Música Muggle. - Fanfics de Harry Potter

 

 

 


Por los pasillos de Hogwarts Snape caminaba apresurado, con el sabor extraño en la boca, rogando a Merlín que no fuera lo que sospechaba; la puerta de la Sala de Profesores se abrió violentamente azotando contra el muro, McGonagall, Sprout y Dumbledore que conversaban sobre telas para cortinas, puntos de tejido y gatitos barrigones, se volvieron asustados.
-¡Señor director!... -Exclamó con la piel más cetrina que nunca y el cabello sobre la cara. -...alguien...alguien...
-¿Alguien?... -Dumbledore lo miraba esperando a que concluyera la frase, mientras Pomona miraba a Minerva de reojo, ella mordía una galletita de pasta sin darle demasiada importancia al asunto.
-¡Alguien me ha puesto una poción en el jugo! -Soltó ahogadamente, el profesor se levantó y lo guió a su despacho, Minerva y Pomona los miraron salir sin decir nada.

-Severus, tranquilo no es para tanto... -Dumbledore sonreía divertido por su cara de pánico.
-¡Qué no es para tanto!...¿no se da cuenta el ridículo que pasaré?... -Exclamó descontroladamente.
-No se preocupe, no hay que temer...nadie del Colegio escucha música muggle. -Susurró el anciano profesor al tiempo que Minerva McGonagall entraba al despacho para informarle un par de cosas.
-Pero...es que... -Intentó darle un pretexto, necesitaba que el anciano profesor le diera un permiso para ausentarse dos días, lapso en el que la poción dejaría de surtir efecto; pero el director se había negado por que tanto Flitwick como Véctor habían pedido un permiso igual, mientras que Trelawney y Hooch estaban en la enfermería tratándose de una fuerte gripe, y por ello le faltaban elementos del profesorado para vigilar al alumnado.
-Tranquilo Severus...no tiene de que preocuparse, haga su vida normal, y vaya a los jardines, al parecer los alumnos no tienen descanso en cuanto a travesuras. -Dumbledore le echó de su despacho con un movimiento de manos y él, azorado, salió a los pasillos con el miedo clavado entre las cejas.

"Quién? Quién pudo hacerme semejante burla?, tuvo que ser alguien que sepa que odio bailar, alguien que sepa que tengo dos pies izquierdos, alguien que sepa que detesto la música, pero ¿quién?...es que acaso es una trampa de algún enemigo...¡Potter!, sí, fue él, él y su herencia burlesca y estúpida de James...¡claro!, sólo alguien que creció con muggles podría causarme semejante afrenta...pero la pagará...¡la pagará!" Caminando por el pasillo solitario, Snape ignoraba que alguien lo observaba, alguien que en las manos llevaba un reproductor muggle de discos compactos con bocinas de alta resolución...
Los pasillos estaban solos, aprovechando el hecho, Snape se paseaba pensando quién y en qué momento le había tendido semejante trampa, semejante juego...pensaba y pensaba, no había visto a nadie cerca de la mesa de profesores, ningún alumno, como siempre los presentes ahí eran Pomona, Minerva, Albus, Hagrid...¡Hagrid! saltó a su mente como un golpe del tamaño del sujeto, él era amigo de Potter...mmm....

[Please don’t stop the music
please don’t stop the music
]

Mmm
sí tiene que ser Potter, él y su absurdo sentido del humor, tan parecido a James, tan congruente con Sirius, claro...es él, no pode ser nadie más... Se recargó en uno de los muros para pensar mejor, con los ojos clavados en la ventana frente a él, moviendo la punta del pie derecho contra el suelo rítmicamente, siguiendo una tonadita que le llegaba de sabrá Merlín dónde.

[Who knew, That you´d be up in here looking like you do, You make and staying over here, impossible, Baby, I´m a say your aura is incredible, If you don´t have to go, don´t]

Ahora era tiempo de pensar
Cómo atrapo a Potter...¿cómo?, aplaudiendo por si eso le daba ideas.... Luna paseaba por los pasillos como siempre, sola; no era raro que lo hiciera, ni mucho menos que nadie la acompañara, por que después de todo ella era una chica rara, dio vuelta en un pasillo y escuchó música, pero no la que normalmente tienen sus compañeras de dormitorio, ésta era música muggle, y además pocas veces se veía bailar a semejante sujeto.

[I’wanna take you away, let’s escape in to the music, DJ let it play
.I just can’t refuse it
]
Moviendo la cabeza de lado a lado al ritmo de las percusiones, las palmas arriba aplaudiendo tal cual la música lo pedía, moviendo los hombros en un círculo, derecho arriba-abajo, izquierdo arriba-abajo; continua y rítmicamente, mientras con los ojos cerrados y con el seño fruncido, disfrutaba de la música, Severus Snape parecía estarse divirtiendo enormemente.

[please don’t stop the music...please don’t stop
please don’t stop
]

-¡Hey!
¡qué divertido! - Luna se puso a aplaudir al lado del profesor, que absorto en un limbo poco común no se percataba de lo que pasaba, seguía bailando con la mente enfocada en cómo capturar al culpable, con los ojos cerrados firmemente.
Ésta vez el movimiento fue más rápido, las palmas arriba, los hombros al ritmo, dando de saltitos, doblando las rodillas para bajar lentamente al ritmo de la música, sacudiendo las caderas en un intento por quitarse el polvo de años sin moverse; derecha, izquierda con hombros y cadera mientras un circulo con el tronco lo hacia volverse de su sitio hacia Luna que miraba.
-¡Excelente profesor! - Exclamó la rubia, sacando al pelinegro de su ensimismamiento, abrió los ojos y lo que vio no le gustaba nada...seguía sacudiendo la cadera, mientras la música sonaba no muy lejos, Luna frente a él sonriendo aplaudía con la mochila bajo el brazo.
-¡Lovegood!...¡Tú!... - Gritó al tiempo que giraba dándole la espalda haciendo que su cabeza no la perdiera de vista desarrollando un sensual movimiento tipo bailarina, con las manos pegadas al cuerpo acariciándose las piernas sensualmente.
-¡Sí!...¡Bien profesor!...¡Please don’t stop the music!... - Luna seguía aplaudiéndole mientras ella misma ya sentía la imperiosa necesidad de poner a bailar con él.
-Lovegood...¡deje de aplaudirme! - Gritó en el momento en que la tomaba de la mano y la jalaba hacia él para ponerse a bailar como adolescente a su alrededor moviendo los hombros y las piernas sin poder detenerse. -¿De dónde viene la música?...¡¿De dónde?! - Gritó mientras tomaba a Luna por la cintura y se ponía a bailar a su ritmo, lo cierto es que las piernas y brazos eran independientes de su cabeza, que giraba a todos lados buscando el origen de la música.
Concentrado como estaba, no vio al que venía acercándose por el pasillo leyendo un libro de Herbología, Neville se encontró de frente con semejante escena y de la impresión dejó caer el libro y se quedó con la boca abierta. Luna seguía bailando divertida frente al profesor que bailaba como todo un experto.
-Luna... - Titubeó Neville. -...profesor Snape...

[Do you know what you started?
I just came here you party
]

-¡Longbottom!... - Gritó sonrojado sin dejar de bailar, tomando a Luna de la mano para hacerla girar ante la mirada asustada de Neville. -...un sólo comentario fuera de lugar y no volverá a saber lo que es ganar un punto para su casa...¡¿Entendido?!
-Sí...Sí profesor Snape... - Contestó Neville sin dejar de preguntarse ¿Cómo diablos puede bailar tan bien?!
-¡Eh!...¡Eh!... - Luna seguía girando al ritmo de la música mientras las caderas del profesor chocaban con las suyas rítmicamente con las rodillas muy dobladas para alcanzar su altura.
-¡Lovegood deje de bailar! - Gritó nuevamente, entonces lo vio, el minireproductor estaba en un rincón del pasillo, como pudo entre bailes exóticos que lo obligaban a rozar más piel de Luna de la que quería y que hacían que Neville contuviera muecas de desagrado, logró sacar su varita y apuntarle. -¡Reducto! - El aparato estallo y la música se detuvo justo antes de que Rihanna pudiese continuar con su infinitamente empalagoso Please don’t stop the music, Snape se quedó inmóvil con las rodillas dobladas y los hombros atrás, Luna sin embargo seguía moviéndose levemente meneando la cabeza con una sonrisa socarrona.
-¿Terminó la fiesta? - Preguntó la rubia sonriente mirando a Snape y a Neville.
-¡Una sola palabra de esto y les castigaré de por vida! - Gritó Snape mientras salía de su vista a grandes zancadas, Luna sonreía moviéndose aún un poco, Neville agradeció que no les quitara puntos. -¡Veinte puntos menos a cada uno! - Gritó mientras cerraba la puerta de las mazmorras de un golpe, Luna se encogió de hombros y jaló a Neville por un pasillo, mientras tarareaba aquella tonadita pegajosa.
Alguien tras una armadura se desternillaba de la risa.

Acalorado dio vuelta en un pasillo y se recargó en el muro, vio a todos lados para cerciorarse que nadie le miraba, cuando estuvo seguro se llevó las manos a la cabeza.

 

-¡Diablos! -Gritó sudoroso y cansado por el baile inconciente. -¡¿Porqué a mi?! -Se preguntó desconsolado, pensando una y otra vez. -¡Potter!...maldito Potter
no puede ser alguien más
-Convencido amenazó al viento con el puño cerrado, cuando algo le cruzó la mente. -
pero nadie pude hacer funcionar en el Colegio un artefacto muggle
-Susurró pensando, echó a andar rumbo a los jardines, buscando una razón. -
entonces no pudo ser él
necesitaría un conjuro muy poderoso para que funcionara esa maquina
a menos que use magia compleja
¡¿a quién engaño?!...es un torpe
-Rió mientras Cho Chang y algunas chicas de Ravenclaw le miraban pasar hablando solo. -
a menos que
-Su rostro se iluminó. -
¡Claro!...la cerebrito de Granger le está ayudando.

Caminaba sin darse cuenta que se dirigía al lago, Seamus Finnigan, Dean Thomas, Pavarti Patil y Lavender Brown tomaban el sol sentados a la orilla lejos de los demás alumnos, ayudándose en los deberes de Transformaciones, McGonagall había dejado demasiado trabajo ese día.

 

-Debí suponerlo, ellos
usando música de pésimo gusto
tan repetitiva
aunque no
es música muy sosa para tratarse de Granger
-Al llegar a la orilla se detuvo mirando al cielo. -
¡Weasley!...ese pelirrojo está con ellos, los tres en mi contra, debí suponerlo. -Exclamó seguro de lo que decía, Lavender le miraba sorprendida, Pavarti no le daba más importancia que a una mosca, hasta que algo les llamó sobre manera la atención, con un débil ¡plop! apareció cerca de él una diminuta caja de madera, Seamus al verla susurró.

-Es una caja musical. -Dean se volvió, los dos intercambiaron miradas extrañadas, mientras Pavarti se recargaba sobre la espalda de Lavender para leer mejor, entonces lo oyeron, una tonada salía de la caja

[La, la, la
la, la, la, la, la
I just
can't get you out of my head
buy your loving is all I think about
]

-Tiene que haber una forma para desenmascararlos. -Dijo llevándose la mano derecha a la cabeza, sobre su mejilla, frustrado se llevó la otra de igual forma, subía y bajaba la cabeza una y otra vez pensando. -¿Cómo puedo destruir su plan? -Se preguntó mientras las puntas de sus pies subían y bajaban, al ritmo de aquello que lo hacía calmarse.

Pronto cerró los ojos para pensar mejor, se sentía relajado, al tiempo que de alguna forma su espalda se sentía ligera, tanto que la dobló hacia atrás, imitando el movimiento de una ola, sonrió, era relajante, y si así de bien se sentía pensar en destruir el plan de Potter, ¿cómo se sentiría el descubrirlo frente a Dumbledore?

[Won't you stay
won't you lay
Stay forever, and ever, and ever, and ever
]

Estiró los brazos y los movió al frente, sacudiendo la cabeza orgulloso de la idea de hundir a Potter en la humillación pública, se llevó las manos a la cintura y se sacudió en un vaivén de atrás hacia delante que hubiera hecho sonrojar a cualquier chica del Colegio en sus años mozos, y que en ese preciso momento hacía sonrojarse, pero de vergüenza, a cualquier chica que le viera a su edad haciendo semejante movimiento.

-Claro
voy a descubrirlo frente a todos
-Abrió los ojos y notó que el lago se movía, demasiado quizá, asustado miró alrededor, a pocos metros, Finnigan y Brown se desternillaban de la risa, mientras Patil miraba hacia él sonrojada con una enorme sonrisa mezcla de miedo y repulsión, Thomas lucía espantado, incluso pálido. -
¿qué ocurre? -Interrogó, pero casi de inmediato le llegó aquella tonada a la cabeza y palideció, se miró las piernas y las vio moverse como si marchara y cruzarse para girar, se vio las manos y pudo distinguir que se mecían; él, Severus Snape estaba bailando en pleno patio
¡frente al lago ante la vista de todo el que pasara por ahí!

[There's a dark secret in me
Don't leave me locked in your heart
set me free
feel the need in me
set me free
Stay forever and ever, and ever, and ever
]

Y al tiempo que escuchaba aquello sentía que sin querer sus manos subían a sus mejillas, para frotarle la piel en descendente, pasando por su cuello y su pecho mientras se movía sensualmente en una onda tan perfecta que ni la misma Naginni hubiera podido imitar; entonces Seamus no pudo más y soltó una carcajada estrepitosa que lo hizo ponerse más colorado que un tomate maduro.

 

-¡Finnigan! -Gritó desde su estado absurdo sacudido mientras el cruel "la, la, la" se repetía incesantemente, disminuía para luego volver con más fuerza, indicando que la canción se repetía. -¡Deje de reírse y dígame de dónde viene esa música del infierno! -Exclamó mirándolo fijamente, mientras sus manos jugaban con su cabello dándoles la espalda y mirándoles coquetamente por el hueco de su brazo medio doblado.

-Yo
yo
-Seamus no podía dejar de reír y en lugar de contestarle se fue de boca al suelo sujetándose el estómago. -
es una tortura

-¡Finnigan! -Gritó desperado, Brown palmeaba el césped atosigada por el dolor de estómago, Patil miraba sorprendida y Thomas amenazaba con sufrir un colapso. -¡Thomas!

-¡Profesor! -Contestó asombrado, Snape se tiró de manos al suelo para dar un giro, volvió a ponerse de pie, esta vez las manos en puño simulando que corría.

-¿De dónde viene esa música? -Preguntó acalorado mientras bajaba la cabeza y la subía al ritmo del insistente "Can't get you out of my head".

-De ahí. -Dijo Dean apuntando a la cajita a poca distancia de Snape, que sacó su varita y le apuntó con rabia.

-¡Reducto! -Gritó en el mismo tono que el "Set me free", la cajita estalló en pedazos y Snape pudo descansar apoyando sus manos en las rodillas y aspirando con violencia, Seamus no dejaba de reír aún, Lavender tampoco, Patil se le acercó lentamente.

-¿Está bien profesor? -Preguntó educada, más por intentar zanjar la ofensa de casi burlarse de él como sus dos compañeros, que por ayudarle de verdad.

-¡Aléjese!... -Gritó colérico, la miró con los ojos pequeños de ira y se irguió de golpe, apuntó con un dedo acusador a los cuatro. -
¡20 puntos menos a Gryffindor y si dicen algo a alguien respecto a esto serán 5 más! -Espetó al tiempo que se acomodaba la túnica para marcharse, acalorado echó a andar rumbo al castillo, sudando la gota gorda.

-Eso fue
-Susurró Pavarti, Lavender se revolcaba de la risa.

-Traumático. -Contestó Dean mirándola, ella asintió temblando, mientras Seamus se quedaba sin aire por quinta vez.

Desde el castillo alguien miraba por una ventana, riéndose tanto como el propio Seamus.

"¡Es una maldición!...el infierno se abre y amenaza con tragarme si no hago algo", se dijo mientras entraba al Colegio, miró su reloj, eran las 5 de la tarde, aún quedaban poco más de 40 horas; 40 malditas horas dentro de las que podía pasar cualquier cosa, el número de testigos era pequeño, pero ¿qué pasaría si alguien más le veía?

-Severus. -Susurró una voz a su lado y dando un respingo que lo hizo pegarse a la pared se volvió a mirar, Sprout le miraba con interés. -¿Te pasa algo?

-¡No!...nada, nada. -Dio como excusa, pasándose la mano por el grasiento pelo.

-Podrías llevar esto a la enfermería. -Dijo entregándole una cesta con lo que parecían ser rábanos. -Madame Pomfrey las necesita para los remedios de Sybill y Rolanda
ya sabes, su gripe. -Sonrió, Snape la miró y sonrió con fingido afecto.

-Será un placer. -Susurró al tiempo que daba la vuelta y se marchaba; en aquel momento, Minerva daba vuelta cubriéndose la cara con un pañuelo, algo agitada.

 

-Minerva
¿ocurre algo? -Preguntó Pomona intrigada.

-Ah
-Suspiró y se secó una lágrima. -
nada. -Dijo sin darle importancia.

-¡Qué extraño!...lo mismo me dijo Severus hace un momento. -Susurró intrigada, Minerva se llevó la mano al estómago para respirar mejor.

-Mmm

luego te veo Pomona. -Minerva se alejó por el pasillo, Sprout le miró con interés, tenía la apariencia de un gato acechando.

"Tengo que huir, ocultarme
debe haber una forma de escapar durante las próximas 40 horas
" Se decía mientras andaba por los pasillos rápidamente. Sin darse cuenta por ir distraído en sí mismo, nunca notó que alguien le seguía, y al detenerse para dejar pasar a un grupo de alumnos de Hufflepuff a los que casi arroya, como un relámpago, alguien le colocó una diminuta caja en el bolsillo de la túnica. "40 horas
¡40!
me voy a volver loco." Al ir caminando casi sentía que al segundero de su reloj lo llevaba incrustado en los oídos o en todo el cuerpo, más bien.

[*tic-tac
tic-tac* Time goes by, so slowly
time goes by so slowly
time goes by so slowly
time goes by so slowly
]

-Mira
ya viste
-Susurró una chica de tercer curso señalando a Snape al verlo pasar, otra se acercó para reírse a su lado, Snape pasó junto a ellas sin siquiera darse cuenta que caminaba al ritmo de lo que él pensaba era el segundero; lo cierto es que sus pies ya marchaban trazando una línea perfecta, mientras la túnica se movía al ritmo de la música interna del profesor de Pociones, aunque algunos ya notaban, que no era del todo interna.

[Time goes by so slowly for those who wait, no time to hesitate, those who run seem to have all the fun
]

Dio vuelta en el pasillo hacia la enfermería, Luna se acercaba lentamente platicando con Ginny a quien había contado su baile con Snape, la pelirroja no le creía nada, hasta que las dos vieron a Snape, al ritmo pegajoso de la voz de una "Reina" muggle; Luna tuvo que cerrarle la boca a Ginny, que se quedó congelada al ver que Snape se apoyaba en la pared para dar un giro, sujetaba el barrote de la ventana más cercana y se valía de él para hacer un movimiento sensual hacia el suelo sacudiendo las caderas a uno y otro lado, con la canasta en el piso, como si la deseara seducir; se levantó como si nada y siguió su camino en un pegajoso contoneo, chasqueando los dedos de forma tan pegajosa que hizo que Luna ansiara seguirle, y le hubiera seguido, de no ser por que la pelirroja le jaló la mano.

-Debemos verlo sin que nos vea. -Susurró conteniendo la carcajada que se le ahogaba en la garganta, y siguieron de puntitas al fan numero uno de Madonna.

[Every little thing that you say or do, I'm hung up, I'm hung up on you
waiting for your call, baby night and day, I'm fed up, I'm tired of waiting on you
]

Llegó al fin a la enfermería, entró seriamente, tan sobrio como siempre, Sybill ladeaba de un lado a otro una taza de té, Rolanda algo más allá, pulía una Nimbus 2000; el sonido aquel las hizo levantar la cara, Snape se acercaba contoneándose de un lado a otro como una chica sensual, a Sybill se le vinieron abajo las gafas del susto, Rolanda soltó una sonora carcajada que hizo que Snape saliera de su limbo.

 

-¿Qué pasa? -Preguntó mientras Sybill se llevaba la mano izquierda a la frente como si quisiera leer aquel suceso con su ojo interno tan empañado como siempre.

-Severus
querido mío
ahora entiendo porqué mi taza lucía con empecinamiento la figura de un hombre con buen movimiento de cadera. -Dijo Sybill por sobre el sonido de las risas de Hooch, que no podía ni sostener la Nimbus, que cayó al suelo.

-¿Qué ocurre? -Dijo la enfermera, Severus se volvió a verla, notando que crecía y empequeñecía con rapidez, del susto soltó la canasta, al tiempo que ella se llevaba las manos a la cabeza. -¡Severus Snape! -Gritó enojada. -¡Este es un sitio de descanso!

-Pero no sé qué
-Entonces lo notó, comenzaban a dolerle las rodillas, estaba empeñado en acuclillarse y erguirse con la misma velocidad de una colegiala, echando las rodillas a derecha e izquierda al ritmo de esa infernal música. -
¡ah!

-¡Pero qué buen ritmo! -Gritó Rolanda inclinándose de lado para aguantar las ganas de ir al baño, tanto, que cayó de la cama estrepitosamente, pero no se quejó, rió con más ganas, pues Snape giraba los brazos sobre su cabeza y daba de vueltas, aplaudía a un lado, se inclinaba un poco cruzando los brazos, los levantaba y luego volvía a aplaudir del otro lado para luego girar sensualmente.

-¿De dónde viene? -Exclamó desesperado, Sybill negó con la cabeza, mientras sacaba una baraja de Tarot y la ponía sobre las mantas. -¡¿Vas a leerlo en el tarot?! -Gritó al punto de llanto, la voz insistía en su eterno "Time goes by so slowly" y le dio la razón.

-Ahí
¡viene de ahí! -Señaló Rolanda entre carcajadas ahogadas hacia su pierna, Snape se miró asustado, algo vibraba en su bolsillo. -No sabía que bailaras tan bien.

-¡Cállate! -Gritó mientras luchaba contra su propio cuerpo por llevar su mano hacia la bolsa, al tiempo que con las rodillas medio dobladas, se colocaba sobre la canasta imitando el movimiento de montarla, ante una ofendida Madame Pomfrey y una desconcertada Sybill; logró por fin en un medio giro meter la mano, sacó con furia una pequeñez que lucía con orgullo su nombre Mp3, con una bocina incluida, sin misericordia la oprimió con su mano hasta que la hizo añicos.

-¡Eres tan sensual! -Gritó Rolanda entre ahogos, Snape le miró con ira y salió de ahí a zancadas. -¡Tan sexy! -Gritó, él chocó en la puerta con Ginny que reía bajito y Luna que tarareaba, pasó furioso empujando a todos, rabiando por dentro. -¡Bailas muy bien Severus!

-¡Cállate! -Le espetó mientras se alejaba mordiéndose la lengua de la impotencia y la humillación; alguien en el fondo del pasillo casi sufría un infarto de la risa.

Caía la noche, Ginny y Luna habían buscado bastante a Harry, Hermione y Ron, pero lo que no sabían es que se habían retirado a un rincón cercano a la cabaña de Hagrid para hablar del tema prohibido número uno: Voldemort. (N/A, quería poner "sexo", pero habría sido extraño que Hermione explicara precisamente ese tema a Ron, no?).

"Estoy harto, harto
Potter
no puede ser alguien más, tiene que ser él
", pensaba mientras se las ingeniaba para salir del Colegio sin que nadie notara su sonrojo, el estar escondido en un armario, era demasiado humillante para durar hasta después de la cena. "Son
¡las 8!..." frustrado murmuró maldiciones cerca de diez minutos, mientras a grandes zancadas se acercaba a los jardines, buscando un rincón para refugiarse.

 

-Hay que darnos prisa, está por servirse la cena. -Exclamó Hermione aferrada como siempre a un libro, Ron tras ella enfocó su mirada en el trasero de la castaña, mientras Harry, nada ignorante de ello, memorizaba la cara de su amigo para burlarse luego.

-Creo que Ron ya cenó. -Susurró Harry, Ron se volvió a verlo, levantó las cejas y entornó los ojos hacia la retaguardia de la chica.

-Si dices algo
-Comenzó sonrojándose hasta las orejas.

-Últimamente no los entiendo. -Susurró Hermione sin darle importancia, al dar vuelta en los invernaderos, chocó de frente con un pecho particularmente duro y una túnica exageradamente negra. -Lo siento.

-¡Granger! -Rugió, de verlo tan enfadado, dio un paso ocultándose junto a Ron.

-Oiga no fue para tanto
-Exclamó Ron con el ceño fruncido.

-Profesor Snape. -Dijo Harry mirándolo fijamente, con el ceño fruncido.

-Señor Potter. -Exclamó Snape sosteniéndole la mirada, Ron y Hermione los veían extrañados; la castaña vio una sombra que se alejaba hacia un rincón oscuro, una sombra con sombrero, pero Snape habló y la hizo volver. -¿Qué hace fuera del Colegio a esta hora?

-Estaba conversando
y aún no es tarde. -Contestó rudamente y Hermione en un intento por intervenir dio un paso acercándose a los dos, Snape respiraba agitado, con un anhelante movimiento de hombros que por un momento la desconcertaron, había algo que no le gustaba.

-Si nos permite profesor
es hora de la cena. -Ron hizo una seña a Harry para que lo siguiera, algo en el fondo de la oscuridad lo hacía sentirse incómodo, un raro ruido jactancioso, como una vocecilla que claramente relataba algo.

[Vamos a ver quién tiene la razón, si yo soy abusadora o eres tú el abusador
hoy me conocen por tu boca mezquina, hoy me conocen por tu boca mezquina
me dicen abusadora por las cuatro esquinas, me dicen abusadora por las cuatro esquinas
]

-¿Qué dijiste? -Ron miró a Hermione, que confundida le miró sin entenderlo, había escuchado algo similar a un susurro, pero nada más.

-Mejor vamonos
aquí el ambiente se ha puesto raro. -Sentenció Harry y echó a andar hacia el castillo mirando con recelo a Snape, que le sostuvo la mirada con los ojos medio cerrados y la misma agitación rítmica en el cuerpo, Hermione se le quedó mirando, porque algo le decía que no estaba bien aquél hombre.

-¡Harry! -Gritó Hermione sofocada cuando ellos se habían alejado unos metros pensando que los seguía, Ron y Harry se volvieron, aquello era una historia de horror.

[
¿qué hiciste abusadora? ¿qué hiciste?...ahora dices que quiero volver contigo, ahora dices que quiero volver contigo
tú estás equivocado, yo ya tengo otro marido, tú estás equivocado yo ya tengo otro marido
]

Hermione luchaba con lo que le pasaba y que la tenía al borde de un colapso, Snape la había tomado de la mano derecha y de la cintura, y al ritmo de la curiosa música que venía de no sabían dónde la hacía contonearse a un ritmo divertido para cualquier otra persona, él sudaba de vergüenza y sonrojado buscaba en la oscuridad del entorno la fuente de la música, mientras ella intimidada por la cercanía del cuerpo de Snape se concentraba en liberarse a fuerza de querer soltarse, pero sólo lograba seguirle los pasos mejor que si conociera el ritmo. Pronto los dos movían las caderas al ritmo carnavalesco, llegando al punto en que los hombros de los dos se sacudían atrás adelante, doblaban las rodillas de izquierda a derecha subiendo y bajando al ritmo.

 

Harry sintió náuseas y se puso verde de la impresión, las gafas se le fueron a la punta de la nariz y la piel se le erizó, cuando Snape levantando la mano y empujando a Hermione por la cadera la hizo girar cual muñequita de caja musical; Ron estaba negro de ira, con la boca abierta dando bocanadas como un pez fuera del agua, tras un espacio de transe, se fue furioso hacia los dos.

-¡Suéltela inmediatamente! -Gritó al ver a Snape empujar un poco a Hermione para luego girar juntos con los cuerpos tan pegados que a Ron casi le dio un infarto, Harry vomitaba cerca de unos matorrales.

-¡En lugar de venir a gritar busque de dónde viene ese infernal ruido Weasley! -Gritó enfurecido, omitiendo el ruido desagradable de Harry a pocos metros.

-Eso no importa
¡deje a Hermione en paz!...maniaco
¡suéltela! -Al ver que no funcionaba y que Hermione parecía menos molesta volvió a gritar. -¡He dicho que la suelte!

-¿Ron de dónde viene la música? -Hermione trató de enfocar su mente en algo que no fuera el pecho plano, los brazos fuertes y las caderas rítmicas y sensuales del hombre frente a ella, entre tanto movimiento se descubrió aflojando el cuerpo y cooperando.

[
yo te dejé, ya no te quería, yo te dejé, ya no te quería
porque no me dabas ni pa'la comida, porque no me dabas ni pa'la comida
gracias a Dios que me libré de ti
como una sirvienta tú me tenías a mi
]

-Eso a mi no me importa
¡suéltela maldito pervertido! -Ron tomó a Hermione de un brazo y con un tirón seco la quitó del cuerpo de Snape que al quedarse sin cuerpo al cuál aplicar sus variados movimientos permaneció dos segundos estático, Harry se acercó a Hermione que en el suelo intentaba quitarse la mata de cabello del rostro.

-¿Estás bien? -Preguntó levantándose las gafas.

-¡Weasley aléjese de mi! -Oyeron a Snape decir mientras la música continuaba.

-Superaré el trauma si es lo que te preocupa. -Dijo algo entristecida a Harry, Snape movía muy bien el cuerpo y no había parecido ser una mala experiencia a decir verdad, entonces lo escucharon.

-¡Suélteme!...¡suélteme!...¡Haaaarryyyy! -Al volverse sus ojos se quedaron perplejos, Ron y Snape bailaban jacarandosos, Snape lo sacudía valiéndose de sus brazos fuertes, con un sacudimiento de hombros rápido y divertido, Ron poco hábil corporalmente por su altura apenas podía seguirle el paso, pese a que no quisiera hacerlo, Snape era más fuerte y pronto los dos bailaban sin sentido, con las caras serias odiándose a muerte y los cuerpos tocándose más de lo que los ojos castos (y quizá ya entonces enamorados) de Hermione podían soportar.

-¡Merlín! -Dijo la castaña volviéndose a otro lado cuando Snape hizo girar a Ron, ponerse de espalda y dar unos pasos de a brinquito que hicieron que Ron ahogara otro grito de espanto por la cercanía corporal de su enemigo acérrimo.

-¡Haaaarryyyy! -Repitió el pelirrojo, pero Harry permanecía doblado de la risa sin poder siquiera levantar la mirada más allá de las rodillas de Ron.

 

-¡Maldita sea Potter! -Snape estaba más que humillado, eso era tocar fondo, estaba llegando a su límite, la canción se había repetido dos veces y la cosa no tenía final, Hermione temblaba sin saber qué hacer y Harry no planeaba dejar de reír. -¡Potter no es momento para reír, busque el origen de esa música!

-Es que
es que
Ron realmente luces bien con él
-Dijo sin poder evitarlo y Ron ahogó la rabia en un giro rápido que Snape le obligó a hacer, Hermione volvió entonces los ojos al sitio del que había visto partir a aquella sombra con sombrero y distinguió un brillo.

[
¿quién será el abusador?...¿tú o yo?...¿quién será?...¿tú o yo?...¿quién será?...]

Gateando entre las sombras Hermione dio al fin con el aparatejo ese, era un mini reproductor de discos compactos, conteniendo el disco de los mejores éxitos de La Tesorito Laura León, al verlo sintió pánico, ni conocía, ni quería conocer a semejante cantante, intentó apagar la máquina pero no funcionó, presionó los botones apropiados mientras Ron daba otro giro y Snape subía y bajaba la cabeza al ritmo de sus hombros y doblaba y desdoblaba las piernas, Harry sintió pánico, creyó haber visto ya lágrimas en los ojos del pelirrojo.

-¡Granger inútil!...¡¿acaso no sabe usar la varita?! -Espetó Snape que ya para entonces conocía las dimensiones corporales de Ron con tanta exactitud que sentía náuseas.

-¡Hermione por piedad! -Gritó el pelirrojo y Harry tirado en el suelo luchó por tomar su varita y acercarse a su amiga, dando de arcadas enmarcadas por una risa que ya no era para nada divertida.

-¿Cómo puede esta cosa funcionar aquí? -Preguntó la castaña recordando "La historia de Hogwarts".

-No es momento para ver razones
¡Reducto! -Harry hizo pedazos la maquina justo cuando el "Yo no soy abusadora" se repetía otra vez con esa voz ronca y cómica, Snape soltó un grito de rabia y empujó a Ron lejos de su cuerpo casi con asco, el pelirrojo azotó.

-¡Si uno de ustedes dice algo sobre esto! -Gritó amenazador.

-¡¿Cree que se quedará así?!...es usted un pervertido
enfermo. -Harry sacó la varita y le amenazó con furia, Hermione corrió a ver a Ron, sentada en el suelo procuró consolarlo, pero él estaba demasiado asustado, fuera de sí.

-¿Y cree que será alabado Weasley porque se sepa que bailó conmigo? -Snape sonrió entre su dolor y vergüenza, Harry sabía que eso no le convenía a Ron.

-Usted se calla
y yo me callo. -Dijo bajando la varita.

-Perfecto
buenas noches
-Snape se sacudió la túnica y salió hacia el castillo.

-Ron
¿estás bien? -Preguntó Hermione sosteniéndole entre sus brazos.

-Soñé esto una vez
lo soñé
¡fue peor que bailar con las arañas! -Ron sudaba frío y no dejaba de temblar, Hermione lo abrazó.

-Esto
fue muy extraño. -Dijo Harry, dentro del pasillo asomado por la ventana, el autor de todo tenía que aferrarse a la orilla de piedra para no caer víctima de la diversión.

Definitivamente lo que hacía no era andar, él corría, lo más probable es que si algún alumno lo viera reaccionara sorprendido, pero no le importaba, tenía que llegar a las mazmorras. Se metió por los pasillos y cuando logró cruzar la puerta y cerrar tras él, su respiración empezó a calmarse. "No entiendo
¡¿porqué estaban sorprendidos?!...¡bailé con Granger!...piedad de Merlín, Granger
es peor que haber bailado con Weasley
que tiene ritmo
¡pero estaban sorprendidos!...como si no supieran nada, como si no fueran los causantes
¡mentira!...han sido ellos, lo sé!!" Continuó camino a su despacho cuando un tumulto de sombras blanquecinas lo obligaron a irse contra el muro, los fantasmas del Colegio se dirigían a las mazmorras más ocultas.

 

-Buenas noches profesor. -Saludó Nick Casi Decapitado, le miró con repudio, era un Gryffindor.

-Buenas noches Nick
-Contestó seco tratando de ir a su despacho, pero los fantasmas iban y venían. -
¿porqué el alboroto? -Preguntó por no permanecer callado.

-Vamos a festejar el Aniversario de Muerte de Myrtle, ¿gusta venir profesor? -Preguntó gentilmente, Snape levantó una ceja con molestia, pero luego lo pensó mejor.

-¿Habrá música? -Interrogó con algo de ansiedad.

-La acostumbrada
hoy amenizará

-Mmm
¿muggle? -Preguntó en medio de una curiosa tos, Nick le miró.

-No
creo que no. -Contestó.

-Vamos. -Dijo andando tras del Barón Sanguinario y la Dama Gris, él decía algo, ella se negaba a mirarlo; por desgracia para Snape, él no era el único vivo en la fiesta.

Hermione lo arropó y casi se podría decir que le acariciaba en medio de su preocupación por él, pero estaba lleno de pánico, como sólo Ron Weasley podría ponerse por algo así; Ginny, sentada en la otra cama que había aparecido en la Sala de Menesteres, escuchaba el relato de Harry, riendo inconscientemente; Luna, permanecía con la cabeza fuera del tema, moviendo los pies todavía con el "Please don't stop the music" en el cuerpo, Neville miraba serio a Ron, pensando en el terrible miedo que él hubiera sentido de ser semejante víctima.

-Confirmado
está loco. -Sentenció Ginny en medio de una carcajada.

-¡No es gracioso!...no has tenido que tolerar su cuerpo pegado al tuyo como si
-Se puso verde y se inclinó, Hermione le daba de golpecitos dulces en la espalda.

-Entonces ¿también le vieron? -Harry se acomodó las gafas mirando a Neville.

-Peor
bailó con ella. -Dijo Neville señalando a Luna con un movimiento.

-Fue divertido. -Luna dio de saltitos, Hermione fingió que no estaba de acuerdo.

-Lo que sea de cada quien
es tan sensual
-Ginny se echó a reír sin poder contenerse y Harry le hizo segunda, Hermione soltó una risita contenida y Luna siguió moviendo los hombros entretenida, Neville miró a Ron que se puso negro de ira.

-¡Dejen de burlarse! -Gritó el pelirrojo temblando de furia y de pánico al recordar.

El evento lucía ameno, la comida era espantosa, pero Snape se las había arreglado para llamar a un elfo que le llevó un emparedado y jugo de calabaza; comió cómodamente al lado de la Dama Gris que se dedicó a darle sus quejas sobre el Barón Sanguinario, al poco él vino por ella y Snape tuvo que tolerar que lo atravesaran en medio de una discusión; solo, rodeado de fantasmas, pensó que podría al menos descansar, terminó su comida saciando su hambre de casi 8 horas y se reclinó en su asiento, cayendo lentamente en una somnolencia ansiada. Myrtle, estaba sentada alejada, mirando a través de sus fantasmales gafas entre unos sollozos que lo hicieron reír, Nick se acercó al cabo de un rato.

 

-Profesor
¿podría hacernos un favor? -Preguntó sonriendo amablemente.

-¿De qué se trata? -Estaba apunto de quedarse dormido.

-Verá
Myrtle está molesta, pero no sabemos porqué
se nos ocurrió que si la impulsa a unirse a la fiesta funcionará. -Nick sonreía con la cabeza colgándole a un lado, Snape entrecerró los ojos.

-Si yo la impulso
¿qué les hace creer eso? -Soltó incómodo, quería descansar.

-Bueno
los dos estuvieron en Hogwarts por la misma época ¿no? -Preguntó sonriendo, el Fraile de Hufflepuff se acercaba a apoyar.

-Eso es absurdo
¡ella estuvo casi 10 años antes que yo! -Dijo sorprendido.

-Bueno
comparada con el resto de nosotros, ella es muy joven. -Nick sonrió y Snape, ya que veía que no le dejarían en paz, se puso de pie y fue directo a Myrtle.

-Myrtle
¿no le parece de mala educación no contribuir a su fiesta? -Preguntó insidioso, con los brazos cruzados; entre los fantasmas, una persona demasiado viva para estar muerta se las ingeniaba para ocultar un Ipod dentro de una armadura, programado para repetir la misma canción por largo, largo tiempo, conectado a unas potentes bocinas.

-Usted no es alguien que pueda venir a criticarme por ser antisocial. -Exclamó airada y Snape cayó en la cuenta de que eso no funcionaría, fue hacia la puerta. -¿Se va?

-No estoy para pelear con niñas muertas y además lloronas
-Masculló, pero cerró los ojos y pensó ser bueno por una vez, "quizá lo que me está pasando sea esa cosa idiota del Karma". -
porque es tarde y mañana hay clases. -Dijo volviéndose, entonces lo sintió algo en el ambiente había cambiado, era como si las miradas estuvieran clavadas en él y de alguna forma empezaba a sentirse activo.

[It's close to midnight and something evil's lurking in the dark, under the moonlight you see a sight that almost stops you hearth, you try to scream
]

-Pero parece que a usted le gusta el ambiente
-Myrtle sonrió malévola mirándole las piernas, Snape frunció el ceño y bajó la mirada, sus pies ya estaban bailando al ritmo de aquella melodía (que por cierto, quizá describía bien el estado de las cosas), ahogó un gemido y quiso huir, pero Myrtle tan rápida como transparente se plantó ante él para no dejarlo. -
no, no
soy la festejada y no es correcto que se vaya y me deje hablando sola.

-Myrtle, no estoy para jueguitos absurdos. -Refunfuñó al tiempo que sus brazos empezaban a moverse, sus hombros ya ondeaban y sus codos comenzaban a doblarse, faltaba poco para que todo su cuerpo se uniera al baile, tenía que salir de ahí antes que fuera demasiado tarde. -Hazte a un lado.

-No. -Myrtle sonrió y alzó las cejas contenta, entonces pasó, las piernas de Snape controlaron las cosas, se cruzaron y dieron un giro, lo siguiente que supo fue que su cuerpo ya se movía solo, ahora se desplazaba por la pista de baile fluidamente ante una divertida Myrtle que parecía querer unírsele, el resto de los fantasmas le miraban sorprendidos.

 

-Profesor Snape
¿necesita ayuda? -Sir Nicholas se la acercó lentamente, pensaba que quizá Snape estaba siendo presa de algún tipo de ataque, aunque parecía ser un ataque divertido, ahora mismo Severus doblaba las rodillas de lado a lado y alzaba los hombros rítmicamente, el Fraile a su espalda imitaba el movimiento de hombros de Snape con los labios apretados y un sonidito gutural al ritmo de la música.

[
cause this is thriller, thriller night
and no one's gonna save you from the beast about strike
you know it's thriller, thriller night
]

-Nick
dijo que no habría música de este tipo
¡¿de dónde sale esa infernal tonada?! -Exclamó al tiempo que sus rodillas formaban un arco de lado a lado y sus hombros iban y venían, para luego extender los hombros cual zombie y dar unos pasos al ritmo de la música.

-No lo sabemos
nosotros no acostumbramos eso. -Nick miraba a todos lados, entonces la Dama Gris intimidada por el movimiento de Snape se acercó.

-Creo que alguien no invitado estuvo aquí hace un rato
vi el reflejo de unas gafas cerca de la puerta. -Susurró, Snape no dejaba de bailar y el Fraile ya intentaba imitarlo frunciendo el seño y flotando a su ritmo, Myrtle reía alejada pero se sentía atraída.

-¡No es momento para buscar culpables!...¡busquen el origen de la música! -Gritó notando que el resto de los fantasmas e incluso Peeves comenzaban a rodearlo para ponerse a bailar con él.

-¡Qué buen ritmo profesor! -Exclamó Myrtle y se dejó llevar por el baile, al cabo de dos minutos ya todos estaban siguiéndolo en una coreografía por demás divertida pero sobre todo vivaz quizá demasiado para el estado de los bailarines.

[
but all the while you hear the creature creepin´ up behind you´re out of time
]

-Eso fue genial. -Dijo el Fraile luego de que todos dieran un giro rápido moviendo los hombros arriba y abajo, Snape movía la cabeza de lado a lado y se sorprendió a sí mismo respirando profundo y tratando de calmarse, debía haber una solución; entonces oyó gritos, gritos de mujeres emocionadas y al abrir los ojos para saber porqué gritaban, se descubrió a sí mismo con la mano casi entre sus piernas, mientras echaba el cuerpo adelante y atrás subiendo y bajando el torso, se llenó de horror y sin poder controlarse soltó un grito:

-¡Nooooooo! -Se prolongó por todo el Colegio, llegando más allá de las mazmorras, Dumbledore leía Corazón de Bruja en su cama y al oír aquello casi se le caen las gafas, pero sonrió y pensó que el chisme de Rita Skeeter encontrada en El Caldero Chorreante flirteando con un conocido miembro del Ministerio era mejor noticia; McGonagall al escuchar semejante grito sonrió de lado, se quitó las gafas y apagó la luz, se metió en la cama y todavía riendo bajito se dispuso a tener quizá el mejor sueño en semanas; Hooch lo escuchó y procuró no pensar en Snape bailando sensualmente, ya le dolía demasiado el estómago para tolerar más y Sybill a su lado roncaba como una bendita; Ron al escuchar aquello palideció y se ocultó bajo la almohada, sentía tanto miedo que seguramente no iba a poder dormir, y las risitas de Harry ahogadas por la almohada no ayudaban.

Snape seguía bailando y los fantasmas a su alrededor empezaban ya a aplaudirle, la cosa iba para largo, Myrtle bailaba delante de él con movimientos de cadera demasiado sensuales para ser descritos y el Fraile había ya disfrutado tanto también del baile que casi no podía ya mantenerse a flote del cansancio; Snape procuró pensar en resignarse, esto duraría al menos hasta que la batería del Ipod se acabara. Por el castillo, parecía prolongarse largamente:

 

[
cause this is thriller, thriller night there ain´t no second chance against the thing with forty eyes you know it´s thriller, thriller night...]

La fiesta se había prolongado hasta casi el amanecer, o mejor dicho, hasta que la Dama Gris estuvo tan cansada de bailar, que en conjunto con Peeves (sí, también él estaba ya agotado de verlo bailar) buscaron por toda la mazmorra hasta dar con el artefacto que lo hacia bailar, se lo dieron a Snape y él, con lo último de energía que le quedaba, lo hizo pedazos. Agotado al punto de tambalear a cada paso, Snape salió de la fiesta, todos le daban las gracias por una genial velada y Myrtle tras besarle las mejillas, emocionada y llorando de alegría lo acompañó hasta la puerta de su habitación; Snape sabía que lo rondaba y tuvo que poner hechizos para que no lo espiara tras cruzar la puerta.

Una vez dentro, miró el reloj, marcaba las cinco, acongojado se dio cuenta que todavía quedaba más de un día de martirio, buscó entre sus pociones una que lo ayudara a recuperarse, bebió la más fuerte que encontró y se echó en su cama a dormir, pensando:

-Fue alguien con gafas y sombreeeeerooo
alguien que se quería vengar de mí
es que no puede ser nadie más que Pooooooottteeeeer
-Y tras el bostezo se quedó dormido.

-¿Cómo está? -Preguntó Hermione al verlo bajar las escaleras.

-Aún más asustado
¿oíste el grito? -Quiso saber mirándola fijamente, muchos murmuraban, pero ellos eran de los pocos que sabían la verdad.

-¿Crees que haya sido él? -Hermione lo miraba, Ginny se acercó sonriendo.

-Fue él, Hermione
el rumor es que anoche se fue de pachanga con Myrtle y el resto de los fantasmas
es el tema del momento. -Ginny sonreía ampliamente, entonces lo vieron venir oculto a la espalda de Neville que se doblaba para obligarlo a soltarle.

-Basta Ron
¡él no puede entrar en la Sala Común! -Exclamó gritando fuertemente.

-Eso no lo sabes
se ha vuelto loco
no lo dudaría un momento. -Ron miraba a Harry y a Hermione con ansiedad, Ginny se doblaba de risa.

-Sólo eso te faltaba para ser todavía más bobo, Ronald. -Exclamó la pelirroja y jaló a Harry para ir al Comedor.

-Vamos Ron
déjate de cosas
vas a estar bien. -Hermione lo tomó de la mano y lo llevó así al hueco de salida (eso de verlo débil le abría un sinnúmero de posibilidades), Neville les siguió y fueron todos a comer.

Blanca, la almohada blanca fue lo primero que vio, luchaba por abrir los ojos, realmente había dormido bien, ya casi no le dolía el cuerpo, ¿porqué le dolía el cuerpo?...¡ah sí!...la fiesta de Myrtle, ¡cómo le habían aplaudido!, eso solía ser bueno y la cara de admiración de Sybill en la enfermería, la de envidia del Barón Sanguinario cuando la Dama Gris aceptó bailar un poco más con él. Se dio la vuelta para estirarse, entonces notó algo, el sol estaba alto
¡Era tarde!

-Demonios
no puede ser
me he quedado dormido
-Dijo saliendo de la cama, miró el reloj, no se equivocaba, apenas tenía tiempo de comer un emparedado y cambiarse de ropa, eliminó el emparedado de su mente y prefirió un regaderazo; sacó ropa de un cajón y fue corriendo a la ducha, en cinco minutos estaba listo, salió apresurado rumbo a su aula, pero en el camino una voz lo detuvo. Blog sobre salud

 

-Severus. -Resonó desde la Sala de Profesores. -Severus, dame un minuto.

-¿Sí? -Preguntó asomándose, era Dumbledore, sentado en medio de la sala se encontraba en compañía de Malfoy y Parkinson, los dos tan sonrojados que hubieran podido pasar por pelirrojos (Claro!, si los pelirrojos tuvieran la piel de ese tono). -Buen día.

-Buen día, profesor. -Dijo levemente Draco, Pansy apenas atinó a bajar la mirada al suelo y sonrojarse todavía más (si es que eso era posible).

-¿Qué ha pasado? -Preguntó, iba tarde, pero si el Director le ordenaba que se quedara, tenía que hacerlo.

-Hace un par de horas recibí el informe de que había ruidos extraños en un pasillo del tercer piso
¿y sabes qué encontré? -Preguntó mirándolo por sobre las gafas, Severus sintió rabia, era común lo de esos dos, pero siempre era él quién los encontraba, a él al primero al que le avisaban, su fiesta nocturna lo había dejado fuera; Pansy bajó más la cara y Draco tosió levemente.

-Supongo, que tendré que darles un castigo
¿verdad? -Anunció Snape mirándolos con desprecio, sólo eso le faltaba, Albus sonrió ampliamente.

-No es necesario
han aprendido la lección
-Los miró con cierto aire de complicidad, Pansy asintió con ímpetu, Draco frunció el ceño. -
pueden irse
-Se pusieron de pie y Snape quiso seguirlos. -
un momento Severus. -Dijo cuando lo vio dispuesto a irse, los dos alumnos se fueron y él se quedó mirando al suelo más que furioso.

-Dígame. -Dijo abnegado, el movimiento en el pasillo era insistente, una figura femenina pasó delante de la puerta y al escuchar las dos voces dentro, dio una sonrisa divertida, se ajustó las gafas y el sombrero, y con disimulo, hizo pasar por la puerta medio abierta un mini componente reducido con magia, presionó el "Play" y se fue divertida.

-Severus, anoche escuché un grito desesperado
y no he sido el único. -Comentó poniéndose de pie y caminando hacia una mesita, donde una botella con licor esperaba.

-Sé que no ha sido lo apropiado
pero comprenderá el estado de mis nervios
-Se agachó y presionó con fuerza la silla frente a él. -
si me ayudara a encontrar al culpable

-¡Vamos Severus!...el ejercicio te hacía falta
bailar es mejor que tu régimen de aeróbicos por las noches. -Exclamó sirviendo dos copas.

-¡No son aeróbicos!...es un programa de pesas muy bien definido. -Dijo sonrojándose peor que cuando bailó delante de Rolanda y Sybill.

-¡Claro!...¡claro! -Dumbledore sonrió y le tendió la copa con alegría, Severus supo que debía implorar y desesperado pensó hacerlo.

-Por favor profesor
por favor, ayúdeme a dar con el culpable
ya no puedo más

[Tú me hiciste sentir que no valía
y mis lágrimas cayeron a tus pies
me miraba en el espejo y no me hallaba
yo era sólo lo que tú querías ver
]

 

Severus levantó la cara buscando a su alrededor, era como una vocecilla que iba elevándose lentamente; no le dio mucha importancia y se puso a mirar al profesor con cara de perrito a medio morir (si es que eso es posible en el rostro de semejante individuo), entonces notó que no era su imaginación, realmente había música en algún sitio de esa sala, una música que había comenzado como un estallido luego de las frases anteriores y que ahora lo obligaba a mover la cadera de lado a lado.

-Severus, sabes bien que lo mejor por el momento es dejar que el efecto pase solo
es nuestra mejor opción
-El profesor ni siquiera le miraba, se había sentado con su copa en la mano dándole la espalda.

-Profesor es que
-Empezó frustrado, dio la vuelta a la silla y se aproximó al profesor casi suplicante, pero no pudo siquiera dar un paso más, sus caderas ya se movían sin poder evitarlo.

-Severus
-Dumbledore le miró con una sonrisilla de complicidad, la música inundaba la habitación por completo, Snape palideció de muerte y sintió pánico al verlo ponerse en pie.

[
y me solté el cabello, me vestí de reina, me puse tacones, me pinté y era bella
caminé hacia la puerta y te escuché gritarme
pero tus cadenas ya no pueden pararme
]

-¡Por favor!...¡míreme!...vea lo que ese maldito niño me ha hecho
¡Anoche todos me miraban! -Exclamó al tiempo que daba unos pasos al frente y ponía sus manos en las mejillas de Albus para luego dar un giro moviendo los hombros sensualmente.

-¿Niño? -Le miró sin comprender, aunque ya de paso reía, "Sev, sí que tiene ritmo".

-¡¿Acaso cree que no estoy seguro de que ha sido Potter?! -Exclamó furioso, se desplazó con un caminar sensual hacia la mesa donde reposaba el licor, ahí levantó las manos al cielo y se puso a dar de palmadas mientras movía las caderas de lado a lado, pensando que el director le ayudaría siguió hablando. -
tiene que detenerlo, ¡debe hacerlo!

-
me vestí de reina
-Albus movía los hombros de lado a lado al ritmo de la música y Snape no pudo menos que abrir la boca y mirarle con los ojos desorbitados. -
y todos me miran

[
y todos me miran, me miran, me miran
algunos con envidia, pero al final, pero al final, pero al final, todos me amaran
]

-
¡Profesor Dumbledore! -Exclamó acalorado al ver que el anciano Director hacía aparecer una estola de plumas en color azul rey, para con ella ponerse a bailar cual si fuera una profesional del carnaval de Río. -¡Merlín!

-
y me solté el cabello
-Albus se dirigió hacia Severus y pasándole la estola sobre la cabeza, la hizo llegar a su cintura y se puso con él a contonear el cuerpo de un lado a otro con total enajenación y diversión.

-Profesor Dumbledore
-Filch entró en aquel momento aprovechando que la puerta estaba medio abierta, sobra decir que casi se le desprende la quijada al ver semejante escena, Albus no le dio importancia y siguió bailando, Snape estaba verde, morado, quizá negro de una mezcla de sentimientos: ira, humillación, pánico y ansiedad.

-¿Qué pasa? -Preguntó Albus cuando la canción volvió a comenzar, aunque no disminuyó en mucho su movimiento de cadera, la señora Norris salió huyendo con un grito.

 

-Los alumnos del profesor Snape están haciendo destrozos en el pasillo
Potter y Malfoy ya se han lanzado algunos hechizos y lamentablemente no se han matado. -Refirió sin apartar la vista de Severus que con cara furiosa contoneaba su cuerpo sensualmente seguido de cerca por el Director.

-¡Oh sí!...anda Severus
ve a dar clases
-Le dijo empujándolo con una nalgada lo suficientemente sonora para que Filch enrojeciera, Snape procuró moverse hacia la puerta y de un golpe la cerró orando porque la ausencia de música lo aliviara de bailar, no se equivocó, lentamente se fue a su aula recuperando en el camino la seriedad acostumbrada y luchando por ignorar la sensación de hormigueo en el trasero; en la Sala de Profesores, Albus y Argus se dieron vuelo el resto de la mañana.

[
y todos me miran, me miran, me miran, porque sé que soy linda, porque todos me admiran
]

-Diez puntos menos, Longbottom. -Pasó junto a él, dos minutos después alcanzó a distinguir una nube saliendo de un caldero. -Cinco puntos menos le ensañarán señorita Brown. -Sus ojos brillaron y las risas de sus predilectos lo impulsaban, el adormecimiento del trasero se le olvidaba lentamente. -¡Quince puntos menos Weasley, hace falta ser usted, para hacer eso! -Exclamó, Hermione le fulminó con la mirada, demasiado herida por que atacara a Ron, más luego de: "Lo que pasó entre nosotros", como se descubrió pensando.

Lo extraño es que Snape fue, con el paso del tiempo, aclimatándose a su problema, entre torturar a los alumnos que cayeron en su aula y los recuerdos de los buenos momentos del baile, descubrió que no era tan malo y que si le faltaban cerca de 24 horas de infierno, al menos podía -ahora- verlo con menos dolor. Para el medio día, había perdido todo temor, por que no pasaba nada, entonces alguien llamó a la puerta delicadamente y sin levantar la cara de los trabajos que marcaba con rojo, pidió que entraran.

-Buenas tardes. -Levantó la cara y se encontró con ella que sonreía, lo que sí le llamó demasiado la atención.

-Profesora
-Dijo poniéndose de pie, mientras Minerva McGonagall altiva y firme como siempre, se acercaba a pasos lentos y melodiosos.

-He venido por mandato de Albus, esperamos tu asistencia esta noche a nuestra pequeña reunión. -Lo miraba ofrecerle un asiento, que ocupó sonriendo con alegría.

-¿Pequeña reunión? -Preguntó contrariado, ella rió enormemente.

-Festejamos el cumpleaños de Sybill, sabes que no disfruta precisamente los festejos, pero no podemos dejarlo pasar
esperamos tu asistencia. -Dijo alzando las cejas y sonriendo de una forma tal, que Severus pensó se estaba burlando de algo a su espalda y miró con disimulo sobre su hombro.

-Estaré ahí
cada año lo hago. -Contestó, ella sonrió y afirmó.

-En ese caso
buenas tardes, Severus. -Minerva se disponía a salir, cuando Snape recordó algo: hacía un par de semanas, luego de un partido entre sus casas, se le había ocurrido jugarle la mala pasada a Minerva de mofarse de su fidelidad a Albus, cosa que ella presumía y que lo irritaba; el comentario había sido tan hiriente que casi pensó que le agrediría, pero se contuvo como la dama que era, como siempre hacía, "¿Porqué demonios Potter no puede ser así?, un Gryffindor lo suficientemente maduro". Volvió al trabajo, Minerva se retiró, no sin antes acomodar un pergamino correctamente dentro del bolsillo de la túnica de Snape, puesta en el sillón. -¡Ah, una cosa más! -Exclamó deteniéndose. -Cerciórate de traer zapatos cómodos. -Dijo con una sonrisa amplia, corrosiva, él supo a lo que se refería y se le borró la risa de los labios, ella disfrutaba su sufrimiento.

 

Luna andaba aprisa, tenía la leve sensación de que volvería a divertirse como el día anterior, esperanzada procuró dar con Snape, eso de bailar le divertía mucho; al dar vuelta en el pasillo hacia las mazmorras, tropezó de frente con la profesora McGonagall.

-¡Lovegood! -Dijo efusiva, Luna sonrió y le miró gozosa. -Dígame, ¿a dónde va?

-Busco qué hacer, pensaba ver si el profesor Snape tiene ánimos de bailar. -Confesó, Minerva le vio y sus ojos brillaron como los del gato que ve al canario sin jaula.

-¡Oh!...me temo que será imposible, el profesor está revisando deberes. -Dijo con fingido malestar, entonces alzó la mano como si le viniera una idea. -
pero, señorita Lovegood, ¿quisiera usted hacerme un favor?

-¡Claro profesora! -Afirmó tres veces y Minerva la miró por encima de las gafas.

"Ronald Weasley" era el reporte que seguía, tomó la pluma y se dispuso a ser el más cruel sobre la faz de la tierra, sólo imaginar el rostro absurdo de Weasley cuando viera su mala nota le provocaba un sofoco de emoción; apenas había leído la primer línea, muy bien construida (de hecho, ya la había leído antes), cuando la puerta se abrió con violencia.

-Profesor. -Filch sonrojado y tambaleante entró corriendo, él se puso de pie.

-¿Qué sucede? -Preguntó sofocado.

Salieron al patio, medio alumnado hacía escándalo en los jardines, había recurrido a Snape por ser él quien debía vigilar esa zona, además Pomona luchaba contra un lazo del diablo muy rebelde, Hagrid estaba en el bosque, Albus permanecía en su oficina y Hooch y Sybill seguían en la enfermería, de McGonagall no había ni rastro. Cuando llegaron al tumulto, Snape sintió un vuelco, había música, no quería acercarse pero ya algunos le miraban, entre ellos Draco y sus compinches.

-¿Qué está pasando aquí? -Empujó gente, intentando que la melodía no le entrara, buscando ideas en su mente que le bloquearan el sonido, ¡no funcionaba!

[Modélame así dame ahora tu mejor pose, pose, pose
pose, pose, pose
]

El grupo de alumnos estaba reunido entorno a Luna y Neville, la primera procuraba darle ritmo a los pies de su torpe pareja, él, sonrojado hasta las orejas, intentaba captar la atención de Ginny a pocos metros, quizá ella sí tuviera suficiente clemencia para rescatarlo, ya que el trío dorado se negaba siquiera a entrar al círculo. Cuando Ginny lo vio, infló las mejillas en una mueca de gozo, se iba a poner bueno; Ron se movió hacia Hermione con la esperanza de que le sirviera de escudo, pero la chica ya inspeccionaba a los más cercanos a Snape, sólo para saber quién sería su posible víctima. La más cercana: Pansy Parkinson y su cara de puddle enfurruñado.

-¡Señorita Lovegood! -Exclamó al verla mover las caderas y los brazos al ritmo de la música, la verdad es que no lo hacía mal (a pesar de que de pronto movía el cuello como si no tuviera articulación), los aplausos acompasados de los hufflepuffs que miraban, lo hicieron sentir que tenía un tambor dentro y las risas de los ravenclaws le provocaron escalofríos, si no se alejaba, terminaría quitando a Longbottom de un empujón y reemplazándolo. -¡¿Se puede saber qué es lo que intenta?!

 

-Profesor Snape
-La rubia se volvió a verlo, Neville estaba rígido como un tronco, apenas zarandeado por Luna que lo obligaba a doblar el cuerpo. -
intento enseñarle a Neville a moverse, pero es muy flojo, no pone de su parte.

-¡Y en el camino te ves ridícula, Lovegood! -Gritó Draco carcajeando, Crabbe y Goyle balbucearon como los idiotas que eran y Pansy soltó una risilla desagradable.

-Ridículo tú, rubio imberbe. -Gruñó Ginny, Snape no sabía qué hacer, el cosquilleo del baile le entraba desde los pies hasta las rodillas, estaba a punto de ponerse a bailar.

-¡Este no es sitio para clases de baile!
haga el favor de callar ese infernal ruido

-No parece que le moleste. -Soltó Harry, Snape se volvió rojo como una manzana; todos enfocaron su mirada en lo que Harry veía, Snape se movía al compás de la música.

[
haz la cosa de la tuya como nadie lo sabe hacer
ponte pa'la foto
]

La mirada de todos sobre su cuerpo no lograba distraerle de la canción, comenzaba a sudar la gota gorda mientras Filch soltaba un discurso sin sentido en el que exigía que Luna detuviera la música y se alejaran todos de ahí; Snape cerró los ojos haciendo un esfuerzo sobrehumano, tratando de sobreponerse, pero no lo lograba, había algo en el maldito ritmo que lo hacía temblar, pensó que el temblor le haría dejar de bailar.

-¡Pero que
-Exclamó Draco Malfoy y Snape lo supo, quieto ya no estaba.

[Modélame así dame ahora tu mejor
pose, pose, pose
pose, pose, pose
Vívetelo así, dame ahora tu mejor
pose, pose, pose
pose, pose, pose
]

Se había puesto a bailar, movía las caderas al ritmo mientras inclinaba el cuerpo hacia el frente y se zarandeaba con las percusiones; pronto las risas de algunos que osaron comenzar a burlarse se volvieron un silencio sepulcral, las rodillas de Snape iban y venían en un movimiento tan intenso y sensual que todas las alumnas (entre ellas, Chang, las Patil, Granger, Weasley y Parkinson) se pusieron coloradas y no sabían qué sentir, era demasiado impresionante para decir algo al menos.

-¡Está loco! -Dijo Ron ahogando la voz en el hombro de Hermione, ella con la boca abierta negaba; Snape había andado hacia el círculo, donde Luna aplaudiendo y sonriente lo esperaba para ponerse a bailar con él, Neville, lívido se quedó petrificado viéndolos.

-Lovegood detenga esa música. -Alcanzó a articular al tiempo que se pegaba a ella y los dos movían sus caderas como un oleaje vertical, como si quisieran volverse un símbolo del jin y el jan, enmarcados por lo rubio y lo negro; Crabbe y Goyle hicieron un largo "Uuuuh" impresionados por la fluidez de los dos y permanecieron con los labios fruncidos como si nunca fuera a acabar el gesto; Neville frunció el ceño al ver que las manos de Snape rozaban la cintura de la rubia.

-¡Es un demente! -Gritó Longbottom ahora sí totalmente perdido de rabia, se fue directo contra Snape dispuesto a quitarlo a golpes, ahora que las manos del profesor se pegaban a las de Luna y se elevaban formando un círculo a su alrededor.

 

-Espera
-Harry lo detuvo, sonrió, esa era venganza, todos los alumnos lo miraban y esto pasaría de ser un simple secretito.

-¡Haga algo Filch! -Draco se volvió al hombrecillo que al igual que todos estaba estupefacto; Snape y Luna continuaban si baile sensual y jactancioso, mientras los ojos del profesor recorrían irreverentes el cuerpo de Luna, en la búsqueda de la fuente del ruido.

[
tu movimiento lo siento, me está quitando el aliento
cuando te pegues préndete mi bebe
modélame así dame ahora tu mejor
pose, pose, pose
]

-Enfermo
-Neville enrojecía cada vez más, entonces Draco dio un par de pasos hacia Snape con la intención de detenerlo, por añadidura se llevó consigo a Pansy y ésta renuente, tropezó con una roca y fue directo a dar contra la pareja, Snape la recibió en brazos y se puso a contonearse a su alrededor, mientras ella soltaba un gritito agudo como de bebé asustado.

-¡Es una torpe Parkinson! -Gritó furioso, había perdido el sitio de donde venía la música, Pansy se puso verde de la impresión de sentirlo tan pegado a ella. -¡Hace falta ser tonta para tropezarse así!...¡aléjese de mi! -Exclamó desesperado, porque ahora notaba las miradas más fijas aún, los alumnos ya no sólo le miraban sorprendidos, ahora le miraban ansiosos, como si algo esperaran.

-¡Ea Pansy aplaude! -Gritó Luna dándoles la espalda pero sin dejar de bailar, ella sí se estaba divirtiendo de lo lindo y Ginny a pocos metros tampoco difería mucho de ella, de hecho hasta a Harry aquello le parecía llevadero. -¡Vamos!

-¡Draco!...¡auxilio Draco!... -Pansy clamaba su ayuda, pero él estaba azul del susto y ni por un momento pensó socorrerla, al contrario, buscó refugio junto a sus amigotes, que continuaban con la boca hecha un círculo. -
¡por favor!

-Luna, ¿de dónde viene la música? -Hermione ya no sabía si ayudaba a Snape por humanidad o celos, verlo llevarse de un lado a otro a Pansy, meneándola, con aquella ligereza y velocidad la hicieron erizarse hasta la médula y Ron a su espalda temblando como un niño no ayudaba. -¡Luna de dónde viene la música!

-¡Déjalos Hermione!...es divertido. -Harry reía malvado mirando a Snape que en un giro sacó la varita casi dispuesto a hechizarlo; Harry alzó las cejas y sujetó la suya con fuerza, pero Snape no le apuntó.

-¡Accio! -Llamó Snape, al momento salió del bolsillo de Luna un pequeño mp3 modificado con magia muy compleja para sonar a todo volumen, la aplastó con fuerza contra el suelo con su zapato y aunque el sonido se desvaneció lentamente, Pansy cayó desmayada de la impresión y Crabbe y Goyle seguían con los labios redondeados. -Esto
-Se quedó congelado con Pansy en el brazo derecho totalmente inconsciente, Hermione respiraba pesado mirando a los tres, Luna todavía cantaba emocionada. -
es

-¡Modélame así dame ahora tu mejor pose, pose, pose! -Gritaba aplaudiendo y moviéndose todavía como si la música no se hubiera ido, aunque algunos Slytherin se atrevían a reír un poco, casi todos miraban fijamente a los tres en el centro del círculo, Snape estaba más desencajado que nunca.

-Vuelvan a su vida
-Exclamó jalando aire, pero parecía que todos estaban congelados, ni uno sólo se movió un paso. -
¡he dicho largo!

 

-Severus. -La voz arrogante y autoritaria de ella resonó a su alrededor, todos se volvieron, McGonagall, cubierta de un raro sonrojo se acercó lentamente, llevaba las gafas inclinadas y un poco de sudor en el rostro; con su paso fuerte intimidó a todos. -Filch, regrese a todos al orden
-La mujer se volvió a Snape. -
llevemos a Parkinson a la enfermería. -Al ver que los alumnos no se movían levantó la voz. -¡Pueden retirarse, el evento terminó!

Snape se adelantó caminando rumbo al colegio, Minerva sonrió a Harry y Ginny que no podían evitar burlarse, al pasar junto a Luna que daba de saltitos tarareando la canción, le tomó del hombro y susurró.

-Lamento que no pudiera enseñar a Longbottom
parece que es un caso perdido. -Sonriente se alejó pasando junto a Neville que le miró sin entender, entró al Colegio siguiendo a Snape, Luna asintió y miró al suelo, entonces cayó en la cuenta de que tendría que comprarle un mp3, ya luego le preguntaría a Hermione dónde podía conseguir uno.

-Profesora yo
-Snape se sentía peor que si fuera un alumno de primer curso tratando de disculparse con ella, Minerva McGonagall.

-Despreocúpese
ve cómo tenía razón
-Sonriendo disimulada mirando al suelo moviendo la cabeza. -
le dije que llevara zapatos cómodos. -Dijo dándole una leve palmada en el hombro mientras subían las escaleras rumbo a los dominios de la buena Poppy.

Tras dejar a Pansy en la enfermería, Snape y McGonagall salieron al pasillo, ahí la profesora se recargó en el muro y se tomó su tiempo para respirar profundo, Snape la miraba sin comprender, pero agradecido por su intervención, él no hubiera podido manejar al alumnado. Luego de un minuto, Minerva miró su reloj y se volvió al profesor.

-Severus
creo que has aprendido a no bailar en un sitio tan público como los jardines
los alumnos tendrán tema para un par de meses, o un par de años. -Se quitó las gafas y se puso a limpiarlas con un movimiento de varita, Snape dio un rugido.

-¡Esto es culpa de su niño consentido! -Gritó, lo que menos le faltaba era que ahora esta mujer viniera a echarle en cara semejante infierno, como si fuera su culpa.

-¿Mi niño consentido? -Se quedó mirándolo fijamente, no entendía aquello.

-¡Claro!...¡Defiéndalo! -Alzando los brazos le dio la espalda y se puso a andar en círculos, Minerva casi se echa a reír de verlo tan desesperado, "así que culpa a Potter".

-Es que no sé a qué se refiere con niño consentido, Severus. -Murmuró suavemente.

-Estoy siendo torturado
¡y es culpa de su nene!...¡necesita tanta atención que tiene que volverme loco para ser feliz! -Se volvió a verla y se le plantó enfrente.

-No tengo ningún nene, Severus
-Dijo imponiéndose ante él como siempre, se dio la vuelta y empezó a alejarse. -
y no tengo idea de lo que le está pasando
nos vemos en la fiesta, con permiso. -Se alejó con la cara inclinada, ocultando las carcajadas que a penas lograba ahogar, Snape se quedó rabiando y fue al comedor con la intención de comer algo.

Una vez que hubo comido, abandonó el comedor ante la mirada divertida de los alumnos, Luna intentó varias veces acercársele con la idea de pedirle que se le uniera en la compra del mp3 de McGonagall, después de todo, él lo había roto, pero no le fue posible y tuvo que irse resignada al lado de Ginny que todavía reía recordando la cara de Pansy. Snape, frustrado y sometido a la presión, salió del castillo con la intención de perderse en el bosque y acabar de una buena vez con su existencia.

 

Ya fuera, alcanzó a ver a Hagrid, que andaba directo hacia su cabaña, el gigante le hizo una seña con la mano y lo llamó para que se acercara, Snape alcanzó a ver que a su lado se encontraba Pomona Sprout, miraba fijamente una planta demasiado rebelde para permanecer en los invernaderos.

-Profesor Snape, ¿nos ayuda? -Hagrid le sonrió, Snape como siempre, le ignoró.

-¿Qué necesitan? -Preguntó sabiendo que afuera nadie lo atacaría, aunque miraba a Hagrid con cierto recelo.

-Sólo inmovilizar a esta pobre nena
el tiempo suficiente para atarla con estos hilos. -Pomona le mostró que en la mano llevaba algunos cabellos de cola de unicornio, Snape asintió y colaboró un buen rato conteniendo a la temperamental planta; cuando terminaron, los tres estaban exhaustos, pero contentos de haberlo logrado. -Mil gracias Severus, Hagrid y yo no lo hubiéramos logrado solos.

-Descuide profesora
siempre puedo ayudar. -Dijo cayendo en la cuenta de que se sentía más relajado, en ese momento, Hagrid se irguió mirando al cielo, Snape le miró con desconfianza, el gigante se llevó la mano a la frente para cubrirse del sol.

-Parece ser una lechuza
¿qué será? -Preguntó Hagrid mirando, Pomona también se volvió, Snape aguzó las vista y sí, en efecto una lechuza oscura iba hacia ellos, descendió lentamente y dejó caer a los pies de Snape un pequeño paquete; Hagrid, acomedido, se inclinó para recogerlo, entonces Snape dio un grito.

-¡Destrúyelo Hagrid! -Gritó al momento, pero era tarde, el pequeño reproductor había empezado a sonar, y el grito fue como una explosión en los oídos, provocando que los tres presentes dieran un salto de la impresión; Pomona se vino al suelo por la vibración causada por Hagrid y Snape, lejos de caerse, empezó a contonearse inclinado y con las manos levantadas y las palmas al cielo, Hagrid se preguntó si el profesor estaría invocando la lluvia.

[Éste es el chuntaro style, por que canto raggamuffin y bailo de gavilán
éste es el chuntaro style, éste es el ritmo original, porque canto raggamuffin y bailo de gavilán
]

-Severus
-Pomona había escuchado los rumores de un profesor de Pociones demente que bailaba por los rincones del Colegio, exhibiéndose ante las alumnas y hasta bailando con ellas, pero esto era demasiada verdad. -
¿qué haces?

-Hagrid, enorme papanatas, ¡destruye eso! -Exclamó enfurecido, mientras sus caderas se movían al ritmo de la música, contoneándose como si fueran músculos independientes de su cuerpo, subiendo y bajando en un zarandeo tan sensual que Pomona contuvo una expresión de sorpresa y abrió la boca enormemente.

-Yo
-Hagrid estaba congelado, no podía ni siquiera dejar de mirarlo fijamente, mientras las rodillas de Snape se doblaban para inclinarse más y giraba sobre su propio eje moviendo los brazos en círculos frente a su pecho y bajando la cabeza una y otra vez con los hombros sacudiéndose al ritmo. -
no

-Rolanda tenía razón
si que puedes llegar a ser sensual, Severus. -Pomona se ponía de pie sorprendida, mientras Snape rojo como un tomate cerraba los ojos para convencerse de que era un sueño, un sueño idiota, una pesadilla que terminaría de un momento a otro dejándolo libre.

 

[
si sigo para arriba digo pikiripikiripa, si sigo para abajo digo pikiripikiripa
si sigo para abajo digo pikiripikiripa
]

-¡Apágalo! -Suplicó casi al borde del llanto, mientras Hagrid miraba al Colegio para notar que Albus bajaba con aquel aire majestuoso que lo caracterizaba hacia ellos, Snape no lo miró porque sin saber la razón se contoneaba hacia Pomona, la tomó de la mano y comenzó a bailar con ella, tomándola por la cintura y haciéndola sacudirse al ritmo de la música, y vaya que la regordeta profesora tenía ritmo.

-Severus, realmente yo no sé bailar muy bien
-Dijo con falsa modestia la mujer, mientras sacudía las caderas al ritmo de la música y un estrepitoso juego de acordeón la hacía sonreír ampliamente moviendo la cabeza de lado a lado; Buckbeak, echado sobre la hierba miraba con la cara hacia el frente, cuando Pomona se inclinó y restregó su enorme cuerpo contra el delgado ser de Snape, el hipogrifo sacudió la cabeza, se levantó y se dio la vuelta para no mirar. -
pero es contagioso ese ritmo. -Dijo mientras giraba un par de veces subiendo y bajando los hombros, Snape le imitaba con los ojos cerrados con fuerza.

-Creo que esto debe solucionarlo el director. -Hagrid se inclinaba un poco para alcanzar a ver el movimiento de Pomona, que parecía ser toda una experta en ese ritmo, pues giraba de a pasito en círculo ante él, mezclándose con el movimiento corporal de Severus, que a su lado parecía un principiante.

-Por piedad Hagrid
¡apaga eso!...¡destrúyelo! -Clamó Snape mirándolo como un bebé con puchero justo en el momento en que las manos de Pomona le recorrían el torso entero y los dos se inclinaban para seguir el ritmo más efectivamente.

[
el gran silencio es la pura sabrosura, el gran silencio es la pura sabrosura, el gran silencio es la pura sabrosura
]

-Veo que se divierten. -Albus se paró ante los tres sonriendo, se ajustó las gafas cuando Pomona pegó los brazos al cuerpo y se puso a girar con la cara al cielo, Severus hacía lo mismo pero con la cara al suelo, entonces se puso a mover la cabeza al ritmo de la canción. -Curioso ritmo la verdad.

-Profesor, ¿usted cree que esto es normal? -Preguntó Hagrid lleno de horror al ver semejante cosa, Severus casi se acuclilló para seguir bailando y Fang a su lado soltó un gruñido de incomodidad y salió corriendo hacia la casa; en las orillas del bosque a Snape le pareció ver numerosos de ojos mirando, una de dos, o los hombres lobo se sentían atraídos o a las arañas les gustaba ese ritmo.

-Auxilio. -Masculló Snape desesperado, parecía que la canción ya se había repetido dos o tres veces, y Hagrid seguía con el causante de todo en la mano como si fuera un trofeo.

-Supongo que si Hagrid
a veces es necesario un poco de baile para desestresarse
-Murmuró mirándolos fijamente, Pomona empezaba a transpirar enormemente y Snape parecía estar llorando, miro fijamente al frente, parecía que no estaban solos.

[
listen to my ruido, listen to my ruido, porque di lo que yo digo, sólo di lo que yo digo
]

 

-Por favor
-Dijo nuevamente Snape ahora sí sintiendo que ya no podía más.

-Veamos
de aquí viene la música, ¿cierto Hagrid? -Dumbledore tomó el reproductor de manos del gigante, lo miró un momento fijamente y luego lo apagó presionando un botoncito, Pomona y Severus se detuvieron de inmediato, la profesora, sonrojada se volvió al anciano director con algo de vergüenza.

-Profesor
mil disculpas. -Murmuró apabullada.

-Descuida Pomona
descuida
siempre estaré a favor de las actividades físicas
Severus
-Llamó a Snape que había tenido que apoyarse en una calabaza cercana para poder tomar aire. -
¿porqué no vas a tu habitación y descansas?
te disculparé con tus clases y deberes de la tarde
quiero que estés presente en la fiesta de esta noche, con algo de suerte, hoy se resuelve tu problema. -Dijo mirándolo vivamente, la sola alusión a que conocía al causante de todo, hizo que Snape se olvidara de gruñir, asintió efusivo y fue hacia el Colegio caminando despacio, acometido por la humillación y el cansancio.

-Profesor
¿qué fue eso? -Preguntó Hagrid todavía muy sorprendido.

-Minerva, tú puedes contestar ¿verdad? -Preguntó mirándose las uñas, McGonagall apareció tras quitarse la capa de invisibilidad que había pedido prestada a Potter.

-Bueno
Severus necesitaba una forma de relajarse
¿no les parece? -Preguntó doblando la capa, sacudiendo los hombros por la risa contenida; Pomona le miraba mientras se abanicaba con su sombrero, Dumbledore asintió totalmente de acuerdo con la idea, mientras Hagrid los miraba creyendo que el cuerpo de profesores comenzaba a volverse loco, o sólo a estar senil.

Habían decorado todo con motivos alusivos a la adivinación, Minerva había encantado un grupo de tazas para flotar entorno al pastel, cada una con una figura hecha con restos de té: un sol, una cruz, nubes negras, una flor, un perro y una estrella; Pomona había traído helechos y los había cortado para imitar esferas y cartas, Flitwick les había puesto un encantamiento para que se contonearan al ritmo de la música.

Hagrid había traído algunos frutos curiosos del bosque, entre ellos una flor en particular que parecía brillar en la oscuridad; aunque Rolanda aún estornudaba repetidamente, andaba por ahí montada en su escoba colgando los helechos de Sprout; Poppy mientras tanto, luchaba por mantener a Sybill lejos de esa habitación, ella y Véctor además de Snape que miraba para todos lados cada vez que escuchaba un ruido.

Dumbledore sonreía probando la comida que los elfos traían en charolitas plateadas, reía de vez en cuando o se ponía rojo cuando algo picante le hacía acalorarse; cuando Minerva habló de la música, más de tres profesores le miraron fijamente, ella sonrió y miró a la puerta para asegurarse de que Severus aún no llegara.

-Vamos, vamos
¿me condenarán toda la noche por intentar que el pobre hombre deje de estar tan rígido como un poste? -Preguntó ajustándose las gafas mientras miraba los discos que había conseguido para la ocasión.

-Minerva
el pobre no ha podido siquiera dormir. -Murmuró Flitwick mirándola de reojo, mientras hacía flotar los adornos que Rolanda ataba con hilos.

 

-Admite que no has hecho esto sino por venganza por las últimas que te ha hecho. -Sprout sonrió de buena gana y los ojos de Minerva se encendieron de emoción, entonces Dumbledore se acercó como no queriendo la cosa.

-Eso de las venganzas no es bueno, Minerva querida. -Masculló el anciano director con una sonrisa a medias, Minerva tosió incómoda.

-Ha sido sólo una broma sin malas intenciones, Albus. -Contestó humildemente, Albus le miró de reojo, entonces sonó el reloj, eran las ocho en punto, Severus y Vector debían ya traer a Sybill, el movimiento incremento, McGonagall puso disimuladamente un par de discos más en el aparato que había traído para ambientar la fiesta, luego de las Brujas de Macbeth, el ritmo iba a cambiar.

-Sin malas intenciones. -Hagrid movía una mesa hacia un rincón, en definitiva, a él no le parecía en ningún sentido una broma inocente.

-Pues mira que yo la he disfrutado bastante. -Rolanda carcajeó en su escoba, Sprout afirmó a su lado, pensaba lo mismo.

Las miraba mientras caminaban por los pasillos rumbo a la sala de maestros, pensaba todavía en sus constantes humillaciones, en una esquina alcanzó a escuchar pasos y casi en seguida, susurros, se detuvo en seco mirando un poco, conocía esa sombra, se detuvo al lado de una armadura y escuchó con atención. Era una conversación melosa, Ginny Weasley y Potter estaban arrinconados dándose de besitos como absurdos chiquillos, estaba por salirles al encuentro para quitarles puntos con todo el gozo que eso le causaba, cuando la pelirroja dijo algo curioso.

-¿Por qué no has traído la capa? -Preguntó entre risillas, al tiempo que Potter le tomaba la mano y se sentaban en el suelo.

-Parece que la profesora McGonagall la necesitaba
yo ni siquiera sabía que ella supiera que la tengo. -Confesó Harry algo nervioso, Snape escuchó aquello un tanto incómodo, "Capa invisible, para qué querría Minerva una capa invisible?...a menos que
" palideció de ira, él había venido culpando a Potter todo el tiempo, ahora entendía, las gafas, el sombrero, su sonrisa, su oportuna participación en los jardines, ella, ¡ella era la causante!

Se volvió furioso al pasillo del que venía, a grandes zancadas se dirigió a la sala donde todos estaban, Sybill había ya entrado y todos la felicitaban, nada más cruzar la puerta, escucho las risas, la música y la alegría, miró a Minerva con todo el odio de que era capaz y justo cuando se preparaba para atacarla a improperios, comprendió que esa no era la mejor forma de vengarse; congelado se le vino una genial idea a la mente, sonrió malvado ante la mirada confundida de Minerva y Pomona, que daban de palmadas a Sybill inclinada para que Flitwick la abrazara.

Se acercó de dos pasos con la sonrisa más enorme del siglo en el rostro, tomó a Sybill por el brazo y la hizo volverse.

-¡Sybill, feliz cumpleaños! -Exclamó emocionado, la estrechó en sus brazos con excesiva felicidad, llamando la atención de todos. -Espero que sea una fiesta inolvidable.

-Oh Severus, muchas gracias
muchas, muchas gracias, Minerva
Pomona, gracias en serio
-Sybill llorosa y sonrojada miraba a todos, con las gafas empañadas por el llanto.

-Oh descuida Sybill
será una noche inolvidable, lo verás. -Severus dio dos pasos atrás y fue a la mesa de la comida, Minerva le miraba extrañada, ¿algo andaba mal?

 

Se las ingenió para desaparecerse unos minutos e ir a su despacho, al volver llevaba la mano en el bolsillo y sobre todo, la sonrisa plantada en la cara; sonrió más mientras veía que todos la pasaban bien, incluso el anciano y fantasmal profesor de Historia de la Magia estaba por ahí comiendo bocadillos; Filch y Dumbledore conversaban con Hagrid en un rincón y Rolanda intentaba por todos los medios divertir a Sybill que aún lloraba de la emoción, tan conmovida que se sonaba peor que cuando había estado agripada.

Habían venido también a la fiesta Sir Nicholas y los otros fantasmas e incluso Peeves revoloteaba por ahí al ritmo de la música, que por cierto, nada más instalarse él en una esquina, cambió a otro ritmo; la reconoció de inmediato, había bailado esa canción en los jardines fuera del Colegio, ante la mirada sorprendida de algunos Gryffindors, al ver que Minerva lo vigilaba con el rabillo del ojo, dejó que su cuerpo obedeciera al efecto de la poción, que todavía era lo suficientemente fuerte para hacerlo bailar sin control.

-Disculpe
-Susurró mirando a Poppy que pasaba a su lado.

-Si, Severus. -Dijo ella volviéndose con su sonrisa dulce, lo miraba extrañada, él parecía muy divertido doblando las rodillas; cuando lo vio cerrar los ojos y sacudir la cabeza al ritmo de la música, frunció el ceño, pero no se alejó.

-¿Me concede la pieza? -Preguntó tendiéndole la mano, pero no le dio tiempo ni de contestar, la tomó de la mano y se fueron a la pista, ante la mirada sorprendida de Minerva que abrió la boca tan grande, que seguramente todos la habían notado.

[La, la, la
la, la, la, la, la
I just
can't get you out of my head
buy your loving is all I think about
]

Al ver que Severus bailaba divertido, la mitad de los presentes se unió al baile, pronto había ocupado media sala como pista de baile, él realmente se divertía y Minerva le miraba sin comprender absolutamente nada de lo que pasaba; siguió a esa canción algunas otras por el mismo estilo y todas y cada una Snape las bailó con igual agrado, pronto todos reían y bailaban emocionados.

Rolanda seguía burlándose sutilmente de lo "sensual" que era Severus y cuando Snape detectó que sonaba en alto aquella canción que había bailado tan vivamente con la señorita Lovegood, empujó gente entre la pista, para arreglárselas y llegar hasta la profesora de los ojos de halcón.

-Luces divertida Rolanda. -Comentó moviendo los hombros de lado a lado con la música, Rolanda carcajeó más y le miró burlona.

-Insisto Severus, te brota la sensualidad con esa música. -Reafirmó con una intención de burlarse, y no de otra cosa.

-Creo que la música ayuda bastante
¿vienes? -Preguntó tendiéndole la mano con su gesto serio e irónico de siempre, Rolanda le miró sorprendida, pero él guiñó un ojo y la jaló a la pista, pronto los dos bailaban al ritmo de la música, demasiado divertidos para notar al resto del mundo, ahora incluso Sybill les aplaudía emocionada.

[please don't stop the music...please don't stop
please don't stop
]

-Parece que tu idea funcionó, Minerva. -Comentó Dumbledore acercándose a la anciana profesora que miraba sorprendida, con los ojos desorbitados y la boca medio abierta.

 

-No lo puedo creer, él
es decir, ahora
creo que
-No podía hilar frases.

-Parece que Severus le encontró el gusto a la música muggle
ahora hasta Rolanda parece divertida
habrá que agradecértelo de alguna forma. -Albus le miró sonriente y ella, que pudo haberse sentido mal por hacer sufrir a Severus, pensó mejor las cosas, al parecer lo que había comenzado como una venganza había terminado por ser algo bueno; en la pista, Flitwick y Pomona aplaudían siguiendo a Snape y Hooch, mientras los dos bailaban pegados y sonrientes y un largo "Ma-ma-say-ma-ma-sa-ma-ma-co-sa" se prolongaba en la garganta de todos al ritmo de la música, con una emoción anormal para el profesorado. Con una emoción renovada.

-Profesora debería bailar con nosotros. -Hagrid se acercaba, la canción terminaba, la siguiente pista era "I feel love" de Donna Summer y prontamente, Snape sacó su varita para hacer que las luces disminuyeran, mientras tomado de la cintura de Rolanda se mezclaba entre el resto de los invitados para bailar con mayor fluidez; nunca se dio cuenta de que el frasco con que pensaba vengarse, se había salido de su bolsillo para rodar por el suelo hacia un rincón.

-¡Buena canción! -Gritó Rolanda entre el ruido al oído de Severus, que miraba a todos algo confundido, ¿sería normal que ya no quisiera vengarse y que la estuviera pasando bien?

[Oh
it's so good, it's so good, it's so good, it's so good, it's so good
]

-Sí, excelente canción. -Comentó sutilmente, entonces Rolanda se acercó más a él y sin que pudiera saber cómo o porqué lo besó en la mejilla sonriendo, algo curioso pasó, se sintió bien, mejor que nunca tal vez, si era por la poción o no, qué más importaba.

-Insisto, bailas bien. -Concluyó ella, él no sonrió se quedó serio como siempre, pero tampoco era para preocuparse, sólo siguió bailando con ella, que lo tomó como cumplido.

-Y dime Minerva, ¿has traído el antídoto para Severus? -Preguntó Pomona cuando se toparon en medio de la pista.

-¡Esto es genial! -Gritó Sybill entre las luces de neón (la planta esa rara que Hagrid había traído) y la nueva canción que comenzaba.

-Pues si lo traje
pero creo que debería dejarlo así
al menos durante la fiesta. -Contestó sonriendo, mientras alzaba los brazos; Albus bailaba cerca de ellas contoneando las caderas, mientras Myrtle encelada porque Severus no bailara con ella berrinchaba en un rincón, el mismo rincón donde Peeves encontró esa rara poción, la tomó y fue a vaciarla en la jarra del ponche, riendo entre dientes.

-¡Me alegra que te estés divirtiendo! -Hagrid daba de saltos que hacían que Ron en su habitación, se asustara más de lo que ya estaba, debido al estruendo; cosas raras estaban pasando en todo el Colegio, cosas raras y maléficas que lo tenían tembloroso, escondido bajo las mantas; Hermione le miraba fijamente con el ceño fruncido, el rumor era enorme, los profesores se habían vuelto locos y festejaban el cumpleaños de Trelawney, lo peor de todo era que Snape era el punto de atención ¡y ella no estaba ahí para verlo!

Snape seguía bailando alegremente, las cosas mejoraban e incluso llegó a agradecer a Minerva que lo hubiera hechizado, había valido la pena, estaba divirtiéndose de lo lindo, más de lo que había llegado a pensar. Entonces comenzó otra canción y supo que la noche no había terminado.

 

[Me with the floorshow kickin with your torso boys getting high and girls even more so...]

Sintió un sacudimiento, tomó a Rolanda para pegarla más a su cuerpo, realmente se estaba divirtiendo, no se dio cuenta cómo, pero en un par de segundos había cruzado la pista y se había puesto al frente de todos, entonces Minerva se le acercó.

-Severus
lamento mucho lo que ha pasado
este es el antídoto de mi poción
puedes usarlo ahora si quieres. -Le mostró el frasco que había llevado guardado en el bolsillo, él lo tomó lentamente, todavía zarandeándose con la música, Rolanda estaba extrañada, esos movimientos eran baile en parte, pero en la otra no.

-Gracias profesora
pero
-Lo pensó un momento, en realidad, ahora no quería cambiar, quería quedarse así por el resto de la fiesta. -
creo que lo guardaré para luego. -Dijo sonriendo sutilmente, Minerva asintió.

-¡Bien dicho Severus! -Gritó Pomona que ahora sacudía al pobre de Flitwick al ritmo de la música, Snape notó entonces que Rolanda le miraba fijo.

[I don't wanna rock, dj
but you're making me feel so nice
whens it gonna stop, dj?...cos you're keeping me up all night]

-¿Qué pasa? -Preguntó incómodo, ella sonrió y le señaló el cuerpo, cuando se miró, notó porqué había empezado a sentir menos calor, se estaba quitando la túnica, en un giro sensual la arrojó lejos y se puso a sacudir el cuerpo junto a ella. -¡Diablos!..
Rolanda yo

-Déjate de cosas Severus
anda bailemos. -Concluyó ella alegremente, en principio incómodo se puso a bailar a su lado, realmente la estaban pasando bien; para entonces, Filch estaba ya ebrio y bailaba de lo lindo con Albus, Minerva y Pomona llamaron a los dos y se acercaron a la mesa de las bebidas, mientras Rolanda dejaba un momento a Severus para hacer lo mismo con Poppy y Sybill. Snape se quedó bailando con los fantasmas, mientras medio profesorado se servía ponche, entonces recordó el frasco de su bolsillo y al volverse a la mesa, lo vio ahí, a un lado de la jarra del ponche, absolutamente vacío.

Para entonces luchaba entre giros por despojarse de la camisa, los maestros dieron un trago y fue como si la tierra le revelara a Snape uno de sus más profundos secretos. Peeves flotó por ahí riendo a pierna suelta con su travesura y él sólo pudo quedarse viendo a Minerva, que movía la mandíbula como intentando tomarle sabor al ponche.

-¡Qué curioso!...no recuerdo haberle puesto algo amargo. -Murmuró Poppy mirando a Albus que se ajustaba las gafas con una sonrisa amplia y dulce.

-¡Se le pasó el piquete! -Gritó Filch entre hipidos histéricos, abrazando a Sybill con inmoralidad, la Señora Norris salió huyendo chillando como una niña.

-Pues vaya que sabe raro. -Confirmó Flitwick al cabo de un momento.

-Sí
curioso
-Hagrid juntaba las cejas pensando a qué se debía ese curioso sabor, Rolanda seguía aplaudiéndole a Snape que se quitaba la camiseta lleno de sonrojo, entonces Sybill dio un paso al frente y se tiró a la pista con estrépito, moviendo las caderas y aplaudiendo, gritando además que no podía controlarse; al momento Minerva desorbitó los ojos y abrió la boca a su límite y Snape avergonzado, se dio vuelta sutilmente.

-¡Profesor Snape!...¡¿Se ha vuelto loco?! -Gritó llena de asombro, miedo y rabia, porque no le había sido difícil adivinarlo todo; Snape se movió ondulosamente por la pista hacia Rolanda ya sin camisa, ignoró a la anciana subdirectora y tomó a Rolanda que estaba confundida.

Severus sonrió de lado con cierta amargura, al menos ahora, sabrían lo que se siente.

[I don't wanna rock, dj
but you're making me feel so nice
whens it gonna stop, dj?...cos you're keeping me up all night]

Música Muggle. - Fanfics de Harry Potter

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Por los pasillos de Hogwarts Snape caminaba apresurado, con el sabor extraño en la boca, rogando a Merlín que no fuera lo que sospechaba; la puerta de la Sal

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2024-10-10

 

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