La ciudad mágica - Potterfics, tu versión de la historia

 

 

 

En una habitación, doschicas estaban durmiendo cuando el gallo empezó a cantar.

Una de ellas, sedespertó y miro hacia la otra cama.

−Sara despierta.

−No quiero Hermione, déjamedormir un poco más.

−Ya sabes que no sepuede, tenemos muchas que hacer antes de que te vayas al centro de costura.

−Lo sé, pero quierodormir más, ¿podemos comernos al gallo?

−Lo puedes intentar,haber que dicen nuestros padres, me voy a vestir. −Y saliendo de la cama se fuea vestir.

Quitándose su camisón,se puso el vestido y encima el delantal y empezó a peinarse.

−¿Herms ya estás? −Lepregunto Sara que ya se había lavado la cara.

−Si Sara, estoyintentando peinarme sin quedarme calva.

 

La chica riéndose le cogióel cepillo y le ayudo. −Esta tarde cuando salga del centro, me pasare acomprarte un jabón.

−No gracias, no quieroque te gastes tu dinero en mí.

−No seas tonta, no meimporta comprártelo, además no somos ricas pero no nos falta de dinero.

−La verdad es que no,y gracias.

−De nada. −Yterminándole de cepillar le puso una cinta para que el cabello no le molestaray le dijo: −Ya estas, ves pasando hoy te toca ordeñar y coger los huevos.

−Ya voy, no tardes.

−No lo hare, ahoraves.

−Sí. −Y bajando alpiso de abajo, abrió las ventanas para que el aire de la mañana entrara ycogiendo la cesta y el cubo para la leche se fue al cobertizo a coger loshuevos que sus gallinas habían puesto durante la noche.

Tras recoger loshuevos, miro la incubadora y vio que los diez huevos aun seguían enteros,esperaba que no tardaran mucho en nacer.

También cogió loshuevos de pato y los de codorniz, con eso echo se puso a ordeñar las cabras.

Llevaba dos cabrasordeñadas cuando la puerta se abrió.

−Buenos días Hermione.

−Buenos días Mark. −Lesaludo la chica. −¿Te toca hoy limpiar?

−Sí, ¿ya has recogidolos huevos?

−Lo he hecho y hepuesto los de pato y codorniz en la bolsa para llevarlos al mercado.

−Estupendo, ¿Cuántascabras te falta para ordeñar?

−Tres.

−Entonces me pongo alimpiar los gallineros.

−Si gracias. −Y sonriéndolevolvió a su labor.

Una vez las cabrasestuvieron ordeñadas, las dejo salir al patio para que tomaran el sol, losanimales también tenían que pasar el día fuera.

−Mark ya estoy.

−Entonces ves, ya Saraestaba haciendo pan.

−Voy, no tardes.

−No. −Y viendo como volvíaa la casa el siguió limpiando.

Cuando Hermione llegoa su casa, vio que sus padres, sus tíos sus abuelos, su hermano y su primo yase habían despertado.

−Buenos días. −Lessaludo.

−Buenos días hija. −Lesaludo su padre. −¿Cuántos huevos has recogido?

−Muchísimos. −Y leenseño la cesta. −Hoy estaban productivas.

−Estupendo. −Y miro asu padre. −¿Papa quieres algún huevo para la posada?

−No hijo, tengo los deayer, mejor llevarlos al mercado.

−Los llevaremos almercado. −Y miro a su mujer. −¿Qué te parece?

−Seguro que losvendemos todos. −Y le sonrió.

−Seguro. −Y miro a susobrina. −¿Sara cómo va el pan?

−Muy bien tío, hehecho cinco pequeños, para la cena ya haremos mas.

−Mejor. −Y miro a suhija. -Hermione ya Sara me ha dicho que tienes muchos enredos en el cabello yque te iba a comprar el jabón que tan bien te va, ya le he dado el dinero.

 

−Gracias, no queríaque se gastara su dinero en mi.

−Lo sé, el dinero esde todos, y tu también te lo mereces.

−Gracias.

−De nada, ahora pon laleche a hervir.

−Si papa. −Y se fue ahacer la leche para el desayuno.

No mucho tiempodespués desayunaban, leche, pan, embutidos, queso y huevos, ellos eran muyafortunados, tenían mucha comida que comer, sabían que otra gente no se podíapermitir tanta comida.

−Hermione hoy te tocaquedarte en casa. −Le dijo su padre. −Tienes que limpiar la casa, recoger lasverduras del jardín, hacer queso y la colada, y si te da tiempo ir al bosquecon el buen tiempo que hace esperamos que encuentres algo.

−Iré.

−Esperamos queencuentres frutas para hacer mermelada.

−Las buscare.

−Lo esperamos. −Ledijo su abuelo y miro al resto de la familia. −Tenemos que terminar dedesayunar que tenemos un largo día por delante.

−Tienes razón. −Ledijo su hijo y terminando de desayunar, se despidieron de Hermione y se fueron.

Cuando Hermione sequedo a solas, limpio la casa y tras recoger la ropa sucia hizo la colada y unavez estuvo secándose, se puso a hacer el queso con la leche que había sobradodel desayuno.

Una vez lo tuvo hecho,lo dejo reposar y se fue al jardín a recoger las verduras.

Tomates, lechugas,pimientos, cebollas, pepinos, ajos y patatas, con la cesta llena entro en lacasa y tras lavarlo lo dejo en sus cestos correspondientes.

Contenta de tenertantas verduras se puso a comer y cuando termino cogió de nuevo su cesta y sefue al bosque.

Tras caminar un rato, encontrómoras acercándose miro bien que no hubieran bichos y cogiendo las piezas que noestuvieran verdes, pronto tuvo dos recipientes llenos, también encontróframbuesas, su familia estaría contentos con tantas cosas que estabaencontrando.

Tras caminar un rato másencontró fresas, era su día de suerte, las fresas eran una de las primerascosas que se llevaban, no solo estaban muy buenas sino que se podían vender aprecios caros.

Tras llenar los tarrosque le quedaban de fresas, siguió caminando y cada vez que encontraba algo loguardaba en el cesto.

Iba a volver a su casacuando encontró piñas piñoneras, feliz de haberlas encontrado, cogió todas lasque en cabían en su cesta, estaba recogiendo una cuando escucho cascos decaballo y no mucho tiempo después veía a un chico.

Hermione que sabiaquien era, dejo la cesta en el suelo y se arrodillo. −Su majestad.

−Te puedes levantar.

Hermione haciéndolecaso se levanto y lo miro, era muy guapo rubio con ojos grises y todo el mundolo quería, era un gran rey. −Buenos días su majestad.

−Buenos días, ¿Cómo tellamas?

−Hermione señor.

−¿A qué has venido?

−A recoger frutas yotras cosas que me han pedido en casa. −Y le enseño la cesta.

−Es mejor que vuelvas ala ciudad han visto un dragón.

−Sí señor, ya me voy,gracias por su aviso. −Y cogiendo la cesta le acerco una fresa. −Espero que leguste esta recién recogida.

−Gracias. −Y trasdarle un mordisco asintió. −Sí que esta buena, gracias.

−De nada mi señor. −Ytras hacer otra reverencia se fue a su casa.

Al llegar vio que supadre y su tío ya habían regresado, cosa extraña porque trabajaban cortandoleña, para ese trabajo se necesitaba gente fuerte que no se cansaranrápidamente y no regresaban hasta el anochecer.

 

−Papa, tío. −Hermioneles saludo. −¿Por qué habéis llegado tan rápido? ¿Ha pasado algo?

−Un dragón y clarohemos tenido que irnos rápido.

−Yo me he encontradocon el rey, me ha dicho lo del dragón así que he venido rápidamente.

−¿Herms has sidoamable?

−Si papi y incluso lehe dado una de tus valiosas fresas. −Y le enseño la cesta. −He encontradomuchas cosas.

El hombre la miro. −¿Lehas dado una fresa al rey?

−Sip, siempre me dicesque tengo que ser amable si me lo encuentro.

−Sí pero no para darleuna fresa, son mías, eres mala. −Y ante eso su hermano se puso a reír.

−George no compartescon nadie tus fresas.

−Claro que no, ahoraveremos lo que Herms nos ha traído. −Y quitando el trapo que protegía las cosaslo miraron bien.

−Herms has traídomuchas cosas.

−Si tío, fresas,moras, frambuesas, setas, algunas hierbas y piñas.

−Piñas, George las prepararemosy mañana se pueden llevar los piñones al mercado y a la posada.

−Sí que los prepararemos.−Y miro a su hija. −Herms has traído muchas gracias.

−De nada, me voy alavar y me pondré con las mermeladas.

−No uses todas lasfrutas.

−No lo hare. −Ydándoles un beso a cada uno se fue a lavar y volviendo se puso a preparar las mermeladasmientras su padre y su tío preparaban los piñones para su venta.

A Hermione le gustabamucho la familia que le había tocado, sus abuelos tenían una posada y habían tenidodos hijos varones y cuando ellos se casaron decidieron vivir juntos no solopara tener más dinero sino para no separarse se llevaban muy bien y no lesimportaba vivir juntos y gracias a ello, su casa que un día solo tuvo un pisoahora tenía dos, también tenían unos 50 animales y un pequeño jardín para susverduras.

−¿Herms en que piensastanto? −Le pregunto su padre. −Llevas un rato en silencio.

−En lo mucho que megusta esta familia.

Ante eso los doshombres sonrieron.

−A nosotros tambiénnos gusta mucho la familia. −Le dijo su tío y miro a su hermano. −Gracias a queestamos todos juntos, no tenemos problema de dinero y podemos comprar las cosasque queremos.

Como veis esta historia no empieza en hogwarts ni tampoco cuando empiezan, es bastante diferente igual espero que os guste

−Sí que lo somos. −Ymiro a Hermione. −Y en cuanto el puesto de aprendiza de herbologia este librelo podrás pedir.

−Tío no sé, ese puestosiempre está ocupado.

−Si quieres te miramosotros. −Le dijo George. −Puedes trabajar con tu prima de costurera o en elmercado con tu madre o en la posada con tus abuelos.

−Ya te diré algo.

−Dímelo.

−Sip. −Y sonriéndole volvióa prestar atención a su mermelada. −Oye papa.

−Herms.

−Porque no usamos lamagia.

−Porque es mássatisfactorio usar las manos y hacerlo manual, si lo hiciéramos todo con magiaterminaríamos muy rápido y no tendríamos nada más que hacer el resto del día.

−En eso tienes razón,pero no me gusta que solo los chicos puedan ir a la escuela hasta los quinceaños, yo la tuve que dejar a los diez.

−Es porque se piensaque las mujeres tienen que casarse y tener hijos, es por eso que cuando secumplen los diez años las chicas ya no pueden seguir asistiendo a la escuela.

 

−No me gusta.

−Lo sé, pero tú no tetienes que preocupar de nada, igual sabes mucho.

Ante eso la chica lomiro. −Si gracias a vosotros se leer, escribir, contar y muchas cosas más.

−Claro que sí y cuandoconozcas a alguien te casaremos con él, no te obligaremos a casarte con alguienque no quieras, además solo tienes 14 años y tienes mucho tiempo aun.

−Gracias.

−De nada, ¿Cómo va esamermelada?

−Bien, ya le he puestola miel para endulzarla.

−¿Cuánto miel queda?

−Un tarro entero.

−Igual este fin desemana iremos al bosque para buscar más.

−Si el dragón os deja.

−Tienes razón, esperoque se vaya pronto, si no trabajamos no tenemos dinero, por suerte los demás síque pueden trabajar bien y de dinero no nos faltara.

−No nos faltara. −Ledijo Eric. −Esta noche cenaremos setas con carne, ¿Qué os parece?

−Me encanta la carne. −Ledijo Hermione, la carne podía ser muy cara y no todos se lo podían permitir. −Tenemosmucha suerte de poder comerla tan seguida.

−Sí que lo tenemos. −Ledijo su padre sonriéndole.

Un rato más tarde Sarallegaba a casa y le daba a su prima su jabón.

−Herms aquí tienes. −Ledijo y le dio una pastilla. −Huele a fresas y tiene la poción alisadora que tegusta.

−Gracias Sara.

−De nada. −Y miro losplatos que se estaban haciendo. −¿Te ayudo en algo?

−No gracias. −Y le dioel jabón. −¿Puedes guardarlo?

−Claro que sí. −Y sefue a guardarlo.

Por la noche Hermionehablaba con su madre mientras cenaban. −Mama.

Jane la miro. −Herms.

−¿Tú crees que tendríaque buscarme un trabajo aunque no sea el que yo quiero?

−Herms, se que quierestrabajar como herbologa pero puede que nunca lo consigas, es uno de los puestosmás reclamados, nunca he visto un anuncio de se busca allí, ¿Por qué nointentas algo diferente?

Tras pensarlo asintió.−Está bien lo hare así, mañana daré una vuelta por la ciudad y mirare lostrabajos que hay.

−Hazlo, ya verás comoencuentras algo que te guste.

−Lo hare. −Y miro a supadre. −¿Papa puedo ir?

−Claro que si, comodice tu madre mañana puedes ir y te acompañare haber que encontramos.

−Gracias.

−De nada. −Y miro alresto de la familia. −Mañana no podemos ir a trabajar, hay un dragón en lazona.

−Espero que se vayapronto. −Le dijo su padre. −Igual no os preocupéis la posada y el puesto delmercado dan mucho dinero y el viernes ya les pagaran.

−El abuelo tienerazón. −Le dijo su hijo mayor. −No te preocupes que de dinero no nos faltara.

−Gracias.

−De nada.

George miro a sumujer. −Jane, ya hemos preparado piñones y mermeladas para mañana y Herms harecogido las verduras del campo.

−Mañana me las llevare,los piñones se venden muy bien, veinte monedas una bolsa.

−Es que es caro.

Eric miro a su mujer. −Elisamañana puedes ir al mercado si quieres, yo acompañare a mis padres a la posada.

−Iré, y de pasocomprare algunas cosas.

−Ahora que ya tenemosel día de mañana decidido, hay que terminar de cenar. −Les dijo su madre.

−Si mama. −Yterminando de cenar recogieron todo y ya se fueron a dormir.

 

Al día siguienteHermione y Sara se despertaban tras el canto del gallo y mientras su prima ibaal cobertizo a buscar los huevos y la leche, Hermione se puso a hacer el pan.

Después de desayunar,George y su hija se iban a pasear por la ciudad.

Casi dos horas mástarde, Hermione tenía algunos carteles de trabajos.

−Hemos visto muchos. −Ledijo a su padre. −De costurera, en muchos puestos del mercado, de camareras

−¿Qué piensas deellos? −Le pregunto su padre.

−No sé. −Y vio que habíaotro anuncio en una tienda acercándose vio que era de jabones.

−Herms no son hierbasmedicinales como tú querías, pero aquí hacen jabones, perfumes y cremas. −Ledijo su padre. −¿Quieres que lo miremos?

−Sí, es lo másparecido a lo que me gusta.

−Pues vamos. −Yentrando se informaron y más tarde Hermione les dijo: −Quiero trabajar aquí.

Ante eso ladependienta le sonrió. −Me alegro mucho, como te he explicado lo que vendemoslo hacemos nosotros, jabones, perfumes, aceites y cremas. −Y miro a George. −¿Leda permiso?

−Le doy permiso, ¿Quéhorario tendría?

−Desde las nueve hastala una y luego de tres a cinco.

−Un buen horario. −Ymiro a su hija. −Herms como la tienda esta cerca de la posada de tus abuelospodrás comer allí.

−Sí. −Y miro a sujefa. −¿Qué tengo que traer?

−Nada, aquí te daremostu uniforme y todo lo que necesitaras.

−¿Cuándo empiezo?

−Mañana a las nueve.

−Estaré aquí.

−Te esperamos, tusueldo que aun no te lo había dicho, es de seis monedas la semana y el horarioserá de lunes a sábado, pero no todos los sábados, un sábado trabajaras por lamañana, otro por la tarde y otro lo tendrás de descanso.

−Gracias.

−De nada, hastamañana. −Despidiéndose se fueron.

En la calle Hermioneabrazaba feliz a su padre. −Papa por fin lo he encontrado.

−Lo has encontrado y aunqueno es exactamente lo que tú querías, se parece mucho.

−Eso es lo mejor.

−Herms tu paga será detres monedas.

−Gracias.

−De nada, ¿para casa?

−Quiero pasarme por elmercado a decírselo a mama.

−Claro que sí.

Al llegar al mercadose fueron a la parada de Jane y le dieron la buena noticia.

−Me alegro muchísimo. −Ledijo su madre. −Seguro que aprendes mucho.

−Seguro y me pagaranseis monedas.

−Una buena cantidad.

−Sí que lo es.

−¿Cómo os va avosotras? −Les pregunto George mirando la parada, todo lo que vendían losacaban de casa, allí había verduras, huevos, quesos y mermeladas.

−Muy bien, ya hemosvendido todos los piñones. −Y le dio una bolsa. −¿Te lo puedes llevar? No megusta tener tanto dinero conmigo.

−Claro que sí, ya nosvamos que veo que tenéis trabajo. −Les dijo George señalando a dos mujeres quese acercaban. −Nos vemos en casa.

−Hasta luego. −Yviendo como se iban, ellas se pusieron a atender a las clientes.

Por la noche, lafamilia celebraba que Hermione ya tenía trabajo.

Al día siguiente trasdesayunar Hermione llegaba a su nuevo trabajo y tras cambiarse, su jefa le presentabaa las demás.

−Como estamos cercadel centro tenemos mucho trabajo. −Le dijo. −Al día vendemos más de 20 jabones,otros tantos perfumes, aceites y cremas, así que no podemos parar de hacerlo. −Ymiro a una chica morena. −Daphne tú le enseñaras a Hermione todo lo que sabes.

 

−Si mama.

−Gracias hija.

−De nada.

La mujer miro aHermione. −Bienvenida y cualquier cosa no dudes en pedírmela.

−Gracias. −Y se acercoa Daphne. −¿Por dónde empezamos?

−Hoy haremos aceites. −Ledijo y le enseño unas flores e hiervas. −Es lo que usaremos. −Y ya se pusieroncon ello.

A las cinco su jefa ledecía que ya se podía ir.

−Por hoy tu turno seha terminado, mañana seguirás.

A las cinco su jefa ledecía que ya se podía ir.

−Por hoy tu turno seha terminado, mañana seguirás.

−Sí, ¿a qué horacierra la tienda?

−A las siete, pero contodo lo que habéis hecho hay más que suficiente, hasta mañana.

−Hasta mañana. −Ydespidiéndose se fue.

Al llegar a su casales explico a su familia lo que había hecho.

−He hecho aceites, esmuy divertido, primero sacamos los tallos y las hojas que están feas y luego lopasamos por una maquina que saca el liquido, y se necesitan muchas.

−Nos alegra que tehaya gustado.

−Mucho.

−Ahora ves a bañarte ypronto cenaremos.

−Sí. −Y se fue albaño, muchas casas no tenían bañera y tenían que irse a los baños públicos,pero en su casa sí que la tenían, era una de las primeras cosas que pusieroncuando ampliaron la casa, incluso habían colocado unas tuberías para quesubiera el agua, según su abuelo solo eso había costado casi 500 monedas habíasido muy caro y habían tenido que ahorrar mucho pero no se arrepentían, teníanagua corriente y era lo que importaba.

Tras bañarse se pusoun camisón limpio y ya bajo a cenar.

El sábado le pagaban aHermione y guardando la mitad, se fue al puesto de caramelos y se compro unamoneda, al llegar a su casa sus padres la miraron y se rieron.

−Tu como los demás, loprimero que hicieron cuando cobraron su primera paga fue comprar caramelos.

−Siii, me gustan muchoy es divertido comprarlos con mi propio dinero. −Y les dio las otras tresmonedas. −Lo vuestro.

−Gracias hija. −Ledijo George y le dio una caja de madera. −Para ti, para que guardes tu dinero.

−Gracias. −Y guardosus otras dos monedas. −Aun no se qué comprare así que lo guardare.

−Y haces bien.

−Sip. −Y sentándose allado de su lado siguió comiendo sus caramelos que estaban muy buenos, ademáscomo los había comprado con el dinero que había ganado pues estaban el doble debuenos.

Un par de semanas mástarde, Hermione ya se había acostumbrado a su nuevo trabajo y todos eranamables y le gustaba mucho.

−Herms este domingoiremos a pescar. −Le dijo su padre. −La época de pescar en el lago ya seabierto y lo tenemos que aprovechar.

−Yo quiero ir.

−Claro que si, por esote lo hemos dicho. −Le dijo su abuelo. −Como este sábado trabajas por la mañanahemos decidido ir el domingo.

−El domingo pescaremuchos peces.

−Claro que si, ahora acenar.

−Sip. −Y volvieron asu cena.

El domingo, la familiacogía sus cañas de pescar, sus redes y se iban al lago.

En el lago solo se podíapescar en verano, si alguien pescaba fuera de temporada la pena era la cárcel yuna multa muy alta.

−Buenos días familia. −Lessaludaron nada más llegar.

 

−Buenos días James. −Lesaludo Jane y le dio un beso en la mejilla. −¿Qué tal todo?

−Muy bien. −Y miro aHermione. −Harry ya se está preparando para pescar.

−Ya voy. −Y cogiendosu caña y su red se fue a buscarlo.

En la orilla vio amucha gente preparándose para ir al centro del lago que era donde estaban lospeces más grandes y no tardo mucho en ver al chico.

−Harry.

El chico levantando lacabeza le sonrió. −Buenos días prima, ¿quieres pescar conmigo?

−Por eso he venido.

−Pues vamos. −Yterminando de preparar la barca, se subieron y remaron hasta el medio.

−¿Herms ya se puede iral bosque? −Le pregunto Harry.

−Hace dos semanas quese puede, solo estuvieron una semana sin ir. −Le dijo Hermione. −No te lo habíadicho, pero he visto al rey.

−¿En serio?

−Sí, el otro díaestaba buscando frutas cuando lo vi, es muy guapo y muy elegante.

−La mitad de laschicas del reino están enamoradas de él.

−Es normal, pero no mehago ilusiones, no soy noble y no tengo a nadie trabajando en el castillo asíque nunca se fijaría en mí.

−Puede que no te casescon el rey, pero hay muchos otros buenos partidos.

−Sí que los hay. −Y sonriéndolesiguieron hablando hasta que la caña de Harry empezó a tensarse.

−He pescado algo.

−Ya lo he visto. −Yayudándole con su caña, no tardaron mucho en sacar un salmón. −Es un salmón.

−Lo es, ahora hay quemirar las medidas. −Y cogiendo un medidor lo midió. −Es más grande de lamedida, así que me lo quedo. −Y lo puso en el cubo.

−¿Qué harás con él?

−Salmón ahumado, en elmercado esta caro.

−Sí que lo está, peroes normal son piezas del año pasado.

−Sí, ahora seguiremospescando.

−Sip. −Y volvieron aprestar atención a sus cañas.

Al final del día,Harry y Hermione volvían a la orilla y llamaban a sus padres.

−Papa, tío venircorrer.

George, Eric y Jamesse acercaron donde estaban los chicos y al ver lo que llevaban se quedaronparados.

−Habéis cogido unesturión. −Les dijo James y miro al marido de su prima. −George nos lorepartiremos a medias si hay huevos.

−Claro que sí, ya veo másde 1000 monedas.

−Las vemos, pero hay más.−Y miraron todo lo que habían cogido. −También hay una anguila, bagres, carpasy salmones, veo que vuestro día ha sido productivo.

−Lo ha sido. −DijoHarry y sonrió al abuelo de Hermione que se acercaba con un carro que ya ibacargado. −Hemos pescado mucho.

−Mejor, todo al carroy vamos a que lo midan.

−Sí. −Y cargando todoen el carro se acercaron al controlador para que midiera las piezas. −Harry hasmedido bien, ¿verdad? No me gustaría que nos pusieran una multa.

−Lo hemos medido bien.−Y le enseño su cuaderno. −Y tengo las medidas que hay que seguir.

−Estupendo. −Y cuandollego su turno, el controlador se puso a medir todas las piezas y a apuntarlas.

−Todo esta correcto. −Lesdijo: −Como habéis pescado tanto, la semana que viene no podéis venir, elpermiso.

La familia les dio supermiso que era de madera con su apellido.

−En dos semanas os lodevolveré. −Y les dio un papel. −Entregarlo para que lo tengáis de vuelta.

−Estaremos aquí paraentonces. −Y se fueron a su casa.

 

Al llegar lo primeroque hicieron fue palpar la barriga del esturión y vio que estaba duroabriéndolo con cuidado vieron que estaba llenas de huevos y se pusieron aprepararlo.

−George guárdame unrecipiente. −Le dijo su padre. −Lo quiero llevar a la posada, esto lo vendobien.

−Claro que si papa. −Ledijo el hombre mientras preparaba los huevos. −Lo demás lo venderemos en elmercado y en el resto de restaurantes. −Y miro a James. −A no ser que quieraspara ti.

−No gracias, prefieroque se venda.

−Se venderá. −Y siguieronpreparándolo.

Una vez terminaron,ahumaron el salmón y lo demás lo prepararon para venderlo al día siguiente enel mercado o llevarlo a la posada.

Al día siguientedespués de desayunar, Hermione se fue a su trabajo y tras cambiarse ya se pusoa trabajar.

−¿Herms fuiste ayer apescar? −Le pregunto Daphne.

−Fui, y pescamosmuchísimas cosas incluso un esturión.

Ante eso las chicaspusieron cara de asco.

−No entiendo cómopueden comerse sus huevas, están asquerosas. −Las demás estuvieron de acuerdo.

La madre de Daphne queno estaba muy lejos se puso a reír.

−Esta bueno. −Lesdijo: −Solo que sale muy caro.

−En la posada miabuelo tendrá huevas. −Le dijo Hermione. −Y no lo ponen tan caro como en elmercado.

−Gracias pordecírmelo, entonces iré a comer allí, ahora a trabajar que tenemos muchas cosasque hacer. −Las chicas haciéndole caso se pusieron a trabajar.

Después de comer, sujefa le daba las gracias por haberle recomendado la posada de su familia nosolo había comido estupendamente sino que había podido comer huevas y no habíasalido tan caro.

Por la tarde, Hermionellegaba a su casa y sus padres le dieron un paquete.

−Para ti.

−Gracias. −Yabriéndolo vio un vestido nuevo de color blanco y negro con brocado. −Meencanta.

−Hemos conseguidomucho dinero por los huevos de esturión, así que hemos pensado en este regalo. −Ledijo su padre. −Me alegra que te guste.

−Me encanta, ahoratengo que pensar cuando ponérmelo, es demasiado bonito para ponérmelo en losdías de diario.

−Lo puedes usar parala fiesta del rey. −Le dijo su madre. −Sabes que ese tenemos que ir connuestras mejores galas.

−Lo hare. -La fiestadel rey, era cuando se celebraba su cumpleaños y ese día no solo se abría elcastillo para todos sino que no se trabajaba.

−Pruébatelo, por si tetuviéramos que cambiar algo.

−Voy corriendo. −Y sefue a su habitación.

Al bajar, su madre selo miro bien y le dijo: −Te queda perfecto, así que no cambiaremos nada, ahoraves a cambiarte no me gustaría que se ensuciara.

−Yo tampoco. −Y volvióa su cuarto a cambiarse.

Dos semanas más tarde,Hermione salía de su trabajo llovía tan fuerte que todo estaba oscuro aunqueeran las cinco, la chica iba corriendo cuando se choco con algo, levantando lacabeza vio al rey.

−Mi señor lo siento.

−No te preocupes. −Ledijo que también iba mojado. −Con esta lluvia es imposible ver bien.

Hermione al verlo tancerca se puso colorada, para que el rey no se diera cuenta, cogió su pañuelo yse puso a secarle la cara.

−Gracias. −Le dijo elrey. −¿Hermione verdad?

−Sí señor. −Le dijo lachica. −Con esta lluvia no se quedara mucho tiempo seco pero bueno.

 

−No te preocupes,pronto volveré al castillo.

−¿Sale a menudo?

−Cuando me quieroescapar de mis obligaciones, son muchas y algunas veces muy molestas, ¿de dóndevienes?

−De trabajar, ya metengo que ir mi padre me espera en casa. −Y le dio el pañuelo. −No sé siservirá de algo pero lo puede usar para secarse, adiós. −Y se fue corriendo.

El rey mirándola unmomento miro el cielo y se fue corriendo al castillo.

Al llegar losconsejeros lo esperaban.

−¿Señor ha vuelto asalir? ¿Y con esta lluvia? Se ha mojado.

−Ya sé que me hemojado. −Le dijo el rey y miro a una sirvienta. −Prepara el baño.

−Si mi señor. −Yhaciendo una reverencia se fue a prepararlo.

Después del baño quele sintió muy bien, se fue a la sala del trono donde se puso a escuchar todo loque los consejeros le decían que por desgracia no eran pocas cosas.

−Mi señor creo que eshora de que se case. −Le dijo uno de los consejeros. −Está por cumplir 18 años,el reino necesita un heredero.

−Lo sé, prepara unafiesta, haber si encuentro a alguien que esté a la altura de lo que espero.

−¿Antes o después desu fiesta de cumpleaños?

−Antes. −Le dijo elrey.

−Enviaremos invitacióna todos los nobles que tengan hijas.

−Hazlo, y con esto yahe terminado. −Y ¡se fue a su habitación y acostándose en la cama suspiro, esode ser rey era a veces muy molesto y encima se encontraba solo quería casarsecon alguien que no solo le apoyara sino que lo amara por cómo era, su padre lo habíaencontrado aunque apenas había durado cinco años, su madre había muerto de unaenfermedad y su padre algunos años más tarde, desde los doce años era el rey.

En su casa, Hermioneestaba ayudando a su tía a preparar la cena, cuando su madre entro en lacocina.

−Hermione no he vistotu pañuelo. −Le dijo Jane. −¿Lo has perdido hija?

−Se lo he dado al rey.−Le dijo la chica. −Me lo he encontrado esta tarde, más bien nos hemos chocadoy lo he usado para secarle, lo siento.

−No te preocupes, sonsencillos de hacer y tienes muchos.

−Sí que tengo. −Y sonriéndolevolvió con la cena.

Al día siguiente elrey se estaba preparando para ese día cuando una sirvienta se acerco.

−Mi señor, he encontradoesto. −Le dijo enseñándole el pañuelo de Hermione. −¿Qué hago con él?

Draco cogiéndolo loguardo en un cofre que tenia. −Ya está guardado, que nadie lo toque.

−No mi señor. −Yhaciendo una reverencia se fue.

El rey mirando unmomento el cofre donde había guardado el pañuelo se fue a desayunar, como cada díatenía muchas cosas de las que ocuparse y no podía entretenerse.

En otro lado de laciudad Hermione terminaba de su trabajo y reuniéndose con su prima se volvierona su casa.

Mientras llegabanvieron que habían muchos carteles anunciando varios eventos.

−¿Sara has vistocuantos anuncios? −Le pregunto Hermione. −El de festival de magia de la semanaque viene, el de la cosecha la siguiente. −Y miro otro. −O vaya.

−¿Qué pasa?

−La tercera semanadespués del festival de la cosecha hay un baile para buscarle mujer al rey,según esto solo los nobles con hijas en edad de casarse asistirán.

−¿Y para eso ponenanuncios? Vaya tontería. −Y la miro, sabía que su prima se había fijado en elrey. −Hermione no te preocupes, ocurrirá un milagro y el rey se dará cuenta delo hermosa y maravillosa que eres y te pedirá que te cases con él.

 

−Y luego los cerdostendrán alas y volaran.

−Pues no lo creas tandifícil, recuerda que tenemos poderes. −Le dijo Sara. −Que haya ese baile noquiere decir que el rey ya se vaya a casar.

−Si tú lo dices, vamosa casa.

−Sí. −Y dejando eltema del rey a un lado, hablaron de los otros festivales, el de magia y el dela cosecha.

Un rato después mientrascenaban, George les dijo: −Este fin de semana iremos a la granja de Jason, nosha pedido ayuda para ordeñar todas sus vacas y seleccionar los animales quellevara al matadero.

−Seguro que tienemucho trabajo como siempre. −Le dijo Hermione.

−Si hija, no solotiene que ordeñar vacas, sino también ovejas y cabras, y esquilar las ovejas,estaremos todo el fin de semana ocupados.

−Yo quería descansaraprovechando que es mi fin de semana libre.

−Descansaras en otromomento. −Le dijo George. −Hay que ayudar a los amigos.

−Está bien. −Ylanzando un suspiro siguió cenando.

El fin de semana notardo mucho en llegar y Hermione quedaba con Daphne por la tarde del díasiguiente para que les ayudara en la granja.

−Herms nunca haordeñado ningún animal.

−No te preocupes nosolo ordeñamos sino que tenemos muchas cosas que hacer y en vez de pagarnos condinero, nos dan quesos y otras cosas.

−Está bien, mañana porla tarde en cuanto termine de comer iré para allí.

−Te espero. −Ydespidiéndose se fue.

Al día siguiente, trashacer sus tareas y desayunar se fueron a la granja de su amigo Jason y nada másllegar Hemrione ya se puso a ordeñar vacas, era igual que una cabra pero muchomayor.

−¿Herms como vas? −Lepregunto Jason.

−Bien, es mi segundavaca, ¿Cuántas tienes?

−He contado 50 quetienen leche.

−Vaya, si que tienesterneros nuevos.

−Los tengo, te dejoque sigas ordeñando, sobre todo que no tengan sangre.

−Lo estoy mirando bien,antes de ordeñarlas.

−Gracias.

−De nada. −Y volvió asu trabajo.

Unas horas más tardedespués de comer, Daphne llegaba a la granja y al ver a toda la gente que habíase sorprendió.

−Buenas tardes. −Lesaludo un chico con ojos verdes. −¿Buscas a alguien?

−Si, a Hermione, ¿laconoces?

−La conozco, es miprima, ¿tu quien eres?

−Daphne, trabajamosjuntas en la tienda de jabones, me ha pedido que me pasara a ayudaros.

−Ven. −Y sonriéndolela llevo donde estaba Hermions. −Herms tienes visita.

La chica que estabaterminando de ordeñar una vaca, lo dejo de hacer y al ver a su amiga le sonrió.−Hola Daphne, ¿quieres ordeñar una vaca?

−Nunca he ordeñado.

−Es sencillo, ven.

−Está bien. −Yhaciendo caso a su amiga pronto estuvo ordeñando.

−Sobre todo sedelicada, las vacas son muy sensibles, sino les gusta lo que haces se irán.

−Suave y delicada. −Ledijo Daphne.

−Exacto. −Y dejandoque ordeñara esa vaca, ella se fue a por otra.

−Oye Herms.

−Dime.

−¿Quién era el chicoque me ha traído?

−Mi primo Harry, mimadre y su padre son primos, ellos tienen una cervecería y un molino.

−¿Y tiene novia?

−No, y tampocoprometida, tiene 16 años y ahora esta mas ocupado ayudando a mis tíos que enbuscar novia.

 

−¿Tú crees queaceptara ir conmigo al festival de la magia?

−Yo creo que sí, no meha dicho que fuera a ir con alguien.

−Se lo preguntare.

−Hazlo. −Y sonriéndolesiguieron ordeñando vacas.

Unas horas más tarde,ninguna de las dos sentía las manos, habían ordeñando muchísimas vacas.

−Ya no puedo más. −Ledijo Daphne.

−Yo tampoco, hemosordeñado muchas vacas, coge tu cubo.

−Sí. −Y cogiendo suscubos de leche se fueron a un gran barreño donde otros estaban echando suscubos.

−Aquí ponemos loscubos de leche de vaca, la mitad de la leche se usara para hacer quesos, otraparte se usara para hacer mantequilla y también para vender la leche almercado.

−Yo creía que seordeñaban todos los días.

−Y se hace, pero hoyse usan todas las vacas de la granja, algunas se dejan en libertad durante unaño para que tengan a sus crías y luego se recogen, se separan las vacas de losterneros y de los toros.

−Pobre terneros, sequedan sin sus madres.

Hermione la miro. −Losque son muy pequeños se quedan con sus madres, los demás se dejan en libertadpara que crezcan, así que no creas que están muy tristes, corren, comen toda lahierba que quieran y están tranquilos.

−¿Con las ovejas y lascabras pasa lo mismo?

−Lo mismo, ahorairemos a cenar, cenamos todos juntos. −Y dejando el cubo en un lado se fueron alavar y acercándose a las mesas se pusieron a ayudar a las mujeres que estabanpreparando la cena.

Al día siguientevolvieron a ordeñar vacas y por la tarde Jason les daba un queso y mantequillaa cada uno.

−Gracias a todos porhaber venido.

−De nada Jason. −Ledijeron. −Hay que ayudar a los vecinos y más si tenemos queso y mantequilla.

−Aprovecharlos, nos vemos.

−Nos vemos. −Ydespidiéndose se fueron a sus casas.

Al llegar a su casa,Hermione le dio el queso y la mantequilla a su padre y le dijo que se iría abañar.

−Herms no tardes, quehay mucha gente que se quiere bañar.

−No tardare. −Y se fuecorriendo al baño.

Tras bañarse se pusocon la cena y cuando termino de cenar se fue a dormir, estaba cansada y soloquería descansar.

Al día siguienteHermione llegaba a su trabajo y Daphne le dijo que había conseguido una citacon Harry.

−Ha aceptado ir alfestival de magia conmigo.

−Eso es estupendo, mealegro.

−Gracias.

−De nada, ¿Qué haremoshoy?

−Jabones. −Sin perder mástiempo se pusieron a hacerlos.

El fin de semanasiguiente era el festival de magia y todos asistían.

Aunque muchos nousaban la magia pues preferían hacer las cosas manualmente, la magia era partede su herencia y como tal lo celebraban, ese fin de semana nadie trabajaba yrecibían a muchos extranjeros que llegaban de otras ciudades mágicas.

−Herms ten. −Le dijoGeorge dándole unas monedas. −Hay diez monedas para que te lo gastes dondequieras, ves con cuidado que no se te pierda.

−Lo tendré, nos vemosluego.

−Nos vemos.

Hermione con Sara sefueron a ver qué puestos habían y no tardaron mucho en ver a una mujer queechaba las cartas.

−Herms ven a que telean la fortuna, puede que te digan que te casaras con el rey.

−Imaginas demasiadascosas.

 

−No seas así, venanda.

−Está bien, porque séque no me dejaras tranquila hasta que la vea. −Acercándose a la tarotistapagaron y Hermione se sentó en el taburete y espero a que le dijeran lo que letuviera que decir.

−Veo sangre y dinero. −Ledijo la mujer. −Ves con cuidado, pronto estarás en peligro.

−¿Qué tipo de peligro?−Le pregunto Hermione.

−No lo veo claro peroten mucho cuidado las próximas semanas.

−Lo tendré gracias.

−De nada.

Hermione levantándosemiro a su prima. −¿Quieres que te lea el futuro?

−No gracias, no tengo ningúnpretendiente en mente ahora mismo.

−¿Qué crees que haquerido decir eso del dinero y sangre?

−Que el rey se casaracontigo y tendrás que vigilar a que las que querían ser reina no te quieranhacer daño.

−No sigas con eso,seguro que es otra cosa.

−Tendremos queesperar.

−Lo tendremos quehacer, ¿seguimos?

−Seguimos. −Y dejandoatrás a la tarotista que ya estaba atendiendo a otra chica, se fueron adisfrutar de su día.

Unas horas más tardetras pasar todo el día mirando puestos, las chicas llegaban al centro de laciudad donde vieron que el rey estaba sentado en un trono.

−Buenas tardesseñoritas. −Les saludo un hombre. −¿Quieren un grimorio?

Ante eso le prestaronatención.

−No gracias, esdemasiado caro.

−No se preocupen poreso, por hoy lo pueden conseguir por una sola moneda.

−¿En serio? −Lepregunto Hermione, los grimorios costaban 500 monedas, solo los nobles o si tepasabas toda la vida ahorrando podrías comprartelo.

−En serio, ¿lo quieresprobar?

−Pruébalo. −Le dijoSara.

−¿Tu quieres uno?

−No. −Y miro alhombre. −Se lo comprare a mi prima. −Y le dio una moneda.

Desde su trono Dracovio a la chica con la que se había encontrado dos veces ya y vio que estabahablando con el especialista en grimorios.

−Ya tenemos una chicapreparada para conseguir su grimorio. −Les dijo el hombre.

Hermione colocándoseen medio de un círculo, fue diciendo lo que el hombre le iba diciendo y pronto tuvosu libro mágico.

−¿Cuál es tu nombre? −Lepregunto el hombre.

−Hermione.

−La señorita Hermioneha conseguido un grimorio de naturaleza, ese poder le servirá para hacer crecerlos arboles y poder entender a los animales. −Les dijo el hombre a la multitud.

Al escucharlo muchosaplaudieron.

−Por otra moneda,puedes conseguir un libro de ayuda.

−Se lo compro. −Ledijo Harry y acercándose a su prima con Daphne lo pago.

−Gracias Harry. −Ledijo Hermione.

−De nada, espero quete ayude mucho, eres la inteligente de la familia.

−No digas eso, todossomos inteligentes. −Y miro al hombre. −Gracias por todo.

−De nada. −Y miro al público.−¿Alguien más? Solo hoy se podrá conseguir por una moneda y ya han visto lofácil que es.

−Yo. −Le dijo unachica y el hombre se puso a atenderla.

Desde su trono, Dracovio como Hermione hablaba con el chico parecía que se llevaban bien, pero nocreía que fuera su novio, el había llegado con otra chica.

Levantándose miro asus guardias. −Voy a pasear un rato, controlar que todo vaya bien.

−Sí señor.

Los chicos salían dela plaza cuando vieron al rey.

−Mi señor. −Los cuatrole hicieron una reverencia.

 

−Felicidades por tu grimorio.

−Gracias, jamás penséque lo conseguiría, le presento. −E hizo las presentaciones. −Ella es mi primaSara, mi primo Harry y una compañera de trabajo y amiga Daphne.

−Un placer, ¿vais aseguir paseando?

−Sí, aun tenemosmuchas cosas que ver.

−Por qué no laacompaña mi señor. −Le dijo Sara y miro a su prima. −Yo voy a llevar a Harry yDaphne a que vean a la tarotista que hemos visto nada más llegar.

Ante eso Hermione lamiro con los ojos muy abiertos.

−Estarás bien, haymucha gente aun, nos vemos dentro de un rato delante del espectáculo. −Y miro alos demás. −Vamos.

−Vamos. −Y se fueron.

Cuando Hermione sequedo a solas con el rey no supo qué hacer ni que decir.

−¿Dónde quieres irahora?

−No sé, estamospaseando sin rumbo, mirando todo.

−Pues seguiremosmirando todo. −Y sonriéndole siguieron su paseo.

Un rato después Dracoy Hermione iban a la plaza que había delante del castillo para ver elespectáculo.

−Mi señor le esperan. −Ledijo un soldado a Draco.

−Ya voy. −Y miro a Hermione.−Tengo que volver a mis obligaciones, me lo he pasado muy bien, gracias poresta tarde tan divertida.

−Yo también me lo hepasado bien, gracias por pasarla conmigo.

−De nada, nos vemos. −Yse fue con los soldados.

Cuando Hermione sequedo a solas, se puso a buscar a su familia, había sido una tarde estupenda, habíapasado horas con el rey incluso le había regalado un colgante.

−Hermione. −Su padrela llamo. −¿Qué tal el día?

−Ohhh papa, he pasadola tarde con el rey. −Le dijo la chica. −Incluso me ha regalado un colgante. Yse lo mostro.

George cogiendo elcolgante le sonrió. −Me alegro que te lo hayas pasado tan bien, ¿has compradomucho?

−Un grimorio queestaba a una moneda. −Y se lo enseño. −Me lo ha regalado Sara.

−Un grimorio denaturaleza, con el puedes conseguir nuevos trabajos.

−Lo sé, pero no quierocambiar de trabajo, me gusta el que tengo, además aun tengo que aprender mucho,esta vacio.

−Entonces no se diganada mas, vamos a ver el espectáculo.

−Sí. −Y reuniéndosecon el resto de la familia, se sentaron y esperaron a que empezara.

−Buenas noches atodos. −Les dijo el rey. −Un año más, estamos aquí para celebrar la magia quenuestros antepasados nos dieron, recordar que después del espectáculo habrá unacena que ha preparado el castillo, os espero a todos, ahora que empiece lanoche mágica.

Los habitantes aplaudierony ya empezó el espectáculo.

Bailes, luces y magiaera de lo que trataba el espectáculo, algunos se pasaban más de seis mesespreparándolo para que en esa noche nada fuera mal.

Una vez que elespectáculo termino y en el que todos aplaudieron se fueron a cenar, mientrasestaban en la plaza, en la plaza del centro habían quitado los puestos y habíancolocado meses y sillas para todos.

Hermione sentándose allado de sus padres, vio como los nobles se sentaban al lado del rey.

−Herms algún día tu estarásallí sentada. −Le dijo Sara.

Ante eso la chica segiro y le dijo: −Luego hablare contigo, me has dejado sola con el rey.

−Claro tenias quepasar la tarde con tu amor, ya me ha dicho mi tío que el rey te ha regalado uncolgante.

−Si lo ha hecho, hasido una tarde mágica.

 

−Me alegro mucho,tengo hambre.

−Yo también.

No mucho tiempodespués la cena se servía y una vez terminaron todos los platos, llego la horadel baile.

Desde su trono, Dracovio como un chico sacaba a bailar a Hermione, por lo que podía ver estabarodeada de ellos.

−¿Mi señor quierebailar? −Le pregunto una chica.

−Si gracias. −Y levantándosese fue al centro y cuando llego la hora del cambio de pareja, a Draco le tocoHermione.

−Nos volvemos a ver. −Ledijo Draco.

−Si mi señor.

−¿Quién es el chicocon el que estabas?

−Mi hermano.

−¿Tienes novio,prometido?

−No, mis padres dicenque soy muy joven y no hay prisas para casarme.

−¿Qué edad tienes?

−14, en dos meses serámi cumpleaños.

En ese momento hubo uncambio de pareja y a Hermione le toco bailar con su primo.

Unas horas más tardela familia volvía a casa y Hermione se metía en la cama, había sido un día muydivertido y lleno de sorpresas pero ya estaba cansada.

La semana siguientefue la fiesta de la cosecha, esa fiesta era muy diferente al de la magia, allísolo habían verduras y frutas por todos lados y no todos iban, los noblespasaban de ir.

Tras pasar horas entrepuestos de fruta y verdura, llegaba la hora del baile.

Desde su trono, Dracovio como sus granjeros bailaban y se lo pasaban bien, aunque los nobles no lesdaban el valor que se merecían, él como rey sí que lo hacía, sabía que sinellos no tendrían comida y se morirían de hambre.

El rey no tardo muchoen ver a Hermione bailando riéndose de algo que le estaban diciendo.

Unas horas más tarde, lafamilia regresaba a casa, Hermione apenas había visto al rey, pero no importabahabía sido un día muy divertido y se lo había pasado muy bien.

La semana siguienteera el baile del rey para buscarle pareja, donde solo los nobles asistirían.

−¿Herms que harás hoy?−Le pregunto su padre. −Se que no trabajas.

−Había pensado en iral bosque a buscar frutas.

−Entonces no teolvides de la comida y no tardes mucho.

−No lo hare, antes delanochecer estaré de regreso.

−Te esperaremos paraentonces.

Una vez Hermionetermino de desayunar recogió las cosas que usaba para recoger fruta y se iba albosque.

Llevaba unas horasallí, cuando empezó a escuchar unos ruidos, sin darle mucha importancia puessiempre se escuchaban cosas, siguió recogiendo frutas.

No mucho tiempodespués escuchaba de nuevo los ruidos, girándose Hermione vio un hipogrifo, sabíaque esos animales eran salvajes y si no tenia cuidado podían matar a alguien.

Sin hacer ruido sealejo, pero el animal se asusto de algo y la siguió.

Hermione con miedo, sefue corriendo sin darse cuenta de que había una raíz de un árbol y tropezándosecon ella se cayó por un precipicio.

Al llegar al fondo lachica se quedo inconsciente, estaba llena de sangre.

Cuando Hermione volvióa abrir los ojos, sintió que todo le dolía, mirando a su alrededor vio todooscuro, levantándose se quejo, le dolía mucho la pierna y el brazo, aunque lellevara mil años tenía que volver a casa, seguro que su familia ya estabapreocupada por ella.

Como pudo empezó acaminar y pronto el lugar oscuro paso a otro lleno de luces, acercándose a unade las luces vio que era una piedra muy hermosa, palpando en sus bolsillos vioque el cuchillo que siempre llevaba no se había caído así que cogiéndolo sepuso a picar en la piedra, necesitaba esa cosa que daba luz para seguir sucamino.

 

Mientras ella estabacon la piedra, en su casa sus padres se empezaban a preocupar, Hermione habíasalido hacia horas y desde entonces nadie sabía nada.

−No esperare más. −Lesdijo George. −La iré a buscar.

−Voy contigo. −Le dijosu hijo. −Voy a buscar la lámpara.

−Yo voy a buscar aJames. −Le dijo Jane. −Cuanto más seamos mas rápidos iremos en encontrarla.

−No tardes.

−No lo hare. −Y se fuecorriendo a casa de su primo.

No mucho tiempodespués, ya había un gran grupo preparado para ir en busca de Hermione.

−Se que apenas llevahoras sin aparecer. −Les dijo George. −Pero es mi hija y todos la conocéis,jamás ha tardado tanto.

−No te preocupesGeorge. −Le dijo un vecino. −Te entendemos, como dices la conocemos y jamásestaría tantas horas sin decir algo, vamos ya que el sol hace tiempo se ha ido.

−Vamos. −Y separándosepor grupos empezaron su búsqueda.

En el castillo sinsaber que ocurría, Draco bailaba con las hijas de los nobles, cuando se empezóun ruido.

−Me da igual que esteen un baile, mi sobrina ha desaparecido, tiene que ayudarnos.

Draco dejando debailar se acerco y vio a unos soldados agarrando a un hombre.

−Soltadlo. −Les dijoel rey.

−Sí señor. −Y losoltaron.

Draco lo miro. −¿Quéha pasado?

−Mi sobrina Hermioneha desaparecido en el bosque, nadie sabe de ella desde hace horas, hemosreunido a unos cuantos pero somos muy pocos para el bosque que es tan grande, ayúdenospor favor.

−Os ayudare. −Y miro asus invitados. −La fiesta se ha terminado, hay cosas más importantes que hacer.

−¿Mi señor ira aayudarles? −Le pregunto un noble.

−Lo hare, es miobligación.

−Pero mi señor, conque envié a sus soldados es suficiente.

Ante eso todos lo miraroncon la boca abierta, nunca jamás nadie le había hablado así.

−¿Me estás dando órdenes?−Le pregunto Draco. −A mí nadie me da órdenes. −Y acercándose le golpeo. −Quesea la última vez que me hablas como lo acabas de hacer. −Y miro a sussoldados. −Preparar los caballos, nos vamos de inmediato.

−Sí señor. −Y sefueron a preparar los caballos.

No mucho tiempodespués el rey y sus soldados salían del patio del castillo galopando, elbosque por la noche no era un lugar seguro, cientos de animales peligrosos se paseabana sus anchas.

Poco antes delamanecer, Draco y sus soldados iban por un camino cuando se encontraron unbulto, bajando del caballo se acerco y vio que era Hermione inconsciente.

−Ya la tenemos. −Lesgrito el rey. −Avisar a todos.

−Sí señor. −Y mientrasunos ayudaban a Draco con Hermione otros iban a decirles a los demás que ya lahabían encontrado.

Hermione abrió losojos y vio que estaba en su habitación, mirando a su alrededor vio a su madredormida sentada en una silla.

−Mama.

La mujer abriendo losojos, al verla despierta se acerco y le dio un beso. −Menos mal que despiertas,hace una semana que te encontramos llena de heridas y con mucha fiebre.

−Siento haberospreocupado.

−No es tu culpa, ¿teduele algo?

Ante eso Hermione sefijo que tenía el brazo envenado y le molestaba la pierna, aparte de eso le dolíaalgunas partes.

 

−Un poco.

−Mejor, eso quieredecir que las pociones te hemos ido dando funcionan. −Y cogiendo una jarralleno un vaso y poniendo unas hierbas se la dio. −Tómatelo te ayudara a quemejores pronto, tuvimos que llamar a un sanador para que usara su magiacontigo, tenias tantas heridas que no hubieras podido aguantar sin la magia.

−Menos mal que tenemosmagia.

−Menos mal, voy abuscar al resto de la familia.

−Sí que tengo ganas deverlos.

−Y ellos a ti, notardo mientras tomate la medicina.

−Sí. −Y mientras ellase la tomaba que sabia fatal, su madre se fue a buscar al resto de la familia.

Los demás no tardaronmucho en llegar.

−Hermione, hija menosmal que ya estas despierta. −George acercándose se sentó con cuidado en la camay la abrazo. −Mi niña me has tenido preocupado estos días.

−Lo siento papi.

−No es tu culpa. −Ydándole un beso en la cabeza la tapo bien. −Tu primo ya ha ido a buscar a unsanador para que vea exactamente como estas, ¿Qué ocurrió en el bosque?

−Me encontré con unhipogrifo, y me persiguió. −Y entonces se puso a llorar. −Nunca había pasadotanto miedo como en ese momento.

−Mi niña lo ha pasadomal. −Le dijo su abuelo. −Por suerte ya estas con nosotros.

−Si abuelo, cuando medesperté estaba en un sitio muy oscuro y tras moverme como pude encontré unaspiedras que daban luz, así que cogí una para que me ayudara a ver a mialrededor.

−Ya lo hemos visto, esun diamante arco iris de luna.

−¿Qué es eso?

−Es el único diamantemágico que se conoce y se dice que una sola mina puede dar diamantes hastasiete colores diferente.

−¿Cuesta mucho?

−Mucho, una solapiedra puede costar diez mil monedas incluso más.

−Oh vaya.

−¿Qué pasa?

−El día del festivalfui con Sara a ver a una tarotista y me dijo que en mi futuro veía sangre ydinero.

−Lo ha cumplido, perono nos des más preocupaciones. −Le dijo su madre.

−Si mami. −Y bostezo. −Tengomucho sueño, ¿tardara mucho mas la sanadora?

−Duerme, te puederevisar mientras duermes.

−Es lo que hare,gracias por rescatarme.

−Fue el rey.

−¿En serio? No estabaen su baile.

−Y lo estaba hasta quenosotros le avisamos, sin él y sus soldados puede que nunca te hubiéramosencontrado, el bosque es muy grande. −Le dijo su padre y vio que ya habíacerrado los ojos. −Oye Herms.

−Papi.

−¿Dónde encontraste lamina?

−No lo sé, estaba enla zona de siempre, cuando me puse a correr y me tropecé con un árbol que teníauna rama que sobresalía y me caí por un precipicio.

−El precipicio del árbol,sé donde está.

−¿Para qué quieressaberlo?

−Para ir a la mina dediamantes, la mina es mágica se mueve a voluntad y solo dura en un sitio sietedías, hoy es la última noche.

−Puedes ir papi, estoybien. −Y abrió los ojos. −Quiero un bonito broche para mi cabello.

−Gracias cariño, tequiero descansa.

−Te quiero, buenasnoches. −Y pronto estuvo dormida.

La familia habíaestado muy preocupada por Hermione, cuando el rey la encontró sus heridas eranmuy graves, habían tenido que llamar a un sanador para que usara su magia conella, tras seis días dormida por fin había despertado y eso los hacía muyfelices.

 

En el castillo Dracoterminaba su trabajo por ese día y subiéndose a su caballo llego a casa deHermione justo cuando el sanador salía.

−Gracias por todoPaul.

−De nada George, dalelas pociones y que descanse en una semana más ya podrá levantarse pero que demomento no haga esfuerzos.

−No los hará. −Y lollevo a la puerta del jardín y vio al rey. −Buenos días mi señor.

−Buenos días, ¿Cómosigue Hermione?

−Se ha despertado y seha vuelto a dormir, según el sanador en una semana ya estará bien.

−¿Ha explicado como sehizo esas heridas?

−Un hipogrifo lapersiguió y se cayó por el precipicio del árbol.

−Me pondré deinmediato a buscar a ese animal, espero que se haya ido. −Y subiéndose alcaballo le dijo: −Vendré a ver pronto a Hermione.

−Gracias mi señor.

−De nada, en cuantosepa que pasa con el hipogrifo te lo diré.

−Si gracias. −Viendocomo se iba volvió al interior de la casa.

Al atardecer, George, Eric,James y los chicos se iban a la mina del arco iris.

−¿Por qué no hemosllamado a los demás? −Les pregunto Harry. −Todos se merecen estas piedras,ayudaron a mi prima.

−No se puede. −Le dijoJames. −Se dice que la mina solo aparece aquellos que tienen la misma sangreque quien la encuentra, como fue Hermione quien la encontró aunque fue sinsaberlo, solo nosotros podemos entrar.

−Es una mina rara.

−Lo es, es mágica y laúnica que se conoce que aparezca y desaparezca, y tenemos que darnos prisa, lamina solo estará mientras la luna este en lo alto, una vez que empiece a salirel sol se ira.

−Vamos. −Les dijoGeorge. −Como ha dicho James no podemos perder el tiempo, la mina solo estaráunas horas.

Los chicas haciéndolecaso no perdieron el tiempo y se pusieron a picar las piedras, cada vez quetenían una la metían en la carreta que habían llevado.

Unas horas más tarde,las piedras perdían su color brillante.

−Tenemos que irnos. −Lesdijo George. −Si seguimos dentro cuando la mina desaparezca, moriremos.

−Vamos. −Entre todosempujaron la carreta que estaba llena y poco antes de que la minadesapareciera, ellos salían.

Con asombro vieroncomo la mina desaparecía y lo que había sido una cueva ahora era de nuevobosque.

−Vaya pasada. −DijoHarry asombrado.

−Ya ves hijo. −Le dijoJames. −No creo que nunca más la volvamos a ver.

−No me importa. −Ledijo el chico y miro la carreta que estaba llena de diamantes de diferentescolores. −La hemos llenado.

−Lo hemos hecho.

−¿Lo venderemos degolpe? −Le pregunto Mark a su padre.

−Es imposible nadietiene tanto dinero, iremos al joyero de los nobles, el seguro que nos comprarados o tres piezas, las demás las iremos vendiendo poco a poco.

−¿Qué haremos contanto dinero?

−Le comprare un brochepara el cabello a tu hermana, me lo ha pedido.

−El más bonito detodos.

−El mejor, vamos queseguro que estáis cansados.

−Mucho. −Y atando uncaballo que habían llevado con ellos a la carreta volvieron a su casa.

Al llegar James yHarry les decían que cuando tuvieran el dinero se lo llevaran y se fueron adescansar.

Aprovechando que erafin de semana y que no tenía que ir a trabajar, George se baño y tras pasarpara ver como seguía su hija que estaba dormida desayuno y cogiendo dosdiamantes se fue con su hermano a ver al joyero de los nobles.

 

Ese hombre era muycaro, una sola pieza costaba 200 monedas y ya ni digamos las que tenían muchosdiamantes y otras piedras preciosas.

Los diamantes veníande Rusia, por lo que sabía de allí venían muchos diamantes y claro el viaje,las tasas y otros pagos costaban dinero y al final subía mucho y solo losnobles y ricos se los podían permitir.

Al entrar en lajoyería vio a algunos nobles, saludándolos se acercaron al mostrador.

−Buenos días.

−Buenos días, ¿quierenuna pieza?

−No gracias, hemosvenido a mostrarle algo. −Le dijo George y abriendo su bolsa saco losdiamantes. −Nos gustaría venderlos.

−Primero veré quéprecio tienen.

−Tómese su tiempo.

El joyero cogiendo unade las piedras la miro y tras un momento supo lo que era. −Es un diamante arcoiris de luna.

Ante eso todos lomiraron.

−Lo es, queremosvenderle las dos piedras, ¿Cuánto nos dará por ellas?

−Por las dos 5000monedas.

−No nos tome el pelo. −Ledijo Eric. −Las piedras cuestan el doble incluso más. −Y miro a George. −Hermanonos están tomando por idiotas, iremos a otro lado a venderlos.

−Iremos. −Y se iban air cuando el joyero los paro. −Está bien, les daré 15000 por las dos.

−No, son muy grandes, mínimo20000 monedas.

−Eso es unaexageración.

−Lo que es unaexageración es como nos está tratando.

−Está bien 20000 porlas dos.

−Allí ya leescuchamos.

El joyero mirándolosun momento se fue a buscar el dinero y contando que hubiera todo les dio uncofre.

−Aquí lo tienen.

−Gracias. −Y le dieronla bolsa con los diamantes.

−¿Tienen más?

−No. −Y saliendo de lajoyería con el cofre se fueron al banco a depositarlo.

−Buenos días George. −Lesaludo un banquero. −¿Qué tal Hermione?

Ese hombre había sidouno de los que les habían ayudado a buscarla.

−Bastante bien, ayerse despertó y el sanador nos ha dicho que se recuperara completamente y en unasemana ya podrá levantarse.

−Estupendo, ¿queríaisalgo?

−Sí, ingresar esto. −Yle mostraron el cofre.

El banquero al vertanto dinero lo miro asombrado.

−¿Cómo es que tenéistanto dinero?

−Nos encontramos unamina mágica.

−Esas cosas aparecen ydesparecen a su voluntad.

−Lo hace, si hubieraspodido ir con nosotros te hubiéramos llamado.

−Lo sé gracias,¿quieres que te ingrese todo?

−No todo, siete mil enla cuenta de James y otros siete en nuestra cuenta.

−Ahora mismo. −Ycontando las monedas lo guardo y lo apunto en un libro mágico, nadie podíacambiar lo que allí había escrito, era un libro especial para que todossupieran cuánto dinero tenían. −¿Qué harás con lo demás?

−Arreglar la posada demis padres, hace más de diez años que no se hace nada nuevo, también miraremosque poner en la casa y compraremos cosas para nuestras mujeres.

−También daremos unaparte a los que nos ayudaron a buscar a Hermione. −Le dijo Eric y abriendo elcofre le dio 200 monedas. −Para ti, gracias por ayudarnos a buscarla.

−De nada y sabes quelo hicimos con gusto, nos vemos pronto.

−Nos vemos. −Ycogiendo su recibo y su cofre, fueron pagando a todos los que ayudaron a buscara Hermione.

 

Una vez terminaron sefueron a la posada y tras decirle lo que querían hacer se fueron a unarquitecto para ayudarles a arreglar la posada y de paso mirar que podían ponera la casa para mejorarla.

Hermione abrió losojos y vio a su prima.

−Sara.

−Hola guapa, hanvenido a verte. −Y señalo al rey que estaba en la puerta. −Ha venido todos losdías para saber cómo estabas.

−Gracias.

−De nada. −Y miro alrey. −Ya se puede acercar. −Y se fue a un lado, aunque fuera el rey, no podíadejarlos solos, dos personas que no estaban casadas nunca podían estar solas enuna habitación.

−Gracias. −Y acercándosea la cama de Hermione se sentó en una silla que allí había. −¿Cómo estás?

−Aun me dele un poco,pero mejor, mi familia me ha dicho que me encontró, gracias.

−De nada, ya hemosencontrado al hipogrifo, parece ser que puso su nido cerca del precipicio delárbol, ya lo hemos llevado a otra parte, igual ya se ha avisado de que porseguridad nadie vaya.

−No iré mas, pasemucho miedo.

−Es normal, me han contadoque encontraste una mina arco iris de luna.

−Lo hice porcasualidad, nunca había escuchado hablar de ella.

−Son casi imposiblesde encontrar, así que nadie habla de ellas, yo ya me voy, me alegro que tehayas recuperado.

−Gracias por venir.

−De nada. −Despidiéndosede Sara se fue y Hermione bostezando pronto estuvo de nuevo, estaba feliz deque el rey la hubiera ido a ver.

Una semana más tarde,Hermione ya podía salir de la cama aunque aun tenía la pierna y el brazoenvenado, ya podía moverse sin problemas.

Mientras desayunabanHermione les pregunto si podía salir a pasear.

−Claro que puedes. −Ledijo su padre. −Pero no vayas muy lejos.

−Iré a pasear por laciudad, ¿puedo ir a la librería?

−Puedes ir.

−Iremos juntas. −Ledijo su madre y miro a su cuñada. −¿Puedes ocuparte del puesto del mercado?

−Claro que si, tú vescon Hermione.

−Gracias.

−De nada. −Y sonriéndolevolvió a su desayuno.

Cuando terminaronrecogieron las cosas y se fueron a pasear.

−Herms, la posada estácerrada, estamos haciendo obras. −Le dijo su madre.

−Me alegro mucho,siempre la he visto igual.

−Hace más de diez añosque no se hace nada, tus abuelos guardaban todo lo que conseguían para hacer agrandarla casa.

−¿Y van a hacer muchascosas nuevas?

−Muchas, cambiarantodo lo que lleva madera y arreglaran el techo.

−Eso les llevara muchotiempo.

−Empezaron hace unasemana, nada mas vender las piedras, algunas cosas las están haciendomanualmente y otras con magia según sea la complejidad y con la casa igual,ahora que ya te puedes levantar habrá gente trabajando.

−¿Y tardaran mucho?

−No lo creo, igual yatu padre les ha pedido que se den prisa.

Hermione sonriéndolevio la librería, esa era la más grande de la ciudad, allí se podían encontrarlibros que no habían en otras y podían costar mucho dinero. −Ya hemos llegado.

−Lo hemos hecho, tupadre me ha dicho que tienes hasta 100 monedas para gastarte.

−Genial. −Y entrandose pusieron a mirar que libros había.

Hermione llevaba unrato mirando y ya tenía dos libros para comprar cuando llego a la zona demagia, esos libros costaban mucho y nunca había mirado.

 

−Herms mira. −Le dijosu madre acercándose, ella también se había cogido unos libros.

−Pero es que cuestanmucho, un solo libro son treinta monedas.

−Y tu padre me hadicho hasta 100 así que puedes mirarlo.

−Está bien. −Y dándolelos libros que había cogido se puso a mirar los de magia.

Tras mirar mucho encontróuno que le gusto, era para aprender magia neutral y luego hacer hechizos máscomplicados, acercándose al mostrador donde estaba su madre se lo enseño.

−Es para hacer magianeutral.

−Es el mejor de suclase. −Le dijo el dependiente. −Va desde hechizos sencillos como haceraparecer agua, y los elementos básicos hasta hechizos más complicados como hacerque llueva en todo el territorio durante días. −Y abriéndolo le enseño laspaginas que estaban decoradas con una cenefa. −Cómo ves está muy bientrabajado.

−Sí que lo está, me lollevo.

−Los tres libros son90 monedas.

−¿Cuánto cuesta ellibro?

−50 monedas.

−Oh vaya, ¿y losdemás?

−El de recetas, 30 nosolo hay para jabones, sino también para pociones sencillas, por eso el precio estan alto, el más barato es el de los cuentos.

−Nos llevamos lostres. −Le dijo Jane al dependiente y sacando las monedas las conto y se lasdio.

Una vez terminaron depagar Hermione y su madre salieron de la librería justo cuando se encontraronal rey.

−Buenos días sumajestad. −Le saludaron e hicieron una reverencia.

−Buenos días, ¿Cómo estás?

−Bien. −Y le enseño elbrazo que aun estaba envenado. −El sanador me ha dicho que dos días más y ya mepodre quitar las vendas.

−Eso está muy bien. −Yvio que iban cargadas. −¿Habéis venido a comprar?

−Libros. −Le dijoJane.

−Espero que seaninteresantes, ya me voy tengo cosas de las que ocuparme.

−Gracias por acercarsea saludar. −Y haciendo una reverencia vieron como se iba.

−Tengo hambre. −Ledijo Hermione a su madre.

−Vamos a comer.

−Sí. −Y se fueron auna taberna donde aceptaban a mujeres, en muchas no las aceptaban esas eran laspeores se escuchaban muchas cosas y acostumbraban a encontrarse cerca delpuerto.

−Buenos días Jane,Hermione. −Les saludo James nada más entrar.

−Hola tío. −Le saludoHermione. −Ayúdame que estoy cansada.

−Claro que sí. −Y leayudo a sentarse en una de las sillas que había. −¿Es tu primer día de pie?

−Sí, me ha pasado dossemanas en cama.

−Poco a poco irascogiendo fuerzas. −Y miro al tabernero. −Tom carne para mi sobrina y mi prima.

−Ahora mismo. −Yentrando en la cocina pidió y volvió a salir y les acerco dos vasos. −Hermione tómateloes zumo.

−Gracias Tom. −Y ledio un gran trago. −No he caminado mucho, pero estoy cansada.

−Es normal, poco apoco.

−Papa aquí tienes lacarne. −Le dijo un chico acercándose con dos platos de carne y guarnición.

−Gracias Theo.

−De nada. −Y miro a suamiga. −¿Hermione como estas? Nos diste un susto a todos.

−Estoy bien, ya prontovolveré a trabajar, por suerte mi jefa me guarda mi puesto.

−Si algún díanecesitas trabajo, puedes venir aquí. −Le dijo Tom.

−Gracias.

−De nada, ahora osdejamos que comáis tranquilos. −Y se fueron a seguir atendiendo a sus clientes.

 

−Luego os llevare acasa. −Les dijo James. −Como he traído barriles de cerveza he traído el carro.

−Gracias. −Le dijoJane. −¿Cómo va el molino?

−De momento estáparado, gracias al dinero de los diamantes le estamos cambiando muchas piezasno podemos permitir que se estropee, hay pocos molinos en la ciudad.

−Sí que los hay, deallí sacamos mucha harina.

−Por eso, llevamos yauna semana trabajando en el, nos han dicho que mañana ya estará de nuevo enfuncionamiento.

−Mejor. −Y miro a suhija que estaba comiendo. −¿Bueno?

−Tenía hambre.

−Es normal. −Y sonriéndolepresto atención a su comida.

Una vez terminaron decomer, James las llevo a su casa.

Mientras Hermionedormía, Jane se puso a hacer el queso que venderían en el mercado.

Unos días más tarde laposada volvía a estar abierta, se habían gastado más de 2000 monedas enarreglarla y todos estaban encantados con el resultado, las escaleras y labarandilla la habían cambiado, habían reparado el techo y habían cambiado loscalderos y otras cosas de la cocina.

En casa de la familiatambién se hicieron muchos arreglos pusieron mas metros, un tercer piso ehicieron el cobertizo de los animales más grande.

Mientras las casas delcentro de la ciudad estaban unas pegadas a otras, si te alejabas un poco lascasas ya tenían un pequeño jardín y podían poner lo que quisieran.

Cuando terminaron lasobras George estaba contento, aunque habían puesto más metros a la casa, eljardín aun era grande para seguir cultivando sus verduras y el cobertizo teniamas animales, arreglarla como lo habían hecho les había costado más de 3000 monedas,habían tenido que vender dos diamantes mas para conseguir el dinero, lo que habíaen el banco no lo habían querido usar, eso era para una emergencia, nunca se sabíacuando se tendría que usar.

Entrando en la casamiro a su familia.

−Como veis ya estáterminada, aquí en el primer piso estará la cocina, el salón, el comedor, ladespensa, y quedarían dos habitaciones vacías, ¿Quién las quiere?

−¿En serio tío? −Lepregunto Sara.

−Claro que si,¿quieres algo?

−Me gustaría poner mipropio taller, un telar y un huso.

−Lo pondremos.

−Ohh gracias. −Y loabrazo.

−Papa el otro nosgustaría tenerlo a nosotros. −Le dijo Mark. −Pondremos un taller de madera ycerámica.

−Para vosotros. −Ymiro a los demás. −¿Qué os parece?

−Que se lo quedenellos, las cosas que hagan las venderemos en el mercado. −Le dijo su padre ymiro a sus nietos. −Ahora os daremos dinero para que vayáis a comprar las cosasque necesitareis, un telar, un uso y las herramientas.

−Si abuelito. −Y losniños lo abrazaron.

−Mientras los niñosvan a comprar, nosotros iremos a mirar más animales. −Les dijo George. −Compraremás cabras y otros animales.

−Voy contigo. −Le dijosu mujer.

−Entonces nosotrosiremos a comprar los muebles que nos faltan. −Les dijo Eric. −Y de paso vamosacomodando las nuevas habitaciones, como hay mas ya no tendréis quecompartirlas, tendréis una cama, un arcón, un armario, una mesa y silla, unalibrería y un biombo.

−Ya no tendré queescuchar los ronquidos de mi prima. −Les dijo Hermione.

 

Ante eso Sara la miroindignada. −No ronco. −Y miro a su padre. −¿Papa puedo tener un tocador?

−Os pondremos uno enel cuarto de baño que hemos puesto nuevo, un espejo es caro para cada una.

−Con uno tengosuficiente. −Y lo abrazo. −Gracias.

−De nada, ahora vamosque hay mucho que comprar.

George les dio unabolsa de dinero. −Cuidado que hay 1000 monedas.

−Iremos con cuidado. −Ledijo su hijo. −Estaremos antes del anochecer.

−Os esperamos y cuidade tu hermana que aun tiene la pierna mal.

−La cuidare nos vemos.−Y se fueron.

Por la tarde-noche losniños volvían con un carro cargado, tras bajar las cosas pagaron al hombre queles había prestado el carro con el buey y metían las cosas en la casa.

−Ahora me falta lalana. -Les dijo Sara.

−Seguro que pronto latienes.

−Eso espero. −Saliendodel taller vieron que los demás ya habían vuelto.

−¿Cómo os ha ido? −Lespregunto George.

−Muy bien. −Le dijoMark. Ya lo tenemos todo. −Y le devolvió el dinero. −Aquí tienes lo que nos hasobrado.

−Lo guardare, nosotrosya hemos traído los animales, en total unas 10 cabezas nuevas. −Y miro a suhermano. −¿Has comprado todo?

−Lo he hecho, mañananos lo traerán en varios carros.

−Entonces hoyseguiremos durmiendo igual.

−Sí, ahora cenaremos. −Yse pusieron a cenar.

Al día siguiente,mientras todos trabajaban, George y Eric que habían pedido ese día de asuntospropios se dedicaron a colocar bien las habitaciones con los muebles nuevos quehabían comprado.

Unas horas más tardecuando la familia lo vio se emocionaron.

−Sara el sábado por latarde que no trabajas iremos a mirar los tejidos para tu taller. −Le dijo sumadre.

−Me gustaría lino oalgodón.

−Esos dos tejidos estánmuy bien para tus vestidos, también miraremos donde teñir las telas.

−Gracias mami.

−Ya le he pedido aJason lana. −Le dijo su padre. −El sábado traerá dos sacos.

−Gracias papa. −Ledijo Sara.

−Pronto serás una grantejedora y tendrás cientos de clientes. −Le dijo Hermione.

−Aun me queda mucho yaunque me gusta trabajar en la tienda, allí solo se hacen los vestidos que la dueñaquiere, quiero hacer mis propios diseños.

−Ahora lo podráshacer. −Le dijo su padre.

−Si gracias. −Y felizde tener ya su propio taller siguió cenando.

El sábado por la tardeSara y su madre pasaban por la tienda de jabones donde trabajaba Hermione y lavieron saliendo.

−¿Herms porque salestan temprano? −Le pregunto su tía.

−Mi jefa me ha dichoque me vaya a descansar, el lunes ya empiezo normal, esta semana me ha pagadocuatro monedas, lo entiendo solo he venido cuatro días y hoy salgo antes.

−No te preocupes ya notienes las vendas y ya el lunes trabajaras todo el día, ¿quieres venir connosotras?

−Si gracias, ¿habéiscomprado ya todo?

−Hemos mirado lo deltintorero un taller nos tiñen las telas que nosotras queramos por un precio.

−¿Y es caro?

−No realmente, segúnel color y la tela puede costar desde las cinco monedas hasta las veinte.

−Yo lo veo barato. −Ledijo Hermione. −Además tú tienes mucho dinero ahorrado.

−Sí que lo tengo, melo gastare en teñir mis telas.

−Niñas ahora iremos amirar los tejidos.

 

−Si tía. −Y se fuerona mirar los tejidos, al final se quedaron algodón y lino, el terciopelo erademasiado caro y solo las nobles y gente rica lo podía comprar.

−Ya tienes trestejidos. −Le dijo su madre.

−Si mama, ¿podemos ira la tienda del puerto? Allí venden tejidos que aquí no se encuentran.

−Mejor vamos a latienda principal. −Le dijo la mujer. −A estas horas solo hay gente de malvivir.

−Mejor, lo que menosquiero es que nos acusen de algo.

−Por eso. −Y se fuerona la tejedora de la calle principal, en esa calle muchas cosas eran muy caras.

Entrando lessaludaron.

−Buenos tardes. −Lessaludaron. −¿Queréis un vestido?

−No gracias, queremossaber qué tipo de tejido usáis para vuestros vestidos.

−Los más baratos queusamos son el lino, el algodón y la lana, luego vendemos terciopelo y por últimolos más caros que tenemos es la seda y lana de camello.

−Tenemos un pequeñotaller en casa ¿que nos recomiendas?

La mujer le sonrió. −Parael taller en casa que mucha gente tiene pues es más barato que un vestidocomprado, les recomendamos usar el lino con el algodón para los meses de buentiempo y el algodón y la lana para el invierno, la lana suelta pica así que ospasaríais todo el tiempo rascándoos.

−Lo haremos como noshas dicho muchas gracias.

−De nada, venir cuandoqueráis.

−Gracias. −Ydespidiéndose salieron a la calle justo cuando vieron a unos soldados apresandoa una chica.

−Por tus crímenes deyacer en cama ajena, se te condena a seis meses en prisión y si tienes un niño,será entregado a una familia donde no se le conocerá por tus vergüenzas. −Y sela llevaron esposada.

La gente que allí habíano dijo nada, si alguien le ayudaba se le consideraba un crimen y pasaría elmismo tiempo o incluso más en prisión y la ciudad se enteraría y la familia podíaterminar repudiada.

Que una mujer que noestaba casada se acostara con un hombre se consideraba un crimen, y si quedabaembarazada los separaban para que el bebe que era el inocente no cargara conlos pecados de la madre.

El rey que sabía que habíamujeres de la mala vida, había dejado el puerto para ellas, solo podíanaparecer cuando el sol y las buenas familias ya estaban en sus casas.

Elisa se llevo a suhija y sobrina a su casa ya se estaba haciendo tarde y tenían que empezar a prepararla cena.

Al llegar vieron queya los demás habían llegado y mientras cenaban les explicaron lo que habíancomprado y los consejos que le habían dicho.

−Me alegro mucho queya tengáis las cosas. −Les dijo Eric. −Mañana iremos a pescar al mar, James yHarry nos han dicho que vendrían.

−Llevare mi red. −Lesdijo Hermione. −Espero pescar mucho.

−Seguro que sí, ya enel lago cogisteis muchas piezas.

−¿Cuándo volveremos air?

−Antes de que empieceel mal tiempo, así tendremos salmón ahumado para el invierno.

−Me gusta mucho.

−Lo sé. −Y sonriéndolevolvió a su cena.

Al día siguiente trasdesayunar se fueron al puerto y vieron que ya había gente.

−Herms ten muchocuidado. −Le dijo su padre.

−Si papa, nos vemosluego, ahora me voy con Harry.

−Ves y diviértete.

−Sí. −Y diciéndole queluego lo vería cogió sus cosas y se fue a buscar a Harry.

Unas horas más tardelos cubos de Harry y Hermione ya tenían muchos peces, aunque tenían sus cañas,con la red iban más rápido.

 

−Ha picado. −Dijo depronto Hermione estirando. −Y pesa mucho ayúdame.

−Sí. −Y dejando sucaña, cogió la de su prima e intentaron sacarlo pero al final fueron ellosquienes terminaron en el agua.

No muy lejos uncontrolador los veía caer y acercándose les ayudo a volver a la barco y lesayudo con el pez.

Hermione que no habíasoltado la caña al ver que pez era miro a su primo. −Es un atún.

−Lo es, ya volveremosa la orilla.

−Sí, que me tengo quecambiar. −Y dándole las gracias al controlador volvieron al puerto.

Al llegar cuando suspadres los vieron mojados les preguntaron qué había pasado.

−Hermione ha pescadoun atún y nos ha tirado al agua, por suerte no hemos perdido los otros peces.

−Herms sécate. −Ledijo George y le dio una toalla. −En el carro tienes ropa seca.

−Gracias papa, notardo. −Y se fue a cambiar.

Al volver vio queHarry ya estaba cambiado y el controlador de la playa estaba mirando todas laspiezas.

−¿Ya volvemos?

−No Herms. −Le dijoEric. −Pero queremos que nos cuenten el atún y lo que ya hemos pescado así lopodemos ir a guardar al carro, ¿Qué harás ahora?

−Quiero ir a las rocasa buscar mejillones.

−Te acompaño. −Le dijoHarry. −Yo también quiero.

−Niños con cuidado. −Lesdijo James. −Que no tenemos más ropa seca.

−Iremos con cuidado. −Ycogiendo sus cubos vacios y unos cuchillos se fueron a las rocas.

Al llegar se pusierona mirar entre las rocas y encontraron grandes cantidades de mejillones.

−Ya tenemos muchos. −Ledijo Hermione a Harry.

−Volvamos y nos iremosmas allá de la las rocas haber si encontramos almejas.

−¿Has traído elrastrillo?

−Lo he traído. −Yvolviendo con los demás les dieron los cubos llenos de mejillones y volvieron abuscar más piezas.

Mientras los niñosestaban en la orilla, Mark y su primo se habían alejado mucho de la orilla ybuscaban crustáceos, buceaban y los sacaban de uno en uno, con magia derespirar bajo el agua no era difícil.

−Mark he encontradocangrejos. −Le dijo su primo.

−Muy bien Alex, vamosa buscarlos, ya tenemos crustáceos, me gustaría conseguir langostinos y gambasa las chicas les gusta.

−Cuando tengamos loscangrejos los buscaremos.

−Si gracias. −Yhaciendo una burbuja de aire volvieron a meterse en el mar.

Mark era pescador asíque sabía bien como conseguir muchas piezas y donde estaban las mejores.

En la orilla Hermioney Harry estaban rastrillando una parte de la playa cuando vieron un bulto.

−¿Harry que es eso?

−No lo sé, ves concuidado.

−Sí. −Y acercándosevieron a un chico.

−Herms corre donde estánlos demás y díselo.

−Sí. −Y dejando sucubo y su rastrillo se fue corriendo. −Papa, tío. −Cuando los vio se puso agritar.

Todos los adultos lamiraron.

−¿Hermione qué pasa?¿Dónde está Harry? ¿Le ha pasado algo? −Le pregunto preocupado James.

−No tío, el está bien,pero nos hemos encontrado a un chico en la playa.

−Vamos. −Un grupo dehombres con un controlador se acercaron donde estaba Harry y comprobando que elchico tuviera constantes vitales se lo llevaron a la enfermería.

 

−¿Harry te ha hechoalgo? −Le pregunto James.

−No papa, no se hamovido en ningún momento.

−Volver con nosotros.

−Papa estamosencontrando muchas almejas, déjanos quedarnos un rato mas.

−James no creo queencuentren nada más. −Le dijo George y miro a los niños. −No os alejéis mas deaquí.

−No. −Le dijo Hermioney le enseño el cubo lleno. −Mira cuantas cosas hemos encontrado.

−Estupendo, tendremosmucho pescado y marisco para los próximos días.

−Sip, quierolangostinos y gambitas.

−Ya los chicos me handicho que los buscarían.

−Genial. −Y miro a suprimo. −¿Seguimos?

−Sí. −Y cogiendo sucubo y su rastrillo volvieron a mirar en la playa.

Al anochecer lafamilia se reunía y miraban contentos todas las cosas que habían capturado,peces, crustáceos y moluscos.

−Herms mira. −Le dijoMark y le enseño un cubo lleno de langostinos. −Todos para la familia ya le hedicho a papa que no venderíamos ninguna pieza.

−Ya tenemos otraspiezas para vender. −Le dijo George.

−Gracias. −Y loabrazo.

−De nada, ahora paracasa.

−Sí. −Al llegar a lacasa James y Harry cogieron su carro y sus piezas y quedando que le llevaríanel dinero de la venta del atún se fueron.

En su casa George sepuso a cortar el atún, era muy grande y lo tenían que preparar para el díasiguiente para venderlo en el mercado y que su padre lo pudiera vender en elmenú de la posada.

−¿Habéis conseguido algúnatún para hacerlo en conserva? −Le pregunto su mujer.

−Eric ya lo estácortando así podréis hacer atún con aceite.

−Gracias, ¿Qué mas habéisconseguido?

−Crustáceos, moluscosy los chicos han traído pulpos. −Y señalo que su padre ya lo estaba cortando. −Mipadre me ha dicho que lo preparara para tener conserva de pulpo.

−¿Habéis conseguidoalguna trucha?

−Mañana te daré dineropara que las vayas a comprar, se lo mucho que te gusta con bacón.

−Mucho. −Y vio que suhija que se había dado un baño sonreía. −¿Por qué sonríes?

−Mark y Alex hanconseguido langostinos y gambitas, y me han dicho que son todas para casa.

−Claro que sí. −Ledijo su abuelo. −Tenemos muchas otras piezas para vender, como el atún rojo,los mejillones y las almejas entre otras cosas.

−Genial, ¿papa me hascomprado mi broche? En dos semanas es el cumpleaños del rey.

−Aun no te lo hecomprado, le daré el dinero a tu madre para que lo compre. −Y miro a Sara. −Ati también te compraremos uno.

−Gracias.

−De nada. −Y sonriéndolevolvió a prestar atención a lo que estaba haciendo.

Al día siguiente Dracorecibía la noticia de que habían encontrado a un chico en la playainconsciente, el rey dio la orden de que cuando se despertara le avisaran, habíaque saber quién era y de donde había salido.

La semana siguiente,George estaba en su casa, cuando llegaron los recaudadores de impuestos una vezal año esa gente se pasaba por toda la ciudad y cuanto más tenían mas había quepagar, el castigo por no querer pagarlos era la prisión.

−Buenos días. −Lessaludo.

−Buenos días, hemosvenido a recaudar sus impuestos.

−Pasen. −Y dejándolospasar, fue a por su tableta, donde tenía el nombre de su familia y el cofredonde guardaban el dinero para ese día.

 

Cuando tuvo todo loque necesitaría se sentó en la mesa con los hombres.

−Su familia estácompuesta por tres matrimonios y cuatro niños.

−Sí señor.

−Y uno de ellos tienemenos de 15 años.

−Sí.

−Serian 95 monedas, 10por los mayores y 5 por la menor. −Y lo apunto en un papel.

George contando eldinero se lo dio.

−Veo que tienen dosnegocios, una posada y un puesto en el mercado.

−Los tenemos.

−La posada son 200monedas pues es un edificio y el puesto 50 al ser pequeño y está en el mercadoque es al aire libre.

George que cada añopagaba la misma cantidad por los dos negocios saco la bolsa de monedas ycontándolo se los dio.

Los recaudadores loapuntaron en el papel y le dijeron: −Por la propiedad de la casa son otras 100monedas, al ser tan grande le cobramos 50 monedas de más.

−Sí señor. −Y contándolo se lo dio.

−Y por ultimo vemosque registraron una mina de diamantes arco iris de luna.

−Sí señor, noqueríamos que nos pusieran una multa.

−E hicisteis bien,nosotros lo sabemos todos, la mina son 500 monedas.

−¿Tanto?

−Sí, se puedeconseguir mucho dinero así que es una de las cosas más caras que hay, ¿tiene algúnproblema al pagarlo?

−Ninguno, aun no hemosvendido todos los diamantes.

−En la fiesta del reyde la semana que viene muchos extranjeros vendrán y los podrá vender.

−Es lo que haremos. −Ycontando el dinero se lo dio. −Aquí tienen.

Los recaudadores locontaron y tras apuntarlo en los papeles, firmaron con el sello de recaudadoresde impuestos, el sello del reino y George puso el sello de la familia.

−Aquí tiene susrecibos, le hemos dado tres, uno para cada sitio.

−Gracias.

−De nada. −Ydespidiéndose se fueron.

George mirando losrecibos suspiro, la mina es lo que había costado más, en total había tenido quepagar casi mil monedas, por suerte ya había pagado y hasta el año que viene notendría que pagar nada más.

Por la noche mientrascenaban se lo decía a su familia.

−Hoy han venido losrecaudadores de impuestos.

−¿Hemos tenido quepagar mucho? −Le pregunto su padre.

−500 por la mina, 200por la posada, 50 por el puesto en el mercado, 100 por la casa nos han subido50 al haber hecho obras y 95 por nosotros.

−Tampoco es tanto, uncliente mío me ha dicho que ha tenido que pagar más de 5000 monedas.

Ante eso todos lo miraron.−¿Tanto?

−Cuanto más rico es elhabitante mas piden, este año no han pedido ver las cuentas del banco, pueshace menos de un mes que ha crecido tanto, pero seguro que el año que viene lopedirán, por cada 5000 monedas son 500 y por 10000 son 1000 que tenemos quepagar.

−Eso es muchísimo. −Ledijo Hermione.

−Lo es. −Le dijoGeorge. −Pero hija recuerda que si los impuestos están es por algo, con esopagan a los soldados que nos protegen, se pagan a los profesores las escuelasson gratis para todos, y muchas otras cosas que se pagan con ellos.

−Si papa, solo que mehe sorprendido.

−Es normal. −Y miro alos demás. −Los recaudadores me han dicho que para la fiesta del cumpleaños delrey vendrán muchos extranjeros que compraran encantados nuestros diamantes.

−Estupendo losllevaremos y esperemos que nos compren.

−Sí. −Y contentos deque pudieran vender más piezas siguieron cenando.

 

La semana siguiente notardo mucho en llegar y mientras las chicas se empezaban a preparar para lafiesta del rey, los hombres habían ido a vender algunos diamantes.

Antes del anochecervolvían contentos, habían conseguido vender 10 diamantes y tenían mucho dinero,guardándolo bien con varios hechizos para protegerlo hasta que el bancoabrieran se fueron a preparar.

Cuando la familiallego al castillo, un soldado les pidió su tableta de identificación,apuntándolo en una hoja los dejo pasar.

Ese día el castilloestaba abierto para todos, y como eran tantos habitantes, solo los primeropodían pasar al interior, el resto se tenía que quedar en las plazas, igualnadie se quejaba no solo repartían comida sino que el rey salía y pasaba tiempocon ellos.

Cuando la fiesta empezó,el rey los saludo y comenzó el baile.

−Herms vamos a bailar.−Le dijo su hermano y cogiéndole de la mano se fueron al centro con los demás. −Megusta tu broche.

−Es que esta muy bonito.−Su madre le había regalado un hermoso broche en forma de mariposa y con él se podíarecoger bien su cabello.

Desde su trono Dracovio como todos se lo pasaban bien y vio que Hermione estaba bailando con suhermano, levantándose se acerco para bailar.

Mientras bailaba elrey vio como muchos nobles cuchicheaban, algunos de ellos tenían hijas en edadde casarse y esperaban que él se casara con alguna y así controlarlo como susuegro.

Pensaban que por serjoven no sabía muchas cosas, que equivocados que estaban.

−Buenas noches sumajestad. −Le saludo Hermione.

El rey al verla sonrió.−Veo que ya estás bien, me alegro mucho.

−Sí, ya he vuelto a mitrabajo, ¿Cómo está el chico de la playa?

−¿Cómo lo sabes?

−Mi primo y yo nos loencontramos, cuando lo vimos pensábamos que estaba muerto.

−No lo está, se llamaBlaise y parece ser que era un esclavo, se escapo del barco que lo llevaba,gracias a vosotros está vivo.

−¿Qué pasara con él?¿Lo enviara a su país?

−No lo hare, ya le hedicho que se quedara aquí, en mi ciudad no acepto esclavos y tampoco sutransporte, aquí estaba seguro.

−Gracias, no me gustala esclavitud.

−A mi tampoco, ¿hasencontrado prometido?

−Aun no, ¿por?

Draco sonriendo salióde la pista de baile y se acerco a George que estaba en un lado hablando conunos amigos.

Los hombres al verlole hicieron una reverencia.

−George tenemos que hablar,ven aquí por favor. −Y se lo llevo a un lado.

Hermione que estababailando con otro chico no se dio cuenta de nada, sabía que los chicos eranraros aunque fuera el rey así que ya no intentaba comprenderlos.

Un buen rato despuésla música paraba por orden del rey y pedía a todos que le escucharan.

−Buenas noches,gracias a todos por venir, sé que muchos están preocupados pues aun no tengoreina ni hijos que tras mi muerte lleve este hermoso reino, os tengo queinformar que esta noche he encontrado ya prometida, es inteligente, hermosa yno es noble, es una de vosotros, mi querido pueblo.

Ante eso mientras loshabitantes de la ciudad sonreían los nobles no sabían que cara poner, creíanque el rey se casaría con una de sus hijas.

−Ahora les diré quienes mi prometida, su nombre es Hermione. −Y ante eso la castaña se quedo parada,jamás creyó que ella seria la escogida para casarse con el rey.

 

Sara que no estaba muylejos al escuchar que su prima se casaría con el rey le cogió de la mano y laacerco a su futuro marido.

−Gracias Sara. −Ledijo Draco. −Parece ser que Hermione se ha congelado, pero es normal ellatampoco lo sabía. −Y sonriéndole miro a sus invitados. −Ella es mi prometida,espero que sean amables con ella, nos casaremos en primavera del año próximo,mientras Hermione seguirá con su familia y su vida normal.

Cuando el rey terminode hablar, todos aplaudieron.

En un lado la familia mirabaa George.

−Tú lo sabías. −Ledijo su mujer.

−Me acabo de enterar,hemos hablado de las condiciones y aunque Herms no tiene una gran dote no leimporta.

−Mi hija será reina. −Lesdijo Jane que brillaba de felicidad.

−Ya empieza a brillar.−Le dijo Elisa para nada celosa, sabía que su sobrina quería sinceramente alrey.

−¿Mi señor se quierecasar conmigo? −Le pregunto Hermione cuando por fin salió de su estupor.

Draco asintió. −Sí quequiero. −Y miro a su pueblo. −Escuchar, Hermione no solo es hermosa einteligente sino que tiene una gran familia, abuelos, primos, tíos, los que losconocéis sabéis que es una familia que está muy sana así que esperamos que enun futuro no solo haya un hijo sino dos o tres para que el reino no tema alquedarse sin un heredero al trono.

−Queremos que usted ysu familia sigan siendo rey. −Dijo un hombre. −No queremos cambiarlo.

Con el comentario deese hombre muchos estuvieron de acuerdo, el rey era un hombre justo con todos

−Muchas gracias, porquererme tanto esperemos que nunca lo tengamos que hacer, como he dicho noscasaremos en primavera a principios del sexto mes, cuando la nieve ya se haderretido y los campos se llenan de hermosas flores.

La gente feliz volvióa aplaudir y Draco se llevo a su prometida a bailar.

Unas horas más tarde,lo que había empezado siendo una fiesta de cumpleaños había terminado siendouna fiesta de compromiso.

Cuando la familia seiba, Draco le dio un anillo con un dragón, con esto a partir de ahora podréisentrar en el castillo sin problemas.

−Lo cuidaremos. −Ledijo George.

−Hacerlo, prontorecibiréis un carro lleno de telas para que podáis hacer el vestido de novia deHermione y otros vestidos.

−Yo lo hare. −Le dijoSara y miro a su prima. −Me tienes que dejar hacerlo.

−Pero si no me hasdejado decir nada. −Protesto Hermione. −Si me dejaras hablar te diría que eresla indicada para hacerlo.

−Gracias. -Y laabrazo.

−De nada.

−Buenas noches. −Lesdijo Draco y miro a su prometida. −En los próximos días tendré mucho trabajo,tengo que arreglar muchos asuntos con los reyes que han venido esta noche, encuanto tenga un minuto libre iré a verte, para que hablemos de nuestra boda.

−Te espero, buenasnoches.

−Buenas noches. −Yviendo como se iba se fue a reunir con uno de sus consejeros más leales.

−Buenas noches Draco,el anuncio de esta noche ha levantado ampollas entre más de uno.

−Lo sé Remus. −Le dijoel rey. −En parte es por eso que lo he hecho, creen que soy idiota que no meentero de las cosas que ocurren detrás de estas paredes y querían que me casaracon una de sus hijas.

−Me ocupare decontrolarlos bien.

 

−Hazlo y controla larecaudación de impuestos, algo me dice que no han declarado todo lo que hanconseguido.

−Lo hare.

−Gracias, ya me voy adormir, estoy cansado.

−Buenas noches Draco.

−Buenas noches. −Y sefue a su habitación.

Cuando Draco estuvometido en su cama sonrió, la noche había ido mejor de lo que esperaba, ya teníaprometida y era alguien que le gustaba mucho, Hermione no solo era hermosa sinoque se notaba que era inteligente y tenía una gran familia así que esperabatener muchos hijos, desde hacía años su familia solo había podido tener unhijo, así que no tenia primos ni nada por el estilo.

Al día siguientedomingo Hermione se quedo más tiempo en la cama, aun pensaba que lo que habíavivido la noche anterior era un sueño.

−Herms dormilonadespierta. −Le dijo Sara entrando en su habitación y abriendo la ventana.

−Estoy cansada. −Sequejo.

−Lo sé, pero hace unhermoso día y nuestros padres han decidido que vayamos al bosque a buscarfrutas y otras cosas.

−¿Y no podéis irsolos?

−No, así que levántate.

−Está bien. −Quejándosese fue a lavar y cuando estuvo lista bajo y los miro. −Es muy pronto para irnosal bosque. −Y bostezo.

−Que va. −Le dijo suabuelo. −Hace un hermoso día para pasarlo en la cama, además tenemos queaprovechar los días, en cuatro semanas ya estos hermosos días se irán yempezara a hacer frio y luego llegaran las nevadas.

−Tienes razónabuelito. −Le dijo Hermione. −Desayuno y nos podemos ir.

El hombre sonriendovio como desayunaba, las nevadas en la zona eran muy fuertes, algunas veces lascasas aunque estuvieran muy cerca unas de otras se quedaban aisladas y al nopoder salir tenían que comer lo que tuvieran en casa, era por eso que lasultimas semanas de buen tiempo las familias iban más a pescar y al bosque abuscar cosas para vender o para hacer conservas y tenerlas en casa.

En el bosque muchossaludaron a Hermione.

Harry que estaba conDaphne la saludo. −Princesa. −Y la chica se rio.

−Idiota. −Le dijoHermione.

−No creo que lasprincesas digan tacos. −Le dijo Mark que también se reía.

La chica miro a suhermano. −Y tampoco tienen hermanos cazurros.

−Eso te lo mereces. −Ledijo George riéndose. −Familia tenemos que buscar muchas cosas, en poco más deun mes ya llegara el otoño y luego el invierno y ya sabéis lo que pasa, fuertesnevadas, casi aislados tenemos que recolectar muchas cosas. −Y miro a loschicos. -Mark, Harry y Alex, quiero que vosotros busquéis miel, coger toda laque encontreis.

−¿Me podeos buscar ami también? −Les pregunto Daphne.

−Claro que sí. −Ledijo Mark. −Buscaremos para todos.

−Gracias, el barco demi padre no llegara hasta la semana que viene así que mi madre y yo nos tenemosque ocupar de todo.

−Seguro que cuandollegue tu padre trae muchas cosas. −Le dijo Hermione.

−Eso seguro.

−Chicas vosotrasbuscareis frutas y haber si encontráis piñas.

−Las buscaremos. −Ycogiendo cestas se fueron a buscarlas.

Mientras la familiaestaba en el bosque, Draco se reunía con los reyes.

Al verlo aplaudieron. −FelicidadesDraco. −Le dijo un rey. −Me he informado sobre tu prometida y no solo es debuena familia sino que todos la quieren.

−Es en parte porque mecaso con ella, su familia nunca ha sido acusada de nada, Hermione pasa lasnoches en su casa donde debe de estar sino que es trabajadora y sabrá estar ala altura de lo que espero de ella.

 

−Los nobles no lesgusto que te comprometieras con ella, ellos querían que te casaras con una desus hijas. −Le dijo una reina que tenía un punto rojo en la frente y ropa dehermosos colores como el rosa y el verde.

−Lo sé, Ravi, como seque en tu país muchos no aceptan que sea una mujer la reina.

−Que digan lo quequieran no me importa, mi padre por desgracia no pudo tener más hijos y en sulecho de muerte me escogió a mí como su sucesora.

−¿Draco quieres que teenvié seda para el vestido de tu prometida? −Le pregunto un rey con ojosrasgados.

−No gracias, Fai yatengo las que me enviaste, además algo me dice que ella prefiere el terciopelo,gracias a todos por vuestros deseos, os espero a todos en ese día, como dije seráa principios del sexto mes.

−Estaremos aquí. −Ledijo otro rey con ojos rasgados. −¿Cómo va tu recaudación de impuestos?

−Muy bien, ya hemosrecogido bastantes, ahora uno de mis consejeros más leales esta repasando todobien, algo me dice que los nobles no lo han declarado todo.

−Los nobles sean delpaís que sean son unos tramposos. −Le dijo un hombre moreno.

−Lo son Shamir, ¿Quétal por tu desierto?

−Muy bien, te traerédátiles y aceites.

−Gracias, peroprefiero aceites, los dátiles no son lo mío.

−Tienes un estomagomuy blando.

−Que va, me gustan lasfrutas pero paso del dátil. −Y riéndose pasaron a cosas más serias.

Unos días más tarde,Draco estaba en el puerto despidiéndose de los reyes, cuando se acerco elcapitán de un barco.

−Su majestad. −E hizouna reverencia.

−Sirius. −Y lo miro. −Yacreí que te habías quedado con alguna de tus conquistas.

−Que va, si me quedo másdel tiempo acostumbrado, las demás se ponen celosas, ya me he enterado de tucompromiso, felicidades.

−De nada, ¿vas avolver a salir?

−No, ya tengo todo loque quería, ¿por?

−Quiero que ayudes aRemus con los nobles tramposos.

−Me gusta eso.

−Lo sé.

−Buenos días sumajestad. −Le saludo James que se acercaba con un carro y con Harry.

−Mi señor le presentoa mi padre James.

−Llámame Draco que enlos próximos meses seremos familia. −Y señalo al capitán. −Él es el capitán deuno de mis barcos mercantes, Sirius. −Y miro al capitán. −Ellos son el tío y elprimo de mi prometida.

−Un placer. −Le dijoSirius. −Draco mañana me ocupare de lo tuyo, ahora me voy a bañar.

−Ves que hueles unpoco mal.

−Que gracioso. −Ydespidiéndose se fue.

−¿Habéis traídomercancía? −Les pregunto Draco.

−Cerveza y harina. −Ledijo James. −Aunque pronto el mal tiempo llegara, aun hay barcos que llegan ylos dueños de las tabernas y posadas me lo piden.

−Para mi boda quieromucha cerveza, ¿lo tendrás?

−Lo tendré, tengomuchos barriles guardados, te guardare unos 20.

−Si gracias, tambiéntendremos vino, hidromiel y el rey del sur me traerá sidra y perada, y creo quecon todo eso tendremos más que suficientes de bebidas.

−Creo lo mismo, sinecesitas mas avísame.

−Lo hare, ahora me voycomo siempre tengo mil cosas de las que ocuparme, si veis a Hermione decirleque aprovechando que mañana es sábado la iré a ver.

 

−Tenemos que pasar porsu casa así que se lo diremos. −Le dijo Harry.

−Gracias. −Ydespidiéndose se fue.

Un rato después Dracose acercaba a casa de Hermione y al ver lo grande que era ahora sonrió.

−Buenas tardes. −Lesaludo George que iba cargado. −¿Ha venido a ver a Hermione?

−Sí que lo he hecho, ¿estáen casa?

−Esta, pasa. −Yentrando llamo a su hija.

Hermione no tardomucho en bajar y al ver al rey se sonrojo.

−Buenas tardesHermione.

−Buenas tardes.

Sara que estaba a sulado al ver que su prima no decía nada le pregunto al rey por las telas.

−En unos días más las traeré,ahora están escogiendo las mejores.

−¿Puedo ayudar?

−Claro que si, nadiemejor que tu para que lo hagas que conoces bien a Hermione.

−Estupendo, después demi trabajo me pasare.

−Hazlo, les diré quete esperen. −Y miro a Hermione. −Vamos a sentarnos y así hablamos de nuestraboda.

−Sí. −Y sentándose enlos sillones del salón le dijo: −Como dije nos casaremos en el sexto mes laceremonia será por la mañana e invitaremos a mucha gente.

−¿En serio te quierescasar conmigo? −Le pregunto Hermione.

−En serio. −Le dijoDraco sonriéndole. −¿Qué quieres para nuestra boda?

−No sé, he ido a muypocas.

−Herms tienes quemirar las flores. −Le dijo su madre. −Y también que quieres servir para comer.

−Todo menos huevas deesturión. −Y se estremeció a ella no le gustaban nada.

−Serviremos huevaspara nuestros invitados, pero tú no tienes que comer si no quieres.

−Mejor no quieroponerme enferma, me gusta mucho los langostinos y las gambitas.

−Pondremos de eso, yahe pedido a James cerveza y un amigo del sur traerá sidra y perada.

−Me gustaría algo queno emborrachara. −Le dijo Hermione.

−Tendremos zumos.

−¿Se le pedirá laprueba de pureza? −Le pregunto George, esa prueba era para demostrar que lanovia se casaba siendo virgen.

−No se le pedirá. −Ledijo Draco. −Mi padre quito esa prueba que solo servía para que la mujer sesintiera mal, y luego hay dos pruebas más, la de la sabana o la del bebe.

−¿La prueba del bebe? −Lepregunto Hermione.

−Cuando nace un bebese hace una prueba mágica en la que se demuestra que el niño de la reinatambién es del rey, esa es la más efectiva nunca falla.

−Nos gustaría que sehiciera esa. −Le dijo George. −Yo sé bien a quien he criado y Hermione no es niuna falsa ni una mentirosa.

−Se hará esa prueba,las otras dos no me gustan, y George tienes razón si tuviera alguna duda de queHermione no es una buena persona no estaría aquí, ahora me tengo que ir, comosiempre tengo mil cosas que hacer, pronto iremos a mirar lo de los anillos.

−Se un amigo herreromuy bueno. −Le dijo su suegro. −Se que tienes el joyero real, pero no es tanestirado como él y no pone pegas a lo que piden.

−Estupendo,últimamente ese tipo me está molestando mucho. −Y le sonrió. −Pronto estaréaquí de nuevo. −Y despidiéndose se fue.

Cuando la familia sequedo a solas Hermione miro a su padre. −¿Papa que es la prueba de la sabana?

−Una prueba en la quese muestra que la mujer solo ha estado con su marido, se ve la sangre de lamujer y todo el mundo lo ve.

 

−Eso es asqueroso. −Ledijo Hermione. −Menos mal que Draco no me la ha pedido.

−Esa prueba no es efectiva.−Le dijo su abuelo. −Te cortas y ya tienes sangre y cosas así, y con nuestramagia es muy sencilla de falsificar, la prueba del bebe es la más efectiva comoha dicho Draco.

−¿Y cómo se hace?

−Coges un poco desangre del bebe y un poco del sangre del padre y se juntan, si son iguales esque son padre e hijo.

−Me gusta esa prueba.

−Y es la que Draco harácuando nazca el primer bebe.

−Y me parece bien, noquiero que nadie diga que soy una mentirosa.

−Y no pasara. −Le dijoJane. −Y tras esta visita, tenemos cosas que hacer, quedan tres semanas paraque el calor se vaya.

−Ya lo dejaremos parala semana que viene. −Le dijo George. −Ahora iremos a pasear, hace muy buentiempo.

−Tengo ganas depasear. −Le dijo Hermione.

−Por eso. −Y cogiendosus cosas se fueron a dar un paseo por la ciudad.

La semana siguiente lafamilia se iba a pescar al lago y la otra las mujeres con Hermione se acercabanal castillo.

−Buenos días. −Lessaludo un hombre castaño. −Soy Remus uno de los consejeros del rey, el no puedeatenderos por desgracia tiene mucho trabajo, pero me ha dicho que os ayude amirar lo de las telas.

−Gracias. −Le dijoSara.

−De nada, es por aquí.−Y las llevo a una sala llena de telas, hilos y otras cosas.

−Vaya pasada. −DijoSara feliz mirando a su alrededor. −Nunca había visto tantas.

−Muchas son regalos deotros reyes, como el del este, en el este hay un gran país que hace seda asíque cada vez que viene trae más de 10 rollos. −Y miro a la prometida. −¿Hermioneque tela prefieres?

−Yo siempre he usado,algodón, lino y lana.

−Ahora veremos lasotras. −Y le enseño el terciopelo, la seda y la lana de camello.

−Me gusta elterciopelo. −Le dijo Hermione. −Es suave.

−Sí que lo es, la madredel rey uso terciopelo para su boda, así que si lo usas no te dirán nada.

La chica miro a suprima. −¿Sara que dices?

−Me gusta elterciopelo. −Y miro a dos chicas que llevaban el vestido de sirvientas ydiciéndoles lo que quería, lo fueron guardando en un carro para llevárselo a sucasa.

Mientras Sara ordenabalas telas, Hermione miraba los hilos.

−¿Mama oro o plata?

−Para tú vestidoplata, el oro no me gusta con tu vestido blanco.

−Pues plata. −Ycogiendo unos carretes se los dio a Sara. −Quiero estos hilos.

La modista los miro yasintió. −Me gustan, así que los acepto.

−El rey ha dicho que podéiscoger todas las telas que queráis aparte del vestido de la novia, para hacerotros.

−Estupendo. −Le dijoJane que había visto una tela de terciopelo verde. −Sara coge esa tela.

La chica acercándosevio la tela que su tía decía y asintió. −Me gusta.

−A mí me gusta esta. −Ledijo su madre mirando una tela granate.

Sara sonriéndole cogióla tela y así siguieron mirando todas las que allí había.

Una hora más tarde,Draco entraba y al ver todas las telas que habían a un lado sonrió.

−Draco ven. −Le dijoHermione y cogiéndole de la mano lo llevo donde habían unas hermosas telasoscuras. −¿Qué prefieres el negro o el azul?

−El negro es máselegante.

 

−Entonces el negro. −Ledijo Sara y le pidió a sus ayudantes que la guardaran.

−Draco tu prometidatiene buen gusto. −Le dijo Remus. −Ha cogido telas para un guardarropa entero ytambién para los vestidos de su familia para el día de la boda.

−Estupendo, esas telasllevan aquí desde hace años, como son regalos me hace cosa venderlas.

−Nosotras lasusaremos. −Le dijo Sara sonriéndole. −Hermione estará hermosa.

−Eso ni lo dudo, mehan dicho que tienes muy buen gusto haciendo vestidos.

−Los tengo, pero a mijefa no le gustan mis ideas, siempre tengo que hacer lo que ella quiere.

−¿No has pensado enponer tu propio negocio?

−Aun no puedo, tengo17 años.

−En tres años lopodrás hacer. −La ley era que los menores de 20 años no podían tener su propionegocio, hasta entonces eran aprendizas.

−Me gustaría que secasara. −Le dijo Elisa. −Quiero nietos.

Ante eso la chica lamiro. −Mama eres demasiado joven para tener nietos.

−Igual los quiero, asíque cásate pronto, luego podrás poner todos los negocios que quieras.

−Si quieres te presentoa chicos. −Le dijo Draco sonriéndole.

−No gracias, seguroque son estirados que no quieren que trabaje.

−Algunos son así, perono todos y ahora siendo mi familiar tendrás más atención.

−Paso ya lo encontrareyo misma. −Y miro la pila de hilos, telas y otras cosas que habían escogido. −Creoque de momento tengo más que suficiente para empezar.

−Ven cuando quieras.

−Lo hare. −Y miro a sumadre y tía. −Ya nos podemos ir.

−Sí que ya se estáhaciendo tarde.

−Hermione después dela temporada de frio, Remus te dará clases. −Le dijo Draco. −Cosas que teayudaran.

−¿Magia?

−Eso será después dela boda.

−¿Iréis de viaje denovios? -Le pregunto Jane.

−Si a una casa que mipadre le regalo a mi madre, esta al norte al lado de la playa, estaremos unmes.

−Entonces prepararevestidos para ese viaje. −Le dijo Sara.

−Con 10 vestidos másel de novia irá bien. −Le dijo Draco.

−Genial, tendré muchotrabajo, me has hecho feliz. −Y miro por la ventana. −Ya está oscureciendo.

−Lo está haciendo nosvamos. −Les dijo Jane. −Después del susto de Hermione, George y los demás sepreocupan si tardamos aunque sea un poco.

−Pronto nos veremos. −Ledijo Draco a Hermione. −Tenemos que prepararnos para los meses de frio.

−Ven cuando puedas,nosotros también estamos ocupados.

Cuando la familia sefue, el rey miro a Remus. −¿Qué te han parecido?

−Una gran prometidaDraco. −Le dijo el consejero. −Amable, dulce, simpática que solo quiere hacertefeliz, has escogido bien.

−Que tenga tuaprobación, me hace feliz. −Le dijo Draco. −Hablando de cosas no tanagradables, ¿Qué tal los impuestos?

−Algunos no handeclarado mucho dinero y ha sido durante años.

−¿Qué hago con ellos?

−Tienes tres opciones,la cárcel, la muerte o desterrarlos.

−Si no fuera noble sele enviaría a la muerte por robar mucho y bien lo sabes.

−Lo sé, haz que escojael pueblo.

−Es lo que hare,mañana lo haremos, que esta noche la pasen en los calabozos y las cuentas sebloqueen no quiero que les dé tiempo a coger y escapar.

−Lo haremos así, mevoy.

−Ves. −Y viendo comose iba él se fue a su despacho.

 

Al día siguienteHermione salía de su trabajo cuando vio que había mucha gente reunida acercándosevio que Draco estaba con unos hombres y mujeres esposados.

−Querido pueblo, elloshan cometido un delito, han negado impuestos han robado al pueblo.

−La muerte. −Grito unhombre. −Si no fuera noble ya estarían en la orca o debajo de un hacha.

−Exacto. −Les dijoDraco. −Sabéis bien que yo nunca he hecho distinciones entre los nobles y elresto de la ciudad, por eso seréis vosotros quienes escojáis su castigo, lacárcel, el destierro o la muerte.

−Muerte. −Gritaronmuchos.

Hermione desde su ladovio como la gente gritaba que quería la muerte, acercándose donde estaba elprincipio vio a Remus así que se acerco.

−¿Qué pasara con sushijos? −Le pregunto.

−Los hijos menores de15 años no recibirán castigo, los mayores sí, ya se consideran adultos.

−Mi señor. −Hermionellamo a Draco y este al escucharla aunque había gente gritando la miro.

−Acércate.

Remus ayudo a Hermionea acercarse y el pueblo se tranquilo un poco al verla.

−¿Tu qué piensas? −Lepregunto Draco.

−Ellos tienen razón. −Ledijo. −Si no fueran nobles ya estarían en la cárcel y si fuera un delito graveestarían en la guillotina, no creo que tengas que hacer excepciones aunque seannobles.

−Ella tiene razón. −Ledijo una mujer. −Hermione ha dicho la verdad, si no fueran nobles ya habríansido castigados.

−Se les castigara. −Lesdijo Draco y miro a los nobles detenidos. −Por los crímenes de robar no solo alrey sino al pueblo, vuestro castigo será la muerte.

−¿Y los hijos? −Lepregunto Hermione.

−Los que tienen entre15 y 20 años se les perdonara he decidido exiliarlos. −Le dijo Draco. −Losmayores de 20 recibirán el mismo castigo que sus padres y los menores de 15 seránenviados con nuevas familias para empezar de nuevo. −Y miro a su pueblo. −Loscrímenes de los padres no tienen que pasar a los hijos, nosotros no somos así.

−Aceptamos esecastigo, pero no queremos que se les deje nada de dinero.

−No se les dejara,todo lo que poseen será enviado a las arcas del reino y sus casas y posesionesse venderán entre los habitantes de la ciudad, ¿aceptáis?

−Aceptamos. −Dijerontodos.

−Esta noche alanochecer se cumplirá su castigo. −Y miro a Hermione. −No quiero que lo veas.

−Yo tampoco, me voy acasa. −Y vio que en un lado estaba su hermano. −Esta Mark.

−Ves con él.

−Sí. −Y despidiéndosese acerco a su hermano y le explico lo que había pasado.

−Nos vamos, esto no espara que lo veas.

−Vamos. −Y se fueron.

Al llegar a su casa,Hermione y Mark les explicaron lo que había pasado.

−Así que ahorasubastaran las propiedades.

−Me parece bien, nopor ser nobles merecen un trato diferente. −Le dijo George y miro a lasmujeres. −¿Queréis ir a las subastas?

−No gracias, no quierocomprar cosas de unos ladrones. −Le dijo Jane y Elisa estuvo de acuerdo.

−Hijo quiero que mirestierras. −Le dijo su padre. −Con magia podemos agrandar nuestra propiedad.

−Eso sí que lo quiero.−Le dijo Jane. −Me gustaría que nuestra propiedad fuera más grande.

−Entonces cuando seala subasta iré a comprar.

 

Un par de días mástarde, los nobles ladrones ya habían sido ajusticiados, y los hijos mayores de15 pero menos de 20 habían sido exiliados solo se les había dado una bolsapequeña de dinero, ropa y comida, muchos habían cogido barcos para empezar enun país nuevo, y algunos se habían llevado a sus hermanos menores para empezarjuntos, y unos pocos vivirían en familias nuevas.

El día de la subasta,George y su hermano se acercaron querían comprar tierras.

−Buenos días a todos. −Lessaludo un hombre. −Hoy se hará la subasta de las propiedades, el dineroobtenido se guardara en las arcas reales, empezamos ya. −Y empezó la subasta.

Casas, barcos,negocios, cientos de cosas que empezaban con un precio casi ridículo y subíamuy rápido, todos los querían.

−A continuaciónvendemos 100 metros de tierra, con magia no será difícil ponerla donde queráis,empezamos por 10 monedas.

George levanto lamano.

Un buen rato despuésel padre de Hermione se llevaba los 100 metros por casi 200 monedas.

−Otros 100 metros. −Lesdijo el vendedor. −Por 10 monedas.

−Esta vez lo pediréyo. −Le dijo Eric, el hombre también lo pudo comprar y al final se quedaron 300metros, por unas 700 monedas.

−Ya tenemossuficiente. −Le dijo George. −Con todo el terreno nuevo podremos agrandarnuestra propiedad.

Cuando la subastatermino los hombres se acercaron al contador y pagando lo que habían compradoles dijeron que en los próximos días irían a ponerle las nuevas tierras.

En el castillo Dracoescuchaba satisfecho como todo se había vendido.

−Draco tu suegro hacomprado 300 metros de tierra. −Le dijo Remus que tenia la lista de loscompradores.

−Es que tienen muchodinero. −Le dijo el rey. −Cuando Hermione se perdió encontró una mina dediamantes arco iris de luna. ¿Han comprado algo más?

−Nada más.

−Mejor, no todos sabenque encontraron la mina, no quiero que piensen que yo les estoy dando dineropara que compren lo que quieran.

−Seguro que eso nopasara, me voy que tengo que archivar eso.

−Ves. −Y levantándosedel trono él se fue a su cuarto.

Los siguientes díaslos magos del rey llegaron a la propiedad de la familia y les pusieron lastierras que habían comprado, en cada lado pusieron 50 metros, en la partedelantera 25 y lo demás fue en la zona de atrás.

Al ser una propiedad másgrande, subieron un metro el muro de piedra que las separaba de las otraspropiedades, con eso hecho decidieron no tocar nada mas hasta el siguiente año,el invierno se acercaba y tenían cosas más importantes que hacer.

La última semana debuen tiempo, en la ciudad había una gran fiesta para celebrar que el buentiempo se iba.

La siguiente semanaGeorge y Eric despertaban a todos y les decían.

−Hoy iremos al mercadoa comprar, aunque ya la temporada de buen tiempo se ha ido, aun quedan algunassemanas hasta que vengan las nevadas y los precios aun están baratos, mañanairemos al molino a comprar cerveza y harina y también a la granja de Jason acomprar carne, embutidos, mantequilla y quesos, ahora vamos. −Y cogiendo uncarro pequeño se fueron al mercado.

Tras comprar frutas,verduras y otros vegetales se fueron a la zona de carne y compraron embutidosque no se podían encontrar en la granja de Jason.

−Papa caramelos. −Ledijo Hermione mirando un puesto.

 

El hombre le dio 10monedas. −Compra todo esto de caramelos, pero recuerda que tendrán que durartetodo el invierno.

−Sí que me durara. −Yse fue al puesto donde vio que estaban vendiendo grandes cantidades.

−¿Niña quierescaramelos? −Le pregunto la dependienta.

−Si por favor.

−Te recomiendo este. −Ledijo enseñándole un cuenco. −Es el que estoy vendiendo para el invierno y vale5 monedas.

−Me quedo dos, ¿hay dediferentes?

−Los hay. −Y dándoledos cuencos llenos de caramelos, Hermione pago y despidiéndose volvió con lafamilia.

George al ver loscuencos tan grandes la miro. −Herms eso son muchos caramelos.

−Lo sé, y me duraratodo el invierno.

−Oye que también sonpara nosotros. −Le dijo Mark que se acercaba con varios potes. −He comprado saly algunas especias.

−Espero que no tehayan salido caras, las especias pueden salir muy caras. −Le dijo Jane.

−Poco.− Le dijo. −Unas20 monedas. −Y volvió a mirar a su hermana. −Los compartirás con nosotros.

−Está bien. −Y miro asus padres. −¿Dónde vamos ahora?

−A la zona delpescado, aunque nosotros cogimos mucho la última vez que fuimos al lago y almar, quiero más.

−Pues vamos. −Ycogiendo el carro que ya estaba bastante lleno se fueron a la zona del puertodonde vieron a mucha gente comprando, esos días mucha gente salía a comprar no queríanquedarse sin existencias y no poder salir por el mal tiempo.

−Sara y Hermione, ir acomprar gambas y cangrejo en aceite. −Le dijo Eric y les dio unas monedas.

−¿Podemos mirar máscosas?

−Sí pero que no salga másde 10 monedas.

−Sera barato. −Y acercándosea los puestos fueron cogiendo lo que Eric les dijo.

Al volver se losmostraron. −Gambas, cangrejo, almejas y muchas más cosas en aceite, en totalnos ha salido todo a 50 monedas.

−Habéis comprado bien.−Les dijo el hombre.

−Tim, dame 30 truchas.−Le dijo George a su amigo pescador.

−Ahora te las pongo,en la alacena no se te estropearan.

−Por eso comprotantas. −Le dijo, las alacenas de las casas eran mágicas y una vez que lacomida se guardaba allí no se estropeaban. −Para no comer siempre carne.

−¿Algo más? −Lepregunto el pescador dándole un gran paquete. −Tengo salmón, merluza.

−Merluza, 30 también.

−Ahora mismo. −Y se lopreparo.

Cuando tuvieron todoel pescado se despidieron y se fueron a seguir mirando.

A medio día ya lotenían todo así que volvieron a su casa donde lo colocaron bien.

George al ver lo llenoque estaba la alacena sonrió, ese invierno no les faltaría comida, ademástenían los animales de su granja por si hubiera una emergencia.

−Papa falta pate. −Ledijo Hermione. −Lo quiero.

El hombre la miro.

−Esta tarde mientrasnosotros vamos al bosque una última vez, tu podrás hacer los pates que quieras.

−Quiero de setas, dehígado y muchos otros.

−Esta tarde losharemos. −Le dijo Jane.

−Gracias.

−De nada, ahora acomer.

−Sí. −Y sentándosealrededor de la mesa se pusieron a comer.

Por la tarde, mientraslas mujeres preparaban los pates, los hombres iban al bosque.

Al día siguiente, loshombres se acercaban al molino de James y vio que estaba trabajando.

−Buenas familia. −Lessaludo nada más verlos.

 

−Buenas James. −Lesaludo George. −Venimos a comprar harina y cerveza.

−¿Cuántas de harina queréis?

−Seis, cinco paranosotros y uno para un vecino nuestro, su mujer está enferma y este verano lohan pasado mal, apenas ha podido salir a trabajar.

−Te daré otro para tuvecino.

−Gracias.

−De nada, ¿Cuántoquieres de cerveza?

−Tres barriles, dospara nosotros y otro para nuestro vecino.

−Entonces tres. −Y sepuso a cargarlo en el carro, una vez lo tuvieron pagaron y despidiéndose sefueron a la granja.

−Jason. −Lessaludaron, como James el también estaba ocupado.

−Buenas familia. −Lessaludo el granjero. −¿Habéis venido a comprar?

−Lo hemos hecho,quiero una vaca y media.

−¿Tanta? Siempre me compráisuna.

−Es para nuestrovecino que lo está pasando mal, todo el vecindario nos hemos reunido paraayudarle.

−Habéis hecho bien,ahora mismo te lo pongo, ¿algo más?

−Sí, quesos de oveja yde vaca, mantequilla y embutidos.

−¿Para tu vecinotambién?

−Sí.

−Ahora mismo. −Y sepuso a prepararlo, cuando lo tuvieron tras pagar se fueron a otras granjas ycon el carro lleno volvieron a su casa.

Al llegar vieron queel sanador salía de una de las casas.

−¿Chris que tal estaEmily? −Le pregunto George.

El hombre lo miro. −Lasemana que viene ya estará de pie, es una alegría, Paul me ha dicho que lo peorya ha pasado.

−Estupendo, ¿Emilytiene trabajo?

−Por desgracia la hanechado al estar casi dos meses enferma.

−No te preocupes,puede trabajar con mis padres. −Le dijo Eric. −Sabes que allí siempre haytrabajo para las buenas personas.

−Muchas gracias, nos estáisayudando mucho.

−Ni lo digas, osestamos ayudando con gusto hemos traído cosas de las granjas. −Le dijo George ymiro a su hijo y sobrino. −Darle lo que hemos comprado.

−Sí. -Bajando sepusieron a descargar, vaca, cerdo, quesos, embutidos y muchas más cosas.

−Gracias. −Le dijoChris al ver todo lo que le habían llevado. −Estaba muy preocupado este añoapenas he podido trabajar y mucho se lo llevaron los impuestos.

−Lo hacemos con gusto.−Le dijo George.

La puerta de su casase abrió y salió Hermione.

−Papa ya sabía que te habíaescuchado. −Y saludo a Chris. −¿Cómo esta Emily?

−Mucho mejor, en unasemana ya podrá ponerse en pie.

−Estupendo.

−Herms trae caramelos,pates y mermeladas que hemos hecho. −Le pidió George.

−No tardo. −Y entrandoen la casa cargo una pequeña caja con varios pates, mermeladas y otras cosas,saliendo se lo dio. −Aquí tienes.

−Gracias. −Le dijoChris.

−Chris si necesitascualquier cosa no dudes en venir a vernos. −Le dijo Eric. −Tenemos muchosanimales que si es necesario los sacrificaremos y nuestra despensa está llena.

−Lo hare.

−Buenas vecinos. −Lessaludo un hombre muy grande. −Chris acabamos de venir del mar. −Y le enseño laspiezas que habían capturado. −Para ti más de 50 piezas. −Y miro a Mark y Alex. −Descargarpor favor.

−Ahora mismo. −Y sepusieron a descargar.

−Gracias. −El hombreestaba realmente agradecido con todos sus vecinos, esa mañana, le habíanllevado verduras, frutas y cosas del mercado, la familia de George le traíaharina, carne, quesos, embutidos entre otras cosas y este vecino le traíapescado.

 

−Ni lo digas. −Le dijoel hombre. −Hay que ayudarse unos a otros. −Y miro a George. −¿Cuándo traeréisla leña para las casas?

−Mañana empezaremos arepartirla.

−Yo pagare la de Chrisy su familia.

−Entonces te enviareel recibo a ti.

−Sin problemas, Chrisdebe de cuidar de su mujer e hijos que aun son pequeños, ya nos vamos que yapronto oscurecerá.

−Sí que lo hará. −Georgedespidiéndose de sus vecinos entraron en la casa y tras descargar las cosas yase pusieron a cenar.

Al día siguienteGeorge, Eric y los demás leñadores tenían mucho trabajo, fueron por toda laciudad vendiendo la leña que habían estado cortando durante el verano.

Hermione al volver asu casa tras pasar el día trabajando vio que el almacén donde guardaban la leñaestaba lleno.

La chica entrando enla casa vio a su madre cocinando.

−¿Cuándo han llegadolos leñadores?

−Esta tarde, yatenemos leña para todo el invierno.

−Lo tenemos, ¿faltacomprar algo más?

−Si jabones, mañana tedaré dinero para que los compres en la tienda, necesitamos mínimo 10 pastillasy otras cosas, te hare una lista.

−Si mama, ¿crees que seráun invierno frio?

−Lo será, ya tu padreha comprado más mantas y otras cosas para que no pasemos frio.

−No me gustan losinviernos, hace mucho frio y apenas podemos salir.

−La verdad es que sies un engorro, pero bueno es lo que nos toca.

−Sí. −Y suspirando porel mal tiempo que tenían siguieron cocinando.

Al día siguienteHermione nada más llegar a su trabajo le dio la lista de la compra a su jefa. −Mimadre me ha pedido todo esto.

La dueña mirando lalista le dijo: −Esta tarde lo tendrás.

−Gracias, me voy atrabajar.

−Ves. −Y guardando lalista entre otras se puso a preparar otros pedidos, ellos como el resto de lastiendas de la ciudad no se libraban de preparar grandes pedidos para susclientes.

Por la tarde Hermionepagaba la cesta que su jefa le había preparado y la llevaba a su casa.

Jane al ver que suhija traía todo lo que le había pedido sonrió y miro a su marido. −George yatenemos los jabones, aceites y cremas.

−Estupendo, mañana mepasare por Paul para comprar pociones para el constipado y otras cosas.

−Compra crema para loslabios. −Le pidió Hermione. −Me duelen cuando hace mucho frio.

−Lo comprare, duelencuando se cortan.

−Por eso, ¿faltacomprar algo más?

−No lo creo, ya lotenemos todo igual este sábado volveremos a pasarnos por el mercado a mirar unavez más, prefiero que nos sobre comida a que nos falte.

−Tienes razón hijo. −Ledijo su padre. −Los inviernos son muy fuertes y apenas podemos salir de casa,¿has comprado carbón?

−No, aun no lo hanpuesto a la venta. −El carbón era lo único que se vendía una vez al año y loponían a la venta casi cuando empezaban las nevadas.

−En cuando lo pongan,compra cinco sacos, para la chimenea va bien.

−Lo hare. −Y mientrascenaban siguieron hablando de las cosas que tenían que preparar para elinvierno.

Unas semanas mástarde, la ciudad recibía la primera nevada, nada más despertarse por el cantodel gallo Hermione se acerco a la ventana y vio el lugar blanco.

Vistiéndose con un vestidode invierno bajo al piso de abajo y antes de salir se puso una capa.

 

Al volver vio a supadre limpiando el camino de entrada.

−Buenos días papa.

−Buenos días Herms. −Lesaludo el hombre dejando la pala. −¿Has cogido muchos huevos?

−Algunos, creo que alas gallinas no les gusta el invierno no se mueven.

−Eso siempre pasa,entra que desayunaremos y nos iremos a trabajar.

−Sí, no tardes. −Ydándole un beso entro en la casa mientras George seguía limpiando el lugar denieve.

−Buenos días George. −Lesaludo Chris que también había salido a limpiar la nieve de su camino.

−Buenos días, yaempiezan las nevadas.

−Por desgracia.

−¿Qué tal Emily?

−Muy bien, tus padresla han recibido con los brazos abiertos y está muy contenta.

−Nos alegramos depoder ayudar, cuando vuelva la primavera podrá buscar un nuevo trabajo.

−Sí que lo podráhacer.

Tras terminar deretirar la nieve, George se despidió de su vecino y entrando se fue a la cocinadonde ya estaban terminando de preparar el desayuno.

−Papa toma. −Le dijoHermione dándole una taza de té caliente. −Para que entres en calor.

−Gracias hija. −Ycogiéndola con las dos manos para que se le calentaran se sentó para desayunar.

−¿Papa dondetrabajaras este año? −Le pregunto Mark, tanto los pescadores como los quetenían trabajos al aire libre tenían que buscarse otros trabajos durante losmeses de frio y nevadas.

−En la herrería. −Ledijo George. −Hare herraduras y otras cosas.

−Papa. −Le llamoHermione.

El hombre cogiendo unatostada con queso se la llevo a la boca y miro a su hija. −Herms.

−¿Qué le puedo regalara Draco por nuestra boda?

−Una espada. −Le dijoMark. −Las espadas siempre van bien.

−Pero el tiene muchas.

−Sí pero ninguna se lahas regalado tu.

−Tu hermano tienerazón. −Le dijo George. −¿Quieres que se la haga?

−Si papa. −Y le sonrió.−Gracias.

−De nada guapa.

−También le podríasregalar un colgante. −Le dijo su madre.

−Si mama. −Le dijoHermione y le sonrió. −Gracias.

−De nada.

−Se lo hare también. −Ledijo su padre.

−Me gustaría que lepusieras un diamante arco iris de luna.

−Se lo pondré, pero metienes que decir como lo quieres.

−Un dragón. −Le dijoAlex. −El animal protector de Draco es el dragón, así que seguro que elcolgante que Hermione le está haciendo con todo su amor, le protegerá más.

−Mi hermano tienerazón. −Le dijo Sara y miro a su prima. −Un hermoso dragón.

−Si me gusta. −Y miroa su padre. −Papa quiero un dragón con un diamante arco iris, ¿ha sobradoalguno?

−Han sobrado muchos,llenamos una gran carreta, tenemos más de 50 piezas aun.

−Papa quiero undiamante pequeñito para el ojo del dragón.

−Lo tendrás, ahoratermina de desayunar que tienes que ir a trabajar.

−Sip. −Y terminando dedesayunar, miro a su abuelo. −Abuelito hoy para comer quiero estofado.

−Lo tendrás, ahoraves.

−Sí. −Y dándoles unbeso se puso su capa y se fue a su trabajo.

Un rato después Georgeantes de irse a su trabajo, pasaba por la tienda de magia más poderosa que habíaen la ciudad, ese sitio era caro pero por lo que buscaba no importaba.

 

Entrando vio a unamujer detrás del mostrador.

−Buenos días.

−Buenos días, ¿Québusca?

−Quiero oro, plata ehierro bendecidos por los sacerdotes y cristales mágicos.

−5000 monedas. −Ledijo la dependienta tras prepararlo.

George contando eldinero se lo dio. −Aquí tiene.

La mujer contándolo ledio el paquete. −Espero que le vaya bien.

−Gracias. −Y cogiendoel paquete se fue a la herrería donde vio a su jefe y amigo.

−Buenos días George. −Lesaludo el hombre y vio que llevaba un paquete. −Veo que vienes cargado.

−Sí. −Y se lo mostro. −Oro,plata e hierro bendecidos por los sacerdotes. −Y abriendo una pequeña bolsasaco unos pequeños cristales.

−¿Para qué es todoesto?

−Para el regalo debodas de Herms para el rey, me ha pedido una espada y la hare con hierrobendecido.

−El hierro bendecidoes un buen material no hay nada más poderoso que el.

Por eso, y el oro y laplata para dos colgantes gemelos y los cristales son mágicos los pondré con losdiamantes arco iris.

−Te debe de habercostado una gran cantidad.

−5000 monedas, pero nome importa, Hermione pronto será la reina de esta ciudad y no dejare que nadiela lastime, se de los cuchicheos de los nobles, muchos no están contentos deque Draco haya escogido a mi hija como su mujer y reina.

−Eso será una buenaprotección, ¿quieres que le haga una daga a tu hija?

−Si gracias, he traídomucho hierro.

−Cuando las terminemosles pediremos a los sacerdotes que las bendigan, con su bendición y con lascosas que les pondremos estarán seguros. −Y acercándose a una estantería cogióun pote de madera y otro de cristal. −Aceite e hierbas mágicas si las ponemosmientras las hacemos su magia dura para siempre.

−Te pagare. −Le dijoGeorge. −Sé que eso cuesta dinero.

−No digas tonterías,es un regalo mío, ahora vamos a ponernos.

−Sí. −Y quitándose lacamisa se acerco al fuego y empezó a trabajar, aunque fuera hacia frio allídentro era como estar en el interior de un horno y no se necesitaba ropa alcontrario cuanta más ropa vestías más molesto se volvía.

Unos días más tarde,George se acercaba de nuevo a la tienda y compro madera también bendecida porlos sacerdotes.

Esa gente vivía a lasafueras de la ciudad y no se juntaban con nadie, el único que tenía permisopara entrar a verlos era el rey, vivían en aislamiento total y la muerte era elcastigo por la osadía de intentar verlos, su trabajo era el de protegermágicamente la ciudad y nadie sabía cuántos eran o qué edad tenían.

Mientras los díaspasaban y cada vez nevaba más y hacia mas frio, Sara seguía preparando losvestidos de Hermione.

Una tarde, Markentraba feliz y los abrazo a todos.

−¿Mark y esa alegría? −Lepregunto George.

−Papa, Alana haaceptado casarse conmigo, nos casaremos en el cuarto mes.

−Felicidades Mark. −Ledijeron las chicas.

−¿Papa me dejaras queme case con ella? −Le pregunto Mark, las leyes en su ciudad eran muy claras, elmatrimonio entre dos personas tenía que ser aceptado por los padres, si no loera no podían casarse.

−¿La quieres?

−Más que a mi vida.

−¿Ella te quiere?

−Mucho.

−Entonces te doypermiso, mañana iré a hablar con John.

−Gracias papa. −Y loabrazo.

 

−De nada hijo, soloquiero que seas feliz.

−Y ella me haceinmensamente feliz. −Y los volvió a abrazar a todos.

George al ver lo felizque era su hijo sonrió.

−Mark, yo os regalarelas telas para vuestros vestidos. −Le dijo Hermione. −Mañana iré a ver a Dracoy seguro que aceptara las telas.

Ante eso el chico lamiro. −Herms no quiero que piensen que nos queremos aprovechar de ellos, lastelas son tuyas.

−Y yo las quiero compartircontigo que eres mi hermano y con Alana que es mi cuñada.

−Está bien, gracias.

−De nada guapo. −Y le sonrió.

Al día siguiente,Hermione tras salir del trabajo se iba al castillo y cuando le dejaron entrarse fue al despacho de Draco, aunque estaba siempre muy ocupado se intentabanver aunque fueran dos días a la semana.

−Hola Hermione. −Lesaludo Draco.

−Hola, he recibido unagran noticia.

−Ven y me la cuentas. −Ymiro a la sirvienta. −Te y pastelitos.

−Si mi señor. −Yhaciendo una reverencia se fue a buscar las cosas.

−Cuéntame. −Le dijoDraco cuando estuvieron sentados.

−Mark se va a casarcon su novia de toda la vida en el cuarto mes.

−Eso es estupendo, ¿yya tienes su regalo?

−Es porque eso que hevenido a verte, me gustaría regalarle telas para sus vestidos, como tú medijiste que cogiera todas las que quisiera lo he pensado, ¿Qué dices?

−Me parece muy bien. −Ledijo Draco sonriéndole y le cogió de la mano. −Como dije en su momento puedescoger todas las que quieras.

−Gracias, Mark noestaba muy convencido no quiere que pienses nos estamos aprovechando de ti.

−Para nada. −Le dijoel rey. −Esas telas se mueren de asco sin ser usadas y Mark es mi cuñado asíque estoy feliz de que las coja.

−¿Vendrás a la boda?

−Claro que iré, al finy al cabo ahora somos familia.

Hermione al escucharque iría le sonrió feliz. −Gracias.

−De nada.

La sirvienta no tardomucho más en llegar con el té y los pastelitos.

Cuando terminaron demerendar se fueron a la sala de las telas y escogieron unas cuantas que lossoldados colocaron en una carreta.

−Herms vete ya a casa.−Dijo poco después de que anocheciera. −No quiero que se preocupen por ti, nosveremos pronto.

−Si gracias. −Ydespidiéndose se subió en la carreta y diciéndole adiós con la mano, salierondel patio.

Al llegar a su casa,Hermione les enseño a su familia las telas que el rey les había dado.

−Me ha dicho que no metengo que preocupar de nada. −Les dijo. −Nos la da con gusto.

−Gracias Hermione. −Ledijo Mark realmente agradecido. −Papa ya ha hablado con John y los dos handecidido la dote y todo eso.

−Me alegro un montónde que os hayan dado permiso para casaros.

−Yo también.

−¿Y donde viviréis?

−Hemos decidido viviren una casa los dos solos.

−Ohh que bonito. −Lesdijo Sara que estaba mirando las telas que su prima le había llevado, Alana yale había dicho que quería que fuera su modista.

−¿Qué es bonito? −Lepregunto Mark. −La tela o que vivamos solos.

−Las dos cosas. −Ledijo Sara.

−Creo que ni sabía delo que estábamos hablando. −Le susurro Hermione.

−Seguramente. −Y miroa su prima. −Sara mañana vendrá Alana a mirar la tela que más le guste.

 

−Las guardare bienpara que no se estropeen y mañana lo decidiremos entre las dos.

−También vendrá sumadre.

−Entonces entre lastres.

Mark miro a su padre. −Papaquiero tu nos hagas los anillos.

−Los hare, y os pondréun hermoso diamante arco iris.

−Papa gracias. −Ledijo.

−De nada hijo, ¿oro oplata?

−Eso te lo diremosmañana.

−Mientras seguiré conlos regalos de tu hermana.

Al día siguiente,George estaba trabajando cuando entraron unos soldados acompañando al rey.

−Buenos días. −Lesaludo Draco.

−Buenos días Draco. −Lesaludo George.

−Vengo a verte paramirar lo de los anillos para mi boda con tu hija. −Y le enseño materiales. −Oro,plata, diamantes normales y otras cosas.

−Herms prefiere unanillo de plata. −Le dijo George mirando la plata.

−Entonces plata, yotambién la prefiero, ¿los harás tú?

−George es un buenherrero. −Le dijo su jefe. −El hará lo mejor y más si es para su hija.

−Gracias. −Y miro a susuegro. −Entonces te dejo encargado.

−¿Cómo lo quieres?

Draco le enseño unahoja con varios diseños. −El anillo de pedida que tenga un cristal y los deboda que sea una banda con runas, sencillo y elegante.

−Lo tendrás, usare oroy plata para las bandas.

−Si gracias, ¿tequedan diamantes arco iris?

−Me quedan.

−Aparte de cristalpara el anillo me gustaría que pusieras alguno.

−Lo hare.

−Gracias, tambiénquiero que le hagas una corona nueva, la tradición es que la nueva reina tengados, la que ha pasado de generación en generación y otra que le regala el reyaceptándola como su reina y compañera para toda la vida.

−¿Cómo quieres eldiseño?

−Eso te lo dejo a ti.

−Yo de coronas y tiarasno sé, es demasiado fino para mí. −Y miro a su jefe y amigo. −Quiero que lahagas tu.

−Yo te enseñarealgunas cosas pero la harás tu, seguro que Hermione está feliz al saber que lahas hecho tu. −Y miro al rey. −Nos ocuparemos de ello.

−Estupendo. −Y le diouna bolsa de dinero. −Para vosotros por vuestro tiempo y antes de que digáisque no, quiero que lo aceptéis.

−Está bien. −Le dijoGeorge.

−Ya me voy que comosiempre ando con mil cosas. −Y le dio la bolsa. −Los materiales estánbendecidos por los sacerdotes así que están mágicamente protegidos.

−Gracias.

−De nada, nos vemospronto. −Y se iba a ir cuando se paro y lo miro. −Felicidades por la boda de tuhijo Mark, he sabido que esa chica no solo es de buena familia sino que muy trabajadoray que quiere a tu hijo, esas son las mejores.

−Sí que lo son, Hermsme ha dicho que vendrás a la boda.

−Iré, ahora tengo quebuscar un regalo, ahora sí que me voy. −Y despidiéndose se fue.

Cuando se quedaron asolas, George miro a su jefe.

−¿Cliff estás loco? Yono sé hacer algo tan fino.

−No seas tonto, claroque sabes solo que nunca lo has hecho, yo te ayudare, haremos algo que nunca seha visto antes.

−Si sale mal, te dirébien fuerte que te lo dije.

−Yo sé que no saldrámal, así que no me preocupo, ahora vamos a trabajar que tenemos muchas cosasque hacer.

−Sí. −Y mirándolo una últimavez volvió a su trabajo.

Por la tarde Hermionesalía de su trabajo y se iba a mirar tiendas, tenía que encontrar el regaloadecuado para la boda de su hermano.

 

Estaba mirando unescaparate cuando su padre se acerco.

−¿Herms que miras?

−El regalo de Mark. −Yle enseño una caja tallada. −Me gustaría comprársela pero es muy cara casi 20monedas.

−Herms tú la puedeshacer.

Ante eso la chica lomiro. −Papa yo no sé trabajar la madera, sé que si lo hiciera quedaría fatal.

−Una de las magias quetiene una maga naturalista como tú es el poder hablar con la madera, y puedehacer tallados como quieras.

−¿En serio?

−En serio, vamos en tugrimorio debe de estar el hechizo. −Y se fueron a su casa.

Al llegar dejaron lascapas al lado en la percha y George le pedía que bajara su grimorio.

Cuando lo tuvo loabrió y vio que ya había ido rellenando las paginas, al llegar a la pagina quebuscaba se lo mostro.

−Es este, voy a buscarun trozo de madera y tu mientras ves leyéndolo y aprendiéndolo.

−Sip. −Y mientras supadre iba a buscar un trozo de madera al estudio de los chicos ella lo aprendía.

Cuando George volvióhizo un dibujo con un poco de ceniza y le dijo: −Hermione quiero que cortes porla parte que he señalado.

La chica haciéndolecaso leyó las instrucciones del hechizo y usando el dedo como si fuera uncuchillo lanzo el hechizo e hizo el corte.

−Lo he conseguido. −Ledijo Hermione abrazándolo.

−Ya te lo había dicho.−Le dijo George sonriéndole. Ahora ha sido un corte fino y tendrás querepartirlo varias veces hasta que llegue a la profundidad que quieres, cuantomás lo uses mejor te ira, mañana buscaremos un bonito diseño para hacer tucaja.

−Ahora que sé quepuedo hacerla, quiero regalarle una a Draco.

−Claro que si, harásdos hermosas cajas talladas.

−Sip.

−Buenas tardes. −Lessaludo Sara que venía con Alana y su madre.

−Buenas tardes Sara. −Lesaludo Hermione y miro a Alana. −Felicidades por tu compromiso.

−Gracias, estoynerviosa.

−Yo también. −Le dijola castaña y miro a su padre. −Papa gracias.

−De nada guapa, temirare bien las cosas y así lo podrás hacer.

−Si gracias. −Y volvióa mirarlas. −¿Vais ya?

−Sí, quiero enseñarleslas hermosas telas que has conseguido.

−Voy con vosotras. −Ydejando el grimorio encima de la mesa se fueron al estudio de Sara.

Cuando Alana y sumadre vieron el vestido blanco de terciopelo a medio hacer miraron a Hermione. −¿Estu vestido?

−Lo es. −Y acercándosea su vestido las miro. −Me encanta, Sara ha hecho un diseño hermoso, hilos deseda para que no se vean las costuras y dibujos con hilo plateado.

−Y llevara una capablanca. −Les dijo Sara. −Alana el tuyo no será menos. −Le dijo. −Ven. −Ycogiéndola de la mano la llevo una mesa donde tenía muchas telas. −Tu tela esesta. −Y le enseño una de color blanco de terciopelo. −Es la misma tela queusara Hemrione para su vestido.

Ante eso las dosmiraron a Hermione.

−Herms es demasiadocaro, no podemos aceptarlo.

−No digas tonterías,yo os lo regalo con gusto, ya he hablado con Draco y me ha dicho que no mepreocupe incluso el escogió algunas telas para el vestido de tu madre y tushermanas, todas estaréis hermosas.

−¿Cómo lo quieres? −Lepregunto Sara que estaba sentada.

−No cambiareis de opiniónsobre la tela ¿verdad? −Les pregunto Alana.

 

−Nop. −Le dijoHermione que se había sentado al lado de su prima. −Y como futura reina tienesque obedecerme.

−Ya has escuchado a lareina. −Le dijo Sara.

−Está bien. −Ysentándose en una de las sillas les fue diciendo como quería su vestido. −Loquiero sencillo con dibujos en la parte delantera.

−Lo tendrás. −Le dijoSara que ya estaba haciendo el esbozo. −Sencillo con dibujos en la partedelantera, las costuras las haremos con hilo de seda y te haremos una capa queacompañara tu vestido.

Un buen rato despuésSara terminaba el dibujo y se lo enseñaba. −¿Qué os parece?

La futura noviacogiendo el cuaderno de la modista asintió. -Es lo que yo buscaba. −Y se loenseño a su madre. −Es hermoso.

−Sí que lo es. −Y miroa Sara. −Lo queremos así.

−Lo tendréis, ahoracogeré las medidas de Alana. −Y dándole el cuaderno a Hermione para que fueraapuntando empezó a trabajar.

−Mark no lo verá,¿verdad? −Le pregunto Alana cuando terminaron de coger las medidas.

−No, el nunca entra eneste cuarto. −Le dijo Sara. −Es por motivos como este, que escogimos uno alotro lado de la casa, el estudio de los chicos esta al final.

−No quiero que lo vea.

−Y no lo verá. −Ledijo Hermione y miro a su prima. −Sara tienes que tomarle las medidas para loszapatos. −Y miro a Alana. −Mis zapatos serán de terciopelo con dibujosplateados como mi vestido, seguro que los tuyos serán iguales que los de tuvestido.

−Las dos estaréishermosas. −Les dijo Sara y miro a la madre de la novia. −¿De qué color quieresu vestido?

−Verde.

−Tengo varios verdes. −Ledijo Sara y se los enseño.

Por la noche Alana ysu madre se despedían agradecidas por toda la ayuda que habían recibido y seiban.

Mientras cenaban Markles pregunto qué tal había ido.

−Muy bien. −Le dijoSara. Alana ya ha escogido como quiere su vestido y mañana empezare a prepararloy el domingo vendrán sus hermanas a mirar las telas para sus vestidos.

−¿Te dará tiempo atodo?

−Sí. −Le dijo. −Primerohare el de Alana, y luego el de su madre y hermanas, y cuando los tenga seguirécon el de Hermione que se casa mas tarde.

−Si quieres te buscouna ayudante. −Le dijo su padre.

−No hace faltaayudantes. −Le dijo su mujer y miro a su hija. −Sara, Jane y yo te ayudaremos.

−Claro que sí. −Ledijo su cuñada. −Entre las tres con Hermione y vuestra abuela los haremos rápidos.

Una de las cosas quese les enseñaba a todas las chicas era a cocinar y coser para que pudieranllevar bien su hogar.

−Mañana iré a comprar másagujas. −Les dijo Sara.

−Yo te las compro. −Ledijo su madre. −Así cuando termines de trabajar nos ponemos con él.

−Sí. −Y miro a suprimo. −Mark, Alana estará hermosa.

−Lo sé, sé que noabran vestidos más hermosos que esos, gracias.

−De nada guapo. −Y sonriéndolesiguió cenando.

Al día siguienteGeorge se acercaba a la tienda de maderas y compraba diez tablones y otrascosas.

−¿George quieres quete lo lleve a tu casa? −Le pregunto el dependiente cuando termino de pagar.

−Si gracias, ahora mevoy que tengo que comprar otras cosas. −Despidiéndose fue a la librería ycomprando varios libros de dibujos para tallar madera se iba a su trabajo.

 

Por la tarde Georgellegaba a su casa y mientras su hija miraba que dibujo le quería poner a lascajas, él las construía.

−¿Herms que teparecen? −Le pregunto su padre.

−Me gusta. −Le dijo lachica mirándolas, tenían la medida de dos pies de largo y uno de ancho.

−Ahora que ya lastenemos echas, tienes que mirar el dibujo.

−He visto algunos. −Ledijo y se los enseño. −¿Qué te parece? Hay flores, animales y otras cosas.

−Me gustan. −Le dijoGeorge. −Te las llevare a tu habitación para que nadie lo vea.

−Gracias.

−De nada. −Y las llevoa su habitación.

Una semana más tardeera el cumpleaños número 15 de Hermione y aunque ya había nevadas la familia habíapreparado una fiesta al aire libre, despejando el lugar de nieve y poniendomesas, sillas y con sus capas se reunían todos.

−Gracias a todos porhaber venido. −Les dijo George. −Como sabéis este es la última fiesta de cumpleañosde soltera que celebramos con Hermione, el próximo año ya será una mujercasada, así que aprovechando que aun es una niña hemos preparado muchos juegos,divertiros.

Los invitadosaplaudieron y empezó la fiesta.

Por la noche encendíanuna gran hoguera y era la hora del baile.

Draco que llevaba todoel día pasándoselo muy bien, se acerco a su prometida y acercándose a lahoguera se pusieron a bailar con otras parejas.

Unas horas más tarde,George les daba de nuevo las gracias y dándole las buenas noches volvían a sucasa.

−Ha sido una fiestaincreíble. −Les dijo Hermione feliz. −Ha habido música, mucha comida y lo mejores que hemos estado todos juntos.

−Claro que si hija. −Ledijo Jane. −Pero ahora te tienes que ir a dormir.

−Sí que tengo sueño. −Ydándoles las buenas noches se fue a su cuarto.

Unos días más tardeaprovechando que no nevaba la gente salió a la calle para ir a trabajar y hacersus cosas, había estado nevando dos días seguidos tan fuerte que no habíanpodido salir.

Hermione que iba bientapada vio como los soldados de Draco se ocupaban de sacar toda la nieve quepudieran, esa nieve se lanzaba a los pozos de la ciudad para que en verano sedeshiciera y se juntara con el agua que llegaba a través de los canales.

En esos meses de tantofrio, los soldados se dedicaban solamente a la ciudad, nadie salía a losbosques las puertas de las murallas estaban cerradas así que no tenían quepreocuparse de animales peligrosos.

−Buenos días Hermione.−Le saludaron unos soldados amigo de su padre.

−Buenos días, hacemucho frio.

−Sí que lo hace, ¿vasa trabajar?

−Aprovechando que hoyha salido el sol, si me quedaba en casa acabaría matando a alguien, Sara andaloca con todos los vestidos que tiene que hacer, Mark haciendo el raro y no quesé que mas.

−Los tíos somos raros.−Le dijo uno.

Ante eso suscompañeros y Hermione lo miraron.

−Lo has dicho tú no yoque conste, me voy que no quiero llegar tarde.

−Ves. −Y despidiéndosevolvieron a su trabajo, había mucha nieve que retirar.

Ese día Hermione nofue la única que fue a trabajar, George se acercaba a la herrería para seguirtrabajando en las cosas para las bodas de sus hijos.

Por la tarde elcapitán Sirius andaba paseando por la ciudad, cuando vio a una chica que lellamo la atención, por la ropa y la capa que llevaba se notaba que no era delos bares del puerto, le gustaban esas chicas porque se podía divertir conellas y no daban problemas.

 

Pero esa chica le habíallamado la atención así que se acerco.

−Buenas tardes.

La chica lo miro e ibaa decir algo cuando se acerco Draco.

−Buenas tardes Draco. −Lesaludo Sirius.

−Buenas tardes. −Ymiro a la chica. −Buenas tardes Sara.

Ante eso Sirius miro ala chica, esperaba no haber intentado ligar con su prometida.

−Buenas tardes Draco,¿paseando?

−Más bien comprobandoque todo esté bien, tras dos días de fuertes nevadas no quiero que ningúntejado se caiga en la cabeza de alguien. −Y miro a Sirius. −¿Vosotros os conocéis?

−Aquí tu amigo, havenido a intentar ligar conmigo. −Le dijo Sara y miro a Sirius. −Señor notendría que acercarse tan amigablemente a una chica, puede que este prometida oalgo peor casada. −Y miro de nuevo al rey. −Draco ha sido un placer verte, peroya me tengo que ir a mi casa, mi familia me espera.

−Ves. −Le dijo. −Noquiero que se preocupen.

−Adiós. −Y sonriéndolese fue.

Cuando Draco se quedoa solas con Sirius lo miro. −Siempre te digo lo mismo que un día eso de ligarcon todo el mundo te llevara a la perdición.

−¿La conoces?

−Sara es prima de miprometida, tiene 17 años y es costurera.

Ante eso Sirius lomiro. −Me gusta.

−Ella y las mil chicasmás que tienes, Sirius espero que te sepas comportar pronto será mi familia.

−Yo siempre mecomporto, ya me voy que hace frio. −Y mirando una última vez por donde Sara se habíaido se fue a su casa.

Sirius vivía en una delos mejores barrios de la ciudad, allí solo habían mansiones de nobles y dericos comerciantes y aunque él era capitán, su familia lo había dejado en unabuena situación económica sin contar que el sueldo que Draco le daba por llevarsu barco no estaba para nada mal..

Cuando Sara llego a sucasa, lo primero que hizo fue dejar la capa en el perchero y se fue a prepararte, con el frio que hacía solo le apetecía algo caliente.

Un rato despuésmientras se tomaba su taza de té, pensaba en el hombre que había conocido, eraverdad que no había sido muy amigable, pero es que nunca la habían abordado asíy tenía que decir que era muy guapo, por cada sorbito que daba, un suspirosalía, tenía ganas de casarse pero no quería renunciar a su sueño de tener algúndía su propia tienda de modas cosa sencilla ahora que su familia habíaencontrado los diamantes arco iris.

Cuando Sara se terminosu taza de té, se fue a su estudio tenía muchas cosas que hacer.

Unos días más tarde,tras otros tantos días nevando, la ciudad volvía a cobrar vida y la gente volvíaa salir de sus casas.

De nuevo Siriuspaseaba cuando se volvió a encontrar a la chica y esta vez no iba sola, iba conun chico moreno, intrigado se acerco.

−Buenas tardes.

−Buenas tardes. −Lesaludo Sara y miro al chico. −Alex él es Sirius. −Y miro al capitán. −Y el esmi hermano Alex.

Al escuchar que era suhermano, Sirius le sonrió. −Un placer.

−Capitán Sirius, heescuchado hablar de usted. −Le dijo Alex. −Lleva uno de los barcos del rey.

−Exactamente, ¿teinteresa llevar un barco?

−Algún día me gustaríaver el mundo, pero aun no tengo 20 años y no puedo tenerlo.

 

−En primavera buscarenuevos marineros, puedes venir en mi barco, recorremos muchos países.

−¡Basta! −Le dijo Saray miro a Sirius. −Si te has acercado para llevarte a mi hermano lejos, ya tepuedes ir. −Y cogiendo a Alex del brazo se lo llevo.

−La has cagado. −Escuchoque le decían a Sirius cuando este se quedo a solas.

Sirius girándose vio aRemus. −¿Nos has escuchado?

−Os he escuchado,Draco me ha hablado de la chica que te ha llamado la atención, y tenía que serla prima de su prometida, con todas las chicas que hay en esta ciudad.

−Se ha enfadado muchoconmigo.

−Es normal, te quieresllevar a su hermano lejos, tus viajes duran muchos meses.

−No quería que seenfadara, solo quería que viera el mundo.

−Si bueno lo hasestropeado, ¿Cómo lo arreglaras?

−Ni idea, mis amantesno se enfadan conmigo, las chicas de buena familia son complicadas.

−Lo son, ahora deja dellorar y acompáñame.

−¿A dónde?

−A comprarle un regaloa tu chica, haber si se le pasa el enfado.

−Está bien. −Y se fuecon su amigo.

Al día siguiente,Sirius volvía a encontrarse con Sara y vio que iba con una chica castaña.

−Buenas tardes. −Lessaludo.

−Otra vez tú. −Sara lomiro. −¿No hay otra chica a la que molestar?

−Sara. −La chicacastaña la miro. −No seas así.

−Se quiere llevar aAlex a uno de sus viajes.

−Alex ya es suficientemayor, para hacer lo que quiera, no tienes que estar controlándolo, además noes como si no fuera nunca más a volver. −Y miro al hombre. −Disculpa a miprima, es que es muy protectora, me llamo Hermione.

−La prometida deDraco. −Y le sonrió. −Un placer.

−Hermione. −Draco seacerco y le dio un beso en la mejilla. −¿Qué tal todo?

−Intentando que Sarano esté enfadada con tu amigo, le he dicho que Alex puede tomar sus propiasdecisiones que ya tiene 18 años.

−Sí que puede. −Ledijo Draco y miro a Sara. −Es normal que estés preocupada por tu hermano, perote puedo asegurar que Sirius es mi mejor capitán, todos lo que salen regresan. −Ymiro a su amigo. −¿Sirius que tal?

−Aburrido, esperando aque llegue el buen tiempo para poder volver al mar.

−Aun quedan meses,además espero que vengas a mi boda.

−Sí que iré, igualcomo quedan meses hare un pequeño viaje al sur antes.

−Como quieras. −Y miroa Hermione. −Dejémoslos que arreglen sus cosas y nosotros vayamos a dar unpaseo.

−Me parece bien. −Ydiciéndole a su prima que se verían a casa, los prometidos se fueron.

Cuando Sara y Siriusse quedaron a solas, el hombre le dio un paquete. −Para ti, quiero disculparmepor haberme metido en tus asuntos.

−No te preocupes, soloque no quiero que mi hermano este lejos, y encima con piratas y muchos otrospeligros, gracias por el regalo. −Y abriéndolo vio un hermoso camafeo con unarosa blanca y el resto en negro.

−Espero que te guste. −Ledijo Sirius.

−Si gracias, eshermoso, pero es muy caro no lo puedo aceptar. −Y se lo iba a devolver cuandoSirius le cogió de la mano.

−Acéptalo por favor.

Sara mirándolo suspiroy asintió. −Está bien, lo acepto, gracias.

−De nada, ven que telo pongo. −Y cogiéndolo se lo puso alrededor del cuello.

−Muchas gracias. −Ledijo Sara una vez lo tuvo puesto.

 

−De nada, ¿quieres quete acompañe a casa?

−Si gracias. −Y sonriéndolese fueron paseando por las calles.

A la hora de la cena,Sara les enseñaba el camafeo.

−Qué bonito. −Le dijosu madre mirándolo.

−Sí que lo es, alprincipio no lo quería aceptar, pero me ha gustado tanto que no he podidonegarme.

−Que te hagan regalosde vez en cuando no está nada mal. −Le dijo su abuela.

−Gracias abuelita.

−De nada hermosa, y tetengo que decir que está muy bien.

−Mucho. −Y feliz deque a su familia le gustara siguió cenando.

Al día siguiente,Sirius paseaba cuando unos hombres lo pararon.

−Sirius. −Le dijo unhombre. −He escuchado muchos rumores sobre ti, espero que no pienses que puedesaprovecharte de mi hija como lo haces de las chicas del puerto.

Sirius al principioestuvo perdida hasta que pensó que podía ser el padre de Sara.

−No me quieroaprovechar de su hija, Sara es una chica muy interesante.

−Espero que seaverdad, porque no me importara quien seas que buscare justicia, Sara es unachica dulce, amable y sobre todo respetable, nadie se burlara de ella.

−Sirius se portarabien, sino yo mismo tomare medidas. −Les dijo Draco que se acercaba y miro a sufamilia política. −Sara es la prima de mi prometida eso hace que sea mifamilia. −Y miro a Sirius. −No voy a dejar que te aproveches de ella, no digonada de las otras pues viven en el puerto y allí hacen lo que quieran, peroSara esta bajo mi protección.

−Lo entiendo y solo laquiero conocer. −Le dijo Sirius.

−Eso espero. −Y miro asu familia. −Yo vigilare que Sirius no cometa ninguna estupidez.

−Eso espero Draco. −Ledijo su suegro. −Porque esperamos que un día Sara pueda casarse con el hombreque escoja y si hay rumores sobre ella no lo podrá hacer. Korean Beauty

−Yo me casare conella. −Le dijo Sirius.

Ante eso todos lomiraron.

−¿Estás loco? Solohace cuatro días que la conoces. −Le dijo Alex.

−¿Y qué? Draco y suprometida no es que se conocieran de mucho antes.

−¿Dejaras de sercapitán? −Le dijo Draco. −Sara quiere un hombre que este a su lado, no quesalga a navegar.

−Me quedo no meimporta.

−¿Y qué harás? −Le preguntoEric esta conversación era cada vez más loca. −Sé que tienes dinero, pero nocreo que te pases todo el tiempo sin hacer nada.

−Que me pase todo eltiempo en viajes no quiere decir que no sepa hacer otras cosas. −Le dijoSirius. −Me gusta eso de trabajar la madera.

Draco miro a loshombres. −Sirius es un gran tallador, hace hermosas obras de madera.

−Sabes que, estáislocos. −Les dijo Eric. −Me voy a mi casa. −Y apunto a Sirius con el dedo. −Túno te acerques a mi hija. −Y se fue, esa conversación había empezado bien y habíaterminado fatal, todos estaban locos.

Unas horas después,Sara los miraba con la boca abierta.

−¿Me estás diciendoque para que no hayan rumores Sirius se quiere casar conmigo?

−Exacto hija. −Le dijoEric. −Por supuesto le he dicho que está loco y que no se acerque a ti.

−Yo lo veo muy romántico.−Les dijo Elisa. −Que un hombre que lleva toda la vida siendo un don juan,quiera casarse con Sara para que no hablen de ella, lo veo muy romántico. −Ysuspiro.

Hermione sonrió antesu tía, la mujer era toda una romántica.

 

−¿Papa que hago? −Lepregunto Sara.

Ante eso todos lamiraron.

−¿Te lo estaspensando?

−Papa me quiero casary tener hijos, y no es que haya una fila de hombres pidiéndome que me case con ellos.

Eric miro bien a suhija, era una chica hermosa con el cabello oscuro y unos hermosos ojoscastaños, solo que tenía el carácter fuerte y no le gustaba que le dijeran quehacer y claro a muchos no les gustaba que dijera lo que pensaba.

−Mañana iremos ahablar con Draco y Sirius haber si lo que ha dicho hoy es cierto si lo es,entonces aceptaremos su propuesta.

−Gracias papi. −Le dijoSara abrazándolo. −Pero quiero seguir trabajando como costurera y algún día sermodista.

−Se lo diremos.

−Gracias.

−Sara felicidades. −Ledijo Hermione. −Draco me ha dicho que Sirius es muy trabajador, y es de buenafamilia, así que nunca te faltara dinero.

−Sip. −Y le sonrió,esperaba que la conversación del día siguiente fuera bien.

Al día siguiente Marky Eric iban al castillo, reuniéndose con Draco le explicaron lo que les habíadicho Sara.

−Quiere casarse y aunno ha recibido ninguna propuesto.

−Pues es extraño. −Lesdijo Draco. −Es muy hermosa.

−Lo es, solo que tieneun carácter fuerte que no le gusta lo que tiene que hacer.

−Ya lo entiendo,muchos prefieren una mujer sumisa que solo este en casa cuidando de los hijos ycocinando.

−Exacto y Sara no esasí, ella quiere trabajar y no se callara si no le gusta algo.

−Ya he llamado aSirius, pronto estará aquí y entonces hablaremos.

−Gracias.

−De nada. −Y se llevola taza a los labios.

No mucho tiempodespués Sirius llegaba y saludándolos se sentó al lado de Draco.

−Sara ha aceptado tupropuesta. −Le dijo Eric. −Pero quiere que sepas que ella quiere trabajar, noquiere quedarse en casa sin hacer nada.

−Sara es una granmodista. −Le dijo Draco. −Está haciendo el vestido de novia de Hermione.

−No me importa quetrabaje. −Le dijo Sirius. −Yo la quiero como es, no quiero que cambie.

−Sirius entiende queesto es muy serio. −Le dijo Draco. −Si aceptas casarte con ella y se empiezanlos preparativos luego no puedes echarte para atrás, porque sería Sara quiensaldría mal en esta situación, no solo ya no podría casarse ni tampoco tenerhijos.

−No me echare paraatrás. −Le dijo Sirius y miro al padre y tío de Sara. −Me casare con ella ypodrá seguir con su sueño de ser modista.

−Entonces loescribiremos. −Y mirando a un soldado le pidió que trajera a Remus.

−Ahora mismo mi lord. −Yhaciendo una reverencia se fue a buscar al consejero más leal del rey.

Cuando Remus llegohizo el acuerdo de Sirius.

−Según Sirius, elpromete casarse con Sara en el séptimo mes y que cuando cumpla 20 años puedatrabajar en su propio taller. ¿Es así? −Les pregunto Remus.

−Exacto. −Le dijoEric. −Sobre la dote, le daremos 5000 monedas.

Ante eso Sirius losmiro. −No necesito dote.

−A mí también me lodieron. −Le dijo Draco. −Aunque por supuesto me negué pero son tan tozudos queno me escucharon.

−No quiero que porquevosotros sois hombres ricos, no tengamos que dar la dote, ellas también tienensu propio dinero.

Sirius miro a Draco. −¿Cuántohas pagado tu?

 

−Aun no he pagadonada, en cuanto me case con Hermione daré 20000 monedas, quería darles 50000pero no lo aceptaron.

−20000 es más quesuficiente. −Les dijo George.

−Yo os daré lo mismo. −Lesdijo Sirius. −¿Queréis ver donde vivirá Sara?

−Si gracias.

−Firmar y terminare dehacer el documento. −Les dijo Remus.

−Yo firmo como testigode Eric. −Les dijo George y firmo.

−Yo como el testigo deSirius. −Les dijo Draco y firmo.

−Con vuestras firmasya lo tengo todo. −Les dijo Remus. −En cuanto tenga la copia os la pasare.

−Gracias.

−De nada.

Los hombresdespidiéndose de Draco se fueron a ver la casa de Sirius.

El hombre los llevo auna calle lleno de vallas de hierro y grandes propiedades.

−¿Vives aquí? −Lepregunto Eric asombrado. −Esta es la calle de los nobles.

−Lo es. −Le dijoSirius. −Aunque mis padres no eran nobles eran muy ricos y se podían permitiruna casa aquí. −Y los llevo delante de una puerta de hierro. −Es aquí. −Yabriendo los dejo pasar.

−¿Tienes gentetrabajando para ti? −Le pregunto George.

−Un matrimonio, lamujer se ocupa de cocinar y de limpiar la casa y el hombre de cuidar loscaballos y el jardín como me paso tanto tiempo fuera en alta mar no necesito amás gente, pero ahora que me quedare buscare a más, para que Sara solo se tengaque preocupar de su taller.

Eric al ver la casa sonrió,era hermosa de dos pisos con una torre redonda en medio y muy grande con muchasventanas.

−Me gusta. −Le dijo.

−Fue idea de mi madre.−Le dijo Sirius. −La antigua casa era pequeña y muy oscura, vamos. −Y entraron.

Un buen rato despuésSirius les había enseñado el que sería el estudio de Sara, un gran lugar donde podíatrabajar sin problemas de espacio.

−Me gusta mucho tucasa. −Le dijo George. −Aquí Sara será feliz.

−Es lo único quequiero, ¿le gustan los caballos?

−Un poco.

−Aparte del estudioque le preparare, le quiero regalar un caballo, me gusta mucho pasear, hacerpicnics, es uno de los mejores recuerdos que tengo de mi infancia, salir alcampo y pasar el día jugando a la cometa con mi padre.

−A mi hija también legusta el campo.

−Entonces buscare unhermoso caballo.

−Que sea tranquilo,ella no es muy buena amazona.

−Sera tranquilo.

−Nosotros ya nostenemos que ir. −Le dijo George. −Me he tomado la mañana para hablar con Dracopero ya tengo que volver, tengo mucho trabajo en la herrería.

−¿Eres herrero? −Lepregunto Sirius.

−Lo soy.

−Mi hermano estápreparando las joyas de la boda de sus hijos, mi sobrino Mark el hermano mayorde Hermione también se va a casar. −Le dijo Eric.

−¿Entonces te puedopedir las joyas?

−Sí que me las puedespedir, ¿pero no prefieres otro herrero?

−No, quiero que lohagas tu, tú conoces bien a tu sobrina.

−Entonces las hare. −Ymiro a su hermano. −Y no me mandes más trabajo que ya tengo suficiente.

−No te pediré nada más.−Y miro a Sirius. −Creí que eras un sinvergüenza que solo quería aprovecharsede mi hija, pero veo que me he equivocado discúlpame.

−No te preocupes, esnormal que protejas a tu hija es lo que los padres tienen que hacer.

−Nos vemos pronto. −Ledijo Eric y despidiéndose los dos hombres se fueron.

 

Mientras volvían alcentro de la ciudad, Eric le dijo su hermano que estaba contento de que Sara sefuera a casar con un hombre que la aceptaba como era.

Por la noche, Sarasaltaba de alegría, no solo se iba a casar con un hombre bien situado sino queaceptaba que siguiera trabajando.

−Nos ha enseñado la habitaciónque será tu estudio. −Le dijo su padre. −Es grande y entra mucho sol.

−Así podrás seguir contu sueño. −Le dijo su madre.

−Si mami. −Y miro a supadre. −¿Cuándo será mi boda?

−El séptimo mesdespués de la de Hermione.

−Entonces me darátiempo a preparar mi vestido.

−De él me ocupare yo. −Ledijo su madre. −No está bien que hagas tu propio vestido, yo te lo hare.

−Gracias mami. −Y laabrazo.

−De nada guapa. −Ymiro a su hijo. −Alex solo falta que te cases tú.

−Creo que con tresbodas en un año hay más que suficiente, además aun no he conocido a nadie conla que quiera casarme.

−No hay ninguna prisa.−Le dijo su padre. −Mejor tarde que mal casado.

−Por eso.

Al día siguiente Sarasalía de su trabajo cuando se encontró con Sirius.

−Sirius. −Acercándosele sonrió. −Estoy muy feliz de casarme contigo y que me aceptes tal como soy.

−Yo quiero casarme porcómo eres, no te quiero cambiar, se que apenas nos prometimos ayer, ¿pero yatienes modista para tu vestido?

−Lo vamos a hacer enmi casa, cuando Draco y Hermione se prometieron él le regalo muchas telas asíque las usaremos.

−Iremos a un amigo míoque vende muchas telas, muchas de las traigo yo mismo de mis viajes.

−¿No echaras de menosviajar?

−Para nada. −Le dijoSirius mientras la llevaba a la tienda. −En parte viajaba porque me deprimíaestar aquí solo, viendo como las familias disfrutaban de pasar tiempo juntos,pero ahora que tendré una familia propia quiero quedarme aquí, y trabajarehaciendo cajas de madera talladas y ya veremos que mas hago, no me gusta estarsin hacer nada.

Sara al escucharlo le sonrió,estaba feliz de no estropear su sueño de ser marinero.

Al llegar a la tienda,Sirius presento al vendedor y le dijo:

−Sara es mi prometida,me casare en el séptimo mes y hemos venido a mirar telas, harán su vestido denovia en su casa.

−Felicidades Sirius. −Ledijo el vendedor. −Sara debe de ser muy especial si te casas con ella.

−Es la única que no serindió a mis encantos la primera vez que nos vimos.

−Eso sí que es serespecial. −Y miro a Sara. −¿Qué tela quieres?

−Me gusta elterciopelo, es suave y fácil trabajar en el.

−¿No prefieres seda? −Lepregunto Sirius.

−No, a mi me gusta elterciopelo.

−Pues terciopelo. −Ledijo el vendedor y la llevo al lado de la tienda donde tenía cientos de rollosde tela de terciopelo.

−Quiero blanco para mívestido de novia. −Le dijo Sara.

El vendedor llamo a suayudante y le pidió que apartara un rollo de terciopelo blanco.

Cuando Sara termino demirar todas las telas, se quedo con diez, también compraba hilo de seda e hiloplateado.

−Oliver envíalo a casade mi prometida. −Le dijo Sirius y le dio la dirección. −Por favor que lleguenbien.

−Llegaran bien. −Ledijo el vendedor. −Tu prometida tiene muy bien ojo para las telas.

−Es que quiere sermodista. −Le dijo Sirius orgulloso y miro a Sara. −¿Vamos?

 

−Sí. −Y dándole lasgracias al vendedor se fueron.

Al día siguiente, elpedido de Sara llegaba y le enseñaba las telas a su familia.

−Sirius me las haregalado para que pueda hacer mas vestidos, me dijo que no estaba bien queDraco pusiera todas las telas.

−El tiene razón. −Ledijo su padre mirando las telas. −Son hermosas.

−Las he escogido yo.

−Es que tienes buengusto. −Le dijo Elisa y miro a los hombres. −Todos menos Mark llevarlas alestudio de Sara.

−Sí. −Y cogiéndolas selas llevaron al estudio donde habían puesto una estantería para que guardaratodas las telas que tenia.

Para la boda deHermione, Draco le dio 20 rollos de tela de colores y de diferentes materiales,para la boda de Mark y Alana les dio otras 10 y ahora con los que Sirius le habíadado, ya tenía para hacer muchos vestidos diferentes.

Su padre le había hechouna cajonera donde estaban guardado bien todos los hilos de colores de seda yalgodón.

Unas semanas mástarde, las casas estaban incomunicadas llevaba llenando cinco días seguidos yno parecía que fuera a parar.

Hermione aprovechabalas horas haciendo sus cajas de madera y le había pedido a su padre otra pararegalársela a Sara y Sirius.

Sara seguía cosiendolos vestidos ya había terminado el de Alana y ahora estaba terminando el deHermione, aunque al principio había ido un poco despacio pues solo cosía cuandoterminaba de trabajar ahora había avanzado mucho sin contar que su madre, sutía y su abuela la estaban ayudando.

Mientras las casasestaban incomunicadas, el castillo no se quedaba atrás, Draco se había quedadosolo con los soldados y los sirvientes, Remus había vuelto con su familia asíque se pasaba todo el día trabajando o leyendo, ya tenía ganas de casarse sabiaque en momentos de aislamiento estaría con Hermione.

Cinco días más tarde,tras diez días sin dejar de nevar, por suerte el sol salía aunque haciamuchísimo frio.

Nada mas dejo denevar, Draco reunió a sus soldados.

−Soldados. −Draco losmiro. −Tras diez días de intensa nieve la ciudad se ha quedado sepultada bajoun manto blanco, cuando el sol salga muchos irán a trabajar así que espero quepuedan ir sin problemas.

Cuando el sol salgamientras unos siguen sacando la nieve, otros irán puerta por puerta parapreguntar si les falta comida y repartiréis las cajas que estamos preparando,leche, harina, queso, carne y otras cosas, son para todos pero sobre todos paralos que tienen niños pequeños, Remus os dará una lista de la gente que nopudieron pagar sus impuestos.

−Lo haremos así milord. −Le dijo el capitán.

−Eso espero y gracias.

−Ya habéis escuchado anuestro rey. −Les dijo el capitán a sus soldados. −Tras diez días de intensasnevadas mucha gente necesita nuestra ayuda, así que vamos.

−Si capitán. −Ledijeron los soldados y se fueron a la ciudad.

En su casa Hermionevio como su padre y su tío limpiaban toda la nieve que había, tras tantos díasnevando se había endurecido y costaba sacarla, por suerte ellos estabanacostumbrado a los trabajos pesados y la podían quitar sin problemas.

−¿Hija iras atrabajar? −Le pregunto su madre.

−Me pasare haber sihan abierto.

−Si no trabajaras, vena ayudarnos a la posada. −Le dijo su abuelo. −Hoy prepararemos comida para losque no pudieron comprar tanta comida como nosotros.

 

−Sí que me pasare, yame voy. −Y terminándose su te caliente se abrigo bien y dándoles un beso a supadre y otro a su tío se fue a su trabajo.

Mientras caminaba porlas calles vio que estaban limpias de nieve, seguro que los soldados se habíanpuesto a trabajar nada mas dejo de nevar para que ellos pudieran moverse sinproblemas.

Por suerte no nevódurante cuatro días más, así que los soldados pudieron ocuparse bien dearreglar las casas que lo necesitaban y de entregar las cajas de suministros alos necesitados.

Eric aprovecho esosdías de sol, para mirar bien la alacena de su casa y tras apuntar lo quenecesitaría se fue a las tiendas a comprarlas.

Durante los meses defrio, el mercado estaba cerrado, no le gustaba nada esa temporada, no solo lascosas estaban más caras sino que apenas podían hacer nada, resignándose seolvido del mal tiempo y se ocupo de comprar.

Unos meses más tarde,tras un invierno muy duro, volvía el buen tiempo, en el tercer mes lastemperaturas volvieron a subir y la ciudad volvió a tener vida, las puertas dela muralla se abrían y tras una inspección de los soldados para comprobar queno hubieran peligros en el bosque, ya les daban permiso a los habitantes.

Ese día mientrasdesayunaban, George miraba a su hijo. −Mark ya quedan tres semanas para tuboda, tienes que comprar la casa y decidir donde la quieres poner.

−Después de trabajar iréa ver a John y Alana para hablar con ellos.

−¿Mark cuantopresupuesto tienes? −Le pregunto su primo.

−John nos ha dado 1000monedas para la dote de Alana, no nos puede dar más porque tiene tres hijas mása las que casar, Alana y yo tenemos 500 ahorradas y papa me dio 5000, así quecreo que compraremos una casa de 1000 monedas.

−Una casa de eseprecio está muy bien. −Le dijo George. −Puedes ponerle un piso con doshabitaciones, un cuarto de baño decente, una cocina comedor, un salón y unpequeño jardín.

−Es lo que haremos demomento no pondremos un segundo piso.

−Sois muy jóvenes. −Ledijo su abuelo. −Tenéis toda la vida por delante para hacerla mas grande.

−Por eso abuelo. −Ymiro a su padre. −¿Papa nos acompañaras?

−Lo hare. −Y miro alos demás. −Y ahora terminar de desayunar que tenemos cosas que hacer.

Los demás haciéndolecaso terminaron de desayunar y se fueron a sus trabajos.

Por la tarde cuandoMark termino de trabajar se reunió con su padre, su suegro y su prometida y seiban a ver al mago de las casas, era un hombre que se ocupaba de construir lascasas.

El hombre saludándolesles pregunto como querían su casa.

−Nos gustaría quetuviera dos habitaciones, un cuarto de baño, cocina comedor, salón y un jardín.−Le dijo Mark. −¿Cuánto costaría todo?

−Una propiedad de 100metros son 500 monedas y construir lo que quieres son unas 1000 monedas.

Ante eso los dosjóvenes se miraron. −Es más caro de lo que habíamos pensado.

−Ya lo he visto. −Ledijo Mark y miro al constructor. −¿Y si la propiedad fuera de 50 metros?

−250 monedas.

−Mark una casa de 50metros es muy pequeña. −Le dijo John. −Si tuviera dos pisos iría bien, perovosotros solo le queréis poner un piso así que mínimo necesitas los 100 metros.

El chico suspirandomiro a su padre. −¿Qué hacemos?

 

−Compra la de 1500monedas, aun os sobrarían monedas además seguro que para la boda os regalaranmuchos muebles.

−Tu padre tiene razón.−Le dijo John. −Comprar esa.

−Está bien. −Le dijoMark y miro al constructor. −Queremos la propiedad que nos ha dicho.

−¿Dónde? En el centrode la ciudad es obligatorio poner tienda y eso seria otras 500 monedas, en lacalle de los nobles serian 5000 más y un poco alejado serian 200.

−Lo queremos un pocoalejado del centro. −Le dijo Alana. −Quiero un pequeño jardín.

El hombre asintiendole sonrió y miro a los hombres. −Serian 1700 monedas.

−Mark sacando sudinero lo conto y se lo dio.

El constructor lo volvióa contar y guardándolo le dio un documento para que firmaran, los próximosdueños y los padres como testigos.

−¿Cuándo la tendremos?−Le pregunto Mark. −Nos casamos en tres semanas.

−La semana que vienela tendréis, ahora me tenéis que decir donde la queréis.

−¿Vamos ahora?

−Sí. −Y se fueron a unbarrio tranquilo donde habían casas de un piso y dos pero no muy grandes ytodos tenían jardines.

−Queremos vivir aquí. −Ledijo Alana.

−Alana. −Una chicajoven se acerco. −¿Mirando la propiedad?

−Si Nika, viviremosaquí, ¿Qué te parece?

−Es un barrio muytranquilo, solo vive gente joven que están empezando sus familias.

−Me gusta el barrio. −Ledijo George mirando a su alrededor. −Se nota que es muy tranquilo.

−Es por eso que lohemos cogido. −Le dijo Mark y miro al constructor. −La casa la queremos al ladode la amiga de mí prometida Nika.

La chica sonriendomiro a su amiga. −Estaremos juntas.

−Eso es estupendo. −Yle dijo al constructor donde estaba su casa.

−Allí pondremos lavuestra. −Les dijo el hombre. −Como os he dicho en una semana la tendréis ytambién la documentación.

−Gracias.

−De nada.

Cuando el constructortermino de mirar unas cosas se fue.

Una semana más tardeMark y Alana ya tenían su casa y la iban a ver.

−Me gusta. −Le dijo lachica entrando y mirándola. −Es hermosa.

−Sí que lo es. −Ledijo Mark y la abrazo. −Aquí empezaremos nuestra familia y poco a poco como hanhecho nuestras familias iremos agrandando la casa, ¿Qué te parece?

−Me gusta, gracias porhacerme caso y no comprar algo muy grande de golpe, se que tu familia tienemucho dinero tras la venta de los diamantes arco iris.

−Prefiero gastar esedinero en alguna emergencia, y a mí me gusta más que nosotros hagamos esto anuestra manera.

−A mi también,¿empezamos a mirar muebles?

−Esperaremos a ver quenos regalan y entonces ya los miraremos.

−Sip, ¿vamos?

−Vamos. −Y mirando unaúltima vez su casa salieron.

Una semana más tarde,cuando ya solo quedaba una semana para la boda, la familia y amigos se reuníancon los prometidos para darles sus regalos.

−Como manda latradición. −Les dijo George. −Les daremos nuestros presentes, empiezo yo. −Y leentrego una caja de madera. −Para vosotros espero que os guste.

−Gracias. −Le dijoMark y abriendo la caja vio tres anillos hermosos. −Papa gracias. −Y lo miro. −Tehas superado. −Y cogiendo el único que tenía un cristal azul se lo puso a suprometida.

 

Alana lo miro y seemociono. −Muchas gracias, me gusta mucho. −Y miro a su suegro. −Gracias.

−De nada.

−Poco a poco lesfueron entregando sus regalos, habían mesas, sillas y muchas otras cosas que leservirían para amueblar su casa.

−Para vosotros. −Lesdijo Hemrione cuando llego su turno.

−Gracias guapa. −Ledijo Mark y sacando la sabana que lo cubría vio una hermosa caja tallada. −¿Lahas hecho tu?

−Sí, ¿te gusta?

−Hermione es hermosa. −Ledijo Alana abrazándola. −Gracias.

La chica al escucharque le gustaba le sonrió. −De nada.

−Me toca a mí. −Lesdijo el rey y miro a su cuñado y su prometida. −Es la primera vez que tengo queregalar algo a mis cuñados, así que espero que os guste. −Y le dio un papel.

Mark cogiéndolo loleyó y miro a su familia. −Draco nos ha regalado quince días de viaje de novios.

Ante eso todossonrieron y los padres de los novios lo miraron. −Gracias.

−De nada, me hacostado un poco encontrar el regalo pero tras mirar mucho vi que ese era elmejor. −Y miro a los novios. −Solo me tenéis que decir donde queréis ir y lopreparare, tras el mar hay un hermoso país bastante grande donde hay muy buenosquesos y otras cosas.

−En cuanto sepamos tediremos. −Le dijo Mark. −Y gracias.

−De nada. −Y sonriéndoledejo que los demás le dieran sus regalos.

Al final de la fiesta,Mark les dijo: −Nos vemos en una semana, os espero a todos así que no faltéis.

−Estaremos aquí. −Le dijoJames. −He preparado mucha cerveza y otras cosas.

−Gracias tío.

−De nada, ahora vamosa cargar vuestros regalos. −Entre todos cargaron los regalos en una carreta yal llegar a su casa se pusieron a amueblarla.

Cuando terminarondecidieron volver al día siguiente para ver las cosas que faltaban ycomprarlas.

Una semana más tardeya era la boda, la ceremonia la oficiaría un sacerdote, esos hombres solo salíancuando alguien se casaba y la familia aceptaba el matrimonio.

Después de laceremonia fue la hora del banquete y la comida y luego el baile.

−Draco vamos a bailar.−Le dijo Hermione que llevaba un hermoso vestido azul.

El rey que estabahablando con unos amigos, dejo la copa y los miro. −Ya la habéis escuchado. −Y riéndosese llevo a su prometida a bailar.

Unas horas más tarde,la fiesta terminaba y los recién casados se iban.

−¿Draco al final tehan dicho donde quieren irse de viaje? −Le pregunto George.

−Me han dicho que se irándespués de la boda de Sara y Sirius no se la quieren perder, cuando vas deviaje en barco nunca sabes que te puede salir.

−Entonces lostendremos aun por aquí.

−Sí. −Y miro aHermione. −Ya me voy, nos vemos pronto.

−Sí, descansa. −Ydespidiéndose se fue con su familia.

Unas semanas mástarde, por fin era la boda del rey con Hermione, durante los días anteriores,Remus le había dado un curso de buenas maneras a Hermione y también le habíaenseñado las cosas que necesitaría para ser una buena reina.

Las calles seadornaron con miles de flores, guirnaldas y muchas cosas más y en el puerto nodejaban de llegar barcos de otros reyes y cargados de regalos para el rey y sumujer.

Se podía ver por lacalle muchos más soldados que de costumbre y habían registrado cada centímetrode la ciudad para que no hubiera ninguna desgracia.

 

Una semana antes de laboda, Draco celebraba un gran banquete en el castillo, aunque era el rey habíaquerido que esa fiesta de entrega de regalos fuera lo más intima posible, asíque solo había invitado a algunos reyes amigos suyos, y Hermione había invitadoa su familia y a sus amigos cercanos.

−Primer voy yo. −Ledijo Hermione y cogiendo sus regalos se los dio a Draco. −Espero que te gusten.

−Seguro. −Y abriendouna caja alargada supo que era una espada, y la miro. −Gracias.

−De nada, mi padre laha hecho.

−Es hierro sagrado. −Ledijo George. −Espero que te proteja muchos años.

−Muchas gracias. −Ymiro a su prometida. −Hay muchas cosas. −Y abrió el segundo regalo y vio queera una caja parecida a la que había regalado a su hermano y a Alana. −Me gustagracias.

−De nada, queríahacerte algo por mí misma, pero otra cosa.

−Ya lo veo. −Y porultimo saco dos hermosos colgantes con su animal sagrado el dragón.

Draco se puso uno y elotro se lo puso a ella. −Gracias, los tres regalos me gustan mucho.

−De nada. −Y le sonrió.

−Yo para ti tengo unregalo que está ahora mismo en el establo.

−¿Un caballo? −Lepregunto Hemrione.

−Un caballo. −Le dijoDraco. −Mañana lo podrás ver.

−Gracias. −Y miro a sufamilia. −Un caballo.

George le sonrió. −Asíno le robaras más el caballo a Harry.

−Siempre que medistraigo me lo has cogido. −Le dijo su primo riéndose.

−Ahora es mi turno. −Ledijo George y levantándose cogió sus cajas y las dejo encima de la mesa. −Esperoque os guste.

−Seguro, trabajas muybien el hierro. −Le dijo Draco y abriendo la primera caja, vio tres anillos,cogiendo el de la piedra azul se lo puso a Hermione en el dedo, y los otrosanillos los dejo donde estaban. −El resto lo abriremos el día de la boda. −Ysiguieron abriendo regalos.

Cuando terminaron derevisar todos los regalos empezó la cena.

Al día siguienteHermione y su familia llegaban al castillo y tras saludar a Draco este losllevo a los establos para ver el regalo de la chica.

−Es este. −Le dijoDraco enseñándoles un caballo negro y blanco.

−Me encanta. −Le dijoHermione acercándose. −¿Lo puedo tocar?

−Sí que puedes. −Ledijo un hombre. −Aunque lo veas muy grande, apenas tiene seis meses, aun es unbebe.

Hermione acercándosecon cuidado para no asustarlo lo acaricio y miro a Draco. −Gracias, es el mejorregalo de todos.

El rey le sonrió. −Denada. −Y señalo al hombre. −El es Nathan, el encargado de las caballerizas, elcuidara de tu caballo mientras tú no puedas.

−Sí. −Y le dio un besoa su caballo. −Ya te quiero.

−Ya me lo dejaras. −Ledijo Mark y miro a Draco. −¿Celebraras el torneo de la reina?

−Lo hare. −Le dijo elrey. −Es una tradición que lleva años celebrándose, cuando mi padre se caso,hizo el torneo y entrego diez títulos nobiliarios a los ganadores, ya loestamos preparando y como siempre podrán participar todos los del reino seanmujer o hombre, solo se pedirá que sea de la ciudad, no se aceptaranextranjeros. ¿Quieres participar?

−Sí, aparte del título,los premios son muy interesantes.

−Lo son. −Y cogiendo aHermione de la mano miro al encargado. −Nathan nosotros nos vamos.

−Nos vemos. −Y viendocomo salían volvió a su trabajo.

 

−Aparte de lostítulos, hay muchos más regalos, dinero, propiedades y otras cosas.

−¿Herms me prestarastu caballo? −Le pregunto Mark.

−Claro pero cuídalomucho.

−Lo cuidare. −Y miro asu cuñado. −¿Cuándo lo celebraras?

−En un principioquería celebrarlo cuando volviéramos de nuestro viaje, pero como Sirius y Sarase casan tres semanas después de nosotros solo estaremos dos semanas de viaje. −Ymiro a Hermione. −¿Qué te parece?

−Dos semanas son muchoviaje.

−Sí que lo son, serádos semanas después de la boda de Sirius y Sara, así que si quieres participartendrás que posponer tu viaje.

−No me importa, Alanatambién quiere participar, es el único torneo en el que se pueden conseguirgrandes regalos.

−Aunque podéisparticipar todos, solo se aceptara un ganador por familia.

−Todos participaremos.−Le dijo George. −Es un gran torneo y nadie quiere faltar.

−Será muy entretenido.−Le dijo Draco.

−Seguro.

Unos días más tardepor fin era la boda de Draco y Hermione, la chica que había dormido en su casafue despertada pronto y ya se empezó a preparar.

Tras ponerse suhermoso vestido y que su madre le hiciera un hermoso recogido su padre leenseño la corona que Draco le había dejado.

−Esta es la corona delas reinas, todas la usan. −Y se la puso. −Y me ha dado esto. −Y le enseño unhermoso collar de diamantes, una pulsera y unos pendientes

Tras ponérselo Hermionemirándose en el espejo sonrió. −Me gustan. −Y miro a su padre. −¿Vamos?

−Alguien estáimpaciente. −Dijo George riéndose.

−Sí que lo estoy, yatengo ganas de ser la mujer de Draco.

−Pronto lo serás,vamos.

Al salir de su casa,Hermione vio un hermoso carro tirado de cuatro caballos y soldados con susmejores galas.

En el único templo dela ciudad Draco esperaba a su prometida, no mucho tiempo después la música empezóa sonar y Hermione entro con su padre.

Después de laceremonia, llego la hora de la coronación de Hermione como la nueva reina ytras las palabras del sacerdote, cambiaron la corona de la reina por la queGeorge le había hecho.

Tras esas dosceremonias, empezó el banquete.

−Felicidades. −Lessaludo el bufón y se puso a cantar.

−Creí que esa gente sededicaba a divertir a la gente. −Le susurro Hermione a Draco.

−Y lo hacen, pero estetiene una hermosa voz y quería que cantara algo. −Le dijo su marido y la miro. −Note lo había dicho aun, pero estas hermosa, Sara es muy buena haciendo vestidos,ya la veo con cientos de clientes y Sirius echándolos.

Al escuchar eso,Hermione se puso a reír. −Puede ser, gracias por la corona nueva y las joyas.

−Es una tradición. −Ledijo Draco. −Durante la ceremonia llevas la corona de la primera reina que huboy durante la coronación hay una nueva, para celebrar que ya tenemos nuevareina, espero que me ayudes a llevar nuestra ciudad.

−Te ayudare para queno tengas tanto trabajo.

−Tu ayuda me irá bien.−Y dándole un beso volvieron a prestar atención al bufón.

Unas horas más tarde,Hermione no dejaba de reírse, con las gracias del bufón, y no era la única,todos se lo estaban pasando muy bien y más de uno había bebido muchísimo.

Cuando el sol por finse oculto, Draco y Hermione se despidieron de sus invitados y se fueron a celebrarsu noche de bodas.

 

Hermione estaba muynerviosa había escuchado muchas cosas, Alana, su madre y las demás mujeres dela familia le habían contado que aunque al principio dolía luego se sentía muybien.

Por la mañana Hermionese despertaba al lado de Draco, la noche anterior había estado muy nerviosa, sumarido no solo había sido muy considerado sino que la había tratado muy bien.

−Es muy temprano parapensar. −Le dijo Draco abriendo los ojos y mirándola. −¿En qué piensas tanto?

−En que estaba muy nerviosa.

−Es normal, yo tambiénestaba nervioso.

−¿En serio?

−En serio, nunca habíaestado con nadie, desde los doce años que soy rey y solo me he dedicado atrabajar.

−¿Me lo dices enserio?

−Muy enserio. −Y labeso. −Ahora desayunaremos y nos iremos a nuestro viaje, ya verás lo mucho quete gustara la casa, allí solo estaremos nosotros dos, nos conoceremos mejor,¿Qué te parece?

−Me gusta mucho.

Un rato después, Dracoy Hermione desayunaban y se subían a una carroza que estaba en el patio sefueron.

Trece días más tarde,el matrimonio regresaba y fueron recibidos por Remus.

−¿Qué tal todo poraquí? −Le pregunto Draco tras ayudar a Hermione a bajar.

−Muy bien, Mark havenido casi todos los días a entrar con el caballo, es muy bueno.

−A mi hermano legustan mucho los caballos. −Le dijo Hermione. −Siempre se le puede ver en lapropiedad de mi tío.

−Remus ha sido unlargo viaje. −Le dijo Draco. −Mañana haremos un banquete avisa a todos. −Y miroa Hemrione. −Mañana por la mañana iremos a ver a tus padres, hoy ya se estáhaciendo tarde.

−Tengo ganas deverlos.

−Por eso.

Al día siguiente, trasdesayunar Hermione y Draco se iban a casa de la chica y fueron recibidos pormuchos abrazos y besos.

−¿Qué tal todo? −Lepregunto George.

−Muy bien. −Le dijoHermione. −Hemos estado trece días conociéndonos mejor.

−Me alegro que todovaya bien. −Y miro a su yerno. −Draco ya hemos visto los carteles del torneo dela reina, todos están muy entusiasmados con poder participar.

−Me alegro. −Y le sonrió.−Aparte del torneo, habrá una gran fiesta con paradas y otras cosas.

−La semana que vieneya es tu boda. −Le dijo Hermione a su prima. −¿Nerviosa?

−Mucho, te mentiría site dijera que no.

−En esos días, todosnos ponemos nerviosos. −Le dijo Draco. −Nos preguntamos si saldrá algo mal, sinuestra pareja aparecerá y muchas cosas más.

−Draco tiene razón. −Ledijo George. −Todos pensamos lo mismo, ¿os quedáis a comer?

−Sí. −Le dijo Draco. −Antesde que se me olvide, esta noche habrá un gran banquete, estáis todos invitados.

−Iremos. −Le dijoEric.

Después de comer, seiban a dar un paseo aprovechando que hacia tan buen tiempo.

Por la noche, se haciael banquete y se vio a mucha gente.

Cuando los reyesentraron, los invitados aplaudieron y empezó a sonar la música.

−Gracias a todos por veniresta noche. −Les dijo Draco. −En una semana más, mi buen amigo Sirius se casacon la prima de la reina, es por eso que hemos venido antes de nuestro viaje nonos lo queremos perder y en dos semanas después de la boda, será el festival dela reina, os espero a todos.

 

−Estaremos allí. −Ledijo un noble. −Queremos ver qué tipo de actividades habrá.

−Tú quieres comer. −Ledijo otro.

−Puede ser, me encantacomer. −Y se pusieron a reír.

Con un buen ambientela gente disfruto de la cena, para ese banquete, Remus solo había avisado agente a la que le gustaba Draco, para cenas de negocios ya había otrosmomentos.

Después de cenar,Herms les dio las buenas noches a su familia.

−En cuanto pueda os iréa ver. −Les dijo.

−No te preocupes. −Ledijo George. −Sabemos que tienes mucho trabajo, pronto nos veremos, si nopuedes ir vendremos nosotros.

−Claro que sí. −Ledijo Draco. −Ya los soldados saben que vosotros podéis venir siempre quequeráis.

−Gracias. −Le dijo Janey miro a su hija. −Herms nos vemos pronto. −Y la abrazo. −Te quiero.

−Te quiero. −Y viendocomo se iban miro a Draco. −Gracias por dejar que vengan cuando quieran.

−Eso ni se dice, ellosson tu familia y ahora la mía así que son más que bienvenidos, ¿a dormir?

−Sí que estoy cansada.

Al día siguiente, trasdesayunar, Draco reunía a unas personas.

−Hermione ella esCloe, será tu sirvienta siempre tiene que ir contigo. −Y la miro. −Herms yo confióen ti, pero ahora que eres la reina no quiero que nadie diga nada, los rumoresson malos y más cuando se trata de ti como reina.

−Iré con ella, lo quemenos quiero es que alguien te diga algo que no es verdad. −Y la miro. −Cloeespero que nos llevemos bien.

−Yo también lo esperosu majestad.

−Cloe tiene 16 años. −Ledijo Draco. −Es la hija de Remus, así que como ves todos confiamos en ella.

−Cloe es una chica muydivertida. −Le dijo Remus. −Y como tenéis más o menos la misma edad, seguro quetendréis muchas cosas en común.

Hermione sonriéndole unavez más miro a su marido.

−El es Blaise. −Ledijo Draco señalando a un chico alto moreno.

−Es el de la playa. −Ledijo Hermione.

−Lo es. −Le dijo elrey. −Cuando le preguntamos que quería hacer, nos dijo que quería cuidar de lachica que le había salvado la vida, así que será tu guardaespaldas personal,cada vez que salgas del castillo el saldrá contigo, en estos meses desde que lesalvaste le hemos enseñado a leer, escribir y otras cosas así que como Cloe note aburrirás con él. −Y miro a Blaise. −Hermione puede ir a cualquier parte dela ciudad. −Y miro a su mujer. −Herms no eres ninguna prisionera pero si salesde la ciudad me gustaría que los soldados lo supieran por si hubieranproblemas.

−Diré cuando salga.

−Estupendo. −Y miro aRemus. −El horario de Hermione será, por la mañana me ayudara con las cosas delcastillo, me quiere ayudar y así yo tendré menos trabajo, además teniendo unamente femenina aquí seguro que se le ocurren cosas que a nosotros no, y por latarde, tres veces a la semana aprenderá magia, pociones y todo lo que ellaquiere.

−Yo mismo le enseñare.

−Estupendo, eres muybueno. −Y miro a su mujer. −Herms ahora te enseñare tu despacho. Y cogiéndolede la mano se la llevo por unas escaleras hasta una puerta y abriéndola vio unamesa, silla, varias estanterías, muebles y otras cosas. −¿Te gusta?

−Me gusta. −Y acercándosea la mesa vio que ya habían unos papeles. −¿Ya tengo trabajo?

 

−Lo tienes, hay quepreparar el festival de la magia y el de la cosecha, he pensado que te gustaríaprepararlo a ti.

−Sí que me gusta.

−Estupendo. −Y miro aCloe. −Déjanos un momento.

−Sí. −Y haciendo unareverencia salió.

Cuando la pareja sequedo a solas, Draco la abrazo. −Se que son muchas cosas nuevas, pero no tepreocupes, poco a poco iras aprendiendo todo bien, hoy por la tarde iremos apasear en tu nuevo caballo, ¿Qué te parece?

−Me gusta mucho.

−Nos vemos a la horade comer. −Y dándole un beso salió del despacho y entro Cloe.

−Cloe, tú me ayudarascon la preparación de los festivales, yo lo más grande que he preparado es unpicnic.

−Si su majestad.

−Llámame Hemrione.

−Si lo hago me reñirán.

−Por lo menos cuandoestemos solas, ¿Qué te parece?

−Me parece bien. −Y lesonrió.

−Estupendo, ahoravamos a empezar. −Y sentándose en la mesa se pusieron a revisar todo bien paralos dos festivales.

Unas horas más tarde,habían adelantado mucho y un soldado la iba a buscar.

−Mi señora, el rey laespera para comer.

−Ya voy. −Y miro aCloe. −Esta tarde la pasare con Draco, así que puedes ir a pasear por laciudad.

−Lo hare así, gracias.

−De nada, ahora vamosantes de que nos vengan a buscar de nuevo. −Y saliendo del despacho se fueronal comedor.

Draco que estabasentado en su sitio al ver a Hermione riéndose con Cloe supo que había escogidobien su dama de compañía.

−¿Herms que tal lamañana?

−Muy bien, Cloe y yohemos adelantado mucho, tiene muchas ideas.

−Estupendo.

−Draco le he dado latarde libre, espero que no te importe.

−Para nada. −Y miro aCloe. −Esta tarde como te ha dicho Hermione puedes ir donde quieras.

−Gracias, me voy acomer con mi padre.

−Ves.

La chica hizo unareverencia y se fue.

−Veo que Cloe te hacaído bien. −Le dijo Draco mientras comían.

−Muy bien, es unachica muy simpática y como has dicho esta mañana tenemos muchas cosas en común,a las dos nos gusta la herbologia y otras cosas.

−Estupendo, ¿estabuena la comida?

−Mucho. −Y sonriéndolesiguió comiendo.

Cuando terminaron decomer, se iban a las caballerizas y no mucho tiempo después salían galopando.

Al salir de la ciudad,ya iban más tranquilos, Hermione que iba mirando todo a su alrededor lo miro. −Haceuna tarde estupenda.

−Sí que la hace. −Yaspiro. −Huele muy bien.

−Mucho, no lejos deaquí hay fresas, ¿quieres?

−Sí. −Y se fueron abuscarlas donde vieron a George cogiendo.

−Papa. −Hermione leregaño. −Si sigues comiendo fresas, terminaras con puntitos negros.

Ante eso el hombre queestaba comiendo una le dijo: −Eso lo dices porque tú las quieres.

−Claro que quiero. −Ybajando del caballo dejo que Draco lo atara y acercándose a la bandeja de supadre le robo una y se la comió. −Que buena que esta.

−Herms. −Se quejoGeorge.

−Papa. −Y cogiendootra se la dio a Draco. −Para ti, cométela antes de que mi padre llore más.

−A mí también megustan mucho las fresas. −Le dijo el rey y sentándose al lado de su suegro siguiócomiendo. −¿No trabajas?

−Ya he trabajado porla mañana. −Le dijo George. −Por la tarde me la he tomado libre, estoy pensandoen dejar los leñadores.

 

Ante eso Hermione queseguía comiendo fresas lo miro. −Papa a ti te gusta mucho cortar leña.

−Y me gustaba hastaque hice las cosas para ti en la herrería, ahora no pienso lo mismo.

−Si quieres trabajarcomo herrero nadie te dirá nada, ¿pero dejaras el trabajo a medias?

−Ya he hablado contodos y me han dicho que haga lo que más me guste, así que he venido a comerfresas haber si termino de convencerme.

−Mas que pensar,terminaras con un empache. −Le dijo su hija.

−George tus trabajosson hermosos. −Le dijo Draco. −Si no te convence eso de ser leñador, puestrabaja en la herrería.

Tras pensarlo un ratoles dijo: −Trabajare como herrero me gusta trabajar con mis manos y hacer cosashermosas, gracias a los dos. −Y terminando de llenar su bandeja de fresas, lesdijo: −Las demás para vosotros. −Y dándole un beso a su hija se fue.

Cuando el matrimoniose quedo a solas, Hermione miro el arbusto que estaba medio vacío. −Que comilónque es, se ha llevado casi todas.

−Ha dejado cuatro. −Sequejo Draco y pidiéndole el pañuelo, el rey lo lleno de fresas para ir comiéndoselaspor el camino.

Al llegar al castillo,Remus tuvo que hacer un esfuerzo para no reírse, Draco tenía pulpa de fresa ensu traje.

−Veo que habéis ido acomer fresas.

−Mi suegro se hallevado casi todas. −Le dijo Draco quejándose.

−No ha dejado de quejarsetodo el camino, los dos son iguales. −Le dijo Hemrione. −Gracias por escoger aCloe, me gusta mucho.

Ante eso Remus lesonrió. −Y ella me ha dicho que también le gustas. −Y miro a Draco. −No sé site entrara la cena.

−Puede que no, pero nome importa he comido muchísimas fresas. −Y riéndose se llevo a Hermione paralavarse.

Unos días más tarde,después de la fiesta de Sirius y Sara para entregar los regalos de boda, dondeHermione les dio su caja.

Fue la boda, laceremonia se celebraría en el templo y luego el banquete seria al aire libre.

Después de que elsacerdote les nombrara marido y mujer, se iban a la propiedad de Sirius que eramuy grande y allí celebraban el banquete, mucha comida, música y un buen ambiente.

Tras bailar mucho,Sara estaba descansando cuando llego su jefa y se sentó a su lado.

−¿Sara quien te hahecho tu vestido?

−Mi madre.

−¿Por qué no hasdejado que yo te lo hiciera?

−Porque tus diseños nome gustan. −Y la miro. −Aunque escuchas al cliente siempre terminas haciéndoloscomo tú quieres y como quería hacer un vestido que a mí me gustara, mi madre medijo que me lo haría ella.

−Soy tu jefa.

−Que lo seas no quieredecir que tengas que hacer toda mi ropa, yo hago mis propios vestidos.

−Entonces estás despedida,no voy a dejar que mis empleadas vayan vestidas como quieran y encima lasclientas hablen de esos vestidos.

−Pues me voy, no meimporta.

La fiesta que habíaestado muy animada al ver la discusión se paro, incluso la música paro.

Sirius que habíaestado hablando con Draco y Remus al escuchar la discusión se acerco.

−¿Sara que pasa?

−Que mi jefa no le hagustado que mi madre me hiciera mi vestido y en vez de reclamarme otro día, melo dice hoy cuando es mi boda. −Y se puso a llorar.

−No es tu culpa. −Ledijo Sirius y abrazándola miro a la mujer. −Tu fuera de mi propiedad, estasestropeando un día muy importante. −Y vio que George y Eric se acercaban ycogiendo los brazos de la mujer la miraron.

 

−Como sigas estropeando la boda de Sara, te arrepentirás.−Le dijo Eric con los ojos furiosos. −La boda de mi hija solo es una vez en lavida, fuera. −Y entre los dos la echaron.

−Que la música vuelva.−Les dijo Alex. −Esto no ha sido nada, no olvidéis que estamos aquí paracelebrar la boda de mi hermosa hermanita y su marido, así que hoy no tenemosque pensar en nada más. −Y miro a la orquesta. −Música. −Y volvió a sonar.

−Sara no te preocupes.−Le dijo Sirius que la seguía abrazando. −Ahora vamos a bailar, y mañana yamiraremos lo de tus vestidos.

−Tienes razón, hoy nopuedo dejar que nadie estropee mi boda. −Y besándolo le cogió de la mano y selo llevo a bailar.

Mientras ellosbailaban a un lado estaban Hermione y Daphne.

−Ya no voy a ir acomprar mis vestidos allí. −Le dijo Hermione a su amiga. −Esa mujer ha sido unaborde y antipática.

−Y que lo jures. −Ledijo Daphne. −Eso lo ha hecho de mal corazón, mira que decírselo en medio de suboda.

Siento haber estado tantos días desaparecida, he tenido algunos o bastantes problemas con internet, pero ya estoy aquí de nuevo y os dejare cuatro capítulos, los que he escrito mientras esperaba a que esto se arreglara.

−Por suerte mi padre ymi tío lo han arreglado. ¿Daphne cuando te casaras?

−Harry y yo aun no lohemos hablado, pero creo que esperaremos un año más, este año han habido muchasbodas ya en la familia.

−Sí que la ha habidopero si te quieres casar, no tienes porque esperar.

−Es que no estoysegura aun de casarme, así que prefiero esperar.

−Si no estás seguraentonces no se hable más.

−Hermione. −Tom eltabernero se acerco. −¿Podemos hablar?

−Yo me voy, haber siencuentro a Harry. −Les dijo Daphne y terminándose su zumo se fue.

−Claro. −Y le sonrió. −¿YTheo?

−Allí. −Dijo señalandoa su hijo castaño que estaba bailando con Cloe.

−Veo que se hanconocido.

−Sí que lo han hecho,y se llevan muy bien.

−Estupendo. −Y lomiro. −¿Y bien que querías?

−No quieroaprovecharme que eres la reina, pero me gustaría que mi Theo trabajara para elrey, no me lo ha dicho pero sé que quiere ser consejero, para ese trabajo se necesitala recomendación de otro consejero o un noble.

−Hablare con Draco. −Ledijo la reina. −Sé que me escuchara.

−¿Qué te escuchare? −Lepregunto Draco que se había acercado sin que ninguno de los dos se dieracuenta.

−Draco. −Hermione le sonriócontenta de verlo. −Te presento a Tom. −Le dijo. −Es tabernero y uno de losmejores amigos de mi padre y mis tíos, se conocen de toda la vida.

−Un placer. −Le dijoDraco y sentándose al lado de su mujer la miro. −¿Y?

−Tom tiene un hijoTheo. −Y se lo enseño. −Está bailando con Cloe y me ha pedido que hable contigopara haber si puede ser consejero.

Ante eso Draco miro aTom. −Para ser consejero antes se le hará un chequeo completo a tu familia. ¿Estásde acuerdo?

−De acuerdo, no tengonada que esconder, solo que Theo es muy inteligente y no quiero que lodesperdicie en la taberna, el lleva toda la vida estudiando.

−Si no sale nada en elchequeo, le llamaremos y será el ayudante de Remus unos años.

 

−Draco gracias. −Ledijo Hermione abrazándolo. −Ya verás cómo no te arrepentirás, Theo es súperinteligente y encima muy buen chico.

−Seguro que sí. −Ydándole un beso le dijo: −Vamos a bailar.

−Sip. −Y diciéndole aTom que lo verían más tarde se fueron a bailar.

Unas horas más tarde,los recién casados se iban a pasar su primera noche como marido y mujer y losinvitados felices y cansados se iban a su casa.

Un par de días mástarde, Hermione estaba en su trono aburrida escuchando unas cosas de losconsejeros con Draco a su lado.

−Cuando me pediste queme casara contigo, no me dijiste que sería tan aburrido. −Le susurro la reina aDraco.

El rey que tambiénestaba aburrido sonrió al escucharla y la miro. −No todo iba a ser divertido.

La puerta se abrió yentro Theo y se puso a un lado para no molestar.

Draco viéndolo,aprovecho para parar sino todos terminarían durmiéndose.

−Por ahora hemosterminado. −Les dijo el rey. −Mañana seguiremos.

−Pero mi señor, haymuchas cosas de las que discutir aun. −Le dijo uno de los consejeros.

−¿Es de vida o muerte?−Antes de que le pudiera responder le dijo: −Mejor aun, ¿alguien se estámuriendo?

Aun lado Remus sonrió.−El rey tiene razón. −Les dijo. −Mañana seguiremos, ahora ir a hacer vuestrotrabajo y recordar no trabajéis mucho que en exceso es peligroso. −Y viendocomo se iban todos miraron a Theo.

−Theo nos has salvado.−Le dijo Hermione realmente agradecida de verlo. −Jamás he estado tan aburridacomo ahora, que pesadilla.

−Herms tiene razón. −DijoDraco. −¿Y bien para que has venido?

−Mi padre me ha dicholo del consejo, he venido para deciros que no por ser amigo de Hermione quieroaprovecharme y ya entrar.

−No te aprovechas. −Letranquilizo la chica. −Tú eres mi amigo y yo te quiero ayudar.

−Pero

−Pero nada. −Le dijoRemus. −Esta tarde te iba a hacer llamar para decirte que ya hemos revisado losantecedentes de tu familia y todo está bien, así que mañana empiezas, tu sueldoserá de 20 monedas la semana y serás mi ayudante, estudiaras con Hermione magiapor la tarde dos veces a la semana y por la mañana no solo revisaremos documentaciónsino que saldremos a la ciudad y los alrededores para revisar todo bien,¿tienes caballo?

−No señor.

−Necesitaras uno. −Ymiro a uno de los soldados. −Que busque un caballo.

−Sí señor. −Y miro aTheo. −Por aquí.

−Ves. −Le dijo Remus. −Mañanate espero para ya empezar.

−Sí señor. −Y Theo sefue sin poder haber dicho nada.

Cuando se fueron,Hermione los miro. −Muchas gracias, Theo es muy tozudo si le hubierais dejadohablar, estaría diciendo que el no es bueno y todo eso.

−Si es bueno o no, esolo veremos con el tiempo. −Le dijo Remus. −Ahora aprovechar que los demás sehan ido para descansar un poco, la semana que viene es el festival de magia yen dos el de la reina y en tres el de la cosecha.

−Basta. −Le dijoDraco. −Si intentas decirnos que tenemos muchos festivales por delante, ya noshemos enterado, ahora ves.

Remus riéndose se fuey los reyes se quedaron solos.

−Son un poco intensos.−Le dijo Hermione.

−Mucho, pero por finnos hemos quedado solos, ¿Qué quieres hacer?

 

−No sé, ¿quierespasear por la ciudad?

−Me parece muy bien,iremos a ver cómo va todo.

−Sip. −Y cogiendo unpoco de dinero por si encontraban algo que comprar se fueron a pasear, primerofueron al mercado donde saludaron a Jane.

−Mama. −La chica ledio un beso. −¿Qué tal todo?

−Aburrido. −Le dijoJane. −Lo del mercado siempre me había gustado, pero ya no.

Ante eso Draco queestaba mirando a su alrededor la miro. −¿Quieres cambiar de trabajo como tumarido?

−Puede ser, es quetras hacer los vestidos de novia me he dado cuenta de que me gusta mucho coser.

−Pues trabaja comocosturera. −Le dijo Hermione y le cogió de la mano. −Mama eres muy joven aunapenas tienes 35 años, tienes mucha vida aun y si quieres trabajar en otra cosaseguro que ellos te entienden.

−Seguro, hoy terminarey por la noche hablare con los demás.

−El puesto lo puedesalquilar. −Le dijo Draco. −O quitarlo como a ti mas te guste, no es que elmercado se vaya a quedar sin puestos, hay muchos.

−La verdad es queGeorge y los demás no están muy por la labor de levantarse todos los días porla mañana bien temprano para cuidar los animales, el único que se ha quedado esAlex.

Hermione miro a sumarido. −Recoger los huevos y ordeñar lo hacíamos nosotros, nos levantábamos alsonido del gallo y lo hacíamos. −Y miro a su madre. −Mama tenemos mucho dinerogracias a la venta de los diamantes así que no es como si necesitáramos elpuesto.

−La verdad es que no,solo lo han dejado por mí, porque me gustaba, pero ya no me gusta como antes.

−Pues entonces déjalo.−Le dijo Draco. −Tienes que hacer lo que te gusta.

−Es lo que hare,gracias.

−De nada. −Hermione laabrazo. −Te quiero, nos vamos a ver a papa.

−Nos vemos pronto.

−El viernes iremos acenar. −Le dijo Draco.

−Os esperamos. −Y despidiéndosevio como se iban.

Hermione y Dracofueron a ver a George en la herrería y vio que estaba con unos clientes, elhombre al verlos paro y acercándose abrazo a su hija.

−Hola hija.

−Hola papi, hemospasado por el mercado, mama quiere dejar su puesto.

−Me lo imaginaba, noesta tan animada como antes.

−Quiere trabajar comocosturera.

−Es un buen trabajo.

−Sí que lo es.

−Esperarme un momentoque termino de atenderlos y estoy con vosotros.

−No te preocupes,George. −Le dijo Draco. −El viernes cenaremos juntos, nos vamos tu atiende a tucliente.

−Si gracias. −Y le dioun beso a su hija. −Herms nos vemos el viernes, te quiero.

−Te quiero. −Y viendocomo volvía con sus clientes, ellos se fueron.

−Veo que tus padres,quieren empezar nuevos trabajos. −Le dijo Draco.

−Ya ves, mama llevatoda la vida en su puesto, así que es normal que quiera empezar algo nuevo ypapa estuvo muchos años de leñador, desde que tenía quince años.

−Esos son muchos años.

−Muchos, te quierollevar a uno de mis sitios favoritos. −Y cogiéndole de la mano le dijo quecorriera y lo llevo delante de una tienda de caramelos.

−Hermione. −Ladependienta le sonrió. −¿Has venido a buscar caramelos?

−Muchos. −Y miro a sumarido. −Este es el mejor puesto de caramelos de todos. −Y miro a la dependienta.−Katy cinco monedas.

 

−Ahora mismo. −Y sepuso a llenar una bolsa.

Cuando la tuvieron elmatrimonio se despedía de la dependienta y se fueron comiendo sus caramelosmientras seguían paseando.

La semana siguientefue el festival de la magia, por la noche en la cena Sara se sentó al lado deHermione.

−Me debes algo.

Ante eso la reina lamiro. −¿De qué hablas?

−El año pasado tedije, que algún día estarías aquí, así que me debes algo.

−Eres una vidente. −Ledijo Hermione riéndose.

−Lo soy y me debesalgo.

−¿No te vas a olvidar?

−No, así que vespensando que me vas a dar.

−Mejor piénsalo tú yme lo dices.

−Así no tiene gracia.

−Pues es lo que hay. −Yle saco la lengua.

−Herms ya mi tía me hadicho que va a dejar el puesto del mercado y aunque no tengo 20 años aun, hemospensado en abrir una tienda nosotras tres, mama también va a trabajar connosotras.

−Eso es estupendo. −Ledijo Hermione abrazándola. −Gracias.

−De nada, vamos avender el puesto del mercado y con ese dinero y con otro que nos daránabriremos una tienda, hemos pensado en abrirla cerca del centro.

−Esas son caras.

−Lo sabemos, pero esel mejor puesto, allí va gente que tiene dinero y no le importa gastárselo.

−Espero que no pongáislos vestidos muy caros no todos se lo pueden permitir.

−Los pondremos detodos los precios, y Sirius nos conseguirá las telas.

−Eso es estupendo, mealegro mucho, ya me pasare, aun no porque tengo todos los que me hiciste pero algúndía.

−Te esperare.

−Sí. −Y le sonrió.

Por la noche, mientrasse preparaban para dormir, Hermione le explicaba a su marido lo de la nuevatienda.

−¿Qué te parece?

−Me parece muy bienque las tres vayan a abrir una tienda nueva.

−A mi me hace felizque trabajen juntas, seguro que sus vestidos triunfan.

−Seguro, ahora adormir que ya se ha hecho tarde.

−Sí. −Le dijo Hermioney tapándose bien se apoyo en su pecho y abrazándolo pronto estuvo dormida.

La semana siguienteera el festival de la reina, jueves, viernes, sábado y domingo, esos cuatrodías nadie trabajaba y se hacían muchísimas cosas.

−Buenos días a todos. −Lessaludo Draco. −Como sabéis cuando los reyes se han ido casando, para celebrarque tenemos nueva reina y que es bien recibida por todos, se hace este festival,el festival de la reina, donde durante cuatro días no solo abra mucha comida,música y diversión sino también torneos para entregar 10 nuevos títulos.

Con esos títulos se dará10.000 monedas, mil metros de tierra, diez habitaciones para una casa, sea cualsea y sobre todo las herramientas para empezar un negocio, tienda, barco o loque sea y lo mejor un puesto en la calle de los nobles gratis y cuando sea lahora de pagar impuestos de este año solo tendrán lo que tenían, lo nuevo seráel año que viene, recordar que en este festival solo pueden participar losciudadanos de esta ciudad, no se permiten extranjeros así que tenéis queenseñar vuestras placas al inscribiros y no se permitirá los que ya seannobles, solo un noble por familia, gracias y ahora escucharemos las palabras dela reina.

Hermione levantándoselos miro. −Gracias a todos por venir hoy, espero que os lo paséis bien y quehayan muchos ganadores, estoy contenta de que se vayan a entregar estos premiosen mi honor, mucha suerte a todos.

 

El público aplaudió yRemus levantándose les dijo: −Los torneos que se celebraran son, el de carrerapor la playa, espadas, de comida, artes y magia, podéis participar todos se hanpreparado 100 caballos para que los podáis usar, adelante, la carrera en laplaya empezara cuando la arena del reloj haya caído. −Y les enseño un reloj dearena al que ya habían dado la vuelta y su arena ya caía.

Hermione miro a sumarido. −¿Podemos ir a mirar los preparativos?

−Claro. −Y miro aRemus. −Vamos a mirar que tal todo, nos vemos en la playa.

−Nos vemos.

Los reyes fueron a lascaballerizas y vieron como la gente iba cogiendo los caballos que habían.

−Escuchar. −Les dijoJames y cuando todos lo miraron dijo: −Si faltan caballos, yo dejo los míos,los he preparado en la plaza principal, tengo 10 así que ir.

−Gracias. −Le dijeronalgunos que no habían podido conseguir caballos.

−De nada. −Y viendo cómoiban, se acerco a Hermione y Draco.

−Gracias James. −Ledijo Draco.

−De nada, se que túhas dejado tus caballos personales y los de tus soldados.

−Sí, no quiero que anadie le falte. −Y vio que Mark y Alex se acercaban con los suyos. −Veo quevosotros tenéis los vuestros.

−Sí. −Le dijo sucuñado. −Yo cogeré el de Herms y Alex el de Sirius le regalo a Sara.

−Ir pasando. −Les dijoHermione. −¿O queréis llegar tarde?

−No, nos vemos. −Ledijo Mark y dándole un beso a su hermana se fue.

Un buen rato despuésen la playa, ya los reyes estaban sentados en sus tronos y el publico a sualrededor.

Los participantesestaban en el fondo y tenían que recorrer un kilometro.

−Que los corredores sepreparen. −Les dijo Remus que estaba a un lado viendo como los jinetes estabanpreparados para salir. −La carrera es de un kilometro, la llegada es donde estánlos reyes y el resto del público, ni se diga que quien haga trampas serádescalificado, los dos primeros en llegar a la meta, serán los que consigan lostítulos y tras esto. −Se escucho un ruido fuerte y la competición empezó.

En su trono Hermionemiro a su madre que se había sentado a su lado. −Mami estoy nerviosa.

−Es normal, todos menostu abuelo participan.

−No es por decir nada,pero espero que gane alguno de ellos.

−Yo también lo espero.−Le dijo Sara que estaba a un lado sentados.

Aunque ellos no erannobles, Draco les había dejado sentarse junto a ellos, la familia era más quebienvenida.

−¿Y qué pediréis denegocio si ganáis? −Les pregunto Draco.

−Queremos pedir unbarco. −Le dijo Jane.

−¿Un barco? Creí quepediríais la tienda.

−Todos estamos deacuerdo. −Le dijo el abuelo de su mujer. −Incluso James, pediremos un barco ylo llevara un amigo nuestro con Alex.

−Un buen negocio. −Lesdijo Draco.

−La tienda ya la hemoscomprado y ya la están preparando. −Le dijo Sara. −Esperamos que en un par dedías más ya la podamos abrir.

−¿Y pondréis un piso?

−Sí, de momento estarávacio y Emily una amiga nuestra trabajara con nosotras.

−Emily el año pasadoestuvo enferma. −Le dijo Hermione a su marido. −Los vecinos nos unimos paraayudarles a comprar comida para el invierno, con su marido tienen dos niñospequeños de menos de 10 años.

 

−Es por eso que lehemos pedido que trabajara con nosotras. −Le dijo Jane. −Aunque se enferme noperderá su trabajo y seguirá teniendo su sueldo así Chris no se tendrá quepreocupar si no puede pagar las cosas.

−Lo que hacéis estámuy bien. −Les dijo Draco y vio que la gente ya se estaba animando. −Mirad yase acercan.

Las mujeres miraronpor donde tenían que venir los jinetes y vieron que efectivamente ya se estabanacercando.

−¿Reconocéis aalguien? −Les pregunto Hermione.

−De momento sonborrosos. −Le dijo su madre.

No mucho tiempodespués, pasaban delante de ellos y Hermione vio contenta que el primero era supadre.

−Papa. −Le dijo lacastaña a su madre.

−Sí que lo es. −Ledijo feliz Jane. −Tu padre siempre ha sido un gran deportista.

−Desde bien pequeño seiba a casa de Jason a montar a caballo. −Le dijo su abuela.

−Ya tenemos ganador. −Lesdijo Remus. −El primero en llegar a la meta ha sido George y el segundo Oscar,pasar por aquí.

Los ganadores sinbajar de sus caballos se posaron frente los reyes.

−Felicidades a losdos. −Les dijo Hermione y cogiendo unas cintas de colores se las entrego.

Oscar miro a George. −Hastenido suerte, tu hija te ha animado mucho.

−Tienes envidia porqueellos han gritado más.

−Claro tienes másfamilia. −Le dijo Oscar y riéndose bajo del caballo y se acerco a su mujer ysus hijas. −Ahora tendremos una gran casa.

−Sí. −Y se abrazaron.

George bajando delcaballo abrazo a su hija y dándole un beso abrazo a los demás.

−Ahora tendremos unacomida aquí mismo. −Les dijo Draco. −La comida es para todos y no os desaniméisque aún queda mucha competencia por delante, después de comer será el torneo deespadas y como con los caballos podréis coger todas las que necesitéis, ahoraacompañarme.

Los ciudadanosacompañaron a los reyes y vieron que habían preparado un gran banquete.

−Papa, el abuelo hadicho que pediréis un barco. −Le dijo Hermione mientras comían.

−Lo pediremos. −Y miroa su yerno. −¿Qué tipo de barco será?

−Uno de dos mástiles.

−Esos son muy grandes.

−Lo son. −Y miro alotro ganador. −¿Y vosotros qué vais a pedir?

−Hemos pensado poneruna posada, en la calle principal. −Le dijo Oscar. −Allí siempre hay clientes.

−Sí que los hay. −Ledijo el abuelo de Hermione. −Espero que no nos hagáis la competencia.

−Para nada, lapondremos abajo, mientras la vuestra está arriba.

−En la calle principalsiempre hay gente. −Les dijo Draco. −Así que realmente nunca os haréis la competencia.

−La verdad es que no. −Ledijo Oscar.

−Los premios seentregaran el domingo por la tarde. −Les dijo el rey. −Y no podéis participaren ninguna otra competencia.

−No participaremos más.−Le dijo Oscar. −Me he quedado sin aire con la carrera.

−Es normal. −Le dijoHermione y miro a su hermano. −No has terminado mal.

−Yo quería ganar.

−Para que ganes, aunte queda mucho. −Le dijo George riéndose.

Mark mirándolo conpena siguió comiendo.

Después de comer llegola siguiente competición que era la de espadas y se celebraría en la arena delcastillo, donde los soldados siempre entrenaban.

−La primera parte deltorneo será todos contra todos. −Les dijo Draco. −Cuando solo queden 10 seráuno contra uno.

 

−Que empiece. −Lesdijo Remus.

Hermione viendo comotodos se golpeaban con sus espadas, se tapo la cara con la mano.

−Es muy violento. −Ledijo Sara a su prima.

−Y que lo jures, esperoque no se hagan mucho daño.

−Los sanadores ya estánpreparados. −Les dijo Draco.

−Igual es unabarbarie. −Le dijo Hermione que había escondido la cabeza en el brazo de sumarido y no quería seguir viendo.

Tras casi una hora delucha al final los diez finalistas se ponían en fila delante de los reyes.

−Felicidades vosotrossois los finalistas, mañana será la final, los dos ganadores recibiréis untitulo.

Los finalistashaciendo una reverencia se fueron.

−Querido pueblo. −Dracolos miro. −Ahora viene la parte divertida, que es la del baile, todos estáisinvitados y para cenar, habrá jabalí, cerdo y muchas otras cosas que nuestrossoldados han cazado para nosotros, ¿Quién quiere?

Muchos dijeron que si.

−A bailar.

No mucho tiempodespués, mientras unos soldados preparaban la cena, los habitantes bailabandelante de una gran hoguera.

−A bailar. −Le dijoHermione a su marido y cogiéndole de la mano se pusieron a bailar con losdemás.

Por la noche, mientrascenaban, Remus les decía que ningún participante había sido herido de gravedady que ya se estaban curando

−Me alegro que ningunoeste muy herido. −Le dijo Hermione. −No sé de dónde ha salido este torneo.

−Es un torneo dehombres. −Le dijo Draco. −Si te has dado cuenta, mientras en la carrera hanparticipado mujeres, en el de espadas no.

−Espero que lasmujeres también consiga algún título.

−Sí que loconseguirán. −Le dijo Remus. −Mañana por la tarde será la competencia decomida, se pondrá muchas cocinas en uno de los jardines y podrán cocinar lo quequieran, tú serás la juez.

−¿Yo sola?

−Y Draco si quieres.

−Si claro, si tengoque comer todo lo que preparen no podre probar todo.

−Yo te ayudare congusto. −Le dijo Draco.

−Gracias. −Y le sonrió.

Al día siguiente porla mañana, era la final del torneo de espadas y Hermione entregaba una cinta acada ganador.

Después de comer, fuela hora del torneo de cocinar, y como dijo Remus, mientras en el torneo deespadas no había ninguna mujer, allí habían muchísimas, casi todos los puestoseran llevados por mujeres, dos en cada uno.

−Escuchar. −Les dijoDraco. −Antes de que empecéis a cocinar, os tengo que recordar que en estacompetencia se escogerán a dos equipos, por eso se pide que sean equipos defamilia, madre e hija o suegra y nuera, para que no hayan problemas con elpremio, antes de que empecéis a cocinar, se os dará un momento por siquisierais cambiar los equipos.

Hermione vio comoalgunos equipos discutían y buscaban a otros participantes.

Diez minutos mástarde, algunos aun seguían discutiendo.

−No podemos esperar más.−Les dijo Draco. −Los que no tenéis equipo listo, salir de la cocina y dejarque otros participen.

Los soldados acercándosea todos los puestos fueron preguntando si estaban contentos con sus equipos ylos que no lo estaban los fueron quitando y entraron otros participantes, mediahora más tarde por fin la competencia podía empezar.

−Tendréis que prepararun plato, para cenar esta noche todos así que hacer gran cantidad. −Les dijoDraco. −Sea cual sea y con los ingredientes que queráis. −Les dijo el rey y lesenseño unas mesas llena de cosas. −Allí las tenéis, de tiempo es hasta que laarena del reloj haya caído. −Y pidiendo a Remus que le diera la vuelta al relojempezó.

 

Casi dos horas mástarde de competencia, la arena del reloj había caído totalmente y lasparticipantes con sus platos se acercaban a una mesa para dejar sus platos.

Hermione acercándose cogióun tenedor y empezó a probar los platos, Draco, Remus y Cloe también las probaron,los cuatro eran los jueces.

Desde un lado el públicomiraba como probaban cada uno de los platos.

Cuando terminaron deprobarlos, se reunieron y tras decidir cuál era el más bueno, Hermione lesdijo: −Todos los platos me han gustado mucho, pero como sabéis solo podemostener dos ganadores, y ahora os lo diré, el primero es el número cuatro, hahecho un pastel de carne buenísimo, felicidades. −Les dijo Hermione y aplaudió.

Las cocinerasasombradas se acercaron y vieron como emoción como la reina les daba su cinta,colocándose a un lado vieron como Hermione daba el siguiente premio.

−Y el segundo premioes para el grupo número 10, un plato buenísimo de pescado con marisco y salsaextranjera.

−Es curry. −Le dijo elganador y cogiendo la mano de la chica que le había ayudado se acercaron a lareina.

−Curry. −Les dijoHermione sonriéndole le dio la cinta. −Me ha gustado mucho, ya pediré que me lohagan más.

Ante eso el ganadorcogiendo fuerte la cinta le sonrió. −Es un placer para nosotros que nuestroplato de curry haya gustado tanto.

−Muchísimo. −Le dijola reina y miro a los demás. −Nuestro participantes han preparado mucha comida,así que todos podéis probarlos, llevaremos los platos al jardín y allí conotros platos cenaremos.

Cuando los platosestuvieron colocados en el jardín, el público se acerco para probar los platosde los participantes sobre todo el de los ganadores.

−Esta buenísimo. −Ledijo George que estaba comiendo el pescado con curry. −Herms es normal que lohayas puesto como ganador.

−Sabia que a vosotrostambién os gustaría. −Les dijo Hermione sonriéndoles.

Draco que tambiénestaba cenando muy a gusto vio a los ganadores. −¿Qué vais a pedir como premio?

−Una taberna. −Le dijoel ganador del plato de curry. −Nuestro sueño es preparar comida de la tierrade mi madre.

−¿De dónde es? −Le preguntoDraco interesado.

−Del este de un paísdonde hay muchas especias.

−Sé qué país es, lareina es una buena amiga mía. −Y miro a Hermione. −Ese país está llena deespecias, curry y muchas otras cosas más. −Y miro de nuevo al ganador. −Sera másque bienvenido esa taberna.

−Gracias su majestad.

−De nada. −Y miro alas otras ganadoras. −¿Y vosotras?

−Una pastelería.

−Que bueno. −Les dijoGeorge. −Me encantan las fresas.

−Ya sabemos que tegustan las fresas. −Le dijo James riéndose y miro a los ganadores del torneo deespadas. −¿Y vosotros?

−Una herrería. −Ledijo uno.

−Yo quiero un barco. −Ledijo el otro ganador.

−Dos buenos premios. −Lesdijo Draco. −El domingo por la tarde se repartirán los premios, no perdáisvuestras cintas.

 

−Las tenemos bienguardadas.

−Estupendo. −Ysonriéndoles vio como se iban y se ponía hablar con los demás.

Al día siguiente, trasdos días de competencia era el torneo de artes, allí tenían que preparar lo quequisieran, una escultura, un cuadro, el tema era libre y vieron que había muchagente, hombres y mujeres por igual.

Tras dos horas viendocomo creaban sus piezas, Hermione escogía una hermosa talla de un lobo que lo habíahecho un jovencito muy habilidoso y un cuadro de la ciudad que lo había creadouna jovencita.

−Como veis nuestroscampeones son dos jovencitos. −Les dijo Hermione que tenia a los ganadores asus lados. −Y miro al chico. −¿Qué edad tienes?

−15 años, ¿puedo tenerel premio?

−Claro que puedes. −Ledijo Draco sonriéndole. −Nadie ha dicho nada de edad. −Y miro a la chica. −¿Y tú?

−16 años.

−Nuestros campeones,son unos niños pero como veis ya tienen mucho talento. −Les dijo Draco. −Felicidadesa los dos y después de comer vendrá el último torneo que es el de magia, en unrato ya la comida se servirá.

Cuando el público empezóa dispersarse cuatro adultos se acercaron y abrazaron a sus hijos.

−Felicidades. −Lesdijo Hermione. −Tienen dos hijos muy talentosos.

−Gracias su majestad. −Ledijo un hombre y miro a su hijo. −Me tienes que decir que quieres poner denegocio.

−Lo que tú quieraspapa, yo soy feliz de seguir trabajando en mis tallas.

−Entonces buscaremosalgo que tenga que ver con tu arte.

−Gracias.

−De nada, ahora vamosa comer.

−Sí. −Y dándoles lasgracias a los reyes se fueron.

−Me ha gustado muchoesta competencia. −Le dijo Hermione a su marido. −Se notaban que tenían muchotalento.

−Mucho.

Después de comer,llego la última competencia que era la de magia, y era tema libre muchos sededicaron a hacer crecer plantas, otros fuegos artificiales que con el solapenas se podían ver y otros hicieron aparecer animales.

Hermione mirándolosvio que una chica hacia aparecer una hermosa nutria de color gris.

−Ya tenemos la primeraganadora. −Les informo la reina. −Y ella es la chica de la nutria. −Y miro a laganadora. −¿Tu nombre?

−Casandra.

−Muy bien Casandraeres la ganadora. −Y le entrego la cinta. −Esta tarde tendrás tu premio, ves asentarte. −Y les enseño donde estaban los demás ganadores.

Los participantes alver que solo quedaba una cinta por entregar se empezaron a poner nerviosos.

Al final el ganador,fue un hombre que hacia magia de agua y hielo que a Hermione le gusto mucho asíque le dio la última cinta.

−Ya tenemos los diezganadores. −Les dijo Draco. −Gracias a todos por participar, esta tarde despuésde comer se entregaran los premios.

Después de comer,todos se reunían en la plaza central y Hermione fue entregando los premios, uncofre para cada uno donde estaban los premios.

La reina se emocionomucho al entregar el premio a su padre.

−Gracias a todos porparticipar. −Les dijo Hermione. −Sé que muchos querían recibir los premios,pero por desgracia no se puede entregar a todos.

−Como bien dice lareina, no se pueden entregar premios a todos, pero no os deprimáis estascompetencias aunque no se hacen a menudo se hacen de tanto en tanto así quenunca os rindáis, esta noche será la última del torneo, abra mas comida y muchamúsica así que os esperamos allí.

 

El público aplaudiendose fue al jardín donde se celebraría la última fiesta del torneo.

Unas horas más tarde,concluía el torneo de la reina y todos volvían a sus casas contentos.

Al día siguiente,después de comer, Hermione le decía a Draco que se iba a ver a su familia, lehabían enviado un mensaje para que se reuniera con ellos, que iban a repartirel premio.

−Herms no vengas muytarde. −Le pidió Draco.

−No lo hare, antes delanochecer estaré aquí.

−Nos vemos luego.

−Nos vemos. −Y sonriéndolese fue con Cloe y Blaise.

Al llegar a casa desus padres, vio que todos estaban allí.

−Herms, teesperábamos. −Le dijo Jane sonriéndole y miro a los acompañantes de su hija. −Mientrasnosotros hablamos, podéis ir a dar un paseo.

−Sí que iremosgracias. −Le dijo Blaise. −Estaremos aquí en un par de horas.

−Más que suficientepara que hablemos.

−Luego la llevamosnosotros al castillo. −Les dijo Sirius.

−Sirius tiene razón. −Ledijo Sara. −Con nosotros Draco no dirá nada.

−Ir a descansar. −Lesdijo Hermione. −Me iré con mi prima y su marido.

−Está bien, gracias. −Ydespidiéndose se fueron.

Jane le puso un vasode limonada a su hija con unos sándwiches y mientras merendaban decidían quehacer con el premio.

−Nos mudaremos a lacalle de los nobles. −Les dijo George. −Al lado de la casa de Sirius.

−Un buen lugar. −Lesdijo Sara.

−Eso lo dices porqueestarán a tu lado. −Le dijo Hermione.

−Claro.

−Papa yo quiero unpoco de tierra. −Le dijo Mark. −Como cien metros más.

−Te lo daré. −Le dijoGeorge. −Te daré 200 metros más, con eso y dos habitaciones mas del premiopodréis tener una casa hermosa.

−Quiero un bañocompleto. −Le dijo su hijo. −El que nos pusieron no tiene tuberías y tenemosque trasportar el agua cuando nos queremos bañar. ¿Se puede?

−Se puede. −Le dijoGeorge que estaba mirando las instrucciones del premio. −Según esto, se puedepedir cualquier tipo de habitación, sea baño con tuberías, cocina completa yotras cosas.

−La cocina que tenemosme gusta. −Les dijo Alana. −Preferimos el baño con tuberías así cuando seainvierno no tendremos que esperar mucho tiempo a bañarnos.

−Os pondremos el bañocompleto así tendréis dos baños y otra habitación que será un cuarto y yatendréis dos para cuando lleguen los niños.

−Estupendo. −Les dijoJohn y miro a su hija. −Con 200 metros mas no solo tendréis un jardín másgrande sino que podréis hacer las habitaciones más amplias.

−Por eso papa. −Y miroa su suegro. −Gracias.

−De nada. −Y sonriéndolemiro a Sirius y Sara. −¿Vosotros queréis algo del premio?

−No gracias.

−Sirius tiene razón,si fueran telas me las quedaría pero como solo son habitaciones y mas metros nolo necesitamos.

−Si fueran telas nolas repartirías con nadie. −Le dijo Hermione.

−Con nadie. −Y se pusoa reír.

−¿James quieres algo? −Lepregunto George.

−No gracias, ya mipropiedad es muy grande y gracias a los diamantes he podido agrandarla muchomas, así que todo para vosotros.

George miro a su hija.−¿Herms quieres algo?

−No papi.

−¿Alex?

 

−Quiero viajar enbarco.

−Eso pronto. −Le dijosu padre y miro al suegro de su sobrino. −¿John quieres algo?

−Me gustaría sipudiera ser 100 metros, quiero hacer mi pastelería más grande.

−Sin problemas. −Ledijo George y lo apunto. −Te daré 100 metros y dos habitaciones más, ¿Qué teparece?

−Con una habitación esmás que suficiente.

−100 metros y una habitación.−Y miro a su padre. −¿Papa quieres poner algo más en la posada?

−No gracias, ya lotengo todo, cuando hicimos las obras puse todo lo que quise. −Y miro a susnueras y su nieta. −¿Queréis algo para la tienda de modas?

−No abuelito. −Le dijoSara mientras comía su sándwich. −Ya lo tenemos todo, un edificio de más de 200metros, con tres pisos y un baño completo con tuberías, y aunque la parte dearriba de momento estará vacio ya está preparado.

−Entonces George, todopara la nueva casa y si alguna vez, son necesarias las habitaciones se puedenquitar, como por ejemplo para cuando Alex quiera su casa.

−Me parece bien. −Ledijo Eric y miro a su familia. −¿Todos de acuerdo?

−Todos de acuerdo.

−Estupendo, entoncesmañana iré a hablar con el constructor de casas para decirles como queremos lanueva casa y donde quiero poner parte del premio.

−Gracias papa. −Ledijo Mark.

George le sonrió. −Denada hijo, con vuestras nuevas habitaciones y mas metros tendréis una hermosacasa de un piso.

−Sí que la tendremos. −Ledijo Alana emocionada.

−Ahora que ya hemoshablado del premio, os tengo que decir que voy a abrir una tienda de trabajosde madera. −Les dijo Sirius.

Ante eso todos lomiraron.

−¿En serio? −Lepregunto Mark.

−Sí, ¿te interesa?

−La verdad es que si,me gusta trabajar como pescador, pero prefiero algo que no me saque tantashoras al mar.

−Trabaja conmigo.

−Lo hare gracias.

−Yo también. −Le dijoEric. −Me he cansado de trabajar como leñador, mis músculos ya no están comoantes.

−Eso es porque llevasmuchos años siendo leñador. −Le dijo su mujer. −Y claro tus músculos y huesosse resienten.

−Es por eso que lo voya dejar, no lo quería dejar antes sin tener un trabajo nuevo. −Y miro a Sirius.−¿Te parece bien?

−Estupendo, seremossocios en partes iguales, mañana hablare con el constructor para buscar unabuena localización para la tienda.

−Ya nos dirás lo quecuesta. −Le dijo George. −Así te pagamos.

−Os lo diré. ¿Cómo serálo del barco?

−Aun no sabemos bien,¿Qué nos recomiendas?

−Que lo llenes conmuchas cosas, aunque te parezcan una tontería, si una ciudad no lo quiere, otrasí que lo querrá, en los barcos de Draco, este lleva de todo, desde cerveza,pasando por quesos hasta tela de lana y cuando volvemos no solo hemos vendidotodo sino que hemos comprado muchas cosas diferentes.

−Es lo que haremos. −Ledijo James y miro al marido de su prima. −George te daré cerveza y harina paraque la vendas.

−Me parece bien. −Ymiro a Sirius. −¿Cuánto tendría que cobrar?

−Mas que cobrar,recibir una parte de lo que consigas, por ejemplo si consigues 1000 monedas porla cerveza y la harina de James pues 200 monedas.

−Me gusta ese porcentaje.−Le dijo Eric y miro a su hermano. −Con eso nadie se quejara y todos tendremosmucho dinero.

 

−Sí que lo tendremos. −Ledijo George. −Lo haremos así, según las ventas, nos quedaremos una parte, ahorahablando de cosas importantes, ¿Cuándo os vais de viaje de novios?

−Mañana. −Le dijoMark. −Vamos al sur, al país que Draco nos recomendó.

−Estupendo. −Le dijoJohn mirando a su hija y su yerno. −Traernos regalos.

−Os los traeremos. −Ymiro a su padre. −Papa estaremos unas dos semanas, y otras dos en barco, entotal un mes. −Y miro a Hermione. −No estaremos para el cumpleaños de Draco.

−No te preocupes,seguro que él prefiere que por fin tengáis vuestro viaje de novios a que estéisen su cumpleaños.

−Gracias, ya letraeremos un regalo.

−Claro que sí. −Y miroa Sirius y Sara. −¿Y vosotros?

−También nos vamosmañana.

−¿A dónde?

−Nosotros iremos aleste, justo en el país donde irán Mark y Alana, hay otro país enganchado. −Ledijo Sirius. −El tiempo de viaje es el mismo, así que estaremos un mes fuera. −Ymiro a Eric. −¿Te puedes ocupar de la tienda?

−Sin problemas.

−Le diré al banqueroque te dé el dinero que necesites y juntándolo con vuestra parte ya tendremosel dinero suficiente para la tienda.

−¿Tres pisos?

−Sí, la tienda y dospisos que serán una casa, por si alguna vez lo necesitáramos.

−¿Papa, John os ocupáisde la casa? −Les pregunto Mark.

−Sin problemas, cuandovolváis la tendréis.

−Estupendo, ¿Quéharéis con los animales?

−Los vamos a regalar,Chris ya nos ha pedido unas cabras, gallinas y conejos, sus hijos las cuidaran,y el resto para los demás vecinos, todos los quieren.

−Nosotros tendremoscaballos en nuestra nueva propiedad. −Le dijo Eric.

Ante eso, Mark miro asu tío. −Yo quiero un caballo.

−Te lo compraremos.

−Gracias.

−De nada, tenemos milmetros de tierra más los que tenemos aquí que son otros doscientos ycompraremos otros ochocientos.

−Dos mil metros sonmuchos. −Le dijo Sirius.

−Tu casa tiene tresmil, esos son muchos más. −Le dijo Sara mirando a su marido.

−Mis padres.

Los demás se rieronante la respuesta del hombre.

Los demás se rieronante la respuesta del hombre.

−Lo sabemos, pero eslo que queremos hacer. −Le dijo George. −Aprovechando que no tenemos que pagarlos 5000 del suelo nuevo.

−Lo que vosotrosdigáis, nosotros lo aceptamos. −Le dijo Mark.

−Mi hermano tienerazón. −Le dijo Hermione. −¿Y haréis una casa de tres pisos?

−No, de dos, comotenemos más sitio no queremos poner otro piso, con dos hay más que suficiente,habitaciones para todos y para cuando empiecen a llegar los bebes.

−Podéis poner unapuerta que comunique las dos propiedades. −Les dijo Sirius. −Se lo diré a mijardinero, que yo os he dado permiso.

−Gracias.

−De nada, ¿ya estátodo?

−Sí. −Le dijo George ymiro por la ventana. −El sol ha bajado mucho.

−Hemos estado muchotiempo hablando. −Le dijo su padre.

−Mucho. −Y miro a suhija. −Herms para casa, no quiero que Draco se preocupe.

−Sí que me voy. −Ymiro a Sara y Sirius. −¿Vamos?

−Vamos.

−Herms ten hija. −Ledijo su madre y le dio un paquete de galletas. −Para Draco.

−Gracias mama. −Ydándole un beso la abrazo y despidiéndose del resto de la familia pusieronrumbo al castillo.

 

−Estoy muy contenta deque las cosas vayan tan bien en la familia. −Les dijo Hermione.

−Todos Herms. −Le dijoSara. −Tenemos mucho dinero, trabajos y casas grandes para todos.

−Sí que las tenemos. −Ledijo Hermione sonriendo.

Sirius que iba detrássonreía, había escogido realmente bien al casarse con Sara, su familia políticatenía la cabeza bien puesta y pensaban con claridad sin esperar a que Dracocomo rey y el mismo les dieran todo hecho al tener más dinero.

Al llegar al castillo,el matrimonio paso a saludar a Draco.

−Draco te he traídogalletas. −Le dijo Hermione y le dio el paquete. −Las ha hecho mi madre.

−Gracias. −Y miro asus invitados. −¿Os quedáis a cenar?

−No podemos Draco,tenemos que preparar el equipaje para mañana, nos vemos en un mes.

−Hasta dentro de unmes, divertiros mucho.

−Gracias. −Y despidiéndosese fueron.

Cuando se quedaron asolas, Draco miro a su mujer. −¿Herms que tal las cosas por tu casa?

−Muy bien, hemoshablado de muchas cosas, de cómo usaran el premio, del barco y del nuevonegocio de Sirius, donde también trabajaran mi hermano y mi tío.

−Esto está muy bien. −Ledijo Draco que había empezado las galletas.

−No Draco. −Le dijoHermione quitándoselas. -Las galletas, son para después de cenar, son elpostre.

El rey al verse singalletas la miro mal. −Están muy buenas, yo las quiero ahora.

−No Draco. −Yguardándolas se fueron al comedor para cenar.

Mientras cenabanHermione le pregunto si le había molestado que la trajeran Sara y Sirius.

−Para nada. −Le dijoel rey. −Tanto Sara como Sirius son de mi total confianza y si dicen que habéisvenido desde casa de tus padres hasta aquí sin pararos yo los creo.

−Yo quiero que tengasconfianza en mí, jamás te engañaría.

−Lo sé Hermione. −Ledijo Draco que le había agarrado la mano. −Confió en ti y sé que nunca meengañarías. −Y le sonrió.

La chica al ver susonrisa, sonrió también, Draco no era de los que sonreía muy a menudo así quecuando lo hacia ella era feliz.

Después de cenar,Hermione le devolvió las galletas y Draco se las comió feliz.

Unos días más tarde,por la tarde después de comer, el matrimonio iba a ver la nueva casa de lafamilia.

Nada más verla aHermione le gusto, era una gran propiedad con una casa de dos pisos llena dearboles y en un lado una pequeña caballeriza con caballos.

−Me encanta. −Les dijoa sus padres mientras miraba todo bien. −Es grande, bonita y hay espacio parahacer actividades.

−Sí que las hay. −Ledijo George feliz con su nueva propiedad. −También hemos puesto una pequeñaforja para que en los días en los que no pueda ir a trabajar pueda estarocupado haciendo mis diseños.

−Eso es fantástico, ¿pondréisa gente de servicio?

−A alguien que seocupe de los caballos, de lo demás nos ocuparemos nosotros. −Le dijo su padre. −Tumadre ya me ha dicho que no quiere gente desconocida rondando por nuestra casa.

−Es normal, llevamostoda la vida siendo solo nosotros.

−Por eso. −Y miro aDraco. −¿Qué te parece?

−Me gusta, ¿Cuántoscaballos tendréis?

−Cinco, sobre todopara Mark y Alex.

−Y para ti. −Le dijoJane. −Cuando fuimos a comprarlos, no dejabas de pedir.

 

Ante eso, Hermionemiro a su padre. −Seguro que mama te tuvo que controlar.

−Lo tuvo que hacer, loreconozco. −Y se rio. −Vamos a merendar.

−Vamos. −Y entrando enla casa merendaron mientras hablaban de cómo iban a gestionar el barco.

Unas semanas mástarde, era el cumpleaños de Draco y antes de la fiesta de la noche, se haciauna cacería con los nobles y los otros reyes que habían ido a celebrar sucumpleaños.

Hermione que estaba ensu caballo al lado de Draco, escuchaba como su marido hablaba con otros reyes.

−Draco haber cuandovienes a verme. −Le dijo un rey.

−Tendremos que esperaral año que viene. −Le dijo Draco. −Si nos marcháramos ahora no podríamosregresar a tiempo y tendríamos que pasar el invierno fuera de casa.

−El año que viene teespero.

−Espérame a no ser queya este embarazada. −Le dijo el rey. −Si fuera así, tendrías que esperar mucho más.

−Tendré que esperar. −Ypuso cara de pena.

−No pongas esa cara. −Ledijo Draco. −Sabes cuándo me gusta tu país. −Y miro a su mujer. −Herms, Faiviven en un palacio enorme de un solo piso, rojo y negro y con un gran jardín yen los cascos de sus guardias tienen dragones pero son diferentes a los quetenemos aquí.

−Que interesante. −Ledijo Hermione mirando al rey. −Yo nunca he salido de esta ciudad así que no sécomo son los otros países y ciudad.

−Tengo un libro condibujos de ilustraciones. −Le dijo una reina que se había presentado con Ravi.−Si quieres te la enseño.

−Si gracias.

−En cuanto volvamos alcastillo te lo enseñare.

−El señor que gano elconcurso de cocina con su curry es del país de Ravi. −Le dijo Draco y miro a suamiga. −Para el torneo de la reina, un hombre presento curry a Hermione legusto tanto que gano.

−El curry está muybueno.

−Draco. −George queiba en su caballo se acerco. −Mira lo que tengo. −Y le paso unas fresas.

−¡Papa! −Hermione leregaño. −Hemos venido a cazar no en busca de la fresa.

−Me gustan. −Le dijoGeorge y vio como su yerno se comía las fresas. −Y creo que Draco prefierefresas que cazar.

−Sabes que, hacer loque queráis, si luego tenéis empacho no quiero saber nada. −Y miro a Cloe queno estaba muy lejos. −Cloe vamos a pasear.

−Si su majestad.

−No os alejéis mucho. −Lesdijo Draco. −Los jabalíes y los zorros andan inquietos por tenernos aquí.

−No iremos muy lejos. −Ledijo Hermione y las dos se alejaron.

−Draco tu mujer tienemucho carácter. −Le dijo un hombre con la piel color olivar.

−Lo sé Joseph, es enparte porque me case con ella. −Y miro a su suegro. −¿George habéis visto algúnanimal?

−Ninguno. −Y de prontose escucho un cuerno y vieron a los soldados con los perros que se alejaban.

−Veo que han vistoanimales.

−Ya lo veo. −Y dejandolas fresas a un lado se fueron a cazar.

Unas horas más tarde,era el baile y Hermione le regalaba una daga parecida a la espada que le regalopara su cumpleaños.

Una semana más tarde,Hermione y su familia miraban como el barco de la familia salía del puerto.

−Esperemos queconsigamos vender todo lo que llevamos. −Les dijo George.

−¿Papa llevamos muchascosas?

−Muchas, algodón,embutidos, cerveza, quesos, cremas de la madre de Daphne y muchas cosas más.

 

−Ten fe. −Le dijoDraco. −Un barco lleno siempre vuelve vacio a no ser que hayáis pedido quecompren cosas.

−Sí, telas para elnegocio de las mujeres y otras cosas.

−¿Por dónde pasaran?

−Como ya queda pocopara que empiecen las primeras nevadas, con el capitán que tiene muchaexperiencia hemos decidido que vaya por las ciudades de los alrededores ytambién por ciudades donde la gente no tiene poderes, ¿Qué te parece?

−Una buena idea, lagente que no tiene poderes, también come y se viste.

Hermione miro a sumarido. −¿Has conocido a gente sin poderes?

−Sí.

−¿Y cómo son?

−Iguales que nosotros.−Y miro a sus suegros. −Nosotros a nos vamos, nos vemos pronto.

−Nos vemos. −Ydespidiéndose vieron como se iban.

Mientras volvían alcastillo, Draco le explico a Hermione como era esa gente.

−Como te digo soniguales que nosotros.

−¿Alguna vez hanllegado a la ciudad?

−Es imposible.

−¿Y eso?

−Nuestros antepasadosprepararon esta ciudad para que nadie pudiera pasar, y los barcos de la genteque no tiene poderes no saben dónde estamos, aunque pasaran delante nuestro nonos verían, hablando de otras cosas, ¿Cómo vas con el libro que te regalo Ravi?

−Muy bien, es muyinteresante, hay muchas imágenes de hermosas ciudades que jamás pensé quehabría y la gente va montada en alfombras, ¿has subido alguna vez en unaalfombra?

−Lo he hecho y fue muydivertido, si en primavera no estás embarazada iremos.

−Yo prefiero ya tenerun bebe que ir de viaje.

−Yo también quiero quetengas un bebe, pero es la naturaleza quien habrá.

−Sí que lo hace. −Yagarrándolo del brazo llegaron al castillo.

Unas semanas mástarde, los barcos de Sirius y Mark volvían con dos días de diferencias, lafamilia se reunía para cenar y contarles lo bien que había ido todo.

El invierno ya notardo mucho más en llagar y con la primera nevada, Hermione no quiso salir dela cama, se encontraba mal.

Draco que ya se habíavestido al ver a su mujer que no había salido de la cama se acerco.

−Herms tienes que levantartetenemos cosas que hacer.

−No me encuentro bien.−Y de pronto se levanto y acercándose a la palangana hecho todo.

−¿Herms desde cuandote encuentras mal?

−Desde hace un par dedías, creí que era por los dulces que Sara me había traído, me comí muchos degolpe.

−Vuelve a la cama. −Ledijo Draco y ayudándola a acostarse, la tapo bien con las mantas. −Ahora mismollamo al sanador.

−Mi sanador es Paul.

−Lo llamare, y que tetraigan un té.

−Si gracias.

−No tardo. −Y dándoleun beso salió del cuarto y le pidió a un soldado que llamara al sanador Paul.

Unas horas más tarde,Draco estaba feliz, Paul le había dicho que Hermione estaba embarazada de unosdos meses y que el bebe llegaría para cuando el frio se hubiera ido.

−Su majestad, Hermionetiene que tomar esto. −Le dijo Paul dándole unos frascos. −Son para que el bebecrezca bien, para que Herms no tenga mucho vomito y otras cosas, como ya dentrode poco serán fuertes las nevadas se lo he traído en grandes cantidades.

−Gracias. −Le dijoDraco y miro a Hermione. −¿Cómo te sientes ahora?

−Mejor, Paul me hadado una cuchara de esa cosa que aunque sabe mal me ha ido bien.

 

−Herms felicidades. −Ledijo su madre que también la habían avisado. −Yo te hare mucha ropa de bebe.

−Gracias mami. −Y miroa Draco. −¿Feliz?

−Mucho. −Y miro atodos. −Ahora fuera, que Hermione tiene que descansar.

−Sí que tiene quedescansar. −Les dijo George y abrazo a su hija. −Herms felicidades por tu bebe.−Y miro a Draco. −¿Avisareis al pueblo?

−Aun no, esperaremos aque el embarazo se note.

−Cuando menos le faltepara tener al bebe, menos probabilidades de perderlo tiene. −Le dijo Paul ymiro a Draco. −Tiene prohibido montar a caballo, hacer pociones y sobre todotiene que comer bien.

−Seguiremos todo loque nos digas.

−Hija vendremos averte pronto. −Le dijo Jane y dándole un beso y un fuerte abrazo, dejo quedescansara.

Cuando la familia se huboido, Draco volvió a la habitación y se sentó al lado de su mujer. −¿Te quiereslevantar?

−Tengo sueño. −Ybostezo. −¿Me puedo quedar?

−Te puedes quedar, yotengo que ocuparme de algunas cosas, pero no tardare.

−No te preocupes, nome moveré de aquí, Draco estoy muy feliz, pronto tendremos a nuestro bebe.

−Lo tendremos, yotambién estoy feliz, descansa. −Y levantándose la tapo y viendo como se ibaquedando dormida poco a poco, puso troncos en la chimenea y viendo como ardíany la habitación no perdía su calor se fue a su despacho, ahora que sabía queHermione estaba embarazada tenía que ocuparse de algunas cosas para su futurohijo.

Unos días más tarde,aunque ya había nevado varias veces más, el barco de la familia por fin llegabaal puerto.

George que había sidoavisado fue a recibirlo.

−Peter me teníaispreocupado. −Le dijo al capitán. −Creí que no llegaríais a tiempo.

−En algunas zonas hanevado antes y tuvimos que parar un par de días, pero aparte de eso el barcoestá lleno, telas y otras cosas.

−Las telas quiero quelas lleves a la tienda de mi familia, y lo demás a los almacenes para ver quehabéis traído.

−Lo haremos. −Y lespidió a los marineros que vaciaran el barco.

Un par de días mástarde, Jane miraba bien las telas que les habían llevado para buscar las masindicadas para la ropa de su nieto, además Alana también estaba embarazada asíque tendría dos nietos cuando el buen tiempo llegara.

Con el paso de losdías las nevadas se fueron haciendo más fuertes y como el año anterior prontotodos estuvieron aislados, en el castillo Draco pasaba los días viendo como elembarazo de Hermione se iba haciendo mas y mas grande, en los días en los quelas nevadas les daban un respiro, el rey hacía llamar al sanador Paul y este lehacia un chequeo a Hermione y confirmaba que todo iba bien.

En el tercer mes,cuando el buen tiempo llego y las nevadas por fin terminaron, se anuncio alpueblo que la reina estaba embarazada de siete meses, en cuanto el bebe nacierase celebraría una gran fiesta y habría un nuevo torneo para entregar mástítulos, todo en nombre del bebe fuera hombre o mujer, el seria el nuevo rey.

Una noche, Dracoestaba durmiendo cuando sintió que algo iba mal, abriendo los ojos de golpe vioque Hermione estaba a su lado durmiendo tranquilamente, saliendo de la cama yvistiéndose, pidió a un soldado que preparara su caballo.

No mucho tiempodespués, Draco iba galopando hacia el único lugar en el que podía encontrarrespuestas, el templo de los sacerdotes, esos hombres tenían un gran poder y sabríaque pasaba.

 

Al llegar, dejo elcaballo bien atado y picando no tardaron mucho en abrirlo.

−Su majestad. −Unsacerdote lo recibió. −El señor Severus ha tenido una visión, lo espera.

−Gracias. −Y entrandocorriendo no tardo mucho en llegar donde estaba el sumo sacerdote.

−Su majestad, leesperaba. −Le dijo Severus. −Su línea familiar se ha cortado.

−¿Mi hijo?

−No, más adelante, siesa persona muere, no podrá reinar.

−Iré y veré que pasa.

−Tiene que prepararse,no será un viaje sencillo, he visto una gran maldad atacando a su descendiente.

−Me preparare, alamanecer estaré aquí de nuevo, prepararlo.

−Si su majestad.

Draco sin esperar mástiempo, volvió a la entrada y subiendo a su caballo, fue a casa de su suegro,aunque aun era muy de noche, no tardaron mucho en abrirla.

George al ver a suyerno se preocupo. −¿Draco qué haces aquí? ¿Le ha pasado algo a mi hija?

−Hermione está bien,vengo a verte porque tengo que irme de viaje de inmediato, la línea de mifamilia se ha roto, eso quiere decir que alguien ha matado a mi descendiente,tengo que impedirlo.

−Pero es tu futuro,¿Cómo es que te importa?

−No se cuan adelantees, sé que no es mi hijo, pero puede que sea mi nieto o mi bisnieto, mi trabajoes proteger esta ciudad desde esta época hasta quinientos años en el futuro, tambiénfue el deber de mi padre y mi abuelo.

−Está bien, ¿tardarasmucho?

−No lo sé, ahora mismovuelvo al castillo a hablar con Hermione, quedaros con ella mientras yo noestoy.

−Estaremos con ella,hablare con Paul para que te de alguno de sus potingues, seguro que te va bien.

−Gracias, nos vemosantes de que amanezca en el castillo.

−No tardare mucho.

−Gracias. −Ysubiéndose a su caballo volvió al castillo.

Al entrar en su habitación,vio que Hermione estaba despierta.

−¿Draco qué ha pasado?−Le pregunto. −¿Por qué te has ido?

El rey sentándose a sulado se lo explico. −Nuestra línea de tiempo se ha roto, eso quiere decir queun descendiente nuestro ha muerto y no podrá reinar.

−¿Y qué tiene que vercon nosotros? Digo mucha gente muere aunque sea nuestro descendiente.

−Tienes razón muchagente muere incluido nuestros descendientes, pero algo va muy mal si me hanavisado, tengo que protegerlo e impedir que muera y saber que ocurre.

−¿Estarás mucho tiempofuera? No quiero tener a nuestro bebe sin ti.

−Intentare ir lo másrápido que pueda, si en cinco días no lo he resuelto volveré.

−¿Prometido?

−Prometido. −Y labeso. −Tus padres pasaran estos días contigo, no tardare.

−Te quiero. −Le dijoHermione. −No tardes.

−No tardare y yotambién te quiero, ahora descansa pronto me iré.

−No puedo dormir.

−Me quedare contigohasta que te duermas de nuevo. −Y tapándola bien, vio como sujetaba bien sumano pero por suerte poco a poco se fue quedando dormida.

Viendo como dormía yantes de irse, le escribió una carta y dejándola a su lado se fue, no queríahacer este viaje tan cerca del nacimiento de su bebe pero sabía que no teníaotra opción, tenía que saber que era lo que pasaba.

 

Cerca del amanecer,Draco ya estaba preparado, George la había dado una bolsa llena de hiervas,pociones y cremas, y se despedía.

−Draco vuelve.− Ledijo su suegro. −Mi hija y mi nieto te necesitan.

−Volveré. −Le dijo elrey. −Mientras tú protege a nuestra familia.

−Lo hare. −Y loabrazo. −Suerte.

−Gracias. −Y se fue alsantuario.

Al llegar los sacerdotesya habían preparado el lugar y Severus pidiéndole que se pusiera en medio ydiciéndole que lo enviarían cerca posible de su descendiente lo hicierondesaparecer.

Nada más aparecer,Draco vio que estaba en un castillo en ruinas, caminando un poco vio a unachica muy parecida a su mujer, enfrentándose a dos hombres.

Usando sus poderes losmato y se acerco a la chica.

−¿Quién eres tú? ¿Porqué te pareces tanto a Malfoy?

−Me llamo Draco y hevenido a salvarte.

−Gracias, no sabía sipodría con esos dos hombres yo sola, eran muy poderosos.

−De nada, ¿Qué ocurre?−Y miro a su alrededor. −Porque está este lugar en ruinas.

−Es la batalla final. −Ledijo la chica. −Voldemort quiere matar a la gente sin poder y esclavizar a losque tenemos poder, quiere ser el amo.

−Primero me ocupare deese tipo y luego tu y yo hablaremos. −Y cogiéndole de la mano la llevo entrelos escombros siguiendo a los ruidos y no tardaron mucho en ver a unos hombresenfrentándose a uno solo.

−¡Basta ya! −Les gritoDraco.

Al escuchar ese grito,todos pararon y lo miraron.

−¿Quién eres tú? −Lepregunto uno. −¿Por qué te pareces tanto a Draco?

−¿Desde cuándo sematan a niños? ¿Qué tan mal han hecho? −Les pregunto Draco y acercándose alhombre que había estado luchando solo lo miro. −¿Quién eres tú?

−Es Voldemort. −Ledijo Hermione.

−El hombre que quierematar a la gente sin poder y que quiere esclavizar a la gente.

−Ellos no merecenvivir son sangres sucias. −Le dijo Voldemort.

Draco miro a Hermione.−¿Sangre sucia?

−Gente que tienefamilia no mágica, como yo, mis padres no tiene poderes.

−Tú eres mi hijaaunque tus padres no tengan poderes, eres la reina del país nadie te tiene queatacar. −Y miro a Voldemort. −Has levantado la mano hacia ella, morirás, −Yantes de que nadie pudiera decir nada el ser llamado como Voldemort seconvirtió en polvo y empezó a desaparecer mientras gritaba.

En un lado, todos lomiraban asombrados, jamás pensaron que alguien tuviera tanto poder.

Cuando Voldemortdesapareció, Draco miro a Hermione. −Ahora ya sé porque he venido a este lugar,aunque se sale de mi época de protección. −Y miro a los demás. −Esta chica esmi hija y es vuestra reina.

−Hermione tienepadres, y no eres tú. −Le dijo un chico pelirrojo.

De pronto se escucho másde un suspiro.

−Ron lo que quieredecir es que es su descendiente. −Le dijo un chico mayor y lo miro. −Perotendría que ser Draco tu descendiente, el es igual que tu.

Ante eso el rey lomiro. −¿Hay un chico con mi nombre?

−Sí. −Y este no tardomucho en acercarse.

Aunque los dos eranmuy parecidos, no terminaban de parecerse el rey era más alto, tenia masmusculo y tenía el cabello largo.

−Tú también eres midescendiente. −Le dijo el rey. −Pero yo he sido llamado por Hermione. −Y miro ala castaña. −Eres igual que mi mujer, incluso te llamas igual, tu eres lareina. −Y quitándose un anillo se lo dio.

 

−¿Por qué ella? −Le preguntoun hombre moreno.

El rey lo miro. −¿Tueres?

−Orión Black.

−Él es el patriarca dela familia más poderosa del mundo.

−¿Si están poderosocomo es que no ha podido matar a ese tal Voldemort?

−Por qué teniahorrocrux.

−Nunca había escuchadohablar de ello, luego seguimos hablando, siento a gente enferma. −Y mirandobien el castillo vio que estaba en ruinas, cerrando los ojos poco a poco laspiedras que se habían desprendido volvieron a su lugar y pronto el castilloestuvo de nuevo en perfecto estado.

−¿Cómo haces eso? −Lepregunto una chica mientras lo seguía al interior.

−Como rey, mi trabajoes proteger a mi gente y mi ciudad del mal. −Y pasando por unos pasillos, llegoa una zona donde habían muchos heridos. −Hay muchos heridos. −Y quitándose labolsa que llevaba se la dio a una mujer. −Son medicinas y otras cosas que leservirán para curarles.

−Gracias.

−De nada. −Y miro a lagente que lo había seguido. −Me llamo Draco soy el rey.

−No hay ningún rey. −Ledijo Hermione. −Solo ministros.

−¿Ministros?

−Una gente que porvotación del pueblo se convierte en el que manda.

−Han cambiado mucholas cosas desde que reinaba. −Le dijo Draco y se fijo bien en el chico que se parecíaa él. −Así que te llamas Draco, ¿verdad?

−Si, Draco Malfoy.

El rey miro a losdemás. −Tú. −Y señalo a otros hombres. −Vosotros también sois de mi línea detiempo, pero como digo Hermione es mi heredera.

−¿Por qué ella?

−Porque he sidollamado por ella.

−¿Llamado? ¿Cómo?

−Mi poder consiste enproteger a mis descendientes durante los siguientes quinientos años desde mi época,pero creo que su llamada es mucho más lejana.

−¿Por qué es ella lareina? −Le pregunto un hombre con el pelo blanco.

−Ella es la que está máscerca de mí que los demás.

−¿Mas cerca? −Preguntoel chico pelirrojo.

−Quiere decir que sulínea temporal no tiene tantos descendientes como el de los Malfoy. −Le dijo lamujer pelirroja y miro al rey. −¿Verdad?

−Verdad. −Y miro a unchico moreno. −¿Qué llevas en la cara?

−Son gafas para vermejor. −Le dijo un hombre que también las llevaba.

−Que interesante, túte pareces al tío de mi mujer. −Y miro al chico con gafas. −Y tú a su primo. −Ymiro a los demás. −Muchos de vosotros os parecéis a mis amigos y familiares,eso es estupendo que la familia siga unida.

−No somos familia. −Ledijo Hermione.

−Puede que no ahora,pero sí de donde yo vengo, ahora que esto ya está solucionado me tengo que ir,a mi mujer le queda poco tiempo para tener a nuestro bebe, le he prometido queno tardaría.

−¿Cómo se llama tumujer? −Le pregunto la chica.

−Hermione. −Y la miro.−Y sois iguales, si no supiera que ella esta embaraza, os hubiera confundido.

−¿De cuánto esta?

−De siete meses, mevoy.

−¿Cómo regresaras?

−Tengo que llegar a miciudad y pasar por la puerta.

−¿No puedes regresardesde aquí?

−No puedo, solo puedovolver por allí.

−¿Podemos acompañarte?−Le pregunto un hombre que se parecía mucho a su amigo Sirius.

 

−Claro que sí, pero nome hagáis retrasar, ¿Cómo os movéis? ¿Caballos, camellos, alfombras mágicas?

Al escuchar eso,muchos se sorprendieron incluso pensaron que se estaba burlando de ellos.

−No tenemos camellos. −Ledijo Hermione. −Ellos viven en el desierto, los caballos se usan para paseos yde alfombras mágicas no sabía que se usaban para viajar.

−¿Entonces como os movéis?

−Trasladarse,aparecerse.

−No sé qué es eso,pero no me gustan mucho esas palabras. −Y miro a Hermione. −¿Cómo te mueves tu?

−Tiene instinto desupervivencia. −Les dijo la mujer pelirroja.

Ante eso todos lamiraron, sabían que a ella no le gustaban esas maneras de moverse.

−Coche.

−¿Coche? ¿Qué es eso?

−Es como un carro perode metal y no lleva caballos. −Le dijo la mujer pelirroja. −¿Dónde está tuciudad?

−Un momento. −Ycerrando los ojos la busco y no tardo mucho en encontrarla. −Norte. −Y losmiro. −Esta al norte.

−Podéis usar lacarroza. −Les dijo un hombre con el cabello blanco. −Nunca la usamos pero estaallí para cuando tenemos que mover a los estudiantes en una excursión.

−Gracias. −Le dijo Orióny miro al rey. −Ya podemos irnos.

−Estupendo, estoynervioso.

−Es normal, tu mujerpronto tendrá a tu hijo.

−No solo es mi hijo. −Ledijo Draco. −Es mi heredero, el futuro rey y si no estoy allí cuando nazcamuchos pensaran que no es mi hijo y puede que no lo acepten como rey y esollevaría a una guerra.

−Entonces no perdamosel tiempo. −Les dijo Orión y saliendo al jardín vieron una carroza tirada porcaballos y todos se subieron y no mucho tiempo después ya salía.

Cuando el carro estuvoen lo alto, el rey se tranquilizo un poco pero aun así estaba nervioso.

−¿Hace cuantos díasque te fuiste? −Le pregunto la chica pelirroja.

−No hace ni un día. −Ledijo Draco. −Estaba durmiendo cuando sentí el final de mi descendencia así quelo prepare todo deprisa para salir al amanecer, pero si vosotros estabais denoche puede que un día o así.

−Puede que no. −Ledijo la mujer pelirroja. −Durante todos los años que han pasado, ha habido añoscon más días, así que puede que hayas llegado al mismo día, solo que muchosaños más adelante.

−Eso espero. −Y miropor la ventana. −Mi ciudad es todo recto.

−Así que me parezco atu mujer. −Le dijo Hermione al rey.

−Sí. −Y le sonrió. −Esuna chica maravillosa, no es noble pero todos la quieren, es trabajadora,amable, dulce y sabe su papel para el pueblo.

−Se nota que laquieres. −Le dijo Sirius.

−Es fácil quererla. −Ledijo Draco. −Me hizo prometer que no tardaría, por suerte ya voy para allí.

−¿Está muy lejos?

−La verdad es que no, asívamos rápido, es todo recto, ¿está lejos el mar?

−Un poco, ¿esportuaria la ciudad? −Le pregunto Orión.

−Sí, está escondidaentre montañas altas.

−¿Y la gente sin poderllega?

−No, es una de laspocas ciudades mágicas a la que no llega esa gente, hace mucho tiempo misantepasados huyeron de esa gente y desde entonces vivimos separados, peroconozco reyes de otras ciudades que si dejan entrar a esa gente.

−¿Cuántos reyes hay?

−Unos cuantos, aunquemi ciudad, es la que está más al norte, pasamos inviernos duros y mucho tiempoaislados.

 

−¿Y de que vivís?

−Tenemos muchosanimales salvajes y también un lago grande, rio y mar así que tenemos muchospeces.

−Y como estáis conectadosal mar, no estáis totalmente aislados. −Le dijo la mujer.

−Exacto. −Y le sonrió.−Veo que eres muy inteligente.

−Es una de laspersonas más inteligentes de nuestra época. −Le dijo el chico que se parecía alprimo de su mujer.

−Eso lo dices porqueeres mi hijo.

−Es la verdad. −Y miroal rey. −Me has dicho que me parezco al primo de tu mujer.

−Sí, se llama Harry ysu padre James, tienen un molino de harina y una cervecería.

−Nosotros también nosllamamos igual. −Les dijo James.

−Eso es una grancoincidencia, como digo mucho os parecéis.

−¿Y tus padres? −Lepregunto el chico que se parecía a él.

−Están muertos, mimadre murió cuando nací y mi padre cuando tenía 12 años.

−Así que eres reydesde los 12.

−Lo soy, y aunque teníamucha gente a mi servicio estaba solo hasta que la conocí.

−Hermione.

−Sí, nos conocimos porcasualidad, yo estaba persiguiendo un dragón cuando la vi.

−¿Perseguías un dragón?

−Sí, tengo queproteger mi ciudad, somos muchos y no puedo permitir que maten a alguien, no esmuy común que se acerquen tanto, pero de vez en cuando se ve alguno.

−¿Qué edad tienes?

−19 años. −Mirando porla ventana les dijo: −Ahora a la derecha.

Nada mas decir eso, elcarruaje giro hacia la derecha.

Un par de horas mástarde, que Draco les había contando muchas cosas, por fin llegaron a lasmontañas.

−Que baje cuando puedano estamos muy lejos.

El carruaje no tardomucho en encontrar un claro y Draco saliendo vio una casa bastante grandeabandonada.

−¿Dónde estamos? −Lepregunto Sirius.

−En la propiedad deHarry y James. −Dijo tras mirar a su alrededor y los miro. −Solo he estado unavez, en el cumpleaños de Harry, pero sé que estamos allí. −Y señalo un granedificio que parecía un molino. −Ese es el molino de harina de la familia,aparte de este hay dos más, pero no son tan grandes, vamos. −Y los llevo por uncamino hasta que llegaron a la ciudad donde todos se quedaron alucinados, jamáshabían visto una ciudad medieval tan grande.

−¿Cómo es que estaabandonada?

−No lo sé, ni meimporta mi trabajo es proteger mi ciudad en mi tiempo y a mis descendientes 500años desde mi tiempo, lo demás no me interesa, es por aquí. −Y los llevo porotra calle hasta salir de la ciudad por la puerta de una muralla.

−¿Cuánta gente vivíaaquí cuando reinabas? −Le preguntaron.

−Unas 10000.

−¿10000 magos?

−Sí. −Y los miro. −¿Soispocos? El castillo era muy grande.

−No vivimos allí, esuna escuela. −Le dijo Hermione. −Y el mundo es muy grande así que somos muchos.

−Se que el mundo esmuy grande, como el lugar al otro lado del océano en el que la gente sin magiano ha llegado.

−¿América? ¿Hablas de América?

−No sé cómo se llama,solo que hay un rey chaman que protege su ciudad y son muchos más de 20000.

Ante eso todos lomiraron asombrados, jamás pensaron que allí ya hubieran magos viviendo alli.

−¿Has ido alguna vez?

−Sí, es hermoso eselugar, viven en un bosque, donde les llevamos caballos y otras cosas, y ellosnos dan patatas, tomates

 

−La historia dice quefueron los españoles quienes llevaron los caballos a América.

−¿Españoles?

−Un país que esta alsur, antes de África.

−No sé qué países son,pero no hay que hacer caso a todo lo dice la historia, no siempre es cierta. −Yviendo que ya habían llegado al pequeño castillo sonrió. −Ya hemos llegado, espor aquí. −Y pasando la puerta los llevo por unos corredores hasta una saladonde había un gran círculo. −Gracias por todo, me tengo que ir.

−¿Te podemos acompañaral otro lado?

Ante eso el rey losmiro. −No me importa que lo hagáis, pero está prohibido que habléis de esta época,de que la ciudad está vacía y sobre todo de países, no quiero que mi gente seempiece a preocupar de cosas que no les interesa.

−No diremos nada,¿pero como regresaremos?

−Sencillo, elsacerdote principal os traerá, es muy poderoso, poneros en medio del circulo. −Ycuando todos estuvieron a su lado, cerró los ojos y recitando un hechizo prontovieron que había gente allí.

−Su majestad. −Severuslo miro. −Ya he visto su línea de tiempo, está bien.

−Gracias, he traído agente para que vea la ciudad, estarán aquí unos pocos días, cuando te diga losregresas.

−Si su majestad,deberán pasar por el pasillo, no pueden verlos.

−Sí que lo haremos.¿Cuánto tiempo ha pasado?

−Tres días.

−¿La reina?

−Está bien, aun no hadado a luz.

−Estupendo. −Y miro asus invitados. −El único que puedo estar aquí soy yo, el castigo para los demáses la muerte, rápido por aquí. −Y saliendo del círculo los llevo por un pasilloque se encontraba detrás de una puerta escondida.

En el pasillo todosiban en silencio.

−Ese era Severus. −Lesdijo Lily.

−Sí que lo era.

El rey que los ibaguiando la miro. −¿Lo conocéis?

−Mi amigo de lainfancia es su descendiente.

−Puede ser, Severus esel líder de los sacerdotes, es muy poderoso, lo escogieron cuando apenas teníacinco años de edad, uno de sus poderes es el de ver el futuro, aunque estuvodiez años aquí entrenando sin ver a nadie con quince años salió y mi padre leenseño la ciudad y le presento a una mujer que sabe con quién está casada,tienen tres hijos, dos varones y una chica, aunque en la ciudad lo conocennadie sabe que es el líder de los sacerdotes. −Y los miro. −Y vosotros nodiréis nada.

−No diremos nada.

−Eso espero, notardaremos mucho más en llegar. −Y siguieron caminando hasta que llegaron a unapuerta y abriéndola vieron que estaban en unas celdas. −Por aquí.

Una vez atravesaronlas celdas, subieron unas escaleras y se vieron en un corredor, justo cuandopasaban dos soldados, al verlo se pararon e hicieron una reverencia.

−Su majestad,bienvenido.

−Gracias, ¿la reina?

−En el jardín, con laseñorita Cloe, y las señoras Sara y Alana.

−Gracias.

−A su servicio. −Yhaciendo otra reverencia se fueron.

Mientras Draco losllevaba por los corredores, los invitados que habían visto la ciudad por lasventanas iban alucinados.

−¿A que es hermosa? −Lespregunto.

−Mucho, jamás penséque vería una ciudad medieval autentica. −Le dijo Lily. −¿En qué año estamos?

−No sé. −Le dijo elrey. −Pero según mis cálculos he avanzado más de 1500 años para proteger aHermione.

 

−Eso quiere decir queestamos en el año 500 o por allí.

−Puede ser, nocontamos los años como vosotros, nosotros contamos por los años que un rey estávivo, estamos en el año 8 y espero que sumen muchos años más.

Mientras iban por loscorredores, se encontraron a mucha gente y todos le saludaban.

−Es aquí. −Les dijoDraco y pasando por una puerta, llegaron a un jardín y no tardo mucho en ver asu mujer hablando con las demás. −Mirad. −Y señalo a Hermione. −Ella es mimujer.

Los invitados mirarondonde señalaba Draco y se quedaron parados al ver a una mujer idéntica aHermione que se estaba riendo de algo que le estaban diciendo las demás.

−Recordar lo que os hedicho. −Y saliendo de entre las sombras, se acerco. −Hermione.

La reina al escucharla voz de su marido, se levanto y le sonrió. −Has cumplido tu promesa.

−Te lo dije. −Y abrazándolala beso y miro a las demás. −¿Qué tal todo?

−Muy embarazada, yaves. −Le dijo Sara sonriendo, ya estaba embarazada de cuatro meses. −Mi madre estáfeliz.

−Lleva un añopersiguiéndote para que tengas un hijo.

−Más tiempo, perodesde que me case con Sirius ha estado mas encima, nosotras ya nos vamos ahoraque estamos aquí.

−Mañana habrá unafiesta, avisar a la familia.

−Lo haremos. −Le dijoAlana y miro a su cuñada. −Ahora que ya tienes a Draco aquí, nosotras nosvamos.

−Nos vemos mañana.

−Sí.

El rey miro a lossoldados. −Acompañarlas a sus casas.

−Si su majestad. −Y sefueron.

−Cloe vete adescansar. −Le dijo Hemrione y miro a Draco. −Desde que te fuiste se ha quedadomás tiempo conmigo.

Draco que aun tenía unbrazo alrededor de la cintura de Hermione miro a la chica. −Cloe, gracias portodo, descansa hoy.

−Gracias su majestad. −Yhaciendo una reverencia se fue.

Cuando los reyes sequedaron a solas, Draco señalo a sus invitados. −Ellos vienen a donde llegue.

Los invitados aunestaban alucinados mirando a la reina, era igual que Hermione aunque tenía elcabello largo hasta la cintura, un hermoso vestido rojo de terciopelo y senotaba que estaba muy embarazada.

−Bienvenidos. −Y vioque algunos se parecían a sus amigos y familiares y que también había una chicaidéntica a ella. −Tú debes de ser la persona a la que el rey ha ido a salvar.

−Si su majestad. −Y leenseño el anillo. −Me lo dio.

−Ese es su anillopersonal, quiere decir que estas bajo su protección, cuando nos prometimostambién me entrego uno. −Y miro a su marido. −Draco me alegro que hayas podidocumplir con tu trabajo.

−Gracias.

−Draco. −Remus salió yal verle le sonrió. −Veo que sigues entero.

−Ya ves, me quiero ira bañar, ocúpate de mis invitados, tienen unas normas como que no pueden hablarde nada de lo que hay en su tiempo, ocúpate de que no se las saltan.

−No dirán nada, sinoyo mismo los castigare.

−Gracias. −Y miro asus invitados. −No tardare mucho, pero hace días que no me baño, nos vemos alrato. −Y abrazando a su mujer por los hombros se fueron.

Cuando los reyes sehubieron ido, todos miraron a ese Remus, era idéntico al que ellos conocían,solo que tenía el cabello largo y no tenia cicatrices en la cara.

 

−Por aquí por favor. −Ylos llevo a un gran salón y miro a una sirvienta. −Te y galletas.

−Si consejero. −Y sefue.

−¿Eres consejero? −Lepreguntaron.

−Lo soy. −Y sentándoseen la cabecera les pidió que se sentaran. −Soy el consejero principal, aquelque se ocupa de las cosas cuando el rey no está. −Y los miro bien. −Estáis unpoco sucios.

−Las últimas horas nohan ido bien.

−No os preocupéis,luego os podréis bañar sin problemas. −Y miro a otra sirvienta. Prepara losbaños grandes y ropa limpia.

−Si consejero. −Y sefue.

−¿Hasta cuándo osquedareis? −Les pregunto Remus.

−Tres días.

−Así podréis ver laciudad, no es porque viva aquí, pero este lugar es hermoso y vive mucha gente.

−El rey nos ha dichoque viven 10000. −Le dijo la chica que se parecía a la reina.

−Un poco más, pero si.

Mientras merendaban lapuerta se abrió y entraron los reyes.

−¿Qué tal? −Lespregunto mientras se sentaba en la otra cabecera con Hermione a su lado.

−Estamos merendando.

−Una idea estupenda. −Ymiro a una sirvienta. −Te y pasteles.

−Si su majestad. −Y lepuso una taza y le acerco unos pastelitos.

−El rey me ha contadoalgunas cosas. −Les dijo la reina que había cogido una galleta. −Me ha dichoque en vuestra época vivís juntos a los que no tienen magia. −Y miro a la chicaque tanto se parecía a ella. −Y que tus padres no tienen magia.

−Todos vivimos juntos,aunque hay partes que solo pueden ir los que tienen magia.

−Que interesante,también me ha dicho que no os movéis con caballos, sino con coches y hechizoscomplicados.

−Prefiero el coche. −Ledijo una mujer pelirroja.

−Te pareces a la madrede mi primo Harry. −Le dijo la reina. −Es por ella que quise ser herbologa,pero nunca pude serlo. −Y miro a su marido. −Y al final me toco hacer jabones yaceites.

−Los jabones y aceitestambien están bien. −Y miro a sus invitados. −Me dijisteis que el castillo erauna escuela. ¿Son muchos alumnos?

−Muchos, desde losonce años hasta los diecisiete.

−¿Las chicas estudian?−Les pregunto Hermione.

−Sí que estudiamos. −Ledijo una chica pelirroja. −¿Fuiste a la escuela?

−Hasta los diez años,después de eso las chicas no podemos seguir estudiando, nos quedamos en casapreparándonos para casarnos, aunque yo tuve suerte mi familia me siguióenseñando, aparte de leer y escribir, se llevar una granja, una posada y muchasotras cosas.

−¿Y los chicos?

−Hasta los quinceaños, pueden seguir estudiando.

Antes de que pudierandecir algo, la puerta se abrió de golpe.

El rey miro al intrusoy vio que era su suegro.

−¿George que pasa?

−Draco dos dragones seestán peleando cerca de donde están trabajando los leñadores.

Ante eso el rey miro asus soldados. −Soldados a las armas. −Y mientras ellos se iban corriendo a preparar,miro a su mujer. −Hermione no salgas del castillo.

−Ten cuidado.

−Lo tendré. −Y dándoleun beso se fue corriendo.

Hermione miro a uno delos soldados que se había quedado. −Dar la voz de alarma, que todos vuelvancorriendo a la ciudad y que cierren las puertas de las murallas, no podemospermitir que los dragones entren.

−Ahora mismo sumajestad. −Y se fue a cumplir las órdenes.

 

Hermione miro a otrosoldado. −Que los sanadores se preparen para empezar a recibir heridos.

−Si su majestad. −Ytambién se fue.

−Herms. −George seacerco y la abrazo. −Todo irá bien, no es la primera vez que nuestros soldadosse enfrentan a dragones.

−Lo sé, pero hacíamucho tiempo que no eran dos.

−Ya verás como irábien. −Y entonces se fijo que había mas gente. −¿Herms quiénes son?

−Los invitados deDraco vienen del futuro.

−Que interesante. −Y volvióa mirar a su hija. −Herms me voy, tengo que mirar que la familia este bien.

−Avísame.

−Lo hare, ya veráscomo todo estará bien. −Y dándole un beso en la cabeza se fue.

−¿Es tu padre? −Lepregunto Hermione a la reina.

−Lo es.

−Mi padre se parecemucho.

Ante eso la reina le sonrió.−La familia se parece aunque hayan pasado muchos años. −Y miro a Remus. −¿Quéhacemos?

−Esperar.

−Lo tendremos quehacer. −Y volviendo a sentarse empezó a comer galletas, aunque se le habíaquitado el apetito, si no hacia algo terminaría más nerviosa de lo que yaestaba.

Unas horas más tarde,cuando el sol se hubo ocultado, un soldado aviso que el rey volvía.

Hermione lo fue arecibir y vio que estaba sucio y todo sudado.

−¿Qué tal? −Lepregunto.

−Heridos, pero por lodemás todo bien, hemos matado a uno de los dragones. −Y miro a los pocossoldados que no estaban heridos. −Que despiecen el dragón, mañana nos locomeremos en la cena y la piel que se prepare para llevarla en el barco deGeorge, la venderemos.

−Si su majestad. −Y sefueron a cumplir las órdenes.

El rey miro a susinvitados. −Si me disculpáis, esta noche cenare en mi habitación con mi mujer ynos iremos a dormir pronto, ha sido un día muy largo, mañana será un nuevo día.−Y cogiendo la mano de Hermione se fueron.

Al día siguiente, trasdesayunar Draco se metió en su despacho, mientras Hermione se reunía con susinvitados.

−Buenos días, esperoque hayan dormido bien.

−Si su majestad. −Ledijo Lily. −No sabía que las camas fueran así.

−Son de algodón, todasaunque no se tenga mucho dinero tienen sus camas hechas de algodón, es unmaterial muy blando y se duerme estupendamente, ¿de qué son vuestras camas?

−De espuma o látex,son materiales que los hemos inventado nosotros, aunque el látex viene delárbol.

−Interesante, Draco estáen su oficina muy ocupado, pero me ha dicho que os enseñe la ciudad, así que laveremos, vamos. −Y sonriéndoles se fueron a la entrada donde vieron a la chicade ayer y a un chico.

−Es igual que yo. −Ledijo un chico.

Hermione lo miro. −Laverdad es que si, se llama Blaise.

Al salir del castillo,vieron una gran plaza y tras ella las casas.

−Que bonitas. −Le dijoLily. −Creí que eran de paja y piedra.

−La paja no duradurante los fuertes inviernos que tenemos. −Le dijo la reina. −Así que usamostejas, son mucho más resistentes y al ser de piedra la nieve no entra, es comolas camas, se tenga mucho o poco dinero, algunas cosas son básicas y eso es lacasa y las paredes son de piedra con tierra dura, así los fuertes vientos noentran y en las ventanas ponen cristal, según Draco lo trajeron del sur, de unpaís que sabe cómo darles formas.

 

Mientras paseaban,Sirius y Sara se acercaron.

−Buenos días Hermione.−Le saludaron.

−Buenos días.

−¿Y Draco?

−Ocupado, me ha dichoque se pasaría toda la mañana en su despacho y que sería Remus quien seocuparía de hablar con los consejeros, le he dicho que podía ocuparme yo, peroel tozudo como siempre me ha dicho que no, que no quiere que me ponga mal.

−Tiene razón, losconsejeros son muy molestos.

−Mucho, ¿vendréis a lacena de esta noche?

−Iremos.

−Los soldados hansalido a revisar los bosques y de paso cazar jabalíes y también tendremosdragón.

−Estaremos esta noche,ahora tenemos que ir a comprar algunas cosas.

−Nos vemos.

Cuando se fueron todosmiraron a la reina.

−¿Qué edad tieneSirius?

−Ni idea, pero creoque pasa de los 30, ¿por?

−¿Y su mujer?

−19, ¿por?

−¿No es muchadiferencia?

−Para nada, si Siriusno hubiera aceptado casarse con mi prima, ella aun estaría soltera, a muchoshombres no les gusta el carácter de Sara, no es la típica mujer que se mantienecallada cuando algo no le gusta.

−A muchos hombres noles gusta escuchar a sus mujeres. −Le dijo Lily. −Las prefieren sumisas y queobedezcan todas sus órdenes.

−Exacto, así que leestoy muy agradecida a Sirius que aceptara casarse con Sara, hacen un hermosomatrimonio y sé que con él, mi prima nunca pasara hambre ni tampoco se sentirádesdichada, vamos a seguir.

Mientras seguíanpaseando Daphne se acerco a Hermione.

−Herms, mi padre haaceptado otro trabajo, ya no saldrá a navegar, ahora que mi madre está de nuevoembarazada no quiere irse tanto tiempo, esperemos que sea un niño se que elloslo lleva buscando desde hace mucho tiempo.

−Rezare mucho porvosotros, ¿y qué tal los preparativos de la boda?

−Muy bien, en un mes másya casare con Harry.

−Se te nota que estasfeliz.

−Es que lo estoy, alfinal hemos decidido vivir en la propiedad de los padres de Harry, pero en unacasa aparte.

−Harry tiene cuatrohermanos pequeños, terminaríais locos.

−Mucho, me voy tengoque ocuparme de muchas cosas, los preparativos nunca se terminan.

−Nunca, nos vemos.

−Sí. −Y despidiéndosese fue.

−Daphne pronto secasara con mi primo Harry. −Les dijo la reina y vio que miraban a la chica quese alejaba. −¿Qué pasa?

−Es idéntica a unaamiga mía. −Le dijo una chica morena. −También se llama Daphne, ¿tiene unahermana pequeña?

−No, Daphne es hijaúnica, aunque ahora su madre está embarazada de nuevo, ¿vuestra Daphne tieneuna hermana?

−Si se llama Astoria.

−Su madre se llama así.−Le dijo la reina. −Estuve trabajando para ella, poco más de un año.

−El rey nos dijo queno eres noble. −Le dijo Lily. −Creí que los reyes se casaban con nobles o conotras princesas.

−Y se acostumbra ahacer así, pero él prefirió casarse conmigo, y no me preguntéis porque, élnunca me lo ha dicho. −Mientras hablaban habían seguido caminando. −Ese es elpuerto.

Los invitados lomiraron y vieron que era muy grande.

−Durante el buentiempo, o sea unos seis meses más o menos, llegan unos cinco barcos grandes al díay algunos muchos más, por la noche está cerrado, solo las personas de la malavida se ven, os aconsejo que no vengáis.

−¿Personas de la malavida? −Le pregunto Ron.

 

−Habla de criminales yde cortesanas, mujeres que venden su cuerpo por dinero. −Le dijo Lily.

−Exacto. −Les dijo lareina. −Esas personas no traerán nada bueno, las leyes son muy claras, esasmujeres solo pueden aparecer por la noche y si se les ve en el resto de laciudad, serán encarceladas y si están embarazadas el bebe será entregado a unafamilia que no conozca los pecados de la madre, allí no hay niños, el rey esquienes más protege, todos viven en casas de buena familia y sin pasar hambre.

−¿Separáis a lasmadres de los hijos? −Le pregunto Ginny.

La reina la miro. −Silos niños se quedaran con sus madres, lo pasarían mal, antiguamente cuando nose les separaba muchos niños terminaban muertos, haciendo lo mismo que la madreaunque fueran niños pequeños y pasando frio y hambre, así que si, si apartandoa los niños de esas malas madres se salvan seguiremos haciéndolo, ¿en vuestrotiempo no se hace? ¿No protegéis a los niños?

−Sí que losprotegemos. −Le dijo Lily. −Y tienes razón, hay que proteger a los niños y silejos de las madres están bien, se seguirá haciendo.

−Exacto, llevo ya casiun año siendo reina, en ese tiempo he visto muchas cosas y sé que Draco comorey trabaja duro e intensamente para que nuestro pueblo este bien, venir. −Ylos llevo a un lugar donde había una cisterna. −¿Saben que es esto?

−Una cisterna. −Ledijo Harry. −Lo estudie en la escuela, los romanos cuando conquistaban lasconstruían para que el agua llegara a todos lados y habían acueductos por todoslados.

−Exacto. −Le dijoHermione. −Aunque los romanos nos echaron de nuestras tierras y mataron a muchade nuestra gente, vimos que tenían cosas importantes como la cisterna y losacueductos, la cisterna tiene tuberías por debajo que lleva agua a los pozosdiseminados por toda la ciudad y agua a las casas.

Y miro a Ginny. −Esigual con los niños, aunque los apartamos de sus madres ellos están agradecidoscon nosotros por darles una vida mejor, mi gente y yo estamos agradecidos conlos romanos que aunque mataron a muchos de los nuestros, nos dejaron lascisternas, los acueductos y muchas cosas más para que mi gente no se muera nide sed ni de hambre.

−La reina tiene razón.−Le dijo Cloe. −Seguiremos apartando a niños de las madres que no quierenocuparse de ellos, hay que protegerlos.

−Como veis no soy laúnica que lo dice, todos estamos de acuerdo, y no pienses que dice lo que yopienso por ser la reina, ella lo dice porque quiere, el rey deja el librepensamiento, y tras eso vamos, tengo hambre. −Y los llevo a la posada de sufamilia.

−Abelito.

El hombre al ver a sunieta, salió de la barra y la abrazo. −Mi niña, ¿Qué tal?

−Con hambre.

−Ahora te traigo lacomida. −Y miro a los demás. −¿Herms quiénes son?

−Invitados de Draco,ellos también tienen hambre. −Y miro a sus invitados. −Mi abuela es la cocineray cocina genial, hace un estofado de ternera que esta para chuparse los dedos. −Ymiro a su abuelo. −Abuelito, pan con queso.

−Ahora mismo, no puedodejar que mi bisnieto pase hambre. −Y saludando a Cloe y Blaise se fue a lacocina.

Draco que estaba allado de la reina lo miro. −¿Tienes mucha familia?

−Bastante, pordesgracia las familias no soy muy grandes, tengo abuelos, tíos y primos, somosunos veinte.

 

−Esos son muchos. −Ledijo Lily que estaba enfrente de ella.

−Sí, vivimos más queotros pueblos mágicos al estar aislados, las enfermedades no mágicas no llegan,y porque tenemos grandes sanadores, Draco da mucho dinero para que seinvestigue enfermedades y comprar hierbas y cosas que se necesitan en laspociones que usamos.

−Hermione. −Una mujercon un delantal se acerco y le dio un beso en la cabeza. −¿Qué tal mi niña?

−Muy bien abuelita,tengo hambre.

−Ya tu abuelo me lo hadicho, ahora os traen la comida, esta noche iremos a la fiesta.

−Estupendo abuelita.

−Vuelvo a la cocina.

−Sí. −Y viendo como seiba miro a sus invitados. −Las mujeres solo podemos trabajar si nuestrosmaridos o nuestros padres y hermanos mayores nos dan permiso, muchos no dejanque trabajemos, por suerte yo nunca he tenido ningún problema, mi padre es demente abierta, entiende que las mujeres no podemos estar todo el tiempo en casasin hacer nada.

−Me gusta lamentalidad de tu padre. −Le dijo Hermione. −Las mujeres podemos hacer lo mismoque los hombres incluso superarlos.

−Sí que podemos. −Ledijo Lily que estaba de acuerdo con las chicas.

−Cuidado que quema. −Lesdijo el abuelo de Hermione que venía con varias bandejas. −Pan con queso.

−Gracias abuelito. −Ledijo la reina y cogiendo su tenedor cogió un trozo de pan con mucho queso y selo comió.

Lily cogiendo sutenedor cogió otro trozo y llevándoselo a la boca miro al hombre mayor. −Estabuenísimo.

−Claro que lo está, mimujer es la mejor cocinera de todas. −Y sonriéndoles se fue.

−Una de las cosas quetodo el mundo come, es el pan con queso. −Les dijo la reina. −Los ingredientesson muy baratos así que todos se lo pueden permitir, esto con una buena sopa oestofado y te irás a dormir lleno.

−¿La gente pasahambre? −Le pregunto Lily.

−Realmente no, elbosque y el mar están abiertos para todos, se puede cazar mientras no te pasesy puedes pescar igual, hay grandes piezas, el único donde hay que pagar es ellago, es muy grande y hay muchas piezas es por eso que los cuidamos mas, noqueremos que algún día desaparezca, además nos ayudamos entre nosotros, si unvecino no puede comprar un día le ayudamos, además Draco reparte comida y otrascosas ¿vosotros hacéis lo mismo?

−Tenemos ayuda que dael gobierno, y las familias nos ayudamos y cosas así.

−Aquí tenéis. −Lesdijo el posadero trayendo un carro lleno de platos de estofado. −Carne deternera con patatas y zanahorias.

−Gracias abuelito. −Ledijo la reina y cogiendo su cuchara se lo empezó a comer.

−De segundo hayembutido. −Les dijo el hombre. −Pero no tendréis si no os termináis el primerplato, no me gusta que la comida de mi mujer se tire a la basura.

−No se tirara nada. −Leaseguro Orión.

−Eso espero. −Ydiciéndoles que luego traería lo demás se fue a atender a los demás.

−¿Qué es el embutido? −Lepregunto Harry.

−Es un rollo bastantegrueso de carne picada, huevo duro, jamón y queso, es otro plato barato, lassobras de la carne la pican y ponen un huevo y ya tienes otro platoconsistente, aunque mi abuelo pone jamón, queso y otras cosas, ¿Qué coméisvosotros?

−Lo mismo que tu. −Ledijo Lily. −Menos dragón.

−El dragón esta bueno.−Le dijo Hermione. −Aunque es un plato demasiado caro para el pueblo solo elrey y los nobles muy ricos se lo pueden permitir, pues solo hay cuando un dragónse acerca demasiado a la ciudad, no vamos a buscarlos.

 

−¿Qué paso al finalcon los dragones? −Le pregunto Orión.

−El segundo se escapo.−Les dijo Hermione. −Parece ser que es una hembra protegiendo a su cría, losmachos acostumbran a matarlas para que no molesten.

−No solo los dragoneslo hacen. −Le dijo Lily. −Muchos machos matan a las crías para poder estar conlas hembras.

−Según Draco, ladragona lleva mucho tiempo aquí incluso antes de que él fuera rey y nunca hamolestado es por eso que no se ha hecho nada contra ella, mientras no moleste podrávivir aquí.

−¿Y tenéis masanimales mágicos? −Le pregunto Harry mientras se comía su estofado.

−Muchos, hipogrifos,elfos, gnomos, hadas y muchos más, aunque los hipogrifos no me gustan, hace dosaños estuve a punto de morir por culpa de uno de ellos, me persiguió y me caípor un precipicio, el rey y sus soldados me encontraron, desde entonces lestengo miedo.

−Es normal, pueden serpeligrosos. −Le dijo James.

−Mucho.

Un rato después,cuando terminaron de comer Hermione le daba una bolsa a su abuelo. −Abuelitoaquí tienes el dinero.

−Gracias Herms, habéissido muchos.

−Por eso, no quieroque tu posada se resienta. −Y miro a sus invitados. −Ahora que ya hemos comidoseguiremos pasando y luego volveremos al castillo tenemos que prepararnos parala cena. −Despidiéndose del hombre hasta unas horas más tarde se fueron.

Al anochecer, mientrasHermione se ponía su vestido con la ayuda de Cloe le explicaba a Draco lo bienque había ido el día.

−Me alegro. −Le dijoel rey que ya estaba. −¿Vamos?

−Vamos. −Le dijoHermione y miro a Cloe. −Gracias.

−De nada.

En el comedor, losinvitados vieron que todos iban muy elegantes, el consejero Remus les habíaprestado ropa a todos, de pronto se empezó a escuchar música se levantaron,cuando la puerta se abrió y entraron los reyes, hicieron una pequeñainclinación con la cabeza.

−Gracias a todos porvenir. −Les dijo Draco. −Por favor disfruten de la fiesta.

−Gracias su majestad. −Ledijeron y cuando los reyes estuvieron sentados se volvieron a sentar.

Mientras cenaban lepreguntaron al rey de las cosas que había visto en el futuro.

−Realmente no vi nada,llegue hice lo que tenía que hacer y volví. −Y miro a Hermione. −No quería quela reina tuviera a nuestro hijo sola. −Y miro a sus invitados. −Apenas estuvehoras.

−Mi señor. −Le dijo unhombre. −Mucha gente de la ciudad ha visto con inquietud a sus invitados, quese parecen tanto a nuestra gente.

−Lo sé, avísales deque ya mañana se irán y no los tendrán que ver de nuevo.

−Si su majestad.

−¿Qué tal el dragón? −Lespregunto Draco a sus invitados.

−Prefiero elcochinillo. −Le dijo George. −O las fresas.

Ante eso todos lomiraron.

−Eres como el rey. −Ledijo una mujer. −Si fuera por el no dejaría nada.

−Claro estánbuenísimas. −Le dijo George riéndose. −¿O no te gustan?

−Prefiero las moras.

−Katy creo que hasdicho algo que no deberías. −Le dijo la reina sonriendo.

−Creo lo mismo. −Alver al suegro del rey mirándola como su hubiera dicho lo peor.

 

−Papa no a todos nosgusta a morir las fresas, yo prefiero las naranjas, en un día de verano estabuenísima. −Y miro a los invitados de su marido. −¿A vosotros os gusta lafruta?

−Prefiero un flan. −Ledijo Harry.

−Me encantan losflanes. −Le dijo Sara.

−Tanto es así que micocinera no deja de hacerlos. −Les dijo Sirius.

−Sara. −Su prima lamiro. −Tu hijo va a terminar con un flan debajo del brazo.

−Como tu padre tieneuna fresa.

−Y Draco. −Le dijoHermione riéndose.

De buen humorsiguieron disfrutando de la cena.

Cuando terminaron lacena, el rey les pidió un momento de silencio.

−De postre, tengo unareceta que me ha pasado el rey del sur, como sabéis Tristán es un gran rey ymuy buen amigo mío en su última visita me la trajo y yo la quiero compartir convosotros. −Y miro a los sirvientes. −Por favor.

−Si su majestad. −Y lofueron a buscar.

−¿Draco qué es? −Lepregunto su cuñado.

−Un pastel de limón,bizcocho debajo y por encima una crema de limón blanda y esponjosa.

−¿Lo puedo hacer en laposada? −Le pregunto el abuelo de su mujer.

−Claro que si, seguroque a tus clientes les gusta.

No mucho tiempodespués los sirvientes traían el bizcocho y Hermione cogiendo su cuchara lolleno de pastel y al comerla miro a su marido. −Tienes razón, esta buenísima.

−Lo está. −Y sonriéndolese comió su parte.

−Draco me quedo lareceta. −Le dijo Jane. −La hare en mi casa.

−Claro que sí. −Ledijo el rey y miro a su mujer. −Ya iremos a casa de tus padres para comerla.

−Te encantan losdulces.

−Mucho. −Y riéndose volvióa mirar a sus invitados. −Y ahora viene la hora del baile.

Los invitados que noconocían los bailes de esa época, al ver que todos se ponían en fila mujeres enun lado y los hombres en otra los miraron interesados.

−Intentarlo. −Les dijoel rey. −No es complicado. −Y levantándose cogió la mano de su descendiente y uniéndosea la fila le dijo: −No te preocupes, solo haz lo que nosotros hagamos. −Y miroa los músicos. −Música. −Y empezó a sonar.

La reina sonriendo viocomo bailaban y se lo pasaban bien.

Unas horas más tardes,se daban las buenas noches y se iban a sus cuartos.

Al día siguiente, trasdesayunar Draco reunía a sus invitados delante del trono.

−Ayer fue día defiesta, hoy hay que aclarar algunas cosas. −Les dijo el rey que estaba sentadoen su trono con Hermione a su lado. −No me voy a ir por las ramas, no confió enmuchos de vosotros, se que en cuanto lleguéis a vuestra época no dejareis quemi hija reine, así que por eso he preparado algo. −Y miro a Remus. −Por favor tráelo.

−Si su majestad. −Ysaliendo de la sala del trono no tardo mucho en volver con un cofre.

−Aquí están las cosasque Hermione necesitara para reinar en su tiempo, la documentación como que esmi descendiente y otras cosas. −Y levantándose miro a la chica. −Acércate.

Hermione acercándosese pregunto qué iba a hacer el rey.

Draco cogiendo unapequeña daga le hizo un corte en la palma y la sangre lleno la tapa del cofre,tras eso el rey también se hizo un corte y las dos sangres se juntaron.

−Solo Hermione podráser la reina. −Les dijo el rey. −Si alguien le intenta quitar el reino conmentiras y manipulaciones, tanto el castillo como la ciudad se destruirán y asínadie podrá usarlo para sus propósitos. −Y miro a su mujer. −Hermione, lleva anuestra descendiente donde nos conocimos y que esconda el cofre hasta quellegue a su época, mientras los años pasan, el grimorio que he guardado dentroira absorbiendo la magia del lugar. −Y miro a Blaise y Theo. −Os doy permiso dematar a cualquiera que intente robar el cofre.

 

−Si su majestad,cumpliremos sus órdenes. −Y haciendo una reverencia salieron con las mujeres.

Cuando el rey se quedoa solas con sus invitados, miro a sus soldados. −No pueden abandonar elcastillo si alguno sale, matarlos. −Y miro a sus invitados. −Y no es broma. −Ymiro a Remus. −Vamos que tenemos cosas que hacer. −Y miro a Cloe. −En cuantolleguen avísame.

−Si su majestad. −Yviendo como el rey y su padre se iban miro a los invitados. −Tardaran un tiempoen volver, acompañarme a la terraza, hace un hermoso día.

−Voy contigo. −Le dijoHarry que a él no le interesaba nada eso de quien era rey y quién no.

Muchos que pensabanigual que Harry los acompañaron.

No mucho tiempodespués todos estaban sentados alrededor de la mesa.

Orión miro a susobrino, que no tenía buena cara. −¿Draco qué ocurre?

−Yo quería ser rey.

−Todos queremos serrey. −Le dijo.

−Tú ya lo eres. −Ymiro a su padre. −Tendríamos que haber nacido antes.

−A mi no me mires, escosa de tu abuelo.

−Ahora la culpa latengo yo. −Le dijo Abraxas y miro a Draco. −Hermione no va a poder llevar solael reino si eres bueno puede que te deje ayudarla.

−Yo siempre soy bueno.

Ante eso Harry que seestaba tomando una taza de té, se empezó a atragantar, Lily que estaba a sulado le quito la taza y le dio una servilleta.

−Harry cuidado.

−Lo siento mama, esque me he llevado una gran impresión. −Y miro a Draco. −Tú solo eres bueno conquien te interesa, y con Hermione no lo has sido ni un poco así que no esperesque te deje ayudarla, además eso de mandar es muy aburrido.

−Para nada. −Le dijo Orión.−Mandar es muy divertido.

−Si tú lo dices. −Mástranquilo volvió a su te.

En el bosque, cuandola reina y Hermione llegaron donde los reyes se conocieron, la miro.

−Hermione aquí nosconocimos, ahora tenemos que buscar un buen lugar donde guardarlo.

−Hermione aquí hay unlugar. −Le dijo Theo y miro a su amiga. −Es un árbol hueco.

−Estupendo así no lotocaran y sabrá donde lo ha guardado. −Y miro a su descendiente. −Guárdalo.

−Si su majestad. −Y acercándoseal árbol lo guardo.

Os pongo el capítulo hoy, porque ando con problemas de internet y me lo voy a cambiar así que no se cuando tendré de nuevo conexión normal, si no tuvierais capítulo el lunes es por que me va mal la conexión, espero volver cuanto antes

Una vez estuvo bienoculto, volvieron al castillo y vieron que los demás seguían en la terraza.

−Ya lo hemos guardado.−Les dijo Hermione.

−Estupendo. −Le dijoel rey que justo salía. −Entonces es hora de que volváis a vuestro tiempo.

−Volveremos a casapero antes te quiero hacer una pregunta. −Le dijo Lily al rey.

Draco lo miro. −Adelante.

−Nos dijiste quehabíais huido de vuestra tierra, y luego que los romanos os persiguieron.

 

−Exacto. −Le dijo elrey. −Hace mucho tiempo, el país entero era nuestro vivíamos con la gente sinpoderes pero un día llegaron con sus grandes ejércitos y nos persiguieron y nosmataron, temían lo que podíamos hacer, el libre pensamiento y nuestros dones, asíque nuestros antepasados se unieron y huimos en barcos hasta llegar a estelugar y protegiéndonos mas, creamos las montañas para que nadie sin poderespusiera llegar.

−Sois druidas. −Ledijo Lily. −Es el único pueblo que los romanos tenían miedo. −Y miro a sufamilia y amigos. −Creo que estamos en una de las islas que hay encima deEscocia, por eso que nieve tanto en invierno y que la gente sin poder nollegue, es imposible en invierno y otoño.

−Como siempre lamejor. −Le dijo su marido orgulloso y miro al rey. −¿Puede que seáis druidas?

−Puede ser, los sacerdotesse ocupan de nuestro pasado, yo del presente y el futuro, lo demás no importa.

−Draco. −Hermioneregaño a su marido. −No digas eso, que ellos lo han hecho con la mejor de lasintenciones.

−Si no digo locontrario. −Y miro a sus invitados. −Aunque tengamos grandes dones, preferimoshacer las cosas con las manos, aunque tardamos mas en terminarlas, es mássatisfactorio sin contar que seguimos usando la magia y las enseñanzas denuestros antepasados. −Y miro a sus invitados. −Al contrario que vosotros, que usáisesas cosas extrañas para usar la magia.

−Son varitas. −Le dijoOrión. −Aunque muchos de nosotros no las necesitamos.

−Puede que tú seas el único,pero eso no es cosa mía. −Y miro a su consejero. −Remus es hora de que regresen.−Y miro a su mujer. −Y tú tienes que descansar.

−Sí que estoy cansada.

−¿Qué es un grimorio?−Les pregunto Ron de golpe.

−Un libro mágicopoderoso. −Le dijo Harry. −En mis videojuegos salen mucho.

−Lo es. −Les dijo elrey. −Aunque todos tenemos los mismos poderes, si tienes un grimorio podráshacer una magia diferente, os hare una demostración. −Y poniéndose a un lado,llamo a su grimorio y de pronto una gran ventisca apareció y ese fuerte vientose convirtió en un dragón de fuego.

−El rey es la únicapersona del reino que tiene todos los poderes del grimorio. −Les dijo Remus.−Magia oscura, agua, sanación, fuego, naturaleza, viento y muchos otros, es elhombre más poderoso del país.

−Yo tengo el poder dela naturaleza. −Les dijo la reina. −Aunque ahora por mi embarazo no puedoseguir estudiando.

−Para usar losgrimorios tienes que tener un gran poder mágico. −Les dijo Draco. −Y siHermione lo usara podría matar a nuestro bebe pues usaría su magia.

−Es por eso que no louso, mi bebe es mi mayor regalo no solo para mi marido sino para nuestropueblo. −Y miro a su descendiente. −Hermione reinar puede ser un trabajo muysolitario, encuentra en quien confiar y no lo sueltes, esas personas serán losque estén contigo tanto en las buenas como en las malas, te deseo mucha suerte.−Y dándole un beso en la mejilla se acerco a su marido y este le paso un brazopor los hombros.

−Como ha dicho mireina, el reinar puede ser muy solitario. −Y miro a su descendiente. −Te deseolo mejor.

−Gracias.

−De nada. −Y miro aRemus. −Acompáñales.

−Sí. −Y dejando quelos invitados se despidieron se los llevo.

 

Cuando los reyes sequedaron a solas, Draco acompaño a su mujer a su dormitorio.

−¿Crees que estarábien? −Le pregunto la reina una vez estuvo acostada.

−No lo sé Hermione, escosa suya reinar bien, no puedo estar toda la vida protegiéndola.

−Lo sé, solo que mepreocupa.

−Lo sé. −Y sentándosea su lado le dijo: −Esa niña es igual de inteligente que tu, así que creo que sí,todo le irá bien, además no está sola, ahora duerme.

−Sí. −Y cerrando losojos pronto estuvo dormida.

No mucho tiempodespués Draco que ya estaba trabajando en su despacho, recibió la visita deRemus.

−¿Ya han vuelto?

−Lo han hecho.

−¿Los demás han vistocomo entrabas en el castillo?

−No, hemos ido por loscorredores.

−Mejor, no me gustaríaque te cortaran la cabeza. −Y lo miro. −Como siempre tengo mucho trabajo.

−Te ayudare. −Ycogiendo parte de la documentación se fue a su despacho.

En su despacho Dracodejando su trabajo un momento miro por la ventana y sonrió, a su descendientele esperaba un futuro muy interesante, con ese niño llamado Draco, nadie se habíafijado pero el sí, sabía que entre ellos dos algo interesante ocurriría, sindejar de sonreír volvió a su trabajo.

El miércoles sera el epilogo de la historia y ya no subiré ninguna nueva, el 1 de enero empezare a revisar todas las historias que he escrito y si en alguna viera que se necesita continuación la pondría, revisar las historias que vaya subiendo aunque ya las hayáis leído, puede que ponga muchas cosas nuevas, gracias a todos por haberme seguido estos años.

Draco y George nodejaban de pasearse para arriba y abajo todo el tiempo, hacia horas queHermione se había puesto de parto, Jane y su suegra los habían echado.

−Se que estáispreocupados y nerviosos, pero dejar de pasearos estáis mareando. −Les dijoEric.

−No puedo. −Le dijoGeorge sin dejar de moverse. −Es mi hija la que está allí dentro. −Y lo miro. −¿Ysi algo va mal?

−No seas tanpesimista, todo está bien, si no nos avisan es porque no hay ningún problema.

−O no nos avisan,porque no pueden. −Le dijo Draco.

−Las mujeres llevanhaciendo esto desde antes de que nosotros naciéramos. −Les dijo el abuelo de lafamilia. −Lo tienen controlado.

De pronto se escuchoun llanto y no mucho tiempo después Jane salía con un bulto entre los brazos.

Draco acercándosecorriendo lo miro, estaba todo rojo pero limpio.

−Ya lo hemos limpiado.−Le dijo Jane sonriendo. −No podíamos permitir que lo vieras todo sucio, ten. −Yse lo entrego.

El rey con muchocuidado lo cogió y se lo quedo mirando con fascinación.

−Es idéntico a ti. −Ledijo Remus. −Incluso tiene los ojos grises.

−Sí que los tiene. −Ledijo Draco y miro a su consejero. −Ahora mismo haremos la prueba.

−Sí.

El rey miro a susuegra. −¿Jane como esta Hermione?

Antes de que pudieraresponder, Cloe salió.

−Jane, la reina va atener otro bebe.

Ante eso, todos sequedaron parados y miraron a Draco.

−Vas a tener dosbebes.

Draco solo dijo oh, eslo único que salió, jamás creyó que tendría dos bebes de golpe.

−George yo me vuelvocon nuestra hija. −Le dijo Jane.

−Ves, nosotros nosquedaremos aquí, viendo como Draco se ha congelado. −Le dijo divertido.

 

−Que se descongele,que tiene que recibir a su otro bebe.

−Yo me ocupo.

−Sí. −Y mirando una últimavez a Draco que tenia fuertemente abrazado a su bebe entro en el cuarto.

Remus cogiendo unapequeña aguja le hizo un pequeño punto al bebe en el talón del pie y otro aDraco y se puso a comprobar la sangre, al ver que coincidían completa miro a surey. −Draco, sin problemas.

−Lo sabía, esto sololo he hecho por la gente que piensa que fue una equivocación que me casara conHermione. −Y miro a su suegro. −¿Lo quieres coger?

−Sí. −Cogiendo a supequeño nieto se fue a sentar a esperar a que Hermione diera a luz a su otrobebe, jamás creyó que su hija tendría dos en el primer embarazo.

Horas más tarde, seescuchaba un nuevo llanto y Jane salía de nuevo con el bebe.

−Es otro niño. −Lesdijo.

Ante eso todos mirarona Draco. −¿Qué se hace entonces?

−No voy a hacer nada,la tradición es que el mayor reine, pero cuando llegue el momento entoncesdecidiré, no dejare que una pelea entre hermanos destruya nuestra familia y elreino, aun es muy pronto. −Y miro a su suegra. −¿Jane como esta Hermione?

−Muy cansada, ahora laestán lavando y cambiando la cama.

−En cuanto terminéis,la iré a ver.

−Te espera, aquítienes. −Y se lo entrego.

−Gracias. −Cogiéndololo miro. −Eres un bebe con mucha suerte, tienes un hermano para que estéisjuntos, nunca estarás solo.

Un rato después,George y Draco entraban en la habitación con los bebes y vieron a Hermionemedio dormida.

−Herms aquí tienes. −Ledijo su marido entregándole uno de los bebes.

−Gracias. −Cogiéndololo miro bien. −Qué guapo que es. −Y lo miro. −Es como tú.

−Los dos se parecen a mí.−Le dijo Draco. −Tenemos que pensar cómo llamarles.

−¿Qué te parecenLucius y George?

−Me gustan los dosnombres. −Y miro a su suegro. −¿Qué piensas?

−Me gustan mucho. −Yle entrego el bebe. −Ahora mismo me voy a hacerle unos colgantes no podemospermitir que los confundáis.

−Eso será difícil perobueno. −Sonriéndole vio como felicitaba a su hija y dándole un beso se iba.

Cuando la nuevafamilia se quedo a solas, Hermione que tenia a sus bebes a su lado lo miro.

−¿Has hecho la prueba?

−Las he hecho, sabía queno me engañarías, y los demás pronto lo sabrán, en unos días más lospresentaremos al pueblo.

−Tengo sueño.

−A dormir. −Cogiendo alos bebes que tenían ropa de diferente color y mantas para no confundirlos losmetió en una cuna que le habían hecho.

−¿Caben los dos?

−Sí, es grande y demomento caben sin problemas, cuando crezcan un poco le diré a George que lahaga más grande.

Tapando bien a susbebes, los vio dormir y al volver con su mujer, vio que ya se había quedadodormida, tapándola bien se acostó a su lado y pronto el también estaba dormido,habían sido horas de mucha espera y estaba muy cansado.

Una semana más tarde,el pueblo recibía con amor y felicidad el nacimiento de sus nuevos príncipes,los bebes que no habían tenido ningún problema en esos días, fueron presentadosy se hizo una gran fiesta.

Desde sus tronos consus bebes en brazos, Draco y Hermione, miraban contentos como el pueblo los habíarecibido con amor y felicidad y se ponían a celebrarlo, comida, bebida, músicay mucha felicidad.

Ahora el futuro delpueblo estaba asegurado y nadie se quería perder la gran fiesta que duraríavarios días.

Gracias a todos por haberlo leído, comentado y haberlo puesto como favoritos

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