La profesora McGonagall estaba haciendo el listado delos alumnos que ese año pasarían las vacaciones de Navidad en Hogwarts, todopasaba con tranquilidad; Lily, Alice y Alexandra estaban desayunandotranquilas, mientras que al gran comedor hacían acto de presencia losmerodeadores, James al ver a Lily le empezó a decir:
-Evans, estaba pensando, ¿qué te parecería si
.?-James no terminó de decir la frase cuando Lily respondió.
-No Potter, entre mis planes de Navidad no hay ningunoen el cual hable sobre pasarla contigo, así que olvídalo.- James quedó inmóvil antela impresión, hasta que Sirius lo saco de shock.
-Olvídalo Cornamenta, tal vez en otro oportunidad,mejor desayunemos, que me muero de hambre.-
El desayuno fue normal, todos los alumnos estabanansiosos porque al día siguiente empezarían las vacaciones de Navidad, casi alfinal del día los de Gryffindor recibían Pociones con Slytherin, cuando a mitadde la clase apareció la profesora McGonagall.
-Profesor, me permitiría llevarme a la señoritaAberasturi y al joven Black, el profesor Dumbledore quiere hablar con ellos.-Dijo la profesora y el profesor sin reclamar concedió el permiso.
En el transcurso del salón de posiciones hacia eldespacho del director, los dos jóvenes tuvieron la siguiente discusión.
-Oye Aberasturi, ¿que hiciste?, acaso obtuviste 180 de100 en la clase de Historia de la magia.- Decía Sirius con sarcasmo.
-Ya quisieras Black, la verdad no se para que mesolicitan, aunque me imagino que a ti te tuvieron que haber atrapado en algunabroma.- Respondió Alexandra siguiendo el juego.
-Para tu información Aberasturi, no es nada de eso, laverdad, ni yo se el porque me llamaron.- Respondió Sirius.
De no haber sido porque ya habían llegado a la entradadel despacho del director, los dos jóvenes hubiesen seguido discutiendo.
La profesora McGonagall dijo la contraseña. Los tres subieronpor las escaleras y entraron al despacho del profesor Dumbledore.
-Profesor Dumbledore, aquí están la señoritaAberasturi y el joven Black.- Anunció la profesora McGonagall al director.
-Muchas gracias, por favor tomen asiento.- Dijo elprofesor Dumbledore a los dos jóvenes.
-Los he llamado aquí el día de hoy debido a que es midebes informarles que ustedes dos serán los únicos alumnos en todo Hogwarts quepasarán las vacaciones de Navidad aquí en el castillo.-
-¿¡QUÉ!?- Dijeron ambos alumnos sin poderlo creer.
-Debido a esto la sala común se volverá su habitacióndurante estos días, con ciertas modificaciones, claro, para que de este modopuedan tener algo de privacidad cada uno.-
A cada palabra que decía el director, Alexandra ySirius no podían creer todo lo que les decían, suficiente tenían con verse ytratarse un poco durante el día, pero de eso a tener que dormir en la mismahabitación, aunque estuvieran separados, no podían ni siquiera imaginarse comolograrían soportarse entre si.
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-Chicas se los ruego, llévenme en algún baúl o lo quesea, no me importa, solamente quiero que me alejen de Black, porque les juroque a la primera palabra que el diga yo lo mato.- Decía una Alexandradesesperada en la estación Kings Cross despidiéndose de sus amigas.
-Lo sentimos Alexandra, si pudiéramos lo haríamos y tulo sabes, pero nos podríamos meter en problemas, sin contar los problemas quetendrías tu.- Decía una Lily hablando por ella y Alice.
-Es que no lo soporto, esta será una mala Navidad.-Sentenció Alexandra, mientras tanto, otro lado de la estación, Sirius hablabacon los merodeadores.
-Esa chica me volverá loco, tienen alguna idea de lometiculosa e insoportable que es.- Decía Sirius molesto.
-Bueno Canuto, quien sabe y quizás terminan juntos.-Decía James como si hubiese sido algo positivo lo que dijo.
-Ni en broma digas eso Cornamenta, que eso nuncapasará, esta será una pésima Navidad.- Dijo Sirius molesto.
Tanto uno como el otro se despidieron y caminaron ensilencio por el resto del camino que los llevaba a Hogwarts, el ambiente eratal que se podía cortar con un cuchillo la tensión que entre las dos personasexistía y así siguió hasta que llegaron a la sala común, la cual ya estabaseparada por una pared especial y tenía cada mitad ambientada para un chico yuna chica, durante el resto del día no paso nada que fuera lo normal, ningunose dirigía palabra alguna y tampoco deseaban empezar una conversación y de estemodo pasó el día y llegó la noche y cuando los dos individuos estuvieron listospara dormir solo se dedicaron una seria mirada y sin nada más, se dispusieronpor ir a dormir, cada uno a su respectiva mitad.
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Así pasaron los días y el 24 de Diciembre llegó, tansolo faltaban unos pocas horas para 25 de Diciembre y ninguno de los dos jóvenesse dirigía palabra alguna desde que empezaron las vacaciones navideñas, pero nosería por mucho tiempo.
-Black, ¿no has visto en dónde dejé mi anillo?-Preguntó una Alexandra preocupada.
-¿Cuál Aberasturi?-
-Uno que siempre llevo conmigo, es de oro con undiamante blanco pequeño.-
-No Aberasturi, hoy no te lo he visto para nada.-
-¡RAYOS!, de seguro se me cayo cuando salí delcomedor.-
-No te preocupes, solo es un anillo.-
-¡SOLO UN ANILLO!, ¡SOLO UN ANILLO!, como siempreBlack, te equivocas, eso no es solo un anillo, ese anillo era de mi madre, y melo entregó cuando tenía 11 años, para que siempre me recordara de ella y mipadre, para que no me sintiera tan sola y ahora gracias a un descuido mío lo heperdido- Alexandra empezó a llorar desesperada, ese anillo era su preferido, sutesoro y lo había perdido. Aparatos de masajes
Sirius la veía con tristeza, siempre la había vistocon ese anillo y no podía ni imaginar todo el dolor que ella sentía, no sabíael porque, pero no le gustaba verla así, no quería verla así.
-Si quieres, puedo ayudarte a buscarlo.- Dijo unSirius lleno de buenas intenciones.
-El castillo es enorme Black, es casi imposible elpoderle encontrar.-
-Nada es imposible para un merodeador.- Dijo Siriusdecidido.- Vamos, no puede estar muy lejos.- Y en un abrir y cerrar de ojos,agarró la mano de Alexandra y empezaron la búsqueda del anillo perdido.
Pasó un día entero, pero no lo encontraron, ya habíaentrado la noche y Alexandra no podía más.
-Black, estoy muy cansada, lo mejor será que nosvayamos a dormir y sigamos mañana.- Dijo Alexandra luego de haber dado un granbostezo.
-Si quieres adelántate, yo seguiré buscando por unmomento más.- Respondió Sirius.
-Está bien, dejaré la chimenea encendida para quepuedas tener luz cuando llegues.- Y cuando terminó de decir esto, se dirigiócon paso cansado a la sala común y en cuanto se acostó en su cama, se quedóprofundamente dormida, mientras que un Sirius decidido, seguía buscando elpreciado anillo.
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A la mañana siguiente, Alexandra se levantó de unsalto de su cama, recordando que Sirius se había quedado buscando su anillo, sedirigió rápidamente a la otra mitad de la sala común, pero no estaba ahí, mássin embargo la chimenea estaba apagada, se empezó a preguntar dónde podríaestar, pero su pregunta fue resuelta, al darse cuenta que, en el lado de ella,casi al final de la sala, se encontraba un Sirius dormido y el cual en una desus manos, tenía el preciado anillo de Alexandra.
Ella al darse cuenta de esto no pudo evitar soltar unalagrima, pero no de tristeza, si no de felicidad, porque nunca antes nadie sehabía preocupado tanto por ella y de hacer algo por ella.
Así pasaron los minutos y Alexandra solo podía vercomo Sirius dormía, le parecía tan tierno que no quería despertarlo, pero de unmomento a otro Sirius despertó, y preocupado al ver como se encontrar suacompañante le preguntó:
-Alexandra, ¿te encuentras bien?- Apenado por haberhecho esa pregunta, se sonrojó levemente.
Alexandra al verlo, sonrió ampliamente y le respondió:
-Si Sirius, me encuentro estupendamente bien.- Y comosi nada se lanzó a abrazarlo, un Sirius incrédulo no pudo hacer más quecorresponderle el abrazo, haciendo que el merodeador se sonrojara a más nopoder.
Cuando al final Sirius logró reaccionar, la separó uninstante y le dijo:
-logré encontrar tu anillo, te lo hubiese dado en elmismo momento que lo encontré, pero estabas tan dormida, que no quisedespertarte.- Dijo Sirius apenado y sonrojado, algo muy extraño en el joven, elcual no demostraba esas características con otras chicas.
Alexandra al darse cuenta no pudo evitar sonrojarseigual y decirle:
-Muchas gracias Sirius, después de todo, puede que nosea tan malo pasar contigo esta Navidad a tu lado.-
-Oye, ya no me dices Black- Exclamo Sirius sorprendidoy feliz por la novedad.
-Bueno, después de todo lo que has hecho por mi, ya nocreo que sea necesario llamarte Black.- Decía Alexandra sonrojada y acercándoseun poco a Sirius.
-Gracias Alexandra- Él al ver la sorpresa de la chicale explico.- Al igual que tú, ya no hayo necesario llamarte por tu apellido.-Después de decir esto logró juntar todas las piezas del rompecabezas ydescubrir al fin, lo que realmente sentía por aquella chica, el porque soñabacon ella y pensaba en ella casi todos los días.
Alexandra al igual que el, lograba comprender elporque muchas veces lo soñaba, lo pensaba y quería estar con él.
El sentimiento era mutuo y ambos se dieron cuenta, yrompiendo el silencio que durante varios minutos hubo entre los dos, Siriushabló:
-Alexandra- empezó a decir.- yo
yo quería decirte que
-era ahora o nunca y sin nada más dijo lo que sentía.- ¡YO TE AMO ALEXANDRA!- Yal terminar esta frase vio a una chica sorprendida, sonrojada, pero, al mismotiempo, feliz.
- SIRIUS, YO TAMBIÉN TE AMO.- Dijo ella sin aguantar máslo que desde hace mucho tiempo, quería salir de su pecho.
Poco a poco ambos se acercaron tanto que no pudieron resistirsemás y como dos personas en busca del néctar de la vida, se demostraron su amor conun tierno beso, el cual poco a poco se hizo más profundo, haciendo que ambosquisieran estar más cerca de lo que ya estaban, que quisieran unirse ymezclarse en uno eso, lo cual es un secreto que conocen solamente ellos y lasparedes de la sala común de Gryffindor, de lo que fue el inicio de una bellahistoria de amor entre Sirius Black y Alexandra Aberasturi, un amor que nada ninadie podrá destruir o separar, que durará toda la eternidad.
***************************************************Esta historia va dedicada especialmente para nena_malfoy_granger, espero que te guste tu regalo de Navidad, talvez sea algo chiquito pero de todo corazón porque se que te gustaría que esto en cierto punto fuera realidad jijijijiij TQMMMMMMM infinito, FELIZ NAVIDAD, y a todos los lectores también espero que les guste y dejen sus opiniones por favor, BYE.
Tal vez no sea una mala idea pasar contigo la Navidad - Fanfics de Harry Potter
La profesora McGonagall estaba haciendo el listado delos alumnos que ese año pasarían las vacaciones de Navidad en Hogwarts, todopasaba con tranquilidad; Lil
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2023-02-27
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