Volver a respirar, cerca de ella. Podía mantenerse despierto, las horas y el tic tac del reloj jamás le atemorizarían nuevamente. Podía pasar su vida, pensando en ese sueño dulce. Pensando en cada momento que había pasado junto a ella.
Aunque jamás habían estado juntos en verdad. Cómo la extrañaba. Podía seguir soñando aún allí, en ese lecho de muerte al que estaba sentenciado. ¿Qué pensaba cuando en su brazo tatuaban la marca?
En ella. En esa sonrisa que debía ser el sueño de muchos, pero que él no veía. En esos labios que quería besar antes de decir adiós. Antes de arriesgarse, lanzarse al mundo como carnada y que simplemente se lo devoraran las fauces de la oscuridad.
No tenía elección, su padre lo presionaba. Tenía miedo. Su piel de serpiente no era tan dura como se apreciaba. Su corazón era rojo escarlata, palpitaba y bombardeaba sangre a cada parte de su cuerpo. A cada tejido.
Sangre Gryffindor, piel de serpiente. Su sangre llamaba por ella, por sus abrazos y sus besos. Pero jamás tendría algo como eso. Ninguna mujer como ella. Solo maniquíes interesados en su dinero, interesados en aquel mortífago que no era.
Pero la quería a ella y en el lecho de su tumba que él mismo había cavado, derramaba lágrimas de dolor. ¿Por qué él tenía que hacerlo? ¿Por qué ella no venía a socorrerlo?
Porque ella lo odiaba y su bravo corazón indomable, no estaba hecho para las escorias como él. Quería soñar, volar alto junto a ella. Porque, ella era libre... y él estaba encadenado al más profundo sufrimiento.
¿Qué había hecho? ¿Por qué se había dejado doblegar por esas fuerzas que solo lo alejaban de ella? Su corazón Gryffindor quería volar por los aires. Salir de su boca y cobijarse con el único cuerpo que lo comprendería.
Con aquella piel cálida y pálida al mismo tiempo. Ese dulce aroma a rosas que una vez cruzó a su lado. Era eso lo que lo mantenía despierto y evitaba que los gusanos se tragaran su piel sin piedad alguna.
Por eso, no se rendía. Por eso su corazón seguía con vida. Aunque lo opacara la piel de serpiente que llevaba revestida.
Por Hermione Granger, las calamidades no dolían tanto. Por Hermione Granger, la sangre era cálida y las lágrimas dulces.
Por Hermione...
Rasgar la piel - Fanfics de Harry Potter
Volver a respirar, cerca de ella. Podía mantenerse despierto, las horas y el tic tac del reloj jamás le atemorizarían nuevamente. Podía pasar su vida, pens
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2023-02-27
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