Las últimas palabras de R.J.L.
Narrado por: Remus John Lupin 2/mayo/1998
Es difícil apreciar la vida cuando la tienes, pero, cuando estas a dos segundos de la muerte te das cuenta de que la vida vale mucho más de lo que la apreciamos. La batalla aún no termina y no me queda mucho tiempo, afuera de esta habitación hay mucha gente feliz, riendo y atesorando los que podrían ser sus últimos momentos juntos, hay otros llorando por los caídos y hay otros tan solo esperando el final de la tregua, pero yo, yo ya ni siquiera sé lo que siento, las lágrimas corren sin cesar por mis mejillas, ya no sé qué hacer ni que pensar, ¿Qué se hace cuando hace apenas unos segundos viste morir al amor de tu vida?, ¿Qué se hace cuando has perdido a tu única razón de ser?, quisiera estar muerto, quisiera haber muerto en lugar de ella, de mi rosa, mi Dora, la única luz en las oscuras noches de mi vida, aún no lo asimilo, quiero morir, no puedo estar sin ella, no quiero estar sin ella. Tengo que vengarla, tengo que vengar su muerte, escribir esto duele más que recibir un millón de crucios al mismo tiempo, pero ya que no se sí estaré vivo para el amanecer, me veo en la necesidad de dejar esto para que la muerte de ella no sea en vano, para que su valentía y su fuerza se quede grabada durante años y años y lo más importante, para que dentro de muchos años cuando su hijo lo lea, se dé cuenta de que su madre murió por darle un mundo mejor.
Esa mañana al despertar ella estaba a mi lado, pude ver su sonrisa, abrazarla y darle los buenos días sin siquiera imaginarme que esa sería la última, desayune con ella y con mi hijo Ted Remus Lupin, todo parecía normal, era otro día feliz como todos los que pasaba con ella, hasta que vimos un patronus entrar por la ventana, un patronus que hablo con la voz de Kingsley avisando de una junta en nuestra casa. Al escucharlo ella se puso a preparar todo para la junta, yo solo me senté a verla con mi hijo en los brazos, me encantaba verla era hermosa, era mi vida.
Al poco rato comenzaron a llegar los miembros de la orden, la cuando la junta comenzó todos estaban tranquilos, comenzamos a hablar sobre el programa de radio en el que informábamos todo lo sucedido, para ese momento nadie se imaginaba que esos serían tal vez sus últimos momentos, incluyéndola a ella.
La junta continuo normal, los miembros de la orden comenzaron a irse uno a uno de la casa hasta que de nuevo quedamos solo nosotros, me senté junto a ella en el sillón tome a Teddy en mis brazos, él comenzó a jugar con mi cabello y ella sonreía.
Todo era normal, todo era fantástico, al menos hasta que llego otro patronus con forma de gato, lo reconocí de inmediato, era de Mcgonagall.
-Necesitamos ayuda. Voldemort está en camino.
Ambos palidecimos nos miramos por unos segundos. Me levante del sillón seguido por Nymphadora.
-Tengo que ir. -le dije
-Yo igual. -me respondió.
-No, tú tienes que quedarte aquí.
-No yo tengo que ir y estar a tu lado.
-Dora, no quiero discutir, no ahora, te pido que por favor te quedes junto a nuestro hijo.
Fue lo último que le dije, ella tenía los ojos atascados de lágrimas.
-Dora -la llame- si algo malo pasa está noche, quiero que sepas que te amo.
Dicho esto la bese y salí de la casa, antes de irme mire por última vez por la ventana.
-Te amo. -repetí para mí mismo y desaparecí.
Al llegar a Hogsmade entre a cabeza de puerco y siguiendo las indicaciones de Abeforth entre al castillo. Mientras yo entraba cientos de chicos de todas las edades salían en grupos. Camine por un largo pasillo, cuando llegue al final, entre a la sala y me acerqué a los demás miembros de la orden. Al hacerlo Molly me dijo que Mcgonagall me estaba esperando en el gran comedor.
Me dirigí al gran comedor y tal como me había dicho Molly, Mcgonagall me estaba esperando. Una vez que me reuní con ella me dijo que llevaría a un grupo de combatientes a los jardines. Me dirigí a los jardines con un hueco en el estómago, tenía miedo, miedo de dejarla sola, miedo de no volver a verla, quería tenerla ahí, en mis brazos, a mi lado, no podía luchar sin ella, no tenía la fuerza. Me maldije por haberle pedido que se quedara pero luego recordé a Teddy, por más que me molestara eso era lo mejor, si alguien tenía que morir ese alguien iba a ser yo, no iba a permitir que nada le pasara, no a ella.
De pronto un estruendo gigantesco me sacó de mi ensimismamiento, la batalla estaba por iniciar, a lo lejos vi cientos de mortífagos lanzando hechizos a diestra y siniestra, en apenas unos segundos los hechizos protectores cedieron y las puertas del colegio se abrieron de par en par permitiéndoles el paso a nuestros enemigos, la batalla comenzó, todos comenzamos a lanzar hechizos para evitar que los mortífagos entraran al castillo, comencé a correr en dirección a los mortífagos, en mi camino derribe a algunos que trataban de acercarse al castillo, mientras corría, me encontré con Dolohov, quien no tardo en comenzar a atacarme, sus hechizos me hicieron detenerme por lo que inicie mi propia batalla con él, sus hechizos eran increíblemente rápidos, cada vez era más difícil esquivarlos . Cerca de mí se escuchó un grito, pasee la mirada por el campo buscando de quién provenía, de pronto, el suelo comenzó a temblar y a lo lejos se dibujaron dos figuras increíblemente grandes que peleaban a muerte, seguí con mi pelea mientras pude pero no fue por mucho ya que tuve que apartarme al ver que los centauros salían del bosque a toda velocidad, momento que Dolohov aprovecho para acercarse al castillo, corrí tras él pero ya iba muy adelantado por lo que decidí detenerme, recorrí el lugar con la mirada y logre vislumbrar a dos figuras que torturaban a un muchacho de séptimo curso, me acerqué a él lo más rápido que pude, ataqué a uno de los mortífagos dando tiempo para que el chico se levantara y atacara al otro. Seguimos peleando contra ellos por un rato hasta que ambos mortífagos terminaron por derrumbarse en el suelo rendidos. Me detuve a respirar un poco pero no fue por mucho ya que en apenas unos segundos comenzaron a llegar más mortífagos. Cómo Localizar un Celular Móvil [ Contenido Actualizado Enero del 2025 ]
Poco a poco la batalla se fue volviendo más sangrienta, a donde miraras había cadáveres y magos caídos. Por unos segundos agradecí el que Dora no estuviera ahí, al menos así, no había posibilidad de que terminara igual que ellos o al menos eso pensaba yo.
Así siguió la batalla, la angustia comenzaba a sentirse entre los de nuestro bando, ya habíamos perdido a una gran cantidad de combatientes y la mitad del castillo ya estaba prácticamente destrozada. Los terrenos del colegió estaba ¡n completamente en llamas, todos los que combatíamos en los jardines cada vez nos acercábamos más al castillo, estaban venciéndonos, de pronto, sentí un fuerte golpe en la espalda que me hizo caer, me levante lo más rápido que pude y empuñe mi varita, ahí parado delante de mi estaba Fenrir Greyback, sus ojos reflejaban un odio impresionante, y sus dientes rechinaban con fiereza, sentí un hueco en el estómago y unos segundos después sentí como se lanzaba contra mí, sus dientes se enterraban en mi cuello, como pude me separe de él, le lancé un hechizo que lo detuvo por unos segundos, pero no por muchos ya que apenas se libró del hechizo se lanzó de nuevo contra mí. El miedo comenzaba a apoderarse de mí, no podía pelear contra él, su fuerza era increíble, impresionante, sentí como mi corazón se detenía, tenía sangre por todo el cuerpo y mi respiración se cortaba.
-¿Algo que decir? -me dijo riendo a carcajadas.
-Te amo Dora.
Fue lo único que dije, él rio más fuerte pero no me importo, él se acercó a mí listo para dar el último golpe que seguramente bastaría para acabar con mi vida, cerré los ojos esperando a la muerte cuando un hechizo proveniente de la nada lo hizo retroceder, alguien detrás de mí lanzaba hechizos dándome tiempo para levantarme, como pude me levanté y gire mi vista, ahí estaba ella, había lágrimas en sus ojos, de pronto de su varita salió un rayo de luz verde que le dio de lleno en el pecho a Greyback, su cuerpo voló y desapareció de mi vista, al fin Fenrir Greyback había muerto, me acerqué a ella y la abrase con todas mis fuerzas, ninguno de los dos dijo nada.
-Gracias. -susurré cerca de su oído.
-Te amo. -me dijo.
Juntos seguimos peleando, todos estaban cansados y asustados, pero yo estaba feliz, ella estaba conmigo, eso era todo lo que yo necesitaba. Ambos peleábamos contra un grupo de mortífagos bastante torpes, cuándo los vencimos me volví hacía ella y la besé apasionadamente como nunca la había besado. Ella correspondió al beso y me abrazó. Nos quedamos así por unos segundos cuando escuchamos una risa macabra. Ambos nos volteamos, era Bellatrix que se reía. Ambos nos pusimos en posición de ataque y ella comenzó a lanzar hechizos, uno le dio a ella, su cuerpo salió volando hasta chocar con una pared, sentí que mi corazón se detenía, quise voltear para saber cómo estaba pero tenía que seguir lanzando hechizos, en cuánto pude me volteé y mi respiración volvió cuando la vi levantarse, entonces paso, cuando me dispuse a seguir con mi batalla vi como un rayo de luz verde se dirigía a mi pecho, desde ahí todo paso en cámara lenta, yo moriría, la dejaría sola con mi hijo, de pronto sentí unas manos que me empujaban hacía delante evitando mi muerte, entonces ella cayó en mis brazos. Me paralicé por completo, mi cabeza se nublo por completo, ella yacía muerta en mis brazos, había muerto en mi lugar, me levante, me deje caer a su lado y abracé su cuerpo sin vida, las lágrimas corrían sin parar por mi rostro y la risa de Bellatrix hacía aún más fuerte mi dolor.
Se pronto las paredes retumbaron y esa voz fría y horrible volvió a hablar, pero para mí sus palabras no significaban, sentí como alguien me jalaba por la espalda para levantarme pero yo no accedí, no podía creerlo, no quería creerlo, ella no podía morir, no así.
Y ahora aquí estoy, las lágrimas corren por mis mejillas sin parar me siento triste, solo, desolado pero igual ya no importa. Me sentí obligado a escribir esto solo para recordar su valor y su sacrificio, pero ahora, ya no hay nada que pueda detenerme, la tregua casi termina y yo estoy listo para entregarlo todo en la batalla, al menos así voy a poder estar con ella. Tenerla entre mis brazos. Estar con ella por el resto de la eternidad.
TE AMO NYPMPHADORA LUPIN
Firma: R.J.L
Las Ultimas Palabras de R.J.L. - Fanfics de Harry Potter
Es difícil apreciar la vida cuando la tienes, pero, cuando estas a dos segundos de la muerte te das cuenta de que la vida vale mucho más de lo que la aprecia
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2023-02-27
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