¡Odiaba a Barney! ¡No podía verlo! Corría en círculos todo el tiempo. ¡No lo soportaba! Le tenía miedo y lo ponía terriblemente nervioso.
Pero ¿Por qué le temía a Barney, el dinosaurio morado y sonriente? Estaba comenzando Hermione, a investigarlo. ¡Una cita psiquiátrica, dormir al paciente! Tenía que saberlo y la mejor forma, era un tratamiento.
Era una mañana muy silenciosa, llena de nieve y de granizo. Por supuesto, ese debía ser su recuerdo, así que él debía estar por allí.
Lo encontró en el suelo, triste, por un juguete roto. Con una mirada lastimera, miraba las partes caídas y lloraba. ¿Por qué estaba roto?
Nunca lo sabría. Aquel niño se levantaba, mirando al cielo. Una tonada muy cursi sonaba, mientras él caminaba por los pasillos de la casa. ¡Estaba tan triste!
Pero pronto, encontró un nuevo juguete. Un enorme dinosaurio morado y con cola, se acercaba a abrazarlo. Muy feliz, él le correspondía. Le encantaba ese animal. Fuera lo que fuera, le hacía feliz. Secaba sus lágrimas y ya no necesitaba llorar.
Tenía un nuevo amigo.
Bueno, cierto día buscaba a su amigo, jugaban a las escondidas. Estaba contando, era su turno. ¿A dónde se había ido su dinosaurio morado? Tenía miedo de quedarse sin él, de quedarse solo. Corrió por toda la casa, buscándolo.
Su mejor amigo, sí que sabía esconderse. Con una sonrisa, escuchó voces y pensó que su amigo, quizá estaba con sus padres.
Pues bien, subió las escaleras, torpemente. Feliz, miró todas las habitaciones. Las voces se convertían en murmullos. En gemidos y gritos. ¡Su amigo quizá estaba en problemas! Había otra voz, alguien gemía y decía.
¡Más más fuerte, bendito dinosaurio! ¡Más fuerte, joder!
Corrió aprisa, no entendía y miró la última habitación. Con mucho cuidado, comenzó a caminar hacia la misma y tragó fuerte. Sus manos temblaban, el sudor lo acechaba. ¿Qué estaba ocurriendo en ese lugar.
- ¡Bendito dinosaurio! ¡Más fuerte!
Pues entre abrió la puerta y se asomó. No vio mayor cosa, que la espalda del reptil y a una persona, en la cama de su mamá. ¿Quién era? ¿Su mamá?
Entró y continuó mirando. ¡Pues qué sorpresa! ¡La cabeza de su dinosaurio estaba en la cama y su madre también! En el baño estaba alguien y ¿Qué estaba haciendo?
- ¡Mamá, rompiste a mi juguete!- chilló y su madre, en unas cortas pijamas, se cubrió con las sábanas. Barney el dinosaurio, se dio la vuelta. Tenía una larga barba y un aspecto extraño- ¡Le quitaste la cabeza! ¡Me lo rompiste!
Su mamá y Barney habían estado jugando y su mamá lo había roto. ¡Le quitó la cabeza y el muñeco seguía vivo! ¡No podía ser! ¡Era un zombie!
¡Barney me va a comer!
¡Odio a Barney! - Fanfics de Harry Potter
¡Odiaba a Barney! ¡No podía verlo! Corría en círculos todo el tiempo. ¡No lo soportaba! Le tenía miedo y lo ponía terriblemente nervioso.
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2024-11-11
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