20 de Enero de 1995.Quizá nunca leas esta carta.Quizá ya ni te suene mi nombre. Quizá ya no sea necesario decirlo.Pero como no tengo manera de saberlo, escribo estas palabras a día 20 de enero de 1995, en la mesa de la cocina de nuestro apartamento, aquí, en Nueva York. Cariño, te amo. Nunca lo dudes. Es cierto, me voy. Te abandono. Aquí, sola y desprotegida en una ciudad desconocida. Pero te quiero. Lo eres todo. Es por tu bien.
Sé feliz, Margareth, sé feliz por los dos.
¡MAMÁÁÁÁ! Bryce chilla, mientras entra con la mochila colgada de un hombro. Su rostro le recuerda tanto a él, que a veces simplemente lo mira, pensando en que sería de ese hombre que la dejó cuando apenas tenía dieciocho años y había abandonado su ciudad natal para estar con él. ¿Cuántas veces te habré dicho que entres como las personas normales y no como si fueras un imbécil?Le riñe cansada. Bryce le da un beso en la mejilla y se sienta a su lado.
A sus dieciséis años, Bryce sigue siendo un crío. Al menos para ella. Porque que lleve el flequillo a lo Justin Bieber versión rubio platino, y una dilatación de 2,5 mm en la oreja, no cambia nada. Tampoco que en su ropa ancha entren dos chicos más como él. Ni que a veces, llegue a casa con chupetones en el cuello. Porque para Margareth, Bryce siempre sería su niño.
Porque no fue fácil salir adelante. No fue fácil enterarse que estaba embarazada de un fantasma a las dos semanas de este desaparecer. No fue fácil criarlo sola. Pero le salió bien. Y sin duda no lo cambiaría por nada del mundo.
Han pasado dieciséis años desde que él se fue. Y sabe que no volverá. Y por mucho que lo ame, no le importa. Porque es feliz. Tiene una parte de él consigo. Aunque sea una parte irresponsable, desordenada, hormonada y en ocasiones imbécil.
20 de Enero de 2011.Me he debatido si debía mandarte esta carta. Dieciséis años atrás te abandoné, siendo un inmaduro. Todos estos años me he preguntado si me recordarás, si me seguirás amando, si te habrás casado, si me odiarás. Me he preguntado incluso si seguirás comprando ese suavizante de mena que tanto te gustaba. No sé si sigues viviendo en la que era nuestra casa. Pero siento la necesidad de mandarte esta carta. Porque te amo. Aún lo hago. Ayer vi a tu hermano, Alex. Me dijo que tenías un hijo, Bryce. Me alegro de que no hayas frenado tus planes, que has crecido como persona. Que has sido tu misma, otra vez. Quiero pedirte una cosa, que jamás olvides que te quiero, que no te olvido, que vives en mi, que te amo y eres mi todo. Por favor, jamás lo olvides.
Te amo, Margareth.
Ella ríe ante las ocurrencias de su único hijo. Lo acaba de ver saltando sobre la cama, cantando One More Time de Britney Spears, mientras hablaba por teléfono. Está en la puerta, mirando divertida, cuando el la nota y se sonroja.
¡Oh, hostias mamá!¡Esa boca, Bryce!Le riñe, nuevamente.Perdón..He dejado una carta para ti en el recibidor.
Margareth asiente y cierra la puerta de su hijo, mientras camina hacía la entrada. Allí, agarra el manojo de cartas. Factura, factura, factura, promoción, factura, carta. Identifica el olor incluso antes de abrirla, y automáticamente, la rompe, para tirarla a la basura.
Porque lo ama, sí. Y no lo olvida, tampoco. Pero no va a vivir esperándolo toda la vida. Y sabe, que él nunca volverá.
Remember - Fanfics de Harry Potter
20 de Enero de 1995.Quizá nunca leas esta carta.Quizá ya ni te suene mi nombre. Quizá ya no sea necesario decirlo.Pero como no tengo manera de saberlo, escr
potterfics
es
https://potterfics.es/static/images/potterfics-remember-fanfics-de-harry-potter-5364-0.jpg
2025-04-04

El contenido original se encuentra en https://potterfics.com/historias/91153
Todos los derechos reservados para el autor del contenido original (en el enlace de la linea superior)
Si crees que alguno de los contenidos (texto, imagenes o multimedia) en esta página infringe tus derechos relativos a propiedad intelectual, marcas registradas o cualquier otro de tus derechos, por favor ponte en contacto con nosotros en el mail [email protected] y retiraremos este contenido inmediatamente