Memorias de Budapest. - Potterfics, tu versión de la historia

 

 

 

Budapest.


Maldita lluvia

Si hubiera sabido que la ciudadera así de humeda y fría nunca hubiera aceptado esto.

Observaba la ciudad a donde mehabían enviado, con paraguas en mano transitaba tranquilamente por las callesprincipales, sin llamar mucho la atención, pues en ese lugar, solo debía de serun hombre más, lo cual en realidad a veces lo consideraba grandemente, sinembargo, me gusta mi trabajo, y no tengo nada que arriesgar con esto.

Tenía que ir a un hotel lo máspronto posible para dar mis informes actuales cuanto antes, claro que el hotelque amablemente me habían reservado seguro no era uno de los mejores, porqueconozco al Director Fury, y la relación amor/odio que nos llevamos es bastantecomplicada, aunque después de todo, me sorprendería que no fuera demasiadotacaño.

 

Subí a un autobús para ir alhotel, donde informaría que había llegado a la ciudad y donde me darían mimisión y sus detalles, aunque espero que no sea difícil; ya que solo quieroterminar con esto y largarme de aquí. Me senté junto a una mujer, y a decirverdad era muy linda, su cabello era de un intenso pelirrojo brillante y susojos verdes hipnotizaban a cualquiera, los observe hasta el punto de quedarprensado, sin ningún pensamiento concreto. Ella notó mi pesada mirada encimasuyo y se removió en su lugar algo incomoda, como toda mujer lo haría si untonto hombre mentecato la mirara descaradamente. Aclare la garganta para llamarla atención y así pedir mis sinceras disculpas por mi anterior comportamiento,pero antes de que digiera algo, mi teléfono sonó abruptamente, así que lo saqué para mirar la llamada.

-¿Si?

-Agente Bartom, habla el agenteCoulson, ¿Todo listo para llegar a su destino?

-¡Oh!, Si si, ya casi estoy ahí,no te preocupes.

El agente Phill Coulson colgó lallamada, guarde el fastidioso móvil y después de eso me dispuse a disculparme.

-Sajnálom amit tettem, asszonyom,helytelen volt amit tettem*- Mi húngaro era a un nivel de preescolar, según yo,aunque lograba que las demás personas me entendieran.

-Es de caballeros disculparse- Mecontestó la mujer, genial, me trabe la lengua con el húngaro para nada.

-Veo que no es de aquí, madam
-Ella sonrió amablemente.

-Tiene razón, soy de un humildepueblo de Rusia, pero cuando era niña emigramos a Estados Unidos- Vaya
rusa
megusta cómo suena eso.

-¿Y qué es lo que busca en Hungríaseñorita, si se puede saber?

-Es un lugar agradable, y conmuchas oportunidades de trabajo, ¿Y usted?

-Igual, trabajo.

La mujer tenía un buen gusto,aunque a mí, en lo personal, Budapest no me parecía un lugar agradable comopara quedarme mucho tiempo
sin embargo

-¿Profesor?- Me había desconectadode mi mente un segundo observándola, luego entre en razón, pero no tenía la másmínima idea de lo que había estado hablando.

-¿Perdón, qué?

-¿Qué si eres profesor?

-¡Ah! Si, vengó a escuchar algunasconferencias en la universidad politécnica, es un lio.

-Eso sí que es interesante-. Mecomentó, después sacó un papel y pluma de su bolsillo y escribió algo queintente leer, sin embargo, no lo logre. Después se levantó de su asiento parabajar del autobús, no sin antes darme el papel en el que había escrito antes.-Espero y seamos amigos, señor Cearley - Y bajó con una gran elegancia eltransporte, la vi alejarse con un paraguas rojo entre las mojadas calles.

 

Observé el papel y había anotadosu número, inmediatamente lo anote en mi celular personal.

Vaya Bartom, después de todo elviaje si valió la pena.

˜ o˜

Ya había llegado al hotel, todasmis cosas personales ya estaban allí, al igual que las cosas que necesitaríapara la misión estaban resguardadas en una simple caja de cartón. Después detodo, a Fury se le quitó lo tacaño y decidió darme un buen y elegante hotel; metumbe en la gran cama de la habitación, me saqué la chaqueta de cuero y loszapatos, encendí el televisor, justo en el canal de noticias, y acerque la cajahacía mí. Al abrirla, en vez de esperarme el típico equipo de últimatecnología, intercomunicadores, munición, o inclusive mi habitual arco, meencontré con una simple pistola de calibre bajo. Mire la caja con extrañeza, ¿Aqué rayos estaba jugando Fury? Como sea, no lo sabría con certeza hasta lamañana siguiente, donde me indicarían por el teléfono de la agencia que era loque ahora tendría que hacer, pero a juzgar por los instrumentos, no estaríapara nada difícil
creo

Dejé la caja debajo de la cama yvolví a mi antigua posición, estaba cansado, pero no lo suficiente como paraquedarme tumbado en la cama por el resto de la tarde. Miré la televisión ydespués de un rato recordé que no había comido algo desde que llegue acá, asíque decidí ir a un restaurante cercano que había avistado antes, aunque estabadispuesto a no ir solo. Tomé mi teléfono, y decidí llamarla.

-¿Halló?- A pesar de hablarhúngaro, distinguí fácilmente su voz.

-Hola Scar- Contesté animado,teniendo fe en que se acordaría de mí.

-¡Oh! ¡Jeremy! ¿Llegaste bien a tuhotel?- Su asentó ruso sí que me cautivaba.

-Sí, estoy cómodo aquí
escucha,no sé si tu
¿quisieras
ir a
cenar, conmigo
?- Pregunté dudoso y con miedo alrechazo.

-¡Férfi! ¡Claro!- Aceptó mipropuesta de ir a cenar, creo
no sabía exactamente lo que se refería con"Férfi" creo que se refería a "hombre"
o "galleta"

-Bien, te veo en el Royal BonPetit en media hora, ¿Te parece bien?

-Sí, hasta pronto.

Colgó el teléfono al igual que yo,me levante de un brinco de la cama y saqué las vestimentas más elegantes quelogré identificar primero; me metí a la ducha, que por cierto, solo había aguafría y no es lindo bañarse cuando está esta así de helada, ya decía yo que Fury habíasido muy bondadoso conmigo. Salí con mi toalla a la cintura con un tremendo frió que ni los pingüinos lo aguantaban. Me cambie rápidamente con una camisa arayas, un traje negro y una corbata, además de mis zapatos
creo que estababien así, seguro ella se iba a impresionar con llevaba puesto.

La media hora pasó demasiadorápido
ahora me pregunto si estuvo bien darle media hora, según a como teníaentendido, las mujeres tardan mucho en arreglarse.

Camine con mi paraguas en mano porlas típicas mojadas calles de Budapest hasta que llegué al famoso restaurante,Royal Bon Petit
Ahora sí, todo corría por cuenta de Fury
aunque él no estéenterado.

Inmediatamente a como habíallegado llegó ella, con un radiante vestido color rojo, su cabello onduladocaía por sus blancos hombros, y sus ojos lucían igual de bellos como la primeravez que los vi.

 

-Señorita Sloan, todo un placerverla de nuevo- Le alagué dándole el brazo para caminar juntos a la recepción,allí, nos dieron nuestra mesa para dos y nos fuimos directamente a sentar;después de un rato de amistosas platicas, ordenamos, y comimos alegremente.Siendo positivo, siento que le atraigo de una forma, no soy tan creído comoalgunos suelen pensar, pero esta vez, sí que me había enamorado. Terminamos ladeliciosa, y para mala suerte de Fury, costosa, cena y caminamos juntos por unpequeño parque cerca del hotel donde me hospedaba, que al parecer ella, vivía aunas cortas dos calles del lugar; ella llevaba mi saco, porque yo soy todo uncaballero
mientras que yo iba con mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

-Me la pasé muy bien a tu lado- Ledije para después sonreírle, si señores, le estaba coqueteando.

-Igualmente
Jeremy
- Captó miatención a lo que volteé a verla. -¿Tú no tienes familia, o si?-.

-Pues
no, no se me ha dado laoportunidad por mi trabajo- Contesté sinceramente -¿Y tú?- Pregunté para seguirla conversación, a lo que su seductora mirada cambio rápidamente a una llena detristeza.

-No
quisiera, pero
no puedo
- Lamire extrañado, entonces después de unos segundos comprendí a que se refería.

-Lo lamento.

-No, tranquilo, en realidad
no esalgo que piense todos los días- Y me otorgó una de esas bellas sonrisas queella sabía dar.

Después de media hora nosretiramos del parque y fui a acompañarla a su casa, me agradeció por la cena yme invito a almorzar a la mañana siguiente, a lo cual encantado acepte, despuésde eso me despedí con un beso en la mejilla y me retire del lugar.

˜ o˜

Me levante con un gran animo acomo nunca me había levantado en mi vida, me aliste para salir a almorzar. Laverdad es que me sentía y seguramente me veía tan feliz a como nunca antes.Prendí el estéreo de música y puse unos de mis discos de The Doors, exactamente la canción de Light my fire, la cual me encantaba y a decir verdad
era perfectapara la ocasión. Y ahí estaba yo enfrente del espejo, cantando con mi cepillode dientes.

-Yeah, the back of theroadhouse
they've got some bungalows
-
Me mire divertido al espejo, ya quetodo el dentífrico inundaba mi boca de espuma -Yeah, the back of the roadhouse
they've got some bungalows

- Elteléfono de la habitación sonó. Fui a atenderlo no sin antes limpiarme la pastade la boca
-Let it roll, baby, roll, letit roll, baby, roll- Mientras iba yo seguía cantando sintiéndome toda unaestrella de rock.

-Buen día, ¿Qué sucede?- Atendí elteléfono, aunque sin hablar húngaro, si me entendían, bien, si no, igual.

-Suena contento agente Bartom.

Escuché la voy de Coulson detrásde la bocina. Sonreí cuando me dijo eso.

-Sí, lo que pasa es que
me laestoy pasando bien

-Eso es bueno, bien
le informoque su misión será eliminación y extracción de sujeto- Quité la sonrisa de mirostro y tomé un semblante serio -Los datos del sujeto se enviara al instante atu móvil de la agencia, buena suerte- Y colgó. La notificación sonó en mimóvil, lo saqué de mi bolsillo y leí la información.

 

Natalia Alianovna Romanova

A.K.A: Viuda Negra

31 años

Estatura: 1,68 metros

Peso: 59kg.

Color de ojos: Verdes

Color de cabello: Rojizo

Nacionalidad: Rusa

Afiliaciones: Unión Soviética

Especialidades: Espionaje, amplia formaciónen operaciones militares, combatiente cuerpo a cuerpo, experta en artesmarciales, condición atlética, defensas psicológicas y el sistema inmunológicoanormalmente superiores.

Peligro: Demasiado alto.

Misión: Eliminación y extracción.

Abrir foto adjunta.

-No.

Estaba atónito. Confuso. Fue loúnico que pude gesticular al ver la foto de la espía que debía de eliminar. Eraella. Era Scarlett Sloan. ¿Acaso me había mentido?, no creo
se supone que nosabe quién soy, ella debe creer que soy un hombre común y corriente, ¿O meequivoco? ¿Sabrá que soy un agente de S.H.I.E.L.D? Tal vez a ella le dieron lamisma misión que a mí
De algo si estoy seguro.

Es muy peligrosa.

Tendré que cumplir mi misión.

Y me dolerá mucho hacerlo.

Era hora de ir a almorzar conella. Me coloqué unos jeans, zapatillas deportivas, una playera blanca y unsuéter. Me arregle el cabello y me agache debajo de la cama para sacar la caja,agarre el arma, la recargue y puse el seguro para después situarla adentro de mi pantalón. Ahora tenía que dejar salir alBartom que es un mercenario a sangre fría. Lo cual iba a ser muy difícil. Trucos y guías de videojuegos

Salí del hotel y pase por ella,lucia igual de hermosa que a noche, pero mi confianza en ella era cada vezmenos, aunque todavía tenía la ligera esperanza que fuera otra chica. Llegamosa un pequeño pero muy acogedor restaurante, ordenamos, el niño que hay dentro de miquería waffles así que me di el gusto, ella me miró e igualmente pidió lomismo, para después darme una tierna sonrisa, ¡Dios! ¿Por qué mujer? ¿Por quéno me dejas odiarte? Llegó el almuerzo y nos dispusimos a comer.

-Y
¿Cuántos años tienes?-Pregunté tratando de sonar desinteresado, aunque no sabía exactamente si mecontestaría con la verdad.

-31, y me siento vieja- Río antesu pequeña broma al igual que yo -
¿Y tú?-

-¿Yo? Bueno
37
- Dije con un pocode miedo, su edad era igual. Una coincidencia.

-¿Me dijiste que vienes de Rusia,no?-

-Sí, pero ya toda mi familia viveen Estados Unidos
bonito país- Dos coincidencias.

-¡Oye! ¡Estas alta! ¿Cómo cuantomides?-

-Pues
la última vez que me medífueron 1,68
Aunque tú sí que estas muy alto-.

-No, nada de alto, apenas soy de1,78
solo diez centímetros mayor que tú, y con tacones seguro me pasas dealtura- Reí junto con ella. Tres coincidencias.

-Y ese lindo cabello rojo
seguroes natural, ¿No?- La alague dándole mi mejor sonrisa de galán.

-Claro, nunca me lo he cambiado, ygracias
por el cumplido-. Cuatro coincidencias.

Seguimos comiendo en silencio,pero no uno incomodo, si no uno agradable.

 

-¿Recuerdas la vez del autobús?

-¿Cómo no olvidarlo?- Dijodivertida.

-Sí, bueno
la verdad es que temire porque tenías unos hermosos ojos
verde esmeralda
que me cautivaron alinstante
- Dije sinceramente, pero luego pensé. Cinco coincidencias.

-Gracias, aunque la verdad, sihubieras sido otro hombre sí que me hubiera molestado mucho

-¿A qué te refieres con "otrohombre"?

-Otro menos
atractivo
tieneslindo color de ojos igualmente, aunque no sabría distinguir cual- Rio algoapenada por la declaración.

-Unos dicen que son verde azulado,otros solamente verde, algunos dicen que hasta llegan a tomar una tonalidadmiel- Reí y ella igual -Aunque me voy más al verde olivo
y a que mis ojos sonbipolares- Ella rio mucho por el chiste que hice, estaba tomando agua y tuvo unaccidente con ella, salpicando la mesa y una parte de mi ropa, de lo cual pedíaperdón pero se seguía riendo, al igual que yo; le dije que no se preocupara, noimportaba ese pequeño accidente.

-¿Sabe? No creo que sea una chicanormal, señorita Scarlett Sloan

-Pues señor Jeremy Cearley
Estáen lo correcto

Terminamos de comer y caminamoshasta el hotel donde me hospedaba, iba tranquilo hasta que recordé lo que enrealidad pasaba.

Muchas coincidencias.

Tenía que hacerlo.

Pero no podía. No ahora.

Llegamos al hotel, hice a que mesiguiera caminando tranquilamente por el pasillo, hasta que llagamos a lapuerta de la habitación. Me acerqué a ella...

-¿Sientes lo mismo que siento porti?- Le susurre, dudando por lo que estaba a punto de hacer.

-No creo que sea bueno para losdos

-Pues
Sera solo una noche
- Latomé del cuello y la comencé a besar, besar esos labios carnosos que lecaracterizaban. Era mejor a como lo había imaginado, su sabor a chocolateembriagaba mi boca, las sensaciones que sentía en ese momento me volvían loco. Después de separarnos por falta de aire me dicuenta de que seguíamos en el pasillo, la tome de la mano y abrí la puerta.

Seguimos con lo que los dosnecesitábamos inmediatamente cuando nos vimos, cuando nuestros ojos se cruzaronen ese autobús de Budapest. Sentí mi espalda caer en la cama de manera suave. Porfin estábamos juntos, sin que la ciudad de afuera estuviera enterada de lo quepasaba entre nosotros, de lo que cada uno ocultaba en su corazón. Cada contactocon sus labios hacia que mi abdomen danzara con un toque de adrenalina quecorría por todas mis venas. Entonces pensé lo que hacía. Convivir con elenemigo era mal visto por todos
ahora
esto
estaba mal. Ese pensamiento deculpa me invadía en cada momento que estaba con ella, y ella
ajena a cadasuceso que iba a pasar en cualquier momento

Lucia hermosa como siempre, susojos verdes estaban siempre brillantes. De pronto las cosas avanzaban cada vezmás, y yo cada vez más necesitaba que ella estuviera junto a mí por toda laeternidad. Necesitaba sentirla cada momento. De todas las mujeres con las quehabía estado, ella, sin duda, era la mejor y más bella de todas. Sentía como susmanos recorrían cada parte de mi ser al igual que las mías con ella. De pronto,sucedió lo que menos me esperaba.

La pistola. Estaba en el pantalón.Y ella la había encontrado.

 

Paró en seco y se separó de unsalto de mí. Su mirada era de extrañeza pero de un segundo a otro esos hermososy lindos ojos verdes cambiaron a expresar odio rotundo hacia mí.

Agarró la pistola, su semblante era el másserio que había visto antes. Me apuntó con el arma. Yo estaba inmóvil. No sabíaqué hacer. O que decir.

-¿Me ibas a matar antes o despuésde hacerlo conmigo, Cearley? Si es que así en realidad te llamas

-Escucha, Natalia
yo
-La verdadme sentía decepcionado de mí mismo. Primero enamorar a una muy bella mujer, ydespués engañarla de este modo.

-Y creí que en realidad sentíasalgo por mí
¿Cómo pude ser tan estúpida?- Después quitó el seguro del arma, locual hizo que entrara en un pánico total.

-¡No lo sabía Natalia! ¡No sabíaque eras tú!- Estaba desesperado para que ella no cometiera eso que sabía hacercon excelencia. Homicidio a sangre fría.

-¿A qué te refieres con que "nosabías"?- Preguntó intrigada bajando un poco su semblante serio.

-Yo, no sabía que eras tú
Teníauna misión, no sabía cuál era, ni sabía de qué se trataba
la noche, en que teconocí, cuando fuimos al restaurante
paso antes de que me enviaran la misión
cuando me enteré mi mundo se derrumbó
Hice todo lo posible para pensar que noeras tú
pero si lo eras
Natalia
te juró que no lo hice con intención delastimarte
perdóname
- Conocía a Scarlett Sloan, y sabía que no era capaz dematar a alguien, lamentablemente no podía decir lo mismo de Natalia Romanova.

Me acerque lentamente hacia ella,estaba dudosa, lo podía ver en su mirada. Con un movimiento rápido la empujé yquite el arma de las manos, lamentablemente ella respondió el ataque, megolpeaba muy fuerte para ser una mujer y justo donde más dolía. Me dio una patadaen la cara e hizo que el arma resbalara debajo de la cama, ella iba a ir a porel arma pero la tomé por la espalda y sujetándole por los dos brazos lainmovilice, le dije que se calmara, pero obviamente no me hizo caso y terminó dándome una patada tan baja que me provocó a que recordara un dolor que hacemucho ya no había sentido. Así que allí estaba yo, revolcándome de dolor, en elsuelo, sin camisa y solo un pantalón, tan expuesto que ya sentía llegar la balaa mi pecho. Ella había agarrado la pistola, entonces soporte el dolor que teníay le di una patada en la cara, haciendo que saliera sangre de su nariz. Observemi cuerpo de reojo en un espejo cercano, tenía moretones en cada parte de miespalda. Tome su blusa tirada en el suelo y la rasgué, fui como un rayo hacíaella y tuve que amarrarla por las manos. Tomé el arma del suelo, ella solo mevolteó a ver con una mirada de tristeza y resignación.

-Anda, hazlo
ya no importa-. Medijo a través de quejidos. Cansado le apunté con el arma. No estaba dispuesto acumplir la misión que se me había dado. Ella cerró los ojos esperando ese cruelfinal que a todos nos llega
pero es muy temprano para que le llegué a ella.

Separé el arma de su blanco y lequite las balas y las arroje por un lado de la habitación, ella seguro escuchóel sonido y abrió los ojos con un gran alivió pero demasiada confusión.

-¿Qué haces? ¿Por qué nodisparaste?

-No puedo
Simplemente
no puedo-Le dije para después sentarme en una esquina de la cama.

-¿Por qué haces esto?

-Porque
Todos necesitan unasegunda oportunidad
Así como yo la tuve
- Le respondí recordando como ella eraigual a mí.

-¿A qué te refieres?

La volteé a ver, seguía teniendoesos ojos verdes llenos de curiosidad y brillantes igual a como la conocí.

-Yo antes era un chico malo
notanto como tú
pero sí que había hecho mucho daño a muchas personas
Un día meatraparon a mí y a mi grupo de criminales, iba a ir a prisión por el resto demi miserable vida
pero Fury vio algo especial en mí

-¿Qué vio?

-Arrepentimiento
- Contestévolteándola a ver -Sentía culpa por todo lo que había hecho, una culpa inmensa
entonces, me dio esa segunda oportunidad
- Después saqué mi teléfono celular dela agencia y lo puse en altavoz -Agente Coulson, aquí el agente Clint Bartom

-¿Bartom?- Preguntó Natalia, a loque le guiñe el ojo.

-Aquí agente Coulson, ¿Termino enencargo, Bartom?

-No señor
Solicito permiso parareclutar a Natalia Romanova para la organización S.H.I.E.L.D

Ella me miró sorprendida, sus ojosreflejaban la más pura sinceridad que jamás había visto en años.

-Agente Bartom, tengo entendidoque su misión era

-Sé cuál es mi misión
- Interrumpíla llamada -Pero
tengo una buena corazonada sobre ella.

-La organización no se basa encorazonadas.

-Pero la vida si
Todo lo que hagaserá mi responsabilidad- Hubo un gran silencio del otro extremo de la llamada,tardó un par de minutos hasta que se escuchó de nuevo la voz del agenteCoulson.

-Permiso concedido.

Colgué la llamada y mire con unasonrisa a Natalia, ella me correspondió igual.

-Bueno, es hora de llevarte a tunueva vida, Natalia
- Me acerque a ella y le quite los retazos de tela quetenía en las muñecas.

-¿Seguimos siendo amigos?- Me preguntó, sus ojos seguían igual de hermosos como antes.

-Bueno
depende de la fuerza conla que me golpees.

Ambos reímos como nunca antes.

Puede que me haya enamoradoprofundamente de esa mujer la primera vez que la vi, sus ojos y su sonrisa mecautivaba cada segundo que estaba con ella, nunca había conocido una personaasí hasta la fecha, tan dispuesta a cambiar de un momento a otro. NataliaRomanova era una asesina a sangre fría, educada solo para matar
pero tuvo lasagallas en convertirse en Natasha Romanoff y servir para la seguridad del país,al que quería como su hogar, se convirtió en mi compañera de misiones, miconfidente, mi mejor amiga, mi hermana... la persona con la que he tenido todas mis grandesaventuras, pero sin duda, ninguna se compara, con la que viví por primera vez con ella
En Budapest.




*: Lo siento por lo que hice, madam, lo que hice estuvo mal.

Hállo: Hola.





Memorias de Budapest. - Potterfics, tu versión de la historia

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Si hubiera sabido que la ciudadera así de humeda y fría nunca hubiera aceptado esto. Maldita lluvia Maldita lluvia Budapest. Budapest.

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2024-09-23

 

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