Ella estaba apartada, como siempre. Observándole y golpeando de vez en cuando a Suigetsu cuando se pasaba con ella, sus burlas siempre llegaban al mismo punto, al que ella siempre observaba: Uchiha Sasuke. Karin intentaba llamar su atención por todos los medios, se contoneaba a su paso, sonreía seductoramente y le hablaba con voz peligrosa, pero Sasuke no parecía darse cuenta, no parecía fijarse en ella, o al menos eso era lo que creía Suigetsu (y la hacía blanco de sus burlas) y Jûgo, el que no se preocupaba por esas cosas. Pero lo que esos dos no sabían era el código oculto, los mensajes secretos en sus palabras, que Karin atesoraba en su mente. Sabía y se repetía para ella misma que Sasuke nunca sentiría nada por ella, pero su corazón insistía en creer que la forma en que él susurraba su nombre las pocas veces que la nombraba quería decir algo. Pero las palabras que siempre quedarían en la memoria de la pelirroja fueron cuando Uchiha Sasuke le pidió que se quedara con ellos. << Karin, te necesito. Ven con nosotros>> Cuando él le dijo que la necesitaba, pero Karin no actuaría contra Orochimaru-sama por nada, quería una recompensa. Por eso ella hizo lo que hizo. Era una noche oscura y sin luna, y la pelirroja empleó su Ojo de la Mente de Kagura para averiguar su paradero. Sasuke estaba solo en su habitación, reclinado tranquilamente en un banco de piedra, con los ojos semicerrados. Perfecto. Ella, haciendo acopio de valor, inspiró profundamente, cerró la puerta con pestillo y se acercó lentamente a él. Se colocó a su lado y comenzó a apoyarse en él, hasta que estuvo lo bastante cerca de su oído:
- Sasuke...¿No crees que nuestro equipo estaría mucho mejor sin Suigetsu ni Jûgo?
- ¿Por qué dices eso?-murmuró él.
- Dijiste que me necesitabas...dijiste que fuera contigo. Y quiero mi recompensa.-se atrevió a formular Karin.
- ¿Recompensa...? ¿Qué es lo que quieres?
- Te quiero a ti.-no hizo falta nada más, pues acto seguido notó cómo los labios del Uchiha aprisionaban los suyos.
El episodio se repitió durante varias noches. Karin sabía que todo era una mentira, sabía que no había amor en sus besos ni en sus caricias, pero ella lo necesitaba. Pero una noche, el círculo de lujuria y caricias se rompió por la llegada de una joven de ojos verde pálido y cabello rosáceo. Haruno Sakura. Sigilosa como una sombra, ni Suigetsu ni Jûgo notaron su presencia cuando se deslizó hasta la habitación del líder de Taka y abrió la puerta. Maldita la hora en que lo hizo. Dentro, Sasuke obsequiaba con unos dulces besos en el cuello a Karin, que le acariciaba el rostro y se deleitaba con el sonido de sus labios al acariciarse. Karin estaba demasiado ocupada para darse cuenta de que una extraña había entrado en la habitación y lo observaba todo con los ojos verdes abiertos al extremo. Sakura, encendida de furia, agarró a la pelirroja del cuello de la blusa semiabierta y la puso contra la pared, ahogándola. Pero la ex-seguidora de Orochimaru era mejor kunoichi y pronto se deshizo de la mano de la intrusa. Haruno sacó un cuchillo kunai y se dirigió, esta vez, hacia Sasuke. Actualidad y noticias
- Sakura, para.-fue una orden directa, seca y clara, pero la enloquecida Haruno hizo caso omiso de sus palabras y deslizó fuera de su bolsillo una pequeña jeringa con la que pinchó a Sasuke, para causarle un estado de parálisis de brazos y piernas. Después le inyectó el mismo líquido a Karin con agilidad felina y sonrió sádicamente. Clavó profundamente el cuchillo en el pecho al Uchiha, pero sin matarle, para después aplicarle el antídoto para poder moverse, antídoto que también administró a Karin, y después se marchó con el viento. La pelirroja, que lloraba mientras intentaba parar la gran hemorragia del shinobi en vano, maldecía para sus adentros a Haruno Sakura.
- Karin.-él, con sumo esfuerzo, logró pronunciar su nombre, escupiendo algo de sangre.
- Sasuke...por favor, no...no te marches. No me dejes sola. No te vayas. Yo...yo te amo.-gritó ella.
- Aquí tienes tu recompensa.-fueron sus últimas palabras, mientras con las fuerzas que le quedaban se acercó a ella y la besó, un beso verdadero, pero con un amargo sabor a adiós. Cuando Karin notó que Sasuke había dejado de respirar, le cerró los ojos y salió a darles la noticia a sus compañeros, con un sabor a sangre en la boca.
Pasó el tiempo, y Karin se enamoró de nuevo, de su compañero de equipo Suigetsu. Él hacía tiempo que se había enamorado de ella, y fueron una feliz pareja. Por las noches, cuando las pesadillas con la muerte de sus padres azotaban el sueño de la kunoichi, el maestro del agua la acunaba entre sus brazos y la calmaba con sus besos. Pero había algo que Hozûki Suigetsu no podía cambiar, y era el eterno sabor a sangre que llenaba la boca de Karin, un sabor que ella nunca había hecho desaparecer. Porque aunque amaba a Suigetsu, una parte de su corazón seguía con él, su memoria aún viajaba hasta aquellas noches de besos y caricias furtivas, noches de pasión y suspiros. Porque en los labios de Karin siempre quedaría el recuerdo de la sangre del Uchiha.
Sangre de Uchiha - Fanfics de Harry Potter
Ella estaba apartada, como siempre. Observándole y golpeando de vez en cuando a Suigetsu cuando se pasaba con ella, sus burlas siempre llegaban al mismo punto
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2024-11-05
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