El matrimonio que todos desearían tener.
La pareja del momento Leandro Alessi y Lena Boyle, a pesar de que solo cuentan con 26y 23 años de edad respectivamente; estos dos no evitan demostrar lo enamorados que están en cualquier lugar donde se encuentren.
Ambos son un símbolo casi sexual para los de su sexo opuesto, de hecho todos esperaban que su matrimonio rompiera al mes de que se casaran, pero parece que estos dos tortolos no piensan separarse, al menos no por el momento "Con una mujer como Lena un hombre no puede pedir más" comento el joven actor; "Sigo enamorada como el primer día" nos aseguró la actriz.
Y en los ojos de ambos, se ve el amor que se tienen el uno por el otro, así que chicas, tendremos que buscar a alguien más que nos ame, ya que Leandro ahora solo tiene ojos para Lena Boyle y bueno su amor en verdad es mágico, lo que cualquier mujer desearía tener.
Deje la revista a un lado, en la fotografía Leandro me abrazaba como si en verdad me amara, su cabello castaño claro y alborotado, era su toque especial, sus ojos verdes que estaban sobre mí, su 1.90 destacaba bastante a mi 1.65, era el hombre perfecto o al menos para la mayoría lo era.
Mi sonrisa en esa fotografía era radiante, como si en verdad lo amara, mis ojos color miel, trataban de decirle a la cámara que estaba más que enamorada de mi marido, mi cabello castaño estaba recogido, y bueno no me veía para nada mal en la portada.
- Buenos días - saludo mi marido.
- Hola - conteste dando un sorbo a mi jugo de naranja.
- ¿Qué hay de nuevo? - pregunto observando la revista.
- Que somos el matrimonio más joven y estable del medio - repuse levantando mi mirada y note que ya estaba vestido, de hecho iba con pantalón de vestir y camisa - ¿A dónde ira el señor Alessi?
- Te dije que hoy empezaba a grabar - me espeto - pero veo que tu mente esta en otra parte.
- ¿Quién será tu co-estrella? - de nuevo había dirigido mi vista a la revista.
- Nicole Fellon - respondió con indiferencia - pero no te preocupes.
- ¿Preocuparme? - mis ojos se clavaron en los suyos - ¿Por qué tendría que hacerlo?
- Bueno Nicole es bastante guapa y bueno cualquier hombre pued
- me eche a reír, mientras él me miraba de forma ácida - ¿Qué es lo gracioso?
- Lo de hombre - su mirada verde era realmente asesina - no me mires así - deje de reír y lo mire fijamente - es que tú y yo sabemos que no eres un hombre.
- ¿Por qué lo dices? - gruño.
- Vamos - sonreí fríamente - un hombre no engaña a su esposa durante el primer año de matrimonio.
- Si la esposa fuera mujer - mi sonrisa se esfumo ante aquello - no dicen que cuando el hombre engaña, es porque no se siente satisfecho con lo que hay en casa.
- Pues en tu caso muchos desearían tener lo que tú - me defendí.
- Eso es porque no te conocen querida - me sonrió a modo burlón - si te tuvieran unos cinco minutos créeme que ya no volvería a pensar que eres la mujer ideal.
Le sonreí cínicamente y me acerque a él sensualmente, pose mis manos alrededor de su cuello, sentí como su respiración se agitaba, tal vez no me amaba, pero me deseaba.
- Pues tú mi querido Leandro tampoco eres lo que esas fans tuyas creen - me separe de él - de hecho no eres nada ni de lo que yo imagine.
Sin más me separe de él y sin ni siquiera terminar mi jugo, tome el bolso que estaba en la mesa y mi abrigo que estaba en el perchero que estaba justo al lado de la puerta para salir.
- Y ya sé que no te dije, pero Benjamin me dijo que tal vez haríamos una película juntos - claro que era una mentira - y bueno amor, no me esperes, si es que llegas - lo último fue más para mí - nos vemos.
Y sin esperar respuesta salí de la casa, subí a mi auto y avente mi bolso en el lado del copiloto, ¿en que momento mi vida se había vuelto esto? ¿Cuándo se había acabado el amor entre nosotros?
Tenía 18 años cuando me case con él, estaba enamorada y pensé que él también; tal vez nos precipitamos a tomar una decisión tan importante, sin estar del todo maduros para un paso como entregarnos por completo al otro, y ahora aquí estaban los resultados un matrimonio sin amor que solo estaba junto porque nos daba fama a ambos.
Esto ya no era un matrimonio, sino un convenio para el beneficio de ambos, llevábamos cinco años de matrimonio, apenas si hablábamos el uno con el otro, éramos dos desconocidos que compartían la misma casa, de hecho ya ni la cama compartíamos.
Carlo tenía razón, era mejor pedirle el divorcio y comenzar de nuevo con mi vida y dejar de lado a Leandro Alessi que solo me había dañado ¿Quién iba a imaginar que ese hombre con cara de ángel, me iba a lastimar? Al menos yo había sido como todas sus fans creyendo que era el hombre que toda mujer deseaba, pero que alejada de la realidad estaba y ahora sufría las consecuencias de mi error.
- ¿Cómo está mi estrella? - esa voz era de Carlo, mi asistente y mejor amigo.
- ¿Viste la televisión está mañana? - pregunto mi agente, Andre que era un hombre de 40 años, cabello negro y ojos miel.
- No - en ese momento era empujada por Carlo que estaba por cumplir los treinta, cabello rubio, ojos aceitunados, era bastante guapo, lastima que era gay - ¿salió algo importante?
- Tú y Leandro en estos momentos son el centro de atención de todos - contesto caminando detrás de nosotros.
- Desde que se casaron lo son - le recordó Carlo.
- Bueno de hecho son la pareja más famosa en estos momentos - acepto Andre - pero ese no es el problema.
- ¿Hay un problema? - mientras Carlo me daba la ropa que tendría que usar para salir al set.
- ¿Sabes quien es la co-estrella de tu marido?
- Nicole Fellon - dije sin entender porque se preocupaba.
- Estuvieron diciendo que tal vez el matrimonio Alessi-Boyle podía terminar, por la joven actriz - lo mire sin entender - los han visto en restaurantes.
- ¿Qué? - arrugue la nariz, aquello me hizo sentir un hueco en el estómago.
- Leandro y Nicole se han visto desde hace una semana - repuso seriamente - pensé que estabas enterada.
- No es algo de lo que hablemos - susurre - pero no te preocupes, en estos momentos estamos mejor que nunca.
- Pues deberías irlo a visitar al set y dejarle claro a todos, que se aman y que nada los separara - asentí levemente - y ahora cámbiate y yo regreso por ti en un momento.
Lo vi salir de mi camerino, Carlo me miraba expectante, ese desgraciado de Leandro se estaba viendo con su co-estrella que debía ser una zorrita, pero a mi no debía importarme en lo más mínimo lo que él hiciera, pero si era así ¿entonces porque me dolía?
- ¿Ahora si le pedirás el divorcio? - pregunto Carlo, después de un tiempo en silencio, en el cual yo me cambie.
- No - elevo una ceja confundido - primero le daré un poco de su propio chocolate.
- ¿Y con quien? - pregunto observándome.
- Hay tantos hombres - respondí tranquilamente - y además antes de eso, le haré una escena que no olvidara en su vida y tampoco la zorra de Nicole.
- No sabes si en verdad hay algo entre ellos - comento - tal vez solo se vieron para conocerse.
- Tal vez - acepté - pero eso lo averiguare pronto y tú me ayudaras.
- Solo pídele el divorcio y esto se termina - replico suavemente - nena este matrimonio, desde casi siempre a sido una farsa, en la cual solo tú sufres, porque a pesar de esa coraza de mujer mala y no me importa nada, esta el corazón que sigue enamorado de Leandro como el primer día.
- No lo amo - dije secamente.
- Puedes mentirle a todos, pero a mí no - sus ojos aceitunados se clavaron en los míos - te conozco mejor que a nadie, tal vez más de lo que tu misma.
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Espero les guste y xfavor comenten y gracias a:
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¿En que momentonuestras vidas habían cambiado? Creo que desde que entro a la habitación y yoestaba con otra mujer, creo que nunca me dejo explicarle, nuestro matrimoniocon amor duro un año, después de eso fue una farsa, apenas si nos hablábamos.
Éramos dosdesconocidos que de vez en cuando compartíamos la cama, pero que no sabíamosnada del otro; sabía que cualquier hombre estaría encantado con ella, menos yo;que estúpido creer que era la mujer de mi vida, cuando aun ni siquiera conocíael verdadero significado del amor.
Y ahora soloestábamos juntos porque era lo mejor para nuestras carreras, no porque enverdad nos amaramos, como el resto de la gente creía. Era raro tener queabrazarla y besarla frente a las cámaras, cuando dentro de la casa ni siquieranos dirigíamos la palabra.
En estos cincoaños de matrimonio, no voy a decir que no me acostado con otras mujeres, porquementiría, pero nunca han pasado de eso, una buena noche y nada más, no habíaamor y tampoco una relación. Subí a mi auto y me dirigí al set en donde mihermosa co-estrella me esperaba; escuche el celular sonar, me coloque las manoslibres y conteste.
- Hola cariño - salude a modo de burla.
- Cállateidiota - parecía que estaba enojada - por eso me dijiste que no debía preocuparme.
- No sé de que hablas - dije sinceramente.
- No tehagas Leandro - me espeto - teestás revolcando con Nicole.
- Creo que ese no es un tema que deba hablar con miesposa - repuse con cierta amargura.
- Sabesque si es cierto y estás manteniendo una relación y alguien los descubre -suspire - lo nuestro se viene abajo y sieso sucede mi hermoso italiano, te destruiré.
- A mi inglecita ya le está saliendo carácter - misarcasmo, la haría enfurecerse más - pero antes recuerda que si yo me vengoabajo, tú te vienes conmigo.
- ¿Quécrees que me den si les digo que te tuviste que acostar con una mujerveinticinco años más grande que tú, para poder llegar a donde estás? -supuse que sonreía - y que además cuandome conociste la dejaste a ella devastada que se suicido dos meses después denuestra boda.
- Es mentira - gruñí - sabes que jamás tuve nada que vercon Amanda, y que ella no se suicido, sino que murió de un ataque al corazón.
- Italianomío - dijo sensualmente, acariciando las palabras - recuerda que tengo amigos con poder y si deseo que la muerte de Amandahaya sido un suicidio lo será y también que solo la usaste para saltar a lafama.
- ¿Con que les pagarás? - pregunte roncamente.
- Misencantos no solo a ti te hicieron caer - sentí misangre hervir - créeme cariño, que lespagaré muy bien.
- Pues inglecita mía - trate de controlar mi voz para nogritar - yo también se jugar sucio y recuerda que yo también tengo contactos.
- No meamenaces - susurro - porquesi lloró frente a la prensa, diciendo que le entregue mi vida a un hombre queahora se revuelca con su co-estrella y que además me golpeo; no creo que tevayan a creer mucho.
Y antes de quepudiera contestar ya me había colgado, esa mujer no era nada de lo que yorecordaba, se había vuelto agresiva, cualquier cosa que dijera era paraatacarme o para humillarme y bueno yo hacía lo mismo, pero era porque ellasiempre comenzaba.
- Leandro llegas tarde - dijo mi agente que era unhombre de cincuenta y dos años, su cabello castaño comenzaba a estar entrecanoy tenía ojos miel, estaba como por veinte centímetros debajo de mi estatura -así que ve rápido a vestuario y cámbiate y ve a maquillaje a que te quiten elbrillo y te peinen.
Sin más camine haciami trailer, mi ropa ya estaba acomodada y lista para usarse, me vestí sinpensar en las amenazas de mi "linda" esposa, no creía que fuera capaz de hacertodo lo que me había dicho por teléfono, la niña tierna y amorosa no podíahaber cambiado tanto en tan poco tiempo.
No podía haberdejado del todo esa niña risueña, que se sonrojaba cada vez que le decía unpiropo, la niña que me entrego su vida.
- Como siempre llegandotarde - repuso Alan el nombre de mi agente.
- Lo siento - dije en vozbaja - es que me quede dormido.
- Ahora no importa -comento Alan empujándome hacia el set.
- Mira que cara traes -repuso un hombre como de unos cincuenta y tantos de edad, cabello negro yentrecano y un tanto robusto - seguramente te fuiste de fiesta a ayer.
- Benjamin - mi agentellamo al hombre que reprendía a otro - ya llego.
- Leandro - su mirada eraseca - ven te presentare a tu co-estrella.
Asentíy camine detrás del hombre que de inmediato supe que era el director, llegamos auna habitación, en donde estaba una chica bastante delgada y tenía aspectofrágil, pero era hermosa y en ese momento se encontraba sentada con un tiporubio que no dejaba de hacerla reír.
- Lena ¿Qué haces aquí? -pregunto el director.
- Hola Ben - saludo y enese momento observe sus hermosos ojos miel - recuerda que en estos momentostrabajo en un programa de espectáculos y no sé que más cosas con Dean Lutner.
- ¿Sigues llevándote biencon él?
- Somos casi hermanos -respondió con una media sonrisa - pero ahora les haré una entrevista a tusactores.
- No tenemos mucho tiempo- le espeto.
- No veo que por aquíeste Ashley - repuso tranquilamente - así que no te cuesta nada dejarmeentrevistar al actor protagónico - me sonrió abiertamente - ¿me dejaríashacerte una entrevista? - solo pude asentir - ¿Ves? - ahora le sonrió aBenjamin - así que ahora déjame con mi entrevista.
- Te doy cinco minutos yno más.
- Leandro - esa voz me saco de mis pensamientos - eshora de que ya estés en el set, Nicole ya te espera.
¿Qué le habíaocurrido a esa chica risueña que me había enamorado? Si se lo preguntara aella, me diría que murió el día que me encontró en la cama con otra. Tal vez siera más culpable de lo que quería ver de que la Lena de la que me enamorehubiera desaparecido.
- ¿En que piensas? - esa voz fue de Alan.
- Nada importante - conteste observando a Nicole queestaba en una cama solo con ropa interior.
- Len te ama y no dudará de tu fidelidad - ese comentarioestaba más lejos de la realidad que cualquier otro, pero en cierta forma meemocionaba, el creer que aun había un poco de amor hacía mí.
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- Ni siquiera tienes amigos importantes - me espetoCarlo.
- No tienes que recordármelo - le reproche.
- Lo amas - repitió.
- Que no - comenzaba a hartarme con eso.
- Entonces déjalo - mi nariz se arrugo.
- No lo voy a dejar - gruñí - al menos no, hasta que lapelícula este en los cines.
- Un año más - camino hacia mí - no te das cuenta quesolo tú te haces daño con esto.
- ¿Hacerme daño? - pregunte casi riéndome.
- Lena - me sorprendió que me llamara por mi nombre - datecuenta que a pesar del daño que te ha hecho, lo sigues amando.
- Ahora resulta que tú sabes más de mis sentimientos queyo - trate de sonar tranquila.
- Te conozco desde hace mucho - contesto pasivamente - ysé que tú en el fondo sabes que lo amas y por eso no te has separado de él, apesar de sus tantas aventuras y que además cuando él te lo pide lo dejas entrara tu cama.
- Es porque yo también tengo necesidades - lo mire deforma ácida - y bueno aun no llega la persona que podría llenarme por completoy es por eso que me acuesto con Leandro, pero no por amor.
- ¿Por qué no hacerlo con cualquier otro?
- Porque no soy como él - dije secamente - pararevolcarme con cualquiera que se me ponga enfrente.
- Mientes - fue simplemente lo que dijo - el amor tesale por los ojos, cada vez que lo ves, parece que es lo mejor que puedaexistir.
- Tengo que irme - la verdad apenas si había escuchadosu explicación - en la hora de la comida hablamos de tus aseguraciones de queamo a Leandro.
Y sin esperarrespuesta salí del trailer, y camine hacia el set, en donde ya estaba mico-estrella que no era ni más ni menos que Dorian Brown, era un chico un añomayor a mí, medía como 1.80, cabello castaño y ojos azules, era bastante guapoy además era cantante, lastima que estaba comprometido.
- ¿Lista? - me pregunto cuando llegue a su lado.
- Solo me pedirás matrimonio - repuse con una mediasonrisa. Pero esos recuerdos que debían irse, se agolparon en mi mente
Estode que él se fuera por dos meses no me iba a ser muy fácil, y mucho menosfeliz, pero sabía que tenía que dejarlo ir, era parte de su trabajo y de supromoción para la película, además apenas teníamos seis meses saliendo, no eraque fuera el amor de mi vida o algo así.
Peroa pesar de eso, mi corazón sufría al saber que no podría escuchar su voz,sentir sus besos ni sus manos y sobre todo no ver esos hermosos ojos verdes pordos meses, creo que en ese tiempo mi vida se había entornado alrededor deLeandro.
Metire en el sofá, para dejar de pensar en que no lo vería y poder dejar un pocoatrás la tristeza que sentía. Observe la ventana de mi departamento y noté quese estaba obscureciendo; mañana en la mañana se iba y ni siquiera una llamada.
- Tal vez esté ocupado -como odiaba que Carlo me conociera tan bien - no debes angustiarte, yo sé queél te ama.
- Si me amara al menos yame habría hablado - replique roncamente, pero antes de que contestara sonó micelular.
- Ahí debe estar elhombre enamorado - me sonrió y yo simplemente tome el teléfono lo más rápidoque pude y sin ver quien era conteste.
- ¿Hola? - conteste untanto ansiosa.
- Lena - esa voz no erade Leandro, sino de Thomas su mejor amigo - lamento hablarte a ti, pero Dro nocontesta y pues pensé que podría estar contigo.
- No está aquí - espereque no se escuchara mi decepción en la voz - pero ¿si quieres yo puedoayudarte?
- Te tomare la palabra -comento tranquilamente - necesito que vengas por mí, ya que mi auto no funcionay el torpe de tu novio no me contesta, así que si necesito de tu ayuda.
- Dime donde estás y yollego.
- Ya entiendo porqueLeandro te ama - dijo suavemente.
Encuanto me dio la dirección colgué y sin más solo me puse una chamarra demezclilla y salí para buscar a Thomas, Carlo en cuanto había comenzado ahablar, se había metido al baño, según él para darse una ducha para quitarse elestrés. Así que tuve que ir sola hasta el lugar donde me había dicho.
Metarde como quince minutos en llegar y cuando llegue note que era un restaurantemuy elegante y que si ahora quisiera entrar, simplemente no me dejarían, debidoa mis jeans desgastados y mis tenis y bueno la playera de conejitos tampoco eramuy adecuada para entrar y mucho menos mi cabello que solo estaba sujeto en unacoleta, en donde algunos mechones caían desordenadamente.
Sonreíante aquello y comencé a buscar a Thomas con la mirada, pero no encontré rastrode él ni de su auto, así que marque a su celular, para que me dijeraexactamente donde estaba, escuche cinco timbrazos antes de que contestara.
- Lena - repuso en cuantocontesto - necesito otro favor.
- Dime - respondíapagando el auto.
- Es que estoy dentro delrestaurante y bueno olvide mi cartera en el auto y no me dejan salir por ella yasí poder pagarles - entendí lo que me iba a pedir.
- No me dejarán entrar -le asegure - en estos momentos parezco vaga.
- Solo dile que vienescon Leandro Alessi y te aseguro que te dejan entrar.
- ¿Usaste su nombre? -eso lo dije un tanto ronca.
- Eso ahora no importa -replico - ahora solo diles eso y con eso te dejarán entrar.
- Muy bien - sin esperarrespuesta colgué.
Bajedel auto y camine hacia el restaurante tratando de que mi aspecto mejorara unpoco, pero sinceramente eso no iba a pasar, observe mi reflejo en unescaparate, suspire aceptando que no me vería mejor y camine hacia la entrada,y para mi suerte decía cerrado, maldito Thomas; llame al ver que estaba unhombre, el cual me miro con una ceja levantada en cuanto vio mi aspecto.
- Vengo con LeandroAlessi - mis mejillas se sonrojaron al ver como ese hombre me veía como si enverdad fuera un vago.
- Acompáñeme - en cuantodije con quien venía su rostro cambio.
Eleveuna ceja confundida, pero no dije nada, solo seguí al hombre que me guió haciaun hermoso jardín, el cual estaba alumbrado perfectamente, dándole un toqueromántico, ahí solo había una mesa pequeña con dos sillas y dos velas que lahacían lucir más hermosa y en uno de los lugares había una rosa roja.
- Con su permiso - y anteeso el hombre desapareció.
Mequede de pie en el mismo lugar, sin entender que demonios hacía ahí y másporque el mesero me había dejado ahí, observe todo a mi alrededor, buscando almenos a Thomas, pero no había nada, pero antes de salir, alguien me abrazo porla espalda.
- Gracias por venir -sonreí al escuchar su voz.
- ¿Qué es esto? -susurre.
- Esto es lo que merecela mujer más hermosa - contesto besando mi mejilla.
- Me hubieras avisado -le reproche - mira nada más como estoy.
- Para mi estás perfecta- me giró suavemente y note que él llevaba traje - y además me gusta más cuandote sientes cómoda con lo que traes.
- Pero no estamos eniguales condiciones - me queje.
- Inglecita - me sonrióde lado y me desato el cabello - así te ves más elegante y mucho más hermosa.
Lesonreí suavemente y bueno él me ayudo a sentarme, recorriendo la silla; encuanto estuvimos sentados el mesero llego con comida, ni siquiera recuerdo quecomimos, su mirada verde me tenía idiotizada, en cuanto termino la cena, comenzóa sonar una hermosa canción.
- ¿Me permite está pieza?- se había levantado de su lugar y estaba frente a mí, extendiéndome su mano.
- Claro - contestetomando su mano.
Colocosu mano en mi cintura y la otra la entrelazo con la mía, mientras que la míaestaba en su hombro, comenzamos un suave vaivén, me susurraba cosas al oídocomo que era la mujer más hermosa que había conocido, en verdad no podía creerque a pesar del tiempo sus palabras siguieran haciéndome sonrojar, a la mitadde la canción, se detuvo y se hincó frente a mí con mi mano entre las suyas ysaco una cajita de terciopelo azul.
- Lena Juliet Boyle ¿Tecasarías conmigo? - y me mostró un hermoso anillo.
- ¿Es enserio? - mi voztembló un poco.
- Te Amo Inglecita y tequiero dentro de mi vida por siempre - me miró seriamente - pero si no quier
.
- Claro que quiero - y meeche a sus brazos - pasar el resto de mi vida a tu lado.
No sabía que pesotenían esas palabras, y en estos momentos me arrepentía de haberlas pronunciadocon alguien que al final me había traicionado sin importarle que me fuera aherir, de hecho creo que eso le había alegrado, tal vez Taylor tenía razón yLeandro solo me quería porque en ese momento era inocente, por no llamarme deotra forma.
- Lena - fue la voz de Bryan el director - ¿Qué pasa?
- Lo siento - me disculpe al ver que ya estábamosactuando.
- No te preocupes - Dorian me sonrió amablemente - solomantén tu mente aquí - asentí levemente.
- Lena, estás consciente de que te miente, pero lo amas- de nuevo moví la cabeza en forma de afirmación - muy bien desde arriba.
Esto era un juegode la vida, tener que hacer al personaje que le mienten y la engañan, los ojosde Dorian no tenían nada que ver con los de Leandro, de hecho ni la historia,pero en cierta forma me sentía identificada con Telma que era el nombre de mipersonaje.
- Cásate conmigo -Dorian estaba de pie frente a mí enseñándome el anillo que una joyería bastanteprestigiada nos había enviado.
- ¿No crees que esmuy precipitado? - cuestione tomando la mano en donde sostenía el anillo.
- Te Amo - su manolibre la posó en mi mejilla - y quiero que estés conmigo por siempre
- Eso es por muchotiempo - susurre recargando mi frente en su barbilla - y ni siquiera sé quienes el que se esconde detrás de esa cara de ángel.
- Se esconde elhombre que te ama más que a su vida - tomo mi barbilla y me obligo a mirarlo.
- Me han dicho quehas matado personas - sentía las lágrimas a punto de salir, estaba por reírme,pero tenía que llorar.
- ¿Te alejarías demí si eso fuera cierto? - negué con la cabeza sintiendo como su aliento semezclaba con el mío.
- No puedes entrar así - ante eso nos separemos, sinbesarnos y giramos hacia la entrada del set.
- Corte - gritó Bryan que parecía sumamente irritado.
- Tu maldita zorra - una mujer a la que en mi vida habíavisto se acercaba a mí, me abofeteo - no creas que dejaré que mi novio estecerca de ti.
- ¿Qué demonios te pasa? - replique sorprendida.
- Sé muy bien que te estas revolcando con mi novio - muybien esta mujer estaba más que loca.
- Vanessa - Dorian la tomo de los brazos, al ver que meiba a golpear - vamos afuera.
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- No seas niña - leespete a Nicole - entiende que no hay nadie más.
- Sabes que eso esuna mentira - los ojos azules estaban cristalinos - que te estás viendo conella.
- Tiene años que nola veo - repuse secamente - además ella es mi pasado.
- Pero estuvisteenamorado de ella.
- Si - acepté -pero ahora solamente Te Am
.
Antes de queterminara fui interrumpido por el celular de Benjamin, suspire girando hacia eldirector que se disculpaba con la mirada.
- Lena tranquila - cabe decirse que Benjamin era casicomo un padre para mi esposa - no te entiendo bien - eso quería decir queestaba furiosa y estaba hablando muy rápido - Leandro sígueme.
Después de esodejamos al resto en el set y nosotros caminamos hacia mi tráiler, en cuantollegamos prendió la televisión y comenzó a cambiar, hasta que encontró uno endonde estaba la fotografía de Lena.
- Ya lo estoy viendo - repuso Benjamin - y Leandrotambién.
- Esto nos llega de último momento - repuso Sarah que era una periodistaque odiaba con todo su ser a Lena - nos informan que la actriz Lena Boyle estámanteniendo una relación con su co-estrella Dorian Brown; y aquí está laevidencia.
En el video salíauna mujer de cabello negro y quebrado y como abofeteaba a Lena gritándole zorra,me sorprendí al ver aquello, ya que cualquier persona que la conociera un pocono creería eso, pero Sarah la odiaba morir por cosas que ninguno de los dosentendíamos.
- ¿Cómo es posible que de todos los periodistas quepodían haber sacado la nota, fue ella? - estaba alterada.
- El Karma querida - repuse tranquilamente.
- Cállate idiota - me espeto - esto es lo peor que puedeocurrirme, porque no encontraron al verdadero infiel.
- Porque si eso hubiera pasado su matrimonio en verdadse viene aba
.
- Pues dudo que Lena lepueda llegar a ser infiel a Leandro - repuso una mujer que estaba al lado deSarah - ama a su marido, se le nota en los ojos.
- Además dicen que VanessaCanno prometida de Dorian Brown, es una de las mujeres más celosas, ya que estano es la primera vez que hace este tipo de escenas - repuso otra mujer.
- Y como mujer quien no vaa sentir celos de Lena - comento la primera mujer que hablo - además recuerdenque ellos dos salieron en una serie, antes de que Lena se casara y bueno todoslos querían juntos.
- Yo creo que hacen unahermosa pareja - Sarah solo trataba de mantener su sonrisa - pero invitemos alpublico a votar, Lena con quien quedaría mejor.
- Esto es una tontería - gruñí - ahora los pondrán adecidir con quien te ves mejor.
- ¿Celoso? - pregunto Benjamin.
- No - dije roncamente - pero se me hace absurdo lo quetratan de hacer.
- Demostraremos que nuestro matrimonio no sufre ningúnproblema - su voz decidida me daba un poco de miedo.
- ¿Qué piensas hacer?
- Hoy saldremos a cenar y les demostraremos al mundo queel matrimonio Boyle- Alessi está más que enamorado - contesto secamente.
Después sin dejarque ninguno de los dos contestará colgó, esa mujer estaba loca, Benjaminobservo la televisión en donde seguían hablando sobre Lena, me deje caer en elsillón, esto de que estuvieran tratando de decidir con quien se veía mejor miesposa no me tenía de humor.
- ¿Por qué engañarla? - pregunto después de un rato ensilencio, no entendía a que se refería - ella hubiera dado su vida por ti.
- Ni siquiera lo recuerdo - susurre - solo recuerdo queme levante debido a que sentí dolor en mi cabeza - y le mostré una casiinvisible cicatriz - sus ojos miel estaban llenos de lágrimas, me gritó quequería el divorcio y entonces vi que una mujer salía apresuradamente de lahabitación; pero de esa noche no tengo un solo recuerdo. Quise explicarle quehabía sido un mal entendido, que yo la amaba, pero simplemente recibí rechazo ypoco a poco el amor que le tenía desapareció.
- Creo que el decirles que lo mejor era que semantuvieran juntos fue un error - repuso seriamente - tal vez debieronsepararse, hace cuatro años.
- Era nuestro futuro - susurre - después de nuestromatrimonio, nuestras vidas profesionales comenzaron a aumentar.
- ¿En verdad vale la pena arruinar tu vida, por vendermás en taquilla? - pregunto más para él que para mí.
Y sin más saliódel tráiler, tal vez tenía razón y estábamos apostando demasiado por algo queal final se iba a terminar, debía hablar con ella y ponerle un final o unasolución a esto. Suspire y regrese al set en donde Nicole seguía solo en ropainterior, en ese momento llego un recuerdo a mi mente.
- Te ves preciosa -repuse con la voz un tanto ronca.
- ¿Desde cuándo estásahí? - pregunto cubriéndose con la sábana.
- Vamos inglecita -camine hacia la cama, solo estaba en bóxers - ya somos marido y mujer, nodeberías avergonzarte de mostrarle tu hermoso cuerpo a tu esposo.
- Lo siento - sonriódébilmente - pero no estoy acostumbrada.
- Piensa que es unaescena - me hinque en la cama y la acorrale contra la cabecera - en donde teentregaras al hombre que amas.
- Eres el hombre de mivida - sus manos acariciaron mis mejillas.
- Y tú eres mi vida - labese castamente - pero déjame admirar a la belleza que acaba de aceptar ser miesposa.
- Déjame levantar - mesusurro suavemente.
- Muy bien - acepte,levantándome y extendiéndole la mano para que se levantara de la cama.
- Pero promete queprimero observaras la lencería - me sonrió juguetonamente - que me costó horasen encontrarlo.
- Lo prometo - ella tomomi mano.
Encuanto estuvo de pie, su cuerpo era perfecto, poco me importo la lencería, supiel blanca y perfecta me llamaba a gritos, sin ni siquiera darme el tiemposuficiente de admirarla me lance a devorarla, los dos terminamos en la camadebido a mi urgencia.
- Pro
me
tis
te es
pe
rar- me reprocho
- Lo la
men
to - contestebesando su cuello - pero tu piel me llamaba.
Sentí unoslabios, pero que no tenían nada que ver con los de mi recuerdo y entonces noteque estaba siendo besado por Nicole, estaba acostado en la cama con ella sobremí recorriendo mi pecho, ¿en qué momento había comenzado esta escena?
- Ámame - me pidiócon sus ojos azules clavados en los míos - olvídala a ella y solo se mío.
- Ya soy tuyo - nisiquiera recordaba bien mis diálogos, pero para eso era la improvisación - TeAmo, más de lo que en algún momento la ame a ella.
- Deja de verla porsiempre - dejo de besar mi torso y clavo sus ojos en los míos.
- Lo haré - meincorporé un poco para poder besarla.
- Corte - repuso Benjamin, nos separamos y ella se quitode encima de mí - Nicole te tomaran las fotografías, Leandro tu ve a cambiarte.
Asentí levementey camine hacia mi tráiler, en donde suponía alguna de las chicas de vestuarioya habría dejado el mío. Como supuse ya estaba lo que tendría que usar, puse latelevisión, no había nada interesante, así que solo la deje prendida para teneralgo que escuchar.
En el tráilerhabía un poster de mi esposa, que alguna de las chicas había colocado, traía unpantalón de mezclilla, una blusa blanca y un chaleco igual de mezclilla, habíasido la imagen para una conocida tienda de modas, su cabello caía perfectamentepor sus hombros, sin ocultar su rostro.
- Si pides mi opinión parece un ángel - repuso la vozdel idiota de mi mejor amigo - y luce hermosa, aunque me pregunto ¿con que nose verá bien?
- Recuerda que hablas de mi esposa - dije en un fingidotono de enojo.
- Lástima que solo sea de las puertas de la casa haciaafuera - que Thomas supiera todo no era muy bueno.
- ¿Crees que sea mejor pedirle el divorcio? - deje dever el poster y clave mi ojos en los marrón de Thomas.
- Si lo haces ahora - suspiro - todos comenzaran arumorar que es verdad que Dorian y ella tenían una relación.
- Quiero ser libre y comenzar una relación con Nicole -casi grite - y no puedo porque tengo que estarme cubriendo las espaldas, paraque nadie sospeche que tengo algo que ver con mi co-estrella y que le soyinfiel a una esposa que ya no lo es.
- Así que si estás saliendo con Nicole - observo elposter - no creo que eso le agrade a Lena.
- No es que le guste - gruñí - es que ahora si me va adar el divorcio le guste o no.
- Sino mal recuerdo ella te lo ha pedido unas cuatroveces y tú siempre terminas negándoselo - replico - y no veo porque ahora ellate lo de.
- Porque yo no soy ella - sonreí ladinamente - sé quecartas mover.
- Esa niña que creías poder manejar - arrugue la nariz -ya no lo es y créeme Lena no se va a tentar nada si la hostigas con algo que noquiera hacer.
- Ya veremos que decide - estaba seguro de que si sabíaen donde darle, ella iba a aceptar el divorcio.
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Espero les guste ^^
Capitulo dedicado a:
vampiralunatica06
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- Lo lamento - esta era la onceava vez que Dorian sedisculpaba - no volverá a suceder.
- No hay problema - le asegure con una media sonrisa -la mayoría del tiempo me pasa - su mirada azul seguía angustiada - en verdadDorian esto ya quedo en el pasado.
- Aunque si yo fuera tú - esa voz era de Carlo -terminaría a esa mujer.
- Carlo - le llame la atención como a un niño pequeño.
- Tiene razón - contesto Dorian - hoy termine todarelación con ella.
- Espero que haya sido lo mejor - claro que era lomejor, pero no pensaba decírselo - y bueno nos vemos mañana.
- Bye.
Salí hacia elestacionamiento, iría por Leandro e iríamos a cenar como la pareja perfecta queéramos, bajo la enorme gabardina negra llevaba un vestido que Carlo me habíaobligado a usar, los pasos de mi mejor amigo estaban detrás de mí.
- Le gustas - repuso cuando llegamos a mi auto, giré conuna ceja levantada un tanto confundida - a Dorian le encantas.
- Acaba de terminar con su novia - le recordé.
- ¿Y? - estaba por contestar - vamos Na a muchos hombresles encantas - me sonrió abiertamente - Dean igual le gustabas, solo que el muytorpe jamás te lo dijo, hasta que el idiota de Leandro había robado tu corazóny bueno tú le dices que tu matrimonio es una mentira y él va y se enreda conuna cantante.
- Dean y yo solo somos amigos - repuse con indiferencia- además es dos años menor a mí.
- Pero esta como el doctor me lo receto - arrugue lanariz - o dime ¿que no te gusta?
- Si es guapo - acepte - pero no es mi tipo.
- Claro - dijo irónicamente - tus tipos deben serdelgaduchos sin un gramo de masa muscular.
- Olvídalo - susurre - debo ir por Leandro y obligarlo air a cenar conmigo.
- No niego que es un bombón, pero no merece que túsufras - me acarició la mejilla - te quiero nena - y sin más me beso la frente- y aunque digas que no, esos ojitos tuyos dicen que aun hay amor.
- Ve a dormir Carlo - le espete - y ya mañana que hayasdejado tu locura hablamos.
Negó y puso losojos en blanco, y camino hacia su auto, sonreí suavemente antes de subir almío, maneje con dirección al estudio donde grababan, en cuanto llegue baje delauto y camine hacia el set. Ahí estaba Benjamin.
- Hola - salude con una media sonrisa.
- Hola - contesto tranquilamente - ¿Qué tal el rodaje?
- Pues después del incidente bastante tranquilo - repusesentándome a su lado.
- ¿Qué llevas puesto?
- Un vestido que Carlo me obligo a ponerme - me abrí lagabardina dejando al descubierto un vestido negro con detalles en dorado que mellegaba arriba de la rodilla.
- Wow - esa voz yo la conocía - un ángel ha venido avisitarme.
- Thomas - dije emocionada - pensé que estabas enLondres.
- Regresé hace una semana - respondió abrazándome -supuse que tu marido te lo habría dicho.
- Para lo único que me habla, es para decirme que tengoque pedirle a Helen.
- Debiste aceptar casarte conmigo - dijo separándose demí.
- Deja de acosar a mi esposa - mi sonrisa se esfumo alver con quien venía - Lena - me llamo con una débil sonrisa - te presento aNicole Fellon.
- Mucho gusto - esperaba que mi sonrisa fingida no senotará.
- El gusto es mío - respondió y su sonrisa no fue máscreíble que la mía.
- ¿Nos vamos? - le pregunte con inocencia.
- Si - me beso castamente.
Me tomo de lacintura y salimos hacia el estacionamiento, en cuanto estuvimos lejos de lamirada de Nicole, ya que era la única que no sabía que nuestro matrimonio erauna farsa y supuse que el beso era para darle celos a la zorrita de Fellon.
- Nos vamos en mi carro - y sin más me separe de él.
- Ya entiendo porque nadie te quiere cerca - cerré losojos tratando de no gritar - eres odiosa.
- Lo sé - le sonreí - pero ahora le demostraremos atodos que nuestro matrimonio esta mejor que nunca.
- Quiero el divorcio - sin decir nada subí al auto y élenseguida lo hizo - Lena no estoy jugando.
- Cariño - llame dulcemente - si no quieres ir a cenar,podemos ir a la casa.
- ¿No me estás escuchando? - sin más arranque el auto -Lena quiero separarme de ti.
- No te he dicho que bien me fue - no pensaba discutiresto ahora - Bryan dice que entre Dorian y yo hay muy buena química.
- Ignorar el tema no hará que cambie de opinión.
Sin más puse laradio a todo volumen, me puse a cantar sin hacer caso a su voz, creo que gritaba cosas como que era una inmadura ycosas parecidas, en cuanto llegamos al auto lo estacione y camine hacia lacasa, lo escuchaba hablar, en cuanto estuve en la sala me giré hacia él.
- Mira Leandro - mi voz sonó seria - espero que te quedebien claro esto, porque no lo voy a repetir, no hay divorcio hasta que a mí meconvenga.
- Ya no Te Amo - casi grito - quiero ser libre parasalir con quien yo quiera sin tener miedo a que me descubran.
- Yo tampoco Te Amo querido egocéntrico - le espete -pero no voy a echar por la borda mi futuro porque ahora si el señor quiere eldivorcio.
- No juegues conmigo - me advirtió.
- No estoy jugando - replique - si tú no me quisiste darel divorcio cuando yo lo pedía no veo porque tenga que dártelo ahora.
- Estoy enamorado de otra persona - aquello oprimió micorazón - quiero casarme con ella y por fin olvidarme del infierno que hevivido a tu lado.
- Pues no eres el único que ha sufrido aquí - le sonreí- y pues si estás tan enamorado, te aguantas querido, porque ya te dije si estose viene abajo te hago pedazos.
- No si antes yo te hago a ti - apareció una sonrisacínica
- Recuerda quien es mi abuelo - ante aquello su sonrisa seesfumo - si le hago una sola llamada tu carrera desaparece así - chasque losdedos - así que mi querido Leandro piensa bien antes de hacer algo en micontra.
- No creo que te ayude - lo mire pensativa.
- Es cierto que no me habla desde que me salí de casa -acepté pasivamente - pero soy su única nieta y no creo que su enojo duré para siempre,además unas cuantas lágrimas conmueven a cualquiera.
- ¿Eres capaz de eso? - le sonreí de lado.
- Hay tantas cosas que aun te faltan conocer - leacaricie la mejilla - y que si no te comportas conocerás a la Lena que a nadiele agrada y créeme que a ti tampoco.
- ¿Me estás amenazando?
- Leandro - comencé a desabrochar su camisa - yo noamenazo, así que tú decides, que el dueño de una de las compañías decinematografía más importante te cierre las puertas y que haga que el restotambién lo haga o mantener contenta a la nieta.
- Eres una sucia víbora - me miro con asco.
- Y todo lo que te falta por conocer - sin más bese subarbilla y me separe de él - duerme bien y por favor no hagas nada de lo que tepuedas a arrepentir.
- ¿A dónde vas? - pregunto roncamente.
- A saciar algunos deseos - le sonreí de manera sexy -nos vemos amor.
Sin esperarrespuesta subí al auto, odiaba que Carlo tuviera razón que a pesar del daño queme había hecho siguiera amándolo y ahora quería el divorcio, claro que jamás lodañaría, pero eso no lo tenía que saber él, las lágrimas nublaban mi vista.
Era tan estúpidapor amarlo cuando él ni siquiera le importaba un poco, llegue al departamentode mi mejor amigo, no sé ni como pero estacione el auto, espere el elevador quetardo como unos diez minutos, después presione el botón del piso número 10, eneso tarde como tres minutos, las personas que iban solo me veían confundidos alverme llorar.
En cuanto lleguecamine al departamento 1011, llame tratando de contener mis lágrimas, pero eraimposible ya que estás parecían no tener fin, Carlo tardó como dos minutos ensalir y llevaba una pijama de ositos que si hubiera estado bien, me habríareído, pero en ese momento me eche a sus brazos y me puse a llorar como unaniña.
- ¿Qué pasa nena? - me pregunto palmeando mi espalda.
- Lo amo - susurre aferrándome a él - y quiere eldivorcio.
- Se lo diste ¿cierto?
- No - mi voz apenas era audible - me dijo que estabaenamorado y le dije que si se atrevía a llamar a los abogados lo haría pedazos.
- Na - me separo de él y me llevo al sillón - creo quelo mejor es darle el divorcio y olvidarte de él.
- Pero lo amo - mis lágrimas no se detenían - no quieroestar sin él.
- Tu amor es enfermizo - me reprocho - debes alejarte deél, dale el divorcio y ven a vivir aquí como en los viejos tiempos, se libreLen, por fin podrás ser feliz sin ese cariño que te daña.
- ¿Y que se vaya feliz con ella? - a pesar de amarlo,había muchas heridas y resentimientos que no me dejaban - destrozo mi vida.
- Eres muy joven - me aseguro - podrás encontrar el amorde nuevo, alguien que en verdad seas su todo, que te ame como nadie y que teproteja y no te mienta ni te engañe.
- Ayúdame - le suplique tomando sus manos - hazmeolvidar cada herida que me hizo, también cualquier recuerdo feliz o triste quehaya tenido con él, ayúdame a olvidarlo.
- Lo vamos a lograr cielo - me acuno en sus brazos - losacaremos de tú corazón y cabeza, Leandro Alessi pronto será parte de un pasadoque ni siquiera recordaras.
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Pues ya vieron ke Lena aun lo ama y ke ademas tiene un pekeño poder con lo ke tal vez lo mantenga al margen ^^ espero les guste
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No había llegadoa dormir, pero muy bien si quería guerra eso iba a tener, me duche más tempranode lo normal, no quería encontrármela si regresaba antes, además de que tendríaque decirle a Thomas que pasara por mí debido a que había dejado mi auto en elestudio.
No había nadiedel servicio en la casa, así que me serví un poco de jugo y una rebanada de pantostado que encontré en la alacena, tenía que recordar cuando había llegado deItalia y tenía que atenderme yo solo, pero era más difícil de lo que recordaba.
- Buenos días - me giré y en el refrigerador estaba Lenasacando un poco de leche - ¿quieres fruta? - muy bien algo le había pasado aesa chica.
- ¿Te sientes bien? - pregunte un tanto sorprendido.
- Solo estoy siendo amable - me sonrió como en nuestrosprimeros desayunos como matrimonio - y hablando de lo de ayer, siento lo quedije, si quieres el divorcio llama a los abogados y firmare.
- ¿Estás segura de que te sientes bien? - me acerque atocar su frente.
- Estoy actuando como antes - admitió - pero pensé queno por terminar dejaremos de ser amigos.
- ¿Ahora quieres ser mi amiga? - muy bien esta no eranada la Lena que se había ido anoche.
- ¿Tiene algo de malo? - elevo una ceja confundida.
- No te reconozco - susurre.
- ¿Y es malo? - pregunto seriamente.
- No - seguía sorprendido - pero es raro que actúes comoantes.
- Pues pensé mucho - admitió - y me di cuenta que juntossolo nos lastimamos, así que mejor te daré el divorcio y que cada quiencontinúe con su vida.
- ¿Qué? - por fin aceptaba y ahora yo no quería - lo quedije ayer fue porque estaba enojado, en verdad no quiero el divorcio.
- ¿Para qué estar juntos? - pregunto en voz baja - solonos hacemos daño, además estás enamorado de otra.
- Lena - la acorrale contra el refrigerador - no estoyenamorado.
- Pero quieres estar con el
- no la deje terminar yaque la besé.
Sus labios prontocomenzaron a responder a los movimientos de los míos, me encanta el sabor de suboca que era un toque como de mango, amaba esa fruta, de hecho por eso empezó ausar ese tipo de brillo. Y bueno después de un tiempo se le hizo costumbre y apesar de ya no ser pareja, seguía comprando ese brillo que cada vez que notabaque se lo ponía, tenía ansias de que mis labios se lo quitara.
Mis manos seposaron en su cintura y las de ella se enredaron en mi cabello, tenía al menoscuatro meses que no habíamos tenido nada y a pesar de que no lo crean,extrañaba besarla, no era que la amará, era simplemente que me volvía loco ybueno tenía uno de los cuerpos más perfectos del espectáculo.
Había algo raroen su forma de besar, ya que ahora su lengua recorría la mía, a Lena legustaban más que solo se involucraran labios, solo usaba su lengua cuandoestaba por llegar al clímax, pero no le tome importancia a eso, sus piernas seenrollaron alrededor de mi cintura.
Camine con ellaen brazos y me dirigí a mi recamara, en cuanto estuvimos ahí la recosté en lacama, dirigí mis labios a su cuello, su olor era como a flores, en vez deframbuesa como siempre, pero supuse que había cambiado su shampoo.
La ropa se fueregando por toda la habitación, poco a poco nos fundimos en uno, sus senos eranmás grandes al igual que sus caderas y bueno su trasero también era más grandey sus piernas eran más delgadas a las que recordaba.
- Te Amo - casi grito al llegar al clímax.
Yo simplemente labese, antes de embestirla por última vez, me deje caer agotado sobre ella,sentí sus manos acariciar mi cabello, no era el mejor sexo que hubiera tenidocon ella, algo era diferente.
- ¿Ahora si la dejarás? - abrí los ojos y me encontrécon los azules de Nicole.
- Bonita escena - giré a la puerta y la mujer que creítener relaciones estaba de pie - debería sorprenderme, pero ya estoy tanacostumbrada - sus ojos miel me veían con resentimiento - cuando tu amiguitasalga, nos vemos en la sala para irnos.
Era un idiota deeso no había duda, pero yo no tenía la culpa que los deseos de tenerla a ella,me nublaran la mente, bueno tal vez sí, pero ¿Quién demonios se le iba aocurrir que Nicole fuera entrar a la casa?
- Nos vemos en el estudio - y sin más entre al baño aducharme de nuevo.
Me tarde comoquince minutos, cuando salí ella ya no estaba cosa que agradecía, en cuantotermine de vestirme camine hacia la cocina, en donde Lena no tenía una muybuena cara, no creo que esto fuera muy bueno para mí y para terminar con misuerte tenía el teléfono en la mano.
- Mi abuelo habló - susurro.
- ¿Te hablo? - arrugue la nariz.
- No pienses que eres tan importante - me sonrió de lado- nos quiere el próximo sábado en su casa.
- ¿Para qué?
- Se supone que somos el matrimonio perfecto - me espeto- y quiere ver si después de renunciar a todo por seguir su sueño y al hombreque "ama" - dibujo las comillas - tiene la vida feliz que presume entelevisión.
- ¿No puedes mentirle? - elevo una ceja.
- Ya le miento al mundo - me espeto - no veo por qué nomentirle a mi abuelo, pero el sábado iremos y haremos público que estamos apunto del divorcio.
- Len - trate de que mi voz sonará suave - no esnecesario que nos divorciemos.
- Tú me lo pediste - su boca se tenso, haciéndole unapequeña arruga en la comisura.
- No sabía de lo que hablaba - susurre acariciando sumejilla - no creo que nos convenga en este momento el separarnos.
- Me estás diciendo ¿Qué debemos permanecer más tiempojuntos? - sus ojos mostraban confusión
- Al menos hasta que ambas películas estén en cartelera- le sonreí suavemente - en cuanto regresemos de promocionar nuestraspelículas, hablamos con la prensa diciendo que este tiempo lejos ha hecho quenuestra relación se vaya desmoronando.
- No - por primera vez su voz era firme cuando setrataba del divorcio - estoy cansada y harta de tus estúpidos instintos quepodrían mandar al diablo todo lo que he logrado, ya no quiero estar a tu lado yfingir que soy la mujer más enamorada y mentir diciendo que eres el hombreperfecto.
- Solo será un año y medio más y después cada quien porsu lado - no iba a aceptar una negativa - si terminamos ahora, todos comenzarana sospechar que si andas con Dorian ypor eso nuestro divorcio.
- No me importa - pero esta vez su voz flaqueo un poco.
- Inglecita - mordí el lóbulo de su oreja - tu modelo demujer amorosa y que jamás traicionaría a su marido se vendría abajo por unaestupidez de no querer esperar.
- Me duele - susurro, apenas si lo escuche.
- ¿Por qué te duele? - me separe de ella para verla.
- Esto no es nada con lo que yo siempre soñé - bajo lamirada - la primera vez que te vi estuve de acuerdo con el resto, eras elhombre que toda mujer desearía tener, después de la entrevista contigo quedehipnotizada por tus ojos, Dean me dijo que no debía ilusionarme contigo, que tusolo me veías como una actriz que solo trabaja de periodista en ese momento.
- La primera vez que te vi, creí que había hecho algomuy bueno, para que la vida me pusiera un ángel en mi camino - levanto lamirada miel que estaba cristalina - en cuanto saliste, corrí hacia Bejamin parapedirle tu teléfono, me costó más de media hora para que me lo diera y dos díasmás para reunir el valor suficiente para llamarte.
- Me case perdidamente enamorada de ti - algunaslágrimas ya bajaban por sus mejillas - y creí que tú tamb
- Esa vez que te dije que eras mi vida no mentía - lainterrumpí - no podía creer que yo que no era bueno con eso de las mujeres,saliera con un ángel.
- Tal vez antes eras malo, pero ahora eres todo unCasanova - sonrió amargamente - y mírame ya no queda nada de lo que era antesde que tu llegaras.
- Sigues siendo hermosa - tome su mano - a pesar denuestro matrimonio, sigues siendo el sueño de muchos hombres.
- Dijiste que eso era porque no me conocían - merecordó.
- Y es verdad, en cuanto te conocieran no desearíansepararse de ti nunca - apareció un brillo casi hipnotizador en su mirada - ycuando nos divorciemos encontraras a ese hombre.
- Un año y no más - se soltó de mi mano - y ahoravayámonos, antes de que lleguemos más tarde de lo normal contigo.
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Ya se Leandro esta un poco loco y tal vez tenga esquizofrenia (ya no recuerdo si se escribe así ^^U) y x eso sus alucinaciones
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¿Qué paso? - pregunto Carlo.
- Paso que me di cuenta que soy la persona más idiota del mundo - dije secamente.
- No va haber divorcio ¿cierto? - ese hombre me conocía perfecto.
- Me dijo cosas tan hermosas, pensé que tal vez podríamos dejar todo atrás y comenzar de nuevo, pero como siempre las rompió en segundos - suspire - y cuando me di cuenta ya le había dado un año más a este matrimonio ficticio.
- No quiero que termines sufriendo más - sus ojos aceitunados brillaban preocupados - es un error.
- Ya lo sé - le espete - pero se acabo la mujer que espera por Leandro, comenzare a buscar a mi persona ideal.
- No sé si alegrarme o temer - le mande una mirada asesina - no me veas así - me reprocho - que yo no soy la que se quedará en un matrimonio que solo la hiere.
No conteste nada, ya que tenía razón, pero tal vez necesitaba ese año para que por fin dejara de amarlo, y para que se rompiera esa imagen de hombre perfecto que mi corazón se rehusaba a querer destrozar, además ya era tiempo para que le diera una oportunidad a volver a enamorarme.
- ¿Lista? - pregunto la asistente de Bryan, asentí levemente - bueno en el set ya te esperan.
- Gracias - susurre.
En cuanto ella salió, yo hice lo mismo, debía olvidarme un rato de los problemas que Leandro me metía, y un rato trabajando en la mente de otra persona era lo que más necesitaba, en ese momento llego la imagen de esa mañana.
Cerré los puños, estaba enojada conmigo, porque estuve a punto de darle una oportunidad a ese hombre, que momentos antes había estado en brazos de otra, era una idiota por seguir amándolo, pero esto cambiaría, no dejaría que Leandro Alessi me volviera a pisotear.
En cuanto llegue al set, note que el productor un hombre como de unos cuarenta años, Bryan y Andre discutían, y Dorian estaba sentado con el ceño fruncido, algo andaba mal, camine hacia ellos, que no se percataron de mi presencia.
- No puedes sacarla de la película - repuso Andre.
- No me sirve - contesto el productor.
- Es una de las mejores actrices jóvenes que hay - le espeto Bryan - no encontraras a alguien así.
- Lena esta fuera de esta película - repuso.
- Supongo que debe tener a alguien mejor - dije roncamente.
- No - admitió - pero no pienso dejar que una mujer que se acuesta con su co-estrella, este en mi película.
- Pues sabe que - lo mire de forma ácida - no tiene porque sacarme de su película, porque yo soy la que renunció.
Y sin más camine hacia mi tráiler, esto era simplemente perfecto, y no era que en verdad la película me hubiera llamado mucho la atención, pero odiaba que un hombre como él me echara de un trabajo, entré furiosa y sin decir una palabra a Carlo que me miraba confundido, tome mis cosas y ante eso vi como mi mejor amigo me daba una maleta, acomode todas mis cosas y en cuanto termine.
- Vámonos - dije en voz baja.
Sabía que no era bueno que me preguntara algo en ese momento, me quito la maleta y salimos del lugar, el hombre estaba afuera con dos guardias, me mordí la lengua para no comenzar a gritar.
- Tu maleta - ese hombre creía que le estaba robando.
- Son mis cosas - gruñí.
- Necesito ver que solo lleves tus cosas - tome la maleta de las manos de Carlo y se la estampe contra el pecho.
- Quédese con todo - le espete roncamente - además con una sola llamada todo lo que está en ese maleta, podré tenerlo en mi closet, y a usted le hace más falta, ya que no es más que un pobre viejo mezquino que ni siquiera pudo darme un vestuario decente y que quede claro que esto no se queda así, me aseguraré de que ningún actor bueno vuelva a trabajar con usted.
Sin más salí hacia el estacionamiento, ese hombre me había tratado como una vulgar asesina, por una estúpida celosa, que en estos momentos había arruinado mi película, subí al auto y apreté el volante, esperando poder tranquilizarme, ese maldito hombre cerrado.
- Len - Carlo había subido del lado del copiloto - no te pongas así.
- Entonces ¿Cómo quieras que me ponga? - mi voz era baja, pero era ronca y amenazante - si ese hombre me trato como una vulgar ladrona.
- Respira - le mande una mirada fría - vamos hazlo - bufe e hice lo que pidió - retenlo - lo hice - ahora saca, muy bien otra vez respira - y eso duró como diez minutos, cosa que logro tranquilizarme un poco - bueno ahora llamaremos a Taylor y a Dean y nos iremos a sacar ese enojo.
- Muy bien - susurre - ahora baja de mi auto y nos vemos en tu departamento en media hora.
- Nos vemos - me sonrió y salió del auto.
Lo vi subir a su carro, estaba por arrancar el mío, cuando Andre se puso frente a él, me hizo una seña para que bajara, suspire y baje, me recargue en la puerta esperando su reprimenda.
- No estuvo bien lo que hiciste - observaba mis tenis como si fueran lo más interesante del mundo - aunque no te culpo, yo quería hacer lo mismo, pero recuerda que antes de hacer cualquier cosa, debes pensar cien veces antes de actuar.
- Me trato como una ladrona - le reproche - cuando debería agradecer que acepte trabajar con él, con ese vestuario tan pobre que me dio.
- Si lo sé - acepto - pero entiende que eres una persona pública, y que puedo haber un paparazzi fotografiando tu arranque de "Diva"
- ¿Diva? - repetí - tengo todo menos eso - gruñí - sabes que si acepte esta película fue por Bryan, además no recibí ni un solo centavo.
- Lo sé - me miro seriamente - pero Jean no es un hombre que se deba tomar a la ligera.
- Pues a mí tampoco - susurre - ese hombre se metió con la mujer equivocada.
- ¿Qué harás?
- Mañana en la mañana quiero una rueda de prensa y les diré que fui echada injustamente y que en estos dos meses que trabaje no recibí ni las gracias y que además de todo Jean Reed me robó.
- Él hablara antes - me observo seriamente
- Muy bien - saque mi celular, marque el número de mi padre, algo que casi no usaba.
- ¿Hola? - respire profundo antes de hablar.
- Hola papá - salude amablemente.
- Pensé que habías olvidado a tu padre - gruño.
- Sabes que jamás olvidaría al hombre que me dio la vida - conteste serenamente.
- ¿Qué necesitas de mí? - ya entendía lo que mi madre decía, ese hombre olía los favores a distancia.
- Necesito que saques una nota ya - espere que la voz de inocencia lo conmoviera - sobre que fui despedida injustamente, sin recibir ni las gracias, y además fui robada por el productor Jean Reed.
- ¿Te echo? - susurre un sí - no te preocupes en menos de una hora esa nota sale y ahora niña por favor no dejes de llamarme por tanto tiempo.
- Lo siento - era verdad que casi no hablaba con él, porque siempre trataba que hiciera las paces con el abuelo - y por favor no le digas al abuelo que te pedí el favor de que sacarás en su canal esto.
- Lo prometo - sabía que mi padre me quería - pero insisto que deberías hablar con él.
- El sábado tal vez lo haga - comente con indiferencia.
- Espero que vayas - repuso - porque aunque tu abuelo no quiera admitirlo, está ansioso de verte y poner fin a esta estúpida discusión.
- Si tu pones esa nota cuanto antes, yo iré a esa fiesta.
- Eso espero Lena - reí suavemente - muy bien nos vemos, y recuerda que te quiero.
- Y yo a ti - después de eso colgué, giré a ver a Andre - ya está, en menos de una hora la nota de que fui tratada mal, estará al aire.
- Eres una mujer afortunada - comento serenamente - tener como abuelo al dueño de una de las compañías cinematográficas más grande y además del canal más importante del espectáculo.
- Eso también me pesa - susurre - pero ahora Andre deja de preocuparte y mañana me llamas con todos los castings que haya.
- Muy bien "Diva" - le mande una mirada asesina y él simplemente sonrió.
- Recuerda que puedo despedirte - le espete.
- Tu madre no te dejaría - me sonrió con superioridad.
- Que seas su marido no quiere decir que
- pero después recordé el día que me había hecho enojar y que lo despedí, mi madre me dio la reprimenda de mi vida - tienes razón, además donde conseguiría a un agente tan eficiente.
- Por supuesto - me paso la mano por el cabello despeinándome como cuando tenía diez años - nos vemos mi pequeña saltamontes.
- ¿Jamás dejaras de decirme así? - cuestione con la nariz arrugada.
- Jamás - escuche su risita.
Suspire resignada y lo vi alejarse, entre al auto, ese hombre Andre Luck había llegado a mi vida cuando tenía ocho años, mis padres se habían divorciado cuando tenía dos, creo que les contare un poco de como llegue aquí.
Bueno Claudia tomo a su pequeña hija y tomo un vuelo a Londres, después de vivir casi tres años en Australia, en Inglaterra vivían mis abuelos maternos, tengo una mezcla de razas sorprendente, mi madre es británica al igual que yo, pero mis abuelos de parte de mi madre, José que es el nombre de mi abuelo materno es mexicano, mi abuela Amanda es británica, mi padre es canadiense, mientras sus padres Richard el dueño de la empresa cinematográfica más importante es Irlandés y mi abuela Grace es norteamericana.
Siempre toda mi vida he estado detrás de los reflectores, ya que Claudia que es el nombre de mi madre es guionista, Gregory que es el nombre de mi padre es director de teatro que ahora trabaja en la empresa de mi abuelo, pero como decía toda mi vida había estado detrás de eso, cuando llegue a Londres con mis abuelos y mi tía Amanda y mi prima Valery, mi abuelo se convirtió en mi padre.
Cuando tenía como cuatro años, estaba viendo la televisión y salió que necesitaban niños de cuatro a seis años, para un programa, recuerdo que le llore a mi madre para que me llevara, pero ella me dijo que no, entonces mi abuelo fue el que me llevo a todo esto, me quede con el papel a pesar de que al principio ni siquiera querían hacerme el casting.
Ese programa duró hasta que cumplí los siete, después de eso comencé a hacer comerciales y fue cuando a mi madre le ofrecieron trabajo en Los Angeles, con ocho años de edad y mi madre veintinueve llegamos, recuerdo que la primera semana me la pase buscando casting para que mi madre me llevara.
Y como un mes después conocí a Andre que era un actor de teatro, lo conocí la noche en que mi madre no tuvo con quien dejarme y tuvo que llevarme al teatro, recuerdo que ese día estaba revisando el periódico por si veía algún anuncio de casting. "¿No eres muy pequeña para ver el periódico?" me dijo con una sonrisa socarrona.
Sin contestarle, seguí hojeando el periódico, él fue el que le pidió al director de la obra que me diera el papel de la niña que salía en la obra, me lo dieron y bueno poco a poco Andre se fue convirtiendo en mi amigo de travesuras, a pesar de que era mucho mayor que yo, mi madre decía que nos deberían tener separados.
Andre es cuatro años menor a mi madre, pero se enamoro de él, al ver como trataba a su única hija, poco a poco comenzaron a salir y cuando cumplí los diez mi amigo se había hecho mi padrastro y al año siguiente se autonombro mi agente, fue por él que comencé a hacer películas y series, es por eso que dudo que en algún momento llegue a cambiarlo.
Ahora regresando al presente, acaba de llegar al departamento de Carlo, el cual estaba esperándome con los brazos cruzados, suponía que llevaba más de cinco minutos esperándome, me estacione frente a él y subió fulminándome con la mirada.
- Creo que ahora tú debes respirar - bromee y él enseguida sonrió.
- Jamás puedo estar enojado contigo - repuso.
- Estamos en las mismas condiciones - comente tranquilamente - ¿supongo que ya le hablaste a Taylor y a Dean?
- Y también a Gleen.
- Claro olvidaba a mi cuñado - repuse suavemente - ¿A dónde vamos?
- Solo iremos a comprar las botellas y regresamos al departamento - asentí y maneje con dirección al primer supermercado.
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Y bueno supongo ke tmb les gusta Harry Potter, así ke kiero preguntarles si leerían un fic de Draco Malfoy (sera la primera vez en ke lo haga protagonista^^) bueno me gustaría conocer su respuesta
Capitulo dedicado a:marjhonKiKaDiGgoRyMary_Cullenvampiralunatica06sammy_diggory_cullengabyrdz29NaneePoohlamento lo del capitulo repetido n.nU pero es ke con esto de la escuela apenas si me di cuenta, bueno espero les guste ^^
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Estaba comiendodespués de un buen rato haciendo la misma escena, ya que Nicole simplemente noestaba nada concentrada, estaba en el tráiler, ya que no quería estar con elresto y mucho menos tener que ver a Nicole y que comenzara con sus indirectas ymás con lo que había pasado en la mañana. El maldito celular, jamás me dejabaterminar nada en paz, lo tome un tanto molesto.
- ¿Diga? - mi voz se escucho un tanto ronca.
- Vayade mal humor - era su voz y parecía burlarse - pero ¿no deberías estar feliz y más con lode esta mañana?
- No estoy de humor Lena - gruñí - así que dime quéquieres.
- Puessolo te hable para decirte que el idiota de Jean Reed me saco de su película -parecía no importarle - bueno solo erapor si te preguntaban, no te tomaran tan en curva.
- ¿Cómo que te saco?
- Puesdijo que no necesitaba a una actriz que se revolcara con su co-estrella - enverdad estaba sumamente tranquila.
- Ya te vengaste ¿cierto? - escuche una débil risita.
- Yo nosoy una mujer vengativa, solo dije la verdad, antes de que él lo hiciera.
- No sé Lena - susurre - solo espero que no te salganada mal.
- No tepreocupes - supuse sonreía - pero ahora te dejo y por cierto esta noche no llegaré a la casa.
- ¿Por qué? - arrugue un poco la nariz.
- Nochede copas con amigos, si quieres puedes venir - sus amigos meodiaban - es más dile a Thomas que estacordialmente invitado a la noche de desahogue.
- ¿Tus amigos no piensan ponerle nada a mi vaso?
- Noseas tonto - rió suavemente - Carlo prepara tus bebidas.
- Muy bien - de todos Carlo era él que no me odiaba -¿en dónde será la reunión?
- En el departamento - contesto tranquilamente - bueno entonces nos vemos en un rato.
Después de esocolgó, creo que podríamos mejorar un poco nuestra relación con esto, de hechoella parecía más amable que antes y eso nos serviría a ambos, para poder manteneruna relación cordial.
Minutos despuésentro el asistente de producción y me dijo que era momento de que regresara alset, después de lavarme los dientes camine al set, en donde Nicole parecíadistraída, tendría que hablar con ella y decirle que lo nuestro no iba más deuna noche que ni siquiera pensaba tener, más sin embargo la había tenido.
No creo que lefuera a gustar mucho y menos siendo considerada la mujer más sexy del mundo,eso lo sabía ya que la señorita lo había gritado a los cuatro vientos, dejandocomo en tercer lugar a Lena, pero como mi esposa ni siquiera le tomabaimportancia a ello, no lo sabía bien.
Nos pusimosfrente, sabía que tenía que decirle que era momento de irme, algo que letendría que decir en la vida real, suspire antes de que Benjamin diera la ordende comenzar.
- Nicole - llamo Benjamin - él se irá de tu vida, tienesque rogarle que se quede a tu lado - asintió - y tú Leandro no vas a caer -asentí - comenzamos en tres; uno, dos, tres.
- Es hora de irme -susurre dándole la espalda.
- Pensé que meamabas - sabía que estaba detrás de mí con los ojos cristalinos - y que tequedarías aquí.
- Mi tiempo aquí seacabo - repuse serenamente - hay hombres que te amaran.
- Pero yo te quieroa ti - su voz sonaba ronca - ¿te irás con ella?
- Ella ni siquieraquiere verme - clave mi mirada en la de ella - porque por fin comprendió que noera lo que ella necesitaba y pronto pasará lo mismo contigo.
- Julia no te amacomo yo - arrugue la nariz - ni siquiera te ama, y sé que tú tampoco a ella, espor eso que estoy aquí, pidiendo que la dejes por mí, porque conmigo vas a serfeliz, no con ella.
- Lo siento - esohabía sido una declaración y no por parte de la película - pero lo nuestro fuehermoso mientras duró, no soy un hombre de una mujer, por eso Julia me dejo,¿no lo ves? - pensé que Benjamin lo iba a detener - ella descubrió lo que enverdad escondía, ella me conoce mejor que cualquiera.
- ¿Te quedarás conella?
- No - respondí conuna sonrisa amarga - porque en algún momento la ame y creí que era la mujer demi vida, pero con el tiempo entendí que yo no conozco el verdadero significadode amor, por eso te dejo y la dejo a ella, porque las dos merecen ser felices.
- ¿Enserio? - esavoz no era de Nicole, pero claro que la conocía - ¿en verdad te irás y nosdejarás encontrar la felicidad?
- Bienvenida Darla - gire a ver a Benjamin que sonreía -bueno Leandro ella será Julia.
- Cuanto tiempo sin vernos - me sonrió Darla, era unachica de cabello negro que le llegaba como a la mitad de la espalda y unoshermosos ojos azules.
- Si lo sé - admití tranquilamente - te ves increíble.
- Al igual que tú - esos ojos seguían haciéndome unaextraña hipnosis - ¿Qué tal está Lena?
- Muy bien - le sonreí débilmente - pensé que tequedarías en Francia.
- Eso pensé yo, pero pues me di cuenta que mi vida es enLos Angeles y la propuesta de Benjamin - sonrió de nuevo - y pues aquí estoy.
Seguimos hablandopor un rato, comenzamos de nuevo algunas escenas, ya ni siquiera recordaba laúltima vez que la había visto, pero creo que fue el día de mi boda, fue ese díaque ella tomo el avión a Francia y bueno a penas si había recibido noticias deella, simplemente supe que hizo unas cuantas películas allá.
- Buenas noches - salude cuando llegue al departamento.
- Pensé que el gran Leandro no nos daría el placer de supresencia - repuso Taylor, la casi hermana de Lena era una mujer de su edad,cabello castaño y quebrado y ojos verdes y como modelo estaba sumamentedelgada, además de más alta que mi esposa.
- Tay - la reprendió Carlo - no comiences a molestarlo.
El resto que soloera mi esposa que estaba junto a Dean, un hombre de piel apiñonada, ojos negrosy con 1.80 de estatura y del otro lado estaba Gleen si no mal recordaba, era unpoco más bajo que Dean ojos aceitunados, y el cabello negro.
- Gracias por venir - comento Lena con una media sonrisa- ¿y Thomas?
- No pudo venir - conteste tranquilamente.
- Bueno no importa - parecía que prefería a mi mejoramigo que a mí - ven siéntate - me señalo el sillón, en donde ella tenía laespalda recargada.
- Bueno ya que llego el señor importante - como dije niDean ni Taylor me soportaban - comencemos.
- ¿Con qué? - pregunto Gleen.
- Bueno pues comencemos contando el día más hermoso denuestras vidas - Carlo como siempre el romántico - comienza Dean.
- Opinó que comience la que nos hizo venir - el restoasintió.
- Muy bien - aceptó Lena.
- Primero tu trago - Dean le puso un caballito - directocomo tú abuelo te enseño - Taylor le paso un limón con sal y sin más se lo tomotodo, en cuanto eso paso chupo el limón.
- El día más maravilloso de mi vida - se quedo pensativa- creo que fue cuando me dijeron que no tendría que actuar con el pesado de DavidHugh.
- Na, un momento romántico - le espeto Carlo - y conlujo de detalles.
- Jamás - gruño.
- ¿A caso está aquí el dueño de esa noche? - preguntocon una media sonrisa.
- Mejor dime el tuyo - le espeto Lena.
- Muy bien - sonrió y tomo la mano de Gleen - fue el díaque lo conocí, esa noche de tu boda - ante aquello los dos nos tensamos - élera el fotógrafo y bueno fue amor a primera vista.
- En cuanto te vi, supe que eras para mí - Gleen tomo elrostro de Carlo.
- Chicos - llamo Dean - no es que sea homofóbico, peropor favor nada de besos, frente a la gente sin amor.
- No seas payaso Dean - Lena le dio un pequeño golpe yrió suavemente - mejor dale calor a tu garganta.
Después de esosiguieron o mejor dicho seguimos hablando de cada cosa que le pasaba por lamente a todos, la verdad es que antes de que Lena les dijera que nos íbamos adivorciar la primera vez, me llevaba bastante bien con ellos, pero como dije miesposa les contó la razón de nuestro divorcio y desde ahí no volvieron a vermecon los mismos ojos.
El reloj marcabalas tres y media de la mañana, en esos momentos me reía de todo al igual queTaylor, de hecho ahora todos parecíamos viejos amigos.
- Oigan recuerdan ese día de la boda - y seguían con elmismo tema - te veías guapísima - le aseguro Carlo - y bueno Leandro ni sediga, pero creo que se casaron muy jóvenes.
- Ni lo digas - repuso Lena.
- Te veías enamoradísima de él - comento Taylor - dehecho creí que el gran Leandro también te amaba.
- La amaba - replique - me case ciegamente enamorado demi inglecita.
Lena giró averme, sus ojos miel eran hermosos, sin más y sin importarme nadie, tome surostro y la bese, sus labios seguían como siempre, aunque ahora su sabor era atequila, no me interesaba, sus labios se movían al compás de los míos, no habíaun mañana, ni un ayer, solo existía el ahora.
- Basta - escuche que decía Dean - que les dije sobrelos besos.
- Dudo que te oigan - esa voz era de Taylor.
- Al menos lárguense a una recamara - gruño Dean.
- Creo que lo mejor es que nos vayamos - repuso Taylor -porque parece que las parejas están un tanto amorosas.
No sé como tome aLena de la cintura, pero la llevaba en brazos como recién casados, abrí laprimera puerta, abrí un poco los ojos para ubicar la cama y note que era larecamara que mi inglecita había utilizado cuando vivía aquí, entonces unrecuerdo golpeo mi mente.
- No hagas ruido -susurro - si Carlo despierta, no quiero decirte lo que puede ocurrir.
- Pudimos haber ido a midepartamento, a la casa que acabamos de comprar, hasta el hotel - comentebesándola suavemente.
- Bueno ya lo hemos hechoen todos esos lugares - comenzó a desabrochar mi chaqueta - y pensé que tal vezuna noche antes de nuestra boda, podríamos hacerlo en mi recamara.
- Creo que aquí será másexcitante - mientras bajaba mis labios a su cuello.
- ¿Por qué?
- Porque aquí hay másesencia tuya, que en cualquier otro lado en donde te haya hecho el amor - memiro sonriente.
- Te Amo.
- Las palabras Te Amoquedan muy cortas a lo que siento por ti - sus ojos miel volvieron a brillar -no eres la mujer de mi vida - mordí suavemente su cuello, escuche un gemido dereproche por lo antes dicho - porque ni siquiera eres mujer - sentí sus manostratando de empujarme - eres una Diosa que es simplemente perfecta, y como talyo te venero, soy un simple mortal que se osa a disfrutar de tu perfección.
- ¿Eso crees? - retuvo mirostro con sus manos.
- Inglecita eres miDiosa, te adorare hasta que muera - le sonreí - no habrá alguien más que noseas tú, hoy aquí te entrego mi vida, mi fidelidad y mi corazón, puedes hacerconmigo lo que sea, porque como simple mortal me entrego a ti, para poderdisfrutar de los placeres que me ofrece estar aquí.
- Mentiroso - esa voz era de la Lena de mi presente -dijiste que no habría nadie más.
- Tu no eras la Diosa que imagine - susurre - eras másde lo que merecía - claro que eso no lo escucho.
- Suéltame - me empujo y tomo su blusa que ya estaba enel suelo - rompiste todas las promesas que hiciste aquí.
- Lo sé - acepte - pero tú no me hiciste las cosasfáciles.
- ¿De qué hablas? - me miro con dolor - te di todo, dehecho te di más, que a pesar del tiempo sigo en deuda conmigo.
Y después salió,escuche la puerta del departamento, salí detrás de ella y la vi subir a suauto, yo también hice lo mismo, en cuanto llegue a la casa, su recamara estabacerrada, creo que lo que habíamos mejorado, en este momento se había ido a labasura por un simple arranque de placer.
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Capitulo dedicado a:sammy_diggory_cullenNaneePoohgabyrdz29vampiralunatica06marjhon
es triste lo ke paso en Chile, pero sé ke saldran adelante xq toda la gente se ayuda entre ellos y bueno espero ke los de otros paises tambien ayuden, xq es momento de ke el mundo se una en la ayuda de nuestros hermanos chilenos y animo, xq saldran adelante ^^
Después de aquelfatídico día, mi relación con él fue aun más lejana, esperaba a que él se fuerapara que yo desayunara, hoy era sábado y bueno también la comida de mi abuelo,pensé en si ir o no, además mi supuesto marido apenas si le había dirigido lapalabra.
Hoy no iría atrabajar y tal vez saldría, me observe en el espejo, ¿en donde estaba lodifícil de decirle?
- Leandro hoy es la comida de mi abuelo - mi reflejomostraba a una Lena en pijama y no muy convencida - y quería ver si podías irconmigo.
Deje salir unsuspiro, antes de decidir que esto era más difícil que soportar al idiota deJean o peor aun al ególatra de David Hugh, pero tenía que decirle, era lo quenos convenía más, que nos vieran juntos en esa reunión.
No podía creerque pudiera hacer cualquier cosa frente a varias personas y no podía decirle aLeandro que tenía que ir conmigo a la comida de mi abuelo; me levante de lacama frustrada y camine hacia la cocina, tal vez con el estómago lleno pensarámejor las cosas.
Pero fue unerror, ya que ahí con el torso descubierto estaba mi peor pesadilla, meobserve, mi pijama constaba en un pantalón blanco y una blusa de manga largaroja con un corazón blanco, no era muy sexy que digamos. Me di un golpe mental,no tenía que parecerle sexy, respire profundo y camine hacia la cocina.
- Buenos días - salude lo más amable posible.
- Hola - respondió sin apartar la vista del periódico.
- ¿Quieres desayunar? - pregunte, al ver que no teníanada en el desayunador.
- Yo me preparo - repuso secamente.
- ¿Te apetecen waffles? - debía ser amable y despuéspedirle el favor, no contesto, así que lo tome como un sí - ¿leche o café?
- Café, por favor - contesto.
- ¿Me pasas la leche del refrigerador, cuatro huevos ymantequilla?
Se levanto delbanco y camino hacia el refrigerador, dejo en la mesa donde preparaba la masapara los waffles lo que le había pedido, tome un recipiente de la alacena,sabía cocinar gracias a Carlo, ya que cuando me salí de mi casa a losdieciseises no sabía nada del arte culinario, así que él tuvo que enseñarme aprepararme mi propio desayuno.
- ¿Necesitas más ayuda? - su aliento golpeo mi oreja,haciendo que cerrara los ojos.
- Saca la wafflera y conéctala.
Se agacho y no sési fue sin querer o a propósito, pero su mano rozo mi pierna, trate derecordarme que no debía hacer nada con ese hombre, puse toda mi atención en lamezcla, apenas note cuando se levanto y la conecto.
- Nuestro primer desayuno - susurro.
- Leandro deja de jugar -le reproche, cuando me había quitado la cuchara con la cual revolvía.
- Vamos inglecita no teenojes - me tomo de la cintura con una mano y con la otra me lleno de la mezclala nariz.
- ¿Qué te pasa? - lo mirede manera seria.
- Quiero saber si estosabe mejor si tengo como plato tu hermoso rostro - sabía cómo quitarme loenojada, sentí como la quitaba de mi nariz - lo mejor que he probado - me pusoun poco más en la barbilla, cuando me la quito me mordió suavemente.
Tomeun poco de la mezcla y le puse un poco en su barbilla y otra contornee suslabios, sonrió suavemente y se inclino para facilitarme las cosas, saboree supiel, en lugar de la masa, después rodee su cuello y le quite el resto de suslabios.
- Creo que deseo otrodesayuno - susurro bajando sus manos a mis piernas que estaban al descubiertodebido a que llevaba un short muy corto.
- Lees mi mente -conteste acariciando su torso.
Volví a larealidad y observe como Leandro ahora ponía la mezcla en la wafflera, odiabalos recuerdos con él, me dirigí a la cafetera y en las dos tazas puse café ylas lleve al desayunador.
- Leandro - llame suavemente.
- Hmmp - fue su seca contestación.
- Necesito pedirte un favor - espere a que dijera algo,pero como no lo hizo continué - hoy es la comida de mi abuelo y creo que es elmejor mo
- No es necesario que me laves el cerebro - sonrióabiertamente.
- Gracias - le sonreí débilmente, ya que después de todohabía dicho sí a su manera pero lo había dicho.
El desayunodespués de esto fue bastante tranquilo, ¿Por qué demonios había estado tannerviosa? Si toda había sido tan sencillo, estábamos en silencio, pero no eraigual al resto, este era cómodo, pero claro en un mundo como el nuestro latranquilidad no dura mucho y menos el silencio, mi celular comenzó a sonar,camine hacia la recamara donde lo había dejado.
- ¿Qué pasa súper agente? - conteste con una mediasonrisa.
- Tetengo el mejor papel que te puedan dar en estos momentos -repuso seriamente.
- ¿De qué se trata?
- Puesahora no serás la niña inocente que todo mundo maneja a su antojo - esome llamaba la atención - es de una chicade dieciocho años que es drogadicta.
- Suena bastante interesante - comente serenamente -¿Cuándo tengo que ir a hacer el casting?
- Eso eslo mejor que no harás casting, ya estás dentro, solo tienes que ir a firmar hoy -parecía emocionado.
- ¿A qué hora?
- En doshoras - dijo pasivamente - así que nos vemos en una hora en tu casa, te quiero despampanante Ok.
- Claro - sonreí emocionada.
- Buenote dejo para que te prepares - después de eso colgó.
Camine hacia elbaño, me duche como en quince minutos, cuando salí Leandro estaba sentado alborde de la cama, no le tome importancia, la puerta del vestidor estabaabierta, así que lo veía, observe que se me vería mejor.
- Esto se te verá increíble - me entrego un blusón blancocon flores de colores y un mallon negro - y bueno necesitas un poco de altura -observo todos mis zapatos y me entrego unos botines, con un tacón como de diezcentímetros.
- ¿Ahora eres asesor de imagen? - lo mire con una cejalevantada.
- No - me sonrió - pero sé que le queda mejor a tucuerpo.
- Gracias, supongo - tome lo que me faltaba.
Después sin mássalió, me cambie y me observe en el espejo y noté que tenía razón, no es quefuera vanidosa, pero en verdad me veía muy bien, me senté frente al tocador, yme puse un maquillaje muy suave, y tome mi cabello en una coleta alta.
- No tengo tan malos gustos - repuso Leandro, giré yestaba en el marco de la puerta - creo que de ahora en adelante seré tu asesor.
- Mientras no me cobres - comente tranquilamente.
- Creo que eso lo pensaré - sonreí ante su comentario -Andre está en la sala.
Me levante ycamine hacia el sala, él me siguió de cerca, ya que después de todo, frente aAndre, también seguíamos siendo pareja, las únicas personas que sabían de lafarsa, era Carlo, Thomas y Benjamin; nuestras familias seguían creyendo queéramos la pareja perfecta.
- Hola - salude con una media sonrisa, pero ahí no soloestaba Andre, sino también Michel que era el director con el que siempre habíadeseado trabajar - señor Rathbon.
- Puedes decirme Michael, de cualquier forma vamos atrabajar juntos - me sonrió débilmente - Andre dale el contrato para que firme.
- Ya revise cada termino - me aseguro - de hecho Jamestambién lo hizo, así que no hay nada de que preocuparte - James era mi abogadoo mejor dicho de la familia.
- Pero puedes leerlo de nuevo - me senté en el sofá dedos piezas.
- Preciosa - Leandro se sentó a mi lado - ¿no te molestaque lo lea?
- Claro que no - conteste con una sonrisa tierna.
Tomo eldocumento, haciendo que nuestras manos se rozaran, y bueno nuestros rostrosestaban a escasa distancia, me concentre en el contenido, pero simplemente solopasaba las líneas sin entender que decía, espere a que él dijera que habíaterminado de leer, porque en verdad no tenía idea de lo que ahí decía.
- ¿Qué te pareció? - pregunto Michael.
- Bien - deje los papeles en la mesa.
- Firma - Andre me dio su bolígrafo.
Sin decir nadafirme donde me señalaba, después de cinco firmas, por fin se termino, levantemi mirada y vi que Leandro me observaba con la nariz ligeramente arrugada, perono le preste atención.
- Bueno Lena - Michael me extendió su mano - es unplacer tenerte en mi película, y ahora los dejo, porque tengo que ir por tuco-estrella.
- Hasta luego.
Leandro solomovió la cabeza a modo de despedida, Andre al igual que Michael salieron de lacasa, en ese momento de nuevo dirigí mi vista a mi marido, que en segundosdesapareció, camine hacia su recamara y lo encontré recostado viendo la televisión.
- ¿Hubo algo que no te gusto del contrato? - preguntedesde el marco de la puerta.
- No es que no me gustará - siguió sin mirarme - pero nocreí que aceptarás tan rápido irte por seis meses a Perú.
- ¿Qué? - arrugue la nariz.
- Pues eso de que el lunes en la mañana tomas un vuelo aPerú - muy bien, la próxima vez tendría que leer mejor esos contratos - y meextraño que no negociarás el viaje de Carlo.
- Pero Carlo irá - mi voz se escucho un tanto temblorosa- no pueden negar que lleve a mi asistente.
- Lena - por fin me miraba - eres la actriz del momento,y dudo que te nieguen algo.
- Estaba en el contrato - susurre, cuando recordé queese era el único punto en el que había puesto atención - Carlo esta como partede que aceptara.
- Me alegra - su sonrisa apenas fue visible - ¿vemos unpoco de televisión como en los viejos tiempos?
Eleve los hombrosy él me señalo la cama, me recosté a su lado y bueno puso el canal del abuelo,extrañaba un poco esos momentos de solo ver la televisión, sin importar nada.
- Tenemos una entrevistacon David Hugh - como odiaba a ese tipo.
- Cámbiale - le pedí a Leandro.
- Es cierto ¿Qué el señorRichard Boyle te invito a la cena que dará en honor a sus 50 años dematrimonio?
- Richard es un hombre alcual respeto y admiro - como odiaba su estúpida sonrisa- y pues tengo el placery el honor de que me considere su amigo
- ¿Así que asistirás a lacena?
- Leandro - gruñí.
- Ya está - se quejo cuando, por fin estaba otro canal -no entiendo porque lo odias tanto.
- Es simple - conteste secamente - es el peoregocéntrico que he conocido, es un idiota, pedante, caprichoso, machista,engreído y todo lo malo que se pueda decir de una persona.
- Pensé que no ibas a venir - repuso mi padreabrazándome - tus abuelos están allá.
- Gracias - me separe de él.
Observe a miabuelo, que era un hombre que a pesar de su edad, mantenía una altura como de1.75, claro que ya no era su 1.82, el cabello antes negro como el de mi padreahora era blanco, los ojos negros se notaban cansados, mi abuela llevaba su cabelloigual blanco que en algún momento fue rubio y en perfectos rizos, lo llevabaatado y sus ojos miel igual a los míos y a los de mi padre seguían dulces comoyo los recordaba.
- ¿No piensas ir a felicitarlos? - me pregunto Leandroal oído.
- Espera - conteste en voz baja - no es fácil - gire yme observaba con una ceja levantada - me salí de casa a los dieciséis años, porun sueño que él ya cumplía y además me case contigo, que en ese momento eras elsueño de muchas y creyó que cometía un error - si lo había hecho, pero no ledaría el gusto a mi abuelo de que lo supiera - no puedo llegar después de sieteaños y decirle abuelo feliz aniversario.
- Eso es lo que tienes que hacer - me espeto - así quesonríe y caminaremos hacia ellos como una pareja perfecta y profundamenteenamorada.
Tome todo el aireposible y tome el brazo que me ofrecía, camine hacia ellos con la sonrisa másradiante que pude conseguir, mi abuela en cuanto me vio sonrió, en cambio miabuelo mostro su mejor rostro de seriedad.
- July qué bueno que estás aquí - me abrazo con fuerza -te extrañe mucho cariño.
- Y yo a ti - le bese la mejilla - te presento a Leandromi marido.
- Es un placer por fin verte en persona - mi marido lesonrió y estrecho su mano.
- El placer es mío - me tomo la mano - Lena habla muchosobre ustedes.
- Así que tú eres Leandro Alessi - mi abuelo lo recorriócon la mirada - se ve con más porte en la televisión.
- Abuelo - le reproche - comencemos de nuevo, nada dereproches o indirectas.
- Lena - me miro fijamente - espero que estés conscientede tu vida.
- Si lo estoy - le sonreí débilmente y lo abrace - ya noquiero estar lejos de mi bubu.
- No me llames así frente a la gente - me reprendió,aunque fue más falso que mi matrimonio.
- Y recibe bien a Leandro - le pedí - recuerda que es elhombre que elegí.
Suspiro a modo deaceptación y en cuanto se separo de mí, poso de nuevo su mirada en Leandro.
- Pues sea bienvenido a nuestra familia - le estrecho lamano.
- Gracias - su voz pareció sincera.
- Y ahora vayan y disfruten.
En menos de loque pensé, Leandro ya me había sacado del alcance de mis abuelos, había un pocode música, sin preguntarme, ya estábamos en el centro de la pista bailando.
- Esto nos ayudara a mantener firme que nos amamos - me susurro, acercándome más aél.
- Leandro - dirigió su mirada a mí - pensé las cosas ypues podemos tomar este viaje como la razón de que por eso nos separamos.
- ¿No quieres promoción, para tu película? - preguntoacariciando mi mejilla.
- Lo mejor es que esto termine - tenía que ser firme oiba a ceder como siempre - pensé mucho y creo, mejor dicho estoy segura queestaremos mejor separados.
- Pero miren nada más a quien tenemos aquí - esa voz, nodejo que Leandro contestará - a la pareja perfecta del Hollywood.
- David - mi voz apenas fue audible al notar al imbécilque tenía frente.
- Tranquila - murmuro Leandro haciendo más fuerte elagarre en mi cintura - buenas noches David - le sonrió a modo de saludo.
- Leandro - fue su respuesta, clavo su mirada en mí -Lena, mira eres una belleza, ya no queda nada de esa niña escuálida sin forma,que moría por mí.
- Jamás morí por ti - le espete - nunca podría sentir algo,por alguien tan ególatra que no se atreve a ver más allá de sus narices y verque hay buenas actrices aunque no tengan la belleza que a todo hombre lellamaría la atención.
- Seguimos con resentimientos - me sonrió a modo dedisculpa - tú hiciste lo mismo y no por eso te guardo algún rencor.
- Vámonos.
Tome la mano demi marido y me aleje de aquel hombre, no voy a negar que era guapo, porque loera, cabello castaño, ojos azules y una linda sonrisa, tendría casi los 30 añosy era uno de los solteros más codiciados; pero a pesar de eso, actuaba como unimbécil y suponía era por ser tan asediado por las mujeres; que cuando teníaquince años, se negó a trabajar conmigo, diciendo que una niña y él no podríanhacer química en el escenario; cuando cumplí veinte, me ofrecieron laoportunidad de trabajar con él y ahora fui yo la que me negué. Jamás trabajaríacon alguien tan egocéntrico como él, nunca.
Capitulo dedicado a:
marjhon
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Hoy era el día enque ella tomaría el vuelo a Perú y se iría por un buen rato, podría ser librede Lena, y hacer lo que se me viniera a la cabeza, sin que mi esposa seenterara. En ese momento desayunábamos, ya que su vuelo salía a la diez yapenas eran las siete, tenía que estar en el aeropuerto más tardar a las ocho.
- ¿Irás conmigo al aeropuerto? - me pregunto, después deque la señora de servicio saliera.
- Se supone que somos el matrimonio que más se ama - memiró con una ceja levantada - así que, tendremos que ir al aeropuerto juntos ydarnos la mejor despedida.
- Pensé que tendrías que ir al set temprano - comentodando un sorbo a su jugo.
- A Benjamin no le importo que llegara tarde, además coneso de la llegada de Darla - a mi esposa le dio un ataque de tos - ¿estás bien?
- ¿Darla Stewart? - repitió con la voz ronca, asentíentendiendo que me había equivocado al decir ese nombre - supongo que debesestar feliz de que me vaya, ya que ella podrá entrar a esta casa sin que diganada.
- No mancillare nuestro hogar - conteste sin darleimportancia - la llevare al departamento.
- Así que si habrá algo con ella - se escucho ciertadecepción en su voz, pero cuando levante la mirada, ella estaba como si nada -bueno conozco la historia entre ustedes, pero solo ten en mente que podríansalir mal, cuídate y no hagas estupideces.
- No tengo tres años - le espete - y sé que tengo o noque hacer, para que no se enteren de nada.
- Eso espero querido - observo su reloj - porque sicometes un error, no solo es tu carrera sino la de ella.
- ¿Me amenazas? - ella sonrió débilmente.
- No - elevo los hombros - pero recuerda que el medioestá lleno de arpías y tal vez tú seas el mal marido y ella la mujerzuela quebusco el calor de una cama ajena.
- Pues podría decirte lo mismo a ti - asintió levemente- cuídate de tu co-estrella, no vaya a hacer que algo pase entre ustedes.
- Jamás salgo con mi co-estrella - me recordó.
- Siempre hay una primera vez para todo - Lena rió porlo bajo - es enserio preciosa, puedes terminar perdidamente enamorada de tuco-estrella, por un buen beso.
- Los besos para mí no son nada - sus ojos miel seclavaron en los míos - sabes que Andre fue muy estricto en eso, y créemedespués de sus enseñanzas, los besos en televisión no son lo mismo.
- ¿Ni siquiera los míos?
- Tú y yo jamás fuimos pareja en alguna película -respondió serenamente - es por eso que acepte salir contigo y por la cual noscasamos, y los besos que me das frente a las cámaras, recuerda que esa es laLena enamorada, así que no, cuando te beso no siento nada, ya que la que seemociona es la esposa que en cuanto estamos solos me quito.
- ¿Las veces que hemos tenido relaciones, tambiénfinges? - se sonrojo de golpe y bajo la mirada.
- No - apenas fue audible su voz - pero eso no tienenada que ver con los besos, esos son diferentes.
- ¿Esto es diferente? - la besé, sus labios no semovieron, así que me separe estresado - veo que si lo es.
- ¿Quieres que te besé? - pregunto inocentemente y tomomi rostro con cuidado, como si pudiera lastimarme, delineo mi nariz con su dedoy después mis labios - eres un hombre encantador - su aliento se mezclaba conel mío, cerré los ojos por inercia, necesitaba ya sus labios - eres lo quesiempre soñé - su nariz choco con la mía - Te Amo.
Dijo al fin y suslabios se unieron a los míos, su beso era suave, delicado, era un tantodiferente, ya que parecía que no se mezclaban emociones, sus manos se enredaronen mi cabello, segundos después se separo de mí con una sonrisa.
- Eso es un beso de actuación - susurro - y bueno todolo anterior lo hubiera dicho tu esposa.
- ¿No sentiste nada? - negó.
- Ya te dije, Andre me hizo entender, que yo Lena nodebo disfrutar el beso, sino mi personaje - la mire con la nariz ligeramentearrugada - es fácil Leandro - se puso de pie - pero mientras vamos alaeropuerto te lo explico.
Caminamos haciael auto, puso un poco de música, mientras yo la veía pidiendo una explicación,ella se percato de mi mirada y se acomodo en el asiento.
- Bueno, como dije Andre tiene una forma de enseñar, quelos besos deben ser solo disfrutados por el personaje de una forma especial -sonrió levemente - ¿nunca te dije de mi maestro de besos? - negué con la cabeza- bueno mi querido agente y padrastro, desde los doce años, comencé con sutortura de besos.
- ¿Tortura?
- Mi primer beso se lo di a un niño que apenas conocía yque además no me gustaba - suspiro - después de eso fueron más y más besos, depronto un día me mostro un perro y me hizo besarlo - eleve una ceja - así quehe besado de todo, es por eso que ya los besos para mí son como cualquier cosa.
- ¿De todo? - ella rió al escuchar cierto horror en mivoz.
- Caballos, ranas, gatos, perros, iguanas, hombres detodo tipo al igual que mujeres - se escuchaba diversión en su voz - una vez mehizo besar una vaca, así que en verdad los besos no son importantes para mí.
- Qué bueno que Andre no me mostro esa enseñanza -susurre.
- Después de cómo tres meses te acostumbras - repusotranquilamente.
No conteste, solodeje que la música que había colocado llenara mis oídos y porque no un poco deella, había un grupo en especial que ella amaba que era un grupo español, peroen verdad ella amaba sus canciones, así que en ese momento lo veníamos escuchando.
Hoy te vuelvo a ver,
tú sigues siendo el recuerdoaquel,
que una vez bailo conmigo unrato
y se fue, y se fue.
Después de esodeje de escuchar la canción, además de que no era muy bueno con ese idioma yapenas si había aprendido hablar inglés y bueno el italiano que ya venía en minacimiento y un poco de español, y eso había sido solo para poder conquistar aLena.
Ella cantaba,mientras yo solo sonreía recordando un poco de ese día, a quien le había pedidoayuda no era para nada bueno, ya que a quien le había pedido, había sido aThomas que sabía de español, lo mismo que el francés, absolutamente nada.
- No creo que sea tandifícil decirle hola - comento tranquilamente.
- Pero según lo que heescuchado de Benjamin es que le llaman la atención más las personas que hablanen español - repuse fijando mi vista en la mesa de enfrente.
- ¿Por qué te interesa tanto ella? - su nariz se arrugo.
- Ella tiene un nombre -le espete - se llama Lena, que te quede grabado, porque pronto será la señoraAlessi.
- Eso quiere decir, queesto va enserio - repuso serenamente - así que está bien te enseñare español.
- ¿Sabes? - me miro conmolestia.
- Por supuesto que sé -dijo orgulloso - mi ex era colombiana y bueno me enseño bastante.
- No quiero conocer tuscosas - le espete, al ver que me iba a comenzar a relatar todo su noviazgo - solo enséñame español.
- Muy bien - sonrió y sesentó - comencemos con algo sencillo, además ya con el italiano se te hará másfácil - asentí y me senté frente a él, en ese momento en el set nosencontrábamos en la hora de la comida - repite Ma nimbroos Leandro.
- ¿Estás seguro? - élasintió seguro - ma nimbro os Leandro - supuse que decía mi nombre es Leandro.
- Muy bien - me felicitó- ahora repite - ma gusterle ti.
- ¿Y que se supone que ledigo con eso? - ya que eso si ni sentido le encontraba.
- Tú me gustas - contestocomo si fuera obvio - y bueno creo que con esa clase te bastará.
- ¿Por qué? - y entoncesentendí a que se refería, ya que la mujer de mis sueños hablaba muy animadamente con Benjamin.
- No solo Dean quedoimpresionado contigo - comento Benjamin - créeme que aquí al menos a unodejaste sin respiración.
- Ben vine a verte, paraque me ayudes a decidir por cual película, no para que me consigas galán -repuso sentándose a mi lado - hola - nos saludo a Thomas y a mí, nosotros solomovimos la cabeza como saludo.
- ¿Y si este hablaraespañol? - pregunto sonriente.
- Imposible -no entendí muy bien lo que dijo - no estoy preparada para un compromiso.
- Solo serán novios -replico - no es que se vayan a casar.
- Me gustaría más enseñarle -observo a Benjamin que arrugo la nariz - si ya sé, no entiendes nada de lo que digo, pero es divertido ver turostro.
- Háblame en ingles niña- le reprocho.
- Tú deberías aprenderespañol - le espeto - así sería más fácil comunicarme.
- Lamento interrumpir -maldito Thomas - pero las malas lenguas dicen que una hermosa señorita hablaespañol y bueno a mi me gustaría aprender ese hermoso idioma.
- ¿En algún momento te haservido ese halago? - cuestiono Benjamin.
- Es la primera vez quelo uso - admitió - pero si quiero aprender.
- ¿Puedo unirme? - anteaquello sus mejillas se tiñeron de rojo.
- Ni siquiera les hadicho que acepta darles clase - replico Benjamin.
- Pues si quieren, puedenllamarme - anotó su número en una servilleta, y yo que llevaba dos díastratando de hablar con ella - y bueno Ben, nos vemos después, porque ahoratengo que ir con Andre.
- ¿Lecciones? - ella riósuavemente.
- No, esas se acabaronhace como dos años - contesto tranquilamente - ahora me llevara a una de susobras.
- Leandro - esa voz fue la de mi esposa - ¿estás bien?
- Si - y observe que ya habíamos llegado al aeropuerto.
Sin decir nadabajo del auto y yo hice lo mismo, tome las dos maletas que llevaba, ya que encuanto llegara a Perú se compraría ropa, gracias a Carlo que ya estaba en lasala de espera, en cuanto se vieron el hombre corrió a abrazarla como sillevara años de no verla, en vez de dos días.
Camine detrás deella, por si algún paparazzi estaba cerca, teníamos que actuar como la parejaperfecta que habíamos formado, el tiempo escuchando sus malos chistes, fuebastante rápido, en menos de lo que imagine ya llamaban su vuelo.
- Por favor compórtate - me susurro, mientras meabrazaba - y llegando hablamos sobre nuestro divorcio.
- Cuídate - bese su frente - te quiero de regreso.
- No te desharás de mi tan fácil - me aseguro.
Le sonreí y labese suavemente como el matrimonio se suponía que éramos, después de eso seseparo de mi y camino hacia Carlo que la esperaba con su mano extendida, hoyella se iba y yo podría ser libre, pero por un momento desee que se quedará.
Si kieren saber, la cancion es de La Oreja de Vangoh, La chica del gorro azul
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- Vamos dormilona - abrí los ojos y note que no era mirecamara - la grabación comienza en menos de una hora y aun tienes quedesayunar.
- Ya voy Carlo - susurre.
Lo escuche salirde la habitación del departamento que nos ó que me habían dado en Perú, meincorporé y me talle los ojos antes de salir de la cama y caminar hacia el baño,me duche en quince minutos y bueno me puse lo primero que encontré en elcloset, al final de cuentas iba a terminar cambiándome en el set.
Mi aspecto era untanto desmejorado, estaba más pálida y suponía porque apenas había dormido, yeso también lo decían las enormes ojeras, suspire buscando los lentes que mejorlas cubrieran, ya que tampoco me maquillaría, eso también lo harían en elestudio, además de que no era nada buena para ello.
Después de elegirlos lentes que mejor me cubrieran, salí hacia el comedor, en donde un poco decereal ya me esperaba con un café, que Carlo me había preparado, mi amigo sequedo viendo mi rostro que no era uno de sus mejores días.
- Lo extrañas - afirmo, yo simplemente suspire - y buenoesa canción que has estado escuchando desde que llegamos, tampoco ayuda.
- Es que es casi mi canción - me senté y di un sorbo alcafé - él estará mejor ahora que no estoy a su lado y todo va a seguir,mientras yo estoy aquí pensando en él, y él ni siquiera me recuerda.
- Es hora de que dejemos a Leandro en el pasado ymiremos hacia el presente y nos abramos a un nuevo prospecto - me sonrió.
- No pienso salir con mi co-estrella - le asegure -sabes que no soy de esas actrices.
- Ya lo sé nena - hizo un ademán con la mano paraquitarle importancia - pero no por eso, no le podemos echar unas cuantasmiraditas a los camarógrafos, a los asistentes y al resto del elenco.
- Jamás cambiarás - repuse con una media sonrisa.
- Por eso somos amigos, querida, porque soy yo el quealegra tu día.
No conteste, solohice mi sonrisa más grande, apenas si pude tomarme el café, cosa que hizo queCarlo comenzara a reprenderme por mi mala alimentación y cosas de que meenfermaría, después de que me hizo prometerle que comería mejor, llegamos alestudio.
Además deldepartamento que estaba como a cinco minutos del estudio, también me habíandado un Jeep, el auto de mis sueños cuando era niña, bueno caminamos hacia elset, mientras mi mejor amigo catalogaba a los hombres que se cruzaban pornuestro camino.
Yo simplementetrataba de ignorarlo aunque era un poco difícil, ya que cada palabra que usabapara decir que estaban guapos, en cuanto llegamos al set, Michael hablaba conalguien, que estaba de espaldas y no reconocí, camine hacia ellos, pero antesde llegar el hombre con quien hablaba se dio la vuelta y los ojos azules seclavaron en los míos.
- Mi querida Lena - no sabía si mi boca estaba abiertadebido a la sorpresa - veo que no dormiste bien.
- David - mi voz apenas si fue audible, esto no eraposible, no podía ser.
- Tú y David serán pareja - espera había escuchado bien.
- ¿Qué?
- Seremos pareja - esa estúpida sonrisa apareció - dime sino es fantástico.
- Nadie me dijo que tendría que trabajar con David Hugh- replique secamente.
- No pensé que te molestaría - comento Michaeltranquilamente.
- Y no hay problema - respondió Carlo, antes que yo -¿verdad Lena?
Solo pudeasentir, esto era simplemente horrible, no podía ser que de todos los actoresdel mundo, con quien me tocara actuar fuera David, el idiota ese, trate derecordarme que deseaba ese trabajo, no importaba quien estuviera, iba a seguiren esa película.
- Lena ve a maquillaje - sí que me hacía falta un pocode color- y después a vestuario.
Sin contestarhice lo que me pidió, cuando llegue a maquillaje, deje que esas mujereslograran un milagro con mi rostro, en cuanto terminaron, supe que mis ojerasnaturales, eran mejor que las que traía ahora, de hecho mis ojos se veíanhundidos.
Camine haciavestuario, en donde me entregaron algo muy parecido a lo que traía, un pantalónde mezclilla, roto de una de las rodillas, una blusa negra sin mangas y unosconverse negros rotos, que me hizo recordar mis épocas de vagabundeo, en dondeme vestía peor que ahora, pero que mi abuelo me obligo a dejar y además unachamarra de mezclilla.
No había día queno me sorprendiera de quien estaba frente a mí, a pesar del mes Camila seguíasiendo mi barco de salvación, la verdadque esa ropa me había rejuvenecido al menos tres años, dejando a una joven deveinte años y alguien que no estaba casada ni a punto del divorcio; en esemomento Lena Boyle había quedado en otro lado y ahora estaba Camila Snow unajoven que se hizo drogadicta después de la muerte de su madre.
- Creo que no hay una forma en que no te veas hermosa -esa voz era del idiota de David.
- Y tú no hay una forma en que no seas un idiota - dijesecamente.
- Deberíamos hacer las paces - repuso tranquilamente -estaremos conviviendo durante seis meses.
- Nunca - replique.
- Vamos Lena - se acerco a mí por detrás - no seascaprichosa - me tomo de la cintura - tu y yo seríamos la pareja perfecta, nadaque ver con la que formas con Leandro, es muy poco para una belleza como tú.Míranos, en revistas, nuestros rostros como la pareja más enamorada y ademáslos más guapos - recargo su cabeza en mi hombro.
- No hay amor - susurre.
- ¿Crees que a la gente eso le interesa? - mis ojos seclavaron en los de él a través del reflejo - por supuesto que no - me sonrió -a ellos solo les importa ver a quien envidiar, sin conocer si en verdad se amano no, y la pareja Hugh-Boyle será mejor que la de tu matrimonio.
- Un simple contrato para beneficios de ambos - mi vozera indiferente.
- Exacto - beso mi cuello - un contrato que nosconvendría a ambos, podemos salir y decir que fue amor a primera vista, lepides el divorcio a Leandro y comenzamos nuestro propio mundo de fortuna siendola pareja perfecta.
- ¿Eres capaz de dejar tu felicidad por un poco de fama?- no me separe de él, en verdad lucíamos bien juntos.
- Mi felicidad es la fama y la fortuna - contesto conuna media sonrisa - y si estamos juntos, no habrá nadie que nos supere, almenos por el momento.
- Solo una fachada - mis ojos no dejaban de ver lapareja que formábamos - ¿y Leandro?
- Ni siquiera lo amas - paso sus dedos por mi cuello -será simple un trámite de divorcio y él será tu pasado y yo tu futuro,contaremos una buena historia de amor, que en cuanto nos vimos quedamosperdidamente enamorados, dejaste a Leandro porque te diste cuenta que no era elhombre para ti.
- ¿Y qué, haremos un matrimonio ficticio?
- No es mala idea - maldita boca - pero ahora por elmomento, podríamos comenzar a salir, para que nos capten juntos.
- Muy bien -acepté.
- Esa es mi chica - y sin más me beso.
Muy bien no séporque había aceptado, tal vez por celos o tal vez porque en verdad queríaterminar con Leandro. "Celos" replico mi cerebro y como no iba a tenerlos sidesde hacía un mes me angustiaba saber que estaba tan cerca de Darla, suantiguo amor y creo que mucho más grande que el que un día sintió por mí, poreso había aceptado el estúpido trato de David.
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Era mejor en lacama de lo que recordaba, y además pensé que me iba a costar más que aceptaráuna relación conmigo, pero en cuanto supo que mi esposa se había ido, ellahabía venido a buscarme. Creo que había sido un error dejarla y comenzar asalir con Lena, pero esa mujer me había dejado idiotizado.
- Repite Hola mi nombre es Leandro - me encantaba como movía la boca, para que copiara sus movimientos.
- Hola my noumbre is Leandro - ella sonrió al escuchar mi acento - no te burles, hago lo mejor quepuedo.
- Lo haces bien - meanimo - y no me burló, es simplemente que te ves lindo - ante aquellas palabrasse sonrojo.
- Y tú te ves hermosa conese sonrojo - agacho la mirada un tanto avergonzada - ¿Cómo puedes actuar, site sonrojas por todo?
- Eso es solo contigo -ante eso sus mejillas enrojecieron más.
- Así que tengo un efectoa vergonzante en ti - sonreí suavemente - es bueno saberlo.
- Tonto
- Háblame en inglés queno entiendo - le reproche.
- Tonto - la mire con unaceja levantada - tú lo pediste - se defendió.
- Muy bien - acepté, ellasonrió - me gustas.
- ¿Qué?
- Me gustas -como me había costado aprenderme esas dos palabras,que gracias a Carlo lo logre - ¿quieres ser mi novia? - y bueno esas últimasme costaron sudor poderlas pronunciar.
- SÍ - grito y seabalanzo sobre mí
Sonreí al recordaraquello, sentí como alguien se movía a mi lado, dirigí mi vista y note queDarla comenzaba a despertar, en ese momento me sentí culpable, antes de queterminara de despertar camine hacia el baño del departamento.
Entre con elcelular, necesitaba hablar con Lena y preguntar qué tal estaba en Perú, ya quedesde su primer día allá, no había vuelto a tener contacto con ella y ahora necesitabahablar un poco con mi esposa, espere a que contestara que fueron como cuatrotimbrazos.
- ¿Diga? - esno era la voz de mi esposa.
- ¿Es el celular de Lena? - cuestione con la narizligeramente arrugada.
- David -escuche a los lejos.
- Losiento hermosa - se disculpo el idiota - pero como vi tu bolso, bueno no creí que te fuera a molestar quecontestará por ti.
- No importa -escuche como se pasaban el teléfono - ¿Hola?
- ¿Por qué David contesta tu celular? - mi voz sonóronca.
- Se meolvido decirte - se escuchaba bastante tranquila - tenías razón, un beso si puede hacer que teenamores de tu co-estrella, mejor dicho una segunda mirada y todo cambia.
- ¿Sales con David Hugh? - esto debía ser una broma.
- Leandro -supuse sonreía - no puedes imaginar loenamorada que estoy de él, somos el uno para el otro.
- Bromeas ¿cierto? - ¿Por qué sentía mi sangre hervir,al saber que ellos dos estaban saliendo?
- Notengo porque hacerlo - su voz se escuchaba pasiva - es simple, quiero el divorcio y esta vez no aceptare un no porrespuesta.
- ¿Qué crees que digan los medios? - no iba a dejarlalibre, al menos no tan fácil - al saber que Lena Boyle se acuesta con suco-estrella, cuando aun está casada conmigo.
- No meinteresa - no parecía asustada - ahora sé lo que es tener de nuevo el amor y por nada lo dejaré, ademásnos conviene a ambos, sé perfectamente que en este momento estás con Darla ysupongo que quieres empezar una relación sin tener que cuidarte.
- Él solo te utiliza - gruñí.
- Tútambién lo hacías - respondió - laúnica diferencia es que yo lo amo, y lo nuestro murió hace años.
- Si eso quieres - replique, antes de colgar.
- Leandro - era la voz de Darla - ¿Ya te estás duchando?
- No - fue mi seca respuesta.
- Entonces podemos hacerlo juntos.
- Es tarde - en verdad en ese momento lo único que deseabaera no haber conocido a Lena.
No escucherespuesta, sin más abrí la llave, dejando que el agua se templara, en cuantoentre, los recuerdos se agolparon en mi mente.
Elagua caía sobre mi cuerpo, sabía que debía terminar rápido, para llegartemprano al estudio, escuche como la puerta del baño se abría.
- Thomas - abrí un pocola puerta, para correr al vago de mi a amigo, pero quien estaba afuera era minovia y no se notaba muy bien, de hecho sus ojos estaban rojizos, cerré lallave - ¿Qué pasa inglecita?
- Ni siquiera me recibió- contesto con un hilo de voz - no me dejo hacer el casting.
- Shh tranquila - caminehacia ella y la abrace - ese idiota se arrepentirá, de no haber contratado a lamejor actriz.
Seaferro a mí con fuerza, mientras su cuerpo se estremecía, acaricie su cabellosuavemente, como odiaba verla llorar, pero ese idiota de Robert Swit se ibaarrepentir de no haberla elegido como protagonista o al menos hacerle elcasting.
- Dijo que no necesitabaa aficionados - susurro - que enseguida se me notaba que yo no era una buenaactriz, que no era más que una jovencita mediocre que no había logrado una metay tomaba actuación por creerlo fácil.
- Es un imbécil - lasepare suavemente de mí - recuerda que acaba de llegar de Australia y no tieneni idea de lo que sucede en Los Angeles y aun no sabe que dejo ir a la mejoractriz.
- Te Amo - era la primeravez que lo decía - eres el hombre perfecto.
- Eso es porque un ángelmerece lo mejor, y trato de ser perfecto para ti - bese su frente.
- Creo que no fue buenaidea que entrara al baño - susurro con las mejillas rojas y bueno al entenderporque lo decía también me sonroje - te espero afuera.
- Te adoro inglecita -dije cuando ella estaba de espaldas - Te Amo, no tengo miedo de decir que estoscuatro meses han sido lo mejor que me ha pasado, de hecho el conocerte es loque más le agradezco a la vida. Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado.
Segiró y se abalanzo sobre mí, haciendo que cayéremos y bueno el golpe estandodesnudo fue más doloroso, pero aun así sus labios fueron un buen tranquilizantepara el dolor.
- Lo siento - murmuroseparándose de mí.
- No importa - le sonreídébilmente - pero creo que es mejor que termine de ducharme, a menos que qui
- Estás sangrando - susojos estaban sobre mi brazo.
- No es nada - le asegure.
- Es profunda - dijo conun hilo de voz, de un momento a otro se puso pálida - tenemos que ir alhospital.
Fije mi vista enla cicatriz del brazo, habían sido cinco puntadas, recuerdo que me pidió perdónmínimo como veinte veces, sonreí como deseaba regresar a esos momentos en dondeLena me amaba y yo a ella, y todo eran risas y cariños.
No que ahora soloeran sonrisas burlonas, palabras humillantes para el otro, fije mi vista en mismanos enjabonadas, los recuerdos me hacían apenas notar mis movimientos.
- Lena - susurre - ¿Cuándo dejamos de amarnos?
acabo de ver la pelicula de Remember me y bueno me fascino, aunke el final fue un poco inesperado al menos para mi y triste T.T bueno dejando atras el drama se las recomiendo, al igual ke mi nuevo fic de crepusculo, pero todos son humanos, espero ke se pasen x ella, se llama "¿Qué fui para ti?" https://www.potterfics.com/historias/49882
Capitulo dedicado a:marjhongaby_rdz29Cafiabellevampiralunatica06sammy_diggory_cullenbitha_grangermary cullen oshea
- ¿Qué pasacontigo? - pregunto el profesor de historia de la preparatoria - has faltado aclases durante dos semanas, no puedo hacer que todos los profesores te dejenhacer los finales - lo observe y no dije nada - Camila, tu comportamientolastima a tu familia.
- Mi familia nisiquiera sabe que existo - replique - mi padre con su nueva novia, no recuerdaque tiene hija y bueno Edwin con eso de su banda apenas si nota si estoy encasa, así que no hay a alguien que le impor
- No digas eso - meinterrumpió - para mí eres importante.
- ¿Qué trata dedecir? - pregunte en voz baja.
- No quiero que memalinterpretes - se apresuro a decir - pero sé que en el fondo de esa chicamala de no me importa nada, se esconde una niña frágil que desea amor y que lapro
- Se equivoca - melevante de la silla - yo no necesito a un profesor pervertido que me diga que estáenamorado de mí, cuando simplemente quiere tener sexo conmigo.
- Es mentira -replico - jamás te buscaría solo por sexo - camino hacia mí - sé que no esbueno lo que siento por ti, pero no puedo dejar de sentirlo, eres tanindefensa, aunque trates de demostrar lo contrario, que no puedo dejar desentir que debo protegerte.
- Miente - mi vozse hizo débil - nadie se ha acercado a mí solo para protegerme, todos loshombres solo lo hacen por una cosa, sexo.
- Te Amo - caminohacia mí y tomo mis manos - eres unaniña a la cual quiero proteger Camila, quiero estar a tu lado.
- Queda - repuso Michael - estuvieron muy bien - nosfelicito.
- Gracias - conteste pasivamente.
- Con alguien como Lena como compañera, es fácil quetodo salga bien - comento David.
- Pueden tomar un descanso - repuso Michael.
Camine hacia eltráiler, después de casi dos meses trabajando con David y hablando más, me dicuenta que no era tan desagradable como creí, de hecho me llevaba muy bien conél. Este fin de semana iba a declarar que ya no amaba a Leandro si no a David.
En cuanto llegueal tráiler me tire literal en el sofá, dos minutos después David entro, Carlohabía desaparecido, giré mi vista hacía mi supuesto nuevo amor y note queestaba más serio que de lo normal, arrugue un poco la nariz.
- No quiero que esto sea solo ficticio - se hinco frentea mí - quiero que tú me quieras, que nuestra relación no solo sea una imagenpara vender más - sus ojos azules se clavaron en los míos - necesito que tusientas lo mismo que yo, te necesito.
- ¿De qué hablas? - eleve una ceja.
- Quiero que nuestra relación sea real, que seamospareja dentro y fuera de la actuación - tomo mis manos - es más este sábado noquiero que digas nada sobre lo nuestro, quiero que lo digas, hasta que enverdad sientas algo por mí, pero dame la oportunidad de poderte enamorar.
- ¿Es enserio?
- Jamás he hablado tan enserio en mi vida - en verdadsus ojos no parecía haber mentira - te quiero a ti, no quiero la fama, si tuquieres podemos mantenerlo oculto hasta que tú te sientas cómoda para hablarsobre lo nuestro.
Le sonreídébilmente y me incline y lo bese suavemente, no tenía nada que perder, dehecho deseaba sacar a Leandro de mi vida, por fin dejar ese amor que Carlotenía razón, era enfermizo, duró poco, pero fue muy significativo, al menospara mí, entendí que David era una de las personas que más oportunidad tenía desacar a Leandro de mi vida.
- Gracias - su aliento choco contra mi nariz.
- Soy yo la que te agradece - acaricie su cabello.
- No es que quiera interrumpir - esa voz era de Carlo -pero la sesión fotográfica de Lena es ahora.
Nos separamos,ambos sonriendo, se levanto y me extendió la mano para que yo hiciera lo mismo.
- Nos vemos en un rato - y sin más dejo un casto beso enmis labios - te quiero.
- Nos vemos - conteste con una media sonrisa.
Lo vi salir deltráiler y enseguida sentí la mirada acusadora de Carlo sobre mí, yo simplementesonreí más, eso pareció contagiarle a mi mejor amigo, ya que corrió aabrazarme.
- Lo sabía - dijo emocionado - sabía que David era elindicado.
- Lo mismo dijiste de todos mis novios - le reproche.
- Bueno así como muchos no tuviste - me recordó -contando a Leandro, tuviste tres en todo el tiempo que viviste conmigo, y conel único que dije que era el indicado te casaste.
- Y ve como termine - le espete.
- Ahora estás con el soltero más codiciado y ademásestás casada con el hombre que invita más a pecar - reí suavemente ante eso -así que no te puedes quejar, tienes a dos hombres guapos, uno que parece que site quiere y el otro que pronto será olvidado.
No conteste,simplemente salí del tráiler y Carlo salió detrás de mí, caminamos hacia elestudio, cuando llegamos estaba Michael y un hombre como de unos 50 años quesupuse era el fotógrafo, pero antes de llegar a ellos, una chica me tomo delbrazo y me llevo a vestuario y a maquillaje, cuando llegamos, me entrego unshort me llegaba a la ingle, y una blusa sin mangas, en cuanto termine devestirme, la misma chica me llevo a maquillaje, en donde me maquillaron de piesa cabeza.
- Que fea cicatriz - dijo una de ellas, observando lacicatriz que tenía en el tobillo - ¿Cómo se la hizo?
- Por un torpe - sonreí.
Laplaya era diferente cuando él estaba a mi lado, de hecho creo que todo eramejor cuando él estaba conmigo, caminábamos a la orilla del mar, tomados de lamano, mientras él decía cada estupidez que simplemente me hacía reír.
- ¿Cómo es tener alas? -pregunto.
- No lo sé - contestesuavemente - ¿Por qué me lo preguntas a mí?
- Supuse que un ángeldebía saberlo - repuso con indiferencia.
- Ya me case contigo -comente con una media sonrisa - ya no tienes que tratar de conquistarme.
- Inglecita - se detuvo yme tomo de la cintura, que su piel contra mi piel, me hacía estremecer - cuandote digo que eres un ángel, no es para ser galán, es porque lo creo.
- Italiano mío - susurrecon una débil sonrisa - entonces supongo que los ángeles solo pueden estarentre ellos - me miró con una ceja levantada - yo también creo que eres unángel.
- No creo que alguiencomo yo pueda llegar a eso - se inclino suavemente - se necesita demasiadaperfección y hermosura para tener el privilegio de ser algo celestial.
Sentíasu respiración chocar contra mi nariz y mis labios, cerré los ojos esperando elbeso, se estaba tardando más de lo necesario, pero sabía que le gustaba hacermeenojar y estresarme, arrugue la nariz y escuche su débil risita.
- Me voy - repliquedándole la espalda y comenzando a caminar hacia el hotel.
- Inglecita - llamo, peropor supuesto que no le iba a dejar tan fácil el contentarme - era una broma.
- Pues tu broma te costódormir en el sillón de la habitación - conteste secamente.
- Amor no seasquejumbrosa.
- Ahora soy quejumbrosa -le espete.
- No quise decir eso -aseguro - es qu
- ¡Oh, por Dios! ¡EsLeandro Alessi!
Girehacia aquel grito y al menos 20 chavitas corrían hacia él, en menos de lo queimagine corríamos, no tenía ni idea de hacía donde nos dirigíamos, perdí lassandalias como a la mitad del camino, y bueno sentía como algunas conchas o esodeseaba creer se enterraban en mis pies; solo eran rasguños, pero de prontosentí como algo se enterraba en mi tobillo, grite sin darme cuenta.
- ¿Estás bien? - preguntoLeandro preocupado.
- Si el sangrar, estádentro del concepto bien - respondí, al fijar mi vista en mi tobillo izquierdoy ver que sangraba - la respuesta es sí.
- ¿Qué demonios hace unvidrio, en la playa? - gruño, en ese momento estaba hincado observando mitobillo - ¿puedes caminar?
- Lo dudo - repusetranquilamente.
- Tendremos que ir alhospital - comento, tomándome en brazos.
Malditosrecuerdos, suspire y camine hacia donde estaba el fotógrafo, el hombre mesonrió amablemente y me pidió varias poses, las hice sin decir nada, llevabacomo unas cincuenta fotos, cuando David llego, en ese momento la sesión fue deambos.
- Ahora sonríanme - repuso el hombre - vamos demuestrenesa pareja que se ama - las manos de David se colocaron en mi cintura y mismanos se colocaron sobre su pecho, nuestras miradas se encontraron - perfecto -sentí el flash - ahora un poco más pasional - bajo su boca a mi barbilla y lamordió levemente - así, muy bien.
Así siguió lasesión, después nos dijo que podríamos hacer lo que quisiéramos, fue bastantegracioso, bueno hubo muchas en las cuales hicimos gestos y no sé que más, erabastante divertido estar con David, a pesar de ser mayor, se comportaba como unniño y eso me contagiaba.
espero les guste el cap ^^
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- Buenos días - comenzaba a odiar un poco su voz - eldesayuno está listo.
- ¿Lo preparaste? - pregunte con una media sonrisa.
- Obvio no, tontito - en donde estaba Lena, que lamayoría de las veces ella preparaba el desayuno - lo pedí del restaurante deaquí abajo.
No conteste, simplementeme dedique a comer sin verla, jamás pensé que en verdad extrañaría a Lena, peroen estos momentos necesitaba a mi inglecita, no podía ser que cada día quepasará la extrañara más.
- ¿Cuándo hablaras y dirás que tú y yo somos pareja? -pregunto de repente.
- Solo estoy esperando el momento para hablar con Lena -conteste tranquilamente - y pedirle el divorcio, y después de eso se lo diré almundo.
- Espero que sea pronto - observe su sonrisa llena deilusión - ya quiero ser la señora Alessi. Horoscopos y tarot de amor
Ante eso, por noquerer escupir el juego, se me fue por otro lado y me dio un ataque de tos,debido a que me estaba ahogando, Darla se levanto de la silla y corrió hacía mipreocupada.
- ¿Estás bien cosa? - con ese apodo, mi ataque se hizomayor.
Asentí, ya que nopodía hablar, me levante y camine hacia el baño, para tratar de controlar mitos, respire varias veces y poco a poco se fue pasando, en cuanto eso paso,fije mi vista en el espejo, en verdad las ojeras eran más notables, el viaje deLena no me ayudaba nada, al menos cuando estaba aquí, sabía que estaba bien yahora que estaba en Perú, apenas si tenía noticias de ella y no era porque ellame hablará, sino porque lo veía en las notas del espectáculo.
- Te extraño Lena - le susurre al espejo - Darla no mequita este vacío, no puedo creer que te necesite.
- Cosa iré de compras - me aviso Darla.
- Aquí estaré - conteste con cierta ironía, que ella nonotó.
Escuche como la puertadel departamento se cerraba, cuando eso paso, salí del baño y tome el teléfono,en esos momentos necesitaba escuchar su voz, esperé ansiosamente.
- ¿Hola? -parecía que la acaba de despertar.
- Len - susurre, no sabía que decir.
- ¿Leandro? - su sorpresase escucho en su voz - ¿Qué pasa?
- Simplemente quería escuchar tu voz - contestetranquilamente.
- ¿Tesientes bien? - supuse que tenía la nariz arrugada.
- Perfectamente - mentí - solo quería recordar.
- ¿Recordar? -repitió - ¿Qué querías recordar?
- La época en donde me amabas, cuando nos amábamos,cuando nuestro mundo éramos solonosotros - me recargue en la pared - ¿Qué es lo que más recuerdas de nosotros?
- Sonmuchas cosas - susurro - sontantas que no sé que quieras recordar.
- ¿Recuerdas la primera vez que te dije Te Amo? - caminehacia la recamara, en donde había sido mi recamara, antes de que me casará.
- Medijiste Te Amo, desde la primera vez que te bese - sonreí anteeso.
- Bueno ya sé - acepté - pero cuando fue cuando supisteque era cierto.
- CuandoDarla regreso - su voz era débil.
- Ya regreso el supuesto amor de tu vida - bromeoThomas.
- No estoy de humor, paratus tonterías - gruñí.
Nopodía ser que Darla regresará, bueno sabía que eso iba a suceder, pero no eneste momento en que estaba mejor que nunca con mi inglecita, no es que sintieraalgo por ella o al menos eso esperaba, en ese momento no estaba seguro de nada,a excepción de que Lena era importante, no sabía cuanto, pero me eraimportante.
- Leandro - su voz, cerrélos ojos tratando de sonreír.
- Darla - mi sonrisa nofue tan falsa, porque si me alegraba que ella estuviera aquí - pensé quetardarías un poco más.
- Pues la gira duró dosaños - replico - espero que mi niño siga solo.
- Dodo - esa voz era demi novia - ¿Cómo está el Dodo de mi corazón? - en cuanto me vio y notó que notenía el ceño fruncido como siempre, que me llama con ese estúpido sobrenombre,elevo una ceja.
- Len que milagro verte -Thomas enseguida corrió a abrazarla - comenzaba a creer que ya no me querías.
- Pero si es Lena Boyle -repuso Darla con una media sonrisa - en Londres vi tu serie, en verdad que erasun encanto de niña.
- Gracias - repusodesconcertada - Darla Stewart - ella asintió - vi tu obra y me fascino.
Ellasimplemente sonrió, mi novia giró su vista a mí, sabía que tenía que decir algoo me iba a pesar, su mirada miel me lo decía, me aclare la garganta y tome lamano de Lena.
- Darla - llameamablemente - Lena Boyle es mi novia y con la cual espero casarme pronto.
Elrepentino ataque de tos de mi inglecita, no dejo que Darla dijera algo, palmeeligeramente su espalda tratando de que volviera a la normalidad, sus mejillasestaban sonrojadas, eso quería decir que su tos, fue por lo que había dichoantes.
- ¿Cuánto tiempo llevan?- pregunto Darla bruscamente.
- Tres meses - contestetranquilamente - pero sé que es la mujer de mi vida.
Despuésde mi respuesta salió, mientras Lena se soltó de mi agarre y me mando unamirada ácida, algo había hecho mal, trate de rememorar lo antes sucedido, parasaber que le había molestado, pero no encontré nada.
- ¿Fueron novios? -gruño.
- Yo los espero afuera -terció Thomas y en menos de lo que imagine ya estábamos solos.
- Te hice una pregunta -su mirada miel estaba brillosa.
- Sí - acepté - pero nola ame como Te Amo a ti - esas palabras salieron sin ser consciente de ello.
- Siempre quedecía ese tipo de cosas, terminábamos en el piso - bromee.
- Lo sé - riósuavemente - ¿Qué tal tu cicatriz?
- Pues creo que seguirá ahí - comente tranquilamente -¿y la tuya?
- Una delas maquillistas dijo que era horrible - el tono de suvoz era un fingido enojo.
- Son tantos recuerdos - repuse - y todos siguen tannítidos.
- Ya losé - admitió - pensar que en algúnmomento creímos que éramos el uno para el otro.
- ¿Podríamos ser amigos?
- Supongo- respondió suavemente - tal vezasí si funcionemos.
- Len - esano era la voz de Carlo - vuelve a dormir.
- ¿Interrumpí algo? - gruñí.
- Misueño - dijo con indiferencia.
- Hermosa,deja de hablar y vuelve a dormir - seguramente era el idiota de David.
- Esperaun segundo - me pidió, colgué, no quería saber si en verdadestaba con él o con alguien más.
Aventeel celular, maldita la hora en que se había ido, maldecía el que se hubieraencontrado con David Hugh, pero aun más el día que nos habíamos peleado, loodiaba más que cualquier otro, eso nunca debió pasar, jamás debí salir de la casa.
Y lopeor de todo es que a pesar de haber casi jurado que no la amaba, en esemomento sabía que había sido la mentira más grande que había dicho, la amaba, apesar de todas las mujeres, ninguna había sido importante, ni siquiera Darla,la única que me interesaba ahora estaba en Perú con el imbécil de David.
Si eraun idiota, lo acepto, tenía que perderla, para saber lo importante que era,golpee el espejo, muy bien ahora era lo doble de imbécil y estaba sangrando, meamarre una toalla y salí del baño, tome las llaves del auto y cuando abrí lapuerta para salir estaba Thomas.
- ¿A dónde vas? - pregunto, pero después fijo su vistaen mi mano - ¿Qué te paso?
- Me corte - gruñí.
- Vamos - me hizo una seña para que caminara, lo hice,ya que no quería discutir - ¿Por qué tu humor de perros?
- Pensé que mentía con lo de ese imbécil - le espete - yresulta que le marco y habían pasado la noche juntos.
- Lena tiene derecho a rehacer su vida - repusotranquilamente - no creerías que siempre estaría a tus pies - le mande unamirada asesina - bueno ella siempre creyó que tú y la mujer del bar tuvieronrelaciones.
- No sé si las tuvimos o no - susurre - no puedo creerque por mi estúpido orgullo, no hubiera arreglado mi matrimonio.
- Puedes aun arreglarlo - repuso tranquilamente, lo mireinterrogante - Carlo le cuenta todo a Gleen y bueno dale un poco de licor a esehombre y suelta todo.
- No entiendo.
- Lena se fue de aquí, porque quería olvidarse de esto -llegamos a su auto - quería olvidarse de ti.
- ¿Crees que aun me ame? - pregunte en voz baja.
- Nada pierdes con intentarlo - contesto tranquilamente- además de que a pesar de todo siguen formando una pareja perfecta.
- Tienes razón - sonreí de lado - Lena volverá aenamorarse de mí.
Creo ke esto ya lo sabiamos, bueno pero Leandro se akba de dar cuenta, ahora veamos ke hace ^^
Capitulo dedicado a:
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- Es un desastre - susurre al ver mi habitación.
- ¿Con quién pasaste la noche? - pregunto Carlo a miespalda.
- Con David - conteste en voz baja.
- Pensé que te tardarías un poco más, para el sexo -suspire - muy bien ¿Qué paso?
- Ayer en las noticias salió que Leandro y Darlaentraban a un departamento - mi voz tembló - y bueno me conoces, soy impulsiva,así que salí a buscar con que sacarme el dolor y encontré a David.
- Nena - me abrazo y enseguida escondí mi rostro en supecho y comencé a llorar - creo que Leandro es el amor de tu vida.
- No - mi voz apenas se entendía - Leandro no puede serel amor de mi vida, me ha hecho demasiado daño.
- Pues cualquier persona normal que haya pasado un pocopor lo que tú, ya habría mandado muy lejos a tu marido - me beso el cabello -pero tú lo sigues amando y bueno o eres idiota o masoquista.
- Creo que un poco de ambos - acepté - pero a pesar deldaño, ese sentimiento sigue aquí - me apreté el pecho con enojo - ese amorsigue igual o más grande que antes de que me engañara.
- Eres demasiado masoquista - me palmeo ligeramente laespalda.
Meaferre más a él, era idiota por seguir con ese estúpido sentimiento que loúnico que hacía era herirme, pero a pesar de que trataba con todas mis fuerzasde deshacerme de ese amor enfermizo, no podía, era como una maldición seguiramándolo como imbécil.
- Es mejor que te duches - susurro - tienes sesión defotos en menos de dos horas.
Mesepare lentamente de él y estaba por caminar a mi recamara, cuando llamaron ala puerta, Carlo me empujo hacia mi habitación y él camino hacia la puerta, mequede de pie en el marco, esperando escuchar algo, pero nada; mi oído no eramuy bueno.
- Lena - llamo después de cómo dos minutos.
- ¿Qué pasa?
Perola pregunta quedo contestada, cuando frente a mí estaba un enorme arreglo deflores, no era mucho de este tipo de regalos, así que estuve segura que no erande Leandro, ¿además porque iba a recibir algo así de él?
Peroeso me hizo sentir un hueco en el estomago, no podía creer que a pesar de todoeste tiempo sin recibir nada de él, claro con excepción de mis cumpleaños,esperaba que este fuera de él, realmente mi vida era patética, querer queLeandro Alessi me siguiera amando.
- Tiene tarjeta - Carlo se veía realmente emocionado -Sé que es muy poco para la increíble noche que me hiciste pasar - leyó en vozalta, ya que yo me había quedado de pie sin hacer nada - pero con este pequeñodetalle quiero decirte, que eres una mujer maravillosa, David Hugh.
Observode nuevo el arreglo y saco una pequeña caja, me sonrió como pidiéndome que lodejara abrirla, hice un pequeño asentimiento, y bueno en menos de un segundo ya estaba gritando emocionado.
- Es hermoso - me enseño un brazalete de oro blanco -tiene buenos gustos y además realmente le interesas.
- Genial - mascullé - me iré a duchar.
- ¡Oh, Lena! - exclamo - un hombre es atento contigo ylo único que dices es, me voy a duchar - imito mi voz - podrías alegrarte unpoco.
- No me gustan las flores - fue lo primero que se meocurrió.
- Eres una mujer muy rara - me espeto - cualquieraestaría encantada con esto - me miro ácidamente - de hecho con la rosa de Le
- No lo menciones - gruñí, pero ya era tarde, eserecuerdo llego a mi cerebro.
Era tarde, sabía que Dean me iba a matar, odiaba que el programa seatrasara por mí, pero maldito Carlo y su fiesta, no me había dejado dormir ybueno eran las 8 de la mañana y yo seguía en el departamento, cuando habíatenido llamado a las 7.
Aun no sabía quien me mataría si Bryan o Dean o tal vez ambos se uniríany acabarían con mi vida. Esperaba que se apiadaran de mi pobre alma, suspire ytome una manzana de la cocina.
- ¿No se supone quedeberías estar en el estudio? - pregunto Carlo un tanto adormilado.
- Pues así sería si mehubieras dejado dormir - le espete - pero después hablamos de tu falta deconsideración, nos vemos.
- Te arrugaras más rápidosi sigues enojándote o desvelándote.
Decidí no contestar, camine hacia la puerta, tome las llaves del passatque estaban en la mesita justo a un lado de la puerta, cuando la abrí un hombrecon traje como de mensajero me obstruía el paso, me hice hacia un lado, parapoder pasar, pero él me tapaba el paso, estaba por gritar que se quitará.
- Es para usted - eseacento y esa voz, pero antes de levantar la mirada, observe una rosa roja - sela manda un hombre que dice estar perdidamente enamorado de usted.
- Es hermosa - susurre,tratando de controlar mi emoción.
- Me dijo que me diera surespuesta - comento tranquilamente.
- Pues dígale que meencanto - mis ojos se clavaron en los verdes - y que es una persona muyimportante y también puede darle esto.
Rodee su cuello y lo obligue a inclinarse y bueno lo bese con ternura ysuavemente, él posos sus manos en mi cintura; como disfrutaba sus besos o almenos eso hacía.
- Debes irte - la voz deCarlo nos hizo separarnos - ni Bryan ni Dean han de estar muy felices.
- Cierto - hasta esemomento recordé que llevaba una hora de retraso - gracias - le bese la barbilla- Carlo ¿puedes ponerla en agua? - simplemente asintió y tomo mi rosa - ¿nosvemos esta noche?
- Paso por usted a las 8- me hizo una pequeña reverencia.
Cuandomi mente regreso al presente, la opresión en el pecho se hizo más grande,odiaba los recuerdos con él y lo peor es que los buenos momentos le ganaban pormucho a los malos, por más que los últimos ya eran más y sobre todo más recientes.
Carlocamino hacia mí, pero yo camine hacia la recamara, me desvestí, aun pensando enesa rosa, que había durado casi tres meses sin marchitarse y según la abuela deCarlo eso significaba que si había amor y demasiado, ya que había duradobastante.
Perotal vez ese amor no había sido tan duradero como la rosa, sentí el agua caersobre mi piel y en ese momento me sentí sucia, traidora y sobre todo estúpidapor los dos sentimientos anteriores, no debería de sentirme así, además Leandrono me amaba.
Y esome dolía, saber que Leandro no sentía nada por mí, las lágrimas salieron y seunieron al agua caliente que aun salía, era tan estúpida. Y sabía que Carlo lopensaba, pero como mi mejor amigo trataba de sacarme del pensamiento a mimarido.
- Len - Carlo sonaba un tanto desconcertado - Leandroquiere hablar contigo.
- ¿Leandro? - repetí, eso sí que era extraño.
- Sí - repuso consternado - y se escucha ansioso.
- Dile que no puedo contestarle - debía comenzar a ponermis barreras, para poder olvidarlo - que me estoy duchando y que no pue
- Ya se lo dije - me interrumpió - pero dice que espera.
Suspirey cerré la llave, además ya había terminado y no podía postergar hablar con él,por toda mi vida, aunque eso era lo que deseaba, me puse la bata y enrede unatoalla en mi cabello, y le extendí la mano a Carlo que estaba en el marco de lapuerta.
- ¿A qué debo que hoy me llames dos veces? - pregunte,tratando de sonar indiferente.
- Teextraño - ante eso, mi corazón dio un vuelco - nunca imagine cuanto iba a echar de menos tupresencia en la casa.
- No lograras que posponga el divorcio - aunque en esemomento deseara echarme a sus brazos.
- Estoyhablando enserio - repuso suavemente - la casa no es la misma, sin ti, se siente vacía, necesito respirar tuesencia para poder tener un buen día, necesito reflejarme en tus ojos parasaber que todo estará bien, te necesito.
- No voy a caer - era una mentira, y en ese momentoagradecía estar a kilómetros de distancia, porque si no fuera así ya habríacorrido a estar con él - soy muy feliz con David.
- Mentirosa - me espeto Carlo, lo fulmine con la mirada.
- Noquiero que caigas - comento un tanto ¿desilusionado? Si creo que esomostro su voz - simplemente quise sersincero contigo y conmigo.
- ¿Después de cuatro años te sale? - ironice - no nacíayer Leandro, te conozco y sé lo que intentas, pero esta vez no lo vas a lograr.
- ¿Quieresque deje de llamarte? - claro que no, pero controle mi boca y no deje quehablara.
- Si solo es para tratar de manipularme y dejar de ladoel divorcio, olvídalo.
Y sinesperar respuesta colgué, no deseaba volver a caer en sus dulces palabras queal final terminan siendo solo mentiras, avente el teléfono que choco contra lapared y se rompió, sentí las lágrimas bajar por mis mejillas y eso me molesto,no podía ser que por unas palabras suyas mi mundo diera un giro.
Mesentía una total estúpida, que no podía poner una pared contra los sentimientosque me despertaba Leandro, en el lavabo había un vaso, el cual también avente yrompí el espejo del baño, botaron algunos vidrios que me causaron pequeñosrasguños.
- Lena - la voz de Carlo sonaba tranquilizadora.
Peroen ese momento lo que deseaba era sacar a Leandro de mi vida, de mi mente, peroprincipalmente de mi corazón, no podía seguir enamorada de él, porque si seguíaasí, mi vida ya de por si horrible se iba a transformar en el mismo infierno yno lo deseaba, no quería y mi corazón no lo iba a soportar.
- Len no te hagas más daño, debes olvidarlo.
- ¿Cómo? - gemí, cayendo al suelo de rodillas - han pasadocuatro años desde que mi matrimonio dejo de serlo y a pesar de eso lo sigoamando, dime como lo olvido y te juro que lo haré.
- Sal con David - sentí sus brazos rodeando mis hombros.
- ¿Crees que sirva? - trate de que mi voz sonarairónica, pero apenas si fue audible.
- Tal vez eso fue lo que te falto estos cuatro años - meabrazo c0n más fuerza- salir con alguien más, demostrarle y demostrarte que noes el único en tu vida y bueno David en estos momentos te está dando laoportunidad, no la tires.
- Ya no queda nada - susurre.
Selevanto y como me tenía tomada de la cintura yo también lo hice, apenas habíauna parte en donde se veía mi rostro, pero como estaba estrellado no se veíabien.
- Dime que ves - me ordeno.
- Nada - respondí con un hilo de voz.
- Eso es porque este espejo está destrozado - me quitola toalla del cabello - pero cuando esté bien verás a la mujer hermosa y máscuando tu corazón sane por completo en ese momento tanto tú como el mundorecordará a la Lena Boyle de 18 años con sueños, y verás que todo sigue bien yque nada es tan complicado como tú lo ves, solo es cuestión de sanar lasheridas de tu corazón - beso mi cabello - y yo estaré aquí para verte y paraayudarte.
- Gracias - me giré y me abrace a él - gracias Carlo.
espero les guste ^^
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Creo que me había tardado demasiado en abrirle micorazón, y ahora ella creía que solo utilizaba aquello para volverla a atar anuestro fingido matrimonio.
Realmente había sido muy ingenuo o muy idiota paracreer que Lena seguía amándome, o al menos que iba a creer un poco en mí, perocomo iba a hacerlo, si desde casi siempre le había mentido.
- Leandro es hora - repuso Alan - hoy es la últimaescena.
- Ya voy - conteste en voz baja.
Observe de nuevomi reflejo en el espejo, no estaba para nada bien, pero suponía que lasmaquillistas harían milagros como siempre. Además debía terminar a Darla,porque en cuanto esto acabara tomaría un avión a Perú y ahí me quedaría hastaque Lena aceptará que me amara o me volviera a amar.
Salí del tráiler,con una sonrisa, ya que mi esposa volvería a serlo en todo lo que eso conlleva.Llegue a maquillaje y apenas noté lo que me hacían, cuando llegue al set, yaestaba Darla con una sonrisa, se la respondí forzadamente.
- ¿Listos? - pregunto Benjamin tranquilamente.
Solo asentimos yél le dio indicaciones a los camarógrafos y al resto del equipo, las dos chicasse colocaron en el centro de la sala, frente al sillón donde estaba sentado.
- 3, 2, 1 acción - dijo Benjamin.
Las observe a lasdos, la mirada de Nicole era seria, mientras Darla tenía una sonrisa de suficiencia,tome la pose más relajada esperando a que ellas hablaran.
- ¿Te vas? - Nicolesus ojos azules estaban por dejar salir algunas lágrimas.
- Mi tiempo aquítermino - dije suavemente - debo partir y buscar el verdadero amor.
- Tú no crees en elamor - me espeto Darla.
- No lo conseguícon ustedes - la corregí - pero eso no quiere decir que no crea en el amor.
- ¿No me amaste? -las lágrimas de Nicole salían con fuerza.
- Julia tiene razón- me levante y la tome de los hombros - un hombre como yo no cree en el amor,pero tal vez una mujer en el mundo me cambie de idea - besé su frente - ahorabusca ser feliz.
- Eres un idiota - me espeto Darla - jamás nadie teamará como yo.
- Lo nuestro solo fue sexo - repuse tranquilamente - unbuen sexo, pero nada más. Mi esposa es Lena y como tal es la mujer que amo.
- Bonita forma de amar - gruño - acostándote con tu ex -una sonrisa ladina apareció - seguramente le encantara saber que te acostasteconmigo, que mientras ella trabaja en Perú, tú me hacías el amor a mí.
- Sería un buen chantaje - reflexione - pero créeme Lenaes la persona que más me conoce, así que supo que tú vendrías a mí y yo comohombre no podría rechazarte.
- Idiota - sentí la bofetada - pero ya veremos si Lenaacepta la humillación pública.
- La humillación sería para ti - la mire ácidamente - miesposa es una de las actrices más queridas y respetadas, imagínate como tetrataran si saben que fuiste a seducir a su marido.
- Leandro - llamo Thomas, impidiendo que Darla hablara -te buscan.
- Bueno esto es la despedida - le sonreí de lado.
Y sin más caminehacia Thomas, odiaba tener que actuar como un patán, pero necesitaba que Darlase alejara de mí y esa era la única manera, el idiota de mi amigo, simplementeme observo con una ceja levantada.
- ¿Qué?
- No creo que deberías de haber sido tan desgraciado -repuso con indiferencia - la chica te ama, creo que debiste de haber tenido unpoco más de tacto, solo un poco.
- Cuando le dije que amaba a Lena tuve demasiado tacto -le recordé - y ella regreso, así que ahora la necesito muy lejos, es por esoque actúe así.
No dijo nada, asíque continuamos el camino hacia el tráiler, en cuanto llegue, me hizo una señapara que yo continuara, arrugue un poco la nariz, pero entre, en el sillónestaba mi suegro, si estaba el padre de Lena que observaba el poster de suhija.
- Buenas tardes - salude amablemente.
- Hola - saludo - lamento haber entrado.
- No se preocupe - camine hacia él y me senté en unasilla frente a él - pero ¿a qué debo el honor de su visita?
- Como sabes soy director de teatro, pero mi padre creeque podré con una película - comenzó, claro que lo sabía, de hecho por una desus obras había iniciado mi amor por la actuación - y bueno tú eres uno de losactores del momento, además de que a mi padre le agrado la idea de la películaque un viejo amigo le presento - eleve una ceja - pero en lo que iba, megustaría que te presentarás en el casting que es en tres semanas.
- ¿Quiere trabajar conmigo? - abrí los ojos por lasorpresa.
- Claro que si ti
- Está cumpliendo uno de mis sueños -lo interrumpí - ypor supuesto que estaré en el casting, le agradezco que haya pensado en mí.
- No tienes porque hacerlo - me dedico una débil sonrisa- si hablas con Lena dile que su padre también la extraña.
- Con gusto.
Se levanto y meestrecho la mano, después de eso salió del tráiler, trabajaría con GregoryBoyle, era uno de mis sueños, aunque no fuera en teatro.
Escuche que lapuerta del tráiler se abría, gire mi vista y el torpe de mi amigo entraba, conuna media sonrisa.
- ¿Qué quería tu suegro? - pregunto.
- Trabajar conmigo - conteste con una sonrisa de lado -podre trabajar con Gregory Boyle después de tanto tiempo.
- Vaya veo que uno de tus sueños ya se hizo realidad -comento - de hecho creo que han sido dos.
- Se me han cumplido muchos sueños - replique - no solodos.
- Pero solo dos he visto que en verdad te emociones -elevo los hombros, lo observe seriamente - bueno el primero fue salir con lalinda chica que me hizo la entrevista, que además me enamoro en la obra deteatro.
- Es que cuando la vi arriba del escenario, es difícilno enamorarse de Lena - sonreí tontamente - y bueno cuando la vi en el set,creí que soñaba, pero era real.
- Aun recuerdo ese día en el teatro - comento con unarisita - ¿lo recuerdas?
- ¡Oh, vamos! - exclamouno de los actores - Elizabeth tu deber es quedarte aquí y cuidar de tu madre.
- ¿Y qué pasa con lo queyo quiero? - esos ojos miel eran hermosos, toda ella era perfecta - yo noquiero pasar el resto de mi vida, junto a esa mujer loca y alcohólica, soyjoven y no pienso arruinar mi vida por una mujer que no dio nada por mí.
- Te dio la vida - leespeto el hombre.
- ¡Qué gran regalo! -ironizo - esa loca que ahora esta tirada en la cama, lo único que me dio fuerongolpes, maltratos, y un hombre que abuso de mí, no me pidas que haga como quenada paso, y que ella es la madre perfecta y me quede a cuidarla cuando ella nolo hizo conmigo.
- Elizabeth - gruño, yaque ella había salido - no puedes dejar a tu madre.
- Mírame - le espeto.
Laobra estaba por terminar, esa chica que no tendría más de 17 años, actuabaperfecto, dominaba el escenario con un porte que era increíble verla, en cuantotermino, yo me quede observando el telón, esperando que ella apareciera.
- Leandro, vámonos - lavoz de Thomas me saco de mis pensamientos - tengo hambre.
- ¿Cómo dijiste que sellama la protagonista? - pregunte fijando mi vista en él.
- Lena Boyle - contesto -acaba de cumplir 15 años, así que ni la mires anciano.
- Oye - me queje - solo tengo18, no soy tan anciano.
- Pero ya eres mayor deedad y ella no - me miro seriamente - además de que jamás te hará caso.
Nole hice caso, camine hacia fuera del teatro, pero seguramente la puerta pordonde salían los actores estaban detrás de la entrada principal, camine hacíaese lugar, sentía los pasos de Thomas detrás de mí, en cuanto llegue.
- Lena - escuche la vozde un hombre que no conocía, pero aparentaba unos 32 años - vamos que tu madredebe estarnos esperando.
- Claro como tú no usasteesos zapatos - se quejo - se te hace fácil decir camina.
- ¿Quieres que te cargue?- escuche cierta burla en su voz.
- No - respondiósecamente - pensé que estaría lleno de reporteros.
- Están entretenidos enotra cosa.
Enese momento los vi caminar hacia mí, ella llevaba una gabardina que le cubríatodo el cuerpo, mientras él solo llevaba una chaqueta, el rostro de Lena apenassi se veía debido a la capucha de la gabardina.
- Hola - salude - que
.
- Ahora no - dijo elhombre - la chica está cansada.
Ysin más subieron a un auto que los esperaba, me quede como idiota, era lógicoque ni siquiera me dejara hablar.
- Ni siquiera un hola - se burlo Thomas.
- Pero después se hizo mi esposa - le recordé.
- Una esposa que sale con su co-estrella si no lorecuerdas.
- Pero no será por mucho.
- Mejor veamos las noticias ¿te parece? - asentí singanas.
No sentamos en elsofá para ver la televisión y "despedirme" del lugar, en ese momento el idiotade Thomas dejo el canal en donde estaba el imbécil de David.
- Bueno me siento muy agusto en la película y más trabajando con una mujer como Lena - sonrió de lado- estamos por terminar de grabar, bueno nos queda un mes, pero saber que estáspor alejarte de la mujer que amas, hace que el tiempo se vaya más rápido.
- ¿Así que hay una chicaen la producción que te roba los suspiros? - la entrevistadora sonrió - ¿ycuéntanos quien es la afortunada?
- Creo que ya saben queLena y Leandro terminaron hace bastante tiempo - ese idiota no podía decir loque yo me estaba imaginando - mi compañera quedo devastada por eso, peroentonces nos hicimos amigos y eso nos llevo a lo otro, Lena, preciosa sabes queTe Amo.
- Lo dijo - gruñí - esto no puede ser real.
- Pues creo que sí - respondió Thomas - David acaba dedecir públicamente que sale con tu esposa, y ni tú ni ella han hablado sobre eldivorcio en público.
- Pero ni Lena ni Leandrohan hablado de separación - la voz de la mujer era sorprendida - ¿Cómo esposible que ella salga contigo?
- Bueno Lena estaba pordecir todo esto al mundo - esa sonrisa, si lo tuviera enfrente ya se la habríaborrado - pero se ha sentido un poco mal, y bueno me dijo que era momento quetodos supieran nuestro amor.
Ese idiota iba amorir en mis manos, de eso me encargaba yo, pero primero a enfrentar a laprensa, con la bomba que acaba de enviar ese imbécil, no me extrañaría quefuera del set, estuvieran cientos pidiendo que hablara sobre lo de Lena.
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bueno antes de ke empiecen a leer les pondre a David, bueno sigo sin saber como aah!! pero les dejo el link https://www.drewboy.com/2/images/stories/celebs/ChrisEvans/chris-evans-05.jpg
Me dolía lacabeza realmente horrible, tenía nauseas, y bueno me había desmayado o segúneso me dijo Carlo; ya que yo me había levantado, había hecho lo que hacía todoslos días, estaba por grabar en el set, pero hacia dos horas había despertado yme encontraba en el tráiler, Michael dijo que era mejor que descansara.
En cuantollegamos al departamento, Carlo me obligo a recostarme y no me había dejadolevantarme, no es que me disgustara, pero mi mejor amigo era como un padre mássobre protector que el mío, me había hecho litros de té, que me deba cada mediahora.
- ¿Cómo te sientes? - pregunto Carlo, que entraba con latercera taza.
- Pues me he sentido mejor - respondí tranquilamente.
- Tienes un aspecto horrible - me confesó - te ves comola primera vez que te emborrache.
- Esa vez me sentía peor que ahora - le sonreílevemente.
- Vomitaste todo lo que habías comido en dos semanas -me entrego la taza - gracias al cielo, ya no vivías con tu madre, sino mehabría asesinado.
- Quiero decirte que a mi madre no le caías bien - él meobservo con una ceja levantada - cuando me salí de su casa tenía 16 y tú tenías22, creyó que me pervertías.
- Creo que tu madre es mamá gallina - asentí levementedándole la razón - pero ¿Por qué diablos te conocí?
- Pues es lo mismo que me pregunto - aunque si recordabaporque lo conocía, ante eso reí levemente.
- Claro que recuerdas - me espeto.
- No lo hago - eleve los hombros.
- Si lo haces - me contradijo.
- Bueno fue en una cafetería - acepte.
- Tomaba un late - se recostó a mi lado - estaba en unamesa del rincón del lugar, y leía "Mujercitas"
- Venía con una compañera del teatro, - mi sonrisa seensancho - lo primero que vi fue tu cabello rubio, me sentí atraída por ti,recuerdo que en ese momento estaba con las hormonas bastante altas, ademássiempre me decían que era una chica bonita y que nadie podría negarse a misonrisa - di un sorbo al té - entonces envalentonada por esas opiniones, caminehacia ti, decidida a platicar contigo.
- Si lo recuerdo - rió suavemente - llegaste y dijiste"Hola, soy Lena" me sonreíste de esa forma que me causo tanta ternura "¿puedosentarme?" me preguntaste.
- "Soy gay" fue lo que me contestaste, en ese momento mesentí una tonta, pero para eso era actriz, para poder improvisar - si habíasido uno de los días más vergonzosos de mi vida - "¡Oh, lees mujercitas!" fuelo primero que se me vino a la mente - comente - "es mi libro favorito, solovenía a ver qué leías"
- En ese momento me engañaste - acepto - de hecho creoque comenzamos a hablar del libro, y después quedamos al otro día y así, hastaque comenzaste a contarme de los problemas con los periodistas y tus novios yno sé qué más.
- Te convertiste en el hermano mayor que nunca tuve -recargue mi cabeza en su hombro - y al año de eso, recuerdo que me pelee conmamá y llegue furiosa al café, tú dijiste que podía irme a vivir contigo y esohice, claro que mamá pego el grito en el cielo, ya que eras 6 años mayor a mí ybueno además tenías una cara de pervertido.
- Oye - me empujo suavemente y yo reí - ser gay no essinónimo de pervertido.
- Lo sé - acepte - quiero decirte que los dos años queviví contigo fueron los más divertidos y en donde aprendí más cosas, como apreparar mi desayuno.
- Tenerte a mi lado, fue como volver a tener una familia- ante eso lo abrace - tú me diste ese cariño de hermana, que la real me quito,y aunque tu madre no me acepto en un principio, ahora es como una madre, aligual que Benjamin es como un padre.
- Mi madre, pensó que vivir contigo era un error -susurre - pero poco a poco te fue tratando y descubrió a la hermosa persona queeres, y ella también te quiere como un hijo, y recuerda Carlo tu y yo no somosamigos, somos hermanos y unos que se conocen a la perfección.
- Gracias por aceptarme en tu familia - me beso elcabello.
- Gracias a ti por aceptarme en tu departamento y en tuvida - sonreí abiertamente.
Antes de que élpudiera decir algo, mi móvil comenzó a sonar, fruncí el ceño, no podía ser queni unos minutos me dejaran pasar con Carlo, lo tome irritada.
- Diga - eso sonó a orden.
- ¿Quédiablos es eso de que ya terminamos? - esa voz fue deLeandro y se escuchaba furioso.
- ¿De qué hablas? - pregunte desconcertada.
- Sabes deque hablo - me espeto - perohagamos que no lo sabes - la ironía de su voz me asusto un poco - el idiota de David en este momento está enla televisión y está diciendo que sales con él.
- ¡¿Qué?! - busque el control del televisor y loencendí.
- Lo queescuchas David está diciendo que sales con él y que nuestro matrimonio yatermino - respondió fríamente.
- ¿Qué pasa? - pregunto Carlo.
- Busca a David - le ordene entregándole el control - yno sé qué te molesta Leandro - replique volviendo con la persona del teléfono -sabías que esto iba a terminar.
- Almenos tenía el derecho de saber, que tú noviecito iba a declarar que lo nuestrohabía terminado.
- Olvídalo - repuse al observar a David en la televisión- hablamos después y sin más colgué.
- ¿Así que tú y Lena yallevan vario tiempo saliendo? - comento la entrevistadora.
- Sí - contesto David conuna media sonrisa - pero no queríamos darlo a conocer, ya que ella quería quesu matrimonio quedara disuelto, para por fin decirle al mundo que nos amábamos.
- Pero Lena y Leandro aunsiguen casados - se escuchaba la confusión en su voz - ¿Por qué decirlo ahora,y no ella sino tú?
- Bueno como dije, Lena sesintió mal - su mirada azul brillaba - y bueno hoy recibimos la noticia de queseremos padres, es por eso que decidimos darla a conocer ya.
- ¡¿Qué?! - mi voz fue un grito.
- Nena tranquila - Carlo me tomo de los hombros.
- Embarazada - no podía creer lo que ese idiota acaba dedecir - Carlo dime que no dijo lo que creí que dijo.
- Por favor debes tranquilizarte - eso quería decir quesi lo había dicho.
- Ese idiota - gruñí - ¿Quién diablos se cree, paradecir que mi matrimonio se acabo y además que espero un hijo?
- Tal vez lo del desmayo, él lo tomo como un síntoma deembarazo - reflexiono Carlo - además podrías estarlo.
- Claro que no - casi grite - que me haya acostado conél una vez, no quiere decir que fuera tan estúpida como para no cuidarme, y noestoy embarazada solo fue el estrés.
- Lena tranquila - se levanto y uso sus manos tratandode tranquilizarme - debes pensar con lacabeza fría y que es lo que le vas a decir a los periodistas.
Eso era muycierto, en ese momento iba a estar a la mira de todos, me deje caer en la cama,mi vida ahora sería la comidilla de la prensa, por todo lo que había luchadodesde que era una niña, en ese momento se estaba derrumbando frente a mí.
- Nena - Carlo estaba a mi lado con mi móvil, creo queme había ido por bastante tiempo - es Andre.
Mi agente me ibaa matar, respire profundo antes de tomar el teléfono.
- Hola - salude desanimada.
- Tumadre esta como loca con la nota que acaba de salir - parecíarealmente exaltado - ¿Cómo diablos es queestás embarazada de David?
- No estoy embarazada - replique - y dile a mi madre queno se angustie que estoy bien, y que el escándalo no llegara a ella.
- Sabesque eso no nos preocupa - me reprocho - sino lo que está pasando contigo, desde cuándo va mal tu matrimonio.
- Hace unos meses - mentí, no era necesario que supierala verdad - desde que comenzó a trabajar en su nueva película.
- ¿Porqué no me dijiste?
- Pensé que eran problemas normales en un matrimonio -respondí con un hilo de voz - pero todo empeoro cuando vine a Perú, me pidió eldivorcio y bueno David estaba a mi lado, creo que ese fue mi error, tomar a mico-estrella como mi barca de salvación.
- Cariño - suvoz se escucho conciliadora - todo va aestar bien.
- Quiero que hagas una rueda de prensa, necesito aclarartodo esto - suspire - les diré que el matrimonio Alessi-Boyle ha terminado, yque no estoy embarazada y David Hugh también es el pasado.
- En unrato te hablo - dijo tranquilamente - para decirte donde y, a qué hora será.
- Gracias - sonreí levemente - nos vemos Andre.
- Descansa - ysin más colgó.
Esto era máshorrible de lo que pensaba hace unos minutos, en verdad todo lo que habíatratado de alejarme de los escándalos en ese momento se había ido a la basura,y todo por haber creído de nuevo en un idiota con cara bonita.
Pero yo tenía laculpa por haber creído que en verdad, el gran David Hugh me quería, si lo únicoque deseaba era la fama, ¿Cómo no me había dado cuenta de ello? Vivía con unhombre que solo me utilizaba para formar la hermosa y perfecta pareja, quetodos envidiaban, y ahora encontraba a otro que hacía lo mismo.
Mi vida era unamentira, una farsa que debí haber terminado cuando tuve oportunidad no ahora,que ya todo se me venía abajo, en ese momento me sentía fatal, no podía creerque eso estaba pasando no podía ni quería creer que en verdad David habíahablado no podía.
- ¡Oh, por Dios! - exclamo Carlo desde la ventana.
- ¿Qué pasa? - pregunte caminando hacia él.
Y entoncescomprendí, fuera del edificio en ese momento era un mar de periodistas, ¿Cómoera que se enteraban tan rápido? Comenzaba a creer la teoría de Taylor y deDean de que se duplicaban por mitosis, regrese a la cama y me tire en ella,esperaba que la tierra se abriera y en verdad me tragara.
- ¡Oh, no! - ¿ahora qué rayos pasaba? Pero ni siquieralevante la mirada - tenemos visitas.
- ¿Cómo que visitas? - me incorpore de la cama de unbrinco.
- David está por llegar - susurro.
No conteste, esono podía ser posible, cerré los ojos tratando de pensar ¿Qué diablos quería esehombre? Pero no llegue a tranquilizarme cuando llamaron a la puerta, escuche aCarlo salir de la habitación, estaba furiosa y confundida, lo mejor era dejarleclaro a David que ya no habría nada entre nosotros.
- Hola - saludo el idiota y tenía una sonrisita quedesee quitársela con un puñetazo.
- ¿Quién rayos te crees para decirle a la prensa que mimatrimonio ya no lo es? - él no pareció molestarle.
- Cielo - su voz fue suave - no debes enojarte, eso nole hace bien a nuestro bebé.
- No hay "nuestro bebé" - bufe molesta - porque no estoyembarazada.
- Eso se arregla fácil - odiaba que siguiera sonriendo.
- Idiota - estaba comprendiendo todo - lo que medijiste, no era cierto. No me quieres, solo era negocio.
- Eres hermosa - admitió - pero sí, solo fue negocio,sabía que no mentirías diciendo que tú y yo salíamos si no había nada, así quedecidí hacerme pasar por el hombre enamorado.
- Eres un imbécil - debí haberlo visto venir - no sécómo pude confiar en ti, debí haber sabido que harías algo así, pero tú notienes la culpa, yo la tengo por creer de nuevo en un hombre sin cerebro, peroesto se acabo, te quiero fuera del departamento, terminaremos la película, perodespués de eso te quiero lejos de mí.
- ¿Crees poder vivir sin mí? - esa sonrisa dearrogancia.
- No me hagas reír - le espete - como tú dijiste soloera un negocio, no te quiero, de hecho apenas si me gustas y quieres saber ¿Porqué me acosté contigo? - no hubo respuesta - por idiota, por no soportar lasoledad, por eso - la sonrisa flaqueo un poco, pero se mantuvo - ahora largo demi casa, no quiero volver a verte.
- Esto nos convendría.
- El amor no es un contrato - lo mire fríamente - y conmigono sacarás nada, así que ve y busca a otra tonta para ello.
- Te mostrare la salida - repuso Carlo impidiendo quehablara.
No dijo nada,solo me observo detenidamente, sonrió y sin más salió de la recamara, no sabíacomo de nuevo había caído por una linda sonrisa, era tan tonta al haber vueltoa creer en unos ojos.
Bueno kiero recomendarles mi nuevo fic ^^ ke es de Alice y Jasper, se llama "Te quise olvidar" https://www.potterfics.com/historias/51729
Tambien les recomiendo los fics de nessiecullen
https://www.potterfics.com/perfil/21695 cualquiera de los dos es bueno ^^
y también los de sammy_diggory_cullen
https://www.potterfics.com/historias/36485
yo solo he leido este se llama el "Torneo de los tres magos contados por
otra protagonista"
y ya ke estamos en recomendaciones tambien les recomiendo el de marjhon
ke se llama "A quien de los dos Cullen amo" https://www.potterfics.com/historias/50607
Capitulo dedicado a:
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mary cullen oshea
Cafiabelle
sammy_diggory_cullen
Mary_Cullen
marjhon
Mi vida en menos de un abrir y cerrar de ojos, sehabía vuelto un desperdicio, a donde dirigía mi vista, no había nada bueno,todo lo bueno se había ido con Lena, no había algo de lo que me sintieraorgulloso, no había nada.
Cerré los ojos y los miel de Lena me atormentabanllenos de lágrimas, no quería recordar el día que la había perdido, el día quemi vida había cambiado, pero ahora también resonaban las palabras de David, no podíacreer eso de que ella estuviera embarazada.
Mis pensamientos de un mundo inmundo, se viointerrumpido por el sonido del teléfono, lo tome sin muchas ganas, ni siquieravi quien era.
- ¿Diga? - mi voz fue ronca.
- Pon latelevisión - ordeno la voz de Thomas.
- ¿Para qué? - gruñí - ¿hay algo más que destruya mivida?
- Creoque esto de ser actor, te hace más dramático - repuso Thomas- pero mejor deja tu drama, y pon elcanal de Walter, créeme te sentirás mejor después de esto.
No conteste,simplemente tome el control y puse el canal que me había dicho y ahí estaba Lena, con el semblante frío, a pesardel maquillaje, se notaba un tanto demacrada.
- Lamento mucho lainformación que se manejo hace unos días - repuso con la voz un tanto apagada -pero debo decir que mi matrimonio con Leandro, se vio deteriorado con esteviaje, ya que apenas hemos hablado, y eso hace que la relación se vayadestruyendo, hablamos hace unas semanas sobre el divorcio, y bueno estuve malpor días, no por eso me quito la culpa de haberme metido con David, pero estabademasiado deprimida para ver lo que hacía, y ahora lo del embarazo es una mentira.
<< Es cierto que he tenidomalestares, pero no es embarazo, el médico me dijo que era por estrés, quenecesitaba descansar algunos días, es por eso que no había podido hablar, pero nopude soportar más tiempo, necesito que todo este rumor termine por fin -suspiro - mi matrimonio con Leandro ya se acabo, al igual que mi relación conDavid, lo de Leandro solo estoy a la espera de que se termine el papeleo, solofirmar y terminar con esto.
- ¿Entonces el matrimoniomás sólido se rompió sin más? - la voz de un reportero al final se escucho.
- Como ya dije, nuestromatrimonio ya tenía varios roces, por las distancias, y bueno venir a Perú, fuelo que desato la ruptura final - sonrió amargamente - pero debo decir quecuando me case estaba muy enamorada, y esperaba que fuera para siempre, no lofue y pues ni modo, di lo mejor de mí, al igual que Leandro.
- ¿Y qué fue David en tuvida?
- Bueno David, fue algolindo - su rostro se mostró serio - tampoco funciono y fue por lo mismo de midivorcio, en este momento debo estar sola y pensar las cosas - vi como Carlollegaba y le susurraba algo al oído - bueno eso es todo, les agradezco porvenir.
Y después saliódel salón, me quede como atontado ante aquello, suspire y observe que Thomasaun seguía al teléfono.
- ¿Quéte pareció? - pregunto.
- Se ve mal - susurre.
- Gleen,me dijo que Carlo estaba sumamente preocupado por ella, que no ha dejado dellorar en esta semana - comento - queapenas si ha comido, el rodaje de la película se ha apresurado por esto, en dossemanas ya estará aquí.
- Me duele - susurre - no quiero verla mal.
- Puesentre tú y ese idiota, lo único que han hecho es lastimarla - meespeto - y bueno mejor deja de pensar enella, y mejor vayas pensando en tu casting para la película de Gregory.
El tiempo paso rápido, me presente al casting y buenocomo siempre después te llamaban, no había sido tan malo, al menos había podidoolvidarme un poco de Lena, pero no podía creer que había sido tan estúpido comopara no darme cuenta antes que la amaba.
Llegue al departamento, sin ganas, solo iba a llegar ala cama y me iba a tirar en ella, sin pensar en nada, necesitaba descansardesde hacía tres semanas, apenas si había dormido. Me extraño no verreporteros, seguramente por fin se habían cansado de hablar sobre nuestrofrustrado matrimonio.
Ere horrible volver a vivir en el departamento conThomas, era un desastre, pero no deseaba irme a vivir solo, no creía poderhacerlo y menos en el estado en que me encontraba. Llegue al departamento y meextraño verlo un poco arreglado.
- Thomas - llame - ¿A quién trajiste que te esmerastepor ordenar un poco?
- Buenas Tardes - ante aquella voz, creí estar soñando.
- ¿Lena? - no podía creer que ahí estuviera ella - ¿Quéhaces aquí?
- Te traje los papeles del divorcio - contesto secamente- solo quería que llegaran y que no me salieran perdidizos.
- Muy bien - acepte, tomando los papeles que me ofrecía.
En ese momento quería suplicarle que se quedará, queno firmáramos nada, que lo nuestro aun tenía solución, pero sus ojos miel mehicieron entender que tal vez estábamos mejor separados.
- Me voy - dijo sin más.
- Adiós.
La vi caminarhacia la puerta, tome a mi corazón y lo guarde en una caja y guarde la llave,en un lugar que nadie encontraría, por primera vez en muchos años las lágrimassalieron, no deseaba perderla y sin embargo ya era tarde.
La habíalastimado demasiado como para pedirle que olvidara, me deje caer en el sillón,tome una botella de whisky, y un vaso y sin más me puse a tomar, tal vez no erala mejor solución, pero al menos me hacía olvidar lo idiota que había sido.
Las horas pasabany el dolor seguía, ni siquiera el alcohol ayudaba con esto, observe la botellacasi vacía.
- Te Amo Lena - susurre levantando el vaso - brindemospor lo idiota que fui.
Me lleve el vasoa los labios y de un sorbo lo deje vacío, eran tantos momentos con ella, cadaroce de su piel con la mía.
- ¿Estás segura? -pregunte suavemente.
- Pronto seremos marido ymujer - me sonrió rodeando mi cuello - creo que ya no hay que esperar.
- Creí que querías llegarvirgen, al matrimonio - tome un mechón de su cabello y aspire su aroma.
- Tú serás mi marido -sus ojos miel se clavaron en los míos - y además deseo que seas el primero y elúnico.
- Te Amo.
Despuésde eso comencé a besar su cuello suavemente, sabía que sería su primera vez yquería que fuera inolvidable.
- Estúpidos recuerdos - gruñí - debo olvidarla, norecordar cada momento con ella.
No deseaba pensarmás en ella, pero parecía que eso a mi inconsciente no le importaba, cerré losojos.
Sentícomo algo me golpeaba la pierna, abrí los ojos y sonreí al notar que a mi ladodormía Lena, completamente desnuda, era la cosa más hermosa que había visto, supiel blanca, parecía brillar por la luz de luna que se colaba por la ventana.
- Te Amo - susurre,quitando un mechón de su cabello de su rostro, en ese momento sus ojos seclavaron en mí - no quería despertarte.
- No te preocupes - mesonrió levemente - sería un lindo despertar.
- Sería el másmaravilloso - repuse besándola suavemente.
- Tengo hambre - dijocuando nos separamos del beso.
- Creí que las actricesno comían - bromee.
- Pues no sé con clasesde anoréxicas saliste - me sonrió - pero yo, como bastante.
- Eso me gusta - mecoloque sobre ella, sus ojos miel tenían un brillo cautivador - eres perfecta.
- Aun tengo hambre - me acariciola mejilla - así que o me preparas algo, o me dejas levantarme para hacérmelo yo.
- Sus deseos son órdenes -bese su nariz y me levante.
- Bonito lunar - susurro,gire y observe que estaba sonrojada y me sonreía ampliamente.
- El suyo es mucho máshermoso - ante eso se puso más roja - y lo tiene en un mejor lugar.
- Brindemos por ti - levante el vaso hacia su fotografía- por todo lo que me diste y por lo rápido que te perdí.
Mi vista comenzaba a ser borrosa, pero no importaba,solo deseaba que el dolor se fuera.
lamento el retraso, pero no tenía imaginación además de ke estas 2 ultimas semanas han sido la muerte para mí, ya ke como se acaba el semestre o cuatrimestre, ya empiezan los examens finales y estoy vuelta loca ^^U
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Antes de ke comiencen a leer, les pediría que pasaran por mi nuevo fic se llama "Si pudieras ver"
https://www.potterfics.com/historias/52755 aun estoy indecisa, no sé quien será el protagonista, puede ser Emmett o Edward, y el de"El dulce sabor de la miel" https://www.potterfics.com/historias/52851 supongo que les gusta crepusculo y bueno los dejo que continuen con su lectura ^^
Un día más, un día más, que tenía que superar, estaba yendo con un psicoterapeuta, ya que no podía con el dolor, después de lo de David, entendí que mi vida no sería la misma.
Amaba tanto a Leandro, que había deseado seguir viviendo en el círculo vicioso a salir de él, no deseaba estar sin mi Italiano, había hecho una dependencia, de la cual tenía que salir, pero era más doloroso que seguir dentro, pero sabía que a la larga, lo del círculo me iba a dañar mucho más que seguir con mi vida.
Observe el reloj 4:30 de la tarde, hora de mi medicamento, sí, tuvieron que hacerlo, porque en Perú tuve tres ataques de pánico y bueno eso no le agrado a mi psiquiatra, así que me mando un medicamento, que me ayudaría a tener mis nervios controlados.
Abrí el cajón del buro para sacar el medicamento, pero encima de todo estaba una fotografía, eso no era lo malo, sino que en la foto estábamos Leandro y yo abrazados, sonriendo a la cámara felices, sentí la opresión en el pecho de nuevo.
- Déjame vivir - pedí - ya me lastimaste demasiado, para que ahora me hagas esto.
Sabía que Leandro no estaba haciendo un boicot en mi contra, pero no quería recordar momentos con él, debía olvidarlo sin más, porque si recordaba cada momento juntos, iba a terminar suplicando porque volviera.
- Debes ser mi pasado - le espete a la fotografía - debo olvidarte.
Escuche como alguien abría la puerta, me extraño, porque Carlo no hacía tanto ruido al entrar, camine hacia el umbral, y mi boca literal se abrió, ya que en el departamento, estaba Leandro, que apenas podía con su alma.
- ¿Qué haces aquí? - pregunte desde una distancia prudente.
- Ha-haciendo, l-lo q-que de-debí hab
er h-hecho - vaya estaba más ebrio de lo normal - d-desde u-un pri
ncipio.
- Estás ebrio - le reproche - aun no entiendes que el alcohol es malo para ti.
- T-te - hipeo ligeramente - p-preo
cupas p-por mi - sonrió tontamente y yo también lo hice.
- Eres un ser humano - eleve los hombros - y por tal me preocupa tú estado.
- Sigues mintiendo mal - camino tambaleándose hacia mí.
- Es mejor que te dé un café - comente pasando por su lado - en cuanto estés sobrio podrás decirme como entraste.
- Magia - contesto.
No conteste, simplemente entre a la cocina a preparar una taza, con un café muy cargado, para ver si se le bajaba un poco, cuando termine de preparárselo, camine hacia la sala, en donde ya se había recostado y estaba a punto de quedarse dormido.
- Leandro - llame.
- Hmpph - fue lo que recibí de respuesta.
- Toma - le lleve la taza a los labios.
Lo ayude a incorporarse un poco y dio un largo sorbo, pero su mueca de desagrado, me hizo reír suavemente, abrió los ojos y se clavaron en los míos, en ese momento los vellos de mi nuca se erizaron.
- Tu risa es hermosa.
- Creo que estás más ebrio de lo que creí - comente serenamente - le llamare a Thomas.
- No - me tomo las dos manos haciendo que la taza de café cayera al piso - solo quédate aquí.
- Pero debes dormir - replique.
- Solo dormiré si tú te quedas aquí - beso mis manos - por favor, quédate.
- Aquí estaré - mis labios hablaron por si solos - velando tu sueño.
- Debería ser al revés - me sonrió bobamente - pero esta vez lo aceptare.
Se recostó en el sofá y me hizo un espacio, para que yo hiciera lo mismo, suspire y me recosté, gracias a que a Carlo le gustaban los sillones grandes cupimos, sus brazos rodearon mi cintura, sentía que estaba jugando conmigo, pero sus ojos verdes no me dejaban pensar en nada más.
Acurruco su cabeza en mi pecho, era como un niño pequeño que pedía amor, sentí un nudo en la garganta ante aquello, acaricie su cabello, bese su frente y él poco a poco quedo dormido, sus manos se aferraron a mí, como si su vida dependiera de ello.
A pesar de su olor a alcohol, todavía una parte se podía oler la loción que me tranquilizaba, además de su olor natural, acariciando su cabello, poco a poco el sueño me fue ganando y me quede dormida.
Por primera vez en casi cinco años, dormí plácidamente, a pesar de que el lugar donde estaba no era muy cómodo, pero saber que estaba a mi lado me daba una paz que no sabía explicar, pero también sabía que cuando se fuera iba a doler y mucho, pero solo quería quedarme con este momento, no quería olvidarlo.
Sentí que algo se movía, abrí los ojos lentamente y lo primero que vi fueron unos ojos verdes, sonreí ante eso, lleve mi mano a su rostro para saber que era real, acaricie su mejilla, y cuando note que no se desvanecía, me separe de golpe, y bueno caí al suelo.
- ¿Estás bien? - pregunto tomándose la cabeza con la mano y una mueca de dolor.
- Sí - susurre - te traeré algo para el dolor de cabeza.
- Inglecita - ante como me llamo me quede congelada - debemos hablar.
- ¿Sobre qué? - pregunte con indiferencia.
- No pienso firmar los papeles del divorcio - gire mi vista confundida.
- ¿Por qué no?
- Simple.
En menos de lo que imagine, mi espalda estaba contra la pared, y sus labios sobre los míos, me encantaban sus besos, pero tenía que tener la cabeza fría y sus besos y además sus manos, recorriendo mi cuerpo.
- Basta - ordene.
- Te Amo - clavo su mirada en mí - sé que es estúpido, pero cuando te fuiste a Perú, me di cuenta que a pesar de todo Te Amo y cada vez es más grande.
- Estoy cansada de juegos - le espete.
- No es un juego - me tomo el rostro delicadamente - sé que fui un imbécil, al no aclarar todo lo que paso, esa no
- ¿Aclarar? - lo observe fijamente.
- Esa noche, apenas si recuerdo lo que hice - mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas - ¿recuerdas porque nos peleamos?
Asentí levemente, había sido una estupidez.
- No seas caprichosa inglecita - pero yo no quería ir a la estúpida cena.
- No quiero ir - repetí tajantemente.
- Lena ya habíamos quedado - me miro seriamente - no puedes salir de última hora que no quieres ir.
- No voy a ir, si esta ese idiota - gruñí.
- Te estás comportando como una mocosa berrinchuda - le mande una mirada ácida.
- Pues si crees que soy una mocosa, no entiendo, para que te casaste conmigo - entre al baño y cerré la puerta.
- Lena - gruño - sal del baño - no conteste - muy bien - su voz era ronca - si no quieres ir, quédate, no necesito que me vean con una mujer engreída y grosera, no quiero que sepan que mi esposa es una arrogante y malcriada niña que no he aprendido educar.
- Vete al diablo - grite - lárgate, no te quiero ver.
No hubo respuesta, solo escuche la puerta cerrarse, en cuanto eso paso salí del baño, estaba furiosa no podía creer que mi marido me hubiera dicho todas esas cosas por culpa de un imbécil, salí de la habitación, ya que no quería saber nada de Leandro en ese momento.
Pedí otra habitación, si tal vez me estaba comportando como una niña berrinchuda, pero en verdad no quería compartir habitación con Leandro, en cuanto me la dieron me recosté en la cama y me quede dormida.
Desperté debido a que sentí los rayos del sol golpear mi rostro, entre al baño y me lave el rostro, y después camine hacia la suite que utilizaba con Leandro, la noche y el dormir, me ayudo a entender que si me había comportado como una chiquilla, estaba dispuesta a darle una disculpa.
Entré a la recamara, pensando como compensar el berrinche que había hecho la noche anterior, camine tratando de no hacer ruido, ya que tal vez él seguía dormido, abrí la puerta de la habitación, pero en cuanto lo hice me arrepentí de ello.
Una mujer estaba sentada en la cama, totalmente desnuda, ni siquiera le vi la cara, en cuanto me observo se levanto de un brinco, mis lágrimas bajaban sin piedad, esperaba tontamente, que no estuviera mi marido acostado, pero por más que suplique, no se cumplió.
En ese momento el dolor y el enojo nublo mi raciocinio, tome el vaso que estaba en el buro y sin importarme nada, lo estrelle contra su cabeza.
Mis lágrimas recorrían de nuevo mis mejillas, odiaba recordar algo así, sentí sus manos secar las pequeñas gotas, no quería creer de nuevo no podía soportar que de nuevo me engañara.
- Debí de haberte dicho ese día - me tomo el rostro delicadamente - fui a un bar, porque estaba furioso, esa mujer se acerco a mí y bueno sé que fue mi error sentarme con ella, pero eso no importa, sino que deje mi copa en la mesa, mientras iba al baño, y lo único que recuerdo es que regresé y me tome el trago.
Mis ojos se clavaron en los de él, no había indicio de que me estuviera mintiendo.
- Quise decirte que no recordaba nada - sus palabras suplicaban porque las creyera - pero tú te encerraste en tu dolor, y yo me cansé de tratar de explicarte, sé que fui un idiota, pero no puedo dejarte, porque Te Amo, me enamore de ti, desde la primera vez que te vi, sé que tal vez es tarde para est
- No hables - pedí colocando mis dedos sobre sus labios - solo bésame.
Él me sonrió levemente y se inclino, sus labios se unieron a los míos, en un suave roce, poco a poco se torno desesperado, ambos queríamos demostrar con eso que no había nada perdido al menos no sin luchar, mis manos sujetaron su camisa, no quería apartarlo, quería fundirme con él.
Creo ke este capitulo les encanto ^^ xq a mi si me fascino jajajaCapitulo dedcado a:
anny_cullensammy_diggory_cullensole-cullenmarjhonmary cullen osheagabyrdz29Mary_Cullenlohengreenbitha_grangerCafiabelle
Abrí los ojos, ya abrazada a mí estaba mi inglecita, y totalmente desnuda, me traía viejos recuerdos,sonreí al recordar los sucesos anteriores, acaricie su cabello y ella seremovió un tanto incómoda, se veía tan tranquila, en ese momento su parecido aun ángel se acentuó.
Era realmentehermosa, observe ese lunar que tanto amaba, pase mis dedos por el, sonrió entresueños, y se le formo ese hoyuelo que tanto adoraba.
- Eres el amor de mi vida - dije suavemente - no sabescuánto Te Amo.
Era simplementeperfecta, era una Diosa, y era completamente mía, ahora si no la dejaría, nadieme volvería a separar de ella, ni siquiera ella, me tendría a su lado por todala vida. En ese momento comenzó a sonar su móvil, estaba en el suelo, al ladodel sillón, lo tome y observe que era Carlo.
Pensé en sicontestar, pero antes de que lo decidiera, me quito el móvil, se levanto delsofá y camino hacia su habitación, no escuche la conversación, pero supuse queera momento de irme, ya que no me había dicho nada, ni siquiera me había hechoun gesto nada, de hecho parecía que yo no estaba ahí.
Supuse que ellaestaba arrepentida, que solo había sido la emoción del momento, eso hizo que micorazón diera un vuelco, para mí había sido algo importante y especial, no unsimple impulso, comencé a vestirme tratando de alejar todo de mi mente, eramomento de que comenzara a olvidar.
Aunque creo queolvidarla sería algo imposible, pero debía hacer el intento, tenía que entenderque lo nuestro había muerto, me senté en el sofá para ponerme los zapatos.
- ¿Te vas? - pregunto, levante la vista y estaba frentea mí, no conteste - pensé que hablaríamos.
- Yo creí que deseabas que me fuera - repuse clavando mimirada en ella.
- ¿En verdad me amas?
- Más de lo que alguna vez creí posible - conteste conuna media sonrisa - ¿y tú?
- He soportado cuatro años a tu lado, en un circo quesimplemente me lastima - suspiro - solo para estar a tu lado, así que dime ¿túqué crees?
- Quiero escucharlo - en ese momento estábamos frente afrente.
- Engreído - gruño - pero a pesar de eso Te Amo.
Sonreí de lado,me incline y la bese suavemente, pero ella se separo de mí; la observeconfundido, pero ella me tomo la mano y me hizo sentarme en el sillón.
- Debemos hablar de muchas cosas - dijo suavemente -como por ejemplo, ¿Qué significo para ti Darla?
- Cuando la vi, me removió el pasado - respondí observandonuestras manos entrelazadas - me sentí atraído por ella, quise negarme a mímismo que te amaba, y que podía acostarme con quien se me viniera en gana y nome sentiría culpable, pero fue estúpido porque eso me hizo entender que teamaba.
Se hizo elsilencio, sabía que yo debía preguntar cuántos hombres había habido en su vida,solo sabía de David, pero tal vez los demás si pudo mantenerlos ocultos, meaclare la garganta.
- ¿Cuántas relaciones tuviste, mientras fingíamos ser unmatrimonio? - no quería verla a los ojos, no iba a poder fingir que no meinteresaba.
- Solo David - respondió suavemente - jamás pude ver aotro hombre, siempre eras tú, y cuando decido salir con alguien, me sale conesto, odio equivocarme y más sabiendo que te amaba, pero creí que él podríasacarte, pero me equivoque, él simplemente quería la fama.
Tome su rostroentre mis manos y delinee cada rasgo de su rostro, era realmente hermosa, nopodía creer que hubiera buscado a alguien más, teniéndola a ella, uní nuestrasfrentes.
- Lo siento - me disculpe - soy un idiota, pero esto vaa cambiar.
- Necesitamos ayuda - susurro - quiero que lo nuestrofuncione, que no solo sea el momento, quiero pasar toda mi vida contigo.
- Y lo haremos - prometí - porque eres la mujer de mivida y no te voy a dejar ir, sin intentar.
Me besocastamente, y se acurruco en mi pecho, era lo mejor que había, nada se podíacomparar con esto, absolutamente nada.
- Podemos mantenerlo en secreto - pidió, estaba porreplicar - no quiero que la prensa, ni nuestros amigos comiencen a hablar,quiero que sea nuestro, y ya cuando hayamos superado los problemas, sé logritaremos al mundo.
- Lo que tú quieras - respondí besando su cabello - perocreo que si así va a hacer, debo irme antes de que Carlo llegue.
- Creo que es lo mejor - pero no se aparto de mí, ni yode ella.
Era un momentoúnico que no deseaba perder, pero no llevábamos mucho así, cuando llamaron a lapuerta, nos separamos de golpe, me ayudo a acomodarme la ropa, cuando eso paso,camino hacia la puerta, en la cual estaba Carlo, que al verme me sonrió, sabíaque esté plan había sido suyo, y se lo agradecía.
Pero no podíadecir nada por Lena, así que me pase la mano por el cabello, lo cual parecióalegrar más al hombre, estaba por dar brinquitos de la emoción.
- Debemos ir al juzgado en una semana - repuso Lena - y graciaspor traerme los papeles.
- No fue nada - conteste seriamente.
- Hasta luego - fue su seca respuesta.
Cuando salí rocesu pierna, ambos fue como una descarga eléctrica, sus ojos miel se clavaron enlos míos y sin necesidad de una palabra, entendimos el Te Amo que nuestroslabios no podían dar.
Espero ke a pesar de ser corto les haya gustado ^^ lamento ke haya sido tan corto, pero es ke no tenia inspiración u.u
Bueno también keria invitarlos a ke pasaran a mi nuevo fic ke se llama "El dulce sabor de la miel" https://www.potterfics.com/historias/52851
ke es la precuela de "La miel no siempre es dulce" no es necesario ke la hayan leido, pero este es el link https://www.potterfics.com/historias/41775
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Todo en mi vida parecíavolver a marchar de maravilla, estaba con el hombre que amaba, bueno llevábamosdos meses saliendo, claro que nadie lo sabía, Carlo estaba tan emocionado consu relación con Gleen, y bueno estaban a punto de casarse.
Yo comenzaba a trabajar enuna obra de teatro, estaba regresando a mis orígenes y me encantaba, ya que erauna de las cosas que más amaba, además había comenzado en eso y se sentía bienvolver.
Sentí la nausea y sinpensar que Leandro estaba recostado en mi abdomen, me levante y corrí al baño,ahí deje todo lo que había desayunado y comido.
Cuando deje de vomitar,jale la cadena del excusado y me recargue en la pared, esperando que pasara unpoco o tuviera que volver a inclinarme para sacar más, era el tercer día quedespertaba con nauseas, claro que está era la primera vez que vomitaba.
- ¿Cómo te sientes? - me pregunto Leandro que se sentó ami lado.
- Horrible - susurre.
- Mañana comienzo a grabar, y bueno no podremos pasar elmismo tiempo juntos - acaricio mi cabello - y no me gustaría que te enfermaras,mientras yo no estoy aquí.
- Debió ser la ensalada - conteste - no te preocupes,voy a estar bien, además yo hoy comienzo con los ensayos y me rehusó aenfermarme.
- No puedo evitarlo - suspiro - eres lo más importantede mi vida, no puedo dejar que algo te pase.
- No me va a pasar nada - tome su rostro entre mis manos- voy a estar bien, solo fue la ensalada.
Me sonrió y me beso lafrente, me levante y lo saque del baño para ducharme, salió a regañadientes,gruñendo cosas como sería mejor si lo hacíamos juntos, pero sabía que si lohacía, no iba a salir tan rápido como quería.
En esos dos meses habíamosido a terapia, claro que todo había sido en secreto, tuvimos que pagarle más ala terapeuta para que guardara el secreto y nos atendiera alrededor de las oncede la noche, que era el momento en que ambos estábamos libres.
Llevábamos un gran avancesegún había dicho, que nosotros ya le habíamos ahorrado al menos cuatro mesesde terapia, ya que ambos sabíamos que nos habíamos equivocado, y los dos íbamospor voluntad propia, mientras otras parejas iban porque su conyugue losobligaba.
Era por eso que se tardabancuatro meses o más en aceptar que ambos tenían problemas, aun dolía todo lo quehabía pasado, pero creo que siempre dolerá un poco, pero con Leandro a mi lado,era más fácil.
- Inglecita, llevas mucho tiempo - en ese momento notéque ya había terminado de ducharme, que solo dejaba que el agua cayera sobre mí- por eso dije que era mejor ducharnos juntos.
- Ya termine - respondí, cerrando el grifo.
- Por fin - dijo un tanto serio.
No hice caso a su frase,solo me coloque la bata y una toalla en el cabello, salí sin verlo y él entroal baño, me cambie sin prisas, no las tenía después de todo los ensayos en elteatro empezaban a las cuatro, en cuanto termine de vestirme camine hacia lacocina, para preparar el desayuno era algo que hacía desde que había compradoel departamento.
De hecho Leandro lo habíacomprado, ambos vivimos ahí hacía un mes y medio, Carlo creía que me había idoa vivir sola y Thomas lo mismo con Leandro, pero comenzaba a creer que mi mejoramigo sabía que no estaba tan sola como le había dicho.
Saque lo necesario parapreparar un poco de omelette que no era mi especialidad, pero no me quedaba tanmal, además tenía ganas de sentir ese sabor en mi boca, de hecho comencé asalivar cuando sentí el olor inundar mi nariz.
Escuche los pasos deLeandro, pero estaba tan centrada en poder probar el omelette, lo coloque endos platos y cuando estaba por llevarlos a la mesa, me los quito y los puso unofrente al otro, después regreso y tomo dos tazas, en las cuales coloco café.
Sin decir palabra algunanos sentamos y comenzamos a desayunar, de pronto sentí la mirada de Leandrosobre mí, lo observe confundida ¿Qué pasaba? Pareció entenderlo, porque semovió un tanto incomodo.
- Comes un poco rápido - dijo sonriendo - buenodemasiado a decir verdad.
- Estoy hambrienta - confesé volviendo mi vista al platoen donde ya solo quedaba un pedazo de omelette.
- Ya lo note - repuso.
- ¿Vas a seguir criticando mi forma de comer? - leespete irritada.
- No lo hice para que te molestarás - comento un tantoconfundido.
- Olvídalo - me levante de la mesa.
- Inglecita - llamo, pero no gire a verlo - en verdad losiento - pero no le hice caso, salí del departamento.
No sabía porque me habíamolestado tanto, pero en ese momento no deseaba verlo, camine hacia elestacionamiento y maneje con dirección al departamento de Carlo, necesitabahablar con él.
Llegue al departamento másrápido de lo imaginado, baje llorando, en ese momento mi enojo se había vuelto,dolor pensando que me estaba rechazando por mi forma de comer. Subí al elevadoren un mar de llanto, me dolía el pecho.
Y aunque parecía unaestupidez no podía dejar de sentirme rechazada, algo estaba mal, porque yo no era de las personas que sepusieran a llorar por cosas como eso, pero mis sentimientos en ese momentoestaban a flor de piel.
En cuanto llegue a lapuerta del departamento, ni siquiera toque, simplemente abrí la puerta, entre ala sala esperando encontrar a mi mejor amigo estuviera ahí viendo televisión,pero lo que encontré de una forma que no esperaba y que casi nunca lo habíavisto.
Me quede de pie como a dosmetros del sillón en donde él estaba, sus manos ocultaban su rostro, y sucuerpo temblaba ligeramente, me tarde como un minuto en terminar el espacio quehabía entre él y yo, me senté a su lado y pase mi brazo por sus hombros.
- ¿Qué pasa? - pregunte en voz baja.
- Papá - susurro - está muerto.
No encontré ningunapalabra, la verdad es que no conocía a sus padres, solo una vez vi a suhermana, y bueno estuve a punto de golpearla por el trato que le dio, pero desus padres nada, solo los conocía por foto.
- Y Brenda dijo que estaba prohibido que fuera - sollozo- que me iba a pesar si iba.
- ¿Quién diablos se cree? - el enojo nubló mi raciocinio- es tu padre, y así se pare de cabeza nosotros iremos.
- ¿Me vas a acompañar? - sus ojos se clavaron en losmíos.
- Por supuesto - bese su mejilla - jamás te voy a dejarsolo en algo así.
- Gracias - me sonrió levemente.
- Lo hago con gusto, cariño - acaricie su mejilla -después de todo eres mi hermano.
- Lo sé - dejo un beso en mi frente antes de levantarse.
Me extendió la mano, paraayudarme a levantar, en cuanto estuve de pie caminamos hacia la puerta, bajamosaun tomados de la mano, era una forma de demostrarle que lo apoyaba, escuche mimóvil sonar, sin soltar su mano y con cierta dificultad pude tomarlo.
- ¿Sí?
- Inglecita - la voz deLeandro se escuchaba angustiada - ¿Dóndeestás?
- Con Carlo - respondí, todo lo de esa mañana ya se mehabía olvidado.
- Lamento lo deldesayuno - repuso suavemente - no penséque te molestara, en verdad lo siento.
- No importa - subí del lado del copiloto en el auto deCarlo.
- Te Amo - esa era suforma de decir adiós.
- Y yo a ti - conteste con una leve sonrisa.
Sin más colgué, Carlo nisiquiera había puesto atención a la llamada, iba como ido, creo que hubierasido mejor que yo manejara, pero como venía hablando con Leandro ni siquierapude pensarlo, bueno al menos no a tiempo.
Observe que el semáforoapenas había cambiado a verde, pasamos sin más, pero lo último que vi fue unenorme camión venir hacia nosotros, y escuchar un ruido metálico y despuésnada, todo se volvió negro y el ruido dejo de tener sentido.
Ya sé no tiene ni un capitulo ke están juntos y ya algo que le pase algo a alguien, pero esperemos ke todo este bien, aunque debo decir que estoy pensando en un final trágico, pero no sé aun no estoy convencida ó.ò
Bueno espero ke les guste y ke de nuevo no se note mucho que no había mucha inspiración u.u
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Sentí una punzada en el pecho ¿Qué diablos significaba aquello? Jamás había sentido algo así, pero era como un presentimiento, en ese momento vino a mi mente Lena, ella debía estar bien, tenía que estarlo.
- Vamos Leandro - al escuchar la voz del director, note que no había dicho mis notas.
- Lo lamento - repuse - puede darme dos minutos.
- Muy bien - acepto Gregory.
Me aleje un poco de ellos, marque el número de Lena pero me mandaba al buzón, me iba a escuchar cuando llegara a casa, no podía no contestarme. En verdad esto me ponía más nervioso, marque tres veces más y nada, fue ese momento que decidí marcarle a Carlo, después de todo estaban juntos.
Pero de nuevo nada, la punzada se hizo más fuerte, necesitaba saber que Lena estaba bien o no me iba a poder concentrar en la obra. Observe a Gregory caminar hacía mí, pero no despegue el móvil de mi oreja, necesitaba saber que ella estaba bien.
- ¿Algún problema? - pregunto.
- Lena no contesta - respondí sin ser consciente, que hablaba de su hija.
- Regresaron ¿cierto? - asentí, ya que luchaba con la ganas de maldecir que no contestara - mi hija debe estar bien, - aseguro, deseaba tener la misma seguridad - tal vez no pueda contestar el teléfono.
No conteste, porque algo no me dejaba creer del todo que ella estaba bien, y menos ahora que ni ella ni Carlo respondían el teléfono.
- Sarah comienza a desesperarse, - replico, señalándome a mi co-estrella - Lena te hablara, pero ahora te necesito concentrado en la escena.
- Ok - guarde el móvil.
Camine hacia Sarah, mi mente en verdad no estaba en la escena y se noto una vez que tuvimos que repetirla unas diez veces y siete de ellas por mi culpa.
- Olvídalo - la voz de Sarah se escuchaba molesta - cuando estés concentrado me llamas.
- Lo siento - me disculpe.
Me mando una mirada asesina y después camino hacia su trailer, recibí más malas miradas, de hecho la mayoría me fulminaba con ella y sabía porque, ya que estaba retrasando la grabación, pero enserio mi mente no podía estar concentrada, no mientras no supiera de Lena.
De nuevo Gregory se acercaba a mí, seguramente para decirme que me concentrara en esto, y no en Lena. Pero antes de llegar se escucho su móvil, contesto y bueno la reacción de su rostro decía que algo andaba mal, dos minutos después colgó.
- Se cancela - su voz fue elevada para que todos los escucharán - mañana nos vemos.
- ¿Qué pasa? - pregunte caminando tras él ya que había caminado hacía el estacionamiento.
- Tenemos que ir al hospital - ante la primera palabra, sentí mi corazón detenerse - es Lena.
Ante aquello sentí que mi mundo se venía abajo, no podía ser que algo le hubiera pasado, no podía, mejor dicho no quería creerlo, si algo le pasaba mi vida sería miserable.
- Vamos - me apresuro Gregory.
En ese momento volví a la realidad, era cierto, tenía que ver como estaba, seguramente estaba en perfecto estado, solo un tobillo torcido, pero nada de que preocuparse, no podía manejar y Gregory pareció notarlo, ya que me obligo subir al suyo.
Durante el camino ninguno hablo, después de todo, ninguno sabía como estaba Lena y para ambos era de suma importancia su estado de salud. Llegamos al hospital y noté que había varias cámaras, no podía ser que ya se hubieran enterado de que Lena estaba aquí.
Caminamos hacia la entrada del hospital, era casi como atravesar un campo de guerra, en menos de lo que imagine estaba rodeado por aquellas personas.
- ¿Aun hay amistad entre ustedes? - era una de las preguntas.
- ¿Cómo te enteraste de que Lena estaba aquí? - solo negaba con la cabeza, alejando amablemente los micrófonos de mí.
- ¿Qué sientes que tu ex esposa esté aquí? - parecía que no entendían que las personas necesitaban privacidad.
- ¿Puedes decirnos como está la familia? - lo que era un camino corto, se estaba haciendo eterno.
- Sin comentarios - repuse.
Por fin pude entrar al hospital, en ese momento me sentí libre, aunque de nuevo la angustia de saber de Lena llego, provocando la aparición de un nudo en mi garganta necesitaba saber que ella estaba bien.
Observe a Taylor, Dean, Benjamin, Gleen, Andre, hasta sus abuelos estaban ahí, de hecho estaba Thomas, la verdad es que no eran muchos, pero ver a Walter ahí, me hizo sentir que Lena estaba peor de lo que imaginaba.
- Hasta que llegas - como siempre Taylor me recibía con una magnífica bienvenida, espero que se notara mi sarcasmo - tienes que explicarnos muchas cosas.
- Taylor - llamo Andre - por favor, creo que antes debe entrar y hablar con Lena.
- ¿Cómo esta? - Gregory hizo la pregunta por mí.
- Len bien - contesto Thomas - bueno el brazo fracturado, pero dentro de lo que cabe perfecto, él que esta más mal es Carlo.
- ¿Qué tiene? - ahora yo sí hice la pregunta.
- Tuvo varios golpes, además de unas cuantas costillas rotas - respondió Dean - pero en lo que cabe también esta bien.
- ¿Dónde está Lena? - en ese momento necesitaba verla.
- Habitación 412 - repuso Taylor - sube al elevador, piso cuatro, el del fondo.
- Gracias - ella me hizo un movimiento con la mano para que me fuera.
- Voy contigo - dijo Gregory.
Subimos al elevador y no dijimos nada, de hecho no tenía nada que decir, ya que ahora mi alma sentía cierto alivio, pero no iba a estar tranquila, hasta que pudiera ver a Lena en persona. En cuanto el elevador se abrió estuve a punto de echar a correr, pero recordé que mi suegro me seguía.
Por eso contuve mis ganas, en cuanto llegamos a la habitación, toque, debía ser educado, aunque lo que más deseará era entrar y ver que estaba bien.
- Adelante - fue la voz de la madre de Lena.
Deje que Gregory entra primero, cuando entre la habitación era la de un hospital, Lena tenía algunos rasguños en el rostro, el brazo derecho enyesado, pero por lo demás estaba perfecto, sin pensarlo camine hacia ella y la bese, mi corazón y mi alma necesitaban sentirla.
- Me preocupe tanto - susurre cuando nos separamos.
- Estoy bien - me sonrió levemente.
- Hola - al escuchar una voz desconocida, gire y supuse era el médico que la atendía - me alegra informales, que los dos están en perfectas condiciones.
- ¿Dos? - repetí confundido.
- Vamos a ser papás - repuso Lena, tomando mi mano.
No supe que responder, en verdad hace unos momentos estaba angustiado porque estuviera mal, y ahora no solo era ella, había un bebé, nuestro bebé.
- Voy a ser abuelo, - de nuevo la voz de Gregory, me sacaba de mis pensamientos - ¿hay algo más que deba saber?
- Que te quiero - respondió Lena.
- Vamos Gregory - repuso mi suegra - creo que necesitan estar solos.
Escuche la puerta cerrarse, pero aun no sabía que decir, sabía que Lena me observaba, pero mi voz se había ido.
- No te gusto ¿cierto? - el dolor en su voz me hizo reaccionar por fin.
- Claro que no - me senté en la cama y tome su rostro - es la noticia, más maravillosa que he escuchado - la bese castamente - ese bebé es el pacto de nuestro amor.
Lamento la tardanza, espero les guste ^^
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- Esto será un boom - replico Andre, que caminaba de un lado a otro de la habitación - todos querrán saber, quien es el padre del bebé.
- Soy yo - repuso Leandro, sin comprender porque tanta preocupación por los medios - no veo el problema.
- Claro - el sarcasmo en su voz, me estaba fastidiando - se supone, que ustedes están a punto del divorcio, llevan cuatro meses separado, la prensa creerá que solo lo hicieron por publicidad.
- ¿Y? - en verdad comenzaba a aburrirme - me importa un comino, lo que piense la prensa.
- Tanto tiempo que has luchado por esto - me recordó - te has mantenido alejada de los escándalos, y no tiene mucho que se vieron ambos metidos en uno, y si ahora salen con esto, tal vez sea el fin de su carrera.
- Andre - lo observe con la nariz arrugada - creo que estás dramatizando, - me miro fríamente - después de todo Leandro y yo somos la pareja perfecta de Hollywood, así que si decimos que nos dimos cuenta que nuestro amor fue demasiado, y nos perdonamos todo, sonará romántico y que además en nuestra reconciliación, encargamos al primer bebé, estarán fascinados.
- Vean esto - en ese momento entró Taylor, encendiendo el televisor del cuarto de hospital.
Hace dos día, la joven actriz Lena Boyle sufrió un accidente, nosotros le informamos que Leandro Alessi casi ex esposo de la bella actriz, llego al hospital con el padre de la chica, el famoso director de teatro Gregory Boyle, todos creíamos que seguramente habría una reconciliación entre estos actores, pero después de conocer las tantas mujeres del actor.
Leandro y yo nos tensamos ante aquello, nuestras manos que estaban entrelazadas, ahora la de él, estaba jalándose el cabello y la mía tamborileaba sobre mi abdomen.
Son demasiadas mujeres, las que pasaron por la cama del joven y guapo actor, parece ser que el actor no decía que no a una buena propuesta. Tal vez esto sea una de las tantas cosas que los llevo a la separación, tal vez Lena descubrió a su marido con su última conquista que fue Darla su co-estrella en la última película, asegura que tiene videos de ellos dos.
- ¿Se grabaron? - pregunte observando a Leandro.
- No - casi grito - sabía que no debía meterme con ella.
Creo que si Lena, lo perdona tendrá que esperar un nuevo engaño - odiaba a Sarah en verdad lo hacía - además es Darla, ¿quién la cambiaría por Lena?
Creo que Lena es más educada - comento Marian, que era compañera de Sarah - al menos a mí se me hace más sofisticada, y no anda grabando videos de sus relaciones intimas.
Concuerdo contigo - repuso Jessica.
Pero lo que sea de cada quien, Darla tiene más que Lena - vaya se vía que el hombre era una persona finísima - y como hombre, Leandro comprendo porque caíste ante Darla.
- Esto es el acabose - replico Andre, que parecía a punto de gritar.
Además Darla asegura, que Leandro vive con ella - comento Sarah - así que creo, que los que pensaron que la pareja se unía, es mentira.
- Esto me suena a una mala telenovela - suspire frustrada - seguramente Darla, veía mucho eso cuando estaba desempleada.
- Tendremos que decirlo ya - Leandro me beso el cabello - decir, que Lena y yo no nos divorciamos, que Darla debe ir a un psiquiátrico y que esperamos a nuestro primer hijo.
- No quiero dar la noticia más feliz de mi vida, ante un escándalo - me rehusaba a usar a mi bebé para eso.
- Primero debemos sacarte del hospital - comento Andre - sin que haya muchos periodistas.
- En la madrugada - Taylor nos observaba - es la mejor manera de que esté despajada la calle, porque ahora es como un campo de guerra.
- Inglecita - giré mi vista a él, mientras los otros dos discutían sobre como sacarme - me rehusó a dejar el departamento.
- ¿Quién te dijo que te ibas a ir? - eleve una ceja confundida.
- Andre, pensaba que tal vez los paparazzi nos descubran - me beso suavemente - pero no me pienso separar de ti, y ahora menos que esperas a nuestro hijo.
- Creo que tienes razón - suspire - debemos decir que estamos juntos, y con un futuro bebé en camino.
- Entiendo que quieras guardarlo - acaricio mi vientre - de hecho yo también lo desearía, pero hay un problema y es que ambos decidimos ser actores y somos personas públicas, y si no lo decimos se darán cuenta.
- Lo sé - acepte con desgana - pero me encanta, que voy a ser mamá y aun más que el papá eres tú.
- La felicidad es al doble, - me sonrió - porque a mi también me encanta que tu seas la madre de mis hijos.
Sonreí levemente, sabía que este bebé venía a unirnos, lo único que ahora debíamos enfrentar era a los reporteros, que seguramente iban a hacer toda una tormenta con esto del embarazo. Pero todo iba a salir bien si él estaba conmigo, nuestro bebé iba a salir bien de esto.
Esa tarde Leandro no se separo de mí, así que me la pase bastante tranquila, aunque solo sería hoy, ya que mañana tendría que salir y hablar con los medios de comunicación, ya que según Andre lo mejor era decirlo lo antes posible.
Bueno esa noche me sacaron del hospital como a las cuatro de la mañana, para que según no hubiera reporteros, pero fue un fracaso, ya que parecían no dormir, estaban fuera del hospital, entre Andre, Dean y Glean pude subir a la camioneta, en donde ya venía Leandro.
- Parecen moscas, se multiplican en un abrir y cerrar de ojos - se quejo Dean.
- Bueno, estamos hablando de que Lena salió del hospital, quieren saber porque Leandro fue a verla - comento Andre - y además porque no se ha visto que saliera del lugar.
- Ya mañana, todo quedará aclarado - susurre.
- Espero que su fama suba y no baje - suspiro Andre.
- Son la pareja, más amada del medio - replico Dean - no creo que les moleste que estén juntos de nuevo, yo que creo que van a adorar a la familia Alessi-Boyle
- En verdad eso espero - Andre siempre tan negativo.
Leandro me abrazo y yo recargue mi cabeza en su hombro, poco a poco mis parpados comenzaron a pesar, después de todo estaba agotada, en el hospital apenas si había podido dormir, lo único que deseaba es que esto del escándalo pasara rápido, eso era lo que ansiaba.
Creo ke kedo un poco corto, pero espero les guste, yo creo que a este fic ya solo le kedan unos tres caps más y bueno acabo de subir un nuevo fic de crepusculo, protagonista Jake ^^U ke pues si kieren leerlo se llama "No necesito mirar" https://www.potterfics.com/historias/58151
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La vi dormir, en verdad me encantaba verla así, era un hermoso ángel, no podía creer que había estado a punto de perderla por una estupidez, pero después de todos mis errores ella los perdonó y me acepto de nuevo en su vida y eso me alegraba, porque no sabía como hubiera sido mi vida sin ella.
Era lo más maravilloso que me había pasado, y más ahora que en su vientre estaba creciendo la muestra de nuestro amor, no podía dejar de agradecer a la vida que la hubiera puesto en mi camino, era el amor de mi vida y esta vez iba a luchar por Lena sobre cualquier cosa o persona.
- Buenos días - saludo sonriendo levemente.
- Hola, Inglecita - respondí besando su frente.
- ¿Cuánto tiempo llevas despierto? - pregunto, posando su mano en mi mejilla.
- No mucho - oculte mi rostro en su cuello - te ves hermosa durmiendo ¿lo sabes?
- Nadie me lo había dicho - susurro.
- Pues ya te lo dije, - bese su barbilla - aunque te ves hermosa en todo momento.
- Te Amo - repuso, tomando mi rostro - lo sabes ¿verdad?
- Sí - sonreí levemente - pero no está mal que lo escuche de vez en cuando.
Ella rió, en verdad era preciosa su risa, la abrace, necesitaba sentirla cerca y saber que a pesar de todo aun seguía conmigo, pero eso no duró mucho, ya que el teléfono comenzó a sonar, a regañadientes me separe, y Lena tomo la llamada.
Me recosté en la cama, esperando a que terminará, y tener un rato más de descanso, después de todo Gregory me había dado tres días para estar con mi esposa y disfrutar un poco de su presencia y la verdad estaba agradecido con ello.
Pero en cuanto termino de hablar, se levanto de la cama y camino al baño, al ver eso, yo también me levante y la seguí, la vi abrir la llave y enseguida desvestirse.
- ¿Saldrás? - pregunte, un tanto sorprendido.
- Andre dijo que debía estar en una hora, en el estudio de Dean - respondió - creo que ahí haré la confesión de que seguimos juntos.
- ¿Y yo donde quedo en todo esto? - me sentía fuera de lugar - el problema no solo es tuyo, yo soy el padre del bebé que crece en tu vientre, también debería ir, al menos a apoyarte.
- Lo siento - se disculpo - no quería dejarte fuera de esto, es solo que con todo el problema, apenas tengo cabeza, y enserio necesito de tu apoyo y sobre todo que me des amor.
- Eso lo tendrás a montones - le sonreí de lado - ¿te parece si nos duchamos juntos?
- Pero solo eso - me ordeno - debemos llegar al estudio.
El inicio del programa estaba por comenzar y que fuera un programa en vivo, dificultaba un poco las cosas, aunque Lena estaba sumamente tranquila, después de todo ella había conducido ese programa durante tres años, claro que después le salieron varias películas y bueno Dean le encantaba el programa, así que se quedo, claro que también hacía de vez en cuando alguna película.
- Bueno el día de hoy, tenemos a una mujer hermosa, - repuso Dean - a la cual quiero y adoro, que para muchos hombres es su sueño, aunque parece tener el corazón ocupado y además fue la figura femenina que inauguró el programa, con nosotros mi encantadora Lena Boyle.
En ese momento vi a mi Inglecita caminar hacia él, con una enorme sonrisa, en cuanto llego le dio un beso en la mejilla y se sentó en el sofá que estaba a su lado, saludando al resto del staff y publico presente.
- Es un honor estar aquí - dijo con una media sonrisa - aunque se siente raro, ahora ser la invitada.
- Lo sé - acepto Dean - pero mejor dime que tal con la obra.
- Pues a decir verdad, no he tenido ningún ensayo - su voz era calmada, aunque sabía que moría de nervios - porque como saben tuve un accidente - señalo su brazo enyesado - y en verdad te agradezco, que hayas estado conmigo, y a toda la gente que se preocupo por mí.
- Sabes que se te quiere, - le tomo la mano - pero sobre ese suceso, y tu hospitalización, la cual fue muy reciente y es por eso que más te agradezco que estés aquí, ya que supongo que lo que deseas es estar en casa descansando, pero regresando a tu hospitalización, se hablo mucho sobre que Leandro estuvo contigo.
- Creo que Leandro y yo tenemos una larga historia - repuso suavemente - y bueno algo así, no se olvida de la noche a la mañana, es un amor de años. - sonrió - Muchas personas creyeron que nos separaríamos al mes, pero sobre todo pronostico duramos cinco años, los cuáles como cualquier matrimonio tuvimos altas y bajas.
< - ¿Así que la pareja Alessi-Boyle continúa? - Dean era consciente de ello, pero debía ayudar a dar la noticia. - Así es - me sonrió - llevamos tres meses, reconstruyendo nuestro matrimonio, y él sabe que a pesar de todo lo Amo y sé que él a mí, y una prueba de ello es que esperamos a nuestro primer bebé. El público se quedo anonadado, aunque casi enseguida sonrieron aceptando nuestra relación y al bebé que venía en camino, Dean apretó su mano a modo de apoyo. - Eso responde mi pregunta - comento Dean - que llevo haciéndomela, desde que entramos al aire ¿Qué hace aquí Leandro? Pero veo que viene a acompañarte - ella asintió - bueno, Leandro ven aquí. En ese momento sentí el empujón de una de las asistentes, y no tuve más que caminar, hacia ellos, al no tener lugar, me senté en el brazo del sofá en dónde Lena estaba, y tome su mano, mientras alguien de la producción me daba un micrófono. - Hola - salude a todos. - Hola - contesto Dean - creo que debo felicitarte, ya que además de haber logrado mantener el matrimonio con una hermosa mujer, ahora también vas a ser papá. - Debo agradecerle a Lena por aceptarme de nuevo - bese su frente - y además, de darme el mejor regalo, que es un bebé, que sé que va a unirnos más. - Pues nosotros solo les deseamos lo mejor - aseguro, mientras me estrechaba la mano - y solo espero que esta vez, no la hagas sufrir - eso lo susurro. Pero esta vez iba a tratar de no lastimarla, antes moriría a hacerle daño y más ahora que íbamos a ser padres, ellos dos eran lo más importante en mi vida, y los iba a cuidar con mi vida.
Bueno debo decir ke el fic esta por terminar, ya solo kedan a lo mucho 4 capitulos ^^
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huani
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Un programa más del reencuentro del matrimonio Boyle-Alessi, enserio comenzaba a fastidiarme, y más cuando apareció el programa de Sarah, en el cual, ella no parecía para nada feliz de nuestra oportunidad, odiaba a esa mujer y sabía que ella a mí.
La razón, era por supuesto Leandro, Sarah era una más de las fans de ese hombre, era estudiante de periodismo cuando yo la había conocido, era dos años mayor a mí, así que yo tendría como diecisiete cuando ella apreció en mi vida.
Era una chica amable, y llena de planes, en las cuales se volvería la mejor periodista y cosas así, era una persona que se abría con facilidad, me había dicho que había conocido al "Amor de su vida" para los diecinueve años que tenía, me causo gracia, pero ella estaba tan segura, que solo pude preguntar el nombre.
Fue la primera vez que escuche el nombre de Leandro Alessi, le desee suerte con todo lo que planeaba, ya que me hacía una entrevista, después de eso salí al escenario. Y meses después conocí a Leandro, me pareció mejor de lo que Sarah me había dicho, y sin pensarlo me enamore.
Y bueno Sarah por supuesto no lo tomo bien, creyó que por unas cuantas palabras que nos habíamos dicho, éramos amigas, pero en este medio era difícil conseguir amigas, además yo ni siquiera la recordaba, claro hasta que llego una carta, en donde me decía que ella sería la persona que me destruiría; cosa que ahora parecía hacer.
- ¿En verdad creen que el hijo sea de Leandro? - la manera burlona del hombre, me daba ganas de golpearlo.
- Bueno, suelen decir que el padre es el que cría no el que engendra - repuso Sarah con una sonrisa de lado.
- Yo vi convencido a Leandro - repuso Helen, si no mal recordaba.
- Además el amor entre ellos se huele - comento Hilary, la última chica del programa.
- Eso es lo que nos hacen creer - la sonrisa de Sarah no auguraba nada bueno - después de todo son actores, pueden engañarnos.
- Y esperen, me encontré a Dorian - fantástico, ahora el imbécil ese también salía - y no saben lo que me dijo.
- ¿Qué fue? - esos dos eran los únicos que parecían disfrutar de la ruina de mi carrera.
- Pues menciono, que ha tenido sus encuentros con Lena - respondió el único hombre.
- Así que el podría ser el padre - en ese momento sentí como se humedecían mis mejillas, no podía creer que estuviera llorando.
- Eso no es todo, mencionó que si él fuera Leandro, no se confiaría mucho - sonrió, en verdad desee con todo golpearlo - ya que no solo con él se ve, sino que Lena al igual que su "marido" - y se atrevió a dibujar las comillas - tiene una larga lista de conquistas.
No podía creer que esos dos, se alegrarán con mi sufrimiento, pero lo peor es que en verdad me llegaban, ya que lloraba, aunque el médico me dijo que ahora iba a estar más sensible, y más con esos estúpidos comentarios.
- Inglecita - al escuchar su voz, me levante del sofá y me abrace a él - ¿Qué pasa? - solo solloce con fuerza, y entonces vio el televisor - Amor, no deberías de estar viendo ese programa, no te hace bien escuchar ese tipo de cosas.
No conteste, él me abrazo, mientras yo me aferraba a él como si mi vida dependiera de ello, enserio no pensé que esto del bebé me fuera a traer tantos problemas, pero se escucho el teléfono, se separo de mí y camino hacia la sala para contestar, y apagar el televisor.
- Inglecita - me llamo, me limpie las lágrimas y camine hacia él - es Drew, el director de tu obra.
- ¿Sí? - respondí, después de quitarle el auricular.
- Lena, lamento hablarte a esta hora - su voz fue seria - pero tengo que decirte, que estás fuera de la obra.
- ¿Por qué? - fue lo que salió.
- Embarazada no me sirves - fue su respuesta - así que lo siento, ya no tienes el papel.
Y sin más colgó, enserio no podía ser que todo se me viniera abajo, en verdad no podía creer, que ahora me quedara sin la obra, en ese momento desee no estar embarazada, pero en cuanto esa idea llego, sentí un vuelco al corazón.
- No quise pensarlo - le asegure, acariciando mi vientre - Te Amo, no olvides eso.
- ¿Para qué te quería? - sentí los brazos de Leandro en mi cintura.
- Solo para decirme que estoy fuera de la obra - acaricie sus brazos.
- Lo siento - me beso la nuca.
- Pensaba tomarme un tiempo - le quite importancia - de hecho, he pensado en dejar esto de la actuación.
- Amas tu carrera - me giró hacia él - no tienes porque dejarla.
- No quiero perderme los momentos importantes, de nuestro hijo - acaricie sus mejillas.
- No tienes porque hacerlo, - me sonrió levemente - podemos equilibrarnos, para no perdernos nada de este pequeño - poso su mano en mi vientre.
Sonreí, mientras bajaba mi mirada y después coloque mi mano sobre la de él, en verdad con Leandro y mi bebé, podía superar todo, no importaba que fuera.
- Mis padres van a venir - ante eso mi sonrisa se esfumó - y también viene Andrea.
- ¿Los tres? - me separé inconscientemente de él.
- ¿Tiene algo de malo? - me observo sorprendido.
- Tu madre no me soporta - susurre - al igual que tu hermana, creen que arruine tu vida.
- Mi madre ha cambiado de idea - aunque no se escuchaba muy convencido.
- Hace un año aun me odiaba - replique.
- Vamos Inglecita, el ser abuela, seguramente la alegrara - me beso la frente - además, no importa si esta de acuerdo o no, para mí eres perfecta.
Me abrace de nuevo a él, enserio no quería saber como iba a hacer que mi suegra estuviera aquí, aunque seguramente no muy agradable, pero todo iba a salir bien, o al menos eso esperaba.
Lamento la tardanza n.nU pero espero les guste
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Había llegado al aeropuerto, por mis padres y mi hermana, ambas mujeres no parecían muy gustosas de haber venido, pero papá parecía emocionado sobre la noticia que sería abuelo, parecía hacerlo feliz.
- No entiendo, porque volver a unirte a Lena - la voz de mi madre era de irritación.
- Estoy de acuerdo - apoyo Andrea - Darla, era mucho mejor que Lena, y mucho más guapa.
- Creo que estás celosa - le espeto, la chica que consideraba más mi hermana que la propia - porque cuando Leandro la llevo, tu novio de ese entonces, se fijo en ella y de hecho te termino, pensando tontamente que ella le daría una oportunidad.
- Nadie pidió tu opinión, Alexa - replico mi hermana, mandándole una mirada asesina, a la chica con la cuál había crecido, y que me había apoyado con la idea de ser actor, mi mejor amiga.
- Basta - repuso mi padre, al ver que mi mejor amiga iba a replicar - ¿Qué tal está Lena?
- Esta estresada - susurre, mientras me paraba en el semáforo - le acaban de quitar el protagónico de una obra, esa iba a hacer su regreso al teatro y esto de que hemos vuelto, tiene a la prensa sobre nosotros, los paparazzi no nos dejan ni un minuto, y si a eso le aumentamos los síntomas del embarazo, no esta muy bien.
- ¿Y no le va a estresar más, que nosotros hayamos venido? - pregunto Alexa.
- Ahora falta que a la señorita, le afecte que visite a mi hijo - enserio mi madre no la toleraba, y no entendía porque.
- No quiero que la estés molestando - repuso mi padre de manera autoritaria - ya tiene suficiente, así que déjala en paz.
- Pues si tiene todo bien, no tengo porque decirle nada - mi madre, desde el asiento de atrás le mando una mirada seca,
Creo que mi Inglecita no iba a estar muy tranquila, y en cierta forma era mi culpa, pero ya no podía hacer nada, después de todo ellos eran mi familia, y bueno junto con mi esposa eran las personas más importantes. El camino estuvo lleno de reproches de mi hermana, de que ella no deseaba venir, y que este viaje merecía un nuevo auto, pero creo que a sus veintidós años, ya debería valerse por si misma, pero parecía que mis padres no pensaban igual.
Lo primero que hice fue pasar al hotel, para que dejarán sus maletas, quedaba bastante cerca del departamento, que ahora ocupábamos Lena y yo, mi madre y mi hermana, estaban realmente negativas, y esa actitud iba a molestar a mi esposa.
- No puedo creer, que ni siquiera te hubiera dejado, que nos invitaras a quedarnos en tu casa - replico Andrea.
- Ahora estamos viviendo en un departamento - repuse suavemente - y creí, que estarían mejor en un hotel.
- Una madre, lo que desea es estar junto a su hijo - gruño mi madre - pero seguramente, esa mujer, no nos quiere tener cerca.
- Mamá - trate de ser amable - por favor, no la estés criticando por todo, enserio ya tiene suficiente con todo lo que estamos viviendo.
- Yo solo trato de que sea una mejor esposa - su voz fue como si le doliera lo que le había dicho - pero si a ti te gusta, vivir como vives, no diré nada.
- Gracias - besé su frente.
En cuanto dejaron sus maletas en sus habitaciones, los lleve al departamento, estacione el auto, y los conduje hacia el elevador del estacionamiento, pero las puertas del elevador se abrieron el Lobby.
- Esto esta mejor, que el hotel - Andrea, sentía que merecía todo - debimos habernos quedado aquí.
- Son un matrimonio - comento mi padre - necesitan tener su privacidad.
Eso no pareció convencerla, pero ya no dijo nada, cuando llegamos al penúltimo piso, les indique que bajaran, en cuanto lo hice escuche el bufido de mi hermana, creo que parecía querer quedarse ahí, pero había decidido no dejar que se quedarán con nosotros.
Abrí la puerta, la verdad es que el departamento estaba bastante bien, aunque era mejor la casa, la cual ya habíamos vendido, y ahora estábamos en busca de otra, para poder criar a nuestro hijo o hijos, lo que el destino nos tuviera.
- Hola - mi Inglecita sonreía amablemente - es un gusto tenerlos aquí.
- Pues no se nota - como siempre mi hermanita - si te diera gusto, habrías dejado que Leandro nos dejara quedar aquí.
- ¿No se van a quedar? - pregunto sorprendida - ya tenía listas sus habitaciones.
- Amor - bese la punta de su nariz, mientras la abrazaba por la cintura - apenas si tenemos espacio, así que decidí que para que ellos estuvieran cómodos, que mejor se quedarán en un hotel.
- Hola Lena - saludo Alexa - creo que ya no te acuerdas de mí.
- Jamás olvidaría a la chica, que cuido a mi Italiano, la noche previa a nuestra boda - en esos momentos estaba más sensible, así que la abrazo - me da gusto que hayas venido, Alexa.
- Buena memoria - bromeo la chica.
- Señor Alessi - con mi padre, siempre había habido más comunicación, así que también lo abrazo - es bueno tenerlo aquí.
- ¿Cuántas veces, tengo que decirte que solo Richard? - le beso la mejilla, separándose de ella.
- Aun no me acostumbro - se defendió - un placer, que este aquí Señora - solo le hizo un movimiento con la cabeza - Andrea, te ves muy bien.
- Lo sé - no podía creer que mi hermana no hubiera madurado.
- ¿Quieren comer? - pregunte, volviendo a tomar de la cintura a mi esposa.
- ¡Oh, pero que linda imagen! - esa voz fue de Carlo, que salía de la cocina - no puedo creer, que por fin pueda conocer a la familia de Leandro - vi a mi Inglecita cerrar los ojos - soy Carlo, el asistente de Lena.
- ¡Vaya! - exclamo mi madre - ninguna mujer casada, mete a un hombre a su casa, y le pide ayuda en la cocina; bueno al menos no las decentes.
- Carlo además de su asistente, es el mejor amigo de Lena, y yo confió ciegamente en ambos - replique, observando a mi madre de forma seria.
- Claire - no podía creer que Thomas también estuviera aquí - pero estás hecha una belleza - se acerco a besarle la mejilla - Richard, es un gusto volver a verte - le dio un apretón de manos - Andrea, creo que has estado enojándote mucho - jamás se habían llevado bien - ya comienzan a notarse tus arrugas - ante eso, mi hermana le mando una mirada asesina - y mi pequeña y hermosa Alexa - la levanto mientras la abrazaba - no sabes como te extrañe.
- Dos hombres - en verdad mi madre, iba a hacer que mi esposa le contestará algo.
- Thomas acaba de llegar - trato de ser lo más amable que su voz le dejará - pero que les parece, si pasamos al comedor.
No contestaron, simplemente caminaron hacia el comedor, mi Inglecita soltó un suspiro, sabía que era difícil para ella tener que soportar, ese tipo de actitudes.
La comida fue bastante decente, bueno eso fue gracias a Carlo y a Thomas, que trataban de que los malos comentarios que mi madre decía de Lena fueran tomados como bromas, pero en verdad esperaba que el tiempo se pasara pronto.
Y así fue, cuando por fin los lleve al hotel, no quise hablar de lo mal que se habían comportado, de hecho el camino fue en silencio, y dos semanas de esto no creo que fuera muy bueno y menos para la tranquilidad de mi esposa.
- ¿Y en verdad estás seguro, que es tu hijo? - ante la pregunta de mi madre, me sentí ofendido.
- No dudo de mi esposa - le espete - espero que descanses.
Y sin más que decir, arranque el auto, no podía creer que mi madre creyera que ese bebé no pudiera ser mío, era increíble, llegue al departamento furioso, Lena estaba en la sala y en cuanto me vio, camino hacia mí.
- ¿Qué paso? - pregunto tomando mis manos.
- Nada - aunque mi voz fue ronca.
- Te conozco - me acaricio la mejilla.
- Mi madre, no cree que ese bebé sea mío - susurre.
- ¿Y tú también crees eso? - se separo de mí molesta.
- Claro que no - la abrace por la espalda - sé que este pequeño es mío, y no lo pienso dejar por nada ni a ti tampoco.
- Sé que ella es tu madre - repuso en voz baja - pero no creo, soportar un insulto más.
- Ya sé lo dije - acaricie su cabello.
- Mi madre me pidió que la acompañará a Londres - se giró hacía mí - y bueno creo que lo mejor, es que tu disfrutes a tus padres, y yo iré con mamá a visitar a mis abuelos, espero que no te moleste.
- Supongo que estás en tu derecho de querer alejarte de mi madre - bese su frente - así que por mí, no hay problema de que vayas, solo háblame todos los días - le pedí.
- Así lo haré - rodeo mi cuello - pero también quiero que tú me hables, Te Amo.
- No más que yo - sonreí de lado - ¿y cuándo te vas?
- Pasado mañana - fue su respuesta, mientras me inclinaba a besarla.
- Te voy a extrañar - fue lo último que dije, antes de besarla.
Lamento la tardanza, pero he estado un tanto ocupada, pero espero que el cap haya merecido la espera n.nU, quiero decirles que subi un nuevo fic, que se llama "Sigo aquí" https://www.potterfics.com/historias/62887 es original espero que se puedan pasar y dejen comentarios.
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Esto de viajar, había sidohorrible, ahora me encontraba en el baño del aeropuerto, dejando todo lo quehabía comido durante el viaje que tampoco había sido mucho, ya que mi apetitono era muy bueno.
- ¿Estás bien? - pregunto la voz de mi madre.
- Creo que ahora si - respondí, saliendo delbaño.
- Solo son los primeros tres meses -mereconfortó.
- Grandioso, me queda un mes - la ironía, hizoque mi madre sonriera.
- Bueno, tú querías un bebé ¿no? - enserio quemi madre podía ser un tanto molesta.
- Pues la verdad, no estaba dentro de misplanes, al menos no en este momento - confesé.
- Un bebé, es mucha responsabilidad - mi madresiempre me aterraba más - pero tiene su recompensa, de hecho hay más cosasbuenas que malas.
- ¿Y si no estoy lista? - susurre - ¿Qué pasa sino tengo ese instinto maternal, del que siempre hablan?
- Desde cuando te preocupa eso - caminábamoshacia un taxi - siempre has ido contra corriente - estaba por replicar - nadie,además de tú y Leandro creían en su matrimonio, sé que yo te dije que teapoyaría, y lo hice, pero solo esperando que cuando cayeras el golpe no fueratan duro. Y estuvieron a punto del divorcio, claro está, pero debo decir queduraron más de lo que pensé.
- ¿Cuánto creías que íbamos a durar? - laobserve esperando su respuesta.
- No más de un año - elevo los hombros - supuse,que alguno de los dos iba a terminar cansado del otro, después de todo ademásde casarse muy jóvenes, se casaron apenas conociéndose, dime ¿tú cuanto tiempole hubieras dado a un matrimonio así?
- No mucho - admití.
- Pero a pesar de todo lo que creyó el mundo -me sonrió - ustedes demostraron, que se amaban y no iban a dejar que sumatrimonio muriera, y ahora crece la promesa de que su amor es más fuerte de loque todos pensaban, incluyéndome.
En ese momento lleve mimano a mi vientre, enserio no estaba tan segura de ser una buena madre, erademasiado joven, pero a pesar de eso ya amaba al pequeño que crecía en mí. Elresto del camino fue en silencio, tenía años que no había ido a Londres y laverdad es que todo parecía igual, bueno y en tres años no cambian mucho laciudad, aunque si cambien las personas.
El camino fue bastantecorto, en menos de lo que imagine, estábamos frente al restaurante de comidamexicana de mi abuelo, deseaba tanto verlo y en cuanto baje del taxi, nisiquiera esperé mis maletas, solo entre, esperando encontrar a mis primos o almenos a mi abuelo.
- Lena - en menos de lo que imagine, estabadando vueltas en brazos de Ryan, que era mi primo o mejor dicho casi mi hermano- es un gusto verte.
- Niño - le reprocho mi abuela, una mujer decabello castaño que comenzaba a volverse blanco, sus ojos azules seguían llenosde vivacidad - recuerda, que esta embarazada.
- No pasa nada - repuse, mientras caminaba haciaella, para abrazarla.
- Además ya no soy un niño - replico - voy acumplir veintiséis.
Sonreí, mientras meabrazaba a mi abuela, ya que a pesar de ser tres años mayor a mí, era como unniño, por eso mis abuelos, al igual que su madre y la mía le llamaban niño.
- Pues tienes la mentalidad de un niño de cuatro- al reconocer aquella voz, me separé de mi abuela y casi corrí hacia Valery miprima, una chica de cabello negro y ojos azules que era un año mayor a mí.
- No sabes como te extrañe - le susurre.
- Ya sé soy difícil de olvidar - bromeo,respondiendo mi abrazo.
- Sobre todo tu enorme ego - replique.
- Pensé que tendríaque cruzar el mar, para poder ver a mi nieta - el tono gruñón y ademásen español.
- Abuelo - y sin más meabracé a él.
- Es todo lo que hay - me reprocho -después, de un año y medio sin una visita.
- He estado ocupada - me disculpe.
- Claro, siempre habrámiles de excusas - si no dije, mi abuelo, era bastante enojón, pero élera quien me había ayudado a iniciar todo esto de la actuación.
- No hagas sentir mala la niña - le reprocho mi abuela, bueno mi abue les decíaniños a todos - además lo bueno es que ella está aquí.
- Exacto - concordé.
- Muy bien, esta vezte lo perdonare - acepto besando mi frente.
Los días pasaron bastantebien, aunque cada vez extrañaba más a Leandro y a pesar de que me había habladoa diario, no podía dejar de anhelar verlo, pero ya faltaba poco, para queregresáramos, y a pesar de que me la estaba pasando bien, ya necesitabaregresar con él, creo que esto del embarazo, me estaba apegando más a él.
Y bueno ahora me encontrabaviendo televisión, y comiendo un poco de ensalada que mi abuela me habíapreparado, estaba viendo una película, la verdad no era muy buena, pero erapara pasar el tiempo, ya que el resto había ido de compras, y la verdad yopreferí quedarme en casa; decidí cambiar, así que comencé a pasar los canales,hasta que vi uno en donde aparecía mi marido, decidí ver que decían sobre él.
- Parece que estosúltimos meses, la reconciliación de Lena y Leandro ha dado mucho de que hablar- no podía ser que de nuevo se fuera a hablar de nuestro matrimonio - peroahora, estás imágenes de un romance que tuvo Leandro algunos meses atrás - enese momento apareció la fotografía de mi esposo, besando
- No es cierto - me levante del sofá y caminehacia el televisor, no podía ser quien yo creía que era.
- Bueno si sepreguntan el nombre de la chica, es Taylor Smith - ante eso sentí mi mundovenirse abajo - una modelo, que por lo que se sabe es muy amiga de Lena ¿Seráque la guapa actriz aun sabiendo esto, haya aceptado darle una oportunidad, alCasanova de su marido?
Esto no podía estarmepasando a mí, no podía ser que mi mejor amiga, se hubiera metido con él, estocambiaba muchas cosas, esto si no podía perdonárselo, no importaba su excusa,esta vez no iba a haber otra oportunidad.
esta es la imagen que Lena vio.
Bueno lamento la tardanza, pero parece que me gusta esto del drama, ahora hay que esperar y ver que pasa
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- Estamos en problemas - repuso Taylor.
- ¿Tú crees? - le espete - Lena no me contestael teléfono, mi matrimonio de nuevo parece venirse abajo, y crees que estamosen problemas.
- Eso fue tu culpa - me mando una mirada ácida.
- No me lo recuerdes - replique - debemos buscarla forma de que ella, nos escuche.
- Lena debe estar destrozada - enserio que suspalabras no me ayudaban - seguramente, esta dolida y decepcionada de ambos, másde mí, porque bueno tú no eras el hombre más fiel.
- Enserio que en ocasiones no me eres de muchaayuda - mi voz fue seca - de hecho no sé, porque te hice venir.
- Porque esa foto es de ambos - me recordó - yLen debe estar pensando lo peor, pero de solo imaginar lo que debe sufrir, mesiento horrible.
- Ni siquiera recuerdo porque nos besamos - leconfesé.
- Era para quitarte a una de tus tantasmujerzuelas - elevo los hombros - y bueno yo acepté, ya que el idiota de mi exnos veía, así que eso era la mejor venganza.
- Somos unos idiotas - me deje caer en elsillón.
- No debí de haber bebido - soltó un suspiro -pero tu deberías tomar un vuelo a Londres, y explicarle todo.
- Aun no terminan las grabaciones - comente,dándome un masaje en la sien.
- En dos semanas terminas ¿no? - asentídébilmente - bueno cuando termines, puedes ir por ella y por tu hijo.
- ¿Crees que me perdone? - clave mi mirada enella.
- No hubo un día en que ella no pensará en ti -respondió - y créeme Lena jamás a amado a alguien, como a ti, así que por tubien más vale que no la pierdas.
- ¿Y no te preocupa lo que piense de ti? - lamire con una ceja elevada.
- Soy su mejor amiga - elevo los hombros - lediré lo que paso, y ella va a perdonarme, después de todo es Lena de quienhablamos.
Y después de eso se fue,ese departamento se sentía tan solo sin ella, no podía creer que de nuevopudiera perderla con algo, que ni siquiera recordaba que había pasado, pero quesin embargo un maldito desgraciado, que no tenía nada mejor que hacer, más quedestruir mi vida, la había vendido, al menos esperaba que hubiera sacado buendinero de la foto.
Los días pasaban y Lenaseguía sin contestarme, enserio comenzaba a estresarme esto, ella debía saberque la amaba, más de lo que amaría alguna otra mujer, pero simplemente nisiquiera tomaba mi llamada. Pero creo que iba a seguir el consejo de Taylor, ybueno para que la obra terminara faltaban dos días, y el tiempo se me estabahaciendo eterno.
Me recosté en el sofáesperando relajarme, y tome el teléfono para marcar de nuevo y ver si esta vezpor fin me contestaba, pero como siempre me mando al buzón, colgué exasperadono podía creer que enserio se cerrará, aunque en cierta forma debía entenderla.
No debía ser muy sencillosaber, que tu marido se había metido con tu mejor amiga; pero yo la amaba, y nome iba a dar por vencido tan rápido, solo debía esperar a que los dos díaspasarán bastante rápido.
- Leandro - al escuchar aquella voz creí queestaba soñando.
- Inglecita - clave mi mirada enfrente y ahíestaba mi esposa, con un blusón, se notaba pálida, pero aun así hermosa.
- Estos dos meses - susurro - he pensado mucho,he llorado y bueno Taylor me dio una explicación, me he portado como unachiquilla, n
- ¡Shh! - me levante y coloque mi dedo en suboca - yo debí, de haberte dicho sobre Taylor y yo, pero la verdad ni siquierarecordaba, que le había pedido ayuda, para librarme de una psicópata.
- ¿Eso es lo único que no sé? - clavo sus ojosllorosos en mí.
- Sí creo que sí - ante eso me mando una miradafría - bueno no recuerdo mucho, pero no creo que no sepas algo más de mi vida.
- Eso espero - y sin más se abrazo a mí - peropor favor, no me dejes volver a dejarte - me ordeno - fueron los dos meses máshorribles, por favor.
- La próxima vez, iré a suplicarte de rodillas -le aseguré besando su cabello - pero eso ahora no importa, dime ¿Cómo hasestado?
- Apenas si he dormido - se aferró más a mí - miabuela, me ha obligado a comer, y bueno nuestro bebé, parece que en verdad te extrañaba.
- Y tú no sabes lo que yo los extrañe a ambos -la bese suavemente - mi vida, se vio ensombrecida sin esos bellos ojos, moríade frío en las noches sin tu perfecto cuerpo abrazado al mío.
- No digas más - me tomo el rostro entre susmanos - solo bésame, llevo ansiando tus labios, desde el momento en que subí alavión hace dos meses.
La bese, yo también habíaextrañado sus labios, y cuando los tuve de nuevo fue lo mejor, la tome de lacadera y note que le había ensanchado, pero no dije nada, poco a poco el besose volvió más intenso, y comenzó a hacer calor y la ropa comenzó a estorbarme.
Sentí sus manos buscar elborde de mi playera, y bueno cuando tuvo que sacármela, fue cuando nosseparamos, clave mi mirada en ella y note que tenía una sensualidad casiirreal, no podía imaginar a alguien más hermosa que ella, era como una Diosa, yaquí estaba yo para venerarla.
Acaricie su mejilla, clarodespués baje mis manos a su cuello, que seguía tan terso y suave como siempre,ante eso remplace mis manos con mis labios, y mis manos las baje a sus senos,que parecían haber crecido y endurecido, necesitaba sentir su piel, baje mismanos sin dejar de besarla.
Le quite el blusón y mesepare para poder admirarla, pero cuando lo hice note su vientre abultado,bueno era normal, ya que tenía casi cinco meses de embarazo, pero me asombró suenorme cambio, ya que cuando se había ido su vientre era plano.
- Lo sé - trato de cubrirse - estoy gorda y fea.
- ¿De que hablas? - tome sus brazos, para impedirque se cubriera - estás perfecta y hermosa - acaricie su vientre hinchado - yme encanta verte así.
- Mientes - me hizo un puchero, que me encanto.
- No es así - mordí suavemente el lóbulo de suoreja - mi pequeña niña, eres simplemente hermosa, aunque no sé si esto seabueno, que pasa si los lastimo.
- Vamos a estar bien - me aseguro, acaricio mipecho y después bajo a mi abdomen - no pienses, solo déjate llevar.
En cuanto dijo eso, soltómi pantalón, sus manos seguían siendo bastante escurridizas y eso me encantaba,pero creo que lo mejor era estar en un lugar más cómodo, pero al sentir su manocolarse por entre mis boxers, mi mente dejo de eso al lado, y sin más yo quitesu pantalón.
Mi mente estaba nublada,solo reaccione cuando estaba sentado en el sillón, ya sin ropa y vi como ellase colocaba a horcajadas sobre mí, era simplemente perfecta, sentí su entradacálida y ansiosa por mí, y cuando ella misma hizo que mi miembro entrara enella, sentí esa estrechez del que me había hecho adicto.
Comenzó a moverse muylento, era casi tortuoso, pero vi una sonrisa ladina, sabía que deseaba quesuplicará, pero no iba a caer, lleve mis manos a su cadera y la obligue a hacersus movimientos más rápidos, causando que varios gemidos salieran de suslabios.
Lleve mis labios a sussenos, que eran simplemente perfectos, hizo su cabeza hacía atrás dándome másacceso a ellos. Poco a poco mis embestidas se fueron haciendo más rápidas, ycuando sus paredes se contrajeron, haciendo que ambos alcanzáramos el clímax.
Nuestras respiraciones eranjadeos, pero poco a poco comenzaron a normalizarse, mis músculos estabanagotados, pero debíamos ir a la recamara, porque en la sala no había con quecubrirnos, así que esperé a que esa maravillosa sensación pasará del todo,cuando eso paso.
La tome en brazos, y ellasimplemente se acurruco en ellos, su suave respiración, me hacía cosquilla,pero era bastante bueno sentirla en mis brazos, en cuanto llegamos a la cama,la recosté y la cubrí con las sabanas, enseguida me acosté a su lado y rodee sucintura, pero cuando posé mi mano en su vientre, sentí un leve golpecito.
- Sí ya estamos con papá - y ella posó su manosobre la mía.
- No los voy a volver a dejar ir - le asegure, ysin más deje un beso en su vientre y otro en su frente.
Vi una débil sonrisa,aunque sus ojos estaban cerrados, coloque mi cabeza en su cuello y así con sudulce olor, poco a poco el sueño me venció, pero estaba feliz, porque estabaaquí y esta vez no la perdería, y ante eso hice más fuerte mi agarre en sucintura.
Espero les haya gustado el cap, y bueno el Lemon o lo que haya sido eso, también les guste, ya que yo no soy mucho de esto y se podría decir que este es el final del fic, ya solo faltaría un epílogo ^^
Y también quería invitarlos a leer un nuevo fic, que acabo de subir que se llama "La vida es mejor con mentiras" https://www.potterfics.com/historias/65312 que espero puedan pasar a leerlo y comenten si les gusta n.nU
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- Vamos, Inglecita - sentí sus labios sobre losmíos - debes levantarte.
- Cinco minutos más - pedí, cubriéndome lacabeza con la sabana.
- Alguien necesita a su mami - al escucharaquello, abrí los ojos y lo primero que vi fueron los ojos verdes más hermosos.
- Hola, amor - salude, extendiendo mis manospara tomar al pequeño de la casa - ¿cuánto lleva despierto?
- Como dos horas - ante eso le mando una miradaasesina - ayer apenas si dormiste, así que tuvimos un momento de hombres.
- No sé como deje que este hombre te cuidará -mi pequeño de siete meses, me miraba con sus bellos ojos llenos de lágrimas.
- No soy tan mal padre - me reprocho, mi marido.
- Lo sé - acaricie la cabeza de mi pequeño - esmejor, que te de algo de comer.
- Eres la mujer de mi vida - susurro, ante esosimplemente lo besé.
Después camine a la cocina,para prepararle un poco de papilla a mi pequeño, estos siete meses mi vida habíacambiado por completo, llevaba un año sin trabajar, y bueno en los últimosmeses, había rechazado cuatro películas y tres obras de teatro.
Había decidido esperar, almenos hasta que Matthew tuviera un año, y cada vez que se acercaba, me daba másmiedo dejarlo, aunque no tendría que hacerlo, pero quería estar en todos susmomentos. Pero no sabía si dejar mi carrera fuera bueno.
En cuanto le di de comer, yun biberón de nuevo se quedo dormido, y bueno es que su hora de despertar erahasta las diez de la mañana, pero había despertado tres horas antes, así quesupuse que debía faltarle unas cuantas horas de sueño.
Me encantaba observarlodormir, porque era simplemente perfecto, cada vez que lo veía, me daba cuentaque todo lo que había pasado, había valido la pena, solo para tenerlo en brazosy poder ver su sonrisa.
- Hicimos un gran trabajo - sentí las manos deLeandro en mi cintura - al menos, es un precioso bebé.
- Es maravilloso, verlo - dije suavemente - ysaber que él es la muestra viviente de nuestro amor.
- Inglecita - esa voz, me decía que algo quería- ¿no has pensado en hacer una película? Después de todo has estado fuera unaño y
- Lo más importante para mí, es Mat - acaricieel cabello de mi hijo - y no pienso descuidarlo.
- Agradezco a la vida, que te haya puesto en micamino - me beso el cabello - eres lo mejor que me ha pasado, claro junto con Mat,pero solo quiero que sepas que Te Amo
- ¿Y? - me giré hacía él.
- En una semana nos vamos a Brasil - ante esoarrugue la nariz - la nueva película esta por grabarse, y bueno no iba a estarlejos de las dos personas que más amo en este mundo, por tres meses.
- Te Amo - rodee su cuello - y no somos lapareja perfecta, que el mundo cree.
- No - acepto besándome castamente - pero casilo somos.
- No me importa si somos La pareja casi perfecta- lo bese - lo único, que me importa es que estás conmigo.
- Y así será hasta que muera - esta vez el besofue más apasionado.
Simplemente sonreí,habíamos vivido tantas cosas, solo para darnos cuenta que a pesar de todosnuestros errores, el uno sin el otro no podía estar, y a pesar de que laperfección no existía, lo único que interesaba era estar juntos y superar todolo que viniera, y lo haría mientras tuviera a mis dos hombres.Espero que les haya gustado el fic, y les agradezco que se hayan tomado la molestia de leer y también de comentar
Capitulo dedicado a:
anny_cullengabyrdz29
FELIZ NAVIDAD
La pareja casi perfecta - Potterfics, tu versión de la historia
La pareja del momento Leandro Alessi y Lena Boyle, a pesar de que solo cuentan con 26y 23 años de edad respectivamente; estos dos no evitan demostrar lo enamo
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2023-02-27
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