La Isla de Los Secretos - Potterfics, tu versión de la historia

 

 

 

La historia tiene algunos de los personajes inventados... pero el resto es de J.K.

Todos son magos, pero es un universo alterno.. me encantan los universos alternos.


Dumbledore comenzó la contar la historia cuando toda la orden se hubo calmado sobre todo Sirius y Snape que todavía peleaban. Incluso Harry había arreglado sus problemas con Severus y comprendido sus razones, pero Sirius no.

-Hace muchos años, más de los que podemos contar, 4 Druidas fueron desterrados de sus tierras, estos Druidas tenían habilidades especiales, además de querer estar más en contacto con la naturaleza, e intentaban convencer a los otros de que debían estar en constante alianza con los otros seres de la naturaleza como las Ondinas o los espíritus de los bosques. El pueblo y los jefes asustados por el enorme poder de sus 4 compañeros los expulsaron y los dejaron en alta mar. Sin nada, ni siquiera una gota de agua para calmar su sed.

 

Los Druidas desterrados al estar en constante armonía con la Madre Naturaleza fueron bendecidos con su gratitud. Ella en su eterna sabiduría les entregó unas islas, en el centro se alzaba una hermosa isla grande y verde, en la cual se distinguían sus páramos con altos árboles. La Madre les habló en el centro de sus corazones, y les dijo que ellos debían proteger el santuario de vida que ella les entregaba, conservando la pureza de sus corazones. Debían poblar la isla, primero unos pocos, después llegarían más. Llegarían a ellos vasallos que le serían fieles por toda la vida, pero debían ser tratados con respeto, por que si esto no sucedería el corazón de sus vasallos se volvería lleno de rencor y la isla no podía albergar el odio de sus habitantes.

El santuario debía tener 4 castillos el Castillo de duas aguas, que se encuentra en una isla cercana bajo tierra, es de cristal y oro y fue construido por Ivan Kallu, el más anciano de los 4 y que tenía el poder dernmanejar los elementos. Chateau Lisperger, castillo de piedra dura y firme dernlos acantilados que fue creado por el Druida Javier Lisperger cuyo poder era causar dolor y sanar sólo con el pensamiento, El Duida Luctur Palm, que era licántropo y Castle White que fue creado por la única mujer del grupo Edilweissr Leeyei, cuyo poder era usar la magia sin varitas, sólo con su manos y capaz de crear escudos protectores. Los 4 escondieron la isla

-Albus
¿Por qué nos cuenta esta leyenda?-Preguntó Severus,dando a conocer la pregunta que todos se estaba haciendo.

El anciano profesor no contestó inmediatamente, sino que sonrió y después les habló.

-La historia que les cuento es para que comprendan algo quernvamos a intentar. ¿Puedo continuar?

-Bien iba en que debían mantener la paz en su pueblo. Después de un par de años los druidas decidieron formar un consejo para que después sus hijos y los hijos de sus hijos pudiesen gobernar juntos y respetándose unos a otros. Crearon 8 piedras, 4 blancas y 4 negras. Cada uno de los Druidas guardó 2, una blanca y una negra, si los pensamientos de los Mitland que era como se llamó el consejo, las piedras se mantendrían ambas en su lugar, si el pensamiento de la persona era oscuro, la piedra negra avanzaría un paso.

Crearon un colegio para niños y jóvenes con talentos especiales, se llamó Ushier Manj, que significaba en su antigua y perdida lengua, Colegio de Neutrales, su antiguo pueblo se destruyó a si mismos, por culpa de la ambición y la maldad de sus corazones.

 

Buscaron por todo el mundo a alumnos con poderes especiales, siempre eran pocos, y los comenzaban a formar desde que cumplían 7 años, todos los niños del reino debían ir hasta los 11 años, después sólo continuaban su educación los de poderes especiales y los descendientes de los Mitland, que siempre han tenido alguna facultad.

Así se mantuvo la paz durante años y la Isla de los Castillos se mantuvo oculta excepto en determinados momentos donde han albergado a pueblos que se encuentran en apuros, han sido traicionados antes, pero ellos no terminan con su labor de esparcir la paz por el mundo.

Ahora puedo contestar a tu pregunta Severus. Vamos a pedir ayuda a los Mitland para poder terminar con el señor oscuro, al cual no hemos podido derrotar a pesar de que llevamos 4 años intentándolo, nuestras fuerzas se debilitan y nuestras líneas van cayendo, ellos son poderosos. Vamos a hablar con el consejo, el cual ha accedido a vernos, ya que hace 2 años, ellos sufrieron el ataque de los mortífagos, que rompieron sus barreras, pero ya han reconstruido sus tierras y están dispuestos a escucharnos. Hay en esta mesa 2 personas que han estado en la isla reiteradas veces. E incluso Zuki estudió allí, ya que él tiene un poder especial, como todos ya saben.

Debemos elegir sólo a 10 de nosotros, además de Alastor y Zuki, los cuales no necesitan estar invitados, todos lo que vayamos debemos ser cuidadosos en lo que digamos, los Mitland protegen a su cultura y a sus vasallos a costa de todo, incluso sus propias vidas.

-¿Todavía tiene vasallos?-Preguntó escandalizada Hermione.

-Señorita Granger, aunque no lo crea a la gente no le molesta, se sienten seguros y felices de estar con aquellos que los protegen y no están atados de por vida, están allí por que lo desean. Ahora, las indicaciones que me entregaron son que debían ir:

Dos profesores, un licántropo, un animago, un transformista,el elegido, una de familia pura, y 3 a elección nuestra.

-Por descarte he elegido a Minerva, Severus, Sirius, no tenemos transformista, Harry, Arthur, Ronald, Hermione, Hestia, Kingsley y yo.-Dijo mientras les entregaba una nota a cada uno, escrita con tinta dorada, en la cual se les instaba a participar en el consejo de Mitland y en el cual debían exponer las razones de por qué La Isla Secreta debería poder ayudarlos y enseñarles a defenderse.

-¿Cuántos son en el consejo?-Preguntó Remus.

-4 Mitland, más 2 Lord, que son dueños de las pequeñas islas aledañas. Partiremos en 2 días hacia Alemania, allí nos juntaremos con unos ex alumnos de Mitland Leeyei. Ellos nos apoyarán si es que el consejo aprueba.

-¿Y si no?-Preguntó preocupado.

-Bueno si no, nos borrarán la memoria y nos traerán dernvuelta sanos y salvos a casa, ese es el trato. No perdemos nada Harry, no podemos ganar la guerra solos y ellos son poderosos, los Neutrales que ellos educan están preparados para cualquier situación antes de los 17 años y sus poderes son realmente fuertes. Remus, no se te ocurra hablar de lo mal que te sientes por ser licántropo, ya entenderás porqué.

Ninguno de los que iba a conocer la isla se sentíatranquilo, a todos les preocupaba no saber que iban a encontrar allí y menoscomo comportarse en una cultura que al parecer se encontraba anclada en tiemposinmemoriales.
Remus se sentía extrañado por el comentario de Albus, todos sabían que renegabade su condición de licántropo y él se odiaba a si mismo, ¿Por qué debíamantener sus traumas a raya, si se le aparecían entre los sueños como si fuerandementores quitándole la paz y el poco respeto que sentía por si mismo?

 

La fecha del viaje era mañana por la mañana, y los Mitland,al parecer algo celosos de su intimidad, les habían pedido expresamente que noinvestigaran, así les parecería mejor la sorpresa. Además no había mucho queinvestigar, sólo que los neutrales eran soldados de todas las naciones quetrabajaban para los gobiernos en altos puestos de estrategia y protección, enInglaterra no existía ninguno desde hace ya más de 50 años.

Debían ir a Alemania, específicamente a La Escuela de Munich y de allícon el grupo completo de estudiantes y fieles a La Isla debían partir a la Isla, no utilizaríantrasladores, ya que eran ineficaces, tampoco podían aparecerse, ya que en laisla estaba prohibido, además sólo unos pocos tenían el poder de hacerlo.

Un día más y saciaría su curiosidad, el problema es que noera el único curioso, ya que todos en la orden se preguntaban el secreto de La Isla.

Remus intuía que su futuro iba a cambiar cuando llegaran allí.Un toque en la puerta lo sobresaltó eran Harry, Ron Y Hermione, acompañados enla retaguardia por Sirius.

-¿Y que piensas querido amigo?-Le preguntó Sirius mientrasse sentaba en su cama y la desordenaba. Remus lo miró molesto, eran las 11 dela noche y no tenía ganas de estirarla de nuevo.

-no sé, mucho secreto. ¿Has logrado investigar algoHermione?

-Nada, es como si no pasara de ser una leyenda antigua casidesaparecida. Aunque encontré citas de un lugar mágico que tenía el poder deaparecer por voluntad o en muy raras excepciones como un ataque en un momentoen que se encuentran débiles sus Mitland, que son la fuerza de La Isla. Y tal como dijo el profesor Dumbledore,no se puede llegar ni por aparición, ni por trasladores, son inútiles dentro deLa Isla. Creoes la misma y dice que la única forma de llegar es por mar en Dakars o en unaraza de caballos alados que se encuentran sólo allí, pero nada más.

-Suficiente información para saber a quien nos enfrentamos.

-¿Crees que Dumbledore esté exagerando con eso de que nosborrarán la memoria?-Preguntó Ron nervioso.

-No en realidad no, creo que es cierto, además los neutralespueden hacer eso y mucho más. Encontré una referencia de ellos en Holanda, esun viejo periódico mágico que explicaba que uno de los neutrales que tenía elpoder de crear imágenes mentales fue capaz de defender un pueblo entero sólocon sus poderes.

-Vaya, pero si son tan capaces ¿Cómo penetraron su isla losmortífagos?

-Tal como dijo Hermione, tal vez tenían algún miembroenfermo y se preocuparon de protegerlo.-Les dijo Remus con calma, mientrasmiraba la oscura noche por la ventana. Dentro de poco habría luna llena y esole preocupaba. ¿Dónde se transformaría para no dañar a alguien? Aún con la pociónmatalobos era peligroso.

-A dormir, dijo Remus al ver a Ron que se estaba quedandodormido en la silla y comenzaba a roncar escandalosamente.

 

A la mañana siguiente todos los que debían ir a La Isla, estaban con un bolso enla mano y los nervios a flor de piel frente al transportador que los llevaría,en cuanto la cadenita de plata con un dije de flor de lirio se transformara de su color normal a unrojo brillante era que debían partir. Y se puso rojo rubí. Un fascinante color,tan brillante que molestaba la vista, pero que a la vez llamaba poderosamentesu atención.

Cuando tocaron el extraño collar llegaron a una sala deparedes de ladrillo rojo y con estantes llenos de medallas y trofeos. No estabansolos.

Los observaban unas 15 personas, todos jóvenes que hablaban rápidamenteen alemán y que se referían a ellos como Frau (señora) o como Herr (señor), ypor su apellido. Remus no sabía que significaba nada de lo que les decían, perosonrisas amables le dieron la bienvenida que las palabras no podían entregarpor diferencias de lenguaje. Uno de ellos, que se presentó en un inglésperfecto y muy refinado, les habló. Debía tener no más de 26 años y llevabacapa de viaje, ahora que miraba con atención notaba que casi todos llevaban unacapa de viaje roja con un águila bordada en la solapa.

-Bienvenidos a La escuela de magia de Munich, espero que sucorta estancia aquí les agrade. Deben estar hambrientos, así que pasen, no sepreocupen por las barreras del idioma, la gran mayoría de ellos habla ingles,pero como les gusta molestar a los otros-Les dijo dirigiendo su mirada a ungrupo de 5 mucho más jóvenes de entre 14 a 18 años.

Son alumnos aventajados, muchos de ellos alumnos de Frau Leeyei,así que hablan ingles. Además son muy cotillas entre ellos. Los voy apresentar: los dos del rincón son Christian y Norbert Shilling, Marie ClaireKrausse, Jeremy Rogel, Klaus Bennett, todos ellos entrenados hace dos años porFrau Leeyei. Los que comen como salvajes son Dee Marchal y Giovanni Andretti ysu esposa Franchesca, son italianos y en su época de estudios en Ushier Manjfueron compañeros de Frau Leeyei. Los que están abrazados son Richard y AliceWeiss, Paul Lecroaux, Li Ming, que pelearon en la batalla por Nepal y en méxico.Li Ming será nuestra guía a La Isla. Ah,lo olvidaba, mi nombre es Marcus Anders, luchamos juntos en México con Frau Leeyei.

Cuando terminaron de comer y ya se conocían más fueronguiados a una sala donde estaban 3 trasladores, que eran 3 hermosas águilas depiedra, las cuales apenas las hubieron tocado a brillar con una luz azul muysuave al principio, y al final muy fuerte. Aparecieron en un muelle, estaba muyhelado y corría viento. Los alumnos se pusieron a jugar con una pelota que unosacó del bolso, y nadie hacía nada por detenerlos, en realidad parecíandivertidos y no pasó mucho tiempo hasta que la gran mayoría de ellos tambiénestaba jugando. Un muchacho se le acercó, creía recordar que su nombre era KlausBennett, pero le parecían similares entre sí, así que no podía estar seguro.

-Mi nombre es Klaus Bennett, no te preocupes, estamosesperando al Dakar que nos llevarán a la Isla, estoy impaciente por ver a Frau Leeyei, nola vemos hace ya 4 años. Mire Herr Remus, ¿ve a lo lejos un barco de velasazules?-La verdad es que Remus no lo veía, pero observando con atención notóque era cierto y avanzaba muy rápido. Los alumnos guardaron la pelota y seacercaron al muelle, la gran mayoría de los presentes no había visto nunca unbarco tan extraño, tenía forma de dragón y estaba adornado de cristal y piedraspreciosas.

 

-Es cuarzo de las minas de Mitland Teixeira, no se preocupe,son barcos firmes.-Le dijo una mujer oriental. Recordó que su nombre era LiMing.-Soy profesora de Ushier Manj, desde hace ya 3 años, un año antes delataque, y usted.. creo que también es profesor, ¿Qué enseña?

-Defensa contra las artes oscuras? ¿Y usted?.-Le preguntó alverla tan joven y no se parecía a nadie que conociera.

-Depende el nivel, cuando estoy con los pequeños hasta los11 años, danza y desde los 11 artes de la guerra, ya sabe sables, espadas,dagas, discos, en los superiores, que van de los 15 a los 17 técnicas yestrategias de batalla.-Remus la miró anonadado, ¿Pelea? ¿Dagas?, ¿A que lugarse dirigían?, estaba a punto de arrancar, además no podía creer que esa mujertan delgada y menuda fuera una experimentada guerrera, ella le sonriómisteriosamente, al parecer estaba disfrutando mantener la expectación en su público.

El viaje en el Dakar duró alrededor de 3 horas, tiemposuficiente para estudiar a sus tripulantes.

Habían de varias nacionalidades, al parecer no todos eranalemanes como había supuesto, la pareja de Richard y Alice eran norteamericanosy parecían estar discutiendo, se veían molestos, ella se dio vuelta y se soltósu pelo rubio, sacudiéndolo para que flotase en el viento, a pesar de su figuradespampanante a Remus se le antojaba bastante fría. Richard al ver que estabasiendo observado por muchos de los presentes se retiró hacia la popa del barco.

Remus caminó por el barco y se dirigió a la sala de espera,el viento estaba muy helado y ya tenía frío, sin querer escuchó una discusión,era la pareja de norteamericanos

-Y te digo que ya está todo zanjado, ya no es mi esposa, poralgo me casé contigo.

-Sí, pero ella no me agrada, te acompaño sólo por que teamo, pero a ella no la soporto. Es tan
rara y además no es bonita.

-No molestes Alice, sabes bien que fue mi primera esposa yterminamos, y si terminó nuestro matrimonio sabes por qué fue. ¿Cierto?

Remus no quiso seguir escuchando, era una pelea de 2 además.¿Qué le importaba a él quien era esposa de quien? Había ido a buscar ayuda enla lucha no a buscar el amor. Eso era imposible para un maldito como él.

Que soberana lata, su papá y su hermano llegarían en unahora si el tiempo los acompañaba y si no 2. ¿Por qué se habría venido tantemprano? Además Eric estaba tan irritable cuando se acercaba la luna llena, apesar de tener 3 años era realmente enojón. Y mateo, su hijo menor de sólo 1año y 5 meses dormía en el moisés que ella había dejado en la arena. Veía a suscuatro hijos mayores jugar y recordó por que se había venido antes. Les gustabajugar en la playa, y ella había tenido poco tiempo para estar con ellos ymirarlos jugar. Si hasta no le molestaba que Eric estuviese haciendo pucheros asus pies por que quería su tata.

Le lanzó una mirada a su hijo pequeño y le empujó hacia la arenacon una mano incitándolo a que juegue con sus hermanos.

Escuchó sus risas infantiles, le encantaban el día que habíanllegado sus hijos eran sus momentos más atesorados. Escuchó reír a Cristal, el únicosonido que la niña deba a conocer, la pequeña no había hablado desde hace 3años y que sólo se había salvado de la incomunicación por que le gustabaescuchar al resto y daba muestras de comprensión. Tenía un don que se parecíaal de ella misma, era capaz de crear escudos protectores. A la distancia que seencontraba lo único que alcanzaba a distinguir era una mata de rizos castañossueltos al viento, no sabía por qué se esforzaba en peinarla, siempre perdíalas cintas y al parecer eso la divertía de sobre manera. Tenía apenas 8 años yhabía sufrido mucho, era su forma de desmostrarlo, dejó hablar y simplemente nohabía nadie que lo lograra. La siguiente hablaba por las 2 era Edilweiss, enhonor a su primer eslabón en la Isla, era dorada, no había otra forma de describirla y apesar de poseer la licantropía, no tenía los cambios de ánimo de su otro hijo,a sus 6 años hablaba por dos y se ganaba a todo el mundo con su dulce carácter.Los mellizos de 4 años eran el terror de cualquier madre y de sus cuidadorastambién, Dilan tenía el poder de congelar todo y Marie de calentar hasta elnivel de ebullición cualquier sustancia que tuviese una molécula de agua. Y su lobito, que genio por Dios, pero tan tierno. A Mateo lo miraba y veía a su padre en él.

 

A lo lejos observó que se acercaban dos caballos alados, losfuyer, caballos con la capacidad de correr tan rápido que parecía que notocaban el suelo con sus patas. Se pararon al frente de ella, eran varios, perollegaron apenas unos segundos más tarde.

Le hicieron una reverencia y le entregaron una carta. Consejode los Mitland urgente. Maldita sea, pensó en silencio, hasta allí su rato depaz con sus hijos.

Llamó a sus pequeños y los subió al hermoso coche tirado porfuyer que los llevaría de vuelta al castillo. Los pequeños protestaron, el únicotranquilo era el pequeño Mateo, que por color de pelo que llevaba estabasoñando con ella (el bebé estaba con el pelo rosa). Era un niño muy especial,había heredado los poderes de ambos padres, aunque Lautaro los tenía másdesarrollados, ella sólo podía cambiar algunos mechones de su pelo, mientrasque él no, el podía hacer el cambio que quisiera, el poder de ella eradefensivo, creaba escudos y podía hacer magia con las manos, la verdad es quela varita le molestaba un poco, lo bueno es que habían pocos hechizos que lonecesitaran.

Cuando llegó a su casa se cambió de ropa, no podíapresentarse así al consejo, así que optó por un sencillo vestido largo de seda rosapálida con corsé gris plateado, era sobrio y elegante. Levaría su capa blanca comolo exigía el protocolo de su rango en el

consejo. A pesar de ser la más joven del consejo eso no lemolestaba, cuando estaba allí dejaba de lado sus juegos y modales infantiles, ylos cambiaba por una actitud suave, pero firme que impusiera respeto en elconsejo. Sobre todo necesitaría paz, estaría Dracovich, un Lord de la isla deTuker, pequeña y próspera. El Lord en cuestión tenía un rechazo contra ella, yaque no podía entender el por qué de que no le entregaran el título a él quellevaba más años en la isla que a una niña como a ella.

Pero no le servía de nada reclamar, era un derecho porherencia y por capacidad, y a él le faltaban ambas. Bajo por las escaleras rápidamente,cayendo al piso, los guardias la recogieron, estaban acostumbrados a que suseñora pasara más en el piso y parada en él.

Ahora cuando entrara por la puerta, sería de nuevo MitlandLeeyei, no mamá, ni profesora, ni nada por el estilo, y menos su apellido real,sólo el antiguo.

 

Cuando entró y vio que ya estaban todos reunidos, los saludócon una sonrisa y una pequeña reverencia y sacó sus 2 piedras de la fuete decristal, sólo quedarían 1 par, que las usaría Albus Dumbledore, uno de losmagos más grandes de la humanidad. Por esta vez usarían la sala de consejos másgrandes, ya que en la mesa no sólo estarían ellos 4, sino que también Lord Dracovich,Lady Siomara, 5 de Munich y 10 de la orden del Fénix.

-Mitland Leeyei, ya que está aquí podemos comenzar, nuestrosinvitados llegarán mañana y debemos estar unidos en nuestros propósito. ¿Siguecon su idea original?

-Sí, es la única forma de que mi ejército pelee en labatalla, si es que hay, en su totalidad, sino seremos menos de la mitad, no mevoy a arriesgar.

-Bien, Vamos a votar:

-Mitland Lisperger- Archie Lisperger era su mejor amigo yeran ambos los encargados de Ushier Manj, así que ya sabía su respuesta.

-Voto a favor

-Mitland Teixeira, su voto por favor- De él no sabía queesperar, era justo con su pueblo, y era neutral en sus decisiones. Él sabríaque era lo mejor para la isla.

-Voto a favor

El que hablaba era Mitland Palm, cuyo castillo se encontrabaen un lugar desconocido para todos, excepto los Mitland. El lugar era llamado La Torre, ya que de lejos sólose observaba una torre y en la cual sólo se podía entrar con autorización delMitland Palm, que era el más anciano entre ellos.

-Yo también voto a favor, pero debemos hablar con AlbusDumbledore sobre su idea, creo por lo que lo conozco que él y su grupo no van aser simpatizantes con aquella idea, la verdad es que a mi tampoco me simpatiza,pero la considero necesaria.

Lord Dracovich, por esta vez su voto será tomado en cuenta, ¿Cuáles su voto?

-A pesar de que no me agradan los puntos de vista de MitlandLeeyei veo que el consejo se le ha unido ya y mi voto es positivo.-Lo dijo comosi le causara dolor de estómago o algo así.

-Lady Siomara, su voto por favor-La mujer era una criatura mitadmujer de pelo oscuro y rasgos africanos y mitad ondina, por eso sus tierras seencontraban en el mar, bajo una burbuja submarina, era un reino extraño, perohermoso.

-A favor.

Decisión unánime. La Isla de Los secretos dejará entrar a los extranjeros y losentrenará para la batalla. La cual se realizará en
.


Me imagino que ya sabrán quien es Mitlans Leeyei, ¿o no?

Apenas hubo entrado cuando una pandilla de niños se le fueencima:

-Mamá, mamá llegó el abuelo, es
-Dios estaba tan cansada,dormiría una semana. Una voz en su cabeza le dijo que no tenía una semana, enrealidad ni un solo día de paz, y que en vez de dormir con los ojos abiertosdebería estar tomando atención a sus hijos.

-Mamá mamá mira, mira, mira-Tonks miró a sus pequeños hijos,los cuales le tiraban del vestido unos, de la manga otras y el resto de lasmanos, para que fuera a ver al abuelo y a su tío Zuki, hablaban todos a la vez.Alastor levantó la vista ante la llegada de su hija y sus, sonaba raro decirlo,a pesar del tiempo todavía se asombraba de decirlo, sus nietos, 6 en total departe de ella, y 2 de parte de Zuki. Los cuales se habían lanzado a saludar asu tía, ella esperó pacientemente a que la dejaran caminar en paz y se acercócon una sonrisa y los brazos extendidos a saludar a su padre.

 

-Papá, me alegro que estés bien. ¿Estás muy cansado?¿Comiste? ¿Cómo estuvo tu viaje?-Sí, definitivamente detrás de aquel vestido yaspecto de mujer había una niña pequeña, que se comportaba igual que hace 18años atrás. Siempre había querido una hija, y cuando ella llegó se sintiórealizado, al igual que cuando se enteró de la existencia de su hijo Zuki.

-Estoy bien, me alegro de verte igual, te estábamosesperando para comer, el viaje estuvo bien y tienes que ir a dormir por que teves cansada.-Le dijo de un tirón, estaba acostumbrado a hablarle así a ella,para poder seguir su ritmo, a diferencia de Zuki que era pausado y tranquilo,bueno casi, con su hermana no, ya la había tomado por la cintura y la estabaabrazando y dando vueltas por el aire, se notaban que se querían.

-Vaya, ¿Así te vistes para el consejo?, ¿que hiciste con mihermana y donde está?

-Sigue acá, pero debo ir ordenada al consejo y a la escuela,pero no te preocupes, me sigo cayendo, sigo comiendo dulces en cantidadesanormales, todavía hablo rápido y todavía colecciono muñecas.-Le dijo mientrasse reía con su típica sisa, cantarina y dulce. Seguía siendo la misma queantes, aunque ahora era más mujer, había recibido muchos golpes y muchasheridas en su corazón, de ellas había aprendido el valor de la prudencia y eldolor de la pérdida.

Cenaron entremedio de bromas y risas, mañana no habíacolegio, así que los 8 niños se quedaron jugando hasta tarde, mientras que losadultos se ponían de acuerdo para mañana aunque Alastor dejó bien claro que noiba a ir, se quedaría con los niños, según él los extrañaba y Zuki y María sucuñada saldrían a recorrer la isla. Aunque ya había perdido la cuenta de lacantidad de veces que le había pedido que se fuera a vivir con ella a la isla. Peroninguno de ellos quería quedarse, decían ser más útiles en Inglaterra y en México,donde vivían respectivamente.

Cuando vio que los pequeños se estaban quedando dormidos,los llevó a sus dormitorios y los puso a dormir, disponiéndose a hacer lomismo, su familia sabía donde esta cada habitación, así que no se preocupó deguiarlos, además en el castillo existían guardias las entradas principales y enlas entradas a las alas principales del castillo.

El ala que ella ocupaba era bastante grande, tenía suhabitación con su salón y su baño, era la habitación principal y estaba en unatorre. Las habitaciones de sus hijos estaban al lado, por si pasaba cualquiercosa. Eric y Mateo dormían en la más cercana, Luego estaban Dylan y Marie a loscuales era imposible separar y en la del frente a ellos estaba la de Edelweissy Cristal. Eran espaciosas y cómodas, tenían dos baños para ellos y una sala dejuegos. Además habían 3 habitaciones más, en una de ellas dormiría Alastor, enla otra Zuki y María y en la última sus sobrinos Xietli y Victor, dos niños de6 y 3 años.

Estaba tan cansada que se durmió en cuanto se metió a lacama, aunque como cada noche añoró la compañía de alguien que la amara, no comomadre, sino como mujer, y como siempre se acordó de Lautaro
a pesar de nohaberse llegado nunca a amar se querían mucho y nunca lo podría olvidar.

 

En la mañana hizo lo que todos los días, se levantó tempranopara tener un momento para sí misma, bañó y vistió elegante y se peinó con unmoño alto, aunque algunos mechones de su pelo se quedaron fuera del moño, mejorpensó, no le gustaba ese aspecto tan poco divertido. No debía olvidar la capa,la dejó en la cama.

Fue a la habitación de los más pequeños, cambió pañales, lesdio la mamadera y los dejó durmiendo de nuevo. Después se despidió de Dylan YMarie, y después se despidió de Edilweiss y Cristal, por lo menos no habríaclases, así que no tendría que realizar la tarea de todos los días de peinar yordenar el uniforme de Cristal. Por lo menos era la única que iba al colegio,por ahora.

Bajó a desayunar junto con Alastor, Zuki y María seguíandurmiendo, aunque era poco probable que se pudieran levantar, nunca se sabíaque iba a ocurrírsele a ese matrimonio, la de veces que los sacó de problemascuando eran novios. Ahora era ella la que ponía orden en el colegio, era raro.

Alastor le deseó suerte, y ella estaba casi subida en sufuyer cuando una de las doncellas se le acercó corriendo con la capa en lasmanos, ella le agradeció y se la puso. Pero un patronus en forma de tigreblanco le advirtió que debía ir al colegio primero, al parecer una broma de malgusto había sacado de quicio a una de las chicas que prendía fuego y estabanpeleando por eso a las afueras del colegio, el patronus era de ArchieLisperguer, ella no sabía mandar patronus, así que lo envió uno de susguardias, en realidad algo innecesario pero era de protocolo. Cuando llegó alcolegio Archie estaba furioso y los tenía frente a frente a los que causaron elproblema, ella se acercó al director y lo vio que igual estaba vestido para iral consejo, en realidad iban atrasados por culpa de ese disturbio.

-Archie, ¿Qué pasó?- Estaba lívido de rabia, algo extraño enél.

-Pregúntales a ellos por que la molestaron y por que ellareaccionó así.

-y bien ¿Quién me explica?- Los chicos bajaron la cabeza,pero uno de ellos, levantó la cabeza avergonzado.

-La molestábamos por que ella es muy rara. Además a ella legusta mi hermano, y yo no la quiero de cuñada.

-¿Y por eso armaron tanto alboroto? ¿Saben que hay consejo?.Pues bien le deben una disculpa a Paulette y después van a ordenar sin nada demagia cada uno de los destrozos. Y si Archie les impuso o les quiere dar otrocastigo más, lo apruebo plenamente.

-Van a hacer el aseo los 3 en todo el castillo durante eldía completo, se quedan sin día libre, no podrán ir al pueblo.- Les dijo zanjando el asunto,la tomó dulcemente del brazo y se alejó. Cuando estuvieron lo bastante lejosambos soltaron una carcajada. Eran chicos y a ellos en realidad no lesmolestaba su actitud, era normal. Iban tarde y eso era lo preocupante.

Los esperaba un grupo de hombres de todos los colores yrazas montados en caballos blancos, no tenían alas como decían las leyendas. Elprimero de la fila bajó del caballo y los saludó con una reverencia. Espero queno estén cansados, ya que el consejo se producirá en un rato más y deberánasistir todos. El jinete se acercó repartió a las personas en las carrozas y seacercó a saludar efusivamente a varios de ellos, al parecer se conocían.

 

El consejo no puede empezar faltan 2 Mitland, lo siento LordDracovich. Deben haber tenido alguna dificultad, en general son puntuales.

-Albus, espero que no le moleste la espera.-Le dijo conpreocupación, en realidad Dracovich venía por protocolo, no tenía granimportancia excepto la de mantener la paz.

-Para nada, estos dulces están deliciosos, además me encantael salón. -Severus y Minerva se miraron, el director y su extraña obsesión porlos dulces. ¿Tendría Algún trauma?

Por su lado a Harry y a Ron un alemán les estaba enseñandocomo hacer una jugada con una mini escoba de 10 cm. Y un monito defantasía para simular al jugador. Remus observaba el reloj, estaba disfrutandola vista de la torre cuando se abrió la puerta y los guardias dejaron entrar alos 2 Mitland que faltaban:

-Mitland Lisperguer, Mitland Leeyei, me alegro de contar consu presencia.-Les dijo Mitland Palm.

Los Mitland que acababan de entrar no debían sobrepasar los26 años en ambos, eran muy jóvenes. Él no pudo evitar estudiarla, era muybonita y del moño se arrancaban varios mechones castaños con las puntas teñidasde rosa chicle.

-Problemas en el colegio Mitland Palm, espero que nosdisculpen y los invitados también-Dijo con voz pausada Mitland Lisperguer.

Un grupo de alumnos le hizo efusivas señas a la hermosamujer. Ella les sonrió y les lanzó un beso, para diversión y escándalo de lospresentes, aunque en general a la mayoría les parecían graciosas sus actitudes.Se sentaron en sus puestos y Mitland Palm decidió presentarlos, ellarepentinamente palideció al ver a los de Munich, buscó con la mirada, pero elgrupo se encontraba en completo desorden. El Mitland se aclaró la garganta ylos presentó:

-Ellos son los dos Mitland más jóvenes del consejo. Sondirectores y profesores de Ushier Manj. Mitland Lisperguer- el aludido asintiócon respeto- Y Mitland Leeyei.

-Mitland Leeyei, creo que conoce a algunos de los jóvenes dela academia de Munich, pero igual me gustaría presentarlos:

-De la Escuela de Munich: Christian y Norbert Shilling, Marie ClaireKrausse, Jeremy Rogel, Klaus Bennett, todos ellos entrenados hace dos años porusted, Mitland Leeyei. Dee Marchal y Giovanni Andretti y su esposa Franchescafueron compañeros de ustedes y alumnos de nosotros. Paul Lecroaux, Richard yAlice Weiss.-Al nombre de los últimos ella los miró con curiosidad por unmomento y la mujer la miró con suficiencia.

-De la Ordendel Fenix, el venerable Albus Dumbledore, Los profesores de Howarts MinervaMcGonagall, que también es animaga, Severus Snape, el licántropo Remus Lupin,Sirius Black, animago y según creo pariente de usted-Ella alzó una ceja y lomiró interrogante a los últimos nombrados-Hestia Jones, Harry Potter, Arthur yRonald Weasley, Hermione Granger, Shabolt Kingsley.

-Un gusto tenerlos entre nosotros, les dijo tranquilamenteella.-Espero que sea una reunión de provecho y que logremos un acuerdo.

Todos los Mitland se levantaron de su sillatomaron por orden dos piedras una blanca y otra negra. Luego buscaron en unafuente más pequeña 4 pares de piedras blancas y negras más pequeñas, fueMitland Lisperger le entregó a Albus, Lord Dracovich, Lady Siomara y a Herr Paul Lecroaux. Cada uno de los Mitlandcolocó las piedras en la mesa, las cuales se acomodaron a una distancia par yperfecta, los invitados que tenían las piedras siguieron su ejemplo.

 

Uno de los Mitland se levantó y paseó sumirada por los presentes, todos guardaron silencio al instante. Era unapresencia fuerte y segura.

-Las piedras que se le han entregado son paraconocer sus sentimientos y emociones, no son manejables, sino que tienenvoluntad propia, siguen al corazón. Si el corazón se encuentra impuro y contaminadoavanzará un poco la piedra negra, si vuelve a su lugar es por que el corazónhabrá recobrado la paz, sino, ya veremos, les dijo con una sonrisa algomacabra, que a los presentes les pareció amenazadora. Luego hablo de nuevo contranquilidad.

-El consejo ha decidido apoyarlos en su peleacontra el innombrable. No por venganza, a pesar de que hace dos años susseguidores atacaron nuestra isla, matando a muchos de los nuestros, buscabanuna sola cosa, querían poder, el poder del Ushier Manj, de sus alumnos y de susprofesores. Rompieron nuestras barreras por medio de la traición de uno de losnuestros. Fue un golpe duro, todos perdimos seres queridos, hijos, hermanos,esposos, esposas y amigos.-El que contaba la historia tenía una voz profunda ysuave. En la sala existía silencio absoluto.-Muchos de nuestros estudiantes queayudaron a defender la isla murieron, al igual que algunos de los neutrales,amigos de varios de los presentes. Mitland Leeyei tenía la mirada perdida, comosi reviviera la historia, la mirada de Mitland Palm se veía de la misma manera,él le tomó la mano a ella, y ella apretó su mano.-Al final nuestro poderprevaleció y logramos formar un escudo entre los que podían mantenerse en pie ydesaparecimos. Los que no lograron escapar sufrieron muerte por traición. Nolos podiamos mantener en la isla, ya que no existen cárceles, pero tampocopodían irse, por que el mago negro no había muerto. No nos gusta matar, peronuestro pueblo no podía seguir perdiendo a sus familias. Somos pocos, siempre lohemos sido. En la escuela muchos de los maestros son nuevos, los de siemprefueron los primeros en caer en su afán de proteger Ushier Manj.

Nuestro luto no era lo más importante en esemomento, teníamos que seguir adelante por los vivos. Los Mitland Lisperger yLeeyei debían seguir enseñando en el colegio a los sobrevivientes. Los otrosdebíamos reconstruir la ciudad. Nos ha costado casi dos años reconstruir laisla, trabajando en equipo se puede. Y el consejo trabajó unido, sabíamos queel tiempo para llorar llegaría, pero no en ese momento, las penas de nuestropueblo eran las que más sentíamos y las que más nos dolían. Ahora nuestratierra está protegida por numerosos encantamientos y hechizos.

Todos ustedes han pasado sin saberlo loshechizos protectores por ser capaces de amar, sino, el Dakar que los traía sehubiese hundido.-Después se rió. Ese hombre tenía un sentido del humor macabro,y parecía que a los otros Mitland también les parecía gracioso.

-Conocemos su historia, sabemos más de lo quecreen de ustedes. Pero no sabemos cuantos van a pelear de los suyos, recuerdenque cada uno de ellos va a subir a Dakars así que deben elegirlos con cuidado.Sir Dumbledore, ¿Cuántos son los suyos?

-Tenemos 60-Le dijo con un signo de humildad.

- Herr Paul Lecroaux ¿Cuántos son los suyos?

-28 entrenados y 7 en entrenamiento menor.

-¿Menores de edad o de poderes?

 

-De edad

-Tomo en cuenta que de los suyos SirDumbledore también hay menores de edad

-Sí, pero son magos capaces y según recuerdoaquí en la isla no funcionan los hechizos de detección.

-Claro que no, esa es magia menor-Dijo MitlandPalm con un gesto de calma. ¿Magia menor? ¿Cómo es la de ellos? -Herr PaulLecroaux y Sir Dumbledore, ya saben las reglas de los Dakars, ¿Las aceptan?

-Sí-Dijo sin vacilar Herr Paul Lecroaux

-Sí-Dijo Dumbledore aunque se notaba que no legustaban esos métodos, sabía que era la única forma de no ser traicionados.

-Tenemos otra condición-Dijo Mitland Leeyei, ala cual no había podido no dejar deobservar cada cierto tiempo, parecía repuesta y tranquila.-La batalla debe seren La Isla, loslobos sólo pueden utilizar sus poderes aquí en nuestra isla y los onzas deMitland Lisperger también. Lady Siomar puede guiar a sus seres marinos en estasaguas, que son seguras para su gente Además Mitland Teixeira logra desarrollarsus habilidades más aquí que en otra parte de este mundo, a excepción de laotras ciudades escondidas, pero ellas no van a sumarse a una guerra de magos,ya que no son aliados de ustedes.

-¿Qué poderes?-Preguntó Harry sin podercontenerse.

Ella le sonrió y se sentó. Mitland Lispergerse levantó y hablo en su lugar.

-¿Poderes de qué señor Potter? ¿De los Onzas,de los lobos o de la gente del agua?

-No sé, creo que ¿de todo?

Los Mitland se miraron divertidos.

-Empecemos por lo básico que por lo que veoSir Dumbledore haciendo gala de su buen humor no les ha contado. Los onzasestán a mi cargo y son capaces de transformarse en jaguares a voluntad, sucarácter es un poco exaltado y defienden su territorio, están bajo mi supervisión,ya que mi hermano fue uno de ellos, su guía hasta su muerte en batalla,esperamos que mi hermana pueda tomar esa responsabilidad más adelante, ya queella es también una onza. Los lobos están bajo la custodia de Mitland Leeyei,que los gobierna gracias a la ayuda de Paolo, otro licántropo, entrenado. Lagente de agua sólo puede pelear allí o si son híbridos podrán pelear en amboslugares, pero su poder de manejar el agua se verá disminuido si es lejos de lasciudades e islas perdidas. En cuanto a los hombres de Mitland Texeira, bueno,ellos son poderosos dentro o fuera de la isla, pero ellos son fieles a sutierra y se negaron a pelear fuera de ella.

-Oh
um
gracias por contestar señor, perdónMitland- Harry recibió una mirada de diversión del Mitland en cuestión, alparecer bajo la actitud seria y serena de los Mitland había un grupo depersonas que tenían mucho sentido del humor. Remus estaba procesando
¿Licántropos que se transformaban fuera de luna llena?

-Espere, un segundo, no entiendo
Loslicántropos sólo se transforman en luna llena. Y además son peligrosos. ¿No hanpensado en el peligro que implica tenerlos?-La mirada de Mitland Leeyei sevolvió helada y la piedra negra avanzó un espacio.

Esto no pasó desapercibido por nadie, queguardaron silencio absoluto, Mitland Palm carraspeó ante la actitud de MitlandLeeyei, la cual respiró hondo varias veces y luego la piedra volvió a su lugar,aunque en su mirada existía un aire de desafío y hostilidad.

-No son un peligro, no son monstruos si es lopróximo que va a decir señor lobo, ya que por si no lo notó la luna llenapasada usted también lo fue.-Golpe bajo, la mujer era de armas de tomar. Pero¿era temeraria o qué? Le miró a los ojos como buscando en su alma algo quevaliese la pena. Entonces le contestó

 

-Mis hombres no son peligrosos, estánentrenados desde niños para transformarse, y la única vez al mes en que sonpeligrosos es cuando hay luna llena y con la poción matalobos basta para podercontrolarlos. Además durante el resto del mes las transformaciones ni siquierason dolorosas, y tenga cuidado de sus palabras Señor Lobo, ya que los guardiasque están abajo son licántropos y si se les insulta se le insulta a sus hijos yno creo que aguanten eso. Ni yo tampoco, ya que insultaría a dos de mis hijos.¿Quedó claro?

Esperen ¿Qué dijo ella?... dos de sus hijoseran licántropos. Y el que pensaba que estaba sola.

-Lo siento Mitland Leeyei.-Dijo avergonzado yconfundido. En realidad todo en esa mujer le confundía. Era tan joven y dijodos de mis hijos, ¿cuantos tendrá?, ¿Y su esposo?

-esta bien, aunque no me pida disculpastodavía Mi Señor Lobo, ya que temo que la segunda parte de nuestro plan no leagradará demasiado, así que viendo su exaltado carácter, podría enojarse denuevo.

Mitland Palm se levantó de su puesto y lahermosa dama, según él, se sentó en su lugar y se arregló la túnica blanca.

-El plan es convertirlos a ustedes enguerreros, deberán reforzar sus habilidades y aprenderán a usar otras. Losmenores de 20 años serán entrenados por los profesores de Ushier Manj como si fuesenalumnos normales durante cuatro días a la semana, el quinto deberán entrenarcon los más adultos. Sé que además del Señor Lupin, los Sumerios traen a 5lobos y los de la escuela de Munich traen a 2. ¿Me equivoco?

-No.

-Bien, pues serán entrenados por los otros lobosmás experimentados, y tenga cuidado con lo que dice, le tendría más miedo aMitland Leeyei que a los otros licántropos.-Le dijo sonriendo.

-Los que sean magos adultos serán entrenados porotros magos capaces y por 3 Neutrales, además de profesores de Ushier Manj.¿Hasta ahí bien?

Todos asintieron.

-Cuando se encuentren preparados vamos aatraerlos, la codicia del poder nunca falla, esconderemos a los que seencuentren indefensos y los protegeremos, sólo pelearán los más capaces. En UshierManj existen 3 alumnos con el mismo poder, son capaces de formar campos deelectricidad mortales si se unen por poco tiempo, pero suficiente para matar aalgunos mortífagos y es sabido por todos que los que primero son enviados sonlos más débiles o nuevos.

-¡No!-Dijo Dumbledore y varios de los de la Orden del Fénix.

-escuche Sir Dumbledore, sé que suena crudo,pero es el precio de lograr la victoria.

-Muchos de ellos están bajo el poder delmaleficio imperio-Parecía más una súplica. Eran inocentes.

-Es el precio de la victoria, no todossobreviven-Era un hecho podía ser muy bonita, pero era peligrosa, y además notenía escrúpulos.

-Entiendan por favor-Lady Siomara habíahablado-Es una decisión difícil para todos, a ninguno de nosotros les llama laatención matar.-El dudaría un poco de la bonita

-Pero es la única manera que tenemos de minarsus defensa antes de que entren a la isla. Además tampoco vamos a dejar vivosdespués a ninguno. Mis soldados los llevarán a los pozos de lava submarina.

 

Remus no pudo evitar un escalofrío en laespina dorsal, y no fue el único, el resto ya sabía por qué no existían cárcelesen la isla.

-Sir Dumbledore. Todos deben votar, si noaceptan nuestras condiciones, deberán marcharse. Pero deben saber que si semarchan no habrá otra oportunidad.

Mitland Leeyie hizo un movimiento con lasmanos y frente a cada uno aparecieron dos cristales, uno rojo y el otro azul.

-Azul si es sí, rojo es no. Deliberen en suspropios grupos si lo desean, nosotros nos retiramos durante media hora, si nosdisculpan. Los Mitland se levantaron. Lord Dracovich y Lady Siomara no lossiguieron pero inmediatamente pusieron las piedras azules en la fuente decristal. Sus lealtades eran claras, debían proteger su isla. Los de Munich ensu gran mayoría dejaron caer las piedras azules, la mujer norteamericana dejócaer la primera roja. 6 dejaron caer piedras rojas. Los de la Orden del Fénix esperaron ladecisión de Dumbledore, que para extrañeza de todos había dejado caer la piedraazul. Harry dejó caer la roja, típico de él, Hermione y el señor Weasley tambiéndejaron caer la piedra roja, pero el resto de ellos dejó caer la piedra azul.Sin necesidad de contarlas sabían que ganarían la votación y la pelea serealizaría bajo los términos de los Mitland.

Cuando los Mitland estuvieron a solas semiraron sorprendidos, nunca pensaron que iba a ser tan complicada la reunión,se respiraba un clima de tensión entre sus filas, estaban asustados ynecesitaban su ayuda. Pero sus condiciones eran necesarias para ganar.

Mitland Palm miró a Mitland Leeyei conpreocupación, había perdido el control por primera vez desde que tenía 10 años.El pasado, el presente y el futuro se estaban uniendo con sus hilos invisiblesen ella. Y él sabía lo que era eso, doloroso al principio, pero dulce al final,ya que después de la oscuridad que sentía vería la luz otra vez.

-Nymphadora, tienes que tener cuidado, ellosson aliados.

Ella lo miró molesta, eran sus hijos. Y losdefendería siempre.

-Son mis hijos Wilson, los defendería siempre,¿Tú crees que Edilweiss o que Eric son monstruos?

-Sabes que no, por algo soy el padrino deEric, lo amo tanto como tú. Pero entiende que ellos vienen de una sociedaddiferente. Más de algún choque cultural tendremos, pero debemos convivir enpaz.

-Lo siento, de verdad, no sé por que perdí elcontrol.

-Si lo sabes. ¿Te afectó cierto?

-Sí.-Entre ellos no existían secretos, era laconfianza lo que les permitía seguir unidos a pesar de los años y de lasdificultades. Eran apoyo en tiempos de crisis y amigos en tiempos de paz.

-Por cierto Dora, el lobo no te ha quitado losojos de encima.-Dijo Raul Texeira con su risa, que fue secundada por todos alver que ella se sonrojaba.

-Parece que alguien también no le quitó losojos de encima.

-mientras no ponga otras cosas encima o abajo,estamos bien- Incluso Dora tuvo que reírse, más que mal no era una mala idea.

-Creo que deberíamos entrar
¿Cuál crees que vaa ser la decisión?

-A favor nuestra creo.-Dijo Mitland Texeirameditando sus palabras.-Cuidado con el lobo caperucita.-Que desagradable podíaser que uno de tus amigos sea un latino mal pensado. ¿Pero que tan lejos sesentía de la realidad algo así?, no, un hombre que no ame a mis hijos jamás vaa poder estar conmigo jamás. Además Lautaro
ya no sabía que pensar o quesentir, en un par de horas su vida había dado un vuelco muy grande.

 

Los Mitland entraron silenciosos y solemnes ala sala. Todas las piedras estaban en la fuente de cristal. Mitland Leeyei,ya no le agradaba tanto, se veíainocente, pero a la vez se daba cuenta que podía ser muy cruel si quería, yaque no le preocupaba la muerte de inocentes, excepto los de su pueblo. ¿Pero elno estaba actuando igual que ella?

En cuanto se sentaron, ella hizo aparecer dosfuentes de coral, una roja y la otra azul. Las piedras se separaron solas y sepusieron dependiendo de su color.

Mitland Texeara las contó, aunque ya sabía elresultado. Se levantó y habló con voz solemne:

-El consejo les ruega que envíen mensajes alos suyos, los Dakar los recogerán este lunes en los lugares que se lesasignen. Ahora aliados deberán ir a cenar y descansar. Mañana conocerán la islay los entrenamientos comenzarán este lunes, ya que el alma también para estaren paz debe divertirse.

Los dividiremos en tres grupos, por tres delos cuatro castillos. Este no puede ser utilizado por ustedes, ya que es ellugar de juntas de los Mitland.

Un guardia de túnica dorada entró en la sala yle entregó un sobre a Mitland Palm, el cual paró de hablar leyó el mensaje y lo guardó en la capa blanca.

Cuando el guardia se retiró, volvió a hablar

-El Chateau Lisperger será el hogar de los deMunich.-Los de Munich hicieron caras de tristeza fingida. Al ver esto MitlandLisperger se rió.

-Verán a Mitland Leeyei siempre, no sepreocupen. Es una invitada bastante frecuente en mi castillo. Ella le sonriódulcemente.- ¿Sería ese su esposo?

-Serán escoltados por Sir Archie Lisperger yLady Nymphadora Tonks.- ¿Y esa quien es? Ahora sí que estaba enredado. Qué elsepa no había nadie más que ellos allí. Tal vez los esposos y esposas noentraban.

-Los sumerios que deberán llegar mañana y queya habían dado su voto a favor, son uno de nuestros aliados más poderosostendrán su hogar en el Castillo de Duas Aguas. Los guiará Sir Raúl Texeara.

-Los de La Orden del Fénix tendrán como hogar Castle White yserán guiados por Sir Archie Lisperger y Lady Nymphadora Tonks, ya que tengoentendido que allí se realizará el banquete de bienvenida.-Ambos asintieron ysonrieron.

Yo los alcanzaré luego en el banquete y¿Mitland Texeara va a ir me imagino?-Preguntó Mitland Leeyei, con voz demasiado dulce, tal vez mucho.

-La verdad es que tengo otros planes.-LosMitland no podían evitar reírse. Pero el resto no entendía mucho del asunto.

-Se le va a extrañar a usted Mitland Texeara.¿Lady Siomara?-Esta vez fue Mitland Palm

-También tengo mis planes. Les dijo bajando lamirada.

El cerebro de Remus hizo clic, al parecerMitland Texeara y Lady Siomara eran algo más que compañeros de isla.

-¿Lord Dracovich?

-No me gustan mucho los niños, además, discrepo con sudueña- Mitland Leeyei lo miró fríamente.-Y creo recordar que no bien recibido en CastleWhite.

-Todos son bien recibidos esta noche y las que siguen en Castle White LordDracovich-Le respondió poniendo énfasis en la palabra Lord. Lo cual provocó quela piedra de Lord Dracovich se moviera un poco más adelante. Esta vez MitlandPalm no reaccionó de la misma manera paciente que con Mitland Leeyei, sino que selevantó y le habló tranquilo pero con furia.

 

-Lord Dracovich, fue invitado al consejo, lepediría que tuviese un poco de respeto por que la dama que lo administra lo hahecho crecer en pocos años.

-Lo siento Mitland, les dijo pero la piedra novolvió a su lugar. Al cabo de unos segundos Lord Dracovich logró calmarse y lapiedra volvió a su lugar. Al parecer era una excelente manera de conocer a lapersona las famosas piedras.

-Se cierra el consejo. Espero que esta nochedisfruten de la hospitalidad de Castle White y su dueña.

Remus esperó a que su grupo se juntara, bajójunto a Dumbledore que lo esperaba en la puerta y le hizo una seña a él y a laseñorita Granger.

-Al parecer no hiciste caso de mi alcance, nitú, ni la señorita Granger que estuvo investigando. Y a la que observé mirandomuy molesta por como se manejaba el pueblo. No es servidumbre Hermione, es unsistema diferente, pero no es vileza, ten por seguro de que sus personas vivenmejor que muchos de los nuestros. Remus, debes aprender bastante de este pueblo,aquí existe igualdad de razas.

Remus bajó las escaleras pensando que esta isla le estaba dando dolor de cabeza. Era todo muy raro.

Cuando bajaron los esperaban los Mitland ya sinla túnica y con los ropajes finos que los caracterizaban, aunque cada uno mostrabauna personalidad diferente.

Habían diez guardias montados en fuyer, cincolobos y cinco onzas, más 2 fuyer sin jinete Cuando estuvieron todos arriba delos carruajes. Dos de los Mitland partieron a galope delante de las carrozas.

Remus observaba todo con atención, estabaatardeciendo y las carrozas estaban cubiertas con techos de cristal, así quepodía observar todo a su alrededor. En cada carroza iban siete personascómodamente sentados más un guía.

Estaba mirando los campos cuando por su ladopasó rápidamente Mitland Leeyei y Mitland Lisperger, al parecer estabanhaciendo una carrera. Estaban riéndose y cuando ella le iba a ganar el cruzabahacia el otro lado sin siquiera molestar a los carruajes ni a los fuyer.Mitland Lisperger iba corriendo a su lado, cuando le entregó por la ventana aAlbus una carta de hoja blanca adornada con el emblema de un castillo blanco yplateado.

A lo lejos se distinguía un castillo blancoque se encontraba en medio de una pradera verde. Era realmente bello a la luzdel atardecer. Al parecer a todos pensaban lo mismo.

Llegaron a las puertas del castillo y MitlandLeeyei los esperaba junto a Alastor Moody y a Zuki Moody. La mujer del brazoera su esposa y al otro lado estaba una mujer de cabellos rubios y dulces ojosazules que debía tener unos 5 meses de embarazo. Sus ojos brillaron al ver a MitlandLisperger, el cual se acercó a ella y la besó. En la puerta se distinguían ungrupo algo grande de niños pequeños.

Mitland Leeyei se acercó a ellos y les hizouna reverencia, como ya no llevaba la túnica pudo observar que el vestido quellevaba la hacía ver realmente hermosa.

-Bienvenidos a mi hogar. Mi nombre NymphadoraTonks, pero en general no acepto que me llamen por mi nombre así que tienenvarias opciones o me tratan de Tonks o de Dora, pero no de la otra forma. Esperoque esta noche disfruten del banquete y de las diversiones que les tenemospreparadas. Entremos me gustaría que conocieran a mi familia
aunque no creoque sea necesario entrar para presentarlos- dijo al ver a dos pequeños niñosque se estaban riéndose y se habían agarrado de sus faldas jugando a pillarse.

 

-Mi padre Alastor Moody, auror muy conocido yamigo de muchos de ustedes. Mi hermano Zuki y su esposa María. Y mis hijos: losdos que ven acá son Dylan y Marie. El más pequeño que está detrás de mi padrees Eric y los otros dos son mis sobrinos Xietli y Victor. Las dos mayores no sédonde están y el bebé está dormido, creo.

Esperen ¿Ella es Lady Nymphadora Tonks?, ¿ladueña del castillo? Y además hija de Moody. El mundo estaba loco.

Remus se mareo, ¿acababa de contar bien? 1, 2,3, faltaban dos, y un bebe. ¿Eso daba seis hijos?. Si que era rápida, y él quela creía casi dulce y un solo un poco peligrosa.

Lord Lisperger sonrió y tomó a una niña deunos seis años que estaba con ellos.

-Aquí tienes a otra Dora. Ella es Edilweiss,es la segunda de sus hijas. Y esta hermosa mujer es mi esposa Tamara. Y esebultito es mi primer hijo.

Ella sonrió y los invitó a pasar.

A ella no le extrañó la reacción de susvisitantes, el castillo era impresionantes y estaba custodiado por guardias. Alo lejos se escuchaban risas y música. Y de una de las puertas salió una niñapequeña que la abrazó con fuerzas, era su hija Cristal, llevaba de la mano unacorrea con el cual arrastraba como si fuera un gatito a un enorme tigre blanco,era Shedak, la mascota del castillo y regalo de la familia de Li Ming. Le hizocariño.

-Hola pequeña- le dijo mientras se ponía a sualtura y la besaba en la mejilla. Ella la miró y l sonrió haciéndole una señapara que la siguiera. Ella la siguió, pero primero hablo con el grupo queobservaba extrañado la imagen y asustados por el tigre, el cual parecíaaburrido de que lo paseen con una correa al cuello.

-Ella es mi hija mayor. Están en su casa.Conózcanla, cuando este lista la cena se les avisará. Los guardias les guiarán.Catihe, Marcus, llévenlos a conocer sus habitaciones y las de descanso.

Cuando dijo esto los dos lobos que estaban enla entrada se transformaron en humanos vestidos con un lujoso traje de sedablanca y detalles plateados. Todos los presentes soltaron exclamaciones deasombro. Pero ella lo único que quería era ver que era lo que su hija habíavisto. La siguió y sus otros hijos aparecieron de la nada corriendo ycontándoles su día, a Eric sus hermanos lo estaban cargando en el lomo deShedak, que paciencia tenía ese animal.

Ella vio que varios de sus visitantes laobservaban con curiosidad. Cuando llegó a la biblioteca descubrió por que suhija la había llamado. Las ondinas le habían regalado un coral blanco, lapequeña los coleccionaba.

Cuando iba saliendo de la biblioteca y sushijos salieron a jugar a los pasillos un coro de risas y abrazos, la recibióeran sus amigos y compañeros de la escuela de Munich. Hablaban cada uno en suidioma y en su dialecto regional, pero ella estaba acostumbrada a que todoshablaran a la vez. Al parecer la gente creía que ella podía atender a mil cosasa la vez. Un llanto la hizo darse vuelta, era el pequeño Mateo, que debía estarmuy molesto por que tenía el pelo negro. En cuanto ella lo cogió en brazos sele pasó la molestia y todavía hipando se acercó al cuello de ella y la abrazó.Todos querían tomarlo y abrazarlos, y el bebé como ya no estaba molesto se dejóquerer. Sus otros pequeños también, eran bastante extrovertidos y estánconversando con todos. Sirius tenía en brazos a Edilweiss la cual gesticulaba ymovía las manos, le estaba contando algo. Eric estaba con Wilson, y eraobservado por el lobo, que al parecer no entendía mucho, se dio vueltaintentado no reír y de paso saber donde estaba el resto de ellos, descubrió aVictor con sus alumnos de Munich y a Xietli jugando con Tamara con un peluchede un venado que ella le había regalado por que a él le pareció lindo. Debíaestarle contando un cuento, ella buena en ella. Sintió pánico al no ver a losmellizos, eran peligrosos, pero suspiró de alivio cuando los vio con su abuelo,al parecer estaban escuchando una historia, la cual también era escuchada pordos estudiantes de Munich, una de las cuales llevaba a Mateo en brazos, el cualempezaba a tener el pelo negro. Previendo un desastre se acercó y tendió losbrazos. Sabía que el lobo la observaba fijamente.

 

Salió al pasillo cantándole una canción a su bebé. Cuando se encontró con unhombre muy conocido para ella, a pesar de los años, y a que ya el dolor habíapasado, ya no le tenía confianza y no lo quería cerca ni de ella ni de sushijos.

Él la miró con algo parecido a la admiración. Cuandose acercó a ella lo miró fijamente y acercó más a su pecho a su bebé como queriéndoloproteger.

El ambiente se había congelado repentinamentey Mateo se revolvió incómodo entre los brazos de su madre.

-Richard, tanto tiempo-Le dijo fríamente.

-Querida, muchos años, ¿7 años?

-Sí, creo que sí. ¿Cómo está tu esposa?

-Bien, salió a tomar aire.-Um, eso no le iba agustar, iba a tener que hablar con los guardias, conocía muy bien a Alice ysabía que nada en ella era inocente. En realidad tenía una imagen horrible deella.

Ella lo dejó solo en el pasillo y se acercó alsaloncito sin darse cuenta de que ya había entrado alguien allí, se sentó enuno de los sillones y acarició suavemente la cabecita azul de su bebé, que laobservaba seriamente. Tal vez sintiera su pena. Cuando lo bajó para quecaminara se dio cuenta que se hermano estaba en la salón y que la mirabapreocupado. Ella se levantó y lo abrazó. Estaba llorando. No era justo, no erajusto.

-¿Por qué todo tiene que pasarme a mi?, sihubiese sabido que Richard iba a venir, yo no hubiese invitado a los de Munich,sabía que el estaba en E.E.U.U. y es allí donde debía quedarse. Además vienecon ella.

-Cálmate Dora, mírame, sécate las lágrimas,fue hace 7 años y ya es hora de dejes el pasado atrás. Vuélvete a enamorar,Richard ya no te puede hacer daño y Lautaro, yo
no sé que decir
pero tienesque saber que todo sucede por una razón.

Tú misma me dijiste una vez que todo pasa poralgo y las más grandes lecciones se aprenden de la experiencia o más dura o máshermosa. Tu tuviste ambas, De lo bueno te quedó Mateo. Míralo, mira a tushijos. ¿No te gusta lo que ves?. Te quieren y respetan en esta isla.

 

-Lo sé, pero no me gusta saber que él está aquí,en mi tierra. No me preocupa verle a él, tengo miedo de que mine mi autoridad,¿Qué crees que dirían los otros si supieran que la que creen prudente se te arrancópara casarse a los 17 años?

-Fácil, que estaba enamorada del tipo equivocado.Relájate hermanita. Es la hora de cenar.

-Dame un segundo y ahí vamos con Mateo.

Sentía el miedo, no quería que nadie seenterara de su matrimonio fallido y menos de lo mucho que le había costadosanar esa herida.

Cuando su hermano salió se acercó a la ventanay miró a lo lejos los últimos rayos del sol perdiéndose en el horizonte, ahoravenía la mejor hora del día, aunque la más conflictiva. "Bienvenida a la mamá".

Los puestos fueron elegidos al azar. O esoparecía por que se sentaban por afinidad, A lo lejos observaba a los chicos deMunich jugando con Harry y los muchachos. Alastor tenía a su lado a la niñallamada Edilweiss de la que estaba segura que era licántropa, a pesar de notener el carácter adusto de los lobos ante la luna llena. El pequeño Eric tambiénlo era y su carácter lo delataba. Ahora mismo estaba enojado mirando la puertapor que su mamá no llegaba y le preguntaba el porqué de todo a Albus que parecíaestar entretenido, la verdad es que a él también le divertían. Frente al puestovacío estaban los dos mellizos y estaban jugando a tirarse las arvejas. CuandoLady como quiera que quiera que le llamen entró, se miraron y dijeron a la vez:

-¡El fue!

-¡Ella fue!

Ella sacudió la cabeza y colocó al bebé en lasillita alta. Miró a Remus que le observaba y le guiñó un ojo. Eso a él leparecía raro. ¿Cuántas personalidades tendría ella?

Tenía tantas dudas sobre ella. Cuando miró asus hijos ellos bajaron la cabeza y luego se largaron a reír. Para luegocontestarle a la vez.

-Nunca más mamá.

-Siiii, ya les voy creyendo.-Les dijo confalso enojo. Cuando sirvieron ella tomó el plato del bebé e hizo algo con lacomida, el bebé se reía cuando vio su comida, Remus quería ver que pasaba y noera el único. Pero Alastor ya les estaba contestando:

-Les hace figuras con la comida. Así se lacomen. En general a Eric y a Mateo no les gustan las verduras, normalmente leresulta con ambos, pero creo que esta noche con Eric lo único que le va aresultar es la diplomacia.

-¿Cómo?

-Fácil Remus
en realidad es mejor que loveas, no creo que el problema tarde mucho en llegar. La observó durante unos 20minutos dándole de comer a sus hijos y controlando las guerras de comida de losmellizos. Era como ir a comer donde los Weasley estar en el castillo, todoshablaban a la vez, pero a nadie le molestaba, era como si todos fueran una granfamilia. Se había armado una discusión de quidich, otra de los elfos domésticos,otros contaban historias de la isla y Albus estaba hablando con Cristal o mejordicho hablándole a Cristal, ya que la niña no había pronunciado palabra desdeque la había visto. ¿Sería muda o tal vez tímida?

Cuando se dio cuenta de que había comenzado elproblema se dio cuenta que era difícil de manejar y ella debía tener muchapaciencia, un lobo enojado era muy complejo de manejar. Y el que tenía al ladose negaba a comer las verduras
.

-¡No, no, no! Yo no tomer echas cosas ¡guacatela!-Ledecía a su madre mientras ella esperaba con la cuchara en la mano las verduras,mientras el niño le movía la cabeza y se daba vuelta hacia el lado contrario.

 

-Eric, voy a contar hasta diez, si quierescomer postre te conviene comer las verduras.

-No, Edic no comer poste, vedudas malas. ¡Asco!

-No Eric, no digas eso, sin ellas no vas acrecer, además hay helado de crema y chocolate

-Ummm, ¡no!-Dijo mientras hacía un puchero.

-Mira Eric, lleguemos a un acuerdo, si tecomes la mitad de las verduras comes postre. Tienes hasta que cuente diez paradecidir. Uno
dos
tres
cuatro
cinco..se-Fue en ese momento en que ella formó unescudo azul cielo alrededor de su hijo antes de que este botara todo a sualrededor. Bajó el escudo ante el silencio de todos y lo tomó del brazo. Elpequeño se había puesto a llorar y reclamaba por que odiaba a las verduras, laverdad es que desde afuera se veía divertido, pero no le gustaría estar en sulugar, lo llevó a un lugar apartado de la mesa y se puso a su altura, lo miró yse puso a hablar con él, mostrándole la gente a ratos y a otros tocándolo suavementeen la barriguita del niño. Al final este se rió y se abrazó a su cuello, ellalo dejó en su puesto y separó la mitad del plato con verduras del niño, cuandoel pequeño terminó las verduras se metió debajo de la mesa con los otros niñosa jugar, excepto Mateo, que descansaba en brazos de Dumbledore, el pequeño tenía el pelocastaño ahora.

Veía la cara de duda del lobo.

Tal vez se las aclarara luego, al fin y alcabo algo que había aprendido de los Mitland era que los secretos no sirvenpara mantener la confianza, sino para desarmarlos equipos. Tal vez esta noche,en realidad no, le dolía pensar en el pasado.

-Mi lady Nymphadora-Le dijo Albus. Pero ellahizo un gesto de asco

-Sólo Dora o Tonks por favor

-Esta bien, Dora, me gustaría hablar con ustedun asunto después de la cena.

Cuando lo miró supo de que se trataba, unpatronus, el único hechizo que no podía hacer, con o sin varita, lo único quele resultaba era una inútil nube plateada que duraba muy poco. Y aunque lointentaba y lo volvía a intentar, era imposible en ella. Ni aún pensando en susrecuerdos más felices.

Cuando se levantaron todos a la sala donde lesesperarían juegos y cosas así ella se retiró con Mateo en brazos y el pequeñoEric agarrado a su falda, estaba con sueño, así que los iba a dejar durmiendo.

Cuando terminó de hacerlos dormir, bajó a la biblioteca,allí lo esperaban tres hombres, Albus Dumbledore, Wilson Palm y Remus Lupin, elcual estaba entretenido mirando los libros.

-Dora, querida-Le saludó Wilson.-Lamento quemi ahijado sea tan mañoso.

-A esta hora le da sueño, por eso estaba así,eso y la luna llena.

-Entiendo por qué estás tú, y usted profesor, perono entiendo que tiene que ver el lobo en este asunto.

-Es profesor de defensa de las artes oscuras.-Ahoraentendía, quería que le diera clases el lobo. Menudo problema. Sobretodo si teníael carácter de su hijo
iban a tener que tener mucha paciencia, por que a ellalos patronus eran su perdición. Siempre había alguien que lo enviara por ella. Yeso ya le había costado caro una vez.

-El no va a comprender, lo siento. Perono.-Otra vez la misma historia, no podía permitirse pasar tiempo con él. Miró aWilson suplicándole con la mirada. Lautarohabía sido el último, no quería sufrir más, no más. Y menos por amor. Él laobservó en silencio y estudió sus ojos. Cuando habló lo hizo con voz pausada y conlas palabras exactas.

 

-Dora, ¿Quieres que te pase otra vez lo deLautaro?, esta vez podrían ser tus hijos. Necesitas que te protejan también oaprender a protegerte, tu escudo no es infalible. Te doy una semana, el próximosábado me vas a dar tu respuesta. No antes, ni después. Quiero que lo medites,y no es una petición. Es una orden.

Ella lo miró interrogante, nunca le habíaordenado nada. Pero tenían razón
si ella no podía defenderse y no podía pedirrefuerzos morirían los que estuviesen a su cargo.

Se levanto del asiento y miró a los treshombres que la miraban.

-Una semana. Tendrás mi respuesta en esemomento. Ahora es tiempo de divertirse señores.- Les dijo con un movimiento deinvitación. Ella misma fue hacia la puerta y entró a la fiesta, estaban todostan felices, por fin se relajaban un poco, pero ella estaba tensa. Sabía quesus nuevos compañeros estaban cansados y que dentro de poco Archie traería loscarruajes. Pero no contó que el mismo Archie la agarrara de la cintura y laabrazara.

-¿Cuánto te dieron de plazo?-Ella abrió losojos sorprendida. ¿Todos lo sabían menos ella?

-Una semana, ¿Cómo sabes?

-Fácil, fuiste tema del consejo hace un años,todos estaban preocupados por tu seguridad. En realidad era tiempo.

-No puedo Archie, no puedo.-Le dijo muy bajo ycon los ojos con lágrimas de frustración.

-Ya no es optativo. Acepta la ayuda. Pero debes ser honesta con el lobo. Sino sabes que no resultará.

-Voy a descansar y luego, no sé. Archie, no mequiero enamorar.

-Lo sé. Pero tu no mandas en eso, además teníaque ocurrirte alguna vez. Y créeme, no es tan terrible.

-Si tu lo dices

-Nunca fuiste cobarde, incluso en lassituaciones donde el resto nos moríamos de pena y dolor tu estabas en pie. Esesa fuerza la que debes ocupar.

Lo voy a pensar Archie, ¿Vienes mañana?

-Sí, vengo temprano por la gente, me imaginoque quieres un día de paz con tus hijos.

-Gracias Archie.

-De nada Dora, vienen los carruajes. Me voy con los de Munich. Despídeme del resto.

Por fin dormir hasta las 9, era el único díaen que dormía hasta tarde y hasta los niños la dejaban dormir. Adoraba el domingo, aunque esta noche eraluna llena, pero estaba todo listo, las torres para sus licántropos y sus hijos, su visitante y el colegiotenía las suyas para sus estudiantes.

Después de una reparadora noche de sueño selevantó mejor ánimo, aunque todavía no había tomado la decisión de si accedía aque el lobo le enseñara a hacer un patronus o no. Sabía que él debía conocer suhistoria
pero no quería la lástima de nadie. Intentaría aprender a hacer unpatronus dentro de la semana, si no resultaba, debía dar el sí al consejo, debíapensar en sus hijos y en su isla. Lo único que debía cuidar era de noenamorarse, una herida más no era algo que deseaba en su corazón. Observó suhabitación, hace mucho que no tomaba atención a los detalles, era tan suave,con cortinas de raso blancas y bordados de suaves tonos damasco, su tocador consus cosas, su estante de libros, muchos de ellos infantiles, ya que los niñosveían a leer mientras ella escribía en el escritorio que se encontraba allí. Haceya muchos años que escribía diarios de vida, era lo que la había salvado de queel dolor, después rencor, la hubiese consumido por dentro. Anotaba todo, paradespués una vez al mes leerlo. Allí veía plasmada su vida, e intentaba mejorar.

 

Era una habitación como ella, suave, pero a lavez firme. Siempre se preguntó que forma adoptaría su patronus, era una de lastantas dudas que tenía Mitland Texeara una vez le dijo que la curiosidad erauna de las armas del progreso, sin él seriamos meras rocas en el océano, y talvez menos que ellas por que ellas aceptaban a los corales y algas para ver queiba a pasarles y crecían por ello.

Cuando vio que ya no iba a poder alargar másel comienzo del día se levantó, inconcientemente eligió un vestido del color delos ojos del lobo. Cuando lo notó sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo. Ellano podía o no quería enamorarse. Al parecer no era su destino.

Al final decidió vestirse de rosado, como hacíafrío cogió un chal y salió a tomar desayuno. Le gustaba tomarlo en la cocina,le recordaba cuando era más niña y se escapaba a las cocinas del castillo a tomardesayuno allí en vez del comedor. Aquí era igual, además le servía paraconversar con las personas que trabajaban en el castillo. Saludó a los guardascon afecto, pese a lo fría que debía comportarse en el consejo, todos sabíanque era muy cercana a su gente. Lástima que sus invitados no lo vieran así.Cuando llegó a las cocinas ya la esperaban tomando su desayuno sus hijos, supadre y su hermano con sus hijos, María seguía durmiendo, ella creía saber larazón de por qué su cuñada dormía tanto y se la comentaría a Zuki después. Alque no esperaba ver con Eric en brazos hablando tan cómodo era ver al lobo. Era
tierno.Lo observó por un momento desde su lugar sin que nadie reparara en supresencia, pero fue el pelo de Mateo que la había visto desde los brazos de suabuelo quien los alertó. Lanzó un grito de alegría y se bajó caminando apasitos cortos y divertidos.

-Má upa-Le dijo. Ella le tomó en brazos y lossaludó a todos mientras tomaba asiento. Una de las cocineras le trajo eldesayuno, ella le agradeció y empezó a tomar desayuno, ya sin Mateo en brazosel cual ya había vuelto a los brazos de Alastor.

Se rió mucho con las ocurrencias de los niñosy los comentarios de las personas que trabajaban en la cocina, tenían muchaconfianza entre sí.

En la puerta apareció un chico de unos 10 añosjugando con una pelota, era Thomas, alumno del colegio.

-Hola profe, debo avisarle que mañana va ahelar.-Ella sabía lo que significaba, el primer entrenamiento a campo abierto dellos chicos que se preparaban para ser neutrales. Era uno de los aspectos másduros del entrenamiento. Ella le sonrió y le invitó a la mesa. No era extrañoque llegaran sus alumnos, en realidad la isla no tenía llaves prácticamente.

-Gracias Thomas
espero que estén más firmeseste año y los nuevos sean firmes. No quiero una epidemia de resfriados otravez. ¿Qué ves?

-No, no hay gripe, pero sí hay que llevar a laseñorita Melody.-Melody era mitad sirena y la enfermera del colegio.-Van aaccidentarse varios.

-Gracias Thomas
Decidió explicar- Thomas ve elfuturo, pero como es pequeño sus poderes se están desarrollando, aunque es muyfiable en torno al tema del clima y las apuestas. ¿Cierto Thomas?

 

-Emmm, ¿Sí?

Todos se rieron.

-¿Qué es entrenamiento a campo abierto?-Preguntóel lobo.

-A ver
¿sabes que antes de ser Mitland fuineutral?

-Sí, creo recordarlo. Pues una de las clasescorresponde a pasar pruebas de esfuerzo físico en climas adversos: hielo,fuego, tormentas, en fin situaciones climáticas peligrosas. Cada vez que pasaalgún fenómenos de la naturaleza los llevamos a acantilados o a lugares que sonpeligrosos y les ponemos a prueba. Sólo los mejores podrán aprobar, si aprueban7 de los 10 entrenamientos podrán ser neutrales, el resto deberá buscar otracarrera. Es un poco duro, pero por eso sacamos a los mejores neutrales delmundo mágico.

-¿Y no es muy peligroso?

-Sí, y mucho pero siempre nos acompañan variosprofesores, la enfermera y un alumno avanzado con el poder de curar. Ya quepueden partirse la cabeza o algo así.-El lobo hizo una mueca de asombro. Talvez fue mucho.

-No se preocupe señor Lobo, nunca se ha muertoningún alumno. Además para sobrevivir pueden usar sus poderes. Durante el restodel año realizan entrenamientos simulados con los poderes de fuego, hielo eimágenes mentales para prepararlos.

-Um, entiendo.-Ella lo miró y se rió, todoslos de la mesa también rieron. El pobre se había asustado y creía que ella erauna psicópata con complejo maquiavélico.

-No soy cruel señor Lobo, las reglas llevanaños así.-Le dijo sonriendo suavemente. Tal vez sería un buen maestro. Tenía lacapacidad de ponerse en el lugar del otro.-Ahora señor Lobo y Thomas los invitoa acompañarnos a un paseo.- Thomas siempre iba con ella, ya que había llegadomuy pequeño y ella se había preocupado de él aún sin saber cual era su don, querecién se había empezado a desarrollar hace unos 2 años.

Todos se levantaron y ella para sorpresa dellobo se puso a ayudara a ordenar las cosas del paseo mientras los niños subíana arreglarse con ayuda de Alastor y Zuki. Eric arrastró a Remus a su habitación.Causando otro coro de risas en las cocinas. Era un lugar feliz, era su lugarfeliz.

Se había despertado por un coro de risas infantiles que veíadesde los pasillos. Todavía se preguntaba quien era el señor de la casa, ya queya conocía a la señora. Pero nadie parecía esperar a nadie, y los niños en ningúnmomento habían preguntado por su papá. ¿Y si en realidad no existiera ningúnesposo?, pero y los niños
el menor tenía poco más de un año. Ahora que sacabala cuenta
su hija mayor debía haber nacido cuando ella tenía 16 años o tal vezmenos. No sabía que se aprobara el matrimonio tan tempranamente acá. Además se diocuenta de que por la presentación en el consejo que ella había sido neutral antesy no se permite a los neutrales estar embarazadas o tener esposas embarazadas, yaque en ese caso ambos era pasados a oficinas. La razón era entendible, conservaciónde los poderes y protección a la nueva vida.

Cuando ya no pudo seguir dando vueltas a sus dudas se levantóy arreglo para salir. Sabía que hoy iban de excursión a conocer la isla con SirLisperguer. Le caía bien el, era espontáneo, y a diferencia de Lady, comodecirle, le habían llamado de tantas formas desde que llegaron. Bueno, parahacerlo más fácil se quedaría con lo que más le había llamado la atención aprimera vista. Lo bonita que era. Aunque estaría loco si le dijera eso.

 

Cuando salió un niño pequeño lo hizo saltar, logrando quetodo el resto de los niños se largara a reír, no solo estaban los de ella, sinoque también habían más o menos 4 niños más. Los cuales corrían escondiéndose delos otros. Nunca había estado en un lugar así, en realidad no pensaba que loscastillos albergaran a tantos niños y a personas y semi humanos.

Los niños lo llevaron conversando a las cocinas para quetomara desayuno con ellos, los de Lady Dora (sí eso sonaba mejor que pensar endecirle bonita, que si se le salía estaba muerto) se despidieron de sus amigoslos cuales seguían jugando, pero una mujer los llamó a lo lejos y se fueronreclamando. Los niños llevaban pijama y se veían contentos. Intentó hablar conla mayor, pero ella sólo contestaba con señas. Al parecer no hablaba.

El pequeño lo arrastraba, se veía tan chiquito, lo tomó enbrazos y se lo llevó, se veía un poco irritable y le gruñó a su hermana cuandoella intentó quitarle la pelota que llevaba, recordó que esta noche habría lunallena. Sintió un escalofrío, pero después pensó que era el lugar más seguropara transformarse, y a nadie le molestaba. Varios de los niños, creía que eranlos hijos del guardia que también era licántropo estaban saltando sobre un sillón.Al parecer era un lugar bastante concurrido.

Cuando llegó a la mesa Zuki y Alastor estaban jugandocartas, esperaban a los niños para tomar desayuno o eso pensó.

-Hola Remus, Hola peques.-Saludó Alastor. La niña querespondía al nombre de Edilweiss se fue corriendo hacia dond estaba su abuelo,eso sonaba divertido y los otros comenzaron a jugar con al comida. El máspequeño estaba en los brazos de Zuki y sus dos hijos estaban a su lado, uno deellos estaba divertidísimo intentando doblar las cucharas mientras el otroparecía dormido sobre la mesa, pero varios centímetros sobre ella. Wow, eso nolo había visto nunca. ¿Cuántas sorpresas más tendría esta isla?

La sintió entrar antes que todos excepto el bebé, que cuandovio a su madre su pelo se volvió rosa y corrió a pasos chiquititos hacia ella.

-Má upa-Le dijo. Ella le tomó en brazos y los saludó a todosmientras tomaba asiento. Una de las cocineras le trajo el desayuno, el pequeñobebé había regresado a los brazos de Alastor

Era un ambiente tranquilo y familiar, no parecía que laspersonas trabajasen allí con desgana, al parecer se sentían a gusto con ladyDora

En la puerta apareció un chico de unos 10 años jugando conuna pelota, era pequeño y tenía la piel oscura.

-Hola profe, debo avisarle que mañana va a helar.- Ella lesonrió y le invitó a la mesa. ¿Para que le avisaban eso?

-Gracias Thomas
espero que estén más firmes este año y losnuevos sean firmes. No quiero una epidemia de resfriados otra vez. ¿Qué ves?

-No, no hay gripe, pero sí hay que llevar a la señoritaMelody.-¿Quién era Melody?.-Van a accidentarse varios.

¿Qué van a haber qué? Se sintió escandalizado. Y Debía tenercara de duda, una cara que se había vuelto común allí.

-Gracias Thomas
-lo miró a los ojos y le hablo despacio-Thomas ve el futuro, pero como es pequeño sus poderes se están desarrollando,aunque es muy fiable en torno al tema del clima y las apuestas. ¿Cierto Thomas?

 

-Emmm, ¿Sí?

Todos se rieron.

-¿Qué es entrenamiento a campo abierto?-preguntó concuriosidad.

-A ver
¿sabes que antes de ser Mitland fui neutral?

-Sí, creo recordarlo. Pues una de las clases corresponde apasar pruebas de esfuerzo físico en climas adversos: hielo, fuego, tormentas,en fin situaciones climáticas peligrosas. Cada vez que pasa algún fenómenos dela naturaleza los llevamos a acantilados o a lugares que son peligrosos y lesponemos a prueba. Sólo los mejores podrán aprobar, si aprueban 7 de los 10entrenamientos podrán ser neutrales, el resto deberá buscar otra carrera. Es unpoco duro, pero por eso sacamos a los mejores neutrales del mundo mágico.

¿Duro? Eso sonaba traumático, eran niños, no soldados. Leparecía irresponsable.

-¿Y no es muy peligroso?

-Sí, y mucho pero siempre nos acompañan varios profesores,la enfermera y un alumno avanzado con el poder de curar. Ya que pueden partirsela cabeza o algo así.-No pudo evitar asombrarse, eso era mucha información. ¿Tendríatendencia psicópata? No era normal hablar así de las personas.

-No se preocupe señor Lobo, nunca se ha muerto ningúnalumno. Además para sobrevivir pueden usar sus poderes. Durante el resto delaño realizan entrenamientos simulados con los poderes de fuego, hielo e imágenesmentales para prepararlos.-¿Por qué le tenía que decir señor lobo?

-Um, entiendo.-Ella lo miró y se rió, todos los de la mesatambién rieron.

-No soy cruel señor Lobo, las reglas llevan años así.-Ledijo sonriendo suavemente. Él se sentía hechizado con su sonrisa.

-Ahora señor Lobo y Thomas los invito a acompañarnos a unpaseo.- Genial, le encantaba estar con los niños.

Cuando se levantaron vio con sorpresa que ella se acercaba ala cocina a ayudar. Tal vez las teorías de Hermione eran puras patrañas, en eselugar todos trabajaban por igual.

Una manito lo arrastró. El pequeño Eric se estabaencariñando con él, tal vez demasiado y le dolería tener que marcharse ydejarlo solo.

Cuando estuvieron listos los niños, con ayuda de Alastor,Zuki y María, la cual había despertado y tomado desayuno en cama, bajaronjuntos y la vio hablando con Sir Lisperguer, al parecer estaban coordinando elencuentro de ambos grupos en la tarde.

Sir Lisperguer llevaba un par de escobas y otra persona a lacual no conocía otras más. Se esperaba un partido de quidich.

Se subieron a los fuyer, a Remus le sorprendía lo rápido quepodían llegar a correr, parecía que no tocaban el suelo.

Lady Dora llevaba a Mateo, el cual iba en una especie desillita colgado a su pecho, mientras que Eric era llevado muy sujeto porAlastor, Zuki llevaba a Víctor y el resto de los niños iba solo, algo quesorprendió a Remus.

A veces esa mujer le parecía tan irresponsable, pero despuésse acordó que ninguno de los niños tenía siquiera un rasguño.

Llegaron a una hermosa campiña frente al mar, ella se bajó delcaballo con ayuda de uno de los guardias, al parecer era algo torpe por qué tropezócon su vestido, eso causó risas en todos los presentes incluso él se reía.

 

Jugaron un largo rato a pillarse los unos a los otros, paraluego servirse el almuerzo que llevaban.

Hablaron de muchos temas, todos neutrales, nada que pasarade los límites del pasado misterioso de ella.

¿Qué ocultaban sus tristes ojos?

Un rato después Alastor decidió llevar a pasear a la playa asus nietos y Zuki salir a caminar con su esposa, a la cual había tomado enbrazos y la daba vueltas en el aire, causando que Lady Dora se pusiera pálida yle gritara a su hermano con falso enojo:

-¡Se va a marear tarado!

-¡Callate enana!

-Pero el bebé bruto.-Se hizo un silencio, el cual fue rotopor la risa de Alastor.

-¿Otro más?, le quieres hacer competencia a tu hermana.

-Jaja
bueno, pero yo ya sabía.-Le dijo sacándole la lenguay tomando a su esposa de la mano.

Se quedaron solos y se hizo un silencio algo incómodo entreellos. En realidad parecía que ella iba a decir algo, pero después se arrepentía.Se separó de él y se acercó a la playa. El la siguió despacio.

-¿Qué quieres saber señor lobo?

-En realidad muchas cosas
es que no te entiendo.-Le dijo alver la cara de diversión de ella.

-Haz una pregunta, si puedo responderla lo haré, sino pasarása otra. A ver si así entiendes algo.-Le dijo con una sonrisa cautelosa.

-¿Quién es tu madre?

-Pasa a la otra.-Le dijo y en sus ojos se vio una sombra depena.

-¿A que edad tuviste a Cristal?

-¿De verdad crees que Cristal es hija biológica mía?-Le dijocon una risa cantarina y se sentó en la arena. Le hizo un gesto para que sesentara junto a ella y continuó.

-Ella es hermana biológica de Edilweiss y de Eric. Noimporta la razón por la que llegaron a mi, pero hace tres años que estánconmigo, y desde entonces soy su madre.

-¿Ella no habla?

-No habla por que no quiere, por que puede, pero yo no lavoy a forzar a hablar si no quiere. Es su decisión. Además le ha servido paraaprender de la naturaleza humana, es muy observadora, tanto como tú. Ella va aser mi descendiente en el consejo de los Mitland si es que se mantiene igual,eso ya lo decidieron hace ya 2 años, cuando apenas llevaban un año acá.

-¿Y el resto de los niños?

-Dylan y Marie fueron abandonados cuando eran unos bebés enla puerta, nadie sabe quienes fueron sus padres. Al parecer les daban miedo suspropios hijos. Ya viste que sus poderes están algo descontrolados a veces.

-¿Y Mateo?

-Mateo es mi hijo biológico. Pero no preguntes por el padre,por favor.

-Está bien. ¿Eres casada?

Ella se estaba riendo de él. Sí, eso era seguro. Lo mirórisueña y decidió contestarle.

-No, me casé cuando tenía 17 años y mi matrimonio duróexactamente 3 meses, no importa la razón por la que se terminó, eso es mipasado y a veces el pasado debe quedarse allí.

-Oh-Fue lo único que podía pensar mientras miraba el océanoe intentaba procesar la información. A ella le dio risa al mirarlo y ocultó lacara. Pero no sirvió, ella se estaba riendo de él. Pero el tenía otra pregunta.Y esa le perseguía.

-¿Por qué me llamas señor lobo? Mi nombre es Remus.

Ella sonrió enigmáticamente y le contestó divertida.

-Eso es pregunta para otro día. Además me divierte. Le dijomientras se ponía a correr hacia el prado. El se levantó, ahora entendía unpoco más. Sólo un poco más.

 

A lo lejos se observaba un grupo de personas en carrozas yen fuyer.

Ella sonrió y los saludó con la mano. Se veía tan bonita.

Cuando los vio llegar a Dora le dieron ganas de reír, al parecer suquerido "vecino" se había estado riendo de la cara de duda sobre todode Hermione Granger, la cual tenía pinta de que no le gustaba lasituación social de la isla.
En realidad no sabía cual era el funcionamiento real de la isla, peroya se había formado una imagen y Archie era de los que le gustabamantener las bromas por un tiempo. Díganselo a ella que fue sucompañera de clases desde los 8 años.
-¿Qué le hiciste Archie?-Le preguntó con cara de duda. Archie puso carade inocente, mala idea, esa cara significaba sólo una cosa. Le iba atocar responder a ella, pero no se iba a salvar, lo iba a dejarcontestar casi todo, más que mal él la había metido.
-Nada... Sólo es que me molesta un poco la actitud de ella, cree que somos algo medievales.
-Archie, eso parecemos mirados de afuera, a lo mejor muchos piensanigual que ella. Los de Munich no, por que ya han sido mis alumnos,Albus tampoco, pero el resto, creo que sí.
-Expliquemosle entonces. ¿Los llamamos para que pregunten?
-¿Tipo las clases?
-Sí, buena idea.

-Les pedimos a todos que se acerquen por favor...-Archie les habló convoz tranquila, ya había recuperado su falsa calma, que cínico, si eraun payaso desde que lo conocía.
-Bueno, ya que hemos observado que muchos, en especial la señoritaGranger se siente extrañada de nuestra forma de vida.-Archie estabaluchando por no reirse. Al parecer le divertía los prejuicios deHermione.
-Pregunta Hermione
-¿Por qué vasallos?
-No son sirvientes si es lo que piensas, ellos están acá por voluntad propia, tienen derecho a elegir.
-Ah, pero ¿y sus derechos?
-Todos tienen derecho a la educación, pero después separamos a aquellosa los que pretendían educar los primeros Druidas. Derechos de salud,todos son por igual. Y derecho a una vida tranquila además de sana ysin problemas económicos, siempre, ya que no vemos como bueno quealguien sufra en nuestra isla.
-No existe gente que viva en las calles botadas, como en su país, y losé, por que viví allí un tiempo. Y nosotros no hacemos distinción derazas.
-¿Otra pregunta?
-¿Porqué viven escondidos?-Archie demoró en contestar.
-Somos un pueblo pacífico, sólo tres veces hemos tenido grandesbatallas, una con Tebas, otra con un pueblo azteca del que irónicamentedesenden mi hermano y muchos de nuestros estudiantes y la última conlos mortífagos. Es la única que he visto yo, las otras sucedieron hacevarios siglos atrás.
-Pregunta siguiente...-Esta vez debía contestar yo. Estúpido Archie, me dejó la más dificil.
-¿Cómo lograron resonstruir sus tierras en tan poco tiempo?
-Con esfuerzo, con fe y esperanza. Cada uno de nosotros ayudó alevantar la ciudad. Fue dificil, por qué todos habiamos perdido a losque amabamos, pero debiamos pensar que ellos nos acompañaban desde otrolugar. Guiándonos, dandonos fuerza.
El silencio en el verde prado era impresionante, apenas se oía el mar,era como si la naturaleza también quisiera conocer a sus habitantes.
-Además siempre la madre naturaleza nos ha ayudado y no permitió que nos faltara nada. Y eso se lo agradecemos cada día.
Archie y ella no hablaron durante unos minutos, pensaban en zanjar el tema, y pasarlo a algo menos doloroso.
De repente se largó a reir y habló menos formal:
-Ahora hablaremos de quidich, los invitamos a jugar en varios equipos,el resto puede disfrutar de la playa, de la comida y de juegos de mesa.
La tarde pasó agradablemente, pero volvieron temprano, esa noche era luna llena y habría que preparar todo.Uno de los guardias le había entregado con una sonrisa la mata lobos,se veía tranquilo. En realidad más que ser una maldición acá serespiraba un aire de alegría. No les molestaba el hecho de ser licántropos y se notaba.
Cerca de ellos, la bonita estaba hablando con uno de los guardias,recordó que no era cualquier guardia, era el que los entrenaba, perdón,el que los entrenaría, incluyéndolo a él, desde mañana, lo que noentendía era cómo iban a entrenar si normalmente uno no se sentía muybien que digamos al día siguiente.
-Paolo, te dejo a cargo de los niños. Son tú responsabilidad. Si lespasa algo te juro que te torturo.-Ella le daba cada vez más susto.
Pero él sólo se rió. Al parecer estaba acostumbrado a los comentariosde ella, y se retiró un poco mientras ella se despedía de sus pequeños.El menor estaba de un pésimo ánimo... tenía un caracter espantoso,aunque se parecía al de ella. Casi ambivalente, pero no molesto. Eran¿tiernos?
-Te vas a portar bien con Paolo, sin morderlo esta vez por favor. El notiene la culpa de que seas licántropo. ¿Entiendes bebé? y por favor,nada de luchas entre tú y tu hermanita.-estaba a la altura del niño ylo abrazaba.
-Sí.-Le dijo con una sonrisa que daba susto, estaba planeando algo.
-No te creo. ¿Me lo prometes?
-Um, ya. te lo pometo.
-Acuerdate que las promesas se cumplen.
-Sí ma.
Ella se rió y se acercó a la niña que jugaba a las muñecas con su hermana, era tan tranquila como inquieto su hermano.
-Yo me voy a portar bien siempre y cuando él no me moleste, si me molesta lo muerdo.-Le dijo muy seria.
-Um, Edil, intenta portarte bien... por favor. Confío en tí. Te amo Edil.
La niña sonrió y la abrazó.
Paolo los esperaba en el marco de la puerta apoyado como si estuvieseesperando algo común y silvestre, no la luna llena. Se llevó a losniños de mano y los lobos y sus familias se retiraron a las torres. Aél lo guió un lobo muy agradable que le contaba chistes fomes... o esqué el estaba de mal humor. Un poco de ambos.
Le mostró una torre, cuando entró se sorprendió, era un lugar cómodo y muy agradable con sedas árabes.
Wow. No había otra exclamación. le entregó una llave a él y se rió en su propia cara.
Extrañamnete la transformación no era tan dolorosa cómo otrasveces...¿Qué tenía la matalobos? su sabor había sido levementediferente... más suave.
Cuando terminó todo a la mañan siguiente se durmió, lo despertó el tacto suave de una mujer, su perfume le parecía familiar.
Estaba curando sus heridas. Era ella.
¿Por qué no estaba con sus hijos?
-Duermes más que mis niños Señor lobo.-Le dijo con una risa suave y divertida. El se sacudió levemente y la miró sorprendido.
-No te muevas. ¿Ves no es tan terrible?
Le dijo mientras él hacía una mueca de dolor.
-¿Me puedes explicar por qué los hombres son tan cobardes frente al dolor?
-No, no puedo. ¿Por qué estás acá?
-Por si no lo notas estoy curando tus heridas, después te irás adescanzar y en la tarde cuando estés descanzado y hayas comido bien teirás a entrenar. Yo no voy a estar, debo ir al entrenamiento. Así quete vas a cuidar.
Le dijo mientras ordenaba las cosas y le ofrecía una mano para ayudarlo a pararse.
-Puedo sólo, gracias.-Eso sonó molesto. Ella movió la cabeza y sonrió.
-Los lobos y su mal genio. Ven vamos.
-Lo siento, no quise ser antipático con usted.
-tratame de tú. Y no te preocupes, conozco bien a los lobos y uno muypequeño que está durmiendo ahora, me gruñó y después se largó a llorarcomo unos ¿20 minutos?. Así que estoy acostumbrado a las reacciones deustedes. Ve a dormir señor lobo.
él la tomó suavemente del brazo y ella se volvió sorprendida.
-Gracias... por todo.
Ella le sonrió y le contestó suavemente.
-De nada.
Cuando ella se retiró se fue a dormir, en su pieza ya estaba eldesayuno, pero él sólo quería dormir. Una cosa era seguro, estatransformación había sido menos terrible y el despertar mucho mejor. Sedurmió con una sonrisa en los labios.
Lo despertó un niño pequeño que lo miraba con pinta de aburrido, alparecer Eric estaba aburrido. Y estaba a punto de hacer un berrinche.
-Hola Eric
-Despestaste, abudido toy. juega conmi ¿ya?
-¿A qué quieres jugar?
-Um, a los cabaditos de madeda. ¿ya?-Sonreía cómo su madre. Era imposible decirles que no a algo.
-Traelos.
Se sentó en la cama y jugó con el pequeño un buen rato hasta que sintió que tocaban la puerta.
Una mujer entrada en años entró a la habitación y puso los brazos en jarra. Eric se llevó sus manitas a la boca sorprendido.
-Uh, ¿Edic no ta?
-Exacto, todos estaban buscándote, casi llamamos a tu mamá.
-Uh, Edic juega con éd. ¿ya?
-Lo siento Señor Lupin. Me lo llevo inmediatamente, además usted debeestar listo para almorzar en una hora y después ir a conocer elcolegio. Lo llevará Sir Archie.
-Gracias pero el pequeño no me molestó, sólo jugábamos.
-Edic se abudía mucho. el juega conmi. ¿después? ¿ya?
-Bueno Eric, después jugamos.
Sonrió y se fue con la mujer, le recordaba a Molly.
Cuando llegó al almuerzo fue recibido con entusiasmo, había muchagente.
Era un castillo muy concurrido y los niños, varios de ellospequeños licántropos corrían por entre las personas que almorzaban o que sedisponían a hacerlo. No había ninguno de los suyos, pero vio a los doslicántropos de Munich jugando cartas con otros dos, que según recordabano eran lobos.

La mañana de luna llena, era una mañana ajetreada, debíaterminar todo temprano e irse al entrenamiento con sus alumnos. Cómo Hacer Jabón Casero, Metodos y Recetas 2023

 

 

Dejó dormir a los pequeños mientras se arreglaba con ropasde entrenamiento, le gustaba, era más cómoda y menos seria que las faldas yvestidos. Llevaba pantalones y una blusa, aunque arriba llevaba la capa de losprofesores del colegio.

Además dejó a mano el abrigo, esa mañana había helado y enlos acantilados habría hielo, mucho hielo.

Cuando entró a la torre vio a Paolo junto a su mujer, yahabía intentado curar a los pequeños, pero Eric otra vez amanecía de malas, asíque si alguien se le acercaba le gruñía. El problema es que Edil tampoco estabaprecisamente de buenas, por que estaba muy molesta con su hermano y peleaban.Se tranquilizaron inmediatamente al verla entrar y la abrazaron.

 

Se sentía tan mal por que ellos tuviesen que pasar por estotodos los meses, menos mal que habían llegado allí, sino no creía queestuviesen vivos, bueno, de partida Eric no podría estar vivo, era imposibleque hubiese sobrevivido por cómo quedó.

Lo miró y se sintió feliz de tenerlos con ella.

Lira, la esposa de Paolo la miraba sonriente.

-No me dejó curarlo, y tu pequeña tampoco.-le dijosonriéndole

-Lo sé, sabes que no les gusta que nadie más los cure.

Los curó tranquilamente, y los llevó a sus habitaciones paraque descansen, había dado instrucciones de que ella se habría de preocupar dellobo cuando despertara, la verdad es que se estaba arrepintiendo, no es que nole agradara estar con él, más bien todo lo contrario
le gustaba sentirlocerca, saber que estaba presente, verlo con sus niños. Estaba despistadapensando en él, pero un pequeño niño empezaba a hacer un berrinche, no queríaque ella se fuera, sabía que no la iba a ver hasta mañana. El problema es quesi seguía llorando volvería a despertar a Mateo y ya lo había puesto a dormirun rato más. Cuando ella le intentó explicar el pequeño le gruño
a ella leparecía tan divertido cuando hacía eso, siempre le había parecido divertidoverlos gruñir cuando se enojaban, aunque tenía la teoría al ver a sus hijos ysoldados que los que tenían peor genio eran los hombres, no las mujeres, pero conellas había que tener cuidado, había notado en el colegio que atraían bastante,debía de dejar advertido eso
si no
no quería ni pensar en el problema que secausaría.

20 minutos después su "angelito" se quedaba dormido, despuésde que ella largamente le explicara y al final terminara quedándose dormidoentre sus brazos. Lo apoyó suavemente en su camita y le dio un beso en lafrente. Hizo lo mismo con Mateo. De las pequeñas ya se había despedido y de losmellizos también.

Ahora a ver al lobo y después al trabajo. Estaba a punto desalir corriendo, no sabía si quería verlo o no, era una sensación ambivalente,tenía miedo de estar cerca de él, sería un dolor enorme para ella cuando sefuera, ya lo iba a ser, pero por otra parte, le gustaría perderse entre susojos.

En algo Archie tenía razón, a todos nos pasa alguna vez,todos nos enamoramos. Lástima que para algunos esa posibilidad sea remota, ycuando aparece
no tiene un buen final.

Se acercó al marco de la puerta y lo observó dormir, tal vezsería mejor así. Lo curó suavemente, hasta que lo sintió moverse.

Entre sueños intentó apartarla, no entendía por qué loshombres reclamaban más cuando uno los curaba que las mujeres. Y eso que se creíanfuertes.

La observó confundido, al parecer no entendía mucho qué hacíaella allí, con él
ella tampoco sabía bien. Decidió romper el hielo y hablarle:

-Duermes más que mis niños Señor lobo.-Le sonrió suavemente.Lo vio sacudirse, eso se veía divertido. Debía estar con él más seguido, perorecordó, él se iba a ir, para siempre en cuanto terminara la pelea, a él no leinteresaba ella, y menos quedarse con ella, era ella y los niños. Ningún hombreaceptaría tal responsabilidad, Excepto Lautaro, y ya había visto cual habíasido el trágico final. Decidió espantar los pensamientos negativos y le volvióa hablar.

 

-No te muevas. ¿Ves no es tan terrible?
Le dijo mientras él hacía una mueca de dolor.
-¿Me puedes explicar por qué los hombres son tan cobardes frente al dolor?-Siemprehabía tenido esa duda.
-No, no puedo. ¿Por qué estás acá?-Estúpida pregunta. ¿No era obvio?
-Por si no lo notas estoy curando tus heridas, después te irás a descansar y enla tarde cuando estés descansado y hayas comido bien te irás a entrenar. Yo novoy a estar, debo ir al entrenamiento. Así que te vas a cuidar.
Le dijo mientras ordenaba las cosas y le ofreció una mano para que selevantara.
-Puedo sólo, gracias.-Eso sonó molesto. Ella movió la cabeza y sonrió.
-Los lobos y su mal genio. Ven vamos.-Era igual que Eric, con razón el pequeñolo quería tanto.
-Lo siento, no quise ser antipático con usted.-¿Tan pesada le parecía que teníaque tratarla de usted? Iba a tantear el terreno
levemente.
-trátame de tú. Y no te preocupes, conozco bien a los lobos y uno muy pequeñoque está durmiendo ahora, me gruñó y después se largó a llorar como unos ¿20minutos?. Así que estoy acostumbrado a las reacciones de ustedes. Ve adormir señor lobo.

Se retiró suavemente, ya conocía su respuesta, él no la ibaa aceptar nunca a ella, y ella jamás le diría nada. Se sorprendió cuando sintió el suave roce, él la había tomado del brazo, sedio vuelta sorprendida ¿de qué se había perdido?
-Gracias... por todo.
Ella le sonrió y le contestó:
-De nada.

Cuando se encontró fuera de la vista de todos, e iba caminoal colegio sintió las lágrimas en sus mejillas, sabía que le iba a doler mucho,pero no podía negar sus sentimientos.

Cuando llegó al colegio todos estaban listos para partir, LiMing había ordenado al grupo y la saludó con la mano. Ella le devolvió elsaludo y sonrió al asustado grupo de estudiantes.

Archie estaba dando las últimas instrucciones y se veíasereno y marcial.

Melody estaba trenzándose su largo y rubio pelo. El problemade tener a semi sirenas en un colegio es que atraían a los hombres y les costabaque los alumnos tomen atención cuando Melody jugaba con el pelo
pero Melody yahabía elegido al que quería, si le daba dolor de estómago al pensarlo, perobueno, sirenas, sólo ellas se entienden.

Escuchó en silencio las instrucciones e Archie.

-
No se alejen del grupo, sigan las instrucciones de susguías, puede ser peligroso si no lo hacen. Los antiguos recordarán que Joel secayó del precipicio por estar jugando con fuego en la orilla y hubo que ir asujetarlo por qué quedó colgado ¿Cierto Joel?

-Sí señor.-Contestó avergonzado.

-Bien, prosigamos. Sus poderes sólo pueden ser usados en situacionesque se les permitan. No pierdan sus pertenencias por favor. No pienso recogersus ropas este año, si las dejan allá. Volverán solos al día siguiente abuscarlas. Y créanme que después de hoy los más nuevos estarán tan adoloridos ycansados que no querrán levantarse de la cama en una semana. Lástima que mañanatengan clases.-Sonrió y miró a Li Ming.

 

Todavía se acordaban de sus primerosentrenamientos cuando llegaban medios muertos a clases y esperaban todo el día parairse a dormir.

En ese tiempo Archie y Li Ming salían juntos, pero noresultó, Li Ming prefirió irse a conocer el mundo y Archie se enamoró de lasilenciosa Tamara, la cual estaba enamorada de él desde siempre.

Pobrecitos, si Thomas tenía razón un par de ellos estaríanmuy adoloridos, y el resto estarían en muy malas condiciones para estar enclases, pero irían igual.

Los estaban preparando para ser fuertes. Muchas veces en labatalla no había tiempo de descansar y tendrían como única opción seguirpeleando a pesar de lo cansados que estaban.

-¿Nos vamos?

-Sí, vamos jóvenes, adelante, todos a los carros.

Cuando estuvieron los 3 profesores y la enfermera en elcarro se miraron sorprendidos, hace muchos años ellos mismo habían estado en lasituación de sus alumnos y ahora ellos eran los responsables de mantenerlosprotegidos. Si había guerra los jóvenes de afuera debían estar preparados, eranlos mejores entrenados, los más fuertes, pero a la vez eran los que tenían másmiedo, pues sería a lo que se perseguiría.

-¿Están muy asustados los nuevos?

-Sí, bastante, pero lo superarán. Además confía en ellos,son capaces.

-Eso lo sabe Archie, pero a diferencia tuya ella no se colgócomo un mono en un árbol en su primer entrenamiento para ir por la pelota quehabía quedado agarrada.

-Y por cierto el árbol estaba en un precipicio, así queArchie, tu definición de susto es distorsionada.

Archie se acomodó tranquilamente, en ese tiempo eratemerario y descuidado, pero ahora tenía responsabilidades, ahora era un másserio, bueno, sólo un poco.

Cuando llegaron los chicos miraron el lugar con unescalofrío, hacía ese viento que sientes que te parte la cara y el hielo resplandecía ante los rayos del sol.

Descargaron los toldos y los sacos. En una hora tuvierontodo armado. Ahora vendría el entrenamiento en sí, aunque ya sus pobres alumnosestaban cansados, por lo menos los nuevos.

Los más antiguos trabajaban a un ritmo más tranquilo, yasabían que el cansancio sería peor en un par de horas.

Archie le hizo una seña para que se acercara y cuando ellaestaba al lado Archie le habló bajando la voz.

-¿Aguantarán?

-Creo
ya veremos. Confío en 3 de los 6 nuevos.

-Yo en 5.

-¿Apostamos?

-Vale, pero el que pierda va a tener que animar la noche delas fogatas.

-Prepárate a perder Lisperguer

-Piérdete en el acantilado Tonks

-¿Empecemos el entrenamiento chicos?

La voz de Melody los sacó de su conversación, que de a pocose iba caldeando.

-Bueno.

Los chicos estaban bañados en sudor a pesar del frío,llevaban más de dos horas de entrenamiento.

Habían estado peleando según poderes opuestos. Eso agotababastante, ya que debían competir con los que neutralizaban sus poderes.

Cuando menos lo esperaban un grito desde el acantilado llamósu atención.

Noelle, una de las chicas con poderes menos desarrollados detipo eléctricos acababa de formar un campo tan fuerte de electricidad que sucompañero había salido literalmente volando hacia el acantilado. Corrieronhacia donde estaban, Noelle lloraba desesperada, mientras que Luis, el chico alque había literalmente noqueado se encontraba desmayado, pero según Melodyestaba bien, despertaría pronto, sólo tenía una fractura y era fácil curarlo.

 

Después de un par de accidentes por malas caídas en el hieloque se encontraban ya curadas se organizaron para comer algo.

Al paso que iban los muchachos lograría ganar la apuesta yse divertiría viendo a Archie animando la noche de las fogatas.

Tenía un tema pendiente
Melody. Esperaba que se desocuparapara poder hablar con ella.

La vio acercarse al precipicio y otear el mar con unasonrisa suave y cristalina.

-¿Dime Dora?

-¿Te gusta cierto?

-Bastante, digamos que lo encuentro distinto. No es como losque conozco.

-Eso me queda claro, ¿estas segura Melody?

Melody se rió de ella, le parecía divertida la reacción deella. Pero no podía entenderlo, ella era
linda y agradable y él
bueno, él eraél. Además ya conocía su pasado y no le agradaba.

-Dora, mira, nadie te dice nada sobre el hecho de que teguste el lobo. Además él ya no es mortífago.

-Sí, pero es pesado. Además ¿Cómo lo vas a conquistar sinusar tus poderes?

-¿Y quien dijo que no los voy a usar?

-¡Melody!

-Sólo un poco, lo necesario para que vea que existo, teprometo que sólo un poco.

-Es tú responsabilidad sirena loca.

Se abrazaron todavía mirando el mar.

-¿Qué crees que esté pasando en el colegio?

-No sé, pero me muero de ganas de saberlo.

Trabajarían en duelos. Esa sería la última actividad del díay ya estaba oscureciendo. Se iluminarían con focos, serían unas 3 horas más deentrenamiento antes de dormir.

Cuando realizaron el entrenamiento de dagas estabatotalmente oscuro y había que estar atento a cada movimiento, como no todos losalumnos no estaban acostumbrados a pelear con dagas resultaba peligroso pasearentre ellos. Y eso que sólo iban 8 alumnos, a la hora que iban más sería unproblema. Los que no causaban problemas eran los dos de cursos superiores. Unode ellos entrenado especialmente en el uso de armas.

Cuando se metieron a los sacos de dormir estaban tancansados que no les importó ni siquiera el frío.

Tonks se quedó dormida pensando en el desastre que encontraríamañana cuando entrara a su castillo.

Mientras que Archie pensaba dos cosas: en su esposa e hijo y un tema sin importancia pero que lo hacía reir ¿qué se iba a poner para animar la fiesta de las fogatas?

Remus había llegado al castillo acompañado de un loboparlanchín y gracioso, debía tener unos 20 y tantos años y era muy divertido,tenía muchas anécdotas y el viaje se le había hecho corto.

Le había explicado que al principio la transformación separecía mucho a la típica de la luna llena, pero la diferencia es que semantenía la conciencia. Además ya sabía que debía sacar al lobo desde un estadode latencia (por eso era que lo habían empezado a entrenar el día siguiente deluna llena) y aprender a usar sus habilidades.

No le agradaba sacar al lobo, no confiaba en esa parte de suser. Para él era una maldición y todavía a pesar de que intentaba entender laisla le parecía irreal y extraño, como si hubiesen sacado este lugar de algunadimensión desconocida y paralelo. Y a todos les parecía igual, veía las carasde asombro de sus compañeros, exceptuando de la Albus, se notaba que sesentía cómodo en esta isla.

 

También había visto muy feliz a Arthur, había encontrado otroloco que tenía la idea de que juntar cosas muggles era divertido.

Cuando llegó al colegio se dio cuenta de que era realmentehermoso, aunque Hogwarts lo era más, Usher Manj era más pequeño y en susjardines corrían niños pequeños con sus uniformes.

Vio a lo lejos a Paolo intentando organizar a un grupo queparecía que danzaba.

El lobo que lo acompañaba chifló para atraer la atención dePaolo y el aludido le contestó con otro.

-Vamos. Lo tienen cuidando a un grupo de alumnos de Li Ming.Creo que no sabe que hacer.

El lobo se largó a reír ante el asombro de Remus, pensabaque era su superior. Paolo lo saludó cordialmente. Se veía tranquilo.

-Remus, ¿Preparado?

-No sé, pero no tengo opción.-Le dijo indeciso.

Ambos lobos largaron una carcajada antes de entrar alcastillo dejando al grupo que ahora estaba corriendo por los jardines.

Entraron a una sala amplia y que tenía un gran círculopintado en el suelo de blanco. No se imaginaba cual era su función, pero seimaginó que tenía que ver con el entrenamiento.

-Es la zona donde se realizan los combates. Aunque todavíano tendrás que respetar el espacio correspondiente. Primero verás latransformación en dos de nuestros estudiantes. Deberían estar por llegar, peroPaulette decidió arreglarse. Tenga cuidado con las alumnas Remus, hay un par deellas que no son exactamente niñas dulces e inocentes. Sobre todo cuidado conlas lobas y las semi sirenas. Menos mal que no hay veelas, eso ya sería nuestradestrucción con las hormonas de los muchachos.

En ese momento entraron a la sala dos muchachos, se parecíanmucho ambos tenían la piel tostada y los ojos negros.

-Son Paulette y Miguel Ángel, son hermanos, lobos pordescendencia.

-Hola señor Remus.

-Hola.

Le enseñaron a mentalizarse, al parecer la transformaciónera sólo mente sobre cuerpo, en un estado de paz. Pero la paz a él le faltaba yla paciencia también.

Al cabo de dos horas intentándolo se sentía frustrado, noentendía cómo sus compañeros podían tenerle paciencia. Sólo el más joven de loslobos estaba mosqueado por la espera.

-¿Qué no se puede concentrar?

-Me es un poco difícil chico.

-Que jode, yo me largo si no se apura, a las 7 hay partidode quidich.

-Miguel.-Paolo se puso en alerta.

-No, nada de nada señor. Le queda media hora para queaprenda.

-Tú aprendiste en años, además el no nacio como lobo.

-¡LLEVA MÁS AÑOS QUE YO DE LOBO!

-Cálmate. No te exaltes.

El lobo que lo había acompañado se había retirado a buscaralgo de comida junto con Paulette. Sólo estaban ellos tres.

Miguel Ángel se acercó a él en forma de lobo en posición deataque. Gruñó en defensa como un acto instintivo. Pero eso hizo que el otrolobo se enojara y le mostró los filosos colmillos, si lo mordía le iba a dolermucho. Comenzó a rodearlo hasta que Remus se puso nervioso. Sabía que los lobosjóvenes eran impulsivos y el chico ya había dado muestras de que se estabacabreando de estar enseñándole. Paolo se quedó en su lugar sin hacer nada.

 

-Miguel, déjalo.

-¿Siempre se comporta así?

-A veces, cuando pierde la paciencia

El joven le gruñó a Paolo y atacó a Remus. El cual ante elsorpresivo ataque lo esquivó, pero el licántropo era perseverante ante suataque y estaba decidido a pegarle una mordida. Sintió que los colmillos dellobo estaban muy cerca de su piel y en un impulso instintivo se puso enposición de ataque y involuntariamente se transformó. Cuando lo hizo sintió elmismo dolor que cuando se transformaba, pero se sorprendió al tener los mismospensamientos humanos a pesar de ser un lobo. Se sintió cansado y se desmayó.

Cuando despertó estaba Paolo mirándolo con una sonrisa yMiguel sentado comiendo una manzana a medias con su hermana.

-Hola Remus.

-¿Qué me pasó?

-Te desmayaste, es normal, en palabras simples:sobrecargaste tu sistema nervioso.

-Siento haberte asustado Remus, fue lo único que se ocurrió.Y es mentira, el partido de quidich empieza a las 9 por si deseas ir.

-No te preocupes, lograste tú objetivo. Y gracias, puede quevaya.

-Vale, ven a comer con nosotros.

-Felicidades. ¿Es profesor?

-Sí, de defensa contra las artes oscuras.

-Bien por usted. Yo quiero ser Neutral, pero me va pésimo enarmas. La última vez que lo intenté le hice un buen corte a mi hermanito.¿Cierto Miguel?

-Cierto. Es algo torpe con las armas, pero muerde fuerte.

-¿Y si no eres neutral?

-Voy a ser parte del ejército.

Comió con sus compañeros y estuvo hasta las 8 entrenado conellos. Había logrado transformarse una vez más, y aunque el dolor era igual defuerte por lo menos no volvió a perder la conciencia.

Acompañó a Miguel al partido de quidich y vio a Harry y aGinny entre los jugadores. Distinguió a dos de los alemanes. De ahí no conocióa nadie más.

Pero unos minutos después vio a los gemelos Weasley. Alparecer habían llegado los otros de la orden.

-¿Los conoces?

-¿A quien?

-A los pelirrojos y al de lentes

-Sí, el de lentes es Harry Potter, los otros tres sonhermanos Ginny, Fred y George, pero no se cual es cual.

-Ya me acuerdo de Harry Potter. Me parecen simpáticos losque son iguales.

-Lo son. Podrían ser buenos amigos.

-Yo creo que tiene razón.

-No me trates de usted, eres el que me enseñó atransformarme.

Se encogió de hombros y le sonrió.

-Si mi papá me pilla tratándote de tú me asesina, así que tetoca defenderme.

-¿En serio?

-Es broma, pero el sermón va a durar un par de horas, y esmuy latoso el viejo cuando sermonea.

-¿En serio?

Una voz a sus espaldas les habló. Miguel se dio vuelta conuna sonrisa en la cara.

-Hola papá, ¿cómo estas?

-Bien, pero de verdad eres algo irrespetuoso.

-Es que eres un poco anticuado
bastante viejo.

-Ya, bueno y tú un cabro chico.-Al parecer estabanacostumbrados a reírse del otro.

-Soy Andrés, el papá de este mocoso alzado.

-Remus Lupin, un gusto.

-¿Quién gana?

-Los que llevan las estolas rojas.

-Me alegro que se mezclen los grupos, no es bueno que seseparen. Por cierto Mitland Lisperger dice que Fred y George Weasley van adormir en la habitación de ustedes.

-Genial.

-Bien, te veo después hijo.

-Está bien papá. Los quiero.

-También te queremos Miguel, mándale cariños a Paulette.

 

-Está bien.

-¿Remus vamos a ser amigos?

-Sí, claro que sí Miguel.

Había sido un día extraño: había jugado con un niño, lohabía cuidado la mujer más hermosa que había visto, se había transformado sinluna y se había hecho amigo de un lobo 20 años menor que él.

Se preguntó mientras veía las estrellas en que estaría pensando ella. ¿Pensaría en él?

Perdón la demora

Cuando llegó a Ushier Manj se sentí cansada. Eran las 10 de la mañana y los alumnos tendrían queestar en clases a las 11:00 así todos se separaran para ir a darse un baño ycambiarse de ropa. Los profesores hicieron lo mismo.

Cuando estuvo presentable caminó por los pasillos hacia el aula.Esperaba encontrarse con Paolo en el castillo, aunque lo más seguro es que loprimero que oiga de su mano derecha sea un gruñido y una serie de protestas pordejarlo a cargo de los cursos de Li Ming. Pasó al lado de dos pelirrojos queescondieron lo que llevaban en sus manos. Se volteó para verlos y les hizo unaseña para que la siguieran, si no se equivocaba eran los Weasley y les tocabacon ella.

-¿Fred y George?

-Sí, un gusto señora.

-Tienen clases conmigo muchachos y en general prefiero quemis alumnos estén en la sala cuando entro. Adelante. Ah, antes de que loolvide, el polvo peruano de la oscuridad está prohibido y los fuegosartificiales sólo sobre los 11 años. Antes no. ¿Entendido?

-Si

Les sonrió mientras les abría la puerta. Cuando entró la salaestaba convertida en un caótico campo de batalla, habían dos quemando un muñecode color azul y uno que era perseguido por sus compañeros convertido en unagaviota. Sacó la varita que usaba rara vez y lo volvió a su forma normal. Eralo malo de los animagos, eran algo temerarios. Eran de Munich, sólo conocía alque era la gaviota. En la ventana distinguió a Hermione, Ron, Harry y otrapelirroja.

-Por favor jóvenes
su atención. La clase empieza ahora. Bienahora que tengo su atención, vamos a reforzar duelos sin armas. Los que usenvaritas pueden utilizarlas, los que usen poderes también y los lobos y losonzas también. ¿Sus guías donde están?

Varios alumnos levantaron las manos y se acercaron a ella.

-Organicen de tal manera que peleen varita contra poder,pero de acuerdo al nivel que han podido apreciar antes de que yo llegara.

-Profesora, hay un problema.

-¿Cuál?

-No están todos los alumnos.

-¿Quién falta? Y de donde.

La puerta se abrió y entraron por ella el profesor dehistoria y 5 alumnos, uno de ellos era guía de los lobos y venía gruñendocontra otro lobo de Munich. Ya habían empezado las diferencias entre ellos.

-Son tuyos
los encontré peleando por algo realmente idiota.

-¿Qué cosa?

-Los nuestros dicen que la escuela es mejor que la de la deMunich. Por cierto, están castigados los 5.

-Voy a dejar bien en claro esto sólo una vez.-Les dijomolesta, detestaba las diferencias.-Acá todos son capaces y no me interesa dedonde venga cada uno, van a aprender lo que los profesores les entreguen y vana acatar las normas. ¿Entendido?

-Sí.

-Bien. En parejas. Guías ordenen. Phillipe, lo siento,gracias.

-No hay problema, igual tenía que venir a la sala.

Se separaron ambos el grupo. Muchas veces las peleas sevolvían desiguales. Los alumnos con varitas tenían la habilidad de bloquear yde atacar, pero les faltaba cierta práctica y vencer el miedo. Esperaba que nocalcinaran ninguna varita, ya que habían 2 alumnos quemados que fuerontrasladados a la enfermería, uno de ellos de Hogwarts, creía recordar que se llamabaNeville y el otro uno de Ushier Manj. Al final la clase se sentía tranquila,les faltaba práctica, pero la gran mayoría podía dar pelea en la gran batalla ysobrevivir.

 

En cuanto salió de la sala vio a Paolo fumando un cigarrocon aburrimiento.

-Nunca más me hagas hacerle clase a esos niñitos. ¡Lequiebran los nervios a cualquiera!

-Son niños Paolo.

-Son seres complicados y asustan.

-¿Cómo estuvo el día de ayer?

-Bien, llegaron los nuevos, son agradables, a las 7 llegaronlos sumerios y se nota que están bien entrenados. Son lobos fuertes y sabentrabajar, lástima que tenemos problemas con el idioma, hay ciertas palabras queno nos entendemos.

-¿Es muy grave? ¿Podemos conseguir traductor?

-Ya tenemos. No, no es tan grave. Danos una semana. Ahora
ellobo de Dumbledore es un poco lento para aprender, pero si se le aprietapodemos prepararlo. No logró nada en horas, pero Miguel lo asustó y el susto lohizo transformarse rápido.

-Me alegro. ¿Qué más pasó?

-Severus Snape está haciendo pociones compartidas y hay queaceptar que es muy bueno a pesar de que al parecer no conoce alguna poción paralavarse el pelo.

-Tal vez acá la aprenda.-Le dijo con una sonrisa, no le caíamuy bien, aunque se notaba capaz como mago y como profesor.

-Entonces, nunca más me dejes a cargo de niños.

-Esta bien Paolo.

Su próxima clase era bastante más simple, así que se sentíaalgo incómoda, después de la excesiva actividad de las horas anteriores, latranquilidad se sentía rara.

Al almuerzo notó que se mezclaban todos, sin diferenciasmenos mal. Le asustaba que llegaran a haber diferencias. Debía acordarse de quelos gemelos Weasley eran algo peligrosos si querían.

Su mente le decía a cada momento que le quedaba menos tiempopara el sábado. Esta noche iría a practicar. Esta muerta de cansancio, pero lepreocupaba deciles algo de su pasado al lobo.

En la tarde el gimnasio y el patio se encontraban llenos degente. Nunca había visto tantas personas entrenando en el colegio.

No sabía cuanto tiempo les quedaba, así que cada segundo perdidocostaría caro después. Algo que ella misma no estaba cumpliendo. Al llegar adonde estaban los lobos inconcientemente lo buscó con la mirada y en cuanto susojos se encontraron sintió como si un calor se extendiera por ella, se sentíamás tranquila ahora que lo veía, él estaba bien.

Vio a su hija escuchando la clase de historia que habíanubicado en el auditorium para que pudiesen entrar más alumnos. Entre ellostambién había varios adultos.

Se preguntaba cuanto tardaría Alice en hacerle frente, no entendíapor qué tanto odio, si había sido ella la que le quitó el esposo, no ella aAlice. Siempre creyó que tenía dos neuronas, ahora lo estaba dudandoseriamente.

Menos mal que en la tarde los entrenamientos mantuvieron sumente bajo control, esperaba llegar al castillo pronto y luego en el silenciode la noche entrenar.

Sentía la mirada del lobo durante toda la cena y parte de lavelada. Esta noche había sido más corta que los otros días, todos estabancansados por el primer día de entrenamiento.

 

Cuando logró que sus hijos estuviesen dormidos se levantó encompleto silencio y se puso algo cómodo y se abrigó con una capa. Estaba algohelado, se notaba que el otoño estaba llegando, ya las noches no eran tantibias y de a poco el tiempo se hacía cambiante y más helado.


Llegó a una de los salones abandonados del castillo,estaban en un subterráneo, estaba oscuro y agradeció ser bruja.

¿Cómo lo iba a lograr?, ni ella lo sabía, pero tenía muy enclaro que no le quedaba mucho tiempo para aprender sola.

-Expectro patronum.-dijo sin lograr más que una insípidanube, peor que las anteriores, era como si la tensión de no poder hacer elpatronus, le impidiera lograrlo.

Intentó de nuevo, se concentró en sus hijos, en la vez quevio a Mateo por primera vez que Mateo estuvo en sus brazos.

-Expectro patronus.-La nube se volvió más espesa, pero fue sólouno segundos, después se disolvió.

Buscó en su memoria la primera vez que Cristal sonrió, 5meses después de su llegada.

-Expectro patronum.-nada, solo la inútil nube, que ya no eratan débil, pero aún así no lograba ser corpóreo.

Pensó en el día que conoció al lobo, pero en su mente,pesimista, se dio cuenta de que él se iba a ir y bajó la varita. Miró lasparedes desnudas de adornos y se preguntó nuevamente si era posible que la vidale sonriera y le permitiese estar con él. Le hubiese gustado ser pequeña denuevo y pedirle deseos a las estrellas tendida en el húmedo césped con Zuki. Ambossoñando con un futuro mejor, viajes fantásticos y animales imposibles deexistir.

Recordó la vez que Zuki decidió ordenar la vieja colecciónde fotografías de Alastor, se reía todavía de la cara del viejo cuando seencontró a sus dos retoños ordenándolas desde las más feas, hasta las másbonitas. Casi se muere de un infarto, él las ordenaba por fecha. Los sermoneóun rato, pero al final sabiendo que perdía el tiempo los dejó jugar y les contólas historias de cada una de ellas. Eso había sido un verano unos 10 años atrás.El recuerdo la hacía sonreír.

-Expectro patronum.-Esta vez el humo plateado duró un poco más,no, se desapareció
nunca cantes victoria antes de tiempo.

Lo intentó dos horas más, sin notar que había alguien mirándolasiempre desde la puerta semi cerrada, no lo vio, ni siquiera cuando salió y se dirigióa sus habitaciones, a dormir, por fin el dulce sueño, a veces esquivo.

Se despertó un poco cansado, sentía losmúsculos agarrotados como siempre después de transformarse, sus instintos másprimitivos no parecían haberlo abandonado y se sentía en estado de alerta,sentía todos los pasos de los primeros habitantes del castillo que ya habíandespertado.

Esperaba con ansias la llegada del próximosábado y se le hacía eterna la espera. Si le hacía clases seria una buenaexcusa para poder hablar con ella, pero a la vez sentía pánico ante el hecho dequedarse en una misma habitación con la mujer que siempre había soñado y quenunca podría tener. Una hermosa ilusión, como el atardecer, sabías que existía,la veías, pero nunca la podrías tocar, nunca sentirla cálida entre tus manos.

Aún sabiendo que no estaría en el desayuno unaparte de él esperaba verla llegar, distante y cercana. Sin su señora la vida enel castillo seguía casi igual, casi por que se sentía que los niños laextrañaban.

 

Cuando estuvieron listos se fueron al colegio,eran muchos, unas 38 personas, el resto, menores de 20 años estaban en elcastillo y ya debían estar en sus salones de clases, esperaba que no losdejaran mal haciendo alguna broma pesada.

Lo esperaba una mañana ajetreada, otra vez asobrecargar su sistema neurológico para poder transformarse. Le seguíapareciendo antinatural y esa mañana a pesar de que ya podía transformarse nopodía evitar que su mente lo traicionara y sin previo aviso lo volvía a sucuerpo humano. Se le estaba haciendo bastante duro, a cada minuto debíarecordar que convertirse fuera de la luna llena era sólo un estado mental,lograr despertar sus instintos según Paolo.

Al almuerzo se encontraba desmotivado ydecepcionado consigo mismo. No lo lograba por más que lo intentaba. Sirius lomiraba preocupado y él no tenía ganas de hablar con él. Lo había estadoevitando.

-Remus. ¿Por qué me evitas viejo amigo?

-Sirius. Yo, no te estoy evitando.-Si eso eraverdad, la noche se llamaba día.

-Moony

-Está bien. ¿Quieres saber que me pasa?

-Sí, obvio.-Le dijo mientras se acomodaba enun árbol.

-Pues es bastante simple, me siento frustrado.

-¿Por qué no te puedes convertir siempre enlobo o por que te gusta mi sobrina y no logras decírselo?

-Ambas.-¿Su qué?.-¿Qué dijiste?

-Qué si estás frustrado por que no te puedesconvertir siempre en lobo

-La segunda parte, repítela.

-Nymphadora Tonks es mi sobrina. Pregúntale aella. Míralo positivamente Remus
te estoy dando la posibilidad de tener un temade conversación con ella. Y sobre lo otro. Ánimo viejo, lo vas a lograr, debeser como ser animago ¿cierto?.-Sirius le sonreía esperando una respuesta.

-En teoría, pero no soy animago.-Le dijo conun gesto de hastío.-Búscalo en la biblioteca.

-Que (garabato) Remus. ¿Por qué no mejor me dices y me ahorras ir a una BIBLIOTECA.-lapalabra la pronuncio como si dijera una palabra muy fea.

-Te va a servir Canuto, es el pasillo cenral,sigues hasta el fondo y doblas a la derecha, hay un letrero que dicebiblioteca.

-Duj, prefiero quedarme con la duda. O
-Miróla cara de Sirius, era tan predecible, nunca cambiaría, al parecer las hormonasle habían quemado todas las neuronas.

-No soy parte de tu plan. Búscate a otro quete ayude.

-Está bien, ¿no quieres jugarle una bromita aSnape?

-No, tengo que entrenar y tú igual.

-Eres fome Moony por eso es que ella no tetoma en cuenta. Los lobos tienen que ser osados.-Le dijo haciendo mímicasexageradas de un lobo.

Se sentaron a comer al lado de un grupo dealumnos que les contaban chistes realmente raros y poco graciosos, pero quecontados por ellos sonaban divertidos.

Habían llegado a un gimnasio donde habíatarimas de duelo. En cada una había varitas contra poderes, e iban pasandoetapas. Era una especie de competencia, las tarimas iban del 1 al 16, teníanque inscribirse e ir retando a otro competidor que iba quedando invicto. Erabastante divertido, aunque agotador.

Cuando llegaron la vio, estaba más seria ypensativa que nunca desde que la había visto, y no es que fuera exactamentemucho tiempo, pero parecía preocupada e intranquila. Intentaba reírse ante lasgracias de sus hijos, pero sus pensamientos parecían lejanos.

 

Se retiró un poco antes de que se terminara lavelada, que había sido corta por que la gran mayoría estaban cansados de losentrenamientos.

Se quedó en la biblioteca aún después de quese fueran todos a dormir. Le estaba gustando caminar de noche por el castillo,era tan pacífico como durante el día concurrido.

Estaba cerca de los subterráneos, un lugar quele llamaba la atención cuando la vio. Iba sola, alumbraba el camino con unaantorcha de fuego azul.

La vio entrar a una habitación y dejar lapuerta semi abierta. Esperó a que estuviese adentro y cuando se sintió segurode que nadie lo veía y se apoyó a observarla. La vio realizar el encantamientopatronus. Al parecer era capaz de cualquier cosa, menos de confiar en él. ¿Porqué?... tal vez le tenía miedo o no lo consideraba lo suficiente para ella.

Tenía tantas ganas de entrar y ayudarla. Departida no estaba tomando bien la varita, sin ese dato básico dudaba quepudiese realizar el hechizo. Al parecer lo notó por que después de un rato corrigióel movimiento, pero aún así no lo lograba.

La vio practicar durante 3 horas seguidas sin descansar.Sentía la angustia de ella como si fuera suya y eso le dolía. Al final la viomarcharse derrotada. Contuvo la respiración al sentir que se acercaba a dondeestaba él. Pero ella estaba tan perdida en sus pensamientos que no lo vio.

Cuando se fue a dormir se sentía deprimido, nosabía si era por que ella lo rechazaba al no confiar en él o por la melancólicatristeza de ella.

Se negaba a despertar, ¿por qué tenía que amanecerjustamente hoy cuando ella quería dormir más?. Los días pasaban volando para ella, pero algoque había descubierto es que mientras menos quieres que llegue algo, más rápidollega.

Realizó las cosas más por inercia que por que supiera queestaba haciendo.

En el desayuno todos se veían cansados, ayer había sido undía duro en el entrenamiento y hoy sería igual. Ahora, en la carroza seencontraba con Mateo en brazos y con Eric apoyado en sus piernas semi dormido,había querido llevar a los dos menores con ella. Los mayores habían quedado conAlastor que quería llevarlos a jugar quidich con Sirius, estarían al almuerzotodos juntos de nuevo, y ella esperaba que se encontraran sanos y salvos.

Las clases fueron bastante simples ese día, mientras que losentrenamientos se hacían más complejos. Más movimientos, más fuerza, más magia.Lo ideal era prepararlos contra el ataque de los mortífagos. No se arrepentíade la decisión, todavía, pero pensaba que les faltaba largo camino por recorrerantes de poder ganarles sin grandes bajas y si fuese posible, si bajas de suparte, de la de ellos, era ideal que no quedara ninguno.

En la tarde sus hijos la acompañaban en el entrenamientojugando con los otros pequeños. Por un lado se oían las risas cristalinas delos niños y por otro los gritos de las maldiciones y contra maldiciones que seensayaban en el gimnasio.

Buscó un lugar de paz en la biblioteca en un momento en queveía que se encontraba muy cansada. Pero en su camino se encontró con Lupin. Éliba despistado, al parecer no había notado su presencia hasta que la tuvo acentímetros de él y por su parte tampoco lo había notado al estar inmersa ensus pensamientos.

 

-Mitland Leeyei-Llevaba dos libros de transformaciones enlas manos, uno de ellos abierto, al parecer lo iba leyendo mientras caminaba.

-Sólo Tonks o Dora,no me llame así señor lobo.-Le dijo aburrida del protocolo

-Pues no me llames señor lobo.-Le replicó con una sonrisacontagiosa.

-Pierde el tiempo mi señor pero por su propio bien, no mevuelva a llamar así.-Le dijo mientras se hacía a un lado para continuar sucamino.

-Si le dijera lo mismo que me acaba de decir ¿Qué merespondería usted?

-Que usted es un caballero que no le haría daño a una dama,y yo soy una dama que sí le haría daño a un caballero.-Se rió mientras sealejaba dejándolo sonriendo en el pasillo vacío.

En la biblioteca se encontró con Archie en el estante másalto en una escalera buscando un libro.

-¿Qué buscas Archie?

-No entiendo nada de lo que hablan los sumerios. Necesito undiccionario o mejor todavía una poción para aprender idiomas, pero no pillo niuno ni lo otro.

-El libro de pociones es ese de tapa negra que tienes anteti, y el diccionario, no tengo la menor idea, hace años que no uso uno.

-Gracias, me basta la poción, es más fácil.-Le dijo saltandodel 4º escalón.

-De nada. ¿Sabes que eres un poco flojo?

-Sí, pero sólo un poco. ¿Qué prefieres que cante: unaranchera triste o una ranchera divertida?

-¿Vas a hacer noche mexicana?

-Algo así, creo que voy a mezclar unas cuantas cositas. Cómoun batido de música. Pero pienso cantar.-Le dijo sacando pecho, mientras ellapensaba seriamente en hechizarlo.

-Estás LOCO Archie, pero estoy segura de que lo vamos apasar fantástico si no quedamos sordos con tus cantos.

-Como quieras pero te vas a reír hasta caerte del asiento.

-¿Dónde lo vas a hacer? Este año hay más gente que el añopasado.

-Pensaba que podría ser en la campiña. ¿Te parece buenaidea?

-Si hay buen tiempo me parece perfecto, se va a ver preciosacon las fogatas iluminado el campo.

-Lo sé. ¿Cierto que mis ideas son fantásticas?

-Sí Archi, lo son.-Le palmeó el hombro mientras negaba conla cabeza, hay cosas que nunca cambiarían y Archie era una de ellas.

Esa noche otra vez realizó la misma rutina, se levantó caminóa la mazmorra y practicó el hechizo con el mismo resultado, es decir, nada útil.Otra vez Remus la observaba desde la puerta, pero esta vez ella estaba másalerta y sintió sus pasos. Se volteó lenta y tranquila, y lo vio, apoyado en lapuerta mirándola con sus ojos dorados. Tranquilo, sereno y preocupado.

-¿Desde cuando estás allí?

-Desde que llegaste. Perdona si te molesta, no pudeevitarlo.

-No importa. Al final da lo mismo. No lo logro.-Tiró lavarita al suelo con rabia

Remus caminó hacia la varita y la recogió dejándola suavementeen sus manos ante la sorpresa de ella.

-Gracias.

-De nada. ¿Por qué no confías en mí?

-No es que no confío en ti, no puedo explicarlo.-En realidadsí podía, no confiaba en entregar su corazón nuevamente.

-Por favor, confía en mí.

-¿En serio quieres conocer mi historia Remus?

-Quiero ayudarte.

-Lo sé, pero a veces los recuerdos duelen. Tú eso ya losabes ¿cierto?

 

-Sí, lo sé.-Le dijo en un suave susurro tomándola de lasmanos.-No le voy a contar a nadie lo que tu me digas. Va a quedar entrenosotros. Te doy mi palabra.

-Gracias.-Se quedó un par de minutos en silencio ordenandolas ideas, ¿cómo empezar a contar una historia que no sabía si deseaba sercontada o que el mar en su profundo murmullo acallase para siempre? Seobservaron en silencio, ella rogando que la entendiera y él esperandopacientemente que ella abriera su corazón ante él.

-Me imagino que ya sabes que soy sobrina de Sirius.-élasintió con la cabeza.-Mis padres murieron a manos de Bellatrix, mi tía,murieron intentando protegerme, lograron su objetivo, pero no lograronsobrevivir. Los vi morir frente a mis ojos, vi la risa de su asesina, eltriunfo en sus ojos.

Moody se hizo cargo de mí desde ese momento y me trajo alúnico lugar donde podríamos estar tranquilos y fuera de peligro al tenerhabilidades diferentes.

No podía ir a Hogwarts por que no controlaba mispoderes, hacía explotar las cosas y además estaba Zuki, el hijo de Alastor,desde antes de que naciera ya tenía su lugar en Usher Manj y el mío también sinsaberlo.

Estudié acá y cuando tenía 17 y estaba en mi práctica de Neutralconocí a Richard, un mes después me casé con él a pesar de que Alastor se opusoy la familia de Richard igual. A los dos meses ya nos habíamos dado cuenta denuestro error, no teníamos nada de que conversar, no teníamos nada en común.Richard me engañó con su actual esposa Alice, las dos semanas que estuve fueraen una misión, y yo en venganza decidíimitarlo, también lo engañé. No fue lo más sensato, ni la mejor idea, pero lohice.

Después de eso nos divorciamos. Nolo volví a ver hasta el día de la reunión, no sabía que iba a venir.

Me quedé en Alemania haciendo clases dos años. Luego estuveen varios países, en el Tibet conocí a Ling. Cuando tenía 20 años Archie aceptóel puesto de director del colegio y me pidió que trabajara con él entrenando alos muchachos. Ahí me volví a encontrar con Lautaro, uno de mis mejores amigosde cuando era estudiante. Teníamos muchas cosas en común y después de un tiempoempezamos a salir juntos, no nos amábamos, pero nos queríamos mucho.

Llegado sumomento tomé mi lugar en el consejo, fue el mismo año que subió Archie. Fuealgo extraño, no teníamos experiencia, estábamos bajo la mirada de todos, lagran mayoría de ellos no tenía dudas sobre nosotros, más duda nos teniamos anosotros mismos. Sin embargo algunos tienen todavíadudas.

Después fueron llegando mis pequeños, Lautaro me ayudaba alprincipio con ellos, hasta que llegó el día en que pasábamos tanto tiempojuntos que nos acostumbramos a la presencia del otro.

Hace dos años Lautaro y yo quedamos esperando a Mateo. Fuecuando atacaron los mortífagos.

La isla quedó desolada. Yo también.-Paró dehablar y respiró hondo. La herida todavía estaba abierta.-Teníamos las defensasbajas, ellos buscaban reclutar a los pequeños.

La pelea fue horrible, vi morir frentea mis ojos a mi pueblo, personas que habían estado conmigo desde siempre. Eranmi familia, mis amigos. Logramos salvar a muchos escondiéndolos.

Una de lasbatallas se desarrollaba en las laderas de Castle Withe, en ese momentoestábamos Lautaro y yo escondiendo gente en el castillo antes de seguir con lapelea.

 

Nos acorralaron, estábamos débiles después de las horas de pelea, mesentía muy débil por el embarazo, tenía 5 meses en ese momento. A Lautaro loalcanzó una maldición cortante mientras me protegía. Lo vi morir en mis brazossin poder hacer nada por salvarlo, desangrándose lentamente. No pude enviarningún mensaje, sólo lloraba abrazada a Lautaro. Cuando me di cuenta de que nopodía hacer nada más volví a la pelea con el alma rota. Logramos que losmortífagos se retiraran, pero el daño estaba hecho. Era impresionante, 48 horasantes la isla estaba llena de vida, en ese momento era un campo de batalla, seveían los cuerpos inertes, las personas llorando, las casas ardiendo y loscampos destruidos. No preguntes cómo nos levantamos, pero lo hicimos.

Aún ahora lo extraño, era un gran hombre.

Si yo hubieselogrado hacer un patronus hubiese podido pedir ayuda, pero no pude, Lautaropudo haberse salvado, fue mi error y todavía me pesa.

-Lo siento.

-No sirve de nada sentirlo. ¿Me vas a enseñar a hacer unpatronus?

-Sí.-Le pasó una mano por la cara deteniendo las lágrimasque se escapaban de sus ojos.

-Gracias Remus.

Debía aceptar que la historia de ella le producía unaextraña mezcla de emociones, por una parte se sentía triste por lo que ella habíavivido, por otra parte sentía vergüenza por haberla juzgado sin saber quien eraella realmente y por último y la que estaba predominando era el deseo deprotegerla de todo lo que pudiese hacerle daño.

Se quedó un segundo en silencio buscando las palabras, perono tenía, no sabía que hacer así que dijo lo primero que se le venía a lamente.

-Lo siento. -veía las pequeñas lágrimas que se negaban acaer de sus ojos negros.

-No sirve de nada sentirlo. ¿Me vas a enseñar a hacer unpatronus?-Era lo único que podía hacer por ella.

-Sí.-Cuando vio caer las lágrimas por sus mejillas las secósuavemente, sintiéndose cercana a ella, sin barreras, sin mentiras ni secretos.

-Gracias Remus.-No le respondió y se limitó a abrazarla ensilencio.

-¿Quieres que practiquemos mañana?, creo que hoy deberías descansar.-Seveía muy cansada. La vio asentir con la cabeza y retirarse de su lado. Vio su cálidasonrisa y lo tomó de la mano.

-Gracias.-Le dijo y después sorpresivamente lo besólevemente en los labios para desaparecer, como si fuera un aleteo de unamariposa, dulce y efímero.

El día siguiente se le pasó con lentitud asombrosa, tal vezsería por que su mente se encontraba en su deseo de verla, de estar con ella. Teníauna sonrisa idiota en la cara y sabía que si la mantenía Sirius tendría laoportunidad de reírse de él. Pero no pensaba contarle nada de nada, nunca sesabía que podía hacer. Todavía recordaba la última vez que Sirius había tenidola brillante idea de ayudarlo: había sido si no se equivocaba cuando iban el 5ºy a él le gustaba una chica de otra casa, tamaño error decirle a Sirius, habíahechizado a la chica para que saliera con él. El resultado, estuvieroncastigados dos meses limpiando los pasillos sin magia.

No debía olvidar conseguir un boggart, eso era un problema. Nosabía a quien preguntarle. Sintió a susespaldas una leve tos llamando su atención.

 

Era uno de los Mitland con una caja de madera vistosa yantigua.

-¿Necesita un boggart?

-¿Cómo lo supo?.-Le preguntó sorprendido. Ante su preguntalo oyó reír, era una risa contagiosa y divertida, algo burlesca, pero nomolesta.

-Obvio Remus, si enseña un patronus necesitas un boggart. Essuyo. Cuidelo. Por si quiere saberlo, el boggart de llama Louis, y es algoinquieto.

-¿Perdón?.-Le dijo sin creer lo que acababa de ori.

-El boggart se llama Louis y es de mi castillo, estamosacostumbrados a él.

-Ah.-No podía creer que alguien viviera con un boggart tantranquilamente.

-Lamento no tener dementores o algo que te sirva, es loúnico que puedo ofrecerte, no existen salas de proyección con dementores.

-No importa, gracias.

-Adios Remus, suerte.

Debía aceptar que estar en la isla era como estar en unmundo al revés, nunca sabía que iba a pasar.

Se llevó el boggart al salón y dejó la caja que se removíainquieta en sus brazos en el suelo, esperaba que Louis (no podía creer quedijera eso) se portara bien. Se sentía inútil hablándole al boggart, pero iba ahacer el intento.

-Louis, quédate tranquilo hasta que lleguemos. ¿Vale?.-Esoera ridículo, no podía estar hablándole a un boggart, era como hablarle al tubodel dentífrico en la mañana.

Suspiró y movió la cabeza antes de salir. A ratos sentía quedebía irse de la isla antes de volverse loco. Esa isla estaba tan loca comoAlbus. Pero después la recordaba a ella, y no quería irse.

Aunque una parte de él, su mente racional le decía que sevaya haciendo la idea por que no podía quedarse para siempre allí, en cuantoterminara la guerra se irían, y él con ellos. No era su mundo, aunque ningúnlugar lo era, era un marginado en el mundo mágico y en este lugar era unextraño.

Se fue del salón cerrando suavemente la puerta.

Antes de haber alcanzado el final del pasillo vio unapequeña sombra que lo espiaba. Era imposible no saber quien era, el pequeñoEric estaba mirándolo con una sonrisa curiosa y en sus manos llevaba un ositode peluche que tenía la manito en la boca del pequeño.

-Hola Eric.-Le dijo mientras se agachaba y extendía losbrazos. Lo vio caminar hacia el y sonreir.

-Hoa-Le dijo sin soltar la mano del osito.

-¿Al osito no le duele que te lo comas?

-No, a él dusta comed yo manita. ¿ya?-Se apoyó en su pecho yRemus lo tomó en brazos para sacarlo del pasillo.

-¿Te escapaste de nuevo cierto?

-Sí, ¿tu idual?

-No, yo no me escapo.-Mentira, le respondió su subconsciente.El escape siempre había sido su defensa. Nunca el enfrentamiento, siempre elescape, la diplomacia.

-Um, ¿me llevas a jugad al patio?

-Bueno, pero no te comas el osito.

-Ya.

Estuvo jugando con él sólo un rato, por que después aparecierona su lado los mellizos y se pusieron a correr alrededor de él hasta que seaburrieron y se sentaron.

-Cuéntanos una historia.-Le dijeron a coro.

-No sé ninguna.-No era mentira, no sabía ninguna, o no lasrecordaba. Al verlos que se mostraban tristes decidió contarles la únicahistoria que se le ocurría, se la contaba su abuelo, la Blanca Nieves. Le gustaba estarcon los niños, siempre le habían gustado, le parecían divertidos y agradables,cuando era pequeño quiso un hermano pequeño, pero después se había dado cuentade que era improbable, habían muchos contra, el mismo era ya un obstáculo.

 

Al final del día sentía nervioso. ¿Y si resultaba que enrealidad no era tan bueno enseñando como creía? ¿Y si fracasaba? ¿Y si seenamoraba de ella?

El beso de la noche anterior le hacía sentir mariposas todavía,sonrió pensando que si era honesto consigo mismo le gustaría repetirlo.

Se sentó frente a la caja en el suelo, miraba la caja pensandoen que no sabía como saludarla. Eso y además tenía la duda si hablarle o no alboggart, a lo mejor sólo era una broma.

-¿Raúl te prestó a Louis?.-Le habló una voz desde la puerta.

-Pensé que era broma.-Se levantó para saludarla. Se sintiónervioso cuando se acercó a ella.

-No es broma, a Raúl le gusta ponerle nombre a casi todo. Teacostumbras con el tiempo.-Se encogió de hombros y se sacó la capa.-¿Quéhacemos ahora?

Se había quedado mirándola fijamente, se sintió abochornadoy bajó la mirada, como un niño.

-¿Te parece si empezamos con el movimiento de la varita?

-Está bien.-Le dijo mientras se acercaba a ella, sintió susuave perfume, su piel suave que se sentía fría al contacto. Por lo menos lasala estaba temperada, pero fuera del salón no, y ella acababa de llegar.

Estuvieron un largo rato practicando el movimiento y elhechizo, mientras la miraba pensó que todavía era mejor que no sacaran elboggart por hoy, por lo menos antes de saber en qué se convertiría. A lo mejorsi se lo preguntaba.

-¿Sabes en que se convierte tu boggart?

-Sí, en cuerpos muertos.-Le dijo reprimiendo un escalofrío.

No le serviría Louis. Debería practicar y rogar que en labatalla pudiese hacerlo bien.

Después de un rato se dio cuenta de que los resultados ibande mal a peor. Decidió volver al comienzo.

-Busca un recuerdo más fuerte, ese no es suficiente. Cierralos ojos y ahora busca en tú memoria un recuerdo feliz. ¿Lo tienes?

-Sí.-Tenía los ojos cerrados.

-Ahora intentalo

-Expectro patronum.-de su varita salió una nube plateada muydébil, demasiado debil.

-No, debes buscar un recuerdo más feliz.-La miró a los ojosy quiso perderse en ellos, quería verlos sonreír chispeantes y alegres, notristes.-Busca
¿ya lo tienes?

-Sí. Expectro patronum.-El resultado fue el mismo. Era mejordejar la clase allí por esa noche.

-Deberías ir a descansar, te hará bien.-Le dijo tranquilotomando su capa y poniéndola sobre sus hombros. Vio su mirada triste y sesintió culpable de no poder hacer nada.

-¿Lo hice horrible?

-No te preocupes, es la primera clase. Lo lograrás.

-Gracias.-Parecía que no hubiese creído nada de lo queacababa de decir.

-Ven, no te preocupes, la abrazó y cuando la sintiótranquila se separó de ella y en silencio se miraron, no sabían comodespedirse, habían cruzado el límite de la amistad, pero había sido un cambiotan sutil que ahora no sabían que hacer. Remus se acercó a ella y la besó, alprincipio suavemente, esperando en que momento ella se escapaba, pero ella seacercó más a él ahondando el beso. Cuando se separaron se miraron a los ojos, lavio sonreír antes de alejarse, dejándolo con una sonrisa estúpida en la cara.

Esperaba con ansias la próxima noche.


Nuevamente el día se le hacía eterno, la encontró variasveces en los pasillos y le sonrió. Pero en la tarde vio a Sirius con la típicasonrisa de "se que hay algo que no me has dicho", intentó arrancar de él, peroel muy maldito lo atajó. Maldijo en voz baja, las mentiras no le salían tanbien como para engañar a Sirius.

 

-Bien Lunático, me debes una explicación. ¿Quién es laafortunada?

-Sirius, ¿No tienes ninguna falda que perseguir?

Sirius se recostó contra la pared y se miró las uñas conelegancia.

-Sí, pero me muero de curiosidad. Cuéntame Lunático.

-No, eres un chismoso y te burlas de todo. Te cuento cuandomadures. Es decir
nunca. Le dijo sacándole la lengua y saliendo de allí. Siriusse acercó a él y le tapó la pasada.

-No te dejo ir si no me dices.

-No puede estar aquí eternamente.

-Pruébame. Te apuesto que me quedo aquí muuucho tiempo.

-No voy a hablar.-Se cruzó de brazos. Parecían dos niños pequeñospeleando.

-Porfis Remus. ¿Lunático tú no le mentirías a tu amigo detoda la vida? No seas malo.-Le dijo haciéndole ojitos. ¿Qué se creía ese perro?Ni que fuera qué de él.-Oye, esperate. Yo sé la respuesta. A ti te gusta misobrina
¿saliste con ella?

-Métete en tus asuntos Canuto

-Lo sabía ¿Y?

-¿Y qué?

-¿Qué vas a hacer?

-Nada. Por ahora nada.

-Eres un lobo cobarde. Hasta la caperucita tiene más agallasque tu.

Le gruñó despacito mientras se iba por el otro lado. PeroSirius era como un moscardón cuando quería respuestas y ahora las quería.

-Lunático tienes que ser rápido, no te va a esperar porsiempre.-Eso ya lo sabía, pero él era peligroso y no tenía nada que ofrecerle.

-No lo entiendes Sirius. Sabes que soy peligroso.

-No digas burradas, más peligrosa es ella que tú ¿Cuándo seven de nuevo?

-Esta noche. Pero no te pases rollos raros. Es algo que mepidieron.

-¿Quién?

-Albus

-Um. Está bien. Eso era. Te veo después, tengo una cita alas 9. Suerte lunático, no sé si llego temprano-Se fue dejándolo de una piezaen el pasillo.


Debía acordarse de devolver a Louis, ahora no le preocupabahablar con un boggart, en la tarde había estado un buen rato al lado suyo hablándole,era más bien hablar solo, ordenar sus ideas, debía verse ridículo. ¿A quien selo entregaría?

Se encontró con Albus que buscaba algo en la biblioteca.

-¿Albus?

-Dime Remus

-¿Qué hago con Louis?

-¿Quién es Louis?

Respiró hondo antes de responder.

-Un boggart.-Vio el destello de diversión en los ojos deAlbus antes de oír su risa.

-Déjame a Louis, yo lo devuelvo. ¿A quien por cierto?

-A Mitland Texeira.-Le contestó rojo de verguenza.

-Ah, sí, es típico de él. Una vez tenía una piedra llamadaMarta. ¿Qué habrá pasado con ella?

-No sé Albus. Gracias.

-De nada Remus. ¿Cómo van las clases?

-No muy bien, pero tenemos tiempo. ¿Cierto? -La últimapregunta fue un ruego. Albus lo miró con ojos preocupados.

-No lo sé Remus. Hay que esperar. Pero por ahora debemos aprovecharel tiempo, no sólo en entrenar, sino también en ser felices. Nadie sabe cuandollegará su hora de partir. ¿Lo entiendes Remus?

-Sí, pero

-Sin peros Remus, son los peros los que no nos permiten serfelices. Inténtalo Remus, no sea que después te arrepientas. El tiempo no serecupera.

 

-Gracias Albus, por devolver a Louis y por lo que dijiste. Lovoy a pensar.

Cuando llegó al salón ella estaba sentada en el sueloapoyada en la pared jugando con una pelotita de goma, de esas que usan los muggles.

-Hola

-Hola. ¿Lista?

-Sí

Esta vez ensayaron el hechizo, pero no lograba más que unhalo plateado sin forma. A él le preocupaba que ella se frustrara confacilidad, aunque era suficientemente tenaz como para lograrlo.

Cuando la vio cansada decidió dejarlo así por esa noche, noquería que se cansara más de lo que ya estaba.

-¿Qué te parece si continuamos mañana?

-Está bien. Mañana. Duerme bien Remus.-Le gustó oírle decirsu nombre. Otra vez el silencio incómodo, sin saber que hacer, la diferencia esque ahora se sentía más seguro de lo que ella sentía, y más confuso conrespecto a sus sentimientos. Al verla que ella no hacía nada la besó suavementey tomándola de la mano se alejaron del salón.

Cuando se encontró solo en su cuarto se acercó al ventanal ymiró hacia el cielo nublado, mañana llovería, pero se sentía tan ¿feliz? Que nadale importaba, ni la guerra, ni los problemas, esa noche no quería pensar ennada que no fuese ella.

Tocó delicadamente la puerta, nunca le había gustado eso detocar fuerte, eso no era para ella.

-Pase.-Oyó la voz de su amiga desde el otro lado de lapuerta.

-Hola Dora, ¿podemos hablar?

-Claro, pasa. ¿Estás bien?-En realidad se sentía enperfectas condiciones.

-Sí, pero quiero pedirte la tarde libre, quiero haceralgo
-Le dijo con una sonrisa coqueta.

-¿Melody que piensas hacer?-Uf, muchas cosas, debíaaprovechar que tenía sangre de sirena. Pero eso no lo podía decir, su amiga lamiraba fijamente.

-Nada, sólo apresurar las cosas. Tú también lo haces, no tehagas la santa.

-Sí, pero acepta que Remus es más lindo y más simpático.-¿Lindo? A ella le gustaba más que se vistan de negro.

Se encogió de hombros antes de responder.

-A mi me gustan diferentes. ¿Me dejas?

-Claro que sí, es tú desición. Además creo que es bueno quete enamores, nunca antes habías salido con nadie.

-Es que nadie me había llamado la atención.-

-¿Manuel tampoco?

-Nop, por eso es que le dije que no iba a salir con él. Creoque Severus es diferente. Es una persona que no quiere mostrar lo bueno que esy yo me voy a encargar de que lo muestre.

-Suerte por ti Melody. ¿Vienes mañana o quieres libre? No tehas tomado libre en mucho tiempo.

-No, mañana vengo a clases, me gusta lo que hago. Nos vemos.

Mientras caminaba pensaba en la ironía, era muy hermosa y losabía, la mayoría de los hombres sólo se fijaba en su físico y en nada más. Aella eso le molestaba, siempre había sido de carácter tímido y retraido. Lecostaba hacer amigos y la idea de salir con alguien la preocupaba. Tenía la ideade que la mayoría de las personas creía que las sirenas eran estúpidas, sumadre, una sirena que se había ido a vivir a la tierra por amor era muy inteligente, no era una linda cáscaravacía. Vivía con su padre, un humano del cual ella había heredado el pelodorado y los ojos castaños, su madre era una criatura de mar, de hermoso pelocolor coral y piel tostada.

 

Ahora su problema era cómo atraerlo, siempre bromeaba sobresusar sus poderes de sirena, pero en realidad no lo haría quería que si él seenamorara de ella sea por que vio en su interior algo que le gustara, no por unencantamiento.

Se fue a su casa que colgaba en el acantilado más cercano alcolegio, era su refugio, algún día le gustaría conocer Inglaterra, había oidomuchas cosas de allí y todos decían que era lindo. Pero a ella no le gustabaandar sola, nunca se atrevería a pedir alguna dirección o algo así si seperdiera y a diferencia de los magos no podía desaparecerse, en ese sentido separecía más bien a los no mágicos.

Lo vio parado en el acantilado, debía tomar camino más largosi no quería encontrárselo, ahora que estaba cerca de él, no estaba segura. Silo pensaba friamente, habían hablado dos veces y nunca la miraba cuando pasaba.Tal vez debería olvidarse de esas tonteras e ir a descanzar. Tal vez nadar unpoco y después iría al colegio yordenaría la enfermería, aunque esa mañana ya la había ordenado.

-No veo por qué no toma el camino de siempre señoritaMelody, hasta donde yo sé, no debería darle vergüenza pasar por el lado de una persona.-Laestaba mirando muy serio, tal vez a él le molestara su presencia.

-Yo
no
lo siento.

-No entiendo. ¿Lo siente por qué?

-No quería molestarlo.-Se puso a jugar con un mechón de peloque se había escapado del moño mal anudado.

-No me molesta, es su casa.-Se alejó de ella caminando,callado y sin voltear en ningún momento. Aunque se sentía algo frustrada por lomenos ya sabía que él no podía sentir nada por ella.

Había decidido tomar un par de horas de descanzo antes deseguir ayudando a organizar la pelea. Insconcientemente sus pasos se habíanacercado a la cabaña donde ella vivía. Sabía que ella no llegaía temprano, asíque podía sentarse un rato e imaginar que la veía pasar por aquel camino depiedras milenarias.

No podía entender que le pasaba, la mujer en cuestión teníaapenas 25 años a lo sumo y ni siquiera era humana del todo, lo que no la hacíamenos hermosa. Tenía muchos pretendientes de su misma edad y de seguro yatendría novio. No tenía tanta suerte en el amor como para que la mujer que a élle gustaba estuviera soltera. Además en caso de que no tuviese novio era pocoprobable que se fijara en él.

La observaba cuando veía que ella estaba distraida, siemprejugaba con un mechón, lo enrosacaba y a veces mordía como un acto denerviosismo si se le pedía que hablara cuando habían muchas personas. Durantelas veces que habían almorzado ella hablaba mucho con las personas que conocía,pero se había dado cuenta de que si él estaba presente la joven parecía másreticente a conversar. Tal vez le desagradara tanto que le molestara supresencia. Le gustaba observarla, sus pasos siempre era suaves y ahora que lopensaba nunca la había oido retar a ningún alumno.

A él le gustaban especialmente sus ojos castaños, erancálidos, dulces y en ellos brillaba una luz diferente, única.

Las pocas veces que había dado sus opiniones le habían hechoformarse una imagen de sus pensamientos, era una mujer inteligente y culta.

Dos veces había conversado con ella, las dos de pociones quese necesitaban, le gustaría que no hubiese tanta formalidad entre ellos, perola timidez grave de la sirena y la adustez de él minaban las posibilidades delograr conocerse más.

 

Sintió su suave aroma a flores antes de que ella parecciera.La vio dudar al verlo y se decepcionó, él soñana a diario con ella yella lo evitaba.

-No veo por qué no toma el camino de siempre señoritaMelody, hasta donde yo sé, no debería darle vergüenza pasar por el lado de unapersona.-Se sentía muy nerviosos en su precencia.

-Yo
no
lo siento.

-No entiendo. ¿Lo siente por qué?.-Exacto, ¿por qué un sercom oella podría pedirle disculpas a él?

-No quería molestarlo.-Se puso a jugar con un mechón de peloque se había escapado del moño mal anudado, otra vez siempre hacía eso y a élle dieron ganas de tomar el pelo y acariciarlo suavemente, quería saber comoera se textura, parecían hilos de oro hilado.

-No me molesta, es su casa.-Se alejó de ella antes de pensar más estupideces, peroantes de marcharse se volteó a verla, estaba parada donde mismo y en sus ojosse notaba la pena. ¿Habría sido muy brusco?

-¿Está bien?

Ella asintió sin contestarle ni mirarlo a los ojos. Seacercó un poco más a ella.

-¿Quieres hablar conmigo?

Negó sin hablar y se ruburizó.

-¿Quieres dar una vuelta?

-Sí

Empezaron a caminar por los acantilados en silencio, ya nose veía tan deprimida y pudo observarla, su pelo se había soltado y la cintaque lo amarraba descanzaba en el bolsillo de su túnica, se le había caido casial comenzar a caminar.

A pesar de sentirse preocupada por no ser tan interesantecomo debería selo se sentía bastante cómoda de pasear con él, ya habíanconversado de un par de temas y ella tenía muchas preguntas sobre él, legustaría hacerle todas, pero sabía que tenía un límite. Aunque hasta ahorahabía respondido todas y cada una de ellas, aunque también le había preguntadobastante. Al final se había decidido y ahora estaban sentados en la cabañatomando té y conociendose un poco más. Tal vez las sirenas no se quedaban solas para siempre.

Decidió preguntar por los horarios de ella, existía unaposibilidad (muy menor) de que en realidad se encontrara muy cansada y eso ledificultase realizar el hechizo.

Eran las 3:44 y debían juntarse a las 3:45, así que tal vezllegaría temprano si es que le daban el aviso a tiempo, sino, la esperaría.

Se sentó en el sillón y sacó el libro de runas que habíaenontrado, era una historia de amor antigua en la que se unian la vida y lamuerte, en un destino que irrevocablemente los unía.

Se encontraba intentando entender a Melody y sus anormalesgustos cuando uno de los lobos le entregó una nota cerrada. Era de Remus, nuncahabía visto su letra, era ordenada, a diferencia de la suya.

La nota decía que se iban a juntar a practicar a las 3:45 enel mismo lugar, ya que podía ser por que ella estuviese muy cansada. Enrealidad no creía que fuese eso, pero no importaba mucho, a ella le agradabaestar con él. Miró el reloj, estaba a pocos minutos de la hora que decía en anota, llegaría un poco tarde, esperaba que no le molestara.

Cuando llegó lo vio sentado leyendo, de a poco la sala quese encontraba vacía a excepción de los antiguos tapices, se iba llenando, ahoratenía un sillón y un par de colchonetas.

 

-Hola

-Hola, perdón por el atraso. Recibí la nota casi en la horay estab en el colegio.-Remus se acercó a ella y puso un dedo sobre sus labiosen señal de silencio.

-No me debes explicaciones.-Le dijo on voz suave y grave, lamisma voz que le quitaba la respiración. No puso evitarlo y lo besó al prinipiosuave, después hambrienta de sus labios.

-Te amo.-Lo dijo sin pensar y cuando lo miró vio en sus ojosel mismo amor que sentía ella, pero en segundos vio el dolor aparecer en susojos.

-Yo igual, pero sabes que lo nuestro no es posible.

-¿Por qué?

-No tengo nada que ofrecerte.

-¿No me amas?.-Cerró los ojos para no ver cuando le dijeraque no, pero al sentir su contato los abrió.

-No es eso, te amo, me encantaste desde que te vi en elconsejo, no podía quitarte los ojos de encima.-la tomó de las manos y la mirófijamente.-Pero, no tengo nada que ofrecerte, busca alguien más joven, que seenuentre sano.

-A mi me gustas tú. Remus, escuchame por favor. No meinteresa que seas licántropo, y no me interesa lo que tengas o no tengas, a milo único que me interesa es si me amas.

-Te amo, por eso no quiero hacerte daño.

-¿Te vas terminando la pelea cierto?

-Sí.

-Entonces, déjame estar en tu vida hasta que esto termine.Por favor Remus.

-¿Te das uenta de que vas a sufrir más después?

-Sí, y no me interesa.

Remus la abrazó con fuerza, esperaba que eso significara unsí y que no alejara de ella inexorablemente.

-Intentemoslo.-Le dijo mientras la besaba en el pelo,sonriendo tristemente.

-No te vas a arrepentir señor lobo.

-Respondeme eso, ¿por qué señor lobo?

Se rió, al parecer el lobito no era tan inteligente comocreia.

-Para que te acostumbres a aceptar que eres un lobo.-Le dijomeintras se encogía de hombros.-Además me pareció divertido molestarte en elconsejo con eso, sabía que te molestaba y aunque me llamabas la atención, tambiénme desagradaron tus comentarios.

-Lo siento. Por cierto, yo pensé que eras algosanguinaria.-Se abrazó a él riendo.-¿Quieres practicar el patronus o prefieresdejar lo para después?

Resultaba tentador decir que después, pero no quería perdera Remus en la misma situación que a Lautaro.

-Sí

-Piensa en que te amo.-Le dijo sonriendo

-Expectro patronus.-Pensaba que podía lograrlo esa vez,estab tan feliz, o eso pensaba. Pero cada vez que pensaba en Remus y ellajuntos su mente le repetía que era por poco tiempo, después el se iría.

Después de dos horas intentandolo Remus decidió dejar elentrenamiento en pausa. ¿Qué sería lo que estaba fallando? Tal vez sería mejorque onsiguiera otro maestro mejor.

-¿Descanzo?

-No. Una vez más.-Le dijo meintras recordaba la última vezque había estado con los niños en la playa, con Eric enojado y los pequeñosjugando, recordó las risas de cristal y la paz de Mateo al dormir, recordó elbeso de Remus.

-Expectro patronus.-De la varita salió un lobo plateado.

-¡Lo lograste Dora! ¡Lo lograste!.-Se abrazaron.

Remus se separó un poco de ella y la miró.

-¿Un lobo?, ¿Tu patronus era un lobo?

-¿Remus?.-le preguntomientras estaban abrazados en la sala después de practicar el patronus.

-¿Qué sucede?.-lepreguntó mientras le acariciaba el pelo.

-Tenemos que contarlea los niños sobre esto, a excepción de que no quieras que nadie lo sepa.

 

-No, pero y sireaccionan mal, ¿y si se niegan?

-Te quieren Remus, noseas negativo. ¿O es que no quieres que los sepan?

-No me molesta que losepan, te amo y eso es lo único que vale. Y me parece que es lo correcto, sontus hijos y necesitan que sea su madre la que les de la noticia, ya que estoyseguro de que se filtrará la noticia antes de la cena.

-¿Podemos ir ahora?,a esta hora creo que deben estar jugando.

-Está bien, ¿tesientes bien?

-Sí, sólo asustada yun poco mareada, debe haber sido algo que comí, ¿y si reaccionan mal?

-¿porqué habrían dereaccionar mal? Ellos te aman y lo comprenderán y hasta donde sé no me odian.¿Porqué no vas donde Melody? -dijo con una sonrisa mientras le daba la mano ysalían de la sala rumbo a la torre donde estaban los niños.

-No, yo estoy bien, veamoslo de los niños. Oye, es en serio, me siento bien.-Le dijo al ver la mirada depreocupación de Remus.

Antes de entrar ambostomaron aire y él le sonrió en apoyo, sabía que la decisión de estar juntosincluía a los niños y la perspectiva le agradaba, los niños eran dulces y ellanecesitaba a alguien a su lado, alguien que la amara, y él la amaba con todo sucorazón.

Mateó estaba mirandofijamente a el caballito de madera que avanzaba solo, mientras que Eric hacíaandar mientras se reía de la cara de embelesamiento de su hermano menor.

Edilweiss y Cristaljugaban al té, una en constante silencio y la otra hablaba sin parar, exceptocuando saludo a su madre y a Remus desde su asiento. Dilan y Marie discutían agritos desde el balcón por quién había botado no se qué cosa de papel.

-Mamá, dile algo aDilan tiró al fuyen de papel por el balcón y me estaba quedando bonito.-le dijoMarie mientras corría a agarrarse de su falda mientras hacía un puchero.

-Ella se lo ganó,quemó al oso que estaba dibujando porqué ella dice que estaba feo, es mala y selo merece.

-Basta los dos,dibujen más, y no peleen, son hermanos, los hermanos no pelean se apoyan.Además necesito hablar con todos, vengan acérquense.-Los vio dudando, se acercóa la cuna de Mateo y lo cogió en brazos mientras el pequeño cambiaba el pelo decolor verde a rosa al verla.

-¿Porqué viene Remusacá?.-Preguntó Edilweiss suspicaz

-Porqué tenemos algoque decirles.-dijo Remus mientras le sonreía ante el ceño fruncido de lapequeña.

-¿Salenjuntos?.-Soltó Dilan mientras se encaramaba sobre la mesa.

-Bájate de la mesaDilan, te vas a caer.-Le dijo mientras se ponía roja y su pelo tomaba colorgranate.

-Pues sí, la verdades que nosotros estamos juntos y creemos que ustedes debían ser los primeros ensaberlo.

-¿Se van acasar?.-Remus miró a los niños y sonrió imaginándolos como hijos suyos. Tal vezno sería una mala idea, pero eso significaba nunca más volver a Londres, peroallá tampoco tenía mucho que perder, sólo, siempre desempleado y viviendo aduras penas, segregado por la sociedad. Si se quedaba allí iba a ser feliz apesar de estar maldito.

-No, no por ahora,tal vez más adelante veamos eso, por ahora solo estamos juntos. ¿No lesmolesta?

-A nosotrosno.-dijeron los mellizos a la vez.

-¿Qué es estar juntos?.-preguntóEric con cara de duda

-Significa que nosamamos y que Remus va a estar a mi lado mucho tiempo, pero no por eso los voy aabandonar, los sigo amando y eso nunca va a cambiar, se los prometo.

 

-Ah, niño dice si aque Remus se quede. Dijo mientras abrazaba a Remus

Cristal sonrió yasintió mientras que le daba un codazo a Edilweiss que seguía con el ceñofruncido.

-¿Nos vas aabandonar? Ya pasas mucho tiempo con él. Después vas a casarte con él y nos vasa olvidar y nos vas a cambiar.- Le dijo atropelladamente mirando con rabia aRemus.

-No, mi cielo, no esasí, tranquila, no va a pasar eso. Te lo prometo.

-No te creo.-Dijomientras salía corriendo de la habitación, Tonks dejó a Mateo en brazos de Remus mientras salíatras la pequeña.

La encontró a lasalida de la habitación, la pequeña había sentido demasiadas pérdidas en pocotiempo, su reacción era natural, pero

Antes del anochecertodo el castillo y sus visitantes sabían que Remus y Tonks estaban juntos, asíque no se molestaron en esconderlo. Y al parecer a los niños no les habíamolestado, ya que habían reaccionado bien a la noticia.

No había pasado unmás juntos cuando llegaron desde Londres desalentadoras noticias: los espíasdecían que los mortifagos iban a atacar en cualquier momento. El consejo y losextranjeros había estado reunido durante más de 6 horas organizando el ataque. Yya era hora de comenzar a organizar a la gente.

-Tenemos que llevar alos que no puedan luchar a los refugios, no sabemos el momento exacto delataque, sólo que va a ser muy pronto. Harry, tu eres el elegido ¿qué piensas?

-Que, yo
-Dijotartamudeando ante la mirada de más de 50 personas. Respiró hondo antes dehablar.- Tenemos que enfrentarnos a l innombrable, unir nuestras fuerzas yderrotar a sus fuerzas oscuras.

La preparación parala batalla apenas les dejaba tiempo a solas, pero aún así conseguían ratos sinnadie que los moleste, ratos en los cuales la guerra no era una palabraconocida para ellos. Las últimas dossemanas habían sido movidas y todos se encontraban concentrados en la batalla.Tonks llevaba cerca de dos semanas sintiéndose mareada y en las mañanas muchasveces no había sido capaz de comer bocado alguno. El día anterior habíanpreparado la poción para saber si estaba embarazada con Remus, la respuestahabía sido positiva, iban a ser padres.

-¿Es o noes?.-preguntó Tonks casi saltando sin entender los cambios de color de lapoción mientras Remus la miraba con ternura mirando alternativamente el libro yel color que tomaba la poción.

-Oh Merlín, no puedeser
¡vamos a tener un bebé!.-La abrazó mientras la levantaba en brazos y labesaba. Sorpresivamente la dejó suavemente en el sueño y la miró preocupado.

-¿Qué pasa Remus?¿Remus?.-Le dijo preocupada mientras veía la luz de alegría de los ojos de suamado cambiar por preocupación y rabia.

-No puedo ser tanimbécil.-Le dijo dándose vuelta y apoyándose en la ventana. Mientras ella lomiraba con sus grandes ojos negros húmedos por la felicidad de saber que iba aser madre de nuevo y por la pena de saber que tal vez Remus no quiera a subebé.

-Soy un imbécil, lehe traspasado una maldición a un pobre niño.-Ella le tocó el hombro, pero él seseparó de ella.

-No hables así, no esuna maldición, lo viste aquí.

-Tu misma lo hasdicho, sólo aquí, en otros lados será tratado como un paria.-Le dijo con rabiacontenida.

-Si no lo quieresnadie te está obligando a cuidarlo, si te da la gana puedes irte, pero yo noconsidero a mis hijos como parias.-Vio que la mirada en el cambiaba.

 

-Yo, lo siento, enserio.-La abrazó, en un principio el abrazo de parte de ella fue frío, pero alcabo de unos instantes se encontraban besándose nuevamente.- Tengo miedopequeña, disculpa lo que dije

-No son parias Remus,nuestro bebé no va ser un paria, y tú miamor, no lo eres.-Le dijo mientras tomaba sus manos entre las suyas.- Quieroque se parezca a ti Remus, pero quiero una niñita, ¿tú que quieres?

-Yo no sé, sólo unbebé, pero que se parezca a ti, aunque si es posible que no sea tan impacientecomo tú, sino hay Merlín, no voy a dormir en mucho tiempo. ¿Crees que sea lobo?

-No lo sé, no es tanterrible, acá será tratado con respeto si es respetuosa, no se les marca por suraza, sino por su forma de ser.

-Gracias mi pequeña,¿sabes? Creo que también me gustaría que sea niña. En caso que sea lobo ya medi cuenta de que si son niñas son más manejables, y ya tengo un par de nuevoshijos que son levemente complicados y mañositos. Y que me enamoraron como sumadre.-la besó suavemente y sonrió.

Mientras miraban lanoche oscura llena de estrellas yseguían hablando de sus planes mientras se abrazaban oyeron los cuernos de losvigías a lo lejos.

Ambos se incorporaronrápidamente y se vistieron apresurados entre miradas de miedo, dándose animomutuamente. Ya sabían que había empezado la temible batalla.

-Quédate en elrefugio con los niños Tonks, te lo ruego.-dijo sabiendo que una orden soloempeoraría la situación y ella iría a pelear igual.

-Remus, te amo,tenemos que ir a pelear.

-Y yo a ti Tonks, porfavor, cuídate no vayas a la batalla. ¿Y si le pasa algo al bebé? ¿Y si te pasaalgo a ti? Piensa en los niños, piensa en mí por favor.

-No, voy a pelear.-ledijo mirándolo desafiante

-Novas a ir.-le dijo serio. Tenía pavor a que le pasara algo a ella.

-Remus,segundo cuerno, vamos apurate, vemos eso después. Ayudame a llevar a mis niñosal refugio. Le dijo mientras ambos corrían hacia la habitación de los pequeñosy los sacaban de la cama y se los entregaban a unas jóvenes que estabanencargadas de llevar a los niños y a los que no podían pelear a los refugios.

-Losquiero mis niños. Les dijo mientras abrazaba a casa uno de ellos. Los niños aúnadormecidos la miraban con miedo el ajetreo y el ruido de las armaduras yarmas.

-¿Quépasa?.-Preguntó Edilweiss en nombre de sus hermanos con los ojos abiertos demiedo.

-Note asustes mi niña, no se asusten. Los llevarán a los refugios. Han atacado laisla, pero esta vez todo será diferente ganaremos. Lo juro.- les dijo Remusmientras los abrazaba y veía como corrían las lágrimas por las mejillas deTonks al despedirse de sus hijos. Cuando los vio irse la tomó del brazo.- andacon ellos, cuidate, todo va a estar bien, en serio. ¿si te pasa algo y a mítambién quién los va a cuidar? Si te pasa algo a ti no me perdonaría jamás elno haber hecho nada por que tu y el bebé estén a salvo.

-Vamosa estar bien, en serio. Pero está bien, lo haré por los niños, dijo mientras sumano bajó instintivamente hacia su vientre protegiendo al pequeño bebé quellevaba en su interior.

Remuscorría de un lado a otro lanzando hechizos protectores mientras veían que de aapoco la burbuja que los cubría se trisaba dejando entrar a las capas negras yal innombrable. Y la pelea comenzó. Remus se trasformo en lobo y comenzó elferoz ataque contra el ejercito de monstruos que había unido en su reinado demaldad Voldemort.

 

Mientrastanto en el refugio sentían el ruido de la batalla y Tonks se movía de un ladoa otro, al cabo de 4 horas de pelea, ya no pudo más y se despidió de los niñosmientras se alejaba entre la gente y se inmiscuía en la batalla buscando aRemus mientras lanzaba hechizos y cubría a algunos de los suyos con camposprotectores. A lo lejos distinguió el pelaje castaño de Remus y extendió sucampo de protección hacia donde se encontraba él. Se transformó inmediatamenteen humano al verla, tenía un brazo ensangrentado y la piel rajada en unapierna. Ella sacó un frasquito y vertió un par de gotas de la pócima sobre lasheridas y lo besó.

-nopude estar lejos de ti más, te amo.

-yoa ti, ven, a cubierto. Te amo mucho Tonks-le dijo mientras la cubría de unhechizo tras una muralla que amenazaba en caer y la abrazó por última vez antesde convertirse en lobo nuevamente y seguir en la pelea.

-Tambiénte amo Remus.- le dijo mientras ella se juntaba con los neutrales queaumentaban el campo de fuerza que cubría a los de su bando y que ibadisminuyendo lentamente la fuerza de sus enemigos, Tonks vio a Harry separarsedel grupo cuando el innombrable salió de su escondite y se acercó caminandomientras toda la batalla se detenía a ver lo que iba a suceder, los neutralesse miraron y siguieron creando campos de fuerza que protegieran a los suyos.

Lapelea terminó al amanecer, el innombrable había muerto a manos de Harry y lasbajas en ambos bandos eran considerables. Los enemigos estaban rodeados concampos de energía e iban a ser llevados a las prisiones submarinas del reino de

Christian y Norbert Shilling se encargaban decuidar a dos de sus compañeros heridos, y a Herr Paul Lecroaux cerrando losojos de 4 de sus muertos. Mientras que Giovanni Andretti lloraba junto a suesposa fallecida.

Los Weasley se encontraban junto al cadáver deFred. Mientras que Albus Dumbledore, Minerva McGonagall y Mitland Texeiraamortajaban a los muertos en blancas telas de lino y los ponían en filas,debían ser sepultados al atardecer.

La gente de agua había desaparecido y seescuchaba su canto de dolor por sus muertos a lo lejos.

Los heridos habían sido trasladados al castillo yeran atendidos, otros eran consolados por la muerte de sus seres amados y losmás se reencontraban con sus familiares y amigos vivos.

Veía a lo lejos a los onzas amortajando a sus 5muertos. Buscó con la mirada a Zuki con desesperación, no lo veía desde hace unrato, sintió que su corazón comenzó a latir con fuerza de nuevo al verloavanzar con Alastor abrazados, al parecer había resultado herido.

-Zuki, ¿qué pasó?.-Le dijo conde desesperación alver a su padre herido.

-Está bien pequeña, sólo es un razguño. Túdeberías estar descanzando, por el bebé. Y no reclames, y tu Zuki, ve a ver atu mujer y a mis nietos.

Ushier Manj se encontraba a salvo, con variospabellones destruidos que habría que reconstruir nuevamente, pero a salvo,Archie miraba el castillo con tristeza, pero con la mirada de la esperanza deun nuevo comienzo.

Los muertos de los seguidores de Voldemort fueronllevados a las fosas de lava subterránea que de Lady Siomar, mientras que losprisioneros vivos eran llevados a un Dakar, el cual decidiría según la limpiezade su corazón si vivirían o si morirían.

 

Remus estaba con Cristal por el jardínpaseando al tigre, todavía no podía creer que después de todo una vida siendoun paria ahora tenía una gran y hermosa familia. Le había costado dejar a susamigos, pero había prometido ir a visitarlos y ellos a él; pero el amor deTonks valía más que todo lo que había tenido, además de su pequeño hijo Teddy,ellos querían una niñita, pero no importaba, era su bebé igual y Mateo tendríaun hermanito con quien jugar.

Cristal todavía no decía palabra, perosonreía y siempre parecía que tomaba atención a lo que él le decía, estabacontándole sobre Inglaterra, la pequeña había estado en la mañana estudiandogeografía y quería saber más de ahí. A lo lejos veía a los alumnos de laescuela jugando en los jardines, mientras sus padres preparaban la fiesta de laprimavera que se celebraba al día siguiente, el mismo había estado acarreando mesasy adornos florales que las floristas habían hecho. Tendrían visitas Zuki, suesposa y sus sobrinos, Snape y Melody, Albus, entre muchos otros amigos que seformaron durante la guerra.

-Remus, toma a Teddy un rato, voy a buscar aMateo que anda en brazos de alguna de las chicas del lugar, ya es hora deacostarlos.-Le dijo Alastor entregándole al bebé de pelo azul.

-Gracias. Hola bebé, saluda a tu hermana.-ledijo agachándose para acercarlo a Cristal, la cual sonrió y después acarició asu mascota.

Al llegar a las habitaciones vio a Tonks quele ponía el pijama a los mellizos y los metía a la cama. Ella le sonrió y elsintió como siempre mariposas en el estómago, amaba a esa mujer con toda sualma.

-Hola pequeña. Anda a arreglarte para dormirCristal.-le dijo Tonks a la niña, mientras la besaba en su largo cabello.

Mucho rato después cuando lograron acostar algrupo de niños Rmus y Tonks se abrazaron en silencio, mientras el la acunabasuavemente en los brazos.

-Te amo mucho mi vida, gracias por todo.-ledijo mientras miraba los ojos negros de la mujer que amaba.

-También te amo Remus, y no me des lasgracias, eres un regalo en mi vida.-le dijo colgándose de su cuello y dándoleun suave beso en los labios.

Han0 cd���a, pero esta vez todo será diferente ganaremos. Lo juro.- les dijo Remusmientras los abrazaba y veía como corrían las lágrimas por las mejillas deTonks al despedirse de sus hijos. Cuando los vio irse la tomó del brazo.- andacon ellos, cuidate, todo va a estar bien, en serio. ¿si te pasa algo y a mítambién quién los va a cuidar? Si te pasa algo a ti no me perdonaría jamás elno haber hecho nada por que tu y el bebé estén a salvo.

-Vamosa estar bien, en serio. Pero está bien, lo haré por los niños, dijo mientras sumano bajó instintivamente hacia su vientre protegiendo al pequeño bebé quellevaba en su interior.

Remuscorría de un lado a otro lanzando hechizos protectores mientras veían que de aapoco la burbuja que los cubría se trisaba dejando entrar a las capas negras yal innombrable. Y la pelea comenzó. Remus se trasformo en lobo y comenzó elferoz ataque contra el ejercito de monstruos que había unido en su reinado demaldad Voldemort.

Mientrastanto en el refugio sentían el ruido de la batalla y Tonks se movía de un ladoa otro, al cabo de 4 horas de pelea, ya no pudo más y se despidió de los niñosmientras se alejaba entre la gente y se inmiscuía en la batalla buscando aRemus mientras lanzaba hechizos y cubría a algunos de los suyos con camposprotectores. A lo lejos distinguió el pelaje castaño de Remus y extendió sucampo de protección hacia donde se encontraba él. Se transformó inmediatamenteen humano al verla, tenía un brazo ensangrentado y la piel rajada en unapierna. Ella sacó un frasquito y vertió un par de gotas de la pócima sobre lasheridas y lo besó.

 

-nopude estar lejos de ti más, te amo.

-yoa ti, ven, a cubierto. Te amo mucho Tonks-le dijo mientras la cubría de unhechizo tras una muralla que amenazaba en caer y la abrazó por última vez antesde convertirse en lobo nuevamente y seguir en la pelea.

-Tambiénte amo Remus.- le dijo mientras ella se juntaba con los neutrales queaumentaban el campo de fuerza que cubría a los de su bando y que ibadisminuyendo lentamente la fuerza de sus enemigos, Tonks vio a Harry separarsedel grupo cuando el innombrable salió de su escondite y se acercó caminandomientras toda la batalla se detenía a ver lo que iba a suceder, los neutralesse miraron y siguieron creando campos de fuerza que protegieran a los suyos.

Lapelea terminó al amanecer, el innombrable había muerto a manos de Harry y lasbajas en ambos bandos eran considerables. Los enemigos estaban rodeados concampos de energía e iban a ser llevados a las prisiones submarinas del reino de

Christian y Norbert Shilling se encargaban decuidar a dos de sus compañeros heridos, y a Herr Paul Lecroaux cerrando losojos de 4 de sus muertos. Mientras que Giovanni Andretti lloraba junto a suesposa fallecida.

Los Weasley se encontraban junto al cadáver deFred. Mientras que Albus Dumbledore, Minerva McGonagall y Mitland Texeiraamortajaban a los muertos en blancas telas de lino y los ponían en filas,debían ser sepultados al atardecer.

La gente de agua había desaparecido y seescuchaba su canto de dolor por sus muertos a lo lejos.

Los heridos habían sido trasladados al castillo yeran atendidos, otros eran consolados por la muerte de sus seres amados y losmás se reencontraban con sus familiares y amigos vivos.

Veía a lo lejos a los onzas amortajando a sus 5muertos. Buscó con la mirada a Zuki con desesperación, no lo veía desde hace unrato, sintió que su corazón comenzó a latir con fuerza de nuevo al verloavanzar con Alastor abrazados, al parecer había resultado herido.

-Zuki, ¿qué pasó?.-Le dijo conde desesperación alver a su padre herido.

-Está bien pequeña, sólo es un razguño. Túdeberías estar descanzando, por el bebé. Y no reclames, y tu Zuki, ve a ver atu mujer y a mis nietos.

Ushier Manj se encontraba a salvo, con variospabellones destruidos que habría que reconstruir nuevamente, pero a salvo,Archie miraba el castillo con tristeza, pero con la mirada de la esperanza deun nuevo comienzo.

Los muertos de los seguidores de Voldemort fueronllevados a las fosas de lava subterránea que de Lady Siomar, mientras que losprisioneros vivos eran llevados a un Dakar, el cual decidiría según la limpiezade su corazón si vivirían o si morirían.


Gracias a todos y todas los que siguieron mi historia, gracias por su dedicación. Un abrazo a todos y feliz año nuevo.

Sobre todo gracias a daani, ejaquelinepotter, joce, lauriee olmos, Locaxlupin, LupinaSnape, majomaga, MJ_Lupin, Nat Tonks, Naty_Tonks, Roxie_Vampire y Sera16

La Isla de Los Secretos - Potterfics, tu versión de la historia

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Todos son magos, pero es un universo alterno.. me encantan los universos alternos. La historia tiene algunos de los personajes inventados... pero el resto es d

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2024-10-28

 

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