LOS CUATRO SÍMBOLOS - Fanfics de Harry Potter

 

 

 

Capítulo 1: COMIENZOS Y NUEVOS AMIGOS.
Había una comarca, en el reino de Kislev, llamada Erengrand conocida por sus fiestas y celebraciones. Una vez al año se celebraba una fiesta de la cosecha, era la fiesta más esperada e incluso el rey y su familia se desplazaba a Erengrand para vivir la fiesta junto a sus súbditos. En esa fecha tan señalada todas las casas se adornaban con papeles de colores cortados con formas de animales y en la plaza de Kreml, la capital de Erengrand, se montaba un mercado con pista de baile y la gente se paraba a hablar con el vecindario.
En un pueblo llamado Khorne, cerca de Kreml, vivía Liet y su hermano Rony con sus padres.
Ese año Rony, un chico de trece años alto, de aspecto atlético y de pelo marrón, estaba especialmente entusiasmado por que ya había alcanzado la mayoría de edad.

- No se porque estas tan contento - dijo Liet.
Liet era una chica de once años, morena y poseía una dulce sonrisa que enamoraba a los chicos del pueblo.
-Tú no lo entiendes, hasta que no cumples los trece años no te dejan salir por la noche ni ir a la fiesta de Kreml sin un adulto a tu lado - dijo Rony con desdén.

Rony y Liet estaba en las cuadras de la casa de Hermes puesto que ellos cuidaban a sus caballos.
Hermes era joyero y vivía en una casa de madera en lo alto de una colina cerca de Khorne. Su aspecto no se parecía en nada a los joyeros que había en Kreml, Hermes era bajo, con un bigote y unas cejas muy pobladas, en general su aspecto se parecía a los enanos de los cuentos que contaban en el pueblo.

- ¿Habéis terminado?- pregunto Hermes con una sonrisa divertida al ver a los dos hermanos.

Por respuesta recibió una sonrisa de Liet y los dos hermanos salieron corriendo hacía su casa.
La casa en la que vivían Rony y su hermana era de madera color caoba, con un jardín lleno de tulipanes que su madre cuidaba y un gran perro blanquinegro en la puerta moviendo el rabo.

-Vamos Rony sube y cámbiate que nos vamos a Kreml - dijo su madre cuando le vio entrar en la casa- ¿y tu hermana? Ah, esta ahí, sube y cámbiate rápidamente- dijo al ver lo sucia que llegaba.

Cuando los dos niños se hubieron cambiado partieron con sus padres hacía el mercado de Kreml. En la carreta todos hablaban a la vez sobre lo que comprarían mientras Liet pedía una nueva muñeca para su colección.
Cuando llegaron a Kreml se separaron, Rony se fue con sus amigos, los padres se fueron a comprar comida y otros objetos mientras Liet miraba los puestos de chucherías.
En el mercado había un monto de gente paseándose entre los puestos y charlando animadamente. Era difícil andar sin chocarse con la gente que se paraba mirando los diferentes puestos del mercado y que se paraba a saludar a sus conocidos cuando se encontraban.
Liet se encontraba delante de un puesto de collares admirando uno especialmente bello cuando alguien chocó contra ella derribándola. Cuando levanto la vista vio a un muchacho alto, rubio y de ojos azules como el cielo, que le ofrecía la mano.

Liet tardó un poco en reaccionar y se puso colorada cuando le cogió la mano sintiendo un calor enorme.
- Lo siento - le dijo el chico sonriéndole.
Cuando se hubo levantado el chico se alejo entre los puesto con rapidez, desapareciendo entre la gente.
-¿Quién era ese?- pregunto una voz a su espalda.
Liet se dio la vuelta y le explico el encontronazo con el chico a su hermano.
-Vámonos nuestros padres nos están esperando- dijo Rony cogiendo a Liet por el brazo.

Cuando llegaron al lugar en que sus padres les esperaban vieron que estaban con Hermes.
Hablaban animadamente y les hicieron un ademán de que se acercaran.

-¿Sabíais que Hermes tiene un sobrino?- pregunto su madre a los dos hermanos.
Los dos hermanos negaron con la cabeza mientras Hermes hacía ademán de estar llamando a alguien.

Enseguida llego el mismo chico que chocó contra Liet.
-Este es Lucas, mi sobrino- dijo Hermes con gran orgullo.
Lucas estrecho la mano de los padres de Rony y sonrió a Liet, mientras su tío Hermes hablaba por los codos de sus virtudes.
-¿Por que no vais con Lucas para que os ensañe a moveros por aquí? - dijo Hermes.
Los dos niños asintieron y siguieron a Lucas a través de las calles. Lucas caminaba escabulléndose entre la gente mientras Rony y Liet le seguían lo más rápido que podían.

El mercado estaba tan abarrotado que en pocos minutos perdieron a Lucas de vista. Llevaban media hora cuando Lucas apareció detrás de ellos.

-Da la sensación de que es como el aire- dijo Rony a su hermana en un susurro.

Recorrieron todo el mercado y compraron tantas cosas que Liet no creía que cupieran en el carro de su padre y hablaron sobre las cosas que les gustaba hacer.
Durante el tiempo que recorrieron el mercado Liet no se soltó de la mano de Lucas ni para aguantar las muñecas que se compraba y alardeaba delante de sus amigas arrimándose más a Lucas.
Cuando llegaron al lado de sus padres le enseñaron todo lo que compraron y hablaron a la vez sobre el pequeño teatro de marionetas que había en una entrada a la plaza.
Por la esquina de una calle apareció una chica morena, con la gracia de una bailarina y con la piel morena por el sol que le daba un toque de princesa muy atractivo, se fue acercando entre la gente con gran elegancia en sus pasos. Rony se quedo pasmado de la belleza de aquella chica y su hermana le tuvo que dar un codazo para que reaccionara.

La chica se acerco al grupo y se presento como Koshei. Se acerco a Lucas, le dijo algo al oído, y le cogió la mano para que la siguiera.
-¡Vuelve pronto a casa y no te quedes hasta tarde en el mercado!- grito Hermes a su sobrino.
-¿No tiene miedo de que se pierda con tanta gente por aquí? - pregunto con el ceño fruncido el padre de Rony.

Hermes negó con la cabeza y se alejo por una calle muy transitada al ver a un cliente muy fiel de su joyería.

La vuelta a casa se hizo en silencio por que estaban todos demasiado cansados y el silencio de la noche solo fue quebrado por el sonido de los cascos de los caballos.
En la carreta Liet pensaba en su encuentro con Lucas y se miraba la mano sonriendo y dejando que sus pensamientos se estancaran al lado de Lucas en el mercado.

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Lejos de Kreml, atravesando el océano Druzhiina cerca de las nueve islas de Nebir, una galera navegaba rápidamente hacia el norte con viento a favor. En la proa del barco un encapuchado miraba a tierra a la espera de la señal, a su lado yacía un lobo de Urskoy, negro como la noche, una de las tierras más inhóspitas de las que se contaban las historias de monstruos más terroríficas.
En la orilla de la playa se encendió una hoguera y un hombre agito tres veces una antorcha mirando el mar, camino despejado.
En la galera se soltó uno de los botes de remo en el que se subieron el encapuchado y cuatro hombres más. Los cuatro soldados empezaron a remar hacía la orilla en silencio mientras, por debajo del bote, el lobo del encapuchado nadaba rápidamente utilizando la cola como timón.
Ya en tierra seis caballeros aparecieron en la oscuridad con once caballos de las tierras de Mariemburgo.
Los recién llegados se montaron en cinco de los once caballos y partieron hacía el este lo más rápido posible mientras los demás se dirigían al oeste.
Cerca de los inmensos bosques de Kislev los misteriosos caballeros fueron atacados por los Sibyrianos del norte de las montañas de Gospodars.
El ataque fue terrible y los caballeros cayeron de los caballos luchando desesperados, el amo del lobo consiguió subir a su caballo pero una flecha le atravesó la espalda matándolo en el acto.
EL lobo de Urskoy lo vio todo escondido entre la maleza del bosque sin moverse, cuando los pocos Sibyrianos que quedaron se fueron pudo salir de su escondite.
Ya había amanecido y con la luz del sol el lobo pudo ver la trágica escena que yacía delante de él.
Sin vacilar se alejó de la batalla para ir al lado de su amo, entonces, empezó a zarandearlo hasta que una pequeña bola del tamaño de una canica surgió de entre sus ropas.
La pequeña bolita era blanca, fría y en su interior había una pequeña mancha marrón con la forma de un halcón. El lobo se acerco a admirarla más de cerca y pudo apreciar como la mancha marrón se movía en su interior, de repente, un halcón descendió del cielo en picado para llevarse la bola lejos de la devastación.
El lobo siguió al halcón durante unos metros y, mirándole con desprecio, dio media vuelta y camino hacía el oeste.

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En Khorne la gente ya había despertado y se ocupaba en sus quehaceres diarios mientras Liet intentaba despertar a su hermano.

-Arriba dormilón, ya es muy temprano - le dijo a Rony por enésima vez - si no te despiertas cogeré tu arco y lo venderé a los mercaderes.

Ante la amenaza de vender su arco Rony se levanto lo más rápido que pudo amenazando a su hermana con el puño.
Bajo a la cocina para desayunar todavía un poco dormido después de vestirse y lavarse la cara.
Después de recoger los cacharos del desayuno Liet y Rony se dirigieron a un lago cercano para bañarse.
El lago estaba abarrotado de personas de todas las edades y casi no se podía hablar del ruido.
En el lago estaban todos los niños del pueblo jugando. Rony se alejo de Liet y se fue con sus amigos, Liet vio a Shara y se dirigió hacía ella.

Shara era una chica de pelo moreno, ojos marrones y de piel morena.
- Hola - dijo Shara con una sonrisa en la boca.
- Hola, ¿fuiste ayer al mercado de Kreml? - preguntó Liet.
-No pude mi abuela se puso mala y me quede con ella.
Por el camino que pasaba cerca del lago dos jinetes avanzaban al paso. Liet se giro y los vio, primero no los reconoció pero luego pudo distinguir a Lucas con Koshei.

Miró con envidia a Koshei, Lo daría todo por ser amiga de Lucas pensó para sus adentros.
- ¿Qué pasa?, ¿Te gusta ese chico? - preguntó Shara mirándola de reojo.
- ¡¡NO!!
- ¡Le gusta Lucas, le gusta Lucas! - recitó Rony a su espalda que se había acercado sigilosamente.
Liet persiguió a Rony por todo el lago pero no pudo alcanzarle por que era más rápido que ella.

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Desde el camino Koshei vio el espectáculo y llamó a Lucas.
- ¡Lucas ven! - le dijo - ¿esos dos que corren no son Liet y Rony?
-Si, creo que son ellos.

En el cielo apareció un punto negro que se acercaba a tierra con velocidad. Cada vez se acercaba más y se podía distinguir que era un halcón.
Lucas estiro el brazo, en el que tenía un guante que nunca se quitaba, y el halcón se posó.
Del pico del ave cayó una pequeña bola blanca como la nieve que Koshei cogió al vuelo.

- ¿Qué es? - preguntó mostrándola a Lucas.
- No lo sé.

Cogió la bolita y, en su interior, la mancha marrón del águila se volvió azul oscuro. Koshei y Lucas se intercambiaron miradas de asombro mientras el águila se movía en el poco espacio del que disponía.

- ¿Será peligrosa? - preguntó Koshei cogiendo la pequeña bola entre sus dedos.
- Vamos, se la enseñaremos a mi tío

Lucas y Koshei se alejaron por el camino hacía la casa de Hermes. Al llegar a una bifurcación del camino Koshei abrazó a Lucas y se fue por el camino de la derecha Lucas, en cambió, siguió recto.
Al llegar a la casa de su tío guardó al caballo en los establos y entró en la casa.

- ¡Por fin! Creí que nunca llegarías - exclamo Hermes al ver entrar a su sobrino en la cocina.
- ¿Estabas preocupado? - preguntó con interés - ¿acaso el gran Hermes se está ablandando con tiempo?
- ¡Bah! Déjame mocoso.
- Por cierto Milenario me ha traído esto - dijo sacando la bola de una pequeña bolsa.

Le tendió la bola a su tío y el águila se volvió marrón y dejó de moverse. Hermes se fascino ante los poderes de la extraña bola y la examino con detenimiento.
La bola estaba perfectamente pulida y su blanco era muy intenso y precioso, mentalmente intento calcular el valor de aquella bola y con sus instrumentos la golpeó suavemente y luego la examino.
La bola estaba intacta y fría. Se la tendió a Lucas y que la guardo en una bolsita junto al dinero.

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Liet y Rony volvieron del lago a la hora de comer y por la tarde se acercaron a la casa de Señor Shimo, era el maestro del pueblo y muy agradable con sus alumnos pero muy estricto a la hora de los exámenes y deberes.
Liet estaba tan enfadada que pensó que por la noche la pondría gusanos en la cama a su hermano. Estuvo toda la tarde planeando una estrategia y recogiendo los gusanos, por lo que se ganó varias riñas del Señor Shimo.
Cuando los dos hermanos se acostaron Liet esperó a que la casa estuviera en silencio, cuando estuvo segura de que sus padres estuvieron dormidos se levantó de la cama y se dirigió a la puerta del dormitorio, la abrió despacio y escuchó, no se oía nada.
Recorrió el pasillo hasta llegar al cuarto de su hermano, entró sigilosamente y se agachó para coger un cubo que había debajo de la cama, y vació el cubo de gusanos debajo de la manta y salió corriendo a su cuarto.
Los gusanos avanzaron por las piernas de Rony lentamente, Rony sintió a los gusanos avanzando y se destapó, la sorpresa cuando vio a los gusanos en su cama hizo que se cayera de ella. Se levantó y salió del cuarto rojo de la ira hacía el cuarto de baño para lavarse cuando oyó un ruido fuera. Se acercó a una ventana y miró hacía afuera. Todo estaba tranquilo. Se alejó de la ventana pensando que había sido su imaginación pero el ruido volvió a sonar y está vez había sido más cerca. Salió de la casa mirando a todas partes pero allí no había nadie.
Cuando fue a entrar en la casa volvió a oír el ruido pero está vez detrás de ella. Se dio la vuelta despacio y ante él había un lobo de Urskoy que lo miraba fijamente con sus ojos azabaches. Rony se quedó paralizado del miedo mientras el lobo se acercaba, de pronto, se paró, le echo una última mirada a Rony y siguió por el camino.
El chico respiró aliviado cuando el lobo desapareció y se fue a dormir.

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Pasaron días sin que nada ocurriera, los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y estos en un año.

Tres semanas antes de la fiesta de la cosecha apareció una comitiva de caballeros en el pueblo.
Rony había salido con sus amigos fuera del bosque cuando aparecieron los caballeros.
- Mirad allí - exclamó Jonh al ver a la comitiva acercarse.
- ¿Sabéis si hay chicos de dieciséis años en Khorne? - preguntó uno de los soldados.
- ¿Por qué deberíamos decírselo?
- Si no quieres que haga que mi caballo te arrastre me lo dirás - dijo adoptando una pose agresiva.
- Si, hay uno, se llama Lucas y vive en la casa de Hermes - dijo Rony sin dejar que Jonh hablara.

El soldado dio varias instrucciones y dos soldados se separaron de los demás mientras que los otros se que daban con varios muchachos. Rony contó que serian unos cincuenta niños y cuarenta soldados contando los que se habían ido.
No se fiaba de ellos y les siguió de lejos con sus amigos.

Liet estaba paseando a caballo con Koshei cuando dos soldados, vestidos de marrón y con el emblema del reino de Marog, pasaron por su lado hacía el pueblo.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué están aquí? - preguntó asustada Liet.

Koshei hizo que el caballo diera media vuelta y se dirigió al pueblo al galope con Liet detrás.
Pasaron a los soldados y llegaron al pueblo mucho antes que ellos. Koshei desmontó al llegar a la casa de Hermes en donde Lucas estaba lavando los caballos.

-¡Lucas! Soldados de Marog se acercan por el camino hacía aquí.

Hermes, que también estaba allí, salio detrás de un caballo.
Y se acerco a las puertas del establo. Minutos después un jinete sobre un caballo blanco aparecía ante su vista.

- Buenos días - saludo
Con un ligero movimiento de cabeza Hermes y su sobrino de volvieron el saludo.
-¿Ha qué venís caballero?
- Mis compañeros y yo nos desplazamos desde Marog reclutando a jóvenes para la guerra.
- Nosotros no pertenecemos al gobierno de Marog - saltó Liet con impertinencia en la voz

El caballero le estudio durante minutos sin expresar ninguna emoción en el rostro pero sus ojos mostraban el desprecio que sentían por la gente a la que consideraban débil.

- ¿Cómo te llamas muchacho? - preguntó el caballero
- Lucas.
- Muy bien, Lucas, - hubo un silencio por parte del jinete - partiremos mañana a tu destino, espero que estés listo y a partir de ahora, cuando te dirijas a algún oficial, serás más respetuoso y contestaras cuando se te ordene.

El jinete y Lucas estuvieron un rato mirándose cada uno con más desprecio que él otro hasta que el jinete se alejo del establo desapareciendo en la esquina de la casa cercana, Lucas esbozó una pequeña sonrisa.
Durante unos minutos interminables, nadie habló y solo el ruido producido por los caballos cortaba el silencio.

- ¿Por qué los soldados de Marog están reclutando a jóvenes de otros lugares? Que yo sepa Khorne pertenece a Kislev, no ha Marog - exclamo Rony que había escuchado la conversación sin que nadie se diera cuenta.
Hermes se alejo hacía la casa seguido de los chicos.
- Pues veréis - dijo Hermes sentado en la sala de estar - hace muchos años en la región de Marog el emperador tuvo mellizos y solo uno de los dos podía reinar. Para diferenciar a los dos hermanos se tenía que utilizar una pequeña quemadura en el antebrazo del menor con forma de colmillo.

- ¿Cómo lo sabes si pasó hace muchos años? - preguntó Liet extrañada.
- Hace tiempo conocí a una persona que me lo confirmó.
- ¿Quién
? - empezó Rony
- No me interrumpáis más o no lo cuento - exclamó bruscamente Hermes - ¿vais a estar en silencio? Bien. Como os contaba el emperador de Marog tuvo dos hijos Jibah y Semân. Conforme se hacían mayores Semân empezó a sentir envidia de Jibah puesto que él seria el que reinaría el imperio.
Por eso, empezó una gran discordia entre los hermanos, Semân se hizo con un pequeño grupo de fieles y empezaron a sembrar el mal por los pueblos. Un día estalló una gran guerra en Marog, el rey era ya muy viejo y no podía participar, por eso, mandó a sus dos hijos para que estuvieran al mandó del batallón. La batalla duró meses y cada día que pasaba el rey estaba más inquieto, mandó a al antepasado de mi amigo para saber si sus hijos estaban bien. El antepasado de mi amigo fue a comprobar si estaban bien y, cual fue su sorpresa, al encontrar a Semân al frente del batallón. Entonces empezó a investigar hasta des cubrir que Jibah había sido asesinado por el enemigo. Días después de que la guerra terminara el rey murió entrado en años y Semân subió al trono. Hace algunos años Semân engaño al rey de Kislev para que firmara un tratado en el que se reclutaría a todos los jóvenes para el ejército.

- ¿Y es buen rey? - preguntó Koshei.
- ¿No as oído la historia? - le regaño Hermes - es el hombre más despreciable, una vez oí que había mandado a los hombres de las montañas de Ba´endûn para arrasar un pueblo que no quería someterse a su voluntad, luego engaño a su reino diciendo que él no tenía nada que ver, sin embargo, los hombres de las montañas le amenazaron con contarlo si no les pagaba, pero Semân les traiciono y les arrojo sobre una grieta llena de lava que caía del volcán interminable.
Liet soltó un grito de terror y se abrazo con fuerza a su hermano. Lucas y Koshei se miraron.
- Prepararé la bolsa para el viaje - dijo Lucas.
- Te ayudo - dijo Koshei
Hermes miro a Rony y Liet.
- ¿Y vosotros? Venga, iros a cenar.
Salieron en silencio de la casa, no hablaron durante el camino.

Lucas recogía sus cosas en silencio metiendo su ropa en una bolsa que había encima de la cama. Koshei le ayudaba doblando la ropa que le pasaba y metiéndola en la bolsa.
No quería que se le notase pero no podía aguantar más, empezó a llorar en silencio. Lucas la oyó y le pasó los brazos por la cintura y la abrazó tiernamente.

- No pasa nada - le dijo - no te preocupes.
Ella se dio la vuelta y le abrazó todavía llorando resguardándose en su pecho hasta que se calmó un poco.

- No quiero que te vallas - le dijo con la voz quebrada.
Lucas le abrazó más fuerte intentando transmitirle la fuerza que él ya no sentía. No quería ver a la persona que más le importaba triste y sentía que estaba más cansado que nunca.
Le besó la frente y le secó las lágrimas que le corrían por las mejillas.
Ninguno de los dos supo como pasó ni cuanto tiempo fue, pero cuando lo describían decían que fue el beso más dulce que nunca recibieron, sus labios se rozaban suavemente como jugando a un juego hasta que el beso se volvió apasionado.
Se volvieron a abrazar, ahora lloraban los dos por la triste despedida después de que reconocieran sus sentimientos en silencio, como si supieran que era lo que haría el otro.
Esa noche Koshei no volvió a su casa a dormir, se quedó con Lucas en su cuarto.

- ¿Qué os pasa? No habéis hablado en toda la tarde - comentó la madre de Liet y de Rony.
Silencio. No contestaron.
- Vuestra madre os ha hecho una pregunta.
- Es que
- empezó Liet entre sollozos - es que Lucas se
se tiene que ir al reino de Marog.
Los padres de los hermanos se sorprendieron, su madre se levantó y se dirigió a la ventana.
-Pobre chico - susurró.

Lucas se despertó una hora antes de que llegaran los soldados, se quedó tumbado en la cama con la cabeza de Koshei en su pecho, media hora después, se levantó y se vistió intentando no despertar a la chica.

Koshei también había estado despierta toda la noche pensando en Lucas y se levantó al mismo tiempo. Ninguno de los dos habló durante unos minutos.
- Oye lo que ha pasado esta noche

Lucas se colocó delante de ella y besó sus labios sin dejar que continuara.
- No deberías arrepentirte - dijo - yo no lo haré.

Eran las seis de la mañana cuando Lucas partió con los soldados hacia Marog. Hermes y Koshei le despidieron en la puerta de su casa.
Más tarde Liet se encontró con Koshei en el lago.
- Hola
- Hola Liet
Koshei se levantó.
- ¿Has llorado? - preguntó Liet
- Un poco.
-¿Por Lucas?
- Si.
Liet se quedó callada un momento.
-¿Erais novios?
- No, bueno, no sé, estoy muy confusa.
Unas lágrimas empezaron a caer por el rostro de Koshei.
Liet se sintió muy mal al verla llorar, ella también sentía que Lucas se hubiera ido.
- Nos conocíamos desde niños - sollozo Koshei - era mi mejor amigo.
Capítulo 2: EL VIAJE.

En el fondo del lago una canica emitió un rayo de luz azul. Todo el lago empezó a brillar y los peces huyeron asustados, la canica subió desde las profundidades del lago. Koshei y Liet se quedaron admiradas del color plata que emitía.
Como en un sueño, la bola emergió del lago y se posó en la palma de Koshei. En su interior un delfín de color dorado nadaba majestuosamente.

- Que raro - exclamó Liet.
- Es como aquella canica que encontró Lucas.

Entre las sombras de los árboles un lobo de Urskoy acechaba a las dos chicas. Sigilosamente se acercó con los músculos preparados para saltar.
Las dos muchachas seguían admirando el delfín mientras nadaba, en un cambio brusco el delfín cambió su color por un marrón oscuro.

- ¡Liet, Koshei cuidado! - gritó Rony.
Las dos chicas se asustaron. Unas de las flechas de Rony hirieron al lobo mientras huía rápidamente.
- ¿Estáis bien? - preguntó Rony
Liet y Koshei asintieron y se dirigieron al pueblo.
¿Qué hará un lobo de Urskoy por aquí? pensó Rony muy extrañado.

***********************

Mientras en una casa en la frontera del bosque Quebrado un anciano partía hacía la comarca de Praag rápidamente.
Dos de los cuatro símbolos se han encontrado, debo advertirles del peligro que corren dijo para sí mismo.

*******************

Dos días después del encuentro con el lobo un anciano un tanto extraño llegó al pueblo de Khorne sobre un caballo color huevo.

- ¿Hay algún lago en el pueblo?
- ¿Un lago?... Esto
si, hay uno al este del pueblo.

El anciano trotó hasta el borde del lago y empezó a decir palabras en un idioma extraño.
Sin que se diese cuenta, un chico de diez años, corrió hasta encontrar a Liet ayudando a cargar el carro de su padre.

- ¡Liet! - gritó el niño tengo algo que contarte - tengo algo que contarte.

Rápidamente el chico le narró la llegada del anciano y lo que hacía en el lago.
Liet le dio las gracias y corrió a contárselo a su hermano. Cuando se lo contó los dos corrieron al lago.

-¿Qué hace? - preguntó Rony
Liet se encogió de hombros y se acercó al anciano.
-¿Qué haces?
- Investigar
- ¿Qué investigas?
- La energía.
- Que aburrido.

El anciano esparció una especie de polvo verdoso sobre la superficie del lago. Esta se volvió transparente y un gran pez sacó la cabeza.

- ¿Sabes lo qué busco? - preguntó el anciano.
- Lo que buscas llevaba aquí muchos años.
- ¿Llevaba?
- Poco tiempo hace que salió del lago - respondió el pez
- ¿Cuánto?
- No lo sé - respondió con desdén.
-¿Quién fue?
- Una chica, Koshei se llamaba por lo que entendí.

El anciano se levantó y montó en su caballo con agilidad. Liet se quedó pasmada al oír al pez hablar.
Rony y Liet corrieron hacía el camino que llevaba a la casa de Koshei y, por el rabillo del ojo, vieron como el caballo del anciano galopaba más rápido de lo que corre un caballo viejo.

Al llegar a la casa de la tía de Koshei vieron el caballo del anciano atado a un árbol.
- Vamos a llamar - dijo Rony.
Los hermanos llamaron y salió la tía de Koshei.
- ¿Está Koshei, por favor?
- Koshei se fue con vuestro abuelo.

Los niños asintieron y salieron disparados ha registrar el pueblo.

Koshei y el anciano se encontraban en un bosque hablando.
- Tienes en tu poder algo muy valioso.
- ¿Yo? - preguntó Koshei.
- Si, aquella bola que encontraste uno de los cuatro símbolos, el tuyo se llama Kazua - contó el anciano - Hace siglos una fuerza devastadora amenazó con destruir nuestro mundo, pero cuatro titanes, los reyes del cielo, fuego, agua y tierra, dieron sus vidas por salvar el mundo y sus espíritus fueron guardados en cápsulas para que su poder perdurase durante siglos. Como comprenderás el poder de los cuatro titanes en malas manos volvería a amenazar la destrucción de la tierra.

- Entonces Lucas
- susurró Koshei.
- ¿Lucas?
- Si, es un chico de mi edad que también encontró un titán con la forma de águila.
- Ese es Lasak, rey de los cielos
¿dónde está?
- Hace tres días que partió hacía Marog.
- ¡¿Qué está en Marog?!
- Si - respondió con miedo
- Debemos de partir en seguida
¿qué por que?... por que el rey de Marog, Semân, está bajo les órdenes de Iwi, rey de las montañas de Urskoy, que ansia hacerse con el poder y dominar el mundo.

-Entonces aquel lobo que nos atacó
- interrumpió Rony.
- ¿Lobo?
- Es que hace dos días nos atacó un lobo de Urskoy - comentó Liet
- ¿Un lobo de Urskoy? - Dijo el anciano pensativo - un lobo de
¡Un lobo de Urskoy! Entonces debemos partir ahora mismo y buscar a ese amigo vuestro.
-Pero
¿y nuestros padres? - preguntó Liet
- No os preocupéis por eso. Partimos mañana por la noche así que estad preparados.

El anciano se levantó y volvió a montar en el caballo con un destino desconocido. Los chicos no se fiaban del anciano pero Koshei iría al fin del mundo con tal de volver a ver a Lucas y acompañaría al desconocido en su viaje.

Al día siguiente prepararon todo lo que iban a llevarse comida y agua, mantas y algunas armas.
Las armas son por si acaso había dicho el anciano.
Partieron muy entrada la noche en sus caballos.
La oscuridad envolvía el camino y se guiaban por una antorcha que llevaba el anciano, los chicos le seguían sin saber a donde iban. Rony observó que se alejaban del camino y se preguntó si de verdad aquel hombre conocía el camino o si acabarían perdidos.

- No entraremos en Erengrand, la rodearemos por el ala norte de la ciudad - dijo el anciano.

Rony, Koshei, Liet y el anciano montaron en sus caballos y se alejaron a paso ligero después de un descanso.

- ¿Por qué habéis venido vosotros? - preguntó Koshei.
- No creas que te íbamos a dejar la diversión a ti sola - dijo Rony.

Llegaron y rodearon Erengrand sin problemas y se dirigieron al oeste siguiendo la muralla.
- ¿Adonde vamos? - preguntó Liet.
- Primero, buscaremos a vuestro amigo
Lucas y, luego, buscaremos los dos titanes restantes, los reyes del fuego y de la tierra.
- ¿Cuánto tardaremos en llegar a Marog? - preguntó Rony.
- Pues
unos
tres meses
- ¡Tres meses! - exclamaron los tres jóvenes a la vez.
- Si, tres meses contando con que vuestro amigo este en Marog.

El viaje hacía Marog se hizo más largo de lo esperado. Normalmente no se encontraban con nadie y el paisaje cambió de grandes bosque a pequeños arbustos aislados, también empezó ha hacer más frío por las noches.
Durante el camino se encontraron con varias familias que se trasladaban y algunos caballeros nómadas pero era algo inusual.

- Mañana al atardecer llegaremos a Marog - comentó el anciano.

Los meses habían sido muy largos y todos, excepto el anciano, tenían agujetas de cabalgar.
El sitio en el que dormirían esa noche era un pequeño valle entre las montañas de Natral.

- ¿Por qué no nos quieres decir como te llamas? - le preguntó Rony al anciano.
- Eso no importa ahora.
- Pero

- No hagas más preguntas si no confías en mi vete.
Liet se llevó a parte a su hermano para que no atosigara con tantas preguntas al anciano.
- A mi me cae bien el abuelito - dijo Liet
- ¡No le digas abuelito, no es tu abuelo! - exclamó Rony
- Pues él me dijo que no le importaba que le llamara así
- ¡Cállate! A mi, personalmente, no me cae bien. Parece que esconde algo, no se
a lo mejor trabaja para Semân y quiere quitarnos el titán, eso si no miente.

Rony siguió pensando mientras Koshei y Liet dormían placidamente sobre las mantas.



En el valle todo era silencio mientras que cerca del gran cañón del país de Dêrs´wons un pequeño grupo de soldados luchaban por la supervivencia contra los hombres de Ba´endûn cerca del borde del cañón.
Los soldados estaban en desventaja por ser menores en números que los enemigos.

- ¡Dindâns Lasak!

Un gran águila inundó los cielos con un color dorado volaba en grandes círculos aterrizó cerca de la batalla y una explosión de luz dorada inundó la tierra durante un momento para que luego todos, soldados y montañeses, desaparecieran y solo un soldado estaba todavía allí inconciente tumbado en el suelo.
Escondidos entre las paredes del gran cañón salieron varias personas sigilosamente, cogieron al soldado y desaparecieron camuflados entre la poca vegetación.


Era todavía de noche cuando los cuatro viajeros partían otra vez. Rony hablaba animadamente sobre el manejo del arco mientras se acercaban a Marog.

- ¿Cuánto queda para Marog? - preguntó Liet.
- Unas diez millas
Si no está en Marog tendremos que marcharnos rápidamente pensó el anciano.
Un pequeño destello dorado apartó al anciano de sus pensamientos.
- ¿Qué es eso?
- Lasak - susurró el anciano para sí - Vamos debemos llegar a Marog antes de lo previsto.

Rápidamente los caballos galoparon veloces por praderas y colinas.
Serían las once y media cuando pasaron por la entrada de Marog a toda velocidad. Recorrieron calles hasta llegar a una plaza donde había un mercado.

- Bajad de los caballos - les dijo el anciano.
Bajaron de los cansados caballos y pasearon entre la multitud.
- No os separéis, voy a ver a un viejo amigo nos encontraremos dentro de dos horas en la fuente de esta plaza. - les aconsejó.

Los tres jóvenes vieron como se alejaba el anciano con dirección a las calles más anchas.
- Vallamos a dejar a los caballos - propuso Koshei.
Dejaron los caballos en un hostal y se fueron a recorrer la plaza atestada de campesinos y animales de granjas que se vendían en los puestos cercanos.

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Cerca de allí, en el castillo de la ciudad, un mensajero traía malas noticias para Semân.

- Mi Señor, los hombres de las montañas de Ba´endûn atacaron a nuestros soldados cuando se entrenaban en el cañón de Dêrs´wons.
- ¿Quién ganó? - preguntó Semân como si no le importase.
- Ese es el problema Sir, uno de tus soldados dijo unas palabras raras y un gran pájaro se tragó a los dos bandos.
- Lasak
- susurró con desprecio - ese maldito pajarraco, ¡Encontrad a quién la llamó y traedlo ante mí! ¡¡Rápido!!
- Pero mi Señor

- Eres un incompetente, ¡guardias! Lleváoslo y que no vuelva a ver otro amanecer. - gritó Semân.
Un lobo de Urskoy entraba en la sala del trono mientras Semân miraba por la ventana.
- Estúpidos, cuando tenga los cuatro titanes seré el hombre más poderoso de la tierra - dijo para sí.
- Mi amo - siseó el lobo a causa de los colmillos que le sobresalían - otro de los titanes ha despertado.
- ¿Cuál?
- Kazua, rey de los mares. Les seguí hasta aquí pero les perdí en el mercado.
- Bien, mandare a mi guardia que les busquen y en cuanto a ti, coge a tus hombres y encuentra a el portador de Lasak y tráemelo.

El lobo se inclinó y salió de la sala. Al otro lado de la puerta otro lobo esperaba.
- ¿Qué hacemos?
- Tenemos que encontrar a Lasak.
- Y traérselo ¿no?
- No, se lo daremos a Iwi. Cuando Iwi tenga a los titanes destruiremos Marog y a Semân, lo mejor es que no sabe nada.

Los dos lobos se alejaron sin advertir de que alguien les había oído escondido entre las sombras.

*****************************

Liet estaba mirando los puestos de comida con Koshei.

- ¿Podemos comprar algo? - se esperanzo Liet.
- No, no tenemos suficiente dinero.
- Pero yo tengo veinte citk, Liet treinta citk y tu dieciocho en total
sesenta y ocho citk. - calculó Koshei.

Liet preguntó a la panadera cuanto valía unas rosquillas.
- Las rosquillas son veinte citk por cabeza.
- ¡Que caras! En Khorne solo valen cinco citk.
Compraron tres rosquillas y se las comieron tranquilamente sentados en el borde de la fuente.
- Parece que la fuente canta, ¿qué raro verdad? - río Liet.
- Si es cierto parece que canta, que melodía más bonita.

Koshei volvía la cabeza en todas direcciones esperando ver a Lucas en alguna calle dirigirse a ella con su sonrisa de niño tan característica de él.
El agua de la fuente empezó a moverse con violencia hasta empapar a los chicos. Rony vio, al darse la vuelta a unos soldados registrando el mercado, tiraban los puestos y la gente corría desesperada, más soldados aparecieron por las calles y empezaron a registrar a la gente.

- Estamos perdidos - gritó Liet.

Rony agarró la empuñadura de su espada, Son demasiados, necesitamos ayuda pensó.
Los tres se echaron para atrás hasta chocar con una pared. Una cuerda bajo desde el tejado de la casa y un encapuchado le apremió para que subieran.

- Vamos rápido subid si no queréis que os atrapen - les gritó.

No sabían que hacer así que optaron por la cuerda que les ofrecía el desconocido. Liet fue la primera en subir, luego Koshei y por último Rony. Después de que el encapuchado les ayudara saltó al tejado del otro edificio y les pidió que le siguieran. Los cuatro saltaron de edificio en edificio hasta que el desconocido les paró.

- Quietos, estad en silencio.

Se arrodillo y dio golpes en código con los nudillos. Una trampilla pequeña se abrió en el suelo del tejado y se colaron por ella.

- ¿Habéis tenido problemas para llegar? - preguntó otro al encapuchado.
- No, estos son Rony, Liet y Koshei. Les rescate en el mercado.

¿Cómo sabrá nuestros nombres? se preguntó Rony.
- ¿Quiénes sois?

Todos se quedaron en silencio.
- Amigos.
- ¿Estáis bajo las órdenes de Iwi? - preguntó Rony desafiante.
- No, somos la oposición a ese reinado.
- ¿La oposición? No habíamos oído hablar de vosotros. - dijo Koshei.
- Por que nadie nos conoce, ni siquiera nuestro enemigo. La mayoría son desterrados y proscritos que quieren cambiar el método de gobierno para que todas las personas sean iguales, nos escondemos entre las sombras y con el tiempo más razas se han unido a nuestras ideas. - contó una mujer que se había quitado la capucha.

Unos golpes en la puerta interrumpieron la conversación. Los soldados están registrando las casas pensó Koshei.

- ¡¡ABRAN LA PUERTA!! - gritaron los soldados.
- Rápido subid al tejado y volver a la guarida, nos separaremos para que no nos pillen a todos - sugirió otro encapuchado.

Otra vez tocaron la puerta, con tanta fuerza que parecía que se quejase.
- Los pequeños se vienen con nosotros - dijo el que les había salvado.

Rápidamente salieron los cinco encapuchados y los tres jóvenes por la trampilla del techo. La familia que vivía en la casa espero ha que la trampilla se hubiera cerrado para abrir la puerta.
Los perseguidos huían saltando sobre los tejados hasta la parte norte de la muralla que protegía la ciudad. Lanzaron una cuerda con un peso en el extremo que calló en el suelo de la muralla y se enganchó en la pared. Después de comprobar la cuerda treparon por ella sin hacer ruido pero tuvieron que ayudar a los tres chicos, en especial a Rony que se le había enganchado la cuerda en el pie.
Cuando todos estuvieron en lo alto de la muralla avanzaron sigilosamente como si volaran. En dos ocasiones se encontraron guardias vigilando pero los encapuchados les ataron antes de que pudieran gritar y les dejaron colgados por la cintura en el exterior de la muralla.
Avanzaron hasta que, en un tramo, la muralla se rompía. Bajaron por ella y silbaron, cinco caballos blancos y marrones se acercaron galopando a toda velocidad.

- Os deseamos suerte en vuestro viaje - dijo la mujer encapuzada.
- A partir de aquí solo tenéis que ir rectos hasta donde dejasteis los caballos Kye os estará esperando.
- ¿Kye? - preguntó Liet.
- El anciano que os acompaña, y decidle que tenga más cuidado. - les habló un tercer encapuchado.

Los caballos no aminoraron la velocidad al acercarse, los encapuchados se montaron de un salto en cuanto estuvieron lo bastante cerca.
Los chicos se alejaron corriendo hacía donde les habían mandado.


- Por fin llegáis - les apremio Kye cuando les vio doblar le esquina - montad rápido y no miréis atrás, seguidme y no me perdáis de vista.

Cabalgaron lo más rápido posible hacía la entrada de la ciudad.
- Si cierran las puertas estaremos perdidos - les dijo Kye.

Los soldados cerraban rápidamente las puertas. Los caballos resoplaban por el esfuerzo pero no bajaron el ritmo, se acercaban a la puerta y esta se cerraba lentamente los caballos galopaban y, por un pelo, lograron salir de Marog. Koshei y Liet se giraron para ver como terminaban de cerrar las puertas soltando toda la adrenalina.
Estaban a veinte millas de la ciudad cuando se pararon a descansar.

- Descansaremos hasta que los caballos se recuperen, luego nos iremos a las montañas Dêrs´wons.
- ¿Por qué no nos dijiste que te llamabas Kye? - preguntó Liet.
- No lo creí conveniente.
- Pues yo no creó conveniente que vengas con nosotros, desde que estamos contigo nos has metido en problemas. - gritó Rony.
- ¡Esta bien mocoso! A partir de ahora tú eres el líder yo me marchó

Las dos chicas miraron horrorizadas como el anciano, Kye, se alejaba por un camino. Liet le reprocho lo que le había hecho al pobre Kye.

- ¡COMO HAS SIDO TAN CRUEL CON EL POBRE KYE - le gritó - NO TENÍAS DERECHO!
Liet se puso a llorar y Koshei le intentó animar.
- ¿Qué hacemos? - le preguntó a Rony.
- Nos dirigimos a las montañas Dêrs´wons y luego
- calló Rony.

Se pusieron en camino hacía las montañas Dêrs´wons en silencio. Desde donde estaban se podía oír los gritos de la gente que se resistía a que le revisaran y el humo que subía a lo más alto del cielo.

***************************

Semân miraba por la ventana como la ciudad estaba siendo registrada.

Un guardia se acercó a Semân.
- Mi Señor los fugitivos huyeron a caballo de la ciudad.
- ¡COMO HA SUCEDIDO ESO! Ordene que TODAS las puertas de la ciudad se cerrasen.
- Es que
- le tembló la voz al guardia - pasaron an
antes de que
las cerra
cerráramos
- Está bien, algo más.
- Si
en una de las casas que registramos encontraron el plano de la ciudad y donde se apostaban los guardias y los turnos de cambió.
- ¿Alguien más sabe esto?... ¿no? Bien, informare a Iwi de tu trabajo.

El guardia salio de la habitación y cerro las puertas tras de sí.
Semân se acercó a una manta colgada de la pared y la tiró al suelo, debajo de la manta había un espejo de pie colgado. El rey pasó su mano por delante del espejo y una figura negra apareció.

- Sir - Semân se arrodilló - tengo buenas noticias.
La sombra hizo un ademán de despreció con la mano.
- Veréis Sir Kazua, rey de los mares, estuvo en la ciudad y

- ¿Le atrapasteis? - preguntó mostrando interés.

Ese gesto fue como si le hubiera elogiado ya que lo máximo que podías conseguir de él que fuera un elogio era que mostrara interés.

- Pues Sir
el caso es que
yo le
pero ellos

- No le atrapasteis ¿verdad? Bueno no pasa nada.
Semân se mostró aliviado al oír esas palabras.
- ¿Alguna otra cosa?
- Si Sir en una de las casas encontraron un mapa con el plano de la ciudad, donde se apostaban los guardias y los cambios. Creo que alguien quiere desbaratar vuestros planes Sir. ¿Qué más puedo hacer por usted, Sir?
- Nada, ya no me eres útil conocen tú ciudad y te han eludido. Lo siento pero vas a morir ¡que va! No me importas nada.

Semân se horrorizo y se apoyó contra la ventana, miles de lobos de Urskoy, hombres de las montañas Ba´endûn y Leld de las montañas oscuras entraban en la ciudad destruyéndolo todo a su pasó.

- Ha llegado tu hora.

Semân se giró para ver como una sombra, o Leld, vestida con una armadura y con cuernos enrollados en el casco levantaba una enorme espada sobre su cabeza. El grito de dolor se pudo oír hasta en los condados de Sirïa.

*******************************

Era de día cuando los tres viajeros llegaron al río Noft.

- Tenemos que cruzarlo como sea - propuso Rony
- Pero es muy hondo y hay mucha corriente, los caballos serían arrastrados por la corriente río abajo. - concluyó Koshei.

Como no podían atravesar el río lo siguieron río arriba. Durante las dos próximas semanas la corriente se hizo más fuerte y el nivel del agua subió.

Sería el quinto día de la segunda semana cuando un lamento se oyó cerca del río.
- ¿Qué es eso? - preguntó Liet.
- No lo se, pero suena en aquellas montañas.
- Saca el mapa y miremos lo - propuso Rony.

Hasta ese momento nadie se había acodado del mapa. Liet desmontó y buscó en la bolsa que llevaba. Encontró el mapa arrugado en el final.

- Veamos
estamos aquí ¿verdad? Y esas montañas están a nuestra izquierda, entonces
son estas, las montañas oscuras. - contó Liet.
- No podemos ir allí - les dijo Rony.
- ¿Por qué?
- Por que de esas montañas se cuentan historias terribles, gente que se ha perdido y que nunca se volvieron a encontrar.
- ¡Pero tenemos que ir, una persona necesita nuestra ayuda y no podemos marcharnos sin ayudarla! - suplicó Liet

Decidieron que buscarían a esa persona y le ayudarían lo más rápido posible, luego seguirían su camino.
Tardaron tres días en llegar a la falda de la montaña.
Los caballos estaban muy asustados así que los escondieron entre los matorrales y siguieron a pie. Liet estaba muy asustada aunque no quería parecerlo, en realidad, todos estaban muy asustados.

- Aquí no hay nada vayámonos - propuso Rony.

Habían descendido unos pocos pasos cuando se volvió a oír el lamento, ahora, más cerca. Rony agarró la empuñadura de su espada y Koshei sacó una daga de la bota.
Liet corrió hacía el ruido mientras su hermano le gritaba que no se acercara, el lamento se oía más cerca conforme subían, Liet escalaba sobre las piedras lo más rápido que podía como si respondiera a un impulso.
El corazón la latía muy fuerte, creía que se le iba a salir del pecho. Al doblar a la izquierda para esquivar una roca se encontró con un tigre entre algunas hierbas. Liet se quedó paralizada mientras el tigre le miraba con sus grandes ojos amarillos. Rony y Koshei gritaban su nombre pero ella no respondía.

El tigre siguió mirando la por varios minutos, luego giro la cabeza hacía las patas traseras y volvió a mirar a Liet. Ella no sabía que hacer, el tigre se mostraba cada vez más impaciente y a ella le daba miedo, el tigre rugió y su rugido fue transformado en los lamentos que se habían oído antes.
Capítulo 3: NUEVOS PELIGROS Y UN DESTINO.

Liet se fijo en sus patas traseras, en una de ellas tres flechas se hallaban clavados en el pobre animal. Ella se acercó y examino su pata, el tigre no hizo ademán de enfadarse.

- ¡LIET, DONDE ESTAS! - gritaron Koshei y Rony.
- ¡Aquí!

Los dos se acercaron al tigre con las armas levantadas.
- Tienes que curarle Rony, está mal tiene tres flechas clavadas en las patas traseras, ayúdale.

Rony se acercó lentamente hacía sus patas, las examino, había sangrado pero no parecía grave. Recogió algunas hojas que había por allí cerca examinándolas con cuidado.
Koshei le trajo una pequeña bolsa en la que había metido algunas plantas curativas que se habían encontrado por el camino. Hicieron un mejunje de color verde-amarillo y se lo pusieron al animal, luego, Liet le colocó las vendas.

- Bueno, ya está curado. Marchémonos de estas montañas lo más rápido posible.

Empezaron a descender con el tigre siguiéndoles, por más que intentaban hacerle huir más se acercaba a ellos.

- Vamos a quedárnoslo - sugirió Liet
- ¡¿Estas loca?! Es un tigre no podemos quedárnoslo.
- Yo opino como Liet, nos podría ser de mucha ayuda si nos encontramos bandidos por el camino - dijo Koshei.

Rony se resignó a que fueran con ellos (y con el tiempo le cogió cariño).
Cuando consiguieron bajar de las montañas y se hubieron montado empezó la marcha hacía el río. Llevarían dos horas de camino cuando el tigre empezó a rugir, los tres viajeros se pararon y observaron el paisaje. No había nadie. Así que siguieron el camino ignorando al tigre.
Algo inquietaba a Liet, el tigre quería decirle algo pero no supo que era cuando
Claro era eso.

- Rony, Koshei, vamos a dad la vuelta.
- ¿Por qué? - inquirió Koshei.
- Por que por aquí hay enemigos
¿Qué como lo sé? Pues, si os lo dijera no lo creerías.
- YO soy el hombre aquí y por eso YO mandó.
- Por que se has hombre no tienes que mandar - le replicaron Liet y Koshei.

Los tres se pusieron a discutir quién mandaba ajenos al peligro que sufrían.


Entre los matorrales cercanos los lobos de Urskoy que había mandado Iwi tiempo atrás se escondían y avanzaban sigilosamente.

- Matad al tigre primero, luego a los otros dos pero dejad a esa chica
Koshei, el jefe la quiere viva - explico el jefe de los lobos.

Pero también algunos Leld errantes querían a los viajeros para que se unieran a su séquito, las almas jóvenes eran las que mas interesaban a las sombras como nuevos aprendices de sus artes oscuras.
Las dos bandas atacaron al mismo tiempo sin dejar que los sorprendidos viajeros desenfundaran.
Koshei y Liet actuaron rápido desenfundando las espadas pero, Rony aun no se había repuesto del susto.

El choque entre las tres bandas fue brutal y apenas se distinguían unas de otras. Los caballos se asustaron y tiraron a sus jinetes.
Las dos chicas se defendieron pero a Rony le hirieron cerca del estómago. Los tres viajeros y el tigre consiguieron salir de aquella pelea mientras los lobos y los Leld luchaban por los chicos.
El tigre les guió hasta la espesura del bosque lentamente pues las chicas tenían que cargar con Rony. Así que allí estaban ellos, sin caballos y con una horda de lobos enemigos que ansiaban apresarles.
Caminaron hasta llegar a un gran árbol con hojas gigantescas, buscaron y encontraron dos palos más o menos del mismo tamaño e improvisaron una camilla. Gracias a la camilla avanzaron más rápido y seguro.

- Rony se está desangrando, será mejor que paremos - propuso Koshei.
- Seguro que si Kye estuviera aquí él sabría que hacer.
- Si, ojala nunca nos hubiera abandonado.

Descansaron durante un rato y siguieron caminando hasta el atardecer. Acamparon en un pequeño claro del bosque por el que entraba un poco de luz. Liet rasgó algunas de sus prendas y se las colocó a Rony de forma que no se desangrara e intentó darle un poco de agua.

Recogieron frutas que vieron por el camino para poder cenar.

- ¿Dónde estamos?
- No lo sé, si por lo menos los caballos no hubieran huido tendríamos el mapa. - concluyó Koshei.
- Rony, ¿se va a poner bien?
- Claro que sí, ya veras como mañana todo se arregla.

Entonces Koshei se acordó de Lucas, ¿Estará bien? A lo mejor también está herido empezó a preocuparse por la suerte de su amigo.

Un halcón descendió del cielo y se posó en una rama cercana.
- Liet, es Milenario.
- ¿Quién?
- Milenario, el halcón de Lucas. Eso significa que no debe estar lejos.

Junto al halcón apareció un águila que dejó caer una carta cerca del campamento de los chicos. Koshei la recogió y la abrió con parsimonia preguntándose de que se trataba.

Las letras mostraban una enorme paciencia y la letra era curvada y de aspecto cuidado. Koshei la reconoció enseguida como la letra de Lucas.

Mi querida Koshei:
No sabes lo mucho que te hecho de menos. Las noches se me hacen eternas si no estas a mi lado, me gustaría que vieras el lugar en el que estoy, es precioso y muy tranquilo.
Llevó mucho tiempo sin verte y solo me consuelo pensar que algún día volveré a verte, a oír tu risa dulce y a abrazarte contra mí, intentó pensar en cosas felices y me acuerdo de los momentos en los que pasamos juntos, sin ti el sol no brilla y el día no existe.
El dolor que llevó dentro es igual de grande que el amor que siento por ti y eso es mucho más de lo que nadie puede soportar.
Espero verte pronto,
Tuyo por siempre hasta el fin de los días, Lucas

Koshei se emocionó con la carta y sintió más que nunca la tristeza que le embargaba desde la marcha de Lucas. Liet le quitó la carta de las manos y la leyó en silencio, aquello era una verdadera declaración de amor, la mejor que jamás había leído y eso que le habían escrito muchas.

- Es preciosa - dijo - es muy bonita.
Espero la reacción de Koshei, que solo pudo sonreír. Le dio la carta y se la guardó entre las ropas.


La mañana siguiente amaneció nublada con un viento muy fuerte.
Cuando las dos chicas se despertaron el tigre volvía de cazar con una esfera. Se la entregó a Liet.
La esfera era verde con un tigre en su interior rojo.

- Koshei mira otro titán.

Se la mostró muy entusiasmada.
- Ese es Alin, reina de la tierra que pisamos.

Las dos muchachas se volvieron para ver a un Kye sonriente y divertido. Las dos corrieron y le abrazaron mientras le contaban todas las cosas que habían sucedido.

- Calma chicas, y Rony
¿Qué le ha sucedido?... ¿Una batalla, le hirieron?

Examino la herida de Rony y le puso unas hojas rojas que saco de su bolsa, luego se la vendó.
- Por ahora eso debería calmarle pero debería verle un médico.

Otra vez el viento empezó a soplar con más fuerza que antes hacía el sur.
Kye calentó un poco de carne y se la dio a las chicas. Ató la camilla de Rony al tigre de forma que no se volcase y emprendieron camino al este.

- ¿A dónde vamos? - preguntó Liet.
- Pues, vamos a Eri´metîc, un pueblo no lejos de aquí.

El viento sopló con más fuerza que nunca hacía el sur, era como sí te agarrase y te empujase para que te dirigieses al sur.
Kye cambio bruscamente la dirección para encaminarse al sur. Las chicas le preguntaron por que pero él nunca respondió.


A muchas millas de allí, en una cueva de alguna montaña, un encapuchado extendía la mano en la que flotaba una esfera, con un águila en su interior, para dominar los vientos.

- ¿Por qué? ¿Por qué lo haces? Giriûm.
- Para indicar el buen camino a aquellos que me quieran escuchar.
- ¿Por qué a esas personas?
- Por que tiempo atrás fueron conocidos.

El segundo encapuchado, que era un Ye´nêsva, se adentro en las sombras de la cueva hasta que fue devorado por la oscuridad.

Durante varias semanas el rumbo fue hacía el sur y cada día que pasaba Rony se debilitaba más.
Sería el décimo día del segundo mes, no se sabía a ciencia cierta, cuando llegaron a un valle.

- ¿Cómo se llama este valle? - preguntó Koshei.
- Se llama Vessnar.
- ¿Cómo lo sabes?
- Por esta pared. Según la leyenda el valle de Vessnar siempre fue llano hasta que los habitantes de una aldea crearon una fiesta en la que se debía cazar el ciervo sagrado. Durante años los habitantes de dicha aldea no lo consiguieron hasta que un joven cazador lo mató para regalárselo a su prometida. Los dioses se enfadaron y elevaron el lugar en el que el joven cazador se encontraba para aislarlo de sus seres queridos.

La pared que había señalado Kye era un gran acantilado que llegaba al cielo.
De entre las sombras del bosque aparecieron unos hombres de verde oscuro que salieron de entre los árboles y les apresaron sin demasiados riesgos. Les sentaron en el suelo y les taparon los ojos, antes de que se los taparán Liet vio como levantaban a su hermano y como se lo cargaba al hombro una chica vestida igual que los hombres. Les levantaron y les subieron a los caballos cruzándoles en la grupa de los animales para que no cayeran al suelo en la caminata.
Intentaron resistirse pero las cuerdas eran muy fuertes y quedaron inmovilizados por las poderosas manos de esos bandidos del bosque.
Alguien habló en un idioma extraño y los caballos empezaron el galope. Nadie, excepto los hombres de verde, sabría decir cuanto tiempo estuvieron subiendo, bajando y dando vueltas. Parecían que siempre andaban en círculos y repetían los mismos pasos.
Liet estaba muy preocupada por la suerte que pudiera correr su hermano y no se movió ni un dedo, pero podía oír a Koshei maldiciendo a los jinetes por su ataque sorpresa.

Galoparon dos días y solo pararon para pasar la noche en una gruta subterránea preparada con antelación, para protegerse de la lluvia y el frío viento del este. La gruta estaba equipada con varias mantas sobre las que colocaron a las chicas todavía con los ojos vendados y ni siquiera cuando fueron a comer se las quitaron.
Los hombres alcanzaron la cima de una montaña el segundo día de camino. Desmontaron a los prisioneros con brusquedad posándolos en el suelo y hablaron en susurros entre ellos pero algo hizo que todos callasen.

Quitaron las vendas a los prisioneros y pudieron ver a una mujer preciosa, con la piel morena y el pelo rubio que brillaba con vida propia, toda vestida de azul con las mangas bordadas en oro y sus orejas eran puntiagudas, síntoma característico de la raza élfica.

- Kye que alegría verte otra vez - dijo, pero en un idioma extraños para las muchachas.

Soltaron al anciano y este se arrodillo delante de la elfa pronunciando palabras de agradecimiento.
Kye le dijo algo que lleno de curiosidad a la reina e hizo que soltaran a los demás.

- Esta bien, si Kye no ha mentido invocad a Kazua y a Alin. - (esto lo dijo en lenguaje normal)
Las chicas no sabían que hacer, Kye no les había dicho nada de invocar a nadie.
- Vera su majestad, es que no les enseñe a invocar a los titanes.
- Entonces llamad a Giriûm y que les haga una demostración.

Un Ye´nêsva, hombres pero que tiene una larga cola blanca y orejas puntiagudas como los animales, y a partir de la cintura tienen patas de tigre, se alejo raudo y veloz a la espesura del bosque.
Liet echó una mirada para localizar a su hermano pero no estaba por ninguna parte. Se dio cuanta de la cantidad de curiosos que observaban de pie mientras los soldados, en su mayoría hombres, estaban agachados por la presencia de la elfa, armados con armaduras, espadas y lanzas.

Milenario volvió a aparecer para posarse sobre el brazo derecho de un jinete que se acercaba sobre un caballo negro y blanco de poderosas patas y aspecto imponente.

- Me habéis llamado, mi reina - dijo en el idioma antiguo de la tierra mientras se arrodillaba.
- Mostradles como se invoca a un titán a estos amigos.
Giriûm observó a los recién llegados parándose en Koshei, que le miraba extrañada.

Giriûm se alejo de la multitud, que le abrió paso, busco algo entre sus ropas para sacar a la esfera que contenía a Lasak. Había convertido la esfera en un colgante colocándole una correa de plata fina y unas pequeñas ramificaciones de plata puro sujetaban la esfera para que no cayera.
Su mano izquierda estaba oculta por un enorme guante de cuero sobre el que se posaba Milenario para no herirle con sus poderosas garras. En la mano izquierda un anillo plateado con una pequeña piedra mal tallada brillaba reflejándose en un anillo igual que llevaba Koshei.

Lucas, es Lucas pensó Koshei con júbilo.
- Dindâns Lasak

La esfera brillo como nunca para emitir una luz que subió al cielo que bajo como el águila dorado que habían visto días atrás en el bosque al lado de Milenario. Voló con gran velocidad sobre las personas para desaparecer estallando en luces pateadas.
Los presentes gritaron entusiasmados por el espectáculo de luz, los soldados sonreían mirándose unos a otros e incluso la reina sonrió a los niños que estaban sentados en el suelo de la risa.

Con un gesto de la mano, la reina mandó callar a los presentes, no se oyó nada en varios minutos.
Giriûm, o Lucas, hizo una reverencia y se quedó así hasta que la reina le dio permiso para irse. Koshei se disgustó de que no le hubiera saludado, Quizás no me ha reconocido, hace mucho que no nos vemos pensó.
Guiaron a las niñas por un sendero que desembocaba en un claro en donde se habían colocado varios tenderetes y puestos de comida en donde la gente compraba y hablaba con los amigos mientras los niños corrían unos detrás de otros. Se acercaron a un sauce de gran tronco refiriéndose a él como el mejor hostal del bosque, esto extraño a las niñas pero subieron por las escaleras interiores del tronco, que daban a varios pasillos. La gente que vivía allí había aprovechado las ramas más gruesas y fuertes para construir los pasillos que conectaban las habitaciones. Sobre los árboles más fuertes habían construido varias viviendas sobre enormes tablas pegadas al árbol para sostenerlas.

- ¿Qué te pasa? - preguntó Liet al llegar a la habitación.
- Por que, ¿Por qué Lucas no nos saludo?
- A lo mejor era por que estaba la elfa delante.
- Puede ser eso o por que no nos reconoció.

Se acostaron pero Koshei no pudo conciliar el sueño. Las camas eran muy grandes y blandas, olían a flores frescas y estaban vestidas con sabanas que representaban gorriones posados sobre un árbol y dibujados con colores chillones.

Al día siguiente Liet fue a visitar a su hermano a la enfermería. Se encontraba en la copa de un olmo, de tamaño considerable, y era grande y bien iluminada.
En cambio Koshei recorrió un poco el pueblo. Por todas partes los niños jugaban y los hombres y mujeres se dedicaban a sus quehaceres particulares. Se paseo también por la zona de entrenamiento, en el que se entrenaban tanto hombres como mujeres, y por la zona en donde el pequeño mercado prosperaba por donde muchos hombres compraban para su familia.

- ¿Dónde está Lucas? - preguntó a un transeúnte.
- ¿Lucas, quien es Lucas?
- No, Lucas no, Giriûm - corrigió.

El hombre le indicó una cueva en lo alto de una montaña que les rodeaba.
Tardó unos minutos en llegar a la falda de la montaña, en la frontera del pueblo. Se sorprendió de que no hubiera una puerta escarbada en la roca por la que subir a la cueva.

- ¿Quieres subir?
Koshei se dio la vuelta sorprendida, un Ye´nêsva le miraba fijamente.
- Si pero puedo yo sola.
- Pues tendrás que volar para llegar arriba - dijo - o subirte sobre mí.

El Ye´nêsva se transformó en un tigre blanco con rayas negras que le atravesaban el cuerpo. Koshei se montó sobre él, después de muchas dudas, y se sujeto con fuerza al pelo del animal. El tigre sacó las garras y los pelos de las patas y cola se juntaron, entre ellos para formar unas especies de aletas.
Saltó para agarrarse a la pared de piedra y empezó a subir por ella como si corriera por el suelo. La vista era magnífica, se podía ver todo el valle y el pueblo se veía a veces entre algún claro de los árboles.
Tardaron poco tiempo en llegar a la cueva. Koshei desmontó y el tigre volvió a transformarse.

- ¡Koshei! - exclamó Lucas al verla.
Los dos se abrazaron después de tanto tiempo sin verse.
- ¿Por que no nos saludaste cuando nos viste la primera vez? - preguntó con lágrimas en los ojos.
- Es que habría sido grosero por mi parte hacía la reina.
- ¿Qué te pasó durante todo este tiempo?
- Es una historia muy larga luego te la contare.
- Esto, siento interrumpir pero Yasleên quiere noticias - interrumpió el chico-tigre.

Lucas asintió y se acercó a la entrada de la cueva, levantó la mano con la palma mirando al cielo y un viento que susurraba empezó a entrar en la cueva. Su esfera flotaba sobre la palma del chico sin tocarla.
Durante unos minutos aquel extraño viento elevó la voz hasta convertir los susurros en palabras extrañas que se entrelazaban.

- ¿Y bien? - preguntó el Ye´nêsva cuando Lucas terminó.
- La ciudad de Marog ha caído, Iwi mandó a su ejército que la arrasaran, han descubierto nuestra existencia y Lêsvan ha desplegado algunos de sus lobos para encontrarnos.
- Avisare a la reina, mientras, oculta el poblado con niebla.

Lucas hizo un rápido ademán con la mano y niebla blanca cubrió el prado en donde se encontraba el pueblo.


Liet había ido a ver a Rony, que ya estaba mejor.
Se dio un paseo por el pueblo y conoció a un chico-tigre (Ye´nêsva) llamado Nusle con el que jugó hasta que se hizo de noche. Se lo pasaron muy bien persiguiéndose y nadando en el lago.
Se despidieron y un soldado con el escudo del pueblo en el pecho se acercó.

- Acompañadme, la reina quiere veros.

Liet le acompaño hasta la entrada de una gran casa-árbol más grande que las demás.
Koshei y Lucas también estaban allí. La puerta se abrió y entraron a una sala con dos puertas en los lados, una se abrió y la elfa apareció. Todos los que estaban en la habitación se inclinaron.

- Levantaos, os he llamado por que quiero que me hagáis unos favores - explico la reina - Giriûm, iras a la ciudad de Êrpo^w y te unirás a los hombres de Edward y me mantendrás informada de lo que pase y vosotras dos aprenderéis a hablar el lenguaje antiguo y a defenderos, Rony también aprenderá, empezareis mañana.

Los tres volvieron a inclinarse y salieron de la sala.
- Vayamos a un lugar más tranquilo y os contaré como acabe aquí.
Se dirigieron a la habitación de las niñas en la posada-árbol y se sentaron en el suelo.
- Veréis, tardamos mucho en llegar a Marog y los chicos que iban conmigo ya eran muchos, los entrenamientos eran muy duros y nos exigían la máxima perfección en los combates. Muchos de mis compañeros no pudieron superar las pruebas y murieron torturados según me dijeron. Los generales nos dieron diferentes charlas sobre por que no superaron las pruebas, éramos un grupo minoritario y nos dividieron en grupos de combates, así, cada grupo se especializó en una tema.
Poco tiempo después nos encargaron una misión a mí y a mis compañeros, por aquel entonces ya había descubierto el poder del águila y lo sacaba por las noches con cuidado de que no me pillaran. La misión era bastante fácil, solo teníamos que llevar unos papeles a una ciudad cercana, pero sospeché que todo era una treta de Iwi y me lo confirmaron al llegar aquí. Iwi había mandado algunos lobos de Urskoy ha que me apresaran y matarán a mis compañeros, pero los lobos estaban cansados de perseguirnos y nos atacaron al anochecer.
Dos días antes descubrimos que nos seguían desde hacía semanas y nos preparamos bien antes del ataque, supusimos un grave peligro para el plan de Iwi por que nos acompañaba un soldado que fue iniciado en el ataque con magia negra pero más lobos acudieron en su ayuda y nos derrotamos. Lasak me sacó de allí al notar el pánico y la ira de los lobos pero me hirieron de gravedad y no llegamos muy lejos.
Durante dos días estuve andando por las noches en largas caminatas y comía lo que podía cazar con la daga que llevaba al cinto o recogía algunas frutas. Una noche me atacó un tigre de los montes oscuros, las heridas de la batalla anterior me habían dejado muy débil y la daga se me partió horas antes. Por suerte para mí, algunos Ye´nêsva pasaron cerca de allí y me socorrieron. Según me dijeron estuve inconciente tres días y dos noches herido de gravedad, pero los conocimientos de los elfos y de esta gente sobre las plantas curativas y los brebajes me salvaron la vida, por eso, estoy en deuda con esta gente.



La gente de Ginesvba preparó una gran fiesta en nombre de los soldados que volvían de su misión en el norte de las montañas de los Alados, tras impedir el paso de los guerreros de Iwi.
Todos, abrazaban a sus seres queridos y por todas partes padres e hijos de los soldados lloraban de emoción.
Se preparó un banquete descomunal y la gente comía, bailaba y reía. Las mesas eran enormemente largas y abarcaban a un número de personas casi ilimitado. Todos los presentes estaban ataviados con sus mejores galas, los soldados vestían galas de verde oscuros con los botones y unas cadenas bordadas en el hombro de oro, las chicas podían vestirse como quisieran pero todas las que pertenecían al ejército llevaban un vestido con la espalda descubierta de un color rosado fusionado suavemente con el blanco.

- Vamos a bailar - propuso Lucas a Koshei.
Los dos se levantaron y se pusieron a bailar las canciones que tocaban los de la banda.
Rony y Liet también se pusieron a bailar.
- ¡Cambió de parejas!

Todos se cambiaron de pareja y se lo pasaron muy bien haciendo amistadas nuevas, que se habían acercado de otros pueblos para asistir a la fiesta. Y algunos soldados contaban historias de otros lugares.
Todo Ginesvba bailo hasta el amanecer festejando el regreso de sus soldados.
Capítulo 4: UNA NUEVA VIDA.
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Cerca del lago se estaba sentado Lucas esperando a alguien, miraba su reflejo en el agua cristalina que reflejaba la luna llena.
Durante las noches de luna llena, los Ye´nêsva salían a su cacería en memoria de sus antepasados que descubrieron un hechizo para fusionarse con los animales, pero estos, fueron más fuerte y durante varias generaciones la bestia dominó al hombre hasta que uno de ellos, antepasado de un mago, conjuró un hechizo para librarse de la mente del animal que tomaban.
Una chica menor que él se acercó sigilosamente y se sentó a su lado. Durante unos minutos no dijeron nada.
- Hola - logró decir la chica.
- ¿Es cierto? - preguntó.
La chica asintió y sintió que las lágrimas resbalaban por sus mejillas, Lucas se levantó y la abrazó. Le quitó el pelo de la cara la miró durante largo rato.
- Estoy de tres meses - dijo adivinando sus pensamientos - hoy me lo confirmó la curandera.
Lucas cerró los ojos y maldijo por lo bajo. La chica le abrazó con más fuerza y sus lágrimas volvieron a mojar su rostro.
- Lo siento - dijo - soy una carga para ti.
- No digas eso, es que todo esta sucediendo de una forma muy deprisa, además con la llegada de Koshei y los otros. No sé como afrontarlo.
Rony, escondido entre la maleza oyó la conversación cuando pasaba cerca de allí. Se levantó y corrió junto a su hermana.

Liet estaba ya en el hotel-árbol apuntó de acostarse cuando Rony irrumpió en la habitación jadeando por la corrida.
- ¿Qué pasa por que has venido corriendo?
- No sabes de lo que me acabo de enterar, Lucas va ser padre.
Liet se le quedó mirando con la boca abierta.
- Pero Koshei no me

- No es Koshei, le oí hablar con una chica allá, cerca del lago cuando pasaba hacía aquí. La chica lloraba y no paraba de decirle que lo sentía.
- ¿De verdad?
Koshei les observaba desde la puerta con el rostro pálido, toda la dulzura que Rony recordaba de él se había esfumado y una frialdad inmensa se asomaba en sus ojos. Se dio la vuelta y bajo las escaleras corriendo. Rony y Liet le gritaban presintiendo lo que se avecinaba.
A lo lejos en el camino vislumbraron a Lucas que caminaba con la cabeza baja. Al oír los pasos levantó la cabeza y se paró en seco, el color de su cara se desvaneció por completo.
Koshei se acercaba a él con un brillo de ojos que nadie había visto nunca. Cuando estuvo lo suficiente cerca de Lucas, alzó la mano y del bofetón le tiró al suelo. Se alejó sin derramar ni una gota pero la tristeza que se reflejaba en sus ojos derrumbó a Lucas por completo.
Rony y Liet le ayudaron a levantarse, todavía seguía algo confundido mirando el lugar por el que había desaparecido Koshei cuando se acordó a donde llegaba el camino y un mal presentimiento le provocó un escalofrío. Salió corriendo detrás de ella y dejó a los hermanos mirándose sin comprender la situación, pero ellos también salieron corriendo detrás de Koshei.
El lago estaba en calma. La figura de la chica que había hablado momentos antes con Lucas se levantó y decidió irse a su casa. Al darse la vuelta, enfrente de ella una muchacha la observaba con desprecio.
- ¿No sé como lo ha podido hacer? - el tono de desprecio de su voz hirió a la chica - Ni siquiera eres guapa.
- ¡Koshei!
Lucas llegó corriendo y se interpuso entre las dos chicas.
- Puedo explicarlo.
- No me dirijas la palabra, vete con esta cría si tanto te gusta pero por lo menos podrías habérmelo dicho - unas lágrimas le corrieron por la mejilla - es que nuestra amistad de todos estos años no ha significado nada para ti.
Aquellas palabras le dolieron más que cualquier herida que jamás hubiera tenido. Estuvieron en silencio mirándose, las lágrimas le corrían a Koshei por la cara. Lucas dio un paso hacía delante pero ella se alejó, la otra chica cogió a Lucas de la mano y la presionó. Koshei les dedicó una última mirada y salió corriendo.
Rony y Liet habían observado la escena desde lejos. Liet salió corriendo detrás de Koshei y Rony se acercó a Lucas.
- Vete a casa anda.
La chica le soltó la mano y se alejo con la cabeza gacha, varias veces miró hacía atrás pero Lucas no le dirigió la mirada. Miraba un punto inexistente en el tronco de un joven árbol. Se sentó en el suelo de cara al lago y hundió la cabeza entre las rodillas. Rony se acercó y se sentó a su lado, espero a que fuera él el que hablara, el que le explicara por que lo había hecho.
- No es lo que piensas - levantó la cabeza, tenía el rostro mojado por las lágrimas - el hijo no es mío.
- ¿Entonces? - le invitó a seguir.
- Hace dos años, en una misión en el norte del desierto de Yins, liberamos a un destacamento de esclavos. Esa chica, Sins, estaba entre ellos, era la más débil del grupo y le habían pegado unas palizas brutales pero su entereza, fuerza y ganas de vivir me conmovieron, así que la acepté como mi protegida y la ayude. Al verla la curandera de la aldea me dijo que no era una persona en su totalidad, en realidad era un cruce entre uno de los ángeles de la cordillera de la Luz y un humano, una aberración para los ángeles que preferían ser puros. Por eso sospecho que la abandonaron a su suerte. Cuando se enteró que lo sabía cogió la ropa que se compraba en el mercado y desapareció, la encontré no muy lejos de la aldea escondida en una gruta. Poco tiempo después empezó a sufrir las nauseas normales en el embarazo y toda la gente me felicitaba, no sabía por que hasta que uno de los que me felicitaron me lo dijo. La mandé a la curandera para saber si era cierto, pero ahora que lo es tendré que encargarme del niño también y aceptarlo como mi hijo.
- Pero si la salvaste hace tanto tiempo ¿cómo es que está embarazada de tres meses?
- La curandera me dijo que tenía la capacidad de los ángeles y aguantó cuanto pudo el embarazo.
Lucas le miró y le sonrió. Acompaño a Rony hasta el hotel-árbol y luego se fue a dormir.

Koshei estaba tendida en su cama con Liet al lado cuando llegó Rony.
- ¿Cómo está?
- No para de llorar y no quiere hablar.
Rony le sonrió y se sentó al lado de Koshei, le contó la historia sobre la chica que momentos antes le había contado Lucas. Koshei le miró sin creerle pero la tristeza desapareció de su rostro.

Habían pasado casi seis meses y Koshei seguía sin dirigirle la palabra, cada día se centraba más en los entrenamientos con Jens, su entrenador en la espada y las artes marciales, y en sus lecciones con la anciana maga del embarcadero. Rony y Liet estaban cada vez más preocupados por sus amigos, Rony se pasaba el día con Lucas que parecía que no había dormido en semanas y andaba sin rumbo durante el día y Liet estaba con Koshei que se exigía lo máximo en los entrenamientos y mantenía una mirada fría en todo momento sobre todo cuando se cruzaba con Lucas. Se miraban por largo rato y pasaban de largo sin decirse ni una palabra. Por aquel entonces Sins se había convertido en una de las mejores amigas de los dos hermanos, se pasaban tardes enteras paseando con ella y veían como la criatura de su interior crecía fuerte y sana, ya poco quedaba para que naciera su hijo. Sins era una persona muy amable, siempre sabía cuando te pasaba algo y podía hacerte reír por muy deprimido que estuvieras, era una de esas personas con las que te gustaba estar y que te absorbían con su encanto, incluso Koshei salía a pasear con ella cuando tenía tiempo y en los últimos meses estaban casi siempre juntas hablando y riendo. A veces al atardecer veían a Lucas con Sins cerca del lago. Siempre en silencio. Pero cuando hablaban se reían de buena gana.
Llegó el día tan esperado.
- Sí, sería genial que tu hijo naciera ya - decía Koshei.
- Todavía no he pensado en un nombre para el chiquitín
- su cara se contrajo en una mueca de dolor y cayó de rodillas al suelo.
Koshei y Liet se agacharon a su lado y pidieron ayuda a la gente que pasaba por allí. Varias mujeres y hombres que estaban cerca, en el campo de entrenamiento, se acercaron corriendo y cogieron a Sins en holandas. La llevaron a la casa de la curandera no lejos de allí y la metieron en el interior.
- Rápido dejadla en la cama, Koshei trae un cubo de agua caliente, Liet tráeme esas toallas de allí y Jumer tráeme una ropita del cajón de aquella cómoda y corre a buscar a Lucas.

Lucas estaba entrenando con Rony sobre una plataforma a varios metros de altura cuando llegó Jumer corriendo gritando su nombre.
- ¡Lucas, Sins está en casa de la curandera y su bebé está saliendo!
Lucas y Rony bajaron de la plataforma corriendo y se dirigieron a la casa de la curandera rápidos como el viento. Cuando llegaron Sins estaba en la cama jadeando y la curandera lavaba al pequeño con ayuda de Koshei que le dirigió una sonrisa. Lucas se acercó a Sins y le cogió la mano con fuerza, ella sonreía y pasaba la mirada de Lucas a su hijo.
- Enhorabuena, es una niña preciosa.
La curandera le tendió la niñita a Sins que la cogió con cuidado, como si se fuera a romper de un momento a otro.
Koshei se acercó a Lucas y le puso la mano en el hombro.
- Venga, fuera todos tienen que descansar.
Durante los siguientes días la relación entre Koshei y Lucas mejoró, desaparecían por horas y siempre iban cogidos de la mano. Sins y su hija, Merian, se recuperaban muy rápido en casa de la curandera y Liet y Rony se pasaban a menudo a verla. Además Liet había empezado a salir con Nusle, pasaban mucho tiempo juntos y se hacían manitas en las esquinas.

En la sala del trono Lucas hablaba con la reina.
- Iwi no tardara en encontrarnos y entonces tendremos que luchar, tenéis que dejar que Rony posea el cuarto titán así podremos hacerles frentes.
- No sé, lo tendré que pensar. ¿Cómo están tus hombres?
- Bien, he conseguido que los ángeles sean nuestros aliados y se unan en la batalla que se nos avecina pero están inquietos.
Las puertas se abrieron con un gran golpe y un viento huracanado entró en la sala sembrando el caos. El viento desapareció después de revolotear algunos minutos por la estancia.
- ¡Debemos evacuar Ginesvba! - gritó Lucas.
- Pero ¿Por qué?
- El ejército de Iwi se acerca, en unas horas estará aquí con el ejército más numeroso que hallamos visto jamás.
La reina dio la orden de desplegar los soldados y de que la gente recogiera las cosas que necesitaban. El caos rodeo la ciudad y la gente se intentaba ayudar entre ellos, en dos horas la ciudad se camuflo y todos sus habitantes huían por un túnel en la falda de la montaña.
- ¡Rony! Toma esto lo necesitaras - le dijo Kye cuando se encontraron.
Rony examino la esfera que le había entregado sabiendo que poseía el cuarto titán.
Por todas partes se veían hombres y mujeres vestidos con los uniformes del ejército de Ginesvba, también el él se incluían Liet, Koshei y Rony.
Por el cielo cientos de hombres con las alas volaban según las órdenes de Lucas.
- Me gustaría hacer algo pero Kazua no puede ayudarme aquí - repuso Koshei.
La caravana de habitantes y soldados avanzaban rápidamente por los campos hacía algún lugar solo conocido por la reina.
- Mi señora, nos alcanzaran si no les detenemos aquí - dijo Lucas.
- Esta bien, coge los soldados y a todos tus hombres luchad hasta que os envíe una señal, cuando la veáis huid en esta dirección.
Lucas dio la orden a los arqueros para que se escondieran en los salientes, los soldados formaron filas poniendo primero a los alfiles y después la caballería.
Liet, Koshei y Rony quisieron unirse pero Lucas les dijo que serían más útiles con los demás.
Solo lucharon contra algunos soldados que se habían apresurado pero eran muy pocos y terminaron con ellos rápidamente. Una hilera de luz apareció en el horizonte y explotó con gran estruendo.

Liet y Koshei estaban nerviosas en lo alto de la muralla de una ciudad escondida entre las montañas en donde habían vivido los elfos hace tiempo.
Los exploradores de la reina descubrieron el escondite hacía varios años, pero nunca llegaron a utilizarlo como escondite ante un ataque.
Los soldados entraron en la ciudad y cerraron las puertas. Silencio. En todo el valle no se oía nada.
A lo lejos, en el horizonte, apareció una sombra negra acompañada por el sonido de cientos de tambores.
- ¡Dindâns Lasak!
- ¡Dindâns Alin!
- ¡Dindâns Las´bans!
Tres titanes, los reyes del fuego, cielo y tierra, aparecieron en el exterior de la muralla.
Lasak voló en círculos sobre la ciudad, Alin, un chacal del tamaño de un tigre, convocó a todos los animales terrestres que habían escapado de la corrupción de Iwi y Las´bans, con la forma de un lobo de la tierra ardiente, creó una barrera de fuego entre los ejércitos.
Cientos de Leld se adelantaron y traspasaron la barrera sin inmutarse, Alin envió a sus animales para que ayudaran a los hombres contra los Leld.
Koshei hizo que empezara a llover hasta apagar el fuego que dejaba Las´bans tras su paso.
Lasak levantó un fuerte viento que azotó a la caballería enemiga con el fuego y los levantaba lanzándolos contra el suelo.
Koshei se quedó en la muralla sin saber que hacer, los Leld no podían morir a no ser que mataran a su jefe y estaban causando la mayoría de las bajas, los lobos de Urskoy no eran un problema ya que los Ye´nêsva eran más fuertes y los hombres de las montañas de Ba´endûn no suponían un problema por que las fuerzas de Las´bans eran mortales para ellos.
Entonces le vio, vio al jefe de las sombras abriéndose pasó hasta el lugar en donde Liet, Rony y Lucas luchaban.
Corrió hacía la batalla e intentó abrirse paso hasta el jefe sombra pero eso es muy difícil cuando tienes que esquivar las rocas que tiraban los ángeles y a los enemigos que tenías delante.
Koshei consiguió detener al jefe de las sombras ante de que llegara a sus amigos.
- Quita de en medio niña no querrás que te haga daño - rió
- No soy una niña.
La lucha entre Koshei y el Leld fue una de las más grandes en esa batalla, a la vez que luchaban entre ellos esquivaban a los del bando contrarió.


Capítulo 5: LA BATALLA FINAL, EL FUTURO SE DECIDE.
Liet luchaba mano a mano con su hermano cuando vio a Koshei enfrentarse al jefe.
Corrió para inmiscuirse cuando un lobo de Urskoy se le echo encima. La espada se deslizo a varios metros de allí. Cuando creía que iba a morir un tigre blanco empujó al lobo lejos del lugar.
- Vamos rápido sube.
Reconoció su voz y supo que era Nusle.
Liet montó y el tigre se abrió paso a toda velocidad hasta el lugar en el que Koshei luchaba derribando a los Leld.
Liet y el tigre se echaron encima de la sombra, con cuernos curvados en el casco, y cayó con gran estrépito.
- ¡Dindâns Kazua!
Una luz se disparo desde la esfera de Koshei y subió al cielo. Hubo una gran explosión.
- Acabas de sentenciar a todas las personas que estamos aquí - dijo antes de morir.
Toda la batalla se paralizó. ¡Los titanes habían caído! Lucas se acercó a Lasak, con el cuerpo marcado por las flechas de los arqueros, y una luz empezó a tragarse su cuerpo, lo mismo pasó con los demás, y en su lugar un gran lobo de la tierra ardiente con poderosas alas y del tamaño de una iglesia rugió con fuerza, surgiendo del fuego.
Su rugido taladro los oídos de los combatientes y el miedo les paralizó en el sitio.
Sus inmensos ojos recorrieron la escena de la batalla y examino el castillo de los elfos.
Lentamente los soldados y los lobos se alejaban sin ruido de las poderosas patas de la bestia. En un arrebato de ira Rony le clavó la espada en una de las patas, la enorme bestia lanzó un grito helador que tiro a todos al suelo, se levantó sobre las patas traseras y arremetió contra la muralla de la ciudad élfica.
Sus poderosas garras lanzaban a las personas que no las podían esquivar a tiempo, todos estaban perdidos.
La batalla se hizo más peligrosa, todos luchaban por salvar su vida y la bestia se enfadaba cada vez más.
- ¿Qué podemos hacer? Es invencible - dijo Liet.
Los cuatros consiguieron reunirse entre el caos. La desesperación campabas a sus anchas por el territorio como otro enemigo que derribar.
Las esferas que guardaban a los titanes brillaron activadas por el miedo, con ganas de volver a la lucha. El cielo se nublo y la lluvia empezó a caer con gran fuerza, en pocos minutos el suelo se embarró haciendo que todos los que huían con prisas resbalaran.
- Mi señora, tenemos un problema - dijo Kye en lo alto de la muralla en donde la defendía junto a la reina y a los arqueros - estamos en un valle hundido y si sigue lloviendo así la bestia no será nuestro mayor problema.
- ¿Qué hacemos?
Los titanes salieron de sus esferas con un gran espectáculo. Lasak imitó a un águila gigante de llamas para luego volver a su aspecto de enorme halcón, Alin creó un enorme torbellino de fuego que dirigió a la bestia del terror causándole pequeñas quemaduras, Las´ban apareció sobre un elefante armado con armaduras provistas de enormes cuernos de hierros que se clavaron en las partes bajas del abdomen y las patas, Kazua apareció con la imagen de un poderoso tiburón con prominente mandíbula que levantó una enorme ola que arrastró unos metros a la monstruosa bestia. Los cuatro titanes atacaban a la bestia sin descanso pero, esta los apartaba fácilmente con su enorme zarpa.
Mientras, el agua se estaba acumulando en el valle y ya les llegaba por la cintura. La enorme bestia levantaba olas gigantescas con las patas que les empujaban a las rocas.
Una ola atrapó a uno de los lobos de Urskoy y le lanzó contra las rocas, pero Rony se interpuso recibiendo él el golpe, un segundo lobo se acercó.
- ¿Por qué has hecho eso?
- Por que no debería haber más muertes, todos tendríamos que unirnos en contra de la bestia.
El lobo al que había salvado le miró con gratitud mientras el otro se perdía entre las olas para hablar con su jefe.
- Mi señor, - dijo mientras esquivaban bolas de fuego que lanzaban desde el castillo a la bestia - necesitamos un plan, sugiero que nos unamos con los dos piernas y derrotemos a la bestia.
- No creo que acepten, y yo no lo permitiré. Dejaremos que la bestia les mate, saldremos de la cuenca y ella se ahogará.
Junto al lobo salvado, Rony intentaba unirse a sus amigos.
- Como te llamas, chico.
- Rony.
- Yo soy Blent, gracias por salvarme.
Rony asistió. Descubrió a sus amigos detrás de un saliente al que se habían subido para salvarse del agua que subía muy rápido.
- Chicos, este es Blent le acabó de salvar la vida y dice que no se puede ir hasta que no me salve.
Los otros le miraron con desconfianza. Le explicaron a Rony el plan que habían inventado.
- Creó que funcionaría pero somos muy pocos y los soldados no tienen fuerzas.
- Volvamos al castillo, cojamos a los soldados que se resguardaron en él y probemos.
- Aún así no seríamos suficientes - replicó Lucas.
- Yo me encargó de reunir fuerzas adicionales, vosotros conseguid que los soldados os ayuden.
Rony salió de la gruta con diligencia para hablar con los demás lobos.
- ¿Como se llamaba aquel lobo que vino cuando te salve?
- Ese era Brun, está en una cueva cerca del sauce gigante.
Llegaron al árbol y subieron por el hasta la cueva que Blent había descrito. La cueva no era muy grande pero tenía numerosos salientes que eran de gran ayuda para esconderse. En ella no parecía haber nadie pero de la sombra salieron numerosos lobos con los pelos del cuello erizado.
Blent empezó a hablarles en su idioma natural, había unos cuantos que no sabían el idioma antiguo, explicándoles que Rony le había salvado la vida, y que tenían un plan para derrotar a la bestia. Enseguida se oyeron gruñidos de lamentos y todos se echaron hacía atrás al oír el plan.
- Atajo de cobardes, yo les ayudaré y sí morimos nuestros espíritus os perseguirán y os torturarán de por vida - dijo Brun, en el idioma de los lobos.
Dudaron unos minutos, pero aceptaron a regañadientes.

Mientras, a Lucas, Koshei y Liet, les estaba costando mucho convencer a los soldados de que les ayudaran a combatir, solo los Ye´nêsva y los ángeles les dieron su ayuda.
- Ordeno a todos los soldados que ayuden a los portadores de los titanes en su plan, lo he escuchado y no es tan disparatado como pensaba.
Alguno de los más valientes y los más leales a la reina aceptaron con dudas, pero los demás se quejaban y pedían piedad para sus familias.
La bestia había derribado la mayor parte de la muralla y estaba entrando de la ciudad.
Las familias se encontraban en un almacén en la otra punta de la ciudad y la reina temía que llegará hasta ellos.
Rony se reunió con ellos y les explicó que los lobos se habían ofrecido para ayudarles y se pusieron a trabajar con los soldados, incómodos por la presencia de los lobos.
Atando largas cuerdas a las flechas, las pasaron por encima del cuello del animal y por debajo, los lobos pasaron cuerdas entre las patas del monstruo atándolas entre sí. Cogiendo los extremos de las cuerdas tiraron para hacerle caer, pero las cuerdas se rompían y la bestia era muy fuerte, se había dado cuenta de la estrategia y estaba impidiendo que volvieran a colocar las cuerdas.
Las cuerdas más fuertes las habían utilizado para pasarlas por el cuello de la bestia y los titanes eran quienes tiraban de ellas. Obligaron a la bestia a colocar la cabeza a ras del suelo para que los soldados la atacaran la nuca.
Kye había conocido a esa bestia en leyendas contadas en su pueblo cuando era pequeño pero no recordaba como se derrotaba a estos seres.
Lo recordó cuando vio que el pelo que tenía detrás de la cabeza era diferente. Dejó de tirar de la cuerda atada a las patas del animal para subirse al lomo y agarrarse a la cuerda.
El animal dio una fuerte sacudida de cabeza tirando a los que le estaban atacando y a los titanes, se levantó sobre las patas traseras y emitió un aullido de triunfo, todos los cuadrúpedos, lobos y los Ye´nêsva, atacaron las patas de la bestia hincando los dientes en su piel dura, pero no le hicieron gran cosa, por lo que los hombres habían bañado los dientes de los animales en veneno mortal que se propagaba por la sangre.
Los titanes atacaron mandando bolas de fuego que le quemaban el pelo y la piel, enviando poderosas aves rapaces que le hincaban las garras llenas de veneno, transformando el agua que se acumulaba en el valle en una mano gigantesca que agarraba la cabeza del animal he impedía que respiraba metiéndose por los orificios nasales y transformando el sonido de su voz en poderosas ondas sónicas que le golpeaba el costado.
Entre la confusión, los guardianes, Liet, Koshei, Rony y Lucas, divisaron a Kye en el cuello de la bestia, invocando a la magia para cubrir su espada de llamas furiosas y clavarla en aquel espeso pelaje de distinto color que el cuerpo.
La bestia grito de dolor chocándose con los edificios de la ciudad derribándolos, cayendo una lluvia de escombros, todos corría a salvarse de los destrozos de la bestia.
Sobre sus dos patas se tambaleó y cayó con inmenso estrépito, y fue a caer encima de Rony y Liet pero Blent les salvó de un empujón, con la mala suerte de que la zarpa de la bestia le cayó encima.
- ¡Blent! ¿Estás bien?
Sin poder hablar asintió, sintiendo como se le escapaba la vida.
Corriendo se acercaron Lucas y Koshei examinándole pero sabían que ya nada se podía hacer. Blent intentaba sonreír a pesar de su estado, escupiendo sangre por la boca.
El agua seguía subiendo, el pueblo había salido con sus pertenencias cuando los soldados les apremiaron a que se fueran e intentaban huir atravesando la masa de agua que se había acumulando y ya les llegaba por el pecho.
Kye se acercó a los cuatro diciéndoles que tenían que salir de allí, cuando vio al lobo atrapado escupiendo sangre. Se acercó sacando la daga de su cinturón y se agacho a su lado.
- ¿Qué haces? No dejaré que le mates - dijo Rony con lágrimas en el rostro.
Blent posó su pata sobre el brazo de Rony que le impedía actuar a Kye. Rony volvió la vista hacía el animal agarrándole la pata sin fuerzas de su amigo.
Junto a ellos se habían unido algunos lobos que aullaban a la muerte con gran lamentación, haciendo que las personas volvieran la cabeza antes de seguir.
Kye le clavó la daga con suavidad sin que Blent se quejara, sus ojos verdes perdieron el brillo y su rostro se oscureció desapareciendo las fuerzas con las que había agarrado el brazo de Rony.
- Venga, tenemos que salir de aquí.
El agua había tras pasado la muralla de la ciudad subiendo por la colina, los ángeles ayudaron a pasar las pertenencias de un lado para otro del inesperado lago que seguía creciendo, la gente se tenía que subir en los lobos y en los Ye´nêsva para pasar debido a la profundidad y a la fuerza del agua.
Un llanto se oyó a lo lejos entre los escombros de una casa, uno de los soldados se acercó y llamó a gritos a Lucas. La imagen que vio le heló la sangre y le cortó la respiración. Merian estaba en una cestita llorando desconsoladamente y el cuerpo de Sins estaba cubierto de sangre, a su lado un lobo estaba tendido con una espada clavada. Lucas se arrodilló junto a ella y la abrazó.
- No, Sins resiste, solo un poco más - la voz de Lucas se estaba quebrando - solo hasta que llegué la curandera.
Koshei entró en la casa y se paró en secó. Cuando consiguió reaccionar se arrodilló al lado de Lucas y sacó varas pócimas de su bolsa.
- No te molestes, solo prometedme una cosa - su voz sonaba cansada - prometedme que cuidareis de Merian.
Los dos asintieron y los ojos de Sins se cerraron pesadamente. En silencio salieron de la casa seguidos de Rony y Liet que habían presenciado la escena en silencio.
Ya en la otra orilla Liet cayó de rodillas sin creer lo que había pasado con lágrimas en los ojos, Nusle se acercó y abrazó a su novia e intentó consolarla. Lucas estrecho a Koshei entre sus brazos dejando que sollozara en su pecho y acariciándole con suavidad, Rony miraba como las aguas se tragaban la ciudad élfica y a sus amigos y compañeros, sintiendo una enorme ira le recorría por todo el cuerpo.
- La batalla todavía no se ha ganado, tenemos que derrotar a Iwi - exclamó la reina - decid, poderosos portadores de los titanes, ¿nos volveréis a ayudar en esta segunda guerra?
- Por supuesto.
- Claro, mi reina
- Sí, mi reina.
- ¿Y vos que decís, sir Rony?
Rony volvió a mirar la ciudad en una última despedida.
- Vayamos a patearle el culo.
Todos vitorearon y se pusieron en camino con gran estruendo.

Desde la fortaleza de Iwi se podía oír como un numeroso ejército se acercaba. En el horizonte, una enorme mancha negra se movía con rapidez, mis ejércitos han vuelto y viene festejándolo pensó para sus adentros
- Mi señor, los ejércitos humanos se acercan y parecen que los nuestros se han aliado con ellos.
Iwi no permitía la traición y ordeno preparar un segundo ejército. Los hombres corrieron a ponerse a punto pero los otros llegaron antes de que se preparasen.
Aunque cansados y extenuados por la anterior batalla, los chicos no dejaban que se notará en sus rostros. El ejército se acercaba gritando y golpeando los escudos con las espadas para amedrentar a sus enemigos, iban cubiertos por la sangre seca de sus compañeros y eso les daba un aspecto más feroz y les embargaban los deseos de venganza en recuerdo de sus seres queridos. Incluso los más pequeños les gritaban.
Lasak sobrevoló el castillo con un ejército de ángel y aves que se abalanzaron desde el cielo, Alin escupió enormes bolas incendiarias que asediaron el castillo y lo envolvieron en llamas. El ataque fue rápido y preciso y no se lo esperaron, eran mayores en número por lo que ganaban sin problemas hasta que Iwi apareció sobre un enorme dragón, escupiendo fuego.
- Rápido chicos, Iwi pretende huir - exclamó Kye
- ¿Qué hacemos?
- Unir vuestras esferas mágicas.
Los cuatro chicos las unieron transformándose en una sola con el dibujo plateado de un dragón. El mismo dragón que los chicos veían en la esfera surgió del choque de los titanes, se mostró con todo su poderío rugiendo con toda la capacidad de sus pulmones y extendiendo sus poderosas alas.
Con la fuerza de las alas del dragón alcanzaron a Iwi muy pronto y le obligaron a retroceder. El dragón que surgió de los titanes era de mayor tamaño y le vencía en fuerza, los dragones se mordían en el cuello y en las alas pero solo el de Iwi sucumbió cayendo a la tierra.
- Está bien estúpidos niñatos - dijo Iwi - os pulverizaré con mi magia.
Les lanzó varios conjuros sin conseguir darles, su visión era borrosa y se la nublaba la vista y las fuerzas le fallaban.
- ¿Qué me pasa? - dijo con un hilo de voz.
- Olvidaste que también había otros magos en la batalla - dijo la reina.
El poderoso dragón aterrizo suavemente y los chicos bajaron, mientras alrededor del mago oscuro se habían reunido el ejército de hombre y bestias que había asediado su fortaleza. Los lobos de Urskoy pidieron permiso a la reina para abalanzarse sobre el mago y así terminó la historia.
Tiempo después Lucas y Koshei se casaron y cuidaron de Merian juntos en una casa-árbol en la aldea que habían vivido todos durante meses. Liet y Nusle criaron a sus hijos en una pequeña granja en su pueblo natal y Rony, salió en busca de aventuras acompañado de Brun y de los amigos que conoció en sus viajes.


- ¿Abuelo como te puedes inventar esas historias sobre la marcha?
- La atención puede hacer que veas cosas extraordinarias y si lo mezclas con imaginación las historias salen solas - respondió el abuelo.
Los dos nietos sonrieron y se intercambiaron miradas.
En el jardín un coche acababa de aparcar y de él salió una mujer que tocó el timbre.
- Julia, Robert vuestra madre ha venido a por vosotros.
- Adiós abuelo.
Los niños abrazaron a su abuelo y salieron de la habitación.
- No lo olvidéis, chicos - dijo antes de que salieran - utilizar vuestra imaginación.
Los niños sonrieron antes de salir de la habitación.
Mientras iban montados en el bosque por la carretera del campo que separaba la casa de sus abuelos de la ciudad creyeron ver al gran dragón plateado esconderse entre las nubes volando con los ángeles y a los lobos de Urskoy corriendo con los Stac.



FIN


 

LOS CUATRO SÍMBOLOS - Fanfics de Harry Potter

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Capítulo 1: COMIENZOS Y NUEVOS AMIGOS.Había una comarca, en el reino de Kislev, llamada Erengrand conocida por sus fiestas y celebraciones. Una vez al año s

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2023-02-27

 

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