Rey
¡Oh! ¡Cuán añorada ha de ser su visita! Todos en la ciudad hablaban de él, ¡El Rey llegaría, para dar un gran discurso!
-Corred, avisad, ¡que viene el Rey! ¡Pegad carteles por toda la ciudad! ¡Que viene el Rey!- Gritaba el Alcalde, mientras todos adornaban la ciudad, especialmente la plaza, de pancartas con mensajes de bienvenida, y banderas de los colores que los representaban. ¡Qué felicidad! ¡Vendría el Rey!
¡Desde los edificios, hasta las casas, desde los pasillos hasta los callejones! ¡En todos lados se hablaba del Rey! ¡El Rey había llegado!
Cuando un hombre frío, de rostro amarillento, y muy pálido bajaba de un gran carro, toda la ciudad se amontonaba a su encuentro, para saludarlo y besarlo, ¡todos querían al Rey! ¡Viva el Rey!
Con un canto que los acompañaba, y tambores, e instrumentos que sonaban, el frío hombre, de traje negro y corbata azul se acomodaba en el atril para dar su discurso, y saludaba con su mano derecha,
- ¡Viva el Rey!- Canturreaba un grupo, y el de la otra esquina entonaba un
-¡El Rey es poder, que viva el Rey!- y en el centro se escuchaba -¡Bienvenido! ¡Bienvenido-
La plaza se adornaba de pancartas y bandas comunitarias entonando el himno Nacional. ¡Qué espíritu político!
Un pequeño se abría paso entre la multitud, mientras el hombre frívolo relataba su discurso.
Llevaba una gran libreta, en donde anotaba las palabras del Rey, era un proyecto para su colegio, donde hablaban de la democracia, y la política.
-Y la paz, y el amor, nos llevan a una sociedad civilizada, en la que podemos vivir en armonía. ¡Queremos un pueblo unido en base a la paz y el amor!- Gritaba el hombre, mientras todos aplaudían y unos tambores le tapaban la voz. Mejores Páginas de Contactos | Opiniones y Análisis 2023
El pequeño alzó una ceja, y observó al hombre detenidamente. Luego de unos minutos, mientras el Rey esperaba a que los tambores y los gritos cesaran, el niño gritó con todas sus fuerzas, para poder ser escuchado:
-¿Cómo dijo, lo de la paz y el amor?-Preguntó apoyando la punta de su birome, tratando de tomar apuntes de las palabras del Rey.
-Decía- Carraspeó la frívola persona -Que con paz lograremos ser una sociedad civilizada y en armonía, basada en el amor del pueblo
- El pequeño arrojó su libreta contra el suelo y rebotó contra los parlantes, se paró frente al Rey y muy serio le dirigió la palabra:
-¿Usted ama a su pueblo? ¿Usted, como es, ama? Porque, tan frívola persona, no creo que ame. ¿Por qué miente a su pueblo, si es a quien juró lealtad? ¡Por favor señor, necesitamos palabras de verdad, serias, con propósitos, no mentiras y falsedades! ¡Abra su mente! ¡Usted no ama!- El Rey quedó helado, tartamudeó unas palabras mientras las personas esperaban respuesta a esas ingeniosas preguntas del pequeño niño.
-Yo sí amo a mi pueblo- contestó decidido el Rey, aunque ni él se lo creía.
-¿Puede explicarme cómo lo demuestra, si así es?-
Todos callaron y se retiraron cabizbajos, y el pequeño, volvió a tomar derecho de palabra
-¿Puede explicarme, o no?
-No, porque no sé cómo hacerlo.
Respondió un rey triste y melancólico, que se retiró caminando, y se perdió en el horizonte de aquel solitario camino que se puede divisar allí
a lo lejos.
Rey - Fanfics de Harry Potter
¡Oh! ¡Cuán añorada ha de ser su visita! Todos en la ciudad hablaban de él, ¡El Rey llegaría, para dar un gran discurso! Rey Rey
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2024-11-18
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