Lo recuerdo aún como si lo hubiese visto ayer. Pasaba por los pasillos en total silencio y escuché pasos que se acercaban cuidadosamente. Alguien reía escandalosamente, mientras otra persona le hacía compañía.
¿Qué tiene ello de malo? Todos sueñan de vez en cuando. Yo por ejemplo, sueño con mi boda. Imagino que todo el lugar está revestido de blanco. Que tiene flores, miles de rosas rojas y adornado con muchas cintas que le hagan juego. Mi vestido es largo y holgado. Una larga cola y de un color blanco perlado, pastel. El velo está adornado con bordados pequeños. No muy detallados.
¿No es demasiado? ¿No consideras eso como algo exagerado?
No y aún no termino. Mi ramo de flores, tiene rosas rojas y blancas. El altar está frente a mí y el padre nos espera. Mi futuro esposo ya está allí parado, mirándome con una sonrisa. Como yo lo miro a él.
La segunda persona, solo atinó a reírse. A mirarla detalladamente, mientras ella seguía pensando en su boda soñada.
Tendré una hermosa recepción. Un exquisito pastel de tres pisos y champaña. Brindaremos a nuestra salud. Él beberá de mi copa y yo de la suya. Bailaremos por unos minutos y luego, nos sentaremos a contemplar al resto del salón. Al resto de los invitados.
¿Y luego qué? ¿Qué más va a ocurrir?
Nos miraremos lentamente y decidiremos que debemos irnos a la habitación. Que tenemos que descansar. Que charlar y decirnos tantas cosas distintas. Nos miraremos allí dentro, nuevamente. En la cama estaremos.
¿Dormirán?
No lo sé. Supongo. Qué se yo.
Aún lo recuerdo y me sonrío. Dumbledore había especificado que teníamos que casarnos. Al principio la situación fortuita, había resultado prácticamente un martirio. Ninguno de los dos había querido aceptarlo. Vivirlo.
Pero ya yo era un hombre viejo, herido por la mordida de una serpiente. Lo menos que necesitaba, era discutir con una joven ya madura. Entrando en sus treinta años. Pero yo tenía una jugada bajo mi manga.
Algo así.
Preparé su boda. Aún recordaba sus anhelos de pequeña. Fue algo bastante gracioso. Entre todas las cosas que pude haber olvidado o que debí olvidado, esa la recordé claramente. Y entonces, solo le di la grata sorpresa.
Su boda soñada.
Aprendí a bailar por ella. Ya bailaba, pero había olvidado algunas tonadas. Aprendí a utilizar ciertos cubiertos, de la forma correcta. Aprendí a posicionarme del lado correcto. A cumplir deseos que no solo tenían que ser míos. Aprendí a beber a la salud de otro, a comer pastel y a sostenerle miradas llenas de cariño. Miradas profundas.
Y lo más gracioso de dicho asunto, es que ella creía vivir un deja vu. Una sensación de que ya había visto todo eso. Sí, eso soñaba. Con esa boda soñaba.
Con el final también. Fuimos a la cama, claro.... antes de dormir terminamos juntos. Pero luego, dormimos como anhelaba.
Pacíficamente.
Su boda "soñada", bien valía un poco de paz entre nosotros. Bien, ya estábamos viejos para las discusiones.
Mi boda soñada - Fanfics de Harry Potter
Lo recuerdo aún como si lo hubiese visto ayer. Pasaba por los pasillos en total silencio y escuché pasos que se acercaban cuidadosamente. Alguien reía escan
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2023-02-27
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