Ella estaba acostada en la cama, dormida. Su rostro estaba cubierto por su propio pelo, ofreciendo un aspecto muy natural. Ella era hermosa. Cada parte de su cuerpo era una delicia, de muchas maneras. Miles de maneras.
Y yo estaba allí, mirándola. Yo era el afortunado que se casó con ella. Ella era mi esposa, el amor de mi vida. A partir de ahora.
Yo estaba escuchando su respiración, cerca de mi oreja. Sentí miedo. ¿Por qué en el nombre de Merlín, a ella le gustaba un hombre como yo? Pero me quedé inmóvil, escuchando su voz en mis oídos. Su cálido aliento en mi cuello.
Te amo. ¿Te sirve eso como una razón? Tienes que estar tranquilo con ese punto. Te quiero.
Y luego la besé, mi boca buscando la suya. Yo no olvidaba mi pasado, pero estaba pensando en mi futuro junto a ella.
No abrí los ojos, pues quería escuchar su respiración una vez más. No estaba profundamente dormido como ella y me había costado mucho, dormir un poco. Así que quería permanecer en la cama por un tiempo.
Tenía todavía un recuerdo de su olor, de la suavidad de sus labios y su piel. Del satin de su pelo y de su voz diciendo que ella me amaba hasta la locura. Me podía imaginar mi vida sin ella. La pérdida de ella era algo tangible.
Pero todavía recordaba mi pasado. Cómo la había herido en ese pasado. Cómo la había castigado en su infancia. Cómo yo. ..
Y luego, me desperté. Mi cuerpo se tensó y me encontré temblando. ¿Por qué ella estaba enamorada de un hombre como yo? Ella merecía algo más y mejor que yo.
Pero yo estaba allí, siendo su marido.
Severus ... amor ¿Qué ha ocurrido, mi amor?
Me quedé en silencio, respirando muy fuerte. Días de invierno, malos recuerdos, las lágrimas ... Qería olvidar todo.
Yo quería estar limpio de esos recuerdos.
¿Amor? ¿Qué es?
Tuve una pesadilla.
Ella se curvó en mí y abrió los ojos, me miró con preocupación. Sonrió y me besó la base de la mandíbula.
Dime, amor. Dime tu pesadilla.
Pero no estaba ciertamente seguro de ello. Yo no estaba seguro de si ella quería algo más que a mí y si estaba casada conmigo, porque sentía lástima.
Dios me sentía mareado.
Hay algo que parece inexplicable para mí, todavía. ¿Por qué sigues aquí? Si sabes quién soy y sabes que yo te hice sufrir en tu niñez.
Ella inspiró, empujándose hacia arriba en la cama, para mirarme. Ella estaba pensando que yo estaba bromeando, pero no. Mis ojos estaban fijos en ella y en silencio.
Ya te dije eso antes, Severus. Ya te dije que te amo y no importa lo que hiciste en el pasado, yo todavía te amo.
Pero era necesario que existiera una razón de ese amor. ¡No tenía sentido!
Hermione ... yo.
Ella dejó un dedo en mis labios, así que esperé.
No lo hagas. No digas que lo sientes. No digas que hay algo mejor que tú. Ni siquiera se te ocurra decir algo así. Te quiero, te necesito. No veo ninguna dificultad en comprenderlo. No quiero separarme de ti.
Tomé su mano en mis manos y la miré, lleno de emoción. Mi voz estaba llena de asombro. Llena de deseo.
Mi querido corazón.
Por favor ... quédate aquí conmigo. Creo que esto va a funcionar me dijo y estaba llorando. Lágrimas en sus mejillas.
Dios, por favor no me dejes decepcionarla. No con mi desición.
Te amo, Hermione. Yo no quiero estar lejos de ti.
Terminé mis Pensamientos y luego ella sonrió feliz.
Te quiero, Severus. Mucho más de lo que puedes pensar.
Y entonces, me besó. Fue el más profundo y lento beso que jamás había sentido. Me sentía de nuevo, que estaba poseído por una ráfaga emocional dentro de mi garganta.
Deliciosas chispas, corriendo por mi cuerpo. Cerré los ojos mientras ella me acariciaba el pecho. Cuando ella tenía una dedo sobre mi cuerpo. Sentí su caricia en cada parte de mi cuerpo, corazón y alma.
Si es que tengo una.
Su nombre estaba en mis labios, en un suspiro. Me faltaba el aire y ella estaba sonriendo, besando mi cuello. Besándome los dedos, uno por uno.
Eres perfecta, Hermione Yo apenas pude hablar y sentí que se detuvo a mirarme en cuanto me oyó.
Severus ... por favor ... hazme el amor.
Me levanté de la cama y apoyó su cuerpo desnudo, cerca de mí. Ella jadeó en voz baja.
Todo lo que desees, querido corazón.
¿Cualquier cosa?
Cualquier cosa Mi voz era grave en ese preciso momento. Ella sonrió y luego murmuró en mi oído.
Entonces .. bésame, profesor Snape.
Se dejó caer en la cama y yo fui a obedecer. Pasó las manos alrededor de mi espalda, cerca de mi entrepierna. Yo ponía resistencia suavemente mientras ella me estaba tocando. Gemí.
Dios, mujer ... ¿sabes lo que estás haciendo?
Nos dimos la vuelta en la cama y ella estaba en mis brazos. Me entretuve jugando con el lóbulo de una de sus orejas, mientras estaba corriendo la mano por su pecho. Su pecho estaba tan cálido, sus pezones los cubrí con mis manos. Se quedó sin aliento, sentí su placer, cuando tomé uno de ellos con mi boca. Hundió las manos en micabello.
Hacer el amor con ella era la sensación más agradable que jamás había sentido. Y al verla feliz, yo estaba seguro de que todo era bueno.
Te amo ... Severus. Te quiero.
Como yo te amo, querido corazón.No podía moverme. Podía verla a través de mi máscara y sentía cada centímetro de mi piel, helado como témpano. Mi aliento empañaba mi máscara, mientras intentaba respirar. Transpiraba al notar sus acaramelados ojos, sobre mi mirada. Permanecí quieto, como si hubiesen clavado mis piernas al suelo. Ella estaba allí, sin quejarse. Pese a que estaba semi desnuda y rodeada de más adeptos como yo, ella estaba quieta y sin quejarse.
Sentí que me torturaban, desde todo punto de vista. ¿Por qué no había premeditado algo así? ¿Por qué no había premeditado que ocurriría? No estaba preparado para verlo, pero tenía que estar allí.
Porque cuando ella derrumbara, yo tenía que sostener su cuerpo. Aún recordaba las noches anteriores, su promesa de amor eterno. Y ahora, la recordaba en una mesa de hierro, atada hasta el punto de causarme dolor a mí, en mi cuerpo. Causarme heridas imaginarias.
Estaba mi esposa, en aquella mesa. Víctima de aquellos, quienes no se detendrían hasta ver caer la última gota de su sangre. De escucharla sollozosar y pedir clemencia. Me miraba, sabía que me pedía calma.
Pero no podía soportarlo.
Ella permaneció quieta, mientras una pesada garra de metal, acariciaba su pecho desnudo. Y pensar que mi mano estuvo allí antes. Mi máscara amenazaba con resbalar de mi rostro. no soportaría mirar más.
Aquel pasado que quise borrar, me perseguía y yo tenía que fingir que no la conocía. Que no tenía nada que ver con ella.
Pero su memoria me carcomía. Y entonces sentí mis tensiones ir, en una pesada lágrima. En una fría carcajada que solté a la nada.
Sabía que continuaría haciéndola sufrir. Y aún con aquel hombre entre sus piernas, arrancándole gemidos de dolor, sabía que parte de esa terrible música pronto se apagaría y yo...podría, volver a cuidar de instrumento.
Recoger sus trozos rotos y rearmarlo. Rehacer algo que tan frágil, se perdería en el abismo negro. Por eso estaba allí, para evitarlo. Para quedarme con los trozos y para devolverlos a su marco.
Severus ¿quieres participar? escuché la voz de Lucius. Era él quien liderizaba el movimiento. En castellano, violación.
A la que era mi mujer. Y ella no se quejaba, seguía en silencio. ¿Por qué? ¿Por qué pese a que yo estaba allí, no gritaba por mí? ¿No pedía mi auxilio?
Ella podía hacer cualquier cosa por mí, incluso no delatarnos ante los muchos aquellos que jugaban con nuestras sangres. No sabía cuánto lo soportaría, pero trataba de hacer mi mejor esfuerzo.
Granger es una mujer hermosa. ¿Por qué no la pruebas? Cuando muera, podrás decir que has probado el cielo que se te ha negado.
Quería hacerlo, solo para sostenerla entre mis brazos. Solo para salvarla de aquella locura. Pero no. Ella había aceptado las condiciones de ser mi esposa. Las condiciones de lo que conllevaba, llevar mi vida.
La habían capturado por accidente y eso era lo único que podía decir. El resto permanecía siendo un enigma para mí. ¿Qué le veía el señor tenebroso? No lo sabía. Quizá una venganza por ser amiga de Harry Potter. Pero lo que sabía; era que no le permitirían salir de allí.
Y si lo hacía, pues tendría que hacerlo sin vida. ¡Cuánto odiaba verla en esa ciscunstancia y tener que mantener mi maldito papel en el juego! Sonreí amargamente al mirar su rostro de dolor. Lucius era poco sutil en el sexo. Era poco cuidadoso. Creía que solo se trataba de penetrar. De entrar y salir. Pero no. Para una mujer, tenía que conllevar otras cosas.
Por Cristo Jesus que odiaba tener que verlo, pero tenía que continuar fuerte. Inspiré y continué allí parado. Mucho más cuando aquellos hombres decidieron actuar en conjunto. Cuando le obligaron a realizar las acciones más aberrantes que cruzaron mi cabeza.
Intentaba resistir, pero nunca había sido tan fuerte que ella. Y no derramaba ni una sola lágrima. Los vestigios de nuestro matrimonio estaban tan atrás, con estos recuerdos. Estos estigmas que no olvidaría.
Pero ella había prometido amarme, en las buenas y en las malas.
Ofrecer su cuerpo, si yo lo necesitaba. Hasta que mi máscara cayera al suelo y yo fuese un hombre libre.
Pero lo admito, no lo soporté. Cayó antes de tiempo y simplemente empujé a uno de los hombres. Tenían que dejarla. Caminé hasta ella y con la varita, corté aquellas ataduras. Estaba fría, la mesa de hierro la había cortado toda. Toda su espalda estaba herida. Sus muñecas. Ella temblaba mientras no hacía otra cosa, que colgar entre mis brazos.
No se abrazaría, no me diría: mi amor. Nada que pudiera delatarla. Aunque yo ya lo había hecho.
"Hermione..." me atreví a pronunciar su nombre y sé que aquellos hombres me miraban como enajenados. Miré el hilo de sangre que corría por su entrepierna. ¿Qué le habían hecho a mi esposa?
Sentí su respiración sobre mi oído.
"¿Por qué te delataste?"
"Porque una cosa es la lealtad y otra, el amor. Y siempre he escogido el amor, antes de la lealtad"
"Pero...Dumbledore"
"Era lealtad por el amor que le tenía a Lily Evans" "Te debo lealtad, por el amor que te tengo"
Y cerré los ojos, con las miles de varitas sobre nosotros. Morir o no, no era el dilema. Pero al menos podía decir, que íbamos a morir juntos.
Que ella no moriría sola. Porque cuando muriera, esperaba recordar los vestigios del amor y atesorar los recuerdos de su valentía.
Y algún día comprender, por qué me había escogido como su esposo.
Vestigios y recuerdos - Fanfics de Harry Potter
Ella estaba acostada en la cama, dormida. Su rostro estaba cubierto por su propio pelo, ofreciendo un aspecto muy natural. Ella era hermosa. Cada parte de su c
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2024-11-30
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