Estaba intentando dormir, desde hacía un par de días. Luego de la guerra, parecía que en realidad, sí podría descansar sin problemas. Dormir un poco. Eso le haría mucho bien.
Se acomodó en la cama, dispuesto a dormir sin soñar. De casualidad, solo con dormir estaba bien para él. El curso había terminado, la guerra...Granger se había graduado y quizá le haría una visita sin sentido, solo para mirar lo hermosa que estaba.
Había pasado noches, soñando con eso.
Se enrolló las cobijas sobre el cuerpo y se dispuso a dormir pacíficamente. Sin ninguna interrupción que pudiera molestarlo. Inspiró y cerró los ojos lentamente.
Estaba tan cansado, que no iba a darse cuenta de nada de lo que ocurría a su alrededor.
Su sueño había comenzado muy bien. Estaba parado junto a un viejo alfeizar y había una mujer frente a él. Le daba la espalda y desde allí, podía mirar su hermosa figura. No sabía precisamente de quién se trataba, pero esperaba que fuera ella...
Hermione Granger.
¿Y por qué no?
Se quedó allí parado, mientras la mujer contemplaba el mar desde el viejo alfeizar. Estaba muy feliz, sintiendo el viento sobre su rostro. Su hermoso vestido rojo, ondeaba con la fresca brisa que provenía de aquellas ventanas de cortinas blancas.
Un lugar perfecto.
Caminó hasta alcanzarla y continuó mirándola, mientras ella continuaba contemplando el mar. Podía oír el ruido del oleaje, mientras chocaba con enormes rocas y corales. Parecían estar en una alta torre.
Se detuvo junto a ella y colocó una mano sobre su hombro. Su cabello parecía ser aquel que tanto ansiaba ver. El cabello y el rostro de Hermione.
Ella había comenzado a volverse lentamente, lo descubriría muy pronto. Mientras la contemplaba, no se percató de que el alfeizar había cambiado por una enorme ventana con rejas de cárcel entre ellas. No había más oleaje ni sonido de mar. Más bien, gritos y quejidos.
Por fin, la mujer se había dado la vuelta.
¡Pero no era Hermione! ¡Era Sybill Trelawney! ¡Y fruncía los labios, queriendo darle un beso! Comenzó a retroceder, pero se encontró enjaulado.
¡Se encontraba en un enorme asilo para locos! Había alzado la cabeza y Dolores Umbridge estaba sobre un enorme podium, juzgándolo. Sentenciándolo a mil años de matrimonio con Sybill Trelawney, mientras que ya estaban vestidos como novios.
¡Quería gritar! Pero por más que huia de la mujer, no podía despertar. ¿Por qué estaba metido en un asilo de locos, dirigido por esas dos mujeres?
¿Por qué Hermione se había transformado en esa fea mujer?
Corrió hasta una pared de salida y pronto se había quedado encerrado. No tenía salida. Sybill reía con locura, mientras lo mantenía apresdo entre la espada y la pared.
¡Casado por mil años!
"Los declaro por el orden ministerial que se me confiere, marido y mujer. ¡Para siempre!"
¿¡Cómo diablos iba a salir de eso!?
"Ven, Severus amor mío. ¡Dale un beso a mamá Sybill!"
¡Ni siquiera tenía sentido! ¡Por Merlín...que alguien lo sacara de ese sueño! Y entonces, sintió que ya no tenía más escapatoria que besarla. ¡Apunto de hacerlo! ¡No había forma de volver atrás! Estaba encadenado a la pared, apartando la cabeza para no besarla.
Y de pronto, sintió una mano que tocó su hombro. Despertó violentamente y miró a su alrededor.
Severus, mi amor. Estabas soñando dijo Sybill con una sonrisa y él, se cayó de la cama. Pegó un grito. Gimió de terror.
Y volvió a sentir otra mano que lo tocaba.
¿Severus, cariño? ¿Estás soñando?
Esa voz...Hermione. ¡Casi besaba el suelo, de encontrarse en la realidad!
¡Vaya pesadilla que tuviste!
¿Qué día es...?
Jueves. Un día antes de tu matrimonio...
Meditó. ¿Matrimonio?
¿Matrimonio? ¿Con quién? ¿Contigo?
No. Con Sybill...le propusiste matrimonio.
¡NO!
Despertó una vez más, en su cama y miró a su alrededor. No más bebidas nocturnas ni diurnas. Inspiró, pasándose una mano por el rostro, para despertarse. Sonrió. Al menos estaba solo en su despacho.
¿O no?
No dejabas de moverte, creí que nunca te despertarías...
¿Hermione? ¿Estaba soñando otra vez?
¿Qué haces aquí?
¿Qué crees que hago? ¿Olvidaste qué día es mañana?
Sí. ¿Qué día es? dijo, temiendo preguntar. No otra vez.
Jueves. Mañana es el día de tu boda, Severus.
¿Contigo?
Deja vu.
Por supuesto, ¿dónde tienes la cabeza, Severus?
Era oficial. Se trataba de una alergia a las bodas que tenía.
La pesadilla de Snape - Fanfics de Harry Potter
Estaba intentando dormir, desde hacía un par de días. Luego de la guerra, parecía que en realidad, sí podría descansar sin problemas. Dormir un poco. Eso
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2023-02-27
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