Agotado,se dejó caer sobre la silla de su despacho. La giró hasta quedar frente alfuego, mirándolo crepitar. Dio un suspiro y se relajó, el toque de queda paralos estudiantes ya había pasado. Si algo le sucedía a algún estudiante, eraasunto de los prefectos de las diferentes casas; aún así, él debería patrullarpor los pasillos.
Noeran muchos los estudiantes que quedaban en Hogwarts, la mayoría estaban en suscasas debido a las vacaciones de Navidad, pero él debía encargarse de vigilarlos pasillos, no solo por los estudiantes, si no por los fantasmas; enconcreto, el fantasma. Ese maldito Poltergeist de Peeves que lo único que hacíaera dificultarle su trabajo.
Nole importaba mucho que fuera su cumpleaños, disfrutaba en ese viejo castillo alcual él nunca había podido asistir cómo alumno debido a su condición de Squib.Por esa agradecía que le hubiesen contratado cómo celador del castillo.
Secomió una galleta que se había permitido el lujo de prepararse. La escupió inmediatamenteal notar un extraño sabor en su boca. Tal vez se había excedido demasiado conel jengibre a la hora de prepararlas.
Bebióun largo trago de zumo de calabaza de para intentar paliar el amargo sabor delas galletas de jengibre fallidas antes de salir de nuevo a hacer la ronda porel pasillo.
Comenzandopor el recibido del castillo, fue ascendiendo plantas del mismo. Prestóespecial atención al tercer piso. Los estudiantes creían que, por haber pocosalumnos por esas fechas, podrían hacer el vano intento de entrar allí, aúnnadie lo había conseguido, los fantasmas, menos Peeves, solían ayudarle en latarea de persuadir a los alumnos de entrar en ese pasillo que solo losdirigiría al lugar dónde él sabía que estaba una de las "inofensivas" mascotasde Hagrid, el guardabosque. Un perro de tres cabezas merecedor del título "Gigantesco".La cabeza del medio era la más terrorífica a juicio del celador.
Continuócon la búsqueda de alumnos fuera de su cama hasta la planta más alta. Se llevóuna decepción, le hubiera encantado castigar a alguno de esos pseudo-magos quepululaban por el castillo, pero no le habían dado el gusto. Relatos Cortos
Volvióarrastrando los pies a su despacho y miró por encima el correo. Desde elfallecimiento de sus padres solo había recibido cartas de felicitación porparte del director de Hogwarts, tampoco le importaba. Las lechuzas volando solole recordaban que, en su juventud, el pudo haber sido un chico normal, que enviabasus cartas a sus padres contándole qué hacía en Hogwarts y esperando tener unanoticia sobre ellos. Pero nunca sucedió, nunca había recibido la carta deadmisión a Hogwarts cómo estudiante. Si bien, años más tarde, recibió la carta deadmisión a Hogwarts como celador del castillo.
Mirólos expedientes de diferentes alumnos sobre su mesa, hacia bastante tiempo queno los clasificaba. Cogió todos y comenzó a colocarlos todos en los lugares quecorrespondían a las letras de sus iniciales en su gran archivador.
Sutarea se vio interrumpida por unos golpes en la puerta. Gruñendo en voz baja,maldijo a quién había llamado; seguro un prefecto que traía consigo a unalumno, debería paralizar su tarea para escribir el expediente.
Dejólos papeles que llevaba en la mano sobre la mesa y abrió la puerta. Sesorprendió al no ver a nadie. En lugar de eso, una caja descansaba sobre elsuelo de piedras del castillo.
Recogióla caja, entró en su despacho y soltó la caja encima de los papeles. Abrió lamisma para encontrarse con una pequeña gata.
Argusla cogió entre sus manos. Le recordaba muchísimo al gato que su abuela materna, Claire Norris, tenía. La misma persona que le había intentado enseñar a hacer las galletas que esa misma noche intentó reproducir.
Abrazó a la gata.
―Tellamaré―susurró a la pequeña gata―Señora Norris.
Sra. Norris. - Fanfics de Harry Potter
Agotado,se dejó caer sobre la silla de su despacho. La giró hasta quedar frente alfuego, mirándolo crepitar. Dio un suspiro y se relajó, el toque de queda
potterfics
es
https://potterfics.es/static/images/potterfics-sra-1422-0.jpg
2024-05-17
El contenido original se encuentra en https://potterfics.com/historias/106220
Todos los derechos reservados para el autor del contenido original (en el enlace de la linea superior)
Si crees que alguno de los contenidos (texto, imagenes o multimedia) en esta página infringe tus derechos relativos a propiedad intelectual, marcas registradas o cualquier otro de tus derechos, por favor ponte en contacto con nosotros en el mail [email protected] y retiraremos este contenido inmediatamente