Librería Moony - Potterfics, tu versión de la historia

 

 

 

25 de diciembre de1984

Esa tarde hacía frío yRemus Lupin había salido a pasear después de comer, sus padres se habíanquedado mirando la televisión después la comida de navidad.

Estaba por volver a sucasa, cuando se encontró a un niño caminando sin abrigo, solo con un jersey quese notaba que era cuatro tallas más grandes que el.

El hombre no podíadejar al niño allí, podía pasarle cualquier cosa, así que acercándose concuidado para no asustarlo, le saludo.

−Buenos días.

El niño que no lohabía visto, al escucharle levanto la mirada, y entonces Remus tuvo que jurar yno ponerse a gritar, reconocería esos ojos en cualquier lugar del mundo sincontar que tenia la cicatriz que le hizo Voldemort en forma de rayo, intentandotranquilizarse se agacho.

 

−Hola Harry.

−¿Quién eres?

−Soy tu tío Remus, ¿estássolito?

El pequeño Harryasintió.

−¿Quieres venirconmigo?

Al escuchar eso, Harryse asusto y dio un par de pasos atrás.

−Tranquilo, Harry yono te haré daño. −Y sacando una chocolatina se la dio. −¿Te gusta el chocolate?

−¿Pocholate?

Remus le sonrió. −Sipocholate, está muy bueno. -Y rasgando el papel corto un trozo y se lo dio. −Parati.

Harry cogiéndolo se lollevo a la boca y sonrió.

−A que esta buena.

El niño asintió.

−¿Quieres más?

−Sip. −Y extendió supequeño bracito y cogiendo otro trozo se lo llevo a la boca.

Remus le volvió apreguntar lo mismo. −¿Vienes conmigo?

−¿Pocholate?

−Sí. −Y dándole lo quequedaba de chocolatina, se levanto y acercándose lo cogió en brazos, por suerteHarry no dijo nada y se dejo coger.

Remus se lo llevo a sucasa, no era muy grande y era bastante antigua pero allí Harry no pasaría nihambre ni frio, no iba a devolver a ese pequeño a casa de los Dursley, a partirde ese momento el se ocuparía de todo.

Al llegar ellicántropo llamo a sus padres. -Papa, mama.

Los mayores mirándolopor encima del sofá, se levantaron cuando vieron que no volvía solo. −¿A quiénhas traído? −Pregunto al ver al niño que su hijo llevaba en brazos.

−Es Harry, me lo heencontrado en la calle.

−¿En la calle?

−Sí y estaba solo, ypor cómo se come la chocolatina que le he dado se nota que está hambriento.

Al escuchar eso, Hopelo cogió en brazos. −Esta helado, voy a darle un baño caliente, vosotroscalentarle la comida e ir a la gasolinera y comprarle cosas.

−Lo haremos. −Remuslos miro. −Voy a luchar por él, no voy a permitir que lo traten así, hoy esnavidad tendría que estar celebrándola con la familia que Dumbledore le busco,pero en cambio está en la calle sin abrigo y solo.

Lyall al escuchar a suhijo asintió. -Nosotros te apoyamos, mira en tu caja.

−¿Qué caja?

−¿No lo recuerdas?

−No, por eso tepregunto.

−Cuando Harry nació,James te dio un sobre muy grande, pero nunca lo miraste lo dejaste en tu caja yallí se quedo.

−Lo mirare luego,puede que me sirva para que nos podamos quedar con Harry, ahora iré acalentarle la comida.

−Hazlo. −Le dijo Lyally se fue a la gasolinera que era la única tienda abierta.

Mientras su marido ysu hijo se ocupaban de la comida y de comprar unas cosas para Harry, Hope lollevaba al baño. −Ahora te daremos un baño caliente.

 

El niño la miro.

−Tranquilo no te haredaño. −Y lo llevo al cuarto de baño, y después de quitarle la ropa lo metió enla bañera, al terminar la mujer saco una camiseta antigua de su hijo y se lapuso.

Cuando Harry estuvolisto, lo dejo encima del sofá con una manta para que no cogiera frio y latelevisión encendida.

−Voy a ver que hace tutito.

−Sí.

−No tardo. −Y se metióen la cocina.

Media hora después, Remusy Hope miraban con satisfacción como Harry se estaba comiendo toda la comidaque le habían puesto en el plato.

−Ya estoy aquí. −Ledijo Lyall entrando.

Remus se giro y alverlo sonrió. -Veo que has encontrado cosas.

−No muchas porque esuna gasolinera, pero lo suficiente para pasar el día de hoy. −Le dijo Lyall yabriendo la primera bolsa, saco un lobo de peluche y se lo acerco a Harry. −Parati.

El niño al verlo, dejola cuchara y cogiéndolo lo abrazo fuerte.

−Le ha gustado. −Dijoencantado.

−¡Papa! −ProtestoRemus. −Estaba comiendo muy a gusto, haber quien le quita el lobo ahora paraque siga comiendo.

Lyall lo miro. −Puesle das tú de comer.

El hombre suspirando cogióla cuchara y siguió dándole de comer.

−¿Has traído algo más?

−Sí. −Y abriendo otrabolsa, saco unos huevos de chocolate y caramelos. −El dependiente me ha dichoque los huevos sorpresa son muy buenos que a todos les gusta, y viene con unregalo.

Remus dejando lacuchara en el plato, cogió el huevo y miro a su padre. −¿No había algo máspequeño?

−Es el maxi huevosorpresa de navidad, viene un regalo más grande y más chocolate.

−Me gusta. −Le dijoHope sonriendo a su hijo. −He visto que mucha gente lo compra a sus niños.

−Entonces no digo nada.−Dijo y volvió a coger la cuchara para seguir dándole de comer a Harry.

-También he traídobastones de caramelo y más chocolates. −Y le enseño lo último que habíacomprado.

−Después de comer, ledaremos unos chocolates, ahora quiero que termine la comida, está muy delgado.

−Se nota. −Le dijo supadre.

−Sí, ¿puedes ponerleunos trozos de rollo?

−Claro y de pasollenare de nuevo el vaso de zumo. −Y levantándose cogió el vaso y se fue a lacocina.

Cuando Harry terminode comer abrieron el huevo sorpresa y vieron que dentro había un pequeño SantaClaus, el niño lo cogió con la mano que tenia libre y allí se quedo.

−Es hora de queduerma. −Le dijo Lyall.

−Sí. −Y cogiéndolo enbrazos lo llevo a su cama y tras taparlo bien le dijo: −Harry es hora dedormir, cuando te despiertes iremos a dar un paseo.

El niño con su pelucheentre los brazos, cerró los ojos y pronto estuvo dormido.

−Que descanses. −Ledijo Remus y dándole un beso en la cabeza, cogió la caja que su padre le habíadicho y salió.

En el salón, suspadres estaban mirando la tele, tras terminar de ordenar todo.

−¿Se ha dormido? −Preguntoal ver a su hijo volver.

−Sí, apenas ha apoyadola cabeza en la almohada se ha quedado dormido.

−Mejor que duerma,aquí no le pasara nada.

−No. −Y sentándoseabrió la caja y mirando dentro no tardo mucho en sacar un sobre bastantegrande. −¿Es este?

−Sí. −Y cogiendo lacaja la puso a un lado y miro como Remus sacaba los papeles del sobre. −¿Quédicen?

 

−Un momento. −Y lofulmino. −Impaciente.

−Mucho. −Y se rio.

Remus mirando lospapeles, vio que había el nombre de un abogado. −Según esto, hay el nombre deun abogado, y creo que el resto son las propiedades y otras cosas que James yLily le dejaron a Harry.

−¿Su testamento?

−Puede ser. −Y lomiro. −James y Lily no podían fiarse de nadie en los últimos tiempos, no soloporque Voldemort iba tras Harry sino porque sabes bien que James tenía muchodinero, lo de los Potter más lo de su madre.

−Sí, entonces esnormal que te lo dejara todo bien escrito, si la gente lo supiera seguro queintentarían aprovecharse más de Harry.

−Sí, y eso yo no lovoy a permitir. −Y guardando todo solo dejo la tarjeta. −Mañana lo iré a ver,espero que nos ayude a quedarnos con Harry, porque si no, no sé qué haremos.

−Remus no te des porvencido, apenas hemos intentado nada, cuando se nos cierren todas las puertasentonces nos preocuparemos, pero algo me dije que el abogado de James sabrá cómoayudarnos. ¿Cómo se llama?

El chico mirando latarjeta le dijo: −Jack Carter, es un abogado del bufete Carter y asociados.

−¿Crees que es eljefe?

−No lo sé, pero esebufete es bastante importante, creo que los Malfoy y los Black tienen sus cosasallí.

−Mejor, si es unbufete caro y elegante nos escucharan.

−Sí. −Remus lo miro. −Igualno quiero que vengáis conmigo, quedaros con Harry, cuando sepa si el abogadonos ayudara entonces lo traeré, para que vea que nosotros aunque no tenemosmucho dinero podemos cuidar mejor de Harry.

−Mejor, no quiero queHarry pase por mas cosas.

−Estoy de acuerdocontigo, ahora vamos a ver la tele.

−Sí, ha sido unanavidad diferente.

−Y que lo jures. −Ysonriéndoles se apoyo en el sofá y se pusieron a ver la tele.

Al día siguiente,Remus tras despertarse se puso su mejor traje y tras desayunar, cogió las cosasque James le había dejado y se fue al Londres mágico, desde que su mejor amigohabía muerto y desde que Sirius estaba en Azkaban apenas iba por allí, ademássu trabajo era en Londres muggle.

Al llegar, se fuedirecto a la recepcionista.

−Buenos días.

La chica le sonrió. −Buenosdías y feliz navidad.

−Gracias, feliznavidad.

−De nada, ¿viene a vera alguien?

−Sí. −Y le dio latarjeta. −¿Jack Carter trabaja aquí?

−Sí que esta, ¿teníacita?

−No, pero es urgenteque hable con él, dígale que vengo de parte de James Charlus Potter Black.

−Ahora mismo se lodigo.

−Gracias. −Y se fue asentar a la silla mientras esperaba a que salieran.

Por suerte no tardomucho en salir un hombre con aspecto importante y se acerco.

−Buenos días, ¿ustedes quien ha venido de parte de James Potter?

−Sí, soy Remus Lupin. −Yle enseño el sobre. −Antes de morir, James me dio esto me dijo que si lonecesitara viniera aquí.

−James murió hace yacasi tres años, ¿Por qué ahora?

−Por qué me ayer meencontré con Harry, y aunque al principio no luche por su custodia pensando quecon sus tíos maternos estaría bien, me equivoque y me preguntaba si me ayudaríaa que Harry se quedara conmigo.

−Hablaremos de eso enmi despacho. −Y miro a la recepcionista. −Lyss, tráenos dos tés y algo paracomer, va a ser una reunión larga.

 

−Ahora mismo señorCarter.

En su despacho, Jack,le dijo a Remus que se sentara y el se sentó detrás de su escritorio.

−Antes de ayudarle conla custodia de Harry, tiene que saber algunas cosas.

−¿El qué?

−Primero, yo sé todode usted. −Jack lo miro fijamente. −Cuando James preparo su testamento yo leinvestigue, y supe que es un licántropo.

−Lo soy, no voy anegarlo.

−Empezamos bien, no megustan ni los mentirosos ni los tramposos, segundo tiene que saber que aunqueconsiga la custodia de Harry, no podrá tocar el dinero que James le dejo.

−No me importa eldinero de Harry.

−Se que aunque tantousted como sus padres trabajan no tienen un gran sueldo.

−Es verdad, pero miamistad con James nunca fue por dinero.

−Eso también lo sé, ypor último, la custodia de Harry no es una broma ni un juego, si la consigueserá hasta que el cumpla 17 años o en caso de que no pueda valerse por sí mismopara siempre.

−Lo sé.

De pronto tocaron a lapuerta y la recepcionista entro cargada, tras servir el té y unos bocadillos sefue.

−Ahora que hemosdejado estas cosas claras, necesito que me firme unos documentos. −Y abriendouno de sus cajones saco una carpeta y saco dos hojas. −La primera es querenuncia a las cosas de Harry, dinero, propiedades y otras cosas. −Y le dio unapluma que Remus no dudo en coger y firmo. −Y el segundo es el documento que lehe dicho antes en el que se compromete a cuidar de Harry. −Y de nuevo Remusfirmo.

−Con esto firmado,quiero que sepas que no te vas con las manos vacías. −Le dijo Jack. −James dejolas cosas claras, pero solo para aquellas personas que él escogió como tutorespara su hijo, una mensualidad hasta que Harry cumpla la mayoría de edad o comohe dicho antes para toda la vida.

Remus lo miro. −Meparece bien, si le soy sincero el dinero no me sobra.

−No te preocupes poreso, hay más cosas, también me dijo que te gustan mucho los libros, James dejopreparado un edificio para que lo ocuparas.

−¿Un edificio?

−Sí. −Y abriendo lacarpeta le enseño unas fotos. −Es un edificio de cuatro pisos, la primeraplanta un local que puede ser fácilmente una librería y el segundo un pisodúplex, y el último piso un desván en un barrio totalmente muggle cerca deescuelas y seguro.

Remus al escuchar esose quedo parado. −Nunca creí que James tuviera todo eso preparado, el no es quefuera de los que preparaban las cosas con antelación, al contrario teníamos queir detrás de él para que hiciera las cosas.

−Y siempre fue así,pero con el nacimiento de Harry el cambio en eso y lo preparo todo, ¿entonces quédices, quieres ser dueño de una librería?

El hombre le sonrío. −Meencantaría.

−Estupendo, mañana aprimera hora llevaremos a Harry al médico, tiene que revisarlo un medico, ¿con quiénlo has dejado?

−Con mis padres.

−Mejor, si te ayudanme quedo tranquilo, esta tarde presentare ante el juez de familia la peticiónde que quieres quedarte con Harry y mañana iremos al médico.

−Por mí no hayproblema, pero él no recuerda lo de la magia.

−No te preocupes por eso,lo tengo todo controlado, una última cosa, una de las empresas de los Potter esuna fábrica de pociones, tendrás las pociones para tu problema cada mes sinfalta.

−Gracias. ¿Crees quehabla problemas de que me den la custodia?

 

−¿Sinceramente?

−Claro.

−Si fueras tu solo,si, nunca te lo hubieran dado, los jueces mágicos son retorcidos cuando alguiensin poder y sin dinero van en busca de algo, pero por serte no vas solo, yoestoy contigo y este bufete es el mejor del país, así que te la darán, además soloestas siguiendo los deseos de James.

−Gracias.

−De nada, me tienesque dar tu dirección. −Y le dio un papel en blanco.

−Sí. −Y cogiendo unapluma se lo apunto. −¿Cómo es que tenias la carpeta a mano?

−Tenía la esperanza deque alguien que amara a James y Lily viniera para quedarse con Harry y quecreciera protegido y amado.

−Yo me ocupare de queHarry crezca feliz.

−Lo sé, mañana a lasnueve de la mañana estaros preparados, a las nueve os iré a buscar, luego del médicoiremos a comprar ropa y otras cosas y por ultimo nos pasaremos por el edificiopara que lo veas.

−Te esperare, nosvemos.

−Sí. −Y despidiéndosevio como se iba.

Cuando Remus salió delbufete no sabía si llorar o reír, todo había ido mucho mejor de lo queesperaba, satisfecho con lo bien que había ido todo, se fue a su casa.

Al llegar, vio unasbolsas de ropa infantil.

−Tito. −Harry se bajodel sofá con su lobo y se acerco corriendo.

−Harry. −Remus cogiéndoloen brazos le sonrío. −¿Te has portado bien?

−Si tito.

−Estupendo. −Y miro asus padres. −¿Qué habéis comprado?

−Ropa para Harry y unabrigo, ¿Cómo te han ido las cosas?

−Genial. −Y se sentóen el sofá con Harry en sus rodillas. −Mañana el señor Carter vendrá y nosllevara al médico para que a Harry le hagan una revisión, luego iremos acomprar cosas y por último a un edificio que James tenía preparado.

−¿Qué edificio? −Lepregunto su madre.

−Una librería con unpiso arriba, es hermoso y amplio.

−Ya tengo ganas deverlo, ¿y nos podemos quedar con Harry?

−Según el abogado si,era la voluntad de James y los jueces miran eso, además vamos con un abogado derenombre, el sabe de mi problema y dice que no hay problema.

−Estupendo, ¿tieneshambre?

−Mucha.

−Vamos a comer. −Ledijo su madre y miro a su marido. −Deja las cosas de Harry en la habitación deRemus.

−Sí. −Y cogiendo todose lo llevo.

Al día siguiente, lafamilia estaba desayunando cuando picaron a la puerta.

−Ya voy yo, debe deser Jack. −Dijo Remus levantándose y acercándose a la puerta la abrió yefectivamente vio que el abogado estaba allí. −Buenos días.

−Buenos días. −Y ledio una bolsa. −He traído magdalenas.

−Gracias, pasa. −Ycogiendo la bolsa, lo dejo pasar y lo llevo a la cocina donde hizo laspresentaciones. −Os presento, papa, mama él es Jack Carter. Y− miro al abogado.Ellos son mis padres Lyall y Hope Lupin. −Y acercándose a Harry que se estabatomando un bol de cereales lo miro. −Y el es Harry.

Jack saludándolos miroa Harry y vio que se estaba comiendo muy a gusto sus cereales.

−Lo veo bien.

−Estos días estácomiendo bastante. −Le dijo Lyall. −Cuando lo encontramos tenía mucha hambre,creemos que no le alimentaban bien.

−Puede ser, ayerdespués de llevar los papeles al juzgado de familia, fui a ver a los Dursleyellos no estaban ni un poco preocupados por Harry, me dijeron que ya volveríacuando tuviera hambre como si de un perro se tratara, les dije que no volvería.

 

−Mejor.

−Sí.

Hope lo miro. −¿Quieresdesayunar?

−Si gracias, un café yhe traído unas magdalenas.

−Gracias. −Y levantándosele puso una taza de café y le acerco unas tostadas.

Jack se sentó al ladode Harry y lo miro. −¿Esta bueno?

El niño lo miro. −Sip.−Y llenando su cuchara de cereales se lo acerco. −Ten.

El abogado le sonrió. −Nogracias, tú tienes que comer más que yo, tienes que crecer.

−Sip. −Y se lo llevo ala boca.

Cuando terminaron dedesayunar, cogieron sus cosas y Jack los llevo al médico, y allí le hicieronuna revisión completa a Harry.

Lo siguiente quehicieron es ir a ver el nuevo edificio donde vivirá la familia, cuando losLupin lo vieron, se quedaron parados, ese lugar era muy grande.

−Como le dije ayer aRemus, aquí iría la librería. −Les dijo Jack. −El piso está arriba, hay dospuertas una que está detrás de la tienda y otro fuera, os lo enseño. −Ysubieron al segundo piso. −Aunque es un edificio adosado hay grandes ventanas,ahora lo veréis. −Y abriendo la puerta los dejo pasar.

Si la librería eragrande y espaciosa, ese lugar no se quedaba tras, al entrar habían unasescaleras de madera y el resto era un espacio enorme, terminado con unasgrandes cristaleras.

−Allí está la cocina. −Lesdijo señalando una puerta. −Venir. −Y se la enseño.

−Me encanta. −DijoHope. -Solo la cocina, es el doble de grande que nuestra casa, y encima tienegrandes ventanales donde el sol entra siempre.

−Sí. −Les dijo Jacksonriendo. −La verdad es que es un lugar estupendo, arriba hay cincodormitorios y tres cuartos de baño completos. −Y subiendo las escaleras vieronque había un pequeño recibidor y luego unas dobles puertas quedaban a unpasillo. −Aunque parezca mentira todas las habitaciones tienen una ventana, lohan diseñado para que ninguna estuviera a oscuras. −Y abriendo las puertas selas enseño. −Y encima son enormes.

−Es impresionante. −DijoRemus que llevaba en brazos a Harry. −Aquí podríamos vivir sin problemas, hay másque espacio para todos.

−Lo hay. −Y miro aHarry. −¿Te gusta?

−Sip, ¿parque?

Al escuchar eso, losadultos se rieron, Harry tenía claras sus prioridades y eso era el parque.

−Sí que hay parque. −Jack miro a los adultos. −El barrio es comercial, así que todo son tiendas pero hay parques, un centro social, un polideportivo-gimnasio con piscina, escuelas, biblioteca y la tasa de criminalidad es bastante baja hay una comisaria no muy lejos y un parque de bomberos.

−No lo quedamos. −Le dijo Remus y miro a sus padres. −¿Verdad?

−Sí, no solo para que vean que Harry tiene un buen lugar para vivir, sino porque es mas grande.

−Estupendo, falta algo más. −Les dijo Jack. −Eso está abajo. −Y bajando abrió una de las puertas de cristal y les enseño la terraza. −¿Qué os parece?

−Cada vez me gusta más. −Le dijo Lyall que había estado en silencio mirando todo.

La terraza era bastante grande, y empezaba en el salón y terminaba en la cocina.

−Como veis, es bastante espaciosa podéis poner a un lado un jacuzzi que se han puesto muy de moda últimamente, unos sofás cómodos y unas jardineras para poner flores incluso cabe una mesa y una barbacoa.

 

−Sí que es grande, ya decidiremos que ponerlo, no hay prisa.

−Ninguna, ahora que ya lo habéis visto, nos vamos a comprar los muebles nuevos que necesitareis. −Y les dio unas llaves. −Este es vuestro juego, así que no lo perdáis, yo tengo una copia por si las necesitarais.

−Haremos una copia para cada uno y dejaremos otro aquí.

−Mejor.

−¿Cuándo nos podemos mudar?

−Ya he pedido que os den de alta los suministros, luz, agua y gas, así que espero que los den ya esta semana o a mas tardar la semana que viene, lo malo de todo esto es que estamos en vacaciones navideñas y muchos no trabajan, y solo faltaría amueblarla y eso lo haremos ahora.

Remus miro a Jack. −Nosotros tenemos muebles.

El abogado le sonrió. −Lo sé, pero me encanta ir de compras, así que iremos.

−Eres como James, nunca podíamos decirle que no. −Le dijo el licántropo.

−Lo sé. −Y se rio. −Mi padre siempre me lo dice, −Jack eres igual que James los dos tal para cual. −Y miro a Remus. −Por eso estoy haciendo esto, porque quiero que Harry este en un lugar donde lo amen.

−Nosotros lo haremos.

−Lo sé, con vosotros Harry crecerá feliz y sin preocupaciones.

−Se que ayer presentaste los papeles, ¿pero sabes cuándo nos darán fecha?

−No lo sé, pero no creo que tarden mucho, no les gusto mucho que presentara esos papeles, para ellos el asunto Potter ya estaba cerrado y abrirlo ahora de nuevo, solo es una molestia así que lo intentaran cerrar cuanto antes.

−Bueno mientras ellos deciden cuando nos dan fecha para el juicio, nosotros tenemos cosas que hacer. −Les dijo Remus. −Y no podemos perder el tiempo.

−No, el día 3 de enero empiezan las clases y aunque Harry va a p-5 y no puede faltar mucho, así que espero que para el día 15 de enero ya todo este arreglado incluido su custodia, ahora vamos, que hay muchas cosas que comprar.

−Sí. −Y cerrando todo bien, se fueron con Jack de compras.

Un rato después estaban delante de uno de los centros comerciales más grandes de Londres, aquello era enorme y encontrarían todo lo que necesitaban.

−Empezaremos por el salón. −Les dijo Jack y se los llevo a una tienda de muebles de salón y comedor.

Mientras Hope miraba muebles, Remus miro a Jack. −No me hace gracia eso de que nos compres las cosas.

El abogado lo miro. −Lo sé, cuando las cosas te vayan bien con la librería entonces me podrás devolver el dinero, pero ahora es importante que el juez vea que Harry tiene un lugar estable y bien acondicionado.

−Está bien, pero en cuanto pueda te iré devolviendo el dinero.

−Me parece bien. −Y vio que Hope ya había escogido un mueble. −Creo que tu madre ya ha terminado.

−Vamos. −Y se fueron a ver a la mujer. −¿Mama que has escogido?

−Este, es el que más me gusta. −Le dijo la mujer y miro a su hijo. −¿Qué te parece?

−Está muy bien, me gusta. −Era un mueble grande de dos piezas beige y negro nada que ver con los muebles pesados que cubrían todo el salón.

−Pues si os gusta nos lo quedamos. −Dijo Lyall y miro a Jack. −Este

−Me gusta. −Le dijo el abogado y llamo a una dependienta. −Nos quedamos este.

−Sí señor, ¿algo más?

−Sí, ahora le iremos diciendo. −Y se fueron a seguir mirando.

 

Un rato después, Remus miraba a su padre. −Papa, este sofá es enorme, es para mínimo diez personas.

−Que exagerado, a mi me gusta y en el salón cabra perfectamente, uno más pequeño se vería mal.

−El tiene razón. −Le dijo Jack que estaba sentado cómodamente en un sofá en forma de U, negro y gris de terciopelo y tela.

−Jack no ayudas. −Le dijo el licántropo.

−Me gusta. −Y se rio.

−Está bien. −Y suspirando miro a su madre. −¿Tu qué dices?

−Que es un sofá perfecto para dormir la siesta.

−¡Mama! −Protesto.

−¿Qué? Me has preguntado y yo te respondo.

−Como quieras. −Y miro a la dependienta que se había mantenido a un lado. Este sofá.

−Sí señor.

Con esas dos cosas grandes, siguieron comprando casi una hora después, ya estaban mirando los muebles de dormitorio y empezaron con el de Harry.

−Me gusta este. −Les dijo Hope enseñándoles un dormitorio infantil. −Pero es demasiado oscuro. −Y llamo a una dependienta. −¿Tiene uno igual que este pero de color más claro?

−Sí, pero la cama es de matrimonio, tiene cajones debajo de la cama y es más caro.

−No importa el precio. −Le dijo Jack. −Enséñanoslo por favor.

−Sí señor. −Y se lo enseño, ese dormitorio era igual que el anterior, pero con cama doble, cajones debajo y de color blanco con tonos azul.

−Para Harry esta genial. −Y miro al pequeño que estaba en brazos de Remus.−¿Te gusta?

−Sip.

−Ha sido fácil. −Les dijo Hope sonriendo a Harry.

−Sip. −Y se rio.

−Vamos que aún nos quedan muchas cosas por mirar. −Les dijo Lyall tras decirle a la dependienta que se lo quedaban.

Remus escogió un dormitorio gris y blanco muy elegante y cómodo como el mismo había probado y sus padres habían escogido uno blanco y para las otras habitaciones que quedaban se habían quedado uno negro y para la habitación de invitados uno marrón.

−Ahora que ya tenemos los dormitorios, tenemos que ir a mirar las pinturas para pintar o queréis el piso blanco.

−No el blanco no me gusta. −Les dijo Hope. Además Harry es un niño y necesita color en su habitación.

−Pues vamos. −Y tras pagar todos los muebles y diciéndoles que en cuatro días los tendrían se fueron a mirar pintura, y tras ello se fueron a comprar otras cosas.

Cuando terminaron Harry se había quedado dormido y a los demás no les quedaba mucho.

−Por hoy ya hemos terminado. −Les dijo Jack cuando llegaron a casa de los Lupin. −Mañana enviare a los pintores al dúplex y así para cuando lleven los muebles y las otras cosas ya estará seco.

−Sí, ¿Cuándo nos veremos? −Le pregunto Remus.

−Pasado mañana, mañana me dedicare a hablar con varios distribuidores de libros para que preparen el primer pedido, comprare los muebles de la tienda y hare lo de los pintores.

−Entonces pasado mañana.

−Espero entonces decirte cuando será el juicio.

−Yo también lo espero.

−Sí, nos vemos. −Y despidiéndose se fue.

Dos días más tarde, Jack ya tenía noticias. −El juicio será el día 2 de enero. −Y miro a Remus. −Creo que no será difícil, como te dije la otra vez tienen ganas de terminar con esto, así que puede que en media mañana ya estemos fuera.

 

−Espero que tengas razón, lo que menos quiero es meterme en juicios interminables, pero lo hare con tal de que Harry no vuelva con los Dursley ni que se vaya con desconocidos.

−Eso lo esperamos todos, hablando de otras cosas, hoy terminaban de pintar el dúplex, hoy le daban la segunda capa.

−Estupendo, los muebles los llevaran mañana o pasado, así que solo faltaría que nos dieran los suministros.

−Eso ya está arreglado. −Le dijo Jack. −Ayer me llamaron y entre hoy y mañana los pondrán eso es lo bueno de tener contactos que esas cosas se solucionan rápido, aunque sea algo tan sencillo como dar la luz. ¿Y qué haréis hoy?

−No habíamos pensado nada.

−Pues vamos, que tenemos que comprar más cosas.

−¿Qué cosas?

−Ropa, sobre todo para ti, necesitaras un traje elegante, los jueces miran mucho eso, no puedes ir con tejanos y con zapatillas deportivas.

−Tiene razón.− Le dijo Hope a su hijo. −Si queremos tener una pequeña posibilidad tienes que ir vestido bien.

−Sí, lo que menos quiero es que me nieguen la custodia por mi ropa, así que vamos. −Y así se fueron de nuevo de compras.

Cuando terminaron de comprar, llevaban cientos de bolsas, ropa infantil, de mujer y de hombre.

−Falta el calzado. ¿Cuántos pares tiene Harry?

−Uno, el que llevaba cuando lo encontramos lo tiramos, estaba muy viejo.

−Entonces necesitara por lo menos dos más. −Y entraron una zapatería, al salir llevaban como diez pares de zapatos, para Harry habían escogido aparte de los zapatos de invierno que le habían comprado hacia unos días, unas deportivas, unas zapatillas de ir por casa y unas botas de agua, también se habían comprado algo ellos.

−Ahora sí que lo tenemos todo. −Les dijo Jack a la familia cuando estuvieron de nuevo en la casa. −Nos vemos el día dos por la mañana. −Y miro a Remus. −Te iré a buscar.

−¿Tengo que preparar algo?

−No, ya lo tengo todo preparado, ahora descansar y avisarme cuando os lleguen los muebles así os ayudare.

−Gracias.

−De nada. −Y despidiéndose se fue.

El día 30 dediciembre, la familia con algunos amigos de Jack se pusieron a ordenar losmuebles que habían comprado, mientras Hope se había llevado a Harry a pasearpara que no estuviera en medio y se pudiera hacer daño.

Casi cinco horasdespués, ya todo estaba en su sitio, cuando Hope lo vio por casi se puso allorar, había quedado mucho mejor de lo que esperaba en un momento, habíamuchísimo espacio y todo estaba limpio y ordenado.

−¿Qué te parece? −Lepregunto Jack a Hope.

−Me he quedado sinpalabras.

−Es normal, ha quedadoincreíble, la pintura queda estupenda con los muebles, no desentona para nada ylo bueno de estos sitios es que en el salón hay pocas cosas, nada que ver conlos muebles gigantes que ocupan todo el lugar.

−Si, por eso me gustatanto. −Y miro a Remus y a Lyall. −Mientras vosotros estabais ordenando lascosas, Harry y yo hemos paseado por el barrio, a tres manzanas hay unsupermercado muy grande y hay restaurantes en todos lados.

−Ahora iremos a comer.−Le dijo Remus y miro a Jack y sus amigos. −¿Venís con nosotros?

−Si gracias, estoy hambriento.−Dijo uno de los amigos.

−Todos. −Dijo Jack. −Mecomería una vaca entera, lo bueno es que ya tenéis todo para veniros así quesolo falta, que terminéis de recoger vuestras cosas y llenar la nevera.

 

−Mañana por la mañanairemos y terminaremos de recoger todo y esta tarde iremos al supermercado,¿quieres venir?

−Claro, me encanta irde compras aunque solo sea al súper.

−A ti te gusta todo loque sea comprar. −Dijo uno de sus amigos.

−Claro, para eso estánlas tiendas. -Dijo Jack y miro a uno de sus amigos. −Joseph haz las fotos delpiso, las necesitaremos para el juicio.

−Claro que sí, meocupare de todo, no tardo. −Y cogiendo una cámara de fotos mágica empezó conlas fotos, cuando terminaron ya se fueron a comer.

Unas horas más tarde,Remus ayudaba a ponerse el pijama a Harry.

−¿Te gusta tuhabitación?

−Sí, tito. −Y bostezo.

−Lo sé, estas cansado,ahora es la hora del cuento.

−Sip.

Cuando termino deponerle el pijama lo metió en su gran cama y lo tapo con su edredón de color marróncon osos de peluche a juego con las sabanas y los cojines, lo mejor de todo, esque se podía atar en la parte baja de la cama y si el niño se movía mucho no sedestapaba, estaban en diciembre y hacia mucho frio y lo que menos querían esque la primera semana que Harry estaba allí se enfermara.

Cuando Harry estuvobien abrigado, se acerco a la librería y se puso a buscar un libro, tras buscarun rato por fin lo encontró y acercándose a la cama se sentó y se puso aleerlo.

−Hansel y Gretel.−Dijo Remus y empezó a contárselo, pero antes de que terminara de leer laprimera pagina Harry se había quedado dormido, pero era normal apenas teníacuatro años y ese día había sido muy movido.

Levantándose lo tapobien y dejando el libro de nuevo en la librería, apago la luz de la mesita denoche y dejando la puerta entre abierta bajo con sus padres.

Al día siguiente, sedespertaron con la idea de que cuando terminaran de desayunar, irían a recogerlas últimas cosas que les faltaba, y de eso estaban hablando mientrasdesayunaban, cuando Lyall los llamo.

−¿Qué os parece ir aHyde park?

−¿Qué hay en Hydepark?

−Una feria navideña. −Lesdijo el hombre enseñándoles el periódico. −¿Qué decís vamos?

−Claro que sí. −Ledijo su mujer. -Otro día podemos ir a recoger lo que nos falta que no es mucho,hoy aprovecharemos para ir a la feria.

−Me parece bien. −Lesdijo Remus que estaba leyendo el anuncio. −Según esto, hay un mercadillo, atracciones,pista de patinaje, circo y lugares para comer.

−Pues decidido. −Lesdijo Lyall y miro a Harry. −¿Quieres ir a la feria?

−Sip. −Le dijosonriendo.

−Estupendo. −El hombremiro a su hijo. −Llama a Jack, haber si se apunta.

−Claro. −Ydevolviéndole el periódico, salió al salón y cogiendo el teléfono llamo a suabogado y amigo, este no tardo mucho en responderle. -Buenos días Jack soy yo,Remus, ¿quieres ir a la feria?

−¿Qué feria?

−La de hyde park,vamos a ir hay bastantes cosas para pasar el día.

−Sí que voy, ¿Dóndequedamos?

−¿Nos puedes venir abuscar?

−Mejor, así vamos encoche no sé cómo estarán hoy los autobuses.

−Gracias.

−No hay que darlas nosvemos en media hora.

−Sí. −Y colgando volvióa la cocina para seguir desayunando. −Jack no tardara mucho en llegar.

−Entonces tenemos queterminar de desayunar. −Y así siguieron desayunando y cuando terminaron,cogieron sus cosas y se fueron a esperar al abogado que no tardo mucho enllegar.

 

Cuando llegaron a laferia se quedaron parados, sabían que era grande pero no como aquello.

−Es hermoso. −Les dijoHope y miro a su marido. −Foto.

−Sí. −Y pidiéndole aun visitante que pasaba por allí se hicieron una foto.

Después de hacersevarias fotos, empezaron a revisar las cosas que habían, era su primera vez allíasí que estaban como Harry ilusionados y con ganas de ver todo.

Unas horas después,estaban comiendo, Remus miro a Harry que tenía un divertido gorro de reno y seestaba comiendo un bocadillo de salchicha alemana.

−¿Esta bueno?

−Si tito.

Remus le sonrió y miroa los demás. −Me alegro de haber venido, está muy bien.

−La verdad es que si,hemos patinado sobre hielo, montado en atracciones y mirado entre los puestostodo en un mismo lugar. −Les dijo Hope.

−Sí, ¿y qué haremosesta tarde?

−Subiremos en algunaotra atracción, luego iremos a terminar de mirar entre los puestos por siqueremos algo más y ya nos vamos, aun no hemos decidido que hacer para cenar,esta noche es noche vieja.

−Ya lo tengocontrolado. −Le dijo Hope como si nada.

Al escuchar eso, Remusmiro a su padre que se reía.

−Hijo, las mujerestienen miles de secretos.

−Ok, lo tendré encuenta. −Y miro a Jack que se estaba tomando una cerveza alemana. −¿No dicesnada?

−Que la comida estabuenísima. −Y se llevo una torta de salmón a la boca.

−La verdad es que si. −Remusmiro a Harry que ya se había terminado su bocadillo. −¿Quieres algo más?

−Una torta.

−Ahora te la doy. −Ycogiendo una torta se la puso en el plato y el niño con su tenedor de plásticola cogió y se lo llevo a la boca.

−Vamos a seguircomiendo, con este frio la comida se enfría enseguida.

−Es lo malo de estefrio. −Y los demás estando de acuerdo siguieron comiendo.

Tres horas después,Jack se despedía. −Feliz comienzo de año, nos vemos el día dos.

−Gracias por pasar eldía con nosotros. −Le dijo Remus.

−No me las tienes quedar, ha sido realmente divertido, me voy que me esperan.

−Sí. −Y despidiéndoseentro en su casa.

El día 2 de enero,Remus se despertó temprano y después de darse un baño se puso su traje nuevo ybajo a la cocina donde vio a su madre, preparando el desayuno y a su padreleyendo el periódico.

A todos les gustabavivir allí, no solo porque el lugar era mucho más grande que su antigua casasino que era un lugar mucho más tranquilo y por la noche no se escuchaban nicanciones a todo volumen ni a gente gritando.

Cuando termino dedesayunar y tras recibir mucha suerte de sus padres, se fue con Jack alministerio, al llegar vio a Dumbledore allí.

−Lo que haces estámal. −Le dijo el director de hogwarts. −Harry tiene que estar con los Durlsey.

Antes de que Remuspudiera decir algo, Jack se puso delante. −Señor Dumbledore, usted no es nadiepara decir donde tiene que estar Harry ni con quien, usted es solo el directorde hogwarts, no lo olvides.

−El tiene razón. −Dijoun hombre acercándose y miro a Jack. −Espero que ganes.

−Si papa. −Y miro a sucliente. −Rem él es mi padre, era amigo de Charlus Potter.

 

−Un placer señor. −Ledijo el licántropo.

−Igualmente, quieroque sepas que tienes todo el apoyo de mi bufete. −Y miro a Dumbledore. −Ustedno tiene ningún derecho a meterse. −Y sin decir nada los tres entraron en lasala, donde habían ido muchos curiosos.

−Buenos días a todos. −Lesdijo el juez. −Estamos esta mañana aquí, porque el señor Remus Lupin ha pedidola custodia del pequeño Harry James Potter Evans. −Y abriendo la carpeta contoda la documentación que el abogado le había dado miro a Remus. −Señor Lupin,aquí me dice que usted es un licántropo.

−Sí señor, mi abogadoya lo sabe.

El juez asintiendomiro al abogado. −¿Abogado Carter es cierto?

−Sí señor, mi cliente,James Charlus Potter me lo dijo cuando me dio el testamento y también loinvestigue en su momento, es verdad que es un licántropo, pero nunca ha hechodaño a nadie, tanto es así que fue a hogwarts y nunca se presento ningunaqueja, el se toma todas sus pociones a tiempo y no está solo para cuidar delpequeño Potter, sus padres viven con él y en los días de luna llena no sequedaría solo.

−Eso es una buenanoticia, si voy a dar la custodia del pequeño Harry no quiero que se quede soloen ningún momento, además si nunca ha atacado a nadie y lo tiene controlado notiene porque haber ningún problema, aunque esto no se acostumbra a hacer.

−Lo sé señor. −Le dijoJack. −Por eso tanto mi cliente como yo estamos agradecidos de que nosescuchen.

−De nada. −Y pasandola página se puso a mirar los documentos que Remus había firmado. −Según esto,usted no puede tocar nada del dinero de Harry.

−No señor, es loprimero que firme cuando fui a ver al abogado Carter, ese y que en caso de quealgo le pasara a Harry yo cuidaría de él, aunque ya sea mayor de edad.

−Eso está bien. −Ypasando de nuevo la pagina, miro el documento que le decían. −Lo que a mí mepreocupa es que señor Lupin usted no tiene ingresos. −Y lo miro. −¿Cómo piensamantener a su protegido? Un niño es caro.

−Lo sé señor, y esverdad que no tengo trabajo, pero hace unos días me he hecho con un edificio yvoy a poner una librería.

−¿Es verdad eso? −Preguntoel juez al abogado.

−Sí señor, mi clientetiene un gran edificio que mi bufete le ha ayudado a comprar. −Eso era mentirapero no tenían porque saber la verdad. −Nos ira pagando mensualmente unahipoteca en vez de hacerlo al banco. −Eso también era mentira, solo le pagaríalo que se había gastado en los muebles y en las otras cosas. −Además que a micliente no le den trabajo en el callejón diagon no quiere decir que no tengaingresos, sus padres tienen trabajos y cobran un sueldo, sin contar que elseñor James Potter dejo una mensualidad considerable para ayudar con los gastosde su hijo, pero solo se puede usar si el tutor es una de las personas que élescogió.

−Comprendo. −Y siguiómirando las hojas. −Veo que lo han llevado al médico.

−Sí.

−Lo que no veo porningún lado, es la cartilla de escolaridad de Harry.

−Señor hasta mañana noempiezan la escuela, así que mañana a primera hora iremos a apuntarlo.

−Está bien, no haynada más que ver. −El juez cerrando la carpeta miro a Remus. −Señor Lupin, ledoy la custodia del niño Harry James Potter, ya ha sufrido bastante y tiene queempezar a tener seguridad. −Y miro a Jack. −Abogado Carter, usted como elabogado de los Potter, se ocupara de que su cliente cumpla con su deber deproteger a Harry, en caso de que alguna vez eso no pasara, volverá con susfamiliares. ¿Entendido?

 

−Sí señor, le quieropedir algo, sé que es nuestro trabajo proteger a Harry, pero no podremoshacerlo si no dejan de agobiar a la familia y a sus conocidos, sobre todo Dumbledoreque lo primero que ha hecho nada más vernos esta mañana es decirnos quehacíamos mal, que Harry tendría que seguir con los Dursley.

−Lo comprendo, eljoven Harry Potter tiene una orden de protección, eso quiere decir que nadieque no sea amigo o familiar podrá acercarse, ni periodistas ni otra gente. −Ymiro a Remus. −Esta tarde, unos aurores se pasaran por su nuevo domicilio y lespondrán las protecciones que necesita, pero solo será esta vez, usted como sututor lo tendrá que proteger.

−Lo sé señor, graciaspor poner protecciones que solo un auror puede poner.

−De nada. −Y sonriendole dijo. −Me gusta su casa.

−Gracias señor. −Ysonriendo le dijo. −A mi también es mucho mejor que la anterior.

−Me alegro. −Y tocandoel martillo dio por finalizada la sesión, cuando se fue, Remus miro a Jack. −Hemosganado.

−Sí. −Y lo abrazo. −Felicidades,ves para casa seguro que tus padres están preocupados, yo me pasara por eldepartamento de familias para que nos den los papeles que necesitamos.

−Sí. −Y dándole lasgracias al padre de Jack por todo se fue.

Al llegar a su casa,vio a sus padres mirando la televisión y al verlo dejaron todo y lo miraron.

−¿Qué tal ha ido? −Preguntosu padre.

−Sí que has vueltopronto. −Le dijo su madre.

−Sí, porque el juezsolo ha dicho cuatro cosas y ha terminado, nos dan la custodia de Harry.

−Eso es fantástico. −Ledijeron sus padres.

−Mucho, lo único queme preocupa es que al juez no le ha hecho mucha gracia eso de que Harry noestuviera apuntado a ninguna escuela.

−Es normal, los niñostienen que ir a la escuela, pero mañana lo solucionaremos.

−Sí, y esta tardevendrán unos aurores y pondrán unas protecciones, nada más llegar me heencontrado con Dumbledore, lo primero que me ha dicho es que lo que hacíaestaba mal.

−Vaya viejo. −Le dijoLyall. −A ese hombre no le preocupa que Harry lo estuviera pasando mal, a élsolo le interesa que todos hagamos lo que él quiere.

−Sí, pero no hablemos másde él, ¿y Harry?

−Sigue durmiendo. −Ymiro su reloj. −Son casi las once creo que ya va siendo hora de que sedespierte.

−Sí, ya voy yo. −Lesdijo Remus y levantándose del sofá, subió las escaleras y entrando en el cuartode Harry lo vio durmiendo en forma de bolita sin soltar su peluche. −Harrydespierta.

El niño al escuchareso, se escondió y el hombre se rio. −No Harry no duermas, ya es de día.

−No.

−Si levanta, ahoratienes que comer y luego iremos a comprar juguetes. ¿O no quieres? −Harryapenas tenía juguetes solo su lobo de peluche, el santa Claus del kínder yalguna otra cosa pero nada más y los niños necesitaban juguetes.

Al escuchar eso, Harryse sentó. −¿Juguetes?

−Sí, muchos, ahoratenemos que vestirte, hace frió así que te pondremos algo que abrigue. −Yacercándose al armario lo abrió y se puso a mirar entre las cosas que le habíancomprado, al final escogió unos pantalones azules, un jersey de rayas gris yblancas con un dibujo y una camiseta interior, como no se quitaría el jersey noimportaba que la camiseta fuera blanca, con todo ello se acerco a Harry y sepuso a vestirle.

 

Después de comer,llego Jack con los aurores y mientras estos ponían las protecciones, el abogadoles daba dos sobres.

−El primero contienelos papeles que necesitaras, el resto como el pasaporte y todo eso lo tendréisque hacer vosotros, ellos os han dado los básicos para que nadie diga nada.

−Entiendo. −Dijo Remusabriendo el sobre y sacando los papeles.

−El segundo es delbanco, donde cada mes se os ingresara la mensualidad de Harry, 5000 librasespero que tengáis más que suficiente.

−Y mucho mas. −Le dijoRemus abriendo el sobre y mirando dentro, habían los papeles del banco, unacartilla y tarjetas de crédito. −Solo lo necesitaremos al principio, con lalibrería tendremos más que suficiente.

−Si, además yo buscareun trabajo nuevo, quiero apartarme del ministerio. −Les dijo Lyall.

Jack lo miro. −Siquieres te ayudo.

−No gracias, buscarealgo que me guste.

−Me parece bien, ¿y quéharéis hoy?

−Ahora, cuando losaurores terminen, iremos de compras.

−¿Compras, os faltaalgo por comprar? −Les pregunto el abogado.

−Si, juguetes paraHarry.

Al escuchar eso, Jacklos miro. −Estaba tan preocupado en darle un lugar bueno para vivir y que osdieran la custodia que no he pensado que los niños necesitan juguetes.

−Si, por eso iremosesta tarde.

−Voy con vosotros, hastala semana que viene estoy libre.

−Claro que si, eres másque bienvenido. −Dijo Remus y levantándose los miro. −Voy a haber que hacen losaurores.

−Ok.

Remus se fue a buscara los aurores y los encontró trabajando.

−¿Cómo va?

−Bien, hemos puestoalgunas que el juez no nos ha pedido, pero no queremos que a Harry le pase nada.−Le dijo uno de los aurores. −Nosotros estábamos bajo las ordenes de Charlus,fue el mejor jefe que nunca hemos tenido y para proteger a su nieto haremoscualquier cosa.

−Gracias.

−De nada, lo que nohemos visto son fotos, no hay ninguna foto familiar.

−Lo sé, pero todas sonmágicas y tengo que buscar un lugar donde las copien sin magia.

−Seguro que su abogadosabe de algún lugar.

−Seguramente, ¿lesqueda mucho?

−No, diez minutos masy ya estamos.

−Ok. −Y volvió alsalón donde le explico a Jack lo de las fotos.

−Joseph se puedeocupar de ello, es fotógrafo y trabaja tanto con fotos mágicas como muggles ylas puede pasar bien.

−Entonces esta noche,mirare unas cuantas y te las paso mañana.

−Sin problemas, mañanairemos a mirar lo de la escuela de Harry, ¿Verdad?

−Sí, no quiero que eljuez diga nada.

−Y no lo dirá simañana ya lo solucionamos.

−Sí.

−Esto ya está. −Lesdijo uno de los aurores entrando.

Jack asintió. −Gracias.

−De nada, aunque eljuez no lo quiera, nos pueden llamar cuando quieran nosotros no abandonaremos aHarry es el nieto de nuestro querido jefe.

El abogado asintiendole dio las gracias de nuevo.

Cuando los aurores sefueron, la familia con Jack cogieron sus cosas y se fueron a una de lasjugueterías más grandes de Londres, hamleys.

 

Cuando entraron aHarry le brillaban los ojos, nunca había visto tantos juguetes juntos.

Remus le sonrió. −Ahorate compraremos muchos juguetes.

−Sí. −Y se fueron amirar los juguetes que le comprarían.

Unas horas después,Remus y Jack estaban delante del mostrador pagando la cuenta que era inmensa yles pedían si se lo podían llevar.

−No hay problema. −Ledijo la dependienta. −Si fuera una pieza o dos sí que no lo hacemos, pero contodo lo que han comprado no hay problema.

−Estupendo. ¿Cuándo lollevaran?

−Mañana o pasado.

−Entonces loesperamos. −Y despidiéndose Remus cogió a Harry en brazos. −Pronto los tendrásen casa.

−Sí. −Y se apoyo en sutío.

−Lo sé, estas cansado.−Y miro a sus padres. −Ya se está haciendo tarde y el no ha dejado de correr.

−Ha sido una tardeestupenda con tanto juguete, es normal que este cansado, yo también lo estoy. −Yse fueron a su casa.

Esa tarde habíancomprado muchísimas cosas, dos baúles para guardar los juguetes uno de unpirata y otro de animales, un caballo balancín, un triciclo de color rojo, unamesa circuito para poner una carretera de madera que llevaba tropecientaspiezas, una manta carretera, una mesa y sus sillas, una pizarra, muñecos deplástico, cochecitos, animales de plástico, y muchos otros juguetes, se habíangastado mucho pero no importaba, ahora Harry ya tenía sus juguetes.

Al día siguiente,Remus y Jack se fueron a mirar escuelas infantiles cerca de donde los Lupin Vivian,por suerte no tuvieron que buscar mucho, a menos de 10 manzanas había unaescuela que al licántropo le gusto.

−Me gusta el edificio.

−A mi también. −Ledijo Jack mirando la escuela, era de dos pisos de ladrillo rojo y tenía delanteuna pequeña plaza con señales y pilonas de seguridad y vallas para que loscoches no pasaran. −Han pensado bien el lugar, no pueden pasar coches. −Le dijoseñalando las pilonas y las vallas.

−Si eso me dejatranquilo, así cuando los niños salgan pueden estar en la plaza sin preocuparsede que los coches pasen.

−Sí, ¿vamos?

−Sí. −Y así los doshombres entraron en la escuela y la secretaria los llevo con la directora.

−Buenos días. −Lesaludaron cuando estuvieron sentados.

−Buenos días, misecretaria me ha dicho que quieren inscribir a su sobrino.

−Así es. −Le dijoRemus. −Se que esta fuera de temporada, pero acabo de conseguir su custodia yno tiene ningún lugar al que ir.

La directora lo miro. −¿Ysus padres?

−Ellos murieron cuandoHarry tenía un año, y sus tíos se ocupaban de él, pero no lo hacían bien tantoes así que lo dejaban en la calle durante horas con este frío, así que el juezme ha dado la custodia a mí.

−Un niño tiene queestar protegido.

−Lo sé, y por eso meocupo yo de él.

−En esta situación nohay problema para inscribir a su sobrino, pero necesitare varios documentos.

−Los hemos traído. −DijoJack. −Soy el abogado del señor Lupin, y yo puedo hablar por él, que lacustodia es legal. −Y le dio unos papeles. −Aquí tiene los papeles de adopciónpor si los necesitara, y también la dirección actuar de Harry.

−El documento deadopción no lo necesito, la dirección si y necesitaría la cartilla escolar.

−Los tutores anterioresno nos la dieron.

 

−No se preocupen poreso, si me dicen a la escuela que iba antes, yo se la pediré a su directora.

Jack le dio ladirección y el nombre de la escuela.

La directora cogiendoel papel asintió. −Con esto nosotros la pediremos y así la tenemos.

−Gracias, ¿necesitaalgo más?

−Sí, dos fotos decarnet del alumno y el libro de familia.

−Las fotos no las tenemos,pero si el libro de familia. −Y abriendo la carpeta que habían llevado conellos sacaron el libro y se lo dieron.

−Hago una fotocopia yse lo devuelvo.

−Gracias.

La directora asintiendo,se levanto y saliendo un momento no tardo mucho en volver y sentándose lesdijo:

−Ahora mi secretariales traerá las cosas que Harry necesitaran, hasta primero nosotros entregamoslos libros que usara, ¿Harry sabe leer?

Remus la miro. −No lo sé,ayer fue cuando me dieron la custodia y hemos estado bastante ocupados preparando todo para que Harry estuviera bieny seguro.

−No se preocupen, lopreguntaba porque en p 5 la profesora le hará leer en clase, y que no fuera muyatrasado.

Los hombres asintieron,no mucho tiempo después tocaban a la puerta, la secretaria trajo varios librosy una hoja.

−Gracias.

−De nada. −Le dijo susecretaria y se fue.

−Estos son los librosque Harry necesitara. −Le dijo la directora y se los fue enseñando. −Uncuaderno para escribir las letras y palabras, un libro de cuentos con letragrande y dibujos, un cuaderno de números, un cuaderno de actividades y unaagenda infantil para que la profesora le vaya apuntando los deberes y lassalidas que harán.

Remus cogiendo loslibros los miro por encima. −Están muy bien.

La directora le sonrió.−Mucho, hay dibujos y son libros sencillos, tenemos que recordar que aunque estánen la escuela apenas tienen cuatro y cinco años y aun son muy pequeños. −Y lesdio una hoja. −Esto es lo que necesitara, solo se acepta lo de la lista nadamas, no queremos que los niños discutan porque lápiz es mejor o que goma es másbonita si traen algo que no esté en la escuela se le quitara y por la tarde selo darán a los padres.

−Lo entiendo. −DijoJack mirando la hoja. −Dos uniformes, dos de gimnasia, zapatos negros convelcro, deportivas blancas con velcro, una bata de la escuela, una toallapequeña, pañuelo de tela, una mochila, un estuche, plastidecor, carpeta azulsin separadores, lápiz, goma, sacapuntas, una regla, tijeras con punta redonday pegamento de barra, todo tiene que ir con el nombre y los libros forrados. −Yaun lado estaban las marcas.

−No son muchas cosas. −Ledijo Remus.

−No, lo suficientepara que los niños tengan sus propias cosas.

−Sí. −Jack guardandola lista miro a la directora. −¿Falta algo?

−Sí, cada trimestrehay que pagar 20 libras, se usan para las salidas y los materiales para lasmanualidades.

−Me parece bien. −DijoRemus y sacando la cartera saco el dinero y se lo dio a la directora. −¿Lacomida?

−Se les da un menú,verduras, arroz, carne, pollo, pescado, fruta, tenemos un menú muy equilibrado,lo ha preparado un nutricionista, somos de las pocas escuelas que lo hacemos.

−Me deja tranquilo, loque menos quiero es que Harry coma cosas que no debería.

−Aquí eso no pasara.

−Mejor, ¿algo más?

−No con esto estátodo, mañana espero a Harry y las fotos.

 

−Sí, ¿podemos visitarla escuela?

−Sí que se puede. −Y levantándoselos guio por el recinto, una hora después, los dos hombres se despedían de ladirectora y volvían a su casa, la escuela les había gustado mucho y se notabaque estaba bien cuidada.

Al llegar vieron queestaban delante del sofá mirando la tele.

−Vamos a salir. −Lesdijo Remus. −Tenemos cosas que comprar, mañana Harry empieza la escuela.

−¿Hay muchas cosas quecomprar? −Le pregunto su madre.

−Unas cuantas, así queiremos ahora así ya lo tenemos.

−Pues vamos. −Yponiéndose los abrigos se fueron de compras.

Un rato después, yatenían casi todo, los uniformes y la bata, las zapatillas y los zapatos, latoalla, los pañuelos, ya solo les quedaban los útiles escolares y la mochila.

Al entrar en lapapelería Remus miro a sus padres. −Comprar las cosas, nosotros iremos abuscarle la mochila, sobre todo lo que hay en la lista, la directora lo hadejado claro.

−Sin problemas,vosotros ir a buscar una buena mochila.

−Sí. −Y así Remus yJack con Harry se fueron a la zona de mochilas y vieron que habían muchas.

−¿Harry cual te gusta?−Le pregunto Jack.

El niño mirando todas,escogió una de un pingüino muy divertida y venia con un estuche.

−Esta. −Le dijo Remusal dependiente. −Nos llevamos la del pingüino.

−Han escogido bien, amuchos niños les gusta este modelo de animales.

El licántropo le sonrió.−Ha sido mi sobrino.

El dependiente miro aHarry. −Has escogido bien.

El niño le sonrió.

−Rem ya estamos. −Ledijo su madre.

−Entonces pagamos y yanos vamos, se está haciendo tarde y Harry tiene que comer.

−Sí. −Y así pagandorecogieron todo y se fueron a su casa.

Al llegar, mientrasHope se ponía con la comida y Lyall forraba los libros y ponía el nombre atodas las cosas de Harry, Jack le decía a Remus que al día siguiente llevaríanlas estanterías para la librería.

−¿Hay muchas?

−Muchísimas, ya les hepedido a mis amigos que nos ayuden y también vendrán de la tienda donde las hecomprado para ayudarnos, tienen que estar lista para el lunes que es cuandoempezaran a traer los libros, en el primero pedido te traerán más de 500libros.

−Por la mañana llevarea Harry a la escuela, y luego ya me pondré con ello.

−Sí.

−Esto ya está. −Lesdijo Hope saliendo. −¿Vamos?

−Sí, tengo hambre. −Yasí se pusieron a comer.

Al día siguiente,Remus se despertó temprano y después de vestirse, fue a despertar a Harry,después de vestirlo con su nuevo uniforme desayunaron y cogiendo su mochila sefueron a la escuela.

Cuando llegaron, Remusmiro a Harry. −Esta tarde a las tres te vendré a buscar, pórtate bien y hazmuchos amigos.

−Si tito. −Y dándoleun abrazo entro en el aula.

Al entrar Harry estabaun poco asustado estaba en un sitio nuevo y no tenia buenos recuerdos de suantigua escuela, donde su primo lo trataba mal.

−Buenos días. −Lesaludo una mujer. −¿Eres Harry?

El niño asintió.

−Yo soy tu profesoraMegan. −Y le sonrió. −Bienvenido a la clase de las ardillas.

−Hola.

−Hola. −La profesorasabía que los niños tenían miedo los primeros días y que tenía que demostrarleque allí no les pasaría nada. −¿Quieres conocer a tus compañeros?

 

El niño la miro.

−No pasa nada, todostienen tu edad. −Y extendió su mano.

Tras unos momentos,Harry se la cogió.

−Estupendo, ven. −Y lollevo al centro de la clase. −Buenos días, niños, hoy tenemos un nuevocompañero, se llama Harry y espero que todos seáis buenos con él.

−Sí, profesora Megan. −Ledijeron.

−Bien. −La profesorale dijo donde sentarse, en una mesa redonda con otros tres compañeros.

Mientras Harry pasabasu primer día de escuela, Remus que ya le había dado las fotos a la directora volvíaa su casa, y tras dejar las cosas bajo a la librería y vio que ya estabantrabajando colocando las librerías.

−¿Cómo ha ido? −Lepregunto su padre.

−Estaba un poco asustado,pero lo he visto bien. −Le dijo Remus.

−Eso siempre pasa, ati también te paso el primer día, pero allí estará bien, estará rodeado deniños de su edad y aprenderá cosas.

−Sí. −Y miro a Jack. −¿Hasllevado los papeles al juzgado?

−Sí, el juez estácontento de que hayamos cumplido nuestra promesa de que Harry ya esté inscritoen una escuela a solo un día de que os la dieran.

−Me alegro, ya estátodo, ¿verdad?

−Sí, ahora solo faltaponer en marcha la librería pero ya pronto lo estará.

−Entonces me quedotranquilo. −Y se puso a colocar las estanterías.

Unas horas después, yahabían colocado las librerías de la parte de arriba.

−Esto va estupendo. −Lesdijo Jack. −Solo queda la parte de abajo.

−Sí. −Remus lo miro. −¿Creesque terminaremos hoy?

−Yo creo que mañana,pero esta vez estaremos solos, los trabajadores solo se quedaran hoy.

−Pues entonces vamos aseguir, mañana me gustaría poner solo unas cuentas.

−Mejor.

A eso de las dos ymedia, Remus les dijo que se iba a recoger a Harry a la escuela, no le queríahacer esperar.

Al llegar a laescuela, vio que ya algunos padres y familiares estaban allí, a las tres laspuertas se abrieron y los alumnos salieron corriendo.

Remus esperaba a Harryque no tardo mucho en salir y no le hizo esperar, lo vio acercándose corriendo.

−Harry.

−Tito. −El niño seacerco corriendo y lo abrazo.

El licántropocogiéndolo en brazos lo miro. −¿Te ha ido bien?

−Si tito.

−¿Qué has hecho?

−Hemos pintado, y heleído.

−Eso es estupendo,ahora vamos a casa, pero antes quiero ver a tu profesora.

−Si tito.

Remus acercándose a laprofesora de su sobrino la saludo.

−Buenas tardes.

−Buenas tardes, ¿Cómole ha ido a Harry?

−Muy bien. −Le dijo laprofesora. −Para ser su primer día no ha estado muy nervioso, ha jugado con losdemás, se ha comido toda la comida y ha echado bien la siesta.

−Me alegro, estabapreocupado, viene de un lugar muy diferente.

−Ya la directora me lodijo, pero le ha ido bien y con el paso de los días le ira mucho mejor.

−Bien.

−Sí. −Y miro a Harry. −Note olvides de hacer tus deberes.

−No profe.

La profesora le sonrió.−Estupendo. −Y miro a Remus. −Nos vemos mañana.

−Sí. −Y despidiéndosese fueron.

−¿Harry tienes deberes?−Le pregunto Remus.

−Si tito, tengo quepintar unas manzanitas.

−Eso está bien, ahoralas haremos.

−Sí. −Y así los doscogidos de la mano se fueron a casa, antes de subirlo al piso para quemerendara se fueron a la librería donde saludaron a los Lupin y a Jack.

 

−Mama. −Remus lallamo. −Llévate a Harry a casa, no quiero que este aquí.

−Tienes razón, no eslugar para un niño.

−Sí, tiene deberes quelos haga y así luego puede jugar.

−¿Cuándo le traeránlas cosas?

−Seguramente mañana, eranmuchas.

−Eso espero. −Y cogiendoa Harry de la mano, subieron al piso.

Después de cambiarlede ropa y darle de merendar, se sentaron en la mesa.

−¿Harry tienesdeberes?

−Si abu. −Y abriendosu mochila saco su cuaderno de matemáticas y pasando las hojas llegaron a unadonde ya estaba escrita y le enseño unas manzanas. −Tengo que pintarmanzanitas.

−Coge los colores yempezamos.

−Sí. −Y cogiendo suscolores abrió la caja y cogiendo el color rojo empezó. −Tengo que pintarcuantas manzanitas dice.

Hope le sonrió. −¿Cuántashay?

En la primera filaponía un 1. −Una manzanita.

−Pues una manzanita.

−Sip. −Y se puso apintarla, cuando termino fue a la siguiente fila.

−¿Cuántas manzanitashay ahora?

Harry tras mirar el númerola miro. −Siete.

−Muy buen, ¿Cuántas tienesque pintar?

Harry contando paro enla manzana siete. −Hasta aquí.

Así es, ahora tocapintarla.

−Sí. −Y se puso conello, cuando termino las diez filas, Hope le dijo que leerían un poco, conRemus también lo había hecho y había ido estupendo.

Así que cogiendo unlibro que le habían comprado, se sentaron en el sofá y la mujer vio como Harryleía, un rato después Hope le decía que ya habían terminado, así que Harry sepuso a jugar, de momento no tenía muchas cosas pero tenía algo así sedistraería.

Esa noche después dever un rato la tele, Remus se fue a dormir, y entonces es cuando empezó asoñar, estaba en hogwarts, con James.

−James.

−¿Remus y Sirius?

−En Azkaban.

El chico lo miro. −¿Creesque tendría que estar allí?

−El te traiciono.

−¿Tú crees? Yo confiótanto en ti como él, no creo que él lo hiciera, mira en tu interior y dime ¿elnos traicionaría?

Remus lo miro. −No lo sé,estoy confuso. −Confeso.

−Lo sé, pero éldurante siete años fue nuestro amigo, dale una oportunidad.

Tras pensarlo un ratole dijo. −Está bien, pero si en verdad os traiciono, yo mismo lo matare.

−Me parece bien. −Y lesonrió. −Cuídate.

−Lo hare y cuidare deHarry.

−Lo sé. −Ydesapareció.

El licántropodespertándose vio que ya entraba sol por su ventana, y mirando el despertadorradio que tenía en su mesilla, vio que eran las ocho menos cinco, así queapagando el despertador para que no sonara, fue a preparar para ese día.

Llevaban ya un par dehoras trabajando cuando tocaron a la puerta.

−¿Quién puede ser?

−Ni idea, ahora losabremos. −Dijo Remus y levantándose fue a abrir. −¿Si?

−Disculpe lasmolestias, pero hemos traído un paquete para aquí al lado y no hay nadie.

−Deben de ser losjuguetes de hamley, ¿verdad?

−Así es.

−Están en el lugaradecuado, esperen un momento. −Y entrando miro a sus padres y ayudantes. −Han traídolos juguetes de Harry.

−Vamos a colocarlos yluego volvemos, esta ya está casi esta. −Le dijo Jack.

 

−Sí. −Y así dejando laslibrerías de momento se pusieron a ayudar a los transportistas, casi media horadespués, el salón se había llenado de juguetes.

−¿Qué ponemos ahí? −PreguntoHope.

Al escuchar eso, Remusmiro a su madre. −¿Mama?

−Si cariño, mira. −Y leenseño una zona al lado de la puerta de cristal. −Queda mal así.

Remus fijándose bien,vio que su madre tenía razón, al lado de la ventana que daba a la calle habíanpuesto unas estanterías para que hiciera de biblioteca y dos butacas con unamesa para él te, en medio estaba las escaleras que llevaban al segundo piso, elsalón, el sofá en forma de u que era el mueble central de la sala, la mesa delcafé, una gran alfombra de pelo largo y el armario, y ahora también losjuguetes de Harry solo faltaba la esquina que daba a los grandes ventanales ycomo su madre decía que daba mal, era una habitación muy larga y se tenía queamueblar bien sino quedaba como lo estaba ahora. −La verdad es que si, pero no seme ocurre nada.

−Un piano. −Les dijoJack. −James tiene un piano que le regalo su padre.

−El piano. −Remus serio. −Ni siguiera tocando el piano, James se podía quedar quieto, era lo que supadre decía un culo inquieto.

−Y que lo jures. −DijoJack sonriendo. −¿Entonces el piano?

−Sí, el piano.

−Mañana os lo traigo.

−Ves con cuidado. −Ledijo Remus.

−Lo tendré, ese pianotiene más de 20 años y cumplirá muchos más.

−Sí, ahora tenemos queseguir con las librerías.

−Sí, vamos. −Y asívolvieron a la librería.

Unas horas después, lalibrería estaba ya lista para empezar a recibir libros, las paredes estabanllenas de estanterías de madera de color claro y en el centro islas, y en elsegundo piso lo mismo pero las mesas estaban tocando la barandilla para queningún niño se acercara y se asomara.

−Ha quedado genial. −Lesdijo Jack. −Aquí caben más de 2000 libros, pero falta algo, ahora vengo. −Ysaliendo de la tienda no tardo mucho en volver con unos carteles. −Para que lospongamos encima de las estanterías así sabremos qué tipo de libro hay en esas estanterías.

−Vamos a ponerlos. −Y asífueron poniéndolos, cuando terminaron quedaba mucho mejor.

−También he traídootras cosas. −Le dijo Jack y le dio un sobre.

El licántropo cogiendoel sobre y abriéndolo, saco unos puntos de la libreria, habían decididollamarla librería moony y en uno de los escaparates habían pintado el nombre yla cabeza de un lobo, en el sobre también había unas tarjetas.

−Gracias, esto irábien.

−Sí.

−Yo también tengoalgo. −Les dijo Joseph y les dio un sobre. −Aquí están las fotos, ha sidorealmente sencillo, además Jack me ha dado otras, así que tendréis muchas deJames y Lily y de los Potter.

−Gracias.

−De nada.

−Jack.

−Remus. −Lo miro.

−He soñado con James,me decía que le diera una oportunidad a Sirius.

Al escuchar eso, todoslo miraron.

−Vaya, de todo lo queme podías decir, eso me ha sorprendido, ¿Qué quieres hacer tú?

−No sé, pero ¿y sifuera inocente?, el siempre lo dijo aunque nadie lo escucho.

−Si es inocente estaen Azkaban sin ningún motivo, si quieres trabajo en ello, pero no serásencillo.

−Lo sé, pero inténtalopor favor.

 

−Lo hare, pero voy anecesitar ayuda, yo apenas llevo cinco años siendo abogado, le pediré ayuda ami padre, el es conocido por ayudar en causas perdidas.

−Gracias.

−De nada, me voyhablare con mi padre, para ver si me consigue un pase para ir a ver a Sirius. −Ymiro a sus amigos. −Se que tenéis vuestros trabajos, ¿pero podéis venir el lunes?Tenemos más de 500 libros que ordenar.

−Claro que sí, no nosimporta, lo principal es que Remus empiece cuanto antes con la librería.

−Sí. −Y miro a Remus. −Mañanate traeré el piano.

−Sí, gracias.

−De nada. −Ydespidiéndose se fueron y los Lupin, cerraron la librería hasta el lunes.

Cuando Jack dejo a losLupin se fue al despacho y se fue a ver a su padre.

−Papa.

−Jack no te esperaba,creí que estaría con los Lupin.

−De momento ya hemosterminado, te quiero pedir un favor.

El hombre lo miro. −Túno eres de pedir favores, así que debe de ser algo importante.

−Sí, el caso de SiriusBlack.

−Vaya, nunca creí queirías tras un caso tan difícil.

−Lo sé, pero Remus melo ha pedido, y me ha hecho que pensar. ¿Y si Sirius fuera inocente? Nuncanadie lo escucho, no le hicieron juicio, todos dieron por contado que eltraiciono a los Potter.

−En eso tienes razón,nunca nadie se preocupo de darle un juicio justo, así que si te ayudare.

−Gracias, me quitas unpeso de encima no sé por dónde empezar.

−Primero tienes que ira ver a Sirius, escuchar y tomar notas, cuando termines ven a verme yprepararemos el caso.

−Lo hare, ¿me puedesconseguir un pase?

−Sera sencillo, mañanapor la tarde lo tendrás.

−Sí. −Y dándole lasgracias de nuevo, se fue a preparar las cosas que necesitaría para el díasiguiente.

Mientras Jack seocupaba de su nuevo caso, Remus que había ido a recoger a Harry a la escuela,ahora miraba como no se podía quedar quieto, cuando había visto sus juguetes sehabía vuelto como loco.

−Harry. −Remus lollamo. −Luego jugamos, ahora tienes que merendar.

−Pohhh. −E hizo unpuchero.

−Lo sé, pero tienesque merendar, además seguro que tienes deberes.

−Poquitos.

−Luego te prometo quejugaremos todo lo que quieras.

−¿Prometido?

−Tan desconfiado comotu padre, pequeñajo. −Y cogiéndolo en brazos se rio. −Prometido. −Por suerteHarry merendó tranquilamente eso sí sin dejar de mirar todo el tiempo susjuguetes como si temiera que se fueran a escapar y también hizo bien susdeberes que ese día eran de lengua, tenía que señalar con unas flechas que cosaera cada dibujo, cuando terminaron leyeron un poco y ya por fin Harry pudojugar.

−Harry primero tenemosque ordenar todo. −Le dijo Remus.

−Si tito. −Y abriendolos dos baúles, empezaron a guardar todo, en el baúl de los piratas pusieronlos juguetes de madera, en el baúl de los animales los juguetes de plástico yen los potes de metal los coches.

−Harry. −Remus lollamo.

El niño lo miro. −Tito.

−Aquí pondremos loscubos, los puzles y las otras cosas para jugar en una mesa. −Y le señalo untrozo de armario.

−Si tito.

−También pondremos tuscolores, los cuadernos para pintar y las hojas en blanco.

−Sí.

−Esto está muchomejor. −Les dijo Hope sonriéndoles.

−La verdad es que si. −DijoRemus mirando a su alrededor, habían dejado las cajas de madera a un lado paratirar y ahora solo estaban los juguetes bien guardados y los juguetes grandesestaban a un lado.

 

−¿Harry a que quieresjugar? −Le pregunto su tío.

El niño mirando a sualrededor señalo la mesa del circuito. −Eso.

−Vamos a montarlo, asíya lo tenemos.

−Sip. −Y así los dosse pusieron a ello.

−Hijo yo voy a comprarunos marcos para las fotos, así ya ponemos las fotos. −Le dijo Hope y miro a sumarido. −¿Vienes?

−Si, además así nospasamos por el polideportivo y por el centro social, haber que actividadestienen para Harry.

Remus miro a su padre.−Papa mira piscina.

Lyall le sonrió. −Sí,la piscina siempre va bien para los niños.

−Sí.

−Nos vemos al rato,puede que traigamos la cena de fuera he visto varios restaurantes que tienencomida para llevar.

Remus le sonrió. −Comoqueráis. −Y viendo como se iban, se puso a jugar con Harry.

Por la noche, antes deirse a dormir, Remus vio las fotos que habían colocado, habían fotos de James yLily con Harry en brazos, en hogwarts y en otros sitios, sin contar que tambiénhabían puesto de Charlus, Dorea y los abuelos maternos, aunque ellos ya noestaban siempre serían recordados, además sus padres habían comprado unosmarcos hermosos y también unos álbumes de fotos para que las fotos estuvieranbien guardadas y no se perdieran.

Al día siguientedespués de llevar a Harry a la escuela, volvieron a su casa, y no mucho tiempodespués Jack les picaba y vieron como unos trabajadores subían el gran pianoblanco de James.

−Con cuidado. −Lesdijo Hope a los trabajadores. −Es muy importante.

−Si señora. −Le dijoun trabajador y como le dijeron, lo fueron subiendo poco a poco hasta queestuvo en el piso y entre todos lo colocaron en su sitio.

−Ha quedado perfecto. −DijoRemus mirando el piano de su mejor amigo.

−Falta algo. −DijoHope y cogiendo dos marcos de fotos, los coloco a un lado del gran piano. −Ahorasí que está bien.

−Queda genial. −Lesdijo Jack y miro a los trabajadores. −Gracias. −Y sacando su cartera les diouna propina.

−De nada, queda muybien allí.

−Gracias.

−De nada, nos vamos. −Lostrabajadores despidiéndose se fueron.

−Yo tengo que irme. −Lesdijo Jack. −Esta tarde tengo que ir a Azkaban.

Remus lo miro. −Cuandosepas algo, avísame.

−Lo hare, nos vemos.

−Sí. −Y despidiéndosevieron como se iba.

Unas horas más tarde enAzkaban, Sirius estaba en su celda, como siempre desde hacía tres años, desdeque lo habían encerrado, la única visita que tenía era la de las ratas dellugar y los dementores.

De pronto la puerta seabrió. −Black, levántate tienes visita. −Le dijo uno de los aurores.

−¿Quién? −Le pregunto levantándose.

−Tu abogado. −Y lepuso unas esposas. −Abogado Carter ya puede entrar, ya está asegurado.

−Gracias. −Y miro alauror. −Quiero hablar con mi cliente a solas.

−Tiene dos horas.

−Gracias.

El auror asintiendo salióy cerró la puerta.

−¿Quién eres? −Lepregunto Sirius al abogado.

−Jack Carter, abogadode James Potter y de Remus Lupin.

−James lleva tres añosmuerto.

−Lo sé, pero como digosoy el abogado de Remus yo le ayude a conseguir la custodia de Harry y ahora élquiere que intente liberarte.

 

Al escuchar eso, elpreso lo miro. −¿Cómo esta Harry?

−Bien, va a la escuelay está en un lugar protegido.

−Me alegro, duranteeste tiempo nunca me he quitado de la cabeza a Harry.

−Hablaremos de él, enotro momento, ahora quiero saber que paso exactamente desde que salisteis dehogwarts, si voy a trabajar en tu caso, tengo que saberlo todo, sin que meocultes nada.

−Lo haré, lo único quehe querido siempre es que me escucharan.

−Ahora yo lo haré. −Ysentándose empezó a apuntar todo lo que Sirius le fue contando.

Dos horas después, lapuerta se habría y entraba el auror.

−Abogado Carter, yahan pasado las dos horas.

−Sí. −Y cogiendo todo,lo guardo y miro a Sirius. −El lunes volveré, aun hay cosas de las que hablar.

−¿Crees que tengoalguna posibilidad?

−Muchas, ahora sé queeres inocente y que no tendrías que estar aquí, espero que pronto puedas salirfuera.

−Gracias por venir.

−De nada. −Ydespidiéndose se fue a su despacho.

Al llegar se fue areunir con su padre.

−¿Qué tal todo?

El chico lo miro. −Papa,todo es mentira, todo lo que nos han dicho lo es, Sirius es inocente. −Y le dioel informe que había ido llenando con la historia de Sirius.

El abogado se puso aleerlo y cuando termino lo miro. −Termina el informe y entonces con el informede Remus lo enviare al juzgado para que pongan fecha.

−Sí, ya me voy, quierohablar con Remus antes de irme a casa.

−Hazlo, has hecho bienestoy orgulloso.

−Gracias papa. −Ydespidiéndose se fue.

Cuando Jack llego alpiso de los Lupin, vio a Harry en el piano de su padre y Remus enseñándole lasnotas.

−Lleva así desde quehemos llegado. −Le dijo Hope mirándolo. −Cuando Harry ha sabido que el pianoera de su padre, le ha pedido a Remus que le enseñara.

−Eso está bien. −Y vioque había unos papeles en la mesa del café, cogiéndolos vio que eran delpolideportivo y del centro social. −¿Qué es?

Hope le sonrió. −Vamosa apuntar a Harry a piscina y a actividades en el centro social, pintura ymúsica en grupo.

Jack asintiendo sepuso a mirar los formularios. −Piscina martes y jueves, una hora.

−Sí, ya hemos compradoel bañador, la toalla, y las otras cosas en el gimnasio, es piscina parapequeños les enseñan a nadar y también juegan.

−Eso está muy bien. −Ymiro el otro formulario. −Música y pintura, lunes y miércoles otra hora.

−Sí, nos hemosinformado, les enseñan instrumentos sencillos, como el xilófono, la pandereta ycosas así y de pintura, les dan un lienzo en blanco para que pinten todo lo quequieran.

Jack dejando losformularios de nuevo en la mesa le sonrió. −Terminara siendo un gran pintor y músico.

Hope asintió. −Sí, esuna hora después de la escuela, sale a las tres y hasta las siete no cena y no estábien que se pase todo el tiempo encerrado en casa.

−La verdad es que no,así que me parece bien. −Y se acerco donde estaban Harry y Remus. −¿Cómo va?

Remus lo miro. −No sémucho, yo soy más de leer que de música, pero le estoy enseñando lo que Jamesme enseño.

−No te preocupes poreso, yo le puedo enseñar, los viernes que veo que es el único día que tienelibre le enseñare, tampoco lo tenemos que agobiar con actividades.

 

−Sí, ¿Cómo ha ido enAzkaban?

−Es inocente.

Al escuchar eso, Remusasintió. −¿Puedo hacer algo?

−Sí, tienes quedecirme como viste tu las cosas.

−Lo hare, ¿tieneposibilidades de salir?

−Muchas mi padre estácon nosotros.

−Mejor, ¿te quedas acenar?

−Si gracias, déjameque le enseño.

−Sí. −Y levantándosedejo que Jack se sentara y se puso a enseñarle las primeras notas.

Unas horas después,Jack se despedía.

−Jack, mañana vamos air al museo de transporte. −Le dijo Lyall. −Lo he visto en el periódico es unbuen lugar para pasar con niños, ¿vienes?

El abogado asintiósonriendo. −Nunca he ido, la verdad es que apenas conozco Londres muggle.

−Pues con nosotros irasa muchos sitios divertidos, y el domingo iremos al museo natural, allí haydinosaurios y otras cosas.

−Estupendo, nos vemosmañana.

−Sí. −Y dándole lasbuenas noches vio como se iba y cerrando todo bien ya se fueron a dormir.

Al día siguiente, porla mañana se fueron a comprar al supermercado para llenar la nevera y despuésde comer, Jack les fue a buscar y se fueron al museo del transporte.

Allí Harry no fue el únicoque disfruto, los adultos también y tras horas mirando todo bien, se pasaronpor la tienda y compraron unos coches y otras cosas.

El domingo se fueronal museo natural y como el día anterior a Harry le encanto, aunque apenas teníacuatro años, esos museos eran para su edad, habían muchísimas cosas que ver y aél le gustaban mucho.

Habían dinosaurios ymuchísimos animales que ver, al terminar, se fueron de nuevo a la tienda y lecompraban animales de juguetes.

El fin de semanatermino, y el lunes, mientras Remus y los demás se ponían a colocar los librosque las editoriales les habían llevado que eran más de 500, Jack de nuevoestaba en Azkaban para terminar de escuchar la historia de Sirius, cuandotermino se fue a su despacho y después de pasarlo todo a limpio se fue a ver aRemus y al llegar no supo que cara poner, la librería estaba llena de cajas ylibros por todos lados.

−¿Qué os han invadidolos libros?

Al escuchar eso, susamigos le fulminaron. −Que gracioso, llevamos más de cinco horas colocandolibros, hay que mirar que estén en el albarán luego hay que ponerles losprecios y por ultimo ya podemos colocarlos, en cinco horas que llevamos hemoscolocado más de 300 y eso gracias a que hemos ido a otras tiendas y nos hanprestado las maquinas para el precio, tu solo trajiste dos. −Le dijo Joseph.

−Claro, ¿Cuántas iba atraer? Ahora es cuando más las necesitamos, luego has tendremos muertas deasco, la mitad del tiempo, os ayudo, sino nunca terminaremos. −Le dijo Jack yquitándose el abrigo y dejando las cosas a un lado, se sentó en el suelo y sepuso a ordenar libros.

A las dos y mediaRemus se lavaba las manos y se iba a buscar a Harry, después de estar tantashoras colocando libros la cabeza estaba por explotarle y necesitaba hacer otracosa.

Como siempre, a lastres Harry salía y estaba vez no iba con las manos vacías.

−Tito mira. −Y le enseñolo que parecía un calendario.

Remus cogiéndolo vioque efectivamente era un calendario de mesa, había pintado los dibujos quehabía y habían puesto unas pegatinas, tras mirarlo miro a Harry. −¿Lo has hechoen clase?

 

−Si tito, lo hepintado y también lo he colocado.

El hombre le sonrió.−Está muy bien hecho, lo pondremos en tu habitación para que sepas en que díaestas.

−Si tito.

−Ahora le diremosadiós a la profesora Megan y nos vamos para casa.

−Sí. −Y cogiéndole dela mano se fueron a despedir de la profesora hasta el día siguiente.

Como ese día, Harryempezaba música en el centro social, se fueron a su casa y cambiándole de ropale dio de merendar y se fueron para allí.

El centro social noestaba muy lejos, y era un lugar muy grande estaba justo delante de una plaza yRemus vio que muchos niños entraban.

−¿Tito que es? −Lepregunto Harry.

El licántropo lo miro.−Se llama centro social, aquí dibujaras y estarás con tus amigos.

Entrando se acercarona la recepcionista. −Buenas tardes.

−Buenas tardes,¿tienen alguna actividad?

−Sí, música infantilcuatro años.

La recepcionista le sonrió.−Es en este piso, sala 4.

−Gracias.

−De nada.

Remus llevo a Harry ala sala y vio que habían muchos niños, todos de la edad de Harry.

−Oli. −Harry soltandoa su tío se acerco a un niño de su edad.

El licántropo quehabía estado un poco preocupado sonrió al ver que no tendría que habersepreocupado de nada, Harry había encontrado ya un amigo de la escuela.

−Buenas tardes. −Lesaludo una mujer.

−Buenas tardes, hoy esel primer día de mi sobrino, se llama Harry.

−Ya lo he visto, veoque conoce a Oliver.

−Sí, creo que es uncompañero de la escuela, apenas llevamos una semana y no conozco a sus amigos.

−No se preocupe, esnormal, ¿se quiere quedar?

Remus le sonrió. −Nogracias, creo que Harry no me necesita, estaba un poco preocupado, pero veo queno lo tendría que haber hecho.

−Los niños son másfuertes de lo que nosotros creemos y cuando ven a alguien conocido se olvidande sus preocupaciones.

−Ya lo he visto. −Yacercándose un momento a Harry para decirle que lo vería en un rato se fue.

Con Harry en el centrosocial, volvió a la librería y se puso a ordenar los libros que les faltaba.

Un rato después, yahabían terminado, se habían pasado más de siete horas colocando los libros,pero por suerte ya todo estaba ordenado y algunas cajas habían ido al almacén yotras a la basura.

−Esto ya está. −Ledijo Jack. −Mañana ya puedes abrir. −Y le dio unos cuadernos. −Estos son loslibros que hay en las editoriales ahora mismo, solo los tienes que pedir y enmenos de una semana los tendrás, aun te quedan espacios para llenar, sin contarlos armarios de abajo y el almacen, igualmente el jueves y el viernes sepasaran los representantes de las editoriales para decirte que le iría bien auna librería como la tuya.

−Mejor, ¿Cómo envió mipedido?

−Por fax. −Le dijoJack y lo llevo a su despacho. −Es sencillo de usar, solo tienes que marcar elnumero y enviar el papel. −Y se puso a enseñarle cómo funcionaba.

−Es sencillo. −Le dijoRemus un rato después. −Quiero terminar de llenar las estanterías.

−Lo es, con el pedidoque tu envíes y con el que te cojera el representante la semana que viene yatendrás toda la libreia llena.

−Mejor.

−Sí, ahora tengo quetomarte declaración, tengo que saber que paso con James y Sirius.

 

Remus asintió. −Sí. −Ymiro a sus padres. −¿Vais a buscar a Harry?

−Claro, tú ves conJack así cuanto antes terminéis antes podrá pedir fecha para el juicio deSirius.

−Sí. −Y cerrando bienla tienda hasta el día siguiente, Remus y Jack subieron al piso mientras losLupin iban a buscar a Harry.

Al llegar, vieron quehabían mas adultos esperando a que terminaran de tocar la pieza que estabantocando.

Harry estaba muyconcentrado, tocando un xilófono, cuando terminaron la profesora les sonrió.

−Lo habéis hecho muybien, por hoy ya hemos terminado, guardar los instrumentos en su sitios e iroscon vuestras familias.

−Si profe. −Y levantándosecogieron las cosas y las guardaron donde le dijeron.

Harry guardando suxilófono se fue con sus abuelos.

−Abu. −Harry seacerco. −¿Esta bonita?

Hope le sonrió. −Estámuy bonita la canción, despídete de tu profesora, que ya nos vamos.

−Sí. −Y diciéndoleadiós a su nueva profesora se puso su abrigo que estaba colgado de la percha depared con los abrigos de los otros alumnos y se fue con sus abuelos.

Al llegar, mientrasRemus terminaba de hablar con Jack, Harry se ponía con los deberes y cuandotermino ya se baño para cenar.

El testimonio de Remusllevo un poco más de tiempo, a eso de las ocho ya habían terminado y Jack le decíaque ya mañana presentarían la documentación en el juzgado.

Al día siguiente, Jackantes de irse al juzgado para llevar los papeles para el juicio de Sirius, sepasaba por la librería justo a las nueve cuando Remus y Hope abrían.

−Buenos días.

−Buenos días. −Remuslo miro. −No sabía que vendrías.

−Os he traído algunascosas. −Y abriendo su bolsa saco una caja de caudales. −Para que guardéis eldinero por la noche o los fines de semana.

−Gracias.

−De nada, hay más. −Yle dio una bolsa de banco. −Aquí teneis algo de dinero para que tengáis suelto.−Y también les dio un libro. −Es un libro de contabilidad para que vayáisapuntando los libros que vendéis así sabréis que libros se venden más.

−Gracias. −Dijo Hope.

−De nada, y por ultimoun regalo. −Y saco un reloj de pared redondo con libros en vez de números. −Esun regalo de todos.

−Gracias. −Remuscogiéndolo lo colgó en un lado. −¿Cómo queda?

−Estupendamente, ya mevoy tengo que ir al juzgado, nos vemos.

−Sí. −Y despidiéndose,Jack se fue y Remus y su madre ordenaron las cosas que el abogado les habíallevado y mientras esperaban a que entrara algún cliente, se pusieron a hacerun nuevo pedido para terminar de llenar las estanterías.

Unas horas después,Remus y Hope estaban muy contentos, en apenas cuatro horas habían vendido como10 libros, según lo que les habían dicho los clientes, por esa zona no habíanlibrerías y tenían que ir más allá del mercado que estaba como a 10 manzanas yno era tan grande.

Remus estabaterminando de cobrar, cuando la puerta se abrió y entro su padre con una gransonrisa, luego le preguntaría ahora terminaría con su cliente.

−Gracias por todo, pásesecuando quiera.

−Lo hare, he visto quetienen muchos libros.

−Y pronto tendremos más.

−Entonces nos vemos. −Ydespidiéndose se fue.

Cuando se quedaronsolos, Remus y Hope miraron a Lyall. −Por esa sonrisa creo que han ido muy bienlas cosas.

 

−Estupendo. −Les dijoel hombre. −Ya tengo trabajo, justo cuando salía de dejar mi curriculum unaeditorial que no está muy lejos, la recepcionista me ha ido a buscar su jefe meha hecho una entrevista, parece ser que estaban buscando a alguien y me daránuna oportunidad.

−Eso es estupendo. −Ledijo su mujer abrazándolo. −¿Y de que es el trabajo?

−Es en una revista,investigan sobre casas, y objetos antiguos, les he preguntado si hablaban depersonas y cosas así, y me han dicho que no, que a sus lectores lo que lesinteresa son casas embrujadas y objetos malditos, así que será muy entretenido.−Y de su carpeta saco una revista. −Es esta.

Remus cogiéndola sepuso a leerla por encima. −Vaya, da hasta miedo. −Dijo enseñándoles la foto deuna casa embrujada.

−Será muy interesante.

El licántropo miro asu padre. −Me alegro papa, ¿y cuando empiezas?

−Mañana, ahora tengoque ir a hacerme una cuenta de banco, la única que tenemos es la de Harry, lade la librería y la de tu madre. −Como había estado trabajando toda su vida enel ministerio mágico nunca había tenido necesidad de hacerse una cuenta mugglehasta ahora.

−También tenemos lamía. −Le dijo Remus.

Lyall le sonrió. −Quierotener una para mí solo.

−Vale. −Dijo el licántroposonriendo. −Eres peor que Harry cuando quiere algo.

−Claro es la primeravez que tengo una así. −Y riéndose les dijo que no tardaba, el banco no estabamuy lejos.

−Me alegro por papa. −Ledijo Remus a su madre.

−Lo sé hijo, ahora quetu padre tiene un trabajo que le gusta y donde nadie le dirá nada, estarámejor.

−Sí. −Remus contentopor su padre siguió trabajando, tenía que terminar de hacer la lista de loslibros que pedirían.

Unas horas después,Hope iba a buscar a Harry a la escuela, Lyall se había quedado con Remus en latienda.

Después de hablar unmomento con la profesora para saber cómo le iban las cosas a Harry ya se lollevo a casa.

−Harry hoy solotomaremos un zumo, vas a la piscina.

Al escuchar eso, elpequeño se emociono. −Piscina.

Hope le sonrió. −Sí,ahora tomate el zumo. −Y le dio un vaso grande lleno de zumo de manzana.

Harry cogiéndolo conlas dos manos se lo llevo a la boca y se lo tomo.

−Ahora a cambiarte. -Ledijo Hope cuando se hubo terminado el zumo, le cambio de ropa, cogieron labolsa de deporte de Harry y pasándose por la librería les dijeron que se iban.

Al llegar alpolideportivo, Hope dejo a Harry con un chico muy simpático y vio como se lollevaban.

−Su nieto estará biencon David. −Le dijo la recepcionista. −Es nuestro mejor entrenador, a todos losniños les cae bien y se toma muy en serio su trabajo.

La mujer le sonrió. −Gracias,es su primera vez en una piscina y estoy un poco preocupada.

−Es normal, pero comole digo David es el mejor en estos casos, además no está solo hay unaentrenadora también, Mitchell.

−¿Son muchos niños?

−No, unos 15, lapiscina a la que van no cubre mucho hasta los hombros.

−Gracias.

−De nada.

Hope sonriéndole volvióa su casa.

Unas horas después,Remus iba a buscar a Harry, así se distraía un rato, había pasado muchas horasen la librería, al llegar dio su nombre a la recepcionista y le dijo que ya notardarían mucho en salir, y efectivamente los niños no tardaron mucho en saliry Harry al verlo se acerco corriendo y lo abrazo.

 

Remus cogiéndolo enbrazos lo miro. −¿Te lo has pasado bien?

−Si tito, he nadadomucho.

−Me alegro. −Y vio queun hombre salía. −Buenas tardes.

−Buenas tardes. ¿Es eltío de Harry? −Como entrenador de los chicos le gustaba estar informado de lasituación en sus casas.

−Sí, ¿Cómo le ha ido?

−Muy bien, la verdades que creía que le tendría miedo al ser la primera vez, pero que va cuando leshemos dicho que se tiraran él ha sido uno de los primeros.

−Me alegro, nos vemosel jueves.

−Sí. −Y despidiéndosede Harry se fue a hablar con otros padres.

−Harry ahora a casa. −Ledijo Remus.

−Tito tengo hambre. −Ledijo el niño.

−Es normal, hoy no hasmerendado. −Y de una pequeña bolsa saco un sándwich y desenvolviéndolo se lodio. −Para ti.

−Gracias tito. −Y selo llevo a la boca.

Remus contento de quese lo estuviera comiendo, cogió la mochila de Harry y ya se fueron.

Al día siguientetuvieron la misma rutina, Harry en la escuela, Remus y Hope en la librería yLyall en su nuevo trabajo, a media mañana llego Jack.

−Ya tenemos fecha. −Lesdijo el abogado viendo que no había nadie.

Al escuchar eso, Remuslo miro. −¿Cuándo?

−En dos semanas.

−¿Tan poco? −PreguntoHope. −Creí que estas cosas tomaban su tiempo.

−Y se acostumbra ahacer así, pero Sirius no es un preso normal.

−Es un Black.

−Exactamente, hay otracosa.

−¿Qué más?

Jack cogiendo airemiro a Remus. −Si lo acusan de todos los crímenes, le darán el beso deldementor, no volverá a Azkaban.

−¿Por qué? Eso no hapasado con ningún otro criminal.

−Ya, pero es que el noes como ningún otro.

−Maldita sea suapellido, todo lo hacen por el dinero.

−Sí.

Remus lo miro. −Haztodo lo que puedas.

−Lo hare, tengo a mipadre y un equipo de más de 10 investigadores, ahora mismo están investigandotodo.

−Si tenemos ayuda mequedo más tranquilo.

−Es lo que tienes quehacer, y recuerda que Sirius es inocente y con la poción de la verdad sabrántodo lo que paso, y que lo que hicieron hace tres años fue una equivocación queencerraron al hombre inocente.

−Eso está bien.

−La verdad es que si. ¿Cómole va a Harry?

−Muy bien. −Hope le sonrió.−Ayer fue su primera vez en la piscina y le encanto, ya quiere volver a ir.

Jack le sonrió. -Esnormal la piscina es una de las cosas más divertidas de todas, ¿y con lo demás?

−Muy bien, mi padre yatiene trabajo, es en una revista investigando casas embrujadas y cosas así.

−Lo que le interesa ala gente. −Les dijo Jack riéndose. −A la gente le encanta meter las narices enlugares ajenos.

−Y que lo jures, mejorpara nosotros. −Le dijo Remus. −Así mi padre tendrá trabajo.

−Sí, ¿Y cómo va lalibrería?

−Muy bien, ayer paraser el primer día vendimos más de 20 libros. −Y le enseño su cuaderno dondeiban apuntando todos los libros que vendían.

Jack cogiéndolo lomiro bien. −Eso es estupendo. ¿Has hecho el nuevo pedido?

−Sí, hemos pedido másde 200 libros.

−Estupendo, recuerdaque el jueves o el viernes vendrán los representantes a contaros los nuevoslibros que tienen y que podéis pedir.

 

−Los esperamos, ya lotenemos todo preparado para su llegada.

−Bien, yo me voy tengoque trabajar, nos vemos pronto.

−Vente el sábado. −Ledijo Remus. −Iremos al museo de la ciencia, hemos decidido abrir la librería delunes a viernes desde las nueve de la mañana hasta las seis con una hora paracomer en medio y los sábados desde las nueve hasta las doce y media.

Jack asintió. −Sonmuchas horas abiertos así que el sábado por la tarde y el domingo podréisdescansar.

−Sí, el sábado por latarde saldremos con Harry como lo estamos haciendo, museos para él y cosas asíy el domingo nos quedaremos en casa descansando.

−Un buen plan,entonces nos vemos el sábado. −Y despidiéndose se fue.

Dos semanasdespués, las cosas iban realmente bien,Harry ya se había acostumbrado a su nueva vida que era muy diferente a la anterior.

De lunes a viernes ibaa la escuela donde se había adaptado perfectamente y ya tenía amigos y por latarde iba a la piscina o al centro social.

La librería moony ibaperfectamente tras dos semanas pidiendo los libros ya se los habían llevado y ahoralos dos pisos de la librería estaban llenos y el negocio marchabaperfectamente, y Lyall estaba encantado con su nuevo trabajo en la revista,donde no solo había un buen ambiente sino donde también le pagaban bien y comoestaba cerca de su casa, no tenia que gastar dinero para ir.

El lunes que dabacomienzo el juicio, Remus con Jack llegaron un par de horas antes al juzgado,el abogado le había pedido al juez que dejara ver a su cliente un rato antespara prepararlo.

Cuando Sirius y Remusse vieron por primera vez después de los acontecimientos que habían ocurridotres años antes, no supieron que decir hasta que Jack los saco del trance.

−Sirius te tienes quebañar, te hemos traído ropa limpia y también algo para comer, seguro que tieneshambre.

El joven Black dejandode mirar a Remus, lo miro. −Si gracias, la comida de Azkaban esta asquerosa.

−Ahora podrás comerbien, pero antes date un baño. −Y le señalo una puerta. −Es un baño.

−¿Cómo lo hasconseguido?

−Sencillo, se lo hepedido al juez y aunque no le ha hecho mucha gracia, le he recordado que aunquetodos piensan que eres culpable no lo eres hasta que se declare lo contrario, yque tienes tus derechos, ahora ves, tenemos dos horas antes de que empiece eljuicio. −Y le dio una bolsa. −Hay ropa nueva.

−Gracias.

−De nada. −Y viendocomo entraba en el cuarto de baño se sentó y cogió su carpeta para terminar derevisar la documentación.

−¿Jack lo ves difícil?−Le pregunto Remus.

−Un poco, perorealmente no lo es, a Sirius le negaron sus derechos hace tres años y ahora nostienen que escuchar si o si. −Y lo miro. −¿Qué ha preparado tu madre de comida?

−Pasta con queso, quea Sirius le gusta mucho, pollo frito con patatas, unos sándwiches para que selos lleve, magdalenas y postres.

Antes de que Jackpudiera decir nada, Sirius salió con mucho mejor aspecto y miro a Remus. −¿Hasdicho pollo frito con papas?

Remus le sonrió. −Sí.¿Quieres?

−Claro. −Y sentándoseespero a que su amigo le llenara un plato de plástico que había llevado y empezóa comer la pasta.

−¿Esta bueno?

−Buenísimo. −Y trascomerse toda la pasta, empezó con el pollo.

 

Mientras Sirius comía,Remus volvió a prestar atención a Jack. −¿Cuánto crees que durara el juicio?

−Sinceramente no lo sé,pero esperemos que no mucho. −Y miro a Sirius que había dejado de comer y los miraba.−No estás solo, no solo Remus hablara a tu favor, también he conseguido que tusprimas Andrómeda y Narcissa hablen por ti, y otra gente que he conseguidoreunir, además mis investigadores han hecho bien su trabajo y han reunidomuchas pruebas.

−Gracias.

−De nada, ahora sigue comiendo.

−Sí. −Y miro a Remus. −¿Hayalgo para beber?

−Sí. −Y sacando untermo le puso un vaso. −Batido de plátano con leche, no solo alimenta muchosino que el plátano y la leche te ayudaran.

−Gracias.

−De nada, también tehe traído zumo para que la comida te pase mejor. −Y sacando otro termo lleno lataza de zumo y se la dio.

−Gracias. −Y se latomo de un golpe y le devolvió la taza, hacia tanto tiempo que no comía tanbien, que tenía mucha hambre. −Mas por favor.

−Hay mucho, así que note quedaras sin zumo. −Y volvió a llenarle la taza.

Justo a las nueve dela mañana, los aurores le decían a Jack que el juicio estaba por comenzar asíque poniendo las esposas mágicas a Sirius lo llevaron a la sala, donde el señorCarter ya los esperaba.

−Buenos días. −Lesdijo el juez cuando empezó el juicio. −Hoy estamos aquí para saber la verdadsobre lo que ocurrió hace tres años en la noche del 31 de octubre de 1981 encasa de James y Lily Potter.

Y así fue como empezóel juicio, una semana después, el viernes ya todos habían hablado y el juezdaba por terminado los testimonios.

−Ya se han escuchado alas dos partes. −Dijo el juez mirando a la sala. −Esta misma tarde se dictarasentencia al señor Sirius Black, nos reuniremos en dos horas. −Y tocando sumartillo se puso en pie y se fue.

Cuando el juez huboabandonado la sala, los aurores se llevaron a Sirius.

−¿Qué hacemos? −Lespregunto Remus a sus abogados.

−Ahora iremos a comer,y en tres horas estaremos aquí.

−No sé si podré comer,estoy muy nervioso.

−Lo sé, no eres el único,pero tenemos que comer. −Y así saliendo del juzgado se fueron a comer, doshoras después se volvían a reunir, y las hermanas Black se acercaron a Remus.

−¿Crees que todo irábien? −Le pregunto Andrómeda preocupada.

−No lo sé, pero esperoque nos hayan escuchado y que entiendan que Sirius no tuvo la culpa de nada.

−Remus ya es la hora. −Ledijo Jack. −Nos tenemos que sentar.

−Sí. −Y haciendo casoa su abogado se sentaron y esperaron a que el juez entrara y dijera la decisiónque había tomado.

−Sirius Black, levánteseahora dictaremos sentencia. −Cuando el acusado se levanto el juez lo miro. -Contodo lo que he visto y he escuchado esta semana en esta sala ya he tomado unadecisión, Sirius Black por ser mortifago se le declara inocente. −Al escuchareso Remus pudo respirar un poco, pero aun quedaban muchas cosas, así que hastaque no declararan a su amigo inocente del todo no respiraría tranquilo. −Portraición contra la familia Potter inocente, por asesinato contra los 12 mugglesy Peter Petigrew inocente. −Y toco su martillo. −El señor Sirius Black esdeclarado inocente de todos los crímenes por los que se le acusaban. −Y miro aSirius. -Felicidades señor Black es usted un hombre libre.

 

Al escuchar eso, Remuslo abrazo. −Felicidades.

−Gracias. −Sirius alverse libre e inocente y que por fin lo hubieran escuchado se puso a llorar,pero era normal habían sido tres años infernales.

−Señor juez. −Jack lomiro. −Queremos que se le devuelvan todas las cosas a mi cliente, todo lo quele quitaron cuando le acusaron injustamente.

−Se le devolverántodas sus cosas y no solo eso, también se le dará una compensación. −Y miro alos aurores. −Pongan inmediatamente una orden de busca y captura hacia el señorPeter Petigrew.

−Sí señor. −Yquitándole las esposas a Sirius se fueron a cumplir la orden del juez.

Cuando por fin eljuicio se termino y el juez hubo abandonado la sala, las hermanas Black seacercaron a su primo. −Lo sentimos, sentimos no haberte creído y no haber hechonada por ti.

Sirius las abrazo. −Nopasa nada, lo importante es que ya todo ha terminado.

−Sí. −Y así los tresestuvieron un rato abrazados, hasta que Remus se acerco. −¿Sirius quieres ir abuscar a Harry a la escuela?

Al escuchar de supequeño ahijado, el chico separándose lo miro. −Sí, quiero ver a Harry.

−Pues vamos. −Y miro alas hermanas Black. −Jack os dirá donde queda nuestra casa, pero ahora tenemosque darnos prisa, Harry ya no tardara mucho en salir de la escuela. −Y miro asu abogado. −¿Te ocuparas de todo?

−Sí, ir tranquilos,pediremos todo al juez y nos vemos luego o mañana, ¿aun vamos a patinar mañana?

−Sí.

−Entonces mañana porla tarde a más tardar estaré allí.

−Entonces nos vemos. −Ydespidiéndose se llevo a Sirius a su casa.

Al llegar le enseño lafachada. −Aquí es donde vivimos.

Sirius lo miro y mirola fachada. −Está bien.

Remus le dio un empujón.−No digas eso, que lo escogió James, además la fachada no enseña su verdaderopotencial, ven. −Y entrando en la librería saludo a sus padres por suerte ahorano había nadie. −Mama, papa, mirad a quien traigo. −Y apartándose les enseño aSirius.

−Sirius. −Hopesaliendo del mostrador se acerco lo abrazo. −Bienvenido.

−Gracias.

−Bienvenido muchacho. −Lyallle sonrió. −Me alegro de que todo haya salido bien.

−Gracias.

−De nada. −Y miro aRemus. −¿Vais a buscar a Harry?

−Sí. −Y miro su reloj.−Son las dos y media ya no tardara mucho en salir. −Y miro a Sirius. −Luego teenseñamos la casa, ahora vamos. −Y miro a sus padres. Volvemos en un rato.

−Ir tranquilos,nosotros estaremos aquí.

−Sí. -Y así Remus sellevo a Sirius a la escuela de Harry. −Aquí estudia Harry.

−¿Es una buenaescuela?

El licántropo le sonrió.−Mucho, los profesores son muy agradables y Harry está muy contento.

−Estoy nervioso. −Le confesó.−Seguro que ya no me recuerda.

Remus lo miro. −Encasa tiene fotos tuyas, así que sabe quién eres, además es un niño muydespierto, al principio apenas hablaba y no sonreía tenía miedo, los Dursley nole trataron bien, pero ahora se ha abierto y no deja de sonreír y de reírse escomo cuando era un bebe, ya verás como todo irá bien. −Y sonrió a una parejaque se acercaba. −Buenas tardes.

−Buenas tardes, ¿Quétal Harry?

−Nervioso con lafiesta de cumpleaños de la semana que viene, ha mirado tiendas y regalos paraun regimiento. -E hizo las presentaciones. −Él es el padrino de Harry, haestado un tiempo fuera pero a partir de ahora vivirá con nosotros. −Y miro aSirius. −Ellos son los padres de un buen amigo de Harry, se llama Simón.

 

−Un placer. −Le dijoel hombre y extendió el brazo. −Harry es un niño encantador.

Sirius le sonrió. −Gracias.−Y suspiro.

−Está nervioso. −Lesdijo Remus. −Después de un tiempo lo volverá a ver.

−No estés nervioso,los niños son más fuertes de lo que nosotros nos imaginamos.

−Eso espero. −Y nomucho tiempo después sonaba la campana que daba por finalizada las clases y laspuertas no tardaron mucho en abrirse y empezaron a salir los niños.

Harry no tardo muchoen salir y como siempre se acerco corriendo pero esta vez se quedo parado alver a Sirius.

Los dos adultos nodijeron nada esperando haber que hacia Harry.

−¿Eres Sirius?

El hombre agachándoselo miro. −Si Harry, soy tu padrino.

−¿Dónde estabas?

−Lo siento, no volveréa irme, ¿me perdonas?

−¿No te irás más?

−No.

Harry entonces se pusoa llorar y lo abrazo. −Tonto.

−Lo sé. −Y cogiéndoloen brazos se levanto y lo abrazo fuerte. −Lo siento, siento haberme ido tantotiempo.

Remus sonriendo antela escena miro a los padres del amigo de su sobrino. −Ha ido bien.

−Como digo los niñosson más fuertes de lo que creemos, nos vemos el lunes.

−Sí, buen fin desemana.

−Para vosotrostambién. −Y miro a Sirius que tenía abrazado fuerte a Harry. −¿Nos vamos?

−Sí. −Y sin soltar asu ahijado pusieron rumbo a su casa.

−Harry. −Remus lomiro. −¿No quieres un kínder? −Lo viernes le compraban un kínder después desalir de la escuela.

−Si tito. −Harry quehabía dejado de llorar miro a Sirius. −¿Te gusta el kínder?

−¿Qué es un kínder?

Al escuchar eso, elniño lo miro con la boca abierta, como si le hubiera dicho lo peor del mundo.

−Has dicho la fraseequivocada. −Le dijo Remus divertido.

Sirius lo miro. −Ayúdame.

−Sí. −Y miro a Harry. −Explícalelo que es un kínder.

−Sip. −Y miro a supadrino. −Un kínder es un huevito de pocholate con un regalito dentro.

−¿Pocholate? −PreguntoSirius.

−Chocolate. −Le dijoRemus.

El joven Blackasintiendo miro a Harry. −¿Y hay uno para mí? Me gusta mucho el pocholate y mássi hay regalito.

−Sip. −Y pidiéndoleque lo bajara se fue delante de un kiosko que estaba justo delante.

−Hola Harry. −Eldependiente le sonrió. −¿Quieres un kínder?

−Tres.

−¿Tres?

−Sip, para tito, parapadrino y para mí. −Y señalo a Sirius y a Remus que se acercaban sonriendo.

−Pues tres kínder. −Ycogiéndolos se los dio y miro a los adultos. −Desde que Harry pasa por aquí,mis ventas de kínder han subido.

Remus se rio. −Cosa demi padre que decidió que los viernes eran de kínder y a Harry le encantan,tiene su estantería llena de muñecos.

−Está muy bien. −Ymiro a Harry. −Disfruta de tu kínder.

−Sip. −Y cuando Remustermino de pagar, les dio un kínder a cada uno y Harry abrió el suyo, comosiempre hacia, primero se comió el chocolate y cuando termino le pidió a su tíoque le abriera su regalo.

 

Remus cogiéndolo abrióla sorpresa con cuidado y miro a Sirius. −Ves con cuidado al abrirlo, algunasveces tienen partes pequeñas que tienes que abrir, por eso no dejamos que Harrylo abra, porque como no tiene mucha fuerza lo tiene que abrir con la boca.

Sirius asintiendocuando termino su chocolate abrió la sorpresa con cuidado y vio que era un leóndisfrazado.

−Me ha tocado un león.−Y se lo enseño.

Remus le sonrió. −Esuna colección, hay como tropecientos leones, es la colección de este trimestre,cada cierto tiempo van cambiando la colección.

Sirius sonriéndolemiro a Harry. −¿Lo quieres?

−Sip. −Y cogiéndolo lomiro. −Me falta. −Y lo miro. −Gracias.

−De nada. −Y miro aRemus. −¿Qué le ha tocado a Harry?

−Ahora lo sabremos. −Yabriéndolo saco un gnomo. −Harry un enanito. −Y se lo dio. −Este te falta.

−Sip. −Yguardándoselos en su bolsillo miro a su tío. −¿Tito que te ha tocado?

−Un momento. −Yabriendo su sorpresa vio que era un muñeco para montar. −Lo tenemos que montar,en casa lo haremos.

−Sip. −Y cogiéndole dela mano a Sirius siguieron caminando.

Cuando Sirius sintióque Harry le cogía de la mano, tuvo ganas de llorar, después de que lodeclararan inocente el miedo más grande que había tenido es que Harry no lequisiera pero no había sido así y su ahijado le había abierto el corazón.

Al llegar a lalibrería entraron un momento y los Lupin sonrieron al ver lo bien que Harryestaba.

−Mama, sube ya paracasa, llevas mucho tiempo, yo me quedo. −Le dijo Remus.

−Lo hare, gracias, meapetece cocinar. −Y miro a Sirius. −¿Vamos?

−Sí. −Y así con Harrysubieron al piso.

−Seguro que te gusta. −Ledijo Hope sonriéndole. −James lo escogió especialmente para Harry.

Al escuchar eso Siriusla miro asombrado. −¿James? Pero si él en lo único que no se perdía era en elquidditch y aun así lo hacía a veces.

Hope se rio alescucharle. −Lo sé, pero Jack nos dijo que al nacer Harry lo preparo todo bien.

−Me alegro, ya tengoganas de verlo.

−Te gustara. −Yabriendo la puerta lo dejo pasar. −Bienvenido.

Sirius entrando sequedo parado, aquello era mucho mejor de lo que se había imaginado. −Ahoraentiendo a Remus cuando me ha dicho que la fachada no le hacía justicia.

Hope le sonrió y miroa Harry. −Enséñale la casa.

−Sip. −Y dejando sumochila y su abrigo a un lado le fue enseñando el lugar. −Biblioteca. −Y leenseño el espacio donde tenían las estanterías y las butacas.

−Me gusta. −DijoSirius mirando bien esa parte. −Seguro que es cosa de Remus.

−Si, a él le gustaleer así que pusimos este lugar, además como tiene ventanas le entra el solcuando lee.

−Pues ha escogidobien. −Y miro a Harry. −¿Qué más?

−Ven. −Y se acerco asus juguetes. −Mis juguetes.

Sirius le sonrió. −Yame dejaras jugar.

−Sip. −Y se acerco algran sofá en forma de u. −El salón.

El chico al ver elsofá miro a Hope. −¿No había algo más pequeño?

Hope volvió a reírse. −Cosade mi marido. −Y miro a Harry. −¿Qué viene ahora?

−Piano. −Y se acercoal piano de James. −Papa.

Sirius al ver el pianode James se le hizo un nudo en la garganta, acercándose se sentó en la butaca yentonces se puso a llorar de nuevo. −Lo siento.

 

Harry que no entendíanada se acerco. −¿Padrino?

Sirius limpiándose laslágrimas lo miro. −Estoy bien, tu papa es mi mejor amigo con tu tito.

Al escuchar eso, Harryle sonrió. −Papa. −Y cogiéndole de la mano lo llevo delante de las fotos.

El joven Black al vertantas fotos muggles miro a Hope sin entender.

−Un amigo de Jack quees fotógrafo nos las hizo, para que las tuviéramos.

−Ya se lo agradeceré.

−Hazlo, casi todas lasfotos no las paso él. −Y miro a Harry. −¿Qué viene ahora?

−Cocina. −Y se lollevo a la cocina.

Y como en el resto delpiso, Sirius se quedo con la boca abierta. −Aquí podemos jugar un partido dequidditch sin problemas.

−No des ideas. −Ledijo Hope riéndose y abrió la cristalera. −Esta es la terraza pero aun nosabemos que poner, además con tanto aire y tanta lluvia el lugar está sucio.

Sirius saliendo fueravio un espacio muy grande.

−Me gusta, y se puedenhacer muchas cosas. −Le dijo mirándola.

−Jack nos dijo lo del jacuzzipero aun no tenemos nada claro.

−Yo me ocupare deello. −Y miro a Harry. −¿Hay más?

−Sip. −Y cogiéndole dela mano se lo llevo escaleras arriba y Sirius pudo ver un pequeño recibidor yel pasillo.

−Hay cincohabitaciones y tres cuartos de baños. −Le dijo Hope y se las fue enseñando. −Estaes la de Harry. −Y abrió la única puerta que tenía un bonito letrero deanimales con su nombre.

Sirius entrando sonrió,era una habitación hermosa, de color azul con un montón de muebles pero sinagobiar y un hermoso edredón de color marrón y las sabanas de monitos.

−Las sabanas las tienea juego, mañana las cambiaremos. −Y le sonrió. −¿Qué te parece?

−Que Lily estaríafeliz con este cuarto. −Y le sonrió. −Es hermoso.

−Gracias, ¿quieres vertu habitación?

Al escuchar eso,Sirius la miro sorprendido. −¿Tengo una habitación?

−Cuando compramos losmuebles, Remus escogió su cuarto mas otro, aunque sinceramente no sabíamos paraquien sería, pero ahora creo que es el ideal para ti. −Y saliendo del cuarto deHarry abrió una puerta lo dejo pasar. −Para ti.

Sirius entrando, viouna cama negra y unos muebles a juego, aunque eran negros no era para nadaoscuro.

−¿Te gusta?

−Me gusta mucho. −Y lamiro. −Gracias.

−De nada. −Y miro aHarry que ya se había cansado y se había sentado en el suelo. −Hay quecambiarle de ropa y darle de merendar.

−Yo lo hago.

Hope le sonrió. −Hazlo,yo mientras iré preparando la merienda, luego tiene que hacer sus deberes yJack viene a darle lecciones de piano.

−No creo que venga hoy,se está ocupando de mis cosas, dinero, propiedades y todo eso.

−Siento lo de tumadre, se que murió hace poco.

Sirius la miro. −No losientas, ella no fue una buena madre.

−Puede que no, peroera tu madre.

−Puede. −Y queriendocambiar de tema miro a su ahijado. −Harry ven vamos a cambiarte de ropa y luegomerendaremos, yo también tengo hambre.

−Sip. −Y levantándose salióde la habitación y se fue a la suya donde empezó a quitarse su uniforme.

Sirius entrando en lahabitación le busco la ropa y tras mirar mucho escogió unos pantalones azules yuna camiseta de manga larga, como ya no saldría no necesitaba un jersey de masabrigo.

 

Cuando Harry estuvocambiado bajaron y se sentaron en la mesa para merendar.

−Hoy hay sándwich depollo con queso. −Les dijo Hope y cortando por la mitad los sándwich los pusoen el plato y se los acerco.

−Gracias abu. −Le dijoHarry y cogiendo un trozo se lo llevo a la boca.

Sirius lo miro. −¿Estabueno?

El niño asintió. −Estacalentito. −Y le dio otro mordisco.

Sirius asintiendo cogiósu parte y le dio un mordisco. −Mmm.

Hope lo miro. −¿Bueno?

−Buenísimo, tu comidaesta buenísima, gracias. −Y le dio otro mordisco.

Mientras les ponía unvaso de zumo le dijo: −Como aún queda mucho para la cena, también le doy unasgalletas.

−¿Para mí también hay?−Le pregunto Sirius.

−Pues no sé. −Le dijoHope divertida. −¿Has sido bueno?

−Mucho. −Y se rio. −Hesido muy bueno.

−Pues entonces tambiénhay para ti. −Y cogiendo un pote de galletas les dijo que cogieran unascuantas.

Harry haciéndole caso,cogió tres galletas de relleno de chocolate y se las puso al lado del platopara cuando terminara el sándwich.

Cuando terminaron demerendar ya se pusieron con los deberes.

−¿Harry tienes muchosdeberes? −Le pregunto Sirius.

−Poquitos. −Y abriendosu mochila saco su cuaderno de lengua y le dijo lo que tenía que hacer. −Tengoque pintar como lo dice aquí.

−¿Y que pone?

−Casa roja. −DijoHarry leyendo.

−Pues habrá quepintarla. −Y lo miro. −¿Verdad?

−Sip. −Y cogiendo suscolores cogió el rojo y se puso a pintarlo.

−Sirius mientras tuayudas a Harry con sus deberes yo empezare con la cena, quiero preparar unpollo relleno al horno, como lleva bastante tiempo apenas lo hago.

−Ves tranquila, yo ayudarea Harry y luego nos pondremos con el piano, para que no pierda su clase.

−Estupendo, pero antesque lea un poco. −Y le enseño el libro que estaban leyendo. −Siempre lee unapágina, y ya luego Harry te enseñara donde está la partitura que Jack le estáenseñando.

−Sí. −Y sonriéndole volviócon Harry, a él le encantaba divertirse pero ahora que le habían dado laoportunidad de estar con su ahijado haría bien las cosas no volvería a fallar aJames y Lily, además para divertirse había mucho tiempo en otro momento.

Un rato después, Remusy Lyall cerraban la librería por ese día.

−Ha ido bien el día. −Ledijo su padre. −Hemos vendido más de 50 libros.

−Me alegro, haber comole va a Sirius. −Y entrando en el piso, lo vieron jugando con Harry a loscoches.

Sirius al verlos dejoun momento de jugar. −No se cansa nunca.

Al escuchar eso, losdos hombres se rieron. −Nunca, es como tú y James que me llevabais de un ladopara otro. −Le dijo Remus sentándose en el suelo. −¿Qué habéis hecho?

−Hemos merendado,también hemos hecho los deberes, leído, tocar el piano y ahora llevamos desdelas cinco jugando.

−Ahora te ayudo. −Ledijo el castaño y miro a su sobrino. −¿Harry no quieres ver los dibujitos?

−Dibujitos. −Y levantándosecogió sus coches y los guardo. −Dibujitos. −Les repitió cuando termino.

−Ahora dibujitos. −Yllevándolo al sofá, lo sentó y acercándose a la televisión puso un videoinfantil y miro a Sirius. −Ahora puedes descansar.

 

−Gracias. −Y guardandoel cochecito con los demás, se sentó al lado de Harry. −¿Qué ves?

−La abeja Maya. −Y lomiro. −Es una abejita.

−¿Y pica?

−Nop, es una abejitabuena que tiene muchos amigos. −Y volvió a prestar atención a la televisión.

Sirius asintiendo miroa Remus. −¿Cómo va la librería?

−Muy bien, desde queabrimos hace unas semanas, vendemos cada día.

−Eso es estupendo y teníasrazón, el piso esta genial.

Remus le sonrió. −Yate lo había dicho, voy a ver que hace mi madre.

−Está haciendo pollorelleno al horno, pero hace un rato cuando he entrado estaba haciendo máscosas.

−Los viernesacostumbra a cocinar más, hace macedonia para terminar la fruta y que no seestropee y también otras cosas, le encanta cocinar.

−Ya lo he visto yolido, desde que ha empezado hace un olor agradable.

−La verdad es que si. −Ylevantándose entro en la cocina, donde Lyall hacía rato que había entrado y lepreguntaba si podía comer ya.

−Aun no cariño. −Ymiro a su hijo. −Llévatelo, no me deja cocinar.

−Ya me lo llevo. −Ledijo Remus riéndose y miro a su padre. −Ya no queda mucho para la cena, así queves con Harry a ver la abeja Maya.

−No me gusta esaserie, yo prefiero los diminutos.

−Pues pregúntale aHarry si la quiere ver.

−Ya voy. −Y dándole unbeso en la mejilla a su mujer, se fue al salón y miro a Harry. −¿Harry vemoslos diminutos?

El niño lo miro, a élno le importaba mucho que ver mientras fueran dibujos. −Sip.

−Gracias. −Yacercándose al video quito la cinta y puso la que a él le gustaba.

−¿Qué son losdiminutos? −Les pregunto Sirius.

Harry lo miro. −Sonuna familia pequeñita que vive en una casa gigante.

Sirius asintiendo sepuso a verlos. −¿Cuántos dibujos hay de estos?

−Ni te lo imaginas. −Ledijo Remus que se había sentado para ver los dibujos le sonrió. −Que si lospicapiedra, estos, y la abeja Maya, el capitán cavernícola, Harry tiene como 10videos. −Y levantándose se acerco al armario y se los enseño.

−Vaya pasada. −Le dijoSirius.

−Sí, no todos sondibujos también hay programas infantiles, como el barrio sésamo, y como ves legustan mucho.

−Ya lo veo. −Le dijomirando a su ahijado. −¿Te gustan mucho?

−Sip. −Le dijo elpequeño sin apartar los ojos de la televisión.

Remus mirando su relojvio que ya eran casi las seis y media y ya no tardarían mucho en cenar.

−Hay que bañar aHarry. −Le dijo el licántropo a su amigo. −¿Lo quieres probar?

−Sí. −Y miro a suahijado. −Harry hay que bañarte.

El niño lo miro. −Estoyviendo dibujitos.

−En otro momento, nose irán a ningún lado.

−¿Prometido?

Al escuchar eso, Remusse rio. −Como ves, tan desconfiado como James.

−Ya lo he visto. −Ymiro a su ahijado. -Te prometo que los podrás ver en otro momento.

−Vale.

−Antes hay queprepararle el baño. −Le dijo Remus y llevo a Sirius al baño de Harry, este alverlo se quedo parado.

−Es increíble. −Ledijo el joven Black mirando a su alrededor, había una cortina de baño infantildel fondo del mar con peces y otros animales acuáticos, en el toallero habíauna toalla blanca con una cenefa de peces parecido a la cortina, un albornozcon capucha colgaba de un perchero, también había una alfombra al lado de labañera, en el suelo de la bañera habían unos antiresbalones muy chulos, y unaestantería llena de cosas, donde habían varias cestas, jabones, toallas yesponjas.

 

Cuando termino demirar allí, miro encima del lavadero y vio que allí no se quedaba atrás, habíaun dispensador de jabón liquido en forma de delfín, un vaso para los cepillosde dientes con un bonito cepillo infantil, y una pasta de dientes, un platopara el jabón de mano, y por ultimo un vaso para enjuagarse con el mismo dibujoy en el suelo había una papelera infantil, hasta la escobilla era divertida, decolor azul con un pequeño delfín en la base.

−¿A que si? −Le dijoRemus sonriéndole. −En un principio no pensamos en comprar todo esto, pero alverlo supimos que era ideal para Harry y a él le encanta. −Y sentándose en labañera abrió el grifo a esperar a que la bañera se llenara. −Además losinvitados no entran en este cuarto de baño, van al que yo uso, aquí solo entrala familia.

−Mejor.

−La verdad es que si.

−Remus. −Sirius quetambién se había sentado lo miro. −¿Cómo está la custodia de Harry, te la handado? Quiero decir, ¿nunca te la quitaran?

−El juez me la ha dadocompletamente, solo me la quitarían si Jack ve que las cosas están mal.

−¿Volvería con losDusley?

−Así es.

−Eso no podemospermitirlo. −Le dijo Sirius. −Cuando vea a Jack, le diré que me ponga comotutor también.

−Eso estaría bien, loque menos quiero es que vuelva con esa gente, no lo trataban bien, no vi ningúnmorado ni nada por el estilo, pero se notaba que tenía miedo y la ropa quellevaba era cuatro tallas más grandes.

−Lily me dijo que suhermana también estaba embarazada, así que esa ropa debió de ser del niño,parece ser que lo que no le daban a él, se lo daban al otro niño.

−Sí. −Y lo miroseriamente. −Sirius prométeme que no harás ninguna tontería, lo que menosquiero es que te vuelvan a encerrar en Azkaban.

−No hare nada, aunqueeso no significa que no les quiera hacer daño por las cosas que le hicieron.

−Lo sé, cuando yo meentere también quise ir y decirles cuatro cosas, pero es mejor así, no quieroque por esa imprudencia nos quiten a Harry, el profesor Dumbledore quiere quevuelva con ellos.

−El profesorDumbledore se puede perder por un bosque si quiere, pasa de él, ahora cuandoJack me diga lo que tengo y lo que no tengo arreglare las cosas.

Remus que estabacontrolando el agua lo miro. −¿Tienes muchas cosas?

−Ni idea, pero creoque tengo lo que le perteneció a mis padres, a mis abuelos, y a mi hermano.

−Eso es bastante.

−Lo es, y servirá paraque nos dejen tranquilos, y no solo a nosotros sino también a Andrómeda y aNarcissa. ¿Qué sabes de ellas?

−Nada, el lunes fue laprimera vez que las vi desde que todo termino, pero por lo que se, creen queMalfoy es un mortifago, aunque nunca lo han podido demostrar.

−De ese me ocupare yo,si de verdad es un mortifago no dejare que ni Cece ni su hijo se queden con él.¿Y Andrómeda?

−Como digo no sé nada,pero creo que Tedd trabaja para el ministerio.

−De eso me ocuparetambién, aunque mi tío Cygnus no acepto nunca su boda con Tedd, mi prima Andrómedaes la que más se merece todo lo de los Black. ¿Ya está el baño?

 

Remus mirando labañera, vio que ya estaba llena de agua, metiendo la mano sintió que estabatemplada un poco caliente pero no mucho, así que echando un gran chorro de jabónlo revolvió un poco para que salieran las burbujas y luego abriendo un cajónsaco unos muñecos y los coloco.

−Esto ya está.

−Pues vamos. −Ybajando al salón cogieron a Harry y lo llevaron a la bañera donde nada masmeterse se puso a jugar con sus juguetes.

−El baño dura 20minutos, no todos los días lo hacemos pero si el viernes. −Le dijo Remus. −Ademásasí se relaja tras una semana de colegio y otras actividades.

−Yo también me quierobañar, me da envidia. −Le dijo Sirius.

Remus se rio. −Puesbáñate, nadie te lo impide. −Y lo llevo al cuarto de baño. −Como ves tienes unabonita bañera, así que cuando quieras puedes meterte.

−Lo voy a hacer ahora,¿me da tiempo antes de cenar?

−Te da tiempo. −Y trasdecirle donde estaban las cosas lo dejo para que se relajara.

Cuando Sirius se quedosolo, lleno la bañera y metiéndose cerró los ojos para relajarse sin darsecuenta de que se iba quedando dormido poco a poco.

Un rato después, Harryya había terminado de bañarse, y ya tenía el pijama y la bata puestos y denuevo estaba delante de la tele hasta que les llamaran para cenar.

−Remus ves a porSirius, creo que se ha quedado dormido. −Le dijo su padre.

−Puede ser, me hadicho que se quería relajar.

−Creo que se harelajado más de la cuenta, seguro que se ha quedado dormido.

−Seguro. −Ysonriéndole subió al segundo piso y entrando en el baño vio que efectivamenteSirius se había quedado dormido, con cuidado para no asustarlo se acerco y lodespertó. −Despierta dormilón, que ya pronto será la cena.

Sirius abriendo losojos lo miro. −¿Remus?

−Sí, veo que hasseguido mi consejo y te has relajado.

−Hace mucho tiempo queno me relajaba.

−Es normal, a saberlas cosas que has visto en Azkaban.

−Cosas horribles,además tenía a la loca de Bella justo al lado.

Al escuchar eso, Remuslo miro con horror. −Eso sí que es una pesadilla.

−Y que lo jures, yavoy a salir, ¿tengo ropa?

−Algo que mi madre teha comprado, mañana podrás ir a comprarte más.

−No tengo dinero,hasta que Jack venga.

−No seas tonto, sabesque lo mío es tuyo también.

−Gracias.

−De nada, te dejo paraque te cambies, en el armario y en la cómoda tienes la ropa.

−Sí. −Y así cuandoRemus salió del baño, término de bañarse y tras secarse y ponerse un albornozse fue a su cuarto y tras ponerse ropa limpia bajo al salón.

−Estas estupendo. −Ledijo Hope sonriendo. −Ahora cenaras y te irás pronto a dormir, ya verás cómomañana te sentirás mucho mejor.

−Eso espero. −Le dijoSirius y bostezo. −Disculpar.

−No pasa nada, se notaque estas cansado. −Y miro a los demás. −Ya la cena esta lista.

−Pues a cenar, asíSirius se puede ir pronto a dormir. −Y apagando la televisión se fueron a lacocina, y sentándose alrededor de la mesa, esperaron a que Hope les sirviera susplatos.

−¿Qué hay de cenar?

−Hay canelones y pollorelleno.

Al escuchar eso, Remusla miro. −Se nota que tenías ganas de cocinar.

Hope le sonrió. −Muchoy de postre mousse de chocolate. −Y cogiendo los platos empezó a servirles.

 

Una hora después,Sirius no era el único que bostezaba, Harry también lo hacía.

−A dormir. −Le dijoRemus y cogiendo a Harry en brazos se lo llevo a su cuarto y tras lavarse losdientes se metió en su gran cama.

−Sirius te tocacontarle el cuento. −Le dijo el licántropo a su amigo que estaba mirando lasfotos de sus amigos que su ahijado tenía allí.

−¿Qué cuento le toca?

−Eso lo decida Harry. -Ymiro a su sobrino. −¿Harry cual quieres?

−Peter Pan.

Remus sonriendo le dioel libro a Sirius. −Ahora me toca relajarme a mí, nos vemos mañana. −Y dándoleun beso en la frente a Harry y dándole las buenas noches se fue a su habitación.

Con el libro en lamano, Sirius se sentó en la gran cama de Harry. −¿Quién es Peter Pan?

El niño lo miro. −PeterPan es un niño que no quiere crecer y vive en el país de nunca jamás conCampanilla y los niños perdidos.

Sirius asintiendoabrió el libro y empezó a contárselo, pero como siempre pasaba antes de queterminaran la primera pagina, Harry ya estaba dormido.

El joven Black,cerrando el libro, se levanto y tras taparlo bien, le dio un beso en la frentey guardando de nuevo el libro en su sitio salió del cuarto y tras darle lasbuenas noches a los Lupin se metió en su cuarto y metiendo un momento la cabezaen el baño vio que Remus tenía los ojos cerrados y salía música clásica de unpequeño aparato.

−Si sigues así yo noseré el único en quedarme dormido.

−Sirius es mi hora derelajación así que piérdete.

−Que antisocial. −Y serio. −Cuidado no te arrugues con tanta agua, ya me voy a dormir ha sido un díacansado.

Remus abriendo unmomento los ojos lo miro. −Descansa, mañana las cosas serán mejor.

−Seguro, buenasnoches.

−Buenas noches. −Y volvióa cerrar los ojos.

−No te arrugues. −Yantes de que el castaño pudiera decir nada, salió del baño y cerrando la puertase quito la ropa y se metió en la cama, el joven Black al sentir las sabanaslimpias y que olían tan bien, suspiro hacía mucho tiempo que no se sentía tanbien, cerrando los ojos pronto se durmió.

Al día siguienteSirius se despertó mucho mejor, después de ir al baño a lavarse la cara, se fueal cuarto de Harry y lo vio vacio, así que bajando lo vio en el salón sentadoen el sofá con su pijama de color azul con los pantalones de cuadros y viendola televisión.

−Buenos días. −Hopesaliendo de la cocina le sonrió. −¿Has dormido bien?

−Muy bien, gracias,¿Dónde están Remus y Lyall?

−Ya han abierto lalibrería, la abrimos a las nueve, ahora son las nueve y media.

−¿Y Harry como es quese ha despertado tan temprano?

Hope le sonrió. −Porquehoy dan sus dibujos, los ponen los sábados y los domingos son los únicos díasque puede desayunar delante de la tele, a las diez nos iremos a comprar.¿Quieres desayunar?

−Gracias. −Ysentándose al lado de Harry le sonrió. −Buenos días.

El niño lo miro. −Buenosdías padrino. −Y volvió a mirar la tele.

Sirius sintiéndoseignorado, se levanto y se fue a la cocina. −Me ha ignorado.

Hope se rio. −Siemprelo hace, a esta hora es cuando empiezan los que a él más le gustan, así que nopresta atención a nada más. −Y cogiendo una bandeja, puso la taza de leche conchocolate a un lado, la caja de los cereales a otro lado y unos rollos dulces aotro lado.

 

−¿Desayuna todo eso? −Lepregunto Sirius.

−Sí. −Y le sonrió. −Losfines de semana son especiales, son los únicos días donde tenemos tiempo, entresemana Harry desayuna, leche con cereales y un pequeño bocadillo o otra cosa,pero rápido, para no llegar tarde a la escuela, así que estos días que tengo mástiempo me gusta mimarle.

Sirius le sonrió. −¿Hayrollos para mí también?

−Los hay, Lyall los hatraído de la panadería que tenemos aquí al lado. −Y le enseño una bolsa depapel. −Los tienes hay, y en la cafetera hay café recién hecho.

−Gracias.

−De nada. −Y saliendodejo la bandeja encima de la mesa de café y miro a Harry. −A desayunar.

−Si abu. −Y bajandodel sofá se sentó en la alfombra de pelo largo y cogiendo los cereales lleno sutazón de ellos y cogiendo la cuchara empezó a comérselos.

Sirius que ya habíacogido su desayuno y había salido de la cocina sonrió al ver que Harrydesayunaba, sentándose también en la alfombra se puso a desayunar mientrasmiraba los dibujos con su ahijado.

A las diez, Hope seacercaba. −Harry hay que vestirte, tenemos que ir a comprar.

−Si abu. −Y levantándosesubió a su cuarto.

−No ha dicho nada. −DijoSirius. −Aunque los dibujos no han terminado.

Hope se rio. −Es queel ya ha visto los que más le gustan, aun hay mas, pero no le gustan tanto.

−Es un niño listo.

−Mucho. −Y le sonrió. −¿Leayudas?

−Sí. −Y subiendo alsegundo piso vio que Harry había abierto el armario y buscaba su ropa.

Sirius sonriéndole cogióla ropa y le ayudo a vestirse, cuando terminaron bajaron a la planta principaly vieron que Hope ya estaba preparada.

−¿Ya estáis?

−Sí.

−Pues vamos, que haymucho que comprar. −Y poniéndole el abrigo a Harry bajaron a la calle.

Antes de irse acomprar, se acercaron a saludar a Remus y Lyall y viendo que tenían trabajosolo les dijeron que los verían luego y se fueron.

Dos horas después, yalo tenían todo, habían ido al mercado y lo habían llenado, luego habían vueltoa casa y tras vaciar el carro habían ido al supermercado y lo habían vuelto allenar.

−Sí que compramos. −Ledijo Sirius que llevaba el carro.

Hope asintió. −Sí, asíno tengo que ir entre semana a comprar, entre semana solo compramos la leche,el pan, y la prensa nada más.

−Está bien entonces.

−Lo está, ya lotenemos todo. −Y miro a Harry que iba delante de ellos con una bolsa dealmendras peladas que se iba comiendo muy a gusto. −¿Harry están buenas?

El niño la miro. −Sip.

−Se ha portado bien. −Ledijo Sirius, mientras compraban habían visto a niños llorando para que suspadres les hicieran caso y les compraran lo que ellos querían.

−Es un niño muytranquilo, nunca hace pataletas y siempre se porta bien, por eso me gusta ircon él a comprar, porque puedo ir tranquila.

−Eso está bien.

−Sí, ¿vas a ir acomprar tu ropa ahora?

−Me comprare ahoraalguna cosa, el lunes más tranquilo ya iré a comprarme más.

Hope le sonrió. −Ahorasi quieres te podemos acompañar.

−No gracias, descansano hemos parado en toda la mañana, me llevare a Harry así te relajas.

−Gracias.

−De nada. −Cuandollegaron a su casa, dejaron a Hope allí y Sirius cogiendo a Harry se fueron amirar tiendas.

 

Una hora después,Sirius mirando que ya casi era la una cogió las cosas que había comprado y miroa Harry que jugaba con unos muñecos que le había comprado.

−Harry ya nos vamospara casa, seguro que tienes hambre.

El niño lo miro consus hermosos ojos verdes. −Si padrino.

−Pues vamos. −Yvolvieron a su casa, al llegar vieron que la librería ya estaba cerrada,subiendo vieron que Jack estaba allí.

−Tito Jack. −Harry seacerco corriendo.

−Hola pequeñajo. −Jacksonriéndole le cogió en brazos. −¿Te has portado bien?

−Sip, mira. −Y leenseño los muñecos que su padrino le había comprado.

−Están muy bien.

−Mucho.

−¿Sirius has compradomucho? −Le pregunto Remus.

−No mucho, unascamisas, unos pantalones y unos zapatos, lo que tu madre me compro me gusta asíque no necesito mucho mas.

El castaño le sonrió ymiro a Harry. −Tienes que lavarte las manos ahora comeremos.

−Si tito. −Y dejandosus muñecos nuevos a un lado, se fue a lavar las manos.

Cuando los adultos sequedaron a solas, Sirius miro a Jack. −¿Has podido conseguir todas mis cosas?

−Los he podidoconseguir, no han puesto ninguna pega, saben que es tuyo, aunque no les hacegracia tener que soltar tanto dinero y propiedades. −Y abriendo su maletín,saco un sobre muy grueso y se lo dio. −Todo lo que hay dentro es tuyo, mas la compensacióndel ministerio.

−Luego lo veré notengo ninguna prisa. −Y dejándolo a un lado lo volvió a mirar. −¿Qué hay de misprimas?

−Mañana vendrán acomer, con sus familias.

−Entonces preparareuna comida de cinco tenedores. −Le dijo Hope sonriendo. −Ahora es hora decomer, si queréis que luego Harry se haga la siesta y vayamos a patinar.

−Sí. −Y así con Harryque ya había bajado se sentaron alrededor de la mesa y se pusieron a comer.

Por la noche, Jack sejuntaba con Sirius y Remus, Harry y los Lupin ya se habían ido a dormir.

−¿Sirius que vas ahacer? −Le pregunto Jack.

−No voy a hacer nada. −Ledijo el joven Black. −Lo único que voy a hacer es cuidar de mi familia, los delministerio y los demás se pueden ir al diablo. −Y abriendo el sobre se puso amirar las cosas. −¿Tengo alguna cuenta muggle?

−La tienes. −Y pasandoalgunas hojas le enseño todas las que tenia. −¿Qué quieres que haga con ellas?

−No necesito tanto. −Dijomirando las grandes cifras que allí había. −Abriré una nueva y allí pondré algode dinero, una vez al año la iré llenando esa es la única que usare. −Y miro aRemus. −¿Qué te parece?

−Me parece bien,conociéndote como te conozco, se que te gusta gastar el dinero.

Sirius se rio. −Megusta, no lo voy a negar, pero ahora me controlare, tiene que durar muchosaños.

−Con lo que tienes, tedurara mil años aunque te pases. −Le dijo Jack.

−Lo sé, pero vivimosen un lugar comercial y tampoco quiero que vean cosas que no deberían estar,eso sí compraremos un coche, siempre va bien tener uno.

−Me parece bien. −Ledijo Remus. −Compraremos uno familiar, creo que hay un parking no muy lejosdonde se puede guardar.

−Pues eso, nossacaremos el carnet de conducir y así lo usaremos. −Y miro a Jack. −Lasempresas y todo eso, mañana hablare con los demás haber si tienen alguna ideade qué hacer con ellas.

 

−¿Y qué harás tu? Nopuedes pasarte todo el tiempo sin hacer nada.

−Lo sé, ya veré lo quehago, de momento lo único que quiero hacer es cuidar de la familia.

−Y haces bien. −Remusle sonrió. −Tienes mucho tiempo para ver qué haces.

−Sí. −Y miro a Jack. -Quieroque hagas algo.

−¿El qué?

−Que me pongas en elregistro como tutor de Harry a medias con Remus, ya él me ha dicho que los deljuzgado miran mucho eso, como padrino de Harry y su tío nadie dirá nada.

−Lo hare. −Y miro aRemus. −¿Qué te parece?

−Que cuantos másseamos cuidando de Harry más tranquilos nos dejaran.

−Si, Dumbledore vacada semana a meter la nariz para saber cómo le va a Harry, solo quiere queRemus meta la pata para llevar corriendo a Harry de nuevo con los Dursley.

−Es un pesado. −DijoSirius. −Ignorémosle. −Y miro a Jack. −Remus me ha dicho que James dejo unamensualidad para Harry.

−Si, 5000 libras, peroRemus apenas la ha usado. −Le dijo y miro al castaño. −No has usado ni 1000libras.

−Ya te dije que solousaría lo que necesitara, y ya no lo necesito, tengo la librería que da dinero,además a mis padres les dieron sus finiquitos que no es mucho porque se fueronde sus trabajos pero es algo al estar tantos años en sus trabajos.

−Eso está bien. −Ledijo Sirius. −Pero ahora que yo estoy aquí y que Remus tiene la librería que dadinero más el dinero de Lyall de su trabajo, no lo necesitaremos. −Y miro aJack. −Quiero que bloquees esa cuenta para que nadie pueda tocarla y no soloesa, sino todas las que Harry tiene, no quiero que nadie toque ese dinero.

−Ya todas estánbloqueadas menos la de Remus.

−Bloquea esa también. −Ledijo el castaño. −Yo ya te dije que solo la usaría hasta que todo fuera bien, yya va bien, así que no la necesitamos.

−Lo hare. −Y miro aSirius. −¿Quieres que te habla una cuenta?

−No gracias, lo mirareyo, Lyall me ha dicho que hay muchos que no es como con gringotts que solo hayuno.

−Hay muchos, ademáshay cuentas infantiles para que los niños puedan tener su dinero.

Al escuchar eso,Sirius sonrió. −Le abriremos una a Harry para que tenga una.

−Ya tiene una hucha. −Ledijo Remus sonriendo. −Una en forma de cerdito, con una tapa abajo, aunque solotiene cuatro años, le damos dos libras a la semana y ahora más que gastárselole gusta guardarlo.

−A ese paso, cuando selo quiera gastar tendrá más que nosotros.

−Seguramente. −Y miroa Jack. −¿Mañana vendrás a comprar con nosotros?

−¿Quieres que venga?

−Si, Remus me ha dichoque se puede confiar en ti, y me lo has demostrado.

−Solo quiero cuidar deHarry.

Sirius le sonrió. −Entonceseres de los nuestros, que queremos lo mismo, entonces mañana hablaremos de lascosas que hare con las empresas.

−Entonces ya me voy,ya se está haciendo tarde. −Y despidiéndose se fue.

Cuando los dosmerodeadores se quedaron a solas, Sirius lo miro. −Es simpático.

−Lo es, ya me voy adormir, nos vemos mañana.

−Sí, descansa.

−Igualmente. −Ydándole las buenas noches, se puso a mirar las cosas que sus padres le habíandejado cuando se canso, lo guardo todo de nuevo en el sobre y se fue a sucuarto, dejando el sobre en uno de los cajones de su mesa de noche, se puso elpijama y metiéndose en la cama cerró los ojos y pronto estuvo dormido.

 

Al día siguiente, comoel día anterior, cuando Sirius se despertó vio que Harry estaba mirando susdibujos con el pijama puesto, Lyall estaba leyendo la prensa y Remus estabasentado en la mesa trabajando.

−Buenos días.

−Buenos días. −Lesaludaron los tres.

Sirius acercándose aRemus lo miro. −¿Qué haces?

−Haciendo lacontabilidad de la tienda, la hago los domingos en un momento.

−¿Es mucho trabajo?

−No, al final de cadadía, sumo todo lo recaudado y el domingo solo tengo que sumar todo, y guardarpreparar el dinero que llevare mañana al banco, no me gusta ir todos los días,así que voy los lunes a primera hora.

Sirius asintiendo vioque había una caja de caudales a un lado. −¿Hay guardas el dinero?

−Sí. −Y abriendo lacaja se lo enseño. −Arriba guardo las monedas y abajo los billetes.

−Está bien, ¿te ayudo?

−Si gracias. −Y trasexplicarle lo único que dejaba en la caja para el día siguiente, siguiósumando, no mucho tiempo después terminaban y Remus miraba a su padre. −Papahemos hecho esta semana una caja de más de 500 libras.

Al escuchar eso, Lyalldejo el periódico y lo miro. −Eso es estupendo hijo, la librería marchaestupendamente.

−Lo hace. −Y contentode que fuera tan bien la librería, guardo todo el dinero en un sobre marrón ytras cerrarlo apunto el dinero que allí había y guardándolo en el cajón delarmario los miro. −Ya podemos desayunar.

−Pues vamos. −Le dijoLyall dejando el periódico a un lado y miro a Harry. −Harry vamos a desayunar,cuando termines podrás seguir viendo los dibujos.

−Si abu. −Y levantándosese fueron a desayunar.

Un rato después,tocaban al timbre, Remus fue a abrir y vio que eran Andrómeda con Tedd, Dora yahabía empezado Hogwarts.

−Buenos días.

−Buenos días. −Lamujer le sonrió. −Bonito lugar.

−Lo es. −Le dijo Remusy saludo a Tedd. −Hola.

El hombre le sonrió. −Hola.

Sirius acercándoseabrazo a su prima y tras darle un beso le pregunto: −¿Vendrá Cissy?

−No lo sé, la únicaque la vi después de tantos años, fue en tu juicio.

−Espero que vengan,hay muchas cosas de las que hablar y quiero que ella esté aquí, además quierover al pequeño.

−Solo sé que se llamaDraco, no lo conozco.

−¿Otro nombre de constelación?−Le pregunto Sirius.

−Qué te voy a decir,somos raros.

−Y que lo jures,mientras llegan vamos a tomar un té. −Le dijo Sirius.

−Sí. −Y así mientras Harryque ya lo habían presentado a los Tonks volvía con sus juguetes, los adultosestaban relajados hablando de todo un poco.

Media hora después,tocaban al timbre de nuevo y esta vez era Jack, después de las presentacionesvolvieron a sentarse en el sofá y diez minutos después tocaban al timbre denuevo.

−Esa debe de serCissy, no esperamos a nadie más. −Les dijo Sirius y levantándose fue a abrir lapuerta, no mucho tiempo después, la mujer entraba con Lucius y Draco.

−Cissy. −Sirius laabrazo. −Me alegro que hayáis venido.

−Gracias por lainvitación.

−De nada. −Y dándoleun beso en la mejilla miro al hombre. −Lucius.

−Sirius. −El hombre lomiro. −Tenía mis dudas en venir.

 

−Lo sé, pero me alegrode que estéis aquí, sobre tu que nunca hemos terminado en llevarnos bien. −Ymiro al niño. −Tú debes de ser Draco.

El niño asintió y lomiro con sus ojos grises.

−Grises.

Cissy le sonrió. −Sí.

Sirius le sonrió y sepuso a la altura de Draco. −Yo soy tu tío Sirius, ¿quieres ser mi amigo?

Draco lo miro unmomento y luego miro a su padre.

−Draco el es un buenhombre. −Le dijo su padre.

El niño asintiendomiro a su tío. −Sí.

Siris le sonrió. −Estupendo,ven te quiero presentar a los demás. −Y levantándose lo llevo donde estabaHarry jugando. −Harry, el es tu primo Draco.

El niño dejando dejugar lo miro, Harry cogiendo un elefante se levanto y se acerco. −¿Quieresjugar a los animales? −Y le enseño el elefante.

Draco lo miro y trasunos segundos asintió.

Harry sonriendo le dioel elefante. −Para ti.

−Gracias.

−Ven. −Harry le cogióde la mano y se lo llevo con sus otros juguetes.

Los adultos contentosde que se llevaran bien, se sentaron.

Sirius miro a Lucius. −Quieroque seas sincero conmigo, ¿eres un mortifago?

El hombre lo miro. −¿Paraeso me has hecho venir?

Cissy miro a sumarido. −El puede arreglar las cosas, por favor dejemos todo atrás.

Lucius miro a su mujery tras unos minutos de tenso silencio asintió. −Está bien. −Y miro a Sirius. −Losoy.

−¿Has matado algunavez?

−No.

−¿Torturado?

−No.

Sirius lo miro con susprofundos ojos grises. −Confiare en tu palabra, y no hare nada, pero si veo queme mientes las cosas no te irán bien, Jack me ha hecho saber que ya tengo todasmis cosas y he recuperado mi poder. −Y miro a Jack. −Quiero que busques unamanera de quitarle la marca.

−Lo hare, aunque noserá fácil.

−No me importa eldinero que gastes, hazlo.

−Lo hare.

−Con esto hablado, tenemosque hablar de otras cosas.

−¿De qué? Le preguntoCissy.

−De que no me voy aocupar de los negocios de la familia, no me interesan, así que si alguno loquiere hacer, se puede ocupar.

Al escuchar eso, Andrómedalo miro. −¿Y qué vas a hacer?

−Aun no lo sé, pero noquiero ocuparme de los negocios. ¿Alguien quiere?

−Si me dejas yo lopuedo hacer. −Le dijo Tedd mirándolo.

Sirius le sonrió. −Claroque te dejo, no solo porque eres el marido de mi prima sino también un buenamigo. −Y miro a Jack. −Ya está solucionado.

−Tú lo solucionas todomuy rápido.

−Sí. −Y riéndose mirode nuevo a Tedd. −Jack es el abogado de la familia, así que él te ayudara entodo lo que necesites.

−Gracias. −Y miro alabogado. −Espero que nos llevemos bien.

Jack asintió. -Yotambién lo espero.

−Otra cosa arreglada. −Ymiro a Lucius y Narcissa. −Creo que tendríais que mudaros un tiempo al Londresmuggle, estaría bien un cambio de aires.

−No conozco nada. −Ledijo Lucius mirándolo. −¿Además que haría? ¿Quién se ocuparía de mis negocios?

−De tus negociosmágicos se puede ocupar tu abogado o tu gerente y aquí también hay negocios delos que ocuparse.

−¿Cómo qué?

−Hoteles. −Le dijoLyall que hasta el momento no había dicho nada.

−¿Hoteles? −Sirius lomiro.

−Sí. −Y levantándose cogióel periódico y se lo enseño. −Parece ser que han puesto en venta un gran hotelaquí en Londres, podéis trabajar juntos, así tu vigilas que él no haga ningunaestupidez y él se aleja de la magia y todo eso.

Sirius asintiendo mirola noticia. −Es un gran hotel, de 80 habitaciones, estaría bien trabajar conhoteles. −Y miro a Lucius. −¿Qué te parece? −Y le enseño la noticia.

−Lo del hotel estábien, los hoteles son buenos negocios, pero no sé si quiero vivir aquí.

Remus lo miro. −A tresmanzanas hay una calle residencial, no las he visto por dentro, pero sé que lasvenden.

−Las podéis ir a ver. −Ledijo Andrómeda y miro a su hermana. −Sirius tiene razón, es hora de apartarseun tiempo de la magia. −Y miro a su primo. −¿Me prestas el dinero? Si me gustala casa, la comprare.

−No seas tonta, no teprestare nada, te daré la parte que mi tío no te quiso dar, también es tudinero. −Y miro a Lucius. −No te cierres a nada, mira primero la casa y luegoya decides.

El hombre suspirandolo miro. −No me vas a dejar, ¿verdad?

Sirius lo miro. −No,nunca nos hemos llevado especialmente bien, pero ahora las cosas serándiferentes, tienes un hijo hermoso y una mujer que se nota que te quiere, noquiero que por cosas que no has hecho termines en Azkaban o aun peor, muerto.

−Yo tampoco quieroterminar de ninguna de las dos maneras. −Y miro a su mujer. −¿Qué dices tú?

Cissy le cogió de lamano. −Que ellos tienen razón, el mundo muggle es muy grande, mucho más que elmágico y podemos ser felices aquí.

−Está bien. −Y miro denuevo a Sirius. −Miraremos la casa y también lo del hotel, si me gusta nosvendremos aquí.

−Estupendo. −Siriusasintió complacido. −Ahora que ya hemos hablado de estas cosas serias,hablaremos de cosas más agradables. −Y miro a Andrómeda. −¿Qué tal mi sobrina?

La mujer le sonrió. −Igualque tu nunca se está quieta, aunque ha salido torpe, se tropieza con todo loque se encuentra, está en hufflepuff.

Sirius asintiendo le sonrióy así se pusieron a hablar de los niños.

Unas horas después,Sirius se despedía de sus primas contento, las cosas habían ido mucho mejor delo que había pensado en un principio.

Al día siguiente,Sirius y Remus llevaron a Harry a la escuela, y luego se fueron al banco paraabrir las nuevas cuentas tanto de Sirius como la de infantil de Harry.

Cuando terminaron sefueron a la librería, donde ya Jack y los demás los esperaban, antes de irseRemus miro a su madre.

−Mama les acompaño,para que vean donde están las casas, no tardare mucho.

Hope le sonrió. −No tepreocupes, como ves está muy tranquilo esto, ya me dirás como son las casas.

−Lo hare. −DespidiéndoseRemus los llevo a la calle que como les dijeron no estaban muy lejos a unosdiez minutos caminando.

Cuando llegaron aCissy y a Andrómeda les gusto lo que veían, las casas eran adosadas rojas,blancas, negras con unas bonitas chimeneas.

−Me gusta. −Le dijoCissy a su marido. −Es hermosa.

Lucius miro lafachada. −La verdad es que esta bastante bien.

−Mucho. −Le dijo la mujer contenta.

−Buenos días. −Unhombre con traje se acerco. ¿Les interesa la propiedad?

Sirius asintió. −Sí,¿usted es el agente inmobiliario?

−Lo soy, ¿quierenpasar a verla?

−No tenemos cita.

 

El hombre le sonrió. −Nose preocupe por ella, hoy es día de puertas abiertas, pueden pasar sinnecesidad de cita, ¿entonces vamos?

−Sí. −Y así siguieronal agente, que les fue enseñando la casa. −Como han visto es una casa adosada,y por ello no tienen muchas ventanas, pero el lugar casi abierto hace que entreel sol. −Dijo el agente.

Cissy y Andrómeda no dejabane mirar todo bien.

−¿Cuántos pisos tiene?−Le pregunto Sirius.

−Seis.

Al escuchar eso, todoslo miraron asombrados. −¿Tantos?

El agente asintiócontento de haberles sorprendidos. −Sí, incluso tiene piscina, una pequeñaterraza y ascensor.

−Eso lo tengo que ver.−Dijo Jack.

Remus divertido lomiro. −No me digas que quieres una.

El abogado asintió. −Esincreíble, me gusta.

−Aunque por fuera,parece una casa normal, por dentro como ves, está muy bien.

−Lo está.

Lucius que no habíadicho nada, miro al agente. −¿Nos enseña el resto de la casa?

−Sí. −Y así les fueenseñando lo demás.

Un rato después, todosestaban encantados con la casa.

−Me la quedo. −DijoJack al agente.

−Estupendo, fírmemeesto. −Y le dio un documento. −Esta tarde, puede pasarse por la agencia y podráfirmar el resto de los papeles.

−Lo hare. −Y cogiendoel documento, tras leerlo lo firmo, devolviéndoselo miro a los demás. −¿Qué decísvosotros?

Cissy miro a sumarido. −Me gusta mucho, cómprala.

El hombre que tambiénle había gustado asintió, nunca creyó que le gustaría una casa muggle, peroesta le había gustado tanto que la quería así que miro al agente. -Me la quedo.

−Hay en total diezcasas, aunque ya se han reservado dos, así que puede escoger la que quiera.

−Quiero una al lado dela suya.

−Sin problemas. −Ycogiendo otro documento apunto unas cosas y se lo dio.

Mientras Luciusfirmaba, Andrómeda miro a Tedd. −¿La compramos?

Aunque al hombre legustaba mucho, el no podía permitirse pagar tanto, Sirius leyendo elpensamiento del marido de su prima le dijo: −Recuerda lo que te dije ayer, nosolo le daré a Meda y a Dora lo que es suyo por ser mi prima y mi sobrina sinoque ahora ocupándote de los nuevos negocios tendrás más dinero.

−Está bien. −Y miro alagente. −Nosotros también queremos una.

El agente asintiendo cogióotro documento y le hizo que lo firmara.

−¿Qué es estedocumento?

−Es un documento dereserva, para que no les quiten la casa, antes de ustedes han venido otras dosfamilias, así que con las suyas solo quedan cinco a la venta.

Remus miro a Sirius. −¿Vasa comprar una?

−No, me gusta dondevivimos. −Y miro al agente. −¿Cuándo podrán mudarse?

−Esta tarde sefirmaran los papeles y luego se tendrá que hacerse la transferencia y en diezdías ya se podrán mudar.

−Estupendo. −Y miro asus primas. −Ya está todo arreglado.

−Sí, estoy contenta,es un lugar increíble para vivir.

−Y muy tranquilo. −Ledijo el agente. −Es un barrio familiar, sin discotecas ni bares con músicaalta.

−Mejor, nos vemos estatarde. −Y despidiéndose del agente se fueron a ver el hotel.

Cuando terminaron deverlo y hablar con el agente para comprarlo, se despidieron y ya cada uno sefue a su casa, Remus se fue a la librería donde vio que su madre estabalimpiando y no había nadie.

 

−Mama, ya heregresado.

Hope dejando elplumero le sonrió. −¿Qué tal todo?

−Muy bien, Sirius seha ido a comprar unas cosas, me ha dicho que no tardaría mucho en volver.

−Que se tome el tiempoque necesite, seguro que querrá mirar el barrio y pasear.

−Seguro, veo queestabas limpiando.

−Si, como ves no haytrabajo.

−Entonces te ayudo alimpiar. −Y poniéndose un delantal se puso a limpiar.

Me ha echo mucha gracia, muchas me habéis preguntado de que trabajaría Sirius, ahora lo sabéis trabajara con Lucius en hoteles, gracias por preocuparos tanto por el.

Unas horas después ala hora de la comida, Sirius les explicaba lo que había hecho. −He visto unatienda de cuadros, les he pedido dos, uno de los merodeadores con Lily y otroque ya lo veréis.

Remus lo miro. −Nosabía que había una tienda de cuadros.

Sirius le sonrió. -Pueslo hay, no está muy lejos a dos calles hacia abajo.

−Ahora lo entiendo,siempre vamos para arriba que es donde está el centro social y elpolideportivo.

−Para abajo hay muchastiendas, también he comprado algunas cosas que me han gustado. −Y señalo lasbolsas. −Luego os lo enseño hay cosas para todos. −Y les sonrió. −Ha sidoagradable.

−Me imagino.

−Chicos hay que comer.−Le dijo Hope mirándolos. −Si esta tarde queréis ir a firmar los papeles de la comprade las casas.

−Tienes razón. −Ysiguieron comiendo.

−Lo que nosotrostenemos que mirar es que construimos en la terraza, pronto llegara el buentiempo y aun no hay nada. −Les dijo Lyall.

−¿Me puedo ocupar yo? −Lespregunto Hope.

Sirius le sonrió. −Claroque sí, siempre va mejor una mujer en estos casos, nosotros solo pondríamosmuebles oscuros y otras cosas.

Hope le sonrió. −Meocupare hare un hermoso lugar para todos.

−Cariño pon unabarbacoa, pero que no sea de construcción. −Le dijo Lyall.

−Me ocupare de poneruna que no sea muy pesada, he visto que hay de gas.

−Estupendo. −Ymientras pensaban que poner en la terraza siguieron comiendo.

Unas horas después,Sirius llevaba a Harry al centro social, ese día le tocaba música.

−¿Te gusta? −Lepregunto.

−Sip, tocamos elxilófono.

Sirius le sonrió. −Diviértete,nos vemos en un ratito.

−Si padrino. −Ydiciéndole adiós con la mano se metió en la sala donde estaban sus amigos.

El hombre mirando unmomento a su ahijado que estaba jugando con otros niños, se fue.

Después de música, dehacer sus deberes y bañarlo, Sirius le dio su regalo. −Para ti.

Harry feliz de tener unregalo, lo cogió y abriéndolo vio que eran un ejército medieval, el no sabía deesas cosas pero sí que sabía que ahora tenía más muñequitos para jugar, inclusovenían con caballos y habían dos ejércitos uno de color dorado y otro de colornegro.

−Gracias. −Y loabrazo.

−De nada. −Y le sonrió.−¿Quieres jugar?

−Sip. −Y se acerco asu castillo.

Sirius al ver elcastillo se asombro, habían torres, una puerta de esas que se bajaban y subíanincluso tenía unas catapultas, no le faltaba nada.

−¿Es tu castillo?

Harry mirándoloasintió. −Sip, me lo ha regalado el abuelo, y jugamos mucho.

−¿Tiene dragón?

−Sip. −Y se lo enseño.−Dragón. −Y le enseño otra figura. −Mago.

 

Sirius le sonrió. −Esoestá muy bien, ahora pondremos el nuevo ejército.

−Sí. −Y sentándose empezóa sacar las piezas de la caja y los fue colocando en su sitio y los caballoslos dejo al lado de un bebedero, Sirius asombrado por todas las cosas que habíase sentó y se puso a jugar con su ahijado.

Unas horas despuésmientras cenaban, Lyall se reía. −¿A que tiene cosas? Cuando lo vi, supe queera ideal para Harry, hasta tiene un tesoro, cofres y cosas así.

−Ya lo he visto,incluso me ha enseñado los fardos de paja.

−Cuando fuimos acomprarlo, vimos entre todos los que había y compramos este y compramos unacaja aparte con el otro ejército, en la caja solo venia el castillo con un ejército,por suerte todo es de la misma compañía así que son iguales, el ejercito que tule has comprado se parece mucho, ¿sabes si tiene castillo?

−No lo sé, pero mañanalo mirare.

−Hazlo, pero que seadiferente, así tendrá dos castillos diferentes.

−Vosotros dos. −Remuslos miro. −Creo que estáis más emocionados que Harry.

Hope que se reíaasintió. −Sois peores que Harry.

Sirius se defendió. −Megustan los castillos.

−Ya lo he visto.

Y así Lyall y Siriussiguieron hablando del castillo que querían comprar para Harry, mientras Hope yRemus los miraban divertidos y Harry cenaba ajeno a todo.

Al día siguiente,después de dejar a Harry en la escuela, Sirius se fue a buscar el castillo parasu ahijado, mientras Hope iba a mirar decoradoras de terrazas.

Al llegar a la tienda,Sirius se fue a hablar con el dependiente.

−Buenos días.

−Buenos días. −Elhombre lo miro. −Usted estuvo ayer, ¿verdad?

−Sí, compre un ejércitode soldados medievales, me preguntaba si tiene el castillo.

−Sí que lo tengo, yotras cosas, venga conmigo. −Y le fue a enseñar todo lo que tenían.

Sirius al ver todo loque tenia se asombro como la noche anterior, incluso allí habían muchas cosasque Harry no tenia, aparte de comprar un nuevo castillo, que escogió totalmentediferente para que no fuera igual, compro otras cosas, cuando termino de pagarle dio las gracias y se fue.

Al llegar a lalibrería, Remus lo miro. −¿Cuántas cosas has comprado?

−No mucho, solo que elcastillo es grande y he comprado otras cosas que a Harry le faltaban. −Yabriendo las bolsas fue colocando las cosas encima del mostrador.

−Arboles. −Remus quemiraba una de las cajas, vio arboles y troncos cortados con una hacha, inclusohabían arbustos y troncos caídos. −Tiene arboles pero no esos.

−Si, según me ha dichoel dependiente, este castillo es mas nuevo que el que tu padre compro así quetiene muchas cosas que en el otro no vienen.

−Eso siempre pasa,¿Qué más has traído?

−Una torre. −Y se loenseño.

Remus cogiéndola lamiro. -Ahora podrá jugar con una tercera persona, cuando juega con sus amigosse quieren quedar con el castillo y claro siempre hay broncas. −Y lo miro. −Apartede la torre, vienen algunas figuras.

−Sí pero no muchas,Harry ya tiene un gran ejercito, esto solo es para terminarlo.

−Mejor, tiene cuatroejércitos, dos castillos, y una torre ahora. −Y lo miro. −¿Qué mas has traído?

−No mucho mas. −Y leenseño la última caja. −Vienen cuatro carros, uno real, uno de criminales, unodel tesoro y el ultimo de granja con sus cositas. −Y le enseño los sacos queiban en el carro de granja. −Y por lo que me ha dicho a partir de verano iránsacando pequeñas piezas, como un soldado o una princesa, cosas así.

 

−Está bien, asípodremos comprar solo lo que falta. −Y vio que su madre entraba en la tienda,había una campana que les avisaba, y vio que no iba sola. −Hola.

−Hola cariño. −Ydándole un beso también le dio un beso a Sirius y miro todo lo que había en elmostrador y miro a Sirius. −¿El nuevo castillo?

−Sí. −Y miro a la otramujer. −¿Quién es?

−La diseñadora, nosdiseñara la terraza como queramos. −Y miro a la diseñadora. −Ellos son mi hijoRemus, y mi sobrino Sirius.

−Un placer. −Lessaludo la diseñadora. −La señora Lupin me ha dicho que tienen una terrazabastante grande y que la quieren decorar para la primavera.

−Así es. −Y miro a lamujer. −¿Cuánto tardara en construirla?

−Según como sea.

−Pues entonces empezarahora, porque es bastante grande. −Le dijo Sirius y miro a Hope. −Yo me quedarecon Remus para ayudarle, así que tomaros el tiempo que necesitéis.

−Lo haremos.

−Para vosotros. −Ladiseñadora les dio un folder. −Aquí están todos mis diseños, así cuando bajemosde tomar medidas ya me pueden decir que quieren, así iremos más rápido.

−Estupendo, pues ahoranos ponemos a ello. −Dijo Remus cogiendo la carpeta y miro a su amigo. −Peroantes tenemos que guardar todo.

−Sí. −Y guardando lascajas de nuevo en las bolsas, se pusieron a mirar los diseños.

Mientras ellos mirabanlos diseños, Hope llevaba a la diseñadora y a sus trabajadores al piso, alllegar mientras los trabajadores tomaban las medidas, Hope le enseñaba mejor laterraza.

−Como puede ver esbastante larga.

−Ya lo veo y no soloes larga sino también ancha. −Y le sonrió. −Me encantara trabajar aquí, siemprebusco lugares grandes para hacerlo, pero apenas he trabajado en esta zona.

−Pues aquí todostenemos la misma terraza. −En ese mes que llevaban viviendo allí, Hope ya habíaconocido a algunos vecinos, como a los panaderos y a otra gente y le habíaninvitado a su casa y no habían tenido problemas en enseñarle sus terrazas,muchos tenían pequeñas piscinas, jacuzzi incluso las dos cosas. −¿Qué merecomiendas?

−Primero tengo quesaber que hay abajo.

−El almacén de la librería,también un baño y un despacho.

−¿Entonces lapropiedad es vuestra?

−Sí, todo el edificio.

−Mejor cuando se tratade diferentes dueños, los propietarios no les hace mucha gracia poner cosas depeso arriba.

−Nosotros no tenemosningún problema, como le digo, el edificio es nuestro.

−Estupendo. −Y miro asus trabajadores. −¿Cómo vais?

Ya casi hemosterminado, como es rectangular es sencillo.

−Bien. −Y miro a sucliente. −¿Qué había pensado?

−Queremos algo para elverano.

−¿Cómo una piscina oprefieren jacuzzi?

−¿Podemos poner lasdos cosas?

−No hay problema, perotendríamos que llamar ingeniero de estructuras, para estar seguros de que elpeso del agua no hunda el techo.

−Hagan todo lonecesario para que eso no pase, lo que menos que quiero es que cuando mi nietose esté bañando se caiga. −Solo de imaginárselo le daba un ataque.

 

−Eso no pasara, nosocuparemos de ello.

−Mejor, también megustaría una barbacoa pero mi marido no quiere de esas de obra.

−Hay portátiles quevan con gas.

−Sí.

−Ya estamos. −Dijo unode los trabajadores. −Es bastante grande. −Y le paso las medidas.

La diseñadoramirándolos asintió. −Estupendo. −Y los miro. −Ya habéis terminado por hoy, yacuando tenga el diseño empezareis.

−Entonces nos vemos. −Ycuando bajaron a la calle, se despidieron y se fueron.

Hope y la diseñadoraentraron en la librería y vieron que Sirius y Remus seguían revisando elfolder.

−Ya estamos aquí. −Lesdijo la señora Lupin.

Remus mirándola lepregunto: −¿Es grande?

−Mucho, pero siqueremos poner piscina y un jacuzzi tendremos que traer a un ingeniero deestructuras.

−Pues se trae. −Lesdijo Sirius.

−Así es. −Dijo Remus. −Loque menos quiero es que Harry o alguno de nosotros se caiga con toda lapiscina.

−Me ocupare detraerlo. −Dijo la diseñadora apuntándolo en su libreta, cuando termino losmiro. −¿Ya han pensado que quieren?

−Sí, ya hemos vistoalgunas cosas que nos han gustado. −Le dijo Remus, y le enseño su propuesta lohabían apuntado en un papel. −En un lado queremos poner la piscina, hemos vistouna que nos ha gustado. −Y pasando las páginas le enseño la que más les habíagustado. −Es esta.

La diseñadoramirándola asintió. −Es una buena piscina tiene cuatro escalones y no es muyhonda.

−Por eso nos hagustado. −Le dijo Sirius. −No queremos que hayan escaleras de metal, tenemos unniño y no queremos que se tropiece con la escalera y se caiga.

La diseñadora asintió.−Las escaleras de esa piscina son interiores, así que no se tropezaría cuandocorra.

−Mejor, lo que notenemos claro es si queremos la piscina a lo ancho en un lado o tocando lapared del fondo.

−Tienen una terrazabastante ancha así que se podría poner bien.

−¿Se podrá jugar? Noquiero que mis sobrinos estén sentados sin poder moverse. −Le dijo Sirius. −Tienencuatro años y once años quiero que puedan jugar dentro.

−Lo que podemos hacersi lo prefieren, en el lado que habían pensado pueden poner otra cosa y tocandola pared se puede poner la piscina, un poco más ancha y más larga.

−Mejor. −Remus miro aSirius. −Así los niños podrán jugar sin problemas, además la valla es bastantealta y no habrá problemas.

−Me parece bien. −Ymiro a Hope. −¿Qué te parece?

La mujer asintió. −Estupendo,ahora tenemos que pensar que ponemos allí.

−Un jacuzzi. −Le dijosu hijo, y pasando de nuevo las páginas se lo enseño. −¿Qué te parece? Así tepodrías relajar después de un día corriendo tras Harry. −Y le sonrió. −Tieneburbujas.

La mujer mirándoloasintió. −Me gusta, parece muy cómodo. −Y miro a la diseñadora. −Tambiénqueremos el jacuzzi.

La diseñadora quehabía sacado un papel para hacer el diseño asintió. −Ok. −Y les enseño como ibaquedando. −¿Qué les parece?

Los tres mirándolobien y tras mirarse entre sí, asintieron.

−¿Quieren cataratas?

−¿Cataratas? −Lepregunto Sirius.

−Sí. −Y pasando las páginasse los enseño. −Son pequeñas cataratas que usan el agua de la piscina.

 

−Me gusta, pero la veopequeña con lo grande que queremos la piscina. −Le dijo Remus. −Me gustaría quefuera más ancha.

−Se puede poner másancha sin problemas. −Y le enseño otro modelo, muy parecido al primero que lehabía enseñado.

−Este es perfecto.

−Lo apuntare. −Yapunto el modelo de la catarata en el plano que estaba haciendo. −¿Quieren algomás?

−Sí. −Y así le fuerondiciendo todo lo que querían.

Cuando terminaron, ladiseñadora les dijo que mañana volvería con el presupuesto y el contrato y enunos 20 días tendrían lista la obra.

Unas horas después, enla cena, Lyall escuchaba como sería la nueva terraza.

−Tendrá maderaalrededor de la piscina y del jacuzzi para que no hayan recovecos y algúndespistado meta el pie, césped artificial, tumbonas y muchas otras cosas.

−Eso está muy bien, ¿yla barbacoa?

−Hemos visto una quenos ha gustado a los tres, es de gas no hay necesidad de obras y se puede moverde un lado a otro.

−Estupendo, ¿Cuándoempezaran?

−En unos días tienenque traer a un ingeniero de estructuras.

−No hay problemas, aunhace frio así que de momento no la podremos usar. −Y miro a Sirius. −He visto tucastillo, es estupendo, yo también he comprado algunas cosas, luego os lasenseño.

−Ya tengo ganas deverlos.

−Eso será después decenar. −Les dijo Hope.

−Después de cenarjugaremos un rato antes de que Harry se vaya a dormir.

−Mañana es elcumpleaños de Simón. −Les dijo Remus. −Y Harry está invitado, así que no irá apintar.

Sirius asintiendo lomiro. −¿Qué le regalaremos?

−Hemos comprado unosanimales de juguete y también le llevaremos un atlas de animales, hay ardillas,ciervos, alces y cosas así, le preguntamos a sus padres que le podíamos regalary nos dijeron que le gustan mucho los animales.

−Eso está bien,¿Cuántos animales vienen en la caja?

−Vienen 10, lo quemenos queríamos es comprar un regalo muy caro que moleste no solo a sus padressino también a los otros invitados o quedarnos atrás, así que miramos esa cajaque está muy bien, además de los animales vienen plantas y cosas así.

−¿Y el atlas?

−Es de nuestralibrería, y está muy bien, tiene 40 páginas llenas de animales, Harry tiene lasdos cosas, luego las puedes ver.

−Sí. −Y siguieroncenando, cuando terminaron antes de ponerse a jugar y mientras Hope fregaba losplatos y Lyall veía la televisión, Remus le enseñaba a Sirius los dos regalos. −¿Quéte parece?

−Me gustan. −Le dijoSirius. −Sobre todo el atlas, está muy bien para un niño de cuatro años, tienemucho color, muchos animales y no es nada aburrido.

Al escuchar eso Remusle sonrió. −Sí que lo está, los padres de Simon también lo han visto y me dijeronque no hay problemas.

−Estupendo, como dicesa esta edad sobre todo los padres miran mucho los precios de los regalos y loque menos queremos es que a Harry no le vuelvan a invitar.

−Si por eso lespregunte y como te digo no han dicho nada, la fiesta empieza a las cuatro. −Yle enseño la invitación.

−Entonces cuando salgade clase, que meriende un zumo o algo pero no mucho para que tenga espacio parael pastel que haga los deberes y ya lo llevaras.

−Sí. −Habían decididoque cada día iba uno diferente a buscar a Harry a la escuela, menos Lyall quetrabajaba más lejos, así que al día siguiente le tocaba a Remus.

 

−¿Habéis terminado? −Lespregunto Lyall.

−Sí.

−Estupendo. −Y levantándosecogió la bolsa que había llevado y llamo a Harry.

El niño encantado detener tantos regalitos, abrió la bolsa y de ella saco dos cajas, de la primerasaco un fantasma. −Fantasmita.

Lyall asintió. −Sí. −Ymiro a Sirius que lo miraba con ojos brillantes. −Veo que te ha gustado.

−Me ha encantado, hayde todo, fantasmas, esqueletos con sus cadenas.

−Lo mejor de todo esque no hay casas y se pueden poner en todos lados.

−Mejor. −Y cogiendo lacaja la abrió y saco todo.

−Fantasmita. −Le dijoHarry y cogiéndolo lo llevo a la torre que su padrino le había regalado,acercándose de nuevo, cogió al esqueleto encadenado y lo llevo a la mazmorra ylo puso allí.

−Ya sabe dónde vatodo. −Les dijo Remus.

−Ya lo veo. −Sirius lomiro. −Harry falta la otra caja.

−Sip. −Y sentándose denuevo abrió la otra caja que era mucho más grande y saco una casa. −Brujita. −Ysaco una bruja.

−Es la casa encantada.−Les dijo Lyall y miro a Harry. −¿Te gusta?

−Si abuelito. −Y sinsoltar su bruja se acerco y lo abrazo. −Gracias.

−De nada guapo. −Ymiro a los demás. −Ahora tenemos que pensar donde lo ponemos.

Remus mirando bien,saco la casa encantada de su caja y lo puso a un lado al lado del castillo. −Demomento irá bien allí. −Y miro a su padre y a su amigo. −Ya no mas regalosgrandes, con tanto castillo, torre y casa, pronto tendremos que salir de aquí,menos mal que tenemos un salón grande, porque si no, no sabría donde colocarlo.

−Tienes razón, demomento ya no más. −Dijo Lyall. −Ya tiene todo, tiene un barco pirata y de marineros,coches, camiones, trenes y muchísimas otras cosas así que ya no le falta nada.

−Ahora a jugar. −Y asílos cuatro se pusieron a jugar, cuando Hope salió de la cocina, no supo quecara poner, los adultos se lo estaban pasando mejor que el propio Harry.

Al día siguiente,cuando Harry salió de la escuela y tras cambiarle de ropa, se habían retrasadoun poco así que no le daba tiempo a hacer los deberes, así que los haríadespués.

Remus cogiendo losregalos se fueron, al llegar les dieron la bolsa.

−Gracias. −La madre deSimon cogió el regalo y colocándolos con los demás, miro a Harry. −Ves a jugar.

−Sí. −Y se fue conSimon y Oliver que ya había llegado.

−¿Te quieres quedar? −Lepregunto a Remus.

−Un momento y me iré,no creo que Harry se dé cuenta de que me voy.

La mujer se rio. −Nolo hará, hemos preparado muchas cosas para la fiesta y no creo que ningún niñose dé cuenta de que los adultos se van.

Remus le sonrió. −Melo imagino. -Así que diez minutos después, se iba.

Dos horas más tarde,el castaño volvía y vio que ya algunos niños se habían ido, así que llamo aHarry, su sobrino no tardo mucho en acercársele.

−Harry ya nos tenemosque ir.

−¿Ya?

Al escuchar eso, los adultosque habían alrededor se rieron.

−No es el único que hapreguntado lo mismo. −Le dijo el padre de Simon. −Creo que aun tienen energíade sobra.

Remus asintiendo lomiro. −Sí. −Y miro a Harry. −Ahora a casa.

−Pohhh.

−Pohhh. −Y riéndosemiro a los padres del cumpleañero. −Gracias, por invitarlo.

 

−De nada, se haportado muy bien. −Y le dieron una bolsa de papel de color azul, con el nombrede Simon a un lado. −Son algunas cosas que estamos regalando a todos, y tetengo que decir que a Simon le han encantado los regalos, sobre todo la ardillay la lechuza blanca, no tenía ninguna de las dos.

−Ha sido un placer. −Ycogiendo el abrigo se lo puso a Harry y tras las despedidas y diciéndoles quelos vería mañana se fueron.

Al llegar a su casa,Remus y Harry se sentaron en el sofá y abrieron la bolsa que le habían regaladoal niño.

Dentro, había unabolsa de caramelos. −Esto para mañana. −Le dijo Remus mirándolo. −Hoy ya hascomido mucho.

−Si tito.

−Haber que hay más. −Ysaco una caja. −¿Qué es esto?

Harry lo miro. −No setito.

−¿Miramos?

−Sip.

Remus sonriéndoleabrió la caja, y vio unos animales de plástico, había una oveja, un conejo, unperro y una vaca. −¿Qué son?

−Sellitos. −Y cogiendoel de la oveja lo abrió y se lo enseño. -Son sellitos.

Remus cogiendo unalibreta le pidió que lo estampara, tras hacerlo vieron que era una bonita oveja.

−Qué bonito.

−Sip. −Harry contentoestampo de nuevo.

Remus sonriéndole, lepidió que parara sino llenaría la casa de ovejas y fueron probando los otros, losanimales eran los sellos que habían, y cada uno era de un color diferente.

−¿Te gusta?

−Mucho tito.

−Creo que hay algo más.−Y sacando lo último vio que era una pequeña libreta. −Creo que ya tienes dondeponer tus sellitos.

−Si tito.

−Pero ya será mástarde, ahora tienes que hacer los deberes.

El niño asintiendo, cogiósu mochila y sacando el libro se puso con ellos.

Remus estaba feliz porHarry la fiesta había ido estupendamente y él se lo había pasado genial,dejando todo dentro de la bolsa, se fue con el niño para ayudarle con losdeberes.

Un rato después, elcastaño les explicaba a los demás, lo bien que había ido todo en la fiesta, ycomo le pasaba a Remus, ellos también estaban contentos.

Harry tenía muchosamigos y no estaba siendo maltratado y dado de lado como había pasado con losDursley.

Al día siguiente, enel desayuno, Sirius les dijo a los Lupin que iría a ver a Dumbledore, queríasaber porque no los dejaba en paz.

−Sirius no vayas solo.−Le dijo Remus. −No quiero que te acusen de nada.

−No iré solo, hablarecon Jack, para que me acompañe.

−Mejor.

Sirius asintiendo miroa Hope. −Cuando venga la diseñadora, firmar sea el precio que sea así empiezancuanto antes, tampoco quiero a desconocidos por aquí todo el tiempo.

−Espero que no setarden mucho tiempo, a mí tampoco me gusta eso de tener desconocidos por aquí. −Lesdijo Lyall.

−Nos dijeron unos 20días. −Le dijo Hope.

−Mejor, ahora hay queterminar de desayunar que tenemos que ir a trabajar y Harry a la escuela. −Yasí haciendo caso a Lyall terminaron de desayunar.

Después de dejar aHarry en la escuela, Sirius se fue a buscar a Jack a su despacho y sin perdertiempo se fueron a hogwarts.

Al llegar, Sirius selo quedo mirando.

−Aquí pase los mejoresaños de mi vida. −Le dijo el joven Black a su abogado.

−A mí también me pasolo mismo, aunque yo quise estar en gryffindor.

 

Sirius lo miro. −Ravenclawtambién es una buena familia.

−Ya, pero allí todosse pasaban el tiempo estudiando.

−No será para tanto,vamos que quiero terminar con esto cuanto antes.

−Yo también. −Y asíentrando en el castillo al primero que se encontraron fue a Severus.

−Snape. −Sirius lomiro.

Severus al verlo nosupo que cara poner, había leído en el profeta que era inocente de la muerte deLily que el culpable era Petigrew, saliendo de su estupor le pregunto: −¿Quéhaces aquí?

−He venido a ver aDumbledore, su actitud me está molestando bastante, ahora tengo que hablar con él,pero luego tu y yo hablaremos. −Y señalo a Jack. −Es mi abogado, se ocupa deque no cometa ninguna estupidez.

−Entonces tendrá muchotrabajo.

Al escuchar eso,Sirius le sonrió y Severus se sorprendió creyó que le diría o haría algunacosa.

−La verdad es que si,pero que te puedo decir le pago lo suficiente para que me pueda aguantar untiempo. −Y miro a Jack. −¿Vamos?

−Sí. −Y miro aSeverus. −Creo que él tendría que venir con nosotros.

−¿Por qué?

−Porque James, sabíade los sentimientos que el tenia hacia Lily, y que solo la quería proteger.

Sirius miro un momentoa Severus y luego a su abogado. −Como quieras. −Y así los tres pusieron rumboal despacho del director.

Al llegar, Severusdijo la contraseña y subiendo, vieron que Dumbledore estaba allí.

−Sirius. −El directorlo miro. −¿Qué te trae por aquí?

−Profesor lo sabebien. −Sirius sentándose lo miro. −Quiero saber porque, esta tan obsesionado deenviar a Harry con los Durlsey.

−Porque son sufamilia, son sus tíos.

−No me haga reír. −Eljoven Black lo miro muy seriamente. −Yo también soy su familia, soy su tío y nosolo eso, James dejo las cosas claras en su testamento, ahora dígame la verdad.

Dumbledore lo miro. −CuandoLily murió protegiendo a Harry, esta le dejo una protección mágica, una quesolo un familiar de Lily puede usar.

Sirius asintiendo lepregunto: −Lo entiendo, pero ahora yo le pregunto, ¿Prefiere su seguridad o suprotección? Aunque creo que ya lo sé, prefiere su protección aunque no le dende comer, le dejen en la calle en el frio invierno y que nadie lo proteja. −Y levantándoselo miro. −Ahora las cosas han cambiado, yo Sirius Black te obligo a apartartede la vida de mi ahijado y sobrino Harry Potter, te tengo que decir que si nocumples mi orden, las cosas no te irán muy bien, según Remus el juez le hapuesto una orden de protección y eso también quiere decir que no puedes pasartepor ningún lado a preguntar por él.

Como digo si nocumples no te irán bien las cosas, mi madre fue una mala madre, pero ni teimaginas las cosas que me enseño, y las usare para proteger a mi ahijado detodo mal, sin contar que ahora tengo a mi lado a Lucius Malfoy que tampoco sequeda atrás, no te lo diré mas, olvídate de Harry y sobre la protección mágicade Lils, yo me ocupare de ella. −Y miro a Jack que se había mantenido a un ladocallado. −Jack, has visto que le he avisado de que no moleste mas a Harry, sino cumpliera mi orden, denúncialo.

−Será así. −Y miro aldirector. −Profesor Dumbledore, como abogado del señor Black, de la familiaLupin, y del joven Potter, le advierto que si no cumple la orden, pasara untiempo en Azkaban, en su expediente ya cuenta una orden de secuestro hacia micliente Harry, cuando Lily y James murieron usted lo aparto de los tutoreslegales, nunca hemos llevado a cabo esa denuncia pero en caso de que andemolestando la usare. −Y de su maletín saco un documento. −Este es el documentoque le digo, solo tiene que ser firmado por mi o por alguno de mis clientespara que las cosas le vayan muy mal.

 

−Creo que con esto yahemos terminado.− Y miro a Severus. −Ahora es tu turno. −Y se lo llevo aljardín. −Ya sé que Lucius es un mortifago, el mismo me lo dijo. −Y lo miro. −¿Loeres tú?

−¿Y si lo fuera qué?¿Me vas a denunciar?

−No Snape. −Sirius lomiro muy seriamente. −Se que nunca nos llevaremos bien, yo no te aguanto y tu ami tampoco, pero tenemos algo en común, los dos queríamos a Lily, puede que deforma diferente pero las dos la queríamos, y tenemos que proteger a Harry,sabes que él no tiene la culpa de que ella este muerta.

−Es mi culpa.

Al escuchar eso, elchico lo miro sorprendido. −¿Qué quiere decir eso?

−Yo le dije aVoldemort de la premonición que decía de que lo mataría alguien nacido en julio,si hubiera sabía de que se trataba del hijo de Lily, nunca lo hubiera hecho.

−Vaya, eso sí que meha sorprendido, nunca creí que hubieras sido tu, pero bueno ya no podemoscambiar el pasado, ojala se pudiera pero no se puede, así que miraremos haciaadelante. −Y lo miro. −¿Entonces estas con nosotros o contra nosotros?

−¿Quiénes soisvosotros exactamente?

−Remus y sus padres, Narcissay Andrómeda con sus familias. −Y al decir eso se levanto. −Me tengo que ir. −Ycorriendo entro en la escuela y se puso a mirar en todas las clases, hasta quellego donde estaba y sin importarle el resto la llamo. −Dora.

La niña al escuchar sunombre se giro y al ver a su tío se levanto y lo abrazo fuerte. −Tío.

−Hermosa, lo siento. −Ycogiéndola en brazos miro al profesor, entonces frunció el ceño, era laprofesora McGongall. −Lo siento.

La profesora lo miro. −Black,como siempre llamando la atención, pero le entiendo, puede estar un rato conella.

−Gracias. −Y miro a susobrina. −¿Vamos un ratito?

−Si tío.

−Estupendo. −Ydejándola en el suelo, le cogió de la mano y se la llevo al jardín, y asídurante las dos horas siguientes, se estuvieron poniendo al día. −Dora, ahorame tengo que ir, pero a partir de ahora recibirás muchos correos míos,chocolates y otras cosas, y en pascua verás la nueva casa, es enorme.

−¿Vivirás connosotros?

−No, pero estamos muycerca, solo a diez minutos.

Dora lo miro. −¿Me loprometes? −La niña lo había echado mucho de menos.

−Te lo prometo. −Y laabrazo. −Te quiero y nadie nos volverá a separar nunca más.

−Yo también te quiero.−Y lo abrazo.

−Lo sé. −Y dándole unbeso en la cabeza le dijo: −Ahora me tengo que ir, pero como digo en pascua nosvolveremos a ver.

−Sí. −Y separándole ledijo: −Dale muchos besos a mis padres.

−Lo hare, ahora ves.

−Sí. −Y dándole unabrazo rápido se fue corriendo.

Cuando Dora se fue,Sirius levantándose miro a Severus y Jack. −Siento haberos dejado antes, pero hacíamucho tiempo que no la veía, y siempre ha sido muy importante. −Y miro aSeverus. −Te he dejado pensar, ¿Qué dices, estas con nosotros?

 

−Estoy con vosotros,pero no esperes que nos pongamos a cantar delante del fuego.

Sirius al escuchar esose rio. −No lo hare. −Y se puso serio. −Jack ya está trabajando en como quitarla marca tenebrosa cuando tengamos resultados te la quitaremos, ahora me tengoque ir, aun me quedan cosas por hacer. −Y despidiéndose se fue al ministerio,al llegar vio que todos se lo quedaban mirando, eso no le importaba, lo únicoque quería era que eso de la premonición terminara en ese momento, así que sefue a ver al ministerio.

Media hora después ytras muchos gritos por parte de Sirius, este conseguía que la premonición fueradestruida y como no confiaba en nadie, el mismo la tiro al suelo y vio como eradestruida, con una cosa menos miro a Jack. −Solo quedan dos cosas.

−¿El qué?

−Se que tienes trabajocon lo de la marca, pero quiero que también intentes hacer una copia de laprotección de Lily, se que será difícil, pero no me importa el dinero quegastes.

−Lo haré, ¿y qué es lootro?

−Mover las tumbas deJames y Lily, ellos no querían ser enterrados en el valle de Godric, se queJames quería ser enterrado en el panteón familiar, donde están sus padres.

−Pues allí seránenterrados.

-Gracias. ¿Te puedesocupar tu?

−Sí.

−Gracias.

−De nada, ¿Qué harástu?

−Tengo que llevarflores a varios sitios.

−Entonces te dejosolo.

−Mejor. −Ydespidiéndose se fue a comprar varios ramos de flores, al primero sitio quevisito, fue la tumba de James y Lily, al ver sus tumbas se derrumbo y estuvoallí mucho tiempo, sin que las lágrimas no dejaran de caer.

Estaba tan centrado ensu dolor, que no se dio cuenta de que alguien se acercaba y le ponía la mano enel hombro.

−Yo también los echode menos, todos los días.

−Es mi culpa. −Y miroa su visitante, que era Remus. −Si yo hubiera confiado mas en ti y no leshubiera dicho que pusieran a Petigrew como guardián seguirían vivos.

−No es tu culpa, nitampoco la mía, es culpa de gente como Voldemort que no le importa matar agente inocente para que se cumplan sus sueños de loco.

−¿Cómo sabes queestaba aquí?

−Jack ha venido a lalibrería y nos lo ha dicho, sabía que necesitarías compañía, siempre te hashecho el más fuerte de todos, pero eres todo un sentimental.

−Lo soy. −Y abrazándolosiguió llorando.

Tras mucho llorar,Sirius se separo y le enseño las flores. −Son para ellos.

−Ahora las pondremos. −Ycogiéndolas las puso con cuidado. −Jack ya me ha dicho lo que quieres hacer, meparece bien, no quiero que los sigan molestando, y sé que a ellos tampoco lesgustaría.

−Por eso lo hago. −Y levantándosele enseño las otras flores. −Estas son para mis padres y mi hermano.

−¿Quieres que teacompañe?

−Si por favor, no veocapaz de ir solo.

−Pues vamos. −Ydesapareciendo, se aparecieron en el cementerio mágico y se fueron al panteónfamiliar de los Black.

Un buen rato después,Sirius y Remus volvían a la librería, y allí vieron que ya la diseñadora habíapasado y les había dejado el diseño y el presupuesto.

Como no querían hablarde más muertes se concentraron en su trabajo.

Nueve días más tarde, yahabían cambiado a James y Lily de lugar, y ahora descansaban en el panteón delos Potter, a mucha gente no le había gustado ese cambio, pero según Jack yatenían la estatua así que allí podían llevar las flores, el panteón era unlugar familiar y nadie que no perteneciera a ella podía entrar.

 

También el agenteinmobiliario les daba las llaves y tras tres días de traslados ya estabaninstalados en sus nuevas casas.

El sábado, los Malfoylos habían invitado a cenar en su casa.

−Sirius. −Lucius lomiro. −Cissy me ha dicho de que Draco vaya a la escuela muggle, pero no sé, creoque son demasiados cambios.

−Y lo son, pero laescuela a la que va Harry es muy buena, su profesora, que es una mujer muyamable cuida bien de él, tiene muchos amigos y aprende.

−¿Entonces crees quetendría que ir? Te lo pregunto porque si fuera por mí no lo llevaría.

−Lo sé, a nosotros noshan criado bien lejos de los muggles y sus costumbres, pero Remus, Lily y Snapefueron a escuelas muggles y mira lo bien que ha salido, bueno menos Snape. −Yse rio ante la cara de Severus que también había sido invitado. −No voy acambiar de día a la mañana.

−No hagas caso aldescerebrado de Black. −Le dijo Severus y miro a Lucius. −Lo puedes intentar,además Draco no se puede pasar todo el tiempo aquí encerrado, apenas tienecuatro años y tiene mucho que ver.

Lucius tras pensarlomucho asintió. −Tenéis razón, pero si viera que no me convence lo saco deinmediato.

−Me parece bien, ellunes te llevare a que conozcas a la directora, le pediremos que acepte a Dracoque os habéis cambiado de ciudad y que no tiene escuela.

−¿Aceptara?

−Ni idea, pero nocuesta nada por intentarlo.

−Está bien. −Y asímedio convencido, siguieron hablando de otras cosas.

El lunes por lamañana, después de dejar a Harry en la escuela, se fueron a ver a la directora,y aunque las cosas no se acostumbraban a hacer así, al final acepto que Dracoasistiera a la escuela en vez de esperar al nuevo año escolar.

Al día siguiente,cuando los Malfoy llevaron a Draco a la escuela, el niño los miro.

−Draco a partir deahora, vendrás a estudiar aquí. −Le dijo Lucius.− Aquí aprenderás muchas cosas,estudia mucho y se bueno.

Cissy le sonrió. −Dracoaquí estudia Harry, así que estarás con él.

−Draco. −Harry seacerco corriendo. −¿Vas a estudiar conmigo?

−Es lo que ellos mehan dicho.

−Vamos. −Y cogiéndolode la mano se lo llevo corriendo a su clase.

−Que peligro. −DijoRemus riéndose. −James también me llevaba de un sitio para otro, nunca seestaba quieto. −Y miro a los Malfoy. −Estará bien, Harry ya lleva más de un mesy nunca ha salido ni triste ni enfadado, su profesora se toma muy en serio sutrabajo.

−Eso espero, porquesigo sin estar convencido. −Le dijo Lucius.

−Relájate un poco,venir conmigo y así os enseño los sitios donde Harry va después de la escuela,son dos buenos sitios donde hace ejercicio y esta con sus compañeros.

Narcissa lo miro. −¿Noson muchas cosas para un niño tan pequeño?

−Solo un poco, loslunes y el miércoles va al centro social donde hace música grupal y pintura ylos martes y jueves a la piscina, desde las tres y media hasta las cuatro ymedia, cuando sale ya si que nos vamos a casa, donde hace sus deberes, lee y sepone a jugar hasta la hora del baño y luego cena y ya se va a dormir, nos dimoscuenta de que desde las tres que sale de la escuela hasta las siete que escuando cenamos son muchas horas encerrado en casa porque la mitad de los díasllueve y no puede hacer nada más.

 

La mujer asintiendomiro a su marido. −¿Qué hacemos?

−Podemos probar, alfin y al cabo ya estamos haciendo muchas cosas que nunca creí hacer.

−Pues vamos. −Y miro aRemus. −¿Está muy lejos?

−No mucho. −Y así losllevo.

Una hora después, losMalfoy habían apuntado a su hijo a las mismas actividades a las que estabaapuntado Harry.

A las tres, en laescuela, cuando sonó la campana de salida y las puertas se abrieron, Draco saliócon Harry y se fue donde estaban sus padres.

−¿Draco qué tal, te hagustado? −Le pregunto su padre.

−Sí, me gusta.

Cissy al escucharle lesonrió. −¿Quieres venir mañana?

Draco asintió. −¿Puedovenir?

−Claro que sí. −Ledijo su madre y miro a su marido. −Le ha gustado.

−Eso está bien. −Ymiro a su hijo. −Mañana vendrás.

−Bien. −Y contento le sonrió.

−Ahora para casa, quetienes una actividad.

−¿Qué actividad?

−Música con Harry.

Al escuchar eso, Dracomiro a Harry que le estaba explicando a su padrino lo que había hecho ese día.

−Harry. −Draco lollamo.

El niño lo miro. −¿Sip?

−¿Te gusta música?

Harry asintió con unaenorme sonrisa. −Sip, tocamos el xilófono, la pandereta y muchos otrosinstrumentos, Simon y Oli también van.

Draco miro a suspadres. −Quiero ir.

−Pues iremos. −Ysonriendo miro a Sirius. −Nos vemos en un rato.

−Sí, que ahora Harrytiene que merendar y le tenemos que cambiar el uniforme, le ponemos ropa más cómoda.−Y miro a su ahijado. −Harry a casa, que luego veras a Draco.

−Sip. −Y cogiéndole dela mano le dijo adiós a Draco y a sus padres y se fue con su padrino.

Unas horas después,Sirius estaba realmente contento, Cissy y Lucius se habían relajado bastante yhabían visto por sus propios ojos que había un mundo más allá del mágico y quea Draco le gustaba.

Quince días después,la terraza ya estaba terminada.

Cuando Hope la vio seemociono, había quedado mucho mejor de lo que había pensado en un principio.

La diseñadora le habíapuesto todo lo que le habían pedido, piscina, jacuzzi, tumbonas, hasta unabarbacoa portátil, ya podían pasar los días de primavera allí, de momento comohacía frio la piscina estaba tapada para que nadie se cayera.

Por la noche, losdemás estaban igual de contentos que Hope, la diseñadora había hecho un grantrabajo, ahora solo tenían que esperar hasta que el buen tiempo llegara.

Unas semanas después,Harry salía de la escuela y le dio un papel su tío, que era el que ese día lehabía ido a buscar.

−Me la ha dado laprofe.

−Haber que dice. −Remussonriéndole se puso a leerlo. −Ya pronto será pascua así que tienes que traeralgunas cosas para prepararlo. −Y miro a su sobrino. −¿Buscaras huevos depascua?

Harry asintió feliz. −Sip,muchos, la profe nos ha dicho que serán muy bonitos con muchos colores.

−Ahora iremos acomprar las cosas que te pide.

−Sip.

Remus sonriéndole miroa Cissy. −¿Venís con nosotros?

−Si, así ya lostenemos, según lo que dice el papel, hay que llevarlo mañana, también hay quellevar dos huevos kinder.

 

−Si, por el regalo,así que ahora los compraremos, así ya mañana ya lo llevaran. −Así que loscuatro se fueron a comprar las cosas que necesitaban los niños.

Después de las comprasllevaron a los niños al centro social, donde la recepcionista les pregunto si queríanparticipar en el evento que estaban preparando para pascua y tras explicárselolos dos dijeron que si, no querían que los niños se lo perdieran.

El viernes sedespertaron temprano y en vez de ir a la escuela se fueron al parque de lazona, era un lugar grande donde la escuela celebraría la búsqueda de los huevosde pascua y también la comida de primavera.

Al llegar Harry se fuecon su profesora que le dio su sombrero de conejo, ese día los Lupin habíancerrado la librería querían pasar el día con Harry y la escuela los animaba apasar días como esos con los más pequeños de la casa.

−Buenos días a todos. −Lessaludo la directora. −Gracias a todos por venir, hoy es el día de la búsquedade los huevos de pascua, también celebraremos la comida de primavera todosjuntos, por eso se os ha pedido que trajerais un plato cada uno, y luegotendremos actividades para todos, que empiece.

Y tras explicarles deque iba lo de buscar los huevos, los niños cogieron las cestas que habían hechoen la escuela y se pusieron a buscar los huevos por todo el patio.

Sirius y Remus sepusieron a ayudarles.

−Harry mira. −Siriusle llamo y le dio un huevo.

−Gracias padrino.

−De nada. −Y cogiendootro se lo dio a un compañero.

−Gracias señor.

Sirius le sonrió. −Denada, ahora vamos a seguir buscando.

−Sí. −Y así siguieronbuscando huevos, cuando terminaron de recoger todos, Harry había encontradocinco y Draco seis.

−Ahora empezaremos lasactividades. −Les dijo la directora y se pusieron con ellas.

Por la tarde, los niñoshabían corrido muchísimo y no se habían quedado quietos.

−Nosotros vamos abuscar a Dora a la estación. −Les dijo Andrómeda, cuando salieron del parque,ellos también habían ido a pasar el día de pascua.

−Voy con vosotros. −Ledijo Sirius.

−Pues vamos, ya notardaran mucho en llegar y no quiero hacerla esperar.

−Vamos. −Y miro a sufamilia. −Nos vemos luego.

−Sí, dale recuerdos.

−Se los daré.

−Mañana vendremos paracelebrar la búsqueda del centro, hemos apuntado a Dora, hay actividades paraella.

Remus le sonrió. −Entoncesnos vemos mañana.

−Sí. −Y despidiéndoselos Tonks con Sirius se fueron a King cross, al llegar pasaron la barrera yesperaron a que el tren hiciera su entrada, y eso no tardo mucho en pasar.

Una vez que losalumnos empezaron a bajar, muchos se quedaron viendo a Sirius, muchos habíanleído el profeta como que lo habían acusado de ser mortifago cuando no eraverdad y que después de tres años en Azkaban ahora era libre.

−Papa, mama, tíoSirius. −Dora se acerco corriendo y los abrazo.

−Mi niña. −Tedd le sonrió.−¿Qué tal?

−Genial y más cuandotío Sirius entro en mi clase, como si no hubiera nadie.

Al escuchar eso,Sirius los miro. −¿Qué? Quería ver a la pequeñaja.

Andromeda poniendo losojos en blanco, miro a su hija. −Cariño ahora iremos a nuestra nueva casa.

−Si ya tengo ganas deverla.

 

−Te gustara mucho,además tienes un cuarto enorme para ti.

−Guay.

−Mucho, vamos. −Ycogiendo las cosas de la niña se fueron a buscar el coche.

Al llegar a su nuevacasa, Dora se puso a revisarla de arriba abajo, cuando termino miro a suspadres feliz. −Me gusta mucho, esta mejor que la anterior.

Los Tonks contentos deque les gustara le sonrieron. −Tienes razón está mucho mejor, ahora cenaremosque mañana tenemos que ir a la búsqueda de los huevos de pascua, sabemos quetienes 11 años pero también hay cosas para tu edad.

−Sí. −Y miro a su tío.−¿Vendrás mañana?

−Sí que iré, ahora me voyque seguro que tienes hambre y estas cansada.

Dora le cogió de lamano. −Cena con nosotros.

Sirius le sonrió. −Estábien, pero deja que llame a casa para decirles que tardare un poco más.

−Sí. −Y así contentade tener a su tío con ella le soltó de la mano y se fue a bañar.

Al día siguiente, denuevo cerraron la librería y se fueron al mismo parque, pero esta vez Harry ibadisfrazado de conejo, el niño estaba encantado de ir con su disfraz.

−Esta guapísimo. −DijoHope sin dejar de hacerle fotos.

−Sí que lo está. −Ledijo su hijo. −Haber que hacemos hoy, ayer Harry se lleno los bolsillos depequeños huevos y la cesta que hizo en la escuela la lleno de huevos decoradosy no solo esos también huevos conejos.

Los huevos conejoseran unos huevos decorados como si fueran conejos y eran el premio de losganadores de las actividades.

−Según lo que nosdijeron cuando lo apuntamos, también habrá una búsqueda de huevos, una grancomida con todos y actividades, lo mismo que en la escuela pero con menosniños.

Cuando llegaron alparque no tardaron mucho en ver a Draco que también iba disfrazado de conejo ya Dora que llevaba un hermoso sombrero.

−Hola Dora. −Remus le sonrió.

−Remus. −La niña loabrazo. −¿Por qué no viniste ayer?

−Porque hoy nos veríamos.

−Sí. −Y miro a Harry.

−El es tu primo. −Y lollamo, cuando el niño se acerco miro a la niña. −Harry ella es tu prima Dora.

Harry le sonrió. −Hola.

−Hola. −Dora le sonrió.

−Creo que ya va aempezar. −Les dijo Sirius y señalo a la presentadora.

−Pues vamos. −Y así sepusieron a mirar a la presentadora.

Unas horas después,los niños se despedían y Sirius cogía a Harry en brazos, desde hacía un rato elpequeño no dejaba de bostezar cuando se apoyo en su padrino y cerró los ojos.

−Ha sido un día muydivertido, pero Harry ya no puede más.

−Es normal, lleva dosdías sin dejar de correr por todos lados, además les han dado muchas cosas.

−Muchas. −Les dijoLyall que llevaba una cesta llena de chocolates y regalos y Remus llevaba otra,los del centro social habían tirado la casa por la ventana, habían hechomuchísimas actividades y todas tenían premios para todos.

−Kristine me ha dichoque ellos en la panadería pondrán cosas especiales de pascua, conejos dechocolate, huevos con regalos y pasteles especiales. −Les dijo Hope.

−Mañana iremos acomprar un buen pastel y otras cosas, pascua no es todo los días y hay queaprovechar.

−Eso lo haremosmañana, ahora no puedo ni con mi alma. −Se quedo Sirius.

−Es normal, hascorrido más que el propio Harry. −Le dijo Remus y miro a su sobrio que se habíaquedado profundamente dormido e iba muy cómodo apoyado en el hombro de Sirius.

 

−Ahora cuandolleguemos a casa lo dejaremos dormir, ya mañana que tome un buen desayuno.

−No creo que tengahambre, ha comido muchísimo.

−Es que han traídomuchas cosas.

Al llegar a casa, lepusieron el pijama a Harry y metiéndolo en la cama, lo taparon bien yentornaron la puerta para escucharlo si les llamaban, lo dejaron que descansaraque bien se lo merecía.

El día de pascua,Sirius y Remus bajaron a la panadería y saludando a Kristine vieron todas lascosas que habían preparado para ese día.

Los merodeadores alver todo lo que había allí se emocionaron y empezaron a pedir.

−Kristine, queremostres conejos de chocolate con regalo, tres huevos grandes con regalo, treskínder maxi especial pascua. −Le dijo Remus y mirando los envoltorios le dijo: −Unorosa, otro azul y otro verde, y por ultimo un pastel para Harry. −Y mirandoentre todos los que tenían, escogieron una de los pitufos que también veníancon los muñecos azules, papa pitufo, pitufina y muchos otros.

−Es la mejor. −Le dijoSirius y miro a Kristine. −Esto por favor.

La repostera asintió. −¿Queréisunos cupcakes?

−¿Unos qué?

Kristine se losenseño. −Son unas magdalenas nuevas que se decoran, las estamos probando habersi se venden bien.

Sirius mirándolasbien, miro a la mujer. −Tienen muchos colorines.

−Es que son así.

El chico asintiendolas miro de nuevo. −Pon cinco con el conejo y cinco con los pollitos. −Y miro aRemus. −Eso lo llevaremos a casa de Andrómeda con los huevos y lo demás.

−Entonces que pongamás, hoy seremos muchos. −Y miro a la dependienta. −En vez de cinco conconejos, y cinco con pollitos, pon cuatro de los dos. −Y mirando los demás ledijo: −Pon cuatro con huevos, cuatro con orejas y cuatro con cestas.

−Ahora os lo pongo.

−Gracias. −Y cuandoterminaron de cobrarles, cogieron todo y subieron a su casa.

Al llegar y tras vertodo lo que habían comprado, se pusieron a desayunar y tras comerse un poco depastel y a limpiar los pitufos y que Harry los guardara en su baúl se fueron acasa de Andrómeda.

Cuando llegaron,vieron que Andrómeda y Dora habían preparado muchas galletas y otras cosas paraese día, pero no les dejaron entrar en la cocina.

−Antes de nada, hayque repartir los regalos. −Sirius les dio sus huevos y sus conejos a los niños.

Draco que nunca habíavisto un huevo tan grande, lo abrió y viendo el regalo que había dentro, lepidió a Lucius que se lo abriera.

−¿Qué regalo viene? −Lepregunto el hombre a Sirius y a Remus.

−Pues no lo sabemos,es la primera vez que lo compramos, en navidades se lo compramos a Harry y vinoun Santa Claus, así que ahora seguramente será un conejo.

Sirius que estabaabriendo el kínder de Harry sonrió al ver el regalo y se lo dio a su ahijado. −Harryun conejo de pascua.

El niño cogiéndolo lomiro. −Conejito. −Y se lo enseño a todos. −Es un conejito.

Hope le sonrió. −Esmuy bonito.

−Sip. −Y miro a Draco.−¿Qué te ha tocado?

−Un conejo. −Y se loenseño.

−Es diferente.

−Hay muchosdiferentes. −Le dijo Remus.

−Hay mas chocolatepero eso será luego, ahora vamos a disfrutar del día que hace un hermoso día deprimavera. −Y así saliendo a la terraza se pusieron a jugar mientras losadultos hablaban.

 

Después de comer,llegaron más regalos, Cissy les dio los suyos, había comprado unos peluches deconejo de pascua y también unos muñecos.

−Yo también tengoalgo. −Remus les entrego a cada niño un libro de la historia del conejo depascua.

−Gracias tito. −Harryque también había abrazado a Cissy abrazo a su tío.

−De nada.

Draco y Dora tambiénlo abrazaron.

−Ahora que ya hemosterminado de comer, hay una sorpresa muy grande. −Les dijo Andrómeda y miro alos niños. −¿La queréis ver?

Draco y Harryasintieron.

−Venir. −Y entrando enla cocina, vieron un enorme barco de chocolate con un montón de muñecos.

−Hermana te hassuperado. −Le dijo Cissy. −Es increíble.

−Me ha costado tresdías hacerla, pero merece la pena. −Y señalo a los niños que la miraban con laboca abierta.

−Es hermosa. −Hope le sonrió.−Te felicito.

−Gracias.

−Antes de que lospequeñajos metan sus dedos y empiecen a devorarla y no solo ellos. −Dijo Lyallmirando a su hijo, saco la cámara de fotos y como llevaba haciendo todo el díahizo fotos.

Cuando termino, Tedd cogióun cuchillo y empezó a cortar la tarta, que había debajo del barco, a cada unole toco un trozo de tarta, un trozo de barco y varias figuritas.

Unas horas después,tras muchas horas de jugar y comer chocolate, las familias se despidieron hastael día siguiente, Dora ya volvía a hogwarts y Sirius y Cissy la acompañarían ala estación con los Tonks.

Al llegar a su casa,mientras Remus bañaba a Harry, los demás ponían un poco de orden a la encimeraque estaba llena de galletas, chocolates y dulces.

−Hoy Harry ya no comerámas chocolate, lleva una semana comiendo muchísimo. −Les dijo Hope, −Ya mañanadespués de la escuela que coma un poco.

−Mejor. −Le dijo Lyallque estaba guardando las cosas en diferentes potes. −Vamos a tener chocolate ydulces para las siguientes semanas. −No solo Andrómeda les había dado pastelque había sobrado sino también Jack había llevado dulces y caramelos e inclusoSeverus aunque fuera extraño había llevado regalos para los niños.

El profesor al ver aHarry se había quedado parado, pero luego ante la mirada de todos sobre todo deSirius y Remus, no había dicho nada.

Harry no tenía laculpa de ser el hijo de James y que Lily no le hubiera querido como a él lehubiera gustado.

Cuando Harry estuvocon el pijama puesto, se acerco a su baúl y miro todos sus muñequitos nuevos.

−¿Harry te gustan? −Lepregunto Sirius.

−Si padrino. −Y leenseño un muñeco de conejo que venía con unos huevos de pascua minis que lehabía regalado Severus. −Me gusta.

−Está muy bien. −Supadrino le sonrió. −Ahora los tenemos que ordenar.

−Sip. −Y se puso aordenar todo.

Unos meses más tarde,a principios de julio, y tras mucho investigar, Jack ya podía quitar la marcatenebrosa y así lo hizo y luego se reunió con Sirius.

−Ya sé cómo poner laprotección mágica de Lily.

−¿Cómo?

−Ten. −Y le dio unacaja. −Aquí dentro hay unas pequeñas figuras, están bañadas con la sangre dePetunia Evans la hermana de Lily, y una protección muy fuerte, lo malo es quesolo sirve hasta que Harry cumpla 17 años que ya será mayor de edad.

 

−No importa. −Y abriendola caja, saco unas figuras decorativas muggles. −¿Cómo has conseguido la sangrede Petunia?

−Sencillo le fui a very le dije que necesitaba un poco de sangre luego le hice un obliviate y seolvido de todo, como puedes ver las figuras son muggles, así que las puedesponer en cualquier lugar de la casa y habrá protección total.

−Mejor, Harry tienemuchos amigos que vienen a casa y no quiero que vean cosas que no son.

−Yo las colocare. −Ledijo Hope y cogiendo la caja las fue repartiendo por toda la casa.

−También tengo algopara ti. −Le dijo Jack a Remus y le dio dos pequeños libros. −Ponlos en losescaparates de la tienda y nadie con poderes los podrá usar.

−Gracias y me dejastranquilo, lo que menos quiero es que un mortifago entre y ataque a misclientes.

−No pasara.

−Mejor. −Y cogiendolos libros los dejo a un lado, el lunes los colocaría.

−Ahora que ya hemoshablado de esto. −Sirius miro a su abogado. −Tenemos que hablar de lasvacaciones de verano, en agosto cerraremos la librería nos merecemos unasbuenas vacaciones y ya he hablado con Lucius y Tedd, ellos piensan lo mismo.

−Por mi está bien,¿pero dónde iremos?

−Ni idea, ¿algunaidea?

−Barcelona. −Les dijoHope que ya había terminado de colocar todas las figuras. −Siempre he queridoir a Barcelona, ver el parque guell, la sagrada familia, la catedral.

−Pues Barcelona. −Siriusmiro a los demás. −Mañana domingo que hay comida familiar miraremos todo bien.

−Estupendo, sol, playay relax, hacía meses que no me relajo. −Y miro a Sirius. −Me haces trabajarmucho.

−No será para tanto.−Y se rio.

−No, que va. −Y eltambién se puso a reír.

El 31 de julio era undía muy especial, aunque hacía semanas que la escuela tenia vacaciones deverano, Sirius y Remus habían enviado las invitaciones para la fiesta decumpleaños de Harry y para su sorpresa todos habían respondido que si queirían.

Así que con el buentiempo, habían decidido hacer la fiesta en el parque cerca que había en elbarrio.

Ese día nada masdespertarse, Harry recibió los regalos de sus tíos y abuelos.

Harry que nunca lehabían regalado nada por ese día, al ver los regalos se emociono y abrazo atodos.

Cuando terminaron losabrazos, Sirius lo miro. −Ahora tenemos que desayunar que luego tenemos que iral parque, donde celebraremos tu fiesta.

−Si padrino. −Ydejando sus regalos a un lado se fue a sentar a la mesa donde vio muchos dulcesy otras cosas buenas.

Después de desayunar,ya se fueron para el parque, aunque muchas fiestas solo se celebraban unashoras por la tarde, habían decidido hacerla de todo el día, y los padres de losdemás niños no habían dicho nada, al contrario estaban encantados de pasar eldía en el parque.

Al llegar, y viendoque ya todos estaban allí, Sirius les pidió un momento.

−Gracias a todos porvenir, sé que muchos ya tendríais que estar en vuestras vacaciones por eso mifamilia y yo os lo agradecemos de corazón.

−Las fiestasinfantiles siempre son importantes. −Le dijo un padre. −Los niños son nuestraalegría así que no nos importa perdernos un par de días de vacaciones paraestar con Harry que el siempre va a la fiestas de nuestros hijos.

−Gracias. −Siriusrealmente agradecido les dijo; −Hemos preparado muchas cosas y luego gracias avosotros que habéis traído comida disfrutaremos de este hermoso día.

 

−Lo haremos. −Y así sepusieron a disfrutar de ese día.

Con la ayuda de Cissyy Andrómeda habían preparado muchas actividades para el cumpleaños de Harry,incluso habían llamado a Joseph el amigo fotógrafo de Jack para que no dejarade captar ningún momento especial.

Unas horas después, yaestaba oscureciendo, así que dándoles las regalos de agradecimiento que leshabían preparado a sus invitados, recogieron todo y se fueron a su casa.

Ese día había sido muyespecial, todo había ido perfecto, y se lo habían pasado muy bien, había sidouna alegría ver a Harry corriendo por todos lados, con sus amigos y viendo alos padres que no dejaban de sonreír y les habían ayudado a que ese día nofallara nada.

−Han sobrado bolsas deregalo. −Les dijo Remus cuando Harry ya estuvo dormido y miro a su madre. −¿Hafaltado alguien a la fiesta?

−No nadie, ha venidotoda la clase de Harry, mas los amigos de la piscina y los del centro social entotal 40. −Y miro a Sirius. −¿Cuántas bolsas pediste que prepararan?

−Le pedí 45 por sialguna se estropeaba que tuviéramos de reserva.

−Mejor, ¿pero ahoraque hacemos con las que han sobrado? No creo que nos dejen devolverlo.

−La bolsa no, puestiene el nombre de Harry pero si los regalos. −Dijo Sirius y cogiendo una bolsasaco las cosas que habían pedido que preparan.

En la bolsa, habíanunos caramelos que eso siempre todos los ponían, unos peluches pequeños que lescabían en la palma mano y un pequeño cuaderno para pintar con un paquete decinco rotuladores.

−Los caramelos losdejaremos, lo demás sí que lo devolveremos. −Y cogiendo una de las bolsas metiólos caramelos y los peluches que eran tres diferentes, habían pedido tresclases, jirafas, tigres y conejos, los osos estaban muy vistos y los conejostambién, pero a Cissy le había gustado mucho uno así que lo habían puesto y unlibro con sus rotuladores y lo dejo a un lado. Eso es para Harry, los demásaunque no es mucho si que lo devolveremos.

−Ahora a dormir,mañana salimos de vacaciones. −Les dijo Hope. −Tenemos el vuelo a las 11 de lamañana.

−Antes de irnos,llevare las cosas que han sobrado a la tienda.

−Mejor así que tenemosuna cosa hecha. −Y dándose las buenas noches cada uno se fue a su cuarto.

Al día siguiente,mientras Lyall se ocupaba de cerrar bien la librería, Sirius iba a la tienda adevolver las cosas que habían sobrado y Hope limpiaba la nevera para que alvolver no hubiera ninguna sorpresa, Remus ayudaba a Harry con los juguetes quese llevaría de vacaciones.

−Harry, no te puedesllevar todos tus juguetes. −Le dijo el castaño.

−¿Tito?

−Nos vamos devacaciones, así que escoge lo que te quieres llevar.

−¿Me puedo llevar aMoony?

−Moony es muy grande. −Ledijo refiriéndose al lobo que su padre le había regalado. −Esta vez lo dejarasen casa, nos llevaremos algo más pequeño. −Y mirando entre todas las cosas, leenseño su tigre, que era uno de los regalos de agradecimiento de su cumpleaños.−¿Te quieres llevar al señor tigre?

Harry tras mirarlo,miro al muñeco y asintió. −Si tito.

−Estupendo, ahoratenemos que buscar otras cosas. −Y mirando de nuevo, escogió un par de coches yun par de muñecos y los guardo en su bolsa. −Con esto ya lo tenemos todo. −Y lesonrió. −Donde vamos de vacaciones, hay muchas tiendas y cosas que nunca hasvisto, así que habrán muchas compras.

 

El niño contentoasintió, y se puso a jugar sin desordenar mucho.

Media hora después, elmini autobús del aeropuerto que habían alquilado al ser tantos, los pasaba abuscar y así empezaban sus vacaciones.

20 días después, lapuerta de casa de los Lupin se abría y lo primero que hicieron fue fruncir elceño, tras tantos días de no abrir las ventanas, el ambiente se habíaenturbiado y olía fatal.

Remus, acercándose alas cristaleras, las abrió y el aire entro para limpiar el ambiente.

−Antes de descansar,tenemos cosas que hacer. −Les dijo Hope. −Tenemos que llenar la nevera ylimpiar el piso.

−Sirius y yo nosllevaremos a Harry al supermercado y así vosotros podéis limpiar bien, sintener manitas tocándolo todo. −Le dijo Remus.

−Hacerlo, hoypediremos que nos traigan algo de comer, no me apetece cocinar. −Les dijo Hope.

−Es normal, acabamosde llegar, tardaremos un rato hay muchas cosas que comprar. −Le dijo Sirius ymiro a Harry. −¿Vamos a comprar?

−Si padrino.

−Pues vamos. −Y asícogiendo el carro se fueron al supermercado.

Al llegar, vieron queapenas había gente, pero era normal aun estaban en verano y mucha gente aun nohabía regresado.

Ellos habían estado 20días y habían sido unas merecidas vacaciones, no solo para descansar yrelajarse sino para unir lazos, aparte de los Lupin, los Tonks y los Malfoy,también habían ido Severus y Jack y aunque al principio el ambiente inclusohabía estado un poco tenso, al cabo de los días se habían relajado, y no solohabían ido a Barcelona, también habían ido a Mallorca una hermosa isla que teníaunas playas de azul cristalino y habían disfrutado del sol mediterraneo y todoshabían cogido un tono saludable.

−¿Qué compramos? −Lepregunto Sirius a Remus.

−De todo, no hay nada.−Y así dejando el carro a un lado cogieron un carro del supermercado y loempezaron a llenar.

Media hora después, yatenían todo lo que buscaban y muchas otras cosas.

Después de pagar ya sefueron a casa, donde vieron a Hope y Lyall limpiando, al verlos tan cargadosasintieron satisfechos.

−La nevera ya estálimpia y ya la hemos puesto a enfriarse así que en una hora ya estará losuficientemente fría para que no se estropee nada.

−Mejor, ¿habéisllamado al de la piscina?

−Sí, mañana se pasarana limpiarla por la mañana así podremos usarla.

−Bien, ahora vamos aguardar todas las cosas de Harry.

−Ya hemos puesto unalavadora así que pronto pondremos otra, hay mucha ropa que lavar.

−Eso es lo malo devolver de las vacaciones, que tenemos muchas cosas que hacer.

−Sí. −Y así mientrasRemus colocaba las cosas que habían comprado en el supermercado, Sirius ayudabaa Harry a ordenar todas sus nuevas cosas.

−Señor Petete. −AHarry le había gustado un pato extraño que vendían en una de las tiendas a lasque habían ido, se llamaba señor Petete y salía en un programa español, tambiénhabían comprado un ratón llamado Topo Gigio que iba vestido de cartero, y esteaunque era italiano los españoles lo tenían en otro programa.

 

−Espinete. −Harry leenseño a su padrino su nuevo muñeco, un erizo rosa y otro muñeco, don Pimpon elamigo de Espinete, salían en el barrio sésamo de allí, incluso a Draco lehabían gustado y se los habían comprado.

Y aparte de esascuatro cosas, habían comprado muchas más cosas, juguetes, muñecos y sellosaunque Harry era muy pequeño aun, coleccionaba sellos con la ayuda de Lyall,según el hombre, los sellos eran una colección para toda la vida, así que yatenía más de 50, y habían comprado una gran cantidad en Barcelona.

Cuando terminaron deordenar todas las cosas nuevas, se pusieron a limpiar con los demás.

Cinco días después, eldía 25 Remus abría de nuevo la librería, después de 25 días de vacaciones ya teníaganas de volver al trabajo, además ya quedaban pocos días para empezar laescuela y muchos padres esperaban para poder comprar los libros de sus hijos.

Nada más abrir y traslimpiar con la ayuda de Sirius y Lyall, Remus se puso a coger los libros de laescuela de Harry y guardar los de Draco.

−¿Necesita muchoslibros? −Le pregunto Sirius.

−Unos cuantos. −Ledijo Remus y mirando la lista, los fue separando. −Lenguaje, lectura, matemáticas,formación cívica, naturales, sociales, música y dibujo.

−¿Qué es formación cívica?

−Les enseñan a que notienen que pasar en un semáforo en rojo o pasar por el paso de cebra.

−Eso está muy bien.

−Lo está. −Le dijoRemus y mirando bien la lista, vio que ya había cogido todos los libros. −Esosson todos. −Y se los enseño.

−Ahora hay que ir acomprar el uniforme y todo lo demás.

−Sirius ves tú acomprarlo, mi padre y yo podemos quedarnos solos.

−Entonces iré, así yalo tenemos.

−Sí, cuidado con lasmarcas, solo podemos comprarle lo que pone en la lista.

−Lo tendré en cuenta. −Ycogiendo la lista y los libros de su ahijado, subió a su casa.

Al llegar vio a Harrydesayunando y Hope haciendo la colada.

−Hope cuando Harrytermine de desayunar, me lo llevare a comprar las cosas que necesitamos para laescuela, así ya las tenemos.

−Mejor, también hayque llevarlo al médico y que le hagan una revisión completa.

−¿Hay algún hospitalcerca?

−Si a una hora.

−¿Puedes pedir hora?Así ya lo tenemos.

−Sí que lo hare, tambiénpediré hora para Draco.

−Creo que ya lotenemos todo, solo quedaría lo de las nuevas actividades para después de laescuela.

−Ya nos han enviado lasolicitud y las nuevas actividades así que luego lo haremos.

−Ok. −Y miro a Harry. −¿Hasterminado?

−Si padrino.

−Pues vamos. −Ycogiendo la lista y el dinero se fueron a comprar las cosas que necesitaban.

Unas horas después ala hora de la cena Sirius se quejaba.

−Cuando hemos ido acomprar las mochilas, he visto que habían muchas para chicas, pero para chicoscasi no habían.

−Eso siempre ha sidoasí, los modelos de las chicas son más bonitos, para los chicos apenas sacanmodelos. −Le dijo Remus. −Pero la que has escogido está muy bien, es de colorazul claro combinado con gris claro.

−Por suerte hemos encontradoesa, cuando estábamos allí hemos visto a Cissy que también estaba comprando lasmochilas y para Draco hemos escogido una de color verde con tonos gris claroigual de la misma marca que la de Harry.

 

−El año que vieneiremos al centro, a un centro comercial seguro que encontramos mas modelos.

−Mejor porque noquiero que se lleve una mochila negra, por lo demás no ha sido difícil, hemoscomprado una flauta de madera, nuevos plastidecor y todo nuevo.

−Mejor. −Y miro a sumadre. −¿Para cuándo tenemos la cita con el médico?

−Para mañana por latarde, le harán una revisión completa, también le miraran la vista.

−¿Los dientes?

−Creo que es mejorbuscar a un dentista privado.

−¿Hablas de esasclínicas dentales que tan de moda se han puesto ahora?

−Sí, son más caraspero creo que es mejor.

−Por mí no hayproblema, cuando estemos allí hablaremos con el doctor haber si conoce aalguno.

−Seguro que sí. −Ysiguieron cenando.

Cuando terminaron decenar, se pusieron a rellenar los papeles para las actividades extraescolaresde Harry.

−¿Dónde lo apuntamos?

−Natación. −Les dijoLyall. −A Harry le gusta.

−Pues natación. −Ytras rellenarlo, los miro de nuevo. −¿Lo apuntamos de nuevo a música y apintura?

−Sí, para un niño decinco años es lo mejor. −Le dijo Remus mirando la lista. −En el polideportivo,hay karate, juegos de pelota y gimnasia.

−El karate va bien,para tener disciplina, pero creo que es demasiado pequeño. −Le dijo Lyall. −Miraremosel año que viene, este año dejaremos las cosas como están.

−Entonces terminemosde llenarlo y ya así el 1 de septiembre ya lo llevamos. −Y tras terminar derellenarlo ya se fueron a descansar.

Al día siguiente,Remus y Sirius llevaron a Harry al médico, los Malfoy también llevaron a Draco,así ya tendrían la revisión pasada y podrían darles los resultados a laescuela.

Aunque Draco siendosangre pura no cogía las enfermedades muggles lo de pesarle y mirarle la vistaera bueno.

−Por lo que he visto,los dos están muy sanos. −Les dijo el doctor cuando termino de la revisión. −Unpoco delgados pero según lo que me han dicho son así y no dejan de comer asíque no pasa nada. −Les dijo el doctor y sentándose detrás de su mesa se puso aapuntar unas cosas y cuando termino se lo dio. −Esto es para la escuela, paraque vean que todo va bien.

−Gracias. −Siriuscogiéndolo lo miro. −¿Conoce a algún dentista?

−Sí que conozco,tienen los del hospital o una clínica.

−Preferimos unaclínica.

−Pues entonces tengola adecuada, la lleva un amigo mío se llama George Granger, está un poco lejosde aquí, pero es el perfecto dentista, la lleva junto a su mujer Jane Granger. −Ycogiendo una tarjeta le apunto la dirección. −Aquí lo puede encontrar.

−Gracias. −Dijocogiendo la tarjeta. −¿Cuándo tienen que venir de nuevo?

−Hasta el año que vieneya no tienen que venir.

−Entonces nos vemos enun año.

−Sí. −Y tras darlesunas piruletas a cada niño vio como se iban y se fue a atender a sus otrospacientes.

Al día siguiente,llevaron a Draco y a Harry al dentista, al llegar vieron que había mucha genteesperando a ser atendidas.

Sirius acercándose ala recepcionista le dijo su nombre.

−Señor Black, como esla primera vez que viene, la doctora Granger le hará una revisión de la bocapara saber cómo la tiene. −Y le sonrió. −Puede sentarse mientras espera a quellamen a sus sobrinos.

−Gracias. −Y se fuerona sentar mientras esperaban.

 

Mientras Sirius habíaestado hablando con la recepcionista, Draco había visto a una niña así que seacerco.

−Hola.

La niña lo miro. −Mimama me ha dicho que no puedo hablar con desconocidos.

−Me llamo Draco, ya nosoy un desconocido. −Sus padres también se lo habían dicho.

−Yo me llamo Hermione.−Y le sonrió. −¿Te gustan los animalitos?

−Sí. −Y le enseño ungato que llevaba con él. −¿Te gustan los gatitos?

−Sí, son mis preferidos.

−Te lo regalo.

−Gracias, ¿quieresjugar conmigo?

−Sí.

−¿Puedo jugar? −Lespregunto Harry acercándose tímidamente.

Draco mirándoloasintió. −Sí, ella es Hermione, no la dejan hablar con desconocidos, así que tetienes que presentar antes.

Harry le sonrió. −Hola,me llamo Harry y ya no soy un desconocido.

Hermione le sonrió. −Hetraído mis colores, ¿queréis pintar?

−Sip. −Y asísentándose se pusieron a pintar, mientras a un lado los adultos los mirabansonriendo, era bueno que los niños tuvieran amigos.

Un rato después,llamaban a Harry, Sirius levantándose se acerco a su ahijado. −Harry tenemosque ir.

El niño lo miro. −Padrinoestoy pintando.

−Lo sé peque, luegovolveremos y podrás seguir pintando.

−Vale. −Y dejando loscolores, se levanto y se fue con su padrino.

En la consulta, ladoctora miro a Sirius y sonrió a Harry. −Hola tú debes de ser Harry.

El niño la miro.

−No pasa nada. −Ledijo Sirius sonriéndole. −Yo estaré contigo.

Harry asintió y miro ala doctora.

Jane sonriéndole le pidióque se sentara en su silla. −Es una silla mágica.

−¿En serio?

−Sí. −Y cuando Siriusle ayudo a subirse lo subió para estar a su altura.

Al verse alzado Harry sonrió.−Veo que te ha gustado.

−Sip.

−Harry ahora necesitoque abras la boca. −Le pidió Jane.

Sirius le sonrió. −Yoestoy contigo. −Y miro a la dentista. −No le gustan mucho los desconocidos.

−No pasa nada, losniños son así es mejor que no se fíen de todos.

−Sí que lo es. −Y miroa su ahijado. −Yo no me iré a ningún lado.

Harry asintiendo abrióla boca y Jane se puso a revisarla.

Un rato después Janeterminaba su trabajo y miraba a Sirius. −Harry tiene bien la boca, este año yatendrían que empezársele a caer los dientes.

−Lo tendré en cuenta.

−Hágalo, ¿Cuántasveces se lava los dientes?

−Dos veces, una vezpor la mañana y otra por la noche.

−Eso está bien, ¿tomaleche?

−Sí, dos veces tambiénincluso a veces tres vasos.

La doctora asintiendofue apuntándolo todo bien. −La leche es muy importante, sobre todo en losniños, también hay que darle una dieta equilibrada y no pasarse con losazucares.

−Toma mínimo una piezade fruta al día, verduras, pescado, la verdad es que su dieta es bastantebuena.

−Y así tiene que ser. −Janedejando de apuntar lo miro. −Con esto ya hemos terminado, nos vemos en un año.

−Sí, aunque creo quemis sobrinos se han hecho amigo de su hija. Mientras esperaban, la recepcionistale había dicho que Hermione era la hija de sus jefes, que había ido para que lerevisara también la boca.

Al escuchar eso, Janese sorprendió. −Me sorprende, Hermione no es que sea muy abierta con los desconocidos,es más bien una niña tímida.

 

Sirius le sonrió. −Entoncesme alegro de que a mis sobrinos les haya gustado su hija.

−Yo también.

Sirius sonriéndole unaúltima vez, cogió a Harry que le había gustado la silla mágica y dejándolo enel suelo llamo a Draco para que fuera atendido y como con Harry, el pequeñoMalfoy estaba en perfecto estado.

Antes de irse, Siriusle dio su teléfono a Jane para quedar un día y que los niños pudieran jugar.

Unas horas después,Sirius les explicaba lo bien que había ido.

−Ha ido tan bien, queHarry y Draco tienen una nueva amiga, se llama Hermione Granger y es la hija dela dentista, y según me han dicho tiene cinco años en septiembre cumple seisaños.

−Eso está muy bien. −Remussonriendo miro a Harry. −¿Te ha gustado Hermione?

El niño asintiósonriendo. −Me ha dejado pintar con sus colorines y le gustan los gatitos.

−Eso está muy bien.

−Draco le ha regaladouno de sus muñecos un gato.

−Me alegro queconozcan a otros niños.

Sirius asintiendo miroun momento a su ahijado que estaba comiendo muy a gusto y siguió cenando.

Cuando terminaron decenar, Harry ya se fue a dormir, con tanto viaje en coche y tanto dentista, elniño estaba cansado y solo quería descansar.

Y con todo marchandotan bien, el tiempo fue pasando y pronto estaban en enero de 1991, el día enque Harry empezaba de nuevo las clases.

−Harry despierta,tienes que levantarte, para ir a la escuela. −Le dijo Sirius entrando y corriendolas cortinas a un lado miro a su ahijado que seguía profundamente dormidoaunque ya el sol entraba en la habitación.

−Padrino, tengo sueño.−Le dijo medio bostezando.

−Lo sé, eso es porquete has pasado tres semanas casi sin hacer nada.

−Sí que he hechocosas. −Protesto. −He ayudado a tío Remus en la librería.

Sirius le sonrió. −Yate has despertado, así que vístete.

−Eres un tramposo, lohas hecho para que me despertara.

Sirius se rio. −Cuandoseas mayor, podrás hacer todas las trampas que quieras, mientras te tocara ir ala escuela.

−Ya me levanto. −Ygruñendo diciendo que su padrino era un tramposo se metió en el cuarto de baño.

−Harry no te olvidesde ponerte una camiseta debajo de la camisa, hace mucho frio y no quiero que teconstipes.

El niño saliendo lomiro. −¿Hace mucho frio?

−Mucho, creo quepronto nevara, no te olvides de la camiseta.

−No me olvidare. −Y volvióa meterse en el baño.

Cuando termino devestirse con su uniforme, bajo al primer piso a la cocina donde ya todosestaban sentados.

−Buenos días.

−Buenos días. −Hopeque estaba terminando de preparar el desayuno le sonrió. −¿Qué tal has dormido?

−Muy bien, pero tengosueño.

−Es normal, hoy es tuprimer día después de las vacaciones, pero eso pronto pasara.

−No creo. −Y bostezo.

−Yo tampoco lo creo. −Ledijo Remus sonriéndole.

−Seguro. −Y riéndosese puso a desayunar. −¿Abuelo te vas a Irlanda al final?

Lyall tenía que ir aIrlanda a revisar una casa para su trabajo, pero no lo había querido hacerhasta que terminaran las vacaciones, con ese frio no quería quedarse parado en algúnlugar por culpa de la niebla o aun peor por la nieve.

−Sí. −Y le sonrió. −¿Quieresque te traiga algo?

 

Harry asintió. −Siabuelo, quiero que me traigas sellos, de Irlanda casi no tengo. −Lo que habíaempezado una colección de Lyall para compartir más cosas con Harry, habíapasado a ser una colección muy importante, en todos lados a los que ibansiempre compraban sellos, ya tenía más de 500. −También un leprechaun.

Lyall le sonrió. −Telos traeré.

−Gracias. −Y siguiódesayunando.

Cuando termino dejolas cosas en el fregadero y miro a su familia. −Nos vemos luego.

−Si Harry, ahora vesque Draco y los demás te esperan.

−Sí. −Y diciéndolesque los vería luego, se puso su abrigo y cogiendo su mochila se fue.

Como siempre Oliveruno de sus mejores amigos lo esperaba en la puerta de su casa, el vivía al ladoen la panadería así que siempre iban juntos.

Al llegar a laesquina, Simón los encontró y así los tres se fueron a buscar a Draco que eraquien vivía más cerca de la escuela.

En casa de Draco,tocaron al timbre y no tardaron mucho en abrirle.

−Buenos días.

Harry le sonrió. −Buenosdías tío Lucius. ¿Está listo Draco?

−Lo está. −Y justocuando decía eso, Draco salía y saludándolos miro a su padre. −Draco esta tardete irás con tus tíos, tengo que hacer un viaje muy importante y tu madre yAbraxas se vendrán conmigo.

Draco asintió. -Ir concuidado.

−Lo tendré, ahora ves.

−Sí. −Y diciéndole quelos vería en una semana se fue.

−¿Dónde se van mistíos? −Le pregunto Harry.

−A Alemania.

−Es la semana de losviajes, el abuelo se va a Irlanda.

−No sois los únicos. −Ledijo Simón. −Mi padre se va a Estados Unidos, parece ser que hay un curso parapolicías allí, creo que me ha dicho que se va a Washington algo del FBI o algoasí.

Al escuchar eso, lostres se quedaron mirándolo. −Los del FBI son los mejores, hay un montón deseries sobre ellos.

Simón asintió. −Loshay, me ha dicho que me traerá una camiseta y una para vosotros también.

−Gracias. −Y asíhablando de todo un poco se fueron a la escuela.

Unas horas después,Remus estaba trabajando en la librería cuando tocaron a la campana y vio queHarry y sus amigos entraban.

−Buenos tardes chicos.

−Buenas tardes, señorLupin. −Le saludaron los chicos.

−Buenas tardes tío. −Harrydejando la mochila dentro del mostrador le dijo: −La profesora nos ha puesto untrabajo de animales, a cada uno nos ha tocado uno diferente, has visto queinjusticia, acabamos de empezar y ya nos ponen trabajos.

Ante eso, Remus vioque los demás asentían dándole toda la razón a Harry.

−Bueno chicos. −Elcastaño les sonrió. −No creo que sea muy difícil, ¿o sí?

−No lo es, pero conese trabajo tendremos menos tiempo para jugar. −Le dijo Simón.

−Pero si habéis pasadotres semanas de vacaciones. −Y miro a Harry. −¿Qué animal te ha tocado?

−El caballo.

−Encontraras loslibros en su sitio.

−Si tío.

−Señor Lupin, dejamosla mochila. −Le dijo Oliver.

−Claro que si, dejarlaa un lado así podréis mirar bien los libros.

−Sí. −Y dejándolas aun lado se pusieron a mirar los libros que comprarían.

Un rato después, losniños estaban pagando cuando entro Sirius, que como siempre las mujeres se loquedaban mirando y las clientas de la librería no eran una excepción.

 

Harry al verlo le sonrió.−Padrino.

Sirius le sonrió ymiro a Draco. −¿Qué tal todo?

−Muy bien tío, estamosbuscando los libros para un trabajo.

−¿Un trabajo? ¿Quétipo de trabajo?

−Animales, me hatocado el león y a Harry el caballo.

−Dos buenos animales,y hay muchas cosas sobre ellos.

−Tienen suerte. −Ledijo Simón. −A mi me ha tocado el cocodrilo, es súper difícil.

−Yo creo que no. −Ledijo Remus mirándolo. −Simón el cocodrilo apareció mucho antes que el león, elcaballo y sobre todo los humanos, tienen más de 55 millones de años deantigüedad, además en Egipto era un animal sagrado. −Y miro a Harry. −Elcaballo lleva con los humanos cientos incluso miles de años, puede que no tantocomo el cocodrilo pero sí que es muy importante, gracias a ellos se podíacultivar la tierra rápidamente antes de la salida del tractor e incluso hoy endía aun se usa. −Y miro a Draco. −Y el león, era uno de los animales que usabanlos romanos en sus circos contra los gladiadores y es el rey de la selva, asíque como veis hay muchas cosas.

−Gracias señor Lupin. −Ledijo Simón. −Ahora sé que puedo poner muchas cosas.

Remus le sonrió y miroa Sirius. −Sí que has venido pronto.

−Si, Lucius se ha idoa Alemania y yo mañana salgo para Francia.

−¿Te llevara muchotiempo? −Le pregunto Harry.

−Espero que no. −Ysuspirando porque tenía que hacer ese viaje le sonrió. −¿No tenéis música? Si noos dais prisa llegareis tarde.

−Es verdad. −Ycogiendo las mochilas, cada uno se fue a su casa.

Harry y Draco trasdejar sus cosas, cogieron sus violines y se fueron al centro social.

Unas horas después,mientras hacían los deberes, Draco miro a Harry.

−Harry.

El joven Potter lomiro. −¿Si?

−En septiembre yaempezamos hogwarts.

−Lo sé. −Aunque élhabía olvidado lo de la magia, su familia se lo había ido recordando poco apoco, y ahora ya lo sabía todo. −Quieres estar en slytherin, ¿verdad?

−Si como mis padres, ytú en gryffindor, ¿verdad?

−Si, como mis padres,¿crees que Hermione recibirá una carta?

−Mi padre dice que sí,que es hija de muggles.

−Espero que la reciba,estaría genial estar los tres juntos.

−¿Aunque este enslytherin?

Al escuchar eso, Harryle dio un golpe.

−¿Oye porque megolpeas? −Se quejo Draco.

−Te he golpeado parasaber si estas dormido, tu eres Draco Malfoy no importa si estoy en gryffindory tú en slytherin, no solo eres mi primo sino que eres mi mejor amigo yestaremos siempre juntos.

−Tienes razón, soyDraco Malfoy y si a alguien no le gusto se lo pierde.

−Así se dice, comodice tío Sirius, somos Black y si a alguien no le gustamos es que son idiotas.

−Oye esa boca. −Seescucho.

Los niños se giraron yvieron a Hope.

−Abuela. −Harry le sonrió.

−No digas máspalabrotas.

−No abuela, ¿hasescuchado algo?

−No mucho. −Yacercándose miro a Draco. −Como bien dice Harry no importa si alguien no tequiere, hay mucha gente que si lo hace sin importarle que estés en slytherin,nos tienes a nosotros, a tus padres, a tus tíos y a tus amigos.

Draco asintió. −Tienesrazón, no importa si no me quieren porque hay gente que si lo hace.

 

−Exacta, nunca olvidesque no estás solo. −Y miro la mesa que estaba llena de libros y utensilios. −¿Estáishaciendo los deberes?

−Sí, no tenemos muchosasí que luego nos pondremos con el trabajo de animales.

−Estupendo, yoempezare a preparar la cena. −Y sonriéndoles se levanto y se fue a la cocina ylos niños volvieron a su trabajo.

Una semana después,Remus estaba trabajando, cuando entro Harry y tras saludarle le dio un papel. −Melo ha dado la profesora.

El hombre se puso aleerlo. −Dice que en junio os iréis de viaje de fin de curso a Paris, y quemañana tenemos una reunión para hablarlo.

−Si tío, ¿puedo ir aParis?

Remus le sonrió. −Claroque puedes ir, ahora ves a dejar la mochila a casa que tienes que ir al centrosocial.

−Si, además el señorHarrison nos dijo la semana pasada que hoy nos diría una sorpresa.

−Pues ves, que seguroque tienes ganas de saberlo.

−Sí.

−La merienda la tienesen la encimera, la abuela lo ha preparado antes de irse.

−Merendare y mecambiare de ropa.

−Hazlo. −Y viendo comose iba volvió a su trabajo.

Unas horas después,Harry no dejaba de sonreír.

−¿Harry y esa sonrisa?−Le pregunto Lyall. −No dejas de sonreír todo el tiempo.

−Es que el señorHarrison nos ha dicho que podemos participar en el mercadillo de primavera.

−Eso está muy bien. Elcentro social preparaba tres mercadillos, uno en navidades, otro en primavera yel último en verano, todo el barrio se unía a ese evento, y los beneficios eranpara los que menos tenían. −¿Y qué vas a hacer?

−Un reloj de cuco.

Al escuchar eso, loscuatro lo miraron. −Eso es muy difícil.

−Lo es, pero el señorHarrison nos ha dicho que nosotros solo tenemos que hacer las piezas grandes,lo demás nos lo harán, los muñequitos y cosas así.

−Eso está muy bien.

−Y tambiénprepararemos varias piezas de música, ¿puedo dejar la piscina de momento?Quiero preparar bien las dos cosas.

−Claro que sí. −Ledijo Sirius mirándolo. −Mañana llamare al polideportivo y les diré que demomento no vas, que tienes que preparar el mercadillo y el evento musical.

−Gracias, ¿me ayudáisluego a hacer un buen diseño?, el señor Harrison nos ha dicho que ya mañana lotenemos que llevar, pues hay muchas cosas que hacer y el tiempo pasa muydeprisa.

−Te ayudaremos. −Remusmiro a Sirius. −Mañana hay reunión en la escuela para hablar sobre el viaje defin de curso.

−Vamos a Paris. −Ledijo Harry.

−Me gusta mucho Paris.−Le dijo Sirius y miro a su ahijado. −¿Has sido bueno?

−Muy bueno.

−¿En serio? Alguien seha comido mi chocolate, ¿has sido tú?

−¿Yo? Que va. −Y miroa Remus que estaba comiendo. −Has sido tú.

−¿Yo? No.

Harry lo miro. −Tienesuna miga de chocolate en el jersey.

Remus lo miro. −Imposibleel chocolate no deja migas, si me quieres pillar intenta otra cosa. −Y miro aSirius. −Pero he sido yo, me llamaba y no he podido decirlo que no.

−Lo sé. −Y riéndosemiro a Harry. −Tendrás que seguir intentándolo.

−Algún día os pillare.

−Para eso queda mucho.−Y así de buen humor siguieron cenando.

Cuando terminaron sesentaron en el sofá y se pusieron a hacer el boceto para el reloj de cuco deHarry.

 

−¿Harry como loquieres?

−Quiero que sea tipocabaña, el señor Harrison dice que esos son los más bonitos.

−Y los más grandes. −Ledijo Lyall.

−Lo sé, pero es el queyo quiero hacer. −Y haciendo un boceto se lo enseño. −Será un chalet con unarueda de agua a un lado y con árboles.

−Está muy bien, ¿y quemas quieres ponerle?

−Ventanas. −Le dijoHope mirándolo. −Las casas necesitan ventanas.

−Sí. −Y las puso. −Tendráventanas, un balcón. −Y los miro. −¿Creéis que es muy difícil poner un pequeñocarrusel con animales?

−¿Quieres que tenga carrusel?−Le pregunto Sirius.

−Sí.

−Esos son muy grandes,y tendría que estar colocado con dos clavijas incluso tres para que no secaiga. −Le dijo Remus. −Es mejor que lo hagas más pequeño, déjame un momento.

−Sí. −Y le dio el blocde dibujo y el lápiz.

−La cabaña está bien. −Ledijo Remus. −La rueda de agua también, lo puedes poner delante, los arboles aun lado, cuatro ventanas, dos arriba y dos abajo, arriba el balcón y en medioun carrusel no necesita ser muy grande. −Y miro a su sobrino. −¿Qué te parece?

Harry le sonrió. −Sí.

−Estupendo, ahorafaltaría las tejas del tejado que así lo hará más real.

−Harry el reloj quesea con números romanos, queda mucho más chulo. Le dijo Hope.

−Si abuela. −Y miro asu tío. −Números romanos.

−Es lo mejor, y ahorafaltaría lo que quieres ponerle, acostumbran a ponerle hombres bebiendo y cosasasí.

−Eso a mí no me gusta.

−Y es normal, eres unniño, puedes ponerle otras cosas.− Le dijo Sirius. −¿Qué te parece animales?

−Si padrino. −Y miro aRemus que seguía con el diseño. −Pon un ciervo, un perro, un lobo.

El hombre le sonrió. −Lopondré. −Cuando término le dijo: −Los animales irán abajo para que se vean bieny arriba el carrusel, pondremos a personas bailando.

−Sí, y quiero a dospersonas sentadas en un banco, esos serían los abuelos. −Y miro a Hope y Lyall.−¿Qué os parece?

−Eso está muy bien,faltarías tu madre y tu.

−Una familia deciervos. −Le dijo Sirius y miro a Remus. −Pon dos ciervos más.

−Lo hare. −Y trasponerlo de nuevo miro a Harry. −Creo que con esto esta mas que bien, tampoco queremosllenarlo mucho, que quedaría mal.

−Sí, tienes razón.

−Pues listo. −Y se lodio.

−Gracias tío, haberque me dice mañana el señor Harrison, espero que pueda ponerle todo lo que hepensado.

−Nosotros también loesperamos, ahora a dormir que ya se está haciendo tarde.

−Sí. −Y guardandotodo, les dio las buenas noches y tras lavarse los dientes se metió en la cama.

Al día siguiente,después de la escuela, Harry se fue al centro social.

−Buenas tardes chicos,como veo muchos estáis interesados en hacer el reloj de cuco, todo lo queconsigamos en las ventas será para ayudar a los que menos tienen. −Les dijo elseñor Harrison. −Ahora mirare vuestros diseños, haber si se puede cambiar algoo está bien como lo habéis echo, cuando los vaya viendo podéis ir acercándoos acoger las piezas de madera que necesitareis, ya todas tienen sus medidas paraque no tengáis que cortar mucho, hay pequeñas, medianas y grandes. −Y trasdecir eso, se puso a mirar los diseños de sus alumnos.

 

Diez minutos despuésle tocaba a Harry. −¿Harry que diseño has pensado?

El niño se lo mostro.

El profesor mirándolobien le dijo: −Esta muy bien lo que quieres poner, pero como es mucho, haremosesto. −Y le fue diciendo. −La casa será un poco más grande, los ciervos lospondremos al lado de los arboles, pondremos dos en un lado y uno en el otro lado,a las persona sentadas en el otro lado al lado de la rueda y el lobo y el perroacostados en medio.

Harry lo miro. −¿Quedarabien?

Harrison le sonrió. −Quedaramuy bien, sea un poco mas grande como he dicho y podrás ponerle todo, y arribapondremos un pequeño carrusel con los bailarines, ¿pero no prefieres un cuco?

−¿Se puede poner lasdos cosas?

Al escuchar eso, elprofesor se rio. −Creo que quieres ponerle muchas cosas.

−Lo sé. −Y lo miro. −¿Sepuede?

−Sí que se puede. −Yle hizo varios cambios a su boceto. −En el segundo piso pondremos a losbailarines y arriba pondremos el cuco.

−¿Tiene que ser uncuco?

El profesor lo miro. −¿Noquieres un cuco?

−Una lechuza.

Harrison le sonrió.−Aun nos lo hemos encargado así que puede ser. −Y miro a los demás alumnos. −Escuchar,Harry no le quiere poner un cuco prefiere ponerle una lechuza, no es muynormal, pero se puede hacer.

−¿Cómo será lalechuza? −Le pregunto Draco.

−Blanca. −Le dijoHarry y miro a su profesor. −La quiero blanca.

−Blanca. −Harrison le sonrióy miro a los demás. −¿Quién quiere lechuza en vez de cuco? Pensarlo bien porqueuna vez haya hecho los pedidos no se podrá cambiar.

Draco y muchos otrosniños levantaron la mano.

−Antes de irnos,tomaremos nota. −Y miro a Harry. −Tu reloj quedara muy bien, pero no le pongasnada más.

−No profe, ya tengotodo.

−Bien, ves a buscarlas maderas, para tu diseño es mejor las maderas grandes.

−Lo hare. −Y se fue abuscar las maderas grandes, para empezar a trabajar.

Unas horas después enla cena, Harry les explicaba todo lo que llevaría su reloj. −Y en vez de ponerun cuco, le pondré una lechuza blanca y muchos otros han dicho lo mismo, queprefieren una lechuza.

−Eso está muy bien. −Remusle sonrió. −La reunión ha ido muy bien, y como el viaje es un poco caro, haréiscosas para vender y os darán una hucha para que vayáis llenándola.

−¿Es muy caro?

−500 libras.

−Ohh, que caro. −Sequejo Harry.

−No pasa nada. −Hopelo miro. −Aun quedan más de cinco meses para que os marchéis así que seguro queconseguís el dinero.

−Eso espero. −Y miro asu tío. −¿Qué haremos?

−Pulseras, llaveros ycosas así, que siempre se vende.

−Bien, voy a estar muyocupado.

−Mucho, pero son cosasimportantes. −Le dijo Sirius.

−Sí que lo son. −Y sonriéndolese puso a cenar.

Unos meses más tarde,en abril, Harry se despertaba y se iba a desayunar, ese día era importantedespués de semanas trabajando, era el mercadillo de primavera, lo ponían en elparque del barrio y mucha gente iba, incluso lo habían anunciado en la radio.

−Sí que te hasdespertado temprano hoy. −Le dijo Remus que ya estaba sentado alrededor de lamesa.

−Es que hoy esimportante. −Le dijo Harry. −Hoy veréis mi cuco y otras cosas que he hecho parael día de hoy.

−¿Has hecho muchascosas?

 

−No tan difíciles comoel cuco pero si, además la profesora nos ha dejado poner una hucha para nuestroviaje en nuestra parada.

−Eso está bien, ahoradesayuna. −Le dijo Hope.

−Si abuela. −Yllenando su cuenco de cereales se puso a desayunar.

Cuando terminaron yase fueron al parque y vieron que ya había gente.

−Venir. −Harry lellevo donde estaba la parada del centro y le enseño su cuco.− Este es el mío¿Qué os parece?

Los adultos lomiraron.

−Esta genial. −Siriusmiro a su ahijado. −¿Seguro que lo has hecho tu?

−Si padrino, ¿tegusta?

Sirius le sonrió. −Mucho.−Y miro al profesor de Harry. −Señor Harrison nos llevamos el cuco.

−Ahora os lo pongo.

−Gracias.

Remus miro a susobrino. −No solo está muy bien, sino que no parece que este lleno.

−El señor Harrison meayudo a hacer bien el diseño, para que e viera bien.

−Y lo ha hecho bien. −Ysonrió al profesor.

−Buenos días. −Lessaludo Lucius que se acercaba con su familia, Cissy, Draco y el pequeño Abraxasque solo tenía 3 años, había nacido cuando nadie se lo esperaba pero era laalegría de todos, y Draco era quien más cuidaba de él, adoraba a su hermanitopequeño.

−Papa el mío es este. −Ledijo Draco a su padre.

Lucius miro el relojde su hijo, estaba muy bien hecho y lo quería conservar, así que miro alprofesor de Draco. −Nos lo llevamos.

El profesor asintió. −Ahorase lo pongo.

−Gracias.

−De nada.

Cuando terminemosaquí, iremos a la parada de la escuela. −Y miro a Sirius. −¿Qué haréisvosotros?

−Igual, queremos ver quéotras cosas han hecho Harry y Draco.

−Os acompañamos.

Sirius asintiendo pagopor el reloj y cuando lo tuvieron bien envuelto se despidieron del profesor yse fueron a mirar otras paradas.

En la parada de laescuela, Harry cogió la hucha del viaje y se la acerco a su tío. −Pon dinero.

−Claro. −Remuscogiendo su billetera saco 10 libras y las paso por la rendija.

−Gracias. −Y lo fue acercandoa los demás que también pusieron dinero. −Te toca. −Le dijo a Jack justo cuandollegaba.

−¿Qué me toca?

−Poner dinero.

−Oye que acabo dellegar. −Protesto Jack. −¿Para qué es el dinero?

−Para nuestro viaje defin de curso, cuanto más pongan en las huchas, menos tendremos que ponernosotros luego, 10 libras está bien.

Jack sonriéndole cogiósu billetera y sacando el dinero lo puso. −Ya está.

−Gracias. −Y devolvióla hucha a la mesa. −Profesora ya hemos puesto más.

La profesora le sonrió.−Muy bien Harry.

−¿Cuánto les queda? −Lepregunto Sirius.

−Antes de lasvacaciones de primavera abrimos todas las huchas y vimos que teníamos bastante,necesitamos 12000 libras y tenemos un poco mas de 9000 libras, esperamos queantes de junio consigamos lo que nos falta.

−Seguro que si, ademásHarry y sus amigos salen cada fin de semana a vender las cosas que hacen en laescuela, que si pulseras, llaveros, camisetas y tenemos la hucha nueva en lalibrería.

−Como dice nos quedandos meses aun para conseguir dinero así que seguro que lo conseguimos. −Y miroa sus alumnos. −¿Verdad?

−Si profesora.

−Buenos días. −Lessaludo una chica.

−Buenos días Hermione.−Harry le sonrió. −¿Has venido a comprar?

 

−Sí, y también aayudaros con vuestro viaje de fin de curso. −Y saco su dinero y lo puso en lahucha. −No es mucho pero espero que os ayude.

−No importa lacantidad sino que hayas puesto. −Le dijo la profesora. −Gracias.

−De nada. −Y miro aDraco. −¿Y tu reloj de cuco?

−Mi padre lo hacomprado. −Y le enseño el paquete que llevaba Lucius. −Cuando este puesto encasa lo podrás ver.

−Gracias, ¿has hechoalgo más?

−Sí. −Y la llevo a unlado donde estaban todas las cosas que su clase había hecho.

Jack tras saludar alos Granger que también quisieron ayudar a los chicos en su viaje miro a Harry.−¿Has hecho algo?

−Si tío. −Y le enseñouna pequeña caja cuadrada y pintada. −Esto es lo mío.

−Me lo quedo, me gustamucho quedara muy bien en mi casa. −Y miro a Sirius y Remus. −Vosotros ya os habéisquedado el reloj de cuco así que yo me quedo esto. −Y miro a la profesora. −Mequedo la caja.

−Ahora se la pongo. −Yse puso a cobrarle.

−¿Te vas a quedaralgo? −Le pregunto Harry viendo que Hermione se acercaba.

−Sí, la caja de Draco.−Y miro a la profesora de sus amigos. −Me llevo la caja.

La profesora le sonrió.−Muchas gracias. −Y le dijo el precio.

−Tenga. −Y dándole eldinero espero a que le dieran el cambio y se las enseño a sus padres. −¿Qué osparece?

−Está muy bien. −Ymiro a Draco. −Lo has hecho muy bien.

−Gracias.

−De nada. −Y miraron alos demás. −¿Qué vais a hacer ahora?

−Vamos a seguirmirando, hasta la hora de la comida y por la tarde hay una subasta, los vecinoshemos dado algunas cosas que se subastaran.

−Eso está bien.

−Sí que lo está. −Y asíse fueron a seguir mirando las otras paradas.

Al día siguiente,después de clases, Harry llegaba a su casa, y vio que en la pared colgaba elcuco que funcionaba, los bailarines semovían, feliz se cambio rápido y cogiendo su mochila para la piscina bajo a lalibrería. −Tío esta genial, el cuco ha quedado muy bien donde lo habéiscolgado.

Remus le sonrió. −Síque está bien, ahora ves a natación.

−Sí que voy. −Y sonriéndolese fue corriendo.

Ahora que el mercadode primavera había terminado, los niños volvían a tener las mismas actividades,para el mercado de verano, igual hacían cosas pero no tan complicadas.

Unos días después, enla cena Harry los miraba. −Para el mercado de verano, haremos una casa de pájaros,pero ya he decidido que no hare una muy complicada.

−Y haces bien. −Ledijo Lyall. −Creo que los pájaros prefieren un lugar donde comer y descansarque un lugar que les haga dar muchas vueltas.

−El señor Harrison hadicho lo mismo, por eso hare una casita de madera con un comedero y un bebederofuera, eso sí que sea bonita.

Hope le sonrió. −Tequedara muy bonita porque como has dicho no será muy complicada.

−Sí. −Y contento siguiócenando.

Unas semanas más tardeHarry entraba en la librería y miraba a su Remus. −Tío.

El hombre lo miro yvio que estaba como deprimido. −¿Harry todo bien?

−Hoy hemos contado lode las huchas nuevas.

−¿Y qué tal ha ido?

−No muy bien.

−¿Y eso?

−Faltan 1500 libraspara terminar de pagar el viaje, y solo nos quedan tres semanas paraconseguirlo, sino tendremos que poner nosotros el dinero.

 

−Bueno Harry yo creoque os ha ido bien, y eso no es mucho entre todos, sois 24 alumnos en clase, sicada uno consigue 75 libras incluso os sobrara.

−¿Tú crees?

−Lo creo, hastrabajado muy duro por conseguirlo así que no te deprimas. −Y le sonrió.

−Te hare caso, voy amerendar tengo que ir a terminar mi casa de pájaros.

−¿Cómo va?

−Bien. −Y diciéndoleque luego lo vería se fue.

En la entrada Harry seencontró con Sirius y saludándolo un momento se fue a casa.

Sirius extrañado entroen la librería y miro a su mejor amigo. −¿Qué le pasa a Harry?

−Está un pocodeprimido porque les faltan 1500 libras para su viaje.

−Eso no es mucho,además no está solo.

−Lo sé, pero bueno yasabes cómo son los niños a esa edad que piensan que todo se les complica. −Y lomiro. −¿Qué haces tan temprano por aquí?

−Tenía que terminarunas cosas aquí cerca y ya lo he terminado, así que he decidido terminar porhoy.

−¿Al final vas acomprar los hoteles?

−Sí, están muy bien ubicados,uno en Hawái y otro en Cancún, dos hermosos lugares donde hay mucho turismo.

−Eso está muy bien.

−Lo están, voy paracasa haber si consigo animar a Harry.

−Espero que loconsigas.

−Yo también lo espero.−Y diciéndole que luego lo vería se fue.

Dos semanas después,Harry entraba corriendo en la librería. −Tío.

Remus que estabaordenando unos libros dejo de hacerlo y lo miro.− Harry.

−Lo hemos conseguido,ya tenemos todo el dinero y como dijiste incluso nos ha sobrado, así que ya notendremos que poner nada nosotros.

Al escuchar eso, elhombre le sonrió. −Me alegro mucho, ahora solo tienes que esperar tres semanasy te iras de viaje de fin de curso.

−Sí. −Y acercándose ledio un papel. −Nos lo ha dado la profesora.

Remus cogiéndolo lomiro. −¿Me quieres ayudar en la tienda?

−Si tío, me voy acambiar, meriendo y bajo.

−Hazlo, ¿tienes muchosdeberes?

−No muchos, antes decenar los haré. −Al ser viernes no tenía nada que hacer y podía ayudarle.

−Estupendo, ves.

−Sí. −Y sonriéndole sefue corriendo.

Cuando Remus se quedosolo suspiro, los niños se olvidaban de sus problemas en seguida, sonriendoporque la clase de Harry ya hubiera conseguido el dinero miro el papel que lehabía dado.

En el papel venia lalista de las cosas que se podía llevar, y había un tachón donde estaba eldinero que se podía llevar eso le preguntaría a Harry y siguió mirando lascosas, no eran mucho pero lo suficiente para que no les faltara nada.

Media hora después,Harry bajaba cambiado.

−Harry.

−Tío.

−¿Por qué hay un tachónen la lista?

−Es el presupuesto. −Harrylo miro. −La profe dejaba que nos lleváramos 100 libras, pero entre todos lehemos preguntado si podíamos llevarnos un poco mas y tras hablarlo con ladirectora nos han dejado, ahora podemos llevar 150.

−Eso está bien.

−Sí, ese dinero espara nosotros, las comidas, el transporte y las entradas ya están pagadas conel dinero que hemos recaudado.

−Estupendo, cuandollegue el día tendrás el dinero, ahora ayúdame que hay muchos libros queordenar.

−¿Ya han enviado loslibros escolares? −Pregunto Harry mirando a su alrededor.

 

−No, son los libros derepaso para el verano.

−Te ayudo. −Y así sepuso a ayudarle.

Tres semanas mástarde, Harry estaba terminando de terminar de hacer su maleta, la nocheanterior la había hecho ahora solo le quedaba guardar su neceser cuando Siriuslo llamo.

−¿Harry has terminado?

−Si padrino, ¿meayudas a bajarla?

−Sí, ven. −Y cogiendola maleta la llevo al primer piso.

En el piso principal,Remus le dio un sobre a Harry. −Allí llevas el dinero, ten cuidado no megustaría que lo perdieras.

−Tendré cuidado tío. −Yguardándolo en su mochila los miro. ¿Qué queréis que os traiga?

Hope le sonrió. −Loque tú quieras, disfruta mucho de tu viaje.

−Lo haré abuela. −Y laabrazo. −Te quiero.

−Yo también. −Ydándole un beso en la frente le dio su bolsa. −Te he preparado unos sándwichesy unos zumos. −Como irían en barco, los alumnos tenían que llevar la comida delprimer día.

−Gracias.

−De nada.

−Harry como dice tuabuela, disfruta mucho. −Le dijo Lyall.

−Lo haré abuelo. −Y loabrazo.

−Vamos, sinollegaremos tarde. −Les dijo Remus.

−Sí. −Y cogiendo todaslas cosas de Harry se fueron a la escuela.

Al llegar a laescuela, Remus le dio el pasaporte de Harry a la profesora. −Aquí lo tiene.

−Gracias. −Yguardándolo en una bolsa de papel miro a Harry. −Ves a dejar tu maleta en elmaletero del autobús.

−Sí. −Y dejándola seacerco de nuevo a su familia y se despidió. −Nos vemos en una semana.

−Sí, pórtate bien ydisfruta mucho. −Le dijo Remus.

−Lo haré. −Y trasmuchos abrazos, se subió al autobús y sentándose al lado de Draco esperaron aque se pusiera en marcha y no tardo mucho en hacerlo.

Una vez el autocar sepuso en marcha, los alumnos se emocionaron.

−Chicos. −Su profesoralos llamo. −Tenemos un viaje de diez horas hasta Paris, primero iremos enautocar hasta el muelle y allí cogeremos el ferry que es el viaje más largohasta Francia y allí otro autocar nos recogerá y nos llevara a Paris, así quenos tomaremos las cosas con calma.

−Si profe. −Y asímientras algunos hablaban otros se iban quedando dormidos, habían quedado en elcolegio a las siete de la mañana, era muy temprano pero era lo mejor asíllegarían a Francia cuando aun hacia sol.

Diez horas después,llegaban al hotel.

−Chicos no os quedéisatrás. −Les dijo su profesor, en ese viaje iban dos profesores para cuidar detodos.

−Si profe. −Le dijeronlos rezagados.

No mucho tiempodespués, la profesora los miraba. −Chicos las habitaciones son de dos, así quehacer parejas e iremos subiendo.

Harry miro a Draco. −¿Vamosjuntos?

−Sí.

Diez minutos mástarde, los profesores los llevaban al piso donde estaban sus habitaciones.

−Ordenar vuestrascosas, que cuando terminéis iremos a pasear por los alrededores así podremosestirar las piernas.

−Si profesora. −Yhaciéndole caso se metieron en sus cuartos a ordenar sus cosas, cuandoterminaron ya empezaron su viaje de fin de curso.

Cuatro días más tardeen Londres, Hope iba paseando por la calle cuando se fijo en los anuncios deuna tienda de viajes de verano, ese año aun no habían decidido dónde ir, asíque entro para mirar que le aconsejaban.

 

Media hora despuéssalía contenta, la mujer de la agencia le había dado un sitio ideal para ir conniños de diez años y con un bebe de tres.

A la hora de la cenase lo decía a su familia. −La dependienta de la agencia de viajes, me haaconsejado ir a Orlando.

−¿Orlando? ¿Eso no estáen Estados Unidos? −Le pregunto Remus que apenas había escuchado a hablar deese lugar.

−Sí, me ha dicho queallí tienen el parque de atracciones Disney y también universal studios.

−¿Y es grande?

−Enorme, me ha dadouna revista donde sale, y tienen hoteles en el lugar.

−Estaría bien ir. −Ymiro a su padre. −¿Papa que dices?

−He escuchado hablarde Florida, aparte de los parques es un buen lugar para ir de vacaciones, haygrandes playas y hace buen tiempo.

−Pues iremos. −Lesdijo Sirius. −Llevamos tres meses pensando donde ir, y no se nos había ocurridonada, así que iremos a ese Disney.

−Estupendo. −Hopeasintió contenta. −En la revista que me han dado hay muchos hoteles diferentes.

−Seremos muchos, asíque espero que sea grande.

−Lo son.

−Luego los miraremos. −Ysiguieron cenando.

Cuando terminaron, sesentaron en el sofá y se pusieron a mirar la revista que Hope había llevado.

−Está muy bien. −Lesdijo Sirius que la estaba mirando. −Hay muchas atracciones y es grande.

−¿Qué hotel escogemos?

−A mí me gusta este. −Lesdijo Remus cogiendo la revista y pasando las paginas se lo enseño. −Es de la Polinesia,y hay una piscina grande al lado.

−Ese está bien.

−Oye me has quitado larevista. −Sirius mirándolo un momento la cogió y siguió mirándola.

Remus riéndose porquesu amigo no cambiara miro a sus padres. −¿Cuántos iremos?

−Nosotros cinco, maslos Tonks y Dora, eso hacemos ocho, mas los Malfoy, que hacen cuatro, ya sondoce mas Severus y Jack, hacemos catorce. ¿Les preguntamos a los Granger?

Sirius los miro. −Hacerlo,haber que nos dicen, el año pasado nos acompañaron a Egipto y se lo pasaron muybien sobre todo Hermione.

−Entonces los llamare.−Les dijo Hope y cogiendo el teléfono los llamo.− Buenas noches Jane, espero nomolestar, ya sé que es un poco tarde.

Nopasa nada Hope, acabamos de terminar de cenar, ¿todo bien?

−Sí, te llamaba paradecirte que hemos decidido ir al parque de atracciones en Florida de viaje deverano y luego iremos a Miami, ¿queréis venir con nosotros?

Unmomento que lo pregunto. −Y no mucho tiempo después se escuchaba un grito,seguro que era de Hermione. −Seguro que has escuchado el grito. −Y se rio. −Graciaspor la invitación sí que iremos.

−Bien, mañana ya iré ahablar con la agencia donde lo he mirado para que nos guarden el sitio.

Cuandotengas el precio dímelo y así pagaremos nuestra parte.

−Lo hare, buenasnoches.

Buenasnoches. −Y le colgó.

Hope colgando miro asu familia. −Han dicho que si.

−Bien. −Lyall le sonrióy miro a los jóvenes. −Estaremos cinco días en el parque, así lo vemos todobien y luego iremos a universal studios a Harry le gustara esta E.T

−A Harry le encantaesa película ya la ha visto como 100 veces.

−Es que está muy bien.−Le dijo Sirius. −Eso hacen seis días nos quedarían otros 14.

 

−Podemos ir a cabocañaveral. −Les dijo Remus que había cogido de nuevo la revista ante la miradaasesina de Sirius. −Allí hay cohetes y otras cosas interesantes, a los niñosles gusta.− Cuando pensaban las vacaciones, pensaban en todos, tanto paraadultos para los niños para que ninguno se aburriera.

−Esta vez iremos porFlorida en vez de quedarnos todo el tiempo en un lado. −Les dijo Lyall que noes que la apeteciera mucho ir a un sitio como Miami, él prefería sitios con mascultura como Perú que cuando fueron les encanto a todos, o Egipto todo lleno depirámides y templos milenarios pero las atracciones sí que le gustaban.

−Papa tiene razón. −Lesdijo Remus. −Miraremos todo bien, y así vamos a todos los sitios. −Y les señaloun sitio. −Como esto se llama seaworld y está en Orlando, es un parque acuáticoy que tiene atracciones, o el parrot jungle que es un zoo.

−Quiero ver caimanes. −Lesdijo Sirius. −En la revista dice que se pueden ver.

−Paso de caimanes, yatengo cuatro aquí. −Les dijo Hope sonriéndoles inocentemente.

Remus le sonrió. −Sino quieres ver caimanes, pues te vas a relajar, hay spas y cosas así, donde tedan masajes.

−Estupendo. −Y les dioun papel. −Apuntarlo todo bien, para que no nos olvidemos y que el hotel tengaservicio de guardería para que cuando vayáis a ver caimanes, Narcissa puedadejar a Abraxas allí y ella se pueda relajar un rato.

−Lo apuntaremos todobien. −Y así entre Sirius y Remus miraron bien las cosas que Florida les podíaofrecer y las apuntaron para que Hope al día siguiente ya pudiera ir ya a laagencia de viajes a prepararlo.

El sábado por latarde, la familia se fue a buscar a Harry, al llegar a la escuela vieron que elautobús aun no había llegado, así que se pusieron a hablar con los demásfamiliares mientras esperaban que llegara.

Media hora más tarde,cuando el sol ya se había ocultado, por fin llego el autobús, y cuando laspuertas se abrieron los niños bajaron corriendo.

Harry bajando seacerco a su familia y los abrazo.

Cuando los abrazosterminaron, los adultos lo miraron.

−¿Qué tal?

−Genial, hemos vistomuchas cosas.

Remus le sonrió. −Ahorapara casa.

−Sí.

−Escuchen un momento. −Ladirectora que había ido a recibir a sus alumnos les pidió un momento desilencio. −Ahora la profesor Elena les devolverá los pasaportes de los niños yel lunes tienen fiesta, así que nos vemos el martes.

−Remus ocúpate delpasaporte, yo iré a buscar la maleta de Harry. −Le dijo Sirius.

−Hazlo. −Y miro a susobrino que llevaba su mochila colgada. −¿Lo llevas todo?

−Si tío. −Y quitándosela mochila la abrió y saco varias bolsas, tras mirar el nombre que habíaapuntado con el rotulador se la dio a su tío Lucius. −Esto es para vosotros.

−Gracias.

−De nada. −Y cogiendootra bolsa, leyó el nombre y se la dio a su Narcissa. −Tía esto, es para tía Andrómeda,tío Tedd y Dora.

−Se lo daré.

−Si tía gracias. −Ymirando de nuevo saco una última bolsa y de nuevo mirando el nombre se la dio aLucius. −Esto es para tío Jack y para tío Severus.

El hombre cogiéndoloasintió. −Se lo haré llegar.

−Gracias. −Y cerrandola bolsa miro a sus abuelos. −Lo demás es para vosotros y para Hermione, peroos lo daré en casa.

 

−Mejor. −Y vieron queRemus se acercaba. −¿Ya lo tienes?

−Sí. −Y vio que Siriusse acercaba con la maleta de Harry. −¿Te ha costado?

−No, ¿nos vamos?

−Tengo que daros misregalos. −Le dijo Draco y abriendo su mochila saco varias bolsas y se las dio. −Paravosotros.

Sirius cogiéndolas selo agradeció. −Gracias, ahora para casa, que seguro que estás cansado.

−Mucho. −Ydespidiéndose hasta el martes se fue con sus padres.

−Nosotros también nosvamos. −Le dijo Remus a su sobrino. −Ven que te llevo la mochila.

−Gracias tío. −Y asílos cinco ya se fueron a su casa.

−¿Qué tal todo? −Lepregunto Hope.

−Muy bien abuela, elbarco era muy grande, y ya allí hubo gente que empezó a gastarse dinero, peroyo no lo hice. −Y la miro. −La bolsa estaba llena de cosas.

Hope le sonrió. Seguroque no te lo esperabas.

−No, habíansándwiches, galletas, refrescos, chocolates y gominolas me duro hasta elmartes.

−Me alegro de que teduraran tanto, así tenias dinero para otras cosas.

−Sí, hemos vistomuchas cosas, Notre Damme, la torre Eiffel, el arco de triunfo, y muchas otrascosas.

−¿Has hecho fotos? −Lepregunto Lyall.

−Muchas abuelo, hegastado dos carretes y el ultimo tiene 20 fotos hechas.

−Eso está muy bien.

−Sí, y como me llevemas carretes no los tuve que comprar, pensasteis en todo.

−Claro que sí. −Y le sonrió.

Diez minutos mástarde, al llegar a su casa, antes de que Harry se fuera a bañar, les dio susregalos. −Para vosotros.

−Gracias. −Y los fueron sacando de sus bolsas.

−Muchos de ellos loscompramos entre Draco y yo, algunos decían si compras dos te salía mas barato asíque lo aprovechamos.

−E hicisteis bien.

−Gracias. −Hope leenseño su regalo, era una bolsa con motivos franceses. −Me gusta mucho. −Y loabrazo.

−De nada abuela. −Ymiro a los demás. −¿Qué os parecen los vuestros?

−Me gusta mucho. −Ledijo Sirius enseñando su gárgola. −Esta genial.

−Es una gárgola denotre damme. −Y miro a los demás. −¿Vosotros?

−Harry me gusta muchola medalla que me has traído. −Le dijo su abuelo.

−Gracias. −Y miro aRemus. −¿Tío?

El hombre le sonrió. −Megusta mucho es un libro estupendo.

Harry los miro. −Hay máscosas. −Y saco mas bolsas de su mochila. −Esto es para todos. −Y se la dio a sutío. −¿Haber que te parece?

−Seguro que me gusta. −Yabriendo la bolsa empezó a sacar cosas, platos decorados, imanes, una pequeñatorre Eiffel, bolas de nieve y un rollo.

−¿Qué es esto?

−Un cuadro que vi enuna parada, en las paradas las cosas estaban mucho más barato que en lastiendas, así que lo aprovechaba.

−E hiciste bien, vamosa verlo. −Y desenrollándolo lo miraron y sonrieron.

−¿Os gusta?

−Esta estupendo. −Ledijo Hope, era una pintura de los campos Eliseos.

−Gracias, creo que hayalgo más. −Les dijo y miro a Remus. −Eso es mas para ti.

Al escuchar eso, elhombre le dijo: −Chocolate.

−Sí, míralo.

−Ahora mismo. −Y de labolsa saco una caja de chocolate francés.

−Creo que eso ya loprobaremos mañana. −Le dijo Hope a Remus y se lo cogió. −Lo guardaremos porahora.

−Pero mama, nisiguiera lo que probado. −Se quejo Remus.

 

−Mañana. −Y miro aHarry que se reía. −Gracias por todo, ahora ves a bañarte que cenaras y te iráspronto a dormir, seguro que estás cansado.

−Mucho abuela. −Ycogiendo su mochila saco un pequeño sobre. −Abuelo haber que te parece.

Lyall cogiendo elsobre miro dentro y saco los sellos y los miro. −Me gustan. −Y miro a Harry. −¿Tecostó encontrarlos?

−No, le pregunte a miprofesor y él me dijo donde los podía comprar, incluso Draco y otros compañerosse compraron.

−E hicieron bien, estánmuy bien.

−Sí que lo están, solome queda darle mi regalo a Hermione, le he traído una caja de metal con unosdibujos de Paris.

−Seguro que le gusta.−Le dijo Hope.

−Si abuela ahora mevoy a bañar. −Y levantándose los abrazo de nuevo. -Francia esta guay, pero yoprefiero estar aquí. −Y sonriéndoles se subió a su cuarto.

−Voy con la cena. −Lesdijo Hope. −Y cogiendo los imanes los llevo a la nevera y los puso con losdemás, ya tenían muchos, tenían de Irlanda, Alemania, Egipto y muchos otros,cada vez que alguien salía de la ciudad traía alguno.

Una hora más tarde, yaestaban cenando.

−¿Harry que le haregalado Draco a Hermione? −Le pregunto Sirius.

El niño lo miro. −Unbolso de Paris, de color blanco con los monumentos en negro, es muy chulo y nole costó mucho. −Y miro a su abuela. −Pero a mí me gusta más el que te heregalado.

Hope le sonrió. −Gracias,a mí también me gusta mucho. −El bolso que le había regalado su nieto era decolor blanco y negro con los monumentos y realmente le encantaba.

−Harry ya tenemospreparadas las vacaciones de verano. −Le dijo Sirius.

El niño que se estaballevando un trozo de pescado a la boca lo miro. −¿Dónde vamos?

−A Orlando, ¿conocesDisney?

Harry asintió. −Miscompañeros ya han ido y dicen que esta genial que hay muchas atracciones ypuedes ver a Mickey y a Minnie, ¿Cuántos días iremos?

−Estaremos en Florida20 días como siempre, y ya hemos preparado todo, iremos a zoo, parques deatracciones incluso a cabo cañaveral.

−He escuchado hablarde él, allí es donde hay cohetes y el parque de la Nasa.

−Así es, ¿Qué teparece?

−Genial, ya creí queeste año no nos iremos de vacaciones.

Al escuchar eso, todoslo miraron. −¿Y porque no?

−Porque este añoempiezo hogwarts y hay muchas cosas que preparar.

−Es verdad queempiezas hogwarts, pero nuestras vacaciones son nuestras y nadie nos laquitara.

Harry contento asintióy siguió cenando, cuando termino ya se fue a su cama y Sirius le ayudo ataparse bien y le dijo: −Descansa, nos vemos mañana.

−Si padrino, tengomucho sueño. −Y quitándose las gafas las dejo encima de su mesilla de noche allado de la foto que tenia de sus padres y apoyando la cabeza en la almohada cerrólos ojos.

Antes de salir, Siriuscerró las cortinas para que al día siguiente no le despertaran los rayos de soly viendo que ya se había quedado dormido lo dejo descansar.

Al día siguiente, nadamas despertarse, Remus entro en el cuarto de Harry y viendo que seguíadurmiendo bajo al salón y lo primero que hizo fue acercarse a la cocina yprobar el chocolate que Harry les había llevado, el día anterior no le habíandejado y tenía muchas ganas de probarlo.

−Te he pillado. −Ledijo Sirius desde el umbral.

 

−¿Quieres?

−Sí. −Y se acerco y cogióun poco.

−Buenísimo. −Le dijoRemus.

−Sí que lo está. −Yacercándose a la cafetera puso la maquina en marcha y cuando ya el café seestuvo haciendo, se acerco a la gran cristalera y la abrió, estaban en junio yhacia muy buen tiempo.

Unas horas después,Harry se despertó y como no tenía ganas de cambiarse bajo con el pijama.

−Buenos días. −Lessaludo medio bostezando.

−Buenos días, cariño. −Hopele sonrió. −¿Qué tal has dormido?

−Muy bien, abuela,pero tengo mucho sueño aun. −Y sentándose a su lado se apoyo en su pecho.

−Ya son las once, asíque ya no tardaremos mucho en comer, luego puedes dormir un rato más.

−Es lo que haré, y nome cambiare, hoy iré en pijama, no tengo ganas de cambiarme. −Y miro a Remus. −¿Tíoque tal el chocolate?

−Buenísimo. −Elcastaño lo miro. −Ya casi no queda.

Harry se rio, su tíono cambiaba se comía todo el chocolate que encontraba.

−No pasa nada, paraeso lo traje. −Y miro a su abuela. −Tengo hambre.

−Como queda poco paracomer, te haré un pequeño sándwich con un zumo.

−Si abuela gracias.

−De nada ahora vengo. −Ylevantándose le dio un beso en la frente y Harry se acostó en el sofá, eso eralo bueno de tener un sofá enorme que se podía acostar y no molestaba a losdemás.

−Harry ten. −Le dijoSirius y le dio la revista de la agencia de viajes. −Así ves donde iremos.

−Gracias padrino. −Ycolocándose bien se puso a mirarla. −Abuelo. −El niño dejo de mirar un momentola revista y miro a su abuelo. −¿Puedo tener mis fotos antes del viernes? Esque las quiero poner en mi álbum de la escuela.

−Claro que si, le diréa mi compañero que son urgentes.

−Gracias abuelo.

Lyall le sonrió y siguiómirando la tele.

−¿Qué ves?

−V.

−No me gusta esaserie. −Le dijo Harry poniendo cara de asco.

Lyall se rio. −Sonlagartos es normal que coman lo que coman.

−Ni lo digas que asco.−Y siguió mirando la revista.

Dos semanas más tardeen la escuela.

−Bueno niños, lasemana que viene es la última antes de verano y los exámenes ya han terminado,ahora os diré las cosas que haremos esta última semana. Les dijo su profesora. −Ellunes terminaremos de hacer el álbum escolar, tenéis que terminarlo si queréisllevároslo.

−Profe faltan fotos. −Ledijo un alumno.

La profesora asintió. −Ellunes ya las tendremos, muchos habéis traído las vuestras del viaje y ya hemoshecho copias por si las queréis, así que el lunes terminaremos de escogerlas.

−El martes haremos lafoto de la clase para así tenerla el viernes, el miércoles iremos a chessingtonpark, así que tendréis que traer el chándal y no el uniforme.

Al escuchar eso, losalumnos empezaron a hablar de las cosas que allí harían.

−El jueves iremos depicnic con los padres, así que traer a vuestros familiares, y el viernes serávuestra graduación. −Y justo cuando decía eso, la campana de final de díasonaba.

−No os olvidéis nada,nos vemos el lunes, buen fin de semana.

−Buen fin de semana,profesora. -Se despidieron los alumnos y tras coger las cosas ya se fueron.

Una vez recogierontodo Harry y sus amigos pusieron rumbo a sus casas.

 

Al llegar a lalibrería, Harry entro y vio que habían algunos clientes, pero su tío no hacíanada así que se acercp.

−Buenas tardes, Harry.−Remus le sonrió. −¿Qué tal la escuela?

−Muy bien tío, ellunes terminaremos los álbum que estamos haciendo.

−Eso está muy bien.

−Sí que lo está, elmartes nos haremos una foto de toda la clase junta, pero lo mejor es elmiércoles y el jueves.

−¿Qué haréis esosdías?

−El miércoles nosvamos a chessington park, y el jueves haremos un picnic con los padres, ¿podrásir?

Remus asintió. −Sí queiré, cerraremos la librería e iremos.

−Genial, y el viernesya es la graduación, estoy nervioso.

−¿Por qué estasnervioso?

−El viernes es nuestroúltimo día, después de seis años nos separaremos.

−Bueno Harry, aunqueya no vayáis a la misma escuela, siempre tendrás a tus amigos, además Oliver esnuestro vecino y Simón no vive muy lejos.

Harry lo miro. −Es unatontería, ¿verdad?

−No es ningunatontería, son tus amigos y ellos son irremplazables, ¿tienes deberes?

−No tío, los deberespor fin se terminaron.

Remus riéndoseasintió. −Estupendo, ¿me ayudas?

−Si tío, me cambio deropa que tengo calor y bajo.

−Hazlo. −Y viendo comose iba se puso a atender a un cliente que justo se acercaba con un par de libros.

El viernes de lasemana siguiente ya era la graduación de Harry, así que cerraron la librería yse fueron para allí, no era una graduación muy grande, pues aun les quedabanmuchos años de estudios pero era especial, para que nadie se olvidara de losaños que habían estado juntos.

Después de lagraduación, los profesores les daban a los graduados unos cuadernos.

Harry abriendo elsuyo, vio todas las fotos que les habían hecho desde que empezaron.

−Qué pequeño. −Le dijoHope que también lo miraba.

−Me gusta mucho. −Ledijo Remus. −Es un buen recuerdo.

−Esperar un momento. −Harryse acerco a su profesora que estaba hablando con unos padres. −Profe.

La profesora lo miro. −Harry.

−En julio es mi fiestade cumpleaños, me gustaría que fuera, ya todos han dicho que vendrán.

La profesora le sonrió.−Gracias por la invitación y si que iré.

−Gracias, venga conquien quiera.

−Lo hare.

−Harry ya nos tenemosque ir. −Le dijo Sirius acercándose. −Hemos hecho una reserva y si no vamos laperderemos.

−Si padrino. −Y antesde irse miro a su profesora. −La espero el 31 de julio en el parque.

−Estaré allí.

−Bien. −Ydespidiéndose se fue con su padrino.

−Has hecho bien,Harry. −Le dijo Sirius mirándolo.

−Es mi última fiestacon todos, así que quería que viniera.

−Ya te ha dicho quevendrá, así que solo tenemos que esperar a que llegue el día.

−Sí, ahora vamos tengohambre.

−Yo también.

Harry lo miro. −Túsiempre tienes hambre.

Sirius se rio. −Estoyen etapa de crecimiento.

−Creo que eso hacetiempo que paso. −Y se rio ante la cara que le puso.

Unas horas después,Hope ponía la foto de fin de curso de Harry al lado de muchas otras, duranteesos años habían ido colocando fotos de momentos especiales y ese día no podíafaltar.

A la hora de la cena,Remus le preguntaba a Harry que haría ahora que tenía vacaciones.

 

−Te quiero ayudar enla tienda, tío. −Le dijo. −Oli ayudara a su madre en la panadería por lamañana, y por la tarde ya hemos quedado para ir al parque o a algún lado ajugar.

Remus le sonrió. −Eso estábien, entonces por la mañana trabajaras conmigo y después de comer ya podrás ira donde quieras.

−Si tío. −Y los miro. −¿Cuándorecibiré mi carta de hogwarts?

−Ya no queda mucho, seacostumbra a recibir en julio.

−Ya tengo ganas derecibirla.

−Seguro que pronto la recibirás.−Le dijo Sirius. −Mientras disfrutaremos de las vacaciones de verano.

−Sí. −Y siguiócenando.

Dos semanas más tarde,la familia estaba terminando de comer en la terraza, cuando una lechuza seacerco volando, al ver eso Harry abrió mucho los ojos.

−Una lechuza.

−Es tu carta dehogwarts. −Le dijo Remus sonriendo. Siempre la envían así.

Harry levantándose seacerco a la lechuza y vio que llevaba un sobre en el pico.

−¿Lo cojo?

−Sí. −Sirius que sehabía levantado, cogió la carta y se la dio a su ahijado. −Es tuya.

Harry contento le diolas gracias a la lechuza y sentándose de nuevo alrededor de la mesa abrió elsobre y sacando la carta se puso a leerla.

−Dicen que esperan micontestación antes del 31 de julio.

−Entonces tendremosque responderle. −Le dijo Sirius y cogiendo un papel en blanco y un sobre queusaba en su trabajo escribió la contestación y se la dio a la lechuza queesperaba.

Cuando la lechuza sealejo volando, Sirius volvió a sentarse en su sitio. −Ahora ya te esperan parael 1 de septiembre, luego llamaremos a Draco para saber si ya le han enviado sucarta.

Harry asintiendo miroa su familia. −¿Creéis que Hermione la recibirá?

−Seguramente, ellatiene poderes, pero la recibirá por correo normal y eso acostumbra a tardar más.

−Entonces esperaremospara ir a comprar con ella, así vemos el callejón diagon los tres juntos.

−Eso está muy bien. −Ledijo Hope. −Pero ahora tienes que comer.

−Es verdad, me habíaolvidado. −Y dejando la carta a un lado para que no se estropeara siguiócomiendo.

Unos días más tarde encasa de los Granger, la familia recibía la visita de una bruja, hacia unos díasque habían recibido la carta de Hermione y los tres estaban felices.

−Buenos días, soyMinerva McGonagall profesora de transformaciones y subdirectora en Hogwarts, hevenido a ayudarles a comprar las cosas para su hija.

−Buenos días. −Lesaludo George. −Y gracias, pero ya tenemos que nos ayude.

−¿Conocen a otrosmagos? −Pregunto la profesora.

El hombre asintió. −Sí,Sirius Black y Remus Lupin, ellos nos han dicho que la conocen.

−Así es, ellos fueronmis alumnos.

−Ya los hemos llamado.−Le dijo Jane. −Seguro que no tardaran mucho en llegar.

Y justo en ese momentotocaban el timbre.

−Ya voy yo. −Les dijoHermione y fue a abrir. −Señor Black, buenos días.

Sirius le sonrió. −Buenosdías Hermione.

−Pasa.

−Gracias. −Y entrandomiro a su antigua profesora. −Profesora McGonagall.

−Señor Black. −Yentonces le sonrió, cosa que no hacía muy a menudo, pero él era uno de susalumnos favoritos aunque le sacara canas verdes. −¿Se ha estado portando bien?

Al escuchar eso,Sirius se rio y acercándose la abrazo. −No cambie. −Y miro a los Granger quelos miraban sin entender. −Cuando iba a hogwarts, Remus y James el padre deHarry, los tres nos metíamos siempre en los líos, si algo había pasado allíestábamos nosotros.

 

La familia asintió yGeorge miro a la profesora. −Sirius se ha ofrecido a enseñarnos todo lo quenecesitamos.

−Si él lo ha dicho, noencontraran a nadie mejor. −Y miro a su antiguo alumno. −¿Cómo está el señorLupin?

−Muy bien, ya hasalido para el callejón diagon con Harry.

−Entonces les dejo noquiero que os tengan que esperar. −Y miro a Hermione. −Señorita Granger laespero el 1 de septiembre.

−Si profesora,gracias.

−De nada. −Ydespidiéndose se fue.

Cuando Sirius se quedocon los Granger los miro. −¿Vamos?

−Si, Hermione tienemuchas ganas de ver todo aquello y nosotros tenemos mucha curiosidad.

−Es un buen lugar,seguro que os gusta.

−Vamos. −Y cogiendodinero y la lista de las cosas que Hermione necesitaban se fueron al callejóndiagon.

Mientras ellos se iban,Remus y Harry llegaban al caldero chorreante y no mucho tiempo después, Luciusy Draco también lo hacían.

−¿Narcissa no vendrá? −Lepregunto Remus tras saludarles.

−No, ella está muybien donde esta, con Abraxas, no queremos que la molesten.

−Es mejor así. −Ledijo Draco. −Además solo vamos a comprar, y me ha dicho que nos acompañara a laestación.

−Mis abuelos tampocohan venido, el abuelo Lyall dice lo mismo que tu madre, que está muy bien dondeestá y no quiere que nadie le moleste.

−Si ellos han dichoque no quieren venir, pues que no vengan. −Le dijo Remus y miro a los chicos. −Ademássolo vamos a comprar, es como cuando vamos a comprar al centro comercial o almercado, ¿verdad?

−Sí, pero compraremos máscosas.

−Eso sí.

No mucho tiempodespués, un coche aparcaba y salieron los Granger con Sirius.

−Buenos días.

−Buenos días.

−¿Es aquí? Lespregunto Hermione.

−Lo es. −Le dijoSirius. −Vamos, hay muchas cosas que ver y muy interesantes. −Y entrando en elcaldero chorreante, todos se sorprendieron menos Lucius, Sirius y Remus que yalo habían visto.

−¿Hemos retrocedido? −Lepregunto Hermione.

−Algo así. −Le dijoRemus y riéndose saludo al camarero y se fueron a la parte de atrás y vieron unmuro, sacando su varita toco los ladrillos y no tardo mucho en abrirse.

Los niños y losGranger al ver eso, se sorprendieron.

−Bienvenidos alcallejón diagon. −Se escucho.

Al escuchar la voz, segiraron y vieron a Jack sonriéndoles.

−Tío, ya creí que novendrías. −Le dijo Harry.

−Ya ves que si, no mequería perder esta experiencia. −Y saludando a los mayores volvió a prestaratención a los niños. −¿Vamos?

−Sí. −Y así los tresdieron su primer paso en el callejón diagon.

−Primero tenemos queir a cambiar el dinero. −Les dijo Remus. −Y eso es en Gringotts.

¿Cómo es? Le preguntoHermione.

El hombre le sonrió. −Eso,lo descubrirás dentro de poco.

−¿Me harás esperar?

−Sí. −Y riéndose sefueron a Gringotts, y al entrar se quedaron parados.

−Son, son

−Duendes. −TerminoLucius. −Son los que llevan el banco.

−Nosotros llevaremos aHarry a que vea la bóveda de James y Lily. −Le dijo Sirius. −No tardamos.

 

−Mientras nosotrosiremos cambiando dinero.

−Hacerlo, así luego yacompraremos las cosas. −Y miro a Harry. −Vamos.

−Si padrino. −Y los siguió.

En lo más alejado, lostres se acercaron a un duende y vieron que Hagrid estaba allí.

−Buenos días, Hagrid. −Lesaludo Remus.

El semi gigantegirándose lo miro. −Remus. −Y miro al moreno. −Sirius.

−Buenos días, ¿Quéhaces por aquí? ¿Has venido a buscar dinero?

−He venido por unrecado del profesor Dumbledore. −Y miro a Harry. −Tú debes de ser Harry.

−Sí señor.

−Hagrid nosotros tenemosun poco de prisa, así que hablamos en otro momento. −Le dijo Sirius.

−Yo también tengoprisa, así que nos vemos. −Y miro a Harry. −Un placer.

−Igualmente.

Cuando Hagrid se fuecon un duende, Sirius miro al duende. −Venimos a ver la cámara de Harry JamesPotter.

−¿Tiene la llave?

−Sí. −Y sacándola sela dio.

El duende asintiendollamo a otro y este los llevo a los túneles y tras muchas vueltas llegaron a labóveda 713.

Cuando el duende laabrió, Harry se quedo parado.

−Harry todo esto estuyo, tus padres lo dejaron para ti. −Le dijo Sirius sonriéndole. Y no solotienes esta, sino otras, pero esas esperaremos para abrirlas.

El niño que no podíaapartar la mirada ante tanta moneda asintió. −¿Cuánto hay?

−Ni idea, pero losuficiente para que nunca te falte.

Harry asintiendo, porfin salió de su sorpresa y los miro: −Lo dejaremos aquí de momento y ya vendrécuando lo necesite.

−Y haces bien, ¿vamos?Seguro que quieres ver lo demás. -Le dijo Remus.

−Si tío. −Y mirandouna última vez las monedas, volvieron a la parte de arriba.

Mientras Remuscambiaba libras por galeones, Harry les explicaba lo que había visto. −Es comoun parque de atracciones y he escuchado un rugido.

−Eso es el dragón. −Ledijo Lucius.

Al escuchar eso, lostres lo miraron. −¿Hay dragones?

−Uno, es el queprotege todo esto.

−Vaya pasada. −Le dijoHarry y miro a su padrino. −¿Puedo tener un dragón?

−¿Y para que quieresun dragón?

−¿Lo preguntas enserio? Los dragones son súper guays, nunca he visto ninguno de verdad.

−No creo que a laabuela Hope, le haga mucha ilusión que llevemos un dragón a casa, además en laterraza no cabe aunque sea muy grande.

−Ohhh padrino, quieroun dragón.

−Nop. −Y riéndose ledijo: −Te comprare unos dragones de juguete. ¿Qué te parece?

−¿Molan?

−Mucho, son como losgrandes pero no dan tanto miedo y no piden comida.

−Pues entonces sí quequiero uno. −Y miro a Remus que se acercaba. −Tío, mi padrino me va a comprarun dragón.

Remus le sonrió. −Eso estámuy bien, los dragones mágicos son un buen juguete, vuelan, sacan un poco defuego y lo mejor de todo es que no comen.

−Es lo que me ha dichomi padrino, ¿ya has cambiado el dinero?

−Sí, suficiente paraque podamos comprar todo lo necesario y para que te lleves el uno de septiembrepara el carro del tren. −Y miro a los demás. −¿Ya habéis terminado?

−Sí, te estábamosesperando.

−Pues vamos. −Y asísaliendo se fueron a mirar tiendas y a comprar las cosas que necesitaban.

Después de comprar lastúnicas, se fueron a la librería y allí Hermione se volvió medio loca y no soloella sino también los niños, Remus le había enseñado a Harry a disfrutar de loslibros y tenia muchísimos.

 

−¿Tío compramosalguno? −Le pregunto Harry a Remus.

−Sí, vamos. −Y asíacercándose a las grandes estanterías miraban libros, mientras Sirius comprabalos libros de texto.

Un rato después, Harryy Remus se acercaban al mostrador con tres libros y se los enseñaban a Sirius.

−Compraremos treslibros, uno de los habitantes de hogwarts, tío Remus dice que hablan defantasmas.

−Pues si lo dice es,será porque es así. −Y miro los otros dos libros. −¿Qué mas has cogido?

−Uno de dragones y elúltimo de historias.

−Eso está muy bien,ahora pagaremos y seguiremos comprando. −Y pagando los libros salieron a lacalle y se fueron a la tienda de Ollivanders a comprar las varitas.

Al llegar, losprimeros que pasaron a por su varita fueron Draco y Hermione y tras conseguirlafue el turno de Harry.

Al niño le costó dosintentos, al tercer intento la varita soltó brillos de color rojo y amarillocuando la tuvo el señor Ollivanders le dijo:

−Lacola de fénix con la que está hecha tu varita, solo soltó dos plumas, una es latuya. −Y entonces señalo su cicatriz. −La otra es la que te hizo esa marca.

−¡Basta!−Dijo Sirius y se puso entre su ahijado y el hombre. −Estamos aquí para comprarla varita, no para escuchar viejas historias que no le interesan a nadie. −Y lefulmino con la mirada. −Cóbrenos, y la próxima vez ya me pensare dos vecesantes de venir a comprar las varitas de nuevo.

Cuandoel señor Ollivander le devolvió el cambio, salieron a la calle y Harry miro aSirius.

−Padrinono pasa nada, sabía que esto pasaría cuando llegáramos el abuelo me lo dijo, nome importa.

Siriuslo miro. −Yo solo quería que te dejaran en paz.

−Lo sépadrino, pero no va a ser posible, terminemos con las compras y nos vamos.

−Si aúnquedan cosas para comprar.

−Claromis dragones, me lo has prometido.

−Esverdad vamos. −Y así se fueron a la juguetería.

MientrasHarry miraba los dragones que se compraría, Remus se acerco a Sirius. −¿Cómo estás?

−Molesto,no creí que ya nos molestarían con viejas historias.

−Lo sé,pero sabíamos que esto pasaría.

Siriuslo miro. -Lo sé, pero no tan pronto, creí que pasaría cuando ya estuviera enhogwarts.

−Ya,pero bueno, ahora terminemos de comprar y cuanto antes terminemos antespodremos irnos.

−Sí. −Yvio que Harry se acercaba con cinco dragones. −¿Quieres tantos?

−Sipadrino, me gustan mucho.

−Los compraremos peronada más.

−Gracias. −Y así sefueron al mostrador a pagar por los dragones y de paso compraron una bolsa parallevarlos.

Cuando terminaron decomprar los juguetes, decidieron ir a comprar el animal que necesitaban.

−Podéis llevar unarana, una lechuza o una rata. −Les dijo Remus y miro a su sobrino. −¿Harry quequieres?

−Una lechuza. −Yacercándose al emporio de las lechuzas, vio una pequeñita que le gusto. −Quieroesa.

Sirius y Remus, vieronla que quería Harry era toda blanca y pequeñita, se notaba que era joven. −Compraremosesa, ahora tenemos que buscarle un sitio para que este.

−Podemos hacerle unacasa de pájaros, como la que hice para el mercadillo de verano. −Les dijoHarry.

 

−Lo haremos, así ellatendrá un sitio donde quedarse y pueda dormir bien, ahora vengo voy a pagar y acomprar su comida. −Le dijo Remus y entro en la tienda.

−¿Padrino que comen?

−Ratones y cosas así,pero también es bueno que tenga su comedero para que no pase hambre, aquívienen pienso especial para ellas. −Y miro a Hermione y Draco. −¿Qué comprareisvosotros?

−Unas lechuzastambién, no quiero un ratón no me gustan, y los sapos son feos. −Le dijoHermione.

−Hermione vamos. −Ledijo su padre. −Vamos a comprarla.

−Sí. −Y así entraronen la tienda y Lucius y Draco se fueron tras ellos.

Después de comprar laslechuzas ya lo tenían todo, así que decidieron volver a casa, iban a salircuando vieron la tienda de escobas.

−Escobas. −Les dijoHarry y acercándose al escaparate para ver las escobas que había.

−Harry no puedesllevar una escoba. −Le dijo Jack.

−Lo sé tío, pero sonmuy chulas.

−El año que vienecompraremos una, ahora vamos para casa, ya se está haciendo tarde. −Le dijoRemus.

−Si tío. −Y dejando demirar las escobas los miro. −¿Ya nos vamos para casa?

−Sí, pero faltan unpar de cosas por comprar. Le dijo Sirius.

−¿No que ya loteníamos todo? −Le pregunto Harry.

−Sí, pero me heacordado que faltan dos cosas.

−¿El qué?

−Una cámara de fotos,siempre va bien tener una, estas con mágicas y las fotos se mueven pero Josephel amigo de Jack te las cambiara para que no se muevan y caramelos.

−Caramelos. −Harry lomiro con los ojos muy abiertos. −Quiero caramelos.

−Yo también. −Le dijoDraco.

−Vamos a comprarlos. −Ledijo Lucius y se fueron a la tienda de caramelos.

Al llegar, Hermione sequedo parada, eso era mucho mejor que las tiendas no mágicas, así que miro asus padres. −¿Puedo comprar?

Los Granger que noeran muy partidarios de que su hija comiera caramelos con azúcar, se miraron yal final asintieron, solo era una vez y no le pasaría nada.

−Unos cuantos. −Ledijo George dándole un par de monedas.

−Gracias. −La chicafeliz de que sus padres le hubieran dado permiso cogió con fuerza el dinero yse fue a mirar los caramelos que habían.

Harry estaba mirando lasgrageas cuando Sirius se acerco. −Harry yo no compraría eso.

−¿Padrino?

−Son grajeas de todoslos sabores. −Y lo miro con asco. −Y cuando te digo todos los sabores, es así,hay de normales, como fresa, miel o limón, pero también hay de queso azul ycosas mucho más raras. −Y se estremeció. −Antes prefiero comer alfalfa que eso.

−¿En serio padrino,hay esas cosas?

−Los hay. −Le dijoRemus acercándose. −Yo que tu le haría caso.

−¿Entonces que compro?

−Hay muchas cosas. −Yle enseño las ranas. −Son ranas de chocolate mágicas, se mueven y cosas así, yviene con un cromo dentro, muchos los coleccionan.

−Comprare eso, y yamirare que mas comprar.

−Sí. −Y así con laayuda de sus tíos compro otros caramelos y al final compro grajeas pero de soloun tipo para que no le salieran los sabores raros de los que sus tíos le habíanavisado.

Cuando terminaron yade comprar todo, ya salieron al Londres muggle.

−Nos vemos el día 31de julio en el parque. −Le dijo Sirius a los Granger.

 

−Estaremos allí,gracias por ayudarnos a comprar.

−No me las tenéis quedar, teníamos que venir así que ha sido un placer, nos vemos.

−Sí. −Y despidiéndosevolvieron a su coche y tras cargar todo en el maletero volvieron a su casa.

Cuando Harry llego asu casa, dejo las cosas que había comprado en su habitación y llevo a sulechuza a la terraza.

−¿Te gusta?

Entonces la lechuzaululo.

−Sí que le gusta. −Ledijo Sirius sonriendo.

−No sabía que supierasidioma de lechuzas.

Al escuchar eso, Remusse río.

−Harry tu padrino sabemuchas cosas. −Le dijo el castaño.

−Ya lo veo.

−Dejaremos la jaula dela lechuza de momento aquí, hasta que consigamos la madera para su casa. −Ledijo Sirius y coloco la jaula a un lado de la gran terraza. −Ella estará bienaquí, al aire libre y podrá salir a caza cuando tenga hambre.

Harry que sabía que supadrino tenía razón se acerco a la cocina y llenado el comedero y el bebederode su nueva lechuza se lo llevo a la jaula.

−Sé que es un sitiopequeñito de momento, pero pronto tendrás algo mas grande, de momento aquítienes agua y comida. −Le dijo Harry y como la otra vez, la lechuza ululo.

−Dejaremos la puertaabierta. −Le dijo Sirius y abrió la puerta para que la lechuza de su ahijadopudiera salir cuando quisiera.

−Harry le tienes quebuscar un nombre. −Le dijo Remus mirándolo.

−Luego lo buscare, ahoraquiero ir a comprar las maderas para hacer su casita.

−Vamos. −Le dijoSirius y miro a su amigo. −¿Te quedas?

−Sí, quiero descansar.

−Hazlo, nosotros notardaremos mucho. −Y cogiendo su cartera se fueron a comprar la madera quenecesitarían.

Unos días después, lacasa para Hedwig que era como la habían decidido llamar ya estaba terminada, erarectangular con una gran entrada para que pudiera entrar y salir cuandoquisiera incluso le habían puesto un bonito letrero con su nombre.

−Harry ahora lacolocaremos en su sitio. −Le dijo Sirius y así entre él y Remus la pusieron aun lado, tenían una terraza muy grande y la podían colocar en un sitio para queno molestara y no la molestaran, cuando la lechuza estuviera descansando.

−¿Te gusta? −Lepregunto Harry a Hedwig.

La lechuza ululo yentrando por el agujero saco un momento la cabeza y volvió a meterla.

−Le ha gustado. −Gritofeliz Harry a sus tíos.

Los adultos lesonrieron. −Claro que le ha gustado, porque sabe que se la has hecho con todotu cariño ahora le pondremos el comedero y el bebedero.

−Sí. −Y quitándolas dela jaula se lo puso en la nueva casa, habían hecho dos pequeños orificios paraque la comida entrar dentro y Hedwig no tuviera que salir en los días quehiciera mucho frio o lloviera.

−Ahora ya no pasara nifrio ni se mojara cuando llueva, además las lechuzas son animales que les gustaestar a su aire, no les gusta que estén siempre a su alrededor, así que asíestará tranquila. −Le dijo Remus.

−Mejor.

−Sí, ahora que yatiene su casa, la dejaremos tranquila.

−Sí. −Harry miro unmomento la casa y se metió dentro, su tío tenía razón a él tampoco le gustabaque estuvieran todo el tiempo a su alrededor así que entendía a su lechuza, consu casa ya echa estaría tranquila y saldría cuando quisiera.

 

El día 31 de julio amaneciósoleado y como siempre, antes de desayunar les daban sus regalos a Harry ycuando terminaron de desayunar ya se fueron al parque, donde celebraban unpicnic y luego la fiesta que siempre preparaban y como siempre no falto nadie.

Al día siguiente, 1 deagosto se despertaron temprano y después de desayunar se fueron al aeropuerto acoger el avión que los llevaría 20 días por el estado de Florida.

20 días más tarde, lafamilia abría las puertas de su casa, y lo primero que hizo Harry fue ir a vera Hedwig, y vio que estaba durmiendo.

−Las lechuzas sonanimales nocturnos. −Le dijo Remus acercándose. −Y que hayamos estado tantos díassin molestarla para ella ha sido una bendición, deja que siga durmiendo.

−Lo haré, pero lepondré agua y comida, los tiene vacios.

−Hazlo y ves abañarte, no tardaremos en comer algo.

−Sí que tengo hambre. −Ycogiendo el bebedero y el comedero de su lechuza los lleno y colocándolos denuevo en su sitio se fue a bañar.

El 1 de septiembre nollego mucho en llegar, ese día Harry se despertó sin que lo tuvieran que llamary antes de que su despertador sonara, vistiéndose bajo a la cocina y vio que yatodos estaban allí.

−Vaya. −Remus lo miroasombrado. −¿Qué tienes chinches en la cama? Siempre tenemos que ir adespertarte.

−Es que hoy esespecial. −Le dijo el niño sentándose en su sitio. −Hoy ya salgo para hogwarts.−Y sonrió a su abuela cuando le puso el desayuno. −Gracias abuela.

−De nada cariño,¿nervioso?

−Mucho abuela, si tedijera lo contrario mentiría, tengo mariposas en el estomago.

−Es normal, pero ya veráscomo todo irá bien. −Le dijo Lyall sonriéndole. −A mi me paso lo mismo cuandofui por primera vez y a Remus igual.

−Eso nos pasa a todos.−Le dijo Sirius. −Ahora desayuna que si no llegaremos tarde.

−Si padrino. −Y sepuso a desayunar.

Cuando terminaron dedesayunar, Lyall y Hope le dijeron: −Nosotros no te acompañaremos a laestación, tenemos que cuidar de la librería.

−No pasa nada abuela,ya con mis tíos voy bien. −Y los abrazos. −Os escribiré en cuanto tenga unmomento.

−Tengo algo estupendopara eso. −Le dijo Hope y le dio un paquete fino. −Sé que es cosa de niñas,pero encontré esto ideal para ti.

−Abuela no me importa.−Y le sonrió. −Además así sabréis que soy yo quienes os escribo. −Y saco elpapel de carta y le gusto, tenia dibujos de tabletas de chocolate y era marrónclaro, abriendo el paquete vio que no solo había sobres normales y papel decarta también tenían pegatinas y sobres pequeños y para postales. −Me encantaabuela. −Y la abrazo.

−Gracias cariño.

−Mama. −Remus la miro.−Tú nunca me regalaste algo así.

Hope lo miro. −Es quenunca lo encontré.

−Después de ver estainjusticia. −Le dijo Remus sonrió y le dijo: −Tenemos que irnos.

−Si tío. −Y miro a suabuelo. −No te olvides de comprar los sellos que salgan.

−No me olvidare, tudiviértete y haz muchos amigos.

−Lo haré abuelo. −Y loabrazo.

Después de muchosabrazos, recogieron todo y se fueron a King Cross, al llegar dejaron el coche aun lado y se fueron al andén 9 ¾.

−Harry tienes quecoger mucho impulso y no tengas miedo. −Le dijo Remus. −No pienses que hay unmuro delante.

 

−Es difícil tío.

−Para nada, solopiensa que quieres pasar.

−Si tío. −Y cogiendoimpulso, cogió con fuerza su carro y cerrando los ojos, paso al otro lado.

Al abrir los ojos vioa Sirius y Remus a su lado sonriéndole. −Bienvenido al andén 9 ¾.

−Gracias. −Y miro a sualrededor, delante suyo estaba el tren escarlata del que sus tíos le habíanhablado tanto.

−Vamos, haber siencontramos a Draco o a Hermione. −Le dijo Remus.

−Si tío. −Y los tresse pusieron a buscarlos por suerte no tardaron mucho en encontrarlos. −Buenosdías.

−Buenos días. −Cissyle sonrió. −¿Nervioso?

−Si tía.

−Es normal todo loestuvimos el primer día.

−Harry. −Jack llegocorriendo y se paro para respirar. −Ya creí que llegaba tarde.

−Tío siempre llegastarde. −Le regaño Harry. −¿Estabas de fiesta?

Al escuchar eso, todosse rieron.

−Que va, preparando unnuevo caso.

−Pero si solo hace 10días que hemos vuelto.

−Lo sé, pero mi padreme ha castigado, cuando vio las fotos de Disney me dijo que el también queríair. −Y lo miro. −Es como un niño pequeño, le encantan esas cosas.

−La próxima vez loinvitaremos, así no te volverá a castigar.

−Gracias.

−De nada.

−Chicos tenéis que ira dejar vuestras cosas al vagón de equipajes. −Les dijo Remus.

−Si tío. −Y así con laayuda de los adultos y con la ayuda de los que trabajaban allí, lo guardarontodo, cuando terminaron Remus le dio a Harry dinero.

−Son dos galeones,creo que para caramelos tienes más que suficiente, además en tu mochila tienes máscosas.

−Si tío, la abuela meha puesto sándwiches, refrescos, y más cosas.

−Para que no paseshambre.

−Como si alguna vez pasarahambre. −Le dijo Sirius y sonrió a Harry. −Espera una semana para hacer algunade las tuyas.

−Sirius. −Cissy lellamo la atención. −No le digas esas cosas.

−Es un merodeador, asíque si o si hará alguna cosa. −Y le sonrió con una sonrisa traviesa. −Además yole he dicho que se espere una semana.

−Cissy déjalo es uncaso perdido. −Le dijo Lucius que en esos años que había estado bien lejos dela magia sus creencias habían cambiado bastante. −Draco, tú serás un syltherindiferente.

−Lo seré papa,demostrare que no todos somos malos como ellos dicen.

−Serás el másbrillante de todos. −Le dijo Sirius sonriéndole. −Y se que harás cosasmaravillosas.

−Gracias tío.

−De nada. −Y miro a laúnica chica del grupo. −Hermione no tengas miedo, eres igual que Lily, ella eratambién era hija de muggles y fue la mejor de nuestra generación, no solo erainteligente, sino también con un hermoso corazón, se que llegaras tan arribacomo ella incluso puede que mas y no estás sola, tienes a Harry, a Draco y anosotros.

−Gracias señor Black.

−De nada hermosa.

−Estudiantes subir altren.

−Tenéis que subir. −Ledijo Jack y miro a Harry. −Harry si me necesitas no dudes en escribirme, comotu abogado te puedo ayudar en muchas cosas.

−Gracias tío. −Y loabrazo. −Espero que todo vaya bien.

−Yo también. −Yseparándose le dio un paquete. −Es para los tres.

−Gracias. −Y abrazandolos demás, se subieron en el tren y sacando la cabeza los miraron. −Prontorecibiréis la primera carta.

 

−Las esperamos. −Yjusto cuando decían eso, el tren silbo y se puso en movimiento.

Cuando el tren salióde la estación, los tres niños se fueron a buscar un compartimento vació y notardaron mucho en encontrarlo.

−¿Qué te ha dado tíoJack? −Le pregunto Draco cuando estuvieron ya cómodamente sentados.

−Ahora lo sabremos. −Yabriendo el paquete saco una caja de bombones. −Son bombones.

−Que buenos. −Le dijoHermione.

Harry la miro. −Sonpara luego. −Y los guardo con su mochila.

Un rato después, lapuerta se abría y apareció un niño moreno. −¿Puedo sentarme?

−Sí que puedes. −Ledijo Hermione sonriéndole. −Soy Hermione Granger.

−Dean Thomas. −Y miroa los demás. −¿Y vosotros?

−Harry Potter. −Yseñalo a Draco. −El es Draco Malfoy, mi primo.

El niño asintió y sefroto las manos. −Estoy nervioso.

−Nosotros también. −Ledijo Hermione. −Pero estamos juntos, así que no los nervios se pasan un poco.

−¿Puedo quedarme?

−Claro que si,entraremos los cuatro juntos, me han dicho que cuando lleguemos a la estaciónya es de noche y pasaremos en barcas por un lago muy grande y ya llegaremos ahogwarts, es un castillo muy grande. −Le dijo Harry y le sonrió. −Somos deLondres. ¿Y tú?

−De Londres también.

−Estupendo, asíhablaremos de cosas que todos conocemos. −Y así efectivamente se pusieron ahablar de fútbol cosa que a Hermione no le gusto mucho, pero también depelículas que habían visto incluso de libros y de cómics.

Me han preguntado cuando habrá Dramione, eso empezara ahora cuando estén en hogwarts, pero recordar que los niños aun tienen 11 años y no es que vaya a haber mucha cosa, pero si que pasaran tiempo juntos

A media mañana laseñora del carrito pasó y les pregunto si querían algo.

−No gracias, no he traídodinero. −Le dijo Dean. −No lo sabía.

−Nosotros teinvitamos. −Le dijo Hermione sonriéndole. −Hemos traído algo de dinero. −Y miroa sus amigos. −¿Qué queréis?

−Cualquier cosa menosgrajeas. −Y miro a Dean. −No te las recomiendo, vienen sabores muy raros. −Y seestremeció. −Y saco su dinero y se lo dio a Hermione. −Gástate los dosgaleones.

−Gracias. −Y cogiendoel dinero de Draco, fue Hermione quien compro todo lo que pudo con el dineroque tenia.

Cuando la niña terminode las compras, Harry cogió su mochila y les enseño todo lo que llevaba con él.−Mi abuela es genial, siempre me carga la mochila, así tengo chuches y otrascosas para varios días.

−Yo también tengocosas. −Les dijo Dean y les enseño su mochila. −Mi madre me ha puestosándwiches, galletas de mantequilla y un par de latas de refresco, es que nosabía si nos darían la comida ahora.

−No pasa nada, todoshemos traído algo. −Le dijo Hermione y ella saco sus cosas y Draco igual, contodo lo que tenían se pusieron a comer, cuando terminaron incluso les sobrobastantes cosas, así que las guardaron para más tarde.

Unas horas más tarde,por fin llegaban a la estación y los cuatro niños bajaron y se fueron conHagrid que los llamaba.

−Los de primero poraquí, iremos a buscar las barcas. −Y al ver a Harry le saludo. −Buenas tardesHarry.

−Buenas tardes Hagrid.−Y miro a sus amigos. −El día que fuimos a buscar el dinero a gringotts me loencontré, y mis tíos me lo presentaron.

 

Los niños asintieron ymiraron a Hagrid de nuevo, era un hombre enorme nunca habían conocido a nadietan grande.

−Ya estamos todos, asíque vamos. −Y así el semi gigante los llevo a buscar las barcas, no muchotiempo después todos se quedaron parados, el castillo de hogwarts se veíadelante y aquello era enorme.

−Que grande. −DijoHarry. −Me habían dicho que era grande, pero no pensé que lo fuera tanto.

−Me gusta. −Dijo Dean.

−Y a mí. −Dijo Draco.

−Seguro que tiene unabiblioteca enorme. −Les dijo Hermione y ante eso, los otros tres niños lamiraron.

−Hermione espera unpoco en eso de leer libros. −Le dijo Harry. −Yo también quiero leer, perotambién quiero ver otras cosas.

−Ya, pero seguro queson súper interesantes.

−Seguro. −Harry miro aDean. −Mi familia tiene una librería y cuando Hermione o Draco vienen a verme,se la llevan entera.

−Eso es mentira. Sequejo Draco y Hermione asintió. −Solo que no quiero ser un mono descerebrado megusta leer y aprender. −Y de nuevo la chica estuvo de acuerdo con él.

−Yo tampoco quiero serun mono descerebrado. −Les dijo Harry. −Me encanta leer. −Y miro a su nuevoamigo. −Es cosa de mi tío que desde que recuerdo me ha ido regalando librospara que lea.

−A mí también me gustaleer, pero más comics y cosas así.

−Eso también está bien,en los comics puedes aprender muchas cosas. −Le dijo Hermione y sonriéndolevolvieron a prestar atención al castillo.

No mucho tiempodespués llegaban a la otra orilla y bajando con cuidado para que no se hicierandaño entraron en el castillo y Hagrid los dejo con la profesora McGonagall.

−Buenas noches,alumnos de primero, ahora pasareis y se hará la selección de las casas, hufflepuff,slytherin, gryffindor o ravenclaw, esperad un momento que voy a mirar si ya estátodo preparado. −Y los dejo solos.

−Veo que lo que decíanpor el tren era cierto. −Dijo un niño moreno. −Un Malfoy ha vuelto a Hogwarts.

Al escuchar eso todossusurraron y Draco miro al niño en cuestión. −Así es, soy un Malfoy, me llamoDraco Malfoy, ¿y tú eres?

−Blaise Zabini ydecían que los Malfoy os estabais pudriendo en Azkaban por ser mortifagos o aunpeor que todos estabais muertos.

−Pues ni una ni laotra. −Dijo Draco mirándolo. −Y te tengo que decir que mi padre no es ningúnmortifago, cuando quieras le pido que te enseñe el brazo.

−No dicen eso.

−Que digan lo quequieran, yo sé lo que es cierto y lo que no.

−Vaya bienvenida. −DijoHarry acercándose a su primo y pasándole un brazo por los hombros. −Dracosiempre te digo que seas mas amistoso con los desconocidos. −Y miro al otroniño. −¿De dónde eres? Tu acento no es inglés.

−Medio italiano. −Y lomiro. −Tú eres Harry Potter, el único que ha sobrevivido a la maldiciónasesina.

−Lo soy.

−Un Potter y un Malfoyjuntos, eso nunca se ha visto. −Dijo un niño.

Al escuchar eso, losdos niños en cuestión se giraron y miraron a quien había hablado. −¿Y tu quieneres?

−Ron Weasley.

−Un descerebrado. −Dijootro niño castaño y se presento. −Theo Nott.

Harry le sonrió. −Tienescara de inteligente, seguro que nos llevaremos bien. −Y miro al pelirrojo. −Weasley,no sé de dónde has salido pero para tu información nuestros abuelos eranmejores amigos, y somos primos y vamos juntos porque queremos y tu y nadie diránada.

 

−Harry no desexplicaciones a los monos. −Le dijo Draco y mirando a los otros dos un momento,los ignoro y presto atención a la profesora que volvía.

−Ya podemos pasar. −Yasí entraron al gran comedor, donde cientos de niños estaban sentados en cuatrolargas mesas.

Al llegar al fondo,donde se encontraban los profesores, la profesora se acerco a un taburete dondehabía un sombrero.

−Cuando vaya diciendovuestros nombres ir pasando. −Y así empezó la selección.

−Draco Malfoy.

Al escuchar su nombre,el niño miro a su primo. −Me lo prometiste, no te olvides.

−Nunca, Draco, siempreserás mi mejor amigo, ahora ves todos te están esperando.

−Sí. −Y cogiendo airese acerco al taburete y se sentó, cuando la profesora le puso el sombrero esteno tardo mucho en gritar: −Slytherin.

−Allí van todos losmagos malvados. −Dijo Ron.

Al escuchar eso, Harryse enfado y lo miro. −Weasley cierra la boca, allí no hay magos malvados, sonlas personas que son malvadas no una casa los hace, mi abuela estuvo allí ytodos dicen que fue una hermosa persona y Draco también lo es, así que cállate.−Lo que él no sabía es que había alzado más de la cuenta la voz y todos lohabían escuchado.

Desde su mesa, Severusmedio sonrió, Harry era así bueno lo habían criado el mono de Black, aunpasaran 1000 años nunca terminaría de gustarle y Lupin, que él nunca habíatenido problemas en que casa estabas.

−El señor Potter tienerazón. −Dijo el profesor Dumbledore levantándose. −No importa en qué casaestas, sino la persona que eres y no por estar en slytherin ya serás malvado. −Ymiro a la profesor McGonagall. −Sigue.

−Si profesor. −Y siguiócon la selección de las casas, cuando llego el turno de Harry el miro aHermione que ya estaba en gryffindor y se fue a sentar al taburete.

Harry nada mássentarse dijo gryffindor. −Gryffindor de verdad? Podrías hacer grandes cosas enslytherin.

−Lo sé, pero yo quieroestar en gryffindor donde estuvieron mis padres.

−Entonces. −Y grito. −Gryffindor.

Harry contento deestar en la casa donde estuvieron sus padres se iba a ir hasta que recordó lo quehabía pasado, así que miro al director. −Disculpe lo que ha pasado antes, no tendríaque haber alzado la voz.

Dumbledore le sonrió. −Nopasa nada, solo recuerda no volver a alzarla.

−Si director. −Y ahorasi se fue a sentar al lado de Hermione.

Un buen rato despuésla selección terminaba y ya el profesor daba la bienvenida a los nuevos alumnosy después de decirles las normas ya empezaban a cenar.

Mientras cenaban Harryfue conociendo a sus otros compañeros.

−Yo soy mitad y mitad.−Les dijo un compañero que se presento como Seamus Finnigan. −Mi madre esbruja, no se lo dijo a mi padre hasta que se casaron.

Al escuchar eso, Harryle sonrió. −Entonces debió de llevarse un buen susto, cuando empezó a hacercosas que nunca había visto.

Seamus asintió. −Siemprecuenta un montón de cosas divertidas. ¿Y tú? Todos saben quién eres, pero pocossaben quienes fueron tus padres antes de la noche en que murieron.

 

Harry le sonrió. −Tepuedo asegurar que tengo una vida muy normal, mi madre era hija de muggles sellama Lily Evans, antes de casarse.

−Lily Evans. −Unalumno lo miro. −Tu madre fue la mejor bruja de su generación, eso no es sernormal.

Harry se rio. −Si queera muy inteligente, y mi padre se llama James Potter.

−El hijo del jefe delos aurores. −Dijo otro alumno. −Mi padre es auror, y siempre me cuenta de queel señor Charlus Potter fue el mejor auror que tuvieron nunca, que fue unadesgracia que muriera.

−Si que fue unadesgracia, mis tíos dicen que fue un buen hombre. −Y miro a Seamus. −Por lodemás, mi vida es muy normal, mi familia tiene una librería en Londres, miabuelo trabaja en una revista de casas, mi abuela es ama de casa y mi padrinocuida de su negocio.

−Eso es muy aburrido. −DijoSeamus. −Yo creí que tendrías dragones o por lo menos vivirías en una mansiónenorme o cosas así.

−Que va. −Dijo Harry yriéndose lo miro. −Me encantaría tener un dragón, pero mi padrino no me deja,según él no cabe en nuestra terraza, aunque yo se lo he pedido y las únicasmansiones que he visto son las de los artículos de mi abuelo, vivo encima de lalibrería y está rodeada de otras edificios, como digo una vida muy normal.

Mientras Harry hablabacon sus nuevos compañeros de clase, en slytherin Blaise no dejaba de hablar ymiro a Draco.

−Hey Malfoy, ¿Quién esesa niña castaña con la que venias?

Draco lo miro. −¿Nohas estado prestando atención a la selección? Se llama Hermione Granger.

−¿La conoces? ¿O lahas conocido en la estación?

−¿Eres periodista?

−Es un cotilla. −Dijouna niña morena y miro a Draco. −Soy Pansy Parkinson, y a él le gusta saberlotodo.

−¿Lo conoces?

−Desde hace algúntiempo, nuestras madres son amigas.

Draco asintiendo miroal moreno. −Conozco a Hermione desde que tengo cinco años, y como a mí a ellale gusta mucho leer.

−Paso de leer. −DijoBlaise y le sonrió. −A mí me gusta el quidditch.

−No sigo a ningúnequipo, pero está bien.

−Si que lo está. −Ymiro a Theo. −¿Te gusta leer?

−Me gusta leer.

−Entonces te llevarasbien con Draco.

−Blaise come un poco. −Ledijo Pansy y le dio un trozo de pollo. −No callas ni debajo del agua.

El moreno se rio. −Puesno sé, nunca me he puesto a hablar debajo del agua.

Al escuchar eso unaniña rubia suspiro.

−¿Y tú eres? −Lepregunto Blaise.

−Daphne Greengrass yme preguntaba cuando dejarías de hablar tanto.

−Nunca, por lo que veotiene cuerda para mucho. −Dijo Draco y le sonrió. −Creo que es mejor ignorarle.

−Es mejor. −Y riéndoselo miro. −A mí también me gusta leer, mi madre siempre me dice que tenemos quesaber muchas cosas, para que nadie te tome por tonta.

−Y haces bien. −Ledijo Draco.

−Si. −Y sonriéndole volvióa prestar atención a su cena.

Draco estaba contento,de momento las cosas no habían ido tan mal, había conocido a niños muyinteresantes esa primera noche, como Blaise Zabini que aunque no callaba nuncase notaba que era muy divertido y luego estaba Theo con el podría hablar delibros y también estaban Pansy y Daphne se notaban que eran dos chicasinteresantes, esperaba que a Harry y a Hermione les fuera igual de bien,dejando de cenar un momento los miro y vio a su primo riéndose y a Hermionesonriendo.

 

Al día siguiente yales preguntaría como les había ido, ahora solo tenía ganas de terminar de cenare irse a dormir, ya estaba cansado.

Después de cenar, losprefectos llevaron a los alumnos de primero a las salas comunes.

Una vez en suhabitación, Harry se puso a ordenar sus cosas.

−Harry. −Seamus lellamo. −No te lo había preguntado antes, ¿pero porque te has puesto así cuandoWeasley ha dicho lo de los slytherin?

El niño que estabacolocando sus fotos lo miro. −Mi abuela Dorea fue a slytherin y aunque nunca laconocí, siempre me han dicho que ella fue una buena mujer, y están mis tíos losMalfoy, aunque no os lo creáis, ellos son buenas personas, siempre me hantratado bien ni siquiera me han alzado la voz nunca, así que no quiero quenadie diga que en slytherin van personas malvadas, porque no es así.

−Tienes razón. −Ledijo un chico gordito, se había presentado como Neville Longbottom y aunque eramuy tímido a Harry le caía bien, se notaba que era una buena persona. −Nopodemos ir diciendo que una casa es malvada cuando no todos lo son, aunque allíhan ido muchos malvados, como el que-no-debe-de-ser-nombrado, y muchos más.

Harry lo miro. −Puedeque allí hayan ido personas malvadas, pero en gryffindor también han ido, sinopreguntárselo a mis tíos, ellos tenían un mejor amigo llamado Peter Petigrew,fue a gryffindor con mis padres y no dudo en venderlos al señor tenebroso porun poco de poder, por su culpa soy huérfano.

−Las casas no hacenmalvadas a las personas, sino que ellos ya lo son. −Les dijo Dean.

−Así es, bueno tengoque terminar de ordenar esto, estoy cansado pero no me quiero dormir con todopor medio. −Y siguió ordenando sus cosas.

Dean acercándose mirolas fotos que Harry tenía en su mesita. −¿Quiénes son?

El chico dejando laropa que estaba ordenando a un lado cogió las fotos y se lo fue diciendo. −Ellosson mis padres, murieron el 31 de octubre cuando yo solo tenía un año de edad. −Ydejando ese retrato a un lado, le enseño los demás. −El es mi tío Remus Lupin,no tenemos lazos de sangre pero gracias a él que me adopto he tenido unainfancia feliz, antes de él, vivía con mis tíos la hermana de mi madre, metrataban fatal, no recuerdo mucho porque solo tenía cuatro años pero te puedoasegurar que no fui feliz. −Y le fue enseñando las otras personas de la foto. −Ellosson mis abuelos los padres de mi tío Remus, son unas grandes personas. −Yseñalo a la última persona que allí había. −Sirius Black, el primo de mi padrey mi padrino.

−Yo he escuchadohablar de él, lo acusaron de ser un mortifago, pero que supieron demostrar suinocencia. −Le dijo Neville que también se había acercado.

−Lo es, lo acusaron dela muerte de mis padre, por suerte mi tío Jack. −Y les enseño otra foto. −Supocomo demostrarlo. −Y les enseño otra foto esta donde estaban todos en Orlando. −Lospadres de Hermione. −Y les enseño las dos personas. −Mis tíos los Tonks. −Y lesenseño otras dos, −Mi prima Dora este año empieza el curso de auror. −Y lesenseño dos personas más. −Mi tío Jack y el profesor Snape. −En la escuela lehabía pedido que le llamara así y él lo haría.

−¿Conoces al profesorSnape?

−Sí, él era el mejoramigo de mi madre y aunque aquí es profesor, el siempre me ha explicadohistorias de mi madre. −Y los miro. −Es muy gruñón y no le gusta mucho reírse,pero es gracias a él que se cosas de antes de que mi madre entrara en hogwarts,así que le estoy muy agradecido.

 

−Es normal, los padresson muy importantes. −Les dijo Dean.

−Lo son y más cuandote faltan en tu vida. −Y les sonrió. −Pero no me quejo, soy muy afortunado contener toda la gente que tengo en mi vida, ahora sí, me estáis liando y asínunca terminare de de poner todo en su sitio, mañana seguiremos hablando. −Yasí dejando las fotos de nuevo en su sitio, siguió ordenando las cosas, cuandotermino se puso el pijama se lavo los dientes y ya se metió en su cama y prontoestuvo dormido.

Al día siguiente, eldespertador que Harry había llevado con él, empezó a sonar.

−¿Harry que es eso? −PreguntoNeville que se había despertado por el sonido.

−Es un despertador. −Ysentándose en su cama cogió el despertador y miro la hora que era. −Nos avisa aqué hora tenemos que despertarnos, y según dice sino nos levantamos ya,llegaremos tarde a desayunar.

−Pues vamos. −Y asítodos se levantaron y empezaron a vestirse.

−Ron despierta. −Ledijo Seamus al pelirrojo, solo él seguía dormido. −Si no te despiertas yallegaras tarde.

−Cinco minutos más.− Yescondió la cabeza debajo de la almohada.

−Como quieras. −Ledijo Seamus. −Luego no digas que no te he avisado. −Y sin prestarle másatención empezó a vestirse.

Una vez vestidos,antes de irse avisaron de nuevo a Ron, pero este de nuevo no les hizo caso asíque dejándolo allí bajaron al gran comedor a desayunar.

Después de desayunar yde que la profesora McGonagall les diera sus horarios, los alumnos se fueron asus clases, a los leones de primero les toco transformaciones con losslytherin, al llegar se fueron sentando y Harry se sentó con Neville y Dracocon Hermione.

Llevaban 10 minutos declase, cuando la puerta se abrió y entro Ron corriendo.

−Uff menos mal que laprofesora no ha llegado. −Dijo Ron.

Al escuchar eso, loscompañeros del pelirrojo no supieron que pensar, hasta que vieron como laprofesora que había sido un gato se transformo en persona y lo miro.

−Señor Weasley, llegatarde, 10 puntos menos para gryffindor, la próxima vez, venga a la hora, ahorasiéntese. −Y con esa regañina volvió a dar su clase.

Cuando termino y laprofesora McGonagall se hubo ido, Draco levantándose cogió sus cosas y seacerco a Harry.

−Os ha tocado un mono.

El moreno, cogiendosus cosas lo miro. −Lo sé Draco y eso que he puesto el despertador con elvolumen a tope para que nos despertara a todos, pero según él, quería seguirdurmiendo cinco minutos mas y no voy a estar siguiéndole todo el tiempo que yano tenemos cinco años.

−Y haces bien, ¿Qué ostoca ahora?

−Pociones. −Y lo miro.−¿Vienes conmigo? Lo veo súper difícil.

−Sí que voy contigo. −Ymiro a Hermione. −¿Con quién iras?

−Con Neville. −Lanoche anterior se habían conocido y a la niña le había gustado, era muy tímidoy torpe, pero se notaba que tenía un gran corazón, así que lo miro. −¿Nevillevienes conmigo?

El niño la miro. −Teaviso que no sé nada de pociones.

La leona le sonrió. −Puesya somos dos, ahora vamos sino llegaremos tarde.

 

−Sí. −Y así losalumnos se fueron a la clase de pociones.

Cuando las clasesterminaron, y antes de ponerse a estudiar, Harry cogió su set de cartas y sepuso a escribir una carta a su familia.

−¿Harry a quienescribes? −Le pregunto Dean.

−A mi familia, paraque sepan lo bien que va todo, ¿vas a escribir a tu madre?

−Sí. −Y le enseño suset de carta. −Mi madre que me lo compro.

Harry le enseño elsuyo. −A mi me lo compro mi abuela.

−Yo también tengo. −Lesdijo Seamus y le enseño el suyo verde con unos leprechaun.

−¿Eres irlandés? −Lepregunto Harry.

−Lo soy, ¿has idoalguna vez?

−No, pero mi abuelolas veces que ha ido, me ha traído leprechauns y otros regalos. −Y sonriendolese puso a escribir su carta, no quería dejarse nada, al terminar vio que teníados hojas, cuando se seco la tinta las doblo y metiéndolas en un sobre, puso ladirección y se la dio a Hedwig para que la llevara a Londres.

Unas horas más tarde,la carta llegaba a Londres a casa de la familia, Sirius cogiendo la carta de lapata de la lechuza, se puso a leerla.

−¿Qué cuenta Harry? −Lepregunto Remus.

−Está en gryffindor. −Yle sonrió. −Lo ha conseguido.

−Estupendo, es dondeél quería estar.

−Sí, Hermione tambiénestá en gryffindor y Draco en slytherin. −Y siguió diciéndoles: −En el trenconoció a un chico llamado Dean Thomas y que al llegar al castillo durante laselección, tuvo una pequeña discusión con un niño llamado Ron Weasley, porquedijo que en slytherin solo hay alumnos malvados.

−Vaya, si que empiezabien.

−Si, por suerte elprofesor Dumbledore se puso de lado de Harry diciéndoles que no es la casaquienes los hace malvados sino que lo son ellos.

−En eso el profesortiene razón. −Les dijo Lyall. −Así que espero que no miren mal a los slytherin,que culpa tienen ellos de estar en casa de ese impresentable. −Dijorefiriéndose a Voldemort.

−Ninguna. −Le dijoRemus y miro a Sirius. −¿Qué cuenta más Harry?

−Por lo demás va bien,ha conocido a algunos chicos, a un niño que se llama Seamus Finnigan que esirlandés y a Neville. −Les dijo. −Se ha hecho amigo de Neville.

−Eso es estupendo,seguro que Neville es un niño maravilloso. −Les dijo Hope y les sonrió. −Esperoque no se le peguen las malas ideas de Harry.

−¿Harry? Pero si Harryes un santo. −Le dijo Sirius.

−Cuando quiere. −Ledijo Hope levantándose y dándole un beso en la frente le dijo de nuevo: −Cuandoquiere. −Y se fue a la cocina a preparar la cena.

−Mi madre tiene razón.−Le dijo Remus mirando a su amigo. −Harry es igual que tu, se mete en todos loslíos que encuentra.

−¿Y lo dices tú? −Ymiro a Lyall. −Que sepas que la mitad de los castigos que nos dio el profesorDumbledore o Minerva fueron cosa de Remus.

−Lo sé. −Y riéndoselos miro. -Lo mínimo eran 5 castigos por trimestre, al final incluso le pedi alprofesor Dumbledore que me preparara un cuarto.

Al escuchar eso,Sirius se rio y Remus miro a su padre. −¿En serio?

−En serio. −Le dijoLyall y los miro. −¿Sabes cuantas veces fue tu abuelo por mis castigos?

−No, pero seguro queme lo dirás ahora.

−Sí, te lo voy adecir, tu abuelo fue una o dos veces por curso incluso 0 pero contigo, cinco o másveces por trimestre. −Y miro a Sirius que no dejaba de reírse. −Y tú no te ríastanto, contigo y con James pasaba lo mismo, cada vez que Charlus recibía unanotificación de la escuela ya empezaba a preguntarse que habíais hecho en esaocasión y claro luego se lo tenía que decir a Dorea y ella le lanzaba esasmiradas y claro el se quedaba sudando.

 

−Seguro. −Dijo Siriusriéndose. −Mi tío le tenía un miedo terrible, preguntándose a quien se parecíaJames.

−Pues a la ramamaterna de la familia. −Le dijo Remus.

−Puede ser, y creo queDorea también lo sabía. −Y riéndose les dijo: −Erais unos trastos.

−La verdad es quenunca nos estábamos quietos. −Le dijo Sirius y levantándose se acerco a unarmario y cogiendo un set de carta, se puso a responderle a suahijado.

Al día siguiente, nadamas despertarse, Sirius ato la carta en la lechuza de Harry y vio como se ibavolando, con eso hecho se fue a preparar para un nuevo día.

El sábado por lamañana, el día en que las lechuzas llevaban los paquetes de la familias a losalumnos, Harry vio como Hedwig llegaba con un paquete y lo dejaba a su lado.

−Gracias Hedwig. −Ledijo el niño y le dio un trozo de embutido. −Ahora descansa, esta tardeenviaremos una carta a casa.

La lechuza le ululo yse fue volando.

Harry viendo como seiba, cogió un cuchillo y abrió el paquete que su familia le había enviado.

−¿Qué te han enviado? −Lepregunto Hermione.

−No lo sé, ahora losabremos. −Y terminando de abrir el paquete vio que era una caja de cartón,abriéndola vio que habían diferentes cosas. −Hay chocolates. −Dijo Harrysacando una pequeña caja. −Seguro que ha sido cosa de mi tío Remus.

−Seguro a él leencantan los chocolates. −Le dijo su amiga sonriéndole.

−Sí. −Y dejándola a unlado, volvió a mirar dentro, saco una bolsa de caramelos, también una caja degalletas y por ultimo un sobre. −Esta vez solo envían dulces.

−Es normal, aquí haymuchos libros seguro que antes de enviarte uno te darán tiempo a leerlos.

−Sí. −Y sonriéndoleabrió su carta y empezó a leerla, cuando termino la devolvió a su sobre y sepuso a desayunar.

−¿Todo bien?

−Si, Hermione. −Y le sonrió.−Lo de siempre, el abuelo investigando nuevas casas, me ha dicho que cuandosalga la nueva revista me la enviara para que la pueda leer, la abuela haempezado en un club de cocina, donde le enseñan platos de muchos paísesdiferentes, tío Remus está muy liado con la librería, y tío Sirius está muyocupado con su trabajo. ¿Y tú?

−Muy bien, mis padres estánsúper ocupados con su clínica, en septiembre es cuando todos van a revisarse laboca y que les curen las caries.

−¿Te han enviado algo?

−Unos dulces. −Y le enseñouna bolsa. −Dulces sin azúcar.

−Sabes que compartirémis dulces contigo.

−Gracias, pero ahoratenemos que terminar de desayunar.

−Sí, luego quiero ir ahacer fotos, aun no me he hecho ninguna.

Al escuchar eso,Hermione lo miro. −¿Me las pasaras? Quiero enviar a casa.

−Claro que si, lepediré a mi padrino que se las dé a Joseph el amigo fotógrafo de tío Jack paraque las cambie.

−Gracias.

−De nada. −Y miro asus amigos. −Luego cuando terminemos de desayunar, me haré unas fotos paraenviar a casa, ¿os apuntáis?

−Sí, gracias. −Le dijoDean.

 

−De nada. −Y vio queNeville tenía una cosa redonda entre las manos. −¿Nev qué es eso?

−Una recordadora.

−¿Y porque ha salidoese humor rojo?

−Porque ha olvidadoalgo. −Le dijo Dean. −Yo he leído sobre ellas, cuando sale ese humo rojo esporque ha olvidado algo.

−Ahora el problema esque no recuerdo lo que he olvidado. −Le dijo Neville.

Harry le sonrió. −Seguroque pronto lo recordaras, ¿puede que sean los deberes?

−No, ya he hecho losdeberes, Hermione me ayudo a hacerlos ayer, para que ahora tuviera tiempo paramí.

−¿La bragueta de tupantalón?

−Harry. −Hermione leregaño. −No creo que se haya olvidado de subírsela.

−¿Y tú que sabes? ¿Vasmirando?

−Harry. −La chica lefulmino. −No sigas por allí.

Harry riéndose levantolas manos en son de paz. −Ya no digo nada más. −Y mirando una última vez a suamiga que se había puesto colorada se puso a desayunar.

Cuando terminaron dedesayunar, los gryffindor se fueron al jardín con la cámara de Harry y llamo aDraco que pasaba por allí junto a sus amigos.

−Draco llegas justo atiempo. −Le dijo Harry. −Ven, vamos a hacer unas fotos, y así las envió a casa.

−Gracias por avisarme,yo quiero enviarlas a casa.

−De nada, cuando lastenga ya os la daré. −Y así sin decir nada mas, se pusieron a hacer fotos.

Diez minutos más tardeno dejaban de reírse.

−Blaise. −Pansy leregaño. −Deja ya de hacer tantas tonterías, a este paso la familia de Potter pensaraque hemos salido de un circo.

−No te preocupes. −Ledijo Harry riéndose. −Mi padrino Sirius, el 95% de las veces parece ser que hasalido del circo, así que no dirá nada. −Y volvió a hacerles una foto.

−¿Harry cuantasllevas? −Le pregunto Hermione.

El niño mirando sucámara vio que había un numero. −Unas 30, creo que por hoy hemos terminado.

−Si porque seguro queno quieres hacer todas hoy.

−No. −Y miro a susamigos. −En cuanto las tenga os las pasare, para que las enviéis a casa.

−Gracias.

−De nada. −Y con lacámara llena de fotos volvieron dentro del castillo.

Unos días más tarde,la familia recibía las fotos de Harry.

−Cuantas han hecho. −DijoHope encantada de tener tantas.

−Sí que hay. −Le dijosu marido mirándolas. −Se nota que Harry se lo está pasando muy bien, no dejade reírse todo el tiempo.

−Eso debe de ser por BlaiseZabini. −Les dijo Sirius. −Parece ser que ese chico tiene una vena payasa, y nodeja de reírse y hablar todo el tiempo.

−Seguramente. −Le dijoRemus mirando las fotos de su sobrino. −Me alegro de que Harry haya conocido aesos chicos y chicas, todos parecen buenas personas.

−Sí que lo parecen. −Ledijo Sirius. −Mañana le daré las fotos a Jack para que se las pase a Joseph ylas cambie, Harry nos pide que le enviemos unas cuantas fotos sin movimientopara Hermione y otras con movimiento para los demás.

−Pronto las tendrá.

−Sí. −Y siguieronmirando las fotos.

Unas semanas mástarde, Harry recibía las fotos y las fue repartiendo. −Seamus para ti. −Y ledio un sobre.

−Gracias. −Yabriéndolo vio las fotos que habían hecho. −Las enviare a casa.

−Hazlo, seguro que atus padres les gusta tener fotos tuyas. −Y le dio un sobre a Hermione. −Hermspara ti.

 

−Gracias.

−De nada, Dean,Neville. −Y también les dio un sobre y entonces se fue a la mesa de slytherin yles dio sus sobres. −Para vosotros.

−Gracias Harry. −Ledijo Draco y cogiendo el sobre lo abrió y vio todas las fotos que habían hecho.−Las enviare a casa.

−Sí, yo me quedare lasmías, en casa ya las tienen, nos vemos luego. −Y sonriéndole volvió a sentarseen su mesa y se puso a ver las fotos que habían quedado estupendamente.

Unas semanas más tarde,en clase de encantamientos, el profesor Flitwick les enseñaba el wingardiumleviosa, y por lo que se veía a Ron no le estaba saliendo muy bien.

−Para, para. −Le pidióHermione que estaba a su lado. −Si sigues así le sacaras un ojo a alguien,además no lo estás diciendo bien. −Y le enseño a decirlo.

−Si tan lista eres,hazlo tu. −Le dijo Ron.

−Como quieras. −Ycogiendo su varita, dijo el encantamiento y pronto la pluma empezó a volar.

−Muy bien Granger. −Dijoencantado el profesor. −10 puntos para gryffindor.

Ron al ver eso, seenfado y dejando su varita no quiso seguir entrenando y se apoyo en sus libros.

Cuando termino laclase, Ron iba quejándose a sus amigos. −Hermione es una pesada, es normal queno tenga amigas. −Lo que no sabía que al decir eso, la chica lo habíaescuchado, pero no fue el único.

−Weasley. −Harry quehabía parado a Hermione antes de que se fuera llorando, la paro y miro alpelirrojo. −Pídele disculpas a Hermione, ella solo te ha querido ayudar, y lahas tratado muy mal.

−No le voy a pedirdisculpas, nadie le ha pedido ayuda, lo ha hecho porque ha querido.

−Mono descerebrado. −Ledijo Draco poniéndose al lado de su primo y de Hermione. −Encima que te ayuda,no te sale bien, vaya pérdida de tiempo, se nota que tienes un cerebro pequeñocomo el de una mosca.

Ante eso, muchosalumnos se pusieron a reír y Ron se puso rojo como un tomate.

−Retíralo, Malfoy.

−No quiero. −Le dijo Draco.−No sé en tu casa, pero en mi casa me han enseñado a defender a mis amigos yHermione es mi mejor amiga, y la defenderé todas las veces que sean necesarias,de monos descerebrados como tú. −Y miro a Hermione. −No le hagas caso, y no escierto que no tienes amigos, nos tienes a nosotros.

−Draco tiene razón. −Ledijo Harry. −Nos tienes a nosotros.

−Gracias.

−De nada, cuando elmono descerebrado vea las notas que tienes entonces se arrepentirá de habertedicho esas cosas, ahora vamos.

−Sí. −Y lanzándole unamirada llena de desprecio a Ron, los tres con los slytherin amigos de Draco sefueron.

Por la tarde en lacena de halloween, estaban cenando cuando de pronto la puerta se abrió yapareció uno de los profesores gritando.

−Hay un troll, untroll se ha escapado y a entrado en el colegio. -Y tras decir eso se desmayo.

Al escuchar eso,muchos alumnos se quedaron parados hasta que unos empezaron a gritar y así comoantes había habido niños y profesores comiendo, ahora los niños se pusieron depie y se fueron corriendo hasta la salida, hasta que el director pidiósilencio.

−Ir a vuestras salascomunes. −Les dijo Dumbledore y miro a los profesores. −Nosotros iremos a ver quéha pasado. −Y así los prefectos pusieron orden y se fueron llevando a lospequeños.

 

−Harry espera. −Ledijo Hermione. −Tenemos que ir a ver a Draco.

−Tienes razón, vamos. −Yasí los dos niños se fueron a ver a Draco que estaba a punto de salir del grancomedor.

−¿Qué hacéis aquítontos? −Les regaño Draco. −Tenéis que iros a la sala común de gryffindor.

−Solo queríamos verque estabas bien. −Le dijo Hermione.

El niño la miro. −Estoybien, pero si no vais me preocupare mucho y no lo estaré ahora iros a vuestrasala común y no salgáis de allí.

−Lo haremos, cuídate. −Ledijo la niña y abrazándolo un momento se fue con Harry.

Una vez llegaron a lasala común de gryffindor y estando a salvo, los niños se quedaron hablando.

−¿Cómo puede haberentrado un troll en hogwarts? −Les pregunto Dean. −No que son salvajes y vivenen los bosques o donde sea.

−Ni idea. −Les dijoHarry. −Pero me encantaría verlo, seguro que mola un montón.

−Harry ni se teocurra. −Le dijo Hermione mirando a su amigo, lo conocía perfectamente parasaber qué sino lo paraba se le ocurriría alguna locura. −Un troll no es unjuego.

El niño la miro. −TranquilaHermione no me iré a ningún lado, ¿Qué piensas que soy? ¿Yo acercándome a untroll? Ni loco.

−No Potter, eso no meconvence, tú eres capaz de eso y de mucho más.

−No lo voy a hacer. −Ledijo Harry. −No quiero que mi familia se preocupe y sé que un troll es muy peligroso.

−Lo es, prométemelo.

−Pero si ya te hedicho que no me iría.

−Prométemelo.

−Está bien. −Y lamiro. −Yo Harry Potter prometo no ir tras trolls ni nada extraño.

−Estupendo, si rompestu promesa nunca más te hablare y sabes que es verdad.

−Lo sé, tengo hambre. −Dijode pronto. −No hemos terminado de cenar, ahora vengo. −Y se fue a su habitacióndonde cogió los chocolates, galletas y otras cosas que su familia le habíaenviado por halloween y bajándolo se los enseño a sus amigos. −Ya tenemos cena,no es lo mismo que lo del gran comedor pero es algo.

−Yo también tengocosas, ahora vengo. −Le dijo Hermione y subió a su habitación para coger suscosas.

−Es muy mandona. −DijoDean a Harry cuando la niña se hubo ido.

El niño lo miro. −Hermionees así, siempre preocupándose por todo y por todos, ya te acostumbraras, aveces parece una madre pero es mi mejor amiga y si me pide que haga una promesala hago, además ella tiene razón, un troll da miedo, y prefiero quedarme aquísin que nadie me lastime.

−Solo un loco se iríaa enfrentar a un troll.

−Y como yo no lo soy,prefiero comer. −Y miro a los demás. −¿No tenéis cosas?

−Sí, pero no tantascomo tú. −Le dijo Seamus que estaba mirando todas las cosas que Harry tenia.

−Nadie tiene tantocomo él. −Les dijo Hermione que ya había bajado. −Su abuela siempre lepreparara esas cantidades, para que las pueda repartir con los demás.

−La abuela es lamejor. −Le dijo Harry sonriéndoles. −Y no importa cuántas cosas tengáis, lo importantees compartirlas con los demás, así que bajar vuestras cosas.

−Lo haremos. −Ysubiendo a su habitación se fueron a coger sus cosas y diez minutos más tarde,la sala común de gryffindor se había convertido en un pequeño comedor donde sepusieron a comer todo lo que tenían.

Al día siguiente, yacon el troll de nuevo capturado era el partido de quidditch entre slytherin ygryffindor y antes de ir al campo a verlo, los niños estaban desayunando,cuando Severus paso por el lado de Harry y este vio que estaba herido.

 

−¿Harry que pasa? −Lepregunto Hermione que vio que a su amigo le cambiaba la cara.

−El profesor Snape estáherido.

−¿Herido? −La niña lomiro. −¿Qué crees que le puede haber pasado?

−No lo sé, pero mepreocupa. −Y la miro. −¿Crees que tendría que enviar una carta a mis tíos?

−¿No crees queexageras un poco?

−¿Y si lo hirió ayerel troll?

−Puede ser, pero aquí estála señora Pomfrey que le puede curar.

−¿Y si no quiere quese entere nadie?

Ante tantas preguntas,Hermione empezó a impacientarse, ella era la que siempre estaba con laspreguntas, no Harry.

−Haz lo que quieras,si quieres avisar a tus tíos hazlo, pero deja de hacerme tantas preguntas.

Harry sonriéndole selevanto y dándole un beso en la mejilla le dijo:

−Eres la mejor, nocambies. −Y se fue a ver a su primo que estaba desayunando en su mesa. −Draco.

−Harry. −El niño lomiro. −No le des más besos a Hermione.

Al escuchar eso, losdemás slytherin se los quedaron mirando y Harry se rio.

−Hermione es mihermana, así que no te pongas celoso. −Y entonces dejo de reírse. −Vengo adecirte algo más importante.

−¿El qué?

Harry sentándose a sulado le susurro. −Han herido a tío Severus.

Al escuchar eso, Dracose aparto y lo miro preocupado. −¿Estás seguro?

−Si Draco, sabes bienque no mentiría con eso, ¿Qué hacemos?

−Avisar a mi padre ytío Sirius.

−Hermione dice queestoy exagerando.

−Puede ser, pero no mequedare tranquilo hasta que lo revisen, además que lo decidan ellos.

−Tienes razón, ¿vamos?

−Sí. −Y levantándosese fueron corriendo a escribir una carta y a enviarla a Londres lo más rápidoposible.

Un rato más tarde, enLondres Sirius apretaba los puños.

−¿Sirius que pasa? −Lepregunto Remus al ver la actitud de su amigo. −¿Le pasa algo a Harry?

−Que anoche un trollentro en hogwarts y que Snape está herido.

−¿Un troll? −Hopepreocupada miro a su hijo. −Espero que a los niños no les haya pasado nada, mepreocupan.

−Lo sé mama a mítambién me preocupan. −Le dijo Remus intentando tranquilizarla y miro de nuevoa Sirius. −¿Vamos?

−Sí, quiero saber quées eso de que un troll entre en hogwarts. −Y miro a Lyall. −Iremos Remus y yo,en cuanto tengamos noticias os las hare saber.

−Hacerlo.

−Lo haremos. −Ydiciéndoles que los verían en unas horas, se aparecieron, no tenían tiempo deir en tren.

En hogwarts, elpartido de quidditch había terminado y estaban saliendo del campo cuando losalumnos vieron a cuatro hombres.

−Es Sirius Black. −Susurroun alumno.

−Lo es. −Dijo otro. −¿Quéhará aquí?

−No lo sé, pero dicenque es el hombre más importante del mundo mágico, que no hay nadie tan rico ypoderoso que el.

Y así cientos desusurros y preguntas se empezaron a levantar en el colegio, hasta que un gritose hizo en el sitio.

−Padrino. −Harry corriendose acerco y lo abrazo.

Sirius le sonrió. −HolaHarry. −Y miro a los demás niños que se habían acercando. −Ellos deben de sertus amigos.

 

−Si padrino. −Le dijoel niño y empezó con las presentaciones. −Ellos es Dean Thomas, SeamusFinnigan, Pansy Parkinson, Theo Nott, Daphne Greengrass, el que no deja dehablar todo el tiempo, Blaise Zabini y Neville Longbotton.

Sirius mirando atodos, se acerco a Neville. −Neville es un placer conocerte. −Le dijo elhombre. −Tus padres eran dos de mis mejores amigos, así que mi casa es tu casa,ven cuando quieras.

−Gracias señor Black.

−No seas tan formal,me puedes llamar Sirius.

−Lo hare.

−Estupendo. −Y le sonrió.

−Ahora os presentare. −Ledijo Harry y miro a sus amigos. −Ellos son mi padrino y tío Sirius Black, mitío Remus Lupin, mi tío Lucius Malfoy el padre de Draco y mi tío Jack Carter.

−Un placer chicos. −Lesonrió Remus y vio que se acercaba Severus cojeando aunque casi no eraperceptible para los demás, pero a él lo había avisado Harry que le había vistosangre en la pierna. −Tú te vienes conmigo.

−¿Lupin qué hacesaquí? −Y miro a los demás. −¿Quién os ha avisado? −Y miro a los niños no teníaque ser un genio para saberlo. −Potter y Malfoy.

−Así es. −Dijo Remus. −Asíque te vienes. −Y miro a Sirius. −Nos vemos en un rato.

−Ves, nosotros nosocuparemos de lo demás.

−Sí. −Y sin decir nadamás se fue con Severus para curarle la herida en la pierna.

−¿Harry estas bien? −Lepregunto Jack.

−Si tío, estoy bien.

−Bien. −Y miro a losotros hombres. −Ahora que he visto a Harry y veo que está bien me voy.

−¿No vas a hacer nada?−Le pregunto Sirius.

−No puedo hacer nadahasta que haya investigado, en cuanto sepa algo te diré. −Y miro a Harry. −Pórtatebien.

−Si tío. −Y viendocomo se iba miro a los demás. −¿Qué haréis vosotros?

−Buscar algunasrespuestas. −Y vio que Albus se acercaba. −Buenas tardes Dumbledore.

El director miro a losdos hombres más poderosos del mundo mágico, Sirius Black y Lucius Malfoy, nada másverlos supo que venían para saber que había pasado el día anterior.

−Vamos a mi despacho.

−Sí. −Antes de irse,Sirius miro a su ahijado. −Harry antes de irme te iré a ver, no te vayas muylejos.

−No padrino, estaré enmi sala.

−Estupendo, nos vemosal rato. −Y diciéndole que luego lo vería se fue detrás de Lucius y deldirector de hogwarts.

Una vez llegaron aldespacho del director y antes de que Lucius pudiera decir algo, Sirius hablo.

−Dumbledore, Harry nosha contado lo del troll, ¿todo bien con los alumnos?

El director lo miro. −Todosestán bien.

−Estupendo, entoncesya nos vamos, solo queríamos que todo fuera bien, igual antes de irme megustaría pasarme por gryffindor, hace tiempo que no lo hago. ¿Puedo?

−Sí que puedes ir.

−Gracias, nos vemos. −Ymiro a Lucius. −Vámonos.

El hombre se lo quedomirando, no sabía que se proponía pero luego se lo preguntaría, de eso no habíadudas, el no se quedaría sin saber que estaba pasando.

Despidiéndose deldirector los hombres salieron. Pescados, mariscos, conservas y todo sobre el mar

−Luego Lucius. −Ledijo Sirius mirándolo. −Luego. −Y le sonrió. −Nos vemos luego, ahora voy agryffindor, no creo que quieras ir, te entraría urticaria. −Y diciéndole queluego lo vería, se fue a su antigua casa.

Al llegar, unospequeños leones al verlo le dejaron pasar, por todo el castillo corría la vozque el poderoso Sirius Black estaba en el castillo.

 

Al entrar, y ver lasala de gryffindor sonrió, ese lugar no cambiaba, seguía igual como lorecordaba.

−Señor Black. −Hermionese acerco y le sonrió.

−Hermione estás muyguapa con tu uniforme. −Le dijo el hombre.

Al escuchar eso, lapequeña leona se puso colorada, pero era normal que alguien como Sirius ledijera eso hacía que los colores subieran, era algo que pasaba con todas lasmujeres de cualquier edad.

−Gracias.

−Padrino. −Harry acercándosele regaño. −No digas eso, que no ves que luego Draco se enfada contigo.

El hombre lo miro yluego se rio. −Draco es todo un conquistador. −Y pasándole un brazo por loshombros lo acerco a él. −Estaba pensando en cuantas cosas he vivido aquí. −Y lomiro. −Aquí tu madre al final acepto salir con James, vaya chico, se pasaba losdías llorando porque la pelirroja no le hacía caso.

Harry se rio. −Pobrepapa.

Sirius lo miro conpena. −Mucho. −Y luego se rio. −Pero al final el gran James se llevo a la chicamás guapa de todas.

−Claro, ese es papa. −Ymiro a sus amigos que iban muy pedidos. −Mi madre pasaba completamente de mipadre, hasta el último curso no acepto salir con él, era una chica muy tozuda.

−Y que lo jures. −Ledijo Sirius y los miro. −Aquí el padre de Harry, se paso tres años y mediosiguiendo a Lily hasta que al fin le hizo caso, que no os pase a vosotros.

−Lo tendremos encuenta. -Le dijo Dean.

Sirius lo miro. −DeanThomas.

−Sí señor.

−Dean Thomas.

−Ese es mi nombre.

−Padrino. −Harry lomiro. −¿Pasa algo?

−Puede ser. −Y miro aDean. −¿Tu padre se llama Alexander Thomas?

−Sí, pero él se fuecuando era yo muy pequeño, mi madre se caso de nuevo. ¿Cómo sabe cómo se llamami padre?

−Tengo que irme. −Ledijo antes de responder y miro a su ahijado. −Harry pórtate bien, nos vemos navidades.

−Si padrino, dalebesos a los abuelos.

−Lo hare. −Ydespidiéndose de los chicos se fue.

−Harry tu padrino es súperraro. −Le dijo Dean.

El niño lo miro. −Aveces, hace cosas como esas, ya estoy acostumbrado no te preocupes, ¿Quéhacemos ahora?

−¿Jugamos al ajedrezmágico? −Les pregunto Seamus.

−Si vamos.

−Pues yo voy a leer,el ajedrez mágico es de barbaros. −Les dijo Hermione y se fue a buscar unlibro.

Mientras los pequeñosleones se ponían a jugar al ajedrez, Sirius se reunía con los demás, nada másver a Remus le pregunto por Snape.

−Está bien, su heridano es grave, solo que al no poder curársela bien, le hacía daño, ya se la hecurado y en un par de días estará bien del todo.

−Estupendo, ahora paracasa.

−Sí. −Y así los tresse fueron a casa de los Lupin, al llegar Lucius miro a Sirius. −Ahora sí, dimeque ha sido lo de antes.

−Lucius. −Sirius lomiro. −Dumbledore tiene orejas y ojos por todo hogwarts, por eso te he dichoque allí no habláramos, si le preguntamos directamente al director sobre porqueun troll entro en hogwarts, se irá por las ramas y no tengo paciencia paraaguantar sus tonterías, así que cuando Jack nos traiga él porque del troll,entonces las cosas serán diferentes, ahora tengo que preguntarte algo masimportante. ¿Qué sabes de Alexander Thomas?

 

−¿Alexander Thomas?

−Si el, sangre limpiade gryffindor.

Lucius lo miro. −Lo únicoque se, es que Voldemort lo mando matar, cuando el no quiso entrar en susfilas, no solo era sangre limpia sino que también tenía bastante dinero. ¿Porqué me lo preguntas?

−Hoy he conocido a suhijo. −Y miro a Remus. −Dean Thomas, es hijo de Alexander.

−¿Estás seguro?

−No, pero algo me lodice.

−A el instinto de losBlack. −Y se rio.

−No te rías, miinstinto nunca falla, además es sencillo averiguarlo.

−Sí lo es, es muchacoincidencia, ¿y qué vas a hacer?

−Lo que tengo quehacer, ese chico piensa que su padre lo abandono que no lo quiso, tiene quesaber la verdad, que Alexander está muerto, que los mortifagos querían que seuniera a ellos pero no quiso y por eso está donde está.

−Me parece bien,además si Lucius dice que tenía dinero, ahora le pertenece a Dean.

−Sí, no voy a permitirque el ministerio se quede con algo que no es suyo. −Y miro a Lucius. −Encuanto Jack me diga que está pasando en hogwarts, te aviso.

−Gracias, entonces mevoy, llevo mucho tiempo fuera y seguro que Cissy estará preocupada, nos vemos.

−Sí. −Y viendo como seiba miro a Remus. −Algo se está llevando a cabo en hogwarts, y no descansarehasta descubrirlo.

−Sea lo que sea,seguro que Dumbledore y Voldemort están metidos.

−Sí, todos dicen queel día en que James y Lily murieron, Voldemort también murió, pero yo no locreo, hasta que no vea su cadáver, para mi seguirá vivo y eso quiere decir queva tras algo que Dumbledore esconde, esos dos son tal para cual.

−Sobre Voldemort demomento no podemos hacer nada, si no murió hace 10 años es que esconde algúnsecreto, la protección de Harry es de las más poderosas del mundo.

−Lo sé, igual demomento no haré nada, no quiero adelantarme.

−Y haces bien, y sobreDumbledore, ese tipo no me cae bien, desde que no le importo que Harryestuviera con sus tíos que lo trataban tan mal y no lo querían.

Sirius lo miro. −Nopienses en él, no vale la pena, ahora vamos a ver a tus padres, deben de estarpreocupados por Harry.

−Tienes razón vamos. −Yasí los dos hombres, bajaron a la librería y viendo que la tienda estaba llenase pusieron ayudarles.

−Mama, Harry estábien. −Le susurro Remus para que nadie más los escuchas.

La mujer lo miro. −¿Enserio?

−Si mama, lo está. −Ymiro a los clientes que estaban haciendo fila esperando para ser atendidos. −Poraquí por favor. −Y cogiendo el libro que el hombre le daba, se puso a cobrarle.

Unas semanas mástarde, sin ningún otro problema, los alumnos recibían las notas del primertrimestre.

−Potter. −Snape lollamo. Espero que te esfuerces un poco más en mi clase, aun tienes que mejorarmucho. −Y le dio su nota de trimestre. −Tienes un aceptable.

Harry al escuchar esono se quedo contento y miro a su profesor. −Profesor el próximo trimestre meesforzare más.

−Eso espero. −Y miro aDraco que estaba a su lado. −Malfoy tienes un supera las expectativas.

−Si profesor. −Yviendo que se iba miro a Harry. −El próximo trimestre lo harás mejor.

−Eso espero, porqueesas notas no me gustan.

−Harry. −Draco lomiro. −Tus notas están muy bien, no has suspendido ninguna.

 

−Ya, pero espero quesean mejor.

−Pasas demasiadotiempo con tío Remus.

Harry se rio. −Y quelo jures.

−Weasley, muy mal. −Ledijo Snape. −No sé lo que has hecho este trimestre, pero tus notas soninaceptables, tienes un inaceptable, espero que te tomes más en serio misclases.

−Si profesor. −Le dijoRon que se había puesto colorado.

−Granger. −Snape miroa la joven leona. −Tienes un supera las expectativas.

−Gracias profesor. −Ledijo Hermione sonriendo.

−Longbotton. −Snape lomiro. −Tienes un aceptable, te digo lo mismo que a Potter, estudia más.

−Si profesor. −Y miroa Hermione. −Gracias, es por ti que me ha puesto esa nota.

−No digas eso. −Ledijo la chica sonriendo. −Tus notas están estupendas, y el profesor Snape nopone notas así pro así.

−Y que lo digas. −Nevillemiro a su profesor de pociones, era el que más miedo de todos le daba y susclases eran casi infernales, y todos sabían que nunca regalaba puntos ni notas,así que estaba feliz de haber conseguido su aceptable.

−Eso es todo. −Lesdijo Snape. −Espero que después de navidades todos vengáis con más ganas deaprender y sobre todo con los deberes hechos sino, se le bajara la nota a lamitad, ahora ya os podéis retirar.

−Si profesor. −Ledijeron los alumnos y cogiendo sus cosas le desearon unas buenas navidades y sefueron.

En el pasillo, Harryse iba riendo. −No sé como lo va a hacer Weasley, si no hace los deberes seráun troll. −Y se rio.

−Ya lo es, es un trolly un mono descerebrado, sus hermanos mayores se quedaron con su parte delcerebro. −Le dijo Draco riéndose.

−Y que lo jures. −Yasí los niños se fueron riendo mientras Ron se quedaba rojo de vergüenza.

Unas horas más tarde,en el gran comedor, antes de la cena, el profesor Dumbledore los miraba.

−Mañana los alumnosque se vayan a casa por navidades, tendrán que recoger sus cosas e irse a laestación a primera hora, el tren no espera por nadie, feliz navidad.

−Feliz navidadprofesor Dumbledore. −Le dijeron todos los alumnos.

−Gracias, ahora cenar.−Y sentándose y viendo como sus alumnos se ponían a cenar, el también se puso acenar.

En la mesa de losgryffindor, los niños explicaban lo que harían por navidades.

−Yo me voy a casa. −Lesdijo Seamus.

−Yo también. −Le dijoDean.

−Igual. −Les dijoNeville y miro a Harry. −¿Te vas a casa?

El niño que se estabacomiendo un trozo de pollo asintió. −Sí, ya tengo ganas de llegar a Londres,siempre hacemos lo mismo, vamos a Hyde Park a la feria navideña, miramos entrelas paradas, comemos algo y subimos en las atracciones, también vamos al teatroa ver una obra navideña y en navidad y año nuevo nos reunimos toda la familia,mis tíos, mis primos, mis abuelos y yo. −Y miro a Dean. −Si te va bien, podemosquedar y así te enseño la librería de mi familia.

−Hablare con mi madre,haber que me dice.

−Cuando lleguemos aLondres te pasare mi número de teléfono y así lo tienes.

−Gracias.

−De nada. −Y sonriéndolesiguieron cenando.

Al día siguiente, sedespertaron cuando el despertador sonó, los niños se levantaron y empezaron ahacer sus maletas.

−Ron levántate. −Ledijo Neville. −Sino llegaras tarde a coger el tren.

−No hace falta. −Ledijo el pelirrojo. −Me quedo aquí, mis padres se han ido a ver a mi hermanomayor a Rumania donde está estudiando dragones.

 

−¿Y no te vas conellos?

−No, así que puedoseguir durmiendo. −Y dándole la espalda volvió a dormirse.

Neville dejándolo miroa los demás. −Nosotros sí que nos vamos, así que tenemos que terminar depreparar los baúles.

−Sí. −Y así siguieronordenando sus cosas, cuando terminaron las cogieron y bajaron para desayunar.

Un buen rato mástarde, ya los alumnos iban en el tren que los llevaría a Londres.

−Así que el monodescerebrado se ha quedado en hogwarts. −Le dijo Draco a Harry.

−Si, según nos hadicho, sus padres se van a Rumania a ver a su hermano mayor, lo que yo noentiendo es porque él no se va con ellos.

−Porque son pobres. −Ledijo Blaise mirándolo.

−¿Cómo que son pobres?−Le pregunto Hermione sin entender.

−Según lo que dicen,los Weasley no tienen nada de dinero y viven en una casa que se cae pormomentos, compran su ropa en tiendas de segunda mano y los libros igual.

−Vaya. −Harry alescuchar eso se sorprendió. −Igual la navidad es para pasarla en familia.

−Sí, pero si se van aRumania no tendrán lugar donde quedarse.

−Lo más sensato es quetodos hubieran venido a Londres, pero bueno no se les habrá ocurrido. −Les dijoHarry.

−Seguramente, bueno nopensemos en ese mono descerebrado. −Le dijo Draco y miro a sus amigos slytherin.−Mañana no, porque es navidad pero el día 26 o 27 veniros a Londres y así osllevo a la librería de mi tío Remus, no son libros mágicos pero están muy bien,es una librería muy grande.

−Sí que iré. Le dijoDaphne y lo miro. −A no ser que la invitación sea solo para los chicos.

−Claro que no. −Ledijo Draco. −Vosotras también podéis venir. −Y miro a Hermione. −¿Vendrás tú?

−Puede ser, aun no sélo que haremos, aunque sí que me han dicho que si que iremos a Hyde Park comotodos los años y también a ver la obra de teatro, pero lo demás ni idea.

Al escuchar eso, losslytherin miraron a Hermione. −¿Pasáis la navidad juntos?

La chica le sonrió. −No,pero sí que vamos a sitios juntos, desde que nos conocimos hacemos muchas cosasjuntos, como ir a Hyde Park es un parque muggle donde ponen una gran ferianavideña y siempre vamos, y también a ver obras de teatro navideñas.

−¿Dónde osconocisteis? −Les pregunto Blaise.

−El señor cotilla. −Serio Harry. −Para tu información la madre de Hermione es nuestra dentista, laque se ocupa de que nuestros dientes estén sanos y no tengamos caries.

−¿Caries?

−Las caries, son unospequeños demonios que se ponen a picar en tus dientes donde hacen una cueva yse instalan allí. −Les dijo Harry.

Ante eso todos losmiraron.

−¿En serio?

−No es exactamenteasí, pero así me lo enseñaron en casa y me quedo con esa versión en vez de lade los adultos que no me gusta. −Le dijo Harry sonriendo. −Y la pasta dedientes es la protección para que el demonio de la caries no te ataque.

−Me gusta. −Le dijoDaphne. −Está muy bien.

−Sí que lo está. −Ledijo Harry y miro a Blaise. −Y así es como conocí a Hermione, en la primera visitala encontramos y ella nos dejo sus colores y nos pusimos a pintar, inclusoDraco le regalo uno de sus muñecos.

 

−Aun lo tengo. −Ledijo la chica y de su bolsillo saco un pequeño gato. −Siempre lo llevo conmigo.−Y se lo enseño a los demás. −Es mi tesoro.

Las chicas la mirarony luego a Draco. −¿Así que jugabas con gatos?

−Claro que sí. −Sedefendió el joven Malfoy. −Y no solo con animales, sino también con soldados,castillos, coches y muchas otras cosas, muchos de ellos los tengo guardados enel desván de mi casa.

−Yo también. −Les dijoHarry. −Tengo dos castillos, un montón de soldados, incluso tengo una casa dela bruja y conservo mi primer triciclo.

−¿Qué es un triciclo? −Lepregunto Theo.

−Un triciclo es unjuguete de tres ruedas y que te lleva por todos lados. −Le dijo Harry. −No sébien cómo explicarlo, pero en primavera y verano en los parques muggles lospuedes ver bien es algo muy popular entre los niños.

−¿Qué has pedido pornavidad? −Le pregunto Draco a su primo.

−Nada, les dije que mecompraran lo que quisieran, tengo mi bici que hace poco me la regalaron,también mi super nintendo que me regalaron cuando estuvimos en Orlando y aun enEuropa no ha salido, así que me regalen lo que quieran.

−Tu bici la tienesdesde hace dos años. −Le dijo Draco.

−Lo sé, pero es unabuena mountan bike y las nuevas no me gustan, y la mía casi no la uso. ¿Haspedido una nueva?

−No, porque como túdices casi no la uso y esa nueva, además tampoco me gustan. −Y miro a susamigos que estaban un poco perdidos. −Cuando vengáis a verme os enseñare miscosas, y así sabréis lo que son una bicicleta y una super nintendo.

−Lo haremos, porqueestamos perdidos.

−Es normal, pero yaveréis lo bien que están.

−Lo único que les hepedido, es un juego de misterio. −Le dijo Harry. −Espero que lo hayanencontrado.

Hermione lo miro. −¿Cómoel cruedo?

−Sí. −Y le sonrió. −Nosencanta jugar cuando llueve y no podemos salir de casa, en vez de estar delantede la tele pasando las horas, nos ponemos en la alfombra con un chocolatecaliente y galletas y jugamos, incluso a mi padrino le gusta, es el que másdisfruta de todos, siempre me regalan un juego de mesa y realmente está bien.

−Sí que lo está. −Ledijo la chica. −Yo también tengo muchos. −Y así siguieron hablando de juegos demesa y de otras cosas, hasta que el cielo se oscureció y pronto estuvieron enla estación de King cross.

Los chicos cogiendosus cosas, bajaron y se pusieron a buscar a sus familias.

−Padrino. −Harryacercándose corriendo lo abrazo y luego a su tío.

−Harry. −Sirius yRemus lo miraron. −¿Qué tal todo?

−Muy bien tío, paraser la primera vez, mis notas no están para nada mal. −Y abriendo su mochilales enseño su cuaderno de notas.

Los adultos cogiéndolose pusieron a mirar las notas. −Sí que están bien, y como tú dices es laprimera vez que estas en esta escuela. −Le dijo Remus y lo miro. −Solo queespero que pociones la subas un poco, es la más floja que tienes.

−Si tío, en el próximotrimestre me esforzare más.

Remus le sonrió. −Seque lo harás, tienes unos buenos genes. −Y miro a Sirius. −¿Nos vamos?

−Sí. −Y cogiendo suscosas se acercaron a Lucius y a Draco. −Ya nos vamos.

−Nosotros también.

−Harry, espero que note fueras sin darme tu numero. −Le dijo Dean acercándose. −He hablado con mimadre y me ha dicho que puedo ir a verte, que viviendo en la misma ciudad novivimos muy lejos.

 

−Genial. −Le dijoHarry y cogiendo una hoja le apunto su teléfono y su dirección. −Aquí es dondeme puedes encontrar.

−Gracias. −Y partiendoparte de la hoja, le apunto su número de teléfono. −Este es el mío.

−Lo guardaremos encasa. −Le dijo Harry.

−Yo haré igual.

−Dean. −Sirius lomiro. −Cuando vengas a casa, trae a tu madre, hay algo que te tenemos quedecir.

Ante eso, todos lo miraron.

−¿Padrino que pasa? −Lepregunto Harry.

Sirius lo miro. −Unacosa muy importante. −Y miro a Dean. −Os esperamos.

−¿Señor Black es malo?−Le pregunto Dean preocupado.

−No, Dean. −Sirius lomiro. −No es nada malo, cuando vengáis os lo explicaremos.

−Está bien, se lo diréa mi madre.

−Díselo, ahora ves yase está haciendo tarde.

−Sí. −Y mirándolo unmomento se fue.

Cuando la familia sequedo a solas, todos miraron a Sirius.

−¿Padrino que ha sidoeso? −Le pregunto Harry. −Desde que viste a Dean en hogwarts andas muy extrañocon él.

Sirius lo miro. −Harrytiene que ver con su padre, el fue a hogwarts.

−¿Lo dices en serio? −Lepregunto sorprendido, ni en mil años hubiera pensado que era eso. −Dean nuncame ha dicho nada de su padre, solo que se fue cuando era muy pequeño, que losabandono.

−Eso no es la verdad. −Ledijo Sirius. −Yo se la verdad, y creo que ya va siendo hora de que él lo sepa,ahora para casa.

−Está bien. −Le dijoel niño que sabía que ya no sacaría mas información a su padrino. −Estoycansado.

Remus le sonrió. −Esnormal, pero no estamos muy lejos, así que vamos.

−Si tío. −Y saliendode la estación se fueron a buscar su coche y pusieron rumbo a su casa.

Un rato más tarde,llegaban a su casa y Harry vio a sus abuelos allí.

−Abuelos. −El chicoacercándose corriendo los abrazo.

−Harry. −Hope leabrazo fuerte. −¿Qué tal todo?

−Muy bien. −Y abrazo asu abuelo. −Abuelo.

−Harry. −Lyall le sonrió.−Te has portado muy bien, no hemos tenido que ir ninguna vez por tus castigos,no como con tus tíos.

Ante eso, Remus ySirius lo miraron ofendidos mientras Harry se reía.

−Yo solo he dicho laverdad. −Les dijo el hombre mayor mirándolos inocentemente un momento y miro asu nieto. −Harry ves a bañarte y a ponerte el pijama, cuando bajes cenaremos.

−Si abuelo. −Ybostezo. −Tengo sueño.

−Es normal, ahora ves.

−Sí. −Y sonriéndolesse fue escaleras arriba.

Un rato más tarde,Harry bajaba ya con su pijama y su bata puestos y lo primero en lo que se fijofue en el árbol de navidad que ya estaba colocado y antes no había visto.

−Esta genial. −Lesdijo el chico y acercándose vio que ya habían colocado algunos regalos.

−Sí que lo está. −Remusacercándose lo miro. −¿Nos perdonas por no haberte esperado?

Harry lo miro. −Nopasa nada tío, lo importante es que ya lo tenemos aquí. −Y miro los regalos. −Ademáshay muchos regalos.

−Eso sí. −Le dijo el adulto.−Ahora a cenar y te irás pronto a dormir.

−Si tío. −Y bostezo denuevo. −Estoy muy cansado.

−Es normal, ahoravamos.

−Sí. −Y mirando una últimavez el árbol se fue con su tío a cenar.

 

Cuando termino decenar les dio las buenas noches y se fue a su cuarto, al sentir las sabanas yel edredón suspiro, no había nada como su casa y su cama.

Al día siguiente,Harry despertándose se fue a lavar la cara y cuando tuvo la cara limpia delegañas bajo a la cocina y vio que ya estaban todos allí.

−Buenos días.

−Buenos días, Harry. −Hopelo miro. −¿Qué tal has dormido?

−Genial abuela, nadacomo mi cama.

−Eso siempre pasa,ahora desayuna que luego saldremos.

Harry que habíaempezado a ponerse los cereales en su cuenco la miro. −¿Hay algo que comprar?

−Claro tus regalos. −Ledijo la mujer sonriendo. −¿O no quieres comprar nada?

−Si abuela, pero sivoy contigo no podre comprarte el tuyo.

−Cuando terminemos decomprar para los demás, puedes salir un momento.

Al escuchar eso, elniño asintió. −Es lo que haré abuela, ¿Qué haremos esta tarde?

−Esta tarde, iremos a vera Santa al centro comercial. −Le dijo Lyall que se estaba tomando un café. −Tambiéniremos a mirar las luces.

−Guay. −Y miro a losdemás. −¿Cuándo iremos a ver la obra de teatro?

−El día 26, hemosescogido el cascanueces y el rey de los ratones y el día 27 iremos a Hyde Park.

−Genial. −Y contentoporque harían las mismas actividades de siempre se puso a desayunar.

Un rato más tarde,Sirius llamaba a su ahijado y le daba un sobre. −Harry aquí tienes tu paga, 80libras.

−Gracias padrino, voya buscar dinero en mi caja, tengo que comprar muchas cosas.

−¿Cuánto dinero tienesen tu caja?

−Ni idea pero mucho,apenas lo uso. −Y dejando el sobre encima de la mesa del café, se fue a sucuarto y cogiendo una llave de su mesilla de noche, se acerco a su librería queestaba llena de muñecos y otras cosas y cogiendo una caja de metal se sentó enla cama y la abrió.

−¿Harry cuanto hay? −Lepregunto Sirius que lo había seguido y se sentó a su lado.

El niño sacando losbilletes empezó a contar, al final le dijo: −Mas de 300 libras. −Ese dinero erael que Harry ahorraba, cuando la hucha de las monedas se llenaba lo cambiabanpor billetes y la mitad iba a la cuenta que Sirius y Remus le habían abierto,lo demás se lo daban al niño para que lo guardara por si se tenía que compraralgo, pero por lo que podía ver, apenas se lo había gastado.

−Harry la mitad lo guardaremosen tu cuenta, no me gusta que haya tanto dinero en casa.

−Si padrino. −Ycontando de nuevo le dio la mitad. −Lo demás me lo guardare y lo usare paracomprar los regalos, es lo malo de estar en hogwarts que allí no hacenmanualidades.

Sirius guardando eldinero en su cartera lo miro. −Sí que es malo, ahora que ya tienes tu dineroguarda lo demás y baja que ya pronto te irás.

−Si padrino. −Yguardando todo bien, cogió su monedero de cabeza de tigre y guardando su dinerobajo. −Abuela ya estoy. −Dijo Harry cogiendo el dinero que había dejado encimade la mesilla y guardándoselo en su monedero sonrió a su abuela que ya salía. −¿Vamos?

−Sí, que tenemos muchoque comprar.

−Si abuela. −Yponiéndose su abrigo les dijeron a los demás que no tardarían mucho en volver.

Un par de horas, Harryy Hope llegaban cargados y felices de haber encontrado todo lo que buscaban,dejando los regalos debajo del árbol, el niño miro a su abuela. −Voy a comprartu regalo, no tardo.

 

La mujer lo miro. −Harryya no tardaremos mucho en comer, así que no te retrases.

−No abuela, iré a lazona comercial a tres calles más abajo donde hay muchas tiendas.

−Entonces ves, queseguro que hay mucha gente haciendo sus últimas compras.

−Si abuela. −Ydiciéndole que no tardaría mucho, miro que tuviera suficiente dinero y se fue ala zona comercial.

Lo bueno de vivir enese barrio es que había muchas tiendas y se vendían muchas cosas.

Llevaba un ratocaminando, cuando se fijo en uno de los escaparates de una de las tantastiendas que allí había, era una tienda de productos artesanos y se fijo en unacaja con varios productos de chocolate, ya tenía el regalo de su tío, pero esoestaba genial, así que entrando lo compro, también compro unas mermeladas, conesas dos cosas, salió y siguió buscando el regalo para su abuela, al finalcuando llevaba una hora mirando y con cinco regalos nuevos, encontró el regaloideal.

−Buenos días. −Lesaludo el dependiente.

−Buenos días. −Harryle sonrió. −He visto una caja para regalar algo de un spa.

−Es algo queúltimamente se ha puesto muy de moda, el regalo esta dentro de la caja, haypara ir a un spa todo el fin de semana o de excusión, incluso de viaje máslargo.

−Yo quiero el del spa,es para mi abuela. ¿Cómo funciona?

−Es sencillo. −Y leenseño la caja. −Dentro hay varias listas de spa, ella solo tiene que escogerel que más le guste y solo tiene que ir.

−¿Tiene que pagaralgo?

−No, es lo mejor detodo, es que tu ya le pagas todo así tu abuela solo se tiene que ir a relajar.

−¿Es muy caro?

−Hay de diferentesprecios. −Le dijo el dependiente y enseñándoselos al final Harry escogió el quemás le gusto, no era ni muy caro, ni muy barato por suerte como le dijo eldependiente habían de diferentes precios y a él le quedaba aun dinero.

−Gracias. −Le dijocuando termino de pagar.

−De nada, feliznavidad.

−Feliz navidad. −Y sonriéndolese fue, ahora que ya tenía todos sus regalos volvió a su casa.

Al llegar vio que lalibrería estaba cerrada, así que subiendo a su casa, vio a sus tíospreparándose para comer.

−¿Harry dónde estabas?−Le pregunto Remus. −La abuela nos ha dicho que hace más de una hora que te hasido.

El niño lo miro. −Losiento tío, es que me ha costado un poco encontrar el regalo adecuado para laabuela, pero ya lo tengo. −Y abriendo sus bolsas coloco todos sus nuevosregalos.

−¿Harry que no habíascomprado ya las cosas?

−Y lo había hecho,pero he encontrado otras. −Y le sonrió. −Ya lo veras mañana.

−Seguro que están muybien.

−Eso sí tío, lo maloes que me he quedado sin dinero. −Le dijo y le enseño su monedero. −Apenas mehan quedado cinco libras.

−No pasa nada Harry,ya Sirius nos ha dicho que aun te queda bastante.

−Si tío, mas de 50libras en mi caja, y en mi hucha también tengo dinero.

Remus le sonrió. −¿Loves? Aun tienes mucho, ahora ves a lavarte las manos, esta tarde abriremos unrato la librería hasta las tres y luego la cerraremos y nos iremos al centrocomercial.

−Si tío, ¿Dóndecenaremos?

−Este año toca en casade los Tonks, después de pasear nos iremos para allí, tenemos que ayudarles conla cena.

 

−Si tío, ahora me voya lavar las manos. −Y contento de tener todos sus regalos se fue al baño quetenían en la planta baja y lavándose las manos se fue a la cocina, y sentándoseen su sitio se puso a comer.

Al día siguiente, Harryse despertaba y en pijama fue despertando a todos.

−Ya es navidad,despertaros.

Sirius que estabadurmiendo, al escuchar el grito de su ahijado, se levanto y poniéndose una bata,salió al cuarto y le sonrió.

−Harry feliz navidad.

−Feliz navidad, padrino.−Y lo abrazo. −Feliz navidad tío. −Y abrazo a Remus que justo salía de suhabitación.

−Feliz navidad Harry.

Y tras muchos abrazosy felicitaciones bajaron al salón donde se sentaron alrededor del árbol y sefueron repartiendo los regalos.

−Empiezo yo. −DijoHarry y levantándose, cogió el primer regalo que vio y leyó. −Pone que es para mí.−Y se lo enseño a su familia. −¿De quién es?

−No es mío. −Le dijoSirius.

−Ni tampoco mío. −Ledijo Remus y miro a sus padres. −¿Es vuestro?

−No. −Dijeron losLupin.

−Ahora saldremos dedudas. −Le dijo Harry y quitando la cuerda abrió el regalo y vio una tela. −¿Unacapa?

Al escuchar eso, Remusy Sirius se miraron entre si y miraron a su sobrino. −Harry no es una capanormal. −Le dijo Sirius. −Es la capa de invisibilidad de tu padre.

−¿De papa? No que sehabía perdido. −Les dijo Harry que levantándose se puso la capa y vio que sucuerpo había desaparecido.

−Creo que James se ladejo a Dumbledore, pero nunca nos lo confirmo. −Le dijo Remus y levantándosevio que en el paquete había una nota.

−Aquí dice que un día,James se la presto y que es hora de que le sea devuelta.

−Ese es Dumbledore quecomo siempre tiene que ir de misterioso.

−No pasa nada. −Lesdijo Harry que no quería que nadie ni nada estropeara sus navidades. −La capaya está donde tiene que estar, pero no es lo importante en este día. −Les dijoel niño. −Hoy es navidad, un día para pasarla en familia y el no es de estafamilia. −Y cogiendo otro regalo se lo dio a su tío. −Esto es de mi parte.

Los adultos que sabíanque Harry tenía razón, se olvidaron de Dumbledore y prestaron atención alregalo de Harry.

Remus abriendo elregalo, sonrió. −Chocolate. −Y se lo enseño a los demás. −Me ha regaladochocolate, me encanta.

Hope al ver ese regalomiro a su nieto. −Ese no es lo que habíamos comprado.

−Lo sé abuela, ese loencontré cuando fui a buscar tu regalo. −Y cogiendo otro paquete se lo dio. −Parati abuela. −Y le dio su regalo.

Hope abriéndolo sonrió.−Es un fin de semana de relax.

−Si abuela, para quete hagan un masaje y todas esas cosas que se que te gustan.

−¿Me puedo apuntar? −PreguntoLyall. −Quiero que me hagan un masaje.

Al escuchar eso, lamujer lo miro. −No Lyall, este es para mí sola, yo sola un fin de semana sinhombres, estaré en la gloria. −Y miro a su nieto. −Gracias Harry.

−De nada abuela. −Y sonriéndolemiro a Lyall. −Abuelo a tres calles de aquí, esta la tienda, hay muchasactividades diferentes.

−Ya lo mirare. −Y miroa Hope. −Y no te invitare.

−Podre superarlo. −Yriéndose ante la cara que puso su marido, siguieron repartiendo los regalos.

 

Después de repartirtodos los regalos, cogieron los regalos de los demás y colocándolos con cuidadoen bolsas, se fueron a casa de los Malfoy a seguir celebrando la navidad.

Unos días más tarde,el día 28, Harry estaba jugando con su super nintendo, cuando tocaron a lapuerta.

−Harry apaga lamaquina, deben de ser Dean y su madre. −Le dijo Sirius.

−Ya voy padrino. −Yapagando su videoconsola, se sentó en el sofá.

No mucho tiempodespués, Dean y su madre subían.

−Buenos días. −Lessaludo Harry sonriéndoles. −Feliz navidad.

−Feliz navidad Harry. −Ledijo Dean.

−Vamos a sentarnos. −Ledijo Sirius y se fueron a sentar al sofá e hizo las presentaciones. −El es JackCarter mi abogado, el está aquí para que sepan que cuentan con su bufete, queles ayudara en todo lo que necesiten. −Y sentándose los miro. −Antes de nada,os tengo que decir que conocí a Alexander, el era unos años mayor que yo yestuvo en gryffindor. −Y miro a la madre de Dean. −El no os abandono porquequiso, sino porque los mortifagos lo buscaban y al final lo encontraron ymurió, lo siento.

La mujer al escuchareso abrazo a su hijo. −Siempre creí que no nos quería que por eso nos abandono.

−No fue así. −Le dijoSirius. −El es lo que llamamos un sangre limpia alguien que no tiene parientesno mágicos, por eso Voldemort el peor criminal que ha habido en toda lahistoria de la magia aquí en Londres lo quería reclutar, y no solo eso queríasu dinero.

−¿Su dinero?

−Así es. −Le dijo Jackque le dio un sobre marrón. −Todo lo que hay aquí dentro un día le perteneció aAlexander y a su familia, ahora le pertenece a Dean, por ser su hijo, ahídinero, propiedades y otras cosas, y no solo mágicas sino también muggles.

−¿Es mucho? −Lespregunto la mujer.

−Mucho, al no tenerfamiliares reconocidos los del ministerio se quedaron con esas posesiones peroahora que les hemos hecho saber que esta Dean, lo hemos registrado como hijo deAlexander y sus cosas son para él.

Al escuchar eso lamujer se puso a llorar. −Siempre creí que no nos quiso, y ahora vienen con eso.

Sirius la miro. −Alexanderera un buen hombre y prefirió morir que servir a criminales y asesinos, graciasa su sacrificio usted y su hijo han vivido en paz y protegidos todos estosaños.

Dean que no habíadicho nada miro a su madre. −¿Mama que vamos a hacer?

La mujer lo miro. −¿Quéquieres hacer?

−Me gusta mi vida comoesta.

−Entonces lo dejaremosasí. −Y miro a los hombres. −Gracias por todo, ahora tenemos que hablar entrenosotros.

−Háganlo. −Jack le diosu tarjeta. −Esta es mi tarjeta, pueden localizarme aquí.

La mujer cogiéndola lamiro un momento y asintió. −Gracias.

−De nada. −Sirius losllevo a la puerta y volvió al salón. −¿Jack te ocuparas de todo?

−Lo hare. −Y miro aHarry que no había dicho nada hasta el momento. −Harry no digas nada en laescuela, es mejor así.

−Si tío, además no mecorresponde decirlo a mí, es cosa de Dean.

−Lo es. −Le dijoSirius y le sonrió. −Puedes volver a jugar.

−Lo hare. −Ysonriéndoles encendió su video consola y volvió a jugar.

Al día siguiente,Harry estaba ayudando a su tío en la librería, cuando se escucho la campana,así que dejando el libro que estaba ordenando miro a la puerta.

 

−Buenos días Draco. −Ymiro a los demás. −Y compañía.

−Buenos días Harry. −Lesaludo Draco y miro a su tío. −Buenos días.

−Buenos días Draco. −Ymiro a los demás. −¿Habéis venido a comprar?

−Si tío, ellos hanvenido a ver si encuentran algo para comprar.

−Mirad, todo lo quequeráis. −Les dijo Remus y señalo una parte de la librería. −Allí están loslibros juveniles.

−Gracias.

−De nada. −Y volvió asu trabajo.

Mientras los demásiban a mirar los libros, Draco se acerco a su primo. −Harry.

−Dime.

−¿Algún libro bueno dedetectives?

−Sí que hay, ven quete lo enseño. −Y llevándolo con los demás, cogió un libro de color rojo de lamesa y se lo enseño. −Es un libro de detectives asiático, tienes una libretadentro, cosas para descubrir al asesino y lo mejor de todo es que es paramayores de 15 años.

Draco mirándolo bien,miro a su primo. −¿A ti te gusta?

−Me gusta, no tienedibujos sino gráficos. −Y le enseño otro. −Este es de un grupo juvenil dedetectives.

−¿Cómo los cinco?

−No, es de mas adulto,también lo tengo.

−¿Este también es deactividades?

−No, este es mas leery al final de la pagina pone dos opciones tienes que escoger la que prefieras yal final sabrás si llegas al asesino o no.

−¿Te gusta?

−Me gustan mucho, melos recomendó mi tío y me los cogí.

−Entonces me loscomprare.

−Hazlo. −Y miro a losdemás. −¿Habéis escogido algo?

−Algo. −Le dijo Theo yle enseño un libro de historia. −Me llevo este.

−Ese está muy bien, esuno de los que más se venden. −Y miro a las chicas. −¿Vosotras?

Las chicas leenseñaron varios. −Nos llevaremos libros románticos.

Harry asintió. −Estupendo.−Y miro a Blaise. −¿Te llevas algo?

−No, yo no soy deleer.

−Como quieras. −Y miroa los que si que se llevaban libros. −Mi tío os cobrara.

−Sí. −Y se fueron aque Remus les fuera cobrando.

−Draco los libros quete llevas están muy bien. −Le dijo el hombre. −Aunque son juveniles sonbastante serios.

−Eso espero tío. −Ledijo mientras metia el dinero en su monedero. −Porque no me gustan nada losinfantiles, los misterios se resuelven en seguida.

−Ya verás que conestos no será así incluso te costaran, el libro rojo tiene dos historias, poreso es más caro, además vienen cosas para ayudarte, así que ten cuidado que nose te pierda nada, sino no podrás resolverlo.

−Lo tendré en cuentatío. −Y miro a los demás. −¿Ya habéis escogido algo?

−Sí. −Y acercándose almostrador empezaron a pagar.

Cuando terminaron, Remusmiro a su sobrino. −Harry porque no los llevas a casa.

−Pero tío te estoyayudando.

El hombre le sonrió. −Nopasa nada, hoy esto está muy tranquilo, llévalos.

−Está bien. −Y miro asus amigos. −Por aquí. −Y saliendo de la tienda los llevo a su casa.

−¿Vives encima de lalibrería? −Le pregunto Blaise.

−Lo hago. −Y los miro.−Que no os engañen las apariencias, porque mi casa es enorme. −Y sonriéndoles abrióla puerta y subiendo las escaleras abrió la puerta y los dejo pasar. −Bienvenidos.

Los slytherin alentrar y ver lo grande que era aquello se sorprendieron.

−Vaya pasada.

 

−Y eso porque no hasvisto la terraza. −Les dijo Draco y dejando la bolsa de sus libros en un lado,se acerco a la gran cristalera y abriéndola se las enseño. −Esta es la terrazade Harry.

Los slytherin saliendose asombraron al ver la piscina y el jacuzzi.

−Tienes piscina.

−La tengo. −Le dijoHarry sonriéndoles. −También tengo barbacoa y césped, en verano se está genial,ahora os enseño mi habitación. −Y volviendo al interior cerro la cristalera ysubieron las escaleras y los llevo por un pasillo donde vieron muchas puertas. −Mihabitación es esta. −Y abriendo la puerta se la enseño.

Los chicos entrando lamiraron bien.

Daphne se acerco a uncorcho donde habían muchas fotos. −¿Tus amigos?

−Sí. −Le dijo Harry yle fue diciendo. −Ellos son Simón y Oliver mis mejores amigos con Draco, lafoto es de mi cumpleaños. −Y le enseño otra foto donde estaba con Hermione. −Yaquí estoy con Hermione. −Y le enseño otra donde había un castillo. −Esto es enOrlando en Estados Unidos, en un parque de atracciones.

−Sí que tienes fotos.

−Muchas, me gustamucho tenerlas.

−¿Quién es ella? −Lepregunto señalando a una chica asiática.

−Ella es Yuna, unabuena amiga de la escuela, es japonesa, su padre tiene un restaurante de comidajaponesa.

−Harry. −Pansy lollamo. −¿Todo esto es tuyo?

El chico acercándose asu librería vio muchos souvenirs.

−Sí que lo son. −Y leenseño algunas cosas. −Esto es de Egipto, fuimos el año pasado. −Y le enseñootras cosas. −Esto es de Perú, estuvimos hace dos años. −Y así le fue enseñandotodo lo que tenía. −En verano nos vamos siempre 20 días, hemos estado enEspaña, Egipto, Perú, China, Estados Unidos e Italia, es cosa de mis tíos y misabuelos que les gusta viajar mucho así que nunca nos quedamos aquí en agosto,aprovechamos el buen tiempo para viajar.

−Esta genial.

−Sí que lo está. −Ymiro a Theo que estaba mirando sus libros y Blaise sus juguetes. −Theo tengo máslibros abajo en la librería de la familia y Blaise, mis juguetes interesantes estántambién abajo.

De pronto se escuchoque lo llamaban.

−Harry.

−Padrino en mihabitación. −Le dijo el chico.

Sirius no tardo muchoen entrar y al ver a tantos chicos les sonrió. −¿Les estas enseñando tus cosas?

−Si padrino, pero yabajamos, le voy a enseñar a Blaise mi super nintendo.

−Enséñasela, mientrasyo preparare algo para tomar, hace frío.

−Gracias padrino. −Ymiro a sus amigos. −¿Vamos?

−Sí. −Y bajandomientras Theo miraba los libros que allí habían, Harry encendía su videoconsola y se pusieron a jugar.

Unas horas más tarde,Harry se despedía feliz por lo bien que habían ido las cosas.

Unos días más tardedespués de año nuevo, los niños volvieron a hogwarts, Harry despidiéndose desus tíos, se subió en el tren y espero a que los demás fueran entrando.

No mucho tiempodespués, Hermione y los demás se sentaban cuando el tren se puso en marcha,Harry cogió su mochila y abriéndola saco una cosa.

−Herms, Draco mirad. −Lesdijo el chico y se la enseño.

Los dos juntando lacabeza lo miraron.

−Sherlock Holmesdetective asesor. −Hermione leyéndolo lo miro. −¿Es un juego?

Harry asintiósonriendo. −Es un juego que mi tío Remus me regalo, esta genial. −Y abriéndolose lo enseño. −Hay pistas, y muchas cosas para jugar, incluso una guía deLondres de 1888.

 

−Vaya pasada,¿jugamos?

−Claro que sí. −Y miroa los demás. −¿Queréis jugar?

−¿Es difícil? −Lepregunto Theo.

−Lo es, lo másinteresante de todo es que es para adultos y son crímenes difíciles de resolver.

−Mejor. −Le dijoDaphne. −No me gustan las cosas fáciles.

−A mi tampoco, y mitío lo sabe, por eso me lo ha regalado. −Y colocándose bien, se pusieron ajugar.

El tiempo paso muyrápido mientras jugaban, cuando oscureció se pusieron los uniformes y no muchotiempo después llegaban.

En hogwarts, despuésde cenar se fueron a dormir, al día siguiente después de clases ya se pudieronrelajar y a la hora de la cena los chicos hablaban de las cosas que habían hechopor navidades.

−Harry. −Seamus lomiro. −Te he traído una cosa de Irlanda, anoche me olvide de dártelo.

El chico que se iba allevar el tenedor a la boca lo miro interesado. −¿Qué me has traído?

−Un leprechaun de lasuerte, espero que no lo tengas. −Y miro a Neville y Dean. −A vosotros también.

−¿Un leprechaun de lasuerte? −Le pregunto Harry. −¿Qué es eso?

−Es una bola de nievecon un leprechaun dentro y tu nombre en un lado.

Al escuchar eso, Harrysonrió. −Gracias, de esos no tengo ninguno.

−De nada, ¿al finalfuiste a ver una obra de teatro?

El chico asintió. −Sí,el cascanueces y el rey de los ratones, realmente muy interesante.

−Yo le pedí a mi madreir también a ver una, cuando se lo dije se sorprendió no sabía que me gustara,entonces le dije que tu ibas a verlas y que era muy interesante, y al final mellevo.

−¿Y qué tal os gusto?

Seamus le sonrió. −Nosgusto, sobre todo a mi madre, no quito la vista de la obra en ningún momento.

−Estupendo, las obrasde teatro son muy interesantes, solo tienes que saber escoger. −Y sonriéndole siguiócenando.

Un rato después, en suhabitación los chicos recibían de Seamus su leprechaun de la suerte, dándolelas gracias se fueron a dormir.

Unos días más tarde enLondres, Jack llegaba con la información que Sirius le había pedido y reunía atodos.

−Dumbledore guarda lapiedra filosofal.

−¿Piedra filosofal? −Lepregunto Sirius.

−Si una piedra con laque se puede hacer el elixir de la vida eterna, parece ser que se encontraba engringotts pero la sacaron, justo antes de que entraran a robar. −Y les enseñoel profeta, donde salía la noticia. −Según los duendes no les robaron nada.

−Mierda. −Sirius losmiro. −El día en que fuimos a buscar dinero nos encontramos con Hagrid nos dijoque estaba haciendo un recado para Dumbledore, él es quien la saco, no haynadie más.

−Puede ser. −Le dijoJack.

−Ya todo tienesentido. −Les dijo Lucius. −Que Dumbledore enviara al semi gigante a buscar lapiedra antes de que entraran a robar en gringotts, que un troll entrara en elcastillo en halloween y a saber que más cosas deben de ocurrir sin que nadie seentere, todo está relacionado entre sí.

−Lo está. −Remus losmiro. −¿Creéis que Voldemort la quiere?

−Puede ser, nadie loha visto desde la noche de halloween en el valle de Godric, no tenemosconstancia de que su cuerpo haya aparecido en algún lugar del mundo, así que loque yo pienso es que está enfermo y tiene seguidores que están buscando lapiedra para hacer que se recupere y volver donde lo dejo.

 

−Tiene mucho sentido. −Lesdijo Remus. −La pregunta ahora es: ¿Qué hacemos? No podemos permitir que esehombre se salga con la suya.

−Sabemos que la piedrafilosofal se esconde en hogwarts, pero no sabemos en qué lugar.

−Podemos preguntarle aHarry. −Les dijo Sirius. −El seguro que nos dirá si hay alguna parte delcastillo donde Dumbledore no les deja ir.

−Seguramente, ademásno le será difícil responderte. −Y levantándose cogió una pluma y un papel y sepuso a escribir, no mucho tiempo después, le daba la carta a Jack para que laenviara.

Unas horas más tardeen hogwarts, en el gran comedor Harry estaba cenando con sus compañeros, cuandola lechuza llego y se puso al lado de Harry.

−Hola, a ti no teconozco. −Le dijo el chico mirándola, y cogiendo la carta le dio un trozo deembutido. −Ves a descansar, seguro que estas cansada.

La lechuza ululando sefue volando.

Cuando la lechuza hubodesaparecido, Harry abrió la carta y leyéndola frunció el ceño, no entendíaporque su padrino le preguntaba si había algún lugar en el castillo en el queno le dejaran ir, bueno de Sirius ya no le sorprendía nada, ese hombre a vecesera súper raro, después de cenar le respondería.

Al día siguiente,Sirius recibía la contestación de su ahijado.

−Según Harry, el únicolugar al que no pueden ir es al tercer piso.

−¿Por qué no se lopreguntaste a Severus? −Le pregunto Remus.

−Porque entonces el iríasolo y seguro que es peligroso.

−Y ahora que sabesdonde esta, ¿Qué harás? Espero que no se te haya ocurrido la loca idea de irsolo. −Le pregunto Remus y lo miro. −Ni se te ocurra.

−No, no iré, no tepreocupes, aun nos faltan muchas cosas por saber, no voy a ir a un sitio donde puedenhaber cientos de peligros.

−Eso espero, porque nome apetece nada ir al hospital ni a un velatorio.

−Y no iras, ahora seguirédesayunando, tengo hambre. −Y tras decir eso siguió desayunando.

Unas semanas mástarde, los chicos estaban jugando a la pelota, al ser de primero no podíanjugar con escobas así que habían llevado una pelota, y mientras ellos jugaban alfutbol las chicas estaban a un lado hablando de sus cosas.

−Seamus no la chutesmuy fuerte, que antes casi llega al bosque prohibido. −Le dijo Harry.

−No, lo haré. −Ychutando la pelota llego cerca de la cabaña de Hagrid.

−¡Seamus! −ProtestoHarry. −Ni tampoco a casa de Hagrid, si rompemos algo nos quitaran la pelota.

−No he roto nada, asíque no te quejes tanto. −Le dijo el chico que se acerco a coger la pelota,estaba cogiéndola cuando escucho un ruido extraño, mirando a su alrededor novio nada, y se iba a ir cuando lo volvió a escuchar, mirando de nuevo a su alrededoresta vez tampoco vio nada, así que debía de venir de la casa, aunque no estababien miro por la sucia ventana y vio un bicho extraño.

−Seamus te estamosesperando. −Le dijo Dean. −¿Qué miras tanto?

−Hagrid tiene unamascota extraña. −Les dijo Seamus.

−¿Una mascota extraña?−Le pregunto Harry acercándose.

−Si, míralo tu mismo. −Ydejándolo espacio en la ventana, vio como su amigo miraba.

 

−No es una mascotaextraña, es un dragón. −Les grito Harry emocionado. −Me encantan los dragones,y Hagrid tiene uno.

−Es ilegal. −Le dijode pronto Hermione que se había acercado con las demás al escuchar los gritosde los chicos.

−¿Tener un dragón esilegal? −Le pregunto Harry.

−Sí.

−Vaya y ¿Qué hacemos? −Lepregunto Neville.

−Nada, no somos unoschivatos. −Le dijo Harry.

−¡Harry! −Hermione leriño. −Un dragón es muy peligroso, puede matar a cualquiera antes de que loparen, y si ahora es una cría pero ¿y cuando crezca? ¿Quieres que ataque a cualquiera?

−Bueno si se come almono descerebrado tampoco me importaría.

−Harry eso ha sido muycruel, así que tú serás quien avise a tus tíos.

El niño miro a suamiga y supo que no tenía otra opción que hacerle caso. −Está bien, se lo diréa mis tíos, pero nada más.

−Nada mas, y novuelvas a decir cosas como esas.

−Está bien. −Y miro alos demás. −Voy a enviarles una carta rápida, cuando vuelva seguiremos jugando.

−Sí, no tardes. −Ymientras Harry se iba a enviar la carta a Londres, los demás olvidándose deldragón siguieron jugando a la pelota.

Unos días más tarde,Sirius y Remus llegaban a casa de Hagrid, lo hacían a una hora donde losalumnos estaban en clase y nadie los podía ver.

Tocando a la puerta dela cabaña, esperaron a que les abrieran.

El semi gigante notardo mucho en abrirles.

−Chicos.

−Hola Hagrid, ya noshemos enterado lo de tu dragón, sentimos que te lo hayan quitado. −Le dijoSirius.

−¿Cómo os habéisenterado?

−Jack mi abogado, estáal tanto de las cosas que pasan en hogwarts, estamos preocupados por Harry, alser su primer año y estar tan lejos de casa, nos preocupa que no termine deadaptarse, es la primera vez que esta tan cerca de tanta magia. ¿Podemos pasar?

−Si pasar. −Y abriendomás la puerta los dejo pasar. −Han sido crueles, Norberto no hacía daño a nadie,solo era un bebe, seguro que me echa de menos.

−¿Norberto? ¿Le hasllamado así? −Le pregunto Remus.

−Sí, ¿sabéis quien hasido quien ha hablado de mas?

−No, no lo sabemos. −Eramejor que no le dijera que había sido cosa de su ahijado obligado por Hermione.−¿Quién te regalo el dragón?

−No era un dragón, eraun huevo, hacia poco tiempo que había nacido. −Le dijo Hagrid. −Yo lo incube.

−Eso está muy bien,¿Quién te lo regalo?

−No puedo decirlo, esun secreto.

Ante eso, Sirius tuvouna gran idea así que saco una botella de whisky de fuego, tenían que descubrirtodo lo que el semi gigante sabía. −Mira lo que he traído. −Le dijo elmerodeador.

−¿Whisky de fuego? −Preguntoel semi gigante tras ver la botella. −¿Para que la has traído?

−¿Para qué? −Elmerodeador le sonrió. −Para beber, ¿para qué sino? Sé que antes tomábamos te,cuando estábamos en hogwarts, pero ahora ya somos mayores de edad así quebeberemos algo más fuerte.

−Son las 10 de lamañana.

−No pasa nada por undía, ¿Quién se lo va a decir a Dumbledore? −Y miro a Remus. −¿Se lo vas a decirtu?

−No. −Y miro a Hagrid.−Además se que Dumbledore tiene una botella en su despacho, seguro que se ponecontento más veces que nosotros. −Y levantándose se acerco a unos vasos y traslavarlos un poco los acerco a la mesa. −Ya tenemos donde beber. −Y acerco suvaso a su amigo. −Sirius un buen vaso.

 

−Ahora mismo. −Yllenándolo miro a Hagrid. −¿Quieres?

El semi gigante miroun momento a Remus que se estaba tomando su vaso y al final miro a Sirius. −Estábien, pero no se lo digáis al profesor.

−Hagrid por favor. −Siriuslo miro indignado. −Yo nunca digo nada, ya lo tendrías que saber. −Y sonriéndolele lleno el vaso y llenando el suyo, lo alzo. −Blindemos por los dragones,porque son las mejores mascotas del mundo. −Y tras chocar los vasos, se losllevaron a la boca.

−Mas. −Le dijo Remus yle acerco su vaso a su amigo. −Sirius mas.

−Ahora mismo. −Yllenándolo miro a Hagrid. −¿Mas?

−No creo que tenga quebeber más.

−Solo es un día. −Ledijo Sirius. −Bueno si no quieres, entonces beberemos nosotros, tu nos puedes mirar.−Y vaciando su vaso lo volvió a llenar, cuando se lo termino miro a Hagrid. −¿Quiereso no?

−Está bien. −Les dijoHagrid y acercando su vaso, espero a que se lo llenaran, cuando lo estuvo se lollevo a la boca y se lo trago de un golpe. −Mas.

−Ahora mismo. −Y asínada mas vaciar los vasos, Sirius los volvía a llenar.

Unas horas más tarde,Sirius y Remus ya sabían todo lo que Hagrid sabía, el semi gigante nunca habíasabido beber y ellos lo habían aprovechado.

Al día siguiente,Remus se despertaba con resaca, quejándose del dolor que sentía bajo a lacocina y vio a Sirius fresco como si el día anterior no hubiera bebido nada.

Hope dejando la tazade café delante suyo lo miro. −¿Tienes mucha resaca?

−Mucha, tengo lacabeza a punto de explotar, ¿una pastilla por favor?

−Ahora mismo, tomateel café así te ayudara.

−Sí. −Y miro a suamigo. −¿No te duele aunque sea un poquito?

−Nop. −Y sonriéndole siguiódesayunando.

Cuando terminaron dedesayunar, Sirius miro a Remus, que se había acostado en el sofá. −Yo voy ahablar con Lucius y Jack, tu descansa.

−Si gracias. −Y sonrióa su madre cuando esta le puso una manta para taparlo. −Gracias.

−De nada, no me gustaque bebas tanto, pero si ha servido de algo, entonces no digo nada.

−Sí que ha servido demucho.

−Entonces como digo nopasa nada, ahora descansa yo abriré la librería.

−Gracias. −Y cerrandolos ojos pronto estuvo dormido.

Unas semanas más tardeen hogwarts, en el gran comedor, Severus vio que Dumbledore no se presento a lacena.

Cuando terminaron decenar, el profesor se acerco a la profesora McGonagall.

−Buenas noches, ¿yDumbledore?

−El ha tenido que ir aLondres, por un asunto, hasta mañana no regresara. −Y lo miro. −¿Lo necesitabaspara algo?

−Le quería comentarlas notas de clase. −Dijo de pronto, no quería que sospechara que eso se lohabía ocurrido de pronto.

−¿Pasa algo con lasnotas?

−Sí, algunas sonrealmente malas, no prestan atención en clase y la mitad de las veces losdeberes están mal o sin terminar.

−A esos alumnos lestocara hacer repaso, o puedes poner un alumno que va bien con otro que va malpara que les ayuden.

−Lo pensare, pero novoy a permitir que alumnos que lo hacen bien bajen sus notas por unos cazurros,es culpa de ellos, me voy ya me has aclarado mis dudas.

−Buenas noches.

 

−Buenas noches. −Y sefue a su habitación, al llegar le envió un mensaje a Lucius, diciéndole queDumbledore no pasaría la noche en hogwarts.

Un rato después,Sirius, Lucius, Jack y Remus llegaban a la escuela y Severus los recibía.

−Sea lo que sea que queréishacer en hogwarts, esta noche es la indicada, Dumbledore no llegara hastamañana.

Sirius lo miro. −Queremosdestruir la piedra filosofal y saber quién es la persona que está bajo lasordenes de Voldemort.

−Pues vamos. −Y sinhacer ruido para que nadie los descubriera se fueron al tercer piso.

Unas horas más tarde,el grupo salía, habían terminado con el profesor Quirrell que era quienobedecía las ordenes de Voldemort y por fin tenían pruebas de que ese hombreestaba vivo aunque muy enfermo por eso se había estado alimentando de la sangrede los unicornios que Hagrid había encontrado muertos en el bosque prohibido.

−Severus, esto es unsecreto. −Le dijo Lucius. −Es mejor así, no queremos que nadie se entere sobretodo Dumbledore, con lo cotilla y metomentodo que es, seguro que hablara más dela cuenta o aun peor intentara meter las narices en nuestros asuntos.

−Si, además creemosque espera que sea Harry quien se ocupe de todo, por eso le entrego la capa deinvisibilidad que le perteneció a James. −Le dijo Remus.

−No diré nada, esehombre no me cae bien.

−Gracias, creemos queahora no pasara nada, pero si ocurriera algo no dudes en avisarnos.

−Lo hare, ahora iros, yaestá a punto de amanecer y Dumbledore no tardara mucho en llegar.

−Sí, nos vemos. −Ydespidiéndose se fueron.

Cuando Severus sequedo solo, se fue a su habitación y tras bañarse se metió en la cama paradormir.

Unas horas más tarde,a la hora del desayuno, Dumbledore ya había regresado y no vio a Quirrell en susitio.

−Severus. −El directorlo llamo. −¿Dónde está Quinius?

−No lo sé, puede quese haya quedado dormido.

−Puede ser. −Y miro enla dirección de Harry, el niño estaba riéndose de unas cosas que sus compañerosles estaban diciendo.

−¿Profesor algúnproblema con Potter? −Le pregunto McGonagall.

El director la miro. −Ninguno.

Minerva asintiendo siguiódesayunando.

Unas horas más tarde,los alumnos sabían que el profesor de defensa había desaparecido y los rumoreseran muchos y cada vez más disparatados.

−Dicen que el calamargigante se ha comido al profesor Quirrell. −Les dijo Seamus a sus amigos.

Al escuchar eso, Harryy los demás se reían. −Creo que ese calamar no se come a profesores, yo heescuchado que el sauce boxeador le ha dado tal golpe que ha terminado sepultadoen la tierra.

Ante eso, todosmiraron al joven Potter. −Eso es casi imposible, ni que estuviéramos en eldesierto.

−Ya por eso digo quese escuchan muchas cosas, como lo del calamar, yo creo que ese hombre se hacansado de que el mono descerebrado no supiera hacer ni un solo hechizo dedefensa bueno.

−Es lo más seguro. −Yante eso todos se rieron. −Sea como sea nos hemos librado de defensa, esperoque tarden una eternidad en encontrar un nuevo profesor.

−Sí. −Y contentos detener una clase menos siguieron hablando de los rumores que hablaban de suprofesor desaparecido.

Unos días más tarde,Lucius y Sirius iban a hogwarts y se reunían con el profesor Dumbledores.

 

−Buenos días,director. −Le saludaron los hombres.

−Buenos días. −Eldirector miro a sus antiguos alumnos. −¿Todo bien?

−Eso nos lo tendríaque decir usted, mi sobrino me ha enviado una carta, diciéndome que el calamargigante se ha comido al profesor Quirrell. −Y le enseño la carta.

El profesor cogiendola carta que Sirius le mostraba leyó lo que ponía.

−También dice, que elsauce boxeador le ha dado un golpe y no sé que mas disparates dice, sea comosea ese profesor ha desaparecido, ¿me tendría que preocupar? Espero que nodesaparezca ningún otro profesor o peor aún, algún alumno.

−En eso Sirius tienerazón, mis compañeros en de la asociación de padres, están preocupados por sushijos, y yo no me quedo atrás. −Le dijo Lucius y lo miro. −¿Nos tendríamos quepreocupar?

Dumbledore terminandode leer la carta se la devolvió a Sirius. −El caso del profesor Quirrell es uncaso aislado, la escuela sigue siendo tan segura como siempre.

−Eso espero, porque siveo que mi sobrino corre peligro, lo sacare de la escuela inmediatamente. −Ledijo Sirius y le sonrió. −Pero como ha dicho que todo está bien, que no haynada de lo que preocuparse, me quedo tranquilo. −Y miro al marido de su prima. −Luciuscreo que el profesor tiene que controlar a muchos alumnos ahora que ya faltapoco para que termine el año escolar y nosotros tenemos que llevar un negocio.

−Tienes razón. −Y levantándosemiro a Dumbledore. −¿Cómo están las notas de Draco?

−Muy bien, es unalumno muy aplicado.

−Estupendo. −Ydespidiéndose se fueron.

En Londres, Luciusmiraba a Sirius. −¿Crees que sospecha algo?

−No lo sé, pero creoque no, no hemos hecho nada fuera de lo normal, ahora vamos a trabajar, tenemosque terminar los papeles para la compra de los nuevos hoteles.

−Vamos. −Y así sefueron a trabajar.

Unas semanas mástarde, Dumbledore se daba por vencido no había descubierto nada sobre dondeestaba Quirrell y encima la piedra filosofal había desaparecido y no sabíaquien había sido, de lo que estaba seguro es que no había sido Harry, cosa que élhabía esperado cuando le devolvió la capa de invisibilidad.

Sin más problemas, lasvacaciones de verano ya no tardaron mucho en llegar y los alumnos terminaban dehacer sus baúles para volver a Londres.

−¿Harry entonces puedoir a tu casa? −Le pregunto Neville.

El chico asintió. −Claroque si Nev, mi familia nunca me ha prohibido que mis amigos vinieran a verme,solo te aviso que vivo entre muggles y la magia está totalmente prohibida.

−No me importa.

−Estupendo. −Y miro alos demás. −Dean tú ya sabes donde vivo así que pásate de vez en cuando, cercade donde vivo hay un gran parque si te traes tu bicicleta podemos hacercarreras.

−Se lo diré a mimadre.

−Hazlo. −Y miro aSeamus. −Se que vives en Irlanda, pero con la red flu es rápido llegar. −Y ledio un papel. −Esta es mi dirección, no es difícil llegar, también te he puestoel bus que tienes que coger.

−Gracias. −Le dijomientras se lo guardaba.

−De nada, también tehe apuntado mi numero de teléfono, para que me avises así te esperare.

−Lo hare.

−Sí, igual os esperoel 31 de julio es mi cumpleaños y siempre hacemos una gran fiesta en un parque.−Y sonriéndoles miro a su alrededor, sus cosas estaban aun esparcidas y prontolos llamarían para ir a buscar el tren. −Tengo que terminar de guardar miscosas, sino las dejare aquí. −Y abriendo el baúl se puso a ordenar todo, porsuerte lo termino antes de que le avisaran.

 

Unas horas más tarde,el tren llegaba a King cross, los chicos bajando del tren se fueron a buscar a susfamilias.

−Padrino, tío. −Harryse acerco corriendo y los abrazo.

−Harry. −Sirius le sonrió.−¿Qué tal?

−Muy bien, y mis notasestán mucho mejor.

−Eso está bien.

−Si padrino. −Y miro asu Remus. −Tío ya hemos terminado el juego, esta genial nos ha gustado a todos.

El hombre le sonrió. −Esoestá muy bien, Harry, ¿para casa?

−Si tío estoy cansado.

−Es normal, voy abuscar tus cosas.

−Gracias.

Y mientras Remus iba abuscar el baúl y las cosas de Harry, el niño se quedaba con su padrino.

−Así que el último rumordel profesor Quirrell es que se ha enamorado de una sirena y se ha ido conella.

Ante eso, Siriusparpadeo, estos chicos tenían una imaginación increíble.

−No creo que tuprofesor se haya enamorado de una sirena, no es como el cuento de Disney, hermosas,al contrario son muy feas.

−¿En serio padrino?

−En serio, ¿no tienesun libro de criaturas?

−Casi no lo he leído, despuésde navidad, Seamus se trajo su pelota de futbol, así que hemos pasado casi todoel tiempo jugando.

Sirius le sonrió. −Esoestá muy bien, los amigos son para estar con ellos.

−Si padrino.

−Buenas tardes Sirius.−Le saludaron.

El hombre girándosevio a los Weasley.

−Buenas tardes Molly. −Ymiro al hombre. −Buenas tardes Arthur.

−Buenas tardes. −Ymiraron al niño. −¿Tú debes de ser Harry?

−Si señora.

−Harry. −Sirius lomiro. −Los señores Weasley, estuvieron en la orden del fénix como tus padres yRemus y yo.

El chico asintiendolos volvió a mirar, igual aunque su padrino le hubiera dicho, no sabía de loque hablar con ellos, sobre todo porque el mono descerebrado estaba allí y le caíafatal por suerte Lucius y Draco se acercaron. −Tío Lucius.

El hombre lo miro. −¿Harryque tal las notas?

−Muy bien tío, sobretodo pociones, he pasado de un aceptable a supera las expectativas.

−Eso está muy bien.

−Lo está.

Lucius dejando demirar a su sobrino, miro a los Weasley e ignorándolos miro a Sirius. −¿Nosvamos?

−Sí, un momento queRemus está recogiendo todo. ¿Has visto a los Granger?

−Si ya se han ido,Hermione estaba bastante cansada, me han dicho que te llamaran mañana, paraconcretar sobre las vacaciones y sobre el cumpleaños de Harry.

−Estupendo. −Y justoen ese momento llego Remus con las cosas de Harry. −Ya estoy nos podemos ir.

−Entonces nos vamos. −Ymiro a los Weasley. −Ha estado bien volver a veros pero nos tenemos que ir,tenemos un largo camino hasta casa. −Y miro a su sobrino. −Vamos, que tusabuelos te están esperando y sabes que si tardamos se preocuparan.

−Si padrino. −Y asídespidiéndose de los Weasley se fueron.

En el coche, Harrysuspiraba y sus tíos lo miraban.

−¿Harry que ha sidoese suspiro? −Le pregunto Remus mirandolo.

−Tío es que no megusta nada Ronald, no solo tiene unos modales horribles a la hora de comer,sino que a la hora de hacer los deberes prefiere copiarlos a hacerlos.

 

−Bueno Harry cada unoes como es, si no te gusta mantente alejado.

−Es lo que hago tío.

−Y haces bien.

−Sí. −Y sonriéndole sepuso a mirar por la ventana.

Un rato más tarde,dejaban a Draco y a Lucius en su casa.

−Harry mañana por latarde te iré a buscar y nos vamos a la piscina.

El niño asintió. −Meparece bien, nos vemos por la tarde.

−Sí. −Y despidiéndosese metió en su casa.

Diez minutos después,los demás llegaban a su casa, donde Harry abrazo a sus abuelos.

−¿Qué tal todo porhogwarts? −Le pregunto Lyall.

−Abuelo, el profesorQuirrell se ha fugado con una sirena.

Ante eso, el hombreparpadeo un momento y luego le sonrió. −¿Crees que tendríamos que ponerlo en mirevista?

Harry asintió. −Si abuelo,hombre raro se enamora de una sirena. −Y se rio. −Seguro que vendría muchagente a ver si es verdad.

−Sí. −Y riéndose miroa su mujer. −Podríamos poner un buen negocio.

−No gracias, dejaremosa la pareja en paz. −Y sonriéndole miro a Harry. −parte de eso, ¿el resto todobien?

−Si abuela, mis notashan subido bastante.

−Eso está muy bien,ahora ves a bañarte, ya hemos preparado la cena, una ensalada de verano dearroz y pescado al horno.

−Buenísimo abuela, notardo. −Y abrazándola un momento se fue a su habitación.

Cuando los adultos sequedaron a solas, los Lupin miraron a los jóvenes. −¿Todo bien en hogwarts?

−Sí, sobre Quirrellsolo corren rumores, Snape no nos ha dicho nada mas, parece ser que Dumbledoresospecho los primeros días que podía haber sido Harry, no se lo dijodirectamente pero no dejaba de mirarlo, pero como vio que no ocurría nada alfinal lo dejo estar.

−Mejor, no quiero quenos venga a molestar. −Les dijo Lyall.

−Y no pasara, Harrysolo es un niño que no tiene nada que ver con lo que nosotros hacemos.

−Bien. −Hope les sonrió.−¿Cuándo le vais a decir dónde vamos de vacaciones?

−Durante la cena,seguro que no se lo espera.

−Os tengo que decirque yo prefiero el viaje de ahora, que el del año pasado. −Les dijo Lyall.

−Lo sé papa. −Le dijoRemus. −Pero tampoco estuvo tan mal, en vez de hacer turismo, fuimos a parquesde atracciones y cosas así, y los niños disfrutaron.

−Y Harry disfrutaracon este, lo sé.

−Lo hará, es un lugarmágico lleno de historia. −Les dijo Hope. −Pero ahora tenemos que poner la mesapara cenar.

−Sí, vamos. −Y levantándoselos cuatro se fueron a poner la mesa, no mucho tiempo después Harry bajaba consu pijama de verano y sentándose se pusieron a cenar.

Mientras cenaban,Sirius miro a su ahijado, se estaba comiendo muy a gusto la ensalada mientrashablaba con Lyall.

−Harry.

−Padrino. −El niño lomiro.

−¿Quieres saber dóndevamos de vacaciones?

Harry asintió. −Sipadrino, ¿Dónde vamos?

Sirius le sonrió. −Nosvamos a Tokio y a Kioto.

Al escuchar eso, elniño soltó el tenedor y levantándose se puso a bailar. −Nos vamos a Tokio, nosvamos a Kioto.

Los adultos al ver esareacción, se rieron.

−Harry deja tu baile yponte a cenar. −Le dijo Remus sonriéndole.

−Si tío, perdona esque me he emocionado. −Y sentándose cogió de nuevo su tenedor y llenándolo decomida se lo llevo a la boca. −¿Vendrá Hermione?

 

−Sí que vendrá, ytambién Snape, Jack y su padre.

−Guay, me cae bien elseñor Carter.

−A todos. −Le dijoHope.

−¿Y que veremos?

−Estaremos 10 días enTokio y 10 días en Kioto y veremos muchas cosas, también iremos a disneylandque está en Tokio, ¿quieres ver algo en particular?

Harry lo miro con ojosbrillantes. −Lo quiero ver todo, el palacio del emperador, la torre de Tokio,los templos y comprar muchas cosas, Yuna me ha dicho que aunque hay grandesrascacielos, hay templos por todos lados.

−Veremos eso y muchascosas.

−Guay. −Y feliz siguiócenando, hacía tiempo que quería ir a Tokio y a Kioto y ahora iría.

Después de cenar,Remus le daba la revista de la agencia a Harry.

−Para que nos digas siquieres ver algo en especial, hemos hecho un itinerario para no olvidarnos denada.

−¿Iremos en grupo?

−No Harry, esos gruposven lo que el guía quiere o lo que la mayoría quiere ver, nosotros iremossolos, además ya hemos hablado con el señor Jun y como ellos estarán allí, nosacompañaran y veremos sitios donde casi no van los turistas.

−Genial tío, me voy adormir. −Y cogiendo la revista les dio las buenas noches y se fue a su cuarto.

−Hemos acertado. −Ledijo Hope feliz de ver a Harry tan contento.

−La verdad es que si. −Lesdijo Remus y miro a su padre. −Se que tu también estas feliz.

−Sí, que lo estoy,ahora nos falta China.

−Aunque aún falta unaño, ya hemos pensado en ir a Grecia el año que viene, y Turquía, diez días encada sitio. −Le dijo su hijo.

−Grecia y Turquíatambién me gustan, son dos países con miles de años de sitios que visitar. −Ledijo el hombre feliz. −Y se que a Harry también le gustara.

−Seguro. −Y siguieronhablando hasta que ya se hizo un poco tarde y se fueron a sus habitaciones.

Sirius antes de irse asu habitación, se fue a la de Harry y abriendo la puerta, vio que la luz de lalámpara estaba encendida y él se había quedado dormido encima de la revista,acercándose cogió la revista y dejándola a un lado, coloco bien a su ahijado yapagando la luz, dejo que siguiera durmiendo.

Al día siguiente, losadultos estaban desayunando, cuando Harry bajo ya vestido.

−Buenos días.

−Buenos días, ¿hasdormido bien? −Le pregunto Hope que estaba sirviendo del desayuno.

−Si abuela. −Ycogiendo la revista de la agencia que llevaba con él, la abrió y les enseño dospáginas. −Quiero hacer la excursión del monto Fuji, según dicen solo se puedehacer en los meses de verano, y también quiero ir a un ryokan, que son comoposadas con baños termales.

Remus cogiendo larevista miro las páginas y asintió. −Lo del ryokan ya lo habíamos pensado, Junnos ha hablado de uno muy bueno que lleva un amigo suyo, está un poco lejos deTokio pero en tren se llega bien, y lo de la excusión, son muchos kilómetros. −Ylo miro. −¿Estás seguro?

−Si tío, quiero subiral Fuji.

−Pues al Fuji,¿quieres ver algo más?

−Quiero ver a Hachiko,la estatua del perro que está en la estación de Shibuya.

−Eso ya lo habíamospensado.

−Ahora no se me ocurrenada más.

−No hay prisas, Harry.−Le dijo su abuelo. −Poco a poco irás pensando en más sitios.

−Sí. −Y cogiendo lajarra de leche se lleno su bol y poniéndose cereales se puso a desayunar.

 

Unas semanas más tardeen agosto, Harry bajaba con su mochila ya preparada y con su maleta.

−¿Harry ya estás? −Lepregunto Remus acercándose para coger la maleta.

−Si tío, en mi mochilaapenas llevo nada, solo mi cámara de fotos y mi monedero con el dinero que me habéiscambiado.

−Y haces bien, Japónes un país donde puedes comprar muchas cosas interesantes, así que mejor ir sinmuchas cargas.

−Por eso tío. −Y miroa su alrededor. −¿Y los demás?

−Tus abuelos ya hanbajado, y Sirius está terminando de cerrar bien la librería, eres el último.

−Pues vamos tío, noquiero que nos dejen aquí.

Remus sonriéndole ledijo que no les dejarían.

Unas horas más tarde,en el avión Harry iba mirando una guía que se había comprado en el aeropuerto.

−¿Harry que dice tuguía? −Le pregunto Sirius.

−Muchas cosas padrino,como que el templo Meiji está en el barrio de Shibuya. −Y le enseño unas fotos.−Mira han sabido mantener la tradición del templo con las tiendas de Shibuya.

El hombre cogiendo laguía se puso a ver las fotos. −Sí que lo han sabido hacer bien, pocos sitiospueden decir que hay dos épocas tan diferentes que se unen, aquí dice quedespués de ver el templo se van a pasear por el barrio.

−Si tío.

−Nosotros haremos lomismo. −Le dijo Sirius y devolviéndole la guía se relajo, eran muchas horas devuelo y aun faltaba mucho en llegar.

20 días más tarde, lafamilia volvía a su casa, y como siempre lo primero que hicieron fue abrir lasventanas y llenar los cuencos de Hedwig de comida y de agua.

−Abuela tenemos queponer nuestra furin. −Le dijo Harry.

La mujer le sonrió. −Cuandolimpiemos la pondremos, la campana de viento que escogiste está muy bien.

−Si abuela.

−Harry ves a darte unbaño, cuando bajes comeremos algo que tenemos muchas cosas que hacer. −Le dijoLyall.

−Si abuelo. −Ycogiendo su mochila subió a su cuarto.

Unas horas más tarde,ya habían terminado de limpiar y estaban colocando los souvenris que habíancomprado.

−Harry se que aúnquedan días para que vuelvas a hogwarts, pero tienes que guardar los regalos detus amigos para que no te olvides de llevarlos. −Le dijo Hope.

−Si abuela, ya losestoy guardando. −Y le enseño una bolsa. −Ya he colocado las cosas, losllaveros, los imanes y los amuletos omamori.

−¿Las mascaras, loslibros y los furin?

−Eso lo pondré alprincipio del baúl, para que no se estropee.

−Mejor. −Y sonriéndolesiguieron ordenando todo bien.

Unos días más tarde,Draco estaba en una librería de segunda mano en el callejón diagon, cuando vioa los pelirrojos Weasley.

El niño no entendíacomo alguien podía tener tantos hijos, pero bueno cada uno era libre de hacerlo que quería, dejando el libro que había estado leyendo bajo las escaleras dedonde estaba y vio a Ron que no iba solo.

−Mono descerebrado,¿pero tú lees?

−Malfoy. −Le dijo Ron.

−Ese es mi apellido. −Ytras decir eso, vio que se acercaba el señor Weasley con más hijos.

Y en ese momento, lapuerta de la calle se abrió y apareció Lucius.

−¿Draco ya hasterminado?

−No he comprado nada.

−Pues entoncesvámonos, que esto está muy sucio.

 

−Sí. −Y se iban a ir,cuando la puerta de la calle se abrió de nuevo y apareció Harry.

−Draco. −El niño lollamo. −¿Qué haces aquí? Llevo como 10 minutos buscándote.

−Estaba mirando unascosas.

−Pues vamos.

−Harry esos modales. −Ledijo Sirius entrando en la librería. −¿Has saludado a los Weasley?

El niño entonces sedio cuenta de que no estaban solos.

−Perdona padrino,estaba tan contento de haber encontrado a Draco que no me he fijado en lodemás. −Y miro a los Weasley, todos iban con la ropa y la cara manchada, ignorandoeso miro a Arthur. −Disculpe señor Weasley, tendría que haber saludado antes.

El hombre lo miro. −Nopasa nada, es normal que te emociones cuando ves a un amigo.

−Sí señor. −Y le sonrió.−No volverá a pasar. −Y miro a Lucius. −Tío perdóname tu también no te hesaludado.

−Ya lo sabes para lapróxima.

−Si tío. −Y miro aDraco. −Herms esta fuera esperándonos, ¿vamos?

−Sí. −Y se iban a ircuando un hombre rubio se acerco. −Harry Potter. −Y le iba a saludar, cuandoSirius se puso en medio y el hombre se paro.

−No sé quien es ni meimporta, pero no permito que haya tanta familiaridad entre mi ahijado y unhombre al que no conozco de nada. −Le dijo Sirius.

El hombre lo miro. −SoyGilderoy Lockhart, seguro que ha escuchado hablar de mí. −Y le sonrió con unasonrisa llena de dientes.

−Pues no, nunca heescuchado hablar de usted. −Le dijo Sirius y ante eso Harry y Draco no lopudieron evitar y se rieron, Sirius miro a sus sobrinos. −Niños tenemos queseguir comprado, así que nos vamos.

−Si tío. −Le dijeronlos dos al mismo tiempo y despidiéndose de los Weasley se fueron.

Antes de irse Siriusmiro al de la cámara de fotos. −Espero que esto no salga en algún periódico detercera clase, mi sobrino Harry es menor de edad y yo no he firmado ninguna autorizacióndando permiso, así que si no quieren a mi abogado cerrando el periódico enmenos de lo que canta un gallo, no dirá nada sobre esto, ni sobre nada quetenga que ver con Harry. −Y despidiéndose de los Weasley se fue con Lucius.

En la calle, Lucius miroa Sirius. −No aguanto a esa familia.

El hombre lo miro. −A mítampoco me caen bien, pero eso no excusa de que Harry no salude como tiene quesaludar y ahora hay alguien que me cae peor, ese Lockhart algo me dice quevolveremos a saber de él.

−Seguramente. −Yolvidándose de la situación que habían vivido en la librería se fueron a reunircon los demás para seguir comprando.

Después de comprartodo, Harry miro a su tío. −Quiero una escoba, este año puedo apuntarme alequipo de quidditch.

Remus lo miro. −¿Hassido bueno?

El niño asintió. −Sitío, te he ayudado en la tienda, he hecho mis tareas escolares y las de casa, yhe ido con la abuela a comprar.

Ante eso, el castañomiro a Sirius. −¿Tu qué dices?

El hombre le sonrió. −Quese la podemos comprar ha sido muy bueno. −Y miro a su ahijado. −Espero quesigas portándote igual de bien, sino la escoba ira directa al armario,¿entendido?

−Si padrino.

−Pues vamos. −Y asífueron a la tienda de escobas y mirando entre todos los modelos escogieron unanimbus 2000 para Harry y una nimbus 2001 para Draco.

−¿Harry no prefieresla 2001? −Le pregunto Draco.

 

El niño negó. −Megusta más el color de la del 2000.

−Yo prefiero la negra.

−Mejor así. −Les dijoSirius mirando a sus sobrinos. −Así no os confundiréis de quien es cada escoba,igual le he pedido a la dependienta que ponga vuestras iníciales.

−Gracias tío. −Le dijoDraco.

−De nada, ya notardaran mucho en terminar, mientras miraremos otras cosas para la escoba. Yentre los tres miraron una caja de mantenimiento para su escoba.

−Las escobas como sonde madera le salen ramitas y otras cosas que tienes que ir cortando. −Le dijoSirius.

Ante eso Harry lomiro. −Pero padrino, si ya lo han talado, ¿Cómo le pueden salir ramitas?

El hombre lo miro. −Losé, pero recuerda que son escobas mágicas, así que le salen ramitas, la magiaes algo increíble.

Ante eso, el niño soloasintió.

Cuando terminaron conlas escobas, ya se fueron para casa, llevaban mucho tiempo comprando y estabancansados.

El 1 de septiembreamaneció soleado, después de desayunar, recogieron todas las cosas y se fuerona la estación.

Harry despidiéndose desus tíos, se subió al tren y se fue a sentar a uno de los tantos compartimentosque había.

Para no aburrirse sepuso a leer un libro que dejo nada más ver a sus amigos.

Unas horas más tarde,llegaban a hogwarts y esta vez fueron en carruajes.

En el gran comedor,después de la selección de los alumnos de primero en donde se encontraba laúnica hija de los Weasley, el profesor Dumbledore presento al nuevo profesor dedefensa, y era Lockhart.

Harry al verlo no supoque cara poner, si reírse o no decir nada para que no le riñeran, pero algodecía que con ese tipo no aprenderían nada nuevo.

Cuando laspresentaciones terminaron se pusieron a cenar.

−Chicos os he traídounos souvenirs. −Les dijo Harry mirando a sus amigos.

Los tres lo miraron. −¿Dóndehas ido de vacaciones?

−A Japón. −Les dijocon los ojos brillantes. −He visto muchísimas cosas que nunca creí ver, templosgrandiosos hechos de madera, me he bañado en unos baños termales y he subido almonte Fuji.

−Vaya pasada. −Le dijoSeamus. −¿Has traído muchas cosas?

−Se ha traido todaslas tiendas. −Le dijo Hermione mirándolos. −Entraba en una tienda y salía concientos de bolsas.

−¡No es cierto! −ProtestoHarry mirando a su amiga.

−Nooo, que va, ¿noentraste en correos y te compraste como 20 sellos?

−Eso es diferente, sonpequeñitos y se pueden guardar bien, además los compre con mi abuelo. −Y miro asus amigos. −Os he traído unas mascaras, también unos amuletos y unasfiguritas.

−Guay seguro que estángenial. −Le dijo Dean.

−Sí que lo están,luego os las doy. −Y sonriéndoles siguió cenando.

Después de cenar ya sefueron a su habitación y Harry abriendo su mochila saco una bolsa y su baúl ycogiendo las bolsas se las dio.

−Una máscara para cadauno, un amuleto, unos imanes, unos llaveritos y unas postales.

−Gracias Harry. −Ledijeron los chicos.

−De nada.

−Yo también tengo algopara vosotros. −Le dijo Dean y abriendo su baúl saco una bolsa y se las entregoa sus amigos. −Nosotros nos fuimos a Austria de vacaciones a mi padrastro legusta mucho la musica clásica así que aprovechamos que hacia tan buen tiempopara ir.

−Gracias. −Le dijoHarry y abriendo su regalo vio una bonita talla de madera, un imán de un relojde cuco y una bolsa de nieve.

 

−De nada, tengo algomas para ti. −Le dijo Dean y le dio un pequeño sobre. −No son muchos peroespero que te gusten.

Harry que sabía lo queeran, le dijo que no le importaba que no fueran muchos.

−De Austria apenastengo. −Y abriendo el sobre vio unos bonitos sellos. −Gracias, esto lo enviarea mi casa, seguro que a mi abuelo le encantaran. −Y miro a su amigo. −Me gustanmucho, gracias.

−De nada.

−Yo también tengo algopara vosotros. −Le dijo Seamus y les dio unos regalos y Neville también.

Al terminar deentregar los regalos, Harry estaba feliz sus amigos le habían traído cosas muydiferentes, Dean de Austria, Seamus de España, y Neville de Noruega, según elchico a su abuela no le gustaba viajar, pero había insistido tanto que al finalle había convencido y se fueron al país de al lado.

Harry sonriéndole ledijo que no le importaba que souvenirs le había traído, nunca había estado enNoruega y estaba feliz de tener esos recuerdos, guardando todo bien se metió ensu cama.

Al día siguiente,Neville cogió un paquete y bajando al ver a Hermione se lo dio.

−Para ti.

−Gracias Neville. −Laniña abriendo el paquete vio una hermosa muñeca bien abrigada. −Me encanta. −Hermionelo miro con los ojos brillantes. −¿De dónde es?

−De Noruega.

−Gracias. −Y loabrazo.

−De nada.

−Yo también tengo algopara ti, dame un momento. −Y subiendo a su habitación donde dejo bien colocadasu muñeca, cogió unos paquetes y bajando se lo dio a sus amigos. −Espero que osguste.

−Seguro que sí. −Ledijo Neville y abriendo el paquete vio un gato con una pata levantada.

−Es un gato protector.−Le dijo Hermione. −Los japoneses tienen uno en su casa, son muy importantes.

−Gracias, Hermione megusta mucho. −Le dijo el chico.

−De nada, me ha encantadomi muñeca. −Y miro a Harry. −Esta genial.

−Sí que esta bonita,¿vamos a desayunar?

−Sí. −Y así cargadoscon regalos para los chicos de slytherin, bajaron y tras desayunar se losdieron.

−Draco. −Hermionellamo a su amigo. −Neville me ha regalado una muñeca de Noruega, es súperbonita.

−Me alegro. −Y miro aNeville.

−Draco. −Harry lellamo. −Tranquilo que Neville no te quiere quitar a Hermione. −Y miro a suamigo gryffindor. −No le hagas caso, es su vena de que no te acerques mucho ami chica que si no te muerdo.

Ante eso, Neville nosupo que cara poner, el solo le había regalado la muñeca porque cuando la viosupo que a Hermione le gustaría.

−Draco ahora lo hasasustado. −Le regaño Harry y miro a su primo. −Relájate y respira hondo.

El slytherin miro aNeville. −Hermione es mía. −Y miro a Harry. −Deja de decir tonterías.

Harry se rio. −Lodejare de hacer, cuando tú te tranquilices un poco, ahora tenemos que ir aclases.

−Sí. −Y así se fuerona la primera clase que era pociones.

Después de clases,Harry estaba haciendo sus deberes en el gran comedor, cuando un niño le hizouna foto.

−Hey. −Harry lo miro. −Nome hagas fotos.

El niño lo miro. −SoyColin Creevey, de primero gryffindor.

−Ya veo tu uniforme,pero no puedes hacerme fotos.

−¿Por qué no? Todosquieren tener una foto tuya.

 

−¿Sabes lo que es unaorden de protección?

Ante eso Colin negó. −No,¿Qué es?

−Es una orden que diceque no puedes hacerme fotos para repartir entre los alumnos, ni tampoco puedesvenderlas a ningún lado, ni escribir sobre mí, cuando mis tíos me adoptaron lepidieron al juez una protección para que no me molestaran, y les dio esa, nadieque no sea familiar puede sacarme fotos y mucho menos para vender o repartirentre desconocidos, ¿Por qué crees que no salen fotos mías en el profeta o enotros periódicos? Porque aunque estoy en hogwarts, la orden sigue allí, no se iráhasta que cumpla los 17 años o sea hasta que sea mayor de edad.

−¿En serio me estásdiciendo la verdad?

−Es verdad. −DijoHermione que estaba a su lado haciendo los deberes. −La orden es muy seria, sialguien pone una foto en algún periódico de Harry o escriben con él, seráenviado a juicio, y tú no querrás eso, ¿verdad?

−No, solo quería unafoto.

Harry lo miro. −Haremosesto, nos tomaremos una fotos juntos, pero nada más, no me gustaría que teenviaran a juicio, mis tíos son muy protectores con eso, quieren que tenga unavida normal y no les importara si estas en primero, en segundo o en últimocurso. ¿Entendido?

Ante eso Colinasintió. −Gracias.

−De nada. −Y miro aHermione. −¿Nos haces la foto?

La chica asintió. −Claroque sí. −Y cogiendo la cámara les hizo una foto.

Cuando termino,Hermione le devolvió la cámara. −Ya la tienes.

−Gracias.

−De nada, y recuerdano hagas mas fotos de Harry.

−No le hare mas fotos.

−Bien, si necesitaalguna ya te la pedirá. −Y sonriéndole siguieron haciendo sus deberes.

Un par de días mástarde, en Londres recibían un sobre grande de Harry.

−Que grande que es. −Ledijo Hope mirando el sobre. −Nunca nos había enviado algo tan grande.

−Debe de tener muchascosas. −Le dijo Lyall y abriendo el sobre vio que efectivamente habían muchascosas, sacándolas con cuidado vio que eran sellos de diferentes partes delmundo.

Sirius cogiendo lacarta se puso a leerla. −Los sellos son de sus amigos, se los han traído de lossitios en los que han estado de vacaciones.

−Pues están muy bien. −Ledijo el hombre encantado de tener tantos.

−¿Cuántos tenéis ya? −Lepregunto su mujer.

Lyall la miro. −No lo sé,pero creo que más de 2000.

−Eso es una buenacolección. −Le dijo Remus.

−Sí, y queremos tener más,lo bueno de los sellos es que siempre salen así que podemos ir haciendo nuestracolección mas grande. −Y miro a Sirius. −¿Qué más cuenta Harry?

−Que Lockhart es elnuevo profesor de defensa. −Y dejando de leer la carta miro a su familia. −¿En quépiensa Dumbledore? Ese tipo está más interesado en su apariencia física que endarle buenas clases a sus alumnos.

−El año que viene tepuedes apuntar tú. −Le dijo Remus a su amigo.

−Puede que lo haga, aeste paso los niños saldrán de hogwarts sin haber aprendido nada de defensa.

−Está claro que alprofesor Dumbledore se le ha ido el cerebro a otro lado. −Le dijo Lyall y miroa Sirius. −¿Qué cuenta más?

−Que se apuntara paralas pruebas de quidditch que ya nos dirá algo. −Y guardando la carta les dijo: −Tengoque ocuparme de algunas cosas, nos vemos luego.

 

Remus lo miro. −¿Tienesproblemas con la nueva compra?

Sirius asintió ysuspiro. −El dueño dice que no nos quiere vender los hoteles porque ya tenemosuna gran compañía.

−¿Y al que le importa cuántostenemos? −Le pregunto Remus. −Si le vamos a pagar lo que nos ha pedido.

−Lo sé, pero nos estádando muchos problemas.

−¿Y porque no lodejas? −Le pregunto Hope. −Seguro que encontraras otros en la mismalocalización.

Sirius la miro. −Tienesrazón, lo voy a dejar, no voy a dar más vueltas con ese tipo, ahora voy a hablarcon Lucius.

−Hazlo y ya nos dirásalgo. −Le dijo Remus, aunque él no se ocupaba de los hoteles, su amigo le habíaregalado unas acciones de la empresa, además Sirius era su mejor amigo y queríaque todo le saliera bien.

Os tengo que confesar que no tengo ni idea a quien poner como el hombre o mujer que le de el diario de Tom a Ginny, así que me tenéis que dar ideas, muchas gracias.

Unos días más tarde,en hogwarts, Harry no dejaba de saltar por todos lados, después de una pruebamuy difícil lo habían escogido como el buscador de gryffindor.

−Harry felicidades. −Lefelicito sinceramente Hermione.

El chico le sonrió. −GraciasHermione. −Y justo en ese momento por allí pasaba su primo. −Draco.

El joven slytherin lomiro. −¿Si?

−Soy el nuevo buscadorde gryffindor.

−Vaya que interesante,yo soy el de slytherin.

Ante eso Harry lo mirocon ojos brillantes. −Eso quiere decir que ahora me tengo que esforzar mas, teganare.

−Y luego tedespiertas, gane quien gane lo que pase en el campo se quedara allí.

El niño asintió. −Seráasí, pero en eso de que me ganaras aun se tiene que ver, te ganare y meinvitaras a muchos caramelos.

−Haremos una apuesta. −Ledijo Draco. −Si tú ganas el campeonato de quidditch yo te invito a lo quequieras, caramelos, chocolates, hamburguesas a lo que quieras, si yo ganoigual.

−Hecho.

−Sois como niñospequeños. −Les dijo Hermione mirándolos.

Draco la miro. −Nodigas que se que tu también quieres caramelos y chocolates.

−Que obvia soy. −Ysacándoles la lengua se fue corriendo.

Ante eso, Harry miro asu primo. −Se merece una tortura de cosquillas.

−Sí. −Y se fuerondetrás de Hermione que al verlos se fue corriendo riéndose, pero como loschicos eran más rápidos no tardaron mucho en atraparla y le hicieron muchascosquillas.

Unos días después, losniños iban quejándose.

−La clase de defensano vale nada. −Se quejo Harry. −Ese profesor no nos enseña nada, solo librosinútiles ¿a quién le interesa como sonreír?, vaya pérdida de tiempo.

−Y que lo jures. −Ledijo Draco.

Harry lo miro. −¿Se lovas a decir a mi tío?

−Sí, pero no sé si nospodrá ayudar.

−Podemos reunirfirmas. −Le dijo Hermione mirándolos. −Los adultos lo hacen cuando quieren algoy nadie les escucha.

−Podemos hacerlo. −Ledijo Theo. −Si la mayoría de los alumnos firman, no creo que Dumbledore digaque no, aunque siendo ese hombre ni idea de lo que nos dirá.

−En vez de aldirector, se lo podemos enviar al señor Malfoy y al consejo de padres, al fin yal cabo para algo están. −Les dijo Daphne.

−Pues listo, loharemos. −Draco miro a Hermione. −¿Lo puedes preparar?

−Lo hare. −Ydiciéndoles que luego los vería se fue con Daphne y Pansy que se apuntaron aayudarla y se pusieron a preparar las hojas para las firmas.

Por la noche, despuésde cenar los alumnos se iban a ir a sus cuartos, cuando vieron a la señoraNorris muy quieta y habían hecho una pintada en una de las paredes.

La cámara de los secretos ha sido abierta, enemigos delheredero temer.

−¿Estámuerta la gata? −Pregunto Neville susurrando.

Harrylo miro. −No lo sé, pero está muy quieta.

Depronto el señor Filch llego y al ver a su gata, creyó lo mismo que los demásalumnos que estaba muerta.

−Noestá muerta. −Le dijo el profesor Dumbledore. −Esta petrificada, en elinvernadero tenemos mandrágoras en cuanto crezcan las usaremos paradespetrificarla. −Y miro a sus alumnos. −Todos a la cama, aquí no tenéis nadaque hacer.

−Siprofesor. −Y obedeciendo a su director los alumnos se fueron a sus salascomunes.

Aldía siguiente, en Londres, Sirius y Remus recibían una nueva carta de Harry,allí el chico les explicaba todo lo que había pasado en los últimos días tantolas hojas que estaban haciendo para que los alumnos firmaran y buscar un nuevo profesorde defensa que fuera más eficiente como lo que había pasado con la señoraNorris y la pintada que habían encontrado.

−Lacámara de los secretos se ha vuelto a abrir. −Dijo Sirius mirando a los demás.

Anteeso, nadie supo que decir.

−¿Creesque hablan muertes de nuevo? −Le pregunto Remus un tiempo después.

−Nolo sé, pero tenemos que actuar deprisa, sino las abra. −El hombre dándoles lacarta, les dijo que los vería más tarde, que iría a hablar con Jack.

Denuevo en hogwarts, los chicos ya tenían las hojas para firmar, así que cogiendouna cada uno, fueron entre los alumnos.

−¿Paraqué? −Le dijo un alumno. −Lockhart es un idiota, pero por el nos libramos detener una clase, así que no firmare, y no creo que muchos firmen. −Le dijeron aHermione.

Unashoras más tarde, la leona apenas tenía firmas a muchos no les interesaba siLockhart daba clases o no, lo único que querían era no tener tantas clases.

Hermioneenfadada porque no les interesara su futuro, se acerco a una niña rubia.

−Hola.

Laniña la miro. −Hola.

−SoyHermione Granger, estoy pidiendo firmas para que quiten a Lockhart de supuesto, ¿quieres firmar?

−Sí.−Y cogiendo la pluma la miro. −Soy Luna Lovegood. ¿Dónde firmo?

Hermionesonriéndole se lo dijo: −Primero tienes que poner tu nombre y apellidos,segundo tienes que poner en que casa estas, tercero en que curso y por ultimotu firma.

−Gracias.−Y se puso a hacer lo que la leona le dijo, cuando lo tuvo se lo dio. −Esperoque lo consigas.

−Gracias.

−Denada. −Y se fue dando saltitos.

−¿Hermione,como vas? −Le pregunto Draco acercándose.

−Mal.−La niña lo miro. −Según me han dicho, no les importa si Lockhart es o noprofesor, lo que les importa es no tener tantos deberes, y algunas chicasmayores no dejaban de sonreír como tontas al hablar de Lockhart, que no lesimporta si no nos da buenas clases, lo que a ellas les interesa es que lo vencada día. −Y frunció el ceño. −¿Has visto que pérdida de tiempo? ¿Cuántatontería junta?

−Yque lo jures, Lockhart es idiota, yo solo he conseguido 20 firmas.

−Yo12, no creo que con esas podamos hacer nada.

 

−Yotampoco. −Y suspirando porque no había conseguido su objetivo se fueron areunir con los demás, entre todos solo habían conseguido unas 100 firmas esoquería decir que el consejo de padres no podría hacer mucho.

−Igualvamos a enviarlas. −Les dijo Draco. −Puede que no lo podamos echar, pero seguroque le llamaran la atención para que sea más profesional.

−Esperoque te hagan caso. −Y guardando las firmas y escribiendo una carta, la atarontodo a una lechuza y lo enviaron, ahora solo tenían que esperar a que lesllegara.

Unosdías más tarde, Lucius llegaba con las firmas y la carta de su hijo a hogwartsy se fue directo al despacho del director.

−Buenosdías Lucius, ¿algún problema? −Le pregunto Dumbledore.

−Sí.−Y le enseño la carta y las firmas. −Parece ser que algunos alumnos no ven queel profesor Lockhart les este enseñando, así que han reunido firmas para que sehaga algo al respeto, no han reunido las suficientes para echarlo pero si paraque se le llame la atención. −Y lo miro. −Aunque son niños algunos quierenaprender, así que como representante del consejo escolar, vengo a pedirte quehagas algo al respecto.

Eldirector cogiendo la carta la leyó y luego miro las firmas, habían bastantes,no para que echaran a Lockhart pero si las suficientes para llamarle laatención.

−Hablarecon él.

−Esoespero, porque esto es una escuela no un salón para tomar el té. −Y levantándosele dijo: −Espero que no tenga que venir de nuevo con otra carta de los alumnos,sino esta vez sí que lo echaremos, el consejo está de acuerdo. −Y tras decireso se fue.

Unosdías más tarde, las cosas iban mejor, aunque no como a muchos les gustaría perosi lo suficiente para que los alumnos aprendieran lo mínimo.

Elsábado por la mañana, era el primer partido de Harry y Draco y estaban muynerviosos, después de desayunar se fueron a los vestuarios a cambiarse.

−Harrytranquilo. −Le dijo Oliver mientras esperaban ser llamados.

Elniño lo miro. −¿Cómo fue tu primer partido?

−Bien,hasta que una bludger me golpeo y me desperté una semana después.

−¡Capitán!−Harry lo miro. −Si piensas que así me voy a tranquilizar estás muy equivocado.

Elchico lo miro. −Que me pasara a mi no quiere decir que te vaya a pasar a ti.

Yantes de que Harry pudiera decir algo, les llamaron.

Despuésde las presentaciones y de las normas el partido empezó.

Yaunque Harry y Draco estuvieron muy reñidos al final fueron los gryffindorquienes atraparon la snitch.

Gracias a todas por ayudarme, ya tengo la idea para quien será quien le entregue el diario a Ginny, de nuevo muchas gracias a todas por ayudarme tanto.

Unavez el partido término, Harry se acerco a Draco. −Lo has hecho genial, hetenido que esforzarme un montón.

Dracolo miro. −La próxima vez te ganare.

−Losé, voy a tener que esforzarme más. −Y vio que sus tíos se acercaban.

−Lohabéis hecho estupendamente para ser vuestro primer partido. −Le dijo Sirius ymiro a Draco. −Draco no te preocupes por haber perdido, cada partido es unmundo diferente, ahora ha sido Harry quien ha atrapado la snitch, pero lapróxima puedes ser tu.

−Losé tío. −Y vio que llevaba una bolsa. −¿Qué llevas allí?

−Unregalo para el que ha perdido, para que no se sienta tan mal. −Y abriendo labolsa, mostro el pastel.

 

−Pastel.−Draco cogiéndolo miro a Harry. −Puede que hayas ganado, pero yo soy quien ríeel ultimo. −Y les enseño el pastel a sus amigos. −Es de chocolate y dulce deleche, esta súper bueno. −Y miro a sus tíos y a su padre. −Gracias.

−Denada. −Lucius lo miro. −No te lo comas solo sino te sentara mal.

−Nop,lo compartiré con mis amigos. −Y miro a Harry que no dejaba de mirar el pastel.−Es mío, tú has conseguido la snitch.

−Noes justo. −Y miro a su padrino. −Yo prefiero un pastel que la snitch.

Siriusse rio. −Pues no haber ganado, nos vamos, disfrutar de vuestras victorias. −Ydespidiéndose se fueron.

−DracoMalfoy. −Harry lo llamo. −Dame un trozo de pastel.

−Nop,mi tío me ha dicho que es mi regalo. −Y miro a Hermione. −A ti sí que te daréun trozo.

Laniña le sonrío. −Gracias Draco. −Y miro a Harry. −Nos vemos luego, voy a comerun trozo de ese delicioso pastel.

−Hermioneno. −Se quejo Harry.

−SiHarry. −Le dijo Hermione sonriéndole. −Nos vemos. −Y se fue con Draco y losotros slytherin.

Anteeso, Harry miro a sus amigos. −¿Por qué siento que he perdido?

−Porquehas perdido, tío nada supera un súper pastel, como el que tus tíos han traído. −Ledijo Dean.

−Sí.

−Harryanímate. −Le dijo Oliver. −No tenemos pastel, pero si tenemos refrescos,patatas y otras cosas.

Elniño lo miro. −Hay por lo menos chocolate.

Elcapitán le sonrío. −Hay chocolate.

−Puesme tendré que conformar. −Y suspirando se fue con los gryffindor, mientras losslytherin se iban al gran comedor y después de pedir un vaso de leche, sepusieron a comer el pastel.

Severusque pasaba por allí al ver el pastel se acerco.

−¿Quiénha traído el pastel? −Les pregunto.

Dracomirándolo le dijo: −Mis tíos y mi padre, es un regalo por haber perdido. −Ycogiendo el cuchillo corto un trozo y colocándolo con cuidado en un plato se lodio. −Para ti profesor, es de chocolate y dulce de leche.

Severuscogiendo el plato, lo miro un momento y luego miro a su ahijado. −Gracias.

−Denada. −Y mientras su padrino se iba, el siguió comiendo su pastel. −Puede quehaya perdido, pero mis tíos saben cómo animarme.

−Dracola próxima ganaremos. −Le dijo Blaise mientras comía su trozo.

−Esoespero, mientras disfrutare de mi pastel. −Y se rio. −¿Habéis visto que caratenia Harry? A él le encanta el pastel de chocolate.

−Creoque Harry hubiera preferido perder. −Le dijo Theo.

−Sí,bueno ha ganado así que no se queje. −Y feliz siguió comiendo su pastel dechocolate.

−Tustíos y tu padre saben cómo animarte. −Le dijo Pansy mientras comía su trozo depastel.

−Ellosson así, siempre tienen un pastel o un dulce, dicen que las cosas dulcesaniman.

−Síque lo hacen, y más si están tan ricas como este pastel. −Le dijo Hermione queestaba al lado de Draco comiendo su trozo.

Dracosonriéndole volvió a su trozo y así siguieron disfrutando de su pastel.

Unashoras más tarde, después de cenar, Harry se acerco a su primo. −¿Draco estababueno el pastel?

Dracoasintió. −Estaba buenísimo, era de la pastelería de Oliver.

−Traidor.

 

Elchico se rio. −Mucho, sabes que cuando es pastel no lo comparto con nadie.

−Ahoramismo no te puedo mirar, me siento traicionado. −Y haciéndose el ofendido sefue.

−Queteatrero ha salido. −Le dijo Blaise mirando divertido como Harry se iba.

−Mucho,mi tío dice que James el padre de Harry era igual, le encantaba hacerse la víctima,ahora me voy a dormir, estoy cansado. −Y así se fueron a dormir.

Aldía siguiente, por la escuela corría el rumor de que habían vuelto a petrificara alguien, y que era un alumno.

−Harry.−Draco se acerco. −¿Has escuchado lo que dicen?

−Síque lo he escuchado. ¿Quién crees que ha sido?

−Nolo sé, pero en slytherin no falta nadie.

−EsColin Creevey. −Les dijo Hermione acercándose. −Esta mañana no lo he visto enel gran comedor.

−¿Elniño que siempre lleva la cámara de fotos? −Le pregunto Draco, Harry le habíaexplicado lo del primer día, que no había dejado de hacerle fotos.

−Sí,es el único que falta.

−¿Estamuerto?

−No,petrificado, lo han llevado a la enfermería y le han tapado con una cortina. −Lesdijo Hermione y los miro. −He tenido que ir un momento a la enfermería estamañana y he visto la cortina.

−¿Estásbien? −Le pregunto Draco preocupado.

−Estoybien, cosas de chicas. −Le dijo la leona y les sonrío. −¿Vamos a clase?

−Síque si no llegaremos tarde. −Y así se fueron a clase.

Unashoras más tarde, en Londres los adultos volvían a recibir una carta de Harry.

−¿Quétal todo? −Le pregunto Hope.

−Mal.−Remus que la estaba leyendo los miro. −Parece ser que un niño llamado ColinCreevey ha sido petrificado y está ingresado en la enfermería.

Alescuchar eso, los adultos se preocuparon.

−¿Quévamos a hacer?

−Nopodemos hacer nada, no hasta que sepamos quien está atacando a los alumnos. −Ledijo Sirius.

−¿Vamosa dejar a Harry allí?

Siriuslos miro. −No me gusta, pero si, de momento lo vamos a dejar allí, Snape estacuidándolo y es bueno en su trabajo.

−Nome gusta la idea. −Les dijo Hope.

−Losé mama. −Le dijo Remus. −A mí tampoco me gusta. −Y le cogió de la mano. −Teprometo que si veo que las cosas van muy mal lo sacaremos. −Y miro a Sirius. −Losacaremos.

−Loharemos. −Y suspirando porque las cosas se estuvieran complicando tanto, siguióescuchando como Remus seguía leyendo la carta de su ahijado.

Unosmeses más tarde, después de navidades, las cosas se habían complicado mucho, nosolo Colin había sido petrificado sino también otros dos alumnos.

Undía Harry pasaba por el baño de las chicas, cuando escucho a alguien llorar,aunque era un chico y sabía que no podía entrar igual lo hizo.

Alentrar en el baño, vio que todo el suelo estaba mojado y que los grifos estabanabiertos así que acercándose los cerro.

Cuandotodo estuvo cerrado, miro en todas las cabinas y vio a una fantasma llorando.

−¿Perdonaestas bien?

Lafantasma al escucharle se giro. −¿Quién eres tú? −Le grito.

−HarryPotter, y siento haberte interrumpido ¿pero porque lloras?

−Mehan tirado un libro en la frente.

−¿Unlibro?

−Sí,esta por ahí. −Y le enseño un espacio del baño.

−Ahoravengo. −Y dejándola un momento sola, fue a mirar y como el fantasma le dijo notardo mucho en encontrar un libro, cogiéndolo miro las tapas y vio que había unnombre Tom Sorvolo Riddle.

 

Dejandoel libro de momento volvió al baño. −No llores, no creo que te vuelvan amolestar.

Lafantasma lo miro. −¿Tu también te vas a reír de mi?

−¿Porqué me tendría que reír de ti?

−Pormis gafas y porque soy fea.

Harryle sonrió. −Yo también tengo gafas, así que si me rio de ti, también me estaríariendo de mi, y si te llaman fea, les dices que se miren en el espejo que ellosson más feos.

−¿Harrydonde estas? −Se escucho.

−Yavoy. −Le grito y miro a la fantasma. −Lo siento me tengo que ir, tengo clases,además no tendría que estar aquí si me vieran me castigarían, nos vemos. −Ydespidiéndose se guardo el diario en la mochila y se fue.

Porla noche, cuando ya todos estaban durmiendo, Harry se puso a investigar el diarioque había encontrado, media hora más tarde, el chico estaba impresionado, habíavisto las memorias de un chico y se había enterado de muchas cosas.

Cuandoel sol saliera le enviaría una carta a sus tíos, ahora se iría a dormir ya eramuy tarde y estaba cansado.

Aldía siguiente después de clases, Harry estaba con sus amigos cuando seacercaron Sirius y Remus.

−Padrino,tío. −Harry les sonrió. −¿Qué tal todo por Londres?

−Muybien, hemos venido a hablar contigo, sobre la carta que nos has escrito.

−Losé padrino. −Y miro a sus amigos. −Nos vemos luego.

−Nosvemos.

Peroantes de que se fueran Neville se acerco corriendo. −Harry, tus cosas.

Harryque no entendía lo miro con el ceño fruncido. −¿Mis cosas? ¿Qué pasa con ellas?

−Alguienha roto tus cosas en nuestra habitación.

Alescuchar eso, Harry se fue a su habitación y vio que efectivamente su camaestaba desecha había plumas por todos lados y las sabanas estaban rotas, y nosolo era eso, su baúl estaba abierto y muchas de sus cosas estaban rotas, peroahora eso no importaba, mirando bien vio que el diario no estaba y miro a sustíos. −Se lo han llevado.

−¿Estásseguro? −Le pregunto Sirius.

−Sipadrino, no está aquí.

Elhombre asintiendo miro a los demás. −Vosotros podéis iros, nosotros ayudaremosa Harry a ordenar las cosas.

Harrymiro a sus amigos. −Mi padrino tiene razón, iros tenéis deberes que hacer ellosse quedaran aquí y me ayudaran.

−Luegote ayudamos con tus deberes. −Le dijo Neville.

Harryle sonrió. −Gracias Nev.

−Denada. −Y se fueron.

Cuandose quedaron a solas, Remus le dijo a Harry que se sentara en la cama, cuando lohizo, los adultos le preguntaron que había visto.

−Eldiario estaba en blanco y cuando una gota de tinta cayó en una de las páginasse la trago, como si nunca hubiera estado allí no dejo ninguna mancha, así quecogiendo mí pluma me puse a escribir, me dijo que se llamaba Tom Sorvolo Riddley que me llamaba Harry Potter entonces me enseño muchas cosas.

Siriuslo miro. −¿Qué te enseño?

−Estabaen la gran escalinata con un chico de slytherin, entonces el profesorDumbledore apareció y lo llamo Tom, y otros profesores bajaron cargando una deesas camillas antiguas y una sabana encima, el chico le pregunto al profesor siiban a cerrar la escuela, y él le dijo que si no atrapaban al culpable loharían, y entonces él chico le dijo que no tenía otro lugar donde ir, y se fuecorriendo hasta llegar a una habitación oculta, donde vio que Hagrid seocultaba y el chico Tom le dijo que no podía dejar que siguiera haciendo daño amas alumnos y entonces una araña se fue corriendo y entonces ya me sacaron.

 

Siriusmiro a su ahijado. −Harry lo has hecho muy bien, explicándonos todo lo que teenseñaron, pero Harry entiende que a veces lo que ves no es la verdad.

Anteeso, el chico lo miro sin entender. −¿Qué quiere decir eso, padrino?

−Queese chico Tom Sorvolo Riddle es en verdad Voldemort, se llamaba así cuandoestuvo estudiando aquí en hogwarts.

−¿Esverdad?

−Loes. −Le dijo Remus. −Tom te ha enseñado lo que él ha querido, no sé como lo hahecho aun, pero lo ha hecho para que tu mires a otro lado.

−¿Yo?¿Por qué a mí?

−Porquele dijiste como te llamabas, y ese fantasma o lo que sea, sabe que tudestruiste a Voldemort cuando apenas era un bebe y ahora él quiere que se mirea otro lado. −Y miro a Sirius. -Y es lo que haremos. −Y miro de nuevo a susobrino. −Harry no le digas a nadie lo que has visto, olvídate de ello.

−Nosé si podre, pero lo intentare.

Siriusle sonrió. −Yo se que tu podrás, ahora nos tenemos que ir.

−Sipadrino.

−Harrypórtate bien, y por favor no hagas nada, prométemelo.

Elchico asintió. −Padrino no hare nada, te lo prometo.

−Gracias,una última cosa, ¿Dónde encontraste el diario? No lo has dicho.

−Enel baño de las chicas del segundo piso, sé que no tendría que haber entradopero escuche a alguien llorando y vi a una fantasma con el uniforme deravenclaw llorando y los grifos abiertos.

Remusacercándose le puso la mano en la mejilla. −Harry no te preocupes, no pasanada, esta vez no te diremos nada. −Y le sonrió.

Harryle sonrió. −Gracias tío.

−Denada, pero no olvides que como a ti te gusta que te dejen en paz en laintimidad del baño a las chicas igual.

−Sitío.

−Bien,ya nos tenemos que ir, nos vemos pronto.

−Sí.−Y miro a Sirius. −Atrapar muchos malos.

Supadrino le sonrió. −Lo haremos, ahora ordena todo esto, si necesitas algo nuevoavísanos.

−Sipadrino. −Y miro a su alrededor. −Espero que no hayan roto las fotos.

−Lascopias están en casa, así que si las han roto te las enviaremos.

Harryle sonrió. −Gracias.

−Denada, nos vemos.

−Sí.−Y viendo como se iban, Harry se puso a ordenar sus cosas, por suerte no lehabían roto muchas cosas así que pudo ir con sus amigos a hacer los deberes.

EnLondres, Sirius y Remus, se reunieron con Lucius y Jack y le explicaron todo loque Harry les había dicho.

−¿Siriusquieres que haga algo? −Le pregunto Jack.

−Demomento no, sabemos muchas cosas, como que el diario es algún tipo de arma queusa Voldemort, también que quiere que creamos que Hagrid fue el culpable de lamuerte de Mirtle, pero aun no se qué tipo de criatura tiene Voldemort en supoder y como se mueve sin ser vista. −Y miro a Lucius. −¿Alguna vez te explicoalgo?

−No,solo que se sentía muy orgulloso de ser descendiente de slytherin, creo que loque ataca a los alumnos está en la cámara de los secretos, se que siempre handicho que es una leyenda, pero algo me dice que es verdad, que esa cámara de laque todos hablan pero que nunca nadie ha visto existe.

 

−Puedeser. −Le dijo Remus. −Hogwarts es enorme y ni siquiera nosotros hemos vistotodas las cosas que hay.

Siriusque hacía tiempo que no decía nada, miro a Jack. −Ahora que lo pienso, si quequiero que hagas algo.

−¿Elqué?

−Quieroque averigües, donde murió Mirtle, algo me dice que lo de la cámara y la muertede esa chica está conectado.

−Esoserá sencillo, ¿algo más?

−Demomento no, hazlo cuanto antes, quiero que esto se termine cuanto antes, Harryy los niños me tienen muy preocupados.

−Notardare mucho.

−Gracias.

−Denada. −Y diciéndoles que los vería pronto se fue.

Unassemanas más tarde, el equipo de gryffindor iba a entrar en el campo, cuando laprofesora McGonagall los paro.

−Elpartido se ha suspendido. −Les dijo. −Ir a la sala común.

−Peroprofesora no pueden suspender el partido. −Se quejo Oliver.

−SeñorWood, hágame caso. −Y miro a Harry. −Usted me acompañara. −Y sin dejar quenadie dijera nada más, se llevo a Harry.

Enla enfermería, vio a Draco llorando.

−Draco.−Harry se acerco corriendo y vio porque su primo lloraba, habían petrificadoHermione. −Hermione no.

−Laseñorita Granger llevaba esto con ella. −Les dijo la profesora McGonagall y lesenseño un espejo. −Estaba cerca de la biblioteca. ¿Saben porque estaba allí?

−¿Yeso que importa? −Draco limpiándose las lagrimas la miro furioso. −En vez depreguntar tanto, tienen que atrapar a quien está haciendo todo esto.

−Misobrino tiene razón. −Se escucho, los tres girándose vieron a Sirius, Remus yLucius.

−Papa.−Draco acercándose lo abrazo. −Han hecho daño a Hermione.

Luciusseparándose lo miro. -Draco, Hermione pronto estará bien. −Y miro a laprofesora McGonagall. −¿Dónde está Dumbledore cuando atacan a sus alumnos?

−Haido a Londres, después de este ataque han detenido a Hagrid, y Dumbledore hatenido que ir a testificar.

−Comosiempre no está cuando se le necesita. −Le dijo Sirius y miro a la profesora. −Cuandolo vea, le dice que pronto recibirá una notificación de mi abogado, los Grangerestán realmente disgustados por lo que le ha pasado a su hija. −Y miro a susobrino. −Harry nos tenemos que ir, tenemos muchas cosas que hacer.

−Sipadrino.

−Nosvemos. −Y así los tres hombres se fueron, mientras Harry y Draco se quedabanHermione.

Unosdías más tarde, en Londres, los hombres trabajan sin descanso para encontrar alatacante de hogwarts.

Mientrasen la escuela, Draco y Harry se pasaba horas y horas al lado de Hermione.

−Hermionepronto volverás a estar bien. −Le dijo Draco un día, mientras le acariciaba lamano cerrada, entonces noto algo frio.

Elniño mirando la mano, vio que allí había un papel, así que abriéndole la manocon cuidado lo cogió.

−Harry.−Draco le llamo en un susurro, para que nadie más los escucharas.

Elniño lo miro. −¿Por qué susurras?

−Mira.−Y le enseño el papel.

−¿Dóndelo has encontrado?

−Enla mano de Hermione.

−Vamos.−Y saliendo fuera leyeron lo que ponía, el papel hablaba de un basilisco yhabía una pequeña nota en un lado. −Cañerías. −Y ante eso los dos se miraron. −Hermioneha descubierto quien está atacando a los alumnos y por donde. ¿Tu sabias algo?

 

−No.−Le dijo Draco. −Ojala me lo hubiera dicho, así no la hubieran atacado.

−Draco.−Harry lo miro. −No te sientes mal, Hermione pronto se despertara, además sihubieras estado con ella puede que tu hubieras muerto o ella, y eso es aunpeor.

−Losé, pero le han atacado y yo no estuve allí para cuidar de ella.

−Cuandose despierte podrás cuidar de ella.

−Alumnostodos a vuestras salas comunes, que los profesores vayan al pasillo del segundopiso. −Se escucho por megafonía.

Anteeso, los niños se miraron. −¿Qué habrá pasado?

−Nolo sé, pero vamos. −Y así los dos primos sin ser vistos fueron al pasillo delsegundo piso y vieron que había una pintada en la pared, por lo que pudieronleer, vieron que habían secuestrado a un chico.

−¿Aquién han secuestrado? −Le pregunto Severus a la profesora McGonagall.

−AGinny Weasley, y me temo que pueden que la maten.

−Yome ocupare de todo. −Les dijo Lockhart. −Yo la liberare.

Anteeso, los profesores lo miraron sin creérselo, ese hombre no era más que unvanidoso que no dejaba de mirarse todo el tiempo en el espejo.

Despuésde hablar un par de cosas más, los profesores se separaron y los chicossiguieron a Severus.

−Padrino.−Draco lo llamo cuando estuvo que nadie lo podía escuchar.

Alescuchar que lo llamaban, Severus se giro y los vio. −¿Qué hacéis aquí? Es muypeligroso, tenéis que ir inmediatamente a vuestras salas comunes.

−Ahorairemos, pero ten. −Y le dio el papel que había encontrado en la mano deHermione. −Lo tenía Herms.

Severusacercándose a una de las antorchas que allí había, se puso a leer. −Basilisco. −Ycomo los niños leyó la pequeña nota. −Cañerías. −Ahora lo entendía todo, y miroa los chicos. −Ir inmediatamente a vuestras salas, esta noche terminara todo,pero no podemos estar pendientes de las dos cosas, de vosotros y del basilisco.

−Sipadrino. −Le dijo Draco. −Iremos a nuestras salas comunes.

−Esoespero. −Y diciéndoles que luego los vería se fue.

−Tenemosque hacerle caso. −Le dijo Harry a Draco. −Aunque queramos ver al basilisco.

−Losé. −Le dijo el slytherin y miro a su primo. −Vamos a nuestras salas comunes.

−Sí.−Y así al llegar a las escaleras, se despidieron y cada uno se fue a su salacomún.

Mientrasellos hacían caso a Severus, el profesor llamaba a los demás.

Enla sala de profesores de pociones, Severus les daba la nota. −Es un basiliscolo que está atacando a los chicos, Hermione lo descubrió antes de ser atacada.

Siriuscogiendo el papel, vio que efectivamente era un basilisco.

−¿Dóndeestá Dumbledore? A que lo adivino, no está de nuevo aquí.

−No,el ministro le ha llamado para que le explicara porque no está haciendo nadapara parar los ataques.

−Entonceslo haremos nosotros. −Le dijo Sirius y miro a los demás. −Un basilisco no escosa de niños, vamos a tener que ir bien preparados.

−Tengoalgunas cosas que nos pueden ir bien. −Le dijo Severus y acercándose a suarmario, cogió algunas pociones y las guardo en una bolsa. −Ya estoy, podemosir.

−Sí.−Y así Sirius, Severus, Lucius, Jack y Remus iban al segundo piso. −Por lo quehemos averiguado Mirtle es la única chica que murió hace 50 años, cuando lacámara fue abierta por primera vez, Harry nos dijo que acostumbra a estar en elsegundo piso.

 

−¿Creesque la puerta está allí? −Le pregunto Jack.

−Nolo creo estoy seguro, son demasiadas coincidencias, que Mirtle muriera allí,que Harry se encontrara los grifos abiertos y que el diario de Tom estuvieraallí, todo está enlazado.

Alllegar a los baños, los adultos se pusieron a mirar bien para encontrar algoque les dijera que la puerta estaba allí, después de buscar mucho, Remus encontróuna serpiente en uno de los grifos. −He encontrado unas serpientes.

Alescuchar eso, los demás se acercaron y vieron que efectivamente había unasserpientes.

−Ostocara hablar en parsel a alguno de los dos. −Les dijo Remus tanto a Siriuscomo a Lucius.

−Odioese idioma. −Protesto Sirius y miro a Lucius. −Te toca.

−Siempreme toca al trabajo más molesto. −Le dijo pero aun así dijo unas palabras yentonces los grifos empezaron a moverse y aparecieron unas escaleras.

−Hasido bastante sencillo. −Le dijo Sirius.

−Losencillo se termina aquí. −Les dijo Jack mirándolos. −Tenemos que irpreparados, a saber que nos encontraremos allí abajo. −Y sin decir nada masbajaron las escaleras.

Unashoras más tarde, los cinco subían llenos de sangre y heridos, esa batalla nohabía sido fácil pero por suerte habían encontrado a Ginny con vida, aunque sesentía muy débil.

−Sirius,lleva a Ginny a la enfermería. −Le dijo Remus dándosela, la niña se habíadesmayado. −Que no te vean.

−Sí.¿Qué haréis vosotros? −Le pregunto mientras la cogía en brazos.

−Nada,volveremos a Londres donde nos bañaremos y esperaremos a ver qué pasa, loimportante es que Ginny está bien, y que tenemos el diario, ahora podemosinvestigar del porque el alma de Tom joven atacaba a los niños y como lo hacía.

−Remustiene razón. −Le dijo Lucius mirando a su amigo. −Severus tú ves a dejar a laniña a la enfermería y luego vuelve a tu habitación.

−Lohare. −Y despidiéndose los hombres volvieron a Londres, mientras Severusllevaba a Ginny a la enfermería, por suerte no se encontró a nadie, lo quemenos quería es que lo encontraran llevando a la alumna en brazos.

Unavez dejada en la enfermería, le lanzo un obliviate para que no recordara las últimashoras, quien le había salvado y todo eso.

Conese trabajo hecho, se fue a su habitación, donde se baño y se metió en su camadonde se durmió en seguida.

Aldía siguiente, la enfermera se sorprendió al ver a Ginny allí, inmediatamentellamo a la profesora McGonagall donde esta le hizo muchas preguntas y al finalel ministro llego y al ver que la niña no le daba las respuestas que quería, sela llevo al ministerio.

Enuna sala de interrogatorios, el ministro y otros adultos no dejaban de hacerlemuchas preguntas a Ginny, la niña que estaba muy asustada hacía tiempo quehabía dejado de responderlas y solo estaba llorando, mientras Arthur les pedíaque la dejaran en paz, que solo era una niña.

−Noes una niña. −Le dijo Cornelius. −Tu hija ha atacado a seis alumnos dehogwarts.

Arthurle iba a decir por sexta vez que ella no era la culpable cuando la puerta seabrió y apareció Sirius con su abogado.

−¿Quéhace aquí? −Le pregunto el ministro. −Ustedes no tienen nada que hacer aquí.

−Eneso se equivoca. −Le dijo Sirius mirándolo. −Creo que se olvida de que Arthures hijo de mi tía Cedrella Black Weasley eso quiere decir que Ginny es misobrina y aunque hace años que no nos tratamos, ella está bajo mi protección,así que yo me ocupare de esto. −Y sentándose al lado de Ginny que no dejaba dellorar le dio un pañuelo y le acaricio el cabello. −Ginny no te preocupes,nadie te volverá a gritar. −Y la miro. −Pero necesito saber que paso, ¿me lopuedes explicar?

 

Antesde que nadie volviera a decir nada, Remus entro con una bolsa y le sonrió aSirius. −Los he encontrado.

Elhombre le sonrió. −Estupendo, dáselos.

−Sí.−Y acercándose a Ginny le dio una caja. −Son unos bombones muy buenos, elchocolate siempre anima.

−Esun interrogatorio, no se aceptan chocolates. −Se quejo Cornelius y miro aSirius. −Esta niña es una criminal.

−Cállate.−Le dijo Sirius y levantándose lo miro con ojos furiosos. −No culpes a una niñade unos crímenes que no ha cometido, además era un basilisco quienes atacaban alos niños y Ginny es gryffindor y no sabe hablar parsel.

−Túmismo has dicho que es una Black.

−Idiotadescerebrado. −Le llamo Sirius y miro a Jack. -No tengo ni ganas ni ánimos deexplicarle nada, por favor llévatelo, estamos perdiendo el tiempo y Ginnyseguro que está cansada así que tenemos que terminar con esto cuando antes.

−Tienesrazón. −Le dijo Jack y miro a Cornelius. −Señor ministro si quiere permaneceren esta sala tendrá que mantenerse callado, sino tendrá que abandonar el lugarahora mismo.

−Nopuede hacer eso, yo soy el ministro.

−Eneso se equivoca. −Le dijo el abogado. −Sirius como patriarca de los Black,tiene el 61% del poder aquí en Londres y si nunca lo ha usado es porque nuncalo ha necesitado, ahora está ejerciendo ese poder, así que el que va sobrandoes usted, así que no diga nada más o lo tendré que echar. −Y miro a su clientey amigo. −Ya puedes empezar.

−Si,por favor que todo quede bien registrado.

−Sí.−Y sentándose a un lado, saco una pluma y un cuaderno para apuntar todo lo queGinny les diría.

Siriusaunque había mirado fríamente al ministro le sonrió a Ginny. −¿Me lo cuentaspor favor?

Laniña miro a su padre. −Ginny no te preocupes, Sirius es un buen hombre haceaños que lo conozco.

−Estábien. −Y miro a su tío. −Un día estaba en hogwarts, cuando me choque con unchico, creo que era mayor pero no recuerdo bien, después de recoger mis cosasme fui a mi habitación y al llegar me puse con mis deberes y entonces vi elcuaderno, en un momento pensé en devolverlo pero no recordaba su cara y como teníamuchos deberes lo deje a un lado.

Unassemanas después lo volví a encontrar me había olvidado de el completamente ymirándolo bien vi que estaba en blanco y me puso a escribir en él y entonces vique me respondía.

Ymiro a su padre y se puso a llorar. −Pero yo no quería hacer daño a nadie.

−Losé mi niña, ¿Qué paso luego?

−Cuandovi todo lo que hacía lo tire al baño y allí lo encontró Harry.

−¿Harry?−Y miro a Sirius. −¿Tu sobrino?

−Sí.−Y miro a Ginny. −¿Cómo supiste que lo tenía él? Alguien entro en su habitacióny se lo quito.

−Fuiyo, por la noche en que tire el diario al baño, baje a buscar agua cuando lovi, vi que escribía en el diario.

−Asíque se lo quitaste.

 

−Sí.−Y miro a Sirius. −Sabia que ese diario iba a por él.

−¿Porqué no lo dijiste antes? No te estoy culpando de nada, pero creo que si lohubieras dicho no hubiera pasado lo que paso.

−Teníamiedo de que me culparan como lo está haciendo el señor ministro, no quiero queme separen de mis padres.

−Ginny.−Arthur la abrazo. −Nadie nos va a separar. −Y miro a Sirius. −¿Verdad?

−Verdad.−Y miro a Ginny de nuevo. −¿Sabes quién te rescato? Sabemos que tesecuestraron. −Tenía que estar seguro de que no dijera nada sobre ellos, lo quemenos quería es que los empezaran a molestar antes de encontrar a Voldemort ymatarlo definitivamente.

−Nolo sé, me desperté en la enfermería de hogwarts, con la profesora McGonagallhaciéndome muchas preguntas.

Anteeso Sirius asintió y lanzo un suspiro en su interior, tenía suerte de que Snapele hubiera lanzado un obliviate pero ni loco se lo agradecería, antes setendría que comer mil grajeas de sabores raros.

−¿Jacklo tenemos todo?

−Sí.−Y miro a Arthur. −Señor Weasley ya se puede llevar a su hija, ella no esculpable de nada, solo de encontrarse un viejo diario.

−Gracias.−Y miro a Sirius. −Gracias.

−Denada, ahora llévatela seguro que está cansada y hambrienta.

−Sí.

−Noos olvidéis de los bombones. −Le dijo Remus sonriéndoles. −Están buenísimos. −Yviendo como cogían los bombones y se iban miro a Sirius. −Nosotros también nostenemos que ir, tenemos trabajo del que ocuparnos.

−¿Quétrabajo? −Les pregunto el ministro, odiaba que lo dejaran al margen y mucho másSirius que era tan poderoso.

Siriuslo miro. −No se tu, pero yo tengo que ocuparme de mi negocio hotelero, no selleva con el poder de la mente y Remus de su librería. −Y miro a Jack. −Nosvemos pronto.

−Sí,iros a trabajar.

−Sip.−Y sonriéndole se fue con Remus.

Unashoras más tarde, en hogwarts todos sabían que Ginny era la que había ocasionadolos ataques de los estudiantes.

−Estu culpa, tendrías que estar pudriéndote en Azkaban. −Grito un estudiante aGinny.

−Dejaen paz a mi hermana, ella no tiene culpa de nada. −Le dijo Ron.

−Síque lo es. −Le grito otro alumno.

−¡Bastaya! −Se escucho.

Losque estaban allí se giraron y vieron a Harry con sus amigos.

−Vayapanda de valientes. −Dijo Harry mirándolos. −¿Os sentís valientes, al atacar auna niña de 11 años?

−Ella

−Ellanada. −Le dijo Draco mirándolo. −El ministerio la ha declarado inocente y tú noeres nadie para decir lo contrario. −Y miro a los demás. −Ni tampoco vosotros,así que fuera.

Peroninguno se movió.

−Veoque habéis olvidado quien soy. −Les dijo Draco mirándolo. −Yo, escuchar bien,yo soy Draco Lucius Malfoy Black, y Sirius Black es mi tío, eso quiere decirque tengo su protección y si lo quiero le digo que os eche a todos, así que sino queréis salir de hogwarts antes de que el sol se oculte os iréis y novolveréis a molestar.

−Eltiene razón. −Le dijo Harry. −Sin contar que cuenta conmigo. −Y los miro. −Mipadrino es Sirius, así que ya os podeis ir marchando.

Anteesa amenaza todos se fueron corriendo, lo que menos querían era que los echarande hogwarts.

Cuandose quedaron solas, Ginny miro a los mayores. −Gracias.

 

Harryla miro y miro a Ronald que tan mal le caía. −No pienses lo que no es, tu no megustas nada, no solo eres un tipo sin modales, sino que siempre tratas mal aHermione y ella es mi hermana, solo hago esto porque mi padrino me lo hapedido. −Y miro a Ginny. −No te preocupes nadie te volver a molestar. −Y miro aRon de nuevo. −A ti te pueden molestar todas las veces que quieran que lomirare mientras me rio.

−Harry,vámonos estamos perdiendo el tiempo, con este tipo. −Le dijo Draco.

−Yavoy, Draco. −Y miro a su primo. −Siempre impaciente.

−Ytu siempre a tu ritmo, vamos, que tenemos una pila de deberes.

−Vamos.−Y se fueron con los demás.

Siento el retraso del capítulo pero potterfics no quería cargarse, en unas horas tendréis el capítulo 50

Mientraslos niños estudiaban, Dumbledore de nuevo pensaba en quien había podidoatravesarse en sus planes, no es que estuviera encantado con tener a Voldemortallí, pero había hecho tantos planes para Harry que le molestaba que las cosasno salieran como él quería.

Yahora para mas molestia tenía que buscar un nuevo profesor de defensa, Lockhartno serbia de nada, solo era un tipo inútil con aires de grandezas.

Aunquelas cosas para Dumbledore no iban bien, los demás estaban muy tranquilos.

Siriusle había pedido a Jack, que investigara porque Tom había podido hacerse con undiario antiguo, su abogado no había dudado en aceptar ese trabajo, Harry sehabía convertido en un hijo para él, y llegaría hasta donde fuera paraprotegerlo.

Unosdías más tarde, en hogwarts, en el gran comedor, los alumnos estaban cenando,cuando Dean miro a Harry.

−Harry.

Elniño lo miro. −Dean.

−Hermione.−Y la señalo.

Lapequeña leona se acerco corriendo y lo abrazo.

−Harry.

−Hermione.−Y le sonrió. −Alguien te lleva esperando mucho tiempo.

−Losé. −Y sonriéndole se acerco a Draco y lo abrazo.

Dracoal ver a Hermione levantada y sonriéndole, le sonrió, por fin después de muchassemanas preocupado, su persona especial volvía a estar bien.

−Tehe extrañado. −Le dijo el chico.

−Losiento.

−Noes tu culpa, ahora tienes que ir a cenar, mañana pasaremos el día juntos.

Hermionele sonrió. −Lo haremos. −Y aunque todos los miraban, no le importo y le dio un besoen la mejilla y se fue a sentar al lado de Harry.

−¿Quéte ha dicho? −Le pregunto Harry mirando a su amiga.

−Quemañana pasaremos el día juntos. −Y le sonrió. −Tengo muchas ganas.

−Yel también, estaba muy preocupado. −Y la miro seriamente. −Prométeme que no harásninguna tontería más, ¿Cómo se te ocurre ir en busca del basilisco tu sola?

Hermionelo miro. −Yo no lo busque, solo buscaba información para que los adultoshicieran bien su trabajo.

−Igualno lo vuelvas a hacer.

−Nolo volveré a hacer, pase mucho miedo.

−Esnormal, es un basilisco, por suerte ya está muerto.

−¿Sabesquién ha sido?

Harrynegó. −No, y el profesor Dumbledore y los demás quieren saberlo.

−Seaquien sea, es muy valiente.

−Mucho,ahora cena, que ya se está haciendo tarde.

Anteeso, Hermione se rio. −Eso ha sonado como mis padres.

Harryle sonrió. −Me lo dicen mucho en casa, Harry cena que se está haciendo tarde,así que yo te digo lo mismo.

 

−Sí.−Y sonriéndole de nuevo se lleno el plato de comida y se puso a cenar.

Unassemanas más tarde, eran las vacaciones de verano, así que los alumnos guardandosus cosas en sus baúles se fueron al gran comedor para desayunar antes de irsea buscar el tren.

Losslytherin estaban por ir al comedor, cuando se encontraron con unos niñosmayores que se estaban metiendo con una mata de cabello rubio.

Dracoque tenia la misma vena chafardera que su tío Sirius, no lo pudo evitar y semetió.

−¿Quéhacéis?

Alescuchar esa voz, todos lo miraron y el joven Malfoy pudo ver que la niña rubiaera la ravenclaw que les había ayudado con las firmas para echar a Lockhart.

−¿Noos da vergüenza? −Les pregunto Theo. −Os estáis metiendo con una alumna deprimera, cuando vosotros sois de cuarto incluso de quinto.

−Laedad no importa. −Dijo uno de ellos.

−Laedad no importa. −Imito Draco y los miro con sus ojos grises. −Y por lo que veoel cerebro tampoco, dejar de molestar a esa chica.

−Malfoyno tienes suficiente con la sangre sucia, que ahora también quieres a la locaLovegood.

−Loque yo quiera o deje de querer no es de vuestra incumbencia, ahora dejar en paza Lovegoodd, sino el próximo curso, puede que la carta de hogwarts, no aparezcaen vuestra puerta.

−Nome hagas reír. −Le dijo uno de los chicos. −Tú no puedes hacer eso, solo eresun alumno mas, aunque seas muy Malfoy.

−Puedeque yo no, pero si mi tío Sirius Black.

−Elseñor Black, jamás te escuchara.

−Puedeque a él no, pero a mí sí. −Escucharon.

Alescuchar esa voz, todos se giraron y vieron a Harry. −Mi padrino Sirius nuncame niega nada, y si yo le digo que hay unos matones en la escuela, ¿Qué creéisque hará? Os sacara inmediatamente, cuando se trata de mi seguridad él es elpeor de todos.

Anteeso nadie supo que decir.

−¿Quiénse ríe ahora? −Les pregunto Draco. −Sirius Black se toma muy en serio nuestra seguridad,al fin y al cabo el es el patriarca de la familia y nosotros somos su familia,así que ahora, ¡marcharos!

Porsuerte esta vez sí que lo escucharon y se fueron corriendo.

Cuandose quedaron solos, Harry miro a Draco. −Siento haberme metido, se que tu eresmuy capaz de resolver esto, pero sabes que odio que se metan contigo.

−Teperdono, no pasa nada. −Y miro a Luna. −No te volverán a molestar.

−Gracias.

−Denada, ha sido cosa de Theo. −Y sonrió a su amigo castaño. −Sé un buen caballeroy acompáñala al gran comedor. −Y miro a Harry. −¿Has desayunado?

−No,cuando no te he visto en el gran comedor te he venido a buscar.

−¿YHermione?

−Noquería que viniera, he prefiero que se quedara desayunando.

−Mejor,ahora vamos a desayunar nosotros. −Y miro a Theo. −Haz de caballero debrillante armadura y acompaña a Luna al gran comedor. −Y riéndose con Harry yBlaise de fueron al gran comedor dejando a esos dos allí solos.

Decamino al gran comedor, Draco, Harry y Blaise se iban riendo.

−¿Habéisvisto que cara se le ha quedado a Theo? Creo que cuando nos vea nos lanzara unpetrificus.

−Seguramente,creo que nos tendremos que esconder.

−Sí.−Y así de buen humor se fueron al gran comedor.

Despuésde desayunar, ya cogieron sus cosas y se fueron a buscar el tren, unas horas mástarde llegaban a Londres.

 

Enla estación, los adultos estaban esperando a sus niños cuando el tren hizo suaparición y pronto las puertas empezaron a abrirse y en estampida los chicosbajaron.

Harryal ver a su padrino y su tío, se acerco corriendo.

−Padrino.−Y lo abrazo.

−HolaHarry, ¿todo bien?

−Sipadrino. −Y abrazo a Remus. −Tío.

−Harry,¿has leído mucho?

Elchico asintió. −Desde pascua he leído un libro al mes, sé que no es tanto como leíaantes, pero tres son algo.

Remusle sonrió. −Un libro al mes es mucho, hay gente que no lee ni eso.

−Yque lo jures. −Y entonces le vino a la mente el mono descerebrado, ese no cogíani un libro para estudiar, olvidándose de él, miro a los dos hombres. −Nosvamos a casa?

−Sí,que ya se está haciendo tarde.

−Vamos.−Y cogiendo sus cosas, iban a salir de la estación cuando se encontraron conlos Weasley, al verlos Harry tuvo que hacer un gran esfuerzo para no poner carade fastidio esa gente no le caía para nada bien.

−Buenastardes. −Les saludo Arthur.

−Buenastardes, nosotros ya nos vamos a casa, Harry está cansado.

−Sitío. −Y miro a Remus. −Esta mañana unos matones han querido hacer daño a LunaLovegood, y claro no podíamos dejar que le hicieran daño.

Anteeso los adultos lo miraron. −¿Luna Lovegood?

−Sí.−Y vio que se acercaba. −Luna.

−HolaHarry. −La niña se acerco sonriendo y le agarro de la mano. −Gracias por lo deesta mañana.

−Denada, te presento. −E hizo las presentaciones. −Ellos son mis tíos Remus Lupiny Sirius Black. −Y miro a sus tíos. −Ella es Luna Lovegood.

Losadultos la miraron y sonrieron, se notaba que era muy inteligente.

−Buenasnoches Luna. −Le dijo Sirius. -Harry ya nos ha contado lo de esta mañana. ¿Estásbien?

−Síseñor, gracias.

−Denada. −Le dijo Remus sonriendo. −¿Te gusta el chocolate?

−Síque me gusta.

−Tío.−Harry le regaño. −Con el calor que hace y llevas chocolate en los bolsillos,la abuela tiene razón un día te los encontraras llenos de chocolate derretido.

−Noseas exagerado. −Le dijo Remus y cogiendo un chocolate se lo dio a Luna. −Parati.

−Graciasseñor.

−Denada. −Y miro a Harry. −Ahora si para casa, que tenemos un largo viaje hastallegar.

−¿Ymi tío y Draco?

−Debende estar ya en el coche.

−Entoncessí que vámonos, no quiero hacerles esperar. −Les dijo Sirius y despidiéndose detodos se fueron.

Unavez en el coche, Harry se relajo y miro por la ventana.

−¿Harryaun tienes problemas con Ronald? −Le pregunto Remus.

−Nohay ningún problema, lo ignoro completamente como me aconsejaste.

−Yhaces bien.

−Sitío, es que cuando lo veo me entran ganas de darle un puñetazo en la nariz.

Anteeso Sirius se rio. −A James le pasaba lo mismo con Snape.

−Yno solo a él. −Le dijo Remus mirándolo. −Muchas veces te tuve que sujetar paraque no fueras detrás de él.

−Lomío era diferente, yo solo ayudaba a James, pero el vaya, cada vez que veía a Lilycon Snape perdía todo de vista y se iba tras él como si de un toro se tratara.

Alescuchar eso, los niños se rieron.

Dracomiro a Harry con el ceño fruncido. −Espero que no te guste la niña Weasley.

 

−No.−Y le entro un escalofrió. −¿Te imaginas tener a Ronald que no tiene modales decuñado? Que miedo. −Y volvieron a reírse.

−Ydime Harry, ¿hay alguna niña que te guste? −Le pregunto Sirius.

−Norealmente solo tengo 12 años pero sí que me cae bien Daphne.

−Daphnees una niña muy bonita. −Le dijo Remus sonriendo a su sobrino. −Además tienecara de inteligente.

−Sitío. −Le dijo Draco. −Es la chica más lista de slytherin de nuestro año.

Yasí hablando de chicas y de todo un poco llegaron a casa de los Malfoy ydespidiéndose de ellos hasta el día siguiente, los demás llegaron a su casa.

Alllegar se encontraron con los Lupin y con Dora.

−Harry.−La chica levantándose se acerco y lo abrazo fuerte. −¿Qué tal tu año?

−Genial.−Y le sonrió, Dora le caía realmente bien, era súper divertida y encima siemprele trataba como un adulto no como a un niño de 12 años.

Trassaludar a su prima, se acerco a sus abuelos y los abrazo.

−¿Harrytodo bien? −Le pregunto Lyall.

−Siabuelo. −Y le sonrió. −Además tengo una nueva amiga.

−¿Unanueva amiga?

−Sí,se llama Luna Lovegood, la he conocido esta mañana, pero ya me cae muy bien.

LosLupin al escuchar que su nieto tenía una nueva amiga asintieron.

−Harryte tienes que bañar, que la cena ya está preparada.

−Yavoy abuela, tengo mucho sueño solo quiero dormir. −Y diciéndoles que notardaría mucho se fue a su cuarto.

Despuésde cenar, Sirius acompaño a Harry a su cuarto.

−Padrino.−Le llamo el niño cuando ya estuvo acostado en su cama.

−Harry.−Le dijo Sirius sentándose a su lado. −¿Todo bien?

−¿Quéhace Dora aquí? No es que me queje, pero es que la he notado rara.

Anteeso, Sirius se rio y lo miro. −Harry, Dora ya se ha hecho mujer y se ha fijadoen tu tío.

Alescuchar eso, Harry abrió mucho los ojos, ni en mil años hubiera pensado quefuera eso.

−¿Yse va a quedar aquí?

−No,ahora regresara a su casa, pero mañana si que estará aquí, trabajara a mediajornada en la librería, dice que quiere estar más cerca de Remus.

−¿Yqué pasa conmigo? −Le pregunto Harry. −Yo soy quien le ayuda en la tienda.

Siriusle sonrió. −Harry tu siempre podrás ayudarle en la librería, ella vendrá por latarde y tu iras por la mañana, nadie te quitara tu sitio.

−¿Melo prometes?

−Telo prometo. −Le dijo Sirius. −Harry tú eres lo más importante en nuestra vida,nunca te olvides de eso, ¿pero no crees que Remus tiene derecho a estar con unamujer?

Harrylo miro. −Padrino yo quiero que todos os caséis y tengáis muchos hijos, perosolo os tengo a vosotros.

−Losé Harry. −Y le puso una mano en la mejilla. −Pase lo que pase, tu siempre estaráscon nosotros, hasta que te fijes en una chica y entonces seas tú quien quierasvivir aparte.

−Buenoaun quedan muchos años. −Le dijo Harry que estaba más animado después de lascosas que Sirius le había dicho. −Y si que quiero que mi tío se fije en unachica, aunque Dora esta medio loca. −Y se rio. −Seguro que le va a dar muchosproblemas.

Siriusriéndose asintió. −Muchos problemas, esa chica no se da por vencida.

−Yola animare mucho.

−Hazlo,seguro que se pondrá feliz al saber que estas con ella, ahora a dormir que yase está haciendo tarde y tu estas cansado.

 

−Sipadrino. −Y quitándose las gafas se acostó bien y tapándose lo miro. −Padrino tútambién puedes casarte.

Siriusriéndose, le dijo: −Gracias por darme permiso.

Harryle sonrió. −De nada, buenas noches.

−Buenasnoches. −Y dándole un beso en la cabeza, salió de la habitación, vaya con losmocosos crecían antes de que se dieran cuenta.

Aldía siguiente, después de una mañana trabajando en la librería, Remus y Harrysubieron a su casa y vieron a Dora ayudando a Hope en la cocina.

−¿Quétal la mañana? −Les pregunto Hope.

−Muybien, abuela hemos vendido muchos libros. −Le dijo Harry.

−Esoes estupendo.

−Loes.

−Harryayuda a Dora a poner la mesa en la terraza hace buen tiempo así que loaprovecharemos. −Le pidió Hope.

−Siabuela. −Y entre los dos cogieron las cosas y se fueron a la terraza, mientrasponían la mesa, Harry miro a su prima. −Dora.

Lachica de 19 años lo miro. −Harry.

−Tedeseo mucha suerte con mi tío, espero que pronto se quiera casar contigo.

Anteeso, Dora soltó las cosas que tenía en la mano y acercándose lo abrazo. −GraciasHarry, mis padres piensan que me he vuelto loca que me tendría que fijar enalguien de mi edad.

Harryla miro. −Yo no sé mucho de estas cosas, solo tengo 12 años pero creo que unono decide quien le gusta, eso viene así y se queda allí para mucho tiempo.

Doraasintió. −Tienes toda la razón.

−Loque sí que puedes hacer, es enseñarles a mis tíos que lo de mi tío va en serio.

−Eslo que voy a hacer.

−¿Quées lo que vas a hacer? −Le pregunto Sirius que estaba apoyado en el umbral dela puerta.

−Padrino.−Harry lo regaño. −No está bien, escuchar conversaciones a escondidas.

Anteeso Dora asintió. −Harry tiene razón.

−Peroyo quiero saber. −Se quejo Sirius. −Yo nunca me entero de nada.

−Puesesta vez tampoco lo sabrás. −Le dijo Harry y mirando a Dora se pusieron a reír.

−Pequeñosmocosos. −Sirius los miro. −Entonces no os doy lo que tengo.

Harrymiro a su padrino. −¿Nos estas chantajeando?

−¿Yo?Que va. −Y sonriéndoles les dio lo que había comprado.

Harryal ver lo que era sonrió. −Padrino gracias, ¿Cuándo podemos ir?

−Eldomingo. −Le dijo Sirius, el hombre había comprado unas entradas para el thorpepark. −Iremos en familia, ahora guardarlas para que no se estropeen y seguimospreparando la mesa.

−Sipadrino. −Y guardando las entradas siguieron con la comida.

Despuésde comer, Harry se fue a dormir un rato la siesta, aunque ya tenía 12 años yestaba por cumplir 13 años le gustaba descansar después de comer, además esedía no había quedado con nadie.

Unashoras más tarde, cuando se despertaba vio que solo Sirius se encontraba allí.

−¿Padrinono trabajas?

Elhombre que estaba mirando la televisión lo miro. −No Harry, hoy ya he terminadotodo lo que tenía que era bastante y no me quería ocupar de nada más por hoy. −Yle sonrió. −¿Qué tal has dormido?

−Muybien padrino. −Y sentándose a su lado bostezo. −Pero aun tengo sueño.

−Esnormal, ¿me vas a decir que hablabas con Dora a la hora de comer?

Harrylo miro el no tenia secretos con su padrino, y no iba a empezar a tenerlos. −Dorame ha dicho que mis tíos no aceptan a tío Remus, dicen que es mayor para ella.

 

−BuenoHarry eso siempre pasa. −Le dijo Sirius apartándole el cabello de la frente. −Remusle supera por 13 años es normal que se preocupen.

Anteeso Harry frunció el ceño. −Los adultos complicáis todo, siempre decís que elamor es lo más hermoso del mundo y ahora lo miran mal, nunca os entenderé.

Siriusque sabía que Harry tenía razón asintió. −Tienes razón, los adultos complicamosmucho las cosas, pero es que somos complicados por naturaleza, hablando de otracosa, este año iremos a Grecia y a Turquia de vacaciones, ¿Qué te parece?

Elchico le sonrió. −Ya tengo ganas de ir.

−Iremosen agosto.

−Sip,¿Qué hacemos ahora?

−Quete parece si nos vamos a comer una pizza solo nosotros.

−Sipadrino, voy a cambiarme. −Y subiendo rápido a su habitación se cambio de ropay bajando cerraron todo bien y se fueron a comer una pizza.

Unassemanas más tarde, la familia ya había vuelto de vacaciones y estaban en elcallejón diagon comprando los útiles de la escuela.

−Harrymira. −Le llamo Draco y le enseño la nueva escoba que habían colocado en elescaparate de la tienda. −Es una saeta de fuego, mucho más rápida que la quenosotros tenemos.

−Megusta. −Le dijo Harry mirando bien la escoba. −Pero la mía solo hace un año quela tengo, así que esperare para comprármela.

−Yohare igual. −Draco lo miro. -Aunque mi escoba es más rápida que la tuya.

−Sípero no me importa, me gusta. −Y le sonrió, el año anterior cuando empezaroncon el quidditch habían decidido que no se iban a pelear por quien ganaba yquien no, ellos se conocían hacía muchos años y se llevaban muy bien, y lo quemenos querían es que una escoba o un partido estropeara eso.

−Chicosmirad. −Hermione se acerco con una bola naranja.

−¿Quées eso? −Pregunto Harry que nunca había visto nada igual.

−Esun gato. −Dijo Draco.

−Nosabía que los gatos tuvieran esa cara.

−Harryno te metas con Crookshanks. −Le regaño Hermione. −Es un gato muy bonito.

Anteeso Harry tuvo que hacer un gran esfuerzo para no preguntarle donde ella veíatal belleza pero bueno.

Siriusque había ido a comprar la comida de Hedwig al ver el gato que llevaba Hermioneen brazos se acerco y le hizo unos mimos.

−Holabonito.

Elgato ronroneando se tiro en brazos de Sirius y se enrosco allí.

−Blackveo que no solo las mujeres se te tiran encima. −Escucharon. −Ahora también losgatos te adoran.

Lafamilia girándose vio a una mujer muy hermosa sonriéndoles.

Siriusdevolviéndole el gato a Hermione se acerco y la abrazo. −Mary, creí que estabasmuerta.

−Sirius.−La mujer se refugió en sus brazos. −Cuando Lily y James murieron hui, teníamucho miedo.

−¿Tíoquién es? −Le pregunto Harry mirando a Remus.

Elhombre le sonrió. −Es Mary Macdonald, la mejor amiga de tu madre, ellas siempreiban juntas a todos lados.

−Mary,mi casa es tu casa, puedes venir. −Le dijo Sirius y miro a Remus. −¿Verdad?

−Claroque sí. −Y acercándose sonrió a su amiga de la escuela. −Mary nos has hechomucha falta.

−Remus.−La mujer soltando a Sirius abrazo a su amigo castaño. −Vosotros también me habéishecho falta.

 

Elhombre le sonrió. −Como dice Sirius mi casa es tu casa.

−Gracias,aun tengo mucho miedo.

−Esnormal, pero en mi casa no tienes nada que temer, ahora estamos terminando decomprar. −Le dijo Sirius y pasándole un brazo por los hombros la acerco a losdemás. −Familia ella es Mary Macdonald la mejor amiga de Lily. −Y los fuepresentando, cuando llego el turno de Harry, Sirius le sonrió. −El es Harry.

Lamujer al ver el parecido que tenia con James, trago. −Es igual que James.

−Loes. −Le dijo Remus y sonrió a su sobrino. −Mary, Lily y algunas chicas más eranlas únicas que siempre nos reñían.

−Bienque os lo merecíais. −Le dijo Mary y miro al hijo de sus amigos. −Harry es unplacer conocerte, seguro que Lily estaría orgullosa de ver que te hasconvertido en un joven fuerte y sano.

Elchico le agradeció las palabras. −Gracias.

−Denada.

−Vamos,que tenemos que seguir comprando. −Les dijo Sirius y cogiendo a Mary de la manosiguieron comprando las cosas que necesitaban.

Unashoras más tarde, ya volvían a su casa, cuando los Lupin vieron a Mary le dieronla misma bienvenida que los demás.

−Acompáñame.−Le dijo Sirius a Mary. −Te llevare a tu habitación.

−Gracias.

−Denada. −Y la llevo escaleras arriba hasta el único cuarto que sobraba,abriéndole la puerta la dejo pasar. −Puedes quedarte todo el tiempo quequieras.

Anteeso, la mujer se puso a llorar, Sirius la abrazo. −Mary aquí estas a salvo.

−Soyla única que sigue viva, Dorcas, Lily y Marlene están muertas y Alice sufrealgo peor, está en san mungo.

−Losé, Mary hemos sobrevivido para ver como nuestros seres queridos mueren sin quenosotros podemos hacer nada.

Marysin dejar de llorar lo abrazo fuerte. −No me abandones tú también.

−Nolo hare, aquí estarás a salvo, hay una barrera protectora que protege todo eledificio además los aurores se pasan de tanto en tanto, estamos más protegidosque el mismo ministro.

Lamujer lo miro con la cara llena de lágrimas. −¿Me prometes que aquí estaré asalvo?

−Sí,Mary. −Y le dio un beso en la frente. −Aquí nadie te volverá a lastimar.

−Eslo único que quiero.

−Losé. −Le dijo sin dejar de abrazarla.

Mediahora más tarde, Sirius bajaba y se sentaba en la mesa para comer.

−¿YMary? −Le pregunto Remus.

−Durmiendo,lleva mucho tiempo huyendo, por lo que me ha contado nunca se ha quedado muchotiempo en un sitio por si los mortifagos la buscaban.

−¿Padrinoporque la buscan? −Le pregunto Harry.

Siriuslo miro. −Ella es una mestiza gryffindor, y Mulciber un slytherin que un día seconvertiría en mortifago no dejaba de atormentarla.

−Quemiedo.

−Mucho,pero aquí estará a salvo, Mary siempre fue una chica muy fuerte, solo necesitasentirse protegida para que esa fortaleza vuelva.

−Aquínadie le hará daño. −Les dijo Lyall.

−Yase lo he asegurado, que aquí estará protegida, pero tiene tanto miedo que lecostara volver a confiar en alguien.

−Eltiempo nos dará la razón. −Le dijo Hope y miro a Harry. −Tienes que comer.

−Siabuela. −Y mientras escuchaba a los adultos hablar, siguió comiendo.

Unashoras más tarde, Sirius se iba a meter en su cama cuando escucho gritos de lahabitación de Mary, saliendo vio que Harry se había despertado.

 

−Harryvuelve a dormir.

Elniño lo miro. −¿Padrino está bien?

−Maryha pasado muchas cosas, necesita tiempo para sanar, ahora a dormir que ya se estáhaciendo tarde.

−Estábien padrino, buenas noches.

−Buenasnoches. −Y viendo como se iba a su cuarto, entro en el cuarto de Mary y la viollorando, el hombre sin decir nada se sentó a su lado y la abrazo.

Unosminutos más tarde, la mujer se había tranquilizado, así que Sirius le dijo: −Tienesque dormir algo. −Y se iba a ir, cuando la mujer le cogió de la mano.

−Note vayas.

Siriusse la quedo mirando, su amiga tenía la cara demacrada y se notaba que estabamuy asustada. −Está bien. −Y acostándose en la cama, Mary se abrazo a él. −Ahoraduerme.

−Nosé si podre.

Anteeso, Sirius sonrió. −Sigues tan tozuda como siempre, en la escuela si te decíaalgo tu ibas a la contraria y siempre estábamos igual.

−Laescuela. −Y se apoyo en el. −Ojala nos hubiéramos quedado allí para toda vida.

−Noeres la única que piensa eso, yo pienso igual. −Y puso su mano en la cabeza.−Ahora duerme.

−Sí.−Y suspirando cerró los ojos. −Buenas noches.

−Buenasnoches. −Sirius cerró los ojos y no mucho tiempo después estaba durmiendo.

Unashoras más tarde, Sirius se despertaba con los rayos del sol dándole en la cara,jurando miro a su alrededor y vio que Mary seguía dormida abrazándolo.

Levantándosecon cuidado para no despertarla, se acerco a la ventana y cerrando las cortinasdejo la habitación a oscuras.

−Sirius.−Se escucho.

−Estoyaquí Mary, no quería despertarte, sigue durmiendo.

Lamujer sentándose en la cama lo miro. −Tengo hambre.

Anteeso Sirius le sonrió. −Eso es una buena noticia, báñate y te preparare un ricodesayuno.

−¿Tucocinas? −Le pregunto la mujer sorprendida.

Siriusasintió. −Claro que cocino, tengo que cuidar de mi ahijado y aunque casi nococino porque a Hope le gusta cocinar, yo también lo hago, ahora báñate y bajaa la cocina, no tiene perdida.

−Lohare, gracias.

−Nome las tienes que dar. −Y le sonrió. −Ahora ves.

−Sí.−Y haciendo caso al hombre se metió en el cuarto de baño.

MientrasMary se bañaba, Sirius se fue a su cuarto donde se dio una ducha rápida, unavez listo bajo a la cocina donde los vio a todos levantados.

−¿Padrinoestá bien?

Siriusle sonrió. −Si Harry, ya está mucho mejor, nada que unas horas de sueño nopuedan arreglar, ahora le preparare el desayuno.

−Tequiero ayudar.

−Loprepararemos juntos. −Y así los dos se acercaron a la nevera y fueron sacandocosas.

−Habercomo me dejáis la cocina. −Les dijo Hope mirándolos. −No quiero ningún tipo deguerra.

−Noabuela. −Le dijo Harry sonriéndole y se puso a ayudar a su padrino.

Nomucho tiempo después, Mary entraba en la cocina.

−Buenosdías. −Le sonrió Remus. −Sirius ya no tardara mucho en prepararte el desayuno,tienes que sentirte afortunada, solo cocina para la familia, aunque le he dichoque lo haga más a menudo.

−Pasode cocinar para desconocidos. −Le dijo el hombre acercándose con un plato y lopuso delante de Mary, Harry también le puso el suyo. −Tienes tortitas conchocolate y nata, que están realmente buenas y luego huevos revueltos, tostadasy jamón cocido.

 

Antetanta comida, Mary lo miro. −No sé si voy a poder comerme todo.

−Note preocupes, tu come lo que puedas. −Le dijo Remus sonriéndole. −¿Quieresayudarme luego?

−¿Dónde?−Aun no se sentía preparada para salir al mundo, allí se sentía protegida consus dos amigos de la escuela.

−Enla librería. −Le dijo Remus. −Tenemos una librería aquí abajo, solo tienes quesalir y la veras a un lado.

−Ayúdale.−Le dijo Sirius que le estaba sirviendo una taza de café. −Es un lugar muytranquilo y nadie te molestara sin contar que cuenta con una protección muypoderosa, los que entran no pueden usar magia, así que como ves lo tenemos todocontrolado.

Lamujer mirándolos asintió. −Está bien, le ayudare.

−Estupendo.−Le dijo Hope y miro a Harry. −Que te parece si tu y yo, nos vamos al mercado ypreparáramos cochinillo.

Harryasintió feliz. −Si abuela, quiero un buen trozo de cochinillo y también patatascon queso.

−Loharemos. −Y sonrió a Remus. −Cuando terminemos de desayunar iremos al mercado yaprovecharemos para comprar muchas cosas.

−Hacerlo.−Y sonrió a Mary. −Harry acostumbra a ayudarme por la mañana en la librería, esmuy buen ayudante.

−Claroque si tío. −Le dijo Harry que se estaba comiendo sus cereales.

−Eresel mejor. −Le dijo Remus.

−Sip.−Y sonriéndole siguió desayunando.

Cuandoterminaron de desayunar, Harry y Hope cogieron el carro de la compra y sefueron al mercado.

Enla librería, Mary se quedo parada. −Vaya pasada, es enorme.

−Fueun regalo de James. −Le dijo Remus.

−¿Unregalo de James?

−Sí,el me la dejo como herencia, gracias a ella Harry puede vivir con nosotros ytener una vida normal.

−Seguroque con Sirius, su vida es del todo menos normal. −Le dijo la mujer.

Anteeso Remus se rio. −Yo pensé lo mismo, cuando vino a vivir con nosotros, pero laverdad es que se controla bastante, el único dinero que nos gastamos así demas, son en las vacaciones que cogemos 20 días, el resto hacemos vida normal,como ves vivimos en una zona comercial y no queríamos que nadie pensara lo queno era, incluso tiene un coche normal.

−Yavi el coche ayer, está bastante bien.

−Síque lo está, también tenemos otro coche, pero ese es de mi madre, se loregalamos en navidades, es un mini Cooper de color rojo.

−Hevisto esos coches, están muy bien.

−Síque lo están. −Y sonriéndole le dijo: −Ven que te enseño la tienda. −Y asídurante las siguientes horas, Mary estuvo distraída en la librería.

Remusno se alejaba mucho, al principio su amiga estaba muy nerviosa, y cada vez quesonaba la campana de la puerta saltaba, pero poco a poco se fue relajando y alfinal sonrió a la gente que atendía.

Ala hora de la comida cerraron la tienda y subieron a su casa, y entraron en lacocina.

−¿Quétal vais cocineros?

−Muybien tío. −Le dijo Harry y le enseño lo que estaba haciendo. −¿Qué te parece?

Remusacercándose vio que era una tarta de frutas. −Tiene muy buena pinta.

−Yestará muy buena. −Le dijo Harry. −Le hemos puesto un poco de crema y el restoson frutas.

Remusle sonrió. −Está muy bien. −Y por las puertas que daban al salón vio a Marymirando unas fotos, acercándose le pregunto: −¿Qué te parece?

 

−Tenéismuchas fotos. −Le dijo la mujer.

−Síque tenemos, aparte de las mías y las de Sirius, tenemos las que ellos tenían,todas las fotos están aquí, en el valle de godric no queda nada, incluso Siriushizo demoler la casa, no queríamos que donde ellos murieron se convirtiera enuna atracción turística, tuvimos muchos problemas a nadie le gusto, pero alfinal lo conseguimos, nadie nos apoyo.

Anteeso, la mujer dejando la foto de nuevo en el armario lo miro. −Esa gente nosabe lo que es perder a tus amigas una tras otra y quedarte sola sin saber dóndeir ni donde esconderte por miedo a que te maten.

−No,no lo saben, pero yo sí que lo sé, y Sirius también, y por eso estamostrabajando duro para que esto termine cuanto antes, ya ha durado demasiado.

Depronto la puerta se abrió y apareció Sirius.

−Buenas.

−Sirius.−Remus lo miro. −¿Qué tal tu mañana?

−Cansaday aburrida, esta tarde paso de ir a trabajar. −Y vio que Harry salía de lacocina. −Harry esta tarde, nos iremos a la piscina a bañarnos, ¿Qué te parece?

−Sipadrino. −Y miro a Mary. −¿Quieres venir?

−Yo

−Maryse quedara aquí. −Le dijo Sirius mirándolo. −Ella aun no está del todo bien,necesita mucho descanso y comer bien, para que pronto pueda salir y disfrutarde nuestras actividades.

−Sipadrino. −Y le sonrió. −¿Puedo llamar a Draco?

−Claroque si, ves a llamarle y antes de comer, prepara tu bolsa así cuando terminemosde comer nos vamos, solo quedan cuatro días de vacaciones y hay queaprovecharlos.

−Sipadrino. −Y se fue escaleras arriba.

−Siriusgracias. −Le dijo Mary, cuando se quedaron a solas.

Elhombre le sonrió. −No pasa nada, voy a cambiarme de ropa y a preparar mi bolsa.−se fue a su habitación.

−Seha vuelto muy responsable. −Le dijo Mary a Remus.

Elcastaño la miro. −No sé si lo sabes, pero le acusaron de la muerte de James y Lilyy que era un mortifago.

Anteeso la mujer lo miro. −No, no lo sabía, pero si él nunca les hubiera hechonada.

−Nadiepensó eso, incluso yo estuve un tiempo muy enfadado y me sentía traicionado,por suerte me di cuenta de mi error y le pedí a mi abogado que lo sacara deAzkaban, desde entonces aunque hace muchas bromas y sigue siendo el mismoSirius, también ha madurado mucho, aunque creo que todos hemos madurado.

−Sí,los días de la escuela terminaron de mala manera.

−Sí,nos hicimos adultos cuando aun éramos críos. −Y cogiendo aire lo soltódespacio. −Pero ya no tenemos que pensar en ello, vamos a comer.

−Sí.−Y entrando en la cocina, cogieron las cosas y fueron a poner la mesa de laterraza.

−Quemaravilloso lugar. −Dijo Mary un rato después cuando comían. −Se está muy bienaquí.

−Síque se está muy bien aquí. −Le dijo Hope sonriéndole. −En verano es unamaravilla y como los edificios de al lado son iguales no tenemos problemas.

−Harrytermina de comer que nos iremos a la piscina. −Le dijo Sirius.

−Sipadrino. −Y siguió comiendo.

Cuandoterminaron de comer, cogieron sus cosas y se fueron.

Eldía 31 de agosto, por la noche antes de que Harry se fuera a la cama, les diosu autorización para Hogsmeade.

−Melo tenéis que firmar, es mi autorización.

Siriuscogiendo el papel se puso a escribir. −Yo el sexy Sirius Black, permito a miahijado Harry Potter el mejor, que vaya a Hogsmade. −Cuando término se lo dio.

 

Harryque se estaba riendo se puso a leerlo, al ver que no había escrito lo que habíadicho lo miro. −Padrino tendrías que haber puesto lo que has dicho, seguro quela profesora McGonagall se pondría colorada.

−Harryno vayamos a darle un ataque a la profesora. −Le dijo Remus riéndose. −Ya tuvosuficiente cuando nosotros estuvimos en la escuela.

−Ya,pero me gustaría ver como se pondría al ver esa autorización.

−Tendremosque seguir esperando. −Le dijo Sirius sonriéndole. −Ahora a dormir, que mañanatenemos que despertarnos temprano.

−Sipadrino. −Y dándole un beso a cada uno se fue a su cama.

Eldía siguiente amaneció soleado, después de desayunar cogieron sus cosas y sefueron a la estación.

Alllegar se encontraron con los Weasley.

Harryfastidiado puso su mejor cara de póquer, nada más llegar y se los encontraba,era como si desde allí arriba se estuvieran riendo de él.

−Buenosdías. −Les saludo Remus.

Arthurle sonrió. −Buenos días Remus, ¿Qué tal vuestro verano?

−Muybien.

−Buenosdías. −Les saludaron.

−Buenosdías Daphne. −Le sonrió Harry. −¿Qué tal tu verano?

−Muybien.

−Daphneespérame. −Dijo una niña morena acercándose. −No me dejes atrás.

Lachica la miro. −Astoria es que tienes las patitas cortas. −Y le sonrió. −Perono te dejo atrás. −Y miro a Harry. −Ella es mi hermana Astoria, este añoempieza en hogwarts.

Elniño le sonrió. −Hola Astoria.

−Hola.−Y le sonrió.

−Chicosya tenéis que ir al tren. −Le dijo Remus. −Sino os dejaran aquí.

−Ahoravamos tío. −Le dijo Harry y despidiéndose les dijo: −Nos vemos pronto.

−Si,pórtate bien. −Le dijo Remus.

−Sitío. −Y diciéndoles adiós, se fue con Daphne y su hermana.

Unavez en el tren, se fueron a buscar un compartimento y no tardaron mucho enencontrar uno donde estaban Draco y Hermione.

−Yame podríais haber esperado. −Les dijo Harry sentándose enfrente de su primo.

−Paso.−Le dijo el slytherin. −Cada vez que estamos en la estación los comadrejas tevan a saludar.

−¿Loscomadrejas? −Les pregunto Astoria.

Dracola miro. −¿Y tú eres?

−Ellaes mi hermana. −Le dijo Daphne sonriéndole. −Astoria.

Dracole sonrió. −Hola Astoria.

−Hola,¿Quiénes son los comadrejas?

−LosWeasley, viven en una madriguera.

Anteeso la niña puso cara de asco. −¿Quién vive en una madriguera?

−Lascomadrejas. −Dijeron Draco y Harry y se rieron.

Hermionemirando a sus amigos suspiro y miro a Astoria. −Y dime Astoria, ¿en qué casaquieres estar?

−Megustaría estar en slytherin o en ravenclaw.

−Dosbuenas casas. −Le dijo la leona.

−Síque lo son, además Tory es muy inteligente. −Les dijo Daphne sonriendo a suhermana. −Así que este donde este, será la mejor.

Laniña asintiendo sonrió. −Lo seré.

Yasí hablando pasaron las horas hasta que anocheció y llegaron a hogwarts.

Enel gran comedor, después de la selección donde Astoria quedo en slytherin, elprofesor Dumbledore se puso en pie.

−Bienvenidosun año más, este año el profesor de defensa contra las artes oscuras seráWilliam Weasley, espero que le den una buena bienvenida. −Y les sonrío. −Ahoraa cenar.

 

Losalumnos mirando un momento a su profesor nuevo, se pusieron a cenar.

Durantela cena, Ron se puso a hablar de que había ido a Egipto ese año, Harryignorándolo hablo con sus amigos de lo que ellos habían hecho.

Unpar de días más tarde, Harry estaba bastante cansado, solo escuchaba de Ron lasmismas cosas.

−¡Bastaya! −Le paro Harry mirándolo. −Estoy hasta las narices de escucharte hablar delo mismo una y otra vez, como si tú fueras el único que ha ido a Egipto, yotambién he ido y no por ello hablo todo el tiempo de ello, así que cierra laboca y úsala para lo único que sabes hacer que es comer. −Y ante eso Ron sepuso rojo como su cabello y enmudeció.

−GraciasHarry. −Le dijeron sus amigos. −Que cansino que estaba.

−Yque lo jures, que pesado. −Y les sonrío. −Ahora podremos desayunar sinmolestias.

Unashoras más tarde, después de clase de defensa, los chicos se iban riendomientras miraban a Ron.

−Nisiquiera con tu hermano, sabes hacer un buen hechizo. −Le dijo Harry. −¿Quécreías? ¿Qué por ser tu hermano ya te lo darían todo mascado? Que equivocadoibas.

−¡Cállate!−Le dijo Ron apuntándole con la varita.

Harrylo miro. −¿Y si no que? Vas a ir a tu hermano a decírselo, madura de una vezque ya tenemos 13 años, piérdete. −Y dándole un empujón se fue con sus amigos.

Elprimer sábado en que salían a Hogsmeade, Harry lleno su monedero de dinero ycogiendo su permiso, bajo a la entrada, donde vio que la profesora McGonagallestaba revisándolos.

−Profesoratenga. −Le dijo Harry y le dio su permiso.

Laprofesora mirándolo asintió. −Señor Potter póngase con los demás, ya notardaremos mucho en salir.

−Siprofesora. −Y se fue con sus amigos.

Alllegar vio que Hermione estaba preocupada.

−¿Hermsqué pasa?

Laniña lo miro. −Es Crookhanks, no sé qué le pasa pero no deja de perseguir alratón de Weasley.

−Tugato tiene muy mal gusto, ese ratón es asqueroso.

−Losé, y aunque le he dicho que deje de seguirlo, solo maúlla y a las pocas horaslo vuelve a seguir.

−Hermionetranquila. −Le dijo Draco. −Mientras no le haga nada, puede perseguirlo todaslas veces que quiera. −Y se rio. −Además así nosotros nos reímos un rato.

Lachica mirándolo asintió. −Espero que pronto se le pase esa obsesión.

−Seguramentehace siglos que no ve un ratón, nos dijiste que la dueña de la tienda te dijoque había pasado muchos años allí, así que ahora quiere correr y hacer cosasque no pudo hacer durante todos los años en que estuvo encerrado.

−Lomás seguro. −Y le sonrío. −Gracias.

−Denada.

−Yanos podemos ir, ya estamos todos. −Les dijo la profesora McGonagall.

Yasí se fueron al pueblo mágico, al llegar les dijo que podían ir a cualquierlado y que los esperaba antes de que anocheciera.

−¿Dóndevamos? −Les pregunto Hemrione.

−Caramelos.−Le dijo Harry.

−Puesa por caramelos, luego me quiero pasar por la librería, quiero ver como es.

−Esolo haremos luego. −Le dijo Draco. −Yo también quiero ver como es.

Yasí se fueron a Honeydukes, donde Harry se puso a mirar lo que se compraria.

−¿Harrycuanto tienes? −Le pregunto Seamus.

 

−5galeones, ayer mi padrino me envió el dinero, en su carta me dijo que cada vezque saliera me enviaría dinero así que esto es para hoy. −Y le sonrío. −¿Cuántotienes tu?

−5galeones también, eso es lo bueno de ser hijo único que todo es para mí.

−Sí.−Le dijo Harry riéndose. −Me guardare dos galeones para el tres escobas mipadrino me ha dicho que la comida de allí está muy buena, y el galeón que mesobra, ya veré que hago con él.

−¿Tevas a comprar algún libro?

−Demomento no, aun tengo los que me traje de casa, y prefiero comprarme caramelospara así tenerlos.

−¿Harryya tienes los caramelos? −Le pregunto Draco.

−Sí.−Y le enseño lo que había cogido. S−olo tengo que pagarlo.

−Entoncespágalo, queremos pasarnos por la librería y luego ir a dar un paseo, me he traídomi cámara. −Y le enseño su bolsa.

−Yame preguntaba para que querías la mochila.

−Yalo sabes, ahora ves a pagar.

−Sí.−Y acercándose al mostrador pago las cosas que había cogido.

Cuandotermino de pagar, se fueron a la librería donde Hermione compro un libro yluego se fueron a pasear, después de algunas horas paseando y haciéndose fotos,se cansaron y se fueron al tres escobas.

Alllegar se sentaron en una mesa y esperaron a que les atendieran.

Lacamarera no tardo mucho en llegar y al ver a Harry se quedo parada.

−Vaya,vaya pero mira quien tenemos aquí, al hijo de James Potter.

Elchico la miro. −¿Conoció a mi padre?

−Sí,él y sus amigos siempre estaban haciendo bromas a mis otros clientes. −Y le sonrío.−También conocí a tu madre, un momento. −Y se fue un momento y no tardo muchoen volver con una foto. −Aquí los tiene.

Loschicos acercándose a Harry miraron la foto.

−Harryno me habías dicho que tu padre era igual que tu. −Le dijo Daphne asombrada porel parecido.

Elchico le sonrío. −Sí que nos parecemos mucho. −Y miro a la camarera. −¿Me lapuedo quedar unos días? Me gustaría hacerle una copia, esta foto no la tengo.

Lacamarera le sonrío. −Te la puedes quedar unos días, la próxima vez que vengasme la devuelves y ya.

−Sela devolveré, ahora queremos cervezas de mantequilla y algo para comer.

−¿Unpastel de carne para todos?

−Sipor favor. −Le dijo Draco y miro a sus amigos. −Así lo repartimos entre todos.

−Síque tengo hambre. −Le dijo Blaise a la camarera. −El pastel de carne y lascervezas de mantequilla, por favor.

−Ahoramismo. −Y sonriéndoles se fue a preparar el pedido para sus jóvenes clientes.

−¿Harryte dará tiempo a copiar la foto? −Le pregunto Hermione.

Elchico que aun seguía mirando la foto de sus padres asintió. −Sí que lo hará, encuanto volvamos a la escuela, se la enviare a mi tío Jack y él en un par dedías me la devolverá.

−¿Harryestas seguro de que esa foto no la tienes? −Le pregunto Draco. −Tienesmuchísimas fotos.

−SiDraco, esta no la tengo. −Y le sonrío. −Pero pronto la tendré.

Nomucho tiempo después, Rosmerta traía una bandeja cargada.

Colocandolas cervezas de mantequilla, cogió el pastel de hojaldre con carne y cortándoloen trozos iguales les sonrío. −Que aproveche.

−Gracias.−Y se pusieron a comer.

Unrato más tarde, los chicos pagaban y salían a la calle, para seguir paseando.

 

Devuelta a hogwarts, Harry se fue a la lechuceria a enviar la foto a su tío.

Unpar de días después en Londres, Jack entraba en la librería y saludaba a Remusy a Mary que le ayudaba.

−Buenosdías Jack. −Le saludo Remus.

−Buenosdías Remus, ¿Qué tal todo por aquí?

−Muybien. ¿Qué te trae por aquí?

−Haceun par de días, Harry me envió una foto, me pidió que la pasara y que hicieravarias copias para que todos la tuvierais.

−¿Quéfoto?

−Esta.−Y le dio un sobre.

Remuscogiendo el sobre, lo abrió y al ver que foto era sonrío.

−Vayagreñas tenías. −Le dijo Mary que se había acercado y se estaba riendo.

−Nosé qué dices tú, mírate. −Y señalo donde estaba ella.

Esafoto era una donde estaban los merodeadores con Rosmerta y las chicas degryffindor.

−Oyeque yo estoy muy bien. −Se defendió la mujer.

−Mucho.−Y miro a Jack. −Gracias por traerla, ¿esta es para nosotros?

−Sí,hay otra copia dentro y Harry tiene ya una.

−Gracias,¿Cómo va lo demás?

−Meestá costando, hay muchos misterios que resolver pero poco a poco va saliendo.

−Estupendo,en cuanto sepas algo no dudes en venir.

−Lohare, ahora me tengo que ir, tengo muchas cosas de las que ocuparme.

−Nosvemos pronto.

−Sí.−Y despidiéndose se fue.

Cuandose quedaron a solas, Mary miro a Remus. −¿En qué trabaja?

Elhombre mirándola le dijo: −Está trabajando para saber porque Voldemort nomuere, pero es bastante difícil.

−¿Creesque encontrara las respuestas?

−Síque las encontrara, es muy bueno en su trabajo, pero no te preocupes. −Le dijoRemus y la miro, su amiga había recuperado el buen color, ya no tenía ojeras enlos ojos y estaba ganando peso, poco a poco se encontraba mejor. −Sabes queaquí no te tienes que preocupar, como has podido comprobar en el mes que llevasaquí todo es muy tranquilo incluso aburrido.

−Nome importa que sea aburrido, prefiero eso que estar huyendo todo el tiempo.

−Laverdad es que si.

Yno pudieron seguir hablando por que la campana se escucho y apareció uncliente.

Remusguardando la foto debajo del mostrador y volvió a su trabajo.

Unashoras después, los Lupin se reían ante la mirada de Sirius.

−Siriustenías greñas, aunque aun las tienes.

Remusles había enseñado la foto y a sus padres les había gustado tanto que lapondrían en un marco para ponerla encima del mueble.

−Porsuerte aquí no sale el traidor. −Lesdijo Sirius.

Remusfijándose bien, vio que su amigo tenía razón.

−Mejor,así no tendremos que quemar esa parte. −Les dijo el castaño y levantándose lapuso con muchas otras que tenian.

−Mealegro que Rosmerta se la diera a Harry. −Le dijo Hope sonriéndoles.

−Pareceser que, cuando entro en el tres escobas lo reconoció así que le enseño lafoto, y Harry se la pidió prestada varios días.

−Mejor.

−Sí,ahora a cenar. −Le dijo Sirius.

−Síque ya se está haciendo tarde. −Y sentándose en la mesa se pusieron a cenar.

Unosmeses después, antes de que fuera navidad, Harry estaba de vuelta en su torre,cuando vio a los gemelos Weasley que estaban hablando a hurtadillas.

Elchico acercándose les saludo.

 

−Buenas.

Losgemelos lo miraron. −Buenas pequeño Potter.

−¿Quéhacéis?

−Secreto.

Anteeso, como buen Potter que era tuvo mucha ganas de saber de lo que hablaban.

−Andacontarme, yo no se lo diré a nadie.

Lospelirrojos lo miraron bien. −¿Sabes guardar un secreto?

−Sip,me ha enseñado el mejor, mi padrino.

−Estábien, pero si el castillo lo sabe, sabremos que has sido tú.

−Prometoque no diré nada.

−Ok.−Y le enseñaron un mapa. −Este es nuestro secreto mejor guardado.

−Elmapa del merodeador. −Dijo Harry cogiéndolo con las dos manos. -Creí que nuncalo vería con mis propios ojos.

Anteeso los gemelos se lo quedaron mirando. −¿Cómo sabes tú de él?

Eljoven Potter lo miro. −No me digáis que no sabéis quien lo hizo.

−No,lo encontramos un día en el cajón de los objetos requisados de Filch.

−Hoyya es muy tarde, pero mañana tengo una sorpresa para vosotros, pero a cambioquiero el mapa.

Losgemelos se miraron entre si y luego lo miraron. −Te lo podrás quedar si lasorpresa es buena.

−Huysí que es buena, ahora tengo que enviar una carta súper urgente. −Ydevolviéndoles el mapa les dijo. −Mañana vuestra vida cambiara. −Y sonriéndolesse fue corriendo.

Aldía siguiente, hacía un frio pelón, así que muchos alumnos estaban en el grancomedor, tomando un té caliente, cuando entraron Sirius y Remus y se acercarondonde estaba su sobrino.

−Harry.−Le saludo Sirius. −¿Qué es eso tan importante que no, nos podrías decir lasemana que viene en casa?

Elchico los miro. −Sorpresa. −Y miro a los gemelos que no se encontraban muylejos. −Enseñarles lo que tenéis.

−Harryera un secreto. −Se quejo George. -Prometiste que no se lo dirías a nadie.

−Vosotroshacerme caso.

−Ohhhestá bien, pero si nos lo quitan de nuevo, será tu culpa.

−Noos quejáis tanto y hacerme caso.

Losgemelos suspirando cogieron su secreto y se lo enseñaron a los adultos.

Siriusy Remus al verlo, no supieron que cara poner y los gemelos tampoco al ver queellos hacían aparecer el castillo que ocultaba.

−¿Cómo?−Pregunto Fred.

−Gemelos,os presento a Lunático y a Canuto, dos de los merodeadores dueños del mapa. −Yse rio ante la cara que pusieron. −Ellos con mi padre Cornamenta hicieron elmapa en sus años escolares.

Losgemelos levantándose de la mesa, se acercaron a los merodeadores y lesempezaron a hacer un montón de preguntas.

−Unmomento. −Dijo Sirius riéndose. −Si nos hacéistantas preguntas de golpe, no os las podemos responder.

−Esque tenemos muchas preguntas que haceros.

−Yos las responderé siempre que me dejéis hablar. −Les dijo Sirius.

Remuscogiendo el mapa y su barita hizo desaparecer el nombre del traidor, ese nombreno tenía que estar allí.

−¿Tíoque has hecho? −Le pregunto Harry mirándolo.

Remuslo miro. −Algo que tuvimos que hacer hace mucho tiempo Harry, borrar el nombredel traidor del mapa. −Y miro a los gemelos que se habían perdido. −PeterPetigrew es Colagusano.

Losgemelos no supieron que decir, no sabían que ese hombre era un merodeador.

−Nopongáis esa cara, no es vuestra culpa. −Les dijo Sirius y cogiendo el mapa delas manos de su amigo, se lo entrego a su ahijado. −Harry el mapa es tuyo porherencia, no solo porque James es tu padre sino porque nosotros queremos que lotengas tu, si alguna vez tenemos hijos entonces ya lo veríamos, mientras estuyo, no hagas un mal uso de él.

 

−Nopadrino, lo cuidare bien. −Y miro a los gemelos. −Hicimos un trato, y yo lo hecumplido.

Losgemelos asintiendo enérgicamente miraron a sus héroes. −¿Nos diréis alguno devuestros secretos?

−Loharemos, pero no ahora, ya falta poco para navidad y tenemos muchas cosas quehacer. −Le dijo Remus y miro a su sobrino. −Harry ahora que tienes el mapa haymuchas cosas que hacer, pero por favor no hagas ninguna locura.

−Ningunapadrino, yo tengo la vena de mama.

−Mejor.-Y sonriéndole le dio una bolsa de dinero. −Eso es lo que me has pedido, medijiste que querías dinero para los regalos de navidad.

−Sitío, prefiero comprar los regalos ahora, así luego no voy corriendo, igualcomprare algo cuando llegue.

−Encasa tendrás más dinero para comprar lo que te falte, ahora nos vamos que hedejado la librería con Mary y la abuela.

−Sip,nos vemos en dos semanas.

−Nosvemos. −Y despidiéndose se fueron.

Cuandolos chicos se quedaron a solas, los gemelos miraron a Harry. −Eres nuestrohéroe.

Harryriéndose les dijo que no era nada y volvió a su te, cuando lo termino se fuecon su primo y Hermione, si antes ya estaban juntos ahora era peor, solofaltaba que le dijeran que ya eran novios.

−Heyparejita. −Les saludo Harry y sentándose enfrente les dijo: −Tengo algo queenseñaros.

Dracodejando de lado sus deberes lo miro. −¿El qué?

−Esto.−Y enseñándoles el mapa hizo aparecer el castillo. −El mapa de losmerodeadores, lo he conseguido.

Elslytherin que sabía todo de él, lo miro. −Ya me lo prestaras.

−Claroque sí. −Y cogiéndoles unas galletas que tenían allí se levanto y les dijo: −Yame voy, tengo que terminar mis deberes, nos vemos pronto parejita. −Ysonriéndoles se fue, le encantaba llamarles así, Hermione se ponía colorada yDraco lo miraba y no decía nada, era muy divertido.

Lasemana siguiente, el sábado Harry se abrigaba bien y con su dinero se iba aHogsmeade.

−Tengoque comprar muchos regalos. −Les dijo el chico a sus amigos. −No sé ni por dóndeempezar.

−Seguroque se te ocurre algo.

−Esoespero, porque sino este año, tendrán caramelos y chocolates.

−Harry.−Draco lo llamo. −Yo quiero algo muggle.

−Comoquieras. −Y sonriéndole se fue a buscar los regalos.

Unashoras más tarde, su monedero estaba vacío pero estaba contento, había compradotodo lo que necesitaba y muchísimo más.

Dosdías más tarde, volvían a Londres, al llegar a la estación Harry saludaba a sutíos.

−¿Harryque tal estos últimos días?

−Muybien padrino, aunque ha hecho mucho frio. −Se quejo Harry.

−Esnormal, Escocia está muy al norte y en invierno es cuando más se nota. −Le dijoRemus. −¿A casa?

−Sí,que estoy cansado.

−Llegaremospronto. −Y cogiendo las cosas del chico se iban a ir cuando vieron a losWeasley.

Siriussaludándolos miro a los gemelos. −Esperad mi lechuza para navidad, tengo unregalo especial para vosotros.

−¿Quées? −Le pregunto Fred.

−Sios lo digo no sería una sorpresa, ahora nos tenemos que ir, que se estáhaciendo tarde y nos esperan. −Y pasando un brazo por los hombros de Harry le sonrió.−Vamos que los abuelos y Mary nos esperan.

 

−Sipadrino. −Y despidiéndose de los Weasley se fueron.

Unavez llegaron a casa y después de muchos abrazos y besos, y antes de que Harryse metiera a bañar y ponerse el pijama, abrió su baúl y fue sacando todos losregalos que había comprado.

−Harryveo que ya tienes todos los regalos. −Le dijo Hope.

Elchico le sonrió. −Abuelita, mañana igual iremos a comprar otras cosas, me gustamucho ir a comprar contigo.

Anteeso Hope le sonrió. −Y a mí también me gusta ir a comprar contigo.

−Sí.−Y acercándose le dio un abrazo.

−Ahoraves a bañarte.

−Siabuela. −Y dándole un beso en la mejilla se fue a su cuarto de baño.

Despuésde las vacaciones de navidad, los chicos volvieron a hogwarts.

Enla estación, la familia se encontró con los Weasley.

Losgemelos se acercaron corriendo y les agradecieron su regalo.

−Gracias,nos encanta vuestro regalo ya lo hemos empezado a usar.

Siriusle sonrió. −De nada, allí están apuntados todos nuestros secretos mejorguardados, usarlo bien.

−Sí.

−¿Padrinoque le has regalado? −Le pregunto Harry.

Elhombre lo miro. −Un cuaderno donde están todos nuestros secretos.

−Vayapasada.

−Síque lo es, ahora tienes que subir en el tren.

−Sipadrino. −Y despidiéndose de sus tíos se fue a reunir con sus amigos.

Unassemanas más tarde, de nuevo en hogwarts, Harry no podía dormir y estaba sentadoen su cama comiendo chocolate mientras miraba el mapa del merodeador, cuandovio un nombre que le puso la piel de gallina.

Levantándosecorriendo y poniéndose su bata y sus zapatillas, bajo corriendo las escaleras yse puso a buscarlo, por desgracia no lo pudo encontrar, a quien encontró en sulugar fue a Severus.

−Harry.−El profesor lo miro. −¿Qué haces tan tarde levantado? Sabes bien que no puedeshacer eso.

−Losé tío, pero he visto a Peter Petigrew corriendo por la escuela.

Anteeso, el profesor no supo que decir. −¿Harry sabes bien que estás diciendo? Esehombre se supone que está muerto.

−Sitío, pero es igual que Voldemort todos piensan que está muerto y nosotrossabemos que no es cierto. −Y le enseño el mapa. −Es el mapa del merodeador yestaba en mi habitación cuando he visto el nombre.

−Harrydéjame el mapa, mañana llamare a Black y a Remus y hablaremos.

−Sitío. −Y le dijo como abrirlo y se fue a su habitación donde metiéndose en lacama intento dormirse y aunque le costo por fin cerró los ojos y pudodescansar.

Aldía siguiente después de clases, Severus llamo a Harry a su despacho y alllegar se encontró a sus tíos.

−Harry.−Sirius lo miro. −Snape nos ha contado que ayer viste a Petigrew corriendo porel castillo. ¿Estás seguro? Digo era muy tarde y seguro que estabas mediodormido.

−Padrinolo vi en serio, no podía dormirme hoy teníamos un examen de pociones y siempreme pongo nervioso con ellos, así que me senté en mi cama y mientras comía loschocolates que tío Remus me regalo cogí el mapa y me puso a verlo y entonces lovi, pero lo más extraño es que cuando lo seguí no lo encontré.

−Harry.−Remus lo miro. −Que sea la última vez que sigues a ese tipo, sino la próximavez te encerraremos en casa, ¿entendido?

 

−Sitío, se que ese hombre es peligroso, pero es que no supe que hacer hasta quefue demasiado tarde y ya lo estaba siguiendo.

−Nuncamás.

−Nuncamás. −Y los miro. −¿Pero que hace en el castillo? ¿No tendría que estar con suamo?

−Seesconde como el rata que es.

−¿Rata?

Remuslo miro. −El animago de Petigrew es un ratón.

Anteeso Harry frunció el ceño y se puso a pensar, no recordaba bien pero sabía quehabía pasado algo extraño con ratones, entonces lo recordó.

−Yasé cómo se escode Petigrew.

Cuandolos adultos escucharon eso, lo miraron.

−¿Harryque dices? −Le pregunto Sirius.

−¿Recordáisel gato de Hermione?

−Sí,el de nariz chata y que es naranja.

−Siese, bueno la primera vez que fuimos a Hogsmeade, Hermione estaba muypreocupada, nos dijo que su gato no dejaba de perseguir al ratón del comadreja.

−¿Comadreja?

−Siel mono neural de Ronald. −Y los miro. −Pues eso, que el gato se pasa todo eltiempo persiguiéndolo, creíamos que era porque se había pasado mucho tiempoencerrado en la tienda, pero y si es ¿porque sabe que no es un ratón normal?

−Puedeser, pero de esto nos ocuparemos nosotros, de momento el mapa te lo confiscamosy no quiero más vueltas por la noche. −Le dijo Remus. −¿Entendido?

−Sitío, ¿me lo devolveréis algún día?

−Algúndía, ahora para el gran comedor que tienes que merendar y luego hacer tusdeberes. −Le dijo Sirius.

−Sipadrino. −Y despidiéndose cogió su mochila y se fue.

Cuandolos adultos se quedaron a solas, se miraron entre sí.

−Yasabemos dónde se encuentra el traidor, ahora tenemos que decidir cómo locogemos.

−Esocostara, sabe bien como esconderse.

−Sí,pero ahora que lo sabemos no tenemos ninguna prisa. −Y miraron a Severus. −Túserás quien nos lo digas, te quedaras con el mapa y cuando lo veas nos avisaras.

−Meparece bien, pero ese tipo se esconde rápido.

−Sí,pero yo con mi forma animaga lo puedo encontrar bien además no estamos solos,tenemos al gato de Hermione.

Anteeso Severus lo miro. −Qué raro que eres, ahora hablaras con el gato.

−Sí,ya has escuchado a Harry, ese gato sabe bien que no es un ratón normal, nuncadudes de los sentidos de los animales, porque ellos acostumbran a ser másinteligentes que nosotros.

−Essencillo ser más inteligente que tu.

Remusriéndose cogió a su amigo de los hombros que ya estaba mirando mal a Severus. −Noshablamos pronto.

−Loharé. −Y viendo como se iban, se puso a prestar atención al mapa, estabasatisfecho por una vez, Black se había quedado con la palabra en la boca, ahoratenía que controlar ese mapa para saber cuando Petigrew haría una de sus nuevasexcursiones, no perdonaba que por su culpa Lily estuviera muerta.

Mientrasel profesor miraba el mapa, Harry se iba al comedor, donde se reunió con Dracoy Hermione y les explicaba lo que había pasado.

−Asíque mis tíos se han quedado con mi mapa.

−Harryeso fue muy peligroso. −Le dijo Hermione.

−Losé, ¿pero qué quieres que hiciera? Es culpa suya que mis padres están muertos.

−Losé, yo no te estoy diciendo nada, solo entiéndeme estoy preocupada.

Harryla miro. −Siento haberme puesto así, y ya les he dicho que no volveré aperseguirlo.

 

−Yhaces bien. −Le dijo Draco mirándolo. −Mis tíos harán un buen trabajo, aunqueno nos lo han dicho directamente, estoy seguro de que ellos se están ocupandode todos los problemas que surgen en la escuela.

−Yotambién estoy seguro. −Dijo Harry.

−Esoes porque investigáis mucho. −Le dijo Hermione sonriéndoles.

Loschicos la miraron. −Hablando de investigar, ¿queréis jugar un rato?

−Sí,que esta súper interesante.

−Voya buscar el juego y vosotros llamar a los demás.

−Sí.−Y mientras Harry se iba a buscar el último juego de detectives que su tío lehabía regalado, Draco y Hermione llamaron a sus amigos y pronto todos estabansentados bien cómodos jugando a su juego.

Losjuegos de detectives de Harry eran una gran distracción y les hacía pasar lashoras más rápido, esa vez jugaban a los misterios de Pekín.

Unassemanas más tarde, en el colegio no dejaban de hablar del evento del verano,los mundiales de quidditch.

−¿Harryvas a ir? −Le pregunto Seamus a su amigo, durante la cena.

−Nolo sé, ¿Cuándo es?

−Enagosto.

−Entoncesno lo creo, iré con mi familia de vacaciones como todos los años, además a misabuelos no les gusta el quidditch y prefiero hacer algo que podamos participartodos.

−Peroson los mundiales de quidditch. −Le dijo Seamus. −Es algo que no puedesperderte.

Harrylo miro. −El quidditch solo nos gusta a mi padrino y a mí, así que como vessolo iríamos nosotros, y como te digo prefiero hacer otra cosa.

−Comoquieras, yo sí que iré.

−Esperoque gane algún equipo local.

−Nosotrostambién lo esperamos. −Y siguieron cenando.

Despuésde cenar, Harry se reunió con Hermione y Draco.

−Engryffindor no dejan de hablar de los mundiales de quidditch. −Les dijo Harry.

−Yalo he escuchado, son realmente pesados. −Se quejo Hermione.

−Enslytherin están igual. −Les dijo Draco y miro a su primo. −¿Quieres ir?

−Prefieroque hagamos algo entre todos, agosto es el único mes que cerramos la librería,así que prefiero pasarla todos juntos que hacer algo que solo nos gusta a unos,además sé que mis abuelos no irán.

−Mispadres tampoco. Le dijo Hermione.

−Ymi madre y Abri tampoco. −Le dijo Draco. −Entonces decidido, les diremos que noqueremos ir.

−Mañanale enviare una carta a mi padrino diciéndoles lo que hemos decidido.

−Sí,ahora ya me voy a mi habitación, ya se está haciendo tarde. −Les dijo Draco.

−Sí,buenas noches. −Y dándole las buenas noches al slytherin los leones se fueron asu habitación.

Aldía siguiente, Sirius recibía una carta de su ahijado, cogiéndola la leyó ymiro a los demás.

−Losniños han decidido que no quieren ir a los mundiales de quidditch, prefierenque hagamos nuestro viaje anual.

−Mejor,¿no? −Le pregunto Remus. −Los mundiales ahora mismo son peligrosos, haymortifagos sueltos y no dudo que irán a hacer alguna de las suyas.

−Yotambién lo pienso. −Le dijo Sirius. −Y este año se celebran aquí en Inglaterra,así que nosotros nos iremos bien lejos.

−Hawái. −Les dijo Hope mirándolos. −Está muylejos y encima tiene playas hermosas, quiero ir a Hawái.

Anteeso Remus miro a su madre. −Pues vamos a Hawái. −Y miro a su padre. −¿Qué teparece?

 

−Meparece muy bien, aun no hemos ido a ningún sitio de la Polinesia.

−Puesdecidido, este año alquilaremos un yate y haremos un viaje por las diferentesislas de la Polinesia.

−Ahorale escribiré una carta a Harry, diciéndoles que aceptamos que no quieran ir alos mundiales. −Le dijo Sirius y cogiendo un papel se puso a escribirle.

Unashoras más tarde, Harry recibía la carta de su tío, contento se fue a reunir consus amigos.

−Yahe recibido la carta de mi padrino, el está de acuerdo con nosotros, dicen queellos también prefieren nuestro viaje anual.

−Estupendo.−Le dijo Hermione.

−Sí,ahora solo tenemos que esperar a que las vacaciones lleguen.

−Aunquedan tres meses, así que tendremos que seguir estudiando.

−Sí.−Y así cogiendo sus libros se pusieron con sus deberes.

Unpar de noches más tarde, Severus miraba el mapa como llevaba haciendo losúltimos meses, cuando de pronto vio a Petigrew corriendo por el pasillo delsegundo piso y el gato de Hermione lo perseguía.

Sinperder tiempo llamo a los demás y tras explicarles lo que pasaba, se fueron abuscarlo.

Unashoras después, los hombres volvían al despacho de Severus, habían estado apunto de atraparlo incluso lo habían rodeado y habían hablado con él, paraecharle en cara la traición hacia James y Lily.

Peroél les había ganado, esa noche era luna llena y Remus se había transformado yhabían dejado de lado al traidor y para ir detrás del castaño.

Porsuerte lo habían podido encontrar, pero ahora él se encontraba muy bajo de ánimos.

−Esmi culpa.

Siriusponiéndole las manos en la cara, hizo que lo mirara. −Remus no es tu culpa,puede que no hayamos podido atrapar al traidor, pero ya no volverá a escondersecerca de Harry, así que no te desanimes, pronto ese hombre estará en Azkaban oalgo mejor muerto, ahora tenemos que ir a casa, ya el sol ha salido hace unrato y los alumnos no tardaran mucho en despertarse.

−Elidiota tiene razón. −Le dijo Severus mirando a Remus. −Ahora que ese tipo no estápor aquí, estaremos todos más tranquilos. −Y miro a Jack que en ese momentoestaba bostezando. −Llevas un año con la investigación, ¿aun no sabes nada?

−Enun par de días me tienen que enviar una nueva información, espero que allí digalo que queremos saber.

−Entonceslo espero. −Y vio que Sirius lo miraba. −¿Qué?

−Nosoy idiota.

−Blackeres idiota y nadie me hará cambiar de opinión, ahora haz algo útil y llévate aRemus a casa, necesita descansar.

Siriuslanzándole una mirada asesina, cogió a Remus por los hombros y sedesaparecieron.

−2-0.−Dijo Severus contento.

Luciuslo miro. −¿2-0?

−Sí,es la cuenta de las veces que he hecho que Black se fuera con la palabra en laboca.

Jackriéndose lo miro. −Vas aprendiendo, yo me voy, espero que en dos días os puedadecir la razón del porque Voldemort no muere. −Y despidiéndose se fue.

Luciustampoco tardo mucho en despedirse y marcharse.

Cuandoel profesor se quedo a solas, se fue a dar un baño y a meterse en la cama, nofaltaba mucho para que sus alumnos se despertaran, pero mientras cerraría unpoco los ojos sino sabía que no aguantaría a los pequeños diablos que teníacomo alumnos.

Cuandolos merodeadores llegaron a su casa, Sirius miro a Remus. −No es tu culpa, asíque no te atormentes mas, seguro que pronto lo atraparemos, ahora ves a dormirha sido una noche muy larga.

 

Remusse iba a ir a su habitación, pero se paro y lo miro. −¿En serio no es mi culpa?

Elhombre le sonrió. −Claro que no es tu culpa, si Petigrew ha destacado siempreen algo es que es un cobarde que solo sabe esconderse, así que no te preocupes,ahora ves a darte un baño relajante de esos que tanto te gustan, yo me lo iré adar en el baño de Harry.

−Estábien, nos vemos luego.

−Sí.−Y viendo como se iba se fue a buscar sus cosas y se metió en el baño de suahijado, ahora solo tenía ganas de olvidarse de ese idiota que un día considerosu amigo.

Unashoras después, cuando Hermione se despertó se encontró a su querido gatodurmiendo a su lado, y eso le extraño desde que lo había comprado solo dormíaasí en su casa.

−¿Yate has cansado de perseguir a ese feo ratón?

Elgato abriendo los ojos le maulló, como diciendo que ya estaba olvidado, y volvióa cerrar los ojos para seguir durmiendo.

Hermionesonriéndole le dio un beso en la cabeza y se fue a preparar para ese día.

Unosdías más tarde, Jack los reunía a todos. −Ya sé porque Voldemort no muere.

Anteeso, todos los miraron. −¿Por qué?

−Porlos horrocrux. −Y les entrego las copias de información que había conseguido.

−Segúnesto, un horrocrux es el parte de un alma de una persona, y se crea cuandomatas a alguien. −Le dijo Remus leyendo lo que su amigo le había dado.

−Exactamente,el diario era un horrocrux y lo crearon tras la muerte de Mirrtle.

−Elproblema ahora es que Voldemort ha matado a mucha gente.

−Esoes lo malo. −Les dijo Jack. −Y hay algo peor.

−¿Quéhay peor que un horrocrux? −Le pregunto Sirius.

−QueHarry puede ser un horrocrux, estaba delante cuando mataron a Lily, y por loque se, una persona puede ser uno.

Anteeso, Sirius se levanto y le cogió del cuello.

Antesde que pudiera hacer nada más, Remus levantándose se acerco a su amigo y leobligo a que lo soltara. −Sirius tranquilo, Jack no tiene la culpa de lo que lepasa a Harry.

Elhombre lo miro. −Remus, Harry no puede ser un horrocrux.

−Losé amigo, yo tampoco quiero creerlo pero si es verdad tenemos que actuar cuantoantes. −Le dijo Remus y miro a Jack. −Disculpa a Sirius.

−Note preocupes, lo entiendo perfectamente. −Y miro a Sirius. −Después de llegar aesa conclusión, fui a ver a mi padre, como sabes es un gran abogado que tienemuchos contactos por todo el mundo, ya se ha puesto en contacto con un brujoafricano, llegara en un par de días, el no solo es un gran brujo del vudú sinotambién de magia negra, el nos ayudara a buscar los horrocrux.

−¿Consu ayuda podremos encontrar todos los horrocrux? −Le pregunto Lucius.

−Sí,no se vosotros pero a mí la magia de África me da mucho miedo, no tiene nadaque ver con la nuestra, tienen el vudú y todo eso, algunos brujos se pasan añosincomunicados en las selvas africanas, y este es uno de esos brujos, según mipadre se paso 5 años incomunicado.

−¿Endos días estará aquí?

−Sí.

−¿Quénos pide a cambio? −Le pregunto Sirius que estaba más tranquilo.

−Nada.−Jack le sonrió. −Según mi padre, a este brujo solo hay una cosa que le gusta.

−¿Yes?

 

−Elchocolate, está obsesionado con él, y por quilos de chocolate hará cualquiercosa. −Y miro a Remus. −Así que os llevareis bien. −Y entonces se puso serio. −Mipadre hablo con él, de tu problema nos ha dicho que aunque lo que tienes no sepuede quitar, si que puede ayudarte mucho, es un gran brujo, aprovecharemos queestá aquí para resolver algunas cuestiones aparte de los horrocrux. −Y levantándoseles sonrió de nuevo. −Preparad quilos de chocolate, los vamos a necesitar,cuando llegue lo traeré. −Y despidiéndose se fue.

Cuandolos tres hombres se quedaron a solas, Lucius miro a Remus. −Ya tienes a alguienmás con quien compartir el chocolate, yo me voy a enviar un mensaje a Severuspara decirle lo que Jack nos ha dicho, nos vemos. −Y despidiéndose se fue.

−¿Siriusestas bien? −Le pregunto Remus.

−Soloquiero que esta pesadilla se termine. −Le dijo Sirius. −No quiero que Harry seaun horrocrux.

−Yotampoco y estoy seguro de que ese brujo nos ayudara, ahora iremos a comprarchocolate.

Anteeso Sirius lo miro y vio que estaba sonriendo. −Remus no, es para nuestroinvitado, no para ti.

−Yome comprare algo para mí y el resto será para él.

−Esono me lo creo.

Remuslo miro dolido. −¿Me estás diciendo que no confías en mi?

−Cuandose trata de chocolate no, ahora vamos, hemos dejado a las mujeres en lalibrería, compraremos los chocolates y volveremos.

−Sí,pero que sepas que me ha dolido lo que me ha dicho.

−Huysi mucho. −Y sonriendo los dos hombres se fueron a comprar el chocolate.

Unashoras después, Severus recibía la carta de su amigo y al saber la razón delporque Voldemort no moría frunció el ceño, eso de los horrocrux el lo habíaescuchado y era muy difícil encontrarlos y más si eran del señor tenebroso alsaber cuántos tendría.

Encasa de los Lupin, Hope al ver tanto chocolate les llamo la atención.

−Noes para nosotros, es para nuestro invitado llegara en un par de días y Jack nosha dicho que le gusta el chocolate.

−¿Quéinvitado? −Le pregunto Mary.

−Unbrujo africano que nos ayudara a destruir a Voldemort de una vez por todas.

Alescuchar eso la mujer los miro. −¿Estáis seguros?

−SiMary. −Le dijo Sirius cogiéndole de las manos. −Esperemos que pronto ya notengamos a ese tipo por aquí.

Anteeso la mujer se puso a llorar y lo abrazo. −Creí que nunca nos libraríamos de él.

−Losé, todos pensábamos lo mismo, pero ahora con estas nuevas noticias, tenemosalgo con que luchar. −Y separándose le limpio las lagrimas. −Igual aquí estas asalvo.

−Sí,pero quiero dejar de esconderme.

−Prontopodrás dejar de hacerlo. −Le dijo Remus acercándose. −Ahora tenemos que esperara ese brujo y que nos diga que tenemos que hacer para librarnos de una vez portodas de Voldemort, mientras seguiremos con nuestra vida.

Lamujer asintió.

−Ahoraque ya habéis hablado de cosas serias, es hora de ponerse a cenar. −Les dijoHope y los miro. −A no ser que no tengáis hambre.

−Síque tenemos hambre. −Le dijo Sirius y así poniendo la mesa se pusieron a cenar.

Dosdías más tarde, Jack llevaba al brujo africano a casa de los Lupin donde loshabía reunido a todos.

Cuandolo vieron, no supieron que cara poner.

Elbrujo se rió. −¿Qué creíais que iría con faldas o aun mejor desnudo?

 

−Nopero no creíamos que te vinieras con ropa muggle. −Le dijo Sirius que no dejabade mirarlo, iba todo de negro, unos tejanos, unas botas y una camiseta quedejaba ver sus fuertes músculos.

−Megusta la ropa muggle, cuando la descubrí me volví loco. −Y les sonrió. −Mellamo Samir y ya el señor Carter me ha dicho lo que necesitáis, es sencillo dearreglar.

−Creemosque mi sobrino podría ser un horrocrux, pero no estamos seguros. −Le dijoRemus.

−Esotambién me lo ha comentado el señor Carter, tranquilo pronto lo arreglaremos.

−¿Sufriráalgún daño?

−No,solo molestias pues la poción que le daré es muy fuerte, pero no lo matara.

−¿Quétipo de poción es? −Le pregunto Sirius.

−Unaque tiene más de 100 ingredientes. −Y abriendo su mochila que también eranegra, saco un pote y se lo dio. −Cuidado esta poción tarda en hacerse 10 años.

Siriuscogiendo el pote lo miro bien era de color marrón claro. −¿Esto le ayudara? −Ylo miro. −Siento hacerte tantas preguntas pero es que solo tiene 13 años.

−Nome importan tus preguntas, al contrario me molestaría que no me las hicieras,Jack me ha dicho que el joven Potter es alguien muy querido por vosotros.

−Loes, no solo es mi sobrino sino también es el hijo de mis mejores amigos. −Ledijo Sirius y le devolvió la botella. −Ahora está en la escuela, en un par desemanas más llegara.

−Porlo que me ha explicado Jack, aunque es un horrocrux también tiene unaprotección muy poderosa que le dio su madre al morir.

−Asíes. −Y le enseño unas pequeñas figuras que tenían por todo el piso. −Esto lareproduce, la protección es familiar por parte de madre.

−Siese tipo de protecciones son difíciles de imitar, porque el amor de una madrehacia su hijo es lo más sagrado del mundo.

−Loes y Lily amaba profundamente a su hijo, también tenemos protecciones que losaurores nos pusieron cuando él se vino a vivir aquí.

−Sondos tipos muy diferentes de protecciones, igual yo también pondré unas cuantasde mi propia cosecha. −Y abriendo su mochila de nuevo saco unas pequeñas tallasde animales y se las dio. −Para vosotros.

Remuscogiéndolas vio que eran animales. −¿Animales?

Samirle sonrió. −Estos animales son los cinco grandes de África, el león, elelefante, el búfalo, el leopardo y el rinoceronte, tienen magia vudú dentro,como tenéis niños por aquí es mejor que no vean dientes y cosas extrañas que eslo que se acostumbra a usar para el vudú, así que os he traído animales.

−Graciasy tienes razón, Harry trae a sus amigos y no queremos que vean cosas raras. −Ledijo el castaño y fue colocando las diferentes tallas por toda la casa, cuandotermino lo miro. −Ahora que ya hemos hablado de esto, tenemos un obsequio parati, nos han dicho que te gusta mucho el chocolate.

Samirasintió. −Me encanta, ¿tenéis?

−Tenemos.−Y se lo llevo a la cocina donde le enseño el pastel que esa misma mañanahabían comprado y también lo demás, que si bombones, tabletas y chocolatinas,había de todo. −A mí también me gusta el chocolate.

Elhombre le sonrió. −Entonces seremos grandes amigos.

Remusle sonrió. −¿Leche para el pastel?

−Siii.−Y sentándose en la mesa se puso a sacar el pastel de la caja y Remus no tardomucho en acercarle un cuchillo para que fuera cortando el pastel y una vezestuvieron servidos empezaron a comérselo.

 

Mientrasellos comían chocolate, Sirius, Jack y Lucius los miraban divertidos.

−Vayados, cuando tienen chocolate por medio se olvidan de todo.

−Lohacen. −Les dicho Jack. Pero se lo merecen, Samir me ha hecho saber que sequedara por aquí hasta que esto se termine, se quedara en mi casa que hay másque espacio y así nadie meterá las narices del porque está aquí.

Anteeso los otros dos hombres lo miraron. −Mejor, lo que menos quiero es queDumbledore se entere de nuestros planes.

−Esono nos ayudaría en nada.

−No.

−Buenosahora me voy. −Les dijo Jack. −Tengo que comprar algunas cosas que Samir me hapedido para la poción nueva de Remus. −Y miro a los comilones. −Samir, nosvemos por la tarde.

−Nosvemos. −Le dijo el hombre sin dejar de comer su pastel.

−Comodigo como Remus, ni siquiera me ha mirado. −Le dijo Jack y sonrió a sus amigos.−Vigilarlos que no se terminen todo el chocolate sino mañana tendrán problemasmuy serios.

−Lointentaremos, nos vemos.

−Sí.−Y despidiéndose se fue.

−Yotambién me voy. −Le dijo Lucius. −Enviare otro mensaje a Severus.

−Hazlo.

−Sí.−Y despidiéndose se fue y Sirius se unió a los comilones para disfrutar delpastel y los otros productos que tenían.

Unashoras más tarde, Severus recibía la carta de Lucius, el profesor satisfecho conque hubieran encontrado a un brujo del vudú tan poderoso se relajo, algo le decíaque ese hombre les ayudaría a terminar de una vez por todas con Voldemort y sugrupo de asesinos.

Elcurso ya no tardo mucho en terminar, y como siempre los alumnos recogieron suscosas y se fueron a buscar el tren que los llevaría junto a sus familias.

Alllegar, después de muchos abrazos, los adultos cogieron las cosas de Harry ysalieron de la estación, donde vieron a los Weasley.

Harryno sabía como lo hacían pero era como si siempre estuvieran esperándolos.

−Buenastardes.

−Buenastardes.

−¿SeñorBlack le podemos ir a visitar? −Le pregunto Fred. −Tenemos muchas cosas queenseñarle.

Siriusmiro a su ahijado. −¿Tu qué dices? Dejamos que estos dos bromistas vengan avernos.

−Comotú quieras, pero tenemos muchos planes.

Elhombre le sonrió. −Harry nadie nos quitara nuestros planes. −Y miro a losgemelos. −Podéis venir, pero tiene que ser por la mañana, por la tarde ya tengoplanes.

−Porla mañana será.

−Entoncesaquí tenéis la dirección. −Y apuntándola se la dio. −Os aviso que vivimos enuna zona muggle, no quiero ningún tipo de magia en las calles, lo que menosquiero es que mis vecinos nos miren mal.

−Notendrán ningún problema.

−Esoespero, ahora si nos tenemos que ir. −Y despidiéndose se fueron.

Unavez en el coche, Sirius que había dejado que Lucius condujera miro a suahijado. −Harry solo vendrán por la mañana, y tu estarás en la tienda, así queno los tendrás que ver.

−Padrinolos gemelos me caen bien, pero tampoco los quiero todos los días en casa, yalos veo mucho en la escuela y son mis vacaciones.

−Losé, Harry, por eso solo los recibiré esta primera semana, además tengo quetrabajar, la empresa no se lleva sola.

−Ytenemos nuestras vacaciones de verano.

 

−Sí.−Y miro a su sobrino. −¿Draco todo bien?

−Nome caen bien los Weasley, así que no opino, si fuera por mí no vendrían.

−Dracotiene razón, yo tampoco los recibiría.

−Soloserán cuatro días, el resto será para nosotros tres como siempre. −Y miro aLucius. −A no ser que hayas cambiado de opinión en eso de ir al parque deatracciones y a las piscinas.

−Nogracias, demasiado gente, yo prefiero mejor otros lugares más tranquilos.

−Losé. −A Lucius le gustaba muchísimo vivir en el mundo muggle, allí no tenia quemirar tras su espalda por si había alguien que quisiera hacerle daño y Narcissatenía muchísimas amigas y el pequeño Abraxas ya tenía 7 años e iba a la mismaescuela a la que habían asistido Harry y Draco y como le pasaba a los mayores,el niño estaba encantado.

Alrubio mayor lo que no le gustaban era las aglomeraciones que se juntaban en losparques de atracciones y en las piscinas, si podía las evitaba.

Alllegar a su barrio, Lucius y Draco dejaron a la familia en su casa, y ellos sefueron a la suya.

Aldía siguiente, después de desayunar, Jack y Samir llegaron de visita.

−TíoJack. −Harry acercándose lo abrazo.

−HolaHarry, ¿Qué tal la escuela?

−Muybien tío, tío Severus ya me ha devuelto el mapa del merodeador, pero le hetenido que prometer que no perseguiría a más gente malvada.

−Yes lo que tienes que hacer. −Y miro a Samir. −Harry te quiero presentar aSamir, un brujo del vudú.

Anteeso, Harry lo miro. −¿Clavas agujas en muñecos y la gente se queja?

Losadultos se pusieron a reír ante las ocurrencias de Harry.

−Síque lo hago, pero yo prefiero maldecir de otra manera, tengo un regalo para ti.−Le dijo el hombre. −Me han dicho que te gustan mucho los animales.

−Sí,sobre todo los lobos, los perros grandes y los ciervos.

−Puestengo el indicado para ti. −Y le dio una pequeña bolsa.

Harryabriéndola saco un pequeño colgante con un lobo, era de madera. −Esta súperbonito, gracias.

−Denada.

−Venque te lo pongo. −Le dijo Sirius que cogiendo el colgante se lo puso alrededordel cuello. −Seguro que te cuidara mucho.

−Sipadrino. −Y volvió a mirar al hombre. −Gracias.

Samirle sonrió. −No ha sido nada, me han dicho que tienes dos amigos, también tengoun regalo para cada uno.

−Si,Hermione y Draco, son mis mejores amigos.

−Cuandolos vea se lo daré.

Seguroque les gustara tanto como a mí.

−Harrynos tenemos que bajar a la tienda. −Le dijo Remus mirándolo.

−Sitío. −Y dándole las gracias de nuevo a Samir se fue con su tío.

Lalibrería llevaba abierta un tiempo, cuando la campana sonó, Harry mirando haciala puerta vio a los gemelos Weasley.

−Buenosdías.

−Buenosdías, Harry, ¿trabajando? −Le pregunto Fred.

−Sí,ayudo siempre a mi tío en la tienda, ¿habéis venido a ver a mi padrino?

−Sí,¿está en casa?

−Nolo sé, ahora lo miro. −Y cogiendo el teléfono, marco el numero de su casa,espero a que le contestaran y eso no tardo mucho en pasar.

Aquí residencia de los Lupin.

−Holapadrino.

Hola Harry, ¿todo bien?

−Sipadrino, han venido los gemelos Weasley.

Ahora los bajo a buscar, ¿Cómo va todo?

 

−Muybien, ya han venido muchas familias a comprar los libros de la escuela.

Estupendo, no tardo.

−Sí.−Y colgando miro a los gemelos. −Ya no tardara mucho en bajar.

−Entonceslo esperaremos.

−Hacerlo.−Y se puso a atender a una chica que venía con un libro.

Siriusno tardo mucho en bajar y se llevo a los Weasley, para que le enseñara todo loque tenían.

Aldía siguiente, los gemelos volvieron y durante los siguientes días volvieron,hasta que llego el sábado.

−¿Padrinohoy volverán? −Le pregunto Harry mientras desayunaban.

−NoHarry, ya han resuelto todas sus dudas así que no volverán, además eso de lasbromas hace muchos años que lo deje atrás. −Y le sonrió. -A partir de hoy lasvacaciones serán para nosotros.

−Mejor.

Elhombre sonriéndole volvió a su desayuno.

Unashoras después, Samir volvía y le daba un pequeño pote a Sirius. −Harry se tieneque tomar eso, aparte de la poción que te mostré, lleva dos más, es algo muyfuerte con mal sabor, pero le irá bien.

−¿Estarábien?

−Sí,tu dásela y le entrara sueño, en unas horas dejara de ser un horrocrux, y le hepuesto una poción que le mostrara los otros horrocrux, un hombre como Voldemortno acostumbra a tener dos o tres, tiene muchos más.

−Despuésde cenar se la daré.

−Mejor.

−Gracias.

−Nome las tienes que dar. −Y le sonrió. −Ya me he enterado de las vacaciones que estáispreparando, ¿puedo ir?

−¿Quieresir a la Polinesia?

−¿Metomas el pelo? En la Polinesia están las playas más hermosas de todas, playa,sol y arena, el mejor lugar para relajarme.

Siriusriéndose asintió. −Ya lo he entendido, si que puedes venir, vamos a alquilar unyate.

−¿Yporque no lo compras? Sé que los Black tienen mucho dinero.

Siriuslo miro con pena. −Porque no he encontrado ninguno que me gustara.

Remusque los estaba escuchando se puso a reír. −Lleva tiempo buscando un buen yateque comprar, pero no encuentra el suficientemente grande.

−¿Cuántosmetros quieres que tenga?

−Muchos.

Harryviendo a los hombres a un lado, se acerco. −¿De qué habláis?

−Deyates. −Le dijo Sirius.

−¿Yates?¿Para qué quieres un yate?

−Puespara nuestras vacaciones de verano. −Le dijo Sirius sonriéndole. −Nos vamos ala Polinesia.

−Hawái.−Y gritando lo abrazo. −Quiero ir a Honolulu.

−Eiremos. −Le dijo el hombre riéndose. −Ahora falta el yate, haremos un viaje enbarco por las diferentes islas que hay en la Polinesia.

−¿Poreso lo quieres comprar?

−Sí,pero también estoy pensando en alquilarlo, pero no he encontrado ninguno que megustara.

−Voya llamar a tío Lucius, seguro que él sabe algo.

−Llámaloyo no lo he hecho porque quería que fuera una sorpresa.

−Ylo será, pero seguro que él sabe algo. −Y sonriéndole se fue a buscar el teléfonopara llamar a su tío Lucius.

Despuésde cenar, Sirius ponía la poción en el vaso de leche que Harry siempre setomaba y se lo dio.

−Harrytómatelo entero.

Elchico cogiendo el vaso, vio que tenía un color diferente.

−¿Porqué tiene ese color extraño?

Siriuslo miro. −Son unas vitaminas.

Anteeso, el chico asintió y se lo llevo a los labios y se lo tomo, aunque no sabíabien, cuando se termino el vaso se lo devolvió.

 

−Sabíamuy mal. −Y poniendo cara de asco les dijo: −Nunca más, para la próxima vez,que las vitaminas sepan mejor.

−Nuncamás estas vitaminas la próxima vez que tengan sabor a naranja, ahora adescansar. −Le dijo Remus.

−Sitío, tengo mucho sueño. −Y bostezando un momento les dio las buenas noches y sefue a su cuarto.

Nadamas sentir la almohada cerró los ojos y pronto estuvo durmiendo, esa noche soñócon muchas cosas extrañas.

Aldía siguiente, Sirius entraba en el cuarto de Harry y vio que aun seguíadurmiendo y que estaba sudando mucho, entrando en el baño, cogió una pequeñatoalla la mojo y se la puso en la frente a su sobrino.

Alsentir la toalla fría, aunque estaba durmiendo Harry sonrió.

−Sirius.−Remus que había entrado en el cuarto miro a su amigo. −¿Qué tal esta Harry?

−Creoque tiene fiebre, suda mucho.

−Voya llamar a Samir, el no dijo nada de fiebre.

−Hazlo,yo me quedare aquí.

−Entonceste iré a llenar una palangana de agua. −Y se fue a prepararla.

−Nomucho tiempo después, el castaño volvía con una palangana llena de agua y concubitos de hielo que frotaban.

−Gracias.−Le dijo Sirius y cogiendo la toalla de la frente de su ahijado la llevo alagua y remojándola de nuevo se la puso de nuevo en la frente.

−Denada, no tardo.

−Teespero. −Y escuchando como salía de la habitación, siguió cuidando de suahijado.

Unrato más tarde, Samir entraba en la habitación y comprobando que Harryestuviera bien, miro a Sirius. −La fiebre no tardara mucho en bajarle, prontoestará bien de nuevo.

−Nodijiste nada de fiebre.

−Esverdad, me disculpo por ello, como digo pronto estará bien.

−Esoespero.

−Yaverás como si, que descanse y si se despierta que coma algo.

−Lohare.

−Sí.−Y viendo como Sirius se podía ocupar bien del chico salió de la habitación.

Aldía siguiente, Harry se despertaba y lo primero que vio, fue a su padrino allí,despertándolo con cuidado vio que abría sus ojos.

−Buenosdías padrino.

−Buenosdías Harry, ¿Cómo estás?

−Bien,¿Qué haces aquí?

−Ayertuviste fiebre.

Anteeso, el chico frunció el ceño. −¿Quién se pone enfermo en vacaciones?

−Puestú. −Y le sonrió. −¿Cómo te sientes?

−Mesiento bien.

−Ahoralo miraremos. −Y acercándose al baño cogió un termómetro y se lo puso debajo dela axila.

Mientrasesperaban, Harry miro a Sirius.

−Oyepadrino.

Elhombre lo miro. −Dime.

−Hetenido unos sueños muy extraños, nunca había soñado nada igual.

−¿Quéhas soñado?

−Hesoñado con un tejón que jugaba con una copa, y también con un mansión extrañacon un gran pasillo muy sucio donde una mujer no dejaba de gritar que no queríasangres sucias en su casa, también con una pequeña cabaña muy sucia llena deserpientes, una gran bóveda como esas que hay en gringotts y había una gran L,un colgante parecido al que tiene la abuela, ese que le regalamos que tiene unpequeño orificio en su interior, también una puerta que aparece y desaparece todoel tiempo, un anillo con una piedra extraña, un gran águila que llevaba unadiadema en la cabeza. −Y le sonrió. −Y una hermosa fantasma. −Y lo miro. −Creoque la he visto en hogwarts. −Entonces puso cara de sorpresa. −Es la fantasmade rawenclaw, y también he soñado con una serpiente y un tipo gris que no tienenariz.

 

Siriusal escuchar eso, supo que eran todos los horrocrux que Voldemort tenía ahorasolo tenían que enlazarlos y pronto se librarían de él.

−Harrytus sueños son muy extraños.

Elchico lo miro. −Es tu culpa, por darme ese vaso con esas vitaminas extrañas,nunca más tomare algo igual.

Siriusle sonrió. −No te daré nada más.

−Esoespero, porque aun sigo con el sabor en la lengua y eso que me lave losdientes, incluso me raspe la lengua.

Siriusriéndose cogió el termómetro que ya sonaba y miro lo que ponía. −Harry estas a38.

−Esoquiere decir que estoy bien.

−No,eso quiere decir que tienes un poco de fiebre, así que te quedaras en cama.

−Padrino,son mis vacaciones de verano y ya me perdí el día de ayer. −Protesto.

Elhombre lo miro. −Haremos esto, podrás acostarte en el sofá y ver la tele, perode allí no saldrás.

−Estábien padrino, pero espero que no vayáis a mirar el yate sin mí.

−Nolo haremos, pero tú te quedaras descansando.

−Sí,ahora me voy a bañar, estoy todo sudado.

−Hazlo,yo te buscare ropa limpia.

−Graciaspadrino. −Y levantándose se fue a bañar y cuando salió se puso el pijama queSirius le había preparado, y bajo a la planta principal y se acostó en el sofá.

Hopeno tardo mucho en traerle una bandeja llena de comida y unas medicinas para lafiebre.

−Harrytómatelo todo, y luego la medicina.

−Siabuela. −Y sentándose bien, puso la bandeja encima de sus piernas y se puso adesayunar. −Abuela esto es súper aburrido, quiero ponerme bien para ir a lapiscina.

Hopeque estaba sentada a su lado, le aparto el cabello de la frente. −Mañana ya estarásbien y podrás ir a la piscina.

−Esoespero, porque las vacaciones son muy cortitas para pasarlas enfermo.

−Yaverás como si, ahora desayuna y luego podrás jugar a tu maquina.

−Sí,gracias abuelita. −Y sonriéndole siguió desayunando.

Cuandotermino de tomarse sus medicinas, encendió su super nintendo y se puso a jugar.

Almedio día, Remus y Mary entraban en el piso y se fueron directos a ver a Harry.

−¿Cómosigues?

Elchico que hacía rato que se había cansado de jugar y estaba mirando la tele, losmiro. −Aburrido tío.

−Esnormal, hace muy buen tiempo para quedarte aquí acostado en el sofá, te he traídoun regalo. −Y le dio una caja.

−Graciastío. −Y cogiendo la caja, la abrió y vio que era un nuevo juego. −Donki Kong.¿De qué va?

−Tienesque buscar plátanos.

−Despuésde la siesta, los buscare, ahora tengo hambre.

−Puesvamos a comer, no te olvides de tus zapatillas.

−Notío. −Y levantándose del sofá se fue a comer con su familia.

Porla noche mientras Harry dormía, Sirius, Remus y los demás se pusieron a hablarde las cosas que Harry había soñado.

Siriushabía hecho una lista para no olvidarse, eran demasiadas cosas y muchoslugares.

−Tenemosque ver donde encaja todo.

−Sí,pero será difícil, son muchas cosas. −Le dijo Jack.

−Nosi lo pensamos entre todos. −Le dijo Remus y cogiendo el papel de su amigo, lomiro bien. −Bóveda de gringotts con una L, eso seguramente será algún apellidoque empiece con una L.

 

−Seguramente.−Le dijo Severus. −Pero hay muchas familias que empiezan con L.

−Esoserá un problema, pero seguro que lo encontramos. −Les dijo Remus y volvió amirar el papel. −Luego una casa llena de serpientes, creo que eso es masmetafóricamente que otra cosa.

−Lacasa de los descendientes de slytherin. −Le dijo Lucius.

Remusle sonrió. −Exactamente. -Y apuntándolo miro que era el siguiente punto. −Unapuerta que aparece y desaparece, eso también es sencillo, solo conozco un lugary eso está en hogwarts. −Y los miro. −La sala de los menesteres.

−Exactamente.−Le dijo Sirius. −Y nosotros la conocemos bien.

−Sí,aunque nunca creí que allí abría un horrocrux, y por ultimo una casa donde unamujer no deja de gritar que no quiere sangres sucias en su casa.

Anteeso todos se miraron entre sí.

−Esoserá más difícil, hay muchos que no aceptan a mestizos.

−Sí,pero leer lo que Sirius ha puesto. −Les dijo Remus leyendo el papel. −Unpasillo muy sucio en una mansión. −Y los miro. −No creo que los dueños de susmansiones dejen que sus casas estén sucias.

−No,así que puede ser una casa que está abandonada.

−Lomás probable.

−Tenemostres posibles lugares donde pueden estar guardados los horrocrux, ahora tenemosque mirar que pueden ser. −Le dijo Remus y miro de nuevo el papel. −Un tejónjugando con una copa, eso puede ser la copa de huffelpuff.

−Seguramente,apuntalo. −Le dijo Sirius.

−Sí.−Y apuntándolo leyó el siguiente punto. −Un colgante como el que le regalamos ami madre, eso es un guardapelo.

−Pueses sencillo, descubrir los horrocrux. −dijo Jack que hasta el momento no habíadicho nada.

−Laverdad es que si, pero Harry se ha pasado todo el día aburrido aquí.

−Mañanaya podrá salir de casa, su fiebre abra bajado del todo. −Les dijo Samir y miroa Remus. −¿Qué va lo siguiente?

−Losiguiente es. −Y Remus miro el papel. −Un águila con una diadema en la cabeza.

−Esoes muy sencillo. −Les dijo Severus. −Es la diadema de Rawenclaw.

−Loes. −Le dijo Remus. −Y por ultimo un anillo y una serpiente.

−¿Yqué hay del tipo sin nariz?

−Niidea, puede que sea Voldemort, cuantos mas horrocrux se hacen menos humanoparece. −Les dijo Samir.

−Entonces¿Qué? ¿Tenemos que buscar un tipo sin nariz? −Les pregunto Sirius. −No creo quese deje ver, con esa anomalía seguro que se esconde para que nadie lo vea,llamaría mucho la atención.

−Primerodestruiremos los horrocrux y luego iremos tras Voldemort.

−Loharemos, ahora ya nos vamos a dormir, se está haciendo muy tarde, y mañanatenemos que ir a mirar el yate para nuestras vacaciones de verano. −Les dijoSirius.

−Elmono tiene razón, ya se está haciendo tarde. −Les dijo Severus y miro a Lucius.−¿Nos vamos?

−Sí.−Y miro a Sirius que lanzaba miradas asesinas al profesor. −Nos vemos mañanatemprano, tenemos la cita para los yates a las 10 de la mañana.

Siriuslo miro. −Nos vemos mañana. −Y así dándoles las buenas noches todos se fueronmarchando.

Esareunión había ido mucho mejor de lo que habían esperado en un momento y ahoraya tenían donde seguir, con esa satisfacción se metieron en sus camas y prontoestuvieron todos durmiendo.

 

Aldía siguiente, Harry se despertaba y se fue a desayunar, después de comer todolo que le ponían en el plato, le pusieron el termómetro y viendo que ya estabatotalmente recuperado se fue con los adultos y Draco a mirar yates.

Alllegar los chicos se quedaron parados, allí habían muchos y ellos nunca habíanvisto de tan grandes y bonitos.

−Chicosno os alejéis mucho. −Les dijo Sirius. −Y sobre todo no molestéis a los demás.

−Notío. −Le dijo Draco y miro a su primo. −Vamos a mirar.

−Sí.−Y se fueron corriendo entre todos yates que allí habían para mirarlos bien.

Unrato después, Lucius y Sirius aun no sabían cual comprar, era una inversión muygrande y no lo querían estropear, hasta que vieron que los chicos se acercabanemocionados.

−Padrinohemos visto uno súper chulo, es enorme y tiene piscina, ven. −Y cogiéndole dela mano lo llevo entre todos hasta que llegaron a uno que era muy grande, decolor negro y blanco.

−Estees uno de los más grandes que tenemos, tiene cinco pisos, piscina que se puedeconvertir en helipuerto en caso de emergencia, cine, spa y tiene espacio para25 invitados. −Le dijo el vendedor.

Siriusasintiendo miro a su ahijado. −¿Te gusta?

−Sipadrino, está muy chulo. −Y miro al vendedor. −¿Lo podemos mirar por dentro?

−Síque pueden.

−Puesvamos. −Y entrando lo miraron todo bien.

Enla parte de abajo del casco, los chicos alucinaron al ver, una pequeña lanchamotora y dos motos acuáticas, incluso el vendedor, abrió una pequeña puerta pordonde podían salir las motos y la lancha.

−¿Vienecon esto? −Le pregunto Harry al vendedor.

−Síque lo trae. −Y miro a los adultos. −Pero si quieren lo pueden comprar sin él.

−No,hace falta que lo quiten, pero seremos más de 10 personas en nuestro viaje yque solo tenga una lancha me preocupa. −Le dijo Sirius. −Sin contar con latripulación.

−Apartede la lancha y las motos, vienen con dos balsas y si quieren le podemos poner más.

Elhombre asintiendo miro a los niños. −¿Os gusta?

−Nosencanta. −Le dijo Harry.

−Harrytiene razón. −Le dijo Draco y miro a su padre. −Queremos este.

−Pueseste. −Les dijo Lucius y miro al primo de su mujer. −Este está bien, es muygrande y tiene más cosas que las que nosotros queríamos.

Siriusmirando a los chicos que lo miraban con ojos llenos de ilusión, les dijo: −Esteva a salir muy caro, vamos a tener que vender muchos libros.

Anteeso, los chicos asintieron. −Venderemos todos los libros que sean necesarios.

−Entonceseste. −Y miro al vendedor. −Nos lo quedamos, pero queremos tres balsas más, entotal cinco.

−Sela pondremos, lo bueno es que no ocupan espacio, van en unas cajas blancas quese pueden guardar en muchos sitios.

−Bien,¿Cuándo lo tendremos? Nos vamos en agosto de vacaciones.

−Silo quieren así, se lo pueden llevar ya mismo.

−Noqueremos que cambien nada, solo añadir más balsas. −Y miro a los chicos. −Mientrasnosotros hablamos de precios y cosas aburridas ir a seguir paseando, pero nomas yates.

−Nomas yates. −Le dijo Draco y de nuevo se fueron corriendo.

Unashoras más tarde, volvían a casa, durante la comida Harry se puso a explicarlescomo era el yate que habían comprado.

−Esenorme, de color negro y blanco, es súper bonito y tiene hasta piscina.

 

Anteeso, la familia miro a Sirius.

−Ohhno me miréis a mí, ha sido cosa de los niños que cuando lo han visto les hagustado tanto que se lo han quedado. −Les dijo el hombre. −Ya les he dicho quetendrán que vender muchos libros para pagarlo.

−Nome importa. −Le dijo Harry sonriéndole. −Ese barquito lo vale.

Remusle sonrió. −Si lo vale, no pasa nada y ¿ya tiene nombre?

−No,no se me ocurre nada guay. −Y miro a su padrino. −¿Se te ha ocurrido algo?

−Aunno, hasta que nos den los documentos que tardaran un par de semanas tenemostiempo.

−Sí.−Y siguieron cenando.

Unassemanas después, la familia volvía de vacaciones, se lo habían pasado realmentebien en su yate al que habían puesto el nombre de luna azul.

Aldía siguiente de su vuelta de vacaciones, la familia se fue a comprar los librosde Harry para la escuela al callejón diagon.

Aprovechandoque estaban allí, Sirius compro el profeta y al leer la primera página se loenseño a Lucius y a Remus. −Mirad.

Loshombres acercándose vieron lo que Sirius les enseñaba.

−Ataqueen los mundiales de quidditch. −Leyó Remus. −Según el ministro, un grupo demortifagos atacaron a los campistas que estaban celebrando la victoria de losIrlandeses, por desgracia no han atrapado a ningún mortifago.

−Delo que nos hemos librado. −Les dijo Sirius.

−Yque lo jures. −Le dijo Remus y miro a los chicos que los miraba. −No ospreocupéis, ahora vamos a comprar vuestras cosas.

−Sitío. −Le dijo Harry y se fueron a comprar todas las cosas que necesitaban, cadaaño eran más.

Cuandolo tuvieron todo comprado, volvieron a casa donde Harry se puso su bañador y semetió en la piscina.

−¿Harryestas bien? −Le pregunto Remus acercándose al borde.

Elchico acercándose le sonrió. −Tío lo mejor del mundo, es la piscina de nuestracasita.

Elcastaño riéndose asintió. −Tienes toda la razón del mundo, disfruta de lapiscina ahora que aun hace buen tiempo.

−Sitío. −Y metiendo la cabeza, se fue buceando.

Lapiscina era un sitio que a todos les gustaba pero sobre todo a Harry, se pasabahoras y horas nadando o mirando el cielo.

El1 de septiembre no tardo mucho en llegar, y como siempre Harry se despedía desu familia y se iba con Remus y Sirius a la estación.

Despuésde muchos abrazos y promesas de que se portaría bien, se subió al tren.

Unashoras más tarde, llegaban a hogwarts, al llegar como siempre se sentaban en sussitios a esperar la selección de los alumnos de primero.

Cuandoesta termino, el profesor Dumbledore se levanto y los miro.

−Bienvenidosun año más, este año será diferente, tendremos el torneo de los tres magos,tengo que avisaron que solo se aceptara participar aquellos que tengan 17 añosy tendremos invitados que llegaran en octubre, también tengo que deciros quetenemos nuevo profesor de defensa. −Y miro el asiento vacío. −Aunque aún no hallegado. −Y volvió a mirar a sus alumnos. −Bienvenidos y disfrutar de la cena.

−Graciasprofesor. −Y se pusieron a cenar.

−Harry.−Seamus lo llamo. −Te perdiste la final de los mundiales, fue genial, aunqueKrum atrapo la Snicht para Bulgaria, ganamos los irlandeses.

Elmoreno le sonrió. −Felicidades, y yo no tengo nada que envidiar, han sido unasvacaciones geniales.

 

−¿Dóndehas ido? −Le pregunto Dean.

−Enyate por la Polinesia, desde Hawái, hasta Nueva Zelanda.

Anteeso, lo miraron sin creérselo. −¿Lo dices en serio?

Harryasintió entusiasmado. −Estuvo genial, he bailado el hula con unas chicasguapísimas, me han regalado uno de esos colgantes de flores y nade condelfines.

−Vayapasada.

−Síque lo es. −Y entonces los miro serio. −Ya he leído en el profeta lo del ataquede los mortifagos, ¿alguien sufrió algún daño?

−Losmuggles que estaban en la entrada, fueron atacados.

−¿Yestán bien?

−Yase han recuperado, pero el ministro no sabe de donde salieron.

−Buenoyo creo que ese ministro no sabe nada de nada. −Les dijo Seamus.

−Yque lo jures. −Le dijo Harry y miro a Hermione que parecía enfadada. −¿Herms quépasa?

−SonLavender y Pavarti.

−¿Quéte han hecho ahora? −Esas dos chicas no trataban bien a Hermione desde queempezaron en primero, solo porque se pasaba todo el tiempo leyendo.

−Dicenque Draco se va a cansar de mí y me va a dejar.

Anteeso Harry se rio y miro a las otras dos leonas. −Si decís eso, es que no conocéisa mi primo, Draco jamás pero jamás dejara a Hermione. −Y girándose miro a suprimo, durante el verano Draco había crecido varios centímetros y si ya antesllamaba la atención por lo guapo que era, ahora mucho más, dejándolo de mirar,miro a Hermione. −No les hagas caso, están celosas.

Hermionemirándolo un momento asintió y siguió cenando, su miedo más grande es que Dracoconociera a otra chica y se fuera con ella.

Enel otro extremo del comedor, Draco estaba cenando y sentía cientos de miradasen el, las chicas eran realmente molestas, no entendía que a él no leinteresaba nadie más que Hermione, durante el verano, su castañita habíaaceptado salir con él, y ya eran novios y lo mejor de todo es que todos estabanencantados con esa relación.

−Dracoeste año vas a tener que tener un matamoscas. −Le dijo Blaise mirando divertidoa dos chicas de hupplepuff que no dejaban de mirar a su amigo.

Elpríncipe dejando de cenar lo miro. −Son muy molestas, ya se cansaran. −Y volvióa su cena.

Durantela hora siguiente, mientras cenaban, la puerta del gran comedor se abrió yapareció el nuevo profesor de defensa, el profesor Moody, los alumnos al verlono supieron que cara poner

Aldía siguiente, Hermione bajaba de su torre, cuando se encontró con los slytherin.

−Hermione.−Draco sonriéndole le cogió de la mano. −Buenos días, ¿Qué tal has dormido?

−Nomuy bien, mis compañeras de habitación son dos cotorras, que si chicos,potingues para la cara y no sé que mas, son muy molestas.

−Yase cansaran, ¿ya sabes con quien iras en clase?

−Aunno. −Y le sonrió. −¿Vamos juntos?

−Sí.

−Heyparejita. −Harry bajando las escaleras, se acerco y les paso un brazo por loshombros. −¿De qué habláis?

−Delas parejas para las clases. −Le dijo Draco y lo miro. −¿Quieres compartirpociones?

−SiDraco. −Y miro a su amiga. −Herms, te robo un par de horas a tu amorcito, quepociones es lo que más me cuesta.

−Perosi siempre sacas supera las expectativas.

−Esoes porque Draco me ayuda mucho, ¿me lo prestas?

 

Hermionehaciendo que se lo pensaba miro a Draco. −¿Tu qué dices?

−Puedoaguantarle unas horas.

−Estábien. −Y riéndose miro a Harry. −Te lo presto un ratito.

−Gracias.-Y miro a su primo. −¿Oye como que puedes aguantarme unas horas?

Dracoriéndose le dijo. −Pues eso, que puedo aguantarte.

−Eresmalo.

−Mucho,¿y con quien iras a tus otras clases?

−Puesno lo sé. −Y mirando a los demás, vio a Daphne, si antes era bonita ahora muchomás, durante el verano había crecido varios centímetros y su cuerpo ya estabamadurando. −¿Daphne vienes conmigo?

Lachica asintió. −Sí que voy contigo.

−Estupendo.−Y sonriéndole miro a sus amigos. −Voy con Daphne.

−Hasescogido bien, Daphne es muy inteligente. −Le dijo Draco.

−Losé, y no solo es muy inteligente sino también muy guapa. −Y sonriendo a Daphneuna vez más, que se había puesto colorada ante sus palabras se fue al grancomedor.

Yasí entre clases y sus amigos, el tiempo fue pasando hasta que llego octubre.

Esprimer día de octubre, los alumnos estaban muy animados, por fin después de unmes esperando los invitados al fin llegarían.

Porla noche a la hora de cena y antes de ponerse a comer, el profesor Dumbledore empezócon las presentaciones.

−DesdeFrancia la escuela femenina de Beauxbatons. −Tras decir eso, las grandespuertas se abrieron y aparecieron unas chicas vestidas con unos uniformesazules y se pusieron a bailar.

−Harry.−Hermione mirándolo vio que él también se las había quedado mirando como elresto de sus compañeros, la chica miro a Draco y sonrió, su novio las mirabaaburrido, desde que el profesor Dumbledore les había dicho que solo podíanparticipar los que tuvieran 17 años, el slytherin no le prestó mayor importancia.

Cuandolas alumnas dejaron de bailar, llego el momento de presentar a los demás.

−Ydesde Bulgaria la academia Drumstrang. −Tras estas palabras, las puertas sevolvieron a abrir y aparecieron unos chicos que llevaban unos bastones y alllegar donde estaba el profesor Dumbledore hicieron aparecer un dragón.

−HeyHarry. −Seamus llamo a su amigo.

Elmoreno dejando de mirar a los búlgaros miro a su amigo. −Seamus.

−Mira.−Y vio que Ron se había quedado con la boca abierta. −Es como nos hemos quedadonosotros al ver a las chicas.

−Puedeque le gusten los chicos. −Le dijo Dean.

Harrylo miro un momento y luego miro a sus amigos. −Eso no importa, cada uno eslibre de estar con quien quiera, pero eso no quiere decir que ya me vaya a caerbien.

−Idiotas.−Les dijo Ron que los había escuchado. -No habléis de lo que no sabéis. −Ymirándolos enfadado volvió a prestar atención al profesor Dumbledore.

−Tampocoes tan malo. Le dijo Neville.

Harrylo miro. −Déjalo Nev, los monos siempre serán monos.

−Debede ser por Viktor Krum. −Les dijo Seamus.

Harrysin entender lo miro. −¿Quién es ese?

−ViktorKrum. −Y señalo un chico muy grande moreno. −Es el buscador de la selección Búlgara,es quien atrapo la snitch.

Elmoreno asintiendo presto atención al chico. −Pues tienes razón, es muy grande.

−Loes, es el mejor jugador de Bulgaria y solo tiene 17 años.

−Esosí que es una pasada.

−Loes.

−Shhh.−Les dijo Hermione. −Estáis hablando mucho.

 

Anteeso, los chicos se dieron cuenta de que su compañera tenía razón, así queprestaron atención al profesor Dumbledore.

Despuésde un largo discurso y de que el profesor les enseñara la copa del torneo porfin empezó la cena.

Aldía siguiente, después de clase, Harry se fue a reunir con sus amigosslytherin.

−Draco.

−Harry.

−¿Tepuedo preguntar algo?

Anteeso, los slytherin lo miraron y Draco frunció el ceño. −¿Desde cuándo preguntassi me puedes preguntar?

−Esque es algo delicado.

−Escupe.

−¿Quépasa en la sociedad mágica si dos chicos se juntan?

−Niidea. −Draco se encogió de hombros. −Recuerda que me he criado como tú. −Y miroa Blaise y Theo. −¿Qué pasa?

−Noestá bien visto. −Le dijo Theo mirando a Harry. −Según la sociedad mágica unafamilia bien estructurada tiene que tener una madre mujer y un padre hombre ycasarse nada de vivir sin haberse casado. ¿Por qué lo preguntas?

−Pornada en especial, solo que me he dado cuenta de que apenas se nada, solo lo queaprendo en la escuela o los libros que leo que siempre son de animales y cosasasí.

−Pueseso, una familia tiene que ser de dos personas de diferente sexo y si no es asíte echan de todos lados, aunque claro siempre hay excepciones.

Harrylo miro. −¿Has conocido a alguien?

−No,pero seguro que si miramos bien lo encontraremos.

−Sibueno, tampoco quiero empezar a señalar con el dedo, como digo cada uno es comoquiere.

Blaisemiro a Harry. −¿Y qué pasa con tus tíos? Ellos nunca se han casado y vivenjuntos.

Anteeso, Harry y Draco los miraron con la boca abierta y luego se rieron.

−Queva. −Harry que no podía dejar de reírse lo miro. −Mis tíos nunca, nada de nada,mi tío Remus esta medio enganchado con mi prima Dora, aunque se están tardandomucho. −Y miro a Draco. −Esos terminaran casados cuando nos graduemos.

−Yque lo jures. −Le dijo Draco y miro a sus amigos. −Mi tío Sirius esta con unamujer llamada Mary, aunque aun no piensan en casarse les va bien, en este añoen que se han vuelto a entrar han recuperado el tiempo perdido, y si nunca seles ha visto con mujeres es porque tienen claras sus prioridades.

−¿Yesas son?

Anteeso, Harry lo miro seriamente. −Matar al asesino de mis padres, Peter Petigrew,hasta que ese hombre no esté en Azkaban o a tres metros bajo tierra, ellos nopodrán ser felices.

−Sincontar que tienen que cuidar de Harry. −Les dijo Draco.

−Exactamente.−Les dijo Harry y volvió a reírse. −Nunca creí que pensarais que mis tíosestuvieran juntos, el mundo se llevaría una gran decepción, cada vez que vamosa algún lado, las mujeres se los quedan mirando. −Y frunciendo el ceño miro asu primo. −Son realmente pesadas.

−Yque lo jures, cuando ven aparecer a mi tío, no dejan de poner ojitos y a saber cuántosnúmeros de teléfono les han pasado.

−Buenaschicos. −Les saludaron las chicas acercándose y Hermione se sentó al lado deDraco. −¿De qué habláis?

−Delas mujeres que no dejan de agobiar a mis tíos. −Les dijo Harry. −Son muypesadas.

−Yque lo jures, en verano no sé cuantas tenemos que espantar. −Hermione fruncióel ceño. −El año que viene espero que no vayamos de nuevo a la playa.

−Esteaño creo que iremos a China.

 

−Perosi ya habéis ido a China. −Le dijo Pansy mirando a Harry. −Me enseñaste lossouvernis.

Harryle sonrió. −Ya, pero es que China es muy grande, la vez anterior estuvimos en Pekíny en Shandowng, ahora me gustaría ver Sichuan y el Tíbet, que están al otrolado del país, cerca de Bután y el Nepal.

Anteeso, todos lo miraron. −Sabes mucho de países, ¿no?

−Esen lo único que se caracteriza. −Les dijo Draco. −Le encanta los países y lahistoria que visitamos.

−Esoes cosa de mi tío Remus. −Le dijo Harry. −Que me dice que tengo que estudiarmucho, para no ser un mono.

−Asíque vas a estudiar historia cuando salgamos de aquí. −Le dijo Daphne.

Harrynegó. −Que va, la historia es algo que me gusta pero no para estudiar, cuandotermine de aquí, estudiare informática, quiero tener mi propia empresa.

−Unaempresa no es barata. −Le dijo Daphne.

Elchico le sonrió. −Pero es que yo tengo mucho dinero, sin contar que Draco ya meha dicho que trabajara conmigo.

−Claroalguien tiene que controlar que no solo se hagan videojuegos. −Le dijo elslytherin y miro a sus amigos. −Harry tiene su bóveda llena, nunca ha tocadonada de lo que tiene.

−Claroque no, mi tío Remus tiene su librería que da mucho dinero sin contar que miabuelo Lyall tiene su trabajo y mi padrino tiene su empresa hotelera.

−Pero,pero

Anteeso todos miraron a Pansy. −¿Qué te has atascado? ¿Pero?

−Enel profeta dicen que el señor Lupin no tiene dinero, que todo viene del señorBlack.

Harryla miro. −Es cierto a medias, mi tío Remus nunca ha tenido tanto dinero como mipadre o Sirius, pero el siempre ha sido muy trabajador, incluso cuando no loquisieron contratar, el se busco la vida, cuando me adopto, mi tío Jack leayudo a comprar el edificio donde vivimos, y nunca ha sido un mantenido. −Lesexplico, no era la verdad entera, pero eso era muy familiar y aunque ellos eransus amigos había cosas que no se contaban.

−Harrytiene razón. −Les dijo Draco. −Mi tío Remus nunca ha sido un mantenido, trabajamás que nadie en su librería, sin contar que el abuelo Lyall tiene el salariode su trabajo, así que como ves no necesitan el dinero de nadie para vivir bien.

Pansymiro a Harry. −Lo siento.

Elgryffindor le sonrió. −No es tu culpa, es cosa del profeta que cuenta muchasmentiras, no hagas caso a ese periódico, además creo que lo escribe una mujerllamada Reeta Skeeter o algo así.

−Mimadre dice que no hay que confiar en lo que dice. −Les dijo Blaise. −Miente másque otra cosa, creo que su obsesión es escribir cuantas más mentiras mejor.

−Pueseso, no hacerle caso.

−Exactamente,y ahora tenemos que hacer los deberes, que tenemos muchos. −Les dijo Draco y levantándoseayudo a levantarse a Hermione y se fueron a la biblioteca.

Alllegar vieron que Luna estaba en una mesa sola.

−Luna.−Harry acercándose le sonrió. −¿Quieres estudiar con nosotros?

−Noquiero molestar.

−Túnunca molestas, ven que será más divertido, además esta Theo con nosotros.

−Harry.−El castaño slytherin lo miro. −¿Qué dices?

Elmoreno lo miro inocentemente. −¿Yo? Nada. −Y volvió a prestar atención a Luna. −Vente.

−Estábien. −Y cogiendo sus cosas se reunió con los demás, que le sonrieron y sepusieron con sus deberes.

 

Yasí estudiando los días fueron pasando, hasta que llego el día en que seescogerían a los campeones del torneo.

Porla noche, todos estaban sentados mirando el cáliz, cuando el profesoracercándose empezó a sacar nombres.

−Dedurmstrang, el señor Viktor Krum. −Al escuchar el nombre de su campeón, losbúlgaros se pusieron a aplaudir, el chico acercándose al director de su escuelalo saludo y paso por una puerta.

−Debauxbattons, la señorita Fleur de la Cour. −Al escuchar el nombre de lacampeona francesa, muchas chicas se pusieron a llorar, ellas también querían participaren el torneo.

−Yde hogwarts, el señor Cedric Diggori. −Hogwarts al escuchar el nombre de sucampeón se pusieron como locos, Cedric era un chico muy popular no solo entresus compañeros de casa sino también entre los demás, sobre todo entre laschicas.

Conesos tres campeones escogidos, la selección iba a finalizar cuando de pronto salióotro papel.

Alver eso, todos se quedaron parados, en todos los años que habían celebrado eltorneo de los tres magos, había salido un cuarto nombre.

Dumbledorecogiendo el papel lo leyó; −Harry Potter.

Elchico al escuchar su nombre no supo qué hacer.

−Harry.-Draco que estaba a su lado sentado lo miro. −¿Cómo es que tu nombre ha salido?

−Nolo sé.

−Harry.−El profesor Dumbledore lo llamo. −Ven aquí.

−No.−El chico levantándose empezó a retroceder hacia la salida. −Yo no he puesto minombre.

−Harry.−Le llamo de nuevo el profesor. −Tu nombre ha salido así que tienes queparticipar.

−Noquiero, prometí a mi familia que no me metería en problemas, y ese es un granproblema.

Severusacercándose lo miro. −Harry.

Elchico miro al mejor amigo de su madre. −Yo no he metido mi nombre, me tienesque creer, lo juro por mama.

−Yolo solucionare. −Y sacando su varita invoco su patronus y lo envió a Londres.

Nohabían pasado ni cinco minutos cuando aparecieron Sirius, Remus y Jack.

Elchico al ver a su familia, se acerco corriendo y abrazo a su padrino.

−¿Harryque ha pasado? −Le pregunto Sirius mirándolo preocupado.

−Elnombre de Harry ha salido del cáliz para que participe en el torneo de los tresmagos. −Le dijo Severus.

−Harry.−Remus lo miro.

Elchico lo miro. −Yo no he sido me tienes que creer.

Elcastaño le sonrió. −Se que no has sido tú, recuerdas me prometiste que teportarías bien.

−Sitío. −Y lo abrazo.

−TranquiloHarry, esto lo solucionare ahora. -Les dijo Sirius y dejando a su ahijado consu mejor amigo, miro toda la sala donde los alumnos los miraban. −Podéis volvera vuestros cuartos, esto ya ha terminado.

Peroaun así nadie le hizo caso.

−Porfavor. −Repitió Sirius.

−Vamos.−Le dijo Pansy a Daphne. −El señor Black tiene una buena razón para decirlo.

−Sí.−Y levantándose, los slytherin empezaron a irse, y al ver eso los gryffindortambién lo hicieron, y poco a poco todos se fueron marchando.

AunqueDumbledore era el director de la escuela, Sirius era alguien muy importante.

Cuandoel comedor se quedo vacio, Sirius miro a los adultos que se habían quedado,después de mirar a todos, su vista fue a parar a Karkarov.

−IgorKarkarov. −Le dijo Sirius. −¿Qué hace un mortifago en hogwarts?

 

−Yano soy un mortifago soy director de durmstrang.

−Unaescuela conocida por enseñarles a sus alumnos artes oscuras y solo aceptarsangres limpias. −Le dijo Sirius y miro a Dumbledore. −¿En qué pensabas almeter a este tipo en la escuela?

−Comoél ha dicho es el director de durmstrang.

−Vaya.−Y se masajeo la frente. −Estoy intentando mantener la calma y no perder lacompostura, pero vuestras respuestas no me satisfacen para nada. −Y los miro denuevo. −Podéis hacer mil torneos pero no meter a mi ahijado y que yo sepa, nohe dado mi consentimiento para que Harry participe. −Y miro a Remus. −¿Tú lohas dado?

−No.−Dijo sin dejar de abrazar a Harry.

−Entoncesque alguien me explique porque el nombre de mi ahijado, ha salido de esa copa. −Lesdijo Sirius.

−El

−Elnada. −Les dijo Sirius mirándolos. −Según su última carta, había una línea deedad que impedía que los chicos menores de 17 años entraran para dejar sunombre, así que espero una respuesta que me satisfaga sino hogwarts cerrara enmenos de lo que canta un gallo, por no saber proteger a sus alumnos.

−Nopuedes cerrar hogwarts. −Le dijo Dumbledore.

−Síque puede. −Le dijo Jack que hasta el momento no había dicho nada. −Él es ellíder de Londres, y su poder llega mas allá que el del ministro, sin contar quelas familias más importantes de Londres le apoyan.

−¿Creíasque me quedaría con los brazos cruzados? −Le pregunto Sirius. −Los Malfoy, losLongbottom, los Greengrass, los Parkinson y muchas otras familias se han unidoa mí, eso quiere decir que el ministro aquí sobra, así que dame una buenarazón, para no cerrar hogwarts.

−Esuna escuela y sus alumnos aprenden.

−¿Ahorate acuerdas de que es una escuela? ¿Dónde estabas cuando Quirrell se quisohacer con la piedra filosofal? No estabas aquí precisamente para proteger a tusalumnos. ¿Dónde estabas cuando el basilisco atacaba a tus alumnos o cuandoPetigrew se paseaba por los pasillos como si fuera su casa, pero tienes razón. −Anteeso todos los miraron asombrados. −No cerrare hogwarts, pero este año se haráun cambio. −Y miro a Remus. −Tú serás el nuevo profesor de defensa contra lasartes oscuras. −Y miro a Moody. −Y tú te irás, no quiero a un ex auror medioloco al lado de mi sobrino.

−Nopuedes hacer eso. −Protesto el profesor.

Antesde responder, Sirius se puso a caminar por el gran comedor. −Sigues sinentender quien soy. −Y lo miro. −Soy Sirius Orión Black, y yo soy el dueño deeste lugar y si no queréis ver cerrado hogwarts hasta el fin de los días, meobedeceréis.

−Estábien. −Le dijo Dumbledore mirándolo. −Aceptaremos lo que propones.

Siriussonriéndole le dijo: −Lo ves, no están difícil llegar a un acuerdo, el torneoseguirá en pie, pero mi sobrino no participara en el, si veo que sangra aunquesea una gota, esta escuela cerrara para siempre. −Y acercándose a su ahijado lesonrió. −Harry no te pasara nada, Remus estará aquí y cuidara de ti. −Y miro asu amigo. −Yo me ocupare de todo desde Londres.

−Tengoque hacer mi baúl, no tengo nada aquí.

−Yote lo enviare, no quiero que ni tu ni Snape os alejéis mucho de Harry, no creoque esto haya terminado. −Y miro a Jack. −Trae a dos aurores para que ayuden arecoger las cosas de Moody y le acompañen a su casa, y luego se quedaran aquí,no me fio de Karkarov, mientras el esté presente en hogwarts, ellos no se irán.

 

−Lohare.

−Gracias.−Y miro a Dumbledore. −Te estaré vigilando. −Y volvió a mirar a su sobrino. −Harryves a tu sala común, nos veremos pronto.

−Sipadrino, gracias. −Y lo abrazo fuerte.

−Denada, ahora ves.

−Sí.−Y diciéndoles que los vería pronto se fue.

Alllegar a su sala común, antes de entrar cogió aire, y entro, sabía que dentrotodos lo mirarían con ojos acusadores.

Enla sala al verlo todos se lo quedaron mirando.

−¿Harryque ha pasado? −Le pregunto Hermione.

Elchico la miro. −No participare en el torneo.

Alescuchar eso, la chica lo abrazo.

−Nome abraces que Draco se pone celoso.

−Tonto.−Dijo sin dejar de abrazarle.

−Losé, me voy a dormir, estoy cansado han pasado muchas cosas.

Hermioneal escuchar eso, dejo de abrazarle y lo miro. −¿Mañana me lo explicaras?

−Mañana,buenas noches. −Y se fue a su cuarto donde se puso su pijama y tras lavarse losdientes se fue metió en su cama.

Aldía siguiente, al bajar al gran comedor muchos se sorprendieron al ver a Remusallí en el puesto del profesor Moody, pero nadie dijo nada.

Despuésde un tenso desayuno, los alumnos cogieron sus cosas y se fueron a clases.

Unashoras más tarde cuando terminaron, Draco se acerco a Harry.

−¿Ybien que paso anoche? ¿Por qué tío Remus está dando clases?

Elmoreno lo miro. −Es cosa de mi padrino, o aceptaban sus normas o cerraríahogwarts para siempre.

−Vaya.−Al escuchar eso Pansy lo miro. −¿El señor Black puede hacer eso?

−Elpuede hacer eso. −Le dijo Draco mirándola. −El tiene el 61% del poder delministro, la familia Black esta en el poder del ministerio, pero siempre se hamantenido en la sombra. −Y miro a su primo. −Cuéntame algo más.

−Eldirector de durmstrang es un antiguo mortifago.

Anteeso, Draco lo miro con los ojos muy abiertos. −¿Y cómo es que esta aquí?

−Nolo sé, lo único que se, es que dos aurores lo van a estar vigilando hasta quese vaya.

−Yalos he visto esta mañana. −Les dijo Theo. −Me preguntaba porque dos auroresestaban aquí, y ahora sé que es por Karkarov.

−Loes.

Antesde que ninguno pudiera decir nada más, Remus se acerco.

−Buenastardes.

Harryle sonrió. −Buenas tardes, te queda muy bien la túnica de profesor.

−Gracias,¿podemos hablar?

−Claroque sí. −Y miro a sus amigos. −Nos vemos al rato.

−Note preocupes, esto no llevara mucho tiempo. −Le dijo Remus y se llevo a susobrino aparte. −Harry necesito el mapa.

Harrylo miro. −¿Para qué lo quieres?

−Parasaber quién y no está en hogwarts, ni Sirius ni yo nos fiamos de nadie en estaescuela, solo de Severus.

−Estábien, no tardo.

−Ok.−Y vio como se iba.

Diezminutos más tarde, Harry le daba el mapa a su tío. −Espero que algún año lopueda tener el curso entero.

Remusle sonrió. −Algún día, ahora vuelve con tus amigos.

−Sitío. −Y se iba a ir cuando lo miro. −Estoy feliz de que estés aquí, contigo ycon tío Severus aquí no tengo miedo.

−Ymientras esté aquí, no tendrás que preocuparte de nada, ahora ves, que te estánesperando.

−Sí.−Y volvió con sus amigos.

 

Unassemanas más tardes, era la primera prueba del torneo, mientras los campeones seenfrentaban a los dragones, Sirius, Jack, Remus, Severus, Samir y Luciusentraban en la sala de los menesteres.

Alsalir iban muy satisfechos, habían encontrado el primer horrocrux que era ladiadema de Ravenclaw y ya la habían destruido.

−Unamenos. −Les dijo Samir. −¿Qué hay de los otros?

−Sabemosque la familia que guarda el horrocrux en gringotts son los Lesntrange, pero nopodemos ir no sabemos si hay alguien espiando.

−¿Yporque no usáis la capa de invisibilidad de Harry? −Les pregunto Severus.

−Porqueaun así necesitaríamos la llave o una orden, y una orden mueve a mucha gente.

−Entoncestendremos que esperar con lo de la bóveda.

−Sí,ahora tenemos que seguir mirando los demás.

−Yaestoy mirando las propiedades de Tom o de sus antepasados. −Les dijo Jack. E−speroque antes de navidades os pueda decir algo.

−Gracias,ahora nos vamos, no quiero que nadie nos vea.

−Nadienos ve. −Le dijo Remus enseñándole el mapa del merodeador. −Según esto, ahoramismo en el castillo solo estamos nosotros y los fantasmas, los demás están conla primera prueba.

−Igual,hay que ser cuidadosos. −Le dijo Sirius y despidiéndose se fueron.

Cuandolos profesores se quedaron a solas, Remus miro a Severus. −¿Qué hacemos?

−Ahoravamos a esa prueba, es una estupidez.

−Piensoigual. −Dijo Remus. −Mira que traer dragones para una prueba escolar.

−Bueno,últimamente los del ministerio no piensan mucho.

−Yque lo jures. −Y así los profesores se fueron a la prueba, por suerte todosestaban muy ocupados mirando la prueba y no se fijaron en ellos.

Unassemanas más tarde, Jack ya tenía la localización de la casa donde habían vividolos Riddle.

Alllegar a la casa, no supieron que cara poner, aquello era peor de lo que sehabían imaginado.

−¿Enserio vivieron aquí? −Le pregunto Sirius mirando a su alrededor. −Creí quevivirían en una mansió o por lo menos en algún lugar mucho mejor.

−Yabueno, parece ser que los últimos descendientes de slytherin no fueron muybuenos en sus trabajos y lo poco que tenían lo terminaron por perder, solo lesquedo esta pequeña casa. −Le dijo Jack.

−Ircon cuidado. −Les dijo Samir. −Algo huele muy mal, huele a maldición, así queno toquéis nada.

−Loharemos. −Y así mirando bien entre todos los escombros y la suciedad notardaron mucho en encontrar el anillo.

Samirmirándolo bien, saco una poción y abriéndola la vertió directamente.

−¿Servirde algo?

−Servirápara que la maldición que tiene, no sea tan poderosa, luego pondré algo máspoderoso que hará que el alma se vaya. −Y siguió vertiendo la poción.

Cuandoel bote estuvo vacio, cogió otra poción e hizo lo mismo con la anterior, unalma negra no tardo mucho en salir y se fue gritando.

−¿Esoquiere decir que el anillo ha dejado de ser un horrocrux? −Le pregunto Sirius.

−Exactamente,paso igual que con la diadema pero igual del anillo sale un gran poder, tengoque investigarlo.

−Hazlo,pero hazlo en otro momento, dentro de poco será luna llena.

Samirle sonrió. −Esta tarde, Remus recibirá sus medicinas, no tendrá ningúnproblema.

Siriusse lo agradeció. −Gracias, desde que se toma tus pociones, el está mucho mejor.

 

−Denada, ahora quiero chocolate.

Anteeso Jack se rio. −Anda vamos a por un chocolate caliente, te lo mereces enmenos de un mes ya hemos destruido dos horrocrux, nos quedan tres.

−Dentrode poco, ese hombre será historia, mientras nos relajaremos con un chocolatecaliente.

−Sí.−Y así satisfechos con su trabajo se fueron a buscar un chocolate caliente.

Yde nuevo el tiempo fue pasando, hasta un par de semanas antes de navidad, elprofesor Dumbledore daba una noticia a sus alumnos.

−Esteaño, será el baile del torneo, los alumnos que quieran se pueden quedar aquí ycelebrarlo, pero solo podrá ser desde los de tercero, los de segundo y primerotendrán que regresar a sus casas. −Y les sonrió. −Ahora a cenar.

−Siprofesor. −Y así los alumnos se pusieron a cenar.

−¿Harrycon quien iras al baile? −Le pregunto Dean mirando a su amigo.

Elchico que estaba cogiendo un trozo de pollo lo miro. −Le preguntare a Daphne siquiere ir conmigo, ¿vosotros?

−Nolo sé, lo tengo que mirar. −Le dijo Seamus.

−Nosotrostambién. −Le dijeron los otros dos.

−Puesdaros prisa, sino tendréis que ir con las que nadie quiere ir.

−Síque nos daremos prisa. −Y se pusieron a cenar.

Mientrasellos cenaban, en la mesa de los slytherin, los serpientes se estaban riendo.

−Dracovas a romper muchos corazones estas semanas. −Le dijo Blaise riéndose.

Elrubio lo miro. −No creo, todas saben que a mí la única que me interesa esHermione, y es con ella con quien iré y nadie más, ¿tu iras con Pansy?

−Sí.−Y mirándola vio que estaba hablando con Daphne. −Hey Pans.

Lachica la miro. −¿Si?

−¿Vienesconmigo al baile?

−Siclaro. −Y le sonrió. −Espero que sepas bailar.

−Mimadre me enseño.

−Mejor,no quiero que me pises. −Y miro a su amiga. −¿Daphne iras con Harry?

−Sí,¿Cuándo crees que me lo pedirá?

−Seguroque esta noche o mañana. −Y sonriéndole miro a Theo. −¿Oye Theo iras con Luna?

−Sí,es con la única que quiero ir, algunas son realmente pesadas.

−Esnormal, eres muy guapo. −Le dijo Pansy sonriéndole. −Sin contar que tienesdinero.

−Pfff,prefiero un cerebro que una cara bonita.

Anteeso, Draco que estaba totalmente de acuerdo con su amigo asintió. −Algunas sontontas, sonriendo y riéndose todo el tiempo sin escuchar nada.

−Yque lo jures. −Y así se pusieron a cenar.

Aldía siguiente antes de clases, ya habían muchas parejas confirmadas para elbaile. Draco saliendo de su sala común se fue a buscar a Hermione y no tardomucho en encontrarla.

−Buenosdías.

Laleona le sonrió. −Buenos días Draco. −Y le dio un beso. −¿Qué tal has dormido?

−Muybien, ¿y tú?

−Bien,por una vez las chicas no han dicho nada, estaban más preocupadas por suspotingues de pepino que de hablar por la noche.

Anteeso Draco la miro asombrado. −¿Ya se ponen esas cosas? Ni que tuvieran 30 años.

−Yaves.

−¿Hermsiras al baile conmigo?

Laleona asintió. −Claro que iré contigo.

Dracole sonrió. −Nos lo pasaremos muy bien.

−Loharemos, tengo que pedirme a mi madre que me envié un vestido, seguro queescoge el mejor.

−Yaverás como si, ¿vamos a desayunar?

 

−Sí.−Y agarrados de la mano se fueron a desayunar.

Despuésde desayunar, Harry se acercaba a la mesa de los slytherin y se sentaba al ladode Daphne.

−Buenosdías.

−Buenosdías Harry. −Le sonrió la chica.

−¿Daphneya tienes pareja para el baile?

−No.

−¿Quieresvenir conmigo?

Lachica asintió. −Sí que quiero.

Anteeso Harry le sonrió. −Entonces iremos juntos. −Y miro a su primo. −Draco engryffindor tienes a tus fans llorando a moco tendido, me ha entrado dolor decabeza, Draco va a ir con Hermione, buaaahhh, se han pasado todo el desayunoasí.

Elslytherin lo miro. −Ya se cansaran.

−Esoespero, sino necesitare mil analgésicos. −Y volvió a mirar a Daphne. −¿Vamos aclase?

−Sí.

−Puesvamos. Y cogiéndole de la mano se fueron a clases.

Unashoras más tarde, Remus iba caminando por los pasillos de hogwarts mientras veíaa algunas chicas llorando, aquello le recordaba sus años escolares, cuandoJames y Sirius ya tenían pareja para el baile de ultimo año y las que no habíantenido suerte lloraban sin dejar de soltar maldiciones a las afortunadas, enese momento no quería estar cerca de ninguna.

Mientrasalgunas no dejaban de llorar, otras se reían como Hermione y sus amigas, asique se acerco a ellas.

−Buenastardes chicas.

Laschicas lo miraron. −Buenos tardes profesor Lupin.

−Osveo muy contentas.

−Esque ya tenemos pareja para el baile. −Le dijo Hermione.

−¿Vasa ir con Draco?

Siprofesor, Daphne va a ir con Harry, Pansy con Blaise y Luna con Theo.

Anteeso Remus asintió, los chicos más guapos de la escuela ya tenían pareja así quelas demás tenían que escoger a los demás.

−HeyCho. −Luna la llamo.

Lachica asiática se acerco y saludando al profesor miro a su compañera de casa.

−¿Lunaquerías algo?

−Sipreguntarte si tienes pareja.

−Sivoy a ir con Cedric. −Y sonrió de forma tímida. −Me lo ha pedido y he aceptado.

−Cedrices muy guapo. −Le dijo Hermione. −Además muy inteligente.

−Buenochicas viendo que estáis bien, me voy. −Les dijo Remus.

Laschicas despidiéndose se rieron.

−Pobreprofesor lo hemos puesto en una situación comprometida. −Les dijo Cho.

−Sí,pero bueno somos chicas y de eso es lo que tenemos que hablar.

−Sí,¿y sabéis con quien van a ir los demáscampeones?

−Niidea, aunque todas andan como locas detrás de Krum.

−Esosiempre pasa, incluso antes de que empezara el torneo, los fines de semana laschicas van detrás de él cuando va a correr cerca del lago.

−Tendremosque esperar.

−Sí.−Y así siguieron hablando de chicos y de los vestidos que llevarían.

Unpar de días antes del baile, Harry recibía un gran paquete, el chico llevándoloa su habitación lo dejo encima de la caja y abriéndolo con cuidado vio que eraun traje de gala.

Harrycontento de tenerlo, lo cerró bien y espero a que el día del baile llegara,mientras lo guardaría bien para que no se ensuciara.

Dosdías después, el baile se celebraba, los chicos estaban esperando a las chicasy poco a poco fueron bajando.

−¿Nevcon quien vas? −Le pregunto Harry mientras esperaba a Daphne.

−ConGinny Weasley, se lo pedí y acepto ir conmigo.

Harryle sonrió. −Pues hiciste bien, no trato mucho con ella, pero he escuchado quees la chica más linda de su clase.

 

−Gracias.−Y sonrió al ver que bajaba. −Ginny, estas muy linda. −Y tras decir eso se pusomuy colorado.

Lapequeña de los Weasley le sonrió. −Gracias, ¿entramos?

−Sí.−Y así los dos entraron en el comedor.

Lasdemás no tardaron mucho en llegar, hasta que el único que quedaba por entrarfue Draco.

Elchico se preguntaba porque Hermione estaba tardando tanto, hasta que la vio yse quedo sin palabras, estaba hermosa.

−Hermione,estas hermosa. −Le dijo el chico.

Lachica que se había puesto colorada asintió. −Gracias, tu también vas muy guapo.

−Gracias,¿vamos?

−Sí.−Y agarrándole del brazo entraron en el gran comedor.

Despuésde la presentación de los campeones y de que estos abrieran el baile, todos sepusieron a disfrutar de la noche.

Dracoy Hermione estaban en un lado bailando, y Harry había ido a buscar unosrefrigerios cuando vio a Ronald vestido con algo espantoso.

−NoHarry. −Le dijo Daphne acercándose y mirándolo.

Elmoreno la miro y le sonrió. −No pasa nada Daphne, no te tienes que preocupar denada. −Y le dio un vaso de ponche. −Tómatelo y volveremos a la pista.

−Sí.−Y tomándose su ponche sonrió, no quería que esta noche se la estropeara nadie,y mucho menos alguien como Ronald.

−Harryfoto. −Le dijo Colin acercándose con su cámara de fotos. −¿Me dejas que te hagauna?

Elmoreno le sonrió. −Ven con nosotros, quiero que hagas muchas fotos, te laspagare.

−Gracias.

−Denada. −Y dejando el vaso en un lado miro a Daphne. −Aprovecharemos que Colinesta aquí y nos haremos muchas fotos, así tendremos un recuerdo de esta noche,¿Qué te parece?

−Meencanta tu idea. −Y terminándose su ponche, dejo el vaso encima de la mesa y sefue con los chicos.

Unashoras más tarde, Harry que ya estaba cansado se acerco a Remus. −Tío ya me voya dormir, he bailado mucho y estoy cansado.

Remusle sonrió. −Descansa, nos vemos mañana.

−Sitío. −Y despidiéndose se fue a su habitación.

Aldía siguiente, los alumnos se podían sentar donde quisieran a la hora de comery Harry se sentó con su primo y los demás.

−¿Visteisel traje de Ronald? −Le pregunto Harry. −¿Quién lleva algo así?

−Esde la época de mis abuelos. −Le dijo Blaise. −Y ni eso, creo que era másantiguo.

Dracolo miro. −¿Le dijiste algo?

−No,no quería que estropeara el baile, además he decidido ignorarlo y no decirlenada, ni siquiera cuando el va de bocas.

−Yhaces bien. −Le dijo Hermione sonriéndole. −Eso quiere decir que estasmadurando.

Harryle sonrió. −Gracias. −Y cogiendo una tostada la lleno de mantequilla ymermelada. −Además pasó de perder mi tiempo con un tipo como él. −Y tras decireso metió un bocado a su tostada, cuando tuvo la boca vacía les sonrió y se pusierona hablar de cosas más agradables.

Unosdías después, a la hora del desayuno, Colin le daba un sobre a Harry. −Aquítienes todas las fotos que os hice a ti y a tus amigos.

Elgryffindor dejando su desayuno se limpio las manos y cogiendo el sobre, lo abrióy empezó a mirar las fotos.

−Estánmuy bien. −Y lo miro. −Me tienes que decir cuánto cuestan.

−Puesno sé, nunca he vendido fotos.

 

Harryle sonrió. −Te daré dos galeones, gracias por dármelas. −Y miro a Hermione. −Lepediré a mi tío que las pase a muggle y así las tienes.

Hermionele sonrió. −Gracias, las quiero tener y mis padres me han pedido que se las envié.

−Enunos días las tendrás y podrás enviarlas a tus padres. −Y guardando las fotospara que no se mancharan volvió a su desayuno.

Unosdías más tarde, Harry recibía las fotos de su tío y como siempre las fuerepartiendo.

−Dracopara ti. −Le dijo el moreno dándole un sobre.

−¿Quéson?

Harryle sonrió. −Fotos de tu princesa.

Dracosonriéndole abrió el sobre y al ver todas las fotos de Hermione miro a suprimo. −Gracias.

−Denada. −Y miro a los demás. −Esto es para vosotros. −Y fue repartiendo lossobres, cuando termino volvió a su mesa y se puso a desayunar.

Unassemanas más tarde, un poco antes de que la última prueba de los tres magosempezara, Harry iba corriendo por los corredores de la escuela, se le había hechotarde, había tenido que terminar un trabajo muy difícil y hasta ese momento nolo había terminado.

Estabasaliendo de los predios del castillo cuando se encontró con Marcus Flint.

Elmoreno al verlo se sorprendió, ese slytherin había terminado la escuela el añoanterior, no tenia porque estar allí.

−Potterte buscaba.

Anteeso, Harry lo miro con desconfianza, nadie que dijera eso traía nada bueno.

−¿Quéquieres? Llego tarde para ver el torneo.

−Hevenido a ver el torneo y el profesor Snape me ha pedido que te viniera abuscar.

Ahoramás que antes, si que desconfiaba de ese tipo, su tío jamás le hubiera pedidoayuda a él, así que antes de que pudiera decir o hacer algo mas, se fuecorriendo hacia el campo, por suerte todo estaba a oscuras y solo se veía loque tenia debajo de sus pies, así que Marcus no lo podría encontrar.

Porsuerte no estaba muy lejos, pero antes de llegar se choco con alguien.

Harrylevantando la miraba vio a Remus que lo miraba. −¿Harry porque corres?

−Tíomenos mal que eres tú, ya creí que me habían atrapado.

Alescuchar eso, Remus lo miro preocupado. −¿Qué quiere decir eso?

−Flintde slytherin está aquí, el año pasado se graduó, me ha dicho que mi tío Severusle había pedido que me viniera.

Anteeso, Remus desapareció con Harry del castillo y lo llevo al único lugar dondeestaría seguro, en su casa de Londres.

Alllegar a su pisa, Harry miro bien el lugar, al ver que era su casa se relajo.

−Remus,Harry. −Sirius que había estado viendo la televisión al ver a su amigo y a susobrino los miro preocupado. −¿Qué pasa?

−Nohay tiempo para explicaciones, prepárate.

−Ok.−Y se fue a preparar.

MientrasSirius se vestía, Remus miro a sus padres. −Harry no puede salir de casa, es elúnico lugar seguro ahora mismo.

−Nosaldrá. −Le dijo su padre. −Pero nos tienes que explicar que pasa.

−Luego,ahora no hay tiempo. −Y envió dos patronum, uno a Lucius y otros a Samir yJack.

Loshombres no tardaron mucho en llegar, justo cuando Sirius bajaba con su varitaen la mano.

−Nosvamos a hogwarts, esta noche los mortifagos se moverán. −Les dijo Remus.

−Puesvamos. −Y así los hombres se fueron.

CuandoHarry se quedo con sus abuelos y Mary, los miro. −Tengo hambre.

 

Hopele sonrió. −Cámbiate de ropa y cenaras algo.

−Siabuelita. −Y acercándose le dio un beso, otro a Mary y subió a su habitación.

Harryno sabía exactamente qué pasaba, pero sabía que nada iba bien, por suerte en sucasa el se sentía a salvo, sabía que allí nada malo le pasaría.

MientrasHarry estaba a salvo en su casa, en hogwarts, Remus miro a sus amigos. −Hay quebuscar a Marcus Flint, el es la conexión que nos faltaba.

−Yolo buscare. −Le dijo Lucius. −Y aunque no me guste le lanzare un imperius.

−Hazlo.−Le dijo Sirius. −Luego nos ocuparemos de las consecuencias. −Y miro a Remus. −¿Quéharás tu?

−Iréa buscar a Severus, esta noche tenemos que ser muchos.

−Ok,no tardes.

−Nolo haré. −Y se fue a buscar al otro profesor, por suerte no tardo mucho enencontrarlo y sin que se dieran cuenta los demás le explico lo que pasaba.

Severusasintiendo se fue con Remus y no tardaron mucho en encontrar a los demás queiban detrás de Marcus.

Eljoven mortifago los llevo a un translador que los traslado a un cementerio.

Enel cementerio, Sirius dejo inconsciente a Marcus y dejándolo a un lado,salieron de su escondite.

−Sirius.−Se escucho una voz chillona. −Tú no tendrías que estar aquí. ¿Dónde estáHarry?

Elhombre girándose vio que Peter lo apuntaba con su varita y tenía algo cogido.

−PeterPetigrew, el peor traidor de todos, ¿creías en serio que permitiría que alguiencomo tú, hiciera daño a mi sobrino? −Le pregunto Sirius. −Yo que tu bajaría esabarita, no la uses si no vas a ganar. −Y usando sus poderes lo desarmo. −Ya telo había dicho. ¿Qué llevas allí?

−Nadaque te importa. −Y lo cogió con más fuerza y dio unos pasos atrás.

−Peterno sabes que todo lo que tú haces me importa, deberías estar contento de quealguien como yo pierda mi tiempo contigo. −Le dijo Sirius y viendo que susamigos se habían acercado y apuntaban a Peter con sus varitas, se acerco a suex amigo y al ver lo que llevaba en brazos tuvo que hacer un gran esfuerzo porno vomitar. −Tom Riddle.

Anteeso, los otros hombres se sorprendieron.

−¿Siriusestas seguro? −Le pregunto Remus.

−Sí.−Y cogiéndolo de los brazos de su ex amigo que estaba haciendo todo lo posiblepara que no le quitara su preciada carga, se lo mostro.

−Sirius Black. −Voldemort lo miro. −Únete a miseremos grandes, los mejores magos que nadie nunca abra conocido.

Elmoreno en vez de enfadarse, se puso a reír. −Tom tu nunca serás grande, siempreserás chiquito, y mejor cállate si no quieres quedarte sin lengua como te hasquedado sin nariz. −Y miro a Samir. −¿Alguna buena idea?

−Dámelo,lo llevare a un lado donde nadie lo encuentre hasta que lo podamos matar.

−Gracias,cuidado que muerde. −Y sonriendo a su amigo africano se lo dio.

−Graciaspor el aviso, pero este cobarde no me da ningún miedo. −Y cogiéndolo fuertepara que no se soltara se desapareció.

Conuno menos, los demás miraron a Peter.

−Peteresta vez, no podrás escaparte. −Y antes de que pensara en convertirse en rata yasí escaparse, lo aturdieron.

−Ostoca a vosotros. −Le dijo Sirius mirando a los profesores. −Tenéis quellevarlos a hogwarts y dárselo a los aurores que están allí.

−Tambiénllevaremos a Marcus. −Le dijo Remus y acercándose donde habían dejado a unMarcus desmayado, lo cogieron y volvieron a hogwarts.

 

Losalumnos que estaban celebrando la victoria de Cedric, al ver a los profesorescon sus cargas, los miraron.

−Severus,Remus. −Dumbledore se acerco y al ver a sus dos antiguos alumnos miro a susprofesores. −¿Qué hacen ellos aquí?

−MarcusFlint ha venido para llevarse a Harry con Voldemort, por suerte lo hemosatrapado a tiempo y Peter estaba en el cementerio esperándolos.

−¿Voldemort?

−Nohabía rastro de él. −Le dijo Severus.

−Esehombre está muerto. −Grito el ministro acercándose y miro a Dumbledore. −Tusprofesores están estropeando la fiesta de Diggori.

Alescuchar eso, los profesores miraron al profesor. −¿Dumbledore qué hacemos?

−Yocreo lo que estáis diciendo. −Y miro al ministro. −Cornelius, no hay mas ciegoque el que no quiere ver. −Y miro a los aurores. −Ellos son unos criminales.

−Noslos llevaremos y tendrán que responder unas cuentas palabras. −Y cogiéndolosbien se desaparecieron.

Cuandolos aurores se llevaron a los criminales, Cornelius miro a Dumbledore furioso. −Túy yo hablaremos muy seriamente. −Y miro a los alumnos que los mirabanasustados. −No pasa nada, el que no debe ser nombrado está muerto, ellos se hanequivocado.

Anteeso Dumbledore no tuvo más remedio que suspirar, Cornelius nunca cambiaría asíque miro a sus profesores. −¿Y Harry?

−Enmi casa. −Le dijo Remus. −Esta noche se quedara allí, mañana a primera hora lo iréa buscar para que vuelva a clases.

−Meparece bien, gracias por traerlos.

−Denada profesor, esto poco a poco se va solucionando, ahora con su permiso no meapetece ninguna fiesta, así que nos vemos mañana.

−Vesa descansar. −Y miro a Severus. −Tú también.

−Graciasprofesor. −Y así los dos profesores se fueron a sus habitaciones.

EnLondres, cuando Sirius llego a su casa vio que el lugar estaba a oscuras,mirando el reloj de cuco de Harry vio que eran más de las 10 de la noche.

Yaera bastante tarde así que era normal que ya estuvieron durmiendo, además Harryal día siguiente volvería a Hogwarts.

Antesde irse a su cuarto, Sirius se fue a ver a su ahijado, en el cuarto, el hombre sonrió,Harry estaba durmiendo y por lo que pudo comprobar no tenía ningún mal sueño,así que satisfecho lo tapo bien y saliendo del cuarto se iba a ir al suyocuando se encontró con Mary.

−¿Maryno tendrías que estar durmiendo?

Lamujer lo miro. −No podía dormir, ¿Qué tal todo?

−Bien,tenemos a Voldemort, Samir se lo ha llevado a algún lugar donde sus mortifagosno lo puedan encontrar, y ya hemos encontrado a Petigrew, ahora mismo lo debende estar interrogando, poco a poco las cosas se van solucionando.

Maryacercándose se apoyo en el. −Creí que nunca me dirías eso.

−Losé. −Y le acaricio el cabello. −Estas siendo muy valiente. −E hizo que lomirara. −Cuando todo esté termine nos iremos de viaje los dos solos.

Anteeso la mujer frunció el ceño. −No sé, señor Black, me lo tengo que pensar. −Y sonrióante la cara que puso. −Me encantara viaja contigo.

−Pronto,muy pronto. −Y dándole un beso le dijo: −Ahora tienes que descansar, yo me iréa dar un baño y mañana llevare a Harry a la escuela.

 

−¿Estaráseguro allí?

−Loestará, no creo que los mortifagos intenten nada, aunque ahora mismo Dumbledoreno es mi persona favorita el jamás permitirá que los mortifagos entren en laescuela, ahora si buenas noches.

−Buenasnoches. −Y sonriéndole volvió a su habitación.

Aldía siguiente, después de desayunar, Sirius se llevo a Harry a la escuela, alllegar se despidió de su padrino y se fue a buscar sus cosas para ir a clases.

Siriusse iba a ir cuando se encontró con Remus.

Elcastaño acercándose lo saludo. −¿Cómo esta Harry?

−Muybien, esta muy tranquilo, Hope me ha dicho esta mañana que anoche ceno bien yhoy ha desayunado bien, así que como ves no le preocupa nada.

−Mejor.−Y le sonrió.

−Sí.−Y mientras hablaban los alumnos que pasaban por allí se los quedaban mirando.

Remusestaba apoyado en una pared, mientras Sirius estaba muy cerca, las alumnos no sabíanque pensar ellos dos eran muy atractivos y ninguno tenía pareja así que a laconclusión que llegaban es que estaban juntos.

Peronada más lejos de la realidad, los adultos estaban teniendo una conversaciónmuy seria.

−Ahorame iré al ministerio, haber que dicen Peter o Filch.

−¿Hashablado con Samir?

−No,aun no lo he visto, espero que este bien.

−Remus,Black. −Severus acercándose los miro. −Estáis dando un espectáculo.

Anteeso los dos lo miraron sin entender.

−Snapecreo que los vapores de las pociones te están afectando. −Le dijo Sirius.

−Idiotamira a tu alrededor.

−¿Dequé hablas? −Y mirando a su alrededor vio a muchas alumnos merándolos. −¿Quépasa? ¿Por qué nos miran?

−Ellospiensan que vosotros andáis juntos, es el último rumor que corre por laescuela.

Anteeso Remus parpadeo varias veces y Sirius se rio.

Dracoque pasaba por allí con sus amigos al ver a sus tíos se acerco. −Buenos días.

−Buenosdías Draco. −Le saludo Sirius. −¿Tu lo sabías?

Eljoven slytherin lo miro sin entender. −¿El qué?

−Losrumores que corren sobre mí, sobre nosotros. −Y señalo a Remus.

Dracoasintió. −Sí, es cosa de Reeta Skeeter que no deja de inventarse cosas.

−Vayacon la periodista de tres al cuarto, creo que voy a tener que hacerle unavisita. −Y miro a Remus. −En cuando sepa algo te digo. −Y miro a Severus. −A titambién. −Y se fue.

Cuandose quedaron solos Remus miro a Severus. −Pues no me importa, Sirius es bastanteatractivo. −Y sonriéndoles se fue.

Anteeso los alumnos que lo habían escuchado no supieron que cara poner.

Dracoriéndose miro a sus amigos. −Pronto tendremos más rumores, como que mi tíoviene a ver a su amante o algo así.

−Seguramente.

Severusponiendo un momento los ojos en blanco los miro. −Tenéis clases.

−Sí.−Y se fueron a su clase.

Mientrasellos iban a clase, Sirius pasaba por el profeta, al llegar se fue a ver aldirector.

Eldirector al ver a Sirius se sorprendió. −Buenos días señor Black.

−Buenosdías. −Le saludo Sirius. −Me han llegado rumores de que deja que susperiodistas inventes noticias.

Anteeso el hombre lo miro. −No sé qué quiere decir, todo lo que escriben misperiodistas es verdad.

−¿Enserio? Entonces porque hay noticias sobre que yo tengo un amante y no sé quemas, tengo dos sobrinos en edad escolar no quiero que lean cosas que no son,solo le avisare esta vez no vuelva a inventarse noticias, espero no tener quevolver. −Y saliendo del despacho se encontró con Reeta.

 

Lamujer acercándose le empezó a hacer preguntas, pero el hombre ignorándola sefue, tenia cosas mucho más importantes que hablar con una periodista de tres alcuarto.

Susiguiente visita fue al ministerio, al llegar allí se fue directo al pabellónde los aurores.

−Buenosdías.

−Buenosdías, Sirius. −Le saludaron varios aurores que lo conocían. −¿Has venido a vera los mortifagos?

−Másbien, quiero saber que os han dicho, ¿hay algo útil?

−Noquisieron hablar, hasta que pedimos permiso para usar veritaserum y el wizarmonnos lo concedió, así que llevan soltando la lengua desde entonces.

−¿Yqué os han dicho?

−Queiban a usar la sangre de Harry para devolverle el cuerpo a Voldemort, queKarkarov puso el nombre de Harry en el cáliz y que cuando tu entraste en escenatuvieron que cambiarlo todo, por eso anoche Flint estaba en hogwarts.

−¿Habéisido a buscar a Karkarov? Espero que esta vez no salga con lo mismo y entre enAzkaban.

−Lohemos ido a buscar esta mañana, pero ya no estaba, sus alumnos han dicho queanoche estaba muy nervioso y nada más llegar al barco se metió en su habitacióny desde entonces nadie lo ha visto, ya hemos puesto una orden de captura para él.

−¿Yqué hay de Flint?

−Élfue quien le dio el diario a la joven Weasley, y aunque no nos ha dicho quiense lo dio, creemos que fue otro mortifago, y que anoche lo llamaron para quefuera a buscar a Harry, que no podían arriesgarse a usar a un mortifago adulto.

−Yentonces usaron a Marcus.

−Nolo usaron. −Le dijo el auror. −El chico tiene la marca tenebrosa en su brazo.

−Tanjoven y ya cometiendo tantas estupideces, ¿Qué va a pasar con ellos?

−AMarcus lo enviaremos a Azkaban, y a Petigrew le darán el beso del dementor, esla mano derecha de Voldemort y no podemos permitir que se encuentren de nuevo.

−No,no podemos permitirlo. −Y entonces vio a un joven auror acercándose corriendo.Señor.

Elauror lo miro. −¿Qué pasa?

−Hemosencontrado al señor Crouch muerto en su casa.

−¿BartyCrouch? −Pregunto Sirius.

Eljoven auror asintió. −Sí señor, el ministerio nos ha pedido que lo buscáramos,pues hacía una semana que no sabían de él, así que hemos ido a su casa y lohemos encontrado muerto en su cama.

−¿Cuántotiempo lleva muerto?

−Nosé, pero puede que unas semanas o más.

−¿Ynadie se dio cuenta de ello antes?

−Esque el pidió vacaciones de un mes, y la semana pasada era cuando tenía quevolver, pensaban que se había retrasado así que no le dieron mucha importanciahasta hoy.

Siriusfrunciendo el ceño miro a su amigo auror. −Esto no me gusta nada, conocía a esehombre desde hace años, incluso corrían algunos rumores de que queríapresentarse de nuevo como ministro.

−Siyo también lo había escuchado.

−¿Entoncesporque se tomo un mes de vacaciones?

−Niidea. −Y miro al joven auror. −¿Algo más?

−Síseñor, hemos encontrado al auror Moody muy mal.

−¿AMoody?

−Síseñor.

−¿Yqué tan mal esta?

−Muymal, le faltaban muchos cabellos de la cabeza y estaba muy delgado como sihiciera semanas que no comía bien.

 

Anteeso, Sirius miro a su amigo. −Poción multijugos.

−Sí,es lo que yo estaba pensando, pero ahora tenemos que saber quien ha sido.

−CuandoMoody se despierte lo sabremos. −Le dijo Sirius.

−Ahoramismo voy a enviar dos aurores para que lo vigilen día y noche hasta quesepamos quien fue tras él.

−¿Meavisaras?

Elauror asintió. −Lo hare, ¿Qué harás ahora?

−Ahoratengo que ir a trabajar. −Y despidiéndose se fue.

Unashoras más tarde, Remus recibía una carta de Sirius, donde le explicaba todo loque había averiguado esa misma mañana.

Porla noche en Londres, Samir les contaba que Voldemort estaba bien resguardadoque mientras encontraban el resto de los horrocrux, ese hombre no haría másdaño.

Siriussatisfecho como hacía tiempo que no lo estaba se iba a dormir feliz.

Aldía siguiente, le daban el beso del dementor a Petigrew y nadie quiso perderseese momento, incluso Mary fue a verlo, quería ver como moria el hombreresponsable de la muerte de su mejor amiga.

Cuandotodo termino, decidieron incinerarlo, el traidor no se merecía tener un espacioen suelo sagrado.

Despuésde eso las cosas volvieron a la normalidad, pronto los alumnos estaban cogiendoel tren que los llevaría a Londres.

Alllegar a King cross y tras muchos abrazos, Hermione se acerco a Sirius que comosiempre estaba rodeado de los pesados Weasley.

−SeñorBlack. −La joven leona lo llamo.

Siriusle sonrió. −¿Hermione, todo bien?

−Sí,bueno
Y se puso a jugar con su pie.

Anteeso, todos lo miraron.

Janesonrió a su hija. −No tengas miedo, pídeselo.

Siriuslas miro intrigadas. −¿Qué me tienes que pedir?

Hermionelo miro. −¿Me preguntaba si me dejaría su barco para mi cumpleaños?

Siriusle sonrió. −Claro que sí, eso ni se pregunta, ¿Has pensado algo para ese día?

−Sí,este año quiero que sea especial, ya cumplo 16 años.

−Lafiesta de los 16. −Le sonrió Remus.

−Sí,y como cuando es mi cumpleaños ya estamos en la escuela, este año lo quierocelebrar antes.

−Yme parece muy bien, ¿has pensado algo aparte del barco?

−Unfin de semana en alta mar.

Siriusasintió. −Es una idea estupenda. −Y miro a los Granger. −Podéis coger el barcocuando queráis.

−Gracias.

−Denada. −Y miro a Harry. −Ya nos tenemos que ir a casa, se está haciendo tarde.

−Sipadrino. −Y miro a Hermione. −Ya me dirás que tienes pensado para ese día.

−Telo diré, además vamos a pedir una tarta súper grande en la pastelería deOliver.

−Genial,las tartas de su pastelería son las mejores.

−Poreso. −Y miro a Sirius. −Cuando sepa algo mas ya se lo dire.

−Cuandoquieras, ahora sí que nos vamos. −Y así cogiendo las cosas de Harry sedespidieron y se fueron a su casa.

Lasvacaciones de verano empezaron muy tranquilas, Sirius se ocupaba de su negociomenos un día que se fue a san mungo, su amigo auror le aviso de que Moody yaestaba lo suficientemente bien para poder hablar.

Unashoras más tarde, Sirius estaba muy enfadado, ya sabían quien había secuestradoa Moody, era Barty Crouch hijo, que se suponía que había muerto en Azkabantantos años atrás.

Losaurores al saber de quién se trataba, pusieron una orden de búsqueda contra esehombre, poco a poco los mortifagos iban saliendo, aunque el ministro se empeñaraen decir que Voldemort estaba muerto.

 

Unassemanas más tarde, Sirius recibía una carta de Dumbledore, intrigado lo fue aver.

Alllegar a su casa, el profesor lo invito a una taza de té.

−Ybien profesor Dumbledore, ¿Por qué me quería ver? −Le pregunto Sirius mientrasse tomaba su té.

−No sési lo sabes, pero los mortifagos se han levantado, buscan a Voldemort.

−Nolo sabía. −Le dijo sorprendido. −Creí que sin él, los mortifagos se quedaríanquietos incluso que huirían como la última vez.

−Esolo pensábamos todos, pero creemos que alguien los está animando a que hagan delas suyas.

−Puedeque sea Barty Crouch Jr.

−Yotambién he pensado en el, así que necesito tu ayuda.

Anteeso Sirius lo miro. −No me interesa volver a la orden del fénix, la ultima vezno fue bien, y sin ofender no confió en usted.

−Noera eso. −Le dijo Albus sin hacer mucho caso a la última frase de su antiguoalumno. −Me gustaría que me prestaras tu casa, está en el centro de Londres sincontar que tiene hechizos muy fuertes.

−Claropuede usarla aunque hace muchos años que no voy allí, y ni idea de cómo estará,antes me pasare yo.

−¿Meavisaras cuando la tengas lista?

−Teavisare. −Y terminándose su te, dejo la taza encima de la mesa y levantándoselo miro. −Aunque no esté en la orden, puede contar conmigo siempre que semodere y no pida cosas imposibles, como que Harry vaya detrás de Voldemort. −Antesde que el hombre mayor pudiera decir nada, Sirius se fue.

Enla librería, Harry estaba ayudando a su tío cuando llego Sirius.

Elchico dejando el libro que estaba ordenando, se acerco. −Padrino.

Siriusle sonrió. −Hola Harry, ¿me quieres acompañar?

−¿Dónde?−Pregunto interesado.

−A miantigua casa.

−Ohhh.−Ante eso, el chico lo miro con los ojos muy abiertos, nunca había ido a eselugar. −Si que quiero ir, pero ahora estoy ayudando aquí.

−Seráesta tarde, además quiero que Remus también venga.

−¿Dóndequieres que vaya? −Le pregunto el castaño acercándose.

−Agrimmauld place, Dumbledore me la ha pedido.

−¿Paraqué?

−Parala orden.

Anteeso, Remus frunció el ceño. −¿Otra vez con eso?

−Sí,ya le he dicho que yo paso de eso.

−Yotambién, pero tu casa les irá bien.

−Poreso, se la he dejado, pero antes tenemos que ir a ver como esta, lleva 9 añoscerrada, seguro que hay de todo, solo de pensarlo me pongo a temblar que asco.

−Tendremosque ir con un gran insecticida y muchas trampas para ratones.

−Seguramente,ahora os dejo que veo que tenéis trabajo, después de comer iremos.

−Sí.−Y despidiéndose hasta unas horas más tarde, volvieron a su trabajo.

Despuésde comer, Sirius, Remus y Harry iban a la mansión Black.

Alentrar, mientras Sirius y Remus comprobaban que se pudiera vivir allí, Harry sepuso a mirar todo más tranquilo.

Eselugar le sonaba, pero no sabía de dónde, entonces se puso a jugar con su lenguay entonces recordó. −Padrino, tío. −Grito.

Losdos hombres acercándose corriendo lo miraron. −¿Harry que pasa?

−Estelugar es el de mi sueño, aquel tan raro que tuve tras tomarme las vitaminas desabor asqueroso. −Y los miro frunciendo el ceño. −¿Cómo es que conozco estelugar si nunca he venido?

 

Anteeso los dos se miraron un momento y luego volvieron a mirar al chico.

−¿Harryestas seguro?

−Completamente.−Y puso cara de asco. −Nunca olvidare lo mal que sabía ese potingue.

−Buenoaquí ya hemos terminado, si quieren vivir aquí tendrán que limpiarlo ellos, yopaso de limpiar este lugar. −Les dijo Sirius y sonrió a Harry. -Sobre que hasvisto este lugar en sueños aunque nunca lo hubieras visto antes, no tepreocupes la magia hace muchas cosas extrañas ¿Un helado?

−Esosiempre padrino.

−Puesvamos. −Y así los tres se fueron a tomar un helado.

Unashoras más tarde, Sirius, Remus y los demás volvían a glimmauld.

−Harryha dicho que este lugar es el de sus sueños, así que tiene que haber unhorrocrux, el no se ha equivocado en ningún momento, así que miraremos todobien.

−Loharemos. −Y así se pusieron a buscar todo, hasta que lo encontraron.

Elhorrocrux lo había estado guardando el elfo de la familia, que al ver a Siriusse había escondido pero al final había dicho todo, incluso las últimas horas deRegulus.

Siriusal saber eso, se sintió muy mal, el siempre había pensado que su hermano era unmortifago sin corazón y ahora tras todos esos años se enteraba de que no habíasido así.

Remusal ver a su amigo perdido, se acerco y le toco el brazo con cuidado. −¿Siriusnos vamos?

Elhombre lo miro. −Si no quiero ver este lugar nunca más, siempre traedesgracias. −Y miro a Samir. −Cuando destruyas esa cosa avísame.

−Lohare.

−Gracias.−Y miro a Jack. −Avisa al profesor Dumbledore que ya puede venir a este lugar,puede usarlo cuando quiera.

−Selo diré.

−Gracias.−Y sin decir nada más se fue.

Unashoras más tarde, Sirius estaba en la terraza de su casa, acostado en una hamacaviendo como el sol salía, no había podido dormir, se había pasado toda la nochepensando en su hermano, si él hubiera sido un mejor hermano mayor, Regulusseguiría vivo.

−Sirius.−Mary saliendo a la terraza le dio una taza de café.− Para ti.

Elhombre cogiéndola le dio las gracias.

−Nome las tienes que dar. −Y sentándose en la otra hamaca lo miro. −Pareces muyperdido.

−Ylo estoy, esta noche me he enterado de que Regulus era una buena persona, quepor Krecher el elfo domestico de la familia, se rebeló contra Voldemort. −Y lamiro. −Yo nunca me di cuenta, estaba tan ciego con mi odio hacia el que no vilo equivocado que estaba.

−Noes tu culpa, el tampoco fue claro contigo, y antes de que digas nada, el tampocohizo esfuerzos por hablar contigo ni enviarte un mensaje para aclarar todo.

−Yoera el hermano mayor.

−Yel tenia cerebro y manos para escribir, sin contar que estaba Dumbledore ymucha otra gente que podría ayudarle, así que no te sientas culpable, porque tuno la tienes.

−No séqué pensar, lo único que se, es que el está muerto y ya no podre pedirle perdónpor mis errores.

−Bueno,los muggles tienen el cielo, así que seguro que él estará allí y te está viendo.−Y le cogió de la mano. −¿Me ayudas?

Elhombre la miro. −¿A qué?

Maryle sonrió. −A prepararle un buen almuerzo a los marmotillas.

−Meparece bien.

−Puesvamos. −Y cogiendo las tazas de café entraron en la cocina, y se pusieron apreparar un desayuno suculento a su familia.

 

Unosdías más tarde, Harry estaba ayudando a su tío en la librería, cuando la puertase abrió y entraron Draco y Hermione.

−Buenas.−Les saludo Harry. −¿Habéis venido a comprar?

−No,vamos a ver a la señora Kristen, ¿quieres venir con nosotros?

−Claroque sí. −Y miro a Remus que no estaba muy lejos. −Tío voy a ayudarles con latarta, no tardo.

−Tráemealgo para comer.

−Loharé, cojo dinero. −Y acercándose a la caja, cogió dinero y se fue con susamigos.

Enla pastelería saludaron a todos, y se fueron a la trastienda con Kristen, Janeya le había llamado para avisarle que Hermione podía escoger la tarta que másle gustara.

−Hermioneprimero me tienes que decir como la quieres. −Le dijo la pastelera. −¿Cuántagente vas a invitar?

−Apartede la familia, vendrán amigos así que unas 150 personas.

Anteeso, los chicos miraron a Hermione. −¿Vas a invitar a tanta gente?

Lachica les sonrió. −Sí, vosotros, Oliver y sus padres, Simón y sus padres, Yunay sus padres, Pansy, Daphne los chicos, contando sale unos 150.

−¿Yabra espacio en el yate?

−Sí,ya hemos hablado con el capitán y le hemos dicho lo que queremos y nos ha dichoque sin problemas, que aunque no hay camas para todos, si tapamos la piscinaallí se pueden poner sacos de dormir y si que cabemos todos, además solodormiremos nosotros, los adultos dormirán en los cuartos.

−Megusta.

Hermionele sonrió. -A mi también, y nos iremos un poco al sur por Francia que hacemejor tiempo, y mis padres están de acuerdo. −Y miro a la pastelera. −¿No abraproblema verdad, con tanta gente?

Lamujer le sonrió. −Ninguno, gracias por invitarnos.

−Denada. −Y miro a su mejor amigo y a su novio. −¿Qué os parece?

Dracole sonrió. −Me parece estupendamente, y cuenta con nosotros para ayudarte.

−Gracias.−Y miro de nuevo a la pastelera. −Quiero una tarta de 5 pisos, ¿es mucho?

−Túeras la cliente, y tienes que tener la tarta que tú quieras, además tus padresme han dicho que escojas lo que más te guste.

−Gracias,la quiero de chocolate y crema, y sin fondant no me gusta.

−Sinfondant. −Le dijo que lo estaba apuntando en una libreta.

−Yme gustaría que le pusieras algo más de relleno, quiero que tenga mucho sabor,que no cuando lo veamos por dentro se vea pequeñito, escoge el que más teguste.

Kristenle sonrió. −Mucho relleno. ¿Qué quieres de decoración?

−Comoserá en alta mar, quiero peces, corales y cosas así pero que no parezcainfantil.

−Meocupare de que no sea infantil. ¿Algo más?

−Si,cupcakes y galletas decoradas.

−Lotendrás también, ¿quieres las galletas en forma de animales marinos?

−Sí,pero tenemos que ir a buscarlos. −Y miro a Draco. −¿Vamos ahora?

−Siasí ya los tienen y pueden trabajar bien en todo lo que quieres.

−Bien.−Y miro a la pastelera. −Ahora los iremos a comprar y te los traigo.

−Mejor,así ya lo tengo a mano.

−Sí,yo creo que ya lo tenemos todo. ¿O falta algo?

−Podríamosponer más dulces, ¿no? −Les pregunto Harry. −Lo que has escogido está bien,pero tendríamos que poner otras cosas.

−¿Quése te ocurre?

 

−Cakepops, son unas bolitas que van en unos palos, brownies y fresas decoradas, selo mucho que te gustan, creo que con todo eso hay más que suficiente. ¿Qué teparece?

−Meparece bien. −Le dijo Hermione y miro a la pastelera. −Queremos eso también,sobre todo muchas fresas.

Lamujer apuntándolo le sonrió. −Lo tendrás.

−Gracias,y creo que eso es todo.

−Sí.−Y dándole las gracias salieron a la tienda y tras comprar unas dulces para su tíoRemus, Harry se despidió de sus amigos y volvió a la librería.

Yasí las vacaciones continuaron, mientras algunos se escondían en la mansiónBlack en grimmauld, otros disfrutaban de sus vacaciones.

Samirya había destruido el nuevo horrocrux, ahora ya solo quedaban Nagini y la copade hufflepuff.

Siriussabía que no podían esperar más, así que usando sus contactos pidió entrar en labóveda de los Lestrange, y aunque le costó lo consiguió.

Yasí sin llamar mucho la atención, fue a la bóveda con sus amigos y mirando todobien la encontraron y dándosela a Samir para que la destruyera volvieron a susvacaciones.

Mientrasellos se ocupaban de ese trabajo, Hermione con la ayuda de Draco se ocupaba delas cosas para su cumpleaños.

Despuésde su viaje anual a China y al Tíbet volvieron a casa y se prepararon para lafiesta de Hermione.

Comola leona les había dicho, sería todo el sábado y el domingo, así que cerrandola librería ese fin de semana cogieron sus cosas y se fueron al puerto.

Alllegar, Sirius se ocupo de todo.

−Capitán.−El hombre se acerco al capitán de su yate. −¿Cómo va todo?

−Muybien, ya han traído todo lo que sus invitados han pedido, marisco, pescado,fruta y otras cosas. −Y le dio el recibo.

Siriusmirándolo bien asintió. −Estupendo, quiero que todo vaya bien, es el cumpleañosde una amiga muy querida y no quiero que vaya nada mal.

−Yno irá nada mal.

−Bien.−Y vio que los Granger ya se acercaban.

−Buenosdías. −Le saludaron.

−Buenosdías, ya han traído todo lo que habéis comprado, más de 200 kilos de comido.

−Estupendo.-Era un fin de semana muy largo, y no querían que faltara comida, George miro asu hija. −¿Tienes la lista de tus invitados?

−Sí.−Y sacándoselo se lo dio.

Elhombre se lo dio al capitán. −Aquí están todos los que vendrán.

−Irécontrolando que entren todos.

−Biengracias.

−Denada. −Y cogiendo un boli señalo a su jefe y a su familia, y a los Granger.

−Buenosdías. −Les saludaron.

Lafamilia girándose, vio que se trataba de los Malfoy y los demás.

−Buenosdías. −Le sonrió Hermione.

−Chicosir pasando. −Les dijo Sirius. −Yo me quedare aquí, comprobando que todos vayanllegando.

−Mejor,lo que menos quiero es que se monte un tapón y nadie pueda entrar. −Le dijoRemus. −Vamos.

−Sí.−Y así todos entraron y Sirius se quedo con el capitán para ir recibiendo a losinvitados de Hermione.

Unrato después, Sirius comprobaba que todos iban llegando, cuando llego Kristen.

−Buenosdías Sirius.

Elhombre le sonrió. −Buenos días, ¿necesitas ayuda?

−Unpoco.

−Ahoratraigo a mis chicos. −Les dijo el capitán y se fue a llamar a sus marineros queno tardaron mucho en llegar y así entre todos cargaron el gran pastel y losdulces que Hermione había pedido.

 

Unavez la furgoneta estuvo vacía, esta se fue y los invitados subieron al yate.

Casiuna hora después ya habían llegado todos, así que el yate se ponía en marcha,hacia el sur.

−Hastala noche no es el baile. −Les dijo Sirius mirándolos. −Así que ahora os podéisrelajar como queráis, hay piscina y en un par de horas el yate parara y nospodremos bañar en el mar, las chicas tenéis el segundo piso y los chicos eltercero, ya podéis iros.

Ycomo si se tratara de una estampida todos se fueron a cambiar y no mucho tiempodespués, ya se estaban bañando en la piscina.

Unpar de horas más tarde, el yate paraba en un lugar tranquilo, y el capitán lesdecían que podían bajar a bañarse al mar.

−Nevilleno pasa nada, es súper divertido. −Le grito Dean desde el agua. −Solo tienesque tirarte, está un poco fría pero se está genial.

Elchico miro a su amigo no estaba muy convencido.

−Neville.−Remus acercándose lo miro. −Inténtalo una vez si luego no te gusta no lo hagasmas, pero es mejor que lo intentes que quedarte con las ganas.

Elchico mirándolo asintió. −Tiene razón.

Remussonriéndole lo llevo a la zona desde donde los chicos se estaban tirando y viocon satisfacción como se tiraba, estaba un poco alto pero no había peligro, losmarineros estaban comprobando bien la zona y los chicos estaban seguros.

Mientrasellos se tiraban desde el puente, Draco que iba en una moto acuática, llamo aHermione.

Leleona acercándose a la barandilla le sonrió. −Vente a dar un paseo.

−Voy.−Y bajando corriendo se subió detrás de él.

−Draco.−Sirius lo llamo.

−Tío.

−Noos alejéis mucho, se que sabes bien usar la moto, pero el mar es todo igual yno me gustaría que os perdierais.

−Tienesrazón, no nos alejaremos. −Y le enseño su walki. −Por si acaso.

−Bien,ahora iros a divertiros.

−Sí.−Y poniendo la moto en marcha se alejaron del yate.

−SeñorBlack. −Blaise lo llamo. −¿Hay alguna mas de esas?

Siriusle sonrió. −Hay una más, ven que te enseño a usarla. −Y así le fue a enseñar.

Cuandoestuvo listo le dijo: −No te alejes mucho.

−Nolo haré, ahora me voy.

−Diviértete.−Y viendo como se iba, se fue con los demás y acostándose en una hamaca miro alos Granger. −Ha sido una idea estupenda.

Georgele sonrió. −La verdad es que si, cuando Hermione nos lo dijo creíamos que seríapasarse un poco, somos muchos pero ahora veo que esta genial, no solo nosrelajamos sino que hemos visto que Hermione tiene muchos amigos.

−Hermionees una chica muy apreciada entre sus compañeros de escuela. −Le dijo Remus sonriéndoles.

−Esonos hace feliz.

−Esnormal. −Y sonriéndoles se tomo su coctel.

Almedio día ya fue la hora de comer, así que Lyall se puso al mando de la parillay empezó a preparar la comida.

Harryacercándose le sonrió. −¿Abuelo te ayudo?

−Sí,gracias Harry, coge el pescado y ves pasándomelo.

−Sí.−Y acercándose a las bandejas, y cogiéndolas se las acerco a su abuelo.

−¿Papaque hay para comer? −Le pregunto Remus acercándose.

−LosGranger quieren que hagamos ahora el pescado, lo haremos a la parrilla ytambién tendremos sashimi que ya están preparando.

−Estupendo,¿necesitas algo?

 

−Demomento no, ya Harry me está ayudando, ves a relajarte.

−Eslo que haré. −Y viendo como ellos dos podían bien volvió a la hamaca yacostándose cerró los ojos.

Cuandotoda la comida estuvo lista, lo pusieron encima de una mesa grande para que losinvitados cogieran lo que quisieran.

−¿Quées eso? −Le pregunto Neville a Harry señalando el sashimi.

−Espescado crudo. −Le dijo Harry. −Antes de que digas que asco y cosas así, tetengo que decir que esta buenísimo. −Y cogiendo un trozo se lo llevo a la bocay se lo comió. −En Japón es uno de sus platos más típicos y esta buenísimo,pruébalo y luego opinas.

−Estábien. −Y cogiendo un trozo se lo llevo a la boca y aunque sabía un pocoextraño, estaba realmente bueno.

−¿Estabueno?

Nevilleasintió. −Bastante.

Harrysonriéndole le dijo que cogiera el que quisiera.

Unavez Neville se hubo puesto su plato de comida, fue el turno de Harry llenándoseel plato se sentó al lado de Cedric y Cho, aunque eran un poco mayores queellos habían sido invitados y los dos habían aceptado.

−¿Quétal la comida?

−Muybuena. −Le dijo Cho. −Sobre todo el sashimi.

−Loha preparado el padre de una amiga mía, es japonés y sabe lo que se hace. −Ymiro a Cedric. −¿Te gusta?

−Megusta mucho, se está muy bien aquí, hay mucha paz.

Harryasintió. −Sí que hay paz, ¿has subido a la moto acuática?

−No,Zabini y Malfoy las han acaparado.

−Luegopuedes usarlas.

−Eslo que haré. −Y así hablando de todo un poco iban comiendo, cuando terminaroncon todo llego la hora del helado y luego a descansar hasta que la comidabajara un poco.

Unpar de horas antes de que empezara el baile, las chicas se fueron a preparar,bañarse, ponerse sus vestidos de gala y de paso maquillarse un poco.

Cuandoterminaron de vestirse se fueron al salón donde ya los chicos estaban allí.

Georgeacercándose a su hija le sonrió. −Cariño estas hermosa.

−Gracias.−A Hermione le encantaba su vestido de color celeste y se sentía como si fuerauna princesa, y lo mejor es que se lo habían regalado su madre y sus abuelas.

−Chicos.−Sirius los llamo. -Es hora del baile así que suene la música.

Eldirector haciéndole caso puso a sus músicos a trabajar.

Hermioneal ver la orquesta, miro a Sirius. −Me has traído una orquesta.

Elhombre le sonrió. −Y también un dj, pero eso luego, ahora es hora del vals.

−Gracias.

−Denada hermosa.

−Hermsvamos. −Le dijo George y cogiendo a su hija de la mano se la llevo al centro dela pista y se pusieron a bailar.

Nomucho tiempo después otras parejas salían a bailar.

Doraacercándose a Remus le cogió de la mano y se lo llevo para bailar.

Siriusacercándose a su prima y a su marido los miro. −Ya es hora de que dejéis a Doraestar con la persona que ha escogido, y ese es Remus, sé que es mayor que ella¿pero no creéis que Dora tiene derecho a escoger?

−Creemosque Remus es mayor que ella, solo queremos a alguien de su edad.

−Andrómeda.−Sirius la miro. −Perdona que te lo diga, pero con esa actitud te pareces a tupadre, el hizo lo mismo, no quiso a Tedd porque no era como nosotros y tu ahoraestás haciendo lo mismo con el hombre que ha escogido tu hija, deja que haga loque quiera, al fin y al cabo es su vida, pensar en lo que os he dicho, porque aeste paso solo haréis que Dora se aparte de vuestro lado. −Y tras decir eso, sefue a buscar a Mary, ya había dicho lo que tenía que decir y ya no diría nada más,que hicieron lo que quisieran.

 

Cuandoel vals termino, empezó música más animada y Draco se acerco a Hermione y sepuso a bailar con ella, mientras George se iba con su mujer.

Unahora después, era hora del pastel, George parando la música pidió que trajeranel pastel de su hija.

−Ahoraes hora del pastel. −Les dijo el hombre y poniendo las manos en los hombros desu hija, vieron como les traían su pastel.

Hermioneal verlo, no supo que decir, aquello era mucho mejor de lo que ella habíapensado en un momento, era blanco había conchas, peces y coral por todos lados,incluso le habían puesto unos bonitos caballitos de mar y como había pedido noera nada infantil.

Kristenacercándose a la chica le pregunto que si le gustaba.

Laleona asintió. −Me encanta, esta genial. −Y la abrazo. −Gracias.

−Denada Hermione. −Le dijo la pastelera. −No hay nada de fondant como me pediste.

−Gracias.−Y miro a sus padres. −¿Qué os parece?

−Queesta hermosa. −Le dijo su madre. −Creo que alguien quiere tarta. −Dijo mirandoa los invitados de su hija. −¿La empezamos a cortar?

−Sí,pero antes quiero fotos.

−Claroque sí. −Y tras muchas fotos se pusieron a cortar el pastel.

Despuésde comer el pastel que estaba buenísimo, siguió la música de nuevo y mientrascomían los otros dulces que habían llevado, siguieron bailando.

Unrato después, Remus estaba en la cubierta solo cuando se acercaron Andrómeda yTedd.

−Remus.−Le llamo el hombre.

Elcastaño los miro. −¿Si?

−Tequeremos pedir disculpas.

−¿Disculpas?¿Por qué?

−Porno quererte para nuestra hija, Sirius nos ha abierto los ojos hoy, nos estamoscomportando como mi padre, que no quiso a Tedd. −Le dijo la mujer.

−Eressu madre, y solo piensas en lo mejor para tu hija.

−Lo sé,pero me he dado cuenta de que no estaba pensando en lo que quiere Dora, sino enlo que quiero yo, y eso no está bien, ¿nos disculpas?

−Nohay nada que disculpar.

Justoen ese momento llego Dora y al verlos juntos, los miro. −¿Qué pasa?

Andrómedamiro a su hija. −Hemos venido a disculparnos con Remus, nos hemos dado cuenta opeor aun nos han tenido que abrir los ojos, al ver que estábamos actuando comomi padre, queremos que sepas que a partir de ahora no nos volveremos a meter envuestra relación, sois vosotros quienes tenéis que decidir, no nosotros, soloqueremos que seas feliz. −Y tras decir eso, cogió a su marido de la mano y selo llevo de nuevo de vuelta al baile.

Doraparpadeando un momento miro a Remus. −¿A que ha venido eso?

−Creoque alguien les ha abierto los ojos. −Y señalo a Sirius que estaba sonriendo enun lado con una copa de champan en la mano y volvió al interior.

Cuandose quedaron a solas, Dora miro a Remus. −No solo mis padres son tozudos, tu tambiénlo eres, ¿vas a dejar que te quiera?

Elhombre la miro. −Eres la mujer más terca que he conocido nunca.

Dorale sonrió. −Claro que sí, las mujeres cuando nos enamoramos nos lo tomamos muyen serio. −Y poniendo los brazos en su cuello lo beso.

Mientrasellos se besaban, unos jóvenes slytherin los miraban.

 

−Vana romper el corazón de miles de chicas que piensan que Remus y Sirius estánjuntos. −Les dijo Blaise.

Anteeso, Theo y Draco no tuvieron otra opción que asentir.

−¿Chicosque decís? −Les pregunto Sirius que pasaba por allí.

Dracolo miro. −Tío que te han dejado sin pareja para los chismorreos de Skeeter.

Siriusriéndose le dijo: −Lo podre superar, ¿no tenéis tres chicas que os esperan,para seguir bailando?

−Sitío. −Y sonriéndole se fueron a buscar a sus parejas, mientras el adulto volvíacon Mary para seguir bailando.

Muchashoras después, todos estaban muy cansados así que el baile daba por finalizadoy se fueron a poner los pijamas y sacando colchonetas las pusieron en la zonade la piscina y acostándose allí se pusieron a contar historias de miedo hastaque poco a poco se fueron quedando dormidos.

Unashoras más tarde, los chicos estaban durmiendo cuando el sol empezó a salir.

−Chicosdespertar. −Grito Harry.

Loschicos despertándose miraron a Harry como si lo quisieran matar.

−Harrytenemos sueño.

−Dejarlopara luego, mirad. −Y les mostro como el sol salía y lo estaba iluminando todopoco a poco.

Anteeso, los chicos se olvidaron del sueño y sentándose en las colchonetas sepusieron a ver como el sol salía, en medio del mar era realmente hermoso.

Cuandoel sol ya estuvo en lo alto, volvieron a acostarse y aunque no podían dormirpor el sol, allí se estaba muy bien, y así que no querían moverse.

Enuna de las habitaciones, Sirius se despertó y mirando a Mary que seguíadurmiendo se fue a preparar para ese día.

Unavez estuvo listo se fue a la cocina y le pidió a los cocineros que prepararanel desayuno para todos.

−Señor.−El chef lo llamo.

−¿Si?

−Aunqueda pastel y otros dulces de anoche, ¿los servimos?

−Sipor favor, también sirve leche blanca, creo que con tanto chocolate los chicospreferirán eso.

−Ahoramismo.

−Gracias.

−Denada. -Y volvió a su trabajo.

Mientraslos cocineros preparaban el desayuno, Sirius se fue a la cubierta donde loschicos estaban durmiendo y los vio despiertos.

−Buenosdías.

−Buenosdías. −Le saludaron los chicos. −Tenemos hambre.

−Yapronto el desayuno estará preparado, después de desayunar podréis volver abañaros y también pescaremos un rato, o lo que queráis.

Loschicos asintiendo volvieron a acostarse en las colchonetas hasta que fuera lahora de desayunar.

Unashoras más tarde, Harry no dejaba de saltar, había pescado un pez enorme.

−Harryven. −Le dijo Lyall.

−Siabuelo. −Y acercándose con su pez, dejo que su abuelo le quitara el anzuela ylo puso en un bidón con los otros peces que estaban pescando.

−¿Quierespescar más?

−Siabuelo.

−Puesvamos. −Y así preparando la caña, dejo que volviera a tirarla al mar.

Mientrasellos pescaban, Daphne estaba a un lado mirándolos cuando Draco se le acerco.

−¿Quémiras tanto?

−AHarry.

Dracomiro a su primo y vio que estaba pescando con Lyall. −¿Qué pasa con él?

−Mepregunto qué tipo de vida llena.

−¿Quétipo de vida?

−Sí.−Y lo miro. −Mataron a sus padres cuando él era pequeño, pero aun así nunca lohe escuchado quejarse ni nada por el estilo.

 

−Ynunca lo escucharas quejarse, el ha aprendido a disfrutar de los buenosmomentos que le da la vida, cuando los Potter murieron, Dumbledore decidió queestaría mejor con su tía materna que con los Lupin o con otras personas, por loque he escuchado, la familia de Harry nunca lo quiso le trataban mal, no ledaban de comer todo lo que un niño necesitaba y encima le daban la ropa de suhijo, Remus lo encontró el día de navidad, cuando el apenas tenía cuatro años,lo encontró vagando por las calles con mucha hambre, así que tomo la decisiónde llevarlo a su casa, desde entonces vive con ellos, y aunque el apenas era unniño el no ha olvidado.

−Nocreo que pueda olvidar lo mal que lo trataron.

−No,no puede, aunque nunca lo ha dicho se que siempre lo tendrá en lo más hondo desus recuerdos, pero los Lupin le han demostrado que hay gente que puede amarsin tener vínculos de sangre y por eso ya el es feliz, es muy simple. −Le dijoDraco. −Harry solo quiere a alguien que lo quiera, y los Lupin lo hacen por esoel ya es feliz y nunca lo oirás quejarse, por eso no entiende a esa gente quelo tiene todo y no hace otra cosa que quejarse.

Anteeso Daphne que había estado mirando a Harry, miro a Draco.

−¿Hablasde Ronald Weasley?

−Sí,puede que no tenga dinero, pero tiene algo mucho más importante y eso es unafamilia, por eso Harry no lo puede ni ver, porque no entiende como puededespreciar algo tan hermoso como lo son unos padres que te quieran, cuiden deti y te protejan.

−Esonadie lo entiende pero bueno.

−Daphne.−Harry la llamo. −¿Qué haces ahí?

Lachica le sonrio. −Viendo como pescas.

−Andabaja mirar es super aburrido, es mejor hacerlo.

−Nuncahe pescado.

−Puesyo te enseño, me enseño el mejor. −Y señalo a Lyall. −A mi me enseño mi abueloy es muy divertido, baja.

−Ahoravoy.

−Teespero. −Y mientras Daphne bajaba con Harry, el chico miro a su primo. −¿Bajastu también?

−Nogracias, voy a ver donde esta Hermione.

−Note robes las motos actuaticas, deja que los demás también jueguen con ellas.

−Melo pensare. −Y diciéndole que luego lo veria se fue a buscar a Hermione.

Unashoras mas tarde, ya estaban de regreso en tierra firme.

−Antesde que os marchéis, tengo un regalo paa cada uno. −Les dijo Hermione y empezo arepartir unas bolsas de papel con su nombre.

−GraciasHermione. −Le dijo Harry y cogiendo su bolsa le dio un beso en la mejilla. −Hasido un fin de semana estupendo, espero que te guste mi regalo.

Laleona miro a su mejor amigo. −Seguro que me gusta, gracias por venir.

−Sabesbien que nunca faltaría. −Y miro a su familia. −¿Nos vamos a casa?

−Si,que ya se esta haciendo tarde. −Le dijo Sirius y miro al capitán. −Ocupate detodo.

−Lohare señor.

−Bien.−Y así despidiéndose se fueron a buscar los coches y pusieron rumbo a su casa.

Enel coche, Harry cogio la bolsa que Hermione le había dado y abriéndola sonrio.

−¿Quéte ha regalado? −Le pregunto Remus.

−Unllavero de un delfin. −Le dijo y se lo enseño. −Esta genial. −Y volvio a mirardentro de la bolsa. −También una botellita de cristal adornada con un fondomarino.

Remuscogiendo la botella sonrio. −Esta muy bien, eso lo pondremos en el armario paraque todos lo vean.

 

−Si.−Y les enseño lo ultimo que había en la bolsa. −Y por ultimo un pequeño álbumde fotos. −Y abriéndolo vio que estaban todos allí, no eran muchas hojas ni muygrande, pero estaban todos, desde los chicos que Hermione había conocidogracias a Harry y a Draco hasta los amigos que había echo en hogwarts.

−Esun buen recuerdo. −Le dijo Hope que iba a su lado.

Harryasintió. −Si abuela, yo el año que viene quiero hacer un álbum como este.

−Ylo tendrás si tu quieres.

−Siabuela. −Y bostezando le dio el álbum a su tío para que lo viera, mientras else apoyo en su abuela y cerrando los ojos poco a poco se fue quedando dormido.

Un ratodespués, ya estaban en casa, así que despertando a Harry subieron a su piso yel chico se fue a bañar y ya luego a dormir, había comido tanto que no le cabianada mas, ahora solo quería dormir.

Unosdías mas tarde, ya volvían a hogwarts, así que como siempre Remus y Sirius loiban a despedir.

Porla noche al llegar a hogwarts, cada uno se fue sentando en su sitio y despuésde la selección de los alumnos de primero y de presentar a la nueva profesorade defensa la profesora Dolores Umbridge se pusieron a cenar.

−Hermione.−Harry la llamo. −No te lo había podido decir aun, pero gracias por los regalosde tu cumpleaños, sobre todo el álbum es lo que mas me ha gustado.

Lacastaña le sonrio. −De nada, quería que fuera especial.

−Ylo ha sido, incluso yo he pensado en hacer uno para el año que viene, esperoque no te importe.

−No,no me importa. ¿Y ya has pensado en algo?

−Aunno. −Y le sonrio. −Pero espero que sea igual de especial que el tuyo.

−Yaveras como si. −Y contenta de que su fiesta hubiera tenido tanto éxito se pusoa cenar.

−Hermione.−Lavender la miro. −¿De que habla Harry?

Lacastaña la miro. −De mi fiesta de cumpleaños.

−Fiestade cumpleaños, ¿pero tu celebras eso? −Y ante eso Patil se puso a reir.

Hermionesin enfadarse le dijo: −Pues si, la celebro y fue estupendamente, y vinierontodos, los slytherin, gryffindor, rawenclaw y lo mejor de todo vino CedricDigory. −En los últimos tiempos Cedric se había echo muy popular gracias a quehabía ganado el torneo de los tres magos.

−Nome lo creo. −Dijo Lavender.

−Esverdad. −Le dijo Dean mirándolas. −Vino Cedric y muchos otros, eramos 150personas, y fue genial, un pastel enorme de cinco pisos, galletas y dulces paraun ejercito, marisco, pescado y yo que se cuanta comida mas.

−Deantiene razón, fue una fiesta inolvidable. −Les dijo Seamus y miro a Hermione. −Cuandotengas las fotos ya las pasaras.

Hermioneasintió. Claro que si, ya el amigo del tio de Harry se esta ocupando de ello. −Ymiro a Harry. −¿Cuándo los tendre?

−TíoJack me ha dicho que como son muchas, tardara unas semanas, pero que lastendrás y es su regalo así que quiere que sea especial.

Laleona le sonrio. −Gracias.

−Denada. −Y miro a Lavender. −Si sois así de malas os quedareis sin que os invitena fiestas de cumpleaños. −Y mirándolas mal, volvio a su cena.

Aldía siguiente, en la primera clase de DCAO, la profesora Umbridge les dio unoslibros de primero.

−Profesoraya estamos en quinto, estos libros no nos enseñaran nada. −Le dijo Hermione.

Laprofesora la miro. −¿Y que tienen que aprender? Estamos en paz.

 

−Noestamos en paz, Voldemort sigue en pie. −Le dijo Harry.

−Esehombre esta muerto. −Le dijo profesora. −Señor Potter no esta bien mentir.

−Yono miento, Voldemort esta bien vivo.

Anteeso, la profesora perdió la paciencia y castigo a Harry después de clase.

Despuésde todas las clases de ese día, Harry se fue a cumplir su castigo, al entrar enel despacho de la profesora, por casi se queda ciego todo era muy rosa.

−SeñorPotter, siéntese y empiece a escribir. −Le dijo la profesora. −No mentire. −Yle dio una pluma.

Harrycogiendo la pluma empezo a escribir y al terminar la primera frase le empezo adoler el brazo, al remangarse vio que la frase estaba en su brazo.

−¿SeñorPotter a que espera? −Le pregunto la profesora que se estaba tomando su te. −Tieneque cumplir su castigo.

Harrycogiendo de nuevo la pluma siguio escribiendo, un par de horas mas tarde nosentía el brazo le dolía muchísimo por suerte ya había terminado el castigo ypodía irse.

Alsalir del despacho se fue a su sala común, donde se encontro a Hermione leyendoun libro.

−¿Harryque tal ha ido? −Le pregunto la castaña.

−Hermione.−Harry la miro. −Me duele.

Anteeso, la castaña preocupada dejo el libro y acercándose lo miro bien. −¿Qué teduele?

−Elbrazo.

−¿Elbrazo? −Y remangándole el brazo vio que tenia frases escritas. −¿Qué es eso?

−Elcastigo de la profesora Umbridge.

−Esuna barbaridad. −Y ayudándole a sentarse llamo a Dean y a los demás.

−¿Hermstodo bien? −Le pregunto Neville.

−No.−Y le enseño el brazo de Harry. −Es cosa de la profesora Umbridge. −Y miro alos chicos. −Yo voy a buscar a Draco para contarle lo que ha pasado, vosotroscurarle el brazo.

−Loharemos, ves.

−Si.−Y saliendo de la torre de gryffindor se fue a buscar a Draco por suerte notardo mucho en encontrarlo, estaba con los demás. −Draco, Draco.

Elchico al escuchar como lo llamaban, dejo de prestar atención a sus amigos ymirando a su alrededor vio a Hermione acercándose corriendo y se notaba muypreocupada.

−¿Hermioneque ha pasado?

−OhDraco, es horrible.

−¿Elque?

−Elcastigo que le ha dado Umbridge a Harry, tiene el brazo lleno de frases de nomentire.

−Quieroverlo.

−Estaen la torre de gryffindor.

−Nome importa. −Y miro a Theo. −Envia un mensaje urgente a mi tío Sirius enLondres, el se ocupara de todo.

−Ahoravoy.

−Si.−Y mientras Theo se ocupaba de enviar la carta urgentemente a Londres, Hermionellevaba a Draco a la torre de gryffindor.

Cuandolos leones vieron a las serpientes allí, los quisieron sacar pero ante la caraque puso Draco, dieron unos pasos atrás y no dijeron nada mas.

Dracoacercándose a su primo se sento a su lado y lo miro. −¿Harry como estas?

−Nosiento el brazo.

−Enseñamelo.−Y cogiendo el brazo le quito las vendas que Dean y los demás le habían puestoy lo miro bien. −¿Cuántas veces lo has escrito?

−Nose, pero creo que unas mil. −Y cerro los ojos. −Quiero ver a mis tíos.

−Ellosya han sido avisados, pronto estarán aquí.

−Gracias.

−Denada.

Nomucho tiempo después Sirius y Remus entraban como un huracán y acercándose aHarry le miraron el brazo.

 

−Aesta mujer yo la mato. −Dijo Sirius y miro a Remus. −Curalo.

−Si.−Y sacando sus cosas se puso a curarlo, también le dio una poción. −Es para quese vaya el dolor.

−Graciastío. −Le dijo Harry y se la tomo.

−Denada. −Y le aparto el cabello de la cara. −Tranquilo no volverá a pasar.

Harrycerrando los ojos se apoyo en su tío. −Esa mujer da miedo.

−Lose, ahora descansa. −Y miro a los amigos de su sobrino. −Acompañarlo a suhabitación y que se meta en la cama, la poción no tardara mucho en hacerleefecto y pronto estará dormido.

−Loharemos. −Y ayudandole, lo llevaron a su habitación.

Nomucho tiempo después, era la hora de la cena, cuando todos estuvieron sentadosen el gran comedor, la puerta se abrió y aparecieron Sirius, Remus, Jack yLucius.

Poruna vez, Dumbledore sonrió, sabía que esa vez no iban a por el, el profesorhabía avisado al ministro de que las técnicas usadas por Umbridge no iban a serpermitidas mucho tiempo, pero no le había querido escuchar, pues ahí estaba laprueba de que lo que le había dicho al ministro era cierto, ya sabía que Harrytenia el brazo muy mal.

−Sirius.−Dumbledore le saludo. −¿Cómo esta Harry?

−Durmiendo,esta noche no se presentara a cenar.

−Loentiendo.

Siriusasintiendo miro a la profesora que iba de color rosa. −Tu debes de serUmbridge.

−Losoy señor Black.

−Veoque sabes quien soy, entonces no me ire por las ramas, Jack por favor.

−Ahoramismo. −Y cogiendo su carpeta la abrió y saco una hoja. −Esto es una denunciaque el señor Black y el señor Lupin han levantado contra usted, por maltratoinfantil.

−Yono he hecho nada, el señor Potter ha mentido y le he castigado.

−Harry,no ha mentido. −Le dijo Sirius mirándola. −Voldemort esta vivo, pero no estoyaquí por eso, estoy aquí porque lo que has hecho no esta justificado, te hasatrevido a ponerle un dedo encima a Harry y eso no lo permito, ahora mismosaldrás de esta escuela y mañana dimitiras de tu trabajo en el ministerio.

−Nopuede hacer eso.

−Yopuedo hacer lo que quiera en este lugar, el ministerio me pertenece, y tu estasfuera. −Y miro a Jack. −Antes de la nueve de la mañana, la quiero fuera delministerio.

−Ylo tendrás.

−Gracias.−Y miro a Dumbledore. −Tengo que hablar de algo muy urgente contigo.

−Puesvamos. −Y levantándose miro a McGonagall. −Que los alumnos terminen de cenar yse vayan a descansar.

−Si.−Y volvió a su cena, ahora que Umbridge se iba todos estarían mas tranquilos.

Antesde irse, Sirius miro a Umbridge. −Nos veremos en el juicio, y prepárese parapasar una temporada en Azkaban, no sabe con quien se ha metido. −Y tras decireso se fue con Dumbledore.

Enel despacho del director, Sirius cogía aire y miro a su antiguo profesor.

−Dumbledoreyo tengo a Voldemort, lo tengo oculto en un lugar donde su gente no puedeencontrarlo.

Anteeso, el profesor que se esperaba todo menos eso se sorprendió.

−Yase como matarlo, pero me falta la ultima pieza.

−¿Sabescomo matarlo?

−Si,tiene horrocrux, pero me falta una serpiente y la he buscado por todos ladospero no la encuentro, en un principio no quise que te metieras pero es que comodigo ya no se donde buscar.

−¿Hasmirado en casa de los Sorvolo?

 

−Si,allí encontré un anillo.

−¿Lamansión Riddle?

Anteeso, fue el momento de Sirius de mirarlo. −¿Mansión Riddle?

−Si,es la mansión donde Voldemort mato a su padre y a sus abuelos.

−¿Ydonde queda esa mansión?

−PequeñoHangleton.

−Allíesta el cementerio donde Voldemort esperaba a Harry. −Le dijo Lucius.

Siriuslo miro. −Pues tendremos que ir allí de nuevo. −Y miro a Dumbledore. −¿Quieresvenir?

Denuevo Dumbledore se sorprendió. −¿Lo dices en serio?

−Si,Albus aunque has estado equivocado en la manera de querer matar a Voldemort, seque tu has luchado mas que nadie en esta guerra así que ven, y podrás ver contus propios ojos como muere.

−Gracias.−Dumbledore sabía que Sirius tenia razón, pero lo importante ahora es quepronto ese hombre ya no existiría y por fin podrían vivir en paz. −¿Vamos?

−Si.−Y miro a Jack. −Llama a Samir, lo vamos a necesitar.

−Ahorale aviso.

−Hazlo.−Y miro a Dumbledore. −Samir es un brujo africano muy poderoso que nos haestado ayudando con los horrocrux y también con otras cosas, es gracias a elque hemos encontrado las partes del alma de Voldemort.

−¿Vamos?−Estaba impaciente por ver como ese hombre moría.

−Estasigual que impaciente que yo, pero es normal esto ha durado muchos años. −Y levantándose pidió que lo siguiera.

Samirno tardo mucho en llegar a la mansión Riddle, al ver a sus amigos se acerco yfrunció al ceño a ver a un desconocido.

−¿Quiénes?

−EsDumbledore. −Le dijo Sirius. −Director de hogwarts y el que lleva toda la vidaluchando contra Voldemort.

Elhombre asintiendo, abrió su bolsa y les dio unas piedras a cada uno. −Ponerlasalrededor de la mansión, si la serpiente esta aquí, no podrá salir.

−Elproblema es que la mansión es muy grande. −Le dijo Dumbledore cogiendo laspiedras.

Samirle sonrió. −Yo nunca dejo nada al azar, primero colocaremos las piedras. −Yasí se separaron para poner las piedras, cuando terminaron entraron y Samir fuecerrando las puertas una vez revisadas las habitaciones.

Conlas puertas cerradas, no tardaron mucho en encontrar a la serpiente y aunqueesta les quiso atacar, Samir le lanzo un petrificus.

−Quierover como Voldemort muere. −Les dijo el brujo y reduciendo a la serpiente lametió en una bolsa y los miro. −Seguirme. −Y desapareció.

Losdemás no tardaron mucho en seguirle y vieron que era una cueva.

−Espor aquí. −Les dijo Samir y entrando en la cueva vieron que estaba llena depiedras como las que habían puesto alrededor de la mansión hasta que llegaronal fondo y vieron una jaula que colgaba del techo. −Buenas tardes Voldemort.

−Tematare. −Le grito.

Samirsonriendo miro a sus amigos. −Es lo único que dice desde que lo encerré aquí,creo que no le gusta estar colgado como un cerdito.

Anteeso, todos se rieron menos Dumbledore que parpadeo. −¿Por qué es una jaula tanpequeña?

−Ahoralo veras. −Le dijo Samir que le dio la bolsa de la serpiente a Sirius y el seacerco a la cuerda y con cuidado la desato y fue bajando la jaula poco a pocohasta que con un suave PLOP termino en el suelo.

Dumbledoreacercándose al ver a su antiguo alumno en forma de bebe se sorprendió. −¿Tom?

Voldemortal ver a su profesor, al que odiaba más que nadie en el mundo le grito. −Te voya matar.

 

−Vaya,es en serio, cuando Samir ha dicho que solo sabes decir eso. −Le dijo Luciusacercándose. −Te hemos traído un regalo.

−Tematare.

−Lucius déjalo. −Le dijo Sirius sonriendole. −Se ha tragado un loro.

−Yalo veo.

−Siriusla bolsa. −Le pidió Samir.

−Claroten. −Y se la dio.

Samircogiendo la bolsa la abrió y con cuidado saco a la serpiente y se la enseño aVoldemort. −Este es tu último horrocrux, cuando la destruyamos, tú morirás. −Ycogiendo una pequeña espada que llevaba con el, le corto el cuello antes de queVoldemort pudiera pedir clemencia o que la serpiente se despertara.

Unavez la serpiente fue destruida, Voldemort empezó a deshacerse como si de cenizase tratara.

Siriusy los demás, al ver eso supieron que ya todo había terminado, cuando Voldemorttermino de deshacerse, Samir limpio el lugar y miro a sus amigos. −Ya soislibres.

−Gracias,Samir, nunca olvidaremos lo que has hecho por nosotros. −Le dijo Remus.

Elbrujo le sonrió. −Quiero chocolate.

Anteeso, todos se rieron y Sirius miro a Dumbledore. −Entre los dos van a acabarcon el chocolate del mundo.

−Queva, no seas exagerado. −Le dijo Remus y saliendo de la cueva, Samir limpio bienel exterior y los miro. −Así la gente podrá entrar y no le pasara nada.

−Mejor,ahora que Voldemort esta muerto, no queremos mas problemas.

−Siriusgracias. −Le dijo Dumbledore.

Elhombre le sonrió. −No me las tienes que dar, ahora ya podemos vivir en paz.

−Si,es lo que todos queremos, me vuelvo a hogwarts, tengo que buscar un nuevoprofesor de defensa. −Y miro a Remus. −¿Te interesa?

−Nogracias, ya tengo suficiente con mi librería. −Y miro a Sirius. −¿Vamos?

−Sique ya se esta haciendo tarde. −Y así despidiéndose cada uno se fue a su casa yen caso de Dumbledore volvio a la escuela.

CuandoSirius y Remus llegaron a su casa y explicaron que ya Voldemort estaba muerto,Mary se puso a llorar.

−Yaeres libre. −Le dijo Sirius abrazándola. −Ahora ya podrás hacer tu vida.

−Lose. −Y lo abrazo fuerte. −Pero han pasado tantos años que no se por dondecomenzar.

−Esoel tiempo te lo dirá. −Y separándose le dijo: −Además tenemos unas vacacionespendientes.

−¿Quépasa con los mortifagos? −Le pregunto Hope. −Ellos aun siguen sueltos.

−Algome dice que pronto ya no tendrán sus marcas tenebrosas en los brazos, yentonces sabrán que esta vez, Voldemort nunca más regresara, que por que masque luchen su guerra no les llevara a ningún lado. -Le dijo su hijo.

−Esverdad. −Le dijo Sirius y miro a Mary. −Así que no tienes ninguna excusa parairnos de vacaciones.

−Estabien. −Y lo volvió a abrazar. −Iremos de vacaciones.

−Si,pero antes tengo que enviar a alguien a Azkaban. −Y miro a los padres de Remus.−La loca de la nueva profesora de defensa ha castigado de tal manera a Harryque tiene el brazo lleno de no mentiré.

Anteeso los Lupin se preocuparon. −¿Cómo esta Harry?

−Estabien. −Le dijo Remus. −Le he curado y le he dado una poción así que ahora estadormido, mañana cuando se despierte estará mucho mejor.

−Esperoque esa mujer termine un tiempo en Azkaban. −Le dijo Lyall a Sirius. −Nopodemos permitir que traten así a niños de escuela.

 

−Yno va a pasar, pronto será el juicio, ahora me voy a dormir, estoy cansado, hansido muchas horas de duro trabajo.

−Buenasnoches. −Les dijo Remus.

−Buenasnoches. Y dándole las buenas noches a su familia se fue a su cama.

Ya queda un capitulo y el epilogo para que termine, me tenéis que decir que queréis a continuación, segunda parte de algún relato antiguo o algo totalmente nuevo, esta vez vosotras escogeis

Ayer me entere de algo muy desagradable, alguien me esta robando mi historia perdidos en el tiempo y la esta haciendo pasar por suya en wattpad, mis historias son mías, yo decido con quien las comparto y esto es potterfics, ni fanfiction, ni otro lugar solo potterfics, espero que esto no vuelva a pasar porque si no la historia que estén robando se quedara sin final aunque me duela, no me gusta repetir las cosas, respetar mis trabajos como yo respeto el de los demás. Gracias.

Unashoras más tarde, Sirius estaba dormido cuando lo despertaron.

Elhombre abrió los ojos y se vio en hogwarts y James estaba a su lado.

−¿James?

−Oh tío,el que has cambiado has sido tú, no yo. −Y se rio.

−¿Estoymuerto?

Anteeso el chico parpadeo y frunció el ceño. −Claro que no tonto, además no creoque nadie se muera por estar durmiendo muy cómodamente en su cama, estassoñando. −Y señalo a Remus que no estaba muy lejos con Lily. −Lily.

Lapelirroja girándose le sonrió y al ver a Sirius se acerco y frunció el ceño. −Siempretardas un montón en despertarte, ya creí que no podríamos hablar antes deirnos.

−¿Irosa donde?

−Alcielo. −Le dijo la pelirroja. −Ahora que Voldemort está muerto y que Harry estáseguro podemos descansar.

−Noos vayáis. −Les dijo Sirius cogiéndoles de la mano. −Quedaros aquí.

Lilyacercándose le puso la mano en la mejilla. −Sirius no podemos, nuestra hora haterminado. −Y entonces se giro y vio que Severus se acercaba. −Severus. −Yacercándose corriendo le sonrió. −Estas aquí.

Elprofesor al ver a su amiga de la infancia no supo que decir, hasta que por findijo: −Es mi culpa.

Lilyque sabía de lo que hablaba le cogió de la mano. −No Severus no es tu culpa yyo nunca te he culpado de nada, ahora que Voldemort ha muerto es hora de queseas feliz, busca a una buena mujer que te quiera y te haga feliz. −Y miro aSirius. −Y tu deja de portarte mal con él, he visto todo lo que le haces.

−¿Yo?Es el que últimamente siempre tiene la última palabra.

−Seacomo sea, pórtate bien.

−Lohare.

Jamesacercándose a su mujer miro a los tres hombres. −Es hora de irnos, perorecordar siempre os estaremos mirando, lo estáis haciendo bien.

−Espera.−Remus lo paro. −¿No queréis ver a Harry?

−Ahoravamos con él, pero antes queríamos veros a vosotros. −Lily le sonrió. −No es unadiós es un hasta pronto, vivir y ser felices, os queremos. −Y antes de quepudieran decir nada, el matrimonio Potter desapareció.

Enhogwarts, Harry estaba durmiendo, al despertarse vio a su madre allí delante. −¿Mama?

−Simi amor.

−Buenastardes Harry.

Elchico girándose vio a su padre.

−¿Quépasa? ¿Qué hacéis aquí?

−Noshemos venido a despedir, Voldemort está muerto y es hora de que nosotrosvayamos a descansar.

 

Anteeso Harry se puso a llorar. −¿Por qué? Yo no he podido vivir con vosotros.

−Lo sé,mi amor. −Le dijo Lily y lo abrazo. −Pero a veces la vida es muy injusta, y nopodemos hacer lo que queremos.

−Quedarosconmigo.

−Nopuede ser. −Le dijo James y le acaricio la cabeza. −Pero no estás solo, tienesa Remus y Sirius que siempre te protegerán y te quieren como a un hijo.

−Ytambién tienes a Severus. −Le dijo Lily y separándose le dio un beso en lacabeza. −Cariño algún día nos volveremos a reunir, pero mientras se feliz,crece, estudia y ten tu propia familia.

−Noes justo, que la gente mala pueda vivir muchos años y vosotros que nuncahicisteis nada os hayáis marchado tan pronto. −Y los abrazo fuerte. −Los odio.

−Lo sémi amor. −Le dijo Lily abrazándolo fuerte. −Es hora de irnos.

−No.

−Harry.−James lo llamo.

Elchico dejando de abrazar a su madre lo miro. −Papa.

−Algúndía nos volveremos a ver, mientras se feliz.

−Loseré aunque me cueste, si es lo que queréis.

−Eslo único que queremos, que nuestro hijo sea feliz, ahora nos tenemos que ir,pero siempre estaremos contigo aunque no nos puedas ver. −Y dándole un fuerteabrazo se despidieron y desaparecieron.

CuandoHarry se quedo solo se despertó con un grito. −¡No! −Y abriendo los ojos vioque estaba en hogwarts y el sol estaba saliendo.

Harrysentándose cogió la foto de sus padres y los miro. −Os quiero, no os lo hepodido decir.

Lo sabemos, nosotros también tequeremos, se feliz. −Escuchoque le decían y que le daban un beso en la frente.

AunqueHarry acababa de despedirse de sus padres, no se sentía nada triste alcontrario, tenía el corazón en paz y lleno de felicidad, algo le decía quehabían sido sus padres quienes lo habían hecho.

Dejandola foto a un lado se fue a preparar para ese día.

Mientrasél se iba a preparar para un nuevo día, tres hombres se despertaban en susrespectivas camas y les pasaba lo mismo que a Harry, aunque se habían despedidode sus amigos, su corazón estaba en paz y lleno de amor.

CuandoHarry termino de vestirse, bajo al gran comedor y se encontró a sus amigos.

−¿Harryque tal el brazo? −Le pregunto Draco que iba de la mano con Hermione.

−Muybien. −Y se lo enseño.

Dracoal ver que no tenía ninguna marca lo miro. −¿Y las marcas?

−Misángeles las han quitado.

−¿Tusángeles? −Le pregunto Daphne.

Harryle sonrió. −Mis padres han venido y me han curado.

Anteeso, nadie supo que decir.

−Harry
.−Pero Draco la paro. −Draco sus padres llevan muertos muchos años.

Elchico la miro. −Puede ser, pero el amor no, y sus padres lo aman estén dondeestén. −Y sonrió a Hermione. −¿Vamos a desayunar?

−Sí.−Y dándole un beso se fue con Harry que lo abrazo y este le sonrió.

Apartir de ese momento, Harry cumpliría el último deseo de sus padres y ese eraque fuera feliz al fin y al cabo no estaba solo, tenía a sus tíos, a sufamilia, amigos y a Daphne que era la chica que le gustaba, así que no seríamuy difícil cumplir esa promesa.

He estado mirando vuestros mensajes y he visto que queréis segunda parte de algunos que ni siquiera me había planteado escribir, pero bueno si los queréis yo os los escribiré, pero antes tengo que hacer una pequeña aclaración.

 

Mis relatos están divididos en tres grupos;

1 grupo; historias que pasan en hogwarts, que tiene que ver con voldemort y esos acostumbran a tener mucho dramione, son historias sencillas que no hay que investigar

2 grupo; historias después de hogwarts estas historias son un poco mas dificiles pues hay que investigar un poquito

3 grupo; historias bien lejos de hogwarts, donde la mayoria de las veces ni sale, esas son muy dificiles pues hay que investigar muchas cosas

Después de decir eso, os dire las historias que he pensado para empezar el viernes, vosotras tendreis que votar y entonces hare esa

del primer grupo tengo dos;

la primera se llama; el dragón que se comió a la leona, Draco se ha dado cuenta de que Hermione es una chica, así que la quiere para el solo, sin Voldemort ni desgracias, con los Potters vivos, incluido los abuelos Potter, Black y muchos mas (malos los Weasley)

la segunda se llama Hermione Black, tiempos de paz; ahora que Voldemort esta muerto, ha llegado la hora de la paz, aquí abra mucho Dramione, celos y otras cosas

del segundo grupo tengo dos:

la primera se llama, Ecos del futuro, pasos del pasado; en la mansión Malfoy, los gemelos Orión y Scorpius escuchan ruidos y ven el fantasma de un niño rubio que dice llamarse Abraxas

la segunda se llama Le Fay; el regreso de los muertos, han pasado diez años desde que Voldemort murio, ahora una nueva desgracia vuelve a ocurrir y han matado a todos, Hermione en su lecho de muerte recibe la visita de su abuela Morgana, ella con la ayuda de todas las mujeres Le Fey de la historia, hacen que Hermione regrese al momento en el que el gran patriarca de la familia Black vivió, Orión Black

del tercer grupo tengo dos;

la primera se llama Marte, la vida en otra galaxia; han pasado varios meses desde que todos viven en Orión, un planeta que esta muy lejos de la tierra, allí no solo conoceran a nueva gente sino que seguiran peleando porque los humanos los dejen en paz

la segunda se llama el reloj dorado; ahora que Voldemort esta muerto, hay paz, un día cuando Hermione y Harry llegan a la madriguera descubren que los Weasley los han estado engañando todos esos años, ellos quieren la fortuna de los Potter y ahora que Hermione es famosa también la quieren, en su huida llegaran al único lugar donde los Weasley jamas encentraran, la mansión Malfoy, donde Draco es el único superviviente, el chico en vez de echarlos les da la bienvenida y sobre todo a Harry, el joven Malfoy entonces les cuenta una vieja leyenda que corre por la familia Black, un viejo reloj dorado que puede llevarte al pasado a cualquier lugar de la historia, pero para ello necesitan la sangre de tres Black's totalmente diferente entre si, ya tenemos dos Draco y Harry, pero necesitan a otro y solo un Weasley puede ser el tercero, ¿volverán a la madriguera a buscar a ese tercer individuo? ¿O mejor aun, estarán dispuestos a que Voldemort vuelva a la vida?

 

Aquí tenéis seis historias totalmente diferentes entre si, tenéis que escoger una y el viernes tendréis capitulo de ella, solo podéis escoger una que sino me lió, nos vemos el miércoles, (se que dice que alguna la empezaría en Enero pero he cambiado de opinión)

Gracias a todas por lo de wattpad, y la ganadora absoluta es el reloj dorado, cuando vaya terminando las historias con las que estoy ahora, iré subiendo las otras, esas y muchas mas, subiré hasta que vosotras os canséis, y con esto aquí tenéis el final

−Yocondeno a Dolores Umbridge a dos años en Azkaban por maltrato infantil, ycuando salga de prisión no podrá volver al ministerio. −Esa fue la sentencia delos jueces por lo que la mujer le había hecho a Harry. −Aurores llévense a laacusada a Azkaban.

−Síseñor. −Y así los aurores se llevaron a Dolores a Azkaban.

−Señorjuez. −Sirius se acerco.

−SeñorBlack.

−Estono es solo culpa de esa mujer, también es culpa del ministro Fudge, el es elculpable de que esa mujer estuviera con nuestros niños, por eso le pido no comoun Black sino como el tío de varios alumnos en hogwarts, que haga dimitir alministro, ha tratado a nuestros hijos como criminales, cuando solo son niños.

Anteeso muchos asintieron.

−Elseñor Black tiene razón. −Grito un hombre del público. −Mi hijo tiene 11 años,tiemblo al pensar las cosas que esa mujer le hubiera hecho si el joven Harry nohubiera avisado a sus tíos.

−Eltiene razón, mi hija tiene 15 años, y quiero que este segura en hogwarts. −Dijootra mujer.

Y asímuchos padres se levantaron para pedir que el ministro fuera expulsado de supuesto.

−Señorjuez. −Remus se acerco. −Como ve, no solo aquí Sirius y yo estamos preocupadospor nuestro sobrino, sino también muchos padres están preocupados por sushijos, ha llegado un momento que el ministro ataca a cualquiera que hable deVoldemort.

−Tienerazón. −Dijo el juez y miro al ministro que estaba allí. −Cornelius Fudge loque ha hecho está muy mal, por eso a partir de este momento, usted ya no es másel ministro, no puedo permitir que trate a unos niños de escuela comocriminales.

−Nopuede hacer eso, soy el ministro. −Le dijo Fudge.

−Yano lo es. −Le dijo Sirius mirándolo. −¿No ha escuchado al señor juez? Desdeeste momento no es más ministro.

−Elseñor Black tiene razón. −Le dijo un hombre de la sala. −Usted no merece ser ministro,ha tratado a nuestros hijos como criminales, cuando usted lo es más, al noperseguir a los mortifagos que aún quedan en el país.

−Habránelecciones en dos meses. −Les dijo el juez. −Todos aquellos que quieran presentarseque lo hagan, eso es todo. −Y tocando su martillo dio por terminada la sesión.

Cuandoel juez se hubo ido, Remus miro a Sirius. −¿Qué vas a hacer ahora?

−Voya ver a Harry para decirle que todo está bien, y luego me voy de vacaciones conMary.

−Teacompaño, y luego iré a la librería.

−Entoncesvamos. −Y así los dos hombres despidiéndose de Jack y sus conocidos se fueron ahogwarts.

Alllegar no tardaron mucho en encontrar a los chicos.

−Niños.−Sirius les sonrió. −Umbridge pasara dos años en Azkaban y el juez ha obligadoa dimitir a Fudge así que pronto tendremos nuevas elecciones.

−Genial.−Le dijo Harry sonriendo.

−Sonmuy buenas noticias. −Le dijo Sirius y miro a su ahijado. −Ahora que ya todo estátranquilo por aquí, me voy de vacaciones.

−Nopadrino.

Anteeso todos lo miraron. −¿Por qué no?

−Porqueno te puedes ir de vacaciones, mientras yo estoy estudiando aquí. −ProtestoHarry. −¿Vas a divertirte mientras yo estudio?

Siriusasintió. −Sí, yo soy mayor y puedo hacer lo que quiera, así que nos vemos ennavidades. −Y dándole un fuerte abrazo se fue.

−Vayamorro. −Protesto Harry y miro a su tío que se reía. −Espero que tú no te vayasde vacaciones.

−NoHarry, ¿paseamos?

−Siclaro. −Y miro a sus amigos. −Nos vemos luego.

−Sí.

Harryy Remus llevaban un rato paseando, cuando el chico lo paro. −Gracias.

Anteeso, Remus lo miro sin entender. −¿Por qué me das las gracias?

−Porsalvarme hace tantos años atrás, sino lo hubieras hecho, puede que ahoraestuviera muerto.

−Tútambién me salvaste a mi Harry, nos salvamos mutuamente.

Harryabrazándolo asintió. −Si tío, gracias por adoptarme eres el mejor padreadoptivo del mundo.

−Ytu el mejor hijo de todos.

Harryle sonrió. −Claro que sí, soy el mejor.

Remusriéndose le dijo: −Haber mejor, me tengo que ir, nos vemos pronto.

−Sitío, dale besos a todos.

−Sí.−Y despidiéndose se fue.

CuandoHarry se quedo solo, volvió con sus amigos, Hermione y Draco se estabancuchicheando como siempre, esos dos eran un matrimonio sin papeles, sabía quepasaran los años que pasaran nunca cambiarían.

Nomuy lejos Blaise se estaba riendo de una cosa que Pansy le estaba diciendo, yTheo y Luna leían unos libros que parecían muy difíciles.

−Harry.−Daphne lo llamo. −¿Todo bien?

Elmoreno la miro, Daphne era la chica que él quería y siempre estarían juntos. −Perfecto,le he dado las gracias a mi tío por adoptarme.

Anteeso todos lo miraron.

−Graciasa él, mi vida es como es.

−Elte quiere como un hijo. −Le dijo Draco.

−Yyo le quiero como un padre. −Y sonrió. −Ahora tenemos que ir a celebrar muchascosas, que Voldemort ya está muerto por fin, que la loca de Umbridge estará enAzkaban dos años, y lo mejor de todo que el idiota de Fudge ya no es ministro.

−Comobien dices, hay muchas cosas que celebrar. −Y así los chicos levantándose sefueron a buscar cosas para su fiesta mientras Remus regresaba a la libreríadonde Dora lo recibió.

Elhombre mirando un momento cielo azul, sonrió, ahora todo iría bien, con esosagradables pensamientos entro en la librería.

Aquí tenéis el final, gracias por leerlo, por ponerlo en favorito y haber comentado

Librería Moony - Potterfics, tu versión de la historia

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Esa tarde hacía frío yRemus Lupin había salido a pasear después de comer, sus padres se habíanquedado mirando la televisión después la comida de navidad

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2024-09-22

 

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