Los Caballeros las Prefieren Brutas - Fanfics de Harry Potter

 

 

 

LosCaballeros las Prefieren Brutas

En los últimos años todas -la mayoría- con las que habíasalido -léase, solo por una noche - le habían dicho que era todo un caballero.Les acomodaba la silla para que se sentaran, que les ofrecían el brazo alentrar a algún lado, y demás, pero lo cierto, es que todas y cada una con lasque había salido eran unas huecas y, como Ginny decía, unas brutas.

Pero no le importaba en lo absoluto, se conformaba contener una buena noche y ya.

Sólo había tres mujeres con las que no se comportaba así:su hermana Ginny, su madre, y su mejor amiga,Hermione. Y es que, simplemente, con ellas no se le daba eso.

Harry, su mejor amigo y el novio de su única hermana, lehabía dicho varias veces que tal vez con ellas no se comportaba así por unasimple razón: ninguna de ellas estaba hueca, ni, mucho menos, eran brutas.

 

Ginny era su hermana, jamás la vería como mujer, sinocomo una niña pequeña que le molesta que la molesten; por lo tanto, Ronald, seencargaba de complacerla en ese aspecto.

Su madre era diferente. Ella siempre lo estaba regañandoo, sino, haciéndole mimos. A ella no la podía tratar como una mas con las quepasaba la noche, a ella la tenía que tratar como todos tratan a su madre. Haciéndolaenojar, desobedeciéndola, y mucho más. Con ella simplemente era el pequeñoRonnie, que la hacía rabiar y sonreír.

Y con Hermione, con ella todo era anormal para todos,menos para ellos. Estaba consciente de que Hermione era toda una mujer. Desdehacía varios años, sus ojos la veían como algo más que como una amiga; sinembargo, tampoco con ella no se le daba ese gesto de caballerosidad.

Siempre la hacía enojar. Nunca paraba de retarla.Peleaban a cada rato. Varias veces se insultaban. Incluso, a veces - en lospeores casos-, se dejaban de hablar por días, incluso.

Pero a pesar de eso, ella seguía a su lado - lo cualagradecía-, como la buena amiga que era.

En el fondo sabía porque actuaba diferente estando conella. Y es que sólo con ella podía ser el verdadero Ron y no el falso caballero.

Le encantaba molestarla, ver su cara roja de furia, susojos echando chispas, literalmente, sus labios y su ceño fruncido, y, sobretodo, su enmarañado cabello, más indomable que nunca. Era en esos momentos quesolo quería hacer una cosa.

Besarla.

Y aunque varias veces - todas- no podía dejar de sentirsemal, porque, solo pocas veces, Hermione, salía con su rostro, completamente,seco, no dejaba de hacerla rabiar.

...

Tenía mucho trabajo en su oficina, pero, aun así,prefería estar pensando en la castaña. Hermione estaba tan solo a dos oficinasde él. Nada le costaba ir a visitarla y, de paso, pedirle una disculpa bienmerecida, aunque el pelirrojo no pensara lo mismo.

Caminó lentamente hacia la oficina de Hermione, pensandoen qué le podría decir para que lo perdonara; sin embargo, llegó con la menteen blanco.

Tocó la puerta dos veces y, después de que Hermione ledejase pasar, entró.

La castaña estaba en su escritorio, no dejó mover susdedos sobre el teclado, hasta que Ron llamó su atención carraspeando, incómodo.Casi inmediatamente, Hermione levantó la vista, con el ceño ligeramentefruncido.

Le había reconocido incluso cuando había tocado lapuerta, pero aun así no dio señales de haberlo reconocido.

 

Aun seguía muy enojada con él por lo que había hecho lanoche anterior. Por eso, no dio señales de importarle su presencia hasta que elpelirrojo carraspeó.

-Ah, eres tú - dijo Hermione, tratando de sonarindiferente.

-Sí, soy yo, Hermione - dijo Ron -. El 'amigo' - hizocomillas- al que nunca le cuentas nada

Hermione cerró los ojos y dio un hondo suspiro, paradespués, calmadamente, hablar con Ron.

-¿Qué necesitas, Ron?- Preguntó Hermione, evitando lamirada del pelirrojo; los ojos azulesdel pelirrojo, eran su debilidad.

-Nada en especial -dijo-, caminaba por aquí cuando dije 'iré a ver a mi mejor amiga y me disculparé'-Hermionelevantó una ceja, incrédula -. Pero, al ver tus malos modales, con los cualesme recibiste, se me ha quitado la culpa.

-Oh, vamos, Ronald -dijo-, ni siquiera lo lamentas.

-¿Quién dijo eso? -Preguntó Ron, con el entrecejofruncido.

-Tú harías cualquier cosa con tal de arruinar mi día -reclamó-, y qué mejor forma que ir y arruinar mi cita.

-Ni siquiera sabía que estabas en ese restaurante-mintió.

-¿Enserio? Porque recuerdo que Harry, hace unos minutos,vino y se disculpó por haberte dicho en dónde y con quién estaba.

Ron evitó a toda costa las almendras que Hermione teníapor ojos y se hizo el desentendido.

La castaña suspiró cansinamente y regresó a su trabajo, mientrasque Ron se sentaba en el cómodo sillón de la oficina de su amiga.

-No
, no recuerdo nada mencionado por tu amigo, sobre tu cita - mintió.

-¡Ron! -Exclamó Hermione, frustrada.

-Bien, tal vez mencionó un par de cosas - dijo-, pero nolo recuerdo. Se me olvidó todo lo que tiene que ver con tu cita.

-Contigo no se puede -suspiró Hermione.

-Perdóname por arruinar tu cita con McLaggen, Hermione -se disculpó Ron.

Azul y café se conectaron y Hermione supo que esa eraotra de sus sinceras disculpas.

La castaña sonrió deteniendo las lágrimas que rogaban porsalir.

-Ron, enserio que no entiendo por qué haces esto, meconfundes - dijo Hermione.

-Pues me disculpo por sentirme mal y

-No, me refiero a lo de arruinar mi cita, lo mismo pasócon Víctor - dijo.

-Es que ellos no te merecen - dijo-. Te apuesto a que sólote quieren para una cosa.

-Oh, entonces son de tu tipo -sonrió Hermione, irónica-,con razón los conoces tan bien

-Yo jamás te llevaría a la cama, Hermione - No forzadamente, claro, pensó. Pero lo dijotan bruscamente -tratando de que no hubiese mal entendidos-, que a Hermione ledio a entender, que tan solo pensarlo le daba asco.

-Lo sé -suspiró Hermione -, pero deja que cometa mispropios errores, ¿sí? -pidió.

- Está bien, pero luego no vengas a llorar en mi hombro,Hermione - advirtió -, porque no estaré.

-Pero yo sí estaré y, con gusto, le daré mi hombro -interrumpió Ginny, entrando por la puerta -. Buenos días, Hermione. Ronald.

-Buenos días, Ginny -saludó Hermione.

- Ginevra -saludó Ron.

-Necesito que revisemos estos papeles, Hermione - dijo.

- Está bien - sonrió Hermione.

-Yo
, me voy.

Salió de la oficina, sin más. La culpa no se demoró eninvadirle.

Claro que, si era necesario, él estaría para ella cuandolo quisiera, pero prefería que Hermione no lo necesitara para eso.

 

Decidió recompensarla, pero más tarde le diría, ahoraquería dejarla para que se despejara y se le pasara el coraje con él. Aunque tenera Ginny en el mismo lugar que Hermione, luego de una pelea, no era de granayuda, ni para él, ni para ella.

...

Hermione estaba bien dormida. A pesar de ser las siete dela noche, desde que había llegado (5.30) a su casa había tenido mucho sueño. Poreso, apenas llegó, arregló el desorden de su sala y, después de ponerse algomás cómodo, se quedó dormida.

Estaba casi segura de que los golpes que la estabandespertando no eran producto de su sueño. Se escuchaban muy reales, supo quevenían de la puerta principal.

Los golpes cesaron y ella consiguió dormirse de nuevo,cuando los golpes se incrementaron y ahora unos fuertes gritos los acompañaban,despertó por completo.

-¡Hermione! ¡Hermione! -Gritó Ron, golpeando la puertacon los puños, volteando a ver a la ventana de arriba - ¡Hermione! ¡Vamos, dejade dormir y abre la maldita puerta!

-¿Quién demonios te crees para venir así,Ronald?-Preguntó Hermione, asomándose por la ventana de su cuarto, entresorprendida y enojada.

-Hola, Hermione -saludó Ron como si no hubiese pasadonada, lo que hizo que Hermione se enojara más -. Vístete - dijo, sin más.

-¿Qué? -Preguntó Hermione pensando haber escuchado mal.

-Sí estas vestida -sonrió Ron, al ver a Hermione checandosi estaba vestida -, solo arréglate.

-Pero, ¿Qué demo
?

-Espera - interrumpió Ron, desapareciendo de ahí.

Segundos después, mientras pensaba que tan sólo habíasido una broma de mal gusto, la puerta de su cuarto se abrió, dejando ver a unsonriente Ron.

Venía vestido con unos jeans y una playera café querezaba 'Keep Calm and Carry On'. Para nada venía peinado y con sus azules ojos,brillando. Tenía levantada una mano, enseñando una llave igualita a la que ellatenía en su llavero: la de su casa; y su mano estaba llena de tierra.

-¿Qué? ¿Cómo entraste?-Preguntó, sorprendida.

-Fácil, se exactamente que la llave de repuesto estáenterrada en la parte izquierda de tu maseta -sonrió.

-¿Se puede saber cómo
demonios lo sabes?

-¿Ya se te ha olvidado la infinidad de veces que hevenido a tu casa y se te ha olvidado la llave?

-No se me olvida
- replicó Hermione.

-Bueno, se te pierde
y luego, casualmente la encuentrasen tu oficina o dentro de tu casa - sonrió.

-¿Qué es lo que quieres, Ronald? Aun sigo enojadacontigo

-Por eso he venido - dijo-. Te recompensaré la cita-sonrió.

-¿Hablaras con Cormac
?

-¿Qué? ¡No! - Exclamó- Tendrás la cita conmigo.

-¿Tendremos una cita? -Preguntó.

-Sí, Hermione - dijo, lentamente-, tendremos una cita

-¡No tengo problemas de retraso, Ronald! -Exclamó.

-
vamos, arréglate lo más informal que puedas, pero noexageres - sonrió, haciendo caso omiso a Hermione.

-¿A qué hora acepté, Ron?

-Ya vamos progresando - sonrió Ron -, ahora me llamas Ron.

-No me has contestado

- Vamos, Hermione, no quiero que te enojes, por favor -pidió.

-Dame diez minutos, Ron.

-Dije lo más informal que
- pero se calló al ver lamirada de advertencia de Hermione -. Aquí te espero.

 

Quince minutos después entraban en el coche azul marino,del pelirrojo. Hermione se había puesto lo más informal pero bonito, que pudo. Sepuso unos jeans de mezclilla y una playera azul cielo que tenía un 'Look Away',combinaba con los ojos de Ron.

-¿A dónde me vas a llevar? -Preguntó.

-Iremos al cine y luego a comer a un restauranteMexicano, ahí hacen una tacos, exquisitos, Hermione -dijo.

La castaña asintió. Normalmente, cuando alguien lainvitaba a salir y ella preguntaba eso, su acompañante le permitía escoger.

Ron no era así, ni siquiera la había invitado.

-Estás algo callada -dijo Ron -. Se trata de divertirnos,Hermione, sonríe.

-Tengo sueño, te recuerdo que me despertaste.

-Oh, vamos
es muy temprano hasta para ti, Hermione.

Evitó resoplar o contestarle algo. La verdad sí estabacansada, pero no estaba actuando así por ello. Le intrigaba demasiado esa'cita' que iba a tener con su pelirrojo amigo,que hacía años que había dejado de verlo como un amigo nada más.

Decidió dejar de pensar en eso, y divertirse al máximo.Total, dudaba que se repitiera la 'cita' con Ron.


Llegaron a la plaza unos quince minutos después. Ron sebajó del coche, y Hermione, sabiendo de sobra que no iría y le abriría lapuerta, se bajó también.

Caminaron juntos hasta la entrada, afortunadamente laspuertas se abrían solas y la cara de Hermione no tuvo que ser azotada por lapuerta, que, de seguro, Ron no le abriría.

-¿Qué película veremos, Ron? -Preguntó Hermione.

-Pues
hay unas muy buenas. Está esa que desde hace unasemana la están anunciando

-¿La de terror? -Preguntó. Ron asintió con entusiasmo,Hermione se mordió el labio. Odiaba ese tipo de películas.

Evitó decir algo y esperó a que llegaran hasta el cine, ypoder ver la cartelera. Tal vez podía cambiar de opinión.

-¿Y, qué dices? -Preguntó Ron, sonriendo.

Hermione dudo, la foto le daba pavor, de verdad noentendía cómo a Ron le podían gustar ese tipo de cosas. Vio otras películas enla cartelera.

-¿No prefieres una que de risa? -Era una indirectabastante directa, según ella, porque Ron frunció el ceño, pensativo y luegonegó con la cabeza.

-No, esa está muy buena
¿vamos?

Hermione asintió y caminó hasta la fila, junto alpelirrojo. No pensaba ver la película, estaría con los ojos cerrados la hora ymedia, que durara.

Ron no se dio cuenta de qué tan desconforme estaba su amiga, hasta que la vio morderse el labiocasi hasta hacer sangrar.

-¿Por qué no vas y compras algo de tomar, mientras yocompro los boletos?

Hermione asintió, y caminó lentamente hasta la fila de ladulcería.

Ron sonrió y se acercó a la señorita del mostrador.

-Buenas tardes -saludó.

-Buenas tardes, me da dos boletos para
-dudó, quépelícula le gustaría a Hermione.

La fila de la dulcería por lo menos estaba más corta quela otra. Llegó rápidamente hasta el mostrador.

-Me da dos refrescos de naranja, por favor -pidió.

-Claro, ¿con hielos o sin hielos? -Preguntó.

-Uno y uno -dijo.

Ella odiaba los hielos en su bebida, y Ron los adoraba.No entendía por qué. En realidad, no entendía muchas cosas que a Ron lefascinaban. Como su obsesión por los Chudley Cannons, si siempre perdían.

 

-¿Hermione? -Preguntó alguien detrás de ella.Inmediatamente reconoció la voz, y pidió que la tierra la tragara.

-Cormac, hola -sonrió.

La verdad la noche anterior había salido con él para queparara de molestarla
y para darle celos a Ron.

Pero la verdad, es que era insoportable, en parte,agradecía que Ron hubiera llegado y se hubiera sentado con ellos. Sólo asíCormac dejó de hablar sólo de sí mismo, y empezó a coquetear con la acompañantede su amigo.

-¿Cómo estás? -La saludó con un beso en la mejilla, rogóporque Ron no estuviera viéndola.

-Muy bien, gracias

-Yo estoy bien, también. ¿Con quién vienes? -Preguntó.

-Ron
ya sabes, mi amigo
el de ayer

-¡Ah, claro! Weasley
cómo olvidarlo -dijo, irónico.Hermione asintió, desconforme.

-¿Y tú? -Preguntó Hermione.

-Con mi primita -Hermione se sorprendió, pero lo disimulómuy bien. Esperaba que fuera con otra muchacha o algo así, no con su prima. Descargar Imagenes Top gratis

-Oh, muy bien

-Aquí tiene -murmuró el muchacho. Hermione quisoabrazarlo, y ase quería ir de ahí.

-Muchas gracias -le sonrió al momento que pagaba, sevolteó a ver a Cormac y le sonrió con fingida tristeza -. Bueno, me tengo queir, la película ya va a empezar, Cormac. Me alegró mucho verte, nos vemos otrodía.

Cormac le sonrió, se acercó a ella y le depositó un besoen la comisura de los labios. Hermione lo quería patear ya mismo.

Tomó los refrescos y se fue de ahí, al voltear parabuscar a Ron, prefirió no haberlo encontrado.

El pelirrojo había visto todo lo que había hecho conCormac, tampoco es que hubieran hecho mucho, nada más hablar y coquetear. Lemolestó mucho más que Hermione no hubiera hecho y nada, y le dejara hacer alrubio ese lo que quisiera.

Evitó hacer una escenita, estaba muy enojado, así que actuaríaindiferente, o por lo menos, lo trataría. Claro que la cara de enojado, no sequitó, simplemente, no pudo.

Esperó a que Hermione llegara junto a él, y entraron a lasala del cine, sin decir palabra alguna.

Bueno, Hermione definitivamente no esperaba que Ron fueraa hacer algo así por ella. Sonrió enternecida.

Ron había escogido la película más romántica que había enla cartelera. Seguro había visto qué tan asustada estaba, pensó.

De igual forma, estaba demasiado cursi, pero la intenciónera lo que contaba y punto.

Volteó a ver a Ron, quien parecía algo incómodo, pero deigual forma, no decía nada, supuso que seguía enojado con ella.

-¿Estás bien? -Preguntó. Ron asintió sin voltear a verla.Hermione suspiró - ¿Por qué ya no fuimos a ver la película que querías?

-¿Te molesta, acaso? Vi que estabas muy nerviosa, noquería que te diera un ataque después.

Hermione no supo cómo tomárselo. Pero tampoco le gustó eltonito que estaba usando. Las lágrimas se apoderaron de sus ojos, no queríallorar.

-¿A dónde vas? -Preguntó Ron al ver que se paraba de suasiento.

-Al servicio, no tardo -dijo. Ron suspiró y supo quehabía hecho mal.

-Perdóname, Hermione
es que-

-Voy al servicio, no tardo -interrumpió Hermione.

En cuanto Hermione desapareció por completo de la vistade Ron, éste supo qué hacer. La siguió rápidamente. Estaba a punto de entrar alservicio cuando Ron gritó su nombre.

 

-¿Qué pasa? -Preguntó.

-Enserio, perdóname, Hermione. Lamento haberte contestadoasí, lo siento mucho. No sé qué me pasó, pero es que ese McLaggen me caebastante mal y

-Y también Viktor, y el otro día Seamus y Dean
y casitodos, Ron. Sé que eres muy sobreprotector y todo, pero nada más son misamigos, el día que tenga novio puedas actuar como quieras.

Ron sintió un extraño dolor en el pecho. Él no quería queHermione tuviera novio
o por lo menos, no uno que no fuera él.

-Ya te pedí perdón, Hermione
enserio que no sé quéhacer, yo soy así y-

-Sé que tú eres así, Ron. Me agradas, te quiero y mucho,pero debes confiar en mí -dijo Hermione.

-Confío en ti, más no en ellos.

-Si no mal recuerdo te pedí en la mañana que me dejarascometer mis propios errores, Ron.

-Sí -dijo Ron -,con respecto a eso
Puedes venir a llorar en mi hombro cuando quieras, eh. Sóloespero que no lleguemos a ese punto -sonrió.

-Claro que no llegaremos a eso, Ronald. No soy tonta, séperfectamente en quién fijarme.

-¿Enserio? -Preguntó Ron - ¿En quién debes fijarte?

-En alguien que me respete, quiera, proteja y
sea lindo-sonrió.

-¿Y caballero? -Preguntó.

-¿Caballero? -Preguntó Hermione - No necesito a alguienque haga las cosas por mí, gracias, yo puedo hacer las cosas perfectamente pormi sola.

Ron sonrió, tal vez eso era lo único que quería oír.Sabía que Hermione estaría bien, sin importar con quién. Después de todo, loúnico que Ron quería era que Hermione fuera feliz sin importar qué.

-Ahora, Ron
si no te importa, enserio tengo que ir albaño -dijo Hermione.

-Oh, sí, claro
perdona -sonrió.


La verdad, Hermione nunca antes había probado la comidamexicana, y, realmente, sabía muy bien. Y, por lo que veía, Ron opinaba lomismo.

-Gracias -dijo Hermione.

-¿Por qué? -Preguntó Ron.

-Pues, por muchas cosas en realidad. Primero que nada,por el cine y la cena, y además
por haberte aparecido ayer.

-¿Enserio? -Preguntó - ¿Por qué me agradeces eso? Si nomal recuerdo, estabas muy enojada.

-Sí lo estaba, pero
ya no.

-Aún no entiendo por qué me agradeces, Hermione, recuerdaque no todos tenemos un súper cerebro como el tuyo -dijo, picando la frente deHermione con el dedo.

Hermione suspiró y disimuló una sonrisa.

-La verdad, no volvería a salir con Cormac -confesóHermione.

-No sabes lo feliz que me pone oír eso, Hermione -sonrióRon -. Es que... bueno, es
no me cae bien.

-Creo que sólo se quiere a sí mismo -dijo Hermione. Ronasintió, dándole toda la razón.

-¿Crees que sea
del otro bando? -Preguntó.

-¡Oye! -Exclamó Hermione.

-¿Qué? Es que
tal vez le caigas bien y por eso te invitóa salir, no le encuentro otra explicación -rió. Hermione le dio un golpe en elbrazo, pero ella misma se estaba riendo.

-Dudo mucho que sea 'del otro bando' -dijo Hermione.

-¿Por qué estás tan segura? -Preguntó Ron.

-Bueno
besa muy bien, para que sólo le caiga bien, enrealidad -dijo Hermione.

Y no mentía, sí, Cormac la había besado antes de queHermione entrara a su departamento, y sí
no le había disgustado, pero claroque prefería los besos de Ron, aunque sólo fueran en la mejilla.

 

-Era una broma, Ron -mintió.

-Muy chistosita, ¿no? -Dijo Ron. La verdad, sí le habíahecho gracia, pero después al enterarse que se habían besado, todo el chiste sefue.

-Oh, vamos -sonrió Hermione -, no te enojes conmigo. Túhas besado a más personas, y jamás te he dicho nada.

-¿Segura? -Preguntó. Hermione se puso roja, bueno
sí lehabía reclamado una que otra vez, pero no le armaba escenitas cómo él a ella.

-Yo jamás te he reclamado nada, Ronald -mintió.

-Martes -murmuró Ron. Hermione fulminó a Ron con lamirada.

-Pero eso fue porque la muy
Lavender estaba estorbandomi paso.

-Hermione
, en el pasillo caben muchas personas.

-Aún así -dijo Hermione -, eran horas de trabajo, nopodían estar haciendo eso.

Ron rodó los ojos, pero no dijo nada más. La verdad, nadamás había besado a Lavender para sacarle celos a Hermione, así como lo habíahecho con todas las demás.

-Y Krum, McLaggen y compañía sí pueden ir a tu oficina avisitarte y mandarte regalitos, ¿no? -Dijo Ron, irónico.

-¿Por qué te molesta tanto que tenga amigos, Ronald?-Preguntó Hermione.

-Porque ellos precisamente no quieren tus amigos, Hermione -dijo Ron.

Hermione rodó los ojos, y agradeció que el camarerollegara al instante, sino, no se quería ni imaginar en lo que hubiera acabadosu pelea.

Comieron lentamente y en silencio. No mencionaron palabraalguna en toda la cena y, cuando llegó la hora de la partida, ambos loagradecieron silenciosamente. Ron pagó todo, pero Hermione dejó la propina. Elpelirrojo no se negó porque aún seguía molesto, pero en otras circunstancias,no lo hubiera aceptado.

Podría no ser un completo caballero con ella, perotampoco era tan maleducado. Tenía modales, claro, pero Hermione lo sacaba dequicio fácil y constantemente.

Llegando al coche Ron prendió el radio y se pusieron aescuchar canciones que eran dedicadas por otras personas. La mayoría eranpareja, y otros, muy pocos, tenían mucho resentimiento. Ron y Hermione reían ensilencio cada vez que pasaba algo así.

De pronto, Hermione se acordó que no tenía nada paradesayunar o tomar, tenía planeado ir esa misma tarde al supermercado, pero Ronse presentó.

Ron se dio cuenta de cómo Hermione se mordía el labio,supo que estaba entre preocupada y pensativa.

-¿Estás bien? -Preguntó. Hermione pegó un pequeñorespingo, había estado tan sumida en sus pensamientos, que, por un momento, seolvidó de la presencia de su amigo.

-Sí, no te preocupes
-murmuró.

-No estás bien, ¿necesitas algo, Hermione? -Preguntó -¿Quieres que me pare?

-¡No! Ronald, es una tontería, cálmate, estoy bien-sonrió.

-¿Qué pasa, entonces? -Preguntó. Hermione de pronto sevio muy avergonzada, Ron levantó las cejas, esperando una respuesta.

-Es que
esta tarde iba a ir al supermercado, porque nohay nada para que coma o beba
pero no importa, ya cené. Mañana puedo desayunaren la cafetería

-No. No me cuesta nada llevarte -dijo.

-No, ¿estás loco?

-Anda, no importa, Hermione. Aunque sea déjame llevarte ala tienda -pidió. Hermione no se pudo negar al ver su cara. Asintió, algoculpable, y le sonrió.

 

Se bajó rápidamente a la tienda e intentó agarrar lascosas lo más pronto que pudo.

Ron aprovechó que Hermione no estaba en el coche parahacer una llamada.

Cuando Hermione regresó, Ron guardó su celularapresuradamente. No dijo nada, pero se quedó algo curiosa. Ron le sonrió, yHermione supo que algo tramaba.

-Gracias, Ron -sonrió Hermione.

-No hay de qué -dijo Ron.

-"Y aquí va unacanción dedicada a Hermione Granger, la mejor amiga de Ron Weasley
¡Disfrútala, Hermione! -
dijo el locutor de la estación que escuchaban porla radio.

Hermione volteó a ver a Ron, quien estaba rojo hasta lasorejas. Le sonrió tímidamente y arrancó el coche. La canción empezó a sonarsegundos después. Hermione se sabía la canción de memoria, era una de susfavoritas, jamás pensó que Ron se la aprendiera o algo así. Aunque, después decantarla tantas veces, probablemente era algo lógico.

Ambos empezaron a cantar la canción, en silencio.Hermione miraba por la ventana mientras una sonrisa boba aparecía en su cara.Ron miraba al frente, sin dejar de cantar, aunque, de reojo, miraba la reacciónde Hermione.

Ambos empezaron a cantar el coro, un poco más fuerte.

"Entraen mi vida, te abro la puerta,

Sé queen tus brazos ya no habrá noches desiertas.

Entraen mi vida, yo te lo ruego.

Tecomencé por extrañar,

Pero comencé a necesitarte luego
"

A pesar de estar algo desafinados, siguieroncantando. Ambos sonriendo y riendo de las ridiculeces que hacían.


Hermione se bajó del coche, con bolsas enmano y una gran sonrisa en el rostro. Ron dudó un poco, pero luego bajó delcoche y la acompañó.

La castaña le sonrió de nuevo, y es que nopodía evitarlo, Ron era simplemente, grandioso.

-Me divertí mucho, Ron, gracias -sonrió.

-Me alegro que te lo hayas pasado bien,Hermione -dijo Ron, inconscientemente, pasó su lengua por sus labios, lo quehizo que Hermione los deseara aún más de lo acostumbrado.

El pelirrojo le besó la mejilla, muy cerca delos labios, hay que decir, y caminó hacia su coche con las manos en losbolsillos.

Hermione sonrió tristemente, de verdad queestaba enamorada de su pelirrojo amigo.

Metió la llave en la cerradura y la empezó agirar lentamente, aún no quería irse, realmente.

-¡Hermione! -Llamó Ron. Hermione volteórápidamente.

-¿Sí? -Preguntó. Ron estaba muy cerca deella.

-¿De verdad te molesta tanto que esté así con Lavender? -Preguntó.

Hermione rodó los ojos, se volteó y giró lallave completamente.

-No lo digo para molestar, Hermione
voltea,Hermione
Hermione, voltea a verde -pidió Ron.

Hermione, a regañadientes, volteó y lo mirócon los labios fruncidos. Ron sonrió, le encantaba hacer rabiar a Hermione,pero no era el momento.

-¿Qué quieres, Ronald? -Preguntó.

La verdad, su nombre completo, no sonaba malsi Hermione lo pronunciaba.

-Un beso -murmuró.

Sin más, se acercó a Hermione, y, al ver queésta no se movía, la besó.

Suave y dulce y lentamente, en cuantoHermione hubo salido del shock, y le correspondió, lo hizo más apasionado. Laguerra entre sus lenguas, había comenzado.

Se separaron lentamente, sin querer, perodebiendo.

-¿Qué fue eso?-Preguntó Hermione.

-Un beso -sonrió Ron. Hermione lo golpeócariñosamente en el brazo.

-Tonto, ¿Por qué me besaste?-Preguntó.

-¿Por qué me devolviste el beso? -PreguntóRon, astutamente.

Hermione suspiró cansinamente, se dio lavuelta y entró a su casa. Iba a cerrar la puerta, pero el pie de Ron, se loimpidió. Pronto apareció su cara, por el hueco de la puerta, sonriendo.

-Hablaba enserio, Hermione -dijo Ron -. ¿Quéno sabes que dejar alguien así, es de mala educación?

-Oh, por el amor de Dios, Ronald -dijoHermione -, no me vengas a hablar de educación, por favor.

-Quiero una explicación, Hermione -dijo Ron,acercándose a ella.

-Yo también -dijo Hermione, acercándose a él.

Ron no lo pensó ni un segundo más, y la besóde nuevo. Al carajo las explicaciones, pensó, ya tendrían tiempo para eso mástarde.

Hermione estuvo tentada a para el beso,cuando sintió las manos de Ron en su abdomen, aún sentía la blusa, lo cual erabueno
pero pronto, no la quería más. Total, ya no le importaba mucho que Ronno fuera ningún caballero, ella tampoco era ninguna bruta, ¿verdad?

C'est Fini


Hola :D

Bueno, como dice en la portada, el One-Shot va dedicado a ingrix-granger, que está algo enfermita u_u' xD ¡Te quiero, quiero, quiero, geme! <3

Sí, ahora al One: xD
¿Les gustó? La verdad, no iba a ser tan largo xD
Pero igual, espero les haya gustado.
El nombre lo saqué de una serie de TV xD
Es que escuché el nombre, y me vino el Fic a la mente xD

Bueno,
Me voy, tengo que publicar más cosas xD
Saludos.

PD: Ingrid, espero que te haya gustado... y no te enojes, pero le di la página a Ángel de aquí xD ¡Te quiero!

Mel

Los Caballeros las Prefieren Brutas - Fanfics de Harry Potter

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En los últimos años todas -la mayoría- con las que habíasalido -léase, solo por una noche - le habían dicho que era todo un caballero.Les acomodaba la si

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2023-02-27

 

Los Caballeros las Prefieren Brutas - Fanfics de Harry Potter
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