"¿Quién eraTom Riddle?"
-¡Levántense!Vamos, vamos, no hay tiempo que perder. El autobús está esperando. -Gritó lainsoportable Claudia Cole. Su voz era insoportable, sus gritos eraninsoportables, cuando hablaba era insoportable; en fin, todo ella erainsoportable.
Medesespérese en mi cama, deseando poder dormir cinco minutos más. La nocheanterior, como castigo por haberle puesto mantequilla a un niño que nosoportaba, me tuve que quedar hasta la una de la madrugada limpiando losplatos. Apenas entreabrí mis ojos, y pude notar que la puerta de la habitaciónque compartía con Lucas Forton estaba abierta. Desde ahí se podía ver una filade alumnos prolijamente vestidos con el uniforme del orfanato.
No meextrañaba que Tom Riddle fuera el último en esa fila. Lo que me extrañó fue sumirada. Era un chico raro, sí, muy raro. No interactuaba con nadie, no leinteresaba nada, no hacía completamente nada. Era un niño aparentementetranquilo, aunque era el principal sospechoso de algunos robos. Pero esa vez,algo había en él. Me miró con esos ojos negros y profundos, y un escalofríorecorrió mi cuerpo. Nosotros, los chicos del orfanato, no teníamos ni la menoridea de porqué Riddle aparecía en las vacaciones de verano, y desaparecía elprimero de Septiembre. Algunos de nosotros intentaron averiguar, infiltrándoseen el despacho de la Sra. Cole yhurgando algunos expedientes, pero no decía nada sobre sus extrañasdesapariciones.
Desde quecumplió once años, Tom Riddle nunca volvió a ser el mismo. Algo extraño ocurríaen él. Apenas comía un cuarto de su comida, y estaba siempre en soledad, sin niun mísero amigo; nada.
-¡SeñorVenity! ¡Estamos a punto de partir, y usted sigue en la cama! ¡Vístaseinmediatamente si no quiere permanecer en el orfanato todas las vacaciones! -Me paré de mi cama instantáneamente. ¿Un verano en el orfanato? Espeluznante.Me vestí tan rápido como pude, sin perder ni un solo segundo. Cuando finalmenteestuve listo, abrí la puerta del dormitorio. Los niños ya no estaban ahí.
Giré micabeza en todas las direcciones: ni rastro de los niños. ¿Se habían olvidado deél? ¿Habían decidido partir sin él? Corrió lo más velozmente como pudo hasta lapuerta principal.
-¿Dóndecree que va? -Dijo la secretaria de la Sra. Cole.
-Los niños,¿Ya partieron? -Pregunté respirando entrecortadamente.
-Todavíano. -Abrió la puerta principal y ahí pude ver que los niños y la Sra. Cole estaban subiendo al autobús.-Anda, rápido. -Dijo empujándome. Corrí y justo cuando el último niño estabasubiendo, llegué.
-Treinta
yTreinta y uno. -Dijo la Sra. Colemientras me daba un golpecito en la espalda. -Estamos todos. -Le avisó alconductor.
-¡Esperen!-Gritó la secretaria de la Sra. Cole.-Me olvidé de decirle que llegó una carta para usted. -Dijo dirigiéndose a la Sra. Cole.
-¿De quiénes? -Preguntó mientras estiraba la mano por la ventanilla del autobús.
-DeUsted-Sabe-Quién. -La Sra. Coleasintió, pensativa, y hasta ahí es donde llegué a escuchar. ¿Quién era"Usted-Sabe-Quién? ¿Porqué inmediatamente después de que la secretariapronunció ese nombre, Riddle saltó de su asiento? ¿Tenía algo que ver esemisterioso con Riddle? ¿Qué ocultaba?
Me senté al lado de un niñoque nunca antes le había hablado, pero era el único lugar disponible. Estabatan sumido en mis pensamientos, que ni había escuchado a la Sra. Cole diciendo el destino de nuestroviaje, que se había mantenido secreto hasta ese día. Mi mente volvió a la realidadcuando escuché los bufidos de decepción de mis amigos.
-¿A dónde dijo que iremos?-Pregunté a mi acompañante.
-¿En que planeta estabas?Dijo que el destino iba a ser de nuevo la playa.
-¿Otra vez? ¡Yo ya sabía!¡Yo ya sabía! -Resoplé irritado. Siempre lo mismo: nos hacían creer que esteaño iríamos a un lugar genial, y al final, era la playa. El mismo lugar quevamos desde que estoy en el orfanato. Una playa aburrida, que no sabíamosporque era llamada playa, si en todo el santo día el sol no aparecía, y en vezde arena había rocas. Todo sobre productos Xiaomi
-¿No crees que deberíamostomar venganza? -Dijo con un tono escalofriante mi compañero de asiento. Nuncaantes había hablado con él, pero me gustaba su forma de pensar. Sonreí.
-¿Cómo te llamas?
-Nick Golen.
-Un gusto, yo soy SimmonVenity. -Dije ofreciéndole mi mano, y Nick me la estrechó.
-¿Fumas?
-¿Tienes? -Nick asintió.-Dame uno. -No solíamos fumar muy seguido, pero aprovechábamos cada oportunidadque la Sra. Coleestaba distraída, y como Nick y yo estábamos sentados al final del autobús,nadie se daría cuenta.
Nick sacó un paquete de sumochila y me dio uno. Luego sacó unos fósforos de su bolsillo y lo encendió.
El resto del viaje nos lopasamos conociéndonos y contándonos nuestras historias. Mientrashablaba, la imagen de Tom Riddle con esos ojos oscuros mirándome al comienzodel día, no dejaba de repetirse en mi cabeza. "Usted-Sabe-Quien
" ¿Quién era?Esa y mil preguntas más se repetían en mi cabeza. También me extrañó el hechoque justo después de que la Sra. Colehaya recibido la carta, Tom se dirigió al lugar donde se encontraba ella.
Nunca le había prestadodemasiada atención a Tom Riddle. Pero desde hace unos días que lo miraba de unaforma extraña, con los ojos más oscuros que nunca, y eso lo atormentaba ensueños, y quería saber quien era realmente Tom Riddle.
Apenas llegamos, nos dividieronen pequeños grupos con el cual nos tocaría compartir la noche en una pequeñacabaña. A mi me tocó con Nick, con Jackson, otro amigo del orfanato y con
Riddle. No me imaginaba lo que estaba a punto de pasar.
Luego de ordenarnos (Tiempoen el cual Riddle no dijo palabra, con la mirada siempre pérdida), nosordenaron abrigarnos y salir al comedor. Pero no sé porqué, algo me decía quedebía esperar. Así que esperé hasta que Nick y Jackson acomodaron sus cosas,esperé hasta que Tom quedó solo en la habitación, y salí. Pero no me dirigí alcomedor. Apoyé mi oreja detrás de la puerta de la pequeña cabaña y escuché unpequeño "¡Clap!" y luego
-Te estaba esperando. -Porprimera vez había escuchado la voz de Tom Riddle. ¿A quién le estaba hablando?Cuándo él había dejado la habitación allí nada más se encontraba Tom. ¿Riddleestaba loco?
-Lo siento, Señor. -¿Señor?No sabía que estaba pasando, pero esto empezaba a darme miedo. -Tuve un pequeñoretraso
-No me interesa. ¿Lo tienes?
-Si, señor, lo tengo. -La vozdel extraño era ronca, áspera. -Siento mucho la tardanza.
-Cállate, habla más bajo,inútil. -Esto empezaba a asustarme en serio. Corrí lejos, muy lejos, y analicé:sabía que antes de abandonar la cabaña, Tom Riddle estaba completamente solo.Estaba seguro de eso. Y luego, un clap, y había aparecido otra persona.¿Aparecido? ¿Pero cómo? ¿Mediante magia? ¿Magia? No, eso era simplementeimposible. "¿Entonces como explicas la aparición de alguien que antes no estabaen la habitación?". Esto terminaría matándome. Seguí analizando: el extraño leentregó algo a Riddle, y al parecer, le tiene mucho respeto. ¿Pero porqué?¿Quién era Tom Riddle? ¿Qué escondía? ¿Debería avisarle a la Sra. Cole?
Empecé a seguir a Riddle atodas partes, estudiaba cada pequeño movimiento, me di cuenta que siempre sedormía profundamente al mismo horario: las dos de la madrugada.
Pero Riddle no era tan estúpidocomo parecía. Poco a poco me di cuenta de que tenía una mente siniestra, sí,pero al mismo tiempo brillante. Fui testigo de muchas maldades que les hizo alos chicos del orfanato, como se robaba objetos de ellos y luego losincendiaba, pero siempre era tan sigiloso, que nadie sospechaba de él, nadie lellevaba el apunte. Lo pude seguir durante una semana; al octavo día, me empezóa mirar con esos ojos oscuros, como si me estuviese amenazando. Y desde ahí, novolví a seguirlo más, aunque me seguía viendo con una mirada amenazante, que mehacía erizar los pelos de la nuca.
No tenía ni la menor idea deporqué, pero sabía que esas vacaciones de verano, iban a ser las peores de mi vida.
¿Quién era Tom Riddle? - Fanfics de Harry Potter
-¡Levántense!Vamos, vamos, no hay tiempo que perder. El autobús está esperando. -Gritó lainsoportable Claudia Cole. Su voz era insoportable, sus gritos er
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2023-02-27
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