Me levanté unas horas más de lo debido. Eran las cuatro, la noche anterior me había dormido muy tarde pensando. Salí de la cama y entré al baño, me cambié y me peiné un poco. Fui hasta la cocina.
- ¿No hay nadie aqui? - dije en voz baja
Me rasqué la cabeza confundida y fui hasta el living, estaban junto a mis hermanos terminando de armar el arbolito, siempre lo dejaban para último momento.
- ¿Porqué no lo hicieron antes? -
- ¿Porqué no te levantaste más temprano? - me contestó mi hermano alzando la vista
- Me podrían haber despertado a tiempo -
- ¿A tiempo para qué? Si esto es más aburrido que jugar ajedrez con la abuela - reprochó mi hermana que se paraba derecha ya que estaba agachada ubicando unos adornos
- ¡Para almorzar! - grité
- Lo sentimos hija, ¿Te caliento la comida? Quedó algo - me ofreció mi mamá quien me acariciaba el hombro.
- ¡No! ¡No voy a comer sus sobras! -
- No son sobras, y baja la voz con tu madre - se enojó mi papá
Los miré seria, con la respiración agitada, no me molestaba que no me hayan despertado, sino saber que no pasaría la navidad con mi novio.
- Ya se me fue el hambre -
Me di la vuelta y caminé hasta la heladera, abrí la puerta y busqué la botella de jugo. Agarré un vaso y serví un poco del líquido en el.
- Sabemos que quieres pasar la Navidad con el, pero teníamos que hacerlo, sino no podríamos pasarla con la familia -
- Mamá - apoyé bruscamente el vaso en la mesa - no me importa, ya está, simplemente no... no me molesten más - traté de no sonar muy dura con ella
- Espero nos perdones -
La miré una vez más y volví a mi habitación. Me acosté en mi cama para mirar televisión.
- Esto no.... esto tampoco, es horrible... ¡Ey esto es...! no, no es - dije mientras cambiaba los canales.
Estube un rato largo viendo un programa para nada interesante y aburrido, y nisiquiera sabía su nombre.
Al escuchar el chillido de la puerta al abrirce miré rápidamente de que se trataba. Mi papá se apoyó en el marco esperando algo.
- Puedes entrar - dije sin ganas
Se acercó y se sentó en la punta de la cama.
- Hija, no te pongas mal -
Seguí con los ojos en la pantalla del televisor.
- Va a haber más navidades que puedas pasar con el, no te preocupes - acarició mi brazo
- A mi me importa esta navidad, porque nadie sabe que pueda pasar el día de mañana - dije tranquila
- Nada te va a pasar, y vas a poder compartir muchísimos momentos con el -
Se fue de la habitación sin decir nada más, aprovechando que estaba sola tomé mi diario y mi lapicera llena de plumas y brillos que me encantaba.
Querido Diario:
Perdón por haberte dejado abandonado, es que estoy muy mal... En este momento estoy acostada en mi cama, pero no cualquier cama, sino la de nuestra casa en España, si, no te conté, tubimos que viajar para pasar la Navidad en familia. Aunque rogué y lloré porque me dejaran quedarme me trajeron obligada. Quería quedarme con el, compartir una Navidad juntos y felices pero mis padres tubieron que arrebatarme el sueño. Me dió tanta pena dejarlo alla, si pudiera me habría quedado escondida en el ropero o debajo de la cama pero seguro me encontraban y me mataban jaja. ¡Me reí! ¿Ves lo que probocas en mi diario? Me haces felíz, aunque seas solo un objeto yo se que en algún lado, en otro universo alguien lee esto y me comprende, tal vez alguien llamado Diario, o tal vez... ¡¿Pero que estoy diciendo?! Me esta haciendo peor de lo que creía estar alejada de el. Ya es de noche, y la brisa entra por mi ventana abierta. Abrieron la puerta, hay gritos, de... ¿Felicidad? Llegaron mis tíos, abuelos y primos. Tengo que saludarlos, hace años que no los veo, ahora vuelvo...
Me encaminé hasta la entrada de la casa con mi cuaderno en la mano.
- ¡Que grande esta mi niña! - gritó con emoción mi abuela
Corrió como pudo para abrazarme.
- Que grande estás prima, no me parecería raro si me dices que los chicos te persiguen - me dijo mi primo, el más grande de todos.
- Gracias tonto - lo abracé, yo era como su hermana menor Blog de Nutricion, Entrenamiento y Fitness
Seguí saludando con emoción a mi familia, los extrañaba mucho, la tristeza que tenía dentro se estaba yendo. Me hacía bien estar ahí en ese momento.
Nos sentamos en la mesa a comer, primero dimos las gracias y luego cada uno se sirvió lo que quería en su plato. Yo me serví un poco de carne, con ensalada rusa y unas papas al horno.
- Esto está excelente - comentó mi tío con la boca llena
- Gracias -
Seguimos comiendo y cuando dieron las doce todos alzamos nuestras copas para brindar.
- Por una Navidad excelente, y un reencuentro en familia que nunca se olvidará -
- ¡Felíz Navidad! - gritamos todos al mismo tiempo.
Tomamos un sorbo de la bebida y nos saludamos unos con otros con un beso en la mejilla y un cálido abrazo.
- ¿Qué es eso primi? - me preguntó una de mis primas menores
- Un cuaderno - contesté sonriendo mientras me sentaba en mi silla
- ¿Para que es? -
- Para escribir lo que nos pasa y sentimos -
- ¿Puedo leer? ¡Yo quiero leerlo! - lo agarró con sus manitos
- No, es privado - lo sostube con fuerza
- Daleee -
Comenzamos a tirar de el, quería leerlo y yo no iba a dejarla. Como yo tenía más fuerza ella lo soltó haciendo que mis brazos golpearan en la mesa tirandome un baso con gaseosa en mi remera.
- ¡Dios!¡Mira lo que hiciste! - me enojé
- Solamente quería leerlo, pero sos una mala - y se dió la vuelta como si nada hubiera pasado.
Me paré y con una esponja humeda traté de sacar la mancha. Me senté en uno de los sillones.
Querido Diario:
¡¡Felíz Navidad!!, para ti, porque por ahora todo iba bien hasta que mi prima de muy metida quiso leerte y peleamos y me cayó toda la bebida en la remera, estoy hecha un desastre. Pero en fin, Felíz Navidad, hoy se cumple tres años desde que te tengo, tantos momentos juntos ¡Tres años llenos de alegrías y tristezas compartidas! y ahora que lo pienso sería tu cumpleaños ¿Verdad? ¡¡Felíz Cumpleaños!!... Mis padres me llaman, nose que quieren, espero volver y seguir escribiendo.
Con mi diario en mano me dirigí a ellos.
- ¿Me llamaban? -
- Si hija, hay que abrir los regalos - contestó mi mamá emocionada
- Oh, claro, me había olvidado por completo -
Abrí el de mis tíos, un peluche gigante, ¿Cómo lo habían adivinado? Me encantaban los osos y más si eran en peluche con ese tamaño. Mis abuelos me dieron unas remeras llenas de brillos, lo que más me atraía. Y mis padres una pulcera de oro y plata, me la pusé contenta y me volví a sentar, y noté que tenía mis iniciales y las de mi novio, mi alegría se derrumbó.
El timbré sonó en el peor momento y sin ganas fui a abrir.
- Ho... ¿Hola? - pregunté mirando para todos lados.
Cerré la puerta, pero volvió a sonar. Abrí nuevamente
- ¡¿Qué quieren?! -
Quise salir pero algo me impidió el paso, miré hacia abajo y había una caja con un enorme moño. La entré y me senté en el piso. La tarjeta decía "Para la más linda. Quiero ver esa sonrisa brillar"
- ¿Qué será? -
La abrí dudosa y lentamente. Pegué un grito de felicidad, un cachorro de Golden Retriver saltó a mis brazos y comenzó a lamerme la cara.
- ¿Y esa cosita hermosa? - preguntó mi mamá sonriendo acercandose a mi
- Nose, vino con esto -
Le di la tarjeta sin mirarla concentrada en jugar con mi perrito, ella sonrió al leerla. "¿Abrá sido ella?" pensé.
Lo tomé en mis brazos y salí al patio, me senté en un columpio que había ahí.
- Te voy a llamar... Sam -
Acaricié su cabeza mientras le daba besos.
- ¿Sam? Me alegro que no le hayas puesto como yo -
Era su voz, lo supe en el momento que dijo la primera letra. Me di vuelta y ahí estaba parado, me quedé mirandolo y se sentó a mi lado.
- Te extrañe - susurré apoyandome en su pecho mientras el movía el columpio.
- Felíz Navidad -
- Felíz Navidad - repetí
Me abrazó fuerte y quedamos ahi sentados hasta que yo me dormí. Solo pude escribir en mi diario.
Querido Diario:
Pasé la Navidad sin el pero con el.
Fin
La navidad sin el - Fanfics de Harry Potter
Me levanté unas horas más de lo debido. Eran las cuatro, la noche anterior me había dormido muy tarde pensando. Salí de la cama y entré al baño, me cambi
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2023-02-27
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