojas con la inscripción "BOLETOS AQUÍ" y se los pegan a la espalda. Se van bailando, empujándose o alborotándose el cabello. Kathleen y yo bailamos sentadas en la jardinera, moviendo nuestro tronco de un lado a otro. Jessica y Andrea bailan paradas en los asientos de la jardinera. Sí, es un desastre total.
Cuando llega la hora de que nos vayamos a nuestras casas a prepararnos para la fiesta, aunque la verdad, Nette, Kathleen, Jessica, Anna, Andrea, Fabi y Cassy van a la mía. Llevan sus bolsos con su ropa dentro. Nos subimos al auto de Nette y arranca, poniendo música muy alto y bajando la capota. Yo voy en el asiento del copiloto y las demás van atrás. ¿Les soy sincera? Nunca me había divertido tanto en la vida, ni siquiera en Hogwarts. Bueno sí, pero no a este nivel.-¿Alguna vez te has maquillado, Herms?- Me pregunta Anna. -Sólo una vez, en un baile de navidad.
Son las ocho de la noche, y estamos listas. Yo tengo un vestido negro, pegado y que me llega hasta arriba de las rodillas, con mangas a tres cuartos, un collar de una piedra plateada y tacones de punta de aguja negros de gamuza.-Hoy conquistaremos corazones- Bromea Jess.-Claro que sí- Concuerda Andrea.Reímos, cogemos nuestros bolsos y bajamos las escaleras.-Diviértanse- Nos desean mis papás.-Dormiré en casa de Nette, papá- Le digo.Me dan un beso en la cabeza y salimos. Esta vez me toca sentarme en los asientos de atrás en el coche.
Cuando llegamos al lugar de la fiesta, las luces parpadean alocadamente y una canción empieza. Es temprano y ya hay "humo" en el ambiente. Leo nos abraza por detrás a Kathleen y a mí y nos invita un trago. Dudo un poco y doy un pequeño sorbo. Quema deliciosamente en la garganta, pero saco la lengua por la impresión. Ríen escandalosamente y van a sentarse a un apartado. Los sigo.Todos llegan a sentarse a nuestro al rededor, y toman fotografía tras otra con sus celulares. Me he adaptado bastante bien a la vida muggle, aunque sigo pensando en Harry, en Ron, George, Ginny, Luna, Neville, Parvati... Todos mis compañeros de Hogwarts e incluso los muertos. Suspiro.-¿Qué pasa?- Me grita Leo.-Nada, un mal recuerdo- Le sonrío hipócritamente.-Vayamos a bailar.Me toma la mano y me pone en pie. -¡Yo no sé bailar esto!Se ríe y empieza a darme vueltas, combinando algunos pasos. -¿Qué es esa música?-Es electrónica, Herms, no me digas que no la habías oído.-Mmm, es que de donde yo vengo no se escucha mucho eso.-¿De dónde vienes?- Pregunta confuso.Balbuceo.-No lo entenderías- Sonrío. Después de un rato, los demás se unen a nuestro baile y el ambiente se intensifica. Una botarga en forma de conejo blanco con los ojos rojos pasa repartiendo... cosas para aliviar la sed y unas pastillitas blancas.Empieza una canción, que al parecer les gusta a todos, y gritan de emoción, sacan sus celulares y se toman varias fotos con distintas posiciones y gestos. El ritmo es contagioso, así que reímos e imitamos a los demás. Cuando acaba, todos vuelven a gritar alzando sus manos al cielo con bebidas. Desde un punto alto, comienzan a lanzar pequeñas bolsistas transparentes infladas, espuma y agua. Paro de bailar y volteo a mi alrededor, medio sonriendo, medio seria.Tal vez pueda pertenecer a este lugar.No, en el fondo sé que no pertenezco aquí. Pertenezco a Hogwarts, junto a mis amigos.Junto al amor de mi vida, Harry.Suspiro y vuelvo a la fiesta.
Harry
El Gran Comedor está abarrotado de gente y comida. Es viernes, y los viernes incrementa la comida y el ambiente dentro del castillo. Aunque aquí no hacemos fiestas, ´si que nos desvelamos, aunque sé que no se comprara con una buena fiesta.Extraño más que nunca a Hermione; Ron está muy raro, pero dudo que sea por la partida de nuestra amiga. Luna y él comparten miradas de vez en cuando; Ginny y yo estamos de mal en peor, cada vez pasamos menos tiempo juntos y la veo muy seguido con Mafloy, pero sorprendentemente no siento la oleada de celos que siento con Hermione cuando la veo con ese chico de ojos azules. ¡Se la come con la mirada! Ella no se da cuenta, o eso espero.Ron no ha comido bien, o al menos, no como siempre. Hoy apenas ha comido unos cuantos trozos de pollo, y él ama el pollo. Está viendo fijamente algún punto en la nada, completamente distraído.-¿Qué tienes, Ron?-¿Por qué la pregunta?-Te he notado raro, y no creo que sea por la partida de Herms.Suspira, se sienta derecho y me ve fijamente.-Estoy enamorado- Suelta de repente.-¿De quién?- Pregunto esbozando una sonrisa.-De Luna- Se ruboriza.Le doy una palmada en la espalda y le alboroto el cabello.-Eso es genial, hermano.-Pero tengo mis dudas.-¿Acerca de qué?-Bueno, no sé si ella me quiera o no.Pongo los ojos en blanco.-Por Merlín, Ronald, no se quitan la mirada de encima nunca. Siempre se ven embobados el uno por el otro.-¿En serio?-Sí, ¿qué mas quieres para notarlo? ¿Un cartel con lucecitas al rededor?-Es que me da pena- Contesta poniéndose más rojo.-¿Por qué no se lo dices tú? -¡No!- Grita exasperado y nervioso.-¿Por qué no? Hoy es viernes, amigo, puedes pedírselo de la manera más bonita que quieras. -Soy muy idiota en eso...-¿Sólo en eso?- Bromeo-. Es en serio, si de verdad la quieres debes esforzarte.-¿Y qué le hago?-Lugares románticos aquí sobran. Puedes llevártela al lago, o pueden simplemente recorrer el terreno en medio de la nieve, ir al bosque prohibido, la Sala de los Menesteres...-Bien, bien, ya entendí. ¿Cómo se lo pediste tú a Ginny?Uf, ya ni siquiera me acuerdo. Creo que no se lo pedí.-No lo hice, nos besamos y ya. Resopla.-Todo es fácil para el señor Harry Potter.Alzo la vista al cielo y lo miro con cansancio.-Por favor, Ron, no seas estúpido. Se lo pedirás hoy y se acabó.Me levanto de la mesa enojado y salgo rumbo a la dirección. Desde que McGongall me mostró el cacharro para mostrar a las personas no me he separado por más de una hora de ahí. He visto a Hermione reír, divertirse, alocarse, estudiar, hacer tareas... Ella está allá, y yo aquí.Cuando llego, no hay nadie. Voy por el artefacto y lo saco, lo coloco sobre la mesa y me siento. Hago el mismo movimiento de varita y aparece ella, vestida de negro y en una fiesta. Una botarga de conejo baila con Herms, hasta que el chico llega y la toma de la mano para apartarla del conejo. Los celos llegan, y trato de reprimirlos cerrando mi puño en torno al brazo de la silla. ¿Por qué siento tantos celos? ¿Por qué me molesta verla con él? Debe ser porque la extraño demasiado, ¿pero porqué me siento vacío sin ella? Caray, debo controlarme.-No me sorprende verlo aquí, señor Potter- Irrumpe McGonagall en la habitación.-Sólo venía a ver a Hermione un rato.Me ve con una sonrisa en su rostro.-Te seré sincera. Para mí siempre has sido como un hijo, así que puedes confiarme lo que quieras, ¿de acuerdo?Asiento con la cabeza.-Usted para mí también es como mi madre, profesora.Aletea la mano, sonriendo, como quitándole importancia a mi comentario.-¿Cómo te sientes?- Pregunta sentándose en la silla de enfrente.-¿A qué se refiere?-Desde que se fue Hermione he notado en ti un cambio.Me le quedo viendo a mi amiga, dentro del artefacto, que salta con bebida en mano.-Me siento mal, pero no en el aspecto de enfermedad.-¿Entonces?-Desde que se fue, noté un vacío en mí, profesora, no sé si me entienda.-Te entiendo, sentí lo mismo cuando Dumbledore se fue, sólo que su ida es permanente. -También la de Hermione, me dio que no quería volver a la vida mágica.-Sus razones tendrá.Ahora, ella baila con sus amigas, en bolita.-La extraño tanto...-Desahógate, Harry.Suspiro y empiezo a hablar.-La extraño, la necesito, necesito tenerla conmigo, estar con ella, oler su perfume, acariciar su cabello. Su sola presencia me tranquiliza. -¿Puedo decirte algo, Potter?-Claro.Se aclara la garganta y se sienta derecha.-Desde que vencieron al troll, noté en ustedes una conexión demasiado fuerte, implacable, irrompible. Es como si tuvieran un lazo de metal que los una, que no pueda destruirse con sólo la distancia. -Parece que la distancia sí...- Respondo con voz inaudible. -¿Qué sientes por ella?Abro los ojos y me pongo como tomate.-Siento un gran amor hacia ella.-¿Qué clase de amor?-De todos los posibles; amor de amigos, hermandad, cariño, amor de verdad... Desde que la vi entrar en nuestro vagón, en primer año, ayudando a Neville, me encantó. Amo su cabello, su forma de ser, su inteligencia, siempre se preocupó por mí. Cuando fuimos a buscar los Horrocruxes nunca me abandonó, ni siquiera cuando Ron lo hizo, se quedó conmigo, arriesgó todo para ir conmigo, y nunca me di cuenta de eso, nunca me di cuenta de que la amo.-Entonces...-Estoy enamorado de ella, profesora. La amo con todo mi ser.Me sonríe con cariño.-¿Y porqué no vas a visitarla?Mis ojos se iluminan de inmediato cuando dice eso.-¿En serio?-Claro, es fin de semana, puedes ir.Una enorme sonrisa habita mi cara, y no soy capaz de quitarla. Salto de la silla y corro a abrazar a la profesora McGonagall, quien me devuelve el abrazo. -¡Me voy enseguida!- Grito feliz.-Harry, debes volver el domingo en la noche, ¿de acuerdo?Asiento con la cabeza y salgo echo una bala hacia la habitación de los chicos. En un pasillo, no muy lejos de la torre, dos personas se besan.-¿Ginny? ¿Malfoy?- Pregunto incrédulo. Se separan y Ginny me mira con miedo.-Harry- Dice.-Ahh... ¿Hola?-No es lo que crees- Continúa Ginny.-Oh, vamos Ginny, ambos sabemos que lo nuestro no funcionará. A ti te atrae Malfoy, y a mi otra persona, así que dejemos de tonterías y cada quien por su lado, ¿bien?La dejé con los ojos abiertos como platos. Asiente y voy a la habitación.Ron está acostado en su cama con el brazo sobre sus ojos.-Ron, nos veremos después.-¿A dónde vas?- Pregunta incorporándose en la cama.-A ver a Hermione- Sonrío.Alza las cejas continuamente.-Diviértete- Dice en tono pícaro.-¿No vienes?-No, tienen que hablar mucho. -¿Cómo sabes que...-Oh, por favor, todo el mundo mágico sabe que ustedes deben estar juntos.Me ruborizo, me cambio rápidamente de ropa y salgo.-Nos vemos el domingo, Ronald.-Sí, adiós, dale saludos de mi parte. Hice una pequeña maleta. Salgo corriendo hacia afuera de Hogwarts.
Hermione
Leo no se ha separado de mi lado en toda la noche. Siempre va a donde voy yo, y resultaría molesto de no ser por lo siguiente:Andrea está besuqueándose con un tipo mayor que ella, Fabiola está haciendo concurso de ver quien toma más rápido, Nette y Cassy salieron por más pastillas mágicas, Kathleen... desapareció con un chico. Somos los únicos decentes, o lo más posible, y los demás están haciendo las mismas cosas que ellas.Varias chicas se han acercado a Leo intentando ligar con él, pero simplemente las rechaza, y se van cabizbajas, después me sonríe, yo a él y continuamos como si no hubiera pasado nada. -¿Quieres ir a dar otra vuelta?- Me pregunta.-Claro.El lugar es enorme, pero sin embargo ya hemos dado cinco vueltas. El "humo" cada vez incrementa más; son las 23:09. Nos avientan un "globo "inflado y lo pasamos. Cada minuto que pasa, las personas se vuelven más locas y empiezan a aventar más objetos, o incluso personas. -Quiero llevarte a un lugar- Dice.Asiento con la cabeza, me toma la mano y me conduce.
Harry
Aparezco frente a la casa de los Granger. Hay luz en la ventana de abajo, (la sala de estar supongo), así que me animo y toco la puerta con delicadeza. La señora Granger aparece en bata de dormir y pantuflas, un poco despeinada. -Buenas noches- Saluda-. ¿Quién eres?-Hola, soy Harry Potter, amigo de Hermione.Sus ojos destellan un momento, y sonríe ampliamente.-Nos ha hablado mucho de ti, Harry. Pasa, por favor, debes estar congelándote ahí fuera. -Gracias señora Granger.-Dime Jane, por favor.Se hace a un lado y entro con mi pequeña maleta a su cálido hogar. Las paredes son de un azul tenue, repletas de fotografías, la mayoría de mi bella Hermione. Me dirige hasta la sala de estar, donde un hombre alto y con pocas canas me recibe.-Buenas noches- Saludo-. Soy Harry Potter, mucho gusto.-Alan Granger, igualmente. Hermione no está, por si la querías ver.Siento como si un globo dentro de mí se desinflara. Debe estar en la fiesta donde la vi.-Bueno, sinceramente sí quería verla.-Siéntate, por favor- Me invita Jane.Obedezco y me siento lo más elegante posible.-¿Algo de beber? ¿Un Whisky? ¿Martini?- Me ofrece Alan.-Agua está bien, gracias. Jane sale a la cocina y su marido me analiza con la mirada.-Dime, Harry, ¿tú sabes porqué Hermione dejó Hogwarts?-Tenía la esperanza de que ustedes supieran.Jane regresa y me ofrece el vaso de agua.-Muchas gracias- Doy un pequeño trago-. Pero ahora veo que ustedes tampoco saben-Continúo.-Teníamos vagas esperanzas de que tú supieras- Dice Jane.Se hace un silencio eterno, oyendo solamente el tic tac del reloj. -Y... ¿dónde está Hermione?- Pregunto.-En una fiesta de la Universidad- Contesta Alan.-¿Dónde?Me dan la dirección.-Iré a buscarla.-Claro, suerte.
Hermione
Leo me conduce a través de la fiesta hasta la casa(la fiesta fue en el jardín de una casa), y me mete. ¿Qué planea? ¿Acostarse conmigo? Que ni lo sueñe, puedo lanzarle un hechizo. Llegamos a una habitación sin iluminación.-¿No hay luz?- Pregunto.-Sí, pero es una sorpresa. Se mueve con total naturalidad por la habitación, moviendo y colocando cosas. Podría conjurar un Lumos, pero eso me delataría, nadie sabe que soy bruja. Aquí la música es apenas audible. -Ya casi está listo, Herms.En ese momento empieza a sonar una melodiosa música, y una voz de hombre empieza a cantar.-¿Qué canción es?-Es Wherever you will go, de The Calling.-Ah.-Sólo quiero decirte que te la dedico, Hermione.Me sonrojo, y me alegro que esté oscuro, así no puede verme. Se acerca a la pared y enciende la luz. Siento que mi cara aumenta su tono de rojo.Hay un enorme letrero pegado a la pared, diciéndome que sea su novia. -Espera, todavía no acaba mi petición.Arranca el letrero, me coge la mano y salimos de nuevo. Una vez afuera, me coloca frente al Dj, y él le va a decir algo. El Dj asiente y ponen la canción mencionada. Leo toma el micrófono y todos guardan silencio.-Hermione- Empieza mientras dos de sus amigos alzan el cartel y todos suspiran-. Sé que no te conozco de miles de años, pero en este tiempo que llevamos siendo amigos me he dado cuenta que eres... Perfecta para mí- Me muerdo el labio-. Eres inteligente, divertida, guapa, culta, sensible, amable... Eres todo eso y más, si nombrara cada una de tus cualidades probablemente nunca acabaría. Desde que te vi entrar con Nette en el salón de clases, supe que eras para mí- Su amigo le pasa un ramo de rosas rojas-. ¿Quieres ser mi novia?Toda la gente voltea a verme. No puedo decirle que no, no frente a toda esta gente.
Harry
Cuando aparezco frente a la dirección que me dieron sus papás, hay mucho ruido, y las personas lanzan objetos, se divierten, beben, bailan, brincan... Ahí está la botarga con la que la vi bailando.-¡Hola, guapo!- Saluda una chica de cabello rojo-. ¿Cómo te llamas?-Amm... Harry, ¿conoces a Hermione?-¡Hermione!- Grita-. Claro que la conozco, es la mejor. Pero no sé dónde está, lo siento.-Si la ves, ¿puedes decirle que la estoy buscando?-Claro.Se va brincando con unos amigos. A cada persona que veo le pregunto acerca de ella, todos la han visto, pero no saben dónde está en estos momentos. Justo en ese instante, el chico de ojos azules sube y el Dj apaga la música. Me acerco y veo que empieza a hablar, diciendo el nombre de Hermione. Me quedo paralizado y empiezo a buscarla. La localizo delante de él, con los ojos abiertos y ruborizada. -¿Quieres ser mi novia?- Pregunta Leo.Hermione balbucea y todos la miramos.-¡No!-Grito.
Hermione
Dios, nunca pensé que fuera a pedírmelo tan públicamente. -¡No!- Grita alguien.Dirijo mi vista hacia ahí y veo a Harry.Abro los ojos como platos, el corazón se me para y se me baja el color de la cara.-¿Harry?- Es lo único que consigo decir.Leo está mirándolo con una mirada de extrañeza. Harry fulmina a Leo con la mirada y se dirige con paso firme hacia mí. -Hermione- Susurra-, necesitamos hablar.Balbuceo pasando mi mirada de Leo a Harry y al revés, varias veces.-¿Quién eres tú?- Exige saber Leo.Sonrío tímidamente, subo, cojo a Leo por la mano y también a Harry y los arrastro hacia dentro de la casa. Nos metemos en la misma habitación donde estaba el cartel de Leo. -De acuerdo, hablemos civilizadamente- Digo.Ellos niegan y empiezan a hablar al mismo tiempo,y no puedo entender nada de lo que dicen. -¡Cállense!- Les grito.Me miran con sorpresa y guardan silencio, fulminándose con la mirada. Respiro hondo y cierro los ojos un momento.Cuando los abro, estoy más tranquila.-¿Qué dices, Herms?- Pregunta Leo.Me muerdo el labio y lo veo a los ojos. -Leo...- Empiezo- lo siento, pero es que estoy enamorada de alguien más. Baja la cabeza y suspira con tristeza.-No importa, sólo quería que supieras lo que siento por ti.Le doy un beso en la mejilla y él se pone colorado.-Bueno, será mejor que vuelva a la fiesta- Dice.Toma mi mano, la besa y sale de la habitación. Harry dirige su verde mirada hacia mí y ladea la cabeza. Oh, mi madre, se ve tan sexy. Me muerdo el labio de nuevo.-¿Qué haces aquí?-Hermione, ¿porqué te fuiste de Hogwarts?Rayos, sabía que iba a salir con esto. Lo miro y nuestros ojos chocan. Miel contra verde. ¿Cómo empezar? ¿Cómo decirle que me sentía incómoda por estar enamorándome de él, sabiendo que es el novio de mi mejor amiga? ¿Cómo expresarle que lo amo desde el primer día que lo vi en el tren? ¿Cómo darle las gracias por todos los momentos que me ha dado? -¿Me contestarás?Oh, Harry, no sabes lo mucho que quiero contestarte, pero no sé cómo empezar. Esos labios me llaman, pero sería arriesgarme mucho. Dios, lo deseo, en serio lo deseo. Quiero estar en sus brazos, en sus labios, lo quiero conmigo.No, Hermione, cálmate.-Ya me voy- Le digo.Me dirijo hacia la puerta.
Harry
¿Se va? No, no la dejaré ir de nuevo. Corro hacia la puerta y pongo mi peso sobre ella, impidiendo que Hermione la abra.-No, debemos hablar-Le digo lo más dulce posible.Se muerde el labio. Se ve muy sexy cuando hace eso. -Déjame pasar, Harry, por favor.-No.Se sienta en la cama y pone su cabeza entre sus manos. Empieza a sollozar y a sorber mocos. Me siento junto a ella y la atraigo hacia mí, pasandole mi brazo por la cintura. Ella trata de mantener la distancia, pero la quiero junto a mí. -Ha sido tan difícil- Murmura entre lágrimas.-¿Qué?-Dejarte.-Para mí también fue difícil perderte.Se voltea a verme y distingo demasiadas lágrimas, en sus mejillas, su boca (oh, su boca), sus ojos, su barbilla, resbalando y cayendo sobre ese vestido. -Hermione, no me gusta verte llorar.Solloza más fuerte y acuna su cabeza contra mi hombro. Le acaricio el cabello distraídamente.-¿Por qué te fuiste? Cuéntame, por favor.Sorbe mocos, quita su cabeza y me mira a mis ojos.-No sé cómo empezar, Harry.-Sólo hazlo. Suspira y mira al frente.-Bueno, creo que no soportaba verte... Espera, ¿eres novio de Ginny aún?¿Qué tiene eso que ver? -No, Herms, ya no.-¿Por qué?- Pregunta.-Ella se enamoró de alguien más, y yo también.Sus ojos se apagan.-Ah- Dice.-¿Sabes de quién?-No- Contesta todavía triste.-De ti.Me voltea a ver y noto la impresión.-¿Qué?- Pregunta incrédula. -Sí, Hermione. McGongall me ayudó a descubrirlo. Se levanta y coge papel de una mesa. Se limpia las lágrimas, el maquillaje caído y respira.-Bueno, ya, en serio- Dice más tranquila.Me levanto y me pongo frente a ella, viéndola un poco hacia abajo. -Hermione, te amo.-Pero Harry, es que...La interrumpo tomándola entre mis brazos y besándola, la beso todo lo que quiero, todo el tiempo que deseo. Bajo mis manos y la tomo de la cintura con ambas, mientras ella me devuelve el beso pasando sus manos por mi cuello y acariciándome la cabeza, tirándome de mi cabello de vez en cuando. Alargo el beso acercándola más a mí, pegándola a mi cuerpo, hasta sentir que somos uno solo. Sigue derramando lágrimas, así que las noto en mi boca, su pequeño mar salado, causado por mí. Esa idea no me gusta, así que aparto el pensamiento rápidamente. Abro los ojos y la veo con los suyos cerrados, pero con algunas lágrimas más cayendo. Cuando acabamos, pegamos nuestras frentes y cerramos nuestros ojos, compartiendo el mismo aire, sintiendo el aliento del otro. Ella huele a fresa, y eso me gusta.-Me gusta tu vestido- Susurro contra su boca.-Gracias. Mis manos están todavía en la cintura de ella, y las suyas ahora están contra mi pecho. -¿Y si regresas a Hogwarts?Ella abre los ojos y se retira de mí. Ahora me siento frío, sin el calor de su cuerpo.-No puedo, fui expulsada, ¿recuerdas?-Claro que no, te fuiste tú sola. -Además, me gusta la vida muggle.-¿En serio? ¿Estás segura?Duda y responde:-No, no estoy segura. -Vuelve, por favor- Le digo tomándole la mano-. No soporto tenerte tan lejos de mí, por favor. -Además, ya no podría regresar, porque no tengo todos los apuntes y...-Oh, por favor, eres Hermione Granger, puedes ponerte al corriente. Se muerde el labio. Ese labio que estuvo contra los míos. -No lo sé, lo pensaré. -Yo debo regresar el domingo por la noche, Hermione, piensatelo.-¿Dónde te hospedas?Oh, es un gran problema, no había pensado en eso, sólo pensaba en hablar con ella y tenerla conmigo de nuevo, y lo logré, pero ahora el problema es mi hospedaje.-Puedes quedarte en mi casa- Me ofrece ruborizándose-, si quieres, claro. La estrecho en mis brazos de nuevo y le sonrío. Ella me devuelve la sonrisa tímidamente y pone su cabeza sobre mi pecho.-No quiero estropear el momento, pero, ¿porqué te fuiste?Ella resopla y río.-De acuerdo, te lo contaré. Se sienta y la sigo. Le rodeo los hombros con mi brazo y le beso el cabello.-Supongo que todo comenzó cuando corté con Ron.Ella y Ronald fueron novios durante un tiempo, después de la Guerra Mágica II, pero no funcionaron bien, discutían demasiado y siempre estuve ahí para Hermione, se desahogó, vació sus lágrimas en mí y me estrechó fuerte. Ahora, Ron estará con Luna (ojalá) y Hermione está conmigo. Eso me agrada.-Me sentí vacía y devastada-Continúa-, sentía que no tenía a nadie más junto a mí, más que a ti. Sabía que tú siempre estarías ahí, y yo siempre he estado para ti, así que... Me enamoré de la nada. No sé cómo pudo ser tan rápido, sólo paso. Parvati trataba de convencerme para decirte, pero yo vería que tú eras feliz con Ginny, así que decidí no decirte nada, era mejor. Después de un tiempo llegué a la conclusión de que algún día te enterarías, y eso arruinaría nuestra amistad, y la de Ginny y mía, así que elegí irme, sabía que sería duro, pero me molestaba, me ahogaba verte con ella, no lo soportaba. Lo siento, creo que fui exagerada, pero no sólo fue por eso. También necesitaba despejarme un rato, después de la Guerra Mágica y las muertes todo se hizo más complicado para mí, fue un dilema devolverles la memoria a mis padres, pero no quería perderlos de nuevo. Ahoga unas lágrimas y sigue viendo fijamente a la nada.-¿Eso es todo?- Pregunto.Asiente con la cabeza.
Hermione
No creí que pudiera sacar todo eso con Harry. Francamente me sorprendió su confesión, pero también algo dentro de mí se iluminó, como una vaga luz de esperanza. Después, cuando me besó, sentí que esa luz se hacía más y más grande. Todavía, en el momento en que sus manos descendieron hasta mi cintura, mi luz creció más y más.-Te entiendo, Hermione, si yo hubiera estado en tu lugar tampoco habría soportado verte con otro. De hecho, te miraba con ese tal Leo y mis celos emergían.Sonrío tímidamente y lo miro.-Pero ahora estamos juntos, y no te dejaré ir, Herms.-Me gusta cómo suena mi nombre en tus labios.Me estrecha de nuevo y nos fundimos en otro beso.
Hermione
Harry y yo estamos solos en mi casa; mis padres salieron desde temprano para atender a un paciente especial, (no sé que tiene, sólo sé que le urge) pero saben que regresaré mañana.No puedo creer que Harry me haya convencido de regresar a Hogwarts, claro está que sólo le dije que sería una visita de un día, mañana yo regresaría a mi vida muggle y él se quedaría allá.Los dos seguimos acostados en el suelo de mi sala de estar, con cinco cobijas encima y una debajo de nosotros, viendo la tele. -Deberíamos levantarnos ya- Dice mirándome. Refunfuño y me tapo los ojos con el brazo. -Arriba- Me ordena besándome.Murmuro una palabrota y me levanto, quitando las cobijas con "enojo", aunque por dentro estoy radiante de felicidad. -Iré a ducharme- Le digo y subo las escaleras-. ¡Puedes ducharte en la de abajo!- Le grito. Hoy es la salida a Hogsmade y es invierno, así que me vestiré con ropa abrigadora, no quiero enfermarme. Lo que realmente me tiene preocupada es cuando Ginny nos vea, pues seguramente sabrá en ese instante que somos... No, mejor, no ilusionarse con que somos novios. El agua caliente me relaja, y la disfruto todo lo que puedo, hasta que finalmente tengo que salir.
Harry
Oh, Dios, ayer fue uno de los mejores días de mi vida. Besé a Hermione, la logré convencer de ir a Hogwarts aunque sea por un día y nos quedamos en la fiesta hasta el día siguiente. Me alegra que vayamos precisamente este día porque es la visita a Hogsmade, lo pasaremos a lo grande. Me visto rápidamente después de la ducha y la espero abajo, admirando las fotografías esparcidas por la casa. Finalmente, ella baja, y me quedo paralizado al ver tanta belleza; ella sabe que va a hacer frío, así que se puso un pantalón de mezclilla, botines rojos con un moñito al lado, y un abrigo rojo también, que le cae hasta arriba de la rodilla, con cuatro botones negros y cuello de peluche; porta guantes blancos y una bolsa blanca.Su cabello trae un lazo blanco. -Te ves hermosa.-Tú no te quedas atrás.Sonreímos. Le ofrezco mi brazo y lo acepta, para después desaparecernos de ahí.Aparecemos en el principio de Hogsmade, con la nieve cayendo sobre nosotros. Nuestros pies se hunden en el hielo caído.Es temprano, así que nuestros amigos todavía no salen del castillo.-¿Qué hacemos, Harry?-Demos un paseo.Asiente con la cabeza y empezamos a caminar.Es un lindo día para estar con mi Hermione, un ambiente muy romántico. Quiero darle una sorpresa, pero no sé qué hacer. Aún no sé cómo reaccione Ginny cuando descubra que de quien me enamoré es de su mejor amiga, espero que no lo tome a mal. Duh, ¿qué estoy diciendo? Ella es novia ahora de Malfoy, o eso creo. Entramos a Honeydukes y compramos algunos dulces y paletas. La señora abraza a Hermione y ella, confusa, se lo devuelve. Salimos de la tienda y caminamos hacia nuestra derecha.De repente, alguien agarra a Hermione por la cintura a espaldas en volandas y le da vueltas.-¡Herms!- Grita Ron-. ¡Qué bueno que estás aquí de nuevo!La baja y se abrazan mucho rato.-¡Hola!- Dice Luna. -¡Luna!- La saluda.Se unen en otro abrazo y se separan, ambas con lágrimas en los ojos, y Hermione mordiendo el labio (Si, ese labio...) tratando de contenerlas. La empiezan a bombardear con preguntas, y ella a ellos también.-Así que ya son novios ustedes dos- Comenta Ron.-Sí,y ustedes también- Digo.
Hermione
Me da muchísimo gusto ver a mis amigos, realmente los extrañaba mucho. Luna va tomada de mi brazo, y Harry y Ron van detrás, charlando. -Te veo muy feliz, Luna.-Lo estoy- Contesta radiante-. ¿Y tú?-También estoy bien. -¿Qué pasa? Te veo algo decaída.-Es sólo que...- Tomo aire y continúo-. No creo que lo que tenemos Harry y yo vaya a funcionar.-¿Por qué?- Pregunta incrédula.-Bueno, yo estoy viviendo mi vida muggle, él su vida mágica, sólo podríamos vernos los fines de semana, y algunas veces no, pues en la Universidad me han dejado demasiada tarea, y a él supongo que también. Además, la distancia en una relación no es buena. Se queda pensando unos segundos lo que le dije.-Siendo magos, ¿qué puede pasar que sea malo?- Me sonríe.Suspiro y le sonrío lo más que puedo. -En fin, ¿qué más me cuentas?
Ahora estamos Ron, Luna, Harry y yo en las Tres Escobas, hemos bebido tres cervezas de mantequilla cada uno. Gracias a eso, reímos con cada cosa que decimos. Harry me tiene rodeada con el brazo por mis hombros, tengo mi cabeza apoyada en su pecho y le acaricio distraídamente el muslo. Luna está sentada en el regazo de Ron, y él no para de estar sonrojado. -¡Otra ronda!- Pide Ron gritando.Reímos con fuerza y Harry me rodea la cintura con sus dos brazos. La camarera se acerca a dejar las bebidas y, como las otras tres veces, le echa ojitos a Harry. La fulmino con la mirada. Es mío, aléjate. -¡Por nosotros!- Dice Luna alzando su cerveza.La imitamos y nos bebemos el líquido. Oh, extrañaba esto. La puerta suena y Ginny entra en ella. Me levanto (ella sigue sin verme) y me lanzo a sus brazos. Ella da un gritito de sorpresa y después nos envolvemos en un tierno abrazo. Harry llega y se pone a mi lado, pero no nos cogemos la mano ni algo parecido. ¡Hola, mi amor!- Exclama feliz y se lanza a besar a Harry.Me quedo paralizada, no porque ella lo haya besado, sino porque él no la retira. Parpadeo para espantar las lágrimas, me muerdo el labio y salgo del bar, azotando la puerta detrás de mí.Lo sabía, sabía que algo como esto iba a pasar, lo sabía. ¡Maldita sea, Hermione, eres una idiota! La gente que se atraviesa en mi camino sufre mi furia, pues los aparto con fuerza, llorando. Me dijo que ya no eran novios, ¡EL ME LO DIJO! Es un estúpido. Maldición, ¿porqué no le dije que sí a Leo? Probablemente él no me engañaría con mi mejor amiga. No estoy furiosa con Ginny, sino con Harry, Ginny probablemente ni siquiera tiene idea de que éramos.... Ah, es mejor olvidarlo.Cuando llego al final del pueblo, desaparezco.
Harry
Cuando me doy cuenta de a quién estoy besando, la retiro con furia y la miro con asco.-¡¿Qué te pasa?!- Le gritoGinny se queda paralizada y me ve con ojos como platos. Intenta cogerme la mano, pero yo la retiro.-¡¿Qué hiciste?! ¿Porqué me besaste?-Harry... somos novios, por eso.-¡No! ¡Tú y yo ya no somos nada!-Pues me respondiste el beso- Dice orgullosa.Volteo a ver a Luna y Ron, y su mirada me duele, me ven como si me tuvieran asco. Saben lo que hice, y yo mismo me odio. -¡Ahora soy novio de Hermione!- Exclamo furioso. -Claro que no, no los vi abrazados o algo así- Replica.Exasperado, me paso las dos manos por el cabello.-¡Ustedes saben que Herms y yo somos novios!- Les digo a Ron y Luna.Luna cruza los brazos, frunce los labios y me mira con una horrible mirada. Después, sale del bar.-Hermano, Ginny tiene razón, le devolviste el beso- Dice Ron con tristeza. -¿A dónde fue Hermione?
-Salió llorando hace rato- Contesta mi amigo. Sin esperar a que digan algo más, salgo de las Tres Escobas y corro buscándola.Se fue.La perdí para siempre.Pienso en su casa y desaparezco.
Hermione
Aparezco en un parque, con lágrimas rodando por mis mejillas; camino con la cabeza gacha, limpiándomelas, sin ver quién me ve.Choco contra un cuerpo.-Lo siento- Susurro.-¿Hermione?Me lanzo a los brazos de Leo, lo rodeo por la cintura y lo estrujo contra mí. Me acaricia el cabello dulcemente y me besa la cabeza. Oh, ¿porqué no le dije que sí a él? Probablemente ahora estaríamos comiendo un helado en este mismo parque.Eso me recuerda...-¿Qué haces aquí?- Le pregunto.-Vine con Nette a dar una vuelta, trajimos a su perro.Nette viene y me abraza también.-¿Qué pasó, Herms?- Me dice. Les relato todo lo que acabo de pasar, llorando aún. -Harry es un idiota- Comenta Leo- al hacerte pasar por esto. No te lo mereces.-Él tiene razón, Hermione; ¿qué clase de hombre no le dice la verdad a otra chica sobre que tiene novia? Es imbécil.-Ambos están en lo cierto, pero... no puedo evitar seguir queriéndolo, lo quiero desde hace ocho años. -Vamos a tu casa- Me sugiere Nette rodeándome con un brazo.Asiento con la cabeza y subimos a su auto. -¡¿Cómo pude ser tan tonta?!- Grito de repente, causando que salten de la impresión-. ¡Soy estúpida, idiota, imbécil! ¿Cómo pude creerme su sarta de mentiras? Qué imbécil, creerme que había dejado a la mujer de su vida para irse... conmigo.-Hermione, tú no eres poca cosa, eres la chica más linda e inteligente y miles de cosas más que he conocido- Nette lo fulmina con la mirada-, a parte de ti, Nette. -Leo tiene razón, eres sexy.El comentario de Nette hace que me ría y me sonroje. -Hermione, he de advertirte, que cuando vea a ese papanatas de Harry, le partiré la cara- Sentencia Leo. Cuando llegamos, salgo. El barrio está desierto, debido a que hay una gran fiesta a tres calles de aquí, y todos prefieren estar allá, eso nos brindará silencio. Abro la puerta. Dentro todo es silencio, así que supongo que mis padres no han llegado. Cojo el teléfono y les llamo.-Clínica Granger, ¿qué desea?- Contesta Kathy, la recepcionista.-Hola Kathy, soy Hermione, ¿a qué hora regresarán mis padres?-¡Hola Hermione! Tus padres tendrán un día muy atareado, así que no regresarán sino hasta la noche. -Gracias, Kathy, buen día.-Igualmente.Cuelgo y suspiro. Me giro hacia mis amigos, que están viendo mis fotos de pequeña. -Quiero helado de chocolate- Les digo y voy a la cocina.Ellos me siguen charlando sobre la escuela, diciendo qué tarea han hecho y cuál no. Abro la nevera y encuentro mi obsesión: helado de chocolate, con chispas de chocolate y capuchino. Buf, voy a engordar...-Necesitas música- Dice Nette y prende el estéreo. Starships, de Nicky Minaj suena, y ella le sube el volumen. Empieza a bailar, arrastrando a Leo al centro de la sala. Yo me tumbo al sofá y empiezo a devorar mi helado con mi cuchara especial viéndolos. Finalmente sonrío y me levanto, dejo el helado de nuevo en la nevera, hacemos los sofás a los lados, recorremos la mesa de centro hasta dejar un gran espacio de pista de baile. Ahora Turn me On, de David Guetta con ella también, suena a todo volumen. Alguien toca la puerta y me separo de mis amigos por unos momentos.Harry está afuera.Parpadeo rápidamente, como para espantar una ilusión. Cierro los ojos, apretándolos, y cuando los abro sigue ahí, me volteo hacia el pasillo y cuando dirijo de nuevo mi vista hacia la puerta, sigue allí. -¿Puedo pasar?- Dice.-No sé- Contesto. -Hermione...-No, cállate. -Pero es que....-¡Dije que te calles!- Grito.-Déjame explicarte...-Cierra la maldita boca antes de que te haga un Petrificus Totalus- Lo amenazo entre dientes. -¿Qué pasa Hermione?- Pregunta Nette saliendo. Se queda boquiabierta cuando lo ve ahí-. ¡Leo!Oh, no... esto no me gusta...Leo sale enseguida y, cuando ve a Harry, sus ojos se inundan de furia y me aprieta el brazo con delicadeza. -Hermione, ¿nos dejas hablar?- Pregunta Leo.Si digo que no, probablemente me corran, y si digo que sí, sería como aceptar la pelea. Antes de poder contestar, Nette me toma por el brazo y me mete a la casa, cierra la puerta y ella se queda afuera.
Harry
-Dos contra uno, no es muy justo, ¿no creen?- Digo tranquilo. -Cierra la boca, nos vas a escuchar- Responde... ¿Nette? -De acuerdo, empiecen. -¿Cómo carajo se te ocurre engañar a Hermione? Y no sólo en el beso, si no que además le mentiste con lo de que no tenías novia, y resulta que cuando ella va a visitar a sus amigos, tú besas a tu verdadera novia, dejando a Hermione sola y sintiéndose estúpida. Eres imbécil- Empieza Leo. -Bueno, para empezar...-Cierra la boca, no hemos acabado- Me interrumpe la chica-. ¡Porqué lo hiciste! ¿Por qué la necesidad de romperle el corazón? ¿No tienes idea de cuánto te quiere ella? Parece que sólo la usaste como juguete, pedazo de imbécil.Esas palabras me duelen, ya que la quiero igual que ella a mí, pero sé que es tarde para demostrarlo.-No entienden, es que de verdad la amo- Trato de explicarles. -¡Demuéstralo!- Gritan al unísono. -Es que Ginny me besó de improviso y no reaccioné a tiempo y me quedé paralizado y...Siento un golpe en mi boca, Leo me golpeó.-Eso es por engañarla- Me da otro-. Este es por mentirle- Otro-. Y este por idiota. Resisto el impulso de sacar mi varita y lanzarle un Desmaius, quedaría en evidencia. Pero sí que puedo devolverle el golpe, justo en la mandíbula. Me lo devuelve, esta vez en el estómago y caemos los dos al suelo, revolcándonos. Nette trata de quitar a Leo de encima de mí, pero yo lo jalo y le doy otro puñetazo, me coloco encima de él y la lucha sube de nivel.-¡Leo, basta!- Grita Hermione desde el umbral. Ninguno de nosotros hace caso y seguimos revolcándonos por la acera, dándonos golpes, patadas, azotándonos... Después de algunos minutos, siento mi cuerpo inmóvil, y el de Leo está igual. Nette esta boquiabierta y Hermione sostiene su varita en alto. -¡Par de cavernícolas!- Exclama furiosa. Nette carga a Leo con mucho esfuerzo y Hermione me carga a mí, sintiéndome feliz. Ese sentimiento acaba cuando me avienta al sillón, y nos quita el encantamiento.
Harry
-No sabía que pudieras hacer eso- Exclama sorprendida Nette, cuando finalmente nos quito el encantamiento en su sala.-Sé hacer un par de cosas, más- Contesta sintiéndose orgullosa-. Ahora, par de animales, hablaremos seriamente. ¿Porqué los encontré revolcándose?Empezamos a hablar al mismo tiempo, señalándonos, levantando las manos en gesto exasperado, diciéndonos palabrotas entre nosotros...-¡Basta!- Grita Hermione. Nos detenemos y hundo mi cabeza entre mis hombros. Ella me fulmina con la mirada. Antes amaba verla a los ojos, ahora no, porque sólo veo furia y odio. Me duele, más que un cuchillo al corazón. -Hablaré con Harry, a solas- Dice entre dientes Hermione.Los otros dos asienten y salen de la sala, azotan la puerta y quedamos solos, oyendo sólo el Tic Tac del reloj. -¿Vas a hablar, Hermione?
Frunce los labios y cruza los brazos. Se sienta enfrente de mí y me mira. -Sólo quiero decirte que fuiste un idiota.Asiento con la cabeza.-Lo siento, en serio, pero es que fue muy rápido, no me di cuenta y...-Es típico que te pidan perdón cuando el daño ya esta hecho- Comenta con la voz quebrada y lágrimas en los ojos-. ¿Sabes lo que sentí, Harry? El corazón se me hizo trizas, confié en ti, creí que de verdad habías acabado con Ginny, pero ahora veo que no fue así, y yo quede como idiota.-Hermione, en serio terminé con ella, Malfoy es testigo de eso.-¿Malfoy?- Pregunta, sorprendida-. Sí, claro, Malfoy amiguito de Ginny, ¿no te cansas de mentir? Ya me cansé- Ahora las lágrimas ruedan por sus mejillas- de tus mentiras, Harry. -No son mentiras- Me defiendo.-¿Entonces qué son? ¿Cuentos? Me paso las dos manos por el cabello, totalmente exasperado. Me levanto y camino hacia ella; pero antes de poder tocarla, da un paso atrás con las manos alzadas, agachando la cabeza. Reprime las lágrimas mordiendo ese labio que me atrae. -No, Harry. Eres feliz con Ginny, lo sé, regresa con ella y no vuelvas a buscarme, ¿bien? -Pero...-Vete- Me ordena llorando. La agarro desprevenida, la tomo por los codos y la atraigo a mi cuerpo, besándola con amor, demostrándole en ese beso que la amo. Ella se retira, y me siento frío y vacío... de nuevo. -Sólo... cuídate, Harry, ¿de acuerdo? No quiero que terminemos con rencor, pero después de esto creo que es mejor que no nos hablemos por un tiempo. -Te amo- Le digo desesperado-. Siempre te he amado.-Cállate- Me ordena cerrando los ojos-, no lo digas nunca. No puedes decirlo. -Esa es la verdad más importante que he dicho.-Vete- Me dice con dolor en su voz quebrada por las lágrimas.Le beso la cabeza y desaparezco de su casa.
Hermione
Después de que Harry se va, abro la puerta y Nette y Leo me ven llorando. Se lanzan a abrazarme y yo les devuelvo el abrazo, llorando en voz alta. Mi amigo me acaricia el cabello, y ella me susurra que me tranquilice, que era un idiota... cosas así de típicas. Arreglo la sala de estar, poniendo todo en su lugar.Voy hacia la nevera y saco mi helado de chocolate, me siento en la sala y empiezo a devorarlo. Nette y Leo me ven con compasión.-Dejen de verme como si me estuviera muriendo- Les digo con enojo aparente. -Lo sentimos- Contesta Nette.-Nosotros nos vamos, te dejamos sola, ¿está bien?-Sí, gracias.En estos momentos, como bien dijo Leo, quiero estar sola. Antes de salir, me dan un beso en la cabeza. Prendo la tele y empiezo a pasar los canales distraídamente, suspirando cada dos por tres. Mis papás todavía tardarán en llegar. Subo las escaleras hacia mi habitación y bajo con una cobija de unicornio rosa, la que usaban para envolverme cuando era bebé. La necesito.Bajo de nuevo a la sala, me quito los zapatos y me acurruco en el sofá, con mis dos mejores amigos: Helado y Cobijita. Buena combinación. Finalmente me decido por una película titulada "No me quites a mi novio/ Algo prestado/ Something Borrowed", necesito algo para distraerme. Ay, no, ¿qué hice? Acabo de perder al único chico que he amado de verdad... bueno, lo tenía merecido, pero, ¿y si no mentía? Pero, ¿y sí sí mentía? No debo arriesgarme más.Cuando acaba la película, subo a mi cuarto arrastrando los pies y la cobija, los hombros gachos y la cabeza caída. Azoto sin fuerza mi puerta y me acuesto en mi cama en posición estrella, boca abajo. ¿Por qué tuve que enamorarme de Harry Potter? ¿Por qué precisamente de él? ¿Por qué no de Leo? ¿Por qué lo de Ron y yo no funcionó? ¿Por qué sufro tanto? Pero, la pregunta que realmente alberga mi cabeza es: ¿Y si le doy la oportunidad a Leo?
Harry
Cuando aparezco en el dormitorio de chicos, me derrumbo en mi cama y escondo mi cara en mis brazos cruzados. Oigo que mis amigos entran, y al verme así, se callan.-¿Qué pasa, Harry?- Pregunta Ron.Le relato todo lo sucedido, y tengo miedo de que diga que ella tiene razón.-Ella tiene razón- Ah, carajo-. Amigo, en serio lo arruinaste.-Lo sé, no necesito que me lo recuerdes. -Mi hermana quiere hablar contigo.-¿Sí? Pues yo con ella no, dile que se largue, no quiero verla, por su culpa perdí a Hermione. -Bueno, ella no te obligó a besarla.Maldición, tiene razón. ¿Por qué lo hice?-Ron, no sabes lo arrepentido que estoy.-Pero Hermione no quiere escucharte, Harry, así que no te queda de otra más que seguir viviendo. Suspiro y giro mi cabeza para verlo.-Lo sé, pero será difícil.
Hermione
Bueno, hoy es sábado, ha pasado una semana desde lo sucedido con Harry, y sigo sintiéndome triste, sola y estúpida. Leo y Nette han tratado de levantarme el ánimo, pero no puedo. Sigo pensando en él, en su traición, en el dolor, en que ya no he hablado con nadie del mundo mágico. Supongo que es lo mejor. Hoy me invitaron a otra fiesta (como de costumbre) y quiero ir, necesito distraerme. Leo y yo estamos repartiendo las entradas (bueno, vendiéndolas) y no me quita la mirada de encima. -Estos días has estado muy pálida, Hermione, tienes ojeras más oscuras que de lo normal y no comes casi nada. -No me he sentido de humor para hacer algo, y lo pálida... supongo que viene de familia. Un chico llega y nos paga la entrada, es feo, horrible... Después se va, no sin antes guiñarme un ojo. Leo lo fulmina con la mirada y se me sale una sonrisa. He pensado en darle una oportunidad... a ver cómo resulta. -¿Quieres que pase por ti para ir a la fiesta?- Me pregunta.-Claro, sería un lindo detalle de tu parte.Volvemos a la jardinera y, en la misma bocina de antes, tienen Enrique Iglesias, "Bailando", me gusta esa canción. No he hecho mucha tarea, por la distracción; no he comido, casi no duermo, no me divierto... ¿Porqué me afectó tanto lo que me hizo? No puedo quitármelo de la cabeza, me pierdo en mis pensamientos muy seguido, y no estudio mucho.Algo me decía que no era buena idea ser su novia, y debí hacerle caso a esa corazonada. Leo me toma la mano y me levanta, y empieza a enseñarme a bailar salsa.
Harry
La última semana ha sido una de las peores para mí, simplemente saber el hecho de que le hice daño a Hermione no me agrada. He ido con McGonagall para verla por el extraño artefacto, y la veo pálida, con ojeras marcadas, nunca la veo comer y siempre está perdida en sus pensamientos. Y me siento culpable. Sé que es mi culpa.Aunque, para ser sincero, yo tampoco he comido, ni dormido, ni me he divertido mucho últimamente. Agg, me odio.-Harry, ¿qué dices, hablas con mi hermana?- Me dice Ron. -No quiero hablar con ella, por su culpa perdí a Hermione.Suspira y recarga su cabeza en su mano, me ve con ojos entrecerrados y habla:-¿Quieres que te de mi opinión?-Bueno, si vas a decir que ella tiene razón, no gracias, ya me lo has dicho muchas veces. -Ésa era una de las cosas que iba a decir.-De acuerdo, dime.Se sienta derecho, se aclara la garganta y me ve a los ojos.-Eres idiota, Harry. Perdiste a Hermione, por no "darte cuenta de quién te estaba besando"- Dice haciendo comillas-, esa es la peor y más estúpida excusa que he escuchado; sabes que eres mi mejor amigo, te considero mi hermano, y uno de mis trabajos como mejor amigo es decirte cuando eres idiota, y en este caso, lo fuiste, y mucho. Y, lo peor, es que ni siquiera quieres saber qué tiene que decirte mi hermana- Abro la boca pero alza un dedo-. Cállate, déjame terminar. ¿Y si quiere pedirte perdón? ¿Y si quiere ayudarte a resolver lo de Hermione? Si Herms me hubiera besado y yo no la hubiera apartado, y si Luna se hubiera enojado, escucharía a Hermione si después quisiera hablar conmigo. Pero el orgulloso Potter no quiere escuchar a Ginny, y aunque acepte su error, no quiere enmendarlo. Por eso eres imbécil. Y vuelve a su comida. -De acuerdo, hablaré con Ginny- Acepto por fin, con voz aburrida.Me mira fijamente, con el bocado en su cachete izquierdo. -Bien, le diré, ¿a qué hora?-En la noche. Se encoge de hombros y sigue comiendo. ¿Que raro, no?
Hermione
Estoy parada frente al espejo de cuerpo completo, en mi habitación, admirando mi aspecto; Llevo un vestido pequeño y blanco, con llamas naranjas tenues abajo, subiendo hasta parar en el pecho, tenis blancos choclos y una mini chaqueta de mezclilla, que me llega justo donde acaba el pecho. Mi bolsa es cruzada y blanca, y me hice una coleta. Bueno, no estoy mal. Leo no tardará en llegar, me dijo que pasaría a las 20:30, y son las 20:24. Bajo a la sala de estar y mis padres están tomando su habitual té, viendo un documental. Ellos ya se acostumbraron a que vaya a fiestas, o salga con mis amigas de compras, o cosas así. Cosas que hace una adolescente normal, pero yo no soy normal, yo siempre seré bruja. Me siento a su lado y como una galleta de nuez, viendo el programa. Están comprobando si las sirenas existen o no. Yo pienso que sí, en el Lago Negro, pero no son hermosas como dicen... siento un escalofrío recorrerme el cuerpo al recordar que yo estuve dentro del Lago, y que Krum me rescató. Tocan el timbre de la puerta y mis padres me dan un beso en la cabeza. Salgo y Leo está fuera, jugueteando con su celular. Camino hasta su posición y nos saludamos con un beso en la mejilla, aunque él me lo da en la comisura de la boca, pero no me siento extraña. Me abre la puerta del copiloto y entro. Rodea el auto y se mete él.-Espero que la fiesta te suba el ánimo, Herms. -Sí, yo también espero eso.Arranca y nos infiltramos en la oscuridad. Pone a su músico favorito (David Guetta) y acelera. Los únicos que saben de mi depresión son Nette y él, y sólo porque estaban ahí, aunque de todas maneras se los habría contado. Odio que no pueda ir a Hogwarts de nuevo. Sí, sé que nadie ni nada me lo impide, pero me sentiré incómoda, aunque estén Ron, Luna, Neville y los demás. No podré mirar a Ginny a los ojos, y mucho menos a Harry. Y en caso de que lo vea, soy capaz de golpearlo por el coraje y la tristeza. Cuando llegamos al lugar, incluso hasta nuestra posición, el estacionamiento, se oye la música y los gritos y la diversión. Nette me lanza los brazos por el cuello en cuanto me ve, y parece feliz. -¡Daniel me pidió ser su novia!- Me grita al oído.Él y ella se han estado echando miradas y ese tipo de cosas, típicas en un ligue.-Esas son buenas noticias. ¿Qué le dijiste?-¡Que sí!Me abraza dando brinquitos en su lugar. Después me da un fugaz beso en la mejilla y se aleja dando saltitos. Paso mi brazo por el codo de Leo y vamos a las bebidas. El tipo feo de hoy por la tarde choca conmigo y me sonríe, mostrando sus... dientes. Leo le dirige una mirada asesina, pero él no se va. -¿Cómo te llamas?- Me pregunta, oliendo a alcohol.Uff, ¿qué digo? No le diré mi nombre verdadero.-Mariana- Contesto de repente.-Soy Alfred, mucho gusto.Me tiende una mano y yo no la acepto. Al contrario, por reacción, tomo la mano de Leo.-¿Tienes novio?- Me dice.-Claro- Contesto con dolor.-¿Y quién es?-Él- Señalo a Leo.Alfred lo mira de arriba abajo, y hace gesto de asco.-Más guapo que tú si está- Lo defiendo.El oloroso pone los ojos en blanco.-¿En serio es tu novio? No lo creo.-Pues créelo- Contesta Leo y, de repente, toma mi cara en sus manos y me besa.
Harry
Ginny está sentada en una banca, en medio del jardín. Suspiro y camino hacia ella. Está leyendo un libro.-Hola- Le digo en voz baja.-¡Hola! Siéntate.Se recorre y da palmadas en el asiento. Lo hago y miro fijamente al frente. Trago saliva con dificultad. Siento que perderé la calma.-Bueno, empieza- Exclamo.-Antes que nada, quiero decirte que no sabía que Hermione fuera tu... novia. Aún así, quiero pedirte perdón. Pensé que habías terminado conmigo sólo por verme con Malfoy.Me río.-¿Y no querías que te terminara por besarte con él? -Déjame terminar. Bueno, espero que pueda solucionarse lo suyo, y si puedo ayudarte en algo para resolverlo, lo haré. -Podrías hablar con ella- Sugiero. Asiente con la cabeza.-Lo haré, mañana iré a su casa y hablaré con ella- Contesta decididamente.
Harry
Me alegra que Ginny me pidiera disculpas y aceptara ayudarme a resolver el problema con Hermione, y espero que ella nos quiera escuchar. Decidí que iré con Ginny a visitarla, así podemos hablar entre los tres, y que Hermione me crea y no piense que son mentiras. -Entonces iremos mañana por la mañana- Dice Ginny cuando acabamos de idear nuestro plan. -Estoy un poco nervioso...-¿Por qué? No hay razón, le explicaremos lo sucedido, tú no te preocupes. Asiento con la cabeza sin creérmelo por completo. Suspiro y me levanto.-¿Quieres ir a ver a Hermione, Ginny? Tengo métodos para verla. -Claro, porqué no. Me toma por el brazo y caminamos. Ya no me siento extraño a su lado, ahora ambos nos vemos como viejos amigos, casi como si no hubieramos sido novios, y ella no me hubiera besado cuando era novio de Hermione. Casi. Llegamos a la oficina de McGonagall. El artefacto me espera sobre una pequeña mesa en el centro de la habitación. Hago el hechizo y se me paraliza el corazón: ¡Hermione está besando a Leo! Bueno, más bien, él la está besando, pero ella le está respondiendo el beso, pasando sus brazos por el cuello de Leo y acariciándole el cabello. Trago saliva con dificultad y aprieto los dientes. Ginny me mira a los ojos y me abraza, como consolándome. Una semana, pasó una semana y ya se besa con otro. Aunque no la culpo, fui realmente idiota, me arrepiento de mis acciones. ¿Cómo remediarlo? -No quiero esperar más- Le digo-, vayamos ahora.--Harry, no, debes esperar.-¡No quiero esperar! Debo solucionarlo ahora mismo.-¡Harry James Potter, debes aguantar! Mañana por la mañana todo estará bien, te lo prometo. -¿Y si no ¿Y si no quiere volver a saber algo de mí? Pone los ojos en blanco.-No seas exagerado.Espero que tenga razón, y espero no ser exagerado.
Hermione
Le devolví el beso a Leo, porque quiero darle una oportunidad, ¿y si es mejor que Harry? ¿y si me trata mejor que él? Aunque, para ser sincera, mi corazón siempre ha sido de Harry. Ahora no sé si somos novios o qué, pero Nette está sonriéndonos cada dos por tres, supongo que vio el beso. Shake it, de Lil Wendy, suena a todo volumen mientras Nette me interroga.-Cuéntame todo, Herms, debes hacerlo.Pongo los ojos en blanco, sonriendo, y le empiezo a contar desde el chico maloliente. Ella sonríe ampliamente cuando llego a la parte del beso. -¡Hacen una hermosa pareja!- Grita-. Es mejor que Harry, eso es seguro.Suspiro y me miro las manos. No quiero tocar ese tema aquí, me pondré a llorar. Sólo quiero irme a mi casa, quiero esconderme en mis cobijas y no salir de ahí por un largo tiempo.-Me quiero ir de aquí- Le digo a Nette.-¿Por qué? Es temprano, Hermione.-Lo sé, pero en serio necesito estar en mi casa, no me siento de buen humor. Asiente con la cabeza, me da un beso en la mejilla seguido de un abrazo y desaparezco. Y aparezco frente a mi casa, esa son las ventajas de ser una bruja: llegas rápido a donde quieras. Entro a mi casa sigilosamente y subo a mi cuarto de puntillas. Me cambio a la misma pijama que llevaba en sexto año, cuando Harry llegó, me hago mi coleta y me meto a las cobijas, dejándome llevar por un sueño horrible.
Despierto con el ruido de varias voces desde la sala. Tengo la almohada sobre mi cabeza, las cobijas sobre el torso y no tengo nada de piernas para abajo. Es una rara posición. Me desperezo y salgo de la cama, arrastrando mi pans de pijama y bajándome más las mangas de mi playera de dormir. Voy al baño y miro mi aspecto: ojeras, pálida, despeinada, decaída, hombros y cabeza gachos... soy un asco.Voy por mi cobija, me envuelvo en ella y bajo las escaleras rumbo a la cocina, ignorando a las personas que hablan en la sala. Me sirvo cereal y jugo de naranja, y subo de nuevo a mi habitación. Enciendo la tele y cierro la puerta, me quiero quedar con mi soledad. Las cortinas siguen cerradas, la ventana también, mi cama no está hecha y... el cuarto está hecho un desastre. Cuando acabo de desayunar, tocan a mi puerta. Pensando que son mis padres, dejo todo tirado y, cuando la abro, Harry y Ginny están parados enfrente de mí. Como reacción, les cierro la puerta y me recargo en ella. Oh, no, por favor no, no me hagan esto. Maldición, ¿qué hago? Tocan de nuevo y cierro los ojos, rogando porque se vayan. Me muerdo con fuerza el labio y me dejo caer al suelo, apoyando la espalda en la puerta. De nuevo la aporrean, esta vez con más fuerza. Debo enfrentarme a ellos... pero después.No, ya.Me levanto y abro la puerta, al borde de las lágrimas. Me ven y se miran nerviosos.-¿Podemos pasar?- Me pregunta mi amiga.Yo, sin abrir la boca, me hago a un lado y entran. Cierro la puerta, le pongo el seguro y cruzo los brazos. -¿Qué hacen aquí?- Los cuestiono lo más firmemente posible. -Hablar contigo- Responde Harry. -No quiero, no me da la gana, lárguense de mi cuarto, ahora- Les ordeno enfatizando la última palabra. -Hermione, no sin antes hablar contigo, y si es necesario, te haremos un Petrificus Totalus- Sentencia Ginny. -Soy mejor hechicera que tú- Contesto sacando mi varita. Se sienta en mi cama, y Harry junto a ella.-Linda pareja- Digo con ironía.-Por favor, Hermione, deja que te expliquemos- Me ruega Harry.Bueno, dejemos que hablen.-Empiecen.Me empiezan a relatar que las intenciones de Ginny nunca fueron malas, y mucho menos las de Harry, pero eso no quita que no la haya apartado cuando se besaron.Agacho la cabeza al final de su historia y niego con ella.-No- Susurro-, es muy tarde, lo siento. Estoy tratando de olvidarlos, todo, Hogwarts, mis amigos, Harry... trato de olvidar mi vida mágica. Váyanse, por favor.-Pero ya te explicamos- Replica Harry.-Lo sé, pero el daño ya está hecho- Explico.-, no pueden remediarlo con flores, o chocolates, o pidiéndome perdón miles de veces. Lo hecho, hecho está. Él se levanta y camina hacia mí, yo por reflejo propio me aparto y no lo miro.-Por favor, váyanse.Tratan de acercárseme y no los dejo.-Espero que seas feliz con Leo- Dice Harry.¿Cómo lo sabe? Quiero preguntarle, pero finalmente conseguí que se fuera. Azotan la puerta y me derrumbo en el suelo.
Hermione
Ha pasado ya un mes, y no sé nada de la vida mágica. Eso me alegra, pues será más fácil olvidar todo eso. Hoy, Leo me regaló un ramo de rosas, hermosas, grandes y rojas como la sangre, que ocupan un lugar especial en mi mesa de noche. Ha sido muy lindo conmigo, me trata como si fuera la Reina de Inglaterra, como si pudiera romperme con facilidad. Es muy atento, amable, divertido, me protege, cosas así. Mis calificaciones son muy buenas, como siempre, pero no debo confiarme, estoy nerviosa por los exámenes. De hecho, justo ahora estoy estudiando, con la luz de mi lamparita de noche sobre mi escritorio. Oigo un choque en la ventana y volteo exaltada. Veo un cuerpo pequeño tumbado en el alféizar. Me acerco y veo a Errol aquí. Oh, no. Suspiro y meto a Errol, acunándole contra mi pecho, como si fuera un bebé. Lo dejo sobre mi cama y empieza a hacer sus plumas, tendiéndome su pata izquierda, con una hoja color amarilla y un listón verde. La desenrollo y sé enseguida que la carta es de Ron, por su desaliñada letra.
¡Hola, Hermione! Espero que no te moleste que te esté escribiendo, pero sólo lo hago para darte las últimas noticias de Hogwarts:1) Parvati y Luna se han hecho demasiado unidas y parece que cada dos por tres quieren... molestarme, sí, creo que es la manera amable de decirlo; aunque me enorgullece decir que Luna frena a Parvati si llega a sobrepasarse. 2) Harry no ha pasado una estancia muy buena aquí desde que fueron a hablar contigo y no solucionaron nada. Ginny trata de consolarlo, pero de nada sirve. Lo he tratado de animar también, pero apenas sonríe. Ahora mismo, mientras escribo esta carta, esta rayando su pergamino de pociones distraídamente, se supone que deberíamos investigar algo sobre una poción, no me acuerdo cuál. 3) El próximo partido es el sábado, ojalá puedas venir, todos aquí tenemos muchas ganas de verte.Nada es lo mismo sin ti, Hermione, todo es más gris, más aburrido, se fue la alegría, al menos para Gryffindor. Bueno, algunos de Ravenclaw (además de Luna) e incluso de Hufflepuff nos han preguntado por ti; después de la Guerra Mágica, el Trío de Oro es más famoso que nunca, ¿que irónico, no? Ser famosos por casi morir, aunque supongo que así es como se llega a la fama en realidad. Ahora iré al grano; Harry me ha dicho que se siente más solo que nunca, ¿recuerdas su comportamiento en quinto grado? Bueno, está peor que esa vez. Sólo habla conmigo y pocas veces con Luna, nunca se divierte, ya no sale, ni siquiera come bien o duerme durante la noche. Siempre se levanta al rededor de las 2 de la madrugada y da un paseo (sin Snape aquí, nada se lo impide, aunque lo seguimos extrañando) ¿Puedo pedirte algo? Intenta hablar con Harry de nuevo, créeme que se siente más arrepentido que nunca, incluso que cuando no te invitó al baile de.... ¡Carajo! No debía escribir eso, olvídalo, ni siquiera lo leas, ¡Bórralo ya! Si no lo haces, Errol te golpeará.... No, es tan estúpida esa lechuza que no es capaz. Bueno, lo dicho, dicho está (¿si era así esa frase?) Ya hice esta carta muy larga, así que esperaré tu respuesta.
Con mis mejores deseos,Ron.PD: Lo del punto número 3 no era una sugerencia, QUIERO QUE VENGAS.
Suspiro, tomo una pluma y empiezo a escribir.
Harry
Un mes ha pasado, y sigo extrañándola. Ron le envió una carta ayer, miércoles, pero no sé si quiera responderla, con eso de que quiere olvidar su vida mágica...Estamos comiendo justo ahora (bueno, Ron come, yo no) cuando las lechuzas entran y empiezan a repartir el correo. Errol viene a toda máquina con una nota rosa chillón en su pata, atada con un fino listón morado. Mi corazón se acelera cuando Ron le quita la nota y la abre.Es la hermosa caligrafía de Hermione.
Hola, Ron (y si hay alguien más leyendo esto, hola también)Debo decir que quedé impresionada con la firmeza de tu posdata. Tocando el punto número 3, no sé si deba ir, sería como dar tres pasos atrás, cuando ya di dos pasos adelante, ¿entiendes? Si veo a Harry, sé que sucumbiré, me lanzaré a sus brazos y nunca lo soltaré. Por otra parte, yo también ansío ir a visitarlos, los extraño como no tienen idea, pero no puedo hacer nada, estoy ya en exámenes finales, y ese sábado me serviría para estudiar (saben que eso me lo tomo muy en serio) Entonces, como respuesta: No. Lo siento, pero no puedo ir. Saben que los aprecio demasiado, son como el alfa y el omega de mi vida, sin embargo también me importa mi felicidad y, aunque me haría más feliz que nunca verlos, sé que se acabaría en cuanto vea a Harry; no lo tomes a mal, me refiero a que recordaría todo lo que pasó (lo malo, por supuesto) y me echaría a llorar. No estoy diciendo que me arrepiento de haber sido su novia. Ese día que pasamos juntos fue... agradable. No puedo decir que lindo, porque no hicimos muchas cosas, aunque beber con Luna, contigo y con Harry fue genial. Volviendo al punto número uno, ¿a qué te refieres con que "te molestan"? Explícate por favor, Ron, si necesitas ayuda para controlarlas, envíame una lechuza e iré SOLO POR CINCO MINUTOS a pararlas, pero no me quedaré más. El punto número 2, el de Harry... es mi caso también, aunque para ser sincera, me la he pasado muy bien con Leo. Sé que si el ojiverde está leyendo esto se enfadará, o se pondrá triste, o no sé cuál será su tristeza, sólo sé que yo también la he pasado mal, pero mis amigos me ayudan y me dejo ayudar. No detendré mi vida por él. En cuanto al extra, lo de hablar con Harry, debo decir que NO, un profundo y rotundo NO, sé que dirás que soy exagerada, que debo superarlo, pero tú no has vivido lo que yo viví, ¿y que haya venido con la chica con la que se besó? Ni hablar, de nuevo no. Sé que es mi mejor amiga, pero eso sólo aumenta el dolor. Sé que algún día lo superaré, algún día mi corazón sanará y podremos volver a vernos.Sólo espero que sea verdad lo que dije.Con besos y amor,Hermione.
-Ella de verdad no quiere verte- Comenta Ron.-Cierra la boca, ya lo sé, y me siento fatal por eso. -Podemos hacer que venga.-¿Cómo?-Podemos decirle que Luna y Parvati se sobrepasaron y ya me tienen cansado, así vendrá por "cinco minutos"- Hace comillas con los dedos- y la obligaremos a quedarse, entonces...-No- Le interrumpo-. No quiero obligarla, Ron, será peor. -Tienes razón.Suspiramos al mismo tiempo y salimos del comedor, directo al entrenamiento.
Hermione
Hoy es sábado. Hoy hay un partido de Quidditch, y yo estoy estudiando para mis exámenes finales. Me gustaría estar ahí, pero no puedo, porque como dije en la carta a Ron, sería dar tres pasos atrás cuando ya di dos adelante, sería arriesgarme a caer en la tentación de esos hermosos ojos verdes y esa sonrisa deslumbrante... y tengo novio. Leo, el chico que me trata como si fuera una Princesa. Leo, el muchacho que no me miente, contra el sexy Harry Potter. Sacudo la cabeza y me concentro en mi libro. -Hermione- Me llama mi madre desde abajo-, el té está listo, ¿vienes?-Ya voy- Contesto. Suspiro, me lavo la cara y pongo mi sonrisa más falsa. Bajo las escaleras para encontrar a mis papás reunidos en la sala, con sus respectivas tazas de té. Me siento en el sofá individual y cojo mi taza. -¿Qué vemos?- Pregunto echándole azúcar.-Un documental acerca de las diferencias entre hombres y mujeres, ya sabes, en qué somos mejores nosotras y en qué son mejores los hombres- Explica mi mamá. Asiento con la cabeza y dirijo mi mirada al televisor. Muestran a una mujer conduciendo un coche a control remoto, y el hombre también. Pasan tres tipos y tipas diferentes, y ganan los hombres. Mi mamá lanza un grito de desaprobación y mi papá grita de felicidad.-¡Te lo dije, Jane!Mi mamá resopla y le da un billete, mi papá lo mete a su pantalón y seguimos viendo la televisión. Continúan haciendo apuestas sobre quién ganara; al final del programa, ganamos las mujeres, ya se imaginarán como se puso mi mamá. -Debo subir a mi cuarto a prepararme- Les digo.-¿Saldrás?- Pregunta mi mamá.-Sí, con Leo...Les doy un beso y subo las escaleras. Hace frío, así que me pongo una blusa de manga larga azul turquesa, pantalones negros y botas de tacón negras con agujetas, una chaqueta negra y me amarro mi cabello. Cojo una bolsa del mismo color que mi blusa y me miro al espejo: sí, estoy bastante bien. Me lo pienso mejor y le mando un mensaje a Leo. Después, desaparezco.
Harry
Estamos en los vestidores preparándonos para el partido, y yo no tengo ganas de salir. Ron está tronándose los nudillos, Ginny se pasea alegremente deseándonos suerte a todos. Yo estoy sentado en el suelo, apoyando mi cabeza en la pared. El partido, como siempre, es contra Slytherin, pero no tengo ánimos. A Hermione le encantaba vernos jugar, así que lo haré por ella. El momento llega y caminamos hacia la salida al campo. Nos montamos sobre nuestras escobas y, cuando la puerta se abre, salimos volando con la misma seguridad de siempre. Damos vueltas al campo entero, esquivando a los de Slytherin y de vez en cuando deseándonos mala suerte, que nos caigamos, o cosas así, ya saben como es nuestra rivalidad. Madame Hootch se pone en el centro y da las mismas instrucciones. Después, Lee Jordan empieza a relatar el partido, justo cuando la Quaffle está en el aire y uno de mi equipo la gana. Ron ya está en su puesto, como guardián. Empiezo a buscar la Snitch, y mis ojos se detienen en un punto, un punto solamente, que me distrae de todo por un momento y hace que casi me tiren de mi escoba:Hermione está sentada en las gradas, junto a Luna. Me sonríe y levanta una mano, y una luz se ilumina en mi interior. Vuelvo al juego y busco la snitch, ahora feliz. Mi sonrisa es amplia y reluciente. ¡Vino! ¡De verdad vino a vernos! Río escandalosamente y ahora sí empieza el partido verdadero.
Hermione
Al final, Harry atrapa la Snitch y ganan el juego. Me siento orgullosa de mi buscador favorito, de mi ojiverde favorito. Me levanto y los espero en los vestidores, viendo distraídamente mi celular. Aquí, como era de esperarse, no hay nada de señal. Me siento mal, pero no de enfermedad, si no porque...-¡Hermione!- Grita Ron feliz interrumpiendo mis pensamientos. -¡Hola!- Lo imito.Él corre y me empieza a dar vueltas, abrazándome por la cintura. Reímos y al final, cuando me baja, nos abrazamos con fuerza.-¡Viniste!- Exclama.-No, Ronald, soy un holograma- Digo con sarcasmo.-Hola, Hermione- Dice temeroso Harry.Me volteo, sonrío ampliamente y me lanzo a besarlo todo lo que quiero. Él me devuelve el beso pasando sus manos por mi cintura y parándome de puntillas.-Hola- Le digo con una sonrisita. Después me separo de él.-Ve a cambiarte, apestas a sudor- Le digo en broma.Él se ríe y corre a cambiarse y a ducharse. Sonrío con cariño y miro a Ginny, que me ve con miedo.-¡Ginny!- Grito y la abrazo. Ella, con sorpresa, me lo devuelve y reímos. Después va a cambiarse al vestidos de chicas.
Al poco rato, regresan mis amigos, vestidos y renovados y corren a abrazarme entre todos. ¿De verdad me extrañaban tanto? Lo dudo. Harry me tiende su mano con miedo y la acepto con felicidad, entrelazamos nuestros dedos y me lleva aparte. Ahora estamos en el Lago Negro, viendo el atardecer. -¿Me explicas?- Pide.Lo miro y suspiro.-Bueno, me di cuenta que te quería demasiado como para tenerte rencor por lo... sucedido. Así que le mandé un mensaje a Leo para vernos en un parque, y terminé con él ahí. Él lo entendió, pero se le escaparon unas cuantas lágrimas, me siento mal por eso, pero no podía seguir con el sabiendo que te quiero a ti. Después, decidí venir contigo, a vivir mi verdadera vida. -¿Estarás en Hogwarts de nuevo?- Pregunta con ilusión.Yo lo miro a los ojos y niego con la cabeza. -No lo sé, Harry. De hecho, mis padres no saben que estoy aquí. -Como sea, me alegra que estés conmigo.Toma mi cara en sus manos y nos unimos en un beso. -Preparé un pequeño discurso por si algún día me llegabas a perdonar- Dice y saca un papel de su bolsillo trasero. -¿Siempre lo traes?- Pregunto riendo.-Algo así.Se, levanta, se aclara la garganta y empieza:-Hermione; las razones por las que te quiero son simples: Me haces mejor persona, me haces pensar con claridad, me haces sentir que soy feliz y que no estoy solo. Sé que te llevé lo peor del mundo, a veces nos llevamos como el fuego y el agua, a veces somos tercos como la lluvia, y justo cuando creí que se había terminado, me das una nueva luz blanca de esperanza. Hemos caído y volvemos a caer, pero siempre nos hemos levantado juntos... A todo el mundo le duele, pero nunca es suficiente. Es maravilloso arriesgarse contigo, vale la pena apostarlo todo. A veces quedamos atrapados en un círculo, e intentamos salir pero nada funciona, sino hasta que lo hacemos juntos y salimos, y aún así te quiero cerca, porque si estoy perdido en el desierto, sé que de alguna manera me encontrarás, y si me ahogo tú serás quien me rescate... Y por eso te amo, y no quiero perderte.Wow, me dejó sin palabras y con la boca abierta. Lo miro, me levanto y me posiciono frente a él y lo beso de nuevo, acariciándole el cabello.-Yo también tengo cosas que decirte, Harry.-Empieza.-Sólo tú sabes lo que realmente quiero, y yo sé todo lo que tú quieres, tus sueños son los míos. Yo te amo, y siempre lo haré. Sé que me sostendrás cuando caiga y que me defenderás, tus manos me curan, me protegen. Siempre te elegiré a ti. Soy tuya, y tú eres mío.-Siempre- Susurra.-Siempre- Contesto.
Harry
Hoy es sábado, hoy nos graduamos de Hogwarts. Es increíble ver cómo pasa el tiempo tan rápido. Las cosas entre Hermione y yo han ido de bien en mejor, la pasamos genial, sólo los fines de semana porque ella sigue estudiando en la Universidad Muggle, y aunque esa idea no me agrada, la respeto. La profesora McGonagall nos permitió hacer una "pequeña fiesta" en la Sala de Menesteres, aunque digamos que, como Hermione es popular y tiene contactos, como dice ella, traerá cosas para hacer la pequeña fiesta, una enorme y divertida fiesta. Aunque sólo yo sé su plan, pero no todo. Me dijo que la mayoría de cosas serían sorpresas.Ahora mismo, Ron, Neville, Seamus, Dean y todos nos estamos preparando para la ceremonia, que empezará a las seis de la tarde y terminará a las ocho de la noche, para después ir a la fiesta. -Odio mi sombrero- Dice Ron.En vez de esos gorritos que usan en las universidades muggles, nosotros usamos gorros puntiagudos negros y nuestras túnicas de casa. -Es lindo- Le contesta Neville.Lo volteamos a ver con asombro; es un comentario un poco raro. -¿Qué?- Pregunta.-Nada- Respondo.
Hermione
Dios, esto de organizar y preparar una fiesta de Graduación no es nada fácil. Y todavía me falta arreglarme. George me está ayudando a meter todo en la Sala de Menesteres, pues la mayoría de las cosas pesan un montón.-Muy bien, dígame cómo arreglar todo, jefa- Dice en todo de broma.-De acuerdo, esto lo pondremos...Y empezamos a movernos frenéticamente por el lugar, sintiendo que el tema de Benny Hill ( https://www.youtube.com/watch?v=MK6TXMsvgQg ) suena de fondo mientras colocamos todo alocadamente por el lugar.Nos caemos, tropezamos, rompemos algo y reímos como un par de idiotas. Él me carga para colocar la decoración del techo y después me suelta, cayendo y dándome en el costado, pero riendo. Coloco las bebidas en una mesa, las botanas, y las cosas que aventaremos durante la fiesta las pongo en el piso, abarcando toda la Sala. Las enormes pelotas botan cuando las pateamos para poder pasar, también quitamos con el pie los globos esparcidos en el suelo. Hicimos un pequeño "bar" para que vayan a sentarse ahí si gustan descansar, y mesas con sofás en forma de U alrededor de toda la Sala, en los costados. En la pared del fondo hay un enorme cartel deseándoles feliz graduación, alrededor de toda la sala, en las paredes, cuelgan fotos de los 8 años que hemos estado juntos. George usa uno de los artefactos de su tienda para hacer que el color del fuego de la chimenea y de las luces cambie de color. También, en la mesa, ponemos varios dulces y más artefactos Weasley. Corremos de aquí allá poniendo o ajustando diferentes cosas necesarias para la fiesta. La profesora McGonagall me pidió un pequeño favor...Ya están listos los vasos y las copas, los refrescos y la cerveza, y muchas cosas más.
Al final, suspiramos y nos tumbamos en los sillones. Nos miramos y chocamos los puños.-Bien hecho, Weasley.-Nada mal, Granger. -Buff, tengo que ir a arreglarme, te veré luego, George, gracias por ayudarme. Nos damos un cálido abrazo y salgo hacia el cuarto de chicas.
Cuando llego, las chicas están nerviosas y corren a mirarme de arriba abajo, debe ser porque estoy vestida para trabajar (un pans gris y blusa de tirantes blanca, ahora sucia) y un chongo (moño, en algunos países) desordenado.-¡¿PORQUÉ NO TE HAS ARREGLADO?!- Me grita Ginny.-Te recuerdo que yo tengo que estar en la ceremonia hasta las seis de la tarde, ustedes tienen que llegar antes porque los van a colocar, y además estaba haciendo algo, ¡y no me grites!-Oh, lo siento, estoy muy nerviosa.Se truenan los nudillos y trato de calmarla. -Bueno, no es por correrlas, pero tienen que estar ahí a las 5:30 y ya son las 5:15, váyanse ya.Dan un gritito de sorpresa y debo taparme los oídos, hace mucho que no las oía gritar de esa manera. Se van corriendo y me dejan sola. Saco mi celular y pongo música mientras me arreglo; Counting Stars, de OneRepublic. Hoy me pondré un vestido negro arriba de la rodilla y con muy, muy poquito vuelo, y un lazo blanco a la cintura terminado en un moño, no tiene mangas ni tirantes, es strapless, un saco negro y zapatos de tacón. No quiero parecer tan formal, así que solo me plancharé mi cabello y me maquillaré.
Harry
Debajo de las túnicas, todos llevamos ropa para fiesta (no traje) y nos vemos bien. Las chicas se pusieron vestido, y se ven bien.No veo a Hermione por ninguna parte, debe ser porque ella no tiene que estar aquí sino hasta las seis. La ceremonia será en el jardín que da al Lago Negro. Me trae escalofríos, yo nadé ahí para rescatar a mi mejor amigo, y quise rescatar a la que es actualmente mi novia, y salvé a una pequeña que ni siquiera conocía. Y lo peor: casi muero. Hay cinco sillas colocadas en forma de U alrededor del atril que normalmente está en el Gran Comedor, supongo que para que los jefes de casa se sienten, pero ¿y la otra? Detrás hay una mesa (de espaldas al Lago) donde varias sillas la acompañan. Supongo que ahí se sentarán los profesores. -Muy bien, muchachos, los colocaremos por casa, son cuatro secciones, obviamente, ¿de acuerdo? Busquen la silla con dos lazos de los colores de sus casas- Ordena McGonagall. Asentimos y vamos a buscar nuestros asientos. Están justo en medio, entre Slytherin y Ravenclaw. Los demás chicos, de sexto año para abajo, no tuvieron derecho a venir, pero están invitados a la fiesta. Veo llegar al profesor Slughorn, con una túnica verde y plateada. A la profesora Sprout, igual de regordeta que siempre con su túnica Amarilla y negra, al profesor Flitwick, con su túnica azul y negra, y la maestra McGonagall con la suya roja y dorada. Todos se ven bien, y presentables. ¿Qué hora será? Estoy impaciente por ver a Hermione, y saludarla, y abrazarla, y besarla y no soltarla. Trabajaré en el Ministerio, Kingsley ya me aceptó desde que me conoció, igual a Ron. Luna no sé en que trabajará, (n/a: No me maten, no me acuerdo :'c) Neville será profesor de Herbología, Malfoy (Sí, Malfoy y yo nos hemos llevado mejor) será medimago, Ginny quiere jugar quidditch por el resto de su vida y Hermione... estudiará en la universidad.Finalmente dan las 5:50 y veo a mi novia salir por la puerta del castillo y me quedo pasmado por tanta belleza. Ella me ve y sonríe, corre a saludarme de besito en la boca y se sienta en mis piernas.-¿Cómo están?- Pregunta echándome los brazos al cuello. -¡Nerviosos!- Grita Neville. -No hay porque, Nev- Así le dice ella-, es sólo una entrega de documentos, no tienes que decir nada. Sólo dirán tu nombre, pasas por tus documentos, estrechas la mano de los profesores y bajas a tu asiento de nuevo.-¿Y si me caigo?-Te levantas- Responde Herms. Neville respira varias veces profundamente, diciendo "tranquilo" cuando exhala. Hermione se volteo y me planta un beso de sorpresa, después mira a otra parte fingiendo inocencia. Sonrío con cariño y la rodeo con mis brazos por la cintura. La profesora McGonagall la llama, y antes de irse me da un beso en la frente, después se va taconeando hasta donde está ella. Veo que la directora le dice algo y ella asiente con la cabeza. La Marcha de Hogwarts suena ( https://www.youtube.com/watch?v=-ySMM9lC6Zo ) y entran los jefes de casa y Hermione detrás de ellos, y es mi sorpresa cuando ella se sienta en la silla sobrante y nos sonríe, me guiña un ojo y me lanza un beso. Aplaudimos, ellos hacen una reverencia y se sientan con elegancia. La profesora McGonagall se levanta, con la música aún sonando y nos sonríe a todos mientras los aplausos la envuelven. Cuando la música acaba, se aclara la garganta y empieza a hablar:-Bienvenidos- Empieza-, a su graduación. Hoy celebramos que todos ustedes ya cumplieron sus siete años...Dejo de escucharla cuando mis ojos se encuentran con los de Hermione; verde y café."¿Qué haces ahí?"- Le pregunto con los labios."Es una sorpresa""Dime""No, lo averiguarás""Bueno, así te amo"Se pone colorada y me sonríe."Yo más"-... por nuestra querida Hermione Granger- Dice McGonagall.La gente aplaude y mi novia se para frente al atril. Se aclara la garganta y nos sonríe a todos.-Buenas tardes profesores, alumnos, amigos, compañeros y mi novio- La gente ríe-. El día de hoy celebramos que todos ustedes finalizaron su año, otro año acabado, más logros obtenidos. Y aunque sé que la mayoría estuvimos en la II Guerra Mágica, ahora estamos aquí, viviendo por nuestros amigos y compañeros caídos, muchos de ellos incluso nuestros hermanos, o casi nuestros padres segundos. Pero ese no es el punto a tocar hoy. He venido hasta aquí por varias razones, la primera, es obviamente, alguien especial para mí- Me mira a los ojos de nuevo-, la persona por quien me levanto cada día.... Y la otra, es para acompañar a mis valiosos amigos en su Graduación, no me la perdería por nada. "En fin- Continúa-, quiero agradecerles por tantos momentos que han compartido conmigo, pues aunque hubo malos, la mayoría fueron buenos. Luchamos juntos, y vencimos, la magia oscura ya no atormenta el mundo mágico, y si sí, nuestros nuevos aurores se encargarán de machacarlos. Confiamos en ustedes. Y aunque yo ya no sea parte de este mundo mágico, sé que siempre estaré ahí para ustedes, y ustedes para mí. Recuerden que la vida dura poco, y que debemos disfrutar al máximo cada momento compartido. Los aprecio mucho a todos. Felicidades"Y estallamos en aplausos al máximo. Yo le chiflo y ella hace una pequeña reverencia, como agradeciéndonos por aplaudirle, aunque se merece eso y más.Empieza el laaaaaaaaaaaaaaaaaaaargo momento de entregar los documentos. Después de mil años, me nombran. Paso y la directora McGonagall me da lo mío. -Felicidades- Dice.-Gracias.Empiezo a darle la mano a los Jefes de Casa, y cuando llego a Hermione (al final de la mesa) me toma la mano, pero se levanta y me planta un enorme y largo y placentero beso.-Te amo- Susurra contra mis labios.-Yo también te amo.
Harry
Después del beso, me sonrojo y voy a mi asiento de nuevo, viendo a mis compañeros pasar. Mi novia está siendo amable con todos, cada uno les sonríe, les estrecha la mano y los felicita. Ella siempre tan linda... me encanta, simplemente la amo, adoro todo de ella.McGonagall se pone en pie, y los profesores y Hermione también.-Ahora, escucharemos el himno de Hogwarts. La música empieza y guardamos silencio. Hermione y yo nos echamos miradas y reímos discretamente. Me lanza un beso y se lo devuelvo. McGonagall habla cuando la música acaba.-Triunfen, muchachos, sé que ustedes pueden. Y lanzamos nuestros sombreros al aire. -Antes de irse- Dice-, la señorita Granger tiene un aviso que darles.Todos se callan y Hermione se levanta de su asiento, camina hacia el atril y se aclara la garganta.-Bueno, antes que nada, quiero felicitarlos de nuevo. Para celebrar sus logros del Colegio, George Weasley y yo les preparamos una "pequeña"- hace comillas con los dedos- fiesta. Esperamos que la disfruten- Todos gritamos de euforia y Hermione se tapa los oídos haciendo una mueca-. Los esperamos a las ocho de la noche en la fiesta, la clave es simple, sólo piensen en la fiesta. Ella desaparece y todos corremos al palacio. Ron me empuja y yo le devuelvo el empujón, y así vamos riendo hasta llegar a la habitación.Nos quitamos las túnicas, dejamos los sombreros y nos ponemos nuestras mejores ropas para la gran noche.-Iré al baño- Les digo.-Con cuidado- Bromea Ron.Le doy una palmada en la cabeza y salgo de la torre. Camino completamente feliz y emocionado hasta llegar al baño de hombres. Entro y me miro al espejo.Me arreglo el cabello cerrando los ojos pensando en la gran sorpresa, cuando siento que unas manos me envuelven por la espalda, suben hasta mi pecho y me abrazan con fuerza. Abro los ojos dispuesto a alejar a la persona y veo a Hermione.-Ni creas que te seguí- Dice con diversión.-Pues me alegra.Nos besamos.-Parece que ya te preparaste, Harry.-No del todo. Te vez hermosa.-Gracias, tú también te vez muy guapo.Envuelvo su cintura con mis brazos y escondo mi cara en su cabello.-Harry, aunque me encantaría estar aquí contigo, me esforcé mucho para los preparativos y quiero estar ahí. De hecho, debo estar ahí antes de que todos lleguen para acabar los últimos detalles. Además, no queremos que alguien se meta a la fiesta, ¿verdad?-Pero dijiste que cualquiera podía ir.-Oh, por favor, ahí hay objetos para personas... más grandes y maduras, no para niños de primer a cuarto año, sólo de quinto a séptimo.-Bueeeeeno.Me da un besito corto y sale del baño.
Hermione
Salgo del baño corriendo y me dirijo a la Sala de Menesteres, nos queda una hora para preparar todo. Cada vez se me hace más fácil correr con tacones, así que llego rápido.George está adentro jugando con los globos, las pastillitas mágicas están en la mesa, combinadas con las botanas y las bebidas con un poquitín (mucho) de alcohol.-¿Dónde está la lista, George?-En la mesa de la entrada junto a la puerta- Contesta correteando los globos.Taconeo hasta ahí y cojo la pluma; la profesora McGonagall me dio la lista de todos los alumnos de quinto a último grado, fue ella quien me prohibió que vinieran los de primero a cuarto.George ahora está dándole los últimos toques a varias cosas que yo no entiendo, ajustando las luces.-¿A qué hora se supone que llegan?- Pregunta.Reviso mi celular, sin señal, y le contesto:-En veinte minutos.-Raaayos, debemos apurarnos, entonces.
A las ocho y media empiezan a llegar todos. Coloco un especie de atril y ahí pongo la lista. Cada alumno o ex alumno que llega me da su nombre, y si sí están en la lista, pasan, si no, los echo. George puso la música a todo volumen, casi siento que se oye hasta la dirección. Busco por todas partes a Harry, deseando que llegue pronto. -¡Hermione!- Grita George-. Este niño se metió a la fiesta, es de tercero, ¿cómo lo dejaste pasar?-Lo siento, no me di cuenta, ¿es el único?-Sí, ya revisé a todos.-¿Y cómo sabes quién es de quinto a séptimo?Se encoge de hombros.-Sólo lo sé. Se coloca junto a mí. Y ahí está Harry, vestido con una camisa azul marino, un pantalón pegado rojo y vans negros. Oh, santo Dios, se ve exquisito. Me muerdo el labio, ¿qué me pasa? Uff, siento calor por todas partes. Se ve demasiado sexy. -George, échame aire- Digo sin aliento. Oh, oh, está caminando demasiado sensual.-¿Por qué?- Pregunta George.-Sólo hazlo.Él me mira con extrañeza y me echa aire con su mano. Respiro entrecortadamente, y no puedo quitar mi mirada de Harry. Mi novio no me ha visto, perocamina con las manos metidas en los bolsillos delanteros, y su cabello está sexymente despeinado. -Dios, Hermione, estás paralizada, ¿qué te pasa?- Exige saber George sin dejar de echarme aire. -No lo sé, pero voy al baño.Me meto a la fiesta, donde el humo del polvo mágico ya flota en el ambiente y me meto al baño. Me miro al espejo y me veo roja, pero a la vez pálida, temblando y respirando con dificultad. Apoyo las manos en el lavabo para darme equilibrio, ¿porqué me puso así verlo? No es la primera vez que luce tan... sexy. Me meto a un cubículo y me siento, poniendo la cabeza entre mis manos. Incluso aquí dentro se escucha la música como si estuviera pegada a la bocina. Respiro hondo. Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo... ¡Dios, qué sensual se ve hoy! Oh, ya cálmate, Hermione Jean Granger, es tu novio, tranquila... Uff, pero no puedo, me vienen imágenes a la cabeza que no son sanas. Salgo del cubículo y voy al lavabo; me echo agua en la cara y cierro los ojos, respirando de nuevo. *De acuerdo, ahora saldrás* me digo a mí misma *te calmarás y actuarás normal*Me aliso el vestido, me relajo y salgo de nuevo a la fiesta, pasando entre la gente loca. Harry está recargado en la pared, y el color sube a mi cara de nuevo. Carajo, ¿qué me pasa? Debo calmarme. Haré como si no lo he visto. Las manos me sudan; me las restriego en el vestido y camino hacia la entrada de nuevo, para seguir supervisando que nadie se meta. Bubba Sparxxx canta Ms. New Booty a todo volumen en la fiesta. Llego viva a la entrada, donde George discute con uno de cuarto año. -¿Qué pasa?- Pregunto.Voltean a verme y empiezan a hablar los dos al mismo tiempo, haciendo que no pueda distinguir lo que dicen. Suben cada vez más la voz, y al final no lo soporto.-¡Cállense!- Grito-. Tú, habla primero- Le digo al niño.-Ya voy en cuarto año, y éste no me deja pasar.-Pues lo siento, pero las reglas son las reglas, no puedes pasar.-¡Eso es una maldita porquería! Sólo porque eres el "Trío de Oro" no deberías poner tú las reglas.-A ver, en primer lugar, yo no puse las reglas, ¿de acuerdo? Ahora, te largas o te lanzo un hechizo. El niño me hace un gesto obsceno y se va. Me quedo con la boca abierta viéndolo irse. -Qué maldito- Murmura George-. En fin, voy a la fiesta, ¿te importa?-No, claro que no, ve a disfrutar. Yo voy a fiestas cada viernes, no me pierdo de nada nuevo. Sonríe y se va. Recargo mi codo en el atril, y después mi cabeza en la palma de mi mano y miro el pasillo vacío y con pocas antorchas iluminando. Pienso en cómo reaccioné al ver a Harry así vestido... Uff, ¿qué me pasó? Eso nunca lo había experimentado, me puse muy roja y sentía que me moría, lo deseaba como nunca, qué raro. -¡Hermione!- Grita Ron y se lanza a abrazarme. Luna lo ve con tanto cariño que me sorprende. Lo ve como si fuera su tesoro más preciado. -¿Por qué no vienes a la fiesta, Herms?- Pregunta ella.No sé que contestarle, no quiero decirle algo como "tuve una reacción rara al ver a Harry así vestido", sería raro. -Vamos- Respondo finalmente. Me toma del brazo y Ron entra bailando consigo mismo. -Se ve que lo quieres, Luna.-Ohh, siento que es el amor de mi vida- Contesta. -Se nota.-¿Cómo vas con Harry, Herms?Me sonrojo.-¿Puedo contarte algo?- Le digo. -Claro, cuéntame.
Harry
No he visto a Hermione en toda la noche, además de nuestro encuentro en el baño, claro. Recorro la fiesta con la mirada hasta que la encuentro hablando con Luna, que tiene los brazos cruzados y la mira con atención, mientras Hermione tiene la cabeza gacha y juega distraídamente con sus manos. La cosa no se ve bien, pero decido que es mejor no interrumpir. Hermione suspira y Luna la abraza y le dice cosas al oído. Mi novia la estruja y parece que tiembla en sus brazos. Sea lo que sea, no le gustó la respuesta que le dio Luna. Se van al baño. ¿Qué pasa? Espero que no sea nada grave. -¡Harry!- Exclama Ginny-, debes probar una de estas pastillas, son mágicas. -Es droga, Ginny.-Ah, bueno, pero están buenas. Y se va dando saltitos. Aprendí mucho de las cosas que los chicos muggles usan en las fiestas, gracias a la que fui cuando Hermione fue mi novia por primera vez. -¿Habías probado esto?- Pregunta Seamus.-Si, es cerveza.-Bueno, es genial.Y se aleja bailando. Suspiro y empiezo a moverme con Ron, quien ya se bebió tres vasos de vodka.
Hermione
-Bueno, pero tienes que enfrentarte a Harry en algún momento, ¿no crees?- Me dice Luna en el baño.-Lo sé, pero es que me asusta haber tenido esa clase de pensamientos.-Es tu novio, se aman, son adolescentes, es normal.-Bueno, vayamos afuera.Me lavo la cara de nuevo y salimos. Harry baila felizmente en el centro de la pista, brincando con Ron. Sonrío con cariño al verlo. Él voltea y nuestras miradas se encuentran, me ruborizo y desvío mi vista a otra parte.-Debes hablar con él, Hermione- Susurra Luna.-De acuerdo, lo haré.Harry camina hacia mí.-Pero no ahora- Le digo y camino.-¡HERMIONE!- Grita Luna-. O le dices tú, o lo haré yo.-Ah, carajo, yo le digo.Llego a encontrarme con Harry.-Hola- Susurra jugando con mi cabello.-Ven.Lo tomo de la mano y lo conduzco a otro pasillo, lejos de la Sala de los Menesteres. Me recargo en la pared y me pone las manos en mi cintura, yo en su pecho y me recargo en él.-Debo hablar contigo.-¿Sobre qué?Tomo aire.-Bueno, digamos que cuando te vi... pensé en cositas malas.Él se queda callado, y paralizado.
Harry
Después de quedarme totalmente sorprendido, estallo en risas, aún tomándola por la cintura. No puedo parar, es realmente divertido.Al final, me seco una lágrima por la risa y le digo:-Bueno, supongo que debo darte las gracias por decirme.-¡Harry! Esto es serio, nunca tuve esta clase de pensamientos.-Hermione, si nunca los hubieras tenido, te tendría que llevar al doctor. Es completamente normal.-¿Tú has tenido?-¡Por supuesto que sí!- Miento. Se recarga en mi pecho y suspira de alivio.-No sabes qué bien me sienta que no te haya hecho sentir incómodo. -Pues claro que no, Herms, nos tenemos confianza y nos queremos, ¿no? No hay ningún problema. Alza su cabeza y me besa, pasando sus brazos por mi cuello. -Eres un idiota- Susurra.-¿Por qué?Me de un puñetazo en el estómago y se ríe.-Por burlarte de mis pensamientos indecentes- Explica.-¿Volvemos a la fiesta, amor mío?Oh, nunca le había dicho así, espero que no sea muy raro para ella.-Sólo Leo me decía amor mío, y cariño, y hermosa, y princesa...-Está bien, ya, cállate, Hermione, me pone celoso ese tipo.Se ríe y me besa.-Sabes que eres el único, Harry. -Lo sé, pero él... tuvo lo que es mío por al menos un mes.-Pero ya no lo tiene, y debo recordarte que Ginny también tuvo lo que es mío. Río yo también y la beso de nuevo.-Bueno, pero ahora somos sólo tú y yo, y eso es lo que importa- Digo. Entrelazamos nuestros dedos y volvemos a la fiesta, donde la mayoría ya no son personas, y todos bailan y beben. Ron está en una esquina, bailando con Luna, muy pegados; Ginny se besuquea con... ¡Malfoy! -Bueno, al principio no lo creía, pero... es inaudito, nunca creí verla con él- Comenta sorprendida Hermione.-Es obvio que no lo creerías, ni siquiera cuando los vi la primera vez pude creerlo, pero en fin. -Les tengo una sorpresa- Menciona. -¿Cuál?Me guiña un ojo y se va al centro de la pista. Pronuncia "Sonorus" y su voz aumenta de tono.-Espero que estén disfrutando la fiesta- Dice y todos gritan levantando sus bebidas-. Tengo un anuncio importante que darles. Como saben, a todos ustedes los aprecio y son parte de mí, así que decidí no alejarme del mundo mágico, y trabajaré en el Ministerio de Magia.Me quedo atónito. Todos gritan con más fuerza y se lanzan a abrazarla. Ella los recibe a todos con sorpresa y les sonríe. Después de un rato, se separan de ella y voy hacia mi novia. -Que calladito te lo tenías- Le reprendo en broma.-Pero fue una bella sorpresa, ¿verdad?-Claro que sí.La cojo por la cintura y la levanto, dándole vueltas. -¿Hablarás con Kingsley, o como?- Le pregunto cuando la bajo.-No lo sé, mañana veré. Sonrío de oreja a oreja.-¿Dónde vivirás, Harry?- Me cuestiona de repente. -En casa de Sirius, supongo. -Yo seguiré viviendo con mis padres hasta que termine la Universidad.-¡¿Qué?!-Pues sí, debo terminarla, Harry. Suspiro y la miro a los ojos.-Está bien, te entiendo. Mira su celular; son las dos de la madrugada.-¡Maldición!- Murmura-. Debo irme, Harry, te veré luego.-¿Por qué? ¿A dónde vas?-Pues a mi casa, ya casi terminan mis exámenes. La tomo por la cintura y la atraigo a mí. Escondo mi cara en su cabello y aspiro su aroma a Rosas. -No quiero que te vayas- Susurro. Suspira y de repente, me siento extraño. Estamos desapareciéndonos.
Hermione
Aparecemos en la puerta de la casa que era de Sirius.-¿Cómo es que puedes aparecerte y desaparecerte dentro de Hogwarts?- Pregunta él.-Jerarquías de ser estudiante con honores, querido. Aleteo mis pestañas y él me sonríe.-¿Por qué me trajiste, Herms?-Bueno, si quieres regresa a la fiesta. -¡No! No quise decir eso, quiero estar donde tú estés, pero se me hizo raro.-Quiero que me acompañes en la tarde a mi cita de trabajo con Kingsley.Él sonríe ampliamente y asiente con la cabeza.-Será todo un placer. ¿Por qué estamos en la casa de Sirius?-Harry, es tu casa ahora. Quiero probar qué es vivir contigo- Respondo con fingida inocencia. Entrelazamos nuestros dedos y entramos, dando al pasillo frío y oscuro. -¿Dónde dormiremos?- Pregunta. -Donde tú me digas, eres el dueño de la casa. -Ocupemos la vieja habitación de Sirius. Me carga en sus brazos y me lleva escaleras arriba. Doy un gritito por la impresión, es como si cruzara un umbral conmigo, como si estuviéramos recién casados. Me gusta. Deja mi cuerpo sobre la cama y se pone al otro lado, acostándose de costado. Si así va a ser todas las noches, entonces me va a gustar. -Bueno, llevamos cinco minutos "viviendo juntos"- Hace comillas con los dedos- y me está gustando.-A mí también. *ACCIÓN. AMOR. ACCIÓN. AMOR. USTEDES YA SABEN 7u7r*Acerca su boca a la mía y nos besamos profundamente. Suspiro con satisfacción y siento que él sonríe con maldad, pero maldad buena. Se posiciona sobre mí y me besa el cuello. Lo envuelvo por la cintura con mis piernas y lo atraigo más a mí. -Te- me da un beso- amo- otro- demasiado- otro- Hermione- y otro. Muevo su cara y la llevo a la mía, y nos besamos profunda, dulce y pasionalmente. Jadeo entre beso y beso, y él también jadea. Acaricio su cabello y lo jalo con ternura. Le quito la camisa roja y sexy con ferocidad y acaricio su pecho con vehemencia. Él reacciona suspirando y acariciándome la espalda, ahora arqueada contra él. Me baja la cremallera del vestido y me lo quita. Yo lo despojo de sus pantalones, él de mis zapatillas, yo de sus calcetines y de sus zapatos, hasta que al final él queda en calzoncitos y yo en bra y calzoncitos también.Nos separamos, nos levantamos y nos miramos frente a frente. Me muerdo el labio, y no lo resisto más, corro a él y lo tumbo en la cama de nuevo, pero esta vez soy yo la que está arriba. Empiezo a repartirle besos por el torso, bajando y bajando. -Hermione- Dice de repente-, Hermione, ¿quieres seguir, en serio? ¿Estás segura?-Eres el hombre de mi vida, nunca estuve más segura. Y nos quitamos mutuamente los últimos trozos de ropa, contemplándolos tal y como somos. -Eres hermosa- Menciona.-Y tú eres sexy.-Hay un pequeño detalle...-¿Qué?-No tenemos condón. -Ah, no te preocupes, en la Universidad me enseñaron a siempre llevar uno.Rebusco en los bolsillos de mi chaqueta y saco un paquetito plateado. Me muerdo de nuevo el labio y él alza una ceja.-¿Lo pones?- Pregunta provocativo. -Bueno, ya que insistes...Lo tumbo de espaldas en la cama y se apoya en sus codos. Coloco el condón con cuidado, viéndolo a los ojos.-Será mi primera vez- Advierte.-También la mía, no te preocupes.Me coloco encima de él y empezamos a ser uno solo.
*FIN DE LA ACCIÓN Y DEL AMOR* XDHarry
El sol nos da en la cara cuando dan las 8:30 de la mañana. Estamos desnudos, sólo cubriéndonos con la blanca sábana. Ella se ve tan serena, tranquila y hermosa. -¿A qué hora tenemos que ir con Kingsley?- Pregunto. -Nos veremos en un café muggle a las tres. -Iré a hacerte el desayuno.Me mira con sorpresa, alzando las cejas.-¿Sabes cocinar, Harry?-Bueno, todas las mañanas les hacía el desayuno a los Dursley. -Ah, ya veo.Me levanto y ella se me queda viendo.-¿Qué?- Digo.-No puedo creer que seas mío- Comenta.Le doy un beso y me pongo rápidamente la ropa.
Ahora estamos en la terraza del café esperando a Kingsley. Hermione pidió un panini y yo sólo un frappé. -Disculpen la tardanza- Irrumpe de repente sentándose. -No hay porqué- Responde Hermione.-¿Para qué me citaste aquí?-Quiero ver si tengo la oportunidad de trabajar en el ministerio de Magia, por favor.Kingsley cruza sus manos y la mira fijamente. Después, niega con la cabeza.
Hermione
Cuando Kingsley niega con la cabeza, el corazón se me para. Me muerdo el labio y Harry me mira, lo veo con mi vista periférica. -Hermione, debes entender que es difícil después de que te hayas ido del colegio antes de terminar- Explica. -Lo sé, pero es que no fue a propósito... bueno sí, pero fue por cuestiones personales.Las lágrimas me pican detrás de los ojos, queriendo salir a flote. Ahora me arrepiento por haberme ido gracias a una cuestión tan estúpida como amor. Me muerdo con más fuerza el labio, tratando de contener las lágrimas. -Por favor, no llores- Susurra Kingsley, como si estuviera tratando con un animal con rabia-. ¿Qué puesto te gustaría tener?-Puedo empezar por limpiar pisos, si así lo desean.Kingsley suelta una risotada, sosteniéndose la panza. -Usted, señorita Granger, tiene talento para más que eso. Es una de las pocas mejores estudiantes que ha tenido el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, además de Lily Potter. Así que...- se levanta- hablaré con los del Ministerio y yo te aviso, ¿de acuerdo?-Sí, gracias.Y desaparece. Suspiro y recargo mi codo en la mesa.-No pierdas la esperanza- Dice Harry.-Bueno, es fácil para ti decirlo, tienes tu puesto de auror asegurado. -Lo siento, no quise decir...Veo en sus ojos que de verdad está arrepentido. Le acaricio su cabello y él baja la mirada. -No hay problema, también es mi culpa por reaccionar mal- Lo calmo.Él acerca su mejilla a mi mano, y ahora le acaricio su cara. Le tomo la cara con la otra mano y nos besamos. -¿Qué quieres hacer ahora, Herms?-No lo sé.-Bueno, necesito comida en casa, ¿vamos al supermercado? -Me agrada la idea.Dejamos el dinero y entrelazo mis dedos en los suyos, y empezamos a caminar.-Parecemos una pareja normal- Comenta.-Claro, a pesar de tener 18. Me pasa su brazo por mi hombro y le tomo la mano. -Estoy preocupada. -¿Por tu trabajo en el Ministerio? -Sí... es decir, sé que no me lo merezco, que actúe de forma idiota, pero es que... Me ahogo en mis palabras y me muerdo de nuevo el labio. Él nos detiene y me pone frente a él. -Oye, mi Hermione no se rinde por estas cosas- Dice con ternura, limpiándome una lágrima-, mi novia es fuerte, ¿verdad? Soportaste la II Guerra Mágica, soportaste la búsqueda de la Piedra Filosofal, soportaste que un basilisco te paralizara, me acompañaste a salvar a Sirius y Buckbeak, me apoyaste cuando fui nominado para competir en el Torneo de los Tres Magos, de nuevo fuiste conmigo cuando veía en sueños lo que sucedería y fuimos al Ministerio, soportaste ver a Ron con Lavender y bueno, seguiste conmigo cuando Ron nos abandonó... ¿y te mortificas con esto? Eres más fuerte, puedes con esto, nena. Me da un beso y se lo devuelvo, un beso húmedo y salado gracias a mis lágrimas. -Gracias, Harry. Y seguimos caminando, hasta llegar al supermercado. Cuando entramos, la señorita Cookie (así le decimos porque siempre trae galletas) nos recibe.-¡Hermione, querida! Cuánto tiempo sin verte, mi niña... ¿y tu novio Leo?-Hola, señora Cookie, me da gusto verla. Amm... Leo y yo terminamos. La señora Cookie se lleva la mano a la boca y me mira con tristeza.-¡Ay, qué pena! ¡Tanto que se amaban! ¿Pero estás bien? ¿Estás en depresión? Ay, mi niña, ¿porqué terminó contigo? Si es un buen muchacho!Me pongo nerviosa, y río por eso. -Verá, yo lo terminé, porque pues ya no funcionaba y así... Estoy bien, feliz. Me da un abrazo.-Estoy contigo, mi niña, siempre. -Gracias. Nos separamos y veo a Harry con cara de furia. Oh, no, se enojó por Leo. Le trato de agarrar la mano pero cruza los brazos y mira a todos lados. Suspiro. -Sí, bueno, ya me tengo que ir, señora Cookie.-Muy bien, cuídate. Harry da media vuelta sobre sus talones y camina hacia la sección de carnes, sin mí. Lo alcanzo.-¿Qué te pasa?- Le pregunto.-¡Hermione!- Grita alguien.Volteo y se me baja el color de la cara:Leo.
Harry
Oh, genial, ese tipo vino a aguarme la fiesta.-Hola, Leo- Lo saluda Hermione.Él sonríe de oreja a oreja y la abraza demasiado tiempo. Ella me mira y yo desvío mis ojos a otra parte. Mi vista se detiene en una chica de cabello negro y largo, lacio hasta media cintura, con ojos rasos. -¿Cho?- Pregunto en voz alta.La chica voltea y me sonríe ampliamente. Corre y me abraza, y ahora Hermione pone los ojos en blanco.-¿Cómo has estado, Harry?- Pregunta emocionada.-Muy bien, ¿y tú?Hermione agita la cabeza y se separa de Leo con brusquedad. Luego da vuelta sobre sus talones y se va al pasillo de las legumbres, con Leo detrás de ella. -¿Qué me cuentas de tu vida, Harry?¿Y si voy con Hermione?-Pues nada interesante, ¿y tú?-No tengo novio- Dice.Pasa dos de sus dedos, como si estuvieran caminando, desde mi estómago hasta mi cuello. Me tenso al instante y le sonrío forzosamente. -No me digas... ¿por qué?-Estoy enamorada de otra persona. Bueno, más bien, sigo enamorada, me gusta desde que yo iba en quinto y él en cuarto. Me tenso más. Ella sube su mano hasta mi mejilla y me la acaricia. Me tenso aún más.-¿Y tú tienes a alguien?- Insiste.
Hermione
-Sé que no debería llorar en el pasillo de las legumbres, Leo, pero es inevitable.-Shh, tranquila, nadie más está en este pasillo.Volteo atrás y veo que Leo corre a una señora.-Es que es tan triste- Digo.-¿Y porqué se enojó?Le cuento la historia de todo lo que dijo la señora Cookie. -Oh, malentendió las cosas, ¿no? -Sí.Lloro todavía más y me recargo en los estantes, casi tirando los frijoles. -Ya, tranquila, Hermione, él no sabe de lo que se pierde.-¡Eso no me ayuda!- Contesto golpeándolo.-¡Leo!- Grita alguien-. ¿Dónde estabas? Oh, oh, Hermione.-Nette- Exclamo.Me lanzo a sus brazos y continúo llorando. -¿Qué pasó?- Exige saber.Leo se avienta a contarle la historia completa. -Ay, mi niña, no deberías llorar por él, se enoja por una estupidez como esa, por favor...-Sí, ya ni Nette cuando yo voy con Andrea.Levanto la cara.-¿Qué?- Pregunto.-Ah, bueno, somos novios.Mi sonrisa crece, y ceso de llorar.-¡Qué bueno! Los abrazo por el cuello a los dos y reímos. -Los extraño- Susurro. -Y nosotros a ti, Herms, ¿cuándo vienes?-Tengo que terminar la Universidad, tonta. -Bueno, en ese caso, iré a romperle la cara a Harry- Dice Leo.-¡No!- Grito. -Hermione, te está haciendo demasiado daño- Menciona Nette con los brazos cruzados.-Voy a hacer algo- Digo y camino a la sección de carnes.
Harry
-Sí, Cho, tengo novia. -¿Sigues con la pesada de Ginny?-No...-Ah, déjame adivinar, estás con esa Hermione, ¿no? Ella pone los ojos en blanco.-¿Algún problema con mi novia?-Sí, que te tiene.-Bueno, eso no tiene nada de raro, soy suyo y ella es mía. -Sólo mío, Cho- Salta de repente Hermione, viene con Nette y Leo detrás de ella. -Sí, claro- Responde ella.-Mira, niña, no te conozco, pero no me molestaría hacer algo para alejarte del novio de mi mejor amiga- Dice Nette posicionándose junto a mi novia. -Bueno, somos dos- Continúa Leo haciendo lo mismo. -Qué considerados, tres contra una...-En realidad, puedo yo sola, pero es difícil pararlos- Explica Hermione.Cho tuerce la boca y pone los ojos en blanco de nuevo.-Eso lo veremos, disfrútalo mientras puedas- Dice.Me da un beso en la comisura de la boca y desaparece. Hermione estalla en furia y aprieta sus puños, agarra el suéter de Leo y grita contra su hombro. -Bien, ya pasó, ya pasó- Murmura.-Ah, no te preocupes, amiga, tú sigue- Menciona Nette.-Hermione...- Empiezo.Ella alza un dedo, interrumpiéndome.-No digas nada- Me ordena con dulzura.
Ahora estamos en mi casa, ordenando las cosas en el refrigerador y la alacena.-Lo siento- Digo de repente. -Yo también. Dejamos las cosas y nos abrazamos. -Te tengo una sorpresa, nena.-¿Qué es?Subo las escaleras corriendo y saco un sobre pequeño, rosa y con un listón dorado, y bajo de nuevo.-Quiero celebrar contigo que ahora somos pareja y así... y elegí algo que nos guste a los dos y que ya hemos hecho antes- Explico.Le doy el sobre y ella lo abre. -¡Boletos para el Mundial 423 de Quidditch!- Exclama feliz. -Y quiero hacerte una petición...-¿Cuál?-Ven a vivir conmigo.
Hermione
Me quedo sin palabras. Lo miro a los ojos y sonrío de lado, para después acariciarle la mejilla. Él pega más su mejilla a mi mano. -Harry, mi amor, mi hombre, mi todo... sabes que somos muy jóvenes y que yo tengo que acabar la Universidad.Lanza un suspiro de exasperación.-¿Pero porqué tienes que acabarla, eh? -Bueno, si Kingsley no me da el trabajo, necesito en qué emplear mi vida, ¿verdad?-¡Te aceptarán!-No lo sabemos, Harry, y ya cálmate. Vendré a vivir contigo, ¿bien? Así podremos estar juntos el resto de mi tiempo. Sube las escaleras y cierra la puerta con fuerza, y yo me quedo ordenando las cosas de la alacena. Oh, creo que lo hice enojar, espero que no le dure mucho. El timbre de la casa suena, así que es alguien del mundo mágico, dado que los muggles no pueden verla. Camino hasta la puerta y cuando la abro, Cho Chang está al otro lado.
Harry
Estúpido, estúpido, estúpido, ¿porqué reaccionaste así? Eres idiota, Harry Potter, eres idiota, imbécil, estúpido, tonto, bobo... De repente, empiezo a oír gritos provenientes de la planta baja. Saco mi varita y me dirijo hacia abajo, para encontrarme a Hermione discutiendo con Cho. No me han visto, así que me escondo. -¡Eres una arruina planes!- Grita Cho.-Sí, lo que digas. Vete, tengo cosas que hacer. -Tú debiste estar con Ron, ¡no con Harry!-¿Por qué? ¿Lo querías para ti? No seas idiota, él no es un objeto para tener dueño, y si tuviera, él sería su propio dueño. -Pero dijo que era tuyo.-¡Es una forma de decir que me ama! Oh, qué egocéntrico se oyó eso. -Sí, se oyó muy egocéntrico.... pero el punto es, que también eres una arruina planes por venir aquí, yo iba a estar con él a solas.-¿Crees que lo hubiera dejado solo? Por favor, Cho, lárgate antes de que saque mi varita y te expulse. -No te creas mejor hechicera que yo. -No es necesario.Asomo un ojo y veo a Hermione agarrar a Cho por el brazo y el cabello, y sacarla de la casa, para cerrarle la puerta en la cara. Se sacude las manos y va a la cocina de nuevo, sin percatarse de mi presencia. Oigo cómo azota las puertas de la alacena, cómo deja con fuerza las cosas, y, de vez en cuando, solloza. Agh, me parte el corazón verla así, por mi culpa. Salgo de mi escondite y entro en la cocina, temeroso.-¿Qué pasó?- Pregunto. Esconde su cara, volteando a la izquierda, mordiéndose el labio y sollozando.-Hermione, ¿por qué lloras?Menea la cabeza y se sienta en el suelo, apoyándose en la barra, acunando sus rodillas contra su pecho y poniendo su cabeza en ellas, rodeándose con sus brazos. Me siento junto a ella y le paso mi brazo por sus hombros. -¿Me vas a contar?- Digo.-¿Para qué? Sé que oíste todo, y sé que viste cómo la saqué. Debes estar contento- Su voz es apenas audible-, y sentirte orgulloso, una mujer peleó por ti.Se levanta y se va a la sala. Ahora me siento como un idiota. Corro tras ella y la tiro al sofá, aprisionándola con mi cuerpo.-Sí, oí todo, y vi cómo la sacaste, y me siento orgulloso de ti y me siento contento porque de verdad me amas, y te amo, y sabes que tú sí eres mi dueña, aunque no sea un objeto. -Y tú eres el mío. Le sonrío, ella se muerde el labio.-Me gusta cuando haces eso- Le confieso mientras acerco mi cara a la suya.Ella sonríe orgullosa y me roba un beso.
Hermione
No sé cómo llegamos a la cama, pero sólo tenemos cubriéndonos la sábana blanca y suave. Nos estamos viendo, marrón y verde. De repente, se oye un estruendo en la ventana, y una lechuza gris, con ojos amarillos, se posiciona en el alféizar. Me salgo, cubriéndome con la sábana y cojo una bata de baño, me la pongo, le aviento la sábana a Harry para que se tape y abro la ventana. La lechuza entra y me tiende su pata derecha, donde una carta del Ministerio viene atada. -Harry, es del Ministerio- Le digo. Me voy a sentar a su lado y él me abraza-. Estoy nerviosa, ábrela tú.Le tiendo la carta y me tumbo boca abajo, tapándome los ojos. -¡Hermione! Abre los ojos. -No quiero, léemela. -Bien: "Estimada señorita Granger:Nos complace anunciarle, de parte de todo el Ministerio, que por votación y por sus actitudes y conocimientos, hemos decidido otorgarle el trabajo de Ministra de Magia. Al señor Harry Potter ya le hemos dado la labor de Auror, ambos comenzarán el próximo lunes, a las 8:00 am en su nueva oficina, Señorita Granger. Con nuestros mejores deseos, El Ministerio de Magia"
Lanzo un grito enorme, agudo y feliz, y abrazo a Harry, pero la bata se me abre y chocamos piel contra piel. -Oh, lo siento- Digo avergonzada.-Ah, por favor, nos hemos visto desnudos más veces. -¡Me aceptaron!- Cambio de tema.-Te lo dije, nena. Ah, pero yo también te tengo una sorpresa, ¿sabes dónde será el Mundial de Quidditch? -¿Dónde?-En Venecia. La mandíbula se me descuelga y me lanzo a besarlo con todo el amor y afecto que tengo. -Eres lo más genial del mundo- Susurro contra sus labios-, pero yo te tengo otra noticia, que tal vez no te guste mucho...-¿Cuál?-Mis papás nos invitaron a cenar hoy.-Oh. -Y hay que ir un poco... elegantes, es en un restaurante un poco lujoso. -Ah. Bueno, debo ir a conocer a mis suegros, ¿verdad?-Oye, ya son las seis y debemos estar a las ocho, así que me iré a arreglar a otro cuarto- Le doy un beso en los labios-. Te quiero. Y salgo de la habitación.
Hermione
Antes de empezar a arreglarme, desaparezco y llego a mi casa. Sé qué tipo de restaurante es al que iremos, pues he ido desde que tengo memoria... Me meto al armario de mi padre y agarra dos cajas, una para Harry y otra para mí. Vuelvo a Grimmauld Place y voy a la habitación de mi novio. Toco antes de entrar y oigo a Harry decir:-Pasa.Entro y lo encuentro poniéndose un pantalón negro, parecido al que usó para el baile de cuarto grado. Río y voy a detenerlo, besándolo. -No, Harry, no usarás este tipo de ropa esta noche.-¿Entonces?Suspiro y le tiendo la caja. Cuando la abre, se pone colorado. -¡¿Es en serio?!- Pregunta. -Sí... ¡y agradece que no te vestí de bufón!Harry simplemente exhala débilmente y asiente con la cabeza. Salgo del cuarto y me voy a cambiar.
Al poco rato, me estoy viendo al espejo de cuerpo completo: me peiné con mis típicos rulos, sólo que más definidos, y me puse una diadema plateada en forma de tiara; me maquillé un poco. ¡Mi vestido me fascina! Es azul oscuro y tiene encajes negros, escote de corte cuadrado y de manga larga. Mis zapatos son de piso, y negros. Salgo de mi cuarto y voy al cuarto de Harry de nuevo. Cuando entro, me quedo atónita.-Luces bien- Le digo.-¿Bromeas? ¡Casi parezco a Ron con su túnica de gala, pareciéndose a su tía Tessy!Estallo en risas y voy a su lado. Lo abrazo apoyando mi cabeza en su pecho.-Pero tú no hueles a su tía Tessy. Tu traje es de un rey, de un gran castillo, nada que ver con la tía Tessy.Lo beso todo lo que quiero. -Me veré ridículo...-Ya cálmate, te ves guapo.-¿Cómo voy a ver a mis suegros así?-Bueno, ya los conoces, tienes al menos el 50% avanzado, Sonríe mostrando sus blancos y perfectos dientes y me tiende su brazo. Lo acepto y desaparecemos.
Harry
Aparecemos tomados del brazo frente a lo que parece el castillo de Drácula. Hermione tirita y la abrazo, y caminamos así. Incluso afuera del restaurante se oye la música, una hermosa música medieval, tranquila y movida la mismo tiempo. -Así que veremos a tus papás...-¿Nervioso?-Un poco...-¿Tú? ¿El gran Harry Potter? ¿El que enfrentó 7 años de aventuras? -Esto es muuuuuy diferente. Además, prefiero los dragones.Ella ríe y me mira a los ojos.-Dime, Herms, ¿cómo se llama este lugar?-"El emporio del Rey", me traen aquí desde que tengo memoria... a mí me vestían de Princesa y mis papás de Reyes. El restaurante fue construido en la época medieval, y se ha conservado así desde entonces- Explica con aire nostálgico. -Bueno, vayamos entonces con mis suegros.. Nos tomamos con fuerza las manos y empezamos a caminar de nuevo por el enorme puente de madera. Hay mucha gente esperando, todos vestidos de acuerdo a la época medieval.Hermione me guiña un ojo, me jala del brazo y vamos hasta la enorme puerta, donde un bufón asigna las mesas, y un caballero con armadura los guía hasta su lugar. -¡Princesa Hermione!- Grita feliz el bufón.-¡Hola, Kevin!- Responde ella.El bufón la besa en la mano y hace una reverencia. -Hace mucho que no venía, su majestad.Bueno, Herms tiene mucho que explicarme.-Lo sé, estaba ocupada con la universidad, tu sabes... El bufón dirige su vista hacia mí y me examina de arriba abajo. Después salta y da gritos de euforia. -¡Srta. Granger, veo que ya tiene a su príncipe!-Sí, él es Harry Potter.-Un gusto, Sr. Potter- Hace una reverencia.-El gusto es mío- Contesto nervioso. Ahora de música de fondo suena algo más melodioso, pero igual de esa época. -Los señores Granger los esperan, su majestad.-Gracias, Kevin- Agradece mi novia. Un caballero con armadura viene y hace una reverencia. Después nos conduce hasta la mesa.-¿Me explicas porqué todos te hacen reverencias y te dicen Princesa?- Le susurro.-Ah, bueno... en este restaurante está la costumbre de cada mes elegir al Rey y la Reina, y si tienen hijos, pues los príncipes. Y nos han escogido por cinco meses seguidos.Nos conducen hasta la mejor zona. Sus papás se levantan y la abrazan, y después a mí. Es raro. El caballero le pone la silla a la señora Granger y a Hermione y nos sentamos todos. Una chica rubia, vestida de antigua moza, nos trae el menú, y antes de irse, me guiña un ojo. Hermione tensa la mandíbula y centra su vista en la carta.
Hermione
La cena pasa con tranquilidad a excepción de la maldita chica rubia que le dedicaba roces, besos, o guiños a Harry. De no ser porque es muggle, la ejecutaría con un Avada Kedavra aquí mismo. No paré de fulminarla toda la noche. Cojo mi tarro y empiezo a beber.-Dinos, Harry- Empieza mi papá-, ¿cuáles son tus intenciones con mi hija?Me atraganto con mi bebida y mi mamá me da palmadas en la espalda. -Mis sentimientos hacia su hija son completamente sinceros, señor Granger, le aseguro que jamás le haría daño. Ella me ha ayudado más que nadie, hemos pasado siete años de maravillosas pero también peligrosas aventuras y en cada una de ellas nos hemos protegido y nos hemos vuelto más unidos. Parece que dejó a mi papá sin palabras, y a mamá también.-Y entonces., ¿quieres mudarte con ella?- Continúa mi mamá. -Sí, pero entiendo que por ahora ella deba quedarse en su propia casa, dado que debe terminar la uni...-No- Lo interrumpo-, hablemos de eso. Papá, ya no iré a la Universidad.Mi padre casi escupe su agua. Un bufón acude a ayudarlo y le tiende una servilleta de tela café.-¿Qué quieres decir con eso?- Pregunta.-Me ofrecieron el puesto de Ministra de Magia, papá, es el puesto más alto, y trabajaré con Harry. Empezamos el lunes a las 8 am. Suspiran al mismo tiempo y dicen:-Puedes ir mudándote entonces, nena. Abro los ojos como platos y Harry también. -Dinos, ¿cuál es tu próxima misión como Ministra?- Bromea mi mamá.
Harry
Aparecemos en mi habitación, a la una de la madrugada. La noche pasó entre bailes, bebidas, comida, diversión y coquetería por parte de la chica rubia, a la que Hermione casi mata. *TACHAAAAAN., ACCIÓN, ACCIÓN, AMOR, BESUQUEOS Y MÁS*-¿Me ayudas?- Pregunta Hermione.-¿A qué?Se pone de espaldas, y se coloca el cabello al lado. Voy a su lado y empiezo a bajarle el cierre, encontrándome con su piel blanca y suave. La recorro con mis dedos y después con mis labios, oyendo cómo suspira. Se voltea entre mis brazos y empezamos a besarnos.-Eres imparable- Murmura contra mis labios.Le pongo mis manos en su cintura y bajo, bajo hasta encontrarme con sus bellos muslos, entonces la cargo, quitándole el vestido en el camino y la tumbo en la cama, admirándola. Su brassiere negro combina con sus calzoncitos, negros también. Le quito los zapatos y subo hasta su boca. Ella empieza a desabotonarme la camisa y me dejo. Cuando logra quitármela, me acaricia el pecho y me besa con más vehemencia. Después baja el cierre de mi pantalón y me desprende de ellos, de un tirón. Me quita los zapatos, los calcetines y me admira, mordiéndose el labio.-Usted, su majestad, luce realmente bella esta noche- Le digo acariciándole los brazos. -Usted, señor Potter, se ve exquisito.-Y usted...Me interrumpe atrayéndome a ella y besándome, por todos lados, y yo le devuelvo cada uno. -Eres mía- Susurro.-Y tú mío, no de esa chica rubia.Reímos y seguimos con lo nuestro.-¿Siguiente etapa?- Pregunto. -Pero empiezo yo.Y me quita los calzoncitos. -Bueno, mi turno. Le quito los suyos, y el brassiere también, y nos besamos de nuevo, acariciándonos y deseándonos. -¿Lista?-Lista.Y nos unimos. *FIN DE LA ACCIÓN Y DEL AMOGGGG*
Nos estamos viendo a los ojos, tapados con la sábana y deslumbrándonos con la luz del día entrando por la ventana.-Buenos días, preciosa. Me sonríe y se despereza. -Hola, guapo. Mañana inicia nuestro primer día, y le prometí a Nette, Leo y todos ellos que iríamos a celebrarlo hoy por la noche. -Ohh, ¿no estarás conmigo?-Puedes venir si quieres. -No lo sé, Herms. -Harry, si no quieres, te entiendo. -Bueno, iré yo con Ron entonces.-De acuerdo.-Te amo.-Yo te amo más...
Hermione
El sol ya salió y nos da de lleno en la cara, haciendo que Harry cierre un ojo y se vea tierno. -Buenos días- Me saluda.-Hola. Me apoyo en un codo y lo miro. Le echo un mechón de cabello hacia atrás y él suspira.-¿Irás con Nette y Leo hoy, entonces?- Pregunta. -Sí, se los prometí, ¿qué hora es?Revisa en mi celular.-Las diez de la mañana. Hermione, ¿qué te parece si mañana por la noche cenamos con Ron, Luna, Neville y Ginny?Al recordar el beso de Ginny y Harry me da mal sabor de boca, mi nivel de celos aumenta al mil y pongo mala cara, así que trago con dificultad y pongo una sonrisa hipócrita.-Claro, será un placer.Me levanto de la cama y me pongo un albornoz, cubriéndome y saliendo del cuarto, azotando la puerta. ¿Por qué me dio un repentino arranque de celos? Voy al baño, cierro con pestillo y me miro al espejo: hay una bruja celosa al otro lado. Lanzo un gruñido de exasperación y recargo los codos en el lavabo, y después mi cabeza en mis manos. ¡Ya! Tienes que confiar en él, Hermione Jean Granger... oh, pero es casi imposible con Ginny y Cho detrás de él. Tocan a la puerta del baño.-¿Hermione?- Dice Harry.-¿Sí?- Respondo con la voz quebrada.-¿Estás bien?-Claro...- Miento. -Haré el desayuno.-Si. Oigo sus pasos caminar por el pasillo, y después salgo, asomándome en la puerta. Tengo el camino libre. Desaparezco y llego a mi casa, cojo ropa y vuelvo a Grimmauld Place.Escucho a Harry murmurar una canción, pero no distingo cuál. Subo las escaleras y me pongo mi ropa: Una blusa negra, lisa, un mini-suéter, de mangas largas negro, un short blanco y tenis negros con blanco. Me limpio la cara con una toalla y salgo al comedor.-El desayuno está listo- Exclama feliz. Voltea, y al ver mi cara de... ¿tristeza? se preocupa, deja el plato a un lado y va a abrazarme-. ¿Qué pasa, Herms?¿Cómo explicarle que ni siquiera yo sé? Sé que estoy celosa, enojada, triste y al mismo tiempo feliz, pero sigo tratando de averiguar porqué. Me acaricia la mejilla y lo miro a los ojos, las lágrimas empiezan a amenazar con salir, pero las trato de reprimir parpadeando rápido y mordiéndome la mejilla por dentro.Si le explico qué tengo, pensará que soy una estúpida y exagerada, y que no le tengo confianza y podría pasar lo peor. -Nada... no te preocupes, Harry.-Sé que tienes algo, ¿nervios por el trabajo? -Pues más o menos, es domingo e iré de fiesta, y trabajaré al día siguiente, no es algo muy cómodo, ¿verdad?Ríe por lo bajo y me atrae hacia él.-Te amo sólo a ti, lo sabes, ¿verdad Hermione?Suspiro y recargo mi cabeza en su pecho, sintiendo su respiración. Oh, de verdad quiero contestarle que yo también, pero no puedo, no me sale, ¿por qué? Sé que es verdad, que lo amo con toda mi alma... pero una pelirroja y una china me lo impiden.-Lo sé- Contesto, más seca de lo que quería.-No hay nadie más a quien ame, sólo tú. Me da un beso en la cabeza y le rodeo la cintura con mis brazos. -Desayunemos- Digo. Nos separamos y nos sentamos a la barra. -Hermione, estaba pensando en mudarnos de aquí.Me atraganto con el bocado y tomo agua, pero no es suficiente, toso y toso durante un enorme rato más.-¿QUÉ?- Pregunto finalmente.-Eso. Quiero que esta casa se la quede Ron, tú sabes... y quiero que tú y yo comencemos nuestra vida en algún otro lado, empezar desde cero. Podríamos ir a ver casas y...-Wow, wow, wow- Lo interrumpo alzando las manos-, para, espera. Vas un poco rápido. Primero debemos ver si funcionamos bien viviendo juntos, ¿verdad?-Yo sé que eres la mujer de mi vida, pero si quieres podemos ir despacio.No sé porqué, pero una sensación de que un cuchillo me atraviesa el cuerpo aparece. Presiento que pasará algo malo, lo sé, pero tengo que calmarme.-Harry, tú eres el hombre de mi vida también. Pero el punto es que somos demasiado jóvenes para mudarnos juntos o casarnos. -Pero no cambiaría nada, es lo mismo si nos quedamos aquí.Ah, carajo, si es cierto. ¿Y ahora qué digo? Todo se fue al caño desde que mencionó a la pelirroja Ginny. -Tienes razón- Es todo lo que consigo decir-, empecemos a ver casas desde mañana, entonces.
Harry
Ron está aprendiendo a usar el teléfono muggle desde que es novio de Luna, y su papá está muy contento. Le doy un beso a Hermione y me sonríe de lado, con la tristeza reflejada en sus ojos, y subo las escaleras, agarro el celular de mi novia y le marco a Luna.-¿Diga?- Contesta.-¡Luna!- Saludo-, ¿está Ron por ahí?-Sí, Harry, un momento. Oigo que pasa el teléfono y a mi amigo se le cae, después Luna le reprende en broma y Ron ríe. -¿HOLA?- Dice.-¡Cálmate, no hables tan alto!-LOO SiieEnto.-Tampoco subas y bajes el volumen así, Ronald. Habla normal.-Está bien. ¿Qué pasa?-¿Quieres salir de copas hoy?-¿QUÉ ES ESO?Me separo el celular de la oreja y cierro los ojos. Después me lo pongo de nuevo y le contesto:-Es como salir a un bar y divertirnos, ¿quieres ir conmigo?-Vale, me agrada la idea. ¿A qué hora nos vemos y dónde?-Yo paso por ti a las ocho.-Bien, hasta entonces.Y colgamos. Bueno, al menos yo. La desesperación me está ganando por no saber qué le sucede a Herms. Ya traté de preguntarle directamente, pero creo que esquivó mi pregunta. Es frustrante. Oigo música que viene de la planta de abajo. Hermione trajo su pequeño estéreo, con mucha potencia, y lo está usando. Bajo y la tomo por la cintura, y como la canción es lenta, bailamos. -¿Qué canción es?- Pregunto. -How's it going to be, de PT Walkey. Le sube y volvemos a bailar, ella apoyando su cabeza en mi hombro y yo escondiendo la mía en su cabello.
Hermione
Bueno, son las siete treinta de la noche, y estoy lista para salir. Me miro en el espejo de cuerpo completo y cierro los ojos un momento, pensando en que debo confiar en Harry. Suspiro, doy media vuelta y bajo las escaleras, cerrándome el negro abrigo. -Ya me voy- Le digo a Harry-, no me esperes despierto. -Si llegas antes y no estoy, tampoco te quedes despierta. Nos besamos un buen rato, después me separo, me limpio una lágrima fugada y desaparezco. Llego a la casa elegante de Nette, y toco la puerta. Su madre, tan pulcra como siempre y pareciendo de la realeza, me recibe con un abrazo.-¡Hermione!-Hola, buenas noches, vengo por Nette.-¡Annette!- Grita-, en seguida viene, linda. Pasa, por favor.Me conduce hasta la sala color crema y café y me hace tomar asiento. La asistenta me trae un vaso de agua y se retira.-Dime, ¿qué tal te va en la universidad?-Oh, lamento informarle que me salí por cuestiones un poco personales.Se lleva la mano a la boca y me mira con asombro.-¡Qué mal!-No, conseguí un buen empleo. -¿Y se puede saber dónde?-Si se lo digo, no me creería...-¡Hola Hermione!- Irrumpe Nette en la sala, ondeando su vestido de nieve-. ¿Nos vamos?Me levanto con elegancia y salimos de su enorme casa.-Empieza- Dice.-¿Con qué?-Te noto triste.Nos subimos a su coche y pone Round here, de PT Walkey también.-¿No pasaremos por Leo?- La cuestiono.-No, no podrá venir, y no me cambies el tema. Suspiro y veo por la ventana. La música es triste y hace que las lágrimas escapen.-Ni siquiera yo sé que me pasa, amiga, no me entiendo.-¿Por qué te empezaste a sentir así?Le cuento toooooooda la historia, desde el beso de Ginny y Harry. -Oh, pues es obvio que estés así.Apoyo mi cabeza en el respaldo y cierro los ojos, sintiendo el viento contra mi cara.
Harry
Ron baja las escaleras de su casa frenético.-¡Se me hizo tarde, lo siento!Miro mi reloj: 8:15, no se tardó tanto. -Vámonos, Ron, tengo que contarte algo.Y desaparecemos, para llegar a un bar con luces neón y guardias de seguridad en la entrada. Les lanzamos un imperius discretamente y nos hacen pasar. Vamos hacia la barra y pedimos algo como un vodka, y brindamos, los tragamos y pedimos más. Música eletrónica suena de fondo, mientras bebemos. -¿Qué pasó, amigo?- Me pregunta. Le cuento rápidamente el extraño comportamiento de Hermione.-Oh, no, eso es malo- Dice.-Sí, lo sé, no sé porque actúa de esa....-¡No, bestia! Eso- Señala la puerta.Cho y sus amigas están entrando en el bar. Abro los ojos como platos y me volteo a la barra, fingiendo no haberla visto.Pero lamentablemente, una mano me toca el hombro, y cuando giro mi vista, ella está ahí. Trae una ombliguera y jeans, con tenis. -Hola chicos- Saluda coqueta.-Hola- Respondemos con sequedad. -¿Cómo están?- Se sienta junto a mí.-Emm... voy al baño.Me levanto y camino rápido hacia cualquier otro lugar, todo con tal de evitar un malentendido.
Hermione
La música está a tope cuando llegamos al bar y el cadenero nos deja entrar, ya nos conoce. La mayoría de las personas que están aquí, siempre están aquí (Eso sonó raro .___.) y ahora todos nos hablamos y nos caemos bien. Eddy, un chico con el cabello rosa y azul, viene y nos saluda y nos ofrece nuestras típicas bebidas. Brindamos y bebemos hasta el fondo.-¿Qué tal el día?- Pregunta. Él y Nette empiezan a charlar entre ellos, mientras yo me quedo viendo a algún punto en el vacío, pensando en Harry, ¿qué estará haciendo?
Harry
Estoy huyendo de Cho, quien no se ha cansado de perseguirme en toda la noche. Estoy debajo de una mesa, ¡qué estupidez! Veo que pasa de largo y lanzo un suspiro.
Hermione
No sé porqué, pero volteo y veo a Victor Krum con sus compañeros búlgaros. Me quedo sorprendida, me arreglo el cabello, la ropa, me aclaro la garganta y respiro.-¿Cómo me veo?- Pregunto.-Muy bien, sensual y atractiva- Me elogia Eddy. Es gay. -Bueno, ahorita vengo.Camino hasta donde está él y, cuando me ve y me reconoce, esboza su enorme sonrisa y corre a abrazarme. -¡Herrrmione!- Grita. Me da vueltas mientras me abraza, y cuando me baja,a debo apoyarme en su brazo para no caer.-¡Hola, Victor!-Veo que sigues igual de guapa que siemprrre, Herrms.Le sonrío de lado y lo beso en la mejilla, después lo abrazo.-Te extrrrañaba.-Yo también, cuéntame, ¿cómo te ha ido?
Harry
-¡Déjame en paz!- Le grito por enésima vez a Cho.-Ay, por favor, que si fuera tu novia no pondrías queja.-Exacto, NO-VIA, no tú. -Es casi lo mismo.-¡No, no se parece ni poquito!Me zafo de su agarre y desaparezco.
Hermione
Victor y yo hemos pasado los últimos minutos (u horas) conversando en un apartado, bebiendo y riendo. -Te felicito por obtenerrr el trrrabajo de Ministrra de Magia, Herrms. -Gracias, me alegro por ti también, por haber obtenido un puesto mejor en el Quidditch. ¿Dónde jugarás la próxima vez?-Irrremos a Venecia para el Mundial de Quidditch. -¡Oh, yo también iré! Con Harry.Pone mala cara.-¿Con Harrry? ¿So novios o algo parrecido? -Sí, novios. -Ya veo, me alegrrro porrr ustedes. -Gracias, ¿y tú qué tal vas en el amor?-Oh, muy mal, no encuentrrro a la indicada, nadie me ha gustado tanto como tú, mi Herrrms.Me ruborizo y bajo la mirada.
Tres horas después, a las 12 de la noche, me debo ir.-Nos veremos en el Mundial, Victor.Me toma la mano y la besa, como en cuarto año. -Hasta entonces, mi herrrmosa Herrrmione. Y desaparezco.
Harry
Hermione está en su despacho, y son las 10 de la mañana. No sé a que hora se despertaba normalmente cuando iba a fiestas de la universidad (n/a: Sí, su autora es demasiado fiestera xD) pero creo que no llegaba a tal extremo, se veía mal, con ojeras, cansada y así. Yo me levanté temprano para ducharme y arreglarme, y venimos a trabajar juntos, yo venía casi con un zombie por acompañante. Llaman al teléfono.-¿Hola?- Contesto. -¡Harry, querido!- Es la señora Weasley, aunque noto su voz algo cambiada-. Sé que Hermione- Dice su nombre casi con asco, qué raro- y tú tenían planes para cenar con Neville, Luna, Ron y nuestra preciosa Ginny, pero eso cambió. Ahora los esperamos en La Madriguera a las 8:00pm, cenaremos Arthur, ustedes y yo, tenemos asuntos importantes que tratar.-¿Son muy urgentes?-Sí, de extrema ocasión. En fin, nos vemos.Y cuelga sin decir una palabra más. Su comportamiento y manera de hablar fueron extraños, pero supongo que es por algo en especial en que no me debo entrometer. Suspiro, recojo mis cosas y voy al despacho de Hermione. Toco varias veces pero no responde. Finalmente abro la puerta y la encuentro dormida sobre su escritorio. Sonrío con cariño y la zarandeo.-¿alskdmsQué?- Murmura adormilada.-Arriba, nena, tienes trabajo y te quedaste dormida.Se levanta de golpe con papeles pegados a su mejilla y me río por lo bajo.-¿En qué trabajas hoy, Hermione?-En el asunto del Mundial de Quidditch, y debo decir que me estoy empezando a hartar.-¿Cuándo será? En los boletos no venía la fecha.-En Julio, a finales. Y recuesta su cabeza de nuevo en el escritorio.-No no, no te duermas, arriba, te tengo noticias.-¿Estás embarazado?-¡No!- Debo contener la risa-. No es eso obviamente. La señora Weasley nos invitó a cenar hoy, en vez de ir con nuestros amigos. -msñsmñsm- Se levanta-, bien, ¿a qué hora?-A las ocho de la noche.-Ah, salgo de aquí a las siete, tengo tiempo de arreglarme. -Entonces te veo en casa.Me acerco y la beso muuuuuuuuuuuuuucho tiempo. Después vuelvo a mi oficina.
Hermione
Me dejaron salir media hora antes del trabajo, y eso me alegra, puedo dormir al menos treinta minutos. Eso de salir de fiesta la noche antes del primer día de labores es un asco, no lo hagan. Cuando aparezco en casa de Harry, voy a la cama y me tumbo boca abajo, en posición estrella. Y me sumerjo en un extraño sueño:Yo estoy vestida muy extraño, es un vestido estilo medieval (n/a: imagínense el mismo vestido con que soñó Harry), y mi novio no se queda atrás, está vestido casi al compás mío. Me atrae hacia él y de pronto estamos en otro lugar, es otra casa. Tiene reja blanca, un auto beetle arena dentro, hay un jardín a la izquierda, y la puerta principal es blanca con espejos. La atravesamos y da a un pequeño pasillo. A la derecha hay un baño, después están las escaleras de madera oscura en forma de caracol, si seguimos derecho está la sala (living en algunos países), pegada al comedor. A la izquierda del pasillo está la cocina, pequeña con vista al jardín. -Te amo- Me dice Harry-, pero no podemos estar juntos, lo siento.En ese momento se aleja de mí y toma la mano de Ginny, se besan y se van.Y despierto gritando, quitándome una pequeña cobija de encima y sudando. Harry acude a mí y me acuna en su pecho, mientras y sigo sollozando. -¿Qué pasó, Hermy?-Una horrible y maldita pesadilla. Me besa la cabeza.-Ya pasó, nena, ya pasó.
Harry
Mi aspecto es bastante bueno: tengo una camisa blanca, desabrochada un poco, y las mangas las tengo hasta los codos; pantalón liso negro y zapatos de punta negros también. Traté de arreglar mi cabello, pero de nada sirvió, es rebelde. Bajo las escaleras y espero a Hermione, que poco después de un rato aparece bajando como toda una princesa. Me quedo boquiabierto mientras veo sus rizos bajar y subir al compás de su cuerpo descendiendo las escaleras. Usa tacones de gamuza negros, un vestido pegado a ella hasta las rodillas blanco, y una cartera negra. Se puso un listón negro en la cabeza y se definió sus rizos aún más. Se maquilló, y se ve hermosa. Ya no es la chica o la niña que conocí en el tren. -¿Lista, preciosa?Sonríe y desaparecemos. Llegamos a la Madriguera, donde las luces del comedor están encendidas y la señora Weasley se mueve frenética por la cocina. Tocamos la puerta y me recibe con los brazos abiertos.-¡Harry, estás guapísimo!- Me elogia-. Hermione, te vez bien. Mi novia se queda paralizada. Le doy un apretón de manos pero no me lo devuelve.-Pasen, por favor. La mesa está adornada con un mantel blanco y dos velas, pero sólo hay tres platos. Eso me extraña.-¿El señor Weasley?- Pregunta Hermione.La señora Weasley la mira de arriba abajo con asco y pone los ojos en blanco.-Está enfermo, no podrá cenar con nosotros.
Hermione
La cena pasó entre comentarios buenos por parte de Molly hacia Harry y malos hacia mí.-Discúlpenme, tengo que ir al baño- Dice Harry.Me da un besito y se va. La señora Weasley lo mira con cariño, pero su actitud cambia repentinamente. Pone las dos manos sobre la mesa y me observa con furia.-Vamos a hablar claro, niña, ¿bien? Quiero que te alejes de Harry, comprende que él le pertenece a Ginny y sólo a ella, ¿de acuerdo?-¡¿QUÉ?!- Grito asombrada-. ¡¿Pero qué clase de estúpida petición es esa?! -Aquí la que manda soy yo, la que inicia el juego y lo termine seré yo, y tú no te vas a interponer, estúpida niña, ¿te queda claro?Balbuceo. Respiro con fuerza. Cojo mi cartera, retiro la silla con fuerza y salgo de La Madriguera azotando la puerta, desaparezco y voy a casa de mis padres. Cuando llego, mis papás están en la sala viendo el mismo programa que el otro día, el de hombres contra mujeres. -¿Hermione?- Preguntan al mismo tiempo.Me lanzo a abrazarlos y lloro con ellos. Les explico la situación.-Eso es demasiado raro, esa señora siempre actuó muy bien contigo, ¿no?- Dice mi mamá.-No me entrometeré, lo tengo decidido. -¡QUÉ?- Gritan ellos también.-¡¿CÓMO SE TE OCURRE, HERMIONE JEAN GRANGER?! Harry está hecho para ti y no hay quien lo impida. PUNTO- Exclama mi mamá con firmeza. -Es mejor, no quiero problemas con esa señora.
Harry
-¿Que hizo qué?- Grito exaltado.-Así es, Hermione decidió que lo mejor era que tú fueras por tu lado y ella por el suyo. Me paso las dos manos por el cabello y me siento en cuclillas. No puedo creer que lo hiciera, no de ella. -No lo dejaré así- Salto-, iré a su casa ahora mismo y le pediré explicaciones.-¡No!- Exclama la señora Weasley, como si hubiera pedido un millón de dolares para comprar droga-. No lo hagas, cariño, ella tiene sus decisiones ¿no?-Sí, pero quiero que me explique porqué. Y desaparezco de su casa.
Hermione
Mamá me dijo que viniera a buscar trabajo en una cafetería de tiempo completo, pues el dinero mágico no funciona en el mundo muggle. Llevo un día aquí.Me dieron el trabajo de mesera, y no he parado de atender clientes desde que llegué, a las 10:30 pm, mi turno acaba a las tres de la madrugada, y apenas en media noche. Estoy ya agotada. -¡Mesera!- Me grita un tipo. Voy en mis patines y con mi uniforme rosa.-¿Qué desea?-A ti, ¿cómo te llamas?Me quedo paralizada. Lo miro con sorpresa y le sonrío lo más que puedo.-Me llamo Hermione, ¿y tú?-Alan, es un placer conocerte.Ah, se llama igual que mi papá. Le tiendo la mano y nos las estrechamos. Es de cabello y ojos marrones, la verdad es guapo, pero mi corazón sigue siendo de Harry. -¿A qué hora sales?- Me pregunta.Río a carcajadas.-Ay, amigo, hasta las tres de la madrugada.-No importa, puedo llevarte a tu casa. -Eres muy amable, pero serían muchas molestias. -No quisiera que a una chica tan linda como tú le pasara algo. Inflo los cachetes y después los desinflo. Le sonrío de lado y asiento con la cabeza.-Está bien, pero tendrás que esperar a que acabe mi turno.
Harry
-¿Cómo que no está aquí?- Pregunto a los señores Granger, que están adormilados.-No, Harry- Contesta Alan bostezando-, está trabajando.-¿En qué?-Espera espera espera- Dice rápido Jane-, ¿para qué quieres verla? ¿Tú te casarás con Ginny, no?Abro los ojos como platos y balbuceo.-¿Perdón?- Respondo incrédulo-, no que yo sepa... ¿quién les dijo eso?Me empiezan a contar una extraña historia, que probablemente Hermione ya les había dicho.-¿La señora Weasley dijo eso?-Sí, Harry, y también a nosotros se nos hizo extraño.-Iré por un café- Advierte Alan y se mete.-Pasa, por favor.-Gracias.La señora Granger me conduce hasta la sala.-Entonces, cuéntanos tu historia- Me pide.
Hermione
Counting Stars, de One Republic, suena cuando empezamos a limpiar las mesas. Alicia, mi compañera, no le quita la vista de encima a Alan (es raro decir el nombre de tu padre en un chico guapo) -¿Cómo se llama?- Me susurra mientras fingimos limpiar la barra.-Amm... Alan, ¿por qué?-Está guapísimo.-Quédatelo entonces, hoy me llevará a casa pero tal vez mañana, si le guiñas un ojo, te lleve a ti. Sonríe y me abraza.-Ojalá, Hermione. Y se va. Meto mi tarjeta de llegada y salida y la dejo. Me voy a cambiar al baño y salgo, cojo mi bolso y voy con Alan.-¿Lista?-Claro. Me tiende su brazo y lo tomo. No le tengo nada de confianza, así que no puedo desaparecerme con él. -¿Dónde vives?Le doy mi dirección y asiente con la cabeza.-Tal vez te sorprenda, pero somos vecinos, Hermione.Lo miro con incredulidad y alzo las cejas.-¿En serio?-Sí, yo soy el número xxx, y tú el xxx. -A mi amiga le agradaste- Suelto para cambiar de tema.-¿Ah, sí? ¿Y está igual o más guapa que tú?Bueno bueno, esos comentarios están empezando a incomodarme. Sonrío de lado falsamente y saco las llaves de mi casa. -¿Tienes novio?-Oye, te conozco desde hace tres horas, no vayas tan rápido. -Tienes razón, lo siento. -Nos vemos luego, gracias por traerme.Me meto y cierro la puerta detrás de mí. Me dejo caer y empiezo a llorar, recordando que dejé a Harry por órdenes de la señora Weasley... -¿Hermione?- Dice mi mamá descubriéndome llorando en el pasillo.-¿Qué hacen despiertos?- Pregunto a través de las lágrimas.-Emm... Harry vino a verte.Abro los ojos como platos y me levanto de golpe. Antes de empezar a gritarle que porqué lo dejó pasar, levanta un dedo y me interrumpe.-Cállate y escucha lo que tiene que decirte. Vamos a la sala y lo veo charlando con mi papá, ambos con tazas de café en sus manos. -Bueno, nosotros nos vamos a la cama, ¿verdad Jane?-Ah, sí. Buenas noches. Se suben a su habitación y nos dejan solos.-¿Estás llorando, Herms?-No, idiota, sólo estoy sudando por los ojos. -¿Qué tienes? No me habías tratado así. -Te veré en tu casa en cinco segundos, es incómodo discutir con tus padres escuchando.Desaparezco.
Harry
Aparecemos en mi casa, yo más confundido que nada. -Bien, Hermione, ya estamos aquí, ahora explícame. Toma aire y empieza a casi gritar todo lo que le dijo la señora Weasley. Yo me siento en el sofá y ella se queda parada, sacando lágrima tras otra, y me duele verla así. -Creo que es más que OBVIO que yo nunca elegiría a Ginny por encima de ti, nena. -El asunto es que la señora Weasley no paró de comportarse hostil conmigo en toda la maldita noche. -Sí, eso es raro en ella...- Y entonces caigo en cuenta- ¿y si no era ella?-¿A qué te refieres?
-Vamos, Hermione, tú eres la inteligente, no me digas que no te has dado cuenta. Se queda pensando unos segundos, hasta que finalmente me ve con cara sorprendida.-Sí, creo que pensamos lo mismo- Murmuro.-Mañana... bueno hoy mismo, averiguaremos la verdad. -Vayamos a dormir. Subimos y nos metemos en la cama.-No quiero que vuelvas a pensar que te cambiaría por cualquier chica que pase, Hermione, te amo con toda mi alma y lo sabes.Y nos besamos. Y pasamos a otros niveles...
Hermione
Puedo oler los huevos fritos con tocino que está preparando Harry para el desayuno, él es un buen cocinero... yo sigo en mi pijama pequeña, acostada en nuestra cama.Dejé mi trabajo en la cafetería, y mis padres lo apoyaron, le agarraron mucha confianza y cariño a Harry después de todo lo que ha pasado. Ha pasado una semana desde la incómoda y grosera cena con la señora Weasley.... mmm, he sacado varias teorías acerca de su comportamiento:1* No era ella (que es poco probable)2* Ya no le agrado, que es muy probable, dado que, en términos correctos, le robé el novio a su pequeña niña.3* Quiere separarnos a Harry y a mí, es bastante obvio, pero cuenta como teoría. En fin, mañana nos vamos al mundial de Quidditch, en Venecia, y me encanta que sea por estas fechas, pues dentro de dos días es el cumpleaños de Harry, y pensamos quedarnos allá una semana entera. Como soy la Ministra de Magia, prácticamente puedo darme esos lujos. Me levanto, abro las cortinas, hago la cama y empiezo a empacar las cosas necesarias para el viaje. Evidentemente, sólo llevaremos dos bolsas pequeñas, y les haremos un hechizo de expansión. Ayer, Harry y yo fuimos de compras y conseguimos veritaserum, nos será útil para que Molly revele la verdad... pero, en caso de que sea lo que estamos pensando, yo revisaré su casa antes para ver si encuentro líquidos extraños. -¿Bajas, Herms?- Me grita Harry.-Ya voy. Me echo una cobija encima y bajo, agitando mi horrible moño (chongo) y haciendo que se deshaga. Harry está poniendo la mesa. Lo miro con ternura y me siento. -¿Entonces, Herms, cuál es el plan?Me aclaro la garganta, bebo zumo de naranja y digo:-Dado que la señora Weasley parece que ha desarrollado un tremendo asco hacia mi persona, haremos esto: Tú entrarás primero y...
Harry
Hermione se puso una blusa de manga larga, pantalones y botas de agujeta, todo negro, se puso un gorrito coqueto y tiene el cabello suelto y trae la bolsita de cuentas, con el hechizo de expansión. Yo voy normal. -¿Lista, amor?- Le digo sintiéndome algo extraño. -Supongo que sí... esperemos que los Weasley no estén en casa, sólo ella. Nos tomamos las manos, y desaparecemos, para llegar a la Madriguera. -Bien, empecemos con el plan- Dice ella. Me besa y después se trepa a una cornisa, para llegar a la ventana y entra, supongo que no hay nadie, pues no oí gritos ni groserías ni nada. Me preparo y toco la puerta: en seguida, Molly sale con un vestido bonito floreado; en cuanto me ve, me sonríe y me abraza.-¡Harry. cariño! Qué gusto me da verte aquí, ¿a qué se debe esta hermosa sorpresa? ¿Es mi imaginación o está tratando de coquetearme? -Bueno, quería venir a informarle que...- Bien, empieza mi actuación. Sorbo mocos-... lo que había entre Hermione y yo se terminó, y sólo quería un hombro en el que llorar. Ella me sonríe y me abraza más cariñosamente.-No quiero decirte esto de forma tan dura, Harry, pero era obvio que lo suyo no iba a durar. Ven, pasa, hablemos aquí dentro.Me toma la mano y me lleva hacia la sala. Nos sentamos.-Bien, empieza a contarme, querido.Me muerdo la lengua para llorar y que se vea más real.
Hermione
Me muevo por la casa silenciosamente. Es raro que ninguno de los ocho Weasleys, además de Molly, esté en la Madriguera. He buscado en tres habitaciones hasta ahora, y encontré varias botellas de un líquido que Harry y yo conocemos bien, en el cuarto de Molly y Arthur. Las guardé todas en mi bolsita.Bien, sigue la habitación de Ron. Encuentro un periódico de El Profeta, que dice;
¡Otro premio a los Weasley!Nuestros periodistas estuvieron presentes en la premiación de Arthur Weasley, que recibió nada menos que ****** galeones.-¡Es el segundo premio que nos dan!- Exclamó Arthur. La familia decidir ir por todo un mes y medio a visitar México y Argentina, para también celebrar que sus dos hijos menores, Ginevra y Ronald, son ahora graduados del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. -Lamentablemente- Dijo la pequeña Weasley-, yo no podré asistir a este lujoso viaje debido a asuntos personales, pero les deseo la mayor de las suertes a mi familia.
Y no hace falta decir más. Voy ahora a la habitación de Ginny: es rosa pastel, cama matrimonial, varios peluches y, lo peor: muchísimas, cientos de fotos de ella y Harry. Respiro hondo y empiezo a buscar... Filtros de amor, con la palabra Harry en cada botellita.
Harry
-Ay, mi cielo- Murmura la señora Weasley. -Sí, bueno...Alzo la vista y veo a Hermione desde la cocina haciendo señas de que está lista. La veo sacar la botellita de veritaserum.-Señora Weasley- Digo-, yo quiero a la verdadera Molly.-¿A qué te refieres?Saco mi varita y en un segundo, o menos, pronuncio un hechizo para atarla contra el sillón. Hermione acude rápidamente y le vacía la poción. -Bien, ahora responderás preguntas- Ordena Hermione. -Púdrete, Granger- Responde Molly.-Jódete tú, Ginevra. -¿Ginny?- Pregunto. -Sí, encontré algo curioso en su habitación y en la de sus padres, los verdaderos, claro.Le doy el bolso y descubre el diario, y las pociones. Él lee el periódico y dice:-Esto fue de hace dos semanas.-Exactamente, Harry- Coincido. De repente, "Molly" empieza a moverse descontroladamente y, en menos de cinco minutos, Ginny está sentada ahí como fiera con rabia. -Así que...- Continúa Hermione-, no fuiste a ese hermoso viaje, por quedarte aquí y tratar de quitarme a mi novio, qué tonta. -¿No te ha quedado claro que yo AMO A HERMIONE, y no a ti, Ginny?-¡No, no lo entiendo!- Grita llorando.
Hermione
-Harry, cariño- Digo-, ¿te importaría dejarnos a la pelirroja y a mi a solas?Él asiente con la cabeza y sale de la sala. -Bien, Ginevra, te lo voy a dejar claro- Me acerco a su cara-. No vuelvas a acercarte a Harry, y mucho menos para alejarlo de mí. Ella ríe como villana de película para niños. Se quita las cuerdas y se levanta, posicionándose enfrente de mí. -¿Quién me lo va a impedir? ¿Tú, castaña tonta?Sonríe maliciosamente y desaparece.
Hermione
No conseguí coger el sueño anoche, de la emoción. Hoy nos vamos a Venecia, y le tengo una sorpresa preparada a Harry, por su cumpleaños. En cambio, mi ojiverde cayó rendido en cuanto tocó la cama, roncó como nunca antes lo había hecho. Nos alojaremos en el hotel "Ca' Filcamo", nos lo han recomendado mucho, pues está cerca de la Plaza San Marcos,y preferí dejarle nuestra tienda de campaña a Kinglsey, así podemos turistear por ahí mi novio y yo. Él sigue dormido, y es obvio, son las seis de la mañana, y el sol empieza a salir. Acabo de hacer las maletas, y meto en la mía uno de los regalos de Harry, los demás los compraré allá. Ayer fuimos al banco a sacar dinero suficiente, y lo cambiaremos por monedas venecianas cuando lleguemos. Tengo planeado darle regalos a Harry por el número de su cumpleaños (es decir, le daré 19) y todos tendrá que ganárselos, o buscárselos... El número 19 será el mejor.Como es temporada de calor, me puse una blusa color azul agua, con la frase LOVE, un minishort blanco, zapatitos y bolsa del mismo color de mi blusa, y unos lentes Ray.Ban, me amarré el cabello en una coleta, pero primero me lo planché, los demás accesorios son plateados. Bajo a hacerle el desayuno a mi precioso novio, que además me es fiel... eso ya es ganancia. Le haré un café negro, le subiré pan y huevos con tocino. Sí, creo que es buena idea. En lo mientras, voy al pequeño estéreo y pongo All of the stars, de Ed Sheeran.
Harry
Despierto sintiendo muchísimo calor; Hermione no está a mi lado, pero huelo algo delicioso que viene desde la cocina. Me desperezo y empiezo a vestirme: playera blanca, camisa a cuadros roja encima, que me dejo abierta, pantalones de mezclilla claros y zapatos rojos. Una vez ya listo, bajo nuestras pequeñas maletas al vestíbulo y reviso que tengamos todo, y que no nos falte nada, obviamente. Oigo una música bonita, no sé quién la cante o de dónde sea. Voy a la cocina y veo que Hermione está preparando el desayuno. La sorprendo abrazándola por la cintura.-Buenos días- Le susurro al oído.-Hola, te iba a llevar tu desayuno a la cama- Exclama, fingiendo estar molesta y haciendo pucheros. -Bueno, ya no tendrás que cargar. Sonríe y nos besamos. Después, empezamos a poner la mesa. -Estoy emocionado por el viaje- Digo sentándonos a la mesa. -Sí, yo también.La miro con los ojos entrecerrados, medio sonriendo.-Hermione, ¿qué ocultas?Voltea a verme con su mirada inocente.-¿Yo? ¿Por qué? -Sí... conozco esa mirada tuya de "sé algo que tú no sabes" -Ah, siempre sé algo que tú no, Harry. Le arrojo una servilleta y me saca la lengua.-Eso no hará que sepas mi secreto. -De acuerdo, sé que no quieres decirme- Me hago el sufrido.-Pues no. Ríe y empieza a comer.
Hermione
Cuando acabamos el desayuno, terminamos de arreglar la casa, para dejarla limpia. -¿Y Crookshanks?- Pregunta Harry.-Ah, lo dejé con mis papás.Sonríe. Agarra las maletas, coge mi mano y desaparecemos. Llegamos al frente del hotel, donde un botones nos recibe y nos lleva a recepción. -Benvenuto a Ca' Filcamo- Nos dice una recepcionista.-Siamo inglesis- Respondo.-¿Sabes hablar italiano?- Me pregunta Harry.-Sí, un poco.-Bienvenidos a Ca' Filcamo, ¿en qué puedo ayudarles?- Repone la señorita.-Reservamos una habitación, a nombre de Hermione Granger. La chica revisa en una computadora y finalmente dice:-Ah, sí, la 503. El botones 004 los conducirá. Un joven viene y nos ayuda a cargar nuestras... maletas. -Es que viajamos ligeros- Dice Harry al ver que el botones pone cara de rareza. Asiente y las carga. De fondo se oye algo melodioso y bonito.-Pezzo di musica é?- Le pregunto. -Romanza Veneciana- Contesta.-Dove si cambia i soldi?- Digo.-Si, non ti preoccupare- Responde. Cuando llegamos a la habitación, le doy dinero.-Grazie- Me dice.-Prego- Respondo. -Hanno un bel soggiorno- Nos desea, y se va.-¿Qué carajo acaban de decirse?- Me dice Harry.-En resumen, le di la propina, él la cambiara a moneda nacional, y nos deseó una bonita estancia. -¿Qué quieres hacer primero? No es que hayamos hecho un viaje muy largo, así que no creo que estés cansada. Saco mi papelito guía y miro las atracciones turísticas.-Podemos ir a la Plaza San Marcos, a pasar el rato. Asiente, y me tiende su mano.-Vayamos al estilo muggle.
Harry
-Wowo, la plaza es muy grande...-Murmuro. -Sep, así es. Caminamos tomados de la mano. Hermione hurga en su bolsito de cuentas y saca...-¡Tachán!- Exclama divertida-, casualmente traje una cámara fotográfica. Nos tomamos varias fotos en diferentes posiciones y lugares, hasta que cae la noche. -¿Dónde cenaremos?- Pregunto-. Tú pareces saber mucho de Venecia. -Vayamos al Harry's Bar.Me le quedo viendo.-¿Es en serio?- Digo sorprendido.Ella estalla en risas.-No me mires así a mí, Harry, yo no lo fundé.(n/a: Toooodos los lugares que estoy nombrando, en serio existen, no son inventados xDDD)-Peeero, tú serás mi traductora, ¿sí, amor?-Ya qué- Bromea. Vamos caminando hasta llegar a la entrada, donde un viejito hace pasar a la clientela. Es un bar típico, pero familiar (osea, no sé si entienden xD) El bartender porta un traje blanco, con corbata negra, y las meseras lo mismo. El señor nos conduce hasta una mesa redonda y café, para dos personas y nos da el menú.-No entiendo nada- Le murmuro a Hermione.Ella sonríe y me empieza a traducir.
Hermione
Es casi medianoche cuando salimos del bar, satisfechos. Pasamos por el canal de Venecia, alumbrado por las luces de las farolas... es un ambiente muy romántico. -Harry- Digo.-¿Mande?-Como sabrás, dentro de diez minutos será 31 de Julio, y es tu cumpleaños.-Ajá.-Y te traje tu primer regalo de diecinueve. -¿19 REGALOS?- Exclamo.-Pues sí, esa es la edad que cumplirás, bobo. Se ruboriza y me río, mordiéndome el labio. -Esperemos aquí, a que sean las doce.Y esperamos...Esperamos...Seguimos esperando....TUUUUN, TUUUUN (campanas e.e) TUUNNN TUUUN-¡Feliz Cumpleaños, amor! O, como se dice en italiano, ¡Buon compleanno, amore mio! Le doy su caja de regalo y cuando la abre, se queda boquiabierto. -Me costó mucho trabajo conseguirla, pero lo hice. -Gracias, Hermione.-Ah, ah, faltan 18.Sonríe de lado y mira su Snitch dorada, la abre y encuentra nuestras fotos dentro.-Eres la mejor.-Ah, lo sé.Y nos besamos.
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¡Hoooooooooola! Sé que el capítulo está asquerosamente cursi xDDDD ¡Me encantaría que agregaran mi fic a sus favoritos y comentaran qué quieren que pase más adelante! *u*/ L@s amo, gracias a tod@s por sus comentarios, me alientan a seguir adelante :')
Hasta la próxima :*
Harry
Hoy es el último partido del Mundial de Quidditch; queda Bulgaria contra Transylvania. Hermione se ve muy hermosa trae:. Se dejó su cabello al natural.
Yo vengo como si nada, sólo con una sudadera negra. -¿Lista, amor?- Pregunto.-Sí, pero antes, tendrás que buscar tres regalos más. -Mmmm, ¿dónde?-Por todo el hotel.Dejo caer los hombros con cansancio.-Chale, bueno, ya voy. Y empiezo con la laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarga tarea de buscar cosas.
Muuuuuuuuucho tiempo después, llego sonriente a la habitación, con tres regalos en mi mano. -Ábrelos, Harry.Como niño de Navidad, abro el primero, pero en seguido me trepo a un pequeño sillón.-¡SÁCALO DE AQUÍ!- Grito.-Hey, tranquilo- Dice riéndose, recogiendo El Monstruoso Libro de los Monstruos-, es un álbum de fotos, Harry, ya tiene dentro algunas. -Ooohhhh. Bajo del sillón y agarro el álbum: tiene fotos de cuando éramos pequeños, pero al principio, tiene la foto de mis padres que me regaló Hagrid.-Gracias, Herms. -Abre los otros, amor. -Owwss, una fundita para celular, ¿la hiciste tú?-Sí, algo así... te falta uno de los más grandes, corazón. Lo hago, emocionado, y muero de ternura al verlos.-¡Están preciosos!- Grito. Ella ríe, como lo hace una madre al ver a su hijo en su cumpleaños.-Anda, debemos irnos- Me dice. Le tomo la mano, y desaparecemos.
Hermione
Aparecemos delante de la enorme entrada al estadio. -Ministra de Magia- Saluda un guardia-, por aquí, los guiaré a sus asientos. Antes de que empecemos a caminar, otro señor le dice algo al oído, el primero asiente y el otro se va. -Me acaban de informar, que alguien la quiere ver en el lugar para los jugadores- Dice.-Ah, pues vamos. Comenzamos a caminar a través de las gradas, hasta llegar a una carpa roja y negra. La atravesamos, y cuando lo veo, me lanzo a sus brazos.-¡Viktor!- Grito.-¡Herrrmione!- Me imita.Me coge en volandas y me empieza a dar vueltas.-¿Cómo estás?- Le pregunto cuando me baja.-Muy bien, ¿y tú? ¡Ah, Hola Harrrry!-Hola Viktor- Dice. -¡Ya sé! Aprovechemos que todavía falta algo de tiempo para el partido, y juguemos algo...- Salto.-¿A qué?- Preguntan.-Viktor, le daré otros 15 regalos a Harry por su cumpleaños, la mayoría ha tenido que buscarlos, pero los otros cinco tendrá que ganárselos, HOY. -¿Cómo?- Sigue mi novio.-Te haré preguntas sobre mí.Harry abre los ojos como platos.-Sip, y si tú no la contestas bien, pero Viktor sí, no ganas, ¿bien? Empecemos. Pregunta: ¿cuándo es mi cumpleaños?-El 19 de Septiembre- Dice mi novio. -Muuuuy bien, siguiente: ¿cuál es mi segundo nombre?Se queda pensando, mordiéndose el labio, nervioso.-¿No lo sabes?- Pregunto.-Mmm...-¡YO LO SÉ!- Salta Viktor.-Dilo.-Jane.Respiro hondo, sorprendida. -Bien, siguiente: ¿dónde te conocí a ti y a Ron?-En el expreso de Hogwarts.Sonrío y sigo:-¿Qué es mi patronus?Otra vez, se queda pensando, y Viktor alza la mano.-¿Cuál, Viktor?-Una nutrrria. Otra vez, él supo la respuesta. No importa...-Esta es la más fácil: ¿Cuándo conocí a Viktor?-En el baile de navidad- Dice Harry. -¿Cuál es la dirección de mi casa?Se queda callado de nuevo. Viktor alza la mano.-¿Sí, Viktor?-Es ksjdlkasjdkasjdka asdhasjd número XX.La supo otra vez.-Bien, ¿mi materia favorita?Y otra vez, se calla. Viktor alza la mano.-Dilo, Viktor. -Rrrrunas Antiguas. Acertó. Trago saliva con fuerza y pestañeo para espantar las lágrimas. -Bien... ¿mi color favorito?Esta debe saberla.... pero NO, se queda callado. Viktor alza la mano.-¿Sí, Viktor?-¡DURRRRAZNO!Otra maldita vez. -Esta está más fácil... ¿prefiero un museo o una discoteca?Pero no dice nada... Viktor, de nuevo, levanta la mano, como yo en primer grado en clase de pociones. -Dila, Viktor.-¡Museo!Agacho la cabeza, y sorbo mocos. -Discúlpenme. Le doy la bolsa con los estúpidos regalos a Harry, bueno casi se la aviento, y salgo corriendo de la tienda de campaña.
Harry
-Erres un idiota, Harrrry- Diec Viktor.-¿Por qué?-¿Cómo mierrrda no sabes cosas acerrrca de mi Herrrmy?-No lo sé, yo mismo me odio. Salgo en busca de Hermione, pero no la encuentro, debió ir ya a su lugar correspondiente como Ministra, ya que es ella quien da la bienvenida a los partidos. Y dicho y hecho, cuando llego ya está ahí, platicando con un hombre vestido de negro. Ella lo escucha atentamente, y asiente con la cabeza. El hombre se va y la deja sola en su asiento. ¿Voy o no voy? Se levanta, y pide silencio. Al siguiente minuto, todos están en silencio. -¡Bienvenidos! Al 426 Mundial de Quidditch, al último partido: Bulgaria contra Transylvania. Les deseo suerte a ambos equipos, y... ¡que empiece el juego!
(***)Hermione consiguió perdonarme por mi estupidez de no conocerla bien. Abrí mis regalos: Yo los amé, y me duele haber sido tan idiota como para no haber sabido casi nada de ella. Pero las cosas que sé, como el nombre de sus padres, no lo preguntó... o tal vez iba a hacerlo, pero después de lo que pasó se arrepintió. Estamos fuera de la tienda de campaña, esperando a Viktor.-Ya llegué- Dice él.-Hola, ¿qué pasa? ¿Para qué enviaste a ese hombre a decirme que querías vernos?-Quierrro invitarrrlos a cenarrr mañana, ¿les apetece? -Sí, claro, estaremos ahí, gracias Viktor. Hace una reverencia, le besa la mano y se va. -¿Nos vamos al hotel, Herms?-Sí, tuve un mal día...
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¡HOLA HOLA!¿Cómo están? Espero les haya gustado el capitulo :B Está un poco dramático xDDD Ya saben que me apoyan mucho añadiendo este fic a sus favoritos, y comentando qué más quieren que pase. Hasta la próxima *u*/
Harry
-Si de verrrdad quieres rrrecuperrarrr a Herrrmione, entonces debeshacerrr más que pedirrrle perrrdón, Harrrry- Dice Viktor, echándole azúcar a sucafé negro.
-Sí, ¿pero cómo?- Respondo, tomando un sorbo del mío.
-Demuéstrrrrale que la amas, que quierrres pasarrr una vida eterrrnajunto a ella. Aunque sigo sin crrreerr que no hayas sabido nada de ella, sesupone que errres su mejorrr amigo Y su novio, se supone que se conocen el unoal otro como si sólo existierrran ustedes dos.
-Ayúdame, Viktor.
-¿Porrr qué piensas que quierrrro ayudar al estúpido novio de mi amorrrplatónico?
-Sé que quieres verla feliz.
Tuerce la boca y pone los ojos en blanco.
-Inocente bastarrrdo de ojos verrrdes, tienes rrazón.
Y, por algún motivo, sonrío.
-¿Entonces, inocente-bastardo-búlgaro, me ayudarás?
-Sólo porrrque quiero verr a mi Herrrmione feliz, idiota.
-Que no se diga más, entonces. Acompáñame de compras, nene- Continúobromeando.
-Ohh- Sigue bromeando, poniendo acento de niña fresa-, clarro quequierro, vayamos a verr zapatitos y rropita.
Reímos y le doy un golpe amistoso.
-En serio, necesito comprar algo, Krum.
-Pues entonces vámonos de "shopping", como dicen.
Le pagamos a la mesera, y salimos del bar, al centro de Venecia.
-Y dime, ¿qué le piensas comprrrar, Potterr?
-Es algo muy bonito, no comas ansias. Se lo daré hoy cuando cenemoscontigo, así que cierra la boca, quiero que sea sorpresa.
-¿Te dio los demás rrregalos, Harrry?
-Sí, puso una sonrisa de tristeza, pero después nos besamospoquito.
-Te lo merreces, perro ojalá con nuestro plan se desenfade.
Llegamos a la tienda, que luce lujoso incluso desde afuera. Por suerte,tengo dinero suficiente. Entramos y empezamos a bromear, hablando y actuandocomo las chicas, haciendo que la encargada nos mire con gesto extraño.
-Este me gusta, combina con ella- Menciona Viktor.
-Sí, me agrada, pero está un poco grande.
Pone los ojos en blanco.
-Qué difícil errres, Potterr.
-Sólo quiero lo mejor para mi novia.
Me saca la lengua y lo imito.
-¿Buscan algo en especial, caballeros?- Pregunta la encargada. Debetener al menos unos 46 años.
-Emm, sí. Busco algo femenino, coqueto y elegante, pero no grandesote-Explico.
-Sé exactamente qué le daré. Pase por aquí, por favor.
Nos mira de arriba abajo y pone gesto extraño.
-Creo que venimos un poco informales, Viktor.
-Da igual, que le den a la forrmalidad.
Reímos por lo bajo. No pensé que me llevaría tan bien con Viktor. Lamujer nos conduce a través de una cortina de cuentas, y damos con una sala, queen el centro tiene una mesa redonda, y tres sillas.
Después de al menos treinta minutos, en los que Viktor no paró deresoplar o criticar mis gustos, pudimos ponernos de acuerdo y ya llevo elregalo para Hermione.
-Gracias por su compra, esperamos una buena respuesta de su novia- Medesea la mujer.
Salimos de la tienda, él en dirección a su hotel y yo al nuestro.
Hermione
El día se está pasando muuuuy lentamente. Harry salió de la habitación,sin decirme a dónde iba. Es muy sospechoso.
Ahora mismo, tengo una bata de baño nada más (además de la ropainterior) y estoy acostada sobre el sofá bebiendo vodka y fumando un cigarro,despeinada, sin maquillaje y triste, viendo El Diario de Bridget Jones.
Le di sus últimos regalos a Harry, y los recibió con gusto, pero digamosque noté en su cara que se seguía sintiendo culpable, pero, ¿quién no lo haría,después de lo sucedido? Sólo espero que algún día podamos superar esto.Técnicamente ya lo perdoné, pero el dolor sigue ahí, aunque en menoscantidad.
Prendo otro cigarro y me bebo otro vaso de vodka.
Hoy en la noche tenemos la cena con Viktor, y estoy emocionada. Hacemucho que no platico con Viktor, lo de ayer no cuenta puesto que hubo un malfinal, aunque no fuera su culpa. Pero no sé qué ponerme.
Saco mi teléfono móvil, y le marco a Luna.
-¿DIIGaa?- Contesta Ron.
-Hola, Ron.
-¿QUien HablAa?
-HERMIONE, RON, ¿ME ESCUCHAS?
-SiSi, Tee EeEscucCho perfectaMENTE, ¿QUé pAsa?
-Comunícame a Luna, por favor.
Después de un minuto, oigo la linda voz de Luna.
-¡Hola, Hermi! ¿Qué pasa?
-¿Crees que puedas aparecerte en Venecia?
-Oh, por Rowena, ¿para qué?
-Te necesito.
-No se diga más, ¿en qué hotel estás?
-Ca' Filcamo.
Cuelga y al instante oigo un ¡Plop! en mi lugar. Ella está parada ahí,sonriente como siempre, pero al ver mi estado (ya saben, ojeras, pálida ydelgada) se preocupa.
-¿Qué te pasa, mi Herms?
-Oh, la pregunta es qué no me pasa...
Le empiezo a relatar todo mientras sirvo un poco de helado para las dos.Ella, como siempre, me escucha con atención.
-Es sencillo de resolver, Hermione, sólo perdónalo y ya, no hagas unatormenta con una gota. Bueno, no sé si ese dicho iba a así, pero da lo mismo,me entiendes.
-Es que no puedo creer que él, siendo mi mejor amigo, mi confidente, miamante, mi novio, no sepa esa clase de cosas tan sencillas de mí, si llevamoscasi toda la vida de conocernos.
-Mira, en eso tienes razón, pero por experiencia puedo decirte que loshombres son olvidadizos y torpes en ese aspecto, nena, no te caigas por algoasí.
-Hoy tenemos una cena con Viktor, Luni, y espero que las cosas seresuelva.
-¡Oh, sí, por Merlín! Es tiempo de jugar contigo a las muñequitas,vámonos de compras.
Resoplo, me levanta y me empuja hasta mi habitación para que puedacambiarme.
Harry
Cuando llego a la habitación, hay colillas de cigarro por todas partes yuna botella de vodka vacía. Encuentro una nota en la sala que dice:
Harry, salí con Luna por un rato, teveré en la noche.
Hermione.
Me encojo de hombros y me dedico a ver la televisión. Son las tres de latarde, y debemos estar en el restaurante a las ocho de la noche, y faltamuuucho, no sé qué hacer con tanto tiempo libre.
Oh, ya sé qué debo hacer...
Cojo la cartera y salgo pitando del hotel, rogando por no encontrarme aHermione. Corro a la floristería y compro muchas rosas rojas (¿Por qué sellamaran Rosas, si la mayoría son rojas?) Compro también chocolate, champagne,copas obviamente y un peluche enooooooorme.
Regreso al hotel y pido servicio a la habitación, necesitaré ayuda parami plan.
Y casualmente, son dos chicas las que vienen a ayudarme.
-Muy bien, muchachas, me ayudarán a crear un ambiente romántico para minovia.
Ambas suspiran y empiezan a hacer una lluvia de ideas. Comenzamos connuestro trabajo.
-¡Mierda! Se me olvida un pequeño detalle, ustedes sigan.
Corro al teléfono del hotel y marco el teléfono de Luna.
-¿Hola?
-Luna, no digas que soy Harry.
-¡Hola.. emm... Juan!- Miente, y me doy una palmada en la frente.Respiro y continúo:
-Sí, sigue mintiendo. Necesito que le impidas a Hermione venir a lahabitación.
-¿Porqué, Ha...Juan?
-Le tengo una sorpresa a Hermione aquí...
Cuento rápidamente mi plan a Luni pues, aunque sé que es pésimamintiendo, sé que sabe guardar secretos.
-Oh- Suspira-, qué romántico lo que le vas a hacer a He...Helena!
-Sí, Luni, por eso no quiero que la traigas, ¿de acuerdo?
-Prometido.
-También prométeme otra cosa. Tú y Ron deben estar en XX restaurante a las diez de la noche, ¿vale?
-De acuerdo.
Y cuelgo. Las chicas siguen haciendo lo suyo en la habitación.
-¿También el baño, señor?- Pregunta una.
-Claro que sí, todo.
Hermione
Luna cuelga y me ve con una sonrisa.
-Ya tienes tu maquillaje, sigue el vestido, guapa.
Resoplo y me coge por el brazo. Echamos a correr por las calles de Venecia. Es un recorrido bastante hermoso, para ser sincera. Entramos a una tienda, que se ve bastante barata, y empieza la tortura.
Me pruebo varios vestidos cortos, largos, anchos, esbeltos, decorados, simples, rojos, verdes, azules... hasta que doy con el indicado. Cuando salgo del probador, Luna se queda atónita.
-Estás preciosa, Hermione.
Me ruborizo y le dedico un gracias. ¿Mi vestido? Es así:
Es precioso, lo sé. Lo usaré con unas zapatillas rosas bajas y me peinaré con un moño y algunos rizos caídos. Y maquillaje.
-Vámonos ya, Luni.
-Emm... no. Vamos a otro lado, necesito... estem.. ¡chocolates!
-¿Qué? ¿Para qué?
-Pues para comerlos, tonta- Dice con tono absurdo.
-Vale, vamos.
Empezamos a caminar, con mis bolsas agitándose al ritmo de nuestros pasos.
-Y dime, Luni, ¿con quién hablabas?
-Con Juan, ¿no oíste?
-Ah... ¿y quién es?
-Un amigo muggle, obviamente.
La miro con una ceja alzada y ojos entrecerrados.
-Anda, si era Ron no tienes porqué ocultármelo.
-No te lo ocultaría y lo sabes. Era Juan, en serio.
-Bueno, pero vámonos al hotel ya, me muero de cansancio y quiero dormir un poco antes de la cena.
-¿Sabes? Pensé en alquilar una habitación en algún hotel, NO en ese, es caro, ¿me acompañas?
-Ya qué.
Sonríe maliciosamente y nos ponemos en marcha, hasta llegar a otro hotel, un poco menos lujoso que el mío
-Entremos, te cambiarás aquí, yo te ayudaré a arreglarte, ¿bien?
Resoplo y asiento con la cabeza.
Renta una habitación por sólo una noche, y subimos.
-Anda, ponte cómoda Hermione, iré por cositas para arreglarte el cabello.
Y se va.
Media hora después, regresa cargada de más bolsas y con una enorme sonrisa en la cara.
-Nunca jugué con esas cosas llamadas "Barbies" en mi infancia, así que será mi primera vez.
Saca una toalla del baño y me la pone en la espalda. Y empieza mi tortura...
Harry
La noche cayó rápidamente. Tengo el paquete para Hermione justo en mi bolsillo. Son las siete y media y Hermione no aparece. Le llamo a Luna y contesta muy agitada.
-¿Quién es?- Pone el altavoz y grita. De fondo se oye mucho escándalo, como si estuvieran haciéndose sesión de maquillaje.
-Soy Harry, ¿qué pasa con Hermione?
-Te veré en el restaurante, amor- Grita Hermione.
-Bueno, te veré allá.
-¡AUCH! ¡Ten más cuidado!
Y cuelgan. Suspiro y me pongo a ver televisión, satisfecho con mi trabajo en la habitación y con mi misma apariencia. Ya saben, traje negro, camisa blanca y pajarita negra también. Cabello rebelde.
Finalmente, el momento llega. Me arreglo por última vez, desaparezco.
Hermione está afuera, está bellísima. Me quedo pasmado ante tal belleza. Su vestido se asoma abajo de ese abrigo blanco, y me ve y se queda igual que yo. Me acerco a ella, la tomo por la cintura y nos besamos. Ella continúa y profundiza el beso agarrando mi cabello, y suspirando. Sonrío malévolamente.
-¿Entramos, nena?
-Claro, vamos.
Nos pasamos al restaurante HÍPER-DE-LUJO y una señorita con falda nos recibe.
-Buona sera, come posso sevire?- Pregunta.
Hermione hace su magia y continúa:
-Abbiamo prenotato a nome di Viktor Krum.
-Ah, si, il signor Krum e qui, vieni per favore.
Coge unas cartas y nos dirige a través del restaurante, hasta llegar a la mesa, dando al paisaje.
-Un tempo che serve- Menciona la señorita.
-Grazie mille- Contesta Hermione.
Hermione saluda a Krum de beso en la mejilla y él me ve pícaramente, ya que sabe nuestro plan. Comenzamos a platicar acerca del partido de Quidditch, de qué tal le ha ido, y cosas así.
Dos horas después, degustamos el vino para finalizar nuestra cena, y es el momento.
Luna y Ron llegan, pero Hermione no los ve. Me levanto, saco el paquetito y Krum se dirige a la orquesta que toca, para darles instrucciones de que toquen una melodiosa música romántica, y empiezo a hablar, justo cuando todo el restaurante se calla y nos voltea a ver:
-Hermione, desde que te vi entrar en el vagón de ese mágico tren a los once años, me caíste mal- Se ríe-, pero después me di cuenta, que no reflejas más que belleza, inteligencia, superioridad, seguridad, y mil cosas positivas más. Aunque, como todos, sé que tienes defectos, pero yo los veo como virtudes; quizá debo estar loco para eso, pero es así- Krum me mira y asiente con la cabeza, como diciendo "vas bien, sigue"-. Me has acompañado en muchas maravillosas y arriesgosas aventuras, pero sin embargo nunca te acobardaste. Pudiste sperar tantas cosas difíciles, y otras tontas... Y te pido que me perdones- Se le salen ahora algunas lágrimas- por todo lo que te he hecho, que han sido muchas cosas. Oh, Merlín, qué idiota soy por hacer sufrir tanto a una chica tan hermosa como tú, a quien no merezco... Pero el punto es que aquí, hoy, esta noche, en este restaurante, con Luna, Ron y Krum, y bueno, todo el restaurante, como testigos- Me hinco y se le salen más lágrimas. Saco la caja y la abro, mostrándole el anillo-, quiero que aceptes ser mi esposa. Y aunque sé que somos jóvenes, quiero asegurarme de que no te irás de mi vida, porque tú eres mi aire, mi agua, y todo de mí. Tienes mi corazón.
Hermione
Me llevo las manos a la boca y lloro de alegría. Me acaba de pedir que acepte ser su esposa, y, cómo decirle que no a ese par de ojos verdes que me levantan el ánimo cada mañana... que me apoyan, que me entienden, pero que sobre todo, son de Harry. De Él.
-Acepto, Harry, pregunta sencilla- Bromeo con lágrimas en mi cara.
Todos en el restaurante aplauden. Me levanto, él hace lo mismo y me pone el precioso anillo.
Me carga en volandas y empezamos a dar vueltas, besándonos, mientras todos nos chiflan y nos aplauden. Me baja, pero no lo dejo de besar...
-Me acabas de hacer el hombre más feliz- Susurra.
-Y tú a mí la mujer más feliz, prometido.
Una hora después, estamos entrando en el hotel. Harry tiene una sonrisa de "sé algo que tú ignoras" y eso me inquieta.
-La noche no ha acabado aún, preciosa.
Abre la puerta de la habitación, y lo primero que veo son miles de rosas por todos lados, con un increíble aroma a vainilla.
-Anda, sigue tus flores.
Lo obedezco con lágrimas en los ojos de nuevo y las sigo hasta la habitación, donde más flores realizan un corazón en la cama, y una botella de champagne fría con dos copas al lado y chocolates reposan.
*Celebración del compromiso....*
Llega y me abraza por la cintura, por detrás. Recargo mi cabeza en su pecho y empieza a besarme el cuello, yo le respondo poniendo mis manos en su cabello y acariciándolo. Recorre mi clavícula, mi cuello, mi barbilla y mi mentón hasta llegar a mi boca, donde deposita un pasional y tierno beso, que, obviamente y aún de espaldas, es correspondido. Me volteo en sus brazos y profundizo el beso, haciendo que nuestras lenguas se encuentren y bailen. Cerramos la puerta y corremos las cortinas, todo eso sin separarnos ni un momento de nuestras bocas.
-Este vestido me estorba- Murmura contra mis labios.
-Pues quítalo, a mí también me estorba este traje que traes puesto...
-Desahágomonos de las incomodidades, ¿te apetece?
-Ohhh- Suspiro-, eso ni se pregunta.
Y con amor, empieza a bajar la cremallera de mi vestido, deslizándolo por mis hombros, agarrando mi piel desnuda a su paso, y finalmente dejándolo en el piso. Me hago a un lado para dejarlo atrás y empiezo yo a quitarle su saco. Juego con los botones, besándolo aún, y lo despojo de ella. Se queda ahora sólo con la pajarita, y se ve muy sexy así. Le muerdo el labio y gruñe, río y nos besamos de nuevo. Le bajo la cremallera y lo despojo de sus pantalones, bajando lentamente, sin quitarle la vista de encima. Se hace a un lado y bota los zapatos. Le quito los calcetines y subo recorriendo su cuerpo con mis manos. Termino en su espalda y le encajo mis uñas, él suspira y me agarra mi desnuda cintura. Sus manos cálidas me calientan. Baja su mano hasta mi trasero y me despoja de mis calzones. Yo le alzo una ceja y le quito sus boxers, y lo acaricio completo. Me despoja de mi brassiere y me besa cada centímetro de mi cuerpo, haciendo que gima y que suspire, que arquee mi espalda a él y nos tumbamos en la cama. Se posiciona encima de mí, y entra. Yo le encajo más las uñas y gimo.
-Te amo, más que a mi vida- Dice también entre gemidos.
-Yo también te amo- Contesta de igual manera.
Me llena hasta adentro, y disfrutamos los dos del orgasmo romántico.
*Fin de la celebración*
Dos horas después de puro amor, estamos los dos, acostados frente a frente, desnudos, y cada uno con una copa de champagne en sus manos.
-Por ti, Hermione, mi preciosa musa, y la próxima Señorita Potter.
-Por nosotros.
Y bebemos.
-Siempre- Dice.
-Siempre- Contesto.
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¡Holaaaaaaaaaaaaaaa! No me odien, no estaba inspirada xD Espero les haya encantado el capi! Estén atentos a la próxima historia, que será a continuación de esta 7uu7r Se titulará:
Los nuevos Potter.
Espero me añadan a sus favoritos :33 Echen un vistazo a mis otras historias!
Los amo! Nos veremos próximamente! 7u7r
Besos,
NagynyPotter
¿Hermione y Harry por siempre? - Potterfics, tu versión de la historia
Hermione-Ya te dije que no, Parvati no le diré- Le replico.-¿Qué es la vida sin un poco de emoción? -Además, el tiene novia, y la ama, y ella a él.-¿Y e
potterfics
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2024-09-20
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