Juraba, que jamás volvería a suceder; pero aprendió a jamás jurar. Estaban detenido, frete a aquello que le quitaba el sueño; y que muy pocas veces le daba el derecho al uso de su razón. Epifanía dulce, que bajo sus rebeldes cabellos rojizos; escondía aquellas gemas verdes por las que moría y desvivía cada día.
Su hombro, su mano se posa en ella; y se gira lentamente. Ha logrado, tener una última oportunidad; que no debía desperdiciar. Muchas palabras se aglomeran en su cabeza. Una última vez, ese último instante de ambos.
- Lily- su voz se entrecorta, no puede decir algo más. Ella no se sorprende, no necesita más palabras.
- Severus ¿Qué estás haciendo aquí?
- Es la última vez, yo; yo lo prometo.
Sus ojos, se mueven pesados; su pálida piel simplemente está allí; mirándole. Está desgarrado, de aquel joven Severus; ya no queda nada. Sólo lágrimas solitarias.
- ¿Vienes por mi perdón? ¿Vienes a pedirme redención?
Se mantiene en silencio, su voz no emerge hasta su garganta. Está ensimismado, observándola. Recordando cómo se veía su rojizo cabello. Ella sólo mueve sus pies en el suelo; exasperada.
- Te odio Severus, te odio- suspira ella, y sus manos se mueven; gesticulizando y haciéndolo más creíble. ¿Qué puede decir al respecto?
- Sólo déjame- ruega, y sus lágrimas siguen cayendo amargamente. Pero su rostro recio, simplemente; no se acongoja.
- ¿A qué has venido? ¿A martirizarme? ¿A recordarme, qué tan muerto estaba mi corazón sin ti?
Apenas respira, cuando sus cuerpos están tan cerca que pueden tocarse. Aún así, retrocede, respira y analiza. ¡Tomarla! Eso deseaba.
- Yo te odio Severus, yo te detesto.
- Yo, Lily.
La pasión fluye, pero sólo un cuerpo la recibe. Desesperado, su esclavo está allí; tratando de satisfacer su último deseo.
- No volveré, te lo prometo Lily; tan sólo deseo.
Una sonrisa escueta, cuando un cuerpo engalanado con un vestido negro; comienza a dejarle caer. Su cuello, allí reposan los labios de aquel hombre. Eso que, en su amor; debió saber de una forma deliciosa.
Un movimiento, a tientas; dos cuerpos que caen en algo blando. Dos miradas que se entrecruzan en aquel momento. Su última vez, debe ser suya; él debe pertenecerle para siempre.
Algo hermoso sucede entre ambos, dentro de él. Ella la hermosa dama, del castillo más alto. Millones de razones, por las que desearía morir; sólo por ella. Sintiendo la furia de su brillante cabello, de su roja pasión; corroerle por todos sus flancos débiles. Sintiendo, que no hay algo mal entre ellos. Esa última noche ella no sería de más nadie; sino suya. Y se encontraría él mismo y entendería tantas cosas de él.
Gemidos de pasión, satisfaciendo una necesidad creciente desde el interior de ambos. Una tragedia, que sólo es interrumpida por la respiración entrecortada de ambos.
Ese delicado vestido negro; cae lentamente como una enterna epifanía. Desnudo cuerpo, que sólo acelera la emoción en su garganta. Suaves senos, que simplemente acunan su cabeza; llena de problemas.
- Te odio Severus, yo te amo Severus.
Jadeos y gemidos de placer, cuerpo divino; que en el suyo sólo se siente incomprensible. Es su última vez, y no le fallaría. La complacería hasta el momento final, y le permitiría dormir con placer.
Sus manos le acarician, sus besos le recorren; ella nunca le olvidó. En esa noche lluviosa, él descubría que ella aún necesitaba de él.
Un grito, un delicioso tono; de una melodía sensual. Sonrojada, y sudorosa; ella grita de placer. Él sólo la mira; él sólo desea mirarla. Perdiéndose a sí mismo, en otra persona; derramando hasta la última gota de su ser dentro de ella.
- ¿Sólo va a ser por esta vez? No implicaciones.
Es muy triste, que sólo deba acordarse con ella; para poder amarla. Sólo esa noche, ella permitirá que sacie su deseo de ella, y luego le dejará marchar. Sólo esa noche, él podrá experimentarla; e irse sin rememorarla una vez más.
Hipnotizado, así estaba con sus ojos. Su cuerpo desnudo, chocando con el suyo; protegiéndose con su cuerpo. Nunca, hacer el amor; tuvo tanto significado.
- Sólo vete Severus.
Él la besó, suavemente; y tan lento como el momento le permitió. Delicadas caricias sobre su mejillas, suave beso; hasta lo más profundo de aquella boca que sólo le había hecho suspirar. Su corazón, enteramente en la palma de su mano. Se separó de ella, lentamente.
- Sólo vete.
Una delicada caricia en su mejilla, antes de partir. No estaban destinados a estar juntos, y no querían precipitar los hechos; ¡Si ella fuese suya! ¡Cuantas sensaciones no experimentaría por ella!
Recostada, así está en la cama; esperando que él diga lo que tiene que decir; pero que no se atreve. Si tan sólo le dijera que la ama más que a nada. Si tan sólo pudiera detener al mundo, para solamente caminar alrededor de él; junto a ella. Si pudiera borrarlo todo y sólo dejar aquella habitación.
Sí sólo pudiera hablarle.
- Lily.
- Última vez.
Un delgado beso, lo deja fuera de su vida para siempre. Dios que se apiade de él, y de ella; para que puedan soportarlo. Para que decir adiós, nunca duela.
- Te amo- susurra, bajo la fría lluvia; con su rostro adherido a aquella puerta y su mano tratando de hacerla regresar.
Espero les guste; saludos y besos.
M*S
Sólo una noche - Fanfics de Harry Potter
Juraba, que jamás volvería a suceder; pero aprendió a jamás jurar. Estaban detenido, frete a aquello que le quitaba el sueño; y que muy pocas veces le dab
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2024-10-18
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