Nuevo Padre - Fanfics de Harry Potter

 

 

 

Hola, me llamo Laura, tengo 16 años y vivo con mi tía, sus hijas y su marido en Nueva York. Ya que mi madre es cantante famosa de country...

Vereis. Yo nací el 14 de Febrero (vaya dia, ehh!!) de 1994 en un hotel, mi madre estaba de gira y se alojaba allí. Ya que la había dejado embarazada no se sabe quien una noche loca en una discoteca. Si. Digamos que yo era un embarazo no deseado, ya que mi madre no pensaba casarse ni mucho menos tener hijos.Pero no se puede luchar contra el amor, y el amor que mi madre me tiene es infinito, aunque yo viva ahora con mi tia no es porque no me quiera mi madre, sino porque ella viaja mucho, no tiene tiempo de prestarme atención y yo no puedo estudiar. Porque yo voy al instituto, estudio Psicología. Algo que me hace mucha ilusión y que con mi madre no podría hacer. Además, el ambiente de mi madre no es lugar para una adolescente como yo.

 

Bien. Ahora sigo. Yo vivo con mi tía Jackie en Nueva York. Yo no causo ningun problema, cuando estoy en casa soy muy silenciosa y la mayor parte del tiempo estoy fuera, estudiando o en clase.

Mi tía no tiene ningun problema conmigo. Yo soy, según dice ella, una niña muy buena, responsable y aplicada. Pero, aún así, mi tía tampoco está mucho en casa que digamos, ella es enfermera en un hospital público, trabaja duro. Y mi tío tiene un bar. Donde yo pas algunas tardes con sus hijas (mis primas). Me llevo muy bien con ellas, tienen 10 y 6 años y son adorables. Pero eso sí, Fiona m pone de los nervios, está obsesionada con espiarme a todas horas porque dice que soy famosa y no debería estudiar, si no cantar, bailar o actuar. ¡¡¡Que ocurrencias!!! Con lo que odio yo actuar y lo mal que canto...Pues eso.

Era Martes. Las seis. Yo estaba sola en casa. Estudiando. Cuando mi tía me llamó para que en una hora fuera a buscarla al trabajo ya que se había olvidado las llaves, yo iba a salir luego y quería que la acompañase a un sitio antes.

Así pues salí de casa y me encaminé al hospital. Ese día hacía un cielo encapotado y lluvioso, sería mejor que me diera prisa antes de que empezase a llover o peor, granizar.

Llegué al hospital a la hora exacta. Me senté en el bordillo enfrente de la puerta a esperar a que saliese. Pasó una hora y yo ya muerta de frío y con catarro me dispuse a irme a casa. Pero un momento, era de noche, estaba oscuro y me daba miedo, por lo que caminaría por la acera pegada a la pared, por si acaso.

Justo cuando estaba cruzando un paso de zebra vino un coche por detrás mia que hizo que me tambaleara y callera justo en un charco ¡¡¡¡AGG!!! Que asco. Encima ahora estaba mojada el doble, acatarrada el doble, sucia y con ganas de llorar. Cuando de repente el coche se paró salió su propietario y me ofreció la mano. Yo al principio desconfié. Era un extraño, pero necesitaba ayuda para volver a casa. Así pues me levantó y antes de dirgirnos al coce pasamos por debajo de una farola, lo que me permitió ver quien era. ¡¡Yo lo sabía!! le concía, trabajaba en el mismo hospital que Jackie, mi tía, o esa traidora, como querais, era médico. Algo loco y con mentalidad de niño pero atractivo. Se llamaba...¿como se llamaba? Cooper. Si, eso. El doctor Cooper. Quien fue muy amable, gentil y atento conmigo. Pues me llevó a sucasa, donde cené, me curó las heridas y pasé la noche.

A la mañana siguiente me fui temprano. Cuando me desperté el no estaba, pero me había dejado una nota. En la que me ponía "hasta que nos veamos otra vez", y una carita soriente :D ¡¡Que majo!! Aunque algo raro, eso sí.

 

Entré en casa silenciosamente, sin hacer ruido. Sabía que a esas horas no tendría que haber nadie, pero con mi mala suerte quien sabe lo que podía pasar.

Nada mas dejar los zapatos y el abrigo en el recibidor vi a Jackie sentada en la cocina con una taza entre las manos. Me senté junto a ella. Sabía lo que venía. Nada bueno.

_¿donde has estado? No has llamado. Me tenías muy preocupada.

_Si. Lo se. Acabo de ver tus preocupaciones (siete llamadas). Pero lo que importa aquí es saber donde narices estabas tu ayer por la tarde cuando me pediste que fuera a buscarte y cuando estuve esperando una hora y no aparecistes.

Me mira, con cara de resignación. _Se me olvidó ¿vale? soy humana me equivoco.

_Si. Eres humana, pero no estúpida, y sabes usar el teléfono para decírmelo y no hacerme perder el tiempo así.

_¡¡¡OYE, OYE, OYE!!! he cambiado mi turno no para que me eches la charla, si no para saber donde has estado tu toda una noche y porque apareces con estas pintas de repente.

Giro la cabeza, me va a estallar. No me apetece seguir discutiendo así. Salgo corriendo de la cocina y me meto en el baño donde sollozo hasta que Jackie se va, y yo marcho a mi cuarto enfadada, rabiosa y triste.

Si Jackie se creía la responsable lo llevaba mal. ¿No quería saber donde había estado? pues lo iba a saber.

Me puse las botas y cogí el abrigo para encaminarme de nuevo al hospital. Hoy iba a ser un día sonado mundialemte. Y no sabéis cuanto.

Llegué al hospital justo a tiempo. Jackie estaba revisando unos papeles con la doctora y amiga suya O' Hara en su escritorio. Y enfrente estaba el doctor Cooper.

Me acerqué a el con la mirada asombrosa y sospechosa de Jackie...

_Hola.

_Eyy, hola. ¿que tal?

_Bien, gracias, mejor.

_Solo venía a... ¿te molesto?

_Eh, no, no, es igual, sigue.

_Quería agradecerte como te portaste ayer conmigo. Estaba algo rara y aturdia y tu me ayudastes. Gracias. La verdad es que si no hubieras aparecido...

_Ya lo se. De nada. Es que soy el amo del barrio, si, me encanta. Soy tam bueno, deberían coronarme ¿verdad?

Asentí levemente, extrañada. Este chico, bueno hombre porque no tiene 14 años, se lo tiene todo muy creído. Aunque lo que hizo ayer no lo hubiera hecho cualquiera.

DIOS. Que verguenza, ahora todos nos miraban, a saber lo que había dicho.

Pero ha servido, Jackie venía hacia nosotros con O' Hara detrás y no precisamente sonriendo.

_Laura. Se puede saber que acaba de decir este...¡Engendro!

_No se. Dímelo tu.

_Jackie, no te enfades con la niña, que no se haido de borrachera. Solo tuvo mala pata y yo como gran dios que soy la ayudé. Si. Yo. Y solo yo.

_Laura, ¿que está diciendo? ¿a que se refiere? ¿es eso verdad?

_No se. Dame tu teoría señorita sabelotodo.

Me mira. Ay. Ahora me da miedo. Aparto la vista. Me intimida.

Me pone nerviosa. ¿Que quiere? ya tiene la respuesta a su pregunta. Me voy. Si. Creo que es lo mejor ahora.

_Me voy, Cooper. Buenos dias.

_Vale, adiós guapa, nos vemos.

Y con una de sus sonrisas desaparece.

Me doy la vuelta. Creo que mejor no mirar atras. Jackie debe de estar roja, o morada. Y O' Hara sin entender nada. Que penita me dan.

 

Salí del hospital lo mas rápido que pude, no quería hablar con Jackie, que le durara todo el dia la rabieta era lo mejor, igual hasta se calmaba. Cuestión de esperar.

Al llegar a casa me puse a leer, cocinar y estudiar. A fuera hacía frío y no me apetecía congelarme.

A las nueve vino Kevin con mis primas (Grace y Fiona) y le ayudé a hacer las cenas y a bañar a mis primas, luego subí a leer el libro que había dejado por la mitad, al rato llegó Jackie, con O' Hara, se las oía hablar, casi gritar; Y a Kevin subir a su habitación, a el no le gustaba mucho O' Hara. Pensaba que estaba loca por vivir en un hotel.

Pero no le di importancia. Seguí leyendo. Hasta que se oyeron unos pass acercarse y la puerta sonar. Jackie no había tardado mucho en subir. Genial. Con lo que me apetecía hablar ahora.

_¿puedo pasar? dijo sonriendo. Falsa.

_Si, como quieras.

Se sentó en el borde de la cama, yo estaba tumbada hacia el otro lado, con el libro en las manos pero sin leer.

_¿que quieres?

_¿No cenas?

_¿acaso te importa?

_Laura, no sigas por ahí. Yo venía de buenas.

_Si, si...seguro. Con la que te he montado en el hospital seguro que echas chispas. Dios, otra vez, esa sensación de llorar. Sollozé, casi inaudiblemente, pero ella lo oyó, seguro.

_Laura, en serio. No pasa nada. Pero deberías haberme llamado, solo eso.

Dios, mas lágrimas. Esto no paraba.

_Vale. Como quieras.

SILENCIO

De repente, no se como, me doy la vuelta, me siento en la cama y la abrazo, y ella a mi.

Necesitaba ese abrazo, ese cariño. La quería mucho, es fantástica.

Cuando me desperté estaba confusa, pero me acordaba de todo lo que había pasado la ncohe anterior. Seguramente me quedé dormida en brazos de Jackie, y ella me acostó.

Bajé a desayunar. En la mesa había una nota de Jackie "Cariño, cuando te despiertes limpia el trastero, aunque no esté perfecto, pero si un poco. Lo justo. ¿me haras ese favor? vuelvo esta noche. No te olvides de hablar con Kevin cuando llegue a comer"

¿Hablar con Kevin? ¿de que? que curioso. Agg. Tenía que limpiar el trastero, no me apetecía nada, pero bueno, me pongo música y me animo.

Acabé de limpiar el trastero justo a cuando vino Kevin. Me llamó un par de veces. Subí, preparamos la comida, comimos tranquilamente y mientras hablamos de eso que me tenía tan intrigada.

Resulta que hoy tendría que ir a recoger a Fiona y a Grace al colegio, luego pasaría Kevin a recogernos,para ir al hospital a recoger a Jackie y luego pasar la noche por ahi. Bien. Lo necesitábamos todos.

En cuanto Kevin se fue acabé de recoger el trastero ya que me daba cosa dejao así. Y ¿a que no sabeis? encontré una caja sellada en la que ponía mi nombre, pero mis apellidos estaban tapados por el polvo y la suciedad y no se veían con claridad.

¡¡¡QUE FUERTE!!! ¿¿Y esto?? me intrigaba, pero no podía descubrirlo ahora, tendría que esperar, ya que si quería llegar pronto a recoger a mis primas me tendría que duchar y preparar ya.

Una cosa os digo. Me moría de curiosidad. No se yo si podía esperar toda la noche :D

Llegué pronto a recoger a Fiona y a Grace, luego nos montamos en el coche y fuimos a buscar a Jackie para luego ir a un restaurante que me encantó, era monísimo. Cenamos, o al menos yo, la mar de agradable. Jackie y yo nos miramos en varias ocasiones, nos sonreímos per nada más. No sabía que decirle. Me sentía rara. Quería llegar a casa y abrir la caja.

 

Pero no fue posible. Eso tendría que esperar ya que después de cenar fuimos a pasear, Nueva York de noche era fantástica. Una ciudad increíble y mágica.

Llegamos a casa sobre la una de la madrugada. ¡¡¡Que tarde!!! menos mal que mañana era sábado porque si no...

En cuanto llegamos a casa dije buenas noches y me metí en mi cuarto. POR FIN. Saqué la caja de su escondite. La puse encima de la cama y la contemplé. _Haber como la abro ahora. Pensé. Lo mejor era con un cuchillo, una navaja o algo afilado. Ya que con otra cosa era imposible abrirla. Estaba hecha de latón, de metal o de algun metal raro.

No pude examinarla mucho, ya que llamaron a la puerta. Jackie. Pensé. La escondí rapidamente y me senté en la cama como pude, para que Jackie no me pillara. Y resultó, ella no se pispó de nada. Que buena actriz soy.

Solo vino para darme un beso y desearme buenas noches, yo la correspondí y me acosté para que no sospechase nada.

Pero no pude dormir. Estuve toda la ncohe pensando en lo que podía esconder aquella caja con mi nombre. Igual hasta sabría quien era mi padre. Que nervios de quedarme sola en casa para poder abrirla de una vez por todas.

Bien, bien, bien, a la mañana siguiente, cuando me desperté, no había nadie en casa. Jackie trabajando (otra vez) y Kevin y las niñas por ahi. Genial. Por fin podría abrir la caja. Que nerrrvios. Me senté en la mesa de la cocina, coloqué la caja en la mesa y la abrí. Fue duro, y difícil, pero ya estaba abierta...Era como un cofre por fuera y por dentro como si de un baúl se tratase. Había muchos papeles, documentos, cartas, firmas de jueces, mi madre, yo, TODO, y lo que es mas importante, mi padre...Allí estaba todo lo que mi madre me había ocultado desde que nací.

En un pequeño sobre de color verde (el color de la esperanza) estaba escrito un nombre. De hombre. Fitch Cooper. ¿Cooper? ¿el que trabaja con Jackie? ¿que pinta en todo esto?...ahora si que estaba confundida, y asustada. Rápidamente abrí el sobre...En el había unas cartas, tres para ser exactos, de los juzgados, firmadas por un juez. Empezé a leerlas, nerviosa, con cada letra se me humedecían mas y mas los ojos, ahora mismo sentía una presión en el cuerpo...

Acabé, tuve que volver a leerlas dos veces mas, porque me había quedado atónita, con un mal cuerpo, perpleja, dudosa, rabiosa ¿y si no fuera cierto? o lo que es peor, ¿y si SI fuera cierto? no, no, no esto a mi no me podía pasar. Tenía que averiguar si el Cooper este era mi padre o no. Ay dios, ojalá que todo esto sea una pesadilla...

Pero, un momento, ¿que hacía todo esto en casa de Jackie?, de mi tía. Y si lo sabían todos, yo era la única imbécil, ¿por que nadie me había dicho nada?

Tenía ganas de llorar, de matar a alguien, pero ahora no, debía recoger todo, iban a venir ya todos para comer. Era sábado por lo que por la tarde saldríamos a algun lado.

Necesitaba llamar a mamá, o hablar con alguien. No podía retener esto en mí mucho tiempo. Acabaría explotando...

¡¡¡Ajá!!! tenía razón, por la tarde fuimos a un acantilado que estaba en un bosque perdido, a unas dos horas en coche de la ciudad. El momento perfecto, en el que Jackie y yo nos quedáramos a solas para contarle lo que sabía.

 

Al principio costó que Kevin y las niñas se fueran al agua, pero se fueron, y yo me quedé sentada en una piedra, Jackie no tardó en sentarse a mi lado.

_Estas muy callada ¿te pasa algo?

_Em, nada, bueno si. ¿Si te pregunto una cosa me serás totalmente sincera?

Frunció el ceño. _Claro, cariño, ¿porque no iba a serlo?

_Veras...esto...ayer, mientras limpiaba el trastero, encontré una caja, como un cofre, y me entró la curiosidad, de tal forma que acabé abriéndolo. Dentro hay cartas, documentos del juzgado y un sobre verde en el que pone Fitch Cooper. No se que tiene que ver ahi, con mi historia y la de mi madre. Por eso solo se me ocurre una solución...

Tragué saliba, me dolía la tripa, tenía un nudo en el estómago y casi no podía respirar. Pero me armé de valor y lo solté: _Jackie, ¿es Cooper mi padre?

Tardó unos minutos en reaccionar, segun le iba contando mas pálida se puso.

_Laura, cariño, ¿para que quieres saber eso? ¿¿para hacerte daño??

_Así que si es, ¿no?

_Eh, eh, eh yo no he dicho eso. ¿para que quieres saberlo, eh?

_Jackie, sabes que es importante para mí, estoy mas cerca que nunca se saber quien es mi padre, llevo 16 años buscándole... por favor...

_Esta bien, está bien. SI, si, Cooper, Fitch Cooper, con quien pasaste hace dos noches es tu padre. Si. ¿contenta?

No mucho, sentí un mareo y una nebulosa ante mis ojos al captar las palabras. Se me taponaron los oidos y lo útimo que escuché fue a Jackie diciendo mi nombre.

Me desperté al caerme en la cara un vaso de agua helada. Me incorporé rápido y austada, ¿¡Que ha pasado!? Me encontré a Jackie sentada junto a mi, en una toalla, todavía seguíamos en el campo ese.

_Nada, te has desmayado, por la emoción supongo, dijo Jackie riendo.

_Jaja, no tiene gracia. Es muy serio. ¿No te das cuenta?

Me acaricia el pelo _si, pero no hay nada que hacer, es así y punto.

Me incorporo con los ojos desorbitados, no muy estilosamente, que digamos. _Tengo que hablar con el.

_¿Con quien?

_Con ese, con Cooper, con... ¡¡Mi padre!! si eso.

_Eh, eh, eh para el carro, no vas a hacer nada de eso. No ahora, hoy vamos a pasar el dia aquí y mañana ya veremos que hacemos.

_No, no puedo quedarme aquí, Jackie. Tengo que hablar con el, contarselo todo, saber de el. Llamar a mi madre...

Estaba echa un lío, mi vida cada vez iba a peor, pero esta vez no.

Estaba deseando llegar a casa. Y mas sabiendo lo que me esperaba mañana. Debía organizarme, no ir a lo loco. Tranquilamente, aunque no se si podría, eh.

Llegamos a casa por la noche, pronto, cenamos y me fui a mi habitación en seguida.

Hice un esquema para centrarme, me tomé una tila y me tumbé en la cama a esperar a que fuera mañana y a meditar. No podía creermelo. Todos estos años...Y ahora...Pufff, cuanto dseaba oír que tenía que decir Cooper al respecto. ¿Lo sabría? lo dudo bastante. No lo sabe,(O finge que no lo sabe) mi madre, imaginate el.

Al día siguiente quedé con Cooper en un café cercano al hospital, por si acaso.

Yo llegué pronto, estaba nerviosa, el llegó media hora tarde. Se me hacía raro tenerle delante sabiendo lo que sabía. ¿A el no? dios, no sabía como empezar, tenía un algo en el estómago que no me dejaba pensar con claridad...

 

_¿y querias algo? dijo sonriendo

_Eh, esto...si, verás, (haber como lo digo) el otro día encontré en el sótano una caja con una información...

_¿si? ¿y? ¿que tiene que ver conmigo?

_Veras la caja era sobre mi. Decía que TU ERES MI PADRE, ¿es verdad?

Tragó saliva, se le desorbitaron los ojos y se quedó palido, me miraba mucho, y yo a el. Hasta que bajé la mirada, pero me seguía mirando ¿y si no lo sabía? ayayay...¿y si la había cagado?

_Vaya...pensaba que esto sería algo secreto y...

_¿¡¡¡¡Y que no lo sabría nunca?!!!! oh, porfavor...

_Yo...deberías saber que no estoy preparado para la paternidad, soy muy joven, quiero vivir la vida. ¿lo entiendes, no?

_Eh ¿QUE? tu, tu...agg, como me arrepiento de esto, y de haber abierto esa caja, y de haber intentado tener un padre o alguna autoridad en mi vida. Me voy, he perdido el tiempo, siento haberte molestado.

Me bebí el agua que tenía delante y me levanté, el me miraba, igual que antes. Se levantó deprisa detrás de mi. Intentó pararme y cogerme del brazo, pero logré librarme y me fui, casi corriendo, a casa. No quería saber nada más de el. ¿Como se atrevía? que se creía, ¿que a mi me gustaba? ¿que me hacía ilusión? pues no, bueno...puede que algo de ilusión me hubiese hecho pero todo se había esfumado.

Llegué a casa y corriendo subí las escaleras y me eché a la cama, donde me dormí llorando a lágrima viva, de cansancio, la noche anterior no había dormido nada.

Cuando llegaron todos yo estaba dormida, Jackie entró a mi habitación por la tarde-noche, cuando vino de trabajar. Hablé con ella de lo que había sucedido esta mañana.

_Ya lo se.

_¿si? ¿y eso? ¿como lo sabes?

_Cooper me lo contó, antes.

_Oh, genial.

Jackie me miraba tierna.

_Cariño, ehhh..Cooper está aquí, abajo, en el salón.

_¿¿¿¿¿¿¿QUE?????? ¿¿Para que??

_Quiere disculparse contigo. ¿Bajas?

_NO, NO, NO ni en sueños, no quiero ver a ese, a ese...( uf no me salía ni la palabra)

_Vale, como quieras. Le diré entonces que suba, me decía mientras me acariciaba el cabello.

_No, Jackie, en serio, que se vaya, no pienso ni mirarle a la cara. Lo que me ha dicho no es justo. Yo no tengo la culpa, si no todo lo contrario.

_Si, cariño, lo se. Pero no hay mas remedio. Ahora sube.

Puse cara de resignación total. ¿no me has oido? ¡¡¡¡NO!!!!

_Claro Laura, lo que tu digas, dijo alejándose y cerrandome la puerta.

Al rato volvió a sonar la puerta. No respondí. Estaba tendida en la cama sobre una almohada de cojines enorme, mirando al suelo y pensando. Tenía el pelo suelto y la cara llena de churretones, lo veía através del espejo.

_Hola, ¿puedo pasar? dijo Cooper con una sonrisa.

No contesté ¿para qué?

Entró y se sentó a mi alrededor mirando la habitación y mas tarde a mi.

Yo le miré de reojo. Falso. Ahora viene con la sonrisita.

_Esto yo...Laura...Lo siento ¿vale? no debería haberte dicho lo de esta mañana, ha sido muy feo, me siento mal, y estúpido. ¿no dices nada?

Seguía impasible, no había cambiado de postura. Pero ahora en cambio, le miré y el continuó su "discurso"

_Tienes toda la razón del mundo a estar enfadada, no me hables, pero perdóname. No puedo estar enfadado con mi hija. La verdad, tengo suerte, me ha tocado una hija guapa, lista, responsable y que sabe lo que hace. ¿tu que opinas? yo no pienso dejarla escapar, y menos ahora. ¿estás de acuerdo?

 

Se me saltaron las lágrimas, me incorporé, le miré a los ojos, brillantes y llenos de culpa y sinceridad y le abrazé, no podía más. Vale. Por fin. Tenía un padre, y no cualquier padre,eh.

A la mañana siguente, cuando me desperté Cooper ya se había ido. Por lo que tendría que esperar toda la semana, hasta el viernes para estar con el. Ya que entre semana trabajaba mucho y yo tenía que seguir con mis obligaciones, como cuidar a Grace y Fiona e ir a la universidad.

VIERNES. 8 DE LA TARDE.

¡¡¡¡Por fin viernes!!!! Ya estaba lista, me despedí por tres días de mis primitas y Kevin y esperé a que llegara Jackie. No tardó mucho. La despedida fue larga. ¡¡Si solo me iba tres dias!!

Bajé en el ascensor con la bolsa colgada sobre un costado. Al salir del portal vi un coche negro, el mismo que me asustó hace dos semanas. Me metí corriendo ya que llovía.

_Hola. Dije con una despampanate sorisa.

_Eii. ¿Que tal estas?, preciosa.-Dijo el también con una sonrisa. No como la mia, por supuesto.

_Bien. Gracias.-Respondí mientras le abrazaba. Me encantaba. Nunca había tenido padre, y el hija tampoco así que nos comportábamos como creíamos correcto.

Llegamos a su casa, bueno a su garaje, que yo ya conocía en un momento.

Subimos andando ya que los ascensores estaban rotos hasta el 4. Allí entramos. Ummm. Que calentito. Y que ventanales mas grandes que había en el salón. Me encantaba esta casa.

Cooper me llevó hasta lo que sería mi habitación. La había decorado hace nada porque cuando vine por casualidad la otra vez, no estaba, al menos no así. Pero era muy bonita. Con paredes rosa chicle. Una cama de plumas y mullidas almohadas, con cabecero blanco apagado de barrotes, en frente de la cama un armario de los antiguos, precioso, donde metí al ropa. Estanterías encima de la cama en la pared, en el techo una lámpara de cristal de araña pequeña y una mesa. Y no olvidarnos de las alfombras rosas fucsia.

_¿Te gusta? me preguntó Cooper nervioso y curioso, mirando mi reacción.

_¿Que si me gusta? ¿estas de broma? es perfecta. Gracias.- le dije al tiempo que saltaba sobre el y caíamos al suelo, sobre las alfombras.

Estaba feliz. Mi vida era un poco mejor dede hace casi dos semanas. Necesitaba hablar con mamá y contárselo. O al menos insinuarle lo feliz que estaba.

El fin de semana fue perfecto para mi. Nunca había estado tan bien. Resumiré:

El sábado por la mañana Cooper y yo fuimos de compras a un gran centro comercial, entramos en muchas tiendas, me probé muchas cosas caras que nunca me hubiera comprado pero que mi padre encantado me las pagó (no todas porque yo no le dejé) y luego comimos en un restaurante muy curioso pero delicioso. Y por la tarde, antes de volver a casa y ver una peli hasta las mil en el sofá subimos a la tercera planta de las cinco que había y me compré zapatos, pulseras, pendientes... Cursos gratis en Youtube

Dios, fue perfecto, nunca me lo hubiera imaginado. Pero no os creais que yo soy tan presumida ni tan egocéntrica, Cooper, mi padre (agg me encanta decirlo) también se compró ropa.

Luego. Al dia siguiente, el domingo, Cooper quiso darme una sorpresa, puesto que sabía mas de mi de lo que yo pensaba.....Me puso una venda y me llevó a un parque en el que había una pista donde patinamos sobre hielo (yo besé mas el suelo que otra cosa) pero lo pasé genial. Luego dimos un paseo por un nevado Central Park y comimos en casa ya que empezó a llover. Pero esto no nos impedió pasarlo bien. Por la tarde llovía mas y mas, pero decidimos bajar abajo, junto al garaje, y allí había dos puertas, una daba a un jardín en el que había una piscina al aire libre, donde nos bañamos lloviendo. Y luego fuimos a la otra puerta, en la que había un gimnasio y un jacuzzi, donde nos calentamos antes de subir a casa y pasar el resto del dia comiendo guarrerías y viendo películas en el sofá.

 

Al dia siguiente, lunes (hoy) por la mañana, Cooper me llevó a casa de Jackie antes de ir a trabajar, quedando en que me llamaría por la noche para quedar otro dia para vernos.

Nunca pensé que tener un padre con una mentalidad de un niño de seis años pudiera ser tan divertido. Algo a lo que no me acostumbraba pero que era increible.

Subí a mi habitación y me di una ducha calentita con música antes de ponerme a estudiar, había estado tres dias sin tocar los libros, y eso era preocupante, debía ponerme ya.

Cogí Matemáticas para acabar la mañana con Química. Comí con Kevin, Jackie y las niñas a las tres y media, cuando ya estábamos todos. En la comida, y luego en el sofá le conté a Jackie toooodo lo que había hecho con Cooper. Le sorprendió bastante, dado que yo no solía ser así, pero se alegró mucho. Y yo mas al ver que se lo había tomado taan bien.

Por la tarde estudié Literatura y Lengua, las dos estaban relacionadas. Cuando, sobre las ocho, mientras esperaba a que Grace y Fiona viniesen del colegio para ducharlas e ir adelantando para cuando viniera Jackie, Cooper, mi padre :D me llamó, para quedar el miércoles e ir a comer a un sitio que, segun el, era una pasada y me iba a encantar. Me dijo que me vistiera guapa, pero mas de lo habitual, (me sonrojé) elegante.

Madre, que curiosidad ¿verdad? ya quería saber dónde me iba a llevar, me moría de curiosidad. Pero si que me hacía muchisima ilusión.

Grace y Fiona llegaron y me puse ha hacer cosas, estuve ocupada hasta que me fui a leer a la cama antes de dormir. Me esperaba un dia y medio de sufrimiento. Pero la espera valía la pena, creo. O al menos, eso pensaba yo, y cualquiera que se pusiera en mi lugar.

El día y medio pasó lentamente...Hasta que por fin era Miércoles, me había pasado casi toda la noche pensando en la conversación que había tenido con Cooper antes de irme a la cama:

_Princesa bonita, hola...

_Hola!!! Esto...¿que tal? ¿que quieres?

_nada...solo que mañana habíamos quedado para vernos ¿no?

_sii ¿que pasa? al final no puedes ir ¿verdad?

_¿que? no, no...claro, pero ponte guapa, ehh que además tengo que darte una sorpresa, ¿vale?

_¿una sorpresa? ¿buena o mala?

rn

_Ahhh!!! Habrá que esperar hasta mañana, a las dos me paso a buscarte. Descansa guapa.

Sonrio _Vale, gracias, tu tambien, papá. Hasta mañana

_Adiós princesa.

Colgamos con una sonrisa. Me encanta que mi padre sea cariñoso conmigo, a veces, muy pocas pero mejor que nunca.

No consigo dormir...... El reloj de la mesilla marca las dos de la mañana, dentro de doce horas había quedado con Cooper. ¿que sorpresa era? esperaba que buena, porque si era mala mejor que se la ahorrase.

 

Pufff en mi cabeza me imaginaba miles de sorpresas, buenas y malas, aggg. Sentía un nudo en el estómago, no podía dormir, pero si me levantaba a por un ibuprofeno me desvelaría del todo y despertaría a Jackie, a Kevin y a las niñas... Asíque me decidí a sentarme en los pies de mi cama mirando por la ventana de mi habitación y contar estrellas y mirar la luna. Algo precioso, que me enseñó Jackie, claro, mi madre solo me enseñó a zorrear con tres años...

Pensando así y contando miles de estrellas me dormí a los pies de la cama...Sin manta, sábana ni almohada ni nada parecido. Esa noche, pasé frío, quizá no lo sentí, pero tenía los riñones fríos y la naricita y las orejas rojas por la niebla con la que amaneció Nueva York al día siguiente.

Pues eso, que a la mañana siguiente tenía yo un catarro horrible. Pero con un poco de maquillaje se disimulaba fácil. Me duché y me puse un vestido blanco, de ondas con encaje, un cinturón un poco más abajo de los pechos marrón y ancho, y una rebeca verde con unos tacones de madera con flores en las tiras.

Cogí un bolso color crema de mano, metí lo imprescindible y salí de casa cuando el timbre sonó puntual como un reloj.

_Hola, vaya, estás muy guapa, niña.

_Gracias :D ¿Que pasa, lo dudabas?

_Jaja, no, pero si que me has sorprendido.

_Tu tambien estás muy guapo, demasiado para la sorpresa, que por cierto, ¿cual era?

_Jaajaa, si piensas que te la voy a decir estás muy equivocada tu, ehh. Espera y verás.

Llegamos al restaurante en seguida. GUAU. Era magestuoso, brillante, de cristal, impotente, con un lago y jardines... Vaya, si lo llego a saber me arreglo mas...

Nos sentamos en una mesa, hablamos, animadamente, hasta que, en el postre, mientras Cooper comía un pastel de queso, y yo un flan de natillas suelta así como si nada:

_Marina, me caso.

Los ojos se me desorbitan, la cuchara se me cae y casi vomito...

_¡¡¡¡Que!!! será una broma...No puedes hablar en serio. Oh, vamos, esta era la sorpresa ¿no?

Cooper asiente, pero después de mi reacción ya no sonríe.

_Pero hay un problema, yo todavía estoy casado con tu madre, por lo que cuando me den vacaciones, en menos de un mes, iremos a Tenesse a contarselo. Seguro que está de acuerdo.

_Sii, claro, ¡¡Como no!! y luego si quieres hago de madrina en tu boda, y la novia y yo nos haremos íntimas y nos iremos de compras todos los sàbados ¿te parece?- me enojo sarcástica.

_¿de verdad? uf, que alivio, porque ahora te iva a pedir que fueses la dama de honor, la madrina no porque lo será su hermana...Pero guay, ¿no?

Este es imbécil, no puedo describir mi frustracción, cojo mi bolso y antes de que me vea llorar salgo hacia uno de los jardines. ¿que había hecho yo para merecer esto?

Corro y no paro hasta que llego a un arbolito muy mono en el que enfrente unos señores ricos y tontos del culo juegan al béisbol. Si me dan, con lo mal que me siento, se tragarán la pelota.

Cooper vino al rato, se sentó a mi lado, me miró y sonrió.

rn

_Te has enfadado ¿verdad?

rn

_Que listo es usted doctor Cooper- dije con sarcasmo

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_Jaja, si, me he sacado una carrera de medicina. ¿Estas bien? mi deber, como médico, es preocuparme por mis pacientes.

 

rn

_Pues vaya al hospital que le echarán de menos, no, no lo creo.

rn

_Jaja, me encanta tu sarcasmo Lau

rn

_No me llames así.

rn

Y justo al decir esto nos miramos y empezó a llover. Corrimos hacia el comedor, que tenía un balcón, donde nos secamos, pero no sirvió de mucho, estábamos empapados y mi rimel y pintalabios corrido...El tenía la corbata, echa una mierda es poco.

rn

Nos miramos y sonreímos, no merecía la pena estar enfadados, el podía hacer con su vida lo que quisiera, es libre, aunque se casara con otra mujer que no fuera mi madre...Eso me sentaba como una patada en el culo, la verdad.

Cuando paró de llover me acompañó a casa en coche, pero no a casa de Jackie, si no a la suya, donde dormí y pasamos la noche muy calentitos resguardados del frío invernal que se avecinaba.

Al día siguiente me desperté con el ruido de la cocina: I.N.C.R.E.I.B.L.E Cooper estaba cocinando:

_Toma, esto es para ti, ayer no em quedó muy claro si me habías perdonado o no, para cubrirme las espaldas. Yo sonreí y lo abrazé y le di un beso. Cuando el quería era un amor de persona. Suerte la mia de tener un padre así a veces.

En las siguientes semanas, a no ser que el me llamara, no hablé con Cooper. Tenía exámenes y responsabilidades. Además había descuidado estar con mi familia, el también lo era, pero Jackie, las peques y Kevin también.

Un día, un Jueves, estaba yo en la gran biblioteca de la universidad, estudiando, cuando un hombre se sentó en frente mio. Yo miraba el cuaderno de apuntes por lo que no le presté demasiada atención, no sabía quien era, ni me importaba. Hasta que el hombre carraspeó la voz y pronunció mi nombre, se me pusieron los ojos como platos

_¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Cooper!!!!!!!! ¿que haces tu aquí y ahora?

_Nada, he venido a verte, hace mucho que no hablamos y quería saber como estabas.

_Ah, estoy bien. Gracias.

Me levanté a coger un libro y el me siguió.

_Esto....Marina....¿podemos hablar?

Me di la vuelta con el libro en la mano y lo miré.

_¿que pasa? ¿que quieres? ay madre ¿que has hecho Fitch Cooper?

_Calmaté ¿que eres mi tercera madre?

¬¬

_Vaaale. Nada, no quiero nada, solo que tu y yo nos vayamos mañana viernes de compras. Ya está. Para que renoves tu armario.

_Jaja, si, claro. Mi armario está muy bien. No necesito nada. Además tengo que estudiar.

_Oh, si, claro, ¿un viernes? venga, eso no te lo crees ni tu.

_Veeeeengaaaa, veeeengaaa, veeeeengaaaaa....etc

Cooper siguió así durante todo el tiempo que estuvimos en la biblioteca, hasta que nos echaron. De camino a casa, me acompañó (genial) y siguió diciendo veeeeengaaaa tropecientas mil veces mas. Hasta que llegamos a mi portal.

_¿Entonces que,vinenes, no?

_No. Cooper. ¿Para que? ¿porque esa obsesión para que vaya contigo?

_Si vamos lo sabrás, ah. Veeeeengaaaaa.

Le miré con cara de enfadada...Aunque solo lo estaba un poquito.

_Pufff. No se...Vale.

_Biiiiiiiiieeeeeeeeen. Genial. Lo pasaremos guay. Te vendré a recoger cuando acabe mi turno, a las siete. No seas tardona. Muaaak. Te quiero.

_Subí las escaleras hasta el 4B, con una sonrisa en la cara. Bobo, pensé.

El viernes llegó, empezó bien, aunque andaba pensativa (ya sabeis porqué) todo el rato, sabía que acabaría mal, y no quería que eso sucediera.

 

Antes de que viniera Cooper a recogerme me duché y alisé el pelo, me puse unos pantalones blancos, a juego con la torera, una blusa de rosas rojas de color crema, y unas manoletinas, presentía que los tacones no eran buena opción...

Cooper llegó algo tarde, venía del trabajo, olía a desinfectante, ¿se habría duchado?.

_Hola...estás muy guapa.

_Gracias, tu tambien. dije sonrojándome al cruzar nuestras miradas.

_Jaja, sabes que no, estoy normal, vengo de trabajar.

_Ya. ¿mucho trabajo? Dije para tener conversación y no un silencio incómodo.

_Si, bueno...llegaron dos heridos de bala, una neurótica y un enfermo de sida.

_Ah, lo siento, dije palideciendo.

_Si, bueno, lo de la herida de bala fue la caña, ¡¡yujuujuuuu!! pero el resto un coñazo.

_No te quejes, es tu trabajo salvar a la gente, salvar vidas, da igual como.

_Tu, siempre tan positiva. Muuuuuuuuak. Me dio un beso en toda la cara, cariñoso.

Yo sonreí tímida. _Es lo bueno de tener un padre de seis años.

El me miró curioso, como siempre, y luego aparcó, ya habíamos llegado.

Subimos en el ascensor sin hablar hasta la segunda planta, donde estaba la ropa y los zapatos.

Miramos un montón de tiendas y escaparates. Había muchas cosas que me gustaban, pero me negué a que me las comprara, aunque no sirvió de nada, me compró demasiadas para mi gusto. Y dos pares de zapatos. Increíble. Al final de la tarde pasamos por una tienda de noche, en la que vendían ropa de fiesta, entramos, Cooper estaba ansioso por que viera algo que me gustara. Caminé entre los vestidos, los miles de vestidos, mirándolos, y Coop a mi.

Me quedé mirando uno que me encantó, nunca había tenido uno así. Cooper, como era normal, se dio cuenta y quiso, mucho, comprármelo, yo casi lloro, salí de la tienda para que Cooper me siguiera y nos fueramos.

Mientras ibamos al aparcamiento hubo la esperada charla:

_¿Por qué no me has dejado comprártelo?

_No, hace falta, ya me has comprado muchas cosas... se me quebraba la voz...

_Si, lo se, y no me arrepiento de nada. Pero ese vestido te gustaba mucho, era especial, lo mirabas diferente. Me he dado cuenta, no te creas.

_Si, puede ser, pero era muy caro, demasiado.

_¿y que? soy tu padre, si yo quiero te lo compro.

_Ya, pero no hace falta que gastes el dinero en mi, en alguien como...como...como yo.

Me asombré de lo que había dicho, nos miramos fijamente, iba a llorar, pero no quería, me contuve como pude.

El trayecto a casa fue en un silencio incómodo, pero no me atrevía a romperlo, al llegar le di las gracias por todo, casi sin mirarle, y subí a casa.

Jackie se sorprendió cuando subí corriendo con las bolsas, saludé rápido y sin energía y me fui a mi habitación, donde, por fin rompí a llorar desolada.


_¿que pasa, Marina? Jackie entró en mi habitación pasadas las dos horas me mi llegada.

_Nada, estoy bien, dije limpiandome una lágrima.

_Si, ya, y yo soy Britney Spears. Va, que pasa, ¿Coop te ha echo algo?

_No, el ha sido un caballero, ha sido por una tontería, culpa mía.

Me incorporé para que Jackie me mimara un poco, solo. Después me echó a la cama y me dormí al poco tiempo, con la luna resplandeciendo en la habitación y Jackie acariciandome el pelo, relax, justo lo que necesitaba para pensar con claridad de una vez.

 

El día siguiente lo pasé en casa, no me apetecía hacer nada. Estuve en el sofá tumbada de brazos cruzados. Mi padre, o Cooper, me llamó tropecientas mil veces pero yo no pensaba cogerlo.

Cuando Jackie vino del hospital por la noche no venía sola. Yo estaba cenando con Grace y Fiona cuando apareció con una sonrisa ¿que pasa? ¿no le entiende?

Salí corriendo a mi habitación por la otra puerta antes de que dijera algo. El, claramente me siguió, aunque le di con la puerta en la cara y apagué la luz y me metí debajo de las sabanas Cooper entró, no encendió la luz pero si subió un poco la ventana.

Al principio no dijo nada, mejor, pero luego empezó a acariciarme la espalda; le aparté la mano pero el siguió. Se tumbó a mi lado y me obligó a darme la vuelta para mirarnos a la cara. Yo no lloraba pero tenía cara de mala ostia. El no se dio cuenta y después de mirarme tiernamente como si fuera un bebe me abrazó; yo no sabía que hacer, el cuerpo no me respondía, estaba petrificada. Me soltó, de un brinco, y habló:

_Marina esto es para ti, cariño- me dijo entregándome una bolsa de papel con un regalo dentro.

_¿que? ¿para mí? ¿por qué?

_Abrelo y te lo explico, pero, eh, no digas nada al abrirlo.

Si Cooper decía eso es porque no era nada bueno. Lo abrí rápido ante la mirada y la sonrisa de Coop.

Era el vestido que tanto me había gustado y que Coop no consiguió comprarme.

Abrí los ojos al verlo, casi se me para el corazón. El me tapó la boca para que no dijera nada, el empezó a hablar.

_Verás Marina, te he comprado el vestido, este vestido, porque como ya sabes, tengo novia, la quiero mucho y ella a mi, creo. Por lo que nos vamos a casar y claro, tu no vas a ir a mi boda con cualquier cosa. Irás con este. ¿Por que iras, no?

Me quedé muerta, ahora sí que necesitaba reanimación. Le miré con los ojos abiertos, no sabía que decirle.

_Pero...¿como que te casas? ¿Y eso?

_Ya ves, que tu papá de seis años quiere sentar la cabeza.

Le di una torta cariñosa en la cara y sonreímos, no me hacía ilusión pero se le veía feliz. Trataría de esconder mi tristeza para después de la boda. Porque iba a ser la boda del siglo.

Pasó una semana. Ahora quedaba menos para la boda, era Viernes, quedaban dos días. Genial. Cooper tenía que estar increíblemente insoportable, pero no tenía mas remedio que ir a verle al hospital.

Me duché con agua caliente y me vestí con unos vaqueros cortos y un top (Cooper me lo había comprado) cogí mi bolso y me dirigí al hospital, al All Saints.

Llegué mas pronto de lo que me esperaba, Zoey me dijo que Cooper estaba en una operación por lo que tendría que esperarlo en su despacho. Esperaba que no tardara mucho.

Su escritorio estaba lleno de papeles, y tenía el ordenador encendido por lo que me conecté a Tuenti y Twitter mientras le esperaba. Que seguro que tardaba mucho.

A la hora y pico la puerta se abrió y entró Cooper, sonriente y bailando con el móvil en la mano me dio un beso y se sentó a mi lado;
_¿que haces, pequeña?

_Nada, ¿y tu? ya se ve que estás feliz, ehh

_Si, no hay nada mejor que divorciarse y casarse en el mismo día.

 

Le miré con cara rara y sonreí levenmente _Claro, es la bomba.

_Jajaja, si, ¿y que hay de ti? hace mucho que no te veo

_He estado....ocupada.

_Si, ya, como siempre. ¿que querias?

_Nada, saludarte, ¿que pasa? ¿no puedo?

_Si, está muy bien, me apetecia verte. Por cierto, la boda es a las doce, pero hay que estar en la iglesia a las once.

_Muy pronto para ser sábado.

_Jaja, haz un esfuerzo.

_Vale, ¿en que iglesia?

_Lo pone en la invitación

_¿¿¿¿ en que invitación???? ¡yo no he recibido ninguna!

_Normal, las mandé esta mañana. Ya te habrá llegado.

_Vale, pues me voy a por ella, chao, niño feo.

_Adiós pitufa. Te quiero, guapa.

_Adiooooooooooooooos. Yo mas. Nos vemos el sábado, quiero hablar contigo antes de que subas al altar, ehh

_Eso está hecho.

Sábado. Diez de la mañana. Yo muerta de sueño frente al espejo, planchándome el pelo. Era la boda de mi padre tenía que estar perfecta. Se supone que me hacía ilusión, pero en cambio, me sentía como vacía, con unas ganas de llorar tremendas. Pero las lágrimas no me salían ¿se me habían gastado? seguro. Despues de estar toda la noche llorando... ¿os cuento un secreto secretísimo? Odiaba esta estupida boda, no quería que mi padre, ahora que creía que tenía una buena relación estable con el, se casara, se enamorara y me dejara de lado.

Jackie me llamó mientras miraba por la ventana de mi habitación.

_Venga, que nos vamos.

_Voy- dije con la voz impasible y triste que tenía este día.

Bajamos hasta el garaje y desde ahí al coche. Kevin conducía, Jackie estaba sentada en el asiento del copiloto y yo atras con Fiona y Grace. ¿Estaban ellos contentos, ilusionados? yo ni pizca, pero debía fingir bien. Por mi padre. Solo serían unas cuantas horas que se me iban a pasar como siglos.

Llegamos a la iglesia, Cooper, y algunos invitados ya habían llegado. El estaba en el altar.

Nosotros nos dispersamos y yo me acerqué hacia el.

_Estás muy guapo

_Gracias, tu tambien, pareces una princesa.

Nos abrazamos. Al menos me habían servido para algo las tres horas que había estado arreglándome.

_¿nervioso? dije dándole un beso.

_¿de verdad? si. Mucho.

_¿Cuando empieza esto? pregunté por decir algo.

_cuando venga la novia.

_Oh, Ok, asi que tenemos que esperar a esa chica.

_No es una chica, se llama Michelle- me corrigió Cooper.

Me alejé de el cuando el cura se nos acercó. Genial, así que Michelle era su nombre, sonaba a (perdonadme por decir esto) puta, golfa, que se aprovecha. Seguro que era rubia. Y tonta, de esas que ríen tontamente y que solo dicen cosas de si mismas.

Ajá. Mi "madrastra" era una barbie. Eso me alegró mas el dia ¬¬

Nunca pensé que pudiera llorar tanto con una boda. Sin duda fue un dia horroroso para algunos y feliz para otros. Mi padre, Cooper, se casó con Michelle. Una barbie de pies a cabeza. Con un ego interminable.

Si, lloré, pero no de felicidad, si no de todo lo contrario. Me sentía muy desdichada. Michelle era una (con perdón) puta muy grande. No la soportaba ¿como podía estar mi padre tan ciego? El no paró de sonreír en toda la ceremonia (normal) y yo lloré mucho, en la ceremonia, en la calle, en el banquete y en el coche de vuelta a casa, donde Jackie me consolaba.

Claro que hablé con mi padre ( hasta bailé con el) y me vio llorar y mi cara llena de churretones, pero el pensaba que era de alegría. A veces la ignorancia es buena.

Luego, cuando llegué a casa pensé, tumbada en el sofá y abrazada a un cojín lo que me esperaba a partir de ahora:

Mi padre y esa p*** se iban mañana de luna de miel a las Islas Hawaii. Dentro de dos semanas volvían. Cuando llegaran, se instalarían en casa de Cooper. Ella trabajaba de diseñadora, según me habían dicho, en una tienda famosísima de la que yo nunca había oido hablar.

Yo espero que no me llamara para quedar, tomar café, quedarme allí a dormir, ir de compras...Porque no, no iba a ser posible. Si quedaba con alguien sería con mi padre solo.

Nada de brujas barbies. Espero que mi padre fuera, al menos el, feliz, porque lo que es yo, no, ni una pizca.

Cuando mi padre volvió de su luna de miel con Michelle vinieron de lo mas enfadados. Con un humor de perros, no se soportaban, por lo que, a las pocas semanas de vivir juntos (algo imposible) se separaron. No esque yo me alegre con desgracias ajenas, pero esta era especial. No pensaba que iba a a suceder (con lo que se querían!!) y mucho menos tan pronto pero el destino es lo que tiene.

Mi padre lo pasó mal, mucho. Pero yo le apoyé y le consolé, pasé en su casa dos semanas. Hasta que se recuperó y volvió a trabajar y a su vida normal.

Yo estaba feliz. Mucho, quedaba bastantes veces con mi padre, pasaba el tiempo con el que creía que había perdido para siempre.

Mi padre arregló los papeles y siguió igual de separado que antes con mi madre de verdad.

A Jackie esto que hizo mi padre ( TODO) le pareció algo anormal. Pero que se le va ha hacer, mi padre es así, y nunca cambiará.

A partir de ahora mi vida sería mucho mejor que antes. Me trasladé a vivir con mi padre, dejando así mas tiempo y espacio a Jackie, Kevin, Fiona y Grace, quienes estaban tristes de que me fuera de casa, pero yo les prometí venir a verles todas las semanas. Al fin y al cabo eran mi unica familia así, como decirlo, normal.

La convivencia con mi padre al principio fue rara, pero luego nos acostumbramos. La casa era grande, a mi me encantaba, y seguía teniendo mi habitación, solo que más grande. Seguí yendo a la universidad. Pero ahora, me llevaba Cooper.

Si, en efecto. Mi vida había cambiado gracias al destino, y para mejor. Era una vida ordinaria, normal, pero a mi me gustaba, no pedía nada más. Así ya era feliz.

Nuevo Padre - Fanfics de Harry Potter

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Hola, me llamo Laura, tengo 16 años y vivo con mi tía, sus hijas y su marido en Nueva York. Ya que mi madre es cantante famosa de country...

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2023-02-27

 

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