Mi nombre es Taissa Lilian Potter, soy la hermana mellizadel gran Harry Potter, El Elegido.
Se preguntarán ¿Porque demonios soy rubia? Mi abuela maternalo era, si hubiera sido por mí, hubiera elegido el color rojo oscuro que mimadre tiene en sus fotos y no este rubio que me recuerda mi lazo sanguíneo conPetunia Dursley, lo único bueno es que es lo único que herede de ella.
Vengo a contarles una pequeña historia, la de mi vida. Trágica,siempre he vivido bajo la sombra de mi hermano y sus aventuras en el colegio,las consecuencias de perder a la gente que más quiero. Siempre pensé que éramosnosotros dos, nuestros amigos Ron y Hermione, contra el mundo hasta que entercer año descubrí que tengo un padrino que toda su vida a velado por mibienestar en silencio debido a su condición, su nombre es Remus Lupin y desdeque lo conocí quise irme con él, tenía los derechos de sacarme del númerocuatro de Privet Drive pero no lo hizo y me condeno a seguir con esa vida, creíque era un cobarde, que yo no era lo suficientemente fuerte para soportarlo unavez al mes pero gracias a Dumbledore comprendí, la casa de mis tíos nosproporcionaba seguridad gracias al amor de mi madre y que Lupin si queríallevarme a mí y a mi hermano con él, desde el primer día. Pero mi hermano tambiéntenía su propio padrino, Sirius, y también deseaba irse con él. Pero Sirius murió,igual que Dumbledore.
Pero no vengo a hablarles de muertes, penas y sangre, sinoun breve relato acerca de algo mucho peor. El amor.
Muchos de ustedesconocen la historia de mi hermano, que venció a Voldemort con tan solo un añode edad, pero con ciertas repercusiones como que una parte del alma delInnombrable fue depositada en el cuerpo de Harry transformándolo así en unhorrocrux, lo que nunca fue puesto ni por un segundo en sospecha, es que yo tambiénestaba ahí.
Ahora me toca seguir sufriendo, tomar una decisión
morir conél y así vivir para siempre o vivir sin él y morir lentamente.
Esta es mi historia, de si decido quedarme
Holis, les traigo esta historia que es un poco fuerte, esta narrada en primera persona por Taissa y ambientada en el momento de la guerra pero cada capítulo tendrá un pequeño fragmento de flashbacks relacionados con Fred y ella, que tienen relación con cada título, Espero que les guste :)
Caminamos por un eterno pasillo oscuro y la claustrofobia hace estragosen mi interior, tengo que aferrarme a Harry que me toma de la mano para seguircaminando, toda mi vida, gracias a esa maldita alacena debajo de las escalerashe sufrido fobia a los lugares sombríos y estrechos como este. Doy gracias a Merlínde que la luz comienza a aproximarse cada vez más cerca y doy una buenabocanada de aire en el momento que hemos llegado a nuestro destino.
Me siento aturdida entre tanto vitoreo, aplausos y gritos de muchosestudiantes que saltan y nos aclaman, casi sufro otro infarto al escuchar aSeamus Finnigan atrás, vale decir que su rostro se encontraba desfigurado y estámás irreconocible que Neville.
Nos acercamos a saludar y siento un calor creciente cuando los sientotan amables, sus abrazos cálidos.
-...Y fue cuando conocí a Aberforth-continuo Neville, después de esohablaron sobre la comida y para sorpresa de todos, Ron menciono las leyes deGamp.
Todo era un tumulto, reían y felicitaban sobre nuestra aventura enGringotts cuando una opresión en mi estómago me advirtió que algo no estababien, veo a mi hermano arrodillarse con las manos en la cabeza y me acerco a élpara levantarlo, toda la habitación silencio, el me miro a los ojos y busco aRon y Hermione con la mirada, supongo que Voldemort ha descubierto el horrocruxdestruido, me estremezco de tan solo pensar en su furia y miro apenada a Harrycon un miedo que borbotea en mi interior. No quiero que muera.
- ¿Cuál es el plan? -pregunto Seamus.
- ¿Plan? -repite mi hermano frotándose la cicatriz-No hay ningún plan,hay algo que Taissa, Ron, Hermione y yo tenemos que hacer, luego noslargaremos.
-A que te refieres con "nos largaremos"-dice Nevilleclaramente confundido.
-No hemos venido para quedarnos-aclaro mirándolos a todos.
Y un debate comenzó, Neville nos refregaba su lealtad a Dumbledore y aHarry y que nos quedáramos a luchar porque el Ejercito de Dumbledore lucharíacon nosotros, hubo una ovación general de asentimiento y entonces la puerta se abrió.Luna y Dean aplacieron por ella y Seamus exclamo un gritito y corrió a abrazara su mejor amigo.
-Hola a todos! -exclamo Luna alegre.
- ¿Qué haces aquí? -pregunto perpleja.
-Yo la he llamado-dice Neville orgulloso sujetando el galleon en sumano-Le prometí a ella y Ginny que si ustedes volvían les haría saber.
-Escucha-ruge Harry enojado-No podemos quedarnos! Vinimos a haceralgo...-pero sus palabras quedaron estancadas, miré hacia la puerta nuevamentey vi a Ginny aparecer por ella.
Seguida de Lee Jordan, George y mi corazón dio un vuelco y contuve misganas de echarme a reír y llorar, Fred les seguía con una mirada traviesa ynuestros ojos se conectaron, me guiño el ojo y lanzo un beso. Mi corazón sehincho en alegría infinita y sonreí, como en mucho tiempo no había podidohacerlo.
Desperté esa mañana con la boca seca, mucha comida. Sonreí al recordarcomo hace un par de días atrás estaba muerta de hambre en la casa de mis tíos yen ese momento estaba llena gracias a la comida de la señora Weasley, mirehacia el lado y veo a Ginny y Hermione dormir profundamente, me levante de lacama con sumo cuidado para no despertarlas y me encamine al baño. No habríapodido imaginar que estuviera ocupado, porque era muy temprano pero antes detocar para verificar que estuviera abierto la puerta se abrió bruscamente y mehizo dar un salto.
-Fred! -grite-
- ¿Cómo sabes que soy Fred? Puedo ser George. -entrecerré los ojos y medi cuenta que tenía mis manos sobre su pecho, lo solté de inmediato y no evitever que estaba con el dorso desnudo y su cintura envuelta en una toalla.
-Am.
yo...lo siento-balbucee refregándome las manos nerviosas sindespegar mi vista de un abdomen bien formado y hombros cubiertos de pecas,cuando alce la mirada la tenía las cejas arqueadas, claramente había notado quelo miraba y eso me hizo enrojecer-Bueno Fred, George quien seas lo siento-Y medi media vuelta para volver al cuarto con las chicas.
Volteé a verlo nuevamente y el seguía en la puerta del baño con losbrazos cruzados y me hizo un movimiento con la cabeza, moví mis manos nerviosasy volví al cuarto apurando el paso. Casi cierro la puerta de un portazodespertando a Ginny que me miro como si me quisiese matar por interrumpir susueño.
¡Yo la ignoré y me metí a la cama tapando mi cara con la almohada parano gritar de la humillación que sentía, estaba cien por ciento segura que eraFred, porque tenía ese lunar en un rincón de su mejilla tan ínfimo, hace untiempo tenía dudas acerca de mis sentimientos hacia el, pero creo que despuésde caso babear al verlo
Merlín! ¿Como pude estar pensando esas cosas? ¡Mihermano estaba próximo a un juicio!! Tenía otras cosas que pensar no como eseprimer encuentro con mis sentimientos, me reí en silencio mientras me abrazabaa mi almohada y sonreí.
Harry se ha ido con Luna a buscar la diadema deRowena Ravenclaw, para ser honesta no creo que la encuentre en ese lugar yadmito que separarme de él me produce un miedo demencial, como si algo de mí seesfumara, mi mente maquinea a mil por hora con pensamientos horribles, ¿y si loencuentran? Aunque tenga la capa de invisibilidad, ¿Y si Snape lo encuentra?Eso me produce rabia, ojalá yo me pillara con ese maldito murciélago traidor ylanzarle el maleficio asesino en el rostro, pero ¿Qué pasa si el idiota de pelograsiento lo entrega a Voldemort? Me estremezco del miedo, rodeó el lugar conlos ojos, todos parecen estar hablando, creando planes, yo aquí sentada comoIndia, con las manos sujeto mi mentón, Ron y Hermione han desaparecido, no séqué hacer.
Mi corazón se dispara y siento un momento de paz e inmensa alegría, porunos segundos, Fred se ha sentado junto a mí, me sonríe, no logrocorresponderle, trato, pero mi labio tiembla, estoy en la dualidad de laalegría de tenerlo a mi lado, vivo y ese miedo por mi mellizo. Es horrible.También Remus se acerca a nosotros, los dos hombres que más quiero en estemundo (obviando a Harry por supuesto) Mi padrino me habla de Teddy, su hijo.Siento el pánico correr como la bilis por la garganta, otra vez el malditomiedo de la muerte, no por mi claro, por mi padrino. Es padre ahora, no deberíaestar aquí, debería estar con su hijo recién nacido, como Tonks. Su voz está rebosantede orgullo, conozco a su bebé tan solo por fotos y aun así siento que lo quieromucho. Me dedica una mirada radiante y se marcha volviendo a su canondesgreñado. Suspiro y siento una cálida mano tomar la mía, lo veo a los ojos ylogró evocar una pequeña y mísera sonrisa, pero es una al fin.
-Me gustaría pensar que estoy soñando-digo, mi voz suena ronca, llena detristeza.
-Pues yo no-admite el-Si es un sueño, despierto y no estés conmigopodría matarme, no te gustaría.
Sus palabras me conmueven, él no es un tipo romántico ni cursi, solo aveces, y siempre es en el momento justo y preciso. Beso su mejilla y deseeestar apartada de todos, solo con él.
Emite un "oh" cuando una Paredes se mueven rodeándonos,apartándonos, se me había olvidado que esta sala mágica hace lo que uno lepide. Me mira con esa sonrisa picarona y yo emito una risilla.
-Tenía miedo de que te pasara algo-le dije.
-Nah, a mí no me pasa nunca nada-hace un gesto con la mano y sin decirnada más me besa. Siento sus labios como un fuego que me reconforta, lanecesidad de tenerlo conmigo que tanto tiempo he sentido llega a su clímax y ledevuelvo con más intensidad la conexión de nuestras bocas, lo he extrañadotanto...lo quiero tanto...lo amo.
Todo lo bueno termina, nos separamos buscando aire y juntamos nuestrasfrentes, ahora sí sonrío y me río al verlo relamerse.
-Ojalá no te pase nada-digo seria-Te imaginas quedas desorejado comoGeorge? ¿O sin una pierna? No me gustaría casarme con un cojo.
-Escuche que dijiste "casarme"-pregunta arqueando lascejas-Oye tranquila ¿sí?
Yo reí. Volví a besarlo. Volví a sonreír. Pero luego mi boca se curvo ehice una mueca.
-Promete que sobrevivirás-ordene en una súplica-Fred por favorsobrevive...Promételo.
Él se ha puesto igual de serio, se aparta un poco y puedo divisar elmismo pánico colectivo en sus ojos cafés, trata de sonreírme en vano y apoya lacabeza en la muralla. Cierra los ojos y se encoge de hombros.
-Te lo prometo-dice al fin y siento alivio-No puedes casarte con unmuerto ¿verdad?
Siento que voy a llorar de alegría, miedo, tristeza...todo junto, perome contengo y le tomó la mano.
La boda de Bill y Fleur, mi disfraz era hacerme pasar por una primaveela, no es que sea una belleza, pero tengo el cabello rubio, me dieronlentillas celestes caso translúcidas, mucho maquillaje y uno que otro hechizopara rellenar mi cuerpo haciendo esbelto como modelo. No sentí envidia algunapor esta nueva yo, me cargan que me miren y más si es en modo de hombre baboso.Ron, por ejemplo, Fred le golpeó la cabeza porque me reconoció al instante yeso me alegro, pero parecía estresado, no podíamos darnos muestras de afectosporque me reconocerían, podría ser una opción o creer que mi novio me engaña,lo que yo creía más probable pero aun así nos lo prohibieron. Podía distinguirese fuego en sus ojos al verme, me hacía estremecer y sé que a él le cargan quele prohíban cosas, aun así, la que tomó el control de la situación fui yo, auncuando morí al verlo en su traje, su perfume, su cabello peinado...guapísimoqueda corto. Pero él también estaba frustrado por otra cosa, se desabotona elprimer botón de su camisa, se tira el corbatín para aligerarlo.
-Cuando nos casemos Tai encerraré a mi madre, será pequeña la ceremoniay podrán venir vestidos como se les dé la gana-gruñe.
- ¿Cuándo nos casemos? -preguntó con la voz suave, seductora, tambiénalterada.
-Ya no está tan enojona-la defiende George.
-Me da igual-dice Fred mirándome, su gemelo se encoge de hombros y va aayudar a unas primas veela naturales dejándonos solos, con nuestros mutuosdeseos de ser uno del otro-Si, cuando nos casemos-susurra dando un paso haciaadelante-Tu irás a donde tengas que ir, volverás viva, derrotarán alinnombrable, y vendrás a mí, viva-repite-Promételo.
Admito que me quedé estupefacta al escuchar ese miedo en su voz, quisebesarlo, abrazarlo, mis ojos se llenaron patéticamente de lágrimas, las controlé.Lo miré directamente a los suyos, nos conectamos, me sentí morir.
-Te lo prometo.
Caminamos juntos para enfrentar la guerra, buscando cualquier indicio delucha, su mano en la mía, marchando al ritmo de las estrellas, él me sujetafuerte. Esta alerta, aunque todavía los hechizos protectores funcionan notardará en desatarse la catástrofe y yo aún no puedo localizar ni a Harry, ni aRon ni a Hermione, el pánico vuelve a apoderarse de mí y sostengo la varitafuerte sobre mi mano.
-Tai-murmura Fred a mi lado, lo miro, pero él no a mí, sus ojos divaganpor todas partes, una ola de comprensión se apodera de mí. Está buscando aGeorge.
-Deberíamos separarnos-le sugerí, pero su mirada fue de un rotundo no.
Los pasillos del colegio al atardecer, casi anocheciendo y vacíos sonespeluznantes...nos cruzamos con Kingsley y Remus que iban a la torre de astronomía,el señor Weasley con Percy que se dirigían al vestíbulo, pero no habían señalesde Harry, ni de George. Mientras deambulábamos divisé a una mujer irreconociblepor su cabello rosa chillón y una furia incontenida se desató en mi interior.
-Tonks! -exclamé soltándole la mano a Fred y avanzando hacia ella. - ¿Quéhaces aquí??! ¡Deberías estar con Teddy!!!
-No pude-murmuro ella sin mirarme-Tai comprende! ¿Si Fred fuera a laguerra, tú te quedarías en tu casa?
-No-masculle y por fin me miro-Pero yo no tengo un hijo recién nacido!! ¿Ycon quién se quedó??
-No creas que no me duele dejarlo, está con mi madre. ¿Has visto aRemus??
Le respondí a donde se dirigía, pero no me respondió nada, salió disparay la miré irse hecha una vela, fue cuando comenzó todo. Un ruido ensordecedor,gritos y una ola de gente corriendo por el pasillo, tuve que correr aresguardarme en la pared para que no me llevaran con ellos, miraba horrorizadahechizos lanzados a diestra y siniestra, los gritos, encapuchados abriéndosecamino deshaciéndose de cualquier persona que se interpusiera en su camino,alguien chillo, parecía un verdadero gallinero.
Me volteé y creo que nunca había tenido tanto miedo como verificar queFred había desaparecido.
Me abrí camino contrario a la dirección de todos, aferre fervientementela varita sobre mi mano, miraba hacia atrás lanzando alguno que otro maleficiohacia los mortifagos, logre darle a uno, no me detuve ni quise averiguar quiénhabía sido, solo quería encontrar a Fred.
Corrí sin rumbo hasta llegar a otro pasillo totalmente desierto. Con escalofríosdisminuí la velocidad, no había ni un alma en pena, pero los sonidos de laguerra me martillaban los oídos, frene y gire para pasar por otro.
Me quede quieta al ver tres siluetas irreconocibles.
¡Corrí escaleras abajo, enfurecida,quería asesinarlo! ¡Cómo puede interrumpirlos! Solo era un beso, pero RonaldWeasley es un idiota testarudo y controlador, lo escuchaba discutir con Harry ya Hermione tratando de bajarle los humos cuando veo a Fred en la ventana de lacocina haciéndome señas para que fuera hacia él. Cualquier indicio de enojo seesfumó de repente y como nadie estaba pendiente de mi pude escabullirme e ir asu encuentro.
- ¿Qué sucedió ahí? -me preguntó Fredemprendiendo camino por el jardín de la Madriguera.
-Ron interrumpió el regalo decumpleaños de Ginny a Harry-explique en una mueca. Fred alzó las cejas y río-Esun idiota
-Más le valga que no interrumpa nuestroregalo de cumpleaños-sonríe con cierto misterio. -
-No quiero ni imaginar lo que tienenpreparado tú y George-dije poniendo los ojos en blanco.
- ¿Quién hablo de George? -preguntóFred-Está bien que sea mi gemelo y todo, pero no tengo para que compartir todasmis cosas con él.
-Soy una de tus cosas? -pregunté confalsa frialdad y el soltó una carcajada, me emocioné y la curiosidad meembargo-Que me tienes??
-Ah nada-se encoge de hombros-No puedoregalarte nada porque te vas de vacaciones y no me gusta la joyería asique nopensaba comprarte algo así.
Sonreí ante su sinceridad, ciertamentea mí tampoco, siempre pierdo mis pertenecías pequeñas. Me guio por su patiohasta llegar al gallinero y se sentó en un fardo de paja, me indicó que mesentara con él.
-Vaya-bromee-Apreciar a las gallinas esun buen regalo, no lo olvidaré nu...
No pude terminar la frase porque Fredcomenzó a devorar mis labios, me quede quieta unos instantes sintiendo unallama encenderse y lo sujete por la polera atrayéndolo más hacia mí,respondiéndole el beso, su lengua se abre camino recorriendo toda mi boca, dealguna forma me eche para atrás y el encima, lo sentía recorrer mis piernashasta llegar a mis caderas, metía su mano por debajo de mi blusa acariciando midorso desnudo, me estremecí de una excitación que empezaba a sentir, nosrevolcamos por el suelo aumentando la velocidad y el frenesí. Alguien como élme vuelve loca, es mejor que cualquier palabra, irremplazable, ¿cómo resumir loque estaba sintiendo? No se puede. Las gallinas camuflarían cualquier ruido quellegáramos a hacer, estábamos escondidos detrás de los fardos, nadie nos podíaver ni escuchar, lo que me dio el valor de quitarle la polera y palmear a migusto ese pecho fornido, besar cada una de sus pecas, y el de hacer lo mismoconmigo, besaba mis pechos con deseo...
Hicimos el amor no una, tres veces,cada vez más ardiente que la otra, nos pertenecíamos, nos amábamos en esegallinero, un regalo de cumpleaños que nunca se me va a poder olvidar.
Doblo en la esquina y me quedo quieta,trato de no hacer ni el más mísero ruido para que ninguna de esas tres figuraspueda notar mi presencia, esto ya no es el antiguo Hogwarts, ni somos lasmismas personas, si me ven me mataran.
No le tengo miedo precisamente a DracoMalfoy, un rubio platino cobarde, que aun así no nos delató en su mansión, perosí a los dos gorilas que tiene a su lado. Crabbe y Goyle. No creo que sigan respondiendoa sus órdenes, los Malfoy han perdido todo su poder, pero de algo que si estoysegura es que me odian tanto como yo a ellos, pero somos tres contra una, nopuedo arriesgarme por más que quiera enfrentarme a ellos, sería una completaestupidez.
Doy media vuelta para emprender camino pordonde vine, de puntillas y los nervios a flor de piel, casi me voy para atrásde la impresión al escuchar mi nombre, Malfoy me ha visto, pero su voz no detonabamalicia, ni deseos de hacerme sufrir, sonaba cansado y debo admitirlo, me hadado lastima...sin embargo sigo considerándolo un estúpido cobarde hijo depapi. Me detengo y calmo mi respiración antes de voltearme y enfrentarlos, elmortifagos está de brazos cruzados, Crabbe y Goyle tienen miradas sádicas.
-Respóndeme algo-sisea el rubio- ¿Dóndeestá Harry?
Miro a todos lados como si buscaraalgo-Aquí no-respondo.
-Muy graciosa, anda, dime dónde está,prometo no matarlo...
Reí, un sonido pobre y sin pizca degracia-Tu, matarlo
por favor Malfoy. No tienes las agallas.
Su rostro endureció, su mentón tembló,Crabbe emitió una risa maquiavélica que logró ponerme los pelos de punta y abandonarcualquier indicio de valentía que logre reunir.
-Deberíamos matarla-sugiere Goyle y seme hiela la sangre.
-El señor tenebroso no la quiere aella-continua Crabbe. Ambos miraban a Draco, él debía decidir.
-Bien, me he aburrido deustedes-dije lo más valientemente posible, fingiendo un bostezo. Los ruidos,explosiones y gritos de aproximaban cada vez más, sentía pisadas corriendo, nopodía prever que fueran buenos o malo, tengo que salir de aquí-Me iré.
-Tú no te irás a ninguna parte-ordenóMalfoy-Podríamos usarte de señuelo-añade más para sí mismo.
Crabbe y Goyle me apuntaron con sus varitas.Di un paso hacia atrás empuñando la mía. Ambos lanzaron hechizos. Desvíe uno.Otro lo interrumpió Fred. Fred. Mi corazón se detuvo por un instante de lasorpresa y el alivio, pero continúe. Fred a mi derecha. George a mi izquierda.
Goyle comenzó a lanzar hechizos que el desorejado rebatía.
Crabbe miró a Fred con furia. Vi sus labios. Pensé que era el maleficio asesino.Se me vino el alma a los pies. Empuje a Fred hacia un lado y me retorcí dedolor, miles de cuchillos penetrándome. Un sufrimiento físico insoportable.Duro poco, Fred le lanzó un hechizo a Crabbe quien salió volando, Goyledesarmado y Malfoy se había ido. Maldito rubio marica cobarde. Solo cuandosentí cuatro manos levantándome me di cuenta de que había caído al suelo.Crabbe y Goyle también desaparecieron.
- ¿Estás bien? -me preguntó George.
-Cállate desorejado-dijo Fred- ¿Estásbien?
Yo los mire a ambos y no pude evitarlo,me puse a reír, no pude creer que en un momento como este a Fred se le ocurramolestar a George. Se miraron entre ellos y me miraron a mí.
-Estas...
-Loca.
-De remate.
-Pero eres linda-termino Fred y lesonreí.
-He sido cruciada-dije apretando mis costillas,con aún estragos de dolor, la sonrisa de Fred desapareció.
-Pensé quete iba a matar-susurro.
- ¿Qué? -pregunta George.
-Estas demente-dijo Fred yme tomo de la mano un segundo-No te vas a morir por mi culpa.
Nos quedamos en silencio unsegundo, otras pisadas, me di vuelta lista para atacar, pero otra vez laalegría y sorpresa se enfundaron en mí. Harry estaba parado frente a nosotros ycomenzó a reírse al verme.
Fred y yo nos miramos, sin pensar quenuestros hermanos nos veían nos besamos. Harry nos gritó.
- ¿No hay uno para mí? -preguntó Georgecuando nos soltamos.
-Cállate si quieres mantener tu otraoreja-lo amenazo Fred y ambos emprendieron camino mientras Harry se acerca, sedieron vuelta y George me guiñó un ojo, Fred articulo la palabra "teamo"
Por un momento fui feliz, elsobrevivirá, no tuve miedo por eso...no me lo puedo imaginar muerto,sobreviviéramos los dos, nos casaríamos en las Vegas Harry me llevaría alaltar, George sería nuestro padrino, por un momento me vi alegre...Por unmomento.
Salir de las clases del ED nunca habíasido tan gratificante como ese día, estaba más nerviosa que el 1 de septiembrede hace cinco años atrás cuando por primera vez cruce el pasillo del GranComedor para ser elegida en una casa. Estaba nerviosa porque Fred Weasleyestaba conmigo, no éramos nada en ese entonces, solo me gustaba, diablos que megustaba, tenía que calmarme o de alguna forma él hubiera sentido las descargaseléctricas que emanaban de mi cerebro. Pero eso no era lo peor, me hablaba, y nose callaba la boca, pero no me importaba, nunca antes caminar lentamente al anochecer,por los pasillos, me había parecido tan interesante como esa vez.
Me sonreía, me hacía reír, me guiñabael ojo de vez en cuando y se rascaba la nuca cada tanto.
-Contéstame algo-dijo.
- ¿Qué? -pregunté en una sonrisa.
- ¿Quién es más guapo, George o yo?
-Tu-respondí al segundo, ni lo pensé,pero sí que me importó, sentí mis mejillas enrojecer al segundo y el solamentesonrió frenando y arqueando las cejas-
-Solamente porque me viste semidesnudoaquella vez en Grimmauld Place.
Enrojecí aún más-Ni me acordaba deeso-mentiras, vaya que me acordaba.
-¿Segura?-preguntó en un susurro,acercándose a mí, me quede quieta, no porque quisiera, no me podía mover de losnervios, me coloco un mechón de pelo detrás de mi oreja, me acarició la mejillacon un dedo, sentía su respiración tan cerca que me había olvidado de respirar,tuve que volver a hacerlo cuando comencé a marearme, bajo su mano hasta micintura y me atrajo hasta el, sentí el roce de su nariz con la mía, sus labioscada vez más cerca, se me salía el corazón por la boca, podía escuchar mis latidos,seguramente él también lo hacía, cerré los ojos...
-Vaya vaya-río una voz, nos separamosde un tirón y una burbuja se reventó, nunca en toda mi vida había sentido tantoodio como en ese momento, y vaya que he sentido odio, bastante para serverdad-Cuidado Potter-reía Draco Malfoy, sentí a Fred tensarse al lado mío-Sieliges este camino vas a terminar muerta de hambre, gorda y fea como tu futurasuegra.
Fred comenzó a caminar hacia el pero lodetuve, seguí yo, presa del odio contendido por tantos años, desquiciada, leproporcione un combo en su asqueroso rostro desteñido, ese era por insultar ala Señora Weasley, otro por ser tan jodido como prefecto, una patada en suspartecitas de marrano por todos sus insultos hacia mí, iba a pegarle de nuevopor Harry pero Fred me tomo de los brazos y trato de detenerme, estaba fuera demí, le soltaba improperios, tenía elpuño adolorido, pataleaba en el aire para que el pelirrojo me soltara. Draco estaba en el suelo, pareciera estarllorando como un crío, con las manos en sus bolas por el dolor que le provoque.
-Mi padre se enterará deesto-tartamudeo.
-Ah sí! -grite aún detenida por Fred-¡Pues que se entere, quiero ver qué hace ese estúpido Mortifago imbécil!
-Señorita Potter-río una vocecita yFred por fin me soltó-Señor Weasley...agrediendo a un compañero, prefecto ymiembro de la brigada inquisitorial, esto no será....
-Fui yo! -le grité a Umbridge...
-No se haga la valie...
No la deje terminar, le mostré mi manoque estaba morada por los golpes, Fred argumentaba cosas sin sentido, dejó aFred libre y me indicó que la acompañara, Malfoy se había levantado y vi que sulabio inferior sangraba y tenía rojo debajo del ojo izquierdo, sonreí consatisfacción.
Antes de seguirla, aún temblaba en irame voltee a Fred que parecía bastante asombrado.
-No fue por ti-murmuré con la voz roncaen rabia.
-Eres asombrosa-murmuro él.
No pude sonreír, pero me había gustadoque me llamara así, mi mano adolorida no volvió a ser la misma luego delcastigo, añadiendo a golpear a ese hijo de puta, se sumó el gritarle a la carade sapo, tuve suerte de que no me expulsaran.
-Tai-gritaba Harry mientras corríamos-Ya sé que Fred es tunovio y todo, pero no es momento de que se anden besuqueando por ahí.
-Agáchate-murmure, un haz de luz paso volando sobre nuestrascabezas y seguimos nuestro camino esquivando a personas, sean malas o buenas-Noes momento para tonterías, necesitamos ir a un lugar tranquilo y.
-Harry mesujeto de la mano y tiro de mí, otro rayo paso volando cerca mío, era un caos,no sabía quiénes peleaban, contra que, solo gritos, se divisaban gigantes,acromantulas, era un terrible caos-hablar acerca de tu ya sabes que, ¿hasescuchado su voz? Voldemort te quiere a la medianoche y...
-La he oído-me dice fieramente, frena en las escaleras ysubo junto a él, me detengo un momento mirando hacia atrás, puedo divisar aFred corriendo hacia otra dirección, con un par de mortifagos a la cola, Harrytuvo que tomarme fuertemente del brazo y arrastrarme escaleras arriba para noir tras él. -Va a estar bien-me susurra, no pude notar convicción en su voz,pero es Fred, ¿Que le puede pasar?
Subimos un par de escaleras y me di cuenta que nos dirigíamosa la sala de menesteres, nuevamente, quise preguntar que hacíamos aquí, peronos detuvimos. El señor y la señora Weasley estaban dentro con Ginny y parecíanestar discutiendo.
-No puedo creer que los gemelos te hayan traído!!-exclamabala señora Weasley-Que irresponsables!!-está culpando a mi Fred, fruncí el ceño.
-No podía quedarme en casa sola! -le rebatía Ginny, notonuestra presencia y nos miró, pude ver la súplica en sus ojos, estaba a puntode intervenir, pero vi a Harry negar con la cabeza.
-Tengo una idea-dije, los padres me miraron y yo miré aGinny que tenía la mandíbula apretada, lo que resaltaba su parentesco con losgemelos, me reprendí por pensar en él y seguí- ¿Porque no Ginny se queda acá?Es decir, no es que pueda volver a su casa, así como así.
La Señora Weasley estuvo a punto de contradecirme, pero elseñor Weasley hablo, estuvo de acuerdo conmigo, Ginny no parecía muy contentapero aun así asintió ante la inusual mirada severa de su padre, yo por mi partele guiñe el ojo sutilmente, tratando de parecerme a Fred, darle a entender que estaríatodo bien, al menos esa es la sensación que me da a mí, de seguridad, que todoes posible, Ginny, me sonrió.
Sus padres se despidieron y salieron en búsqueda de lalucha, Harry abrazo a Ginny, estrechándola en sus brazos y la puerta se abrió.Ron y Hermione entraron alborotados, despeinado y aliviados
no creo que traiganprecisamente buenas noticias.
El número 4 de Privet Drive estaba vacío, exploraba loslugares, donde había muebles y ahora no hay absolutamente nada, veo como Harrylleva a Hedwig en su jaula enseñándole el lugar, a mí la verdad no meinteresaba, verlo sonreír al ver esa estúpida alacena debajo de las escalerasme ponía los pelos de punta y me empezaba a asfixiar sola recordando los momentospreciados en que nos encerraban por horas y sin comer, un agrado.
Un ruido ensordecedor arruino su mágico momento delrecuerdo, me puse alerta inmediatamente, saque mi varita y le indique a Harrycon el dedo que se quedara quieto, yo tenía que ser la que se aventurare arevisar, ya lo habíamos hablado, tenía que protegerlo de cualquier cosa, el deberíasobrevivir, yo estaba dispuesta a morir, pero esos pensamientos suicidasquedaron aliviadamente descartados en elmomento que vi a Moody entrar a la casa, seguido de Tonks, Ron, Hermione, Hagrid,Lupin a quien le di un gran y fuerte abrazo, Kingsley, el señor Weasley, George que me abrazo fuerte y Fred que me loquitó de encima para abrazarme aún más fuerte. Hasta que Mundungus viniera mealegro, también Bill y Fleur.
- ¿Que hacen todos aquí? -pregunto Harry emocionado.
-Hemos venido a rescatarte-explica ojo loco.
Comienza a explicar su plan, 7 Potters, 7 Acompañantes, noteuna falla, Harry se negaba y se negaba, todos eran mayores de edad...menos yo yHarry, supuse que a mi hermano se lo llevarían después o por un medio mágico opor algo extraño, no me importaba pero que él no se sumara a esa misión suicidaera mi prioridad, un gran caldero oloroso de poción Multijugos, ropas idénticasy varios pares de anteojos, además de lechuzas falsas, todo estaba muy biensalvo que había alguien de sobra.
-Taissa no tiene 17.-murmuro Harry-Ella no puede ir. Meniego a que ella vaya, no lo hará.
-No puedes obligarme-suplique mirando a Ojo loco, tenía esemaldito ojo puesto fijamente en mí.
-Tu no iras.
-Claro que iré! ¡No pueden dejarme aquí!!
-Es que no te dejaremos precisamente aquí-explica Fred, lomiro en busca de ayuda, pero el parece estar en contra.
-Si tú me dejas acá, lo juro Fred Weasley que rompemos, terminamos,no te hablo más-escupí esas palabras con miedo, todos trataban de hacerme razonar,pero yo simplemente no entendía, era menor de edad ¿Y qué? Harry también.
Alastor Moody me apunto con su varita y yo fui muy lentapara tratar de rebatir el hechizo, hubiera preferido que me durmiera ydespertar cuando todo haya acabado pero el muy maldito solo me petrifico. Podíaverlos a todo, los escuchaba hablar, ordenarse, a cada uno los vi transformarseen mi hermano, trate de moverme mil veces, Fred me acaricio el rostro y yo queríaescupirlo, morderlo. Estaba furiosa. Explicaron que en el momento que metrasladaran a La Madriguera debían escapar, y eso hicieron. Lupin coloco un trasladaren mi mano, trate de moverme nuevamente y aun así no sucedió nada.
Llegue a La Madriguera aun petrificada, Ginny y la SeñoraWeasley corrieron hacia mí, me quitaron el encantamiento.
- ¿Dónde están? -pregunte furiosa, con las piernas humedecidasde tanto tiempo estar quietas, ellas negaron con la cabeza-Respondan!!! o juroque iré sola a buscarlos y matarlos yo misma!
-No lo sabemos-me contesto Ginny con una sonrisa, para calmarme,aunque podía ver el miedo reflejado en su rostro-Pero tu tranquila que a Harryno le pasara nada-parecía estar diciéndoselo a ella misma, ¿Y si a Fred lepasaba algo? Lo último que le dije es que terminamos, me fundió el pánico y comencéa temblar, pero me contuve-Estarán bien-continua Ginny fingiendo estar relajada,me guiña el ojo y me toma del brazo para llevarme a tomar el. ¡Tomar Él Te!Seguramente me guiño el ojo porque cada vez que Fred lo hace, con la intenciónde relajarme lo hago, me relajo, pero Ginny no es Fred, y el está ahí afuera y quizásque le va a pasar, estaba aterrada. Miedo.
Ron y Hermione aparecieron por la puerta y Harry exclamo en alegría,Ginny trato de escabullirse, pero la retuve y Hermione nos explicó que habíanido a la cámara de los secretos, que Ron sabe hablar parcel.
-No es la gran cosa-dice-Tai también puede solo por escucharte a tiHarry-explica.
Sí, hay algo que nunca le he dicho a nadie, ni a Harry, ni a Dumbledore nisiquiera a Fred y es que tengo la particularidad de hablar parcel tal como mihermano lo hace, me da miedo y cuando teníamos 12, cuando paso todo con la cámaray el heredero de Slytherin me dio tanto susto que guarde el secreto solo parami e invente que de tanto escuchar a mi hermano hablar en la lengua de lasserpientes me aprendí algunas palabras.
Fue una idea brillante, mi amigo Ron por fin fue iluminado por la imaginacióny decidieron ir a buscar colmillos de basilisco, no tenemos la espada asiquenos serviría para destruir el próximo horrocrux, cual sea que sea, Hermione la teníajuntos sobre sus brazos, estaban alterados, mi amiga había destruido uno, Harryel diario, Ron el guardapelo ¿Y yo?
-Pido el otro-dije en tono mordaz, me miraron y me encogí de hombros-Pediríamatar a Voldemort, pero ese es trabajo de Harry-mi hermano hizo una mueca.
-Debo hacer una última cosa-anuncio y me miro-Solo. -puse los ojos enblanco-Tai tú te quedaras aquí con Ginny...GINNY!!
-Mierda-masculle-Yo la busco.
Salí corriendo por la puerta antes de que pudieran detenerme, me quedeun segundo, intercambie una mirada con mi hermano y los goznes se cerrarondejando una pared blanca, maldita Ginny, ahora si se va a arrepentir de haberseido...
Me guie por los ruidos, las explosiones y los gritos, mi corazón late auna velocidad que no creí que lo haría jamás, cruce por un pasillo y chille, unmortifago está parado frente a mí, pero no me detuve a pelear, lo derribe de unencantamiento no verbal y seguí, no creo tener siempre tanta suerte.
Lo que veo es un terrible caos, hay cadáveres, hay gente luchando, haycombinaciones de buenos y malos contra las arañas gigantes y luego se vuelvencontra uno, divise a Tonks y corrí en su ayuda, su cabello siempre de fucsiaesta negro y si no la conociera nunca diría que es alguien torpe y divertida,lucha con todas sus fuerzas contra Bellatrix, pero se nota su cansancio y lamortifaga es sádica, no tardara en matarla y no puede morir, ¡tiene un bebe!
Corrí en su ayuda desviando un hechizo, Bellatrix rugió en cólera yTonks me apretó el brazo agradecida, ambas empezamos a pelear y aun asínos costaba esquivar los maleficios que lanzaba la crespa a diestra ysiniestra, comencé a asustarme en cuanto un avadekadavra me rozo el cabello, meestremecí y flaquee pero Nymphadora se mantuvo impasible y rebatía con la mismarabia y más, esas dos mujeres son familia y se odian, no podía mirar a mialrededor aunque quisiera, estaba concentrada con varita en mano, lanzando ylanzando encantamientos logrando desestabilizarla, la bruja me miro furiosa,estaba preparada para poder escapar de su maleficio imperdonable cuando escuchemi nombre, toda mi concentración se fue al carajo y flaquee, tuve que darmevuelta solo para verle correr hacia mí y esboce una sonrisa...
-AVADAKEDAVRA-grito Bellatrix, pero yo miraba a Fred.
-TAI! -chillo Tonks y un empujón me derribo al suelo, la metamorfomaga cayóencima de mí y todo mi mundo se vino abajo.
-Tonks? -susurre mientras me incorporaba, sus ojos estaban vacíos y sentíalgo desgarrándose dentro de mí, una risa macabra resonó en mis oídos y subí lamirada a esa horrible persona con cara de loca que se relamía-Tonks! -grite,pero ella no reaccionaba.
Bellatrix salió corriendo e hice ademan de seguirla, pero Fred meretuvo-Tenemos que sacarla de aquí-susurro, las lágrimas caíandescontroladamente y mi mano temblaba-Tai por favor-exclamo sujetándomefuertemente me hizo mirarlo, pero yo no podía despegar del cuerpo flojo deTonks, un grito desgarrador salió de mi garganta e intente moverme nuevamente,pero fue inútil, lo mire con el más profundo odio.
-Déjame ir-ordené mirándolo a los ojos, la gente a mi alrededor parecíaandar en cámara lenta, no me importaba nada, quería venganza-Déjame ir-repetíen un sollozo.
-No.-dijo el mirando a todos lados-Vamos.
Me guio esquivando maleficios, yo no podía hacer nada más salvo ayudarlea tomar a la muerta de Tonks y esconderla, me arrodille junto a ella tras unaarmadura y seque mis lágrimas, ya tendría tiempo de llorar, si sobrevivo. Fredacaricio mi mejilla y yo gire el rostro, esa sangre está en mis manos.
-Tenemos que buscar a Ginny.
Era el día en que teníamos que volveral colegio, luego de lo pasado en el ministerio, me había roto un brazo y enSan Mungo me lo arreglaron de una patada, pero la pobre Hermione tiene que irsedirectamente a enfermería, sufrió la peor parte...bueno además de Sirius, Harryestaba sentado mirando a la nada y me hinque frente a él, le tome la mano sindecir nada, él la apretó, pero luego la retiro y se levantó sin mirarmecaminando hacia otra dirección. Mis ojos se empaparon en lágrimas e ice lamirada ahogando un sollozo, Fred y George caminaban hacia nosotros, estabanLuna, Neville y Ginny...Ron estaba con Hermione.
Mi gemelo favorito se apresuró hacia míy me envolvió en un fuerte abrazo, beso mi frente y lo mire.
-Te extrañe-susurre.
-Y yo a ti-dijo con una sonrisa.
-Y yo también-dijo George.
-Tu cállate.
Yo reí, la puerta se abrió y de ella salióRemus, parecía agotado me apretó el hombro-Tonks estará bien-dijo.
-Harry se fue por allá, podrías hablarcon el-sugerí con la voz temblorosa, el asintió con la cabeza y siguió pordonde mi hermano se había ido-Te cuento un secreto-
- ¿Cuál? -pregunto Fred apartándome deGeorge que me picoteaba el brazo, caminamos por uno de los pasillos delhospital y nos sentamos en unas sillas de espera.
Extraje algo de mi pantalón, era unacarta pequeña.
Estoy enamoradade tu padrino, él no lo sabe, ojalá estés de acuerdo con eso.
Tonks.
Clear! ¡repórtate! Que estahistoria es tuya >:(-Tai-susurro Fred, no quería mirarlo, es su maldita culpa, pordistraerme, soy una tonta, mi cuerpo tiembla entere hasta que el me sujeta-Escúchamebien-dice en tono firme. Su voz me da serenidad, como un suave rugido que mearrulla-Vamos a buscar a Ginny, te llevare con Harry y todo estará bien ¿sí?
Nada estará bien, pensé en mis adentros, pero de igual manera asentí yle tome la mano que tenía tendida, se la llevo a sus labios y la beso mientrasme guiñaba el ojo, sonreí vagamente- ¿Lista? -pregunto.
-Lista-asentí, miramos por arriba de la armadura y luego a nosotros, le sonreíde manera sincera y me levante de un salto con varita en mano, corriendo y abriéndomecamino a empujones, encantamientos y saltos, evitando maleficios, Fred corríatras de mi cubriendo la retaguardia.
Quedamos espalda con espalda, veía a un par de mortifagos frente a mí, éltenía otros para él, nuestras manos libres se juntaron y lanzamos hechizos almismo tiempo lanzando lejos a los mortios, mi amor será su armadura esta noche.Se rio en mi oído y seguimos nuestro camino, le pedí que me cuidara la espaldamientras yo buscaba a Ginny desesperadamente, pero no había rastros de ella, sentía Fred tensarse al lado mío y volví a concentrarme en la guerra, un ruido sordoy un grito de júbilo, a tres metros de distancia nuestra George salió volandoaterrizando justo a nuestros pies.
-Pero que. -murmuro Fred-Levántate!
-Dame un respiro-dijo George respirando con dificultad, yo solo agradecíde que estuviera vivo y tome la guarda, lanzando un hechizo mientras alguien lorebatía chocando luces, una electricidad de poder recorrió mi brazo y aumentela fuerza logrando derrotarlo-Bien, ya estoy mejor. -dice el desorejado levantándose-Mitrasero sufrió la peor parte-bromeo.
Fred ríe a su lado, pero me abstengo de mirar, la última vez que desviéla atención murió alguien, me estremecí aun con la mirada, cual leona preparándosea atacar, pero oía sus risas-Chicos, no es momento-noté la garganta hinchada ytrago con dificultad.
-Cierto-dice Fred, por el rabillo del ojo note como estiraba su manopara levantar a su gemelo-
- ¿Listo Freddie? -pregunta este aparentemente de manera alegre.
-Listo Georgie...no espera, busquemos a Ginny.
- ¿Ginny? -pregunta George.
-Chicos-repito con más miedo, mucho tiempo sin acción y aun así laguerra no cesa, es como si estuviéramos en una burbuja, nadie nos hace caso. Porahora- ¡Vámonos, ya!
-Vayan ustedes-nos dice George-Buscare a Ginny por otra parte-Fredasiente, se sonríen por última vez y me sigue para salir del lugar, dirigiéndomea las afueras del castillo.
Apenas el viento helado me golpea, el miedo se desvanece o tal vez fueporque divise a Harry, Ron y Hermione abriéndose paso, les sonreí y mire haciael lado, exclame y Fred susurro un "maldita sea" Había un cadáver.Colin Creevey muerto, y gente pasando sobre él, siento como si tuviera unaburbuja que se dilata por dentro y amenaza con romperme, pero no puedo hacernada salvo tomar a Fred de la mano y guiarlo hacia Harry que ya se ha pedido devista, creo que dejar un cuerpo sin vida es lo más difícil que he hecho, mecuesta respirar.
-Percy! -exclama Fred con una sonrisa, yo no creo que sea capaz deesbozar una sonrisa en la vida
El pelirrojo de anteojos nos saluda y tres mortifagos se ponen delantede nosotros, es hora de luchar.
A casi mediados de quinto año Fred y yocomenzamos a salir, era algo extraño para mí, jamás antes en la vida habíasalido con alguien, tomarme de las manos o besarme, pero con él se sentía algomuy bonito, lleno de risas y travesuras, hasta mis problemas con Umbridge (queno eran menores) quedaban reducidos cuando estaba con Fred.
En ese minuto estábamos en la sala común,él estaba echando humo por la boca, había recién sido suspendido del equipo porculpa del hijo de papi Malfoy y yo trataba de calmarlo, no se me ocurría comoporque él es el que me hace reír, no yo, yo soy más dura y fría pero algo se meiba a ocurrir, por lo menos se me daba bien el masaje que le hacía pararelajarlo porque tenía los ojos cerrados y su ceño ya no estaba fruncido, yo mededicaba a observarlo, las pecas de su cara, su cuerpo algo rechoncho pero bienfornido, para mí era la persona más bella que existía.
Entonces Colin Creevey interrumpió enla sala común, con su típica alegría irritante y la cámara en sus manos. Melevante sobresaltando a Fred que abrió los ojos confundido.
-Tomémonos una foto! -propuse casi enun chillido por la brillante idea para subirle el ánimo, el frunció el ceño yluego sonrió en forma picara.
-Desnudos?
-Fred! -exclame colorándome-No! ¡Vestidos!
El rio, aunque parecía decepcionado ymiro a Creevey- ¿con él? -pregunto en son de burla, puse los ojos en blanco y asentí-Estabien. ¡Oye tú! camarógrafo! Tómanos unafoto ya.
-Por favor- puntualice para no ser tangroseros, pero Colin parecía emocionado.
Enseguida Fred se levantó con esasonrisa radiante y aire sarcástico que lo caracteriza, me tomo por la cintura yel por detrás, apuro a Colin que estaba tan entusiasmado que no podía ponerbien su cámara, me empezaba a aburrir y me puse seria, pero en el momento de lacaptura fotográfica Fred comenzó a hacerme cosquillas y estalle en carcajadas,chille y me moví de tal manera que parecía una loca, pero luego el paro y medio un corto beso en los labios.
Cuando Colin nos revelo la foto, dondeno me gusto hasta la parte del beso, nos dimos cuenta que, en el momento delbeso, George y Lee Jordan se pusieron detrás de nosotros y besaron sus manos entono burlón.
Todavía tengo esa imagen en mi cabeza.
Éramos tres contra tres, Fred tenía una sonrisa preparado para elataque, al frente suyo estaba Yaxley, Percy en cambio parecía contar conastucia, tranquilo con varita en mano, al frente suyo tiene a Dolovh, Yo encambio, no puedo despegar la vista de mi contrincante, creo que Nott es su apellido,no sé quién es, no sé cómo es, solo estoy preparada para luchar. Doy unrespingo cuando al lado mío Fred empieza su lucha, luego Percy...
-Vamos Potter-rugió Nott, bajando su varita, caminando de un lado aotro, tensándome y sin bajar la guarda lo miraba, parecía una serpiente alborde de morder. -Vamos, que esperas-murmuró.
Me canse de esperarlo y lance el primer hechizo que desvió confacilidad, luego no tuve perdón de Dios, comencé a lanzar maleficios a diestray siniestra haciéndolo enojar, con furia contraatacó e hice un movimiento conmi cuerpo para que no me llegara, sonrío con malicia, su máscara estaba en elsuelo, volví a atacarlo, volvió a evadirme, ¡maldito canalla!
No podía ver cómo estaba Fred, tenía que concentrarme en mantenerme con vida,pero ya estaba comenzando a cansarme de tantos saltos que daba para esquivarsus maleficios.
-Te cansaras de bailar muñeca-río Nott, que asco, me ha dicho muñeca, larabia y el disgusto borbotearon en mi interior, estaba lista para el siguienteataque y fue cuando Fred cayó al suelo inmóvil.
Grite y de alguna manera logre sacar volando a Nott, luego a Yaxley,Percy pudo con Dolovh, y nos miramos con miedo, corrí hacia Fred que tenía losojos cerrados y mi vista se nubló de puro miedo.
- ¿Fred? -mi voz salió rasposa-Fred! -grite mientras mis manoscomenzaron a temblar.
Percy se arrodilló frente a él y parecía consternado, pero está vivo,niego a creerme que está muerto...lo zarandee un poco y más y escuche una risa.
Me levante en silencio, con una mirada asesina mientras lo veía reír,Percy bufo.
-Ay por favor- reía Fred-Ojalá hubiera vistos sus caras...Fred! -imitomi voz, luego se puso serio-Fue chistoso murmuro.
- ¡Maldito imbécil-brame sin reconocer mi voz colérica, me abalancesobre el para golpearlo-Idiota! -rugímientras le pegaba-Terminamos! ¡Te lo juro! ¡Adiós! ¡No te rías Fred Weasley! -Luegolo abrace fuerte, ahogando una risa contagiosa, me negaba a reír, pero era esoo llorar de alivio.
-No fue gracioso estúpido-lo reprendió Percy-Anda Tai, levántate. -neguécon la cabeza, no quería soltarlo.
-Estoy bien-susurro en mi oído, acariciando mi cabello.
-Te odio.
-Te amo.
Maldito desgraciado mal nacido, sonreí y el acaricio mi mejilla. - ¿Estásbien?
-Si-responde encogiéndose de hombros, se levantó con ayuda de Percy-Fuesolo un rasguño, al menos mi trasero está mejor que el de George.
Solté una carcajada y tape mi boca, ¡tiene que aprender a ser serio estehombre! Pero me sonrió con dulzura y estaba tan feliz de que estuviera vivo quelo bese y él se dejó.
-Te amo-susurre en su pecho.
-Que romántico-dijo Percy tensándome, su tono no me gusto y nosseparamos-Tenemos compañía.
Dos encapuchados frente a nosotros, comenzamos a correr lanzandohechizos, reconocí a uno, Pius Thicknesse, el ministro de magia, el otromortifago tenía bien puesta la máscara y parecía tener sed de sangre.
Corríamos por un pasillo y me detuve un segundo para luego volver a concentrarmemás alegre, Harry Ron y Hermione corrían hacia nosotros para ayudarnos, lancéun encantamiento al desconocido, pudimos ver quién era: Rockwood.
Éramos cinco contra dos y aun así eran muy poderosos, Percy se apoderódel ministro.
-Hola señor ministro-dijo con su voz pomposa- ¿Le he dicho que renunció?
-Estas bromeando? -exclamo Fred en una carcajada-Percy! No te habíaescuchado bromear desde que... Relatos Cortos
¿Desde qué? No lo sabré, una explosión repentina me saco volando, choquecontra una pared de cabeza y caí al suelo, todo estaba en un silenciosepulcral, me rocé la coronilla y sentí una sustancia caliente y pegajosa,sangre.
Divisé a Harry con renguera saliendo de los escombros, Hermione a sulado, pero algo me heló la sangre, un grito desgarrador que surco el aire, mequedé de piedra y la respiración se agitó, el humo provocado por la explosiónse disipaba dejando al descubierto tres pelirrojos reunidos.
-NO-gritaba Percy en cólera-NO, FRED NO.
-Harry-susurre temblando mientras las lágrimas se arremolinaban en misojos, él me sujeto y le apreté el brazo- ¿Qué dijo Percy? -porque debí de haberescuchado mal.
Trate de acercarme, pero Harry me trataba de retener, lo empuje parasalirme y corrí hacia los Weasley, pero no podía creer lo que veía, Fred me miraba,pero sin ver, sus ojos están vacíos, es un buen actor me dije a mí misma, estábromeando de nuevo, pero los gritos de Percy, las lágrimas de Ron y lossollozos de Hermione decían lo contrario.
Entonces caí en la cuenta, me arrodillé de un golpe frente a él, mipecho se desgarro en un dolor que no puedo explicar, todo se sumió en lamiseria.
-Fred-susurre mientras mis ojos desprendían cientos de lágrimas-Me loprometiste! ¡ME LO PROMETISTE! -chillezarandeando su cuerpo inerte, su última risa aún estaba grabada en su rostrocomo un fantasma, Harry me levanto del suelo pero yo chillaba y gritaba demanera colérica su nombre.
.
Fred y yo, nuestra historia nos cegaba...como el bien oel mal, blanco o negro, era lo uno o lo otro, a decir verdad éramos bastantesdiferentes, con pocas cosas en común, la más importante era que nos queríamos,si, nos queríamos tanto, no recuerdo cómo fue que sucedió, como empecé afijarme en él, recuerdo que lo note en cuarto año, a finales, me hizo reír, esofue lo que paso....hizo que un día soleado, verde y bonito pareciera eso, un díaperfecto, en vez de sentarme en el suelo a pensar en que el Innombrable habíavuelto, que Cedric Diggory había muerto o que mi hermano estuviera pasando poruna crisis emocional que estaba totalmente justificado...por lo menos en algotenia razón, nunca confié en ese Ojoloco alias Barty Coruch Jr. Algo en él me hacíaponer los pelos de puntas...
Una vez Fred me confeso que le gustaba mucho antes que yo a él, no me dicuenta, aunque mandaba señales...como la siguiente.
Estaba junto a Harry, Ron y Hermioneen la sala común, no hacíamos nada salvo conversar de trivialidades cuando Fredy George interrumpieron nuestra tranquilidad.
-Ya invitaron a alguna chica albaile, las chicas lindas se van a acabar-dijo Fred con picardía, la verdad memolesto su comentario, etiquetas a las pobres chicas que no están en el estándarde la belleza.
Harry y Ron negaron con la cabeza- ¿Aquién invitaras tú? -pregunta mi amigo.
-Angelina-dice Fred sin vergüenza.
-Genial, ¿se lo has preguntado?
-Buena esa-responde dándose vuelta-EhAngelina! -la chica lo mira-Iras al baile conmigo? -No pude evitar notar queGeorge hacia una mueca mientras ella lo evaluaba con la mirada y después asentíapara seguir conversando con sus amigas con una sonrisa en el rostro.
- ¿Con quién iras tu Tai? -mepregunta George.
-Dean Thomas-me limito a responder.
-Te lo dije, las chicas lindas se estánacabando-dice su gemelo guiñándome el ojo y luego desaparecieron por la puerta,fruncí el ceño y una emoción me embargo, no consideraba a Fred como algo más,pero... ¿Acababa de llamarme linda?
- ¿Iras con Dean? -pregunto Ronsorprendido.
-Me lo acaba de preguntar-me encogí dehombros-Iremos como amigos.
El punto es que en ese entonces yo le gustaba, me lo confeso después, lepregunte porque invito a Angelina en vez de preguntarme a mí, me respondió queno se atrevía...no se atrevía, Fred Weasley, el chico con miedo a nada, le dabamiedo preguntarle a una escuálida niña rubia si quería ir al baile con él, lehubiera dicho que sí, sin dudar y quizás...quizás hubiéramos empezado lonuestro antes de tiempo.
Algo más que nos unía, eran nuestros corazones de leones, no le temíamosa nada...bueno casi nada, y normalmente ambos, siendo tan diferentes, explotábamospor el mas mínimo indicio de alguien que quería controlarnos más de la cuenta, ¿aquien me refiero? A esa cara de sapo Umbridge.
El último día de los gemelos en el colegio, ya estaba con él, no sabíalo harían salvo que Fred guardaba un secreto, algo gordo, lo presentía, peroestaba preocupada de otras cosas como para empecinarme a descubrir lo que era,no miento, si lo quise averiguar, hice de todo, hasta trate de seducirlo paraque me lo contara y nada de nada, me sentía frustrada porque me escondía algo,estaba furiosa porque Harry se comportaba de manera extraña, Hermione estabainsoportable por los Timmos, Ron tan iluso como siempre, Voldemort al acecho,todas estas cosas y más me las guardaba para mí....sabía que no era locorrecto, soy una persona explosiva, iba a reventar.
Mi última herida no terminaba de curar cuando se me ocurrió ganar otra,pero es que ¡era Harry o yo! Y mi hermano ya tenía lo suficiente, él volvía aenfurecerse con Umbridge y presa de rabia me levante de mi asiento y le griteque se callara o la hechizaba
gran error. Por tercera vez esa semana estabasentada en su despacho, rompiendo mi piel con las palabras.
Debo respetar a mis superiores.
Me dio la maldita pluma más gruesa que tenía y ya no daba más del dolorque sentía, entonces paso algo increíble, su oficina tembló, la gorda esa se levantóde su asiento y camino con sus piernas gordas a la puerta que abrió lentamente,me levanté en mi asiento y no podía creer lo que veía, eran pequeñas chispas,de todos los colores y de repente explotan, tuve que resguardarme detrás de la silla,pero la sapo no tuvo tanta suerte, quedo entera chamuscada y, reprimí una carcajada,sin cejas. Comenzó a gritar, quien demonios lo había hecho, obtuvo surespuesta, el humo se disipo y Fred apareció de la niebla, con una sonrisa deoreja a oreja y encima de su escoba, voló sobre la vieja y me tendió una manoque acepte, me subió por detrás y salimos de su oficina.
- ¿Estás loco o qué? -grite por encima del ruido, todo era un hermosocaos, miles de bengalas, explosiones-Te van a expulsar!
-No-responde en una euforia mientras atraviesa salones para tirar más y máscosas-Me iré.
- ¿Como que te vas? -pregunte sujetándome en su cintura para no caerme,inhalando su olor que mareaba.
-Me voy-se limita a responder sin mirarme-Y te salve, asique no teenojaras tanto cuando lo haga.
Llega a un punto donde George lo espera montado en su escoba y lo miracon una sonrisa radiantes.
-El pantano está casi listo! -grita ¿pantano? -Falta el toque final! ¡Vamos!Adiós Tai-me dice antes de darse media vuelta, Fred frena y desciende.
-Pues es el adiós-me dice, sus ojos brillan en la excitación de su travesura.-Ahora bájate que no tengo tiempo.
Me baje y lo mire, mis ojos solo demostraban miedo, parece que partirá,pero resopla y se baja de su escoba, camina hacia mí y toma por las mejillaspara besarme, su energía se tele transporta a mis venas, que son electricidaden vez de sangre.
-Te quiero-susurra, no puedo articular nada, solo procesar que se va, merio y el me guiña un ojo, me hubiera gustado gritarle que me lleve a mí con él,lo hubiera hecho, además los estudios no me servirán de nada, al final ni lostermine.
Hubiéramos sido él y yo
y George, pero era fácil de deshacerse de él,normalmente nos dejaba tranquilos, mi vida quizás hubiera sido diferente,hubiera preferido quedarme con él, ayudarle a inventar sus artilugios, llevarleel desayuno a la cama, quizás si se lo hubiera preguntado habríamos tenido otrodestino.
Y él no estaría muerto. Todo esto se procesa en milisegundos por mimente mientras grito su nombre y Harry me retiene y levanta para calmarme. Nopuedo, no puedo no puedo, debí haberme ido con él, debí haber cambiado nuestrahistoria. Pero está muerto, muerto, muerto...Es lo mejor que me ha pasado en lavida, era, eso es la muerte, cambiar de es a era.
Algo en mí, ha muerto con él.
Harry y Hermione trataban de calmar a Ron que intentaba escabullirse yseguir a Percy en búsqueda de los mortifagos, no sé porque no me retienen a mí,quizás porque estoy hecha un ovillo, con los ojos abiertos y negando con lacabeza, sin mirar el cuerpo inerte del lado, no puedo
no puedo y no puedo.Levanto la cabeza del escondite entre mis piernas y veo un colmillo de basiliscodesprendido del bolsillo de Hermione, gatee hasta el para recogerlo y guardarloen silencio, luego me levante lentamente y los tres me miraron.
-Tai-sollozo Hermione, pero yo no la miraba, miraba el lugar donde Percyhabía escapado...por donde Rockwood había escapado.
-Mátalo-murmuro Ron, lo mire a sus ojos azules y asentí con la cabeza,Harry pronuncio mi nombre de nuevo, hice caso omiso y mire a Fred, una punzadadesgarradora atravesó mi costal izquierdo, pero al mirar no era ninguna herida física,me di vuelta y antes de que pudieran responder y salí corriendo.
No sabía a ciencia cierta donde me dirigía, salvo a quien queríaencontrar, a Rockwood, lo quería matar, hacerlo sufrir, pero sabía que nada deeso serviría para traer a Fred de vuelta, solo quería encontrarlo y hacerlepagar de alguna manera, mejor dejarlo vivo, que cumpla cadena perpetua enAzkaban, me rehusó a creer que no ganaremos, tenemos que, por Fred, Por Tonks,por Colin Creevey y por todos los otros que hayan fallecido.
Me dirigí a la zona de combate, ayude a algunos a derribar mortifagos, aotros a derrotar a los gigantes, me pille con Hagrid, pero poco pude hablar conél porque mis ojos ya tenían a mi presa, mi corazón dio un vuelco al ver contraquien luchaba...George y Lee Jordan. A George no, pensé. Corrí como nunca antesen mi vida lo he hecho y llegué hasta ellos, aparte al desorejado de mi caminoy comencé mi propia lucha con Rockwood que estallo en carcajadas al verme, mis músculosse tensaron en ira.
- ¿Has venido a vengar al novio? -pregunta en una risa histérica, neguécon la cabeza mientras rebatía sus hechizos y lanzaba los míos propios.
Chille en frustración al ver como esquivaba y esquivaba encantamientos,no lograba darle, por lo menos él a mí tampoco, lo que le enojaba, que se enojepensé, que lance lo mejor que tiene...Lo vi articular algo, no sé qué, dejo elmaleficio a la mitad, una "oh" se formó en sus asquerosos labios y cayócomo un saco al suelo, dejando a Lupin al descubierto.
-NO-grite- ¿Que has hecho? ¡Lo tenía!
-Tai! -grito mi padrino acercándose-Tu no debes estar aquí, Harry se fuea la sala de menesteres, ¡ve!
Negué con la cabeza y volteé la mirada a George que estaba pálido...no queríadejarlo, pero de tan solo mirarlo me daban ganas de echarme a llorar. ¡Merlín! ¡Essu gemelo! Son idénticos, no creo poder ser tan fuerte, pero me hice lavaliente, no sé de donde saque la fuerza y me acerque a George.
-A qué se refería-murmuro mientras Lee Jordan y Remus se encargaban deprotegernos.
-George-susurré, me negaba a llorar, desvié la mirada porque sentía susojos perforándome, tan solo negué con la cabeza.
-Estará bien-susurro él, no le creí, pero lo vi irse, seguido de Lee,atacando todo a su paso...
-Tai! -murmuro Remus-Apúrate!
-No te mueras-le ordene y mi padrino asintió, me pregunte si sabrá lo deTonks, otra punzada de dolor, me aleje corriendo solo me di vuelta para ver quecomenzaba una batalla con Dolovh.
Sentía la adrenalina correr por mi cuerpo, pero no era bueno, queríasangre, matar, asesinar, quitarme este maldito dolor que no dejaba deesparcirse por mis entrañas, pero debía alejarlo hasta que esta maldita guerraacabe, solo no sabía cómo...Corrí y corrí, escabulléndome sobre la gente, cadáveresy cadáveres por el suelo, no quería ver quiénes eran asique mantuve la vista alfrente, no podría soportarlo, subí las escaleras de dos en dos, la sala demenesteres de nuevo, maldita sea...¿Que busca en ese lugar?
Procese, ¡el lugar donde se esconden los objetos perdidos! ¡Claro! ¡Ladiadema de Ravenclaw está ahí! Una corriente eufórica, combatía con la delduelo, exclamé un grito ahogado y seguí marchando más a prisa solo paraquedarme quieta y palidecer por lo que veía. La puerta estaba abierta de par enpar, humo, fuego...eso es todo lo que admiraban mis ojos.
-HARRY! -grité tratando de correr hacia ese infierno, pero el calor erademasiado fuerte, empecé a sudar y tuve que salir tosiendo.
Un ruido, tres personas volando en escobas a toda velocidad seaproximaban a mí, deje salir todo el aire de mis pulmones por el alivio de vera mi hermano vivo.
Otro ruido sordo en el suelo, la diadema, corrí hacia ella sin pensar ennada más que en el odio que me provocaba esa parte del alma de Voldemort, saquéel colmillo de mi bolsillo y con un grito de cólera lo clave en ella. Todo se sumióen la oscuridad, mi mayor miedo, una voz escalofriante surco el aire, pero nodeje que me atemorizara, volví a clavar el colmillo una y otra vez, entrebramidos, mis dedos comenzaron a sangrar de tanto pegarle al piso, pero quería cerciorarmede que cada partícula suya estuviera muerta.
-TAI-chillo Hermione-YA ESTA!
Harry me levanto del suelo nuevamente, y yo chillaba para que mesoltara, lo hizo, tengo la respiración agitada, me importa una mierda lo queacaba de pasarles...tuve que decirle a George que Fred está muerto! No tuve nisiquiera las agallas para decirlo en voz alta...un gruñido me hizo desviar lamirada de esos ojos esmeraldas que me miraban compasivos y con humildad, hastados bultos del suelo. Malfoy y Goyle.
- ¿Que hacen ellos vivos? -pregunto tomando mi varita, dispuesta amatarlos, pero Ron me retuvo por la muñeca, estaba eufórico.
-No sabes lo que hicimos para mantenerlos con vidas, no te atrevasTaissa.
Bufé y me di vuelta, para volver a luchar, esta vez seguida de los otrostres.
Navidad, oh Santa Navidad, familia,amigos, risas y diversión...esa es por lo menos una navidad normal, no para mí.Estábamos en San Mungo, el señor Weasley ha sufrido un accidente, una serpientecasi lo mata, según dicen, es culpa de Harry que esta poseído, lo primero que penséy que lamentablemente dije en voz alta fue que lo exorcizaran, se rieron de míy me dijeron que eso no se aplica al mundo mágico, como varias otras cosas.
-Tengo que ir a La Madriguera, ¿Meacompañas, Tai? -pregunto Fred.
-Que te acompañé George-dije distraída.
-Tiene que cuidar a Ginny.
- ¿Desde cuándo cuida a Ginny? -pregunteconfundida y Fred puso los ojos en blanco.
-Me quieres acompañar o no?
Asentí resignada, y con un poco demiedo porque sería mi primera aparición, Fred me tomo suavemente la mano, meguiño el ojo y sin ponerme de sobre aviso se giró sobre sí mismo, sentí unvuelco en el estómago y me aferre a sus dedos mientras nos sumergíamos en laoscuridad asfixiante. Me soltó y me tambalee, tuve que sentarme en el suelo,era como si estuviera viendo estrellitas, me enoje al escuchar su risa.
-Que chica ¿eh? -bromeo y me sujeto porla cintura para levantarme, atrayéndome hacia él.
-Creo que voy a vomitar-dije y el me soltóenseguida-que chico ¿eh? A que vinimos, por cierto.
-No quería seguir allá-comento sentándosesobre su cama, fue cuando me di cuenta de que estábamos en su habitación, entrecerrélos ojos y me puse a curiosear por todos lados, me acerqué a la ventana, sentícomo él se levantaba y me rodeaba por la cintura, con su mano me alejaba elcabello de la parte izquierda de mi cuello y comenzó a besarla, de manerasuave, me estremecí y cerré los ojos, se sentía tan bien. Con brusquedad me diovuelta y me atrajo nuevamente hacia él, sus dedos estaban solo a algunos centímetrosde mi trasero y me vi deseando que bajara, eso me dio miedo y me aclare lagarganta.
- ¿Qué? -pregunto en un susurro,mientras me quitaba el cierre de la chaqueta.
- ¿Qué haces? -pregunte con la vozahogada, imposibilitada de frenarlo, escuchando el ruido que hizo la prenda alcaerse.
- ¿Qué crees? -pregunto en susurroseductor que hizo ponerme los pelos de punta, acariciaba mi espalda, subiendomi polera, sus manos se escabulleron por debajo, di un respingo y escuché su risa.-No te voy a hacer daño.
-No te creo-susurre, la voz no me salía,me palpitaba la cabeza de los nervios y el comenzó a besarme, de manera suave,lenta, quería que parara, me hacía sentir cosas nuevas, desear cosasnuevas...era yo ¿o empezaba a hacer calor? Era Navidad, por la ventana elpaisaje se veía blanco y yo estaba, por cada aumento en la aceleración delbeso, derritiéndome en sus brazos. No le tenía miedo a él...tenía miedo deestar con él, y tenía miedo de admitirlo... ¿dónde está la valentía Gryffindoren esos momentos? Me sujetaba de los brazos, me guiaba a palpar su pecho y pocoa poco me fui soltando, si yo estaba sin chaqueta, el tampoco, tuve quecoordinar mis movimientos para desabrocharla y continuar con el beso, pero seme era difícil, asique Fred termino ayudándome, con una sonrisa en sus labios.
Nos tumbamos en la cama, el encima de mí,tenía una pierna levantada que el acariciaba con suavidad, impuso un ritmosensual, provocativo, lento...yo solo quería más y más, me escuchaba a mí mismasuspirar cuando besaba mi cuello, apretaba mi cintura, arrancaba mi polera ybesaba mis senos, bajando hasta el ombligo y subiendo hasta mi boca. Sumergiéndonosen un deseo frenético de placer, su lengua me embriagaba, sus manos sobre micuerpo me elevaban hasta las nubes.
Pronto los dos quedamos despojados detodo ropaje, sintiéndonos en ese fuego salvaje y siendo uno.
No podía hacer nada para desquitarme, me prohibieron hacerle daño a Malfoy asique tuve que contentarme con uno que otro mortifago ennuestra travesía, no sé a dónde nos dirigimos, solo los sigo, cubriendo laretaguardia, Harry lidera y Ron va segundo, mientras corren le toma la mano aHermione, ya era hora, pero no me importa en este momento, siento un dolorpunzante en el pecho, quiero dejar de correr y ponerme a llorar, me lo aguanto,aunque sé que jamás voy a poder tomarme de la mano con Fred.
Siento que estoy en medio del océano, ahogándome, no puedo hacer nadapara frenar la frustración que consume cada partícula de mi cuerpo, desquitándomecon cada persona de capucha negra que se me cruza en el camino, siento estaenergía correr por mis venas, como si quisiera hacer algo más que desarmarlos odesmayarlos, quiero hacerlos sufrir. Me pregunto que se sentirá crucial aalguien, quizás Rockwood no tenga la misma suerte cuando vuelva a encontrarlo.Pero Harry y Remus se decepcionarían de mí, y son lo único que me queda.
Una corriente de aire me revuelve el cabello y tengo que frenar paraamarrarlo en una coleta de manera rápida, hemos salido a los jardines, no haymucha gente, es más, esta desierto y un frio demencial me invade, tengo queabrazarme los brazos porque estoy empezando a tiritar y más que eso, siento quehay oscuridad, me siento muy triste y no es precisamente por la muerte.
-Dementores-murmura Harry.
Los cuatro cogemos las varitas y apuntamos, una pequeña nutria sale a cortesíade Hermione, no dura mucho, su mano le tiembla y se esfuma, veo a varias,decenas de criaturas negras aproximándose a nosotros, un grito de terror salede mi boca y caigo al suelo hecha un ovillo, tapando mis oídos con las manos ynegando con la cabeza, todos mis malos sentimientos se amplifican, la oscuridadme atemoriza, veo a Fred muerto, sus ojos vacíos están en mi cabeza y las lágrimassaltan descontroladamente por mis ojos.
Hasta que una ola de calor me saca del enfriamiento, mas no me devuelvela alegría, me levanto del suelo y Harry me mira, me tiende la mano que aceptoy veo a Luna, junto a Seamus Finnigan, un zorro y una liebre, sus patrones, noshan salvado, asiento para darle las gracias. Harry me tira la mano para que losiga y luego se detiene.
- ¿Que fue eso? -pregunta.
-Déjala-interviene Hermione.
-No podemos darnos en el gusto de flaquear-dice Ron y lo miro enojada.
-Tonks murió-digo, Harry aprieta la mandíbula, Ron patea el suelo yHermione ahoga un sollozo-Por mi culpa.
No entro en detalles que no quiero recordar y paso entre ellos para seguir.- ¿A dónde vamos? -pregunto con la voz temblorosa.
-La casa de los gritos-dice mi hermano, acariciando mi hombro-Sea lo quesea que haya pasado no es tu culpa, es la mía.
Pongo los ojos en blanco, mi querido Harry, siempre aceptando lasresponsabilidades que no le corresponde, que heroico. Sarcasmo.
Recuerdo que en tercer año no pudeconjurar un patrones corpóreo, por más que Lupin me digiera que puedo hacerlo,pero me era imposible, era mucha magia para una niña de trece y siempre Harryacababa en el suelo desmayado, no era una situación alegre para pensar en algoque me haga feliz, siempre de mi varita salen chispas, montones de chispas quese disipaban, recuerdo haberle preguntado a mi padrino si las explosiones eran patronesy el negó con la cabeza, me sentía muy frustrada, asique cuando Harry anuncio que realizaríamosel encantamiento patrones a la vuelta de vacaciones navideñas me enoje. No quería.Había pensado en faltar a esa clase, pero como siempre...Fred me convenció.
Tome su mano, el enlazo sus dedos conlos míos, hacia círculos con ellos alrededor de mi muñeca, se sentía rico,mientras nos dirigíamos a la sala multipropósito, lo veía mirarme de reojo ysoltaba risitas nerviosas como una estúpida niña enamorada de 15 años.
- ¿Podríamos quedarnos un rato cuandoesto acabe? -susurro en mi oído.
-Tentador-ronroneé, acariciando subrazo en tono seductor y mordí mi labio guiñándole el ojo.
-Me vas a matar-dijo soltándome-Nohagas eso si no quieres que te viole aquí mismo.
-¿Porque?-fingí inocencia, alejándomede él hacia la puerta, contoneando mi cintura, Fred me atrapa por detrás y meatrae hacia él, juntando nuestras narices, acariciando mi cabello, queríabesarlo pero él no me daba en el gusto, le gustaba jugar, tenía esa sonrisatraviesa y picara, se mojó los labios con su lengua y yo desvié mi mirada haciaellos, con seriedad, me acerque más hacia él y lo atraje aún más cerca mío, hundímis nudillos en su rojo cabello y rozamos los labios, pero no nosbesamos, aunque lo deseamos, lo detectaba en sus ojos que brillaban en deseo.
Su mano se deslizo por debajo de miblusa, apretando mis caderas con sus manos frías, me estremecí y desate un botónde su camisa, sin dejar de seducirnos, con las ganas de besarnos y no hacerlo,hasta que alguien se aclara la garganta y nos separamos, él actuó connormalidad, yo me sonroje hasta la raíz.
-Más te vale que no sea lo que creí-dijoHarry con una ceja alzada y una sonrisa en los labios-Entremos.
Todos a mi alrededor podían hacer patronescorpóreos, hasta Cho Chang, mientra yo ni me esforzaba, traté, pero las chispasvolvieron a aparecer y me di por vencida. Un enorme puma me rodeo y me reí, erade Fred, me rugía en el oído y yo le dediqué mi más grande sonrisa.
Fred es como una silueta, cuando laoscuridad manda en el lugar, él se convierte en la luna más grande y me daseguridad. Pensé en cómo me hace feliz, de tantas formas, con sus bromas, sucaricia sobre mi piel desnuda en su habitación, sus artilugios. Me reí sola, mesentía feliz, tan pero tan feliz...
-Expectro Patronum! -grite, las chispassalieron volando, no me frustre, las empecé a ver de mejor manera, no sonchispas, son luciérnagas, miles y miles de luciérnagas revoloteando por ellugar, algunas chicas las miraron asombradas, cada vez se notaban de mejormanera, estaba satisfecha. Las luciérnagas te alumbran en la obscuridad.
La felicidad se puede hallar en losmomentos más oscuros, si somos capaces de usar bien la luz. Y esto representa las luciérnagas para mí, una salvación a mimayor miedo, mire a Fred emocionada y me tire a sus brazos para darle unpequeño y tierno beso en los labios.
tHarry, Ron, Hermione y yo, ese el orden, agachados, gateando poreste túnel infernal que nos llevará a la casa de los gritos, es bastanteestrecho para soportar mi claustrofobia mis pulmones gritan urgentes poroxígeno, mi frente empapada de sudor, tengo que inhalar fuerte, tratar decalmarme, siento el corazón por la boca y ya estoy debilitada por losdementores, no sé cuánto tiempo más vaya a durar "estable."Dejamos de andar y escucho voces, aprieto los puños queriendo ir y matara estos dos imbéciles, Snape y Voldemort. No parece ser una conversaciónagradable, Severus suplica por su vida ¿Porque matara a uno de sus vasallos másleales?
Un ruido, siseo de serpiente y un grito, el señor de las tinieblas se haido y solo queda el silencio.
Cuando puedo por fin avanzar, lo hago, entramos a este lugar circular ygrande, siento la bilis subir a mi garganta en un intento de potar todo locomido en Cabeza de Puerco. Severus Snape está agonizando en una pared llena desangre, su cuello chorrea y chorrea, liquido oscuro, brillante y viscoso, Harryse agacha a su lado, las lágrimas del Profesor son de una mezcla heterogénea,entre líquido y gaseoso. Pensamientos.
Luego de segundos interminables sus ojos oscuros dejan de mirar. No mesiento feliz de que haya sucedido, Harry dice que es culpa de la varita deSaúco, merecía una muerte más digna de su persona...más terrible.
Lord Voldemort habló, tenemos una hora para sanar heridas y recolectar alos muertos, y si Harry no va al bosque a la media noche el mismo vendría ymataría a todos. Trague saliva y mire a mi hermano viendo reflejado mi miedo ensus ojos verdes esmeraldas tan profundos, las ultima palabras de Snape resuenanen mi cabeza.
Tienes los ojos de tu madre.
Hermione saca la capa de invisibilidad de su bolsa, tapándonos a loscuatro, salimos del lugar y corremos sin importar que la punta de nuestros piesse vea, sin detenerse cuando cuatro personas llevan el cadáver de Colin,mis manos tiemblan. Fue después de la muerte de Tonks, antes de la muerte deFred. Todavía no puedo llorar. No. No.
El Gran Comedor, una familia de pelirrojos reunidos frente a un cadáver,George estaba arrodillado frente a él sin moverse, Ron salió de la capa ycorrió hacía ellos, todavía no puedo llorar. Ginny a un extremo con los ojoshinchados, Hermione sale de la capa igual y se dirige lentamente haciaella.
-Deberías ir-murmura Harry pálido. Negué con la cabeza- Ahora Tai.
- ¿Que harás? No te entregues...Harry...
-Se fuerte Tai-susurro y luego agarro la capa para sacármela, volviéndomevisible, y él invisible.
-Harry. -susurre mirando a todos lados-HARRY! -grite mientras laslágrimas caían por mi rostro.
Una mano cálida tomó mi mano, era Hermione, la miré temblando en pánico,sus ojos también lloraban.
-Se va a.
- ¿A qué? No lo sé, todo se congelo, mi corazón se detuvo, caíal suelo junto a Hermione- No-susurre sin detener las mil y una lágrimas, lasconvulsiones de una respiración agitada, me deje abrazar por la castaña ydesvíe la mirada del cuerpo inerte de Remus Lupin.
Luego de unos minutos que me mecía en los brazos de mi amiga me levante,y camine lejos del lugar, no me importaba nada, no tengo nada, quizás Harry nomuera, una posibilidad, siempre se salva de todo. O que muera, se alejemientras pueda de este infierno desgarrador. Que escape, la vida duele, lamuerte es solo el fin de nuestra trágica existencia.
El castillo está destruido, doy vuelta en una esquina y trago saliva,George está sentado en escombros, la cara desencajada, pero sin lágrimas.
-Deberías llorar- susurre con la voz ronca -No todas las lágrimas sonmalas.
Me mira, niega con la cabeza, me siento junto a él aspirando su aroma,tan parecido, pero no es él. Él no está. Se ha ido. Se ha ido. Se ha ido.
Nos quedamos en silencio por tiempo indefinido, hasta que George selevanta y explota.
Patea los escombros y se jala el cabello, estaba horrorizada mirando latriste escena, sin saber qué hacer.
-George-susurre, mi mentón temblaba.
- ¿Porque? -murmuro él, sucumbiendo en el llanto. Me levante y con lapoca fuerza de voluntad que me quedaba lo abrace fuerte. George siempre ha sidobueno conmigo, él también me ha apoyado en momentos de necesidad, debodevolverle el favor.
Ambos éramos los que más lo conocíamos y de manera diferente loamábamos. Debemos dejar su espíritu brillar.
Fred se ha ido y sé que lo voy a extrañar tanto que duele en lo hondodel pecho y sé que recuperarlo es tan imposible como tocar la Luna de un salto,que no nos separa la distancia ni las palabras, que su alma se ha ido y la míasolo...duele. Me eche a llorar.
El tren partía y nos sentamos los cuatro en el mismo compartimento,junto a un señor. R J Lupin, llamó mi atención su capa raída y las arrugas desu rostro, con alguna que otra cicatriz, algo en el medio ternura, pero dormía,no intercambiamos palabras hasta que un dementor dejó a Harry inconsciente, se recuperó,y me miro. Sus ojos se abrieron es sorpresa y una sonrisa de oreja a oreja se asomóen sus labios.
-Taissa-dijo.
-Señor-respondí, luego le sonreí.
Era mi padrino, alguien que fue un pilar fundamental en mi vida, y todoslos verbos en pasado porque ahora está muerto. Nadie me dijo que el duelo es elprecio que hay que pagar por el amor.
Llegue a la sala común de manera lenta,tratando de controlar mi mirada de dolor, era la enésima vez que me encerrabatoda la tarde torturándome la mano en el despacho de Umbridge.
No había rastros de mis amigos, pero siestaban George y Lee Jordan que me miraban y apuntaban, se levantaron a miencuentro.
-Ven con nosotros-sugirió Lee-Tenemosalgo que puede aliviar el dolor.
Rodé los ojos no muy segura de poderconfiar en ellos, George me sonreía de manera animada, no tenía pinta de haceralguna broma.
- ¿Y Fred? - pregunte buscándolo por lasala común con la mirada.
-Fue a hacer algo y vuelve. Ven.
Me guiaron por la escalera de la piezade los chicos hasta la suya, me indicaron que me sentara en la cama mientrasbuscaban la Mimbulus Mibletonia, una planta. Bromeaban entre ellos, pero yo no teníaánimos de reír, sonreír, o si quiera asentir, quería llorar, destrozar todo ydarle su merecido a la mujer sapo.
Lee salió de la pieza y George se sentóal lado mío.
-Esta es la cama de Fred-me dijoarqueando las cejas, trate de no sonrojarme, me paso la planta y metí mi manoen ella sintiendo un gran alivio- ¿Mejor?
-Sí, gracias- murmure aliviada.
-Deberías controlarte un poquito ¿nocrees?
-George Weasley hablándome acerca del control?- pregunte riendo.
-Uno tiene que saber parar- aconsejacon una sonrisa.
- ¿Que hacen? -era Fred entrando-Teconfundiste de gemelo ¿o qué?
-No-murmure frunciendo el ceño ylevantando la planta, Fred alza las cejas y se cruza de brazos en el umbral dela puerta, George se levantó guiñándome el ojo.
-No seas tan enojón Feorge-lo molesta dándoleun codazo y saliendo de la pieza.
- ¿Umbridge? -asentí -Deberías callartu bocata de vez en cuando.
George dijo lo mismo, con másamabilidad, y él no es el novio, desvié la mirada y mordí mi lengua paracontrolar el enojo, Fred resoplo y se sentó a mi lado, me tensé.
-Tai... No seas así.
-Tu no seas así-me queje-George soloayudaba. ¿Dónde estabas?
-Alto ahí- rio el con cierto podersobre mí- No me controles.
-No lo hago, tú lo haces.
Fred resoplo nuevamente y me tomo lamano buena, quería alejarme, pero una fuerza involuntaria no me dejaba.
-No me gusta que te hagan daño-susurroen mi oído, no lo mire- Ni que George se te acerque tanto- beso mi mejilla y yopuse los ojos en blanco, soltando una carcajada.
Ninguno de los dos queríamos volver al Gran Comedor así que nos quedamos sentados en silencio, ya sin lágrimas para llorar, miraba el suelo sin atreverme a levantar la vista, me restregaba la sangre de múltiples heridas que cargaba en mi cuerpo, sin saber siquiera como me las he hecho, no quiero nada, quiero irme y dormir hasta la eternidad. George tiene la mirada perdida, con la espalda encorvada, no puedo mirarlo a los ojos, son como los de él, pero Fred los tenia un poco más oscuros y distinguía malicia y picardía, los de George son más bondadosos e infantiles, aun así no estoy lista para hacerlo, lo único que tengo en la mente son esos ojos sin vida, el cuerpo de Lupin y la muerte de Tonks.Mis piernas estas enmudecidas, mis hombros duelen. Pero el dolor que llevo en el alma no se compara con nada, porque sé que Harry ha ido a morir.Escucho una voz que surca el aire silencioso, seguido de gritos y de risas, si miro a George, nos levantamos enseguida guiándonos por los ruidos, mucha gente ya ha salido, formando una multitud fuera del colegio y mi corazón se detiene, crei que estaba preparada para mirarlo, pero verlo en brazos de Hagrid me desgarra el alma, mas no emito sonido alguno, es como si todo a mi alrededor se hubiera congelado, nada me importa, todos los que me importan están muertos.Me vengare, cada una de sus muertes. Rockwood será el primero.
La realidad nos engaña, la fantasía nos confunde, deseo estar soñando porque no puedo con tanta miseria, pero la realidad es cruel y la fantasía se ha ido, esfumado. Porque cuando el dolor es por dentro es más fuerte, siento un zumbido en los oídos, todo esta nublado por lágrimas que ya salen disparadas por mis ojos y un grito sale rasgando mi garganta y corro sacando varita en mano dispuesta a la lucha, George me retiene por los brazos pero sigo gritando y llorando, no puedo, no puedo. Es demasiado el sufrimiento.No escucho nada, mis lamentos son apagados por la voz de Neville, Voldemort ríe. No entiendo la gracia, nada, nada. Quiero morir. Pero primero, voy a matar.
Todavía recuerdo a Harry con lágrimas rodando por sus ojos diciendo que jamás me dejaría sola y lo ha hecho y ya nada me importa, nisiquiera que Neville ya le haya cortado la cabeza q Nagini y se haya desatado el caos, me deshice y de George y corro hacia Rockwood, desarmandolo por la espalda, de cobardes ¿Donde esta mi corazon de leon? Muerto, junto con mi alma.Mis ojos estan desencajados, su cara me da repugnancia, que me importa hacerle daño, nada me importa ya. Levanto la varita y junto todo mi odio.
-Crucio- exclamo, un haz de luz sale, Rockwood grita de dolor pero me da igual- Expulso- sale volando, doy un paso hacia adelante -Crucio! - repito con mas fuerza sin poder ver por las lagrimas, se retuerce de dolor- Sectumpsempra! - chille y lo vi rajarse, bañandose en llanto, pense en dejarlo morir desangrado, no lo hice, le prendi fuego. Sus gritos me resbalaban, el rojo de las llamas, el morado de su sangre era arte para mis ojos, cuando su cuerpo estaba por calcinarse apunte de nuevo y con todo el asco de mirarlo murmure - Avadakedavra.
Uno menos, faltan dos.
Acelere el paso hasta llegar nuevamente al gran comedor, Luna, Ginny y Hermione luchaban contra Bellatrix, otros tres contra Voldemort, preferi el pez gordo. Con un simple hechizo desvie a los otros, sacandolos de encima, dejando al señor de las tinieblas solo para mi que sonrio con sorna.
- Hola Tom - sisee bajando el arma.
- ¿Como te atreves? -grito apuntandome con la varita, comenzando la batalla, Rockwood fue demasiado facil de asesinar, este no lo sera, pero una vez muerto, se quedara asi. Bailaba evitando sus maleficios, el esquivaba los mios con cada vez mas dificultad. Logre desestabilizarlo y antes de acentar el golpe maestro Bellatrix volo en pedazos, Voldemort rugio al aire y la señora Weasley salio volando, grite llamando su atencion pero Harry aparecio en escena...Harry!! Harry!! Yo lo vi! Estaba muerto! No puede ser verdad! Sonrei, queria correr a abrazarlo, me di vuelta, lei sus labios gritando mi nombre, sus ojos inyectados en miedo, senti un golpe en la espalda y todo se volvio negro.
Lord Voldemort acaba de asesinarme.
Abrí los ojos sintiéndome muy extraña, no entiendo que hapasado, me siento desnuda mas no lo estoy, llevo un fino vestido blanco largohasta los tobillos y de seda, aunque la ropa interior no viene incluida, nohace frío ni calor, no está oscuro ni helado, ahora que lo veo estoy en unpequeño espacio verde, hay árboles, flores, pero no sol, ni mariposas, ninubes. Nada. Escucho un ruido y asustada me arrastro hacia atrás abriendo losojos por la sorpresa, al frente mío se encuentra el Thestral más bonito que jamáshe visto, sus colores negros emiten una luz resplandeciente y oscura, siniestray hermosa al mismo tiempo que me dan ganas de acercarme, me levanto del lugar ycamino hasta él, no se mueve y debo admitir que me da un poco de miedo tocarlo,como si me llamara a hacerlo y de la misma manera me advirtiera que me quedaralejos. Un brillo dorado surge detrás suyo, una escoba, no una cualquiera, unaescoba que pareciera ser de oro invitándome a montarla y volar hasta elamanecer, aun sin saber si es día o noche. Aunque algo me dice que, si lo hago,una cosa muy mala me va a pasar. Suspire.
Me senté entre la escoba y el Thestral sin saber qué hacer,no tengo idea de nada, pero algo llamo mi atención, una sombra de hombre, unafigura se aproximaba a mí, me levante lentamente y entrecerré la mirada, fuecuando lo volví a mirar a los ojos, sentí un nudo en la garganta, nos quedamosquietos unos minutos, mi corazón se inflo en infinita alegría, creí que no volveríaa ver esas hendiduras cafés jamás en mi vida
¿Esto significa que estoy muerta?
- ¿Qué hay Potter? - dice con una sonrisa traviesa en surostro, sus labios se ensancharon en la más grande risa.
No sabía si gritar, ponerme a llorar o correr, opte por lo último,corrí hacia el para abrazarlo tan fuerte que el comenzó a reír en mi oído,acaricie su nuca, su cabello, lo solté, lo mire, me uní a su risa, volví aabrazarlo, tocarlo y sentirlo, hasta que las lágrimas salieron disparadas pormis ojos.
-Te amo, Fred-susurre en su pecho, el me tomo del mentón y mehizo mirarlo, su sonrisa se achico, beso mi frente y suspiro.
- ¿Qué crees que significa el Thestral? ¿Qué es para ti?
-Bueno- me separe de él y caminamos hacia el animal,entrecerré los ojos y un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, me abrase a mímisma, Fred me rodeo por la cintura- La muerte.
- ¿Y la escoba? - pregunta mientras saca el cabello de micuello, lo hace a un lado y besa mi hombro desnudo.
-Vida- susurre cerrando los ojos, no estoy muerta.
-Elige-susurro el dándome vuelta por la cintura y besándome.
Elegir entre morir y vivir, no es lo que estoy pensando eneste momento, solo en sus besos, su saliva y su lengua que se entrometía encada centímetro de mi boca, sus manos sobre mi cintura, la mía sobre suscabellos rojos, su nuca apretándola para atraerlo más hacia mí, él.
Sus besos bajaron a mi cuello haciéndome suspirar, sentiruna mordida, abrí su camisa para acariciar sus pectorales desnudos, bese supecho, su clavícula y sus hombros, rasguñe sus omoplatos y me deshice de suropa. Me sostuvo por mis hombros bajando el tirante de mi vestido, desnudándomepor completo, aprecio mi piel, beso mis pechos con deseo y yo me agarrabafuerte de su cabello mientras la excitación se apoderaba de mí, lo desnude a él.
Me recostó sobre el piso sin dejar de besarme, sus dedosbajaron hasta mi intimidad y solté un gemido de lujuria y una risa de satisfacción,se siente tan bien sus manos sobre mi cuerpo.
Volvimos a hacer el amor, como nunca antes lo hemos hecho,de manera lenta y apasionada sentía sus penetraciones, mi respiración agitada,sus embestidas con reclamo, con amor con de todo, mis manos en su trasero, lassuyas en mis pechos, rodábamos en el suelo sin dejar de sentirnos, me susurroun te amo más de una vez, y cada vez sonreía mas encachadamente, lo amo, loamo, lo amo. Quiero quedarme con él. Su liquido viscoso se entrometía por mientrepierna, nuestras gargantas se rasgaron en el más sincero orgasmo,acompañados de risas nerviosas, me sentía la mujer más feliz del mundo, Fred seme quito de encima y se tiro al lado, al descubierto los dos mirábamos el cielogris, nuestras manos se enlazaron unos momentos y luego resople, me levante yme volví a poner el vestido, él ya no sonreía.
Nos tomamos nuestro tiempo en calmarnos, pero yo no quería abrazarlo,ni besarlo, ni nada si no se lo que está pasando, miraba al Thestral, miraba ala escoba y cada vez me parecía más peligroso, las dos cosas me daban miedo, noquería perderlo no me quería ver obligada a dejar de amarlo porque eso ocurriríasi lo elegía a él, pero el Thestral significaba un adiós a Harry y yo
yo soy loúnico que le queda. Aunque el cree que esto muerta, pero no lo estoy, ni viva.
- ¿Qué demonios está pasando Fred? - mi voz salió en unsusurro casi inaudible.
-Eres un horrocrux Tai- dijo y yo entrecerré las cejas- Poreso me tenías como el demonio- bromeo, yo lo mire sin pizca de gracia, se encogióde hombros- Tú decides si quedarte aquí, ir al más allá o volver con ellos-luego se me acerco y acaricio mi mejilla- Solo no quiero que lo hagas por mí.
-Soy un horrocrux- repetí - Decidir si decido quedarme? Esque no lo entiendo- me senté en el suelo hecha un ovillo- No sé, pensé que jamásen la vida iba a volver a verte
pero esto no es la vida, ni la muerte, no soynada.
Fred me miraba, se sentó a lado mío y suspiro, tomo mi manoy beso mi muñeca.
-Tú lo eres todo Tai, deberías volver, enamorarte, tenerhijos
.
-No-solloce- Yo no quiero dejarte, ni tampoco quiero morir.¿No hay forma de quedaros aquí para siempre?
Me sonrió tiernamente, pero negó con la cabeza.
Me levante, camine hasta los dos objetos, los dos vuelan. Siuno quiere volar, debe abandonar las cosas que más le importan en la vida,Fred, Harry. Morir con él y vivir para siempre. Vivir sin él o morirlentamente. La muerte no existe en contraposición de la vida sino como parte deella y yo estoy acostumbrada a una vida de mierda, estando en la plenitud de lajuventud, en donde se supone que con tan solo 17 años es normal viajar, conocerchicos, salir de fiesta, enamorarse, que un chico me rompa el corazón, y todomi mundo gira en torno de la muerte, odio esa palabra.
Me acerco hasta la escoba, alzo la mano para tocarla sinhacerlo, doy media vuelta y miro a Fred, le sonrió.
Esta es mi historia, de si Decido Quedarme.
Capitulo dedicado a Belu!!!!! Espero que te guste <3
No puedo ser egoísta, no con él.
Teníamos 9 años de edad, Tía Marge nos había ido a visitar,con su "precioso bulldog" Siempre deteste a esa señora gorda y bigotona, Harryigual lo hacía, pero no perdía tanto los estribos como lo hacía yo. Esa vez lo habíahecho y Tía Marge le pidió a su can que me atacara, Harry salió a mi defensa ycomo recompensa termino con los tobillos mascados por ese horrible animal.
Se había sacrificado por mí.
No fue la primera ni última vez que lo hizo.
En cuarto año hechice a Malfoy por andar molestando con suschapitas de "Potter apesta" Harry asumió la culpa y el castigo que debió habersido para mí.
Quede devastada cuando Fred se fue antes de tiempo en quintoaño, no me deje ver como una niña llorona que se lamenta porque el amor de suvida se había ido, me hice la fuerte, solo Harry fue capaz de ver lo mucho queestaba sufriendo, y a pesar de sus castigos, sus propios problemas, sushorribles citas con Snape, su pequeño desafortunado romance con Cho Chang, sehacia el tiempo para estar conmigo, reconfortando, alejándome de la oscuridaden la que nos sumergíamos.
Verlo ahí, junto a mí, incluso cuando teníamos miedo, eradoloroso, no estábamos juntos
Siempre encontramos la forma de encontrarnos. Esmi hermano. Es mi sangre.
Soy todo lo que tiene.
Abrí los ojos, sentía gritos, alboroto, murmullos, el dolorde mis heridas físicas me golpearon fuerte y cerré los ojos nuevamente, alguientomo mi cabeza y escuche un sollozo, era él, mi hermano. ¿Por qué no estápeleando?
-Harry- era la voz crispada de Ginny- Harry se ha ido.
No, no me he ido.
- ¡No- sollozo Harry- ¡Tau, despierta- susurro acariciandomi mejilla, pude sentir su dolor como mío- TAI! - grito, y abrí los ojos de golpe por el sustoque me provoco su voz. - ¿Tai? -
- ¿Qué? - logre articular y lo mire a los ojos tenía la bocaabierta, debí de haber tenido la misma expresión al saber que él tampoco estabamuerto, me enredo en sus brazos y me dio tal abrazo que me costó respirar-Tranquilo- susurre y luego sonreí- Acabo de volver de la muerte, no seas tanpesado- una risa mezclada en sollozo se escuchó de su garganta.
-Hemos vencido- dijo- Voldemort ha muerto.
****
Han pasado 23 años de la Guerra, 23 años sin él. Deboadmitir que me costó bastante tiempo volver a sonreír, sentirme a salvo,despreocuparme, pero lo logre, pude salir adelante y tal como él me pidió volvía enamorarme, me case y tengo dos hermosos hijos. Alice y Remus. Longbottom.
Me enamore de Neville.
Él estuvo conmigo en todo momento luego de la muerte deFred, me consoló, me refugio en sus brazos, en él encontré consuelo, alegría,alguien tan diferente supo darme las mismas cosas grandiosas de otras maneras.No es el típico hombre. Es atento, tierno y bastante torpe, tal como Alice. Quizásfue la forma en la que me trato, no como todos los demás que me veían como unpequeño cordero perdido, el me veía fuerte tan solo dañada, me ayudo alevantarme, construyendo de a poco nuestros ladrillos de la felicidad.
Debo admitirlo, jamás he dejado de amarle, pero también amoa Neville.
Ambos somos profesores en Hogwarts, el de Herbología, yo deDefensa contra las Artes Oscuras y para mi buena suerte, he durado tres años enel cargo.
Mientras me dirijo a clases con los alumnos de quinto añorecuerdo todas estas cosas, y sonrió.
Entro al aula y dejo mi bolso sobre la mesa, me cruzo de brazos y veo a misalumnos entrar, entre ellos Alice, tiene mi cabello rubio, pero los ojos deHarry y mi madre, verdes esmeraldas, es muy torpe como su padre, tropieza alcruzar mirada conmigo y ahogo un suspiro cuando esta por caer al suelo, alguiense lo impide, sujetándola por la cintura, diciéndole una broma y guiñándole elojo para ir por su propio camino, haciéndola enrojecer, ese alguien es Fred ll.
Y supe que la historia se repetirá de nuevo, solamente queellos tendrán la oportunidad de un final feliz. Yo misma me encargare de ello.
Y si, Fred fue lo mejor que le ha pasado a mi vida, perotambién sé que sigue conmigo en lo alto del cielo, gastando bromas como un ángel.Y sé que algún día, nos volveremos a encontrar.
Decidí quedarme.
Hola!!! Bueno queria darle las gracias a los 60 favoritos de esta historia.
A las "merodeadoras" que ahoras somos Tony today, Tony tomorrow. Chicas, se que las hice sufrir mucho, lo siento, pero ha llegado el final, y espero que les haya gustado.
A Clau, por sus comentarios. Muchas gracias y siento siempre responderte tarde!
Y a Clear!!!Si tu no me hubieras pedido esta historia no me hubiera animado a subirla!! Asique vuelve. Y dime que es perfecta >:) ajjaja espero de todo corazon que te haya gustado:)
Espero que puedan decirme que les parecio la historia completa.
Hasta entonces.
Traversura Realizada,
Kisses, M.
If I Stay, Fred. - Potterfics, tu versión de la historia
Se preguntarán ¿Porque demonios soy rubia? Mi abuela maternalo era, si hubiera sido por mí, hubiera elegido el color rojo oscuro que mimadre tiene en sus fo
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2024-09-22
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